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Jorge E. Reyes Parra Historia, paisaje y cultura de Santander

Historia, paisaje y cultura de Santander

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un recorrido por la historia y la cultura del departamento de Santander

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Page 1: Historia, paisaje y cultura de Santander

Jorge E. Reyes Parra

Historia, paisaje y cultura de

Santander

Page 2: Historia, paisaje y cultura de Santander

Laguna El Tutal ::: Páramo de Santurbán

Page 3: Historia, paisaje y cultura de Santander

Laguna El Tutal ::: Páramo de Santurbán

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Con el apoyo de la

Gobernación de Santander

Page 6: Historia, paisaje y cultura de Santander

[6]

Primera Edición 2012

ISBN: 978-958-44-9644-7

Dirección Editorial:Jorge E. Reyes ParraPresidente Corporación Indalecio Liévano Aguirre

Concepto Gráfico y Diagramación:riátiga creatividad & estrategiawww.riatigacreatividad.co.cc

Coordinación Fotográfica:Christian Riátiga [email protected]

[La Magestuosidad del Cañón del Chicamocha]

Todos los derechos reservados. 2012Jorge E. Reyes [email protected]

La reproducción total o parcial de esta obra debe hacerse citando la fuente

Fotos Cubierta:Portón histórico en BaricharaPaisaje en cercanías a MálagaFerias de VélezFoto Contraportada:Panorámica de ZapatocaFotos Guardas:Páramo de SanturbánPaisaje Rovirense en la Vía a Málaga

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[Paisaje campesino Santandereano en San Andrés]

Historia, paisaje y cultura de

Jorge E. Reyes Parra

Santander

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Presentación / 5Santander, una oportunidad para

explorar, aprender y disfrutar / 7Así nació Santander / 11Las agrestes tierras santandereanas / 17Tierras de tradición. / 21Provincias por Siempre. / 33Paisaje Santandereano / 41Perfil de mi raza / 45“Venga le digo” / 53Algo de folklore santandereano / 83Cultura y tradiciones de santander / 87Bibliografía / 99

Contenido[Piscina natural en Pescaderito, Cutití]

Page 9: Historia, paisaje y cultura de Santander

[9]

Historia, Paisaje y cultura

de Santander quiere

destacar factores que

le convierten en una de

las regiones más relevantes en el acontecer patrio,

como su historia, que en el acontecer patrio,

como su historia, que le ha valido desempeñar

los episodios más protagónicos en la historia de

la república y por lo cual es considerada tambien

como tierra de libertad: su Paisaje, privilegiado

en todos sus pisos térmicos, abarcado desde los

majestuosos páramos, verdaderas fábricas de

agua que abastecen del precioso líquido vital al

nororiente colombiano, las pintorescas y fértiles

despensas agrícolas de la Provincia de García

Rovira, el paisaje tropical y húmedo de la basta

zona de influencia sobre el Magdalena Medio en

torno al Gran Río de la Patria, hasta el árido entorno

de uno de sus más reconocidos símbolos, incluso

postulado como una de las Nuevas Maravillas

Naturales del Mundo, como lo es el Cañón y,

como no citar su Cultura, con su pintoresco

acervo enriquecido gracias a la fusión de razas

que conforman el territorio Santandereano, como

el mestizo descendiente de los Comuneros, a

su vez, con rasgos entre aborígenes, tal vez de

los Guanes u otras de las etnias que poblaron

originalmente el departamento, hasta rasgos de

hispanos y criollos que definieron el perfil del

actual habitante de buena parte de Santander; o

el habitante rivereño de la Provincia de Mares,

heredero en buena medida de rasgos como el

costeño, mayoritariamente, y de muchas regiones

del país, basado en la influencia de diversas

corrientes de colonos atraídos por la bonanza

petrolera; unas veces mestizos, otras veces [El Clavijero ::: Parque de los Niños, Bucaramanga]

Page 10: Historia, paisaje y cultura de Santander

[10]

blancos, con rasgos de los inmigrantes europeos

que poblaron a Santander, como en la Provincia

de Vélez.

Y este crisol de razas y culturas

conforma a su vez el más abigarrado conjunto

folclórico, siendo Santander la cuna del tiple y

otras expresiones culturales como la guabina y el

del actual habitante de buena parte de Santander;

o el habitante rivereño de la Provincia de Mares,

heredero en buena medida de rasgos como el

costeño, mayoritariamente, y de muchas regiones

del país, basado en la influencia de diversas

corrientes de colonos atraídos por la bonanza

petrolera; unas veces mestizos, otras veces

blancos, con rasgos de los inmigrantes europeos

que poblaron a Santander, como en la Provincia

de Vélez.

Y este crisol de razas y culturas

conforma a su vez el más abigarrado conjunto

folclórico, siendo Santander la cuna del tiple y

otras expresiones culturales como la guabina y el

torbellino, la copla, hasta las tamboras, acordeón

y ritmos caribeños que se respiran y bullen

en Barrancabermeja y el Magdalena Medio

Santandereano. Porque eso es Santander, no sólo

sus regiones, es mucho más: Historia, Paisaje y

Cultura! La presente obra recoge pensamientos y

comentarios sobre la historia, tradiciones, cultura

e idiosincracia santandereana, y lo lleva a través

de la fotografía a un recorrido por el hermoso y

variado paisaje de nuestra región.

Jorge E. Reyes ParraAutor - Ediror [Camino real Barichara - Guane]

Page 11: Historia, paisaje y cultura de Santander

[11]

Venir a Santander es una oportunidad para explorar, aprender y disfrutar.

Somos una tierra para conocer, mientras se comparte con la naturaleza, en una expresión de particular belleza. Viajando por nuestras carreteras, en tan solo minutos se puede pasar de ver especies silvestres únicas a encontrarse con un espectáculo de majes tuosidad incomparable: el Cañón del Chicamocha. Durante 2009, este vistoso fenómeno geológico representó con mucha opción a Colombia en una competencia internacional que pretendía definir las nuevas maravillas naturales del mundo moderno. El Cañón tiene su propio parque nacional, Panachi, con un mirador en su punto más alto, que les permite a los turistas gozar de una vista de 360 grados. Si lo prefiere, puede atravesarlo de una montaña a otra a través de un teleférico con 6.700 metros de largo y apreciar durante el recorrido un paisaje tan agreste como variado, que incluye algunas especies de animales típicos de la región.

Estamos cargados de una historia memorable: muy cerca del Chicamocha, en la ruta que conduce a Bogotá, usted podrá encontrar un circuito de municipios en cuyas calles fue forjada hace siglos la gesta independista del país. En 1975, uno muy cercano, Barichara, logró el calificativo de “El pueblito más lindo de Colombia”, por su extraordinaria conservación arquitectónica tradicional. A la historia se suma un ambiente dispuesto para su diversión. Cuevas, prácticas de canotaje, vuelo en cometa y caminatas, festivales

una oportunidad para explorar, aprender y disfrutar.Santander

[Horacio Serpa Uribe ::: Gobernador de Santander 2008 - 2011]

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del Río, por las múltiples fuentes hídricas que bañan la zona; todo acompañado de una amplia infraestructura hotelera, con expertos en turismo ecológico y de aventura, que lo podrán guiar en la práctica del ciclomontañismo, el camping, la espeleología, el rafting, la pesca, la visita a cascadas naturales y el parapentismo, entre muchas otras modalidades.

Si lo motiva la gastronomía, no se preocupe, pues nuestra cocina goza de una merecida reputación. Es exótica y una de las más elaboradas del país. El plato tradicional de Santander es una sopa de maíz blanco aderezado con otros granos a la que llamamos mute. También preparamos un riquísimo arroz con las vísceras del cabro, al que horneamos exquisitamente y solemos acompañar de carne oreada (seca). El pescado, entre tanto, se consume en el Santander de la llanura, y es tomado principalmente del más importante río de Colombia, el Magdalena, que atraviesa el país y pasa por Barrancabermeja, un municipio petrolero en el que convergen la investigación científica y la idiosincrasia de los habitantes del trópico.

Sin embargo, son las hormigas culonas las que nos dan fama mundial. Las tostamos al fuego hasta que adquieren un raro y especial sabor, que bien podría asemejarse al maní

salado. Hasta hoy, se les sigue atribuyendo poderes afrodisíacos. Junto a ellas, se destacan los dulces elaborados de apio, limón, cidra, arroz y piña; amén del célebre bocadillo veleño de reconocimiento internacional.

Quiero invitarle a creer en Santander. Somos una región con historia, que desde el presente piensa en su futuro y trabaja por brindarles una experiencia enriquecedora a turistas como usted. Pero si lo que quiere es invertir, las puertas también están abiertas.

La nuestra es una cultura de valores: somos confiables en los negocios y disciplinados en el trabajo. Tendemos la mano con una amistad sincera, empeñamos la palabra como un pacto inquebrantable y brindamos nuestro carácter como una garantía de cumplimiento de los compromisos que aquí pueda alcanzar con su visita.

Venga, y compruébelo usted mismo.

Lo esperamos.

Horacio Serpa Uribe

[Calle de Zapatoca]

Page 13: Historia, paisaje y cultura de Santander

[13]

[Campesino en Guane]

[Calle de Oiba]

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[14][Cañón de las Iguanas - Girón]

Page 15: Historia, paisaje y cultura de Santander

[15]

Así nació

Santander

En 1537 nació el pri-

mer allí partió Gon-

zalo Jiménez de

Quesada con rumbo

a las poblaciones

del interior. Tras su paso por el nororiente co-

lombiano comenzó el proceso de fusión entre los

conquistadores europeos y las comunidades nati-

vas de la región, entre ellas los guanes, imperio

aborigen que dominaba esta zona de la cordillera

Oriental.

El territorio sobre el cual se asentaban

los “nuevos” pobladores se convertiría, poste-

riormente, en el escenario de los movimientos

de sublevación más representativos de la his-

toria emancipadora nacional. Allí mismo, en

1781, una generación de rebeldes se levantaría

para protestar contra la imposición del tributo a

la Armada de Barlovento. Como una medida del

imperio español para solventar los gastos que im-

plicaba la protección de los territorios marítimos,

las industrias de tabaco, aguardiente y algodón,

entre otros productos, debían asumir el costo fis-

cal de dicho mecanismo. Precios elevados en los

productos de consumo diario y el enriquecimien-

to de los regentes españoles desencadenaron la

insurrección de los comuneros. “Viva el Rey y

muera el mal Gobierno.

No queremos pagar la Armada de Barlo-

vento”, gritó Manuela Beltrán, el 16 de marzo de

aquel año, en el municipio de El Socorro. Prime-

ro, fueron hombres y mujeres pobres, campesi-

nos, comerciantes, carniceros y agricultores; lue-

go, voluntarios de otras poblaciones se sumaban

a la causa. En total, cerca de 6.000 insurrectos se

juntaron para marchar hacia Santafé (la cual era

reconocida como Santafé de Bogotá para distin-

guirla de otras localidades con el mismo nombre,

y hoy recibe sólo la denominación de Bogotá

D.C.). Juan Francisco Berbeo fue elegido como

general de los sublevados, quien, junto con Sal-

vador Plata, Antonio Monsalve y Francisco Rosi-

llo, conformaron una junta llamada ‘El Común’,

de donde surgió el nombre de “los comuneros”.

Este comité formuló exigencias que pretendían la

disminución en el pago de los impuestos. Los co-

Page 16: Historia, paisaje y cultura de Santander

[16]

muneros y la Comisión Oficial Española firma-

ban, entonces, las capitulaciones, que decretaban

el fin de los recaudos fiscales y la provisión de

empleos para los menos favorecidos. Este pedido

de igualdad y justicia, característico de la Revo-

lución de los Comuneros, según los historiadores

y cronistas de la época, fue el inicio de una etapa

que definiría, en adelante, el proceso de libertad

e independencia nacional. Después de las bata-

llas emancipadoras comenzarían a afirmarse los

pasos para la creación de los estados federales.

El 13 de mayo de 1857 fue sancionada la ley del

Congreso de la Nueva Granada, que creaba el

Estado Federal de Santander en el territorio que,

otrora, perteneciera a las provincias de Pamplo-

na y Socorro. Un mes después se adicionaría, al

ya consolidado Estado Federal de Santander, los

territorios del Cantón de Vélez y los distritos de

Ocaña.

La primera capital fue Bucaramanga,

por disposición de la Asamblea Constituyente,

reunida en 1857; posteriormente, en 1862, se

trasladó a la población de El Socorro. La Consti-

tución de 1886 devolvió a Bucaramanga el esta-

tus de capital.

El 20 de julio de 1910 se separaron las

provincias de Pamplona, Cúcuta y Ocaña para

formar el Departamento de Norte de Santander.

Actualmente, Santander está dividido en seis

provincias, cada una con su respectiva capital:

Soto y su capital, Bucaramanga; García Rovira,

con capital en Málaga; Vélez, con capital en el

Page 17: Historia, paisaje y cultura de Santander

[17]

municipio de Vélez; Guanentá, con capital en

San Gil; Comunera, con capital en El Socorro;

y Mares, con capital en Barrancabermeja. Esta

última fue conformada a finales del siglo XX, gra

cias al establecimiento de la industria petrolera.

Las provincias, aunque carecen de ad-

ministración político-administrativa (gobernan-

tes), sustentan su reconocimiento a partir de los

renglones productivos de las localidades y la

identidad cultural de sus pobladores. Las pro-

vincias santandereanas son sinónimo de arqui-

tectura, ecología, biodiversidad, petróleo, gastro-

nomía, religión, historia y modernidad.

El Departamento de Santander, fundado

en honor al prócer nacional Francisco de Paula

Santander, ha tenido a lo largo de su historia 33

presidentes del Estado soberano y 65 goberna-

dores, los seis últimos por elección popular. Ésta

fue la cuna de tres presidentes de la República: el

general Custodio García Rovira, en 1814; el co-

ronel Manuel Serrano Uribe, en 1816; y Aquileo

Parra Gómez, entre 1868 y 1870.

Cronología

El 8 de marzo de 1537 fue fundada Chi-

patá, por Gonzalo Jiménez de Quesada; fue la

primera población santandereana y primer lugar

donde se celebró una misa católica en toda la al-

tiplanicie colombiana.

[Páramo desde Cerrito

Page 18: Historia, paisaje y cultura de Santander

[18]

El 22 de diciembre de 1622 fue fundada Bucaramanga.

El 16 de marzo de 1871 estalló la Revolución de los Comuneros.

El 13 de mayo de 1857 fue creado el Estado Federal de Santander.

El 15 de junio de 1856 se agregaron al Estado Federal de Santander los territorios del cantón de Vélez y los

distritos de Ocaña.

En 1857 la Asamblea Constituyente oficializó a Bucaramanga como la capital del Estado Federal.

En 1862 se conformó el Estado Sobe-rano de Santander, con capital en Socorro.

El 5 de septiembre de 1886 fue promulgada la Constitución Política de Colombia, y con ella se estableció

el territorio santandereano como departamento.

Bucaramanga fue designada nuevamente como su capital.

[Panorámica de Villanueva]

Page 19: Historia, paisaje y cultura de Santander

[19][Tumba Geo Von Lenguerke >>> Zapatoca|]

Page 20: Historia, paisaje y cultura de Santander

[20]

[Iglesia Santa Bárbara en barichara]

Page 21: Historia, paisaje y cultura de Santander

[21]

Las agrestes tierras

Santandereanas

La superficie de los ac-

tuales Santanderes,

una pequeña porción

de la patria, que repre-

senta un poco menos

del cinco por ciento del territorio nacional, hacia

el fin de los tiempos coloniales, pudo albergar a

casi la quinta parte de la población de toda la Ju-

risdicción de la Real Audiencia de Santa Fe, fac-

tor propiciado por un eficiente modelo produc-

tivo, generado por una raza fuerte y aguerrida,

forjada por las agrestes montañas.

Durante esta época colonial, en este

territorio del actual Santander, la concentración

poblacional se centró en un pequeño corredor

formado por las cuencas de los rios Suárez, Chi-

camocha, Pamplonita y Cucutilla. Así el espacio

del acontecer histórico del pueblo santandereano,

se circunscribió a las cuencas hídricas de las ver-

tientes de la cordillera oriental.

El resto del territorio era un espacio vir-

gen en su dimensión inhóspita: al occidente, los

bosques y las ciénagas del valle medio del río

Magdalena, asolados por las fiebres y los indios

flecheros; al oriente, los fríos y húmedos pára-

mos que se interponían como una pared en la ruta

hacia los llanos orientales y hacia las selvas de la

cuenca del río Zulia, asoladas también por indios

flecheros.

La historia geológica de estos territorios

nos narra que por unos sesenta millones de años

fue un escenario marino, bañado por aguas sala-

das, que dejaron su huella estructural, marcando

el destino posterior de estas hermosas tierras. El

ambiente de fondo marino que desde entonces

adquirió la cordillera sepultó casi por completo

los macizos antiguos bajo los depósitos cretáci-

cos desprendidos de la gran cuenca oceánica.

El paso del tiempo y la retirada de este

manto marino produjo una intensa modelación

hasta el punto de formar un terruño agreste y

fragmentario que originó el Gran Macizo de San-

tander, formado sobre un mar de sedimentos fá-

cilmente erosionables, causa de la fragilidad de

los suelos de nuestra región, pero así mismo, de

la generación de depósitos de oro, cobre y plomo,

en las entrañas de este dinámico macizo.

El permanente movimiento de este te-

rreno sedimentado y el ajuste de sus placas te-

Page 22: Historia, paisaje y cultura de Santander

[22]

rrestres formó la falla de Bucaramanga, la cual atraviesa todo el territorio de Santander de sur a norte, cua-

lidad que define la altísima sensibilidad sísmica de sus municipios, así como la presencia del nudo sísmico

en la Mesa de los Santos.

Estas características del terruño Santandereano han forjado una raza que sin duda refleja todas las

características de una tierra exigente formadora de gentes fuertes y aguerridas.

[Cienaga El Llanito ::: Barrancabermeja]

Page 23: Historia, paisaje y cultura de Santander

[23]

[Casa campesina en Concepción]

[Arroyo cerro La Judía]

Page 24: Historia, paisaje y cultura de Santander

[24]

[Parque El Gallineral ::: San Gil]

Page 25: Historia, paisaje y cultura de Santander

[25]

TradiciónTierras de

corriendo paralela al río Suárez cruzaba las villas

del Socorro y San Gil, atravesando el Río Chica-

mocha por Jordán Sube para ascender a la Mesa

de los Santos y de allí bajar a Girón o Bucara-

manga, desde donde podía proyectarse hacia la

costa por los ríos Sogamoso o Lebrija.

A pesar que al occidente de Santander,

en las cuencas de los ríos Carare, Opón, Soga-

moso y Lebrija, que entran en contacto con la

cuenca media del río Magdalena; es una zona

con mayores niveles de fertilidad y abundancia

de bosques, la colonización extensa y su pobla-

miento sólo se produjo en este siglo, después de

la instalación del enclave de la explotación petro-

lera en Barrancabermeja.

En esta zona, desde hace aproximada-

mente dos décadas se cultiva intensivamente ca-

cao, arroz y palma africana, debido al gran poten-

cial y calidad que dan a sus suelos los sedimentos

La tradición de la

raza santandereana

proviene de la es-

tructura montañosa

de su terruño, en

donde se produce una especial dialéctica entre

belleza y brusquedad, así son nuestros paisajes

y así son nuestras gentes. Ejemplo de esta agres-

te belleza es el Cañón del Río Chicamocha, las

estrechas cuencas de San Joaquín y Onzaga, el

Páramo de Guantiva o las paredes que dominan

el Río Sogamoso en cercanías a Betulia y fue en

esta zona montañosa donde se trazaron las pri-

meras rutas que concentraron la circulación de

los hombres y sus mercancías por siglos, la pri-

mera ruta entraba a la región por Capitanejo y

paralela al río Servitá se dirigía hacia Pamplona,

desde donde conectaba con Cúcuta para prose-

guir hacia Caracas o Maracaibo.

La segunda ruta ingresaba por Vélez y

Page 26: Historia, paisaje y cultura de Santander

[26]

transportados por las aguas, al mismo tiempo que se reducen los bosques para dar paso a las ganaderías

vacunas.

Hacia esta zona se han dirigido las colonizaciones de los santandereanos y de los departamentos

vecinos en este siglo. Anunciando la dinámica que hoy muestran los cinco municipios santandereanos del

valle del Magdalena (Barranca, Puerto Parra, Cimitarra, Sabana de Torres y Puerto Wilches) que ya agru-

pan el 15% del total de la población del departamento, siendo Barrancabermeja el tercer municipio más

poblado.

La puerta historica de santander

En tierras de Santander, el 3 de julio de 1539 y con el nombre de Vélez se fundó una ciudad, su

[Valle del Rio Lebrija]

Page 27: Historia, paisaje y cultura de Santander

[27]

destinación fue asegurar el control de la prime-

ra puerta de ingreso al Nuevo Reino por el río

Opón. Un mes y medio después fue trasladada la

sede del asentamiento desde los terrenos de Uba-

za hasta el territorio del cacique Chipatá, donde

se podía controlar mejor el ingreso de los cami-

nantes que marchaban desde Tunja y Santa Fe.

Desde allí se organizó entonces el repar-

to de los indios y de las tierras de la provincia de

Vélez entre los soldados quesadistas, pronto se

iniciaron negocios con el abastecimiento de con-

servas, carnes, quesos y panes a los viajeros que

entraban y salían del territorio. Aunque no es po-

sible asegurar que las primeras cañas azucareras

fueran introducidas en el territorio santandereano

por esta población, sí es seguro es que la manu-

factura del dulce (conservas, azúcares y mieles)

definió desde muy temprano la vocación del tra-

bajo veleño, como el gusto por la cría de ganade-

rías de carne, paso y carga. El control del comer-

cio de las ropas de Castilla, de los esclavos, y de

la circulación de productos, a manera de puerto,

hizo la riqueza temprana de los veleños, consoli-

Page 28: Historia, paisaje y cultura de Santander

[28]

dada por la exportación de bienes agropecuarios

y artesanales hacia los distritos mineros del río

del Oro, Mariquita y Antioquia.

San Juan Girón

La capitulación original para la funda-

ción de esta ciudad fue otorgada en 1630 por el

presidente Sancho de Girón a un prestante veci-

no de Vélez, el capitán Francisco Mantilla de los

Ríos, comisionado para limpiar el río Sogamoso

de supuestos ataques perpetrados por los indios

yarigüies a las embarcaciones que se fletaban por

dicha ruta hacia Mompox, y para que fundase

una nueva ciudad a sus orillas.

Sin embargo, Mantilla asentó la ciudad

en el sitio de Zapamanga para extender su juris-

dicción sobre el pueblo de indios y distrito mi-

nero de Bucaramanga, lo cual le valió perder un

pleito seguido en su contra por el cabildo pam-

plonés. Suspendido temporalmente el proyecto,

fue reanudado por su sobrino español, Francisco

Fernández Mantilla de los Ríos, quien en 1636

[Salto de las Iguanas ::: Girón]

Page 29: Historia, paisaje y cultura de Santander

[29]

refundó la ciudad en el sitio de Pujamanes y en

1638 la trasladó junto al río del Oro, donde hoy

permanece.

Como cabeza de gobernación, Girón ex-

plotó las plantaciones de cacao en las márgenes

del río Sogamoso y mantuvo activo el tráfico co-

mercial por dicha ruta hasta Mompox, estimulan-

do el mazamorreo de las arenas auríferas de los

ríos del Oro y Lebrija.

Poblamientos Fallidos

Tres ciudades más fueron fundadas en el

hoy territorio santandereano pero su poblamiento

no pudo durar mucho por los líos jurisdiccionales

que crearon o por motivos del cálculo económi-

co. Málaga surgió en 1541 en la zona de las que-

bradas de Tequia como realización de una aspira-

ción del mismo fundador de Tunja, ejecutada por

el capitán Jerónimo de Aguayo, pero don Alonso

Luis de Lugo ordenó despoblarla casi tres años

más tarde como parte de su estrategia contra los

quesadistas.

La ciudad Franca de León fue fundada

en la provincia de los indios yariguies en 1551

por un destacado veleño, el capitán Bartolomé

Hernández de León, pero este intento de coloni-

zación del Magdalena Medio no pudo fructificar

porque no contaba con la licencia de la Real Au-

diencia. Finalmente, la ciudad de Villa Rica de

los Cañaverales, poblada por el mismo fundador

de San Juan Girón en 1638 en las vegas del río

Lebrija y gobernada por uno de sus tenientes, Pe-

dro del Castillo y Quijano, fue destruida no sólo

por la oposición del cabildo de Pamplona sino

por el alto costo de los fletes para llevar la miel

de caña a los mercados de Mompox y Pamplona.

Del milagro de parroquia

La instalación de las empresas mineras

y agropecuarias implicó la movilización de los

indios desde sus asentamientos ori ginales hacia

el nuevo territorio hispano de producción, hacia

los distritos mineros del río del Oro, al igual que

hacia la arriería, dedicándolos para el servicio de

los trapiches, para las ganaderías y para el abasto

de los mercados urbanos y mineros.

Pero a finales del siglo XVI ya había

terminado la expansión minera en la región y su

economía se orientó hacia la producción de bie-

nes de consumo. Ese proceso siguió el curso de

la artesanía en los hogares campesinos que po-

dían subsidiarla con la producción de bienes de

consumo en sus parcelas familiares, todo lo cual

supuso readecuar los asentamientos debido a que

muchas ciudades se encontraban despobladas

por la dispersión que provocó la conquista.

Pueblos de indios

Durante la segunda y tercera décadas

del siglo XVII se inicia la decadencia de las pri-

Page 30: Historia, paisaje y cultura de Santander

[30]

meras ciudades con la aplicación del programa

de resguardos indígenas, pueblos dotados de tie-

rras. Entre los años 1617 y 1623, se consolidaron

la existencia de los primeros pueblos indígenas,

así, los pueblos de Bucaramanga, Oiba, Guaca,

Servitá, Moncora (Guane), Charalá, Curití, Ar-

boledas y otros sirvieron no sólo de concentra-

ción de los indios en rancherías sino que además

ofrecieron al campesinado rural la posibilidad de

llevar alguna vida social dominical gracias a su

asistencia a la iglesia como agregados.

Este reasentamiento de los indios en

pueblos fue el resultado de la aplicación de la

política diseñada por los partidarios de las tesis

de fray Bartolomé de las Casas. Su implantación

en la región se puede remontar al año 1560, pero

sólo hasta el año 1600 fue que se hicieron trazas

de pueblos de indios en los cuales se reasentaban

los diversos grupos étnicos en barrios equidistan-

tes de la iglesia y se les delimitaban las tierras

resguardadas que les permitirían tener ganados y

una producción familiar que al sostenerles con-

tribuía a abaratar el precio de su fuerza laboral en

las haciendas y en la minería.

La insurgencia de las parroquias

El autoabastecimiento de los hogares

campesinos con su propia producción lentamente

reactivó las exportaciones de conservas, alparga-

Page 31: Historia, paisaje y cultura de Santander

[31]

tes, lienzos de algodón y harinas, hacia los mer-

cados mineros y marítimos distantes, así surgie-

ron centros de acopio, dinamizados por nuevos

grupos de comerciantes.

Administrativamente se organizaron

vecindarios de blancos y mestizos usando en su

conformación urbana el concepto de parroquia,

experimentado ya en tiempos anteriores por los

campesinos de Capitanejo, San Gil y Socorro.

Con el crecimiento demográfico de los estancie-

ros, se aumentaron los beneficios de las parro-

quias, alcanzando el nivel suficiente para pagar la

”congrua” de un sacerdote y sostener tres cofra-

días y una iglesia, aparecía entonces, una nueva

estructura en medio del escenario rural, cuya or-

ganización y servicios siguieron el viejo modelo

experimentado por las ciudades de la conquista.

Durante el siglo XVIII se registró un excepcional

crecimiento demográfico gracias a la conforma-

ción permanente de nuevas parroquias por parte

de los desagregados de las viejas doctrinas. En al-

gunas de ellas se aprecia un especial, crecimiento

económico por la posición que ocuparon como

polos de acopio de la producción campesina y

sede de los comerciantes compradores y expor-

tadores hacia mercados distantes por las rutas de

los ríos Magdalena, Lebrija, Sogamoso y Zulia.

La importación de sal marina o de Zipa-

quirá y Chita, un producto básico en una región

donde la dieta alimenticia se basaba en la carne,

la yuca y la changua, contribuyó a estimular la [Casa de la Cultura ::: Socorro]

Page 32: Historia, paisaje y cultura de Santander

[32]

producción campesina de excedentes artesanales

para los mercados de San Gil, Socorro, Charalá,

Barichara, Vélez y Málaga.

Socorramos contraSangileños

La estrategia política de los estancie-

ros y comerciantes que pagaron los gastos de las

conformaciones parroquiales se dirigía al eleva-

miento de su estatus y prerrogativas por medio

de su transformación en villas gobernadas por

cabildos. Estas tenían capacidad de imponer re-

gímenes urbanos financiados por las rentas pú-

blicas que ofrecían las rentas y la participación

en los impuestos. Los parroquianos de San Gil y

Socorro habían llegado casi simultáneamente a la

condición de parroquia, pero la primera ganó de

mano la posición de villa, cerrándole a la segun-

da por casi setenta años ese derecho, como tam-

bién le ocurrió a Barichara. Como acaeció que las

dos parroquias mencionadas lograron convertirse

en los más importantes mercados de acopio de

la producción artesanal y agropecuaria del feli-

gresado de las parroquias vecinas, constituyendo

sendas redes de comercialización, la oposición se

planteó también en el terreno del estatus político,

la villa de San Gil con mayores rentas públicas,

se enfrentó a la parroquia del Socorro, con mayor

población e iniciativa privada. Esta rivalidad ha

llegado hasta nuestros días, quizás porque soco-

rranos y sangileños no han podido reconocer que [Capilla de las Nieves ::: Girón]

Page 33: Historia, paisaje y cultura de Santander

[33]

Page 34: Historia, paisaje y cultura de Santander

[34]

fue la acción mancomunada de sus antepasados la

que produjo el milagro económico que convirtió

a la provincia socorrana en una de las más pobla-

das y dinámicas del virreinato durante la segunda

mitad del siglo XVIII. La ciudad de Girón, vin-

culada al circuito comercial de Mompox por el

río Sogamoso, también experimentó un notable

crecimiento demográfico y una expansión de su

poblamiento hacia las parroquias de Piedecuesta,

Bucaramanga, Floridablanca y Rionegro, gracias

a sus privilegios para la producción libre de taba-

co y sus exportaciones de cacao, un producto que

estimuló hacia el oriente la urbanización de las

parroquias de San José y El Rosario de Cúcuta.

Buscando el magdalena

La confianza de la política virreinal en

la capacidad de los socorranos para colonizar le-

janas provincias es una muestra de un fenóme-

no social santandreano: el espíritu emprendedor

y de colonización en “tierras de promisión”. Así

inicia el proyecto de establecimiento de colonias

de socorranos en los territorios de los ríos Opón

y Chucurí, que condujeron a la fundación de las

parroquias de Nueva Socorro del Opón y San Vi-

cente de Chucurí avanzadas de la futura coloni-

zación del medio Magdalena Santandereano.

En plena reconquista española, los so-

corranos se comprometen con la empresa de

Page 35: Historia, paisaje y cultura de Santander

[35]

apertura de un camino que permitiera el paso de

carretas entre su villa y el río Chucurí, pues desde

siempre su sueño comercial pasaba por la aper-

tura de nuevos caminos hacia el río Magdalena.

Durante el siglo XIX se registra un

constante flujo de colonos de las provincias Co-

munera y Guanentina hacia el pie de monte de la

Cordillera Oriental, hombres que hicieron leyen-

da por el vigor con que estimularon las coloniza-

ciones de San Vicente y Betulia, al tiempo que

los vecinos de Jesús María salían a colonizar las

nuevas tierras que originaron tantas parroquias

en la provincia de Vélez. Esa avanzada llegaría

en este siglo hasta las márgenes del río Magdale-

na, con el antecedente de Puerto Santander (Ba-

rrancabermeja), y desde entonces no ha cesado

el proceso colonizador en Puerto Wilches, Puerto

Araújo, Vijagual, El Llanito y Bocas del Rosario.

Desde siempre, el medio Magdalena

abrigó a los hombres expulsados de la cordillera

por motivos políticos o cuentas con la justicia, y

es por ello que los liberales desmovilizados por

la derrota de Palonegro debieron refugiarse allí,

donde reforzaron las colonias ya existentes que

resistían la autoridad de los gobiernos del parti-

do adverso. San Vicente de Chucurí, una tierra

de especial fertilidad, vivió un momento de ex-

pansión económica por esas colonizaciones hasta

que la propia contradicción de su vida política

forzó las emigraciones recientes.

[Salto en el cañon de las Iguanas ::: Girón]

Page 36: Historia, paisaje y cultura de Santander

[36]

[Pescador en el muelle ::: Barrancabermeja]

Page 37: Historia, paisaje y cultura de Santander

[37]

Provinciaspor siempre

La palabra provin-

cia fue usada en el

siglo XVI por los

conquistadores his-

panos para designar

los diversos conjuntos étnicos claramente dife-

renciados que iban descubriendo, con el paso del

tiempo, las ciudades originales (Vélez, Girón,

San Gil y Socorro) fueron identificadas como

provincias.

Los elementos que constituyeron la

identidad y el sentimiento de pertenencia de las

gentes de Santander a una provincia particular

aún están por identificar, sin embargo, se desta-

caran entre ellos la especialización provincial del

trabajo en la elaboración de uno o varios produc-

tos de exportación hacia el mercado regional o

distante, la cristalización de élites políticas en las

cabeceras provinciales y el movimiento econó-

mico inducido por la exportación de los exceden-

tes mercantilizados.

Quizás las provincias de Girón, Socorro

y San Gil ejemplifican mejor el proceso histórico

de la construcción de las provincias en Santander,

uno de los datos inmediatos que aún hoy definen

la peculiaridad del poblamiento santandereano.

Descendientes de veleños, los gironeses crearon

una provincia nueva, la provincia de Girón fue

políticamente construida como una gobernación

independiente y su vecindario organizó el flu-

jo comercial de sus cacaos, tabacos y mieles de

caña por los ríos Sogamoso y Lebrija.

El mercado momposino, Magdalena

abajo, estimuló su crecimiento económico que

por otra parte era favorecido por el privilegio que

tenía para la siembra libre de tabacos. Por su par-

te, en concordancia con el proceso de acopio de

las producciones campesinas, los comerciantes

de las villas de Socorro y de San Gil construye-

ron una provincia orgullosa de sí misma por su

crecimiento económico y demográfico, así como

por la longitud de las distancias que sus arrieros

recorrían para llevar a todas las partes del virrei-

Page 38: Historia, paisaje y cultura de Santander

[38]

nato sus lienzos de algodón, sombreros, alpar-

gates y tabacos. En 1795 lograron establecer un

ilustrado corregimiento propio separado del de

Tunja, al cual habían pertenecido la mayor parte

de las ciudades santandereanas, si se exceptúa a

Girón y a Ocaña.

Las provincias en la república

Al momento de la independencia la pa-

labra provincia ya designaba a cada uno de los

dos extensos territorios que agrupaban los corre-

gimientos de Socorro y Pamplona.

Los socorranos se atrevieron entonces a

erigirse como Estado independiente y aun como

sede diocesana, pero la fuerza autonomista de

sus cabildos constitutivos le separó las jurisdic-

ciones de San Gil y Vélez. En marzo de 1812

la provincia del Socorro fue anexada al Estado

de Cundinamarca y el cisma provocado por el

primer experimento de su diócesis también fue

rápidamente neutralizado.

Al corregimiento de Pamplona lo frag-

mentaron durante la independencia, no sólo por-

que Girón se adhirió al Estado soberano de Tunja

sino además porque Bucaramanga, San José y

El Rosario de Cúcuta se proclamaron villas au-

tónomas. El orden republicano de 1824 integró

las provincias de Pamplona y Socorro al gran de-

partamento de Boyacá. Fue la oportunidad para

el ascenso de muchas de las parroquias santan-

dereanas al rango de villas, colmando así viejas

aspiraciones sofocadas por los cabildos antiguos.

Con la restauración del territorio histórico neo-

granadino por la Convención Nacional de 1831

se produjo también la actualización de las tradi-

ciones provinciales, lo que aprovecharon Vélez y

Ocaña para recuperar la dignidad de sus indepen-

dencias provinciales respecto de Socorro y Santa

Marta.

Debido a la iniciativa política y al as-

censo económico de nuevas villas, a mediados

del siglo XIX emergieron nuevas provincias

segregadas de las antiguas: La Concepción de-

finió la medida de la provincia de García Rovira,

mientras que los comerciantes bumangueses y

cucuteños erigieron respectivamente las de Soto

y Santander, unque el régimen municipal fue le-

vantado desde el inicio del Estado Soberano en

1857, dos años después renacieron con todo su

vigor las provincias de Soto, Socorro, Vélez,

García Rovira, Cúcuta, Pamplona y Ocaña bajo

la forma de departamentos.

Al derrumbarse en 1885 el Estado So-

berano, la nueva Constitución centralista pareció

anunciar el triunfo definitivo del régimen muni-

cipal. Sin embargo, al año siguiente, con las pro-

vincias de Charalá y Guanentá aumentó el grupo

de las ya enumeradas.

Page 39: Historia, paisaje y cultura de Santander

[39]

[Campesinos de San Andrés]

[Cascada en San Andrés]

Page 40: Historia, paisaje y cultura de Santander

[40]

Los prefectos provinciales volverían a

actuar como agentes del poder de los goberna-

dores. Los experimentos político-administrativos

hicieron nacer en 1905 un nuevo departamento

segregado de Santander (Galán, capital San Gil),

preámbulo de la división definitiva del antiguo

territorio de Santander en dos departamentos se-

parados: desde 1910 comenzó su existencia el

Norte de Santander con las provincias de Pam-

plona, Ocaña y Cúcuta, dirigido desde la cabe-

cera de esta última; las demás provincias (Co-

munera, Guanentá, García Rovira, Soto y Vélez)

siguieron conformando el departamento de San-

tander con capital en Bucaramanga.

Aunque las provincias ya no tienen

existencia constitucional siguen existiendo como

realidad cultural y recurso de las identidades in-

mediatas de los santandereanos.

Población y trabajo

Al comenzar el siglo XIX, el corregi-

miento del Socorro distribuía en 33 poblaciones

sus 125 mil habitantes y su orgullosa cabecera,

la villa del Socorro, contaba con cerca de 17 mil

almas. Esta suma era en aquella época la dimen-

sión de una verdadera urbe: el tamaño normal de

una parroquia no pasaba de 3 mil habitantes.

Page 41: Historia, paisaje y cultura de Santander

[41]

Sólo la Villa de San Gil y las parroquias

de Charalá, Simacota, Oiba y Barichara podían

mostrar cifras lejanamente aproximadas e inclu-

so la gobernación de Girón que apenas llegaba

a los 7.073 habitantes. Sumada la población de

Socorro y Pamplona con la correspondiente a

Ocaña, encontramos que hacia el momento de la

independencia el actual territorio santandereano

albergaba casi la quinta parte del total de la po-

blación que vivía en el territorio que constituiría

la república.

La explicación a este fenómeno de con-

centración demográfica en unas provincias que

no dispusieron de grandes concen traciones pre-

hispánicas de población étnica puede hacerse

partir del modelo económico: combinaba la arte-

sanía domiciliaria con la parcela campesina que

la subsidiaba y a éstas con los centros de acopio

parroquiales que albergaban a los grupos de co-

merciantes exportadores para los mercados dis-

tantes.

La masa de fuerza de trabajo invertida

para hacer funcionar este modelo es incalculable,

pero lo que sí se sabe con seguridad es que todos

los miembros de las familias participaban en el

trabajo domiciliario y que las tradicionales vir-

[Panorámica Salto del Duende]

Page 42: Historia, paisaje y cultura de Santander

[42]

tudes morales del santandereano de la cordillera

(disciplina, laboriosidad, aseo y mesura) fueron

forjadas mancomunadamente por ese régimen

tan exigente.

Al mediar el siglo XIX los santanderea-

nos representaban el 17% de los colombianos,

pero desde entonces comenzó el proceso inverso

que no ha parado de disminuir su participación

relativa en la masa nacional: descendieron al

14,5% en el año 1870 y para el censo de 1918 ya

no eran sino el 11,6% de los nacionales. El pro-

ceso amenaza con convertir a los santandereanos

en una nueva minoría nacional, pues en el censo

de 1985 se vio que aunque se sumen los departa-

mentos del Norte y el Sur apenas llegan al 8,3%

del total nacional, a decir, que en los últimos 150

años los santandereanos redujeron su participa-

ción en la población del país a la mitad de lo que

aportaban antes.

Los cambios demográficos acaecidos en

este último siglo y medio cambiaron las fisono-

mías de las provincias santandereanas. Mientras

que los municipios de las provincias de García

Rovira, Guanentá y Comuneros detuvieron su

crecimiento relativo, otras provincias, como Soto

y Mares crecieron en forma espectacular.

Page 43: Historia, paisaje y cultura de Santander

[43]

La expansión cafetera produjo el boom

poblacional de las parroquias de Bucaramanga,

Piedecuesta, Rionegro y Lebrija, que iniciaron su

irrefrenable crecimiento. Por su condición de

“ciudad dormitorio”, Floridablanca presenta hoy

el más elevado crecimiento demográfico y se ha

convertido en el segundo municipio más poblado

de Santander.

Un municipio de extraordinario creci-

miento relativo durante el siglo pasado fue San

Andrés, al punto de llegar a convertirse en ca-

pital de la provincia de García Rovira hasta el

momento de la Regeneración. Las parroquias de

la colonización veleña hacia el Magdalena (Je-

sús María, Bolívar y Sucre) también crecieron en

forma notable, proyectándose hacia Cimitarra y

Landázuri para anunciar el posible surgimiento

de una nueva provincia del Carare. La dinámica

poblacional de los Santanderes, pese al descen-

so en su participación respecto al total nacional,

es muy activa. Con los datos de 1985 se percibe

que el 36% de los vecinos habían nacido en un

lugar distinto al de su residencia, una indicación

de que aún se tiene el espíritu aventurero en la

región. Por otra parte, los menores representan

casi el 70% del total de la población, lo que per-

mite caracterizar a los santandereanos como un

pueblo joven.

[Berlin cerca al Picacho]

Page 44: Historia, paisaje y cultura de Santander

[44]

[Parque la Flora ::: Bucaramanga]

Page 45: Historia, paisaje y cultura de Santander

[45]

SantandereanoMi paisaje

En Santander se baja

y se sube tal como

lo hacen las golon-

drinas picoteando

el aire y mirando al

cielo. Tiene paisajes por donde se quiera mirar,

unos son verdes, otros grises, amarillos, atercio-

pelados y de sangrados arreboles donde se nace

y se muere a la vez, donde se ríe, se grita y se

llora porque la vida es sacrificio, dolor, alegría y

triunfo.

Prendido de ilusiones he subido sus

montañas una a una, he atravesado riachuelos,

cordilleras, ríos, quebradas y hasta el Magdalena

y sus afluentes de oro, pescando y saboreando ni-

curo, bagre y bocachico fresco, saludando cam-

pesinos y doncellas trigueñas y mestizas de risa

limpia y tierna.

Sobre una plataforma en Barrancaber-

meja, vi borbollones de agua venidos del fondo

haciendo grandes remolinos que estallaban en

bocanadas de viento y arena húmeda, en chalu-

pas volar sobre el nivel del agua con el vértigo

metido en el alma y la canoa de madera me en-

señó a conocer los caminos acuáticos, a verlos

diluir y a canotar con el sol vertical en la espal-

da y a atravesar el rio en forma lenta, remando

rápido para no ser arrastrado por la fuerza de la

corriente.

Santander es tierra agreste, es guerrera,

es humana, es sencilla, es hermosa, es hermana

del hombre trabajador, del hombre luchador, he-

rencia de leopardos, de jaguares pintados de co-

lores en los picos de los cerros. El canto de las

aves se extiende y se escucha en el corazón de las

ceibas, de los robles, de los caracolíes, samanes

untados de historias y leyendas que recuerdan los

caminos marcados de herradura, de golpes de lá-

tigo y de gritos de los arrieros centenarios persi-

guiendo sus ecos y nostalgias vividas en la jungla

de la madre selva.

Page 46: Historia, paisaje y cultura de Santander

[46]

Santander es de terrenos quebrados el

que posee una raza bravía, única, hecha de arcilla

y arrecifes, cocida en los tejares del sacrificio con

hornos ocres donde se moldea el coraje de la raza

criolla de un pueblo guane multiplicado en otras

etnias con caracteres de la herencia que siguen

creciendo en el espíritu y el corazón de la casta.

Santander es una cantera de flores adornada por

las mujeres santandereanas que saben dar amor

al hogar, a la familia, a la vida, a la sociedad y

ondean con su paciencia y constancia los sinsa-

bores que traen los días del porvenir. Santan-

der es un mapa de papel duro, de blandas pie-

dras filudas, cuadradas, y redondas, de caminos

largos, cortos e interminables, de águilas y otras

[Paisaje minero en Vetas]

especies volando el firmamento azulado en busca

de su presa para alimentar sus polluelos, con sus

alas salpicadas al óleo rozando los picachos y ris-

cos saludándose con los frailejones y se extiende

en su mirada aguda, ligera, cortante y salvaje por

los páramos y montañas relentes donde escon-

de su plumaje en su nido cuando la noche llega.

Santander es lumbre, es cumbre, es legumbre, es

arado, es petróleo, es esmeralda, es finca, es casa

grande para todos, es tabaco, es caña de azúcar,

es trapiche fértil para el alimento campesino, es

rascacielo, es campo florido donde la vida arde

todos los días como arde y gime el amor en una

niña núbil, así es Santander bastión de hombres

ilustres y gallardos.

Page 47: Historia, paisaje y cultura de Santander

[47]

[Puente colgante cerca a Florian]

Page 48: Historia, paisaje y cultura de Santander

[48]

[Cascada Riofrio en La Judía]

Page 49: Historia, paisaje y cultura de Santander

[49]

Mi razaPerfil de

Tajantes y recios, fi-

jos en su lugar y sus

obligaciones, pero

provistos, paradóji-

camente, de un gran

sentido del humor. Así se reconocen los habitan-

tes santandereanos.

Extendamos la mirada un poco más allá,

a las raíces de la cultura santandereana, vamos

hasta 1857, cuando las viejas tradiciones deli-

mitaron el territorio de las provincias históricas

que configuraron la jurisdicción del Estado So-

berano, es decir, lo que hoy se encuentra dividido

entre los departamentos del Norte de Santander

y Santander. La frontera cultural entre estos dos

departamentos es prácticamente inexistente.

Más que entre el norte y el sur, las di-

ferencias culturales más importantes se registran

entre el montañoso oriente andino y el occidente

fluvial magdalenense. Es decir, que frente al añe-

jo santandereano de la cordillera ha emergido en

este siglo su alter ego que bautizaremos provisio-

nalmente “rivereño”.

Todo queda en familia

Durante el tiempo colonial y el de todo

el siglo XIX la región nororiental de la Nueva

Granada, que a la sazón se conocía con los nom-

bres de las provincias socorrana y pamplonesa,

fue un importante epicentro demográfico, eco-

nómico, político e intelectual de la nación. La

especial división del trabajo en estas provincias

les confirió una fisonomía cultural basada en la

pequeña propiedad campesina, el trabajo familiar

intensivo en la artesanía del hilado y el tejido del

Page 50: Historia, paisaje y cultura de Santander

[50]

algodón, el fique y las fibras sombrereras, com-

plementado con la producción de tabaco y más

tarde de café para los centros de acopio que abas-

tecían las rutas de exportación hacia mercados

distantes.

Los tejedores y sombrereros —que al

tiempo cultivaban hojas de tabaco en sus parce-

las— fueron las figuras sociales predominantes,

al lado de los comerciantes y arrieros que acopia-

ban y transportaban la producción de los prime-

ros. Los curas párrocos completaban esta trilogía

social de la Colonia que se prolongó durante todo

el primer siglo republicano.

En esa trama social, la recepción de las

ideas liberales y el experimento de un gobierno

radical en la conducción del Estado Soberano de

Santander, se correspondieron con las tradiciones

del trabajo familiar independiente —en el sector

agropecuario el artesanal o el comercial. Así, el

acendrado individualismo que se atribuye al san-

tandereano sería el resultado de un largo proceso

generalizado de trabajo no asalariado, realizado

en unidades familiares de producción.

El hogar campesino fue una empresa

que siempre involucró a todos sus miembros, sin

distingo de edad o sexo, y en ella la producción

de una parte del sustento (yuca, ají, frutas, guara-

po de caña, caldo y arepa) subsidiaba el costo de

los bienes mercantilizables.

Con la disciplina, el ahorro, la frugali-

dad y el sacrificio personal, se reforzaba la auto-

explotación del trabajo familiar: los objetos ar-

tesanales se llevaban a los mercados de acopio a

muy bajo precio, de tal modo que eran los comer-

ciantes exportadores los que podían realizar todo

el valor del trabajo contenido en la producción

campesina.

[Portal colonial en Barichara]

Page 51: Historia, paisaje y cultura de Santander

[51]

La tradición familiar de las empresas

santandereanas se mantiene hasta hoy. Eso les ha

valido una dura crítica por su resistencia a conver-

tirse en sociedades anónimas capaces de captar y

administrar mayores capitales que potencien sus

dimensiones y alcances internacionales. Quizás

exageradamente se ha llegado a predicar que “en

el fondo de los sueños de cada santandereano hay

una tiendita”, subrayando así su preferencia por

las empresas que puede llevar a cabo sólo con su

esfuerzo personal.

El matiz del profesional

El segundo estadio comienza con el

fin de la Guerra de los Mil Días, con ella quedó

destruida buena parte de la infraestructura de la

producción cafetera, afectándose gravemente la

fuente de empleo asalariado más importante, que

había movilizado trabajadores desde las viejas

provincias tabacaleras hacia las emergentes de

Bucaramanga, Cúcuta y Ocaña. Los proyectos

del crecimiento económico regional parecieron

entonces agotarse en la imaginación de los hom-

bres que inauguraron nuestro siglo.

El aislamiento económico de Santander

se reflejó en la inversión de sus procesos demo-

gráficos respecto del tiempo colonial: la región

no ha cesado de exportar sus trabajadores hacia

los polos industriales de Barranquilla, Medellín y

Bogotá, y hacia el otro lado de la frontera vene-

zolana. Pero la cultura colonizadora de Santan-

der redirigió a buena parte de sus hombres hacia

el valle medio del río Magdalena, el Cesar o los

llanos orientales, mientras la migración interna

produjo las concentraciones humanas de Bucara-

manga y Barrancabermeja.

Page 52: Historia, paisaje y cultura de Santander

[52]

Las viejas tradiciones de la disciplina familiar se aplicaron entonces a la profesionalización de los

trabajos urbanos, provocándose la expansión del comercio moderno y de los servicios profesionales.

El auge de la industria petrolera condujo a Barrancabermeja buena parte de esos servicios profe-

sionales y hubo simultáneamente una fuerte inmigración de colonos. Así fue cristalizando la nueva manera

de ser ribereño, al “estilo barramejo”.

[Vista del Cañón del Chicamocha desde Los Santos]

Page 53: Historia, paisaje y cultura de Santander

[53]

Voces críticas

Dicen algunos que la idiosincrasia regional es comparable a la superficie montañosa y los ríos

encañonados. Se fabrican metáforas que nos hablan de la rudeza, aridez y majestuosidad del alma san-

tandereana. El cañón del río Chicamocha ha sido la imagen geográfica más asociada a estas metáforas del

santandereano altivo, silencioso, duro y pendenciero.

Page 54: Historia, paisaje y cultura de Santander

[54]

En realidad, al igual que la gran varie-

dad de paisajes regionales, hay una gran diver-

sidad de personalidades en el territorio santan-

dereano. No es posible, presentar un estereotipo

de la santandereanidad, en vez de enfrentar la

rica gama de tipos humanos presentes en las sie-

te provincias distintas que hoy dividen cultural-

mente a santander.

Algunos ensayistas han sugerido la

compulsión tradicionalista de los santanderea-

nos. Que hay una continua repetición de sus ri-

tuales dietéticos o sociales a pesar de los cambios

de edad o domicilio.

Para los críticos, los atavismos signifi-

can no un esfuerzo conciente de preservación de

los valores constitutivos de la cultura, sino una

impotencia generada por una escasa apertura es-

piritual hacia las visiones cosmopolitas. En este

atrevido esbozo del alma santandereana falta se-

ñalar una pasión que con frecuencia se endilga

al hombre de Santander: la envidia, cuyo estudio

aún no se ha emprendido.

Page 55: Historia, paisaje y cultura de Santander

[55]

Vocaciones

Algunas investigaciones han mostrado-

el funcionamiento del código del honor entre los

santandereanos. Hay en ellos un carácter solem-

ne aunque sobrio, parco en las expresiones de la

afectividad, tajante e irreversible en sus determi-

naciones. En este paisaje humano sobresale un

perfil trágico, una vocación para la muerte que

llamó poderosamente la atención del ensayista

Tomás Vargas Osorio. En síntesis, lo cotidiano

en la región se rige por fuertes patrones tradi-

cionales. El arquetipo del santandereano es un

hombre constante frente a su trabajo, mesurado

en su vida privada, luchador incansable por la ga-

rantía de una vejez tranquila, con un alto sentido

de responsabilidad frente al hogar pero carente

del espíritu aventurero para alimentar las gran-

des empresas. Un factor de equilibrio compen-

sa, eso sí, los excesos de autocontrol: el sentido

del humor. Plenas de mordacidad e inteligencia,

las gentes de estas tierras tienen manifestaciones

particulares en todas y cada una de las localida-

des de Santander y en ellas se definen personajes

típicos.

Page 56: Historia, paisaje y cultura de Santander

[56]

[Cerro de La Cruz ::: Capitanejo]

Page 57: Historia, paisaje y cultura de Santander

[57]

“Venga le Digo”

Acérquese usted

por aquí. Para

cuando lo haga,

ahí van algunas

pistas que le

ayudarán a conversar mejor y a comprender los

vericuetos de la tradición oral.

En Santander el habla popular se carac-

teriza por una acentuación sobria y muy marcada,

algo áspera, reflejo del temperamento regional.

El “tuteo” y el “voseo” no tienen allí vigencia.

Sólo en ciertas capas sociales urbanas

se permite el primero dentro de un tratamiento

excepcional y en relaciones muy próximas. En

otras circunstancias el santandereano considera

el “tuteo” una falta de respeto y una violación

del distanciamiento que debe mediar entre una

persona y otra.

A cambio, es profusa la utilización de

“Venga le Digo” giros y la creación de acepcio-

nes de uso exclusivo en la región. Adapta signi-

ficaciones diferenciadas para términos comunes

con otras regiones colombianas en especial la an-

tioqueña. Una investigación en curso ha abierto

aproximadamente 3 mil versiones lexicográficas

correspondientes a términos y locuciones carac-

terísticas de Santander.

Unas cuantas palabritas.

iDígame!: Exclamación pronunciada

con una marcada acentuación de la “i” y un pro-

nunciamiento prolongado de la primera sílaba.

Significa: por supuesto que sí. Es muy usual la

expresión “dígame si no”

Aguarde tantico: También se utiliza

“espere tantico” Significa: espere un momento.

Venga le digo: Significa: présteme su

Page 58: Historia, paisaje y cultura de Santander

[58]

atención, y en algunas ocasiones espere le hago

una aclaración.

Qué: Se pronuncia con una acentuación

muy fuerte y seca. Significa: imposible, no le

creo, mentiras.

¡Úste!: Se pronuncia con una acentua-

ción muy marcada en la u y representa una ex-

clamación de sorpresa ante un hecho inesperado

como un golpe o una expresión fuerte.

Mucho poquito: Significa: muy poco.

Pingo: Esta expresión, que en el espa-

ñol clásico significa: caballo viejo es corriente en

Santander para connotar “tonto” o su sinónimo

regional “pendejo”. Su uso es tan amplio y difun-

dido que señala a cualquier persona en tono fami-

liar, como ocurre con “oiga pingo venga le digo”.

Amañarse: Adaptarse, sentirse a gusto

en un lugar, como cuando alguien dice “estoy

amaña’o en este pueblo”.

Para cantar, bailar y contar

La manifestación más sobresaliente de

la tradición oral santandereana es la copla. Tie-

ne una estructura bastante rígida con giros muy

elaborados y una proliferación cuantitativa en un

amplio abanico temático. La “trova repentista”,

tan difundida entre los paisas, no es de uso co-

rriente en la región precisamente por los severos

patrones de forma y contenido. Puede improvi-

sarse excepcionalmente en la guabina, pero sólo

un escaso número de estas coplas logran quedar-

se en el folclor. [Calle en Girón]

Page 59: Historia, paisaje y cultura de Santander

[59]

Hay provincias particularmente cople-

ras, si bien la copla aparece en toda la región.

Ellas son García Rovira y Vélez, en las áreas del

torbellino y la guabina.

“Este tiple ya no suena

porque tiene cucarachas,

la vergüenza no me deja

darle un beso a las muchachas.

Si me siguen molestando

y me la hacen calentar,

bajo los santos al suelo

y me trepo yo al altar

Para cantar y bailar

pa ‘eso sí que valgo

yo, cuando es para trabajar

mi hermano el que se murió.

Para montar en la enjalma

ninguno me la ganó,

ayer montaba en la enjalma

y mita la enjalma en yo.

No quiero aguardiente en copa

ni amasijo en servilleta,

no quiero que por tu amor

otra me arrisque la jeta.

Esta es la dicha guabina

que cantamos puallá abajo,

por aquí también la cantan

pero con mucho trabajo.

Aquí me siento a cantar

en esta piedra caliente,

a ver si la dueña ‘e casa

se porta con aguardiente.

Page 60: Historia, paisaje y cultura de Santander

[60]

Yo canto por divertirme,

no por divertir a nadie,

el que quiera divertirse

que lo divierta su madre.

Pedío le tengo a Dios

y a las ánimas benditas,

que mi mujer y la otra

se queran como hermanitas.

Cierto jue que yo la quise

y en ella tuve un chiquillo,

si Dios me priesta la vida

le acotejo el paresito.”

La leyenda, el cuento folclórico y el ro-

mance popular alimentan también la tradición

con demostraciones análogas a las del resto del

país. Ha sido escasa, sin embargo, la labor de

recopilación y en ella se destacan los escritores

José Ortega Moreno, Juan de Dios Arias y Ernes-

to Valderrama Benítez.

La piedra del muerto

A unos diez kilómetros de Mogotes, so-

bre la nueva carretera que une esta población con

San Gil, y en el punto en que la vía se acerca más

al río para continuar paralela hasta la quebrada

del Bosque, existe en medio de la corriente una

gran piedra que se destaca entre las aguas. Por su

rara configuración y el relieve que sobre ella han

[Después de la pesca ::: Ciénaga El Llanito, Barrancabermeja]

Page 61: Historia, paisaje y cultura de Santander

[61]

tallado las olas es llamada desde épocas inmemo-

riales “La piedra del muerto”.

Con poco que la fantasía ayude a los jos,

la piedra ofrece al turista el espectáculo de un ca-

dáver amortajado, yacente sobre un bloque de

basalto. Las ondas le cantan su eterno de profun-

dis, y las espumas le tejen guirnaldas de efímeras

blancuras.

Hoy, desgraciadamente, han levantado

una casita entre la carretera y el río, y aquella

curiosidad natural no puede divisarse desde un

vehículo. Pero sin lugar a dudas y como lo dice la

gente de la región, “aquí está la piedra del muer-

to”.

¿Quién es difunto?

Nos refirieron hace ya muchos años la

leyenda, cuando aún niños pasábamos por prime-

ra vez por aquel sitio:

“En estas tierras vivía un hombre rico,

codicioso y cruel. Habitaba en una mansión cus-

todiada por mastines de fina raza y de sin igual

fiereza; en las pesebreras podíanse ver los mejo-

res ejemplares de caballos, y las sillas que em-

pleaba estaban enchapadas en oro y plata. Estas

piedras que se ven en gran número en las lomas

eran ganado; en las hondonadas verdeaban las

más opulentas sementeras. Todo era lujo y abun-

[Campos de tabaco ::: Curití]

Page 62: Historia, paisaje y cultura de Santander

[62]

dancia en la morada de aquel señor. Inmensos

graneros recogían sus cosechas y en sólidos ar-

cones guardaba tejos de plata, oro en polvo y es-

meraldas de un extraño color.

Pero nunca se dio allí posada a un via-

jero, nunca un pobre recibió una limosna, jamás

se pagaron diezmos ni primicias, de allí no salió

un grano de maíz para auxilio del hospital, ni

una caña para el paso de San Isidro Labrador.

Una tarde se presentó un mendigo en el

portalón de la entrada. Pedía por amor de Dios

un mendrugo de pan y albergue en un corredor,

pues venía desfalleciente y había en el horizonte

amagos de tormenta. “Despachen ese vagabun-

do”, gritó enfurecido el señor, y como el mendigo

siguiese implorando mandó soltarle los perros,

los cuales saciaron en el pobre su furia salvaje.

Herido, desangrándose más bien que caminan-

do, se alejó el pordiosero y en el primer recodo

del camino volvió por última vez la mirada hacia

la mansión de aquel buitre humano y le arrojó

tremenda maldición.

Aquella vez la noche descolgó sus más

fúnebres paños de sombra, el viento princi pió a

aullar siniestramente, el trueno hizo resonar con

furor sus roncos tambores y finalmente la tem-

pestad se desató impetuosa. Las nubes vaciaron

estrepitosamente sus tanques sobre la tierra, llo-

vió pedrisco sobre los sembrados, hincháronse

las quebradas y el río, y el rayo con brutal in-

sistencia fustigaba la noche como un látigo de

llamas sobre las espaldas de un esclavo negro.

Aquello fue un verdadero cataclismo. La ira de

cielo se había descargado vengadora sobre la

malicia humana. Como en la época del diluvio

bíblico las aguas borraron el pecado de la tierra.

Casas y sembrados fueron arrasados

por la tormenta, y hombres y animales arrebata-

dos por las aguas bravías. Y el rico quedó petri-

ficado en medio de la corriente”. Tal la leyenda.

“Miren los baúles”, nos decían mostrándonos

unas piedras rectangulares en la mitad del río. Y

más abajo nos enseñaban la silla de montar, los

perros, un armario, restos de camas y mesas, y

multitud de objetos que ve allí aprisionados por

las aguas la fantasía popular.

El pueblo mogotano es hospitalario y

acogedor y estas virtudes reposan con sus pro-

fundas creencias, “que el cielo no perdona al

que ha cerrado su casa o su corazón al viajero

errabundo o al ignoto mendigo”.

Sonidos y pasos

“Tienen un dejo muy propio en Santan-

der: Bambuco, pasillo, danza, guabina y torbelli-

no, ritmosde la región andina”.

De espíritu popular y fiestero es el pasi-

llo santandereano, contrasta con el romántico y

Page 63: Historia, paisaje y cultura de Santander

[63]

[En las afueras de Málaga]

[Cañón del Rio Sogamoso]

Page 64: Historia, paisaje y cultura de Santander

[64]

mesurado bambuco de estas tierras, diferente del

alegre del Tolima, Huila y Antioquia. El paradig-

ma regional de estas dos expresiones es la obra

del maestro José A. Morales.

Pero son la guabina y el torbellino los

ritmos musicales más caracterizados de la región.

Se diferencian radicalmente de los interpretados

en otros espacios del país y conservan en San-

tander su expresión más auténtica, especialmente

en la zona oriental de la provincia de Vélez, en

la parte surcentral de Santander y en toda la pro-

vincia de García Rovira. Son muy escasas las di-

ferencias musicales en las dos provincias aunque

es más reconocida la expresión veleña. Con toda

su importancia, son muy pocos, sin embargo, los

elementos de juicio que permitirían reconstruir el

origen y la evolución del torbellino y la guabina.

Arte en melodía

El torbellino como forma musical se ca-

racteriza por ser unitonal, siempre en tonalidades

mayores y con una estructura rítmica inalterable.

Desde el punto de vista melódico el torbellino se

inicia con un “dededo” en primera posición que

va ascendiendo hacia la parte aguda, en la que se

produce un segundo “dededo” virtuoso para lue-

go regresar a la posición inicial en la que conclu-

ye (el “dededo” es un término usado convencio-

nalmente entre los tiplistas santandereanos. Es

un pasaje virtuoso que consiste en la utilización

rápida de todos los dedos).

Page 65: Historia, paisaje y cultura de Santander

[65]

La estructura rítmica del torbellino es

común a varias expresiones folclóricas presentes

en otras regiones colombianas, incluso en el Ca-

ribe, pero en Santander tiene un carácter perfec-

tamente diferenciable. Puede presentarse como

torbellino instrumental, como baile y como mú-

sica de preludio e interludio de la guabina.

El instrumental se interpreta en su parte

melódica con tiple o tiple requinto, aunque ex-

cepcionalmente pude hacerse con flauta traversa

o de caña de cuatro dígitos. La línea melódica

es ejecutada por un solo instrumento de los ante-

riores acompañado por un tiple, sin que se pre-

senten otros cordófonos en su organografía. El

resto del acompañamiento del torbellino lo hacen

dos membranófonos (pandereta y sambumbia).

Otros instrumentos acompañantes son idiófonos

(guacharaca, carraca, quiribillos, esterilla, chu-

cho y alfandoque).

Aquí me sientoA cantar

La guabina en Santander es el canto a

“capella” de coplas con preludio e interludios

de música de torbellino, organizados en una es-

tructura en la que hay, primero, un breve prelu-

dio; luego, el canto a capella de los dos primeros

versos de una copla; después viene un interludio

también breve de música de torbellino seguido

del canto a capella de los dos versos siguientes de [Cascada Juan Curi ::: Pinchote]

Page 66: Historia, paisaje y cultura de Santander

[66]

la copla que a su vez antecede a otro interludio.

Cíclicamente se repite la estructura hasta cantar

un máximo de tres o cuatro coplas.

El canto siempre se produce a dos vo-

ces, generalmente individuales y femeninas.

Nunca ocurrirá que la primera voz sea interpre-

tada por más de una persona, mientras que la se-

gunda sí puede duplicarse. La individualidad de

la primera voz obedece al manejo relativamente

libre de la medida de las notas, fenómeno que

entre los portadores primarios se denomina “de-

jos y revueltas”, no puede duplicarse porque se

refundirían los períodos libres. La segunda voz sí

lo puede hacer puesto que sólo sigue los dejos y

revueltos de la primera.

La copla (cuarteta de octasílabos) utili-

zada en la guabina no es improvisada, salvo ca-

sos excepcionales: ya existe en la región una gran

variedad temática con lo cual la habilidad de las

cantoras de guabinas consiste no en improvisar la

copla sino en recordar la apropiada para el caso.

El interludio existente cada dos versos se expli-

ca por la necesidad que tienen las guabineras de

acordar la copla. Es muy común en Santander la

copla denominada “picosa”, censurada por sus

contenidos sexuales. Las guabineras se abstienen

de cantarla en público pero tiene una amplia aco-

gida en pequeños círculos. Es muy común “rega-

lar la copla”, es decir, susurrar la copla picosa al

oído.

Todo un remolino

Pareja, tres, copa y moño son las cuatro

modalidades del baile del torbellino. La pareja es

la base de las demás y su paso fundamental es

un trote menudo y rápido conocido popularmente

como “trote indio” o “paso de pentiz”.

El torbellino es por excelencia un baile

de galanteo caracterizado por una expresión muy

[Cuenca del Rio Cáchira]

Page 67: Historia, paisaje y cultura de Santander

[67]

discreta del requiebro sin movimientos bruscos.

Su desarrollo tiene más o menos las siguien-

tes etapas: el hombre invita a bailar a la mujer

aproximándose a ella, baila y le insinúa con los

pies que salga a bailar, pues no está permitido ha-

cerlo extendiéndole la mano. Si la mujer acepta

sale a iniciar el baile, tomando la iniciativa y el

hombre se ve obligado a desplazarse según el ca-

pricho de su pareja, buscando enfrentarla dentro

de una planimetría siempre circular pero sufrien-

do todo tipo de desplantes por parte de ella.

La modalidad del tres se realiza entre

dos mujeres y un hombre que sucesivamente van

haciendo desplazamientos en forma de ocho y

entrecruzándose, interponiéndose alternativa-

mente cada una de las mujeres entre su rival y

el hombre. El baile de la copa es un desafío. La

mujer pone su sombrero en el piso y el hombre

lo acepta colocando el suyo en forma invertida

sobre el de su pareja, formando una copa. Suce-

siva y alternativamente hombre y mujer bailan el

torbellino girando alrededor de la copa y quien

tumbe el sombrero pagará una penitencia que

generalmente consiste en dedicarle una copla al

ganador. Tanto la ejecución instrumental como

el baile se suspenden inmediatamente se cae la

copa.

El “moño” o “torbellino versia’o” se

caracteriza por ser un baile de pareja que suce-

sivamente se interrumpe junto con la ejecución

instrumental por el llamado que hace uno de los

intérpretes instrumentales diciendo “moño pa’el”

o “moño p’a ella”. El o ella deben recitar una co-

pla, generalmente picosa, a su pareja y tiene que

ser contestada en el siguiente llamado por quien

la recibe. Llegan a declamarse así hasta seis u

ocho coplas.

Otras modalidades baile son el zapatiao,

el arrancapaja y el de la manta, no tan frecuentes

ni difundidas como las anteriores.

Page 68: Historia, paisaje y cultura de Santander

[68]

Un atuendo para lucir

El traje típico de Santander guarda una

relativa uniformidad en las áreas donde aún se

conserva y que coinciden con las de dispersión

del torbellino y la guabina. Las ilustraciones de

la Comisión Corográfica realizadas a mediados

del siglo XIX presentan las primeras imágenes

gráficas que se conocen del traje, el mismo que

se usa hoy, prácticamente sin variaciones, en las

áreas mencionadas.

El de la mujer se compone de sombrero

de jipa con cinta negra adornada con una pluma

de pavo, aretes de oro muy pequeños, gargantilla

de cinta negra con una medalla, blusa blanca de

algodón bordada en el cuello y las mangas, falda

negra de paño plisada en contorno, excepto en la

parte central delantera donde proliferan bordados

en hilo y canutillos, alpargates de fique anuda-

dos con cinta negra de seda o algodón y pañolón

negro con flecos en contorno, utilizado sobre los

hombros y doblado por el centro.

El traje del hombre consta de sombre-

ro alpargates iguales a los de la mujer, camisa

de tela burda de algodón con botones sobre uno

de los hombros, mangas largas, cuello cerrado,

amplios pliegues en la espalda, pechera y puños

bordados; pantalón de paño burdo en colores ge-

[Laguna Sumaná en Guaca]

Page 69: Historia, paisaje y cultura de Santander

[69]

neralmente grises o azules amarrados con crineja

y ruana de lana.

Se trata de un atuendo lujoso usado en

los festivales donde puede ser bailado el torbe-

llino, y durante las salidas domingueras de los

campesinos ancianos.

Cuerdas deliciosas

“El tiple no puede faltar en ninguna

casa labriega, en el taller aldeana, en las

cantinas del pueblo, en las fondas de los

caminos reales”...

Bernardo Arias

El trío tradicional andino-colombiano

está conformado por bandola, tiple y guitarra.

En Santander la bandola se reemplaza por un ti-

ple melódico o uno requinto —más agudo que

el tiple corriente, debido al pequeño tamaño de

la caja acústica y a la utilización de cuerdas de

acero exclusivamente.

Así, la configuración instrumental de la

región es diferente a la tradicional. El tiple me-

lódico suele presentarse también como solista,

acompañado de un segundo tiple dando origen

al dueto instrumental santandereano. El trío y el

dueto hacen interpretaciones, ellas sí, muy tra-

dicionales: no tienen cabida las armonizaciones

Page 70: Historia, paisaje y cultura de Santander

[70]

disonantes que se abren paso en otras regiones

de Colombia.

La ejecución, en síntesis, se reparte de

manera tajante entre un tiple solista melódico, un

tiple acompañante rítmico y una guitarra marcan-

te, sin someterse al arreglo armónico, preconce-

bido.

Así es el nuestro

La afinación y la técnica de ejecución

distinguen el tiple de la región santandereana, si

bien es el instrumento emblemático de la música

de toda la región andina de Colombia.

Solamente en Santander el tiple se afina

en “Si bemol”, mientras que en otros lugares se

hace igual que el piano, es decir, en “Do”. Dicho

de otra manera, el tiple santandereano se afina

una tonalidad más abajo de la afinación univer-

sal y la consecuencia es un timbre mucho menos

agudo y más aterciopelado, aunque con menos

capacidad sonora. Además se tiene la ventaja de

producir un vibrato muy amplio, algo que carac-

teriza siempre la ejecución regional de tiple.

En la técnica también hay diferencias.

Mientras corrientemente el tiple melódico se eje-

cuta a mano, abierta, utilizando todos los dedos

de la mano (la misma técnica de la guitarra), en

Santander se usa el “plectro”, denominado aquí

“pluma”, fabricado con cacho, material sintético

o una cuchilla de afeitar. El tiple acompañante

realiza un “surrungueo” muy propio y muy sua-

ve, a mano cerrada, el tiple solista individual, tan

difundido en el resto del país, es prácticamente

inexistente en la región santandereana.

En el escenario Notables ejecutantes

han enaltecido el instrumento, empezando por el

maestro veleño Pacho Benavides, nacido con el

siglo. En sus manos adquirió jerarquía de tiple

concertino (melódico) y como tal llegó al acetato

por primera vez. Recorrió las salas de concierto

de varios lugares del mundo y encontró al pri-

mer compositor de música hecha exclusivamente

para él.

Una tradición de virtuosos tipleros san-

tandereanos comenzó con el maestro Benavides.

Fue enriquecida por el maestro Mario Martínez

Jiménez (uno de los integrante del afamado Due-

to de los Hermanos Martínez) y con él se confi-

guró lo que podría llamarse la Escuela del tiple

santandereano, pues de alguna manera son dis-

cípulos suyos todos los intérpretes consagrados:

Pedro Nel Martínez, José Luis Martínez y Jairo

Arenas, todos ellos ganadores sucesivos de los

tres concursos nacionales de tiplistas realizados

en Ibagué durante los años de 1973, 1975 y 1978.

Esta escuela es continuada hoy por ti-

plistas destacados como Luis Alfonso Medina,

Evaristo y Domingo López, Alfonso Oviedo,

Henry Mora y otros.

Page 71: Historia, paisaje y cultura de Santander

[71]

[Cuenca del Rio Suratá]

[Pescando en el Magdalena]

Page 72: Historia, paisaje y cultura de Santander

[72]

En el género de la composición de la música tradicional santandereana hay una nómina de grandes

representantes: Luis A. Calvo, José A. Morales, Lelio Olarte, José de Jesús Vargas, Oriol Rangel, Víctor

M. Guerrero, Leonardo Gómez Silva, Gustavo Gómez Ardila, Miguel Durán López, Bonifacio Bautista,

Fausto Pérez, Mario Martínez, Pedro Nel Martínez, Rafael Aponte, Alfonso Guerrero, Carlos Serrano, Se-

vero Mantilla, Rodrigo Mantilla, Oriel Mantilla, José Rozo Contreras, Pacho Benavides y otros que se nos

escapan. Buena parte de la música de Santander reposa en el repertorio de la agrupación de intérpretes con

mayor trayectoria: la Rondalla Bumanguesa. Su configuración instrumental está dada por un violín, dos

flautas, piano, tiple, guitarra y contrabajo. Don Juan Guerrero fue su fundador en el año 1948 y la dirige

actualmente su hijo Alfonso Guerrero.

[El Chorrito ::: Curití]

Page 73: Historia, paisaje y cultura de Santander

[73]

Lo divino y lo humano,van de la mano

Constituyen las creencias populares, la

expresión más ínfima, tradicional y vigorosa de

un pueblo (...). Las fuentes que nutren el origen

de las creencias de nuestras clases populares son

en Santander, como en cualquiera de los otros

departamentos y regiones de Colombia, la nativa

indígena y la católica de procedencia española.

De la aportación indígena aún supervi-

ven las referencias a lagunas encantadas cuyas

aguas hierven, “bujan” y “se ponen bravas”,

todo lo cual tiene un remoto origen en los cultos

chibchas de la idolatría. Procedencia autóctona

tiene el mito forestal de la “Mancarita”, espe-

cie de cuadrumano que rapta a las mujeres y las

conduce a los bosques, y el Tunjo de oro o niño

dorado que habita junto a las fuentes y lagunas;

es, a este propósito, curioso observar cómo en al-

gunos relatos tradicionales de municipios del sur

del departamento como Suaita, Guadalupe, Cha-

ralá, Güepsa y Oiba, abundan las asociaciones

de elementos áureos y acuáticos, circunstancia

en la cual existe un evidente origen indígena de

genuina procedencia chibcha; este mismo origen

tienen las creencias en trasgos o “espantos”, en

aparecidos, brujas, luces nocturnas que indican

“guacas” o tesoros escondidos, y en personas do-

tadas de dones sobrenaturales de adivinación, de

curación de ubicación y otros semejantes, habi-

dos gracias a pactos diabólicos.

También español de origen es el empleo

de algunos amuletos, como los que se llevan con-

tra el mal de ojo; y el uso de bebedizos amoro-

sos, como el polvo obtenido de la raspadura del

“hueso de guache” o del fruto del ‘borrachero”

(datura arbórea) que es lo mismo que en Cun-

dinamarca llaman cacao sabanero”, más parecen

de origen autóctono que importado.

Entre las devociones mayormente di-

fundidas en el pueblo, y de modo muy especial

entre gentes campesinas, podemos anotar las si-

guientes:

A San Roque, para la curación de las llagas,

enconos y erisipela.

A Santa Lucía, para alcanzar el remedio en las

afecciones de los ojos.

A San Emigdio, en los temblores de tierra.

A Santa Apolonia, abogada de los que sufren

dolores de muela.

A San Isidro, para obtener abundantes cose-

chas.

A Santa Elena, para encontrar lo que se ha

perdido.

A Santa Bárbara, invocada contra rayos,

centellas y tormentas.

A Santa Rita de Casia, “vencedora de imposi-

bles”.

A San José, para alcanzar la buena muerte.

A San Antonio, para obtener un matrimonio

feliz.

Al Arcángel San Rafael, para conseguir una

venturosa travesía.

Page 74: Historia, paisaje y cultura de Santander

[74]

A algunos de estos santos se les dirigen

oraciones folclóricas, las que, como es obvio, no

están autorizadas por la iglesia, siendo conser-

vadas por la tradición, como la a continuación

transcrita, recogida por el autor de esta reseña de

labios de una anciana campesina en las cercanías

del pueblo de San Benito en la provincia de Vé-

lez:

“San Simón del Monte Mayor

libra mi casa y todo su alrededor

de brujas y de hechiceros

y del hombre malhechor

Chiqui qui chiqui, el evangelista,

Chiqui qui chiqui, el evangelista!

(...)

Y al hablar del poder curativo de las

plantas tocamos uno de los temas de mayor am-

plitud y fundamental interés que ofrece el folc-

klore santandereano: la medicina y la farmaco-

pea populares.

En efecto, en esta región del territorio

colombiano en que la nativa población indígena

que antaño integraban los guanes, agataes, cita-

reros y caribes adaptados al medio, cuenta hoy

con apenas muy escasos exponentes y en que los

fuertes núcleos raciales de blancos y mestizos en

proceso de adaptación a las circunstancias meso-

lógicas y ecológicas tan por extremo complejas y

difíciles, en medio de la fragosa topografía, atra-

viesan por un largo y doloroso período de adap-[Pozo El Hoyo ::: Tona]

Page 75: Historia, paisaje y cultura de Santander

[75]

tación al medio, se han hecho necesarias las epí-

timas y panaceas, que el pueblo busca en forma

intuitiva y consagra empíricamente.

A este propósito nos parece oportuno

consignar aquí las frases del doctor Letamendi,

referentes a la importancia de la medicina folkló-

rica: “Después de cuatro siglos de investigación

terapéutica metódica, todavía debemos más a los

salvajes que a los sabios: tal es en la medicina

el poder de la experiencia acumulada, aunque la

acumule la ignorancia”.

No es precisamente en la medicina pre-

ventiva, ni menos aún en la higiene, cuya prác-

tica anda tan descuidada entre nuestras clases

populares, en la que se hallan la mejor parte de

las fórmulas trascritas, sino en la puramente cu-

rativa... los “rezanderos”, los cuales suelen for-

mar discípulos, a razón de uno por año, según

pudimos averiguarlo entre campesinos de la pro-

vincia de Socorro.

Los árboles que llaman cañafístula igua-

lan en sus remedios y eficacia a los tamarindos;

es muy medicinal y se halla con abundancia en

muchas tierras cálidas, como en los llanos y en

las jurisdicciones de Vélez y San Gil, y en mu-

chas otras.

El salsifraz es muy eficaz para quebran-

tar y deshacer las piedras de vejiga que ocasionan

el mal de orina. Los árboles que llaman de la ca-

Page 76: Historia, paisaje y cultura de Santander

[76]

nela, cuya corteza es semejante a la canela y en su olor y sabor, se hallan muchos en los llanos de San Juan

y en otras partes, y en estos territorios donde soy cura. También se hallan en los llanos, en particular los

de San Juan, los árboles que destilan un humor que llaman lacre. Prodúcense en muchas partes templadas

y cálidas los árboles que resudan el humor o resma que llaman incienso, la que este nombre le daban los

indios a dichos árboles y con él daban sahumerio a sus ídolos, por lo que debía desterrarse de los templos, y

por su fastidioso olor. En las partes que he sido cura, en particular en San Gil, Guane y Mogotes, lo usaban

para incensar el altar, y lo he desterrado. También usaban los indios gentiles para el mismo efecto del sa-

humerio de sus ídolos, de la goma que llaman anime, del árbol del mismo nombre, y es oloroso y medicinal

y conforta la cabeza en los que padecen vahidos.(...)

[Atardecer en El Llanito ::: Barrancabermeja]

Page 77: Historia, paisaje y cultura de Santander

[77]

Otras muchas (hierbas) hay que sonan-

tídoto o triaca contra el veneno de muchas cule-

bras y otros animales ponzoñosos que abundan

en aquellas tierras; y en éstas donde esto escribo

y en todos los lugares circunvecinos, hay un ar-

bolito de que abunda mucho el terreno, unos le

llaman la amargosa, porque lo es mucho; otros

varilla negra; otros orejita de ratón, que es admi-

rable, de que tengo mucha experiencia, que be-

biendo el zumo de ella estregada o mojada con

agua caliente, o aunque sea sólo cocida, luego se

quitan las lepras y sarnas que salen en el cuerpo.

(...)

Es admirable hierba medicinal el car-

dosanto, el toronjil (éstos cálidos), la pimpinela

(esta es fresca), la hierba de Santa Lucía, que se

le dio este nombre por ser muy medicinal para el

mal de ojos; el llantén es una de las más admira-

bles hierbas; con su cocimiento se desinflaman

las llagas y heridas, y con su hoja puesta sanan.

Para eso mismo sirven las lechuguillas

que hay de dos especies: la que llaman acedera,

que es una cerecita de menudas hojitas, cuando

se inflama la boca o da un mal que llaman sana

en los dientes, mascándola luego sana, y es tan

eficaz para esto como el alumbre.

La sábila, que es un penca que la cortan

de la mata y la tienen colgada mucho tiempo en

las casas sin que se seque; dicen es muy medici-

nal, que es contra el achaque que lla man dolor

de costado, rescoldada y abierta, y puesta sobre

aquella parte donde apunta el dolor; y que cocido

el cristal de ella, que llaman, que es la parte blan-

ca interior, es contra la ictericia, y que también

es contra otras enfermedades. También es eficaz

medicina para el achaque que da en la gargan-

ta que llaman esquitiencia o esquilencia; soasa-

da al rescoldo y abierta y puestas dos telillas en

la garganta, sana y presenta de que repita dicho

achaque.

Don Basilio Vicente de Oviedo, cura de

Mogotes en el momento de escribir su obra, por

el año de 1750. Cualidades y riquezas del Nuevo

Reino de Granada.

Corazón contento

El buen gusto y abundante apetito del

santandereano estimulan y enriquecen la tradi-

cional cocina regional. Y en cada municipio, re-

cetas muy propias y apropiadas.

Del sabajón de Jesús María, ¿quién no

ha oído hablar? ¿O de los chorizos de Oiba, los

bocadillos de Vélez y Mogotes, los dulces de

pastilla y las obleas de Floridablanca, el uribista

de Bucaramanga, las frutas cristalizadas los con-

fites del Socorro, el cabro de Chiflas o las panu-

chas de Málaga?

O de la cantidad de “golpes”. De eso hay

muy buenas noticias para el que visite la región.

Page 78: Historia, paisaje y cultura de Santander

[78]

[Cascada Los Caballero ::: Guadalupe]

Page 79: Historia, paisaje y cultura de Santander

[79]

Además de las tres comidas de ley (llamadas con

sus término cristianos desayuno bien trancado,

almuerzo con sopa y comida pal trasnocho) exis-

ten las intermedias: la media y las onces. Los que

viven todavía en el campo y por madrugadores

desayunan “muy presto”, al rayar el alba, nece-

sitan un rumbiador o puntal antes del almuerzo,

al cual le sigue una comida “antes de que oscu-

rezca”.

De cada día

El desayuno tradicional santanderea-

no se compone de un buen plato de caldo que lle-

va papa, cebolla, tomate, sal, huevos, cilantro y

leche. Algunos lo llaman “teñido” por la presen-

cia de la leche y porque existe un pariente pobre

denominado “changua” o “chingua” hecho sólo

con sal, cebolla y cilantro.

Un buen caldo se acompaña con arepa

preparada con maíz pela’o, chicharrones de cer-

do, manteca de res y sal, todo molido, amasado

y asado en tiesto de barro. Caldo y arepa se sen-

tirían huérfanos sin una porción de carne de res

asada, antes de cerrar, con chocolate o café en

leche y opcionalmente queso y pan.

El rumbiador charaleño o puntal sima-

cotero, es un plato intermedio que se despachan

los campesinos entre el desayuno y el almuerzo.

Consta de carne asada, yuca salpicada con algo

de ají y guarapo.

El tamal, se prepara con una masa de

harina de maíz sancochado y aliñada con mante-

ca de cerdo, ajo y cebolla. Con ella se configura

el cubierto de un relleno que acoge en su seno a

los garbanzos, la cebolla, carne de cerdo y/o de

gallina y algo de tocino, todo envuelto en hojas

de plátano que se amarran con cabuya de fique

antes de ponerse a cocinar.

Lo que se conoce en Santander como

piquete es un plato especial que suple al almuer-

zo convencional porque se ensambla con una va-

riedad de carnes generalmente asadas al carbón

(res, cerdo, gallina) junto con yuca, papa, pláta-

no y ají. Como “pasante” se usa un guarapo, una

cerveza, un refajo (cola y cerveza) o una carabina

(cola con guarapo).

No es raro encontrar en las comidas

un poco de carne de res “oriada” o seca, lo que

equivale a decir deshidratada al sol o al humo en

diversos grados. Desayuno o comida se comple-

mentan con bebidas calientes: chocolate o café

en leche, aguadepanela con queso, avena dulce

y caspiroleta. Cuando el chocolate se sirve a me-

dia tarde suele agregársele canela y aguardiente.

La caspiroleta es una crema de leche con bizco-

chuelo, azúcar, huevo y brandy.

Diccionario del gusto

Mute: Plato usual en un almuerzo dominical. Es

una sopa de maíz pela’o, carne de cerdo (orejas y

Page 80: Historia, paisaje y cultura de Santander

[80]

trompa), callo de res (tripa), arverjas, papa crio-

lla, cilantro, ahuyama, garbanzo y fríjol verde. Se

acompaña con yuca frita.

Sancocho con chorotas: Las chorotas se prepa-

ran con la misma masa de la arepa santandereana

con la que se prepara un relleno de arroz, carne

de cerdo cebolla y tomate y se sancocha para pro-

ducir una sopa que lleva además plátano verde,

yuca, papa, repollo, cebolla, cilantro y costilla de

res. Otras formas de sancocho santandereano son

el de gallina y el sancocho con costilla de res, en

reemplazo de las chorotas.

Rullas: sopa de maíz amarillo con carne de res,

papa, arveja y cilantro.

Ajiaco santandereano: es una sopa que lleva

yuca, plátano, apio, papa, repollo y carne de res.

Pichón: sopa de sangre de res, cebolla, tomate,

leche y guacas.

Cabro: es un plato típico de la provincia guanen-

tina y de los pueblos aledaños al Cañón del Chi-

camocha. La carne se prepara al horno o sudada

y se acompaña de pepitoria y arepa. La pepitoria

es un arroz seco con sangre y menudencias de

cabro, con cebolla, tomate, cominos y sal.

Empanadas de yuca: masa de yuca rellena de

arroz, cebolla, tomate, huevo y carne de res.

Ayacos de mazorca: también se conocen en al-

gunas regiones de Santander como “envueltos”.

Se componen de una masa de maíz con relle-

no. Cuando son de dulce la masa se adoba con

mantequilla, azúcar y sal y Llevan de relleno so-

lamente queso. Si son de sal se adoba la masa

con mantequilla y sal y el relleno se compone de

arroz, carne de cerdo cebolla y tomate con man-

teca de cerdo.

Los ayacos de mazorca tierna se envuelven con

la corteza de la misma. Hay también ayacos de

maíz pela’o, que no tienen relleno y se confor-

man en una sola masa amasada con manteca de

res, chicharrones de cerdo y “cunchos” de gua-

rapo.

Troncho: sopa muy popular en la alimentación

campesina. Se prepara con arroz, yuca, plátano y

carne de res.

Chorizos: forman parte del piquete santanderea-

no y acompañan muchos platos de la dieta regio-

nal. Sus ingredientes son tripa de cerdo rellena

con de cerdo molida y condimentada, y tocino.

Las bebidas alcohólicas típicas que

acompañan por lo general un piquete santande-

reano o un trozo de cabro son la chicha de maíz,

el guarapo de panela, el refajo y la carabina. El

masato de arroz ligeramente fermentado es usual

como bebida de media tarde acompañada de biz-

cochos, colaciones o pan de yuca. En la región

Page 81: Historia, paisaje y cultura de Santander

[81]

[Frailejones a 3400 mts de altura]

[Mirador ::: Guaca]

Page 82: Historia, paisaje y cultura de Santander

[82]

de Girón es también popular la chicha de corozo y en Málaga una cerveza casera llamada “perraloca”. Los

dulces son muy variados. El rey viejo es el bocadillo veleño, hoy con diversaspresentaciones, ya sea en

pastilla pequeña, en lonja o relleno con arequipe (turne). Los dulces de pastilla cuentan con un abanico de

sabores: los más populares son los de leche, arroz, apio, sidra y piña. Son muy populares entre los colegiales

los llamados dulces “aliados, que se componen de una capa central de un sabor y dos capas externas de un

sabor diferente. Las combinaciones más afortunadas son las de arroz y apio, leche y guayaba, apio y piña,

arroz y limón. En el Socorro son típicos los confites, las maizenitas y las frutas cristalizadas, mientras que

en Girón brillan las cocadas de azúcar o de panela que se preparan con leche, coco rayado y azúcar (o pa-

nela). En Málaga son muy populares las panuchas (harina, coco rallado y arequipe).

[LLegando a Guane]

Page 83: Historia, paisaje y cultura de Santander

[83]

Nada mejor para concluir que el manjar emblemático y exclusivo de la gastronomía regional: Las

hormigas culonas. Aparecen poco después de la Semana Santa, en seguida de las lluvias de abril. Su captu-

ra es todo ritual para iniciados. Desde el período precolombino tuvieron un particular valor como símbolo

de fecundidad y valor nutritivo. Se preparan tostadas en tiesto de barro después de haberles separado la

cabeza, las alas y las patas. Pueden conservarse por mucho tiempo en recipientes herméticamente sellados.

Un buen caldo se acompaña con arepa preparada con maíz pelao, chicharrones de cerdo, manteca de res y

sal. El huésped sagrado de la familia es el tamal santandereano.

Page 84: Historia, paisaje y cultura de Santander

[84]

Ciclo de las Hormigas Culonas

En los días posteriores a la Semana Santa cuando después de las lluvias los días son despejados,

con abundante luz solar y sin vientos fuertes, salen de los hormigueros las jóvenes hormigas reinas a volar

en espiral y en círculos de diámetro progresivo.

Detrás de cada una de las nuevas hormigas reinas salen en su persecución los llamados padrotes.

Los más fuertes logran dar cacería a las nuevas hormigas reinas y copulan durante dos o tres minutos para

luego caer verticalmente y morir. La nueva hormiga reina fecundada desciende lentamente hasta ubicar un

sitio apropiado donde fundar una nueva colonia de hormigas. La nueva hormiga reina fecundada elabora

[Laguna Negra ::: Encino]

Page 85: Historia, paisaje y cultura de Santander

[85]

durante quince o veinte días un túnel al final del cual construye la primera celda, en la que realiza la primera

postura de huevos que irán a producir un tipo de hormiga denominada arquitecta. Sucesivamente se produ-

cen posturas de hormigas especializadas como son las carteras, las cargueras, las nodrizas y los cabezones,

cada uno de los cuales tiene una función específica que cumplir en la construcción del hormiguero la acu-

mulación de provisiones para el verano, la crianza de nuevas hormigas y la producción de nuevas reinas que

irán a multiplicar las colonias. Concluida la primera etapa de construcción de la colonia, la reina se localiza

en su celda y se dedica exclusivamente a la labor reproductiva. Las nodrizas contribuyen a la procreación de

las distintas especialidades de hormigas que deben tener todo listo para el verano en el que se consumen las

provisiones recaudadas. Un hormiguero se puede mantener en desarrollo durante varios años, cumpliendo

su ciclo anual y generando nuevas colonias.

Page 86: Historia, paisaje y cultura de Santander

[86][Mirador al Suarez ::: Barichara]

Page 87: Historia, paisaje y cultura de Santander

[87]

SantandereanoAlgo del folclore

Campesina SantandereanaAutor: José A. Morales

Ritmo: Bambuco

Campesina santandereana,

eres mi flor de romero,

por tu amor yo vivo loco,

si no me besas me muero.

Me muero porque tus labios,

tienen miel de mis cañales,

que saben a lo que huelen,

las rosas de mis rosales,

que saben a lo que huelen,

las rosas de mis rosales.

Cuando bailas la guabina,

con tu camisón de olán,

hay algo entre tu corpiño,

que tiembla como un volcán.

Es el volcán de tus senos,

al ritmo de tu cintura,

campesina santandereana,

sabor de fruta madura,

campesina santandereana,

sabor de fruta madura.

Si pasas por San GilAutor: Jorge Villamil

Ritmo: Vals

Si pasas por San Gil, amigo mío,

por las bravas tierras de Santander,

ahí tu paso al detener

admirarás el Fonce en su raudo transcurrir

y cruzarás por el puente que no olvido,

que conduce hacia el camino

del parque Gallineral....

Y cruzarás por el puente que no olvido,

que conduce hacia el camino

del parque Gallineral.

Sus ceibas gigantescas adornadas,

con musgos de magníficos festones,

que el rio temblando besará,

o copian los lagos de cristal.

Paseando por entre las

avenidas que forman retorcidos gallineros.

Se escucha del requinto su rasgar,

Page 88: Historia, paisaje y cultura de Santander

[88]

voces lejanas entonar

guabinas santandereanas,

visitarás el Cerro de la Cruz, a Bella Isla y

Pozo Azul, y le llevas mis recuerdos.

Al paso por sus calles empedradas

se adornan sus iglesias coloniales,

balcones de clásico español

portales que invitan al amor.

En noches van errantes cabalgando

espíritus de nobles y escuderos,

se oye el grito de la rebelión

que a esa tierra estremeció,

grito de los Comuneros.

El fuego de Galán y de Alcantuz

que en fiera llama se extendió

hacia las tierras del sur.

se oye el grito de la rebelión

que a esa tierra estremeció,

grito de los Comuneros

SeñoraBucaramanga

Autor: José A. Morales

Ritmo: Pasillo

Señora Bucaramanga

Señora de las cigarras

que tienes mujeres bellas

y esbeltas como sus palmas.

De piel color de tabaco

y ojos de cielo en calma

Ay caramba carambita

ayayay caray caramba.

Señora Bucaramanga

Señora de las cigarras

que tienes mujeres bellas

y esbeltas como sus palmas

De piel color de tabaco

y ojos de cielo en calma

Ay caramba carambita

ayayay caray caramba.

Quien ha pisado tu suelo

nunca te podrá olvidar

en su corazón señora

para ti tendrá un altar.

Suspirando porque un día

como cantara el trovero

pueda dormirse por siempre

frente a tu parque Romero.

Señora Bucaramanga

Señora de Palonegro

la de don Gabriel Turbay

y don Camacho Carreño

dejad que con emoción

yo te cante con el alma

Ay caramba ay!carambita

ayayay caray caramba.

Quien ha pisado tu suelo

nunca te podrá olvidar

en su corazón señora

para ti tendrá un altar.

Suspirando porque un día

como cantara el trovero

pueda dormirse por siempre

frente a tu parque Romero.

Page 89: Historia, paisaje y cultura de Santander

[89]

PreciosaSantandereana

Autor: Carlos Castillo Zabala

Ritmo: Bambuco

Vengo a decirte mujer que estoypreso entre tus ojos apiádatede mi querer no desoiga mis

antojos porque si tú me negarasla miel de tus labios rojos

yo tendría que morir de llantopena y enojos.

Despierta si estás dormiday escucha mi serenata

que a ti te vengo a cantarlos bambucos de mi patria.

Porque eres sencilla y buenapreciosa santandereanaquiero decirte al oído

que te quiero con el alma.

[Parque Gallineral ::: San Gil]

Page 90: Historia, paisaje y cultura de Santander

[90]

[Panorámica de Zapatoca]

Page 91: Historia, paisaje y cultura de Santander

[91]

SantanderCultura y tradiciones de

Santander es sinónimo

de guabinas, torbe-

llinos, bambucos y

pasillos. Santander

es tierra de cantores

que, al sonar de tiples y requintos, entonan las

melodías de la historia local. “Airecitos de mi

tierra”, “Desde Lejos” o “Gloria Eugenia”, entre

otras canciones, cuentan, con aire musical, aque-

llos recuerdos del amor y de la tierra santande-

reana.

Cinco festivales de música folclórica

han sido declarados patrimonio cultural y artís-

tico de la nación, en 2006. El Festival de Bandas

y Acordeones del Río Grande de la Magdalena,

en Barrancabermeja; Festival del Torbellino y el

Requinto, en Puente Nacional; Festival Guane de

Oro, en San Gil; Festival de la Guabina y el Ti-

ple, en Vélez; y el Concierto “Nace una estrella”,

en homenaje Cultura y tradiciones de Santander

al natalicio del maestro José A. Morales, en So-

corro, expresan, “a fuerza de baile y canto”, la

tradición y cultura santandereanas.

El acento de sus nativos es fuerte, pero

amable. Su tono resuena y sobresale, pero, sobre

todo, invita y ofrece. El santandereano es atento

y cordial, respetuoso de las costumbres y amigo

del visitante. Ese es su estilo, esa es la gente de

Santander.

El imperio ancestral de la etnia guane

disfrutaba de las hormigas culonas. Aún hoy se

conserva como la expresión gastronómica más

representativa del departamento. Mute, tamales,

carne oreada, cabro y arepas complementan esta

oferta “deliciosa” y típica santandereana.

En Santander se conservan las antiguas

técnicas artesanales que, desde siglos atrás, han

sido transmitidas de generación en generación.

Page 92: Historia, paisaje y cultura de Santander

[92]

Elementos naturales y biodegradables, entre ellos el fique, constituyen la materia prima para su elabora-

ción. Cotizas, bolsos, correas, persianas, tapetes, llaveros y artículos decorativos constituyen la expresión

de artistas locales. Este tipo de artesanías se encuentran especialmente en Curití, donde la cultura del fique

está fuertemente arraigada y gracias al trabajo cooperativo entre artesanos, se pretende consolidarla como

una industria destacada del sector.

Entre las manifestaciones artesanales y culturales más arraigadas de Santander están los artículos

en piedra, elaborados en el municipio Barichara; productos hechos de fibras vegetales, como lapiceros y

bisutería, en la población de Páramo; e instrumentos musicales, en el municipio Vélez. En Oiba son tra-

dicionales las artesanías para poner en las paredes y decorar diversos ambientes, como las fachadas de las

[Valle de Cepitá]

Page 93: Historia, paisaje y cultura de Santander

[93]

iglesias y catedrales del país, elaboradas en barro blanco y en diferentes tamaños. Los viajeros que visitan

Oiba encontrarán allí, seguramente, la fachada de la iglesia de su ciudad, o de ciudades conocidas, además

de las de Santander.

También en Oiba existen artesanos que elaboran pequeños balcones en miniatura en madera, al

estilo de los que adornan las plazas de los municipios del departamento, que pueden ser ubicados en las

paredes o ser utilizados como portallaves. El uso del español es otro rasgo distintivo del santandereano, en

la región es muy común el uso de dichos y refranes, así como la aplicación distintiva de palabras. Aquí un

pequeño compendio del uso del español en Santander:

[Paisaje cerca a Suratá]

Page 94: Historia, paisaje y cultura de Santander

[94]

El santandereano no es bobo; es pingo, toche o

caido del zarso.

El santandereano no se enfurece; se arrecha,

se enchicha, o se pone rabon.

Al santandereano no lo hacen disgustar; le sa-

can la piedra, o lo hacen arrechar.

El santandereano no se asusta; se arruga o

le da culillo.

El santandereano no corre a gran velocidad;

es mucho ir rapido.

El santandereano no va a fiestas; va a

bebetas.

El santandereano no tiene barriga; tiene

buche.

El santandereano no fuma tabaco; chicotea.

El santandereano no tiene abuela; tiene

nona.

El santandereano no tiene caneca; tiene

caneco.

El santandereano no tiene machete; tiene

macheta.

Al santandereano no le coge la noche sino;

la tarde.

El santandereano no dice “no moleste” dice;

deje de joder.

El santandereano no dice que lo engañaron;

dice que le dieron por la cabeza, que lo

tumbaron.

El santandereano no se cae; se va de jeta.

El santandereano no tiene zapatos de cuero;

tiene de material.

El santandereano no presiona botones; los

espicha.[Quebrada la Sorda ::: Lebrija]

Page 95: Historia, paisaje y cultura de Santander

[95]

El santandereano no patea la pelota; la

chuta.

El santandereano no tiene tomacorriente;

tiene enchufle.

El santandereano no sufre de agrieras; sufre

de ahito.

El santandereano no tiene molestias

estomacales; esta envarado.

El santandereano no tiene trastos; tiene

cutes.

El santandereano no tiene closet; dice

closer.

El santandereano no usa chaqueta; usa

chompa.

El santandereano no tiene alpargates; tiene

cotizas.

El santandereano no calienta el café; lo

abriga.

El santandereano no se sumerge; se resume.

El santandereano no sufre de mal aliento; le

huele la jeta.

El santandereano no camina; echa quimba,

echa pata.

El santandereano no se peluquea; se tusa.

El santandereano no sana: esta mejor.

El santandereano no es alto: es bolson.

El santandereano no es sinvergüenza; es

conchudo.

El santandereano no es arrebatado; es

arrechivas o acelerado.

El santandereano nunca dice “no”; dice

“ora!”

La santandereana no da a luz; se mejora.

Page 96: Historia, paisaje y cultura de Santander

[96]

La santandereana no es linda; es mucho tar’

buena.

La santandereana no es engreída; es mucho

ser picada o piroba.

Al santandereano no le llovizna; le brizna

Al santandereano no le obliga algo; si no

que le toca.

Al santandereano no se le queda mal; se le

deja mamando

Al santandereano no se la dedican; se la

montan

El santandereano no tiene finca; tiene

campo

El santandereano no come mogolla y dulce

combinado: come meztiza y dulce aliñao

El santandereano no se cae; se da un totazo

El santandereano no se pone furioso; se

arrecha, se enverraca, o le sacan la piedra

Al santandereano no le picaron las avispas;

lo enchucharon.

El santandereano no dice cosa; dice joda.

El santandereano no dice “ no me

molesten”; dice no me joda.

Al santandereano las frutas no se pudren; se

le apichan.

El santandereano no tiene mala suerte; t’a

mucho salao.

El santandereano no dice “ese tipo es vivo”;

dice mucho lo perro.

El santandereano no dice “ese tipo es

sagaz”; dice mucho vivo.

El santandereano no dice “eso me gusta”;

dice eso es mucho lo bueno.[Viñedos en Zapatoca]

Page 97: Historia, paisaje y cultura de Santander

[97]

Page 98: Historia, paisaje y cultura de Santander

[98]

El santandereano no dice “eso es de

calidad”: si no es elegante

El Santandereano no se viste Elegante: si no SE

PONE LA PINTA

El Santandereano no tiene cicatrices: si no CHA-

GUALAS

Al Santandereano no le salen Lagañas: si no PI-

CHAS

Al Santandereano no le da Alergia: si no CA-

RRANCHIN

El Santandereano no alista Maletas: ALISTA EL

PERRO

Para el santandereano no existen ni fulano, ni fu-

lana: si no ESTE NIÑO, ESTA NIÑA

El Santandereano no habla de muchas cosas: si

no de UNA CATORCERA

El Santandereano no echa Medias nueves: ECHA

MECATO

Al Santandereano no le ponen inyecciones: si no

INDECCIONES

El Santandereano no tiene esqueleto: si no CA-

RRAMAN

El Santandereano no es Remilgado: si no PITO-

SO

El Santandereano en lugar de decir “La emba-

rro”: dice MUCHO MATRACO

Al Santandereano no le salen Forúnculos: si no

NACIDOS

[Creciendo en ls viñedos]

Page 99: Historia, paisaje y cultura de Santander

[99]

Al Santandereano no le da Hambre: si no GU-

RRIA

El Santandereano no Anduvo: si ANDO

El Santandereano no usa vestido de Baño: si no

CHINGUE

El Santandereano no toma Changua: si no CHIN-

GUA

Al Santandereano que se golpea no le preguntan

si le dolió: si no CHUPE

El Santandereano no dice “Páceme esa cosa”: si

no PASEME EL ESTE o LA ESTA

El Santandereano no tiene niños: si no CHINOS,

PELAOS, ZURRONES, CULICAGAOS, CA-

LABAZOS, ZUTES o PETUSTES

Al Santandereanito no lo montan a tun-tun o en

Caballito: si no LO LLEVAN A TUCHE

El santandereano no dice “Hola amigo”: si no

QUI’UBO MANO

El Santandereano no pide Silencio: si no CA-

LLENSE LA JETA

Los Santandereanos no Estábamos: si no ESTA-

BANOS

El Santandereano no dice “Vaya a comer Espá-

rragos”: si no VAYA COMASE UN CERRAO

DE MIERDA o VAYA COMA MUTE

El santandereano no dice “No creo”: si no

HHHUUMMM o QUEEEE?

El Santandereano en lugar de decir “Increíble”:

dice HUY NO NO NO NO!!!

El Santandereano no orina, hace popis o tiene re-

laciones sexuales: el MEA, CAGA y CULEA

Para el santandereano una persona no esta vieja:

TA JECHO

El Santandereano no dice “Guau”: dice USTELE

El Santandereano no está lento: TA JOCHE

El Santandereano no dice Si: si no DIGAME

El Santandereano no se enloquece: SE ELONCA

o LE DA LOQUINA

El Santandereano no dice que tiene Diarrea: si no

TOY CURSIENTO

Al Santandereano no lo tienen entre ojos: si no

QUE LE TIENEN TIRRIA

El santandereano no come hasta llenarse: si no

HASTA QUEDAR COMO UN PITO

El Santandereano no dice que alguien es fregado:

si no MUCHO JIJUEPUERCA

Al Santandereano no lo dejan plantado: si no

QUE LE SACAN EL CULO

El Santandereano no tiene la cara seria: si no

TROMPIARRISCAO

El Santandereano no está Borracho: si no JIN-

CHO

El Santandereano no es mala gente: es MIERDA

El Santandereano no come pedacitos de carne: si

no PILINCHOS

El Santandereano no dice “No importa”: si no

QUE HIJUEPUTAS, QUE CARAJOS o ME

VALE UN SIESO

El Santandereano no vomita: si no MATA LA

MARRANA

El santandereano no monta en bicicleta: si no en

CICLA

El Santandereano no es campesino: si no CAM-

PECHE

Al santandereano no se le queda mal: se le deja

MAMANDO O PLANTADO

Page 100: Historia, paisaje y cultura de Santander

[100]

Al Santandereano no le da hambre: si no FILO

Los niños Santandereanos no tienen canicas: si

no PEPAS o MARAS

Los niños Santandereanos no juegan Rayuela: si

no TANGARA

Los niños Santandereanos no juegan en el sube y

baja: si no en EL MACHIN MACHON

Los estudiantes Santandereanos no van a la es-

cuela : si no CAPAN ESCUELA

El Santandereano no se pone traje de calle: si no

FLUZ

La Santandereana no es Infiel: ES ZORRA o PE-

RRA

A la Santandereana no le hacen el Amor: SE LA

COMEN, MASTICAN, CULEAN O PICHAN

Al Santandereano no le llovizna: LE BRIZNA

Al Santandereano no le obliga algo: si no que le

TOCA

Al Santandereano no se le queda mal: se le deja

MAMANDO

Al Santandereano no se la dedican: SE LA MON-

TAN

Al Santandereano no se le echa Bala: SE LE DA

CANDELA

El Santandereano no tiene Finca: si no CAMPO

El Santandereano no come Mogolla y Dulce

combinado: si no MEZTIZA y DULCE ALIÑAO

El Santandereano no es un Gamín: ES UNA

GALA o ÑANPIRA

El Santandereano no se pone Furioso: SE ARRE-

CHA, SE ENVERRACA, o LE SACAN LA

PIEDRA

Al Santandereano no le picaron las Avispas: LO

ENCHUCHARON

El Santandereano no dice Cosa: dice JODA

Al Santandereano las Frutas no se pudren: SE LE

APICHAN

El Santandereano no tiene mala suerte: si no

MUCHO SALAO

El Santandereano no dice “Eso me gusta”: si no

ESO ES MUCHO LO BUENO

El Santandereano no dice “No moleste”: si no

DEJE LA BOLERA, NO JODA

El Santandereano no dice “Que situación”: si no

QUE VAINA

Los Profesores Santandereanos no tienen prefe-

rencia por sus alumnos: si no CUELLO

Los Santandereanos no dicen Mentiras: HA-

BLAN PAJA

Los Santandereanos no piden algo de mas: si no

ÑAPA

Los Santandereanos no molestan: MAMAN GA-

LLO

El Santandereano no dice que lo engañaron: si no

QUE LO ARGOLLARON

El Santandereano no tiene Cabeza: tiene TUSTA

El Santandereano no dice que lo esperen: si no

ESPEREME UN TANTICO

El Santandereano no baila pegado: si no BRI-

LLANDO HEBILLA

El Santandereano no se declara: SE DESTAPA

Es que muchos de nosotros es

MUCHO SER ORDINARIOS Y CALABAZOS

Page 101: Historia, paisaje y cultura de Santander

[101]

[Laguna Grande ::: Encino]

[Paisaje en Onzaga]

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