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SUBDIRECCIÓN GENERAL DE POLÍTICA FORESTAL
ÁREA DE DEFENSA CONTRA INCENDIOS FORESTALES
INFORME SOBRE LA PREVISIBILIDAD DE OCURRENCIA DE INCENDIOS FORESTALES EN
ESPAÑA, DURANTE LA CAMPAÑA DE VERANO DE 2018
1. Introducción
El clima y la vegetación de nuestro país hacen que los incendios forestales sean un fenómeno
frecuente provocado en algunos casos por causas naturales (rayos) y en la mayoría de las
ocasiones por la acción humana (negligencias, intencionalidad y causas fortuitas). De hecho
actualmente los incendios forestales constituyen el fenómeno más importante de degradación
de los ecosistemas forestales españoles, provocando elevados daños ecológicos y económicos e
incluso la pérdida de vidas humanas.
Durante el decenio 2006-20151 se han producido de media anual en España 13.111 siniestros2
que han afectado a una superficie forestal media anual de 100.796 hectáreas. Sin embargo el
esfuerzo y los recursos aplicados a la defensa contra incendios forestales han permitido reducir
las cifras de superficie forestal media anual recorrida por el fuego, ya que en los decenios 1996-
2005 y 1986-1995 eran de 123.459 ha y 219.376 ha, respectivamente.
A pesar de estos resultados positivos, el cambio de ocupación y uso del territorio rural que viene
produciéndose desde los años sesenta, así como la confirmación de que el cambio climático está
amplificando el impacto de eventos meteorológicos extremos, hacen prever que los incendios
forestales sigan siendo una amenaza para los ecosistemas y la población.
Los incendios, pese a estar influenciados por múltiples factores, responden a una serie de
patrones de distribución temporal y espacial que se repiten anualmente, lo que permite reducir
la incertidumbre de su ocurrencia en el territorio.
Este informe recoge de forma somera esta caracterización, sirviendo como elemento de apoyo
para la toma de decisiones en materia de prevención en cuando a la posible distribución y
dimensionado de recursos.
2. Objetivo y fuentes de datos
Se analiza la probabilidad a la ocurrencia de incendios forestales en el territorio español
(Península y zonas insulares) en campaña estival, en base a datos previos de incendios así como
datos meteorológicos.
Para ello se han utilizado las siguientes fuentes:
Estadística General de Incendios Forestales, base de datos nacional de incendios
forestales gestionada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) con
la información proporcionada por las comunidades autónomas. Este informe se basa en
los incendios del decenio 2006-2015, última década con datos completos y definitivos.
Datos de observación y predicción meteorológica elaborados por la Agencia Estatal de
Meteorología (AEMET).
1 Último decenio del que se disponen de datos completos y definitivos.2 Dentro de los siniestros la Estadística General de Incendios Forestales distingue aquellos que afectan a una
superficie ≤ 1 hectárea, llamados conatos, de los que afectan a superficies > 1 hectárea, que reciben el nombre de incendios.
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3. Información preliminar relacionada con la ocurrencia de incendios forestales
3.1.Distribución temporal anual
Los incendios forestales están íntimamente asociados a las condiciones meteorológicas. Su
desarrollo presenta una distribución típica con periodos de gran incidencia, que se alternan con
otros de menor virulencia. Este fenómeno se presenta a lo largo de cada año con dos máximos,
uno absoluto entre los meses de julio a septiembre (campaña estival) y otro relativo entre
febrero y abril (campaña invernal).
Figura 1. Distribución mensual de los
siniestros, 2006-2015
Figura 2. Distribución mensual de
superficies afectadas, 2006-2015
La Figura 1 muestra cómo, a escala nacional, la problemática de incendios está centrada
mayormente en los meses de verano, que concentran casi el 50% de los siniestros que suceden
anualmente. Además, dadas las condiciones meteorológicas y la mayor predisposición de la
vegetación a arder durante el estío, estos incendios tienen mayores repercusiones en superficie
forestal afectada (Figura 2), de hecho más del 63% de la superficie afectada tiene lugar entre
junio y septiembre.
Las figuras anteriores presentan matices importantes cuando se refieren a ámbitos territoriales
concretos. De hecho en la zona Noroeste de la Península (Galicia, Asturias, Cantabria y Noroeste
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de Castilla y León) el número de incendios durante el mes de marzo supera a los ocurridos en
agosto; por el contrario las provincias costeras del Este y Sur de la Península, así como las Islas
Canarias, tienen una ocurrencia de incendios muy reducida durante el invierno.
De acuerdo con los datos provisionales disponibles a 17 de junio de 20183, el número de
siniestros registrado este año es inferior al 50% del valor medio del último decenio, mientras
que la superficie afectada está próxima al 30 % de la media del decenio. Estas cifras reducidas
se deben, especialmente, a la meteorología experimentada hasta la fecha en buena parte de
España, que ha reducido notablemente las posibilidades de ignición así como la facilidad del
combustible forestal para arder. No es despreciable considerar que este antecedente pueda
agravar la ocurrencia de siniestros en lo que resta de año, de darse condiciones favorables al
fuego, dado el elevado peso que tiene la intencionalidad en algunos territorios.
3.2.Distribución temporal diaria
De forma general la ocurrencia de incendios a lo largo del día tampoco es homogénea,
mostrándose una evolución horaria característica. A partir de las primeras horas del día se
incrementa bruscamente el inicio de siniestros hasta alcanzarse un máximo alrededor de las
16:00, momento a partir del cual se produce un descenso igualmente marcado. Es destacable la
desviación del inicio de los incendios intencionados durante el día, hasta alcanzar su máximo a
las 20:00; a partir de este momento los siniestros intencionados superan notablemente el resto
de siniestros, hecho que se prolonga hasta el ocaso y durante las horas nocturnas (Figura 3). Se
interpreta esta circunstancia debido a que el incendiarismo busca aumentar el éxito de su
acción, iniciando fuegos mayormente cuando ya no actúan medios aéreos, hay menos vigilancia
o es más difícil la extinción.
Figura 3. Porcentaje de siniestros por
hora de detección, 2006-2015
3.3.Distribución espacial
El reparto territorial de los incendios es muy variable entre comunidades autónomas. En esta
circunstancia confluyen factores como la diversidad de climas y ecosistemas de la geografía, que
3 Información actualizada semanalmente en la página web del MAPAM: http://www.mapama.gob.es/es/desarrollo-rural/estadisticas/Incendios_default.aspx
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da lugar a distintos tipos de combustible forestal, así como los diferentes usos practicados en el
territorio, entre otros.
Realizando un análisis por ámbito municipal, en los meses de junio a octubre4, se aprecia que el
número de siniestros alcanza los mayores valores en municipios de zona Noroeste de la
Península (Galicia, Asturias y Noroeste de León), con valores elevados también en municipios de
Extremadura y Andalucía (Figura 4). Téngase en cuenta que en estos análisis no se ha
considerado la superficie de cada municipio, que es muy variable.
Figura 4. Número total de siniestros por término municipal entre el 1 de junio y el 31 de octubre, 2006-2015.
Por otro lado la repercusión de esos siniestros en términos de superficie forestal afectada sigue
un patrón similar, aunque destacan algunos municipios de Aragón, Comunidad Valenciana,
Castilla La Mancha y Andalucía donde un menor número de siniestros es causante de elevadas
superficies (Figura 5). En estos casos los valores se deben a grandes incendios forestales
sucedidos a lo largo del decenio, cuya contribución al total de superficie afectada es destacable.
4 Se ha tomado este periodo por coincidir con los meses en los que el MAPA mantiene un mayor dispositivo de medios de extinción.
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Figura 5. Superficie forestal afectada por término municipal entre el 1 de junio y el 31 de octubre, 2006-2015.
3.4.Causalidad
La causalidad puede determinar la ocurrencia de incendios a escala local, porque permite
conocer las acciones o intenciones que pueden estar detrás de los incendios y por tanto los
lugares donde estas pueden tener lugar.
Figura 6. Número de siniestros por
grupo de causas, 2006-2015
Los datos medios nacionales indican que los incendios intencionados son los más numerosos,
representando más del 52% del total (Figura 6) y prácticamente el 60% de la superficie afectada.
En esta categoría destacan especialmente las prácticas tradicionales, al suponer más del 50%,
Rayo4,92%
Negligencias y Causas
accidentales28,07%
Intencionado52,70%
Desconocida12,11%
Reproducción2,20%
Siniestros
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que incluyen incendios con motivación agropecuaria causados mediante quemas relacionadas
con actividades agrícolas o ganaderas, que se dejan arder incontroladamente y pasan al monte
o que son iniciados en directamente en terreno forestal.
Las negligencias y accidentes son responsables del 28% del total de los siniestros, así como de
más del 28% de la superficie afectada. Dentro de esta categoría las quemas agrícolas son las que
mayor porcentaje suponen en número de siniestros, seguidas de los incendios producidos por
el empleo de motores y máquinas, al desprender chispas. La incidencia de fumadores y hogueras
o barbacoas, tradicionalmente aludidos como una causa destacable, representan menos del
3,5% del total de siniestros registrados en el decenio.
En todo caso es importante tener en cuenta que la distribución de causas tampoco sigue el
mismo patrón en todo el territorio nacional. En la región Noroeste destaca notablemente la
intencionalidad sobre el resto de causas (Figura 7), mientras que en el resto de España existe
mayor equilibrio con el grupo de negligencias y accidentalidad; es destacable el elevado grado
de desconocimiento que se produce en las Islas Canarias.
Figura 7. Reparto de siniestros por grupo de causa y área geográfica, 2006-2015.
Considerando sólo los incendios intencionados, estos se producen con mayores frecuencias en
municipios de Galicia, Asturias y Extremadura fundamentalmente (Figura 8), siendo muy
minoritarios en buena parte del resto del territorio (téngase en cuenta que el mapa representa
el total de siniestros originados durante el decenio).
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Figura 8. Número total de siniestros intencionados por término municipal entre el 1 de junio y el 31 de octubre, 2006-2015.
3.5.Previsibilidad del riesgo meteorológico
Es difícil prever cuál será la ocurrencia de incendios en atención a la meteorología, si bien es
cierto que las condiciones previas de humedad del territorio pueden ser determinantes. AEMET
emplea el índice normalizado de precipitación (denominado SPI) como indicador para estimar
periodos secos y húmedos, ya que representa la variación de la precipitación caída en un período
de tiempo respecto a valores medios. Considerando la influencia de la humedad de la vegetación
en su predisposición a arder, y prescindiendo de las condiciones meteorológicas que se
produzcan durante la propia campaña, puede aportar una idea del riesgo previsible.
La última información de AEMET a mayo de 2018 indica valores de precipitación ligeramente
por encima de lo normal en buena parte del territorio, con un déficit de en la franja de Levante
peninsular y en la costa occidental gallega, lo que se interpreta como sequía acumulada (Figura
9). En el momento actual indicaría una mayor predisposición a arder a igualdad de otros factores
meteorológicos generales y locales, ya que sugeriría una vegetación más susceptible de
experimentar estrés hídrico.
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Figura 9. Índice de sequía
meteorológica durante el año
hidrológico. Fuente: AEMET
Por otro lado AEMET dispone de una predicción estacional a escala nacional reflejada en
probabilidades (Figura 10). Aunque hay que tomar estos datos con cautela, se prevé que la
temperatura sea superior a la normal en el oriente de España y la precipitación inferior a la
normal en el Noroeste peninsular y Baleares. De acuerdo con las estimaciones, estos territorios
experimentarían valores de riesgo de incendio más elevados que los habituales para este
periodo.
Figura 10. Predicción estacional de junio a agosto de 2018. Fuente: AEMET.
4. Consideraciones finales
A modo de síntesis se recogen a continuación las siguientes consideraciones:
Existe elevada probabilidad de ocurrencia de siniestros en verano, en especial en los
meses de agosto, julio y septiembre, por este orden, de acuerdo con la tendencia
histórica observada. La severidad del fuego se verá influida por las condiciones
meteorológicas de la estación, influenciada por olas de calor, condiciones locales, etc.
Durante 2018 las cifras de siniestros y superficie afectada han sido notablemente
inferiores a los valores medios. Este hecho podría favorecer un incremento de su
ocurrencia, en lo que resta de año, en las zonas donde la intencionalidad está más
asentada, siempre que las condiciones meteorológicas sean favorables al fuego.
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Es esperable la mayor ocurrencia de incendios en las horas centrales del día, con
máximos a primeras horas de la tarde. Los incendios de carácter intencionado serán más
previsibles hacia últimas horas de la tarde y durante la noche.
La frecuencia de siniestros durante el decenio ha sido mayor en los municipios del
Noroeste peninsular y zona central de Extremadura; es esperable que este patrón de
distribución se mantenga de forma similar. La afección superficial también respondería
a una distribución similar a la observada, aunque se verá influida por la ocurrencia y
localización de grandes incendios forestales, que son impredecibles.
La intencionalidad es la causa más probable de inicio del fuego en la zona Noroeste,
motivada fundamentalmente por prácticas agrícolas o ganaderas. En el resto del
territorio sería más relevante el incendio causado por negligencias o accidentes, debido
a actividades agrarias o empleo de maquinaria.
Se esperan condiciones más desfavorables para la ocurrencia de incendios en la zona
costera de Galicia, regiones de Levante e Islas Canarias occidentales, dado el déficit de
precipitación acumulado con respecto a la serie histórica. Este hecho se vería agravado
en Levante por previsiones meteorológicas más desfavorables.
Madrid, a 27 de junio de 2018
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ANEXO. CARTOGRAFÍA POR TÉRMINO MUNICIPAL DURANTE EL DECENIO 2006-2015,
ENTRE EL 1 DE JUNIO Y EL 31 DE OCTUBRE
1. NÚMERO TOTAL DE SINIESTROS
2. SUPERFICIE TOTAL AFECTADA
3. NÚMERO DE SINIESTROS INTENCIONADOS
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