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36 revista 193-JUNIO 2006 HORTICULTURA Estado actual El gran potencial del sector hortícola de la Región Murcia y el enorme dinamismo existente son los responsables de que los productos estacionales cuya apari- ción quedaba claramente identifi- cados por los periodos climáticos, hayan quedado relegados a nive- les de subsistencia o incluso ha- yan desaparecido de lo que es la práctica habitual del horticultor. Y no solo está influido por ello, sino que la capacidad de dis- tribución y transporte de las gran- des entidades comerciales y el avance de la tecnología poscose- cha pone a disposición del consu- midor hortalizas que se encuen- tran en las antípodas, en breve es- pacio de tiempo y durante la ma- yor parte del año. El progreso del nivel tecno- lógico local con la introducción de nuevas prácticas culturales que, además, han propiciado una mejor distribución de los caudales hídricos, y la existencia de mate- rial vegetal más versátil, han pro- movido que zonas donde se prac- ticaban cultivos tradicionales, ha- yan asumido otras programacio- nes de cultivo que rentabilicen más la actividad realizada. Es el caso de comarcas históricamente dedicados al cultivo de los cerea- les, que han pasado a ser eminen- temente hortícolas para ciclos de primavera-verano o verano-otoño, y en las cuales, la existencia de temperaturas más suaves en estas épocas del año, permiten la viabi- lidad de estos cultivos al soslayar problemas de tipo fisiopático, co- mo la inducción floral prematura. Posiblemente se note un pe- queño resurgir de esta horticultura motivado por la aparición de las producciones ecológicas, aunque éstas estén representadas mayori- tariamente por especies leñosas y gramíneas, y de la integrada, aun- que ésta en menor proporción. También el reconocimiento de los grandes potenciales salutíferos de algunas especies que se encontra- ban antiguamente dentro de las dietas habituales y que, gracias a la perfección de los métodos ana- líticos de detección se es cons- ALBERTO GONZALEZ BENAVENTE GARCIA 1 , JOSEFA LOPEZ MARÍN 1 Y LUIS FERNANDO CONDES 2 1 IMIDA [email protected] 2 Oficina Comarcal Agraria de Cartagena Mar Menor de la Consejeria de Agricultura Hortalizas de estación en la Región de Murcia El gran potencial del sector hortícola de la Región de Murcia y el enorme dinamismo existente son los responsables de que los productos estacionales hayan quedado relegados a niveles de subsistencia o hayan desaparecido.

Hortalizas de estación en la Región de Murcia · citadas en el Campo de Cartagena las cuales utilizan los mismos ca-nales de comercialización que la producción de invernadero

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36 revista193-JUNIO 2006 HORTICULTURA

Estado actualEl gran potencial del sector

hortícola de la Región Murcia yel enorme dinamismo existenteson los responsables de que losproductos estacionales cuya apari-ción quedaba claramente identifi-cados por los periodos climáticos,hayan quedado relegados a nive-les de subsistencia o incluso ha-yan desaparecido de lo que es lapráctica habitual del horticultor.

Y no solo está influido porello, sino que la capacidad de dis-tribución y transporte de las gran-des entidades comerciales y elavance de la tecnología poscose-cha pone a disposición del consu-midor hortalizas que se encuen-tran en las antípodas, en breve es-

pacio de tiempo y durante la ma-yor parte del año.

El progreso del nivel tecno-lógico local con la introducciónde nuevas prácticas culturalesque, además, han propiciado unamejor distribución de los caudaleshídricos, y la existencia de mate-rial vegetal más versátil, han pro-movido que zonas donde se prac-ticaban cultivos tradicionales, ha-yan asumido otras programacio-nes de cultivo que rentabilicenmás la actividad realizada. Es elcaso de comarcas históricamentededicados al cultivo de los cerea-les, que han pasado a ser eminen-temente hortícolas para ciclos deprimavera-verano o verano-otoño,y en las cuales, la existencia de

temperaturas más suaves en estasépocas del año, permiten la viabi-lidad de estos cultivos al soslayarproblemas de tipo fisiopático, co-mo la inducción floral prematura.

Posiblemente se note un pe-queño resurgir de esta horticulturamotivado por la aparición de lasproducciones ecológicas, aunqueéstas estén representadas mayori-tariamente por especies leñosas ygramíneas, y de la integrada, aun-que ésta en menor proporción.También el reconocimiento de losgrandes potenciales salutíferos dealgunas especies que se encontra-ban antiguamente dentro de lasdietas habituales y que, gracias ala perfección de los métodos ana-líticos de detección se es cons-

ALBERTO GONZALEZ BENAVENTE GARCIA1,JOSEFA LOPEZ MARÍN1 Y LUIS FERNANDO CONDES2

[email protected] Comarcal Agraria de Cartagena Mar Menorde la Consejeria de Agricultura

Hortalizas de estaciónen la Región de Murcia

El gran potencial del sector hortícolade la Región de Murcia y el enorme

dinamismo existente son los responsablesde que los productos estacionales hayan

quedado relegados a nivelesde subsistencia o hayan desaparecido.

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ciente de ello, justifican su rein-corporación a las fórmulas ali-menticias actuales.

Otro sí a la reaparición deestos cultivos podría estar motiva-do por las nuevas corrientes querigen las directrices gastronómi-cas en el área de la restauración,en las que junto a la cocina de di-seño se mueve el uso de muy di-versos materiales vegetales y sucondimentación. Lo que es unanovedad para ciertos consumido-res son productos de “toda lavida” para otros, en una Regiónde profunda tradición hortícoladonde se consumen muchos pro-ductos directamente en frescocomo habas, guisantes, brotes tier-nos de los espárragos trigueros ode monte, o ligeramente condi-mentados como vainas tiernas delas habas o “tabillas”, la rúcula u”orugas”, los pimientos de bola o“ñoras”, las collejas o “acelgasdel campo”, la verdolaga o “picode pájaro”, etc., ya que fuerondescubiertos y consumidos ances-tralmente en la Región y conside-rados como “bocato di cardinalí”.

Otra labor que puede ayudara la recuperación de esta opciónhortícola es la búsqueda y colec-ta de germoplasma tradicional, ta-rea ésta que es parcialmente res-ponsabilidad del Equipo de Mejo-ra Vegetal del IMIDA que lidera

un proyecto de investigación so-bre un banco de germoplasma dematerial especifico y en el cual sepretende restituir el aprovecha-miento de algunas de ellas, ade-más de considerar sus dotacionesgenéticas como fuentes generado-ras de mejora en el genotipo delas especies de actual uso, al igualcomo hicieron hace muchos añosnumerosas multinacionales ubica-das en distintos países del orbe.

De todas maneras, áreas muyimportantes de desarrollo de lashortalizas de estación considera-das como núcleos primarios debiodiversidad, están siendo fuerte-mente agredidas y presionadas. Eslo que sucede con los cinturonesverdes de las grandes ciudades,donde residía la huerta periurba-na, y que va siendo absorbida porla expansión urbanística; esos

“bancales” eran los más fieles ex-ponentes de ese tipo de produc-ción y actualmente la mayoría sonocupados por edificios o son sola-res potenciales, quedando aque-llas especies cultivadas en la me-moria de los documentos de etno-botánica y del costumbrismo.

Los cultivos actualesDentro del amplio espectro

hortícola murciano pueden haberalgunas especies con algunos as-pectos de su cultivo que podríanguardar cierto paralelismo con losutilizados antiguamente como pro-ductos de estación. Así habría queconsiderar en los actuales grandescultivos de invernadero, tomate ypimiento, los ciclos de cultivo alaire libre que aún se realizan.

TomateEn el caso del tomate, están

en regresión las plantaciones alaire libre, que van evolucionandoa cultivo bajo malla. Ello estámotivado no solo por la variaciónde las condiciones ambientales,que siempre se pueden producirde forma adversa, sino también ala gran presión que ejerce el in-tenso perfil epidemiológico de laszonas de cultivo, en especial delas virosis del Bronceado (TSWV)y de Cuchara (TYLCV). Tambiénestá influido por el desarrollo tu-rístico de la franja litoral que, con

■■■■■ La capacidad de distribución y transportede las grandes entidades comercialesy el avance de la tecnología poscosechapone a disposición del consumidorhortalizas que se encuentran en lasantípodas, en breve espacio de tiempoy durante la mayor parte del año

En el casodel tomate, estánen regresión lasplantaciones alaire libre, que vanevolucionando acultivo bajo malla.Ello está motivadono solo por lavariación de lascondicionesambientales,sino también porla gran presiónque ejerce elintenso perfilepidemiológicode las zonasde cultivo.

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una mayor bonanza climática, eramás proclive para el cultivo noprotegido.

Actualmente este cultivo só-lo se practica al aire libre concierta entidad en los litorales delos términos municipales de Ma-zarrón, Lorca y Águilas, comen-zando los transplantes desde fina-les de junio; aunque hay que re-cordar los intentos que se hicieronen el Campo de Cartagena conplantaciones que se iniciaban a lasalida de la primavera utilizandovariedades de porte rastrero y fru-to de tipo canario y, en menorproporción, con tomate para in-dustria, tipo Pera (Río Grande),pero que no tuvieron continuidadante las grandes pérdidas provo-cadas por enfermedades fúngi-cas, como botritis, y víricas, co-mo las ya citadas.

Sin embargo, también hayque recordar las plantaciones quese hacían en la planicie de Car-tagena para consumo familiar ycuyos excedentes se dirigían almercado local, y que fueron afec-tadas por el progreso hortícola dela comarca y por la peculiaridaddel material vegetal utilizado,Flor de baladre, casi exclusiva-mente. En primer lugar porque eltrasvase Tajo-Segura propició lapropagación de calendarios decultivo de forma intensiva y, ensegundo, porque esta variedad de-mandaba suelos muy descansadosy poco cultivados, además de sermuy sensible a los ataques deciertos hongos del suelo.

De las variedades antiguas,con diverso tamaño de frutos -como de De mesa, Gordo y Negroespecial, en calibre GG; Amarilloy Redondo de mesa, en M; losAlmagro Pera, Flor de baladre,Mucha miel, en calibre G- soloquedan pequeños vestigios, aun-que estos dos últimos, Flor de ba-ladre y Muchamiel, tienen su pro-longación en cultivares seleccio-nados o en el tipo RAF, con frutosmuy acostillados y con genotiposhíbridos similares rescatados, pe-ro que son cultivados en inverna-dero. Los elevados índices de só-lidos solubles de estas variedades,reflejados por sus altos valores de

grados Brix, propiciados por laselevadas conductividades de lasaguas de riego utilizadas, sonconseguidos actualmente en bue-na proporción.

Pimiento para frescoEn cuanto al pimiento para

fresco, su cultivo dentro de los ci-clos tradicionales al aire libre hasufrido una recesión aun mayorque el tomate, concentrándose suproducción hoy en día casi en sutotalidad en cultivo protegido enel Campo de Cartagena, ya queotros intentos de desarrollo de lasplantaciones en Mazarrón y Águi-

las no progresaron. En estas últi-mas los tipos Lamuyo o Dulce ita-liano fueron desplazados por eltomate, ante la calidad de lasaguas de riego de esas zonas y lamayor necesidad de exportación ymano de obra de este otro cultivo.Hace unos años se practicaba unciclo de primavera-verano al airelibre que recordaría un tanto a lasplantaciones tradicionales de lashortalizas de verano, pero que eraprácticamente paralelo al del pi-miento de “bola”; en estos culti-vos en las proximidades del marMenor y litoral levantino se utili-zaban variedades como el Trompade vaca y otras de carne gruesa,con densidades de plantación de 5a 6 plantas/m2 similares al bola aldesconocer su conducta, pocoprecoces y con deficiencias decuajado con días cortos. Poste-riormente, con la aparición de lostipo Lamuyo fueron sustituidos;pero éstos, ante la aparición delBronceado del tomate, igualmentecomo ocurrió en tomate, no lo hi-cieron viable. En la actualidad, seha vuelto a hacer este mismo ci-clo, utilizando infraestructuras desemiforzado y variedades toleran-tes a Bronceado y con aprovecha-miento de los primeros frutos, loscuales presentan un calibre, engeneral, superior a las produccio-nes de invernadero, ya en dismi-nución de tamaño en esas fechas.

Pimiento para industriaEn cuanto al pimiento para

industria, ha sufrido igualmente la

■■■■■ Lo que es una novedad para ciertosconsumidores son productos de “todala vida” para otros, en una Regiónde profunda tradición hortícola dondese consumen muchos productos que fuerondescubiertos y consumidos ancestralmente

Actualmente elcultivo del tomatesólo se practicaal aire libre concierta entidaden los litoralesde los términosmunicipalesde Mazarrón,Lorca y Águilas,comenzando lostransplantes desdefinales de junio.

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presión epidemiológica a lo quese le ha unido la comercial, yaque las producciones de cáscaradel norte y sur de África presen-tan unos costes de producciónmás bajos, propiciando la impor-tación de ésta seca y su elabora-ción posterior en instalaciones re-

gionales. De todas maneras se si-gue viendo en localidades delAlto y Medio Guadalentín. Estepimiento, la ñora, sigue siendoconsumido a nivel local en verdey seco formando parte de la ricagastronomía murciana. La super-ficie cultivada comparada con las1800 ha de cultivo protegido espoco representativa.

En esta especie, las produc-ciones de invernadero de Almería,con ciclos de cultivo más preco-ces que los locales y la presenciaen el mercado de los tipos Dulceitaliano, semilargos rectangulares ocalifornias, desde el otoño, que sesolapan con las producciones re-gionales, que pueden alargarse has-ta final del verano, hace difícil lavuelta a practicar alternativas tradi-cionales con pimiento, en ciclos deverano al aire libre, además de lascitadas en el Campo de Cartagenalas cuales utilizan los mismos ca-nales de comercialización que laproducción de invernadero.

BerenjenaCon relación a otra solaná-

cea que era propia de los mesesde verano, la berenjena, fue ofre-cida al horticultor como una alter-nativa de cultivo interesante a ladel pimiento, en invernadero, pe-ro aunque tecnológicamente se re-solvieron sus problemas agronó-micos por el antiguo CIDA, nofue aceptada por el agricultor yno se desarrolló en la Región. Loscultivos realizados al aire libre,fundamentalmente con variedadescomo la Listada de Gandía y al-gún que otro cultivar población,fueron desapareciendo y, hoy endía, solo se encuentran plantacio-nes aisladas.

PatataOtra solanácea cultivada siem-

pre al aire libre como la patata,tenía su sitio en diversas zonas dela geografía regional, aunquedonde se ha mantenido de formamás continuada ha sido en el tér-mino cartagenero del Algar y en

En cuantoal pimientopara fresco,su cultivo dentrode los ciclostradicionalesal aire libre hasufrido unarecesión aúnmayor queel tomate,concentrándosesu producción hoyen día casi en sutotalidad en cultivoprotegidoen el Campode Cartagena.

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la huerta de Murcia, desplazándo-se en ésta ultima al oriente delcinturón verde capitalino, a peda-nías y nuevos municipios comoCasillas, Monteagudo, Esparra-gal, etc. En general se siguen cri-terios de cultivo tradicionales,aunque el espectro varietal pre-senta muchas alternativas, ya queciertos usos como el destino in-dustrial para freír no era contem-plado antiguamente y donde, en elCampo de Cartagena, las patatasde “verdete”, con plantaciones definales de agosto, se recolectabana mediados de invierno, y las rea-lizadas como “tempranas” a la sa-lida del invierno, empleando másrecientemente la variedad Spunta,se cosechaban a mediados de pri-mavera. Estos mismos calendariosde plantación se adecuan a las zo-nas de la huerta del Segura, conuna casuística varietal similar,destinando a los cultivos de vera-no el tubérculo pequeño de laplantación anterior u otras varie-dades de “carne amarilla”, mien-tras que en los de invierno se po-nen de “carne blanca”.

MelónEn el espectro de las cucur-

bitáceas, en lo que se refiere amelón, en las zonas tradicionalesde cultivo como es el Campo deCartagena, y al aire libre, hace yamuchos años que el conocidoAmarillo canario y otros melonesde “año” han desaparecido, auque aveces se vea algún cultivar cuyofenotipo lo recuerda, como puedenser Golden King, Doral y otros,aunque por supuesto estos no pre-senten la irregularidad de tamaño,la piel tan fina que se marque o el

elevado contenido en azúcares deaquellos exquisitos melones. Encuanto a los ciclos de cultivo detemporada hay algunos que pue-den ser coincidentes con los tradi-cionales, teniendo en cuenta quelos transplantes se realizan aquídesde el mes de febrero, prolon-gándolo algunos agricultores has-ta inicios del verano, aunque va-yan a entrar en competencia conla producción castellano-manche-ga, utilizando variedades de tipoespañol, sobre todo Piel de Sapo.

Pero ya la práctica culturales diferente y ciertas operacioneshan desaparecido como el “golperajao”, que consistía en romper elacolchado para que emergieranlas plantas, y que se aprovechabapara hacer el “desmatao”, dondese aclaraba el número de plantasde melón y las de calabaza tota-nera, de las que se empleaba suvigor para romper la costra sodi-ficada del terreno. O también ladel “arrime de tierra”, en la quese aporcaban las dos plantas porgolpe que se dejaban, tras el riegode “enjuague”, y a la que poste-

riormente le seguía la de suprimirlas “cabritillas”, practicando el“vareo”. Todo ello tiene una justi-ficada obsolescencia al variar latécnica de cultivo y sustituir elsistema de siembra por el detransplante, y donde los últimosfrutos y más pequeños de la plan-tación se dejaban que maduraranen el suelo para que formaranbien la semilla, constituyendo lapervivencia de ese material vege-tal como variedad población.

También la evolución delmaterial vegetal, propiciada conel aumento del nivel tecnológicodel agricultor, ha sido enorme,sucediéndose desde el inicialAmarillo canario, con recolecciónentre San Juan y San Pedro, o elTendral verde oliva o negro, consiembras en mayo y recolecciónen agosto o septiembre, y que secolgaba en las falsas para aguan-tar hasta navidad, seguido de lostipos Rochet, que eran más pro-ductivos, precoces y con elevadocontenido en azúcar, continuadaspor las mutaciones del Piñonet ytoda su descendencia de Piel desapo, acompañadas de otros defruto aromatizado como Galia,Cantaloup, etc., lo cual hace difí-cil volver a recuperar lo que erancultivos de estación. Hecho a queciertos tipos serpentiformes comoel alficoz se podrían aplicar, aun-que de éste se cultiven solo pe-queñas superficies en invernadero.

SandíaTambién la sandía, con me-

nor superficie cultivada que elmelón y centrada mas bien en ellitoral desde Mazarrón hacía Al-mería y en el Valle de Guada-

■■■■■ Áreas muy importantes de desarrollode las hortalizas de estación consideradascomo núcleos primarios de biodiversidad,están siendo agredidas y presionadas.Son los cinturones verdes de las grandesciudades, donde residía la huertaperiurbana, y que va siendo absorbidapor la expansión urbanística

Habría queconsideraren los actualesgrandes cultivosde invernadero,tomate y pimiento,los ciclos decultivo al aire libreque aún serealizan.

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lentín, es realizada fuera de su ci-clo tradicional con la ayuda de lossemiforzados, túneles y acolcha-dos, y su interés se basa en másen producir variantes que resultenmas cómodas de comer, apirenas,que presenten diversidad en el co-lor de su pulpa, amarilla o naran-ja, e incluso en el sabor, de lascoloreadas intensamente diferenteal rojo saben más a piña o comofruto exótico que al “melón deagua” de toda la vida, y en los quelas variedades población de secanode fruto pequeño, redondo y consemillas, como De la reina, Egip-cia, Cartagenera o Melón de aguaargelino, raramente se cultivan.

Pepino, calabacín, calabazaOtras cucurbitáceas cultiva-

das estacionalmente, como el pe-pino, antiguo signo inequívoco dela llegada del verano ante la apa-rición de los gazpachos en las me-sas murcianas, con sus variedadeslocales Amarillo pinchoso, Largoverde, Negro corto, etc., también

se cultivan menos y han sido sus-tituidos, por los cortos, tipo Sati-coy, o los tipos Cornichon, condestino al encurtido. Y a estos leacompañaban una multitud de ca-labazas como la Totanera, Marra-nera amarilla, o calabacines, co-mo la variedad del “Tío cobarro”,y que en todos los casos, presen-tan una gran desventaja, ante laalta competitividad del materialvegetal que actualmente se en-cuentra en el mercado.

Incluso con el calabacín elagricultor se arriesga a cultivarloal aire libre al final del verano,fuera de su siembra tradicional enla huerta, en búsqueda de unasproducciones que le respete lasvirosis especificas o las lluviastorrenciales promovidas por lagota fría tan frecuente en el áreamediterráneas.

Estas cucurbitáceas tienen undesarrollo en invernadero, que detodas maneras no podrían consi-derarse como producciones de es-

tación, el cual está centrado enmelón, en transplantes de diciem-bre, usando tipos cantaloup o ga-lia, y en calabacín con transplan-tes de septiembre.

Se podría decir que dentrode la estructura económica y degestión, el cultivo estacional conestas especies es difícilmente de-fendible; los costes de cultivo, dematerial vegetal, donde hace tiem-po que se olvidó la siembra en te-rreno definitivo con tres o cuatro“pipas” para luego aclarar, la par-ticularidad de cierto germoplasmacomo los tipos triploides que exi-gen la presencia de polinizadores,o los endemismos patológicos,etc., cuestionarían su producción,y la cual, además, si no reúneunos parámetros de precocidad ycalidad determinados va a resultarmenos graboso labrar el cultivoque realizar su recolección.

Otras especiesEn cuanto a otras hortalizas

cultivadas al aire libre y que son

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■■■■■ Siguiendo la norma elemental para lacomercialización de cualquier producto,sería necesaria una gran campaña deconcienciación y exposición de las ventajas,dentro de la misma dieta mediterránea,por ejemplo, que capitalizara la bondadde su consumo

representativas a nivel de superfi-cie regional, como la alcachofa,mantienen una conducta muy pa-recida a la de siempre en cuantoal ciclo de cultivo se refiere, aun-que alguna variedad, como laVioleta de Provenza, haya desapa-recido, pero no así otras, como laBlanca de Tudela que es el sopor-te de las plantaciones actuales. Loque ocurre es que, quitando laszonas productoras donde su con-sumo en fresco forma parte de lacocina local, el consumo mayori-tario se hace en conserva, siendoya en Murcia de un 87% de laproducción total, lo que le restapotencialidades al exterior comoproducto de consumo ocasional alestar tan poco difundido este em-pleo. Posiblemente la introduc-ción de los cultivares procedentesde semilla, con ciclo anual de cul-tivo, estarían más dentro de loque es la producción estacional,aunque el destino de su produc-ción se prevé sea similar al de lasplantaciones de 2, ó 3, años reali-zadas con esqueje o zueca.

Otra especie muy murciana yestrictamente relacionada con, has-ta las fiestas locales de Primave-ra, son las habas, ya comentado.Producto auténticamente huertanoy estacional, con sus variantes “cua-rentenas”, para producción precozo las Mucha miel, con siembra afinales del verano, podrían repre-sentar a los ejemplares mas re-miniscentes de la horticultura au-tonómica, pero su consumo enfresco solo es estimado por los quese han criado con esa cultura gas-tronómica. Constituyéndose comovariedades población, en las que serecoge el grano procedente de laprimera flor cuajada para asegurarun mantenimiento adecuado de lascaracterísticas de la variedad.

Posiblemente, en ese peque-ño grupo de hortalizas de esta-ción, a las cuales tendría que serinherente el concepto de su con-sumo en fresco y su aparición oca-sional, podrían añadírsele el apro-vechamiento de algunas liliáceascomo son lo ajetes o “ajos tier-nos” y cebolletas o “cebolla tier-na”, aunque la superficie de culti-vo dedicada a ello son mínimas y

muy dirigidas a abastecer merca-dos locales o grandes centrales,como Mercamadrid, en cuyo aba-nico de compradores siempre sepueden encontrar conocedores deestas delicatesen culinarias.

Ya que la cebolla seca, ante-riormente con uso más exclusivopara la cocina y las matanzas fa-miliares de cerdos, no tenía lasnecesidades que un sector chaci-nero, industrial y de restauraciónexigen hoy en día, por lo que susciclos estacionales y régimen deproducción en la Región eran su-ficientes. Variedades tipos Babosay Recas, llevan muchos años yade cultivo y van siendo sustituidaspor otras. También la superficiede cultivo ha disminuido al ser uncultivo bastante mecanizado y connecesidades de agua importantes,lo que está desplazándolo tanto dela huerta murciana, donde se ha-cen con plantaciones en septiem-bre, con recolección en abril, yvariedades blancas; y en enero conrecolección en verano, y variedadesmoradas, y en menor proporción decomarcas de Cartagena y del Va-lle del Guadalentín. También, en-tre las leguminosas, el consumode los guisantes frescos está ex-tendido en la Región, incluso devariedades para uso industrial,como Lincoln y Petit provenzal,coincidiendo con unas fechasmuy determinadas, siendo otroproducto estacional; pero al igualque las habas, hay que haberlascomido y conocerlos para incluir-los dentro de un menú ocasional.

Otras hortalizas de aprove-chamiento por su hoja como la le-chuga, espinacas, acelgas, etc.,tienen problemáticas parecidas.

En el caso de la lechuga, la utili-zación de zonas con perfiles cli-máticos diferentes a lo largo delaño hacen que se encuentren con-tinuamente en el mercado diversasvariedades de todos los tipos, ice-berg, romana, lollo, hoja de roble,etc., y aquellos fenotipos de ro-mana clásicos de los meses de pri-mavera y verano ya se ven muypoco, porque además de tener sa-bores más fuertes que incluso lle-gaban a amargosear, no es renta-ble practicar su atado sin el cualel cogollo reduciría demasiado suvolumen. Y si nos referimos a lasacelgas, cuyo consumo se ve des-plazado por el de la espinaca, másfáciles de preparar y con una pro-puesta mas continuada y conocida,al contar con el apoyo de la moda-lidad en congelado, ha quedado re-ducido a pequeñas superficies dela huerta periurbana y su compraconstreñida al mercado local.

En cuanto a las brásicas, tan-to en las especies de uso por sushojas como por su inflorescencia,su utilización estacional ha que-dado absorbida de la misma ma-nera que otras especies cultivadasal aire libre; la típica “pava de laAlboleja”, denominación genera-lizada castiza que se le da a la co-liflor en pro de un cultivar local,ha quedado eclipsada por la granimportancia que ha adquirido elbróculi y por la introducción deotras crucíferas como la col “re-pollo”, la lombarda, la col picudacorazón de buey y otras.

En la comarca del Campo deCartagena, y ya citado con ante-rioridad, el apio en su ciclo decultivo de otoño también muestracierto paralelismo con su practicatradicional y su destino para lamesa navideña, aunque ciertas in-novaciones tecnológicas, como lapoda en semillero, potencian surendimiento productivo.

Saliéndonos de las hortalizasde modalidad intensiva, y dentrode los cereales, el caso del arrozes diferente, su cultivo localizadoexclusivamente en la localidad deCalasparra y con cultivo de carác-ter anual, no ha permitido la reali-zación de otras variantes de culti-vo. Su inclusión como cultivo eco-

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lógico está permitiendo la re-ducción de implementos decultivo, como fertilizantes ymaterias activas componentesde productos fitosanitarios.La variedad Bomba continuasiendo la más cultivada, te-niendo su fenotipo originario(Balilla).

PerspectivasA grandes rasgos queda-

ría recogido así el estado ac-tual de los grandes cultivos deestación en la Región de Mur-cia. En cuanto a qué circuns-tancias podrían potenciar suuso y revitalizar su importan-cia, podrían enumerarse algu-nas, pero fundamentalmentehabría que pensar en la depromocionar su cultivo “arte-sanal”. Parece difícil relacio-nar un cultivo minoritario conla práctica de la horticulturaintensiva. Ello conllevaría suasociación a los productos deorigen ecológico o, como mu-cho, de producción integrada,lo que vuelve a poner en telade juicio el gran problemaque tienen los primeros de es-tos productos con sus canalesde comercialización y la difi-cultad de llegar al consumidorcon garantía y con una rela-ción calidad/precio aceptable.

También insistir en queaunque la tecnología del con-gelado está depuradísima y noafecta prácticamente en conte-nido o continente a las horta-lizas así procesadas, hay unagran diferencia entre consu-mirlos con relación a un pro-ducto que va del “bancal” a lamesa. Esto es algo que mere-

ce la pena tenerlo en cuentapor sus mejores propiedadesorganolépticas y sería una for-ma más, esta manera, de apo-yar el consumo de estos pro-ductos en fresco, porque ade-más son mayores sus conteni-dos vitamínicos y salutíferos.

Otra opción que requiereun poco más de diseño seríala de aprovechar las innova-ciones tecnológicas en el cam-po de los preparados comopuede ser el de la IV gama, ycon ellos dar a conocer lascualidades de ciertas especies,y una vez conocida y “engan-chado”el consumidor, poner asu disposición esos productosen las épocas características,para su consumo directo.

En resumen, habría quehacer una gran difusión de lasvirtudes de estas hortalizaspara competir con las de pro-ducción hortícola intensiva re-gional, cuyo nivel tecnológicoalcanzado le permite ofertarun gran abanico de especies yvariedades de excelente cali-dad y sanidad, con unos már-genes económicos ajustados ymuy competitivos que lo ha-cen difícilmente vulnerable,como no sea bajo la presión defactores propios como el de lasuperproducción. Siguiendo lanorma elemental para la co-mercialización de cualquierproducto, sería necesaria unagran campaña de concien-ciación y exposición de lasventajas, dentro de la mismadieta mediterránea, por ejem-plo, que capitalizara la bon-dad de su consumo.