PROCESO DE HOMINIZACIN Del Australopithecus al Homo habilis

El nombre de Australopithecus, literalmente "mono del sur" es empleado para referirse a una familia de protohomnidos, que, ms o menos contemporneamente, vivieron en diferentes zonas de frica en un periodo comprendido entre los 4,5 y los 1,5 millones de aos. El fsil ms famoso (y hasta la actualidad el ms antiguo) de Australopithecus fue descubierto por Donald Johanson en 1974 en la regin de Afar, situada en el valle del Rift, al que se denomin cientficamente "Australopithecus Afariensis", y familiarmente Lucy. A Lucy, una hembra joven de la especie se le ha atribuido una antigedad de unos 3,25 millones de aos. Unos aos ms tarde en 1978, Mary Leakey descubri lo que constituye uno de los documentos mas interesantes e impactantes de la paleontologa: las huellas dejadas por dos o tal vez tres Australopithecus hace aproximadamente 3,8 millones de aos. Estas huellas demuestran que los Australopithecus eran perfectamente bpedos, y estaban adaptados a la vida permanente en tierra. Su tamao corporal es pequeo, alzaban entre 1,10 y 1,40 cms. , y su cerebro oscila entre los 400-550 cm. cbicos, capacidad equivalente a la de los simios actuales, pero la proporcin cerebro-cuerpo, es notablemente superior, lo que nos permite pensar que deban ser, en el peor de los casos, tan inteligentes y habilidosos como stos.

Con el Australopithecus ya se ha dado un paso esencial hacia la Hominizacin, de ah su gran importancia e inters: la postura erguida, bipedismo, la liberacin de las manos, que ya se han diferenciado funcionalmente de los pies, y han adquirido capacidad manipuladora, la posicin erguida de la cabeza y el desarrollo del cerebro, la cooperacin intergrupal, etc. Caractersticas esenciales de lo que con el tiempo ser la humanidad.

Pero un salto, si cabe, definitivo, para la evolucin humana, habra de ser la aparicin de la especie llamada Horno Habilis pues con ella aparece el "Gnero Homo". Fue identificada por primera vez por Louis Leakey en la famosa garganta de Olduvai (Tanzania) en 1965, y le dio el nombre de Homo Habilis (el hombre artesano), al llegar a la conclusin, no compartida por todos los paleontlogos, de que fue la primera especie en poseer la capacidad humana de fabricar instrumentos. Su datacin se ha fijado entre unos 2,5 y algo menos de 2 millones de aos, por lo que coexisti con el Austrolopithecus y el siguiente eslabn, el Homo Erectus.

Su caracterstica fsica ms notable es el aumento del cerebro, que pasa de 450

a 600-800 cm3, siendo, adems, su complejidad anatmica y funcional muy superiores.

Su industria ltica es muy tosca, todos sus elementos pertenecen a la categora de los "Chopers" (hachas de roano) y de la "Lascas". Muchos de estos instrumentos han sido encontrados junto a huesos de animales, lo que nos hace pensar que fueron utilizados para descarnarlos, partirlos y extraer la mdula, lo cual nos revela otras dos caractersticas esenciales, la primera es que eran habituales comedores de carne, y segundo que se coma en comn, lo que significa un comportamiento cooperativo muy avanzado.

La obtencin de la carne, ya sea por el carroeo, seguramente su principal fuente, ya sea por la caza, nos hace pensar que deban poseer una cierta estrategia, capacidad de organizacin y flexibilidad en la accin para tener xito frente a los competidores y mantenerse a salvo de los depredadores, lo cual a su vez exige, por una parte, una ms potente y refinada inteligencia, y por otra un cierto lenguaje, un nivel comunicativo mucho ms complejo que el de los simios actuales.

Podemos hablar de cultura en este primitivo ancestro? La respuesta depende de cuan exigentes seamos en la definicin de "Cultura". Lo ms sensato tal vez sea considerar que nos encontramos ante una fase en la que se supera la protocultura de los simios actuales y los Afariensis, adquiriendo ya alguna de las caractersticas de lo que denominamos modernamente cultura: conductas aprendidas socialmente y que son esenciales para la supervivencia y el mantenimiento de grupo.

Lo ms transcendental del Horno Habilis es, posiblemente, que con l se cruza la frontera de la seleccin natural exclusivamente en las capacidades fsicas a la seleccin basada en las capacidades cerebrales-cognitivas.

Del Homo Erectus al Homo Sapiens

A partir de Horno Habilis surgen el Homo Erectus y, en el seno de ste, a su vez, el Homo Ergaster, que representa un avance significativo, y del que se piensa que proviene nuestra especie, como veremos ms adelante.

El Horno Erectus apareci hace 1.800.000 aos aproximadamente, y se le

calcula una existencia de 1.300.000 aos. Su larga existencia, lo que significa un gran xito evolutivo (pensemos que a los primeros ancestros de nuestra especie se les estima una antigedad de slo 175.000 aos) le permiti ser el protagonista de la primera gran emigracin de los homnidos que, partiendo de Africa, les llev a Asia y a Europa.

En el terreno fsico dos caractersticas llaman la atencin poderosamente. En

primer lugar, su considerable altura, alcanzan los 180 cm. y posiblemente ms. En segundo lugar, el volumen de su cerebro, que por trmino medio es un 33% superior al Habilis (existen, incluso, algunos crneos que alcanzan el considerable volumen de 1200 cm\).

Las herramientas del Erectus, cuya cultura denominamos Achelense, son mejores y

ms tiles y de una tcnica mucho ms depurada que la de los Habilis, e igual podemos decir de sus tcnicas de caza, que debieron exigir una mayor capacidad de organizacin y cooperacin. Ahora bien, su mejora tecnolgica no es equiparable con el aumento de masa enceflica y la proporcional inteligencia que podra representar, pues sus herramientas permanecen invariables durante 1,3 millones de aos, lo que indica un gran estancamiento cultural.

Esto introduce un importante e interesante problema, porque siempre se ha

considerado en paralelo el volumen cerebral con el desarrollo de la inteligencia, y esto se explicaba en un proceso de recproca influencia cerebro-mano, que quedaba plasmado en tiles cada vez ms variados, complejos y perfectos. La inteligencia era medida por la calidad de la produccin tcnica. El Horno Erectus representa un punto dbil de esta hiptesis.

Dos peculiaridades culturales importantes del Horno Erectus son, primero que

establecieron asentamientos permanentes (campamentos), lo que significa una compleja vida social y, segundo, que en los ltimos periodos y coincidiendo con una glaciacin consiguieron controlar el fuego. No obstante, es necesario hacer la advertencia de que dos cosas muy diferentes son el uso y control del fuego , que debi ser muy antiguo, y el saber producirlo y usarlo a voluntad, esto es, el descubrimiento del fuego, que es algo de significado tcnico y cultural muy superior.

El Horno Erectus, sin embargo, empieza a sufrir cambios entre hace 400 y

150 mil aos que habrn de desembocar en lo que ya definimos como Homo Sapiens. Esos cambios, por lo que sabemos, siguieron dos ramas distintas, por una lado la europea que da lugar al hombre de Neanderthal, el ms conocido y del que hablaremos a continuacin, y la africana, que inicia un largo proceso, seguramente a partir del Homo Ergaster, todava no suficientemente conocido, pero que sabemos que llevar al Horno Sapiens.

Lo que ms llama la atencin de los Sapiens es su enorme capacidad craneana,

que en algunos individuos supera los 1.600 centmetros cbicos, mientras que el humano actual posee una media de 1.400. Podemos pensar, en consecuencia, que su inteligencia tambin lo era? Para contestar a esta pregunta es necesario hacer primero algunas consideraciones sobre la inteligencia y, en segundo lugar, acudir a los restos de su cultura y tratar de llegar a alguna conclusin.

Un cerebro ms grande no significa necesariamente una mayor inteligencia.

Podemos estar seguros de que eran ms inteligentes que sus antecesores, pero tambin que distaban mucho de nosotros, tanto en cantidad como en calidad. Su cerebro era por trmino medio ms voluminoso que el nuestro, pero esto no significa que su organizacin interna y la especializacin de sus reas fuera equivalente, y que por tanto sus capacidades cognitivas, de abstraccin, perceptivas, de habla, etc. fueran las mismas. Debemos pensar que estamos hablando de otra especie o, cuando menos, de una subespecie, por lo que seguramente eran muy diferentes.

En cuanto a su cultura, que denominamos "Musteriense", nos muestra una rica

variedad de tiles muy perfeccionados respecto de los del Erectus y de uso ms verstil, pero que curiosamente tambin permanecieron inmutables casi a lo largo de toda su existencia; slo en los ltimos tiempos de su existencia se observa un cierto progreso tcnico, el cual pudo estar motivado por las mayores dificultades que encontraban para sobrevivir, o por la influencia de los Sapiens Sapiens con lo que ya haban tenido sus primeros contactos.

Una prueba ms contundente nos la proporciona los estudios que demuestran que

carecan de habla. En efecto, el Hombre de Neanderthal no hablaba como nosotros, y todo despegue cultural implica un despegue lingstico. El habla en el sentido humano es el conservador y transmisor de la experiencia acumulada, de los conocimientos de la especie. Por medio de l conseguimos transmitir mensajes alejados espacio-temporalmente de la experiencia inmediata. En su ausencia el aprendizaje se realiza bsicamente por imitacin. Pero, adems, con la palabra se desarrollan las capacidades de conceptualizacin, abstraccin, asociacin, etc.

Sobre el hombre de Neanderthal quedan muchas incgnitas sin despejar todava.

Algunos hallazgos resultan sorprendentes, por ejemplo, el hecho de que se haya encontrado objetos que podemos calificar de intiles, objetos simplemente decorativos, lo que parece indicar el nacimiento del sentido esttico, o el hecho de que enterraran a los muertos. La sepultura ms antigua data de 80.000 aos y ya se nota un gran cuidado en su preparacin. En una tumba, descubierta en la cueva Tshik-Tash de Uzbekistan, un nio de nueve aos aparece con seis pares de cuernos de cabra monts colocados en crculo

alrededor de la cabeza. Esto ha llevado a pensar a algunos antroplogos en la existencia ritos funerarios y por tanto en alguna creencia de tipo religioso-mgico que los sustentara.

Homo Sapiens Sapiens

Dnde y cuando apareci el humano actual? Este enigma, que fue uno de los ms debatidos entre los especialistas, finalmente parece haber sido resuelto con las aportaciones de las ciencias ltimamente incorporadas a la antropologa, en concreto la biologa molecular.

La aparicin del Horno Sapiens Sapiens por evolucin del Homo Erectus es

unnimemente aceptada en la actualidad por la comunidad cientfica, sin embargo, se da la controversia sobre el modo como se produjo tal evolucin, controversia que ha dado lugar a dos hiptesis diferentes: la hiptesis de la Monognesis (tambin llamada modelo del Arca de No o de sustitucin) y la hiptesis del Multirregionalismo.

Segn la primera, que en la actualidad es la imperante, y la que exponemos

a continuacin, nuestra especie proviene de una sola rama evolutiva que apareci en Africa hace unos 190 mil aos desde donde emigr al resto del mundo, sustitu-yendo a las poblaciones Neanderthalenses existentes, sin que se diera mestizaje entre ellos.

La hiptesis del Multirregionalismo defiende la tesis de que el hombre actual

evolucion, de forma paralela, a partir de varias ramas surgidas del Erectus en regiones independientes, hasta alcanzar el grado de Horno Sapiens Sapiens hace aproximadamente unos 150-125 mil aos. Este tipo de evolucin habra producido rasgos anatmicos regionales propios que se habran heredado y que se encontraran en el fondo de las diferencias raciales.

Ahora bien, Cul es la genealoga del Horno Sapiens Sapiens? Su origen se

encuentra en el Homo Erectos y, concretamente, en la rama que evolucion en Africa, el llamado Horno Ergaster. Las condiciones de la sabana africana eran completamente diferentes de las de Europa sometida a los hielos, por lo que la evolucin tom otro camino. Evolucin que si bien en el caso concreto del cerebro en cuanto a volumen fue menor, se desarroll de manera diferente, y esto gracias a la aparicin del lenguaje.

Cundo se produce el despegue cultural que nos hace definitivamente Sapiens Sapiens? Resulta difcil dar respuestas a preguntas en las que intervienen elementos que no dejan huellas como el lenguaje, la inteligencia, la reorganizacin y el desarrollo de las capacidades mentales etc., pero acogindonos a los restos culturales se observa que los primeros Sapiens Sapiens utilizan un utillaje que apenas se diferencia de los Neanderthalenses, mientras que el Sapiens Sapiens que penetra en Europa, hace aproximadamente 45 mil aos, ya ha comenzado a utilizar unos tiles claramente ms avanzados. En muy poco tiempo este utillaje da un enorme salto cuantitativo y cualitativo, despegndose definitivamente del Neanderthal, que permanece estancado. La industria ltica del Sapiens Sapiens es de una perfeccin admirable, hojas finas, largas y afiladas como cuchillo, realizadas con gran maestra y precisin. Utilizan propulsores, arpones de diferentes tipos, gran diversidad de puntas, etc. Inventan el vestido y la aguja de coser. Utilizan el hueso y el marfil, sobre el que realizan tallas en muchos casos decorativas, con gran sentido esttico. Todo esto indica que la capacidad creativa, de acumulacin de conocimientos, de aprendizaje, en definitiva, su cultura, no tena parangn en ninguna poca anterior.

Hace 40 mil aos nuestra especie ya est plenamente formada. Posean todas

las cualidades fsicas y mentales que nos definen. Posesin del lenguaje, memoria, tradicin, desarrollado aprendizaje, avanzada organizacin social, consciencia de la propia identidad y seguramente, digmoslo as, los atisbos de su propia posicin en el mundo, como podemos deducir de su produccin esttica. Con la aparicin del Horno Sapiens Sapiens ha aparecido definitivamente el humano y la cultura. A partir de este momento avanzar de manera progresivamente acelera-da, al menos en los aspectos tcnicos. Una vez puesta en marcha la cultura, sta empez a evolucionar segn sus propias leyes de seleccin y pautas, curiosamente ms parecidas a la teora de Lamarck que a la de Darwin: herencia acumulativa de los caracteres adquiridos de generacin en generacin.

Pero durante estos 40-35 mil aos, la seleccin natural sigui actuando. Ha

moldeado el organismo humano, posiblemente por medio de una fuerte presin selectiva que ha sido auxiliada por la seleccin cultural. El organismo humano se ha adaptado a los ms diversos niveles de altura y calidad del aire, desde el nivel del mar a los indios andinos o tibetanos (4 mil metros de altitud), al fro extremo y al calor (esquimales y nilticos), intensidad de las radiaciones solares (diferentes colores de la piel), tipos de alimentacin (lactosa, colesterol), etc. Cambios adaptativos que se encuentran en la base de la gran diversidad biolgica y tnica de nuestra especie.

Pero, volviendo al tema que nos ocupa, nuestra evolucin biolgica, y al hilo de

las reflexiones anteriores, es necesario realizar algunas preguntas: Hemos superado por completo nuestra naturaleza biolgica o por el contrario seguimos siendo grandes o pequeos deudores de aquellos simios y homnidos que nos han precedido?, Qu queda de todos ellos en nosotros?, Podemos hablar con legitimidad de simios intelectuales e imaginativos o ya slo debemos centramos en nuestros aspectos intelectuales y espirituales, olvidndonos del simio ancestral?, La cultura ha roto definitivamente con la biologa, o por el contrario somos, salvando las distancias, como esos desgraciados chimpancs de los circos que montan en bicicletas, fuman, saben elegir frases, utilizar sombrero, etc.? El profundo mundo de la irracionalidad, los instintos, pulsiones, etc. nos pertenecen en exclusiva o es herencia comn con otros gneros del reino animal, como los

pelos, las necesidades fisiolgicas etc.? Hemos conseguido el control total de nuestro fondo biolgico? Las preguntas podran seguir, pero creemos que ya son suficientes.