El principio… … es Nuestro Fin.

Índice

La Adaptación en Niños en Acción

Criterios de Salud

La Disciplina en Niños en Acción

Mordiscos y Otras Conductas

Recomendaciones para el Aprendizaje del control de Esfínteres

Inclusión

La experiencia más común del niño pequeño en su hogar, es la de estar rodeado por personas mayores; sobre todo cuando es el primer hijo. Y aún siendo el segundo, siempre es atractivo e importante para los padres, familiares y amistades ya que hasta los seis años muestra cambios tan significativos para todos, que no puede uno evadir la atención hacia él y sus progresos.

Así, la adaptación del niño a NOS EN ACCIÓN, consiste fundamentalmente, en experimentar un cambio en el cual compartirá con compañeros de igual tamaño que él, atendidos, proporcionalmente, por menor número de adultos. En Niños en Acción, aprende a vivir en un mundo amplio de muchos niños con quienes compartirá turnos y atención de los adultos. Aprenderá a compartir experiencias y juguetes. Aprenderá a comunicarse con ellos y así desarrollará habilidades sociales y rápidamente hablará más y más claro para lograr comunicarse cada vez mejor. Aprenderá también a desenvolverse independientemente con "cierta responsabilidad".

De acuerdo a su edad y madurez, el niño tomará decisiones, seguirá guías, ejercerá su iniciativa, pero también aprenderá a ceñirse a ciertas normas que hacen posible el desenvolvimiento de niños en grupo, de su aprendizaje y seguridad. Aprenderá que hay una hora y un lugar para determinadas actividades: se juega con tacos en el salón, no se juega con plastilina o masa sobre las alfombras, porque se ensucian, se guardan juguetes después de usarlos, etc. Aprenderá a seguir direcciones dadas al grupo y no solo individualmente. Tomando turnos, aprende a esperar sin frustrarse por ello, porque él también tendrá su turno y éste será respetado. Comparte la atención de los maestros por la misma razón. Y los chiquiticos, sobre todo aprenden que a la hora de terminar sus actividades, allí estarán sus padres que con seguridad vienen por ellos, y así vuelven cada día, niños y padres, compartiendo una bella etapa de la vida y emprendiendo ¡untos nuevas experiencias como son las del "colegio".

Nuestra experiencia con los niños cada día nos lleva a sugerir a padres y familiares algunas estrategias que facilitan esta etapa de adaptación:

Un nuevo horario para el niño: Procure acostar al niño temprano. No lo apure a venir al Niños en Acción. No se lo plantee como una imposición. No sea obsesivo con la idea de ITR-004-R03-01

"ir al colegio" porque se puede angustiar. Levántelo y prepárelo con suficiente tiempo, de modo que no tenga apuro y el niño venga con tranquilidad. Disponga de tiempo para acompañar al niño los primeros días. Si no puede quedarse, no deje todo para última hora, las carreras desorientan y restan confianza al niño porque generalmente no entienden los apuros y compromisos diversos de los adultos. Tómese su tiempo y venga un poco más temprano para así entrar y quedarse unos minutos pero sin presiones. Aún los niños grandes de Niños en Acción, tienen que acostumbrarse de nuevo al horario escolar... y los adultos también.

Un nuevo ambiente para el niño: Es muy importante que los padres y familiares sigan las instrucciones y sugerencias de los maestros, sobre todo, en el caso de los niños pequeños menores de tres años. Su hijo es único para usted, y así mismo para nosotros; necesitamos conocer sus costumbres. Los niños pequeños aún no hablan bien por lo que se dificulta a personas nuevas entender todo lo que desean o necesitan en un momento dado. Para ello es fundamental que los familiares nos faciliten las oportunidades de

relacionarnos directamente con el niño y logremos establecer rapport y comunicación efectiva a corto plazo. El niño se sentirá mejor a medida que va conociendo a las personas, niños y adultos, los juguetes, el ambiente físico, etc. Al conocer a Niños en Acción con todas sus personas, cosas y diferentes áreas, adquiere seguridad y confianza.

La adaptación de los niños, sobre todo los más pequeños, gira alrededor de típicas "rondas de inspección'. Al niño no le atrae estar limitado totalmente a los brazos" o "faldas" de la madre, tiende aferrarse a ella, pero mirar al extraño y extender la mano para tomar algún objeto que le atraiga. El niño que viene a Niños en Acción se desplaza para conocer e inspeccionar el lugar. Le atraen las cosas que ve, los juguetes, el parque y las actividades que realizan las maestras con los niños. Sin embargo, como todo es nuevo para él, procede con cautela. Se aleja pero mantiene a mamá a la vista. Si todo anda bien, se aleja un poco más y regresa para verificar que mamá (su seguridad) está a mano. Así va alejándose más y más. Pero también, atraído por objetos, juguetes y actividades, entra en contacto con maestras y niños. De allí en adelante la cuestión es aprender a usar la ayuda de las maestras para lograr hacer más cosas y jugar con más juguetes y..., al acordarse de mamá manifiesta su deseo de verificar como andan las cosas con ella. De esta forma, las rondas se hacen, cada vez más largas en tiempo, más lejos en espacio recorrido, más amplias en relaciones sociales, y con ello crece su interés por Niños en Acción. En general este es el comportamiento más frecuente de nuestros pequeños, por lo que se facilitan las cosas si las madres, padres ó familiares se ubican tranquilamente en el sitio más adecuado como es

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sentarse en una silla o en los bancos que se encuentran fuera del salón, este lugar tiene fácil acceso y tanto los niños como los maestros podrán localizarla rápidamente. Cuando los familiares deambulan por todo el colegio, las cosas se dificultan para todos.

Mami y papi no están: Es muy importante que los padres y familiares sigan las instrucciones y sugerencias de los maestros. Cada niño es importante. El suyo particularmente, lo es. Sin embargo, los demás lo son también; y para el bienestar emocional y afectivo de todos es preciso permitirles la mayor amplitud de acción junto a un ambiente tranquilo y equilibrado, no ruidoso, que permita la acción y la comunicación y que facilite a las maestras la más efectiva intervención, por esto es imprescindible seguir sus sugerencias y evitar interrupciones.

No resulta conveniente para los niños, que sus padres entablen charlas frente a los salones durante las actividades al llevarlos o buscarlos. Si la maestra sugiere que espere afuera o que ya puede dejar al niño e irse, tenga confianza y siga su sugerencia, nuestro interés es por el niño y la maestra sabrá hasta donde y hasta cuándo puede estar con su niño sin presionarlo para nada. Recuerde que el niño llorará en algún momento pero esto no implica daño emocional alguno, es más bien saludable, ya que los lazos familiares son básicos y a esta edad, especialmente fuertes, y tanto los padres como el niño están pasando por la experiencia de la separación.

Es importante despedirse del niño cuando los padres o familiares lo dejan en Niños en Acción, pero resultan muy negativas esas largas despedidas que parecen no acabar nunca. Hágala corta, que aunque se quede llorando, lo más seguro es que este llanto no durará mucho y si no es así, lo llamaremos en un tiempo prudencial confíe en que el equipo educador hará lo mejor por el bienestar de su hijo y de ustedes. Recuerde siempre que nuestra primera prioridad, son los niños y ustedes los padres,

Cuando el niño regrese a casa, pregúntele y comente los juegos con los niños, el rato tan agradable que compartió con ellos. Anímelo a buscar cosas y actividades nuevas. Evite decirle que no se preocupe porque usted está allí y no se irá. Esto resulta nefasto pues supone que si usted no está, las cosas pueden ir muy mal para él. También resulta sumamente negativa la práctica de asomarse por la ventana para ver al niño aunque estamos conscientes de que ésta es una tentación general, pero crea en los niños expectativas e inquietudes: ¿será mamá?, ¿vendrán por mí?, ¿se acabaron las actividades aquí?...

Cambio de hábitos: Para los niños pequeños resulta conveniente, en algunos casos, traer a Niños en Acción su juguete preferido, su "trapo", chupón (si lo usa durante el día), o alguna otra cosa muy de él, que le de seguridad mientras llega a sentirse confiado con nosotros. Algunos madres intentan cambiarles todos los

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hábitos al niño al entrar a Niños en Acción, y en estos casos la adaptación ha sido difícil.

En cuanto el niño se familiariza con sus actividades diarias y con maestros y niños, ya no necesitará esos "apoyos. A cambio, surge su lonchera como un apoyo que se identifica con Niños en Acción. Les agradecemos su colaboración en este sentido.

Asistencia: El horario de salida durante la adaptación debe adecuarse al niño. Las maestras indicarán la hora en que el niño debe ir a casa. Esta decisión dependerá de la adaptación del niño, especialmente de la forma cómo transcurre cada día para él. Es muy positivo que el niño se vaya contento pues ha pasado un buen día y cualquiera que tiene una buena experiencia quiere repetirla. No debe esperarse a que esté muy cansado, ellos, al principio, se cansan mucho con las actividades del día. A medida que el niño se adapta, su asistencia diaria se irá prolongando hasta llegar a completar su horario del día en Niños en Acción.

Durante el proceso de adaptación es muy importante traer al niño todos los días aunque sea por un rato. El tiempo de adaptación varía de un niño a otro, puede tomar 1 ó 2 días, 5 y hasta 15 días en algunos casos. Siéntase tranquilo y confiado en que se adaptará; hasta ahora todos los niños que conocemos lo han hecho.

¡¡¡ DISFRUTEMOS TODOS LA ESTADÍA DE SU HIJO EN NIÑOS EN ACCIÓN!!!

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CONDICIONES BAJO LAS CUALES EL NIÑO NO DEBE VENIR AL COLEGIO1. CRITERIOS ESTABLECIDOS POR LA ASOCIACIÓN VENEZOLANA DE PEDIATRÍA.

Muchos padres se preocupan y con razón porque los niños se enferman mucho en el preescolar, especialmente antes de los 3 años.

Los factores predisponentes más importantes, por lo que esto sucede son: La práctica de hábitos de higiene personal de los cuidadores, las condiciones sanitarias ambientales, los procedimientos de manipulación de alimentos, bebidas, etc., las edades y estados de inmunización de los niños, mayor riesgo a menor edad, la relación numérica de los niños con las personas que los cuidan, el espacio físico y la calidad de las instalaciones, la frecuencia del tratamiento antimicrobiano de los niños en cuidado infantil, entre otras.

En el caso de nuestro colegio, tratamos de mantener las mejores condiciones sanitarias tanto en la planta física, como en el personal docente y en el personal de cocina y limpieza. Sin embargo, también es muy importante que los padres tomen conciencia de la importancia que tiene el NO ENVIAR A LOS NIÑOS ENFERMOS AL COLEGIO, lo cual repercute favorablemente en la salud de sus propios hijos. A continuación le damos una guía de condiciones bajo las cuales un niño NO DEBE ASISTIR AL COLEGIO. Igualmente recuerde siempre consultar al pediatra:

1. Cuando el niño no puede participar cómodamente en las actividades como otras veces, debido a su enfermedad. 2. Cuando por la enfermedad el niño demanda una mayor atención de la maestra, y ésta no puede hacerlo sin dejar

de atender a los otros niños. 3. Cualquiera de estas condiciones: fiebre, decaimiento, irritabilidad, llanto persistente, dificultad para

respirar u otros signos de enfermedades severas. 4. Diarrea por eschericia coli, o diarrea sanguinolenta y/o mucosa. 5. Exceso de mucosidad que le impida respirar adecuadamente. 6. Vómitos dos(2) o más veces, en las 24 horas previas, a menos que sea por una condición no contagiosa

y el niño no esté en riesgo de deshidratación. 7. Aftas en la boca, estomatitis. 8. Fiebre con exantema (erupción) o cambio de conducta. 9. Conjuntivitis purulenta. 10. Tuberculosis hasta que se establezca que no es contagioso. 11. Impétigo (brasa), hasta 24 horas después de terminado el tratamiento. 12. Faringitis o amígdalas estreptococias, hasta 24 horas después del tratamiento y hasta 24 horas sin fiebre. 13. Piojos, hasta 24 horas después de haber iniciado el tratamiento. 14. Escabiosis (sarna), hasta que haya completado el tratamiento. 15. Varicela o lechino, hasta cinco (5) días después de iniciada la última erupción. 16. Tósferina, hasta cinco (5) días después de haber iniciado antibiótico terapia., 17. Parótidas, hasta nueve (9) días después de aparecer los síntomas. 18. Hepatitis "A", hasta una semana después de iniciados los síntomas o hasta que se le haya administrado

inmunoglobulina. Cuando ocurran enfermedades epidémicas o infectocontagiosas, los padres deben reportarlo al colegio. En caso de brote epidémico, el colegio deberá comunicarlo a los organismos de salud. Todos debemos colaborar con estos criterios, para así evitar o al menos minimizar la propagación de las enfermedades dentro de nuestro Colegio. En caso de que el niño sea enviado al colegio con alguno de estos síntomas será devuelto a su casa.

1 Guía realizada con la colaboración de la Dra. Marianela Herrera de Pajes, (Clínica Guerra Méndez), Pediatra asesora y consejera de Niños en Acción.

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La Dirección.

Nuestra intención en NIÑOS EN ACCIÓN es crear niños psicológicamente sanos, capaces de funcionar exitosamente en la sociedad en que viven, niños seguros, independientes, con alta autoestima, que se proponen metas y las logran, auto controlados, responsables y respetuosos; por ello valoramos, respetamos y tratamos con dignidad a nuestros niños.

La disciplina es para nosotros, una destreza a ser enseñada, no una restricción a ser impuesta. Debe ser un proceso de aprendizaje donde se le enseña al niño habilidades de comportamiento, cognitivas y emocionales para aplicar en sus vidas.

Respetamos la emergente independencia de los niños y fomentamos el desarrollo de la moral, cuya base es el respeto.

Nuestro papel es enseñar constructivamente partiendo de los aspectos positivos, por ello rechazamos tanto en la escuela como en el hogar, que los adultos utilicen métodos como pegar, gritar, insultar, rotular, ridiculizar o amenazar a los niños, para lograr sus objetivos.

Uno de los aspectos fundamentales de la disciplina, es el establecimiento de límites. Como miembros de una sociedad, debemos regirnos por ciertos límites, normas, hábitos, y valores para poder funcionar adecuadamente en nuestro medio.

¿Qué hacemos en NIÑOS EN ACCIÓN para establecer límites?

-Creamos hábitos. -Aplicamos tiempo fuera y pérdida de privilegios. -Llamamos la atención con voz firme y calmada, explicando. -Somos asertivos. -Reforzamos los comportamientos positivos. -Redirigimos los comportamientos negativos. -Somos consistentes. -Somos ejemplo. -Motivamos y enseñamos al niño a expresar necesidades y sentimientos. -Estimulamos a diario el desarrollo de la inteligencia emocional. En Niños en Acción no toleramos ningún tipo de conducta violenta (física o verbal), sin embargo estamos conscientes de que en la primera infancia suelen ser comunes. Cuando estas se presentan, sin importar la edad, actuamos para interrumpir, redirigir y modelar la conducta adecuada, poco a poco los niños van adquiriendo habilidades y desarrollando las conductas socialmente aceptables, dejando a un lado las de tipo impulsivo o violentas.

Educar a nuestros niños desde esta perspectiva no es fácil, requiere de creatividad, paciencia, autocontrol, alerta y una auto evaluación continua, pero sus resultados son:

NIÑOS Y PADRES FELICES EN ACCIÓN

PIENSO

ACTUO SIENTO

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Conductas como morder, arañar y golpear, aflorarán junto con otros comportamientos desagradables, en la mayoría de los niños entre uno y tres años, como parte del desarrollo. Aunque mortifican, son previsibles en esta etapa. Empiezan como algo exploratorio, podría decirse que están poniendo a prueba sus habilidades. El deseo de poner a prueba puede volverse caótico.

Morder, halar el pelo, arañar y golpear, todos estos actos afloran y suscitan imitación. Con frecuencia van dirigidos al "mejor amigo". Muchos padres y maestros horrorizados reaccionan en exceso y castigan al niño que mordió, haló el pelo o golpeó a otro. Antes que eliminarla, esta reacción excesiva, establecen patrón que refuerza la conducta. Estos comportamientos en apariencia agresivos, no empiezan

como tales. Ocurren en ocasiones en que el niño está excitado, fatigado o abrumado y pierde el control. Después de los hechos, el agresor queda tan horrorizado como la víctima. Cuando los adultos intervienen se establece la culpa. Con el próximo estado de fatiga del niño, el comportamiento se repite. La interferencia excesiva del adulto lo refuerza.

Morder puede producir los más severos castigos. A todos los padres les asusta que el niño muerda o que alguien lo muerda. Lo mejor es tranquilizar a ambos niños, el mordedor y el mordido. El primero lo necesitará más, pues estará asustado por la pérdida de control, incluso más que la víctima por haber sido atacada.

Cárguenlo para impedir que continúe con su proceder, pero no respondan ni negativa ni positivamente. Digan calmadamente "Eso no me gusta ni a mi, ni a nadie. No puedes hacerlo. Te voy a impedir que lo hagas hasta que tu mismo puedas controlarte", o "A nadie le gusta que lo muerdan, a ti tampoco te gustaría, la próxima vez que te sientas así recuerda que yo puedo ayudarte".

Habrá que repetírselo vez tras vez. El saber que niños de todas partes han actuando de igual forma les ayudará a decírselo con convicción. Puede también buscársele un objeto blando (goma, rascaencías, almohadita) para que lo muerda en vez de a sus amigos.

Cuando la conducta es muy frecuente en un niño, hay otras cosas que podemos hacer para ayudarlos.

Si necesita información u orientación sobre este tema puede conversar con la maestra u psicopedagoga en el colegio.

Tomado del libro:

Su Hijo. T.Berry Brazelton, M.D. ITR-004-R05-01

Es el niño y solamente él, quien debe decidir el momento para controlar sus esfínteres. Debe hacerse caso omiso de cualquier presión que quieran ejercer los abuelos, la guardería o amigos solícitos. Tiene que ser su logro, no el de ellos.

Solamente cuando todas las señales de que está listo, hagan su aparición debe iniciarse el entrenamiento. Las señales son, cierto desarrollo de habilidades como: el leguaje, la imitación, la limpieza y la disminución de la negatividad. Sucederá probablemente en algún momento entre los 2 y 3 años. Cuando el momento ha llegado, los pasos que recomendamos seguir son:

1. Conseguir una bacinilla y ponerla en el suelo, para que pueda llevarla a donde quiera. Díganle que es suya y déjenlo que se acostumbre a ella, como algo que le pertenece.

2. Después de una semana más o menos, llévenlo a que se siente en su bacinilla "con ropa", Léanle o denle una galleta para que permanezca allí unos instantes. Esto es tan sólo para establecer el hábito diario de sentarse allí.

3. A la semana siguiente pregúntenle si está bien quitarle el pañal para que se siente allí una vez al día. Usted se sienta en su "bacinilla", él en la suya. Deben reiterar: "esto es lo que hago todos los días. Esto es lo que papá hace. Esto es lo que la abuela hace.

4. La tercera semana llévenlo a la bacinilla con el pañal sucio, para deshacerlo de la suciedad y luego echar ésta en el inodoro. Entre tanto., digan algo por el estilo de: "aquí es donde podrás hacerlo algún día”, “esto es lo que hacen papá y mamá todos los días”, “esta es tu bacinilla, está es la nuestra”.

5. El paso siguiente queda completamente a discreción del niño. En este momento, si se ha interesado en los pasos anteriores, pueden ofrecer quitarle la ropa y dejarlo corretear con el trasero al aire. Si está listo para probar solo, ofrézcanle llevar la bacinilla a la habitación o el patio donde él se encuentra. Puede hacer sus necesidades cuando quiera. Después, "cada hora" puede recordarle que intente hacerlo de nuevo. Si está listo, estará dispuesto a colaborar. Si en efecto produce algo, pueden felicitarlo pero no en exceso.

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6. Si verdaderamente está listo, pueden dejarlo sin los pantalones cada vez más tiempo. Si se moja o hace una deposición en el piso, no lo vuelvan un asunto grave. Simplemente díganle: "Después volvemos a intentarlo”.

Cada paso debe darse a su tiempo. Si se preocupa o se rebela, olvídenlo un rato. A algunos niños empezará a importarles tanto, que tendrán pataletas sobre si usar la bacinilla o no. Otros, una vez sentados en la bacinilla, se abstendrán de hacer.

7. Para aprender a orinar en el inodoro, e! varón debe empezar sentado. El niño que aprende primero a hacerlo de pie no querrá sentarse. Cuando el niño ya sepa orinar en bacinilla, el padre puede mostrarle cómo !o hace.

Algunos padres no están seguros de poder conservar la naturalidad. Si pueden tener presente que al niño lo hará inmensamente feliz compartir esta tarea con ellos, pueden olvidarse del pudor. Si el niño no quiere volverse a sentar después de haber experimentado la emoción de hacerlo de pie, el padre puede servirle de modelo también.

8. El control de esfínteres por la noche no debería empezar hasta que pueda aguantar durante la siesta y hasta que dé algún indicio de que quiere dormir sin los pañales. Esperen hasta que esté verdaderamente listo: pañales secos o ninguna orina durante al menos cuatro a seis horas al día. Para que valga la pena, el niño tiene que estar verdaderamente listo para colaborar por la noche.

Frecuentemente, las niñas están listas primero que los niños. No sabemos realmente por qué. Los niños tienen que estar verdaderamente listos para despertarse y levantarse a ir al baño por lo menos una o dos veces. Controlar las necesidades durante el día no es suficiente. Cuando el niño está lo suficientemente mayor, recibirá durante el sueño la señal que le indica que debe levantarse a vaciar la vejiga. No sirve que los padres lo levanten y lo lleven al inodoro durante la noche. Cuando se le han mostrado los pasos, se ha hecho todo lo que se debía hacer. Después de esto, es mejor no intervenir. Los niños pueden tardar un año o más en estar listos para controlar los esfínteres de noche.

Cuando usted sienta que su hijo puede iniciarse en el aprendizaje del control de esfínteres, establezca la comunicación con las maestras para hacer el trabajo en conjunto. Si tiene algunas dudas o problemas no tema preguntarles, ellas tienen gran experiencia y han ayudado a muchos niños en este proceso.

Guía realizada por el personal docente, para uso de los padres de Niños en Acción.

Bibliografía Recomendada: Terry Brazelton; Tu Hijo.

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Desde su fundación, y como parte de nuestro proyecto educativo, en Niños En Acción, hemos practicado la integración de niños con diferencias individuales visibles e invisibles en nuestras aulas regulares, lo cual siempre ha sido una experiencia enriquecedora para todos en nuestra pequeña comunidad en acción.

Queremos profundizar este proceso y al igual que en la mayoría de los países desarrollados, practicarlo no solo como integración, sino como inclusión, lo cual es un concepto mucho más amplio y profundo.

Por ello, queremos hacerles partícipes de este proceso, y una de las formas, es informarlos sobre el tema, para que podamos juntos ver la importancia y trascendencia que tiene, y logremos comprender porqué debemos ser parte, no

solo de un colegio que practique la inclusión, sino ser y promover una sociedad inclusiva.

Inclusión nos habla acerca de como aprender a vivir unos con otros.

Inclusión significa "estar con".

¡ I nc l u s i ón s i g n i f i c a i nc l u s i ó n !

Este término significa afiliación, combinación, involucrarse, rodearse. Inclusión significa estar unos con otros y cuidar unos de otros. Invitar a los padres, estudiantes y a los miembros de la comunidad a ser parte de una nueva cultura, una nueva realidad. Inclusión significa unirse al nuevo y fascinante concepto educativo (educación cooperativa, educación de adultos, tecnologías computacionales y pensamiento crítico). Inclusión tiene que ver con invitar a aquellos que han sido dejados fuera (donde sea) a entrar, pidiéndoles su ayuda en el diseño de nuevos sistemas que motiven a cada persona a participar con sus capacidades como compañeros y miembros.

¡ I nc l u s i ón s i g n i f i c a B i env en id o !

"¡Yo quiero ser incluido!". Esta simple frase está siendo hablada, firmada, facilitada, susurrada y gritada por gente de todas las edades, tallas, colores y

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culturas. Muchos hacen ésta petición para ellos mismos, mientras otros están pidiendo por sus amigos o familiares. Es una simple petición y la respuesta es igual de fácil.

"¡Bienvenido!. Nosotros te incluimos. Ven y se parte de nosotros y nuestra comunidad".

¿Por qué esta humilde proposición provoca tan fuerte reacción? ¿Porque ésta bienvenida a las personas con necesidades especiales es visto como una actividad de izquierda? La hospitalidad no es radical. Cuidar de nuestras familias y amigos no es radical. De hecho, la hospitalidad y el cuidado de las personas que queremos son la base de nuestra cultura. Entonces ¿por qué esa intensa reacción cuando se habla de inclusión?

Creemos que el asunto de la inclusión está dirigido directamente al corazón de nuestros valores y creencias. Inclusión parece tan simple, tan llena de sentido común y sin embargo es tan compleja.

Inclusión no tiene que ver con ubicar a un niño en un determinado salón o escuela. Esta es solamente una pequeña pieza del rompecabezas. Inclusión tiene que ver con la forma como manejamos la diversidad, las diferencias, y lo más importante como manejamos (o evitamos manejar) nuestra moralidad.

¿Cómo más se podrían explicar las emociones que despliega la simple presencia de un pequeño en sillas de ruedas o la presencia de un adolescente con Síndrome de Down en un colegio? ¿Por qué tantos adultos aparentemente "normales" pierden la compostura cuando se menciona la posibilidad de incluir un niño con necesidades especiales que ha sido excluido? Concluimos que reaccionamos a los cambios con temor porque los asociamos con peligro.

Sin embargo, las situaciones de peligro también nos ofrecen oportunidades para crecer. De esta manera, las escuelas y comunidades, maestros, ciudadanos, quienes encaran sus miedos y moralidades, para darles la bienvenida a todos los niños, inmediatamente crean un clima para un nuevo tipo de crecimiento. Inclusión se convierte en una oportunidad y un catalizador para construir sistemas democráticos mejores y más humanos.

Inclusión no significa que todos somos iguales. Inclusión no significa que todos estamos de acuerdo. Por el contrario Inclusión celebra nuestra diversidad y nuestras diferencias con respeto y gratitud. Mientras mayor es nuestra

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diversidad mas rica es nuestra capacidad para crear nuevas versiones. Inclusión es un antídoto para el racismo y el sexismo porque es la bienvenida a las diferencias, y las celebra como capacidades y no como diferencias. Inclusión es una farsa cuando solo significa "blanco, brillante y clase media". Inclusión significa todos juntos apoyándonos unos a otros.

Adultos y niños con discapacidades representan un símbolo personal que nos enfrenta con nuestros sentimientos acerca de las diferencias. Inclusión tiene que ver con la tolerancia de aquellas personas que miran, actúan y piensan diferente a lo que llamamos gente "común".

Nuestro futuro depende de nuestra capacidad para aprender a vivir juntos sin guerras, creando sociedades que construyan nuestra capacidad para la compasión del uno por el otro. Inclusión nos habla de la construcción de nuestros corazones y nos da las herramientas para sobrevivir como una familia global.

¡ I nc l u s i ón es camb i o !

¡Inclusión significa cambio! Creemos que ambos, Inclusión y cambio son inevitables. Si elegimos crecer con o sin cambios es nuestra decisión. Esto solo ha sido un instructivo para participar en centenares de encuentros acerca de "Inclusión", cuando es obvio que ese es nominalmente un tópico. Tópico real (señalado rara vez) es el ¡miedo al cambio! Mucha gente en educación y servicios humanos están aterrados de perder sus trabajos, aterrados de sus nuevas responsabilidades, aterrados de lo que no pueden entender.

Las palabras que escuchamos son: "Pero no tenemos suficiente dinero", "Pero no hemos sido entrenados para cuidar de esos", "Pero no elegimos Educación Especial", "Pero no tenemos guías para currículos especiales, o no tenemos tiempo para crear un programa especial para ellos", "Los otros niños van a sufrir"; todos reconocemos esas frases. Pero si escuchamos más profundamente la mayoría de los

"peros" nos hablan de "Yo".

Los Peros que conciernen a los "otros niños", reflejan una profunda ignorancia de lo que conocemos (por cientos de años) acerca del aprendizaje cooperativo y los compañeros como tutores, y frecuentemente es una barrera para cubrir "Yo no

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me arriesgo a perder el control" "Tengo miedo de que la gente descubra que no se todo, que yo no quiero hacerlo", y que "Tengo miedo".

Esta es una palabra clave que subyace todas las frases anteriores. Sin embargo, para muchos, existen profundos miedos que son manejados con gran delicadeza. La gente tiene miedo de ser encarada con su propia moralidad e imperfección. Esos profundos miedos son producto de nuestra cultura.

No es falla de algunos individuos como maestros y los trabajadores de los servicios humanos, el tener miedos. Todos hemos sido enseñados a ponerlos a "ellos" fuera de nuestras vidas, sin embargo ahora sabemos que excluir gente es una decisión que está solo a un paso de la exterminación. La película "La Lista de Schindler", nos recuerda que la segregación en cualquier ghetto es aterradora. La respuesta es, que tenemos que encarar estos miedos y hacerlos desaparecer. ¿Cómo?: ¡Incluyendo a todos! Esto será incómodo y aterrador por algún momento, pero el miedo pasará. Cuando encaramos nuestros miedos y continuamos sin tomarlos en cuenta, inmediatamente se desvanecerán y podremos colocarlos en perspectiva. Nosotros hemos conversado con centenares de "sobrevivientes del proceso de inclusión" maestros y trabajadores de los servicios humanos que estaban petrificados. Ellos confiesan que las primeras semanas fueron aterradoras pero luego mágicamente el miedo pasó.

Nadie puede recordar a que le tenía miedo, solamente tenía miedo y éste pasó. Usualmente toma unas seis semanas, las cuales son el patrón general para que cualquier situación de crisis regrese a la normalidad.

Hay lecciones para ser aprendidas. Inclusión se trata de cambio, y el cambio es aterrador para todos, pero es imprescindible, ya que el asunto es acerca de los derechos humanos de los individuos y debemos hacerlo de todas formas. No tenemos el derecho de excluir a nadie porque pensamos que son solo un obstáculo para el desarrollo. Esto no puede y no debe ser una razón para negarle a persona alguna sus derechos.

Un segundo aprendizaje es que la gente necesita apoyo para sobreponerse al período de cambio y crisis. Sin embargo, el hecho más fascinante es que tiene poco que ver con presupuestos. El ingrediente clave son las relaciones de apoyo, una palabra amable, un gesto creativo algo que te haga saber que alguien estará allí cuando lo necesites.

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Los valores son claros: cooperación, no competencia, participación, no coerción, relaciones, no aislamiento, interdependencia, no independencia, amistad, no soledad.

La Neces idad de Per te necer

Inclusión no es un nuevo proyecto o algo que uno hace por alguien más. No es una nueva etiqueta "niños incluidos". No es un vagón donde la gente es incluida o excluida. No se puede estar un poco embarazado o un poco incluido (como el mito de la inclusión a la hora del receso o del almuerzo). Uno está

fuera o dentro, se pertenece o no se pertenece. Si excluimos personas los estamos programando para luchar por sus vidas para estar adentro y pertenecer.

Muchos sugieren que con nuestra sociedad en crisis, necesitamos una montaña de barricadas. Las típicas respuestas son: contratar más policías, construir más cárceles, crear más Educación Especial, administrar más electroshock, más drogas para modificar el comportamiento. Control, control, control es otra posibilidad. Sin embargo podríamos elegir incluir a todo el mundo y construir una sociedad con más aceptación, más amor, y más compasión.

Nuestro mundo tiene serios desafíos. Debemos encararlos honestamente, analizar, aprender del pasado, y entonces avanzar. La necesidad del cambio no es negociable. El cambio está aquí, son las canoas sobre los rápidos. Nuestras opciones son limitadas, disfrutamos del camino sobre los rápidos o nos hundimos. Nuestro mundo esta lleno de conflictos. No debemos rechazarlos. Por el contrario debemos fortalecer nuestra capacidad y aprender a vivir con las diferencias y los conflictos, evitando la tendencia a caer en la violencia como una solución. El conflicto es legítimo. Podemos estar de acuerdo o en desacuerdo, pero usar la violencia no es viable, por el contrario puede ser nuestra destrucción.

Con la venida de nueva tecnología, los asuntos críticos de esta nueva revolución de compasión será aprender a vivir unos con otros. Si tenemos que sobrevivir, entraremos en una era de alto sentimentalismo y genuina comunicación personal. ¿Quienes son mejores para instruirnos en esta nueva aventura, que aquellos que han sido excluidos y rechazados en el pasado?

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Suicidio juvenil, violencia, armas y asesinatos son simples señales de la profunda enfermedad social que no será curada con mentes cerradas o con respuestas de recetarios. Debemos pensar profundamente, debemos tomar fuertes decisiones, debemos estar dispuestos a trabajar duro. Inclusión nos hace pensar profundamente acerca de lo que queremos que sea el mundo: ¿Cómo queremos nuestras comunidades, escuelas, iglesias, sinagogas, y mezquitas?

Creemos que las comunidades diversas, son lugares ricos, mejores y más productivos donde vivir y aprender. Creemos que las comunidades inclusivas tienen la capacidad de crear el futuro. Nosotros queremos una mejor vida para todos.

¡Nosotr os qu eremos i nc l u s i ó n !

Si hacemos explotar ciudades alrededor del mundo, mandar hombres y mujeres al espacio, seguramente podemos encontrar la forma de vivir juntos con "libertad y justicia para todos". Inclusión es un asunto de querer hacerlo realidad y luchar por ello.

Nosotros estamos comprometidos a trabajar con gente de todas partes para hacer este valor una realidad. Las comunidades, que rechazan la riqueza de la diversidad, nos ponen en riesgo tanto personal como internacionalmente.

Esperamos que esta lectura produzca conocimiento y reflexión sobre este tema y además nos convirtamos en promotores de la inclusión. Si puedes comparte o reproduce esta guía y repártela entre tu círculo familiar y de amistades y se tú un vocero de la inclusión en nuestra sociedad.

Si desea mayor información sobre este interesante tema consulte en internet: http://www.inclusion.com/ u otras páginas similares.

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