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IMPLICACIONES DE LA VALORACIÓN PROBATORIA DEL DOCUMENTO
ELECTRÓNICO EN COLOMBIA
JOSE LUIS AGUIRRE BERMUDEZ
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS- SECCIONAL TUNJA
FACULTAD DE DERECHO
MAESTRÍA EN DERECHO PRIVADO
TUNJA
2019
IMPLICACIONES DE LA VALORACIÓN PROBATORIA DEL DOCUMENTO
ELECTRÓNICO EN COLOMBIA
JOSE LUIS AGUIRRE BERMUDEZ
Director de Monografía:
Dra. Magda Yaneth Martínez Quintero
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS- SECCIONAL TUNJA
FACULTAD DE DERECHO
MAESTRÍA EN DERECHO PRIVADO
TUNJA
2019
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo se lo dedico principalmente a mi señora madre MARIA MONICA
BERMUDEZ CORDERO (q.e.p.d), quien me motivó, orientó y brindó su apoyo para la
consecución del mismo. De igual manera le doy las gracias a las instituciones y personas que
con su ayuda me permitieron acceder a la información fuente de este bonito proyecto y a la
Universidad Santo Tomás de Tunja, por brindar los medios físicos y humanos para hacerlo
realidad.
Nota de aceptación
________________________________________
________________________________________
________________________________________
________________________________________
____________________________
Firma del Presidente del Jurado
____________________________
Firma del Jurado
____________________________
Firma del Jurado
Tunja, febrero de 2019
INDICE
ABREVIACIONES ................................................................................................................ 9
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 10
CAPÍTULO PRELIMINAR - LA ACEPTACIÓN DEL DOCUMENTO ELECTRÓNICO
DENTRO DE LA BUENA ADMINISTRACIÓN ELECTRÓNICA .................................. 17
I. BUENA ADMINISTRACIÓN ..................................................................................... 17
1.1. CARACTERÍSTICAS ESENCIALES DEL DOCUMENTO ELECTRÓNICO PARA
CONSIDERARSE COMO PRUEBA JUDICIAL. .............................................................. 27
1.1.1. Características comunes de la definición del documento electrónico - mensaje de
datos. ............................................................................................................................. 29
1.2. ESTRUCTURA DEL DOCUMENTO ELECTRÓNICO ......................................... 30
1.2.1. Datos o contenido ............................................................................................... 31
1.2.2. Firma del Documento Electrónico ...................................................................... 31
1.2.1.1. Firma Electrónica ........................................................................................ 35
1.2.1.2. Firma Digital ............................................................................................... 37
1.2.1.2.1. Elementos de la Firma Digital .............................................................. 39
1.2.3. Metadatos del documento electrónico. ............................................................... 40
CAPÍTULO SEGUNDO: DESARROLLO LEGAL Y JURISPRUDENCIAL DEL
DOCUMENTO ELECTRÓNICO ........................................................................................ 43
2.1. CRONOLOGÍA LEGAL DEL VALOR PROBATORIO DEL MENSAJE DE
DATOS ............................................................................................................................. 43
2.1.1. Decreto 2150 de 1995 ......................................................................................... 45
2.1.2. Ley 270 de 1996 ................................................................................................. 45
2.1.3. Decreto 1122 de 1999 ......................................................................................... 47
2.1.4. Ley 527 de 1999 ................................................................................................. 47
2.1.4.1. Ley 527 y la validación probatoria del documento electrónico................... 49
2.1.4.1.1. Documento por escrito ......................................................................... 51
2.1.4.1.2. La Firma Digital ................................................................................... 52
2.1.4.1.3. Documento Original ............................................................................. 53
2.1.4.1.4. Integridad .............................................................................................. 55
2.1.4.2. Principios del Documento Electrónico ........................................................ 56
2.1.4.2.1. Principio de Equivalencia Funcional .................................................... 56
2.1.4.2.2. Principio de la Inalterabilidad............................................................... 56
2.1.4.2.3. Principio de Autenticidad ..................................................................... 57
2.1.4.2.4. Principio del no repudio ....................................................................... 57
2.1.4.2.5. Principio de Neutralidad Tecnológica .................................................. 57
2.1.5. Código de Procedimiento Civil .......................................................................... 60
2.1.6. Código General del Proceso ............................................................................... 62
CAPÍTULO TERCERO: IMPLICACIONES DE LA APRECIACIÓN PROBATORIA DE
LOS DOCUMENTOS ELECTRÓNICOS / MENSAJE DE DATOS ................................. 66
3.1. VICISITUDES DE APLICACIÓN E INTERPRETACIÓN PROBATORIA .......... 70
3.1.1. Legalidad del medio de prueba del documento electrónico ............................... 70
3.1.2. Valor probatorio del correo electrónico.............................................................. 72
3.1.2.1. Correo Electrónico sin firma ....................................................................... 72
3.1.2.2. Sentencia de la Corte Suprema de Justicia del 16 de diciembre de 2010 .... 74
3.1.3. Dictamen Pericial ............................................................................................... 77
3.2. VALORACIÓN PROBATORIA DOCUMENTOS ELECTRÓNICOS EN LA
PRÁCTICA ...................................................................................................................... 81
CONCLUSIONES ................................................................................................................ 84
BIBLIOGRAFIA .................................................................................................................. 87
DISPOSICIONES LEGALES .............................................................................................. 93
DECRETOS NACIONALES ............................................................................................... 93
RECOPILACIÓN JURISPRUDENCIAL NACIONAL ...................................................... 94
ANEXOS .............................................................................................................................. 95
INDICE DE TABLAS
Tabla 1. Métodos de Firma Electrónica............................................................................... 33
Tabla 2. Megadatos más usados en relación al documento electrónico ............................... 40
ABREVIACIONES
Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo CLAD
Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional
CNUDMI
Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones MINTIC
INTRODUCCIÓN
"Así es como el analfabetismo tecnológico del Senado salvó a Mark Zuckerberg" fue
el titular de CNN en español, el día en que el cofundador de Facebook asistió a una audiencia
en el Senado de los Estados Unidos (Cillizza, 2018). Institución que pese a su relevancia-
puede decirse mundial- resultó menos incisiva y crítica por la carencia de una comprensión
del escenario tecnológico que gobernaba el interrogatorio.
De esta manera, las nuevas tecnologías de la información están introduciendo serios
cambios en la cultura global y por consiguiente en nuestro país y de manera puntual en el
derecho, ya que desde computadores, tabletas electrónicas, Smartphones, reproductores de
audio y video, y hasta desde las consolas de videojuegos, se puede estar en red con muchas
personas alrededor del mundo.
Es así como, la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil
Internacional- en adelante CNUDMI en la expedición de la Ley Modelo sobre Comercio
Electrónico, observó el vertiginoso crecimiento de transacciones comerciales internacionales
que se efectúan a través del intercambio electrónico de datos generalmente conocidos como
“comercio electrónico”, en los cuales no se emplea el tradicional medio de almacenamiento
de información como el documento escrito, sino se utilizan métodos de comunicación y
almacenamiento de información sustitutivos. (Ley Modelo sobre Comercio Electrónico,
1996)
Como bien lo afirma Andrés Guzmán, si bien, la tecnología, las comunicaciones y la
ciencia están avanzando, de la misma manera, las pruebas judiciales deberían avanzar. Por
tanto, es “innegable que hoy en día las transacciones comerciales, comunicaciones entre las
personas, las relaciones laborales, las ofertas comerciales, los establecimientos de comercio,
entre otros están migrando de un plano físico a un plano virtual.” (Guzmán, 2011, 1)
Es así que, siguiendo la línea de Acevedo y Gómez (2011), los documentos digitales
o electrónicos dentro del escenario judicial han cobrado relevancia al convertirse en pruebas
judiciales controversiales. Precisamente, se deriva por falta de conocimiento de la
globalización electrónica. Dicho fenómeno se deriva de las asiduas transacciones
comerciales y no comerciales que se efectúan actualmente las cuales hacen uso cotidiano de
las herramientas electrónicas, "aspecto en el cual la ciencia jurídica no se ha podido sustraer,
a tal punto que su utilización es, cada vez, más frecuente" (ibíd., p. 393).
Debido a ello, dentro del contexto procesal es evidente que la labor del juez debe estar
al tanto del avance tecnológico, con la finalidad de ser exitoso en el ejercicio jurídico. Sin
embargo, para que ello suceda, es menester que tenga la capacidad y el conocimiento sobre
las nuevas tecnologías para valorar las pruebas electrónicas que se someten a juicio.
Es en este escenario, en donde se presenta la controversia, toda vez que, al igual que
con el Senado de los Estados Unidos, muchos jueces, con todo el respeto del caso, sufren de
"analfabetismo" tecnológico. Con dicha afirmación no se está endilgando connotación
negativa, todo lo contrario, se está afirmando que el mundo globalizado crece de una forma
estrepitosa que inclusive los más letrados quedan atrás ante novedosos cambios.
Así lo ha reconocido ciertos juristas, para Guzmán, “es algo confuso (...) la forma de
presentar, solicitar y decretar pruebas, en las que existan archivos de datos, correos
electrónicos, páginas de Internet, bases de datos, y en general información generada, enviada,
recibida, almacenada o comunicada por medios electrónicos, ópticos o similares”, (Guzmán,
2009, 1). No obstante lo anterior, es claro que dentro de la interpretación judicial, -el Juez-
en la medida que carece del conocimiento, le es requerido valerse de las herramientas
pertinentes para valorar las pruebas que le sean aportadas o que haya lugar a decretar.
En este contexto, -la capacidad del operador jurídico de valorar las pruebas
electrónicas pese al escaso conocimiento- es en el que se desenvuelve la pregunta de
nvestigación de este trabajo. Esta se concentra en saber ¿Cuál es el tratamiento que los Jueces
civiles le están procurando al valor probatorio del mensaje de datos-documento electrónico
desde la perspectiva de una buena administración pública?
Lo anterior, con la finalidad de resaltar la importancia del conocimiento de los jueces
al momento de fallar, así como la incidencia del analfabetismo tecnológico en las referidas
decisiones, pues los jueces prefieren no valorar dicha prueba o desestimarle valor, debido a
su desconocimiento o la falta de herramientas para valorar el acervo probatorio que
actualmente se consolida de pruebas electrónicas.
Se podría decir ya llegando al extremo, que los operadores judiciales caen en vías
de hecho al momento de proferir sentencia, pues no es muy común que alleguen pruebas
electrónicas, por tal motivo su valoración es estricta y novedosa.
Para efectuar una adecuada valoración del mensaje de datos, es determinante la etapa
del recaudo de la prueba, ya que ésta debe guardar unos protocolos de seguridad que permitan
al juez tener certeza de que no ha sido alterada, etapa en la que se falla muchas veces, como
se ha expresado otrora, por falta de conocimiento de este medio de prueba y sus
características, lo que conlleva a restarle el mérito de prueba digital, a ser una simple prueba
documental, desnaturalizándola de esta manera.
La justificación de esta investigación se deriva a que, el derecho no es ajeno a la
introducción de las nuevas tecnologías de la información, pues con la entrada en vigencia del
Código General del Proceso, más allá de la regulación de las pruebas judiciales, se ha
implementado la notificación digital de las providencias en los procesos civiles, la
videograbación de las audiencias, y se está implementando el expediente electrónico, a fin
de garantizar el derecho fundamental de las personas, de tener un libre acceso a la justicia.
Sin embargo, la prueba electrónica aún genera problemas por la falta de conocimiento
de su naturaleza, origen, conservación y demás que ha llevado a restarle la importancia
jurídica que merece, y pese a ser considerado equivalente a un documento escrito en físico,
lo cierto es que el desconocimiento de las partes procesales y del Juzgador no ha logrado
dicho fin, por tal razón la finalidad de este trabajo investigativo es recapitular el conocimiento
en relación al documento electrónico para que sirva en algún grado de guía para los
operadores jurídicos y juristas en el devenir procesal.
De esta manera, ya planteado el problema jurídico se pretende resolver la pregunta de
investigación planteada por medio de un estudio socio-legal cuya metodología cualitativa
interdisciplinaria, socio legal pues más allá de analizar el aspecto jurídico procesal, se analiza
la incidencia que tiene el desconocimiento de la prueba judicial en la nueva realidad social
tecnológica, cualitativa por lo que dentro del estudio de las ciencias sociales, se pretende
analizar el comportamiento de los actores del sistema judicial.
En virtud a ello se examina no solamente el proceso civil, sino el administrativo y
constitucional en aras de delimitar y dar respuesta al problema jurídico dentro de una
investigación socio-jurídica. De tal manera que se incluye un análisis bibliográfico y de
observación de las nuevas prácticas procesales por medio de estudio de casos o evidencia
presentada en artículos científicos.
Como capítulo preliminar, se expondrán aspectos importantes del derecho a la Buena
Administración Electrónica cimentado en posiciones como las de Sánchez Acevedo y
Rodríguez Arara (2014), el cual, será el enfoque trasversal, est es, no solo probatorio y
procesal, sino analiza políticas de administración de justicia y los cambios del
comportamiento social hacia las tecnologías que identificará esta investigación y que la
diferenciará de las demás ejecutadas en relación al mensaje de datos.
El marco teórico que estructurará la presente investigación se dirigirá a cómo las
políticas estatales, a través de la normatividad vigente y la interpretación que la judicatura
interpreta y aplique, garantizan la efectiva administración pública y el acceso a la
administración de justicia de las partes que allegan pruebas electrónicas, o que se
fundamentan en mensaje de datos / documentos electrónicos.
De esta manera se pretende analizar desde dicha perspectiva si el principio de
equivalencia funcional tantas veces referido, realmente cumple la finalidad misma, con base
en el conocimiento que tengan los operadores jurídicos en el área civil, la infraestructura y
equipos que disponen, el conocimiento para debatir los dictámenes periciales y analizarlos,
entre otros aspectos.
En el primer capítulo se efectuará un análisis un tanto técnico pero necesario para
darle un contexto al lector de la temática novedosa que se aborda. Se analizará la definición
conceptual, características, estructura del documento electrónico o mensaje de datos. En el
ordenamiento jurídico colombiano dichos conceptos tienen una equivalencia conceptual.
En el segundo capítulo se desarrollará un análisis legal y jurisprudencial. Dentro del
panorama legal y regulatorio, se analizará la normatividad nacional, y la aplicación de la
Convención de las Naciones Unidas Sobre la Utilización de las comunicaciones electrónicas
Ley Modelo de la CNUDMI sobre Comercio Electrónico (1996).
Específicamente, a nivel nacional, se ejecutará el estudio de, entre otras
disposiciones normativas, la Ley Estatutaria de Justicia - Ley 270 de 1996, la cual le impone
la obligación a los jueces analizar como medios de prueba aquellos que se derivan de la
innovación tecnológica. De igual forma, el Decreto 1122 de 1999 que si bien fue declarado
inexequible por vicios de forma a través de la Sentencia C-923 de 1999, disponía de normas
que regulaban las pruebas electrónicas, indispensable traerlas a estudio.
Se analizará a lo largo de la investigación la Ley 527 de 1999 "por medio de
la cual se define y reglamenta el acceso y uso de los mensajes de datos, del comercio
electrónico y de las firmas digitales, y se establecen las entidades de certificación" y las
normas complementarias y Decretos Reglamentarios que la regulan. Finalmente se
analizarán los avances que trajo consigo el Código General del Proceso.
Del lado del estudio jurisprudencial, se examinarán las sentencias hito sobre el tema,
verbigracia la Sentencia de la Corte Constitucional C-831 de 2001 con ponencia del
magistrado Tafur Gálvis en lo concerniente a las bases del documento electrónico, como la
definición, características y valor probatorio. A su vez, se analizará la Sentencia C-662 de
2000 como quiera que en esta ponencia del magistrado Morón Díaz, se ejecuta un estudio de
la autenticidad del mensaje de datos, situación de gran controversia en la praxis, y la
Sentencia C-604 de 2016 como precedente reciente.
De igual manera se efectuará un análisis de los pronunciamientos de la Corte
Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, en particular se hará referencia a la Sentencia
del 16 de Diciembre de 2010, la cual recopiló los pronunciamientos aislados, y como máximo
Tribunal de la Jurisdicción Civil sentó unos lineamientos de aptitud probatoria de los
mensajes de datos, previo Código General del Proceso, el cual los consolidó.
Dentro del escenario doctrinal se analizarán autores como Ibáñez Parra,
Carnellutti, Echandía, Acevedo & Gómez, y Rivera, entre otros, en relación a la
admisibilidad de la prueba, las características que deben cumplir, el cuidado en su recaudo y
el valor probatorio que debe dársele a la misma, a su vez Parra Quijano, Acevedo & Gómez,
Rivera, Flórez, e Illescas Ortiz, entre otros, en relación a los documentos electrónicos.
CAPÍTULO PRELIMINAR - LA ACEPTACIÓN DEL DOCUMENTO
ELECTRÓNICO DENTRO DE LA BUENA ADMINISTRACIÓN ELECTRÓNICA
I. BUENA ADMINISTRACIÓN
Las transformaciones tecnológicas están construyendo un nuevo tipo de sociedad.
Esto lo afirma Rodríguez Arara quien manifiesta que, la sociedad está mutando a
configurarse como una sociedad del conocimiento y de la información, que ha de ser
igualmente una sociedad humana, en la cual resplandezcan los derechos fundamentales y la
dignidad de las personas.
Asevera que de esta manera, la buena Administración pública, "asume un papel básico
y fundamental en la medida en que, en una sociedad democrática, la administración de lo
público debe realizarse desde la condición central del ser humano" a su vez, parte de la
premisa que "el poder público es una institución para mejorar las condiciones de vida de los
ciudadanos". (Rodríguez Arara, 2014, p. 34)
En Iberoamérica es adoptada la Carta de los Derechos y Deberes del Ciudadano en
Relación con la Administración Pública, a través de la XXIII Cumbre Iberoamericana de
Jefes de Estado y de Gobierno de Panamá en 2013, dentro de un modelo de Estado Social y
democrático de Derecho, en el cual el fin último es la dignidad humana en relación a su
posición jurídica de ciudadano y sus relaciones con la Administración Pública (Sánchez
Acevedo, 2015).
Dentro del marco del Estado Social de Derecho los ciudadanos no son solamente
obedecedores de la norma y objeto de bienes y servicios públicos, sino por el contrario, son
el fin último y desempeñan un rol activo en los asuntos de interés general disponiendo de su
catálogo de derechos fundamentales. Prerrogativas instituidas en la Constitución Política de
1991, entre otras novedades como derechos inalienables que se consagraban en instrumentos
internacionales, especialmente en el decálogo del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos.
Dentro del contexto del presente trabajo, el derecho que ha de garantizarse como fin
último es como lo refiere Sánchez Acevedo, el derecho a "una buena administración pública
electrónica que promueva la dignidad humana y el respeto a la pluralidad cultural" (2015, p.
41). En este sentido con los avances culturales que van de la mano con el desarrollo
tecnológico, la Administración Pública debe estar al servicio del ciudadano atendiendo sus
necesidades públicas de forma continua y permanente como lo dispone la Carta
Iberoamericana de Derechos y Deberes de los Ciudadanos en Relación con las
Administraciones Públicas proferida por el Centro Latinoamericano de Administración para
el Desarrollo CLAD. El CLAD
Dicho concepto de Buena Administración Pública1 según la referida Carta consagra
una triple identidad. En primer lugar, se considera como principio general de aplicación a los
asuntos concernientes con la administración pública y el derecho administrativo. Como
segundo elemento, es considerada una obligación de la administración pública consecuencia
del Estado Social y Democrático de derecho, consistente en la "tarea promocional de los
poderes públicos" (CLAD, 2013, p. 2), esto es la "cláusula del Estado Social " (CLAD, 2013,
p. 3).
1 En el represente escrito se realza en mayúscula al considera dicho concepto como factor primordial y eje
central del desarrollo del trabajo que debe ser garantizado por los Estados,
Dicha cláusula del Estado Social de Derecho consagra las condiciones para que el
principio/valor y derecho de la libertad e igualdad de una persona y la sociedad con la cual
se relaciona sean efectivas, esto es "removiendo los obstáculos que impidan su cumplimiento
y facilitando la participación social". (Sánchez Acevedo, 2015, p. 42)
El tercer elemento de identidad, es el derecho per se de una buena administración
pública cuyo fin fundamental es la dignidad humana. Se encuentra plasmado en el artículo
segundo de la Constitución Política de 1991, en relación al cumplimiento de los fines
estatales, específicamente "facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan
y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación" (Const. 1991, art. 2),
artículo que va de la mano con el 209 del mismo compilado normativo en razón a una función
administrativa en servicio de los intereses generales.
La Buena Administración Pública, de esta manera, implica el fomento de la dignidad
humana a través de la armonización de criterios tales como objetividad, imparcialidad,
justicia y equidad las cuales han de ser garantizadas dentro de un plazo razonable. (CLAD,
2013, p. 2)
El anterior contexto de la Buena Administración Pública se trae a debate en el
entendido que, en virtud a los avances tecnológicos es la Administración Pública Electrónica
por medio de su función pública o administrativa la encargada de garantizar una eficaz
promoción del derecho de dignidad de sus asociados entre estos la Administración de Justicia
que sea coherente con los cambios sociales que se derivan de la incursión de nuevas
tecnologías.
Como refiere Rodríguez-Arara, la buena Administración pública, debe
comprometerse con la mejora de las condiciones de vida de las personas, para que de esta
manera su fin sea el de facilitar la "libertad solidaria de los ciudadanos" (2014, p. 25). Es así
como, -argumenta-, la administración pública debe centrarse en los problemas actuales y
reales de los asociados en aras de encontrar las soluciones escuchando a los sectores
implicados.
En este caso, la simplificación que puede significar para la organización pública,
especialmente la Rama Judicial, en relación a la destinación de recursos en aras de evitar
trámites e informaciones innecesarias y duplicaciones de tareas se impone por sí misma
dentro de la figura de la Buena Administración Pública Electrónica.
A su vez, la tarea de tener el conocimiento necesario para fallar en derecho cuando se
aportan pruebas electrónicas como mensajes de datos, téngase como ejemplo correos
electrónicos. Cuando por desconocimiento legal y pericia en nuevas tecnologías se
desestiman pruebas electrónicas no se está garantizando el derecho a la buena administración
electrónica que se materializa en el acceso a la administración de justicia, seguridad jurídica,
certeza, confianza legítima y buena fe de los asociados.
CAPÍTULO PRIMERO: DOCUMENTO ELECTRÓNICO - MENSAJE DE
DATOS
Para contextualizar al lector espaciotemporalmente, en este acápite se expondrán
definiciones relevantes sobre el documento electrónico / mensaje de datos desde el ámbito
global como nacional, la definición legal y la interpretación que ha efectuado la Corte
Suprema de Justicia y Corte Constitucional al respecto.
Un documento se entiende como "toda cosa susceptible de percepción sensorial y
aprehensión mental que sirve de demostración histórica indirecta y representativa de un
hecho cualquiera, pudiendo estar expresado en cualquier elemento material que sirva para
fines representativos” (Devis Echandía, 2014, negrilla fuera del texto)
En este sentido la afirmación en negrilla es complementada por Guastavino, el cual
especifica que, actualmente, es el soporte del documento, que es el "elemento, el sustrato
material" (1987, p. 1149) sobre el que se asienta la información, verbigracia, papel,
fotografías, grabaciones, disquetes2, cintas magnéticas.
La extensión con la que Guastavino entiende el concepto de documento da lugar a
abarcar dentro de este, la noción de documento electrónico. En Colombia, la legislación
considera la definición del documento electrónico desde la perspectiva del mensaje de datos.
En otras palabras, en el ordenamiento jurídico colombiano las definiciones de mensaje de
datos y el documento electrónico son equivalentes.
2 Para la RAE el disquete consiste en un "disco magnético portátil, de capacidad reducida, que se introduce
en una computadora para su grabación o lectura." (2010)
En el ámbito internacional, la Convención de las Naciones Unidas Sobre la
Utilización de las comunicaciones electrónicas Ley Modelo de la CNUDMI sobre Comercio
Electrónico (1996), "fue el primer texto legislativo en que se plasmaron los principios
fundamentales de la no discriminación, la neutralidad respecto de los medios técnicos y la
equivalencia funcional, que están muy ampliamente reconocidos como los elementos
fundamentales" del comercio electrónico. (CNUDMI, 2018)
En este instrumento se definió el mensaje de datos como "la información generada,
enviada, recibida, archivada o comunicada por medios electrónicos, ópticos o similares,
como pudieran ser, entre otros, el intercambio electrónico de datos (EDI), el correo
electrónico, el telegrama, el télex o el telefax" (Ley Modelo de Comercio Electrónico, Art.
2, 1996). De manera concreta define qué es un mensaje de datos, lo que se entiende por un
sistema de información y qué es un sistema automatizado de mensajes.
A nivel nacional, desde el año 1970, cuando se expidió el Código de Procedimiento
Civil, el artículo 251 definió lo que se entendía por documentos "los escritos, impresos,
planos, dibujos, cuadros, fotografías, cintas cinematográficas, discos, grabaciones
magnetofónicas, radiografías, talones, contraseñas, cupones, etiquetas, sellos y, en general,
todo objeto mueble que tenga carácter representativo o declarativo, y las inscripciones en
lápidas, monumentos, edificios o similares".
Los avances tecnológicos y el documento electrónico como actualmente se aprecia a
través de mensaje de datos electrónicos, o conversaciones vía chat no existían. Sin embargo,
tal definición teniendo en cuenta el periodo en el que fue expedido, es lo suficientemente
amplia para contener la diversidad de documentos que pudieran expedirse en un futuro.
Para el profesor Parra Quijano, la noción de documento que resulta forjada en el
artículo 251 del C. de P. C., cubre los llamados documentos electrónicos (es suficiente que
el lector retenga: “Y en general todo objeto mueble que tenga carácter representativo o
declarativo”). (2006, p. 1) Allí se entiende, consagra los documentos electrónicos.
Varias décadas posteriores, en el artículo segundo de la Ley 527 de 1999, se cimentó
la definición legal del mensaje de datos. Esta Ley que reguló lo concerniente al mensaje de
datos, lo entendió como "la información generada, enviada, recibida, almacenada o
comunicada por medios electrónicos, ópticos o similares, como pudieran ser, entre otros, el
Intercambio Electrónico de Datos (EDI), Internet, el correo electrónico, el telegrama3, el
télex4 o el telefax5". (Ley 527, 1999, Art. 2) Como se observa recopiló exactamente la
definición de la Ley Modelo de Comercio Electrónico. (Nisimblat, 2014)
Sin embargo, debido a lo abstracta de dicha definición, -la cual actualmente es de
compleja aplicación debido a la multiplicidad de documentos electrónicos que ha traído
consigo la tecnología-. La doctrina nacional y jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia
Sala Civil y Laboral, y Corte Constitucional se han enfocado en definir y delimitar más
exactamente lo que se considera como documento electrónico.
Autores como Fernando Ruiz y Cuenca Narváez lo definen como "un conjunto de
impulsos eléctricos que recaen en un soporte de computadora, y que, sometidos a un
3 Según la RAE el telegrama se entiende como "1. Mensaje telegráfico, y 2. Papel normalizado en que se
recibe escrito el mensaje telegráfico".(2010)
4 Según la RAE, el télex consiste en un "sistema telegráfico de comunicación, que se sirve de un transmisor
semejante a una máquina de escribir y de un receptor que imprime el mensaje recibido".(2010)
5 Según la RAE el telefax es relativo al fax, el cual se define como un "sistema que permite transmitir a
distancia por la línea telefónica escritos o gráficos", a su vez se le denomina telefax o fax al documento
recibido por fax. (2010)
adecuado proceso, a través del computador, permiten su traducción a lenguaje natural a través
de una pantalla o una impresora". (Ruiz, 1999, p. 32, Cuenca Narváez, 2012; Restrepo
Figueroa, 2013).
Definición similar recoge Mariñansky cuando afirma que "es el [documento] que está
en la memoria de la máquina y cuyo contenido o texto está en el lenguaje de maquina
(memoria interna o memoria externa o de masa: CD ROM6, memorias, disquetes), el que
puede ser pasado a lenguaje natural y eventualmente ser impreso para facilitar su utilización
y lectura por parte de los usuarios”. (1999, p. 481)
Sin embargo, se considera que dichas definiciones olvidan el carácter de la
representatividad7, como elemento sine qua non del documento. Como lo señala Carnelutti
6 Del inglés. CD-ROM, sigla de compact disc read-only memory 'disco compacto de memoria solo de
lectura'. Se define como un "disco compacto que utiliza rayos láser para almacenar y leer grandes
cantidades de información en formato digital". (RAE, 2010)
7 Dentro del mundo jurídico, se recogen los pensamientos de uno de los mas importantes exponentes
clásicos de la noción amplia de documento: Carnelutti. Este autor entiende por documento; "una cosa
representativa, o sea capaz de representar un hecho" (1982, p.156). Para dicho autor, "representación es la
imagen de la realidad, la que se presenta al intelecto a través de los sentidos; y, en consecuencia,
documento es una cosa que sirve para representar a otra" (1982, pp. 156-157). Posteriormente, varios
autores siguieron la línea de Carnelutti. En este sentido, Álvarez-Cienfuegos "el documento se nos
representa como una materialidad a la que se incorpora una idea, es una cosa, un acontecimiento, un indicio
que atestigua, comprueba, ofrece un testimonio de un hecho; más concretamente, es un objeto simbólico,
una porción de la realidad material destinada a expresar, a través de signos externos, un significado
específico y determinado" (1992, p. 1.024). De otro lado, Jijena lo define como "cualquier objeto que
contiene una información, que narra, hace conocer o representa un hecho, cualquiera sea su naturaleza, su
soporte o 'continente', su proceso de elaboración o su tipo de firma" (1998, p. 1497). Definición que se
complementa con la definición dada por Gaete quien afirma que un documento debe ser entendido "como
una cosa corporal que nos enseña, nos muestra algo".(2000, p. 70) De otro lado, Kemper (1996), p. elec.,
"la representación de un hecho, y no la manifestación del pensamiento es la nota esencial al
concepto de documento" (1982, p. 161). Aunado a ello, en la actualidad con el uso masivo
de teléfonos móviles, tabletas, y dispositivos electrónicos los cuales inclusive recogen
información a través de documentos que no verán la luz física en papel, se puede afirmar que
dichas definiciones se consideran un tanto anquilosadas.
De otro lado, Díaz García, (1999) asevera que los documentos electrónicos
susceptibles de ser valorados como pruebas constan en un soporte material (cintas, diskettes,
circuitos, chips de memoria, redes), los cuales requieren para su representación de un soporte.
Dicho soporte de este modo es todo substrato material sobre el que se asienta la información.
En sus términos señala que dicho elemento sirve para almacenar la información para su
tratamiento, recuperación y reproducción posterior, verbigracia, discos rígidos, disquetes,
discos compactos, cintas magnéticas y ahora unidades de almacenamiento masivo como las
memorias USB.
Nuria Ginés Castellet, sobre el documento electrónico, efectúa una equivalencia con
la prueba electrónica, la define como cierta información obtenida a partir de un dispositivo
electrónico o medio digital, cuya función es adquirir convencimiento de la certeza de un
hecho, o para estructurar la convicción en torno a una afirmación relevante para el
proceso.(Castellet, 2011)
entiende que es "un objeto físico destinado a conservar y transmitir informaciones mediante mensajes en
lenguaje natural" (1996, p. 18).
Definición que complementa la línea de Giannantonio (1987, p. 99), el cual entiende
por documento electrónico aquel documento proveniente de un sistema de elaboración
electrónica. Es decir, el documento consiste en información procesada por una computadora,
a través de señales electromagnéticas plasmadas en un soporte también magnético.
La jurisprudencia igualmente, ha jugado un rol crucial en la delimitación de la
definición del documento electrónico. En este sentido, la Corte Constitucional en Sentencia
del 8 de junio de 2000, al ejecutar un análisis del contenido del literal A del artículo 2 de la
Ley 527 de 1999, anteriormente reseñado, refirió que, la noción de mensaje de datos-
equivalente a documento electrónico- comprende las informaciones "obtenidas por medios
análogos en el ámbito de las técnicas de comunicación modernas, bajo la configuración de
los progresos técnicos que tengan contenido jurídico". (Colombia, Corte Constitucional,
SC662, 2000, párr. 45)
Una definición que abarca un ámbito más amplio, pero en un sentido positivo abarca
la multiplicidad de plataforma en donde se desarrollan contenidos. Dicha Corporación señaló
que, el mensaje de datos debe recibir exacto tratamiento de los documentos consignados en
papel. Lo que significa que, debe dársele la misma eficacia jurídica, por cuanto el mensaje
de datos comporta los mismos criterios de un documento-físico. (Colombia, Corte
Constitucional, SC662, 2000)
En otra oportunidad, la misma Corporación resaltó la importancia del mensaje de
datos como la piedra angular del comercio electrónico, definiéndolo como la “información
obtenida por medios análogos en el ámbito de las técnicas de comunicación modernas, bajo
la configuración de los progresos técnicos que tengan contenido jurídico” (Colombia, Corte
Constitucional Sentencia SC-611, 2000, Párr. 23). Se destaca la equivalencia como elemento
esencial entre los documentos generados electrónicamente como los generados por medios
físicos.
En la referida providencia, como lo destaca Flórez (2014) se centró en enaltecer las
ventajas de los mensajes de datos, verbigracia, su capacidad de almacenamiento e
inalterabilidad en el tiempo, a su vez la revisión y auditoria relativas a actividades contables,
así como la facilidad de acceso para su posterior consulta.
De igual forma la Corte Suprema de Justicia, argumentó que "el documento
electrónico es un método de expresión que requiere de un instrumento de creación,
conservación, cancelación y transmisión", el cual está constituido por un aparato electrónico.
En efecto, agrega, "la disciplina de dicho documento no puede prescindir del computador
que lo crea, lo conserva y lo cancela y la red de terminales de computador que permiten su
transmisión". (Colombia, Corte Suprema De Justicia, Sala de Casación Laboral, Auto 13015,
2000, párr. 90)
1.1. CARACTERÍSTICAS ESENCIALES DEL DOCUMENTO
ELECTRÓNICO PARA CONSIDERARSE COMO PRUEBA JUDICIAL.
Según el Ministerio de Tecnología de la Información y las Telecomunicaciones - en
adelante MINTIC (2017), los documentos electrónicos, en virtud de su especialidad y
conforme a los criterios de equivalencia funcional, para que tengan validez jurídica, en
esencia deben contar con las características de acuerdo a la norma técnica Norma NTC/ISO
15489-1.
Entre ellas se encuentran la autenticidad, integridad, fiabilidad y disponibilidad,
características estas que MINTIC ha desarrollado conceptualmente con el fin de que sirvan
como parámetros esenciales de seguimiento por las autoridades, sector privado y demás
individuos relacionados con los documentos electrónicos.
La autenticidad hace referencia, como lo refiere MINTIC a la demostración de que el
documento contiene lo que afirma ser. Esto es, que ha sido creado o enviado por la persona
que afirma haberlo hecho y en el momento en que se reporta. En razón a la integridad, hace
referencia al carácter completo, o en otras palabras, que no haya sido modificado o alterado.
En lo concerniente a la fiabilidad, la ha definido como aquella en la que su contenido
representa exactamente lo que se quiso decir en él.
Esta característica es correlativa a la representación completa y precisa de lo que da
testimonio y se puede recurrir a él para demostrarlo (MINTIC, 2017). Finalmente, la última
característica es la disponibilidad, tiene que ver con la posibilidad de localizar, recuperar,
presentar, interpretar y leer (ibíd) dicho documento.
Estas directrices son de gran importancia como quiera que la Corte Constitucional
las recoge, y más aún adiciona ciertas precisiones. Entre estas, establece que el documento
electrónico y/o mensaje de datos es una prueba de la existencia y naturaleza de la voluntad
de las partes de comprometerse (Corte Constitucional SC662, 2000).
Que en otras palabras, es un documento legible que puede ser presentado ante las
Entidades públicas y los Tribunales; "admite su almacenamiento e inalterabilidad en el
tiempo; facilita la revisión y posterior auditoria para los fines contables, impositivos y
reglamentarios; afirma derechos y obligaciones jurídicas entre los intervinientes y es
accesible para su ulterior consulta" (Corte Constitucional SC662, 2000, párr. 65)
En este sentido cobra relevancia la estructura del documento electrónico, para poder
identificar si el documento es auténtico, íntegro, fiable y disponible, y en una eventualidad
pueda ser tenido en cuenta como prueba judicial.
1.1.1. Características comunes de la definición del documento electrónico - mensaje de
datos.
De esta manera, se pueden señalar ciertas características en común en relación a la
definición del documento electrónico tanto por la doctrina, la jurisprudencia y el legislador.
La primera característica común que salta a la vista es que el documento tanto físico como
electrónico es una manifestación de la voluntad. La cual puede ser emitida por medio de
diversos medios electrónicos y plataformas, en el entendido que su naturaleza radica
principalmente en que es un mensaje de datos electrónicos y eso lo caracteriza y diferencia
del documento físico tradicional.
Una segunda característica en común es que el documento electrónico debe ser
materializado a través de un software8 o hardware9, que pueden derivar en un documento que
contenga: imagen, fotos, arte digital, imagen, texto, cartografía, compresión de ficheros,
8 Conjunto de programas, instrucciones y reglas informáticas para ejecutar ciertas tareas en una
computadora. (RAE, 2010)
9 Es entendido como un equipo, o un conjunto de aparatos de una computadora. (RAE, 2010)
sonido y video, entre otras tantas plataformas o materiales en donde puede reposar que a su
vez pueden asumir diversos formatos. (Ver Anexo 1).
Coherente con el elemento de representatividad, el documento electrónico es
inmaterial, pues carece de carácter corpóreo o tangible, es decir, no requiere ser modificado
o impreso para tener efectos jurídicos. En tal sentido, debe contar con un sistema de
verificación que garantice su integridad y la identidad del originador (Camargo Meléndez &
Vélez Vargas, s.f.).
Esto significa, mecanismos para determinar su origen, destinatario, fecha y hora de la
creación y la exactitud de la información contenida (ibíd). Lo anterior, toda vez que, debe
contar con ciertas características que le otorguen una seguridad jurídica y fiabilidad
semejante a la del documento en papel físico.
1.2. ESTRUCTURA DEL DOCUMENTO ELECTRÓNICO
Como recoge Restrepo Figueroa, la estructura del documento electrónico está dada
por dos distinciones a saber: la estructura física y una estructura lógica. La estructura física,
es variable y depende del hardware y del software en donde reposa. O, en otras palabras, se
refiere al equipo que se utilizó y el programa en el que se creó. A modo de ejemplo se pueden
encontrar que en un video o una imagen intervienen elementos como la cámara y los
programas con los cuales se fija el documento representativo en este caso en un CD, o
MicroSD.
La segunda, la estructura lógica, se refiere a las partes que lo componen, verbigracia,
el (I) contenido o datos, los (II) datos de identificación para la autenticación y validación del
documento o firma y (III) bloque de metadatos10 (Restrepo Figueroa, 2014).
1.2.1. Datos o contenido
Los datos de contenido "son la materia del documento electrónico, esto es, el conjunto
de datos e información del documento" (Sánchez Acevedo, 2015), como se afirmaba en las
definiciones pueden ser contenidos audiovisuales, imágenes, mapas, correos electrónicos,
mensajes de redes sociales entre otros (Corte Constitucional, SC662, 2000).
1.2.2. Firma del Documento Electrónico
En virtud al principio de equivalencia funcional, se ha establecido por parte del
legislador colombiano en la Ley 527 de 1999, que en la eventualidad de que una disposición
exija la presencia de una firma o establezca ciertas consecuencias ante la carencia de la
misma, en relación con un mensaje de datos, se entenderá satisfecho dicho requerimiento
siempre y cuando "se haya utilizado un método que permita identificar al iniciador de un
mensaje de datos y para indicar que el contenido cuenta con su aprobación". (Ley 527, 1999,
Art. 7 Lit. A)
10 A juicio de Blake & Olaya "los metadatos son «datos acerca de los datos», y su misión es explicar el
significado de los datos. Es decir, ayudan a los usuarios de los datos a entender mejor el significado que
estos tienen y la información que guardan. Los metadatos son un documento adicional que acompaña a
los datos, y que permite una mejor gestión y una utilización más precisa de ellos". (2018, párr. 19)
A su vez, "que el método sea tanto confiable como apropiado para el propósito por el
cual el mensaje fue generado o comunicado". (Ley 527, 1999, Art. 7 Lit. A). A dicho de
Pérez (2002), estas dos funciones, son básicas de una firma manuscrita.
En relación a los métodos de firma basados en el criterio “algo que usted sabe” como
se observa con los passwords o las claves personales, estás permiten en principio
únicamente identificar al originador del mensaje. (Pérez, 2002)
Estos métodos se utilizan como herramienta de acceso a los servicios en línea del cual
hacen uso los consumidores a través de la banca personal en la red Internet. En este sentido,
el usuario se autentica ante el banco virtual por medio de su nombre de usuario o correo
electrónico o entiéndase e-mail11 y su clave de acceso secreta, antes de iniciar la sesión de
consulta o realizar la transacción.
Si se analiza dentro del panorama expuesto en el artículo 7, este método
definitivamente se adecúa a los requisitos necesarios para una firma electrónica, toda vez que
el usuario de un servicio de banca en línea, debido a la identificación por medio de su
nombre de usuario y clave personal, aceptó con antelación el carácter vinculante de su
uso y su confiabilidad. (Pérez, 2002)
Los métodos basados en el criterio “algo que usted sabe” , generalmente usados en
las transacciones bancarias en línea, son útiles primordialmente más para autenticar sesiones
de comunicación en línea, que para autenticar o firmar mensajes de datos particulares
(Pérez, 2002).
11 El término "inglés que significa ‘sistema de transmisión de mensajes o archivos de un terminal a otro a
través de redes informáticas’, ‘dirección para la recepción de mensajes enviados mediante este sistema’ y
‘mensaje así enviado’. Su uso —así como el de su abreviación mail— es innecesario, por existir
alternativas en español en todos estos casos". (RAE, 2018)
Así, la confiabilidad técnica de un método de firma electrónica se deduce de la
"eficiencia para lograr su cometido", de igual forma "por el alcance de la tecnología
seleccionada para identificar al usuario de un sistema de información o para autenticar los
mensajes de datos a los cuales se vincula". Inclusive, "por la diligencia y cuidado que tenga
el usuario en su utilización" o, bien sea, por la "confiabilidad de dicha tecnología en relación
con el propósito de la comunicación". (Pérez, 2002, p. 6)
Ahora bien, como lo afirma Pérez, la modificación de ciertos métodos de firma
electrónica se debe a la exposición de ellos, esto significa que, pueden quedar expuestos al
conocimiento de personas diferentes a su titular o debido a que, el estado de la técnica permite
romper su seguridad o vulnerar su confiabilidad. (Pérez, 2002)
Existen una serie de métodos de firma electrónica como lo recoge Pérez (2002)
Tabla 1. Métodos de Firma Electrónica
CRITERIO METODO
Algo que usted sabe o conoce Password o clave personal
Algo que usted tiene o posee Clave privada de un método de firma digital,
incorporada en un dispositivo físico - tarjeta
con banda magnética o con un microchip-.
Algo que usted es Dispositivo de identificación biométrico:
disposición de los rasgos de la huella digital,
de los vasos sanguíneos del iris del ojo, de las
líneas de la palma de la mano, de la estructura
ósea del rostro o del timbre de la voz.
Elaboración Propia. Fuente: Pérez (2002)
De esta manera, en virtud del artículo 7 de la Ley 527, ¿Podría considerarse la firma
al final de un correo electrónico como una firma electrónica? En este sentido, ¿Podría
endilgarse valor jurídico, cuando se pretenda alegar la equivalencia a un documento
manuscrito? ¿Qué sucede cuando la clave la conoce más de una persona, entre estas, la parte
que la alega como prueba en un divorcio? ¿Se consideraría un método de firma digital o más
bien guarda relación con la firma electrónica?, o ¿Vendría a ser lo mismo? ¿Guarda el criterio
de confiabilidad? Preguntas que pretenden ser analizadas en el tercer acápite del presente
trabajo académico.
Debido al avance estrepitoso de la tecnología, que de cierta manera arrasa el
desarrollo legal que lo regula, se presentan este tipo de problemáticas las cuales han de ser
analizadas dentro de un escenario jurídico. Dentro de dicho escenario, los operadores
judiciales de cierta manera cumplen un rol de legislador positivo ante ciertos vacíos jurídicos
o lo abstracto de las disposiciones existentes. De esta manera el rol del Juzgador es
trascendental en la forma como analiza dichas pruebas dentro de la sana crítica.
Cuestionamientos que sustentan la importancia de esta investigación.
Se concluye entonces que, para el caso de los mensajes de datos, o documento
electrónico, la Ley 527 entiende surtido el requisito de la firma con los preceptos anteriores.
No obstante lo anterior, no se puede caer en la confusión entre la firma digital y la firma
electrónica, que en muchos casos se superpone al ser la firma electrónica el género y la firma
digital una especie de dicho género.
1.2.1.1. Firma Electrónica
En la medida en que el uso y la circulación de la información digital se ha venido
tornando global, la firma electrónica es un nuevo elemento de seguridad jurídica en la
dinámica del comercio electrónico en Internet. De esta manera, la seguridad en aras de
garantizar la autenticidad y fiabilidad de documentos electrónicos e información que se
comparte a través de internet y plataformas digitales ha irrumpido en las relaciones de
derecho, a través de las denominadas firmas electrónicas.
En el país se regulan a través de una serie de aspectos técnicos y legales relativos a
su validez, a su confiabilidad técnica y jurídica, pero en específico como lo manifiesta Pérez
(2002), cobran importancia en relación a su valoración probatoria por parte de jueces o
árbitros nacionales.
La Firma electrónica es "la tipología de firma que corresponde a métodos como
códigos, contraseñas, datos biométricos o claves criptográficas12 privadas, que permiten
identificar a una persona en relación con un mensaje o un documento" (Ministerio de
Industria y Comercio, Decreto 2364, 2012). Lo anterior, siempre y cuando el mismo sea
confiable y apropiado respecto de los fines para los que se utiliza la firma. (Ibíd.)
En cuanto a la definición legal de firma electrónica, la ley 527 acoge el texto del
artículo 7o de la Ley Modelo de Comercio Electrónico - LMCE (1996), de la CNUDMI-
, que desarrolla el principio de equivalencia funcional de los métodos de firma
12 Una clave criptográfica se entiende como una pieza de información que controla la operación de un
algoritmo de criptografía. Generalmente la información que contiene se observa como "una secuencia de
números o letras mediante la cual, en criptografía, se especifica la transformación del texto plano en texto
cifrado, o viceversa" (Pastor Franco, Sarasa López, & Salazar Riaño, 1998). En otro sentido, "en los
sistemas informáticos, la clave sirve para verificar que alguien está autorizado para acceder a un servicio
o un sistema". (ibíd.)
electrónica, cuando cumplen las funciones que se imputan a una firma manuscrita en las
comunicaciones consignadas sobre papel. (Pérez, 2002)
Dicho artículo 7 cuando estipula los requisitos de un documento electrónico lo
acreditan como un documento firmado. Esta norma es de carácter imperativo y no puede
ser modificada por acuerdo entre las partes. Como lo manifiesta Pérez, en cada caso en el
que se tenga que analizar la autenticidad de la firma, el Juez o el árbitro hará una
adecuación de la misma, frente a lo expuesto en los requisitos del artículo 7 precitado.
Inclusive, en el escenario que se utilicen métodos de firma electrónica y no exista un
requisito legal de autenticidad, el cual deba ser seguido en virtud de disposición legal con
base al principio de equivalencia funcional, el precitado artículo 7o, tendrá función
orientadora tanto para las partes como para el juez o el árbitro.
De esta manera, como lo consagra el Decreto regulatorio de la Ley 527 de 1991, la
firma electrónica incluye cualquier método o símbolo basado en medios electrónicos cuya
finalidad sea identificar a una persona, sin que tenga que dar integridad al mensaje que
acompaña, (Ministerio de Industria y Comercio, Decreto 2364, 2012; Sánchez Acevedo,
2015). Dentro de las firmas electrónicas se ubica la firma digital.
La pregunta que nos debemos hacer es si los métodos de firma enunciados en
la Tabla 1, cumplen con dichas funciones y si observan los requisitos mínimos establecidos
en la norma en estudio). Esto, como quiera que no con la entrada en vigencia de la Ley 527
no era del todo claro que debía ser entendido como método confiable para la generación de
la firma. (Flórez, 2014, p. 57)
Más aún cuando la suscripción del Tratado de Libre Comercio con los Estados
Unidos, marcó un importante precedente en la materia, al introducir la obligación para los
Estados partes de "establecer nomas de aceptación de diferentes métodos que los
intervinientes en una transacción establecieran de mutuo acuerdo, como forma de
autenticación" (ibíd.) A su vez, que no se impusieran métodos en particular que no
permitieran a aquellas acudir a las autoridades judiciales o administrativas (Articulo 15.6 del
Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos).
1.2.1.2. Firma Digital
La firma digital está definida en la ley 527 como “un valor numérico que se adhiere
a un mensaje de datos y que utilizando un procedimiento matemático conocido, vinculado a
la clave de quien origina el mensaje y al texto que contiene" de esta manera "permite
determinar que este valor se ha obtenido exclusivamente con el clave iniciador y que el
mensaje inicial no ha sido modificado después de efectuada la transformación”. (1999, Art.
2).
Esta firma digital se funda en un certificado reconocido y es generada mediante un
dispositivo seguro de creación. En este sentido, la firma digital ostenta respecto de los datos
consignados en forma electrónica, valor equivalente a la firma manuscrita en relación con los
consignados en papel.
El iniciador del mensaje, como lo refiere Flórez, posee dos claves, una privada y una
pública, las cuales son generadas por la entidad de certificación (2014). En Colombia,
CERTICAMARAS es la entidad encargada de certificar, además las notarías están
habilitadas. (Guzmán, 2009, p. 2)
Cuando se pretende enviar un mensaje de datos, se hace uso de la clave privada. Al
momento en que es recibido por el receptor, éste puede verificar la autenticidad e
inalterabilidad del documento a través de la clave pública asociada al documento. (Flórez,
2014) Las bondades de la firma digital, resalta la Corte Constitucional en Sentencia C662 de
2000 se enmarcan en tener la certeza de la autoría del documento, ofreciendo por tanto las
garantías necesarias para ofrecer seguridad de los usuarios de los medios digitales.
El sistema de claves se puede utilizar en diferentes oportunidades. De un lado, cuando
el documento a enviar requiera ser trasmitido de forma confidencial a una determinada
persona, en este momento, da lugar a encriptarlo con la clave pública de esa persona. En este
evento, el documento únicamente puede ser abierto por el destinatario ingresando la clave
privada en aras de desencriptar el documento. (Reyes, 2004, Flórez, 2014)
En otra oportunidad, la clave privada se usa para firmar documentos electrónicos que
a través de certificado digital prueba la confiabilidad de la firma que reposa. Esta es la más
tradicional y se representa a través en un valor algorítmico único para cada documento.
(Reyes, 2004)
Al respecto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, con ponencia del
magistrado Pedro Octavio Munar mediante sentencia del 16 de diciembre de 2010, se refirió
a la validéz probatoria de los documentos electrónicos, y en relación de la firma digital
explicó lo que consistía el uso de un certificado digital, y analizó la similud entre la firma
manuscrita con la electrónica, pues tienen las mismas funciones.
Sin embargo, afirmó que, la última es más garantista en temas de seguridad, en el
entendido que, “se genera por medios que están bajo el exclusivo control del firmante, sino
que puede estar avalada por un certificado digital reconocido, mecanismos que permiten
identificar al firmante, detectar cualquier modificación del mensaje y mantener la
confidencialidad de este” (Colombia, Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil,
S2004011074, 2010).
1.2.1.2.1. Elementos de la Firma Digital
En razón a la seguridad de la que se encuentra impregnada la firma digital, se necesita
la individualización de tres entes a saber: la entidad de certificación, el firmante y el
verificador. Relativo al primer elemento: Entidad de certificación, se entiende como el
prestador de servicios de firma electrónica (Sánchez Acevedo, 2015).
Es la persona jurídica que genera y verifica la firma. Según el Decreto 1747 de 2000
que regula la Ley 527, estas entidades tienen la potestad de
"Emitir certificados en relación con las firmas digitales de las personas,
ofrecer o facilitar los servicios de registro y estampado cronológico de la transmisión
y recepción de mensajes de datos, así como cumplir otras funciones relativas a la
seguridad de comunicaciones y al archivo y conservación de las mismas en
cumplimiento de estándares internacionales". (Presidencia de la República de
Colombia, Decreto 1747, 2000)
El firmante es "la persona que a través de la suscripción de la firma se obliga en
nombre propio o representación de una persona natural o jurídica" (Sánchez Acevedo, 2015).
Esta persona debe disponer de un certificado electrónico reconocido y un dispositivo para la
creación de la firma, con el fin de que dicha firma tenga efectos legales.
Finalmente, el verificador es la persona natural o jurídica que valida o verifica una
firma electrónica según las condiciones establecidas en la política de la firma. Sin perjuicio
de que sea una entidad validadora o una tercera parte que esté interesada en la validez de una
firma. (Sanchez Acevedo, 2015)
1.2.3. Metadatos del documento electrónico.
Se consideran metadatos a la información que permite "identificar, localizar y
describir recursos digitales", de esta manera es posible "gestionar, controlar y entender o
preservar la información en el tiempo". (Sanchez Acevedo, 2015)
Ahora, en lo que concierne a los metadatos del documento electrónico, (Ministerio de
Industria y Comercio, Decreto 2364, 2012) se pueden encontrar los más comunes como lo
son entre otros, los metadatos de información, de seguridad, de trazabilidad, y de firma y de
gestión, tipologías de metadatos.
Tabla 2. Megadatos más usados en relación al documento electrónico
De información De seguridad De trazabilidad De firma: De gestión
Son los que
brindan la
información
correspondiente
al documento,
procedimiento al
que pertenece u
organismo
asociado
Esta tipología de
metadatos
informan acerca
de todas las
acciones que se
han realizado
sobre el
documento, así
como también
permiten la
localización
física del
documento.
Estos contienen
la información
sobre el
documento que
facilita la
gestión del
mismo, tanto
dentro del
expediente
administrativo
como de forma
independiente.
Dentro de estos
está la
información de
la radicación, el
tipo de
documento o los
datos del
interesado.
Esta
clasificación
permite conocer
la información
relativa a las
diferentes firmas
que se han
realizado sobre
el documento,
de la misma
manera guarda
la información
de cada
firmante, la
fecha en que se
firmó y la firma
electrónica y/o
digital.
Son aquellos
que permiten
definir todos los
parámetros del
documento que
tengan relación
con el control,
seguridad y
acceso del
documento.
MEGADATOS
Elaboración Propia. Fuente Decreto 2364, 2012
Se concluye en relación a las firmas electrónicas y digitales que ambas tienen validez
jurídica en el ordenamiento jurídico colombiano en virtud de la Ley 527 de 1999. Sin
embargo, para que dicha validez jurídica surta efecto deben reunir una serie de requisitos
tecnológicos que otorguen certeza del iniciador del mensaje, y sobre todo de la integridad de
este. (Flórez, 2014, p. 34)
1.3. DOCUMENTO ELECTRÓNICO COMO ESPECIE
El profesor Parra Quijano (2006), en una acertada crítica sobre el tratamiento que se
le ha venido dando al documento electrónico afirma que, éste último es una especie de los
documentos. En este sentido es un despropósito asimilarlo a otro medio probatorio. En efecto
es un documento, que tiene sus características propias.
En primera medida, contiene un cuerpo en el cual yace, esto es USB, disquetes etc.
Además tiene un contenido, esto es los datos que reposan en el mismo, que sin caer en el
vicio de analizar el documento desde unos lentes que solo lo encasillan como escrito, puede
verse representado a través de imágenes y video.
Como tercer elemento diferenciador y único del documento electrónico yace que se
encuentra escrito en un "código determinado" (Parra Quijano, 2006, p. 6). Además que posee
"grafía" y se le atribuye la autenticidad a una persona determinada.
En este sentido, la reforma del Código Civil Francés, esto es la Ley 2000-030 de 2000,
que en criterio del profesor Parra Quijano es acertada, considera prueba literal o prueba por
escrito, la "secuencia de letras, caracteres, cifras o todo otro signo o símbolo dotados de
significado inteligible, cualquiera sea su soporte y sus modalidades de transmisión". (Ley
2000-230, Art. 1316, 2000)
En efecto, es indiscutible que al interior de los documentos escritos, existe una especie
cuyas declaraciones o contenido se expresan en "signos o símbolos dotados de significado
inteligible y plasmados en un soporte electrónico".
CAPÍTULO SEGUNDO: DESARROLLO LEGAL Y JURISPRUDENCIAL DEL
DOCUMENTO ELECTRÓNICO
En el presente acápite se presentará una antología de las disposiciones que regulan el
tema del documento electrónico y le otorgan validez jurídica dentro del escenario probatorio,
para analizar de contera la validez jurídica del documento electrónico. Se iniciará desde el
Decreto 2150 de 1995, la Ley Estatutaria de Justicia Ley 270 de 1996, que en su compilado,
especialmente el artículo 95 estableció la importancia de la incursión tecnológica en la
Administración de Justicia.
Posteriormente se analizará la Ley 527 de 1999 en relación a la valoración probatoria
del mensaje de datos y los requerimientos para que su validez jurídica y apreciación como
prueba dentro de la litis civil, así como los principios que deben ser tenidos en cuenta para
su valoración por parte del Juzgador civil.
Para luego, analizar dentro del ámbito procesal las implicaciones probatorias del
Código de Procedimiento Civil y el Código General del Proceso, último que visibiliza el
mensaje de datos como medio probatorio y le otorga más relevancia a la equivalencia
funcional.
2.1. CRONOLOGÍA LEGAL DEL VALOR PROBATORIO DEL MENSAJE DE
DATOS
Para el año 1971 el mundo de las telecomunicaciones virtuales se revolucionó por
medio de la creación del correo electrónico (Acevedo y Gómez, 2011). De esta manera, sin
perjuicio de la innovación y el conocimiento necesario para entender su sistema, los nuevos
documentos que reposaban en dichos mensajes de datos, arrojaban un sinnúmero de recursos
probatorios. Lo cual, trajo consigo la incursión de un derecho redireccionando a la regulación
normativa del uso de nuevas tecnologías.
Sin embargo, como se estudiaba con antelación la llegada de la tecnología obligó a
las legislaciones tanto nacionales como internacionales a enfocar sus regulaciones en el uso
de las nuevas tecnologías. Inclusive, como lo afirman Acevedo y Gómez han forzado a que
la jurisprudencia -en la cual los operadores judiciales asumen un rol de legislador positivo,
fije los lineamientos en el mundo probatorio a cumplir.
Es en esta instancia, en el cual se resalta la importancia del operador jurídico civil,
debido a que le es requerido "nutrir de conocimientos intrínsecos de carácter especial, que
deben ir acompasados con la valoración de las pruebas y además remitirse a las normas que
rigen sobre los documentos en general" (Acevedo & Gómez, 2011, p. 399).
Lo alarmante es cuando carecen del conocimiento, o las herramientas para adquirirlo
y por tanto fallar el acervo probatorio desde la teleología misma de los principios del derecho
probatorio. Lo anterior si se observa desde los lentes de lo entendido como la valoración
probatoria, esto es, la " operación mental que tiene por fin conocer el mérito o valor de
convicción que pueda deducirse de su contenido" (Devis Echandía, 1994, p. 87).
En virtud a lo anterior, fue necesario la creación por parte del legislador colombiano
de una normatividad que regulara la actividad de comercio electrónico que paso a paso fue
mutando a relaciones personales, con la incursión de tecnologías en el día a día, verbigracia
las conversaciones vía chat (Whatsapp) o las redes sociales. En ese momento, las relaciones
sociales pasaron de un plano físico a enmarcarse en uno virtual.
2.1.1. Decreto 2150 de 1995
La finalidad de dicho Decreto consistía en suprimir y reformar las regulaciones,
procedimientos o trámites innecesarios existentes en la Administración Pública. En este
sentido, más allá de regular lo concerniente a las pruebas electrónicas per se. El gobierno
nacional incursionó las nuevas tecnologías a la administración de justicia, garantizando de
esta manera el principio de la buena administración pública electrónica.
Dentro del artículo 26 se consideraba que todas las entidades de la Administración
Pública, debían "habilitar sistemas de transmisión electrónica de datos para que los usuarios
env[iaran] o recib[ieran] información requerida en sus actuaciones frente a la administración"
(Decreto 2150, Art. 26, 1995).
En esta medida, no se podían limitar bajo ningún caso el uso de tecnologías para "el
archivo documental por parte de los particulares". Lo anterior indistintamente de los
lineamientos, patrones o esquemas tecnológicos que las entidades públicas adoptaran en pro
del cumplimiento de las obligaciones legales que estuvieran a cargo de los particulares. (ibíd.)
2.1.2. Ley 270 de 1996
También considerada Estatutaria de la Administración de Justicia. Si bien no se
reguló directamente lo concerniente al mensaje de datos, si hace énfasis en la facultad de los
operadores jurídicos, sin perjuicio de la jurisdicción, para que efectúen una apreciación
efectiva de los medios probatorios que traigan consigo innovación tecnológica.
En particular, el artículo 95 consagra que el Consejo Superior de la Judicatura debe
incentivar la incorporación de tecnología de avanzada en la prestación del servicio de la
administración de justicia (Ley 270, Art. 95, 1996). El direccionamiento de dicha política se
centra en la mejoría de la práctica de pruebas, así como la "formación, conservación y
reproducción de los expedientes, la comunicación entre los despachos y a garantizar el
funcionamiento razonable del sistema de información".
Este presupuesto va de la mano con el marco teórico que estructura la presente
investigación el derecho a - la Buena Administración Pública Electrónica- al servicio del
ciudadano dentro del proceso civil. Derecho que es recogido por Rodríguez Arara, como se
relacionaba con antelación, quien refiere que la sociedad actual es una sociedad de
conocimiento e información en la cual su participación es fundamental.
A su vez refiere el precitado artículo
Los documentos emitidos por los citados medios, cualquiera que sea su soporte,
gozaran de la validez y eficacia de un documento original siempre que quede
garantizada su autenticidad, integridad y el cumplimiento de los requisitos exigidos por
las leyes procesales. Los procesos que se tramiten con soporte informático garantizaran
la identificación y el ejercicio de la función jurisdiccional por el órgano que la ejerce,
así como la confidencialidad, privacidad, y seguridad de los datos de carácter personal
que contengan en los términos que establezca la ley.
Compartiendo la posición que asume Restrepo Figueroa, si se concatena la disposición
en comento con la atmosfera que trae consigo las nuevas tecnologías, es claro que este artículo
provee de especial importancia la práctica de pruebas (2014), razón por la cual blinda a la
Administración de Justicia en "teoría" de la infraestructura necesaria para proveer un estudio
probatorio adecuada. Basta analizar si en la realidad tal presupuesto se cumple a cabalidad, o
si por el contrario la Administración de Justicia cede espacio ante los avances tecnológicos.
2.1.3. Decreto 1122 de 1999
Este Decreto del Ministerio de Salud y Protección Social, dicta normas para suprimir
trámites innecesarios y facilitar la actividad y participación de los ciudadanos. Si bien,
contenía variadas disposiciones sobre el tema, fue declarado posteriormente inexequible por
vicios de forma, mediante sentencia de la Corte Constitucional C-923 de 1999. El Decreto
"consentía presentar peticiones, quejas o reclamaciones ante cualquier autoridad, vía
mensajes de datos". (Restrepo Figueroa, 2014)
2.1.4. Ley 527 de 1999
El 18 de agosto de 1999, se expide la Ley 527. Norma trascendental en el estudio del
mensaje de datos en Colombia, debido a que definió, delimitó y reglamentó el acceso y el
uso de los mensajes de datos del comercio electrónico y de las firmas digitales, en el
entendido que "el mensaje de datos se considera la piedra angular de las transacciones
comerciales telemáticas." (Colombia, Corte Constitucional, SC831, 2001, párr. 3.1.).
Igualmente, reguló los asuntos jurídicos concernientes con el comercio electrónico y el
reconocimiento de valor jurídico a los mensajes electrónicos de datos. Restrepo Figueroa,
2014).
Como se anotaba con anterioridad, esta Ley se fundamenta en el Ley Modelo de
Comercio Electrónico de la CNUDMI. Si bien, -como lo recapitula la Corte Constitucional
(SC-831 de 2001, SC 604, 2016)- en un principio el proyecto de ley únicamente consolidaba
las normas destinadas a regular el comercio electrónico.
Posteriormente, con la presencia del sector privado y público bajo iniciativa del
Ministerio de Justicia y con la participación de los Ministerios de Comercio Exterior,
Transporte y Desarrollo, se adoptó un horizonte más amplio y consideró regular el uso
general de los documentos electrónicos / mensajes de datos elaborando el primer análisis
integral al respecto. (Colombia, Corte Constitucional, SC831, 2001)
Aunado a ello, en desarrollo de lo dispuesto en el artículo 95 de la Ley Estatutaria de
la Administración de Justicia, ha de entenderse, como así lo expresó la Corte Constitucional,
que la Ley 527 no se limita a las operaciones comerciales sino, por el contrario hace
referencia en forma genérica al acceso y uso de los mensajes de datos, lo que exige una
comprensión sistemática de sus disposiciones con el conjunto de normas.
La referida norma se estructura en tres secciones. La primera, establece un compilado
de disposiciones generales en relación al uso del mensaje de datos. En su segunda parte, prevé
las reglas de comercio electrónico en lo relativo al transporte de mercancías. Finalmente, en
su última sección, reglamenta las firmas digitales, los certificados y entidades de
certificación.
En este sentido, en el primer capítulo, se definen varios conceptos y se despliegan las
reglas de interpretación y reconocimiento de los mensajes de datos. En su segundo capítulo,
se establecieron las reglas sobre los requisitos jurídicos, la forma de conservar los
documentos así como sus características que se materializan en la integridad, admisibilidad,
fuerza y criterios de valoración de los mensajes de datos. (Colombia, Corte Constitucional,
SC 604, 2016, párr. 98)
En el tercer capítulo, se fijaron prescripciones concernientes a la validez y formación
de los contratos celebrados a través de mensajes de datos "y respecto al reconocimiento y
atribución, presunción del origen y recibo, acuse de recibo, tiempo y lugar de envío y
recepción del mismo tipo de comunicaciones" (Ibíd.)
2.1.4.1. Ley 527 y la validación probatoria del documento electrónico.
Previa expedición de la Ley, la Corte Suprema de Justicia, en auto del 3 de abril del
año 2000, al efectuar un estudio de una Litis con anterioridad a la entrada en vigencia de la
Ley 527 de 1999, se refirió a la utilización del mensaje de datos en el aparato judicial y, en
específico, en lo concerniente a la interposición del recurso de casación presentado vía fax.
(Restrepo Figueroa, 2014)
En la referida providencia con ponencia del magistrado Herrera Vergara argumentó
que "la tradicional exigencia del original del escrito de demanda de casación puede quedar
satisfecha con un mensaje de datos, si la información contenida por este es fácilmente
consultable" (Colombia, Corte Suprema De Justicia, Sala de Casación Laboral, Auto 13015,
2000)
Afirmó que, no obstante el soporte en el que reposa el documento electrónico es
diverso al papel, ello no es óbice para que no tenga la característica de la representatividad
de una idea o pensamiento. De esta manera, su definición es amplia y no se limita a alguna
forma de representación, sino que se entiende como "cualquier representación en forma
electrónica de hechos jurídicamente relevantes, susceptible de ser asimilado en forma
humanamente comprensible".
En relación a la validez probatoria, ésta se desarrolla en el artículo 11 cuando refiere
a la importancia de la confiabilidad del mensaje de datos "en la forma en la que se haya
generado, archivado o comunicado el mensaje, la confiabilidad en la forma en que se haya
conservado la integridad de la información, la forma en la que se identifique a su iniciador y
cualquier otro factor pertinente".
La Corte Suprema de Justicia 16 de diciembre de 2010 en relación a la confiabilidad
rescató que el contenido de los mensajes de datos, depende de los mecanismos técnicos que
salvaguarden la "integridad, inalterabilidad, rastreabilidad recuperabilidad y conservación"
(Colombia, Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Exp. 200401074, 2010, p 46).
En lo concerniente a la integralidad se refiere a que los datos transmitidos por vía electrónica
sean recibidos en su totalidad. Cuando se refiere a la inalterabilidad garantiza la
permanencia de la forma original del mensaje de datos a través de sistemas de protección de
la información. (ibíd.)
La rastreabilidad "admite al acceso a la fuente original de la información" (ibíd.).
Cuando hace referencia a la recuperabilidad señala la Sala de Casación del máximo órgano
jurisdiccional civil que refiere a la posibilidad de una consulta posterior. Finalmente, en lo
relativo a la conservación, es directamente proporcional a su "perdurabilidad en el tiempo,
contra deterioros o destrucción por virus informativos" (ibíd.).
Esto indica, como lo refieren Acevedo y Guzmán (2011) que el Juez puede negarle
valor probatorio a un documento electrónico, en el entendido que observe alguna alteración
en su generación, transmisión, o conservación, esto es, cuando considere que no son
confiables. Vuelve y se indaga en esta instancia. ¿Tiene el Juez las herramientas necesarias
para ello? ¿Están los auxiliares de la justicia, peritos, terceros intervinientes, juristas
capacitados para ello? ¿En este sentido, de no ser así, se estaría vulnerando el principio
probatorio de contradicción?
Interrogantes que saltan a la vista ante el estrepitoso avance de la tecnología y
considerando que la referida Ley fue promulgada más de 20 años atrás. Ahora bien, ¿Cuáles
son los requisitos que debe presentar un documento electrónico para que sea considerado
como prueba dentro del proceso civil?
El artículo sexto y subsiguientes de la Ley 527 responde al último cuestionamiento.
En primera medida refiere que debe constar por escrito. En este acápite cae el legislador en
el error, como se anotó en antelación de relacionar inmediatamente el término documento
con un escrito. Sin embargo, lo anterior quiere significar que debe ser legible, sin perjuicio
de la forma, dispositivo o plataforma en que repose.
2.1.4.1.1. Documento por escrito
Como lo refiere Acevedo ante la palabra "escrito", "tratándose de archivos de audio
o video, aunque el protocolo está diseñado para que los usuarios vean y escuchen, los
archivos están escritos en lenguaje máquina, que mediante un software convierte esto en
imágenes o/y audio según sea el caso" (2011, p. 400). Se afirma que dicha afirmación
"escrito" da pie para diversas interpretaciones y no colabora con lo abstracta que puede llegar
a ser tal definición cuando la aplicación ha de efectuarse. (Rivera, 2008)
De otro lado, en relación a la misma controversia, Miller Rivera en relación al tema,
afirma que es indispensable distinguir un documento originado telemáticamente y un
documento físico que ha sido guardado electrónicamente, (Rivera, 2008, p. 22) debido a que
si se está haciendo referencia a los últimos, que tienen como fin ser trasmitido “deberá ser
de aquellos que hacen parte de los actos jurídicos no sometidos a requisitos especiales de
creación (ad substantiam actus) o de prueba (ad probationem), caso en el cual deberá
verificarse si se trata efectivamente de un “mensaje de datos” (Ibíd., p. 17).
Podría igualmente tratarse de una “reproducción digital” de un documento per
cartam, toda vez que, cada acto en particular se direcciona a distintos actos jurídicos y con
distintas formas de valoración probatoria, lo que envuelve un trato distinto en la legislación
documental, tal como sucede con los documentos que deben ceñirse y cumplir los requisitos
observados en el artículo 243 del Código General del Proceso, al considerarse documentos
de carácter representativo. (Rivera, 2008, 17).
De allí se resalta la importancia de que el operador jurídico civil tenga conocimiento
previo o pueda acceder a la pericia que le indique el origen, estructura y forma de producción
del documento, en aras de que se le pueda aplicar la normatividad probatoria correcta y la
calidad que tiene. No obstante, en la práctica, debido a la carencia de dicho conocimiento o
de los instrumentos necesarios se desestiman o se aprecian erradamente dichas pruebas
judiciales electrónicas, lo que conlleva a una ineficacia en la consecución de la verdad
material.
2.1.4.1.2. La Firma Digital
Este elemento estructural de los documentos electrónicos necesarios para establecer
la autenticidad, confiabilidad y certeza del nominador, autor o del productor del documento
electrónico, téngase como ejemplo el correo electrónico. (Véase Primer Capítulo)
Con la firma digital se representa la fiabilidad con la que el documento electrónico
cuenta según la Ley modelo de Uncitral que refiere que “al adoptar el criterio del ‘equivalente
funcional’, el cual se enfoca en la jerarquía actual de los requisitos de forma, que sirven para
dotar a los documentos de "papel del grado de fiabilidad, inalterabilidad y rastreabilidad que
mejor convenga a la función que les haya sido atribuida” (Colombia, Corte Constitucional,
SC-831, 2001).
2.1.4.1.3. Documento Original
Dicha originalidad se relaciona con el archivo en el que es guardado el documento, el
cual debe ser original. Sin embargo, es indispensable no caer en el error de asimilarlo con los
documentos en físico originales y copias de papel. En este caso, es relevante citar un ejemplo
para clarificar esta situación. Si la contabilidad de una compañía cuyo archivo reposa en
"Excel, está en el servidor de una empresa, debería llevar el servidor completo de la empresa,
empero en realidad si se copia en una memoria extraíble o en CD, se trata de una copia
“digitalmente idéntica”. (Acevedo & Gómez, 2011, p. 402)
En efecto, el funcionario judicial deberá tratarla como el original. En efecto es
menester que la persona que aporte las copias debe señalar claramente como las recopiló,
esto es un detalle sucinto de la "fecha, hora, sistema operativo, actualizaciones o parches,
software utilizado y, en general, todos los datos relevantes". (Acevedo & Gómez, 2011, p.
402)
Otro tema que se considera fuente de dificultad de muchos juristas en lo relativo a la
aplicación de la ley 527 de 1999, es el equivalente funcional de original, citado en los
artículos 813 y 9 de dicha ley. Se observa en las referidas disposiciones que la definición de
13 El artículo en comento reza "Original. Cuando cualquier norma requiera que la información sea
presentada y conservada en su forma original, ese requisito quedará satisfecho con un mensaje de datos,
si: a) Existe alguna garantía confiable de que se ha conservado la integridad de la información, a partir del
momento en que se generó por primera vez en su forma definitiva, como mensaje de datos o en alguna
otra forma; b) De requerirse que la información sea presentada, si dicha información puede ser mostrada
la palabra "original" sufre una modificación dentro del contexto del comercio electrónico.
Debido a que, como lo menciona Acevedo y Gómez (2011) en el escenario de la información
digital siempre se adjunta una copia de la misma.
Además Riviera refiere que, "siempre se estará en presencia de una copia de la
información. No puede identificarse un original, en este sentido, tal como se hace en los
medios físicos tradicionales".
Si se observa en detalle el artículo 1014 de la Ley 527, se puede extraer que el
documento electrónico dentro del ordenamiento jurídico colombiano goza de plena validez
probatoria y se enfoca en la idea de que en el escenario digital no existen documentos
originales. De esta manera, es menester afirmar que tanto el archivo "original" como su
"copia" son completamente idénticos. "En consecuencia, todos los documentos electrónicos
de cierta forma son considerados originales.". (Flórez, 2014, p. 38)
No obstante lo anterior, en ocasiones se presentan inconvenientes, debido a que
cuando se requiere en el acervo probatorio la forma original del documento, lo que sucede es
la presentación de una copia impresa en papel, cuando lo que en efecto debería ocurrir, es la
a la persona que se deba presentar. Lo dispuesto en este artículo se aplicará tanto si el requisito establecido
en cualquier norma constituye una obligación, como si las normas simplemente prevén consecuencias en
el caso de que la información no sea presentada o conservada en su forma original"
14 El artículo en cuestión señala "Admisibilidad y fuerza probatoria de los mensajes de datos. Los mensajes
de datos serán admisibles como medios de prueba y su fuerza probatoria es la otorgada en las disposiciones
del Capítulo VIII del Título XIII, Sección Tercera, Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil. En
toda actuación administrativa o judicial, no se negará eficacia, validez o fuerza obligatoria y probatoria a
todo tipo de información en forma de un mensaje de datos, por el sólo hecho que se trate de un mensaje
de datos o en razón de no haber sido presentado en su forma original. "
entrega del documento en la misma forma en que se originó, esto es, medios digitales con
sistemas de conservación y almacenamiento que no permitan su alteración o modificación.
(Nisimblat, 2010)
En efecto, lo anterior significa que cualquiera de las copias adjuntadas de un
documento podría ser considerado para efectos probatorios, según el literal a del precitado
artículo, que a juicio de Acevedo y Gómez (2011) es una verdadera innovación. Debido a
que se estipula la satisfacción del requisito de originalidad entre tanto exista garantía de
confiabilidad, esto es, que la información se haya conservado íntegramente desde el momento
en que se generó en su forma definitiva.
Otro hecho particular a analizar en el acápite de la originalidad es el hecho que en la
Ley no existe diferenciación per se entre documentos físicos y digitales. Se desprende del
particular, que "la información no requiere haber sido creada inicialmente en forma de
mensaje de datos (Acevedo & Gómez, 2011, p. 410).
Esto quiere decir que, puede haberse generado en un soporte físico, y posterior a ello
pasarse a un formato digital. En tal sentido, la Ley 527 eliminó la diferenciación
indiscriminada entre documentos físicos y digitales. "No importa el soporte físico de la
información, mientras se garantice que el traspaso de la información de un soporte a otro fue
integro". (Acevedo & Gómez, 2011, p. 410)
2.1.4.1.4. Integridad
Se entiende como íntegro, el mensaje de datos que ha permanecido completamente
inalterado, y ello lo garantiza un notario en la fecha y hora de la toma, o una entidad de
certificación digital como CERTICÁMARAS (Guzmán, 2009, p. 2). Lo anterior, se
desprende de los artículos 8, 10 y 11 de la Ley.
2.1.4.2. Principios Del Documento Electrónico
La anterior validez probatoria de los mensajes de datos obedece a una serie de
principios que lo regulan. Si conserva la anterior estructura y características y se evalúan a
razón de los siguientes principios, el mensaje de datos cobra completa validez probatoria.
2.1.4.2.1. Principio de Equivalencia Funcional
Principio angular de la Ley Modelo de Comercio Electrónico fundante de la Ley 527,
el cual consiste en determinar si las funciones de un " requisito de forma consignado sobre
papel, se pueden cumplir con técnicas o métodos asociadas con el denominado comercio
electrónico " (Pérez, 2002, p. 4)
Este principio a juicio de Flórez (2014) le otorga a los documentos electrónicos o
mensajes de datos, la validez jurídica que comprende a los medios físicos, proveyéndolos de
seguridad jurídica, descartando por tanto, algún vicio de nulidad por el hecho de haberse
generado por medios electrónicos. (Rincón Cárdenas, 2006)
2.1.4.2.2. Principio de la Inalterabilidad
El principio de inalterabilidad se relaciona directamente con el principio de
equivalencia funcional, lo anterior, toda vez que si el documento tiene un origen, no pudo
haber sido alterado al momento de proferirse, situación que ocurre cuando se hace uso de la
firma electrónica "que una vez cotejada, tanto su forma como su originalidad de emisión, el
documento se puede considerar inalterado y procede a considerarse como válido para los
fines legales". (Guerra Contreras, Pérez Rincón, & Cano Bohórquez, 2002, p. 32)
2.1.4.2.3. Principio De Autenticidad
Como se expresaba con antelación, igual a la firma manuscrita, se presume auténtica
la firma digital perteneciente a la persona que se afirma es la titular de un certificado digital
emitido por una entidad de certificación como lo dispone el Decreto Reglamentario 1747 de
2000. Como quiera que la clave privada empleada en la emisión de la firma digital sólo es
conocida- en principio- por quien es su propietario. (Ibañez Parra & Rincón Cárdenas, 2002)
2.1.4.2.4. Principio del no repudio
Este principio tiene su finalidad cuando se firma un documento y se confirma la
autoría, esto es, sin perjuicio de que sea una simple firma electrónica o digital, se infiere que
el autor o iniciador manifiesta su voluntad de proferir dicho documento, estando obligado a
lo que allí se exponga, debido a su veracidad y a los plenos efectos jurídicos.
2.1.4.2.5. Principio de Neutralidad Tecnológica
Este principio es de gran controversia, razón por la cual varios doctrinantes han
dedicado líneas a definirlo, según Illescas Ortiz, es dicha aptitud que debe regir en las nuevas
normas disciplinadoras del comercio electrónico, debido a ello no solo abarca las tecnologías
presentes sino las futuras, sin que ello requiera modificación alguna, dentro de un horizonte
cronológico razonable. (Illescas Ortiz, 2001; Illescas Ortíz & Perales Visca- sillas, 2003)
De otro lado, Ibáñez Parra y Rincón Cárdenas refieren que dicho principio busca que
las normas de comercio electrónico abarquen las tecnologías que lograron su implementación
y reglamentación; al igual que las tecnologías que se desarrollan actualmente e irán a hacerlo.
De esta manera la legislación no queda atrasada sino se va adecuando al desarrollo de nuevas
tecnologías.
Definición similar es la recogida por Madrid Parra quien conceptualiza como la
neutralidad en el tratamiento de las nuevas tecnologías, que en virtud a ellas, el legislador
dictará normas que supongan la adopción de una determinada tecnología (Madrid Parra,
2007; Torres Torres 2011)
El principio de neutralidad tecnológica permite la aplicación analógica del derecho
en los eventos en que la actividad realizada es exactamente la misma independientemente del
soporte utilizado como lo refiere (Sanchez Acevedo, 2015) lo que entrevé explícitamente la
existencia de límites en la aplicación de normas vigentes para actividades novedosas, y como
consiguiente la posibilidad de establece nuevos regímenes jurídicos para nuevas actividades,
posibilidad que se da debido al principio de proporcionalidad, de igual manera, por la
concepción social del nuevo ámbito de interacción social que trajo consigo en internet.
Como lo afirma Taruffo (2011) internet ha posibilitado iniciativas económicas cuyo
objetivo es el de ofrecer un espacio a cualquier persona que lo solicite para difundir texto o
videos, de tal manera que el internet es una plataforma de difusión cada vez amas usada
dentro del ámbito de actividades comerciales como sin ánimo de lucro, inclusive en relación
a la actividad administrativa, como se verá más adelante en razón a las notificaciones
electrónicas por parte de la rama judicial. Debido a que en aras de actualizar la administración
judicial y hacerla más efectiva y eficaz se han creado nuevas plataformas de difusión de
contenidos.
Las ventajas de la difusión de texto y audio y video son infinitas para todas las
personas y organizaciones, en el caso de las administraciones públicas las ventajas son
múltiples. Como lo afirma Espinosa (Espinosa, 2009) la posibilidad de transmitir
documentación, de tramitar procedimientos y de disponer de información sobre el
funcionamiento de la administración ha suprimido la constricción de los horarios y
desplazamientos.
Gracias a la innovación tecnológica las Administraciones, además de poder tramitar
procedimientos a distancia pueden plantearse metodologías de trabajo proactivas en materia
de información administrativa para dar mayor transparencia de sus procedimientos y
resultados elevando al máximo la publicidad- entendida en un sentido material- de sus actos
y actuaciones. Materializando en esta manera el derecho de la Buena Administración Pública
Electrónica.
En este sentido, la actividad de las administraciones en la red está necesitada de
mecanismos que renueven en un entorno tecnológico de garantía de los derechos de los
ciudadanos que habían operado en el universo del papel, tanto para ofrecer un entorno de
confianza como para posibilitar la igualdad de condiciones en el trato con las
administraciones. (Espinosa, 2009)
En suma, el Estado y el derecho deben cumplir con los cambios sociales, de un lado,
se estima que mayor información y participación representa un mayor bienestar y
transparencia social, sin embargo, el lado oscuro representa un mayor riesgo de
fragmentación, y aislamiento con los iguales, que a luces de Sunstein representa un
autogobierno democrático. (Sustein, 2003 )
Sin embargo, la finalidad de la legislación tampoco debería caer en el error de la
"hipertrofia", esto es, reglamentar exhaustivamente las conductas sociales (Boix Palop,
2007). De este lado, esta investigación va más allá del documento electrónico o el mensaje
de datos en aras de argumentar la hipótesis.
El espectro de este trabajo va hacia el poderío de las organizaciones que administran
la red que ampliamente han superado la eficacia del Estado (Trudel, 2002) (Castells, 2005).
Desde que punto se puede considerar como de valor probatorio un documento de Facebook,
WhatsApp o alguna red social que este encriptado que no deberá ser objeto de prueba.
Finalmente, la Ley 1341 de 2009 o de Tecnologías de la Información, se refiere al
principio de neutralidad tecnológica como el pilar para el reconocimiento jurídico de las
firmas electrónicas, con la finalidad de fortalecer el desarrollo del comercio electrónico.
2.1.5. Código de Procedimiento Civil
Ibáñez y Rincón recogen varias vicisitudes de la validez probatoria del documento
electrónico en el Código de Procedimiento Civil. Afirman que, en ciertos despachos existen
dudas sobre la procedencia del documento electrónico en el acervo probatorio. Aseveran que
según el artículo 249 del Código de Procedimiento Civil el cual reza que el operador jurídico
podrá deducir indicios de conducta procesal de las partes, se podía reforzar el valor jurídico
de los documentos electrónicos.
Lo anterior, como quiera que, dicho artículo proponía una tesis que, si los correos
electrónicos no eran controvertidos por la contraparte, le podría permitir al juez colegir que
los mismos eran auténticos (2007, p. 62). Adicionalmente a ello, la presunción de
autenticidad que reposa en el artículo 252 numeral 3, la cual consagra que ante la presentación
de un documento y la afirmación de que fue suscrito por la parte contra la que se aduce, se
configurará presunción de autenticidad, siempre y cuando no se tache oportunamente.
Además de la tacha de falsedad15, el cotejo del documento16 y firmas17 , y el
desconocimiento del documento18, permiten a la parte afectada de la acusación de autoría en
relación a un documento electrónico o sobre su firma, solicitarle al juzgador el decreto de
15 El artículo 289 del Código de Procedimiento Civil consagra la tacha de falsedad "La parte contra quien
se presente un documento público o privado, podrá tacharlo de falso en la contestación de la demanda, si
se acompañó a ésta, y en los demás casos, dentro de los cinco días siguientes a la notificación del auto que
ordene tenerlo como prueba, o al día siguiente al en que haya sido aportado en audiencia o diligencia. Los
herederos a quienes no les conste que la firma o manuscrito no firmado proviene de su causante, podrá
expresarlo así en las mismas oportunidades. No se admitirá tacha de falsedad cuando el documento
impugnado carezca de influencia en la decisión, o se trate de un documento privado no firmado ni
manuscrito por la parte a quien perjudica".
16 El artículo 255 del Código de Procedimiento Civil consagra que "la parte contra quien se aduzca copia
de un documento, podrá solicitar su cotejo con el original, o a falta de éste con una copia auténtica expedida
con anterioridad a aquella. El cotejo se efectuará mediante inspección judicial, dentro de la oportunidad
para practicar pruebas".
17 El cotejo de firmas se consagra en el artículo 293 del Código de Procedimiento Civil que reza "Para
demostrar la autenticidad o falsedad, podrá solicitarse un cotejo con las letras o firmas de los siguientes
documentos: 1. Escrituras públicas firmadas por la persona a quien se atribuye el documento. 2.
Documentos privados reconocidos expresamente o declarados auténticos por decisión judicial, en que
aparezca la firma o la letra de la persona a quien se atribuya el documento. 3. Las firmas y manuscritos
firmados que aparezcan en actuaciones judiciales o administrativas. 4. Las firmas puestas en cheques
girados contra una cuenta corriente bancaria, siempre que hayan sido cobrados sin objeción del
cuentahabiente. 5. Otros documentos que las partes reconozcan como idóneos para la confrontación. A
falta de estos medios o adicionalmente, el juez podrá ordenar que la persona a quien se atribuye el escrito
o firma materia del cotejo, escriba lo que le dicte y ponga su firma al pie."
18 El desconocimiento de un documento se encuentra consagrado en el artículo 275 del Código de
Procedimiento Civil "Desconocido el documento se procederá a verificar su autenticidad en la forma
establecida para la tacha de falsedad, si el interesado lo pide dentro de los tres días siguientes a la
diligencia, o el juez considera que se trata de prueba fundamental para su decisión."
pruebas adicionales. Verbigracia, un peritaje o interrogatorio de parte que provoque
confesión o inspección judicial sobre el referido documento.
Cuando se hace referencia a documentos como archivos de voz, imágenes, videos la
forma de presentación no será de forma física como los emails, en virtud del Código de
Procedimiento Civil, si es que aún reposan documentos con su vigencia, sino será en su forma
original, a través de algún dispositivo electrónico que garantice su integridad como una USB,
disquete o CD. (Ibánez & Rincón, 2007)
2.1.6. Código General del Proceso
La prioridad de este Código en relación con los documentos electrónicos, es la de
incluir en el procedimiento civil reglas claras, dispersas por las múltiples modificaciones que
tuvo el Código anterior. De igual manera, desformaliza los procedimientos que dilataban la
búsqueda de la justicia, a través de los juicios más agiles y justos. (Ibánez & Rincón, 2007)
En primera medida, respecto a los documentos hay un cambio de prespectiva
fundamental y es la presunción de autenticidad, los cuales si bien se presumían anteriomente
con el C.P.C. en relación a los documentos públicos, actualmente con la nueva reforma, se
extienden sobre los documentos privados.
En el capítulo IX, Título Único, Sección Tercera, Libro Segundo del Código General
del Proceso, el referido Código fija las reglas relativas a los documentos. Sigue haciendo la
distinción entre documentos originales y copias, públicos y privados, su autenticidad, valor,
manera de aportación, procedimientos y demás (Colombia, Corte Constitucional, SC604,
2016). Estas normas son igualmente aplicables a los mensajes de datos, en virtud a la
equivalencia funcional de la Ley 537.
El artículo 243 considera entre el compendio de documentos como género, el mensaje
de datos como una especie, es decir le da pleno valor probatorio al mensaje de datos. A su
vez, el artículo 247 del referido Código trae lo concerniente específicamente a la valoración
de los mensajes de datos, cuando reza que:
Artículo 247. Valoración de mensajes de datos. Serán valorados como
mensajes de datos los documentos que hayan sido aportados en el mismo formato en
que fueron generados, enviados, o recibidos, o en algún otro formato que lo
reproduzca con exactitud.
La simple impresión en papel de un mensaje de datos será valorada de
conformidad con las reglas generales de los documentos
Dicho artículo 247, demandado parcialmente en providencia del 02 de Noviembre de
2016 con ponencia del magistrado Luis Ernesto Vargas Silva (SC604, 2016). La controversia
se suscitó sobre el inciso final del artículo 247 a lo que la Corte Constitucional señaló que
dicho artículo supone dos elementos, el primero, la norma hace referencia a la incorporación
de verdaderos mensajes de datos, como pruebas en el proceso, esto es que fueron originados
como un mensaje de datos.
De los cuales se presupone la equivalencia funcional que se tratan en los artículos 6,
7 y 8 de la precitada Ley 527, que reemplazan "la exigencia escritural del documento, la
necesidad de la firma y la obligación de su aportación en original". En la referida sentencia
vale citar las características propias que se desprenden del primer inciso del artículo 247.
Y, en segundo lugar, en tanto el legislador ordena apreciar el mensaje de datos a la
luz de sus particularidades, es decir, de sus propiedades técnicas, los elementos de
juicio a tener en cuenta, además de las reglas de la sana crítica, serán la confiabilidad
en su contenido, derivada de las técnicas empleadas para asegurar la conservación de
la integridad de la información, su inalterabilidad, rastreabilidad y recuperabilidad,
así como de la manera de identificación del iniciador del mensaje. (Colombia, Corte
Constitucional, SC604, 2016, párr. 45)
En lo que concierne al segundo inciso, se refiere a una situación diferente. En este
escenario una información creada, enviada o recibida por medio de medios digitales, se
aporta a la litis en un documento de papel con arreglo a las normas generales sobre
documentos.
Lo que se aporta es la impresión de un mensaje de datos, lo que significa que el objeto
de la regulación no es el mensaje en sí mismo, sino la manera de reproducción, esto es en un
soporte de papel. Dicho inciso no se refiere al mensaje de datos en sí mismo, sino a la copia
de este.
La referida Corporación señala que "La información pasa de estar contenida en un
dispositivo electrónico, que asegura la integridad, autenticidad e inalterabilidad de la
información, a un soporte de papel sin esa capacidad técnica, por lo cual, el elemento material
probatorio resulta modificado" (Colombia, Corte Constitucional, SC604, 2016, párr. 49) y
por tanto se convierte en una mera reproducción de su original, la cual se somete a las mismas
reglas de valoración de los documentos.
Lo anterior como quiera que, "las reglas sobre equivalencia funcional, pero sobre
todo, los criterios de apreciación propios de un documento electrónico no son ya aplicables
al documento de papel". Por lo que advierte
La impresión de un mensaje de datos, en suma, es una mera copia de ese
mensaje y, desde el punto de vista de su naturaleza, solo una evidencia documental
en papel. Esta prueba documental deberá ser apreciada, como todos los demás
elementos de convicción de esa naturaleza, conforme a las reglas de valoración
probatoria correspondientes, previstas en el Código General de Proceso, en los
términos del inciso 2º del artículo 247 en mención.
CAPÍTULO TERCERO: IMPLICACIONES DE LA APRECIACIÓN
PROBATORIA DE LOS DOCUMENTOS ELECTRÓNICOS / MENSAJE DE
DATOS
Recopilando lo analizado con antelación, como lo asevera Pérez Ragone los
componentes fundantes para referirse a una "buena justicia civil” (p. 189), se enmarcan en
primer lugar en el acceso a la justicia y a los tribunales. Lo que en otras palabras significa,
"la eliminación de vallas de carácter económico y socio-cultural que otros de a la buena
prestación y asignación del recurso justicia, como así también la minimización de
información tergiversada entre el juez y las partes" (ibíd). Un segundo elemento se considera
en los criterios de eficacia y eficiencia frente al acceso en la administración de justicia, en el
entendido que una justicia tardía desdibuja la propia teleología de justicia.
De otro lado, como un tercer componente se tiene que, los procedimientos y
relaciones entre las instituciones judiciales con las partes y terceros intervinientes debe
perseguir la dignidad de cada uno, - se podría decir como fin del Estado Social de Derecho
que se enmarca en la Constitución de 1991-, dicho fin se compone de un "proceso equitativo,
justo y debido" (ibíd). Finalmente, como último factor fundante de una buena justicia civil,
es que el resultado de la prestación del servicio / derecho de la justicia debe ser "legítimo,
creíble y convincente."(Ibid.)
Ha de decirse, materializa la buena administración pública electrónica que plasma la
incursión del análisis de pruebas electrónicas o nuevas tecnologías como su inclusión en la
notificación judicial y sistematización de los procesos al eliminarse barreras de ineficiencia
que previo sistema anquilosado escritural y alejado del ciudadano llevaba impregnado como
slogan.
La incursión de las TIC, según lo expone Ana María Andrada, las define como el
conjunto de tecnologías implementadas, hardware, software y canales de comunicación,
relacionados con el almacenamiento, el procesamiento y la trasmisión digitalizados de
información, que permiten la adquisición, la producción, el tratamiento, la comunicación, el
registro y la presentación de la información en forma de voz, imágenes y datos. (Andrada,
2010)
En este sentido, tal y como afirma Alejandra Rivera, la prueba se convierte en el
medio más seguro de lograr la reconstrucción de los hechos de modo comprobable y
demostrable, para alcanzar una buena justicia civil, y es claro que en virtud al ordenamiento
jurídico actual únicamente se admiten como ocurrida la situación fáctica cuando ha sido
acreditada a través de pruebas objetivas, impidiendo que se funden las decisiones judiciales
en elementos eminentemente subjetivos. (Rivera, 2010, 1)
Para Rodríguez Flórez, las pruebas judiciales, "son un conjunto de reglas relativas al
recaudo y valoración de los diversos medios que pueden emplearse para convencer al juez
sobre los hechos de interés para el proceso". (Flórez, 2002, p. 26). A su vez el maestro Devis
las define las como el conjunto de "reglas que regulan la admisión, producción, atención y
valoración de los diversos medios que pueden emplearse para llevar al juez la convicción
sobre los hechos que interesan al proceso". (Devis, 2006, p. 25)
Los distintos medios de prueba admiten ser soportados por medio de diferentes
fuentes. En este sentido, la prueba judicial, como lo afirma Taruffo, se produce a partir de
una serie de actuaciones ejecutadas en el proceso. Primero, refiere que se considera la prueba
como una actividad; a su vez dicha actividad se sustenta en elementos que se aportan a la
causa, aquí la prueba es tenida en cuenta como un medio.
Dicha causa es dirigida para la obtención de una conclusión de los hechos que fueron
expuestos ante el Juzgador, es esta situación la prueba es crucial para obtener un resultado
(prueba como actividad). (Taruffo, 2010, p. 27) Las referidas actuaciones se basan en el
método de comprobación de hipótesis, el que requiere de datos empíricos en virtud de los
cuales el Tribunal pueda hacer la concatenación. (ibíd.)
De esta manera, en el derecho probatorio queda comprendido todas las clases de
pruebas judiciales que en la legislación colombiana se encontraba definido como primera
medida en el artículo 251 del Código del Procedimiento Civil, como
Los escritos, impresos, planos, dibujos, cuadros, fotografías, cintas
cinematográficas, discos, grabaciones magnetofónicas, radiografías, talones,
contraseñas, cupones, etiquetas, sellos y, en general, todo objeto mueble que
tenga carácter representativo o declarativo, y las inscripciones en lapidas,
monumentos, edificios o similares.
En ese momento, dicha definición fue introducida en un momento histórico en el cual,
los únicos soportes que se observaban eran los físicos, sin embargo, como se acotaba con
antelación, frente a los avances tecnológicos, queda sin sustento jurídico y sin eficacia al
quedarse de cierto modo corto frente a la nueva realidad.
Aunado a ello, en virtud de la incursión de la Ley 527 de 1999 que traía consigo las
estipulaciones de la Ley Modelo de Comercio Electrónico, dicha definición de prueba
documental quedó proscrita.
Más aún los principios que la regulan19 no se podían garantizar en el entendido que
perdía la eficacia mínima de demostrar la verdad dentro de la litis a la cual se sometía sin
fundamento jurídico. En el entendido que, los principios dentro de un Estado
neoconstitucionalizado y Social de Derecho tienen un mayor protagonismo en la dinámica
jurídica que se desarrolla en un terreno claramente garantista (Ballesteros Serpa, 2013, p. 62).
En efecto, Pozzolo afirma que, dentro de los elementos que particularizan al
neoconstitucionalismo, se encuentra el papel primordial de los principios en la función de
interpretación y argumentación jurídica de los jueces.
Razón por la cual, con la incursión del Código General del Proceso, se le otorga plena
validez jurídica al mensaje de datos en su artículo 243. Sin embargo, aún se presentan ciertas
vicisitudes en su inclusión y apreciación por parte de todas las partes que intervienen en la
litis. Razón por la cual se analizarán a continuación.
19 Según Alejandra Rivera, los principios se condensan en (I) principio de la necesidad de la prueba y de
la prohibición al aplicar el conocimiento privado del juez sobre los hechos; (II) Eficacia jurídica y legal
de la prueba (III) Unidad de la Prueba (IV) Comunidad o de la adquisición de la prueba (V) Principio del
interés público de la función de la prueba; (VI) Principio de la lealtad, probidad o veracidad de la prueba
(VII) Contradicción de la prueba (VIII) Principio de publicidad de la prueba (IX) Formalidad y legitimidad
de la prueba (X) Preclusión de la prueba (XI) Inmediación y de la dirección del Juez en la producción de
la prueba (XII) La imparcialidad del juez en la dirección y apreciación de la prueba (XIII) La concentración
de la prueba (XIV) La libertad de la prueba (XV) (XVI)
Esto, por cuando conllevan al atraso en la garantía del Derecho a la Buena
Administración Pública Electrónica como forma de participación idónea de los ciudadanos.
3.1. VICISITUDES DE APLICACIÓN E INTERPRETACIÓN PROBATORIA
La controversia en el ámbito probatorio se sitúa en el escenario de la multiplicidad
legal, si bien existe una regulación específica en cuanto a los documentos electrónicos o
mensajes de datos, en la Ley 527 y Decretos complementarios, y lo preceptuado en el Código
General del Proceso, lo cierto es que existe un régimen jurídico anterior con una serie de
principios que deben adaptarse a los lineamientos de los medios electrónicos.
Lo que implica que ambas regulaciones han de ser tenidas en cuenta por el juzgador
civil, pese a que, "el legislador en su sapiencia y al adoptar el criterio de su equivalente
funcional, optó por cumplir los requisitos probatorios tradicionales cuando se trató de los
mensajes de datos". (Acevedo & Guzmán, 2011, p. 399)
3.1.1. Legalidad del medio de prueba del documento electrónico
Corolario a lo anterior, se tiene que para que los mensajes de datos sean valorados
como medios de prueba es necesario que obedezcan a las reglas de la sana crítica, a la
confiabilidad en la forma en que se haya generado, archivado o comunicado el mensaje, a su
vez, a la confiabilidad de la forma de conservación de la integridad de la información,
identidad de su iniciador entre otros factores.
Para Téllez, sin perjuicio de que la mayoría de los medios de prueba pueden
interrelacionarse con las computadoras, es la prueba documental en si misma la que, en
últimas, guarda un vínculo más cercano con el documento electrónico, como quiera que los
soportes magnéticos pueden ‘constar’ al igual que un documento.” (2007. p. 8.)
Debido a que en Colombia, raramente se hace alusión a la tarifa legal, pues el sistema
de interpretación es la sana crítica, el documento electrónico actualmente cumple un rol
trascendental en el estudio jurídico. Así como lo menciona Bogotá y Moreno (2007), el Juez
puede, o decretar un peritaje o efectuar la valoración de la prueba presentada de manera
digital como simple indicio o hechos para analizar la veracidad de la prueba.
En este sentido, la Corte Suprema de Justicia, es enfática al observar que la prueba
debe ser obtenida de forma legítima, debido a que es un despropósito menoscabar los
derechos de terceras personas solo porque se trata de medios electrónicos. Al efectuarse una
equivalencia con los documentos físicos ha ejemplificado una situación de hecho que llama
la atención:
Equivale al supuesto en que un trabajador decida guardar escritos privados en
alguna de las carpetas de archivo de la empresa donde labora (v. gr. un consecutivo)
y que luego de que ese legajador fuera exhibido y reproducido en cumplimiento de la
orden impartida en proceso judicial. (Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación
Civil. Sentencia 4 de septiembre de 2007, párr. 23)
En esta situación, sí una prueba ha sido objeto de la vulneración de un sistema
electrónico u otro medio de almacenamiento digital debe ser declarada inadmisible por el
juez competente. (ibíd.)
3.1.2. Valor probatorio del correo electrónico
Es recurrente en los despachos judiciales, el adjunto de correos electrónicos en papel,
sin embargo ¿Qué se puede interpretar de lo estudiado en la Ley 527 y el artículo 247 del
Código General del Proceso? Existen varios problemas de interpretación por parte del
Juzgador civil cuando se presenta este caso tan recurrente. Pues no sabe qué valor probatorio
darle y ante que reglas de la sana crítica o a que principios atender.
El artículo 247 en sus dos incisos deja en libertad a las partes que pretendan hacer uso
de los medios de correo electrónico para escoger como han de ser allegados al proceso civil.
De un lado, según el inciso segundo, pueden anexarse de forma impresa, como se argumentó
con antelación, y tendrán valoración probatoria por parte del Juez, gozando plenamente de
autenticidad jurídica, siempre y cuando no sean tachados o desconocidos por la parte
contraria (Flórez, 2014).
Como lo afirma Flórez (2014), debido a problemas de interpretación se cae en el error
de asumir que cuando el documento de correo electrónico se imprime se afecta la autenticidad
del mismo, al generar dudas frente al documento, pues no presenta la certeza de la autoría o
inclusive, se podría decir que es fácilmente modificable. Toda vez que la impresión en papel
no es el documento electrónico en su forma original.
3.1.2.1. Correo Electrónico sin firma
En este supuesto se podría decir que, en el caso de que el email esté certificado con
una firma digital, ostentaría un mayor grado de confiabilidad en comparación con un correo
electrónico que no tiene firma digital. Este último el mecanismo usual de comunicación por
internet.
En este caso, varios doctrinantes se han pronunciado al respecto, según Flórez (2014),
para este último caso, las dudas en relación a la confiabilidad del documento electrónico en
comento podrían suplirse con un peritaje. Este autor expone dos escenarios cuando el correo
electrónico, o podría hablarse de otro documento electrónico no lleva consigo firma digital.
El primero surge cuando dicho documento aun sin estar certificado, demuestra
signos de individualidad que permiten en cierto grado identificar el iniciador. Esto significa,
datos que muestren al remitente, destinatario, hora de envío del email. Signos estos, que
permiten rastrear el documento en caso que sea necesario a través de peritaje. Si la contraparte
niega tal prueba, es esta quien tiene la carga de probar que no fue el iniciador del mensaje de
datos.
El segundo escenario, es cuando el documento electrónico se presume auténtico, y en
caso de que la persona contra que se aduce lo desconoce, será el aportante quien debe
demostrar por medio de perito por qué " el iniciador que indica en la prueba si es el autor de
dicho mensaje de datos " (Flórez, 2014, p. 68). Si guarda silencio, usual en la competencia
civil, dicho documento goza de presunción de autenticidad por la aceptación tácita del
iniciador del mensaje de datos.
Ahora bien, no obstante el Juzgador debe atender a las reglas de la sana crítica para
determinar la confiabilidad del mensaje de datos en relación a su generación, archivo y
comunicación. Lo anterior, de gran complejidad, como quiera que dichos mensajes, sistemas
y servicios pueden ser alterados sin dejar rastro, más aun considerando el "analfabetismo"
tecnológico de las partes y juzgadores, no sin antes aclarar que dicho término dista de tener
connotación negativa. Hace alusión al avance estrepitoso de la tecnología.
Por lo tanto, reflejan poca seguridad y es poco probable que sean aceptados como
legítimos a la hora de ejecutar un análisis probatorio. No obstante ello, es el Juzgador que
reuniendo el acervo probatorio, y siguiendo los razonamientos jurídicos del caso decide si le
otorga o no validez jurídica.
3.1.2.2. Sentencia de la Corte Suprema de Justicia del 16 de diciembre de 2010
La situación fáctica que desencadenó esta providencia es la Sentencia se concentra
en la valoración de un correo electrónico contenido en un CD dentro de un proceso de
declaratoria de una unión marital de hecho y constitución de sociedad patrimonial como lo
regula Ley 54 de 1990. La información que contenía dicho correo electrónico informaba que
la demandante en confabulación con su ex esposo, tenía como único fin conformar la
sociedad patrimonial para lucrarse de los bienes del demandado, se analizó la valoración de
una prueba presentada en forma digital a través de un “email” contenido en un CD en el que
se informaba que la sociedad patrimonial que quería conformar la demandante tenía como
única y exclusivamente lucrarse de los bienes del demandado.
En la referida providencia contra la decisión de la Sala Familia del Tribunal Superior
de Bogotá, El Tribunal declaró que dicha prueba no cumplía con los requisitos de eficacia y
validez regulados en la Ley 526 como quiera que no podía establecerse su veracidad y
autenticidad, razón por la cual debía ser desestimado. (Colombia, Corte Suprema de Justicia,
Sala de Casación Civil, S2004 01074 01, 2010)
Lo anterior, debido a que el mensaje de datos no estaba firmado electrónicamente,
razón por la cual concluyó que carecía de autenticidad al no constatar la firma electrónica del
iniciador o emisor del mensaje de datos. Para corroborar la autenticidad citó al acusado de
emitir dicho mensaje quien negó categóricamente los hechos, aunado a que el demandante
no incoó el incidente de autenticidad.
Para que un documento tenga validez probatoria debe reunir los requisitos debe
obedecer a lo establecido en los artículos 244 y 260 del Código General del Proceso. El
primero reza que "Es auténtico un documento cuando existe certeza sobre la persona que lo
ha elaborado, manuscrito, firmado, o cuando exista certeza respecto de la persona a quien se
atribuya el documento. (...) Los documentos en forma de mensaje de datos se presumen
auténticos". (Ley 1564, Art. 244, 2012)
El artículo 260 dispone sobre el alcance probatorio de los documentos privados, que
"tienen el mismo valor que los públicos, tanto entre quienes los suscribieron o crearon y sus
causahabientes como respecto de terceros." (Ley 1564, Art. 260, 2012)
Como lo afirma Flórez (2014), si no existe certeza sobre la persona que lo ha
elaborado, le está vedado al juez tenerlo en cuenta como una prueba conducente dentro de la
litis que se estudia. En su postura, la Corte señaló que para que los mensajes de datos sean
considerados válidos debían satisfacer con la integralidad, esto es, que el documento sea
recibido por el destinatario. Además de la inalterabilidad en el entendido que el mensaje de
datos no haya sido modificado desde el momento en que se emitió.
En razón a la rastreabilidad, debía ser surtido para poder acudir siempre al original y
demostrar su autenticidad. Se refirió igualmente a la recuperabilidad para posteriores
consultas y la conservación, toda vez que pueden ser destruidos o alterados a través de virus
informáticos. Razón por la cual, estimó que era necesario aplicar los protocolos
estandarizados de seguridad informática tanto para la copia como para el archivo de los
mensajes de datos.
La Corte ultima que el documento electrónico debe ir acompañado de la firma digital
como medio eficaz y valido que demuestren la autenticidad del documento electrónico. No
obstante lo anterior, dejó abierta la posibilidad en aras de que el Juzgador acuda a las normas
de derecho probatorio del estatuto procedimental y a las reglas de la sana crítica cuando el
mensaje de datos no se encuentre firmado digitalmente (Flórez, 2014).
Con ello, lograr establecer la autenticidad del mensaje de datos, verbigracia, cuando
la persona a la que le es atribuida la autoría del documento la reconozca, sin perjuicio del
incidente de autenticidad. Concluye que el Juez de instancia agotó los medios probatorios a
su alcance sin embargo no era de su raigambre llenar las carencias probatorias incurridas en
el proceso.
De esta manera, como lo asevera Flórez (2014), la Corte en esta oportunidad le otorga
"un valor probatorio a los mensajes de datos no solo desde lo conceptuado en los distintos
instrumentos normativos, sino que le da una especial consideración a los elementos técnicos
utilizados en la generación de un mensaje de datos", (p.66) y en consecuencia, el
cumplimiento del principio de la equivalencia funcional (Sánchez, 2011).
En suma, la Sentencia reafirma lo recopilado por la Corte Constitucional en las
Sentencias C831 de 2001 y C662 de 2000 además incluyó nuevos elementos para valorar la
prueba electrónica haciendo extensivos los principios de la Ley 527, además de criterios
generales "para la demostración probatoria de los mensajes de datos que no estén firmados
digitalmente y que fueron corroborados posteriormente por el Decreto 2364 de 2012 que
reglamentó el artículo 7o de la Ley 527 de 1999 sobre firma electrónica". (Flórez, 2014, p.
67)
Para concluir este acápite, el artículo 11 de la Ley 527 de 1999 trae consigo el estándar
probatorio para la valoración de los documentos electrónicos dentro de las reglas de
apreciación probatoria de la sana crítica. En primera medida, el juez tiene libertad para la
valoración, sin perjuicio del respeto por las reglas de la experiencia, lógica, ciencia y técnica.
(Parra Quijano, 2006)
De otro lado, como lo trae Parra Quijano a la luz de Ibáñez, el juez lleva a cabo un
proceso de adquisición del conocimiento, de tal forma que debe liderar con criterio racional
para "hacerlo discurrir en todo su iter por los cauces de lo justificable, es decir, de lo que es
susceptible de motivación” (Ibáñez, 2005, p. 56) Esto quiere significar que, debe sustentarse
en objetividades para proferir decisión alguna, por lo que necesita considerar la confiabilidad
de la generación, archivación y comunicación del mensaje.
Es claro que como se ha reiterado, "si tiene firma digital, habrá una mayor confianza,
que efectivamente se utilizó un sistema atendible que puede garantizar los ingredientes
indicados por la ley" (Parra Quijano, 2006, p. 12) Cuando no se cuenta con tal firma, la forma
de demostrarla se podría denominar indicios electrónicos.
3.1.3. Dictamen Pericial
Es evidente el papel trascendental que juega el dictamen pericial cuando no hay
certeza de la confiabilidad, autenticidad, integridad, e integralidad del mensaje de datos. El
peritaje informático es considerado por Flórez (2014) como la piedra angular a la hora de la
valoración de la prueba dentro del proceso. No obstante ello, en el devenir judicial se
presentan inconvenientes prácticos, debido a los elevados costos, y tiempo.
La intervención del perito garantiza la inalterabilidad e inmaculación de la prueba, a
través de medios como la cadena de custodia o la copia bit a bit20. De allí que sea
indispensable el "planteamiento de protocolos especiales que garanticen su debido recaudo y
análisis, pues como se ha demostrado, tan importante es determinar el valor que se le debe
asignar a un documento como la identidad que éste tiene con el hecho alegado" (Rivera,
2008, 33).
La Cadena de custodia, es el proceso documentado, bien sea ejecutado por un
particular o un funcionario público, cuya finalidad es la demostración de identidad,
originalidad e integridad "de todo espacio o lugar considerado como escena o lugar de los
hechos, así como de todo elemento desde su hallazgo, toma o recaudo, hasta que la autoridad
20 Un "BIT se conoce en el medio de la informática como la unidad más pequeña de información que
utiliza un ordenador. Esta sigla significa Binary Digit (Dígito Binario), que puede ser 0 ó 1. Bits son varios
dígitos, es decir varios Bit, por ejemplo, 10110; por último un Byte es la unión de 8 dígitos, es decir, 8
Bits son un Byte" (Rivera, 2008, 36; Acevedo y Gómez, 2011, p. 430). Cuando se pretende clonar un disco
duro se efectúa a través herramientas de hardware, o también llamadas “clonadoras”. "El clonado hardware
copia, bit a bit, es decir, específicamente, el contenido del disco origen en el disco destino, que debe ser
de igual o superior capacidad que el disco origen. Así pues, una vez se tienen el original y un disco destino
virgen de igual o mayor capacidad, se deben colocar en la clonadora, cada uno en su slot correspondiente
(teniendo mucha precaución en no equivocarse de slot ya que un error sería absolutamente fatal), y se
procede con la clonación. Como se trata de una copia física (a nivel de bit), es bastante probable que, si el
disco duro origen es grande y la clonadora no es muy rápida, el proceso se demore durante varias horas.
Finalizado el proceso, la clonadora confirmará que los discos son idénticos bit a bit (de lo cual dará fe
el fedatario público) y se tendrán dos discos duros con exactamente el mismo contenido; el original y el
clonado". (Rubio-Alamillo, 2014, p. 1)
judicial lo determine.” (Rodríguez, 2008, 60). Esto significa que por medio de este
instrumento se garantiza la seguridad del contenido del documento y su forma de creación y
conservación.
De otro lado, cuando se hace referencia de la copia Bit a Bit, Acevedo y Gómez
(20111) la definen como la reproducción idéntica del documento que se pretende valorar. En
el caso de reproducirse por medios distintos, por ejemplo los pantallazos, o impresión. Esto
genera la pérdida o la modificación de datos reales de archivo. Que en virtud del artículo 243
del Código General del Proceso solo podrían ser analizados como cualquier otra prueba
documental escrita y no como un mensaje de datos propiamente dicha.
Cuando se está elaborando el Dictamen, el perito debe certificar si se dio
cumplimiento a la cadena de custodia y rendir un concepto con un lenguaje que sea de fácil
comprensión para el operador jurídico, especificando el diseño y metodología de la prueba,
la técnica de análisis, y sus conclusiones, siempre partiendo desde la imparcialidad.
Si el operador judicial de oficio requiere de dicho dictamen pericial, puede acudir a
la Asociación Colombiana de Ingenieros de Sistemas, entidad encargada para ello. Dicha
asociación cuenta con más de 1500 ingenieros a lo largo del territorio que pueden ser
consultados por los Juzgadores (ACIS, 2018) "Dicha entidad se encarga hacer estudios de
temas intrínsecos a los documentos electrónicos, tales como verificar la fecha de su creación,
de modificación, el tipo de formato, del tamaño del documento electrónico, e igualmente, de
identificar quién fue su creador y receptor y si fue o no encriptado, lo que permite comprobar
la seguridad del mismo" (Acevedo y Gómez, 2011)
En relación a la Prueba trasladada, cuando el documento electrónico reposa en otro
documento, solamente si fue recolectado válidamente siguiendo los parámetros de la cadena
de custodia, se puede hacer uso de las copias bit a bit.
Finalmente, para que un dictamen judicial sea llevado a cabo es necesario que se
efectúe por parte de los peritos informáticos un protocolo, el cual solamente será aprobado
si cumple con los tres aspectos fundamentales de la prueba: calidad de la información, la
fuente y el contenido.
Sin embargo para que ello ocurra, necesita ser un perito capacitado para ello, y eso
generalmente implica una retribución la cual es asumida por la parte que lo contrata, según
lo dispone el artículo 364 del Código General del Proceso. Sin que los juzgadores puedan
construir juicios en relación a la remuneración, que inclusive no tiene que ser relevada.
(Álvarez Gómez, 2017, 339)
Se hace necesario compartir en esta instancia la posición de Álvarez Gómez quien
critica el prejuicio de la idea sobre el Juez como perito de peritos. El Juez únicamente es
perito de leyes y no de otras ciencias. Como lo asevera el precitado autor "lo suyo es el
derecho, conocerlo y saber interpretar las fuentes" (340). De tal manera que, el concepto del
perito en relación al mensaje de datos le brindará conocimiento en cuando a la familiarización
con el tecnolenguaje.
Lo que efectivamente ocurre es que el perito le proporciona unos criterios que dentro
de la sana crítica le propician la claridad, solidez precisión para sustentar sus fundamentos
y su decisión objetiva.
3.2. VALORACIÓN PROBATORIA DOCUMENTOS ELECTRÓNICOS EN LA
PRÁCTICA
En la práctica lo que sucede es que los operadores judiciales no están del todo
ilustrados sobre cómo llevar a cabo la apreciación probatoria, debido a la carencia de
capacitaciones y conocimientos al respecto. Por lo tanto, son pocos los estudios llevados a
cabo para analizar el impacto y tratamiento que se le viene dando dentro de la esfera judicial.
Sin embargo, Acevedo y Gómez en el año 2011 ejecutan un análisis en el Círculo Judicial de
Bucaramanga.
En dicho estudio, la investigación arrojó alarmantes resultados. En los eventos que
eran sometidas pruebas electrónicas a estudio, se presentaban dificultades para el que
pretendía utilizarlas por la escasa capacitación técnica de las partes del proceso y juzgadores,
debido a que desconocían los requisitos para su valoración e inclusive la legislación especial
sobre el tema y los pronunciamientos que han efectuado las Altas Cortes (Acevedo & Gómez,
2011).
Razón por la cual se concluye el estudio haciendo un llamado a los legisladores para
que se profiera urgentemente una nueva ley que señale los parámetros y requerimientos a los
que se les deba dar cumplimiento en relación al documento electrónico y no dejar que el valor
probatorio dependa de los estudios jurisprudenciales o la doctrina.
Como se analizaba en el capítulo preliminar del marco teórico que estructura la
presente investigación, es indispensable hacer referencia al principio y derecho de la Buena
Administración Pública Electrónica que desarrollan autores como Sánchez Acevedo y
Rodríguez Arara. Toda vez que la Administración de Justicia sistematizada on-line cobre
relevancia, es menester "hacer esfuerzos por implantar la e-Administración" (Rodríguez
Arara, 2014, p. 36).
En este sentido, dentro de un marco del Estado Social de Derecho cuyo fin último es
la dignidad del individuo que repercute en todas las esferas del derecho, inclusive en el
derecho privado, es loable indicar que, es necesario que los operadores judiciales de la
jurisdicción civil, en efecto adquieran conocimiento por medio de capacitaciones dentro de
la esfera de la Buena Administración Pública Electrónica.
A su vez, que se basen en dictámenes periciales imparciales que sean decretados, si
ha de ser necesario de oficio, como quiera que lo que se busca es una "sensibilidad social,
actitud solidaria, deriva del principio de la centralidad de la persona en la actuación de la
Administración pública" (Rodríguez Arara, p. 37). En aras de minimizar la brecha social que
puede generar la información tecnológica (ibíd.)
Lo anterior, va de la mano con el principio de economía estatuido en el artículo 209
constitucional que, junto a la efectividad procesal que pueda propiciar la capacitación o
entrenamiento judicial en aras de disponer con los medios necesarios para evaluar
correctamente la prueba electrónica judicial.
El principio de economía se trae a colación como quiera que el artículo 334
constitucional considera que Administración de Justicia, en el caso en particular, debe tomar
los correctivos necesarios para ahorrar la mayor cantidad de costos en el cumplimiento de
sus fines. (Corte Constitucional, SC046, 1994).
El Consejo de Estado refiere que dicho principio busca que la Administración
Pública, "no sea el resultado de la improvisación y el desorden, sino que obedezca a una
verdadera planeación para satisfacer necesidades de la comunidad”. (Consejo de Estado, Sala
de lo Contencioso Administrativa, 17767, 2011)
La Buena Administración Electrónica que se materializa en el Código General del
Proceso en las disposiciones concernientes a la prueba electrónica y al mensaje de datos,
materializa el principio de la celeridad, en la cual por medio de los avances tecnológicos, los
operadores judiciales, en el caso en particular de la jurisdicción civil, han de considerar la
supresión de "los trámites innecesarios, sin que ello, las releve de la obligación de considerar
y valorar todos los argumentos de los interesados y los medios de pruebas decretados y
practicados". (Decreto-Ley 19, 2012, art. 4)
De esta manera, se puede decir que pese a los esfuerzos legales por parte de la
Ley 527, el Código de Procedimiento Civil, y posteriormente el Código General del Proceso,
las nuevas tecnologías han sido incursionados en la Administración de Justicia, tanto en la
prestación de servicio, como en el ámbito mismo de las decisiones judiciales y práctica
probatoria.
No obstante, en la práctica dicho factor normativo se ve desdibujado debido a
la falta de conocimiento digital, o falta de herramientas e infraestructura para estimar
adecuadamente las pruebas digitales, por ello, es menester que tanto los operadores jurídicos
como las partes procesales se nutran más al respecto y que el legislativo, regule su valor
probatorio y armonice en una disposición actualizada lo concierniente.
CONCLUSIONES
1. El uso de las tecnologías de la información y en especial el mensaje de datos se
está volviendo más cotidiano, por lo que su comprensión dentro de un contexto netamente
escritural, hace que sea traumática su implementación. A raíz de ello, es que la valoración
probatoria toma una especial importancia dentro del derecho civil, ya que su inadecuado
análisis, he llevado a incurrir lastimosamente a una inadecuada apreciación probatoria.
2. Los mensajes de datos son documentos y disponen de identidad propia. Razón por
la cual, no es necesario asimilarlo a otra prueba, o desarrollarlo a través de otro medio
probatorio como el pericial, situación que generalmente ocurre debido a la falta del
conocimiento conglobado respecto a los requisitos de validez del mensaje de datos- caso
diferente es que se impugne y sea menester indagar si fue adulterado o no (Parra Quijano,
2006). A su vez, el documento privado electrónico sin firma electrónica o digital es un
documento. Sin embargo, habrá que determinar su autenticidad por medio de un estudio
armonizado de las demás pruebas.
3. El documento electrónico no se debe asimilar al Documento escrito en físico, como
quiera que el primero guarda las características esenciales de todo documento. Lo que implica
que el documento electrónico es una especie del documento que, como lo refiere el profesor
Parra Quijano (2006) es un documento con una autenticidad, e integridad propia.
4. La finalidad de la Ley 527 de 1999, inspirada en la Ley Modelo sobre Comercio
Electrónico elaborada por la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil
Internacional como disposición reguladora del mensaje de datos, fue la de cimentar las bases
legales para normalizar lo concerniente al comercio electrónico. Sin embargo, pese al paso
del tiempo, aun se presentan dificultades por parte de los Juzgadores al conceder la legalidad
de las pruebas electrónicas debido a la falta de conocimiento, y capacitación sobre cómo se
clasifican las pruebas electrónicas y el diferente trato de cada una de ellas dependiendo de su
naturaleza, origen, conservación, o autenticidad. Razón por la cual, es menester implementar
herramientas como capacitaciones o lineamientos que le permitan a los juzgadores tener un
mapa de acción cuando asuman conocimiento de los documentos electrónicos, para no caer
en el error de desestimarlos o darles el valor probatorio que no merecen. Así, tener certeza
sobre el mismo y sea demostrada la verdad procesal.
5. Debido a lo abstracto de la norma, y a la falta de armonización normativa entre la
Ley 527 de 1999, el Código de Procedimiento Civil y posterior Código General del Proceso,
el papel de la Judicatura ha sido crucial, sobre todo con precedentes como la Sentencias de
la Corte Constitucional C-662 de 2000 y C-831 de 2001, C 604 de 2016 o la Sentencia de la
Corte Suprema de Justicia del 16 de diciembre de 2010, en relación a los lineamientos para
que un mensaje de datos tenga validez de carácter probatorio.
6. Se requiere de un giro copernicano, en la forma en que se desarrolla el proceso civil
cuya prueba electrónica es sometida a conocimiento, en este sentido, en virtud del principio
de la Buena Administración Pública Electrónica, se insta a que los operadores judiciales del
ramo civil, procedan a la mejora en la "eficacia, la calidad, el servicio y la promoción de las
libertades solidarias" (Rodríguez Arara, p. 55). En la cual, los documentos electrónicos
cumplan el papel que la ley y el desarrollo jurisprudencial le ha otorgado.
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DISPOSICIONES LEGALES
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electrónicas Ley Modelo de la CNUDMI sobre Comercio Electrónico (1996).
Constitución Política de Colombia
Ley 270 de 1996- Ley Estatutaria de Justicia
Ley 527 DE 1999 por medio de la cual se define y reglamenta el acceso y uso de
los mensajes de datos, del comercio electrónico y de las firmas digitales, y se
establecen las entidades de certificación y se dictan otras disposiciones.
Código de Procedimiento Civil
Ley 1564 de 2012, por medio de la cual se expide el Código General del Proceso y
se dictan otras disposiciones.
DECRETOS NACIONALES
Decreto 2150 de 1995, Por el cual se suprimen y reforman regulaciones,
procedimientos o trámites innecesarios existentes en la Administración Pública.
Decreto 1122 de 1999 Por el cual se dictan normas para suprimir trámites, facilitar la
actividad de los ciudadanos, contribuir a la eficiencia y eficacia de la Administración
Pública y fortalecer el principio de la buena fe.
Decreto 1747, 2000 Por el cual se reglamenta parcialmente la ley 527 de 1999, en lo
relacionado con las entidades de certificación, los certificados y las firmas digitales"
Decreto 2364, 2012 Por medio del cual se reglamenta el artículo 7° de la Ley 527 de
1999, sobre la firma electrónica y se dictan otras disposiciones
RECOPILACIÓN JURISPRUDENCIAL NACIONAL
Colombia, Corte Constitucional, Sentencia C-923 de 1999 M.P. Álvaro Tafur Gálvis
Colombia, Corte Constitucional, Sentencia C-662 de 2000 M.P. Fabián Morón Díaz
Colombia, Corte Constitucional, Sentencia C-831 de 2001 M.P. Álvaro Tafur Gálvis
Colombia, Corte Constitucional, Sentencia C604 de 2016 M.P. Luis Ernesto Vargas
Silva
Colombia. Corte Suprema De Justicia. Sala Laboral, Auto 13015 Abril 3 de 2000,
M.P. José Roberto Herrera Vergara.
Colombia, Corte Suprema de Justicia, Sentencia de fecha 4 de septiembre de 2007
dictada dentro del expediente Ref: 05001-22-03-000-2007-00230-01, M.P. Arturo
Solarte Rodríguez.
Colombia, Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia del 16 de
Diciembre de 2010 S2004011074
ANEXOS
ANEXO 1.
Formatos de Documento - Fuente: Ministerio de las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones, Dirección de Gobierno en Línea
Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Dirección de Gobierno en Línea