información y pedidos: info@andavira · 2020-03-06 · Trasversales 50, marzo 2020 1 lo que hay… PORTADA INTERIOR. L@s amig@s de Yolanda FEMINISMOS. Mucho más lo que nos une,

nº 50, marzo 2020 año XV. ISSN: 1886-1083serie histórica: nº 127 - año XXXII. 8 euros

Almudena Gª Mayordomo, Alejandra SantillanaTeresa Molla, Victoria Furtado, Mariana MenéndezSilvia FedericiFeminismos 2020J.M. Roca, A. Rebollar, J. Errejón, L.M. Saénz, editorialNuevo gobierno y conflictos socialesLéodile BéraLa mujer y las costumbres (1869)E. Bienzobas, J.L. MontanéÁ. Barón, P. Uría, L. ValsaReseñas: libros, cine, pinturaJesús JaénHomenaje a OrwellJosé Luis CarreteroDesconexión digital y vigilanciaJuan Manuel VeraPerdidos en la guerra fríaMarco Raúl Mejía J.Nuestra América s. XXIGuisela LópezPoesíaFrancisca BlázquezJuan R. MoraIlustraciones

8M2020mujeres en luchaorganizando

la rabia

Francisca Blázquezfranciscablazquez.net

Homenaje aGeorge Orwell

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Trasversales 50, marzo 2020

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lo que hay…PORTADA INTERIOR. L@s amig@s de YolandaFEMINISMOS. Mucho más lo que nos une, Almudena Gª Mayordomo, 5-7. Ante lasdeclaraciones misógenas de Lenin Moreno, Parlamento de mujeres de Ecuador, 8-9.Presentes, Guisela López, 10. La mujer y las costumbres, Léodile Béra, 11-20. Nosotrasorganizamos la rabia y politizamos la tristeza, Alejandra Santillana Ortiz, 21-24. Lasolvidadas, Teresa Mollá Castells, 25-26. El feminismo es la punta del diamante de unainsurgencia internacional, Victoria Furtado y Mariana Menéndez entrevistan a SilviaFederici, 27-32.ESPACIOS. Homenaje a Orwell, Jesús Jaén, 33-38. Desconexión digital en tiempos devigilancia permanente, José Luis Carretero, 39-44. ¿Quién se perdió en la guerra fría?,Juan Manuel Vera, 45-48. Lo alternativo y gobiernos progresistas América siglo XXI,Marco Raúl Mejía, 49-52. Relato de la España seca, José M. Roca, 53-57. Argumentoscínicos y miserables, Ángel Rebollar, 58. Al fin, Gobierno, José Errejón, 59-62.Mordazas... para nadie, Luis M. Sáenz, 63-66.SEÑAS. La poesía es un derecho humano, Guisela López, 10, 67-68 y tapa exterior tra-sera. Un tal Maigret, Enrique Bienzobas, 69-71. La paz, la verdadera realidad, JoanLluís Montané, 72. Modelizando el futuro, Ángel Barón, 73-76. Kirk, Pepe Uría, 77-78.En torno a un libro olvidado y maldito, Lois Valsa, 79-81.ILUSTRACIONES: Juan R. Mora, tapa interior trasera. Francisca Blázquez, tapas.

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la redacciónÁngel Barón, Pedro A. Bueno, José Luis Carretero, Francisco Carvajal, Miquel Coll, MargaritaDíaz, Manuela Fernández, Almudena Gª Mayordomo, Beatriz Gimeno, Aquilino Ginory, JesúsJaén, Ramón Linaza, Luis Martín, Teresa Martínez, Pilar Membrillera, Enrique del Olmo, ToñiOrtega, Celia Pérez (1949-2019), Manuel Pozuelo, Freddy Quezada, José L. Redondo, FernandoRuiz, José M. Roca, Ángel Rodríguez Kauth, Miguel A. Rodríguez Lorite, Luis M. Saénz, BelénSaiz, Juan Manuel Vera, José Luis Yuguero.LOGO: Ana Muiña y Agustín Villalba. MAQUETA: Akilino & ArmandoPropiedad Y EDICIÓN: Asociación TRASVERSALEShttp://www.trasversales.net - [email protected] - ap. 6088, 28080IMprime: Tórculo Artes Gráficas, S.A.Depósito legal: C-2456-05. ISSN: 1886-1083SUSCRIPCIONES: ver http://www.trasversales.net/susc.pdfLa opinión colectiva de Trasversales se expresa sólo en textos editoriales. Se autoriza el usode aquellos materiales de cuyos derechos dispongamos, lo que confirmaremos tras aviso previo.

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Trasversales 49, diciembre 2019

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Pilar Miró(1940-1997)

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Cristina AlmeidaVicent Alvarez

Ana BelénFernando Ariel del Val

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Alain CailléDavid Casacuberta

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Luis Antonio de VillenaElías DíazJavier Doz

Javier EsteinouRafael Estrella

Sam FarberRafael Feito

Benjamín ForcanoVasco FrancoAntonio GalaDan Gallin

Vicent GarcésPere Gimferrer

José A. Gómez YáñezCarlos Gómez Gil

Juan González DíazEnrique González Macho

Jordi GordonRamón Górriz

Isabel Gutiérrez ArijaEsteban Ibarra

Miguel de Julián

Boris KagarlitskyAdam Keller

Veronique KleckRaúl KollmanTamas Krausz

Bernard LangloisJosé Manzanares

Bill MarshallRosa Martínez

José Enrique MartínezJean-Luc MélenchonVicente Molina Foix

Juan MorenoManuel Núñez Encabo

Awilda PalauRosana PastorMaría Pazos

Luis Alejandro PedrazaPedro Pérez RamírezMiguel Serras Pereira

Gilles PerraultÁngel RequenaLaura Restrepo

Christian RetamalManuel de la Rocha

Peter RossmanFanny RubioAntonio Ruiz

Pedro SabandoRobinson Salazar

Víctor Manuel San JoséCarlos Sánchez

Marisol Sánchez GómezMariano Sánchez Soler

José M. Sánchez ZegarraCarlos TéllezAnne Vernet

Por primera vez tenemos un gobierno de coalición sostenido por activa o por pasiva porto da la izquierda parlamentaria menos la CUP. Debemos preguntarnos qué pretende hacery qué es lo que las circunstancias le permitirán conseguir; la respuesta hay que enmarcar-la en la situación de crisis mundial, con las particularidades de la situación española.Crisis del sistema de la globalización que se ha agravado con las medidas proteccionistasde Trump, crisis de legitimación del capitalismo por la creciente desigualdad y por el cam-bio climático. Crisis de las que son conscientes las cúpulas económicas como se ha vistoen Davos. Estas crisis también atraviesan España, pero están acentuadas por nuestras pro-pias encrucijadas.En España el régimen de 1978 revienta por todos los lados. Diversos órganos del Estadoestán perdiendo su legitimidad: la monarquía, la forma autonómica del Estado y sobre todoel poder judicial que cada vez más se alinea con posiciones de derecha extrema. Esta cri-sis se ha acentuado con el deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos y la cre-ciente desigualdad. Además de la crisis social está la crisis territorial debida a la situacióncatalana, pero también el despertar de la España vaciada como se ha manifestado con laelección del diputado de Teruel existe y con la manifestación leonesa.Esta situación exige un cambio de la constitución material y como consecuencia un cam-bio legislativo que dé respuesta a los problemas existentes; desgraciadamente, para quepueda darse también un cambio constitucional es necesario un acuerdo con el PP, pero eseacuerdo en estos momentos sólo conduciría a un cierre mayor de la Constitución hacia unmayor centralismo y a nuevas limitaciones de los derechos humanos. Por si fuera poco, lapoblación desconfía de los políticos, sentidos como el segundo problema según la encues-ta del CIS, y estos no se plantean abordar ni los problemas mundiales ni un cambio cons-titucional progresista.Si parece que a corto plazo no podemos esperar del Gobierno respuestas de fondo a estagrave situación ¿qué es lo que podría intentar? En el programa de coalición entre el PSOEy UP se abordan tímidamente algunas de las urgencias que sufre la población.- Para combatir el cambio climático y llevar a cabo la transición energética, con medidasinsuficientes pero en buena dirección.- Para favorecer medidas contra las desigualdades de género y medidas sociales como laderogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral (no van a derogar toda ella).- Ya se ha hecho la primera reunión de la mesa de diálogo con el gobierno catalán; almenos debería servir para pasar de la judicialización del conflicto a su debate político.Ya se han subido el salario mínimo y las pensiones de jubilación, se ha suprimido el des-pido por bajas justificadas, se ha aprobado la tasa Google y de transferencias financierasy acaba de comenzar el debate sobre la ley de eutanasia. Es deseable que pronto se plan-tee la derogación de la ley mordaza, la reforma fiscal para un sistema más redistributivo yla de la financiación autonómica. Igualmente debemos señalar errores como el nombra-miento de una ex ministra para fiscal general, pero una de sus mayores equivocacionespodría ser incluir la apología del franquismo en el Código Penal, lo que no sería más queuna limitación de la libertad de expresión de dudosa constitucionalidad y un acicate a larepetición de casos como el de Willy Toledo.

Trasversales 50 marzo 2020La opinión de Trasversales

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El nuevo gobiernoy los conflictos sociales

Los compromisos antes citados mejorarían la vida de la gente y hay que exigir su cumpli-miento, más pronto que tarde, aunque sean medidas que se enfrentarán a grandes obstácu-los. Parte de ellas necesitan la aprobación del Presupuesto 2020, lo que depende en granmedida de ERC, embarcada en la campaña electoral para las próximas elecciones catala-nas en competición con Junts per Catalunya. En segundo lugar, dependen de que la UniónEuropea apruebe los límites del déficit, así como del aumento de la recaudación fiscal paraque sea posible aumentar el gasto para cubrir las propuestas del programa de gobierno. Encualquier caso no debemos poner ilusiones en lo que pueda aprobar el Gobierno esperan-do pasivamente, en vez de movilizarnos, pero tampoco podemos despreciar los acuerdospositivos que respondan a las demandas ciudadanas y a sus luchas aunque sea de formainsuficiente.Parece que durante toda la legislatura, dure lo que dure, el gobierno se va a enfrentar alataque deslegitimador de las tres derechas, ataque que en el terreno de las opiniones estáhegemonizado por Vox (veto parental, xenofobia, machismo, franquismo...) Ese ataque tandesaforado difícilmente va a penetrar mucho más en la opinión pública, pero sí pondrátodos los obstáculos posibles, sobre todo con la utilización del sistema judicial, como hacecon éxito ante el conflicto catalán.Pese al acuerdo para la subida del salario mínimo, es posible que pronto las organizacio-nes empresariales abandonen toda colaboración y vayan al enfrentamiento, y también esprobable que la Iglesia Católica con todos sus apoyos vaya a enfrentarse a la ley de euta-nasia y a la reforma de la ley de Educación. Ya está comenzando un ataque a la escuelapública bajo la consigna del apoyo a la libre elección de los padres con el veto parental.Por lo tanto no se trata de esperar que el gobierno aplique su programa, hay que presionarpara que lo cumpla, compensando la presión de las fuerzas que se oponen, y hay que movi-lizarse por las demandas latentes de la población, como ha hecho el movimiento feminis-ta, la juventud contra el cambio climático, las y los pensionistas y últimamente todos lossectores del campesinado.Aunque no puedan solucionarse actualmente las crisis más profundas sí puede darse unasalida que amplíe la base social dispuesta a afrontarlas. Estamos en el filo de la navaja yuna precipitada crisis de este gobierno, sin posibilidades de otro mejor, podría llevarnoshacia una involución, con menos libertades, más represión y más desigualdad, que en defi-nitiva es el programa de la derecha política y social.Luchar por lo inmediato no deberá hacernos olvidar lo necesario. La resolución de las cri-sis sociales y territoriales difícilmente pueden conseguirse en el marco del actual régimen,muy deteriorado. El que Unidas Podemos gobierne podría hacer que abandone sus pro-puestas más avanzadas, dejando de lado la pretensión de cambios de mayor profundidad,o aprobando incluso decisiones contrarias a sus propuestas iniciales. ¿Podría eso terminardebilitando a Podemos e IU?No es posible dar respuestas a las crisis actuales sin señalar los obstáculos, las insuficien-cias y las metas pendientes. Es necesaria la organización social de cara a la movilizaciónpor las necesidades actuales inmediatas o a corto o medio plazo. Si el Gobierno no va apoder o querer abordar la situación con profundidad, es claro que hay que desarrollar losespacios sociales y políticos que sí quieran y puedan intentar hacerlo. Hay un espacio másallá de la actual "izquierda de gobierno" en el que, sin caer en un aventurerismo que pre-tenda abrir una crisis de gobierno, debe surgir un amplio diálogo constructor de opcionespolíticas que apunten cuanto antes hacia transformaciones acordes con las necesidadesactuales.

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Trasversales 50 / marzo 2020Feminismos

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Almudena García Mayordomo

Feminismos: mucho más lo que nos une

Almudena García Mayordomo se presenta como "mujer de triplecompromiso: político, sindical y feminista".

Cuando estas líneas se publiquen ya habremos vivido un 8 de marzo más. La novedad esque no habrá habido convocatoria de huelga general en todos los territorios de este estadode diversidad territorial llamado España. En Madrid no habrá habido huelga. Se decidióasí por la Asamblea de la Comisión 8 de marzo al caer en domingo y no querer hacer caerla responsabilidad de la huelga en las mujeres que más sufren la precarización del empleo.En Madrid, cuando se publique este artículo, habremos vivido la experiencia de un febre-ro hacia el 8 de marzo con distintas movilizaciones que habremos ido conociendo poco apoco: la cadena feminista, la araña feminista, actos de diferentes asociaciones... y la cul-minación en la manifestación del 8M, donde espero que nos encontremos todas.Para la firmante este 8M es especial ya que por circunstancias personales he estado aleja-da de su preparación, pero he seguido, sin participar, durante todo el curso, de 8M a 8M,algunos debates: prostitución, nueva maternidad, presencia queer, presencia LGTBI... Asícomo la irrupción de planteamientos feministas de mayor o menor novedad. Es evidenteque no se puede hablar de feminismo sino de feminismos pero lo que debía ser vivido yplanteado como riqueza y fuerza está generando también tensiones y dinámicas sectariasque pueden debilitar un movimiento de incipiente hegemonía y frenar la construcción deuna nueva forma de relacionarnos los seres humanos basada en la igualdad y la coopera-ción que permita avanzar hacia una comunidad de personas libres que construyen juntasun mundo mejor para toda la humanidad.

Ninguna mujer ni ninguna organizacióntiene el patrimonio feminista ni se puedevolver a cometer errores pasados. No haycarnet de feminista y, por tanto, ni se pue-den repartir ni negar. Algunas de las posi-ciones encontradas hoy me recuerdan a vie-jos debates como el de la doble militancia,la diferencia versus la igualdad, la acciónins titucional versus la movilización… Sial go hemos aprendido algunas, con losaños, es que por encima de las diferenciasestá lo que compartimos: luchar contra unsistema social y político que nos invisibili-za, no nos reconoce y nos aísla. Tambiénhemos aprendido que la capacidad de supe-rar diferencias y aceptarlas desde el respe-to es nuestra fuerza. Solo tejiendo alianzasy redes entre mujeres diferentes y pluraleshemos podido salir a la calle juntas, avan-zar juntas, conseguir victorias juntas… Hedicho que lo que está sucediendo merecuerda debates superados pero hay unelemento nuevo que hace diferente la situa-ción actual de las vividas con anterioridad:la identidad. El debate sobre la identidadintroduce elementos subjetivos, individua-les y planteamientos sobre qué es sermujer, la dicotomía sexo-género presentadacomo disociación de cuerpo/identidad yplanteamientos teóricos de difícil compren-sión para muchas mujeres que pueden pro-vocar el alejamiento de muchas compañe-ras por el sentimiento y la percepción deque su realidad, su problemática diaria ycotidiana, la desigualdad en su vida profe-sional y personal, ya no es la prioridad delfeminismo. El 8 de marzo es y, en mi opi-nión, debe ser un día para poner el foco enlo que compartimos, en lo que nos afecta atodas tengamos la opción sexual que tenga-mos, libremente decidida. Este objetivo, lalucha contra este sistema social, económicoy político, debería estar por encima de lasdiferencias entre feminismos. ¿Qué pasaríacon la organización social y económica silas mujeres dejásemos de cuidar, de regalarnuestro trabajo no remunerado al PIB delos países?Hace tres años me emocioné en la Gran Vía

de Madrid cuando mujeres mayores, femi-nistas de toda la vida, dieron un paso atrásy dejaron la pancarta en manos de mujeresjóvenes. Jóvenes con cantos nuevos, reivin-dicaciones nuevas y mucha energía que nosemocionaron a las que llevábamos añosma ni festándonos en la calle Atocha. Hoysi go emocionándome cuando las veo, algu-nas muy jóvenes, casi crías… pero tambiénsiento preocupación porque en estos tiem-pos de memoria olvidemos y no reconozca-mos a las que año tras año se manifestabanun 8 de marzo en la calle Atocha mante-niendo la lucha. Entonces no eran tan mul-titudinarias ni plurales las manifestaciones.No podemos permitirnos que las discrepan-cias por legítimas que sean puedan más quelos acuerdos y acordes, porque hoy nues-tros enemigos se están fortaleciendo, estánocupando posiciones, están ganando apoyoen la opinión y en los votos. No me gustausar este lenguaje belicista pero las cir-cunstancias actuales me obligan a ello.Frente a la reacción, alianza de plurales,alianza de jóvenes y mayores, alianza defeminismos y mucho respeto a la diferen-cia. Ejemplo de ese respeto debe darlo tam-bién el gobierno. Después de años vuelve aver un Ministerio de Igualdad y un gobier-no que se define feminista. Confío en quela inteligencia de sus componentes les evitecreerse como he escrito supra la potestadde repartir o negar carnets de feminismo ycontribuya a tejer la alianza de las mujeresrespetando su pluralidad para que podamosencontrarnos muchas, muchísimas como enlos últimos años. Un ministerio feminista,en mi opinión, debería marcarse comoprioridades:- La importancia de los cuidados y la asun-ción de estos como responsabilidad com-partida entre hombres y mujeres impulsan-do políticas de conciliación y de atención ala dependencia. Es absolutamente impres -cindible romper con la idea que los cuida-dos están ligados a la condición femenina.Hay que impulsar que los hombres sientanestos como propios de su condición de serhumano. Esto pasa también por romper la

Trasversales 50 / marzo 2020 Feminismos

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feminización de los trabajos remuneradostradicionalmente vinculados a la atenciónde los dependientes. Si se hacen políticasencaminadas a fomentar el aumento demujeres en ciencia, tecnología o camposdonde están infra representadas tambiéndebería promoverse la presencia de hom-bres en aquellas profesiones feminizadas.- Políticas contra la precariedad laboral y laeconomía sumergida, lo que algunas lla-mamos el subsuelo de arena movediza.Pues si los techos son de cristal y por tantoinvisibles pero sí pueden romperse, másdifícil es evitar hundirse en las arenasmovedizas. En nuestro país poco a poco seinstala una nueva esclavitud, la de mujeres,en su mayoría migrantes, que a cambio decomida, cama y dinerillo para sus gastosaceptan trabajos de cuidadoras sin garan-tías ni derechos. - Impulso de las medidas encaminadas aque ningún techo, sea de cristal o dehormigón, frene la asunción de las respon-sabilidades en la toma de decisiones ygestión por parte de las mujeres.- La violencia y el acoso machista. No sólodeben introducirse los cambios legislativosimprescindibles sino también una culturade prevención que permita a nuestrapoblación más joven detectar compor-tamientos que pueden derivar en maltratopsicológico y físico y fomentar relacionesbasadas en la libertad e igualdad.Espero de este Ministerio la convicción deque a través del diálogo con las diferentesasociaciones y contando con sus aportacio-nes, los problemas reales de las mujeres,las que más sufrimos la desigualdad, seconviertan en prioridad política. Confío enque sea capaz de tejer redes y alianzas quenos permitan avanzar en la construcción deuna sociedad (comunidad) de personaslibres e iguales. Por supuesto que la protec-ción y los derechos de las personas Trans yLGTBI también deben ser objetivo de esteMinisterio y seremos también muchas lasque el día 31 de marzo, día de la VisibilidadTrans, les acompañemos como cada 28 dejunio nos unimos al Orgullo.


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Las últimas declaraciones del presidente Moreno sobre el temor de los hombres a ser acu-sados de acoso es otra evidencia del carácter del gobierno, que en lugar de generar políti-cas y acciones efectivas para garantizar la aplicación de los principios constitucionalesbasados en el respeto a los derechos humanos y en particular de las mujeres, niños, niñasy adolescentes al derecho a una vida libre de violencia, impulsa el fortalecimiento de unEstado, extractivista, machista, xenófobo y racista. El machismo es política de Estadodesde hace tiempo; y, esa línea política es responsabilidad del presidente. Ya varias vecessus declaraciones nos colocan, a nivel internacional, como un país sin cultura política enderechos humanos.En 2019, las irresponsables declaraciones del presidente y sus secretarios, así como la ne -gligencia de la policía y su jefa ante el femicidio de Diana Carolina en Imbabura, desen-cadenaron una cacería de venezolanos y venezolanas. Decenas de hombres, mujeres yniños, niñas fueron perseguidos con antorchas en la provincia norteña producto de la xeno-fobia promocionada por el Gobierno.Sistemáticamente el Gobierno de Alianza País, ahora con Moreno a la cabeza, descarga laresponsabilidad de la violencia machista en los hombros de los y las más vulnerables. Nose reconoce el rol de la policía en la vulneración de derechos, se los condecora; se reduceel presupuesto para prevención de violencia de género contra las mujeres, pero se invier-te cantidades exorbitantes en circo para el pueblo; no se financian las políticas para redu-cir las alarmantes cifras de embarazo adolescente que colocan al Ecuador a nivel de lospeores indicadores de la región.Sin embargo, se aprueban grandes desembolsos para armar a la policía con el fin de repri-mir al pueblo; no se aprobaron las reformas al COIP para aumentar las causales que bus-caban proteger a las mujeres que fruto de una violación quedaban embarazadas, y portanto, se mantiene la criminalización de las mujeres pobres que abortan cuando han sidovioladas; se recorta la inversión en salud y educación; hay persecución y criminalizacióna líderes y lideresas sociales por protestar por sus derechos; mientras los gastos en propa-ganda para el régimen se incrementan.


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Parlamento plurinacional y popularde mujeres y organizaciones feministasde Ecuador

Ante las declaraciones misóginasy antiderechos de Lenin Moreno,presidente del Ecuador

La militarización de la vida, de los territo-rios en continuo despojo por el extractivis-mo devastador, la política seguritista y en -treguista, el control sobre los cuerpos de lasmujeres y disidencias, así como la violen-cia machista es el pan de cada día de esterégimen heredero del correísmo.La estrategia del gobierno es la criminali-zación de la lucha social y la creación de"enemigos públicos" entre las y los lucha-dores populares, con el propósito de impe-dir y desarticular la organización socialcontra las políticas neoliberales y favorecerlos intereses económicos y políticos de susaliados; los empresarios, los banqueros, elFMI y de los grupos religiosos fundamen-talistas. Todo esto para reafirmar y renovarlas estrategias del capitalismo imperialistaneoliberal, patriarcal y misógino enquista-do en nuestro país; por esa razón las conti-nuas declaraciones del presidente Moreno,no son exabruptos inocentes, chispoteos almejor estilo de personajes cómicos, es unapolítica de Estado en este nuevo periodo deAlianza País.El machismo, es histórico y estructural, noepisódico. No tiene nacionalidad ni fronte-ras, permea todos los espacios sin distin-ción de clase, etnia, religión, profesión yhoy está presente de cuerpo entero en elsillón de la Presidencia como usted lodemuestra. Las lecciones que nos deja a lasmujeres, este periodo nefasto del gobiernode Moreno y sus aliados conservadores, esseguir impulsando el feminismo, los dere-chos humanos y el ideal de justicia social,para implementarlo y vivirlo en las formascotidianas de hacer política, no como eti-quetas para las elecciones, ni como chequeen blanco para cualquier candidato.Los machistas también son seres que ejer-cen poder, control y violencia. Querer des-cargar la responsabilidad del acoso sobrelas mujeres ecuatorianas, culparlas de laviolencia que reciben, manipular la reali-dad, minimizar las prácticas de violencia,hacer un circo con los femicidios, es unaestrategia cobarde que pretende maquillarla ausencia de políticas que erradican la

violencia y justificar la descomunal desin-versión del llamado "Plan Toda una vida"en su gobierno. Las mujeres organizadas noolvidamos que el partido que hoy nosgobierna es el mismo que durante unadécada irradió un mensaje machista y vio-lento cuyos efectos estamos pagando todosy todas:–cada 71 horas una mujer es asesinada deuna forma violenta por machos con unEstado cómplice de feminicidio. –7 de cada 10 mujeres hemos vivido algúntipo de violencia. –1 de cada 4 mujeres hemos vivido violen-cia sexual.–Cada día 28 niños, niñas y adolescentesson víctimas de algún tipo de violencia.–En las Universidades: 5 de cada 10 muje-res han sido acosadasHoy más que NUNCA se hace urgente res-taurar el presupuesto destinado al PlanNacional para la Erradicación de la Vio -lencia contra las mujeres (más de 10 millo-nes de dólares) e iniciar con capacitacionesy sensibilizaciones urgentes a la Pre -sidencia de la República y a todos los Mi -nisterios y Secretarías, especialmente a laSecretaría de Derechos Humanos.Sólo representantes directos de los intere-ses de la burguesía pueden gobernar unpaís sin nociones mínimas de DerechosHumanos y de respeto a la vida digna yprocesos de las mujeres.Por un país con más derechos humanos yjusticia social para todos y todas.


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Guisela López(Guatemala 1960)

Coordinadora Cátedra Alaíde FoppaPoemario Voces urgentes

Ediciones Lunaria 2013

Presentes

Llegamos aquí presurosas…Hemos venido,convocadas por un sueño.

Las mujeresrecorremos las plazas del mundodesplegando palabras.

Hemos llegado de todas partesunas tristes,otras alegresalgunas rotas.

Trazando arcoiriscon nuestros colores de piel,constelacionescon nuestras miradas.

Nos encontramosproclamando la soberanía de nuestros cuerpos,defendiendo la libertad de nuestros pasos.

Haciendo resonar nuestra voz.de continente a continente.

Transgrediendo mandatos,construyendo metáforas amablescon la fuerza de nuestros deseos.

Enlazándonos,más allá de nuestra edady nuestras nacionalidades.Acarreando esperanzasen la desesperanza.

Tejiendo redes,laboriosas arañas.Construyendo ciudadaníacentímetro a centímetro.Transformando la realidadcon nuestros caminares,incursionando el vientovestidas de cometas,despeinadas de flores,deliberadas,presentes,en esta marcha por la vida.

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Leódile Béra ("André Léo")

La mujer y las costumbresLibertad o Monarquía (fragmento)

Este texto, traducido al castellano por Trasversales, reproduce unfragmento inicial del libro La femme et les moeurs. Liberté ouMonarchie (pp. 1 a 37, 1869, Le Droit des femmes), obra de LéodileBéra, más conocida como "André Léo". A lo largo del texto hayalgunas aclaraciones de la traducción colocadas entre corchetes; lasnotas a fin de texto también son de la traducción, salvo la número10, que es de la autora.

Feminismos Trasversales 50 / marzo 2020

Actualmente, pese a tantos prejuicios y sarcasmos, la discusión en torno a la igualdad dela mujer se agita en los dos mundos [Europa y América] y se amplía día tras día, aunqueapenas ayer mismo este tema fue rechazado como quimérico y después combatido comoridículo.Esta discusión nació de la Revolución francesa, que creó o renovó todos problemas pormedio del nuevo principio proclamado por ella, en el que la igualdad de las mujeres estácontenida, como lo están todas las demás exigencias de igualdad.Pero la humanidad raramente comprende de golpe el sentido de sus propios descubrimien-tos. En ese impulso apasionado que hizo caer tantas cadenas, que reconoció al hombre enel esclavo e hizo del siervo un ciudadano, fue olvidada la mujer, que también participó deél. No se reflexionó sobre ello.Una única inteligencia, tan elevada como pura, superior a su época y aún poco apreciadaen la nuestra, no cayó en ese olvido y lo señaló en vano. Condorcet escribió:"La costumbre puede familiarizar a los hombres con la violación de sus derechos natura-les hasta el punto de que entre aquellos que los han perdido no haya nadie que piense enreclamarlos o que crea haber sufrido una injusticia.Algunas de estas violaciones se les pasaron por alto incluso a filósofos y legisladores quese ocupaban con el mayor celo en establecer los derechos comunes de los individuos de laespecie humana, haciendo de ellos el único fundamento de las instituciones políticas. Porejemplo, al excluir a las mujeres del derecho de ciudadanía ¿no han violado todos ellos elprincipio de la igualdad de derechos al privar impávidos a la mitad del género humano desu derecho a participar en la formación de las leyes? (...)

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FeminismosTrasversales 50 / marzo 2020Para que tal exclusión no fuese un acto detiranía sería necesario demostrar que losderechos naturales de las mujeres no sonabsolutamente los mismos que los de loshombres, o demostrar que son incapaces deejercerlos. Ahora bien, los derechos de loshombres derivan únicamente de que sonseres sensibles, susceptibles de adquirirideas morales y de razonar sobre esas ideas.Por consiguiente, como las mujeres poseenesas mismas cualidades, tienen necesaria-mente derechos iguales. O ningún indivi-duo de la especie humana tiene en verdadderechos o todos tienen los mismos, yquien vota contra el derecho de otro, seancuales sean su religión, su color o su sexo,abjura de los suyos desde ese mismomomento" (1).En esto, Condorcet no tuvo discípulos niadversarios. A todos les pareció pura filo-sofía. Y los revolucionarios de entonceseran poco filósofos, aunque procedían deellos. Nunca, sin embargo, las mujeres sehabían implicado tanto en una revolución.Tras uno de sus grandes episodios, la mar-cha desde París a Versalles [5-6 de octubrede 1789], que protagonizaron ellas, se lasveía en todos los acontecimientos y escena-rios: fiestas, disturbios, prisiones, cadalsos.Sin embargo, al verse rechazadas por laRevolución (2) ésta perdió sentido para lasmujeres, como por otra parte le pasó a lamayor parte de los revolucionarios, y pron-to se dispusieron a enterrarla. Ellas habíanhecho la revolución por odio al despotismoy ellas la desmontaron por el mismo moti-vo, llenas de lástima hacia los vencidos ycansadas de tantos decretos y prohibicio-nes. Se había perdido el impulso inicial y elsignificado del objetivo buscado, porque sehabía violentado tanto a la humanidad ennombre del género humano, porque sehabía ido tan lejos en la vía de la tiranía ennombre de la libertad.Las mujeres retornaron hacia el pasadodesalentadas ante aquello en que se habíaconvertido el nuevo Estado. El catolicismo,consciente de su poder, lo utilizó plena-mente para seducirlas: renovó su genio, se

hizo romántico, se rodeó de poesía eincienso, y sus penitentes tuvieron queabjurar del libre arbitrio que les habíaextraviado y renunciar a las pompas delespíritu, mucho más peligrosas que laspompas de Satanás a los ojos de la Iglesia.Pese a todo, el espíritu reencuentra sucamino. A pesar de la Iglesia y de los pre-juicios, las mujeres retornaron a la literatu-ra y la filosofía. En todo viaje se hacenparadas intermedias, pero entre ellas seavanza. Las mujeres se estremecieron alconocer el decreto para su emancipaciónpromulgado por Saint-Simon, y varias deellas, entre aquellas más inteligentes y lea-les, se hicieron discípulas del renovador.Hablo aquí de la primera época del saint-simonismo, entre las dos que tuvo (3).Por mucho que se trate de diferenciarlas, lahistoria de las mujeres es la historia de lahumanidad. Sus sentimientos sólo estallanen el espacio público cuando su emoción esinmensa; pero en los tiempos corrientes suinfluencia sigue existiendo, aunque seadifícil notarla. Todo reside en saber si estainfluencia debe ser instintiva o cultivada.Si debe ejercerse por caminos directos opor caminos tortuosos, a plena luz o en laoscuridad.En 1830 se produjo un despertar. La mujeraparece desbordante en todos los ámbitos,en la literatura, en el socialismo, en lasconspiraciones, en las insurreciones. Paracombatir tal despertar se mofaron de esteimpulso. Era la eterna oposición entre loque es y lo que quiere ser, entre quienes tie-nen y quienes quieren tener; el emancipadode ayer, ahora amo, defendiendo su reino.Pero en este caso no era posible, de hecho,la guerra civil; pero fue una cruel guerraespiritual.Fue entonces cuando calificaron de "mari-sabidillas" a las escritoras, estrafalariadenominación que sin embargo tiene algode verdadero: cuanto más cultiva la inteli-gencia una mujer, más se aleja de la coque-tería (4). La sociedad de entonces, hecha decomponendas, superficial y rutinariamentearistocrática, burlándose de todo porque en

nada creía y viviendo día a día, sin vínculocon el pasado y sin interés por el futuro,brillante pero carente de profundidad, cen-suraba la seriedad en la mujer e incentiva-ba en ella la frivolidad como virtud. Estasmofas tuvieron gran influencia sobre elescaso desarrollo de la educación recibidapor las chicas, ignorada completamente porla monarquía constitucional (5). Tales bur-las han equiparado a muchos hombres conChrysale (6) y han puesto sobre los ojos delas mujeres la cinta del catolicismo y losprejuicios.Hoy, más que nunca, la "profunda y magní-fica" doctrina según la cual la mujer debeser necesariamente frívola e ignorante sebifurca en dos grandes destinos: para lasmujeres honestas, convencidas guardianasdel fogón, la paralización de todo progresoen el mundo y la extinción de todo movi-miento generoso; para las mujeres queviven en el lujo y las cortesanas, la puestaen juego de su propia honestidad privada...vencida. Hace falta oro a cualquier precio.Los escándalos que crecen y se multiplicanagotan la fuente de la indignación pública.Se ha sabido y se sabe lo que puede produ-cir el decaimiento de las costumbres. Perofalta por saber si se comprenderá bien quées lo que puede sustituirlas en nuestraépoca.A pesar de la Revolución, se había creídohasta 1830 que la política era en sí mismauna ciencia, separada de las ciencias mora-les. La temática de la mujer y de la familiaaparece la última, precisamente por ser lamás profunda. Sin embargo, el socialismo,tan verdadero en su principio reivindicativocomo discutible en cada una de sus diver-sas versiones teóricas, se instala en los dosextremos del mundo espiritual, en los pen-sadores y en los miserables. Y, de repente,la novela y la utopía se convierten en lamás acusada expresión del movimientointelectual; los novelistas fueron los histo-riadores de esta sociedad transtornada, ya adisgusto bajo su vieja forma. Los novelis-tas expusieron mejor las llagas sociales yfueron mejor comprendidos que los filóso-

fos, porque, en vez de hacer especulacio-nes, se dedicaron a mostrar los hechos: lamujer engañada, la criatura sacrificada, lamiseria que, abajo, empuja al robo, al ase-sinato y a la corrupción, mientras que, arri-ba, la sed de riquezas también empuja alrobo, al asesinato y a la corrupción.Provocando el griterío de los conservado-res, se ataca a la familia y a la propiedad,no para destruirlas, como pretenden ellos,para quienes la forma es todo, sino paratransformarlas, como antes se había ataca-do al Estado para cambiarle. Georges Sand,Balzac, Eugène Sue hicieron su obra, allado de Saint-Simon, de Cabet, de Fourier.En todas partes eran denunciados los viciosdel matrimonio, al mismo tiempo que sedenunciaban los del proletariado. Se reto-maba así la obra de la Revolución alládonde ella se había detenido, allá dondehabía tenido que pararse porque sólo con lapolítica no se podía ir más lejos.Antes de 1848 sólo los socialistas habíanplanteado la cuestión del derecho de lamujer. En 1848 hubo un movimiento demujeres, pero fue recibido con escasa sen-sibilidad y fue objeto de mofa, pese a queprobablemente no fuera más ridículo quelos demás clubes (7). Los propios socialis-tas estaban tan poco preparados para laentrada de la mujer en el ámbito políticoque la candidatura de Jeanne Deroin a laselecciones de mayo de 1849 para la Asam -blea Nacional Legislativa encontró muypo cos apoyos en su partido. La protesta dePauline Roland exigiendo su inscripción enla lista de electores de Boussac fue acogidapor el alcalde socialista, Pierre Leroux, casitan mal como lo habría hecho cualquierotro alcalde. Después, el golpe de Estadode Luis Napoleón Bonaparte hizo caer unmanto de silencio sobre todos los proble-mas vitales.Sin embargo, en 1853 apareció la Historiamoral de las mujeres, de Ernest Legouvé,un generoso grito de indignación contra losexcesos producidos por la brutalidad de lasleyes y de las costumbres. Apelaba a la pie-dad más que al derecho, pero en aquel


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entonces esa moderación sirvió a la causa,aún tan incomprendida.En 1858, a iniciativa de Arlès Dufour, anti-guo saint-simoniano de mentalidad siem preabierta a las ideas generosas, la Academiade Lyon sometió a estudio "los me dios deelevar el salario de las mujeres has ta igua-larlo con el de los hombres, cuando hayaigualdad de servicios o de trabajo, y deabrir a las mujeres nuevas profesiones".Así se abordaba el problema desde el puntode vista económico, tan importante, ya quela reivindicación de libertad e igualdadpara la mujer se ve complicada por uninmenso problema material. El salario de lamujer sigue la condición en que se encuen-tra ésta: se le degrada como se degrada a lamujer. Rechazada en la mayor parte de losoficios, separada de casi todas las profesio-nes, aplastada en todos los ámbitos y obli-gada a recurrir a medios diferentes al traba-jo para poder vivir, la mujer se hunde y lasociedad se hunde con ella.De este concurso convocado por la Aca -demia de Lyon salió un ensayo notable porel estudio de los hechos y por su sentido delderecho, publicado más tarde bajo el títuloLa mujer pobre en el siglo XIX. Lo escribióuna joven pobre y estudiosa, Julie-VictoireDaubié. No se limitó a reinvindicar y tam-bién quisó intentarlo: dos años más tarde laFacultad de Letras de Lyon le concedió eldiploma de bachiller en letras (8).Otras siguieron su ejemplo, como EmmaChenu, que recibió los grados de bachillery de licenciada en Ciencias. Estos hechos,aunque aún no son habituales, ya son fre-cuentes; por ejemplo, dos francesas, unarusa y una estadounidense siguen los cur-sos de la Escuela de Medicina de París,aunque no sin haber superado a fuerza decoraje muchos obstáculos y desprecios.La disputa se abrió en 1867 con el libro LaJusticia en la Revolución, en el queProudhon insultaba groseramente a lasmujeres, y con El amor y La mujer, dondeMichelet la insultaba casi en igual medidaaunque con tono más almibarado.Estos libros y otros que los plagiaron fue-

ron escritos por excéntricos publicistas opor poetas demasiado tiernos, y no eranmás que panfletos brutales o fantasías eró-ticas. Revelaban del hombre mucho másque desvelaban de la mujer. Entre otras,recibieron dos respuestas muy enérgicas,las Ideas anti-proudonianas de JulietteLam bert y La mujer emancipada de Jennyd’Héricourt (Jeanne-Marie Poinsard), obraesta última de gran polemista, en la que elbuen sentido, la lógica y la razón se expre-san con un verbo lleno de ironía.Estas dos obras ganaban claramente la par-tida a las contradicciones proudhonianas ydebilitaron mucho, en el mundo de los pen-sadores, el prestigio del atleta (9) originariodel franco-condado, pero fueron poco leí-das por la gente común. El bello libro deJenny d’Héricourt refuta principalmente aProudhon, pero también da de lleno sobreMichelet, Auguste Comte y otros detracto-res de la mujer. Pero, al ser demasiado serioy elevado como para suscitar curiosidad yescándalo, no logró contrarrestar la in -fluencia popular de esas otras doctrinas fir-madas con nombres conocidos.En Francia, donde se siente la necesidad debrillar en cualquier tema de conversación,donde se carece del tiempo necesario paraprofundizar en todas las cosas y donde lamente es tan efímera como la palabra, laopinión está marcada por una extremaimpresionabilidad; como en la atmósfera,en la opinión hay corrientes impetuosas ycambiantes. Para muchos, la mujer se con-vierte en una enferma, y para todos en unainferior. Por otra parte, para esto bastabadejarse llevar por la tradición.Se ha atribuido a la influencia de Micheletuna marcada suavización en las costumbresmatrimoniales. Pero esto es muy dudoso,ya que sólo se estima de verdad y con cons-tancia a quienes se respeta, y porque laúnica verdadera barrera contra el egoísmodel poder son los derechos adquiridos, rea-lizados, alzados sobre la propia fuerza.Influencias como la de Michelet, arbitrariasy superficiales, sólo puede producir análo-gos efectos (10).


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En definitiva, hasta ahora la mujer sólo haganado de la Revolución la ley sobre he -rencias y una protección insuficiente contralos abusos públicos. ¿Es más respetada queantes? No. Aunque desde hace algunosaños se siente que, por la fuerza de lascosas, hay que contar con ella, se siguecuestionando su derecho, que irrita al podermasculino. La inquietud y la desconfianzadespertadas hacen que la antigua cortesíasea dada de lado y, sin querer tratarla comoigual, se la trate ya como adversaria."¡Derecho de las mujeres! ¡Qué ridiculez!",gritan. Y, según cual sea la capacidad refle-xiva del que habla, se limitan a alzar loshombros o sueltan algunas frases profundassobre la exacta suma de libertad y de bene-ficios que se puede otorgar a las mujeres,de acuerdo a sus deberes y a las necesida-des de la sociedad. En cuanto a los benefi-cios derivados del derecho común, se lespuede contar con los dedos de una mano.Para decirlo claramente, el derecho de lamujer está mal visto y aún se le soportapeor. No saben hablar de él, incluso los másindulgentes, sin mostrarse pudorosos y sinuna semisonrisa en la boca.Sin embargo, quizá la risa, tan útil en otrascosas, no sirva de nada en ésta. Todo sedesgasta, hasta las burlas; pero los proble-mas continuan hasta que son resueltos. Alos superficiales les gusta desdeñar, a loscultos les gusta lanzar obervaciones mali-ciosas o incluso groseras (a veces dominala pasión), a los vulgares les gusta imitar asus líderes; en literatura gusta musicar lasituación y demostrar, a base de enfatiza-ciones, gorgoritos y fantasías, que la mujeres una hurí, una peri (11), un hada, unángel, ajena a todo lo terrestre... salvo aalgunas cosas. La fuerza de las cosas, queactúa pese a todo, nos obliga hoy a hacerinventarios terribles, poniendo de relieveuna situación que no es superficial, ni espi-ritual, ni graciosa, sino, si nos empeñamosen ello, ridícula pero de manera muy amar-ga.Las cifras han demostrado desde hacemucho tiempo que el salario de las mujeres

es insuficiente. Para las obreras en las ciu-dades su valor medio es 1,20 francos dia-rios. Pero las medias son demasiado abs-tractas y para evaluar el hambre más huma-namente sería preciso excluir del cálculolos ingresos más elevados, excepcionales yreservados a muy pocas mujeres. Así que,si la mayoría de las mujeres gana en tornoa 1,20 francos diarios, también hay unaminoría que gana aún menos y cuyo salariollega a caer hasta los 60 céntimos diarios. Yno hace falta demostrar que con ese dineroes imposible la existencia en nuestras ciu-dades. Lo mismo pasa en el campo, pero enlas ciudades más aún.¿Cómo pueden vivir entonces? La respues-ta es conocida, se ha convertido en banal:recurriendo a comportamientos considera-dos inmorales, como la prostitución. Algu -nas mujeres se suicidan. Los partidarios de"buenos principios" me harán una obje-ción: ¿qué pasa con el matrimonio?Mucho habría que decir, desde el punto devista moral, sobre el matrimonio en tantoque recurso económico; pero, sin entrar enello ahora, se reconoce que los hombres,sobre todo los obreros, cada vez se casanmenos. La mujer y los hijos son una carga,una obligación, así que prefieren, con laayuda de una ley complaciente, explotar ala mujer y perder a la criatura. Se dice, serepite, se grita que las costumbres están endecadencia. En las ciudades, el concubina-je es regla y el matrimonio excepción. Y, sise piensa en ello, se seguirá en esa condi-ción ya que el concubinaje puede renovar-se varias veces mientras que, por reglageneral, el matrimonio sólo ocurre una vezen la vida.Se ha hablado con frecuencia de la luchaentre honor y hambre que se impone a laobrera. Desde luego, esa lucha existe, peroen la mayor parte de las ciudades industria-les se la previene por medio de un excesode corrupción."En nuestras ciudades industriales puedeverse a jovencitas de 12 años ofrecerse ca -da tarde en la calle, y en la ciudad de Reimsson más de cien las que, con esa edad, tie-


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nen como único medio de subsistencia laprostitución" (Louis-René Viller mé, citadopor Julie-Victoire Daubié). Para aquellosque sólo tendrán en cuenta la degeneraciónmoral diré que a ésta sigue na turalmente ladegeneración física; entre am bas se engen-dran y perpetuan. La población se reduce yenvilece. Vamos hacia Li li put. ¿Cómo noiba a ocurrir? A la mujer engañada sigue lacriatura abandonada; la vida libertina esuna vida gangrenada desde su germen.En la estadística judicial de los últimos 10años se contabilizan numerosos infantici-dios, aunque sólo llegan a los banquillos delos tribunales algunos torpes intentos; se hade sarrollado de forma considerable la in -dustria social para la realización de abor-tos, que aborda el problema de forma másde cente. Toda situación gravemente crimi-nalizada genera instituciones relacionadascon sus necesidades. A pesar de todo,Francia alimenta anualmente unos 50.000niños abandonados, de los que las tres cuar-tas partes mueren antes de los 12 años. Elresto está condenado a poblar prisiones,centros de trabajos forzados y patíbulos."Ocho de cada diez menores entre los queocupan el tiempo de nuestros tribunalespertenecen a la tribu de los hijos naturales,que aporta a la prostitución más de la cuar-ta parte de sus reclutas. El ejército de ladro-nes, timadores y bandidos que campa entrenosotros le debe la mayor parte de sus sol-dados, incluso de sus soldados de élite",escribe Paul Lacombe (12).¿De dónde procede esta desmoralización?Sue le buscarse causas políticas, pero lascau sas políticas sólo son efectos. ¿Qué lasproduce? ¿Qué produce el envilecimientode las mentes? ¿Qué produce la indiferen-cia ante el bien, la despreocupación ante elmal, esa cobarde indolencia que se adorme-ce en el gozo, esa excitación en la que el al -ma sólo tiene impresiones fugaces, sinideas o sentimientos, en la apetencia de lainacción? ¿Quién ha extinguido el entusias-mo y ha quitado de la mirada de la juven-tud la risueña llama de las grandes espezan-zas, sustituyéndola por la atonía de la ebrie-

dad o el viscoso brillo de vergonzososdeseos?Es la lujuria. ¿Pero de dónde viene la luju-ria? ¿En qué se diferencia del amor? Sediferencia en que la lujuria sólo atiende alos sentidos, mientras que el amor aprove-cha y exalta simultáneamente todas lasfacultades del ser. En el amor, el ser amadose convierte en el ideal, mientras que en lalujuria el ser sólo es objeto.Siendo así, ¿qué ha pasado con la mujer?Se ha hecho de ella un objeto. Por la depen-dencia material en la que es mantenida,excluida de casi todas las funciones socia-les no serviles y reducida a un salario insu-ficiente, se la fuerza a venderse en el matri-monio a cambio de una protección frecuen-temente ilusoria o a alquilarse en unionestemporales.Se ha hecho de ella un objeto. Se la ha atri-buido una especie de incapacidad moralpor la servidumbre moral que se le imponeal declarar que no está hecha para sí mismasino para el hombre, nacida para su dedica-ción, como anexo y accesorio, al ser princi-pal, hacia el que se le ordena sumisión, y alprivarla en consecuencia de iniciativa yresponsabilidad.Reduciendo sistemáticamente el nivel edu-cativo de las mujeres, prohibiéndoles losestudios superiores por medio del imperiodel prejuicio y el rechazo de los mediosprecisos, se las ha obligado a ser, en gene-ral, intelectualmente inferiores y se las harebajado del papel de sujeto al de objeto.En suma, mientras que se ha honrado laexaltación de las facultades brutales delhombre, se han arrasado todos los obstácu-los y agotado todas las fuerzas que lasmujeres podían oponer ante esa brutalidad.Las mujeres tienden a ser de más prudenteconducta, pero se ha querido que no se per-tenezcan a sí mismas. Se les impone comodogma la sumisión y la falta de personali-dad, y este dogma ha sido ratificado entodas las leyes civiles, políticas y económi-cas. ¡Después se extrañan de la degrada-ción de las costumbres!¡La sumisión! A veces se aplican las pala-


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bras como silogismos inconscientes: ¡Fillesoumise!... [término con el que la policíafrancesa del siglo XIX se refería a lasmujeres que se habían registrado oficial-mente para el ejercicio de la prostitución].En efecto, ese es el último desaguadero delsistema. De renuncia en renuncia, de caídaen caída, se desemboca en ello.Este sistema no es nuevo. Pero ahora pro-duce sus efectos más violentos, a causa dela bastarda alianza entre el viejo orden y elnuevo orden. La mujer se encuentra conque se la considera a la vez responsable eirresponsable. Excluida de la ley común enlo que se refiere a derechos, se la incluye encuanto a deberes. Declarada débil y subor-dinada, y como tal excluida de participa-ción en los beneficios sociales, tiene quecui dar de sí misma, sin protección real al -guna. Una nueva fuerza social, la industria,la acepta pero sólo para estrujarla; las leyesciviles y económicas la condenan a la mise-ria, y la miseria la condena a la deshonra."La miseria de las prostituidas es tal que,en un recuento de las muchachas inscritasen París, entre más de 6000 prostituidassólo se encuentran dos que hubieran podi-do vivir de su trabajo o de sus rentas... unade ellas luchó contra el hambre durante tresdías antes de inscribirse... Obreras o sir-vientas sin recursos y sin asilo se ven obli-gadas a vagar por las calles de nuestras ciu-dades, donde la policía las echa el guante.Esta policía está formada por los sergentsde ville, en su mayor parte ex soldados, quehan arrastrado a jóvenes vírgenes al Bureaudes moeurs bajo la acusación de haber inci-tado al libertinaje sin autorización ni licen-cia... estos errores crueles se repetían todoslos días contra las hijas del pueblo sin quese escuchase su grito de protesta... Entre4000 muchachas inscritas nativas de Paríssólo se encontraban, hace unos años, unas100 capaces de firmar con su nombre... lashijas naturales forman la cuarta parte de losefectivos de las casas de tolerancia, com-pletados en parte por las víctimas de laseducción" (Julie-Victoire Daubié, LaFemme pauvre au XIX siècle).

"La prostitución legal, por tanto, sólo nosda un pálido reflejo del progreso de la des-moralización en nuestro siglo, ya que elnúmero de muchachas abocadas a la prosti-tución clandestina triplica el número de laslegalmete incritas. A aquellas se las en -cuentra en una multitud de cafés, teatros,cabarés, tabernas y 'casas de citas'" (Id.).El número de prostitutas es considerable,pero el número de prostitutos es mayor. Sinembargo, éstos, que no están sometidos aninguna ordenanza específica, infectantranquilamente nuestras calles con sucorrupción y son un peligro permanentepara la seguridad pública, propagan el des-orden moral y contaminan hasta las menteshonestas, obligadas a contar con su existen-cia y a temer encontrarse con ellos.Pero, en esto, el hombre es irresponsable.Por una extraña anomalía, pese a haber sidoproclamado mayor, es irresponsable, mien-tras que la mujer, declarada menor, es res-ponsable. Aunque la opinión pública reco-noce que es un agente de la inmoralidad,pasea impunemente sus "calenturas" y hacealarde de ellas. Puede seducir, sin miedo alas consecuencias, a jovencitas de 14 o de16 años. Por ejemplo, el año pasado unamadre llevó a juicio al seductor de su hijade 14 años, por haberla arrastrado a unacasa de citas en la que pasaron la noche,pero el hombre fue absuelto porque lajoven había ido con él por su propia volun-tad.El hombre es totalmente libre para transfor-mar en crimen abyecto el vínculo más fuer-te y más sagrado de la naturaleza. Si lamuchacha a la que ha abandonado, presio-nada por la vergüenza o por la miseria, sedeshace de la criatura que él ha creado, esemismo hombre será testigo de cargo en elproceso, del que saldrá sano y salvo, paraasí poder unir su voz a la de la opiniónpública en otra ocasión para expresar sudesprecio a estas desdichadas. Y, sinembargo, no faltan argumentos para soste-ner que el aborto es menos cruel que elabandono de la criatura. Se conoce sobra-damente la espantosa mortalidad que hay


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entre estas criaturas abandonadas, y cuantodesprecio y cuantos malos tratos marchitany pervierten a aquellas que lograr resistirlas consecuencias de un mal cuidado en lainfancia, así como que estarán predestina-das a convertirse en reclutas del crimen yde la inmoralidad.Sin embargo, cada vez son más. Cada añonacen en París entre 16 mil y 17 mil."Todos los estadísticos admiten un conti-nuo aumento del número de hijos natura-les" (Émile Acollas, L'Enfant né horsmariage).Claro que estas cosas no nos quitan elsueño. Nos hemos acostumbrado, de formanoble y desinteresada, a no mezclarnos enlas cosas sociales y preocuparnos sólo denuestros asuntos personales. Se es idealistao no se es. Resulta bonito vivir con los piesen el fango pero con la mirada en las nubes.A veces, no obstante, nos damos cuenta deque esto va mal y nos preocupamos: cuan-do se nos roba; cuando se nos asesina;cuando se nos lleva a la quiebra, cuandonuestra hija se casa con un mal tipo, cuan-do nuestro hijo destruye su alma, su cuerpoy sus bienes; cuando la irritación social setraduce ante el mundo en inconmesurablesbajezas; cuando la hipocresía, una vezalcanzado el límite que la separa del cinis-mo, se rie de nosotros ante nuestras propiasnarices; cuando al arbitrio de un juez seabre alguna trampilla de la que emananvapores hediondos, cuando el crimen nosfrecuenta y rodea por todas partes; cuando,en fin, los hechos se hacen insoportable-mente insolentes.En otros tiempos, se obligaba a los pobresa conducirse apropiadamente; sólo los"niños bien" tenían derecho a la orgía. Peroahora indigna la igualdad en las malas cos-tumbres. El hombre del pueblo explota a lamujer, como hacían los nobles y comohacen los burgueses. Cada año nacen 75mil ciudadanos sin estado civil, y la cifratiende a crecer. Y en esto la multitud tam-poco se anda con chiquitas: debuta en estereino con costumbres de príncipe. Ya nohay familia, o poco falta para ello. La pro-

piedad, legítima o no, está amenazada. Enotros tiempos, la gente se reía de estascosas, los ingeniosos hacían graciosas bro-mas que regocijaban a nuestra fácil y alegrehumanidad. Pero, desde que estas situacio-nes afectan a todo el mundo, no hay mane-ra de que siga siendo así.Tomemos en cuenta también el asunto dellujo. La mujer, nacida para gustar, se hatomado este destino tan en serio que elgasto dedicado en cada hogar a acicalarse yvestirse se ha hecho semejante, en cuanto adéficit y deuda, a los presupuestos guber-namentales. El honor y la conciencia paganlos costes del sistema, sin evitar la ruinafinal. Claro, ¡hay que vivir bien! Lo quepasa es que aquí abajo vivir es tener untrozo de pan mientras que allí arriba espoder comer un rodaballo y tener terciope-los y encajes. Pero en ambos lugares secede a una dura necesidad. Es cierto que lamayor parte de las mujeres "como es debi-do" sólo se venden a su marido, pero siestos las rechazan estúpidamente, ¿nomerecen ellos que se deje de quererlos yque se busque la emoción de una entregamás apasionada?Vosotros, los hombres, sois extraños. Decísque la mujer ha nacido para gustar, y no ledejáis hacer otra cosa. Le vetáis las cosasserias, le ordenáis ser frívola. Pero si lo es,si sus dedos juegan con el honor, con ladelicadeza, con las ideas políticas, si consus piececitos, calzados de terciopelo, piso-tea bailando todas las cosas que no com-prende, ¿venís ahora a quejaros en vez defelicitaros por su obediencia?Cuando se trata de la mujer, el hombre niquiere ni parece que pueda ser lógico. Sinembargo, cada vez los hechos le presionanmás y le hacen más mella. La condición dela mujer, convertida en un peligro socialpara las costumbres y en una causa de des-moralización y ruina de las familias, emer-ge como el inexorable problema que seplantea hoy en el terreno político, o, mejordicho, el problema que está planteadodesde hace mucho tiempo pero que por finse hace visible ante todas las miradas.


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Notas1. Jean-Antoine-Nicolas de Caritat, mar-quis de Condorcet (1743-1794), Sur l’ad-mission des femmes au droit de cité (1790)http://classiques.uqac.ca/classiques/con-dorcet/admission_femmes_droit_de_cite/admission_femmes_droit_de_cite.html2. El 30 de octubre de 1793 la ConvenciónNacional prohibió los clubes de mujeres. Eldiputado André Amar declaró que las muje-res no deben tener derechos políticos niasociarse porque de hacerlo estarían sacri-ficando asuntos más importantes a los quehan sido llamadas por la naturaleza, "Lasfunciones privadas a las que están destina-das las mujeres por naturaleza ayudan asostener el orden social. Y para el ordensocial es necesario que cada sexo se ocupede aquello que le esté encomendado pornaturaleza"; este inmundo personaje fueuno de los más feroces perseguidores de losgirondinos por ser "contrarevolucionarios",pero llegado el momento se unió a la deno-minada "reacción termidoriana" y apoyó laejecución de Robespierre y Saint Just. Eldiscurso con el que este "revolucionario"presentó la propuesta del Comité deSeguridad General es uno de los más con-trarevolucionarios que nunca se han hecho.Leerlo es muy instructivo:http://www.siefar.org/docsiefar/file/Amar-Discours1793.pdfEn mayo de 1795 prohibió la asistencia delas mujeres a asambleas políticas. ConNapoleón las mujeres perdieron aún másderechos.3. En realidad, Saint-Simon trató muy pocola cuestión de la mujer, aunque en algunosmomentos se generaron algunas polémicas(como la de Marx y Engels con Karl Grün)en torno a una referencia que aparece en"Cartas de un habitante de Ginebra a suscontemporáneos", donde Saint-Simon, refi-riéndose a su propuesta de un tanto extra-vagante y elitista "Consejo de Newton",formado por sabios y artistas financiadospor una especie de "crowfundig" o suscrip-ción voluntaria, dice que "Se admitirá quelas mujeres participen en la suscripción y

que puedan ser nombradas"`[al citadoConsejo]. Numerosas mujeres de inspira-ción saint-simoniana, con orientación femi-nista, crearon numerosas publicaciones yse implicaron en la vida política.4. Hemos traducido por "marisabillas" laexpresión bas-bleus, que en francés tienerelación literal con la vestimenta, ya quequiere decir algo así como "medias azules",pero que se aplicó despectivamente a lasmujeres intelectuales, usándose siempre enmasculino, "un bas-bleus", como en caste-llano los machistas tienden a decir "unmarimacho" aunque se refieren a mujeres.Por eso André Léo hace ese juego de pala-bras relacionando esa expresión con lacoquetería.5. Posiblemente André Léo se refería al rei-nado de Louis-Philippe I, entre 1830 y1848, es decir, entre dos revoluciones. Enese periodo la carta constitucional se pre-senta como un pacto o contrato entre el reyy los franceses, aunque en realidad la cartafue elaborada por el parlamento de antes dela revolución y jurada por el rey.6. Chrysale es un personaje de la obra LesFemmes savantes, de Molière.7. Eugénie Niboyet creó en marzo de 1848una revista, La Voix des Femmes, "revistasocialista y política, órgano de interés paratodas las mujeres", que poco después seconstituyó también como club político,"Societé de la voix des femmes". En agos-to fueron prohibidos los clubes de mujeres.8. Daubié fue la primera mujer en obtenerel bachillerato en Letras, que abría las puer-tas a la enseñanza superior, y también, mástarde, la primera licenciada en Letras. 9. Entre otros disparates Proudhon escri-bió: "El genio es, pues, la virilidad del espí-ritu, su potencia de abstracción, de genera-lización, de invención, de concepción, delos cuales están desprovistos el niño, eleunuco y la mujer. Y tal vez es la solidari-dad de los dos órganos, que así como elatleta se aleja de la mujer para conservar suvigor, el pensador se aleja también de ellapara conservar su genio; como si la reab-sorción de la simiente no fuera menos


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necesaria al cerebro de uno que a los mús-culos del otro".10. Nota de la autora. Esto ha dado lugara verdaderas bufonadas. Una rica joven secasa con un hombre sensible a ideasmodernas y habituales, que, inmediatamen-te despide a la doncella de su esposa.¿Acaso no hacía falta seguir las leccionesdel maestro, alejando a cualquier personaajena a la pareja y poseer para sí solo a suquerida y sensible mujer? La joven, obliga-da a arreglar su apartamento, se quejabauna y otra vez de que esa suprema delica-dez la fatigaba, ya que no estaba acostum-brada a esas tareas. Entonces la pregunta-ban "¿pero al menos tu marido te ayuda-rá?", a lo que respondía "En nada".Además, tenía que cuidarse de la ropa de sumarido, que, seguramente, para imponerleeste sobretrabajo encontaría motivosimpregnados de los más exquisitos senti-mientos. Lo falso sólo puede engendrar loinjusto.11. Peri: divinidades de la mitología persa,de gran belleza y que se alimentaban conflores.12. Paul Lacombe fue un destacado histo-riador y archivista francés (1834-1919). EnLe mariage libre (1867) propone sustituirla institución matrimonial por un simplecontrato, una asociación amorosa. Lacom -be no se oponía a la procreación fuera delmatrimonio, sino a unas leyes y costumbresque, con la pretensión de "defender elmatrimonio", dejaban en la indefensión alos hijos tenidos fuera de él: "El interéspúblico no tiene un compromiso con elmatrimonio, sino con la filiación, y nace almismo que tiempo que la criatura. El errorcometido hasta aquí ha sido irse por lasramas y poner la atención y la vigilanciasocial sobre el matrimonio, mera forma deunión de los sexos, en vez de hacerlo sobrela filiación".


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Alejandra Santillana Ortiz

La lucha por la despenalizacióndel aborto en Ecuador: de cómonosotras organizamos la rabiay politizamos la tristezaAlejandra es feminista de izquierda, forma parte de Ruda Colectiva Feminista,de Marea Verde Ecuador y de la Coalición Interuniversitaria contra el AcosoSexual, de la Asamblea Feminista de la CDMX y del Foro Feminista contra elG20. Es investigadora del Instituto de Estudios Ecuatorianos y del Observatoriode Cambio Rural, pertenece al Grupo de Trabajo de CLACSO "EstudiosCríticos de Desarrollo Rural", así como a la Cátedra Libre Virginia BoltenConstruyendo Feminismos Populares en Nuestra América y al GenderEconomic and Ecological Justice de DAWN. Actualmente realiza su doctoradoen Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional Autónoma de México.Texto publicado originalmente en Zur (http://zur.org.uy)Enlace corto: http://bit.ly/2wHpT1z

“El mundo retrocede, nosotras no" escribía Cristina Burneo Salazar en twitter, ante lanegación de la Asamblea Legislativa de despenalizar el aborto en casos de violación."Iglesia y Estado, asunto separado", "Las niñas son niñas, las niñas no son madres", grita-ban mis hermanas feministas en las calles del Ecuador

Guayaquil, Ambato, Loja, Portoviejo, Ibarra, Santo Domingo, Riobamba, Lago Agrio,Cuenca, Quito. Marchamos todas, caminamos juntas.¿Qué nos mueve, en medio de la diversidad de nuestras experiencias, a autoconvocarnosy exigirle al Estado y a la sociedad ecuatoriana, que la despenalización del aborto en casosde violación se apruebe porque es un mínimo de justicia? ¿Qué nos mueve ante la reitera-da muestra de odio de quienes deciden por nuestras vidas?Nos mueve el deseo de permanecer libres y vivas; de que el mundo sea más justo; y de quetodas, y no sólo pocas, podamos cumplir nuestros proyectos vitales, plenamente.Y nos volcamos a las calles, a pesar de ese desprecio que nos tienen.A nosotras.Nosotras que somos seres humanos.Nosotras que somos personas.Nosotras que sostenemos el mundo y la vida con nuestros trabajos no pagados.

Nosotras que cuidamos la naturaleza ydefendemos los territorios de la minería yel avance petrolero.Nosotras a las que el Estado no cuida.Nosotras que somos parte de lo que lequeda de dignidad al país.Fuimos quienes todos estos años, a puntade redes afectivas, colectivos, acompaña-mientos, asambleas, talleres, campañas,investigaciones, no olvidamos que el esce-nario de crueldad y misoginia en el que nosencontramos, fue establecido por el mismocorreísmo en el Código Orgánico IntegralPenal (COIP), ese que ahora pretende ubi-carse en el lugar de la crítica al neolibera-lismo morenista, pero que es el responsablede que se haya aumentado una causal parala penalización del aborto en el Ecuador:ser criminalizadas luego de haber sufridouna violación. Sabemos que en las eleccio-nes del 2013, Alianza País obtuvo 100 de137 curules (1), fueron esxs asambleístaslos que impusieron su lógica sumisa paraaprobar un cuerpo legal que no sólo violalos principios constitucionales de laicidad ygarantismo, sino que legisla injustamentesobre una realidad que no quiere ver: 11mujeres son violadas cada día; 7 niñas sonforzadas a parir producto de una violacióna diario; y entre el 2009 y el 2016, 17.448niñas menores de 14 años dieron a luz pro-ducto de una violación.Han transcurrido cinco años desde queentrara en vigencia el COIP, Rafael Correano es más el presidente del Ecuador,Alianza País ha pasado por una recomposi-ción y ruptura interna, y Lenin Moreno, exvicepresidente en el periodo correista es elnuevo mandatario. Se han firmado acuer-dos con el FMI y pareciera que son más lasdiferencias que las continuidades con elgobierno anterior. Y sin embargo, el pasadomartes 17 de septiembre, volvimos a sentiruna furia, triste y profunda recorriéndonosla garganta, los ojos y las entrañas cuando59 asambleístas de distintos movimientospolíticos votaron contra la reforma al COIPque buscaba entre otros elementos la des-penalización del aborto en casos de viola-

ción. Del total de asambleístas, 65 votarona favor y 7 se abstuvieron. Se necesitaba unmínimo de 70 votos para la aprobación dela reforma. El aborto, aún si hemos sidovioladas, está penalizado en el país.Y así como hace seis años, cuando se apro-bó el COIP en segundo debate, con mayo-ría correista, esta vez nosotras tampocoolvidaremos a lxs responsables de este rei-terado acto de crueldad extrema. No olvi-daremos por ejemplo a lxs que se fuerondel país y se abstuvieron, a quienes no sejugaron a cabalidad por nuestras vidas, aquienes votaron en contra de la reforma.Están en la memoria de estos feminismosque hacen historia. ¿Y qué pasará con lxs cuatro asambleístasde Pachakutik que votaron en contra? Ellxsse quedarán siempre en el lugar de la trai-ción a los propios principios ideológicos yéticos que un día dieron luz a su movimien-to. Permanecerán en nuestra memoria, y ennuestra rabia. Más aún para quienes hacecasi tres décadas presenciamos el surgi-miento de un actor potente y radical, quedesacomodaba los cimientos del Estadonación, develándonos la persistencia deracismo y colonialidad en la sociedad ecua-toriana, e imaginando horizontes plurina-cionales de transformación. Un movimien-to que, mientras ganaba las elecciones degobiernos locales para democratizarlos yfrenaba tratados de libre comercio, sesumaba activamente a la campaña por ladespenalización de la homosexualidad enel país, constituyéndose en un movimiento-proceso que acogía un sin número deluchas por la justicia social y la vida digna.Es por eso que la votación de lxs asamble-ístas de Pachakutik, sintonizada con losvalores e intereses de las élites opus dei yde lxs progresistas conservadorxs, de lospatrones y terratenientes, nos muestra quela vida de las mujeres y más de las jóvenes,de las más empobrecidas, de las afros eindígenas, no tiene para ellxs ningún valor.Su votación contra la despenalización delaborto se inscribe en una cultura de la vio-lación que se inaugura con la Conquista


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española y que se naturaliza posteriormen-te en las haciendas a través de la huasica-mía (2) y la racialización y feminizacióndel trabajo doméstico asalariado. Y es quevotar contra el derecho a que las mujerespuedan decidir si quieren interrumpir unembarazo luego de haber sido violada esvotar a favor de una nefasta herencia colo-nial. Ese es el tamaño de su traición.Lo que estxs asambleístas colocan en elcentro es el cálculo electoral que establecela política de lo posible, esa que no da pasoa la esperanza como motor de la energíacolectiva, ni permite imaginar horizontesutópicos que no estén determinados por elEstado, su reforma y los marcos de la tec-nocracia. Y es que si hay algo que podríapotenciar un diálogo político entre losfeminismos y el movimiento indígena es laconfiguración de comunidades políticasque no pongan en el centro y como priori-dad las formas estatales.Sin embargo, quedarnos en la lógica deseñalamiento, útil para reavivar la ira, peroestéril para comprender lo que acontece, esfinalmente no dar cuenta de los profundoscambios que le asisten a la sociedad ecua-toriana y a sus fuerzas sociales y políticas.Pensemos por ejemplo que el accionar delxs asambleístas del PK es expresión de lacrisis política del movimiento indígena,pero también del campo popular; de laausencia de dirección política de Pacha -kutik nacional, pero también de movimien-tos sociales capaces de hacer cumplir elmandar obedeciendo; de la separaciónorgánica entre Pachakutik y la Conaie, asícomo de la distancia entre los movimientossociales y sus propias bases; de la transfor-mación ideológica y material de su pobla-ción, pero también del proyecto neoliberaly de modernización capitalista que estruc-tura al Ecuador. Es así que la ruptura conellxs es la fractura con una sociedad quenos dice permanentemente que nuestrasdemandas son secundarias, aplazables, nohistóricas; y con un Estado que nos usacomo incubadoras de fuerza de trabajo,

para mantener un gobierno que controlenuestros cuerpos, y así controlar la vida.No señalar sin asumir autocríticamente loque ha ocurrido con las organizaciones noes de ningún modo quedarnos calladas. Espensarnos y es simultáneamente exigir jus-ticia y reparación.De ahí que luego de la votación de laAsamblea el 17S, el movimiento feministaen distintas ciudades del país, entró a unaetapa intensa de significación colectiva, detoma del espacio público y de necesidad dearticulación interna. En todas las reunionesque se han convocado en estos días poste-riores, lo que se siente es la diversidad deformas no sólo de actuar o de pensar estemomento, sino de comprender el feminis-mo. Este tiempo de la contingencia visibili-za los diferentes feminismos que en coyun-turas como esta requieren cohabitar, coor-dinar lo común y buscar caminos juntas, asísea temporalmente. Al lado de los llamadosal veto presidencial y la estrategia con elEjecutivo y al lado de la exigencia derenuncia de María Encarnación Duchi,asambleísta de Pachakutik que votó en con-tra y preside la Comisión EspecializadaOcasional para atender temas y normassobre Niñez y Adolescencia de la AsambleaNacional, están las propuestas de accióndirecta, las movilizaciones por el 28S, lavoluntad de hacer talleres y de coordinarcon otras, las entrevistas y programas deradio, los artículos que van saliendo demano de las compañeras.Es potente mirar cómo además de AbortoLibre Ec o Vivas Nos Queremos la búsque-da de otras articulaciones y formas de hacerse van produciendo con el pasar de los días:el Bloque Feminista o las convocatoriaspara la marcha del pasado viernes 20 deseptiembre son un ejemplo de esto. Lo queles junta a estas mujeres "interpeladas antela negativa de la Asamblea de despenalizarel aborto por violación" es "la lucha paraque el aborto sea ley, es el deseo de hacerjuntas, de a poco", es así que se van encon-trando "las que están desde el principio ylas que se fueron sumando en el camino",


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nos cuenta nuestra compañera VanessaBonilla, quien participa activamente en laMarea Verde: "somos mujeres que vienende historias distintas, unas que son jovenci-tas, algunas no tanto, están las que sonparte de colectivos, y también las que no,muchas no se conocen, todas hemos sufri-do violencias… ese es el momento en elque nos encontramos".El signo de este tiempo articula en un pactopatriarcal el histórico y continuo condicio-namiento político de las Iglesias Católica yEvangélica para definir la política públicaen un Estado laico, el ajuste neoliberal y elendeudamiento, los recortes y despidos, yla derechización y conservadurismo deactores que otrora fueron parte de la trans-formación estructural del Ecuador. Comoseñalaba nuestra compañera de RudaColectiva Feminista, Kruskaya Hidalgo enuna entrevista para CNN el 20S, "estamosexigiendo el veto presidencial porqueLenin Moreno, la Asamblea y cualquierservidor público le deben esto a las muje-res". Lo que se expresa es la exigencia delmovimiento ante una "deuda histórica ypresente que devela la responsabilidad his-tórica con el ejercicio libre sobre nuestroscuerpos, pero también sobre los acuerdosinternacionales adoptados de espalda alpueblo ecuatoriano, que perpetúan la pre-carización actual de nosotras".Frente a esto nosotras, las siempre incómo-das de la historia, con el corazón quebradopor tanta injusticia, politizamos la tristezajuntas, y organizamos la rabia entre todas.Y es que quizás lo que desató este 17S yque se sintió el 20S en las movilizacionesautoconvocadas es la posibilidad nuestra deque reelaboremos lo colectivo, sin victi-mismos, ni superioridad moral, sin mono-polizar la representación de la lucha, sinreproducir la política en masculino, ni laque instaura la forma estatal burguesa. Talvez este es un momento que alumbre otrasformas de hacer política feminista, yamplíe la composición de clase y lasdemandas del movimiento, en donde ensa-yemos caminar juntas en pluralidades sin

jerarquías, sin esquemas a priori, ni exper-tas y voces autorizadas, ni marcas, quecombinen la experiencia de las que hanabierto camino y los nuevos lenguajes yformas de habitar la política de las másjóvenes. No lo sé, pero podríamos, herma-nas, quizás intentarlo y convertir esta triste-za y esta rabia, en un conjuro potente con-tra el patriarcado. #SeráLey #MareaVerde

* Esto que aquí presento es una versión delo que se publicó el domingo 22 de sep-tiembre en el periódico digital ChakaNews. Forma parte de los cotidianos eintensos diálogos con mis compañerasfeministas, Rudas, Autoconvocadas yMarea Verde. Pensar en conversación esnuestra manera de hacer política. Sin suenorme sabiduría y agudeza nada de estohabría podido ser escrito. Gracias en parti-cular a Estefanía Parra por sus aportes a lareflexión sobre la persistencia de la culturade la hacienda y la violación a mujeresindígenas; a Belén Valencia por sus percep-ciones; a Vanessa Bonilla por todo el cono-cimiento que le está entregando la articula-ción con otras; y a Kruskaya Hidalgo porsu interpelación directa al presidenteMoreno y su reflexión sobre la deuda.

Notas1. Lxs 37 asambleístas restantes pertene -cían a la derecha: CREO, Partido SocialCristiano, Partido Sociedad Patriótica,Suma; al centro: Avanza; al movimientoindígena: Pachakutik; y a movimientosregionales.2. Las huasicamas eran mujeres indígenasen condición de servidumbre que realiza-ban el trabajo doméstico en las haciendasecuatorianas antes de la Reforma Agrariaen 1964, sin paga o recibiendo una pagamiserable, 6 o 7 días a la semana, 12 horasdiarias y que muchas veces eran violadaspor los hacendados o sus hijos, como partedel servicio sexual y la iniciación masculi-na.


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Teresa Mollá Castells

La importancia de las palabras:el 8 de marzo es elDía Internacional de las Mujeres

Últimamente se da por nombrar a este día de forma acrónima y reduccionista como, sim-plemente, 8M. Deducimos que todo el mundo sabe cuál es su significado. Y quizás sea así,pero se oculta el verdadero sentido de ese día: las luchas de las mujeres.También en los últimos tiempos y por diversos motivos la palabra mujer o mujeres estádesapareciendo como sujeto político de algunos discursos, incluso de los feministas.Palabras como persona gestante, inclusión e incluso igualdad ocultan que quienes real-mente sienten en sus carnes la desigualdad creada por el patriarcado somos las mujeres.Al ocultar el sujeto político en las definiciones, resulta mucho menos ofensivo para quienrealmente es nuestro objetivo como feministas: el patriarcado que nos oprime. Y el patriar-cado, como muy bien sabemos, se camufla de muchas maneras para persistir e inventanuevos modos para mantener sus privilegios sobre las mujeres y las criaturas. E inclusoutiliza formas camaleónicas para contaminarlo todo y camuflarse para no ser distinguido.Incluso utiliza esos camuflajes para introducirse en el debate feminista y así dividirlo,como lleva un tiempo ocurriendo.El 8 de marzo es el Día internacional de las Mujeres. Lo conmemoraremos en unos días yaunque este año no se ha convocado una huelga feminista por caer en domingo eso nomerma ni un ápice la fuerza de las reivindicaciones feministas sobre las desigualdades ydiscriminaciones que sufrimos las mujeres. Insisto LAS MUJERES. Y todas las mujeressin excepción.Por ser mujeres nos asesinan. Por ser mujeres sufrimos violencias machistas de todo tipo.Por ser mujeres tenemos menos empleo, que no menos trabajo que de eso nos sobra aun-que no está retribuido. Por ser mujeres cobramos menos, incluso en las pensiones. Por sermujeres se nos intenta silenciar, incluso físicamente. Por ser mujeres sufrimos micro ymacro machismos. Por ser mujeres no se nos cree cuando afirmamos haber sufrido agre-siones. Por ser mujeres se nos viola como símbolo de fuerza y de dominio. Por ser muje-res se nos juzga dentro y fuera de los juzgados de forma patriarcal. Por ser mujeres se cues-tiona nuestras voces en los espacios públicos y privados. Por ser mujeres se nos prostitu-ye y se nos explota sexualmente para ganar pingües beneficios con nuestros cuerpos. Porser mujeres se nos explota reproductivamente como vientres de alquiler para también obte-ner beneficios. Y, si además de ser mujer, sufres alguna diversidad funcional o intelectual,sufres muchísimo más. O si eres una mujer negra se tiene que sumar la todavía persisten-te segregación racial. Por ser mujeres las distintas religiones pretenden, y a veces consi-guen, dictar nuestras formas de vivir nuestra sexualidad y nuestra maternidad.

El movimiento feminista siempre ha sidosolidario con los movimientos de otras per-sonas que se sentían discriminadas por susdiferencias. Movimientos todos ellos líci-tos y que poco a poco han ido consiguien-do sus objetivos y, al mismo tiempo, olvi-dándose de los objetivos del movimientofeminista. Cuando no directamente vol-viéndose en contra del mismo, aunque conun discurso lleno de eufemismos y siemprepolíticamente correcto.El neoliberalismo, con su discurso indivi-dualista y en base a la presunta "voluntarie-dad y libre decisión de las mujeres", nosimpone un discurso, también lleno de eufe-mismos, que pretende no sólo obtenerbeneficios con nuestros cuerpos, sino tam-bién rearmar al patriarcado y socavar losprincipios feministas basados en la igual-dad real entre MUJERES y hombres. Elfeminismo no busca superioridades, buscaigualdades reales. Y que nadie se confunda,el discurso del presunto "hembrismo" yalgunos otros son inventos patriarcales parasocavar desde dentro y desde fuera las legí-timas pretensiones feministas.En una semana conmemoraremos de nuevoel Día Internacional de las Mujeres y nosvolveremos a movilizar en manifestacionespara recordar que la igualdad todavía no esreal, pero que la seguiremos exigiendo. Delmismo modo que exigimos ser nombradasen nuestro día y no ser ocultadas con acró-nimos o con eufemismos que solo refuer-zan al patriarcado.¡Viva el 8 de Marzo, Día Internacional delas Mujeres!¡Viva la lucha feminista en todas y cadauna de sus formas y manifestaciones!

Ontinyent 2 febrero 2020


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Victoria Furtado y Mariana Menéndez

entrevistan a Silvia Federici

El feminismo es la punta dediamante de una insurgenciainternacional

Publicada originalmente en la revista Zur http://zur.org.uyenlace breve: http://bit.ly/3cgNFlu

Mientras alrededor del mundo se prepara la cuarta huelga feminista en cientos de reunio-nes, actividades y asambleas, escuchar a Silvia Federici resulta inspirador. En un impásde su andar por el mundo compartiendo claves y contagiando fuerza, Silvia nos recibió ensu casa de Nueva York para conversar sobre la actualidad de las luchas feministas, lasrevueltas populares de los últimos meses, las tensiones del feminismo con la izquierda ylos puntos más destacados de su último libro.

En los últimos años has estado viajando y en permanente contacto con compañeras yorganizaciones feministas de América Latina y Europa. ¿Cómo ves la lucha feministahoy?Es un momento muy importante, muy particular. No sólo en América Latina, aunque allíse ve con más impacto, es un momento en el que se da el encuentro del movimiento femi-nista, con toda su diversidad, con las luchas populares, con los movimientos sociales que,desde los años ochenta, han crecido en respuesta al ajuste estructural, a la política extrac-tivista, al neoliberalismo. Este encuentro surge de una situación concreta muy fuerte, quees que todas estas políticas han impactado sobre todo en las mujeres y en la reproducciónde la vida. Entonces las mujeres están en primer lugar no sólo como víctimas del despojosino también como luchadoras, como protagonistas de la resistencia. Y además de prota-gonizar la resistencia han necesitado hacer cuentas con los hombres de los movimientos,de las organizaciones mixtas. Y es aquí que se da el encuentro con el feminismo, el apor-te del feminismo.

Se ha creado así un feminismo nuevo, unfeminismo que yo creo que es muy podero-so porque tiene una mirada anticapitalistaque reconoce toda una historia de opresión,tiene una mirada descolonizante. Es unmovimiento que, al fin, abarca todos losaspectos de la vida. No es un movimientoque se focaliza en el trabajo como seentiende tradicionalmente, es decir, vincu-lado a la producción, sino que se preocupapor el campo, por el cuerpo, por lo que pasaen la comunidad. Y no es solamente oposi-ción, es un movimiento que construye. Yocreo que esta es su gran fuerza, es lo que leha permitido crecer en estos años a pesar deque la ola de fascismo, de la derecha siguecreciendo. Crece porque está creando unainfraestructura nueva que nunca se ha vistoen los movimientos revolucionarios domi-nados por los hombres: toda esta creativi-dad, la capacidad de recuperar saberes tra-dicionales, de crear ligámenes afectivos.Yo creo que es un movimiento que tienebases muy fuertes, por eso sigue sumando amujeres que llegan de lugares diferentes,como en Argentina y Uruguay: de las orga-nizaciones sindicales, de la economía soli-daria, a las compañeras indígenas, a lascampesinas. Esto es una fuerza. El movi-miento feminista es el que trae las luchashoy, en América Latina sin duda, pero esto,en forma diferente, está pasando tambiénen otros lugares.Precisamente, en los últimos meses huboen América Latina una serie de levanta-mientos populares en defensa de una vidadigna. Quizás los casos más claros sonChile y Ecuador, pero no son los únicos.¿Cómo podemos leer estos procesos delucha desde una perspectiva feminista queponga en el centro la reproducción de lavida?Yo creo que es importante una perspectivafeminista exactamente por eso, porque seen foca en lo que es más fundamental, seaco mo objetivo o como condición de la lu -cha: el cambio en todos los lugares de lareproducción de la vida cotidiana, de lareproducción social, no solamente de la

reproducción doméstica. Porque reproduc-ción significa trabajo doméstico, sexuali-dad, afectividad, significa también me dio -ambiente, naturaleza, el campo, la agricul-tura, la cultura, la educación.El feminismo toca una gama muy vasta detemáticas vinculadas a la reproducción dela vida que son el fundamento de cualquiercambio social, que son el fundamento decualquier lucha. No puede haber una luchaexitosa sin cambiar estos que son los aspec-tos más importantes de la vida. Por eso yocreo que en estos levantamientos que sehan dado en Chile, en Ecuador, la participa-ción de las mujeres es muy importante;sobre todo mirando a largo plazo, mirandoestos movimientos no como una rebeliónmomentánea que mañana va a caer, sinocomo movimientos que expresan unarevuelta muy profunda, que expresan undecir "basta ya" muy profundo con este sis-tema tan injusto, tan violento. Y pensandoa largo plazo la perspectiva y las activida-des de las mujeres son fundamentales.Estas luchas feministas de las que estamoshablando, anticapitalistas o de un feminis-mo popular, se preocupan por una diversi-dad de asuntos. Se interesan no sólo por losproblemas de las mujeres sino por el con-junto de las relaciones sociales y con lanaturaleza. No obstante, muchas veces seintenta ubicar nuestras voces de mujeres enlucha como sector, como si sólo pudiése-mos hablar de los temas de las mujeres. Enparticular este es un conflicto con laizquierda.¿Cómo valorás la relación entre el feminis-mo y la izquierda?Yo creo que esto es muy fundamental, creoque la izquierda no quiere ver. Los intere-ses masculinos vuelven ciegos a los hom-bres que proyectan sobre las mujeres lo quees su propia situación: son ellos que repre-sentan solamente un sector, un tipo particu-lar de lucha. Lo que me parece importantedel movimiento feminista es que ha abiertolos ojos y ha descubierto todo el universode la reproducción de la vida. Es un movi-miento que verdaderamente mira no sola-


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mente un sector de la vida de los trabajado-res, un sector del proletariado en el capita-lismo, sino que mira en su totalidad. En losaños setenta, al comienzo, se hablaba dereproducción como trabajo doméstico, peroen las últimas tres décadas hemos visto quereproducción es todo. Es el cultivo, lassemillas, el campo, la salud, la educación,la crianza, la calidad del aire, los entrama-dos afectivos, etc.El aporte del feminismo ha sido tambiénseñalar las desigualdades, porque el capita-lismo es producción de escasez, no produc-ción de prosperidad, y producción de des-igualdades. El capitalismo produce no sola-mente mercancías sino también divisionesy jerarquías como su condición primaria deexistencia. Por eso el feminismo nos da unaperspectiva más amplia, que no es sectorialsino que mira la totalidad de la vida. Claroque hablamos de un feminismo anticapita-lista, no un feminismo de estado creado porlas Naciones Unidas y los gobiernos parareclutar mujeres para las nuevas formas dedesarrollo capitalista. Es muy importanteclarificar esto porque hoy también hay unfeminismo de estado, un feminismo institu-cional. No hablamos de estos feminismos.A menos de un mes del 8 de marzo, enmuchos países se están preparando paros,movilizaciones y acciones. ¿Cuáles son losdesafíos de cara a la próxima huelga femi-nista y, más en general, para mantenerabierto este tiempo de lucha?Para mí lo más importante es siempre elproceso, no la fecha, sino el proceso deconstrucción. El 8 de marzo es la manifes-tación de lo que se ha hecho, es un momen-to simbólico muy importante, pero lo másimportante es lo que se construye en el pro-ceso de contactar mujeres que, aunquemuchas veces tienen intereses comunes, nose encuentran, el proceso de crear nuevosespacios. También es un momento de pro-fundizar en lo que queremos. Entonces, por un lado, crear en concretonuevas formas de organización, nuevosespacios, porque el espacio es fundamental,tener lugares donde podemos encontrarnos.

Por otro lado, el programa, lo que quere-mos, porque todavía tenemos muchas cosaspor definir. Por ejemplo, todavía se hablamuy poco en el feminismo de la situaciónde la infancia, que para mí es trágica hoy,es una situación de crisis muy fuerte.Necesitamos articular más nuestro progra-ma, sea en forma de oposición a lo que seestá haciendo, sea en forma de construc-ción, de comprender lo que queremos, quétipo de sociedad y relaciones queremos. Y,como siempre, el tercer objetivo es superarlas divisiones de todo tipo que todavía exis-ten entre las mujeres: raciales, de la diver-sidad sexual, de edad entre jóvenes ymayores, etc. Este es un objetivo muyimportante porque la divisiones y las jerar-quías son lo que más nos debilita y el armamás potente que tienen para crear nuevosconflictos, para mostrar que tenemos inte-reses diferentes, para hacer que nuestrasenergías se dispersen en luchas sectariasentre nosotras.Ya que lo mencionás, ¿cómo ves las rela-ciones intergeneracionales en el movimien-to feminista?Soy optimista, porque he viajado mucho yveo que en España, en Argentina o aquímismo, en Nueva York, a mis charlas lle-gan mujeres jóvenes. Yo tengo setenta ysiete años y en mis presentaciones la mayo-ría, el ochenta por ciento son mujeres muyjóvenes, de diecinueve, veinte años. Meparece que hay un deseo de conectar. En losaños setenta, en los movimientos mixtos sedecía "nunca confíes en nadie que tienemás de treinta años". Y bueno, yo puedoentender por qué, pero afortunadamenteeso no pasa ahora con el feminismo.Hay un deseo de comprender, de conectar-se con personas mayores. Aunque todavíala problemática de los mayores se estátocando muy superficialmente. Hoy losmayores, y sobre todo las mujeres mayores,viven una crisis muy fuerte. Muchas deellas trabajaron toda su vida ayudando a loshombres a vivir y a morir, y cuando ellasnecesitan ayuda porque no pueden trabajarmás, no tienen recursos porque la mayor


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parte de su vida la han pasado trabajandosin ninguna ganancia. En Estados Unidos,las mujeres mayores son las que mayor-mente pueblan los refugios del estado. Sonsituaciones verdaderamente trágicas, sobretodo las de quienes no son autosuficientes,que muchas veces viven en condicionesterribles. Yo creo que esto, como la situa-ción de la infancia, no se ha problematiza-do lo suficiente en el movimiento feminis-ta. A pesar de que el movimiento reúne hoya mujeres de varias edades, todavía es unaproblemática que debe ser incluida. Porquesi hablamos de violencia, la miseria econó-mica y afectiva en la que viven tantasmujeres mayores es una forma de violen-cia.La lucha feminista está siendo muy fuerteen muchas partes del mundo, pero almismo tiempo hay un avance, conservadoren el mejor de los casos, directamente fas-cista en otros. ¿Cómo hacemos una lecturafeminista de este proceso?Si ponemos esta violencia de hoy en el con-texto del siglo veinte, sin irnos al siglo die-ciséis o diecisiete, podemos ver que el capi-talismo, en cualquiera de sus fases de de -sarrollo reciente, ha sido siempre muy vio-lento: dos guerras mundiales donde murie-ron casi cincuenta millones de personas, latortura de masas como sistema de dominioen América Latina a partir de los sesenta,todas las guerras que tanto gobiernosdemócratas como republicanos de EstadosUnidos han impulsado, etc. Pienso que esimportante contextualizar esto para no pen-sar que es una novedad, para ver que, sobretodo cuando se siente amenazado, hostiga-do, el capitalismo necesita desplegar estaviolencia.Y hoy el capitalismo se siente amenazado.En primer lugar, porque hace años se que-jan de que el nivel de ganancia no es sufi-ciente, entonces es un capitalismo en crisis.En segundo lugar, porque hay un avance,porque el feminismo es la punta de diaman-te de una insurgencia internacional. Sonaños y años de insurgencia continua. Desdela primavera árabe hasta hoy, es una insur-

gencia que siempre necesita de más tortura,guerra, cárcel. Entonces veo toda esta vio-lencia como una respuesta que no es unanovedad, sino la respuesta usual del capita-lismo que se siente en crisis, que siente quesus fundamentos están en peligro y seenfrenta a movimientos internacionalesque, sin estar coordinados tienen las mis-mas temáticas. Porque de Brasil a Chile,pasando por Ecuador, Líbano, Haití, hayuna resistencia al empobrecimiento, a lamiseria, a la violencia policial y del estado. No es casual que cuando las compañeras enChile dijeron "el violador eres tú", con ungran coraje, porque hacer esto en Chile noes lo mismo que hacerlo en otros países,esto ha circulado inmediatamente. Estainternacionalización y circulación inmedia-ta de las preguntas, objetivos, consignas,formas de organización, nos dice que hayuna insurgencia, un decir "basta" que esmuy general. Pienso que los Bolsonaro ytodas estas iniciativas de la iglesia y econó-micas son una respuesta. No se puedeimponer una austeridad brutal, un despojobrutal por años y años, expulsar a millonesde personas de sus tierras, sin organizar unenorme dispositivo de violencia. Acaba de publicarse Beyond the peripheryof the skin, tu último libro [Federici, Silvia.2020. Beyond the Periphery of the Skin:Rethinking, Remaking and Reclaiming theBody in Contemporary Capitalism. Oak -land, PM Press]. Allí contraponés unanoción de cuerpo tal y como ha sido pensa-da por el capitalismo -es decir, comomáquina de trabajar y, en el caso de lasmujeres, como máquina de procrear-, conel cuerpo tal y como ha concebido por laimaginación radical colectiva, en particu-lar por el feminismo a partir de los setenta.¿Qué significa hoy el cuerpo como catego-ría de acción social y política?Me gusta la idea de cuerpo-territorio por-que inmediatamente nos da una imagencolectiva. No solamente porque es el pri-mer lugar de defensa y conecta el discursodel cuerpo con el discurso de la tierra, de lanaturaleza, sino porque pone el discurso


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del cuerpo como una cuestión colectiva.Entonces, el discurso del cuerpo es sobrequién gobierna a quién, sobre quién tiene elpoder de decidir sobre nuestras vidas.Yo pienso que esta es una de las preguntasfundamentales, de fondo en la lucha. Por -que hay un estado que quiere controlar ca -da minuto, no solamente en el trabajo. Enel caso de las mujeres, invade nuestro cuer-po, nuestra realidad cotidiana, de formacada vez más intensa y más opresiva que enel caso de los hombres. El problema delaborto es muy ejemplar. Entonces yo creoque pensar el cuerpo desde una miradafeminista hoy es particularmente crucialpara determinar quién tiene la posibilidadde decidir sobre nuestra vida.Cuerpo significa vida, significa reproduc-ción, significa afectividad. Todo rodea latemática del cuerpo: la comida, el sexo, lacrianza, la procreación. Entonces la luchapor el cuerpo es la lucha por los aspectosmás fundamentales de la vida. Por eso creoque asombra a tantas mujeres con unaintensidad tan fuerte, porque aquí se decidequién es el patrón de nuestra vida, ¿somosnosotras o es el estado?Pero vos enfatizás en reclamar el cuerpode forma colectiva, en recuperar la capaci-dad de decisión colectiva sobre nuestrasvidas...Sí, capacidad colectiva, absolutamente.Solas somos derrotadas. Por eso hay quesalir de la casa por la lucha. No por el tra-bajo, salir de la casa por la lucha, salir de lacasa para juntarse, salir de la casa paraenfrentarse a todos los problemas que tene-mos solas.La idea de ir más allá de la periferia de lapiel tiene que ver con postular una nociónexpansiva del cuerpo. Para eso discutís elcuerpo expansivo concebido por Bajtín,que se expande mediante la apropiación eingesta de lo que está más allá de él, y pro-ponés una idea igualmente expansiva perode naturaleza radicalmente distinta.Hablás de una "continuidad mágica" conotros organismos vivos y de un cuerpo quereúne lo que el capitalismo ha dividido. En

ese sentido, ¿el cuerpo sería el punto departida para pensar la interdependencia?No pienso en un cuerpo que quiere apro-piarse, sino en un cuerpo que quiere conec-tarse. No quiere comer el mundo, quiereconectarse con el mundo. La mirada delsiglo dieciséis y diecisiete, del renacimien-to sobre el cuerpo no lo entendía como algocompletamente aislado, no era una isla sinoque era abierto. Podía ser afectado por laluna, por los astros, por el viento. Ese cuer-po que es expansivo porque no está separa-do del aire, del agua. Y también está ínti-mamente conectado con el cuerpo de losotros. La experiencia del amor y del sexo esejemplar, pero no es la única que muestracómo continuamente somos afectados ynues tro cuerpo cambia. La tradición delmal de ojo, por ejemplo, tiene que ver conque los otros te pueden hacer sufrir, o tepueden hacer feliz, te cambian.No podemos pensar el cuerpo como loscapitalistas lo piensan, como lo piensa laciencia hoy, es decir, un cuerpo que escompletamente máquina, que es un agrega-do de células, y cada célula tiene su progra-ma, cada gen tiene su programa, no es algoorgánico. Mi mirada y mi intento es promo-ver una visión del cuerpo que va exacta-mente al contrario de la mirada que dominahoy en la ciencia. Cada vez más, se intentaaislar el cuerpo en pequeños pedazos, cadauno con su característica. Es una fragmen-tación. Pienso en el fracking, hoy cuandolos científicos piensan al cuerpo hacen unaespecie de fracking epistemológico quedisgrega el cuerpo.Para mí, el cuerpo se debe reconectar conlos animales, con la naturaleza, con losotros. Este es el camino para nuestra felici-dad y salud corporal. Porque la infelicidad,precisamente, incluye el cercamiento delcuerpo. Hay un cercamiento no solamentede la tierra, como he escrito en El Calibány la Bruja, sino también de los cuerpos.Cada vez más nos hacen sentir que nopodemos depender de los otros, que a losotros hay que tenerles miedo. Este indivi-dualismo exasperado, que se ha acentuado


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con el neoliberalismo, es verdaderamentemiserable. Nos hace morir, porque es unavida conceptualizada en el nombre delmiedo, del temor, en vez de ver que la rela-ción con los otros es un gran enriqueci-miento.El último texto del libro, "On JoyfulMilitancy", es especialmente hermoso. Allíopones dos ideas de militancia: una mili-tancia alegre, que nos hace sentir bien yconecta con nuestros deseos, versus unapolítica y una militancia tristes.Para mí la militancia triste es una militan-cia que no tiene futuro, pero existe. Yo creoque la militancia dominada por los hom-bres es una militancia triste, es una militan-cia como trabajo alienado, es una militan-cia donde se piensa "debo ir a otra reunión"como quien piensa "debo ir a trabajar". Esese compañero que siente la sumisión his-tórica, no le gusta, no tiene entusiasmo, nole da nada, pero lo hace como un deber,como una obligación. Esto no es construirotra sociedad. Se pueden correr riesgos, pero eso es dife-rente. A veces se corren riesgos porquehacerlo te da algo, te cambia la vida. Perote cambia ahora, no en un futuro, no enveinte años quizás, te cambia ahora. Paramí esto es construir un mundo nuevo. No setrata solamente de decir "no". La vida secambia en la forma como empezamos arelacionarnos diferente con otras personasy a descubrir cosas de nosotros mismos.Porque cambiamos, haciendo relacionesdiferentes cambiamos. Y yo creo que lavida es tan triste para la mayoría de las per-sonas en el mundo que no van a agregarotra tristeza, prefieren morir a la nochemirando la televisión en lugar de ir a unareunión donde todo sea dolor o aburrimien-to. Lo que desde el feminismo estamos nom-brando como política del deseo sería unpoco la antítesis de esta militancia triste...Exactamente. Y es la creatividad, la creati-vidad de la militancia. Yo esto lo he experi-mentado profundamente porque me acuer-do de la diferencia que vi, en pocos años,

cuando las mujeres dejaron los movimien-tos con hombres, los movimientos mixtos.Las mujeres cambiaron así (da vuelta laspalmas de las manos). Empezaron a hablar,a cantar, a crear, a dibujar. ¡Fue como unaexplosión de creatividad increíble! Anteshacían todo el trabajo doméstico de lasorganizaciones. ¡Se ha hecho tanto trabajodoméstico en los movimientos con loshombres! Y por fin luego fue muy diferen-te, se volvió un placer.


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Jesús Jaén

Homenaje a George Orwell

"Es más difícil reeducar a un pueblo en el amor a la libertad queconquistarla"Babeuf, 1794

"¿Qué es el socialismo? ¿Puede haber socialismo sin libertad, sinigualdad y sin internacionalismo?

G. Orwell. "¿Qué es el socialismo?"(Manchester Evening, 31 de enero de 1946)

El próximo 21 de enero se cumplirán setenta años de la muerte de Orwell. He querido ren-dir homenaje a una de las personalidades más importantes del siglo XX. Símbolo de lalucha antifascista, enemigo de todo tipo de totalitarismos; Orwell representó a lo largo desu vida los valores de un socialismo democrático y transformador que fue aplastado por elnazismo y por el estalinismo. Orwell forma parte de ese pequeño grupo de luchadores yescritores que mantuvieron a lo largo de toda su vida una integridad intelectual sin sospe-cha, alejado del poder y de los lujos, su pluma se revolvió contra toda injusticia, denun-ciando tanto a los gobiernos occidentales como a la dictadura burocrática en la que habíadegenerado la revolución rusa.Eric Arthur Blair, más conocido como George Orwell, nació en 1903 y murió a los 47años, víctima de una tuberculosis crónica. La mayor parte de su vida la dedicó al activis-mo político o social, así como a escribir para diferentes revistas y periódicos. Se afilió alILP que era un partido marxista, alternativo tanto al laborismo como al Partido comunis-ta. Al estallar la guerra civil en España, se enrola en el POUM por consejo de sus compa-ñeros del ILP. Una vez en Barcelona, es destinado al frente de Aragón donde combatiócomo miliciano en las columnas del POUM, junto a las de la CNT. En 1937 vive con des-garro las jornadas de mayo en Barcelona, donde se enfrentarán en las calles los militantesdel POUM y de la CNT contra los guardias de asalto de la Generalitat y el PSUC. Trasestos hechos, el asesinato de Andreu Nin, la ilegalización del POUM y la persecución a lospoumistas y anarquistas por parte del Gobierno republicano y del PSUC; Orwell, decidesalir de España. En Inglaterra escribirá sobre la revolución española y defenderá al POUMde los ataques de la prensa internacional y de las calumnias de los partidos comunistas ofi-ciales que actuaban como portavoces de Stalin.

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Con el estallido en 1939 de la segunda gue-rra mundial, Orwell toma partido por elbando de los aliados y se convierte en unferviente luchador contra el nazismo; paraesta tarea colaborará con diversos mediosde comunicación, escribirá numerososensayos y artículos e incluso trabajará en laradio al servicio de la BBC. Orwell, muyenfermo por una tuberculosis, fallecerá el21 de enero de 1950, dejando obras univer-sales que, generación tras generación, nohan dejado de leerse, incluso algunas deellas llevadas al cine. Ese es el caso de1984, Rebelión en la Granja, Homenaje aCataluña (versión de K. Loach en Tierra yLibertad) y cientos de ensayos sobre políti-ca, literatura, arte, etc, etc.En este artículo más que desarrollar aspec-tos de su vida o de su obra cultural, he tra-tado de situar al personaje y sus ideas, enun contexto de quiebra generalizada de losvalores de la civilización occidental, asícomo la guerra y la barbarie que se desata-rá entre 1939 y 1945. La mayor crisis delmundo moderno, el hundimiento de las"democracias liberales" y la aparición delas dictaduras fascistas o burocráticas (malllamadas socialistas).I.- Orwell se sentía "un humanista socialis-ta o un socialista humanista": "La base delsocialismo es el humanismo", decía en elensayo citado en la introducción de esteartículo. Creo que su pensamiento está in -fluenciado por la escuela pragmática anglo-sajona, por una parte, y por una interpreta-ción autodidacta del marxismo y del socia-lismo (que pone el acento en lo que debe -rían ser los valores de la humanidad enfren-tados con los poderes económicos y políti-cos). El socialismo que defenderá toda suvida está basado tanto en la libertad colec-tiva como individual, en la igualdad detodas las personas y en la fraternidad delgénero humano. Esta concepción global deun socialismo democrático es la que haráde la figura del escritor un ejemplo dehonestidad intelectual y moral frente a laspresiones de todo tipo. Escribirá sobre loque piensa y pensará libremente. En ese

sentido, es similar a otros escritores de suépoca como Jack London, Arthur Koestler,Ignazio Silone, o incluso John Dos Passosy Hemingway. Algunos de ellos compro-metidos con la lucha antifascista en la gue-rra civil española, a los que él mismo pon-drá como ejemplo, como fue el caso princi-palmente de Athur Koestler y su denunciadel totalitarismo burocrático (la obra másconocida es El cero y el infinito, dondenarra una historia relacionada con la repre-sión estalinista).En ese sentido, la corriente ideo lógica o depensamiento de Orwell es la que trata depo ner al su jeto individual y colectivo comoacento de todo su análisis. No tanto comoreflexión filosófica o existencialista al esti-lo de Sartre, sino como actor del procesohistórico. Me parece relevante por ejemplola ausencia o las escasas referencias en susescritos a conceptos marxistas clásicoscomo relaciones sociales de producción,fuerzas productivas, teoría del valor, etc.No hay análisis teóricos sobre el capitalis-mo o la URSS, sino principalmente denun-cias que se alzan como luces en la sombrade la larga noche que llenará Europa y elmundo de destrucción y barbarie.Eso no quiere decir que Orwell no se vea así mismo como un socialista, sino que parael pensamiento y la obra del escritor el cen-tro de gravedad no son los mecanismoseconómicos de un sistema, sino la forma enla que se manifiesta la injusticia, la opre-sión o la explotación del capitalismo y delEstado burocrático. De ahí, una vez más, elvalor que éste concede al sujeto, ya sea elindividuo o una determinada clase social.Orwell no es un humanista sin más, ni unsocialista utópico, ni un fabiano reformista;él cree que la historia está hecha por hom-bres y mujeres de carne y hueso que seconstruyen con sus propias experiencias yorganizaciones. Pero el futuro de una socie-dad mejor no puede estar fundamentada enel terror, la violencia y la guerra; éstas nodejan de ser productos de un presente capi-talista. El modelo al que debe aspirar el serhumano es, como diría Marx, a una plena

realización de sus capacidades y a satisfa-cer sus necesidades.Orwell piensa, como Victor Serge, que elfin no justifica los medios; que no puedehaber un fin justo si se obtiene por unosmedios inadecuados. En concreto, que elcamino hacia el socialismo no puede estarre pleto de cadáveres, represión y ausenciade libertades. De ahí, una vez más, la im -portancia que Orwell concede en toda suobra a los valores del ser humano comofac tor determinante en la construcción de lasociedad socialista basada en la libertad, laigualdad y los derechos del individuo. Or -well sabe que la historia no la hace un ex -traño mecanismo de fuerzas objetivas invi-sibles situadas por encima de las socieda-des, sino las mujeres y los hombres en susluchas:"Si examinamos la genealogía de las ideasque defienden escritores como Koestler oSi lone, descubrimos que se remontan has -ta los primeros cristianos y las rebelionesde esclavos de la antigüedad, pasando porsoñadores utópicos como Williams Morrisy demócratas místicos como Walt Whitman,por los cavadores y niveladores ingleses,por las revueltas campesinas de la EdadMe dia". "Los panfletos de Gerrard Wins -tanley, el cavador de Wigan, cuyo experi-mento de comunismo primitivo fue aplasta-do por Cromwell, tiene en algunos aspec-tos un extraño parecido con los textos de laizquierda modernos". ["¿Qué es el So cia -lismo?", Manchester Evening, 31/1/1946].Esta tradición, en mi opinión bastanteanglosajona en cuanto al marxismo, se ins-cribe en la corriente histórica que posterior-mente está en otros intelectuales o escrito-res como E.P. Thompson, Eric Hobsbawn,Christopher Hill, e incluso Raymond Wi -lliams o el mismo Chomsky. De hecho,tanto Chomsky como Thompson van a po -lemizar a lo largo de sus vidas con lascorrientes marxistas estructuralistas o pots-modernistas como Althusser o Foucault;incluso en el caso de Thompson elevará eltiro acusando a una parte del marxismooccidental de ideologicista, economicista y

determinista (ver por ejemplo una exposi-ción detallada de estas ideas en las obras deThompson: Miseria de la teoría y "Par -ticularidades de lo inglés", donde éste arre-mete contra el idealismo y reivindica la tra-dición más empírica de Bacon o Vico, o lavisión de W. Morris sobre el socialismoTrabajo y Comunismo).Las afinidades van más allá de lo político eideológico para situarse también en elterreno de lo cultural. Ambos (Orwell yThompson) consideraban a Jonathan Swiftcomo uno de sus escritores preferidos ymanifiestan su pasión juvenil por los Viajesde Gulliver. La fantasía adquiere aquí unsentido que va más allá del cuento. Hay unafrase atribuida a Orwell sobre Swift quedice:"Cuando aparece en el mundo unauténtico genio, lo reconoceréis porquetodos los necios se conjuran contra él"II.- Las opiniones de Orwell sobre la guerracivil española se han reflejado en su libroHomenaje a Cataluña y creo que las man-tuvo a lo largo de toda su vida. En un artí-culo publicado en 1942, "Recuerdos de laguerra en España", decía:"La columna vertebral de la resistenciacontra Franco fue la clase obrera españo-la, especialmente los miembros de los sin-dicatos de las zonas urbanas. A la larga -yes importante recordar que sólo a la larga-la clase obrera sigue siendo el más sólidoenemigo del fascismo, simplemente porquees la que más gana con su reconstrucciónsocial como es debido. Al contrario de lasotras clases o categorías, no puede sersobornada permanentemente"."El odio que la República española suscitóen los millonarios, duques, cardenales,playboys, conservadores y no sé cuántosotros bastaría para mostrar cómo son lascosas en la realidad. En esencia se tratabade una guerra de clases. De haber triunfa-do, la causa de la gente común habría sali-do fortalecida en todas partes. Pero se per-dió, y los que viven de sus rentas en elmundo entero se frotaron las manos. Esefue el asunto de fondo y el resto es meroparloteo".


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Su compromiso no fue sólo con la Españaobrera y revolucionaria de 1936, lo fue conel conjunto de la humanidad: "no entiendoun socialismo que no sea internacionalis-ta"; y lo fue fundamentalmente, consigomismo. En una declaración muy personalde sus escritos titulada "Por qué escribo"publicada en 1946, dice lo siguiente:"La guerra de España y otros sucesos de1936 y 1937 cambiaron la escala de valo-res y me permitieron ver las cosas conmayor claridad. Cada renglón que heescrito en serio desde 1936 lo he creado,directa o indirectamente, en contra deltotalitarismo y a favor de un socialismodemocrático, tal como yo lo entiendo. Meparece una soberana estupidez, en unaépoca como la nuestra, pensar siquieraque se puede evitar escribir sobre talesasuntos. De un modo u otro, todos escribi-mos sobre ellos. Sólo es cuestión de elegirel bando y posición.""Mi libro acerca de la guerra civil españo-la (Homenaje a Cataluña), es una obra decor te francamente político, por desconta-do, pero en conjunto está escrito con cier-to desapego y con cierta atención por lafor ma. Intenté por todos los medios escri-bir la verdad sin traicionar mi instinto lite-rario, pero entre otras cosas incluye un lar -go capítulo lleno de citas tomadas de lospe riódicos y demás, en las que se defiendea los trotskistas que estaban entonces acu-sados de haber tramado un complot conFranco... Un crítico por el que siento ungran respeto me dio una lección en lo to -cante a eso: ¿Por qué has metido todoeso?, has convertido un buen libro en meroperiodismo. Lo que me dijo era verdad, pe -ro yo no supe hacerlo de otro modo. No pu -de. Me enteré por casualidad de algo quepoca gente conocía en Inglaterra, y no porno querer, sino porque no se les permitió, yes que se estaba acusando falsamente ahom bres inocentes. Si aquello no me hubie-ra indignado, jamás hubiera escrito ellibro."Las opiniones de Orwell sobre España sonla punta de un iceberg mayor; hay una línea

muy clara que vertebra sus ensayos políti-cos, que son los que se refieren a la URSScomo una dictadura burocrática, al surgi-miento de una nueva casta, a la subversiónde los valores con los que nació el comu-nismo, al papel central del sujeto (clase eindividuo); y al intento de recuperación deun socialismo basado en unos valores mo -rales y no en un sistema productivista don -de el ser humano está explotado y subordi-nado a un Partido-Estado. La novela 1984es su trabajo más conocido, pero junto aella tenemos multitud de escritos, ensayosy artículos periodísticos.Las posiciones de Orwell, en esta materia,coincidirán con otros revolucionarios de suépoca como Victor Serge y muchos de losopositores del partido bolchevique queserán asesinados en los Procesos de Moscúo en las prisiones y campos de concentra-ción. Sin embargo hay matices importantesentre Orwell y Victor Serge, y muchos másentre Orwell y los principales dirigentes dela Oposición de Izquierdas. Mientras queOrwell sitúa la burocratización de la revo-lución desde los comienzos (bajo la direc-ción de Lenin y Trotsky, Victor Serge en -tiende que hay una ruptura a partir de 1928cuando el grueso de la oposición ha sidopolíticamente aniquilada. Para Serge, lasraíces de la burocratización son el atraso dela sociedad rusa y el fracaso de la revolu-ción alemana. Eso le permite a Victor Sergeidentificarse con esa generación de revolu-cionarios rusos como Rakovsky, Radek,Smirnov, Preo brazhensky... y Trotsky; aun-que al mismo tiempo no deje de criticar larepresión de Kronstatd, la militarización delos sindicatos o la ilegalización de todas lasorganizaciones socialistas.Todos estos "matices" se reflejan con clari-dad en la falta de identidad de Orwell conel trotskismo pero al mismo tiempo su soli-daridad y apoyo a la lucha contra el totali-tarismo y la libertad de todos los comunis-tas presos siempre se hará presente. Orwelles consciente que, por encima de todos loserrores de los "trotskistas", son víctimas, enesos momentos, de la dictadura burocráti-


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ca. Cuando Orwell está en Barcelona enplena guerra civil, el estalinismo llevará acabo la liquidación de toda la vieja guardiadel partido bolchevique. El historiadorfrancés, Pierre Broué, nos cuenta en sulibro Comunistas contra Stalin que sola-mente en lo que hace al número de "trots-kistas" o personas acusadas de pertenecer ala Oposicion de Izquierdas en la URSS,asesinadas en los años treinta ascendieronpor lo menos a unos diez mil. A eso hay queagregarle, otros miles de oposicionistaszinovietistas, bujarinistas, anarquistas,socialistas, nacionalistas... El exterminiopolítico se hizo al mismo tiempo que elplan de colectivización forzosa; éste lleva-rá a la muerte por hambre o por las armas avarios millones de campesinos rusos.La reflexión de Orwell, como la de algunosde sus contemporáneos, no se limita a lacoyuntura internacional que se vive en esosmomentos. Intenta extraer lecciones sobretodo lo que está pasando, sobre la degene-ración burocrática de la URSS y trata debuscar los motivos de por qué ha pasado ycómo podría haberse evitado. En el ensayo"¿Qué es el socialismo?" escribe:"Las revoluciones tienen que producirse,no puede haber progreso moral sin cam-bios económicos drásticos, y sin embargoel revolucionario desperdicia su trabajo sipierde el contacto con la decencia humanacomún. De algún modo debe resolverse eldilema del fin y los medios. Debemos sercapaces de actuar, incluso emplear la vio-lencia, y aun así, no dejarnos corromperpor la acción. En términos políticos especí-ficos, esto supone rechazar el comunismoruso por un lado y el gradualismo fabianopor otro".III.- En sus obras más importantes, 1984,Rebelión en la Granja u Homenaje aCataluña, Orwell no dejará de plasmarestas ideas, ya sea a través de los "cerdos dela granja", "el gran hermano" o las anécdo-tas personales como miliciano en el frente.A Orwell no se le debe pedir una obra aca-bada donde se construya una teoría acercadel totalitarismo o el capitalismo; Orwell es

otra cosa. Un extraordinario escritor, unnovelista a la altura de los más notables delsiglo XX, un periodista auténtico y una per-sona con unos valores fuera de toda duda.Por eso, el personaje irradia atracción portodos los costados y sus libros siguen sien-do leídos, generación tras generación, pormillones de personas.Fue consecuente entre su forma de pensar yde actuar, no sólo yendo como voluntario ala guerra civil española, sino en sus com-portamientos personales. Creo que si Or -well hubiera vivido más allá del año 50 delsiglo pasado, habría estado contra la guerrade Vietnam; si hubiera presenciado la ca -rrera nuclear y el peligro de destrucción dela civilización, hubiera sido un activista porel desarme; si viviera en estos momentosno me cabe la menor duda que estaría enlas calles con los jóvenes contra el cambioclimático.Unos meses antes de morir, en mayo de1949 escribió para Partisan Review unabreve nota sobre la concesión a Ezra Pounddel premio Bollingen de poesía. A Orwellse le pidió su opinión como a otros escrito-res, en la medida que Pound había sido uncolaborador de Mussolini. Orwell mantuvouna postura que reflejaba su manera de verla relación entre la literatura y el compro-miso personal: "no me opongo a que se leconceda el premio a Pound, pero creo quedeberíamos tener muy presente que no por-que haya ganado un premio literario susideas se han vuelto respetables"... "Los jue-ces han optado por la postura del arte porel arte, es decir, la de afirmar que la inte-gridad estética y la simple decencia soncosas distintas... pero las opiniones que haintentado propagar en sus obras son mal-vadas, y creo que los jueces deberíanhaberlo dicho…"En otro de sus artículos sobre los escritoresy el compromiso con unos valores determi-nados, que él mismo solía llamar con lamayor naturalidad del mundo "decencia",deja traslucir un cierto desencanto con todolo que le ha tocado vivir y con cierta mane-ra de hacer política:


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"Además la mayoría de nosotros alberga-mos la creencia de que toda elección,incluso toda elección política, lo es entre elbien y el mal, y que si es algo necesario,entonces es correcto. Debemos deshacer-nos de esta creencia infantil. En políticauno nunca puede hacer nada excepto juz-gar cuál de los males es el menor, y hayciertas situaciones de las que uno sólopuede escapar actuando como un lunáticoo como un demonio. La guerra por ejemplopuede ser necesaria, pero no cabe duda de

que no es correcta ni sensata. Incluso unaselecciones generales no son exactamenteun espectáculo placentero o edificante. Sidebes participar en tales cosas -y creo queen efecto debes, a menos que estés insensi-bilizado por la vejez, por la estupidez o porla hipocresía-, entonces debes manteneruna parte de ti mismo inviolada".

"Los escritores y el Leviatán", Politicsand Letters, verano de 1948.

¿Cuántas veces no habremos pensadomuchos de nosotros cosas muy similares?


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José Luis Carretero Miramar

Desconexión digital en tiemposde vigilancia permanente

Recientemente, la Unión Europea ha decidido impulsar un proyecto continental para dise-ñar un gran cloud de datos bajo legislación comunitaria. La razón es clara: si la nueva eco-nomía dimanante de lo que se viene llamando la Cuarta Revolución Industrial va a estarcentrada en campos innovadores interrelacionados entre sí como la Inteligencia Artificial,el Internet de las Cosas (IoT) o la robotización, los datos van a pasar a ser el nuevo granactivo estratégico del futuro. El Big Data, combinado con la conectividad creciente facili-tada por la tecnología de redes 5G, y operado mediante tecnologías de InteligenciaArtificial (IA), puede constituirse en el sustrato de un gran salto delante de un proceso deautomatización cualitativamente superior de las actividades productivas, y de un conoci-miento milimétrico de los mercados.Por supuesto, en este escenario quién tiene bajo su poder los datos y cómo los utiliza sonasuntos de una importancia estratégica capital. La Unión Europea quiere que los datoseuropeos (no sólo los de los consumidores, sino también los industriales, sanitarios, etc.)estén almacenados en un gran sistema de clouds federadas sometido a la legislación euro-pea y con una seguridad garantizada por la misma. Y, paralelamente, los Estados Unidospresionan a la Unión, de momento infructuosamente, para que los países de Europa vetena la empresa china Huawei en su despliegue de redes 5G, en base al supuesto peligro deque los chinos puedan acceder a datos sensibles.Europa, sin embargo, rezagada en esta nueva guerra por la tecnología futura, trata de sal-vaguardar su independencia: intenta construir su propia "nube", pero incapacitada a hacer-lo en toda su extensión, con un impulso público decidido, se conforma con federar y aliarlas distintas "nubes" ya existentes bajo legislación europea; se niega a vetar a Huawei enla implantación de la red 5G en los diferentes países, pero decide limitar a dicha empresarespecto al "core" de dichas redes, donde se encuentran los datos más sensibles de losusuarios. Europa, sin "campeones globales" de las redes del mismo tamaño que los chinoso norteamericanos, enfrentada a la agresiva política tecnológica trumpiana (el fiscal gene-ral de Estados Unidos ha declarado recientemente que los norteamericanos deberían tomarel control accionarial de la empresa sueca Ericsson para enfrentar con garantías el augechino en las redes 5G) empieza a ver con preocupación un futuro que pone sobre la mesala creciente falta de soberanía tecnológica de un continente que se encuentra un tanto de -sarmado en el filo de una transformación global en las formas de producir sin paragón enla Historia.Y algo parecido a lo que le pasa, a nivel geopolítico, a la Unión Europea, le ocurre tam-bién a la clase trabajadora en el mercado laboral. La clase obrera actual se encuentra debi-litada por la ofensiva neoliberal que se ha sucedido sin pausa alguna desde los años seten-ta, y yace indefensa, débilmente armada con una ideología decadente y, en muchos casos,oscurantista, que fomenta la fragmentación organizativa y los odios cainitas entre sus dis-tintas corrientes.

En este escenario, ya lo hemos indicado enalgún texto anterior en Trasversales, la olade innovación tecnológica que recorre elmundo le puede llegar a pasar por encima,y terminar de derribar la arquitectura dederechos y movimientos que la clase obre-ra ha construido en los últimos siglos, si nohay un decidido cambio de paradigma ensu actuación, que le lleve a disputar enserio por los frutos y los usos de las nuevastecnologías.La nuevas tecnologías constituyen una basematerial y cognitiva que podría utilizarsepara facilitar la autogestión en los lugaresde trabajo, implementando dinámicas decualificación de la clase trabajadora que lacapacitaran para ejercer el poder efectivosobre el proceso productivo, además degenerar el sustrato de riqueza, de conectivi-dad y de datos necesario para el ejerciciode procesos de planificación participativade masas (también en el ámbito de la eco-nomía), y para disciplinar en términossociales, ecológicos y de género, unos mer-cados que, en muchos casos y sectores,nacieron antes del capitalismo y probable-mente le sobrevivirán como mecanismosde asignación de precios y de flujos deinversión del capital social.Pero estas mismas tecnologías están siendoutilizadas por el Capital con fines muy dis-tintos. Ante las dificultades mostradas enlas últimas décadas para valorizar adecua-damente internet (crisis de las punto.com)y los avances científicos asociados a lasredes descentralizadas, las grandes tecnoló-gicas están explorando de forma crecienteun importante mercado, en una sociedaddonde el conflicto de clase incorpora pro-blemas de seguridad emergentes para lasclases propietarias: el mercado de la vigi-lancia permanente, del control tecnológico.Tanto de las "conductas desviadas" clásicas(delincuencia, disidencia política, enferme-dad, absentismo juvenil…) como del de -sempeño laboral cotidiano (vigilancia deluso de ordenadores y dispositivos móvilesen oficinas, geolocalización de riders ytransportistas, videovigilancia ubicua, dis-

positivos para la geolocalización de traba-jadores y materiales en almacenes, contro-les biométricos para el registro del horariolaboral, etc, etc, etc….).¿Se pueden poner límites a este control ubi-cuo de trabajadores y clientes por parte delGran Hermano empresarial de nuestrosdías? ¿Es posible una regulación que disci-pline el uso de estas nuevas herramientastecnológicas para extender la explotación?Esta es una pregunta con importantesimplicaciones para un futuro que es ya, engran parte, un presente perentorio.Detengámonos en un ejemplo: la temáticarelacionada con la obligación creciente deconexión, incluso no deseada, que seexpande por doquier en el mercado laboral.Las nuevas tecnologías permiten tener altrabajador siempre a disposición de lasnecesidades de la empresa. Conectado aapps de mensajería como whatsapp o tele-gram, con la capacidad de recibir correoselectrónicos o mensajes de todo tipo a cual-quier hora del día o de la noche. Inclusogeolocalizado gracias a su dispositivomóvil si comparte habitualmente su ubica-ción, el trabajador de hoy en día, aún pre-cario y con salario y derechos menguantes,puede ver invadido su tiempo de descansoy de ocio por una continua intromisión delpoder de mando empresarial.No cabe ninguna duda de que técnicamen-te esto es posible. Tampoco de que es unapráctica que se extiende cada vez más ennuestro mercado laboral. El problema es¿qué límites se le pueden imponer a estapulsión invasiva del poder de dirección dela empresa, qué regulaciones (estatales oconvencionales) se pueden implementarpara atajar esa conversión creciente deltiempo de vida en su totalidad, en tiempode trabajo alienado?En nuestro país, la normativa que trata deli mitar este fenómeno y (al menos declara-tivamente) establecer un derecho del traba-jador a la desconexión digital, es relativa-mente reciente. De hecho, dicha regulaciónse limita al artículo 88 de la Ley Orgánica3/2018, de 5 de diciembre, de Protección


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de Datos Personales y Garantía de los De -re chos Digitales, que trata de trasladar alDe recho español parte de la regulación dela Ley 2016-1088, de 8 de agosto de 2016,de reforma del Código de Trabajo francés.Di cho artículo 88 reconoce a todos los tra-bajadores y empleados públicos el "dere-cho a la desconexión digital a fin de garan-tizar, fuera del tiempo de trabajo legal ocon vencionalmente establecido, el respetode su tiempo de descanso, permisos y vaca-ciones, así como de su intimidad personal yfamiliar".Pero, como bien afirma Margarita Miñarroen su artículo "La desconexión digital en lapráctica negocial: más forma que fondo enla configuración del derecho", publicado enel número 440 de la revista Trabajo ySeguridad Social del Centro de EstudiosFinancieros:"Sin embargo, poco hace el artículo 88 dela LOPDGDD más allá de declarar formal-mente el derecho a la desconexión digital yde reconocer -entre líneas- su incidenciasobre el derecho a la conciliación y -aúnmás entre líneas- sobre la seguridad y saluden el trabajo, siendo esta una norma mera-mente programática (…) Así, en lugar deabordar su regulación, al menos en lascuestiones más nucleares, opta por darleuna estructura descentralizada, que explicaque, a fin de facilitar futuros desarrollos,este sea uno de los preceptos excluidos dela consideración de ‘orgánicos’ que es pre-dicable del resto de los incluidos en la ley.A tenor de tal esquema, delega la configu-ración y garantías de efectividad del dere-cho a la desconexión digital en otros instru-mentos de ámbito de aplicación más redu-cido o, en su defecto, al acuerdo entre em -presa y representantes de los trabajadoresla regulación de ‘las modalidades de ejerci-cio de este derecho (que) atenderán a la na -turaleza y objeto de la relación laboral (y)potenciarán el derecho a la conciliación dela actividad laboral y de la vida personal yfamiliar’. Con ello, renuncia a establecergarantías de efectividad generales para estederecho, encargando que lo haga la nego-

ciación colectiva o el acuerdo de empresa".Es decir, que el legislador no establece con-tenido material alguno referente a este de -recho que reconoce, pero al que no da cartade naturaleza de derecho fundamental, alexcluir su regulación de la consideraciónde Ley Orgánica. La efectividad del dere-cho queda totalmente al albur de los acuer-dos que se puedan alcanzar entre trabajado-res y empresarios en el marco de la nego-ciación colectiva. Será la relación de fuerzaen el lugar de trabajo la que finalmente de -termine si esta regulación legal tiene algúntipo de efecto, o no, sobre las relaciones la -borales reales de los trabajadores concerni-dos. El Estado, en un evidente brindis alsol, reconoce un derecho sin contenido yha ce un llamamiento no imperativo a losinterlocutores sociales para que delimitensus contornos.Diversos convenios colectivos, fundamen-talmente de grandes empresas, han respon-dido a este llamamiento. Unas veces ani-mados por una perspectiva que entiende ladesconexión digital como un asunto ligadoal derecho a la conciliación familiar (inclu-so regulándola en el Plan de Igualdad de laempresa, como sucede en el Grupo Rep -sol). Otras veces, las menos, interpretandoel derecho como algo vinculado directa-mente con la prevención de riesgos labora-les, como en el Acuerdo Inter pro fesional deCataluña de 2018.Detengámonos en dos instrumentos con-cretos, interesantes por ser muestras repre-sentativas del tipo de regulación que todosestos acuerdos están incorporando.En primer lugar, tenemos lo expresado enel Acuerdo marco mundial sobre la vida laboral en Renault, titulado "Construir jun-tos el mundo laboral en el grupo Renault",y adoptado el 9 de julio de 2019. De enor-me interés por tratarse de un acuerdo deámbito global, referente a una de las mayo-res multinacionales automovilísticas delmundo.Este instrumento indica que "en el ámbitointernacional, donde todos los husos hora-rios están activos, el Grupo Renault reco-


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noce a sus empleados y empleadas el dere-cho a elegir conectarse o no fuera de sutiem po de trabajo habitual y durante sus pe -riodos vacacionales". Sin embargo, cargaso bre el trabajador la decisión de si respon-der o no a las comunicaciones iniciadas porla empresa en el tiempo de descanso, queno son prohibidas en su totalidad, sino quese permiten en "situaciones excepciona-les", en las que sí existirá obligación de res-ponder por parte del trabajador. Pese a quees uno de los instrumentos más avanzados,al introducir una limitación a las comunica-ciones que puede iniciar la empresa (algoque no se da en la mayoría de los conve-nios, que otorgan al trabajador el derecho ano responder salvo en determinados casos,pero que no limitan los mensajes que laempresa puede enviarle) su falta de clari-dad empuja a la concreción del derecho enlas situaciones cotidianas reales a una ne -bulosa interpretativa que limita su eficacia.La regulación del Grupo Telefónica, apro-bada el 17 de julio de 2019, se encuentra ensu "Política interna reguladora del derechoa la desconexión digital de las personas tra-bajadoras de Telefónica". Como primeramedida reconoce el "derecho a no respon-der ninguna comunicación fuere cual fuereel medio utilizado (correo electrónico,WhatsApp, teléfono, etc.) una vez finaliza-da la jornada laboral". Pero luego, porsupuesto, lo matiza, obligando a responderen "los casos en que concurran circunstan-cias de causa de fuerza mayor o que supon-gan un grave, inminente o evidente perjui-cio empresarial o del negocio, cuya urgen-cia temporal necesita indubitadamente deuna respuesta inmediata". Un amplio aba-nico de casos, con una expresión fuerte-mente indeterminada. Además, finalizaindicando que el cumplimiento de esteacuerdo es "un derecho, no una obliga-ción", lo que descarga totalmente en el tra-bajador la responsabilidad de su cumpli-miento, así como la efectividad real de unelemento que nuestro derecho ha conside-rado siempre indisponible: la duración dela jornada de trabajo.

En definitiva, la mayor parte de los conve-nios que regulan este derecho, lo hacendesde la base de que el trabajador no tienela obligación de responder, en su tiempoextralaboral, a la empresa (salvo en deter-minados supuestos que son muy amplia ydifusamente delimitados), pero tampoco laobligación de no responder. Además, laempresa tiene plena libertad de enviarcomunicaciones, siempre que quiera, al tra-bajador. El cumplimiento efectivo del dere-cho se convierte en responsabilidad perso-nal del trabajador, en un contexto de cre-ciente precariedad en el empleo y en lascondiciones de trabajo. Es el trabajador elque decide, en el marco de una relacióndesigual, si responde o no. Y la ley, comohemos indicado, es un simple precepto enblanco que declara un derecho que no deli-mita ni define.Además, la regulación existente hurta alanálisis jurídico las implicaciones de laconectividad obligatoria para los derechosfundamentales que la propia constituciónregula. Estamos hablando del derecho a laintimidad (artículo 18.1 de la Constitución)que puede verse fuertemente afectado porla intromisión ubicua de la empresa en eltiempo de descanso del trabajador. El cons-tante establecimiento de comunicacionesentre empresario y trabajador, fuera delcentro de desempeño del trabajo, puede nosólo afectar a la prevención de los riesgoslaborales para la salud (fomentando patolo-gías como el tecnoestrés, la tecnofatiga o latecnoadicción), sino también a la propiaintimidad del empleado: una conexiónextemporánea vía Skype, por ejemplo,puede ser el medio para que la empresaconozca datos íntimos, como el lugardonde se encuentra en ese momento elempleado o quiénes son sus acompañantes.En definitiva, como afirma Manuel Gon -zález Labrada, en su artículo "El derecho ala desconexión digital: naturaleza y alcan-ce", en el número 87 de la Revista deDerecho Social:"La delimitación jurídica del derecho a ladesconexión digital como derecho instru-


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mental y derecho facultativo desprovisto decoercibilidad viene a legitimar el nuevoparadigma de la flexibilidad ubicua y seinscribe en un movimiento de flexibiliza-ción del tiempo de trabajo, sometido a lalibertad organizativa del empleador y, portanto, a reforzar la libertad constitucionalde empresa únicamente condicionada a lanegociación colectiva (…) y, so capa de underecho, hace responsable al propio traba-jador de la desconexión. Esta caracteriza-ción del derecho pone de manifiesto la faltade contundencia jurídica en su contenido ysu eficacia, y aflora la carencia de una sin-gular tutela que dote de efectividad y pro-tección a la desconexión digital distinta delos mecanismos tutelares del derecho aldescanso o a la prevención de riesgos. Eneste punto, como ya hiciera el legislador en1980 con la intimidad y con el peso de laideología neoliberal, el legislador del sigloXXI conforma el derecho a la desconexióncon unos límites tan imprecisos y genéricosque se diluyen en su propia indefinición."Pero la indefinición de la regulación legaldel derecho a la desconexión digital no esel único elemento altamente preocupanteen este escenario de ubicuidad empresarial.La tecnología actual permite hacer muchasmás cosas que enviar continuadamentemen sajes a un trabajador en su tiempo dedes canso. Vivimos en la era de la vigilanciapermanente, una era en la que los datos secons tituyen en una fuente de riqueza desco-munal.Como afirma Richard Snowden, el exana-lista de la CIA que denunció, con multitudde pruebas que la agencia de espionaje nor-teamericana estaba supervisando y graban-do millones de comunicaciones digitales ytelefónicas a nivel global, sin ningún tipode control legal ni limitación técnica: "Los datos que generamos tan sólo convivir (o con dejar que nos vigilen mientrasvivimos) iban a enriquecer a las empresasprivadas en la misma medida que empobre-cerían nuestra existencia privada. Mientrasque la vigilancia gubernamental estabateniendo el efecto de convertir al ciudada-

no en súbdito, a merced del poder estatal, lavigilancia corporativa estaba convirtiendoal consumidor en un producto, que las cor-poraciones vendían a otras corporaciones,corredores de datos y publicistas".¿Es imaginable un escenario, pues, en elque los datos privados de los trabajadores(los de su ubicación en su tiempo de des-canso, por ejemplo) son utilizados por laempresa, no sólo para vigilar su desempeñolaboral sino también para ser valorizadosen el mercado de datos? Imaginemos que,desde esa perspectiva, tanto el teletrabajocomo la geolocalización, o incluso las lla-madas de voz o de video de la empresa entiempo de descanso, pueden permitir cono-cer datos de los trabajadores referentes asus compras, lugares de estancia, estado desalud, acompañantes…Además, si se pue-den usar los datos de la conexión ¿por quéno usar directamente los datos que el pro-pio trabajador va dejando en sus redessociales, rastro en buscadores o, incluso,superficies comerciales que puedan tenerun acuerdo al respecto con la empresa opertenecer a su mismo grupo empresarial?Obviamente, todo esto es técnicamenteposible, y se hace más fácil con la emer-gencia de las redes 5G, como sustratomaterial de un enorme avance previsible enla conectividad y el uso de la inteligenciaartificial para la captación y análisis degrandes cantidades de datos. Es legalmentediscutible, sin embargo, que algunas deestas cosas puedan realizarse sin transgre-dir la normativa existente. Pero, en granmedida, nos encontramos frente a unalegislación que va muy por detrás de lo quepuede permitir hoy día una tecnología enplena revolución permanente. Cuando todoes discutible, y la normativa no alcanzamás que a declarar derechos que "se dilu-yen en su propia indefinición" la puertaabierta al abuso y la explotación del traba-jo humano (de la vida humana) se convier-te en una gran invitación al abismo.El joven Marx defendía que, en el comunis-mo, liberados de la explotación y la aliena-ción, los trabajadores dedicarían sus días a


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"pescar por la mañana, fabricar por la tardeescribir y cantar por la noche". Imaginabaun mundo en el que la liberación de lasfuerzas productivas de la humanidad supe-raba la dualidad entre trabajo y ocio, en elque el trabajo sería toda relación conscien-te del sujeto humano con la naturaleza, y enel que el ocio no consistiría en el consumopasivo y alienado de mercancías sino en eldisfrute de la propia creatividad y capaci-dad de goce. Limitada fuertemente la jor-nada "laboral" (la dedicada a elaborar labase material imprescindible para la vida),el trabajador disfrutaría de sus horas enactividades que expresarían sus propiaspotencialidades y capacidades para la crea-tividad y el disfrute (a eso se refería Marx,cuando hablaba de una "sociedad de laabundancia").La base técnica de nuestra sociedad podríahacer posible ese escenario, mediante larobotización del trabajo, la planificaciónparticipativa de las necesidades y la auto-gestión del proceso productivo por los pro-ductores directos, transformados en unafuerza creativa basada en capacidadesinnovadoras y mecanismos de formaciónque superasen la diferenciación entre traba-jo manual y trabajo intelectual, entre diri-gentes y dirigidos.No es eso lo que nos prometen quienescontrolan la innovación técnica en nuestrasociedad. Apuestan por la vigilancia per-manente, por la apropiación de los flujos devida (transformados en datos) que sucedenfuera del trabajo (alienado y basado en laexplotación) para su valorización en losmercados (en gran medida oligopólicos).Pretenden convertir en mercancía, no sólola fuerza de trabajo utilizada en el procesode producción, sino el proceso vital de lasociedad en su totalidad. Biopoder en lasociedad-fábrica. Supervisión constante yvalorización del "General intellect" del quehabló Marx en sus Grundrisse.Hay alternativas, sin embargo. Tanto paralo micro como para lo macro. Tanto para laregulación actual de cosas como la desco-nexión digital, como para el sistema capita-

lista en su conjunto. Y esas alternativasestán creciendo y conformándose, en esteinstante, en los intersticios de la propiasociedad del Capital.Un derecho real a la desconexión del traba-jador, en el ámbito laboral, presupone con-vertirla en un derecho irrenunciable (comoson las vacaciones) y tasar de manera clarao denegar totalmente las posibilidades deque la empresa pueda ponerse en contactocon el trabajador en el tiempo de descanso.Recuperar, actualizándolo, ese viejo dere-cho fundamental que la textura de la socie-dad neoliberal ha hecho impracticable: elderecho a la intimidad, regulando fuerte-mente el uso de logaritmos e inteligenciaartificial en los procesos de selección oconvirtiendo dichos procesos en competen-cia exclusiva de una instancia pública conparticipación y control sindical (dotando decontenido real a las agencias de empleo).Acabar con la precariedad laboral, indican-do que el despido improcedente ha de con-llevar readmisión obligatoria y controlandoy limitando la causalidad de los contratostemporales, de manera que el trabajador sesienta lo bastante fuerte para defender susderechos en la cotidianidad de la vidaempresarial.Una sociedad de la abundancia (tal y comola definían Marx y otros pensadores delsocialismo más transformador), pero tam-bién de los derechos y las libertades, debe-rá erigirse sobre el control y regulación delo que puede hacerse con los datos, y sobrela tendencial limitación de las posibilidadestécnicas de la vigilancia permanente, esta-bleciendo cortafuegos, áreas de intimidadindisponible para los individuos, transpa-rencia absoluta de los procesos empresaria-les y gubernamentales ante el escrutinio delos grupos autoorganizados de trabajado-res. Volviendo transparente al poder, y opa -ca a la vida individual e íntima. Haciendoproliferar el conocimiento y la técnica,pero también encauzándolos en dirección ala salvaguarda y expansión de la vida, no asu valorización como Capital.


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Trasversales 50 / marzo 2020

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Juan Manuel Vera

¿Quién se perdió en la guerra fría?

El paso del tiempo nos va alejando de la época de la guerra fría, que marcó la segundamitad del siglo veinte. Para las nuevas generaciones puede parecer como un capítulo másde los libros de Historia. Y, sin embargo, pienso que algunos de los mecanismos de esostiempos se han insertado, incluso inconscientemente, en la visión de parte de la izquierdapolítica, adquiriendo así una forma latente de vida que, sin resultar patente en todomomento, adquiere una presencia peligrosa.La guerra fría no culmino la peor de sus amenazas, que hubiese sido la de convertirse enun conflicto militar abierto entre el bloque soviético y la alianza occidental, con la certe-za de que las armas nucleares hubiesen sido utilizadas como recurso fundamental de losbandos en lucha. El miedo a la guerra nuclear, hoy algo olvidado, fue, durante décadas,una pesadilla viva y auténtica.Hay otros aspectos a tomar en consideración.Conviene recordar que el final de la segunda guerra mundial supuso la desaparición de losregímenes fascistas beligerantes en ella y una alteración radical del orden mundial. LaUnión Soviética, dominada por el totalitarismo de Stalin, fue una de las vencedoras delconflicto, obteniendo además de la victoria militar, que suponía la consolidación del régi-men, el control de la Europa Oriental donde entre los años 1946-1949 se establecieron lasllamadas democracias populares, dictaduras de los partidos comunistas con el paraguasdel ejército soviético.Aunque ese reparto de zonas de influencia formaba parte de los acuerdos de posguerra fir-mados por los aliados en Yalta y Postdam, pronto se hizo evidente que el equilibrio entrelos bloques nacidos de la victoria de 1945 era inestable. La tensión se manifestó muy pron-to, primero con el acceso soviético a la bomba nuclear, con el acceso al poder del PartidoComunista Chino en 1949 y con el inicio de la guerra de Corea en 1950.

Por otra parte, fue el momento del máximoprestigio de los partidos comunistas, que,en Europa Occidental, habían sido parteimportante de la resistencia al nazismo yque, en el mundo colonizado, eran muyinfluyentes en los movimientos que estabandesencadenando la independencia de losterritorios sometidos a los imperialismoshegemónicos del siglo diecinueve, el britá-nico y el francés.La guerra fría se estableció como un com-bate estratégico entre potencias. Pero, ade-más, era un enfrentamiento entre dosmodelos políticos contrapuestos. La URSSy sus países satélites eran dictaduras abso-lutas de partido, sin reconocimiento de laslibertades de expresión, reunión, manifes-tación, asociación y elección. La estataliza-ción de la economía de los regímenessoviéticos dio lugar a un capitalismo estataldonde la burocracia del partido comunistacontrolaba y decidía sobre el uso de losrecursos económicos sustituyendo meca-nismos de mercado por la planificacióncentralizada. Era el totalitarismo soviético.En cambio, Estados Unidos y los paíseseuropeos eran democracias liberales, don -de el dominio de las oligarquías económi-cas se compatibilizaba con el reconoci-miento de las libertades y derechos queeran negadas en el bloque soviético.Resultaba claro que el enfrentamientoestratégico era, también, una confrontaciónde modelos políticos y sociales. Nadiepodía dudar de que un triunfo del bloquesoviético hubiese significado el estableci-miento de un dominio de corte totalitario anivel mundial. Cada triunfo del bloquesoviético significaba la configuración deregímenes sociales y políticos a su imageny semejanza.Y la izquierda, ¿qué papel jugaba?La izquierda política contemporánea sehabía construido desde mediados del sigloXIX alrededor de un movimiento socialque defendía los derechos sociales y laslibertades públicas. ¿Cuál podía ser la acti-tud de la izquierda ante un conflicto de esanaturaleza? ¿Debía ser neutral si es que era

posible esa neutralidad? ¿O debía compro-meterse con el bando más próximo omenos alejado de sus principios? Este dile-ma dividió profundamente a lo que sedenominaba izquierda en el mundo occi-dental.Por supuesto los partidos comunistas, vin-culados por lazos organizativos, ideológi-cos y financieros al bloque soviético, notuvieron duda de que su lugar se situabafrente al imperialismo americano y en soli-daridad con el bloque socialista. En el restode la izquierda, la situación fue revelándo-se a lo largo de los años cada vez más com-pleja. Sólo después de la invasión deChecoeslovaquia en 1968 y con la apari-ción del eurocomunismo esos lazos pare-cieron aflojarse, aunque subsistían.La mayor parte de la socialdemocracia secomprometió con el bloque occidental asu-miendo no sólo los valores anti-totalitariossino, simultáneamente, el discurso capita-lista de la libertad de empresa, distancián-dose de los valores tradicionales del movi-miento socialista. Pero en la socialdemo-cracia también estuvo presente un alaizquierda, bastante ambigua, donde ladefensa de valores más tradicionales delsocialismo se combinaba con la apertura ala colaboración con los comunistas y con laaspiración al neutralismo en política inter-nacional.En las divisiones del trotskismo, la posi-ción ante el bloque soviético y la guerrafría tuvo también una importancia central.La mayoría del trotskismo se alineo con laidea de que, a pesar de las críticas al estali-nismo, el bloque soviético representa algosustantivamente mejor que el bloque occi-dental, ya que, a pesar de la degeneraciónde la revolución por el triunfo del régimenestalinista, seguía siendo una forma deestado obrero y que, en última instancia, ladefensa del estado obrero, exigía la defen-sa de la URSS. Incluso, esa mayoría deltrotskismo, construyó la curiosa teoría deque, en Europa Oriental, donde no habíahabido revoluciones, se habían establecidoestados obreros burocráticamente defor-


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mados desde su origen. Sin embargo, eseapoyo crítico a la URSS, que se fue exten-diendo a otros regímenes comunistas,como la Yugoslavia de Tito, la China deMao, Corea del Norte, Vietnam o Cuba,nunca fue pacífico, y está en la raíz de lascrisis del trotskismo y, especialmente, delas rupturas y abandonos que se iría produ-ciendo en su seno.Este complejo panorama de la izquierda,con numerosos giros y recomposiciones alo largo de las décadas, explica en parte lasreacciones que tuvieron lugar cuando en1989 se produce la caída del Muro deBerlín y la posterior desaparición de laUnión Soviética. Una parte significativa dela izquierda occidental lo vivió como unaderrota, lo cual fue evidente en el ámbito delos partidos comunistas, pero también semanifestó en sectores de la izquierdasocialdemócrata y de las organizacionestrotskistas.Esa sensación de derrota, de triunfo delcapitalismo, resulta especialmente paradó-jica, cuando resulta difícil rescatar de lapráctica y de las ideas del llamado socialis-mo real algo que tenga que ver con losidea les de defensa de la libertad y la igual-dad política y social. Me parece que esasensación, acompañada de la nostalgiamelancólica de esa época, oculta otra som-bra mucho más peligrosa, la herencia delautoritarismo y del carácter dictatorial de laconstrucción del socialismo.Parece que los gérmenes no combatidos delestalinismo siguen envenenando a laizquierda política de estos tiempos. Ante laincapacidad de una elaboración constructi-va, se han asentado algunos esquemas de laépoca de la guerra fría. En la visión estra-tégica prima la idea del antiamericanismo,de tal manera que lo que se opone a EEUUtendría per se algo positivo. Así, una partede la gente de izquierda no ha sido capaz deorientarse políticamente de forma ética enlos principales conflictos de las últimasdécadas, ya sean los conflictos de la anti-gua Yugoslavia ante los crímenes deMilosevic, la guerra siria, o la necesidad

del apoyo a los movimientos democráticoscomo los de la revolución árabe, o en 2019el de Hong Kong. Otro de los esquemas que persisten en unaparte de la izquierda tienen que ver con lahipocresía. Así, hay personas que defien-den aquí los derechos sociales y las liberta-des, incluso activistas contra las medidasreaccionarias del neoliberalismo, que, sinembargo, defienden la dictadura cubana oal régimen político chino. Otra muestra curiosa de hipocresía es la dequienes lamentan la desaparición del blo-que soviético porque su existencia habríafavorecido la construcción del estado delbienestar en Europa, ya que el miedo alcomunismo había hecho posibles las con-cesiones sociales, y su desaparición habríadado alas al neoliberalismo. Esta curiosaapología indirecta (y última del estalinis-mo) es terriblemente curiosa, ya que sostie-ne que la existencia de las dictaduras tota-litarias habría tenido ese efecto positivo yaque su brutalidad habría favorecido el con-senso social entre la clase dominante quetemería al comunismo, y las clases subal-ternas que aspiraban a mejorar sus condi-ciones de vida y sus derechos, y que noquerían un régimen brutal como el soviéti-co. De la población sometida a los regíme-nes totalitarios, ni una palabra.Por otra parte, la perspectiva es necesaria.La guerra fría no tenía un vencedor prede-terminado. Hasta finales de la década de lossetenta la ventaja estratégica parecía enmanos de los soviéticos, ya que en el table-ro mundial las fichas parecían caer irrever-siblemente de su lado, aunque el fracaso dela invasión soviética de Afganistán y elmovimiento sindical polaco debilitaron esapercepción. Sin embargo, la partida fundamental no sejugaba fuera, sino dentro de las fronteras dela URSS. El régimen burocrático completa-mente anquilosado sólo tenía un sector apa-rentemente dinámico, el del complejo mili-tar-industrial-estratégico, cuya vitalidad sealimentaba de la precarización del resto delos sectores económicos y de la no atención


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de las necesidades de la población. El acci-dente de Chernobyl, como refleja muy cer-teramente la reciente serie de HBO, revelóa la propia burocracia la podredumbre delrégimen y la necesidad de la reforma que,tras el fracaso de los movimientos demo-cráticos, ha conducido en Rusia al actualrégimen oligárquico de Putin.Los movimientos sociales tenían muy difí-cil sustraerse al marco del tablero de laguerra fría. Lo intentó la revolución hún-gara de 1956 pero fue masacrada por losrusos. Lo intentó el movimiento francés demayo de 1968 pero fue desvirtuado porquienes aparecieron como sus herederos.El curso de la guerra fría reflejó la comple-jidad de una situación en la cual las fuerzasindependientes de la sociedad tenían mu -cha dificultad para expresarse y encontrarun lugar social. Pongamos algunos ejem-plos más.El bloque occidental se articuló ideológica-mente como la oposición al totalitarismo,no sólo al comunista sino también al fascis-ta. Sin embargo, el enfoque estratégico delDepartamento de Estado USA le llevó aapoyar dictaduras militares de derecha endiversos lugares del mundo, especialmenteen Latinoamérica, con el pretexto de lalucha contra el comunismo y en defensa delos intereses mercantiles de empresas nor-teamericanas. La reciente novela de MarioVargas Llosa, Tiempos recios, ha contadomagistralmente uno de esos episodios, elque condujo al derrocamiento del presiden-te Arbenz en Guatemala en 1954. Pero nada revela mejor la complejidad dela situación de esa época que cuestionescomo la guerra de Vietnam que desencade-nó un gran movimiento contra la guerra enEstados Unidos, en Europa y en muchoslugares del mundo. Ese movimiento contrala guerra, que sólo podemos ver con simpa-tía desde la distancia, nos revela sus gran-des contradicciones. En gran medida, elmovimiento contra la guerra fue tambiénun movimiento a favor de la victoria delrégimen vietnamita, que era una dictadurabrutal de corte estalinista. ¿Era necesario

para estar contra la guerra apoyar a esebando? De esa manera, y consecuencia deese apoyo, la izquierda pacifista calló fren-te a las consecuencias brutales para lapoblación que tuvo el triunfo comunista enIndochina, en el sur de Vietnam, Laos,incluyendo el genocidio camboyano.Y ese silencio es el mismo que una parteimportante de la izquierda mantuvo frente ala falta de libertades en el bloque soviético,el despotismo político de sus regímenes, elGulag o los crímenes de masas cometidospor el maoísmo.Era compatible en la conformación mentalde la izquierda estar muy sensibilizado conel macartismo, que fue un episodio lamen-table de restricción de libertades, durantelos años cincuenta, en Estados Unidos, quesupuso algunas detenciones y los despidosde un cierto número de personas de sus tra-bajos a causa de sus ideas; y callar sobrelos millones de víctimas del estalinismo yel maoísmo. Incluso, ahora, en perspectiva,visto ya como memoria histórica, pareceque la persistencia de la memoria antifas-cista sigue significando para muchos silen-ciar los atroces crímenes de los regímenesestalinistas.En las décadas de la guerra fría se perdie-ron muchas cosas. Parte del alma de lo quehabía sido la izquierda desapareció en esosconflictos y aún no ha reaparecido. Se per-dieron fundamentalmente todos aquellosque olvidaron que, sin un radical compro-miso con los principios democráticos,libertarios, igualitarios, no hay proyectosocial que merezca la pena.


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Marco Raúl Mejía J.

Lo alternativo ylos gobiernos progresistasdesde nuestra Américaen el siglo XXIEl autor está vinculado a Planeta Paz y a Movilización Social por la Educación

El camino trazado en estos años corridos del nuevo siglo, en donde por primera vez ennuestra historia republicana tuvimos diez gobiernos progresistas (Venezuela, Brasil,Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Argentina, Honduras, El Salvador, México), exigeun balance y una autocrítica, ya que coloca a estos movimientos frente a profundos dile-mas de lo que ha pasado con ellos cuando llegan a la dirección de los gobiernos, posicio-nes que buscaban superar el neoliberalismo, situación que ha sido recurrente en cuanto elhorizonte ideológico y político de ellos estaba elaborándose mientras se gobernaba, a lavez que buscaban una diferenciación y crítica al modelo capitalista.En este sentido, cada uno y a su manera se consideraron parte de una serie de caminosalternativos de las más variadas tendencias, en los que se desarrollaron buscando cuestio-nar las formas de ese control y en especial, la manera cómo el proyecto neoliberal se afian-zó en nuestros territorios. En ese sentido, el foco estuvo ubicado allí y los matices queintrodujeron eran diferenciados, por lo cual creo que no es posible nombrar bajo un mismoparaguas a expresiones de ese movimiento que deben ser analizadas en forma muy parti-cular, y es parte de una tarea más permanente y amplia de crítica y autocrítica desde losmovimientos, los procesos y organizaciones que vienen participando, cuando se haga unbalance de su contribución.

No podemos olvidar que por estas tierraspredominó a lo largo de la primera mitaddel siglo XX un tipo de pensamiento clási-co marxista. Es famosa la intervención queen la década del 30 le hizo el Komintern aJosé Carlos Mariátegui por la "desviación"que estaba produciendo con su teoría delmarxismo indoamericano, y que en tiem-pos de la posguerra fue construyendo unpensamiento que realizó profundos cuestio-namientos a los procesos teórico-prácticosde esa izquierda clásica, y que fue decan-tando en rebeldías que alimentaron proce-sos sociales críticos al capitalismo desdeunas orillas propias. Allí encontramos: lateología de la liberación y sus dinámicas decomunidades de base y comunidades cris-tianas populares, la comunicación popular,que generó dinámicas de radios populares,y hoy, de uso y producción de contenidospara redes e inteligencia artificial.También la emergencia de los grupos étni-cos, indígenas y afros que nos colocaronfrente a cosmogonías que encontraron otrofundamento epistémico y filosófico parasus actuares, la investigación-acción parti-cipante (IAP) que irrumpió cuestionando laúnica explicación del mundo y del conoci-miento de corte central al mundo europeo ynorteamericano, mostrando otras manerasde acercarse al conocimiento desde el reco-nocimiento de los saberes, la educaciónpopular que enfrentó las miradas universa-les de la educación, y develó los interesespresentes en sus metodologías y pedagogí-as haciéndolas políticas, y muchas otrasque desbordan la brevedad de este texto.A lo largo de nuestra América, como conse-cuencia de estas dinámicas nos fuimos lle-nando de movimientos que en la segundamitad del siglo XX enriquecieron lasluchas y retroalimentaron esas rebeldías enlo teórico y en lo práctico, lo que permitiómostrar las fisuras del tipo de Estados quela metrópoli quería colocar en estos territo-rios. Allí encontramos como algunos deellos: el movimiento de los sin tierra delBrasil, los guerreros del agua de Bolivia, laConfederación nacional indígena del

Ecuador, los piqueteros de Argentina, loscampesinos e indígenas en Colombia, lospueblos jóvenes en el Perú, las luchas de laSierra madre en México. Y muchos más,incluidas expresiones de luchas guerrillerasque desde distintas vertientes construyeronotra expresión de las luchas anticapitalis-tas. Todos ellos fueron colocando el territo-rio como el lugar en donde se produce lavida ligada a sus tradiciones, que permitióla emergencia de unas identidades más alláde las ciudadanías liberales en donde seafincaron otras formas de autonomía conuna presencia de sujetos de lucha, en dondelas y los jóvenes y las mujeres se hicieroncentrales para generar una reconfiguracióna los modos de ser de izquierda en este con-tinente.Actores y lucha que crecieron paralelos aun proyecto de poder en donde la dinámicadel capitalismo en marcha a nivel globalgenera en los países centrales una acumula-ción por vía de la renta tecnológica, en con-traposición de una acumulación por despo-sesión en sus periferias, que tiene su mani-festación más clara en la sobreexplotaciónde la naturaleza con un uso para megami-nería y monocultivos, para una producciónde la agricultura industrial que ha venidoexpulsando a las comunidades originarias,suprimiendo el derecho a los bienes comu-nes (genética, agua, aire) acompañado detrata de personas, la apropiación de losbienes colectivos, y la ampliación de la vio-lencia en busca de la renta que se genera enlas dinámicas ilegales.Es en ese marco que se da el triunfo de losgobiernos progresistas o populares queotros denominaron "del sur" y que tomaroncomo bandera el anti neoliberalismo, queen sus plataformas hacen defensa de lasrentas naturales en una apropiación no paralas transnacionales o los capitales localessino para que sea renta nacional y pueda serusada para avanzar en la resolución de lasnecesidades básicas de sus poblaciones.Para ello se generan reformas constitucio-nales, profundización de políticas socialesde redistribución, la centralidad del Estado,


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se soporta en un discurso de ambientalismoprogresista y popular que otorga un lugarclave a los movimientos indígenas, afros,de mujeres y de jóvenes.Luego de estos 20 años, la idea de lo alter-nativo ha sido cuestionada desde los másdiversos lugares, ya que pasó de ser unreferente de las luchas contra el estableci-miento a dinámicas que algunos señalabancomo maquilladoras del proyecto dominan-te, en cuanto al estar al interior de él se veíaobligado a compararse en los mismos tér-minos y condiciones; es decir, le tocó jugaren la lógica de lo que cuestionaba. Desdemuchos lugares se plantea que lo que fuevisto como un sueño pos neoliberal termi-nó siendo una flexibilización del neolibera-lismo que muta para dar respuesta a losciclos políticos progresistas, permitiendouna cierta intervención estatal con algunasformas de retorno al Estado de bienestarcon políticas sociales masivas.Se entra con préstamos asociados a laexpansión del sector primario, la corporati-vización de iniciativas populares, para locual permitió que desde narrativas popula-res estas poblaciones entraran en los ciclosdel consumo y de la bancarización, asícomo la inclusión de procesos de comercia-lización orientados al mercado global, conuna mezcla de iniciativas público-privadasque en muchos casos reintrodujo las formasde corrupción corporativizadas de los pro-cesos estatales y ahora colocados en laizquierda.A pesar de ello, se reconoce que a su vezmuchas de esas políticas tuvieron comoexpresión muy potente de resistencia-ree-xistencia, las dinámicas comunitarias quedurante mucho tiempo han pervivido en losterritorios y que han sido la contraparte delas políticas de la homogeneización bióticadel capitalismo, visible por ejemplo en laagricultura familiar, la seguridad y sobera-nía alimentaria, las cadenas de trueque desemillas nativas, el comercio de productoslimpios de agroquímicos, con su correlatode saberes propios en donde se ganó clari-dad de la manera cómo los humanos somos

naturaleza. Estas formas de lucha nos mos-traron que el planteamiento sobre la vidaque sale del paradigma cerrado de corteantropocéntrico, ofrece múltiples posibili-dades para construir estos caminos alterna-tivos.En diferentes lugares se recuperó parte dela tradición de los pueblos originarios, in -corporando en sus cartas constitucionalesparte de esa tradición, como aconteció enBolivia y Ecuador con el Buen Vivir, Su -mac Kausay, y Vivir Bien, Sumac Kau -maña, los cuales llevaban la búsqueda deconstruir otras miradas que buscaban supe-rar la idea de desarrollo sobre la cual esta-ba constituido el proyecto de control.También alcanzó una explicitación y gene-ración de identidades en ese caminar, condiferentes expresiones y lugares de ríos,selvas, montañas, la idea de derechos de lanaturaleza de estas tradiciones.También ha sido visible en este tiempocómo las luchas contra la homogeneizacióncultural y el eurocentrismo al hacerse visi-ble en los diferentes ámbitos, aprovecharonel estar con el viento a favor de un Estadoque les permitió su emergencia y pudimosaprender que más que un discurso pordevelar la colonialidad del saber y el poder,ellas estaban vivas en infinidad de prácticasde los sectores populares y sus procesoscomunitarios, que se habían mantenidocomo resistencias y que ahora con un pro-ceso social progresista al mando delEstado, les abrió las compuertas y les per-mitió emerger como reexistencia, en cuan-to esas formas de lo alternativo estaba ensus matrices culturales como prácticasocial, y que al encontrar un discurso esta-tal de plurinacionalidad, pluriversidad,emergían en los territorios como formasvivas en las cuales sus imaginarios toma-ban formas precisas y concretas más alládel folclor con que habían sido recogidosen gobiernos de otro signo.En ese emerger, estaban como soporte detodo eso que aparentemente eran prácticas,explicaciones más profundas que dabancuenta de sus cosmogonías, sus epistemo-


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logías, sus racionalidades, mostrando unareterritorialización en la cual se construyeuna urdimbre de tejido social en la cual lossectores y movimientos sociales siguenfundamentando su vida, en donde ellamisma ya es alternativa al proyecto delcapital, y en esa emergencia construye unasprimeras relaciones en donde las reexisten-cias nos van permitiendo mostrar los conte-nidos de los comunes de estos tiempos paracontinuar la marcha. Podemos decir que, enalguna medida, esos signos de lo alternati-vo no son sólo discursos, sino esas prácti-cas que a su vez no se manifiestan comoformas claras y distintas sino como hábitos,costumbres, en donde las vidas de los gru-pos populares tejen las nuevas rebeldías yesperanzas de que otro mundo está siendoya en sus vidas.Por ello podemos hablar de que en el terri-torio las resistencias y las formas integralesde la vida son procesos que, bajo el alero delos llamados gobiernos progresistas en elcontinente, con todos sus límites, facilita-ron y permitieron que emergieran comointerlocutores obligados de la construcciónde lo alternativo de estos tiempos, o comoagentes principales de ello, dándose unaparadoja, en cuanto el poder realizar esasactividades nos convirtió en agentes princi-pales de ese proceso, en cuanto le señalarona los gobiernos la manera cómo terminaronentrampados en las formas liberales de losderechos, la democracia, la ciudadanía, eldesarrollo, el bienestar y tantas otras tanpropias del proyecto del capital haciendonecesario el entendimiento de que sergobierno no es tener el poder, lo cual alprofundizarse en el continente mostraronque el poder y el capital no están dispues-tos a reinventar las democracias si no esdesde sus parámetros y que tiene unainmensa capacidad de regenerar sus viejoscontroles. Allí están para no ir muy lejos,Piñeira, Bolsonaro, Hernández, Duque, elLenin ecuatoriano y otros que vienen yvendrán.


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José M. Roca

Relato de la España seca:oscura y tormentosa legislatura

Con la solemnidad requerida y la bronca previsible (algunos no defraudan) acaba de empe-zar la XIV Legislatura.Dos elecciones generales en seis meses y una complicada negociación a varias bandas hanpermitido investir, por una exigua mayoría de votos -167 frente a 165 y 18 abstenciones-,a Pedro Sánchez presidente del primer gobierno de coalición desde la II República, que,para más escándalo de la derecha, está formado por el Partido Socialista, una coalicióncomunista bolivariana y por varios partidos y coaliciones nacionalistas separatistas, terro-ristas y golpistas, que forman, según las derechas, un Frente Popular, movido por la ideo-logía más criminal de la historia, para romper España. Por alarmar y desbarrar, que noquede.Así que, a tenor de este dictamen, es de temer que esos partidos nieguen el pan y la sal aeste Gobierno prendido con alfileres y que algunos de los que le apoyan le dejen el airejusto para respirar, mientras ello les reporte algún beneficio.Tras cuatro años de interinidad, y con el problema catalán en primer término envenenán-dolo todo, hubiera sido necesario un gobierno de izquierda, dotado de amplios apoyos paraacometer un ambicioso plan de reformas en extensión y profundidad, pero no hay otrascartas sobre el tapete. Así que a un gobierno con apoyos condicionados y una oposiciónarriscada le aguarda un mandato tan oscuro y tormentoso como el reinado de Witiza, segúnrecordarán los seguidores de Francisco García Pavón, el Simenon manchego inventor dela novela policíaca de la España seca.

No faltan dificultades por el lado del sociomás fiable, pues la decisión de la corrienteanticapitalista de abandonar UP debilita alsocio mayor del Gobierno y señala un futu-ro aún más preocupante para la coaliciónradical, que, por exceso de ambición yerrores de táctica, desde la aspiración desobrepasar al PSOE ha sido relegada alcuarto lugar en el Congreso por número deescaños.La gran paradoja del momento es que, porun lado, el Partido Popular, como autotitu-lado defensor incondicional de la unidadnacional, antes que echar una mano alPSOE para evitar que pacte con partidosindependentistas que buscan la desarticula-ción de España prefiere que se consume lafragmentación del país, para que su profe-cía se confirme y acusar a Sánchez dehaberse entregado a los independentistas.Una incoherencia, pero ante un gobiernocalificado de ilegítimo, todo vale.Por otro lado, el Gobierno depende de uninteresado, heteróclito y ajustado apoyoparlamentario, en particular de partidosregionalistas y nacionalistas -algunosabiertamente antiespañoles-, pero, sobretodo, de ERC -promotora del fallido inten-to de independencia en Cataluña-, cuyosportavoces, amigos de pedir favores agarrotazos, se muestran muy crecidos yobstinados en exigir que se cumpla, antesque nada, el pacto para "resolver el conflic-to político" catalán ["Cataluña y sus con-flictos", El viejo topo nº 385, febrero,2020].La amenaza va en serio: o se pone en mar-cha la Mesa de gobiernos para abordarlo(espejismo de una negociación entre dosestados soberanos) o el Ejecutivo tiene losdías contados por asfixia presupuestaria, apesar de la promesa de destinar a Cataluña4200 millones de euros adicionales.Ínfulas no han faltado a Rufián, Bassa yAragonés para señalar la fragilidad delGobierno respecto a un pacto opaco yambiguo, que se presta a interpretacionesque dependerán de la coyuntura, pues el"sit and talk" -seiem i parlem- lo mismo

puede concluir en una ruptura, si se tomacomo referencia la opinión de Torra ("lovolveremos a hacer"), que con un pacto conmedidas a corto y largo plazo -financia-ción, competencias, inversiones, restaura-ción de acuerdos abolidos por el PP, comola capitalidad cultural de Barcelona (25millones de euros), cambios legales y posi-ble amnistía, entre otras que se oyen en lasfilas catalanistas (referéndum y amnistía,solicitan en ERC)-, que puedan suponeruna tregua y rebajen la tensión acumuladahasta ahora.Pero hay que esperar a ver qué se ponesobre la Mesa, que está pendiente de acep-tar o rechazar la incorporación de un rela-tor, otra exigencia de Torra -que no tieneprisa-, en pugna con ERC -que sí la tiene-por la ostentar la supremacía del indepen-dentismo, en un ambiente ya de campañaelectoral autonómica.Pero ni eso, ni otros puntos del programadel candidato, se pudieron debatir en lassesiones de investidura, porque el naciona-lismo de una u otra manera se convirtió enel tema casi monográfico de los debates,por el pertinaz empeño de sus portavocesde señalar sus diferencias con el resto yrecordar su intención de cumplir el progra-ma máximo, y por la insistencia de las ban-cadas de la derecha, que siempre muerdenel anzuelo, en utilizarlo como pieza de arti-llería pesada para acusar a Sánchez de todolo que se les pasó por la cabeza y pronosti-car un aluvión de males sin cuento si llega-ba a la Moncloa.No era el momento de poner en duda lalegitimidad de Sánchez y de algunos dipu-tados por haber realizado, según Vox, unjuramento fraudulento, tampoco de poneren duda la monarquía o de exaltar la figuradel jefe del Estado -flaco favor le hicieronlos dos barbados paladines cargados de tes-tosterona-, hablar del 1 de octubre de 2017,de la situación de Junqueras, de discutir siETA ha ganado o ha perdido -¡a estas altu-ras!-, de sus víctimas y las del GAL, de laviolencia de género, de la patria en peligrode romperse (que no lo está, ni precisa la


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intervención del ejército para impedirlo,como ha sugerido algún bárbaro) y de otrasmil cosas llevadas allí por conveniencia.Extemporáneos asuntos que dieron muchojuego a los principales espadachines de laoposición, que, como gallos, combatíanentre sí a la vez que lanzaban estocadas alcandidato, pero que respecto al meollo delasunto -un programa de gobierno- ofrecie-ron poca luz a los ciudadanos, aunque deja-ron claro lo que algunos entienden por cor-tesía parlamentaria o incluso mera educa-ción (estuvo acertado el diputado Baldoví,con la sugerencia de tomar tila). En ocasio-nes, con tanto fuego de artificio -¡Vive leRoi!; ¡Vive la nation!-, parecía que estuvié-ramos en la Asamblea francesa, en el vera-no de 1789. Tampoco faltó gesticulación por parte delos "aliados" nacionalistas -JuntxCat, ERC,EH-Bildu, CUP, BNG-, tan dados al his-trionismo y a exhibir su disidencia hasta lairracionalidad. Me importa un comino lagobernabilidad de España, gritó Mont -serrat Basa (ERC), mordiendo la mano queintenta salvarla del 155, pero convencidaen el fondo del acierto de la estrategia deTorra y Puigdemont, de que cuanto peorvayan las cosas para España, mejor le irána la causa de la república catalana.Respondiendo a su naturaleza de estar, porsistema, contra el antisistema, pero dentrodel sistema, los diputados independentistasse ausentaron del acto de inauguración dela legislatura, para mostrar su distancia res-pecto al jefe del Estado con la exhibiciónde un manifiesto contrario a la monarquía(No tenemos Rey. Democracia. Libertad.Repúblicas), leído, en la sala de prensa, encatalán, castellano, gallego y vascuence.La actitud de unos y otros permitía creerque habíamos vuelto a fines del siglo XIX,cuando el regeneracionista Picavea señala-ba el funesto individualismo como un rasgodel carácter español: no sabemos qué irre-sistible impulso de disociación separatista,gusto frenético de andar suelto y libre, pro-testa de toda disciplina colectiva, lo quearrastra, y ha arrastrado siempre, a los

españoles a pelear furiosamente unos con-tra otros, a aislarse y separarse en peque-ñas regiones y aun en diminutas localida-des, a armarle guerra al vecino por un'quítame allá esas pajas'... Como, dado el reparto de escaños y esteempeño belicoso aun entre los más afines,no es posible formar otro gobierno, las jor-nadas de la investidura tendrían que haberservido para conocer a fondo el programadel candidato, comprobar su consistencia yevaluar el cómo, el cuándo y el cuánto(nada es gratis) de un proyecto reformistade innegable contenido social.No pudo ser. Millones de personas queesperaban claridad y alguna perspectivasobre el futuro se quedaron con las ganas.Otros millones se refocilaron con la bron-ca, pensando que los vociferantes hacían locorrecto. Lo correcto, ¿para quién y paraqué?Si los adversarios de Sánchez deseabanimpedir su investidura -una investiduraclandestina (PP), un golpe (Vox)-, era elmomento de exponer un programa mejorque el del candidato, en vez de o además decriticar su personalidad o hacer profecíassobre sus intenciones. Pero, ni por parte delPP ni por la de Vox hubo propuesta algunaque sirviera de alternativa al programa deSánchez e Iglesias, y respecto al “problemacatalán” no apuntan otra que volver a apli-car el artículo 155. Es decir, el programa deRajoy sin Rajoy, que revela una oposiciónsin ideas, pero con mala idea.Pero ya tenemos gobierno -con los prime-ros tropiezos, por meterse en charcos pro-pios y en trampas ajenas-, ahora tocagobernar y legislar.

Acaso, la última oportunidadde una reformaEn síntesis, el programa del Gobierno, queya está empezando a llevarse a cabo, es elsiguiente: régimen autonómico: acabar conla tensión mediante el diálogo y la negocia-ción (mesa en Cataluña, completar transfe-rencias pendientes, participación de lascomunidades en las decisiones del Estado).


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Legislatura del diálogo territorial paralograr una España fuerte y estructurada apartir de la Constitución y los Estatutosautonómicos. Economía y Trabajo: cambio de modeloenergético; reforma laboral concertada conpatronal y sindicatos; aumento del salariomínimo y las pensiones; recortar el poderpatronal; revisar las causas de despido;revitalizar los convenios territoriales; limi-tar la contratación temporal y las subcon-tratas; subir el salario mínimo interprofe-sional; nuevo Estatuto de los Trabajadores;revisar el sistema de cotización de los autó-nomos. Conciliación: pacto por la raciona-lización de los horarios. Equiparación sala-rial de la policía y la guardia civil con loscuerpos de seguridad autonómicos. Cul -minar la integración de las empleadas delhogar en el régimen de la Seguridad Social.Reforma fiscal: subir IRPF sin aumentopara las clases medias y trabajadoras; tasasTobin y Google; tope mínimo en el impues-to de sociedades a las grandes empresas;gravar las transacciones financieras.Vivienda: promoción de suelo público paraviviendas en compra o alquiler; plan derehabilitación; regulación de alquileres;revisión del alquiler turístico.Crisis climática. Ley de cambio climático;transición energética hacia el 100% delconsumo de energía renovable en 2050.Ley de plásticos de un solo uso. Ley deCostas; Ley de Bienestar Animal. Nuevosespacios protegidos. Revisar el mercadoeléctrico para acabar con los grandes bene-ficios del oligopolio eléctrico; modificar elrecibo de la luz; revisar los subsidios algas; uso más racional del agua y revisiónde regadíos.Educación: derogar la Ley Wert, suprimirla asignatura de Religión católica; facilitarla integración escolar; aumentar la dotaciónpara becas; universalizar la educación decero a tres años; garantizar la gratuidad dela enseñanza pública, incluyendo materialdocente y servicios de comedor para lasfamilias con pocos medios. Ley de laCiencia.

Derechos civiles: derogar la ley mordaza,nueva ley sobre libertad de conciencia.Impulso a la recuperación de la Memoria.Programa de exhumación de restos; regularla eutanasia.Igualdad y feminismo. Planes para incenti-var la igualdad laboral y prevenir la violen-cia de género. Conciliación laboral y fami-liar, protección del embarazo y la lactancia;lucha contra la prostitución y tráfico deseres humanos; facilitar los métodos anti-conceptivos, información y prevención deembarazos no deseados, garantizar el acce-so a la reproducción asistida y rechazar losvientres de alquiler.Sanidad: blindar la gestión pública, elimi-nar los copagos, introducir la atenciónbucodental. Reducir las listas de espera.España vaciada y reto demográfico. Luchacontra la despoblación y la falta de comu-nicaciones. En los primeros días de febrero, PaoloFlores D’Arcais saludaba con entusiasmoel programa del Gobierno y lo calificaba deenorme y frágil esperanza (El País,6/2/2020). Y acertaba, singularmente, en lode frágil.La coyuntura es extremadamente difícil,porque, en primer lugar, un programa refor-mista desde la izquierda, aunque sólo tengapor objetivos -que tiene más- atender a lossectores de la población más golpeados porla crisis y suprimir algunas -ojalá fuerantodas- medidas aplicadas por Rajoy parafavorecer a las rentas altas y al asilvestradocapitalismo de amigotes, supone actuarcontra la tendencia de lo ocurrido enEspaña y en Europa desde 2008.En segundo lugar, porque la fragilidad delGobierno muestra la debilidad de las fuer-zas que lo apoyan, resultado de la pérdidade respaldo social, de la pérdida de con-fianza, en definitiva, de sectores de pobla-ción que no hace tanto tiempo han votado alos partidos de izquierda (PSOE, Podemos,IU).Recuperar ese electorado desanimado escondición indispensable para abordar unprograma, que, por su envergadura, exige


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para ser aplicado y asentado más de unalegislatura. Más aun teniendo en cuentaque la oposición de las derechas, poniendoen juego todos sus recursos, hará lo posiblepara que la legislatura no llegue a su justotérmino.

Crisis y tácticas de la derecha españolaLa virulenta irrupción de Vox en el panora-ma político ha descompuesto las filas delcentro y de la derecha. El caso más claro esCs, cuyos restos sólo tienen dos salidas:refundarse y volver al proyecto original, locual es difícil ya que han huido los sociosfundadores, o integrarse humildemente alas filas del PP, con el carnet de identidaden la boca y aceptando el papel de merito-rios.Con la desaparición del centro, el PP sólotiene un competidor a su derecha, al queteme, porque quiere disputarle la hegemo-nía de la derecha, tanto como le necesita ensu ofensiva contra Sánchez, Podemos y la"antiEspaña". Casado gesticula como un descosido por-que precisa imperiosamente mostrar a suselectores que ya no pertenece a la "derechi-ta cobarde", como cuando estaba en elequipo de Rajoy, al que tanto debe. Necesita absolverse de la pasividad mostra-da ante los momentos decisivos de la evo-lución del "procés" y, sobre todo, necesitaque le absuelvan -y vuelvan- los votantesque el PP, bajo su dirección, ha perdido enfavor de Vox.El suyo es un comportamiento freudiano,porque la virulencia con que se dirige aPedro Sánchez es en realidad, un reprochecontra sí mismo como líder fallido; unsiquiatra de película norteamericana lediría que se odia a sí mismo, cuando pide,entre insultos, que Sánchez haga, cuandono toca, lo que él no hizo cuando tocaba.Dejó pasar la ocasión de actuar como unestadista, dejándose llevar por la pasividadde Rajoy cuando Sánchez era poco más queun paria errante.A tenor de lo que hemos visto al inaugurarla legislatura, el PP intentará mantener el

cetro de ser el partido de la oposición fren-te al aspirante, repetirá lo que ya conoce-mos y pondrá en marcha la maquinaria deagitación y propaganda para desgastar alGobierno compitiendo a la vez con Vox, loque le vendrá bien para tratar de ocultar losprocesos judiciales por corrupción quetiene encima -caja B; casos Boadilla yArganda; visita del Papa a Valencia y casoCamps (el curita)-, y los que tiene algo máslejos -Lezo y Púnica-, en los que estánimplicados tres ex presidentes autonómi-cos: Ignacio González, Esperanza Aguirrey Cristina Cifuentes.Así que nos esperan largas sesiones deretórica patriotera, crispación, mucha ban-dera, muchas mentiras dichas a gritos ymanifestaciones callejeras, sin olvidaralguna misa. Lo peor es que ahora, comoCasado compite con Abascal, lo que suce-dió en tiempos de Zapatero lo tendremosque soportar por duplicado; en sonidodolby, con una estereofonía atronadora.


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Ángel Rebollar

Argumentoscínicos ymiserablesLos miembros de la derecha y ultraderecha,educados en colegios religiosos católicos,hacen gala de las enseñanzas recibidas.- Cuando hubo que tratar la Ley delDivorcio, la denostaron con argumentoscatastróficos, "es un ataque a las familias".Argumentaban mientras muchas de esasfamilias estaban destrozadas y él y ellamantenían, en sus respectivos apartamen-tos picaderos, sus relaciones, bajo el cinis-mo más absoluto y soportado por su privi-legio económico. Cuando la ley fueaprobada se lanzaron desbocados a desha -cer lo que su dios había atado y bien atado.- Cuando se trató la Ley del Aborto, el ci -nismo les desbordaba. Mientras manteníanuna apariencia social católica, sus mujerese hijas viajaban a Londres, en vuelos y ho -te les de primera clase, donde se deshacíande sus embriones, mientras en España lla -maban asesinas a las mujeres que, con ries-go de su vida, abortaban.- Después fue la Ley del MatrimonioHomosexual. El mayor de los pecados, quemaricones y lesbianas pudieran unirse enigualdad de derechos con los heteros,¡anatema! Mientras hacían sus campañas ymanifestaciones llenas de obispos, sotanas,tocas y cinicxs que, con la apariencia defamilia tradicional y religiosa, se descoca-ban en escondidos apartamentos o habita-ciones de moteles, con hombres y mujeresde los que calificaban despectivamente de"invertidos". Ahora vemos que se casan sinpudor, importándoles poco el pecado y elconsecuente castigo postmortem.

- Ahora le toca a la Ley de la Eutanasia.Millones de españoles nos hemos manifes-tado en distintas encuestas y recogidas defirmas, los datos hablan de un 80% deapoyo al derecho a una muerte digna.Todxs hemos pasado, o pasaremos, porafrontar el último momento vital de un seramado, que en no pocas ocasiones esagónico y largo. Son muchas las enfer-medades que nos pueden ir deteriorando,larga y dolorosamente, física y emocional-mente. El enfermx, en estas ocasiones, nosolo sufre por sí, también son conscientes ycompasivos con la vida que robamos aquien nos atiende, sin que existan posibili-dades de mejora personal. La atenciónpaliativa es necesaria, pero el dolor nosiempre es físico. La sociedad, muy ma -yoritariamente, desea dignidad en esas últi-mas horas de existencia y quien así lo deseedebe tener la herramienta que le permitairse de la manera que elija, a nadie se ledebe obligar, ha de ser una elección perso -nal y con las garantías que este acto defini-tivo requiera.Estoy seguro que la gente de la derecha yultraderecha también se ven enfrentados aestas situaciones y como no les consideroinsensibles al sufrimiento de un ser queridomi convicción me lleva a pensar que antetal situación, como hacemos los agnósticosy ateos, pondrán los medios para evitar unaagonía que resta dignidad a ese fin.Estamos soportando, ante la propuesta dela ley, mensajes miserables, cobardes ycínicos, para argumentar su negación a lamisma. Hablar de crímenes y asesinatos,hablar de rentabilidad económica, habla dela miseria que arrastran esos oradores, delodio miserable que guardan en susvísceras, donde poco les importa, como enleyes anteriores, la persona que sufre, quemañana pueden ser ellos, porque lo que lesinteresa es verter sus bilis en pos de un finmezquino.


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José Errejón

Al fin, Gobierno

Lo que parecía imposible se ha hecho realidad. Como tantos comentaristas han sostenido,el abrazo de Sánchez e Iglesias, estimulado por sus recíprocas y compartidas angustias, hahecho posible la formación de un gobierno de coalición que hace algunas semanas parecíaimposible. Vale la pena examinar, siquiera sea de forma sumaria, la estructura y composi-ción de este gobierno por si de ellas pudiera derivarse algún vaticinio fundado para el futu-ro en el corto y medio plazo.Que este sea el gobierno más numeroso desde la fundación del régimen del 78 se explicapor la necesidad de representar en forma proporcional a sus resultados electorales a los dossocios, si bien es verdad que dicha proporción podría haberse respetado con una totalidadmás reducida. Hay dos factores que ayudan a explicar tan poblado gabinete.1) De un lado está la necesidad de guardar la proporción pactada pero reservando al PSOEel control de la sala de mandos del Gobierno, lo que ha obligado a dotar carteras con com-petencias algo difusas como las de Igualdad o la de Consumo. En relación con la primera,recordar que, de acuerdo con el artículo 1 de la Constitución, la igualdad es uno de losvalores supremos del ordenamiento jurídico que debe informar, por tanto, la entera activi-dad del Gobierno a través del conjunto de sus políticas. Su consecución se persigue a tra-vés de la política de educación, de sanidad, de infraestucturas, de agricultura, de medioambiente, etcétera.Las competencias sobre consumo no están explícitamente relacionadas ni en el artículo148 ni el 149 de la Constitución que atribuyen, respectivamente, las competencias quepueden asumir las CCAA y las que se reserva el Estado. La mejor interpretación constitu-cional las entiende comprendidas, como parte de la actividad económica, entre las referi-das en el artículo 149, "bases y coordinación de la actividad general económica". En cohe-rencia con esta interpretación, los Estatutos de Autonomía han atribuido a las CCAA(valga por todas el de la Comunidad de Madrid que, en su artículo 27 atribuye a ésta eldesarrollo legislativo, la potestad reglamentaria y la ejecución de la defensa del consumi-dor y el usuario en el marco de la legislación básica del Estado, que a estos efectos estáconstituida por los números 11, 13 y 16 del citado artículo 149.1. Se trata pues, por lo quese refiere al Gobierno del Estado, de una competencia exclusivamente restringida a lapotestad de dictar normativa básica y cabe dudar que para ello fuera necesario crear unMinisterio.Pero como el titular de la cartera ha citado reiteradamente su intención de intervenir en elmundo del juego y las apuestas, es obligado recordar que las mismas son competenciaexclusiva de las CCAA, según indica como ejemplo el artículo 26 del antecitado Estatutode Autonomía de la Comunidad de Madrid.

2) De otro está la restricción a los miem -bros de UP de desempeñar cartera algunade las llamadas de Estado, como si las de -más no lo fueran, pero también de algunasde las relacionadas con la política económi-ca, restringida en sus posibilidades por lasobligaciones derivadas del Pacto de Esta -bilidad y Crecimiento de las que se colocacomo vigilante y garante a Calviño. Eso hahecho que antiguas carteras como Trabajoy Seguridad Social se hayan dividido, tam-bién con el criterio de prevenir "alegrías"en materia de Seguridad Social poniendo alfrente de la nueva cartera a quien ha ejerci-do de "hombre de negro" doméstico alfrente de la AIREF, siguiendo así, de he -cho, una práctica habitual en los gobiernosde coalición de izquierdas consistente ende jar las competencias relacionadas conempleo y relaciones laborales al partidomás a la izquierda de la socialdemocracia,re servándose ésta las competencias sobreeconomía y hacienda. Es difícil no ver aquíla fuerte dependencia del Gobierno españolrespecto a las directrices de la ComisiónEuropeas así como el estado de extremanecesidad de la dirección de Podemos quele ha llevado a aceptar condiciones tan du -ras para poder formar parte del Gobierno. Tan generosa dotación de ministerios sereproduce también en el escalón de lasSecretarías de Estado, por ejemplo en lasadscritas al Vicepresidente segundo delGobierno, del que dependen la de"Derechos Sociales" y la "Agenda 2030".Respecto de la primera decir que los dere-chos sociales, tan deficientemente tratadosen la Constitución, constituyen ya la mate-ria de otros Departamentos con rango deMinisterio (Sanidad, Educación, SeguridadSocial, etc.) por lo que no se termina deentender cuál será el ámbito de desempeñoefectivo de esta unidad. En cuanto a lasegunda señalar que el grueso de su temáti-ca está ya incluida entre las competenciasde la Vicepresidencia para la TransiciónEcológica, a la que se ha incorporado lasrelacionadas con el llamado reto demográ-fico.

Parecería que tan notable dispersión -yconsiguiente riesgo de solapamientos com-petenciales- podría minorarse a través delas facultades de coordinación de las cuatrovicepresidencias competentes en materia"po lítica" (lo que podría haber servido,ade más, para operar agrupamientos depolíticas), económica, social y ecológica,cada una de las cuales, además, podría pre-sidir una Comisión Delegada para el mejory más especializado tratamiento de lostemas. Hasta la fecha, sin embargo, sóloestá confirmada la Comisión de Sub se -cretarios y Secretarios de Estado, encarga-da de preparación administrativa de losCon sejos de Ministros y la ComisiónDelegada para Asuntos Económicos (lamás política de las comisiones delegadas),encargada, sobre todo, de velar por el per-manente ajuste a las directrices de Bru -selas. Se desconoce si habrá ComisionesDelegadas presididas por las vice pre si -dencias segunda y cuarta por lo que no esposible emitir un juicio sobre al efectivacoordinación en ambas áreas de gobierno.

Algunas observaciones sobrecomposición y estructuraPara no alargar en exceso estos comenta-rios, se relacionan ahora en forma sumariaalgunas conclusiones que pueden servircomo una primera valoración del primergobierno de coalición desde la fundacióndel régimen del 78.1. La urgencia en la presentación del acuer-do entre los socios de gobierno se ha trasla-dado a su estructura y composición a lavista de algunas de las disfunciones perci-bidas. Desde luego no parece que se hayarealizado una identificación de los princi-pales problemas a los que deberá enfrentar-se el Gobierno (la agenda del Gobierno)que determinaría las políticas públicas aponer en marcha y, en consecuencia, losDepartamentos encargados de aplicarlas.Este ejercicio es indispensable si el nuevogobierno no quiere ser prisionero, desde elcomienzo, de las estructuras administrati-vas heredadas


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2. Es claro que la estructura del Gabineteno responde a un proyecto integrado al ser-vicio del cual estarían las distintas unidadesque lo componen sino, más bien, al repartode carteras proporcional a los apoyos elec-torales obtenido por los socios y bajo lahegemonía del socio mayoritario. Laausencia de este proyecto podría traducirseen disfunciones y solapamientos que podrí-an repercutir en ineficacias en la imple-mentación de alguna de las políticas públi-cas. A título de ejemplo se citan las compe-tencias del Ministerio para la TransiciónEcológica y el Reto Demográfico en mate-ria de lucha contra el cambio climático enrelación con las que le corresponden alMinisterio de Derechos Sociales y Agenda2030 en lo que concierne al cumplimientode los compromisos de España con dichaAgenda, una parte sustantiva de los cualesconcierne a la política climática3. Es asimismo bastante evidente que no hahabido un diseño previo del esquema degobierno sino que se han ido añadiendocarteras a las "de Estado" produciéndose,inevitablemente, los efectos de solapa-miento y atribución de competencias queconstitucionalmente no corresponden a laAdministración General del Estado. Lasconsecuencias más relevantes de estas dis-funciones es posible que se perciban conocasión de la preparación del proyecto deLey de Presupuestos Generales del Estadopara 2020 pero, en todo caso, generaráncostes añadidos en términos de duplicida-des que exigirán nuevas instancias de coor-dinación.4. A falta de tan necesario diseño organiza-tivo y sobre todo, político, no es aventura-do suponer que al antecitado proyecto depresupuestos del Estado, en realidad el pri-mer documento que de forma efectiva con-sagrará la política del Gobierno, no conten-drá demasiadas diferencias respecto de loque ha sido la línea dominante desde laentrada en vigor del reformado artículo 135de la Constitución y la Ley Orgánica deEstabilidad presupuestaria y SostenibilidadFinanciera de 2012. La aprobación de los

proyectos de ley instituyendo las tasasTobin y Google, por su escasa capacidadrecaudatoria y por la lentitud en manifestarefectos recaudatorios tangibles, no pareceque vayan a modificar sustancialmente elpanorama presupuestario, como se precisa-ría para abordar las políticas que revirtieranlos efectos de las aplicadas por el PP desde2011.5. Con este déficit de diseño y en los con-textos global (desaceleración económicapronunciada), comunitario (crisis irresolutade las instituciones de la UE) y nacional(enquistamiento del "problema Cataluña" yextrema polarización con la derecha y conel poder judicial) no parece previsible queel Gobierno afronte la tarea de configura-ción de un proyecto de reversión de lainjusta situación legada por los gobiernosdel PP y de implementación de mecanis-mos efectivos para la transición ecológicay, en fin, de redemocratización de la vidapública en España.6. ¿Estará este gobierno de coalición encondiciones de certificar el fin del régimendel 78, como algún analista ha sugerido? Esmás que dudoso; más bien parece que lepodría corresponder el papel de última trin-chera del régimen, vista la ofensiva reac-cionaria desplegada por los tres partidos dela derecha y la más soterrada pero acasomás eficaz en la que parecen estar compro-metidos algunos aparatos del Estado juntoa la jerarquía católica y algunas entidadesempresariales.

A modo de conclusiónCabe preguntarse, a la vista de todo lo ante-rior, qué papel le queda al socio "más a laizquierda" del Gobierno. El acceso alGobierno de Podemos, bajo la fórmula deUnidas Podemos (un partido registrado queno ha tenido actividad alguna como tal yque coincide con el nombre de una coali-ción electoral lo que parece presagiar lapronta fusión bajo ese nombre de Podemoscon PCE/IU y lo que queda de En Marea;no está tan clara la integración del partidode Ada Colau), no se ha hecho en las con-


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diciones postuladas por Iglesias en la asam-blea ciudadana de febrero del 2017 conoci-da como VAII; él no llega a la vicepresi-dencia del Gobierno aupado por una granmovilización popular como soñaba, sinopor la imperiosa necesidad de apoyos de suotrora encarnizado enemigo para seguir enLa Moncloa. La precipitación del acuerdocon el PSOE tiene que ver con la intensifi-cación del conflicto que amenaza la conti-nuidad del régimen del 78 y el gobierno decoalición es una "trinchera" a toda prisacavada para su defensa.El cambio no puede ser más radical: deproclamar la crisis del régimen a aprestarsea su defensa. La cuestión, a partir de aquí,es el horizonte en el que se inscribe laacción de Unidas Podemos, la guberna-mental y la que pretenda desarrollar en lasociedad civil. Los cuatro años transcurri-dos desde la ocasión desperdiciada en 2016han conducido, de la mano de la descone-xión de la Generalitat en octubre de 2017 ydel despertar de las derechas reaccionariasque con su practica política real denuncianla Constitución del 78, a una crisis de régi-men a la que es difícil aventurar una salidaprogresista.La polarización izquierda/derecha, en lascondiciones que está hoy planteada, pareceabocar a que la primera se articule en tornoa la defensa de las instituciones del 78. Yase ha visto a Iglesias reclamar el patrimo-nio del PCE en la Constitución. Podría serque, atemorizado por el ascenso de la extre-ma derecha y su influencia sobre el conjun-to de las derechas, su horizonte no fueraotro que acompañar al PSOE en su intento,no de recuperar los fastos perdidos delEstado del Bienestar, sino de mantenersiquiera algunas de las instituciones básicasde la democracia liberal.Son perfectamente comprensibles lostemores pero conviene no equivocar eldiagnóstico. Las amenazas para la demo-cracia no son los que supusieron los fascis-mo del pasado siglo, por más que la actualextrema derecha presente a veces similitu-des con ellos. Se trata ahora de la modali-

dad de convivencia -sociedades autorres-ponsabilizadas o sociedades de servidum-bre y dominación autoritaria- con la que lassociedades contemporáneas vamos a en -frentar los retos civilizatorios que se nospresentan. Y es bastante probable que laConstitución del 78 se haya quedado obso-leta para proporcionar el marco de entendi-miento desde el que afrontar esta nuevageneración de problemas.La Constitución del 78 descansa en unparadigma de la construcción de un Estadodel Bienestar en libertad y pluralismo polí-tico. Sin haber completado la tarea, unaparte sustancial de sus cimientos se hanquedado obsoletos o ya no funcionan ycarece de otros indispensables para impli-car al conjunto de la sociedad en la defensade los bienes comunes. ¿Acaso no seríanecesario incluir en el artículo 1 de laConstitución, como valor superior delordenamiento jurídico constitucional, laconservación de los sistemas naturales y delos procesos ecológicos esenciales?Quizás sea esta tarea, la de informar con elmayor detalle y veracidad de la naturalezay envergadura de los retos que tenemosdelante, la primera y más importante quetiene encomendado el Gobierno. Y es nece-sario contar, en el seno de la sociedad civil,con los relictos de innovación y experimen-tación -no sólo en el campo de la izquierda-que apoyaran e impulsaran la acción degobierno más allá de los límites que le mar-can los poderes oligárquicos y el marconeoliberal de una UE por lo demás aqueja-da de una profunda crisis.Si quedan estos relictos y el Gobierno escapaz de entablar un diálogo permanentecon las entidades que los representan, suacción innovadora deberá enfocarse a laindispensable actualización constitucional.Es esta, creo, la tarea principal que tienepor delante la sociedad española.


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Luis M. Sáenz

Mordazas... para nadie

"si falta la libertad de prensatodas las demás libertades son ilusorias"

Karl Marx"La libertad es siempre libertad para quien piensa diferente"

Rosa Luxemburg"Si no creemos en la libertad de expresión de aquellos que

despreciamos, no creemos en ella en absoluto"Noam Chomsky

La consideración de la apología del franquismo como delito sería un disparate, un regaloa la extrema derecha Casado-Abascal-Arrimadas y una excusa a jueces y futuros gobier-nos reaccionarios para seguir apretando las tuercas a quienes de verdad molestan a las éli-tes, al régimen y al sistema con lo que dicen. Sería una patada a valores y prácticas impres-cindibles para el avance de aspiraciones igualitarias y libertarias, y apoyarla o callar sería"tirar piedras contra nuestro propio tejado".Lo que YA tenían que haber hecho Sánchez e Iglesias es derogar la "Ley mordaza" y losartículos 315, 490, 491, 525 y 543 del Código Penal, modificar el tratamiento dado aldelito de sedición para que no pueda volver a aplicarse a movilizaciones sociales demo-cráticas como las del 1-O en Cataluña y anular todas las condenas de signo político emi-tidas por tribunales franquistas. Pero han preferido sacar pecho con una amenaza puerilhacia un franquismo residual y anacrónico, pues la actual derecha extremista y autoritaria"constitucionalista" es más “borbona” y "trumpiana" que franquista y cuenta con fuertesaliados en instituciones del Estado y entre la "alta sociedad"; el entramado al que danexpresión política Casado y Abascal es mucho más grande y transnacional que la nostal-gia franquista, de hecho ellos prefieren que no se hable del franquismo.No pongo mala cara ante cada medida positiva del Gobierno porque había que "hacermás", ni quiero desestabilizarlo, dado que hoy es el menos malo posible. Pero tampocoestoy entre quienes babean ante cada cosa que hagan Sánchez o Iglesias. Si la única opo-sición que va a encontrar este gobierno es la de Casado-Abascal, será un desastre. En elCongreso hay una izquierda fuera del gobierno, al menos 24 escaños, y debe actuar comooposición (responsable) y bloquear ese desatinado proyecto, como ya intenta una oposi-ción social progresista que intuye o sabe que esa "censura" tendría efecto boomerang.Me opongo a penalizar la apología del franquismo por mis ideas libertarias e igualitarias,no por las ideas detestables de los franquistas. Hablo de opiniones, chistes y demás, no dela orden verbal de asesinato dada a un sicario, claro. Hablo de las limitaciones a la liber-tad de expresión desde el Estado o desde "autoridades", no de las acciones populares quepuedan llevarse a cabo contra provocaciones, agresiones y violencias reaccionarias.

La libertad de expresión incluye la expre-sión de ideas liberticidas y ultrareacciona-rias, así hay que entenderlo por "princi-pios" (convicciones), por estrategia y portáctica. Necesitamos movilizarnos de todaslas maneras posibles para impedir que elanuncio hecho por Sánchez e Iglesias seconvierta en norma y para que se ponganen marcha de forma urgente las medidasque he comentado en el segundo párrafo deeste artículo.a) Por convicciónLa libertad de expresión es un principiominusvalorado y tergiversado. Comen taris-tas de diversos signos dicen que tiene lími-tes, difiriendo en qué límites y a quienes sedeben poner. Pero si hay límites a la libreexpresión no hay libertad de expresión. Lalibertad de expresión consiste en que todaopinión puede ser dicha, sin limitacionesimpuestas por Estado o "autoridad". Sólose asume la libertad de expresión si se lareconoce para las opiniones que más odia-mos. La libertad de expresión no admite serparcelada, en ella caben todas las opinionespor odiosas que sean. Una cosa es quererque nadie pensará ciertas cosas, otra que seimpida decirlas utilizando estados, gobier-nos, parlamentos, policías, jueces o cual-quier tipo de "autoridad".La libertad de expresión es derecho indivi-dual porque debe reconocerse a cada perso-na y es derecho colectivo porque prohibirque se diga X es prohibir que se escuche X,negar el libre examen de toda opinión. Lalimitación de la libertad de expresiónimplica que una parte de la sociedad tienela potestad de decidir lo que puede serdicho y lo que no puede ser dicho. Se diráque todas las leyes se aprueban sin unani-midad entre la población afectada, pero elderecho a decir lo que se piensa tiene unestatus diferente, por ejemplo, al de una leyde presupuestos. La libertad de expresiónes la de cada individuo frente a las "autori-dades" y no debe ser limitada por éstas.Casi podríamos decir, en lenguaje anticua-do, que es un "derecho natural", anterior alos "derechos políticos”.

La libertad de expresión, que emana de lasluchas y esfuerzos sociales para ganarla yconservarla, es el más importante de losderechos civiles, diría incluso que más quelos derechos sociales, pues es la base mássólida para la conquista o defensa de cual-quier otro derecho. La construcción popu-lar requiere diálogo, debate, aprendizajecolectivo y pedagogía social, exige comu-nicarnos, asociarnos, exige decir lo que sepiensa y escuchar otros pensamientos,exige poder convencer y poder dejarse con-vencer. Quienes justificaban la ausencia delibertad de expresión alegando tal o cualsupuesta ventaja social (con Franco habíamás "seguridad", con Castro había buenasanidad pública) expresan mentalidadesser viles o caciquiles, creen que los "dere-chos" se otorgan, cuando los derechos seconstituyen y conservan desde abajo, conla organización social, con la lucha. Ciertoes que hay luchas en contextos sin libertadde expresión, pero es porque la gente yaem pieza a hablar de lo prohibido, porque sedota de cierta libertad bajo la represión,porque una parte de la sociedad expresa yalo prohibido en asambleas en las fábricas,los hospitales, los barrios o las universida-des. La libertad de expresión ganada sueleser antes libertad de expresión tomada.Me ha dicho algún amigo que eso está muybien para las opiniones que contribuyen albien social, pero que las opiniones reaccio-narias, como la apología del franquismo,son venenosas y dañan a la sociedad. Escierto, pero no porque se permita decir esasopiniones sino porque hay personas que laspiensan. Ciertas opiniones son dañinas,pero más dañino sería tratar de frenar suexpansión por la prohibición. Para comba-tir ciertas ideas hay que enfrentarse a ellas,desmontar sus trampas, levantar el velo desus mentiras y de los intereses que hay trasellas, organizarse y movilizarse.Quienes se atrincheran tras un dogma ofi-cial incuestionable no sólo se atribuyen elderecho a decidir qué es lo puede ser escu-chado, también se convierten en "funciona-rios de la verdad oficial". Y facilitan mucho


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que tras un cambio de gobierno o de régi-men se establezca otra "verdad oficial" yotra lista de ideas que no pueden decirse.El régimen franquista fue criminal ycorrupto. Pero no se trata de prohibir que sehable bien de ese monstruo, sino de expli-car lo que fue confrontando con quienes loafirmen. A los relatos reaccionarios no seles derrota con la prohibición, sino reba-tiéndolos... y con el asociacionismo popu-lar y la lucha social pues la reacción no esun relato sino una máquina material dedominación y explotación.Sí, pidamos y exijamos leyes y acciones alos gobiernos. Pero del tipo de las citadasen el segundo párrafo de este artículo. Lalibertad avanza expandiéndose, no restrin-giéndose.b) Por estrategiaLa libertad de expresión es necesaria paracada ser humano y su desarrollo. Pero tam-bién para el desarrollo social. Toda dictadu-ra, incluso aquellas que algunos consideran"benévolas", bloquea la autocapacitaciónde la sociedad. Una sociedad en la que seahabitual que se acepten o rechacen ideas uopiniones por "tradición", porque están"establecidas" como buenas o malas, en laque no se sienta la necesidad de escucharopiniones diferentes a las establecidas, esuna sociedad que necesariamente serájerárquica y no igualitaria, dividida entrequienes deciden y quienes ejecutan decisio-nes; y si lo que se prohiben son discursososcurantistas y mentirosos, la prohibiciónles dará un barniz de legitimidad.Tenemos que educarnos en soportar quenuestros argumentos sean rechazados porotros porque queremos una sociedad en queeso sea siempre posible, una sociedad repu-blicana. Tenemos que educarnos en escu-char y aprender a responder e incluso acaptar la parte de verdad que pueda haberen aquello que más odiamos, sin que nosquite fuerzas para luchar. No vale decircualquier cosa, aunque sepamos que esfalsa, sólo porque sirva para ganar una dis-cusión o ganar adeptos. No vale decir "elfranquismo fue malo", hay que explicarlo,

y nada se explica si no se admite réplica, yhay que explicarlo desde la complejidad deunos acontecimientos que no fueron unmero enfrentamiento entre fascismo ydemocracia, sino un profundo y duro con-flicto social entre las élites y la clase traba-jadora organizada en la CNT y la UGT yotros sectores populares.Hay bastante cinismo en rajarse las vesti-duras gritando "¿cómo podemos permitirque se hagan alabanzas públicas de un régi-men que fue criminal y dictatorial?" cuan-do casi todos han callado ante el vergonzo-so espectáculo de ver a muy altas cumbresdel Estado compadreando y compartiendonegocios y ocios con asesinos fe mi nicidassin escrúpulos como los que gobiernanArabia Saudí. Y cuando algunos de los queno callaron han decidido callar ahora.No necesitamos que el Estado silencie lasvoces de la reacción. Necesitamos que lasvoces de la libertad y la igualdad sean cla-mor. Para lograrlo, la libertad es necesaria.Ningún régimen o sistema que ponga enmanos del Estado o de cualquier otra élitela regulación de lo que puede ser dicho escamino hacia una sociedad igualitaria ylibertaria, ni siquiera hacia una democraciaavanzada y republicana. Hay algunas per-sonas liberales a la vieja usanza, pero noigualitarias ni libertarias, que también pien-san que la libertad de expresión no puederestringirse, pero lo contrario no es posible,si no se defiende la libertad de expresión nose tiene en mente una sociedad libertaria eigualitaria.No de inmediato, pero la tensión hoy exis-tente entre el neorégimen autoritario forja-do en la última década y las aspiraciones degran parte de la sociedad difícilmentepodrán llevar a algo que sea diferente a unaconsolidación de un régimen reaccionario oa una salida republicana. Dar más poder alEstado para recortar las libertades civilesaleja la vía republicana y federal.c) Por tácticaCon perdón de la expresión, tiene algo depapanatas creer que puede restringirse lalibertad de expresión o de asociación de


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ciertos sectores franquistas sin que ellotraiga consigo golpes mucho más duroscon tra sectores activamente críticos del or -den capitalista, patriarcal y monárquicoexistente. El que haya un "gobierno deizquierdas", por decirlo de alguna manera,o "progresista", no debe hacernos olvidarlas relaciones de fuerzas materiales real-mente existentes, ni quién controla la eco-nomía, el sistema judicial, etc. Ni olvidar lafragilidad del actual gobierno, ni la posibi-lidad de que llegue un gobierno Casado-Abascal, etc. Si ya he rechazado, por prin-cipios, que un gobierno o parlamento tengala posibilidad de impedir que se haga apo-logía del franquismo, quienes no compar-tan conmigo esa convi cción deberían parar-se al menos a pensar un momento que esofacilitaría -como si fuese una "compensa-ción natural"- la aplicación aún más rea -ccionaria del aparato legislativo represivocontra la libre expresión de ideas y opinio-nes, contra el activismo y las movilizacio-nes especialmente. ¿No saben cuál es elsesgo de las altas cumbres de nuestro siste-ma judicial? ¿No saben el sesgo políticodominante en los cuerpos de seguridad?¿Quieren ignorar que hay importantes fuer-zas políticas que quieren ilegalizar a Bilduo CUP, o incluso ¡al PNV!?Desde el punto de vista de la acción socialdirigida a cambiar profundamente nuestrasociedad, otorgar al Estado la potestad delimitar la libre expresión o la libre asocia-ción es, como siempre ha sido, cargararmas para que los más reaccionarios dis-paren con ellas, tal y como ocurrió con la"Ley de Defensa de la República", utiliza-da mucho más contra las movilizacionesobreras y jornaleras que contra la reacciónmonárquica y derechista.El derecho a las propias opiniones sin queEstado o "autoridad" pueda determinarqué se puede decir y qué no se puede decirdebe ser defendido en todo lugar, bajo cual-quier sistema social o régimen político y entodas las circunstancias (sí, también en si -tua ciones de guerra).Las órdenes verbales o escritas o telefóni-

cas que Queipo de Llano diera para lamasacre genocida contra "la desbandá" soncrímenes, pero el que alguien diga queQueipo fue un gran benefactor de Sevilla ymerece ser honrado en un templo construi-do sobre territorio robado y sobre las ruinasdel bar Cornelio, en el que se reuníanmuchos sindicalistas y que fue derruido acañonazos por Queipo, es una opinión,aunque sea una opinión infame, y no debeprohibirse sino rebatirse. Las órdenes deStalin para asesinar a centenares de milesde opositores e instaurar el terror del Gulagfueron crímenes, pero que alguien diga hoyque el estalinismo tuvo efectos beneficio-sos para la clase trabajadora del mun do esuna opinión, canallesca, pero opinión quedebe ser rebatida, no prohibida. El que hoyalguien diga o escriba que el régimen fran-quista fue una etapa positiva para Españaes una canallada, pero es una opinión arebatir, no a prohibir.Demos nuestras ideas frente a las de lareacción. Pero, ante todo y sobre todo, se larebate con hechos, desde el asociacionismopopular y la movilización social. Nuestras"verdades" (siempre con incertidumbre) nose pueden basar en silenciar a otros, aunquemientan, y menos aún en que los silencie elEstado, sino en una contrucción socialpositiva, de cooperación, de apoyo mutuo,de conocimiento compartido, de capacidadde lucha unida.


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Anti Pene!lopeI

Una vez rotoel mito de Pene!ope,desatare! la lunay zarpare!el alba entre los dedos,a construirun nuevo país,sin matrimonios,sin esperas,donde la soledadno duela.

II

He cambiadola espera...por bu!squeda de mar.

La poesía es un derecho humano

Guisela LópezGuisela López (Guatemala 1960) es coordinadora de laCátedra Alaíde Foppa. Investigadora y docente de laUniversidad de San Carlos de Guatemala. Poemas recogidosen su poemario Voces urgentes, colección Cantos de Sirena,Ediciones Lunaria, 2013

RenacimientoMe erijo vozdesde el silencio.

Desde la soledadme erijo viento

Desnuda de tules y de rosas,me sumerjoen esta nueva mirada.

Soymujerde nueva cuenta.

Ni una ma!sI

No cabe tanto dolor en la palabra.

Desbordan el silenciolas sonrisas truncadas,los besos sin florecer,las promesas...barriletes sin hiloderivando en el viento.

II

Cuantas historias rotas,peces sobre el asfalto.

Memoriasde man"anas con sol,de vestidos de domingo y labiales rosa,de zapatillas de baile y mun"ecas de trapo,de corazones de San Valenti!ny pasteles de cumplean"os.

III

“Porque tus ojos son cielo de la tarde”“Porque tus manos son pa!jaros ansiosos”“Porque tu pelo es ri!oy tus pasos...huellas de luna sobre el ce!sped”.

Lolita Ili TinaLetySole AnaTere Cesi Ale.

Sus nombres tapizando la ciudadcon gritos

margaritas pisoteadaspoemas muertosantes de extender las alas.

Trasversales 50 / marzo 2020 Señas

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Jules-Joseph Anthelme Maigret nació hacia 1885 en la región francesa de Saône-et-Loire,a orillas del Aller, cerca de Lyon, en el centro del país. Sus padres vivían en el castillo deSaint-Fiacre donde su padre trabajaba como ayudante de administrador y donde su abue-lo era el aparcero. Poco conocemos de su infancia. De su padre sabemos que era alto y del-gado, que apenas hablaba; que sólo bebía algo de vino blanco con las comidas y que usabapolainas de cuero. Los hermanos de su padre debieron ser siete u ocho, pero el tifus sólodejó vivos a dos: a su padre y a una hermana. De los abuelos maternos únicamente nos hanllegado referencias de que vivían lejos y los conocía menos, se veían una vez al año.Su madre murió cuando Maigret contaba con 8 años. Fue un episodio trágico: el médico,Victor Gadelle, vivía en una aldea cercana, era un borrachín y, como resultado de ello alatender a su propia mujer en el parto, murió también el bebé. La mayoría de la gente le re -tiró el saludo, no así el padre de Maigret. Cuando su madre fue a dar a luz llamaron a Ga -delle, la madre y el bebé murieron. El médico no volvió por su casa, pero a Maigret le dejóun deseo de querer restaurar destinos, como él mismo dijo posteriormente, ser médico.A los doce años ingresó en el instituto de Moulins como interno. Fue una mala experien-cia. De repente se vio rodeado de mucha gente y con su soledad como única compañía. Supadre lo sacó del instituto enviándole a casa de su tía en Nantes. Padre e hijo fueron a laestación de ferrocarril en un carro. Ninguno de los dos lloraron la separación. En Nantesse convirtió en el sobrino de los panaderos y fue cuando se propuso estudiar medicina. Apartir de entonces padre e hijo apenas se veían y cuando lo hacían el silencio presidía susencuentros. Cuando Maigret quiso acercarse ya no pudo, su padre murió a los cuarenta ycuatro años; "nunca dejé de reprochármelo", dejó escrito en sus memorias. El joven Jules no quiso seguir el oficio de panadero y se fue a París. Pronto abandonó losestudios de medicina. Se hospedó en una pensión en la que vivía un individuo llamadoJacquemain que le recordó a su padre por la forma de ser, por sus silencios, por la confian-za que emanaba de él. Él fue quien le animó a entrar en la policía. Y entró.Al principio iba de uniforme llevando el correo a los despachos oficiales en bicicleta, loque le permitió conocer bien París, sus calles, plazas y charcuterías donde compraba sal-chichón y paté para comer bocadillos sentado en los bordillos de las aceras. A la vez ibaes tudiando y llegó a ascender a secretario del comisario de policía del barrio de Saint-Georges. Más tarde fue pasando por las calles, los almacenes, los ferrocarriles, la brigadade costumbres... Así, a través suyo, los lectores van conociendo la función de la policíajudicial.Un día se encontró con un antiguo compañero de estudios de medicina que le puso en con-tacto con la familia Leonard, los ancianos Géraldine y Anselme, cuya sobrina Louise (unade las pocas veces que a "Madame Maigret" se la conoce por su nombre, rasgo típico delpatriarcalismo simenoniano), vivía con ellos en espera de encontrar un marido que, segúnla tradición familiar, debía ser ingeniero de caminos, canales y puertos. No encontró al

Enrique Bienzobas

Un tal MaigretEl 13 de febrero se cumplió el 117 aniversario del nacimiento deGeorges Simenon. Vaya este artículo en su memoria.

ingeniero, pero sí al policía. Desde elmismo día de la boda vivieron en elBoulevard Richard-Lenoir, relativamentecerca del Quai des Orfèvres, sede de lapolicía judicial.Las primeras noticias oficiales que los lec-tores tienen de Maigret datan de 1931,fecha en la que apareció Pierre-le-letton,aunque fuera escrita en 1929. Su cronista,Georges Simenon, ya nos había contadoalgo sobre su existencia cuando firmabasus libros con seudónimos: L'Amant sannom, Une ombre dans la nuit, donde yaaparece con el nombre que conocemos, y seva configurando en Train de nuit, La figu-rante y La femme rousse. También en 1929escribió la primera historia completa, LaMaison de I'inquiétude, pero Simenon afir-ma que su primer encuentro fue enDelffzijl, Holanda, con Pierre-le-letton,nos lo cuenta con un trasfondo romántico:en un viejo portón, sentado en una caja demadera, donde nació un tal Maigret. Esepersonaje, algo álter ego, terminó obsesio-nándole y cambiando su vida.Así empezamos a conocer a Maigret, entrelos treinta y cuarenta. No se parecía a lospo licías popularizados por las caricaturas,no llevaba bigote, aunque hubo un tiempoque sí, bien vestido, se afeitaba cada ma ña -na y se cuidaba las manos; era comisario deprimera clase con 2000 francos de sueldo almes y para cobrar los gastos debía justifi-carlos con los recibos. Era alto y de consti-tución fuerte. Poco a poco vamos sabiendomás cosas del comisario: ca lles, estacionesde ferrocarril. Había pa sado la mitad de suvida profesional en di ferentes departamen-tos: prostitución y droga, brigada de calles,estaciones de fe rrocarril, juego..., expe-riencia más que su ficiente para poderseguir una intuición. Po co a poco su figuray su actuación se van perfilando.En cuanto a su figura nos dice Simenon quees corpulento, ancho, pesado y sólido, aveces podía llegar a semejarse a un paqui-dermo. Fuma en pipa, viste un gabán concuello de terciopelo, al principio se tocabacon un ridículo sombrero tipo bombín. Le

gusta la buena comida y la bebida, aunquenunca se ha emborrachado. Le es agradablepasear por las calles y sentarse en las terra-zas de los cafés, por eso cuando puede vapaseando desde su casa hasta el Quai desOrfèvres, sede de la policía judicial. Llevauna vida privada monótona y tranquila.Antes de llegar a su casa Louise ya le habíaabierto la puerta. Una día por semana vanal cine los dos. Una vez al mes acuden acenar a casa de su amigo Pardon, su médi-co. Y, ante el horror a los traslados, nuncahan cambiado de piso en el que viven desdeque nosotros le conocemos en un barrio declase media. Su mujer y colaboradores lellaman por su apellido, hasta el punto deque a veces se nos olvida el nombre de pila.Se ha hablado mucho del método deMagret, pero cuando se profundiza en élnos damos cuenta de que no tienen ningúnmétodo o, en todo caso, no deja de serpeculiar. Le gusta introducirse en la vidaprivada del asesino y de las víctimas. Antesque utilizar los recursos de la ciencia, queno rechaza, prefiere husmear como unperro de caza, según nos hace ver Simenon.Para comprender a sus personajes se meteen su piel, se rodea de sus secretos, prestagran importancia al ambiente en el queestos personajes viven, hasta el punto decreer que tal gesto o hecho no hubiera sidoigual en otro ambiente distinto y que, acer-cándose al naturalismo, piensa que elbarrio, la sociedad como diría Zola, influ-ye determinantemente en la evolución delcarácter. Maigret se muestra especialmentecruel con los hipócritas, odiando la maldady siendo bastante indulgente con las faltasoriginadas por la debilidad. Se rebela con-tra la sociedad que es capaz de permitir queun joven o una joven vayan por mal cami-no. Porque, entre otras cosas, los asesinoscon los que se enfrenta Maigret son gentescorrientes que un mal día, por lo que sea,acaban matando. Y es ese lo que sea aque-llo que persigue Maigret. Su cronista dejódicho que a Maigret le interesa la personanormal, como una de nosotras, ante unasituación límite.


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Pocos de sus "clientes" encarcelados por élle odian. Los más le aprecian. Es en esepapel en el que él quería estar de joven, elde "reparador de destinos", a veces no dudaen ayudar a algunos culpables a escapar deun castigo, sobre todo si éste iba a ser des-proporcionado. Policía y médico son casilo mismo nos viene a decir, aunque hoymuchas personas no estemos de acuerdo enello. A veces es el confesor de los culpa-bles. Su método es la intuición, el instinto.Y nunca juzga al asesino, se limita a asumirsu fechoría y hasta su sola presencia tran-quiliza a los personajes. Maigret es, ensuma, la escuela en la que han aprendidootros policías a los que los lectores lleva-mos en el corazón. Carvalho, Montalbano,Kaménskaya, Brunetti... ¡Qué mejor orgu-llo que ser el creador de una estirpe!Las crónicas que nos ha legado GeorgesSimenon son la historia de una vida dedica-da a vivirla, de un oficio que, aunque sóloexistiera en su mente privilegiada, revolu-cionaron la novela policíaca. CuandoSimenon empezó a contarnos las aventurasde Maigret la novela enigma pesaba aúnmucho, el misterio dominaba y el juegolimpio, que no dejaba de ser el saco en elque los autores se permitían meter todoaquello que, al final, iba a servir para algo.Auguste Dupin, Sherlock Holmes, ArsenioLupin, Hércules Poirot..., otros personajesmíticos y heroicos, entusiasmaban a lasgentes, por eso la aparición de un persona-je que era lo contrario de los anteriores,gordito, bonachón, que se enfadaba con laestupidez de los descarriados y, sobre todo,no era cínico, en el sentido común, no en elsentido filosófico del concepto, fue unaverdadera revolución en el género. Si aSam Spade, el Agente de la Continental,Philip Marlow, etc., les sumamos aMaigret, podemos decir con Narcejac ¡quélejos estamos de la novela policíaca!

BibliografíaASSOULINE, PIERR: Simenon. Maigretencuentra a su autor.Traducción de MauroArmiño. Espasa Calpe. Madrid, 1994.

CASALS, J. C.: Simenon en su obra y en suvida. Editorial Albor. Barcelona, 1957LEMOINE, MICHEL: Simenon. Álbum deuna vida. Traducción de Amelia Ros.Tusquets, Barcelona, 2003MARTÍN ESCRIBÁ, ALEX y CANAL iARTIGA, JORDI: "Georges Simenon, uncaso aparte" en A quemarropa. La épocaclásica de la novela negra y policíaca”Alrevés. Barcelona, 2019.SIMENON, GEORGES Hay que tener en cuenta que el autor escri-bió más de setenta novelas con Maigret,como protagonista y que Luis de Caralteditó a partir de 1931 en España 7).Empleadas para este artículo: –Las memorias de Maigret.Trad. JoaquínJordá. Ed.: Tusquets. Barcelona, mayo2000.–Pietr el letón.Traducción de JoaquínJordá. Ed.: Tusquets. Barcelona, 1994.–M. Gallet décédé. Traducción de JoaquínJordá en Tusquets con el título de El difun-to filántropo, Barcelona, 1994. También lahabía traducido Carmen Mascasas Gimenocon el título de La muerte del señor Gallet,Luis de Caralt Editor, 1974.–El ahorcado de Saint-Pholien. Traducciónde Joaquín Jordá, Tusquets. Barcelona,1994. También fue traducida por JavierAlbiñana con el mismo título para la edito-rial RBA. Barcelona, 1994–El perro canelo. Traducción de JoaquínJordá, Tusqets. Barcelona, 1994.–Maigret se divierte. Traducción de JesúsLópez Pacheco. Luis de Caralt Editor.Barcelona, 1982.–"Breve descripción de Maigret redactadapor Georges Simenon hacia 1953, dirigidaa un productor cinematográfico". Incluidaen el número cero de la colección deMaigret de la editorial Tusquets.Barcelona, 1ª ed. 1994 (extraído de Lasmemorias de Maigret).–"Pena de muerte". Narración que seencuentra en Las investigaciones deMaigret. Traducción de Juan José M. Ucar.Luis de Caratl Editor. Barcelona, 1991.


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La paz, la verdadera realidadFrancisca Blázquez realiza exposiciones dedicadas a la paz. "Pinto la paz porque es real-mente la verdadera realidad. Es la verdadera realidad porque está hecha de armonía y deamor, que son dos actitudes que mueven el mundo, que dan sentido a la vida de cada unode nosotros".Todos somos paz porque todo lo que existe en su estadio más sutil es paz. El universo espaz. La paz es un estadio perfecto, que poseemos todos, pero que no desarrollamos contodo su potencial infinito.La paz es la auténtica verdad de la existencia en el sentido efectivo y afectivo del térmi-no. La paz es la forma de ser interior de todo lo existente.Hay paz, cuando todo es perfecto. La perfección es paz porque es armonía absoluta. Y lapaz está ahí, dentro y fuera, en el interior y el exterior. En realidad siempre ha existido lapaz. Y siempre existirá.La paz es paz pero en el mundo del espejismo la paz es distorsionada, pero si regresamosa la verdadera realidad interior de cada uno, de cada ser, la paz reina. Así somos como per-sonajes de un teatro que se mueven pero en realidad nuestro verdadero movimiento es elinterior. Aquel que siempre está.En las dimensiones sutiles todo es paz porque no hay conflicto. El ego desarrolla conflic-to porque quiere poder, intenta conseguir aquello que está más allá de la armonía para des-tacar.Debemos de estar muy atentos, no dejarnos llevar por las circunstancias, porque es comoel viento que mece las hojas perennes de los árboles. Si estas son débiles las arranca yarrastra. Pero si estas hojas están bien arraigadas permanecerán. De ahí que la paz seacomo ese árbol que sostiene a todas sus hojas, porque es la propia verdad de la existen-cia.Pero hay que saber encontrar la paz, esa paz que nos define a todos. A menudo la realidadque no es real nos impide ver la verdadera vida, porque es capaz de dejarnos envolver porsus insinuaciones que sólo pretenden entretener a aquellos que nos le gusta investigar quié-nes son, de dónde vienen, de dónde venimos ni a donde vamos.Somos como haces de luz, haces de energía que se interrelacionan. Debemos avanzar condeterminación para, desde la perspectiva del yo interno, extender la paz en el mundo yconvertir las guerras en inexistentes porque nunca más tendrán su razón de ser. La artistade Madrid concluye: "Y por esta razón pinto la paz constantemente en mi obra pictóricapara ayudar a todos: embajadores, políticos, profesionales y personas que en todo elmundo están construyendo esa tan anhelada y tan necesaria paz que todos llevamos den-tro"."En la actualidad estoy preparando varios eventos de repercusión mundial en torno a la pazen la que mi pintura ocupa un importante lugar". franciscablazquez.net

Joan Lluís Montané, miembro de la Asociación Internacional de Críticosde Arte (AICA), plantea una reflexión en torno a la obra de Francisca

Blázquez (Madrid 1966). Puede verse la reproducción de dos obras deFrancisca en las tapas exteriores de este número de Trasversales.


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IEscenarios de trabajo en la transición ecosocial 2020-2030www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/2019/12/informe-escenarios-de-trabajo-WEB.pdf

Hago caso y difundo: "Ecologistas en Acción agradece la reproducción y divulgación delos contenidos de este libro siempre que se cite la fuente".Ecologistas en Acción, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para laTransición Ecológica, ha realizado este trabajo cuyo objetivo es "explorar el vínculo entreel trabajo (y dentro de él, el empleo) y las emisiones de Gases de Efecto Invernadero(GEI), y contrastar los resultados con el Plan Nacional de Clima y Energía (PNIEC). Paraello, ha desarrollado una modelización de tres posibles escenarios futuros".Las ideas fuerza del informe son "que el trabajo del sostenimiento de la vida -los cuida-dos- se encuentra sistemáticamente invisibilizado y desigualmente repartido. De hecho, lasuma de los trabajos cuidados remunerados (8% del total de horas de trabajo) y no remu-nerados (53% del total) supone la mayoría de horas trabajadas en el país. El conjunto deltrabajo remunerado, el único que normalmente se contabiliza y, además, el que goza demayor visibilidad y prestigio, supone menos de la mitad (39%) de todas las que se reali-zan.De aquí se deriva que es conveniente dejar de privilegiar la noción de empleo a la hora depensar en una transformación del trabajo. Si se quiere reflexionar en cómo repartir demanera justa la actividad social en un escenario de transformación ecosocial, convienemás pensar en mediciones del trabajo en base a horas dedicadas a actividades productivas,y reproductivas. De este modo, todas las labores necesarias para el sostenimiento socialpueden ser estudiadas en pie de igualdad.La segunda idea fuerza es que el empleo desempeña un papel determinante en la organi-zación socioeconómica capitalista. El funcionamiento de este sistema conlleva, inevitable-mente, la degeneración de los ecosistemas. Por tanto, en el horizonte de transición ecoso-cial debe plantearse la superación del capitalismo y, con ello, el cuestionamiento del mode-lo de relación que le es característico, el empleo".Los escenarios son:- "Green New Deal (GND)". La versión más a la izquierda posible del actual sistema: "lamodernización ecológica de alta tecnología","energías renovables industriales, las TIC ola eficiencia energética...agroecología... para dar lugar a una descarbonización rápida... lareconstrucción de un Estado social fuerte que liderara dicha transformación y construyeraun marco de juego neokeynesiano en el que desarrollarla. Esta estrategia no sería finalis-ta..."

Ángel Barón

Modelizando el Futurolecturas ecosociales y ecofeministas

- "Decrecimiento (D)". El improbable cam-bio drástico basado en "una reducciónrobusta del consumo de energía y materia-les... realizado con criterios de justicia yfavorecer la construcción de autonomíasocial... economías más rurales, locales ydestecnologizadas... Una transformacióneconómica que se enmarcaría en una trans-formación política profunda que caminaraen la dirección de romper nuestra depen-dencia total del mercado y del Estado,apostando por la desalarización y por laconstrucción de autonomía política y mate-rial" .- "Business as usual BAU". Continuarcomo hasta ahora "una continuación suavede las dinámicas ya en marcha".Estos tres escenarios se han introducido enun modelo informático diseñado ex-profe-so para esta investigación.El que el modelo y sus bases del modelopuedan eventualmente ser mejorables, másque llamar a negar la viabilidad del mode-lo, llama a su refinamiento. Negarse a con-siderar las conclusiones de los modelos deprevisiones del futuro, postura potenciadadesde el capitalismo neoliberal, agenteactivo del desastre que se analiza, no con-sigue frenar que sus predicciones se vayancumpliendo. Simplemente adormecen eidiotizan a la mayoría social y agravan lacrisis. Las conclusiones de la modelizaciónde "los limites del crecimiento" encargadospor el Club de Roma hace 50 años se estáncumpliendo a pesar de haberlas ignorado.Ya Quevedo escribió hace 400 años que loshechos son porfiados. Las conclusiones del informe son demole-doras, y esclarecedoras.- El escenario BAU es incompatible concualquier intento de encarar la emergenciaclimática, pues implica un importanteincremento de las emisiones (21%). Lasposibles ganancias en horas de trabajoremunerado que se obtienen en este escena-rio (13%) producirían un agravamiento delas crisis ecosocial que las haría, por tanto,ambientalmente imposibles.- En términos climáticos, el escenario GND

avanza en la dirección correcta, pero algodespacio (reducción del 55% de emisionesGEI contando con las absorciones), y espoco compatible con una idea de justiciaclimática global. El escenario D, por elcontrario, logra alcanzar un nivel de reduc-ción de emisiones necesario y climática-mente justo en términos globales (reduc-ción del 80% contabilizando las absorcio-nes). Ambos escenarios son más ambicio-sos que las reducciones planteadas por elPNIEC. - En términos de estructura productiva, elescenario D es el más disruptivo: la econo-mía española entraría en un proceso decontracción y primarización significativo,por más que los sectores secundario y ter-ciario seguirían siendo mayoritarios. Lamatriz productiva del escenario GND separece más a la actual, aunque con un pesomayor de la energía, el sector público decuidados (Estado social) y las nuevas tec-nologías. También existen similitudes entreambos escenarios: nuestro modelo arrojadatos que permiten afirmar que la imagende un GND de placas solares, coche eléctri-co y sociedad de consumo sostenible esinviable. La triada coche-avión-carne debeser puesta en cuestión también en un mode-lo GND que quiera ser sostenible.- En términos laborales, el GND ofreceoportunidades importantes para una expan-sión del empleo compatible con una reduc-ción sustancial de las emisiones. Nuestrosresultados nos hablan de un millón deempleos nuevos bajo el marco del mercadolaboral actualmente existente, y casi cincoen un mercado laboral en el que la jornadalaboral se circunscribiera a 30 horas sema-nales y el trabajo se repartiese de formaequitativa entre la población activa. En elescenario D, la ambición en la reducción deemisiones iría ligada a una pérdida neta deempleo si no se modifica de forma sustan-cial el mercado de trabajo. En concreto,hablaríamos de la pérdida de dos millonesde empleos en el actual mercado, y unaganancia de un millón trescientos mil conjornadas de 30 horas. En todo caso, en este


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último se abren nuevos espacios para cons-truir sociedades autónomas no capitalistascuyo potencial para la sostenibilidad, lajusticia y la libertad es notablementemayor. En este aspecto, no hemos podidocomparar nuestros resultados con los del(PNIEC) al ser nuestro campo de análisismás amplio y con una metodología distin-ta. - Ambos escenarios van a enfrentar restric-ciones similares en su traducción práctica,pero más acentuadas en el caso del D:resistencias al cambio de los intereses crea -dos y de las lógicas estructurales que hoygobiernan la sociedad moderna. A la vez, sepueden abrir más oportunidades políticaspara su desarrollo conforme avance la cri-sis socioecológica, en este caso es posibleque más en el escenario D que en el GND.Pese a sus diferencias, ambos escenarios,GND y D, apuntan en una misma direc-ción: un incremento del actual mercadolaboral y una expansión de los beneficiosempresariales implica una plaza segura enla catástrofe ecológica. Un giro decidido enel rumbo de las sociedades capitalistasindustriales no es ya únicamente deseable,sino imprescindible".Es muy útil que aparezcan informes comoestos, hay que felicitar al Ministerio para laTransición Ecológica por hacerlo, porqueel debate social sobre qué hacer y qué dejarde hacer va a ocupar un lugar creciente enla vida pública. El análisis fino de la reali-dad y su difusión es una tarea de utilidadsocial que deben promover los poderespúblicos.Ante un informe tan alarmante como este,la primera tarea es continuar con la evalua-ción de las posibles políticas a acometer,afinando el modelo, coordinando con otrospaíses de Europa y bajando las conclusio-nes a niveles inferiores, de comunidadautónoma o cuenca hidrográfica, comarca-les, etc.Y las razones para el optimismo están ennuestra capacidad de reacción como anima-les racionales en situaciones de estrés. Lacombinación futura posible de los 3 esce-

narios, el hacia donde vayamos, es produc-to de lo que se pueda prever, y de lo queconsigan o consigamos las personas contrala inercia establecida.Mas allá del combate contra el negacionis-mo, que en España encabeza VOX, ademásdel cambio de actitudes y la buena volun-tad, hay que promover medidas y accionesque sean palancas de la transformación.Al desgranar las tareas necesarias paracumplir con las previsiones GND oDecrecimiento, aparecen aspectos tan inte-resantes como el compostaje y reciclajeurbano, las formas de trabajo autogestiona-das no salarizadas, la superación de losmercados partiendo de lo local, o la mine-ría de la basura. Es un guía ilustrativa aseguir.Algunas sugerencias personales. La conta-bilización de la "huella de carbono" en lasmercancías y su consideración para una fis-calidad verde abre una vía para obtenerrecursos y sobre todo para educar en loscostes ambientales: el coste de producciónde cada producto debe reflejar los costes dereposición para el planeta, y no solo lasuma de precios de mercado. Hay que pe -nalizar el consumo de lo superfluo, de lolejano, de lo no imprescindible, hasta querecuperemos el equilibrio.Y hay que extender el mercado de derechosde emisión, en el que las empresas vendenla capacidad de "ensuciar" en CO2, CH4,CO, NOx y demás residuos industriales. Lacapacidad de consumir la potencia de recu-peración del planeta debería dividirse entrelos seres humanos, y los que personalmen-te ensucian más deberían pagar por ello alos que no ensucian nada, o ensucianmenos que la media.Para finalizar, una cita del cierre del infor-me: "Es necesario un giro sustancial deltimón del barco que son las sociedadesmodernas. En este informe hemos esboza-do un pequeño mapa de itinerarios poten-ciales con distintos ritmos, estrategias, cos-tes y oportunidades, centrándonos en laconexión entre empleo y emisiones de GEI.Sin duda, existen otras rutas de transición


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hacia formas sociales sostenibles, justas yautónomas. Queda en manos de todas ytodos impulsar las acciones adecuadas paraello".

IILa vida en el Centro: voces y relatos eco-feministasYayo Herrero, Marta Pascual, MaríaGonzalez Reyes y Emma Gascó, Libros enAcciónhttps://www.traficantes.net/actividad/%C2%ABla-vida-en-el-centro-voces-y-relatos-ecofeministas%C2%BB

Como un pajarito que trae un regalo, unaluminosa amiga me lo trajo para que logozara, para que creciera con él. El formato de este libro ya es un formatovario, abierto, coloreado, multiple, como lavida misma, como la mirada del ecofemi-nismo; es un síntoma de lo que vamos aencontrar dentro. Las feministas rompen elmodelo de escribir y de presentar.Es un libro para enseñarnos a cambiar lamirada, para pasar a mirar como las muje-res que cuidan de la vida, para descubrir ysacar esta parte de identidad que todas ytodos llevamos dentro.Abierto y colectivo. Íntimo y analítico.Poético y descriptivo. Y ya desde la intro-ducción señala que "estamos mirando lascosas al revés, por eso la palabra futuro escada vez más corta para muchas especiesque habitan en la tierra, incluida la nuestra.Pensamos que es necesario colocar en elcentro lo que realmente importa. Nece -sitamos colocar la vida en el centro..."Enseguida explica cómo somos ecodepen-dientes e interdependientes, a pesar de que"nuestras bases culturales se apoyan en unacreencia tan ilusa como peligrosa: la de quelos individuos somos completamente autó-nomos respecto de la naturaleza e indepen-dientes al resto de las personas. Esta fanta-sía de la individualidad se convierte en unamitología peligrosa para los seres humanosy nefasta para el planeta y el resto delmundo vivo".

Describe la crisis que atravesamos como"...multidimensional. Es una crisis ecológi-ca, económica, de reproducción social, delegitimidad política y de valores....". Des -glosa lo que se equipara falsamente y loque se olvida "... Hay producciones y traba-jos que son socialmente necesarios y otrossocialmente indeseables... para que puedaexistir producción en términos mercantiles,hay una precondición: la producción de lavida..." Y desgrana lineas de acción y propuestasde tareas para ello, como la conciencia delos límites de nuestro sistema y de nuestravulnerabilidad, como que "la conciencia deser vida, en nuestro caso animal, es uno delos primeros pasos...". Y cuando el lector esperaría el desarrolloteórico y fundado, se abre a la vida, a con-tar la vida de las mujeres, a mostrar poesíasobre la vida de las mujeres, sobre lo quehablamos y vivimos de cotidiano. Invi -sibles. Cuidadoras. Trabajadoras. Lucha -doras. Sabias. Comunitarias.Como todos los libros profundos, la relec-tura extrae nuevas utilidades de él. Admiteconsulta.


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Ha muerto Johnny Hawk. Descanse en paz, bajo una tosca cruz de madera, en algún rin-cón de las Montañas Rocosas.No sé si se acuerdan ustedes de él: era el guía de una caravana que iba a donde van todas,al Oeste, atravesando, como siempre, un territorio indio, que vivía en la precaria tregua deun tratado de paz a punto de romperse por la ambición de los hombres blancos.Johnny se enamoraba de una india (Elsa Martinelli, que hacía su primer papel enHollywood, antes de volver loco a Sean Mercer -John Wayne-, por su manía de coleccio-nar elefantes en Hatari). Elsa era hija de un jefe sioux (el actor Eduard Franz, que hacíade doctor Sanderson en Hatari). La película se llamaba Pacto de honor (The indian figh-ter, André de Toth, 1955). Un entretenido western.También ha muerto Dempsey Rae, vaquero sin rumbo y sin estrella, hábil en el manejo delrevólver y enemigo acérrimo del alambre de espino (La pradera sin ley, King Vidor,1955).También ha fallecido una de las encarnaciones de John "Doc" Holliday, dentista y jugador,tísico y bebedor, y compadre de los hermanos Earp en el tiroteo del OK Corral enTombstone, en octubre de 1881 (Duelo de titanes, John Sturges, 1957).Ha fallecido Matt Morgan, el sheriff de Pauly, cuya mujer -india cherokee- fue ultrajada ymuerta por Rick Belden y Lee Smithers, otro insensato colega, actos que, naturalmente,pagan caros. En realidad, además de Lee, ambos Belden, padre e hijo (Anthony Quinn yEarl Holliman), mueren a manos del sheriff Morgan, que no quería matarlos, sino detenera los culpables, pero la cosa se complicó. El último tren de Gun Hill (John Sturges, 1959).También han encontrado su último atardecer el pistolero Brendan O'Malley, que en vez deun revólver colt lleva un pequeño derringer en la cintura (El último atardecer, RobertAldrich, 1961), para enfrentarse al pertinaz y vengativo sheriff Stribling (Rock Hudson),y William Tadlock, el senador que, antes de llegar a su destino, moría despeñado por unamujer enloquecida (Camino de Oregón, Andrew McLaglen, 1967), y el pistolero Lomax,compadre de Taw Jackson (John Wayne) en su Ataque al carro blindado (Burt Kennedy,1967), donde finalmente no se hacían con el oro.Ha palmado Paris Pitman, el simpático ladrón con gafas (El día de los tramposos, JosephMankiewicz, 1970), que resulta serlo menos que el director de la cárcel (Henry Fonda). Ytambién ha fallecido el vaquero Jack Burns, en el western moderno Los valientes andansolos (David Miller, 1962).

Pepe Uría

Kirk


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Y cambiando de género, si lo prefieren, hamuerto el arponero Ned Land (20.000leguas de viaje submarino, Richard Fleis -cher, 1954), el legendario Ulises (Ulises,Ma rio Camerini, 1954), el canalla WhitSterling (Retorno al pasado, JacquesTourneur, 1947), el corredor de coches JohnHolliday (Hombres temerarios, HenryHathaway, 1955), el mismísimo VincentVan Gogh (El loco de pelo rojo, VincenteMinnelli, 1956), Espartaco, el esclavorebelde, (Espartaco, Stanley Kubrick,1960), el honesto coronel Dax (Senderos degloria, Stanley Kubrick, 1957), Einar, elvikingo tuerto (Los vikingos, RichardFleischer, 1958) y tantos otros personajesen películas policiacas, bélicas, comedias ode aventuras, con entretenimiento asegura-do. Kirk Douglas, demócrata, contrario a la"caza de brujas" de McCarthy, solidario ydefensor de los derechos civiles, era de esosactores que atraían al público a las salas (ya las mujeres, pues tenía fama de mujerie-go) y aficionaban a chicos y grandes a ir alcine, cuando era una de las actividades,que, por poco dinero, permitían salir decasa en tiempos donde había pocas distrac-ciones baratas y cómodas, pues se podíaviajar, conocer historias -y la propiaHistoria, reproducida en escayola y cartónpiedra y amañada, claro, con aventuras,amoríos y traiciones-, vivir otras vidas ydescubrir el mundo desde las raídas butacasde los cines de barrio. Y además comiendopipas, que eran más baratas que las palomi-tas de ahora.Aunque parecía inmortal, ha muerto, con103 años, Kirk Douglas, el hijo del trapero-así titula sus memorias- ascendido a leyen-da del cine desde la pobreza neoyorquina,el último de los hombres duros de unaépoca dorada del cine, pero ahí quedan suspelículas y los personajes a los que diovida. En su mayoría eran tipos de una sola pieza,voluntariosos y decididos, valientes hasta latemeridad -modelos varoniles- que él, favo-recido por su físico y su actitud -su mirada

y el gesto desafiante, casi iracundo-, suporepresentar muy bien, colocándose, junto aBurt Lancaster, Robert Mitchum, JohnWayne, Charlton Heston, Robert Ryan, LeeMarvin y tantos otros, en el Olimpo de losfardones. Era de los que han dado funda-mento, con su arte y su trabajo, a la idea deIlya Ehrenburg de que Hollywood es unafábrica de sueños.


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El autor del libro que voy a comentar, Agustín Espinosa (Puerto de la Cruz, 1897-LosRealejos, 1939), fue uno de los escritores más destacados de su época. Además de colabo-rador de las más importantes publicaciones de la España de la República y organizador dela II Exposición Internacional del Surrealismo, cuyo manifiesto firmó junto a AndréBreton y Benjamín Péret. Había estudiado en Granada y en Tenerife fue agitador delsurrea lismo, precisamente en la década en que la isla fue centro mundial de este movi-miento. Su temprano fallecimiento, tras un largo expediente de depuración, contribuyó asu exclusión del canon de la Generación del 27. Estamos ante un escritor raro y radical quesufrió persecución durante la guerra: una persecución que acentuó una vieja enfermedadque al fin fue operada torpemente en las Palmas, donde estaba finalmente trabajando.Catedrático de Lengua y Literatura había sido desposeído de su dignidad docente. Serecluyó en Los Realejos, Tenerife, y allí murió triste, con solo 42 años, en enero de 1939.O como concreta el escritor, también canario, Domingo Pérez Minik: "La primera víctimade este acoso fue el propio Agustín Espinosa, que ya en 1939 se marchaba de este mundoperseguido, anulado, casi asesinado. Todos se lanzaron contra él, lo amordazaron, lo per-virtieron, lo mataron. Hasta que no se lo quitaron de encima no se quedaron tranquilos".Para calmar la persecución padecida durante la guerra el autor incluso había tildado suobra "de pecado de juventud" y había escondido los ejemplares que conservaba.Agustín Espinosa había cometido un "crimen" muy inquietante y "revolucionario" para laEspaña timorata y reaccionaria de su época. Tal crimen había sido escribir, sobre todo, estanovela, Crimen (1934), una novela en la que un narrador masoquista asesina a su mujerpor humillarlo. Estamos, probablemente, y pese a que su estructura rechaza con ferocidadcualquier clasificación, la primera novela surrealista publicada en España. Un texto muybello y poético, pero también extraño y desasosegante, enmarcado en el contexto de laestética vanguardista de la Europa del momento. "Crimen, esa inigualable aportación surrealista a la narrativa de este país, que le valió a suautor todas las alabanzas y todos los insultos, con la Guerra Civil como paisaje de fondo",señala Pérez Minik, el más importante crítico de las islas y adscrito también en los añostreinta al movimiento surrealista.

Lois Valsa

En torno a un libromaldito y olvidado

Agustín Espinosa, Crimen, Prólogo de Alexis Ravelo, Siruela,Madrid, 2019


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En aquel momento la obra fue elogiada porAzorín, y también por Ramón Gómez de laSerna que escribió. "Mi querido y granEspinosa: hace tiempo que quería felicitar-le por su Crimen. Están ustedes creando unfaro que se ve desde aquí. Respondo inter-mitando la luz de Pombo". "Siempre estiempo de saber que fue el mejor escritor deCanarias en el siglo XX", dice su hijoAgustín, catedrático de Química, nacidodos meses después de la muerte del escri-tor. Desde luego era "un surrealista único,solo, excepcional, raro, original", aclaraPérez Minik. Con Crimen Espinosa "rom-pió la baraja", remata Minik. Pero esta importante obra fue silenciadapor motivos políticos y los pocos ejempla-res disponibles tuvieron que ser ocultados odestruidos. Fue enseguida perseguida, porpornográfica e irreverente, por la Iglesiacatólica y por el fascismo (el escritor, úni-camente militante surrealista, había simula-do su adscripción a Falange para escapar dela muerte que sufrieron compañeros su -yos). Margarita Rodríguez Espinosa, sobri-na de Agustín, catedrática de Lengua yLiteratura como él, vivió con sus librosdesde pequeña y supo de su manera libre dedar clase. A ella le contaron sus últimosmeses tristes: "Volvía a la casa con la cami-sa azul, los chicos lo llamaban el disfraz deAgustín... Desposeído de su dignidad aca-démica, perseguido por Crimen, padre dedos hijos y a la espera de otro, viviendo deprestado como le decía en una carta aEduardo Westerdahl (jefe del surrealismoisleño), se vio impelido a buscar un destinoque no fuera el de compañeros asesina-dos… Nunca le interesó la política. Diceque le obligaron a tragarse Crimen. Sen -tado en una silla, así esperó la muerte. Se -guramente no se tragó Crimen, pero sí con-siguieron que la persecución acelerara sumuerte". La persecución del escritor la ini-ció el cura Manuel Socorro pero el profesorDe la Nuez ayudó a que no lo fusilaran. Suotro hijo Joaquín también recuerda que ensu colegio de Las Palmas había maestrosrepresaliados pero que un profesor de

inglés le identificó como el hijo de AgustínEspinosa. Le dijo: "No aprobarás ni que lomande el obispo de Sión". El odio persistíaa pesar de que su madre no les había incul-cado el rencor.Esta obra ha sido rescatada ahora de nuevo,editada y prologada por Alexis Ravelo, porla editorial Siruela, y eso es un gran acon-tecimiento literario, y desde luego políticoen los tiempos que corren. Sin embargo,hay que recordar que, ya en 1974, la ha bíanrescatado Josefina Betancor y ManuelPadorno para Taller de Ediciones JB; y,luego, otros muchos escritores habían man-tenido viva su insólita llama. El escritorJuan Bonilla aclara que ha sido reeditada amenudo desde entonces pero no era nadafácil conseguir ejemplares en nuestraslibrerías desde que había sido publicada en1934, en las Ediciones de Gaceta del Arte ycon extraordinaria cubierta del artistasurrealista Oscar Domínguez. Parale -lamente, quien más sabe de Espinosa, se -gún Bonilla, José Miguel Pérez Corrales,había ido juntando sus escritos en volúme-nes que sólo se pueden conseguir en la Red.Así se había puesto al alcance del lector lafascinante obra del autor canario, entrecuyas joyas está su Lancelot 28º 7º (Guíaintegral de una isla atlántica), hermosaguía integral de una isla atlántica, señalaJuan Bonilla, un auténtico rastreador delibros. Ravelo aclara, en el prólogo, queesta obra, entre la lírica y el ensayo, laparodia y el libro de viajes, la comienza aescribir nada más llegar a Lanzarote, y apa-recerá editada en Madrid, en otoño de1929, por Ediciones del Alfa. La otra obradel autor publicada al mismo tiempo eraMedia hora jugando a los dados.En su largo prólogo, Ravelo, no se confor-ma, pues, con darnos las claves de la lectu-ra de la obra sino que trata también de acer-carnos a la figura de Agustín Espinosa y asu obra en general, y a Crimen en particu-lar, que es la primera novela surrealistapublicada en España. <Lírico, trasgresor yonírico, Crimen (1934) constituye una pro-vocación, una patada en la cara de "la opi-

nión sensata y de sano criterio" de las gen-tes de bien, y, al mismo tiempo, un sobera-no ejercicio de libertad creativa. Su humornegro y sus imágenes epatantes, le valierona Agustín Espinosa (pese a sus indudablescualidades estilísticas) el oprobio, la depu-ración de su cátedra y la ruina económica ypersonal>, señala Ravelo. Espinosa bebíade las fuentes del creacionismo, pero suresultado se ha descrito frecuentementecomo cubista. Señala que "el Espinosatreintañero ha viajado ya por la península yEuropa, ha leído todo lo que hay que leerhasta ese momento y ha comenzado ya apublicar sus 'prosas exactas' en la prensa yen La rosa de los Vientos". Curiosamente,Canarias era uno de los lugares más atrasa-dos de España (la tasa total de analfabetis-mo en 1920 era del 65%, sólo superada porla de Murcia). "Por eso es por lo que sor-prende que fuera en el seno de esta mismasociedad donde, de pronto, entre 1927 y1936, se produjese un movimiento literarioy artístico que situó a sus creadores en lapunta de lanza de la vanguardia cultural delmomento", aclara el prologuista.Por último, "silenciado durante cuarentaaños y obviado durante otros cuarenta porla mayor parte de la crítica y de la acade-mia, este libro maldito ha permanecidooculto para todos menos para una secta deadmiradores que lo reivindican incansable-mente, ejerciendo su influencia en variasgeneraciones de autores mientras el granpúblico ignoraba su existencia", señalaRavelo. Este libro, manifiestamente surrea-lista desde la primera hasta la última pági-na, fue publicado quizá en un momento enque ni España ni acaso, el mundo estabanpreparados para un texto así. Pero "entra enlo posible que hoy el mundo esté menospreparado que nunca para este libro", acla-ra. Puede incluso cosechar "la ira y el opro-bio que también sufrirían Sade, PaulineRéage, Georges Bataille, o el Conde deLautremont, de estar vivos y tener perfil enalguna red social", concluye. Al tiempo,Alexis Ravelo, "cegado desde su juventudpor la rabiosa modernidad de este soberbio

acto de libertad creativa", nos aclara que"vivimos una época en que a la resurrec-ción de las viejas estructuras de la mentali-dad tradicionalista viene a sumarse una ten-dencia al juicio moralizante (frecuentemen-te ad hominem) de las producciones artísti-cas y literarias desde un progresismo malentendido que, en la práctica, deviene enpuritanismo. Se simplifica el debate, seinfantiliza, se lapida aquella manifestaciónque se salga de los márgenes de lo correc-to" Concluye: "Supongo que las gentes debuen juicio y sensata opinión que atacarona Espinosa por Crimen no serán peores quelas que lo atacarán hoy".


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imágenes de un trim

estreObra gráfica generosamente cedida para su reproducción en esta página por:

Juan Ramón Mora (jrmora.com)

www.jrmora.com/blog/2020/02/11/ebook-no-7-pobreza

Manifiesto

Desde un pequen ̃o punto de partida(mi corazo ́n)me extiendo haci ́a la playa.

Quisiera humedecer miles de arenas.

Soy apenas lucie ́rnaga(intento serlo)

Tal vez mi luzpueda prender otros silencios.

Francisca Blázquezfranciscablazquez.net

Guisela Lópezde Voces urgentesEditorial Lunaria, 2013

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información y pedidos: info@andavira · 2020-03-06 · Trasversales 50, marzo 2020 1 lo que hay… PORTADA INTERIOR. L@s amig@s de Yolanda FEMINISMOS. Mucho más lo que nos une,