105
ESTUDIO DE CASO DE CONDICIONES DE VIDA Y SALUD DE CUIDADORAS Y CUIDADORES DE ENFERMOS CRÓNICO-DEPENDIENTES EN EL HOGAR ATENDIDIOS EN UN HOSPITAL UNIVERSITARIO DE BOGOTÁ D.C, 2013 MARIANA PADILLA LEÓN Tutora: Amparo Hernández Bello PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS Programas de Posgrado en Administración de Salud y Seguridad Social Maestría en Administración de Salud Bogotá, Marzo de 2014

Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

ESTUDIO DE CASO DE CONDICIONES DE VIDA Y SALUD DE CUIDADORAS

Y CUIDADORES DE ENFERMOS CRÓNICO-DEPENDIENTES EN EL HOGAR

ATENDIDIOS EN UN HOSPITAL UNIVERSITARIO DE BOGOTÁ D.C, 2013

MARIANA PADILLA LEÓN

Tutora:

Amparo Hernández Bello

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS

Programas de Posgrado en Administración de Salud y Seguridad Social

Maestría en Administración de Salud

Bogotá, Marzo de 2014

Page 2: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

ii

Dedicado a todos aquellos quienes

su voz aún no se escucha y dan todo más allá de sí mismos.

Page 3: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

iii

Agradecimientos

A cada persona que compartió conmigo su historia,

al Hospital Universitario San Ignacio y el Programa de Alta Temprana por

permitirme acceder a su información y tiempo para desarrollar el proyecto,

a la Profesora Amparo Hernández quien me acompañó y me ensenó a investigar,

y en especial a Dios, mi esposo y mi madre, quienes me acompañaron en el

cumplimiento de este sueño.

Page 4: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

iv

Resumen

Estudio de casos cualitativo que tuvo como objetivo analizar las implicaciones del

cuidado informal de enfermos crónico-dependientes sobre la calidad de vida y

salud de quienes lo realizan y sus efectos sobre la calidad del cuidado brindado.

La recolección de la información se hizo a través de relatos de vida de siete

cuidadores y cuidadoras de enfermos con secuelas de enfermedades

neurológicas. Para el análisis de la información se utilizó el enfoque comprensivo y

temático. Como resultado se encontró que los tipos y actividades de cuidado son

complejos ya que requieren procedimientos y dispositivos médicos para su

realización, pero a pesar de esto no se recibe la capacitación suficiente. Los

apoyos y compensaciones se reciben principalmente de la familia. Existen

diferentes consecuencias del cuidado en la salud de cuidadores y cuidadoras

estas son físicas, emocionales, sociales y económicas. Cuidadores y cuidadoras

desean que las instituciones de salud les apoyen en el cuidado facilitando los

procesos administrativos que requiere la atención. Las principales actividades con

que las instituciones pueden apoyar el cuidado en casa son educación y

acompañamiento, las cuales influyen en la calidad del mismo y se tornan en

reconocimiento a la labor.

Palabras clave: Cuidadores, cuidado domiciliario, atención no remunerada

Page 5: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

v

Abstract

The present research -based on the study of qualitative cases- has as its main

objective to analyze the implications of informal home nursing of chronically

dependent patients on the quality of life and health of those who carry out such

nursing, including the effects on the quality of the given care.

The data collection was performed by interviews made to seven caregivers of

patients with sequels of neurological illnesses. A thematic and comprehensive

approach was used in order to analyze the information. As a result, it was found

out that the informal nursing kinds and activities are complex as they require

medical devices and procedures for its realization, notwithstanding the necessary

training is not provided; the support and compensations is essentially provided by

their own relatives. Informal home nursing generates consequences at different

levels in the caregiver’s health, such as: physical, emotional, social and

economical. Caregivers wish the support of health institutions regarding such

activity, facilitating administrative processes that require much attention. It has

been found out that education and accompaniment are the main support that

institutions can provide for the informal home nursing, as they influence the quality

of the care and the recognition for such unpaid work.

Key words: Caregivers, home care, uncompensated care

Page 6: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

Tabla de contenido

Pág.

Introducción ............................................................................................................. 1

1. Problema de investigación ................................................................................ 2

2. Objetivos ......................................................................................................... 12

2.1 Objetivo General .......................................................................................... 12

2.2 Objetivos Específicos ................................................................................... 12

3. Justificación y propósitos ................................................................................ 13

4. Marco Teórico ................................................................................................. 15

4.1 El concepto de cuidado ............................................................................ 15

4.2 Debates alrededor del cuidado: entre la ética del care y el cuidado como

trabajo ................................................................................................................ 18

4.2.1 Posiciones sobre ética del cuidado ........................................................ 19

4.2.2 El cuidado como trabajo ....................................................................... 22

4.2.3 La economía del cuidado ....................................................................... 25

4.3 El trabajo de cuidado en salud ................................................................. 27

4.4 Contexto normativo del trabajo no remunerado del cuidado en salud en

Colombia ............................................................................................................ 31

4.4.1 Normas de reconocimiento al cuidador ..................................................... 31

4.4.2 Normas relacionadas con la atención en el hogar .................................... 33

4.5 Trabajo no remunerado como un asunto de equidad en salud ....................... 37

5. Método ............................................................................................................ 41

5.1 Tipo de estudio............................................................................................. 41

5. Población de estudio ......................................................................................... 42

5.3 Definición y operacionalización de categorías ............................................ 44

5.4 Fuentes de información ................................................................................ 46

Page 7: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

i

5.5 Técnicas, instrumentos y proceso de recolección ........................................ 46

5.6 Procesamiento y análisis de la información ................................................. 48

6. Hallazgos ........................................................................................................ 51

6.1 Características sociales y demográficas de las personas que brinda y recibe

el cuidado ........................................................................................................... 51

6.2 Características y condiciones en las que se brinda el cuidado .................... 54

6.2.1 Tipo de cuidados.................................................................................... 56

6.2.2 Actividades de cuidado .......................................................................... 58

6.3 Apoyos y compensaciones por brindar el cuidado ....................................... 64

6.4 Consecuencias del cuidado para las personas que lo brindan .................... 66

6.5 Características y condiciones que influyen sobre la calidad del cuidado ........ 71

6.5 Factores que ayudarían a disminuir la carga de cuidado ............................. 73

6.6 Reflexión desde la equidad .......................................................................... 75

7. Discusión ........................................................................................................... 76

8. Conclusiones ..................................................................................................... 81

9. Recomendaciones ............................................................................................. 83

Bibliografía ............................................................................................................ 85

Anexos .................................................................................................................. 92

Anexo 1. Guía de preguntas para la entrevista .................................................. 93

Anexo 2. Formato de revisión de historia clínica ................................................ 96

Anexo 3. Consentimiento informado .................................................................. 97

Lista de cuadros

Cuadro 1. Pacientes atendidos por el Programa de Alta Temprana, Hospital

Universitario San Ignacio, enero a junio de 2013…………………………………….42

Cuadro 2. Categorías, subcategorías y aspectos explorados en el estudio………44

Cuadro 3. Características demográficas de personas que brindan el cuidado…...51

Page 8: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

ii

Cuadro 4. Características sociales de las personas que brindan el cuidado……..52

Cuadro 5. Características sociodemográficas de las personas que reciben el

cuidado ………………………………………………………………………………….53

Cuadro 6. Características y tiempo de cuidado brindado…………………………..54

Cuadro 7. Actividades de cuidado solicitadas por el Programa de Alta Temprana56

Page 9: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

1

Introducción

La mayor parte de los cuidados de la salud se realiza en el hogar. Esta es una

labor predominantemente femenina, invisible y además inequitativa en cuanto a la

distribución en la producción de cuidado en la sociedad, como en la distribución de

roles al interior de las familias y la recepción de compensaciones y beneficios. No

obstante el cuidado informal constituye un elemento central del bienestar en la

sociedad, su contribución y las implicaciones para la vida de quienes lo realizan,

no es suficientemente reconocida.

En Colombia el tema ha sido objeto de estudio de algunas investigaciones que

caracterizan la calidad de vida de las personas que cuidan en relación con

diferentes grupos de personas con enfermedades y discapacidades o que valoran

el impacto de programas dirigidos a cuidadores sobre la calidad de la atención que

brindan, pero no se encontró en la literatura investigaciones sobre la carga de

cuidar la salud y sus implicaciones para la salud y la calidad de vida de quienes

brindan el cuidado, ni sobre los factores desde la perspectiva de quienes cuidan

pudieran ser abordadas desde los servicios de salud; temas objeto de esta

investigación.

En este documento se presenta el desarrollo de la investigación con base en un

enfoque biográfico que pretendió encontrar las implicaciones para las condiciones

de vida y la salud de cuidadoras y cuidadores de enfermos crónico-dependientes.

Se analizaron las condiciones y características en las que se brinda el cuidado, las

consecuencias que trae el cuidar para cuidadores y cuidadoras, los apoyos y

compensaciones que se reciben y se buscaron los factores por parte de las

instituciones de salud que un cuidador o cuidadora percibe ayudarían a disminuir

la carga de cuidado.

Page 10: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

2

Los hallazgos obtenidos coinciden con los que presentan diferentes estudios

alrededor del mundo en cuanto al tiempo dedicado al cuidado, las consecuencias

de cuidar y algunas necesidades de cuidadores y cuidadoras.

Este es un trabajo que permite visibilizar las consecuencias del cuidado en salud

de una persona crónico-dependiente en el hogar para quienes lo brindan y sus

familias.

1. Problema de investigación

Los progresos en la sociedad han permitido el aumento de la expectativa de vida,

lo que ha llevado a que la población esté envejecida y la prevalencia de

enfermedades crónicas sea mayor. Por otro lado, la tecnología cada vez más

avanzada ha permitido que enfermedades antes consideradas mortales ya no lo

sean, pero se ha aumentado la morbilidad y los años de vida con discapacidad los

cuales demandan cuidados a largo plazo (Hernández, 2009), que muchas veces

se reflejan en las largas estancias hospitalarias. Esta prolongación de la vida

representa un reto para los sistemas de salud y protección social ya que tienen

que disponer de beneficios y servicios para la atención de los enfermos y lidiar con

los costos de las enfermedades. (Nigenda, López-Ortega, & Matarazzo, 2007).

En las sociedades el cuidado es bridado por tres instituciones el Estado, los

hogares y el mercado, siendo los hogares quienes proveen la mayor parte de la

asistencia de los individuos en distintos momentos de su vida. Es la familia quien

acoge y brinda los cuidados en las etapas de dependencia del ser humano, en la

infancia y en la vejez, en especial cuando se tienen problemas de salud.

Existen dos formas de responder a las necesidades de cuidado de los individuos:

el cuidado formal y el cuidado informal. El primero es aquel brindado por el

mercado o el Estado, y se define como aquellas acciones especializadas que van

Page 11: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

3

más allá de las capacidades que las personas tienen para cuidar de sí mismas.

Puede ser de dos tipos: el que se brinda a través de las instituciones de salud y es

financiado por el Estado o por aseguradoras de tipo público, y el que es contrato

directamente, de carácter privado, al que las familias acceden cuando las

necesidades de cuidado exceden sus capacidades de brindarlo.

Lo cierto es que la mayoría de los cuidados de los enfermos son proporcionados

por cuidadores informales que son familiares o vecinos cercanos; en su mayoría

mujeres de edad avanzada, con bajos niveles de escolaridad. El cuidado en el

hogar se percibe como deber moral, es decir como una obligación que se debe

cumplir en retribución por los cuidados recibidos en el transcurso de las propias

vidas (Giraldo & Franco, 2006).

El cuidado informal tiene como características ser invisible porque al estar basado

en relaciones de afectividad y parentesco se cataloga como carente de valor

(Hervas & Cabasés, 2007), no remunerado y sin precio en el mercado, por lo tanto

no se tiene en cuenta en los presupuestos nacionales ni en los sistemas de

seguridad social (Hernández, 2009), y suele verse como una extensión natural de

las actividades domésticas, en la que quienes cuidan asumen costos y

responsabilidades para los que no se encuentran preparados o entrenados y sin

los beneficios sociales, económicos y de protección social que requieren (Giraldo

& Franco, 2006).

Como consecuencia de la división sexual del trabajo, el cuidado informal es

predominantemente femenino. Las mujeres se dedican a las actividades

reproductivas y los hombres a las productivas. Estas son construcciones

culturales, políticas, económicas y sociales -mas no naturales- que tienen

repercusiones inequitativas en factores como la reproducción de la salud-

enfermedad (Hernández, 2009), las relaciones de cuidado y la atención primordial

y a veces exclusiva al género. Dicho fenómeno refuerza la tendencia a una

Page 12: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

4

focalización restringida de los cuidados en la familia sea a cargo de las mujeres

(Thomas, Deconstruyendo los conceptos de cuidados, 2011).

Las repercusiones de la equidad en el trabajo reproductivo son en dos planos: en

la distribución desigual por sexo de los costos, compensaciones, consecuencias y

responsabilidades entre los miembros de la familia en la producción de cuidado, y

en la distribución de responsabilidades entre el Estado y las familias. (Hernández,

2009)

El apoyo familiar y el cuidado informal deben considerarse como parte

fundamental de los sistemas de protección social y de salud. En España por

ejemplo, un país en el que se reconocen sus avances normativos y políticos en el

tema, se ha calculado cuantitativamente la relevancia que tiene el apoyo informal

para el sostenimiento del Sistema para la Autonomía y la Atención a la

Dependencia – SAAD. En el estudio de Oliva (2011) los cuidadores y cuidadoras

refirieron un número considerable de horas dedicadas al cuidado, el 95,9% de las

personas encuestadas declaró que prestaba cuidados 6 o 7 días a la semana y el

38,9% de estos que dedicaba al menos 16 horas al día. Al calcular las horas

prestadas y el valor que en el mercado costaba una hora de trabajo en el 2008, se

calculó que el cuidado informal equivalía a 3,249 millones de horas, con una

estimación monetaria que oscilaba entre 24,918 y 41,291 millones de euros (Oliva,

Vilaplana, & Osuna, 2011). De hecho, sólo el 12% del cuidado se realiza de forma

remunerada según información de Rogero-García (2009). Esto muestra que para

una sociedad sería imposible o muy difícil sustituir el cuidado informal que se

brinda a las personas ancianas, con enfermedades crónicas o con discapacidad,

que no puede seguir siendo invisible y no pago, lo que lleva a pensar en los

mecanismos que para su reconocimiento, en la oferta de servicios y en las

estrategias para apoyar la labor que a diario realizan cuidadores y cuidadoras.

Page 13: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

5

Los cuidadores informales desempeñan un papel fundamental en el cuidado de la

salud de los enfermos. Pero a pesar del gran aporte y la importancia de la

atención que brindan, su labor no es reconocida y tiene implicaciones para su

salud y entorno económico y social; más graves mientras mayor es el tiempo

invertido.

El cuidado informal de enfermos crónico-dependientes por ejemplo, implica para

las cuidadoras una dedicación casi permanente durante el tiempo en que el

individuo permanece en condición de dependencia. Estimaciones de Nigenda et al

(2007) en México encontraron que el número de horas de cuidado era en

promedio de 8 a 10 horas / día, lo que obligaba a las familias a reestructurar

completamente sus actividades cotidianas.

Lo anterior es explicable con los hallazgos del Informe final de la Encuesta sobre

el Uso del Tiempo en el Gran Santiago (Mires & Toro, 2010) en relación con el

cuidado de enfermos postrados. Se encontró que siete de cada diez cuidadoras

pertenecían a la población económicamente inactiva, ya que el tiempo invertido

(dedicación casi exclusiva) hacía muy difícil la realización de otras actividades. Se

concluye que la presencia de una persona postrada en el hogar es incompatible

con la incorporación plena al mercado laboral de quienes cuidan.

El tiempo dedicado al cuidado disminuye las oportunidades para estudiar, trabajar

y aumenta las tensiones en las relaciones familiares relacionadas con las

demandas del familiar enfermo y del resto de los miembros de la familia. Las

implicaciones físicas y mentales como consecuencia de las largas jornadas

producen en la persona que cuida estrés, depresión, ansiedad, angustia y poco

tiempo para actividades sociales. En ocasiones la presión emocional se refleja en

malestares físicos tales como gastritis, fatiga y cefalea. Por las actividades y

tareas también pueden ver deteriorada su salud física presentando dolores de

espalda, insomnio, desnutrición y anemia (Giraldo & Franco, 2006). Por otra parte

Page 14: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

6

dado que no están vinculadas al sector formal de la economía, carecen de

beneficios de la protección social y del sistema de salud, aumentando su

vulnerabilidad.

Las implicaciones se relacionan con el tipo de enfermedad y la naturaleza y

complejidad de los cuidados. Así, las cuidadoras de enfermos con SIDA padecen

más implicaciones emocionales (Fuentelsaz-Gallego & Úbeda-Bonet, 2006)

comparadas con las cuidadoras de enfermos con secuelas de eventos

cerebrovasculares y demencias, en quienes se ha reportado padecen más

enfermedades físicas. (Vidal-Thomas, Alorda-Terrasa, Adrover-Barceló, & Ripoll-

Amengual, 2009).

En la experiencia del cuidado de enfermos crónicos se ha podido establecer que

las actividades de la vida diaria generan impactos sobre el enfermo, su familia y

quien lo cuida, siendo más fuertes en el caso de los enfermos postrados o

dependientes1 (Vaquiro & Stiepovich, 2010).

1 El Consejo de Europa define la dependencia como un estado en el que se encuentran

las personas que por razones ligadas a la pérdida de autonomía física, intelectual o

psíquica tienen necesidad de asistencia o ayudas importantes para realizar los actos

corrientes de la vida diaria, y de modo particular, los del cuidado personal. (Consejo de

Europa, 1998, citado por Albarran Lozano & Alonso González, 2009, p128). Esta

definición, exige tres factores simultáneos: a) la existencia de una limitación física,

intelectual o psíquica que merme ciertas capacidades de la persona; b) la incapacidad de

la persona para realizar las actividades de la vida diaria y c) la necesidad de asistencia o

cuidados por parte de un tercero.

Para clasificar si una persona es dependiente o no se tienen en cuenta las actividades

diarias las cuales se dividen en básicas e instrumentales. Las básicas son aquellas

relacionadas con el autocuidado como bañarse, control de esfínteres, vestirse, comer y

beber. Las instrumentales son cuidar del bienestar de los demás miembros de la familia y

desplazarse solo en la calle sin medio de transporte. Teniendo lo anterior presente se

Page 15: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

7

En últimas la carga de cuidado depende de las características y complejidad de

los cuidados, tipo de patología, edad del enfermo y perspectivas de recuperación y

no sorprende que los cuidadores informales terminen sufriendo de mala salud a

causa de los cuidados que prestan. El lugar donde vive el cuidador, la

composición y tamaño del hogar y la índole de las relaciones familiares puede

determinar qué cuidados presta. Es distinto atender un paciente agudo que uno

crónico, no es igual la atención de un individuo luego de una intervención

quirúrgica que la requerida por un paciente con secuelas de un evento

cerebrovascular o la atención de un niño con discapacidad (Armstrong, 2008, pág.

183).

También está en función de la información de que disponga el cuidador, su

capacitación y habilidades y el acceso a servicios sociales y de salud. Vidal

Thomas et al (2009) en una revisión de la bibliografía acerca de las necesidades

que presentan cuidadoras informales de enfermos con secuelas de accidentes

cerebrovasculares, encontraron que éstas son de tres tipos: a) información

relacionada con la situación de salud de su familiar, la evolución de la enfermedad

sus causas y consecuencias, b) los recursos de apoyo al cuidado disponibles y el

acceso a ellos y c) los cuidados necesarios que deben ser provistos por los

cuidadores.

El estudio resalta el gran vacío de información al que se enfrentan cuidadores y

cuidadoras cuando regresan al domicilio, la gran necesidad de apoyo y soporte

que requieren durante los primeros días, y la necesidad de conocer el tipo y

complejidad de los cuidados que requieren los enfermos en su nueva situación de

define como persona dependiente aquella que por su situación personal requiere de la

ayuda prolongada de otras personas para realizar los actos esenciales de la vida

cotidiana (Albarran Lozano & Alonso Gonzalez, 2009).

Page 16: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

8

dependencia, lo que explica sus demandas de formación, entrenamiento,

desarrollo de habilidades y acompañamiento.

En esta misma revisión se encontró que las cuidadoras desean que el sistema

salud y protección social reconozca sus necesidades en cuanto cuidadoras y a sus

procesos de salud como individuos en tres ámbitos: a) la naturaleza “sin

descanso” del cuidado dada por la situación de dependencia del enfermo, b)

sensación de confinamiento debido a la restricción de la actividad, modificación de

sus actividades cotidianas y disminución de actividades sociales, incluidas la

limitación de oportunidades para estudiar y trabajar y c) la búsqueda de equilibrio

entre la atención a las demandas del enfermo y las de la propia cuidadora.

Igualmente demandas en materia de apoyo en el seguimiento de la enfermedad y

en la resolución de los problemas cotidianos, tanto como en trámites y agilización

en la adjudicación de citas.

Quienes cuidan sienten que a menor apoyo social es mayor la percepción de

carga (Covadonga, Granado-Villace, & García-Janez, 2009), por lo cual cobra

mayor relevancia su reconocimiento, el soporte que se les brinde y la solución a

sus necesidades desde el Estado y las instituciones formales de cuidado.

Ahora bien, se ha demostrado que la calidad del cuidado está influido también por

la naturaleza enfermedad y complejidad de los cuidados así como por la habilidad

de la cuidadora, la carga y la calidad de vida percibida (Rogero-García, Prieto-

Florez, & Rosenberg, 2008). No se aprecia la misma carga en el cuidado de un

enfermo que requiere apoyo en la alimentación y acompañamiento para la

atención en salud, que con un enfermo que ha sido dado de alta prontamente con

dispositivos médicos como sondas. Las demandas de información y las

necesidades son diferentes, no se pueden generalizar las actividades para todos

los cuidadores informales.

Page 17: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

9

Las distintas investigaciones concluyen que cuidar afecta negativamente la salud

de las personas que cuidan, en especial de las mujeres quienes asumen una

mayor carga de trabajo, al realizar simultáneamente las tareas domésticas

(Larragaña, Matin, Bacigualupe, Begiristaín, Valderrama, & Arregi, 2008).

En Colombia, con el objeto de hacer visible el aporte de la mujer en el desarrollo

económico y social de país se aprobó en 2010 la Ley 1413, con la cual se incluye

la economía del cuidado en las Cuentas Nacionales. El primer paso para dar

cumplimiento a la ley fue la realización de la Encuesta de Uso de Tiempo cuyos

resultados fueron presentados en noviembre de 2013. Aunque la encuesta cuenta

con varios módulos que consultan el tiempo dedicado al cuidado de enfermos en

el hogar (DANE, 2012), no se conocen sus resultados y la base de datos para los

cálculos aún no es de dominio público.

Uno de los objetivos específicos del instrumento es proporcionar información para

formular, seguir y evaluar políticas públicas con enfoque de género. No obstante, a

pesar de ser una excelente iniciativa, aún faltaría por ahondar en la información.

Además del tiempo dedicado, es importante conocer las consecuencias e

implicaciones de esa labor, en particular sobre la salud, ya que pueden convertirse

en un costo adicional al sistema de protección social del país.

También se ha avanzado en el estudio de la situación de los cuidadores (as)

informales de enfermos. La investigación realizada por las enfermeras Clara

Giraldo y Gloría María Franco en Envigado (Giraldo & Franco, 2006), tuvo como

objetivo describir cómo se puede ver afectada la calidad de vida de los cuidadores

familiares de enfermos crónicos con dependencia como consecuencia de su rol

como cuidador. En este estudio que utilizó un abordaje etnográfico, se

identificaron siete grandes categorías resultado de las percepciones del rol que

desempeñan y los efectos de éste sobre su calidad de vida: significado de calidad

de vida, percepción de la cuidadora sobre el rol de cuidadora, consecuencias

Page 18: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

10

sobre su salud física y mental, relaciones cuidadora y persona cuidada,

conocimientos y aprendizajes sobre el cuidado de las personas, apoyos que recibe

la cuidadora para el cuidado y la invisibilidad del trabajo que realizan. Las autoras

hacen un llamado para que los cuidadores familiares sean considerados como una

meta o un fin para el sistema de salud colombiano.

Otro realizado en Cartagena por Montalvo y Flórez (2008) comparó las

características de los cuidadores de pacientes con Alzheimer, niños en situación

de discapacidad y enfermedad cerebrovascular, con las características de las

personas que conviven con el virus de VIH-SIDA. Los hallazgos que se obtuvieron

sugieren que las diferencias del contexto de cuidado particularizan la situación y

experiencias de cuidador. Las autoras invitan a realizar investigaciones que

permitan explorar más las características de los cuidadores y profundizar en su

realidad y experiencia.

El estudio de Nory Rodríguez (Rodriguez, 2005) caracterizó las familias de los

enfermos oncológicos atendidos en Bogotá en el Instituto nacional de

Cancerología desde una perspectiva de riesgo. Para ello entrevistó 120 familias de

pacientes adultos a quienes se les aplicó el Instrumento de Riesgo Familiar Total,

y encontró entre los mayores riesgos detectados en las familias: las prácticas de

salud, morbilidad familiar y servicios de salud. En la discusión se hace una

invitación a visualizar de manera integral al paciente y a la familia como parte de la

atención que brindan por las instituciones de salud.

Otros dos trabajos han tenido como objeto evaluar la efectividad de los programas

dirigidos a los cuidadores familiares para fortalecer sus habilidades de cuidado.

Uno realizado con cuidadores de niños con discapacidad (Montalvo-Prieto, Florez-

Torres, & Stavro de Vaga, 2008) y el otro con enfermos crónicos (Barrera Ortíz,

Pinto Afanador, & Sanchez-Herrera, 2006). El primero muestra que la intervención

Page 19: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

11

del Programa “Cuidando a cuidadores” es poco significativa, en contraste con el

segundo que refiere un aumento en las habilidades de cuidado.

En todos estos estudios se concluye que la atención de enfermos crónicos-

dependientes es brindada por cuidadores informales, en especial por familiares, lo

cual ha generado inequidades en la distribución de las actividades del cuidado al

interior del hogar. Una forma de disminuir las inequidades es retomar las

experiencias de los cuidadores para diseñar una estrategia de “capacitación”

(Nigenda et al 2007). Aunque la capacitación no es suficiente para nivelar las

cargas al interior del hogar, es importante reconocer qué necesidades y factores

perciben las personas que cuidan pueden aumentar su carga y aquellos que creen

pueden disminuirla.

Si bien en Colombia ha existido interés en el estudio de los cuidados informales, la

revisión de la literatura muestra que en la mayoría de las investigaciones están

ausentes aspectos sobre las consecuencias de la carga de cuidar para la salud y

calidad de vida de las personas que cuidan, la relación entre la carga y la calidad

del cuidado, o sobre el papel que pueden llegar a jugar las instituciones de salud

en la disminución de la carga percibida; aspectos que esta investigación abordó,

teniendo como preguntas orientadoras:

¿Cuáles son las repercusiones más frecuentes para la salud y condiciones de

vida de la persona cuidadora como consecuencia del cuidado de enfermos

crónico-dependientes?

¿Cómo sienten las cuidadoras que se afecta el cuidado de sus familiares

resultado de la carga percibida por la atención de un enfermo crónico -

dependiente?

¿Cómo perciben quienes cuidan que los servicios de salud pueden contribuir a

disminuir la carga percibida por el cuidado?

Page 20: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

12

2. Objetivos

2.1 Objetivo General

Analizar las implicaciones del cuidado informal de enfermos crónico-dependientes

sobre las condiciones de vida y salud de quienes lo realizan y sus efectos sobre la

calidad del cuidado brindado, en un estudio de caso en un hospital IV nivel en

Bogotá, 2013.

2.2 Objetivos Específicos

1. Describir las características demográficas y socioeconómicas de las personas

que brindan y reciben cuidado en cuanto a edad, sexo, escolaridad, estado

civil, estructura familiar, nivel de aseguramiento, ocupación, estado de salud

auto-percibido y presencia actual de una patología.

2. Describir las características y condiciones en las que se brinda el cuidado en

cuanto a tipo de cuidados según patología que presenta el enfermo, lugar,

tiempo dedicado, acceso a recursos físicos, económicos, tecnológicos y de

acceso a servicios sociales y de salud, satisfacción con las labores realizadas y

educación e información recibidas.

3. Describir los apoyos y compensaciones que reciben las personas que cuidan

por las labores de cuidado en cuanto a recursos económicos, de los servicios

de salud, colaboración de otros familiares o no familiares y satisfacción con las

labores realizadas.

4. Analizar las consecuencias físicas, emocionales, sociales y económicas que

para las personas que cuidan enfermos crónico-dependientes en el hogar tiene

la carga de cuidado, en términos de enfermedad física o mental, imaginarios y

sentimientos sobre el cuidado, relaciones familiares y sociales, uso del tiempo

libre, enrolamiento escolar, vinculación laboral e ingresos.

Page 21: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

13

5. Explorar desde la perspectiva de quienes cuidan, los factores que de las

características y condiciones del cuidado influyen sobre su salud y calidad de

vida, y su percepción sobre los apoyos y compensaciones que ayudarían a

disminuir la carga.

6. Reflexionar sobre los hallazgos acerca de las características, condiciones y

compensaciones del cuidado de enfermos crónico-dependientes en los

hogares desde una perspectiva de equidad.

3. Justificación y propósitos

Un estudio de esta naturaleza es importante en el país ya que es una forma de

hacer visible el cuidado no remunerado, el cual es parte fundamental para la

sostenibilidad de la sociedad. El cuidado informal tiene consecuencias físicas,

sociales, emocionales y económicas y además es injusto que la carga en las

labores de las mujeres se aumente y esto no sea reconocido; así como pasar por

alto oportunidades laborales e intelectuales por dedicar su tiempo casi

exclusivamente al cuidado. El estudio de los cuidados es una vía que permite

conducir y analizar las políticas públicas, ya que ayuda a comprender mejor las

necesidades e intereses de los grupos en situación de dependencia y los factores

que influyen en la calidad de los cuidados. (Thomas, Deconstruyendo los

conceptos de cuidados, 2011)

Medir el tiempo que invierte un cuidador y realizar estrategias de apoyo con base

en la perspectiva de las cuidadoras, que disminuyan la carga percibida, es una

forma de contribuir con la sostenibilidad de los hogares y de los sistemas de salud.

Los ingresos de los hogares se mantendrán, se ahorrarán los costos de ingresos

frecuentes a las instituciones de salud por motivos prevenibles.

Los costos del cuidado que el Estado ha transferido a las familias al contar con su

tiempo y la gratuidad de su labor para el cuidado de la salud en un futuro

Page 22: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

14

regresarán al sistema bajo la figura de atención de las consecuencias en salud

que implica el cuidar o en los reingresos de los enfermos que resulta de los

problemas en la calidad del cuidado como consecuencia de la sobrecarga.

Hacer visible el gran aporte que hace el cuidado informal a la sociedad requiere

dar a conocer la realidad de cuidadoras y cuidadores y las condiciones en que

brindan la atención, como un primer paso para reflexionar sobre la desigualdad en

la distribución por el cuidado en la sociedad y lo injusto que es para las mujeres y

las familias el cuidado no remunerado de enfermos crónico-dependientes por sus

implicaciones para la salud y la calidad de vida.

El tema tuvo un interés personal ya que con formación como enfermera, cuya

esencia es el cuidado, abrió mi visión a otros campos; poder ver desde otras

disciplinas cómo se conceptualiza el cuidado que va más allá de la atención que

se puede brindar en un hospital.

Los resultados obtenidos contribuirán para conocer las implicaciones para la salud

y las condiciones de vida derivadas de cuidar, permitiendo conocer las

necesidades de quienes brindan el cuidado. También, y desde la perspectiva de

las cuidadoras, las iniciativas que pueden ser implementadas por las instituciones

de salud, en especial el Hospital Universitario San Ignacio, en un momento

coyuntural en el cual dará inicio a una modalidad de extensión hospitalaria a la

que fui delegada para hacer parte de su planificación e implementación. A los

profesionales de salud nos ayudará a sensibilizarnos sobre la importancia del

cuidado familiar y lo valioso de sus labores para dar continuidad al tratamiento

iniciado en las instituciones de salud.

También pueden ser de utilidad en la formulación de políticas públicas que se

promuevan a partir de los resultados de la encuesta Nacional de Uso de Tiempo

concluida a finales de 2012 en lo que a la carga por el cuidado de la salud de

Page 23: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

15

enfermos crónico-dependientes en los hogares se refiere. Finalmente, y más

importante, es aportar elementos para la discusión sobre la existencia de

inequidades de género en el cuidado de la salud y la necesidad de eliminarlas.

4. Marco Teórico

Hablar sobre el cuidado es conocer los diferentes conceptos que se han

construido desde la sociología y la psicología, disciplinas que permiten tener una

visión del significado que representa para la sociedad el cuidar. A partir de

presentar los conceptos y debates alrededor del cuidado en los que se encuentran

la ética del care, el cuidado como trabajo y la economía del cuidado, la sección se

dedica a entender qué es el cuidado no remunerado en salud, explora las

principales normas y programas que existen en Colombia relacionadas con el

cuidado informal y finaliza con una conceptualización sobre el trabajo no

remunerado como una dimensión de la equidad en salud y la equidad de géneroen

salud.

4.1 El concepto de cuidado

Berenice Fisher y Joan Tronto, filosofa y profesora de ciencia política y estudios

sobre la mujer, definen el cuidado como:

…una actividad de la especie que incluye todo aquello que hacemos para

mantener, continuar y reparar nuestro «mundo» de tal forma que podamos vivir en

él lo mejor posible. Ese mundo incluye nuestros cuerpos, nuestras emociones y

nuestro ambiente, todo lo cual buscamos para mantener el sostenimiento de una

vida compleja (Tronto, 1993, pág. 103).

Esta definición no está limitada a las relaciones humanas, no es diádica ni

individualista, más bien se define y se describe como una relación necesaria entre

Page 24: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

16

dos individuos. Las actividades de cuidado varían de acuerdo a cada cultura.. El

cuidado es extenso y de difícil definición, ya que abarca muchas de las

actividades humanas, aunque no toda actividad humana es cuidado.

Tronto (1993) afirma que la derivación semántica de cuidado lleva consigo el

concepto de carga. Cuidar implica más que un interés pasajero, es la aceptación

de esa carga, y plantea cuatro fases diferenciadas pero interconectadas del

cuidado:

Preocuparse por (caring about). Donde se reconoce que existe una

necesidad, se reconoce que el cuidado es necesario bajo una construcción

cultural e individual.

Tomar cuidado de (taking care of). Se toman las medidas para que se

pueda dar una respuesta a la necesidad. Involucra conceptos de agencia y

responsabilidad en el proceso de cuidar.

Cuidador (care-giving). Es brindar directamente la respuesta o el cuidado.

Envuelve la satisfacción directa de las necesidades involucrando trabajo

físico y contacto con el sujeto de cuidado.

Receptor de cuidado (care-receiving). La fase final de cuidar es la

respuesta que tiene el sujeto de cuidado a la atención recibida, es decir,

recibir el cuidado.

El cuidado se ve como un continuo, el cual puede caracterizarse por una sola

actividad o describirse como un proceso; una práctica y una disposición. Como

práctica involucra diversas actividades a las que se asocian variadas cualidades

morales: competencia, atención responsabilidad y receptividad (Paperman, 2011).

De la integración del proceso y la coordinación equilibrada entre actividades

depende al éxito de la atención. Pero además es una práctica que no carece de

conflicto porque distintos actores pueden percibir que existen mejores formas de

realizarlo. Cuidar requiere tiempo y recursos.

Page 25: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

17

Si bien existen consideraciones universales, es también particular. La construcción

de un cuidado adecuado y el uso de los recursos, varia de cultura a cultura y

según el concepto colectivo de “buen cuidado”.

Los diferentes aspectos del cuidado encuentran su lugar y significación al ser

identificado como proceso, a partir de su importancia general y genérica para el

mantenimiento de la vida humana. Al distinguir distintos aspectos del proceso, se

llena de razones para explicar cómo el mundo social se sostiene apoyándose en

un trabajo que no es reconocido. El cuidado como proceso no es un problema de

sentimientos, ni un trabajo de amor, sino un encadenamiento complejo de

actividades cuya organización produce desigualdades variadas, no solo de acceso

a los cuidados sino también de acceso a los recursos de vida y de poder de

quienes lo realizan (Paperman, 2011).

Es una actividad siempre contextualizada que no debe confundirse con amor o su

ausencia con maldad, por lo tanto se debe aceptar que las responsabilidades se

reparten en distintos niveles: el de las personas comprometidas con el trabajo de

cuidado, el de las instituciones que organizan las condiciones de este trabajo, el

de las y los ciudadanos y el de las decisiones políticas que enmarcan el todo

(Arango Gaviria & Molinier, 2011).

Recogiendo estos elementos resultan útiles los aportes de Carol Thomas (2011),

quien a partir del debate y la propuesta de distintas autoras elabora un concepto

unificado:

Los cuidados son la prestación remunerada o no remunerada de apoyo en el cual

intervienen actividades que implican un trabajo y estado afectivos. Los prestan

principal, aunque no exclusivamente, mujeres, tanto a personas adultas sanas

como a personas dependientes y a los niños y niñas, en la esfera pública o en la

Page 26: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

18

esfera doméstica, y en una diversidad de marcos institucionales (Thomas, 2011,

pág. 169).

Y para su estudio propone siete dimensiones: la identidad social de la persona

cuidadora, la identidad social de la persona receptora de cuidados, las relaciones

interpersonales entre la persona cuidadora y la receptora de cuidados, la

naturaleza de los cuidados, el dominio social en el cual se localiza la relación de

cuidados, el carácter económico de la relación de cuidados y el marco institucional

en el cual se prestan los cuidados.

4.2 Debates alrededor del cuidado: entre la ética del care y el cuidado

como trabajo

La conceptualización del trabajo de cuidado es relativamente reciente. Los

debates en torno al trabajo doméstico se plantearon a finales de los años sesenta

y principios de los setenta. El aspecto más interesante relacionado con el trabajo

de cuidado fue el desarrollo del concepto de reproducción social. El sistema de

reproducción social incluye la estructura familiar, la estructura de trabajo

asalariado y no asalariado, el papel del Estado en la reproducción de la población

y de la fuerza de trabajo y las organizaciones sociales y políticas relacionadas con

los distintos trabajos (Carrasco, Bonderías, & Torns, 2011).

El trabajo doméstico incluido en el trabajo de reproducción abarca la producción

de bienes materiales para el mantenimiento físico de las personas, pero también el

cuidado directo de las personas que tienen algún tipo de dependencia como lo son

los niños, ancianos, enfermos y la fuerza de trabajo adulta.

Los primeros estudios desde la sociología que contemplaron de algún modo la

existencia de los cuidados se sitúan a principios de la década de los ochenta,

nacen ligados a lo que algunas sociólogas italianas denominaron lavoro di cura

Page 27: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

19

(cuidado de personas). En 1987 Balbo en su publicación “Time to Care” expone

que la problemática central de su reflexión era poner en evidencia no sólo il lavoro

di cura sino el tiempo necesario para llevarlo a cabo (citado por (Carrasco,

Bonderías, & Torns, 2011, pág. 33). Este planteamiento fue un primer llamado de

atención sobre la relación trabajo de cuidado y tiempo, y ponía de manifiesto el

perfil femenino de esa relación (Carrasco, Bonderías, & Torns, 2011).

4.2.1 Posiciones sobre ética del cuidado

Existe un debate que obedece a distintos conceptos de cuidado, entendido como

ocuparse de otros desde la filosofía, psicología, sociología y economía; siendo

grandes aportes para la definición del trabajo de cuidado.

En 1982 Carol Guilligan, en su libro “In a different voice”, estableció la diferencia

entre la ética del cuidado y la ética de la justicia (Carrasco, Bonderías, & Torns,

2011). Con base en las investigaciones con mujeres y niñas puso de manifiesto la

existencia de una voz moral diferente, una manera diferente de resolver los

dilemas morales con base en criterios relacionales y contextuales. Lejos del

relativismo moral, su propuesta de la ética del cuidado permitía formular de modo

inédito asuntos cruciales para las democracias, como el cuidado y la preocupación

por los otros (Arango Gaviria & Molinier, 2011).

Años más tarde Tronto (1993) argumentó que la voz diferente no es solo de las

mujeres, sino la de todos aquellos y aquellas cuya experiencia moral se basa en

un trabajo específico: ocuparse de otros. Actuar en el campo de la ética del

cuidado significa interesarse en actividades y oficios que tienen en común la

preocupación del otro.

La conceptualización de la ética del cuidado es a la vez científica y política.

Científica porque busca de-construir los marcos políticos y metodológicos que

Page 28: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

20

perpetúan los prejuicios de un sistema patriarcal y construir nuevas sobre formas

de moral y trabajo que han sido devaluadas e ignoradas. Política, porque la

disposición de los nuevos conocimientos sobre la moral y el trabajo se inscribe

sobre la ciudadanía de hombres y mujeres (Arango Gaviria & Molinier, 2011).

La ética del cuidado afirma la importancia y el valor de las actividades de cuidados

en relación con los otros para el acondicionamiento y el mantenimiento en el

mundo común habitable. Pone de manifiesto el valor y la centralidad de esas

actividades y de una sensibilidad moral que se les asocia para mantener el

mundo. El sentido común al que apela la ética del cuidado es el sentido moral.

Como lo dice Paperman “La ética del care se centra en conceptos morales

distintos de los de la ética de la justicia; las responsabilidades más que los

derechos” (2011, pág. 29).

No es indiferente a la justicia, sino que da un sentido distinto, una justicia que

incluye un sentido de la vulnerabilidad y de las exigencias morales y políticas que

dicha vulnerabilidad implica. Por lo tanto, la perspectiva del cuidado supone

reconocer de forma más realista de como lo hacen las teorías sociales y morales,

que la vulnerabilidad y la dependencia no son accidentes que le suceden a los

otros (Paperman, 2011).

Al darle un sentido y un valor moral a las actividades que responden a las

necesidades, esclarece el lado oculto que no reconoce sino a los individuos sin

vínculos, sin dependencias entre ellos. Esta interpretación pone en primer plano el

problema de hacerse cargo del cuidado, de la distribución de sus actividades y de

las reglas o principios según los cuales tal distribución pueda ser justa y

apropiada.

La moral encuentra su mejor expresión en la forma de una actividad. El cuidado

como acción y como trabajo constituye una respuesta práctica a las necesidades

Page 29: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

21

específicas que son siempre la de otros singulares, trabajo que se realiza en la

esfera privada y pública, siendo un asunto concreto unido a las particularidades de

las situaciones y de las personas.

Para que la ética del cuidado pueda concebirse como una ética política, es

necesario inventar herramientas para un conocimiento del trabajo de cuidado que

permitan desconectar la ética del cuidado de su asociación con las mujeres,

poniendo en evidencia que se trata de actividades que son respuestas a una

vulnerabilidad común (Paperman, 2011).

Desde la perspectiva de la psicología, el cuidado es una moral social, no es

simplemente una disposición o una ética, sino ante todo es un trabajo. Define el

trabajo de cuidado como:

…el conjunto de actividades que responden a las exigencias que caracterizan las

relaciones de dependencia (...) Cuidar a otro es hacer algo, producir un

determinado trabajo que participe directamente del mantenimiento o preservación

de la vida del otro (Molinier, 2011, pág. 49).

Por lo que se puede decir que no hay vida alguna posible sin cuidado, aunque

algunas veces cuidar significa no hacer por el otro, no sustituir sus capacidades, lo

que puede ser difícil.

Para formalizar el trabajo de cuidado y producir su descripción y teoría, es

indispensable lograr el objetivo de una ética del cuidado y contribuir al

reconocimiento de las personas que realizan el cuidado de trabajo en las

sociedades (Molinier, 2011).

Page 30: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

22

4.2.2 El cuidado como trabajo

El concepto de trabajo tiene tres características. Primero, requiere algún tipo de

noción sobre usos alternativos del tiempo o coste de oportunidad. En segundo

lugar, debe poder participar potencialmente en la división del trabajo. Tercero, no

debería importar quien realice la actividad; la trabajadora o trabajador debe estar

tan separado de su trabajo que el resultado de este último puede englobarse

dentro de las características de un producto final. El anterior concepto es una

abstracción que se ha realizado para el trabajo asalariado que se ha querido

aplicar a las actividades domésticas y mostrar el trabajo no remunerado

(Himmelweit, 2011).

El trabajo no remunerado, en especial el trabajo de cuidado, cumple con las dos

primeras características: requiere tiempo y cuando se realiza en muchas

ocasiones se debe desistir de otras oportunidades. Sin embargo, el trabajo de

cuidados no cumple con la tercera característica ya que el “cuidado” es un

concepto ambiguo que abarca desde el cuidado físico que hasta cierto punto

puede ser independiente de la persona que cuida, hasta el cuidado emocional en

el cual la persona que cuida es inseparable del cuidado que presta (Himmelweit,

2011).

El trabajo de cuidado es una de las categorías construidas desde la crítica

feminista como esfuerzo para avanzar en herramientas conceptuales para

comprender el trabajo que realizan las mujeres al interior de los hogares (Arango

Gaviria, 2011). Esta categoría se encuentra en la confluencia de varias corrientes

de la psicología, sociología, filosofía y economía.

Una de las corrientes de la psicología es la Psicodinámica del trabajo planteada

por Molinier (2011), la cual estudia los mecanismos subjetivos que activan las

Page 31: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

23

mujeres para defenderse del sufrimiento que los trabajos de cuidado pueden

generar.

El trabajo de cuidado abarca un conjunto muy amplio y diverso de actividades, por

lo tanto hay distintas modalidades, experiencias y posiciones (Arango Gaviria,

2011).

Se puede diferenciar por las actividades y tareas, donde se pueden distinguir unas

actividades más nobles, es decir, con más prestigio social y otras menos nobles e

incluso “sucias” relacionadas con el mantenimiento de las condiciones materiales

de la vida, los objetos y espacios de reproducción social. El “trabajo sucio” es

relevante, más cuando incorpora moral del trabajo de cuidado, que significa que

muchas veces se cuida a la persona como es y no como debería ser, y se

cataloga el cuidado como bueno o malo, sin tener en cuenta la experiencia de las

cuidadoras. Si se tuviera en cuenta el punto de vista de quienes lo realizan, la

frontera entre cuidado y maltrato sería muy difícil de determinar, más cuando

estamos fuera de situaciones concretas. Por esta razón, y de acuerdo con Molinier

(2011), es importante usar metodologías de investigación que vinculen los saberes

de quienes cuidan a las teorías que conceptualizan los cuidados

También se puede diferenciar por las relaciones sociales en las que se enmarca:

si se realizan el ámbito privado de los hogares o en el ámbito público de las

empresas privadas o las instituciones del Estado; si se hacen en el hogar como

tarea natural de las mujeres o se realiza en un ámbito servil de dependencia

personal, en las relaciones de dominación ya sea por sexo, etnia, edad o

parentesco; o si media un contrato directo entre el cliente y el cuidador o

cuidadora o si existe un intermediario que controla las condiciones de realización.

Por el carácter remunerado o no de las actividades, donde pueden operar de

manera contradictoria una lógica económica y una lógica del don que puede hacer

Page 32: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

24

que la ausencia de reconocimiento monetario incremente el valor moral de ciertas

tareas realizadas por altruismo o vocación.

Por las calificaciones reconocidas y por consiguiente, por el grado de

profesionalismo e institucionalización alcanzados. Las tareas “nobles” como el

cuidado de los niños son objeto de una retórica que reconoce su importancia

social, pero las condiciones reales en que se realiza y los recursos asignados,

revelan el escaso valor que la sociedad otorga a estas actividades.

Finalmente, se diferencia por la posición que ocupan en el orden social en

términos de género, etnia, edad y sexo tanto el cuidador o cuidadora como quien

recibe el cuidado. La división social, económica y moral del trabajo de cuidado es

inseparable de las jerarquías y relaciones de dominación materiales y simbólicas

(Arango Gaviria, 2011).

En general, el trabajo de cuidado se reconoce solo cuando falla o falta, por

ejemplo cuando el enfermo tiene queja porque no le prestaron la atención que

solicitaba. Esto se ve influido porque la persona que brinda el cuidado se está

anticipando a las potenciales necesidades, por lo cual, quien recibe el cuidado no

lo valora como un trabajo. La invisibilidad del trabajo de cuidado tiene como

consecuencia un déficit crónico de reconocimiento.

Otro factor que lo invisibiliza es el “estatus ambiguo de la afectividad movilizada

por la relación de cuidado” (Molinier, 2011, pág. 55), lo que dificulta tenerlo en

cuenta públicamente. El cuidado moviliza unos afectos que tiene sus fuentes en el

inconsciente del o de la cuidadora, lo cual es válido para todas las situaciones de

cuidado ya que los sentimientos de cuidado son inconscientes.

Cuidar al otro significa, para la cuidadora, confrontarse con la resistencia de su

propia vida psíquica y confrontarse con la subjetividad del servicio al otro y no de

Page 33: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

25

su propio deseo. Más que todo el cuidar, es un trabajo en sí mismo. Se trata de

dominar las emociones y afectos para ajustarlos a las necesidades de los otros

(Molinier, 2011).

4.2.3 La economía del cuidado

Desde la economía feminista se comenzó a hablar específicamente de trabajo de

cuidado algo más tarde que en la sociología. La economía feminista es una

corriente de pensamiento que pone su énfasis en la necesidad de incorporar las

relaciones de género como variable relevante del funcionamiento de la economía,

en especial en las relaciones entre hombres y mujeres como agentes económicos.

Uno de los temas centrales en la argumentación de la economía feminista es la

necesidad y relevancia de visibilizar en el análisis económico tanto el papel del

trabajo productivo como el del reproductivo de las personas, denominado trabajo

de cuidado (Rodríguez Enríquez, 2012).

Esto es importante porque sin trabajo de cuidado no existiría fuerza de trabajo y

en consecuencia no habría posibilidad de reproducir el sistema económico y

social. Cuando se falla en reconocer esta dimensión, el análisis económico se

encuentra sesgado mostrando un diagnóstico incompleto del funcionamiento del

sistema y también puede fallar a la hora de evaluar el impacto de las políticas

económicas. La manera en que se organiza socialmente el cuidado, el modo en

que se distribuyen las tareas entre el Estado, la familia y el mercado y entre

hombres y mujeres, muestra grandes desigualdades (Rodríguez Enríquez, 2012).

Las desigualdades tienen como base la división sexual del trabajo, centrada en las

diferencias de roles entre hombres y mujeres en la sociedad en virtud de sus

diferencias biológicas y las alternativas de organización de las actividades de

cuidado están relacionadas con la clase social, el género y la etnia. Cuando se

Page 34: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

26

comprende el papel del trabajo de cuidado se contribuye con el eslabón faltante

para el análisis económico.

El énfasis está en visibilizar los costos que el trabajo reproductivo y de cuidado

acarrea. Debido a que se realiza más allá de la esfera mercantil, se torna invisible

para las mediciones estándar de la economía, lo que ha reforzado su baja

valoración social. Como respuesta a esa invisibilidad surgió el proyecto de

contabilizar el trabajo que realizan las mujeres al interior del hogar a partir de las

encuestas de uso del tiempo y su inclusión en las cuentas nacionales (Esquivel,

2011).

La forma como el trabajo de cuidado se incorpora a las cuentas nacionales es a

través de la elaboración de cuentas satélite, cuyo objetivo es considerar a los

hogares como productores para proporcionar una imagen global de las actividades

productivas realizadas en los hogares y aportar una estimación de su valor

económico (Pedrero Nieto, 2003).

La falta de reconocimiento del trabajo no remunerado en las cuentas nacionales

repercute negativamente en la igualdad de género en el ámbito de la

macroeconomía, ya que de allí se formulan las políticas y con base en su análisis

se realizan proyecciones que muestran los efectos de las políticas o cambios

económicos, y se toman decisiones respecto a la asignación de recursos. No

reconocer el valor económico del trabajo no remunerado es considerar a las

personas que cuidan como “no productoras”, “inactivas” o “no ocupadas” y por

fuera del ciclo económico, por ello sin remuneración. Más allá de la justicia en el

reconocimiento de las contribuciones a la producción, hay que resaltar que la

invisibilidad de los aportes afecta adversamente a la justicia en la distribución de

recursos, beneficios y compensaciones derivados de la producción (Gómez, 2008)

Page 35: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

27

Las encuestas de uso de tiempo permiten comprender y cuantificar la distribución

de las diversas tareas que se realizan en el hogar y los tiempos respectivos que

absorben, y pueden contribuir a reconocer las dificultades y limitaciones que

enfrentan quienes son responsables del cuidado en la casa cuando desean

incorporarse al mercado laboral o participar de actividades fuera del hogar.

Permiten avanzar en la cuantificación del valor productivo de los servicios

domésticos no remunerados e insertar sus resultados en las cuentas nacionales

(Milosavljevic & Tacla, 2008). También brindan elementos críticos de evidencia

para hacer que el cuidado y las personas que cuidan se tengan en cuenta en la

formulación de políticas, teniendo en consideración que si las contribuciones no

remuneradas de mujeres y hombres fuesen adecuadamente reconocidas, la

política social y económica y las normas que rigen la sociedad experimentarían

transformaciones profundas (Gómez, 2008).

4.3 El trabajo de cuidado en salud

Cuidar la salud es el acto en el que se brinda atención ya sea a un familiar,

conocido o un paciente en condición de enfermedad ya sea crónica, aguda o de

discapacidad. Se han descrito dos tipos de cuidado que se puede brindar a las

personas enfermas: el cuidado formal y el cuidado informal.

El cuidado formal se define como aquellas acciones que un profesional oferta de

forma especializada, que va más allá de las capacidades que tiene las personas

para cuidar de sí misas o de los demás. Hay dos tipos de cuidado formal: el

ofrecido por las instituciones de salud y el que contratan las familias.

Por su parte, el cuidado informal es aquel que se brinda dentro de los hogares, el

cual no es remunerado y por lo general es bridado por familiares, allegados o

vecinos, y es el recurso que con más frecuencia se utiliza para la atención de

adultos mayores y de personas enfermas con discapacidad. Está fundamentado

Page 36: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

28

en relaciones afectivas, familiares y de género; características que afectan su

reconocimiento social además, no tiene precio en el mercado ni límite de tiempo

por lo tanto no se considera un trabajo (Vaquiro & Stiepovich, 2010).

Quienes brindan atención en el cuidado informal, son llamados cuidadores y

cuidadoras informales. Luego de la reorganización familiar que conlleva tener un

enfermo con discapacidad en el hogar, es frecuente que por consenso de la

familia o por disposición personal, uno de los miembros de la familia asuma el

cuidado directo del enfermo, a este se le denomina cuidador primario. Los

cuidadores secundarios son aquellos familiares o allegados al receptor del cuidado

que brindan apoyo en asuntos como trámites relacionados con las citas médicas y

todas aquellas actividades que no están relacionadas con el cuidado diario.

(Withlacht & S, 2007)

Aunque dentro del hogar se está realizando un trabajo, este no está reconocido

dentro de sector informal de la economía. Este último definido como unidades

económicas con poco o nada de capital que utiliza tecnologías primitivas y mano

de obra no calificada y que tiene una baja productividad tendiendo a proporcionar

a sus trabajadores ingresos muy bajos. El sector informal se refiere al tipo de

unidad de producción ya sea de bienes o servicios, mientras que el empleo

informal está relacionado con el estado de los trabajadores en materia de empleo

y protección social (Esquivel, 2010). A pesar que el cuidador informal cumple con

las características de trabajador informal no es catalogado, ni reconocido como tal

ya que el cuidado en el hogar no se considera un empleo.

Desde la sociología Cresson (2000, citado por (Molinier, 2011, pág. 52) propuso el

concepto de “trabajo doméstico de salud” para analizar las especificidades del

trabajo de los padres en relación con sus hijos enfermos. Aunque este concepto

rescata la preocupación por el otro dentro del trabajo doméstico, presenta dos

inconvenientes. Primero, disocia artificialmente trabajo doméstico y trabajo

Page 37: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

29

doméstico de salud y en la perspectiva del cuidado, todo trabajo doméstico es de

salud, ya que brindar buena alimentación, mantener en condiciones de aseo la

casa promueven buena salud en cada miembro de la familia. Por lo anterior,

Molinier (2011) prefiere hablar de “cuidado doméstico” que lo define como el

trabajo de cuidado realizado gratuitamente dentro del espacio privado.

El trabajo no remunerado en salud tiene varias características que se revelan al

examinar el trabajo de las mujeres como colectivo, donde se observa que suelen

dedicarse a cuidar a los demás más que los hombres. Los cuidados que brindan

son más continuos y extenuantes incluyendo aquellos más íntimos; trabajan más

horas y tienen más responsabilidades a lo largo del día. El trabajo de cuidado

actual es nuevo y más pesado, a menudo exige destrezas especializadas tanto

como esfuerzo físico, mental y demandan tiempo. Todo lo anterior hace que la

vida de las mujeres se vea más afectada por el trabajo de cuidar a los demás. El

lugar donde vive la mujer, si tiene hijos o no, la salud de sus hijos y la índole de

sus relaciones son factores que pueden determinar qué cuidados presta a los

demás sin recibir remuneración. Además, los intereses y las necesidades de los

distintos actores son diferentes, generando tensiones y estrés (Armstrong, 2008).

El cuidado puede generar percepción de carga, que son las reacciones o

sentimientos que puede tener un cuidador(a) ante la tarea o responsabilidad que

asume al brindar atención al enfermo (Torres, Beltran, Martinez, Quesada, & Cruz,

2006). La carga es un concepto que en las investigaciones ha permitido ver las

repercusiones del cuidado sobre las familias y quienes lo brindan y se ha revelado

como un factor determinante en la calidad de vida de los cuidadores.

Se han definido dos tipos de carga objetiva y subjetiva. La primera son los efectos

concretos sobre la vida doméstica aquellas perturbaciones o cambios en diversos

aspectos de este ámbito y de la calidad de vida de cuidadores. La carga subjetiva

Page 38: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

30

son los sentimientos, actitudes o reacciones emocionales ante la experiencia de

cuidar, la cual se utiliza como buen indicador de los efectos del cuidado.

En una clasificación más detallada se han descrito tres dimensiones de carga del

cuidador: una primera dimensión con un componente más objetivo que hace

referencia a la percepción que el cuidador(a) tiene sobre posibles cambios en su

vida desde que comenzó a cuidar, eso es, sus valoraciones sobre los estresores

derivados de cuidar. La segunda recoge la percepción de la relación con la

persona a la que se cuida que en alguna manera se acerca a los sentimientos de

ambivalencia y rechazo que experimentan las cuidadoras, con un importante

componente afectivo. Y la tercera es una valoración global del cuidado sobre su

propia competencia de cuidar. (Montorio, Fernandez, López, & Sánchez, 1998)

Para comprender el cuidado hay que entender el contexto en el que se brinda;

saber dónde, cuándo y durante cuánto tiempo se proveen los cuidados, para

comprender las exigencias que recaen sobre los proveedores; el entorno social,

cultural, racial, físico, de edad, sexual y psicológico que también influye en la

naturaleza del trabajo que se necesita y se provee, así como el acceso a los

recursos ya sean materiales, sociales, simbólicos o de carácter político

(Armstrong, 2008).

Finalmente, se tiene que tener en cuenta que las naciones establecen muchas de

las condiciones que imperan en el contexto laboral y deciden, cómo cuándo y

dónde se deben prestar los cuidados.

Al aportar o no fuentes de apoyo, prestaciones, servicios y reglamentos; los

estados establecen en la práctica, las condiciones en los que se prestan los

cuidados dentro y fuera de la economía formal. Los estados deciden lo que es de

carácter público o privado en la economía formal, así como lo que es privado por

Page 39: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

31

estar al margen de la economía formal y lo que es responsabilidad del individuo o

la familia (Armstrong, 2008).

4.4 Contexto normativo del trabajo no remunerado del cuidado en

salud en Colombia

En Colombia no existe una regulacion específica sobre el cuidado no remunerado

dentro de los hogares. Sin embargo hay unos hitos que lo reconocen como la Ley

1413, el artículo 141 de la Ley de 1438 de 2011 y la Política de Discapacidad del

Distrito. También desde el Ministerio de Salud y Protección Social se han dado

lineamientos para que instituciones formales de salud apoyen el cuidado de

enfermos en casa, siendo esto una forma de aliviar la carga de cuidado.

4.4.1 Normas de reconocimiento al cuidador

En preocupación por los cuidadores familiares se escribió el Proyecto de Ley 33

(Senado de la República, 2009) por el cual se reconoce al Cuidador Familiar en

casa para personas dependientes cuyo objeto era:

Reconocer la figura jurídica del Cuidador Familiar en casa, como la persona que

presta apoyo y asistencia permanente a un familiar, que por su situación física,

mental o sensorial depende de otro para realizar las actividades esenciales de la

vida diaria.

El Proyecto alcanzó a ser aprobado en segundo debate en el Senado (Senado de

la República, 2010) y aunque el senador Jesús Bernal propuso nombrar una

comisión accidental para su aprobación (Congreso de la República, 2010),

instancia que se crea con el propósito de que cumplan misiones y funciones

específicas (Congreso de la República), en Junio de 2011 fue archivado por

tránsito de legislatura. Una lástima ya que de haber sido aprobado, el

Page 40: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

32

reconocimiento y tal vez las condiciones de los cuidadores y cuidadoras de

personas dependientes serían diferentes.

Para reconocer el trabajo de cuidado que realizan las mujeres se aprobó la Ley

1413 de 2010 de economía del cuidado, cuyo objetivo es incluir el trabajo no

remunerado del hogar en el Sistema de Cuentas Nacionales para medir la

contribución de las mujeres al desarrollo económico y social del país y como

herramienta para la implementación de políticas públicas. El primer paso para la

implementación de la ley fue la Encuesta Nacional de Uso del tiempo, cuyos

resultados se presentaron en noviembre de 2013, entre los cuales está que las

mujeres tienen el doble de participación y tiempo en actividades de limpieza,

mantenimiento y reparación de hogar (DANE , 2013).

En 2011 año con la Ley 1438 se realiza una de las reformas del Sistema General

de Seguridad Social en Salud incluye en el Artículo 141 indica que:

Los servicios que prestan las cuidadoras y los cuidadores al interior del hogar

relacionados con el autocuidado y mutuo cuidado de la salud de todos los

miembros del hogar, serán registrados en las cuentas nacionales de salud de

manera periódica y pública, según los criterios que defina el Departamento

Administrativo Nacional de Estadística. Este reconocimiento no implicará gastos

por parte del Sistema Nacional de Seguridad Social en Salud.

A nivel distrital, con base en principios de la Constitución Nacional y de la

Sentencia T-397 de 20042 en un proceso de construcción colectiva con la

participación de personas con discapacidad, sus familias, cuidadores y 2 En este caso la sala se pronunció sobre las circunstancias de vida de la peticionaria y sobre las

obligaciones constitucionales de acción positiva que existen en cabeza del Estado frente a la triple

condición de sujeto de especial protección constitucional en tanto que era 1) mujer con

discapacidad visual, 2) personal en situación de pobreza y vulnerabilidad extremas y 3) madre de

una niña de muy temprana edad. (Madre invidente como sujeto de especial protección, 2004)

Page 41: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

33

cuidadoras, profesionales y expertos se elaboró el Acuerdo 137 de 2004 Política

Pública de Discapacidad para el Distrito Capital (Bogotá, 2004). Los objetivos de la

Política Pública, se orientaron hacia la búsqueda del desarrollo humano, social y

sostenible de las personas con discapacidad, sus familias, cuidadoras y

cuidadores.

Aunque hacía referencia al desarrollo sostenible de la persona con discapacidad,

su familia, cuidadores y cuidadoras, los programas creados presentaban

problemas que terminaron siendo adversos para el reconocimiento de los

derechos. Para dar respuesta a estos problemas, la Secretaria Distrital de

Integración Social desarrolló el “Proyecto de Atención Integral a Personas con

Discapacidad, Familias, Cuidadores y Cuidadoras - Cerrando Brechas”, con el cual

pretende dar respuesta a las sobrecargas económicas, sociales y emocionales

que tienen los cuidadores y cuidadoras y a la falta de responsabilidad de asumir la

atención y el cuidado por parte de algunos integrantes de las familias (Secretaría

de Integración Social, 2012).

Un subcomponente importante del proyecto es “Gestión del tiempo libre para

cuidadores y cuidadoras”, que pretende reemplazar al cuidador principal durante

24 a 48 horas mensuales. Con esta estrategia se busca disminuir la

institucionalización de las personas con discapacidad como resultado de la fatiga

por sobrecarga de los cuidadores (Secretaría de Integración Social, 2012).

4.4.2 Normas relacionadas con la atención en el hogar

Con el objetivo de disminuir los tiempos de institucionalización de las personas

enfermas se han creado programas denominados de atención domiciliaria

definidos por el Ministerio de Salud y la Protección Social en el Manual de

Habilitación para Prestadores de Servicios de Salud como:

Page 42: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

34

Servicio independiente y autónomo o dependiente de una IPS para el manejo de

pacientes agudos o crónicos en ambiente domiciliario con criterios controlados.

Desarrolla actividades y procedimientos propios de la prestación de servicios de

salud, brindados en el domicilio o residencia del paciente con el apoyo de

profesionales, técnicos o auxiliares de salud y la participación de la familia o

cuidador; que requieren un plan individualizado de atención, buscando mantener al

paciente en su entorno, con el máximo confort y alivio de síntomas posible,

garantizando su seguridad (Colombia, Ministerio de Salud y Protección Social ,

2013)

Existen cuatro modalidades de Atención Domiciliaria: Atención domiciliaria de

paciente agudo, atención domiciliaria de paciente sin ventilador, atención

domiciliaria de paciente crónico con ventilador y consulta domiciliaria.

En la modalidad de paciente sin ventilador, de especial interés de este estudio, la

atención es brindada por auxiliares de enfermería bajo la supervisión de una

enfermera, cuya permanencia en el domicilio es dependiente del criterio de la

institución y de la condición del paciente.

Debe haber disponibilidad de médico y enfermera las 24 horas y asistencia

presencial de acuerdo con el plan de manejo, además se requiere contar con

médicos especialistas y otros profesionales de la salud de acuerdo con la

complejidad del paciente, pero en todos los casos debe haber un médico tratante.

En los servicios de apoyo se debe contar con terapia física, ocupacional y de

lenguaje, nutrición y psicología. Y finalmente, como uno de los requerimientos de

talento humano es “disponer de un familiar o acompañante cuya permanencia será

obligatoria”

Entre los requerimientos de infraestructura de la vivienda para la atención en el

domicilio según la Resolución 1441 se encuentra la accesibilidad al domicilio,

Page 43: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

35

servicios públicos, baño y área para el almacenamiento de residuos generados en

la atención de salud para luego ser transportados a la IPS.

En dotación, el domicilio del paciente debe contar con nevera en caso que los

medicamentos que necesita para a la atención requieran cadena de frío. También

se hace referencia a que el prestador del servicio debe garantizar la dotación de

los elementos, insumos y equipos que requiera la atención del paciente y aquellos

de protección personal y segregación de residuos como contenedores de corto-

punzantes.

La atención domiciliaria se encuentra dentro del Plan Obligatorio de Salud definido

en el Acuerdo 029 de 2011 como el “conjunto de tecnologías en salud3 a que tiene

derecho, en caso de necesitarlo, todo afiliado al Sistema General de Seguridad en

Salud y cuya prestación debe ser garantizada por las entidades promotoras de

salud” (Artículo 2)

En este mismo Acuerdo la atención domiciliaria es definida como:

…la atención extra hospitalaria que busca brindar una solución a los problemas de

salud desde su domicilio o residencia y que cuenta con el apoyo profesionales,

técnicos y/o auxiliares del área de la salud y la participación de su familia.

Este servicio se prestará, como lo afirma el Artículo 25, en los casos que el

profesional tratante considere pertinente y todo bajo las normas de calidad

vigentes.

3 Tecnología en salud se entiende como todas las actividades, insumos, medicamentos,

dispositivos, servicios de salud, así como sistemas organizativos y de soporte que presta

esta atención en salud. Es decir, la atención en el domicilio se considera una tecnología

en salud.

Page 44: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

36

Para brindar solución a los problemas de salud es necesario realizar

intervenciones entendidas como el conjunto de procedimientos realizados para un

mismo fin dentro del proceso de atención en salud. Estas incluyen procedimientos

que son acciones que suelen realizarse de la misma forma, siguiendo una serie de

pasos claramente definidos, una secuencia lógica, y en ciertas ocasiones para la

realización de estos es necesario utilizar dispositivos médicos.

El Plan Obligatorio de Salud tiene como criterio de exclusión “Bienes y servicios

que no correspondan al ámbito de la salud” (Colombia, 2011, Artículo 6), pero

dentro de las tecnologías que no cubre el POS se encuentran las sillas de ruedas,

medias elásticas de soporte, corsé y fajas, pañales para niños y adultos, cremas

hidratantes, suplementos nutricionales y complementos vitamínicos, ni la

internación en entidades de asistencia como hogares geriátricos, sustitutos o

guarderías. Es decir, justo los dispositivos, insumos o servicios indispensables

para la atención de enfermos crónico-dependientes.

Con el Acuerdo 029 creado con el objeto de actualizar el Plan Obligatorio de Salud

se buscaba tener una herramienta que permitiera el goce efectivo del derecho a la

salud y la atención en la prestación de las tecnologías en salud que cada entidad

promotora de salud debe garantizar a través de su red de servicios. Pero en

muchas ocasiones este propósito no se lleva a cabo; más bien sus disposiciones

se convierten en barreras para la atención de enfermos en el hogar.

Respecto del canal de atención en el domicilio, en 2010 se propuso en Colombia

el Proyecto de Ley 138 con el cual se pretendía crear Unidades de Cuidados

Paliativos para el Manejo Integral de Pacientes Terminales. Los artículos 9, 10 y

11 definen las características y condiciones necesarias para dichas unidades.

Dentro de los elementos más destacados, se encuentra la obligación dirigida a

todas las IPS públicas y privadas del segundo nivel en adelante, para que

Page 45: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

37

establezcan su propia unidad que les permita ofrecer la atención en el domicilio,

en caso que el paciente lo desee.

Luego de que el Proyecto fuera aprobado por el Congreso con posterioridad a un

proceso de conciliación entre Senado y Cámara (Congreso de la República, 2012)

ante el cual se presentaron unas objeciones por parte del Ejecutivo, en junio de

2013 el texto fue devuelto al Congreso por vicio de procedimiento (Corte

Constitucional, 2013), según el Tribunal el texto debió tramitarse como una ley

estatutaria. Es una lástima que los procedimientos de forma hayan superado los

beneficios para la calidad de vida de muchos enfermos.

4.5 Trabajo no remunerado como un asunto de equidad en salud

La equidad es un principio comparativo, un criterio sobre la situación que la

persona o grupo de personas ocupan en relación con los demás (Peter & Evans,

2002). El concepto de equidad en salud planteado por Whitehead (1990) y

adoptado por la OMS, se define como la situación en la que todo individuo tenga

oportunidades imparciales para lograr su plena potencialidad en salud, y en forma

más pragmática, que no esté en condición de desventaja o discriminación para

alcanzar ese potencial.

El punto clave de esta definición es la condición de desventaja o discriminación en

las oportunidades para el desarrollo de las potencialidades de salud que cada cual

tiene. Whitehead (1994) ha propuesto definir en un plano más concreto, las

inequidades en salud como aquellas desigualdades que son injustas, evitables y

se rigen por procedimientos imparciales. Una situación de desigualdad que no es

necesaria, que es evitable y que es causada por discriminaciones o tratamientos

preferenciales es injusta por lo tanto inequitativa.

Page 46: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

38

Para Paula Braveman y Sofía Gruskin (2003) la equidad en salud es la ausencia

de desigualdades sistemáticas en salud y en sus determinantes entre grupos con

diferente nivel de ventajas o desventajas sociales en cuanto a riqueza poder y

prestigio. Pragmáticamente, para la medición, es la ausencia de diferencias en

salud entre los grupos menos y más favorecidos.

Las desigualdades en salud reflejan las diferencias de salud entre grupos, con

independencia de cualquier posible valoración sobre la justicia de estas. La

calificación de injusticia implica una valoración de si las desigualdades son o no

evitables, así como la aplicación de conceptos más complejos de justicia

distributiva a la salud. (Evans, Whitehead, et al. 2002).

Se identifican como injustas las desigualdades de clase, género, raza, región o de

otro tipo que se originan en la estructura básica de la sociedad y que parecen ser

consecuencia de la división social del trabajo que beneficia solo a los grupos más

acomodados a expensas de los más desfavorecidos. Injustas porque se deben a

una división del trabajo en la sociedad que coloca a determinados grupos en

desventaja no solo social, económica y política, sino también en lo referente a las

posibilidades de conservar la salud. (Peter & Evans, 2002).

Aunque en todas las sociedades existen disparidades de salud entre los grupos,

es indispensable decir que estas pueden ser modificadas mediante políticas

específicas: no son inevitables. Requiere esfuerzos enfocados a reconocer las

inequidades en salud como un reflejo crítico de la injusticia social para promover la

distribución de la salud como un aspecto esencial y legítimo de la política sanitaria.

(Evans, Whitehead, et al 2002).

En relación con el género la equidad en salud implica vincular las relaciones de

desigualdad entre hombres y mujeres en torno a la distribución de poderes,

recursos y responsabilidades dentro de la sociedad con las características de

Page 47: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

39

accesibilidad, financiamiento y gestión del sistema de salud. (Gómez-Gómez,

2002).

El género es mucho más que relaciones socializadas entre los individuos. Es una

forma esencial de estratificación social que determina un acceso desigual a los

recursos. Existen diferencias sistemáticas entre los géneros en cuanto a ingreso,

recursos y beneficios. Estas incluyen la división del trabajo dentro de la familia y

fuera de esta, los niveles de educación o de asistencia sanitaria recibida y las

libertades que le permite disfrutar. La equidad entre los géneros, incluida la

equidad en salud, es contingente de la imparcialidad de la distribución de los

recursos, los beneficios y responsabilidades entre hombres y mujeres. (Ostlin,

George, & Sen, 2002)

Las inequidades que existen en la división sexual del trabajo y del poder en la

sociedad se reflejan en las desigualdades injustas e innecesarias entre hombres y

mujeres en cuatro ámbitos (Gómez-Gómez, 2001):

El estado de salud

El acceso a la atención de acuerdo con necesidad

El financiamiento de la atención de acuerdo con la capacidad de pago

La distribución de los recursos, las responsabilidades y el poder en la

gestión de la salud.

Este último el menos explorado. Las mujeres son las principales gestoras y

proveedoras de atención dentro de la familia y de la comunidad. Más del 85% de

la atención en salud ocurre fuera de los servicios formales y es provista por

mujeres en el hogar y la comunidad.

Pese a esta contribución en la producción de salud, las mujeres tienen una

posición de desventaja dentro del sistema de salud porque predominan en los

Page 48: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

40

escaños de más baja remuneración y prestigio, permanecen sub-representadas en

las estructuras de poder y desempeñan sin remuneración el trabajo informal de

promoción y atención de la salud en la familia y comunidad. (Gómez-Gómez,

2001).

Además la formulación de políticas de reducción de costos, eficiencia y

descentralización esconden profundos sesgos de género porque implican

transferencias de costos de la economía formal a la del trabajo no remunerado de

las mujeres. Con la intención de reducir costos y disminuir estancias hospitalarias

se ha contado con que las familias pueden prestar los servicios que en otros

escenarios brindan profesionales de salud. Para esto se cuenta con la elasticidad

infinita y gratuidad del tiempo de las mujeres, con la expectativa que siempre

están dispuestas, disponibles y moralmente obligadas para proveer asistencia en

el hogar a las personas dependientes.

En las políticas y normas gubernamentales no se tiene en consideración el

impacto que las expectativas de gratuidad, disponibilidad y obligación del tiempo

sobre la situación de empleo y remuneración, y sobre el desgaste físico y

emocional de las mujeres. Ausente también está la consideración de estructuras

de apoyo para la provisión de atención en el hogar. Y mucho más ausente una

consideración a la eficiencia y la sostenibilidad que este tipo de acuerdos traerá a

largo plazo. (Gómez-Gómez, 2001).

El conocimiento profundo de los factores sociales y biológicos que provocan las

desigualdades de género relativas a la salud y de la forma que éstas reflejan y

mantienen la discriminación social, es un requisito indispensable para que los

responsables políticos puedan corregir de manera más efectiva las diferencias de

salud entre hombres y mujeres (Ostlin, George, & Sen, 2002).

Page 49: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

41

La equidad de género en la salud depende de la imparcialidad de la distribución de

recursos destinados a promover la salud, los beneficios y las responsabilidades

entre los sexos. Alcanzarla requiere de la garantía política de que hombres y

mujeres serán tratados de igual manera si comparten las mismas necesidades, a

la vez que se reconocerán las necesidades diferentes que requieren atención y

deberán ser tratadas de manera equitativa (Ostlin, George, & Sen, 2002).

De manera particular, en relación con la gestión de la salud, la equidad exige

fundamentalmente que las responsabilidades y el costo real de la provisión de

atención, sean explícitamente confrontados y justamente distribuidos entre

hombres y mujeres y entre la familia, la comunidad, el Estado y el mercado.

5. Método

5.1 Tipo de estudio

Estudio de casos cualitativo que buscó estudiar las implicaciones del cuidado

informal sobre la salud y condiciones de vida de quienes lo realizan, a partir de las

experiencias de cuidado de cuidadores y cuidadoras de enfermos crónico-

dependientes atendidos por el Programa de Alta Temprana del Hospital

Universitario San Ignacio durante el primer semestre del año 2013.

El Programa de Alta Temprana es la unidad encargada de hacer gestión con las

diferentes Empresas Promotoras de Salud (EPS) con el fin de brindar atención

domiciliaria para el manejo de enfermedades agudas, crónicas, condiciones

clínicas que implican rehabilitación o manejos paliativos, de aquellos pacientes en

quienes se identifica el beneficio de la continuidad de un tratamiento en el

domicilio. Un requisito esencial para que un paciente sea apto para acogerse a los

beneficios del programa es contar con una persona o personas que

permanentemente tendrán las funciones del cuidado. Estas funciones involucran

Page 50: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

42

desde las actividades básicas como apoyo en el baño, alimentación y

movilización, hasta cuidados más complejos como curaciones y administración de

medicamentos.

Se optó por el método de estudio de casos porque permite investigar un fenómeno

dentro de su contexto real, sobre todo cuando los límites del fenómeno y el

contexto no son claramente evidentes. Es decir, permite cubrir las condiciones

contextuales para comprender más profundamente fenómenos individuales,

organizacionales, sociales o políticos (Yin, 2009). Dado que el objetivo principal

del estudio de casos es ver el fenómeno en su contexto (Stake, 1999) y permite

adentrarse en profundidad en el examen de las relaciones, resulta una

metodología adecuada para abordar el trabajo de cuidados de enfermos crónico-

dependientes, tal como otros estudios lo han utilizado (Reca, Álvarez, & Tijoux,

2008).

5.2 Población de estudio

En el primer semestre de 2013 el programa de Alta Temprana valoró 674

pacientes, de los cuales a 493 se les solicitó a sus EPS planes de atención en el

domicilio (Cuadro 1). Del total de pacientes con solicitud, 22 presentaron

condiciones neurológicas que convierten al paciente en persona dependiente.

Cuadro 1. Pacientes atendidos por el Programa de Alta Temprana, Hospital Universitario

San Ignacio, enero a junio de 2013.

Pacientes del Programa Mes

Ene Feb Mar Abr Mayo Jun Total

Total pacientes valorados 112 113 98 121 125 106 674

Total pacientes nuevos4 81 83 71 90 92 76 493

4 Se refiere a los pacientes que fueron valorados por primera vez en el programa. Excluye los reingresos y nuevas valoraciones.

Page 51: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

43

Total pacientes nuevos con

deficiencias neurológicas 3 6 3 3 2 5 22

Fuente: Estadísticas Programa Alta Temprana Hospital Universitario San Ignacio,

informes mensuales enero a junio de 2013.

La selección de candidatos se realizó con el total de personas que egresaron entre

enero y junio que cumplieron con los siguientes criterios de inclusión:

Pacientes valorados por el Programa de Alta Temprana que presentaron

una condición neurológica que los catalogó como personas dependientes.5

Pacientes en los que se identificó claramente una persona cuidadora

principal a cargo en el hogar.

Personas a cargo del cuidado que aceptaron voluntariamente participar de

la investigación y acordaron encuentros con la investigadora y la eventual

visita en el domicilio.

Luego de la revisión de las historias clínicas de los 22 pacientes con condiciones

neurológicas, se excluyeron tres pacientes que residían fuera de Bogotá y cuatro

que fallecieron en el Hospital antes de acceder al programa

Finalmente se seleccionaron 15 candidatos. Solo se pudo contactar ocho y de

ellos tres no aceptaron ser entrevistados, por lo que se decidió incluir dos

cuidadores de personas con secuelas neurológicas que se encontraban

hospitalizadas y habían sido valoradas por el Programa de Alta Temprana en el

mes de octubre. La selección de los dos últimos se hizo siguiendo las

5 Para catalogar una persona como dependiente se utilizó el Índice de Barthel que consta de diez parámetros que miden las actividades básicas de la vida diaria, lo cual permite valorar la capacidad de una persona para realizar de forma dependiente o independiente estas actividades. El rango de posibles valores del índice está entre 0 y 100, en intervalos de 5 puntos. A menor puntuación, mayor dependencia; y a mayor puntuación, más independencia. Grado de dependencia según el Índice de Barthel: Independiente: 100 (95 en silla de ruedas), Dependiente Leve: 91-99, Dependiente Moderado: 61-90, Dependiente Grave: 21-60 y Dependiente Total: 0-20. (Trigas)

Page 52: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

44

recomendaciones de Bertaux (1999), según quien la recolección de relatos de vida

debe hacerse en un medio homogéneo y en un medio organizado por el mismo

conjunto de relaciones socio-estructurales, lo que permite la totalización del

conocimiento de las relaciones socio-estructurales aportadas por cada relato de

vida, hasta la saturación.

5.3 Definición y operacionalización de categorías

Conforme los objetivos específicos se determinaron las siguientes categorías,

subcategorías y aspectos a tratar sin exclusión de las categorías que emergieron

durante el trabajo de campo. Cuadro 2.

Cuadro 2. Categorías, subcategorías y aspectos explorados en el estudio

Categoría Subcategoría Aspectos

Características demográficas

y socioeconómicas de la

persona que brinda y de quien

recibe el cuidado

Demográficas Edad, sexo, estado civil, estructura familiar

Socioeconómicas

Escolaridad, nivel de aseguramiento,

ocupación

De salud Estado de salud auto-percibido y presencia

actual de una patología, historia de salud

Características y condiciones

en las que se brinda el

cuidado

Tipo de cuidados

Tipo de cuidados según patología que

presenta el enfermo, cambios en los

requerimientos de atención, complejidad de

los cuidados

Tipo de actividades Cuáles actividades componen el cuidado

incluidas las de gestión

Tiempo

Tiempo que lleva dedicado al cuidado, tiempo

que dedica diariamente a cuidado y a otras

actividades, carga total de trabajo

Recursos Físicos, económicos, tecnológicos y de

servicios de salud,

Conocimiento Educación e información recibidas para el

cuidado

Page 53: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

45

Categoría Subcategoría Aspectos

Apoyos y compensaciones por

el cuidado

Apoyos

Recursos económicos, de los servicios de

salud, colaboración de otros familiares o no

familiares

Compensaciones Remuneración, afecto, reconocimiento,

satisfacción con las labores realizadas.

Consecuencias del cuidado

para quien cuida

Físicas Enfermedad física o mental, cambios en el

estado de salud

Emocionales Imaginarios y sentimientos sobre el cuidado

Sociales Relaciones familiares y sociales, uso del

tiempo libre

Económicas Enrolamiento escolar, vinculación laboral,

ingresos

Percepción sobre

características y condiciones

que influyen sobre la calidad

del cuidado

Físicas Tiempo, espacio, infraestructura,

Emocionales Estado de ánimo, relaciones familiares,

relaciones con la persona a quien se cuida

Acceso Recursos físico, tecnológicos, de servicios de

salud.

Percepción sobre apoyos y

compensaciones que

disminuirían la carga del

cuidado

Remuneración, afectivos, cuidadores/as

secundarias, de las instituciones de salud, de

información y educación, tecnológicas, de las

políticas

Durante el trabajo de campo emergieron dos aspectos adicionales de exploración

que se denominaron Red de cuidado y Circunstancias adversas de la atención

formal. El primero hace referencia a las personas que se involucran en el cuidado

aunque no en la atención directa y se incluyó en la categoría de Apoyos y

compensaciones por el cuidado. El segundo son todos aquellos eventos o

circunstancias adversas de la experiencia del enfermo con los servicios

institucionales o domiciliarios y afectaron la salud del enfermo, por lo cual se

incluyó en la categoría Características y condiciones del cuidado.

Page 54: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

46

5.4 Fuentes de información

Las fuentes de información fueron de dos tipos primarias y secundarias:

Primarias: Cuidadores y cuidadoras principales de pacientes enfermos crónico-

dependientes con secuelas neurológicas del Programa Alta Temprana del

Hospital Universitario San Ignacio.

Secundarias: Los registros de pacientes del Programa Alta Temprana y las

historias clínicas.

5.5 Técnicas, instrumentos y proceso de recolección

La recolección de la información para las fuentes primarias se realizó a través de

entrevistas con enfoque biográfico o relatos de vida, que son una técnica de

acceso a lo vivido subjetivamente, cuya riqueza de contenido es ser fuente

inagotable de hipótesis. Su valor particular reside en que permite comprender

“desde el interior” los procesos (Bertaux, 1999).

Se realizaron siete entrevistas entre agosto y octubre de 2014, para estas se

utilizaron preguntas orientadoras y observación directa para verificar los aspectos

a explorar (Anexo 1), las que en su mayoría se realizaron en el domicilio del

cuidador/a, lo que permitió tener contacto con la persona que recibe el cuidado, y

ver las condiciones de cuidado y características de la vivienda. El tiempo de

entrevista fue de 90 minutos en promedio. Todos los participantes se mostraron

interesados en contar sus historias, ya que para varios de ellos se tornó en una

conversación terapéutica con la cual pudieron aliviar la carga que sienten.

Una escucha atenta fue indispensable; atenta pero no pasiva. Se tuvo en cuenta

que un relato de vida no es vaciar una crónica de acontecimientos vividos, sino dar

Page 55: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

47

sentido a lo vivido en el pasado y por lo tanto a la situación presente. Con esto se

pretendió no ver solo al narrador sino su mundo y los ojos con los que lo mira

(Bertaux, 1999). Por ser relatos llenos de experiencias llevaron una carga

significativa capaz de interesar a la investigadora.

Para cumplir con una de las condiciones para que el relato de vida se desarrolle

plenamente y es que el interlocutor desee contar su vida y se adueñe de la

conducción de la conversación, se hizo necesario revisar la historia clínica del

paciente previamente para tener un acercamiento al marco social del entrevistado.

Para esto se diseñó un formato de revisión (Anexo 2). Cada revisión tomó entre 20

y 30 minutos y se enfocó en la condición clínica, diagnósticos y plan de manejo en

el domicilio; y se examinó la hospitalización donde se presentó al programa de

Alta Temprana. La información recolectada permitió tener una idea de la situación

de salud del enfermo y de los tipos de cuidados requeridos.

La investigación se ajustó a las normas éticas nacionales e internacionales para la

investigación con seres humanos y se consideró una investigación de riesgo bajo.

Con base en la Declaración de Helsinki (Asociación Médica Mundial, 2013), se

respetaron todos los participantes sobre los intereses de la investigadora.

En el caso de la normatividad en Colombia, con base en la Resolución 8430 de

1993 del Ministerio de Salud por la cual se establecen las normas científicas,

técnicas y administrativas para la investigación en salud y de acuerdo con la

clasificación propuesta en el artículo 11, el presente estudio no representó ningún

riesgo.

Se protegió la identidad de las y los entrevistados, se garantizó el respeto y la

confidencialidad de la información y se acogió la decisión de dos participantes de

no permitir grabar las entrevistas en audio.

Page 56: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

48

Cada persona recibió la información acerca de los objetivos, justificación, métodos

y afiliaciones institucionales de la investigadora. Una vez manifestó el interés de

participar en el estudio se leyó el consentimiento informado y se firmó la

participación. Ver Anexo 3.

Adicionalmente se solicitó autorización del Hospital Universitario San Ignacio para

recolectar la información y revisar las historias clínicas, para lo cual el protocolo de

estudio se presentó a consideración del Comité de Ética y fue aprobado en agosto

de 2013.

Se garantizó en todo momento la confidencialidad y reserva de los datos tanto de

las personas que cuidan, de las personas que reciben el cuidado y de la

institución. Si los resultados son publicados o difundidos, no se incluirá

información que pueda revelar la identidad de los y las participantes.

La transcripción de las entrevistas y los consentimientos informados están en

custodia de la investigadora. Toda la información recolectada se utilizó con fines

estrictamente investigativos y sociales.

5.6 Procesamiento y análisis de la información

Para el análisis de la información se tomaron en cuenta las dos modalidades

existentes para analizar los relatos de vida. La modalidad hermenéutica que

consiste en el descubrimiento de los significados que transmiten las personas que

relatan sus vidas, se analizaron los textos con el propósito de descubrir los

sentidos que están ocultos, y la modalidad etno-sociológica, que consiste en

acceder a través de ellos a los contenidos que dan cuenta de relaciones, normas y

procesos que estructuran la vida social (Kornblit, 2007).

Page 57: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

49

Se hizo tanto un análisis comprensivo como temático de los relatos. El análisis

comprensivo identifica los “índices” o aspectos reconocidos por la investigadora

como hechos que marcaron la experiencia de vida, con respecto a los cuales se

plantean en el análisis interrogantes relativos a su significación. Con este enfoque

se puede identificar el “punto de viraje” o punto de inflexión que es el momento

vital identificado como una encrucijada a partir de la cual la vida de la persona

tomó un rumbo distinto o inició una nueva etapa.

El interés no es solo identificar y describir los puntos de viraje sino llegar a

comprender qué llevó a tal persona a adoptar ese cambio, en esa particular

situación social y en ese particular momento. El análisis comprensivo pone

especial énfasis también en la consideración del contexto socio-histórico en el que

se desenvuelven las vidas de las personas, lo cual implica tomar en cuenta la

dimensión temporal como aspecto clave en la interpretación, tanto en relación con

las etapas de la trayectoria vital como con cambios sociales ocurridos en ese

transcurso (Kornblit, 2007).

El enfoque más utilizado fue el análisis temático o de contenido, que consiste en la

identificación de los temas presentes en las historias de vida y para el cual se han

definido tres pasos según Kornblit (2007):

1. Lectura de las transcripciones de los relatos hasta hacerlos familiares al

analista.

2. Identificación de los núcleos temáticos.

3. Organización de los datos según las relaciones que pueden establecerse

entre los núcleos.

Para cumplir con estos pasos se transcribieron el total de las entrevistas en audio

y las notas de campo de las entrevistas realizadas a los dos cuidadores que no

aceptaron la grabación. Luego de la transcripción se crearon códigos por

Page 58: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

50

categorías y subcategorías para identificar la información que emergía de las

entrevistas. Se codificó cada una de las siete entrevistas en Word, se ordenó por

código la información organizando grupos de información por categoría y luego se

crearon archivos por cada categoría codificada en los cuales confluía la

información de todas las entrevistas.

El primer listado del último paso es muy empírico y está atado a las

transcripciones. Para refinarlo hay que tener en cuenta las conexiones en los

temas y la relevancia que ellos adquieren en función de los significados que le

atribuyen tanto el entrevistado como el entrevistador (Kornblit, 2007). Para ello se

siguió la recomendación de identificar entre los núcleos temáticos una categoría

central vinculada al mayor número de ellos. La categoría elegida da cuenta de una

parte importante de los patrones de conducta o acontecimientos que se están

estudiando. Por consiguiente el tema emerge recurrentemente en distintos

momentos de la entrevista (Kornblit, 2007).

Para esto se imprimieron los archivos que contenían la información por categoría y

se resaltó en cada subcategoría los grupos de información que se repetían dando

así validez a la información recolectada.

La identificación de categorías centrales permitió organizar los núcleos temáticos

en una construcción conceptual donde se retomaron los objetivos propuestos para

el trabajo, integrando los grupos temáticos con los supuestos teóricos enunciados

en los objetivos (Kornblit, 2007).

La interpretación llevó a dotar de significados las inferencias de las regularidades

observadas, teniendo en cuenta las interpretaciones que los propios entrevistados

hacen de sus vidas y la articulación con los contextos sociales en los que se

desenvuelven y con los marcos teóricos con los que se parte (Kornblit, 2007).

Page 59: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

51

Finalmente, para dar cumplimiento al objetivo específico relacionado con las

características socio-demográficas de las personas que brindan y reciben el

cuidado, se organizaron los datos en una tabla de Excel en la cual se ordenó la

información por categoría. Se diseñó otra tabla de Excel para ordenar los tipos de

cuidados recomendados en el momento del egreso del paciente del Hospital.

6. Hallazgos

6.1 Características sociales y demográficas de las personas cuidadoras y

receptoras del cuidado

En total se realizaron siete entrevistas, cuatro eran mujeres entre los 24 y 45 años

y tres hombres entre los 50 y 78 años, cuyas características demográficas se

resumen en el Cuadro 3.

Cuadro 3. Características demográficas de personas que brindan el cuidado.

No.

Entrevista Edad Sexo Estado civil Escolaridad

Posición

Ocupacional /

ocupación

Aseguramient

o en salud

E1 50 Masculino Casado Técnico Independiente Cotizante

E2 78 Masculino Casado Técnico Pensionado Beneficiario

contributivo

E3 24 Femenino Unión libre Técnico Auxiliar de

enfermería

Beneficiario

contributivo

E4 45 Femenino Separada Profesional Docente Cotizante

E5 36 Femenino Separada Profesional Nutricionista Cotizante

E6 59 Masculino Casado Primaria Metalmecá-

nico

Beneficiario

contributivo

E7 40 Femenino Unión libre P. incompleta Ama de casa Subsidiado

Fuente: Entrevistas trabajo de campo.

En general se encontró que cuidadores y cuidadoras están en las edades medias

de la vida, su lazo de consanguinidad con la persona que cuidan es de primer

Page 60: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

52

grado y se convierten en sus cuidadores porque conviven con ellos. En dos casos

en los que la relación era de segundo grado las madres eran las más cercanas al

enfermo, algo así como que heredaron las actividades de cuidado.

Según el tipo de afiliación al sistema de salud, la mayoría depende

económicamente de otra persona, ya sea del hogar o se convierten en

beneficiarios de la pensión que recibe la persona enferma, lo cual los hace

vulnerables en cuanto a su estado de salud y acceso al sistema en caso que la

persona que los mantiene afiliados fallezca o pierda su empleo.

De las siete personas entrevistadas, seis eran jefes del hogar, por tanto, quienes

tomaban las decisiones de cuidado del enfermo pero también las del hogar; una

doble responsabilidad. Sin embargo, quienes no eran jefes participaban

igualmente de las decisiones domésticas.

A diferencia de lo que muestra la literatura, se encontró una proporción casi similar

de hombres y mujeres responsables del cuidado. No obstante, llama la atención

que cada cuidador hombre tenía una mujer con la cual compartía las actividades,

e incluso dos de ellas dejaron de trabajar por apoyar el cuidado.

Cuadro 4. Características sociales de las personas que brindan el cuidado

No.

Entrevista Parentesco Escolaridad Perfil Ocupacional

Tiempo

dedicado a

laborar

Jornada

dedicada

al cuidado

E1 Padre Técnico Independiente 9 – 10 horas Día -

Parcial

E2 Esposo Técnico Pensionado Ninguno Completa

E3 Nieta Técnico Aux. de enfermería Ninguno Completa

E4 Hija Profesional Docente Ninguno Completa

E5 Nieta Profesional Nutricionista 12 horas Noche

E6 Padre Primaria Metalmecánico 8 - 9 horas Noche

E7 Madre P. incompleta Ama de casa Ninguna Completa

Page 61: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

53

Fuente: Entrevistas de trabajo de campo

En cuanto la ocupación la mayoría de los entrevistados se dedican de tiempo

completo al cuidado a pesar de la formación académica que tienen. Dos de ellos

tienen ocupaciones que les permiten distribuir el tiempo entre el trabajo y el

cuidado. Hay un caso en el que la cuidadora tiene dos empleos que le ocupan 12

horas del día, el tiempo que dedicado es en las noches luego de cumplir con su

jornada laboral.

En relación con las personas receptoras del cuidado, el Cuadro 5 resume las

características socio-demográficas.

A diferencia de quienes cuidan, las edades de las personas enfermas eran

heterogéneas implicando que los cuidados eran también diversos. Las personas

en la tercera edad tenían secuelas neurológicas de hemorragias cerebrales por

distintas causas, antes de las cuales eran totalmente independientes. El paciente

de edad media tuvo consecuencias neurológicas de un accidente de tránsito, y en

las jóvenes su dependencia se presentó a temprana edad.

Cuadro 5. Características sociodemográficas de las personas que reciben el

cuidado

Entrevista

No. Edad Sexo Estado civil Escolaridad

Perfil

ocupacional

Vinculación

al SGSSS

E1 17 Femenino Soltera Ninguna Ninguna Beneficiario

contributivo

E2 74 Femenino Casada Bachillerato Modista Pensionada

E3 80 Femenino Viuda Ninguna Tendera Beneficiario

contributivo

E4 77 Masculino Viudo Primaria Supervisor Pensionado

E5 90 Femenino Viuda Primaria Hogar Pensionada

E6 31 Masculino Soltero Técnico Electricista Pensionado

E7 16 Femenino Soltera B. Incompleto Estudiante Subsidiado

Fuente: Entrevistas trabajo de campo.

Page 62: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

54

Salvo un caso, las y los enfermos no tenían pareja y por eso el cuidado lo

brindaban las personas más cercanas que convivían con ellos, padres, madres o

hijas.

Se puede apreciar que existe una relación de interdependencia entre cuidadores y

enfermos lo cual hace que el vínculo sea estrecho, no sólo por consanguinidad o

afecto, sino porque el cuidador depende en su acceso al sistema de salud del

enfermo (en el caso de los beneficiarios de pensionado) y a su vez el enfermo

depende del cuidador para todas sus actividades y su permanencia en el sistema.

6.2 Características y condiciones en las que se brinda el cuidado

Todas las personas que recibían el cuidado eran dependientes con una

clasificación del Índice de Barthel menor de 20 puntos, lo que significa que

requerían de otras personas para realizar las actividades básicas. Al momento de

la entrevista uno de los enfermos se encontraba en un hogar geriátrico y otra más

había fallecido apenas dos semanas antes.

El Cuadro 6 resume las características de salud de los pacientes que requieren el

cuidado en el hogar como también el tiempo que se ha dedicado y se dedica a

diario al cuidado.

Cuadro 6. Características y tiempo de cuidado brindado

Entrevista

No. Edad Sexo Diagnóstico médico

Grado de

Dependencia

Tiempo que

lleva

requiriendo

cuidado

Tiempo que

brinda de

cuidado diario

E1 17 Femenino Parálisis cerebral Total 17 años 8 horas

E2 74 Femenino Sangrado

intraventricular Total 8 meses 18 horas

E3 80 Femenino Hemorragia Cerebro Total 6 meses 15 horas

Page 63: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

55

Entrevista

No. Edad Sexo Diagnóstico médico

Grado de

Dependencia

Tiempo que

lleva

requiriendo

cuidado

Tiempo que

brinda de

cuidado diario

E4 77 Masculino Hematoma

intraparenquimatoso Total 6 meses 16 horas

E5 90 Femenino Hematoma

intraparenquimatoso Total 3 meses 4 horas

E6 31 Masculino

Secuelas de trauma

craneoencefálico

severo

Total 3 años 12 horas

E7 16 Femenino Trauma

raquimedular C6 Total 6 años 12 horas

Fuente: Entrevistas trabajo de campo.

Cuatro tenían secuelas de eventos de sangrado cerebral por distintas causas, dos

consecuencias de accidentes de tránsito y una presentaba la condición desde el

momento del nacimiento. Como era de esperarse, dadas las patologías, los

cuidados en la casa eran complejos, en general, actividades que en otros

escenarios serían remuneradas y realizadas por personal con educación formal.

Pero además las trayectorias de cuidado son largas en su mayoría. Las dos

pacientes más jóvenes son quienes por más tiempo han requerido cuidado porque

su condición de dependencia inició a temprana edad; en el caso del paciente con

secuelas de accidente, aunque por un tiempo los padres tuvieron la esperanza de

que la condición del enfermo fuera temporal, esta ha terminado por ser

permanente. Esto evidencia otra característica. La duración y tipo de cuidados

están directamente relacionados con la edad, momento en que se presenta la

enfermedad y el tipo de patología del enfermo(a). Es diferente la duración en el

tiempo del cuidado de una persona con una discapacidad desde el nacimiento,

que la trayectoria de una persona en el último ciclo de vida.

Page 64: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

56

6.2.1 Tipo de cuidados

Para definir la naturaleza de los cuidados requeridos se tomó como guía las

actividades solicitadas por parte del Programa de Alta Temprana para el egreso al

domicilio (Cuadro 7)

Cuadro 7. Actividades de cuidado solicitadas por el Programa de Alta Temprana.

Entrevista No.

Actividad recomendada

Oxígeno Acceso venoso

Medicamentos intravenosos

Frecuencia (horas)

Medicamentos vía oral

Frecuencia (horas)

E 1 Sí Sí Sí 6 Sí 8

E 2 Sí No No

Sí 6

E 3 Sí Sí Sí 24 Sí 8

E 4 Sí No No

Sí 6

E 5 Sí Sí Sí 12 Sí 6

E 6 No Sí Sí 8 Sí 6

E 7 No Sí Sí 8 Sí 6

Fuente: Planes de egreso Programa de Alta Temprana

Cinco de siete pacientes tenía ordenado oxígeno, igual número acceso venoso y

medicamentos intravenosos tres a cuatros veces por día y en todos se recetó

medicamentos orales al menos cuatro veces al día.

Un procedimiento al parecer sencillo como la administración de medicamentos vía

oral se torna complejo en la medida que seis de los siete enfermos tenía

gastrostomía por problemas en la deglución. Y lo que en condiciones normales

toma apenas unos segundos, en estos casos se prolonga porque hay que diluir el

medicamento, lavar la sonda y esperar. A esto se suma que cinco tienen fórmula

de suplemento de nutrición enteral la cual debe ser administrada seis veces al día.

Para cumplir esta actividad una auxiliar de enfermería tiene la misión de entrenar

al cuidador o cuidadora; para ello los familiares cuentan con una auxiliar por cinco

Page 65: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

57

a siete días. Sin embargo, este tiempo no es suficiente y en muchas ocasiones la

persona que brinda la educación no se encuentra capacitada.

A todos los enfermos les formularon además terapia física y respiratoria una vez al

día por un tiempo determinado, frecuencia que podía ser modificada según

concepto médico del grupo de atención domiciliaria. Tiempos y frecuencias que

según refirieron los cuidadores y cuidadoras no se cumplieron, ya que las visitas

no pasaron de una o dos por semana. Al percibir que el procedimiento no se

estaba realizando, en varios casos las familias acudieron a contratar el servicio

privadamente y aprender los ejercicios para realizarlos ellos después.

Un punto importante en el cuidado es que los enfermos requerían ayuda completa

para movilizarse, es decir, se encontraban en estado de postración, una condición

que además obliga a procedimientos como lubricación y cambios de posición cada

dos horas para mantener la integridad de la piel, frecuencia que puede

aumentarse según la evolución del enfermo. Dentro de las actividades de la

auxiliar de enfermería domiciliaria se encontraba también la educación en el

manejo de paciente postrado, pero lo que dejan ver las entrevistas es que la

información no era clara o no se brindaba de tal modo de asegurar su

comprensión por parte de los familiares.

Un aspecto emergente en los relatos fue la importancia de valorar los eventos

adversos de la atención formal, que no son otra cosa que aquellas circunstancias

o sucesos que sucedieron al paciente durante la atención brindada en el hospital o

por los trabajadores de las IPS domiciliarias. Estos eventos catalogados como

enfermedades asociadas al cuidado son en general prevenibles, pero cuando se

presentan demandan actividades adicionales aumentando la carga de cuidado y la

tensión emocional.

Page 66: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

58

Entre los eventos mencionados por los familiares estaban las úlceras por presión y

las neumonías que cuidadores y cuidadoras identifican como un factor que facilita

que el enfermo tenga infecciones respiratorias a repetición o con facilidad. Fuera

del hospital los eventos tienen relación con la falta de entrenamiento del personal

de atención domiciliaria y el retiro de la sonda de gastrostomía o de la cánula de

traqueostomía, por ejemplo, los cuales derivan en la necesidad de trasladar al

paciente a un servicio de urgencias para su nueva colocación.

En síntesis, los cuidados requeridos para pacientes crónico-dependientes son

complejos y requieren procedimientos y dispositivos médicos también complejos;

es decir, los hogares están utilizando tecnologías en salud que en otro ambiente

serían brindadas por personal con formación de mínimo dos años, pero que

cuidadores y cuidadoras realizan sin pago ni entrenamiento, y sin embargo, los

enfermos se encuentran en condiciones adecuadas de higiene y salud.

6.2.2 Actividades de cuidado

Las actividades de cuidado se pueden dividir en aquellas de atención médica al

paciente, de cuidado personal, alimentación, terapias y actividades del hogar.

En cuanto a las de atención médica, la principal es la administración de

medicamentos. Cuidadoras y cuidadores conocen la función principal de los

medicamentos y aprecian su importancia; pero el proceso se vuelve complejo en

los que hay que administrar por gastrostomía: es necesario transformar los

medicamentos sólidos en líquidos, es decir, triturarlos, diluirlos en agua,

administrarlos por la sonda y luego lavar la sonda. En algunas ocasiones los

medicamentos no son los apropiados para esta forma de administración.

Entonces me tocó enseñarle a ella, como a mi hijo, cómo pasar los medicamentos

por sonda, cómo diluirlo. Tenía sonda de gastrostomía y nos mandaban

Page 67: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

59

medicamentos de cápsula, entonces cómo se hacía (Nieta de 36 años de mujer de

90 años con consecuencias de hemorragia cerebral).

En este punto cabe preguntarse por las técnicas enseñadas a los familiares para

que los medicamentos no pierdan su efecto.

Los horarios se dividen en los distintos momentos del día, se administran mínimo

tres veces, aunque hay dos momentos clave: al despertar y antes de acostarse.

Esta rutina se relaciona mucho además con la de la nutrición en los pacientes que

tienen gastrostomía.

La administración de suplementos nutricionales se realiza cada 3 a 4 horas, Los

suplementos en todos los casos eran suministrados por la EPS excepto en el caso

de la paciente discapacitada desde el nacimiento, beneficiaria del régimen

subsidiado, que no pertenece a ningún programa de pacientes crónicos, cuyo

cuidador realiza preparaciones caseras que según su conocimiento y recursos

económicos considera suplirán las necesidades nutricionales de la joven. Su

testimonio ilustra la rutina de alimentación diaria.

6 am tetero Nestun, leche azúcar y aceite. 9 am un candil dos huevos azúcar leche

y aceite. 12:30 Sopa Proteína (carne, pescado o hígado), verdura, arveja, lenteja

se hace como una crema. 3 pm un jugo. 6pm una sopa y 9 pm un tetero (Hombre,

50 años padre mujer de 17 años con discapacidad desde el nacimiento)

El manejo de una gastrostomía requiere entrenamiento, conocimiento y tiempo

para la administración de medicamentos o alimentos, proceso en el que el

cuidador o cuidadora debe estar muy atento ya que daños en la sonda significan

que el paciente no se alimenta bien o una técnica inadecuada puede acarrear

consecuencias como diarrea y reflujo que se traducen en más consultas a los

servicios médicos.

Page 68: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

60

…a las 6 de la mañana le pone la comida, se le pone comida cada tres horas y los

medicamentos a las 6:00 y apenas me levanto la organizo le pongo medicamentos

(Mujer 24 años nieta de mujer de 80 años con secuelas de ACV).

Antes de ir a acostarse se le da una ronda tetero, pañal, medicamento (Hombre 50

años, padre de joven de 17 años con discapacidad desde el nacimiento)

La otra actividad importante son las terapias. De nuevo quienes cuidan son

conscientes que éstas ayudan a mejorar la calidad de vida de los enfermos y se

esfuerzan por realizar los mismos ejercicios que ven que las terapeutas hacen

cada vez que los visitan.

… vienen las terapeutas pero allá ocurre el problema que la ven mejorcita y de una

vez son a quitarle todo (…) las de fonoaudiología le iba muy bien, pero la chica yo

veía con hielito y como la ven así dicen que ya no hay más que hacer, pero uno

que la ve se da cuenta de que eso sirve un poco, que ha habido cambios, pasa

más la saliva (Mujer 24 años nieta de mujer de 80 años con secuelas de ACV).

Las principales actividades de cuidado personal son el baño y el cambio de pañal.

La frecuencia del baño varía; en general no es diario, lo que puede deberse a la

complejidad de la movilización dentro de la vivienda y porque en muchas

ocasiones se requiere del esfuerzo de dos personas. “Todos los días se le limpia

todo, pero la bañamos así cada 5 días y el baño es grande” (Mujer, 24 años nieta

de mujer de 80 años con secuelas de ACV)

Una de las situaciones difíciles de manejar es bañar a un ser querido de alta

estima y respeto, porque sienten que es invadir la privacidad del enfermo y hay

prejuicios que hacen que se torne vergonzoso. Son actividades para las que no se

está preparado, sólo que sólo es superada por el sentimiento de apego hacia el

familiar.

Page 69: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

61

Esa parte fue dura para mí, ver a su papá desnudo limpiarle allá y los primeros

días me daba pena y yo decía ¿será que él es consciente de las cosas? (Mujer, 45

años hija de hombre de 77 años con secuelas de ACV).

Cuando tiene el periodo si es lo complicado, porque eso es duro, se unta la toalla

de sangre… (Mujer, 40 años madre de mujer de 16 años).

El cambio de pañal debe realizarse con regularidad; en promedio tres veces al día,

pero puede ser hasta cada hora en los casos que el paciente presente diarrea.

Esto se hace con el fin de proteger la piel y, para no dañar ni ensuciar la ropa de

cama y la del paciente, lo que puede implicar más gastos de luz, agua e insumos

de aseo.

En el aseo personal es muy importante el cuidado de la piel, lo cual incluye no solo

mantenerla limpia, seca e hidratada sino también los cambios de posición que

pueden ser cada tres horas y hasta cada hora según el paciente.

La recomendación que tenía era cada dos horas, pero yo lo puse cada hora,

primero cada hora y media y luego cada hora, pero fue impresionante como ella

se escaró (sic), jamás había visto yo un paciente en ese estado (Mujer, 36 años

nieta de mujer de 90 años con secuelas de hemorragia cerebral).

Mantener la piel íntegra, que no haya úlceras de presión es causa de satisfacción;

una expresión de la calidad del cuidado. “Eso sí le cuide mucho la piel a mi papá,

lo volteaba le aplicaba crema y la piel estaba muy sana y me hicieron ese

reconocimiento.” (Mujer, 45 años hija de hombre de 77 años con secuelas de

ACV).

Cuando la cuidadora principal tiene que trabajar, no puede estar durante las

actividades de cuidado del día y al regreso al hogar en las noches, verifica que los

cuidados se hayan realizado según las indicaciones brindadas a la persona que

Page 70: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

62

los realiza. Aunque ella misma entrenó esta persona y realizaba la verificación de

actividades, le fue muy difícil comprobar que las cosas se hicieran como lo había

indicado y ante la duda en las noches las realizaba. Esto deja ver que una persona

que debe laborar, que es jefe de hogar y tiene una persona dependiente en casa

las actividades y responsabilidades de cuidado se aumentan lo que se traduce en

cansancio y estrés.

Administrar los medicamentos, cambiar el pañal y alimentar son las primeras y las

últimas actividades de cuidado que se realizan en el día, y son también las

actividades esenciales para mantener la buena calidad de vida en el hogar del

paciente crónico-dependiente.

Existen otras actividades que no son de cuidado directo del enfermo pero

necesarias para mantener una buena calidad de vida: las de mantenimiento de la

casa y las actividades administrativas.

Se propende por un aseo estricto y diario de la casa, además de la limpieza de la

ropa que se hace por separado de la de los demás miembros del hogar para evitar

infecciones. Entre las actividades administrativas se encuentran la solicitud de

autorizaciones, reclamar medicamentos y traslados a citas médicas para

valoración y prescripción de medicamentos. El traslado puede ser complicado y

significar costos de transporte y ayudas. “Aprendimos la cogemos y la llevamos

así, entonces todo eso lo hemos adquirido bajo nuestra misma necesidad de

brindarle una calidad de vida mejor a mi mama” (Hija de mujer de 74 años con

secuelas de hemorragia cerebral). “Y cuando la llevamos a la cita nos toca bajarla

en la silla” (Nieta de mujer de 80 años con secuelas de ACV), “pues acá era el

baño y para pasarlo era imposible y uno remitía la ambulancia y si lo traíamos acá

si tocaba pagarla” (Hija de hombre de 77 años con secuelas de ACV).

Page 71: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

63

El tiempo de duración del cuidado y el tiempo de dedicación diaria son aspectos

importantes. La duración varía de acuerdo con el tipo de patología del paciente.

De las personas entrevistadas cuatro llevaban en promedio seis meses dedicadas

al cuidado de enfermos adultos mayores con consecuencias de eventos cerebro

vasculares; en los otros tres casos la duración del cuidado oscilaba entre tres y 16

años. Por su parte, en cuanto a la dedicación, las actividades inician temprano, a

las 6 am, y pueden extenderse hasta las 11 pm. Durante este tiempo se combinan

el mantenimiento del hogar con el cuidado en largas jornadas que en promedio

implican una carga de 15 horas al día.

Los recursos económicos y de insumos con que se cuenta para el cuidado están

relacionados con la estructura de la familia y los apoyos que brinda; mientras más

grande es, mayores son. En las familias más extensas, por ejemplo, cada

miembro aporta un tipo de recurso: dinero, tiempo para el cuidado, ayuda con el

pago de servicios complementarios o compra de insumos y dispositivos médicos, y

en conjunto se dispone de los suficiente para la atención y el mantenimiento de la

calidad de vida del enfermo. Por el contrario, en las familias más pequeñas y con

recursos limitados, debe apelarse a acciones legales para obtenerlos.

En síntesis, las actividades que demanda el cuidado de enfermos crónico-

dependientes son bastantes, de diversos tipos y requieren una dedicación casi

exclusiva con jornadas extensas y extenuantes, para las cuales no hay horario y

tampoco tiempo de descanso definido. Además quien por alguna circunstancia no

tiene la dedicación exclusiva, posee un doble trabajo responder por la parte laboral

y familiar, lo cual aumenta el cansancio.

Las actividades de cuidado dependen del tipo de patología del enfermo y la

duración del cuidado puede prolongarse por meses o años, porque en el caso de

enfermos crónicos termina el día en que fallecen. Incluso en el caso de personas

institucionalizadas en hogares, la familia está siempre pendiente de su condición y

realiza tareas administrativas en pro de su bienestar.

Page 72: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

64

6.3 Apoyos y compensaciones por el cuidado

El apoyo que recibe el cuidador o cuidadora es principalmente ofrecido por la

familia, en especial en los momentos en que el enfermo tiene cambios en su

condición clínica. Claro, algunos miembros participan más que otros porque les

atemorizan las actividades que se requieren. Pero en general las familias se

organizan de tal forma, que hay cadenas de llamado en caso de emergencia e

incluso casos en los que puede haber dos o más cuidadoras/es que brinden la

atención directa. Este aspecto emergente en la recolección de información se

denominó redes de cuidado.

Lo único que les he dicho yo es que tan pronto comience algo yo les digo SOS ven

rápido, si yo por el teléfono celular o por el fijo, los llama uno, el que este vendrá

rápido (Hombre, 78 años esposo de mujer de 74 años con secuelas de hemorragia

cerebral).

Cuidadores y cuidadoras perciben que no tienen apoyo de las instituciones de

salud o que es insuficiente. No existe un programa formal de entrenamiento y en

varios casos las personas que enviaba la IPS para la atención no se encontraban

capacitadas para realizar las tareas. “Lo que hemos aprendido es por inercia”

(Mujer, hija de mujer de 74 años).

Esta opinión sobre la falta de apoyo de los servicios domiciliarios se extiende a la

atención dentro del hospital. Los familiares acompañan a los enfermos

institucionalizados pero no los dejan participar en el cuidado y tampoco reciben

educación para las actividades posteriores en casa. Esta situación es una

oportunidad para las instituciones de crear programas de apoyo y capacitación

sobre el manejo de enfermos postrados que redundaría en una mejor calidad de

atención y aliviaría la carga por el cuidado.

Page 73: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

65

Por parte de la EPS, aunque no hay un apoyo directo al cuidador o cuidadora que

beneficie o aligere sus actividades diarias, la entrega oportuna de los insumos,

dispositivos y medicamentos que hacen parte del plan de beneficios al que está

afiliado el paciente o a través de acciones legales es esencial, y se percibe incluso

como un apoyo y no como una obligación de la EPS y un derecho de los

pacientes.

El caso de la cuidadora que se encuentra afiliada al régimen subsidiado, dada su

condición de pobreza, recibe apoyo económico de Familias en Acción y del

Instituto de Bienestar Familiar bajo la forma de subsidios de alimentación y de

asistencia para la manutención, y sólo durante la hospitalización recibe la

alimentación por parte del Hospital. Los subsidios, de los que ella no es

beneficiaria, son otorgados a nombre de la hija con discapacidad y no como

reconocimiento a su labor de cuidado.

Además de apoyos concretos hay compensaciones que son de tipo emocional, y

se evidencian en la satisfacción personal por cumplir con el deber, tener

tranquilidad y la complacencia por la confianza depositada en ellos y ellas por sus

familiares. Como lo refiere un hombre de 59 años padre de un hombre de 31 años

con secuelas de trauma craneoencefálico severo “Es más bien estar en paz

conmigo mismo, he hecho lo que he podido. Pienso seguir en ese propósito

mientras pueda”.

Solo una de las entrevistadas refirió recibir reconocimiento económico. Sus tías se

pusieron de acuerdo para pagarle un salario por cuidar a la abuela, teniendo en

cuenta su entrenamiento como auxiliar de enfermería y el hecho que en el

momento del evento súbito de enfermedad se encontraba sin laborar. Aunque

recibe dinero por su labor, no cuenta con los beneficios de un contrato laboral, su

afiliación al sistema de salud es como beneficiaria de su esposo y no aporta a un

fondo de pensiones.

Page 74: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

66

Otra fuente de compensación son las instituciones de salud. En una de las visitas

el cuidador resaltó el reconocimiento que había recibido por parte del personal de

salud sobre el buen estado del enfermo y el aporte de sus labores de cuidado a

ello. “Ahorita entra y ve como la tenemos nosotros, el doctor que vino nos dijo,

esto es un hospital pequeño y está muy bien” (Hombre, 78 años esposo de mujer

de 74 años con secuelas de hemorragia cerebral).

6.4 Consecuencias del cuidado para las personas que lo brindan

Las consecuencias del cuidado para las personas que lo brindan pueden ser

físicas, emocionales, sociales, económicas o interrelacionadas.

La principal consecuencia física mencionada por cuidadoras/es fue la alteración

del sueño, el cual no es profundo ni reparador. No solo se reduce el número de

horas que se duerme por el cambio en los horarios (antes de la enfermedad del

familiar la hora de acostarse era a las 8 pm y ahora es a las 11 pm), sino que las

preocupaciones por la enfermedad les mantienen en un estado de alerta

permanente, de tal forma que no es fácil conciliar el sueño y se despiertan con

facilidad. Como consecuencia de no dormir presentan dolores de cabeza, que

también son un síntoma generado por situaciones de tensión durante el cuidado.

Pero no tener un sueño placentero afecta el estado de ánimo y predispone a

discusiones con las personas cercanas, ya sean de la familia o en el lugar de

trabajo, y sus relaciones se puedan deteriorar.

A estas dolencias les siguen los malestares gastrointestinales como colon

inflamado y gastritis, y hay referencia de episodios de gripa recurrentes.

Nos han salido enfermedades de que no, pero el estrés enferma el organismo.

Pero ayer que estuve en cita, estoy enferma del colon de una forma increíble, pero

Page 75: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

67

estamos esperando exámenes y me la paso con dolor de cabeza, pero uno no

siente el estrés pero el cuerpo si lo siente y sobre todo la gripa, pero no sé si por

las defensas de ella cualquier cosa la trae y nosotros nos rota la gripa. (Mujer, 24

años nieta de mujer de 80 años)

Esto significa que la propia salud de quienes cuidan también se afecta, y evidencia

que las enfermedades físicas son en mucho manifestación del desgaste emocional

que viven “La cuestión emocional influye en la salud física, hay mucho deterioro”

(Hombre, 59 años padre de hombre de 31 años con consecuencias de trauma

craneoencefálico)

Las consecuencias emocionales más evidentes son la tensión y el estrés que se

suman al cansancio físico, que los vuelve irritables. Sufren angustia

desencadenada por el desconocimiento de la situación de salud del paciente o por

no saber cómo actuar en un momento determinado. En este punto las instituciones

también tienen un papel para disminuir la ansiedad brindando educación en

tiempos adecuados donde se pueda verificar la comprensión de la información.

Las consecuencias sociales son principalmente los cambios de estilo de vida. Seis

de los pacientes que recibían cuidado sufrían consecuencias de eventos que

iniciaron de forma abrupta, y el cambio en el estilo de vida de las familias fue

radical.

Cambian la forma de vivir, los hábitos, la vida productiva, la recreación y las

relaciones sociales. Incluso se hace necesario cubrir las actividades que antes

realizaba la persona enferma, “mi papá se volvió ‘’soyla‘’, a raíz de eso nos ha

dado un vuelco” (Mujer, Hija mujer de 74 años con secuelas de hemorragia

cerebral).

Page 76: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

68

Entre los cambios se encuentran los de la vivienda. Hay dos casos en los que las

cuidadoras y sus familias cambiaron de lugar de residencia de un área rural a un

área urbana, de una población pequeña a una ciudad como Bogotá. Esto trae

implicaciones sociales y emocionales importantes. Las personas salen de su

círculo social “porque yo no soy de acá, yo soy de Tenjo y me tuve que pasar a

vivir acá para cuidar a mi papá” (Mujer, 45 años hija de hombre 77 años), y

perciben un aislamiento social significativo porque pasan más tiempo solos.

En general se evidenció que el confinamiento y las largas jornadas hacen que

cuidadoras y cuidadores pierdan el contacto con otras personas, afectando sus

relaciones sociales, como lo ilustra este relato:

Necesito salir y distraerme pero no se puede. Entonces empieza uno a alejarse de

las personas, de los amigos, no me volví a ver con mis amigas” (Mujer, 36 años

nieta de mujer de 90 años)

Hay disminución evidente del tiempo libre. El enfermo es totalmente dependiente

y no es posible dejarlo solo, y el poco tiempo disponible se utiliza para terminar

cosas que no se pueden hacer mientras se brinda el cuidado directo o para cubrir

otras necesidades, relacionadas con procesos administrativos

Escasamente hablar por el celular y eso porque en los momentos en el que no

estaba en el trabajo, aprovechaba y me desplazaba, aprovechaba y llamaba a la

EPS o IPS a médicos amigos, a cómo conseguir para pañales, cremas (Mujer, 36

años nieta de mujer de 90 años).

Así, las actividades de recreación y ocio se reducen a dormir, ver televisión y

acompañar al enfermo. Hacer otra cosa se percibe como descuidar las

necesidades de a quien se cuida o es tiempo para atender otros frentes “Sentarme

a hablar con una amiga para mi me implicaba dejar de hacer una llamada

importante o dejaba de hacer funciones de mi trabajo” (Mujer, 36 años nieta de

Page 77: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

69

mujer de 90 años). En esto se verifica lo que se señala reiteradamente en la

teoría, que cuidar significa poner las necesidades del enfermo sobre las propias.

Las actividades cotidianas pueden cambiar los fines de semana cuando se cuenta

con más cuidadores o cuidadoras. Los domingos un familiar reemplaza a otro

quien dedica ese tiempo a su familia. Para quienes no tienen esta posibilidad, los

fines de semana no tienen diferencia con el resto de días, “y así es cada vez que

sale el sol” (Hombre, 50 años padre de mujer de 17 años con discapacidad de

nacimiento).

Uno de los efectos más significativos es el relacionado con la vida productiva. Se

identifican al menos cuatro casos. Quienes renuncian al trabajo para asumir y

dedicarse por completo al cuidado. Los que hacen un cese temporal a través de

una licencia no remunerada. Las personas que no pueden renunciar por distintas

razones pero igual perciben que su rendimiento es deficiente porque se cumplen

las tareas laborales solo por cumplir lo que afecta las relaciones con sus

compañeros de trabajo. Cuando una persona le es imposible dejar de laborar la

carga del cuidado es mucho más grande porque tiene que rendir en el trabajo,

velar por el bienestar de la persona enferma y mantener las actividades en pro del

bienestar de los demás miembros del hogar. El cuarto caso es cuando hay cambio

en las condiciones laborales de contrato a independiente.

Cualquiera de estos cambios ponen en situación de vulnerabilidad al cuidador/a

porque cambia la forma de acceso al sistema de salud, disminuyen los ingresos,

pierden la posibilidad de aportar para pensión o aumentan la carga de trabajo.

Los ingresos de los hogares disminuyen porque se deja de laborar definitiva o

temporalmente, por el gasto de bolsillo, la compra de servicios adicionales o

cambios en la infraestructura.

Page 78: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

70

Hay un aumento del gasto de bolsillo en compra de insumos que no cubren las

aseguradoras o que son entregadas en forma insuficiente o fuera de tiempo por

parte. El más significativo para las personas entrevistadas fue el gasto en pañales

los cuales están excluidos del POS y si se cubren es solo vía tutela. En promedio

son tres pañales al día Un paquete de 20 unidades cuesta alrededor de $46.000,

pero el gasto por semana puede ser mucho mayor como en aquellas ocasiones

cuando el paciente presenta diarrea. Cuando los servicios son insuficientes o hay

demoras en la entrega de los medicamentos se incurre también en gasto de

bolsillo. En un caso se mencionó cómo la no entrega de la nutrición enteral

representó para la familia del paciente el pago de $400.000 por los suplementos.

Un ítem adicional de gasto es el pago de servicios adicionales o complementarios

a los brindados por el sistema de salud como la atención domiciliaria y el traslado

en ambulancia, servicios de enfermería particular e incluso contratar quién apoye

el cuidado directo.

En los casos consultados las personas de menores recursos económicos se

habían asesorado y acudido a las acciones legales como las tutelas para recibir

con regularidad insumos como pañales y cremas hidratantes, cuyo costo era

imposible de sufragar so pena de afectar los recursos monetarios para

alimentación de la familia.

En algunos casos, para generar comodidad al paciente y favorecer el cuidado se

realizaron cambios en la vivienda como adecuación en servicios sanitarios, alquiler

de cama hospitalaria y pintura que también implicaron gastos. Igualmente el mayor

consumo de utensilios de aseo, agua y luz para guardar la higiene y evitar

propagación de infecciones

En conclusión, a la vez que los ingresos disminuyen cuando se tiene a cargo una

persona dependiente aumentan los gastos. “Antes hubo más gastos mientras lo

Page 79: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

71

cuidé” (Mujer, 45 años hija hombre de 77 años). Esto se relaciona con el tipo de

cuidados. Mientras más actividades se realizan, más insumos y dispositivos

médicos se necesitan, y muchos de ellos no están cubiertos por el POS

implicando para las familias déficits monetarios.

6.5 Características y condiciones que influyen sobre la calidad del cuidado

Existen condiciones que favorecen y barreras que influyen en la calidad del

cuidado. Entre las barreras la referencia más frecuente es que la regularidad de

las terapias es poca y aunque ven que es parte del cuidado y ayudarían a mejorar

la calidad de vida del paciente, no se cumple su periodicidad.

Otra es la difícil movilización de una persona postrada a las citas de control con

especialistas se torna difícil tanto por las condiciones de la vivienda como las del

paciente.

La barrera más sensible para los cuidadores y cuidadoras es el tiempo que lleva

realizar los trámites administrativos. Se pueden necesitar hasta tres días para

completar el proceso necesario para la entrega de medicamentos o insumos No

POS.

Yo no puedo decir que la IPS le haya negado algo porque nunca le negó nada,

pero todo el proceso que tocaba hacer para autorizar hasta una cita, ella nunca

tuvo controles con especialistas debido a que, nunca lo vio domiciliario.

Supuestamente habían aprobado la ambulancia para trasladarla a ella y la fórmula

se vencía y tocaba volver a buscar al médico que nos la trascribiera en una hoja

de IPS e ir a otro sitio e ir otro sitio y nos den la cita y un papel que conste la cita y

poder mostrar para que nos digan si le van a poner la ambulancia y lo mismo con

los medicamentos, habían unos que se trascribían en un sitio y luego en otros

(Mujer 36 años, nieta mujer 90 años con secuelas de hemorragia cerebral).

Page 80: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

72

Este es un punto en el que las EPS deberían apoyar el cuidado dando prelación a

la atención de los enfermos dependientes y facilitando que las consultas médicas

de seguimiento se realicen en la vivienda.

Cuando el plan propuesto para la atención en el domicilio no se cumple se

convierte en una barrera para la atención. Y si a esto se le suma el que el personal

que envía las IPS domiciliarias no cuenta con el entrenamiento necesario por lo

cual con facilidad incurre en fallos como el retiro accidental de los dispositivos

médicos, la consecuencia es el deterioro del estado de salud del paciente y el

aumento de la probabilidad de reingreso a los servicios hospitalarios.

Un factor que favorece o se puede convertir en barrera del cuidado es el

conocimiento y entrenamiento que tiene el cuidador(a) acerca de las actividades

de cuidado. Estos conocimientos se van adquiriendo mirando lo que realizan los

profesionales de salud en sus visitas al domicilio, pero no se recibe un ciclo de

entrenamiento dirigido a cuidadores y cuidadoras,

Existe un mediador emocional que influye en la calidad del cuidado: el afecto que

se le tiene a la persona que se cuida, entonces las actividades se realizan con

amor y de corazón aunque es una dura experiencia. “Yo lloraba y el cuidado era

con todo el amor y corazón y mi hija me ayudaba a voltearlo” (Mujer, 45 años hija

de hombre de 77 años). Este mismo afecto hace que aunque no se brinde

directamente se verifique que el cuidado se realice de forma adecuada.

Sin duda el cansancio y el estrés influyen en la calidad del cuidado que se otorga.

Son frecuentes los sentimientos de agobio y el deseo de no seguir más, que son

superados solo por el sentimiento hacia la persona que necesita el cuidado. Se

desea que las actividades de atención del enfermo se realicen de la forma

“correcta” según la visión de quien cuida, pero ello puede acarrear discusiones con

las demás personas que apoyan el cuidado.

Page 81: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

73

Cuidar bien a un enfermo postrado tiene requerimientos. Los factores físicos

influyen, por ejemplo, la puerta estrecha del baño y las escaleras, dificultan la

labor. Las familias que disponen de recursos para adecuar la vivienda no ven

dificultad en este aspecto, en cambio para quien carece de recursos las barreras

de la vivienda están más presentes.

En resumen, entre los factores que facilitan el cuidado se encuentran el amor, la

dedicación, buscar el bienestar del paciente y el conocimiento o entrenamiento

adquiridos. Por el contrario, aquellos que dificultan son los excesivos trámites, la

insuficiencia en servicios e insumos garantizados en los planes de salud el

cansancio y el estrés, que lo prometido no se cumpla, la falta de conocimiento y

el miedo a lo que pueda suceder.

Estas barreras y facilitadores del cuidado tienen relación con la clase y los

ingresos. Si se tienen los recursos no se perciben las barreras que son muy

evidentes para quienes tienen incapacidad de comprar aquellos bienes o servicios

excluidos del POS pero necesarias para la atención doméstica de los enfermos en

el hogar.

6.6 Factores que ayudarían a disminuir la carga de cuidado

Al preguntar a cuidadores y cuidadoras sobre los factores que podrían ayudar a

disminuir la carga del cuidado refirieron que les gustaría que las citas, las

autorizaciones y los procesos administrativos fueran más fáciles y rápidos, en

especial que se disminuya el tiempo de espera.

Otro deseo es que los pacientes puedan ser vistos por equipos de atención

domiciliaria que le realicen real seguimiento. La atención debería ser integral

incluyendo actividades de diagnóstico, toma de laboratorios, valoración y

Page 82: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

74

tratamiento, así como regularidad en las terapias físicas, respiratorias y de

fonoaudiología, que más que rehabilitación, son necesarias para mejorar la calidad

de vida del enfermo.

En cuanto al seguimiento les parece importante que los hospitales se interesen

por saber cómo se encuentra el paciente en casa y verifiquen que se dio

continuidad al tratamiento establecido.

Si yo como institución doy de alta una paciente bajo un programa, por lo menos el

primer mes hacer un seguimiento de auditoria como se hace en los demás

hospitales acreditados, hacen seguimiento a una cirugía por lo menos el primer

mes para haber si está cumpliendo con lo que necesite el paciente, porque el día

que el paciente requiera y se le dio importancia a lo que pasaba (Mujer, 36 años

nieta de mujer 90 años con secuelas de hemorragia cerebral).

De las EPS se demanda seguimiento para verificar el cumplimiento de los planes y

servicios ofrecidos.

La EPS que hagan auditoria o seguimiento de esos casos especiales y tenemos

una paciente con una condición especial que nos cuesta dinero y atención,

tenemos que facturarle porque son medicamentos no POS, verifiquemos que

verdaderamente que lo que están cobrando se está haciendo y no vayamos a

tener sorpresas de una tutela, demandas y quejas. (Mujer, 36 años nieta de mujer

90 años con secuelas de hemorragia cerebral)

Finalmente, por la carga emocional que trae el cuidado y los cambios drásticos en

el estilo de vida, un deseo importante es el acompañamiento emocional y

educación. Los factores que disminuyen la carga tienen que ver con las

actividades que más tiempo demandan y son más desgastantes, por eso piden

apoyo de las instituciones de salud de las que esperan además respuesta a sus

inquietudes.

Page 83: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

75

6.6 Reflexiones sobre equidad

Desde el concepto de equidad de Whithead (1990) desigualdades sistemáticas,

injustas y evitables, el cuidado en el hogar se comporta como una inequidad en la

medida que personas con las mismas necesidades no tienen iguales

oportunidades de acceso para suplirlas. La atención del enfermo entonces se ve

relacionada con la clase social a la que pertenece ya que a mayores ingresos más

recursos para brindar la atención.

En cuanto a la gestión, la distribución de cargas por el cuidado entre el Estado y

las familias no es equilibrada y también es inequitativa. La familia está asumiendo,

en especial las mujeres, sin reconocimiento económico ni herramientas para

hacerlo la atención que debería ser prestada por el sistema de salud o de

protección social y que en otros ámbitos es brindada por personal calificado y

remunerado.

La condición de invisibilidad del trabajo no remunerado pone en desventaja todo

acto legislativo que lo apoye, dada la escasa importancia que se da a su

contribución a la sociedad. Por lo tanto, no se destinan recursos y no se reconoce

a quienes en los hogares desempeñan con esmero esa labor. Se está

sobrecargando a la familia con el fin de reducir los costos y las estancias

hospitalarias, dándole toda la responsabilidad, teniendo como base que siempre

está dispuesta, disponible y moralmente obligada.

Por diversas motivaciones se han diseñado programas como los de atención

domiciliaria, que podrían ser un verdadero apoyo, pero que por distintas

circunstancias se han convertido en una barrera que dificulta el cuidado.

En un esfuerzo para alcanzar la equidad de género en la gestión de la salud se

hace necesario confrontar el costo de la provisión de atención y hacer una

Page 84: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

76

distribución justa entre hombres y mujeres, entre la familia, la comunidad, el

estado y el mercado. Una clave para llegar a este objetivo son las encuestas de

uso del tiempo y las investigaciones que permitan ahondar en el tema del cuidado.

7. Discusión

Lo encontrado en esta investigación puede ser discutido a la luz de los referentes

teóricos que orientaron el estudio, confrontado con los resultados de otros trabajos

y reflexionado metodológicamente.

Desde el punto de vista teórico-conceptual, el caso de la atención en el hogar de

enfermos crónico-dependientes cumple con la definición de cuidado formulada

por Thomas (2011): se realizan actividades que implican trabajo y un estado

afectivo, el trabajo es prestado principalmente por mujeres en la esfera doméstica

bajo una diversidad de marcos institucionales y las actividades se realizan sin

remuneración.

En él se verifican también las cuatro fases interconectadas descritas por Tronto

(1993):

Preocuparse por: Hay una necesidad de cuidado que es suplida por un

familiar.

Tomar cuidado: Se toman todas las medidas físicas, emocionales o

sociales para dar respuesta a la necesidad.

Cuidador: Hay una persona que brinda la atención y es quien se encuentra

más cercano a quien recibe el cuidado

Receptor de cuidado: Hay una respuesta a la atención brindada, ya sea de

agradecimiento o de mantenimiento en la calidad de vida del enfermo.

La atención de un enfermo en casa es un trabajo que aumenta dependiendo de

los avances en la tecnología. Cada vez las actividades son más continuas y

Page 85: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

77

extenuantes, requieren destrezas especializadas y mucho esfuerzo físico y mental.

(Armstrong, 2008).

Los hallazgos coinciden con lo reportado en diferentes estudios. Que la carga de

cuidado de enfermos crónico-dependientes en el hogar es alta por el tipo de

cuidados que requieren y por ser personas totalmente dependientes. Como lo

señala Armstrong (2008) el cuidado tiene diferentes características según el tipo

de patología del paciente, la edad, las perspectivas de recuperación y la

composición y el tamaño de los hogares; características que fueron evidentes en

los resultados ya que las personas que tenían una familia más grande contaban

con más apoyo, lo cual a su vez influye en la calidad de la atención.

El cuidado de personas crónico-dependientes implica para cuidadores y

cuidadoras una dedicación de tiempo casi permanente durante el tiempo en que el

paciente permanece en condición de dependencia. En el caso de las personas con

consecuencias neurológicas este estado es hasta su fallecimiento. Esta

dedicación casi exclusiva al cuidado hace que los tiempos de recreación y tiempo

libre se reduzcan al mínimo o se utilicen para cubrir necesidades de la persona

cuidada. Como lo refieren Nigenda et al (2007) el tiempo dedicado es tal que la

familia se ve obligada a reestructurar completamente sus actividades cotidianas y

estilo de vida.

Hay coincidencia también con lo informado en el estudio basado en la encuesta

del Uso del Tiempo del Gran Santiago en Chile (Mires & Toro, 2010) donde refiere

que los cuidadores de personas postradas no pertenecen al sector activo de la

economía y la persona encargada del cuidado se dedica de forma exclusiva a esta

actividad. En este estudio esa era la situación en varios de los casos. No obstante,

en otros, ante la imposibilidad de salir del sector productivo, algunos cuidadores y

cuidadoras terminaban teniendo doble carga, o si sus posibilidades lo permitían,

distribuían la carga con una persona contratada para el cuidado directo.

Page 86: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

78

Las consecuencias económicas del cuidado no se centran solo en la no inserción

laboral de los cuidadores o cuidadoras, sino también tienen que ver con el

aumento en el gasto de bolsillo relacionado con insumos y actividades de cuidado,

un aspecto no descrito en los estudios revisados.

Los hallazgos de la presente investigación muestran como lo han hecho varias

otras que existen consecuencias de distintas índoles para las personas que

brindan el cuidado: consecuencias físicas y mentales como las referidas también

en el estudio de Giraldo y Franco (2006), enfermedades relacionadas o

manifestaciones del estrés y del cansancio como cefalea, colon irritable y gastritis,

en especial las alteraciones del sueño, igualmente descrito por Vaquiro y

Stiepovich (2010).

Hay igualmente similitudes con lo descrito en el estudio “Disputas en torno a los

planes de cuidado en la internación domiciliaria: una reflexión necesaria” (De

Carvalho, Camargo, & Merhy, 2007): la adecuación de la vivienda para el retorno a

casa, el uso de equipos biomédicos y el hecho que es el cuidador o cuidadora

quien realmente ejecuta el plan de cuidado elaborado por el equipo de atención.

Lo denominado por Vidal-Thomas et al (2009) como necesidades de información

se evidenció en el estudio como la falta de entrenamiento y capacitación, que a su

vez es falta de apoyo de las instituciones de salud. Al igual se percibió que la

necesidad no era solo información, sino más bien de formación y desarrollo de

habilidades, tanto como de acompañamiento. Pero a diferencia de éste, en el

presente trabajo las/los entrevistados no mencionaron como necesidad que el

sistema de salud o el de protección social reconozcan sus necesidades en cuanto

la naturaleza de los cuidados y el estado de confinamiento al que se encuentran

Page 87: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

79

sometidos(as). Más bien fue una percepción de cómo la carga se torna agobiante

para los cuidadores(as).

Al igual que en la investigación de Vaquiro y Stiepovich (2010), el cuidado

cotidiano de un enfermo crónico-dependiente genera un impacto en la vida del

cuidador(a) y en la de su familia, ocasionando cambios de roles que afectan la

calidad de vida, el sueño y el descanso.

En cuanto las actividades que ayudarían a disminuir la carga del cuidado por parte

de los profesionales, la información es consistente con lo descrito por Vidal-

Thomas (2009) en cuanto la demanda de apoyo en el seguimiento de la

enfermedad y en los trámites y agilización de la adjudicación de citas que en este

estudio se denominó procesos administrativos.

Comparados con el estudio de Giraldo y Franco (2006), la mayoría de los

cuidados en el hogar son proporcionados por familiares o personas cercanas; la

mayoría mujeres, pero también hay hombres involucrados. Y aunque en el caso

estudiado quienes cuidan no tienen bajos niveles de escolaridad, la decisión de

dedicación exclusiva al cuidado está fuertemente relacionada con los sentimientos

de afecto que se tienen hacia la persona que recibe el cuidado.

En los estudios revisados no se hace referencia a las dificultades de la

movilización y traslado de los pacientes que pueden explicar los hallazgos sobre la

salud física como los dolores de espalda y articulaciones. Tampoco se encontró

que los eventos adversos derivados de la atención formal como factor que

aumenta la carga de cuidado y que en cierta medida es prevenible.

Llama la atención que los tiempos de enfermería en el hogar son en su mayoría

para la educación y no para la atención que es lo que realmente disminuiría la

carga de cuidado; y aun así el tiempo para la capacitaciones insuficiente. Sin duda

Page 88: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

80

desde la estancia de hospitalización se puede iniciar el entrenamiento de la

persona cuidadora y así contribuir a bajar sus niveles de ansiedad a lo

desconocido lo que repercute la calidad del cuidado que prodiga. La mejor

estrategia es involucrar al cuidador(a) desde el hospital.

Otro factor que contribuye a la percepción de falta de apoyo por parte de las

instituciones de salud se puede deber a que los profesionales no muestran

disposición de escucha o aprendizaje (De Carvalho, Camargo, & Merhy, 2007) y

pretenden que las familias sigan los protocolos y guías sin brindar entrenamiento o

educación y mucho menos considerar a los cuidadores (as) como miembros del

equipo que produce cuidado.

Se puede ver que los hallazgos del presente estudio concuerdan con los

resultados de los estudios nacionales e internacionales revisados. Las actividades

que a diario realizan los familiares encajan en los conceptos descritos por

Himmenweit (2011) y Arango (2011), en el sentido que el cuidado, y en especial

el de salud, está compuesto por distintas modalidades, experiencias y posiciones.

Siguiendo a Molinier (2011) cuidar es un trabajo en sí mismo en el que se trata de

dominar las emociones y afectos para ajustarlos a las necesidades de los otros;

los cuidadores y cuidadoras ponen el cuidado del otro sobre su propia calidad de

vida.

En cuanto a la metodología, los relatos de vida permitieron ver y escuchar desde

la perspectiva del otro los significados que se dan al cuidado; una escucha atenta

permite que de forma natural los entrevistados cuenten sus historias. Sin embargo,

la disposición y apertura de entrevistado y entrevistador puede afectarse si se

percibe asimetría o interés; para el caso, se recomienda que las personas

entrevistadas no conozcan el cargo que desempeña el entrevistador en la

institución de salud ya que esto influye en las respuestas y la forma como se

comunica durante la entrevista.

Page 89: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

81

La información recogida no permitió hacer una amplia discusión de los aspectos

de equidad, apenas una reflexión a partir de los mismos, y tampoco consideró

ahondar en conocer la perspectiva desde las instituciones de salud, importante en

futuras investigaciones

8. Conclusiones

La calidad de vida y la salud de las personas que brindan cuidado a enfermos

crónico-dependientes en el hogar se ven afectadas por distintos factores: el tipo de

cuidado, el tiempo de cuidado, el conocimiento de la enfermedad del familiar y las

condiciones en que se brinda. Estas condiciones o factores de apoyo, las cuales

son de tipo material y emocional son las que más influyen en la calidad de la

atención.

Como toda acción, cuidar tiene consecuencias, efectos en la situación física,

emocional, social y económica de cuidadores y cuidadoras que también pueden

influir en la calidad del cuidado que se brinda.

Entre las consecuencias físicas la más relevante y que se relaciona con otras son

las alteraciones con el sueño que desencadenan cefaleas y estados emocionales

irritables. Se evidencia una relación entre las alteraciones gastrointestinales y las

consecuencias emocionales como el estrés y la angustia que produce el cuidado

de alta complejidad.

El aislamiento social por los cambios de residencia, por la disminución del tiempo

libre para actividades sociales y la dedicación exclusiva al cuidado produce en los

cuidadores y cuidadoras agobio. Entre las consecuencias sociales también se

encuentra el retiro parcial o total de la vida productiva, lo cual influye en el

confinamiento en el hogar.

Page 90: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

82

Pero además el cuidado de una persona crónico-dependiente afecta la economía

de los hogares ya que los ingresos se disminuyen porque la persona enferma no

genera ingresos o algún miembro del hogar tiene que dejar la vida productiva

mientras los gastos aumentan.

Son muy pocas las actividades que refirieron los cuidadores y cuidadoras que

pudieran disminuir la carga, pero la más importante es la disminución del tiempo y

facilidades en los trámites administrativos para la consecución de medicamentos e

insumos. La estructura y las condiciones de los planes de beneficios actuales se

convierten en una barrera para la calidad del cuidado que se brinda en el

domicilio.

Las normas convierten en obligatoria la presencia de un familiar para que el

paciente crónico-dependiente pueda recibir atención domiciliaria, pero esta

obligación no tiene recompensa, ni reconocimiento; se trata solo de una mano de

obra gratuita y su papel se naturaliza al igual que otras tareas en el hogar. Esta

naturalización tiene consecuencias de equidad relacionadas con la distribución de

tareas al interior de las familias y en la sociedad. Conlleva inequidades tanto de

género como de clase.

Es importante que la sociedad y el Estado e incluso las mismas familias

reconozcan las labores de cuidado como un trabajo que requiere apoyos y

compensaciones.

Es necesario ver al cuidador(a) como un aliado en la producción de salud, quien

se encuentra realizando un trabajo que permite que la persona enferma mantenga

una calidad de vida aceptable, pero no se puede olvidar que el cuidado tiene

consecuencias para la salud y la calidad de vida de quienes lo brindan, razón por

Page 91: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

83

la cual a pesar que este cuidado no se puede sustituir es necesario brindarles

apoyos y compensaciones, orientando así a una condición más equitativa.

9. Recomendaciones

Se recomienda ahondar en los factores que pueden disminuir la carga del cuidado

de enfermos crónico-dependientes en el hogar por parte de los profesionales de

salud, la forma como se podría realizar y las condiciones que facilitarían que los

cuidadores perciban este apoyo.

En las instituciones de salud se podrían implementar programas y protocolos de

entrenamiento y vinculación del cuidador(a) desde el momento de la

hospitalización para pacientes con entidades médicas definidas, en los cuales el

cambio en el estilo de vida de los familiares va a ser abrupto.

Una forma de realizarlo podría ser con la elección de pacientes que tengan

consecuencias de enfermedades que generen postración como eventos

cerebrovasculares, traumas craneoencefálicos severos y traumas raqui-

medulares. Definir un programa de entrenamiento al cuidador de manejo en casa

del paciente postrado que incluya la prevención de úlceras por presión,

entrenamiento en el cambio del pañal, el baño, alimentación y administración de

medicamentos.

El programa debería diseñar los mecanismos y estrategias para asegurar que los

familiares comprenden la naturaleza de la patología del enfermo y su perspectiva

de recuperación y rehabilitación, ya que se ha demostrado que la falta de

información genera ansiedad y estrés.

Pero no es suficiente brindar información, hay que tener un acompañamiento

institucional mediante visitas y llamadas telefónicas. Incluso se podría acudir a la

Page 92: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

84

telemedicina como herramienta de seguimiento médico y de calidad de los

servicios domiciliarios para tener una continuidad en la atención, que debiera

reflejarse en la disminución de reingresos.

Con las visitas se puede crear un espacio de reconocimiento a cuidadores y

cuidadoras por la labor desempeñada, lo cual puede incluir un grupo de personas

cuidadoras que compartan sus experiencias y menciones simbólicas por parte de

la institución con las que se valore la calidad de los cuidados brindados y su

contribución al bienestar del enfermo en casa.

Finalmente, para hacer visible y redistribuir del trabajo no remunerado en salud es

importante ahondar en el conocimiento del tema para llevarlo al debate público,

permitiendo así una visión en conjunto sobre la dimensión de ese trabajo, las

relaciones y complejidades que implican las decisiones del sistema de salud y las

repercusiones para la sociedad.

Page 93: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

85

Bibliografía

Albarran Lozano, I., & Alonso Gonzalez, P. (2009). La población dependiente en España: Estimación

del número y coste global asociado a su cuidado. Estudios de economía, 36(2), 127-13.

Alliance, F. C. (Noviembre de 2012). www.caregiver.org. Recuperado el 21 de Abril de 2013, de

www.caregiver.org:

http://www.caregiver.org/caregiver/jsp/content_node.jsp?nodeid=439

Arango Gaviria, L. G. (2011). El trabajo de cuidado: ¿servidumbre, profesión o ingenieria

emocional? En L. G. Arango Gaviria, & P. Molinier, El trabajo y la ética del cuidado (págs.

91-107). Bogotá: La Carreta Editores.

Arango Gaviria, L. G., & Molinier, P. (2011). El cuidado como ética y como trabajo. En L. G. Arango

Gaviria, & P. Molinier, El trabajo y la ética del cuidado (págs. 15-21). Bogotá: La Carreta

Editores.

Armstrong, P. (2008). Las mujeres, el trabajo y el cuidado de los demás en el actual milenio. En

OPS, La economía invisible y las desigualdades de género (págs. 195-204). Washington:

Organización Panamericana de la Salud.

Asociación Médica Mundial. (06 de 06 de 2013). Instituto de Neurobiología. Recuperado el 06 de

06 de 2013, de nstituto de Neurobiología:

http://www.inb.unam.mx/bioetica/documentos/declaracion_helsinki.pdf

Balbo, L. (1987). Time to Care. Polithiche del tempo e diritti quotidiani. Milán: Franco Angeli

Barrera Ortíz, L., Pinto Afanador, N., & Sanchez-Herrera, B. (2006). Evaluación de un programa

para fortalecer a los cuidadores familiares de enfermos crónicos. Revista de Salud Pública,

8(2), 141-152.

Bertaux, D. (Marzo de 1999). El enfoque biográfico: su validez metodológica, sus potencialidades.

Proposiciones , 29, 1-22.

Bogotá, (2004). Concejo de Bogotá. Acuerdo 134 de 2004. Recuperado el 19 de junio de 2013, de

Alcaldia de Bogotá: http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=15548

Carrasco, C., Bonderías, C., & Torns, T. (2011). El trabajo de cuidados: Antecedentes históricos y

debates actuales. En C. Carrasco, C. Bonderías, & T. Teresa, El trabajo de cuidados Historia,

teoría y políticas (págs. 13-95). Madrid: Catarata.

Castañeda Abascal, I. E. (2007). Reflexiones teóricas sobre las diferencias en salud atribuibles al

género. Revista cubana de salud pública, 33(2), 1-20.

Page 94: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

86

Colombia. (11 de Noviembre de 2010) Congreso de la República. Ley 1413 de 2010 por la cual se

incluye la economía del cuidado en las cuentas nacionales.

Colombia. (28 de Diciembre de 2011). Comisión de Regulación en Salud. Acuerdo 029 Por el cual se

sustituye el Acuerdo 028 de 2011 que define, aclara y actualiza integralmente el PLan

Obligatorio de Salud. Bogotá.

Colombia. (18 de Enero de 2011) Congreso de la República. Ley 1438 por medio de la cual se

reforma el Sistema General de Seguridad Social en Salud y se dictan otras disposiciones.

Colombia. (6 de Mayo de 2013). Ministerio de Salud y Protección Social . Por el cual se definen los

procedimientos y condiciones que deben cumplir los Prestadores de Servicios de Salud para

habilitar los servicios y se dictan otras disposiciones.

Colombia (4 de Octubre de 1993). Ministerio de Salud. Resolución 8430 por el cual se establecen

las normas científicas, técnicas y administrativas para la investigación en salud

Colombia. (28 de Julio de 2009). Senado de la Republica. Por el cual se reconoce al Cuidador

Familiar en casa para personas en estado de dependencia, se modifica la Ley 100 de 1993 y se

dictan otras disposiciones

Congreso de la República. (s.f.). Recuperado el 30 de Enero de 2014, de Congreso de la República:

http://www.senado.gov.co/comisiones/comisiones-accidentales

Congreso de la República. (16 de Junio de 2010). Texto definitivo aprobado en comisión al

Proyecto de Ley 33 de 2009. Gaceta del Congreso 359.

Congreso de la República. (15 de Agosto de 2012). Informe de objeción presidencial a la Ley 138

de 2011 de Senado y 290 de Cámara de 2011. Gaceta del Congreso 517.

Congreso Visible. (s.f.). Recuperado el 30 de Enero de 2014, de Congreso Visible :

http://congresovisible.org/votaciones/3377/

Congreso Visible. (s.f.). Proyecto de Ley 138, Ley Consuelo Devis Saavedra. Recuperado el 8 de

Febrero de 2014, de Congreso Visible: http://www.congresovisible.org/proyectos-de-

ley/por-medio-de-la-cual-se/5923/#tab=2

Consejo de Europa (1998). Recomendación N" (98)9 del Comité de Ministros a los Estados

miembros relativa a la dependencia.

Corte Constitucional. (26 y 27 de Junio de 2013). IV. Expediente OG-145 - AUTO 121/13.

Comunicado N° 25.

Page 95: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

87

Covadonga, A., Granado-Villace, R., & García-Janez, E. (2009). Calidad de vida relacionada con la

salud en cuidadoras de personas dependientes en dos zonas rurales de León. Enfermería

Clínica, 249-257.

Cresson, G. (2000). Les parents d´enfants hospitalisés à domicile. Leur participation aux soin. París,

L´Harmattan. "Logiques sociales".

DANE . (5 de Diciembre de 2013). Encuesta Nacional de Uso del Tiempo . Boletín de prensa. Bogotá

DC.

DANE. (2012). www.dane.gov.co. Recuperado el 21 de Abril de 2013, de www.dane.gov.co:

http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/pib/eco_cuidado/fomulario_ENUT.pdf

De Carvalho, L. C., Camargo, L., & Merhy, E. E. (Septiembre-Diciembre de 2007). Disputas en torno

a los panes de cuidado en la internación domiciliaria: una reflexión necesaria. Salud

Colectiva, 3(3), 259-269.

Escudero Rodriguez, B. (2006). El sistema formal de cuidados consecuencias de su visión sobre los

cuidadores informales. Rol de enfermería, 29(10), 33-38.

Esquivel, V. (2010). The informal Economy in Greater Buenos Aires: a statiscal profile. Cambrige:

WIEGO.

Esquivel, V. (2011). La economía del cuidado en América LAtin: Poniendo a los cuidados en el

centro de la agenda. Área Práctica de Género - PNUD.

Fuentelsaz-Gallego, C., & Úbeda-Bonet, I. (2006). Características y calidad de vida de los

cuidadores informales de enfermos de sida. Enfermería Clínica, 16(3), 137-143.

García-Calvente, M. M.-R., & Moroto-Navarro, G. (2004). El impacto de cuidar en la salud y la

calidad de vida de las mujeres. Gaceta Sanitaria, 18(2), 83-92.

Giraldo, M. I., & Franco, G. M. (2006). Calidad de vida de los cuidadores familiares. Aquichan, 38-

53.

Gómez Gómez, E. (2002). Género, equidad y acceso a los servicios de salud: una aproximación

empírica. Revista Panamerciana de Salud Pública, 11(5/6), 327-334.

Gómez, G. E. (2008). La valoración del trabajo no remunerado: una estrategia clave para la política

de igualdad de género. En O. -O. Salud, La economía invisible y las desigualdades de

género (págs. 3-20). Washington: Organización Panamericana de la Salud.

Gómez-Gómez, E. (2001). Equiad, género y salud. Taller Internacional Cuentas Nacionales de Salud

y Género (págs. 1-14). Santiago de Chile: OPS/OMS-FONASA.

Page 96: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

88

Gómez-Gómez, E. (2002). Equidad, género y salud: retos para la acción. Revista Panamercana de

Salud Pública, 11(5/6), 454-461.

Henao Morales, R. (2003). Boletín de Estadísticas Secretaría Distrital de Salud de Bogotá. Bogotá:

Citygraf impreisones.

Hernandez, A. (2009). El trabajo no remunerado del cuidado de la salud: naturalización e

inequidad. Gerencia y políticas de salud , 173 -185.

Hernandez, A. (2012). El trabajo no remunerado de cuidado a la salud y la igualdad de género:

elementos para el análisis de las políticas salud y el desempeño de los sistemas de salud.

No publicado.

Hervas, A., & Cabasés, J. (2007). Coste del cuidado informal del ictus en una población general no

institucionalizada. GAceta Sanitaria, 444-451.

Himmelweit, S. (2011). El descubrimiento del trabajo no remunerado. En C. Carrasco, C. Borderías,

& T. Torns, El trabajo de cuidados. Historia, teoría y políticas (págs. 199-224). Madrid:

Catarata.

Kornblit, A. L. (2007). Historias y relatos de vida: una herramienta clave en metodologías

cualitativas. En A. L. Kornblit, Metodologías cuialitativas en ciencias sociales: Modelos y

procedimientos de análisis (págs. 15-33). Argentina: Biblos.

Larragaña, I., Matin, U., Bacigualupe, A., Begiristaín, J. M., Valderrama, M. J., & Arregi, B. (2008).

Impacto del ciudado informal en la salud y la calidad de vida de las personas cuidadoras:

análisis dde las desigualdades de género. Gaceta Sanitaria, 22(5), 443-450.

López, J., & Crespo, M. (2007). Intervenciones con cuidadores de familiares mayores

dependientes: una revisión. Psicothema, 19(1), 72-80.

Madre invidente como sujeto de especial protección, Sentencia 397 (Corte Constitucional de

Colombia 29 de Abril de 2004).

Milosavljevic, V., & Tacla, O. (2008). Las encuestas del uso del tiempo: su diseño y aplicación. En O.

P. OPS, La economía invisible y las desigualdades de género. LA importancia de medir el

trabajo no remunerado (págs. 151-164). Washington: Organización Panamericana de la

Salud.

Mires, L., & Toro, E. (2010). Encuesta Exploratoria sobre el Uso del Tiempo en el Gran Santiago .

Santiago.

Molinier, P. (2011). Antes que todo, el cuidado es un trabajo. En L. G. Arango Gaviria, & P.

Molinier, El trabajo y la ética del cuidado (págs. 45-64). Bogotá: La Carreta Editores.

Page 97: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

89

Montalvo Prieto, A., & Florez Torres, I. (2008). Características de los cuidadores de personas en

situación de cronicidad.Cartagena (Colombia) Un estudio comparativo. Salud Uninorte,

24(2), 181 - 190.

Montalvo-Prieto, A., Florez-Torres, I., & Stavro de Vaga, D. (2008). Cuidando a cuidadores

familiares de niños en sitación de discapacidad. Aquichan, 8(2), 197-211.

Montorio, I., Fernandez, M., López, A., & Sánchez, M. (1998). La Entrevista de Carga del Cuidador.

Utilidad y validez del concepto de carga. Anales de psicología, 14(2), 229-248.

Mundial, A. M. (06 de 06 de 2013). Instituto de Neurobiología. Recuperado el 06 de 06 de 2013, de

nstituto de Neurobiología:

http://www.inb.unam.mx/bioetica/documentos/declaracion_helsinki.pdf

Muñiz, M. (s.f.). Facultad de Psicologia. Universidad de la República. Recuperado el 30 de 05 de

2013, de Facultad de Psicologia. Universidad de la República:

http://www.psico.edu.uy/sites/default/files/cursos/1_estudios-de-caso-en-la-

investigacion-cualitativa.pdf

Nigenda, G., López-Ortega, M., & Matarazzo, C. (2007). La atención de los enfermos y

discapacitados en el hogar: Retos para el sistema de salud mexicano. Salud pública de

México, 287-294.

Oliva, J., Vilaplana, C., & Osuna, R. (2011). El valor social de los cuidados informales provistos a

personas mayores en situación de dependencia en España. Gaceta Sanitaria, 108-114.

Ostlin, P., George, A., & Sen, G. (2002). Género, salud y equidad: las intersecciones. En T. Evans, A.

Whitehead, F. Diderichsen, A. Bhuiya, & M. Wirth, Desafío a la falta de equidad en la

salud: de la ética a la acción (págs. 189-205). Washington: The Rockefeller Foundation.

Paperman, P. (2011). La perspectiva del care: de la ética a lo político. En L. G. Arango Gaviria, & P.

Molinier, El trabajo y la ética del cuidado (págs. 25-44). Bogotá: La Carreta Editores.

Pedrero Nieto, M. (2003). La encuestra de uso del tiempo y sus potencialidades para conocer las

inequidades de género. México: Instituto Nacional de las Mujeres.

Peter, F., & Evans, T. (2002). Dimensiones éticas de la equidad en salud. En T. Evans, M.

Whitehead, F. Diderichsen, Bhuiya, Abbas, & M. Wirth, Desafío a la falta de equidad en la

salud de la ética a la acción (págs. 27-35). Washington: Rockefeller Foundation.

Reca, I., Álvarez, M., & Tijoux, E. (2008). Costos no visibles del cuidado de enfermos en el hogar.

Estudio de casos en Chile. En OPS, La economía invisible y las desigualdades de género. La

importancia de medir y valorar el trabajo no remunerado (págs. 179-193). Washington:

OPS.

Page 98: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

90

Rodríguez Enríquez, C. (Abril de 2012). La cuestión del cuidado:¿El eslabón perdido del análisis

económico? Revista Cepal(106), 23-36.

Rodriguez, N. (2005). Caracterización de familias con pacientes oncológicos adultos atendidos en

el Instituto Nacional de Cancerología E.S.E, Bogotá D.C, Colombia: una mirada desde la

perspectiva de riesgo. REvista Colombiana de Cancerlogía, 9(2), 13-20.

Rogero-García, J. (2009). Distribución en España del cuidado formal e informal a las personas de 65

años y más en situación de dependencia. Revista Española de Salud Pública, 83(3), 393-

405.

Rogero-García, J., Prieto-Florez, M.-E., & Rosenberg, M. (2008). Health Services use by older

people with disabilities in Spain: do formal and infomal care matter? Ageing & Society(28),

959- 978.

Senado de la República. (2009). Proyecto de Ley 033. Por el cual se reconoce al Cuidador Familiar

en casa para personas dependientes. Bogotá DC.

Senado de la República. (16 de Septiembre de 2010). Ponencia para segundo debate al Proyecto

de Ley 33. Bogtá D.C.

Social, S. D. (28 de diciembre de 2012). Integración social. Recuperado el 22 de junio de 2013, de

Proyecto de Atención Integral a Personas con Discapacidad, Familias, Cuidadores y

Cuidadoras - Cerrando Brechas.:

http://www.integracionsocial.gov.co/anexos/documentos/proyectosbogotahumana/721%

20Atencion%20integral%20a%20personas%20con%20discapacidad,%20familias%20y%20c

uidadores%20cerrando%20brechas.pdf

Sstrake, R. (s.f.). Estudio de caso .

http://books.google.com.co/books?hl=es&lr=&id=gndJ0eSkGckC&oi=fnd&pg=PA9&dq=est

udio+de+caso+cualitativo&ots=mPPKZXFC3m&sig=UB0OhCS1vwLBR0gBNxSRK7kCKZI#v=o

nepage&q=estudio%20de%20caso%20cualitativo&f=false.

Stake, R. (1999). Investigación con estudio de casos. Madrid: Morata.

Thomas, C. (2011). Deconstruyendo los conceptos de cuidados. En C. Carrasco, C. Borderías, & T.

Torns, EL trabajo de cuiadados. Historia, teoría y políticas (págs. 145-176). Madrid:

Catarata.

Thomas, C. (2011). Deconstruyendo los conceptos de cuidados. En C. Carrasco, C. Borderías, & T.

Torns (Edits.), El trabajo de cuidados. Historia, teoría y políticas. (M. Bofill, Trad., 1 ed.,

págs. 145-176). Madrid: La Catarata.

Page 99: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

91

Torres, I., Beltran, F., Martinez, G., Quesada, J., & Cruz, L. (Mayo-Agosto de 2006). Universidad

Veracruzana. Recuperado el 16 de Marzo de 2014, de Universidad Veracruzana:

http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol19num2/articulos/cuidar/index.html

Trigas, M. (s.f.). Medicina Interna de Galicia. Recuperado el 1 de Febrero de 2014, de Medicina

Interna de Galicia: http://www.meiga.info/escalas/indicedebarthel.pdf

Tronto, J. (1993). Care. En J. Tronto, Moral Boundaries (págs. 101-124). New York: Routledge.

Vaquiro, S., & Stiepovich, J. (2010). Cuidado informal, un reto asumido por la mujer. Ciencia y

Enfermería , XVI(2), 9-16.

Vidal-Thomas, M., Alorda-Terrasa, C., Adrover-Barceló, R., & Ripoll-Amengual, J. (2009).

Necesidades de las cuidadoras familiares de personas con accidente cerebrovascular en el

domicilio: Revisión estructurada 2000-2007. Enfermería Clinica, 19(2), 83-89.

Withlacht, C. J., & S, N. L. (2007). Caregiving and caring.

Yanguas Lezaum, J. J. (Octubre de 2001). www.imsersomayores.csic.es. Recuperado el 21 de Abril

de 2013, de www.imsersomayores.csic.es:

http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/yanguas-apoyo-02.pdf

Yin, R. K. (2009). Introduction: How to know wheter and when to use Case Studies as a Research

Method . En R. K. Yin, Case Study Research Desing and Methods (págs. 3-21). Thousand

Oaks: SAGE.

Page 100: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

92

Anexos

Page 101: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

93

Anexo 1. Guía de preguntas para la entrevista

Fecha: Consecutivo:

1. Nombre

2. Edad años 3. Sexo A. F B. M

4. Estado civil A. Casado(a) B. Soltero(a) C. Unión libre

D. Viuda(a) E. Divorciado(a) F. Separado(a)

5. A qué se dedica?

6. Número de personas que viven en el hogar

7. Quién es el jefe del hogar

8 Parentesco de cada una de las personas que viven en el hogar con el jefe del hogar

8.1 8.5 8.9

8.2 8.6 8.10

8.3 8.7 8.11

8.4 8.8 8.12

9. Cuál fue el máximo año que cursó

A. Primaria B. P. incompleta C. Bachillerato D. B. incompleto

E. Técnico F. Tecnológico G. Profesional H. Posgrado

I. Ninguna

10. Tiene EPS SI NO 10.1 ¿Cuál?

10.2 ¿Quién paga la EPS? A Cotizante B Beneficiario

Identificación de quien recibe el cuidado

11. Nombre

12. Edad años 13. Sexo A. F B. M

14. Estado civil A. Casado(a) B. Soltero(a) C. Unión libre

D. Viuda(a) E. Divorciado(a) F. Separado(a)

15. A que se dedica?

Identificación de quien brinda el cuidado

Proyecto "Implicaciones del cuidado en el hogar de enfermos crónico/dependientes para la salud y la calidad

de vida de quienes lo realiza en un estudio de caso en un hospital de IV nivel en Bogotá, 2013.

Usted ha sido identificada(o) como cuidador(a) de una persona con enfermedad crónica/dependiente lo

que permitirá i lustrar los aspectos los aspectos de que trata este proyecto, cuyo objetivo es conocer las

implicaciones del cuidado informal para la salud y la calidad de vida de quienes lo realizan y sus efectos

sobre la calidad del cuidado.

Esta entrevista busca ilustrar su trayectoria en el cuidado que se brinda a una persona en situación de

dependencia, en cuanto a las características y condiciones en las que se realiza el cuidado, los apoyos y

compensaciones que recibe, las consecuencias del cuidado y las características y condiciones que influyen

sobre la calidad del cuidado. Lo anterior permitirá visibil izar la labor que usted realiza en el hogarTeniendo en cuenta estos objetivos del proyecto, ¿le gustaría participar en esta investigación? SI__

NO __ Para fines del análisis de la información es importante grabar la sesión en audio, ¿está usted de

acuerdo? SI___ NO__

Usted debe saber que:

Esta investigación se rige por las normas bioéticas, internacionales y nacionales que rigen la investigación en

seres humanos contempladas en la Resolución 8340 del 4 de octubre de 1993. Si usted acepta participar, debe

saber que la información recolectada es confidencial, anónima y solo utilizada para fines de esta investigación,

y que puede retirarse en cualquier momento.

En caso que sea necesario profundizar en algunos aspectos, estaría dispuesto(a) a tener una próxima

sesión.

Page 102: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

94

16. Número de personas que viven en el hogar

17. Quién es el jefe del hogar

18 Parentesco de cada una de ellas con el jefe del hogar

18.1 18.5 18.9

18.2 18.6 18.10

18.3 18.7 18.11

18.4 18.8 18.12

19. Cuál fue el último año que cursó

A. Primaria B. P. incompleta C. Bachillerato D. B. incompleto

E. Técnico F. Tecnológico G. Profesional H. Posgrado

I. Ninguna

20. Tiene EPS SI NO 20.1 ¿Cuál?

20.2 ¿Quién paga la EPS? A Cotizante B Beneficiario

Preguntas orientadoras

VESTIRSE

Independiente: capaz de ponerse y quitarse la ropa, abotonarse,

amarrarse los zapatos 10

Necesita ayuda 5

Dependiente 0

BAÑARSEIndependiete: entra y sale solo del baño 5

Dependiente 0

COMER

Totalmente independiente 10

Necesita ayuda para cortar la carne, partir el pan. 5

Dependiente 0

8. En el mundo ideal cómo serían las características y las condiciones para brindar el cuidado en el hogar,

qué apoyos y compensaciones le gustaría recibir

Clave: Explorar deseos de educación e información, papel que desempeñarían las instituciones de salud.

INDICE DE BARTHEL

PARTAMETRO SITUACION PUNTUACION

1. Tengo entendido que _____________ sufre de ___________ enfermedad. Cuénteme en que consiste eso de la

enfermedad de _________________ Para usted que tan dependiente es _________. Existe un índice de Barthel

con el que se puede valorar el grado de dependencia de ____, para esto le haré unas preguntas.2. Cómo ha sido su experiencia cuidando la salud de _______________

Clave: Tiempo de cuidados, cambios en el último año, cuidadores anteriores, relación con otros familiares

3. ¿Cómo es un día normal para usted? ¿Existe alguna diferencia con los fines de semana?

Clave: Identificar horas dedicadas al cuidado, carga por el cuidado

5. ¿Qué reconocimientos ha recibido por cuidar a ______?

Clave: Explorar sobre la satisfacción de cuidar, incluir si recibe remuneración por el cuidado, apoyo de las

instituciones de salud y de otros familiares.

4. ¿Cómo se ha afectado su salud y su caliad de vida por el tiempo que ha dedicado al cuidado de

_________? Clave: Indagar sobre percepción del estado de salud actual y si ha

tenido algún cambio en el último año. ¿Por la labor que realiza ha dejado de trabajar o de estudiar? ¿Los

ingresos del hogar se han visto afectados? ¿Qué realiza en su tiempo libre? Actividades de recreación y ocio.

6. Cómo cree que las condiciones de su vivienda y del hogar que influyen sobre el cuidado que brinda a

________

Clave: Indagar condiciones físicas y emocionales en el hogar

7. ¿Cómo le ha ido cuando ha solicitadao servicios de salud para __________?

Clave: Si ha presentado dificultades explorar cómo las resolvió

Page 103: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

95

100 Independiente

40 - 55 Moderado

> 60 Leve

< 20 Total

20 - 35 Grave

RESULTADO GRADO DE DEPENDENCIA

ESCALONES

Independiente para subir y bajar escaleras 10

Necesita ayuda o supervisión para hacerlo 5

Dependiente 0

Mínima ayuda o supervisión para hacerlo 10

Necesita gran ayuda, pero es capaz de mantenerse solo 5

0

DEAMBULAR

Inpedendiente, camina solo 50 mts 15

Independiente en sil la de ruedas sin ayuda 5

Dependiente 0

Dependiente

USO DEL BAÑO

Independiente para ir al baño, quitarse la ropa 10

Necesita ayuda para ir al baño, pero se limpia solo 5

Dependiente 0

Neeista ayuda o supervisión para caminar 50 mts 10

TRASLADARSE

Independiente para ir del sil lón a la cama 15

MICCION

Continencia normal 10

Un episodio de incontinencia máximo 5

Incontinencia 0

DEPOSICIONES

Continencia normal 10

Ocasionalmente algún episodio de incontinencia 5

Incontinencia 0

ARREGLARSEIndependiente para lavarse la cara, las manos y afeitarse 5

Dependiente 0

Page 104: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

96

Anexo 2. Formato de revisión de historia clínica

Fecha: Consecutivo:

Nombre paciente:

Edad: Sexo F M EPS

1. Número de valoraciones previas en el HUSI

A. Urgencias B. Hospitalización C. Consulta Externa

2. Valoración del último ingreso al HUSI Fecha: Servicio:

2.1 Motivo de ingreso

2.2 Antecedentes médicos

2.3 Diagnóstico médico

3. Valoración de egreso Fecha: Servicio:

3.1 Diagnóstico médico

4. Total de días de hospitalización 5. Acompañante permanente SI NO

6. Plan de cuidado para egreso del paciente

6.1 A quien se le presenta el programa

6.2 Parentesco _______________________ 6.3 Lugar de la vivienda

6.4 IPS de atención domicil iaria

6.5 Plan de egreso (alta temprana)

A. Oxígeno SI B. Acceso venoso SI

NO NO

C. Medicamentos IV SI Fecuencia veces /día

NO

D. Medicamentos VO SI Frecuencia veces /día

NO

E. Terapia Física F. Servicios de enferería Asistencia cuidado

Respiratoria Educación

Fonoaudiología Apoyo en el cuidado

Psicológica Manejo de equipos

G. Cuidados de la piel Lubricación

Cambios de posición Frecuencia cada ______/ horas

H. Apoyos en la movilización Completa

Parcial

No requiere

I. Cabio de pañal SI

NO

J. Otros

Observaciones

Proyecto "Implicaciones del cuidado en el hogar de enfermos crónico/dependientes para la salud y la calidad

de vida de quienes lo realiza en un estudio de caso en un hospital de IV nivel en Bogotá, 2013.

Page 105: Implicaciones para la salud de las personas cuidadoras de

97

Anexo 3. Consentimiento informado

Pontificia Universidad Javeriana – Maestría en Administración de Salud

Implicaciones del cuidado en el hogar de enfermos crónico/dependientes para la salud y calidad de vida de las

personas que los realizan en un estudio de caso en un hospital de IV nivel de Bogotá. 2013

Gracias por aceptar esta entrevista.

Le invitamos a participar en esta investigación titulada “Implicaciones del cuidado en el hogar de enfermos

crónico/dependientes para la salud y calidad de vida de las personas que lo realizan en un estudio de caso en

un hospital de IV nivel de Bogotá. 2013”, porque queremos ayudar a visibilizar la labor que usted y muchas

personas realizan en sus casas para mantener la salud de sus familias.

Usted ha sido seleccionado/a porque es cuidador/a de un enfermo crónico – dependiente paciente del HUSI, y

puede ayudar a ilustrar el objeto de este estudio que es conocer en profundidad las implicaciones del cuidado

informal para la salud y la calidad de vida de las personas que cuidan y sus efectos sobre la calidad del

cuidado.

Esta entrevista busca ilustrar el objeto de esta investigación con la trayectoria de cuidados que brinda a la

persona en situación de dependencia, en cuanto al tipo actividades que realiza a diario, los apoyos y

compensaciones que recibe y como cree usted que las instituciones de salud le ayudarían para disminuir la

carga.

Una vez leídos los objetivos de la investigación, se consultará el deseo de participar y se solicitará

autorización para grabar en audio la entrevista y se leerá el siguiente párrafo referente a las consideraciones

éticas del estudio.

Esta investigación se rige por las normas bioéticas, internacionales y nacionales que rigen la

investigación en seres humanos contempladas en la Resolución 8340 del 4 de octubre de 1993. Si

usted acepta participar, debe saber que la información recolectada es confidencial, anónima y solo

utilizada para fines de esta investigación, y que puede retirarse en cualquier momento.

Se consultará al participante su disponibilidad para futuras sesiones con el fin de ahondar o aclarar aspectos

centrales para la investigación.

En caso de cualquier inquietud relacionada con la investigación, contáctese con

Mariana Padilla León. Celular 3002464880

Si usted ha entendido y desea participar en el estudio, es necesario que con su firma apruebe su participación

Nombre _______________________________________________________

Firma ____________________ Fecha _________________________