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Entrada: Es Cristo quien invita, alegra el corazón, Viste el alma de fiesta que viene tu Señor. (Bis) Llevaremos tu paz a los pueblos envueltos en la guerra; Cambiaremos en gozo la tristeza que apena nuestra tierra Interleccional: Protégeme Dios mío que me refugio en ti. (bis) Comunión: Mi boca te cantará jubilosa / Tú eres un festín para mí. Oh Dios, Tú eres mi Dios yo te busco, / mi alma tiene sed de ti. Lo mismo que la tierra sin agua, / mi ser entero tiende a ti. Señor, yo quiero ir a tu templo / por ver tu gloria, tu poder. Salida Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva (bis) Mil antorchas encendidas y una nueva primavera (bis). - - - - - - - - - - - - Viene de la primera página: -Los integrantes de la Familia Dominicana que, por enfermedad u otras graves causas se hallen impedidos para estar presentes en las celebraciones jubilares, en el lugar donde les retiene el impedimento, podrán conseguir Indulgencia plenaria, formando en su corazón un detestación de cualquier pecado, y formulando una intención de cumplir cuanto antes les sea posible con las tres acostumbradas condiciones, si se unen espiritualmente a los sagrados ritos, ofreciendo sus oraciones y sufrimientos o las incomodidades de la propia vida a Dios misericordioso por María. Así pues, para que el acceso al perdón divino por las llaves de la Iglesia, resulte más fácil mediante la caridad pastoral, esta Penitenciaría ruega con empeño que los sacerdotes de la Orden de Santo Domingo se muestren dispuestos de corazón a la celebración de la Penitencia en los lugares jubilares y administren frecuentemente la Santa Comunión a los enfermos. Será válido para el presente Año Jubilar. No obstando ninguna cosa en contrario. MAURO Card. PIACENZA Penitenciario Mayor KRISTOF NYKIEL. Regente IglesIa de san pablo. valladolid Indulgencias con motivo del Jubileo Dominicano Fr. Bruno Cadoré, Maestro de la Orden de Predicadores, ha solicitado al Papa Francisco que, con motivo de los 800 años de la Orden Dominicana, los integrantes de la Familia Dominicana y otros fieles piadosos puedan conseguir abundantes frutos espirituales a través de las Indulgencias que se pueden obtener a partir del 7 de noviembre de 2015 hasta el 21 de enero de 2017. Trascribimos la respuesta a esta petición del Maestro de nuestra Orden donde se especifica el modo de proceder para la obtención de las indulgencias concedidas. PAENITENTIARIA APOSTOLICA Prot. N. 16/15/I La PENITENCIARÍA APOSTÓLICA, POR ESPECIAL mandato del Santísimo Padre Francisco, concedió benignamente un Año Jubilar con la unida Indulgencia plenaria, bajo las acostumbradas condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y oración a intención de Sumo Pontífice) a los fieles cristianos verdaderamente arrepentidos e impulsados por la caridad, una vez al día, que podrán aplicar también a modo de sufragio por las almas de los fieles retenidos en el Purgatorio, cuantas veces, unido su corazón a los fines del Año Santo de la Misericordia: a.- tomen parte devotamente en las celebraciones jubilares indicadas en el escrito de súplica; b.- visiten las iglesias o capillas de la Familia Dominicana en forma de peregrinación y allí ante el Santísimo Sacramento durante un tiempo conveniente se dediquen a piadosa meditación, concluyendo con la Oración del Señor o Padre nuestro, el Símbolo de la Fe o Credo, la Oración del Jubileo y la invocación a la Santísima Virgen María d Rosario. (Sigue en la última página....)

Indulgencias con motivo del Jubileo Dominicano

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Page 1: Indulgencias con motivo del Jubileo Dominicano

Entrada: Es Cristo quien invita, alegra el corazón, Viste el alma de fiesta que viene tu Señor. (Bis)

Llevaremos tu paz a los pueblos envueltos en la guerra;

Cambiaremos en gozo la tristeza que apena nuestra tierra

Interleccional: Protégeme Dios mío que me refugio en ti. (bis)

Comunión: Mi boca te cantará jubilosa / Tú eres un festín para mí. Oh Dios, Tú eres mi Dios yo te busco, / mi alma tiene sed de ti.

Lo mismo que la tierra sin agua, / mi ser entero tiende a ti. Señor, yo quiero ir a tu templo / por ver tu gloria, tu poder.

Salida Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva (bis)

Mil antorchas encendidas y una nueva primavera (bis). - - - - - - - - - - -

- Viene de la primera página: -Los integrantes de la Familia Dominicana que, por enfermedad u otras graves causas se hallen impedidos para estar presentes en las celebraciones jubilares, en el lugar donde les retiene el impedimento, podrán conseguir Indulgencia plenaria, formando en su corazón un detestación de cualquier pecado, y formulando una intención de cumplir cuanto antes les sea posible con las tres acostumbradas condiciones, si se unen espiritualmente a los sagrados ritos, ofreciendo sus oraciones y sufrimientos o las incomodidades de la propia vida a Dios misericordioso por María. Así pues, para que el acceso al perdón divino por las llaves de la Iglesia, resulte más fácil mediante la caridad pastoral, esta Penitenciaría ruega con empeño que los sacerdotes de la Orden de Santo Domingo se muestren dispuestos de corazón a la celebración de la Penitencia en los lugares jubilares y administren frecuentemente la Santa Comunión a los enfermos. Será válido para el presente Año Jubilar. No obstando ninguna cosa en contrario.

MAURO Card. PIACENZA Penitenciario Mayor KRISTOF NYKIEL. Regente

IglesIa de san pablo. valladolid

Indulgencias con motivo del Jubileo Dominicano

Fr. Bruno Cadoré, Maestro de la Orden de Predicadores, ha solicitado al Papa Francisco que, con motivo de los 800 años de la Orden Dominicana, los integrantes de la Familia Dominicana y otros fieles piadosos puedan conseguir abundantes frutos espirituales a través de las Indulgencias que se pueden obtener a partir del 7 de noviembre de 2015 hasta el 21 de enero de 2017. Trascribimos la respuesta a esta petición del Maestro de nuestra Orden donde se especifica el modo de proceder para la obtención de las indulgencias concedidas.

PAENITENTIARIA APOSTOLICA Prot. N. 16/15/I

La PENITENCIARÍA APOSTÓLICA, POR ESPECIAL mandato del Santísimo Padre Francisco, concedió benignamente un Año Jubilar con la unida Indulgencia plenaria, bajo las acostumbradas condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y oración a intención de Sumo Pontífice) a los fieles cristianos verdaderamente arrepentidos e impulsados por la caridad, una vez al día, que podrán aplicar también a modo de sufragio por las almas de los fieles retenidos en el Purgatorio, cuantas veces, unido su corazón a los fines del Año Santo de la Misericordia: a.- tomen parte devotamente en las celebraciones jubilares indicadas en el escrito de súplica; b.- visiten las iglesias o capillas de la Familia Dominicana en forma de peregrinación y allí ante el Santísimo Sacramento durante un tiempo conveniente se dediquen a piadosa meditación, concluyendo con la Oración del Señor o Padre nuestro, el Símbolo de la Fe o Credo, la Oración del Jubileo y la invocación a la Santísima Virgen María d Rosario.

(Sigue en la última página....)

Page 2: Indulgencias con motivo del Jubileo Dominicano

Palabra de Dios Lectura del profeta Daniel 12,1-3 En el tiempo aquel se levantará Miguel, el

arcángel que se ocupa de tu pueblo: Serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora.

Entonces se salvará tu pueblo: Todos los inscritos en el libro.

Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: Unos para vida perpetua, otros para ignominia perpetua.

Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial R/. Protégeme, Dios mío,

que me refugio en ti

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano.

Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón, se

gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena: Porque no me entregarás

a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia,

de alegría perpetua a tu derecha.

Carta a los Hebreos 10, 11-14, 18 Cualquier otro sacerdote ejerce su

ministerio diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados.

Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies.

Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Santo evangelio según san Marcos 13,

24-32. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus

discípulos: “En aquellos días, después de una gran

tribulación, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.

Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, del horizonte a horizonte.

Aprended lo que os enseña la higuera: cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, sabéis que la primavera está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta.

Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre”.

Palabra del Señor

EL APOSTOLADO DE LOS LAICOS

”El apostolado de los laicos es participación en la misma misión

salvífica de la Iglesia, apostolado al que todos están destinados por el

Señor mismo, en virtud del bautismo y de la confirmación.

Y los sacramentos, especialmente la sagrada eucaristía, comunican

y alimentan aquel amor hacia Dios y hacia los hombres, que es el alma

de todo apostolado.

Los laicos están especialmente llamados a hacer presente y operante

a la Iglesia en aquellos lugares y circunstancias en que solo puede llegar

a ser sal de la tierra a través de ellos.

Así todo laico, en virtud de los dones que le han sido otorgados, se convierte en testigo y simultáneamente en vivo instrumento de la misión de la misma

Iglesia, en la medida del don de Cristo...

Todos los laicos, por tanto, tienen la sublime tarea de trabajar

con empeño para que el designio divino de salvación llegue cada vez más a

todos los hombres de todos los tiempos y lugares.

Por tanto hay que abrirles el camino en todas partes para que también ellos, según sus posibilidades y las necesida-des de los tiempos, tomen parte activa

en la misión salvadora de la Iglesia. (Lumen gentium, Conc. Vat. II, n. 33)