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M O D U L O D E H O M I L E T I C A Por Eleuterio Uribe Villegas

Homilética

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M O D U L OD E

H O M I L E T I C A

Por

Eleuterio Uribe VillegasY

Josué Uribe Verduzco

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Lic. Eleuterio Uribe Villegas.© Copyriht 1998Impreso en MéxicoDerechos Reservados.Tiraje inicial 1,000 ejemplares.Segunda impresión 2000.Culiacán, Sin. México.

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Pedidos en U.S.A. dirigirse a:

Elías Uribe Villegas.16 W. Brinker Dr.

Avondale, Az. 85323 U.S.A.Tel. (623) 932-2128

Celular (602) 819-1401

Pedidos en México, dirigirse a:

Lic. Eleuterio Uribe Villegas.Calle Mariano Escobedo # 3303;

Col. 21 de Marzo.80280 Culiacán, Sin. México.

Tel. y fax: (67) 18 38-92.

Presentación

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Quienes hemos transitado en la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús desde ya mucho tiempo atrás, recordamos que para nuestros padres, pastores que nos antecedieron en el ministerio e Iglesia en general, el púlpito era el lugar más sagrado e importante del templo. En realidad, la importancia que se le daba al púlpito era una forma de exaltar y honrar el glorioso ministerio de la predicación. Así, un predicador, prácticamente, era entendido como un hombre casi sagrado. Por eso, la predicación era considerada la trinchera espiritual más importante para proclamar el Evangelio, dar a conocer todo el consejo de Dios y traer a Cristo a los perdidos. Para pastores y creyentes, la predicación era el medio por el que Dios hablaba, al hombre, entonces, le correspondía estar atento a la voz de Dios.

La predicación no ha pasado de moda. Dios sigue hablando a través de ella al hombre perdido en el pecado, y el hombre, a pesar de su rebeldía, sigue oyendo su voz. Hoy en nuestro tiempo, hemos sido testigos del surgimiento de múltiples métodos para evangelizar, para enseñar y dar a conocer el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, a fin de traer a los perdidos a los pies del Señor. Sin que ésto signifique que dichos métodos no sean buenos o necesarios o, incluso, indispensables para el avance de la obra de Dios, queremos señalar que el método de traer a Cristo a los perdidos y alimentar a los creyentes con la predicación de la palabra de Dios sigue siendo indispensable. La predicación del Evangelio desde el púlpito o desde una mesita debajo de un árbol en un rancho o una ciudad, o la predicación al aire libre sigue cosechando resultados positivos para la obra de Dios, y sigue más vigente que nunca.

Siendo, pues, tan importante como es la predicación de la palabra de Dios, se vuelve necesario una preparación adecuada para llevarla a cabo. Este presente módulo pretende ayudar a quienes se inician en el ministerio de la palabra, a que adquieran herramientas, pasos y procedimientos que los capaciten para llevar a cabo la noble, hermosa y gran tarea de predicar la palabra de Dios con eficacia en la fuerza del Espíritu Santo. Tal vez al predicador experimentado le resulte un tanto sencillo el aporte de este módulo. De ellos esperamos que lean el presente módulo, no para que aprendan algo nuevo que todavía no estamos en condiciones de ofrecer, sino para que nos orienten con sus comentarios sobre aquello que deba ser incluido en textos como éstos.

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El presente módulo consta de cinco unidades, la unidad I, II y IV fueron diseñadas para impartirse, por lo menos, en tres horas clase. Las unidades III y V están diseñadas para impartirse, por lo menos, en cuatro horas clase cada una, incluyendo las tareas de grupo que se deben realizar en aula.

Para situaciones especiales, este módulo está diseñado para emplearse como curso autodidáctico correspondiente al curriculum de materias del primer nivel de las escuelas distritales de la Iglesia Apostólica.

Si este módulo logra introducir e inquietar a nuevas generaciones de ministros, a buscar una mejor preparación para desarrollar con eficacia la predicación de la palabra de Dios, habré logrado mi objetivo primordial: conscientizar de la importancia de la predicación y renovar nuestro compromiso de realizar esta tarea con responsabilidad y efectividad.

Agradezco grandemente el apoyo y el estímulo que la Secretaría de Educación Cristiana de la Iglesia Apostólica nos ha brindado para llevar a cabo la elaboración de este material de estudio. Dedico este libro a la memoria de mi padre, quien sin tener una preparación académica secular, pues sólo llegó al tercer año de primaria, era un asiduo lector de libros de Homilética y Hermenéutica, porque deseaba prepararse mejor para predicar la palabra de Dios, sólo que el único camino que tuvo a su alcance para prepararse fue: estudiar de manera autodidáctica.

Verano de 1998.Eleuterio Uribe Villegas.

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C O N T E N I D O

PRESENTACION.............................................................................................. 4

PRIMERA UNIDAD: Conceptos básicos de la homilética................................ 7

I. Predicación.II. Homilética.III. Sermón.

SEGUNDA UNIDAD: Cómo nace un sermón..................................................11

I. El propósito y el objetivo del sermón.II. El tema del sermón.III. La base bíblica del sermón.

TERCERA UNIDAD: El plan homilético del sermón.....................................19

I. Divisiones del plan homilético.II. Principios que rigen las divisiones del plan homilético.III. Características esenciales del plan homilético.IV. Finalidades del plan homilético.V. El uso de ilustraciones en el plan homilético

CUARTA UNIDAD: La introducción y la conclusión del sermón.................. 31

I. La introducción del sermón.

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II. La conclusión del sermón.

QUINTA UNIDAD: Tipos de sermones...........................................................37

I. El sermón textual.II. El sermón temático.III. El sermón expositivo.

BIBLIOGRAFIA...............................................................................................44

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PRIMERA UNIDAD

Conceptos básicos de la Homilética

Esta unidad le ayudará a comprender, en forma más clara, algunos conceptos básicos que nos introducirán en el estudio de la Homilética. Por lo anterior, examinaremos los conceptos de predicación, sermón, y el término mismo de homilética. Definir lo más preciso posible el sentido que tienen, o que se les da a estos vocablos nos ayudará a visionar la tarea de comunicar la palabra de Dios como una tarea complicada que demanda ser realizada con delicadeza y eficacia, de tal forma que se cumplan los propósitos de Dios para los que envía su palabra.

I. Predicación.

Tratando de definir lo que es la predicación, Orlando Costas dice en su libro La comunicación por medio de la predicación, que “La predicación es un acto comunicativo”. Ahora bien, como lo que nos interesa es definir lo que es “La predicación de la palabra de Dios”, esta predicación es un acto de comunicación de Dios con el hombre.

Por lo anterior, podemos definir también que la predicación de la palabra de Dios es la comunicación del mensaje divino por medio de una persona, con el fin de satisfacer las necesidades espirituales, emocionales, físicas e intelectuales del hombre, buscando persuadirlo a rendir su vida a Cristo para su salvación. Considerando ésta definición, podemos mencionar al menos cinco elementos que hacen posible la predicación de la palabra de Dios, los cuales son los

Objetivos de aprendizajeAl finalizar esta unidad usted podrá:

1. Enumerar por escrito las razones que demuestran lo serio y delicado de la tarea de predicar.

2. Definir en sus propias palabras que es la predicación de la palabra de Dios, la homilética y el sermón.

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siguientes: Dios, el mensaje divino, el predicador, el propósito del mensaje y los receptores del mismo.A. El dador del mensaje: Dios.

Tenemos que partir diciendo que toda predicación auténticamente bíblica viene de Dios. Dios es el origen de todo mensaje que comunique la palabra de Dios. La predicación de la palabra de Dios es un medio usado por Dios para comunicarse con el hombre y convocarlo a ser partícipe de su reino eterno de salvación.

B. El mensaje divino.

El mensaje divino es el contenido de la predicación. Es la palabra que Dios revela al predicador. La revelación de la palabra conlleva la revelación de la voluntad divina para el hombre. El mensaje, entonces, también es la revelación de la voluntad de Dios para el hombre, la revelación de sus propósitos de salvación. Por lo anterior, podemos decir que la predicación contiene la palabra de Dios para el hombre.

C. El predicador.

Otro aspecto muy importante de la predicación es el medio humano que utiliza Dios como heraldo (mensajero), para llevar y entregar fielmente su palabra: el predicador. El predicador es la persona que Dios usa para comunicar su palabra y su voluntad. Dios exige del predicador fidelidad al entregar su palabra a los oyentes; exigencia que deberá tenerse muy en cuenta si se quiere ser un buen predicador.

D. El propósito del mensaje.

El mensaje que Dios da para que el predicador lleve fielmente a los receptores (los oyentes), tiene propósitos muy específicos. El más central de todos es la salvación del hombre. Ya que la predicación contiene la palabra de Dios, ésta es enviada, parafraseando las palabras de Pablo: “para librar de las tinieblas al hombre y trasladarlo al reino de Jesucristo” (Col 1:13). El propósito del mensaje de Dios es convertir al hombre perdido, redimirlo, guiarlo al perdón, a la reconciliación y salvación divina. En resumen, el propósito del mensaje divino es: conducir a las personas a la vida eterna en Cristo Jesús.

E. Los receptores del mensaje.

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La predicación de la palabra de Dios está dirigida a receptores muy específicos: al hombre, a la humanidad entera. El hombre es un ser necesitado de Dios. Así, Dios a través de la predicación de su palabra enseña el camino que resuelve la necesidad del hombre: la comunión con Dios. A través de su palabra Dios convoca al hombre a venir a El, para recrear su imagen y semejanza en él. El hombre es un ser necesitado de perdón, redención y reconciliación con Dios. El camino que conduce al hombre a la reconciliación con Dios es desconocido por el hombre. La predicación de su palabra es uno de los medios que Dios utiliza para guiar al hombre a esa reconciliación con El. Para resumir los cinco elementos que conforman la predicación de la palabra de Dios como un acto de comunicación de Dios con el hombre mostramos el siguiente cuadro, en el cual señalamos la cadena de comunicación que Dios utiliza a través de la predicación para comunicarse con el hombre:

DIOS: el dador del mensaje.

EL MENSAJE DE LA PALABRA DE DIOS: El contenido de la predicación.

EL PREDICADOR: El medio humano que Dios usa para que su mensaje llegue Fielmente a los oyentes.LOS PROPOSITOS DEL MENSAJE: Son los que señalan el resultado salvífico Que se debe lograr en los oyentes, como Tarea del predicador en fidelidad a Dios.LOS RECEPTORES DEL MENSAJE: Los oyentes del mensaje, la humanidad, La cual está necesitada de Dios y su Perdón.

II. La Homilética.

La homilética es el arte de elaborar sermones de una manera planificada, sistemática y organizadamente. Tiene como propósito principal que todas las ideas o divisiones de un sermón tengan unidad, es decir, estén regidas y organizadas alrededor de un solo tema a desarrollar. Asimismo, busca que las ideas organizadas para el sermón se prediquen en un orden progresivo y lógico, con la finalidad de obtener resultados y propósitos bien precisos en los oyentes, tales como: persuadirlos a la conversión, a cambios de conducta, a niveles de fe que le den victoria en ciertas circunstancias o a la consolación en medio de crisis, etc. Esta manera inteligente y organizada de elaborar el sermón se puede aprender, y es el objetivo de este módulo transmitir esta capacidad. Por supuesto, ésto no significa que dejemos de depender del Espíritu Santo para la exposición de la palabra de Dios a nuestras congregaciones, sino simplemente

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asumir la responsabilidad que nos toca a nosotros en la preparación del sermón, sabiendo que lo que le corresponde al Espíritu Santo será totalmente cumplido por él. Para crear un sermón se necesita llevar a cabo los siguientes aspectos: (1) Seleccionar el texto bíblico, (2) Determinar el tema del sermón, (3) Determinar el propósito del sermón, (4) Fabricar la introducción, (5) Determinar las divisiones del tema del sermón, es decir, el plan homilético o bosquejo y, (6) La conclusión. Todos estos aspectos serán explicados en las siguientes unidades. Aquí sólo adelantamos algo de lo que tratará el módulo y de lo que consistirá un buen arreglo homilético. Debemos ver, pues, a la homilética como una herramienta para predicar la palabra de Dios de manera sistematizada, organizada y eficaz, sin olvidar que para ésto necesitaremos siempre el poder del Espíritu Santo

III. El sermón.

Definimos como sermón a la manera planificada y organizada en que el predicador entrega el mensaje de la palabra de Dios. El sermón, pues, implica tanto el mensaje de la palabra de Dios como la forma planificada de predicar ese mensaje a los receptores. Veamos ésto de la siguiente manera:

El mensaje de la palabra de Dios + El arreglo homilético = Sermón.

La tarea de elaborar el sermón es una tarea importante, aunque a veces complicada. Implica definir qué mensaje bíblico debemos entregar, y de qué forma sistematizada lo vamos a entregar de una manera eficaz. El contenido central del sermón es el mensaje de la palabra de Dios, la forma organizada de entregar el mensaje tiene que ver con el arreglo homilético.

Tarea de grupo en claseDivida la clase en dos o más grupos. Encargue a un grupo definir en sus propias palabras que es la predicación de la palabra de Dios, homilética y sermón. Encargue a otro grupo señalar la diferencia y la relación que existe entre la predicación, homilética y sermón.

Tarea para hacerse en casaA través de la predicación, no sólo Dios habla al hombre, sino dialoga con él. Escriba mínimamente una página donde explique lo que Dios habla con el hombre, y cuál es la respuesta que el hombre debe de dar a Dios. Pues el sermón es un diálogo entre Dios y el hombre.

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SEGUNDA UNIDAD

Cómo nace un sermón

Esta unidad buscará explicar cómo nace un sermón. Los pasos o elementos a desarrollar para inventar un sermón serán la base para que pueda elaborarse la estructura homilética del sermón posteriormente. Los elementos a los cuales nos referimos son: El propósito, el objetivo, el tema, y el texto del sermón.

El buen predicador siempre está en búsqueda del mensaje divino que debe compartir con sus oyentes, y al mismo tiempo, sabe que Dios le dará ese mensaje que se necesita. Por ello, muchas veces el camino empleado por Dios para revelar su mensaje, consiste en poner en la mente del predicador el propósito, el tema, el texto o el objetivo del sermón, incluso, puede ser, que Dios dé los cuatro elementos a la vez, para que a partir de aquí, el predicador elabore el sermón sin que se desconecte de la guianza del Espíritu Santo.

I. El propósito y el objetivo del sermón.

Una de las bases importantes de un buen sermón, sin duda alguna, es la determinación clara y precisa del propósito que se persigue con la predicación. Todo sermón debe tener para su elaboración y exposición ante los oyentes, un propósito general y un propósito específico. Cuando un sermón carece de estos propósitos claros, normalmente no tiene sabor, ni rumbo, ni efecto en la grey.

A. Los propósitos generales de la predicación.

Según Orlando Costas, existen tres propósitos generales de la predicación: el kerygmático, el didáctico y el pastoral.

Objetivos de aprendizajeAl terminar esta unidad, usted podrá:

1. Enumerar los pasos que dan nacimiento a un buen sermón.2. Explicar por escrito en qué consiste cada uno de los pasos que hacen nacer un sermón.3. Inventar un sermón aplicando los pasos mencionados en esta unidad

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El propósito kerygmático(La proclamación)

Implica la presentación clara del Evangelio a fin de que el hombre venga a Cristo y sea redimido del pecado.

El propósito didáctico(La enseñanza)

Consiste en enseñar todo el aspecto bíblico-doctrinal, la formación de la vida cristiana, el desarrollo y ejercicio de los ministerios, la historia de la salvación, etc.

El propósito pastoral(Alimentar, guiar, curar y

proteger)

Alude a la predicación que se presenta con la finalidad de acompañar al hombre en sus diversas situaciones de sufrimiento, tragedia o crisis para consolarlo, curarlo y ayudarlo, dándole conocimiento y solución a sus problemas, a través de la palabra de Dios.

Fig.1

Para determinar el propósito general de un sermón es necesario que el predicador defina si se propone predicarle a gente inconversa o, a la Iglesia. Ya que, por ejemplo, los sermones kerygmáticos son para dirigirse a gente inconversa. Los sermones didácticos, como su nombre lo indica, son dirigidos a la Iglesia eminentemente, para su formación y crecimiento espiritual. Los sermones pastorales son destinados también, preferentemente, a la Iglesia.

Ahora bien, no obstante lo anterior, frecuentemente se hace necesario elaborar el sermón tomando en cuenta dos facetas de los propósitos generales: sermones kerygmáticos-pastorales, didácticos-pastorales o didácticos-kerygmáticos. Pues, tanto gente no convertida como los convertidos, podrían tener necesidad de ser atendidos en esos dos aspectos del propósito general. Así, por ejemplo, los sermones kerygmáticos-pastorales tendrían el propósito de atender necesidades evangelísticas, y al mismo tiempo, necesidades pastorales, ya que frecuentemente personas inconversas no solo necesitan urgentemente ser evangelizadas, sino también pastoreadas en alguna situación de sufrimiento.

B. El propósito específico del sermón.

1. ¿Cómo se determina el propósito específico?

El propósito general se define respondiendo a las preguntas ¿A quiénes les voy a predicar? ¿ A la gente inconversa o, a la gente convertida? En cambio, el propósito específico se determina respondiendo a la pregunta ¿Qué necesidades espirituales, emocionales, intelectuales, físicas y materiales tiene la gente a la que le voy a predicar? Si las personas a las que les voy a predicar han

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descuidado la oración, entonc es, debo predicar un sermón que ayude a resolver esa necesidad, es decir, un sermón que los mueva a orar. Lo anterior, muestra cómo se hace necesario definir primero el propósito general, para luego definir el propósito específico.

2. La esencia del propósito específico.

Mientras que el propósito general alude al contenido que tendrá el sermón, el propósito específico debe aludir al efecto que el sermón desea lograr en los receptores u oyentes. El efecto a lograr en los oyentes es la esencia del propósito específico, sin ésto, no hay tal propósito. Por ejemplo, si hemos determinado predicarle a la Iglesia sobre el servicio, veamos lo que podrían contener los enunciados de los propósitos del sermón:

PROPOSITOS DEL SERMON

Propósito General Didáctico: enseñar sobre el servicio.

Propósito Específico Lograr que los miembros conozcan más sobre el tema del servicio a Dios, reconozcan su importancia y se involucren en el trabajo de la Iglesia.

Fig.2

Ahora bien, el propósito específico debe buscar, por lo menos, tres clases de efectos en los oyentes: uno, de carácter cognoscitivo (conocimiento); otro, de carácter afectivo; y el tercero, de carácter práctico. Por ejemplo, observe usted que el propósito específico escrito arriba pretende lograr los tres efectos mencionados: el de carácter cognoscitivo con el verbo conocer; el de carácter afectivo con el verbo reconocer; el de carácter práctico con el verbo involucrar.

La razón de redactar el propósito específico de la manera señalada es, porque el sermón debe llevar a los oyentes del conocimiento a la práctica. Algunos de los verbos más usuales para buscar en los oyentes un resultado cognoscitivo son: conocer, memorizar, enumerar, describir y mencionar, entre otros. Los verbos afectivos normalmente son: reconocer, estimar, apreciar, valorar, distinguir y considerar; y algunos otros sinónimos. Por otro lado, los más usuales para lograr un resultado práctico son los que persuaden a los oyentes a: practicar, usar, emplear, realizar, ejercitar, ejecutar, involucrar y compartir.

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II. El tema del sermón.

Como se pudo observar en el apartado anterior, los sermones normalmente empiezan con la determinación del propósito, tanto general como específico. Una vez que se tiene lo anterior, se hace necesario determinar el tema del sermón, que corresponda con los propósitos del sermón.

A. Definición del vocablo tema.

El Diccionario enciclopédico usual (Larousse), de la lengua española, define el vocablo “tema” como el “asunto o materia sobre el cual se habla, escribe o se realiza una obra artística”. De manera que el tema viene siendo aquello de lo que se va a hablar de manera central en el sermón.

B. El tema general y el tema específico del sermón.

La mayoría de los autores dividen al tema en, general y específico. Otros, al tema general le llaman asunto, y al tema específico le llaman simplemente “tema” como es el caso de Orlando Costas en su libro Comunicación por medio de la predicación. Para este módulo hemos preferido usar la clasificación primera: tema general y tema específico. Debido a que esta forma nos parece más entendible para una mayor parte de quienes lean este módulo. El tema general abarca siempre muchos temas específicos, o sea que, de un tema general pueden salir muchos temas específicos de sermones. Normalmente el tema general se puede precisar con una o dos palabras, por ejemplo: oración, ayuno, fe, amor, salvación, perdón, reconciliación, crecimiento, santidad, Jesucristo, Dios, Iglesia, adoración, alabanza, consagración y bautismo; por mencionar algunos. El tema específico funciona también como título del sermón y al mismo tiempo delimita y enmarca todo lo que tratará dicho sermón. Veamos a continuación el siguiente ejemplo:

TEMA GENERAL“La fe”

Fig.3

TEMA ESPECIFICO“Los resultados de la

fe en el cristiano”

TEMA ESPECIFICO“La necesidad de crecer

en la fe”

TEMA ESPECIFICO“El poder salvífico de la

fe”

TEMA ESPECIFICO“El escudo de la fe”

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C. El tema como título.

El tema puede ser formulado como título y como proposición del sermón. Del tema presentado como título del sermón vimos algunos ejemplos arriba. No obstante, es necesario precisar, que el tema como título del sermón tiene cuando menos cuatro maneras de formularse: Como tema interrogativo, imperativo, declarativo y como tema con una palabra enfática. Vea los siguientes ejemplos:

Clases de tema como título Texto bíblico TítuloInterrogativo Ro 6:1-11 ¿Qué es el perdón de los pecados?Imperativo He 12.14. Seguid la santidadDeclarativo Lc 15:20-25. El perdón es una fuente de bendiciónTema con palabra enfática Hch 15:25-33. La experiencia del perdón

Fig. 4

C. El tema como proposición.

Unánimemente, los autores de diversos textos de homilética le dan especial importancia a la proposición del tema del sermón. Y afirman que la proposición es indispensable para un buen sermón por lo siguiente:

Es necesaria para informar en síntesis de lo que tratará el sermón. Presenta en forma de tesis lo que se piensa demostrar en el sermón. Ayuda al predicador y a la congregación a clarificar y precisar sobre lo que

se va a hablar.

Veamos dos ejemplos de proposición:

Fig.5Texto: Hch 22:16.Tema: “¿Qué es el perdón de los pecados?”Proposición: Partiendo de este pasaje paulino queremos mostrar las bendiciones que implica para el creyente el perdón de sus pecados.

Texto: He 12:14.Tema: “Seguid la santidad”.Proposición: Este pasaje nos enseña sobre las razones que muestran la imperiosa necesidad del creyente de seguir la santidad.

Tarea para realizarse en claseDivida la clase en grupos, los cuales tomarán como tema general “La santidad” y partiendo de ésto definirán dos temas específicos, con sus respectivos propósitos específicos y propósitos generales del sermón. Recuerde que para definir el propósito general de un sermón se debe determinar a qué clase de oyentes irá dirigido el sermón (inconversos o Iglesia).

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III. La base bíblica del sermón.

Aunque parezca algo tan sencillo la cuestión de elegir el texto o pasaje bíblico que nos servirá de base para el sermón, la experiencia ha demostrado que no son pocas las ocasiones que el predicador se encuentra hojeando su Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis sin poder determinar, precisamente, el texto de su sermón. Muchas veces ha ocurrido ésto momentos antes de que el predicador exponga su sermón. La dificultad para seleccionar el texto bíblico del sermón, puede ser resuelta por el predicador si se habitúa a estar en constante análisis de las necesidades de la Iglesia a la que el debe predicar. Pues, una vez que identifica las necesidades de su Iglesia, podrá definir el propósito general de su sermón y el propósito específico, así como, el tema general y el tema específico del sermón, lo cual le facilitará la elección de la base bíblica de su sermón. Vea este proceso en la siguiente figura:

IDENTIFICACION DE LAS NECESIDADES DE LOS OYENTES

PROPOSITO GENERAL DEL SERMON

PROPOSITO ESPECIFICO

TEMA GENERAL DEL SERMON

TEMA ESPECIFICO

BASE BIBLICA DEL SERMON

Fig.6

Observe en la siguiente figura como se aplican los pasos mencionados arriba, que son los que van dándole forma al sermón:

Identificación de las necesidades de los oyentes

Por ejemplo: “El amor fraternal”

Propósito general Didáctico-pastoral.Propósito específico Persuadir a la Iglesia a que valore y practique

el amor a su hermano como fruto del amor de Dios en su vida.

Tema general “El amor”.Tema específico “La fuente del amor fraternal”.Base Bíblica Juan 13:35.

Fig.7

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No obstante todo lo anterior, debemos aclarar que no siempre el sermón se va a dar en el orden mencionado arriba. Frecuentemente sucede, que a través de la lectura devocional de la Biblia, Dios inspira al predicador a generar de ahí todos los elementos del sermón mencionados en la figura tres. En otros casos ha sucedido que la lectura de libros cristianos o, incluso, la lectura del periódico, por ejemplo, ha generado en la mente de algunos predicadores el descubrimiento de las necesidades de la Iglesia o sus oyentes, y lo ha llevado a desarrollar los pasos que generan el sermón.

Lo importante de todo ésto no es, a final de cuentas, que se elabore el sermón en un orden predeterminado, sino que se desarrollen todos estos principios fundamentales y esenciales para un buen sermón.

Tarea para realizarse en casa

Analice la situación actual de su Iglesia local e identifique la necesidad más urgente que deba ser atendida, y tomando como base esto determine: el propósito general, el propósito específico, el tema general, el tema específico y base bíblica del sermón que respondería a la necesidad de la Iglesia. No necesariamente deberá seguir el orden mencionado. Discútase en clase el sermón.

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TERCERA UNIDAD

El plan homilético del sermón

Esta unidad se dedicará a explicar los pasos y principios que se deben observar, a fin de planificar inteligente y adecuadamente el sermón para su exposición ante la grey. Debemos entender, además, que esta planificación homilética del sermón no está en contra de la inspiración divina del mismo, antes al contrario, para la planificación homilética se requiere también de la inspiración del Espíritu Santo. Por lo tanto, en ningún momento el predicador debe dejar de orar pidiendo a Dios sabiduría y mensaje divino para planificar homiléticamente el sermón a exponer. Ya que un sermón bien planificado homiléticamente, pero sin la inspiración del Espíritu Santo, será un sermón meramente humano y hueco, aunque pudiera ser un sermón inteligente. Sin embargo, debemos entender también que nuestro Dios es un Dios de planes, por ello, la búsqueda de la inspiración divina para planificar homiléticamente el sermón va de acuerdo con el carácter divino del Espíritu de Dios.

Ahora bien, a la planificación homilética del sermón se le ha dado en llamar bosquejo, esqueleto, estructura o esquema del sermón. Trataremos, pues de explicar con claridad cómo desarrollar la técnica y la capacidad de bosquejar adecuadamente nuestros propios sermones.

I. El contenido del plan homilético.

Llamamos plan homilético o bosquejo a las divisiones y subdivisiones del tema del sermón, las cuales se realizan para

predicarlas de manera organizada y clara a la grey que nos habrá de oír. James D. Crane, autor del libro, “El sermón eficaz”, recomienda que el tema del

Objetivos de aprendizajeAl terminar esta unidad, usted podrá:

1. Identificar los pasos a seguir para el bosquejo de las divisiones y subdivisiones de un sermón.2. Elaborar y bosquejar un sermón aplicando los pasos que recomienda esta unidad.

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sermón no debe tener más de cinco divisiones principales, ni menos de dos. Debido a que, un sermón que contiene más de cinco divisiones del tema se vuelve un tanto complicado asimilarlo, y un sermón con sólo una división, a final de cuentas no implica ninguna división temática. Así pues, la estructura formal del plan homilético o bosquejo sería de la siguiente manera:

Fig.8

Las divisiones del tema del sermón (1), (2), (3) y (4) de la figura o ilustración anterior componen lo que llamamos el plan homilético del sermón. En un sermón, la división temática de menor importancia para su objetivo deberá ser la primera división del tema a exponer, y la de mayor importancia deberá ser la cuarta o última, según la cantidad de divisiones del tema del sermón. La introducción y la conclusión no son propiamente desarrollo del tema del sermón, sino una forma de entrar al tema del sermón y una forma de salir del tema del sermón respectivamente. Con todo, veremos en la siguiente unidad de estudio la importancia esencial que tienen ambas para el éxito del sermón. Veamos por ahora como quedaría bosquejado de manera sencilla un sermón utilizando la estructura homilética señalada en la figura de arriba.

Título o tema del sermón

Introducción División (1) División (2) División (3) División (4)

Conclusión

Objetivo del sermón

Texto: He 11:24-27.Tema: “La capacidad que provee la fe para servir”

I. Capacita para el servicio a Dios ayudando al creyente a renunciar a los valores del mundo.

II. Capacita para el servicio a Dios ayudando al creyente a valorar más el sufrimiento por servir a Cristo que los placeres, riquezas o privilegios que el mundo ofrece.

III. Capacita al creyente para ver lo que no se ve por el ojo humano a fin de motivarlo sostenerlo firme en el servicio a Dios.

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Ahora bien, veamos este mismo sermón, pero ahora bosquejado no sólo con las divisiones de su tema, sino también, con sus subdivisiones temáticas.

Observe usted que en este sermón el tema está dividido en tres partes principales, pero además, las tres divisiones principales tienen a su vez subdivisiones. Las divisiones y subdivisiones del tema del sermón forman lo que se llama bosquejo o plan homilético del sermón. Además de lo anterior, observe también como el tema del sermón entrelaza cada división del mismo, dándole unidad al sermón.

Veamos a continuación el bosquejo de un sermón más, pero con divisiones naturales que se encuentran subdivididas más exhaustivamente que el anterior. En este sermón utilizaremos como texto bíblico base Apc 3:7-13. El sermón nos queda como sigue:

Texto: He 11:24-27.Tema: “La capacidad que provee la fe para servir”

La fe es un medio eficaz para servir a Dios, la fe capacitó a Moisés:

I. Para renunciar a los valores del mundo a fin de servir a Dios.

A. Renunció a la falsa gloria de títulos o posiciones de privilegio que le impedían servir a Dios (v. 24)

B. Renunció a las riquezas que le impedían servir a Dios (v. 26)

C. Renunció a los deleites temporales del pecado (v.25).D. Renunció a Egipto (v. 27).

II. Para tomar decisiones que implicaban sacrificio, sufrimiento y riesgos personales para servir a Dios.

A. Escogió ser maltratado con el pueblo de Dios (v. 25).B. Escogió el vituperio de Cristo (v. 26).C. Escogió enfrentar los riesgos que implicaba la ira del Faraón.

III. Para recibir ánimo y fortaleza con la finalidad de servir a Dios sin desmayo ni temor.

A. Poniendo su mirada en el galardón (v. 26).B. Sosteniéndose en el servicio como viendo al invisible (v. 27).

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“Retén lo que tienes en Cristo”

I. Porque son cosas de incalculable e incomparable valor.A. Tienes una puerta abierta.

1. Es una puerta de entrada a grandes bendiciones.a. Al templo.

b. A la nueva Jerusalén. c. A la vida abundante y eterna. 2. Nadie puede cerrar esta puerta. a. Ni el diablo. b. Ni el mundo. 3. Fue abierta por el poder de Cristo. a. El es el que abre y ninguno cierra. b. Y él es el que cierra y ninguno abre.B. Tienes su palabra. 1. Que contiene promesas fieles y verdaderas. 2. Que nos ha dado un conocimiento salvífico. 3. Que es una palabra de poder creador; lo que no es lo llama a su existencia.C. Tienes la revelación de su Nombre. 1. Que te da autoridad sobre la enfermedad y sobre las huestes de maldad. 2. A través del cual te ha dado perdón de pecados. 3. A través del cual te ha dado poder para ser hijo de Dios. II. Porque Cristo viene. A. Viene pronto.

B. Viene a hacer cuentas: a recompensar o a castigar, según sea la obra de cada cual.

C. Empezará por la Iglesia: por ti y por mí.

III. Porque otro puede tomar tu corona si lo descuidas.A. Tu lugar y tu premio en la Iglesia.

1. Serás guardado en las pruebas.2. Y serás guardado de la hora de la prueba que vendrá sobre todos los que

moran sobre la tierra.3. Serás parte de la Iglesia victoriosa del Señor.

B. Tu lugar y tu premio en el reino de Dios.1. Serás columna en el templo de Dios, es decir estarás siempre en la

presencia de Cristo.2. Nunca saldrás de allí.3. Serás propiedad eterna de Cristo.4. Ciudadano eterno de la nueva Jerusalén.

5. Conocerás a Dios tal como El es, con su nombre nuevo.

La numeración más usual y recomendada para dividir y subdividir el tema del sermón, según la opinión de distintos comentaristas del campo de la Homilética, es la siguiente:

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Manual de HomiléticaAutor: Eleuterio Uribe Villegas

Usar números romanos para las divisiones principales: I, II, III, etc. Usar letras mayúsculas para las subdivisiones inmediatas: A, B, C, etc. Usar números arábigos para las subdivisiones mediatas: 1, 2, 3, etc. Usar las siguientes letras y números en el siguiente orden, si existen más

subdivisiones mediatas: a, b, c, etc.; luego, 1), 2), 3), etc.; y enseguida, a), b), c), etc.

Es importante señalar, que no es muy recomendable bosquejar demasiadas subdivisiones. Se aconseja más bien que las subdivisiones lleguen por lo mucho hasta las que se enumeran con letras minúsculas a, b, c, etc., mencionadas en la cuarta viñeta de arriba. Aunque algunos recomiendan subdivisiones sólo hasta la numeración arábiga 1, 2, 3, etc.

II. Principios que rigen las divisiones del tema del sermón.

Como ya lo vimos arriba, la organización homilética del sermón implica principalmente dividir en forma progresiva y lógica el tema de dicho sermón. Ahora bien, para lograr dicha capacidad de organización homilética se necesita conocer los diversos principios que se pueden aplicar para dividir el tema del sermón apropiada e inteligentemente en un orden gradual. James D. Crane explica nueve principios que rigen y entrelazan las divisiones del tema, y que son los que hacen posible que de un tema se deriven una cantidad diversa de sermones, entre otras cosas. Estos principios son: el de las causas; el de los efectos; el de las razones; el de los medios para alcanzar un fin; el de explicar el significado de algo, el de las preguntas lógicas al tema; el de contrastar dos conceptos o complementarlos; el de las sugestiones naturales de una metáfora; y el principio de dividir el tema del sermón en base a los aspectos del tema que presente el texto bíblico. A continuación veamos en relación al tema de la gratitud un sermón regido por el principio de “la explicación de las causas”. En este sermón se explican las causas que producen gratitud a Dios en el creyente.

Texto: Mr 1:40-45Tema: “Experiencias que producen gratitud a Dios”

I. La experiencia personal de que Dios nos ama.II. La experiencia de diversas bendiciones que provienen

de Dios.III. La experiencia del perdón de los pecados.IV. La experiencia de la salvación como un regalo divino en Cristo

Jesús.

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Manual de HomiléticaAutor: Eleuterio Uribe Villegas

Con el mismo tema de la gratitud se puede elaborar un sermón basando sus divisiones temáticas en el principio de los efectos. Las divisiones del tema explicarán los efectos que produce en la persona la gratitud a Dios. Aunque la palabra “efectos” no aparezca en las divisiones del tema, pero estará implícita, o puede quedar explícita en la proposición del sermón.

Con el tema del amor de Dios bosquejamos el siguiente sermón regido por el principio de “la explicación del significado de algo”.

Texto: Mr 1:40-45.“Resultados de la gratitud a Dios”

La verdadera gratitud a Dios produce:

I. Disposición para testificar de las bondades de Cristo.II. Disposición para recorrer diversos lugares testificando.III. Disposición para invertir gran parte de su vida y su tiempo en

testificar del Señor.

Texto: Ro 5:8.Tema: “¿Qué es el amor de Dios?”

I. Es un don o regalo divino.A. Nadie lo merece.B. No se puede comprar.C. No se puede alcanzar por fuerzas humanas.D. Sólo es posible por la misericordia divina.

II. Es una fuente inagotable de beneficios y bendiciones para el hombre.A. Por él disfrutamos de la creación.B. De la bendición y la hermosura de la vida.C. De la sanidad del cuerpo.D. Por él disfrutamos de perdón de pecados.E. Por él tenemos salvación y promesa de vida eterna.

III. Es un acto de solidaridad divina con el hombre que nos compromete y nos demanda:

A. Amar a Dios con todo nuestro ser.B. Glorificarle reconociendo su grandeza y amor inmerecido.C. Servirle con todo lo que somos y tenemos.D. Obedecerle.

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Observe como la palabra clave para las divisiones temáticas de este sermón reside en el verbo ser conjugado en tercera persona: es. Otros términos que pueden utilizarse como palabras claves en la división de estos sermones que explican el significado de algo son: significa e implica. Todo va a depender de cómo se redacte el tema del sermón. Por ejemplo, si se redactara el tema del sermón “El significado del amor de Dios”, entonces sus divisiones temáticas utilizarían la palabra clave “significa...”.

Regido por el principio de división temática de “las preguntas lógicas al tema”, se puede elaborar el siguiente sermón sobre el amor fraternal.

Las preguntas lógicas al tema de un sermón, siempre tendrán que ver con el ¿qué?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿quiénes?, ¿a quiénes?, ¿por qué?, ¿para qué?, etc.

Texto: Jn 13:34-35.Tema: “El amor fraternal”.

I. ¿A qué clase de hermanos debemos amar?A. A los que nos aman.B. A los que nos odian.C. A los que están en necesidad.D. A los ricos y a los pobres.E. A los que nos deben dinero.F. A todos.

II. ¿Por qué debemos amarlos?A. Porque es mandato de Dios.B. Porque es el ejemplo que Cristo nos dio.C. Porque es la mejor manera de demostrar que somos discípulos de Cristo.D. Porque es la mejor manera de demostrar que amamos y conocemos a Dios.E. Porque donde existe amor fraternal, Dios envía bendición y vida eterna.

III. ¿Qué necesitamos para poder amar a todos nuestros hermanos?A. Recordar siempre cómo nos ha amado el Señor a nosotros.B. Desarrollar la capacidad de perdonar como Cristo nos ha perdonado.C. Orar para obtener victoria sobre nuestras debilidades de odio, venganza o

contención.D. Poner más la vista en las virtudes que en los defectos de nuestros hermanos.

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En cuanto a los ejemplos de bosquejos regidos por los principios de división temática “de los medios propios para alcanzar un fin” y “de las razones que apoyan una tesis”, ver los sermones de esta misma unidad titulados: “La capacidad que provee la fe para servir a Dios” y “Retén lo que tienes en Cristo” respectivamente. Obviamente, en uno se enumeran los medios para alcanzar el fin mencionado, y en el otro se enumeran las razones que sustentan la tesis en cuestión.

Temas con divisiones regidas por los principios: de yuxtaposición de dos conceptos contrastados o complementarios; de sugestiones naturales de una metáfora; y, de los aspectos del tema que el texto presenta, escribimos un ejemplo respectivo a cada principio a continuación.

Sermón regido por el principio de la yuxtaposición de dos conceptos o ideas contrastadas o complementarias:

Texto: 2 Ti 4:1-8.Tema: “Dos clases de ministros importantes en la obra”.

Proposición: Los ministros del Señor y la Iglesia en general debemos aprender, que para Dios es tan importante el ministro joven como el ministro viejo, y cada cual tiene su lugar y su función que cumplir en la obra de Dios.

Oración transicional: Consideremos esta verdad que aparece en este pasaje donde Pablo es el ministro viejo y Timoteo el ministro joven.

I. Pablo representa al ministro viejo ideal.A. Porque llena los requisitos para ser un ejemplo a seguir.B. Porque no se siente desplazado por el ministro joven, él sabe cuándo ceder su lugar,

cuándo sus energías han menguado.C. Porque comparte consejo y experiencia a fin de que el ministro joven cumpla su

tarea exitosamente. D. Trata al ministro joven como su hijo, no como enemigo.

II. Timoteo representa al ministro joven ideal.A. Está dispuesto a cumplir la tarea que tiene por delante enfrentando todos los retos y

desafíos que vendrán.B. Está dispuesto a aprender del ministro viejo y reconoce el valor de ellos.C. Sabe que el trabajo en la obra de Dios no sólo es energía física sino poder de Dios,

ejemplo que ha visto en los ministros viejos.D. Valora al ministro viejo como a un padre.

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El siguiente sermón está dividido en base al principio de los aspectos del tema que el texto presenta.

El siguiente sermón está dividido temáticamente regido por el principio de las ideas naturales que se relacionan con una metáfora.

Observe que este sermón tiene sus divisiones temáticas muy relacionadas con la metáfora de Jesús como luz del mundo.

Texto: 2 Ti 4:1-4.Tema: “La predicación de la palabra”

I. Es un encargo oficial (v. 1a).A. De parte de Dios.B. De parte de la Iglesia.

II. Tiene tres finalidades esenciales.A. Redargüir.B. ReprenderC. Exhortar con toda paciencia y doctrina.

III. Debe cumplirse con carácter de urgencia.A. Porque los hombres se van endureciendo a la verdad bíblica.B. Porque los maestros de la mentira van avanzando en su capacidad

de engañar con sus falsas enseñanzas.

Jesús es la luz del mundo

I. Porque sólo él alumbra o muestra el camino que lleva a la meta más importante para el hombre: la patria celestial.

II. Porque sólo Cristo puede evitar que el hombre tropiece o caiga en hoyo del pecado.

III. Porque sólo Cristo puede sacar de la oscuridad del pecado al hombre.IV. Porque solo la luz de Cristo tiene poder para que aún los ciegos vean el camino a

la vida.

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III. Finalidades del plan homilético.

Una de las finalidades y razones que demandan la elaboración de un plan homilético o bosquejo para predicar el sermón, consiste, en que el predicador debe desarrollar un sólo tema en su sermón. El bosquejo es una herramienta muy eficaz para darle esa unidad temática a la predicación del sermón.

Por otro lado, la unidad temática del sermón lo hace más comprensible a la grey, ya que ella viene a oír nuestros sermones porque quiere comprender más de la palabra de Dios. Un sermón mal hecho donde se hablen de distintos temas sin ton ni son, no brinda claridad ni comprensión a la grey, como le puede brindar un sermón con un solo hilo temático que lo entrecruza. Así que, el plan homilético tiene como finalidad también, hacer más comprensible el mensaje a los oyentes o receptores de la predicación.

Otra finalidad muy importante que persigue el plan homilético o bosquejo es, dividir el tema del sermón, de tal manera, que las divisiones del tema puedan organizarse y predicarse en forma progresiva. Es decir, que las divisiones del tema del sermón se organicen y se prediquen en orden de menor a mayor importancia, según el objetivo específico del sermón en cuestión.

IV. Características esenciales del sermón.

Como lo mencionamos en una unidad anterior, el sermón debe elaborarse para responder a las diversas necesidades de los que vienen a oír la predicación, tales como: necesidades intelectuales, emocionales, espirituales, físicas y materiales. Por lo anterior, el sermón deberá contener material de enseñanza que apele al entendimiento, a los afectos y a la voluntad de las personas que escuchan el mensaje de la palabra de Dios. Los sermones deben apelar al entendimiento de los oyentes, debido a que, obviamente, ellos vienen a oír el mensaje porque desean entender más de la palabra de Dios. Los sermones deben

Tarea de grupo en claseDivida la clase en grupos de tres alumnos. Cada grupo escogerá un pasaje bíblico distinto a los otros y elaborarán el bosquejo de un sermón utilizando uno de los principios de división del tema expuestos aquí. Explicar el sermón en clase al resto de los grupos.

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apelar a los afectos (sentimientos) de los oyentes del mensaje, porque sólo así valorarán la enseñanza del sermón como importante para sus vidas. También es esencial que la enseñanza del sermón apele a la voluntad del individuo, pues sólo así el individuo decidirá poner en práctica la enseñanza del sermón.

V. El uso de las ilustraciones en el sermón.

Las ilustraciones son aquellas figuras del lenguaje o relatos breves que se utilizan para aclarar una verdad del sermón. Son de gran utilidad, tanto para hacer entendible el mensaje o la enseñanza, como para despertar el interés de la gente que escucha el sermón, debido a que, apelan vivamente a la imaginación de los oyentes del mensaje. Los autores bíblicos, por ejemplo,

recurrieron constantemente a las ilustraciones para aclarar las verdades divinas que enseñaban a sus lectores. Los diversos tipos de ilustraciones que los escritores bíblicos usaron, nosotros las conocemos como figuras literarias, por mencionar algunas anotamos las siguientes: la metáfora, el símil, la parábola, la alegoría, la analogía, etc.; estas figuras ya se explicaron en el módulo de Hermenéutica.

Además de las anteriores, la mayoría de los predicadores utilizan con frecuencia los siguientes tipos de ilustraciones: la anécdota, el incidente biográfico, la alusión a un hecho de la historia, la fábula y la experiencia personal. Estos tipos de ilustraciones, a excepción de la fábula, normalmente son relatos breves que tienen que ver con hechos de la vida real; aunque algunos no en toda su totalidad.

La anécdota, por ejemplo, es un relato que bien puede estar basada en hechos reales al cien por ciento, o a veces, prácticamente, rayar en un cuento o leyenda sobre algún personaje que normalmente es anónimo. Por lo anterior, hay anécdotas de hechos reales y anécdotas que prácticamente son leyendas de ciertos personajes. Esto último es lo que lo hace diferente al tipo de ilustración que llamamos anteriormente “incidente biográfico”. Pues este se basa directamente en un hecho o incidente real de carácter especial que algún personaje histórico o actual, de importancia universal, regional o local haya experimentado.

Las ilustraciones pueden ser empleadas en cualquier parte del sermón,. Es decir, en la introducción, divisiones del sermón y en la conclusión. Cuando se utilizan en la introducción o en la conclusión, es aconsejable que las

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ilustraciones sean ser relativamente más breves que las que se utilizan en las divisiones del sermón, con la finalidad de que no le roben espacio de tiempo a dichas partes del sermón, las cuales de por sí deben ser breves.

Algunos cuidados que se deben tener en el uso de las ilustraciones son los siguientes:

No se debe utilizar una cantidad desmedida de ilustraciones. Pues, en lugar de causar interés , posteriormente causa aburrimiento, ya que la grey percibe que el predicador no los está enseñando, sino que los está entreteniendo.

No se debe confundir el testimonio personal con la ilustración. El testimonio personal se convierte a la vez en una ilustración, siempre y cuando con el testimonio se ilustre una verdad central del sermón.

El predicador debe luchar por ilustraciones frescas y nuevas. La repetición constante de las mismas ilustraciones de siempre aburre a la grey, y evidencia poca preparación del predicador en dicha área.

No se debe usar reiteradamente de ilustraciones que tienen que ver con nuestra experiencia personal, pues, suelen parecer presuntuosas.

Existen datos, investigaciones o hallazgos científicos que pueden ser útiles como ilustración.

Se debe tener cuidado de que las ilustraciones no se utilicen para entretener, sino para enseñar una verdad bíblica.

Tarea individual para hacerse en casa

Escoja un pasaje de la Biblia y bosqueje un sermón, aplicando alguno de los principios de división del tema. Trate que su sermón contenga materiales de apelación al entendimiento, a los afectos o sentimientos y a la voluntad de quienes pudieran oírlo.

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CUARTA UNIDAD

La introducción y la conclusión del sermón

Introducir el tema del sermón y concluirlo exitosamente es de vital importancia para el éxito mismo de todo el sermón. Esta unidad tratará de enseñar cómo se puede elaborar una buena introducción y conclusión para la eficacia del sermón. Veamos éstos dos aspectos.

I. La introducción del sermón.

El éxito o fracaso de un sermón, según la mayoría de los estudiosos de la homilética, se define muchas veces en los primeros minutos del inicio del sermón. Es decir, en la introducción misma del sermón. Debido a ésto, veamos algunos aspectos importantes sobre la introducción del sermón.

A. Contenido de la introducción del sermón.

Toda buena introducción debe incluir las siguientes explicaciones básicas:

1. La introducción debe anunciar el tema del sermón.

La introducción del sermón debe utilizarse para anunciar con claridad el tema que se habrá de desarrollar en la predicación. Este aspecto es muy importante, pues esta es una manera de despertar el interés del auditorio en la temática anunciada, e incluso, debe presentar la proposición de su sermón.

Objetivos de aprendizajeAl finalizar esta unidad, el alumno será capaz de:

1. Mencionar los aspectos básicos que contiene una buena introducción y una buena conclusión de sermón.

2. Distinguir la importancia vital que tiene para el éxito del sermón tanto la introducción como la conclusión del mismo.

3. Elaborar la introducción y la conclusión de un sermón.

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Además, anunciar el tema con precisión ayuda a que la congregación ubique sus pensamientos exactamente en lo que se habrá de desarrollar y le resultará más fácil entender el contenido, el propósito y el compromiso hacia el que lo desafía el mensaje.

2. La introducción debe justificar la pertinencia del tema.

Justificar o demostrar la pertinencia del tema del sermón, en la introducción, es de vital importancia para el éxito del sermón. La mejor forma de justificar la pertinencia de un tema es, mencionando los beneficios que puede dar, o las necesidades que puede resolver si conocemos de él y lo ponemos en práctica. Si el predicador no convence a su auditorio, en la introducción del sermón, de la relevancia que tiene el tema para sus vidas, para la Iglesia y para sus familias, no logrará captar su atención e interés, y el sermón quedará sin lograr su objetivo y eficacia en los oyentes. Un buen predicador no descuidará ésta parte de la introducción de su sermón: demostrar la pertinencia del tema.

Ahora bien, para que un predicador logre convencer a sus oyentes de la pertinencia del tema del que va a predicar necesitará primero haberse convencido a sí mismo de que el tema que ha de desarrollar en su sermón es muy importante y responde a las necesidades de su Iglesia; solo así podrá persuadir y convencer a los demás de la importancia de su mensaje para sus vidas.

3. La introducción debe sugerir el objetivo del sermón

La introducción debe, también, dar a conocer, en forma implícita y a veces explícita, sin abundar mucho, el objetivo que el predicador persigue al entregar el mensaje de su sermón. Sin embargo, deberá hacer lo anterior con sumo cuidado, pues si explica detallada y ampliamente en la introducción los cambios de conducta que desea lograr, convertirá la introducción en conclusión y el mensaje perderá sabor y efectividad cuando llegue a esta parte.

4. Formas de introducir el sermón.

Hay tres formas básicas de preparar una introducción. Una de ellas es, introducir el sermón explicando el contexto que le rodea y que arroja luz sobre el tema. Otra forma es comentar el contexto que rodea al texto y que, por supuesto, también arroja luz para la comprensión del tema del sermón. Y finalmente, se puede preparar una introducción comentando aspectos de la vida

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cotidiana o utilizar alguna ilustración que tenga que ver con el tema de nuestro sermón.

II. La conclusión del sermón.

James D. Crane, en su clásico libro “El sermón eficaz”, afirma que la pericia del predicador se demuestra principalmente en la exitosa conclusión de su sermón, aspecto comparable al buen piloto aviador, que demuestra su pericia como tal, al lograr con habilidad aterrizar felizmente su avión. De nada serviría un buen viaje en avión, si el piloto no lo hace aterrizar felizmente. Así también, de nada serviría un buen desarrollo del sermón, si no se logra concluir o terminar exitosamente el sermón.

Tarea para realizarse en claseLea cuidadosamente el ejemplo de introducción de un sermón que aparece en este recuadro y trate de descubrir lo siguiente:

1. ¿Qué tema se anuncia?2. ¿Cómo se demuestra la pertinencia del tema?3. ¿Qué propósito específico u objetivo del sermón se persigue?

Para responder esta pregunta ayúdese de la siguiente forma:

a. ¿La introducción del sermón, qué busca que valore el oyente como importante para su vida cristiana?

b. ¿Qué busca que practique el oyente como indispensable para su vida cristiana?

Tema: “El poder renovador de la oración”.

IntroducciónVivimos en un mundo lleno de tragedias, quebrantos, sufrimientos, etc., los cuales desgastan de manera emocional, espiritual, mental y físicamente a las personas. Las crisis han llevado a algunas personas a perder el significado y el rumbo de sus vidas. Otros, en cambio, ciertamente luchan por mantener o reencontrar ese significado y ese rumbo que le da sentido a sus vidas, pero luchan con recursos inapropiados, acuden a la brujería, a la hechicería, al placer, al dinero, al horóscopo etc. La Biblia enseña que Dios ha puesto al alcance del cristiano, y de todo el que quiera acudir a Dios en sus necesidades o tragedias, un recurso renovador, un recurso que da nueva vida: la oración. Cuando el cristiano o la persona se siente emocional, mental, espiritual o físicamente mal, es cuando más debe orar, aunque se debe orar en todo tiempo, pues la oración renueva al que ora. En este sermón quiero compartir contigo el tema del poder renovador de la oración.

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A. El objetivo de la conclusión.

La conclusión debe ser utilizada por el predicador como el esfuerzo final que él lleva a cabo, a fin de persuadir a los oyentes a obedecer todo el consejo de Dios, expresado a través de su sermón. Toda la fuerza persuasiva del sermón se deberá hacer sentir en la conclusión. Un buen predicador no descuida la buena preparación de la conclusión de su sermón, porque sabe que las decisiones de cambios de conducta, de pensamiento, de valores, de fe y de vida, normalmente las toma el oyente, al experimentar toda la fuerza persuasiva del sermón en la conclusión.

Para lograr lo anterior, la conclusión deberá elaborarse teniendo presente los objetivos del sermón, los cuales deberán contener tres finalidades centrales: inculcar conocimiento, valores y prácticas adecuadas a la palabra de Dios. La conclusión del sermón, pues, será el esfuerzo final del predicador por lograr inculcar en los oyentes eficazmente el conocimiento, los valores (afectos) y la práctica de la vida cristiana.

B. El contenido de la conclusión.

Para que la conclusión del sermón tenga la contundencia persuasiva mencionada arriba, es necesario que contenga cuando menos lo siguiente: la recapitulación del sermón, la aplicación del sermón a los oyentes y el llamamiento o invitación al cambio de vida y al servicio a Dios.

1. La recapitulación del sermón.

Un aspecto importante de una buena conclusión es la recapitulación del sermón. Esta consiste en repasar de manera sintetizada los puntos principales del sermón que fortalecen la enseñanza y el argumento central de la predicación. La recapitulación tiene como finalidad dejar clara y firmemente sembrada la enseñanza del sermón en la mente de los oyentes. Esto quiere decir, que posee una finalidad central de trasmitir conocimiento: rememorar con claridad la enseñanza del sermón.

De esta manera, la recapitulación prepara el terreno para persuadir a los oyentes eficazmente a la conversión, a los cambios de conducta y cambios de actitudes que demanda el mensaje de la palabra de Dios. Más adelante presentaremos un ejemplo de conclusión.

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2. La aplicación del sermón.

La aplicación del sermón consiste en señalar a los oyentes de manera directa, y respetuosa a la vez, las enseñanzas, cambios de conducta, compromisos y actitudes que se deben poner en práctica para servir a Dios. Lleva como finalidad lograr que los oyentes valoren la enseñanza del sermón como importante para sus vidas y la hagan suya.

Mientras que la recapitulación busca transmitir el conocimiento de la enseñanza central del sermón resumiéndola, la aplicación busca que esta enseñanza central sea valorada por los oyentes como de vital importancia para sus vidas y su relación con Dios, y de esta manera la hagan suya. En la recapitulación del sermón, el predicador siembra la enseñanza en la mente de los oyentes, en la aplicación la siembra en el corazón para que sea valorada. Así que, si el predicador logra en la conclusión que los oyentes entiendan su mensaje y lo valoren, su paso final será lograr que lo practiquen.

3. El llamamiento del sermón.

El llamamiento es la invitación que el predicador hace a los oyentes al final de su sermón, a fin de que tomen la decisión firme de practicar las enseñanzas de la palabra de Dios expuestas en la predicación. Las decisiones de conversión, cambios de pensamiento y de vida, así como la sumisión a la voluntad de Dios y las decisiones de servicio las lleva a cabo normalmente en esta parte el oyente.

Todo sermón busca transformar a las personas a imagen de Cristo. El buen predicador buscará la forma de darle seguimiento, después de su sermón, a la decisión de los oyentes de servir a Dios, de tal manera que se lleve a la práctica dicha decisión en la vida de ellos.

Como podrá ver usted, la conclusión contiene el esfuerzo final del predicador por inculcar el conocimiento, los valores y la práctica de la enseñanza bíblica expuesta en el sermón. El sermón debe llevar a los oyentes de la teoría (conocimiento) a la práctica de la vida cristiana.

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Tarea individual en clase

Analice la siguiente conclusión del sermón “El poder renovador de la oración” e identifique la parte de la redacción que corresponde a la recapitulación del sermón, la parte que corresponde a la aplicación y la que corresponde al llamamiento.

“Como podemos ver, hermanos, hay muchas cosas que pueden interponerse para impedir que nosotros le sirvamos a Dios hasta el fin y cumplamos la misión que El nos ha encomendado. Jesucristo tenía una misión en su ministerio terrenal que cumplir: morir por la redención del mundo. Pero fue atacado en cuanto a su naturaleza humana, por la tristeza, la angustia, la soledad en medio del dolor que le esperaba y el miedo al sufrimiento, y a punto estuvo de claudicar diciendo: “...Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mi esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tu”. Sin embargo, podemos ver también en este ejemplo de Jesús, que en medio de circunstancias así, hay un recurso poderoso a nuestro alcance que nos ayuda a vencer estas situaciones: la oración. Orando Cristo logró vencer la tristeza, la angustia, el miedo y la soledad en medio del sufrimiento que le esperaba, y así renovó su compromiso de beber la copa de sufrimiento cumpliendo su misión. Tu y yo ocupamos la oración en nuestras vidas. Porque tanto tu como yo habremos de enfrentar tristezas en nuestro camino, angustias en nuestra vida, miedo ante los problemas y soledad. En situaciones así, nos debilitamos y nos empequeñecemos ante los problemas, nuestras fuerzas se desmoronan y nos sentimos tentados a claudicar. Por eso ocupamos la oración, porque en momentos así la oración puede renovar nuestras fuerzas para seguir adelante y cumplir nuestra misión. La oración tiene poder para deshacer las tristezas, las angustias, el miedo y la mentira de que estamos solos en medio del sufrimiento, al contrario ¡Dios está con nosotros! La oración es un recurso divino que nos comunica con la fuente de poder que es Dios. Por eso, la oración puede renovar tu vida y la mía. Quiero invitarte hoy a que vengas a Jesús aquí ante él en el altar. Si has descuidado la oración, pídele perdón, reconoce que necesitas orar más y comprométete a hacerlo. Si lo haces, podrás cumplir la misión que Dios te ha encomendado eficazmente, y si enfrentas tristezas, angustias temores o miedos que quieran hacerte claudicar, no caerás derrotado, al contrario ¡Vencerás!

Tarea individual en casaElaborar por escrito el título de un sermón, la introducción y su conclusión. Incluya en la introducción y en la conclusión los elementos que esta unidad explicó que deben contener.

Tarea individual en casaElaborar por escrito el título de un sermón, la introducción y su conclusión. Incluya en la introducción y en la conclusión los elementos que esta unidad explicó que deben contener.

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Page 37: Homilética

QUINTA UNIDAD

Tipos de sermones

Las unidades anteriores a ésta han mostrado la variedad que puede tener la elaboración del sermón. Usted podrá aumentar la variedad de sermones que puede compartir con su grey, estudiando en esta unidad las distintas clases o tipos de sermones que se pueden elaborar y llevándolo a la práctica. La capacidad de elaborar una gran variedad de sermones es tan importante, que de no hacerlo así, nos pasaría como a la cocinera o ama de casa que sólo supiera hacer una clase de guisado, fastidiaría a los caseros. La pericia para preparar hábilmente diversas clases de sermones, dependerá del empeño y esfuerzo que pongamos en dicha tarea, si lo hacemos nuestra congregación nos lo agradecerá.

I. El sermón textual.

El sermón textual se limita a exponer el mensaje divino basado en un solo versículo de la Biblia. La elaboración de estos sermones se facilita, por un lado, porque el tema del sermón salta a la vista sin mucha dificultad, y por otro lado, porque el mismo versículo aporta las divisiones principales del tema del sermón.

A. Textual ilativo.

La manera de hacer un sermón textual ilativo es, buscar un texto bíblico que pueda dividirse de manera natural en tres o cuatro frases distintas para que sea cada una explicada como división del bosquejo sermonario. Cabe mencionar que no todos los textos de la Biblia son accesibles a éste método homilético. Sin embargo, existe una gran cantidad de versículos bíblicos que se ajustan a este

Objetivos de aprendizajeAl terminar esta unida, el alumno será capaz de:

1. Enumerar las distintas clases de sermones que menciona esta unidad.2. Distinguir las diferencias similitudes básicas entre las distintas clases de sermones.3. Elaborar las distintas clases de sermones que explica esta unidad.

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tipo de sermón. Con la Biblia en la mano, vea el ejemplo que a continuación se encuentra:

Texto: 2 Co 10:4.Tema: “Las armas de la milicia cristiana”.

I. No son carnales.II. Sino poderosas en Dios.III. Para la destrucción de fortalezas.

B. Textual analítico.

En la elaboración del sermón textual analítico se sigue el mismo procedimiento que con el textual ilativo, el texto es dividido en tres o cuatro secciones naturales del mismo, solo que surge la diferencia de poner un título o una frase que exprese la idea que cada división presenta.

El ejemplo que a continuación se encuentra nos ayudará a entender de manera más clara este tipo de sermón:

Texto: 2 Co 10:4.Tema: “Las armas de la milicia cristiana”.

I. No son como las del mundo.II. Son como las de Cristo.III. Son para la salvación de los perdidos.

(compárese con el ejemplo anterior)

C. Textual analítico invertido.

Este tipo de sermón presenta la variante de hacer una inversión con el orden natural de las palabras del texto. Aquí el predicador está en la libertad de escoger que idea explicar primero y cual dejar para el último, pero todo de acuerdo al orden progresivo que conviene al objetivo que se persigue con el sermón.

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El siguiente ejemplo ayudará a comprender la forma que puede tomar un sermón textual analítico invertido:

Texto: 2 Co 10:4.“La eficacia de las armas del cristiano”

I. Convierten a Cristo al hombre esclavizado en el pecado.II. Su efectividad no proviene de poder o inteligencia

humana.III. Sino que se fundamenta en el poder de Dios.

(compárese con los dos ejemplos anteriores)

D. Textual sintético.

Como todos los sermones textuales, el sermón textual sintético se sujeta a fundamentar la predicación en un solo texto. Aquí se busca descubrir la palabra clave del versículo, es decir, el tema general, y partiendo de él se elaborará el tema especifico del sermón. El sermón textual sintético se puede elaborar de dos formas. Una de ellas es, la que aplica una sola pregunta a la palabra clave y a partir de ahí derivar tres o cuatro divisiones que respondan a la pregunta aplicada. Una pregunta bien hecha al versículo base del sermón textual, podrá convertirse en el título del sermón. Con la Biblia en la mano, vea el ejemplo que a continuación se presenta:

Texto: He. 12:14. ¿Qué es la santidad?

I. Es apartarse del pecado.II. Es purificación del Espíritu.III. Es consagración a Dios.

La segunda manera de construir el sermón textual sintético es, elaborar una pregunta a la palabra clave del texto, con la finalidad de que cada pregunta se convierta en una división principal del sermón. Será mejor comprendida esta forma si estudiamos el ejemplo que a continuación se presenta:

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Texto: He 12:14.“Seguid la santidad”

I. ¿Qué es seguir la santidad?II. ¿Por qué se debe seguir la santidad?III. ¿Para qué se sigue la santidad?

(compárese con el ejemplo anterior)

Aquí es necesario mencionar que el tema general, que normalmente es descrito por una palabra (a veces dos), algunas ocasiones tendrá que funcionar como el título del sermón (algunos ejemplos de estos temas son: fe, amor, Jesucristo, etc.).

II. El sermón temático.

El sermón temático puede basarse en un solo versículo o en una porción de ellos que encierren un tema o asunto. El bosquejo sermonario no se sujeta exclusivamente al texto elegido como base, sino que puede recurrir a todos los pasajes que se encuentren en la Biblia y sean útiles para el desarrollo del tema que se ha de tratar. De esta forma, entonces, los argumentos que se expliquen en cada punto del bosquejo deberán ser reforzados por un texto que explique la idea que se ha de defender. El ejemplo que a continuación se encuentra ayudará a una mejor comprensión respecto a la elaboración del sermón temático:

Texto: Lc 17:5,6.“La necesidad de la fe”

I. Es necesaria para el bienestar humano.A. Para recibir sanidad (Hch.) 14.8-10).B. Para vencer problemas de la vida (Mt. 21.21).C. Para alcanzar las bendiciones de Dios ( He. 6.12).

II. Es necesaria para permanecer como cristiano.A. Da victoria sobre el pecado (Ro 14:23).B. Da fuerzas para seguir caminando (2 Co 5:7).C. Da armas para vencer los ataques del diablo (Ef 6:16).

III. Es necesaria para alcanzar salvación.A. Como medio de reconciliación y justificación (Ro 5:1).B. Como medio de salvación por gracia (Ef 2:8).

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El bosquejo anterior presenta las ideas de cada subdivisión reforzadas con un texto bíblico. Otra manara más sencilla de hacer un sermón temático puede ser usando el versículo bíblico únicamente para respaldar cada división principal, por ejemplo, veamos el siguiente bosquejo:

“Bendiciones de la vida de fe”

I. Sanidades (Hch. 14:8-1) II. Promesas divinas hechas realidad (He. 6:12). III. Salvación eterna (1 P. 1:9).

IV. El sermón expositivo. Este tipo de sermón no se sujeta a fundamentar la predicación en un solo texto, sino que puede tomar un pasaje que abarque varios versículos (por ejemplo, una parábola). Hay una gran diversidad de sermones expositivos, en este módulo sólo veremos tres formas básicas que pueden usarse para la construcción de una predicación expositiva.

A. Expositivo narrativo.

El sermón expositivo narrativo basa la predicación en una historia o en una parábola bíblica. Sólo se toman los hechos más sobresalientes y que ayudan al desarrollo del tema para explicarlos. Con la Biblia en la mano, vea el ejemplo que a continuación se presenta:

¿Quién es el prójimo? (Lc. 10:25-37)

I. El que se acerca al necesitado “vino cerca de él” v.33

II. El que cura el dolor del necesitado. “vendó sus heridas, echándoles aceite y vino” v. 34

III. El que cuida al necesitado.A. “cuidó de él” v. 34B. “Y le dijo: cuidádmele” v. 35

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B. Expositivo analítico.

Esta variante en el arreglo del sermón se basa en una porción de textos. La exposición del mensaje se da en un comentario que se hace de cada versículo en el orden que presenta la Biblia. Para estructurar este sermón es necesario tener una gran capacidad exegética, y habilidad para encontrar en los versículos elegidos una línea a seguir de manera lógica en la enseñanza que se pretende dar.

Es conveniente que para que el predicador no se encuentre a la hora de la predicación presionado por el tiempo, tenga el cuidado de buscar pasajes cortos y concretos. El ejemplo que a continuación se presenta ayudará a entender el sermón expositivo analítico:

Texto: Ro 8:9-11.Tema: “Resultados de la vida en el Espíritu”

I. El cristiano no vive según sus deseos, sino según la voluntad de Dios (v.9)

II. El creyente se convierte en morada de Cristo (v.10). III. El creyente tiene garantía de resurrección y vida eterna (v.11).

C. Expositivo sintético.

El sermón expositivo sintético se basa, también, en una porción de pasajes que puede ser más extensa que la del sermón expositivo analítico, ya que solo toma las frases más sobresalientes que le ayudarán a desarrollar el tema que se está manejando. Para una mejor comprensión del sermón expositivo sintético a continuación se presenta un ejemplo:

Texto: Ef 4:22-24.Tema: “Qué es la nueva vida en Cristo”.

I. Despojarse del viejo hombre (v. 22).II. Renovarse en el espíritu (v. 23).III. Vestirse del nuevo hombre (v. 24).

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Las frases usadas en este ejemplo son prácticamente tomadas de manera literal del texto, pero pueden emplearse otras frases que representen cada una de estas ideas. Cabe aclarar que no siempre la idea principal aparecerá en cada versículo, sino que a veces se puede necesitar escoger una idea principal que abarque dos o tres versículos. Esto dependerá del tamaño del pasaje escogido y del tema seleccionado, incluso, del objetivo que se persigue con el sermón.

Tarea de grupo en claseDivida a los alumnos en grupos de tres y asígneles un tipo de sermón para que lo elaboren en clase. Luego lo presentarán y lo discutirán en el aula.

Tarea para hacerse en casaEscoja un pasaje bíblico y elabore un sermón expositivo sintético como tarea final. Incluya la introducción y la conclusión, así como los demás elementos del sermón como: tema general y específico; y propósito general y específico.

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BIBLIOGRAFIA DEL MODULO DE HOMILETICA

CORRIPIO, Fernando. “Diccionario práctico de sinónimos y antónimos”. México: editorial Larousse, novena reimpresión, 1996.

COSTAS, Orlando. “Comunicación por medio de la predicación”. Colombia: Editorial Caribe, 1989.

CRANE, James D. “El sermón eficaz”. U.S.A.: editorial Casa Bautista de Publicaciones, decimoctava edición, 1997.

LIEFELD, Walter L. “Como predicar expositivamente”. Deerfield, Florida: Editorial Vida, 1990.

PALAU, Luis. “Predicación manos a la obra”. Colombia: editorial Unilit, 1995.

VARIOS autores. “Diccionario esencial de la lengua española”. México: Editorial Larousse, décima edición, 1994.