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HOMBRE, ECONOMÍA Y ESTADO TRATADO DE PRINCIPIOS DE ECONOMÍA CON PODER Y MERCADO EL GOBIERNO Y LA ECONOMÍA S EGUNDA EDICIÓN MURRAY N. RORTHBARD S CHOLAR’S EDITION Ludwig von Mises Institute Auburn, Alabama

Hombre, Economía y Estado [Tratado de principios de Economía] y Poder y mercado [El gobierno y la Economía] - Murray Newton Rothbard

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Hombre, Economía y Estado [Tratado de principios de Economía] y Poder y mercado [El gobierno y la Economía] - Murray Newton Rothbard

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  • HOMBRE, ECONOMA Y ESTADO TRATADO DE PRINCIPIOS DE ECONOMA

    CON

    PODER Y MERCADO EL GOBIERNO Y LA ECONOMA

    SEGUNDA EDICIN

    MURRAY N. RORTHBARD

    SCHOLARS EDITION Ludwig von Mises Institute Auburn, Alabama

  • DEDICADO

    A Ludwig von Mises (Hombre, Economa y Estado)

    Y

    A los Libertarios del Pasado, que Allanaron el Camino, y a los Libertarios del Futuro,

    Que Triunfarn (Poder y Mercado)

  • CONTENIDO

    INTRODUCCIN A LA SEGUNDA EDICIN DE HOMBRE, ECONOMA, Y ES-TADO CON PODER Y MERCADO

    Por Joseph T. Salerno

    PRLOGO A LA EDICIN REVISADA

    CAPTULO 1 - FUNDAMENTOS DE LA ACCIN HUMANA

    1. El concepto de accin

    2. Primeras consecuencias de este concepto

    3. Implicaciones adicionales: los medios

    4. Implicaciones adicionales: el tiempo

    5. Implicaciones adicionales

    A. fines y valores

    B. La ley de la utilidad marginal

    6. Los factores de produccin: la ley de rendimientos

    7. Los factores de produccin: la convertibilidad y Valoracin

    8. Factores de produccin: mano de obra frente al ocio

    9. La Formacin de Capital

    10. Accin como un intercambio

    Apndice A: La praxeologa y la economa

    Apndice B: En medios y fines

    CAPTULO 2 - INTERCAMBIO DIRECTO

    1. Tipos de accin interpersonal: la violencia

    2. Tipos de accin interpersonal: Intercambio Voluntario y la Sociedad Contractual

    3. Intercambio y la divisin del trabajo

    4. Trminos de intercambio

    5. Determinacin del precio: precio de equilibrio

    6. Elasticidad de la Demanda

    7. La especulacin y la oferta y la demanda Horarios

    8. De Valores y la demanda total de sujetar

    9. Mercado continuo y los cambios en el precio

    10. La especializacin y la produccin de Stock

    11. Tipos de bienes intercambiables

  • 12. Propiedad: la apropiacin de tierra cruda.

    13. Aplicacin contra la invasin de la Propiedad

    CAPTULO 3-EL MODELO DE INTERCAMBIO INDIRECTO

    1. Las limitaciones de intercambio directo

    2. El surgimiento de intercambio indirecto

    3. Algunas implicaciones de la aparicin del dinero

    4. La Unidad Monetaria

    5. Money Money Ingresos y Gastos

    6. Los gastos de los productores

    7. Maximizacin de Ingresos y asignacin de recursos

    CAPTULO 4-PRECIOS Y CONSUMO

    1. Precios monetarios.

    2. Determinacin de los precios del dinero

    3. Determinacin de funciones de oferta y demanda

    4. Las ganancias del intercambio

    5. La utilidad marginal del dinero

    A. El Consumidor

    B. La regresin Money

    C. Utilidad y Costas

    D. Planificacin y la gama de opciones

    6. Las interrelaciones entre los precios de los Bienes de consumo

    7. Los precios de los bienes duraderos y sus servicios

    8. Las comparaciones del bienestar social y el Ultimate Las satisfacciones de los con-sumidores

    9. Algunas falacias relativas a la utilidad

    Apndice A: la utilidad marginal decreciente del dinero

    Apndice B: El Valor

    CAPTULO 5-PRODUCCIN: LA ESTRUCTURA

    1. Algunos principios fundamentales de accin

    2. La economa de rotacin uniforme

    3. La estructura de la produccin:

    Un mundo de Factores Especficos

    4. Propiedad conjunta del Producto por parte del Los propietarios de los factores

    5. Costo

    6. La propiedad de los productos por los capitalistas:

  • Amalgamated Etapas

    7. Bienes presentes y futuros: la tasa pura de inters

    8. Cuesta dinero, los precios y Alfred Marshall

    9. Precios y la Teora de la Negociacin

    CAPTULO 6-PRODUCCIN: LA TASA DE INTERS Y SU DETERMINACIN

    1. Muchas etapas: la tasa pura de inters

    2. La determinacin de la tasa pura de inters:

    El mercado del Tiempo

    3. Tiempo de Preferencia y escalas de valores individuales

    4. El mercado de la Hora y la estructura productiva

    5. Preferencia en el tiempo, los capitalistas, y el individuo Cantidad de dinero

    6. Los demandantes Ingresos Post-

    7. El mito de la importancia de los productores Mercado de prstamos

    8. La Sociedad Annima

    9. Sociedades Annimas y los productores Mercado de prstamos

    10. Fuerzas que afectan a las preferencias temporales

    11. La estructura temporal de tasas de inters

    Apndice: Schumpeter y la tasa cero de inters

    CAPTULO 7-PRODUCCIN: PRECIO GENERAL DE LOS FACTORES

    1. La imputacin de la Marginal Descuento Valor del producto

    2. Determinacin de la Marginal Descuento Valor del producto

    A. El descuento

    B. El producto fsico marginal

    (1) La Ley del Retorno

    (2) Producto fsico marginal y medio Producto fsico

    C. valor del producto marginal

    3. La fuente de ingresos de los factores

    4. Terrenos y Bienes de Equipo

    5. Capitalizacin y Rentas

    6. El agotamiento de los recursos naturales

    Apndice A: Producto Marginal Valor Fsica y Marginal

    Apndice B: Profesor Rolph y el descuento Teora de la productividad marginal

    CAPTULO 8-PRODUCCIN: EMPRENDIMIENTO Y EL CAMBIO

    1. Beneficio empresarial y Prdidas

    2. El efecto de la inversin neta

  • 3. Valores capitales y los beneficios de agregado integradas en un Cambio de Eco-noma

    4. La acumulacin de capital y de la duracin de la Estructura de la Produccin

    5. La adopcin de una nueva tcnica El Emprendedor e Innovacin

    6. Los beneficiarios de ahorro-inversin

    7. La economa avanza y el puro Tasa de Inters

    8. El componente empresarial en la Mercado de Tasa de Inters

    9. Riesgo, incertidumbre y Seguros

    CAPTULO 9-PRODUCCIN: FACTOR DE PARTICULAR PRECIOS E INGRESOS PRODUCTIVOS

    1. Introduccin

    2. Tierra, Trabajo y Renta

    A. Renta

    B. La naturaleza del trabajo

    C. Suministro de Tierras

    D. Suministro de Trabajo

    E. Productividad y Productividad Marginal

    F. Una nota sobre remuneraciones abierta y total

    G. El "problema" del desempleo

    3. El espritu empresarial y la renta

    A. Costos de la Firma

    B. Ingresos de Negocios

    C. Servicio de Consumo Personal

    D. Clculo de mercado y beneficios implcitos

    E. Integracin vertical y el tamao de la empresa

    4. La economa de la ubicacin y las relaciones espaciales

    5. Una nota sobre la falacia de la "distribucin"

    6. Un resumen del mercado

    CAPTULO 10-MONOPOLIO Y COMPETENCIA

    1. El concepto de soberana del consumidor Soberana de los consumidores

    A. 'Individual Soberana

    B. Profesor Hutt y la Soberana de los consumidores

    2. Los crteles y sus consecuencias

    A. Los crteles y "precio de monopolio"

    B. Los carteles, las fusiones y las corporaciones

  • C. Economa, Tecnologa, y el Tamao de la empresa

    D. La inestabilidad del Cartel

    E. Libre Competencia y Carteles

    F. El problema de un cartel grande

    3. La ilusin del precio de monopolio

    A. Definiciones de Monopoly

    B. La teora neoclsica del precio de monopolio

    C. Consecuencias de la teora del monopolio de precio

    (1) El entorno competitivo

    (2) Resultado Monopoly contra Obtener el monopolio a un Factor

    (3) Un Mundo de precios de monopolio?

    (4) "Cutthroat" Competencia

    D. La ilusin del precio de monopolio en el Mercado sin trabas

    E. Algunos problemas en la teora de la ilusin Precio de Monopolio

    (1) Ubicacin Monopolio

    (2) Monopolio Natural

    4. Los sindicatos

    A. Precios restrictivas de Trabajo

    B. Algunos argumentos de Sindicatos: Una crtica

    (1) La indeterminacin

    (2) El monopsonio y oligopsonio

    (3) mayor eficiencia y el "efecto Ricardo"

    5. La Teora de la monopolstica o Competencia imperfecta

    A. monopolstica precio competitivo

    B. La paradoja del exceso de capacidad

    C. Chamberlin y venta de costes

    6. Multiform precios y el monopolio

    7. Patentes y Derechos de Autor

    CAPTULO 11-EL DINERO Y SU PODER ADQUISITIVO

    1. Introduccin

    2. La relacin monetaria: la demanda dey la oferta de dinero

    3. Los cambios en la relacin monetaria

    4. Utilidad de la Bolsa de Dinero

    5. La demanda de dinero

    A. El dinero en el ERE y en el Mercado

  • B. Demanda especulativa

    C. seculares Influencias en la demanda de dinero

    D. Demanda de dinero ilimitado?

    E. L a PPM y la Tasa de Inters

    F. El acaparamiento y el sistema keynesiano

    (1) Utilidad Social, Egresos, y el desempleo

    (2) "preferencia por la liquidez"

    G. El poder de compra y los trminos de intercambio-Los componentes de la tasa de inters

    6. La oferta de dinero

    A. El stock de la mercanca-dinero

    B. reclamaciones pecuniarias: The Warehouse Money

    C. sustitutivos del dinero y la oferta de dinero

    D. Una nota sobre algunas crticas 100-por ciento de Reserva

    7. Las ganancias y prdidas durante un cambio en la relacin monetaria

    8. La Determinacin de Precios: El Lado Productos y el lado del dinero

    9. Cambio Interlocal

    A. Uniformidad del Geographic Poder adquisitivo del dinero

    B. Intercambio de Informacin en Interlocal Exchange

    10. Balanzas de pagos

    11. Atributos monetario de los bienes

    A. cuasidinero

    B. letras de cambio

    12. Los tipos de cambio de sumas coexistentes

    13. La falacia de la ecuacin del intercambio

    14. La falacia de la medicin y estabilizacin de la PPM

    A. Medicin

    B. Estabilizacin

    15. Las fluctuaciones de Negocios

    16. La teora de Schumpeter de los ciclos econmicos

    17. Falacias adicional del sistema keynesiano

    A. Intereses e Inversiones

    B. La "funcin de consumo"

    C. El multiplicador

    18. La falacia del principio de aceleracin

  • CAPTULO 12-LA ECONOMA DE VIOLENCIA INTERVENCIN EN EL MER-CADO

    1. Introduccin

    2. Una tipologa de Intervencin

    3. Efectos directos de la intervencin en la utilidad

    4. Utilidad Ex Post: Mercado Libre y de Gobierno

    5. Triangular Intervencin: Control de Precios

    6. Triangular intervencin: control del producto

    7. Intervencin Binario: El presupuesto del Gobierno

    8. Intervencin binaria: Impuestos

    A. Impuestos sobre la Renta

    B. Los intentos de imposicin Neutral

    C. Shifting e incidencia: un impuesto sobre una industria

    D. Shifting e incidencia: un impuesto General a las Ventas

    E. El impuesto sobre valor de los terrenos

    F. Gravar "El exceso de poder adquisitivo"

    9. Intervencin binaria: Gastos del gobierno

    A. La "contribucin productiva" del gasto del gobierno

    B. Los subsidios y las transferencias

    C. Actividades de uso de recursos

    D. La falacia del Gobierno sobre una "base de negocios"

    E. Centros de Chaos clculo

    F. Los conflictos y los Puestos de Mando

    G. Las falacias de la "Public" Propiedad

    H. Seguridad Social

    I. El socialismo y Central de Planificacin

    10. Crecimiento, Abundancia, y el Gobierno

    A. El problema del crecimiento

    B. El profesor Galbraith y el pecado de la riqueza

    11. Intervencin binaria: Ciclos de inflacin y de negocios

    A. La inflacin y la expansin del crdito

    B. expansin del crdito y el ciclo econmico

    C. Secundaria Evolucin del ciclo econmico

    D. Los lmites de la expansin del crdito

    E. El gobierno como promotor de Expansin del Crdito

  • F. El Lmite Mximo: El boom de Runaway

    G. La inflacin y la poltica fiscal compensatoria

    12. Conclusin: El libre mercado y la coaccin

    Apndice A: los emprstitos pblicos

    Apndice B: "bienes colectivos" y "beneficios externos":

    Dos argumentos a favor de la actividad gubernamental

    PODER Y MERCADO

    CAPTULO 1-DEFENSA DE SERVICIOS EN EL MERCADO LIBRE

    CAPTULO 2-FUNDAMENTOS DE LA INTERVENCIN

    1. Tipos de intervencin

    2. Efectos directos de la intervencin en la utilidad

    A. Intervencin y Resolucin de Conflictos

    B. La democracia y el Voluntariado

    C. Utilidad y resistencia a la invasin

    D. El argumento de la envidia

    E. Utilidad ex post

    CAPTULO 3-INTERVENCIN TRIANGULAR

    1. Precio de control

    2. Control de producto: Prohibicin

    3. Control de Producto: Concesin de privilegios monopolistas

    A. Los crteles obligatorios

    B. Licencias

    C. Normas de calidad y seguridad

    D. Aranceles D

    E. Inmigracin Restricciones

    F. leyes de trabajo infantil

    G. La conscripcin

    H. leyes de salario mnimo y obligatorio Sindicalismo

    I. Los subsidios al desempleo

    J. Las sanciones contra las formas de mercado

    K. leyes antimonopolio

    L. La ilegalizacin Basing-Point Pricing

    M. Leyes de la Naturaleza

    N. Patentes

  • O. Franquicias y servicios pblicos

    P. El derecho de dominio eminente

    P. Soborno de Funcionarios Pblicos

    R. Poltica hacia el monopolio

    Apndice A: En acuacin privada

    Apndice B: Coercin y Lebensraum

    CAPTULO 4-BINARIO DE INTERVENCIN: IMPUESTOS

    1. Introduccin: Ingresos del Gobierno y Egresos

    2. Las cargas y beneficios de la Tributacin y Egresos

    3. La incidencia y los efectos de los impuestos

    Parte I: Los impuestos sobre los ingresos

    A. El Impuesto sobre las Ventas General y el Leyes de la incidencia

    B. Impuestos sobre consumos especficos parciales; Otros Impuestos Produccin

    C. Generales efectos de los impuestos sobre la Renta.

    D. Particulares Formas de Impuestos sobre la Renta

    (1) Los impuestos sobre los salarios

    (2) Impuestos sobre Sociedades

    (3) "El exceso de" Beneficio Tributario

    (4) El problema de las ganancias de capital

    (5) Es un impuesto al consumo es posible?

    4. La incidencia y los efectos de los impuestos

    Parte II: Impuestos sobre el capital acumulado

    A. Taxatuin sobre las transferencias gratuitas:

    Legados y Regalos

    B. Propiedad Impuestos

    C. Un impuesto sobre la riqueza individual

    5. La incidencia y los efectos de los impuestos

    Parte III: El impuesto progresivo

    6. La incidencia y los efectos de los impuestos

    Parte IV: El "impuesto nico" en la renta de la tierra

    7. Cnones de "Justicia" de los impuestos

    A. El impuesto justo y el precio justo

    B. Los costes de recogida, Comodidad, y la certeza

    C. Distribucin de la Carga Tributaria

    (1) La uniformidad de tratamiento

  • a. Igualdad ante la ley: Exencin de Impuestos

    b. La imposibilidad de Uniformidad

    (2) La "capacidad de pago" Principio

    a. La ambigedad del concepto

    b. El Juez de la Norma

    (3) Sacrifice Theory

    (4) El principal beneficio

    (5) El Impuesto sobre Igualdad y el principio de los costos

    (6) Rgimen fiscal "para los ingresos Only"

    (7) El Impuesto Neutro: Resumen

    D. Contribuciones voluntarias al Gobierno

    Captulo 5-BINARIO DE INTERVENCIN: GASTOS DE GOBIERNO

    1. Los subsidios del gobierno: pagos de transferencia

    2. Uso de recursos a las actividades realizadas: Gobierno Propiedad frente a la propie-dad privada

    3. Actividades de uso de recursos: el socialismo

    4. El mito de "Pblico" Propiedad

    5. Democracia

    Apndice: El Papel de los gastos pblicos en Estadstica de Productos Nacionales

    Captulo 6-antimercado TICA: Una Crtica Praxeolgica

    1. Introduccin: La crtica praxeolgica de tica

    2. El conocimiento del propio inters: una supuesta Asuncin Crtica

    3. El problema de las opciones inmorales

    4. La moral de la naturaleza humana

    5. La imposibilidad de Igualdad

    6. El problema de la seguridad

    7. Alegras presuntas de la Sociedad de Estado

    8. La caridad y la pobreza

    9. El cargo de "materialismo egosta"

    10. Volver a la selva?

    11. Poder y la coercin

    A. "otras formas de coaccin": el poder econmico

    B. poder sobre la naturaleza y el poder sobre el hombre

    12. El problema de la Suerte

    13. La analoga de Trfico-Manager

  • 14. Over-y el subdesarrollo

    15. El Estado y la naturaleza del hombre

    16. Derechos humanos y derechos de propiedad

    Apndice: El profesor Oliver en objetivos socioeconmicos

    A. El ataque contra la libertad natural

    B. El ataque a la libertad de contrato

    C. El ataque sobre la Renta Segn Ganancias

    Captulo 7-CONCLUSIN: ECONOMIA Y polticas pblicas

    1. Economa: su naturaleza y sus usos

    2. Implcitos Moralizador: Las Fallas de la Economa del Bienestar

    3. Economa y tica social

    4. El principio del mercado y el principio hegemnico

    BIBLIOGRAFA

    NDICE DE NOMBRES

    NDICE DE TEMAS

  • xiv

    INTRODUCCIN A LA SEGUNDA EDICIN DE

    HOMBRE, ECONOMA Y ESTADO CON PODER Y MERCADO

    Joseph Salerno

    MURRAY ROTHBARD COMENZ A TRABAJAR este magnum opus el primero de enero de 1952.1 El 5 de mayo de 1959 Rothbard escribi a su mentor, Ludwig von Mises, informndole, Finito!2 Los ms de siete aos que tom a Rothbard completar Hombre, Economa y Estado transcurrieron durante, lo que hasta ese momento fue, una de las dcadas ms estriles y regresivas en la historia de la economa cientfica, remontndose hasta su nacimiento como ciencia en el tratado sistemtico de Richard Cantillon publicado en 1755.3 En vista de la degeneracin progresiva del pensamiento econmico a lo largo de la dcada de 1950, la eventual publicacin del tratado de Rothbard en 1962 fue un hito en el desarrollo de la teora econmica slida y un evento que rescat a la ciencia de su auto-destruccin.

    La era de la economa moderna surgi con la publicacin del trabajo seminal de Carl Menger, Principios de Economa, en 1871. En ese pequeo libro, Menger estableci el enfoque correcto para la investigacin terica en economa y elabor algunas de sus implica-ciones inmediatas. En particular, Menger trat de identificar la leyes causales que determinaban los precios que l observaba estaban siendo pagando todos los das en mercados reales.4 Su objetivo La Introduccin se basa sustancialmente en la informacin y recursos que se encuentran en los Papers de Murray N. Rothbard. Los Papers de Rothbard se encuentran actualmente en el Ludwig von Mises Institute, Auburn, Alabama, e incluyen, entre otros materiales, las Cartas de Murray Rothbard (1940-1994), notas y ensayos no publicados (1945-1994), y los borradores de obras publicadas. 1Rothbard a H. Cornuelle, 28 de junio de 1952; Rothbard Papers. 2Rothbard a Mises, 5 de mayo de 1959; Rothbard Papers. En espaol, Est terminado. 3Richard Cantillon, Essai sur la Nature du commerce en Gnral, ed. y trans. Henry Higgs (Nueva York: Augustus M. Kelley, 1964). 4Carl Menger, Principios de Economa, trad. James Dingwall y Bert E. Hoselitz (Nueva York: New York University Press, 1981). Menger haba trabajado como periodis-

  • xv

    declarado era formular una teora de precios realista que ofreciera una explicacin integrada de la formacin de los fenmenos de mercado vlida para todos los tiempos y lugares.5 Sus investigacio-nes lo llevaron al descubrimiento de que todos los precios de merca-do, los salarios, las rentas y tasas de inters podan en ltima instan-cia ser rastreados a las decisiones y acciones de los consumidores tratando de satisfacer sus necesidades ms importante economizan-do recursos escasos o bienes econmicos. As, para Menger, todos los precios, alquileres, salarios y tasas de inters fueron el resultado de los juicios de valor de los consumidores individuales que eligieron entre unidades concretas de los diferentes bienes de acuerdo con sus valores subjetivos o utilidades marginales para usar el trmino acuado por su alumno Friedrich Wieser. Con esta idea naci la economa moderna.

    La aproximacin causal-realista de Menger a la teorizacin econmica rpidamente comenz a atraer importantes seguidores tanto en Austria y, ms tarde, a lo largo de Europa Continental y los pases de habla inglesa. Lo que lleg a ser conocida como la Escue-la Austriaca creci rpidamente en prestigio y en nmero, y al rededor de la Primera Guerra Mundial la investigacin terica basa-da en el enfoque causal-realista era considerada la vanguardia de la ciencia econmica. Por diversas razones, la escuela sufri un des-censo sorprendentemente rpido, especialmente en Gran Gran Bre-taa y Estados Unidos, pero tambin en Austria, despus de la gue-rra. En la dcada de 1920, el enfoque causal-realista haba sido eclipsado por el enfoque de equilibrio parcial de Alfred Marshall en Gran Bretaa, los EE.UU., e incluso partes de Europa continental. Su suerte se redujo an ms con la importacin del enfoque ma-temtico de equilibrio general de Lon Walras en el mundo de habla inglesa a principios de 1930. Un poco ms tarde el enfoque de Men-ger fue casi sepultado por la revolucin keynesiana. Y a la llegada de la Segunda Guerra Mundial ya no exista una red consciente de s misma, institucionalmente integrada de economistas comprometidos ta econmico y analista de mercado para los diarios de noticias de forma intermitente durante ms de una dcada. Para una revisn general de la vida y pensamiento de Menger ver Jos T. Salerno, Carl Menger: La Fundacin de la Escuela Austriaca, en Randall G. Holcombe, ed., 15 Grandes Economistas Austriacos (Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute, 1999), pp 71-100 y el fuentes citadas en ella. 5As en su prefacio al libro, Menger (Principios, p. 49) escribi:

    He dedicado especial atencin a la investigacin de las conexiones cau-sales entre los fenmenos econmicos que envuelven productos y los correspondientes agentes de produccin . . . con el propsito de estable-cer una teora de precios basada en la realidad y la colocando de todos los fenmenos de precios (incluidos los intereses, salarios, renta de la tierra, etc.) bajo un punto de vista unificado. . . . (nfasis aadido)

  • xvi

    activamente con la enseanza e investigacin en la tradicin menge-riana.6

    Despus de la Segunda Guerra Mundial, una nueva y sofocante ortodoxia conocida como sntesis neoclsica se estableci sobre la economa, especialmente en los Estados Unidos. Esta denominada sntesis era en realidad una mezcla confusa de los tres enfoques diferentes que eclipsaron el enfoque causal-realista mengeriano en la perodo entre las guerras. Mezclaba los enfoques marshalliano y walrasiano sobre determinacin de precios con macroeconoma keynesiana. Los dos primeros enfoques centrados estrechamente en el anlisis de determinacin de precios de equilibrio irreales en mercados individuales (equilibrio parcial) o en todos los mercados de forma simultanea (equilibrio general). La macroeconoma keyne-siana negaba la eficacia del sistema de precios en la coordinacin de diversos sectores de la economa frente a una falla de demanda agregada. Esta ltima condicin se supona caus la Gran Depre-sin y fue adems sealada por Keynes y sus seguidores como una caracterstica endmica de la economa de mercado. La sntesis neoclsica entonces proclam que el sistema de precios funcionaba de manera eficiente para asignar recursos escasos slo si el gobierno empleaba la poltica fiscal y monetaria para mantener un nivel de demanda agregada o gasto total en la economa que fuese suficiente para absorber un nivel de produccin de pleno empleo.

    Esta nueva ortodoxia tambin promovi la hiper-especializacin y desintegracin correspondiente de la ciencia econmica en una coleccin desordenada de subdisciplinas compar-timentadas. Incluso el centro terico de la economa fue dividido en microeconoma y macroeconoma, pues estaban aparentemente muy poco relacionadas. Proliferaron revistas especializadas y eso result en un cambio radical en la cultura de la investigacin, con un premio a la escritura y lectura de los ltimos artculos de las revis-tas. Los pocos libros que eran publicados eran monografas tcnicas o libros de texto para tontos; la era del gran tratado sistemtico de teora econmica haba terminado.7

    6Para los factores que subyacen la subida y la cada de la temprana Escuela Aus-triaco, ver Joseph T. Salerno, El Lugar de La Accin Humana de Mises en la Desarrollo del Pensamiento Econmico Moderno, Quarterly Journal of Austrian Economics 2, no. 1 (primavera 1999): 35-65. 7De hecho, en el prefacio de este tratado, Rothbard lamenta la desaparici del tratado a la antigua sobre principios de economa despus de Primera Guerra Mundial y la consiguiente desintegracin progresiva de la economa, incluyendo la teora econ-mica, en sub-disciplinas compartimentadas. Sobre los factores que agravaron la fragmen-tacin de la economa despus de la Segunda Guerra Mundial, Vase Joseph T. Salerno,

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    Casi el nico bastin contra esta revolucin intelectual fue Ludwig von Mises. Con la publicacin en 1940 de Nationalkono-mie, precursora en alemn de La Accin Humana, Mises por s mismo recuper y avanz en gran medida el sistema causal-realista de teora econmica.8 En particular, integr la teora mengeriana del valor y precios con su propia reformulacin temprana de teora monetaria. Adems, proporcion un fundamento riguroso para todo el sistema de la teora econmica en una ciencia ms amplica de accin humana que l mismo haba expuesto en trabajos anteriores y que ahora haba elaborado ms. Esta ciencia de la accin humana l ahora llamaba praxeologa. Desafortunadamente, el gran tratado de Mises fue casi totalmente ignorado por la profesin econmica despus de la guerra.9 Sin embargo, aunque no pudo inspirar una renovacin inmediata del movimiento cientfico mengeriano, La Accin Humana sent las bases para su posterior renacimiento. Este renacimiento fue iniciado con la publicacin de Hombre, Economa y Estado en 1962.10

    Cuando Rothbard comenz a trabajar en lo que se convertira en un tratado completo, concibi el proyecto como un libro adecua-do para lectores no especializados y para la instruccin universitaria que traera a la superficie y [aclarara] la naturaleza paso-a-paso del edificio que Mises haba construido pero que ms o menos haba dado por sentado que sus lectores entenderan.11 Esto era necesario debido a que La Accin Humana fue dirigida a un pblico acadmi-co, y por eso Mises supona una gran familiaridad entre sus lectores con muchos de los conceptos y teoremas de lo que l llamaba mo-derna economa subjetivista. As Rothbard quera hacer por Mises

    Economa: Vocacin o Profesin, Ludwig von Mises Institute Daily Article (noviem-bre 17, 2004), disponible en http://mises.org/ story/1676. 8Ludwig von Mises, La Accin Humana: Tratado de Economa, Scholars Edition (Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute, 1998). 9Sobre las razones de esto, ver Salerno El Lugar de la Accin Humana de Mises, pp. 59-761. Los libros que moldearon la economa despus de la guerra fueron hechos de una tela completamente diferente a la del tratado de Mises y se ocupan principalmente de tcnicas formales, en lugar de la sustancia, de teora econmica. Estos incluyen, en particular: JR Hicks, Valor y Capital: Investigacin Sobre Algunos Principios Funda-mentales de Teora Econmica, 2 ed. (Nueva York: Oxford University Press, 1946); Paul A. Samuelson, Fundamentos de Anlisis Econmico (Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1947); y George J. Stigler, La Teora de Precios (Nueva York: Macmi-llan, 1947). 10El papel central de Rothbard en el renacimiento moderno de la economa austria-ca se detalla en Joseph T. Salerno, El Renacimiento de la Economa Austriacaa la Luz de la Economa Austriaca, Quarterly Journal of Austrian Economics 5, no. 4 (invierno 2002): 111-28. 11Rothbard a H. Cornuelle, 28 de junio de 1952; Rothbard Papers.

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    lo que McCulloch hizo por Ricardo, es decir, hacer su trabajo com-prensible para un lector inteligente comn.12

    Pero Rothbard rpidamente se dio cuenta que su plan original estaba equivocado y tena que ser abandonado por tres razones. En primer lugar el tradicional formato de libro texto estaba muy desor-ganizado en su disposicin y tratamiento de diversos temas para acomodar el desarrollo de la teora econmica en la manera lgica paso-a-paso que Rothbard haba imaginado. Como tal, era inade-cuada para transmitir un sentido de gran alcance, de sistema co-herente de integracin y que impregna todos los aspectos de la doc-trina econmica fuerte.13 En segundo lugar, Rothbard descubri que existan muchas lagunas en el sistema econmico de Mises que tendra que llenar l mismo.14 Adems, las deducciones paso-a-paso de Rothbard lo llevaron a la conclusin de que la teora de monopolio de Mises, que era seguida por la mayora de los econo-mistas en la tradicin mengeriana, estaba irreparablemente equivo-cada y tena que ser completamente revisada. El libro entonces esta-ba involucrando una gran cantidad de contribuciones originales de Rothbard. En tercer lugar, a medida que avanzaba escribiendo el libro, Rothbard fue al mismo tiempo investigando la literatura y leyendo ampliamente, y empez a darse cuenta de que La Accin Humana surgi de una tradicin muy amplia que inclua muchos economistas adems de Mises y sus famosos predecesores y protgs directos (por ejemplo, Friedrich A. Hayek) en la Escuela Austriaca nativa. Tambin, a medida que Rothbard lea y escriba se hizo cada vez ms claro para l que las diversas ramas de esta tradi-cin terica, que inclua varias importantes contribuciones estadou-nidenses y britnicas, adems de las grandes obras austriacas, an no haban sido completamente integradas y sus principios comple-tamente delineados en un tratado sistemtico. En consecuencia, Rothbard concluy, muchos puntos esenciales deben deducirse originalmente o con la ayuda de otras obras y por lo tanto, el libro no puede simplemente parafrasear La Accin Humana.15 El libro de Rothbard se transform as, en el proceso mismo de su escritura, de una exposicin directa de los principios de la doctrina recibida de la Escuela Escuela estrechamente concebida en un tratado elaborando

    12Rothbard a H. Cornuelle, 14 de marzo de 1951; Rothbard Papers. Lo que hizo McCulloch por Ricardo se refiere a los Principios de Economa Poltica de John Ram-say McCulloch (New York: Augustus M. Kelley, [1864] 1965). 13Ibid. 14Rothbard a R. Cornuelle, 9 de agosto de 1954; Rothbard Papers. 15Rothbard a H. Cornuelle, 28 de junio de 1952; Rothbard Papers.

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    un sistema completo de teora econmica, presentando muchas de-ducciones y teoremas originales, e incluso radicalmente nuevos.

    Mises se reconoci de inmediato la profunda originalidad y significancia de la contribucin de Rothbard. En su review de Hom-bre, Economa y Estado, Mises escribi que Rothbard

    se une a las filas de los economistas eminentes con la publicacin de una obra voluminosa, un tratado sis-temtico sobre la economa. . . . En cada captulo de su tratado, Rothbard . . . adopta las mejores enseanzas de sus predecesores . . . y agrega a ellas observaciones muy importantes. . . .16

    Mises lleg a caracterizar la obra de Rothbard como

    . . . un aporte trascendental a la ciencia general de la accin humana, la praxeologa, y a su prcticamente ms importante y hasta ahora mejor elaborada parte, la economa. En adelante, todos los estudios esenciales en estas ramas del conocimiento tendrn que tomar ple-namente en cuenta las teoras y crticas expuestas por el Dr. Rothbard.17

    Dados los exigentes estndares acadmicos de Mises y su bien conocida parsimonia para dar elogios a contribuciones cientficas, este es de hecho un gran elogio, para un libro publicado por un eco-nomista de treinta y seis aos de edad.18 De forma ms importante, Mises evidentemente vio el trabajo de Rothbard como el comienzo de una nueva poca en la ciencia econmica moderna.

    Rothbard mismo no se mostr reacio a indicar los aspectos en los que su tratado se haba separado, o avanzado, del trabajo de Mises. Entre las innovaciones tericas ms resaltantes de Rothbard se encuentran la formulacin de una teora completa e integrada de la produccin. Anteriormente, la teora de produccin en el anlisis causal-realista estaba en desorden y consista en una serie de ideas independientes y contradictorias que trataban el capital y el inters, la teora de la productividad marginal, la teora de la renta, la em-

    16Ludwig von Mises: Hombre, Economa y Estado: Un Nuevo Tratado Sobre Economa en idem, Libertad Econmica e Intervencionismo: Una Antologa de Artcu-los y Ensayos, ed. Bettina Bien Greaves (Irvington-on-Hudson, N.Y.: Fundacin para la Educacin Econmica, 1990), pp 155-56. 17Ibid., Pp 156-57. 18La siguiente declaracin es indicativa de la actitud de Mises en este respecto: Nunca ha vivido al mismo tiempo ms de una veintena de hombres cuyo trabajo contri-buy en algo esencial a la economa (Mises, La Accin Humana, p. 869).

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    presarialidad, etc. de forma aislada. Un tanto sorprendido por esta enorme brecha en teora de la produccin, Rothbard coment:

    Mises tiene muy pocos detalles sobre la teora de la produccin, y a consecuencia de ello me tom varios intentos fallidos y mucho de lo que result ser esfuerzo en vano, antes de llegar a lo que me satisfi-zo como una buena teora de produccin. (Ha implicado una eman-cipacin del 90 por ciento de los libros texto actuales.)19

    En Hombre, Economa y Estado, Rothbard elabora un trata-miento unificado y sistemtico de la estructura de la produccin, la teora del capital y el inters, los precios de los factores, la teora de la renta, y el papel de la iniciativa empresarial en la produccin. Adems, la teora de la produccin se presenta como parte del ncleo del anlisis econmico y cubre cinco de los doce captulos del libro y aproximadamente el 30 por ciento del texto. Uno de los mayores logros de Rothbard en la teora de la produccin fue el desarrollo de una teora de capital y el inters que integraba el anli-sis temporal de estructura de produccin de Knut Wicksell y Hayek con la teora de preferencia intertemporal pura expuesta por Frank A. Fetter y Ludwig von Mises. Aunque las races de estas dos ramas de pensamiento se remontan al trabajo de Bhm-Bawerk, su exposi-cin estaba confundida y dio lugar a contradicciones aparentemente insalvables entre las dos.20 Ellas fueron posteriormente desarrolln-dose por separado hasta que Rothbard revel su conexin lgica inherente.

    A pesar de los elogios de Mises para el libro como un avance trascendental en la ciencia econmica, as como el reconocimiento general entre muchos adherentes, observadores y crticos del movi-miento austriaco contemporneo de que Hombre, Economa y Esta-do es de hecho el fundamento del renacimiento de la economa aus-triaca moderna, hay dos cuestiones cruciales sobre el libro que, sorprendentemente, nunca han sido tratadas, y menos resueltas. La primera pregunta se relaciona con el sentido preciso en el que el tratado de Rothbard puede describirse como un trabajo de econom-a austriaca y cmo Rothbard mismo concibi la conexin entre su tratado y ese cuerpo de doctrina recibida. La segunda cuestin se refiere a la percepcin de Rothbard de la relacin entre el sistema terico expuesto en su tratado y la sntesis neoclsica de los aos

    19Rothbard a R. Cornuelle, memo: Libro texto o tratado?; Rothbard Papers. 20En La Accin Humana, Mises evit un anlisis profundo de la estructura de la produccin para varios periodos, tal vez porque lo asociaba con la concepto de periodo promedio de produccin mirando-hacia-atrs del trabajo de Bhm-Bawerk que l criti-caba. (Mises, La accin humana, pp 485-86).

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    1950. Como veremos, la respuestas a estas preguntas no son slo sorprendentes, sino que estn llenas de implicancias para la interpre-tacin de la evolucin reciente de la economa austriaca y la evalua-cin de sus posibilidades futuras y perspectivas.

    Antes de abordar la cuestin de la filiacin doctrinal entre Hombre, Economa y Estado, y la economa austriaca, es instructivo examinar la actitud de Mises hacia la Escuela Austriaca, porque no es tan sencillo como generalmente se supone y claramente influen-ci la opinin de Rothbard. Tan temprano como en 1932, Mises argumentaba que todas las ideas esenciales de la Escuela Austriaca de Economa haban sido absorbidas en la corriente principal de lo que l llamaba economa subjetivista moderna.21 De acuerdo a Mises,

    la Escuela Austriaca, la Escuela Anglo-americana y la Escuela de Lausana . . . slo difieren en su modo de expresar la misma idea fundamental y . . . estn dividi-das ms por su terminologa y peculiaridades de pre-sentacin que por la sustancia de sus enseanzas.22

    Ahora, ciertamente esa opinin fue pronunciada en una conferencia de economa en Alemania, que cont con mucha presencia de los an muy influyentes seguidores de la escuela histrica alemana que era antagnica a la teora econmica de todo tipo. Ciertamente, puede ser razonablemente argumentado que, dado ese escenario, los comentarios de Mises pretendan ser una defensa genrica de la investigacin terica en economa. De hecho, un ao antes Mises haba escrito,

    Dentro del campo de la economa moderna, la Escuela Austriaca ha demostrado su superioridad frente a la Escuela de Lausana y las escuelas relacionadas a ella, que favorecen formulaciones matemticas, clarificando la relacin causal entre valor y costo, y al mismo tiem-po evitando el concepto de funcin, que en nuestra ciencia es algo engaoso.23

    A pesar de la advertencia anterior, Mises sigui sosteniendo que la etiqueta Escuela Austriaca era un anacronismo, argumen-tando en la ltima publicacin de su carrera en 1969, que la Escuela Austriaca era un captulo cerrado en la historia del pensamiento 21Mises, La Accin Humana, p. 3. 22Ludwig von Mises, Problemas Epistemolgicos de la Economa, 3 ed. (Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute, 2003), p. 228. 23Ibid., P. 175.

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    econmico para el tiempo de la muerte de Menger en 1921. Para ese tiempo, segn Mises,

    todas las ideas esenciales de la escuela austriaca fueron aceptadas ampliamente como parte integral de la teora econmica . . . [Y] uno ya no distingue entre Escuela Austriaca y otra economa. La denominacin Escuela Austriaca fue el nombre dado a un captulo importan-te de la historia del pensamiento econmico; ya no era el nombre de un grupo especfico con doctrinas dife-rentes a las sostenidas por otros economistas.24

    Como se ha sealado, Mises us el trmino moderna econom-a subjetivista para describir la nueva sntesis de enfoques tericos que l crea haba empezado a surgir en la dcada de 1920. Hay dos problemas con esta denominacin, lo que puede explicar la actitud ambivalente de Mises sobre la inclusin de la escuela marshalliana y de Lausana bajo esa denominacin. En primer lugar, alrededor de la Primera Guerra Mundial la mayora de los economistas tericos seguan, por lo menos de palabra, alguna versin de la teora subje-tiva del valor, por lo que el subjetivismo ya no era una caracterstica distintiva de un enfoque nico para investigacin terica. En segun-do lugar, como hemos visto en nuestro propio tiempo, el trmino subjetivismo es un trmino notoriamente elstico que se puede ex-pandir para denotar incluso el enfoque nihilista a la teora econmi-ca propuesto por George Shackle, el tardo Ludwig Lachmann, y una serie de economistas post-modernistas y hermenuticos.25

    Rothbard evidentemente segua a Mises al interpretar el trmi-no Escuela Austriaca como designacin de un importante movi-miento en la historia del pensamiento econmico. En el texto de Hombre, Economa y Estado, Rothbard utiliza los trminos Aus-triaco o Escuela Austriaca al menos diez veces entre comillas, como naturalmente l hubiera hecho refirindose a un movimiento que tena slo una importancia histrica para el lector contempor-neo. Las pocas veces que utiliza estos trminos sin comillas, se 24Ludwig von Mises, El Marco Histrico de la Escuela Austriaca de Economa, 2 ed. (Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute, 1984), p. 41. 25Para una revisin general y crticas a este giro nihilista en la economa, ver David Gordon, Hermenutica Versus Economa Austriaca (Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute, 1986), disponible en http://mises.org/etexts/hermeneutics.asp; Hans-Hermann Hoppe, En Defensa del Racionalismo Extremo: Pensamientos Sobre La Retrica de la Economa de Donald McCloskey, Review of Austrian Economics 3 (1989): 179-214, disponible en http://mises.org/journals/rae/pdf/RAE3_1_16.pdf; y Murray N. Rothbard, The Invasion hermenutica en Filosofa y Economa, en idem, La Lgica de la Accin Dos: Aplicaciones y Crticas Desde la Escuela Austriaca (Lyme, Nueva Hampshire: Edward Elgar, 1997), pp 275-93.

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    refiere claramente a doctrinas histricas o controversias tales como la teora de precios Austro-Wicksteediana o la Escuela Austriaca versus Alfred Marshall sobre la relacin entre los precios y los cos-tos. La nica vez que Rothbard menciona austriaco en su Prlogo a la primera edicin, lo hace en la frase los economistas austria-cos, colocando la palabra entre comillas y usndola en una oracin con los verbos en tiempo pasado.26

    Esta exgesis textual no significa que Rothbard no consideraba su trabajo como continuando la gran tradicin originada por los economistas austriacos tempranos. De hecho Rothbard escribi

    el mito entre los economistas de que la Escuela Aus-triaca est muerta y no tiene nada ms que aportar, y que todo lo de valor duradero que tena para ofrecer fue recogido e integrado en los Principios de Alfred Marshall.27

    En lugar de eso, el punto es que el objetivo de Rothbard era recupe-rar y avanzar una tradicin doctrinal ms amplia, de la cual los tra-bajos de Menger y Bhm-Bawerk eran indiscutiblemente la raz principal. As en su prefacio, Rothbard afirm: Este libro es, enton-ces, un intento de llenar parte de la enorme brecha de 40 aos.28 La brecha a la que Rothbard se refiere aqu es la publicacin separa de Hombre, Economa y Estado y la de los tres ltimos tratados sistemticos de economa que aparecieron en Ingls, de Philip Wicksteed (1910), Frank Fetter (1910), y Frank Taussig (1911).29 Los tratados de Wicksteed y Fetter, en particular, estaban en lo que Rothbard llamaba la tradicin praxeolgica. Su proceder, igual que el de Rothbard, era lenta y lgicamente construir sobre unos axiomas bsicos un edificio integrado y coherente de verdad econmica.30 La razn principal por la que su tratado contiene numerosas referencias a la Escuela Austriaca histrica fue que Rothbard consider a los miembros de esta escuela como los que mejor percibieron ese mtodo y lo utilizaron de la forma ms com- 26Rothbard, Hombre, Economa y Estado, p. xcii. 27Ibid., p. 357. 28Ibid., p. xciii. 29Philip H. Wicksteed, El Sentido Comn de la Economa Poltica, Documentos Selectos y Comentarios Sobre Teora Econmica, ed. Lionel Robbins, 2 vols. (New York: Augustus M. Kelley, 1967); Frank A. Fetter, Principios de Economa con Aplicaciones a Problemas Prcticos (Nueva York: The Century Co., 1910); FW Taussig, Principios de Economa, 2 vols. (New York: The Macmillan Company, 1911). Rothbard no considera-ba La Accin Humana un libro a la antigua porque supone un considerable conoci-miento econmico previo e incluye en sus amplios confines numerosas ideas filosficas e histricas (Rothbard, Man, Economy, and State, p. xciii). 30Rothbard, Hombre, Economa y Estado, p. xciii.

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    pleta y convincente. Eran los empleadores clsicos, dicho de forma breve, del mtodo praxeolgico.31

    En contraste con la moderna economa subjetivista de Mises, la referencia de Rothbard al mtodo praxeolgico deline un lnea entre los que empleaban procedimiento de Menger para deducir de forma lgica las leyes econmicas de algunos hechos bsicos de la realidad y esos que no lo hacan as. La Praxeologa era la elabo-racin explcita y consciente de Mises de este venerable procedi-miento para el descubrimiento de las leyes causales que rigen los fenmenos del mercado. La Escuela Austriaca temprana y sus se-guidores, e incluso algunos de los mejores economistas clsicos, haban utilizado ese mtodo de investigacin sin ser plenamente conscientes de ello. El mtodo praxeolgico comienza con la reali-dad auto-evidente de la accin humana y sus implicaciones inmedia-tas. A continuacin, se introducen otros postulados empricos que reflejan las condiciones concretas de la accin de la que surgen los fenmenos del mercado histricamente especficos que el economis-ta pretende analizar. Es, por tanto, necesariamente acerca de cosas reales. Es por esta razn que no tiene uso para ficciones como la firma representativa, el mercado perfectamente competitivo, o la funcin de bienestar social; ni tampoco que se preocupa por la existencia, unicidad y estabilidad del equilibrio general.

    El uso altamente selectivo que el mtodo praxeolgico hace de construcciones imaginarias tiene un nico objetivo: la elaboracin sistemtica de un cuerpo unificado de teora que contenga proposi-ciones significativa acerca de las causas de los fenmenos econmi-cos en el mundo tal como es, ha sido, o probablemente sea. Como Mises dijo, el mtodo praxeolgico,

    . . . estudia la accin bajo condiciones no realizadas y no realizables slo desde dos puntos de vista. Trata con situaciones que, aunque no reales en el presente y el pasado, podran llegar a ser reales en un futuro. Y ana-liza las condiciones irreales e irrealizables si tal inves-tigacin es necesaria para una comprensin satisfacto-ria de lo que est pasando bajo las condiciones presentes en la realidad.32

    31Ibid., p. xcii. 32Mises, La Accin Humana, p. 65.

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    Mises concluy: El mtodo especfico de la economa es el mtodo de construcciones imaginarias. . . . es el nico mtodo de investigacin praxeolgica y econmica.33

    Rothbard tom seriamente el dictum de Mises y durante siete aos se sumergi en el uso y perfeccionamiento de este mtodo elaborando un sistema integrado de la teora econmica. Esto expli-ca por qu Rothbard identific el uso del mtodo praxeolgico, en lugar de una orientacin subjetivista relajada, como la marca y la prueba de fuego de la ciencia econmica. Durante el largo perodo de esfuerzo sostenido en la escritura del presente volumen, Rothbard por tanto se convirti en un practicante maestro del mtodo de in-vestigacin praxeolgico. No slo utiliz hbilmente varias cons-trucciones imaginarias cuya naturaleza y usos especficos Mise haba explcitamente formulado en La Accin Humana, sino que tambin dise otras nuevas como necesarias para ayudar en la deduccin de nuevos teoremas para dilucidar caractersticas inexpli-cadas de la realidad econmica.34

    Tomemos un ejemplo detallado para ilustrar el procedimiento de Rothbard. Al enfrentarse a la difcil tarea de desenredar y siste-matizar la teora causal-realista de la produccin, Rothbard postul un mundo imaginario de factores especficos, en los que todo traba-jador individual, parcela de tierra, y bien de capital est irrevoca-blemente asignado en la produccin de un solo producto y no puede ser convertido para usar en otro proceso de produccin.35 Rothbard imagin tambin dos variaciones a ese mundo. En el primero, los factores que cooperaron en cada etapa de un proceso de produccin dado conjuntamente son dueos del producto (es decir, bienes de capital) de esa etapa y, dado que los servicios de todos los bienes de capital estn incorporados en el producto final, por tanto, todos los factores poseen conjuntamente el bien final que se vende a los con- 33Ibid., pp 237-38. 34Ibid., pp 237-57. 35Mientras esta construccin es muy poco realista, no es irrealizable como la Economa de Rotacin Constante (ERC), que abstrae completamente el cambio e incerti-dumbre y se utiliza para aislar analticamente el ingreso por intereses y la funcin capita-lista que lo obtiene de la ganancia empresarial. As, un mundo en el que cada factor es adecuado para una y slo una tarea no es inconcebible o lgicamente contradictorio. En contraste, la ERC es de hecho una construccin irrealizable y contradictoria. Describe un mundo en el que, por ejemplo, el futuro se conoce con certeza perfecta pero la accin, que siempre est destinada a cambiar el futuro, ocurre; y los agentes mantienen balances de dinero a pesar de la ausencia de incertidumbre respecto el patrn temporal de sus facturas y gastos futuros. Esto no es implicar que la proximidad a la realidad hace que una construccin imaginaria sea mejor o ms til que el otra; la nica prueba de la utili-dad de una construccin es la ayuda que da para pensar en la deduccin de las leyes causales que operan en los mercados reales.

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    sumidores a cambio de dinero. Los recibos de dinero se distribuyen entonces de acuerdo a los trminos de un contrato voluntario entre todos los propietarios de los factores comunes. En la segunda varia-cin, un solo capitalista o un consorcio de capitalistas paga a los diversos factores que participan en el proceso amalgamado por ade-lanto antes de la venta del producto final en el mercado y en inter-cambio recibe la propiedad de los bienes de capital de cada etapa, as como el stock de bienes de consumo final y el ingreso de dinero obtenido de su venta a los consumidores.36 En ambas variaciones de la construccin, se asume una economa de rotacin constante para abstraer los problemas de la empresarialidad.

    Con la ayuda de esta construccin, Rothbard deduce un nme-ro de teoremas y principios importantes de la produccin. Primero, en el caso de propiedad conjunta del producto por la colaboracin de los factores tierra y trabajo, no hay dueos primordiales, indepen-dientes de los bienes de capital, que son los bienes intermedios en el proceso de produccin y, por tanto son reducibles a la mano de obra y los insumos de la tierra que colaboraron en la produccin de los mismos. Segundo, y, en consecuencia, todos los ingresos en la pro-duccin consisten en salarios y rentas de la tierralos bienes de capital, que son simplemente estaciones de paso en el camino hacia el producto final, no ganan ninguna renta neta para sus propietarios. Tercero, todos los trabajadores y propietarios de tierras que coope-ran deben esperar por sus ingresos desde el inicio del proceso de produccin hasta la finalizacn y posterior venta del producto final a los consumidores. Por lo tanto, cuarto, el tamao de la ingreso agre-gado de los propietarios de los factores cooperantes depende exclu-siva y completamente de la demanda de los consumidores por su producto. Un cambio relativo en la demanda de consumo relativa entre bienes finales caern nica y completamente sobre los factores especficos que estn involucrados en la produccin de los produc-tos afectados.

    Una vez que se introduce al capitalista en este mundo ficticio, un quinto principio se hace inmediatamente evidente: la funcin del capitalista es aliviar a los propietarios de los factores de la carga de esperar los ingresos, en la medida que l les avanza pagos de dinero de sus ahorros acumulados por el producto conjunto de sus servicios laborales y de tierra. A cambio de estos salarios y rentas presentes, el capitalista recibe un retorno de inters sobre sus fondos inverti-dos, que se basa en la preferencia temporal y refleja el valor descon-

    36Para la explicacin de esta construccin, sus variaciones y la elaboracin de sus implicaciones, ver Rothbard, Hombre, Economa y Estado, pp 329-66.

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    tado de los ingresos monetarios futuros anticipados que l recibir en relacin con los pagos presentes de dinero que gasta en los servi-cios de los factores. De forma contraria, los propietarios de los fac-tores aceptan esa reduccin del ingreso completo por la venta de su producto que se manifiesta en sus salarios y rentas descontados que les da el capitalista, porque esos pagos presentes les permiten libe-rarse de la dimensin temporal del proceso de produccin. Un sexto principio es que, incluso en un mundo de propiedad capitalista de todo el proceso de produccin, los bienes de capital an no generan ingreso monetario neto para sus propietarios, ya que el inters neto de retorno obtenido por los propietarios capitalistas es completa-mente derivado del descuento incorporado en los salarios y las ren-tas presentes pagadas a los propietarios de los factores trabajo y tierra, que son los nicos recipientes netos de los ingresos en un mundo sin capitalistas. As, los salarios, la renta, y los ingresos por intereses lgicamente agotan la totalidad de las ventas del producto final, sin dejar nada para pagos netos a los bienes de capital.37

    Este anlisis del mundo hipottico de Rothbard de factores puramente especficos tambin est lleno de implicaciones sobre el rol de los costos subjetivos en la produccin y fijacin de precios. Dado que factores especficos de la tierra y los bienes de capital no tienen usos alternativos en ese mundo imaginado, una inferencia inmediata es que su uso en la produccin no tiene costo y sus respectivas curvas de oferta son perfectamente inelsticas. Pero el trabajo, especfico para un proceso de produccin particular puede, en cambio, tener un costo de uso debido a que tiene un uso alterna-tivo en la produccin de tiempo para disfrutarocio, que es un bien de consumo instantneamente producible. As, en un mundo sin capitalistas, el trabajo envuelve la desutilidad de renunciar tanto al tiempo de ocio y a los bienes presentes. La llegada de los capitalis-tas en el escena reduce, pero no erradica, la desutilidad del trabajo. Estas inferencias crudamente demuestran el principio de que todos los costos de produccin son en ltima instancia y esencialmente subjetivos. Las preferencias por ocio y las preferencias intertempo- 37Esta conclusin del agotamiento del ingreso de la produccin entre salarios, renta, e intereses es vlida solamente bajo el supuesto de que las condiciones futuras del mercado se conocen con certeza. Una vez que se elimina ese supuesto y se admite la posibilidad de sobrevaluacin o subvaloracin de los complementos de factores especfi-cos por los capitalistas inversionistas, los beneficios empresariales y las prdidas entran en escena. Sin embargo, en un mundo de factores especficos puros tales ganancias y prdidas no tienen funcin de asignacin de recursos, ya que, por definicin, los factores no pueden cambiar entre procesos de produccin. Ms importante an, se hace claro que esos ingresos se acumulan slo para los capitalistas y que, por tanto, en el mundo real de incertidumbre, las funciones de capitalista y empresario estn integradas en el mismo agente.

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    rales entonces determinan ltimamente los costos de produccin y esos costos son puramente subjetivos, y consisten de la evaluacin de los beneficios a los que renuncian los productores contra los ingresos monetarias anticipados que reciben de los consumidores. Una vez que esos costos (subjetivos) de los productores han sido efectuados, los stocks de los distintos tipos de bienes de consumo emergen del proceso de produccin listo para la venta a los consu-midores. A menos que los productores tengan un uso directo para los bienes, su venta a los consumidores no tiene costo alguno y sus precios relativos son determinados nicamente por la estructura de la escala de valores de los consumidores. Por tanto, salvo por espe-culacin sobre las variaciones de precios en el futuro, las curvas de oferta de los distintos stocks de bienes de consumo tambin son perfectamente inelsticas. En suma, los costos de produccinesto es, la desutilidad del trabajo y de la espera en los que ya se ha incurrido, o la utilidad del ocio y disfrute inmediato a los que se han renunciado los productoresno tienen ningn rol en la determina-cin de los precios de los stocks existentes de los bienes de consu-mido.

    Rothbard tambin usa la construccin ficticia que formul para demoler la teora de precios marshalliana, segn el cual los precios se determinan por dos hojas de una tijera: los valores subjetivos de los consumidores que componen una hoja, y los costos de produc-cin reales u objetivos que componen la otra hoja. Mientras Mars-hall y sus seguidores contemporneos admiten que, en el corto plazo predomina la hoja del valor subjetivo en la determinacin de los precios, ellos sostienen que en el equilibrio de largo plazo, donde las tendencias permanentes de la economa se revelan, la cuchilla de costos de produccin es la que domina debido a que el precio de cada producto se ajusta a su coste medio de produccin. As los marshallianos superficialmente concluyen que los costos deben por tanto determinar los precios. Sin embargo, Rothbard fcilmente demuestra que esta conformidad entre precio y costo promedio en equilibrio de largo plazo o en ERU, que en s no es real sino una til construccin imaginaria, es el resultado de los mismos principios que rigen la determinacin de los precios reales que momentnea-mente prevalecen y a los cuales los intercambios tienen lugar en los mercados del mundo real. En un mundo donde todos los factores son puramente especficos a un solo proceso de produccin, Roth-bard muestra que en el largo plazo, donde los errores empresariales estn ausentes y las ganancias y prdidas han sido totalmente elimi-nadas, los pagos agregados a todos los factores que cooperan en un proceso de produccin dado son rgidamente gobernados por, y

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    tienen perfectamente que corresponder a, la suma de ingresos gasta-dos en el producto final por los consumidores menos el inters de retorno a los capitalistas. Aceptando esa deduccin y dividiendo, ambos, los ingresos agregados y los pagos agregados a los factores por la cantidad de producto implica que la direccin de causalidad de la igualdad entre precio y costo promedio, especialmente en el largo plazo, va desde la primera a la segunda.

    La formulacin de Rothbard y el despliegue de ese mundo imaginario de factores puramente especficos ejemplifica la aplica-cin del mtodo praxeolgico en la investigacin terica. Como Mises seal,

    La frmula principal para el diseo de construcciones imaginarias es abstraer las operaciones de algunas condiciones presentes en la accin real. Entonces es-tamos en condicin de comprender las consecuencias hipotticas de la ausencia de esas condiciones y de concebir la efectos de su existence.38

    As Rothbard imagina primero que en ese mundo todos procesos productivos son propiedad de los factores que haban cooperado, que tienen que aguantar sin ingreso hasta que el producto final haya surgido y sea vendido a los consumidores. Al analizar la situacin abstrayendo la existencia del capitalista, somos capaces de com-prender su funcin de adelantar sus ahorros acumulados a los facto-res antes de la venta del producto final, y somos capaces de com-prender la naturaleza de su ingreso como un retorno a la preferencia temporal, que ha sido previamente establecido mucho antes en la cadena de las deducciones praxeolgicas como una inferencia inme-diata del Axioma de la Accin. Al asumir la no-existencia de capita-lista tambin hemos asumido la no-existencia de costos monetarios de produccin, ya que los nicos pagos de dinero son directamente de los consumidores a los dueos de los factores conjuntos del pro-ducto final. Esto nos permite ver que los costos monetarios totales son determinados esencialmente por, e iguales a, esos gastos totales de dinero de los consumidores como mediados a travs de los capi-talistas que han previamente avanzado salarios y rentas a los propie-tarios de los factores.

    En captulos posteriores, Rothbard procede a eliminar el su-puesto de factores puramente especficos y admite diversos grados de especificidad entre los factores en su anlisis. Los efectos de factores relativamente no especficos en el proceso de produccin 38Mises, La Accin Humana, p. 238.

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    pueden ser identificados ahora mediante la investigacin de cmo su presencia modifica los resultados de un mundo hipottico de facto-res puramente especficos. Dado que los factores no especficos pueden convertidos para utilizarse en una amplia gama de procesos productivos, un cambio relativo en la demanda de los consumidores, ceteris paribus, alterar su asignacin, mientras que slo temporal-mente afectar sus precios. Pero los principios ya deducidos respec-to a los factores especficos seguirn siendo vlidos en este mundo ms complejo y por lo tanto estamos en condiciones de concluir que los precios de los factores relativamente especficos en cualquier proceso llevarn la peor parte del cambio en los gastos agregados de consumo sobre un determinado producto final. As, por ejemplo, en el caso de una disminucin relativa de la demanda de diamantes, todas las otras cosas iguales, el valor de capital de las minas de diamantes y los salarios de los joyeros altamente cualificados dismi-nuyen mientras que los salarios de los mineros de diamantes y las rentas de los generadores elctricos sufrirn un cambio pequeo dado que esos factores no especficos cambian a otros empleos. Adems, la introduccin de factores no especficos en el anlisis har que una gran parte de los costos monetarios de produccin sean dados al capitalista-empleador de factores independientemente de la demanda por su bien particular. Como resultado, el capitalista reac-cionar a un cambio en sus costos mediante el ajuste de su nivel de produccin, as como lo hara en el caso de un cambio en la deman-da de su producto. Por tanto, en ausencia de una larga cadena de razonamiento deductivo utilizando construcciones imaginarias, la Rothbard y de austracos tempranos, una visin superficial del asun-to har que la metfora de Marshall de las dos hojas de la tijera parezca una representacin posible de la realidad. Sin el uso diligen-te del mtodo praxeolgico, sera imposible concebir que las de-mandas de los consumidores por los productos de una amplia gama de procesos productivos, intermediadas a travs de las negociacio-nes de los capitalistas-empresarios, determinan exclusivamente y en ltima instancia los precios de todos los factores, relativamente no especficos as como puramente especficos.

    Este mtodo praxeolgico tan magistralmente desplegado por Rothbard haba sido utilizado, aunque implcitamente y burdamente, como la principal herramienta de investigacin terica en economa en la dcada de 1930. Sin embargo, como Rothbard seala, fue precisamente desconfianza de Marshall de las largas cadenas de-ductivas, adems del mpetu completo de Cambridge de hacer supuestos-atajos diseados a hacer que su teora ms comprobable uno de los factores que llevaron al abandono gradual del mtodo

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    praxeolgico y su sustitucin por el positivismo.39 A principios de la dcada de 1950 el mtodo praxeolgico y la lgica verbal haban sido eclipsados por el positivismo y los modelos matemticos. Por ejemplo, el principal economista de la postguerra, Paul Samuelson ahora sostena que la tarea de la teora econmica era la de organi-zar los hechos en tiles y significativos patrones y, al hacerlo, pro-porcionar descripciones econmicas de la realidad compleja.40 Los teoremas econmicos tenan, entonces, que ser enmarcados en una forma que fuese operacionalmente significativa. Segn Samuel-son, un teorema significativo era simplemente una hiptesis sobre los datos empricos que poda posiblemente ser refutada, aunque slo sea en condiciones ideales. Si tal teorema era falso o de importancia trivial o incluso de validez indeterminada no era tan importante para Samuelson, ya que estaba diseado como una pro-posicin capaz, en principio, de refutacin emprica.41 Para Samuel-son, los teoremas deban, entonces, ser diseados y expresados en modelos matemticos muy simplificados que podan ser sometidos a pruebas empricas si los datos estaban disponibles. Dado que, sin duda, los datos requeridos son raramente accesibles lo ms que se puede esperar de tales modelos abstractos es que a menudo sealen un camino hacia un elemento de verdad presente en una situacin compleja y que permita tolerablemente buenas extrapolaciones e interpolaciones.42 Sin embargo, en retrospectiva, Samuelson la-ment la falta de xito del mtodo positivista burdo en economa escribiendo:

    Cuando tena 20 aos . . . yo crea que la econometra nos permitira reducir la incertidumbre de nuestras te-oras econmicas. Seramos capaces de probar y recha-zar las teoras falsas. Seramos capaces de inferir nue-vas buenas teoras. . . Ha resultado que no es posible

    39Rothbard, Hombre, Economa y Estado, p. xcii. Si bien Marshall utilizaba el mtodo de construcciones imaginarias, su aversin a las deducciones largas paso-a-paso no sigui la advertencia de Mises: es un mtodo muy difcil de manejar, ya que fcil-mente puede resultar en silogismos falaces. Esto conduce sobre de un borde afilado, a ambos lados del abismo choca con lo absurdo y sin sentido (Mises, La Accin Humana, p. 238). 40Paul Samuelson, Mi Filosofa de Vida: Credos de Poltica y Formas de Traba-jo, en Michael Szenberg, ed, Economistas Notables: Sus Filosofas de Vida (Nueva York: Cambridge University Press, 1993), p. 241. 41Paul Samuelson, Fundamentos del Anlisis Econmico, 2 ed. (Nueva York: Atheneum, 1976), p. 4. 42Paul Samuelson, Igualacin de los Precios de los Factores Internacionales Una Vez ms, en la Asociacin Americana de Economa, Lecturas Sobre Economa Interna-cional (Homewood, Illinois: Richard D. Irwin, 1968), pp 58; y idem, Mi filosofa de vidak pg. 241.

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    llegar a la aproximacin cercana de una verdad indis-cutible [y] objetivamente parece ser que no se acumula un cuerpo convergente de resultados economtricos, convergentes a una verdad comprobable.43

    Por supuesto, esto no significa que la f de Samuelson en el mtodo positivista disminuy. En vez de eso, confirm su previa creencia de que la verdad era multifactica y por tanto la precisin en hechos determinsticos o en leyes de probabilidad puede en el mejor de los casos ser slo parcial y aproximada.44

    Si Samuelson rest importancia a la consecucin de verdad como meta de la investigacin terica en favor de la formulacin de teoremas operacionalmente significativos, el otro avatar del positi-vismo en la economa de la postguerra, Milton Friedman, desech toda referencia a la verdad y el realismo en la evaluacin de la vali-dez de los teoremas econmicos. Rechazando el burdo positivismo lgico de Samuelson, Friedman celebraba la falsedad o la falta de realismo de los supuestos de un teorema y ofreci la aparentemente ms sofisticada alternativa de falsacionismo, que supuestamente se basaba en la filosofa de ciencia de Karl Popper.45 La posicin de Friedman fue resumida sucintamente en la declaracin de Mark Blaug, Ningn supuesto sobre la conducta econmica es absoluta-mente cierto y no hay conclusiones tericas que sean vlidas para todos los tiempos y lugares. . . .46

    A pesar de la adhesin formal de la mayora de la profesin a los mtodos positivistas durante la dcada de 1950, la bsqueda de Rothbard por recuperar y reconstruir el edificio de la teora econ-mica slida lo llev a investigar la literatura contempornea por nuevas ideas y puntos de vista con tanto cuidado como hizo con los escritos de sus predecesores en la tradicin causal-realista. El trata-do de Rothbard contiene ms de 150 citas de libros, artculos de revistas, conferencias, actas, documentos gubernamentales, diserta-ciones y monografas de poltica e investigacin de institutos publi-cadas entre la aparicin de La Accin Humana en el ao 1949 y

    43Samuelson: Mi Filosofa de Vida, pg. 243. 44Ibid., P. 244 45Milton Friedman, La Metodologa de la Economa Positiva, en idem, Ensayos Sobre Economa Positiva (Chicago: University of Chicago Press, 1970), pp 1-43. Algu-nos metodlogos han argumentado que la medologa de los friedmanianos-positivistas comparten poco ms que el vocabulario con filosofa de ciencia de Popper. Por ejemplo, ver Lawrence A. Boland, Los Fundamentos del Mtodo Econmico (Boston: Allen & Unwin, 1982), pp 155-96. 46Mark Blaug, Teora Econmica en Retrospectiva, 4 ed. (Nueva York: Cambrid-ge University Press, 1986), p. 3.

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    Hombre, Economa y Estado en 1962.47 El profundo compromiso de Rothbard con la literatura contempornea dio sus frutos al descubrir Rothbard que muchos de esos trabajos contenan investigaciones que clarificaban, refinaban o avanzaban la teora causal-realista y con entusiasmo l integr esas contribuciones a su propio trabajo.

    Por ejemplo, en su notable desarrollo de una explicacin de los costos de la empresa y el retorno de la inversin que se desva mar-cadamente de la teora marshalliana de la empresa, Rothbard estaba fuertemente influenciado por dos artculos olvidados de coautora de Andr Gabor y I.F. Pierce sobre la teora de la empresa Austro-wickselliana.48 Rothbard cita una discusin del economista de Cambridge Roy Harrod, adems de una discusin de Bhm-Bawerk, como fuente de su propia novedosa identificacin de un cuarto componente del ingreso bruto del negocio del capitalista-empresario. Esta propiedad o renta de toma de decisiones es distinta, adems de adicional a los salarios implcitos de administra-cin, del inters de retorno del capital invertido, y la ganancia pu-ra.49 En su profunda crtica a las teoras de competencia perfecta y monopolistica y su formulacin original de una teora positiva de competencia como un proceso dinmico, Rothbard favorablemente cita las contribuciones de varios de sus contemporneos en la co-rriente principal de economa como: G. Warren Nutter; Wayne Leeman; Marshall I. Goldman; y Reuben Kessel. Rothbard seala un libro de Lawrence Abbott publicado en 1952 titulado Calidad y Competencia con elogio especial, caracterizndolo como uno de las obras tericas ms destacadas de los ltimos aos.5051 De hecho, la teora de competencia de rivalidad que Rothbard expone est clara-

    47De hecho algunas de las referencias en la presente edicin son obras publicadas despus de 1962, ya que este volumen incluye Poder y Mercado que fue escrito origi-nalmente como el tercer volumen de Hombre, Economa y Estado, pero fue publicado por separado ocho aos despus. Para la historia detrs la decisin editorial de truncar Hom-bre, Economa y Estado y publicarlo en dos volmenes y la reaccin de Rothbard sobre eso, ver Stromberg, pp lxv-lxxi. 48Andr Gabor y I.F. Pearce, Un Nuevo Enfoque a la Teora de la Empresa, Oxford Economic Papers 54 (octubre de 1952): 252-65; idem, El Lugar del Dinero-Capital en la Teora de la Produccin, Quarterly Journal of Economics 72 (noviembre de 1958): 537-57. 49Roy Harrod, Teora de Ganancias, en idem, Ensayos Econmicos (New York, Harcourt Brace & Co. y, 1952), pp 190-95. Para una discusin detallada del concepto de Rothbard de la renta de la toma de decisiones y su significado para las teoras de la iniciativa empresarial y la empresa, ver Joseph T. Salerno, El Emprendedor: Real and Imaginado, Quarterly Journal of Austrian Economics 11 (3). 50Lawrence Abbott, Calidad y Competencia: Un Ensayo Sobre Teora Econmica (Westport, Connecticut: Greenwood Press, 1973). 51Rothbard, Hombre, Economa y Estado, p. 666, fn. 28.

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    mente influenciada por los argumentos de Abbott sobre la importan-cia central de las dimensiones de calidad de la competencia.

    El hecho de que la investigacin terica empleando lgica verbal y el mtodo praxeolgico segua siendo relativamente influ-yente entre los economistas acadmicos, incluso tan tarde como en los 1950s remarca las races profundas y fuertes de la tradicin causal-realista. Eso tambin explica por qu Rothbard todava no perciba ninguna ventaja en el uso de la etiqueta austriaco para diferenciar su tratado de la economa contempornea. De hecho, en correspondencia privada en febrero de 1954, Rothbard expres su confianza de que los tericos de la corriente dominante de economa todava podan ser trados hacia el programa de investigacin cau-sal-realista y que su trabajoel de Rothbarden curso

    llamar, a mi juicio, la atencin de la profesin como tratado por sus considerables elaboraciones en esas reas no desarrolladas por Mises, sus diferencias con Mises en reas como monopolio, la ticade la banca y el gobierno . . . y sus refutaciones de la teora econ-mica actual.52

    Mientras en retrospectiva podemos tener la tentacin de desechar la prediccin de Rothbard como una rfaga de optimismo juvenil, difcilmente refleja la actitud del intento de alguien en romper com-pletamente con la doctrina imperante y la fundacin de una escuela heterodoxa de pensamiento.

    A comienzos de 1970, sin embargo, la teora econmica de la corriente principal de economa se haba hundido en profundidades casi abismales, degenerando en una serie de modelos matemticos vagamente relacionados que tenan poco contacto con la realidad. Siguiendo la metodologa friedmaniana-positivista predominante, la validez tentativanunca la verdadde estos modelos fue hipot-ticamente establecida empricamente poniendo a prueba su capaci-dad de predecir o, ms exactamente, retro-decir usando mtodos de la econometra. Los ltimos vestigios del enfoque mengeriano desaparecieron as de los planes de estudio de los programas de postgrado de economa y la investigacin terica causal-realista fue completamente desterrada de las revistas acadmicas, que se convir-tieron en el principal, si no el nico, producto de la investigacin en la corriente dominante de economa.

    Alrededor del mismo tiempo de este cambio radical en teora econmica y mtodo, comenz a fundirse fuera de la institucin 52Rothbard a R. Cornuelle, memo: Libro texto o Tratado?; Rothbard Papers.

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    formal de la economa acadmica un nuevo movimiento intelectual que se inspir directamente en la reconstruccin de Rothbard del sistema terico causal-realista en Hombre, Economa y Estado. Este movimiento estaba compuesto principalmente por estudiantes de posgrado y jvenes profesores asociados a instituciones acadmicas de Estados Unidos que estaban descontentos con la sntesis neo-clsica ortodoxa, que haba empezado a caerse tras el fracaso de las polticas Kennedy-Johnson de Nueva Economa de para frenar la inflacin de la guerra en Vietnam y la posterior estanflacin a co-mienzos de la dcada de 1970.

    A mediados de la dcada de 1970 el nuevo movimiento haba crecido de tal medida que se present la oportunidad de instituciona-lizar y promover su existencia por medio de una conferencia acad-mica formal sobre economa austriaca, que se celebr en el South Royalton, Vermont, en junio de 1974. La denominacin austriaca fue elegida para esta nueva tendencia intelectual principalmente por razones estratgicas. Dado que el movimiento rothbardiano adopt un mtodo y el cuerpo de doctrinas que ahora tena muy poco comn con la ortodoxia positivista atrincherada, la etiqueta por lo menos proporcionaba al movimiento con una afiliacin reconocible a una de las grandes corrientes de pensamiento marginalista tempra-no que haba alimentado la corriente principal de economa. El nombre tambin al instante dot al movimiento con el gran prestigio asociado con los nombres bien conocidos de los miembros fundado-res de la Escuela Austriaca, tales como Carl Menger, Eugen von Bhm-Bawerk, y Friedrich von Wieser y sus posteriores represen-tantes Ludwig von Mises y Friedrich A. Hayek. El prestigio del nombre austraco fue reforzado an ms cuando Hayek se convir-ti en un corecipiente del Premio Nobel de Economa a finales de ao. El trmino tena la virtud adicional de identificar la orientacin terica general del movimiento.

    Rothbard y sus seguidores abrazaron con entusiasmo la nueva designacin y empezaron a referirse a s mismos como miembros o seguidores de la Escuela Austriaca moderna, que ahora estaba posi-cionada como el retador heterodoxo de la economa dominante. A pesar de las significativos virtudes estratgicas de corto plazo, sin embargo, nombrar a la escuela de pensamiento que se reuni en la conferencia del South Royalton como austriaca ha generado pro-blemas serios en el largo plazo. En primer lugar, se ha oscurecido la medida en que la Escuela Austriaca moderna fue inspirada directa-mente por Rothbard. De hecho, no es exagerado decir que la gran mayora de los aproximadamente treintena participantes de la confe-rencia en South Royalton se adheran al cuerpo de teora causal-

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    realista elaborada en Hombre, Economa y Estado. En segundo lugar, se ha oscurecido el hecho, sealado anteriormente, que al escribir este tratado, Rothbard se apoy en una amplia gama de literatura distinta de la derivada de la Escuela Austriaca original y sus descendientes intelectuales directos. En tercer lugar, la etiqueta desva la atencin de la misin principal de Rothbard al escribir su tratado, que es purgar a la ciencia econmica moderna de sus ele-mentos formalistas positivistas ajenos y matemticos, y reconstruirla consistentemente a lo largo de lneas causal-realistas. No se puede dejar de repetir enfticamente que crear una ruptura radical con la teora econmica y establecer una escuela heterodoxa de pensamien-to que rechaza toda forma de anlisis de equilibrio y el uso de cons-trucciones imaginarias no era el propsito de Rothbard al escribir Hombre, Economa y Estado. De hecho, como hemos visto, una de las contribuciones ms importantes de Rothbard en su tratado es la explicacin minuciosa del contenido y uso adecuado de las cons-trucciones ficticias y estados imaginarios del mundo para derivar proposiciones significativas sobre los determinantes causales de los fenmenos econmicos observables.

    La ltima y tal vez ms importante desventaja de la aplicacin del trmino no calificado austriaco al movimiento de economa posterior al South Royalton es el hecho de que fomente la fusin de programas de investigacin muy diferentes y contradictorios que han crecido bajo este opaco velo semntico. Rothbard reconoce y lamenta esa situacin en el Prefacio de la edicin revisada de Hom-bre, Economa y Estado publicada en 1993:

    De hecho, el nmero de austriacos ha crecido tanto, y la discusin se ha hecho tan amplia, que han surgido diferencias de opinin y ramas de pensamiento, en al-gunos casos, desarrollando genuinos enfrentamientos de pensamiento. Sin embargo, todas esas diferencias han sido fusionadas y enredadas por los no-austriacos e incluso por algunos dentro de la escuela, dando lugar a una gran confusin intelectual, falta de claridad, y error absoluto. El lado bueno de estas disputas desarrolln-dose es que cada lado ha aclarado y afinado sus premi-sas subyacentes y visin del mundo. Se ha hecho evi-dente en los ltimos aos que hay tres paradigmas enfrentados dentro de la economa austriaca: el para-digma original de Mises o praxeolgico, al que se ad-hiere el presente autor; el paradigma de Hayek, haciendo hincapi en el conocimiento y descubri-miento en lugar de accin y eleccin praxeolgi-

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    ca, cuyo mximo exponente es el profesor Israel Kirz-ner; y la visin nihilista del tardo Ludwig Lachmann, un enfoque institucionalista anti-teora tomado del keynesiano subjetivista ingls G.L.S Shackle. (P. xiv)

    Si bien esto describe con precisin el estado de la economa austriaca a principios de 1990, la situacin se ha vuelto an ms polmica y confusa desde entonces. Mientras que la rama lachman-niana ha disminuido un poco en influencia, un nueva tendencia eclctica se ha desarrollado, que propone a aglomerar indiscrimina-damente elementos seleccionados de Menger, Mises, Hayek, Lach-mann, Kirzner, Rothbard y con ideas sueltas de la economa de Adam Smith, Teora de la Eleccin Pblica, la Nueva Economa Institucional, economa de costos de transaccin, modelos de teora de juegos, economa hermenutica, y casos de estudio etnogrficos e histricos, todos bajo la rbrica de economa austriaca o buena economa. No hace falta decir que la situacin ahora es an menos satisfactoria de que lo que era cuando Rothbard escribi el pasaje anterior. Los interesados en investigacin terica en la tradicin mengeriana causal-realista son vistos ahora por la profesin, gracias a la etiqueta de Austriacos, como parte de un movimiento hetero-doxo spero y pendeciero ms interesado en discurrir sobre meta-economa esotrica o la elaboracin de explicaciones de orden espontneo para oscuros episodios histricos que en el anlisis de asuntos mundanos al corazn de la corriente principal de econom-ateora del valor, teora de precios, teora de capital, teora mone-taria y los ciclos econmicos.

    Afortunadamente, Hombre, Economa y Estado seala el ca-mino de salida de ese pantano de confusin, que permanentemente amenaza la marginalizacin completa de todas las ramas de la eco-noma austriaca. Cada pgina del tratado de Rothbard est impreg-nada de una profunda conciencia de que el sistema terico causal-realista que estaba exponiendo era parte de la econmica dominante de una tradicin econmica internacional que se origin en la revo-lucin marginalista. Su tratado, entonces, no fue concebido como un programa para un nuevo movimiento heterodoxo o para revivir uno viejo; en vez de eso, representa un esfuerzo para reconstruir la eco-noma ortodoxa sobre los slidos fundamentos del mtodo praxe-olgico y para usar este mtodo con el fin de avanzar sustantiva-mente la teora. En un sentido crucial, la ciencia econmica haba temporalmente perdido su rumbo y estaba empezando a distanciarse de su rica herencia, y Rothbard quera regresarla a su camino. Con-secuentemente, Rothbard nunca cedi la corriente principal de la

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    ciencia econmica a los discpulos de los modelos matemticos y el mtodo positivista, a los que l consideraba un culto irracional que haba secuestrado la economa y cuyas doctrinas absurdas tarde o temprano terminaran en el basurero de la historia intelectual.

    Rothbard ha sido demostrado correcto. Los modelos matemti-cos se han revelado a s mismos como un ejercicios vanos y forma-listas incapaces de explicar la crisis monetaria internacional, las burbujas inmobiliarias y de valores, y las crisis financieras globales que han atormentado nuestro mundo en las dos ltimas dcadas. Es cada vez ms evidente incluso para los economistas profesionales que el tortuoso desvo positivista ha llevado a un callejn intelectual sin salida. Por eso, extraas sectas heterodoxas, como la economa del comportamiento, la economa experimental, literatura de la fe-licidad, la neuro-economa, etc, ahora abundan. Algunos economis-tas de mercado han incluso abandonado por completo la teora econmica moderna por la retrica menos rigurosa y las metforas de la mano invisible de Adam Smith y el orden espontneo de Hayek.53

    La sentencia de muerte est sonando para los impostores ma-temticos y positivistas en la corriente principal de economa. El tiempo es propicio para que los austriacos recuperen su posicin legtima como los verdaderos representantes de la tendencia central de la teora econmica moderna afirmando el mtodo praxeolgico como el mtodo de investigacin de la economa. Los frutos prodi-giosos de este mtodo estn frente nosotros en la estructura teortica integrada expuesta en Hombre, Economa y Estado.

    53Por supuesto el concepto de orden espontneo no es sino una de las muchas contribuciones de Hayek. La mayora de esas contribuciones fueron directamente en la tradicin mengeriana causal-realista y se ocuparon de los temas mundano de la economa, tales como la teora del capital, la teora del ciclo econmicos, la teora monetaria inter-nacional, e instituciones monetarias comparadas. Para una coleccin de las obras ms importantes de Hayek en estas reas, ver Precios y produccin y otras obras: F.A. Hayek Sobre el Dinero, el Ciclo Econmico, y el Patrn Oro, ed. Joseph T. Salerno (Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute, 2008). Tambin ver Peter G. Klein, La Economa Mundana de la Escuela Austriaca, Quarterly Journal of Austrian Economics 11, no. 3 (Otoo de 2008), para el argumento de que la nocin de orden espontneo, correctamente entendida, tiene sus races en la economa causal-realista de Menger.

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    PREFACIO A LA EDICIN REVISADA

    UNA DE LAS LAMENTABLES PRDIDAS de la Primera Guerra Mun-dial, al parecer, fue el antiguo tratado de principios de economa. Antes de la Primera Guerra Mundial, el mtodo estndar, tanto de presentacin como de desarrollo del pensamiento econmico, era escribir una disertacin explicando la visin que uno tena del cor-pus de la ciencia econmica. Una obra de este tipo tena muchas virtudes ahora totalmente ausentes en el mundo moderno. Por un lado, el comn e inteligente, con poco o ningn conocimiento previo de la economa, poda leerlo. Por otra parte, el autor no se limitaba, como hace el libro texto, a las compilaciones sobre simplificadas y entrecortadas de la doctrina de moda. Para bien o para mal, l cons-trua un edificio a partir de teora econmica. Algunas veces, el edificio era original y noble, a veces era defectuoso; pero al menos haba un edificio, que los principiantes podan ver, y los colegas podan adoptar o criticar. Los hiper-refinamientos de detalles eran

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    generalmente omitidos como impedimentos a la visualizacin de la ciencia econmica como un todo, y eran enviados a journals. El estudiante universitario, tambin, aprenda su economa a partir de un tratado sobre sus principios; no se asuman necesarios escritos especiales con captulos cuya longitud se ajustaran a la duracin del curso y carentes de doctrina original. Estas obras, entonces, eran ledas por los estudiantes, los hombres comunes inteligentes y los principales economistas, todos se beneficiaban de ellos.

    El espritu de los tratados se ilustra mejor en un pasaje intro-ductorio de uno de los ltimos de su especie:

    He intentado en este libro para exponer los principios de la economa de tal forma que sean comprensibles para una persona educada e inteligente que no ha teni-do anteriormente un estudio sistemtico del tema. Aunque diseado en este sentido para principiantes, el libro no evade dificultades o evita el razonamiento fuerte. Nadie puede entender los fenmenos econmi-cos o prepararse para lidiar a los problemas econmi-cos sino est dispuesto a seguir secuencias de razona-miento que exigen atencin sostenida. He hecho mi mejor esfuerzo para ser claro y explicar con cuidado las bases sobre las que mis conclusiones se sostienen, sobre las que las conclusiones se sostienen ellas mis-mas, pero no tuve ninguna pretensin vana de simplifi-car todo.1

    Desde el brillante impulso que nos dieron las obras de Wicks-teed (1910), Taussig (1911), y Fetter (1915), este tipo de tratado ha desaparecido del pensamiento econmico, y la economa se ha vuel-to terriblemente fragmentada, disociada a tal grado que apenas exis-te una economa; en lugar de eso, encontramos una multitud de fragmentos y piezas de anlisis no coordinado. La economa, en primer lugar, se ha fragmentado en campos aplicadoseconoma urbana, economa agrcola, economa del trabajo, economa de las finanzas pblicas, etc, cada divisin despreocu-pada en gran parte de las otras. Ms grave an ha sido la desintegra-cin de lo que ha sido confinado a la categora de teora econmi-ca. La teora de la utilidad, la teora de monopolio, la teora de comercio internacional, etc, hasta la programacin lineal y la teora de juegoscada una se mueve en su compartimiento muy aislado, [NOTA DEL EDITOR: Este Prefacio a la Edicin Revisada es de la edicin de 1993 de Hombre, Economa y Estado, publicado por el Mises Institute.] 1Frank W. Taussig, Principios de Economa (Nueva York: Macmillan, 1911), p. vii.

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    con su propia literatura hip