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ominical

Muy es� mados en el Señor,

El pasado sábado, día 4 de mayo, a las 12.00 h, el Santo Pa-dre Francisco nombró al Rvdo. Joan Planellas i Barnosell,

actualmente Decano de la Facultad de Teología de Cataluña, nuevo arzobispo metropolitano de Tarragona. Acoged con es-píritu eclesial al nuevo arzobispo que el Santo Padre os envía, rezad y ayudadlo en su tarea de servir y guiar esta Iglesia ar-chidiocesana que tanto queréis. Hasta el día de su ordenación episcopal y toma de posesión con� nuaré al frente de la archi-diócesis como administrador apostólico.

Con estas letras quiero dar las gracias en primer lugar a la San-� sima Trinidad, una vez más, por el don del episcopado y por haberlo podido ejercer en esta archidiócesis de Tarragona, metropolitana e Hispaniarum Primas durante cerca de quince años. Ha estado para mí un privilegio. Os digo sinceramente que siempre me he considerado indigno de presidir la sede de Pablo y Fructuoso, y la de tantos otros obispos, como el obispo már� r beato Manuel Borràs o el admirado Francesc de Assís Vidal i Barraquer.

En este momento no puedo dejar de agradeceros a todos —sacerdotes y diáconos, religiosos y religiosas, laicas en mi-sión pastoral, ermitañas y laicos y laicas— la acogida y colabo-ración que me habéis prestado en todo momento a lo largo de

mi episcopado. Esta calidez y confi anza la he sen� do, especial-mente, en cada una de las visitas pastorales y en el trabajo del día a día.

Como todos sabéis la Iglesia no atraviesa un momento fácil, pero esto no debe hacernos perder la esperanza. Como cris-� anos debemos seguir trabajando con entusiasmo por el Rei-no, anunciando la buena Nueva que Jesús nos ha traído. No desfallezcáis.

Aprovecho, también, para pedir perdón si durante estos años os he podido ofender con mi comportamiento, mis palabras o mis decisiones. No ha estado nunca mi intención.

Os tendré bien presentes en mi oración y mi corazón y, a pesar de residir fuera de la archidiócesis, estaré siempre a vuestra disposición. Orad por mí, lo necesito.

Con todo mi afecto, os envío mi bendición.

12 de mayo de 2019 IV Domingo de Pascua

Mons. Joan Planellas i Barnosellha sido nombrado arzobispo metropolitano de Tarragona

† Jaume Pujol BalcellsAdministrador apostólico de la archidiócesis de Tarragona

Mons. Joan Planellas i Barnosell (Girona, 1955) fue ordenado presbítero en el año 1982 en Banyoles, Girona. Es licenciado en Teología Dogmá� ca y Doctor en Teología por la Pon� fi cia Universidad Gregoriana de Roma. Actualmente es canónigo de la Catedral de Girona y rector de varias parroquias rurales del Baix Empordà: Jafre, Garrigoles, Colomers, Foixà, Rupià, La Sala, La Tallada, Marenyà así como del Santuario de la Font Santa. En el año 2016 fue nombrado por el Santo Padre Misionero de la Misericordia. En el ámbito académico, des del mes de sep� embre de 2015 es el Decano de la Facultad de Teología de Cataluña, y desde el año 2008 es el director de la Revista Catalana de Teología. Ha publicado numerosos ar� culos y recensiones así como también diversos libros.

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Ciclo CLiturgia de las Horas: Semana IV

Domingo, 12: Domingo IV de Pascua [Hch 13,14.43-52; Salmo 99,2.3.5; Ap 7,9.14b-17; Jn 10,27-30 (LE/LH propias)]

Lunes, 13: [Hch 11,1-18; Salmo 41,2-3; 42,3-4; Jn 10,1-10] Bienaventurada Virgen María de Fáti ma (ML)

Martes, 14: San Ma� as, Apóstol (F) [Hch 1,15-17.20-26; Salmo 112,1-2.3-4.5-6.7-8; Jn 15,9-17]

Miércoles, 15: San Isidro Labrador (MO) [Hch 12,24-13,5; Salmo 66,2-3.5.6 y 8; Jn 12,44-50]

Jueves, 16: [Hch 13,13-25; Salmo 88,2-3.21-22.25 y 27; Jn 13,16-20]

Viernes, 17: [Hch 13,26-33; Salmo 2,6-7.8-9.10-11; Jn 14,1-6] San Pascual Bailón, religioso (ML)

Sábado, 18: San Próspero, obispo (MO) [Hch 13,44-52; Salmo 971,2-3ab.3cd-4; Jn 14,7-14]

Domingo, 19: V Domingo de Pascua [Hch 14,20b-16; Salmo 144,8-9.10-11.12-13ab; Ap 21,1-51; Jn 13,31-33a.34-35 (LE/LH propias)]

LecturasIV Domingo de Pascua

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (13, 14.43-52)

En aquellos días, Pablo y Bernabé con-� nuaron desde Perge y llegaron a An� -oquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Muchos judíos y prosélitos adoradores de Dios siguieron a Pablo y Bernabé, que habla-ban con ellos exhortándolos a perseve-rar fi eles a la gracia de Dios. El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra del Señor. Al ver el gen� o, los judíos se llenaron de envidia y res-pondían con blasfemias a las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda valen� a: «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la recha-záis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gen� les. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te he puesto como luz de los gen� les, para que lleves la salvación hasta el con� n de la � erra”». Cuando los gen� les oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y creye-ron los que estaban des� nados a la vida eterna. La palabra del Señor se iba di-fundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras dis� ngui-das, adoradoras de Dios, y a los princi-pales de la ciudad, provocaron una per-secución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio. Estos sacu-dieron el polvo de los pies contra ellos y se fueron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaban llenos de alegría y de Espíritu Santo.

Liturgia de la semana

Salmo responsorial [Sal 99, 1b-2.3.5 (R.:3c)]

Aclama al Señor, � erra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores.

R. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

O bien: Aleluya.

Sabed que el Señor es Dios:que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fi delidad por todas las edades. R.

Lectura del libro del Apocalipsis (7, 9.14b-17)

Yo, Juan, vi una muchedumbre inmen-sa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, ves� dos con ves� duras blan-cas y con palmas en sus manos. Y uno de los ancianos me dijo: «Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus ves� duras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. El que se sien-ta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono los apacentará y los conducirá hacia fuen-tes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos».

Somos el débil rebaño del Hijo y comenzamos la celebración pidiendo «tener parte en la admirable victoria de nuestro Pastor». Una victoria que ha comenzado ya en los sacramentos de la iniciación cris� ana y en el tes� monio de vida incluso hasta en el mar� rio. Es lo que expresen las ves� duras blancas y las palmas en las manos de los que están de pie delante del Cordero (2a lectura) y que alcanzará su plenitud cunado podamos gozar eternamente de las verdes praderas de su reino. Todos están llamados a recibir esa vida eterna que solo puede dar Cristo, el Buen Pastor (cf. Ev.). Y será la labor evangelizadora, llevada a cabo desde las diversas vocaciones y carismas, la que hará llegar a todo el mundo ese mensaje salvador.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (10, 27-30)

En aquel � empo, dijo Jesús: «Mis ove-jas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arreba-tar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».