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    IMAGEN DE LA MATRONA N LA EDAD MEDIA

    ENTRE LA SUPERSTICION Y LA PROFESION

    D Antonio Claret Garcia Martinez

    D Manuel Jesus Garcia Martinez

    D Juan Ignacio Valle Racero

    FUENTES UTILIZADAS

    No todas las actividades humanas generan a misma cantidad de documentaci6n escrita; al mismo

    tiempo, el principal soporte de a misma, el papel, es enormente fragil y los avatares hist6ricos hacen que

    una parte de a misma se destruya y se pierda a informacion contenida

    en

    ella. Determinadas actividades

    apenas han generado documentaci6n, con lo que para conocer su desarrollo nos vemos obligados a expri-

    mir al maximo las pocas noticias que han llegado hasta nosotros. Una de estas actividades con escasa

    documentaci6n conseNada es

    a

    desarrollada por

    a

    partera.

    Para abordar el

    trabajo hemos empleado fuentes de dos naturalezas:

    escritas e iconograficas

    a) Fuentes escritas para l estudio de a partera.

    La

    escasez de fuentes especfficas para

    el

    estudio

    de a

    partera

    en a

    Edad Media ha hecho necesario

    a

    consulta de textos de naturaleza muy variada, destacando los textos jurfdicos, cientfficos y literarios.

    Fundamentalmente han sido:

    Jurfdicos:

    Las Siete Partidas.

    Cientfficos tratados de Medicina):

    Lilia de Medicina,

    de Bernardo Gordonio.

    Compendia de Humana Salud,

    de Johannes de Ketan.

    Literarios:

    Calila e Dimna.

    Libra de Buen Amor.

    La Celestina.

    Documentaci6n de archivo:

    Archivo Municipal de Jerez de a Frontera Cadiz).

    Archivo General del Arzobispado de Sevilla.

    Otros textos.

    Las disparidad de fuentes es nesaria por a escasez de los datos que cada una de elias aporta, pero

    que, en conjunto, son imprescindibles para obtener una imagen lo mas tiel posible de a practica de a

    actividad de partera y de las personas que

    a

    ejercen.

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    de Historia

    de Enfermerfa

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    b Fuentes iconograficas.

    La Edad Media es un perfodo que da a Ia imagen

    un

    tratamiento y un uso muy amplio. La pintura y Ia

    escultura inundan las catedrales; las iluminaciones decoran los libros y codices y las actividades diarias del

    hombre quedan recogidas frecuentemente

    en

    estas representaciones; entre elias encontramos muchas

    escenas de nacimiento, que nos muestran el entorno inmediato en que se produce el alumbramiento, con

    lo que se convierten, por ello,

    en

    una fuente de indudable valor. Los

    Iibras de Horas,

    los

    Devocionarios,

    Herbolarios medicinales y otros muchos libros iluminados nos aportan interesantes escenas para el cono

    cimiento

    del entorno en donde trabaja Ia partera.

    EL NACIMIENTO EN

    UN MUNDO

    RURAL

    La Edad Media es un perfodo con un predominio absoluto del caracter rural -entre el 80 y 85 por

    ciento de Ia poblacion, segun las zonas, vive en y del campo-, y Ia vida de los hombres de Ia epoca se

    desarrolla fundamentalmente

    en

    este espacio. Aldeas, villas y pequenas ciudades con escasa poblacion

    jalonan Ia geograffa de Ia Europa medieval. A esto hay que anadir el nivel medio de pobreza o de escasez

    de recursos que disponfa gran parte de

    Ia

    poblacion campesina europea, lo que determinaba notablemente

    el acceso a los medios de salud. En este contexto, al igual que las actividades diarias del hombre van a

    estar condicionadas por este medio rural y porIa escasez de recursos, Ia salud y, como una extension de Ia

    misma, el nacimiento de los individuos, va a estar profundamente marcada por estos condicionantes. Del

    mismo modo, las personas que cubrfan estas parcelas asistenciales compartfan el mismo contexto social y

    natural de sus clientes-pacientes, y sus practicas mediatizadas por estas realidades.

    LAS FUNCIONES FUNDAMENTALES DE LA PARTERA EN LA EDAD

    MEDIA

    a) Funci6n asistencial propiamente dicha con mucho, Ia mas importante).

    - Asistencia a Ia embarazada, parto y puerperia.

    - Cuidados al nino recien nacido: bario, alimentacion, etc.

    - Asistencia a enfermedades propias de

    Ia

    mujer.

    - Consejos sobre medidas anticoncepcionales (hierbas, preparados, etc.) -como resultado de sus

    conocimientos podfan ser solicitadas para practicas abortivas-.

    - Realizacion de Ia operacion cesarea

    en

    Ia madre muerta para Ia extraccion del feto.

    Ademas de las tareas propias del parto, ten fan otras dos actividades importantes. La primera consis

    tfa

    en

    Ia

    atencion a

    Ia

    mujer

    en

    enfermedades propias de

    su

    sexo. A este respecto, los tratados medievales

    de medicina encomiendan a las parteras trabajos consistentes en Ia aplicacion de ungOentos

    en

    determina

    das enfermedades.

    lgualmente, el tratado de Bernardo de Gordonio, Lilia de Medicina dedica un apartado a enfer

    medades propias de Ia mujer, y con respecto a Ia dolencia del descendimiento de Ia matriz , recomien

    da para su cura:

    Capitulo XIII. Del descendimiento de Ia matriz. ( ..) al principia provoquen su vomito y tenga dieta

    caliente y seca ( ..

    ).

    Despues, unte Ia partera su mano con aceite de almaciga y si Ia matriz aparece

    por fuera, pongala

    en su

    Iugar ( ..

    )

    'Bernardo de Gordonio: Lilia de Medicina. Estudio y edici6n de Brian Dutton y Nieves Sanchez. Colecci6n Fuentes de Ia Medicina

    Espanola , bajo Ia direcci6n de Teresa Herrera. Editorial Arco/Libros, S.A. Madrid, 1990, vol. II,

    p.

    1486-87.

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    ongreso

    Nacional

    de Historia

    de

    Enfermerfa

    Como buena conocedora de Ia anatomfa femenina y por Ia experiencia acumulada por los anos de

    dedicacion, Ia partera era Ia persona idonea para aplicar los remedios que los medicos recetaban a sus

    pacientes. En similares terminos se expresa el mismo Gordonio

    en

    otras lugares de su tratado, en las que,

    en

    ocasiones, imputa a

    Ia

    impericia de algunas parteras

    el

    no aprovechar los remedios mandados.

    Capitulo XVI. De Ia dificultad del parto. Causas. (

    ..

    ) el parto trabajoso y diffcil puede deberse a

    causas externas o internas.

    Son externas gran calor, gran frialdad, que Ia partera no es experta, que

    hubo llaga en Ia parte externa de Ia boca de Ia matriz ( .. )

    2

    Tambien se detiene Gordonio

    en

    resaltar algunas caracterfsticas de las buenas cualidades que debe

    poseer a

    Ia

    partera, de sus habilidades y de sus peculiaridades ffsicas a

    Ia

    hora de ser mas aptas para

    determinadas tareas:

    apitulo XVI. Cuando se acerca el parto debe banarse Ia mujer

    en

    tina

    en

    que haya malvas,

    malvavisco, violetas, manzanilla y corona de rey ( ..

    ).

    Escojan una

    partera

    que tenga las manos

    delgadas, los dedos largos para que dilaten Ia boca de Ia matriz suavemente y cuando rompe

    aguas hiendanla suavemente con las unas y metan este pesario que hace ligero el parto sin peligro

    de aborto

    3

    Hace Gordonio otras alusiones a las tareas diferentes de Ia asistencia al parto propiamente dicho,

    como el tratamiento de las enfermedades de los organos genitales femeninos y sus remedios.

    Encontramos una tercera funcion muy importante en Ia Edad Media y que solo determinadas parte

    ras podfan realizar: nos referimos a las de peritaje en cuestiones legales, cuando se necesitaba Ia opinion

    de una mujer de buena fama y entendida, que estuviese presente en

    el parto para dar fe del alumbramiento.

    Las cuestiones de herencia, sobre todo cuando el marido habfa fallecido recientemente y Ia mujer quedaba

    esperando

    un

    hijo de ambos, futuro heredero, eran las mas complejas y requerfan de

    un

    control continuo de

    Ia madre para evitar posibles enganos. La Tercera Partida de Alfonso X el Sabio,

    en su

    Ley XVII, titulada

    Que guarda deuen poner los parientes del finado, quando su muger dize que es prefiada del,

    recoge:

    Otrosf dezimos, que sintiendo Ia muger en sf misma tales seriales, porque entendiesse que era

    cerca el parto, deuelo aun fazer saber a los parientes otra vez, que Ia embien a catar, e guardar, si

    quisieren. E cuando fuere cuytada por razon del parto, non deue estar en aquella casa, do ella esta,

    ome ninguno; mas pueden estar y fasta diez mugeres buenas, que sean lib res, e fasta seys siruientas,

    que non sea ninguna dellas preriadas, e de dos otras mugeres sabidoras, que sean usadas de

    ayudar a Ia mujer

    4

    b) Funci6n jurfdico-legal.

    - Testificacion en los procesos de anulacion de matrimonies (impotencia, esterilidad).

    - Presencia ffsica en el parto para testimoniar el nacimiento, evitar engarios (en herencias, etc.).

    c Funci6n docente.

    - Ensenar a las jovenes y futuras parteras con un matiz fundamentalmente practico.

    d Funci6n religiosa.

    - Bautismo de urgencia el exemplum de San Vicente Ferrer sobre el sacerdote no bautizado).

    2

    Ibidem, p. 1514.

    3

    lbidem, pp. 1516-17.

    4

    Tercera Partida.

    2 5

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    LAS PARTERAS: ENTRE BRUJAS-HECHIZERAS Y MUJERES

    HONEST

    AS Y SABIDORAS

    A Ia hora de analizar Ia imagen

    de

    Ia partera en los ultimos siglos medievales debemos remitirnos,

    obligatoriamente, al variado espectro social al que atendfan las mismas. Desde Ia dama mas distinguida de

    Ia

    nobleza o alta burguesfa urbana, hasta

    Ia

    mas pobre y desgraciada de las mujeres, todas requerfan de los

    cuidados de otras mujeres que le ayudasen en los momentos del parto, cuanto menos, y en muchas otras

    ocasiones para tratar diversas dolencias propias de las mujeres. Este matiz inicial nos plantea Ia existencia

    de una doble realidad de Ia partera. Por una parte, Ia partera aparece en Ia Edad Media como una buena

    mujer, formada en su oficio, honesta y de buena fama, con prestigio ganado en muchos anos de experien

    cia, y que va a asistir a las mujeres de Ia alta sociedad medieval; y, por otro, encontramos a Ia partera que

    hace un poco de todo para poder sobrevivir: embaucadora, hechicera, alcahueta, etc., que no rechaza

    ningun trabajo por bajo que sea que le reporte algun beneficia, y entre los que el de partera viene a sumarse.

    Si bien entre ambos grupos de parteras encontramos caracterfsticas comunes, tambi{m hay otras que las

    diferencian.

    1-

    LA ASISTENCIA A

    LAS

    CLASES

    SOC/ALES

    MAS

    ELEVADAS

    La iconograffa medieval es rica en Ia representaci6n de escenas de parto, tanto para ilustrar determi

    nados pasajes religiosos (el nacimiento

    de

    Ia Virgen es el principal de ellos), como para reflejar escenas de

    Ia vida diaria

    de

    las mujeres. El parto suele acontecer en ricos palacios o notables casas burguesas,

    yen

    el

    mismo intervienen, usualmente, dos mujeres que asisten directamente a Ia parturienta (esto no excluye el

    que a veces concurran otras sirvientas de Ia casa para ayudar en lo que procediera). Estas escenas nos

    acercan a Ia imagen del primero de los dos grupos de parteras al que hemos hecho menci6n mas arriba.

    Aparece en todos los casos como mujeres bien vestidas, con ricos tejidos, de porte serio y distinguido. La

    retribuci6n que recibirfa por sus servicios, por atender a personajes acomodados, era acorde a Ia dama

    atendida, y esto le proporcionaba Ia posibilidad de vestir a cierto nivel y de llevar una vida digna y acorde

    con su prestigio y buena fama.

    Son numerosas las referencias que encontramos en los textos de parteras solicitadas por las damas

    principales, sobre todo de Ia corte, para requerir sus experimentados servicios. En 1427 0 Marfa de Castilla,

    esposa de Alfonso Vel Magnanimo, pidi6 a Castilla que le enviasen una comadrona llamada Marfa Oto, que

    Ia necesitaba para el tratamiento de ciertas dolencias -ademas de Ia esterilidad, fiebres, trastornos menta

    les y ataques histericos que se atribufan a sofocaci6n de matriz por retenci6n de materias venenosas en

    las venas uterinas

    5

    2

    ASISTENCIA A LAS MUJERES MAS DESFAVORECIDAS

    El

    hecho del nacimiento y del padecimiento de enfermedades propias de las mujeres no son privati

    vas de determinadas clases sociales, aunque, en lo referente a las enfermedades, unos grupos estaban

    mas expuestos que otros. Las mujeres con menos recursos requerfan igualmente Ia asistencia en los partos

    de personas mas o menos cualificadas en los temas relacionados con el nacimiento. La falta habitual de

    recursos para recurrir a parteras de alto nivel las obligaban a emplear a aquellas otras que por mucho

    menos costo Ia ayudase a superar esos ineludibles momentos. Para cubrir las necesidades de esta amplia

    masa de poblaci6n encontramos en las villas y pueblos, sobre todo en pequenos nucleos muy ruralizados,

    aunque no exclusivamente, a mujeres poseedoras de unos conocimientos muy variados sobre el arte de las

    hierbas, los emplastos y tecnicas para las curaciones de multiples dolencias, tanto ffsicas como psfquicas.

    Nuestra literatura medieval se hace eco en no pocas ocasiones de esta mujeres medio hechiceras, medio

    parteras, que estaban siempre dispuestas a socorrer a

    Ia

    mujer en los transitos mas diffciles. Hablando

    Celestina al criado Parmeno sobre su madre, le dice Asf era tu madre, que Dios haya, Ia prima de nuestro

    oficio, y por tal era de todo el mundo conocida y querida, asf de caballeros como de clerigos, casados,

    viejos, mozos y ninos. l,Pues mozas y doncellas? Asf rogaban a Dios por su vida como de sus mismos

    5

    M.

    Usandizaga:

    Historia de Ia obstetricia y de Ia ginecologfa en Espana.

    Santander, 1944,

    p.

    74.

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    de Historia de Enfermerfa

    padres. Con todos tenia que hacer, con todos hablaba. Si salfamos

    porIa

    calle, cuantos topabamos eran

    sus ahijados. Que fue su principal oficio partera diez y seis anos

    6

    Alcahueta, hechicera, sanadora de todo

    lo que fuese menester y, para completar su formaci6n partera con mas de

    6

    anos de experiencia.

    Otra de las grandes obras de Ia literatura medieval castellana, el

    Ubro del

    Buen Amor, recomienda

    que se contraten los servicios de una vieja trotaconventos para todo tipo de empleos, que diestra era en

    muchos menesteres:

    Toma vieja que tenga oficio de herbolera, que

    vade

    casa en casa sirviendo de

    partera,

    con polvos,

    con afeites y con su alcoholera, mal de ojo hara a

    Ia

    moza, causara ceguera

    7

    La imagen de una anciana que ofrece sus servicios de casa en casa, entre ellos los de partera, fue

    una imagen corriente en las villas medievales, habida cuenta de Ia lejanfa de muchos de estos nucleos de

    otros mas importantes que dispusiesen de partera reconocida y de buena fama y tambien de medicos. En

    este contexto es 16gico pensar que tuviesen que recurrir a estas mujeres con experiencia probada, conoci

    das por su continuo deambular por las calles, y casi con toda seguridad, sanadora de muchas otras dolen

    cias por sus buenos conocimientos en plantas medicinales y remedios de las mas varidas composiciones.

    La cita del Arcipreste no puede ser mas jugosa:

    Anciana herbolera:

    Anciana partera:

    Anciana que fabrica compuestos:

    Anciana hechicera:

    conoce las hierbas y sus propiedades.

    asiste a las mujeres prenadas.

    afeites, polvos, alchooles.

    echa mal de ojos.

    Una mujer, en definitiva, que se mueve entre las superstici6n y Ia magia y los conocimientos cientffi

    cos fruto de su propia experiencia de anos de oficio, y que se encargara de proporcionar esos cuidados

    especializados a aquellas mujeres que tienen cerrada

    Ia

    medicina oficial por Ia falta de recursos.

    ALGUNAS

    NOTAS SOBRE LA FORMACION DE LAS PARTERAS

    - Es una formaci6n eninentemente practica, en donde una partera experta es auxiliada por otra mas

    joven, futura partera.

    - Por ello, Ia partera de oficio, serfa una mujer de cierta edad y bastantes anos de practica.

    UNA PROFESION DIFICIL DE REGULAR

    - Hasta el siglo XV es escasa Ia reglamentaci6n sobre las parteras.

    - Sera sobre todo en este siglo XV cuando se comience a regular determinados aspectos del oficio

    (examenes, funciones, conocimientos).

    - Sin embargo, aun existiendo esta legislaci6n, sera de muy diffcil su aplicaci6n, puesto que todavfa

    en el siglo XVIII existfa un mayor numero de parteras sin ni siquiera licencia para ejercer-9.

    6

    Fernando de Rojas: La Celestina. Edici6n de Bruno Mario Damiani. Ediciones Catedra, S.A.,

    n Q

    4. Madrid, 1979, p. 157.

    7

    Arcipreste de Hita:

    Libro de Buen Amor.

    Colecci6n

    Odres Nuevos,

    version de Marfa Brey Marino. Editorial Castalia, Madrid,

    1982, p. 191.

    8

    lncluso existiendo estas en muchas ciudades de cierta importancia no todas

    las

    mujeres

    pod

    fan requerir sus servicios por los costos

    que ello podrfa suponer.

    9

    A.f?.

    GARCIA MARTINEZ, M.J. GARCIA MARTINEZ y J.l. VALLE RACERO: Registro y control de las matronas porIa Iglesia Hispalense.

    (La 1magende

    Ia

    matrona a traves

    de

    los Libros de Visitas Pastorales del Arzobispado de Sevilla, siglos

    XVII

    y XVIIJ) , en Hfades, Revista

    de Historia de Ia Enferrnerfa,

    n.

    1 Alca la de Guadaf ra Sevilla), 1994, p. 23.

    2 7

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    Sirva de muestra de lo expuesto los siguientes datos para comienzos del siglo XVIII:

    Arzobispado de Sevilla

    Parteras con requisito legal para ejercer:

    Con titulo 8

    Con licencia 5

    Con carta-examen 2

    Total 15

    Parteras sin requisito legal

    Total

    79

    Parteras que ejercfan de forma ocasional

    Total 6

    ON LUSIONES FINALES

    -

    El

    oficio de partera-comadrona, en Ia Edad Media, segufa siendo eminentemente femenino.

    - La funciones fundamentales que encontramos en Ia partera medieval son:

    Asistencial.

    Jurfdico-legal.

    Docente.

    Religiosa.

    -En

    Ia Edad Media se observa una doble imagen de Ia partera:

    La mujer honesta, de buena fama y sabidora .

    La alcahueta (entre bruja, hechicera, etc.).

    - La transmisi6n de conocimientos del oficio de partear era fundamental mente practico,

    no

    existiendo

    instituciones oficiales encargadas de su ensefianza.

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    SELE ION

    DE TEXTOS

    II

    Congreso Nucltllltl l

    de Historia de E n t e r r r ~ H i ~ l

    Johannes de Ketham:

    Compendia de Ia Humana Salud

    Estudio y edici6n de Marfa Teresa Herrera. Colecci6n

    Fuentes de

    Ia

    Medicina Espanola , bajo

    Ia

    direcci6n de M.' Teresa Herrera. Editorial Arco/Libros,

    SA

    Madrid, 1990.

    EI modo del nacer las criaturas es este. Algunas mujeres hay que tienen en los partos mayores dolores que

    otras, porque algunas veces

    Ia

    criatura extiende primero el brazo,

    Ia

    mano,

    ole

    pie, y todo esto es danoso. Las

    amas o mujeres que las reciben vuelven para adentro aquel miembro que sale desordenado y con esto sufren

    las mad res un gran dolor y desfallecen, si no son muy esforzadas para sufrir ( .. ). (p. 102-1 03).

    ***

    Bernardo de Gordonio:

    Lilia deMedicina

    Estudio y edici6n de Brian Dutton y M.

    Nieves Sanchez. Colecci6n Fuentes

    de

    Ia

    Medicina Espanola , bajo

    Ia

    direcci6n de M.

    Teresa Herrera. Editorial Arco/Libros,

    SA

    Madrid, 1990. Vol.

    II.

    Capitulo

    X

    De

    Ia

    sofocaci6n de

    Ia

    matriz.

    Cura. Debeis saber si Ia mujer esta en el paroxismo o no. Si esta, al principia, denle friegas fuertes en las

    extremidades con sal y vinagre ( ..). Luego Ia partera debe untar su dedo en

    61eo

    muscelino, de balsamo o

    de espicanardo y si Ia mujer se corrompi6 meta el dedo y muevalo fuertemente de modo que Ia materia

    venenosa salga fuera ( ..

    )

    (p. 1472-73).

    Capitulo

    XI De las apostemas de

    Ia

    matriz.

    Causas.

    Pueden ser intrfnsecas o extrfnsecas. Son extrfnsecas cafda, golpe, herida, gran coito, aborto o

    parto no natural, o bien que Ia partera

    noes

    entendida, etc. (p. 1476).

    Capitulo XIII. el

    descendimiento de

    Ia

    matriz.

    Cura.

    AI

    principia provoquen v6mito y tenga dieta caliente y seca. Luego, si

    Ia

    precipitaci6n se inclina a

    alguno de los vertebras o lados, pongan ventosas sin escarificaci6n debajo

    de

    las tetas; hagan oler cosas

    aromaticas sahUmese con cosas hediondas por las partes de abajo. Despues unte Ia

    partera

    su mano con

    aceite de almaciga y

    si Ia

    matriz aparece por fuera, p6ngala en su Iugar. Cuezan en vi no almaciga, nuez de

    cipres, hipoqufstidosy bol armenico ( .. >> (p. 1486-87).

    Capitulo XVI De

    Ia

    dificultad del parto.

    Causas.

    El parto trabajoso y diffcil puede deberse a causas externas o internas. Son externas gran calor, gran

    frialdad, que Ia partera noes experta, que hubo llaga en Ia parte externa de Ia boca de

    Ia

    matriz ( ..

    >>

    (p. 1514).

    Capitulo XVI

    Cura.

    Cuando se acerca el parto debe bafiarse

    Ia

    mujer en tina en que haya malvas, malvavisco, violetas,

    manzanilla y corona de rey (

    ..

    ). Escojan una

    partera

    que

    tenga las manos delgadas, los dedos largos para

    que dilaten Ia boca de Ia matriz suavemente y cuando rompe aguas hiendanla suavemente con las ufias y

    metan este pesario que hace ligero el parto sin peligro de aborto: receta: hisopo, rafz de lirio, oregano,

    hierba gatera, de cada uno dos onzas ( .. >> (p. 1516-17).

    Capitulo XVII

    De

    Ia

    retenci6n de las secundinas.

    Cura.

    Primero provoquen v6mito; en segundo Iugar, estornudo; tercero, retenga el aliento; cuarto, beba

    zumo de puerros y tome diureticos como anfs, cominos y semejantes ( ..

    ).

    De los enumerados se puede

    hacer bafio o emplasto o atar

    el

    emplasto en las piernas; sexto, unte

    Ia partera

    su mano en aceite

    de

    lirio,

    metala en Ia matriz, si tiene Ia mano pequena, y saquelas poco a poco sin fuerza ( .. >> (p. 1521).

    Capitulo XVIII De

    Ia

    mala o toronja de

    Ia

    matriz.

    Mola de

    Ia

    matriz es un pedazo de carne

    teo

    casi sin figura ( ..

    ).

    Cura.

    AI comienzo evite el ejercicio, duerma boca arriba con las piernas y las pantorrillas alzadas y provo

    que v6mito ( ..

    ).

    Despues,

    sino

    consigue nada, unte Ia partera el dedo con aceite

    de

    petr61eo y escarbe Ia

    boca de Ia matriz. Sahumenla con mirra, cast6reo y eleboro. Si asf no se cura, haga aquello que provoca

    aobrto, y

    si no

    lo consigue, huelgue en paz.

  • 7/25/2019 Imagen de La Matrona en La Edad Media

    9/10

    II Congreso Nacional

    de Historia de Enfermerfa

    21

    Archivo Municipal

    de

    Jerez de Ia Frontera Cadiz).

    Aetas Capitulares, 1500-1505,

    f.

    20r.

    1500, Marzo, 18.

    Leose en el dicho cabildo una petici6n que presentaron las parteras e otras mugeres que curan

    de enfermedades secretas de otras mugeres, vezinos desta cibdad, por lo qual en feto fazen saber a

    esta cibdad que por parte de ciertos dotores de sus altezas son citadas y mandadas parescer antellos

    en Ia cibdad de Seuilla en cierto termino e so ciertas penas para les esaminar en sus oficios, lo qual dis

    que nunca fue ni se us6

    en

    esta cibdad, y demas desta que ay algunas dellas que son viejas y otras

    enfermas, y otros pobres y otras que estan al presente ocupadas con mugeres prencipales desta cibdad

    y con otras de menor condici6n, y estan prenadas para parir y sy alia agora oviesen de yr, que las

    prenadas podrfan rescebir algund peligro, en feto piden que

    Ia

    cibdad escriua a los dichos dotores los

    plega por lo ya dicho enbiar a esta cibdad una buena persona para que aqullas esamine e nombre

    [roto] cibdad tal persona para que

    aqul

    las aya de esaminar porque non aya [roto] rescebir fatiga e

    costas en lo qual resceberan merced.

    Visto por los dichos senores lo contenido en Ia dicha petici6n ma[roto] que las dichas mugeres

    parteras y las otras contenidas en Ia [roto] petici6n busquen una buena persona que por elias ayan de yr

    a

    Ia [roto] cibdad de Seuilla a los dichos dotores a las lleuar [roto] Ia carta que esta cibdad les escriuise

    sobre este caso en forma [roto] tenido en su petici6n porque es cosa justa que las dichas [roto] sean

    esaminadas por los dichos dotores o por

    Ia

    persona que para ello diputaren, segund

    el

    cargo e oficio que

    tienen donde [roto] quiere yes necesario que aya esamen

    Ia

    qual carta se fiso en orden [roto] se dio a las

    dichas mugeres para que se enbfe a los dichos do[roto] las quales mugeres dixeron que elias tenfan

    acordado que Pedro Dfas de Vargas, syndico procurador desta cibdad que lleua Ia carta dellas sobre este

    caso a los dichos dotores.

    *****

    Las Siete Partidas del Sabio

    ReyDon

    Alonso

    eiiX

    glosadas

    por

    el

    Lie

    Gregorio Lopez del Consejo Real de

    lndias

    deS. M Torno

    Ill, que contiene

    Ia

    6. y 7. Partida. Madrid, 1830.

    En Ia

    Oficina de

    D.

    Le6n Amarita.

    TERCERA PARTIDA

    Ley

    VIII. Quantas maneras son de prueuas.

    E otrosi, si fuesse pleyto

    en

    raz6n de alguna muger, que dizen que es corrompida, o de muger que

    dezfan que fincaua prenada de su marido: ca tales contiendas como estas se deuen librar por vista de

    mugeres [por vista de mugeres:

    De inspiciendo ventre

    et

    praetor

    debet

    eligere obstetrices

    et

    locum

    ubi

    mulier inspiciatur

    ut

    in dicta L X

    et

    saepe manus talium obstetricum fallitur] de buena fama ( ..

    ).

    SEXTA PARTIDA.

    Ley XVII.

    Que guarda deuen poner los parientes del finado quando su muger dize que es prenada del.

    Otrosf dezimos, que sintiendo Ia muger en si misma tales senales, porque entendiesse que era cerca

    el parto, deuelo aun fazer saber a los parientes otra vez, que Ia embien a catar, e guardar, si quisieren. E

    cuando fuere cuytada por raz6n del parto, non deue estar

    en

    aquella casa, do ella esta, orne ninguno; mas

    pueden estar y fasta diez mugeres bueneas, que sean libres, e fasta seys Siruientas, que non sea ninguna

    dellas prenada, e dos otras mugeres sabidoras [Mugeres sabidoras: De obstetricibus dicit, nam et scientia

    et experientia requiritur in obstetricando, ut hie, et habetur etiam Exodi, cap. 1, v. 19] que sean usadas de

    ayudar a

    Ia

    muger, quando encaesce ( ..

    ).

    *****

  • 7/25/2019 Imagen de La Matrona en La Edad Media

    10/10

    II

    Congreso Nacional

    de Historia de Enfermerfa

    Fernando de Rojas: La Celestina. Edici6n de Bruno Mario Damiani. Ediciones Catedra,

    S.A.,

    n Q

    4.

    Madrid, 1979.

    [hablando Celestina de

    Ia

    madre del criado Parmeno] -Asf era

    tu

    madre, que Dios haya,

    Ia

    prima de

    nuestro oficio, y por tal era de todo

    el

    mundo conocida y querida, asf de caballeros como de clerigos,

    casados, viejos, mozos y ninos. {.Pues mozas y doncellas? Asf rogaban

    a ios

    por

    su

    vida como de sus

    mismos padres. Con todos tenfa que hacer, con todos hablaba. Si salfamos porIa calle, cuantos topaba

    mos eran sus ahijados. Que fue su

    principal oficio partera diez y seis anos (p. 157).

    *****

    Arcipreste de Hita: Libro de Buen Amor. Colecci6n Odres Nuevos, version de Marla Brey Marino. Editorial

    Castalia, Madrid, 1982.

    [Necesidad de contar con Ia ayuda de una vieja trotaconventos para arreglar contratros de amores, y he

    aquf una descripci6n].

    Toma

    vieja que tenga oficio de herbolera,

    que va de casa

    en

    casa sirviendo de partera

    con polvos, con afeites y con su alcoholera,

    mal

    de ojo hara a

    Ia

    moza, causara ceguera.

    p. 91)

    211