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INDICE GENERAL
Introducción……………………………………………………………………..P. 05
Capítulo I: Consideraciones metodológicas para el TFI..…………………...P. 11
1.1 Tema………………………………………………………………………….P.11
1.2 Descripción………………………………………………………….............P.11
1.3 Justificación………………………………………………………………….P.17
1.4 Interrogante..………………………………………………………………...P.19
1.5 Objetivos……………………………………………………………………...P.19
Capítulo II: El periodismo policial en Argentina: Una historia con más de un Siglo
de vida………………………………………………………………………………P. 21
2.1 Caras y caretas: una cobertura de excepción……………………………….P. 22
2.2 La prensa popular y nuevos actores…………………………………………P. 25
2.3 Nuevo periodismo: Una innovadora manera de contar historias…………P. 29
2.4 El apogeo del periodismo de investigación………………………………….P. 34
Capítulo III: El deber ser del periodista policial……………………………… P.38
3.1 La pasión por la sangre...........................………………………………….P. 38
Capítulo IV: De valores, criterios y rutinas…………………………………….P. 42
4.1 Rutinas productivas…………………………………………………………..P. 42
4.2 El acontecimiento como “ruptura”…………………………………………..P.46
4.3 Criterios de noticiabilidad…………………………………………………….P. 47
4.4 Valores noticia: Formadores de los criterios de noticiabilidad……………P. 48
4
4.5 Los criterios de noticiabilidad para los casos policiales en los diarios
seleccionados……………………………………………………………………….P. 49
4.6 Las fuentes en las rutina de producción de la noticia policial…………….P. 53
4.7 La utilización de fuentes en los casos policiales y en los dos medios
seleccionados……………………………………………………………………….P. 55
Capítulo V: Rosario y los ajustes de cuenta……………………………………..P. 58
5.1 La “vieja” Chicago argentina……………………………………………….P. 58
5.2 Postales de la decadencia neoliberal…………………………………………P. 59
5.3 La “nueva” Chicago argentina……………………………………………….P. 63
5.4 Ajuste de cuentas en disputas por territorio producto del narcotráfico….P. 66
5.5 Periodistas y ajuste de cuentas………………………………………………P. 73
Capítulo VI: ¿Un caso de ajuste de cuentas? El Triple Crimen en Villa
Moreno……………………………………………………………………………...P. 84
6.1 ¿Qué ocurrió aquella madrugada del 1 de enero de 2012?.............................P. 84
6.2 Las causas que derivaron en la masacre de Villa Moreno…………………..P. 86
6.3 Procesados y conclusión de la impunidad adquirida………………………...P. 90
6.4 Visibilidad y complicidad policial……………………………………………..P. 93
6.5 Acontecimiento y suceso del Triple Crimen en Villa Moreno……………….P. 99
6.6 Cobertura y error. Gajes del oficio en la cobertura de los diarios “La Capital”
y “El Ciudadano y la Gente”……………………………………………………..P. 101
Conclusión…………………………………………………………………………P. 111
Bibliografía………………………………………………………………………..P. 116
Anexo……………………………………………………………………………....P. 122
5
INTRODUCCIÓN
“Si toda violencia provoca una pérdida de diferencia, toda pérdida de diferencia,
provoca, recíprocamente, una violencia” (René Girard, “La violencia y lo sagrado”,
P. 293)
La década neoliberal en la Argentina ha traído a colación debates en torno a
las nuevas condiciones de desarrollo y organización urbana. Los grandes (y graves)
índices de desempleo, pobreza, indigencia, y, sobre todo, la desigualdad en el sistema de
consumo y calidad de vida, consecuencias de los `90, han derivado en el surgimiento de
nuevas culturas y maneras de desenvolverse y ―sobrevivir‖ en el ámbito de la ciudad.
La violencia, clave en este aspecto, no estuvo exenta de este rompimiento,
sino que fue ampliándose hacia todos los sectores de la sociedad. Las falencias
mostradas en las políticas económicas y educativas, fueron carne de cañón para que las
carteras de seguridad y justicia fueran delineando las acciones a llevar adelante. El
objetivo apuntó hacia un modelo selectivo de persecución, y, tanto la policía como la
justicia penal eligieron a los eslabones más bajos en la cadena social para castigarlos y
negarles la posibilidad de incluirlos socialmente al sistema.
Si la década de 1970 estuvo signada y caracterizada por las luchas políticas
con una ―guerra sucia‖ de por medio con un Gobierno de facto militar que ―vigilaba y
castigaba‖, de forma cruel y degradante elaborando un plan sistemático y generalizado
contra la población civil del país, actualmente se plantea un debate contra la llamada
―inseguridad‖1, con mayor énfasis en el terreno de lo social.
Las propuestas en base a esta problemática tienden a vincularse con
―soluciones mágicas‖ y, a su vez, con lógicas punitivas manifiestas, que van contra lo
que proclama y está escrito en la Constitución Nacional y Tratados Internacionales.
1 Robert Castel conceptualiza dos tipos de “inseguridades” que accionan en ámbito social. Una es social
y la restante civil. La primera, hace alusión a la falta de protección “contra los principales riesgos de entrañar una degradación de los individuos, como la enfermedad, el accidente, la vejez empobrecida, dado que las contingencias de la vida pueden culminar (…) en la decadencia social”. La segunda inestabilidad refiere a las prevenciones que “garantizan las libertades fundamentales y la seguridad de los bienes y de las personas en el marco de un Estado de Derecho” (Castel; 2011; P. 11). Precisamente, sobre esta última, se cierne el debate sobre la “inseguridad”, fundado en el “miedo” al delito urbano, reflejado en robos callejeros, arrebatos, escruches, entre otros.
6
Desde la política adhieren al relato contra la ―inseguridad‖, presentando leyes en las
Legislaturas Provinciales o Nacionales, modificando artículos del Código Penal, o de
los Procedimientos para procesar y enjuiciar a un imputado por haber cometido algún
delito tipificado. La ―pena de muerte‖ también ronda los albores en estas discusiones sin
saber o conocer que ese mecanismo está totalmente abolido de la carta magna argentina.
Con respecto a la representación que tiene este ―flagelo‖, los medios de
comunicación son eje estructural para informar sobre casos de seguridad, como así
también para invitar a políticos o miembros de ONG`s y dar sus recetas fantásticas que,
en la mayoría de los casos, quedan en el camino al ser declaradas inconstitucionales por
Jueces de Primera Instancia, de Apelaciones, Casación y miembros de la Corte
Suprema, tanto nacional como provincial. No por nada, Germán Rey, explica que ―la
comunicación es una dimensión central de los problemas de la seguridad‖ (REY; 2005;
P. 3).
La clave, sin lugar a dudas, está en indagar sobre la intencionalidad del medio
porque también se trata de un problema político. A su vez el interés y la preocupación
pública han hecho de la ―inseguridad‖ un tema recurrente. Desde hace unos años que la
percepción y sensación han aumentado de manera persistente y constante, lo cual genera
cierta preponderancia a informar sobre cualquier hecho en el cual logren retratarse
cualquier modalidad de delito urbano.
Por supuesto que todas las miradas se han posado sobre los jóvenes de
sectores populares, retratados como ―pibes chorros‖. Cada mínimo desliz2 significa un
ingreso al sistema penal, que no lo cobija, sino que lo va excluyendo y marginando cada
vez más de la sociedad. Los barrios, por su parte, son caracterizados como espacios en
los que convive la delincuencia, sin hacer mecha en que el Estado no interviene con
políticas de infraestructura y obra pública, como ser la construcción de escuelas y
centros de salud, entre otras.
Es que, precisamente en estos sectores reside una violencia cada vez más
sistemática que involucra a todos los actores allí presentes, estén o no incurriendo en un
delito flagrante. Y desde el ámbito comunicacional y político han descripto estas
conductas como ―morales‖ e individuales, y no como parte de una deficiente acción de
gestión pública para prevenir y atenuar los graves índices manifiestos. Tampoco hay un
2 Detención por averiguación de antecedentes, por ejemplo, que habilita a la policía a detener por varias
horas a un joven de manera arbitraria, en ocasiones, estigmatizándolo por su condición social.
7
mínimo juzgamiento social contra los delitos de evasión fiscal, desvíos de fondos del
Estado hacia privados, tráfico de influencias, blanqueo de dinero, es decir, ilegalidades
de ―guante blanco‖, las cuales están penadas también por ley.
A pesar de que existen especialistas y técnicos en materia de seguridad que
basan sus fundamentos en políticas de inclusión social a largo plazo y excluyen de su
discurso el gasto en recursos materiales de corte situacionista3, que tienden a generar
efectos en corto tiempo pero que nunca terminan por resolver la problemática
susodicha, los gobiernos han decidido inclinarse por lo fácil y prestar atención a ―lo que
pide la gente‖, es decir, acción rápida, efectista, pero no eficiente para contrarrestar las
secuelas de la actuación con grietas.
Esta tendencia, advierte el Dr. Gabriel Ganón, es producto de ―la
metamorfosis de la comunicación e interacción social que ha distanciado el centro el
centro de legitimación política desde su base representativa del consenso y la ideología,
los partidos políticos, hacia los medios de comunicación y las técnicas administrativas
de evaluación – formación de opinión (sondeos, encuestas, marketing político, etc)‖.4
Casualmente, la marginalidad, que genera perturbaciones e inferioridad
social, focaliza el ingreso de bandas delictivas relacionadas con actividades criminales,
como ser narcotráfico o tráfico de armas, por decir las más comunes en Argentina,
vinculadas con un aparato policial corrompido que regula de manera asidua el negocio
de estos grupos.
Asimismo, las bandas ofrecen todo tipo de beneficios superfluos a los jóvenes
que residen en los barrios, brindándoles prestigio y reconocimiento. A medida que el
chico ingresa en el negocio, no solo obtiene su paga (la cual es buena y nada tiene que
envidiar a la de un trabajador formal), sino también es equipado con armas y una moto
para cumplir con su labor.
Puede soslayarse que esta ―inclusión paralela‖ sea producto de prácticas
culturales y la desidia que desde el Estado y los gobiernos municipales, provinciales y
nacionales han generado al desentenderse de la situación que ocupa en los arrabales
descriptos. Solo a través de diferentes organizaciones e instituciones no
3 Como ejemplo: cámaras de seguridad en puntos fijos, mayor cantidad de recursos para que la policía
pueda seguir actuando de manera dudosa administrando fondos sin ningún tipo de control civil dentro de las fuerzas, y los gastos superfluos que se tiran en grandes operativos antinarcóticos, por ejemplo. 4 Ganón, Gabriel “Niños invisbibles o niños demonios”.
8
gubernamentales, ha podido atenuarse, aunque mínimamente, la profundización de estos
hábitos y costumbres que padecen los habitantes de los barrios populares.
Es así que han aumentado los homicidios entre estos sectores por la rivalidad
existente entre bandas narcocriminales relacionada con el prestigio que se otorga en
estos barrios al ser el más ―polenta‖ por asesinar o lastimar gravemente a los vecinos. A
su vez, han comenzado a surgir denominaciones en los partes de prensa describiendo
estas muertes como ajuste de cuentas , producto de un enfrentamiento entre grupos
delictivos.
Como explica el Ministro de la Corte Suprema de la Nación, Dr. Eugenio
Zaffaroni, esta ―violencia entre personas de los mismos sectores subalternos (…) impide
el diálogo, la toma de conciencia y la coalición, y, por ende, hace que se autoexcluyan
de todo protagonismo político‖5. Esta ―destrucción física y cultural‖, de las personas
que habitan en aquellos barrios periféricos problematizados por los flagelos ya
mencionados, es producto de lo que ,el también criminólogo, denomina endocidio.
Estos crímenes pululan en el imaginario popular de forma degradante,
provocando indiferencia al ―estar matándose entre ellos‖, sin hacer hincapié en que es la
propia policía la que muchas veces libera el territorio para que se produzca la disputa
por ser partícipe necesario en la liberación de este negocio.
O tampoco analizando el rol de la justicia que permite que la misma
institución policial actúe ―pisándole‖ la investigación y fraguando todo tipo de pesquisa.
No hay que caer tampoco en la trampa de la falta de probidad de jueces o fiscales, sino
que también se actúa por acción u omisión y por propia ideología.
Este trabajo tiene como propósito analizar esta cuestión tomando a la ciudad
de Rosario como método de análisis. No es prioridad hablar sobre políticas de
seguridad, sino más bien todo lo contrario. Inmiscuirse en la capacidad profesional que
ostentan los periodistas de los diarios rosarinos ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y La
Gente‖ para construir la noticia y conocer qué aspectos claves ingresan a la hora de
redactar una crónica que tenga que ver con este tipo de violencia, más precisamente los
ajustes de cuentas.
5 Zaffaroni, Eugenio “Globalización y crimen organizado”, Conferencia de la Primera Conferencia
Mundial de Derecho Penal, Asociación Internacional de Derecho Penal (AIDP), Guadalajara, 2007.
9
Las responsabilidades del medio y la ética periodista de los profesionales que
trabajan en la sección ―Policiales‖ de los dos diarios serán objeto fundamental para este
tipo de análisis y poder observar a cuáles métodos recurren, si lo hacen ampliando el
espectro y teniendo en cuenta los testimonios de testigos o si adhieren a los partes
policiales que muchas veces tienden a invisibilizar lo sucedido parcializando o
tergiversando la información, e incluso estigmatizando a las víctimas o victimarios de
un hecho.
Como ha explicado Sergio Naymark para este trabajo, en ocasiones los
boletines que surgen desde esta institución caracteriza a las personas partícipes de un
hecho que viven en los barrios periféricos de la ciudad de Rosario como ―mutantes‖,
abonando a la lógica hegemónica que busca capitalizar preceptos negativos en contra de
quienes pertenecen a aquellos sectores marginales.
El trabajo, se enmarcará en un primer punto, en dar a conocer aspectos
metodológicos, descripción y justificación de la investigación, como también
interrogantes y objetivos que serán de vital ayuda a la hora de reconocer la fachada del
problema que coyunturalmente está presente en la ciudad de Rosario, con el aumento de
homicidios por ajuste de cuentas.
En segundo lugar, busca hacerse un repaso histórico sobre las diversas formas
de periodismo de género policial que han visto sucederse a lo largo de la historia en
Argentina, comenzando por la revista ―Caras y Caretas‖ hasta la década de 1990.
En la tercer etapa del trabajo, titulado ―El deber ser del periodista policial‖,
cada entrevistado que dio su testimonio para este trabajo otorga su punto de vista sobre
las sensaciones, percepciones y efectos que genera trabajar en esta sección.
Asimismo, el cuarto capítulo se basa en la búsqueda de conceptos teóricos
que permitan entender el rol y trabajo del profesional actual que desarrolla sus tareas en
el ámbito policial, los criterios de noticiabilidad, las rutinas de producción y la búsqueda
de fuentes como núcleo básico en la tarea del periodista.
La quinta parte del presente aborda la problemática de Rosario, las
consecuencias de la década de 1990, el trabajo del Socialismo en materia de seguridad,
el por qué del surgimiento de esta violencia criminal año tras año va aumentando las
estadísticas relacionadas con homicidios. Los periodistas de las secciones ―Policiales‖
del diario ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y La Gente‖ dan a conocer las herramientas
10
que ponen en práctica al momento de recabar y producir la noticia referida a asesinatos
por ajuste de cuentas.
En último lugar, se analizará el rol y la responsabilidad que tuvieron los dos
periódicos en la cobertura del crimen de tres militantes sociales en Villa Moreno
ocurrida el 1 de enero de 2012 en la Zona Sur de la ciudad de Rosario, perpetrada por
una banda dedicada a la ejecución de economías delictivas en la ciudad, vinculadas con
la venta de estupefacientes, el control de la barra del Club Atlético Newells Old Boy`s,
el acopio de armas de fuego y la relación con la policía que desde un primer momento
intentó ocultar el trasfondo de la situación.
11
CAPÍTULO I
Proyecto de investigación
1.1 Tema
Construcción de la noticia policial en los medios impresos rosarinos
1.2 Descripción
En lo que va del año, según datos que maneja el Servicio Público Provincial
de Defensa Pública de Santa Fe, han ocurrido en el departamento de Rosario alrededor
de 150 homicidios hasta el día de hoy. La mayoría de ellos han adquirido ribetes que
tienden a encasillarse en la llamada violencia intrapersonal, donde se encuentran
ubicados los casos por ajuste de cuentas. Simple y llana descripción, donde la víctima,
por lo general conoce a su victimario.
Si bien no hay aún acepciones teóricas sobre esta forma de delitos, según el
Dr Gabriel Ganón, abogado, criminólogo y titular del órgano público anteriormente
mencionado, esta denominación tuvo su punto de origen en los registros del Ministerio
de Seguridad de la Provincia de Santa Fe alrededor del año 2005 y según sus propias
palabras, referirnos a ―ajustes de cuentas‖ tiene que ver con ―invisbilizar el delito.
Legalizar la venganza privada y la justicia por mano propia‖.6
6 “Críticas de Ganón”, Diario Rosario 12, Rosario, 12 – 01 - 2012
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/10-32055-2012-01-12.html
12
Vale destacar, que, desde el año que ha previsto el Defensor Provincial,
hasta la fecha, han aumentado, en el Departamento de Rosario, casi un 30% los
homicidios, comprendiendo el período 2007 – 2011, siendo el último el año donde más
se sucedieron, con casi 163 homicidios según estadísticas de la Dirección de Análisis
Criminal, la cual depende del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe. En
tanto, desde la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados por el Triple Crimen
ocurrido en el barrio Villa Moreno, en el sur de la ciudad de Rosario, llevada adelante
por el Diputado Provincial, Eduardo Toniolli, estiman que los números son mayores,
alcanzado los 170 homicidios en el espacio mencionado7.
Esta coyuntura, sin embargo, ha visto reducidos los asesinatos en ocasión de
robo. Estos últimos, tienden a elevar el ―humor social‖, alimentar los juicios de valor
contra las personas de sectores populares y aumentar los pedidos cotidianos por mayor
seguridad. Sin embargo, y como nos referíamos anteriormente, los homicidios por
ajuste de cuentas son cada vez moneda común en las crónicas policiales de los
principales diarios de la ciudad de Rosario.
Este modelo de homicidio tiene su epicentro dentro de los barrios populares
del gran Rosario, siendo más afectados los arrabales de Zona Sur (Tablada, Las Flores,
Villa Moreno, entre otros) y Zona Norte (Ludueña, Empalme Graneros, etc) donde la
falta de centralización y urbanización por parte de los Gobiernos de la Provincia de
Santa Fe que se han sucedido a los largo de los últimos diez años y producto de las
políticas neoliberales de la década de 1990 que han devastado el país y excluido a
connatos de población en barrios marginales, ha producido que diversas bandas
―intervengan‖ territorialmente y confluyan un tipo de economía delictiva8 (término
utilizado por el criminólogo Enrique Font), compuesta por delitos de narcotráfico,
aguantaderos, desarmaderos de autos, tráfico de armas (casi un 90% de los homicidios
son con armas de fuego), entre otros, y que refiere a la ―oferta y demanda de bienes y
servicio ilegales, obtenidos de manera ilegal‖.
Existe, a su vez, una situación poco menos visibilizada, pero grave aún, que
aumenta cada vez más la exclusión de estos barrios de toda preocupación estatal y de
diversos sectores de la sociedad. Me refiero a la disposición de conciencia en la
7 Informe de la Comisión de Derechos y Garantías de la Honorables Cámara de Diputados de la Provincia
de Santa Fe sobre el Triple Crimen en Villa Moreno, 2012 8 Font, Enrique “Es la economía (delictiva), ¡pavo!, Rosario 12 02 – 08 – 2006
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/14-4680-2006-08-02.html
13
adquisición de medios económicos o culturales que permitan darle al muchacho de
barrios populares ciertos rasgos de personalidad a contraer para su futuro desarrollo, o
bien, como explicita Jock Young, ―el agrupamiento amorfo de jóvenes en la calle se
reconstruye en la estructura jerárquica de la banda‖9.
Muchos de ellos, están inmersos en bandas que, aunque no tengan
participación en la anteriormente mencionada economía delictiva, buscan generar
prestigio en su grupo principalmente, y dentro del territorio que habitan. Es, de este
modo, que, ante cualquier discusión o situación absurda, esta cuestión puede generar un
nuevo homicidio dentro del barrio. Se puede, también, engrosar el término de ajuste de
cuentas con este parámetro de análisis.
En estos casos, el joven en busca de reconocimiento, que convive en barrios
populares donde generalmente se encuentra viciado de una amalgamada cantidad de
delitos ocurridos y, siendo miembro de una banda territorialmente ―temida‖ dentro del
suburbio, puede engendrar también venganza por situaciones, en muchos casos por
trances sin sentido, que terminan aumentando el número de cadáveres. Edwin
Sutherland, miembro de la Escuela de Chicago y parte de los inicios de la Criminología
Social, elabora el concepto, para estos casos, de asociación diferencial (Sutherland;
1924) dentro del cual ―una persona se vuelve delincuente por un exceso de definiciones
favorables a la violación de la ley, que predominan sobre las definiciones desfavorables
de esa ley‖. Otro sociólogo, Gabriel Kessler establece que dicha conducta es aprendida
a través de otros (Kessler; 2010).
Justamente, y detrás de este flagelo que viene percibiéndose desde el año
2005, como ha expresado el Dr Gabriel Ganón, se esconden defectos comunes
invisibilizados. Al respecto, el Jefe de la Sección Policiales del diario ―La Capital‖ de
Rosario, Hernán Lascano, ha deslizado que, al generalizar cada crimen por ―ajuste de
cuentas‖, ―quedan ocultas las estrategias de crecimiento de los grupos vendedores de
droga, el reclutamiento de mano de obra barrial joven sin horizonte en el empleo formal,
la facilidad de acceso de éstos a armas de fuego poderosas, las complicidades de los
9 Young Jock “El pánico moral. Sus orígenes en la resistencia, el ressentiment y la traducción de la
fantasía en la realidad”, en Delito y sociedad, Revista de Ciencias Sociales, Año 20, Nº 31, Buenos Aires – Santa Fe, 2011
14
traficantes con la policía‖10
. Muchos de estos casos, además, terminan por no resolverse
e impunes, cajoneando y poniendo un manto de duda sobre los sucesos ocurridos.
Es que, en estos hechos, ciertos estratos corrompidos de la Policía de la
Provincia de Santa Fe, son partícipes directos en los actos previamente relatados. Antes
mencioné la Comisión creada por el Diputado de la Provincia de Santa Fe, Eduardo
Toniolli, para la investigación del Triple Crimen en Villa Moreno.
Al respecto del rol de la policía, la Comisión establece que ―la figura del
ajuste de cuentas termina circunscribiendo hechos de estas características a un
enfrentamiento entre bandas sin quedar en claro las circunstancias y los móviles,
quitando las responsabilidades que el Estado debe asumir tanto en la prevención como
en la investigación y esclarecimiento de estos ilícitos‖11
.
Hay que partir desde la base que la Policía provincial es la encargada de
llevar adelante y distribuir sus partes preventivos y las actuaciones hacia los Juzgados
de Instrucción de la ciudad de Rosario quienes se encargaran de impartir diligencias
para continuar con la investigación respectiva. Es también una tendencia y no una
excepción por cada caso ocurrido, que el mismo órgano represivo del Estado, actúe de
forma enviciada y adultere sus propias actuaciones para desvincularse del caso. Sus
comunicados, por lo general, tienden a engrosar listas de homicidios y no a investigar
sobre los hechos acontecidos que muchas veces quedan impunes.
Es así, que, dentro de estos barrios, actúan como lo define el Ministro de la
Corte Suprema, Dr. Eugenio Zaffaroni, como un ejército de ocupación territorial
(Zaffaroni; 2011) , donde se hibridan ciertos aspectos de las viejas huestes colonialistas,
de las doctrinas de contrainsurgencia impuestas por Francia en el Siglo XX y la Escuela
de las Américas, aquella organización que entrenó y adoctrinó a militares argentinos
durante de la década de 1970.
El ex director de Prevención y Seguridad Comunitaria del Ministerio de
Seguridad de la Provincia de Santa Fe, Dr Francisco Broglia, establece que estas
modalidades aprehendidas que reemplazan al paradigma de policía comunitaria, son
parte de ―violencia e ilegalidades policiales dentro de los barrios, donde no se toman
10
Lascano Hernán “El costo político de demorar lo pendiente”, Diario La Capital, Rosario, 4 de enero de 2012 11
Informe de la Comisión de Derechos y Garantías de la Honorables Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe sobre el Triple Crimen en Villa Moreno, 2012
15
declaraciones, se los trata en forma violenta a los pibes‖12
. Esto permite, que, en ciertas
ocasiones la policía tenga injerencia inmediata en la descripta economía delictiva o
bien, que se dedique a liberar zonas para provisión o recaudación propia.
Este recuento de cadáveres en situaciones anteriormente descriptas, ha sido
difundido a diario por periodistas de la ciudad de Rosario que llenan las páginas de las
secciones policiales con estos hechos. La producción de las mismas, donde se aglutina
el procesamiento de datos que incluye fuentes, testimonios, información desde los
mismos Juzgados u entes judiciales (abogados, secretarios, Jueces), esboza ciertas
cuestiones que, luego, al ser leídas pueden socavar dentro de la subjetividad de quien
recibe la información.
Es muy común observar rasgos punitivos en sectores, sobre todo medios,
que avalan cierto tipo de estigmatización y van alimentándose de los estereotipos
negativos los sujetos desviados de la norma, ya sean,víctimas y victimarios. La
definición precisa sobre este tipo de desviación la otorgó el sociólogo Howard Becker y
se funda sobre la base que ―grupos sociales crean la desviación al establecer las normas
cuya infracción constituye una desviación y al aplicar esas normas a personas en
particular y etiquetarlas como marginales (…) no es una cualidad del acto que la
persona comete, sino una consecuencia de la aplicación de reglas y sanciones sobre el
infractor a manos de terceros‖ (Becker; 2009; 28).
Si bien parece ser que la anterior definición trae implícitas ciertas
construcciones moldeadas en la sociedad, construidas en base a ciertos parámetros de
endemonización (Young; 2003) ,es cierto que el periodista, a partir de su producción,
puede seleccionar los recursos utilizados, y, de ese modo, crear aquel estereotipo,
definido, en palabras de Armand Mattelart como ―resultante de un modo de captación
pragmática de la realidad, en el cual interviene la actitud emocional y volitiva de los
individuos o grupos sociales‖ (Mattelart: 1972: P. 32)13
.
No solo sobre víctimas y victimarios se produce esta estigmatización, sino
que también los barrios van siendo cada vez más excluidos, debido a que, la
reproducción de noticias a diario sobre sucesos y hechos en los que haya habido un caso
12
http://redaccion1.bligoo.com.ar/trabajo-final-redaccion-i-argumentacion-hipertextual-con-estructura-secuencial-0 13
MATTELART, Armand Los medios sociales de comunicación de masas. CEREN. Universidad Católica de Chile 1972.
16
de tipo ajuste de cuentas , aumenta el miedo, son tildados de inseguros e inestables
donde convergen todo tipo de delitos que anteriormente he descripto y no se fundan
acciones proactivas para que los jóvenes puedan desvincularse de aquella actividad
delictiva.
La perspectiva marca que muchas de esas consideraciones son adoptadas a
partir de las noticias que salen publicadas en los medios de comunicación, no en el
sentido en que se muestran evidencias o rasgos particulares tendientes a dar por sentado
que el periodista hace su juicio de valor al relatar el hecho, sino que, la conmutación
insuficiente de datos para describir lo sucedido, hace que se pierdan ciertos aspectos
necesarios y claves a la hora de redactar una noticia.
Casos contado ha habido. Sin ir más lejos, los primeros tres crímenes
sucedidos en la ciudad de Rosario en el año 2012, ocurrido en la Villa Moreno, tuvieron
como consecuencia un gran seguimiento periodístico que aún hoy sigue siendo
cubierto14
. En un primer momento, debido a la poca información y apoyándose en los
partes preventivos, muchos periodistas salieron a contar que el hecho se había tratado de
un ―simple ajuste de cuentas‖, producto de una venganza contra los tres muchachos
producto de un ataque anteriormente cometido contra el hijo de uno de los homicidas.
Al día siguiente, y ya con la noticia plasmada en los medios de comunicación, dieron
aviso que las víctimas no eran viejos delincuentes, ni tenían antecedentes penales, ni
siquiera formaban parte de bandas delictivas o buscaban prestigio barrial, sino que
militaban en el ―Frente Popular Darío Santillán‖.
El caso fue cubierto de manera prolongada, y es allí donde se visibilizaron
los problemas que pueden observarse regularmente en los diarios, es decir, delitos
vinculados con bandas delictivas, barrabravas, narcotráfico, contrabando de armas (se
utilizaron metralletas en los homicidios), connivencia policial con estas pandillas, etc.
Este modelo, en ocasiones, se repite constantemente, aunque casos de similares
características han sido poco o menos difundidos con este, en una escalada de asesinatos
que a diario crecen por las mismas circunstancias.
Tomando nuevamente como referencia a Eugenio Zaffaroni, la difusión
mediática de hechos donde se transmiten los conocidos casos de ―inseguridad‖
14
GRACIARENA Leo y LASCANO Hernán “Masacraron a balazos a tres jóvenes en venganza por un atentado previo”, Diario “La Capital”, 02 – 01 – 2012 http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2012/1/edicion_1154/contenidos/noticia_5290.html
17
aumentan el pánico moral (Cohen; 1980), término acuñado por Stanley Cohen, en los
sectores medios y altos de la sociedad, donde busca victimizarse a quienes padecen este
tipo de delitos. Esta situación origina la creación de un “ellos” (hablando sobre quienes
perpetran estas modalidades delictuales), una especie de sujeto desviado de la norma
establecida deshumanizado de toda vinculación social con los preceptos naturales
fundados (Zaffaroni; 2011).
La circunstancia vela ciertos preceptos negativos que por lo general se
centran en quienes viven en los barrios o en las villas. La ocasión puede traer aparejada
una estigmatización plena, y ese ―ellos‖ no tiene la posibilidad de revictimizarse, y, los
momentos anteriormente descriptos le son indiferentes, debido, en ocasiones, al nivel
informativo y seguimiento de los sucesos que a diario ocurren.
Y como se van sucediendo de forma continuada, consecuentemente, el
periodista toma los nuevos casos, basándose en la ―novedad‖ del suceso. Los anteriores,
van siendo dejados de lado. Estas cuestiones son parte de los criterios que se utilizan
para clasificar los valores noticia y desde donde voy a tomar el rumbo de la
investigación. Estrella Israel Garzón, partiendo desde Golding y Elliot establece que ―la
selección informativa es más el resultado de rutinas productivas que de un complejo
proceso de decisiones sobre materiales de la actualidad. Los valores noticia se utilizan
en dos direcciones; la primera abarca los criterios de selección de material disponible en
las redacciones y la segunda agrupa las líneas maestras o estándares para la selección
que sugieren qué se debe enfatizar, qué omitir, y donde priorizar la presentación en la
audiencia‖ (Israel Garzón; 2005; P. 57).
1.3 Justificación
Luego de la masacre ocurrida el 1ero de enero del año 2012 en el barrio
Villa Moreno de Zona Sur en la ciudad de Rosario, se abrió el paraguas sobre el
conjunto de situaciones delictivas que se suceden continuamente, tanto en los barrios de
18
Zona Norte como de Zona Sur. Un común denominador engloba a la mayoría de los
homicidios en acciones por ajuste de cuentas.
Los debates sobre cómo, a partir de la construcción de la noticia, la
actividad profesional netamente periodística, inciden en la fabricación de estereotipos es
moneda común en las discusiones sobre la responsabilidad y ética social del periodista a
la hora de producir su noticia y crear sentido. Sin embargo, y a partir de la ya descripta
figura, no se han vislumbrado grandes análisis y la cuestión ha quedado en un segundo
plano.
Como hemos mencionado anteriormente, el homicidio en Villa Moreno creó
cierta controversia, al punto tal que la polémica se centró en la actitud mostrada en los
medios al solo difundir noticias a través de los partes preventivos que otorga la Policía
de la Provincia de Santa Fe. Las críticas elevadas luego por parte de profesionales del
derecho, órganos jurídicos y personalidades políticas provinciales sobre el trato
maleable y desinteresado que le ha dado la prensa a estos hechos, donde jóvenes
menores de 25 años son víctimas de las distintas arbitrariedades policiales, han
suscitado un profundo análisis y controversia sobre el real compromiso del periodista a
la hora de relatar estos casos.
Al ser los sectores sociales de barrios populares de la Zona Sur de Rosario,
los más afectados, y donde han ocurrido la mayor cantidad de homicidios en lo que va
del año con casi 37 crímenes hasta el momento, según datos que nos otorga el Servicio
Público Provincial de Defensa Pública de Santa Fe, la idea principal es delimitar la
investigación hacia este territorio, tomando los casos más puntuales que mayor
consideración y repercusión han tenido en los diarios ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y
La Gente‖. Esta selección se ha tomado, de acuerdo a que utilizan similares criterios de
selección de la información, son los periódicos de mayor tirada en la ciudad, y, porque
además, cuentan con especialistas en la sección policial, que ayudan a especificar más el
asunto a investigar.
En tanto, también la decisión de llevar adelante la investigación sobre un
rango etario específico, que va desde los 15 a 25 años, reside en los continuos juicios de
valor negativos que le dan algunos sectores de la sociedad, estigmatizándolos y creando
cada vez mayor exclusión sobre ellos.
19
Si bien ha habido contados estudios académicos sobre la construcción de la
noticia policial, desde varios ángulos, ya sea a partir de la búsqueda de fuentes, el
procesamiento de datos, entre otros, no se conocen investigaciones precisas sobre el
modo en que son diagramadas las informaciones referidas a homicidios por ajustes de
cuenta. Como he expresado, al ser un término relativamente nuevo, y porque estas
cuestiones se han visto visibilizadas en Rosario, ante la situación emergente que se vive
en los barrios y los posteriores llamados de atención al modo en que los periodistas
presentan las noticias, es loable estudiar este nuevo tipo de rama que se extiende desde
lo policial.
1.4 Interrogante
-¿Sobre qué elementos informativos se sustentan los periodistas de los diarios
impresos “La Capital” y “El Ciudadano y La Gente” para construir la noticia
policial referida a homicidios por ajustes de cuenta?
1.5 Objetivos
General:
-Indagar los criterios en la selección de la información que poseen los periodistas de los
diarios impresos ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y La Gente para construir la noticia
policial referida a homicidios por ajustes de cuenta.
Específicos:
-Analizar la ética periodística en torno a la construcción de la situación planteada, sin
caer en tabúes o juicios de valor contra los profesionales.
20
-Identificar intención, seriedad y responsabilidad de los medios elegidos, en la
producción y modos de difundir este tipo de noticias policiales.
-Develar la tarea realizada por los periodistas de los dos medios escogidos en la
cobertura del Triple Crimen en Villa Moreno.
21
Capítulo II
El periodismo policial en Argentina: Una historia con
más de un Siglo de vida
“La turba escupe su bilis y eso se llama periódico” (Friedrich Nietzsche)
Este capítulo explora los exponentes del periodismo policial en la prensa
gráfica desde el Siglo XIX hasta finales del Siglo XX. Como explica Silvina Tamous,
―policiales‖ es el lugar donde históricamente se mostró a los ―castigados‖15
. Es
precisamente durante el Siglo XIX donde surgen los relatos policiales16
. Por ejemplo, en
el año 1841 en Estados Unidos, Edgar Allan Poe en Los crímenes de la calle Rue
Morgue , impone el inicio de la literatura policial. El mencionado escritor ―estableció
una serie de criterios sobre la literatura y encontró en el cuento (publicado en diarios y
revistas), el género adecuado al nuevo público lector‖ (Robledo; 2012; P. 23).
A su vez, en Francia, Emile Gaboriau, inicia nuevas maneras de contar
asesinatos. Agobiado por la carencia de recursos con la que contaba su periódico y en
busca de incorporar a la masa de lectores a las masas urbanas y rurales, inaugura el
llamado folletín. Esta herramienta literaria estaba conformada por ―un ejército de
literatos anónimos [que] trabajaba por un precio fijo escribiendo boras que luego eran
firmadas por escritores conocidos, cuyo sólo nombre era garantía de éxito‖ (Robledo;
15
Entrevista a Silvina Tamous. Ver Anexo. 16
Surgen en el Siglo XVIII en América y Europa. Para Jorge Rivera “los viejos cancioneros y repertorios narrativos de la tradición popular no se alimentan sólo de crímenes pasionales arquetípicos y limpios”. Y destaca que “abunda también en ellos *…+ el registro de asesinatos aberrantes, descuartizamientos, actos de canibalismo o necrofilia y otras monstruosidades por el estilo, algunas apoyadas históricamente en episodios penosamente reales, y otras cosechadas del imaginario negro de la humanidad. (Lafforgue. J y Rivera. J El Círculo de los violentos (El crimen en los relatos y cancioneros populares) en “Asesinatos de papel. Ensayos sobre narrativa policial, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 1996.
22
Op. Cit.; P. 24). En tanto, ―popularizó los temas del Romanticismo, entre ellos, los que
se fueron vinculando al género policial‖ (Robledo; ibídem).
De este modo, se van abriendo y conociendo nuevas secciones en los
periódicos, gracias a la aparición de la prensa comercial, por un lado, y la expansión
demográfica en las urbes, por el otro, incorporando así nuevos lectores e intereses
difusos, entre los que se encuentran, entre otros, el periodismo policial.
2.1 Caras y caretas: una cobertura de excepción
Explica Lila Caimari que ―todos los diarios de fin de siglo,
predominantemente dedicados a la política y economía estaban en alguna medida
interesados en el crimen. Sendas secciones a cargo de periodistas que cultivaban
fructíferas conexiones con la policía y el mundo penal, se habían convertido en parte
estable de muchos‖ (Caimari; 2012; P. 171)
La llegada del telégrafo a la Argentina genera un engranaje elocuente que
incorpora mecanismos y tecnologías, que permitirían ampliar la llegada de cables desde
distintas partes del mundo, como así también dentro del país, incluyendo, de esta
manera, los partes o las informaciones que las fuerzas policiales del Estado otorgaban a
la prensa al ocurri un delito de magnitud en la ciudad.
El nuevo modelo de Estado – Nación, apoyado en políticas de expansión
territorial, inmigración y alfabetización, le abrió las puertas a nuevos actores sociales
que inculcaron, desde su inicio, un gusto relativo por las noticias que salían diariamente
sobre homicidios, robos o lo que sucedía en los ―bajos fondos‖.
De este modo, La Tribuna, La Revista Criminal, La Nación, La Prensa,
difundían noticias, de muy breve información sobre las grandes y pequeñas desgracias
originadas en la urbe.
23
Por semana, sobre todo en La Nación y La Prensa, se elegía un homicidio, y
se lo cubría hasta que se esclareciera o terminara toda la investigación. El redactor, en
un principio acompañaba al mismo policía que debía realizar la pesquisa. La redacción
del caso estaba impuesta un suspenso que lograba elucubrar interés en el lector. Cuando
se terminaba la indagación, y si al ―delincuente‖ le declaraban pena de muerte, el mismo
cronista, relataba los últimos momentos del condenado.
Así, se generaba una ―tensa‖ relación entre periodista y policía, lo cual
derivaba en cierta competencia entre las dos facciones para concluir con el homicidio y
dar a conocer primero la noticia sobre los involucrados en el hecho. Otro hecho curioso,
está vinculado con la capacidad del periodista de ―ganarle‖ al policía, por así decirlo,
birlando la fuente y obteniendo la primicia. Como si esto no fuera poco, también
suscitaban apuestas entre los dos grupos para anticipar la conclusión del caso.
Aunque, el mayor exponente en esos tiempos, que logró beatificar, exponer y
visibilizar aspectos descriptivos de delincuentes fue la revista Caras y caretas, dirigida
por el ex inspector de pesquisa y fundador de la División de Pesquisas de la PFA
(Policía Federal Argentina), José S. Álvarez, más conocido por su pseudónimo, Fray
Mocho e inaugurada en 1890
Precisamente, este personaje publicaba en su ―crónica roja‖, perfiles de
delincuentes y características de los viejos arrabales y los bajos. Por ejemplo, era común
observar noticias en forma de ―verso‖17
, con Luis M. Blazquez como figura destacada
en la materia. O bien, crónicas policiales sobre hechos desarrollados durante aquella
época (crímenes en Neuquén, por ejemplo) o ―evocativos‖ como el asesinato de Juan
Moreira. Adrián Pignatelli, especifica, a partir de esto último, la forma en que estos
informes eran publicados en el diario. Por ejemplo, muchos de ellos tenían una longitud
de casi cuatro páginas con diferentes testimonios, fotografías e ilustraciones.
Se diferenciaba, así de sus colegas de otros diarios, quienes, actuaban como
―agentes cruciales en la difusión masiva y consolidación institucional de las ciencias
17
A modo de ejemplo, el verso de un homicidio. Era común leerlos en los periódicos de fin de siglo. “- ¿Dónde vas con catorce baúles?/ -¿Dónde vas asesino Tremblié?/- A la cárcel por toda la vida/ por el hombre que descuarticé/- ¿Dónde vas con el bulto apurado? – A los lagos lo voy a tirar,- es el cuerpo de Augusto Conrado/ al que acabo de descuartizar” (Caimari op. cit p 176)
24
vinculadas al conocimiento criminal‖ (Caimari; Op. Cit.; P. 188), envalentonados con
las ideas de la Criminología Positivista de Siglo XIX18
.
Esto se producía porque ―era un recurso difícil de descartar: la afinidad con la
representación gráfica, la simple linealidad etiológica, la apelación al sentido común
sobre el vínculo entre físico y espíritu eran más traducibles al lenguaje del periodismo
masivo que cualquier otro aporte de la criminología‖ (Caimari; Op. Cit.; P. 205).
Justamente, los delincuentes que retrataba Fray Mocho ―no eran fácilmente
discriminables por sus características físicas o los antecedentes patológicos de sus
antepasados‖ (Caimari; Op. Cit; P. 178).
Caras y caretas, por su parte, ―trivializa el conflicto entre perseguidores y
perseguidos, que participa de la tendencia general de la revista a la representación de
innumerables sectores sociales en un registro jovial que eufemiza el conflicto social‖
(Caimari; Op. Cit; 180). Esta cuestión, de ―representación socioetnográfica‖, se
mantuvo por largos años en los medios gráficos de la época, yendo más allá de la revista
ya mencionada anteriormente.
Para finalizar, Caras y caretas tenía una característica particular que la
diferenciaba de otros medios gráficos de la época. La fotografía era fundamental en el
retrato de sus notas y estaba plagada de imágenes en cada página de la revista. La
sección policial no fue la excepción. De las cámaras salían fotos de la escena del
crimen: la pesquisa, armas, balas, los cuerpos tirados en el suelo asesinados. De acuerdo
a esta cuestión, se va dejando de lado el labor del dibujante en las escenas del crimen
para pasar al fotógrafo como el eje principal en el retrato ilustrativo del hecho policial.
Lila Caimari dice que ―contra la tendencia de los diarios a desplegar el
voyeurimos en el delincuente, las fotos de los cadáveres devolvían la atención al crimen
mismo, desactivando todo interés en la historia y circunstancias del perpetrador‖
(Caimari; Op. Cit.; P. 184). Y agrega que la fotografía de prensa ―aplicada al crimen fue
18
La Criminología Positivista condujo a la idea de “afirmar la exigencia de una comprensión del delito que no se detenga en la tesis indemostrable de una causalidad espontánea por medio de un acto de libre voluntad, sino que se dirija a encontrar todo el complejo de las causas en la totalidad biológica y psicológica del individuo, y en la totalidad social en la que la vida del individuo se inserta”. (Baratta, Alessandro, Criminología, Crítica y Crítica del Derecho Penal , 8va edición, México, 2009). Sus máximos exponentes fueron Enrico Ferri y Raffaelle Garofalo junto a Cesare Lombroso. La teoría de este último sobre la relación física y naturalista entre individuo y delito, fue utilizada a menudo por los medios de comunicación de fines de Siglo XIX y principios de Siglo XX (Caimari, 2012)
25
igual o más profusa que su aplicación al criminal y restituyó el ingrediente emotivo del
castigo ausente en los textos legales‖ (Caimari; Ibidem)
2.2 La prensa popular y nuevos actores
Como se dijo anteriormente, el modelo de apertura y alfabetización, a
comienzos del Siglo XX fue trayendo resultados. Si bien para el Gobierno Conservador,
no fue lo esperado, debido a que aguardaban recibir extranjeros de las clases altas
europeas, sí llegaron familias del viejo continente, escapando de una crisis tanto social
como económica.
Estos nuevos actores, que impartían sus rasgos e identidades culturales en el
país, desde fines del Siglo XIX, se asentaron en los ―bajo fondos‖ o arrabales. La
coyuntura trajo consigo una nueva modernización en la prensa. Aprovechada por la
tecnología y las innovadoras máquinas para incrementar las tiradas de diarios, surgen
nuevos periódicos de tinte popular, costumbristas. De este modo, se incorporan al
especio gráfico, los medios masivos, modernos y sensacionalistas.
Con La Razón se inaugura este proceso de modernización de los periódicos.
El nuevo escenario, explica Saitta, permitió el ingreso de una prensa ―dirigida y escrita
por periodistas profesionales que, en poco tiempo, ha logrado diferenciarse de los
diarios finiseculares. Son diarios masivos y comerciales, que se presentan públicamente
como diario populares que buscando representar el interés de las masas de anónimos
lectores. Por lo tanto justifican su existencia a través de un determinado tipo de
representación de lo popular, diferenciándose así de los diarios del Siglo XIX cuya
principal característica era, según Tim Duncan, su estrecha dependencia del poder
político‖ (Saítta; 2000; P. 438).
Además, consecuentemente, se abre un período de autonomización en los
diarios. Impone sus propias leyes y mecanismos de acción, aunque, ―está sometido a la
26
sanción del mercado y depende tanto de la demanda como de factores económicos y
político‖ (Saítta ; Op. Cit.: P. 439).
El auge de la prensa masiva se vive a comienzos de la década de 1920 , ―en el
marco de una ciudad moderna en la cual los diarios interpelan a un número creciente de
lectores y contribuyen al proceso de expansión de las esfera pública, al pensarse como
portavoces y formadores de opinión pública, y como punto de contacto entre sociedad
civil y la sociedad política‖ (Saítta : Op. Cit.; P. 440).
Estos periódicos se caracterizaban por tener hasta tres ediciones por días. La
más vendida, por lo general, era la vespertina, leída por los trabajadores que volvían
hacia sus casas luego de un día laboral.
Los nuevos actores sociales, surgidos de la expansión demográfica, la
modernización en el espacio urbano, necesitaban de nuevas historias y formas de
acceder a la información de índole pública que hasta ese momento solo estaba destinada
hacia las elites.
La prensa popular, entonces, ―comunica culturas, prácticas y discursos que
provienen de universos sociales diferentes convirtiéndose en un importante espacio de
intermediación cultural‖ (Saítta; Op. Cit: P. 458).
En 1913, Natalio Botana, inaugura el diario Crítica que tenía solo 5.000
tiradas diarias. Titulares exorbitantes, fotografías y grandes tipografías ilustraban las
páginas de este periódico que se caracterizó por ser de tinte sensacionalista y además,
por incorporar, como explica Saitta, un ―staff de redacción formado sólo por los
periodistas necesarios para cubrir la información de carácter nacional, los resultados
deportivos, los sucesos policiales y los estrenos teatrales‖ (Saitta; Op. Cit; P. 442).
Crítica, se convierte de este modo, en un exponente de la cobertura de sucesos
policiales, debido a que es ―el que más espacio y recursos dedicó a la cobertura del
crimen, la justicia y el castigo de estado‖( Caimari; Op. Cit.; P 199). Las épocas de
expansión urbana trajeron como consecuencia la aparición de nuevas víctimas y
victimarios. Comienzan a surgir las zonas peligrosas, por donde los periodistas se meten
y comienzan a elaborar sus narraciones en el ―submundo de los punguistas, los
atorrantes y delincuentes‖ (Saitta; Op. Cit.; P. 454).
27
Así, buscan nuevas perspectivas, explicaciones y enseñan a sus lectores cómo
moverse e incorporarse a las múltiples y profundas complejidades que las nuevas
ciudades masificadas desarrollaban.
Es el receptor o lector quien ―pasa a tener un rol central que le permitió al
diario plantear la posibilidad de acceder a informaciones más allá de las brindadas por
las autoridades policiales y judiciales‖ (Calzado – Maggio; 2009; P. 57). Las crónicas se
agrupaban en una sola sección, denominada, ―Delitos de toda clase: literarios,
pasionales, contra la propiedad y el buen gusto‖ (Caimari; Op. Cit.; P. 201).
La sección estaba dirigida por Gustavo Germán González y los redactores,
,Roberto Arlt, Elías Castelnuovo, Raúl González Tuñón, Enrique González Tuñón,
―representaban esa nueva versión de escritor que, vinculado al periodismo y al universo
político de izquierda, cultivaba una intensa fascinación por el mundo de los marginales‖
(Caimari; Op. Cit; 201). Eran caracterizados como ―poetas que iban a las escenas del
crimen y dibujantes que hacían historietas de los secuestros más famosas de la época‖19
.
Con respecto a las características que subyacía desde las crónicas policiales,
pueden diferenciarse algunos aspectos centrales a los establecidos por los diarios de
fines de Siglo XIX y, sobre todo, en Caras y Caretas. Si bien este último cambió las
formas de narrar las historias de delincuentes, muchas veces tendía a aceptar las
hipótesis policiales y terminar definiendo el caso según lo que explicitaba las
autoridades oficiales.
Sin embargo, fue el diario que terminó con esta ―ideología subyacente‖
contra el delincuente de poca monta. La autonomización también había recaído en la
separación medio – ciencia. Ya no se basa únicamente en lo que la Criminología
Positivista opinaba o aseveraba de acuerdo al criminal tipo, de acuerdo a su estructura
físico o craneal. Caimari las describe como ―más policiales que Criminológicas‖(
Caimari; Op. Cit.; 205). Y agrega, ―lo que hacía décadas era perfectamente inaceptable
en cualquier congreso criminológico, no había sido descartado por los periodistas del
crimen‖(Caimari; Op. Cit.; P. 205). Esto último sucedía debido a que no abordaba ―al
mundo paralelo de los bajos fondos con extrañamiento, sino que construye una relación
19
Merlo Milton; artículo “Los que hablan” en revista número 50 de El Guardián, Enero de 2012
28
próxima con ese universo; el íntimo conocimiento de su punto de vista, reglas y
personajes que es su fuente de legitimidad‖ (Caimari; Op. Cit.; P. 216).
El lector también participaba en el armado de las noticias y el aporte de
información. Era común recibir en el diario a ―fuentes anónimas‖ que aportaban datos,
referencias o notas, salteando los testimonias en las respectivas sedes policiales o
judiciales.
La ―voz del pueblo‖20
, tal cual hacía llamarse el diario dirigido por Botana no
buscaba descubrir los mandatos de clase de la criminología o ―el fundamental derecho
del estado sobre el cuerpo del delincuente o el proyecto penitenciario modelador‖
(Caimari; Op. Cit. P. 204).
No obstante, no solo puso énfasis en las noticias policiales vinculadas a
robos, homicidios, etc., sino que también denunció las atrocidades del Estado y las
instituciones represivas y punitivas con rigor. Se labraban críticas furibundas contra las
penitenciarías del país, delatando las atrocidades, torturas y pésimas condiciones en las
que se encontraban los reclusos y alababa el estado en que estaban las cárceles del
extranjero, sobre todos las de Uruguay, de donde oriundo Botana.
Lila Caimari, describe el mecanismo de denuncia de la siguiente manera:
―Además de interferir en la pesquisa oficial (como sus ancestros
decimonónicos) y criticar los excesos del Estado, Crítica se constituyó en una instancia
alternativa de abordaje de la ley, un espacio en sintonía con esa sensibilidad popular
desconfiada de la justicia y sus representantes. En sus páginas, las legitimidades eran
redefinidas para enderezar las injusticias (legales) de la relación entre perseguidores y
perseguidos , entre ganadores y perdedores. Allí los prófugos famosos defendidos por el
diario publicaban las explicaciones de su infortunio, contaban su verdad al pueblo, y se
dirigían, desde una posición de fuerza, a los representantes de la ley. También allí
presentaban sus argumentos los mafiosos acusados por el diario, explicando sus razones
a los periodistas que los habían implicado públicamente con pruebas de homicidios y
secuestros extorsivos. A la redacción eran invitados a recurir (y recurrían) los lectores
desconfiados de las instituciones, con sus denuncias y pistas exclusivas. Ciudadanos
20
Para Natalio Botana, según el número de tiradas y, sobre todo, de ventas al público significaban erigirse como la “voz del pueblo”. Crítica era líder y agotaba todas sus ediciones diariamente. (Saitta; Op. Cit.)
29
desconocidos ―hacían justicia‖ ventilando sus experiencias personales de abuso policial.
Y también los castigados podían dirigirse a los lectores de Crítica desde su encierro en
la prisión‖ (Caimari; Op. Cit.; P. 217).
Sobre esta cuestión, y para finalizar esta parte, un hecho curioso ocurrió en
las redacciones de Crítica. En 1932 es secuestrado y asesinado el joven estudiante de
Medicina, Abel Ayerza (h) y primogénito del reconocido médico Abel Ayerza,
vicepresidente del Consejo Nacional de Educación. Mientras los ―grandes diarios‖
abonaban la hipótesis de un asesinato perpetrado por anarquistas, Crítica atribuyó el
crimen a la maffia siciliana. Fue el propio Francisco Marrone (más conocido como
Chicho Grande y asentado en la ciudad de Rosario), quien se acercó al mismísimo
diario para dar a conocer pruebas y autoexculparse del homicidio.
2.3 Nuevo periodismo: Una innovadora manera de contar historias
Durante la segunda mitad del Siglo XX comienza a surgir en Argentina una
nueva forma de hacer periodismo. Cultivado de las plumas de escritores
estadounidenses de este nuevo formato, como ser Jimmy Breslin, Charles Portis o Dick
Chapp (Robledo; Op. Cit; P. 30), este nuevo periodismo engrana ―notas híbridas que
introducían en la prensa gráfica una serie de técnicas y recursos, que no se
correspondían con las tradiciones periodísticas, para poder trasmitir de un modo
diferente las informaciones a sus destinatarios‖ (Goya; 2008; P. 1).
Es precisamente durante la década de 1960 donde empieza a ―manifestarse
una ruptura en las fronteras que delimitaban los conceptos de ficción y realidad. Dicha
realidad estaba dada en que los escritores producían textos tomando sucesos reales,
concretos y palpables. Asimismo, el periodista redefinía su figura alineándose bajo los
preceptos de la investigación, la denuncia, el compromiso social y ético, entre otros‖
(Goya; Op. Cit.; P. 7).
30
Este híbrido nace desde el ―instinto‖, según explica Tom Wolfe, en donde
―los periodistas comenzaron a descubrir los procedimientos que conferían a la novela
realista su fuerza única, variadamente conocida como inmediatez, como realidad
concreta, como comunicación emotiva, así como su capacidad para apasionar o
absorber” (Wolfer; 1977; P. 45).
Aquí, ―la ficción y la realidad se presentan como dos ―entidades‖ autónomas
que puede, sin embargo, entrecruzarse y combinarse para el desarrollo cabal de textos.
Esa fusión posibilita desarrollar hechos reales como si fueran literatura y literatura como
si fueran hechos reales. Dado que, tanto una como otra son muy ricas en sus rasgos
característicos que ayudan a los escritores a difundir mejor sus ideas‖ (Goya; 2008; Op.
Cit.; P. 11).
Los cambios políticos, los nuevos movimientos revolucionarios de las
épocas signados por la aparición de las corrientes de pensamiento ideológico producto
del desencadenamiento en diversas latitudes de la Guerra Fría, las variaciones
culturales,‖se vieron reflejados en la prensa periódica que describió escenarios y nuevas
formas de contar ya que los medios se vieron incapaces de transmitir los
acontecimientos‖ (Goya; Op. Cit.; P. 07).
Como se explicaba, no es casual que en la Argentina este nuevo periodismo
haya surgido durante la segunda mitad del Siglo XX, con epicentro en las décadas de
1960 y 1970 más precisamente.
Eran épocas donde se vivían turbulencias políticas a gran escala. La
inestabilidad y los cambios bruscos de Gobierno producto de Golpes de Estado por
parte de las fuerzas militares y actores civiles, las revueltas sociales, el surgimiento de la
Revolución Cubana y pensadores de izquierda que abrieron el camino a las luchas
territoriales, fueron algunos de los motivos que permitieron la apertura hacia nuevas
herramientas para llevar adelante la tarea periodística.
Uno de los máximos exponentes de esta corriente fue Rodolfo Walsh, autor
de ―Operación Mascare‖, un libro realizado con anterioridad al surgimiento del nuevo
periodismo, que lo pone a la vanguardia de los impulsores de este género. Allí, expone
una realidad que intentó ser escondida y manipulada por las agencias del Estado. En esa
publicación, Walsh ―se encargará de buscar datos, los chequeará, confrontará con la
31
versión oficial, detectará contradicciones y finalmente hallará la verdad de lo sucedido.
Reconstruirá una verdad que pretendió ser ocultada o tergiversada por los poderes
establecido‖ (Mendoza; 2008; P. 3).
De allí, ―inaugura una nueva etapa dentro del periodismo que, además de
denunciar y demostrar una verdad ocultada, la da a conocer a través de una nueva forma
de relato conocido como no ficción: se narran hechos verídicos con la utilización de
recursos literarios, contando los sucesos en tono novelado‖ (Mendoza; Ibídem).
La estructura de novela contada y narrada, con recursos del periodismo
literario fue el máximo recurso utilizado por dicho autor para relatar historias reales
ocurridas, como se dijo, en épocas en donde la violencia política, de las propias fuerzas
represivas del Estado impedía construir la verdad de los hechos acontecidos.
Como ejemplo, se utilizaban técnicas de redacción al estilo, puntos de vista
en 3 º persona, construcción escena por escena, diálogos realistas, descripción
significativa, utilización de personajes. También se ―suma la construcción de perfiles de
personajes, climas y ambientes a través de la inclusión de detalles y guiños al lector y la
convocatoria de saberes, como la psicología y la sociología, que en la década del ‘60
empezaban a circular más masivamente en la sociedad argentina‖ (Gutiérrez; 2007; P.
22).
En Argentina, Jacobo Timerman inauguró a fines de 1962 el semanario
Primera Plana, quien adopta un estilo newsmagazine para su revista. Estos medio, caso
el Times de Estados Unidos, se caracterizaban por pensar a ―las noticias como
"historias", desechó el uso obligatorio del lead, inició el llamado "reportaje
interpretativo" y generó un estilo sobrecargado de adjetivos, utilización de nego-
logismos, inversión sintáctica y mezclas diversas‖ (Bernetti; 1998; P. 03).
Este tipo de semanarios, explica el investigador Jorge Rivera ‖realizaron un
periodismo cultural de fuerte entonación actualizadora, que contribuyó de manera muy
destacada a la renovación de las agendas y los repertorios culturales de la época, aunque
se los pueda incriminar también como responsables de la explotación de cierto
esnobismo y del voluble argumento de cierta premiosa fugacidad de los fenómenos
propuestos" (Bernetti; Op. Cit.; P. 07).
32
Periodistas como Tomás Eloy Martínez, Roberto Aizcobe, Osiris Troiani,
Julián Delgado, Norberto Firpo, entre otros, dirigían las diferentes secciones que tenía el
semanario. Allí, como redactor, también se encontraba un gran exponente del nuevo
periodismo en el país, como lo fue Osvaldo Soriano, quien se destacaría en el diario La
Opinión, cuyo análisis se hará presente en los próximos párrafos.
Ahora bien, ¿qué características ostentaba este semanario? ¿Con qué
recursos y métodos nuevos se encontraba al lector al leerlo? En un artículo de D –
Revistas , Martín Visuaras comenta que Primera Plana filtra ―un nuevo formato,
nuevos temas, y nuevo estilo. Muchas de sus notas solían comenzar como una narración
literaria, hecho este que permitió que la revista se convirtiese en un medio no solamente
de política sino de temas generales con un estilo ágil y novedoso. . Sus lectores se
encontraban entre los de alto poder adquisitivo y cultural, sector al cual la revista iba
dirigida desde el formato al estilo de publicidad‖21
.
Primera Plana, entonces significó un cambio para el periodismo y la
introducción del nuevo formato descripto. De este modo, Timmerman, con un estilo
parecido al impuso la tarea y la obligación de ―individualizar y reconocer, también
responsabilizar a los periodistas en sus crónicas, juicios y viajes, [que] constituyó una
originalidad en el periodismo argentino. También una forma de presión indirecta sobre
el resto de la industria periodística argentina‖ (Bernetti; Op. Cit.; P. 04).
Además, tomó como herramienta fundamental ―el intertexto literario, tanto
en los titulares como en la construcción de las notas. La inclusión de diálogos y los
artículos con inicios ficcionalizados son recursos comunes‖ (Gutiérrez; Op. Cit; P. 22).
Si a diarios se refiere, La Opinión, también fundada por Jacobo Timmerman
fue quien compatibilizó, mediante la línea editorial del medio, los aspectos centrales del
nuevo periodismo.
Si bien no contaba con grandes recursos económicos, y sufría duras embates
empresariales, como por ejemplo el nivel de tirada y los cierres de cada edición sobre un
horario poco habitual para un matutino (cerca de las dos de la tarde todos los días), se
convirtió en un exponente de la profesión. Con un estilo parecido al Le Monde francés,
21
Visuara Martín; Primera plana, la revista que inició el nuevo periodismo argentino ; en D – Revistas; 2012 http://magazinederevistas.com.ar/2012/06/cuando-la-revista-primera-plana-hizo-su-aparicion-pocos-imaginaron-el-impacto-mayor-que-habria-de-causar-en-el-mercado-editorial-argentino/
33
estuvo a la vanguardia toda la década e influenció a diarios surgidos en la década de
1980, como ser Página 12.
El staff de redactores estaba conformado por casi cuarenta redactores, entre
los que se encontraban, entre otros, Miguel Bonasso, Juan Gelman, Tomás Eloy
Martínez, Hermenegildo Sábat, Luis Guagnini, Horacio Verbitsk, Osvaldo Soriano,
Enrique Raab, Tomás Eloy Martínez, Enrique Alonso, Mario Diament, Rodolfo
Pandolfi, José Ignacio López, Francisco Urondo, Alejandro Horowicz, Julio Nudler,
Juan Carlos y Julio Algañaraz.
Precisamente, Osvaldo Soriano expresaba que dentro del diario se había
constituido ―un estilo y se continuó una gran escuela de periodismo informativo y de
opinión‖ (Soriano; 2010; P. 10). Michelangelo Antonioni describe sus crónicas con
características de ―escritura incisiva, efervescente, con frases como bofetadas. Pocos
escritores logran cominar lo amargo y lo irónico en forma tan absolutamente genial‖
(Soriano; Op. Cit.; Contratapa).
Con respecto a las notas referidas a casos policiales este autor recopiló
algunas realizadas para el diario La Opinión n su libro ―Artistas, locos y crimininales‖,
donde cuenta cómo fue trabajar en aquel periódico y los vericuetos que surgían en las
redacciones.
Algunas de sus crónicas, por ejemplo, retratan el famoso caso Robledo
Puch, el asesinato de Juan Ingalinella, como así también el asesinato del sindicalista,
José Ignacio Rucci. Si bien nunca trabajó en la sección Policiales del diario, fue uno de
los más celebres narradores argentinos de este género.
Para finalizar con esta explicación sobre la aparición del nuevo periodismo
en los medios nacionales, con el eje puesto dentro de la investigación y la búsqueda de
fuentes, Horacio Verbitsky, redactor famoso del diario La Opinión, define al matutino
como ―una especie de Instituto Di Tella periodístico que condensa a un determinado
núcleo cultural-político y generacional alrededor de un proyecto (…) uno de los puntos
de partida tanto del llamado periodismo de investigación como del periodismo de
interpretación en sus variantes argentinas‖ (Bernetti; 1995; P. 07).
34
2.4 El apogeo del periodismo de investigación
Luego de la caída de la última dictadura militar que azotó a la Argentina y
con la restauración progresiva de la Democracia iniciada en 1983, empieza a surgir un
interés en los medios gráficos por el periodismo de investigación.
Heredero del ya descripto nuevo periodismo, este género ―se aparta de su
habitual función de informar y va más allá de ella en busca de una verdad que en tanto
ocultada, carece de existencia para la sociedad en general‖ (Mendoza; Op. Cit; P. 02).
En el prólogo al libro ―La invisibilidad de lo invisible‖, Roberto Ferro
caracteriza al Periodismo de Investigación, afirma que ―las funciones tradicionales del
periodismo se condensan en dos instancias: la de informar, es decir, representar la
realidad, y la de interpretarla; en ambos caso se trata de operaciones de mediación entre
la sociedad y los discursos públicos. El periodismo de denuncia e investigación centra
su interés en lo invisible, en aquello que los otros medios no han registrado, no han
visto, por lo tanto pone en circulación acontecimientos que no han tenido existencia
social hasta que son publicados (…) es una minuciosa inquisición de aquellos discursos
que se han comprometido en la búsqueda de otra verdad, en el desciframiento, en el
trabajo con lo secreto, lo borrado, lo elidido; discursos que se han armado en torno a
enigmas sociales, que no son otra cosa más que mentiras deliberadas que es preciso
destruir con evidencias, para eso se investiga, se denuncia, se hace público‖ (Mendoza;
Op. Cit.; P. 03).
Con el surgimiento de Página 12 se inaugura este periodismo de denuncia.
Otros medios como Página 30, Veintiuno o Tres Puntos inculcaron sus rasgos.
Volviendo al diario fundado en 1987 de la mano, entre otros, de Osvaldo Soriano y
Jorge Lanata.
Precisamente, algunos periodistas del descripto diario La Opinión fueron
convocados para participar y formar parte de las diferentes secciones que ofrecía el
periódico. Así, Horacio Verbitsky (como columnista estrella) y Tomás Eloy Martínez y
35
el propio Soriano repetían staff de redacción. Otros como Eduardo Galeano, José Pablo
Feinmann, Ernesto Tenembaum u Osvaldo Bayer conformaban el equipo de
columnistas del diario.
Para Dafne García Lucero, Página/12 ,‖se caracterizó por formas, estilos y
recursos novedosos, pero fundamentalmente se lo asoció con la denuncia. Pero, ahora la
denuncia es en un marco democrático: se denuncia el abuso de poder -en todas sus
variantes- de un gobierno elegido a través del sufragio‖ (García; 2001).
En tanto, Horacio González agrega en ―La realidad satírica. Doce hipótesis
sobre Página 12”, que este diario ―ha conseguido folletinizar el poder, darle una
crónica inspirada en las literaturas del grotesco. [...] La ficcionalización del poder que
realiza Página/12retoma una tendencia de todo el periodismo crítico, que a su vez
expresa el más viejo reclamo democrático: saber qué se habla en las tinieblas donde se
decide el destino de las gentes comunes.‖ González, Horacio: ―El narrador omnisciente‖
(González; 1992).
Y agrega que ―se trata casi exclusivamente de investigar la deficiencia de las
leyes o su utilización al servicio de acciones ilegales. El investigador que antes era un
periodista con emblemas políticos asumidos, se torna entonces un periodista experto en
el denso mundo apócrifo de la ley‖ (González; Op. Cit).
Es precisamente en la década de 1990, con el saqueo al Estado argentino, las
privatizaciones de los servicios y empresas públicas, el dólar uno a uno, el aumento de
la pobreza, el desempleo y el aumento de la desiguladad entre los sectores sociales que
los escándalos por corrupción donde cotidianamente se denunciaba a políticos
vinculados al por entonces presidente Carlos Saúl Menem, comienzan a erosionarse y
ser más visibles en la sociedad.
No es casual tampoco que redactores como Horacio Verbitsky con Robo
para la corona, Román Lejtman con Narcogate , Gabriel Cerrutti con El Jefe , hayan
trabajado en Página 12 y realizado libros utilizando los mecanismos del periodismo de
investigación ya descriptos, en una época donde se utilizaba cotidianamente este tipo de
género.
Comienzan a surgir, en tanto, los informes de investigación tanto en radio
como en la televisión. Pero, la prensa gráfica ―parece caracterizarse prioritariamente por
36
su función de denunciante e investigador de hechos ilícitos y negociados, donde
aparecen involucrados funcionarios gubernamentales o revelan ineficiencias en diversas
áreas de gobierno. Los casos conocidos como Swiftgate, Narcogate, Yomagate y venta
de armas a Ecuador, entre otros, fueron algunos de los hechos denunciados e
investigados por la prensa‖ (Mendoza; Op. Cit.; P. 06).
A toda esta explicación hay que agregarle un exponente a la prensa gráfica
que retrató casos policiales con un alto nivel de sensacionalismo. Es menester
mencionar la revista ¡Esto! , creada por Héctor Ricardo García. Este personaje es
reconocido en el mundo del periodismo amarillista, al ser también el fundador del diario
Crónica.
Mantuvo todos los ingredientes tipográficos y amarillistas del viejo diario
Crítica y su virtual sucesor Crónica. Grandes titulares, fotografías perturbantes, tapas
cruentas y casos sangrientos abonaban los relatos constantes de los crímenes que eran
de firme interés para la opinión pública.
Ximena Gutiérrez, quien describe las características de la revista ¡Esto! en
su tesis de grado, reseña que las noticias podían ―conformarse dos grandes grupos. El
primero y más amplio es el de las crónicas que relatan hechos trágicos: un asesinato, un
accidente, etc. Suelen incluir fragmentos de entrevista, así como de biografía de las
víctimas o de policías heroicos que se han destacado en el cumplimiento de su deber. El
segundo grupo, más pequeño, denominado ―Síntesis policial‖, está formado por noticias
cortas del ámbito local e internacional que ocupan entre dos y cuatro páginas del total
de la revista. Tratan los mismos temas que las anteriores, aunque su organización es
más cercana al cable de agencia‖ (Gutiérrez; Op. Cit.; P. 30).
Giménez aclara que ―el enfoque individual es una constante en todas las
notas de ¡Esto!. Desde este punto de vista sus sucesivas ediciones semanales
constituyen una ―pintura‖ de cómo vive la gente, pero siempre enfatizando lo vivido por
la víctima y el victimario. Las preguntas principales que se responden en cada nota son
¿quién cometió el crimen y quién lo sufrió? y ¿qué consecuencias trajo para ambos?‖
(Gutiérrez; Op. Cit.; P. 38).
A su vez refleja que las notas ostentaban una referencialidad. Las palabras
del médico hospitalario que atendió a la víctima o bien el número de patente de un auto
37
protagonista de un accidente automovilístico, por ejemplo, eran moneda corriente en las
crónicas incorporadas en la revista.
Estas referencias no solo están vinculadas con testimonios o datos
concretos, sino que también las imágenes son punto esencial para describir o mostrar el
acontecimiento ocurrido. Otro mecanismo usualmente utilizado por el medio es el uso
de estadísticas para vislumbrar números y datos, sobre, por ejemplo, casos de violencia
de género.
A grandes rasgos, y para finalizar este capítulo, hay que aclarar la opacidad
en la que se ha visto inmersa el periodismo gráfico en la última década. La
proliferación, desde la década de 1990 hasta la actualidad, de canales noticiosos las 24
horas y programas con informes audiovisuales, cuyo contenido tiende en muchos casos
a estereotipar y crear figuras negativas que luego la opinión pública juzga, sobre todo en
los denominados casos de ―inseguridad‖, donde se tiende a estandarizar sobre un
determinado grupo o sector social muchas de las problemáticas que sucumben ante este
definido actor, han opacado los mecanismos de producción de la noticia policial,
intrincados en una mera búsqueda de la verdad a partir de la novedad o la primicia.
Estos valores noticia serán analizados en el próximo capítulo.
Si bien los métodos y rutinas productivas no han sufrido un cambio
copernicano en el modo de contar las noticias, sí la falta de recursos y la aparición de
nuevos auspiciantes en los medios de comunicación han revertido los mecanismos de
cobertura que tenían estos en décadas pasadas y, por supuesto, han hecho eclosión a la
hora de enviar a cubrir casos policiales a los periodistas de medios gráficos.
38
Capítulo III
El deber ser del periodista policial
“Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas
personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede
intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus
dificultades, sus tragedias.” (Ryszard Kapuściński , “Los cínicos no sirven para este
oficio”, 2002)
Luego de iniciado el recorrido por el periodismo policial en Argentina y
antes de explicar e interpretar la teoría sobre las rutinas productivas y los criterios de
noticiabilidad que se utiliza de forma constante en los medios de comunicación para
cubrir una noticia policial, es tiempo de conocer qué piensan los profesionales
entrevistados para este trabajo sobre la labor que cumplen a diario en los periódicos
seleccionados, ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y la Gente‖, respectivamente.
3.1 La pasión por la sangre
Antes de comenzar a describir los parámetros teóricos que logran utilizarse
a la hora de redactar una noticia policial, es perfectible dar a conocer las opiniones que
tienen los profesionales de los periódicos seleccionados que a diario recaban
información, analizan y luego redactan para publicar el caso en los matutinos.
Hernán Lascano, Jefe de la sección ―Policiales‖ desde hace dieciséis años en
el diario ―La Capital‖, se caracteriza un ―trabajador de prensa‖ y manifiesta que no está
39
en ―un lugar privilegiado‖, donde nada tiene que ver con lo ―artístico‖ y de a momentos
se torna ―denso, aburrido‖. Aunque sostiene que eso tiene que ver de acuerdo con cada
periodista. Y esto, se relaciona con lo que él llama la búsqueda de ―rigor y
honestidad‖22
.
Con respecto a su trabajo de comunicador de hechos policiales se define
como una persona ―que intenta ofrecer al momento de la cobertura de los hechos que
tomamos, que son básicamente hechos conflictivos, donde aparecen diferentes
posiciones para explicar situaciones que muchas veces son o suscitan antagonismos
muy violentos‖23
. Y añade que ―el periodista de policiales que trabaja específicamente
con conflictos muy intensos donde laten ahí las pasiones, las emociones, los intereses
controvertidos, tiene que saber que no tiene una misión de develamiento, de ofrecer la
verdad‖24
.
Si bien no cree en los rótulos profesionales o en la clasificación de un
periodista como ―policial‖ o ―político‖, por así decirlo, para Sergio Naymark, redactor
,editor y segundo Jefe de la Sección Policiales del diario La Capital, trabajar en esta
división ―es estar cerca de la realidad más concreta, más cruda y más real […] es
trabajar en uno de los lugares más excitantes y con más movimiento el periodismo. No
hay otra sección que tenga la vida que tiene la sección policiales‖25
.
Por su parte, Daniel Scherein, editor del diario ―El Ciudadano y la Gente‖,
quien trabajó más de diez años redactando noticias policiales para el periódico, liga el
trabajo del profesional dedicado la sección que se viene describiendo estrictamente a la
―calle‖. La experiencia es fundamental para conocer el barrio, los vínculos y relaciones
entre las personas, los humores, cuándo meterse, cuándo no. Y dice: ―El sentido de
tener calle o no tenerla me parece absolutamente determinante a la hora de plantarte con
una fuente y que esa fuente no te pase. De oler para dónde ,va para dónde viene, qué
está buscando, qué, no está buscando‖26
.
Silvina Tamous, Editora de la Sección ―Policiales‖ y ―Ciudad‖ del diario
―El Ciudadano y la Gente‖, afirma ―no todo periodista es periodista policial. Cuando
22
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final de este trabajo. 23
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final de este trabajo. 24
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final de este trabajo. 25
Entrevista con Sergio Naymark. Ver anexo al final de este trabajo. 26
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo.
40
hay un caso importante todo el mundo se lanza al ruedo a cubrir una cosa de la cual no
sabe nada. No tiene elementos para analizar, no tiene elementos para poder enfrentar esa
realidad‖27
.
Según el punto de vista de la periodista, ―no es la misma postura la de un
periodista que la de un periodista policial. Un periodista policial tiene un contexto, una
historia, las leyes, conoce cómo funciona el sistema, sabe si entran por una puerta y
salen por la otra, saben si eso es verdad o mentira‖28
.
Si bien los testimonios son variados, todos mantienen una postura firme
frente a la categorización asignada para desempeñar su rol. Ninguno de ellos ve al
periodista, en general, como una estrella, sino más bien como un profesional que a
diario cumple su trabajo en busca de datos valederos y ciertos para publicar, con la
verosimilitud como eslabón fundamental de información para difundirla a la sociedad.
Por esto mismo, una cuestión fundamental que radica fuertemente en el
periodismo policial es la búsqueda del profesional por la verdad y los puntos de vista de
cada uno. Es sabido que los periodistas utilizan ―construcciones que se superponen a un
mundo construido por el conocimiento‖(Fernández Pedemonte; 2001; P. 59).
Sobre esto último, Lascano expone que esta ―verdad‖ es parte de ―una
construcción sujeta a múltiples determinaciones, cuestiones que muchas veces están
ocultas y van surgiendo a lo largo que se encamina y va tomando marcha‖29
.
Él, como periodista policial, realiza a diario notas de opinión, lo que le
imprime un costado de arbitrio sobre los hechos ocurridos. Para él, no hay que tener
temor o caer en susceptibilidades a la hora de cultivar el juicio de valor, sino ―saber que
lo que uno ofrece es una visión parcial de acontecimientos sobre los que puede faltar
información y por lo tanto es importante evitar pontificar, sentirse dueño de la verdad o
ser exaltado‖30
.
El hecho de estar en constante contacto con la violencia, también radica
como un punto de inflexión que toma el periodista a la hora de profesionalizarse en la
materia. Damián Fernández Pedemonte, ―la creatividad del periodista radica en la
27
Entrevista con Silvina Tamous. Ver anexo al final del trabajo. 28
Entrevista con Silvina Tamous. Ver anexo al final del trabajo. 29
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 30
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo.
41
capacidad que tiene de remover el cerco cultural, comercial, discursivo, de lo que
habitualmente se entiende por noticia para acercar a la gente tanto temática como
textualmente. Ensanchar el ámbito de interés público y comprometer al público con su
ámbito de interés‖ (Fernández Pedemonte; Op. Cit., P. 105).
Por esto último, según la visión de Scherein, quien cubre hechos policiales,
―es un bicho raro‖. Y esto último se produce porque, ― se arma como una tipología. Esa
tipología hace que por ejemplo el periodista policial desarrolle una especie de
anticuerpo contra la violencia y que hace que pueda reírse de determinadas cosas que el
resto del mundo no se reiría [...] desde afuera dicen que uno es cínico y que uno es
pesimista, escéptico. Pero nada más es una manera de poder sobrevivir a la violencia
que uno tiene que observar día a día‖31
.
Para finalizar con esta etapa, es destacable la frase del periodista rosarino
Osvaldo Aguirre, brindada por quien aclara que los hechos que retrata el cronista
policial ―son situaciones provisorias […] sujetas a múltiples revisiones y
determinaciones que se van dando a medida que el proceso sobre el que uno trabajo [a]
crece‖.
31
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo.
42
Capítulo IV
De valores, criterios y rutinas
“Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al
sastre” (Albert Einstein)
En esta etapa se abordarán aspectos teóricos sobre base de la construcción
de la noticia policial cuyos estamentos irán siendo relacionados con los testimonios
brindados por los periodistas de la sección ―Policiales‖ de los diarios de la ciudad de
Rosario: ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y La Gente‖. Este análisis permitirá, en el
siguiente capítulo, emprender la observación sobre las rutinas productivas y los criterios
de noticiabilidad que utilizan los profesionales de los dos medios seleccionados para
informar acerca de homicidios ocurridos en caso de ajuste de cuentas y el posterior
estudio sobre el Triple Crimen en Villa Moreno.
4.1 Rutinas productivas
Luego de introducir sobre la historia del periodismo de tinte policial en
Argentina y lo concerniente a las opiniones de los redactores, es hora de describir y
señalar los métodos y herramientas que utilizan los medios para destacar y señalar qué
acontecimientos serán parte del diario.
43
Además, se hará hincapié en las estrategias a las que acuden los periodistas
para obtener información, reuniendo y relacionándose con las fuentes además de
redactar todo lo reunido para ser publicado en el periódico. Toda esta amalgama de
procesos forma parte de las rutinas productivas que lleva adelante un periodista para
redactar una simple noticia, las cuales se irán deshojando a continuación.
Como dice Eliseo, ―el proceso de producción no es más que el nombre del
conjunto de huellas que las condiciones de producción han dejado en lo textual, bajo la
forma de operaciones discursivas‖ (Verón; 1987; P. 18). Por eso mismo, si bien cada
medio tiene sus criterios de noticiabilidad, las diversas secciones que lo componen
pueden seguir parámetros según los criterios a seguir por cada profesional, es decir, sus
métodos de recogida, herramientas para conseguir sus fuentes y estilos de presentación
de la noticia.
Hay que tener en cuenta, además, que esta rutinización ―permite la
organización y la eficacia de una tarea que está ―perseguida‖ por los tiempos y por la
compleja relación con las fuentes de información y el interés del público‖ (Martini –
Luchessi; 2004; P. 67)
Desde este mismo parámetro, la noticia cumple un rol fundamental cuya
función radica en ―explicar la máxima información en torno a un hecho, en el menor
tiempo o espacio posible, y con la mayor eficacia comunicativa. Para la obtención de
estos objetivos, la estructura interna y los recursos de redacción son indispensables‖
(Fontcuberta; 1993; P. 80).
Es precisamente desde esa estructura de búsqueda y acopio de información
donde se bifurcarán distintas maneras para conseguir datos y referencias del hecho a
relatar. Cada política dentro de la sección, el horario de ingreso, las divisiones de tareas,
el posible acceso e intercambio a fuentes son algunos de los aspectos que fueron
mencionando los entrevistados a la hora de consultarlos sobre las rutinas productivas
que llevan adelante en las secciones ―Policiales‖ de cada uno de ellos.
Como detalla Hernán Lascano, la conexión entre los integrantes de dicha
sección comienza a partir de las nueve o diez de la mañana, con la agenda en Tribunales
o sobre hechos sucedidos al anochecer. Las dos personas que están a cargo de la
sección, ―definen que es lo que va a tener más relevancia en la edición y dentro de los
44
temas más relevantes, cómo se asigna, a qué se le presta más atención‖32
. Sucede a su
vez que estos dos editores, como están más tiempo en el periódico tienen ―mayor acceso
a la información más específica, más fina‖. Es por ello que es necesario que también
participen de los trabajos de redacción33
.
En tanto, los redactores, dice, ―acatan esas pautas y hacen las notas que se
decide van a tener más importancia en la edición. También pasa que los redactores
tienen autonomía. Pueden resolver solos temprano y cuando hay más de un tema a tratar
de qué van a ocupar‖34
.
Sobre la base de la información recogida , los directores de la sección, hacen
una especie de ―escrutinio‖ para ―ver que hay de interesante y qué cosa puede haber ahí
como punta de nota‖ y distribuyen el trabajo entre los redactores, donde hay uno que
está encargado de recorrer los pasillos de Tribunales. Al respecto, ese cronista tiene una
agenda pautada, pero a su vez maneja una propia con asuntos que van surgiendo por el
Palacio de Justicia.
El Jefe de la sección ―Policiales‖ del diario La Capital arguye de esta forma
que ―cuando surgen circunstancias especiales se va organizando sobre la marcha con
alguien que cubra las alternativas del tema judicial‖. Y adiciona que ―en ese buscar
surgen cosas‖. Es que ―en la organización del trabajo se van produciendo cosas que van
a ir sobre el fin de semana o sobre el lunes que es que es una edición y se tocan muchos
lugares‖35
.
Asimismo, una política general de apertura de la sección similar a la de ―La
Capital‖ sigue ―El Ciudadano y La Gente‖. Daniel Scherein consignó, mientras
trabajaba en ―Policiales‖, junto a, por entonces, su Jefa, Silvina Tamous una rutina con ―
un protocolo de apertura […]Quien llega a las diez de la mañana tiene un criterio a
seguir. Llamar a tales y cuales lugares para ver si hay información. Y con la misión de
hacer fuentes. El criterio fue laburar en equipo‖36
El mismo redactor, agrega que ―el grueso de la tarea recae sobre la tarde. Por
lo general ese cronista coordina con el jefe para ver qué es lo más importante de lo que
32
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 33
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 34
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 35
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 36
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo.
45
tiene o como ese cronista además de apuntar la información elige la noticia que va a
redactar‖37
.
Sin embargo, todos estos parámetros y políticas en las secciones están
condicionados por los recursos y los regímenes con los que cuenta el medio de
comunicación respecto de quienes aportan dinero en publicidad, los cuales, a veces, de
un modo u otro terminan actuando como condicionantes al momento en que se decide
publicar una nota.
En ―Los que hacen la noticia‖, Lila Luchessi y Stella Martini exponen el
mencionado asunto y lo enfocan hacia ―relaciones objetivas estructurales, económicas,
ideológicas, políticas‖, en donde ―el contexto laboral define el valor otorgado a la
información, reconocido en el momento de la producción‖. (Martini – Luchessi; Op.
Cit.; P. 69)
Sobre este problema, Lascano refiere que ―hay auspiciantes que hacen sentir
su peso‖. Y explica que este rompecabezas hay que ir ―sorteándolo‖, y que ―siempre se
encuentran formas de burlar esas presiones que tienen que ver con censuras‖38
.
Al trabajar en una sección como ―Policiales‖ también se está expuesto a los
dilemas y perjuicios que pueda ocasionarle a una figura institucional, tales como
Funcionarios del Poder Ejecutivo, Jueces, que ―no llaman a los periodistas para
manifestar disconformidades, sino que llaman directamente a los sectores más altos del
diario y a veces a sus dueños para pedir que no se cubra determinada información o que
no se le de tratamiento‖39
.
Otro parámetro que impide, de a momentos, lograr generar rutinas
productivas ágiles y constantes para reproducir una mayor cantidad de hechos, es la
disposición y distribución de recursos, tanto humanos como materiales. Si bien no es
exclusivo de un solo periódico, Lascano se refiere a esta problemática desde las
redacciones del diario ―La Capital‖, donde recuerda que en el año 1999 eran diez
redactores, en tiempos donde la violencia no estaba demasiado de manifiesto como
ocurre coyunturalmente.
37
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo. 38
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 39
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo.
46
Cuenta que esta compleja situación está relacionada ―con una limitación de
tipo económica que es explicada en la paulatina y expansiva precarización en el trabajo
periodístico‖40
. Sobre esto agrega que ha repercutido enormemente en el reducido
número de redactores que se encuentran trabajando en las secciones.
El contratiempo mencionado ocasiona un impedimento a la hora de un
tratamiento ―más específico y eficaz de los temas que se ocupan‖. Añade en tanto que
eso no ocurre solo en la sección ―Policiales‖. Sin embargo, agrega que en dicho sector
―se experimenta una mayor demanda desde la redacción‖. Lo dicho, ocurre porque ―los
delitos de seguridad pública están más demandados en la edición y eso supone que
tengamos mayor trabajo‖41
.
4.2 El acontecimiento como “ruptura”
Una pregunta fundamental a la hora de cubrir casos de este tipo es, ¿cuándo
se produce un hecho de tinte policial? Diversos aspectos entran en juego en el día para
vislumbrar las acciones que tendrá el periodista a la hora de buscar información para
relatar una noticia sobre un caso policial. Sin embargo, ese hecho tuvo un momento, o,
como diría la investigadora Stella Martini, sería producto de un acontecimiento que
significa, precisamente, una ―ruptura‖ (Martini; 2000).
Este quiebre, se produce ―en cualquier ámbito, privado o público, que se
destaca sobre un fondo uniforme y constituye una diferencia y se define por los efectos
en el tiempo y espacio en los que ocurre‖. Y son los medios quienes, como explica el
investigador del CONICET, César Arrueta ―tienen la capacidad de sociabilizar,
explicar, interpretar y comentar el significado de los acontecimientos‖ (Arrueta; 2010;
P. 22)
40
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 41
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo.
47
Sin embargo, esta ―operación situada y dinámica‖ (Martini; Op. Cit.) no
siempre es difundida a través de los medios de comunicación. Intervienen diferentes
aspectos tales como las posibilidades de acceso tanto a la información como a lugar
donde ocurrió el hecho, la agenda del medio, o, mejor dicho los criterios de
noticiabilidad de cada medio en especial que van a definir, en fin las rutinas productivas
de cada uno de ellos, cuestión que más adelante será abordada.
Este paso del acontecimiento a lo que va a ser noticia es un factor clave al
momento de determinar cuáles serán las cuestiones implícitas a la hora de describir e
informar sobre un hecho. Martini aclara que esta selección y recorte ―se apoya en los
ejes información – sociedad, en términos de necesidades y expectativas, y de
reconocimiento – realidad, en términos verosímiles que constituyen la realidad
cotidiana‖ (Martini; Op. Cit.; P. 32).
4.3 Criterios de noticiabilidad
Para reconocer, elegir, ordenar, clasificar y ordenar acontecimientos
intervienen en la esfera del medio diversos criterios noticiabilidad. Estos son elegidos
por el mismo medio y ―tienen su anclaje en la cultura de la sociedad y se relacionan con
los sistemas clasificatorios y las agendas temáticas habituales del medio, se encuadran
en la política editorial sustentada, y remiten a una concepción determinada de la práctica
profesional‖ (Martini; 2000; P. 84)‖.
La noticiabilidad, según Wolf, ―es el conjunto de elementos a través de los
cuales el aparato informativo controla y gestiona la cantidad y el tipo de
acontecimientos de los que seleccionan la noticia‖ (Wolf; 1987; P.222). Estos,
―determinan la noticiabilidad de un acontecimiento, expresan la cualidad o cualidades
de la información para que aumente el interés de la audiencia‖ (Israel Garzón; Op. Cit.).
Todo lo que surge sobre lo noticiable está vinculado ―no sólo por la
naturaleza de ruptura de un acontecimiento, sino por limitantes en el tiempo y espacio
impuesto por el medio en el proceso de producción‖ (Robledo; 2012; P. 42).
48
Como se viene diciendo, la agenda es parte fundamental en la concepción de
criterios de noticiabilidad. Y son precisamente los periódicos quienes inician la agenda
matutina, los temas que van a ser tratados en el día. Los diarios son quienes la
organizan, mientras que la televisión y la radio van reconstruyendo los asuntos
primordiales del día (McCombs,1976,P. 06).
Aquí, entra un aspecto clave en la agenda de los medios como es la
tematización. Este proceso significa colocar en el día el interés de la opinión pública y,
como dice Wolf, ―subrayar su centralidad y su significativadad respecto al curso normal
de la información no tematizada‖, cuya función radica en ―seleccionar ulteriormente
[…] los grandes temas sobre los que concentrar la atención pública y movilizarla hacia
decisiones‖ (Wolf;1987; P. 185).
4.4 Valores noticia: Formadores de los criterios de noticiabilidad
De esta tematización de agenda surgen otros procesos, que intervienen en la
política de seguimiento del medio, y que se distinguen ―en el conjunto de las tareas
productivas de los valores que hace noticiable un acontecimiento y el significado que
tales valores adquieren Y el modo como aparecen rutinizados y naturalizados) en una
sala de redacción, en interrelación con las expectativas y las series interpretativas de la
sociedad y los estados de la opinión pública‖ (Martini; 2000: P. 107). La producción de
valores noticia constituyen ―las cualidades significativas que construyen su relevancia‖
(Martini; 2000;).
El término valor noticia ―surge como elemento configurador de la
noticiabilidad, entendido como cualidades de los acontecimientos o de su construcción
discursiva cuya presencia, en mayor número, define la noticiabilidad del suceso
(Golding – Eliot, 1979; P. 122).
49
Esta importancia se da a través de diversos parámetros tales como la novedad
de un hecho, su originalidad, gravedad, la magnitud o bien, como se dijo en el punto
anterior, la proximidad geográfica.
Sin embargo, estos valores noticia citados en el párrafo anterior gravitan
según el tiempo y están inmersos en una ―fuerte homogeneidad en el seno de la cultura
profesional‖. Además, ―la naturaleza dinámica de los valores noticia se refleja en la
especialización temática que, en un determinado período histórico, los medios
practican‖ (Martini; Op. Cit.).
Para Martini, existen dos variables excluyentes para indagar acerca de estos
procesos de jerarquización de la información. Uno es el ―efecto del acontecimiento
sobre la sociedad y sobre otros medios en términos de transformaciones‖ (Martini;Op.
Cit.). El restante es ―la cualidad del acontecimiento en términos de trabajo periodístico
y de percepción por los sujetos sociales‖ (Ibidem).
4.5 Los criterios de noticiabilidad para los casos policiales en los diarios
seleccionados
Luego de esta exposición sobre los criterios de noticiabilidad que se utilizan,
por lo general, en los medios de comunicación, es loable aplicar esta descripción hacia
los casos policiales en los medios gráficos. Por eso mismo, se irán enlazando los
conceptos antes referidos junto con las pautas noticiables que aplican los comunicadores
de los diarios elegidos para este trabajo.
Primero y principal, es destacable mencionar que cada hecho policial es un
acontecimiento. En épocas donde la llamada ―inseguridad‖ es moneda común en los
medios de comunicación, cada caso que esté conectado o tenga vaivenes vinculados a
este tipo de vacilación, sea noticia. Por supuesto, comparecer en el cubierto por los
medios es una consecuencia de, como se dijo, intereses superpuestos entre actores
50
políticos y opinión pública que radican mediante el ―miedo‖ su predilección ante estos
casos.
Un nuevo hecho por robo u homicidio, el avance en una causa judicial de
gran impacto público, centran la atención de una determinada audiencia. Es por eso que
cada caso policial retratado en los medios no es uno más, ni conlleva valores ligados a
la espontaneidad.
Sergio Naymark y Silvina Tamous relacionan esto, por una parte, con el gusto
predilecto que tiene el morbo en la opinión pública. Sin embargo, también vinculan este
valor noticia al ―imprevisto‖, porque un caso de inseguridad le puede suceder a
cualquier persona, y muchas de ellas están atentas a las nuevas modalidades de robo,
por ejemplo42
.
Conservando la misma tesitura, Fernández Pedemonte agrega que ―en el
terreno de las noticias sobre crímenes los medios siguen una estrategia de tenaza: por un
lado seleccionan los acontecimientos fuertes porque su negatividad y novedad se ajusta
a los valores de la noticia‖ (Pedemonte: 2001: P. 124)
Es que, ―las noticias sobre el espacio privado ocupan cada vez mayor
extensión en los medios ya que […] interesan a todo el mundo, pues dan resonancia
pública a vivencias personales en las que cada uno puede verse representado‖
(Fontcuberta; Op. Cit.; P. 78). Este espacio privado, además, ―se convierte en un lugar
fundamentalmente igualitario donde […] los sentimientos más primarios (amor, celos,
dolor…) son susceptibles de ser compartidos por todos los seres humanos‖ (Ibidem).
No obstante, son diferentes las herramientas que se tienen para cubrir hechos
en medios nacionales y en locales. La disponibilidad geográfica o de recursos para darle
42
Un hecho curioso ocurrió al respecto de esta cuestión. Cuando en 2002 comienzan a denunciarse los secuestros extorsivos, los medios de comunicación cubrían uno por uno los hechos, explicaban al público las modalidades de rapto, cómo actuar frente a un caso de estos. Esto trajo como consecuencia que, se establezca un temor colectivo a poder ser secuestrado en cualquier momento y lugar. No solo el efecto sucumbió en los “hombres de a pie”, sino también en ladrones de “baja monta” quienes intentaron ingresar al negocio sin medir las consecuencias de sus actuaciones, porque no solo se trata de causarle un daño o perjuicio a una persona privándola ilegalmente de su libertad por un pequeño rédito económico, sino que aquello lleva implícito una gran cantidad de cuidados, aspectos psicológicos para tener a la víctima tranquila ante la situación, encontrar lugares propicios para mantenerla. Un ejemplo brutal que terminó, precisamente, con la vida de la víctima, fue el caso Axel Blumberg. Otros hechos que han sido reproducidos por los medios de comunicación de forma constante y aplicando aquellas nuevas modalidades de robo fueron por ejemplo “los motochorros”, las “salideras bancarias”, y hasta los “colectiveros asesinos”.
51
relevancia a aquellos hechos que ocurren en otra parte del país es muy distinta una de
otro. Sin embargo, en una ciudad como Rosario, con una violencia inusitada, hace que
la agenda esté cargada cotidianamente y haya una cantidad de sucesos vastos como para
ser publicados. Naymark coincide con esta postura al decir que todo lo que ocurre en
esta ciudad tiene que ver con lo policial.
Por ejemplo, de los dos diarios seleccionados, ―La Capital‖ es quien sin duda
maneja la agenda de los medios rosarinos. En lo estrictamente policial, se escuchan en
las radios, diariamente, testimonios, entrevistas sobre un hecho policial publicado en
este periódico. La sección ―Policiales‖ está integrada por seis periodistas, de los cuales
hay un Jefe, un SubJefe y cuatro cronistas. Sin embargo, todas las partes en esta
división hacen trabajos de redacción para llenar tres páginas diarias.
Las prioridades o los valores noticia de este diario están vinculados a muchas
cuestiones. ―Lo impactante de un caso, su sensibilidad política o institucional‖, son
algunos de los aspectos centrales que menciona Lascano. Con respecto a la agenda
explica que ostentan llevar una agenda ―propia‖ aunque muchas veces cubren hechos
―que en la mayoría de las agendas de los medios están preeminentes‖. En relación a esto
último, agrega que, si bien la edición online adelanta algunos datos, en la edición
impresa intentan ―agregar algún plus que no se haya contado en la versión online‖43
.
Naymark, sostiene que el poco espacio que posee la sección en el periódico es
un problema a la hora de cubrir hechos y que es una condición excluir temas de agenda
cotidianamente. ―Hay días que te queda material afuera y hay otros que te falta material
para llenar las tres páginas. A veces porque no ocurren hechos, otros porque ocurren
hechos pero no son tan importantes como para darle magnitud en el diario. A veces
porque son hechos que podrían ser policiales pero no lo son. Son varios factores los que
se cruzan en un diario‖44
, explica el periodista.
Al respecto de esto último afirma que ―hay muchos hechos que nosotros no
damos porque preferimos centrarnos en otros detalles o en otras historias que por ahí
precisan más de un texto elaborado o desplegado‖. La profundización se aplica ―porque
requiere trabajo, ir al lugar, hacerse de documentación, una redacción más meditada y
reposada de lo que puede ser la cobertura de un asalto o el robo de un departamento.
43
Entrevista con Hernán Lascano. Ver al final de este trabajo. 44
Entrevista con Sergio Naymark. Ver anexo al final del trabajo.
52
Entonces, en la edición impresa, tratamos de cubrir los casos que se puedan desplegar
con un mayor contexto, con la relevancia política del tema, que del acontecimiento
estrictamente del momento. Aunque eso según su importancia también entra en la
edición‖45
.
Por su parte, el diario ―El Ciudadano y La Gente‖ cuenta con cinco personas
que integran la sección ―Policiales‖. Un Jefe y Subjefe, y quienes cubren los hechos en
la ―calle‖, por llamarlo de una manera, y en Tribunales. Actualmente dicha zona ocupa
dos páginas del matutino.
Daniel Scherein comenta que en ese sector publican aquellas noticias que les
parecen ―buenas‖. Y sostiene que dan ―a conocer las noticias que nos parecen buenas.
Porque es un tema que nos interesa, porque en su momento sacamos ventaja, tema que
seguimos. Esas cuestiones las privilegiamos. Intentamos marcar nuestra propia agenda.
Es complicado porque hoy la agenda te la marca la tapa de La Capital, sobre todo los
portales a través de lo que cubren las radios‖46
.
Un ejemplo al respecto fue la cobertura por el caso de Elías Bravo, un chico
asesinado en la puerta de un búnker de drogas a manos de narcotraficantes por un
supuesto robo de estupefacientes. ―El Ciudadano y La Gente‖ siguió este caso y, ante
cada noticia relataban cómo iba la causa, sin que ningún otro diario . Scherein aclara la
magnitud del caso porque ―fue un homicidio conmocionante. Porque le metieron como
treinta tiros, los amiguitos del barrio prácticamente lo idolatraban, los familiares decían
que era Robin Hood, aunque no lo fuera. Y los periodistas tienen empatía con la fuente
y editorialmente se ha juzgado que vale la pena sacar esa información, porque
violentaron la tumba, porque en la causa hubo algún giro‖47
.
Para la Editora de la Sección ―Ciudad‖ y ―Policiales‖, asidua cronista de esta
última, destaca que, definir algún criterio de noticiabilidad en el medio es muy difícil
porque ―ahora corres mucho tras el día, porque lo que pasa en ―Policiales‖ es el
imprevisto. Cuesta mucho trabajo parar y ponerte a pensar y ver que estás haciendo o
ver que noticia te gustaría hacer‖48
.
45
Entrevista con Sergio Naymark. Ver anexo al final del trabajo. 46
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo. 47
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo. 48
Entrevista con Silvina Tamous. Ver anexo al final del trabajo.
53
Y, más allá de tener una redactora, como se dijo, dedicada a cubrir
aniversarios de alguna muerte o un hecho, el estado de una causa, condena o bien, el las
situaciones que se viven dentro de las cárceles, la noticia de un homicidio ―lo tapa‖.
Esto se genera, para Tamous, a partir de la inmediatez donde ―es difícil salirse de la
agenda‖49
.
Ella lo relaciona con el cambio vivido de acuerdo a los graves índices de
violencia que tiene hoy en día la ciudad de Rosario, los cuales serán explicados en el
capítulo referido al Triple Crimen en Villa Moreno. La cronista, quien también cubrió
―Policiales‖ en el diario ―La Capital‖, admite que Rosario ―era una ciudad, que cuando
empecé, tenía menos homicidios por cantidad de habitantes. Hoy pasó a ser la que más
tiene. Nosotros teníamos cincuenta homicidios al año. Cuando era cronista, ocurría un
homicidio y lo seguía en Tribunales porque eran cincuenta al año, de los cuales veinte
se esclarecían en el momento, o sea, que quedaba muy poco por descubrir. Vos podías
hacer un seguimiento más personalizado de las causas. Hoy es prácticamente
imposible‖50
.
4.6 Las fuentes en las rutina de producción de la noticia policial
Un aspecto central para la conformación de una noticia es la búsqueda, el
acceso y la utilización de fuentes de información. Este instrumento radica demasiado en
la confianza del periodista hacia el individuo o la institución que brinda dicha
información, a la que se suman intereses, propósitos e intenciones vastas para ofrecer
referencias sobre un hecho.
El acopio de fuentes forma parte de un mecanismo de recogida de
información. Este artilugio, ―se produce sobre todo a través de fuentes estables que
49
Entrevista con Silvina Tamous. Ver anexo al final del trabajo. 50
Entrevista con Silvina Tamous. Ver anexo al final del trabajo.
54
tienden a suministrar material informativo ya fácilmente incorporable en los normales
procesos productivos de la redacción‖ (Wolf; Op. Cit.; P. 133).
Estas fuentes informativas son, en concreto, ―personas, instituciones y
organismos de toda índoles que facilitan la información que necesitan los medios para
suministran noticias. Esta información es de dos tipos: la que busca el medio a través de
sus contactos y la que recibe a partir de la iniciativa de distintos sectores interesados‖
(Fontcuberta; Op. Cit.; P. 58).
Sobre esta problemática, Pierre Bordieu agrega que ―las fuentes son
primordiales en el proceso de construcción de la información‖, debido a que ―su
articulación con los profesionales, los medios para los que ellos trabajan y las
audiencias tienen efectos políticos sobre la ciudadanía y la opinión pública.‖ (Bordieu;
1997; P. 111).
Este interés, precisamente, se torna complejo a la hora de creerle o no lo que
está manifestando una fuente. Un profesional debe ser y conocer si lo que dice esa
fuente es verdad o mentira, cotejándolo con otros datos, y con fuentes alternas que
permitan corroborar si lo que se está diciendo no está faltando a la realidad, o, para que
no ―reflejen tan sólo la versión de una de las partes del conflicto‖( Borrat 1989; P. 54).
Por supuesto que también cada medio, en esta etapa de rutinización en la
producción de la noticia también genera fuentes exclusivas. Como se expresó en puntos
anteriores, una característica en los criterios de selección de la información es,
cabalmente, la exclusividad. Por supuesto que esto debe estar radicalizado y
consensuado entre el periodista y la fuente a la hora de dar un dato fuerte que sirva para
cimentar una nota que en la agenda de otros medios no aparezca.
Existen límites legales, como el Secreto Profesional, que le posibilitan al
periodista no nombrar a la fuente de información a la cual accedió. Ello genera que
también se deban verificar todos los datos que distribuye esa determinada persona o
institución para evitar caer en falsedades al momento de informar.
Sin embargo, la intencionalidad y propósitos del medio también entran en
conflicto constante. Hay voces o miradas que en varios casos quedan excluidas. Esto
pasa, cotidianamente en el periodismo policial, en el que luego se hará hincapié, por el
55
que pasan intereses difusos en el momento exacto de dar a conocer datos sobre el
acontecimiento ocurrido.
Estas últimas, por lo general, se otorgan a todos los medios de comunicación
de la misma manera. Son lo que Marc de Fontcuberta llama ―fuentes compartidas‖, que
no son más que informaciones brindadas de manera homogénea por salas de prensa,
voceros institucionales, comunicados públicos que dan a conocer un hecho ocurrido.
Esta concepción de fuentes institucionales actúa, como expone Wolf, a modo
de ―red‖ y que muestran, ―por un lado la estructura social y de poder existente, y por
otro lado se organiza sobre la base de las exigencias planteadas por los procesos
productivos. Esta estructuración de las fuentes contribuye a su vez a reforzar la
ideología de la noticia como hecho excepcional, ruptura de la norma, desviación (Wolf,
Op. Cit. P. 135)
Al interés de la fuente debe agregársele la simbología que despliega en la
noticia. El periodista debe hacerse preguntas fundamentales como ¿qué busca a la hora
de dar esta información? ¿Qué cuestiones quiere enfatizar? O bien si elimina alguna
circunstancia particular que perjudique la naturaleza en la reproducción de la
información sobre el acontecimiento. Por eso mismo es que el profesional debe, como
condición sine qua non, clasificar e interpretar si a dicha fuente a la cual accedió es
permeable de otorgar datos verdaderos.
4.7 La utilización de fuentes en los casos policiales y en los dos medios
seleccionados
Ahora bien, es hora de interrogarse sobre los parámetros que vinculan al
periodista que redacta crónicas policiales para periódicos y las fuentes de información a
las accede a diario para nutrirse de información que de cuenta y exponga lo sucedido en
el hecho.
56
Como se ha expresado en párrafos anteriores, la fuente guarda intereses y
siempre hay alguien que va a actuar en beneficio propio o de una institución en
particular. También se sabe y conoce que el periodista llega a la escena donde ocurrió el
homicidio, robo o lo que tenga que ver con un hecho policial que le incumba, no solo al
periodista sino a los Jefes de Sección y, como se dijo al medio.
En un suceso de esta magnitud intervienen no solo policías, sino también
fiscales, jueces, abogados, pesquisas, testigos, la víctima (si sobrevive al asunto), los
familiares y amigas de esta, el presunto victimario, entre otros. A sabiendas, una
amalgamada cantidad de individuos que pueden dar cuenta de lo sucedido, a través de
testimonios directos, rumores, murmullos, etc.
Y también sucede que en la noticia policial entran en conflicto las partes, con
situaciones dramáticas y una violencia inusitada de por medio, que obligan al periodista
a interiorizarse en el tema y delinear estrategias para decidir qué testimonios va a incluir
en su nota y cuáles va a descartar. Además deberá entrar en una forma de ―negociación‖
con aquellas fuentes ―indirectas‖ para determinar si publica o no sus nombres.
Sobre el uso y la confianza en las fuentes, Hernán Lascano expone que ―se
genera un trabajo que requiere oficio, mirada, capacidad de contemporizar porque
muchas veces la fuente quiere que vos digas algo que vos no estás dispuesto a decir por
talante ideológico, por la mirada de los temas‖51
.
Este conflicto de partes, tal como se evidenció, ―se abre una negociación con
la fuente con la cual hay que ser sincero en el sentido que la fuente es una fuente, no es
un redactor, no es un periodista‖52
.
Y, sobre este tema, aclara que ―quien toma la decisión en definitiva de la
forma que va a adquirir el texto o la información con la que se va a dar cuenta es el
periodista, no la fuente. Y por eso la fuente a eso debe saberlo. Hay toda una confianza
en la cual la fuente considera que sus intereses no han sido afectados por el diario y
entonces existe ese tráfico noticioso‖53
.
51
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 52
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 53
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo.
57
Acepta que ―la fuente no es ingenua ni neutral ni tampoco generosa, la fuente
quiere algo y lo que quiere es que el periodista de cuenta de lo que te va a contar desde
el punto de vista propia. La fuente tiene una intención y el medio muchas veces tiene
otra‖54
.
Siguiendo la misma línea, explica que ―todo es fácil‖ cuando la fuente está
abierta a dar información. Pero el problema se genera ―cuando esa fuente se cierra‖.
Pero aclara eso es ―algo lógico del trabajo‖. Aunque, no obstante, disipa que ―eso se
soluciona buscando otras fuentes, buscando ver por otros canales donde circula la
información‖. Estos datos en un trámite penal que está en una causa, se consiguen
entrevistando a periodistas, peritos, testigos. De todos modos, explica que ―se trata de ir
recorriendo y agotando todo el espinel de quienes pueden hablar‖55
.
Daniel Scherein manifiesta que hay ―fuentes francas y que no‖ y que el
periodista debe ―oler para donde va, de donde viene, qué está buscando‖, esa persona
que está brindando datos. Sobre esto último combina dos tareas que el profesional debe
realizar al momento de recibir información de una fuente. Por un lado cotejar, y por el
otro adosar al individuo que cede el testimonio para seguir manteniendo el contacto.
Sobre esto último, lo describe de la siguiente manera: ―Más allá que uno
tenga que chequear por dos o tres veces que te dice la fuente y sobre todo en un diario,
eso no exceptúa al periodista de conseguir una fuente, moldearla, acariciarla, tratarla
bien. Es toda una ciencia, es un arte el ganarte a la fuente. Sobre todo, cuando no sos de
un medio grande tanto a nivel local como a nivel nacional‖56
.
54
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 55
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 56
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo.
58
Capítulo V
Rosario y el ajuste de cuentas
“…Pero la cocaína no brota de la tierra santafesina, como sí lo hace la soja” (Carlos
Del Frade , “Narcomafias. Historia política del narcotráfico en Santa Fe. De Galtieri
a Tognoli”.)
Este capítulo se detendrá en relacionar toda la teoría antes explicada, con los
criterios de noticiabilidad y las rutinas de producción, resaltando en esto el rol que
cumplen las fuentes policial y judicial en la transferencia de datos e informaciones,
que utilizan los periodistas de los diarios ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y la Gente‖ para
redactar las noticias ligadas a homicidios por ajuste de cuentas. En un principio se
describirá, a grandes rasgos, la situación relacionada con la proliferación de economías
delictivas en la ciudad de Rosario.
5.1 – La “vieja” Chicago argentina
En las primeras décadas del Siglo XX la ciudad de Rosario, ubicada en la
Zona Sur de la Provincia de Santa Fe, vivió un fenómeno inmigratorio fuerte que, no
sólo permitió el acceso a los bienes y servicios que la ciudad ofrecía a todos los nuevos
ciudadanos. También habitó en este desplazamiento un fuerte arraigo simbólico y
cultural, proveniente de Italia y que fue relegado en las grandes ciudades del país, tales,
como se dijo, Rosario, Buenos Aires, y Córdoba (Aguirre; 2010).
59
Este embate cultural, trajo a colación, nuevos mecanismos delictivos
producto del surgimiento de las llamadas mafias italianas en las zonas excluidas de la
urbe. Así, entraron en escena modalidades de secuestros extorsivos, homicidios
generados desde vendettas, lesionados con claros tintes mafiosos, que comenzaron a
poner en alerta a las autoridades de la ciudad y nacionales, y sobre todo, mover el
amperímetro de la opinión pública quien arrancó a exaltarse por tales niveles de
violencia.
Juan Galiffi, conocido como ―Chicho Grande‖ y Francisco Marrone con su
pseudónimo ―Chicho Chico‖, fueron grandes competidores y cultivaron la violencia
mafiosa durante las primeras tres décadas del Siglo XX. El principal motivo de la
disputa estaba relacionado con la venta de alimentos, tales como frutas, verduras
hortalizas, cobrando cánones de pago a quienes desearan obtener protección e insertarse
en el negocio.
A su vez, castigaban, de forma cruel, (con asesinatos de por medio), a
aquellos que decidieran entrometerse sin ―permiso‖ alguno, como así también, a quienes
no abonaran la cuota usuraria. Este comercio ilegal, no podría haberse desarrollado sin
la anuencia de funcionarios, policías y miembros judiciales57
, quienes amparaban, a
veces de forma ociosa y otras por miedo, a aquellos que perturbaban el espacio público.
5.2 Postales de la decadencia neoliberal
Esta pequeña introducción sirve como ejemplo para saber que Rosario vivió
momentos tensos y violentos con delitos de coyuntura, además de connivencia explícita
entre los diferentes actores del Estado. Si bien en esa época no existían los niveles de
exclusión y pauperización58
que se padece, sobre todo, en los barrios adyacentes al
centro de la urbe, los niveles de violencia han aumentado de manera exponencial.
57
Por ejemplo, el 17 de octubre de 1932, aproximadamente 90 mafiosos son detenidos, y liberados a las pocas horas por el Ministro del Interior de Agustín P. Justo, Leopoldo Melo. (Del Frade Carlos, “Ciudad Blanca, Crónica Negra. Historia política del narcotráfico en Rosario”. Ediciones Letra Libre, Rosario, 2000, P. 41) 58
La década de 1990 fue, sin lugar a dudas, el punto de inflexión para crear un nuevo escenario de vulnerabilidad y exclusión a través de políticas neoliberales. A grosso modo , se puede decir que las
60
Por ejemplo, las leyes de Emergencia Económica (Ley. 23.696)59
y de
Reforma del Estado (Ley 23.6979)60
, legislaciones aprobados apenas asumido Carlos
Saúl Menem a la presidencia de la nación implicó ―barajar y dar de nuevo‖ con respecto
al rol que debía cumplir el Estado de acuerdo a las toma de decisiones en relación a la
política económico a desarrollar.
Si bien gracias a la expansión económica, producto de la apertura y la
convertibilidad monetaria se logra una cierta estabilidad luego de la hiperinflación
ocurrida en 1989 hacia fines del gobierno de Ricardo Alfonsín, las economías
regionales comienzan a sucumbir ante el negocio privado, lo que comienza a generar un
deterioro en los niveles de empleo y el aumento de la pobreza estructural, no sólo de
forma coyuntural y momentánea, sino permanente y manifiesta.
Rosario no fue ajena a esta estructura depredadora de las relaciones colectivas
y fue transformándose en una de las ciudades con un porcentaje mayor de excluidos. No
solamente las políticas nacionales fueron la punta del iceberg para que dicha situación
se ponga de manifiesto, sino también, solaparon los gobiernos provinciales y locales de
manera activa para crear este marco de preocupante situación.
En los últimos 24 años el poder político provincial se fue alternando entre
peronistas y socialistas. Este último, estuvo al frente de la intendencia durante todo ese
lapso de tiempo. En ese período, Rosario pasó de tener actividad industrial, portuaria y
agropecuaria, a sólo contar con la última, producto de las buenas tierras heredadas por
privatizaciones, el surgimiento de los nuevos pobre (KESSLER; 2003) tal como lo denomina Gabriel Kessler producto de los despidos, tercerizaciones, introducción de nuevas tecnologías en el ámbito laboral, leves indemnizaciones por, precisamente despidos, el cambio de una sociedad basada en relaciones colectivas a una vida individual relacionada con el consumo más que con la suerte del otro¸ las relaciones carnales con los Estados Unidos, la convertibilidad, el “Estado incapaz”, las privatizaciones, el cierre de industrias, entre otros. Como refiere Jock Young “ el neoliberalismo de la última parte de 1980 y de la década de 1990 intenta restringir los límites del Estado, también (quizás con más éxito) permite retroceder a los de la sociedad civil. No es la política pública, sino el mercado el que es visto como la única salvación posible, aunque las oportunidades de tal ampliado mercado laboral son extremadamente inverosímiles.” (Young Jock; Op. Cit.; P. 43) 59
Esta ley permitió que el Estado argentino sufra alteraciones en todos los regímenes de promoción industrial y de desarrollo, así como también los productos elaborados en el territorio dejaron de tener un privilegio en la venta y perdieron competencia. La nueva legislación, se aggiorno a las reglas del mercado que desde el Consenso de Washington se dictaban (GORDILLO; 2010) 60
Con respecto a la ley de Reforma del Estado, el Gobierno Nacional dispuso un ajuste y flexibilización sobre los trabajadores de la administración pública. Así, dejó el camino allanado para aplicar políticas privatizadoras de servicios y empresas públicas, como por ejemplo la caja de seguridad previsional. Además, el Ejecutivo descentralizó su poder traspasando funciones administrativas y de aplicación de políticas a las órbitas provinciales y municipales. (GORDILLO; OP. CIT.)
61
los grandes terratenientes que anualmente logran embolsar un buen caudal del dinero
producto de las ventas de granos de soja al exterior.
Los censo de 1984 y 1994 demuestran que en Rosario se produjo una caída
abrupta de casi un 25% de las fábricas industriales, desarticulando casi el recordado
―cordón industrial‖. Mientras que, el sector empleaba a casi un 32% hasta 1989, hacia
fines de la década de 1990 bajó casi diez dígitos. Finalizando el período señalado, se
efectiviza que, llegando a 2002, la cantidad de población económicamente activa
alcanzó el porcentaje de 21,5 (HUDSON; 2009). A su vez, tras la privatización del
Puerto de Rosario, unos 205 estibadores quedaron sin cobrar sus indemnizaciones (Del
Frade;2000)
La ciudad se fue transformando en un convite al negocio privado. Durante las
intendencias de Héctor Cavallero (1989 – 1995) y Hermes Binner (1995 – 2003) se
genera, un proceso de ―renacimiento y modernización‖ del sector urbano en Rosario.
Sin embargo, cuando asume Miguel Lifschitz al frente del municipio, instala
una figura de modificación de acuerdo con valores claves para imponer una ―versión
cosmopolita, turística y negocios urbanos‖ a partir del boom sojero61
e inmobiliario62
que trajo a colación la concentración de inversiones y negocios sólo en el centro de la
localidad, generando una periferia a la cual el Estado fue abandonando
progresivamente. Esta situación tampoco se modificó con la asunción de Mónica Fein al
mando de la intendencia en el año 2011, sino que la debacle siguió en aumento,
generando mayores porcentajes de marginalidad en las zonas populares de la ciudad.
61
El crecimiento de esta oleaginosa ha generado una ruptura en el ámbito rural. Cada vez son más familias las que se ven despojadas de sus tierras por parte de grandes emprendedores que buscan explotar el grano, beneficiados por políticas provinciales. La migración del campo a la ciudad, con escasos recursos económicos trae aparejado la búsqueda de terrenos en villas de emergencia para montar viviendas precarias, aumentando de esta forma la marginalidad. A saber, el ex Intendente Miguel Lifschitz hablaba sobre “procesos descontrolados de inmigración cuando ocupan indiscriminadamente los espacios vacantes de las ciudades” (dato otorgado por el Club de Investigaciones Urbanas) 62
“El barrio Las Malvinas (conocido como Refinería) es el ejemplo paradigmático: un bulevar angosto que separa los suntuosos complejos de edificaciones *…+ de un asentamiento precario. El mismo proceso se comprueba en zonas periféricas como Funes o Granadero Baigorria, en donde coexisten countries y barrios privados y viviendas de sectores populares. La construcción del Casino City Center pone en escena *…+ hasta qué punto en un escenario en el que se centran los bolsones de pobreza más populosos, como lo es el extremo Sur de la ciudad, también se asientan grandes capitales de inversión”. (Extracto de “Rosario arde, a pura adrenalina arde” del Club de Investigaciones Urbanas)
62
Los clubes, centros barriales, educativos y comedores fueron desapareciendo
de a poco en los barrios, quedando algunos pocos y la militancia política constante del
Movimiento 26 de Junio del ―Frente Popular Darío Santillán‖, o el Movimiento Evita,
entre otros, como así también pastores religiosos, devotos del Evangelismo.
Una postal sobre su Rosario natal la ofrece el periodista Carlos Del Frade,
quien describe la herencia de los `90 y retrata la dualidad manifiesta del siguiente modo:
―barrios privados, amurallados, vigilancia privada, colegios y universidades para élites y
del otro lado, en el espacio de lo público, la promesa de ―contención‖ que luego deviene
en ―control‖ y ―represión‖. Escuelas públicas transformadas en albergues transitorios y
barrios cosidos por la pobreza y falta de trabajo y bombardeados por las órdenes de
consumismo que vienen desde los medios de comunicación‖ (Del Frade, Op. Cit. P. 83).
Además, sobre la situación, adhiere que ―se define en lo público, en las calles,
en las cárceles, en las canchas de fútbol y todo lugar, en cada espacio que esté afuera del
castillo feudal‖ (Del Frade; Op. Cit; P. 83).
Ni el Gobierno Provincial ni Municipal durante los últimos diez años fueron
haciéndose eco de esta situación, lo cual generó niveles bajos, no sólo de pobreza, sino
de precarización en lo laboral y sobre todo, de desigualdad al no aplicar políticas
públicas con un Estado que opere permanente y activamente en los conflictos que se
suscitan a diario allí dentro.
Para tener una idea acabada sobre lo que niveles de marginalidad que tiene
hoy la ciudad, desde el Servicio Público del Hábitat han informado que 180 mil
personas residen en viviendas precarias, sobre un total aproximado de 1.200.000
habitantes que pueblan Rosario63
. Por su parte el periodista Carlos Del Frade ha
mencionado en su Informe de la Comisión Investigadora Independiente de la Masacre
de Moreno, que casi un 80% de los chicos que vive en barrios populares, no sólo del
Gran Rosario, sino también de Santa Fe, no termina la secundaria64
.
Del mismo modo, en el barrio no encuentran trabajo estable, no hay deportes
y la educación, -como se ha dicho-, es pasajera. Muchos de los empleos que se han
63
Zysman, Guillermo “Cerca de 180 mil personas residen en asentamientos irregulares en Rosario”, Diario “La Capital”, Rosario, 06 – 05 - 2013 64
Informe Comisión Investigadora Independiente de la Masacre de Moreno, 2012.
63
creado en Rosario son informales, es decir sin cuestión de estabilidad, y, ni siquiera con
una jubilación digna y a futuro permeable económicamente hablando.
Son constantes e insistentes los pedidos de vecinos para la aplicación de
políticas de obra pública en los asentamientos. De Zona Norte, a Zona Sur, pasando por
el Sureste y Oeste de la ciudad, los vecinos solicitan más presencia del Estado, sobre
todo en la apertura de calles, instalación de cloacas, redes eléctricas, agua, entre otros.
5.3 – La “nueva” Chicago argentina
Este modelo asentado sobre la base del negocio privado y el flujo de dinero
por un lado, y la exclusión de sectores populares ha traído aparejada una situación de
emergencia que socava en los eslabones y en las relaciones sociales de pertenencia.
Numerosos autores han establecido que la pobreza no es sinónimo de delito, sino que la
desigualdad trae aparejada una situación de incertidumbre en las que muchas veces se
acude a la violencia como método de disuasión y regocijo propio65
.
Precisamente, muchos jóvenes de barrios populares de Rosario e ―hijos del
neoliberalismo‖, comienzan a transitar en los caminos de violencia, lugar que les deja
gozo económico en el corto plazo. La marcada desintegración le ha abierto las puertas a
que personas ligadas al narcotráfico comiencen a instalarse en estas zonas urbanas,
focalizando el problema en los ambientes más precarios.
Sin embargo, también se han formado bandas de pibes que buscan prestigio y
nombre para ser reconocidos en el barrio. Como ha expresado Hernán Lascano en una
de sus notas, ―hay luchas por espacios delictivos y por liderazgos simbólicos‖66
.Sobre
65
En relación a la desigualdad, Daniel Míguez explica que “en la Argentina se promueven metas comunes de consumo y bienestar para el conjunto de la población para el conjunto de la población; pero hay sectores sociales que sufren restricciones crecientes y que no tienen posibilidades reales de alcanzar ni siquiera mínimamente esas metas. La situación es todavía más grave cuando existe pauperización: las personas empobrecen perdiendo posibilidades de las que disfrutaban anteriormente” (Míguez; 2007; P. 52 - 53) 66
“La rutina vuelve invisible la desintegración de un barrio”, Diario “La Capital” 11 – 05 - 2012
64
esto último, concluye que la violencia, ―para muchos chicos es un factor de
configuración de identidad, el único espacio de refugio para construir lazos con otros‖.67
La problemática, ha llevado a que diversos grupos comiencen a ejercer una
violencia tal, que en lo concreto ha traído aparejado un aumento en el número de
homicidios. El crecimiento exponencial comienza a surgir a partir del año 2007, período
en que finaliza la gestión del ex Gobernador Peronista Jorge Obeid, para darle comienzo
al período socialista, con Hermes Binner a la cabeza, sucedido luego por el actual
mandamás provincial, Antonio Bonfatti.
A partir de ese año los números con respecto a la cantidad de homicidios que
se producen en el Departamento de Rosario comienzan a fluctuar y sufren un aumento
considerable. Por ejemplo, en el período en que confluyen los años 2007 a 2010, las
variaciones no están definidas y se mantienen entre 115 y 130 asesinatos por temporada.
La perspectiva cambia considerablemente en 2011 cuando el territorio pasa a sufrir 164
crímenes, un 30% más que en el espacio anteriormente remarcado, según las
informaciones que dispone la Dirección de Análisis Criminal del Ministerio de
Seguridad de la Provincia de Santa Fe68
.
Mientras tanto, según datos brindados por el Servicio Público Provincial de
Defensa Penal, en 2012 se llegó a un récord de asesinatos, con 184 víctimas69
. Si se
tiene en cuenta que en Rosario, como se dijo, está poblada por1.200.000 personas, la
tasa asciende a casi 15 cada 100.000 habitantes, mientras que en todo el país, hasta
2010, esa cifra alcanzaba el 5,5 asesinatos con la misma proporción de pobladores 70
. Y
hay que decir que, al momento de finalizado este trabajo, en el año 2013 se habían
producido aproximadamente 165 homicidios.
67
Esta redefinición de roles está emparentada con el concepto acuñado por Albert Cohen en 1955 sobre las subculturas delictivas, vinculados con los jóvenes de sectores trabajadores que aceptan y adoptan costumbres y prácticas ilegales, contra las normas y leyes que el sistema dispone. La relación con un grupo de pertenencia, el amateurismo aplicado en cada actividad criminal y el regocijo a corto plazo son algunas de las características que Cohen especifica en su análisis. (MCLAUGHLIN, MUNCIE; 2011; COHEN; 1955) 68
Datos brincados por la Dirección de Análisis Criminal del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe en el que confluyen los períodos 2007 – 2011 con respecto a homicidios ocurridos en el Departamento de Rosario. 69
Datos brindados por el Servicio Público Provincial de Defensa Penal de Santa Fe en el que confluyen los períodos 2012 – 2012 con respecto a homicidios ocurridos en el Departamento de Rosario. 70
ONU, International Statistic on Crime and Justice, Geneva Declaration on Armed Violence and Development (2009 – 2010)
65
De estas 184 personas que perdieron la vida en actos violentos durante el
2012, 77 fueron asesinados en casos relacionados con ajuste de cuentas. No todos ellos
fueron en hechos vinculados con el narcotráfico, pero las cifras son impactantes y
generan una percepción sobre la violencia expuesta que se vislumbra en Rosario.
Los zonas en las que ocurren estos homicidios también pueden tener cierta
diversidad, pero todas, sin excepción se desarrollan en el corazón de los barrios
populares de la ciudad. A saber: 27 hechos se produjeron en Zona Sur, 13 en Zona
Sudoeste; 14 en Zona Oeste y 11 en Zona Norte. Los restantes ajuste de cuentas se
desatan en localidades aledañas al Gran Rosario, tales como Villa Gobernador Gálvez
(sobre todo por su proximidad con la Zona Sur de Rosario), Arroyo Seco, Villa
Constitución, Pérez y San Lorenzo.
Pero a pesar de toda esta situación, el mayor número de homicidios no lo
ostenta el que se produce en ocasión de robo, que genera una exaltación pública y abre
las puertas al pánico moral71
, sino que la mayoría se originan por disputas
intrafamiliares, en riñas o, en el fenómeno destacado por agentes judiciales,
criminólogos, periodistas y funcionarios del ejecutivo, denominado ajuste de cuentas.
Sobre ajuste de cuentas, si bien no hay definiciones acertadas en el tema, se
puede decir que es, como ha explicado un cronista del diario Cruz del Sur ―una frase
usada para describir el móvil de un homicidio cuando éste se vincula con una especie de
resarcimiento para el matador, que así se cobraría ―alguna cuenta vieja‖ […]sería una
manera ―proporcional‖ no sólo de cobrar una afrenta recibida, sino de que sea un hecho
ejemplificador, tanto para quienes va dirigido el mensaje –los que están en condiciones
de entenderlo– como quienes no; donde primaría el interés económico o estratégico de
los negocios por sobre una bronca personal‖72
.
71
Es un término acuñado por el Criminólogo Stanley Cohen en su libro “Folk Devils and Moral Panics” del año 1972 y refiere a la creación de estereotipos negativos que, desde los medios masivos de comunicación, políticos oportunistas y “empresarios morales” realzan. La constante puesta en escena de robos a mano armado perpetrado por personas que habitan en sectores de barrios populares, remarcando si son reincidentes, por ejemplo, provoca y genera una génesis de perturbación urbana denominada pánico moral. De este modo, personajes mediáticos proponen mecanismos coercitivos de persecución de delitos, aumento de penas para estos seres, mayor control y herramientas de prevención contra estos sectores (Cohen; 1972). Así, del pánico moral se pasa a la indignación moral, la cual, en palabras de Yock Young, “está vinculada con la punitividad (ya sea en términos de derecho penal o furia informal) frente al comportamiento de grupos que no dañan directamente los propios intereses”. (Young; Op. Cit.; P. 13) 72
Carpintero Alberto “La ciudad de los simios”, Diario Cruz del Sur, 28 – 05-2013
66
El cronista agrega que estos homicidios pueden ser ocasionados por ―algún
arranque de guapeza tras una discusión por motivos banales, un ―correctivo‖ para
ladronzuelos que le robaron a alguien que no debían, sobre todo si el botín eran caballos
y, en su mayoría, mejicaneadas de dinero o droga que alguien se atrevía a birlarles, a las
que le seguían vendettas sangrientas‖73
.
Por su parte, Hernán Lascano ha explicitado que en la denominación ajuste de
cuentas ―quedan ocultas las estrategias de crecimiento de los grupos vendedores de
droga, el reclutamiento de mano de obra barrial joven sin horizonte en el empleo formal,
la facilidad de acceso de éstos a armas de fuego poderosas, las complicidades de los
traficantes con la policía74
‖.
5.4 Ajuste de cuentas en disputas por territorio producto del narcotráfico
Para arrancar con en este punto hay que mencionar que Argentina es hoy, uno
de los tres máximos exportadores de cocaína a Europa, y segundo productor de éter75
en
el mundo. Por medios terrestres y acuáticos, a través de la penetración en las fronteras
con Paraguay, que forman Chaco y Misiones como así también en Bolivia, en los
límites con Salta y Jujuy, entran, en gran cantidad, grandes kilos de pasta base que
luego serán transformados en clorhidrato de cocaína .
Otra forma de ingresar la droga es a través de pistas clandestinas, muchas de
ellas ubicadas en los largos y extensos campos verdes, donde, a falta de radares de
ubicación de vuelos, ingresan avionetas con una gran cantidad de kilos de
73
Carpintero Alberto “Fin de la tregua y regreso del ajuste” Diario Cruz del Sur, 10 – 07 - 2013 74
Lascano, Hernán “El costo político de demorar lo pendiente”; Diario “La Capital”, 04 – 01 - 2012 75
El éter es el precursor químico que necesita la cocaína para llegar a su pureza máxima y se utiliza para cortar la pasta base, el primer producto que surge de la hoja de coca. Se puede estirar también con ácido clorhídrico y ácido sulfúrico. Del último sale la llamada “droga de los pobres”, el paco, obtenido de todos los restos de la pasta base y cuya dosis cuesta entre cinco y diez pesos .(Federico; 2011; Vázquez 2011)
67
estupefacientes para ser no solo fraccionados y exportados, sino para venderse en las
distintas localidades del país. (Federico; 2011; Vázquez; 2011)
La penetración de la droga en el país no es nueva. Puede decirse que, a partir
de 1987, cuando la agencia contra la drogadicción internacional estadounidense DEA
(Drug Enforcement Agency) decide acabar con los cárteles de Medellín y Cali en
Colombia, comienza a producirse un corrimiento y expansión del negocio hacia otras
ciudades de América Latina. La horna de políticas neoliberales, con exclusión social de
por medio, fue abriéndole el panorama para que los empresarios comenzaran a operar en
los países que habían adoptado el giro propuesto desde el Consenso de Washington
(Federico; 2011).
Rosario se encuentra subsumida en este flagelo. Como se dijo, son cada vez
más los homicidios por año que se producen por el negocio de la droga. Lo que sucede,
es que se trata de un emprendimiento notable y que deja grandes cantidades de dinero,
calculadas en casi 2000 mil millones de pesos al año, siempre y cuando se asuma la
calidad del riesgo que uno corre al ingresar en el comercio de la venta de
estupefacientes.
Si bien durante las dos gobernaciones simultáneas de Carlos Reutemann y
Jorge Obeid, comenzó a expandirse el mercado, es durante el mandato de Hermes
Binner (2007 – 2011), con la falta de control sobre las fuerzas de seguridad de la
provincia y la falta de políticas socio - inclusivas, que las peleas entre bandas narco
comienzan a erigirse. Los niveles de violencia y las estadísticas con respecto a
homicidios lo demuestran notoriamente.
Podrá acusarse a la Nación de no aplicar decisiones para controlar las
fronteras o disponer de mejoras en los recursos derivados para la Justicia Federal quien
es la encargada de investigar y tomar medidas para combatir el crimen organizado, pero
Rosario, con sus problemas sociales, culturales y educativos, y por, como se dijo,
escasez de políticas para revertir esta situación, se ha encontrado envuelto en un
panorama sombrío, de los cuales, sin decisiones firmes va a ser muy difícil salir.
Se sabe, el narcotráfico local no opera como un régimen vertical, al estilo
cártel. Son diversas redes o células de contacto donde interviene el productor (ya sea de
cocaína o marihuana, las dos drogas más comercializadas en el país (Vázquez; 2011)),
68
un distribuidor, y quien comercializa y vende al menudeo por la ciudad, el cual
mantiene un territorio. Un integrante del Ministerio de Seguridad de la Provincia de
Santa Fe, lo define de este modo: ―Es un comercio de bienes y servicio ilegales, y como
toda actividad comercial, es flexible en sus formas y características para garantizar su
rentabilidad, para abastecerse a las circunstancias‖76
.
Por ende, no importan los nombres77
, ni las bandas, ni quienes las integran,
sino los contactos. Para ello hay diversos mecanismos para investigar y conocer desde
donde proviene la droga. Desde la venta de precursores químicos para estirar la droga78
,
hasta llegar a conocer hacia dónde va la ruta del dinero.
Todo lo recaudado tiene un destino. La falta de control por parte de las
instituciones que forman parte de todo el amperímetro nacional, provincial y local ha
generado que diversos empresarios que manejan el negocio económico en negro, hayan
visto el regocijo y los placeres que los saldos de este emprendimiento traen aparejado.
No se puede culpar a un barrio o a un chico que intenta conseguir el dinero para paliar la
situación social.
De acuerdo con esta percepción, pueden vincularse a estas bandas narcos con
empresarios, contadores, y abogados que les consiguen las facilidades, a cambio de una
retribución económica, para blanquear su dinero. Es así como, a través de la inversión
inmobiliaria y la construcción, la dedicación al transporte urbano e interurbano, la
compra de autos de alta gama, la simplicidad para adquirir casas y utilizarlas como
quiscos de drogas, el acopio de armas, el cambio de peso por dólar, la adquisición de
tierras o diversos bienes en negro sin consultar de dónde proviene dicho ingreso debido
76
Bastús Luis “Mucho menos complicado que lo que muestra el cine”, Diario Rosario 12 12 – 05 - 2013 77
En los últimos años varios comercializadores de estupefacientes, protagonistas en las crónicas policiales por haber efectuado algún acto delictivo, han ido siendo asesinados por, precisamente, venganzas relacionadas con el negocio del narcotráfico, lo cual demuestra que no se trata solo de nombres propios, sino el negocio y las exorbitantes ganancias que deja y que hacen funcionar el amperímetro urbano central. Por ejemplo, fueron acribillados en actos criminales de este tipo: Maximiliano “Quemadito” Rodríguez; Claudio “Pájaro” Cantero; Martín “Fantasma” Paz; Sergio Alberto Pared; Antonio “Carau” Quevedo; Javier Hernán “Búfalo” Gómez; Roberto “Pimpi” Caminos, entre los más importantes. 78
En un informe realizado en 2012 por dos funcionarios del Gobierno Nacional y reproducido en la nota “El Rosario de los narcos”, se especifica que “se suele cortar en cuatro un kilo de cocaína. En esas condiciones, un “kiosko” o búnker deja 25 mil pesos por día, en ese lugar y con ese predicamento”. (DEL FRADE, Carlos – FEDERICO, Mauro, “El Rosario de los narcos”, Febrero 2013)
69
a que la mayoría son al contado, son algunas de las herramientas que utilizan los
―blanqueadores‖ del dinero narco79
.
Los barrios, entendidos como espacios de continua tensión y violencia
expuesta, entran en una crisis constante. Así, trae aparejado diversas segmentaciones,
entendidas como microzonas, donde actúan diversas bandas con sus propios códigos
para comercializar estupefacientes. Ya no sólo Tablada y Las Flores, escenario de uno
de los más violentos enfrentamientos entre narcos80
, sino que el negocio se fue
desfragmentando. Hoy en día, pueden observarse huestes de la narcocriminalidad en
barrio Santa Lucía, La Cerámica, Triángulo, San Francisquito y Ludueña, entre otros.
El Club de Investigaciones Urbanas determina que ―vivir de un lado u otro de
una calle o avenida, lo mismo que trasladarse de un punto a otro, puede significar la
pertenencia o adherencia compulsiva a una banda o a su contrincante‖. Y pertenecer a
una pandilla, significa ostentar un símbolo propio, tener prestigio al portar un arma y
ganar dinero fácil.
79
Son los llamados “Capitalistas” en el negocio. En la investigación Documedia “Calles perdidas, el avance del narcotráfico en la ciudad de Rosario” de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), se los señala como “los mayores beneficiarios en todo este circuito económico ilegal, y a su vez la cara menos vsibiles”. Su modelo de operatividad se produce “por arriba del territorio ocupado por el narcotráfico, regulan el negocio y obtienen ganancias exorbitantes”. Además, “se apoyan en abogados y contadores para volcar el dinero sucio en la economía legal a través de inversiones inmobiliarias, restaurants, hoteles y otros servicios”. Parte del dinero del narcotráfico es intercambiada en las llamadas “cuevas financieras” por dólares legales. (Calles perdidas, el avance del narcotráfico en la ciudad de Rosario, Univsersidad Nacional de Rosario Rosario, 2013) 80
Entrando en el Siglo XXI, empezaron a surgir en el barrio Las Flores el grupo denominado Los Monos los cuales le mejicaneban (robar) la droga a Los Gorompa, un grupo emblemático en el territorio. Así, se libró una disputa feroz que tuvo consecuencias drásticas y trágicas. Casi dos decenas de muertos dejó el combate, la mayoría perteneciente a Los Garompa. Los Monos, surgidos del barrio La Granada, donde hoy se ubica el megaemprendimiento Casino City Center, y liderados actualmente por Máximo Ariel Cantero, manejan la cuarta parte del negocio del narcotráfico en Rosario como así también llevan adelante otros “comercios” ilegales, tales como la protección a barras bravas tanto de Central como de Newells Old Boys, la usura, entre otros. En los últimos años establecieron contactos con paraguayos en la Triple Frontera, lo cual les permitió abrir el mercado y concretar compras al exterior para ingresar al país y perfeccionar el negocio al menudeo que estaban desarrollando en la zona de Rosario. A su vez, consiguen incorporar armamento tales como pistolas ametralladoras Capoeira, de origen brasileño y revólveres Taurus, escopetas CBC calibre 12,70 a trombón. En el informe “El Rosario de los narcos”, además, explica que el jefe del mencionado clan concurrió a las favelas de Río de Janeiro, “donde toma contacto con personas ligadas al narcotráfico integrantes del grupo Comando Vermelho, incorporando a sus conocimientos delictivos, los métodos que comienzan a emplearse ese año, cuando expanden sus negocios de comercialización de drogas a diferentes puntos de la ciudad y zonas de influencia…” (“El Rosario de los narcos”, revista El Guardián) . En 2010 , en plena lucha por el liderazgo de la barra brava del club Newells Old Boys, es atacado con armas de munición gruesa un micro que regresaba desde Buenos Aires, donde iba abordo el líder de la barra leprosa, Diego “Panadero” Ochoa, para quien se supone era el objetivo. La balacera terminó con la vida de Walter Cáceres, un chico de tan solo 14 años. Se le achaca a Los Monos de Walter Cáceres, un chico de 14 años. Todos los acusados por este crimen fueron absueltos. (Federico; 2011).
70
Se crea así la figura del ―soldadito‖, un pibe reconocido del barrio, que, al no
tener oportunidades ni el regodeo que el sistema de consumo ofrece, es cooptado por las
redes narco criminales. En una investigación realizada por la revista ―El Guardián‖,
logra detallarse que, un chico incorporado al negocio para cuidar los ―kiosquitos‖ de
droga cuesta 300 pesos lo cual incluye un arma. Un pibe del mismo rango, pero
desarmado 150 pesos, y un ―cuidador‖ y ―vendedor‖ dentro del búnquer 400 pesos. Y si
es menor 200 pesos81
. Con esa ayuda económica sostiene, en muchos casos, a su
familia, a pesar que está marcado en un negocio que derrama sangre diariamente. Sin
embargo, estos números pueden ser oscilantes, subir y bajar dependiendo de la demanda
y disposición de mercadería.
El nombre lo dice. Quien oficia de ―soldadito‖ está obligado a defender a
sangre y fuego a su patrón y lugarteniente, sin importar las consecuencias. Los
resultados son drásticos, y, en todas las ocasiones donde hay lesionados y muertos las
hipótesis del caso giran hacia un posible ajuste de cuentas. Cuidar el territorio es
sinónimo de defender lo propio, su dinero, el corto plazo, aquello que le genera y
produce gratificaciones para poder consumir y erogar su dinero en las comodidades del
sistema82
.
La cronista Silvina Tamous, certifica al incursionar en los barrios para buscar
historias, que la vida de estos chicos se desarrolla en lo que ella denomina ―inmediatez‖.
Y lo aclara de la siguiente forma: ―La vida es inmediata para esos sectores […]. No hay
un valor superador de la vida o un proyecto o un plan. El plan es hoy. Y si tengo que
morir por eso, muero‖83
.
―Las disputas de narcos por mercados zonales son una crisis expandida por
espacios vastos en Rosario‖84
, sostiene Hernán Lascano. Esta ―desestructuración
social‖, trae aparejado que la droga arraigue ―una violencia que va y viene más allá de
los dueños del negocio‖ (Ibidem).
81
Del Frade Carlos y Federico Mauro, “El Rosario de los narcos”, en Revista El Guardián¸ año 3, edición nº 105 82
Si se permite, es parte de la vida líquida a la que se refiere el autor Zygmunt Bauman, lo cual significa imponer e incorporar los valores de la cultura dominante. Un sistema basado en el consumismo, la invididualidad y el corto plazo sin importar la casta o la clase social a la un individuo pertenece. (Bauman; 2011) 83
Entrevista con Silvina Tamous. Ver anexo al final del trabajo. 84
Lascano Hernán, “Violencia barrial y narcotráfico, debate urgente sobre qué hacer y con cuánto”, Diario La Capital, poner fecha.
71
Tamous asiente que ―la guita que deja la droga es incalculable‖. Manifiesta a
su vez que los viejos ladrones fueron pasándose a las filas del narcotráfico. Es por eso
que la ola de asesinatos producidos en Rosario, es porque el negocio ―no solo tiene
falopa sino también armas‖85
.
El narco negocio y las derivaciones en ajuste de cuentas no podrían
mantenerse sin la anuencia de un poder institucional del Ejecutivo como lo es la policía.
En los últimos años, sobre todo desde la asunción de Hermes Binner, el control sobre
las fuerzas represivas del Estado cesó, lo cual ha generado un desmadre y las cajas
negras, que en años anteriores se mantenían ocultas, comenzaron a alterarse debido a la
horizontalidad que se creó, a partir, sobre todo de la proliferación de bandas dedicadas a
la comercialización de estupefacientes86
.
El Sociólogo y especialista en Seguridad Democrática, Marcelo Saín, explica
que la relación entre policías y narcotraficantes se da a partir de una ―regulación87
[…]que maneja el negocio férreo, y distribuye la zona, y hay acuerdo entre los grupos
que se dedican al tráfico de drogas y a la vena de drogas, vos tenés un contexto
estabilizado, no tenés resolución de conflictos a través de la violencia. En cambio
cuando vos tenés violencia, es porque ocurren dos cosas, hay conflictos entre los grupos
que disputan porciones del mercado o controles territoriales que le permiten controlar
parte del negocio; o la policía por diferentes razones levantó el pie del acelerador de la
regulación‖88
.
Los periodistas entrevistados para este trabajo coinciden con esta percepción
del Sociólogo. Todos asumen que la policía es parte del problema, y que la oferta de
―regulación‖ en el negocio es cosa del pasado. Los constantes cambios en la Unidad
Regional II89
en los últimos años da muestras ciertas y claras en relación a este exceso.
85
Entrevista con Silvina Tamous. Ver anexo al final del trabajo. 86
Cabe aclarar que la connivencia entre la policía que se encarga de la prevención del delito en Rosario y las bandas delictivas (no solo del narcotráfico), mantiene una vigencia desde hace, por lo menos 30 años. Ver Del Frade;2000 87
Esta regulación, según Saín, “es protección de determinados grupos pero también el establecimiento del límite para que no tenga visibilidad el negocio y que no genere problemas de demanda social, de visibilidad social, y problemas de escándalo político. Eso es lo que garantiza la policía” (Bassó Juane “Policías, narcos y violencia en Santa Fe”, Diario El Eslabón , edición Enero – Febrero año 2013.) 88
Bassó Juane “Policías, narcos y violencia en Santa Fe”, Diario El Eslabón , edición Enero – Febrero año 2013 89
Entre 2012 y 2013, la Unidad Regional nº II perteneciente a la circunscripción de Rosario sufrió cuatro modificaciones en la cúpula. Por ella, pasaron el Comisario Néstor Arizmendi, Walter Miranda, Raúl
72
La cronista del diario ―El Ciudadano y La Gente‖, Silvina Tamous relaciona
esta cuestión con la falta de conocimiento por parte de las autoridades del gobierno
provincial, y de quienes manejaron la cartera de seguridad en los últimos seis años. Esos
errores, sostiene, ―derivan en que la recaudación siga siendo la misma. Se impone un
sistema de recaudación diferente al que había antes. No es que los policías de abajo van
recaudando desde abajo, sino que los de arriba recaudan y entonces todo el mundo
termina recaudando‖. De este modo, ―no hay control a la habilitación de los quiscos de
droga. Se desmadra. Hay un descontrol y la policía se autogobierna‖90
.
Por su parte, Daniel Scherein sostiene que ―esas disputas son por lo general
por acción u omisión de la policía. La estructura policial maneja el negocio‖. A su vez,
―parece que a esta altura el negocio es tan grande que no puede estar en manos de un
privado‖. Y aclara que ―el negocio está en manos de una estructura que es pública,
oficial y estatal. Cada vez que se decide por una u otra cosa que su socio privado va a
subir o va a bajar o va a ir presa o le va a dar territorio a otra, hay violencia y hay
muerte‖91
.
El mismo, la describe como ―una sociedad anónima dedicada a delinquir y
alimentar el delito‖. Para el ―los excedentes que deja el narcotráfico son fabulosos en
términos económicos y esas estructuras no se lo van a regalar graciosamente a cualquier
narco que por lo general viene de una villa92
.
Sergio Naymark, en tanto, opina que el narcotráfico y la relación con la
policía existe desde mucho antes de la asunción del Socialismo al frente del Gobierno
Ardiles y la última modificación realizada en Junio de 2013, fue el cambio de este último por Luis Bruschi. Las causas, por lo general, han sido los graves y altos índices en el aumento de crímenes, como así también, las numerosas denuncias contra policías por amparar y participar en el negocio del narcotráfico. En tanto, en los altos mandos de la Policía Provincial se produjo también un gran recambio. Paradigmático es el caso del ex Jefe de las fuerzas policiales, Comisario Hugo Tognoli, quien está detenido y procesado en dos causas. En ambas, está acusado de formar una “asociación ilícita”, junto con otros efectivos, por proteger, por un lado a un narcotraficante de Villa Cañás, y por el otro, haberle realizado una emboscada a una activista en la lucha contra las drogas. Otro relevo se produjo tras la destitución de Cristian Sola, el sucesor de Tognoli. La División de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe había recibido una denuncia donde consignaba que este poseía una casa country en la localidad de Funes, pocos kilómetros al Norte de Rosario, valuada en casi 500.000 dólares (http://www.telam.com.ar/nota/44817/). Al no poder justificar con sus ingresos dicha propiedad, fue eximido del alto cargo en la Policía Provincial, y reemplazado por el actual Jefe, Omar Odriozola. 90
Entrevista con Silvina Tamous. Ver anexo al final del trabajo. 91
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo. 92
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo.
73
Provincial, y que todos los ataques que sufre este Ejecutivo son de tinte político. Sin
embargo, relaciona el flagelo con ―la cantidad de armas que hay en la calle y con el
descontrol‖. Y afirma que ―la policía no está preparada para luchar contra el delito. No
está preparada para buscar personas. No está preparada para preservar escenas del
crimen‖93
.
5.5 Periodistas y ajuste de cuentas
La coyuntura ayuda, los hechos se reproducen. Para ver y observar quiénes
son las víctimas en este tipo de homicidios sólo hace falta ver el archivo del diario para
saber de qué individuo se trata y observar los antecedentes penales que pesan sobre esa
persona. Muchos de estos seres rociados por balas ya habían participado de algún hecho
delictivo vinculado con robos complejos, narcotráfico u otra situación de similar yerba.
En esta maraña de acontecimientos el periodista no excluye ningún crimen
que la agenda propone. La interrelación implícita que puede estar inmersa en cualquiera
de estos casos es importante para la reproducción del hecho. A su vez, oficia de interés
para una sociedad que observa con mayor preponderancia este tipo de casos, sobre todo,
después de lo sucedido en el barrio de Villa Moreno tras el Triple Crimen ocurrido el
primer día del año 2012.
Cada caso tiene su desarrollo en los diarios. El crimen local no está excluido
de ninguna forma. La reproducción de hechos y el foco en las instituciones que deben
disponer de políticas para prevenir y eliminar la violencia, hacen que cada caso por
ajuste de cuentas incluya a la tematización en la agenda.
Asimismo, numerosas notas de opinión y entrevistas a especialistas en
materia de seguridad para explicar el fenómeno han minado las páginas de los diarios. A
93
Entrevista con Sergio Naymark. Ver anexo al final del trabajo.
74
su vez, la problemática ha trascendido por sobre las secciones ―Policiales‖, hacia otros
ámbitos, como lo son ―Ciudad‖ y ―Política‖.
Entonces, cada homicidio, ocasionalmente, es parte deun desencadenante de
noticias de diverso ámbito, ya sea por la detención de un policía vinculado con bandas
delictivas, o bien críticas hacia la gestión que está a cargo del Ejecutivo que se propaga
hacia los albores políticos.
Puede decirse que, en cada crimen donde están manifiestamente expuestas
causales relacionadas con una venganza, comienza a ofrecerse desde los diarios locales
con mayor tirada en Rosario, una amalgamada cantidad de coberturas en distintas
secciones. Así, el periódico amplía el nivel de agenda, lo estructura. Hay que decir, a su
vez, que en numerosas ocasiones los diarios han brindado datos, que, al día siguiente,
son recogidos tanto por los medios televisivos como por los radiales de la ciudad.
En el capítulo donde se explicaron las rutinas de producción y criterios de
noticiabilidad que utilizan los periodistas para describir hechos policiales, se explicaron
los valores que debe tener una noticia para ser publicable. La novedad,
espectacularidad, interés, la proximidad del caso, no sólo para ir y estar en el lugar del
hecho, sino para conseguir distintos tipos de fuentes, son algunas de las cuestiones que
explican las consistentes coberturas que salpican de tinta las páginas de las secciones
―Policiales‖ de los diarios ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y la Gente‖.
Dicha espectacularidad, interviene en las diatribas emocionales y atractivas
que hacen interesante un homicidio. Numerosas crónicas relatadas en hechos similares.
Un auto o una moto en el que se encuentra más de una persona abordo dispara contra un
individuo o un grupo nutrido de personas los cuales se encuentran reunidos en la calle.
O bien un sujeto que se encuentra manejando su coche y aparecen en escena ―sicarios‖
dispuestos a rociar balas sobre el vehículo en movimiento. Sino, otro mecanismo
utilizado para resolver cualquier deuda o lucha por territorio se dirime con armas sin
mediar ningún tipo de palabras.
Estas simples acciones denotan de fondo hechos sobre delitos complejos que
actúan en los periplos que el hoy tan aceitado narcotráfico desarrolla en la ciudad. Los
75
sucesos 94
de este tipo mantienen una relación de causalidad en las que intervienen
diferentes clises¸ alineado a un régimen de coincidencia que engloba motivos y
consecuencias similares entre sí. (Barthes;1977).
Así, es importante para el periodista buscar, encontrar y vislumbrar el punto
nodal en cada caso para que repercuta en la sociedad y pueda tener una linealidad
investigativa. Como explica Eliseo Verón, sin esa causalidad no hay suceso alguno,
sino una vaga representación de un acontecimiento que rápidamente será olvidado.
(Barthes; Op. Cit.)
Pocos homicidios de los 77 vinculados con causas ligadas a homicidios por
ajuste de cuentas en el 2012, tuvieron esta perspectiva horizontal. En el mismo sentido,
no pudo acompañarse el caso desde Tribunales para mostrar los periplos que iban
derivándose de la investigación.
Sobre esta última cuestión posa el caso por el asesinato de Martín ―El
Fantasma‖ Paz asesinado por un ―sicario‖ en moto mientras manejaba un BMW. ¿Qué
se supo en un principio sobre la investigación? Que se había tratado de un homicidio
por ajuste de cuentas. Sin embargo, el asombro al que se refiere Verón desde la faz
teórica, radica en sus vínculos con la banda de Los Monos –estaba casado con la
hermana de Claudio ―Pájaro‖ Cantero-, quienes, como ya se explicó son una banda
reconocida en Rosario que manejan casi un cuarto del negocio de estupefacientes que
deja en la ciudad casi dos mil millones de pesos.
No sólo pesaba sobre este homicidio la relación familiar que mantenían Paz y
Cantero, sino también el lugar del hecho – prácticamente en pleno centro de la ciudad –
y el vehículo que manejaba la víctima, cuya adquisición requiere de un portentoso
caudal de recursos económicos, que, por el trabajo que desarrollaba ―El Fantasma‖ era
muy difícil que pudiera ser percibido. Ese día, también, otros dos homicidios de similar
tinte ocurrieron en Rosario. A su vez, jornadas después, fueron baleadas concesionarias
de automóviles vinculadas a los Cantero, en donde, supuestamente, blanqueaban el
dinero que obtenían de las actividades delictivas desarrolladas.
94
En la óptica de Eliseo Verón, el suceso comienza “donde la información se desdobla y comporta por este mismo hecho la certidumbre de una relación (Barthes; Op. Cit.; P. 227)
76
Sin embargo, la investigación fue perdiéndose entre expedientes, la lentitud
en la justicia y la falta de políticas para detener la proliferación de bandas narcos y el
avance del narcotráfico, lo cual produjo un desinterés social. Además, la causalidad no
está bien clara. Sí puede estimarse que es un delito ligado al narcotráfico como tantos
otros que ocurrieron ese mismo año. Pero concretamente no se sabe y ni siquiera hay
una vinculación concreta que pueda demostrarse desde la faz investigativa. Por eso
mismo, tal como explica Verón, ―sin causa es un crimen que se olvida‖ (Barthes; Op.
Cit ; P. 228). El suceso desaparece.
Empero, meses después, y tras el asesinato de Claudio ―Pájaro‖ Cantero, hijo
del líder de Los Monos y cuñado de Paz, la investigación por el crimen del ―Fantasma‖
se reactiva. Es así que comienzan a tejerse nuevas hipótesis, y, tras inspeccionar el
desvío de llamadas desde los celulares, dan con la certeza que desde Los Monos habían
enviado a ―sicarios‖ a matar a Paz por un supuesto mal cobro de diez millones de pesos,
tras un negocio en la comercialización fallido.
El crimen del ―Fantasma‖, nuevamente vuelve a ocupar las páginas de los
diarios. La causalidad en el suceso, a la cual se hacía referencia anteriormente, se
vuelve netamente ―aberrante‖. Esta integración, genera, a su vez, una coincidencia ,
cuyo contenido induce a que el mencionado caso continúe en los diarios. Este azar ,
logra asociarse a ciertas suposiciones que ligan al padre de Paz con el homicidio de
Cantero.
Es, de esta forma, que va formándose un ejemplo de suceso. Un crimen
aberrante, que pierde toda línea de causalidad al no poder los investigadores dar con el
móvil ni el asesino. De forma concisa, meses después, promete volver a ponerse en
escena dicho crimen tras homicidio de una persona vinculada con este. Producto de la
coincidencia , comienzan a tejerse dudas vinculadas entre una muerte y otra. Esto logra
confirmarse tras el chequeo de las llamadas entre los celulares de las víctimas. El azar,
ocasiona nuevos desvíos en las pesquisas, donde todas las miradas van posándose sobre
el padre de Paz, que, tras la muerte de su hijo quiere vengarse del ―Pájaro‖, su supuesto
matador.
Hasta aquí lo relativo a los criterios de noticiabilidad relacionados con los
sucesos. Este caso se tomó por la trascendencia pública que tuvo y, porque
verdaderamente significó un caso relacionado con este concepto por los vericuetos
77
surgidos a partir de nuevos datos. Podría decirse que casi un 90% de los homicidios
vinculados con ajuste de cuentas no tuvieron el mismo destino o los diarios no le dieron
la misma entidad como el exhibido.
Otro aspecto importante que han remarcado los periodistas entrevistados al
relatar un caso de este tipo es la confianza en las fuentes, poder corroborar y cosechar
datos válidos. Como ya se explicó existen fuentes ―directas‖ e ―indirectas‖ con diversos
intereses implícitos. También las instituciones o personas que dependen del Poder
Ejecutivo, caso la policía o el Ministerio de Seguridad, o sino el Poder Judicial,
integrado por jueces y funcionarios de la misma jurisdicción, esporádicamente también
aportan datos.
Los periodistas de los diarios ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y La Gente‖,
según han podido consignar en sus relatos, buscan fuentes diversificadas, donde la
información no solamente sea brindada por las instituciones ―oficiales‖, sino también
por actores que fueron testigos del hecho, como así también con familiares de las
víctimas o el victimario en cuestión .
En párrafos anteriores pudo mencionarse la relación estrecha que tienen
algunos miembros de la fuerza con las bandas narcotraficantes. En el mismo aspecto,
puede agregarse dicho nexo en las llamadas ―zonas liberadas‖. Entonces, la ligazón,
puede perjudicar la cobertura la noticia al estar parcializado el parte que elaboran la
propia institución policial al relatar lo ocurrido en el hecho.
Otro motivo en el que han hecho hincapié los periodistas, está vinculado con
la falta de información o la reticencia desde las esferas policiales a brindar datos. Esta
reserva, también se da en las Secrectarías del Ministerio de Seguridad, sobre todo
cuando se solicitan datos para cotejar homicidios y zonas donde ocurren dichos hechos.
A su vez, remarcan el recelo que existe en el Poder Judicial, que, donde
muchos jueces, fiscales o defensores niegan brindar información. Es común y corriente
que los primeros, les digan a los periodistas que ellos ―hablan a través de la sentencia‖.
Hernán Lascano, explica que ―hay ámbitos policiales donde es más factible
conseguir la información‖. Y agrega en tanto que ―hoy en día hay poca predisposición a
mostrar el juego‖. Sobre la cobertura de los homicidios por ajuste de cuentas y las
fuentes, cuenta que ―cuando hay un homicidio, interviene la Brigada de Homicidio, la
78
comisaría de la zona, peritos, distintos actores o reparticiones que muchas veces no
tienen contacto entre sí en la policía y si están cerrados uno, puede que otros digan algo.
Entonces además, siempre conoces a alguien providencial que te de la información‖95
.
A su vez, menciona que todo periodista debe estar en el ―lugar‖, debido a que
es el sitio donde un profesional va haciéndose ―visible‖. Este lugar está relacionado con
―los pasillos de Tribunales, Jefatura, el Ministerio de Seguridad, las dependencias que
intervienen en el sistema penal‖. Indica, a su vez, que, estando allí, ―en el momento
menos pensado vas a recoger alguna información‖.
Con respecto a la policía, mantiene que ―no hay que ver a la policía como una
estructura burocrática centralizada‖, a pesar de que lo es. En relación a esto último
rememora una frase de un periodista uruguayo del cual aprendió mucho que reza lo
siguiente: ―en las instituciones siempre trabajan personas y las personas tienen lógias
distintas a las instituciones‖. Por eso, es importante remarcar que el periodista debe
adosar y mantener cierta afectividad o relación con personas ligadas a estos organismos,
lo cual motiva a que ―la fuente se abra o de información‖96
.
Aunque, el cronista del diario ―La Capital‖ mantiene una postura relativa de
acuerdo a esta declaración. Porque si bien hay personas predispuestas a ceder, la misma,
no va a ser un testimonio total, que pueda perjudicar la imagen de la institución, de una
parte de la policial o de un procedimiento. Y sostiene, por último, que ―la policía es una
fuente nada más que eso, importante, pero una más en el juego de aportes que requiere
una nota periodística para tener entidad‖97
.
Por su parte, el otro editor de la sección ―Policiales‖ del diario ―La Capital‖,
aclara que jamás se debe confiar en un parte que otorga la policía, debido a que ―quien
escribe parte policial siempre es una parte del conflicto, una parte del hecho y de la
situación sobre la que vos vas a escribir por eso lo conveniente es no hacer periodismo
de escritorio sino ir al lugar de los hechos‖. Además, critica a la Oficina de Prensa de la
Unidad Regional II al decir que ―no existe‖, que allí ―se pasan partes diarios de hechos
95
Entrevista con Hernán Lascano. Ver anexo al final del trabajo. 96
Ibídem 97
Ibídem
79
positivos como los llama la policía‖, es decir, si se rescató a alguien o logró secuestrarse
algún elemento. Y remarca que ―los hechos negativos jamás los dan a conocer‖98
.
En tanto, sobrepone la idea de que dicho parte es solo una ―base‖, o un
comienzo para relatar lo sucedido. Sobre todo en un hecho criminal de este calibre
donde la policía ―siempre‖ lo cataloga como un ajuste de cuentas. ―Es un elemento más
a tener en cuenta‖, sustenta Naymark. Añade, igualmente que al parte hay que ―sumar
los testimonios, otra fuente. La mayor cantidad de información que pueda recolectar de
estos otros sectores para poder hacer la noticia. Por ahí el parte policial ese está bien,
pero hay que contrastar o cotejar‖99
.
Si bien este periodista nunca se dedicó a recabar fuentes en los pasillos de los
Tribunales, tanto provinciales como federales, reconoce que existen ―recelos‖, que
algunos jueces no hablan con la prensa y otros sí. ―Son más abiertos‖, recalca. Y más
allá de que en los últimos años logró crearse una oficina de Prensa dependiente de la
Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe, tanto en la Capital provincial
como en Rosario, subraya que hay ―jueces que se encierran sí mismos o que no dan a
conocer la opinión más allá de sus fallos‖100
.
El cronista de la sección ―Policiales‖ del diario ―La Capital‖, Leo Graciarena,
aduce que, ya de por sí, hacerse de fuentes policiales es ―complicado‖ porque a los
periodistas los ven ―como un elemento que te arruina‖. Y sobre las fuentes de otras
instituciones o a las que constante y diariamente recurre para hacerse de información
las define como ―un amante‖, donde tiene que haber confianza mutua y plena entre
ambos101
.
Daniel Scherein, parte desde la base que, tanto la policía como desde las
esferas de la cartera de Seguridad, en muchos casos ―mienten‖, sobre todo en este tipo
de casos. Esto sucede porque ―no le conviene al Gobierno (Nota de autor: Provincial)
que haya un gatillo fácil porque no podrá decir que controla a la policía, sino que le
dirán que no la controla‖. Sobre la Justicia, en tanto, piensa que ―es como retroceder
cien años‖, con respecto al manejo y disposición de información para los periodistas.
98
Entrevista con Sergio Naymark. Ver anexo al final del trabajo. 99
Ibídem 100
Ibídem 101
Entrevista con Leo Graciarena. Ver anexo al final del trabajo
80
El estar faltando a la verdad sobre lo sucedido en el hecho, es una ―buena
práctica para chequear también‖, sostiene Scherein. El señala que hay que ―poner en
duda todo‖ y ―pasar el rastrillo‖, para luego ―ordenarlo y publicar‖. Pasando en limpio,
realizar un procedimiento inverso. Chequear la primera información, recabar otras e ir
cotejando, corroborando, contrastando para, por última vez, redactar con todos los datos
sistematizados102
.
Silvina Tamous, por su parte, endilga esta falta de verosimilitud y escacez en
el envío de información desde la policía, al Ministerio de Seguridad de la Provincia,
debido a que, según su óptica imparten una orden para no otorgar testimonio alguno que
pueda perjudicar a la institución que se encarga de divulgar los partes preventivos. Lo
cual, obliga al periodista a buscar fuentes que ―tire datos que ellos no dan, lo cual es
contraproducente porque si una oficina de prensa (Nota de autor: Oficina de Prensa de
la Unidad Regional II) te diera la información lo más completa posible, eso determinaría
que vos no tenés que estar buscando un policía que te tire algo que no tenés‖.
El Jefe y editor de la sección ―Policiales‖ del diario ―El Ciudadano y La
Gente‖, Carlos Retamal diferencia las fuentes de los testimonios. Explica que a la fuente
―se construye con el tiempo‖. En el mismo orden, aduce que la relación con la policía se
da a través de la ―confianza‖, porque es así como ―contando algunas cosas que no
surgen en el parte policial o te relatan un enfrentamiento de acuerdo a los primeros
testimonios que ellos mismos recogen‖. Sin embargo, recalca que esas declaraciones,
muchas veces, pueden estar tergiversadas o agrandadas por el mismo testigo del hecho,
y, en sede judicial terminan desdiciéndose.
En el caso de los testimonios, el profesional acentúa que en el diario se confía
en lo que dicen las personas, aunque muchas veces no tienen como chequear lo que
soslayan. Si intuyen que el testimonio es falso o incurre en un error, Retamal explica
que el periodista debe repreguntar para confirmar si los hechos son reales o no103
.
En otro aspecto, los periodistas brindan en sus testimonios referencias sobre
cómo hay que actuar en un caso por ajuste de cuentas para no caer en la trampa del
parte ―oficial‖. La mayoría de los homicidios en diarios locales ocupa un espacio
significativo y preponderante en las secciones ―Policiales‖ de los medios. Muchas veces
102
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo. 103
Entrevista con Carlos Retamal. Ver anexo al final del trabajo
81
hasta llegan a ser tapa. Debido a que el narcotráfico se coló de forma dura en la vida
cotidiana rosarina, y las consecuencias que tuvo radicaron en el aumento de casos por
venganza, la situación ha determinado, de modo irrestricto, que el comunicador se
aboque a cubrir este tipo de acontecimientos.
El gran número de bandas delictivas, las ―oportunidades‖ que les ofrecen a
los jóvenes que viven en esos barrios, el miedo que circunda en los habitantes de
aquellos sectores al no estar presente el Estado, y si lo está, es a través de la policía que ,
como se ha visto, es parte del problema y no la solución, son algunas de las
restricciones que se le presentan al periodista en el momento de hacerse con una fuente
o un testimonio que de cuenta del hecho más allá de los datos que ofrecen desde las
comisarías.
Esto, trajo a colación que en muchas de las crónicas que salen publicadas en
los medios locales reproduzcan frases ―off the record‖, dicho de otra forma, aquellos
testimonios de personas que solicitan no ser nombradas con su nombre y apellido en la
noticia. Estas, son recogidas en el barrio y se trata de vecinos o testigos que no quieren
(o no pueden) salir a hablar, por miedo a recibir alguna represalia si da un o por tener
relación con la víctima o el victimario.
Para Daniel Scherein, conseguir fuentes y cubrir este tipo de hechos es
―complicado‖. Para el periodista, la clave ―es estar en el lugar del hecho‖. Como ya
evidenció, basarse en el parte policial es ―un error‖. Solo puede admitirse en casos
donde se esté por cerrar la redacción y en ese preciso instante llegue un parte con un
hecho que sea digno de ser publicado. Pero, en esos casos lo importante es atribuir la
fuente a la policía.
Mientras tanto, Tamous explica que, para obtener una fuente que pueda
cotejar o contrastar lo que dice el parte policial, hay que ir ―al lugar del hecho‖ y hablar
con la gente que se encuentra allí. Y recuerda que, cuando ella asistía a las villas para
recabar datos y testimonios pasaba por las calles y tomaba mates con los vecinos.
Explica que, actualmente, es prácticamente imposible que en un barrio pueda
desarrollarse esa cordialidad. Y no porque no exista. Sino que el miedo que reina por
posibles represalias es muy grande. Relata, asimismo, que muchos referentes del barrio
82
(maestras, médicos, militantes, entre otros), se ofrecen para ayudarlos a ingresar y
conseguir información.
Para Leo Graciarena en los barrios hay ―más miedo y más violencia‖ también
contra los periodistas porque para la gente de los arrabeles el profesional es ―una vieja
chismosa‖, y tampoco ―tienen confianza en los medios‖. El cronista deduce que la
cuestión radica también en que el periodista muchas veces ―decodifica mal‖.
Sobre esto último el periodista lo analiza de la siguiente manera: ― Hay cosas
que para vos están mal que para el barrio están bien. Lo que no quiere decir que estén
bien ni que tengas que hacer apología de ello. Tener un kiosco de drogas es como tener
una verdulería, está naturalizado, por ejemplo. Y ese kiosco mueve un montón de cosas
dentro del barrio si uno lo ve de cerca‖.
El flagelo del narcotráfico en la urbe ha generado un aumento en los índices
de violencia y casos cada vez más notorios y públicos. Por eso mismo, para Graciarena,
cubrir un caso ocurrido en los barrios no es difícil, pero, como también refirió Daniel
Scherein en párrafos anteriores, hay periodistas ―que no entienden la calle porque le
tienen miedo‖ a que les suceda algo dentro lo que genera una especie de ―trauma‖.
―Hay barrios que realmente están muy power y no los puede decodificar con
nada. Y te das cuenta que entraste cuando saliste. Te moves en territorios que de pasar a
estar todo bien a estar todo mal es cuestión de tres segundos. Moves la cabeza y ya se te
desmadró todo‖, agrega Leo104
.
Al mencionar todas estas cuestiones relacionadas con la búsqueda de fuentes
y la confianza en las instituciones de tinte ―oficial‖, no hay que olvidarse de aquel
concepto que tomado de Wolf llamado ―red‖, donde se mostraba ―por un lado la
estructura social y de poder existente, y por otro lado se organiza sobre la base de las
exigencias planteadas por los procesos productivos‖.
Hay que señalar la estrecha relación que existe entre este concepto con las
rutinas de producción vinculadas con los medios señalados al momento de cubrir
noticias por ajuste de cuentas. Por lo dicho, los entrevistados dan cuenta que reciben la
información otorgada por la policía (―estructura de poder existente), ese poder que se
encarga de llegar la mayoría de las veces primero a la escena del crimen y recoger los
104
Entrevista con Leo Graciarena. Ver anexo al final del trabajo.
83
primeros testimonios, pero, por el otro lado, cada sección tiene sus formas de publicar
las noticias, donde deben contrastarse las fuentes y dar la mayor cantidad de testimonios
posibles (―procesos productivos‖).
84
Capítulo VI
¿Un caso de ajuste de cuentas? El Triple Crimen
en Villa Moreno
“…En caso de un atentado con varios soldados
reacciona en caliente
Tiene al frente varios años
Y el que se enreda se muere…”
“Ajuste de cuentas” de Los Traviesos de la Sierra
6.1 ¿Qué ocurrió aquella madrugada del 1 de enero de 2012”105
―Venganza‖, ―ajuste de cuentas‖, ―disputas por territorio‖, fueron las
primeras conclusiones a las que arribaron efectivos policiales al observar una postal
típica que ofrece la ciudad de Rosario: el homicidio entre bandas dedicadas al comercio
de estupefacientes. Jeremías ―Jere‖ Trasante, Claudio ―Mono‖ Suárez y Adrían ―Patom‖
Rodríguez, yacían en el suelo de una canchita de fútbol ubicada en el barrio de la Villa
Moreno, en la Zona Sur de la mencionada localidad.
Minutos antes, un grupo de cinco personas, comandadas por Sergio ―El
Quemado‖ Rodríguez, conocido barrabrava del Club Atlético Newell`s Old Boys, e
105
Los datos para relatar los hechos en Villa Moreno y la historia de los personajes intervinientes en el suceso fueron recabados de las siguientes crónicas: Alarcón Cristian, “Carta al hijo del Pantera después de la muerte del Quemadito”, Agencia Télam, 15 – 02 – 2013. Ortega Sebastián, “Postales del triple crimen de Rosario”, Portal Cosecha Roja, 10 – 10 – 2012.
85
integradas por Brian ―Pescadito‖ Sprío, Daniel ―Teletubi‖ Delgado, Brian ―Damiancito‖
Romero y Gerardo ―El Jeta‖ Mansilla habían irrumpido en los festejos de fin de año
desatados en el arrabal, preguntando por el ―Negro‖ Ezequiel, conocido en el barrio por
disputarle el territorio de la venta de estupefacientes, precisamente a la banda de los
―Quemados‖, como se conocía por aquel entonces al grupo ya retratado.
La imagen no era grata. ―El Quemado‖ llevaba entre sus manos una
ametralladora FMK3, de fabricación militar, y un chaleco antibalas. Los otros cuatro
hombres, desenfundaban detrás de unos arbustos pistolas calibre 9mm, de cotidiana
utilización policial.
Rodríguez interrogó por el destino de ―Eze‖ a ―Jere‖, ―Mono‖ y ―Patom‖,
quienes estaban sentados en un banco de la cancha de fútbol perteneciente a la
Agrupación Infantil Oroño, ubicada en calle Moreno y Presidente Quintana. Junto a
ellos también se encontraba Marcelo ―Moki‖ Suárez. Los cuatro jóvenes negaron
conocer el paradero de este. Al no oír respuestas afirmativas, el ―Quemado‖ los apuntó
con la metra y les ordenó quedarse quietos.
Sebastían Ortega, del portal web ―Cosecha Roja‖, retrató la escena trágica de
la siguiente forma: ―El Moki fue el primero en desobedecer. Salió para el lado de calle
Quintana y corrió por la canchita. El Mono lo siguió. Patom no alcanzó a moverse.
Cuatro balazos lo atravesaron. El Jere quedó tirado con las piernas cruzadas sobre el
cuerpo de su amigo. La médica forense que le practicó la autopsia contó siete disparos –
seis de ellos con orificio de salida-. El examen determinó que se encontraba ―en actitud
de huida‖. El Mono aguantó un poco más. Antes de caer fulminado, alcanzó a recorrer
unos 30 metros mientras su cuerpo moreno de más de 120 kilos recibía seis tiros en la
espalda, el glúteo y la mano. El Moki, delgado y ágil, siguió corriendo. Atravesó a toda
velocidad la canchita sintiendo las balas picar a su alrededor, saltó el alambrado y cayó
en la zanja‖106
.
Los homicidas lograron escapar en una camioneta marca Kangoo color
blanca, conducida por Mauricio Palavecino, que los estaba esperando afuera de la
cancha de fútbol donde ocurrió el triple homicidio. Los familiares de las víctimas fueron
acercándose de a poco. La alegría, el fervor y la fiesta por el recibimiento del por aquel
106
Ortega Sebastián “Postales del Triple Crimen en Rosario”, Cosecha Roja, 2012
86
nuevo año 2012 habían terminado. Arrancaría, a partir de ese momento, una
parafernalia de situaciones, hechos y acontecimientos, que serían el punto nodal de una
historia donde la militancia barrial, la ignorancia e incapacidad gubernamental y
municipal, sumada a la activa y persistente acción del narcotráfico son los actores
principales en una historia que no deja afuera, tampoco, a los periodistas que dieron
cobertura al caso retratado.
6.2 Las causas que derivaron en la masacre de Villa Moreno
Pocas horas después, se sabría que estos tres jóvenes, a los cuales la propia
policía retrató como integrantes de bandas dedicadas al narcotráfico en la zona, eran
militantes del Movimiento 26 de Junio , ―Frente Popular Darío Santillán‖. La visibilidad
que obtuvo el caso, no solo desde los albores judiciales, sino también políticamente, fue
de modo tal que el término ajuste de cuentas para describir este tipo de casos, fue
puesto en la lupa. Sin embargo, las causas que derivaron en el homicidio de los chicos,
están fuertemente vinculadas con la descripción realizada en el capítulo anterior,
relacionada con la desidia del Gobierno Provincial y el desmadre que ha ocasionado el
descontrol policial en la lucha por detener el avance del narcotráfico.
Un ejemplo de impunidad es la que ostenta Sergio ―Quemado‖ Rodríguez.
Hasta su detención, efectuada el 15 de enero de 2012, su nombre sonaba fuerte en los
barrios. Mantuvo contacto directo y permanente con la banda ―Los Monos‖, quienes
manejan casi una cuarta parte del negocio de la droga en la ciudad de Rosario y sus
alrededores. Desde hacía algunos años, Rodríguez comercializaba la droga distribuida
por la facción liderada por Máximo Ariel Cantero, el ―Mono grande‖. De allí fue
consiguiendo un nombre en el mundo del narcotráfico de la ciudad, y haciéndose de
armamento fuerte, brindado también por los Cantero.
Desde el año 2008 fue aumentando su patrimonio y agrandando su negocio.
A sabiendas, la droga deja mucho dinero. Tanto, que, antes de su detención, entre sus
87
bienes figuraban un BMW negro, un Peugeot 307 gris, un Fiat 147 color crema, un Ford
Focus gris, un Peugeot 206 bordó, un Megane cupé gris, otro de cuatro puertas color
champagne y un Escarabajo rojo.
No hay que obviar que en 2003, este personaje se dedicaba a hacer changas
(trabajo temporario, informal y de baja remuneración) en el barrio Alvear, lugar que lo
vio nacer y crecer. Luego, incursionó en el mundo del hampa, dedicándose al robo de
viviendas, más conocido como ―escruches‖. También fue miembro activo en la
hinchada de Newell`s liderada por Roberto ―Pimpi‖ Caminos, siendo cara visible de
aquella barrabrava que defendió a ―capa y espada‖ la gestión del ex Presidente del
ubicado en el Parque Independencia, Eduardo J. López, la más nefasta y corrupta en la
historia del club rojinegro.
Los mandamás de la hinchada estaban caracterizados por actuar como
grandes grupos de choque. De allí comenzaron a obtener poder y contactos policiales.
No solo se encargaban de viajar por el país gratis ―alentando‖ al equipo, sino que
también ―apretaban‖ a dirigentes opositores, a futbolistas, o los mismos empleados del
club que se quejaban por incumplimientos en los pagos. A su vez, estaban a cargo de los
estacionamientos en adyacencias al club durante los días de partido.
Si bien no forma parte del relato la historia de la barrabrava leprosa, sí da
introducción a, quizás, el inicio del ―Quemado‖ en las páginas de las secciones
policiales de los medios rosarinos. A principios de 2009 y regresando de la mítica
Bombonera luego de un partido de Newell`s frente a Boca Juniors, su hijo, Maximiliano
―El Quemadito‖ Rodríguez, asesina con una pistola 9mm desde un Peugeot 206 bordó a
Juan Domingo ―Pantera‖ Cano, ex barrabrava leproso durante el liderazgo de Pedro ―El
Loco Demente‖ Bismark y ex custodio del predio en Bella Vista donde Newell`s Old
Boys entrena hasta el día de hoy.
Según datos aportados a la Justicia Provincial, más precisamente al Juez de
Instrucción Nº 11 de los Tribunales de Rosario, Hernán Postma, el ―Quemado‖ era
quien manejaba el Peugeot 206 y es quien le entrega la pistola 9mm a su hijo para que
ultime al ―Pantera‖ en calle Biedma, entre Suipacha y Richieri. El móvil,
supuestamente, se habría ocasionado tras meses de peleas y discusiones por un pago que
le debía Newell`s a Cano desde el año 2003, y habría sido, precisamente Rodríguez, el
encargado de chantajear al ex empleado del club para que desista del cobro.
88
Ya sin López y Caminos en el club, y con Ignacio ―Panadero‖ Ochoa como
emblema del paravalanchas (que no perdió las tentaciones económicas y de poder que
deja el negocio de la barrabrava), alentando desde los tablones su hijo Maxi
―Quemadito‖, protagonizan un hecho insólito durante un partido en el Coloso del
Parque, en el que Newell`s enfrentaba a Independiente. Las cámaras de televisión
captan el momento en que ―Panadero‖ es retirado de la hinchada, golpes mediante, por
estas dos personas junto a otros barras más.
La historia de Sergio ―Quemado‖ Rodríguez es hasta aquí, un preludio a lo
que vendría luego, con el inicio previo al ataque contra los tres militantes del
Movimiento 26 de Junio ―Frente Popular Darío Santillán‖. Todo comienza,
precisamente, en Villa Moreno. El ―Negro‖ Ezequiel Villalva, un joven problemático
conocido del barrio decide comenzar con su negocio en la venta de drogas. Como se ha
dicho, sin ningún tipo de ―habilitación‖ policial, es prácticamente imposible iniciar la
venta al menudeo de estupefacientes. Es por ello, que, junto con Facundo Osuna y otros
tres amigos deciden irrumpir en los denominados ―kioscos‖ de venta de drogas. Como
se dice en la jerga, mejicaneaban la droga.
La disputa con Rodríguez, arranca una tarde de octubre de 2011. Ese día, los
cinco amigos, ingresan a un ―kiosco‖ que pertenecía,al barra leproso. Allí roban
cocaína, marihuana, dinero, armas y, además, le pegan a la mujer que atendía el lugar de
expendio de droga.
Este arrebato fue interpretado por la banda de los ―Quemados‖ como un grito
de guerra. Es muy común que en los barrios en donde el comercio de drogas está
aceitado, un robo de este tipo genere una disputa por territorio manifiesta y cruenta, con
consecuencias fatales tanto para uno, como para otro bando. Es claro, a su vez, que la
influencia en las Comisarías zonales juega un papel fundamental para liberar la zona de
acción, o bien, informar sobre los movimientos de algún contrincante directo.
Si bien en ocasiones, el ―Quemado‖ junto a su grupo intentaron asesinar a
Ezequiel, lo cierto es que este último logró escapar de todas las emboscadas. La
venganza prevista se inicia recién en la madrugada del 29 de diciembre de 2011, no
contra Villalva, sino que el objetivo era su lugarteniente, Facundo Osuna.
89
Maxi ―El Quemadito‖ Rodríguez, junto a Mauricio Palavecino y Gerardo
―Jeta‖ Mansilla, se enteraron que ―Facu‖ estaba llevando adelante una fiesta en su casa
de Dorrego al 4000. Cerca de las seis de la mañana, la camioneta Kangoo blanca, la
misma que fue utilizada para trasladar al barrio de Villa Moreno a los homicidas que
acribillaron a los tres jóvenes militantes, se paseaba por el frente del hogar de Osuna
disparando balas contra el amigo del ―Negro Eze‖.
En la crónica elaborada por Sebastián Ortega, este manifiesta que cuatro balas
habían impactado contra las piernas de Facundo, mientras que otra le había
―atravesado‖ el tobillo. Mientras tanto, trece restantes dieron contra la casa del joven. El
periodista, logró indagar en el barrio y recogió un testimonio esencial y revelador, el
cual desliza que el Comisario de la Seccional 15º se acerca, el día después del ataque, a
la familia entregándoles en una bolsa de plástico las vainas servidas que quedaron
tiradas en el suelo. No hubo peritaje, ni investigación alguna. Tampoco hay que dejar de
lado que, minutos después del suceso los policías que se hicieron presentes en la escena
de la balacera, se marcharon sin iniciar las correspondientes pesquisas.107
Tal como pudo explayarse en párrafos anteriores, la falta de prevención en la
persecución de delitos complejos derivados del narcotráfico, y la precariedad
investigativa de las autoridades judiciales que no acumulan causas sino que cada
juzgado de instrucción las estudia independientemente de otras, genera que las
represalias vindicativas sean de orden común. Al no haber indagación previa sobre el
atentado a Osuna, no es parte de un aspecto fortuito que el ―Negro‖ Ezequiel haya
decidido desquitarse por el mencionado ataque.
107
No es casual que el “Quemadito” Rodríguez y Mauricio Palavecino haya recuperado la libertad un año después de este hecho. La Juez de Instrucción Nº 1, Dra. Roxana Bernardelli, los había procesado por tentativa de homicidio y cumplían arresto en la Unidad Penitenciaria XI de la localidad de Piñero. El 10 de diciembre, la Cámara Penal, con firma de los Dres. Rubén Jukic, Daniel Acosta y Carina Lurati, atenúan el mencionado procesamiento con la figura de lesiones graves con empleo de arma de fuego , porque, tal como manifiesta la resolución “Los agresores cesaron los disparos y se retiraron voluntariamente del lugar mientras que Osuna estaba lúcido y consciente. Sin apariencia de estar muerto” ( “Tras un año detenido recuperó la libertad el Quemadito Rodríguez”, Diario La Capital - Rosario – 30 – 12 - 2012 ). Este delito está tipificado en el Código Penal con una pena que va de uno a seis años de prisión. Es así como, tras el pedido de los abogados para atenuar el procesamiento, se solicita, a su vez, el cese de prisión por haber cumplido ocho meses en prisión, sin que se inicie el juicio correspondiente. Pocos días después de recuperar su libertad, Maximiliano, es baleado enfrente de su casa. El 5 de febrero de 2013, en la esquina de Corrientes y Av. Pellegrini, pleno centro de la ciudad de Rosario, dos personas se acercan al “Quemadito” y le asestan un disparo en la cabeza, produciéndole la muerte de forma cuasi instantánea. En ambos hechos, se encontraba junto a su novia, Sofía Laffatigue, personaje clave también en el hecho previo a la Masacre en Villa Moreno.
90
De tal forma, la venganza vaticinada logró consumarse la madrugada del 31
de diciembre, horas antes de la masacre en Villa Moreno. Maximiliano ―Quemadito‖
Rodríguez fue el objetivo apuntado por Villalva. A bordo de su BMW negro, y luego de
comer en una parrilla ubicada en Avenida Pellegrini en la ciudad de Rosario, el hijo del
―Quemado‖ emprendió viaje hacia la casa de su novia, Sofía Laffatigue, para salir a dar
un paseo por la ciudad. Durante el trayecto, decidieron pasar a buscar a una amiga de la
novia de Maxi.
Al no encontrar en su hogar a esta, tanto Rodríguez como Laffatigue deciden
continuar en la búsqueda de la joven unas cuadras más, por calle Vera Mujica antes de
llegar a Garay. Allí, desde una moto comandada por Matías ―Danonino‖ Segovia, el
―Negro‖ Ezequiel Villalva comenzó con su ataque contra el ―Quemadito‖. Lluvias de
balas provenientes de una pistola 9mm impactaron contra el BMW importado. Tres
proyectiles dieron en distintas partes del cuerpo de Rodríguez. Una cuarta logró rozar la
nuca. Casi ocho meses tardaron las autoridades policiales en atrapar a Ezequiel Villalva
por este hecho. Los familiares de ―Jere‖, ―Mono‖ y ―Patom‖ denunciaban, casi
diariamente, que el ―Negro‖ se paseaba por Villa Moreno con goce de impunidad y la
conformidad de la Comisaría 15º.
6.3 Procesados y conclusión de la impunidad adquirida
Luego del ataque al hijo del ―Quemado‖, la historia es harto conocida. Sin
embargo, queda por observar qué fue de la suerte de aquellos que participaron
activamente en los casos mencionados. Aproximadamente quince días después del triple
homicidio en Villa Moreno, Sergio ―Quemado‖ Rodríguez es detenido en la localidad
de Santa Elena, Provincia de Entre Ríos. Posteriormente, el 31 de enero de 2012, el Juez
de Instrucción de la Cuarta Nominación de la ciudad de Rosario, Dr. Luis María
Caterina, lo procesaría por homicidio simple agravado por la portación y uso de arma
de fuego en tres oportunidades.
91
De a poco, los demás participantes del hecho también fueron cayendo en las
manos de la Justicia Provincial. El 30 de enero de 2012, Brian ―Pescadito‖ Sprío fue
encontrado baleado entre las calles Francia y Biedma. Declaró ante el Juez en el
Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Conocía bien la sala de atención médica de
ese nosocomio. Pues fue el quien, junto con Delgado, llevaran a Maximiliano aquel
hospital un mes después, horas antes del Triple Crimen.
El caso de Daniel ―Telettubie‖ Delgado, el tercer detenido, es singular. Su
nombre ya había aparecido en las crónicas policiales por el ataque contra el micro que
transportaba a la barrabrava de Newell`s y en el que resultó asesinado el joven Walter
Cáceres. Por aquel hecho fue investigado, y sobreseído de la causa antes de que esta
llegue a juicio oral, que terminó con todos los procesados absueltos.
Un mes después del Triple Crimen, y mientras los familiares de las víctimas
por la masacre se manifestaban y recordaban a los tres militantes frente al Palacio de
Tribunales Provinciales en Rosario, Delgado era detenido en la calle 3 de Febrero al
600, pleno centro de la ciudad que alberga al Monumento a la Bandera.
Por su parte, Gerardo ―Jeta‖ Mansilla se presenta espontáneamente en el
Juzgado de Menores Nº 3 a cargo de la Juez Carolina Hernández. Al haber sido menor
de 18 años durante la masacre, la magistrada no decide privarlo de la libertad. En Julio
de 2012 es detenido tras conocerse, a través de testimonios, indagaciones y pruebas que
el muchacho había tenido participación activa en el triple crimen. Su caso recae en el
Juzgado de Menores Nº 1, al frente de la Dra. María del Cármen Musa, a la cual el
abogado de Mansilla le solicita ―tutelar‖ al menor por detentar problemas
socioinclusivos.
Brian ―Damiancito‖ Romero, es detenido el día 5 de agosto de 2012, en la
Zona Sur de Rosario, mientras acompañaba en una moto a un amigo. Un policía, a
bordo de un patrullero, lo había reconocido por su participación en los homicidios de
Villa Moreno. Rápidamente se inició una persecución que terminó en la intersección
entre Presidente Quintana e Italia, con el rodado chocando contra un automóvil Ford
Focus. Romero sufrió algunos traumatismos y fue derivado al HECA donde quedó
detenido. Su compañero, quien comandaba el ciclomotor, falleció en el acto.
92
En tanto, el 20 de abril del mismo año, Mauricio Palavecino, junto a su
Defensor, se presenta ante el Juez Juan Andrés Donnolla. Allí queda detenido y es
derivado a la Unidad Penitenciaria Nº XI de Piñero. Si bien ya había dado su testimonio
meses antes como testigo, es la Fiscal Nora Marull quien solicita que se le tome
declaración indagatoria, por los amplios testimonios de personas que señalaron ver al
joven en la Kangoo blanca que trasladó a los homicidas hacia el barrio de Villa Moreno.
Se pudo constatar, en tanto, que el vehículo pertenecía al padre de Palavecino.
Por todos estos hechos relatados, y por la participación activa en el crimen, el
día 29 de mayo de 2012, Donnola, decidió procesar a Daniel ―Teletubi‖ Delgado, Brian
Ismael ―Pescadito‖ Sprío y Brian ―Damiancito‖ Romero ―como autores penalmente
responsables del ilícito […] (homicidio) en tres hecho en concurso real entre sí,
doblemente agravado por la participación de menor de edad (por Mansilla) y el uso de
armas de fuego‖108
.
Por el lado de Palavecino, el magistrado lo procesó por homicidio en ―tres
hechos en concurso real entre sí, agravado por la utilización de arma de fuego […] en
concurso real con el delito de portación ilegítima de arma de fuego, como autor
penalmente responsable en calidad de partícipe necesario‖109
.
Con la confirmación de la sala 1º de la Cámara Penal de la ciudad de Rosario,
los procesamientos de los cinco imputados por las masacre en Villa Moreno, quedaron
firmes y serán llevados a juicio. Aún no se sabe si las audiencias serán orales y públicas
como manifiesta el Código Procesal Penal actual, que rige en la Provincia de Santa Fe,
el cual reza que, al tratarse de cinco personas o más en el caso de un homicidio simple,
deben ser sentenciados mediante este sistema. La otra posibilidad es actuar mediante el
procedimiento escrito, inquisitorio, cerrado donde las partes afectadas en el hecho
prácticamente no se ven las caras en el proceso. La decisión está en manos del Juez de
Sentencia, Julio Kesuani.
108
Auto de procesamiento del Juez Juan Andrés Donnola en relación al Triple Crimen en Villa Moreno. P 108 109
Ibid.
93
6.4 Visibilidad y complicidad policial
Luego de la masacre ocurrida en el Barrio de Villa Moreno numerosos
militantes del Movimiento 26 de Junio ―Frente Popular ―Darío Santillán‖, refutaron
completamente el parte policial cuyo contenido manifestaba que el mencionado crimen
había sido producto de un tiroteo entre dos bandas que dejó el saldo ya remarcado. Las
fuentes investigativas ligaban el hecho a un ―grupo enfrentado entre sí‖. En tanto, el 2
de enero, Ministro de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, Dr. Leandro Corti, abonó
la hipótesis del ajuste de cuentas en declaraciones radiales a LT8 en donde manifiesta
que el homicidio de los jóvenes se inscribió en ―disputas territoriales entre bandas‖.110
Desde los enconos judiciales, el Juez Juan Andrés Donnola, en el escrito que
procesa a cuatro de los cinco imputados por haber asesinado a los tres jóvenes, hace
hincapié al respecto de esta problemática al relatar que ―…la calidad de sus
damnificados y la misma reacción social generada, parecen haber dejado atrás -
afortunadamente- el remanido o lacónico ―ajuste de cuentas‖, como un sello que deja
únicamente entrever un trasfondo violento y una eventual investigación casi sellada
desde sus mismos comienzos‖.
Y elabora un análisis al respecto al decir que ―ajusta las cuentas quien tiene
diferencias con otros que disputan el mismo negocio, o bien que ajusta las cuentas quien
mafiosamente asesina para vengar la labor impaga, el vuelto no depositado, o cualquier
acción de quienes se hallan en organizaciones delictivas que tienen como metodología
esta forma de respuesta cruel y cobarde‖.
Aunque, precisa, que el trasfondo, más allá de las víctimas, se ve clarificado
en ―actos violentos organizaciones delictivas que tienen una raíz muy allegada a otras
labores que evidentemente hacen que el campo delictivo se desenvuelva en esas
condiciones de virulencia y crueldad, que vulneran ese valor diariamente‖.
Asegura, por último, que todo esto ―pone evidentemente de manifiesto que
las disputas en grupo con armas de grueso calibre se asemejan, y estas emergen como
110
Resolución por la cual se crea la Comisión Investigadora sobre la Masacre de Villa Moreno.
94
acciones o conductas organizadas que eventualmente parecen dirimir espacios,
predicamentos o simplemente ajusticiamiento a quien o quienes no le han correspondido
o estorbado en sus propias decisiones‖111
.
Tal es la trascendencia en la que se ubica el caso que, más allá de la correcta
investigación que logró desarrollarse desde el Poder Judicial, se crean dos comisiones
investigadoras, una independiente llevada adelante por el periodista Carlos Del Frade, y
la restante, oficial impulsada por el Diputado Provincial y Presidente de la Comisión de
Derechos y Garantías de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincial de Santa
Fe, Eduardo Toniolli.
Tanto en una, como en la otra, se reproducen los sucesos que fueron
derivando en el Triple Crimen, aunque, a través de un matiz que incorpora a la
complicidad policial como el eje principal para desarrollar el mencionado ataque.
La historia del ―Quemado‖ y su banda es solo una de las tantas que han ido
creciendo en los últimos años en la ciudad de Rosario. La posibilidad de obtener
contactos no solo entre actores delictivos sino también en la policía santafesina, le
permitió llegar prácticamente sin ser parado en ningún momento por algún efectivo de
la fuerza a sabiendas que el ataque contra su hijo podía repercutir en graves sucesos
posteriores.
Ambas, ponen el foco en el ingreso al Hospital de Emergencias Clemente
Álvarez (HECA) de Maximiliano ―Quemadito‖ Rodríguez. El documento presentado en
la Cámara de Diputados reza lo siguiente: ―Cuando unos minutos después Maximiliano
Rodríguez ingresó al HECA no fue registrado por los agentes de guardia en el
nosocomio. La versión oficial brindada por la Policía y por los funcionarios del
Ministerio de Seguridad de la Provincia, indica que ―el hijo del Quemado‖ permaneció
sin identificar hasta el mediodía del 1º de enero‖.
En tanto, agrega que allí ―el Quemado, mantuvo conversaciones con Sofia
Laffatigue y con el o los agentes policiales de guardia en el establecimiento médico, y
unos minutos después se retiró, aparentemente, rumbo a Villa Moreno‖. Sobre esta
irregularidad, la Comisión Independiente sostiene que ―el responsable de la guardia
111
Todos los conceptos sobre ajuste de cuentas elaborados por el Juez Juan Andrés Donnola están expuestos en el auto de procesamiento de Brian Sprio, Daniel Delgado, Mauricio Palavecino y Brian Romero, en relación al Triple Crimen ocurrido en Villa Moreno.
95
policial del HECA de apellido Martín, que definió no ingresar al hijo del Quemado en el
registro de guardias‖.
El documento elaborado por Carlos Del Frade desliza también que ―hay
conocimiento del imputado del triple crimen de personal policial, no solamente durante
su estadía en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez sino también en los
contactos que le sugiere a la novia de su hijo baleado para que la ayuden y no la
molesten‖.
Sobre esto último, el escrito encomendado por Eduardo Toniolli soslaya a
continuación que ―la declaración de Sofía Laffatigue, novia de Maximiliano Rodríguez,
agrega más indicios de una posible connivencia de agentes policiales en la banda
investigada. Sofía Laffatigue, haciendo el racconto de la sucesión de hechos del 1º de
enero, señala que al mediodía, enterada de que la policía se hallaba en su domicilio, se
comunica mediante el Nextel de Maximiliano (tenía los dos celulares de Maximiliano
en su poder desde el momento del tiroteo en el que resultó herido) con su padre Sergio
―El Quemado‖, comentándole de la situación‖.
La joven señala que cuando se hallaba arriba del taxi la llama el ―Quemado‖
Rodríguez, solicitándole que acuda a intersección entre Dr. Riva y Ov. Lagos, que allí
iba a ser abordada por dos policías uniformados en una estación de servicios, ubicada en
la esquina de las calles Dr. Riva y Ovidio Lagos. Los efectivos en cuestión eran el
comisario inspector de la Zona Nº 3 Eduardo Ismael Carrillo y el suboficial Norberto
Centurión, quien se encontraba a cargo de esa área y oficiaba de chofer del primero, a
quienes Sofía les entrega los dos celulares y una billetera. Allí, es derivada a la
seccional 15º, lugar donde realiza su primera declaración doce horas después del ataque
en Villa Moreno.
En relación a la falta del registro de Maximiliano Rodríguez en las guardias
del HECA, el Juez de Instrucción en lo Penal Nº 7 que entiende la causa, Dr. Juan
Andrés Donnola, resolvió, en agosto de 2012, el procesamiento del agente Lisandro
Jesús Martín, encargado de consignar el ingreso de pacientes en los libros de guardia.
Según el magistrado, el oficial actuó con "negligencia, colaboración o
irregularidad policial que pretendería ocultarlo, hacerlo menos visible o encubrirlo" al
ataque contra ―Quemadito‖. En tanto, el auto de procesamiento, precisa que hubo
96
―anotación de todos los heridos y fallecidos de esa noche (por el 1º de enero) sin incluir
el nombre de Maximiliano Rodríguez, teniendo en cuenta además —por olvido o
intencionalidad— que este herido precisamente había generado con sus familiares un
intempestivo y violento ingreso en el hospital con una activa participación del personal
policial y del propio Martin, que conversó con las personas que lo habían llevado hasta
el centro asistencial".
En tanto, sobre la posible complicidad entre Rodríguez y los oficiales
Santana y Carrillo, Donnola supone que hubo una conexión telefónica entre ellos
mientras el primero se encontraba prófugo. En el acta que decide el procesamiento de
los dos policías, el Juez se pregunta por qué los efectivos deciden ubicar a Sofía
Laffatigue y no intentar encontrar el destino de Maximiliano ―Quemadito‖ Rodríguez.
El escrito sostiene que ―toda la información en orden a las personas que se
mencionaban como autores de la masacre de Villa Moreno la tenían Centurión, Carrillo
y Santana, que ‗asombrosamente‘ expresan que no hablan con personal policial (del
hospital) para requerir información. Es como llegar hasta el domicilio de una persona y
expresar no hallarlo, pero no haber golpeado ni tocado el timbre de la casa para
verificarlo‖
Sobre la derivación de Laffatigue a la Comisaría 15º, Donnola manifiesta que
"no hay razones plausibles para que un oficial de alto rango y su empleado se
encuentren en una estación de servicios con ésta y no en la propia comisaría donde era
el destino final de la testigo".
Por su parte, el Comisario Abel Santana, a cargo de la citada seccional, fue
absuelto mediante la falta de mérito al no constatarse una participación efectiva en el
encubrimiento del caso. El magistrado funda estas conclusiones al inferir que el agente
ordenó rastrear el paradero de Sofía Laffatigue en su casa y en el domicilio de una
amiga, donde no fue encontrada.
Donnola expresó que todas estas conductas, tanto la de Martín, como la de
Centurión y Carrillo, ―parecen estar direccionadas a eludir las investigaciones, en lugar
de dar cumplimiento de un deber funcional. Tienen una motivación destinada a realizar
‗un favor‘ o en su defecto a `ocultar‘‖.
97
Y agrega que los tres oficiales ―emergen como absolutamente responsables.
Los argumentos expuestos no tienen una justificación que los avale; por el contrario,
están destinados a encubrir intencionalmente los hechos, que se ven agravados por su
condición de policías.‖
Para Donnolla, se trató de ―un conjunto de acciones y omisiones
absolutamente irregulares que tienen como objetivo encubrir, ocultar o favorecer los
hechos que se fueron desencadenando ese mismo día, porque no tienen otro justificativo
u omisión impidiendo con ello un normal desenvolvimiento de la Justicia‖. Dicho fallo,
sostiene que debe hacerse hincapié en que ―la persona buscada era solamente una
testigo‖, como para desarrollar ―tal despliegue‖112
.
Para finalizar esta etapa y pasar al análisis sobra la cobertura mediática a
través los diarios ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y La Gente‖, es loable destacar algunos
detalles enumerados por la Comisión Independiente de la Masacre de Villa Moreno. Los
siguientes puntos demuestran claramente cómo fue gestándose la violencia en el
mencionado barrio, los mecanismos de coerción de jóvenes para que se dediquen al
narcotráfico y diversas causas de este desmadre, así como también la complicidad de la
policía en la expansión del narcotráfico por la zona y la participación de abogados en la
defensa de los mismos imputados. Las aristas remarcadas son las siguientes:
―1 - El barrio se convirtió, en los últimos cinco años, en una zona donde
distintas bandas crecieron a través del comercio de drogas, motos y autos de dudoso
origen y en donde las armas son visibles.
2 - Esas bandas están constituidas por mujeres y hombres que parecen ser
integrantes menores de otras bandas mayores que tienen contactos más allá de la
geografía de Villa Moreno.
3 - La comisaría 15, tal como lo señala una rápida crónica elaborada en las
primeras treinta menciones que surgen a través de los buscadores por la web, ha sido
denunciada desde fines de los años noventa como un lugar violento para los detenidos,
112
Argumentos elaborados por el Juez Juan Andrés Donnola en el auto de procesamiento de los efectivos policiales Lisandro Jesús Martín, Eduardo Ismael Carrillo y Norberto Centurión, sobre la complicidad y protección que brindaron a Sergio “Quemado” Rodríguez y su banda luego de la masacre en el barrio de Villa Moreno.
98
observadora para con el crecimiento de los delitos y hasta auspiciante del negocio de la
seguridad privada.
4 - La permanente presencia del abogado Carlos Varela en la defensa de los
imputados parece confirmar una línea, una lógica de trabajo profesional al servicio de
ciertas bandas de curiosa y fuerte notoriedad en los últimos años en la ciudad de
Rosario, como la familia Cantero y Los Monos.
5 - Hay un papel preponderante en integrantes de La Santafesina SA en esta
historia. En el mismo expediente queda claro que muchos de los agentes saben dónde se
pueden conseguir armas de la manera más rápida en la ciudad.
6 - Hay una historia de las armas, los automóviles, los teléfonos, las balas y
de los propios involucrados que, con una mínima voluntad de investigar, podrían
determinar el origen y los medios de desarrollo de esas bandas en el barrio.
7 - En los relatos que hicieron dos jueces provinciales, directivos de Ñuls,
periodistas policiales y ex policías para esta investigación, surge con claridad que la
ciudad de Rosario, en los últimos diez años, ha sufrido una profundización y
democratización de prácticas económicas ilegales que llegan a todos los barrios pero
que tienen financistas ajenos a esas geografías y que cuentan con abogados y contadores
de primer nivel.
8 - Distintos funcionarios estatales contribuyen al desarrollo de estas
bandas. No solamente policías, sino también judiciales y políticos. Como también
grandes empresarios.
9 - En esa matriz se instala la ferocidad del triple crimen.
10 - Hacer justicia, entonces, significará denunciar quiénes, cómo, cuándo,
dónde y por qué dieron inicio y producen el desarrollo de esa matriz en Villa Moreno. Y
eso, de acuerdo a la marcha y los pronunciamientos del pensamiento oficial del sistema
judicial policial, no parece que surgirá de las investigaciones oficiales‖.113
113
Comisión Investigadora Independiente de la Masacre de Villa Moreno
99
6.5 Acontecimiento y suceso del Triple Crimen en Villa Moreno
Tal como pudo observarse en el capítulo referido a las rutinas de producción
y criterios de noticiabilidad utilizados por los periodistas de la sección ―Policiales‖ de
los diarios ―La Capital‖ y ―El Ciudadano y La Gente‖, debe inferirse que este caso tomó
una trascendencia tal que hasta el día de la fecha continúa mencionándose en los
periódicos seleccionados.
La cobertura fue amplia y diaria. En el primer mes, entre notas y subnotas, La
Capital publicó 27 noticias referidas al caso, mientras que ―El Ciudadano y La Gente‖
lo hizo en 20 ocasiones. Luego, la causa fue mermando, y solo se informaba sobre las
marchas que realizaban los familiares para solicitar justicia en los Tribunales
Provinciales, la detención de los imputados en la masacre, o algún avance en la causa
judicial, como lo fueron los procesamientos efectuados por Juan Andrés Donnola o la
confirmación de estos dictadas por la Cámara de Apelaciones en lo Penal de la ciudad
de Rosario.
El caso fue trascendente debido al espacio que le otorgaron los medios de
comunicación de la ciudad de Rosario. Los diarios, sobre todo, cubrieron desde un
primer momento los hechos. Es que el acontecimiento, como se explicó en el tercer
capítulo, fue parte de una ―ruptura‖, como dice Martíni, que constituyó una diferencia y
logró definirse a largo plazo por aquellos ―efectos‖ que perduraron en el tiempo, como
así también las circunstancias que generaron poner en un punto cumbre la relación entre
el Estado y el control del narcotráfico. La autora también manifiesta que los
acontecimientos ―forman parte de una triangulación que incluye al público y a las
fuentes‖ (MARTINI; OP. CIT).
La espectacularidad del caso, los hechos sucedáneos que fueron generándose
a partir de la balacera contra Facundo Osuna y la venganza por este ataque en que
derivó el tiroteo contra el BMW de Maximiliano Rodríguez, los implicados, sobre todo
el ―Quemado‖, conocido barrabrava del club Newell`s Old Boys, los testimonios de
testigos que observaron a los homicidas portar armas de fuego de grueso calibre como la
metralleta FMK3, la consecuente aparición de personajes ligadas al ámbito de la
100
política, fueron algunos de los valores noticia que permitieron poner en pie al caso
durante un tiempo prolongado en las páginas principales de las secciones ―Policiales‖ de
ambos medios.
Fueron 24 los homicidios que se produjeron en el Departamento de Rosario
durante el mes de enero de 2012, sin embargo, muy pocos recuerdan, por ejemplo, el
homicidio de Alejandro Darmiño en La Tablada, el primero de ese año horas antes de la
masacre en Villa Moreno. Por eso mismo, puede inferirse que el foco del asunto durante
este tiempo estuvo centrado en la cobertura del triple crimen. Debe argüirse,
lógicamente, que por la magnitud del caso, fue el crimen más rememorado del 2012.
La estructura del suceso, como se explicó en el cuarto capítulo, pertenece al
análisis estricto de este caso, sobre todo desde un comienzo, enlazándolo con los
desencadenantes que derivaron en el asesinato de ―Jere‖, ―Mono‖ y ―Patom‖. Una
causalidad rápida, traída a la mente es el ataque contra el auto en el que iban el
―Quemadito‖ y Sofía Laffatigue.
Sin embargo, y tal cual se expresó anteriormente, el ascenso de la banda de
los ―Quemados‖ en la periferia rosarina producto de la comercialización con el
narcotráfico y su relación con ―Los Monos‖, como así también, la bronca arraigada con
la barra del ―Negro Eze‖ puede ser inscripto también en toda esta espiral de violencia y,
por supuesto, formar parte de la causalidad susodicha.
―Sin causa no hay suceso”, explica Verón. Y, a medida, que las crónicas
policiales relataban cómo fueron sucediendo los hechos ocurridos en Villa Moreno, iban
apareciendo diversos clises producto de la causalidad. Los mismos nombres, similares
armas de fuego utilizadas en todos los ataques, delitos por narcotráfico, son algunas de
las características principales que se van repitiendo en todos los hechos relatados
anteriormente.
A su vez, entra en juego un aspecto clave que será de análisis previo a las
primeras informaciones que los medios selecciones brindaron de forma pública. El
régimen de coincidencia entre este y otros hechos hace que el suceso se estructure en
un principio de azar. Tildar como ajuste de cuentas el Triple Crimen no solo hace que
tiende a ―invisibilizarse‖ el caso, como dijo el Defensor Provincial Gabriel Ganón en
una entrevista brindada a Radio Cooperativa de la ciudad de Buenos Aires, sino también
101
que se dejen de lado las relaciones estrechas en este y otros casos, como así también el
vínculo existen que luego pudo comprobarse entre las bandas delictivas y las fuerzas del
orden público.
6.6 Cobertura y error. Gajes del oficio en la cobertura de los diarios “La Capital”
y “El Ciudadano y la Gente”
El Triple Crimen en Villa Moreno formó parte de un eje circunstancial que
puso en foco visibile la operatividad violenta de las bandas con la congruente
complicidad policial. Antes de ello, prácticamente ningún actor institucional o civil no
se había centrado en las denominaciones sobre ajuste de cuentas que difunde la policía
en los partes preventivos, como lo hicieron luego de incurrido el error.
Los integrantes del Movimiento 26 de Junio ―Frente Popular Darío
Santillán‖, fueron los primeros en quejarse por la cobertura mediática que se le dio al
caso. Las informaciones previas dieron el ataque producto de una venganza entre
bandas enfrentadas entre sí.
En el matutino ―La Capital‖ del 2 de enero de 2012, el primer título que da
cuenta del hecho reza lo siguiente: ―Masacraron a balazos a tres jóvenes en venganza
por un atentado previo‖114
. Como explica Marc de Fontcuberta, los titulares de los
periódicos ―son una interpretación de los acontecimientos o acciones desde el punto de
vista del medio‖ (Fontcuberta; Op. Cit.; P. 117). Al respecto, debe inducirse que el
diario decidió hacer caso solo al parte policial, por la cabecera que le otorgó a la nota.
En relación a la crónica principal que ilustra la tapa del matutino, también hay
errores congruentes de ser marcados. En este caso, es preferible dar a conocer ciertos
114
GRACIARENA, Leo – LASCANO, Hernán “Masacraron a balazos a tres jóvenes en venganza por un atentado previo”, Diario “La Capital”, 02 – 01 - 2013
102
pasajes de la nota seleccionada para resaltar las equivocaciones. Por ejemplo, esto reza
la información:
“…Al avanzar la pesquisa quedaron claras varias cosas: el triple homicidio
entremezcla a personajes de la barra brava de Newells y fue represalia de un hecho
previo, ocurrido media hora antes, en la que un joven fue rociado a balazos en su auto
BMW junto a su novia. Este joven es Maximiliano Rodríguez, conocido como el hijo del
quemado, apodo que lleva por su padre. Tiene prontuario y ganó celebridad a partir de
la interna leprosa. Y hay en este caso más nombres envueltos en situaciones
sangrientas ligadas a esa barra: otro de los implicados es Ariel Sebastián Acosta, alias
Teletubi, investigado en el atentado a un micro de hinchas rojinegros donde murió
Walter Cáceres. El tercero de los prófugos por este hecho es Damián Martínez. Su
casa, en Argelia 2100, fue allanada y se encontró un chaleco antibalas
…Los vecinos que dialogaron con LaCapital hablaron de un crimen a sangre
fría, en el que las víctimas sufrieron una encerrona y no portaban armas. Sin embargo,
la distribución de vainas recolectadas por la policía, un mínimo de 35 casquillos,
estaban diseminadas de manera tal que para los investigadores pudo haber existido un
enfrentamiento…”
…“Mi sobrino andaba en malas compañías. Este final tiene que ver con la
junta que tenía”, murmuró uno de los tíos de Jeremías Trasante en la escena del
crimen. Trasante fue el primero en morir. Ya en el Heca le siguieron Suárez y
Rodríguez.
…Maxi Rodríguez está hospitalizado, detenido e incomunicado. A Teletubi
Acosta lo buscan para apresarlo al igual que a Damián Martínez. A los tres se les
atribuye autoría del triple asesinato. ¿Los motivos? Los insinuó un oficial superior.
“Son todos grupos dedicados a escruches (robos domiciliarios) con viejas broncas
entre sí. Y hay un homicidio en un ciber en Presidente Roca y Seguí, de mitad del año
pasado, de un tal Zapato o Zapatito, que alentó los odios entre ellos”.115
Hay que decir también que una de las fuentes a las que acuden los periodistas
que relatan el hecho, explica que ―los tiros vinieron de un solo lado‖, lo cual lleva a
115
GRACIARENA, Leo – LASCANO, Hernán “Masacraron a balazos a tres jóvenes en venganza por un atentado previo”, Diario “La Capital”, 02 – 01 - 2013
103
pensar que los comunicadores buscaron información alternativa a la oficial. Sin
embargo, pueden remarcarse confusiones que permiten elevar la conclusión que el caso
significó un ajuste de cuentas más en la lista de homicidios del Ministerio de Seguridad
de la Provincia de Santa Fe.
Leo Graciarena, el autor de la nota publicada en la edición del 2 de enero de
2012 del diario ―La Capital‖, fue uno de los primeros periodistas en arribar a la escena
del crimen. Retrata al hecho como ―confuso‖ y ―complicado‖, sobre todo en las
primeras horas donde se sabía muy poco, y los vecinos del barrio o los familiares de las
víctimas todavía estaban consternadas por el hecho. Una de sus primeras fuentes fue el
casero de la canchita donde sucedió el triple homicidio, que era novia del ―Toki‖, único
sobreviviente de la masacre.
―Yo estuve por ejemplo tres días para poder saber de dónde, de qué lugar
habían venido los victimarios. Tres días para poder pasar en limpio donde estaban los
autos, por donde vinieron caminando, por donde pudieron irse de la escena. No es que
no tuve acceso a línea directa pero sí hable con familiares de parte de las víctimas. Pero
las víctimas estaban tan conmocionadas a esa hora, en ese momento, que no sabías si
habían bajado a un plato volador. Cualquier cosa que dijeran estaba bien, y yo tampoco
tenía argumentos para decirles o contradecirlos. No tenía información. Fue una etapa
muy inicial‖, expone el periodista.
No obstante, reseña que ―el triple crimen siempre estuvo‖ en las tapas y
noticias del diario al cual ofrece sus servicios de periodista. Pero, todo lo que se escribe
está en la hemeroteca, en el historial. ―Si agarras la primer nota del triple crimen y te
vas hasta la sentencia oral, te preguntas,¿ y este pibe qué escribió?‖, señala el periodista
de ―Policiales‖ del diario ―La Capital‖.
Sobre el primer parte policial que le es acercado, Graciarena sostiene que
Jeremías Trasante aparecía con un antecedente por ―encubrimiento de robo‖. Sin
embargo, aduce que el modo en que la policía lleva adelante esas informaciones, en
muchas ocasiones, lo realiza de manera ―informal‖, al no saber fehacientemente si la
causa contra el imputado (o procesado) se cerró definitivamente. Para el periodista, en
tanto, resulta irrelevante ese dato, a sabiendas de los antecedentes que tienen sobre sus
espaldas sus victimarios, es decir, ―Quemado‖ Rodríguez, Delgado, o Sprío, por
nombrar a los más importantes. Además, contempla que desde el diario sabían que era
104
―lo que había sucedido‖, pero que no podían ―salir del circuito de testimonios que
recibían de la cana‖.
Igualmente, también reside a través de esta cuestión, confiar o no en los
investigadores. Recuerda que cuando fue al lugar del hecho, llegó con la versión de que
se había tratado de un homicidio por una interna en la barra brava de Newell`s, debido a
que se esperaba un enfrentamiento de ese estilo en esos días. Luego, lo relaciona con
una cuestión de ―mala suerte‖ porque uno de los tres chicos cae abatido debajo de las
vainas de la metralleta, algo que, remarca el periodista, no pudo saberse en un comienzo
qué tipo de arma habían utilizado.
Leo resalta que ―las notas van evolucionando con la causa‖ y que ―es
imposible que en la primer crónica tengas resuelto las distintas mecánicas del hecho‖. A
todo esto, asume que lo que el periodista hace es solo ―una aproximación‖ a lo ocurrido.
A su vez, realza la profesionalidad de la sección en la que trabaja al afirmar que no
continuaron ―insistiendo sobre el error‖. Aunque, acentúa que todo lo que se dijo desde
el diario, tenía que ver con la politización que había adquirido el caso, donde a cada
comentario hecho ―se le agregaba un contenido político‖. Y recalca que en ningún
momento quisieron cubrir a los policías por lo ocurrido, que existe una ―dinámica‖, en
la cual ―se va siguiendo la investigación paso a paso‖.
Otro tema no menor, y del cual ya Hernán Lascano refirió en el capítulo sobre
las rutinas de producción del diario ―La Capital‖, es el problema de recursos humanos a
la hora de cubrir un hecho. Como se dijo, no solo había poca gente en la calle ese día,
sino también en las redacciones del periódico. Leo Graciarena, explica que solo
pudieron verla de a dos redactores a las informaciones que les llegaban desde los partes
policiales, lo cual era un problema, y no había tiempo, ni forma de cotejar esos
testimonios.116
Además, remarca que se trata de ―causas que son complejas‖ donde están
involucrados ―muchos actores laburando al mismo tiempo, con muchos intereses‖. Y
sostiene que esa mezcla de disposiciones hicieron que la causa pueda ser llevada
adelante, y se creen las dos comisiones investigadoras paralelas junto a la oficial,
perteneciente a la Justicia.
116
Entrevista con Leo Graciarena. Ver anexo al final del trabajo.
105
No solo sobre los periodistas confluyó la equivocación. El Ministro de
Seguridad de ese entonces, Dr. Leandro Corti, en declaraciones a un programa de radio
de la señal LT8, luego recogida por ―La Capital‖, señaló que ―a partir del hallazgo del
auto de Maxi Rodríguez comienza a trabajarse otra línea de investigación que nos
arribaría a concluir que se trató de un enfrentamiento entre un grupo de personas que se
encontraba en el lugar donde luego se da la balacera en Dorrego y Quintana"117
.
Rápidamente, y luego de conocer los datos publicados por ―La Capital‖,
miembros de la Agrupación 26 de Junio ―Frente Darío Santillán‖ salieron a repudiar los
partes policiales y negar la información del medio mencionado. No hay que objetar la
intencionalidad del diario o de los redactores que se encargaron de la noticia. Sí puede
decirse que se incurrió en un error que desliga al periodista de su calidad profesional.
Con relación a este punto, otro de los testimonios que otorgó Leo Graciarena
para el presente trabajo tiene que ver con los debates que surgieron entre él y los
representantes del Movimiento 26 de Junio ―Frente Popular Darío Santillán‖, y la
Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). El periodista explica que los delegados
de cada institución le solicitaban que no reprodujera las declaraciones de Carlos Varela,
abogado del ―Quemado‖ Rodríguez. ―Les dije que yo hablo con los dos. Después veo
que escribo. En este tipo de casos ni vos le crees más a la víctima que al victimario. Vas
tratando de ver como cuaja la dinámica. Si la dinámica cierra o no‖, concluye el
redactor de la primer nota del diario ―La Capital‖ referida al triple homicidio en Villa
Moreno.
Otra fe de errata pudo observarse en los nombres publicados como posibles
sospechosos de haber cometido el triple asesinato. Por ejemplo, a ―Teletubi‖, se lo
señala como Ariel Sebastián Acosta, cuando en realidad se trataba de Daniel Delgado.
También se referencia a Damián Martínez, quien no había tenido ningún tipo de
participación en el caso. La crónica, ,a su vez, asevera que por el asesinato de ―Jere‖,
―Mono‖ y ―Patom‖, el ―Quemadito‖ Rodríguez había quedado imputado, lo cual no era
cierto. Tiempo después quedaría imputado y procesado por el ataque a tiros contra
Facundo Osuna.
117
"Actuaremos sobre lo que provoca las muertes violentas", Diario “La Capital” 03 – 01 - 2013
106
En las ediciones posteriores, los errores fueron mermando. Ya no se hablaba
de un ajuste de cuentas sino de una equivocación que derivó en los asesinatos. Cada vez
que pasaban los días iban apareciendo nuevas pruebas, y se hacían mención a los
ataques previos a Facundo Osuna y Maximiliano Rodríguez para explicar la
consecuencia directa en que derivó el triple crimen en la Villa Moreno.
De esta forma fueron publicándose informaciones precisas sobre el ataque al
auto de Maximiliano ―Quemadito‖ Rodríguez y como todo confluyó en el error de haber
matado a los tres jóvenes militantes barriales. Por ejemplo, el tres de enero, Hernán
Lascano, en una nota firmada para el diario ―La Capital‖, se encarga de aclarar que
―Teletubi‖ no era Ariel Acosta, sino Daniel Delgado el que finalmente había participado
en la masacre. También hace mención a la participación del ―Quemado‖ Rodríguez en
el hecho, información que había faltado en la primera noticia publicada por el matutino
el día anterior118
.
Sergio Naymark induce que estos errores se debieron a que la cobertura,
durante los primeros días fue ―complicada‖. Al respecto de esto último soslaya lo
siguiente: ―las primeras 24 o 48 horas fueron muy complicadas porque fueron muy
oscuras las motivaciones en ese momento. En esa primer instancia se habló mucho de
ajuste de cuentas, se habló mucho de venganza porque no se sabía quiénes eran las
víctimas‖.
Para el editor y redactor del diario ―La Capital‖ se trató de un ―deficiente
trabajo en el campo, en el barrio para poder detectar rápidamente a las víctimas y ver
quienes estaban del otro lado y discernir que no había ajuste de cuenta alguno‖. Y
concluye que saldadas las primeras horas de ocurrido el triple crimen ―se trabajó
sencilla y fácilmente porque se abrieron todas las fuentes y al abrirse todas las fuentes,
inclusive algunas fuentes policiales dándose cuenta de que más no se podía ocultar se
pudieron construir relatos interesantes, se pudo acercar o hacer una aproximación lo
más cercana posible a lo que fue el hecho, cómo fue la modalidad, qué pasaba en el
barrio‖119
.
118
LASCANO, Hernán “Cómo fue la secuencia sangrienta que terminó con el triple homicidio”, Diario “La Capital”, 03 – 02 - 2013 119
Entrevista a Sergio Naymark. Ver anexo al final del trabajo.
107
A su vez, infiere a que este error por parte de los periodistas que cubrieron
primeramente el caso se debió, precisamente a la poca investigación que los periodistas
realizan en la escena del hecho. Y asume que ―si los familiares o militantes allegados a
los chicos del Triple Crimen no salen con los botines de punta a decir a los cuatro
vientos lo que había pasado y uno se quedaba con la información policial primaria eso
terminaba siendo un ajuste de cuentas, diferente porque fue una madrugada de un
primero de año y porque había sido un crimen múltiple‖120
.
Asume, además, que ―la resolución de este tipo de casos, mucho tiene que ver
la gente, las víctimas que pasadas las primeras horas del dolor y de la bronca tienen que
salir a hablar‖. Para el cronista esta cuestión es sumamente importante ―porque sino la
Justicia se hace a partir de lo que dice la policía y la policía dice lo que a la policía le
conviene decir‖.
Y concluye que hubo allí ―toda una seria de cosas que se vieron alrededor de
ese hecho que contaminaron y que son las cosas que van llegando a las redacciones y
que cuando vos salís a buscarlas son cosas totalmente diferentes a lo que yo había
tenido de primera mano. Indudablemente que la policía es parte del problema y como
parte escribe su parte de la historia‖.
Con respecto al diario ―El Ciudadano y La Gente‖, la cobertura estuvo más
clara desde un primer momento. Si bien una de las fuentes atribuye lo sucedido a una
banda enfrentada con la otra, el relato que establece busca no apresurarse y concluir que
el suceso se trató de un ajuste de cuentas o de una venganza, sino que intenta movilizar
las contradicciones que surgen entre el parte policial y los testimonios de testigos o
vecinos del barrio.
Carlos Retamal, editor de la sección ―Policiales‖ del diario explica la
complejidad de cubrir el caso en las primeras horas por los problemas de recursos
humanos que tiene el diario, y sobre todo, por ser 1 de enero, día posterior a las fiestas
de año nuevo. Al respecto, señala que solo contaban con tres redactores. Como se
explicó, cinco crímenes ocurrieron ese día en la ciudad de Rosario y todos tuvieron
120
Entrevista con Sergio Naymark. Ver anexo al final del trabajo.
108
fueron noticia, aunque el foco del asunto lo llevó adelante el triple crimen en Villa
Moreno121
.
Cuenta que el caso se cubrió como comúnmente se hace en el diario. A saber,
el redactor acude a la escena, recoge el parte policial y consigue los testimonios de
personas que hayan sepan o hayan escuchado alguna cuestión trascendente sobre lo
ocurrido.
Y, como ha relatado Leo Graciarena, la politización del caso como que
también fueran militantes sociales las víctimas hizo que el caso tuviera trascendencia.
Sobre esta cuestión también adhiere la otra editora de la sección de ―El Ciudadano y La
Gente‖, Silvina Tamous. En otra situación y en un marco diferente, retrata Retamal, la
muerte de estos chicos hubiera quedado en un segundo plano y fuera de toda
publicación futura.
Por eso mismo, para Daniel Scherein este caso ―marcó un antes y un después‖
en la historia de Rosario y la visibilidad sobre la actuación de las bandas narcos en la
ciudad. Así también, el editor del diario enmarca en una ―guerra semántica‖ contra los
medios de comunicación el error de haber publicado al triple homicidio como una
―venganza‖, pero que no logró cambiar el fondo de la cuestión. De acuerdo a lo que el
soslaya, los jóvenes del Movimiento Darío Santillán ―hicieron un gran laburo en el
sentido de visibilizar todo esto y ayudar a cambiar un eje en los medios que parecía
imposible de cambiar‖122
.
Retamal, por su parte, remarca que desde un primer momento el diario
insistió en que no se había tratado de una venganza, sino que eran tres jóvenes
inocentes, y que siempre se trató de darle importancia a las declaraciones que hacían los
familiares, sobre todo al padre de Jeremías Trasante quien fue el que llevó adelante y
organizó las marchas para solicitar justicia.
Sobre las primeras noticias que da a conocer el diario sobre el hecho, puede
decirse que se inclinan a privilegiar los testimonios otorgados por los vecinos del barrio
donde ocurrió el hecho. Sin embargo, el editor de la sección ―Policiales‖ del diario ―El
Ciudadano y La Gente‖ explica que la cronista que fue a cubrir el caso también se basó
121
Entrevista con Carlos Retamal. Ver anexo al final del trabajo. 122
Entrevista con Daniel Scherein. Ver anexo al final del trabajo.
109
en el parte policial, debido a que ―no es un error confiar‖ en él, porque se trata de ―una
de las patas de la historia‖. No obstante, cada información fue chequeada debidamente y
no cayeron en la trampa del denominado ajuste de cuentas.
En relación a este punto, explica que ―todo el mundo, desde los medios, hasta
el propio gobierno se comió la versión policial‖. Por ello es que tuvieron que recurrir a
todas las fuentes testimoniales de personas que estaban en el barrio, las cuales, si bien
tuvieron la predisposición para dialogar con los periodistas presentes, estaban
consternadas.
―No sabían efectivamente qué es lo que había sucedido. También costó
entender, porque fue a la madrugada. Mucha de la gente al comienzo se basaba en lo
que dijo uno, lo que dijo el otro porque estaban durmiendo. Se fue haciendo una pelota
hasta llegar a los testigos, que después recibieron protección por parte nuestra porque
jamás se los nombra con nombre y apellido. Esas cosas se respetan‖, declara Retamal.
Más allá de la confusión en las primeras horas, la invisibilidad policial
manifiesta sobre lo que verdaderamente había ocurrido en Villa Moreno, y la protección
hacia los homicidas de los tres jóvenes, fue palpable por los periodistas del medio. Al
respecto, Carlos Retamal refiere que ―la policía no podía no saber quiénes eran los
sospechosos del triple crimen. Por como fue el hecho. Se supone que son las fuerzas que
conocen la ciudad, que están ahí. Alguien tenía que saberlo. Esto de que haya policías
detenidos, implicados en la causa, el llamado de un policía a Rodríguez‖.
Para el periodista esto ―significa que sí hubo que tapar algo de lo que pasó‖.
Y agrega que ―no lo querían tapar al caso pero la versión al justificar que los chicos
tenían antecedentes o decir que fue un ajuste de cuentas lleva a la conclusión de que
algo quisieron hacer. No tapar porque era imposible. Quizás un poco calmar las aguas
para que el autor intelectual o material pueda fugarse. Como fue lo que pasó‖.
Sobre este ―encubrimiento‖, Silvina Tamous dice que en los casos en que
resultan asesinados pibes de barrios ―la policía siempre te dice lo mismo‖. Y agrega
que ―si vos te quedas con la versión policial, ellos te van a explicar cómo sucedió
siempre de la misma forma. Entonces hay que ir al lugar. El problema es cuando no
llegas a ir al lugar por X causa. Nunca es una información chequeada, ellos dicen lo que
se les ocurre‖.
110
Algo similar explica Scherein al decir que la cuestión de invisibilizar lo
sucedido en los casos policiales ―pasó históricamente‖. Describe al sistema policial
como ―muy hipócrita‖. Y parte de este engaño también radica en la opinión pública al
desinteresarse sobre lo que sucede en los barrios populares.
―¿A quién le interesa un pibe baleado en un barrio, si es por ajuste de
cuentas?, o ¿a quien le interesa un pibe baleado hace 10 años‖, se pregunta Scherein. Y
asume que ―hoy interesa porque ocurrió el Triple Crimen y luego de eso ocurrió una
diversidad de factores‖.
Otro asunto no menor y un error que cometió el Gobierno Provincial en un
primer momento, y luego los diarios, fue la publicación de la foto de Sergio ―Quemado‖
Rodríguez. En numerosas ediciones de los medios señalados, aparece la fotografía del
principal imputado en la causa, y si bien hay sospechas que pudo haber sido la propia
policía quien sacó esa foto minutos antes de su fugar, no es aconsejable para la causa
judicial el introducir una imagen de un sospechoso por haber cometido un crimen.
Al respecto, Retamal explica que se trató de ―un gran error‖ y que no debió
hacerse ―para proteger la investigación‖, debido a que el abogado defensor puede
argumentar que ―el testigo puede haberse contaminado al haber visto la cara en todos
lados‖. No es casual que el abogado de Rodríguez haya querido dejar sin efecto la
rueda de reconocimiento.
111
CONCLUSIÓN
A lo largo de este trabajo se ha indagado profundamente en la labor que
llevan adelante los periodistas de las secciones ―Policiales‖ de los diarios rosarinos ―La
Capital‖ y ―El Ciudadano y La Gente‖. La ciudad, como se ha visto a lo largo del relato
ha cambiado profundamente su desarrollo cultural y social, sobre todo en sus barrios, lo
cual la ha transformado en un escenario donde se dirimen los conflictos espaciales y
territoriales de modo violento, los cuales concluyen, en la mayoría de los casos, en
homicidios, sin la consecuente intervención del Estado para atenuar el asunto.
En los últimos años, tal cual han expresado en sus testimonios los periodistas
entrevistados, la tasa de homicidios sufrió un alza importante. La problemática surtió
efecto en las redacciones de los periódicos, donde se cubrieron de forma parcial o total,
uno por uno aquellos casos donde una persona resultaba asesinada por otra mediante un
ajuste de cuentas en los ya señalados conflictos barriales, producto del narcotráfico, la
búsqueda de prestigio, entre otros.
En el presente trabajo fueron indagándose los elementos informativos que
utilizan los profesionales para recolectar datos sobre posibles ajustes de cuentas y la
posterior redacción para ser publicado el día posterior al hecho.
Todo homicidio, como han expresado cada uno de los periodistas, es
sinónimo de espectacularidad, como así también radica en este un interés coyuntural por
los vericuetos políticos que ha traído aparejado el aumento en los índices de homicidios
de la ciudad. Por lo tanto es un valor noticia esencial, es parte de la agenda diaria y, a su
vez, tenido en cuenta por los periódicos a la hora de relatar un hecho de esta magnitud.
De este modo, fueron vislumbrándose las estructuras que ostentan los dos
medios seleccionados, como por ejemplo, la calidad de recursos, no solo económicos,
sino también materiales y, sobre todo, humanos para dotar a las redacciones de personal
idóneo y así poder realizar de manera efectiva su trabajo en el campo.
112
Sobre este tema, puede decirse que, aunque ―La Capital‖ es el diario con
mayor tirada y número de ventas en la ciudad, los problemas para arribar a los lugares
donde ocurren los hechos sumado a la poca cantidad de redactores que cubren la
multiplicidad de casos policiales que ocurren a diario en la ciudad, son parte de una
realidad implícita que afecta el trabajo de los profesionales.
A esto, hay que agregarle la presión que sufren a partir de los pedidos de
agentes externos, ya sean funcionaros políticos, judiciales o bien empresarios, los cuales
ejercen su ―fuerza‖ o poder al no estar de acuerdo o bien ―revisar‖ alguna noticia.
Algo similar sucede con ―El Ciudadano y La Gente‖. Al ser un periódico con
menor tirada diaria, los recursos también se acotan. Además, tal cual lo han dicho en la
entrevista los periodistas de este matutino, muchas veces deben correr con la agenda que
propone el diario ―La Capital‖. Y, al no contar con fondos disponibles, quedan muchos
temas fuera del diario. Sin embargo, cubren permanentemente cada caso por homicidio.
Con respecto a las rutinas de producción, desde hace ya varios años, ambos
diarios no solo se nutren de los partes que la policía les entrega sino que, al estar tan
arraigada la connivencia que tienen efectivos de esta institución con las bandas
criminales, se han abierto caminos para conseguir y reproducir testimonios de testigos,
familiares o vecinos de las víctimas o bien de los victimarios que den cuenta sobre lo
que posiblemente pudo haber sucedido en cada homicidio.
Esta postura llevada adelante por los dos medios es clave para diferencia las
rutinas de producción que se imparte desde la prensa gráfica de las que desarrollan la
televisión y la radio, por ejemplo. Los tiempos son fundamentales para conseguir datos
complementarios, contextualizar el hecho, dar a conocer otros testimonios. Sin
embargo, la proximidad y la primicia también pueden perjudicar la reproducción del
hecho si es que surgen informaciones sobre el caso nuevas sobre el cierre de la edición.
Otra cuestión que han puesto sobre la mesa los entrevistados, es la necesidad
que tiene el periodista, sobre todo quien trabaja en la sección ―Policiales‖ de conocer ―la
calle‖. Asimismo es menester, no solo comprender lo que ocurre en los barrios de la
ciudad, sino también decodificarlos, saber y reconocer las relaciones implícitas que
existen entre los miembros que allí habitan, las costumbres y culturas diversas que
muchas veces no condicen con la propia experiencia o estilo de vida del comunicador.
113
Sí, existe un aspecto del cual hay que destacar en la labor de estos periodistas,
es la capacidad que tienen ellos diferenciarse de un investigador. Como se ha visto a lo
largo del trabajo, ellos están para informar sobre un hecho sucedido. Es su función
mostrar las diversas caras o situaciones que pueden suceder en un caso. Todas las
intervenciones oficiales, ya sean desde el ámbito del Ejecutivo con la policía o desde el
ambiente judicial con jueces, fiscales, peritos, abogados defensores, etc. sumados a las
palabras de testigos o familiares, son puntos fundamentales a la hora de relatar un hecho
y poder rearmar y elaborar las crónicas de la forma más visible e informativa posible.
El no hacer hincapié en estas cuestiones y priorizar la reproducción de
información parcializada puede, sin lugar a dudas, transformar a la víctima en un
estereotipo negativo. Por eso, es que desde estos dos medios ha logrado observarse la
profesionalidad y el cuidado que ostentan en el momento de dar a conocer hechos de
esta magnitud, sin caer en tabúes o prejuzgamiento moral contra los vecinos de los
barrios periféricos de Rosario.
Sin lugar a dudas es menester observar y analizar las crónicas policiales que
salen publicadas a diario en ambos periódicos para darse cuenta que esa estigmatización
o endemonización contra los sectores populares no existe, como sí puede habitar en las
noticia de los grandes medios con tirada a nivel nacional, por ejemplo, que mantienen
una lógica distinta, vinculada mayormente con peleas políticas de fondo y
reproduciendo propuestas ―mágicas‖ de corto plazo por parte de actores institucionales
que no hacen más que aumentar la exacerbación pública contra los sectores más bajos
de la compleja cadena social.
Los relatos no habitan en los lugares comunes a los que puede llegar el
periodismo sensacionalista y amarillo. No está detrás el interés ni la solapada cuestión
de informar acerca de la ―inseguridad latente‖, ni por declamar políticas represivas
contra los habitantes, tampoco abunda en retratos o en adjetivos calificativos, lo cual
puede inducir a crear un pánico moral en la sociedad y los consecuentes efectos
coercitivos que llevan implícitos contra el enemigo interno. Las crónicas también
buscan dejar de lado el sistema de creencias coyuntural que juzga a los jóvenes que
habitan en los barrios, sino que intentan humanizar a la víctima y eliminar todo posible
prejuzgamiento.
114
Las notas de opinión de Hernán Lascano son un ejemplo al respecto de esto
último. El pedido de políticas abstraídas del sentido común palpable, así como también
corregir los problemas de fondo con políticas inclusivas y no situacionistas y efectistas
son constantes en su percepción la cual es volcada periódicamente a la gráfica.
El reconocer el espacio urbano en el cual se desenvuelven los conflictos y
saber tomar partido de la situación, así como también no caer los tapujos de la
indignación por la ―inseguridad‖ son parte de un habitus periodístico. Este concepto,
elaborado por Bourdieu, es parte de ―un sistema de esquemas de producción de
prácticas y un sistema de esquemas de percepción y apreciación de esas prácticas‖
(BOURDIEU; 1993; P. 134). No solo está en el periodista saber hacerse de fuentes de
confianza, sino también en, como se ha dicho, saber reconocer y elaborar un trabajo
empírico, de campo en el barrio para saber y reconocer las distintas facetas que puede
llegar a tener un caso para poder cifrar lo ocurrido.
Para analizar en profundo la actuación de los dos medios de comunicación
seleccionados se investigó sobre lo ocurrido el 1 de enero de 2012 en el barrio de Villa
Moreno. Tres jóvenes militantes sociales fueron asesinados por un ex integrante de la
barra de Newell`s Old Boys junto con otros muchachos. Este triple homicidio abrió el
paraguas sobre diversos puntos y problemáticas que hasta hoy día siguen debatiéndose.
Las primeras informaciones tendieron a ocultar lo que había detrás del hecho,
es decir, disputas por territorio, complicidad policial, visibilidad de actividades
delictivas de todos los imputados, relaciones espurias con los zares de la droga en la
urbe, entre otros.
El diario ―La Capital‖, publicó que se había tratado de una ―venganza‖ o un
ajuste de cuentas, cuando fue todo lo contrario. Pudo haber, como dijo Sergio Naymark,
un error profesional en el trabajo de campo. Aquello que se destacó en párrafos
anteriores, relacionado con la credibilidad de los partes policiales (porque el periodista
redactó desde lo que informaban las pesquisas oficiales), falló.
Sin embargo, hay que destacar, tal cual lo ha remarcado Leo Graciarena que
no se trató de un error sino que había tanta conmoción en el barrio que nadie sabía bien
que había sucedido, sumado a que era el día después de la víspera de fin de año. En ese
caso, la información fue desafortunada porque, también como expresó Carlos Retamal,
115
el parte policial no debe ser dejado de lado debido a que es una de las partes más
importantes en la investigación y allí había cierta intencionalidad para ocultar todo el
trasfondo del asunto.
Es por eso que, tras las críticas elaboradas por militantes sociales vinculados
con los tres chicos asesinados, el diario no continuó incurriendo en el infortunio de decir
que se había tratado de una venganza, omitiendo totalmente esta hipótesis y centrando
sus notas posteriores en dilucidar efectivamente de qué forma se habían desarrollado
fehacientemente los hechos.
Algo distinto ocurrió en ―El Ciudadano y La Gente‖. Retamal remarcaba
constantemente que en la noticia se privilegiaron mayormente los testimonios de los
testigos del hecho,más allá de que puedan agrandar sus testimonios a la prensa. Develar
cuál es la verdadera intención de quien ofrece sus palabras a la prensa es tarea del
periodista, debido a que es, en definitiva, quien ostenta la decisión si van a publicarse o
no esas declaraciones vertidas para el diario.
Para finalizar con este trabajo solo queda por explicar que la información es
un bien público y los medios de comunicación un engranaje esencial para visibilizar
prácticas culturales y simbólicas. Lo que sucede actualmente en la ciudad de Rosario
pone en juego la capacidad de los periodistas que trabajan en la sección ―Policiales‖
para desarrollar, visibilizar, comprender y aplicar las diversas acciones y herramientas
profesionales aprehendidas en el trabajo día a día. Por supuesto, el error puede estar
presente de forma amena aunque no de manera continua.
Los periplos que imponen los valores noticia, sobre todo en la rapidez y
velocidad de la información pueden provocar un derrumbe en la difusión de datos
periodísticos. Es labor del periodista hacer valer su idoneidad para desatar su trabajo en
el campo y entender las problemáticas invisibles y poco dilucidadas que allí se dirimen.
El comunicador debe realizar como objetivo claro, concreto y contundente esta premisa
porque, como decía Ryszard Kapuscinski, ―ver no es lo mismo que comprender‖, y si el
periodista no concibe esa realidad, estará lejos de su meta, informar de modo ético, justo
y honesto.
116
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Diario ―Rosario 12‖
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Fe sobre la Masacre de Villa Moreno
MATERIAL MULTIMEDIA
121
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Nacional de Rosario, 2013
122
ANEXO
Entrevista con Hernán Lascano. Jefe y Editor de la sección “Policiales” del diario
“La Capital.
¿Cuántos periodistas trabajan en la sección “Policiales”?
Somos seis en total. Todos hacemos trabajos de redacción. Más allá de que hay un jefe,
un segundo jefe, todos redactamos.
¿Cómo está organizada la sección? ¿Trabajan conjuntamente entre todos los
redactores un mismo tema?
Sí. Se podría hacer una separación entre cuatro cronistas y dos editores. Dos personas
que están a cargo, definen que es lo que va a tener más relevancia en la edición y dentro
de los temas más relevantes, cómo se asigna, a qué se le presta más atención.
También pasa que los dos editores, como tenemos más tiempo en el diario, somos los
que tenemos mayor acceso a la información específica, más fina. Por eso nos obliga a
hacer trabajos de redacción que nos lleva mucho tiempo, que es, por un lado redactar y
por otro lado editar y tener la sección en la cabeza. La división de tareas es esa. Los
redactores acatan esas pautas y hacen las notas que se decide van a tener más
importancia en la edición.
También pasa que los redactores tienen autonomía. Pueden resolver solos temprano y
cuando hay más de un tema a tratar de qué van a ocupar. Pero por lo general tratamos de
estar más conectados a eso de las 9 de la mañana o 10 para ver cómo se van perfilando
los temas para ver a que se le va a dar mayor prioridad.
123
¿Qué tipo de prioridades se asignan para cubrir delitos determinados?
Las prioridades tienen que ver con muchas cuestiones. Lo impactante de un caso, su
sensibilidad política o institucional. Muchas veces nosotros en el diario o no siempre,
seguimos los temas que en la mayoría de las agendas de los medios audiovisuales están
preeminentes. Tratamos de manejar una agenda propia. También creemos que la
aparición digital del mismo diario nos releva de dar cuenta de los acontecimientos más
duros, lo que son hechos en sí, salvo que un hecho tenga una característica noticiosa
digna de contar.
En la edición impresa intentamos agregar algún tipo de plus, cosas que no se hayan
contado en la edición online. Pero hay muchos hechos que nosotros no damos porque
preferimos centrarnos en otros detalles o en otras historias que por ahí precisan más de
un texto elaborado o desplegado, porque requiere trabajo, ir al lugar, hacerse de
documentación, una redacción más meditada y reposada de lo que puede ser la
cobertura de un asalto o el robo de un departamento. Entonces, en la edición impresa,
tratamos de cubrir los casos que se puedan desplegar con una mayor contexto, con la
relevancia política del tema, que del acontecimiento estrictamente del momento.
Aunque eso según su importancia también entra en la edición.
¿Con qué impedimentos se encuentra a la hora de redactar una noticia?
La primera que te diría es la esperable del oficia, la que es común a cualquier periodista
que busca una nota cuando la persona que son dadoras de información están dispuestas
a dar es todo fácil. El primer problema es cuando esa fuente se cierra. Eso es algo lógico
del trabajo. Dificultades en el acceso a la información por la poca predisposición de la
fuente a hablar. Eso se soluciona buscando otras fuentes , buscando ver por otros
canales donde circula la información. Si vos tenes una nota de un trámite penal que está
en una causa, sabes muy bien que intervinieron policías, peritos, testigos, entonces se
trata de ir recorriendo y agotando todo el espinel de quienes te pueden hablar.
124
Otra de las limitaciones, tienen que ver con los intereses del mismo medio, primero
porque hay anunciantes que hacen sentir su peso. En el sentido, para decirlo
salvajemente, ―yo pago tengo derechos para proponer algún tipo de evento dentro del
tratamiento de la información‖. Se trata de ir sorteándolo, siempre se encuentran formas
de burlar esas presiones que tienen que ver con censuras.
También tiene que ver con los intereses institucionales del estado, el Poder Ejecutivo,
los Jueces, que no nos llaman a los periodistas para manifestar disconformidades, sino
que llaman directamente por su imprudencia a los sectores más altos del diario y a veces
a sus dueños para pedir que no se cubra determinada información o que no se le de
tratamiento.
Pero insisto, también hay formas de burlar. Y una cuestión muy importante que es
común a los medios, y que cada vez es más visible y más fuerte, tiene que ver con una
limitación de tipo económica que es explicada en la paulatina y expansiva precarización
en el trabajo periodístico. Las redacciones tienen dotaciones cada vez más reducidas de
personal. Que ese personal se vuelve cada vez menos específico en el tratamiento de los
temas, por eso hay una menor solvencia, es lo propio del hecho de que cada vez menos
personas tienen que tratar temas más variados.
Por ejemplo, en ―La Capital Online‖, el mismo redactor que se está ocupando de la nota
por los festejos de Newells, se ocupa de las novedades que haya en el caso de ―Los
Monos‖ y se ocupa de una reunión que la Intendenta va a tener con los Concejales de la
oposición y de cualquier problema que pueda haber durante la mañana en un barrio y el
entrenamiento de la barra de Central. Eso hace que la sobrecarga de trabajo impida un
tratamiento más específico y eficaz de los temas que se ocupan.
Y eso nos pasa en la Sección ―Policiales‖,donde desde hace un tiempo se experimenta
una mayor demanda desde la redacción por cierta idiosincrasia y ciertos cambios en la
sociedad, y el cambio en la forma de violencia. Los delitos de seguridad pública están
más demandados en la edición y eso supone que tengamos mayor trabajo y mayor
demanda y en el diario ―La Capital‖ no hay ingreso desde el año 1998. Nosotros
teníamos una sección en la que llegamos a ser 10 personas desde el año 1999, en un
momento en que los temas de seguridad no tenían tanta demanda como ahora. Hoy
somos seis y donde no todos los días estamos trabajando, sino que tenemos dos días de
franco cada uno.
125
¿Cómo es la relación del periodista con la policía y el parte preventivo que este
entrega?
Eso es esporádico. Hay veces que la policía es más cerrada. La policía no es además una
cosa homogénea, como todo, como el Poder Judicial. Hay distintos niveles. Más que la
policía, te diría los policías. Hay ámbitos policiales donde es más factible conseguir la
información. Existen relaciones con fuentes que tienen mucho tiempo y entonces ahí, a
pesar de las restricciones momentáneas que quien ese momento ocupe la Unidad
Regional. Hoy en día hay poca predisposición a mostrar el juego.
Más allá de eso, uno se las arregla para comunicarse con peritos. Cuando hay un
homicidio, interviene la Brigada de Homicidio, la comisaría de la zona, peritos,
distintos actores o reparticiones que muchas veces no tienen contacto entre sí en la
policía y si están cerrados uno, puede que otros digan algo. Entonces, además, siempre
conoces a alguien providencial que te de la información. Muchas veces el lector se
pregunta de dónde sacó este dato. Y tiene que ver con que ese dato tiene acceso y te la
cuenta.
Lo importante es estar en el lugar porque vas haciéndote visible. El lugar significa los
pasillos de Tribunales, Jefatura, el Ministerio de Seguridad, las dependencias que
intervienen en el sistema penal. Desde esos lugares, en el momento menos pensado vas
a recoger alguna información. Pero con respecto a la policía, no hay que ver a la policía
como una estructura burocrática centralizada, que lo es. Pero como una vez me dijo un
periodista uruguayo del que aprendí mucho, ―en las instituciones siempre trabajan
personas y las personas tienen lógicas distintas a las de las instituciones‖, entonces
muchas veces algo que la institución no quiere decir, por ahí conoces a alguien que
quiere hablar o tenes el contacto afectivo porque la conoces hace mucho tiempo, se dan
situaciones amistosas, digámoslo así. Eso predispone a que la fuente se abra o te de
información.
Igual, que la Jefatura convencional esté cerrada, es un problema, aunque uno sabe que la
policía aunque a veces hable, no te va a dar un dato absoluto que tienda a perjudicar la
imagen de la institución, de un sector policial o de un procedimiento. Entonces la
126
policía es una fuente nada más que eso, importante, pero una más en el juego de aportes
que requiere una nota periodística para tener entidad.
¿De qué modo han cambiado las rutinas de producción desde que entró al diario?
Yo hace 16 años que estoy a cargo de la redacción. Las rutinas son regulares pero
obviamente los cambios tienen que ver con la cantidad de gente y recursos que
disponen. Pero básicamente, la rutina del diario es, se arranca todas las mañana a las 9 y
media o 10 con el redactor de turno que tiene un cometido que es hacer un recorrido por
el espinel de las fuentes del sistema penal en general. Ahí también tallan mucho actores
nuevos que proponen las redes sociales, las herramientas electrónicas, mails o
comentarios de los que muchas veces entrevemos.
Hacemos un escrutinio sobre lo que entra para ver que hay de interesante y que cosa
puede haber ahí como punta de una nota. A las 10 y media de la mañana, con todo lo
que circula los medios a la mañana, empiezan los contactos con el redactor de turno.
Vemos lo que hay. Sugerimos por donde avanzar. Distribuimos el trabajo. Por ejemplo,
un abogado te llama para decirte que tema se va a desarrollar en tribunales. Eso me hace
llamar al redactor de tribunales para decirte que es lo que tiene que hacer.
Los redactores de tribunales también tienen una rutina porque también tienen una
agenda con cosas que van surgiendo aunque también tienen una agenda pautada.
Cuando surgen circunstancias especiales se va organizando sobre la marcha, alguien que
cubra las alternativas del tema judicial. Eso cierra mucho. En ese buscar surgen cosas.
En la organización del trabajo se van produciendo cosas que van a ir sobre el fin de
semana o sobre el lunes que es una edición y se tocan muchos lugares. Los lugares que
uno transita para buscar información son siempre los mismos nada más que de acuerdo
a los recursos con que contas en cada etapa podes trabajar menos exigido, descansado.
Después tallan mucho las fuentes personales que uno obtiene en base a vínculos de
confianza con tanta gente. Como siempre se dice ―La fuente no es ingenua ni neutral ni
tampoco generosa, la fuente quiere algo y lo que quiere es que el periodista de cuenta de
lo que te va a contar desde el punto de vista propia. La fuente tiene una intención y el
127
medio muchas tiene otra‖. Pero le interesa lo que la fuente puede decirle. Ahí se genera
un trabajo que requiere un trabajo de oficio, de mirada, de capacidad de contemporizar
porque muchas veces la fuente quiere que vos digas algo que vos no estás dispuesto a
decir por talante ideológico, por la mirada de los temas. Ahí se abre una negociación
con la fuente con la cual hay que ser sincero en el sentido que la fuente es una fuente, no
es un redactor, no es un periodista.
Quien toma la decisión en definitiva de la forma que va a adquirir el texto o la
información con la que se va a dar cuenta es el periodista, no la fuente. Y por eso la
fuente a eso debe saberlo. Hay toda una confianza en la cual la fuente considera que sus
intereses no han sido afectados por el diario y entonces existe ese tráfico noticioso.
Lo que noto más como problema es la falta de gente, los lugares a cubrir son los
mismos, las rutinas son más o menos las mismas. Se trabaja sobre lo que hay y sobre lo
que surge que puede ser novedoso. Y mientras más novedoso sea un tema, más
importante para nosotros. ―La Capital‖, con todos sus problemas, marca agenda, marca
liderazgo de opiniones y así se corre de todo aquello de lo que uno está hablando.
Aunque aquello que sea que está hablando también puede ser muy interesante y digno
de mención.
¿Qué significa para vos ser periodista policial? ¿Cuál es el deber ser que tiene que
tener el comunicador que trabaja en esta sección?
Creo que hay una especie de épica fervorosa del trabajo del periodista. Primero me
defino como un trabajador de prensa, laburo en relación de dependencia con un sueldo y
no me siento en ese sentido en un lugar ni privilegiado. El trabajo periodístico no tiene
nada que ver con lo artístico, es muchas veces rutinario, pesado, aburrido. Pero lo que se
trata a veces es de buscar rigor, y honestidad.
Me defino como un tipo que intenta ofrecer al momento de la cobertura de los hechos
que tomamos ,que son básicamente hechos conflictivos, donde aparecen diferentes
posiciones para explicar situaciones que muchas veces son o suscitan antagonismos
muy violentos. Lo que muchos tienen que saber cómo dice Osvaldo Aguirre, ―los
128
hechos que tratamos son situaciones provisorias, de las que conocemos poco, sujetas a
múltiples revisiones y determinaciones que se van dando a medida que el proceso sobre
el que uno trabajo crece‖.
¿Qué se sabe al principio sobre una causa judicial en un principio? Es un embrollo, que
puede ser impactante. Lo que creo es que el periodista de policiales que trabaja
específicamente con conflictos muy intensos donde laten ahí las pasiones, las
emociones, los intereses controvertidos, tiene que saber que no tiene una misión de
develamiento, de ofrecer la verdad. ¿Qué es la verdad? Es una construcción a sujeta
múltiples determinaciones, cuestiones que muchas veces están ocultas y van surgiendo a
lo largo que se encamina y va tomando marcha.
Yo como periodista de ―policiales‖ me fijo el objetivo, muchas veces no cumplido, de
poder dar parte de cada voz en el conflicto. Los periodistas no tenemos la posibilidad de
decir que fue lo que pasó, sino como cuentan los actores concernidos en un caso qué fue
lo que pasó.
Y si vamos a trabajar desde otra vertiente, desde la nota de opinión que cultivo bastante,
también saber que lo que uno ofrece es una visión parcial de acontecimientos sobre los
que puede faltar información y por lo tanto es importante evitar pontificar, sentirse
dueño de la verdad, ser exaltado. No quiero decir hacer, de una especie del elogio del
equilibrio. Uno no es neutral como periodista y uno elige todo el tiempo y es mejor que
así sea. Y aquellos que creen que no están eligiendo lo están haciendo en su forma de
contar.
El hecho de que sepamos que en ―policiales‖ trabajamos en conflictos que tienen
muchas voces. Y tenemos que tratar de abarcarlas a todas y también a los actores
institucionales que dan cuenta del hecho. Pero esos actores institucionales tampoco son
neutrales y les pasa lo que le pasa al periodismo ,van todo el tiempo modificando su
punto de vista sobre el hecho que tienen que trabajar. A medida que se va produciendo
hay información nueva. Eso te obliga a pisar el freno. A no decir una palabra de un
hecho que es provisorio. Yo me daría por contento si alguien me dice que respeto eso.
El hecho de no zarparse, a no atender las voces de un conflicto y a tener una actitud
contundente cuando los hechos se van desplegando. Lo que no implica, insisto, no tener
una mirada personal sobre el hecho, una apreciación. El trabajo de prensa es un trabajo
129
que exige mucho esfuerzo, mucha predisposición a encontrar aquello que podemos
llamar la verdad de un hecho que es un objeto muy huidizo, muy móvil y que para que
suceda eso se necesita mucha paciencia. No que renuncie a tener posiciones, pero uno
tiene que tener la templanza de esperar a que las cosas se ofrezcan a la vista de una
manera más clara ,que no es lo que pasa al principio de un caso para pronunciarse de
manera contundente. No es el trabajo del periodista pronunciarse, sino la noción de
cómo se presenta ese conflicto más que el hecho de decir, esto fue así.
130
Entrevista a Sergio Naymark. Editor de la sección “Policiales” del diario “La
Capital.
¿Qué significa un ajuste de cuentas?
Yo creo que hoy estamos viviendo en una sociedad en las que pensamos que con las
cuestiones conceptuales cambiamos la mentalidad de las personas. Fue Eduardo
Toniolli quien empezó con que no hay ajuste de cuentas y que son homicidios narco.
Pero en ese marco hay ajuste. Cuando ―Los Monos‖ mataban a ―Los Garompas‖,
porque le mejicaneaban la droga en el barrio también los mataban para ajustar cuentas.
¿Qué diferencias existen entre los medios nacionales y los medios locales en la
cobertura de hechos policiales?
Entre lo local y lo nacional, hay una diferencia entre los medios audiovisuales y los
medios gráficos. Y que tiene que ver con las rutinas productivas de cada soporte.
Mientras en los medios gráficos vos tenés todo un día para producir, para investigar
para buscar fuentes, para chequear, para analizar para prensar y para escribir, los medios
audiovisuales es el ahora, ya para salir al aire donde se cometen las aberraciones más
grandes en el periodismo.
Fundamentalmente, y en esto sí hago la diferencia entre los medios del interior y los
medios de Buenos Aires, los medios que están los 24 horas transmitiendo noticias tanto
TN, Crónica, CN23, C5N, vos ves coberturas periodísticos en las que vos decís basta de
mentir, basta de decir atrocidades y barbaridades sin ningún tipo de fuente ni
fundamento.
Es entendible porque yo mando un cronista a la puerta de la Fiscalía, declara el principal
acusado, entra el acusado a la fiscalía. Hago una salida al aire de dos minutos donde
cuento que lo van a indagar. El tipo sale dentro de seis horas, pero mientras tanto, el
medio tiene que mantener el tema arriba. ¿Qué digo durante las seis horas? Refrito,
131
vuelvo a hablar del tema. Llega un momento en donde no tenés nada para decir y
empezás a mentir. Ahora, vos me podés correr desde el otro lado diciéndome que la
gente está pendiente de eso, que le gusta eso, que el morbo le interesa. Eso es verdad.
Ahora vos escuchás, hablar a la gente que dice cualquier cosa en la calle. Y es claro, vos
terminas diciendo seis horas mentiras y todos repiten las mentiras. Esa es la gran
diferencia entre lo audiovisual y lo gráfico.
En lo gráfico, la cuestión temporal juega a favor de lo gráfico, más tiempo para el
análisis, para la recolección de datos, fuentes, cotejar. Lo audiovisual es, ―vamos al aire
con lo que tenemos‖. Y parece que hay una palabra bendita que es ―no puedo decir no
tengo nada para decir‖. Yo a vos no te puedo decir, de esta tema no hay nada. Vamos
con lo que tengas.
A mí me tocó cubrir la Masacre de Ramallo y lo vi muy claramente. Estabas en el corral
de prensa y escuchabas las cosas que decían los canales de Buenos Aires. Claro, uno
recolectaba información, iba a escribir al otro día. Estabas con todas las ventajas. Pero
las barbaridades que se decían al aire eran increíbles. La excusa es, ―mañana nadie se
acuerda‖. Lo que queda escrito en el papel, queda escrito en el papel. Hay un
documento imborrable que es el papel. Y lo auditivo lo audiovisual no existe mañana.
Toda esta cuestión, ¿a qué se debe?
José del Sel empezó a hacer este tipo de periodismo policial sensacionalista y
amarillista en los medios audiovisuales, en lo gráfico mucho antes. Me parece que esto
tiene una historia larga y que sí se ha potenciado en las últimas décadas a partir de los
canales de noticias. La transmisión de noticias en vivo las 24 horas llevó a esto.
Terminó de conformar, de producir, de darle forma a este manoseo absurdo, sin fuentes,
sin apoyo, sin sostén de lo que es el periodismo policial. Del periodismo en sí.
Porque yo lo veo en el diario todos los días. Vos tenés tres página para llenar. Hay días
que te queda material afuera y hay otros que te falta material para llenar las tres páginas.
A veces porque no ocurren hechos, otros porque ocurren hechos pero no son tan
importantes como para darle magnitud en el diario. A veces porque son hechos que
132
podrían ser policiales pero no lo son. Son varios factores los que se cruzan en un diario.
Si esto pasa en el diario que vos tenés tres páginas por día, imagínate en un canal que
repite noticias las 24 horas. Forzas.
Después aparecen los opinólogos, los que escucharon, los que dicen. Todos terminan
opinando sin ningún tipo de pruebas. Llaman a un genetista para que opine lo hallada en
la uña del cadáver de la víctima. Ese genetista no tuvo acceso a la prueba, no sabe cómo
sometieron la muestra que van a ser sometidas a pericias genéticas. No conoce ni el
lugar donde ocurrió el hecho. No leyó ni la página uno del expediente. Si yo llamo a los
peritos y los peritos vienen y opinan, si van los abogados vienen y opinan, ¿cómo no
van a opinar los periodistas que son las estrellas?
¿Qué es ser periodista policial?
Yo no creo en las clasificaciones. Soy periodista. La sección en la que te toca trabajar es
relativo. Hoy por hoy trabajar en una sección como ―Policiales‖ es estar cerca de la
realidad más concreta, más cruda y más real valga el juego de palabras de una ciudad
como Rosario. Yo creo que gran parte de lo que pasa en la ciudad es policial. O tiene
tintes policiales y que si uno todavía no lo descubrió, no lo pudo exponer o no lo pudo
desarrollar es por la falta de herramientas, falta de ingenio, falta de recursos o por
millones de cosas.
Hoy por hoy gran parte de las cuestiones que se viven en la ciudad están relacionados
con el narcotráfico. Hablas sobre el boom de la construcción y estás tocando el
narcotráfico, hablas sobre el lavado de dinero y lo mismo, hablas del campo sembrado
de soja con pistas clandestinas de aterrizaje, narcotráfico.
Homicidios tenés todos los días, intrafamiliares, interfamiliares, por venganza, sin
venganza, por ajuste, crimen pasional, después pongámosle el nombre que queramos.
Pero ser periodista policial hoy es trabajar en uno de los lugares más excitantes y con
más movimiento de lo que es el periodismo. No hay otra sección que tenga la vida que
tiene la sección ―Policiales‖.
133
La génesis de violencia en los barrios como así también la proliferación de bandas
narcos en ellos, ¿se debe a una cuestión o es parte de una multiplicidad de causas?
No hay una sola causa. La connivencia policial y las bandas narcos existen entre que yo
tengo uso de razón. No es de ahora, no es de un jefe en particular, no es de un gobierno
en particular. En una de las primeras notas que hice en las secciones ―Policiales‖ y estoy
hablando del año 1998 fui a la Comisaría de Las Flores y y el Comisario estaba reunido
con el Ariel Cantero con el jefe de ―Los Monos‖. No estaba ni el gobierno socialista, ni
estaba Hugo Tognoli de Jefe. La connivencia vino siempre.
Yo sé de un jefe de policía de la Unidad Regional II que con la plata de la caja negra le
compró neumáticos a todos los patrulleros de Rosario porque el Gobierno no tenía plata
para equiparlos. Y esto fue antes del gobierno socialista. Es histórico. No es privativo de
Rosario, ocurre en todos los rincones de Argentina y en muchos lugares del mundo.
La connivencia entre sectores de la policía, el delito y la política han estado vinculados
históricamente a lo que pasa es que hay que tener pruebas para demostrarlo. Por
ejemplo, ha subido la tasa de homicidios en Rosario pero han bajado en Santa Fe. Y
hace unos años se hablaba de esto pero al revés. Desgraciadamente el tema de Rosario
se ha politizado muchísimo. Y el haber politizado el tema creo yo que ha desvrituado el
análisis. Creo que Rosario tiene un alto nivel de homicidios, es verdad, que hay bandas
narcotraficantes es verdad, pero bandas narcotraficantes hay en Buenos Aires y matan
de la misma manera en Rosario. ¿Por qué no ponemos el acento en el Gran Buenos
Aires y si lo ponemos en Rosario?
Antes de Tognoli hubo jefes de policía diez veces peor. Se ha politizado el periodismo
policial a un nivel tal que lo ha desvirtuado. No creo que sea la primera que haya bandas
narcos, no creo que sea la primera vez que haya connivencia policial, sí podemos ver
que hay un aumento en el número de homicidios en relación a otros años y eso tiene que
ver con la cantidad de armas que hay en la calle y con el descontrol.
La policía no está preparada para luchar contra el delito. No está preparada para buscar
personas. No está preparada para preservar escenas del crimen. Veo a policías de 22 y
23 años que tocan, pisan que van y vienen. Yo por ejemplo incorporaría en el ICEP
cuatro horas de videos semanalas para que miren series de Estados Unidos. Después no
134
pidan que se aclaran los crímenes. Se critica al Poder Judicial porque deja caer las
pruebas, los juicios los expedientes o porque terminan absolviendo a personajes que no
deberían absolver. Si estuvo la instrucción mal hecha, listo.
Cuando ocurrió el crimen de Walter Cáceres, eso fue a las cuatro de la mañana. Un
redactor del diario llegó a las 11 de la mañana y los vecinos tenían las manos llenas de
vainas levantadas en el lugar. Después llegar a un juicio oral y no tenés pruebas para
acusar. Se juntan muchas cosas, es un poco desordenado lo que digo pero la idea me
parece que queda.
¿Es complejo cubrir un caso en el que dos bandas se enfrentan entre sí?
No es difícil si vos tenés la suficiente experiencia y estás dotado de varias fuentes para
entender el tema. Si vas por primera vez a la sección policial a redactar una nota es
obvio que se te va a complicar. Cuando tejiste tu red de fuente, cuando llevas varios
años donde sabes con quien hablas y el que habla con vos sabe quién sos y cómo
trabajas no, no es complicado. Hay fuentes más accesibles que otras. Y fuentes con las
que vos vas a conseguir mejor info que en otro lado.
¿Se le debe tener confianza a un parte policial?
Nunca debes confiar en un parte policial porque quien escribe el parte policial siempre
es una parte del conflicto y siempre es una parte del hecho y siempre es una parte de la
situación sobre la que vos vas a escribir por eso lo conveniente es no hacer periodismo
de escritorio sino ir al lugar de los hechos.
A vos la policía te manda un parte en el que te dice que hubo un choque de autos con
dos heridos. Sí, como dato objetivo es eso. Ahora vos vas al lugar del hecho y hablas
con testigos del accidente y seguramente vas a tener muchísima más información que lo
que la policía te dio. En un hecho criminal la policía la policía siempre te lo va a
catalogar como ajsute de cuentas ,nunca te van a dar el motivo por el cual ocurrió el
135
hecho siempre te van a decir que fue una pelea. Porque la policía en ese momento está
trabajando en ese momento sobre lo que estás buscando vos, los testimonios primarios
que te permitan descubrir que hay detrás de ese caso.
Entonces, el parte policial es la base o una de las bases a partir de la cual vos empezás a
trabajar pero de ahí a creer. Es un elemento mas a tener en cuenta a esto le tengo que
sumar los testimonios, otra fuente la mayor cantidad de información que pueda
recolectar de estos otros sectores para poder hacer la noticia. Por ahí el parte policial ese
está bien, pero hay que contrastar o cotejar.
¿Cómo actúa la Justicia santafesina a la hora de brindar información a los medios
de comunicación?
Es complejo. Nunca hice periodismo judicial. Sí, he tenido contacto con jueces o con
camaristas por hechos muy puntuales pero nunca hice periodismo judicial. No obstante,
sé que hay algunos recelos, hay algunos jueces que directamente se cierran y no hablan
con la prensa y se aferran a ese precepto que dice que los jueces hablan a través de sus
fallos. Hay jueces que son mas abiertos al diálogo con la prensa con determinados
códigos y determinadas posturas pero no puedo hablar en primera persona. Se a través
de compañeros que en los últimos años por suerte ha instituido la oficina de prensa tanto
en Santa Fe como en Rosario que permite vehiculizar mucha información, pero en el
seguimiento cotidiano de los casos, el periodista que recorre los pasillos del tribunal
tiene alguna facilidad de acceder a algunos jueces. Pero pasa en todos los ambientes
institucionales. En la policía no todos callan, algunos Comisarios que asumen te dan el
número de teléfono.
¿Fallan los canales institucionales oficiales de comunicación?
La oficina de prensa de Jefatura no existe, es una mentira atroz. Es la oficina en donde
se pasan partes diarios de hecho ―positivos‖ como llama la policía. Si vos detuviste a
136
alguien, si rescataste a alguien o incautaste algún elemento, pero los hechos negativos
jamás los dan a conocer. Entonces vos lo que tenes que saber por otros lados por eso
tenes que tener otros tipos de fuentes más allá de las policiales.
Y en la justicia pasa más o menos lo mismo. Aquellos jueces que se encierran en sí
mismos o que no dan a conocer la opinión más allá de sus fallos por mas oficina de
prensa que tenga el poder judicial a vos tampoco te va a servir. No hay un parámetro.
¿De qué forma cubrió el diario “La Capital” el Triple crimen en Villa Moreno?
Los primeros días fueron muy complicados. Las primeras 24 o 48 horas fueron muy
complicadas porque fueron muy oscuras las motivaciones en ese momento. En esa
primer instancia se habló mucho de ajuste de cuentas, se habló mucho de venganza
porque no se sabía quiénes eran las víctimas. Y hubo a mi entender un deficiente trabajo
en el campo, en el barrio para poder detectar rápidamente las víctimas y ver quienes
estaban del otro lado y discernir que no había ajuste de cuenta algunos.
La diferencias es que el mal trabajo generó con un roce algunos sectores de familia, de
militantes barriales. Saldadas las primeras 48 horas, de ahí en más yo creo que se
trabajó sencilla y fácilmente porque se abrieron todas las fuentes y al abrirse todas las
fuentes, inclusive algunas fuentes policiales dándose cuenta de que más no se podía
ocultar, se pudieron construir relatos interesantes, se pudo acercar o hacer una
aproximación lo más cercana posible a lo que fue el hecho, cómo fue la modalidad, qué
pasaba en el barrio.
¿Necesitaron más redactores más cubrir este hecho?
No. Como necesitar, siempre necesitamos redactores. Estamos en una empresa que está
convencida de que sobra gente y que no apuesta ni diez centavos a la investigación, a la
conformación de equipos de periodistas nuevos. A la renovación generacional de la
redacción. Vos chocas con una lógica empresarial muy diferente a la lógia periodística.
137
La investigación por el Triple Crimen en Villa Moreno, ¿tendió a invisibilizar u ocultar
cuestiones oscuras tales como la participación policial, en el caso?
La policía no investiga. Si los familiares o militantes allegados a los chicos del Triple
Crimen no salen con los botines de punta a decir a los cuatro vientos lo que había
pasado y uno se quedaba con la información policial primaria, eso terminaba siendo un
ajuste de cuentas diferentes porque fue una madrugada de un primero de año y porque
había sido un crimen múltiple.
Por eso digo la resolución que en este tipo de casos, mucho tiene que ver la gente, las
víctimas que pasadas las primeras horas del dolor y de la bronca tienen que salir a
hablar. Es indispensable porque sino la Justicia se hace a partir de lo que dice la policía
y la policía dice lo que a la policía le conviene decir.
Digo, con el paso de los días vos fíjate que se demuestra que la novia del ―Quemadito‖
se termina encontrando con dos policía en una estación de Villa Moreno antes de ir a
declarar. Ya estoy contaminando de entrada el caso. ―Quemadito‖ no estaba registrado
en el HECA.
Hay toda una seria de cosas que se vieron alrededor de ese hecho que contaminaron y
que son las cosas que van llegando a las redacciones y que cuando vos salís a buscarlas
son cosas totalmente diferentes a lo que yo había tenido de primera mano.
Indudablemente que la policía es parte del problema y como parte escribe su parte de la
historia.
Si desde el diario se continuaba abonando la hipótesis policial del ajuste de cuentas
entre bandas dedicadas a la venta de estupefacientes, ¿pudo haberse creado un
estereotipo negativo sobre las tres víctimas?
Si vos te quedas solo con la palabra de la policía sí. Yo siempre recuerdo a un tipo que
trabajaba en la oficina de prensa de jefatura y cada vez que hablaba de los ladrones, de
los chorros, de los delincuentes hablaba de ―mutantes‖. Siempre, despectivamente.
138
Incluso tipos que te decían ―dejalos así se termina todo que se están matando entre
ellos‖.
Este discurso en la policía es constante. Es mentira que la formación de la policía
cambió. La policía sigue con su discurso de los años 80. No cambió en absolutamente
nada. Tiene que ver con la raíz cultural del policía. Y es paradigmático porque ellos
vienen de los mismos barrios en donde están lo que ellos llaman ―mutantes‖. La policía
vive estigmatizando al ladrón. Al arrebatador, al delincuente. A la policía es lo mismo el
tipo que arrebata una cartera en la peatonal córdoba que el tipo que mueve diez kilos de
droga por día. Son todos iguales.
Uno lo que tendría que hacer ,de forma permanente, es diferenciar un empresario que
mueve una tonelada de cocaína a Europa o un pobre pibe de 20 años que es capaz de
matar con una puñada para arrebatar una cartera para comprarse dos gramos de merca.
No es lo mismo. Ahora. ¿los dos son culpables? Sí y los dos son víctimas de una
sociedad que les abrió las puertas a ese juego. Lo que tiene que hacer el periodismo es
poner esto con la mayor responsabilidad posible.
¿Recuerda algún otro homicidios en que el diario le haya dado una destacable
trascendencia en enero de 2012 como sí lo hizo con el Triple Crimen en Villa
Moreno?
No recuerdo algún otro que se destaque. El Triple Crimen se comió todo el mes. Todos
los otros crímenes pasaron a ser menores al lado de ese. Es más, esa noche hubo cinco
crímenes y nadie se acuerdo. Tampoco creo que le hayamos hecho un seguimiento
judicial a la causa. Con eso te digo todo. Yo no recuerdo.
139
Entrevista con Leo Graciarena. Periodista de la sección “Policiales” del diario “La
Capital”
¿Cómo fue la cobertura realizada por el diario “La Capital” con relación al Triple
Crimen en Villa Moreno?
Me tocó ser el primer periodista o uno de los primeros en llegar al barrio. Era muy
complicado laburar ese día en el barrio porque estaba como cualquier otro un primero
de enero. La gente estaba durmiendo, no había mucha gente en la calle. Yo hablé mucho
con la familia del casero que cuidaba la cancha, que la hija del canchero era la novia del
sobreviviente. Y era muy confuso porque estaba todo en una etapa muy inicial. La cana
mintió mucho al principio. En realidad no sé si es que mintió o no pudo emprolijar el
chiquero.
Yo creo que lo que tiene el triple crimen es que expuso claramente todos los
ingredientes del nuevo mundo delictivo. La connivencia de chorros con barras, con
narcos y policías, todo esto interactuando. Si bien lo vimos en la causa Walter Cáceres o
el asesinato del Pimpi en ninguna de las dos causas se fue a fondo como pasó acá. Y
después vos tenés como otro ingrediente interesante del triple crimen, la politización.
Eso tiene dos variables, por un lado la gente del Movimiento, salían a decir que nosotros
laburábamos para la cana cuando en realidad lo que hacíamos es tratar de pasar en
limpio que había pasado. Sabíamos lo que había sucedido pero no podíamos salir del
circuito de los testimonios que recibía de la cana. No hay que olvidarse que eso pasó en
feria judicial, en un primero de año con todo lo que conlleva ese día. La gran mayoría
de testigos, el que estaba despierto estaba borracho o gente que todavía estaba
durmiendo o te encontrabas con personas mal dormidas. Ese segmento de gente.
Yo estuve por ejemplo tres días para poder saber de dónde, de qué lugar habían venido
los victimarios. Tres días para poder pasar en limpio donde estaban los autos, por donde
vinieron caminando por donde pudieron irse de la escena. No es que no tuve acceso a
línea directa pero sí hable con familiares de parte de las víctimas. Pero las víctimas
estaban tan conmocionadas a esa hora, en ese momento, que no sabías si habían bajado
a un plato volador. Cualquier cosa que dijeran estaba bien, y yo tampoco tenía
140
argumentos para decirles o contradecirlos. No tenía información. Fue una etapa muy
inicial.
La cuestión que lleva a que estuviera todo politizado es que el juez que agarra el caso en
la feria que es Caterina, a los treinta días lo procesa al Quemado Rodríguez. Lo hace
como para decir que la causa tiene un procesado. Está todo tranquilo. Y la politización y
la militancia motivó a que se fuera por los demás. Si bien nadie te lo va a decir, la idea
era tirar un culpable y parar ahí. Y la militancia de la gente hizo que se avanzara en la
investigación.
Y después son causas que son complejas en este sentido. Tenés muchos actores
laburando al mismo tiempo, con muchos intereses. Fijate que se llevaron adelante tres
frentes de investigación paralelos, y eso movilizó la causa.
Las investigaciones llevadas adelante por la Comisión Independiente y por la
Comisión de Derechos y Garantías, ¿sirvieron como soporte al Juez de la causa?
Ayudó y sirvieron para que el juez se vaya animando y yo creo que en algunas cosas
sacó también elementos. Lo que pasa es que fue una causa muy compleja de entrada.
Por la actuación de los policías. La cana en este tipo de cosas tiene una cuestión que se
repite a menudo. Hacen una cagada, lo tapan con otra cagada para arreglar la cagada
inicial cuando vos vas a la última cagada, es un cagadón.
¿Qué decía el primer parte policial?
En el primer parte policial hay cosas y está la posibilidad de que hasta no haya mentido
la cana. El pibe Trasante aparece como con un encubrimiento de robo. Como
antecedente. Nadie sabe si esa causa se abrió, se cerró. Si fue por una cuestión de
averiguación de antecedentes. Porque la cana se maneja muy informalmente con eso. Si
vos te ponés a valorar el lugar donde vivían estos pibes, un encubrimiento de robo, una
lesión o un daño, como antecedente policial es una taradez, no califica.
141
Ahora, cuando vos ves el historial del ―Quemadito‖ o del ―Quemado‖ o de los otros
pibes que están mencionados, el ―Pescadito‖ o ―Teletubi‖, son muchos tipos que tienen
antecedentes y pesados.
Después hay otras situaciones. Si el que investiga te miente desde el principio, fuiste.
Porque no tenés como contrarrestarlo. No tenés material. No había donde ir a golpear
las manos. Porque el primer día, fundamentalmente, fue de una conmoción tal que lo
primero que se tiró. Me acuerdo que cuando fui al lugar del hecho, había ido con la
versión de que se había tratado de una interna en la barrabrava de Newell`s, que había
un tufillo y se esperaba algo en esos días. Y después hubo cuestiones que hubo mala
suerte. Uno de los pibes cae debajo de las vainas. Y vos en ese momento no sabías que
habían utilizado una metra. Y si esas vainas quedan debajo del cuerpo, te das la idea de
que el pibe pudo haber tirado también. Entonces no tenías una línea única que te dijera.
Y se demoró mucho tiempo en delinear fundamentalmente favorecida en esta cuestión
de un juez en feria, un fiscal en feria. A esa causa después la agarró el juez que iba
inicialmente. Muchas cosas que se dan de esa forma en el enero de la feria. Pero para un
caso más complejo es poco.
¿Fue un error confiar por demás en el parte policial?
Lo que pasa es que no tenías otra. ¿Con quién cotejabas? Acá hay también otra cuestión
que se pierde de vista. Las notas van evolucionando con la causa. Es imposible que vos
en la primer crónica tengas resuelto las distintas mecánicas del hecho. Lo que uno hace
es una aproximación. Cuando nosotros empezamos a darnos cuenta que las víctimas no
estaban en el foco no seguimos diciendo ―pero se dice que tiene antecedentes‖. No
seguimos insistiendo sobre el error. Lo que pasa es que al politizarse, todo lo que se
decía se le agregaba un contenido político. No es que quisimos cubrir a la cana. El que
dice eso es porque nunca laburó de esto. Hay una dinámica, se va siguiendo la
investigación paso a paso. ¿Cuál es le interés de hacer quedar bien a la cana en una
sección como esta? Porque esta sección no es pro cana. Hasta sería contradictorio
plantearlo así.
142
Yo tuve discusiones con el Pitu Salinas del Movimiento Daría Santillán, o con Martínez
de ATE, que nos decían que a nosotros deberían darnos más bola que a Varela. Les dije
que yo hablo con los dos. Después veo que escribo. En este tipo de casos ni vos le crees
más a la víctima que al victimario. Vas tratando de ver como cuaja la dinámica. Si la
dinámica cierra o no.
En este caso no hubo tiempo para nada. Fue tan rápido lo que pasó. Se mediatizó tanto
todo que no llegamos. Y después hay otra cuestión que no es menor. Así como había
menos gente en la Justicia, acá había menos gente en el diario. Otra cuestión es que si
tenés un grupo que nos sale a pegar como el Frente a nosotros, ¿cómo vas a buscar
después a los familiares? Si sabes que vas a ir a poner la cabeza. Ir a poner la cabeza en
un territorio, como también sabía el Frente quien era el Quemado. Acá no hay ingenuos.
Así como dijeron los chicos del Frente Darío Santillán que La Capital laburaba para la
policía, yo también puedo decir que los chicos que estaban caminando el barrio, ¿no
sabían quién era el hijo del ―Quemado‖? ,¿no sabían qué ,cuando le pegaron los tiros a
Facundo Osuna, se iba a venir el vuelto? No me puedo poner en abogado del diablo.
También hay otra cuestión. La muerte de tres militantes sociales. No, eran tres pibes que
militaban. No eran tres militantes sociales. No los matan por militantes políticas. El
Quemado los fue a buscar porque se pensó que el hijo se moría. Fue por animal a
matarlos.
¿Es un hecho patente como los ocurren a diario en Rosario?
Pasaron hechos así. Cuando lees los diarios hay un montón de hechos que se le endilgan
al ―Quemado‖ y al ―Quemadito‖, que no están judicializados. Caso el de ―Pantera‖
Cano. Con ese mismo criterio uno puede decir que si lo hubieran metido en cana con el
asesinato del ―Pantera‖, esto no hubiera pasado. Me parece a mí la forma de ver de
investigar desde la Justicia este tipo de hechos.
La justicia tenía acostumbrado hasta el Triple Crimen que venía la policía y le decía acá
pasó esto. Iban los testigos y se manejaban con lo que decía la cana y los testigos que
venían con la policía. Eso solo.
143
En la masacre de Villa Moreno y al haber comisiones cruzadas, familiares que insistían
todo el tiempo, se generó una dinámica excepcional de investigación. Por un lado,
Donnola ,con el Fiscal ,tomaban un camino, con la policía totalmente sospechada
porque se recontra notó que estaban encubriendo. Después tenés la mano que el tipo a
partir de otros crímenes conocían la modalidad. Hay otros jueces que no conocen como
funciona el trasfondo de las bandas en los barrios. No lo hacen por connivencia, sino
porque son burros. No la conocen. Entonces se dejan contar el cuentito de la cana.
Donnola hizo una buena investigación. Hay que ver cómo le va en el juicio oral. No por
nada Varela y Martínez quieren ir a juicio oral. El fiscal no se la va a bancar porque
tenés que bancar la prueba. Y a esa prueba la juntó la policía.
¿Por qué crees que hay esta proliferación de bandas narcos? ¿Producto de una
multicausalidad de cuestiones?
El Triple Crimen expuso la realidad. Cuando lo condenan a Jorge Halford, narco de la
vieja escuela, es decir tiraban pocos tiros pero vendían mucha merca, el dice que ―no
podés vender droga si no tenés de socio a la policía‖: En ese momento no le dieron
mucha importancia. En el contexto terminó diciendo algo que no se animaban a decir
otros.
Ahora, ¿toda la policía está metida? Para mí se peca por acción o por omisión. El
sistema en que se mueve la cana es también perverso. Pensar que la policía recauda
solamente para la policía, me parece que en este caso es naif porque los cúmulos de
guita son monumentales.
Hubo una sucesión de los viejos narcos de los narcos intermedios a estos que alguien le
dio más poder a los nuevos que los que les tenía que dar. Por mencionarte los que son
mencionables. Por ejemplo, los Vazquez en Tablada. Ellos se salieron, dicen, del
negocio e invirtieron en construcción. De los Vázquez, a Luis Medina que es un
pistolero o un tipo que tiene una buena sarta de sicarios que te ponen de cabeza. Es
como pasar de la secundaria a estudiar en Harvard. Son tipos sumamente violentos que
no tenían problemas en ir a disputar a tiros la calle. A ―Los Monos‖ se los toma como
144
una banda emblemática, pero ellos en un principio fueron sicarios. Después
diversificaron el negocio en el polirrubro. Pero ellos de base son sicarios. ¿Y por qué se
vinculan en el mundo de la droga? Porque brindaban seguridad. Le montaban seguridad
a todos. Y eran los más zarpados. Y por eso se tiene tantas dudas en el crimen del
―Pájaro‖ Cantero.
Al mercado de drogas en Rosario pensalo antes del crimen de este en cinco manos. Por
zonas. Todo lo que era de los Vázquez quedó en manos de Luis Medina. La Zona Oeste
era de Esteban Alvarado que ahora está en cana en Buenos Aires por cortar autos de alta
gama. Los ―Monos‖ ,dando protección y estando en el negocio. Cuando hablas de ―Los
Monos‖ tenés que hablar de toda la ciudad. Zacarías que eso ya es más Noroeste. En ese
lugar también juega Pillín Bracamonte.
Lo que pasa que después empezas a tener distintas líneas de mandos medios que pueden
haber arreglado con todos. Y vos no sabes ni quiénes son. O son tipos que tienen otros
emprendimientos. También hay que ver que es lo que vos pretendes con la droga.
¿Querés el mercado local? ,¿o querés exportar hacia el extranjero?
También tiene que ver la calidad de la merca. Hombres como Luis Medina, abrieron el
grifo de la calidad. Como estaba peleando el mercado local, popularizó la alita de
mosca. Esa droga la tomaban antes los top. La abrió al público. Garpabas 200 mangos.
Pasaste de pagar 80 a 200 mangos. Vos fíjate que acá no pegó el paco. No hay porque
no hay negocio. Vos fíjate que la droga que secuestra la cana es más basura. A veces es
hasta más peligrosa que el paco. Agarran droga con el 20% o 22% de pureza que en
realidad es 78% de basura.
¿Y con respecto a las cifras de valor económica que deja el narcotráfico en la
ciudad?
Es muy difícil de calcular ese rédito económico. A mí una vez me dijeron que en
Rosario se movían entre 30kg y 50kg de cocaína por día. Y yo dije que es una
barbaridad. Lo que pasa lo que vos estás pensando en el mercado interno. Pero hay
145
gente que viene de San Nicolás y compra merca acá, por ejemplo. Igual, se desmadró el
mercado porque la cana empezó a meter gente pesada, muy violenta en el negocio.
Hay mucho circulante de droga porque es un negocio tremendo, y eso que estamos
hablando de la cocaína y no de la marihuana. Vos agarras un kilo de droga buena, la
podés partir en tres, o sea sacar tres kilos buenos, y así estirarlo a cuatro o cinco más.
Un kilo de droga que entra a Rosario te puede salir seis mil o siete mil pesos. Vos lo
podés multiplicar por cinco o seis sin pensar que si sos más ambicioso y te la jugás, la
podés meter a cuarenta mil euros en España, por así decirlo.
El problema acá es que el mercado, en buena parte, lo regenteó, lo administró, participó
la policía y la cana metió su propia dinámica. Y para tener una dinámica donde vos
manejas el juego, yo te habilito a vos pero para habilitarte a vos lo cago al otro. Y
después es oferta – demanda. En ese juego hubo policías que la supieron hacer y hubo
otros que no , porque vos sos casi socio.
El tema es, a este nivel cuando ya el vaso se derramó, medio complicado saber quién
fue el de la última gota. Pero se derramó en los últimos cinco años. Porque el
crecimiento de los homicidios tiene que ver con esto. Hubo un montón de gente que
antes choreaba que ahora se incorporó al mercado del narcotráfico. Fijate que de origen
el narco y el chorro se tienen odio. En las cárceles no pueden estar juntos. Y ahora uno
labura para el otro. ¿Y por qué? Porque no hay ningún chorro que se haya salvado. Esos
que vos decís, como el Gordo Valor. Yo no sé si se salvó. Y como el Gordo valor hay
dos chorros en toda la Argentina. ¿No viste que no se chorean bancos o blindados?
,¿para qué te la vas a jugar?, si vos siendo pendejo con temple te llevas la moneda, el
filo, las minas, la moto, el auto. El prestigio. El ―Pájaro‖ iba regalado porque se creía
que era Dios, se pensaba que nadie lo iba a tocar.
En el tema del crimen del ―Pájaro‖ ,es saber quién le hizo creer al ―Pollo‖ Bassi que era
Scarface. Porque a las claras está que el mercado narco funciona como la política. Tenés
que gestionar. Si no gestionás no tenés poder. No es que yo te mato y me quedo con la
mujer, con el dinero, con la droga, con tus soldados. No se quien le hizo creer al ―Pollo‖
Bassi que se iba a quedar con todo el negocio de Los ―Monos‖. Y sobre Luis Medina
tampoco nadie habla. Después de lo que sucedió en Esperanto no se volvió a hablar de
el.
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¿Cuánto dinero circula en las cajas de las policías?
Los dineros son oscilantes. Porque lo que nos cuesta a todos tener a los narcos les sobra.
Que es efectivo, plata. Cuando cayó el imperio Mono se habló que había un circulante
de 30 o 40 millones de pesos en la primera semana o segunda semana. Ellos la tienen
portándola, la tienen en cajas, en departamentos. Después hay otra cuestión. Lo mataron
al ―Pájaro‖ Cantero, ¿sacaron del medio a quienes decía que manejaban el negocio?,
¿quebró el mercado?, ¿hay menos droga? .Hay gente que se mata por un gramo de
merca. El mercado se empezó a acomodar de nuevo. Pero no hay faltante. Ello te
generaría una crisis. Vos me podrías decir que se manejan como una célula terrorista,
entonces ya tienen un back. Está bien. Pero, ¿quién habilita las redes? Del narco que
nadie habla es Luis Medina. La cuestión que más me cierra, es que el ―Pollo‖ lo haya
matado al Pájaro porque en realidad el problema es el móvil más que el muerto. Yo te
puedo hacer creer que sos Batman y si te la crees es problema tuyo. Y terminó siendo
operativo a los intereses de un tercero que habilite. Acá hay preguntas que son difíciles
de responder pero en realidad primero hay que preguntárselas. Esa plata, ¿sube hasta la
cana? , ¿muere en la policía?, ¿en el Jefe de Provincia? , ¿es el tipo más poderoso de la
provincia?, ¿o sigue subiendo?. Porque vos ves ciertos movimientos, ciertos despilfarros
en las campañas políticas que son hechos sugestivos.
Después ves que cae el ―Indio Blanco‖ con la prostitución y al toque lo matan al
―Pájaro‖ Cantero. Digo, son dos marcas más grandes de las cajas negras de la policía.
Esto sufre una modificación. Uno de los jugadores más importantes de la droga sale. Y
el tipo que se dice que movía el tema de la prostitución sale. No es que en la calle hay
menos putas o menos droga con este tema. Después hay gente que
es funcional. No sabes si es que desconocen la situación o saben que son funcionales.
También observo que hay políticos que dicen que hay que eliminar la prostitución. Las
minas que laburaban para el ―Indio Blanco‖ decían que cobraban 15 lucas por mes, que
el tipo las tenía bien y que cumplían su turno como si fueran una línea de producción y
se volvían a sus casas. ¿Qué les propone el Estado a esas mujeres que deja de laburar en
un prostíbulo?, ¿que haga un curso de costurera para cobrar tres lucas? Entonces, si
147
detrás tuyo está toda la evangelización, entonces si querés que la mina esté mejor,
hablemos de la mina que laburó siempre de eso, que se acostumbró. Dale una opción
válida entonces. Porque creas sino cierto prejuicio. Tampoco va a poder sobrevivir con
tres lucas como costurera. Lo que no está permitido en Rosario es el proxenetismo. Si a
la mina la sacas de La Rosa, y la llevas a la esquina, depende de un fiolo, sino la muelen
a puñetes y va a volver a tributar a la caja de la cana porque ella necesita seguridad. Me
parece que hay elementos que suenan muy bien en la propuesta electoral y que son
difíciles de llevar adelante y de ser justos con las personas.
El Triple Crimen en Villa Moreno, por la participación de barrabravas, del
narcotráfico, la mostrada connivencia policial y la politización, ¿fue la causa que
impactó de modo significativo en los últimos años en la ciudad?
Sí, pero fue muy difícil de verla desde el principio. Porque faltaba gente. La vimos de a
uno o de a dos redactores. Fue un triple crimen, está bien. Se manifestó justo el primero
de enero, de esa manera. Nadie tuvo las bolas de ir y presentarlo para que se investigue
y no vuelve a pasar. Por un lado tenés la actuación del juez o fiscal y por el otro lado la
politización que si bien por un lado fue un palo, impulsó que la máquina se moviera
todo el tiempo y en eso los medios de comunicación estuvieron todo el tiempo
amplificando lo que querían los familiares.
Salgamos del primer mes que era todo más complicado porque el juez Caterina no
hablaba. Pero una vez que pasó eso, cuando la causa agarró dinámica, no dejó de estar
en la tapa del diario. Estuvo mucho tiempo en tapa. Los familiares dijeron lo que se les
ocurrió. Se cubrieron marchas de familiares lo cual fue inédito. Nosotros con ese
criterio podríamos haber cubierto marchas de crímenes resonantes, como el homicidio
de Leandro Zini.
El triple crimen estuvo siempre. Lo que pasa es que todo lo que vos escribiste está en la
hemeroteca. Si agarras la primer nota del triple crimen y te vas hasta la sentencia oral, te
preguntas y este pibe que escribió. Después, también, fue muy difícil encontrar los
prontuarios de los tipos, salvo los muy conocidos. Y había actores, por ejemplo, al
148
Pescadito que no lo había escuchado nunca. El Quemado no era Al Capone. Era un
chorro.
Con situación actual que se vive en los barrios de la ciudad de Rosario, ¿es más
complejo cubrir los hechos?
Toda esta investigación modificó todo. Ya tener fuentes policiales es complicado
porque ellos, a los periodistas nos ven como un elemento que siempre te arruina.
Cuando salís con nombre y apellido en el diario te hunde. Y con respecto a la fuente
común, lo que yo digo que es como tener un amante. Esa tiene que confiar en vos y vos
tenés que confiar en la fuente.
¿Notas mayor miedo en la gente que vive en los barrios periféricos señalados a la
hora de brindar información?
Más miedo y más violencia. Porque para ellos el periodista viene a traer problemas.
Porque sos una vieja chismosa. Y no tienen confianza en los medios. Es una cuestión
también en la que entra en juego el periodista. Porque hay veces que decodifica mal.
Hay cosas que para vos están mal que para el barrio están bien. Lo que no quiere decir
que estén bien ni que tengas que hacer apología de ello. Tener un kiosco de drogas es
como tener una verdulería, está naturalizado, por ejemplo. Y ese kiosco mueve un
montón de cosas dentro del barrio si uno lo ve de cerca.
Entonces, ¿cuál es el problema? Que hay un montón de violencia y de delito que está
atravesado por la droga. Vos fíjate que nosotros estamos en una ciudad que no tiene
grandes hechos delictivos, pero sí violentos. Y después hay periodistas que no entienden
la calle porque le tienen miedo. Tienen miedo a que te pase algo. Y es como si nos
agarrar un trauma. Hay barrios que realmente están muy power y no los puede
decodificar con nada. Y te das cuenta que entraste cuando saliste. Te moves en
149
territorios que de pasar a estar todo bien a estar todo mal es cuestión de tres segundos.
Moves la cabeza y ya se te desmadró todo.
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Entrevista con Carlos Retamal. Jefe y Editor de la sección “Policiales” del diario
“El Ciudadano y La Gente”.
¿Cómo fue la modalidad adoptada por el diario “El Ciudadano y La Gente” para
cubrir las primeras horas del Triple Crimen en Villa Moreno?
Desde hace unos años combinamos a los redactores que somos seis. La mitad trabaja el
25 de diciembre y la otra mitad el 1 de enero. Esos días, en todo el país, hay una mayor
cantidad de hechos policiales. Hay heridos por pirotecnia, por peleas entre familiares o
vecinos porque están borrachos. En el caso puntual ocurrido el 1ero de Enero de 2012,
se cubrió de esa manera particular como lo dejaron ver en un comienzo. El Gobierno
Provincial se comió la versión de la policía, que había sido un ajuste porque los pibes
asesinados tenían antecedentes. Acá se cubrió la versión de la gente y la versión
policial.
Con los días posteriores fue cubriéndose los mecanismos, las modalidades, como
ocurrió el triple crimen. Que no eran delincuentes, que estuvieron en el lugar
equivocado. Trabajamos como se trabajan la mayoría de los casos en el diario. Es decir,
se fue al lugar del hecho, se habló con testigos, había muy poca gente que tenía ganas de
hablar en ese momento y el parte policial. En el caso puntual, como fueron tres
homicidios de militantes sociales, salieron a hablar también los funcionarios.
¿Cuáles fueron los criterios de noticiabilidad utilizados por el diario para cubrir y
darle trascendencia al hecho?
Nosotros tenemos algunos problemas para llegar a veces a los lugares. Eso no es una
excusa sino todo lo contrario. A veces utilizamos la versión policial porque no podemos
llegar a la escena del hecho, o hay gente que no quiere hablar u ocurre el hecho policial,
en este caso el homicidio, no se puede conseguir ningún otro dato. Después de
151
conocerse la situación, como que la policía quería vender algo que no era, digo yo por la
propia ineptitud de ellos mismos o dejaron la zona liberada de alguna manera.
Se trató siempre de tomar la versión de los testigos. La versión policial de un lado, y la
versión de los testigos por el otro. Nosotros tenemos una particularidad, en el 90% de
los casos de no poner los apellidos de los imputados porque las veces en que terminan
siendo liberados nos comemos una querella y el diario no se hace responsable.
En el triple crimen, como salió en todos lados, pusimos los nombres de todos a los que
acusaban como homicidas. Desde ese momento, hasta el día de hoy, siempre intentamos
marcar que fueron tres víctimas inocentes porque no estaba destinado para ellos el
homicidio. Siempre tratamos de darle bola a la familia de los tres. Más que nada a
Trasante que es el que toma la bandera y va para adelante. Esto lo hacemos porque son
gente que no tiene voz.
Se le dio más trascendencia porque eran militantes sociales. Si eran tres personas
comunes de una villa cualquiera no pasaba nada. Ni por la lado de la prensa, ni del lado
del gobierno. Ha pasado muchas veces, miles de homicidios que no se cubrieron de la
misma manera.
Hubo otros homicidios, a su vez ese primero de enero.
Sucedieron cinco homicidios ese día. Hace cuatro años atrás hubo una bala perdida y
mató una nena de dos años. Nunca se encontró un culpable. Es un ejemplo. De ese tipo
de cosas hay millones. En este caso es porque eran tres militantes sociales, y porque el
autor intelectual o homicida de acuerdo a como termine la historia, es una persona muy
emparentada con el delito, como el ―Quemado‖ Rodríguez. Y todo lo que sucedió
después con el hijo, te das cuenta que es un peso pesado en el mundo del crimen en
Rosario.
¿Pudiste hablar con la cronista de la nota para que te cuente cómo fue el trabajo
en el campo? ¿Fue un error confiar en el parte policial?
152
No es un error confiar en el parte policial. Es una de las patas de la historia. Partamos
desde esa base. Las fuentes policiales se utilizan y después chequeamos. Pero siempre
atribuyéndole la información. Recién al otro día de ocurrido el hecho se dijo que eran
militantes sociales y no había sido un ajuste. El primer día no se dijo nada de eso.
Todo el mundo, desde los medios, hasta el propio gobierno se comió la versión policial.
Y con respecto a los testigos o la gente del barrio, no es que había miedo, sino que
estaban consternados. No sabían efectivamente qué es lo que había sucedido. También
costó entender, porque fue a la madrugada. Mucha de la gente al comienzo se basaba en
lo que dijo uno, lo que dijo el otro porque estaban durmiendo. Se fue haciendo una
pelota hasta llegar a los testigos, que después recibieron protección por parte nuestra
porque jamás se los nombra con nombre y apellido. Esas cosas se respetan.
La persona que fue a cubrir me contó que no es que tenían miedo específicamente a
decir, sino que muchas de las versionas eran del boca en boca. Y en realidad testigos
presenciales solo hay dos. Cuando empezas a indagar, te das cuenta que se formó una
bola. Decían que eran vecinos del barrio, estaban ahí, que no eran ladrones, ni
drogadictos. Estaban sin hacer nada en un banquito de la cancha.
¿Notas un mayor miedo dentro de los barrios, en los vecinos, que perjudica al
periodista para hacerse de fuentes?
No. La fuente es una cosa y el testimonio es otra. La fuente se construye con el tiempo.
En el caso de las fuentes policiales muchas son de gente que están dentro de la policía
que por una cuestión de confianza terminan contando algunas cosas que no surgen en el
parte policial o te relatan un enfrentamiento de acuerdo a los primeros testimonios que
ellos mismos recogen. Pero pasan estas cosas. Van los policías y escuchan el testimonio
de como fue el hecho en sí. En cualquier caso.
Después la gente que es citada a declarar como testigo declara otras cosas, en ocasiones.
A veces es por miedo, porque se olvidan o porque magnificó la cosa en un momento.
Las fuentes policiales se construyen en base a confianza. Y en el caso puntual de los
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testigos en el lugar de los hechos, confiamos en lo que dice la gente. No tenes muchas
veces como chequear lo que se dice. La forma de testear lo que dicen es
repreguntándolo. Una persona que relata cómo mataron a alguien te lo cuenta de una
manera. Si vos entendes, intuís que hay algo exagerado, o algo raro, repreguntas. Y ahí
observas si en realidad es así.
En las cuestiones relacionadas a casos policiales, hay gente que amplía las cosas para
darle color y terminan siendo diferentes después. A veces tenes la palabra de un testigo,
la palabra de otro testigo, y después la fuente policial. Así pasa en los diarios.
¿Por qué crees que hay esta proliferación de bandas narcos? ¿Producto de una
multicausalidad de cuestiones?
Yo no creo que esta situación sea tan puntual con respecto al narcotráfico. Quizás con el
surgimiento de estas bandas hayan puesto el foco sobre el asunto. La tasa de homicidios
va creciendo año a año en todos los lugares. Rosario tiene la particularidad que se da
mucho a conocer. Pero en otros lados también aumentó. Y en Santa Fe está todo en
aumento.
Esta es una cuestión de seguridad y que la gente tiene más acceso a las armas que antes
no tenía. Entonces cualquiera está armado. Y lo del narcotráfico es discutible. Sí, ha
habido más homicidios ligados al narcotráfico. Quizás el año pasado también pasó lo
mismo pero no sabíamos que esos muertos tenían relación con el narcotráfico. Por ahí
no teníamos las herramientas para saber que estaban ligados.
En el triple crimen, ¿la policía tendió a invisibilizar u ocultar la forma en que
había sucedido el caso?
La policía no podía no saber quienes eran los sospechosos del triple crimen, por como
fue el hecho. Se supone que son las fuerzas que conocen la ciudad, que están ahí.
Alguien tenía que saberlo. Esto de que haya policías detenidos, implicados en la causa,
154
el llamado de un policía al ―Quemado‖. Eso significa que sí hubo una especie de tapar
algo de lo que pasó. Que el ―Quemado‖ haya estado quince días afuera de la ciudad, es
porque alguien le avisó que lo iba a ir a buscar. Y esa persona no es una vecina o
alguien de la calle. Ellos tienen acceso a otras fuentes. O puede ser del juzgado o puede
ser de la policía. Para nosotros fue la policía, aunque la justicia será la que tenga que
dirimir esto.
No lo querían tapar al caso pero la versión que justifica que los chicos tenían
antecedentes o decir que fue un ajuste de cuentas lleva a la conclusión de que algo
quisieron hacer. No tapar porque era imposible. Quizás un poco calmar las aguas para
que el autor intelectual o material pueda fugarse. Como fue lo que pasó.
¿La creación de las dos comisiones tendió a impulsar la investigación judicial?
Puede ser. Pero el fuerte de las dos comisiones vinieron tiempo después. No con la
detención del ―Quemado‖. Esa detención fue una mojada de oreja al gobierno, al decir
―¿cómo puede ser que este tipo se nos escapa enfrente nuestro?‖.
Después sí las investigaciones paralelas han hecho que haya tantos imputados en tan
poco tiempo. Otras causas han estado durante mucho tiempo o siempre sin ningún
imputado. Tuvieron que ver mucho con las investigaciones posteriores. Ahora, la
detención me parece que fue la presión de todo el mundo, no solamente de las
comisiones.
¿Cree que fallaron los canales institucionales de comunicación, tanto de la policía
cómo del Ministerio de Seguridad con respecto al Triple Crimen?
Creo que fue un error desde el comienzo del Gobierno Provincial mostrar públicamente
la foto del ―Quemado‖ Rodríguez en los diarios. Es un error de principiante. Vos
querés mostrar que algo hiciste bien. El error en los medios en darla a conocer. Hay una
cuestión de que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Es para proteger
155
la investigación. Porque sino el abogado defensor dice que como la persona apareció en
televisión o en el diario, el testigo puede haberse contaminado al haber visto la cara en
todos lados. Varela, quería dejar sin efecto la rueda de reconocimiento por ejemplo. Ese
fue un gran error.
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Entrevista con Silvina Tamous. Editora y redactora de la sección “Policiales” del
diario “El Ciudadano y La Gente”.
¿Qué tipo de cambios hubo en las rutinas de producción de la sección “Policiales
del diario “El Ciudadano y La Gente” desde que Ud. trabaja allí?
Yo edito ―Policiales‖ y estoy al tanto del tema. Cambió y tiene que ver mucho con
quien está a cargo de la sección. Ahora corres mucho tras el día, porque lo que pasa en
―Policiales‖ es el imprevisto. Cuesta mucho trabajo parar y ponerte a pensar y ver que
estás haciendo o ver que noticia te gustaría hacer. Hay una compañera que está dedicada
a hacer otro tipo de notas. Por ejemplo algún aniversario, ver cómo está una causa o
cómo se vive en las cárceles que no es un tema de agenda. Eso lo podes canalizar ahí.
Pero todo lo tapa , la inmediatiza. Ante la inminencia de una muerte es difícil salirse de
la agenda o cubrir otras cosas.
Cambió mucho también porque Rosario se modificó. Esta era una ciudad, cuando yo
empecé, que tenía menos homicidios por cantidad de habitantes. Hoy pasó a ser la que
más tiene. Nosotros teníamos 50 homicidios al año. Cuando era cronista, ocurría un
homicidio y lo seguía en Tribunales porque eran cincuenta al año, de los cuales veinte
se esclarecían en el momento, o sea, que quedaba muy poco por descubrir. Vos podías
hacer un seguimiento más personalizado de las causas. Hoy es prácticamente imposible.
¿Qué significa pertenecer a la sección “Policiales”?
Yo empecé a hacer policiales en el diario ―La Capital‖ donde en general era una sección
donde iban los castigados y yo no tenía muy en claro si quería hacer policiales o no.
Empecé a hacer tribunales ahí. Cuando me fui a ―El Ciudadano‖, no tenía sección
―Policiales‖ y no iba con la intención de hacer policiales. Finalmente inauguraron la
sección, y terminé haciendo algo que me encanta. Es lo que me mas gusta hacer porque
es el lugar del diario donde más aprendes. Tenes que saber manejarte con las fuentes,
157
saber de dónde sacar información, saber construir una crónica, un relato. Además es la
sección que le gusta a prácticamente todo el mundo. Puede ser, primero porque salta el
morbo, pero por otro lado, porque es la cosa que le puede pasar a cualquiera. Es el
imprevisto que le puede pasar a cualquiera.
¿Cuál cree que sea el deber ser del periodista policial”
No todo periodista es periodista policial. Cuando hay un caso importante todo el mundo
se lanza al ruedo a cubrir una cosa de la cual no sabe nada. No tiene elementos para
analizar, no tiene elementos para poder enfrentar esa realidad. No es la misma postura la
de un periodista que la de un periodista policial. Un periodista policial tiene un
contexto, una historia, las leyes, conoce cómo funciona el sistema, sabe si entran por
una puerta y salen por la otra, saben si eso es verdad o mentira. Es un bagaje, un cúmulo
de cosas, que lo obliga a no pararse en un micrófono y decir cualquier verdura.
Tampoco estás con la especulación de buscar a la víctima como hacen los medios
masivos y estrujarle un momento de duelo, transformándola en lo que la transforma. Y
sacarla de ese momento de duelo para transformarla en un justiciero social y después
descartarla como es lo que hacen con las víctimas. Eso un periodista policial no lo hace.
Vos vas a contar un caso. Algo que pasó.
Me acuerdo que una de las primeras notas que redacté para ―La Capital‖ entendí lo que
tenía que hacer. Había habido un robo y estaban todos los medios a las corridas. No
sabía para que lado ir. Iba pensando mientras hacía eso ,qué iba a escribir y no entendía
nada. No sabía nada. No podía contar que había pasado. Y los otros medios tampoco
sabían pero hablaban unos, hablaban otros. Cuando se van todos, me meto en un pasillo
y ahí encuentro un testigo del robo. Y arrancó mi laburo. El de contar una historia.
Porque los otros medios no tienen que contar una historia. Ahí comienza la historia, en
la escena, que alguien te la cuente. Cuando vos sabes que tenes algo que contar, de una
fuente directa, claro.
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¿Por qué crees que hay esta proliferación de bandas narcos? ¿Producto de una
multicausalidad de cuestiones?
Hubo una multiplicidad de causales que desembocó en esta ola de asesinatos. Un gran
error del Socialismo es haber puesto en lugares claves a técnicos. Rosario no tenía
graves problemas de inseguridad por más que la gente se quejara. Estaba el problema
tradicional del arrebato que era lo que más molestaba y los escruches. Había una tasa de
homicidios en ocasión de robo muy baja, y entonces el tema seguridad no era un tema
muy importante. Y el Socialismo se relaja con eso. Entonces pone un técnico que es
Daniel Cuenca. EL técnico va, te trae la reforma, que después la tiene que implementar
acá , entonces se repliega y queda como media reforma. Lo mismo pasa en Justicia.
Entonces esos dos errores graves derivan en que la recaudación siga siendo la misma.
Se impone un sistema de recaudación diferente al que había antes. No es que los
policías de abajo van recaudando desde abajo, sino que los de arriba recaudan y
entonces todo el mundo termina recaudando. No hay control a la habilitación de los
quiscos de droga. Se desmadra. Hay un descontrol y la policía se autogobierna.
Hay un desconocimiento total de la policía. Todos los que se hacen cargo no saben lo
que es la policía, no la conocen. Hacen una depuración donde echan a todos los jefes,
que supongo que eran corruptos. Lo que venía abajo no era mejor y no había un
conocimiento real de la fuerza. No tenían en que apoyar un manejo de 15 mil hombres.
Después lo quieren arreglar cuando lo traen a Gaviola. Esta es la sentencia a muerte de
todo. Era un tipo que venía del Registro Civil. Y viene con Giacometti, lo cual era una
contradicción terrible porque lo ponían a un policía de subjefe de la policía teniendo
dentro del Ministerio toda una línea media del sistema garantista, que eran Buffarini,
Quique Font, Gonzalo Armas. Estos últimos hicieron cola para renunciar porque les
ponían un policía para ser Subjefe de la Policía. De esto, lo terminan poniendo a
Horacio Ghirardi que tampoco tenía idea y no se venía preparando para ese cargo. Creo
que si hubiesen puesto a Lamberto, esto hubiera sido distinto porque es político.
Hubiese sido bueno o malo pero no un desmadre como lo que pasó. Y las cajas negras,
o nunca existieron o gozan de buena salud.
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Hay gente que se creyó que cuando venía el Socialismo se acaban las cajas negras o que
la policía no iba a recaudar para arriba. Después hay otra causa que está relacionada con
la muerte del ―Pimpi‖ Caminos que manejaba la falopa y meten en cana al ―Mono‖
Cantero, al ―Mono‖ Grande. Ahí se desmadra todo. Si bien la banda de ―Los Monos‖
existe desde hace 20 años, no hay que achacarle todo al Socialismo porque se vienen
matando desde hace años.
Al ―Gordo‖ Pel, líder de ―Los Garompa‖, lo enterraron vivo. Hubo un enfrentamiento
entre ―Los Monos‖ y ―Los Garompa‖ a fines de los `90 y principios de 2000. ―Los
Garompa‖, eran unos pibes de Las Flores, que le mejicaneaban la falopa a ―Los
Monos‖. Depende de quien manejara la Subcomisaría 19º. cuando ―Los Garompas‖
agarraban más poder , era porque arreglaban con otro Comisario y ahí se producía una
masacre.
Eso siempre pasó, pero eran crímenes crueles y terribles. No tantos, eran menos. Pero la
mayoría eran de ellos y nadie sabe cuántos se le pueden atribuir a la banda, a los que
quedaron vivos. Se fueron peleando desde distintos lugares, con uniones. Todo lo que
favorece al status quo no te genera grandes problemas y ese es otro factor. Y después,
creo que antes el narcotráfico, no dejaba tanta guita.
La guita que deja la droga es incalculable. No hay más ladrones. Los viejos ladrones se
reconvirtieron al narcotráfico. Entonces ahora el narcotráfico no solo tiene falopa sino
también armas. Hay una cultura narco en la sociedad, no digamos los sectores bajos,
porque nadie condena al que tiene plata. Y cuando vos vas a un barrio humilde,
empezás a aprender que la vida es vivir en la inmediatez. El tipo que junta monedas
vive en lo inmediato. Y la vida es inmediata para esos sectores y el poco tiempo que
viven la quieren vivir en una Ferrari. No hay un valor superador de la vida o un
proyecto o un plan. El plan es hoy. Y si tengo que morir por eso, muero.
¿Cómo es la historia de las economías delictivas en la ciudad de Rosario?
Siempre hubo drogas, desarmaderos. Estuvo controlado, no hubo descontrol. Hay un
momento donde se descontrola la cuestión porque no hay control sobre la fuerza. Antes
160
tenías un policía corrupto que controlaba la fuerza. Pero vos eras un oficial raso que no
veías una moneda. Agarrabas lo que él decía y cómo decía. Hoy eso se descontroló. Hay
500 policías dentro de una policía y hacen lo que se le da la gana.
¿Qué es un ajuste de cuenta?
Es una pelea por territorio. Hay peleas que las protagonizan las bandas, vos ves que son
los asesinatos que ves arriba de un BMW y hay otras peleítas. Por ejemplo, el tipo que
se puso un kiosco en el lugar donde lo tenía otro. En realidad lo autorizan distintas
facciones policiales. Y se mataron por eso. Es burdo ya. Está todo mezclado.
¿De qué se forma se redacta una noticia en una homicidio por ajuste de cuentas?
Vas al lugar del hecho y hablas con la gente que está en el lugar, a los vecinos. Cuando
iba a una villa, me sentaba a tomar mate con familiares de la víctima. Eso hoy no lo
podes hacer. También podes hablar con un referente para llegar. Pero cuando se produce
el hecho vas al lugar. Y si no podes bajar del auto lo ves. Pero tratá, porque hay mucha
gente que quiere hablar ,que quiere contar lo que pasa. El día que sucede el hecho tenés
que ir al lugar, para que vos al otro día tengas algo más de lo que tuvieron las radios. Si
tenés respeto, los respetas y se dan cuenta de que los tratas con respeto.
¿Por qué existe un desinterés por estos casos desde sectores sociales medios y altos?
Lo que la gente entiende por inseguridad es lo que pasa cerca de su casa y tiene que ver
con el delito contra la propiedad. Que a vos te despojen de tu propiedad y en ese
despojo pierdas la vida. El ajuste de cuentas, para la gente común, no está registrado
como un hecho de inseguridad. De hecho todo, el mundo se despierta cuando pasa el
Triple en Villa Moreno. Pero antes de eso mataron pibes a palazos y nadie lo sabía.
161
¿Cuál es el factor que incide en que los canales institucionales de comunicación
fallen en su función?
Porque hay una orden desde el Ministerio de Seguridad de que la policía no te tiene que
dar la información. La oficina de prensa de la Unidad Regional II manda unos partes
malísimos, muchas veces de cosas inexistentes. Si hay muertos te mandan un parte, que
recuperaron una moto. Y eso te obliga a buscar vos una fuente que te tire datos que ellos
no te dan, lo cual es contraproducente porque si una oficina de prensa te diera la
información lo más completa posible, eso determinaría que vos no tenés que estar
buscando un policía que te tire algo que vos no tenés. Con el tema Justicia es muy
relativo. Es depende quien te hable, quien no te habla y quien quiera hablar con vos.
¿Por qué tuvo tanta trascendencia el Triple crimen en Villa Moreno?
Estuvo metido lo político porque al ser tres militantes de Militantes Sociales al no ser
socialistas, tuvieron una repercusión que no tuvo otros homicidios. Este caso tuvo una
ventaja muy buena que fue el Juez ,Juan Andrés Donolla, que trabaja en todos los casos
de igual manera. El entendió desde el primer momento que la cana lo iba a caminar y el
tipo se fue al lugar del hecho en todos los allanamientos. En el procesamiento te
describe el accionar corrupto de los policías y te los denuncia con nombre y apellido. Te
dice cómo funciona la policía. Logra contar una historia en su expediente. Con pruebas.
Te dicen cómo actúan varias policías, como actuaban, como es la complicidad. Él va y
te la cuenta.
¿Cree que la policía tendió a invisibilizar lo que había ocurrido verdaderamente en
el caso aduciendo que se había tratado de un ajuste de cuentas?
La policía siempre te dice lo mismo. Con cualquier caso, ajuste de cuentas, venganza,
robo. Si vos te quedas con la versión policial, ellos te van a explicar cómo sucedió
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siempre de la misma forma. Entonces hay que ir al lugar. El problema es cuando no
llegas a ir al lugar por X causa. Nunca es una información chequeada, ellos dicen lo que
se les ocurre. Una villa, un ajuste.
El Triple Crimen en Villa Moreno, ¿marcó un antes y un después en la manera de
implementar políticas de seguridad por parte del Gobierno Provincial?
Hizo visible un desastre. Con la Justicia no cambió nada, la relación. No es como el
caso Walter Cáceres, donde se puso en evidencia todo lo malo del sistema. Hizo visible
este mote de ―ciudad narco‖ en el medio de una invisibilización de lo que ocurría en la
ciudad hacia dentro de los barrios con el tema del narcotráfico.
Corti tenía plan, venía a cortar una historia, a limpiar a la policía de corrupción. Hubo
muchos policías en la mira para eso. Después venía con toda una historia de armar una
estructura de seguridad distrital. Dividir a Rosario en los seis distritos, qué tipo de
historia tenía cada uno y definir qué tipo de policía tenía que tener ese distrito. Donde
había que patrullar. No es lo mismo el Centro ,que Parque Oeste. Empezar a investigar
los casos y armar un mapa del delito más real y en función de eso laburar la
problemática. Y asignar un patrullaje que en ese momento no había y que ahora está
apareciendo. Tenía ese proyecto que no logró implementar del todo. Yo no sé si hubiese
sido exitoso porque el tipo estaba muy solo. Tampoco había ,cuando el asume, una
conciencia de lo que ocurría. No creo que todavía estén conscientes de eso.
También creo que estos años de inacción policial tampoco le hicieron bien a los narcos.
Ellos se cebaron pensando que podían matar a cualquiera. Y esas exhibiciones los
llevaron a la situación en que están. Pero es todo como un círculo vicioso. Vos tenes
que hablar sobre políticas de prevención del delito. Creo que arman estrategias a los
ponchazos. La gente escucha que tiran bunkers y les gusta. Les encanta. Piensan que
están combatiendo la droga.
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Entrevista con Daniel Scherein. Editor del diario “El Ciudadano y La Gente”.
¿Cuántos redactores trabajan en la sección policiales?
Son seis. Hay un Jefe, subjefe, tercera, quien trabaja en Tribunales y para Ciudad, notas
especiales y un redactor más.
¿Cómo es la política de seguimiento de delitos que se realiza en la sección?
Yo laburé en Policiales cerca de diez años. El funcionamiento lo fuimos creando con
Silvina Tamous que era mi jefa. Le fuimos buscando la manera para que hubiera un
protocolo de apertura de la sección. El que llega a las diez de la mañana tiene un criterio
a seguir de llamar a tales y cuales lugares para ver si hay información. Y con la misión
de hacer fuentes. Si todos los días, llamas a la misma persona, esas personas se van a
convertir en fuentes tuyas. Y esa persona es la encargada de coordinar con la cronista de
tribunales los temas que van saliendo, se van enterando por la fuente. O nos enteramos
por lo que van saliendo en portales, radios o tv.
El grueso de la tarea recae sobre la tarde. Por lo general ese cronista coordina con el
Jefe para ver qué es lo más importante de lo que tiene o como ese cronista además de
apuntar la información elige la noticia que va a redactar, por lo general una noticia de
esa, que es una cabeza de página. Históricamente policiales ha tenido dos páginas.
¿Trabajan conjuntamente los redactores?
El criterio fue laburar en equipo. Lo tratamos de inculcar en la sección. Hoy Silvina
Tamous es Editora de ―Ciudad‖ y ―Policiales‖, eso está bajo la órbita de ella. El tema
del laburo en equipo siempre fue fundamental.
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¿Siguen la agenda de otros medios locales o elaboran una propia?
Damos a conocer las noticias que nos parecen buenos. Porque es un tema que nos
interesa, porque en su momento sacamos ventaja, tema que seguimos. Esas cuestiones
las privilegiamos. Intentamos marcar nuestra propia agenda. Es complicado porque hoy
la agenda te la marca la tapa de ―La Capital‖, sobre todo los portales a través de lo que
cubren las radios.
¿Han cambiado las formas de hacer periodismo policial?
Yo hace rato que no voy a la calle, que no hago periodismo en la calle. Pero sí hablo
con los chicos encargados de la redacción de noticias y sí está mucho más duro. No es
lo mismo que hace diez años. El humor social, el miedo de la gente a hablar con vos, el
miedo que el soldadito o la vecina lo vea hablando al vecino común con un periodista.
Es muy difícil entrar hoy a un barrio, salvo que se haya producido una conmoción y que
esté la policía. Salvo que uno entre además de la mano de un referente social, del centro
de salud, de la escuela, de alguien que labura o vive en el barrio. Es muy complicado
hoy desembarcar. Son cosas que pasan, gajes del oficio.
No cualquiera puede laburar en la calle porque una cosa es un movilero de tele, que
viene con otros respaldos. El que labura para el diario es otra cosa. Porque no tiene el
artefacto ese que es la cámara que te condiciona y que la gente piensa que están saliendo
en vivo lo cual puede suceder o no.
La ola de homicidios que se está produciendo en Rosario, ¿impide seguir de
manera constante cada caso?
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Vos tenés nada más que dos páginas. Los casos se publican cuando hay una novedad
judicial en el marco de ese caso, en el que dejaron libre a alguien. Pero se cumplió un
aniversario y la familia protesta porque no hubo justicia porque no hubo avances. No
tenemos una política con respecto a eso pero la única política que existe es la empatía
del periodista con la fuente.
Por el caso de Elías Bravo, un mejicaneador de narcos de Empalme Graneros, sacamos
muchas notas. Fue un homicidio conmocionante porque le metieron como treinta tiros,
porque los amiguitos del barrio prácticamente lo idolatraban, porque los familiares
decían que era Robin Hood , aunque no lo fuera. Y porque los periodistas tienen
empatía con la fuente y porque editorialmente se ha juzgado que vale la pena sacar esa
información, porque violentaron la tumba, porque en la causa hubo algún giro.
¿Existen diferencias entre los medios nacionales y los medios locales a la hora de
reproducir un hecho policial?
No creo que sea distinto. En Buenos Aires hay gente que trabaja bien en medios
grandes. El estereotipo se crea por lo general cuando aparece la televisión o cuando
aparece alguien que no hace policiales. Cuando no escribo policiales, trato de
informarme porque estoy en un territorio nuevo. Trato de preguntarle a colegas, es una
cuestión de olfato, de calle si se quiere. Hay colegas que el ego los pasa por encima y
creen que son especialistas en todo. Hay colegas que escriben en diarios o editorialistas
que descubrieron que había inseguridad y vos los ves que escriben para mí perspectivas
erróneas, de oído, se comen además los amagues de los despachos oficiales. Uno está
acostumbrado a lidiar con policías o ladrones, o con abogados de ladrones o narcos,
tiene que desarrollar un olfato más allá de la cuestión de chequear. Es decir, por donde
viene la cosa.
¿Qué es para Ud. ser periodista policial?
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Las maneras de ver es la vida. Uno traslada a la profesión el oficio. Uno se planta en la
vida a través del oficio. Yo trato como un par a alguien que está plantado junto a mí en
la vida. No es una cuestión ideológica. El sentido de tener calle o no tenerla me parece
absolutamente determinante a la hora de plantarte con una fuente y que esa fuente no te
pase. De oler para donde va para donde viene, que está buscando que no está buscando.
Hay fuentes de todos los colores. Hay fuentes francas y fuentes que no. Más allá que
uno tenga que chequear por dos o tres veces que te dice la fuente y sobre todo en un
diario que tiene tiempo. Distinto es un portal, o movilero de la tele que está en vivo y
tiene que tirar algo.
El periodista policial es un bicho raro a costa de generalizar como puede serlo un
periodista deportivo o como puede serlo un periodista económico que va de cóctel en
cóctel o periodista de espectáculos. Se arma como una tipología. Esa tipología hace que,
por ejemplo,el periodista policial desarrolle una especie de anticuerpo contra la
violencia y que hace que pueda reírse de determinadas cosas que el resto del mundo no
se reiría. Si vos vas a cubrir cinco homicidios en un día y haces propios los
padecimientos de esas cinco víctimas, y de los familiares. Si viste a la madre llorando, o
un cuerpo con los sesos esparcidos por la calle o si viste un chiquito llorando. Si vos te
haces cargo de eso no podes vivir. A eso desde afuera dicen que uno tiene y que uno es
cínico y que uno es pesimista, escéptico pero nada más que con una manera de poder
sobrevivir a la violencia que uno tiene que observar día a día.
La génesis de violencia en los barrios como así también la proliferación de bandas
narcos en ellos, ¿se debe a una cuestión o es parte de una multiplicidad de causas?
Más allá de los homicidios en aumento, cuando las estadísticas o hay un pico de
homicidios denominadas de ajuste de cuentas , venganza o lo que sea se debe a que hay
una disputa por territorio. Esas disputas son por lo general por acción u omisión de la
policía. La estructura policial maneja el negocio. Parece que a esta altura el negocio es
tan grande que no puede estar en manos de un privado. El negocio está en manos de una
estructura que es pública, oficial y estatal.
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Cada vez que se decide por una u otra cosa que su socio privado va a subir o va a bajar
o va a ir presa o le va a dar territorio a otra, hay violencia y hay muerte. Ha sido contado
en la Argentina por el libro ―La Bonaerense‖. Es una sociedad anónima dedicada a
delinquir y alimentar el delito.
Y me parece que hoy los excedentes que deja el narcotráfico son fabulosos en términos
económicos y esas estructuras no se lo van a regalar graciosamente a cualquier narco
que por lo general viene de una villa. Al menos son los que vemos nosotros en los
diarios y hay otros de los cuales no nos enteramos jamás, porque no salen en las noticias
y aunque quisieran no podrían sacarlos porque son socios de los políticos, así de simple.
¿De qué forma fueron creciendo las economía delictivas en Rosario?
Son eternas. Se van diversificando de acuerdo a la época. En algún momento el aporte
más importante era el juego clandestino. Incluso el narcotráfico, cuando el negocio era
más chico, era un negocio sin sangre o con poca sangre. El problema fue cuando los
asaltantes se dieron cuenta que aunque asaltando cien bancos no iban a tener la plata
que deja el narcotráfico. Otro problema se produjo cuando empezaron a ingresar las
armas al negocio narcotráfico. El privado empezó a tener armas, el socio privado. Pasó
a usarla como se usaron en Colombia, en México, como se usa en cualquier negocio
ilegal dentro del Capitalismo. Es inherente al Capitalismo.
¿Qué es un ajuste de cuentas?
Es vengarse de alguien que me provocó un daño o daño cercano a mí. Es un ojo por ojo,
una Ley del Talión. Después semánticamente, se puso en discusión a partir del Triple
Crimen en la Villa Moreno, donde discursivamente se le ha adjudicado a la policía o al
Gobierno. Es una vendetta, una venganza. Eso por un lado. Por el otro lado está todo lo
referido a la disputa por el territorio. Si te bajo tres búnkers, o si me mataste a mi
168
hermano yo te mato a toda tu familia, o vas a tener problemas. Esto es parte de la
economía delictiva.
¿De qué forma el diario realiza las coberturas en homicidios por ajuste de cuentas?
Uno termina cubriendo la mayor parte de las noticias con homicidios con ajuste de
cuentas. Es complicado por un lado, en el sentido que vos vas a un barrio a cubrir algo
como un ajuste de cuentas. Obviamente en el resto de las noticias policiales es mucho
más fácil de cubrir. Pero acá siempre hay un familiar que está dolido. Hay un vecino
que le interesa hablar.
¿De qué modo actúan los canales institucionales de comunicación oficial como
fuentes?
Tenemos que partir desde la base que todos mienten. No hay manera que uno pueda
creer, donde uno huele que es de gatillo fácil, el parte policial. Y por lo general tampoco
al Gobierno que de última la policía depende del Gobierno. Más allá de que pueda decir
que no la controla. Esto pasa en cualquier lugar. No le conviene al Gobierno que haya
un gatillo fácil porque no podrá decir que controla a la policía, sino que le dirán que no
la controla.
Y la Justicia es como retroceder cien años. Ellos se manejan como en otras épocas.
Afortunadamente viene el sistema oral y se va a acabar. Eso no exceptúa al periodista
deba conseguir una fuente, moldearla, acariciarla, tratarla bien. Es toda una ciencia, es
un arte el ganarte a la fuente. Sobre todo, cuando no sos de un medio grande tanto a
nivel local como a nivel nacional.
Cuando haces policiales, tenés que partir desde la base de que pueden estar mintiendo.
Eso es una buena práctica para chequear también. Si vos ponés en duda todo, o casi
todo, cuando pasaste el rastrillo no tenés más nada que hacer, sino ordenarlo y publicar.
Hiciste el procedimiento inverso.
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¿Puede el periodista crear un estereotipo negativo al basarse solo en el parte
policial?
La cosa es estar en el lugar del hecho. Si te basas solo en la fuente policial estas
cometiendo un error. Si te llega una información a las ocho de la noche te enteraste pero
estás en el horario de cierre y solo podés conseguir datos por teléfono. Y te queda solo
el parte policial y lo único que te queda es atribuírselo a la policía. Las noticias
policiales siempre se construyen así. Chequeo y atribuyo. Que un expediente dice una
cosa o que un sumario dice tal otra. Siempre fue así
¿Qué significó el Triple Crimen en Villa Moreno para la ciudad de Rosario con la
consecuente visibilidad del negocio criminal?
Marcó un antes y un después. También hubo una guerra semántica, que no eran
barrabravas de Newell`s ,sino que eran narcos. En realidad, ser barrabrava, desde hace
mucho es ser narco. Pero esa discusión semántica que se disputó en los medios, puede
marcar una victoria efímera para alguien pero no cambia el centro de la cuestión. En
todo caso, hoy sabemos claramente que en realidad los ―Quemados‖ eran parte de ―Los
Monos‖. Y ―Los Monos‖ es la familia Cantero. Y cuando hay una disputa por droga,
por territorio, estamos hablando de una organización que maneja intereses y que es
socia de la policía. Me parece por otro lado, que los pibes del Movimiento Santillán,
hicieron un gran laburo en el sentido de visibilizar todo esto y ayudar a cambiar un eje
en los medios que parecía imposible de cambiar, que es el de ―seguridad‖ que es el
crimen en ocasión de robo.
Hace 18 meses que lo único que le interesa a los medios es lo que se denomina delitos
complejos. Habría que pensar por qué les interseó a los medios eso. Porque no es
solamente el crimen del ―Fantasma‖ Paz en un BMW, un auto de 70 mil dólares, en
calle 27 de Febrero o el del ―Quemadito‖ Rodríguez en calle Pellegrini, a plena tarde.
Es una sucesión de hechos. Entonces también hubo un juez que hizo un buen laburo.
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Sabe lo que sabemos todo, por lo tanto encubrimiento. El fue al lugar y consiguió hacer
un laburo por fuera de eso.
La Justicia golpea porque hubo un par de juicios orales donde pasó vergüenza, como el
del ―Pimpi‖ Caminos o el de Walter Cáceres, algunos fiscales se pusieron las pilas y
empezaron a laburar. Todo ese desencadenante de hechos determina que hace 18 meses
que venimos hablando de eso más allá de la cuestión política.
Por la modalidad del hecho, ¿las políticas de seguridad preestablecidas por el
gobierno antes del hecho tomaron un rumbo distinto?
Hay cosas que no se pueden manejar. Asumía una nueva gestión pero nadie hubiera
podido pensar que el eje de la seguridad no iba a pasar por la inseguridad. Como hoy
nadie podría pensar que hay un eje de la lucha contra el narcotráfico y la pelea que está
cambiando, a partir de la otra marcha del otro día. Ya no es más el peronismo y sus
alfiles de la Justicia Federal atacando al Socialismo, y los otros diciendo que es culpa
del Gobierno Nacional. Hay un cambio ahí. Sería muy perverso y habría que tener
mucho poder para que eso cambiara. Me parece un eje que ahora está cambiando y me
parece que no se sabe para dónde va. El eje del debate público y la seguridad. Uno sí
puede ver hacia atrás pero no hacia adelante.
La policía, ¿tendió a invisibilizar el caso u ocultar aspectos oscuros sobre la
connivencia de agentes con los victimarios?
Eso pasó históricamente. Es muy hipócrita como el sistema. A quién le interesa un pibe
baleado en un barrio, si es por ajuste de cuentas, o a quien le interesa un pibe baleado
hace 10 años. Hoy interesa porque ocurrió el Triple Crimen y luego de eso ocurrieron
una diversidad de factores. Hoy con una tasa de homicidios que triplica a la de hace diez
años, ¿por qué alguien hoy le podría interesar un crimen en un barrio?.
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Los diarios los hemos publicado uno tras otro y hemos ido a los barrios a cubrirlos uno
tras otros. Y jamás han salido en tapa. Cuando tienen trascendencia por otra cosa sí,
sino jamás salen en tapa esos crímenes. A nadie le interesan a nadie le importan. Ahora
importan porque vienen al centro, y se convirtieron en un peligro para la seguridad
pública. Cuando el delito molesta, ahí sí importa. Esta es la conclusión de lo que ha
pasado en los últimos 18 meses.