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Informe anual de beca
Proyecto de Investigación
¿Hacia una seguridad climática en México? El binomio seguridad - cambio climático y el Sistema Nacional de Cambio Climático
Informe de labores
Presenta: Adán De la cruz Palma
El cambio climático es el gran problema civilizatorio que las generaciones
presentes están afrontando. Es la amenaza más grave que enfrenta actualmente
la humanidad, y en el imaginario intelectual y político, comienza a vislumbrarse
como el problema más grave del siglo XXI. Fenómenos como la cada vez mayor
exposición a tormentas cada vez más intensas, sequías prolongadas,
inundaciones y escasez de alimento están frenando el desarrollo -retrocediendo a
su vez el desarrollo obtenido por los avances durante generaciones-, y los
esfuerzos de las personas por mejores formas de vida se ven mermados.
El cambio climático mina los esfuerzos que se emprenden en ámbitos local e
internacional con el fin de combatir la pobreza. A pesar de que existen efectos
diferenciados en distintas regiones del mundo, los países en desarrollo son más
propensos a sufrir los impactos económicos del cambio climático, a la vez que son
los menos capaces de adaptarse a posibles nuevas condiciones climáticas.
Y es que los cambios vendrán en actividades económicas donde los desastres
tienen mayor incidencia, afectando la producción agrícola, las actividades
marítimas y pesqueras, y afectando la disponibilidad de recursos hídricos,
afectando a la salud humana y a la industria.
El cambio climático ha dejado de ser un asunto estrictamente ambiental para
volverse en un tema de seguridad, dadas las implicaciones sociales del problema.
El impacto, la magnitud y la prevista durabilidad de los fenómenos ambientales,
sociales y económicos detonados por el cambio climático en México lo convierten
en un asunto prioritario que repercute de manera directa en cada una de las
esferas de la seguridad ya sea desde el ámbito meramente tradicional o bien
desde los nuevos enfoques de seguridad (ampliando las esferas de seguridad
hacia una seguridad alimentaria, social, humana, de salud, de desarrollo, entre
otras) y que puede poner en situación de riesgo toda la población del país, sobre
todo a la más vulnerable.
En el plano académico, ha habido desde hace décadas un creciente cúmulo de
literatura científica sobre el impacto del cambio climático en la dinámica de paz y
seguridad y con ello una suma de perspectivas sobre el tópico. Y es que de
acuerdo a Lind, Ibrahim and Harris, pese a que no haya una visión dominante de
cómo el cambio climático y los conflictos interactúan, toda la literatura alude al rol
de las funciones del Estado en mitigar los riesgos de crisis y conflicto ante los
escenarios de cambio climático, señalando, sin excepción, que cuando las
funciones de los Estados fallan, el riesgo de conflicto violento aumenta.
En el plano internacional, los trabajos de la Organización de las Naciones Unidas
con respecto a incluir al cambio climático como un tema de la agenda de
seguridad global, ha comenzado a prosperar en el último lustro. El paso más
avanzado se da en la sexagésima cuarta sesión de la Asamblea General,
Naciones Unidas, donde el Reporte del Secretario General para dicha Sesión de la
Asamblea General, publicado el 11 de septiembre de 2009 , menciona al Cambio
climático y sus posibles implicaciones en seguridad, arguyendo que tanto las
visiones del gobierno y las de investigaciones académicas acerca de las
implicaciones de la seguridad ante el cambio climático señalan importantes
cuestiones sobre la interdependencia entre vulnerabilidad humana y la seguridad
nacional.
Dicho reporte señala cinco canales mediante los cuales el cambio climático puede
afectar a la seguridad, y que se han adoptado como esquemas interpretativos al
momento de analizar los vínculos del binomio seguridad-clima:
a) Vulnerabilidad. El cambio climático (CC) podría poner en peligro la
seguridad alimentaria y la salud humana, e incrementar la vulnerabilidad a los
eventos extremos.
b) Desarrollo. El CC Podría socavar la estabilidad de los Estados
retardando o revertiendo el desarrollo de las naciones.
c) Enfrentamiento y Seguridad. Podría aumentar la probabilidad de
conflicto interno debido a la migración y las presiones que ejerce el
desplazamiento forzado, con posibles implicaciones más allá de lo local, como la
apatridia.
d) Disminución del Estado. La desaparición de territorio podría
replantear cuestiones de soberanía, los derechos y la seguridad.
e) Conflicto Internacional. Los conflictos internacionales podrían
suscitarse por efectos del impacto del cambio climático sobre los recursos
compartidos o fronterizos entre Estados.
No obstante, el mismo reporte de Naciones Unidas menciona que el grado en que
las implicaciones en seguridad del cambio climático son aún no probados. Tal es
así, que al día de hoy, sigue estando presente en los debates en Naciones Unidas.
En nuestro país, el debate científico y la preocupación por el tema del cambio
climático ha adquirido una dimensión multi e interdisciplinaria, que se suma a la
percepción general del cambio climático, en la que podemos decir que ya hay
consenso científico entre las ciencias geofísicas con las ciencias sociales respecto
a la necesidad de profundizar en el conocimiento de sus manifestaciones
regionales y nacionales. Y es así porque, en palabras de Rodríguez Velázquez y
Lucatello, “la epistemología del cambio climático requiere sumar los aportes de las
disciplinas geofísicas con las aportaciones de las ciencias sociales para
comprender de manera integral la magnitud del problema y plantear soluciones de
fondo”.
Imagen 1. Mapa que muestra el nivel de preocupación de 155 gobiernos sobre el cambio climático,
y la aceptación de los mismos del fenómeno como un asunto de interés nacional. En verde, 110
países; en amarillo, 32 países; en Rojo, 13, y en Gris, 41 países.
Dado que los impactos del cambio climático son multidimensionales y
diferenciados socialmente en tanto que multiplican las vulnerabilidades existentes
ante los modos de subsistencia en las sociedades, los efectos del cambio
climático con un desafío para el desarrollo humano del país. Se deben identificar
zonas y amenazas de vulnerabilidad en México para posteriormente analizar la
situación de seguridad y comprender los vínculos de estas vulnerabilidades con el
cambio climático.
En México, el cambio climático tendrá profundas consecuencias. Afectará la
distribución de recursos, creando nuevas dinámicas en cuanto al aprovechamiento
de recursos y calidad de vida y hará que los retos actuales en torno a la pobreza y
la gobernanza se volverán más difíciles.
El cambio climático puede complicar la situación en países donde las condiciones
de inseguridad (pobreza, mala gobernanza, divisiones sociales, conflicto) y
acentuar de manera crónica las dinámicas suscitadas.
Y es que no es para menos: se cree que desde la historia del sedentarismo, el ser
humano tiende a valorar su entorno de acuerdo a las condiciones que le impone el
ambiente. De acuerdo a resultados econométricos, la variabilidad del clima en
temperatura y precipitación es un determinante en la decisión de migrar tanto
interna como internacionalmente.
Por ejemplo, un estudio de la Royal United Services Institute de Reino Unido
(RUSI, por sus siglas en inglés), detalla que la “migración inducida por el clima”, es
un tema complejo y con poca claridad acerca de su impacto futuro, dado que
afectará a una compleja variedad de temas a nivel macro, meso y micro, pero que,
si bien la migración no es una amenaza directa y severa a la seguridad, puede
ocasionar tensiones o agravar sistemas sociales o políticos cuando existan las
condiciones de agravamiento de conflictos por la manera en que se reciba a los
migrantes1.
El propósito de este trabajo es analizar la arquitectura institucional que el gobierno
mexicano ha hecho a partir de la entrada en vigor el año pasado de la Ley General
de Cambio Climático, la cual ha dejado la creación y la configuración de
capacidades y encarga a algunas instituciones de atender directamente el
problema del cambio climático. En dicho análisis, se buscará encontrar qué
elementos contienen vínculos temas de seguridad, con el objetivo de analizar las
posibles políticas que el gobierno puede realizar a partir de ellas.
El recién conformado andamiaje institucional mexicano que recae en el Sistema
Nacional de Cambio Climático (el aparato institucional capacitado de plantear la
política de Estado sobre cambio climático) será puesto a un análisis minucioso de
las capacidades y de la toma de decisiones dispuestas para conocer el grado de
incidencia que puede tener dicho Sistema desde las múltiples aristas implicadas
en el tema.
Con ello, se hará una profundización teórica de los vínculos seguridad y cambio
climático, conociendo cuáles son las potencialidades y virtudes de la adecuación
de un término político dentro de los esquemas medioambientales y cómo el
término “seguridad climática” puede ser incluido tanto en el discurso como en la
práctica de la toma de decisiones nacionales como un elemento que pueda ayudar
a la disminución de vulnerabilidades y fortalecer la capacidad de los Estados ante
el fenómeno del cambio climático.
1 RUSI, “Cambio Climático, Migración y Seguridad”, Whitehall Report Series, 2013, Reino Unido, pp. 16.
En primera instancia, este trabajo iniciará dedicándose a hacer una revisión de los
vínculos de la seguridad nacional y el cambio climático, caracterizando al segundo
término como una amenaza a la seguridad y permanencia de las naciones,
señalando cuáles, desde la perspectiva de las ciencias sociales y en particular
desde la disciplina de las Relaciones Internacionales, pueden ser los problemas
más acuciantes que enfrentan individuos, sociedades y naciones ante dicho
fenómeno y cómo puede disminuir la capacidad de respuesta de los Estados
frente a esta nueva amenaza.
Cabe resaltar que en este primera parte se contemplará al cambio climático no
como un elemento detonador de amenazas directo, sino que indirectamente actúa
como un “multiplicador de amenazas” ante las estructuras de gobiernos y
población por los escenarios de vulnerabilidad ya existentes en las naciones, en el
que se señalará que el grado en que la población puede verse afectada por el
cambio climático depende determinantemente de la capacidad del Estado de
hacer frente a sus vulnerabilidades.
A partir de ello, en segundo orden se pretenderá hacer un estado del arte de la
“seguridad climática”, un relativamente nuevo concepto de seguridad que ha
adquirido una rápida aceptación en la comunidad internacional y que está
sirviendo tanto para gobiernos como en la comunidad científica para promover el
tema del cabio climático dentro de la agenda global de seguridad.
Se buscará construir y explicar “seguridad climática” desde su concepción
analizando qué motivos implicaron redefinir un discurso de seguritización
partiendo de la “seguridad ampliada”, a un proceso de “seguridad ambiental”,
terminando en un proceso más definido en términos del objeto de referencia de
seguridad que nos hace llegar al término seguridad climática. Posteriormente, tras
la exposición de este término, se profundizará el análisis del mismo a partir de la
vinculación de dos conceptos clave fundamentales para la comprensión del
mismo: el de vulnerabilidad humana y seguridad nacional.
Como notas conclusivas, se planteará hacer una indagación y recopilación del
análisis obtenido del andamiaje institucional de cambio climático en México sobre
el proceso de seguritización de este fenómeno en México y proponer la adopción
del término “seguridad climática” en las estrategias de acción del Estado. Se
pretenderá identificar las áreas de mayor incidencia de dicho fenómeno y sus
efectos en los sectores más importantes de la población mexicana.
El cambio climático aumentará la tensión adicional a los problemas de seguridad
existentes. Tener una visión general del tipo de problemas de seguridad y sobre
todo, previsión de riesgo ante la ocurrencia de eventos meteorológicos a fin de
formular respuestas eficaces, es un desafío complejo. Esto, además, marcado
porque los retos de seguridad actuales a los cuales México se encuentra
actualmente son considerables.
Se buscará responder, entonces, que aún no existe un proceso de seguritización
del cambio climático en nuestro país, y a partir de ello este trabajo elaborará una
propuesta en la que el término “seguridad climática” pueda ser entendido y
aplicado dentro de las políticas de Estado, ya sea de seguridad y de cambio
climático en México, que permita coadyuvar a la capacidad de respuesta de los
gobiernos a mejores prácticas de política pública y a una disminución de
vulnerabilidad frente al desafío del cambio climático.
Hay beneficios y riesgos asociados al considerar el cambio climático como un
problema de seguridad. Los beneficios pueden incluir el motivar a un sector en
nuestro país que no ha sido tradicionalmente involucrado en la acción política para
el cambio climático y entender cómo los efectos en cadena pueden ayudar a
superar los problemas existentes.
Las desventajas de ver el cambio climático como un asunto de seguridad
generalmente incluyen una tendencia a simplificar demasiado el problema; o, por
el contrario, sitúan a veces al cambio climático como la fuerza principal que
amenaza a la seguridad, cuando los factores contextuales (sociales, económicos,
políticos) determinan si se puede hacer frente a los impactos del clima o actúan
como catalizador agravando los conflictos y dificultades. Afortunadamente, México
cuenta con las herramientas necesarias para llevar a cabo dicha formulación y
pueda así incluir organismos que se centran en la investigación del clima,
experiencia académica e incluir así al sector de la seguridad.
Seguridad Nacional y Cambio Climático
La investigación científica en cambio climático del último año ha sido la más
puntual y avanzada desde que se tienen los primeros estudios del tema.
El año pasado, un observatorio de investigación climática perteneciente a la
Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), ha
emitido un duro cuestionamiento, alegando que:
[…] el mundo ha cruzado un umbral histórico de bióxido de carbono (CO2)
atmosférico de 400 partes por millón (ppm) [éste] marca un registro único, donde
ningún habitante de este planeta volverá a conocer concentración más baja y da
´pie a algunas hipótesis pesimistas sobre la incapacidad de la humanidad para
detener y revertir el calentamiento del planeta que ella misma ha provocado.
Dichas opiniones son respaldadas y en origen de lo emitido por el tan esperado
Quinto Reporte de Evaluación del Pantel Intergubernamental de Cambio Climático
de Naciones Unidas. En resumen, se expone lo siguiente:
• El calentamiento en el sistema climático es inequívoco y, desde la década
de 1950, muchos de los cambios observados no han tenido precedentes en
los últimos decenios a milenios.2
• Cada uno de los tres últimos decenios han sido sucesivamente más cálidos
en la superficie de la Tierra que cualquier decenio anterior desde 1850. En
el hemisferio norte, es probable que el período 1983-2012 haya sido el
período de 30 años más cálido de los últimos 1 400 años (nivel de
confianza medio).3
• El calentamiento del océano domina sobre el incremento de la energía
almacenada en el sistema climático y representa más del 90% de la energía
acumulada entre 1971 y 2010.4
• En los dos últimos decenios, los mantos de hielo de Groenlandia y la
Antártida han ido perdiendo masa, los glaciares han continuado menguando
en casi todo el mundo y el hielo del Ártico y el manto de nieve en primavera
en el hemisferio norte han seguido reduciéndose en extensión.5
• Desde mediados del siglo xix, el ritmo de la elevación del nivel del mar ha
sido superior a la media de los dos milenios anteriores (nivel de confianza
alto). Durante el período 1901-2010, el nivel medio global del mar se elevó
0.19 metros (0.17 a 0.21 metros).6
• Las concentraciones de dióxido de carbono han aumentado en un 40%
desde la era preindustrial debido, en primer lugar, a las emisiones
derivadas de los combustibles fósiles y, en segundo lugar, a las emisiones
netas derivadas del cambio de uso del suelo. Los océanos han absorbido
2 IPCC, “Summary for Policymakers”, Climate Change 2013: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change, en Stocker, T.F., D. Qin, G.-K. Plattner, M. Tignor, S. K. Allen, J. Boschung, A. Nauels, Y. Xia, V. Bex and P.M. Midgley (eds.), Cambrdige, UK, Cambridge University Press, 2013, p. 2, <http://www.climatechange2013.org/images/report/WG1AR5_SPM_FINAL.pdf>. 3 Ibid., p. 3. 4 Ibid., p. 6. 5 Ibid., p. 7. 6 Ibid., p. 9.
alrededor del 30% del dióxido de carbono antropógeno emitido, provocando
su acidificación.7
• La influencia humana en el sistema climático es clara. Es evidente a tenor
de las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero en la
atmósfera, el forzamiento radiactivo positivo y el calentamiento observado,
y gracias a la comprensión del sistema climático.8
Con lo expuesto por el V Informe del Panel Intergubernamental de Cambio
Climático, en su resumen para tomadores de decisiones del Grupo I, se retoma la
existencia del cambio climático originado por el hombre, y se menciona que, a
pesarde los escenarios adversos actuales, sería factible aún resolverlos si para el
año 2020 ya se ven realizadas acciones contundentes en la reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero.
Los escenarios actuales presentan además un listado de vulnerabilidades y
Tendencias Generales Comunes, que deben ser necesarios de analizar en este
trabajo. Los más importantes y que resaltan como indicadores en los reportes de
evaluación son los siguientes:
Temperaturas Más Altas
Las temperaturas observadas presentan una tendencia creciente. Las mayores
temperaturas aumentan la cantidad de agua necesaria para la agricultura y tienen
diversos efectos para la salud, como el aumento de la mortalidad estrechamente
relacionada con las olas de calor. Los escenarios de emisiones GEI indican:
a) Un aumento promedio de la temperatura de 0.3°C hasta el año 2010
b) Un aumento de la temperatura que va de .8 °C a 1.3°C antes del año 2050
c) Un aumento en la temperatura promedio de 3.4°C antes del año 2100.
7 Ibid. 8 Ibid., p. 13.
Lluvias Más Intensas
La precipitación total no ha aumentado, pero los eventos de lluvias se están
intensificando (lo que significa que hay más lluvia en un período más corto).
Cuando la lluvia se concentra en caídas más fuertes y está espaciada por
períodos secos más largos, puede causar erosión pues la tierra más seca no
puede absorber la humedad. Al mismo tiempo, el terreno encharcado por las
fuertes lluvias puede tener un efecto negativo en la agricultura, incluyendo las
cosechas de exportación.
Recursos Hidráulicos
El patrón de disponibilidad del agua y la tensión por el agua varía en toda
Mesoamérica. Algunas áreas se enfrentarán a mayores presiones debido al
incremento en la demanda competitiva del agua, incluyendo el riego para las
cosechas de exportación. En general, la cuenca del Atlántico de Centroamérica
muestra baja vulnerabilidad a la tensión del agua por los altos niveles de
suministro de agua y la baja demanda. El sur de México tiene mayor disponibilidad
de agua que el norte.
La Agricultura y la Seguridad Alimentaria
A corto plazo, las predicciones agrícolas de los modelos mostraron disminución en
el rendimiento debido a temporadas de cosecha más cortas y menos lluvias.
Las variaciones en el clima producen más o menos resultados similares, con
excepción de los casos de lluvias fuera de temporada, ya que las cosechas se
perdieron debido a que la lluvia dañó las mismas por llegar demasiado temprano o
redujo la producción por haber llegado demasiado tarde. Los agricultores también
tuvieron la tendencia de preparar la tierra y plantar (maíz y frijol) en anticipación a
la lluvia que en ocasiones no acontecía. Los largos períodos secos resultaron en
falta de agua, lo que hizo más lento el crecimiento y la producción. Los
rendimientos menores a lo esperado de las cosechas principales significan que
los países tienen que acudir a sus vecinos para la compra de productos, si es que
ellos cuenten con una sobreproducción. La región Centroamericana es lo
suficientemente pequeña como para esperar que la mayoría de los países, sino es
que todos, se encuentren en la misma situación.
En la actualidad, México importa alrededor de la mitad de los alimentos que
consume, a pesar de ser un importante productor agrícola. Con tendencias
simultáneas de crecimiento de población y menos producción estable nacional de
alimentos, es probable que México tenga que depender más de la importación de
alimentos en el futuro.
Crecimiento de la Población: La aparición de Hotspots
El crecimiento de la población agregará mayor tensión ambiental, pues impulsa un
mayor consumo de alimentos, energía y recursos naturales.
Con altas tasas de crecimiento, en el entendido del bono demográfico mundial en
el que nos encontramos, puesto que hemos alcanzado ya el número de 7 mil
millones de habitantes y proyectamos vivir para 2050 9 mil millones, es probable
que se crucen sus consecuencias con las consecuencias adversas del cambio
climático en muchos países.
Gran parte de los países con altas tasas de población ya enfrentan a la pobreza,
bajos niveles de educación, acceso limitado a los servicios de salud y recursos
básicos de bienestar, y a desigualdad de género. Los impactos del cambio
climático magnifican estos desafíos, y generarán dichos territorios, en corto plazo,
“puntos calientes” (hotspots, por su término en inglés).
Imagen. Zonas de países con actuales altas tasas poblacionales y alta vulnerabilidad al Cambio
Climático. Tomado de: Population Action International; “Población y Cambio Climático: Hotspots”.
Salud
Los efectos del cambio climático en la salud son la mayor diseminación de
padecimientos provocados por vectores como la malaria y el dengue, el aumento
de padecimientos respiratorios, la diarrea relacionada con las sequías y las
fuertes lluvias, así como por la capacidad disminuida del sistema inmune debido a
la desnutrición. A corto plazo, hay posibilidades de que las menores inversiones
en la prestación de los servicios de salud debido a las exigencias sobre las
capacidades gubernamentales pudieran crear una mayor vulnerabilidad a los
problemas de salud.
Las dimensiones sociales del cambio climático
Los cambios ambientales provocados por el clima tendrán repercusiones
profundas para los sistemas sociales y políticos. El cambio climático traerá
cambios de gran escala en la distribución de recursos, los cuales crearán
presiones económicas e impactarán en la capacidad de satisfacerlas necesidades
básicas.
Dichos cambios en la disponibilidad de recursos no afectarán a todos por igual, ya
que la vulnerabilidad al impacto climático depende de la capacidad de adaptación.
Estos impactos tienen el potencial de crear turbulencia social y política, porque la
distribución de los impactos geofísicos y económicos puede agravar las
desigualdades sociales.
Sin embargo, es necesario acotar que, si bien el número de personas que mueren
a causa de impacto inmediato de desastres climáticos ha disminuido durante los
últimos diez años, nunca antes han sido más personas afectadas que en la
actualidad.
Satisfacción de Necesidades Básicas
El cambio climático hará más difícil satisfacer las necesidades básicas. Serán
particularmente vulnerables los sectores que sean sensibles al cambio climático,
como la agricultura y la pesca.
Conforme disminuyan las poblaciones pesqueras y los rendimientos agrícolas, se
verán presionadas las comunidades que dependan de tales recursos para
subsistir. Conforme se reduzcan los medios de subsistencia, existirá el potencial
de varias respuestas:
• Recurrir a prácticas que seanmás destructivas ambientalmente, como por
ejemplo la deforestación y sobrepesca, lo cual puede hacer que la población sea
más vulnerable al impactodel cambioclimático.
• Buscar subsistencias alternas en el sector informal, que pueden incluir
actividades económicas ilícitas.
Tensiones Sociales
El impacto climático puede afectar también la estabilidad social y de las
comunidades, sobre todo tratándose del acceso a los recursos. Dentro de las
comunidades, pueden presentarse tensiones entre los que tengan acceso a los
recursos y los que no – o por percepciones acerca de quienes tienen tal acceso y
quiénes no.
Hay potencial para la creciente exclusión de los grupos más vulnerables, la cual
puede ser dominada por los grupos más poderosos – por ejemplo si los recursos
de irrigación se orientan a los productores agrícolas más influyentes en lugar de
hacia los campesinos de subsistencia. La capacidad para resolver disputas sobre
el acceso a recursos enfrentará una nueva serie de retos en el futuro afectado por
el cambio climático.
Impacto Climático de Autorrefuerzo
Además, los impactos climáticos concurrentes pueden reforzarse entre sí para
generar “círculos viciosos” de cada vez mayor vulnerabilidad que pueden ser
difíciles de predecir y crear retos de escalación exponencial. Por ejemplo:
• Si los gobiernos luchan con limitaciones fiscales por ingresos
descendientes o el costo de respuestas a desastres, esto puede significar menor
capacidad para adoptar medidas de adaptación, lo cual a la vez puede hacer que
determinado país sea más vulnerable al impacto climático.
• La inestabilidad social puede crear un ciclo de menor empleo e inversión,
lo cual puede aumentar la pobreza y a su vez aumentar la probabilidad de
conflictos sociales adicionales.
• Los aumentos de temperatura están ligados a aumentos en incendios
forestales y plagas. Conforme el cambio climático perjudique a los bosques, las
muertes (de flora y fauna) pueden impactar la calidad del agua y los patrones de
escurrimientos. Esto puede tener repercusiones extensas, incluyendo la pesca y
el funcionamiento de presas hidroeléctricas debido a la obstrucción con
sedimento. Lo anterior a su vez tiene impactos para la salud y la vida de la gente
que dependa de la pesca, y la interrupción ocasional del suministro de electricidad
tiene implicaciones para la productividad económica y la seguridad en las áreas
urbanas.
La inesperada interacción entre el impacto climático indica que concentrar la
atención en evitar los impactos del cambio climático puede ser la manera más
eficaz de evitar efectos críticos, incluyendo impactos potenciales sobre la
seguridad.
Migración
Con frecuencia se ve a la migración como la consecuencia más probable y como
la consecuencia de seguridad más grave del cambio climático, ocasionando que
grandes cantidades de personas migren largas distancias. Este escenario es muy
impreciso – los impactos del clima pueden afectar los motivadores de la
migración, junto con muchos otros factores de empuje, pero la mayor parte de la
migración es interna (en vez de internacional) y no es probable que sea
permanente. Las principales maneras en que el cambio climático puede actuar
como motivador de la migración es al tener un impacto en los modos de vida,
especialmente para los que dependen de la agricultura.
Gobernanza
Los cambios de distribución de recursos y los impactos climáticos extremos
afectarán también la gobernanza, conforme los gobiernos locales, estatales y
nacionales enfrenten demandas mayores de respuesta y recuperación de
desastres, lo mismo que la implementación de medidas adaptativas.
Está aumentando el costo de responder a desastres, y además la demanda de
recursos para reconstruir infraestructura después de tormentas, el suministro de
ayuda de alimentos y el pago de seguros de cosechas perdidas agregarán retos
adicionales. Lo anterior puede provocar tensiones respecto a asignaciones en los
presupuestos nacionales. Si los gobiernos no pueden o no quieren satisfacerlas
necesidades de sus ciudadanos, esto puede conducir a mayor insatisfacción y
desorden. Los cambios de gobierno suelen funcionar como válvula de escapa para
la frustración con los regímenes en el poder.
Esquemas Locales
También se ha podido observar que los sistemas políticos locales y municipales
son parte de los más vulnerables elementos del Estado ante el cambio climático.
Análisis sobre el riesgo de desastres naturales a nivel municipal muestran que las
entidades federativas locales, que en su mayoría están compuestas por viviendas
de bajos ingresos e infraestructura pública insuficiente (carreteras, hospitales,
escuelas y puentes), cuentan con perfiles socioeconómicos menos privilegiados,
escasos instrumentos de respuesta ante desastres y se encuentran en riesgo de
deforestación, presentan los siguientes elementos/características en México:
1- Los municipios en México con niveles de alto riesgo son, en su mayoría,
pobres y rurales, conformados por grandes poblaciones indígenas, con
mayor número de viviendas con piso de tierra y con hogares encabezados
por mujeres
2- Solamente 21% de los municipios con altos niveles de riesgo
hidrometeorológico cuentan con un plan de respuesta ante desastres, y 6.1
% tienen un programa de defensa civil, mientras que poco más de la mitad
señalaron tener mapas de riesgos
3- Siete de cada diez municipios en nuestra nación con niveles de alto riesgo
de desastres naturales fueron clasificados como de alto riesgo de
deforestación por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático
(INECC)
VÍNCULOS SEGURIDAD-CAMBIO CLIMÁTICO.
Aunque no es un tema nuevo, los nuevos Modelos de escenarios del clima
proporcionan mayores detalles y nuevas formas de hacer análisis desde las
ciencias sociales. Ahora, la relación entre cambioclimático y seguridad es
compleja e involucra una larga cadena causal y no hay, ciertamente, una relación
directa.
Se generan, entonces, Proyecciones inciertas si el análisis se hace desde una
perspectiva centrada únicamente en las consecuencias del cambio climático.
El cambio climático está vinculado a las cuestiones de seguridad, ya que afecta a
todos aquellos factores que conllevan inseguridad. El cambio climático es parte del
problema, pero la vulnerabilidad de esos factores que propician inseguridad es un
problema más directo.
Factores contextuales determinan los riesgos de seguridad, por lo que las zonas
que ya cuentan con contingencias asociadas a problemas de seguridad son las
áreas más propensas a experimentar más estrés impulsado por fenómenos
climáticos.
Cambios en la disponibilidad y distribución de recursos pueden ocasionar un
ambiente donde las tensiones y las divisiones se vean exacerbadas, trayendo
consigo tensiones sociales rompiendo la estabilidad social y afectar la
gobernanza.
En algunos casos, las repercusiones del cambio climático podrían contribuir a la
exaltación de conflictos y al consecuente fracaso del Estado. Sin embargo, no hay
que exagerar los riesgos ni los problemas impulsados por el clima.
¿El cambio climático provoca guerras” La respuesta tajante es NO! EL CC genera
efecto dominó en problemas sociales: aquellas sociedades con riesgo de
conflictos latentes son particularmente vulnerables. Los impactos del clima pueden
causar una presión adicional sobre estas sociedades, pero no necesariamente
ocasionan conflictos armados.
El cambio climático ocasionará grandes transformaciones a diferentes escalas en
la distribución de recursos, creando presiones económicas y afectando la
capacidad de satisfacer las necesidades básicas.
VULNERABILIDAD DIFERENCIADA, PERO NO COMPARTIDA.
1) Menor productividad agrícola. Por ejemplo, se proyecta que en 2080 la
agricultura en los países subdesarrollados descenderá 9% respecto al 2000,
mientras que en los países industrializados aumentará 8 por ciento.
2) Mayor inseguridad de agua. De superar los 2°C la temperatura global en
2080 habrá más de 1800 millones de personas que enfrenten aguda escasez de
agua
3) Mayor exposición a inundaciones costeras y condiciones climáticas. Los
desastres de carácter climático afectaron en promedio a 262000000 de personas
cada año en el período 2000-2004, más de 98% residían en países
subdesarrollados.
4) Colapso de ecosistemas. Con el incremento de la temperatura de entre 2 y
3 °C, cerca de 30% de las especies estarán en un alto riesgo de extinción.
5) Mayores riesgos de salud. Se estima que la población expuesta a contraer
paludismo podría aumentar de más de 250 000 000 a 400 000 000 de personas.
Por otra parte, PNUD igual hace mención de los siguientes “factores de
vulnerabilidad”
a) Pobreza y desarrollo humano bajo. Compuesto por la esperanza de vida al
nacer, escolaridad y producto interno bruto per cápita. Un total de 2600 millones
de habitantes del planeta, 40% de la población, sobrevive con menos de dos
dólares al día.
b) Disparidades en el desarrollo humano. Al interior de los países se observan
acentuadas desigualdades.
c) Falta de Infraestructura de servicios.
d) Acceso restringido a seguros. En países desarrollados hay mayor cobertura
contra pérdidas que en las naciones subdesarrolladas, donde la mayoría de las
familias pobres no lo tienen.
e) Carencia de Seguridad Social El gasto en ese rubro representa más del
13% del PIB de países desarrollados, comparado con menos del 2% en África
Subsahariana y 3% en América Latina y el Caribe.
Cambio climático en México
Nuevos informes apuntan que en la próxima década, el cambio climático podrá
tener efectos de gran alcance sobre la producción geográfica de alimento, la
disponibilidad de agua, el suministro de energía, las infraestructuras críticas y la
seguridad económica.
En ausencia de potencias extranjeras hostiles desde finales de los años 60, los
problemas de seguridad nacional en México comúnmente se han relacionado con
la agitación sociopolítica interna, entre ellas insurrecciones armadas en zonas
rurales y urbanas y, en años recientes, a organizaciones criminales y de tráfico de
drogas transnacionales, lo cual refleja definiciones más tradicionales de seguridad
enfocadas en la violencia.
El cambio climático tendrá profundos efectos para México y Centroamérica, dará
nueva forma a la distribución de recursos, creará una nueva dinámica para los
ganadores y perdedores, y hará que los desafíos actuales de la pobreza y el
gobierno sean más difíciles de encarar. Estos cambios reestructurarán el terreno
físico y el terreno político, y podrían tener repercusiones sociales, políticas y de
seguridad de largo alcance.
Aún sin la tensión adicional del cambio climático, la región tiene diversos factores
de riesgo para la inestabilidad como las áreas vulnerables a problemas con el
agua, el alto crecimiento de la población, el declive de las cosechas, el hambre, el
riesgo costero por la elevación del nivel del mar y un historial de conflictos
recientes. Conforme el cambio climático intensifica estas dinámicas, si los desafíos
se manejan de una manera que agrave las tensiones actuales, entonces podrían
contribuir al deterioro del entorno de la seguridad.
Las estructuras sociales, las instituciones, las economías, las culturas y la política
finalmente determinan si las presiones ambientales exacerbadas por el cambio
climático pueden influir en las situaciones de inseguridad, erosión de la
gobernanza y conflicto. El grado en que las sociedades creen proactivamente una
resistencia a través de la adaptación determinará la severidad de los efectos
climáticos, incluyendo el potencial del desarrollo de consecuencias para la
seguridad nacional.
Es necesario enfatizar la necesidad de expandir la definición de seguridad
nacional para abarcar también la estabilidad social y política del país y
comprender que las amenazas no sólo son de orden sociopolítico.
Una definición expandida permite a los analistas observar los desencadenantes de
las amenazas contra la seguridad nacional derivadas de la esfera militar externa.
-Cambio climático impacta la capacidad de las personas de satisfacer sus
necesidades básicas, especialmente de aquellas cuya subsistencia depende de
sectores sensibles al clima (agricultura, pesca, demás actividades primarias)
2.- Los cambios ambientales no afectarán a todos por igual, lo cual tiene el
potencial de agravar las divisiones sociales significativas, y a medida que se
intensifica el cambio climático, aumenta el potencial de ampliar estas divisiones, lo
cual, dependiendo de la manera en que se manejen, podría aumentar los riesgos
de inestabilidad social.
3.-El cambio climático agravará los retos actuales sobre el gobierno y la capacidad
institucional, lo que aumenta la demanda de respuestas y recuperación ante
desastre, así como la implementación de medidas flexibles.
Dinámicas Clave del CC en México.
Las próximas dos o tres décadas habrá que poner especial atención a la elevación
de la temperatura; ya que de incrementarse ésta en 2°C los glaciares
permanentes sufrirán riesgo muy altos, los océanos se acidificaran – amenazando
la diversidad marina – y los sistema de agua dulce no quedarán exentos de los
impactos. Se prevé que haya una migración de especies biológicas – animales y
plantas – hacia zonas más altas o zonas polares. La seguridad alimentaria
planetaria se vería amenazada por los impactos en la producción de maíz, arroz y
trigo. En dichos cultivos se esperan pérdidas de aproximadamente el 25% de la
producción mundial actual. En ese entendido, los seres humanos se verán
afectados por ondas de calor, períodos de días-noches más calientes y daños a
las infraestructuras.
Después de la segunda mitad del siglo XXI, se esperan impactos más severos y
nuevos riesgos debido a las afectaciones para personas que trabajan a la
intemperie. Es probable que el número de migrantes se incremente por factores
asociados al clima y, al mismo tiempo, que los conflictos internos y los retos a la
seguridad de los países por cambio climático aumenten. El número de personas
afectadas por los eventos hidrometeorológicos extremos se incrementaría, así
como el número de muertes asociadas a temperaturas más elevadas.
El tema de la seguridad alimentaria está asociado a que se calcula que hacia el
2050 la población del planeta será de 9 000 000 de habitantes; así las fuentes de
alimentos para esa cantidad de población estarían en riesgo. A manera de
ejemplo, los ciclos productivos en el sector agrícola tendrían fluctuaciones que
harían imposible pronosticar el abasto para todos los habitantes. Se espera que la
elevación de las temperaturas en los mares y océanos modifique el acceso a la
pesca como fuente de alimentación porque los lugares donde actualmente se
encuentran los bancos de peces mutarían. En este panorama, tanto los países
ricos, como los países pobres verían impactos por el cambio climático. La certeza
de que estos escenarios se cumplan se origina del hecho de que la cantidad de
evidencias científicas sobre el impacto del calentamiento casi se ha duplicado
desde el informe anterior, de 2007.
Dinámica Clave de la Seguridad
• Los sucesos climáticos extremos aumentarán la carga tanto política como
financiera de la respuesta a los desastres pues se espera que los gobiernos
mantengan el régimen legal, protejan a los ciudadanos y lleven a cabo la entrega
segura de los suministros de ayuda humanitaria, mientras se recupera la
comunidad.
• El cambio climático provocará mayor escasez de recursos y, por lo tanto,
es probable que aumente la competencia entre los grupos sociales, así como la
insatisfacción con el gobierno.
• Los sistemas de administración del agua estarán sometidos a mayor
tensión conforme el cambio climático intensifica las tendencias hacia la sequía, lo
que provocará una mayor competencia y tensión entre los usuarios del agua a
nivel nacional y transnacional.
• La escasez de alimento en la región, exacerbada por el cambio climático
afectará la salud, la educación y la participación social a nivel nacional
A nivel internacional, la escasez de alimento aumentará la competencia
entre países que quieran comprar alimento en los mercados mundiales.
• El cambio climático podría actuar como un impulsor de migración a través
de sus efectos en la forma de ganarse la vida. Dependiendo de la manera en que
los migrantes sean recibidos en las áreas de destino, podrían surgir tensiones
sociales relacionadas con el crimen, el desempleo y la vulnerabilidad a intensificar
los efectos del cambio climático.
• En un área donde la gobernanza esforzada, los recursos son más escasos
y la forma de ganarse la vida está bajo presión, el cambio climático podría
provocar que el Crimen Organizado a Gran Escala (SOC) echara raíces aún más
profundas.
• El cambio climático aumentará la presión sobre las comunidades que ya
sufren por la falta de seguridad y que se espera que respondan a la dinámica
cambiante antes descrita.
La Estrategia Nacional de Cambio Climático alerta con que prevalecerán las
condiciones de alta vulnerabilidad ante el cambio climático.
La Ley General de Cambio Climático (LGCC)
Con la entrada en vigor el pasado 10 de octubre de 2012 de la Ley General de
Cambio Climático, se han podido dar los primeros pasos fundamentales para
combatir este fenómeno global. No obstante, Méxito aún tiene grandes retos y
oportunidades por delante en materia de cumplimiento de sus compromisos
voluntarios de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel
internacional, así como con lo establecido con la Ley.
La LGCC tiene por objeto establecer un marco jurídico que regule las políticas
públicas de adaptación y mitigación al cambio climático, así como impulsar la
transición hacia una economía competitiva de bajas emisiones de carbono. Entre
sus principales elementos destacan en el siguiente cuadro
Arquitectura Institucional
Elemento Características Comisión Intersecretarial
de Cambio Climático
La CICC es presidida por el titular del Ejecutivo Federal, quién
podrá delegar esa función al titular de la Secretaría de
Gobernación o de la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (SEMARNAT).
La Comisión se integrará por los titulares de SEMARNAT; la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
y Alimentación (SAGARPA); Salud; Comunicaciones y
Transportes; Economía; Turismo; Desarrollo Social
(SEDESOL); Gobernación; Marina; Energía; Educación
Pública; Hacienda y Crédito Público (SHCP); y Relaciones
Exteriores.
La CICC contará, por lo menos, con los siguientes Grupos de
Trabajo –GT– (artículos 45 y 49):
I. GT para el Programa Especial de Cambio Climático.
II. GT de políticas de adaptación.
III. GT sobre reducción de emisiones por deforestación y
degradación.
IV. GT de mitigación.
V. GT de negociaciones internacionales en materia de cambio
climático.
VI. Comité Mexicano para proyectos de reducción de
emisiones y de captura de gases de efecto invernadero.
Consejo de Cambio
Climático
El Consejo es el órgano permanente de consulta de la CICC.
Se integrará por un mínimo de quince miembros provenientes
de los sectores social, privado y académico que serán
designados por el presidente de la CICC y ejercerán sus
funciones de manera honorífica y a título personal (artículos
51 y 53).
Instituto Nacional de
Ecología y Cambio
Climático (INECC)
Se establece el INECC como un organismo público
descentralizado con personalidad jurídica, patrimonio propio y
autonomía de gestión.
Su máxima autoridad será una Junta de Gobierno presidida
por el titular de la SEMARNAT e integrada por los titulares de
SAGARPA, Gobernación, SEDESOL, SHCP, Energía, Salud y
el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). El
Instituto contará con un Director General designado por el
Ejecutivo Federal (artículos 13, 17 y 18).
Acorde al texto, la creación del INECC no tendrá un impacto
presupuestario, toda vez que para su implementación y
operación se utilizará la estructura de recursos materiales,
humanos, técnicos y financieros, con los que actualmente
cuentan el Instituto Nacional de Ecología (INE) y la
SEMARNAT.
Sistema Nacional de Cambio
Climático
El Sistema tiene por objeto fungir como un mecanismo
permanente de comunicación y coordinación entre la
federación, los estados y los municipios, así como promover la
aplicación transversal de la política nacional de cambio
climático en el corto, mediano y largo plazo. El Sistema estará
integrado por la CICC, el Consejo de Cambio Climático, el
INECC, los gobiernos de las entidades federativas, un
representante de cada una de las asociaciones nacionales de
autoridades municipales y representantes del Congreso de la
Unión (artículos 38 y 40).
Coordinación de Evaluación La Coordinación de Evaluación se integrará por el titular del
INECC y seis consejeros sociales, representantes de la
comunidad científica, académica, técnica e industrial con el
objeto de evaluar periódica y sistemáticamente la política
nacional en la materia, incluyendo el cumplimiento de los
objetivos, metas y acciones del Programa Especial de Cambio
Climático, así como la trayectoria de las emisiones. De ser el
caso, la Coordinación podrá emitir recomendaciones al
Sistema Nacional de Cambio Climático. Los consejeros serán
designados por la CICC a través de una convocatoria pública
que emita el INECC (artículos 23 y 25)
Sistema de Información
sobre el Cambio Climático
Con el objeto de fomentar la transparencia y el acceso a la
información, se integrará un Sistema de Información sobre el
Cambio Climático a cargo del Instituto Nacional de Estadística
y Geografía (INEGI), (artículo 76).
Fuente: Elaboración Propia, con base en, “Acuerdo por el que se expide la Estrategia
Nacional de Cambio Climático”, Disponible en:
<http://www.dof.gob.mx/nota_detalle_popup.php?codigo=5301093>
Los Instrumentos de la Ley
La Estrategia Nacional de Cambio Climático
Para ello, además de la arquitectura jurídica, también planeó el gobierno una
arquitectura institucional, en la que dichos elementos se ven reforzados por la
denominada Estrategia Nacional de Cambio Climático.
La Estrategia Nacional, constituye el instrumento rector de la política nacional para
enfrentar los efectos del cambio climático y transitar hacia una economía
competitiva, sustentable y de bajas emisiones de carbono. La SEMARNAT
elaborará la Estrategia con la colaboración del INECC, la opinión del Consejo de
Cambio Climático, y será aprobada por la CICC. Su artículo 60 enmarca las
pautas de la Estrategia.
La SEMARNAT, con la participación de la CICC, deberá revisar la Estrategia
Nacional por lo menos cada diez años en materia de mitigación y cada seis años
en materia de adaptación, debiendo explicarse las desviaciones que, en su caso,
se adviertan entre las estimaciones proyectadas y los resultados evaluados, como
apunta el artículo 61. En ningún caso las revisiones y actualizaciones se harán en
menoscabo de las metas, proyecciones y objetivos previamente planteados, o
promoverán su reducción.
Los escenarios de línea base, las proyecciones de emisiones y las metas de la
Estrategia Nacional se fijarán con lo correspondiente al artículo 62: a diez, veinte y
cuarenta años.
La Comisión podrá, de acuerdo a sus facultades que le provee el artículo 63,
proponer y aprobar ajustes o modificaciones a los escenarios, trayectorias,
acciones o metas comprendidas en la Estrategia Nacional cuando: I. Se adopten
nuevos compromisos internacionales en la materia; II. Se desarrollen nuevos
conocimientos científicos o de tecnologías relevantes; III. Lo requieran las políticas
en materia de medio ambiente, recursos naturales, economía, energía, transporte
sustentable, salud y seguridad alimentaria, y IV. Se deriven de los resultados de
las evaluaciones elaborados por la Coordinación de Evaluación.
La versión oficial apunta que para hacer frente al cambio climático, el Gobierno de
la República presentó un instrumento que prevé medidas de adaptación y de
mitigación a los efectos de este fenómeno global, articuladas en 8 ejes de acción.
El primero de ellos, situado como la misión principal de dicha estrategia, es el
reducir la vulnerabilidad al cambio climático de los mexicanos que viven en
situación de riesgo, así como fortalecer su capacidad de adaptación.
En segundo orden, una prioridad del gobierno es disminuir la vulnerabilidad de los
sistemas productivos y de la infraestructura estratégica ante contingencias
climatológicas.
Además, otro de los principales propósitos es el fomentar la capacidad de
adaptación de los ecosistemas a los efectos del calentamiento global.
Acelerar la transición energética hacia fuentes de energía limpia, es denominada
como un propósito priotitario, para movilizar a sus dependencias encargadas de
energía y así detonar las reformas necesarias para el supuesto tránsito a una
economía con recursos más limpios.
Un punto que considera la estrategia es el reducir la intensidad de consumo
energético, mediante esquemas de eficiencia y racionalidad.
Otra de las metas que se propone dicha arquitectura es el transitar a modelos de
ciudades sustentables, con sistemas de movilidad inteligentes, gestión integral de
residuos y edificaciones de baja huella de carbono.
De acuerdo a la versión oficial, un elemento de consideración importante también
es el Impulsar mejores prácticas agropecuarias y forestales, con esquemas de
Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (los llamados REDD
Plus).
Y como último punto, atienden sus documentos, elemento vital será el disminuir
las emisiones de contaminantes de “vida corta”, como el carbono negro y el
metano, para mejorar la salud y bienestar de los mexicanos.
Esta Estrategia armoniza y hace compatible el cuidado del medio ambiente con el
desarrollo económico y social que requiere nuestro país.
Política nacional de adaptación
La política nacional de adaptación tendrá como objetivos los marcados en el
artículo 27, que son, entre otros: reducir la vulnerabilidad de la sociedad y los
ecosistemas frente a los efectos del cambio climático y fortalecer la resiliencia y
resistencia de los sistemas naturales y humanos.
Conforme al artículo tercero transitorio, se deben alcanzar las siguientes metas
aspiracionales y plazos indicativos en materia de adaptación:
• Establecer un Programa para que antes de que finalice el año 2013 se
integren y publiquen el atlas nacional de riesgo, los atlas estatales y
locales de riesgo de los asentamientos humanos más vulnerables ante
el cambio climático.
• Los municipios más vulnerables ante el cambio climático deberán contar
antes del 30 de noviembre de 2015 con un programa de desarrollo
urbano que considere los efectos del cambio climático.
• Las Entidades Federativas deberán elaborar y publicar los programas
locales para enfrentar al cambio climático antes de que finalice el año
2013.
• El gobierno federal deberá contar antes del 30 de noviembre de 2012
con el Programa de Ordenamiento Ecológico General del Territorio y el
Subprograma para la Protección y Manejo Sustentable de la
Biodiversidad ante el cambio climático.
Política nacional de mitigación
La política nacional de mitigación se instrumentará con base en el artículo 2, que
estipula el principio de gradualidad, promoviendo el fortalecimiento de
capacidades nacionales para la mitigación de emisiones y la adaptación a los
efectos adversos del cambio climático, priorizando en los sectores de mayor
potencial de reducción hasta culminar en los que representan los costos más
elevados, además de atender los compromisos internacionales de Méxicp.
Para aquellas políticas y actividades que impliquen o que trasladen un costo al
sector privado o a la sociedad en general, y que no existan fondos o fuentes
internacionales de financiamiento que puedan cubrir los costos para la
implementación de dichas políticas y actividades, éstas podrán instrumentarse en
dos fases, cuando exista área de oportunidad para los sectores regulados: I.
Fomento de capacidades nacionales en la cual, las políticas y actividades a ser
desarrolladas, deberán implementarse con carácter voluntario, con el objetivo de
fortalecer las capacidades de los sectores regulados, y II. Establecimiento de
metas de reducción de emisiones específicas, considerando la contribución de los
sectores respectivos en las emisiones de gases o compuestos efecto invernadero
en el país.
El artículo segundo transitorio confirma que México asume el objetivo indicativo o
meta aspiracional de reducir al año 2020 un 30% de emisiones con respecto a la
línea de base, así como un 50% de reducción de emisiones al 2050 en relación
con las emitidas en el año 2000. Las metas mencionadas podrán alcanzarse si se
establece un régimen internacional que disponga de mecanismos de apoyo
financiero y tecnológico por parte de países desarrollados hacia países en
desarrollo entre los que se incluye México. Estas metas se revisarán cuando se
publique la Estrategia Nacional.
Conforme al artículo tercero transitorio, se deben alcanzar las siguientes metas
aspiracionales y plazos indicativos en materia de mitigación:
• La Comisión Nacional Forestal diseñará estrategias y políticas para
transitar a una tasa de cero por ciento de pérdida de carbono en los
ecosistemas originales, tomando en consideración el desarrollo
sustentable y el manejo forestal comunitario.
• Para el año 2018 los municipios desarrollarán y construirán la
infraestructura para el manejo de residuos sólidos que no emitan
metano a la atmósfera en centros urbanos de más de cincuenta mil
habitantes, y cuando sea viable, implementarán la tecnología para la
generación de energía eléctrica a partir de las emisiones de gas
metano.
• Para el año 2020, acorde con la meta-país en materia de reducción de
emisiones, la SHCP en coordinación con las Secretarías de Economía,
Energía, SAGARPA y Comunicaciones y Transportes, deberán haber
generado en forma gradual un sistema de subsidios que promueva las
mayores ventajas del uso de combustibles no fósiles, la eficiencia
energética y el transporte público sustentable con relación al uso de los
combustibles fósiles.
• Para el año 2020, acorde con la meta-país en materia de reducción de
emisiones, la SHCP en coordinación con la Secretaría de Energía y la
Comisión Reguladora de Energía, deberán tener constituido un sistema
de incentivos que promueva y permita hacer rentable la generación de
electricidad a través de energías renovables, como la eólica, la solar y
la minihidráulica por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
• La Secretaría de Energía, en coordinación con la CFE y la Comisión
Reguladora de Energía, promoverán que la generación eléctrica
proveniente de fuentes de energía limpias alcance por lo menos 35%
para el año 2024.
Inventario de Emisiones
Con miras a apoyar la implementación de las medidas de mitigación se faculta al
INECC para elaborar el Inventario de Emisiones, de conformidad a los
lineamientos y metodologías establecidos por la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático, su Conferencia de las Partes y el Panel Intergubernamental de
Cambio Climático. El INECC elaborará los contenidos del Inventario de acuerdo
con los siguientes plazos:
I. La estimación de las emisiones de la quema de combustibles fósiles se realizará
anualmente.
II. La estimación de las emisiones, distintas a las de la quema de combustibles
fósiles, con excepción de las relativas al cambio de uso de suelo, se realizará cada
dos años.
III. La estimación del total de las emisiones por las fuentes y las absorciones por
los sumideros de todas las categorías incluidas en el Inventario, se realizará cada
cuatro años.
Registro de Emisiones
La SEMARNAT integrará un Registro de Emisiones generadas por las fuentes fijas
y móviles de emisiones que se identifiquen como sujetas a reporte. En el
Reglamento se identificarán las fuentes que deberán reportar en el Registro por
sector, subsector y actividad (artículos 87 y 88).
Sistema voluntario de comercio de emisiones
El artículo 94 y 95 establecen las bases para la creación gradual de instrumentos
de mercado que incentiven el cumplimiento de la política nacional sobre cambio
climático. Entre los posibles instrumentos se encuentran los mercados de carbono
internacionales. De este modo, la SEMARNAT, con la participación de la Comisión
Intersecretarial de Cambio Climático y el Consejo de Cambio Climático podrá
establecer un sistema voluntario de comercio de emisiones con el objetivo de
promover reducciones de emisiones que puedan llevarse a cabo con el menor
costo posible de forma medible, reportable y verificable.
Asimismo, el siguiente artículo menciona que los interesados en participar de
manera voluntaria en el comercio de emisiones podrán llevar a cabo operaciones y
transacciones que se vinculen con el comercio de emisiones de otros países, o
que puedan ser utilizadas en mercados de carbono internacionales (artículo 95).
La Ley reconoce los programas y demás instrumentos de mitigación que se han
desarrollado a partir del Protocolo de Kioto y cualquier otro que se encuentre
debidamente certificado por alguna organización con reconocimiento internacional.
El
Reglamento de la Ley establecerá los requisitos que deberán cumplirse para el
reconocimiento y registro de los programas e instrumentos citados (artículo 37).
Fondo para el Cambio Climático
Se constituye un Fondo para el Cambio Climático con el objeto de captar y
canalizar recursos financieros públicos, privados, nacionales e internacionales
para apoyar la implementación de acciones para enfrentar el cambio climático. Las
acciones relacionadas con la adaptación serán prioritarias en la aplicación de los
recursos del Fondo (artículo 80).
El patrimonio del Fondo se constituirá por los recursos anuales que señale el
Presupuesto de Egresos de la Federación; las contribuciones, pago de derechos y
aprovechamientos; las donaciones de personas físicas o morales, nacionales o
internacionales, las aportaciones que efectúen gobiernos de otros países y
organismos internacionales y el valor de las reducciones certificadas de emisiones
de proyectos implementados en México que de forma voluntaria el Fondo adquiera
en el mercado (como dicta el artículo 81).
El Fondo operará a través de un fideicomiso público creado por la SHCP y contará
con un Comité Técnico presidido por la SEMARNAT y representantes de la SHCP;
Economía; Gobernación; Desarrollo Social; Comunicaciones y Transportes;
Energía y SAGARPA (artículos 83 y 84).
El Fondo deberá ser constituido por la SHCP, y las reglas de operación aprobadas
por su Comité Técnico, dentro de los seis meses siguientes a la publicación de la
ley. La operación del Fondo estará a cargo de la Sociedad Nacional de Crédito
que funja como fiduciaria del fideicomiso público que al efecto se constituya. El
Banco Nacional de Comercio Exterior (BANCOMEXT) extinguirá el Fondo
Mexicano del Carbono (FOMECAR) para transferir sus funciones al Fondo
(artículo noveno transitorio).
Cuadro. Pilares de la Ley de Cambio Climático
Conclusión
El problema del cambio climático no es directamente el cambio climático ni
cualquier otro fenómeno medioambiental: es la alta vulnerabilidad de un país ante
el fenómeno originada a partir de la desigualdad.
México es un país con alta vulnerabilidad ante factores ambientales, y el Cambio
Climático debe ser un Eje Rector en el diseño de política pública, y debe ser un
tema transversal en la toma de decisiones en los 3 niveles de gobierno.
México se ha caracterizado por su liderazgo en materia de cambio climático, pues
ha sido de los pocos países en desarrollo que ha presentado ya cinco
Comunicaciones Nacionales ante la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre Cambio Climático (CMNUCC). Asimismo, se ha comprometido de forma
Pilar 1 • Contar con polí0cas y acciones climá0cas transversales, ar0culadas, coordinadas e incluyentes
Pilar 2 • Desarrollar polí0cas fiscales e instrumentos económicos y financieros con enfoque climá0co
Pilar 3 • Implementar una plataforma de inves0gación, innovación, desarrollo y adecuación de tecnologías climá0cas y fortalecimiento de capacidades ins0tucionales
Pilar 4 • Promover el desarrollo de una cultura climá0ca
Pilar 5 • Incrementar mecanismos de Medición, Reporte, Verificación y Monitoreo y Evaluación
Pilar 6 • Fortalecer la cooperación estratégica y el liderazgo internacional
voluntaria a llevar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Con la
aprobación de la Ley General de Cambio Climático, México se convirtió en el
segundo país en desarrollo en contar con una ley de este tipo9.
En México, si bien se han canalizado importantes recursos y esfuerzos para
atender tanto los problemas relacionados con el medio ambiente como con la
crisis de inseguridad y violencia armada a lo largo de la última década, los
resultados han dado mucho qué desear, ya que son insuficientes e irregulares,
puesto que el país sigue altamente deforestado, desertificado, con miles de
hectáreas de suelo degradados y una desenfrenada pérdida de biodiversidad, al
tiempo que se ha convertido en un Estado que pierde cada vez más el control en
más y más entornos rurales y urbanos a lo largo de su territorio a manos de
individuos e intereses distintos al de garantizar la seguridad.
Debe caracterizarse con urgencia el tema de cambio climático como un tema de
seguridad nacional, dado que las otras esferas de seguridad (ambiental,
económica, sanitaria, comunitaria, alimentaria, política) ya están padeciendo los
estragos del fenómeno.
Sin embargo, a nivel nacional, México aún tiene grandes retos y tareas sin cumplir
para alcanzar la meta suscrita desde el anterior Presidente, Felipe Calderón
Hinojosa ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC), de reducir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero
en un 30% al 2020 y en un 50% al 2050.
Está claro que uno de los retos principales es avanzar para que México reduzca
considerablemente el uso de combustibles fósiles a través de un sistema de
incentivos que promueva y permita ser rentable la generación de electricidad por
medio de energías renovables, con el objetivo de alcanzar por lo menos un 35%
para el año 2024.
9 Alanís Ortega, Gustavo, “Ley General de Cambio Climático”, Perspectivas del Derecho Ambiental, Vol. 1, Núm. 3, pp. 47-49, Disponible en: <http://www.ceja.org.mx/IMG/_LEY_GENERAL_DE_CAMBIO_CLIMATICO.pdf>
Por ello, y en razón de las reformas políticas que afectarán el sistema energético
de nuestro país, es notorio señalar que faltan muchas acciones efectivas para
transformar a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de
Electricidad (CFE), en el cumplimiento de esta meta.
No obstante, ha pasado casi un par de años y aún sigue siendo incierto el saber la
implementación de la Ley General de Cambio Climático, con sus respectivos
ejercicios minuciosos de armonización con leyes sectoriales.
Además, pueden pensarse las siguientes ideas, necesarias para elaborar y unir al
cambio climático con los aspectos de seguridad nacional.
1. Integración de los impactos del cambio climático en la política de
seguridad nacional y una adecuada coordinación en los tres niveles de gobierno.
•Desarrollar e integrar un capítulo específico acerca del Impacto del Cambio
Climático en las Estrategias de Seguridad Nacional.
• Incluir un análisis del cambio climático y la seguridad en las Comunicaciones
Nacionales de los países al Panel Intergubernamental del Cambio Climático
(IPCC, por sus siglas en inglés).
•Construir una matriz de impulsores de la seguridad nacional/regional; cómo
dichos impulsores pueden ser afectados por el cambio climático y/o la variabilidad
del clima; incluir medidas a nivel nacional y regional con sus correspondientes
vínculos institucionales o responsabilidades para llevar a cabo acciones
• Construir escenarios de impactos potenciales del cambio climático en la
estabilidad social y la gobernanza a niveles regionales y nacionales, y desarrollar
respuestas adecuadas de política para su futura implementación.
2. Reconocimiento de la adaptación del cambio climático como un
imperativo de seguridad
Se necesita entonces una amplia definición de seguridad nacional para abarcar la
estabilidad social y política.
3.- Reconocimiento de la mitigación de GEI como una prioridad, incluyendo
las implicaciones de la seguridad nacional.
Bibliografía
Alanís Ortega, Gustavo, “Ley General de Cambio Climático”, Perspectivas
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