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I I N N D D I I C C E E Q Q U U I I T T E E Ñ Ñ O O D D E E C C A A L L I I D D A A D D D D E E L L A A I I R R E E I I Q Q C C A A MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO CORPAIRE – CORPORACION PARA EL MEJORAMIENTO DEL AIRE DE QUITO UREMAQ CORPAIRE MARZO, 2004 QUITO - ECUADOR

INDICE QUITEÑO DE CALIDAD DEL AIRE IQCA - … · INDICE QUITEÑO DE LA CALIDAD DEL AIRE – IQCA Antecedentes El Municipio del Distrito Metropolitano de Quito ... Anexo 4 del Texto

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IINNDDIICCEE QQUUIITTEEÑÑOO DDEE CCAALLIIDDAADD DDEELL AAIIRREE

IIQQCCAA

MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO

CORPAIRE – CORPORACION PARA EL MEJORAMIENTO DEL AIRE DE QUITO UREMAQ

CORPAIRE

MARZO, 2004

QUITO - ECUADOR

IINNDDIICCEE QQUUIITTEEÑÑOO DDEE LLAA CCAALLIIDDAADD DDEELL AAIIRREE –– IIQQCCAA

Antecedentes El Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (MDMQ), a través de la Red Metropoli-tana de Monitoreo Atmosférico (REMMAQ) de la CORPAIRE1 trabaja para hacer co-nocer a las autoridades competentes y la ciudadanía en general, información confiable sobre la calidad del aire ambiental, como uno de los varios pasos que está ejecutando para hacer realidad el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y, de esta manera, contribuir al mejoramiento de su calidad de vida. El monitoreo del aire es una herramienta básica de la gestión ambiental y la informa-ción que produce debe ser utilizada para el diseño, implementación y evaluación de las políticas de control de las fuentes generadoras de emisiones y de las acciones orientadas al mejoramiento de la calidad del recurso, más aún en ciudades de altura como Quito, donde las condiciones climáticas, topográficas y de operación de los equipos de combustión, las vuelven más sensibles a experimentar episodios graves de contaminación atmosférica, que conllevan peligros potenciales para la salud de sus habitantes. La REMMAQ por medio de sus estaciones remotas ubicadas en el área urbana de la ciudad de Quito y los valles aledaños, está en capacidad de medir de manera continua la concentración en el aire ambiente de cinco de los denominados contaminantes co-munes2: material particulado fino (PM2.5), óxidos de nitrógeno (NOX), dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO) y oxidantes fotoquímicos expresados como ozono (O3). Un aspecto clave de la difusión de la información es que el público pueda entenderla y esté en capacidad de aceptar y/o adoptar las medidas requeridas para evitar o minimi-zar los riesgos sobre la salud asociados a la contaminación atmosférica, incluyendo potenciales restricciones a las actividades generadoras de contaminantes. En este contexto, una herramienta útil constituye el Índice Quiteño de la Calidad del Aire (IQ-CA), construido de acuerdo a los criterios que se exponen a continuación. Cabe señalar que índices similares al IQCA han sido adoptados en otras ciudades desde hace varios años y han demostrado su efectividad en el cumplimiento de los ob-jetivos arriba señalados; por ello, para el caso de Quito se ha tomado como referencia el Air Quality Index o AQI vigente en los Estados Unidos desde 19763.

1 Corporación para el Mejoramiento de la Calidad del Aire de Quito, creada por iniciativa del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, el 17

de febrero del 2004, como una organización de derecho privado. 2 Esta denominación ha sido adoptada en la Norma de Calidad del Aire Ambiente fijadas en el Libro VI, Anexo 4 del Texto Unificado de la Legis-

lación Ambiental Secundaria, según el Decreto Ejecutivo 3399, publicado en el Registro Oficial 725 del 16/12/02 (Ministerio del Ambiente, 2002).

3 El AQI constituye una versión actualizada del Pollutant Standard Index (PSI) establecido por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA) en 1976 para ser usado en todo su territorio de manera voluntaria. En la actualidad la divulgación del AQI es obligatorio para todas las regiones metropolitanas con más de 350 mil habitantes (EPA, 2000).

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 1

Objetivos del IQCA El IQCA ha sido diseñado por el MDMQ para proporcionar información confiable, opor-tuna y fácilmente entendible sobre los niveles diarios de contaminación del aire. Su simplicidad radica en el hecho de que se traducen los términos técnicos de la inge-niería ambiental a expresiones de uso más generalizado, convirtiendo las concentra-ciones medidas de los contaminantes del aire, expresadas en microgramos por metro cúbico (u otras unidades equivalentes como partes por millón, por ejemplo) y en ran-gos específicos para cada caso, a una escala numérica y de colores común para todos esos contaminantes, con rangos establecidos en función de los efectos que sobre la salud humana tienen los diferentes niveles de contaminación. La oportunidad y utilidad del IQCA se manifiesta en que para cada rango se describen de manera ilustrativa las principales medidas de precaución que deberían ser adopta-das por la población para minimizar la magnitud de esos efectos nocivos, así como las medidas de control que deberían tomarse de manera urgente para reducir los niveles de contaminación bajo los niveles de precaución. Valores del IQCA El IQCA es una escala numérica entre 0 y 500, con rangos intermedios expresados también en diferentes colores. Mientras más alto es el valor del IQCA, mayor es el ni-vel de contaminación atmosférica y, consecuentemente, los peligros para la salud de las personas. La base de la construcción del IQCA es que un valor de 100 corresponde a los límites máximos permitidos en la norma nacional de calidad del aire4 para los distintos conta-minantes, de manera de que valores del IQCA comprendidos entre 0 y 100 se conside-ran inofensivos para la salud humana y, por tanto, no requieren ninguna medida pre-ventiva o de control adicional a las políticas y planes que regularmente se ejecutan en la perspectiva de mejorar la calidad del aire o prevenir su deterioro. A partir de esta consideración básica, se han definido seis niveles o categorías5, to-mando como límites superiores para cada una de ellas los siguientes criterios: • Para las dos primeras categorías (deseable y aceptable) se han considerado los va-

lores correspondientes al 50% (la mitad) y el 100% (la totalidad) del límite máximo establecido en la norma ecuatoriana, para los períodos de medición señalados en los niveles de alerta, alarma y emergencia de la misma norma6. El nivel deseable se ha introducido como un indicativo de la mejor condición que se podría alcanzar,

4 Sección 4.1.2 del Libro VI, Anexo 4 del Texto Unificado de la Legislación Ambiental Secundaria (Ministerio del Ambiente, 2002). 5 Los nombres de las distintas categorías se basan en las definiciones fijadas en el diccionario de la Real Academia Española. 6 Sección 4.1.3 del Libro VI, Anexo 4 del Texto Unificado de la Legislación Ambiental Secundaria (Ministerio del Ambiente, 2002). La excepción

a este criterio constituye el caso de los NOX ya que el límite máximo permitido se refiere a concentraciones máximas en 24 horas, mientras que los límites de alerta, alarma y emergencia se refieren a concentraciones promedio en 1 hora. Para el IQCA se ha escogido el criterio de la concentración máxima en 24 horas

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 2

y con ello incentivar el cumplimiento de las medidas regulares o normales de con-trol, definidas por las autoridades y la sociedad.

• Para las cuatro siguientes categorías (de precaución, de alerta, de alarma y de

emergencia), se adoptan los valores establecidos en la Norma Ecuatoriana de Cali-dad del Aire correspondientes a las concentraciones que definen los niveles de aler-ta, alarma y emergencia ante situaciones críticas de contaminación del aire.

La Tabla 1 presenta las categorías del IQCA y sus valores límites, para cada contami-nante común de la atmósfera.

Tabla 1 Límites numéricos de cada categoría del IQCA (µg/m3)

Rango Categoría CO a O3 b NOx c SO2 d PM2.5 e

0 – 50 Nivel deseable 0 - 5 000 0 - 80 0 - 75 0 - 175 0 – 33

50 – 100 Nivel aceptable 5 001 - 10 000 81 - 160 76 - 150 176 - 350 34 – 65

100 – 200 Nivel de precaución 10 001 - 15 000 161 - 300 151 - 1 200 351 - 800 66 – 150

200 – 300 Nivel de alerta 15 001 - 30 000 301 - 600 1 201 - 2 300 801 - 1 600 151 – 250

300 – 400 Nivel de alarma 30 001 - 40 000 601 - 800 2 301 - 3 000 1 601 - 2 100 251 – 350

400 – 500 Nivel de emergencia > 40 000 > 800 > 3 000 > 2 100 > 350 Notas: a. Se refiere a la concentración promedio en ocho horas b. Se refiere a la concentración promedio en una hora de los oxidantes fotoquímicos expresados como ozono c. Se refiere a la concentración máxima en 24 horas de los óxidos de nitrógeno expresados como NO2 d. Se refiere a la concentración promedio en 24 horas e. La norma ecuatoriana no establece niveles de alerta en función del PM2.5, sino del PM10; por ello, los valores que se anotan en la tabla son los

vigentes para el AQI de los Estados Unidos. Los valores se refieren a las concentraciones máximas en 24 horas. Dada la naturaleza y lógica de este índice, en el caso de que los límites máximos per-mitidos o los que definen los distintos niveles se modifiquen en la legislación nacional o local respectiva, el IQCA podrá incorporar esos cambios, manteniendo el diseño conceptual original. En la Tabla 2 se incluye el significado para cada categoría desde el punto de vista de las preocupaciones para la salud de las personas y además un código de colores que posibilita una más rápida asimilación del mensaje que se pretende comunicar. Estos colores han sido adaptados en asocio con la comunicación de alertas utilizada para el caso de las erupciones volcánicas, sobre lo que existe alguna experiencia en Quito.

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 3

Tabla 2 Rangos, significados y colores de las categorías del IQCA

Rangos Condición desde el punto de vista de la salud Color de identificación

0 – 50 Óptima. Blanco

50 – 100 Buena. Verde

100 – 200 No saludable para individuos extremadamente sensibles (enfer-mos crónicos y convalecientes). Gris

200 – 300 No saludable para individuos sensibles (enfermos). Amarillo

300 – 400 No saludable para la mayoría de la población y peligrosa para indi-viduos sensibles. Naranja

400 – 500 Peligrosa para toda la población. Rojo

El término “individuos sensibles” que se utiliza en este contexto se refiere a los conte-nidos expresados en la Tabla 3, que ha sido elaborada sobre la base de investigacio-nes realizadas por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.

Tabla 3

Identificación de individuos sensibles por tipo de contaminante del aire

Contaminante Individuos sensibles

Ozono Niños que pasan tiempo en exteriores, adultos que realizan actividad física significativa en exteriores e individuos con enfermedades respiratorias como el asma.

Material particulado Personas que presentan enfermedades de los pulmones o el corazón, tales como asma, obstrucción pulmonar crónica, congestiones cardíacas o similares. Niños, ancianos y mujeres embarazadas

Monóxido de carbono Personas con enfermedades cardiovasculares, tales como angina o aquellas con afectaciones que comprometen a los sistemas cardiovascular y respiratorio (por ejemplo, fallas congestivas del cora-zón, enfermedades cerebrovasculares, anemia, obstrucción crónica del pulmón) y las mujeres emba-razadas, los bebés en gestación y recién nacidos.

Dióxido de azufre Niños, adultos con asma u otras enfermedades respiratorias crónicas y personas que realizan activi-dades físicas en exteriores.

Dióxido de nitrógeno Niños y adultos con enfermedades respiratorias como el asma.

El cálculo del IQCA Las mediciones de las concentraciones de los contaminantes comunes del aire reali-zadas por los analizadores automáticos de las estaciones remotas de la REMMAQ se convierten a los valores del IQCA utilizando simples relaciones lineales para cada con-taminante, según se muestra en la Tabla 4.

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 4

Tabla 4 Expresiones matemáticas para el cálculo del IQCA

Contaminante Expresiones matemáticas para cada rango de concentración

0 < Ci < 10 10 < Ci < 15 15 < Ci < 30 30 < Ci CO (concentración promedio en 8 horas, mg/m3) IQCA = 10Ci IQCA = 20Ci – 100.00 IQCA = 6.67Ci + 100.00 IQCA = 10Ci

0 < Ci < 160 160 < Ci < 300 300 < Ci < 600 600 < Ci O3 (concentración promedio en 1 hora, ug/m3) IQCA = 0.6250Ci IQCA = 0.7143Ci – 14.29 IQCA = 0.3333Ci + 100.00 IQCA = 0.500Ci

0 < Ci < 150 150 < Ci < 1 200 1 200 < Ci < 2 300 2 300 < Ci NOX (concentración máxima en 24 horas, ug/m3) IQCA = 0.6667Ci IQCA = 0.0952Ci + 85.71 IQCA = 0.0909Ci + 90.91 IQCA = 0.1429Ci – 28.57

0 < Ci < 350 350 < Ci < 800 800 < Ci < 1 600 1 600 < Ci SO2 (concentración máxima en 24 horas, ug/m3) IQCA = 0.2857Ci IQCA = 0.2222Ci + 22.23 IQCA = 0.1250Ci + 100.00 IQCA = 0.2000Ci – 20.00

0 < Ci < 65 65 < Ci < 150 150 < Ci < 250 350 < Ci PM2.5 (concentración máxima en 24 horas, ug/m3) IQCA = 1.5385Ci IQCA = 1.1765Ci + 23.53 IQCA = Ci + 50.00 IQCA = Ci + 50.00

El siguiente ejemplo ilustra la forma de cálculo.

Suponiendo que en un cierto día en la Estación Turubamba se determina que la máxi-ma concentración promedio en una hora de los oxidantes fotoquímicos expresados como ozono, es de 354.8 µg/m3, el valor correspondiente del IQCA será de 218, según lo ilustra la Figura 1 y lo explica el razonamiento siguiente: Para el caso del ozono, como 354.8 es mayor que 300, se escoge la ecuación que co-rresponde al rango de Ci comprendido entre 300 y 600 ug/m3, lo que equivale a decir que el IQCA = 0.3333 * 354.8 – 100.00 = 218.26, que se redondea a 218.

Figura 1

Ejemplo de cálculo gráfico del IQCA para el ozono

0

354.8

709.6

0 218 436IQCA

Conc

entra

ción

(ug/

m3 )

De la misma forma pueden ser calculados los valores del IQCA para cada uno de los contaminantes en una determinada estación. El valor más alto de los IQCA parciales (es decir, de cada contaminante común del aire) será el IQCA para el área de influen-cia de dicha estación.

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 5

La comunicación e información sobre la calidad del aire a través del IQCA En primera instancia, el IQCA será emitido diariamente por la UREMAQ (Unidad para el Funcionamiento de la REMMAQ) con los datos recolectados ese mismo día. Esta frecuencia podrá incrementarse dependiendo de las necesidades de los usuarios y las disponibilidades de la Red para el procesamiento de la información o del surgimiento de episodios críticos de contaminación atmosférica que ameriten un tratamiento más detallado de la información. Se espera que en el futuro, cuando la capacidad del monitoreo atmosférico en Quito se potencie y más específicamente, se cuenten con instrumentos predictivos de la calidad del aire, este IQCA pueda constituirse en un ins-trumento de esa predicción, semejante al pronóstico del clima. En todo caso, la difusión de este resultado debe ser lo más precisa posible y debe in-dicar el nombre de la estación, la fecha del registro de datos, el valor del IQCA para esa estación y el contaminante que lo causa, así como una explicación adicional sobre el significado de ese valor desde el punto de vista de la salud de las personas, inclu-yendo los cuidados que deberían tenerse. Por ejemplo, la publicación de esta información en un medio impreso debería tener la forma que se muestra en la Figura 2.

Figura 2

Ejemplo de publicación del IQCA en un medio de comunicación impreso

Fecha: Miércoles, 30 de febrero del 2015

Estación: Turubamba (Mercado Mayorista)

Contaminante: Ozono

Precaución:

MMUUNNIICCIIPPIIOO DDEELL DDIISSTTRRIITTOO MMEETTRROOPPOOLLIITTAANNOO DDEE QQUUIITTOO

I Q C AA

Los niveles de contaminación pueden no ser saludables para niños y perso-nas con asma y/o enfermedades pul-monares, por lo que se recomienda evitar su permanencia en espacios abiertos.

INDICE QUITEÑO DE CALIDAD DEL AIRE

II QQ CC A

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En cambio, si la información va a ser transmitida por un medio hablado como la radio o la televisión, el boletín debería tener la misma información, más alguna adicional que ayude a la población a adoptar medidas preventivas adecuadas. El ejemplo siguiente puede ser una buena guía de lo que se acaba de señalar:

“De acuerdo con la información proporcionada por la Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico de Quito, REMMAQ, el día de ayer, miércoles 30 de febrero del 2015 se registró en la Estación Turubamba, ubicada en el Mercado Mayorista un Índice Quiteño de Calidad del Aire de 218; es decir, código amarillo o de alerta, debido al ozono, que incrementó su concentración a causa de las emisiones vehiculares e industriales de las sustancias formadoras (óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles) y de las

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 6

condiciones meteorológicas adversas, caracterizadas por cielos despejados y escasa circulación del viento. Este nivel de contaminación no es saludable para niños peque-ños o personas con enfermedades pulmonares como el asma, por lo que se recomien-da que de repetirse las condiciones meteorológicas antes descritas en el día de hoy, limiten su permanencia en exteriores.”

Estos mensajes que contienen medidas de prevención que deberían ser observadas por la población para minimizar los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud, deberían ser formulados caso por caso, pero se recomienda que en términos generales se sujeten a la información proporcionada en la Tabla 5. Cabe recalcar que estas medidas preventivas son válidas para todos los contaminantes comunes del aire que son tomados en cuenta para establecer el IQCA, con la excepción del dióxido de nitrógeno (NO2), que posibilita medidas de prevención más flexibles. En cualquier caso, estos mensajes tipo deberán ser previamente establecidos en coordinación entre los organismos municipales competentes, sobre la base de la in-formación que se presenta en las siguientes secciones y, adicionalmente, la población debe ser educada respecto al alcance y contenido de los mismos, así como en su res-puesta ante episodios críticos de contaminación atmosférica.

Tabla 5 Medidas preventivas típicas para minimizar los efectos sobre la salud

durante episodios de contaminación atmosférica

Valor del IQCA Medidas preventivas

0 – 50 Ninguna

50 – 100 Ninguna

100 – 200 Individuos muy sensibles (enfermos crónicos: asmáticos, alérgicos, cardíacos e inmunode-primidos) o convalecientes de enfermedades pulmonares deberían limitar prolongadas per-manencias en el exterior a lo estrictamente necesario.

200 – 300 Individuos sensibles (enfermos alérgicos, respiratorios o cardíacos moderadamente sensi-bles) deberían limitar prolongadas permanencias en el exterior a lo estrictamente necesario.

300 – 400 Individuos sensibles deberían evitar permanecer en el exterior. Además, el resto de la pobla-ción, especialmente los niños, deberían limitar su permanencia en el exterior por tiempos prolongados.

> 400 Toda la población, especialmente los individuos sensibles no debería salir al exterior, salvo casos de emergencia.

Nota: el caso de los NOX es menos nocivo para la salud que el resto de contaminantes considerados, por lo que las precauciones re-comendadas son de menor cuidado.

Medidas de manejo de los episodios de contaminación atmosférica El anuncio de las medidas de prevención a los pobladores de una determinada zona en cuestión, debe complementarse con las medidas de acción que el Alcalde Metropo-litano deberá disponer para no agravar los episodios de contaminación atmosférica y que están relacionadas con limitaciones a la operación de las fuentes de emisión fijas y móviles. Estas medidas están señaladas en la Norma de Calidad del Aire Ambiente, ya referidas anteriormente.

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 7

De acuerdo con la Norma de Calidad del Aire Ambiente ya referida anteriormente7, la autoridad ambiental de control, en este caso el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, debe establecer un plan de acción ante situaciones críticas de contaminación atmosférica, cuyo alcance y contenidos debe estar en relación con la gravedad de los episodios. Como mínimo, las acciones a ser incluidas en el plan deberían ser las si-guientes: En nivel de precaución (gris)

• Informar al público, mediante los medios de comunicación, del establecimiento del nivel de precaución y de las medidas preventivas que deben tomarse para minimizar los impactos sobre la salud.

En nivel de alerta (amarillo)

• Informar al público, mediante los medios de comunicación, del establecimiento del nivel de alerta y de las medidas preventivas que deben tomarse para minimi-zar los impactos sobre la salud.

• Restringir la circulación de vehículos en ciertas zonas o vías, así como la opera-ción de fuentes fijas de combustión en la zona en que se está verificando el nivel de alerta para uno o más contaminantes específicos. Estas últimas acciones podrán consistir en limitar las actividades de mantenimiento de fuentes fijas de combustión, tales como soplado de hollín, o solicitar a determinadas fuentes fijas no reiniciar un proceso de combustión que se encontrase fuera de operación.

En nivel de alarma (naranja)

• Informar al público del establecimiento del nivel de alarma y de las medidas pre-ventivas que deben tomarse para minimizar los impactos sobre la salud.

• Restringir, e inclusive prohibir, la circulación de vehículos en ciertas zonas de la ciudad, así como la operación de fuentes fijas de combustión en la zona en que se está verificando el nivel de alarma. Esto podrá incluir en limitar el tiempo de operación para aquellas fuentes fijas que no se encontraren en cumplimiento con las normas de emisión.

• Intensificar el control sobre quemas a cielo abierto, de manera de hacer cumplir la prohibición legal de hacerlas.

En nivel de emergencia (rojo)

• Informar al público del establecimiento del nivel de emergencia y de las medidas preventivas que deben tomarse para minimizar los impactos sobre la salud.

• Prohibir la circulación y el estacionamiento de vehículos en toda la ciudad, pero con más énfasis en la zona afectada, así como la operación de fuentes fijas de combustión en la zona en que se está verificando el nivel de emergencia. Se deberá considerar extender estas prohibiciones a todo el conjunto de fuentes fi-

7 Sección 4.1.3 del Libro VI, Anexo 4 del Texto Unificado de la Legislación Ambiental Secundaria (Ministerio del Ambiente, 2002).

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 8

jas de combustión, así como vehículos automotores, presentes en el Distrito Me-tropolitano.

• Intensificar el control sobre quemas a cielo abierto de manera de hacer cumplir la prohibición legal de hacerlas y proceder a combatirlas.

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ANEXO Los contaminantes comunes y sus efectos sobre la salud El ozono

El ozono es un gas inodoro e incoloro compuesto de tres átomos de oxígeno. En la alta atmósfera, particularmente la estratosfera localizada entre los 11 y los 50 km de altitud, la presencia del ozono es beneficiosa para los seres vivos ya que los prote-ge de la radiación ultravioleta emitida por el Sol; sin embargo, a nivel del suelo el ozono es un contaminante peligroso que se forma cuando los contaminantes emiti-dos por los vehículos automotores, las chimeneas industriales y los depósitos de combustibles o similares, específicamente los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles, reaccionan químicamente en la atmósfera en presencia de la luz solar.

Los mayores niveles de ozono a nivel del suelo ocurren durante los días que pre-sentan cielos despejados, especialmente en las primeras horas de la mañana y muchas veces se manifiesta como el smog fotoquímico, que es una especie de nu-be amarillenta estacionada sobre zonas de alto tráfico vehicular.

A continuación se describen los principales problemas derivados de la contamina-ción por ozono:

• El ozono puede irritar el sistema respiratorio, causando tos, irritación de la gar-

ganta y/o una incómoda sensación en el pecho.

• El ozono puede reducir las funciones pulmonares y hacer más difícil una respira-ción profunda y vigorosa, que puede devenir más rápida y agitada que lo normal. Esta reducción en la función pulmonar puede limitar la capacidad de la persona para realizar ejercicios en lugares abiertos.

• El ozono puede agravar el asma. Cuando los niveles de ozono son altos, más

personas con esta enfermedad sufren ataques que requieren atención médica o el uso de medicamentos. Una razón para esto es que el ozono hace a las per-sonas más sensibles a las alergias, que es uno de los detonantes más comunes de los ataques de asma.

• El ozono puede incrementar la susceptibilidad a infecciones respiratorias.

• El ozono puede inflamar y dañar el tapizado interno de los pulmones, lo cual en

condiciones normales puede ser renovado por el propio organismo; sin embargo, estudios en animales sugieren que si esta inflamación ocurre repetidamente, el tejido pulmonar puede lastimarse de manera permanente, resultando en la pér-dida de elasticidad de los pulmones, una baja permanente en la función pulmo-nar y, consiguientemente un debilitamiento crónico de la salud.

El material particulado

El término “material particulado” (PM, del inglés particulate matter) incluye tanto par-tículas sólidas como gotas de líquido que se encuentran en el aire. Múltiples activi-

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 10

dades humanas y fuentes naturales, emiten PM directamente o emiten otros con-taminantes que reaccionan en la atmósfera para formar PM. Estas partículas sóli-das o líquidas se manifiestan en un amplio rango de tamaños, pero desde el punto de vista de la salud las que mayor interés tienen son las partículas con diámetros menores a 10 micrómetros (PM10) que son las que pueden ser inhaladas y se acu-mulan dentro del sistema respiratorio; dentro de ellas, especial atención demandan las partículas menores a 2.5 micrómetros de diámetro (PM2.5), generalmente referi-das como “finas”.

Las fuentes de partículas finas incluyen todo tipo de combustión (vehículos, gene-radores, quema de madera, etc.), así como algunos procesos industriales. Por su parte las partículas de entre 2.5 y 10 micrómetros de diámetro (referidas en algunos textos como “gruesas”) tienen su origen en las operaciones de pulido o de trata-miento de materiales y en el polvo que se levanta en las vías, especialmente las no pavimentadas.

En términos generales tanto las partículas finas como las gruesas pueden acumu-larse en el sistema respiratorio y están asociadas con numerosos efectos negativos en la salud. Las partículas gruesas pueden agravar condiciones respiratorias como el asma, mientras que la exposición a material fino está asociada con varios efectos graves, incluyendo la muerte. La Organización Mundial de la Salud ha insistido en que para este tipo de contaminantes no existe un valor bajo el cual es inofensivo para la salud humana y más bien la gravedad de los daños está relacionada con los tiempos de exposición que pueden ir desde un día hasta períodos mucho mayores. Algunos otros detalles sobre estos efectos se enuncian a continuación:

• Las personas que presentan enfermedades de los pulmones o el corazón, tales

como asma, obstrucción pulmonar crónica, congestiones cardíacas o similares, expuestas a material particulado tienen un riesgo incremental de muerte prema-tura o de agravamiento de sus cuadros clínicos.

• Las personas de edad avanzada también son sensibles a la exposición a mate-

rial particulado. Igual que en el caso anterior, pueden presentar agravamiento de condiciones pulmonares o cardíacas preexistentes o a desarrollar este tipo de dolencias.

• Los niños o las personas con enfermedades pulmonares expuestas a PM pue-

den ver disminuida su capacidad de respirar profunda y vigorosamente y pueden experimentar síntomas como tos o agitación.

• El material particulado puede incrementar la susceptibilidad a las infecciones

respiratorias y puede agravar enfermedades respiratorias existentes, tales como asma y bronquitis crónica, provocando mayores cuidados médicos.

El monóxido de carbono

El monóxido de carbono (CO) es un gas inoloro e incoloro. Se forma cuando el carbono de los combustibles no se quema completamente, lo cual ocurre preferen-temente en los motores de los vehículos. Otras fuentes incluyen la combustión de combustibles fósiles en procesos industriales y también fuentes naturales como los

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 11

incendios forestales. Las concentraciones de CO son generalmente mayores du-rante los climas fríos ya que las bajas temperaturas provocan que el proceso de combustión sea menos completo.

El monóxido de carbono ingresa al torrente sanguíneo a través de los pulmones y se combina rápidamente con la hemoglobina, de manera incluso más efectiva que el oxígeno, deprimiendo el abastecimiento de éste último a las células y, conse-cuentemente a los tejidos y órganos del cuerpo humano. Concentraciones altas de CO pueden ocasionar dolores de cabeza y mareos, hasta el extremo de pérdidas de conocimiento e incluso la muerte.

Los efectos más comunes causados por el CO son los siguientes:

• Las personas con enfermedades cardiovasculares, tales como angina, son las

más sensibles a los efectos del CO. Estos individuos pueden experimentar dolo-res de pecho y otros síntomas cardiovasculares, especialmente si se están ejer-citando.

• Las personas con afectaciones que comprometen a los sistemas cardiovascular

y respiratorio (por ejemplo, fallas congestivas del corazón, enfermedades cere-brovasculares, anemia, obstrucción crónica del pulmón) y las mujeres embara-zadas, los bebés en gestación y recién nacidos, pueden también experimentar altos riesgos debido a la contaminación por CO.

• Los individuos sanos expuestos a altos niveles de monóxido de carbono pueden

ver afectadas la alerta mental y la visión. El dióxido de azufre

El dióxido de azufre (SO2) es un gas incoloro y reactivo que se produce durante la quema de combustibles que contienen azufre, tales como carbón y ciertos deriva-dos de petróleo, fundición de metales y por otros procesos industriales. Las princi-pales fuentes incluyen las plantas de generación termoeléctrica, así como los calen-tadores industriales. Generalmente, las mayores concentraciones de SO2 se en-cuentran cerca de las zonas industriales.

Los principales efectos sobre la salud que resultan de la exposición al SO2 son los siguientes:

• Los niños y adultos con asma que realizan actividades físicas al aire libre son los

más vulnerables a los efectos nocivos del dióxido de azufre. El efecto primario que experimentan, incluso con exposiciones cortas, es el estrechamiento de las vías respiratorias (bronco constricción), lo cual puede causar síntomas tales co-mo opresión del pecho y dificultad para respirar. Estos síntomas se vuelven más graves conforme aumentan las concentraciones del SO2 y/o la frecuencia respi-ratoria. Cuando la exposición cesa, la función pulmonar generalmente recobra su normalidad dentro de una hora.

• A niveles muy altos, el dióxido de azufre puede causar los mismo síntomas ante-

riormente descritos incluso para gente que no sufre de asma.

Índice Quiteño de la Calidad del Aire 12

• Exposiciones de largo plazo a dióxido de azufre y material particulado fino pue-

den causar enfermedades respiratorias, alterar los mecanismos pulmonares de defensa y agravar enfermedades cardiovasculares existentes. Las personas que son más susceptibles a estos efectos incluyen aquellos con enfermedades car-diovasculares o pulmonares crónicas, así como también niños y ancianos.

El dióxido de nitrógeno

El dióxido de nitrógeno (NO2) es un gas café rojizo y altamente reactivo, que se forma cuando otro contaminante, el óxido nítrico (NO) se combina con el oxígeno del aire. Una vez que se ha formado, el dióxido de nitrógeno reacciona con los compuestos orgánicos volátiles (COVs) para formar el ozono a nivel del suelo. Las mayores fuentes de este gas son los automóviles y las plantas de generación, así como grandes procesos industriales de combustión.

Los efectos sobre la salud generados por el dióxido de nitrógeno son los siguientes:

• En niños y adultos con enfermedades respiratorias como el asma, el NO2 puede

causar síntomas respiratorios como la tos y la dificultad en respirar. Incluso ex-posiciones cortas pueden afectar la función pulmonar especialmente en indivi-duos muy sensibles.

• En niños, exposiciones de corto plazo pueden incrementar el riesgo de enferme-

dades respiratorias.

• Estudios con animales sugieren que exposiciones prolongadas al dióxido de ni-trógeno pueden incrementar la susceptibilidad a infecciones pulmonares y puede causar cambios estructurales permanentes en los pulmones.

Sinergias

Debe tenerse en cuenta adicionalmente, que existen fenómenos de sinergia y po-tenciación de los efectos dañinos de los contaminantes, particularmente sobre el aparato respiratorio, y de manera especial, entre los óxidos de azufre, las partículas y el ozono. Esto obliga a que en determinadas circunstancias deban tomarse pre-cauciones especiales de protección de la población, aun cuando los niveles de cada uno de estos contaminantes no justifiquen por sí solos tales medidas

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