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AGUAITA DOCE/ JUNIO 2005 11 Al igual que Pedro Romero en Carragena, el teniente coronel Narciso Vicente Crespo fue der de las clases populares de Sanca Marra, pero en defensa de Espa. Alcanzó a ser escribano en la conraduría de la ciudad, es decir, saa leer y escribir y gozaba de un sueldo estable. Tenía dos casas en la ciudad. En 1813, des- pués de haber encabezado varias campañas conrea los insurgenres de Carragena, solicitó carra de ciudadanía amparándose en la Constitución de diz. 2<? JEFE DEL ERCITO REALISTA * Por invitación del Área Culrural del Banco de la República de Carragena, el auror presentó esta conferencia el 3 de agosro de 2005 en esta ciudad. El texto ha sido cedido por su aurora Aguaita, que por considerarlo de interés lo publica en esta sección. ' Aline Helg, Liberty and Equality in Caribbean Colombia, I770- 1835, Chapel Hill, Universiry ofNorrh Carolina Press, 2004. Hace menos de un año, la investigadora norte- americana Aline Helg publicó el libro Liberty and Equality in Caribbean Colombia, I770-I835 ',en el que intenta recuperar la historia de los afro-colombianos en la costa Caribe colombiana durante la época de la Independencia. Helg sostiene que en la historiografía colombiana el Caribe ha sido marginalizado, y que esta marginalización regional está ligada íntimamente a la marginalización de lo africano en la historiografía colombiana. La negrirud nunca ha sido un principio potente de movilización potica en Colombia. Esto es sorprendente, porque según Helg, una tercera parte de los colombianos son descendientes de africanos. Y en la costa, en el siglo XVIII, afuma la investigadora, más de la mitad de la población la constituyeron afro-colom- bianos, cuya participación en sucesos poticos de gran trascendencia, como, por ejemplo, la Independencia de principios del siglo XIX, ha sido, con pocas excepcio- nes, olvidada por historiadores posteriores. Intento adelantar aquí una especie de diálogo con el libro de Helg. Cuando digo diálogo, no se trata de una frase meramente retórica, ya que en varias partes de su libro Helg se ha basado en mi tesis doctoral, publicada este año por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia -lcanh- con el tulo Identidades e independencia Steinar A. Sether Identidades y cultura popular en el Caribe colombiano antes de la Independencia-

Identidades y cultura popular en el Caribe colombiano ... · Independencia. Helg sostiene que en la historiografía colombiana el Caribe ha sido marginalizado, y que esta marginalización

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AGUAITA DOCE/ JUNIO 2005 11

Al igual que Pedro Romero en Carragena, el teniente coronel Narciso Vicente Crespo fue líder de las clases populares de Sanca Marra, pero en defensa de España. Alcanzó a ser escribano en la conraduría de la ciudad, es decir, sabía leer y escribir y gozaba de un sueldo estable. Tenía dos casas en la ciudad. En 1813, des- pués de haber encabezado varias campañas conrea los insurgenres de Carragena, solicitó carra de ciudadanía amparándose en la Constitución de Cádiz.

2<? JEFE DEL EJÉRCITO REALISTA

* Por invitación del Área Culrural del Banco de la República de Carragena, el auror presentó esta conferencia el 3 de agosro de 2005

en esta ciudad. El texto ha sido cedido por su aurora Aguaita, que por considerarlo de interés lo publica en esta sección.

' Aline Helg, Liberty and Equality in Caribbean Colombia, I770- 1835, Chapel Hill, Universiry ofNorrh Carolina Press, 2004.

Hace menos de un año, la investigadora norte- americana Aline Helg publicó el libro Liberty and Equality in Caribbean Colombia, I770-I835 ',en el que intenta recuperar la historia de los afro-colombianos en la costa Caribe colombiana durante la época de la Independencia. Helg sostiene que en la historiografía colombiana el Caribe ha sido marginalizado, y que esta marginalización regional está ligada íntimamente a la marginalización de lo africano en la historiografía colombiana. La negrirud nunca ha sido un principio potente de movilización política en Colombia. Esto es sorprendente, porque según Helg, una tercera parte de los colombianos son descendientes de africanos. Y en la costa, en el siglo XVIII, afuma la investigadora, más de la mitad de la población la constituyeron afro-colom- bianos, cuya participación en sucesos políticos de gran trascendencia, como, por ejemplo, la Independencia de principios del siglo XIX, ha sido, con pocas excepcio- nes, olvidada por historiadores posteriores.

Intento adelantar aquí una especie de diálogo con el libro de Helg. Cuando digo diálogo, no se trata de una frase meramente retórica, ya que en varias partes de su libro Helg se ha basado en mi tesis doctoral, publicada este año por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia -lcanh- con el título Identidades e independencia

Steinar A. Sether

Identidades y cultura popular en el Caribe colombiano antes de la Independencia-

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' Sreinar A. Serher, Identidades e independencia en Santa Marta y Riohacha, 1750-1850, Bogotá, ICANH, 2005.

3 Anrhony McFarlane, Colombia befare Independence: Economy; Society and Politics under Bourbon Rule, Cambridge, Cambridge University Press, 1993, p. 353.

'"Padrón General que manifiesta el número de personas habi- tantes en esta Provincia de Santa Marta con distinción de clases sexos y estados, inclusos párvulos" en el Archivo General de Indias (AGI), Indiferente general 1527; "Cuadros de empadronamiento de Riohacha y las poblaciones de su jurisdicción: Moreno, Villa de Pedraza, Sabana del Valle, Bahía Honda, Camarones y Boronata" en Archivo General de la Nación (AGN), Censos 6; "Padrón echo en el año de 1788 del número de Almas con distinción de sexos clases y castas incluso párvulos que habitan en esta ciudad de Riohacha" en: Archivo Histórico Eclesiástico de Santa Marra (AHESM) leg. 3.

'"Libro de matrimonios de blancos descendienres de españoles, 1772-1795" (MBDE) y "Libro de matrimonios de pardos, mestizos, negros de la parroquia de la catedral de 1772 - 1792" (MPMN) ambos en AHESM.

6 En el censo de 1793, en Santa Marra había 13.9º/o blancos, o,6% indios, 69,1% libres de todos los colores y 16,4% esclavos de una población total de 3601 personas. AGI, Indiferente General 1527.

negros" fueron generalmente clasificados como "libres" en el censo. Pero si se examinan más detalladamente las genealogías e historias personales de algunos de los indi- viduos cuyos matrimonios fueron inscritos en el segundo libro, aparecen datos muy interesantes:

1. La mayoría de los europeos que se casaron en Santa Marta vieron sus matrimonios registrados en el libro para "pardos, mestizos, negros" y no en el de "blancos descendientes de españoles". La mayoría de los hombres de Francia, Portugal, Italia y España no podían aspirar a ser categorizados como blancos, presu- miblemente porque carecían del estatus social necesario o porque se casaron con mujeres que no pertenecían a las élites locales. Este es un punto clave, porque indica que la clasificación no dependía únicamente del color, de la raza o de las genealogías y orígenes geográficos, ya que otros aspectos como, por ejemplo, el oficio, los recursos económicos y su "capital social" tenían gran importancia.

2. La presencia africana entre los contrayentes de matrimonio no fue muy marcada: de los 299 hombres que se casaron en Santa Marta entre 1772 y 1788 y que fueron registrados en el libro de matrimonios de "pardos, mestizos, negros" hay información del lugar de nacimiento de 212 (es decir, para el 71 por ciento). Hay un caso de una pareja de "negros bozales" y otro de

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en Santa Marta y Riohacha, q50-I850 2• Aunque se basa en parte en mis investigaciones anteriores, los análisis y conclusiones de Helg son bastante diferentes a los de mi tesis. No estoy de acuerdo con algunas de las premisas de su libro, y aquí intento explicar por qué.

El libro se basa en dos premisas que son problemá- ticas y deben ser discutidas explícitamente. La primera, que la mayoría de la población fue descendiente de afri- canos. La segunda, que los afro-descendientes tenían, o, quizás es más preciso decir, deberían haber tenido, una identidad en común.

La primera premisa es una afirmación que, por lo menos en principio, es posible examinar empíricamente. Helg se basa en los censos de finales del siglo XVIII cuando afirma que la mayoría de la población fue afro- descendiente. Allí se repartían los habitantes en cuatro categorías: blanco, indio, esclavo y una categoría llamada "libres de todos los colores". Esta última categoría corres- pondía aproximadamente al 60 por ciento de la población censada de la costa en 1778. Y en las ciudades principales los porcentajes de los libres fueron aún mayores 3•

El problema está en cómo se debe entender la cate- goría "libres de todos los colores". Para Helg, el término equivale a "gente de color", un término que se utilizaba en otras partes del Caribe. Es decir, Helg supone que los "libres de todos los colores" en la costa de la Nueva Granada fueron, por definición, afro-descendientes. Mas si entendemos el término literalmente tal conclusión es prematura, y llegar a ella requeriría de una investigación acerca de cómo se categorizaron los censados, o habría que examinar muestras de los que fueron designados como "libres" en los censos. Aunque en principio es posible hacer tal ejercicio, en la realidad sería un trabajo enorme, y, probablemente, innecesario.

Para la ciudad de Santa Marta tenemos unas fuentes que pueden esclarecer la procedencia geográfica de los "libres": los libros parroquiales de matrimonio". Allá hubo dos libros de matrimonios a finales de la Colonia, uno llamado "blancos descendientes de españoles" y otro para "pardos, mestizos, negros" 5• El porcentaje de matrimo- nios registrados en estos dos libros corresponde a los por- centajes de gente categorizada como "españoles" y "libres" en el censo 6, lo cual parece indicar que, generalmente, los individuos que se registraron como españoles/blancos al c~ai·se se registraron también como españoles/blancos al ser censados, y podemos suponer que los que vieron sus matrimonios inscritos en el libro de "pardos, mestizos,

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7 Adolfo Meisel Roca y María Aguilera Díaz. "Cartagena de Indias en 1777: un análisis demográfico" en: Boletín cultural y bibliográfico 34:45 (1997), pp. 21-57; Alfonso Múnera. Fronteras imaginadas: La construcción de las razas y de la geografía en el siglo XIX colombiano, Bogotá, Planeta, 2005, pp. 129-152.

ejemplos de individuos de Santa Marta, Narciso Vicente Crespo (Imagen r) y Tomás José Pacheco (Imagen 2). Al igual. que Pedro Romero en Cartagena, ambos consiguieron ser líderes de las clases populares y tener una elevada importancia política durante las guerras, aunque Crespo y Pacheco lucharon del lado realista. Sus historias personales son de interés particular, ya que pueden ilustrar algunos de los problemas que se afrontan

Tomás José Pacheco tuvo una parti- cipación política y militar durante la Independencia aún más activa que la de Crespo, ya que luchó con los realistas contra los insurgentes de Cartagena desde 18u hasta la batalla de Ciénaga de 1820, donde murió al lado de 800 soldados realistas. Llegó a ser jefe principal de los realistas en Ciénaga y poseyó un grado militar superior al de Crespo. No pertene- ció a las capas altas de la sociedad samaria, su bautismo fue inscrito en el libro para "los del común", se casó en Guaymaro, y solicitó carta de ciudadanía por tener ascendencia africana.

Luis Joseph Manjarés, de Guinea, aparentemente libre, que se casó con una esclava llamada María. En cambio hay un total de 38 hombres provenientes de Europa, Claro, hay también varios individuos categorizados como "pardos libres" o "mulatos", pero la gran mayoría de los registrados no tienen este tipo de designación socio-racial.

No es mi objetivo argüir que los "libres" fueron biológicamente más europeos que africanos. Sim- plemente quiero advertir que la premisa de que los libres fueron, por definición, afro-colombianos es un error 7•

Para ilustrar el problema de cómo entender la cate- goría de "libres de todos los colores" quiero traer dos

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"La información biográfica de Narciso Vicente Crespo proviene de las fuentes siguientes: "Expediente sobre petición de carta de ciu- dadanía de Don Narciso Vicente Crespo" en AGI, Santa Fe 746; el matrimonio de sus padres en MPMN 26 de dic. 1774 en AHESM; su segundo matrimonio con María Josefa Salto en "Libro de matrimonios de la parroquia de San Miguel Arcángel", 5 de mayo de 1816 en AHESM; "Narciso Vicente Crespo solicita se le abone parre de los que se adeuda" en AGN, Solicitudes, Tomo 5, No. 5; "Testamento de Josefa del Salto" en Notaría Primera de Santa Marra (NPSM), Protocolos 1828-29.

9 Acta de la Superior Junta de Santa Marra, 26 de septiembre 1810, fols. 9v y 10 en AGI, Santa Fe 1247.

'º Según el artículo 18 de la Constitución de Cádiz, "son ciudadanos aquellos españoles que por ambas líneas traen su origen de los dominios españoles de ambos hemisferios, y están avecindados en cualquier pueblo de los mismos dominios", pero el artículo 22 aclaró que "a los españoles que por cualquiera línea son habidos y reputados por originarios de África, les queda abierta la puerta de la virtud y del merecimiento para ser ciudadanos: en su consecuencia las Corres concederán carta de ciudadano a los que hicieren servicios calificados á la Patria, ó á los que se distinguen por su talento, aplicación y conducta, con la condición de que sean hijos de legfrimo matrimonio, de padres ingenuos [es decir libres], de que estén casado con muger ingenua, y avecindados en los dominios de las Españas, y de que ejerzan alguna profesión, oficio o industria útil con un capital propio". http://www.cervanresvirtual.com/ portal/ 1812/ consri tucion .sh tml

de las clases populares. En 1813, después de haber encabezado varias campañas contra los insurgentes de Cartagena, solicitó carta de ciudadanía bajo el artículo 22 de la Constitución de Cádiz 10• En su soli- citud, Crespo declaró que tenía ascendencia africana. Y señaló además que tanto él, como sus padres y su esposa fueron y siempre habían sido "libres". El resto de la solicitud documenta, a través de declaraciones de testigos, el valor y la distinción que lo habían caracterizado en defensa de la causa del rey.

Helg menciona a Crespo en varias partes del libro, y lo describe como el "mulato" Crespo. Para Helg, Crespo es un ejemplo de los límites y posi- bilidades políticas de los afro-colombianos durante la Independencia. Y, en parte, tiene toda la razón: Crespo no pertenecía al restringido grupo de perso- nas y familias que se podían autodenominar como "blancos descendientes de españoles", y como indica su solicitud de ciudadanía, estuvo conciente de que tenía ascendientes africanos. Pero, ¿significa esto necesariamente que Crespo se pensaba en sí mismo en estos términos? ¿Sentía una afinidad con otras personas que tuvieran un abuelo o bisabuelo de África? ¿Se puede decir que su mentalidad o cultura fue distinta de los que no tuvieran originarios de África, simplemente por este hecho? Lo dudo. Al contrario, su solicitud de ciudadanía da la impre- sión de un hombre que se ve a sí mismo como un representante de la nación hispánica.

Otro ejemplo: Tomás José Pacheco no es men- cionado en el libro de Helg, pero su participación política y militar durante la Independencia fue aún

cuando se intenta entender los lazos o relaciones entre identidades sociales y actitudes políticas durante la Independencia.

Narciso Vicente Crespo nació en Santa Marca en 1775 8• Sus padres fueron Tomás Crespo, originario de Yucatán, y María Carmen Robles, samaria. El matrimonio de estos fue inscrito en el libro para "pardos, mestizos, negros". Sin embargo, el bau- tismo de Narciso Vicente lo registraron en el libro de "españoles", lo cual indica quizás que los Crespo se consideraron pertenecientes a un estatus social intermedio. De pronto también el hecho de que los padrinos de Crespo fueran Pedro Gabriel Díaz Granados, cura y miembro de una las familias más influyentes de Santa Marca, y Antonia del Real, de igual estatus social, contribuye a la sensación de que la posición social de Crespo fue más elevada que lo común para los "libres" en general. Además, antes de 18ro, Narciso Vicente Crespo obtuvo un cargo oficial de cierto prestigio como escribano en la contaduría de la ciudad. Es decir, sabía leer y escribir y gozaba de un sueldo estable. Además, tenía dos casas en la ciudad. Por otro lado, Crespo no fue rico, sus casas eran ambas de bahareque. Se casó dos veces, pero ninguna de las esposas pertenecieron a familias de la elite samaria. El segundo matrimonio se celebró en la parroquia de San Miguel Arcángel a la que pertenecía Crespo, la cual fue erigida en parroquia en 18ro, según el cabildo, para comprender "el vecindario más pobre de esta ciudad" 9• Crespo no poseyó esclavos.

La fama de Crespo se estableció entre 18ro y 1820, cuando se distinguió como un líder político y militar

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Primero: La categorización social en la Cosca anees de la Independencia no dependía principalmente de la categorización racial. Cómo vimos con respecto de los europeos que se casaron en Santa Marca a finales del siglo XVIII, la mayoría de ellos vio sus matrimonios inscritos en el libro para "pardos, mestizos, negros". La designación dependía de otros factores sociales, y, por lo tanto, era ambigua y abierta a negociaciones.

Segundo: Al parecer, si se leen las solicitudes de Crespo y Pacheco literalmente, tener ascendencia africana no implicaba aislamiento de la cultura hispánica. Al contrario, en sus carras ambos se definen como españoles (casi por excelencia) en virtud de sus luchas favorables a la causa del Rey, y, lo que es, quizás, más significativo todavía: el cabildo de Santa Marta y la élite local los apoyan en esta identificación. Para las élites locales, tener ascendencia parcialmente africana no es, por lo tanto, un impedimento absoluto para ascender a la categoría de españoles.

Pero aquí surge otro problema. Si aceptamos que personas como Crespo y Pacheco se identificaban a sí mismos como españoles, no significa necesariamente que no tuvieran al mismo tiempo otra identidad, más cercana a la cultura popular. El hecho de que Pacheco y Crespo fueran líderes populares durante las guerras, hace pensar que pertenecían a los sectores populares de la ciudad, o que fueran en cierta medida intermediarios entre la elite y el pueblo. Establecer esta pertenencia y demostrar que compartían con ellos una identidad y una cultura popu- lar en oposición a la de las élites no son tareas fáciles. Obviamente, en las solicitudes de ciudadanía, no surgen evidencias de identificación con la cultura popular. Y el hecho de que ambos fueran designados como "del común" o "libres de todos los colores" no puede ser interpretado como evidencia de que participaran de una cultura popu- lar afro-colombiana.

Entonces, existen importantes interrogantes sobre las culturas populares urbanas del Caribe colombiano. Por ejemplo, sobre la manera cómo las clases populares se identificaban a sí mismas y en qué grado la cultura popular estaba claramente diferenciada de la cultura de las élites. Metodológicamente, estos interrogantes son muy difíciles de abordar, simplemente porque carecemos generalmente de fuentes confiables y útiles que puedan dar una visión plausible de las mentalidades y culturas populares de la costa Caribe durante el siglo XVIII.

Helg escribe un subcapítulo titulado "Countercul- ture" ("Contracultura''), en el que utiliza un informe del

" La información biográfica de Pacheco proviene de las fuentes siguientes: "Expedienté respondido del Sr. fiscal sobre la instancia de Benito Josef Pacheco de nación portuguesa y vecino de la ciudad de Santa Marta acerca de que le conceda Carta de Naturaleza" y "Testimonio de las diligencias practicadas sobre justificación, Ja cristianidad, hombría de bien y residencia de Manuel Benito Josef Pachecoyavalúo de los bienes que este posee", ambos enAGI, Santa Fe n95; "Carta de naturaleza concedida a Benito Josef Pacheco de nación portuguesa" en AGI, Indiferente General 1535; "Pacheco Tomás José, su título de escribano de tierras de Santa Marta" en AGN, Empleados públicos del Magdalena VI, fols. 515-535; "Tomás José Pacheco, teniente graduado de capitán, solicita empleo en cualquier batallón de ejercito. Santa Marta" en AGN, Solicitudes 3; "Carta de Tomás José Pacheco pidiendo carta de ciudadanía" en AGI, Santa Fe 746.

más activa que la de Crespo ". Igual que Crespo, Pacheco luchó con los realistas contra los insurgentes de Cartagena desde 18n hasta la batalla de Ciénaga de 1820, en la que murió al lado de 800 soldados realistas. También obtuvo cargos oficiales en el ejército realista, llegó a ser jefe principal de los realistas en Ciénaga y poseyó un grado militar superior al de Crespo.

Pacheco tampoco perteneció a las capas altas de la sociedad samaria, su bautismo fue inscrito en el libro para "los del común" y se casó en Guaymaro, y para la solicitud de ciudadanía no pudo producir documentos sobre su matrimonio. Igual que Crespo, Pacheco solicitó carta de ciudadanía por tener ascendencia africana. De la genealogía de Pacheco, sabemos que su padre Manuel Benito José Pacheco fue nativo de Portugal y marinero, que llegó a Santa Marta y se casó con María Josefa Bernea, samaria sin conexiones con las élites locales. Cuando Pacheco padre solicitó carta de naturaleza en 1785, los testigos declararon que Pacheco llevaba 19 anos en Santa Marta, tenía cinco hijos legítimos con María Josefa Bernea, poseía tres casas en la ciudad y cuatro escla- vos, y su oficio era expendedor de tabacos y naipes. Sus posesiones materiales se avaluaron en alrededor de 4000

pesos en 1785, lo cual señalaba que era modestamente acomodado. Como su padre, tenía cierta comodidad material, y parece haber sido más rico que Crespo. Poseía una casa en una de las calles principales de Santa Marta, la de Santo Domingo, de piedra y ladrillo, frente a la casa del comerciante peninsular Pablo Oligós, y tenía además cinco esclavos. Curiosamente, Pacheco hijo, al igual que Crespo, fue escribano.

Estos ejemplos sirven para presentar. unas conclusio- nes generales sobre las identidades socio-raciales antes de la Independencia.

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""Testimonio de los sumarios en que constan las vidas y costum- bres de las personas de todos los estados y clases de la Provincia de Santa Marta actuados en la Pastoral, Primera visita del Obispo Don F. Navarro" en Archivo General de Indias, Santa Fe u93.

'J "Sublevación de los negros esclavos en las haciendas de Andrés Madariaga en la jurisdicción de Santa Marra" en AGN, Negros y esclavos 3, folios 910-32. Véase Sreinar Sserher, Op. Cit ..

1•1 El caso del informe del Obispo de Caracas, Mariano Martí es bastante similar. Véase y compárese con el estudio de Juan Almécija La familia en la provincia de Caracas, Madrid, Mapfre, 1992.

los esclavos también anhelaban el matrimonio, incluso se presentaron rebeliones de esclavos donde una de las condiciones que ponen los esclavos para dejar las armas es que se mantengan intactas las familias'3• El reducido número de matrimonios de esclavos se puede explicar más fácilmente debido al costo de celebrar un matrimonio y a la resistencia de los dueños ante el matrimonio de sus esclavos. Además, en los informes episcopales cuando hay pueblos donde el matrimonio al parecer es infrecuente, la causa dada por los propios obispos es que la gente es tan

pobre que tiene dificultad para pagar los derechos que pide el cura para celebrar matrimonios '4.

Es perfectamente enrendible que los historiadores busquemos indicios de una cultura popular, contra- hegemónica, que se opusiera a los valores de los poderes civiles y eclesiásticos, pero con respecto del matrimonio ya para finales del siglo XVIII es difícil encontrar fuen- tes que apoyen la visión de una cultura generalizada de enfrentamiento con los preceptos católicos.

Para concluir, en mi opinión, Helg exagera las dife- rencias entre las clases populares y las élites en el Caribe colombiano antes de la Independencia. Las líneas sociales y culturales que separaban los unos de los otros fueron más fluidas, más ambiguas y más complejas. Y aunque Helg se cuida en parte de no caer en dicotomías demasiado absolutas y simplificadoras, el argumento central del libro resulta circular: los afro-descendientes no desafiaban colec- tivamente porque no tenían una muy fuerte identidad en común, y la línea que los separaba de las élites nunca fue muy clara, haciendo que ciertos segmentos de las clases populares pudieran ser admitidos en estratos más altos. Pero entonces llega al mismo punto de donde parte. En fin, ¿por qué deberíamos pensar a priori que los seres de ascendencia parcialmente africana tuvieron una identidad en común, como si lo más natural en el mundo fuera que los humanos. nos identificáramos con base en nuestro color de piel? ~

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obispo de Cartagena, José Fernández Díaz de la Madrid, para sostener la tesis de que los "libres" o las clases popu- lares habían desarrollado una cultura de resistencia que desafiaba las normas de la iglesia católica y de las élites en general. Basado en el informe episcopal, Helg ofrece la imagen de una comunidad que aprovecha la debili- dad estructural tanto de la Iglesia como del gobierno secular, para desarrollar normas contra-hegemónicas, especialmente formas de vida familiar que transgredían los preceptos de la Iglesia.

El problema fundamental de esta visión está en que Helg se basa exclusivamente en el informe del obispo, y su comprensión es complicada por el hecho de que es difícil saber si el informe refleja más las preocupaciones y los temores del autor que el ofrecimiento de una imagen plausible de la cultura popular. Evidentemente, el informe del obispo Díaz de la Madrid se presta para varias lectu- ras. Helg subraya las partes del texto donde el obispo se escandaliza por la vida espiritual de sus feligreses y cuando describe las costumbres de los habitantes de pueblos como Tacamocho, Menchiquejo, Algarrobo y San Basilio. El obispo deja en claro que, en su opinión, muchos de los habitantes de esos pueblos no vivían de acuerdo con los preceptos de la Iglesia.

Existe un informe de una visita episcopal (similar al de Cartagena) a la provincia de Santa Marta, realizada entre 1774y1776 ",en el que también existe material abundante y frases elocuentes que se pueden citar para ilustrar cómo los obispos se escandalizaron de sus feligreses. Hay que tener mucho cuidado con caracterizaciones escritas por obispos sobre la vida de la gente común. Para las pro- vincias de Santa Marta y Riohacha, intent~ abordar las mismas preguntas a partir de una metodología diferente. Con base en los censos, se pueden calcular los cocientes matrimoniales, es decir, el porcentaje de parejas casadas de la población general. Resulta que el cociente de matri- monios no es mucho menor para los "libres" que para los "blancos". Y los cocientes mayores se encuentran en los pueblos de indios. El grupo que se distingue claramente del resto de la población en cuanto a los cocientes matri- moniales son los esclavos. Si los cocientes de matrimonios para indios, libres y blancos giran alrededor del 30 por ciento, para los esclavos en la provincia de Santa Marta es de 13 por ciento.

. Ahora, la baja incidencia de matrimonios entre esclavos podría ser interpretada como una forma de resis- tencia frente el sistema dominante. Pero, parece ser que