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CANTO DE ENTRADA Juntos cantando la alegría / de vernos unidos en la fe y el amor. Juntos sintiendo en nuestras vidas / la alegre presencia del Señor. ¡Es el Señor!, nos acompaña al caminar, con su ternura a nuestro lado siempre va. Si los peligros nos acechan por doquier, nuestro amigo Jesús nos salvará. OFERTORIO Este pan y vino, Señor, / se transformarán en tu cuerpo y sangre, Señor, / en nuestro manjar. Gracias al sol y al labrador, en el altar florecen hoy las espigas, los racimo / que presentamos a Dios. COMUNIÓN El Señor Dios nos amó / como nadie amó jamás. Él nos guía como estrella cuando / no existe la luz. Él nos da todo su amor mientras / la fracción del Pan: es el pan de la amistad, el pan de Dios. Es mi Cuerpo, tomad y comed; ésta es mi Sangre, tomad y bebed pues yo soy la Vida, yo soy el Amor. ¡Oh Señor, condúcenos hasta tu amor!. SALIDA Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás. Contigo, por el camino, Santa María va. Ven con nosotros al caminar, Santa María, ven. Aunque parezcan tus pasos inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros lo seguirán. Iglesia de San Pablo. Dominicos. Valladolid.- Tel. 983 351 748 http://sanpabloysangregorio.dominicos.es HORARIO DE MISAS. Diarios: Mañana: 8:00, y 13:15. Tarde: 19:30. LAUDES: 07:55 h.- ROSARIO: 19:55 h.- VÍSPERAS: 20:30 Festivos: Mañana: 9:30, 11,30, 12:30 y 13:30. y sus vísperas: Tarde: 19:30 y 20:30. IglesIa de san Pablo. Valladolid - - - - - 25 de septiembre de 2016. Domingo XXVI del tiempo común UN INMENSO ABISMO La palabra de Dios prolonga hoy temas del domingo pasado, con una parábola ejemplar o esquema muy simple. Quien en esta vida vivió como ”rico” tendrá una vida pobre en el más allá; y a la inversa: El que vivió aquí como pobre gozará de la riqueza del Reino de Dios. El evangelista Lucas insiste diciendo que no es la riqueza en sí misma la que condena al rico, sino la cerrazón de su corazón, que le impide ayudarle, y convertir su condición pudiente en amigo de Dios y de los hombres. Reflexionemos hoy en la frase del diálogo entre Abraham y el rico, después de recordarle el motivo de sus sufrimientos: “Además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso”. Es el “abismo” que separa en la tierra a los ricos poderosos de los pobres humillados, que (si en el más allá es imposible ya de cubrir) la experiencia nos dice cuán difícil es cubrirlo aquí en la historia concreta de los hombres. Es el abismo que ha generado la división de la humanidad en clases sociales antagónicas: abismo de humillación, esclavitud, hambre y guerras incontables. A su lado la opresión de pueblos enteros, ideologías con la imposibilidad de que las gentes accedan a sus derechos humanos elementales. Abismo insalvable entre la codicia opresora y los valores del Evangelio del Reino. Por eso Jesús –en voz de Abraham- reclama nuestra atención a lo escrito en la Biblia: La religión autentica no puede existir sin amor a los pobres y sin desprendimiento de los propios bienes en beneficio de toda la comunidad. Encontramos que toda la historia de la salvación está al servicio del pueblo esclavizado, de los humillados, por los poderosos, de los pobres y los desamparados aún en sus más elementales derechos humanos y cívicos. Hoy en la voz del Papa Francisco revive la misma palabra de Dios y nos reclama que encontremos una motivación tal que nos impulse a revertir la situación que atravesamos. Voz que de tantos y distintos modos clama por orar en pro del Reino de Dios y su justicia, que a la vez convierta la propia existencia en testigos coherentes de valores cristianos.

IglesIa de san Pablo. CANTO DE ENTRADA Valladolid

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Page 1: IglesIa de san Pablo. CANTO DE ENTRADA Valladolid

CANTO DE ENTRADA

Juntos cantando la alegría / de vernos unidos en la fe y el amor. Juntos sintiendo en nuestras vidas / la alegre presencia del Señor.

¡Es el Señor!, nos acompaña al caminar, con su ternura a nuestro lado siempre va. Si los peligros nos acechan por doquier,

nuestro amigo Jesús nos salvará.

OFERTORIO Este pan y vino, Señor, / se transformarán

en tu cuerpo y sangre, Señor, / en nuestro manjar. Gracias al sol y al labrador, en el altar florecen hoy las espigas, los racimo / que presentamos a Dios.

COMUNIÓN

El Señor Dios nos amó / como nadie amó jamás. Él nos guía como estrella cuando / no existe la luz.

Él nos da todo su amor mientras / la fracción del Pan: es el pan de la amistad, el pan de Dios.

Es mi Cuerpo, tomad y comed; ésta es mi Sangre, tomad y bebed pues yo soy la Vida, yo soy el Amor. ¡Oh Señor, condúcenos hasta tu amor!.

SALIDA

Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás.

Contigo, por el camino, Santa María va.

Ven con nosotros al caminar, Santa María, ven.

Aunque parezcan tus pasos inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros lo seguirán.

Iglesia de San Pablo. Dominicos. Valladolid.- Tel. 983 351 748 http://sanpabloysangregorio.dominicos.es

HORARIO DE MISAS. Diarios: Mañana: 8:00, y 13:15. Tarde: 19:30.

LAUDES: 07:55 h.- ROSARIO: 19:55 h.- VÍSPERAS: 20:30 Festivos: Mañana: 9:30, 11,30, 12:30 y 13:30.

y sus vísperas: Tarde: 19:30 y 20:30.

IglesIa de san Pablo. Valladolid

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25 de septiembre de 2016. Domingo XXVI del tiempo común

UN INMENSO ABISMO

La palabra de Dios prolonga hoy temas del domingo

pasado, con una parábola ejemplar o esquema muy simple. Quien en esta vida vivió como ”rico” tendrá una vida pobre en el más allá; y a la inversa: El que vivió aquí como pobre gozará de la riqueza del Reino de Dios.

El evangelista Lucas insiste diciendo que no es la riqueza en sí misma

la que condena al rico, sino la cerrazón de su corazón, que le impide ayudarle, y convertir su condición pudiente en amigo de Dios y de los hombres. Reflexionemos hoy en la frase del diálogo entre Abraham y el rico, después de recordarle el motivo de sus sufrimientos: “Además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso”.

Es el “abismo” que separa en la tierra a los ricos poderosos de los

pobres humillados, que (si en el más allá es imposible ya de cubrir) la experiencia nos dice cuán difícil es cubrirlo aquí en la historia concreta de los hombres. Es el abismo que ha generado la división de la humanidad en clases sociales antagónicas: abismo de humillación, esclavitud, hambre y guerras incontables. A su lado la opresión de pueblos enteros, ideologías con la imposibilidad de que las gentes accedan a sus derechos humanos elementales. Abismo insalvable entre la codicia opresora y los valores del Evangelio del Reino.

Por eso Jesús –en voz de Abraham- reclama nuestra atención a lo

escrito en la Biblia: La religión autentica no puede existir sin amor a los pobres y sin desprendimiento de los propios bienes en beneficio de toda la comunidad. Encontramos que toda la historia de la salvación está al servicio del pueblo esclavizado, de los humillados, por los poderosos, de los pobres y los desamparados aún en sus más elementales derechos humanos y cívicos.

Hoy en la voz del Papa Francisco revive la misma palabra de Dios y

nos reclama que encontremos una motivación tal que nos impulse a revertir la situación que atravesamos. Voz que de tantos y distintos modos clama por orar en pro del Reino de Dios y su justicia, que a la vez convierta la propia existencia en testigos coherentes de valores cristianos.

Page 2: IglesIa de san Pablo. CANTO DE ENTRADA Valladolid

Palabra de Dios

Profecía de Amós 6, 4-7

Así dice el Señor todopoderoso: “¡Ay de los que se fían de Sión y confían

en el monte de Samaría! Os acostáis en lechos de marfil,

arrellanados en divanes, coméis carneros del rebaño y terneras del establo; canturreáis al son del arpa, inventáis, como David, instrumentos musicales, bebéis vinos en copas, os ungís con exquisitos perfumes, y no os doléis del desastre de José.

Pues encabezarán la cuerda de los cautivos y se acabará la orgía de los disolutos”.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial 145, 7-10 R./ Alaba alma mía al Señor.

Él mantiene su fidelidad perpetuamente, él

hace justicia a los oprimidos, él da pan

a los hambrientos, el Señor liberta a los cautivos.

El Señor abre los ojos al ciego, el Señor

endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos,

el Señor guarda a los peregrinos.

Sustenta el huérfano y a la viuda, y trastorna el camino de los malvados.

El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad.

Primera carta del apóstol san Pablo a

Timoteo 6, 11-16 Hermano, hombre de Dios: Practica la

justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.

En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús que dio testimonio ante Poncio Pilato con toda noble profesión te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha, ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él honor e imperio eterno. Amén.

Palabra de Dios.

Santo evangelio según san Lucas 16, 19-31

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:

“Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.

Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.

Sucedió que se murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán.

Se murió también el rico y lo enterraron. Y estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno y gritó:

Padre Abrahán, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.

Pero Abrahán le contestó: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida y Lázaro a su vez males; por eso encuentra aquí consuelo mientras que tú padeces. Y además entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros”.

El rico insistió: “Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos,

para que con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento”.

Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que les escuchen”.

El rico contestó: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán”.

Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto”.

Palabra del Señor.

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