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LA FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LA DISCIPLINA
ADMINISTRATIVA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS CIENCIAS
SOCIALES.
SU INFLUENCIA EN LOS PLANES DE ESTUDIO DE ALGUNAS FACULTADES
DE ADMINSITRACIÓN ADSCRITAS A ASCOLFA.
RESUMEN
La presente investigación surge como respuesta a una necesidad sentida en las
diferentes facultades de administración de identificar en forma clara su objeto de
estudio, teniendo en cuenta las diferentes fuerzas internas y externas que
interactúan para modelar dicho objeto. Lo anterior da lugar a la identificación del
problema de la investigación, el cual se plantea como la necesidad de
evidenciar los supuestos sobre los que se fundamentan las ciencias sociales y
cuál es su significado y aplicación en la formación de los administradores en las
facultades de administración adscritas a ASCOLFA capítulo de Antioquia.
En otras palabras, esta investigación se estructura partiendo desde un marco de
referencia que pretende establecer una fundamentación epistemológica de la
disciplina administrativa, la cual al preguntarse por la administración, bien sea
como concepto, o como ciencia, o como saber, o disciplina, debe responder
teniendo en cuenta la complejidad de los conceptos que involucra, y la rigurosidad
de la veracidad en el conocimiento, para continuar con la estructuración de una
metodología basada en la investigación cualitativa, la cual por medio de
entrevistas semiestructuradas pretende identificar los diferentes enfoques que
cada una de las facultades de administración han impreso a sus respectivos
programas. Esta se basará en una estructura de calidad conceptual e
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investigativa que permitirá construir un marco teórico, el cual permitirá identificar
los supuestos sobre los cuales se fundamentan las ciencias sociales y su
aplicación en la formación de los administradores en las diferentes facultades de
administración.
En resumen, este trabajo tiene dos propósitos: el primero de ellos es el de revisar
en los programas de administración de las facultades adscritas a ASCOLFA
Capítulo Antioquia, cuáles son las bases del pensamiento administrativo sobre el
cual se han fundamentado los programas de administración de empresas; y el
segundo es definir si la evolución de este pensamiento es tenida en cuenta en la
actualización curricular de estos mismos programas. Es por esto, que el trabajo
está orientado a presentar alternativas de solución a un interrogante planteado
sobre este tema. Asimismo, se pretende hacer una revisión de los conocimientos
básicos disciplinares generados y trasmitidos, en cuanto a la realidad
organizacional del país, identificando qué perspectivas teóricas se utilizan en los
diversos procesos y ejercicios investigativos realizados por las facultades de
administración.
El contraste empírico, se ha llevado a cabo mediante un procedimiento no
probabilístico, que bajo el criterio de los investigadores, se establece en forma de
censo el cual se aplicó en 12 universidades de la ciudad de Medellín y su área
metropolitana que tienen programas administración. El tipo de investigación es de
corte exploratorio, el cual permite amplia flexibilidad, lo que ha sido una de las
premisas empleadas por los investigadores debido a la apertura a puntos de vista
divergentes entre los mismos y entre expertos consultados. Es un tipo de
investigación que adicionalmente permite contrastar los resultados obtenidos en
los cuestionarios aplicados a Directores y Decanos de las Facultades. Como
fuente de información secundaria, se tuvo en cuenta la información obtenida en
libros y revistas científicas, mediante revisión bibliográfica desde distintos autores,
lo que permitió la construcción de un marco teórico en el cual se relacionan las
ciencias sociales y humanas con los aspectos epistemológicos de la
administración, en la cual se circunscribe la pregunta de investigación. Es sobre la
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base de este referente conceptual que se construye el cuestionario inicial, el cual
es perfeccionado mediante prueba piloto y del cual se obtienen las bases para
construir el instrumento definitivo, que posteriormente se aplica a la muestra total.
Este informe está organizado de la siguiente manera: En un primer apartado se
dedica a definir el problema de investigación y la pregunta orientadora del estudio,
de la cual se generan los objetivos tanto general como específicos. Luego se
construye un marco referencial, presentando las principales corrientes de
pensamiento administrativo que se han desarrollado, teniendo en cuenta la
concepción que de epistemología de la administración o de la gestión tienen varios
autores.
Se hace un recorrido por la escuela francesa de epistemología constructivista, con
sus principales exponentes; también se tienen cuenta otra corriente de
pensamiento que da respuesta a los problemas de gestión desde una perspectiva
de las ciencias sociales con un enfoque comprensivo e interpretativo del
comportamiento humano; esta escuela es la humanista o radical humanista de
Montreal.
Asimismo se incluyen posturas con un enfoque crítico en el estudio organizacional
que problematizan el status quo y se enfocan en el lado oscuro de los negocios y
las organizaciones, entre ellos la postura marxista, y en la cual se presenta una
propuesta radical para renovar el conocimiento y la práctica de la gestión
tradicional a través de una redefinición de su naturaleza y posibilidades. Se incluye
en esta revisión teórica a la escuela positivista, como corriente dominante. .
El trabajo concluye con unas reflexiones finales a la luz de los resultados
obtenidos en el análisis y unas recomendaciones para futuros proyectos de
investigación y para la intervención en los contenidos curriculares de los
programas administración.
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INTRODUCCIÓN.
ASCOLFA Capitulo Antioquía ha mantenido una constante preocupación por la
formación gerencial impartida en las facultades de administración adscritas a ella,
en cuanto a la pertinencia y actualización de los contenidos curriculares de los
programas. También su interés se ha centrado en un aspecto no menos
importante, como lo es el estudio de las corrientes de pensamiento administrativo,
sus diferentes enfoques y posturas, que le permitan al futuro administrador
obtener las competencias profesionales y la formación ciudadana que lo acrediten
en el desarrollo de su actividad gerencial.
Es por esto, que desde el año 2005, ASCOLFA Capitulo Antioquía, adelanta una
serie de investigaciones acerca de esta problemática. La primera de ellas fue un
estudio de corte prospectivo sobre el futuro de los programas de administración en
el departamento de Antioquia. Este estudio tuvo por nombre "Hacia dónde deben ir
los programas de Administración en Antioquia hacia el año 2015", en el que se
identificaron 12 factores críticos en la formación de los administradores.
En el marco de ésta investigación se realizó un panel con expertos del sector
académico y el sector empresarial, público y privado de la región; alrededor de
estos aportes se formularon unos escenarios futuros o posibles, que responden al
interrogante inicial planteado.
Entre los 12 factores críticos hallados en este estudio, se encuentra un factor el
cual específica que las escuelas de administración deben resolver o decidir desde
qué paradigma epistemológico quieren o deciden trabajar. A consideración de los
investigadores y de la directiva de ASCOLFA Capitulo Antioquia, este interrogante
fue tenido en cuenta como fuente para un nuevo trabajo investigativo. Para esto se
conformó un nuevo grupo de investigadores de diferentes Universidades y
Facultades, que durante el año 2007, adelantaron el proyecto y que ahora
presentan los resultados del mismo.
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La coyuntura actual ubica el pensamiento administrativo en la cima del proceso de
formación, por su pertinencia en la gestión de conocimiento, creatividad e
innovación, tecnologías de información y comunicación y adaptación al nuevo
orden mundial. Colombia, para su inserción en el panorama actual,
simultáneamente, debe atender tres aspectos básicos: modernización,
globalización y la interconexión con el resto del mundo, poniendo como imperativo
para todos los sectores de la economía la búsqueda permanente de innovación y
creatividad en todos sus procesos, en aras de alcanzar niveles de productividad
cercanos o similares al resto de naciones que con su abanico de productos,
servicios, mercado de capitales, sistema educativo y ambición de poder, se
apropian cada vez más de mercados, ampliando su espectro de influencia al
interior de los demás países, generando problemas sociales, económicos y
estructurales a nivel del gobierno y lógicamente, afectando el aparato productivo y
de comercialización de bienes y servicios, y obligando a las empresas públicas y
privadas a buscar alianzas estratégicas para poder sobrevivir y crecer en el
mercado nacional e internacional.
Las universidades se han visto profundamente afectadas, e incluso transformadas
por las nuevas exigencias que ha planteado la ciencia en el devenir del proceso
histórico de la humanidad, donde sin duda alguna es, la revolución del
conocimiento, la que más las ha transformado y de la cual incluso muchas
universidades, producto de la masificación titular todavía no se han recuperado,
puesto que, en su intento de agrupar las diferentes disciplinas que emergen
producto de la revolución científica del conocimiento y la división científico-técnica
del trabajo, han surgido y se han configurado diferentes sistemas titulares a nivel
mundial, que en cierta medida responden a los principios de modos de ser
universitarios que los precedieron, como el alemán, inglés y francés.
La administración se empieza a enseñar a principios del siglo en instituciones
universitarias a nivel de postgrado que, tras la masificación del sistema titular, se
empezará a enseñar en instituciones universitarias de todo el mundo. Así la
tendencia utilitarista y pragmática instaurada desde la concepción Napoleónica de
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la universidad en Latinoamérica se verá enriquecida cuando las nuevas
profesiones denominadas modernas, como en el caso de la administración, se
empiezan a enseñar en instituciones universitarias latinoamericanas. Profesiones
con una orientación eminentemente prácticas encaminadas más hacia el hacer
que hacia el saber mismo, puesto que surgen como respuesta a las nuevas
exigencias que demanda la industria para el desempeño de específicas funciones,
técnicas, y actividades económicas y administrativas, orientadas eminentemente
hacia un accionar práctico de la realidad organizacional, que pasaron a
representar en la actualidad las profesiones de mayor dominio en cuento a su
demanda, debido a que en una sociedad como la nuestra, donde impera lo
material, lo práctico, lo que genere beneficios inmediatos, encontraron –las nuevas
profesiones- tierra fértil para establecerse y crecer desproporcionadamente.
Fenómenos sociales como el credencialismo (títulos sin un verdadero respaldo de
conocimientos), el subempleo, y hasta el desempleo se han agudizado, porque
muchas escuelas sólo se han preocupado por “fabricar profesionales en serie”,
demeritando ostensiblemente la naturaleza de las universidades, como si éstas
tuvieran la responsabilidad de instruir en cuanto oficio se considere como
profesional, por las organizaciones productivas.
Por lo tanto, la administración se configura no como una profesión de orden
intelectual, sino más bien como un desempeño práctico, de aplicación concreta, lo
cual hace que esté más arraigada en la espontaneidad del comportamiento
humano, que explica en parte, que se encuentren administradores competentes
sin haber estado en una escuela de administración y, paradójicamente sí se
pueda encontrar egresados de administración pero con dificultades en su
desempeño práctico.
Pero lo seriamente preocupante es que los anteriores planteamientos, para
muchas Escuelas de Administración son punto final a una polémica que ni siquiera
ha comenzado. “El considerar que la administración es una técnica o un arte, se
ha constituido para muchas escuelas en una excusa para no enseñar el por qué y
9
el para qué de las mismas y continuar centradas únicamente en el que hacer
administrativo”. (Villegas, 1995).
El reconocer la importancia de los aportes de las ciencias sociales y humanas en
la estructuración de los diferentes currículos académicos, es aceptar su incidencia
notable en la fundamentación y comprensión de lo que podríamos llamar la
epistemología de la disciplina administrativa.
En esta investigación, la epistemología debe entenderse como una reflexión
crítica, desde el horizonte propio de la filosofía. Se orienta al estudio de la
naturaleza de la administración y de la acción humana, de la relación con la
realidad, y de otros aspectos como el estado de los conocimientos, la formación
de los estudiantes, las diferentes manifestaciones de producción, y la validez e
implicaciones de sus posibilidades investigativas.
Ante la profunda necesidad de reorientar las estructuras pedagógicas en las
facultades de administración, es de suma importancia que las universidades
inviertan en la formación de hombres talentosos y con vocación científica, para
que la enseñanza no quede reducida solo a la transmisión de conocimientos, se
generen escenarios que posibiliten la producción de conocimientos que
determinen una vocación científica del saber administrativo.
La teoría del conocimiento actual toma en cuenta la historia de la discusión
epistemológica y reconoce, en sus distintas corrientes, una teoría centrada en el
espíritu humano, en la dinámica de su funcionamiento y en la capacidad de su
actividad creadora.
Los temas de ciencias sociales y humanas, epistemología y administración, son
asuntos bastante escabrosos cuando intentamos precisarlos, y más aún cuando
intentamos identificar en ellos los lazos que pueden conformar saberes firmes y
coherentes, que generen trascendencia en la formación de los futuros
administradores.
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Las anteriores inquietudes nos conducen a revaluar el objeto de estudio de las
Escuelas de administración, para que no continúen centradas en el actuar
administrativo, entrenando en el “que hacer administrativo”, lo cual en el mejor de
los casos, es necesario más no suficiente porque - entre otros- , se está
educando con una visión unidimensional, que impide, por un lado y en un sentido
práctico, captar la complejidad de la realidad organizacional y, por otro, en un
sentido, por así decirlo, académico, lograr la misión más importante de cualquier
universidad, el de generar y no únicamente el trasmitir y aplicar mecánicamente
conocimientos, lo cual lleva a cuestionarse por la naturaleza de la administración
y el estudio de la organización; es entonces necesario preguntarnos desde afuera,
es decir desde las ciencias sociales, y desde adentro, es decir desde la disciplina
administrativa, ¿cuáles son los supuestos sobre los que se fundamentan las
ciencias sociales y su significado y/o aplicación en la formación de los
administradores en las facultades de administración adscritas a ASCOLFA
capitulo Antioquia?
De la pregunta anterior se deriva el siguiente sistema de preguntas que
precisarían su alcance y el enfoque de la investigación:
-¿Cuáles conocimientos básicos se generan y se trasmiten en cuanto a la
realidad organizacional del país, de tal forma que describan su acontecer y
propicien la explicación teórica correspondiente?
-¿Desde qué perspectivas teóricas y metodológicas se realiza la investigación en
las facultades de administración?
-¿Cómo ha incidido la fundamentación epistemológica de las ciencias sociales y
de la administración en la organización curricular de las escuelas de
administración?
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CAPÍTULO 1
1. Problema de investigación
Pareciera no existir discusión alrededor de la clasificación de la Administración
como una de las Ciencias Humanas o Sociales. Pero lo que si puede colocarse
sobre la mesa de discusión es un asunto relevante, el cual se refiere al hecho de
contrastarla en su cuerpo teórico y conceptual con sus raíces, las cuales no
deberían ser buscadas muy lejos pero si muy profundo en el terreno de lo social y
lo humano; es decir, es en un contexto general, en el cual se interrelacionan los
elementos propios de la administración, creando el espacio propicio para indagar
sobre los orígenes y las fuentes de ésta disciplina.
Cuando se discute sobre la pertenencia de un objeto a un determinado conjunto,
se toma como punto de referencia las características propias, repetitivas y
homogéneas del conjunto para construir con ellas un parámetro de contrastación.
En algunos casos el proceso de validación es más sencillo que en otros, pero lo
verdaderamente relevante de este proceso es que se puedan evidenciar los
elementos propios que le confieren pertenencia al conjunto de forma concluyente.
En otras palabras, esa evaluación busca comprobar si la administración cumple
con los requisitos para pertenecer a un determinado conjunto de ciencias sociales
y humanas.
La revisión de los programas de administración permitirá conocer cuáles son las
bases sobre las que se ha fundamentado el pensamiento administrativo que en la
actualidad las facultades de administración adscritas a ASCOLFA capítulo
Antioquia, utilizan para la formación de sus estudiantes, lo que implica
preguntarse, si las ciencias Sociales y Humanas se tiene en cuenta como fuente
de lo que se enseña en la administración, estableciendo si existe una
determinada, o determinadas epistemologías como referentes y sustento de lo que
hasta hoy ha sido la evolución de la disciplina administrativa.
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Con base en la problemática antes descrita este trabajo pretende responder la
siguiente pregunta: ¿Cuál es la fundamentación epistemológica de la disciplina
administrativa, desde las perspectivas de las ciencias sociales y su influencia en
los planes de estudio en las facultades de administración adscritas a ASCOLFA
capítulo Antioquia?
2. Objetivos de la Investigación.
Los objetivos que se plantearon en el estudio fueron:
Objetivo general.
Analizar los supuestos sobre los que se fundamentan las ciencias sociales y su
importancia en la formación de los administradores, en las facultades de
administración adscritas a ASCOLFA, capítulo Antioquia.
Objetivos específicos.
• Identificar la incidencia de la fundamentación epistemológica de las ciencias
sociales y de la administración, en la organización curricular de las escuelas
de administración.
• Revisar los conocimientos básicos disciplinares que se generan y se
transmiten, en cuanto al estudio de la realidad organizacional del país.
• Identificar las perspectivas teóricas y metodológicas que se utilizan para
realizar investigación aplicada en las facultades de administración.
3. Marco teórico.
LO DISCIPLINAR EN EL CONTEXTO DE LAS CIENCIAS SOCIALES Y
HUMANAS Y LAS CIENCIAS NATURALES.
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MÁS ALLÁ DE UNA FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LA
ADMINISTRACIÓN
¿Qué es una ciencia?, ¿qué es una disciplina?, ¿en qué consiste la ciencia?, ¿en
que consiste lo disciplinar?, ¿qué comprende o qué abarca la ciencia/lo
disciplinar? En este caso también buscamos preguntar: ¿cuáles son los supuestos
sobre los que se fundamentan las ciencias sociales y su significado, y la manera
particular como han intervenido en la administración?
Preciso es preguntar sin tener que hacerlo directamente; este es un modo de
preguntar desde afuera: yendo más allá de la ciencia misma. Pero este modo de
preguntar no puede dejar de lado la posibilidad incluso de preguntar desde
adentro, es decir preguntar por la ciencia particular a partir de lo que ya se sabe o
se ha dicho acerca de lo que ella es. Esto es lo que significa preguntar desde
afuera y preguntar desde adentro.
Si desde estas perspectivas analizamos la administración, podemos concluir que
es un hecho que se podrá saber más a cerca de ella, si preguntamos con mayor
ahínco desde afuera, que desde adentro.
Preguntar desde afuera.
Una gran parte de los filósofos y epistemólogos consideran que cualquier proceso
de adquisición y construcción del conocimiento -aumento del conocimiento-,
depende del contexto histórico, social, cultural, tecnológico, económico, político y
hasta ético, por lo que la sola pregunta por el conocimiento -¿qué es el
conocimiento?- o la simple aproximación epistemológica a un concepto –¿qué es
la administración?- ya no es suficiente, por eso es necesario ir más allá de una
epistemología en particular.
Cada saber, cada conducta aprendida y trasmitida por tradición, están en función
de ciertos hechos o circunstancias (contextos), que constituyen el tejido de la
cultura, campo de acción de los epistemólogos. Estas culturas deben y tienen que
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ser estudiadas a luz de las ciencias sociales, pues es en éstas donde se dirimen
los paradigmas y donde se explicitan todos los conceptos que no están claros en
el devenir de la humanidad, en cuanto a su comportamiento individual y su
interacción con el grupo social al cual pertenece.
Considera Alain Charles Martinet (1988), en “Epistemología y ciencias de la
gestión”, que la sola apelación de nuestras disciplinas connota un problema al
afirmar que son ciencias y que como tales se asimilan a las culturas; es decir son
ciencias sociales que es necesario hacerlas explícitas en un contexto social.
En efecto, parece que el primer criterio de referenciación del concepto anterior, y
el que se tuvo siempre por criterio fundamental, fue la “exactitud”. De un lado,
tenemos ciencias que elaboran sin excepción leyes precisas; ciencias que casi en
su totalidad rinden cuenta de los fenómenos observados en su campo; de otro
lado, ciencias que parecen sólo proponer leyes aproximativas, además,
susceptibles de ser invalidadas en tal o cual circunstancia más o menos precisa.
En otras palabras, esto es lo que ha significado el tema de la objetividad.
Esa noción de exactitud o de objetividad, nos devuelve al valor de predicción de
las leyes elaboradas; si las previsiones emanadas de las teorías se cumplen, esto
prueba, ipso facto, la validez de la teoría utilizada.
El conjunto de hechos, que fundamenta empíricamente la especificidad de las
ciencias sociales, requiere ser explicado: ¿Por qué son así? ¿por qué las ciencias
sociales no son exactas?, o si se pregunta de otro modo, ¿por qué tienen
necesidad las ciencias sociales de la exactitud? Dos respuestas han sido
suministradas:
En primer lugar, la supuesta juventud de las ciencias sociales, ha llevado a que se
considere la exactitud como una condición de éstas, y le haya impreso un carácter
de necesidad en su conceptualización. En este caso, yendo más allá de una
fundamentación epistemológica, sería necesario no tener que definir las ciencias
sociales desde el estatuto de la ciencia, donde prima la cientificidad, la exactitud y
la objetividad, ni sería conveniente compararlas con las ciencias físicas.
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En segundo lugar, la probada especificidad proviene de una dificultad propia de
las ciencias humanas: en relación con el conocimiento, el sujeto es al mismo
tiempo el objeto: ello induce a problemas de métodos y a puntos de vista muy
particulares.
Si hubo que esperar hasta el siglo XV para que el hombre lograra descentrarse de
la tierra y luego la viera girar alrededor del sol, le es aún más difícil descentrarse
de si mismo, de guardar sus distancias con respecto a él mismo hasta lograr que
se torne en objeto para él mismo.
Esta afirmación contiene, una gran dosis de verdad; llevada al extremo, sólo es
una explicación de la juventud de las ciencias humanas. Dejemos que la historia
nos enseñe a descentrarnos cada vez más y lograremos aprehender al hombre al
mismo tiempo tan bien como lo hacemos hoy aprehendiendo el mundo físico.
Por otro lado, esta afirmación sobre el nacimiento tardío de las ciencias sociales
no nos debe hacer creer que tuvimos que esperar el siglo XIX para interesarnos
por las actividades humanas; éstas han sido objeto de estudio todo el tiempo; así
toda la historia del pensamiento económico se remonte a Aristóteles que por ese
entonces ya se preocupaba por la economía.
Precisamente, hasta entonces los discursos sobre las actividades humanas no
tenían como primer objetivo el de explicar, de rendir cuenta, de comprender los
hechos sociales; su objetivo esencial era el de proponer reglas, normas, que
permitieran ordenar las actividades para bien del individuo, del gobierno o de la
colectividad.
Discurso normativo, que buscaba descubrir lo que deberían ser las acciones
humanas para lograr el bien. Sin afirmar que la búsqueda de explicaciones de los
hechos sociales estaba totalmente ausente de esas reflexiones, podríamos decir
que esa tendencia al establecimiento de normas era de lejos lo más importante;
eso está perfectamente testificado en el siglo XVIII por J. J. Rousseau cuando a
propósito de su “contrato social” declaró: “busco el derecho y la razón, no discuto
los hechos”.
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Podemos decir que es éste paso de un discurso normativo a un discurso
explicativo lo que marca el nacimiento del “carácter científico” del estudio de las
actividades humanas. Es la razón por la cual muchos sólo sitúan el nacimiento de
la sociología como ciencia (al menos a nivel de sus principios, de su mirada) con
la publicación de las “Reglas del método sociológico” de Durkheim en 1895.
La juventud de las ciencias sociales es invocada para dar cuenta de este hecho
antes abordado: el carácter aproximativo (opuesto a lo exacto) de las leyes
propuestas por ellas. Evidentemente encontramos la necesidad de comparar las
nuevas ciencias con las que ya hicieron gala de su eficacia; es esta eficacia la que
condujo a tener sobre los hechos humanos el tipo de mirada que las ciencias
anteriores tuvieron (y aún tienen) sobre los hechos físicos.
Hay una actitud que rechaza la noción de juventud de las ciencias sociales,
tomada en sentido de menor exactitud y de menor precisión. Admitiendo cierto
determinismo, más o menos importante, a nivel social e individual, plantea al
mismo tiempo la libertad del hombre, concebida precisamente como la posibilidad,
no de escapar totalmente al determinismo, pero sin poder utilizarla en dirección
diferente a la que pudiera prever un determinismo mecanicista.
Sin pretender terminar este problema, hoy es evidente que el determinismo
absoluto, o mecanicista, está abandonado; una “prueba” de su no validez
particularmente reside en el hecho de que las leyes explicativas de las actividades
humanas evolucionan; eso es cada vez más reconocido; deberemos rendir cuenta
de dicha evolución.
Es en diferente forma que algunos justifican la juventud de las ciencias sociales,
nuevamente concebida como una falta de madurez; parten del hecho que en
muchas de éstas hay una pluralidad de discursos explicativos de un mismo objeto,
en cambio, en las ciencias clásicas el discurso científico es único. Cualesquiera
que sean los criterios que hoy permiten decir que las ciencias sociales son
ciencias jóvenes, queda por explicar, queda por entender, ¿por qué,
efectivamente, su nacimiento fue tan tardío?
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Las razones de ese hecho esencialmente parecen ser tres, que causan obstáculo
a la aparición de un proceso científico aplicado al hombre; los podemos denominar
obstáculo psicológico, obstáculo social y obstáculo práctico; esa distinción,
cómoda para exponer, no prejuzga la interdependencia de dichos obstáculos para
la elaboración de un discurso científico sobre el fenómeno humano.
a) El obstáculo psicológico es llamado también por Bachelard la “pereza del
espíritu humano”; y se puede plantear así: ¿para qué cuestionarnos sobre
el mundo cuando disponemos de respuestas evidentes?
Ahora bien, la humanidad vivió durante mucho tiempo bajo esquemas (los “mitos”
en el más fuerte sentido del término) tal cual como suministraba respuestas a
todas las preguntas relativas al mundo, bien sea del mundo físico o del mundo
humano. El hombre y la naturaleza tenían su total explicación dentro de esos
esquemas; que dichas explicaciones acudieran a la causalidad trascendente y a la
causalidad mítica no les impedía convertirse en explicaciones; somos nosotros
hoy, los que podemos decir que no eran científicas.
b) El obstáculo social radica en un fenómeno de poder: toda novedad pone en
duda las posiciones adquiridas con anterioridad. Los que disponían del
poder basado en las antiguas concepciones no podían admitir la validez de
las nuevas si éstas socavaban las bases del poder. Cuando Galileo ponía
en duda la orden divina; al mismo tiempo atacaba el poder encargado de
dar esa orden.
Marx, decía a los capitalistas burgueses, poseedores del poder, que ese poder se
les iba a escapar, les iba a ser arrancado: sólo podía equivocarse, y sus teorías no
debían ser enseñadas.
Freud ponía en duda a los filósofos y a todas las normas sociales: los criminales
(sociedad civil) y los pecadores (Iglesia) no estaba “libres” de la bella libertad que
permitía condenarlos sin problema.
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c) El obstáculo práctico es bien diferente; radica en la posibilidad misma de
aprehender la realidad; es decir, en la riqueza de la estructuración lógico –
matemática de nuestro espíritu.
Piaget mostró que la historia de las ciencias es reveladora de esta estructuración
progresiva. Por ello el mundo griego comenzó por desarrollar las matemáticas, es
decir, precisamente el mínimo de estructuras que permitían aprehender sobre el
mundo físico. Las ciencias físicas fueron las primeras, porque al menos en sus
inicios, ponían en juego estructuras matemáticas (esenciales en su mayoría)
conocidas, y adaptadas a los fenómenos estudiados.
El retrazo de las ciencias humanas en parte se explica por la complejidad de los
hechos humanos, complejidad que no puede ser aprehendida por medio de
estructuras lógico – matemáticas diferentes a las nombradas; dichas estructuras
comenzaron a ser elaboradas a partir de 1850, por los algebristas Cantor y
Dedekind; aún quedándonos en el terreno de las nombradas, en 1874 Walras
mostró que el equilibrio general correspondía a la solución de un sistema de n
ecuaciones desconocidas a la n enteramente explicado por él. No disponía de los
medios para confirmar que dicho sistema tuviera una solución. Fue Debreu, en
1950, quien demostró la existencia de esa solución, explicando, como ya lo
dijimos, las hipótesis necesarias a dicha existencia.
Adicionalmente, la complementariedad entre psiquismo individual y estructura
social es el fundamento de la colaboración que se lleva a cabo entre el
conocimiento disciplinar y las ciencias sociales, colaboración que solo sería útil si
la epistemología continúa reivindicando, la descripción y el análisis objetivo de las
costumbres y de las instituciones, en un lugar que se consolide, a medida que se
profundicen sus incidencias subjetivas, sin llegar jamás a hacerlas pasar a un
segundo plano.
En otras palabras, este preguntar desde afuera conlleva a decir que la sola
pregunta por la ciencia o disciplina en particular, o el sólo deseo de una
fundamentación epistemológica de dicha ciencia o disciplina ya no es suficiente,
19
debido precisamente a que todos los problemas del conocimiento, de la
epistemología, deben tener en cuenta muchos otros asuntos, deben estar
relacionados con muchas otras cosas.
En este caso preguntar por la administración, bien sea como concepto, o como
ciencia, o como saber, o disciplina, no se responde haciendo sólo una
fundamentación epistemológica, pues cada concepto, ciencia, saber o disciplina,
tiene que ver con muchos otros asuntos. De este modo, como diría E. Morin, nos
estamos refiriendo a una complejidad en el conocimiento.
Haciendo referencia a Michel Audet (1986), en su obra “El proceso de los
conocimientos de la administración”, podemos deducir que el estudio de los
procesos concretos de los conocimientos de la administración es un trabajo de
epistemología y engendra el desarrollo de una epistemología de estos
conocimientos en el corpus epistemológico global.
A principios de siglo, la epistemología era sobre todo una reflexión abstracta,
carente de prácticas concretas de los productores y que apuntaba a enunciar las
condiciones formales de la atribución del estatuto de conocimiento válido a las
producciones simbólicas. Era constitutiva de la filosofía que se distingue de la
ciencia no por sus objetos, sino por su proceso, el de la reflexión. Hoy, la
epistemología puede concebirse como el estudio científico de la constitución de
los conocimientos y apunta a la comprensión de sus procesos concretos. Es
producida por un grupo mixto compuesto por filósofos, historiadores, sociólogos,
psicólogos y miembros de sectores específicos de conocimientos que se
distinguen por sus métodos para estudiar sobre el plano epistemológico los
procesos de conocimientos de su sector, más frecuentemente cuando se
producen crisis o transformaciones juzgadas significativas. Aunque ahora sea
constitutiva de la ciencia por las intenciones descriptiva y explicativa, por sus
productores, por sus reglas de producción y de validación y por sus objetos, la
epistemología no ha roto con la reflexión conceptual y enriquece dos corpus
tradicionalmente planteados como irreductibles, la ciencia y la filosofía. Esta
dualidad favorece un uso frecuentemente prescriptivo de los enunciados
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epistemológicos descriptivos y explicativos. Encontramos aquí la ambivalencia
semántica del concepto del proceso señalada más temprano y que nosotros
utilizamos a lo largo de la exposición. Esta ambivalencia no coincide con las
facetas científica y filosófica de la epistemología puesto que la una y la otra
enriquecen los enunciados descriptivos y explicativos que, luego, se transforman
en prescripciones en el nombre mismo de su validez científica. La intención, el
objeto y el proceso concreto de los conocimientos epistemológicos
contemporáneos coinciden entonces con nuestra intención y nuestro objeto:
comprender los procesos de conocimientos de la administración.
El conocimiento es a la vez resultante y constitutivo de la acción humana. Resulta
en la medida en que se produzca en la acción de un actor humano socialmente
competente. El proceso de conocimientos relaciona a un objeto con un sujeto en
una relación dialéctica y circular por la cual el sujeto empobrece y enriquece al
objeto mediante un vaivén incesante entre sus niveles abstracto-formal y concreto-
real donde resulta una toma de conocimiento del objeto que, simultáneamente,
retrocede del hecho mismo de esta toma de conocimiento. En efecto este
movimiento de retroceso del objeto se engendra por la nueva complejidad que
pone al día la toma de conocimiento; ésta no se contenta con hacer conocer lo
desconocido, hace igualmente aparecer nuevas incógnitas, producido también por
la acción, el conocimiento es un recurso que utiliza el actor para disminuir su
ignorancia con respecto a las condiciones desconocidas y consecuencias
inesperadas que acompañan toda acción humana. La producción de los
conocimientos es una forma de acción constitutiva de un proceso más largo que
incluye otras acciones, donde éstas a propósito de aquellas y aquellas para las
cuales el acto de toma de conocimiento está consumado. Puede parecer
contradictorio que la intención del productor de conocimiento sea comprender,
dilucidar y que el conocimiento producido sea un recurso en un proceso de
acciones más largo, contradictorio también que el proceso de conocimientos
mismo engendre simultáneamente una toma de conocimiento y un retroceso del
objeto que, entonces, necesita nuevas tomas de conocimientos. La contradicción
desaparece si aceptamos que, a pesar del conocimiento, condiciones
21
desconocidas y consecuencias inesperadas acompañan toda acción humana y
que la infinitud del conocimiento está en el principio mismo de su proceso por el
cual nuevas incógnitas son constitutivas de cada nuevo conocimiento. Estas
concepciones del conocimiento como producto y recurso de la acción, de su
proceso y de su uso en la preparación y la ejecución de acciones concretas están
en el corazón de la comprensión del interés de la epistemología para el estudio de
los procesos de los conocimientos de la administración.
La convergencia de las teorías del hombre, de la sociedad, del lenguaje y del
conocimiento, bosquejada a grandes rasgos aquí, se manifestó en las
transformaciones del corpus de la epistemología, que fueron puntuadas por tres
momentos epistemológicos sucesivos: el de los modelos lógicos, el de los
procesos históricos y el de los procesos socio-históricos. La identificación de los
elementos fundamentales de un proceso de conocimientos nos permite poner en
evidencia las diferencias entre estos momentos y caracterizar en el que estamos.
El proceso de los conocimientos nos permite relacionar dialécticamente un sujeto
y un objeto, de donde resulta un conocimiento. Los modelos lógicos estaban
exclusivamente concentrados en las condiciones formales de validez del
conocimiento producido. Sus autores consideraban que, después de haber
distinguido los contextos de descubrimiento y de justificación, sólo este último
interesaba a la epistemología. Ignorando los dos elementos que participan en la
producción de un conocimiento, el sujeto y el objeto, no trataron sino un aspecto,
la validez formal, uno solo de los tres elementos del proceso, el conocimiento
producido, o más bien, la expresión simbólica a la cual sería acordado o no, el
estatuto de conocimiento válido.
Lo anterior nos permite colocar a la epistemología en relación con los
conocimientos administrativos de acuerdo con dos ópticas, todas dos muy
interesantes. Una concebido como el estudio de la constitución de los
conocimientos; un estudio epistemológico que permite poner al día e interpretar
los procesos sociales concretos de los conocimientos de la administración, y otra
según los términos de una teoría social y pragmática del conocimiento como los
22
que hemos evocado brevemente. La intención general de los epistemólogos es
contribuir a la comprensión, al mejoramiento y a la transformación de los procesos
de los conocimientos y, especialmente, a revelar las condiciones desconocidas y
las consecuencias inesperadas de las acciones de producción de los
conocimientos.
Según Berry (1988), en “Cultura e instituciones en los estudios sobre
management, el epistemólogo, tomando como objeto los procesos de
conocimiento de la administración, debería contribuir en la reducción de la
ignorancia de las condiciones desconocidas y de las consecuencias inesperadas
de las acciones de la producción de conocimientos de las realidades
administrativas y, por transitividad, a aumentar su contribución a la eficacia
general de las acciones de mantenimiento o de transformación de situaciones
concretas, que hemos llamado acciones administrativas. La epistemología,
mediatizada por su incidencia sobre los procesos de conocimientos de la
administración, puede entonces intervenir positivamente en el proceso de las
acciones administrativas. Este resultado no es sorprendente porque nuestra
concepción pragmática del conocimiento se aplica al corpus epistemológico bajo el
mismo título que en los demás sectores del conocimiento.
Es una realidad que en estos últimos años, en los debates de la sociedad y en los
discusiones académicos se está prestando bastante atención al tema del
conocimiento y se habla de la “sociedad del conocimiento”, de “sociología del
conocimiento”, de “empresas o clusters del conocimiento”, de “gestión del
conocimiento”, de “instrumentos de desarrollo basados en el conocimiento”, y se
dice que muchos empleos y hasta la economía requieren un “conocimiento
intensivo”. Otro tanto se suele abusar del empleo de la palabra epistemología. El
término conocimiento, como el de epistemología, se ha convertido en algo así
como un “comodín”, de lo que todo el mundo habla y utiliza pero que muy pocos
saben qué se está entendiendo con estos términos.
23
Preguntar desde adentro.
La cuestión del preguntar desde adentro siempre ha sido central en los debates
metodológicos sobre la participación de las ciencias sociales en la administración.
Las ciencias sociales fueron en el mundo moderno, un intento de desarrollar
conocimiento sistemático y secular acerca de la realidad, con algún tipo de
validación empírica. El término objetividad ha sido utilizado para representar
intentos adecuados destinados a alcanzar ese objetivo. El significado de
objetividad ha estado muy vinculado a la intuición de que el conocimiento no es a
priori, de que la investigación puede enseñarnos cosas que no sabíamos,
presentarnos sorpresas en términos de nuestras expectativas previas.
Expectativas que la investigación actual las ha evidenciado, al analizar las
diferentes respuestas suministradas por las facultades de administración
Se consideraba que lo opuesto a lo objetivo, era lo subjetivo, casi siempre definido
como la intrusión de las tendencias del sujeto en la recolección e interpretación de
los datos. Se pensaba que se distorsionaban los datos y por lo tanto reducía su
validez. Pero entonces, ¿cómo ser objetivos? En la práctica, distintas ciencias
sociales tomaron diferentes caminos en la búsqueda de esa objetividad, algunas
optaron por el modelo de eliminar el peligro de la subjetividad maximizando la
dureza de la información, es decir, su mensurabilidad y comparabilidad. Eso las
llevó hacia la interpretación y manipulación de datos sobre el momento presente.
Los historiadores hidiográficos analizaron el problema de otro modo y se
pronunciaron a favor de las fuentes primarias, no tocadas por personas
Intermediarias y en favor de la información con la cual el individuo no se involucre
personalmente.
Pero es una realidad que todos los estudios tienen sus raíces en un ambiente
social determinado y por tanto utilizan inevitablemente presupuestos y prejuicios
que interfieren con sus percepciones e interpretaciones de la realidad social.
Todos los datos son selecciones de la realidad con base en las visiones del
mundo o los modelos teóricos de la época, filtrados por medio de las posiciones
24
de grupos particulares en cada época. En este sentido las bases de selección se
constituyen históricamente y siempre cambiarán inevitablemente a medida que
cambie el mundo.
Lo que parece estar más o menos claro en toda esta discusión, es que hoy no se
puede exhibir un único y absoluto criterio de racionalidad y que hay que hablar
más que de racionalidad de racionalidades en sentido plural, algo que no significa
lo mismo para todos. Incluso se puede hablar de “tipos de racionalidad”, tal como
lo hace H. Lenk (1988). A partir de ahí termina todo lo que antes se consideraba
como seguro, inmutable, fijo, afectando al mismo concepto de verdad.
La tradición filosófica de Occidente es en su estructura autoritaria, incluso, en su
forma más liberal. Esta estructura autoritaria del pensamiento occidental ha sido
encubierta por la presentación tradicional supersimplificada del surgimiento de la
filosofía moderna como parte de una rebelión contra la autoridad. De hecho, si
bien la modernidad es la historia de la rebelión de una autoridad contra otra y la
ruptura entre las diferentes autoridades en rivalidad, los modernos en lugar de
desechar el recurso a la autoridad como tal, sólo presentaron una alternativa a la
praxis de basar las opiniones en una autoridad tradicional, y quizá irracional, a
saber, la alternativa de basarlo todo en la experiencia o en una autoridad racional,
como fue, por ejemplo, la ciencia moderna.
El trasfondo de este pensar es entonces el de un positivismo cientifista. En efecto,
lo que sale a relucir es la necesidad que hay de atenerse a los observables, a la
vez dentro de la comprensión y la explicación psicológica de los comportamientos
como dentro de la puesta en práctica de procedimientos pedagógicos. Del
naturalismo empirista se pasa al positivismo cientifista, de la problemática del
impulso vital a la pedagogía racional de las taxonomías, la ilación es extraña, y
sólo puede ser asumida por la mediación de una reflexión sobre las técnicas.
Así, los aprendizajes cognitivos son a la vez búsqueda y descubrimiento,
construcción y apropiación. Hay que rendir cuenta simultáneamente de la
dimensión temporal, del carácter progresivo de los aprendizajes y de su término y
fundamento objetivos. Por lo tanto, se supone que estructuralmente existe
25
adecuación, o más precisamente, isomorfismo entre la forma del saber y la forma
del aprendizaje.
La experiencia del siglo XX testimonia que las ciencias humanas no pueden
reducirse a axiomas independientes los unos de los otros cubriendo tal o cual
porción reducida del campo fenomenal y resumidas finalmente por un sistema de
ecuaciones, con gráficos y esquemas como lo pretenden hacer la psicología
experimental, la economía matemática, la demografía y aún la historia cuantitativa
de la sociología, con grandes refuerzos estadísticos interpretados por
computadores. La inteligibilidad matemática no puede considerarse insignificante
pero puede convertirse en asilo de la ignorancia; ella no describe más que una
película, una telaraña en la superficie de la realidad; no pone en juego la exigencia
global que subyace a la afirmación de la vida en la diversidad indefinida de sus
metamorfosis.
Las etimologías del conocimiento se sitúan en la constitución del ser humano. El
conocimiento no da paso a un absoluto cualquiera que se da bajo la forma de
ecuaciones o diagramas. El conocimiento devuelve al hombre lo que él mismo le
ha prestado. Espíritu y naturaleza no son dos realidades independientes que se
pudieran reencontrar por azar. Los principios de la ciencia son estructuras
mentales que hacen que el pensamiento construya el universo en función de sus
normas propias de inteligibilidad, lo que supone que el conocimiento y el mundo
no son extraños el uno al otro.
Las nuevas tendencias
En el campo de la filosofía de las ciencias humanas y sociales y ciencias naturales
al inicio de este tercer milenio está la preocupación por el conocimiento. El
conocimiento se sitúa a la vanguardia, generando una revolución cognitiva, la cual
se identifica como la “sociedad del conocimiento o de la información”. El
conocimiento se ha convertido en una mercancía y la nación o empresa que lo
domina está a la cabeza, la afirmación de Francis Bacón “el conocimiento es
poder” es mil veces confirmada.
26
La construcción del conocimiento del conocimiento ha recorrido un camino que
nos lleva desde la antigua Grecia con el diálogo socrático del Menón, los
antecedentes de Descartes y Kant, al desarrollo de las ciencias cognitívas -como
son desde esta vertiente- la psicología, la inteligencia artificial, lingüística,
antropología, neurociencia y la neurolingüística. En estos momentos nos
encontramos con los esfuerzos convergentes de integrar a todas las disciplinas en
una ciencia cognitiva única enriquecida por las aportaciones de las distintas
disciplinas, con objeto de generar una sinergia cognitiva y metacognitiva capaz de
explicarse a sí misma. Lo que se llama “revolución cognitíva”, nos permite
entender de mejor manera a la filosofía de las ciencias humanas y sociales en
razón de que sus raíces son de esta misma naturaleza.
Para Platón (y presumiblemente también para Sócrates). las matemáticas y las
ciencias exactas por ella engendradas, constituían el dominio por excelencia del
conocimiento. En verdad, las formas más puras de conocimiento eran arquetipos
idealizados de los que sólo podía tenerse un mero atisbo en la realidad mundana.
El interés de los griegos por la naturaleza del conocimiento, no menos que sus
particulares teorías polémicas y sus evocativas imágenes, continuaron
reverberando a lo largo de toda la tradición intelectual de Occidente. La versión
aristotélica de esta tradición fue la piedra angular de la Edad Media, cuando los
debates acerca del conocimiento eran incumbencia principalmente de los
teólogos. Más tarde, durante el Renacimiento y la Ilustración, los filósofos
continuaron estas discusiones, empezando a basarse regularmente en los
hallazgos de las incipientes ciencias empíricas.
Pensadores como Descartes, Locke y Kant abordaron sin mayores dificultades las
cuestiones teóricas y empíricas concernientes al conocimiento, y el estudioso
napolitano Giambattista Vico llegó incluso a inaugurar una Ciencia Nueva (Scienza
Nova) para ocuparse de estas cuestiones y otras afines a ellas. Hacia el final del
siglo XIX, habían proliferado las nuevas ciencias y las especialidades filosóficas,
varias de las cuales tenían por fin declarado indagar la naturaleza de la mente
humana.
27
Hoy, armados de herramientas y conceptos inimaginables, un nuevo cuadro de
pensadores, denominados “científicos cognitivistas”, están investigando muchas
de estas cuestiones que obsesionaron por primera vez a los griegos hace 2.500
años. Y al igual que éstos, se preguntan qué significa saber algo, tener una
creencia exacta, o por el contrario ignorar, equivocarse Procuran comprender no
sólo lo que se conoce -los objetos y sujetos del mundo exterior- sino a la persona
que conoce, su aparato perceptual, mecanismos de aprendizaje, memoria y
racionalidad. Ponderan las diversas fuentes del saber: ¿de dónde viene, cómo se
lo almacena y se recurre a él, cómo puede perdérselo? Les interesan las
diferencias entre individuos: aquellos que aprenden antes que los demás y
aquellos que aprenden con dificultad; lo que puede conocer el niño, el habitante de
una sociedad agraria, o un individuo que ha sufrido una lesión cerebral, o un
hombre de ciencia maduro.
Además, los científicos cognitivistas, igual que los griegos, formulan conjeturas
acerca de los diversos vehículos del saber: ¿qué es una forma, una imagen, un
concepto, una palabra? ¿Y de qué manera se relacionan entre sí estos modos de
representación? Se preguntan acerca de la prioridad que pueden tener
determinados órganos sensoriales, por oposición a un “entendimiento general” o
“sentido común”. Reflexionan acerca del lenguaje; advirtiendo el poder y las
trampas que entraña el uso de las palabras, y su posible influencia rectora sobre
los pensamientos y creencias y especulan largamente sobre la índole de la propia
actividad del conocer: ¿por qué queremos saber, cuáles son las restricciones que
se nos imponen en esta actividad y cuáles los límites del conocimiento científico
acerca del proceso humano del conocer?
Así pues, esta “nueva ciencia” se remonta a los griegos en cuanto al interés de
sus miembros por revelar la naturaleza del conocimiento humano, pero al mismo
tiempo es radicalmente nueva. Dejando atrás la especulación, los científicos
cognitivistas se han adherido plenamente al uso de los métodos empíricos para la
verificación de sus teorías e hipótesis, a fin de volverlas susceptibles de refutación.
28
Además, los científicos cognitivistas han abrazado los avances científicos y
tecnológicos más recientes en una variedad de disciplinas. En sus empeños,
ocupa un lugar central la computadora, esa creación de mediados del siglo XX que
promete cambiar nuestra concepción del mundo en que vivimos y nuestra imagen
de la mente humana.
Esta teoría es el resultado de investigaciones acerca de la naturaleza y realización
del potencial humano en la Harvard Graduate School of Education, conducidas por
H. Gardner, con la meta de proporcionar una visión del pensamiento humano más
amplia y comprehensiva que la entonces aceptada en estudios cognoscitivos. Las
metas particulares fueron las influyentes teorías de Jean Piaget, quien consideró
que todo el pensamiento humano se dirigía hacia el ideal del pensamiento
científico: y la concepción prevaleciente de inteligencia que la ligaba a la habilidad
de proporcionar sucintas y veloces respuestas a problemas que implicaran
habilidades lingüísticas y lógicas.
Se trata de una “visión plural” de la mente, que reconoce muchas diferentes y
discretas facetas de la cognición, reconociendo que las personas tienen diferentes
estilos cognoscitivos. También presenta el concepto de una “escuela centrada en
el individuo” que toma en serio esta visión “polifacética de la inteligencia” con base
en la ciencia cognoscitiva (el estudio de la mente), y la neurociencia (el estudio del
cerebro).
Además, define inteligencia “como la capacidad para resolver problemas, o para
elaborar productos que son de gran valor para un determinado contexto
comunitario o cultural” y señala las ocho inteligencias que él y su equipo han
localizado, son: 1. Inteligencia lingúística, los poetas expresan este tipo de
inteligencia. 2. Inteligencia lógico-matemática, que es científica, lógica y
matemática. Gardner cree que Piaget pensó que estaba estudiando toda la
inteligencia, pero en realidad sólo estaba estudiando el desarrollo de la inteligencia
lógico-matemática. 3. Inteligencia espacial, es la habilidad para formar una
inteligencia modelo, inteligencia de un mundo espacial y tener capacidad para
maniobrar y operar utilizando ese modelo. Los marinos, ingenieros, cirujanos,
29
escultores y pintores expresan este tipo de inteligencia. 4. Inteligencia musical, es
la habilidad de relacionar sonidos y silencios, poder apreciar la armonía en ellos,
poner en movimiento sentimientos e imaginación. 5. Inteligencia cinético-corporal,
es la habilidad para resolver problemas o crear productos utilizando el propio
cuerpo, en su totalidad o en parte. Son ejemplos de su uso está en los bailarines,
atletas, cirujanos y artesanos. 6. Inteligencia interpersonal, es la habilidad para
comprender a las otras personas: qué las motiva, cómo trabajan, cómo trabajar en
cooperación con ellas. Ejemplos: vendedores de éxito, políticos, maestros,
médicos, líderes religiosos. 7. Inteligencia intrapersonal, es una habilidad
correlativa de la inteligencia interpersonal, orientada al interior. Se trata de la
capacidad para formarse un modelo exacto y verídico de uno mismo y de poder
usarlo para operar de manera efectiva en la vida. 8. Inteligencia ecológica, esta es
la última que acaba de incorporar a su teoría y se refiere al poder de captar a la
naturaleza, sus posibilidades y problemas.
Su teoría, aplicada al diseño de lo que él llama su “escuela ideal del futuro”, se
basa en dos consideraciones: la primera es que no todas las personas tienen los
mismos intereses y habilidades; no todos aprendemos de la misma forma. Así
nuevos materiales educativos como los multimedia podrían muy bien ser las
herramientas para resolver esto. La segunda consideración es que hoy en día
nadie puede aprender todo aquello que existe por aprender.
El ideal renacentista de saberlo todo ya no es posible y por tanto es inevitable
tener que seleccionar. Una escuela centrada en el individuo sería rica en la
valoración de las habilidades e inclinaciones individuales. Buscaría que los
individuos no sólo encontraran sus áreas curriculares afines, sino que también les
resultaran afines las formas específicas de enseñar esas temáticas y después de
los primeros años, la escuela también buscaría hacer que existiera afinidad entre
los individuos las diferentes formas de vida y de opciones de trabajo existentes en
su cultura.
A fin de educar las diferentes inteligencias, Gardner cree que, como los individuos
poseen mentes muy diferentes unas de otras, la educación debería responder a
30
estas diferencias. Además, es imposible que el individuo domine por completo
siquiera una sola área del conocimiento, de manera que se torna muy importante
elegir la ruta que un individuo debe seguir. En educación hay todavía más mundos
por descubrir cuando comprendemos lo complejo del ser humano. Sin embargo,
no son las nuevas y tantas teorías pedagógicas las que solucionan lo complejo del
ser humano, sino más bien la comprensión del otro, del otro como persona, lo que
perfecciona toda pedagogía.
El encerramiento en lo disciplinar.
En parte el énfasis puesto en la profesionalización y en la necesidad de
especialización, han conducido irremediablemente a un encerramiento del que ha
sido muy difícil encontrar una salida. La discusión, la oposición, la diferenciación,
la disyunción entre cultura humanista y cultura científica, humanismo y ciencia,
entre filosofía y ciencia, entre ciencias sociales (investigación cualitativa) y
ciencias naturales (investigación cuantitativa), entre razón y fe, se originó en
occidente principalmente a partir del Renacimiento, en la época moderna.
El conocimiento que en el período antiguo hace que la realidad se comprenda
como un todo -el Cosmos-, en la época posterior, en la gran parte de la
medievalidad, se distingue pero sin separar, por ejemplo los asuntos de la fe se
distinguen de los de la razón, sin separarlos, aunque exista una primacía de la
teología sobre la filosofía, hasta llegar a tener que distinguir para separar.
Guillermo de Ockham –siglo XIV- iniciará el camino de la disyunción: el plano del
saber racional –basado en la claridad y en la evidencia lógica- y el plano de la
doctrina teológica- orientado hacia la moral y basado en la luminosa certidumbre
de la fe- son opuestos. A partir de este momento no se trata únicamente de una
distinción, sino de una separación1. Este proceso no sólo de distinguir sino de
1 En la Lectura Sententiarum, Ockham escribe: “Los artículos de fe no son principios de demostración y tampoco conclusiones, y ni siquiera son probables, ya que aparecen como falsos ante todos, o ante la mayoría, o ante los sabios, entendiendo por sabios aquellos que se confían a la razón natural, puesto que sólo se entiende de este modo el sabio en ciencia y en filosofía.”
31
separar se agudizará a partir del siglo XVII. La disyunción entre cultura humanista
y cultura científica debido a este proceso de separar se acentuará en el siglo XIX y
en la contemporaneidad, al surgir todo el mundo de las especializaciones, la
separación de saberes se radicalizará, las profesiones se van especializando y
encerrando en ellas mismas, a lo que la universidad ha contribuido enormemente.
La cultura humanista se comprende a partir del gran movimiento del Humanismo y
el Renacimiento. Como su nombre lo indica, está centrada en el hombre, está
animada por la necesidad de esclarecer la condición y la conducta humanas, se
preocupa por la situación del hombre en el mundo, por el bien, el mal, la sociedad.
El desarrollo de la cultura científica va a determinar no sólo un corte
epistemológico entre filosofía y ciencia, sino también una ruptura ontológica entre
cultura científica y cultura humanista. “[...] La cultura humanista es una cultura
general; la cultura científica se convierte en una cultura de especializaciones. El
espíritu puede acceder fácilmente a los conocimientos de la cultura humanista,
pero no a los de la cultura científica. Mientras que la información de que disponía
la cultura humanista no aumentó más que débilmente hasta el siglo XVIII, lo que
caracteriza a la cultura científica es el crecimiento exponencial de los
conocimientos. Estos conocimientos van a encerrarse en adelante en las
disciplinas y a expresarse en lenguajes formalizados inaccesibles al profano; en
adelante es imposible que un espíritu que se consagrara por completo a ello los
engramara y comprendiera" (Morin, E. 1991).
Cada vez comprobamos mejor que “el conocimiento no es insular, es peninsular y,
para conocerlo, es necesario volverlo a unir al continente del que forma parte”
(Morin, E. 1986). En este sentido ya no es posible fijarle hoy límites al
conocimiento. Un saber encerrado en una parcela del conocimiento no sólo no se
comprende sino que difícilmente alcanza resultados o es capaz de comprender la
realidad. Un currículo no puede ser un saber fragmentado en cursos o
asignaturas. El currículo debe reflejar/mostrar la complejidad del conocimiento.
Debe evitarse caer en el vicio que viene desde la modernidad, de distinguir para
separar, de profesionalizar para especializar.
32
Este concepto queda plenamente evidenciado en el contexto de la investigación,
cuando encontramos afirmaciones realizadas por algunos decanos en las cuales
manifiestan que “en la medida que el mercado, la economía, las tendencias y las
exigencias empresariales van siendo más exigentes y mas especifico en el perfil
del profesional y la aparición de nuevos programas y planes de de estudios en
nuevas instituciones educativas, en los cuales se ofrecen profesionales y
tecnólogos con menos tiempo de preparación para salir a ofrecer sus servicios en
las empresas, se hace necesario estar evaluando continuamente los programas y
los currículos (dos o tres años) para poder ser competitivos y ser una de las
opciones a elegir”.
Considera Gustorf, que el fraccionamiento de las pretendidas ciencias del hombre
en el período contemporaneo es el signo de una patología canceriforme de la
cultura. Se habla hoy por todas partes y a tientas de interdisciplinariedad, vector
epistemológico destinado a compensar en un esfuerzo de convergencia la
pendiente de la divergencia natural entre los diferentes saberes. Si no se trata de
un simple neologismo, otro más, destinado a disimular un vacío epistemológico, la
reivindicación interdisciplinaria señala la necesidad de una pedagogía
fundamental, centrada sobre el principio regulador de la figura humana, organismo
biológico y mental, natural y cultural todo en conjunto.
Existe una reflexividad permanente entre ciencia y filosofía. El esfuerzo por
encontrar un fundamento del conocimiento no ha dejado de preocupar a la
investigación filosófica. Pero el conocimiento del conocimiento sólo emergió como
problema fundamental con la “revolución copernicana” de E. Kant que hizo del
conocimiento el objeto central del conocimiento.
El problema de las posibilidades y límites del conocimiento ha dejado de
circunscribirse desde hace un siglo al terreno únicamente filosófico, como lo
indican los desarrollos de las neurociencias, las psicologías cognitivas y, en sus
contextos propios, las historias y sociologías del conocimiento.
33
Los asuntos que tienen que ver con el conocimiento, con el aumento del
conocimiento, con el conocimiento del conocimiento y del método y del
conocimiento, son tanto científicos como filosóficos. “El conocimiento del
conocimiento debe llegar a ser, con toda legitimidad, científico al ciento por ciento,
al objetivizar al máximo todos los fenómenos cognitivos. Pero al mismo tiempo
debe y puede seguir siendo filosófico al ciento por ciento” (Morin, E. 1986).
De ahí que “se puede y se debe definir filosofía y ciencia en función de dos polos
opuestos del pensamiento: la reflexión y la especulación para la filosofía, la
observación y la experiencia para la ciencia. Pero sería vano creer que en la
actividad científica no hay reflexión ni especulación, o que la filosofía desdeña por
principio la observación y la experimentación [...]. Aún después de la disyunción
entre ciencia y filosofía, la comunicación nunca fue cortada del todo, únicamente
fue estrechada. Siempre hubo una reflexión filosófica sobre la ciencia, renovada
en cada generación de manera original -siendo la filosofía analítica anglosajona la
última en el tiempo-, siempre hubo algún lugar entre los filósofos para el deseo de
que la filosofía se convirtiera en el “saber del saber científico, su conciencia de sí”
[...]” -según lo expresara J. Hyppolite, Figures de la pensée philosophique. “De
hecho las grandes cuestiones científicas se han vuelto filosóficas porque las
grandes cuestiones filosóficas se han vuelto científicas” (Morin, E. 1986).
Debe recordarse que cuando la filosofía intentó “[...] constituirse como ciencia -con
el modelo de la ciencia clásica-, como ocurrió con la corriente del Círculo de
Viena, renace el corte fundamental entre esta filosofía cientificista y objetivista,
que ha perdido la problemática filosófica, y la otra filosofía, que se concentra tanto
más -se cierra- sobre la intuición, la experiencia interior, la reflexión, la
especulación. Así, la filosofía sigue siendo impotente para concebir la filosofía [...].
En el estado actual, la filosofía por sí sola y la ciencia por sí sola son insuficientes
para conocer el conocimiento” (Morin, E. 1986). Los filósofos ya no pueden
pretender tratar por sí solos los problemas del espíritu y el conocimiento, pues han
dejado de ser problemas sólo para filósofos. Saber establecer esa relación entre
ciencia y filosofía, en relación con el conocimiento, será tarea difícil. De todos
34
modos se trata de dos caras diferentes y complementarias de lo mismo: el
pensamiento.
Estas dos líneas de pensamiento, la visión instrumental que acabamos de
esbozar, y la perspectiva que por el momento podríamos llamar reflexiva, con un
abrumador énfasis en la primera, marcan la producción de conocimiento en la
disciplina administrativa, aunque debemos reconocer que esta disyuntiva se da
fundamentalmente en los grandes centros de generación de conocimiento
(Estados Unidos, Inglaterra, Francia, principalmente). La periferia, en la que sin
duda se encuentra Colombia, en gran medida se limita a recibir y aplicar de
manera acritica el conocimiento elaborado en el mundo desarrollado, y casi
exclusivamente (por no decir, totalmente) proveniente de la perspectiva
instrumentalista.
En esa perspectiva instrumentalista, que quiere acogerse al paradigma
epistemológico de las ciencias “duras”, reside precisamente la incoherencia
epistemológica de la que habla Le Moigne. La administración (o más
precisamente, la corriente dominante) se han arrimado al árbol de las ciencias
naturales con el ánimo de constituirse en una de ellas, a pesar de los múltiples y
claros indicios de la imposibilidad de asimilar su objeto de estudio a los objetos
estables y predecibles de las ciencias experimentales. “La incoherencia
epistemológica se refiere a que la validación científica de una teoría en ciencias de
la gestión se basa en la reputación del investigador que la publica (reputación
adquirida en otra disciplina) o en la reputación del método que se usa para
elaborar la teoría (reputación lograda en otra disciplina)” (Le Moigne, 1997). Las
ciencias naturales le prestan sin reticencias a la administración sus métodos y sus
científicos, pero no por ello adquiere ella de manera refleja el mismo estatus
epistemológico de esas ciencias. Y tampoco necesariamente, el hecho de la
utilización en administración de tales métodos por tales científicos, le transfiere de
suyo la validez a los hallazgos y conocimientos que tendrían en el estudio de los
objetos de sus disciplinas de origen. Como diría el mismo Le Moigne, “… es raro
35
encontrar teorías [administrativas] elaboradas con ayuda de esos instrumentos
que satisfagan los cánones de validación positivista”.
Pero, a nuestro juicio, no solo en dichos préstamos radica la incoherencia
epistemológica de la administración. Aunque podría considerarse un derivado de
lo señalado por Le Moigne, la incongruencia fundamental de esta disciplina reside
mas precisamente en lo inapropiado de los métodos prestados para captar en su
naturaleza y complejidad lo que constituye, desde nuestra perspectiva, su objeto
de estudio. O, dicho de otra manera, la gestión se fabrica un objeto de estudio que
responde más a la necesidad de estudiarlo "científicamente" que al imperativo de
comprenderlo en su verdadera naturaleza. Como lo expresamos en otro lugar
(Muñoz, 2002), "Esto es una adaptación del objeto al método en aras de un
dudoso estatus epistemológico de ciencia exacta". Con tal artificio, se pierde de
vista al objeto mismo cualquiera sea su naturaleza o configuración. No nos
ocuparemos aquí de definir nosotros un objeto de estudio para la administración
pues esto no haría parte de un estado de la cuestión epistemológica de la
disciplina sino que entraríamos en el campo de las interpretaciones propias y las
proposiciones. Baste decir, que todo proceso que implique modificaciones
sustanciales al objeto de estudio con miras a hacerlo abordable por métodos y
técnicas de investigación específicos, desnaturaliza el objeto. Esto es lo que
señalamos como la segunda 'incoherencia epistemológica, después de la
propuesta por Le Moigne: él habla de la pretensión de ciencia exacta de la gestión
y nosotros insistimos en la inadecuación del método científico a la apropiación de
la complejidad y diversidad de las situaciones de gestión.
Esta visión científica de la administración tradicional podríamos calificarla de
"reduccionista" pues se centra en lo exclusivamente tecno-económico, y aplicarla
sin escrúpulos a la vida organizacional, como dirían Morin y Kern (1997), "Reduce
lo real a lo que es cuantificable. La hiperespecialización y la reducción a lo
cuantificable, producen la ceguera, no sólo a la existencia, lo concreto, lo
individual, sino también al contexto, lo global, lo fundamental". El monismo
metodológico implícito hace que solo una parte de los fenómenos presentes en
una situación compleja sean abordables y esclarecibles, pero una buena parte de
36
ellos, en especial los tocantes a la paradójica y ambigua vida humana, queden por
fuera de la lente y de la explicación buscada, bajo el pretexto de no constituir
objetivos de la ciencia. El afán de hacer abordable las situaciones de gestión por
una lógica racional, matemática y objetiva, con el fin exclusivo de que aporten
forzosamente a la eficiencia técnica o financiera de la empresa, oculta otras
facetas de la vida humana necesariamente implicadas en tales situaciones y que,
a la postre, tal reducccionismo puede generar un efecto perverso sobre las
personas, las organizaciones, la sociedad y los ecosistemas.
Pero en las últimas dos o tres décadas, varios grupos de investigadores y
académicos de la administración, emprendieron un movimiento crítico con
respecto al predominio de esa perspectiva cientifista en la disciplina. No podría
decirse que estos nuevos teóricos hayan producido "una nueva administración" o
hayan creado un conocimiento administrativo practicable de una manera
sistemática en la gestión concreta de las empresas. Su trabajo se ha dirigido
principalmente a aportar elementos para una nueva fundamentacion
epistemológica del campo a partir de otras visiones de cientificidad y otras
metodologías de investigación, en especial derivadas de las ciencias humanas y
sociales, o de corrientes y escuelas de éstas, que, a su vez, objetan la concepción
positivista. Los anima el interés de comprensión más que el de explicación y sobre
todo, la no sujeción a priori a un imperativo de eficiencia, en el proceso de abordar
el estudio de la administración.
Conviene detenernos -solo un poco- en estas dos posturas epistemológicas. Las
ciencias sociales nacen en el siglo XIX encandiladas por el enorme desarrollo
alcanzado por las ciencias exactas y naturales bajo la tradición galileo-newtoniana.
Comte (creador del termino positivismo), J. Stuart Mill, Spencer, Hume, Saint-
Simon, Durkheim, cada uno en su saber, anuncian el nacimiento de un nuevo
campo de la ciencia, el del hombre y sus sociedades, a ser estudiado siguiendo
los cánones de la tradición mencionada. Pero a esta concepción se opone pronto,
sobre todo en Alemania con Droysen, Dilthey, Weber y otros, otra visión de las
problemáticas humanas y sociales generándose lo que se ha dado en llamar la
"controversia Erklären-Verstehen", y que no es otra que la suscitada entre los
37
partidarios de acogerse en el conocimiento del hombre al paradigma explicativo
(Erklären) de las ciencias fisico-matemáticas y, por otra parte, sus impugnadores,
interesados en una postura hermenéutica o comprensiva (Verstehen) propia para
las ciencias del hombre o del espíritu. La primera concibe el objetivo de la ciencia
como la búsqueda de las causas eficientes, mecánicas o materiales de los hechos
(por qué se dan, que los genera) y, en consecuencia, el descubrimiento de leyes
universales deducidas de la constatación y la persistencia de tales hechos y sus
causas. La visión comprensiva por otro lado, está emparentada con la postura
aristotélica de que todo conocimiento de un objeto debe integrar las causas
eficiente, material formal y -muy principalmente- la causa final o teleologica (con el
fin de qué, en razón de qué, ocurren las cosas). Tratándose de cuestiones
humanas, mas vale, para la perspectiva comprensiva, las diferencias, las
especificidades de los individuos y su sentido, su razón de ser dentro de las
situaciones sociales y culturales que los abrigan, que los rasgos generalizables,
promediables o cuantificables. Desde entonces, al decir de Windelband, las
ciencias sociales buscan comprender hechos particulares (ciencias ideograficas) y
las ciencias naturales descubrir leyes universales (ciencias nomotéticas)
(Mardones, 1991).
Volviendo a la administración, la postura comprensiva sin embargo, no se expresa
de manera monolítica y es necesario identificar diversas corrientes y matices que
tienen no obstante, rasgos comunes que intentaremos deducir al final de la
revisión dichas perspectivas. Nos proponemos analizar las más visibles en el
mundo académico que podríamos resumir de la manera siguiente:
• La escuela francesa de la epistemología constructivista de las “ciencias de la
gestión”.
• La Escuela Humanista o Radical humanista de Montreal
• La corriente critica de los estudios organizacionales (EGOS y APROS).
• La Escuela positivista: La corriente dominante.
38
a) La Escuela francesa de la epistemología constructivista.
La primera de ellas, el constructivismo, es la defendida por Le Moigne mismo y
otra serie de investigadores como Armand Hatchuel, Romain Laufer, Albert David,
Jacques Girin, Michel Berry, Alain Charles Martinet, Michel Audet, Richard Dery, y
otros, adscritos fundamentalmente a instituciones de educación superior y centros
de investigación en Francia y Quebec (Canadá). Especial atención daremos al
Centre de Recherche en Gestión (CRG) de la Ecole Polytechnique de Paris, al
Centre de Gestión Scientifique (CGS) de la Escuela de Minas de Paris y al Groupe
HEC-Paris, aunque otros centros e investigadores, tanto en Canadá como en
Francia, pueden hacer parte de la tendencia que describiremos.
El leif motiv de este grupo de teóricos es fundamentalmente la critica a la
pretensión de la administración de hacerse -exclusivamente- al estatuto científico
positivista y, por el contrario, quieren mostrar que las realidades administrativas
constituyen constructos humanos muy distantes del hecho real, objetivo e
incontaminado como objeto de estudio que define a la ciencia positiva desde
Comte. Su programa se dirige, a grandes rasgos, a la adopción por parte de la
administración de lo que podríamos llamar, una epistemología del sujeto, es decir,
el conocimiento administrativo resultaría de la aprehensión de una realidad
compleja en la que el sujeto, al mismo tiempo que busca conocerla, la construye,
la interpreta, la crea y se recrea a si mismo en el proceso. Como diría Piaget,
considerado el padre de todos los constructivismos, "La inteligencia … organiza el
mundo organizándose a si misma". Por tal razón, el objeto administrativo no es
aprehensible positivamente; no es posible observarlo objetivamente, sin
modificarlo o "subjetivizarlo".
Dado que fue Le Moigne quien motivo nuestro acercamiento a este grupo de
investigadores, y que además ya hemos adelantado algunas de sus posiciones,
comenzaremos por él la presentación de los puntos de vista individuales. De
manera introductoria, Le Moigne muestra el lento y azaroso camino seguido por
los fundadores de lo que el llama "una epistemologia critica" alternativa a los
positivismos y realismos que se han apoderado del tinglado de "la" ciencia.
39
Encuentra el germen de esta postura, mucho antes de que Comte fundara, o más
bien, institucionalizara el positivismo científico, en los sofistas y en Aristóteles. Le
Moigne (1995) reinterpreta, apoyado en Untersteiner, a Protagoras en su celebre
frase, "Metron Anthropos" ("El hombre es la medida de todas las cosas"),
afirmando que el hombre es dueño de la fenomenalidad de su experiencia frente al
mundo, es decir, de su vivencia frente a las cosas, no de la apropiación de sus
esencias. "Accedemos a la experiencia cognitiva controlable de los fenómenos por
los cuales describimos la realidad", diría Le Moigne, y en ese sentido el hombre se
convierte en modulador del mundo, en su medida. Y en cuento a Aristóteles,
aunque es citado profusamente junto con Platón y Pitágoras como ancestros
indiscutidos de la ciencia positiva, Le Moine rescata a instancias de Le Blond
(1939), la riqueza del pensamiento del Estagirita que no reduce al silogismo, y por
consiguiente al "principio de la razón suficiente", la elaboración del conocimiento.
Veremos mas adelante la importancia de este principio en el debate
epistemológico que nos ocupa.
Otra vieja, aunque mas reciente, raíz del constructivismo, la encuentra Le Moigne
en el nominalismo medieval de Abelardo y Guillermo de Occam que concebían el
acceso a la realidad solo a través de las representaciones artificiales o los
nombres que le habían sido asignados. El orden a partir del cual intentamos
comprender el mundo no esta en el mundo si no en nuestra cabeza, aunque haya
sido construido a partir del mundo mismo.
En la Europa renacentista, quiere también Le Moigne encontrar asideros
filosóficos de la postura constructivista. En Montaigne (1533-1592), partidario del
escepticismo pyrrhoniano, consideraba "insuficiente" para el conocimiento del
mundo la axiomática deductiva. En Giambattista Vico (1456-1519), critico de
Descartes y propulsor de una Scienza Nouva en la que propone la teoría del
Verum Factum, ("Lo verdadero es lo que ha sido hecho y solo aquel que ha hecho
puede conocer el resultado de su operación") y el principio del ingenium, facultad
humana que construye el conocimiento al ligar, relacionar y asociar, al contrario
del principio analítico de la ciencia positiva que separa y desconecta. Igualmente
Pascal (1623-1662), con su muy celebre sentencia ("Siendo todas las cosas,
40
causadas y causantes, ayudadas y ayudantes, mediadas e inmediatas, y todas
interconectadas por un lazo natural e invisible que liga las mas lejanas y
diferentes, yo veo imposible conocer las partes sin conocer el todo, no menos que
conocer el todo sin conocer las partes, legitima una dialéctica y una recursividad
en las que se funda el constructivismo.
Le Moigne busca también en Kant (a pesar de las múltiples y diversas
interpretaciones y apropiaciones de parte y parte que se hayan hecho de su obra)
particularmente en su tercera critica (después de la de la razón pura y la de la
razón practica, viene La Critica de la facultad de juzgar), en la que Kant reivindica
la dimensión teleologica del conocimiento, invocando "la capacidad del espíritu
humano cognoscente para elaborar los fines (telos) con respecto a los cuales
ejercerá la razón (la facultad de juzgar)" (Le Moigne, 1995b), elevando dicho
conocimiento por encima de la mera causa mecánica o eficiente.
Le Moigne le da particular importancia a un antiguo proyecto científico como
antecedente epistemologico del constructivismo y, muy particularmente, de las
ciencias de la gestión: el del filosofo francés Maurice Blondel en, ¡1893! Se trata
de su propuesta de creación de una “ciencia de la práctica o de la acción” en la
que definía esta última como “El doble movimiento [...] que integra la causa final
con la causa eficiente”. ). Planteo Blondel pues muy tempranamente esa
recursividad y esa dialéctica del conocimiento pues “Del pensamiento a la practica
y de la practica al pensamiento, la ciencia debe conformar un circulo porque es
parte de la vida. Por eso mismo esta determinada [...] por esa doble relación entre
conocimiento y acción” (citado por Le Moigne, 1997).
Pero ya en los finales del siglo XIX e inicios del XX, una pleyade de pensadores en
diversos países del mundo plantearon la necesidad expresa de la fundación de
una nueva epistemología como alternativa al reduccionismo y la rigidez del
positivismo científico. Paul Valéry en el texto "Introduction à la méthode de
Leonard de Vinci" publicado en sus Cahiers (1984), decia por ejemplo, "Hemos
buscado siempre explicaciones cuando se trataba de representaciones que solo
podiamos tratar de inventar" y, como Vico, Valéry daba un valor fundacional del
41
conocimiento al hacer ("Entre el ser y el conocer, el hacer") y a la facultad del
espíritu humano de religar y asociar en lugar de aislar y disyuntar. Le Moigne
invoca también el cometido de Dilthey en Alemania por fundar las ciencias del
espíritu (Neología) fundamentadas en una epistemología hermenéutica (o
"comprensión objetivable") constructora de sentido en lugar de propiciadora de
explicaciones causales. Figura central en la fundación de esa epistemología, la
constituye para Le Moigne, Gaston Bachelard a partir de la publicacion en 1934 de
su texto, Nouvel esprit scientifique, es especial en su declaración de principio en el
ultimo capitulo en el que hacia un llamado a la constitución de "una epistemología
no cartesiana" basada en una "racionalismo aplicado" (o "experimental" diría Le
Moigne) que parta de lo concreto, la experiencia particular y la dialéctica.
Posteriormente, en 1938, en La formation de l'esprit scientifique, Bachelard
insistirá en la constatación de que "Los problemas no se proponen a si mismos" …
"Nada es evidente per se. Nada esta dado. Todo es construido", y suministra
además la clave epistemologica fundamental de la que se constituirá en adelante
la definición misma de las ciencias apegadas a este nuevo paradigma científico:
"La meditación del objeto por el sujeto, toma siempre la forma de proyecto".
Otros grandes hombres de la ciencia y la filosofía tienen singular importancia en
la elaboración de los cimientos epistemológicos constructivitas: N. Wiener, creador
entre otros en 1943 de la cibernética, por desafiar el establecimiento positivista al
reincorporar el concepto de finalidad o teleología, proscrito por el causalismo
eficientista dominante. El psicoterapeuta de la Escuela de Palo Alto, California, G.
Bateson, por su teoría del "doble vinculo" (señales contrarias y confusas en un
solo mensaje entre objeto y sujeto) y por sus criticas al "sinsentido" que llevan los
modelos científicos universalmente aceptados en un tipo de ciencia, al ser
aplicados a las ciencias de la comunicación y la organización. H. Von Foerster,
formulador de la cibernética de segundo orden a partir del concepto de "sistemas
observantes" (no solo observados) que ratifican "el carácter recursivo y auto-
organizador del conocimiento" (Le Moigne, 1995b).
Pero, siguiendo aun a Le Moigne, el paradigma constructivista adquiere carta de
ciudadanía en el la filosofía de las ciencias a partir de la obra de tres grandes
42
autores del siglo XX: Jean Piaget, Edgar Morin y Herbert Simon. El primero es
considerado en propiedad como el padre de la epistemología constructivista, a
pesar de los multiples antecedentes mencionados y no obstante haberse referido
a ella fundamentalmente en términos de "epistemología genética" (Piaget, 1970).
El germen fundacional de la perspectiva piagetiena estaba presente en su obra La
construction du réel chez l’enfant (1937) en la que muestra como la inteligencia
humana organiza el mundo y dialécticamente se organiza a si misma, es decir, se
construye en el proceso. En etapas rigurosamente sucesivas, el niño desarrolla
cada vez un aspecto de su inteligencia (sensibilidad, motricidad, concreción,
formalización, abstracción, etc.) “integrando” su entorno y a la vez “acomodando”
sus esquemas intelectuales precedentes a la nueva experiencia. Es una dialéctica
constructiva sujeto-objeto. Pero la que es considerada la obra de referencia por
excelencia del constructivismo es Logique et connaissance scientifique (1967), tal
como el Cours de philosophie positive de A. Comte (1830 y 1842), lo es para el
positivismo. En ella, Piaget arrecia contra el carácter restrictivo y conservador del
positivismo y sus nuevas versiones (el neo-positivismo empirista o el positivismo
lógico) del Circulo de Viena y propone una nueva epistemología (la genética)2 que
fundamentalmente rescata el carácter dialéctico e interactivo del conocimiento y
negando tanto su predeterminación en las estructuras internas del sujeto
cognoscente como en las características preexistentes del objeto conocido.
Edgar Morin, en su monumental obra epistemológica (1977, 1980, 1986, 1991),
insiste en la necesidad de adoptar un nuevo paradigma científico (el paradigma de
las ciencias de la complejidad) que integre de nuevo la concepción disciplinar y
parcelaria de la ciencia. Propone acogerse a una paradigma integrador de cobije
tanto las hoy llamadas ciencias duras como las blandas. Su concepción
constructivista radica en la rehabilitación del sujeto vivo (“vif du sujet”) como
productor-producido, constructor-construido, en el acto de conocimiento.
Reivindica pues, el carácter recursivo y auto-eco-organizador del conocimiento.
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43
Defiende la imposibilidad de un conocimiento valido universalmente desde lo que
el llama “encierros disciplinares” o “sistemas de ideas” ocupados del conocimiento
de una pequeña porción de la realidad a partir de una axiomática reduccioncita y
un dispositivo de defensa que evita todo contagio con otras maneras de entender
dicha realidad parcial y sus conexiones y solidaridades con otras realidades o con
realidades mas englobantes.
Herbert Simon, estadounidense, premio Nobel de economía y el único entre los
reconocidos como fundadores de la corriente constructivista que se ha ocupado
expresamente de teorizar en administración, propone por su parte la creación de
las ciencias de lo artificial (por contraste con las ciencias naturales) en las que el
conocimiento ha de ser construido y reconstruido sin cesar pues no existe la
verdad sobre el objeto como punto de llegada, sino un proyecto de conocimiento
íntimamente ligado a la dimensión teleologica o finalista del sujeto cognoscente,
es decir, al sentido y a la razón de ser de su búsqueda de conocimiento y su
acción de transformación con respecto al objeto. Propone además una
metaciencia que el llamaría ciencia de la concepción o del diseño (science of
design) en la cual el proceso cognitivo del hombre se vuelve objeto –o mas bien,
proyecto– de si mismo.
Su propuesta es finalmente unirse en torno a un proyecto de institucionalización
de una epistemología global que acepte dos tipos de ciencias en dialogo
permanente: en primer termino aquellas definidas por su objeto, por un principio
gnoseológico antológico-determinista y por una metodología centrada en la
modelizacion analítica y la razón suficiente; y, en segundo termino, por aquellas
ciencias definidas por su proyecto, bajo un principio gnoseológico fenómeno-
teleológico y una metodología de modelizacion sistémica y de la acción inteligente.
Armand Hatchuel en “La superación de las metafísicas de la acción”, constituyó
una convocatoria para que algunos de los más reconocidos representantes de
esta corriente crítica plantearan su propuesta de refundamentacion epistemologica
de la administración. Las propuestas de Hatchuel, David, Laufer, Girin, y Martinet.
44
Armand Hatchuel, profesor de la Escuela de Minas de Paris y director adjunto del
Centre de Gestión Scientifique, propone la creación de una “axiomática inédita de
la acción colectiva” que parta de la revisión del papel de la administracion y de la
empresa en la sociedad para sacarlas de lo que él llama los “metafísicas de la
acción”3 y llevarla a un proyecto científico organizado en torno a la acción colectiva
como objeto de estudio en la que son inseparables los saberes de los individuos
de las relaciones sociales (principio de la no-separabilidad) que los hombres tejen
en el desarrollo de su trabajo y su producción.
La administración ha pasado de ser en sus inicios un “proyecto educativo” a ser
actualmente un “proyecto científico” en el que la característica fundamental es el
estar constituida por una “colección de instrumentos” que separadamente han
recurrido a métodos científicos pero juntos no constituyen una ciencia. Esto la ha
hecho blanco de las críticas epistemológicas que le abren poco a poco nuevas
vías de desarrollo disciplinar. Es este periodo final el que ha permitido un fuerte
debate desde diversas perspectivas académicas (sociológicas, antropológicas,
psicológicas, filosóficas.) que cuestionan los fundamentos de la disciplina y
profundizan en la búsqueda de enfoques alternativos tanto en la generación de
teorías como de metodologías que recurren mas ahora a las técnicas de
investigación cualitativa. Hatchuel valora pues, este estado de cosas como
positivo dado que a la “crisis de identidad” por la que pasa la administración puede
llevarnos a formas inéditas tanto para la empresa como para la administración
misma.
Surgidas como dijimos, de un proyecto educativo y no de un proyecto teórico o
científico, las ciencias de la gestión, para Hatchuel, nacieron sin objeto central ni
núcleo conceptual (es decir sin coeur, o core para utilizar respectivamente la
acepcion francesa e inglesa) y deben buscar definir uno alrededor del cual puedan
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45
construir un proyecto de conocimiento. La empresa, en los principios pedagógicos
de la administracion, se dio como el objeto de referencia, pero ésta no puede
constituirse en objeto pues la diversidad de los fenómenos que encierra
(económicos, jurídicos, sociales, psicológicos, comerciales) hace necesaria una
precisión mayor en cuanto a lo que realmente interesa a la administración.
Hatchuel propone partir de una definición de la empresa como artefacto (o la
artefactualidad de la empresa) por oposición al concepto de naturalidad. Entiende
por esto último la calidad de espontáneo en el devenir de las sociedades de
instituciones como la familia, la organización religiosa, la ciudad, etc., que aunque
“administradas” también, ello no las define ni las delimita como si es el caso de la
empresa. Ese carácter reflexivo le ha dado una enorme flexibilidad que hace que
la empresa se reforme y se revise sustancialmente con el paso de los tiempos.
Pero no es la empresa en si el objeto sino la acción reflexiva y transformadora de
los sujetos inmersos en el proceso de hacer empresa lo que debe focalizarse
como el objeto de interés de la gestión; la acción colectiva empresarial que,
aunque no es la única forma de acción colectiva, si es una de las mas universales
teniendo en cuenta que la humanidad casi enteramente se ha enrutado en el
capitalismo y el mercado concurrente como forma de gestión de su subsistencia y
progreso.
Pero la característica fundamental de esta forma de acción colectiva es que no
puede someterse a las ya citadas metafísicas de la acción, a pasar de que la
visión tradicional de la administración funda su desarrollo precisamente en ellas:
las modas administrativas que parten de una idea totalizadora como nueva e
infalible forma de gerenciar la empresa descalificando todas las formas anteriores.
Hatchuel define las metafísicas de la acción como “toda teoría que resume la
acción colectiva, ya sea a un principio o a un sujeto totalizador”. Principios
totalizadores como la maximización de la utilidad, la estrategia, la maximización
del valor agregado, la reingeniería, etc., o sujetos totalizadores como el
empresario, el líder, el accionista, el cliente, han dominado la teorizacion y el
46
ejercicio de la administración a lo largo de su historia4. Pero para Hatchuel “reducir
la acción a un principio o sujeto descalifica los demás saberes y los demás
sujetos”, y se hace necesario repensar la acción colectiva desde una dialéctica de
las técnicas de gestión y la organización social, pues toda técnica conlleva
implícitamente un tipo organización y las organizaciones generan necesariamente
tipos específicos de técnicas de gestión. Esto no es otra cosa que lo que Hatchuel
denomina “el debate instrumento-estructura” que ha estado presente por muchos
años en la teoría administrativa pero visto en muchos casos de manera
determinista, es decir, definiendo cual es causa de cual, pero que desde la
complejidad del fenómeno de la acción colectiva deberá mirarse mas bien en
términos interactivos y recursivos.
Hace parte también de su propuesta la recuperación de la dimensión histórica de
la teorizacion en administración, perdida tras la dinámica de las modas de gestión
que cada una a su turno, hace “borrón y cuenta nueva”. Los instrumentos y las
técnicas de gestión adquieren sentido en un continuum y en un contexto históricos
y constituyen a su vez, basamentos a nuevas formas de gestión. En
consecuencia, se hace necesario pensar la empresa y la administración mas como
una genealogía de las doctrinas administrativas y de las formas de nacionalización
que como una la practica sincrónica de una racionalidad totalizante.
Hatchuel plantea cuatro tesis fundantes de la que será su propuesta de una
axiomática de la acción colectiva:
- Cambiar el concepto de racionalidad de los actores, tan caro a los teóricos
de la empresa especialmente desde la economía, por el de proceso de
nacionalización pues el primero implica la preexistencia e inmutabilidad de
los intereses de los actores organizacionales y, el segundo, “un espacio de
siempre renovado de revisiones y redefiniciones”, un espacio de
negociación permanente, de construcción colectiva. Solo con la adopción
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47
de un principio como éste (que él llama ley de conversión de las
racionalidades) podrá permitir que nuevos valores emancipadores (en el
sentido habermasiano) u humanistas entren a hacer parte de la acción
colectiva empresarial.
- Virar de una concepción dirigista de gestión de la conducta y del conflicto
hacia una postura de participación y de aprendizaje colectivo, entendiendo
éste, no como una especie de “sujeto colectivo” que aprehende “un”
conocimiento prescrito, sino como una dinámica en la que cada uno
aprende del otro y construye con el otro la organización en construcción. No
Hay pues un “a priori dogmático” o ideal en cuanto a las formas de dirigir y
organizar; se construye en la interacción de los aprendizajes colectivos.
- Hacer evolucionar el concepto de “contingencia estructural” de un postura
en la que se concibe la estructura de las organizaciones como un
acomodamiento “ideal” de las dependencias y divisiones internas de la
organización a las exigencias del entorno, hacia una visión de “genealogía
de los colectivos” en la que la estructura es un resultado en permanente
revisión y transformación por efecto de los aprendizajes colectivos citados
en el aparte anterior. Es la resultante de un proceso de construcción
colectiva y no de una imposición.
- Relativizar el concepto de “eficacia”, tradicionalmente inmutable desde
Weber (adaptación de los fines a los medios) y someterlo a los procesos de
racionalización permanente de la acción colectiva. Todos los términos de
esa definición son redefinibles en el proceso de construcción colectiva.
(adaptar, ¿bajo qué parámetros o criterios? ¿Cuales medios?, ¿los
disponibles?, ¿los conocidos?, ¿otros? ¿Cuales fines?, quien los
determina?, ¿el propietario?, ¿el dirigente?, ¿participan los dirigidos?)
48
Estas cuatro tesis de Hatchuel pretenden poner en el terreno de la complejidad y
la recursividad lo que tradicionalmente es comprendido de una manera lineal,
rígida y determinista: el conocimiento (o los saberes) en la acción administrativa
(que se entiende absoluto, propio del dirigente o experto, incuestionable y
transferible, es decir, a la manera positivista) y las relaciones sociales que están
prefiguradas por estructuras que son concebidas a priori, jerárquicas y
autocráticas.
En conclusión, Hatchuel propone una nueva epistemología de la administracion
basada en la desmitificación de las metafísicas de la acción (ya sea como principio
o como sujeto totalizador), es decir, de las fórmulas ideales y ajenas a los
contextos relacionales y cognitivos de los hombres en la empresa, y rescata el
carácter recursivo de la acción humana. Esta, entendida colectivamente y situada
en la organización, constituye, o más bien, debería constituirse en el objeto de
estudio de la administracion y tendría como fundamento epistemologico por
excelencia la inseparabilidad de los saberes de los hombres y sus relaciones. Esta
dialéctica reivindica el carácter constructivo y recursivo de la administracion,
sumido en la teoría y en la practica en una perspectiva determinista (linealidad
causa-efecto), dirigista (el dirigente es quien sabe y ordena), reduccionista
(centrada en el interés del accionista) e instrumentalista (somete la estructura
social a las exigencias de la técnica de gestión). Crea a la vez el espacio para la
emancipación del hombre en la empresa pues rescata al sujeto (todos los sujetos)
como constructores de un proyecto común.
Romain Laufer, profesor de la Ecole des Hautes Etudes Comerciales (HEC) de
Paris, es propulsor de una postura epistemologica apoyada en la apertura
disciplinar de la administracion y en su legitimidad ante la ciencia, las ciencias
sociales en particular y, en general, frente a la sociedad. Su propuesta está
dirigida a la formulación de lo que él llama “conceptos federadores”, es decir, un
núcleo conceptual que le dé legitimidad y validez científica a la administración y
que reorganice la práctica y la producción de conocimiento dentro de la disciplina.
49
En la relectura que Laufer hace de la historia de la administración y de su
inserción en la sociedad, encuentra que en la época anterior al nacimiento de esta
disciplina, es decir, antes de 1900, el “sistema de legitimidad”5 de la sociedad
moderna (o racional-legal en la terminología de Weber) estaba fundamentado por
el criterio de poder publico, es decir, en su origen (lo que viene de allí es legitimo).
Esto se corresponde con una visión cosmologica clásica en la que predomina una
epistemología “trascendental” (en el sentido kantiano) que presupone como
natural en todo hombre la razón para acceder a las leyes del universo, a imagen
de Newton cuya ciencia era la única reconocida como tal entonces. Esto se
expresa en la economía política en la visión de Adam Smith, también
predominante entonces, en la que se expresan como leyes naturales las “leyes”
del mercado que presuponen un homo economicus regido por un deseo natural de
maximización de la utilidad, en un mercado donde existe plena información sobre
precios y cantidades y en un contexto de competencia perfecta (no hay
monopolios ni oligopolios).
En el nivel administrativo, en este contexto clásico, la empresa se reduce a la
racionalidad del empresario. La empresa es una caja negra que obedece en
bloque a las leyes del mercado. No existe el gerente o dirigente separado del
propietario que gobierna un aparato decisional con base en datos externos
obviamente, pero también internos. No tiene la empresa tampoco, por su tamaño
atomistico, la posibilidad de incidir en el libre desempeño del mercado
(competencia perfecta).
Puede verse entonces, que todo esta dispuesto en esta configuración para ser
legitimado en torno a la existencia y sumisión a las leyes de la naturaleza que se
manifiestan en los tres niveles del sistema: el cosmológico (el orden natural en el
universo), el jurídico (el poder legitimado en su origen) y el administrativo (no
5 La noción de « sistema de legitimidad » es crucial para Laufer y hace referencia a la coherencia entre el origen del poder legítimo y su
lugar de aplicación. Las crisis de legitimidad sobrevienen cuando esa coherencia se fractura. Existen tres niveles de manifestación de un
sistema de legitimidad: el cosmologico o de la dicotomia naturaleza-cultura (revelado por el paradigma científico prevaleciente), el
jurídico o de la dicotomía publico-privado y el administrativo o de la acción propiamente de los actores. Lo administrativo en toda época
esta sometido a la concepción científica (generalmente plasmada en la economía política) y a la ley.
50
existe o se confunde con el empresario quien se rige lógicamente por las leyes
“naturales” del mercado). Hay claridad en cuanto a las “conceptos federadores”,
así no exista propiamente la administracion.
En un segundo periodo histórico (desde la aparición de la administración hacia
1900 hasta mediados del siglo XX) y a causa de lo que Laufer llama “el
desfallecimiento de los mercados” (concebidos según el modelo de economía
política como reflejo de la ley natural), el sistema de legitimidad descrito entra en
crisis y una nueva configuración se precisa en aras de un nuevo equilibrio entre el
origen y el lugar de aplicación del poder legitimo. El Estado es requerido con un
papel más incidente en lo económico y para que subsane los efectos sociales del
desbarajuste del sistema. Se vuelve entonces hacia el ciudadano con el criterio de
satisfacción de sus necesidades fundamentales: los servicios públicos, la salud,
las vías y transportes, la instrucción pública, etc. Con ello, la legitimidad, antes
fundada en el origen del poder publico, se localiza ahora en la finalidad de la
acción del Estado.
Esta postura en el nivel jurídico se correlaciona en lo epistemológico con una
visión positivista enraizada en una nueva cosmovisión, pues la estabilidad del
sistema ya no puede ser asegurada por la ley natural y se hace necesario que la
mano humana establezca límites y acuerdos a priori para mantener un equilibrio
de legitimidad. Augusto Comte, habiendo institucionalizado de tiempo atrás un
acuerdo a priori sobre lo que podría ser reconocido como ciencia positiva, es
quien viene a suministrar el basamento epistemológico al nuevo sistema de
legitimidad.
Con Fayol, estos principios adquieren una mayor dimensión pues Taylor los
concibió para el taller de producción mientras que Fayol, en la misma vena
comtiana, invento a división funcional de la empresa (producción, finanzas,
comercio y administración) y concibió un “proceso administrativo” (planificación,
organización, dirección y control) como modelo de acción gerencial en la empresa
en general. Se dice de él que fue el inventor del gerente o director general, figura
que hoy parecería obvia pero que en la época de Fayol constituía una verdadera
51
innovación pues cambiaba la “lógica patrimonial” vigente para construir una
legitimidad de un rol social que se convertiría en preponderante años después.
Esta nueva concepción administrativa hace honor pues a la visión positivista de la
ciencia como fundante de su primer marco conceptual federador, puesto que
constituye el primer intento de darse un estudio científico (de allí su nombre de
Scientific Management) y a la vez el primer intento sistemático para establecer un
acuerdo a priori sobre la forma de gerenciar una empresa partiendo de un objetivo
universal (la eficacia productiva y financiera) y los medios, también universales y
científicamente establecidos, para lograrlo. Como dice Laufer, “La legitimidad del
gerente (manager) se funda en la aplicación de los principios de la epistemología
positivista al saber gerencial”.
Pasando medio siglo XX, en un tercer momento de la historia del sistema de
legitimidad racional-legal, este arreglo positivista comienza a entrar en crisis. El
punto de quiebre lo constituye sin duda la insostenibilidad del modelo del Estado
Providencia y el ascenso de las posturas neoliberales. La distinción clásica entre
público y privado empieza a ser cuestionada y revisada. Cada vez mas lo publico
es ejecutado por los particulares y cada vez mas le son asignadas
responsabilidades sociales a la empresa privada. La tendencia globalizadora
liderada también por la gran empresa multinacional resultante del evidente fracaso
de la legislación antitrust, amenaza cada vez más la soberanía de los estados. El
límite pues entre público y privado, ya no puede ser definido a priori, sino que lo
definen, a posteriori y en cada caso, los actores implicados en una reforma o
proyecto socioeconómico.
No hay en principio una nueva concepción científica de fondo sino que se busca
por diversos medios y artificios a sostener la validez del modelo positivista. Se
desemboca en lo que Laufer denomina el pragmatismo radical pues, cuando las
condiciones de verificabilidad lo permiten, se recurre a ese paradigma,
especialmente en su versión renovada del neopositivismo lógico encarnada por
Popper; en los casos en los que no es sostenible el apriorismo metodológico, se
recurre a lo que Laufer llama los “cuasipositivismos”, es decir, una demostración a
52
posteriori de la validez de los planteamientos recurriendo generalmente al análisis
de sistemas (modelizacion de la realidad) y a la casuística (qué se ha hecho en
casos similares anteriores) dentro de la misma tradición científica. No se trata
pues, de la emergencia de un paradigma científico alternativo, sino de una crisis
mayor del epísteme positivista. Sin embargo y en paralelo al desbarajuste gradual
de esa visión científica, han venido surgiendo y presionando cada vez con mayor
insistencia las llamadas “epistemologías constructivistas” que reconocen de plano
la imposibilidad del conocimiento universal basado en el a priori metodológico
positivista y en la sustracción del sujeto a todo proceso cognitivo.
En el mundo de la administración y de la empresa algo similar ha venido
ocurriendo. La incertidumbre, la complejidad, la imprevisibilidad de los entornos
económicos hace necesaria una “administración de lo imposible”, como la llama
Laufer, es decir, necesaria pero imposible, en el sentido de que la administración
es el único recurso de la empresa para producir frenéticamente propuestas
(modas, prescripciones, modelos, técnicas) que no obstante, no alcanzan ninguna
de ellas a constituirse, ni en la solución practica prometida, ni en la salida
epistemológica para la disciplina. El método de casos se convierte en esta época
postayloriana la herramienta fundamental de la pedagogía administrativa,
generalmente como soporte a nuevas modas o prescripciones, y todavía dentro de
la visión positivista (o “cuasi”, diría Laufer) pues, no obstante su deficiente
cientificidad –positivistamente hablando- de su concepción, conserva intacta su
pretensión de universalidad y aplicabilidad independiente de los contextos y las
trayectorias especificas de las empresas y las sociedades a las que pertenecen.
Esto ocurre en la administración pero constituye una crisis generalizada pues se
da en los tres niveles del análisis (cosmológico, jurídico y fraseológico), y su
manifestación de fondo es que hay una dislocación mayor entre el origen y el lugar
de aplicación del poder legítimo (o más bien deslegitimado). El Estado, al verse
contestado desde diferentes ángulos (ciencias sociales, prensa, movimientos
antiliberales, ONG’s, etc.) por las múltiples manifestaciones de la crisis
(burocratismo, ineficiencia, despilfarro, sujeción al mundo de la empresa,
corrupción, inhumanidad.) recurre un intento de legitimación defensivo, es decir,
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respondiendo caso por caso a las denuncias, lo que hace que su legitimación sea
mas que todo procedimental (procedural); ya no se legitima en el origen como en
la primara época del sistema, ni por la finalidad como en la segunda, sino por los
métodos o los medios, legitimando de paso esa lógica reactiva que caracteriza
esta nueva etapa.
En esta crisis de legitimidad, para la administración ya no hay entonces un one
best way garantizado por la investigación cuantitativa y ahora la teoría –y la
practica- explota en miles de pequeñas parcelas y efímeras recetas en torno a las
cuales los actores organizacionales hacen acuerdos y planes siempre
provisionales y frágiles bajo el criterio de “satisfactorio”. A decir de Herbert Simón,
“Es la aceptabilidad de una solución por quienes deciden lo que determina su valor
a priori, mientras que su valor a posteriori, depende de los resultados específicos
de la acción”.
En conclusión, ha llegado para Laufer el momento propicio para la renovación
epistemologica pues en ese vacio -tanto generalizado como para la
administración- de conceptos federadores que faciliten un nuevo “aggiornamento”
del sistema de legitimidad, se hace manifiesta la incoherencia y la improvisación
de las acciones de los diversos actores sociales. Pero el nuevo esquema no ha de
surgir de una elucubración sobre el paradigma ideal, sino de la lectura de las
tendencias mismas en el interior de la crisis del sistema de legitimidad vigente: en
la constatación de que es el dialogo, la negociación, la permanente revisión y
reestructuración de los acuerdos, que debe fundarse la nueva perspectiva
paradigmática. Es por ello que “el paradigma reencontrado”6 debe ser la nueva
retórica o la teoría de la argumentación, pues suministra a los actores sociales un
medio estructurado de comunicación y persuasión que los califica para la defensa
de las posiciones de cada quien y para la comprensión de las del otro. Facilita
también el tránsito del caos del derrumbe de la legitimidad científica positivista al
caos organizado de un mundo que no volverá a ser jamás el universo mecánico y
6 Laufer hace referencia al « Paradigma perdido » de E. Morin, en el que éste evoca la naturalidad antropológica del hombre perdida tras
el reduccionismo positivista.
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lineal idealmente organizado, sino un mundo complejo, de infinitas interacciones y
retroacciones, de incertidumbres y recursividades, que exigen a cada momento el
pleno ejercicio de los actores como sujetos de su conocimiento y de su acción.
Laufer no expone propiamente como podría ser una nueva constelación federada
entorno a la retórica pero propone y deja abierto el campo de las discusiones y
redefiniciones, los conceptos de gobernabilidad, valor, recursos, competencias,
todos ellos dirigidos a construir una nueva confianza entre los actores.
Las ciencias sociales han oscilado entre dos posiciones respecto al estudio de los
fenómenos humanos, según Jean Francois de Chanlat.
La primera de ellas ha sido una división de naturaleza teórica, metodológica y
epistemológica dentro de los que se pueden identificar fundamentalmente dos
actitudes: una naturalista, objetivista, causalista y cientificista que lideraron Stuart
Mill y Auguste Compte y que a comienzos del siglo XIX buscaron una física social
teórica, metodológica y epistemológica. Desde las disciplinas económicas hasta la
sociología, las ciencias políticas, la demografía y la antropología asumieron esta
postura. Esta posición abordan las ciencias sociales desde el exterior. La otra
posición humanista, subjetivista finalista y comprensiva liderada por Dilthey,
Rickert, Simmel, Cassirer, Hayek y otros alemanes a finales del siglo XIX y
comienzos del siglo XX consideraron necesario fundar las ciencias sociales sobre
una teoría del conocimiento y abandonar su subordinación a las ciencias
naturales. Esta última resulta una visión opuesta a los principios filosóficos del
positivismo.
La otra posición ha sido la división praxeológica, en donde las ciencias sociales
han oscilado entre dos actitudes en relación a la acción social concreta en donde
busca mantener una distancia fundamentalmente crítica o desarrollar una
tecnología social directamente utilizable: En la primera, en la que entre los
defensores se pueden encontrar a Max Weber, la primera finalidad de las ciencias
sociales no es la de ponerse al servicio de algunos poderes o instituciones
establecidos, sino volver inteligible la realidad humana, social e histórica. Para ello
deben teorizar y sintetizar de manera crítica los objetos estudiados. En la
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segunda, sus representantes no ven de igual forma el papel de las ciencias
sociales. Acá las ciencias sociales deben ser prácticas y útiles. Elton Mayo a
mediados del siglo XX buscó desarrollar técnicas de administración social con el
fin de dar respuestas a las exigencias institucionales. En sus investigaciones los
problemas de medida y métodos son a menudo más importantes que las
consideraciones de orden teórico. La ingeniería social cuyo fin es la prevención y
el control de la conducta humana.
b) La Escuela Humanista o Radical humanista de Montreal
Otra corriente de pensamiento que pretende responder a las preguntas
fundamentales de la gestión desde la perspectiva de la ciencias sociales, con un
enfoque comprensivo e interpretativo de lo humano, es la que está caracterizada
por algunos docentes que hacen parte del centro de Humanismo, Gestión y
globalización de la HEC Montreal creado en los años 70, donde se pueden
destacar representantes como el profesor Alain Chanlat y Omar Aktouf.
La genealogía de las ciencias sociales, para Alain Chanlat (2002) en “Ciencias
Sociales y Administración: En defensa de una Antropología General”, es un
discurso que en la vía del positivismo de A. Compte, ha buscado comprender y
explicar mejor lo que ocurre además de controlar y prever mejor lo que pasa y va a
pasa: ¨las ciencias sociales han oscilado entre dos actitudes con respecto al
estudio científico de los fenómenos humanos: de una parte una posición
naturalista, objetivista, causalista y cientificista y de la otra, una posición
humanista, subjetivista, finalista y comprensiva.¨ Debido a los cambios que se han
generado en la sociedad contemporánea, Chanlat se ha ocupado principalmente
del estudio de las ciencias de la organización:
• La hegemonía de lo económico, como una consecuencia de la revolución
industrial y de la sociedad basada en los principios de la razón y progreso.
• El culto a la empresa en donde esta se ha convertido en la institución por
excelencia, fuente de riqueza y cultura y que culminó en los años ochenta y
56
que generó la difusión masiva de discursos y prácticas administrativas y el
estudio de la administración y la aparición del homo administrativus.
• La influencia del pensamiento gerencial en las mentalidades. De los dos
puntos anteriores se desprende todo tipo de manifestaciones de una
sociedad gerencial que incorpora el lenguaje administrativo a todos los
asuntos sociales: calidad, reingeniería, mejoramiento continuo, costo
beneficio.
Por lo anterior es necesario:
• Revisar el proyecto y las exigencias tanto de las ciencias sociales como
de la administración.
• Buscar como la administración ha utilizado las ciencias humanas.
• Establecer como la administración trata a los seres humanos
actualmente.
Para ello es necesario entonces definir cuál es el aporte de las ciencias sociales a
la administración ya que aunque retoma lo esencial del proyecto intelectual de las
ciencias sociales, defiende la construcción de una antropología general
(positivismo).
Para Chanlat, las ciencias sociales han oscilado entre dos posiciones respecto al
estudio de los fenómenos humanos.
La primera de ellas ha sido una división de naturaleza teórica, metodológica y
epistemológica dentro de los que se pueden identificar fundamentalmente dos
actitudess: una naturalista, objetivista, causalista y cientificista que lideraron Stuart
Mill y Auguste Comte y que a comienzos del siglo XIX buscaron una ¨física social¨
teórica, metodológica y epistemológica. Desde las disciplinas económicas hasta la
sociología, las ciencias políticas, la demografía y la antropología asumieron esta
postura. Esta posición abordan las ciencias sociales desde el exterior. La otra
posición humanista, subjetivista finalista y comprensiva liderada por Dilthey,
Rickert, Simmel, Cassirer, Hayek y otros alemanes a finales del siglo XIX y
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comienzos del siglo XX consideron necesario fundar las ciencias sociales sobre
una teoría del conocimiento y abandonar su subordinación a las ciencias
naturales. Esta última resulta una visión opuesta a los principios filosóficos del
positivismo.
La otra posición ha sido la división praxeológica, en donde las ciencias sociales
han oscilado entre dos actitudes en relación a la acción social concreta en donde
busca mantener una distancia fundamentalmente crítica o desarrollar una
tecnología social directamente utilizable: En la primera, en la que entre los
defensores se pueden encontrar a Max Weber, la primera finalidad de las ciencias
sociales no es la de ponerse al servicio de algunos poderes o instituciones
establecidos, sino volver inteligible la realidad humana, social e histórica. Para ello
deben teorizar y sintetizar de manera crítica los objetos estudiados. En la
segunda, sus representantes no ven de igual forma el papel de las ciencias
sociales. Acá las ciencias sociales deben ser prácticas y útiles. Elton Mayo a
mediados del siglo XX buscó desarrollar técnicas de administración social con el
fin de dar respuestas a las exigencias institucionales. En sus investigaciones los
problemas de medida y métodos son a menudo más importantes que las
consideraciones de orden teórico. La ingeniería social cuyo fin es la prevención y
el control de la conducta humana.
En cuanto a la administración, Chanlat expone que la gestión es para la
organización privada, lo que la administración es para la administración pública. La
administración no son solo procesos, sino también personas.
La gestión son prácticas y actividades sobre los principios que apuntan a una
finalidad: la búsqueda de la eficacia económica.
La administración como realidad codificada y como realidad social aparece en la
segunda mitad del siglo XIX.
Las exigencias de servicio, producción y mercado impulsan a las empresas a
extenderse de manera horizontal y luego verticalmente aumentando las
necesidades de supervisión y las funciones de gestión. A partir de este momento,
58
la gestión tendrá grandes desarrollos hasta convertirse en otra manifestación del
aumento de la racionalización en el mundo occidental:
- Desde finales del siglo XIX hasta la segunda guerra mundial, la empresa
sistematiza experiencias y técnicas desarrolladas desde hace más de un siglo. La
gestión a su vez quiere convertirse en ciencia y deja de ser simplemente un arte
técnico. Y finalmente en la intención de una administración científica aparecen
Taylor, Fayol, Gilbreth, Lechatelier, Gulick, Urwick, Gollet, Solvay, Rathenau,
Munstenberg, Rowntrel, Mayo y los hermanos Citröen.
- Desde finales de los años cuarenta hasta comienzos de los ochenta, surge la
sociedad de consumo masivo, se fortalecen la enseñanza, la investigación y la
consultoría en administración de influencia americana, se aumentan los empleos
administrativos por el desarrollo de las empresas y del sector terciario de la
economía, la era de la administración moderna se confunde con la administración
americana de los años sesenta, es decir, la era de la gestión que se apoya tanto
sobre instrumentos formales como sobre técnicas sociales aprendidas cada vez
más en escuelas de administración está en pleno auge.
- A partir de los años ochenta, se caracterizaron por modificaciones importantes
tanto en los discursos como en la manera de administrar. Los imperativos
financieros se imponen en organizaciones con mejores resultados, alto
desempleo, se está en la era de la gestión estratégica, la búsqueda de la
eficiencia en un contexto más internacionalizado choca con las dificultades
generadas por la cultura, la administración descubre su enraizamiento socio
cultural, la naturaleza de la administración lleva el sello de la eficacia a través de
sus indicadores financieros y sociales, como son, tasa de rotación de personal,
satisfacción, estabilidad del empleo, salud, seguridad, etc.
De acuerdo a lo anterior, la administración aparece primero como una práctica
social que pone en juego personas en un marco organizado y cuya finalidad es la
eficacia económica. De otro lado es una subdisciplina de las ciencias sociales
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cuando se define como una ciencia de esta práctica, pues, por definición la gestión
es una actividad social.
Las ciencias sociales en lo que a ellas se refieren, no buscan la eficacia, sino
volver comprensibles las conductas humanas. La administración como práctica
social y las ciencias humanas como disciplinas que estudian precisamente las
prácticas sociales no pueden dejar de encontrarse y este encuentro, como se ve
más adelante, ha dado una relación marcada con el sello de lo instrumental y lo
operativo.
Considera Alain Chanlat, que las relaciónes entre la administración y las ciencias
ciencias humanas, han sido de naturaleza operativa: producción, dominación,
significaciones, solidaridad y valores.
• Producción
La economía clásica fue la primera ciencia social en preocuparse por la
producción y la eficacia. Después se introducen los aspectos humanos en la
problemática de la eficacia con el desarrollo de nuevas enseñanzas que
trajeron como consecuencia los estudios sobre comportamiento organizacional
en la posguerra y los conceptos de cultura como factor clave del desempeño
para incrementar el rendimiento del personal y el desempeño de la
organización en los años ochenta.
• Dominación
Los primeros que analizaron el problema del sufrimiento asociado a la eficacia,
fueron Proudhon un anarquista, único de estos estudiosos provenientes de la
clase obrera y Marx, un socialista de la clase burguesa.
El primero de estos, fue defensor del individuo y de los grupos democráticos,
critica al estado y a las formas de poder impuestas, contribuye con otros a
desarrollar un pensamiento de organización anarquista que promueve las ideas
del sindicalismo el cooperativismo, el mutualismo y el federalismo. Sus ideas
se dan sobre todo en Latinoamérica y es de los primeros en plantear una
democracia económica. Durante el período del segundo, Marx, el mundo de la
60
industria naciente es un universo en el que hombres, mujeres y niños son
explotados indiscriminadamente con el propósito de la acumulación de capital.
Para Marx, las figuras del burgués y proletariado se convierten en las dos
imágenes emblemáticas de un mundo antagónico que se derrumbará por sí
mismo en el que las sociedades modernas encuentran acá su origen radical.
La influencia de estos trabajos críticos sobre la administración se hará sentir en
dos niveles: Primero en la sociedad misma, con la organización del movimiento
obrero, tanto en las fábricas- gracias a los sindicatos- como a escala política,
mediante la actividad de los partidos de inspiración socialista, principalmente
en Europa. Segundo en las ciencias sociales que influenciados por el
movimiento marxista contribuyeron también con su análisis a este movimiento.
Existen otras fuentes diferentes al anarquismo y al marxismo que han servido
de crítica a la administración, en cuanto al sufrimiento se refiere: socialismo
utópico, catolicismo social, existencialismo, feminismo, ecologismo, y
recientemente el posmodernismo.
• Significaciones
Para el hombre el mundo es sobre todo, un conjunto de significaciones. En los
últimos años las ciencias del lenguaje participaron igualmente en el
esclarecimiento del problema del sentido. No existe construcción del sentido
sin lenguaje.
La información dejó de ser sinónimo de comunicación y la administración se
abrió a la dimensión simbólica de la vida humana.
Esta insistencia en las significaciones es destacada por otros investigadores
quienes, desde sus disciplinas respectivas, analizan aspectos simbólicos de las
organizaciones.
• Solidaridad
La vida en sociedad es uno de los grandes interrogantes dentro de las
reflexiones de las ciencias sociales a principios de la década del ochenta. La
61
preocupación por la cohesión y la cooperación solidaria cobra la fuerza perdida
desde la época de Durkheim a finales del siglo XIX, en donde se distinguieron
básicamente dos grandes formas históricas: la solidaridad mecánica, que
caracterizó a las sociedades primitivas en las formas de establecer vínculos
entre el individuo y el grupo y la solidaridad orgánica característica de la
sociedades industrializadas, resultante de las fuertes diferencias sociales y que
tiene como principal característica su naturaleza conflictiva. Mayo, quien
retomara el tema a mediados del siglo XX, le da especial importancia al
fenómeno solidario en las organizaciones industriales y establece a esta – la
solidaridad- como la base de las civilizaciones futuras. Desde la perspectiva de
la sociología de la empresa actual, los investigadores le dan mucha
importancia al a los factores derivados de la solidaridad tales como las
identidades y la socialización así como el papel de la cultura nacional en la
dinámica de la empresa.
• Valores
Las ciencias sociales tienen también una exigencia de valoración.
Esto lleva a una crítica de las prácticas empresariales en nombre de los
valores. Básicamente es el estudio de la ética el cual ha permanecido en la
sombra.
Finalmente las ciencias sociales y la administración han mantenido una profunda
relación desde comienzos del siglo XX. Estas relaciones han sido impulsadas por
el enfoque racionalista identificado por Weber. Este movimiento que nació en
talleres y fábricas estuvo impulsado inicialmente por ingenieros y después por
investigadores de las ciencias humanas quienes integraron su enfoque social y lo
integraron a las organizaciones.
Todos los enfoques sociales aplicados a la administración se han visto truncados
por las urgencias planteadas por la productividad, la rentabilidad, la optimización y
el control y hacen que los enfoques que apuntan a humanizar la organización se
vean reducidos.
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Por otro lado, el pensamiento del Profesor Omar Aktouf es uno de los más
radicales con relación a la crítica que se hace al conocimiento administrativo,
organizacional y papel que el individuo desempeña en el contexto del trabajo
ligado a una organización. Su principal esfuerzo está orientado a la construcción
de un pensamiento y práctica administrativa que asegure el respeto a la persona y
su dignidad, y por ende, que garantice un ecosistema decoroso y con garantía de
futuro. Su principal crítica cuestiona el desgaste del individuo en el contexto de la
organización y la perpetuación del hombre maquina heredado del Taylorismo, de
su concepción utilitarista y minimalista del hombre y de los recursos naturales, y
del enfermizo deseo de máxima rentabilización de cada uno de los recursos y
bienes.
El meollo del asunto, dos elementos fundamentales.
Para profundizar en el pensamiento de Aktouf es necesario hacer un inventario de
sus críticas y posturas con relación a lo que él denomina la administración
tradicional. Él mismo hace un inventario de las voces que como la suya, se han
levantado para pregonar que hay algo con el conocimiento y la practica de la
administración que anda mal; concluye que la administración tradicional ha
desconocido dos elementos básicos y fundamentales, que hoy día evidencian la
contradicción de la administración con respecto lo que socialmente se esperaría
de ella: “la mayoría de autores dicen a coro que esta nueva administración debe
afirmar, por una parte, el recurso fundamental, la persona humana; y, por otra, una
toma de conciencia respecto a la dimensión de los costos sociales y ecológicos,
cada vez mas necesarios para el logro de la rentabilidad privada, y mayores de lo
que podemos seguir permitiendo.” (Aktouf 1998, p. xx).
Estos dos elementos, la persona humana y la responsabilidad ecológica o medio
ambiental, son el fundamento que guía la argumentación en torno de la necesidad
de una nueva concepción de administración. Para Aktouf la administración
tradicional a lo largo de los años, a pesar de los grandes y significativos cambios
que ha experimentado la humanidad, sigue respondiendo, inclusive teniendo en
cuenta la gran acumulación de literatura y “conocimiento” administrativo que no
63
deja de semejarse a formulas mágicas o simples modas, con los mismos
principios y fundamentos que fueron establecidos hace cientos de años gracias al
deseo de hacer parecer positivista, la estructura y el desarrollo teórico del
conocimiento administrativo. Como lo diría Alain Chanlat, citado por Aktouf (1998):
“antes de inventar nuevas técnicas de administración, ¿no sería preferible abordar
los mismos problemas de otra manera?“; su constante llamado a reflexionar sobre
la manera como es vista la administración desde las ciencias sociales y humanas,
es un indicador, una alerta de que la practica administrativa no es congruente con
su naturaleza, lo humano y lo social; son en este sentido las palabras de Aktouf
“la manera en que conducimos las organizaciones, la empresa y la vida
económica es cada vez mas retrógrada en relación a lo que informan las ciencias
psíquicas, humanas, sociales y biológicas.”
Y en el otro sentido, en lo que respecta al daño que de forma descarada e
inconsciente y de manera sistemática se ha venido realizando en el medio
ambiente, explica, que tal situación es alentada por el espíritu de desarrollo y
progreso, y es justificada por una “…parcialización hacia el lucro y la rentabilidad
de corto plazo, que impide ver la magnitud de las repercusiones negativas y hace
persistir en la vía del derroche y la evasión anticipada.” Es claro que en su
pensamiento, Aktouf acusa la complicidad con que la administración, encarnada
en el accionar de directivos o lideres de las diferentes organizaciones, se han
confabulado para “…creer que el crecimiento es indefinido, que la maximización
es el mejor factor de progreso, que el modelo empresarial (maximización de las
ganancias) es el modelo ideal para las sociedades.” Con respecto de esto según
Aktouf, el nivel de derroche del sistema socioeconómico actual, además de
garantizar una creciente desigualdad, entre grupos sociales, como también entre
diferentes zonas o regiones mundo, es el ambiente propicio para dar continuidad a
la devastación acelerada de los recursos, que le son vitales a la humanidad para
existir y garantizar su permanencia sobre la faz de la tierra; para hacer mas
categórica su reflexión, Aktouf se apoya en las palabras de T.Veblen (1912 y
1932) cuando éste afirma “que el comportamiento de la gente de negocios, jefes
de industrias y administradores, preocupados casi exclusivamente por la rápida
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fructificación de las utilidades y la especulación, es un comportamiento de
depredadores y de agentes, no de mejoramiento económico y de progreso, sino
de destrucción en el largo plazo.” De esta manera se ratifica la preocupación de
Aktouf, por la responsabilidad que existe sobre los hombros de los que ejercen,
piensan, conceptúan la administración tradicional, en los nefastos efectos que hoy
día son palpables en el medio ambiente.
La administración, cuestionada al interior y desde el exterior.
Gran parte del pensamiento de Aktouf se puede ver claramente desarrollado en un
cúmulo de críticas que de manera sistémica presenta desde dos perspectivas,
criticas realizadas desde el interior de la administración y las que han sido
realizadas desde la periferia. Dichas críticas son ratificadas, referenciadas y
complementadas por la búsqueda juiciosa que ha realizado, no tan solo en los
conceptos de pensadores propios de la administración, los clásicos y los
contemporáneos, sino también de prolíficos académicos y pensadores de las
ciencias sociales y humanas. A continuación se pretende hacer referencia a las
críticas que se creen las más representativas, y tienen por su naturaleza una
mayor implicación.
Los problemas vistos desde el interior.
Según Aktouf uno de los problemas, más profundos, antiguos y que más
implicaciones hoy día tiene en el individuo y la administración, es el hecho de que
ésta última desde sus orígenes, se construyo sobre la base de la especialización
del trabajo como elemento que de manera efectiva permitía el incremento en la
productividad y por ende de la rentabilidad. Para él, tal avance en la forma de
producción, dejando a tras el tan despreciado en ese momento histórico, trabajo
artesanal, es justificado y aceptado sin ningún tipo de reparo por la aun recién
conformada y prospera clase industrial, debido a que sostenía el grande
andamiaje productivo para ese entonces establecido y demandante de
crecimiento.
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Aktouf hace énfasis que el mismo Adam Smith quien en su obra proclamó las
ventajas de la división del trabajo, no dejo pasar por alto las implicaciones que
esta tendría en el trabajo que las personas realizan en las organizaciones. Para tal
efecto y utilizando algunos términos de Smith así lo expresa:
“Conviene, sin embargo, señalar cuidadosamente que el mismo
Adam Smith manifestaba serias reservas en cuanto a los beneficios
de la división del trabajo. Dedica todo un pasaje a este problema,
evocando el hecho de que las masas aplicadas a la ejecución de
trabajos cada vez mas subdivididos pueden ser ganadas por la
necedad; mientras que, por el contrario, las sociedades bárbaras
(aun no industrializadas) contribuyen – por la variedad de
requerimientos que un trabajo no parcelado implica- a mantener y
despertar la inteligencia.” Aktouf (1998).
Para ratificar el pensamiento anterior, Aktouf vuelve hacer mención de lo que el
mismo Adam Smith denominó la bestialización de las masas, teniendo muy claro
que el fruto que se recogerá de esta siembra, será un individuo que solo cobra
importancia para el sistema productivo por su capacidad de ofrecer la fuerza y
capacidad motriz que posee por naturaleza; del cual lo menos relevante sería la
utilización de su capacidad de pensar, pues está facultad estaría reservada a unos
pocos, a los que por su capacidad de poder tenían la facilidad de dominación de
los que estaban a su cargo; con el único propósito, gracias al conductismo, de
utilizarlos en la generación de una utilidad egoísta.
Otra importante crítica a la cual Aktouf hace eco, es la que esta relacionada con la
necesidad de clarificar que la administración en su concepción académica y
conceptual, dista mucho de lo que es en el ámbito de la práctica. Coloca de relieve
el hecho de que la administración en busca de validez teórica y científica, se ha
llenado de técnicas y teorías que solo perpetúan la especialización funcional y la
solución de problemáticas mediante el análisis abstracto sofisticado. En este
sentido Aktouf afirma:
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“…así como la lluvia se desliza por un techo de pizarra, estos
reproches y críticas apenas rozan el universo administrativo
tradicional que continua reproduciéndose siempre idéntico a si
mismo, conformándose con cambiar aquí y allá de moda,
vocabulario o herramientas.”
Como se puede apreciar, de forma categórica hace reproches a la permanencia y
aumento casi desmesurado de tecnicismo vacio y poco profundo, que se
preconiza como el elemento que garantiza el alto nivel científico de la
administración. Todo esto enfocado al desarrollo de un pensamiento que
soportado en el análisis, el cálculo y la racionalización, desembocan de manera
inequívoca y única en el mar de la eficiencia y eficacia organizacional, fin ultimo
que se ha definido, desde el imperante positivismo amañado, que definió la
manera como se concibe y construye el pensamiento administrativo tradicional.
Los cuestionamientos externos.
En este sentido, Aktouf hace un especial énfasis en los reparos que a la
administración tradicional, desde el continente europeo, y en voz de sociólogos,
antropólogos y filósofos, se han plateado desde el siglo XX.
El primer llamado de atención que tiene en cuenta, y del cual hace registro en su
obra, es el relacionado con la complicidad que la administración tradicional ha
tenido en el desarrollo y sostenimiento de modelos de gestión basados en la
exclusión de realidades sociopolíticas y socioeconómicas en el ambiente de
trabajo; los acomodos que tanto algunos sociólogos y psicólogos, han hecho de la
realidad en la empresa, pretenden generar una ambiente burbuja, en el cual se
hace especial y único énfasis en que el individuo rinda alienante culto a lo
organizacional; en otras palabras la construcción de ambientes de trabajo que
absorben al individuo y que convierten al patrono y su empresa, en el eje sobre el
cual orbita toda su existencia. En este orden de ideas Aktouf hace referencia a
Pagés (1979), y a sus estudios en lo concerniente a la forma como “… la
organización hace funcionar toda una serie de mecanismos destinados a
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profundizar el apego y la identificación con la empresa, los cuales, en efecto, tan
sólo agravan los procesos de alineación” y como también, a través de “… la
creación de culturas empresariales, verdaderas religiones definidas en la cima de
la jerarquía, propuestas a los empleados para su consumo como las creencias, los
valores, los símbolos y representaciones mentales que deberían guiar sus
comportamientos.”
En este mismo sentido, pero desde una óptica más global, Aktouf crítica la forma
como la administración tradicional en concordancia con el modelo
socioeconómico, han querido desligar la actividad económica de los demás
elementos que hacen parte integral del quehacer del social. Esta abstracción y
desconocimiento son el combustible que alimenta la absurda tendencia a ignorar,
que en últimas, la actividad del intercambio económico debe estar subordinada al
elemento que le da origen y sustento, lo humano y social. Con relación a este
asunto, Aktouf cree que el ejercicio de Passet (1979), realizado mediante la
utilización de las leyes que regulan los sistemas complejos, tratando de
comprender los elementos que integran al individuo con la actividad económica así
como también con su entorno, es un brillante trabajo que permite concluir que la
administración tradicional de la mano del modelo económico predominante
propenden por “… una fe ciega en un progreso inexorable a través del incremento
de las riquezas y, sobre todo, una desconexión de todo lo que pertenece al orden
social, biológico, político o ecológico. Como si la actividad de producción y
acumulación de riquezas estuviese por completo separada de lo sociopolítico o lo
ecológico, sin lazos de dependencia ni de interdependencia de ningún tipo.”
Como argumento concluyente y de connotación global, Aktouf hace referencia del
trabajo realizado por Chanlat y Maurice (1985), en el cual estos dos últimos,
tomaron en cuenta las apreciaciones de múltiples representantes pertenecientes a
un amplio abanico de disciplinas de las ciencias sociales y humanas, de lo cual, a
manera de conclusión Aktouf afirma:
“Todas las disciplinas llegan a la misma constatación: la
administración no sólo está lejos de tener en cuenta lo que aquéllas
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saben y enseñan sobre la naturaleza, el ser humano, el ser social, el
ser vivo, sino que muy a menudo se halla retrasada o frontalmente
opuesta, o en contradicción, con sus hallazgos fundamentales. Sin
embargo, recapitulemos: siendo la empresa un sistema viviente,
humano y social, y la actividad económica una actividad que remite a
las ciencias sociales, estamos ante una incoherencia que hace que
ni la empresa, ni la administración, ni su forma de considerar lo
económico respeten lo que las ciencias fundamentales de estos
campos tienen por inevitable, ni se preocupan por adaptarse a ello.
De ahí resultan violencias y sufrimientos que padecen tanto los
seres humanos y la sociedad como los animales y la naturaleza.”
Se han dejado planteados los elementos más representativos que según el
pensamiento y estudio de Aktouf, marcan con tinta indeleble el accionar y
reflexionar de lo que se puede denominar como la administración tradicional, y así
mismo, las implicaciones que a través del tiempo se pueden evidenciar en el
individuo y el ecosistema.
Elementos para una administración renovada.
Así como Omar Aktouf caracterizó la administración tradicional desde dos
perspectivas criticas (al interior y al exterior), también clarifico algunos elementos
que según su pensamiento cobran especial importancia al momento de
conceptuar una nueva administración; nueva en sus dos dimensiones, tanto de
pensamiento administrativo y como de la práctica administrativa.
Como primer elemento relevante Aktouf menciona la urgencia de devolverle vida y
sentido al trabajo. Gracias a la división técnica del trabajo se ha logrado
fragmentar los procesos productivos, logrando que un individuo se dedique a la
realización de una tarea sencilla, y de esta manera aparezca la tan añorada
especialización de tareas. Todo este desmembramiento del trabajo culminó con el
perfeccionamiento y el incremento de habilidades, pero lamentablemente
empequeñece y atomiza al ser humano, casi, cosificándolo como algo más en el
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proceso productivo. Respecto de este asunto Aktouf es categórico cuando
menciona que:
“En el futuro, la primera tarea del administrador será poner fin a esta
situación: desalinear, volver a darle un sentido al trabajo y un lugar
de sujeto-actor pensante y actuante al empleado, cualquiera que sea
su rango. Entonces, éste se beneficiará de una posibilidad de
“reapropiación” de la situación del trabajo.”
En este sentido es importante reconocer la “participación” como base sobre la que
se construye la conciencia del hombre en su trabajo; normalmente el modelo
productivo tradicional extirpó la conciencia colectiva y generalista del hacer,
contextualizando la persona en un rol pequeño, estrecho y limitado. Para lograr
que el individuo se encuentre con el trabajo es necesario “… que cada acto
realizado en el trabajo sea, en la medida de lo posible, expresión de la voluntad y
el deseo de quien lo efectúa. Éste debe permitir también una conciencia-
conocimiento claro y completo de lo que se hace y de por qué se hace.” Estas
condiciones permitirán que el empleado retome una actitud más participativa y
activa en el contexto de la organización.
Otro importante componente de la nueva administración que Aktouf proclama, está
relacionado con la “apropiación”. Para él apropiación significa “…simplemente el
hecho de sentirse, de experimentarse en cierta forma como “propietario” de la
empresa y de lo que en ella pasa. Y este sentimiento no se decreta si se inculca
de manera artificial, ¡se experimenta!”. Estas palabra son muy significativas,
entendiendo que para Aktouf existe una muy clara razón del desinterés del
individuo para con su trabajo y en consecuencia para con la organización, y está
amarrada a el hecho de que el empleado es consciente que su trabajo solo
beneficia en una relevante proporción a unos pocos, y que su aporte además de
ser poco valorado, pues siempre se preconiza que nadie es indispensable en una
organización, solo le genera la satisfacción de ganarse la vida; para muchos que
dicen estar satisfechos con sus empleos solo toman en cuenta el pasar la vida
ganándosela.
70
Aktouf menciona algunos esenciales infaltables en la búsqueda de la apropiación:
“Por la transparencia, generosidad, honestidad, el sentido del bien
común, el compartir todo lo que se pueda compartir (desde las
herramientas hasta las acciones, pasando por las utilidades, los
productos de la empresa, los vehículos, los locales, los privilegios, la
comodidad), se puede llegar a crear semejante situación y tal
sentimiento.”
Lo que se debe olvidar y lo que se debe aprender.
Tratando de condensar su pensamiento con relación a lo que la
administración debe olvidar, y así mismo, a lo que la administración debe
dar cabida, Aktouf hace un listado de lo uno y de lo otro, desde la
perspectiva, de lo que a su juicio es la cultura organizacional como
elemento integrador de la dinámica y esencia de la administración en
contextos puntuales. Para efecto de claridad se transcriben textualmente
algunos apartes:
Las Rupturas.
• La cuasi exclusividad otorgada al modelo racional que domina a la
administración tradicional y que conlleva la creencia mágica en una
racionalidad cuasi absoluta que guía, hace previsibles y fundamenta
los comportamientos y las circunstancias.
• El uso sistemático de instrumentos basados en el cálculo, el análisis
cifrado, que lleva a transformar todo en variables mesurables.
• La creencia –gracias a estos instrumentos- en la posibilidad de
predicción, de previsión, de acción sobre las circunstancias, las que
serian casi infalibles (por su naturaleza “científica”).
• La creencia, como corolario, en la propia omnipotencia y
omnisciencia, en tanto se es gerente.
71
• La creencia, simétrica, de que los empleados y obreros son
limitados, incapaces de manejar su trabajo, incapaces de decisiones
o de iniciativas sensatas.
• La convicción de que es necesario mantener la mayor distancia
posible hacia los empleados para controlarlos mejor y tenerlos
dominados.
• La convicción de que es necesario planificar todo con anticipación, y
asegurarse mediante la supervisión y el control más estricto, de que
los planes se realicen.
• La convicción de que don grandes especialidades deben dividir la
empresa en dos categorías: los que piensan y conciben, por una
parte, y los que obedecen y ejecutan, por la otra.
• La creencia de que es normal no compartir las informaciones, las
utilidades y las decisiones con los empleados, porque esto no les
corresponde.
• La creencia de que es también absolutamente normal reservarse
privilegios exclusivos: lujo en las oficinas, salarios, bonificaciones y
dividendos fuera de proporción.
• La creencia paralela de que, con éxito, es posible conformarse con
la seudoparticipación, dando la apariencia de que se asocia los
empleados a las determinaciones de objetivos, a las decisiones.
• La creencia que la búsqueda del máximo (utilidades, rendimiento,
esfuerzos) no solamente es legitima, sino natural, y no tiene
consecuencias en las personas ni en el entrono.
• La creencia de que el orden, la disciplina y el control ejercidos por
los dirigentes (que voluntariamente se confunde con organización y
eficacia) son los medios más seguros de lograr rentabilidad.
Las aperturas.
• Una administración del sentido común y de lógicas diversas, cuya síntesis
se debe ser capaz de realizar.
72
• Una administración de cercanía, solidaridad, de mayor equidad (incluso,
material) con todos los empleados.
• Una administración de distribución y de difusión en la información, la
reflexión, las decisiones, los privilegios, las gratificaciones, las utilidades.
• Una actitud de rechazo a los dogmas, el orden, la disciplina, la obediencia,
la previsión, el control, la búsqueda del máximo en el corto plazo y a
cualquier precio.
• Una actitud de sensibilidad hacia los saberes más fundamentales y menos
instrumentales: comprender antes de actuar, obrar localmente, siendo
siempre capaz de reflexionar globalmente.
• Una actitud de sensibilidad hacia la calidad de vida y el bienestar de las
personas, así como hacia la calidad del entorno.
• Una actitud de mayor humildad, prudencia y apelación a todas las
inteligencias disponibles, incluidas particularmente las de los empleados de
base, para enfrentar mejor la complejidad.
• Un reconocimiento inequívoco de la existencia de las contradicciones
internas y externas, y una voluntad de tratar los problemas que éstas
plantean: la divergencia fundamental de los intereses y los prejuicios del
maximalismo a ultranza.
• Una búsqueda de reintegración del sentido al trabajo industrial, de
superación de la alienación.
• Una búsqueda de autonomía relativa para todos los de la empresa y no solo
para ejecutivos y dirigentes.
• Una búsqueda de la polivalencia de los empleados y un verdadero
enriquecimiento de sus tareas: dar vida a las nociones de ruido y
autoorganización.
• Finalmente, una administración basada en la confianza y el diálogo, aunque
esto implique que los dirigentes deban descender de su torre de marfil para
discutir en pie de igualdad con sus empleados.
73
Tanto las “rupturas” como las “aperturas” sugeridas por Aktouf, muestran de forma
clara y detallada y amanera de conclusión, sus creencias más relevantes en lo que
respecta de la administración tradicional y lo que para el debería ser el nuevo
modelo administrativo. Sin olvidar que el cambio que tanto necesita la nueva clase
dirigente solo puede ser operado a través de la educación, en este respecto
resalta el importante papel que desempeña la formación de los administradores,
pues concluye que solo haciendo un cambio en la formación se podrá realizar uno
significativo en el quehacer de la gestión.
Aktouf Haciendo referencia a las anteriormente citadas “rupturas” y “aperturas”
termina concluyendo:
“Mas todo esto podría permanecer estéril y totalmente
inoperante si no se logra, en primer lugar, una conclusión
fundamental,…permitir la apropiación de la empresa por parte de los
empleados. Mediante la transparencia, la equidad, la proximidad y la
distribución, mediante el efectivo vínculo entre la suerte de la
organización y la suerte de todos sus miembros. Pero todavía falta
que la forma en que se capacita los futuros administradores vaya de
acuerdo con todo ello.”
c) La corriente critica de los estudios organizacionales (EGOS y APROS).
Con el fin de precisar la definición y alcances de las posturas de enfoque crítico,
tanto en el estudio organizacional, como en otros campos de las ciencias, se
presentan abordajes desde el punto de vista pedagógico y del desarrollo
sostenible (o sustentable).
Desde un enfoque pedagógico, podemos diferenciar a las corrientes funcionalistas
y criticas de la siguiente manera:
En la búsqueda de la objetividad científica, la corriente tecnológica o funcionalista
ha generado propuestas que se desarrollan desvinculadas de los fines de la
educación. Ejemplos de esta corriente son, entre otros, los que proponen la
elaboración de pruebas por objetivos o la formulación de objetivos operacionales.
74
Nérici, autor representativo de esta corriente, señala que la didáctica, es una
disciplina dirigida hacia la práctica, puesto que su finalidad es la de orientar la
enseñanza. En síntesis, la didáctica es concebida como un conjunto de normativas
creadas al servicio de la optimización del aprendizaje.
Con respecto a la corriente crítica y siguiendo a Habermas, Barco de Surghi,
señala que el capitalismo contribuyó a legitimar la dominación desde las
relaciones de intercambio que operan en base al trabajo social. La sociedad
sufrirá, a partir de ese momento, un proceso de modernización compulsivo en el
que las estructuras tradicionales deberán subordinarse a una racionalidad
instrumental-estratégica. Avanzando entonces hacia la secularización, dentro de la
cual, la religión pública se convertirá en un sistema ético-religioso subjetivo y
privatizado. Las ciencias, van asumiendo así un rol particular: producen un
conocimiento que, al poder ser explotado técnicamente vuelve interdependientes a
la ciencia y a la técnica. La acción estatal se centra cada vez más, en evitar las
disfunciones y riesgos del sistema orientándose a la solución de problemas
técnicos. Se inicia así un proceso de despolitización que se logra mediante la
transformación de la ciencia y la técnica en una ideología. El desarrollo del
sistema parece entonces, estar determinado por el progreso científico-técnico.
Muchos investigadores acerca de la administración y las organizaciones estudian
el sostenimiento de la premisa bajo la cual las compañías y otras organizaciones
son instituciones que trabajan para “el bien común”, que los rendimientos y
ganancias están haciendo las cosas mejores para clientes, empleados, dueños y
el público en general. Las estructuras orgánicas y prácticas de las empresas, se
entienden como funcionales para el logro de los objetivos organizacionales los
cuales sirven a varios stakeholders. Normalmente los acuerdos organizacionales e
institucionales son vistos como justos y sin problemas.
En contraste con este paradigma, los estudios críticos, problematizan el status
quo. Se enfocan en el lado oscuro de los negocios y de las organizaciones, o lo
que Gareth Morgan en las Imágenes de la Organización ha llamado “la cara fea de
la empresa”. La palabra “critico” tiene por supuesto, varios significados.
75
Toda la investigación es crítica en el sentido que el investigador está atento e
intolerante a débiles argumentaciones, a las declaraciones especulativas, a
erróneas conclusiones, etc. En los estudios críticos de la administración, lo “critico”
se entiende como el estímulo a una reflexión más extensa en las ideas
establecidas, ideologías e instituciones con el fin de ordenar o liberar o de por lo
menos reducir la represión, el auto-constreñimiento o el sufrimiento. La
investigación crítica apunta para estar de pie al lado de la parte más débil cuando
se estudia o comenta sobre las relaciones de dominación. La teoría crítica hace
referencia a una tradición en las ciencias sociales, incluyendo a la Escuela de
Frankfurt y autores relacionados con ella, y líneas de pensamiento como las de
Foucault, el post estructuralismo (o postmodernismo) crítico, ciertas versiones del
feminismo, ecologismo y otros. Los estudios críticos de la administración son una
orientación de la amplia y extendida investigación organizacional, de los estudios
de la organización pero también en alguna magnitud en la contabilidad, mercadeo
y la estrategia.
Dentro de este marco de análisis, la corriente crítica emerge como una reacción
frente al enfoque técnico. Según esta perspectiva, los contenidos conforman un
"objeto problema" de la didáctica y no sólo un medio para provocar los
aprendizajes. La propuesta se resume en una antididáctica de perfil contestatario
que estimule el espíritu crítico.
El paradigma funcionalista, aunque vigente, es criticado marginalmente por
algunos investigadores de las teorías de la organización, quienes la juzgan
excesivamente estable y formal. Esta “estabilidad o marasmo” como lo llaman,
según la corriente critica, ocultaba los procesos políticos, la dominación de clase,
la explotación, las contradicciones sociales, y el rol de las jerarquías. Se muestra
como un enfrentamiento al status quo vigente.
El hilo conductor que liga los estudios críticos es la representación del poder como
un efecto estructural, pero esta corriente conoce una más grande heterogeneidad
de tendencias e ideas. Estas van desde la idea de la dominación marxista,
pasando por las ideas sobre la vigilancia de Foucault.
76
De las corrientes funcionalistas y críticas, se observa un debilitamiento de la
segunda en favor del fortalecimiento de la primera. En los años noventa, la noción
de la supremacía del actor estratégico se hace evidente, al punto que los
exponentes más recalcitrantes del marxismo en las teorías de la organización
desaparecen o se alinderan con el funcionalismo, al utilizar sus principales
conceptos clave: actor, negociación, estrategia.
La corriente funcionalista tiene su base fundamental en la estabilidad, la
integración funcional y el consenso, la corriente o perspectiva crítica admite, en
contravía, la confluencia de diferentes preferencias, así como de intereses, valores
y creencias, que señalan en un fondo la existencia de un conflicto que puede
subvertir el andamiaje organizacional. Los representantes de la corriente crítica
cuestionan el supuesto consenso existente en la organización alrededor de
objetivos comunes llaman la atención sobre fenómenos políticos diferentes a las
consideraciones sobre los beneficios y la eficiencia.
European Group of Organization Studies. (EGOS)
Los EGOS son una asociación de tipo académico que apunta a los adelantos
teóricos y/o empíricos del conocimiento sobre las organizaciones, y los contextos
en los cuales las organizaciones funcionan. Tiene un journal asociado sobre
estudios de la organización y una conferencia anual en julio.
Diversidad y pluralidad: Los EGOS tienen su identidad y sus raíces intelectuales
en las ciencias sociales. Les anima un acercamiento analítico y teórico hacia la
organización. Los EGOS abrazan la diversidad en todas las clases incluyendo un
acercamiento pluralista a la organización que entiende de las perspectivas de las
ciencias sociales (tales como sociología, historia social, ciencia política, psicología
y antropología) así como las humanistas (tal como filosofía, análisis del discurso,
crítica literaria y retórica).
Investigación que explora la vanguardia del conocimiento: Los EGOS acentúan
amplios temas así como la investigación focalizada. La asociación proporciona un
77
foro para identificar y discutir las cuestiones claves en teoría y práctica de la
organización. La reflexión crítica en las ideas más recientes y los acercamientos
teóricos están en la base de las actividades de la asociación. Los EGOS, por otra
parte, ofrecen un ambiente intelectual que estimula a eruditos más jóvenes, con
talleres doctorales y post doctorales en funcionamiento al principio de la
conferencia anual.
APROS Asia-Pacific Researchers in Organization Studies.
Los investigadores Asia-Pacífico en los estudios de organización (APROS por su
sigla en inglés) son una red multidisciplinaria de investigadores de la organización
alrededor de la región Asia-Pacífica. Creado en Australia en 1982, la red se ha
ampliado gradualmente para incluir a miembros en muchos países. La red
conduce reuniones en los niveles locales e internacionales. Las reuniones
principales son los coloquios internacionales que han ocurrido en los intervalos de
2-3 años desde mediados de los años ochenta. Estos encuentros tuvieron como
tema central de discusión y debate en su ultimo encuentro realizado en la
Universidad Autónoma Metropolitana de Oaxaca, México: New World:
Translating the Past, Narrating the Present & Organising the Future (El Nuevo
Mundo: traduciendo el pasado, narrando el presente y organizando el futuro). El
tema fue pensado para realizar un análisis de época y de realidades diversas; se
apropia para el lugar en donde se realizó el congreso: Oaxaca, México, un estado
donde la mezcla como en un calidoscopio de gentes, de idiomas y de
organizaciones; un lugar en donde se está creando el futuro. El congreso
apuntaba a combinar el pasado con el presente y proporcionar las alternativas de
organización para el futuro.
Algunos de los papers aquí presentados versaron sobre las siguientes temáticas:
• Procedimientos de toma de decisión en las organizaciones.
• Género, cultura y organización.
• Internacionalización del gobierno y de las estrategias de negocio
internacionales en la transición.
78
• Etnografía de la organización: Cuentos del campo.
• Estudios de organización en mundos nuevos: Tendencias y desafíos
recientes del futuro
• Estrategia corporativa: Una perspectiva emprendedora
• La universidad nueva: Gobierno, Commodification y nuevas identidades
• El ética, economía, y cultura en las organizaciones contemporáneas
• Nuevas tecnologías públicas de la regulación de la gerencia y de mercado
• Análisis del discurso y práctica de gerencia
• Lengua, cambio y organización: Gerencia como práctica divagadora
• Culturas en un mundo global: las nuevas formas de diferenciación
• Nuevos acercamientos en los estudios de organización - jerarquías que
cambian de puesto, redes.
• Organización y Sustainability.
• Presente y futuro de trabajo y de la gerencia ética en las organizaciones
globalizadas
• Emociones, actitudes, y valores culturales
• Nueva política en las organizaciones: la importancia de lo simbólico
• Sociedad del conocimiento, innovación de la gerencia y la organización que
aprende
d) La Escuela Positivista: La corriente dominante.
El Positivismo es una epistemología, que surge en Francia a inicios del siglo XIX
de la mano del pensador francés Augusto Comte y del británico John Stuart Mill y
se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad.
Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista
del ser humano, tanto individual como colectivamente. Según distintas versiones,
la necesidad de estudiar científicamente al ser humano nace debido a la
experiencia sin parangón que fue la Revolución Francesa, lo que obligó por
primera vez a ver a la sociedad y al individuo como problema de estudio científico.
79
Esta epistemología tiene como características diferenciadoras la defensa de un
monismo metodológico, específicamente el método de estudio de las ciencias
físico-naturales. A su vez, el objetivo del conocimiento para el positivismo es
explicar causalmente los fenómenos por medio de leyes generales y universales,
lo que lleva a que considere a la razón como mero medio para otros fines (razón
instrumental). La forma que tiene de conocer es inductiva, despreciando la
creación de teorías, a partir de principios que no han sido percibidos
objetivamente.
Como reacción a la epistemología positivista, surge principalmente en Alemania la
epistemología hermenéutica. Entre las críticas que se le hacen al positivismo es la
incapacidad que posee el método de las ciencias físico-naturales, para conocer
sus objetos de estudio (la sociedad, el hombre, la cultura) los cuales tendrían
propiedades como la intencionalidad, la auto-reflexibidad y la creación de
significado, que serían dejados de lado por la epistemología positivista. A su vez,
dentro de la hermenéutica, cabría una crítica a la búsqueda de leyes generales y
universales, pues deja de lado necesariamente los elementos que no pueden ser
generalizados.¨Así, algunos hermeneutas defienden un conocimiento ideográfico
(de conocimientos más precisos, pero menos generalizables), que uno nomotético
(de leyes generales). Finalmente, desde la hermenéutica, se planteó la necesidad
de conocer las causas internas de los fenómenos, cuestión que se alejaba de la
explicación externa de los fenómenos. Así en vez de buscar la explicación, los
hermenéutas buscan la comprensión de los fenómenos.
Durante el siglo XX, a partir de los estudios de Bertrand Russell y otros, el filósofo
Ludwig Wittgenstein elabora el texto Tractatus Logico-Philosophicus, que sirve de
inspiración para el surgimiento del Círculo de Viena, grupo de intelectuales, que
tuvieron como objetivo el alejar definitivamente a la filosofía de la metafísica, a
partir del desarrollo de la lógica de Russell. A poco andar, surgieron muchas
críticas desde los mismos fundadores del Círculo de Viena, siendo una de las más
fuertes la de Karl Popper. Este plantea que el objetivo de cimentar todo el
conocimiento científico en lo empírico es irrealizable, cuestión que pronto es
80
aceptada por el Círculo de Viena. De esta manera el positivismo lógico evoluciona
hacia el racionalismo crítico, que se separa de aquél en cuando desprecia la
inducción y vuelve a darle preponderancia a la teoría, y a la correspondiente
deducción.
El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático
francés del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas
se remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simon, y al
filósofo alemán Emmanuel Kant.
Comte eligió la palabra positivismo sobre la base de que señalaba la realidad y
tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. En
general, se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la
humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las
fuerzas naturales. Los dos componentes principales del positivismo, la filosofía y el
Gobierno (o programa de conducta individual y social), fueron más tarde
unificados por Comte en un todo bajo la concepción de una religión, en la cual la
humanidad era el objeto de culto. Numerosos discípulos de Comte rechazaron, no
obstante, aceptar este desarrollo religioso de su pensamiento, porque parecía
contradecir la filosofía positivista original. Muchas de las doctrinas de Comte
fueron más tarde adaptadas y desarrolladas por los filósofos sociales británicos
John Stuart Mill y Herbert Spencer así como por el filósofo y físico austriaco Ernst
Mach.
Comte, Augusto (1798-1857).
Filósofo positivista francés, y uno de los pioneros de la sociología. Nació en
Montpellier el 19 de enero de 1798. Desde muy temprana edad rechazó el
catolicismo tradicional y también las doctrinas monárquicas. Logró ingresar en la
Escuela Politécnica de París desde 1814 hasta 1816, pero fue expulsado por
haber participado en una revuelta estudiantil. Durante algunos años fue secretario
particular del teórico socialista Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon,
81
cuya influencia quedaría reflejada en algunas de sus obras. Los últimos años del
pensador francés quedaron marcados por la alienación mental, las crisis de locura
en las que se sumía durante prolongados intervalos de tiempo. Murió en París el 5
de septiembre de 1857.
Para dar una respuesta a la revolución científica, política e industrial de su tiempo,
Comte ofrecía una reorganización intelectual, moral y política del orden social.
Adoptar una actitud científica era la clave, así lo pensaba, de cualquier
reconstrucción.
Afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la
progresión de diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que
denominó de los tres estadios y que rige el desarrollo de la humanidad. Analizó
estos estadios en su voluminosa obra Curso de filosofía positiva (6 vols., 1830-
1842). Dada la naturaleza de la mente humana, decía, cada una de las ciencias o
ramas del saber debe pasar por "tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o
estadio ficticio; el metafísico o estadio abstracto; y por último, el científico o
positivo". En el estadio teológico los acontecimientos se explican de un modo muy
elemental apelando a la voluntad de los dioses o de un dios. En el estadio
metafísico los fenómenos se explican invocando categorías filosóficas abstractas.
El último estadio de esta evolución, el científico o positivo, se empeña en explicar
todos los hechos mediante la aclaración material de las causas. Toda la atención
debe centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos con la intención de
llegar a generalizaciones sujetas a su vez a verificaciones observacionales y
comprobables. La obra de Comte es considerada como la expresión clásica de la
actitud positivista, es decir, la actitud de quien afirma que tan sólo las ciencias
empíricas son la adecuada fuente de conocimiento.
Cada uno de estos estadios, afirmaba Comte, tiene su correlato en determinadas
actitudes políticas. El estadio teológico tiene su reflejo en esas nociones que
hablan del Derecho divino de los reyes. El estadio metafísico incluye algunos
82
conceptos tales como el contrato social, la igualdad de las personas o la soberanía
popular. El estadio positivo se caracteriza por el análisis científico o "sociológico"
(término acuñado por Comte) de la organización política. Bastante crítico con los
procedimientos democráticos, Comte anhelaba una sociedad estable gobernada
por una minoría de doctos que empleara métodos de la ciencia para resolver los
problemas humanos y para imponer las nuevas condiciones sociales.
Aunque rechazaba la creencia en un ser transcendente, reconocía Comte el valor
de la religión, pues contribuía a la estabilidad social. En su obra Sistema de
Política Positiva (1851-1854; 1875-1877), propone una religión de la humanidad
que estimulara una benéfica conducta social. La mayor relevancia de Comte, sin
embargo, se deriva de su influencia en el desarrollo del positivismo.
Esta ciencia positiva es una disciplina de modestia; y esta es su virtud. El saber
positivo se atiene humildemente a las cosas; se queda ante ellas, sin intervenir,
sin saltar por encima para lanzarse a falaces juegos de ideas; ya no pide causas,
sino sólo leyes. Y gracias a esta austeridad logra esas leyes; y las posee con
precisión y con certeza.
El positivismo afirma que en la realidad existe un orden único que tiende al
progreso indefinido de la sociedad. Todo lo que ocurre responde a ese orden
natural que hay que descubrir, conocer y aceptar. Así, el ser humano no es el
constructor de la realidad social, propone una suerte de inmovilismo social, de
orden social descartando la problematización.
En la teoría del conocimiento positivista, el conocimiento ya está dado, elaborado
y terminado no permitiéndose la problematización; por ello niega la intervención
del sujeto en su construcción. Va de lo simple a lo complejo y así se
desaprovechan métodos de estudio como la dialéctica, la deducción, la
problematización, etc.
83
El sujeto que aprende se mantiene pasivo y se aprende acumulando
memorísticamente los hechos ya ocurridos (datos). Así, el método basado en la
memorización fue (y sigue siendo) el más utilizado.
La educación con base positivista persigue conseguir un individuo inflexible, de
mentalidad cerrada, individualista y a-crítico. No permite la formulación de
explicaciones que requieran un examen crítico y generalizaciones fundamentadas
en juicios críticos.
Los estudios sociales, desde una óptica positivista:
Describen la totalidad de las acciones pasadas de los seres humanos
partiendo de la observación y enumeración de todos los documentos y
hechos en forma lineal y cronológica. No analizan la totalidad ni la
cotidianeidad.
No hay propuestas para seleccionar información ya que todos los hechos
son singulares e individuales, no busca comprender, sólo describir lo
sucedido en un orden inalterable y sin conexión ni relación entre los hechos
de la política, la economía, la sociedad y las manifestaciones culturales.
Todo aparece atomizado, desconectado. El conocimiento es absolutizado y
no permite la interdisciplinariedad al presentar la realidad como una
enunciación taxativa de hechos y cosas.
No tienen en cuenta la simultaneidad en la evolución de las distintas
sociedades.
Todo se describe basado en un determinismo de tipo causal o culturalista,
derivado de los enfoques centrados en los legados culturales.
Como método científico, el positivismo establece un conjunto de premisas o reglas
básicas:
• La observación es la base de todo conocimiento. Y lo que puede conocerse
no es la esencia de las cosas, sino las relaciones o conexiones entre los
fenómenos observados. Esto lleva al estudio de los fenómenos, de lo que
84
es, renunciando a descubrir su origen o destino último (renuncia
metafísica).
• Esta observación es objetiva, es decir, independiente del sujeto que
conoce. La neutralidad y la objetividad serán aspiraciones o pretensiones
centrales del positivismo.
• El conocimiento de las relaciones debe llevar a la formulación de leyes que
den cuenta de las relaciones constantes que existen entre los fenómenos
observados.
• Las leyes así establecidas tienen como fin la previsión racional. Puesto que
ellas expresan un orden constante y necesario de los fenómenos
observados, permiten prever el comportamiento futuro.
• El establecimiento de leyes, por otra parte, no implica valoración. Los juicios
de valor, desde esta perspectiva, no tienen función cognitiva y deben ser
evitados.
• La inducción se establece como el método privilegiado por el positivismo:
partir de la observación sistemática y reiterada, y a través de la
comparación y clasificación, llegar a conclusiones generales que permitan
establecer leyes. Esto implica, también, que la mera acumulación de datos
no es suficiente, sino que se requiere que los mismos sean interpretados.
Como método científico, el positivismo tuvo un enorme potencial, en la medida en
que permitió profundizar la producción de conocimientos sobre la naturaleza,
posibilitando su manipulación y uso. El énfasis puesto en la observación de lo real
y la renuncia al idealismo y a los juicios de valor, además, fueron funcionales a un
orden social ya establecido, que no estaba interesado en reflexionar sobre sí
mismo sino en conocer mejor su funcionamiento, obteniendo con esto recursos o
herramientas de todo tipo que contribuyeran a su consolidación.
La investigación al respecto a arrojado respuestas que evidencian en forma clara
la pluralidad de enfoques que en las diferentes facultades de administración se
asumen en la enseñanza de sus principios teóricos, por esto, señalan que en la
materia de pensamiento administrativo se analizan varias escuelas y los modelos
85
utilizados por estas, para que el estudiante observe la evolución del pensamiento
administrativo a través de la historia, y resaltan que hay escuelas que por su
modelo y estructura son más estudiadas que otras; tal es el caso del enfoque
humanístico, ya que este origina una real revolución conceptual en la teoría
administrativa. Si antes el interés se hacia en la tarea (por parte de la
administración científica) y en la estructura organizacional (por parte de la teoría
clásica de la administración), ahora se hace en las personas que trabajan o
participan en las organizaciones. En el enfoque humanístico, la preocupación por
la máquina y el método de trabajo, por la organización formal y los principios de
administración aplicables a los aspectos organizacionales ceden la prioridad a la
preocupación por el hombre y su grupo social: de los aspectos técnicos y formales
se pasa a los aspectos psicológicos y sociológicos.
4. Diseño Metodológico
Dado el limitado número de programas existentes en la ciudad no se presenta
diseño muestral, en estas circunstancias se emplea un procedimiento no
probabilístico y bajo el criterio de los investigadores se procede por censo para la
aplicación del instrumento en 12 universidades con programas de administración.
4.1 Tipo de investigación
Esta es una investigación exploratoria, ya que se caracteriza por la flexibilidad
para ser sensible a lo inesperado y descubrir otros puntos de vista no identificados
previamente. Se emplearon enfoques amplios y versátiles, los cuales incluyeron
fuentes secundarias de información, entrevistas con expertos, y encuestas
realizadas a Decanos y Directores de programas de Administración. Esta
investigación es apropiada en situaciones de reconocimiento y definición del
problema. Una vez que el problema se ha definido claramente, la investigación
exploratoria puede ser útil para la identificación de cursos alternativos de acción.
86
Se ha considerado conveniente la investigación exploratoria, porque con
frecuencia es el paso inicial en una serie de estudios diseñados a fin de proveer
información para la toma de decisiones. El objetivo de esta investigación es
formular las hipótesis con relación a los potenciales problemas y oportunidades
latentes en la situación de decisión. Otro propósito de éste tipo de investigación
es destacar los aspectos fundamentales de una problemática determinada y
encontrar los procedimientos adecuados para elaborar una investigación posterior.
4.2 Población y muestra
La población y la muestra objeto de estudio son los doce programas de
administración de empresas de las universidades adscritas a ASCOLFA capitulo
Antioquia. Se realizó una prueba piloto a cinco universidades cuyos resultados
permitieron ajustar el instrumento para su aplicación a una muestra total de 12
universidades.
4.3 Fuentes de información
Este trabajo utiliza información secundaria basada en libros y revistas científicas e
información primaria obtenida a través de una encuesta a los directores de los
programas de administración. (ver el instrumento de recolección de datos en el
anexo 1)
4.4 Procedimiento
A partir de la revisión bibliográfica que se hizo desde distintos autores se procedió
a la construcción de un marco teórico relacionado con lo disciplinar en el contexto
de las ciencias sociales y humanas, y los aspectos epistemológicos de la
administración, en el cual se circunscribe la pregunta de investigación, referida
esta a la fundamentación epistemológica de la disciplina administrativa desde las
perspectivas de las ciencias sociales y su influencia en los planes de estudio en
las facultades de administración.
87
-Sobre la base de este referente teórico se construye un cuestionario inicial de
cinco preguntas clave, con el cual se realiza una prueba piloto a cinco
universidades.
-Para la recolección de la información, se utiliza el correo electrónico bajo la
coordinación de los integrantes del equipo investigador.
-Una vez recibidos los formatos se hace el procesamiento de los mismos
categorizando y analizando la información enviada por las facultades.
88
CAPÍTULO 2
1. Hallazgos empíricos
Pregunta Nº1.
¿Cómo influyen los diferentes aportes de las distintas ciencias sociales y
humanas en la formación del administrador, y cómo se incluyen estos
aportes en el plan de estudios, de modo que permita la construcción de un
pensamiento administrativo?
Universidad 1.
Consideran que las ciencias sociales y humanas influyen de una manera
determinante, y conciben el pensamiento administrativo estructurado por cuatro
pilares: Los fundadores de la contabilidad, la economía (liberalismo económico),
los pioneros de la administración y la sociología.
“En el plan de estudios tienen un área contable (5 materias), un área económica (5
materias), un área administrativa (con 8 materias de administración y 4 de
empresarismo), y un área axiológica ( 3 materias entre ellas pensamiento
administrativo y sociología organizacional), todas ellas están articuladas al interior
del programa”.
Universidad 2.
La posición de su escuela de Administración viene orientándose en los últimos 15
años bajo la siguiente concepción:
“Tradicionalmente se ha aceptado que los objetos de estudio de la administración
como disciplina, los constituyen las organizaciones, la administración misma, y la
dinámica de relación entre las organizaciones y su entorno. Un consenso en este
89
frente definiría como eje de los currículos en administración a las aproximaciones
a estos objetos; aproximaciones que se conocen en lo descriptivo, en lo
prescriptivo y en lo explicativo, y que parten de la psicología, la sociología, la
antropología, la economía, el mecanicismo, y los métodos matemáticos entre
otros. Estos son puntos de partida en los que se comparte el objeto de estudio con
otras disciplinas de las cuales la administración se nutre y que para su abordaje
especifico requieren una selección y una fundamentación adecuada, de manera
que las decisiones que se tomen frente a ellas se traduzcan, en los planes de
estudio, en el justo medio necesario para lograr la diferenciación del profesional
egresado de administración de empresas con los profesionales de las áreas con
las cuales ella comparte objetos de estudio.
En este sentido, se ha buscado que las teorías organizacionales y las teorías
administrativas se conviertan en el eje del plan de estudio considerando en tal o
tales ejes la fundamentación necesaria y adecuada en psicología, sociología,
antropología, economía, finanzas, y métodos matemáticos, que lleven al
profesional a formarse con seriedad y profundidad en las teorías que abordan sus
objetos de estudio en una perspectiva analítica y crítica, que le permita desarrollar
transferencias tecnológicas y creaciones en el campo que le es propio de la
manera más consciente y adecuada posible; esto, de cara a enfrentar la
problemática de nuestras organizaciones y su administración, considerando los
impactos sobre el hombre, su vida dentro y fuera de la organización, sobre la
sociedades locales y nacionales, y sobre el medio ambiente natural.
Recientemente, y para el fortalecimiento del proyecto académico local, se empieza
a vincular con alto grado de formalidad la formación en ética, y con bajo grado de
formalidad en lingüística, epistemología y lógica. Lo anterior en un esfuerzo de un
grupo de profesores que ha empezado a discutirse en las instancias académicas
de la Facultad.
Esta perspectiva, conduce a aceptar que la administración es una disciplina social,
que trasciende el ámbito de la economía y el derecho, o la contabilidad y las
finanzas, o los problemas de la producción y su optimización, y reconoce a otras,
90
que para el proceso de comprender e intervenir la realidad organizacional, se
hacen necesarias y representan una muy baja participación o en algunos casos
nula participación en los planes de estudio.
Es claro que las organizaciones representan un fenómeno económico, pero
también, un fenómeno de naturaleza técnica, y un fenómeno desde la perspectiva
legal; pero, son esencialmente realidad humana y socialmente construidas.
La economía, las finanzas, el mercadeo, la teoría sobre la producción y la
eficiencia, o el derecho, además de ser disciplinas y profesiones, consolidadas
algunas y en vía de consolidación otras, se muestran como insuficientes para
explicar y permitir comprender e intervenir la realidad de la organización, bien sea
en conjunto o individualmente consideradas. La identidad de la administración
como disciplina y profesión difícilmente puede construirse en el contexto
académico actual sobre la base de una formación diversa, es decir, en una
síntesis de diversos campos o áreas de conocimiento, como lo muestran muchos
de los planes de estudio de administración que se componen de un grupo de
subconjuntos de asignaturas7 coherentes al interior de cada subconjunto pero con
muy pocas conexiones entre ellos, llegando a elaborarse el desafortunado
enunciado respecto a que el concepto o el elemento diferenciador de la profesión
o del profesional en administración es saber un poco de todas las áreas de la
organización.
Si se consideran los campos funcionales de las organizaciones, como el eje de la
formación de los profesionales en administración, se está enviado al mercado
laboral a un profesional que entra a competir en desigualdad de condiciones con
economistas, matemáticos, ingenieros, contadores, abogados, mercaderistas
7 Entre otros, en economía, matemática estadística, informática y métodos numéricos, contabilidad general, de costos y finanzas, mercadeo, teoría sobre producción y gestión tecnológica, teorías sociales, derecho (Laboral, comercial, tributario), gestión de lo humano, teorías sobre organizaciones y administración y para el caso de nuestra Universidad, un componente flexible
91
(profesionales) y otros egresados de pregrado, que al tener claro el elemento
diferenciador, de su profesión frente a las otras, les ofrece seria ventaja
comparativa y por que no, competitiva cuando de vincularse a las organizaciones
se refiere.
Pero, ¿qué es lo que les provee esta ventaja? esta ventaja la provee la claridad
respecto a los objetos de estudio, cuyo acerbo teórico y en algunos casos teórico-
práctico se convierte en el eje de sus currículo, en el centro de su formación.
Si se acepta la argumentación anterior, entonces ¿qué es lo que va a permitir la
diferenciación de la administración en el contexto de las disciplinas y profesiones
que comparten con ella a la organización, a la acción de los dirigentes sobre estas
y a la dinámica de la relación que sostienen con el entorno, como objetos de
estudio? Pues, bueno, lo que va a permitir esta diferenciación, es el estudio de las
organizaciones como fenómenos humanos creados socialmente y cuyo
componente necesario y en muchos casos suficiente es el hombre, convirtiéndose,
las demás disciplinas no en otros tantos ejes de los planes de estudio, sino en
columnas de apoyo y soporte en el justo medio necesario para permitir acceder al
conocimiento nuclear sobre el hombre, sus rasgos característicos, esenciales y la
realidad que él construye y vive en lo cotidiano de las organizaciones así como las
condiciones que la hacen posible.
En esta concepción se viene discutiendo, los argumentos no son rebatidos, pero el
cambio, a pesar de estar formalizado en los currículos, encuentra dificultades para
materializarse en las aulas de clase”.
Universidad 3.
En esta universidad hasta la fecha no hay una vinculación única con una escuela
de pensamiento, sin embargo se podría decir que el modelo que mayor
predominio tiene es el sistémico, y por ende todo lo relacionado con la teoría
general de sistemas.
92
Universidad 4.
“Creemos que el carácter comprensivo de las ciencias sociales y humanas, es un
elemento fundamental, pues dicho carácter, ve fenómenos, asuntos, problemas,
conceptos, ideas, categorías, que articulan ese pensamiento administrativo o lo
constituyen.”
Consideran que la historia de la administración permite comprender lo que está
pasando en un momento determinado en la historia del hombre y lo que hace la
organización, también en un período dado. “ De este modo, se constituye en algo
muy importante, porque si se quisiera entender o comprender lo que está pasando
en cierto momento con la organización, serviría mirar en la historia, lo que ha
sucedido antes del desarrollo de la organización como tal.
Se considera que la psicología aporta en gran medida, pues si la administración se
entiende como administración de personas que constituyen la organización, formal
o informal, la psicología permite comprender a esas personas desde un nivel más
profundo”.
Para esta universidad, la sociología también se convierte en un elemento
fundamental, pues algunos autores consideran que la organización es una
sociedad, un grupo de personas con unas reglas claras, con las que operan,
ayudando dicha ciencia a comprender más a fondo la organización, analizando
qué se puede hacer a futuro y por qué se comporta de cierta manera en un
momento dado.
Por tanto, la construcción del pensamiento o saber administrativo como
conocimiento teórico, se ha basado en la relación: hombre, trabajo y organización.
“ En ese sentido, las ciencias sociales humanas, son las que ayudan a pensar ese
hombre en el mundo del trabajo, de la organización social y de la organización
técnica; ese hombre en un contexto de la organización como un sistema social,
que está atravesado por sujetos que tienen una cultura y que pertenecen a una
sociedad determinada. Es así, como las ciencias sociales y humanas ayudan a
pensar la organización del hombre y dichas relaciones”.
93
Consideran que las ciencias sociales y humanas aportan a la administración, en la
medida en que ayudan a la formación de lo que se dice llamar: el hombre integral;
persona que de alguna manera ayuda a entender su que hacer y el de los demás.
“Dentro de las áreas y conceptos que más han aportado dentro del proceso
formativo, están: La economía, la sociedad, la antropología, el concepto de
globalidad, la integralidad en la toma de decisiones (administrar la organización
como un todo).
De esta forma, es necesaria una comprensión para poder realizar una adecuada
intervención, pues no bastan las herramientas meramente instructivas o técnicas
para la resolución de ciertos problemas. Así, las ciencias sociales (filosofía,
psicología, antropología) juegan un papel muy importante para lograr dicha
comprensión”.
En el caso de esta universidad, unos cursos aportan más y otros menos,
obviamente el curso de Pensamiento administrativo es central en ese asunto;
habrá otros cursos que ofrecen lectura contextual de ese pensamiento
administrativo como por ejemplo, Historia empresarial.
Universidad 5.
Los diferentes aportes de las ciencias sociales y humanas les han permitido
obtener claridad para identificar modelos que se ajusten a las realidades del
entorno.
Integralmente con las diferentes asignaturas van perfilando un modelo que les
permite a los estudiantes adquirir las competencias para el desarrollo de su
gestión.
94
Universidad 6.
Identifican dos áreas básicas, desde las cuales se evidencian los aportes de las
ciencias sociales y humanas:
- Desde la Matemática: Esta provee el soporte cuantitativo que permite formar
en el estudiante un pensamiento lógico, ordenado y sistémico. Adicionalmente
la matemática provee herramientas para la realización de cálculos que en el
contexto de la contabilidad, las finanzas, la producción, el mercadeo etc.
habilitan al estudiante para el análisis, interpretación, argumentación y
proposición en el contexto de estas disciplinas.
- Desde la sociología: Esta coloca la plataforma que permite conocer el
comportamiento de la sociedad y como esta y su evolución a lo largo de la
historia impactan e permanentemente en las organizaciones como de
naturaleza eminentemente social.
Universidad 7.
“Las Ciencias Sociales y Humanas aparecen en el momento histórico en que se
hizo evidente que la sociedad, la vida de los hombres y mujeres en ella, con sus
múltiples relaciones, no era algo claro ni dado de una vez por todas”.
Opinan que fruto de la lucha en un mundo social problemático surgen la historia, la
sociología, la psicología y la antropología entre otras; disciplinas que
corresponden a los distintos departamentos que conforman la Facultad de
Ciencias Sociales y Humanas.
Consideran que los fenómenos sociales hoy, están en un proceso de cambio
rápido y profundo; siendo difícil por esta misma razón armonizar en muchas
ocasiones, lo académico y lo teórico, con lo que acontece en los diferentes
escenarios sociales. Las Facultades de Ciencias Sociales y Humanas, deben
trabajar aún más para lograr un acercamiento mayor entre los paradigmas teóricos
y metodológicos y la realidad social.
95
“Las Facultades de Administración no solo deben actuar en las funciones
misionales de cada Universidad en lo relacionado a la Investigación, docencia y
extensión, sino que es necesario además continuar profundizando en la
construcción de planes de estudios acordes con la comunidad académica,
entendida ésta como un grupo humano universitario que se relaciona a través de
distintas actividades y producciones de carácter académico, investigativo, ético,
social político, económico y empresarial.
Lo fundamental es el entendimiento de la realidad y sus problemas a través de
una argumentación razonada y de un pensamiento critico. La reflexión profunda
sobre nuestro conocimiento y la adecuación de nuestros conceptos a la realidad
de nuestra país; la necesidad no sólo de explicar, sino de interpretar a la luz de los
diferentes contextos; y de vincular la teoría, la práctica y la adaptación al contexto
de nuestra economía y la empresa colombiana a la globalización del mercado”.
Concluyen que las Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y Administrativas
tiene el deber de generar programas de actualización profesional, de reflexión, de
transformación y fortalecimiento de una la identidad cultural. En este sentido es
fundamental la intervención interna y externa, es decir que incorpore las
necesidades de cuatro estamentos fundamentales: estudiantes, docentes,
egresados y sectores sociales.
Universidad 8.
Sostienen que las ciencias sociales y humanas influyen básicamente en la
cualificación del Ser, el Saber y el Hacer, desde la perspectiva institucional,
“Profesionales hoy…empresarios mañana”, dándole especial énfasis a las
competencias relacionadas con la generación y administración integral de
proyectos factibles, rentables y competitivos, con una adecuada toma de
decisiones en la ejecución optimizada en tiempo, costo, calidad y seguridad. Su
plan de estudios, recién reestructurado, permite con la optatividad y electividad, la
flexibilidad curricular necesaria para integrar permanentemente las disciplinas que
contribuyen con el perfil del egresado.
96
Universidad 9.
Esta universidad articula su Plan de Estudios, de acuerdo a las necesidades de la
población en materia administrativa, en cualquiera de los ámbitos, ya sea cultural,
social, empresarial o solidario.
Otro aspecto que tienen en cuenta, está relacionado con las investigaciones que
se realizan en la metodología general de la Universidad (Virtualidad), o en el
mismo programa, las cuales realimentan todo el contenido curricular y actualizan
algunos cursos.
Se tiene en cuenta el sector empresarial y los requerimientos que surgen a partir
del cambio global, las nuevas competencias enmarcadas en el ser, hacer y
conocer de la Administración para el desarrollo del conocimiento y la gestión del
mismo.
Universidad 10.
“Para el caso de la Escuela de Ciencias Estratégicas, en su Facultad de
Administración y especialmente en los últimos modelos de diseño curricular, las
ciencias sociales y humanas ayudan a responder el problema construido para
cada ciclo de formación en general, y los problemas particulares que se formulan
en cada uno de los cursos a partir de éste, asociados con las competencia
genéricas y específicas que propone el currículo. Por ejemplo, el problema para el
ciclo básico disciplinar es fundamentar el proceso de gestión y las organizaciones;
disciplinas específicas de las ciencias sociales y humanas.
Universidad 11.
Consideran que es indiscutible que la disciplina administrativa se alimenta
continuamente de los desarrollos de otras áreas del conocimiento, especialmente
las ciencias sociales y humanas, tales como la sociología, la filosofía, la economía,
la psicología, el psicoanálisis, la historia, la comunicación, la etnolingüística, la
ciencia política, el derecho, entre otras. En este sentido, es un área del
97
conocimiento claramente interdisciplinar, no sólo en su formación teórica, sino –y
especialmente- en su aplicación práctica.
El plan de estudios de administración de empresas de esta universidad, está
estructurado con base en Unidades de Organización Curricular – U.O.C.; dos de
ellas, Universidad y Socio – Jurídica, tienen el encargo de aportar al plan de
estudios el pensamiento social y humano, lo cual no significa que se reduzca sólo
a ellas.
Pregunta Nº 2.
¿En los cursos o asignaturas de fundamentos administrativos o
pensamiento administrativo, cuáles de las siguientes escuelas se estudian
más y por qué?:
Universidad 1.
Se estudian especialmente la escuela positivista y la escuela de corriente crítica.
Se considera positivista a partir de la forma como se imparten principios que se
consideran universales para el entendimiento y el desarrollo de las habilidades
administrativas. De otro lado, se considera ubicada dentro del la corriente crítica
porque el pensamiento se debe abordar desde esta perspectiva y porque desde
la filosofía de la Universidad la formación de debe ser crítica.
Universidad 2.
Las escuelas que más se estudian son la escuela Positivista, la escuela Francesa,
la escuela Humanista de Montreal y la escuela de Corriente crítica.
En la fundamentación de los estudiantes se trabaja con la siguiente estructura
Curso introductorio: Inducción a las organizaciones su administración y entorno:
Evolución de las organizaciones y la administración, revisión general de áreas
funcionales (proyecto simulado de creación de empresa.
98
Teoría de la organización I: Se revisan aproximaciones en lo descriptivo y lo
normativo (deber ser) (Ej, Taylor, Fordismo, Fayol, Parcialmente Weber); se
revisan aproximaciones desde la psicología (se revisan los trabajos de Elton Mayo
y autores relacionados, se inicia a los estudiantes en la dinámica de la escuela del
comportamiento)
Teoría de la organización II: Se revisan aproximaciones desde la sociología. Se
retoma a Weber, Parsons, Perrow, Etzioni, perspectiva sistémica y contingente.
En teoría administrativa: Se revisan técnicas de las funciones administrativas, se
profundiza en el concepto de cultura organizacional, se introducen los temas de
economía de la empresa. Se vincula los estudiantes a problemas epistemológicos.
En estos cuatro cursos que se pueden llamar de fundamentación, trabajan
profesores de diferentes dedicaciones, con diferentes concepciones y el panorama
resulta diverso. Esto favorece cierta pluralidad o quizás eclecticismo, pero no
permite ubicar la escuela en una posición predominante.
Universidad 3.
Se estudian la escuela Positivista y la escuela de Corriente crítica.
Universidad 4.
Para esta universidad, sin duda alguna, la escuela positivista entra por sí sola; ni
siquiera la eligen, pues para ellos es la que de alguna manera inspira los primeros
trabajos en administración: los trabajos de Taylor y de Fayol.
Opinan que luego intervino la psicología, y con ésta actúan también los
positivistas de dicha área, tales como McGregor, Mayo, Herzberg, los cuales
tienen una visión, si se quiere, más positiva. Por lo tanto, sin que en esta
institución se tenga una previa definición, intención o interés por esta escuela o
por hacer mayor énfasis en ella, el estar inmersos en el pensamiento
administrativo, necesariamente los lleva a incluirla en los estudios.
99
También se ha trabajado desde la perspectiva de los canadienses y franceses, los
cuales en su conceptualización, son los mismos positivistas, pues la Escuela de
Canadá nace en Francia por allá como en los años 70 o 74, quines tienen una
postura o visión dialéctica, neomarxista y radical humanística. Lo anterior no se
trabaja como escuela ni como un pensamiento que se haya consolidado en el
mundo del conocimiento, pero se han estructurado algunas ideas de ellos, sobre
todo el sentido crítico, las preguntas que se le hacen al mundo de la
administración y a la práctica administrativa en una perspectiva que puede ser
dialéctica, diacrónica o de otra manera.
De esta forma, se puede evidenciar que en la universidad no tienen un patrimonio
con ninguna escuela, sino más bien, lo que se busca es pensar la administración
de una manera comprensiva, que es también tener una mirada crítica.
El no pertenecer a ningún tipo de escuela o corriente es una hipótesis que más o
menos se tiene identificada en la investigación, pero surge la pregunta de que si
¿eso es bueno o es malo?
La riqueza que la universidad ha consolidado en la construcción de las áreas de
Pensamiento Administrativo, Organizaciones, Historia Empresarial, Dirección y
Liderazgo, Principios de Dirección, consiste en la diversidad de pensamientos, de
ideas, de esfuerzos, de métodos, de maneras, en no casarse con ninguna escuela
o corriente.
Esa es una característica muy típica de América Latina en ciertos países: no estar
alineados, lo que no es posible en otras partes. Una de las críticas que le hacen a
la universidad precisamente, es que no crean escuela.
Defienden la idea de que también se necesita tradición y herencia. Sostienen que
nuestra sociedad apenas está entrando a la modernidad (claro que a veces
entramos forzosamente por el afán de modernización). De este modo, se deben
analizar las herencias, las cuales nos constituyen.
100
Por otro lado, opinan que casarse con una sola escuela en un área de
conocimiento, que ha pesar de contar con pocos teóricos, presenta gran
diversidad, sería empobrecerla y eso es terrible. De este modo, teniendo en
cuenta la visión de la Universidad, su carácter implica pluralidad, lo que debe
animar no sólo la constitución de los cursos sino también el accionar en todas sus
esferas.
La experiencia de conocer algunas universidades de Perú y Chile, permiten
afirmar que la universidad no se ha casado con ninguna escuela y se presenta
una posición mucho más crítica y reflexiva que en otras partes, en el sentido de
analizar y discutir lo que llega; además, se analiza más a la persona dentro de la
administración, sin referirse con ello a escuelas, sino a una actitud frente a la
administración.
Se cree que esta problemática tiene que ver también con lo que se ha venido
presentando en los últimos años, acerca de la tendencia de pensar los cursos
desde la problemática pedagógica, es decir desde lo formativo, desde cómo se
posiciona el profesor frente algunos estudiantes y todo lo que ahí acontece de
complejo y simple. En algunas áreas esto es explícito, por ejemplo, en el área de
Pensamiento Administrativo, en las reuniones que se han llevado a cabo, ha sido
una constante en distintos momentos y casi que en todos ha sido muy evidente
pensar el asunto de lo pedagógico. Así, cuando se piensa el asunto de lo
pedagógico se está pensando también en la formación, y es aquí entonces, donde
el panorama se abre, pues la mejor formación que puede tener un profesional y un
estudiante, es aquella amplia y diversa, que le muestre en vitrina para que se
tengan varias posibilidades de elección o por lo menos para que el estudiante se
de por enterado acerca de la diversidad y con sus propios criterios, que es otro
asunto también muy explícito, que permite analizar dónde se debe poner el
énfasis o en qué momento pondrá énfasis en uno o en otro, o simplemente que
elija la complementariedad.
101
Universidad 5.
La escuela que más se estudia es la Positivista.
Universidad 6.
La escuela que más se estudia es la Positivista.
Universidad 7.
Señalan que en la materia de pensamiento administrativo se mencionan varias
escuelas y los modelos utilizados por estas para que el estudiante observe la
evolución del pensamiento administrativo a través de la historia, y resaltan que
hay escuelas que por su modelo y estructura son más estudiadas que otras; tal es
el caso del enfoque humanístico, ya que este origina una real revolución
conceptual en la teoría administrativa. Si antes el interés se hacia en la tarea (por
parte de la administración científica) y en la estructura organizacional (por parte de
la teoría clásica de la administración), ahora se hace en las personas que trabajan
o participan en las organizaciones. En el enfoque humanístico, la preocupación
por la máquina y el método de trabajo, por la organización formal y los principios
de administración aplicables a los aspectos organizacionales ceden la prioridad a
la preocupación por el hombre y su grupo social: de los aspectos técnicos y
formales se pasa a los aspectos psicológicos y sociológicos.
Este enfoque le da a la administración una orientación diferente gracias al aporte
de la psicología que guía su práctica en dos etapas:
1- El Análisis del trabajo y adaptación del trabajador al trabajo. En esta primera
etapa domina el aspecto meramente productivo. El objetivo de la psicología del
trabajo –o psicología industrial, para la mayoría era la verificación de las
características humanas que exigía cada tarea por parte de su ejecutante, y la
selección científica de los empleados, basada en esas características. Esta
selección científica se basaba en pruebas. Durante esta etapa los temas
predominantes en la psicología industrial eran la selección de personal, la
orientación profesional, los métodos de aprendizaje y de trabajo, la fisiología del
trabajo y el estudio de los accidentes y la fatiga
102
2. Adaptación del trabajo al trabajador. Esta segunda etapa se caracteriza por la
creciente atención dirigida hacia los aspectos individuales y sociales del trabajo,
con cierto predominio de estos aspectos sobre lo productivo, por lo menos en
teoría. Los temas predominantes en esta segunda etapa eran el estudio de la
personalidad del trabajador y del jefe, el estudio de la motivación y de los
incentivos de trabajo, del liderazgo, de las comunicaciones, de las relaciones
interpersonales y sociales dentro de la organización.
Otra de las escuelas que más se estudia es la Escuela Tradicional con el
surgimiento de la moderna administración científica, reconociendo a F. W. Taylor
y Fayol, como dos de sus grandes exponentes
La administración tradicional o científica, se desarrolló a partir de la observación
sistemática de los hechos de la producción, investigación y análisis de la
operación en el trabajo con el objetivo de analizar y desarrollar técnicas
específicas tales como: los estudios de tiempo y movimientos, la planeación y el
control de la producción, la distribución del equipo en planta, los incentivos de
salarios, la administración del personal e ingeniería humana, todas ellas están
centradas en la teoría.
En el desarrollo de su tipo de administración, el enfoque de Taylor era estudiar las
operaciones, determinar los hechos relativos a la situación de trabajo, y de estas
observaciones, derivar principios. Veía a la administración como el obtener cosas
hechas por personas operando independientemente o en grupos. Su enfoque al
problema administrativo era directo y sencillo: definir el problema, analizar la
situación de trabajo en todos sus aspectos, aplicar técnicas cuantitativas a todos
los aspectos capaces de ser medidos, experimentar mantenimiento, desarrollar
una guía o principio administrativo derivado de las observaciones y los estudios.
Henri Fayol hizo grandes aportes a los diferentes niveles administrativos,
considerado el padre de la teoría Clásica de la Administración, la cual nace de la
necesidad de encontrar lineamientos para administrar organizaciones complejas,
fue el primero en sistematizar el comportamiento gerencial, establece catorce
principios de la administración, dividió las operaciones industriales y comerciales
103
en seis grupos que se denominaron funciones básicas de la empresa, las cuales
son: (funciones Técnicas, funciones Comerciales funciones financieras funciones
de seguridad, funciones Contables y las funciones administrativas)
Universidad 8.
En esta Institución se conciben como conceptualización fundamental las teorías
más abarcadoras posibles, para ofrecer un panorama amplio y permitir la
diferenciación de las diversas escuelas. Los temas más estudiados son: Teoría de
los sistemas, Enfoque situacional, la Cibernética, teoría Matemática,
Administración Científica ( Taylor), teoría del comportamiento, teoría Clásica (
Farol ), teoría de la Burocracia, teoría estructuralista, teoría Neoclásica y
Administración por objetivos.
Universidad 9.
No respondió.
Universidad 10.
Las escuelas más estudiadas son la positivista, la escuela Francesa, la escuela
Humanista de Montreal, y la escuela de la Corriente crítica.
Universidad 11.
Las escuelas más estudiadas son la Positivista, la escuela Humanista de Montreal
y la escuela de la Corriente crítica.
Dada la cercanía de esta universidad con el pensamiento de corte pragmático
funcionalista norteamericano, sin lugar a dudas, las escuelas de corte positivista
tienen una presencia muy alta en el desarrollo de cada una de las materias que
conforman el plan de formación de los estudiantes. Sin embargo, algunos
profesores cuyo nivel de formación pertenece a enfoques más humanistas, con
fuertes componentes franco-alemanes, enfatizan en el análisis, la crítica y la
discusión en algunos espacios de formación de la carrera.
104
Pregunta Nº 3
¿Cuáles son los autores y textos que más se siguen y tienen mayor interés
para el programa de administración?
Universidad 1.
Desde la escuela crítica:
Aktouf, Omar “La administración: entre tradición y renovación”.
Aktouf, Omar “La estratégia del avestruz”
Mintzberg, Henry. “El proceso estratégico”
Dávila L. Carlos “Teorias administrativas”
En la escuela positivista:
Stoner, James “Adminsitración”
Koontz, Harold “Adminsitración: una perspectiva global”
Hellrielg, Don “Administración, um enfoque por competencias”
Porter, Michael “Estratégia competitiva”
Porter, Michael “Ventaja competitiva”
Blanchard, Kent “Administración por valores”
Da silva, Reinaldo “Introducción a las teorias administrativas”
Chiaventato, Idalberto “Introducción a la teoria general de la
administración”
105
Universidad 2.
En esta universidad la diversidad anotada en la respuesta anterior conduce a que
los referentes bibliográficos sean también diversos. Los textos (del tipo
Chiavenato, Dávila, Martínez Fajardo entre otros), siguen siendo utilizados pero no
como únicos referentes. En esto la diversificación de fuentes se visto enriquecida
especialmente en los últimos 10 años, los procesos de formación de posgrado de
profesores en el exterior y en el país tiene en esto un peso importante.
Listar los textos que más se siguen y tienen mayor interés para el programa de
administración, requeriría es especial esfuerzo.
Universidad 3.
Fundamentos Administrativos HELLRIEGEL, Don; Jackson, Susan y
Slocum, John. ADMINISTRACIÓN, Un
enfoque basado en competencias.
Thomson Editores. 9ª. Edición. 2002.
Matemática para
Administradores
Heaussler. Ernest F.; Paul Richard S.
Matemática para Administración y Economía.
Editorial Pearson – Prentice Hall. Décima
edición – Español. 2003
Estadística para Administradores Anderson, Sweeney, William. Estadística
para administración y Economía. Edit.
Thomson 2005
Investigación HERNANDEZ SAMPIERI, ROBERTO.
Metodología de la investigación 3ª Edición.
2003
Fundamentos de Economía P. A. SAMUELSON y W. D. NORDHAUS,
Economía, 18ª ed., Madrid, McGraw-Hill.
106
Contabilidad y análisis
Financiero
Carrillo de Rojas, Gladis. Contabilidad para
Gestión Empresarial. Editorial Thomson.
Colombia 2004.
Aplicaciones Financieras García S. Oscar León. ADMINISTRACIÓN
FINANCIERA. Fundamentos y Aplicaciones.
3ª Edición. Prensa Moderna Impresores S.A.
Cali, Colombia 1999
Desarrollo de Habilidades
Gerenciales
Supervisión Mosley. Megginson. Pietri.
Editorial Thomson. sexta edición
Ética y Protocolo Velásquez G. Manuel. ETICA E N LOS
NEGOCIOS. Pearson. Educación, México
2000.
Dumming de protocolo
Fundamentos en Derecho Constitución Política de Colombia 1991
Código de Comercio (Decreto 410 de 1971)
Código Sustantivo de Trabajo
Hombre, Organización y Cultura No hay texto definido
Contextualización Empresarial No hay texto definido
107
Universidad 4.
Para esta institución, el programa presenta dos ámbitos importantes: la primera
fase está conformada por unas áreas de fundamentación, en las que se hace una
aproximación a los clásicos. La segunda, se desarrolla cuando el estudiante hace
su elección de línea de énfasis, áreas en las que se estudian autores más
modernos o de vanguardia, es decir, más aterrizados a la aplicación y más
avanzados. De las diferentes escuelas, si se analiza el asunto del humanismo, no
existe uno latinoamericano, sino más bien un único humanismo, donde Mayo
juega un papel principal y determinante con lo que se llamó relaciones humanas.
Sin embargo, lo más importante es el resumen de los autores clásicos; en este
punto, muchos profesores han tratado de revindicar la lectura de los autores
clásicos directamente, por ejemplo, la lectura que hace Chiavenato Idalberto de
Taylor.
Esta es una preocupación que se ha tenido también en Pensamiento
Administrativo, lo cual los ha llevado a preguntarse ¿en Colombia qué se ha
hecho, qué se ha dicho y qué se ha pensado?. En este sentido, identifican algunos
esfuerzos grandes de algunos autores tales como Carlos Dávila, Cruz Kronfi, los
de la Universidad del Valle, las lecturas de los clásicos, y también lo que se
produce en Colombia y América Latina, que es lo que nos ayuda a complementar
el pensamiento teórico.
En la universidad se identifican dos movimientos: uno que sería de la escuela
centro-europea y otra corriente más de corte anglosajón.
Universidad 5.
AKTOUF, Omar. Fundamentos del pensamiento administrativo. Seminario
Maestría en ciencias de la Administración. Universidad EAFIT. Medellín, 2000.
BARLEY Stephen y KUNDA, Gideon. Plan y dedicación: oleadas de las ideologías
de control normativo y racional en el discurso administrativo. Rev. Tecnología
administrativa No.20. Universidad de Antioquia. Medellín SF Pág. 80-107.
108
BUBIS LEON, Blank. Administración de organizaciones. Un enfoque estratégico.
Universidad del Valle. Cali. 1998.
HEILBRONER, Robert. La revolución económica. Biblioteca de Economía. Vol.l.
Barcelona, Orbis SF .
CHIAVENATTO, Idalberto. Introducción a la teoría general de la Administración.
Ed. Mc Graw Hill. Bogotá. 1999.
DAVlLA LADRÓN DE GUEVARA, Carlos. Teorías organizacionales y
Administración. Ed. Mc Graw Hill. Bogota. 2001.
FAYOL, Henry .Administración industrial y general. Ed. El Ateneo. Buenos Aires.
1981.
LÓPEZ DE IPIÑA, Emilio. Historia de la filosofía. Editorial Búho. Universitas.
Bogotá. 1.987.
MIJAILOV, M. I. La Revolución Industrial. Ed. Panamericana. 48 edición. Santa Fe
de Bogotá. 1997.
RAMíREZ CARDONA, Carlos. La Administración en la historia. En: Fundamentos
de administración. ECOE Ediciones.
SCHUMPETER, J. A. Diez grandes economistas desde Marx a Engels. Editorial
Alianza. Madrid. 1.982.
TAYLOR, Frederick W. Principios de la Administración Científica. Editorial El
Ateneo. Buenos Aires. 1981.
WEBER, Max. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Barcelona. Edición
Península. 1992.
109
Universidad 6.
ADMINISTRACIÓN
2) Proceso estratégico Henry Mintzberg
3) Estrategia competitiva Michael Porter
4) La ventaja competitiva Michael Porter
5) La ventaja competitiva de las naciones Michael Porter
6) La gerencia integrada Jean Paul Sallenave
FINANZAS
7) Administración financiera contemporánea Charles Moyer
8) Fundamentos de administración financiera Eugene Brighman
9) Fundamentos de administración financiera Oscar Leon Garcia
10) Administración financiera James Van Horne
ECONOMIA
11) Economía Paul Samuelson
12) Economía una introducción contemporánea William McEachern
13) Fundamentos de economía Case Faire
14) Economía para la toma de decisiones Hector Vicencio Brambila
15) Microeconomía y conducta Robert H. Frank
16).Economía ambiental Barry C Field
Universidad 7.
En esta universidad existen varios y textos y autores que se siguen y se sugieren
en los programas de administración de empresas, dependiendo de las áreas de
estudios administrativas, contables, financieras, matemáticas, de mercadeo.
En el área administrativa una de las mayores preocupaciones es la de desarrollar
una serie de elementos que garanticen su permanecía en un mundo cada vez mas
competitivo y globalizado. Alrededor de esto han nacido y han evolucionado las
teorías del pensamiento administrativo algunas con estructuras académicas y
pedagógicas y otros con un enfoque más práctico, pero todas con un objetivo de
110
proporcionar a las personas que dirigen y administran las empresas conocimientos
que permitan hacer de las organizaciones entes más competitivos.
Uno de los autores mas recomendados en textos de Administración son los Harold
Koontz, este maneja de manera integral lo relacionado con los temas
administrativos, su fundamentación, las teorías, el proceso administrativo,
planeación, organización, dirección control y la integración del personal,
En áreas de planeación y gerencia se recomiendan textos de Jean Paúl Sallenave
“planeación estratégica”, “La gerencia Integral” hay un autor colombiano Humberto
Serna Gómez que maneja muy bien la temática de la planeación estratégica en
lo relacionado con la teoría, metodología, la implementación, mapas estratégicos
e índices de gestión y su aplicación práctica en casos de empresas colombianas
“Gerencia Estratégica”
Uno de los pensadores mas influyentes en el campo de la Administración en los
años 90 y en nuevo milenio es Peter F. Druker con textos como “Gerencia para el
futuro”, “Los desafíos para la Gerencia del siglo XXI” hablan sobre los nuevos
paradigmas de la gerencia y como estos han cambiado y cambiaran nuestros
supuestos básicos sobre la práctica y los principios de la administración.
Otros de los autores modernos que más han revolucionado el pensamiento
administrativo y han influido muy especialmente en países latinoamericanos como
Colombia son Michael Porter en los años 80 y Peter Senge ‘La quinta disciplina”,
“la Danza del Cambio” “El arte y la practica de la organización” en los 90 ambos
autores redefinen constantemente temas relacionados con la competencia, el
control y la complejidad, el liderazgo, los mercados, el cliente, la calidad y las
cadenas de valor entre otros.
En temáticas como la Administración de recursos Humanos se referencian los
textos de Idalberto Chiavenato, y en lo relacionado con mercadeo Philip Kotler es
una de los autores más importantes, especialmente con su libro “Dirección de
Marketing”.
111
Universidad 8.
CHIAVENATO, Idalberto. Introducción a la teoría general de la administración. 5ª
ed., Santafé de Bogotá, D.C.: 1999. Editorial Mc Graw-Hill Interamericana S.A.
DA SILVA, Reinaldo O. Teorías de la Administración. México D.F.: 2002.
Internacional Thomson Editores S.A.
Dubrin Andrew J. Fundamentos de Administración. Ed. International Thomson, ed.
Quinta Mexico 2000.
Biblioteca Práctica de Negocios, Administración de Personal y Recurso Humano
Tomo III, Ed. Mc. Graw Hill, México 2001.
Universidad 9.
Los autores y textos que se manejan al interior del programa son muy variados,
cada curso puede tener tres o más textos, porque la modalidad virtual, abre
muchas posibilidades de consulta y de acceder a la Cibergrafía, además la
Biblioteca virtual se encuentra muy bien dotada de libros de consulta en las
diferentes temáticas administrativas.
Universidad 10.
Los autores y textos de mayor interés para el programa son muy extensos, pero
en general se refieren a los textos clásicos de la disciplina administrativa, es decir
aquellos de Taylor, FaYol, Mayo, etc. Y los otros están relacionados con los
últimos pensadores en administración: Drucker, Mintzberg, Porter, etc.
Universidad 11.
Las editoriales más consultadas son: Mc Graw Hill, Prentice Hall, Deusto, Fondo
de Cultura Económica, Ariel, entre otras.
Pregunta No 4.
De los componentes, áreas o materias del plan de estudio, ¿Cuáles
considera que son los más relevantes?
112
Universidad 1.
Área administrativa, financiera, económica, humanística y jurídica.
Universidad 2.
Área administrativa gerencial.
Universidad 3.
Área gerencial.
Universidad 4.
No consideran una sola área como la más relevante. Todas son importantes.
Universidad 5.
Área administrativa: Pensamiento administrativo, organizaciones, planeación
estratégica, gerencia del talento humano, mentalidad empresarial, mercadeo e
investigación de mercados.
Universidad 6.
Finanzas y administración.
Universidad 7.
• Área de matemáticas: Matemáticas básicas, cálculo, estadística,
matemática financiera e investigación de operaciones.
• Área administrativa: Pensamiento administrativo, el proceso administrativo,
administración del recurso humano, comunicación empresarial, y
empresarismo.
• Área económica: macroeconomía y microeconomía.
• Área financiera y contable: Contabilidad básica, costos, contabilidad
financiera, presupuesto y tributaria.
• Área del derecho: Introducción al derecho, legislación comercial y laboral.
• Área de mercados: Investigación de mercados y gerencia de ventas.
• Otras: Importaciones y exportaciones, gestión de calidad e inglés.
113
Universidad 8.
Área de formación específica.
Universidad 9.
Emprendimiento, empresarismo y práctica profesional.
Universidad 10.
Gerencia de las organizaciones, emprendimiento y estrategia.
Universidad 11.
Áreas de fundamentación, áreas humanistas, áreas técnicas profesionales, áreas
de derecho, áreas matemáticas y estadística, y área de investigación.
Pregunta Nº 5.
¿Qué se ha escrito y publicado en ésta facultad, que se considere un aporte
a la construcción de un saber administrativo?
Universidad 1.
• Londoño, Lisímaco y Pablo López Tovar. “La mirada sobre los fundamentos
teóricos en las universidades del Valle del Aburrá” Revista mercatura. Vol.
1, No 2. pp. 87-99. 2007.
• Saldarriaga, Juan Guillermo. “Descripción de los factores determinantes de
la competitividad de las empresas familiares antioqueñas en el contexto de
la globalización” Encuentro nacional de investigación y docencia
Epistemología, investigación y educación en las ciencias administrativas.
Torreblanca, Santafé de Bogotá pp. 63-72. 2007.
Universidad 2.
Se identifican trabajos de impacto en términos de ofrecer claridades en lo
conceptual y contribuciones en lo práctico en el campo de gestión humana.
Gregorio Calderón.
114
Se tienen trabajos que reflexionan frente a las implicaciones de la economía de la
empresa, y han favorecido la aplicación de esfuerzos en este campo.
Germán Albeiro Castaño.
En un esfuerzo por superar la visión tradicional de las organizaciones y la
administración, se encuentra un conjunto de trabajos que acercan a nuestra
comunidad la perspectiva compleja y la ecología profunda.
Ana Patricia Noguera
El problema de la competitividad también ha sido abordado y muestra resultados.
Luis Ignacio López Villegas, Juan Carlos Chica.
Existen publicaciones en temas como Capital Social y Cuadro de mando integral.
Joaquín Urrea
Se tiene algunos trabajos en Contextuliación y reconstrucción de “teorías”, el
concepto de organización y sus implicaciones normativas, esclarecimiento
conceptual y ética empresarial.
José Gabriel Carvajal
Universidad 3.
Los aportes de la universidad básicamente han sido consignados en la revista lupa
empresarial la cual se encuentra en versión digital en la página web de la
Universidad, entre los principales aporte a la construcción de un saber
administrativo esta los realizados en formación empresarial, gestión del cambio,
corporaciones virtuales y empresas de familia.
Universidad 4.
No contestó.
115
Universidad 5.
No contestó.
Universidad 6.
La facultad publica actualmente la Revista MiPyMe la cual se enfoca en temas
administrativos. Adicionalmente se publicó oficialmente la primera edición de un
manual de estudio de la asignatura Fundamentos de mercadeo.
Universidad 7.
No contestó.
Universidad 8.
El programa, este año tiene su primera promoción de egresados, por lo que su
historia no ha evidenciado construcción de saberes administrativos propios de su
recorrido. Sin embargo, el Centro de Investigaciones está impulsando en toda la
Institución, la producción y reconstrucción de saberes en todas las disciplinas
objeto de formación en la Institución.
Universidad 9.
Esta institución tiene una revista virtual titulada: “Revista Virtual Universidad
Católica del Norte”, allí se han publicado artículos administrativos como son:
Nº 11 Septiembre – Diciembre de 2003: Cuáles son los movimientos
gnoseológicos en la Administración de Empresas.
Nº 12 Marzo – Junio de 2004: Comentarios analíticos sobre la Educación Virtual.
Nº 13 Julio – Noviembre de 2004: Estrategias formativas en la enseñanza de la
asignatura: Introducción a las Ciencias Económicas.
Nº 16 Septiembre – Diciembre de 2005: Aplicación de recursos en el sistema de
la FUCN.
En el libro de los 10 años de la Universidad: “Educación Virtual: 10 años de la
Fundación Universitaria Católica del Norte”, se publicaron tres artículos titulados:
“Soluciones educativas a la medida de las necesidades del desarrollo
116
empresarial”, “La administración de una institución educativa virtual” y
“Emprendimiento, integración y desarrollo regional”.
Universidad 10.
Existen publicaciones en teoría organizacional del profesor Carlos Mario Durango;
en los temas de clima y cultura organizacional del profesor Julián Pérez y en
general, textos relacionados con los cursos específicos.
Universidad 11.
CORREA Jaramillo, Juan Guillermo y Fabio A. Calle Correa. De abajo hacia
arriba. Una experiencia solidaria en el municipio de Frontino (Antioquia). Sello
Editorial Universidad de Medellín. 2006.
CORREA Jaramillo, Juan Guillermo y Fabio A. Calle Correa. El Ethos del
empresario antioqueño. Sello Editorial Universidad de Medellín. 2006.
Centro de Investigaciones Económicas, Contables y Administrativas - CIECA.
Memorias de las VII Jornadas de Investigación Universidad de Medellín. Octubre
de 2005.
CORREA Jaramillo, Juan Guillermo y otros. Responsabilidad Social Empresarial
en las empresas de servicios. Edición conjunta entre la Funlam y la UdeM. 2007.
NOTA: Estos textos son los más recientes, derivados de los proyectos de
investigación realizados en el Programa. Existen otros textos anteriores escritos
por profesores del Programa.
Pregunta Nº 6.
Cuando se ha visto la necesidad de hacer cambios en el currículo, ¿qué ha
motivado éstos cambios?
Universidad 1.
Los efectos de la globalización y los adelantos tecnológicos que en la actualidad
someten a las técnicas administrativas y que se están aplicando en las empresas.
117
Universidad 2.
Los cambios menores (adición y retiro de temas, adición de bibliografías e
inclusive algunos cambios en intensidad o en metodología) se dan por iniciativa
individual o de grupo de trabajo. Cambios importantes en la estructura de áreas
han tenido comienzo en los Comités Asesores de programa. Revisiones de
concepción y estructura de los currículos han tenido origen en procesos
institucionales de reforma académica.
Universidad 3.
Básicamente los cambios realizado en el plan de estudios responden a procesos
de autoevaluación institucional, cambios en el modelo pedagógico o exigencias
legales.
Universidad 4.
En esta institución desde hace un tiempo, se está trabajando en los cursos de
Pensamiento Administrativo alrededor de una conjetura, a la que se le ha ido
dando la vuelta un poco o mucho, y es inclusive alrededor de ésta, en la que se ha
configurado el actual programa de Pensamiento Administrativo. Dicha conjetura es
la siguiente: la administración como acto de hacer las cosas en la organización (es
decir, una técnica de los procesos, de la gestión humana, de la estructura y diseño
de la organización, de todo aquello que tiene que ver propiamente con el hacer
técnico del administrador), se enfrenta con dos elementos fundamentales, que
son: la organización (no solamente técnica, de trabajo, sino también la
organización social) y un hombre que es el que está allí. Por lo tanto, la
construcción del pensamiento o saber administrativo como conocimiento teórico,
se ha basado en la relación: hombre, trabajo y organización. En ese sentido, las
ciencias sociales humanas, son las que han ayudado a pensar ese hombre en el
mundo del trabajo, de la organización social y de la organización técnica, ese
hombre en un contexto histórico y de pensamiento. Por otro lado, la antropología y
otras ciencias, han ayudado a pensar en la organización como un sistema social,
que está atravesado por sujetos que tienen una cultura y que pertenecen a una
sociedad determinada. Es así, como las ciencias sociales y humanas ayudan a
118
pensar la organización del hombre y dichas relaciones. Otras disciplinas como
economía, contaduría y las áreas de procesos, gestión humana, mercadeo,
ayudan a pensar sobre el hacer. De esta forma, todas las áreas mencionadas son
de mucho aporte para entender el acto de administrar del hombre en el mundo del
trabajo y de la organización, y la relación de los tres aspectos planteados.
Universidad 5.
- Sugerencias de estudiantes
- Sugerencias de docentes
- Producto de estudios realizados en el sector
- Ajustes consecuentes con el desarrollo y crecimiento de la Universidad.
- Planes de mejoramiento.
Universidad 6.
Las pruebas ECAES, los comités de currículo, la actualización de sílabos, los
procesos de retroalimentación con docentes y registro calificado.
Universidad 7.
En la medida que el mercado, la economía, las tendencias y las exigencias
empresariales van siendo más exigentes y mas especifico en el perfil del
profesional y la aparición de nuevos programas y planes de de estudios en nuevas
Instituciones Educativas en los cuales se ofrecen Profesionales y tecnólogos con
menos tiempo de preparación para salir a ofrecer sus servicios en las empresas,
se hace necesario estar evaluando continuamente los programas y los currículos
(dos o tres años) para poder ser competitivos y ser una de las opciones a elegir.
Universidad 8.
La reciente reestructuración curricular, fue motivada por la indispensable
flexibilidad y movilidad en el desarrollo curricular, por la pertinencia que
periódicamente se debe estar evidenciando en cuanto a contenidos y a
alternativas de oferta académica en el contexto.
119
Universidad 9.
Se hace necesario hacer cambios en el currículo del programa, cada vez que las
investigaciones aportan al mismo, o de acuerdo a las necesidades de los tiempos
actuales, no solo a nivel de contenidos, sino también a nivel de estructura
curricular, teniendo en cuenta las resoluciones o nuevas reglamentaciones del
Ministerio de Educación.
Universidad 10.
Frecuentemente los cambios han estado asociados a modificaciones en el entorno
empresarial, nuevas demandas del mercado, especialmente asociadas a las
competencias que se deben desarrollar en los futuros profesionales. Igualmente
ajustes curriculares se han llevado a cabo a partir de proyectos académicos o de
investigación realizados por el programa, y que buscan ajustarnos a nuevas
propuestas internacionales (como es el caso de Tuning).
Universidad 11.
La evaluación del plan de formación de administración tiene diferentes miradas
que aportan a su mejoramiento continuo. En este sentido, se analiza desde las
diferentes escuelas de pensamiento a las que pertenecen los docentes adscritos
al programa; desde las tendencias de Administración en el mundo, en América
Latina y en Colombia; desde las percepciones de los empleadores; desde las
percepciones de los mismos estudiantes y docentes.
Pregunta Nº 7
Identifique el tipo de investigación que se realiza en la facultad, y relacione
las líneas que se tienen creadas actualmente.
Universidad 1.
Investigación aplicada.
Líneas de investigación : Pensamiento administrativo.
Planes de negocios.
120
Universidad 2.
Se pueden presentar como líneas de investigación las siguientes
- Cultura organizacional
- Gestión estratégica del talento humano
- Competitividad organizacional
- Calidad de la educación superior
- Ambiente y gestión desde la complejidad
- Contextualización de teorías
En estos frentes es posible mostrar un trabajo continuado con producción digamos
certificada.
Universidad 3.
Investigación: Se desarrolla mediante estudios de caso, aplicaciones de
conocimiento y ejercicios de investigación; todos ellos, enmarcados desde
alcances bien sean exploratorios, descriptivos y/o correlacionales.
Se realiza investigación aplicada.
Líneas de investigación:
Organización y Gerencia.
Gestión del conocimiento.
Empresarismo.
E- Learning.
Universidad 4.
No respondió.
Universidad 5.
Líneas de investigación:
121
Organizaciones.
Economía solidaria.
Universidad 6.
Investigación aplicada.
Líneas de investigación:
Emprendimiento
Liderazgo Servidor
Gestión Contable
Universidad 7.
En la facultad de Ciencias administrativas de esta universidad se realiza más la
investigación aplicada ya que consideran que el estudiante parte de unos
conocimientos en la práctica para aplicarlos en un problema o investigación a
seguir, esta opción se convierte en la mas utilizada por estudiantes y docentes por
que en ocasiones “requiere de una inversión menor en recursos económicos y de
tiempo” dado al tipo de estudiante que trabaja en el día se prepara en la noche al
igual con los docentes de cátedra que trabaja en el día y enseña en la noche.
La investigación básica requiere de más disponibilidad por parte de los actores
(alumno – docente) tiempo y una inversión superior en recursos; es de reconocer
el aporte económico por parte de la dirección general por fomentar y apoyar este
tipo de investigación.
Universidad 8.
Investigación básica.
Líneas de investigación:
Gestión de la Innovación
Gerencia y negocios.
122
Sublíneas: Negocios y estrategias, mercadeo y finanzas.
Investigación aplicada.
Líneas de investigación:
Organizaciones, Capital Humano y Liderazgo.
Universidad 9.
No respondió.
Universidad 10.
Investigación básica.
Líneas de investigación: Estudios de la Organización
Investigación aplicada
Líneas de investigación:
Dirección Estratégica
Mercadeo, cultura y sociedad
Estudios de la organización
Universidad 11.
Investigación aplicada
Líneas de investigación:
1). Gestión Organizacional
En el sector público
En pymes
En Responsabilidad Social
2). Historia empresarial.
3). Mercadeo.
123
2. Conclusiones.
Se aprecia que la gran mayoría de programas no tienen claridad sobre la
influencia que las ciencias sociales y humanas tienen en la formación del
administrador. Solo unas pocas universidades establecen claramente la manera
como estas ciencias son protagónicas en el proceso de formación de los
administradores. Esta falta de claridad parece estar sustentada por dos aspectos
relevantes; el primero, se relaciona con el desconocimiento de las ciencias
sociales y humanas como fundamentos de la administración, y como segundo, la
imposición histórica tradicional de una administración “científica” basada en la
instrumentación positivista.
En este orden de ideas, solo los pocos programas que mostraron tener claridad
con relación a la forma como son influenciados los administradores por las
ciencias sociales y humanas en su proceso de formación, expresaron con claridad
la manera como en su plan de estudios es evidenciada dicha relación. Aunque
algunos programas mencionaron tener cursos como sociología, antropología,
psicología, y cursos de naturaleza humanista relacionados con la filosofía
institucional, no lograron explicitar la intencionalidad que dichos cursos tienen en
el plan de estudio y no precisaron la forma como estos intervienen en la
construcción de un pensamiento administrativo.
Adicionalmente, se obtuvieron respuestas de algunas universidades, en las cuales
se puede concluir que la influencia de las ciencias sociales y humanas en la
formación de los administradores, se encuentra en manos de los docentes, pues
son estos quienes le imprimen a los currículos su propia tendencia o preferencia
por unas u otras escuelas del pensamiento; esto conlleva a que la
multidisciplinariedad esté lejos de contribuir a la construcción de un pensamiento
administrativo en las diferentes facultades.
Con base en la literatura utilizada en los cursos de fundamentación administrativa,
la escuela epistemológica positivista, es la única que se estudia desde las
124
intencionalidades institucionales de cada una de las facultades. Lo que se explica
en buena parte por el desarrollo empírico que han tenido los programas de
investigación desde esta perspectiva en EEUU e Inglaterra, desde donde se han
escrito los textos académicos más influyentes para esta parte del mundo. Las
otras tres escuelas administrativas, como la francesa de la epistemología
constructivista, la radical humanista de Montreal y la corriente crítica de los
estudios organizacionales, no son consideradas en la formación del administrador.
La investigación ha revelado que efectivamente existe una relación entre los textos
utilizados y la escuela hacia la cual tienden la mayoría de las facultades de
administración, pues los autores más relevantes referenciados, son de tendencia
de la escuela Positivista.
Existe una mayor tendencia a que la relevancia en términos académicos se
distribuya en áreas diversas, las cuales asumen características particulares. Entre
estas podemos identificar a aquellas que tradicionalmente han logrado mantener
una influencia por el reconocimiento disciplinar, como en el caso de la economía;
otras que han logrado prestigio por manejar aspectos instrumentales que
desarrollan técnicas probadas con éxito, como es el caso de mercadeo y finanzas;
otras por insertar los cambios globales en la estructura del empleo, tales como el
área de emprendimiento, y otras que le han impreso cierto status disciplinar y
científico a la administración, tales como el área de organización y gerencia; sin
embargo, es muy escaso el intento de algunas facultades por nuclear desde estas
áreas el desarrollo disciplinar y profesional con identidad propia.
Se puede identificar una gran diversidad de escritos y publicaciones, los cuales
van desde artículos en revistas, hasta la elaboración de libros, todos ellos de una
alta calidad y rigurosidad en los temas tratados, y es significativo el esfuerzo de
las diferentes facultades por generar producciones literarias que aporten en forma
acertada al desarrollo de la práctica administrativa.
Sin embargo, llama la atención que algunas universidades, en las cuales los
investigadores conocen excelentes obras producidas, no hayan relacionado
125
absolutamente ninguna producción en las respuestas suministradas; esto nos lleva
a cuestionarnos si en dichas facultades han considerado que estas obras no son
un aporte significativo en la construcción de un saber administrativo.
En la investigación se evidencian dos motivos por lo cuales se suscitan los
cambios en los currículos; uno de ellos se refiere a las exigencias legales,
impuestas por las autoridades educativas del país, y la otra esta cimentada en las
sugerencias que profesores y estudiantes realizan a los diferentes microcurrículos.
Solo en casos muy específicos se tienen en cuenta motivos como: Necesidades
del medio, la globalización y adelantos tecnológicos.
Entre las facultades encuestadas, prima la investigación aplicada; solo en pocas
oportunidades algunas universidades complementan el proceso investigativo con
la investigación básica.
Se detectó una debilidad generalizada con respecto a la práctica de la
investigación básica, la cual es la que permite realmente realizar aportes
significativos a la construcción del pensamiento administrativo, advirtiendo que las
que facultades que se suponen que han realizado este tipo de investigación, no
dieron respuesta a la pregunta.
En cuanto a las líneas de investigación, existe una tendencia muy definida hacia la
Organización y Gerencia, en donde podrían incluirse cultura organizacional y
gestión del talento humano. Aparece una línea de investigación con presencia en
algunas de las facultades, relacionada con Planes de negocio y empresarismo.
Llama la atención de que líneas de investigación del corte de pensamiento
administrativo, innovación y gestión del conocimiento, son poco utilizadas.
3. Recomendaciones.
Después de haber realizado un análisis de las respuestas que cada facultad ha dado al cuestionario diseñado para obtener la información pertinente a la investigación, los miembros del grupo de investigación sugieren las siguientes
126
recomendaciones, las cuales esperamos sean evaluadas por las diferentes facultades, y de considerarlo conveniente, acatarlas y ponerlas en práctica.
Sugerimos la conformación de un grupo de pensadores, el cual tendría como finalidad estudiar, analizar y orientar la formación de los administradores, dentro de la filosofía que encaje con los delineamientos estratégicos establecidos dentro del plan curricular de cada facultad de Administración.
También se sugiere que cada una de las diferentes facultades estudie de manera más exhaustiva, las distintas escuelas de pensamiento Administrativo, con el objetivo de buscar una homologación entre el Ser y el Deber Ser en la actividad formativa de éstas.
Adicionalmente, las universidades deben ampliar la base de textos exigibles en la formación de los Administradores, con el objeto de diversificar la entrega del conocimiento en el área administrativa, ya que es notoria, según la investigación, la concentración de ésta formación en textos positivistas, y en algunos textos constructivistas.
También recomendamos enfatizar en la formación del Pensamiento Administrativo, ya que éste es el núcleo y columna vertebral de dicha profesión.
Además sugerimos que se generen estrategias que motiven la realización de investigación básica, en términos relacionados con el Pensamiento Administrativo, pues es a partir de ésta que se contribuye de manera significativa a la construcción del conocimiento teórico existente en el área.
Consideramos que se deben propiciar los cambios en la estructura de los currículos, basados en la investigación básica, cuyos resultados deben ser confrontados con las exigencias y necesidades del entorno a las cuales se están enfrentando los Administradores.
Es evidente que las diferentes facultades de Administración deben realizar un gran esfuerzo por dinamizar la investigación básica, ya que ésta es la única que realiza portes al conocimiento teórico, bajo una construcción empírica, sin descuidar la práctica de la investigación aplicada, pues ésta desempeña un papel sumamente importante en la solución de problemas en la práctica Administrativa.
127
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129
ANEXO 1.
Encuesta.
Cordial saludo.
La Asociación Colombiana de Facultades de Administración, (ASCOLFA), le
solicita a usted su colaboración para responder el presente cuestionario, de una
manera clara y precisa.
La información obtenida será tratada de una forma confidencial. Su uso será única
y exclusivamente para efectos de la investigación que se lleva en curso en el
capítulo Antioquia, la cual tiene como tema central “La fundamentación
epistemológica de la disciplina administrativa desde las perspectiva de las ciencias
sociales y su influencia en los planes de estudio de las facultades de
administración en Antioquia”, la cual será de un amplio beneficio para todas las
facultades de Administración adscritas a Ascolfa.
Le solicitamos devolver sus respuestas, antes del 15 de octubre, por este mismo
medio.
Le agradecemos su colaboración.
Cuestionario:
1) ¿Cómo influyen los diferentes aportes de las distintas ciencias sociales y humanas en la formación del administrador, y cómo se incluyen estos aportes en el plan de estudios, de modo que permita la construcción de un pensamiento administrativo?
130
2) ¿En los cursos o asignaturas de fundamentos administrativos o pensamiento administrativo, cuáles de las siguientes escuelas se estudian más y por qué?:
___ Positivista ___ Corriente critica
___ Francesa ___ Otras escuelas
¿Cuáles?
___ Humanista de Montreal _______________
_______________
3) ¿Cuáles son los autores y textos que más se siguen y tienen mayor interés para el programa de administración?
4) De los componentes, áreas o materias del plan de estudio, ¿cuáles considera que son los más relevantes?
5) ¿Qué se ha escrito y publicado en esta facultad, que se considere un aporte a la construcción de un saber administrativo?
6) Cuando se ha visto la necesidad de hacer cambios en el currículo, ¿qué ha motivado éstos cambios?
7) Identifique el tipo de investigación que se realiza en la facultad, y relacione las líneas que se tienen creadas actualmente.
Investigación Líneas de investigación
131
_______________ _____________________
___ Básica. _____________________
_____________________
_____________________
_____________________
___ Aplicada _____________________
_____________________
_____________________
_____________________