Huellas Digitalesmicrorrelatos

1991 -2011

Prólogo

Registramos nuestra historia.Escribimos una carta sabiendo que la romperemos, cuando tenemos mucho que decir pero no sabemos cómo.Llevamos registro de nuestra vida cotidiana como un navío lleva su cuaderno de Bitácora.En 20 años de historia, como comunidad, hemos registrado logros, contado anécdotas, compartido alegrías y tristezas: un día una madre de un alumno de 1º grado recibió un mensaje que le avisaba que su hijo había perdido un diente. Un día un chico le contó a la directora que ya sabía leer y escribir, otro día una abuela leyó con emoción que su nieto le contaba lo que había hecho ese día… escribimosEscribimos porque lo necesitamos,Escribimos porque nos gusta escribir y porque nos gusta comunicarnosEscribimos para dejar constancia de nuestras ideas y sensacionesEscribimos porque es parte de nuestro modo de dejar huellaNuestra huella única en un mundo digitalizado.

Profesora: Lic Carolina Silva

Carta a nadie

Vida;

No sé por qué trato de contarte algo si pareces saberlo todo, así me encuentro.

Soy un paraguas en el medio del mar, que alguna vez sirvió para algo pero ahora ironiza la escena, soy lo eternamente mojado. No se tu vida pero la mía se enfocó en un permanente e infinito horizonte. Como si mi sentido para vivir, mi verdadero camino, mi identidad, mi –desconocida- felicidad hayan sido este. ¿Alguna vez intentaste llegar a un horizonte? Te deseo suerte. Aquí yazgo sin haber tenido fuerzas, ni ganas, de desatarme los cordones.

Pd: ¿Se puede vivir la muerte?

-Yo.

El cuento que jamás fue contado

Un día se me dio por ordenar la biblioteca, encontré un libro, jamás leído. Me puse a ojearlo. En una página, encontré un papel escrito. “No leas el libro” A mí me intrigo y me puse a leerlo. Alguien por detrás tocó mi espalda. Pensé que era mi mujer, pero era un espíritu, viejo, “No leíste mi mensaje, No debiste haber invocado a los espíritus del más allá. Vienen por ti” Realmente me asusté. En un momento escuché un ventanal rompiéndose, luego desperté. El libro no estaba más, solo fue un sueño ¿No?

Solo yo podía salvarme de mi propio infierno. Llegue al punto de la desesperanza y a la vez de la maduración cuando me di cuenta que estaba sola en esta lucha. Dicen que huir de los problemas nunca es la respuesta, ya que son una pesada mochila que estamos destinados a cargar hasta enfrentarlos debidamente. Supongo que decidí ignorar esta realidad, y no me avergüenza justificar mis acciones; cuando tu vida se basa en una recurrente e interminable pesadilla, no estas en condiciones de ver soluciones lógicas y coherentes. Las personas suelen referirse a su hogar como seguro y confortable. En mi caso, era lo opuesto, y aún peor. Mi hogar siempre fue donde mis pesadillas cobraban vida diariamente. Con el paso de los años, estas se intensificaron, como si se potenciaran con cada aniversario de mi nacimiento. No aseguro que escaparme haya sido la mejor decisión que pude haber tomado; la culpa y el remordimiento jamás me abandonaron. Estoy en condiciones de afirmar que ni siquiera el tiempo es capaz de curar todas las heridas. Algunas quedan profundamente grabadas como recordatorio de lo que no queremos revivir. Una dolorosa manera de decir “nunca mas”.

Juana de Arco

Aquella Ruta

Es en aquella ruta en la cual el joven Mark decidió despojarse de todo y emprender un viaje, una vida nueva. Es tanto el deseo que él tiene de sentir esa libertad que cuando se baja de su bicicleta a contemplar el paisaje se da cuenta que es esa la sensación que quiere sentir por el resto de su vida. Esa ruta larga es la que marca su destino, la que lo guía, y libera de todo el sufrimiento acumulad y gracias a ella Mark ha vuelto a sentir lo que es VIDA y culminar con todos sus agobios.

El viaje

Emprendí el viaje hacia Machu Picchu para cambiar un poco. Estaba harto de la ciudad y del trabajo y quería vivir la vida. Con poco dinero decidí irme a descubrir nuevas sensaciones.

Llegue a Perú después de tres largos días parando en hostels y andando en bicicleta.

Estuve ahí como dos semanas, me hice nuevos amigos, conocí mujeres muy bonitas y me divertí. Experimenté nuevas religiones, y medité en los lugares más increíbles. Fui a Machu Picchu la segunda semana, viví una experiencia única.

Entre changas y poco dinero pude vivir.

Volví después de un año a la ciudad, renovado.

El cambio

Me sentía ahorcado. Trabajaba todo el día en una oficina, atendiendo teléfonos. Un día volví pensando qué haría de mi vida. No era feliz.

Abrí mi cajita de ahorros y decidí irme a vivir a otro lugar y comenzar una nueva vida. Saque pasajes para el primer vuelo más barato a África.

Me quede unos meses trabajando en un hospital atendiendo enfermos y niños desnutridos y me di cuenta que había gente que sufría en serio.

Me quedé unos meses y volví por falta de dinero. Volví nuevo. Aprendí a valorar cada miga de pan, ese viaje cambió mi vida.

Ya era tarde, Juan todavía seguía esperando que algún auto, camión, algo apareciera, pero no, nada. Su moto ya no tenía combustible, y la comida se le había acabado. Él estaba exhausto quería volver a su casa, quería ver gente. Lo único que había visto durante esas 3 horas ahí, en el medio de la nada, eran plantas, y algún pájaro de vez en cuando. No podía creer que se haya olvidado de cargar nafta. Esperó hasta 4 horas, cuando de repente,

un camión apareció, esperanzado hizo dedo, rogó que lo subiera, fue entonces que el auto se frenó y él feliz se subió.

El poeta

Estaba por viajar solo hacia Bariloche en una bicicleta prestada. Llegué en 53 horas Pinos me rodeaban. El día oscurecía. La tarde se iba, acompañada por su amigo fiel, el sol. Los aullidos de los lobos me intimidaban. Busqué un refugio. Me topé con una casa, y un señor me abrió. Me dijo que era un poeta. Me dio un té con especias, eso fue lo último que recuerdo de esa pésima noche. Al otro día, desperté en la ciudad. Alterado, llamé a

Bariloche, pregunté por Mario Cristolucis, el poeta, “Señor, ese hombre murió hace 145 años”.

Sociedad

Se encuentra solo y perdido, necesita ayuda. Este pobre hombre dejo atrás todas las esperanzas que podía llegar a tener para seguir adelante, esperando algo mejor. La sociedad lo rechaza viendo que no es igual a ellos, que sus pertenencias están tiradas sin darles ningún uso y que él va vagando por las aguas de la soledad sin rumbo alguno. La sociedad se ha transformado en las aguas oscuras y tenebrosas que los marinos tanto temen, en las cuales nadie se anima a enfrentar, porque saben que no todos logran cruzar.

Se casaron el 23 de Abril de 1914. Él se había enlistado para el ejército y ella era ama de casa. La guerra mundial había comenzado. En diciembre llegó la carta que no querían leer, su marido debía servir a su país yendo a la guerra. Zarpó en un barco nacional en enero de 1915 hacia Europa. Ella no podía parar de llorar, ya que no tuvo tiempo para informarle a su marido que estaba embarazada. Él le dijo que volvería muy pronto para estar con ella y formar una familia, pero nunca supo que su mujer estaba embarazada. Ella se quedó a vivir en el puerto, donde su barco zarpó. Los meses pasaron pero él no volvía. Su panza crecía cada vez más, pero nunca vio su barco regresar. 4 meses después, el documento que nadie espera le llegó. Su marido había muerto. Él había sido matado por una bomba que explotó en su trinchera. En ese momento ella sintió que no tenía más razón

para existir, y que al morir se podía encontrar con él en el cielo. Entonces al terminar de leer la carta decidió tirarse al mar. Es la historia más conocida de este pueblo: la muerte de la loca del puerto. A los 7 meses de embarazo se lanzó al río.

Un matrimonio se fue al campo. Cuando partieron había mucho tráfico en la ruta entonces tomaron otro camino. Ya había anochecido, se habían perdido, eran las 4 a.m. El marido se quedó dormido y se volvió a despertar por los gritos de su mujer, se dio cuenta que estaba en un decampado, se intentó levantar pero tenía encima el auto. De repente no escucho más gritos porque su mujer se había muerto. Ya habían pasado 4 horas del accidente y nadie venia. No estaba herido pero no se podía mover, se quedó esperando a que alguien lo venga a ayudar.

Astrid Needalight

Astrid Needalight was a teenager who believed she was not able to endure with the school demands.

One morning, her mother and father woke her up and once she realized she was too late for school, she asked them why she skipped the school and their response was “What’s school?”. After she ratified that school did not exist in the whole world, she suddenly fainted.

Astrid woke up in the school and her teacher was scolding at her. She assumed that in spite of her apathy towards the school demands, school was her light, her life depended on it.

Key Word

There are no limits, no penalties, no desires, no envy, no fights, no loneliness only peace and love. But everything has its cost, is the key word that must be found to get to heaven. Make a good life and leave all our bad thoughts and cultivate pure is that what brings us to this paradise and Lucy is the girl which looks forward to the gates of heaven to touch and feel that connection with God and feel totally liberated and high toward the experience of pure and infinite love where everything is transparent and eternal.

Llevar una vida vacía y superficial carecía de sentido para mí. Era una gota más en el océano, si me evaporaba nadie lo notaria, no habría diferencia alguna. El perder la identidad y la originalidad, en mi opinión, es lo peor que le puede pasar a un ser humano. En la búsqueda de la perfección nos perdemos a nosotros mismos. Es una lucha sin sentido, y sin embargo caí en ella. Luego de pasar por varios desencuentros y desilusiones, mi vida finalmente cobro forma, sentido y color al conocerla. Todas las frases cursis que siempre había criticado ahora encajaban perfectamente con mi situación. Nunca me creí merecedor de ser feliz, pero desde que conocí la felicidad mi único objetivo es nunca perderla. La plata, el poder y el prestigio pasaron a un segundo plano. Mentiría si digo que no voy a volver a caer en ellos, pero lo importante es tener la fortaleza necesaria para reconocerlo y salir adelante.

Era un día de verano. Juliana estaba de mal humor porque sabía que con 16 años no iba a encontrar a nadie de su edad en Miramar. Como de costumbre, ella estaba tomando sol. Horas después, Lucas, su ex novio estaba parado delante de ella, Comenzaron hablar, así estuvieron todo el día, pero al llegar la tarde Juliana se enteró que Lucas se volvía a Buenos Aires. Esa noche no paro de llorar, sucedió que al otro día, Lucas aprecio y le contó que su tío lo invito a quedarse más tiempo, y fue entonces que estuvieron juntos hasta el día que se volvieron.

Rose

Es el dolor el que lo envuelve al hombre en plena oscuridad. Esa rosa es el reflejo de un eterno dolor que él siente por la pérdida de su mujer y que hay un gran abismo entre ellos dos. La ausencia lo mata es como una espina clavada y no sacada. Duele, crece, pero también fortalece. Esa rosa, aquella despedida la cual es tirada en honor a su mujer en la última morada nunca más volverá a renacer ni a florecer. Ambas desplegaron sus pétalos y ascendieron a un mundo mejor sin oscuridad ni dolor.

Había un señor, Jorge, que vivió toda la vida solo hasta que le diagnosticaron cáncer. Jorge sabía que estaba muy enfermo pero no se quería morir todavía porque se había enamorado de su enfermera, él siempre le regalaba rosas y poemas, le dedicaba canciones pero ella nunca le prestó atención a este pobre viejito. Una mañana la enfermera se dio cuenta que lo amaba y fue corriendo a decirle pero el viejito había muerto esa noche. Él sabía que iba a morir esa noche entonces le dejo en su cuarto una rosa con una carta que decía “Te amaré siempre”

SE VENDE

SE RIFA LIBRO Y ANTEOJOS DE UN HOMBRE QUE NUNCA PUDO TERMINAR DE LEER LA PAGINA.

Tecnología

No ha pasado el tiempo suficiente para olvidarnos de ellos, fuimos capaces de dejarlos de lado sin importarnos los valiosos que son y lo mucho que los vamos a echar de menos. Pero está pasando, ya somos cada vez más las personas que los abandonan, que no tememos decirles “adiós, es tiempo de mirar hacia él mañana y mejorar”. Hay una simple explicación por la cual somos tan crueles, la tecnología.

Índice

Carta a nadie de Lucía Darnet

El cuento que jamás fue contado de Joaquín Diaz Walker

Solo yo podía salvarme... de Micaela Cardalda

Aquella Ruta de Candelaria Levene

El viaje de Milagros Brascó

El cambio de Milagros Brascó

Ya era tarde... de Agustina Buljevich

El poeta de Joaquín Diaz Walker

Sociedad de Juliana Amendolara

Se casaron el 23 de Abril... de María Paula Tear

Un matrimonio se fue al campo... de María José Tear

Astrid Needalight de Victoria Nielsen

Key Word de Candelaria levene

Llevar una vida vacía ... de Micaela Cardalda

Era un día de verano... de Agustina Buljevich

Rose de Candelaria Levene

Había un señor... de María José Tear

SE VENDE de Candelaria Levene

Tecnología de Juliana Amendolara