D a n i e l a A l o m í a C a l d e r ó n

d a n i e l a a l o m i a . b l o g s p o t . c o m

C o n t a c t o : d a n i e l a . i m a g e n @ g m a i l . c o m

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El objetivo principal de esta primera entrega, es definir y conceptualizar los temas que se van a tocar en este blog de asesoría de imagen, creado como un camino más para alcanzar al éxito de las personas y empresas.

IMAGEN LA CLAVE DEL EITO

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IMAGEN LA CLAVE DEL ÉXITO La imagen de una persona como la de una empresa es en gran parte la responsable del éxito o fracaso de la misma.

La imagen personal es una responsabilidad ineludible de todo ser social, en la que no hay lugar a equivocaciones, coincidencias o imprevistos.

La imagen no debe formarse al azar, debe lograrse por medio de una personalidad íntegra, con objetivos claros y estrategias de proyección personal definidas.

Para esto debemos saber que la imagen no es más que el claro reflejo de lo que

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somos, la imagen se transmite tal cual, con veracidad y autenticidad; la imagen se construye y proyecta sobre bases firmes, a diferencia del espejismo, una imagen falsa, creada sin sustento, que transmite desconfianza y que debe ser identificada para evitar una proyección equívoca.

La imagen es el resultado del proceso de comunicación, este proceso no está lejos de la realidad, lo vivimos a diario, todas y cada una de nuestras acciones u omisiones son mensajes que comunican y dan forma a la imagen.

La imagen como tal es una idea que se forma en la mente de las personas, a través de la percepción de mensajes o estímulos recibidos de manera consciente o inconsciente, y que sumados constituyen la reputación o la imagen global que se logra a través del tiempo.

La reputación generalizada es lo que conocemos como la opinión pública y esta

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determinada por personas relacionadas con nosotros afectiva o laboralmente y con personas anónimas influyentes en la opinión pública, porque a pesar de no mantener vínculos con nosotros sí generan opiniones favorables o desfavorables.

La imagen personal esta determinada principalmente por percepciones visuales

y sensoriales. La percepción visual hace referencia a la primera impresión, más allá de lo estético o estereotipo de belleza aceptado en la sociedad, hablamos de presencia, cuidado y proyección personal basada en los intereses propios de cada individuo y que, de manera ideal, debería ser un apoyo y reflejo de la percepción sensorial que hace referencia a las características de personalidad; actitudes y capacidades de las personas.

Estos dos aspectos importantes por igual, funcionan en complemento, no hay forma de anteponer el uno al otro. Si así lo hacemos, estaríamos fomentando vacíos que en algún momento serán percibidos como falencias; por el contrario, debemos procurar cultivar y mantener en la misma proporción los dos, que juntos son los encargados de determinar nuestra imagen como una unidad completa e íntegra.

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Un elemento que influye de manera determinante en la imagen es el estereotipo; este se basa en el aspecto físico de las personas, incluso se hacen juicios de valor basados en éste; por lo cual es importante que la percepción visual y sensorial vayan de la mano y partan de un mismo punto.

La imagen es subjetiva y circunstancial, eso quiere decir que depende de varios factores, en especial de la óptica del perceptor, a pesar de los parámetros existentes de belleza, inteligencia y actitud, medir resultados en este campo es complicado, pero no imposible; por lo que ocuparse de la imagen no es tan sencillo como parece, es un arte que requiere de gran vocación.

Para complementar el concepto de imagen y comprender a plenitud el campo de acción de la misma no podemos dejar de lado las facetas: diferentes etapas de la vida, divididas con distintos objetivos y por ende distintos mensajes que se relacionan entre sí para mantener coherencia con la imagen global.

Si consideramos la verdadera importancia de nuestra imagen justificaríamos la insaciable búsqueda por mejorar nuestra apariencia y percepción de la misma, por

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la necesidad de aceptación o diferenciación social. La aceptación en primera instancia debe buscarse internamente, para lo cual, una clara definición de quiénes somos y qué queremos es trascendental, con estos dos puntos establecidos, y en manos de la persona adecuada, con seguridad, potenciaremos los éxitos personales o empresariales.

Vamos a cuidar de las imágenes que proyectamos para gozar de buena reputación y generalizarla en una opinión pública favorable.

Finalmente, es importante cuestionar, definir y visualizar los objetivos en nuestras vidas; además de analizar qué hacemos para conseguirlos y considerar la imagen como una herramienta

complementaria para lograrlos.