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Instituto Teológico ¨El Ultimo Llamado¨
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TEOLOGÍA I
l estudio de la doctrina cristiana es obligatorio a todo cristiano. No es algo separado de la
vida, ni es cosa que deba tratarse con descuido, indiferencia, vana especulación. La
salvación personal así como el carácter sano e influencia santa, depende de la correcta
adquisición de dogmas. Cada individuo es responsable dentro de los límites de su capacidad y
oportunidad, de descubrir y aceptar la doctrina cristiana.
El estudio de la Teología cristiana no es sólo una obligación. Es también fuente de inspiración y
deleite. Teología: Este término se deriva de dos palabras griegas (theos) Dios, (Logos) discurso o
tratado, ósea un discurso acerca de Dios. Teología cristiana es la presentación sistemática de las
doctrinas de la fe cristiana.
INCLUYEN LAS DIFERENTES MATERIAS DE ESTUDIO:
1- La doctrina de las sagradas escrituras (Bibliología)
2- La doctrina de Dios (Teología)
3- La doctrina de los ángeles (Angelología)
4- La doctrina del hombre (Antropología)
5- La doctrina del pecado, Hamartia (Hamartiologia)
6- La doctrina de Cristo (Cristología)
7- La doctrina de la salvación (Soteriología)
8- La doctrina del Espíritu Santo (Pneumatología)
9- La doctrina de la iglesia (Eclesiología)
10- La doctrina de los acontecimientos futuros (Escatología)
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BIBLIOLOGÍA
La teología sistemática tiene que proceder en base de la creencia de que la biblia es, en todas sus
partes, la propia palabra de Dios para el hombre. Aunque la palabra Biblia Significa “Libro”, la
palabra biblia se distingue a ese supremo e incomparable libro. Este sobrepasa a todos los otros
libros en cuanto la autoridad, antigüedad, literatura y popularidad: pero aun así su supremacía a
singular es vista en el hecho de que revela la verdad tocante a Dios infinito, la santidad infinita,
pecado infinito, la redención infinita: así que la biblia es en sí infinita. Ninguna mente humana
ha podido comprender en su totalidad su mensaje o medido sus valores.
Toda la escritura es inspirada por Dios, (2 Tim. 3:16) es la afirmación de la biblia por sí misma
y esa proclamación no puede ponerse en tela de juicio, como tampoco la expresión (Dios es
espíritu, Jn 4:24, Dios es amor, 1Jn. 4:8 o Dios es luz 1Jn 1:5). Aquí se declara que el testimonio
de la biblia nos asegura que en los manuscritos originales cada oración, palabra, línea, marca,
punto, jota o tilde fue colocada allí en completo acuerdo con el propósito y la voluntad divina.
¿Porque la palabra es autoritativa?
Habiendo originado y transmitido las escrituras por medio de profetas escogidos, la autoridad de
esos escritos es revelada aún por el hecho que el Espíritu emplea las escrituras como su propio
lenguaje al hablar a los hombres. La biblia por ser palabra de Dios es adecuada para expresar
perfectamente en cada ocasión en que el espíritu funciona para ejecutar su soberanía y propósito
divino.
La escritura es la espada del Espíritu (Ef. 6:17), y “Así dice Jehová” es siempre el equivalente
de “Así dice el Espíritu Santo”. La frase, “El Espíritu dice claramente” (1 Tim. 4:1). Puede ser
aplicada con entera justificación a toda la palabra de Dios. Esta es su voz, hablando; no
solamente en sentido de que procede de Él, pero también en el sentido de que es empleada por Él
como su propio vocabulario y fraseología.
LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA PUEDE VERSE
Poder perdurable: Los escritores bíblicos declararon que las escrituras perdurarán, siendo como
son las palabras de Dios para los hombres.
Poder imperial: La biblia, por incorporar el evangelio, es el “Poder de Dios para la Salvación”
(Rom. 1:16), y como muchas veces se ignora, el evangelio es dirigido al hombre en forma de un
edicto imperial. Es algo que puede ser obedecido (Hechos. 5:32, Rom. 2:8, 10:16, 2 Tim. 1:8,
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Heb. 5:9, 1Pedro 4:17). Este no tan solo contiene la oferta divina para la salvación de los
hombres sino que penetra en el mismo corazón con poder iluminador y transformador.
“Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios” (Rom. 10:17). “Porque la palabra de
Dios es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y
el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón” (Heb. 4:12).
Poder santificador: La autoridad de la biblia afirmada y demostrada en el hecho de que esta
tiene poder santificador. El Señor oró así Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad” (Jn
17:17). Bendiciones inconmensurable son previstas para aquellos en quienes la palabra de Dios
habite “abundantemente en toda sabiduría” (Col. 3:16) y al tomar la espada del Espíritu, que es
la palabra de Dios, por la cual el enemigo puede ser derrotado, es completada.
Poder revelador: La biblia testifica y prueba su autoridad de ser una revelación dada al hombre.
Toda información autoritativa de cosas celestiales y mundanas, de tiempos y eternidad de lo
bueno o lo malo es derivada de la palabra de Dios.
Poder de exactitud: Autoridad de la biblia también es demostrada por el hecho de su corrección
hasta el grado infinito en asuntos de escritos originales es inerrante, y la profecía no solamente
revela los eventos que han de ocurrir en el futuro, sino que también provee la seguridad absoluta
que todo lo que ha sido predicho será ejecutado por la soberana e irresistible autoridad de Dios.
Poder eficaz: La biblia prueba su autoridad por la manera en que prevalece por encima de las
actividades humanas. La depravación imperante no ha podido detener su avance victorioso. La
palabra de Dios ha sido cumplida cuando dice: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no
volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello que la envié”
(Isaías 55:11).
Poder de profecía: La biblia demuestra su autoridad al proponer un programa divino solamente
Dios puede completar. Como podría interpretarse los grandes pactos eternos de Jehová con
Abraham, David, Israel y la Iglesia.
Poder de revelación: Es la comunicación directa que Dios hace, de un conocimiento superior al
que la facultad humana de razonamiento puede comprender o que le era desconocido. La
revelación hizo al escritor más sabio. Solamente por la revelación alcanza el hombre verdadero
entendimiento de las cosas. Sin la revelación el hombre jamás había sido capaz de adquirir
conocimiento de Dios.
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a) Revelación general: La creación “Los cielos cuentan la gloria de Dios y la expansión
denuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra al otro día, la una noche a la otra noche
declara sabiduría”. (Sal. 19:1-2, Hechos 14:17 y Rom. 1:19-20).
b) Revelación especial: Es la palabra, la biblia da prueba de que no hay errores en la biblia.
Los santos hablaron inspirados por el Espíritu Santo
Pablo dice que lo hablado es por el Espíritu y no con sabiduría humana.
En el N.T. hay pruebas que el Espíritu Santo habló en el V.T. (Mt. 22:43, Hechos 1:16).
¿Quiénes fueron los escritores? Hombres inspirados por Dios.
Fueron hombres llamados por Dios para esta ocasión. (Deut. 31:9)
La diferencia de los varios estilos prueba que no fue un acto mecánico. (Mat. 5:17)
Fue una escrita en una forma orgánica y en una forma natural, hay un aspecto pasivo, en el
sentido en que no cooperan con Dios y activo al ser instrumento usado por Dios. (Gal. 6:11).
Dios no destruye la individualidad de estas personas.
El Espíritu Santo trabajó en todas las circunstancias de la vida de estas personas, para cuando
escribieran estuviesen preparados.
TEOLOGÍA
EL SER Y LOS ATRIBUTOS DE DIOS
Es del todo evidente que el ser de Dios no admite definición alguna. Pero no necesita el hombre
sino ver a su alrededor el hermoso orden y armonía del universo, la magnificencia de los cielos,
la belleza de la tierra y toda la variedad encantadora de plantas y animales, para llegar a la
conclusión de que todas estas cosas no se hicieron por sí misma. El universo debe haber tenido
un creador. Esta fue la conclusión del salmista cuando dijo, los cielos cuentan la gloria de Dios y
la expansión denuncia la obra de sus manos, (Salmo 19:1).
¿Cómo explicaremos la existencia de Dios?
La probamos por la revelación especial y la revelación general. Este conocimiento de Dios es
intuitivo. El nombre de Jehová que según la interpretación que según la interpretación dada por
El mismo significa “Yo soy el que soy” (Ex. 3:14) ó sea que Dios existe por sí mismo.
Argumentos que confirman la existencia de Dios.
Las pruebas filosóficas de la existencia de Dios no pertenecen a la dogmática cristiana, pero no
deben hacerse a un lado por completo por tres razones: Hay una fuerte evidencia de la idea de
Dios.
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1. Por la declaración de que la existencia de Dios no necesita ser demostrada algunas veces es
mal interpretada y tiende a promover el escepticismo y la incredulidad.
2. Porque cuando estas pruebas se juntan, proporcionan una defensa científica para la fe en Dios,
suficiente como para hacer que la incredulidad sea considerada como insensatez y pecado.
3. Estás prueba filosóficas ilustran los senderos sobre las cuales la mente viaja para confirmar su
creencia en la existencia de Dios.
Los argumentos que deducen de la contemplación del mundo:
Cosmológico
Teleológico
Etnológico o Histórico
1. Argumento Cosmológico: Todo lo que existe en el mundo debe tener una causa adecuada,
también el universo, lo prueba (Heb. 1:10, 3:4, Sal. 90:2).
Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.
Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú
eres Dios.
2. Argumento Teleológico: Por donde quiera que el mundo se contempla, revela inteligencia,
orden, armonía y designio (propósito), ósea que existe un ser inteligente que creó todo perfecto.
3. Argumento Teológico o Histórico: Existe, entre todos los pueblos y las tribus de la tierra, un
sentimiento de lo divino, que se manifiesta en culto externo. Este fenómeno debe pertenecer a la
misma naturaleza del hombre.
Los argumentos que deducen de la contemplación del hombre:
Ontológico
Moral
1. Argumento Ontológico: Todo hombre tiene la idea de Dios y esta idea es la de un ser
absolutamente perfecto.
2. Argumento Moral: Hay una conciencia en el hombre, que establece la distinción entre lo
bueno y lo malo, si hay una conciencia hay un juez.
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LOS FALSOS CONCEPTOS DE DIOS
El hombre natural no recibe ni percibe…. (1 Cor. 2:14)
ATEÍSMO: Es una negación abierta y positiva de la existencia de Dios.
La teoría del ateo no podría apoyar su propia afirmación ya que tal apoyo requiere el poder
mental que el ateo tiene que negar. Para el ateo el universo material es solo un accidente y todas
sus maravillas son casualidades.
EVOLUCIÓN: Afirma que el cosmos ha surgido de una materia cruda y homogénea
(perteneciente a un mismo género) y ha adquirido su estado presente por medio de fuerzas.
PANTEÍSMO: Cree que Dios es todo y todo es Dios.
DEÍSMO: Mantiene que Dios es un ser personal, infinito y santo y que es el creador de todas las
cosas, pero que deliberadamente abandonó su creación, con el propósito que esta fuera
autosuficiente (2 P 3:4).
TEÍSMO: Creen en un Dios que es trascendente e inmanente la personalidad de Dios, aparte de
la revelación de Dios en sus atributos no tenemos conocimiento alguno del ser de Dios.
Solamente una pequeña porción de todo lo que Dios es, puede ser conocida. Será Dios tan
diferente del hombre? En cuanto a los atributos intelectuales y morales no existe comparación
alguna, en cuanto al grado de perfección, voluntad, amor, verdad, fidelidad, santidad, justicia;
son realidades que pertenecen tanto a Dios como al hombre, aunque hay una gran diferencia en
el grado, de perfección de Dios y el hombre.
No se afirma de ningún modo que la naturaleza corporal del hombre está incluida en esta
comparación, ya que se dice de Dios que él es Espíritu (Jn 4:24). Se deduce, por lo tanto que
esta semejanza está circunscrita solamente a la parte inmaterial del hombre. Cuando se describe
las características de Dios en el lenguaje humano se usa expresiones llamadas antropomorfismo
(atribuciones de características humanas a la divinidad).
Ejemplos:
El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos (Dt. 33:27)
Jehová dijo así: el cielo es mi trono y la tierra estrado de mis pies (Is. 66:1)
Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, (2 Cr. 16:9)
He aquí no se ha cortado la mano de Jehová para, ni se ha agravado su oído para (Is. 59:1)
La boca de Jehová lo ha hablado. (Is. 58:14).
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Donde se atribuye a Dios la posesión de órganos físicos, eso no es una afirmación directa que
Dios posee tales órganos físicos, ni realiza las mismas funciones que dichos órganos realizan
en el hombre. Al revelarse así mismo, tiene que condescender al nivel de nuestras capacidades, y
usa un lenguaje que nos resulta comprensible.
Hay un solo Dios viviente y verdadero, quien es infinito en ser y en perfección, un espíritu puro e
invisible, inmenso, eterno, incomparable, todopoderoso, toda sabiduría, toda santidad,
absolutamente libre, soberano que obra en todas las cosas según el puro afecto de su voluntad
inmutable y justa, para su propia gloria: perfecto en su amor, gracia, misericordia, paciencia,
abundante en bondad y verdad, perdonador de la iniquidad, transgresión y pecado; el
galardonador de aquellos que diligentemente le buscan y también es sumamente justo y terrible
en su juicios odiando todo pecado quien en ningún manera absolverá al culpable.
LOS NOMBRES DE DIOS:
Estos comunican los grados variados en conocimiento, de la naturaleza divina indicando los
inescrutables misterios que le rodean.
EL: Nombre más simple por el cual Dios es conocido en el Antiguo Testamento.
ELOHIM: Ve a Dios como fuerte y poderoso al cual hay que tenerle miedo.
ELYON: Ve a Dios como alto y exaltado.
ADONAI: Juzgar o gobernar.
SHADDAI: El Dios que tiene todo poder, en el cielo y en la tierra.
YHWH: En este nombre Dios se revela de sí mismo, como el Dios de gracia, (Yo soy el que
soy). (Ex. 3:14, Ex. 20:2, Jer. 31:31-34). Fue costumbre de los judíos formar nombres
compuestos.
JEHOVA-JIRE: Dios proveerá.
JEHOVA-NISSI: El señor es mi bandera.
JEHOVA-SHALOM: El señor es mi paz.
JEHOVÁ-SHAMMA: El señor está ahí.
Los nombres de Dios en el Nuevo Testamentos son Theos, Kurios, Páter.
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LOS ATRIBUTOS DE DIOS
Son aquellas cualidades y perfecciones que pertenecen solamente a la naturaleza divina. Se
pueden clasificar como comunicables e incomunicables.
Los comunicables son aquellos que tienen alguna analogía con las propiedades del espíritu
humano, ejemplo: poder, bondad, justicia.
Los incomunicables son aquellos que no tienen ninguna analogía con la criatura, ejemplo:
aseidad, inmensidad, simplicidad.
ATRIBUTOS INCOMUNICABLES
1. ASEIDAD: Tiene su propio origen en sí mismo. Dios existe por sí mismo. Los teólogos
modernos describen esta expresión por dependencia ósea que Dios es solamente
independiente en su Ser, virtudes, decretos obras, etc.
2. INMUTABLE: La inmutabilidad es aquella perfección, por medio de la cual Dios se despoja
de todo cambio no solamente de su Ser, sino también en sus perfecciones, propósitos y
promesas, está libre de todo aumento o disminución. Su conocimiento y planes, sus principios
morales y voliciones (actos de voluntad) permanecen para siempre los mismos. Esta
inmutabilidad de Dios la vemos en (Ex. 3:14, Sal. 102:26-28, Isa 41:4, 48:12, Mal. 3:6 Sant.
1:17)
Algunos pasajes parecen indicar que Dios está sujeto a cambios, (Gen. 6:6), “Y se arrepintió
Dios de haber hecho al hombre” tiene que ser considerada a la luz (Num. 23:19). “Dios no es
hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta”. (1 Sam. 15:11-35). “Me
pesa haber puesto por rey a Saúl, pero también dijo por medio de Samuel: “Además el que es la
Gloria de Israel no mentirá ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta” (1
Sam. 15:29). Dios es inmutable, aunque no es inmóvil; su actitud tiene que adaptarse a todo
cambio moral que ocurra en el hombre. La invariable santidad de Dios requiere que el trate al
malo diferente del justo y si el justo se torna malo, su actitud tiene que cambiar.
Avisos de juicios no cumplidos, (Jon. 3:4-10), son explicados por su naturaleza condicional.
3. INFINIDAD: La infinidad de Dios es aquella perfección suya, por medio de la cual queda
libre de todas las limitaciones. El sabe como venir sin separarse del lugar en donde estaba; sabe
cómo irse sin dejar lugar al que ha venido.
4. ETERNIDAD: El está por sobre todo tiempo, libre de toda distinción temporal de pasado o
futuro y en cuya vida no puede haber sucesión, (2 Ped. 3:8).
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5. INMENSIDAD: La inmensidad de Dios puede también contemplarse con relación al espacio,
perfección del Ser Divino en el cual él trasciende todas las limitaciones especiales y al mismo
tiempo El está presente en su Ser en cada punto del universo.
6. INFINITUD: Es aquella perfección suya, por medio de la cual queda libre de todas las
limitaciones. Dios trasciende todas las limitaciones impuestas por el tiempo y el espacio.
Estos seis atributos explicados antes, se conocen como: Atributos Incomunicables; porque no
tienen ninguna analogía con el hombre.
La otra clasificación son: Atributos Comunicables; que son los que sí tienen analogía con las
propiedades del espíritu humano.
En los atributos comunicables, Dios sobresale como ser moral, consciente, inteligente, libre: Un
ser personal en el más sentido de la palabra.
ATRIBUTOS COMUNICABLES
1. ESPIRITUALIDAD DE DIOS:
Por medio de la enseñanza de la espiritualidad de Dios, la teología insiste en el hecho de que
Dios tiene un ser real, enteramente original y distinto del mundo, y que este ser, verdadero o real
es inmaterial, invisible y sin composición o extensión,
en la espiritualidad se incluye el pensamiento de que todas las cualidades esenciales a la idea
perfecta de espíritu se encuentra en Dios; y que Él es un ser consciente por sí y determinado por
sí. La idea de la espiritualidad necesariamente excluye, la adscripción de cualquier semejanza de
corporeidad a Dios. De esta manera la fantasías de algunos de los primitivos gnósticos y místicos
medievales y aquellos sectarios de la actualidad que adscribe un cuerpo a Dios. Pablo habla de
Él, como del “Rey eterno, inmortal, invisible” (1 Tim. 1:17), otra vez del “Rey de Reyes y Señor
de Señores”. El único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ninguno de
los hombres ha visto, ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno, (1 Tim. 5:15-
16).
2. ATRIBUTOS INTELECTUALES:
a) El conocimiento de Dios: es aquella perfección divina por medio de la cual, en una manera
completamente única se conoce y conoce todas las cosas posibles en un acto sencillísimo y
eterno. Es conocimiento caracterizado por su absoluta perfección, es inmediato y no resultado de
la observación, o de un proceso de razonamiento.
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b) Su alcance: El conocimiento de Dios no es sólo perfecto en su clase, sino también en su
alcance. El es perfecto en conocimiento, (Job 37:16), ve no la apariencia exterior sino el
corazón (1Sam. 16:7, 1 Cro. 29:9 y 17, Sal. 139:1-4, Jer. 17:10).
Hay un asunto, sin embargo que demanda discusión especial. Es el que se refiere al
conocimiento anticipado (presencia) que Dios tiene de las libres acciones de los hombres. Es del
todo evidente que las escrituras enseña la presencia divina de los eventos contingentes: (1 Sam.
23:10-13, 2 Reyes 13:19, Sal. 81:14-15, Isa. 42:9, 48:18, Jer. 2:2. 3:39, Ezeq. 3:6, Mat.11:21)
c) La sabiduría de Dios: La sabiduría de Dios puede considerarse como un aspecto particular de
su conocimiento. Conocimiento y sabiduría no son las mismas cosas, están íntimamente
relacionadas pero no siempre se encuentran juntos. Un hombre inculto puede sobrepasar en
sabiduría a un erudito. El conocimiento se adquiere por medio del estudio; pero la sabiduría es el
resultado del conocimiento intuitivo de las cosas. Ambos son imperfectos en el hombre; pero en
Dios se caracterizan por su absoluta perfección.
d) La veracidad de Dios: Cuando a Dios se le llama verdad, hay que entenderlo en su más
comprensivo sentido. El es todo lo que como Dios debería ser, y en ese concepto se le distingue
de todos los llamados dioses, a los que se le aplican los nombres de vanidad, mentira, (Salmo
96:5, 97:7, 115:4-8, Is. 44:9-10). El es también la verdad en un sentido ético, y como tal se
revela, de modo que su revelación es fidedigna y absoluta (Num. 2:19).
En vista de lo antedicho podemos definir de veracidad la verdad de Dios como aquella
perfección de su ser en virtud de la cual cumple perfectamente la idea divinidad, es
perfectamente digno de nuestra confianza en su revelación y ve todas las cosas como realidad
son. La escritura es muy enfática; (Ex. 34:6, Núm. 23:19, Deut. 32:4, Sal. 25:10, 31:6, Is. 65:16,
Jer. 10:8, 10:11, Juan 14:6, 17:3, Tit. 1:2).
3. ATRIBUTOS MORALES:
a) La bondad de Dios: Es aquella perfección de Dios que mantiene solicito para tratar generosa y
tiernamente con todas sus criaturas. El en todo sentido es lo que como Dios debiera ser, y
consiguiente responde perfectamente al ideal expresado en la palabra. “Jehová es su comidas
bueno para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras.” Los ojos de todos esperan en ti,
y tu les das su comida” (Sal. 145:9-16). El benévolo interés de Dios se revela en su cuidado por
el bien de sus criaturas.
b) El amor de Dios: Es aquella perfección de Dios que lo impele enteramente a comunicarse.
Pues que Dios es absolutamente bueno en sí mismo, su amor no puede hallar perfecta
satisfacción en ninguno objeto que carece de absoluta perfección. El ama a sus criaturas
racionales a causa de sí mismo, o para expresarlo en otra forma; Se ama en ellas; la virtudes de
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sí mismo. Ni siquiera Dios retira completamente su amor del pecador en su presente estado,
pecaminoso, aunque el pecado de este es una abominación delante de Él, (Juan 3:16, Mat.5:44,
45). Al mismo tiempo Dios ama a los creyentes con un amor especial, puesto que los contempla
como sus hijos espirituales en Cristo. A ellos se les comunica en el sentido más pleno y rico, con
toda la plenitud de su gracia y misericordia, (Juan 16:17, Rom. 5:8, 1Juan 3:1).
c) La gracia de Dios: Puede decirse que la gracia es el regalo gratuito de la generosidad para
alguien que no tiene derecho a reclamarlo, por eso se dice que su amor para con el hombre
siempre es inmerecido. La biblia generalmente habla de la gracia para significar la inmerecida
bondad o amor de Dios para quienes se ha hecho indignos de ella por naturaleza bajo sentencia
de condenación. La gracia es manantial de todas bendiciones espirituales concedidas a los
pecadores. (Ef. 1:6-2, 2:7-9, Tito 2:11, 3:4-7). En tanto que la biblia habla de la gracia de Dios
como gracia salvadora, (Jer. 16:13, Is. 26:10). La gracia de Dios es del mayor significado
práctico para los pecadores. Por gracia fue que el camino de la redención se abrió para ellos
(Rom. 3:24, 2 Cor. 8:9). Y también por gracia salió el mensaje de redención para todo el mundo
(Hch. 14:3). Por gracia los pecadores reciben el don de Dios en Jesucristo (Hch. 18:27, Ef. 2:8).
Por gracia son justificados (Rom. 3:24, 4:16, Tito 3:7). Enriquecidos con los dones espirituales
(Juan 1:16, 2 Cor. 8:9, 2 Tes. 2:16-17). Definitivamente heredan la salvación, (Ef. 2:8, Tito
2:11). Estando absolutamente desposeídos de méritos propios dependen por completo de la
gracia de Dios en Cristo.
4. COMPASIÓN DE DIOS:
Es la bondad o amor de Dios hacia los que se encuentran en miseria o angustia espirituales, sin
tomar en cuenta que se lo merecen. Si la gracia divina considera al hombre como culpable
delante de Dios, y por lo tanto necesitados del perdón, la misericordia de Dios lo considera como
a uno que carga las consecuencias de su pecado, en la dura situación, y por tanto necesita de la
ayuda divina. Este misericordia es gratuita (Deut. 5:10, Sal. 57:10). Los poetas de Israel se
deleitaba en cantarla porque permanece para siempre, (1 Cor. 16:34, 2 Cor. 7:6).
5. LA PACIENCIA DE DIOS:
Es aquel aspecto de la bondad o amor de Dios, en virtud del cual soporta al obstinado y
malvado a pesar de su persistencia. Se revela esta paciencia divina en el aplazamiento del juicio
merecido sobre el pecado, (Ex. 34:6, Sal 86:15, Rom. 2:4, 9:22 1 P. 3:20). Un término sinónimo
es longanimidad.
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6. SANTIDAD DE DIOS:
La santidad de Dios es una de sus atributos trascendentales y unas veces se habla de ella como
de su perfección central y suprema. El es santo en toda cosa que se revela, en su bondad y gracia,
tanto en su justicia e ira. La santidad divina puede llamarse propiamente la “Majestuosa
Santidad”, de Dios (Ex. 15:11, 1 Sam. 2:2, Is. 57:15, Oseas 11:9). La santidad de Dios tiene un
aspecto ético, y este es nuestra relación con Dios. Las ideas éticas de la santidad divina no deben
separarse de la idea de la majestuosa santidad de Dios. En virtud de su santidad Dios no tiene
comunión con el pecado (Job 34:10, Hab. 1:13).Usándola en este sentido, la palabra “Santidad”
apunta a la imponente pureza o majestad moral de Dios. Si el hombre reacciona hacia la
imponente santidad de Dios con un sentido reconociendo la insignificancia y temor, esa
reacciona a la santidad moral se revelara haciéndole sentir su pureza, dándole conciencia de su
pecado (Is. 6:5).
a) Su manifestación: La santidad de Dios está revelada en la ley moral, implantada en el corazón
del hombre declara por medio de la conciencia, y más particularmente en la ley dada a Israel. La
más alta revelación de la santidad de Dios nos ha sido dada en Jesucristo a quien se le llama “El
santo y el justo” (Hch. 3:14).
7. LA JUSTICIA DE DIOS:
Es aquella perfección de Dios por medio de la cual El se mantiene en contra de toda violación de
su Santidad y deja ver en todo sentido que El es Santo. Se dice a veces que no podemos hablar de
justicia en Dios porque no hay ley a la cual Él este sujeto. Pero hay una ley en la naturaleza
esencial de Dios, por medio de la cual todas las otras leyes deben de ser juzgadas. Hay una
justicia gubernativa de Dios es aquella que Dios despliega como gobernante de bueno y malo. El
ha instituido un gobierno moral, e impuesto una ley justa, con recompensa para el obediente y
castigo para el transgresor. Dios aparece prominentemente en el A.T. como el legislador de
Israel, (Is. 33:22). Y del pueblo en general, (Sant. 4:12). Y sus leyes son justas, (Deut.
4:8).Estrechamente ligadas a la justicia gubernativa esta la justicia distributiva para designar la
rectitud de Dios en la ejecución de la ley, y se relaciona con la distribución de las recompensas y
los castigos, (Is. 3:10-11, Rom. 2:6, 1 P. 1:17).
a) La justicia remunerativa: La que se manifiesta en el reparto de recompensas a los hombres y a
los ángeles, (Deut. 7:9-13, 2 Cro. 6:15, Sal. 58:11, Miq. 7:20, Mat. 25:21-34, Rom. 2:7). Las
recompensas de Dios son gratuitas y fluyen de la relación de pacto establecido por El.
b) La justicia retributiva: Que se requiere a la aplicación de la pena. Es una manifestación de la
ira divina. La justicia divina está obligada a castigar el mal, pero no a premiar el bien, (Lc. 17:10,
1 Cor. 4:7, Job 41:11).
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8. ATRIBUTOS DE SOBERANÍA
a) La voluntad de Dios: La importancia de la voluntad divina se hace visible de múltiples modos
en las escrituras. Se le presenta como la causa última de todas las cosas; todas las cosas se
originan en ella:
La creación y la preservación, (Sal. 135:6, Jer. 18:6, Apc. 4:11).
Los sufrimientos de Cristo, (Lc. 22:42, Hchs. 2:23).
La regeneración, (Sant. 1:18).
La santificación, (Fil. 2:13).
Los sufrimientos del creyente, (1P. 3:17).
La vida del hombre y su fin, (Hchs. 18:21).
La voluntad de Dios se puede definir como aquella perfección del ser divino por medio de la
cual, El, en un acto por demás sencillo, sale en busca de sí mismo como el supremo bien.
La biblia nos indica que hay cosas que Dios no puede hacer, El no puede mentir, ni cambiar, ni
pecar, ni negarse, (Núm. 23:19, 1 Sam. 15:29, 2 Tim. 2:13, Heb. 6:18, Sant. 1:13-18).
b) La santa trinidad: En sus enseñanzas, la biblia no es politeísta (muchos dioses), ni Triteísta
(tres dioses), ni unitaria (un dios que ejercita su interés y poder en varias).
Trinidad, nos referimos a la trinidad en unidad y a una unidad que es trina. Es la doctrina de que
en el ser de una deidad eternal hay tres distinciones eternas y esenciales tradicionalmente
llamadas; Padre, Hijo y Espíritu Santo.
La doctrina de la trinidad es decididamente una doctrina revelada. El nuevo testamento tiene una
revelación más clara de las distinciones de la divinidad. En el ser divino hay una sola indivisible
esencia. En este ser divino hay 3 personas o sustancias individuales, Padre, Hijo, Espíritu Santo.
La esencia de Dios completa sin dividirse pertenece por igual a cada una de las 3 personas.
La subsistencia y operación de las 3 personas en el ser divino tienen un orden seguro y definido,
hay ciertas propiedades o atributos personales por las cuales las 3 personas se distinguen. La
iglesia confiesa la trinidad de ser un misterio fuera de la comprensión humana.
Tres puntos que hacen que sean 3 personas distintas:
1- Propiedad distintiva del Padre: Engendra (Su obra peculiar es engendramiento eterno).
2- Propiedad distintiva del Hijo: Es engendrado (Filiación).
3- Propiedad distintiva del Espíritu Santo: Es engendrado (Espiración).
La propiedad personal del hijo es que es eternamente engendrado del Padre y comparte con el
Padre la espiración del Espíritu Santo. La generación del hijo quiere decir aquel acto necesario y
eterno de la primera persona de la trinidad por la cual él dentro de su ser divino, es la base de
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Una segunda substancia personal y pone en esta segunda persona en posesión de toda la esencia
divina, sin división, alteración o cambio. La espiración puede ser definida como aquel acto
eternal y necesario de la primera y segunda persona de la trinidad por la cual dentro del ser
divino viene a ser la base de la substancia personal del Espíritu Santo y pone a la tercera persona
en posición de toda la esencia divina sin división, alteración o cambio. (Rom. 3:30, 1 Juan 5:7).
ERRORES EN CUANTO A LA TRINIDAD
1. Subordinación: Dice que una de las personas de la trinidad es inferior.
2. Tertuliano: 3 esencias (divide a la trinidad).
3. Adopcionismo: pasó a ser hijo de Dios, en su nacimiento y bautismo.
CRISTOLOGÍA
LA DEIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Las sagradas escrituras abundan en enseñanzas con respecto a la deidad de Cristo. Tan extenso es
el campo de esta enseñanza que debemos concretar nuestra discusión a algunos textos solamente.
La deidad de Cristo se sostiene por aquellos pasajes que se refieren a:
1-Su preexistencia
2- Sus nombres y títulos divinos
3- Sus atributos divinos
4- Sus obras divinas
5- Como recipiente de la adoración divina y del hombre.
1. La preexistencia de Cristo:
El que viene tras mí, es antes de mi: porque es primero que yo (Juan 1:15). Tal es el testimonio
de Juan el Bautista con respecto a Jesucristo. Nuestro señor mismo declaró: Yo soy el pan vivo
que ha descendido del cielo (Juan 6:51). Ahora pues, padre, glorifícame tu al lado tuyo, con
aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. (Juan 17:5).
2. Los nombres y títulos divinos de Jesucristo:
La deidad de Cristo se enseña claramente en los nombres y títulos que las sagradas escrituras le
dan. Se le llama Señor. Aparejad el camino del señor (Mat. 3:3). Se llama también Dios, y el
verbo era Dios, (Juan 1:1). El cual es Dios sobre todas las cosas bendito por los siglos amén.
(Rom. 9:5). Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran
Dios y salvador nuestro Jesucristo, (Tito 2:13).
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3. Los atributos divinos de Jesucristo:
Se le aplican a nuestro señor Jesucristo una serie casi interminables de atributos divinos. Entre
estos tenemos los siguientes;
1-Eternidad; Mas el hijo: tu trono, o Dios, por los siglos de los siglos, (Heb. 1:8).
2- Omnipresencia; allí estoy en medio de dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en
medio de ellos (Mat. 18:20)
3-Omnisciencia; en el cual están escondidos todos los tesoros y sabiduría y conocimiento (Col.
2:3).
4- Omnipotencia; Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, (Mat. 18:18).
5-Inmutabilidad; Ellos perecerán mas tú eres permanente; todos ellos se envejecerán como una
vestidura; y como un vestido lo envolverás y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años
no acabarán (Heb. 1:11-12). Jesucristo es el mismo de ayer y de hoy y por los siglos. (Heb.
13:8).
4. La obra divina de Jesucristo:
Las obras de Cristo descritas en el N. T. son de tal naturaleza que solamente Dios puede hacerlas,
“La evidencia es de tal manera acumulativa, que el Cristo de las escrituras es Dios en esencia, en
ser y en atributos”. Las obras de Cristo como divino incluye,;
a)-La creación: Todas las cosas fueron hechas y sin Él nada de lo que es hecho fue hecho (Juan
1:3). En el mundo estaba y el mundo fue hecho por él: y el mundo no le conoció (Juan 1:10). San
Pablo afirmó, por él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos y que están en la tierra
visibles e invisibles, se han tronos, se han dominios, se han principados, se han potestades; todo
fue creado por él. Y para él. (Col. 1:16). La evidencia es clara y precisa en el sentido de que fue
Cristo que hizo el mundo.
b)-La preservación y la conservación: y El es antes de todas las cosas, y por El todas las cosas
subsisten (se mantienen juntas, mantienen su estado coherente) (Col. 1:17, Heb. 1:3). Leemos el
cual siendo resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia y sustentando todas las
cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí
mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas.
c)-El perdón de los pecados: Y viendo Jesús la fe de ellos dice al paralítico: Hijo, tus pecados te
son perdonados……… Pues para que sepáis que el hijo del hombre tiene potestad en la tierra de
perdonar los pecados, (dice al paralítico) a ti te digo: levántate y toma tu lecho y vete a tu casa
(Mar. 2:5-11). Fue así como Jesús reivindicó su autoridad como el Dios que perdona pecados por
medio de la sanidad que efectuó sobre aquel paralítico. San Pedro afirma esta verdad en su
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declaración con respecto a Cristo: A éste a Dios ensalzado con su diestra por príncipe y salvador,
para dar a Israel arrepentimiento y remisión de pecados, (Hchs 5:31).
d)-Deidad de Cristo: Se atestigua por el don del Espíritu Santo a los creyentes: Y he aquí, yo
enviaré la promesa de mi padre sobre vosotros: pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén,
hasta que seáis investidos de poder de lo alto, (Lc 24:49). La venida del Espíritu Santo da
testimonio a la deidad esencial de nuestro Señor Jesucristo.
5. Cristo es el recipiente de la adoración divina y del homenaje:
Solo Dios es digno de que el hombre le adore. Cuando San Juan, vencido por una visión gloriosa,
se postró delante del ángel, el mandamiento fue: Adora a Dios. Sin embargo Jesucristo mismo
recibió esta adoración sin vacilar y sin avergonzarse. La adoración diciendo: verdaderamente
eres Hijo de Dios, (Mat. 14:33). El escritor a los hebreos nos informa que aun los ángeles le
adoran: y otra vez, cuando introduce al primogénito en la tierra, dice: adórenle todos los ángeles
de Dios, (Heb. 1:6). Estos hechos ratifican que Jesucristo, como Dios es digno de nuestro
homenaje y adoración.Por declaración expresa y por implicación, el Nuevo Testamento enseña
en varias ocasiones la unidad esencial y la igualdad de Jesucristo para con el Padre. Los judíos
escépticos (incredulidad) que oyeron a Jesucristo hablar claramente, comprendieron que él
pretendía ser igual al Padre, (Juan 5:18). La forma bautismal, (Mat. 28:19). En que se une el
nombre del Hijo con el Padre y del Espíritu Santo en un plano de igualdad, es testimonio ulterior
a su deidad. Esta igualdad fue suya por derecho inherente, (Filp. 2:6). La impresión grandiosa
que Jesucristo hizo sobre sus contemporáneos y sobre las multitudes desde ese día fue en el
sentido de que El era en verdad el mismo Hijo de Dios.
¿Podemos aceptar que Cristo sea verdaderamente Dios?
Los escritores sagrados hacen declaraciones concernientes a nuestro Señor Jesucristo que no
pueden ser interpretadas en el sentido de que Él es verdaderamente Dios. “Todo el plan de la
redención humana por los méritos de Jesucristo descansa sobre la doctrina de la suprema
divinidad de Cristo”. Es decir; que El fue verdadero Dios manifestado en carne. Quitemos esta
piedra angular de todo nuestro cristianismo santo y la vida eterna así como la inmortalidad,
desaparecerán inmediatamente. Dejemos que Jesucristo sea Dios, tendremos una roca sólida
sobre la cual formar nuestra esperanza celestial. No tenemos más que negar esto, para que
nuestra esperanza se desvanezca. La divinidad de Cristo, la filiación divina, la deidad del espíritu
Santo, la Trinidad, están envueltas en un misterio. Como sucede con la existencia de Dios, el
hecho se nos revela pero. Quién puede comprender esta eternidad y espiritualidad?. No sabemos
nada referente al modo de la existencia divina. El que haya tres personas distintas y sin embargo
inseparables a las cuales llamemos Dios, es cosa que las sagradas escrituras enseñan con
claridad. Qué bueno que cuando venimos a Dios, no se requiere que sepamos lo que Él es, sino
que creamos que existe y que es galardonador de los que le buscan con diligencia. Jesucristo, el
Hijo Divino, la segunda persona de la santísima trinidad, es Dios manifestado en carne y por
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causa de su condescendencia ha venido a ser el único medio por el cual podemos recibir la vida
eterna.
PNEUMATOLOGÍA
LA PERSONALIDAD Y DEIDAD DEL ESPÍRITU SANTO
Es de suprema importancia el que creamos en el Espíritu Santo como un poder impersonal cuya
influencia deriva de Dios o como una persona divina con quien podemos tener comunión y quien
desea nuestra amistad. Desde el punto de vista práctico es de suma importancia saber si el
Espíritu Santo es un mero poder, del que nos queremos asegurar para nuestra debilidad o si es
Zuna personalidad sabia, santa, llena de compasión, todopoderoso, quien desea posesionarse de
nosotros y usarnos para su gloria.
La personalidad del Espíritu Santo. Que el Espíritu Santo es una persona distinta del padre y del
hijo es cosa que se enseña claramente en las sagradas escrituras. Notemos algunos pasajes en
relación a este asunto.
1. Nombres y pronombres personales del Espíritu Santo:
En adición a los términos; El Espíritu, El Espíritu de Dios y El Espíritu de Gloria. Nuestro
señor, se refiere al Espíritu Santo, “El consolador” o el otro consolador este no es un término
impersonal sino que se aplica a Cristo mismo y se traduce como “Abogado” en (1Juan 2:1).
Significa consolador, guía, instructor o “El que nos fortalece cuando estamos con él”. Cristo
Jesús, al dar a sus discípulos el mensaje de consolación, les habló claramente asegurándoles una
vez más el consolador, quien tomaría su lugar, continuaría su obra y permanecería para siempre.
Notemos algunos de los pasajes siguientes; más el consolador el espíritu santo, el cual el padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todas las cosas que os he
dicho pero yo os digo la verdad os conviene que yo me vaya porque si no me fuere el consolador
no vendrá a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia y de juicio, (Juan 16:7-8). Pero cuando venga el espíritu de verdad él os
guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber todas las cosas que habrán de venir, El me glorificará; porque tomará de lo
mío y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os
lo hará saber. (Juan 16:13:15). Hay que notar en estos pasajes se usa el pronombre masculino y
que se aplica directamente al espíritu santo como catorce veces.
2. Actos personales adscritos al Espíritu santo: evidencia de su deidad
a) Creación: Se dice que Dios creó, mientras que el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las
aguas. En el (Sal. 39:6) está escrito; “Por la palabra de Jehová fueron hechos, y todo el ejército
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de ellos y por el aliento de su boca“. “El espíritu de Dios fue el primero en moverse”. “Y se
movía sobre la faz de las aguas”. Cuando consideramos la tierra desordenada y vacía pensamos
en el valle lleno de huesos secos. ¿Pueden vivir estos? Puede esta confusa masa de materia ser
formada en un mundo bello? Si el Espíritu de vida que procede de Dios entra en ella, (Ezeq.
37:9). ¿Ahora hay esperanza con respecto a esto; porque el espíritu de Dios empieza a obrar, y si
él obra, quien puede estorbarlo? Dios hizo al mundo por su Espíritu (Sal. 36:6, Job 26:13).
b) Inspiración: La inspiración de las escrituras es la más grande empresa del espíritu santo,
específicamente suya. Creer que la biblia es un documento infalible es honrar a su autor, al
espíritu santo. Es respetar lo que la biblia reclama de sí misma. A los saduceos negar la
resurrección; pero surgió Cristo decirles: “Erráis, ignorando las escrituras y el poder de Dios”
c) Engendramiento de Cristo: El magno acto de la generación del espíritu santo aconteció cuando
efectuó la humanidad de Cristo. Con mucha frecuencia se asume que María contribuyó con su
humanidad y que el espíritu contribuyó con su divinidad; pero un momento de reflexión,
descubriría que la deidad de Cristo le fue propia en toda la eternidad, y por tanto no fue originada
al tiempo de su conexión. El encarnó cuando su persona eterna tomó la forma humana. María no
podría haber contribuido más de lo que está asignado a la mujer en la maternidad; ella nutrió y
desarrollo la vida que le fue encomendada. El espíritu hizo que la humanidad de Cristo se
originara y ese es un acto de generación. Así lo declara la escritura; “Y respondiendo el ángel
dijo el espíritu santo vendrá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual
el santo ser que nacerá será llamado hijo de Dios” (Lc. 1:35).
d) Redargüir: La obra convincente del espíritu santo es triple; de pecado, de justicia y de juicio el
fin que el cumple es impartir la comprensión de los hechos, entendimiento que resulta en una
iluminación esencial para una inteligente aceptación de Cristo como salvador personal. La
declaración que Cristo hizo sobre este punto en el discurso del aposento alto dice así; “Pero yo os
digo la verdad. Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuere, el consolador no vendría a
nosotros, mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga convencerá al mundo de pecado, de
justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mi, justicia; por cuanto voy al padre, y no
me veréis más; y de juicio por cuanto al príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.” (16:7-11).
Esta obra del espíritu santo es destruir el velo que Satán ha echado sobre la mente de cada
persona inconversa. Acerca de esta ceguera se ha escrito; “Si nuestro evangelio está aún
encubierto, para los que se pierden está encubierto, en los cuales el Dios de este siglo segó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio, (2 Cor. 4:3-
4).
e) Restricción: El ministerio de restricción de dirige a todo el cosmos en su totalidad, tiene que
hacer con el impedimento del mal, en cuanto sea posible en el mundo. Evidentemente este
refrenamiento no tiene en mira evitar toda iniquidad, algo que efectuaría sin impedimento; pero
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es un ministerio por el cual el mal es retenido dentro de cierto límite divinamente
predeterminado. El que impide será quitado a su debido tiempo.
f) Regeneración: La regeneración surge de la condición universal del hombre caído. Como la
generación humana engendra una vida “Según su naturaleza”, así la regeneración divina significa
el impartir una vida procedente de Dios, que es enteramente extraña a la del hombre caído. Es la
naturaleza divina. Es “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria“, (Col. 1:27). La salvación
incluye una nueva creación, (2Cor. 5:17). La que es efectuada por el espíritu santo el ejecutor de
la deidad.
g) Iluminación: Siendo que todos los miembros de la raza humana están incapacitados en su
poder natural para entender por causa del pecado, así mismo por el velo que Satán ha puesto en
su mente, (2 Cor. 4:3-4). La divinidad plena hizo provisión con la que el creyente pueda llegar a
conocer las cosas de Dios, y todo lo que entra en relación con él. Requiere un sistema de
pedagogía muy distinto de cualquiera otro conocido en este mundo. La posición dentro del
corazón del creyente que ahora ocupa el espíritu santo asegura la más estrecha relación, de modo
que el, el espíritu mismo, es así capaz de crear impresiones en la conciencia del cristiano que
parecen haber ocurrido solo en su propia mente finita. El apóstol afirma, “Antes bien, como está
escrito: cosa que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre; son las que Dios
ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos la reveló a nosotros por el espíritu; porque el
espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios“, (1 Cor. 2:9-10).
h) Paracleto: Por tres años y medio Cristo había sido el paracleto para aquellos a quienes estaba
hablando, él era el todo suficiente. Cuando estaba para dejarlos les prometió “Otro paracleto”, lo
que Cristo había sido para ellos, el espíritu santo lo continuaría siendo. El espíritu santo según la
transcripción de paracletos es nuestro abogado o consejero, quien sugiere verdadero
razonamiento a nuestras mentes y verdadera dirección a los actos de nuestra vida; y defiende
nuestra causa ante Dios nuestro Padre. Hay que notar que Jesús tanto como el espíritu está
representado como paracletos-confortador. El espíritu santo es el que había de ser el otro
paracleto, y esto concuerda con la afirmación de la epístola, “Abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo,” (Rom. 8:26, Lc. 6:24).
El termino paracleto se interpreta como “Confortador”, el término se usa en relación a tristeza,
que indica a una persona que nos consolará en medio de las miserias de este mundo y a la
verdad, el espíritu santo nos consuela y nos conforta. Pero esto es apenas una parte pequeñísima,
de las funciones que la palabra “paracletos” da entender. El significado de la palabra
“Paracletos” es en adición es alguien que está identificado con nuestros intereses, uno que se
encarga de todas nuestras causas, uno que se compromete para vernos a través de toda nuestras
dificultades, quien en todas maneras llega a ser nuestro representante y nuestro gran agente
personal, que gestiona todos nuestros negocios en nuestro lugar. En efecto es uno que es
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absolutamente e infinitamente competente para sobrellevar cualquier cosa que él pueda hacer a
nuestro favor, cualquiera que fuere o pudiera ser el límite de nuestra necesidad, cual sea nuestro
deseo en cualquier dificultad.
i) Testimonio: “El mismo espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios”
(Rom. 8:16). En esta obra distintiva el espíritu santo realiza en el creyente lo que ha sido tomado
por fe. Los que han creído en Cristo llegan en su propio derecho a ser hijos de Dios,(Jn. 1:12). Y
el mismo espíritu testifica que esta gran verdad se ha cumplido. Juan declara en su primera carta
(1Jn 5:10). “El que cree en el hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo.”
j) Unción: Morar y ungir son términos sinónimos en reumatología. Tan cierto es que cada
creyente es habitado por el espíritu santo, así seguramente cada creyente es ungido por el
espíritu. Sin referirse a ninguna clase de cristiano, cuales estos sean, el apóstol Juan escribe;
“Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros y no tenéis necesidad de
que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas y es verdadera y no es
mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él”, (1 Juan 2:27). No podría haber tal cosa
como un cristiano que ha nacido del espíritu y que ha sido participante de la naturaleza divina,
que no haya sido ungido por el espíritu.
k) Bautismo: Es cuando una cosa está puesta bajo la influencia de otra, el espíritu santo une al
creyente con Cristo. Otros los interpretan como la llenura del Espíritu Santo, por cuyo ministerio
la experiencia y el poder para la vida y el servicio cristiano son, asegurados, (Ef. 5:18, Jn. 4:14,
7:38-39).
l) Sello: La presencia del espíritu en el creyente viene hacer una identificación distintiva, “El
señor conoce a los que son suyos”, (2 Tim. 2:19). La mayor marca que el cristiano tiene ante
Dios es que él es templo del espíritu santo. Ser llenado pertenece a los que son justificados y
perfeccionados para siempre en Cristo. El sello significa seguridad, el que sella se hace
responsable por el objeto sobre el cual se impone el sello. En el caso del creyente “El está sellado
para el día de la redacción”, (Jer. 32:9-12). El apóstol pablo declara; “El cual también nos ha
dado las arras del espíritu en nuestros corazones”, (2 Cor. 1:22). “En el cual esperasteis vosotros
en oyendo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación; en el cual desde que creísteis
fuisteis llenado con el espíritu santo de la promesa”, (Ef. 1:13). “Y no contristéis al espíritu santo
de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención”, (Ef. 4:30).
m) Llenura: Es el espíritu cumpliendo en el creyente todo lo que él vino a ejecutar en ese
corazón. Para lograrse la vida cristiana tiene que experimentar una liberación del poder de los
tres grandes enemigos; el mundo, la carne y el diablo y entonces surge la demostración de la
gracia divina, nada menos que la demostración de las virtudes o poder de aquel que llamo al
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creyente de las tinieblas a la luz admirable. Dios tiene un procedimiento específico porque el
poder del espíritu santo puede realizarse en la vida diaria del creyente.
n) Intersección: Un pasaje céntrico se consagra a la intercesión del espíritu santo, este es (Rom.
8:26-27). “Y de igual manera el espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; pues qué hemos de
pedir como conviene, no lo sabemos, pero el espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles. El espíritu santo de Dios que mora en nosotros, conociendo nuestros deseos mejor
que nosotros mismos, él es quien suplica en nuestras oraciones elevándonos a más alto y más
santo deseos de lo que nosotros podemos expresar, con palabras que solamente pueden hallar
expresión en gemido y deseos. La seguridad que tenemos que Dios, el escudriñador del corazón
interpreta los gemidos inarticulados del espíritu en nosotros. Todos estos ruegos del espíritu son
oídos y contestados, aun cuando fuere palabras inarticuladas o indecibles. Debemos extender la
misma consoladora seguridad a las imperfectas y equivocadas expresiones verbales de nuestras
oraciones, las que en sí misma no son contestadas porque nos dañarían, sino que la respuestas es
a la voz del espíritu que habla a través de ellas, las que nosotros expresamos, pero no podemos,
compárese (2 Cor. 12:7-10), como un ejemplo en el caso del mismo apóstol, (Rom. 8:27).
o) Santificación: La raíz de la palabra santificación significa ser puesto aparte, ser clasificado y
específicamente calificado hacia la realización de un fin particular, según se presenta en las
escrituras, la santificación es triple.
1- La separación: Ocurre cuando el que cree es unido a Cristo por el espíritu santo y así viene a
estar en Cristo. En relación a esto dice la escritura; “Porque con una sola ofrenda hizo perfecto
para siempre a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el espíritu santo”, (Heb. 10:14-15).
Ninguna clasificación en el cielo o en la tierra es más distintiva, trascendente o verdadera que la
que opera el espíritu cuando une al individuo con Cristo. “Mas por el estáis vosotros en Cristo
Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención, (1
Cor. 1:30). “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos
amados del Señor de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el espíritu y la fe en la verdad, (2 Tes. 2:13).
2- La santificación: Es experimental en la cual, por el poder del espíritu santo que operando
dentro del hijo de Dios uno es vigorizado tanto para ser librado del pecado como para ser
efectivo en cada actitud correcta y en el servicio. La santificación progresiva o experimental se
ha dicho que es la voluntad de Dios para cada creyente; “Pues la voluntad de Dios es vuestra
santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de nosotros sepa tener su propia
esposa en santificación y honor.” (1 Tes. 4:3-4). El progreso en la madurez del carácter por obra
del espíritu puede ser logrado sólo a través de la tercera persona en la deidad.
3- La santificación todavía será obtenida o realizada en su tercera y última forma; es decir,
los cristianos serán presentados sin falta ante la presencia de Dios, (Ef. 1:4, Jud.1:24). Y
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conformes a la imagen de su Hijo, (Rom.8:29, 1 Juan 3:2-3). Así se revela que la santificación
es la obra del espíritu santo. Es espíritu santo aun cuando es infinitamente santo es libre para
encargar todos sus ministerios al creyente; aun a pesar de su naturaleza caída y sus fracasos;
siendo que Cristo no sólo murió por los pecados del creyente, sino para que este muriera al
pecado.
p) Como una prenda: Esta obra del espíritu santo recuerda el pensamiento de un compromiso de
un matrimonio. Todas estas limitadas bendiciones juntas son aseguradas por la presencia y el
poder del espíritu santo en el creyente; son como las arras o prendas, una previa experiencia de
gloria celestial que ha de venir. Una prenda es la prima (primer pago) semejante en calidad pero
solo una fracción en cuanto a cantidad, aunque una muestra exacta de la totalidad, de la segura
experiencia del creyente en el cielo, “El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del
Espíritu en nuestros corazones”, (2 Cor. 1:22). “Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios,
quien nos ha dado las arras del Espíritu, (2 Cor. 5:5). “Desde que creísteis, fuisteis sellados con
el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la
posesión adquirida, para alabanza de su gloria, (Ef. 1:13-14).
TIPOS Y SÍMBOLOS DEL ESPÍRITU SANTO:
Aunque la biblia abunda en metáforas, símiles, símbolos, parábolas alegorías y emblemas; una
clasificación de las siete figuras del lenguaje o discurso; es necesario recordar que detrás de cada
forma de expresión hay verdad oculta. Los símbolos y tipos que anunciaba a la segunda persona
de la trinidad se han efectuado y cumplido concretamente, en forma visible a través de su
encarnación; para la persona y obra de la tercera persona quedan ocultos de lo que lo inteligible y
lo invisible implica. Explicaremos adelante algunos símbolos que describen mejor al Espíritu
Santo.
1- ACEITE:
Como el aceite se usaba para sanar, confortar, iluminar y para ungir con determinados
propósitos, así el Espíritu Santo, (Sana, conforta, ilumina y consagra). En la ofrenda de la flor de
harina denominada oblación de presente, (Lev. 2:1-16). En la que Cristo es tipificado en sus
perfecciones humanas, el aceite aparece primero mezclado con flor de harina y luego derramado
sobre ella. Todo esto tipifica y anticipa la vida y ministerio de Cristo en su relación singular con
el Espíritu Santo, relación mantenida aquí en la tierra; una relación en la que la humanidad de
Cristo fue sustentada y sus acciones investidas de potencia por el Espíritu Santo. De igual modo
era posible, y hubiera sido natural, para Cristo haber sostenido su humanidad por el poder de su
propia deidad; además como hombre, de ser sostenido por el Espíritu Santo no por la segunda
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persona, y siendo que Cristo es el hombre ejemplar y el hombre ideal de Dios, se requiere que el
también se apoye en el espíritu santo con respecto a cada necesidad y limitación que presentara
su humanidad. En tipo (Lev. 2:4-7), la flor de harina es mezclada con aceite, sugiriendo que con
respecto a su humanidad, Cristo fue engendrado por el Espíritu Santo; y otra vez (Lev. 2:1, 6,15),
el aceite derramado sobre la harina anuncia la unción de Cristo por el espíritu Santo, como se
efectuó en su bautismo. Hay un significado en la ordenanza del sacerdote en la limpieza del
leproso, (Lev. 14:10-32). Habría de aplicarse el aceite en forma prescrita específicamente. La
obra de Cristo en la sanidad física, como en la transformación espiritual, fue operada por el poder
del Espíritu Santo. La limpieza del leproso es un tipo de lo más evidente en cuanto a Cristo, ya
que pronuncia la salvación del pecado. Otra vez, (Ex. 40:10-13-15), se registra el requisito con
respecto a tres ungimientos particulares: El del altar de holocausto, que habla de la muerte de
Cristo por el Espíritu eterno. El de Aarón como sumo sacerdote, que habla del Espíritu
reposando sobre Cristo (Is. 61:1). El de los hijos de Aarón, tipo de los creyentes de esta
dispensación y cuya unción contempla la relación de Espíritu Santo con los cristianos.
En la teocracia antigua, los reyes fueron ungidos, (Is. 16:12) como oficiales que fueron (1 Sam.
10:1), y todo esto indica la autoridad directa de Dios sobre su pueblo en esa forma de su
gobierno. Un tipo igualmente bello del Espíritu Santo se nota en el hecho de que el aceite servía
como una fuente de luz. A los israelitas se les ordenó proveer el aceite para las luces en el
tabernáculo, (Ex. 25:6). Dos verdades vitales están implicadas en esta topología especial, como
son: que Dios Espíritu Santo es la luz esencial y que el creyente ha de andar en luz que el
Espíritu Santo vierte sobre su mente y corazón y haciendo así a los creyentes mismos son “Luz
en el mundo”.
La luz que los cristianos pueden esparcir es una manifestación de la presencia y poder del
Espíritu Santo en su vida. En las lámparas de los tiempos antiguos había aceite, pabilo y llama.
El pabilo el cual servía como intermediario entre el aceite y la llama, tenía que haber contacto
entre el aceite y el pabilo, para que encendiera la llama, así que este pabilo tenía que estar libre
de partículas de carbón. Tenía que despabilarse y permanecer limpio. Esta verdad tan esencial es
obvia para toda efectividad espiritual. Las diez vírgenes (Mat. 25:1-13) fueron sabias y otras
fatuas de acuerdo con su preparación espiritual, hecho que el aceite lo que simboliza en la
parábola. Cinco habrán de ser excluidas del palacio del rey cuando él vuelva y cinco van a
encontrarla con preparación debida y entrarán en el palacio. Las vírgenes representan a Israel
sobre la tierra esperando el retorno del Mesías con su esposa, (Lc. 12:35-36, Sal. 45:8-15). En el
salmo 45:7 hay referencia al “óleo y gozo”. “El fruto del Espíritu es gozo”. Mientras que en el
Sal. 104:15 se prescribe el aceite para hacer brillar el rostro y en el Sal. 23:5 David alaba a Dios
que ha “Ungido su cabeza con aceite”, todo lo cual un presagio de la presencia y poder del
Espíritu en el creyente.
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2-AGUA:
El elemento tan común y tan vasto en el mundo sirve como tipo de juicio; ejemplo el diluvio, la
destrucción en el mar rojo y los ríos descritos por Cristo en (Mat. 7:25), de la palabra de Dios,
(Jn 3:5, Tit. 3:5 1Jn 5:6-8) y del Espíritu Santo. En su conversación con la mujer samaritana,
Cristo habló del agua que él daría como “agua de vida”, la cual es simbolizada en el tipo como
corrientes de aguas. El Espíritu Santo está tipificando por el tipo como corrientes de agua. (Tipo
agua), como el agua es esencial para la limpieza, satisfacción, renovación y refrigerio, así el
Espíritu Santo es vital para el hijo de Dios. El Espíritu aplica la sangre de Cristo para toda
limpieza. El aspecto de limpieza está tipificando por el baño de los sacerdotes, así también hay
una limpieza constante para el cristiano en su andar, el cual se anticipan en tipo, por la limpieza
provista por el sacrificio y las cenizas la vaca alazana (Núm. 19:2).
3- FUEGO:
A menudo encontramos que un símbolo puede representar dos o más cosas. León por ejemplo, se
refiere tanto a Cristo como Satanás, mientras se usa para expresar el valor y hazaña de nuestro
Señor, simboliza la crueldad y ferocidad de Satán (Ap. 5:5, 1P. 5:8).
El fuego también es usado para diferentes cosas. Es un símbolo de la presencia del Señor, es
consecuencia, Jehová apareció a Moisés “En llama de fuego”, (Ex. 3:2). El fuego es señal de la
aprobación divina. Así en conexión con el tabernáculo, (Lv. 9:24), en la dedicación del templo (2
Cr. 7:1), y en el Monte Carmelo, vino fuego del cielo y consumió el sacrificio como muestra de
la aprobación y aceptación de Dios, (1 R. 18:38). El fuego está asociado con la protección de la
presencia de Dios, de aquí que era como una columna de fuego; para los hijos de Israel para
iluminar y defender, (Ex. 13:21), y el promete ser muro de fuego, para su pueblo, (Zac. 2:5). El
fuego es un símil de su disciplina y de la prueba. Cuando el Señor purifica a los hijos de Leví, lo
hace como un joyero purifica al oro, por la acción del fuego (Mal. 3:3), y cuando Cristo
escudriña a las 7 iglesias, se describe como una llama de fuego, (Apoc. 1:14) y cuando los
creyentes son probados se les recuerda que la prueba de vuestra fe, es mucho más preciosa que el
oro , el cual parece ser prueba con fuego, (1 P. 1:17), y así mismo se nos recuerda que nuestro
Dios es fuego consumidor, (Heb. 12:29). El fuego es un emblema de la palabra de Dios que arde
y calienta.
La declaración de Dios a Jeremías fue: “He aquí que yo pongo mis palabras en tu boca por
fuego” y después el profeta resolvió no hablar más la palabra, tuvo que confesar; “Y dije” No me
acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante había en mi corazón un fuego
ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo y no pude, (Jer. 5:5-14, 20:9). El fuego habla de
juicio de Dios. Cuando los hijos de Aarón trajeron el fuego extraño en su atrevido egoísmo,
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“salió fuego de delante de Jehová y los quemó” (Lev. 10:2), también el fuego es un emblema del
Espíritu Santo porque es comparado a siete lámparas de fuego que ardían delante del trono (apoc.
4:5) y cuando descendió en el Pentecostés se compara a “lenguas repartidas como de fuego”
(Hechos 2:3). Directa o indirecta el poder del Espíritu Santo puede ser comparado con el fuego.
El ardor del servicio, la llama del amor, el fervor de la oración, la sinceridad del testimonio, la
devoción de la consagración, el sacrificio de la adoración y el poder ígneo de su influencia, se
atribuye al Espíritu Santo.
4- VIENTO:
El aliento de Dios es comparado al viento y pudiera ser juicio (Is. 40:24), o como una bendición.
Las escrituras, por ejemplo, son aliento divino. Después de su resurrección Cristo sopló sobre sus
discípulos y dijo, “Recibid el espíritu” (Jn. 20:22). Así también cuando fue creado el hombre,
Dios sopló en la forma sin vida y el hombre fue un alma viviente. Cristo comparó la obra del
Espíritu a la acción del viento al hablar con Nicodemo y le dijo: “El viento de donde quiere, y
oye su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del
Espíritu, (Jn 3:8). Así mismo el espíritu movió a los santos hombres de la antigüedad para
escribir el texto sagrado. “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. El Espíritu vino en el
día de Pentecostés como un viento recio que soplaba; y así viene como un poder animador y
vivificante para salvar a los perdidos, (Hechos 2:2).
5- PALOMA:
Fue el bautismo de Cristo cuando el Espíritu descendió sobre él en forma corporal como
paloma. De este momento importante de la vida terrenal de Nuestro Señor, Juan el Bautista
declaró “Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mi;
porque era primero que yo. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto
vine yo bautizando con agua. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que
descendía del cielo como paloma y permaneció sobre él. Y yo no le conocía pero el que me
envió a bautizar con agua aquél me dijo: Sobre quien veas descender el espíritu y que permanece
sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo. Y yo le vi y he dado testimonio de que es el
Hijo de Dios“. (Jn 1:30-34).
6 - ARRAS:
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Mirando hacia ese estado glorioso en la eternidad que espera cada hijo de Dios, hay un
anticipado sabor de eso que es otorgado al creyente. Esos dones inmensurables y gracias del
Espíritu Santo en lo que los cristianos pueden entrar ahora, solo una prenda de aquellas
bendiciones, de aquella incomparable plenitud, que espera libertarnos de esta esfera de vida. Los
frutos que trajeron los espías de la tierra prometida eran una prenda de lo que la tierra
almacenaba para el pueblo del pacto.
Las joyas que el siervo de Isaac le puso a Rebeca fueron una prenda de todas las riquezas y el
honor de Isaac “todas las cosas son vuestras”, y que vosotros sois coheredero con Cristo. Con
todo es indispensable notar que los dones y las bendiciones no son las prendas.
SOTERIOLOGÍA
LOS DECRETOS DIVINOS: La teología reformada insiste en la soberanía de Dios en virtud de
la cual él ha determinado soberanamente desde la eternidad todo lo que tiene que acontecer y
ejecutar su soberana voluntad en toda su creación, tanto lo natural como espiritual. Esta teología
concuerda plenamente con Pablo cuando dice que Dios “Hace todas las cosas según el designio
de su voluntad, (Ef. 1:11).
Los decretos son eternos en el sentido de que descansan completamente en la eternidad, por
ejemplo la creación, la justificación, (Hechos 15:18, Ef. 1:4, 2 Tim. 1:9). Los decretos son eficaz,
nada frustra su propósito, ( Sal. 33:11, Prov. 19:21, Is. 46:10). Los decretos son inmutables, esto
es que Dios no solamente decreto salvar a los pecadores, sino que también determinar los medios
para efectuar su decreto. Los decretos abarcan todo lo que tiene que suceder en el mundo, sea
que corresponda a reino, físico o moral, sea que trate del bien o del mal, (Ef. 2:10, Prov. 16:4,
Hechos 2:23-28, Gén. 45:8, 50:20, Prov. 16:33, Sal. 119:89-91, 2 Tes. 2:13, Ef. 1:4).
La discusión de los decretos naturalmente conduce a la consideración de la ejecución de ellos y
esta comienza de las obras de la creación. La creación es el principio y base de toda revelación
divina y consecuentemente es también el fundamento de toda vida ética y religiosa. La doctrina
de la creación no se presenta en las escrituras como una solución filosófica del problema del
mundo, antes bien, en su significado religioso y ético, como una revelación de la relación del
hombre con su Dios. Insiste en el hecho de que Dios es la fuente de todas las cosas y de que
todas ellas le pertenecen y están sujetas a él. Este conocimiento se deriva de las escrituras
solamente, se acepta por medio de la fe (Heb. 11:3), aunque los católicos Romanos sostienen que
también pueden obtenerse de la naturaleza.
LA CREACIÓN: El cristiano sostiene que la creación es ex nihilo, que el mundo fue creado de
la nada. Antes que Dios hiciera el mundo solo existía el Dios Trino, y como un acto libre de
Dios. Esta doctrina, desde el principio fue aceptada con singular unanimidad. Teófilo fue el
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primer padre de la iglesia que insistió en el hecho de que los días de la creación fueron días
literales.
TEORÍAS DE LA CREACIÓN:
1- La teoría Física o Materialista: Esta teoría de la creación supone la eternidad de la materia.
La hipótesis de la generación espontánea, sustituye a Dios como el arquitecto del Universo.
2- La teoría de la Emanación o Panteísta: Este punto de vista sostiene que el mundo no fue ni
creado, ni hecho de un material preexistente, sino que debe considerarse como la extensión de
una sustancia divina.
3-La teoría de la Evolución Natural: Esta teoría es similar, sino idéntica con la teoría de la
generación espontánea.
4- La teoría de la Creación Continua: Este punto de vista desafía la idea de la creación como un
proceso de continuidad. Esta teoría se sostiene principalmente por los evolucionistas teístas.
Asegura que el desarrollo orgánico se debe a fuerzas materialistas, sino al poder obrando dentro
de este organismo. Esta actividad divina se identifica algunas veces con el proceso creativo de
continuidad.
La relación de Dios para con la creación, la doctrina escritural de la creación sostiene que el
universo tuvo un principio; que no es eterno ni en materia, ni en forma; que no se originó a sí
mismo; y que debe su origen al poder omnipotente y a la voluntad incondicional de Dios. Este es
el concepto cristiano. Incluye:
1- La creencia en un Dios todopoderoso, por medio del cual el mundo se hizo de la nada, y solo
por la voluntad divina.
2- El concepto de Dios en la trinidad en su esencia.
3- La presentación de los atributos de Dios omnipotencia, sabiduría y amor.
4- La creencia en la creación por medio de la palabra divina.
TIPOS VARIADOS DE INTERPRETACIÓN
El relato mosaico con respecto al origen del universo, incluyendo la tierra y el hombre, se ha
interpretado de varias maneras. Tanto Jesús como los apóstoles lo consideraron como historia
sagrada, (Mat. 19:4). Un segundo tipo de interpretación el método alegórico, vino como
resultado de la influencia de eruditos del gran centro educativo griego de Alejandría. Hay todavía
otro método de interpretación conocido con el nombre de “Hipótesis de visión”. Este considera
el relato de Génesis como el resultante de una serie de visiones dadas de tal manera que la verdad
exacta se mezcló con el concepto interno del vidente. El punto de vista cristiano es que el relato
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mosaico representa la historia verdadera con respecto al origen del mundo. Jesucristo dijo que
era santo y apelo frecuentemente a él como divinamente inspirado. Es por tanto, para nosotros, la
autoridad final. Aun cuando las demás interpretaciones varían con ella en detalles o énfasis.
LOS DÍAS DE LA CREACIÓN
El relato de Génesis con respecto a la creación es primordialmente un documento religioso. No
puede considerarse como una declaración científica, no debe considerarse como contradictoria a
la ciencia.
La palabra hebrea “Yom” que se traduce “Día” ocurre no menos de 1480 veces en el antiguo
testamento y se traduce por lo menos en 50 términos diferentes incluyendo, los de “tiempo, vida,
hoy, edad, para siempre, continuamente y perpetuamente”. Con un uso flexible del término
original como este es posible dogmatizar o demandar restricción completa a cualquiera de
aquellos significados. La mejor exégesis hebrea nunca ha considerado los días de Génesis como
días solares, sino como periodo de días de duración indefinida. La doctrina de un tipo inmenso
anterior a los seis días de la creación fue un punto de vista común entre los primeros patriarcas y
eruditos. San Agustín se refirió a los periodos como: “Días divididos por el sol”. Afirma que la
palabra día no se aplica a la duración del tiempo, sino a los límites de los grandes periodos.
Muchos otros padres de la iglesia de eruditos, doctores, judíos y los teólogos modernos sostienen
esta misma interpretación.
CREACIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA
El relato Mosaico de la creación; hace una distinción entre la producción primaria de materia en
el sentido de originación, y la creación secundaria ósea la formación de esta materia por
elaboración subsecuente en un universo ordenado. La creación primaria es directa e inmediata.
La creación secundaria es siempre indirecta y mediata. En aquella Dios trae a existencia al
material primario para construcción; en esta lo forma y lo moldea en objeto específicos. Los dos
son considerados como actos creativos de Dios, el uno directo el otro indirecto.
El orden de la creación: al considerar el orden de la creación tal como se da en el libro de
Génesis examinaremos varios tópicos:
1- La creación primaria u originación: La palabra “Creo” se usa tres veces en el relato de
Génesis. Es una traducción de la palabra hebrea “Bara” que significa originación o creación de
novó (nuevo). La palabra ocurre en los versículos siguientes:
(Gen. 1:1). Y creó Dios los cielos y la tierra.
(Gen. 1:21). Y creó Dios las grandes ballenas, el Leviatán y los monstruos marinos.
(Gen. 1:27). Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios los creó; varón y hembra.
Parece evidente que la palabra “Creo” tal como se usa aquí, se refiere al principio de la
existencia no habia existido en ningún tiempo anterior, en ninguna forma.
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La primera originación: (Gen. 1:1), “Dios en el principio creó la sustancia de los cielos y la
sustancia de la tierra”, esto es; materia prima o primer elemento del cual los cielos y la tierra
fueron formados sucesivamente. El primer paso en la creación fue traer en existencia la
sustancia material o materia en su forma o estado caótico e uniforme.
La segunda originación: fue la vida somática o vida del alma, y Dios creó los grandes monstruos
marinos y todo ser viviente que se mueve, (Gen 1:21). Tenemos aquí otra vez la aparición de una
nueva entidad. Se le ha llamado vida somática. De soma que significa cuerpo. Esta nueva vida
individualizada se da en un cuerpo distinto y separado de la vida difusa que se encuentra en el
reino vegetal. La palabra “alma” tal como se usa en este caso, se refiere a la entidad inmaterial,
marcada por sensación, sentimiento y voluntad, que caracteriza este nuevo orden de creación.
La tercera originación: Resultó la aparición de un ser personal; Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó, (Gen 1:27). Aquí se describe la
creación de un hombre consciente de sí mismo, de uno que sabe. Es un agente moral libre
responsable de sus chatos, es uno que lleva la imagen de Dios.
La creación secundaria o la formación: En la sección anterior discutimos la creación en el
sentido de originación, en estas tres nuevas entidades: materia, alma y espíritu vinieron a
existencia. Pero Dios no solamente es el creador de los materiales. Es también el diseñador o
arquitecto. Crea a través de la formación usando materiales que ya existen por mandato creativo
como el caso de la originación. El relato de Génesis encontramos una serie de siete actos
formativos por los cuales Dios transforma el material caótico o amorfo, aun cuando preexistente
y preparado en un universo de orden y hermosamente creado. Estos sietes decretos de Dios
constituyen su creación secundaria son como sigue:
Y dijo Dios: Sea la luz y fue la luz (Gen. 1:3). Esta es la formación de la luz cósmica considerada
algunas veces como el calor radiante.
Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas: o firmamento (Gen. 1:6).
Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar: (Gén. 1:9).
Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla: (Gen. 1:11).
Y dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos: (Gén. 1:14).
Y dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes y aves que vuelen sobre la tierra: (Gen. 1:20).
Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género: (Gen. 1:24).
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen: (Gen. 1:26).
Aun en este caso el acto formativo no es exactamente paralelo a los precedentes. En lugar de
“Produzcan la tierra al hombre”, se dice: Hagamos al hombre. La palabra formativa hagamos se
refiere al cuerpo material del hombre y lo entrelaza o establece una relación entre él y el universo
físico. En la palabra “Creo” (Gen. 1:27) tal como se ha notado anteriormente, encontramos la
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originación del ser espiritual del hombre a la imagen y semejanza de Dios. Es evidente un orden
natural y lógico en los varios períodos del desarrollo formativo. Cada paso prepara el camino
para los pasos subsecuentes. El todo encuentra su punto culminante de la expresión siguiente; Y
vio Dios todo lo que habia hecho y he aquí que era bueno en gran manera (Gen. 1:31).
Los periodos creativos: En el sentido de originación es instantánea, pero como formación, es
gradual y acumulativa. Hay una revelación progresiva en una escala ascendente de actos
creadores. Cada estado es preparatorio al que le sucederá y a la vez una profecía de lo que
seguirá. El estudio del relato de Génesis revela ciertos hechos que adquieren mayor significado
con cada descubrimiento científico nuevo.
PRIMERO: Hay dos grandes áreas mencionadas, cada una con tres días creativos; la era
inorgánica y la era orgánica.
SEGUNDO: Cada una de estas grandes eras principia con la aparición de la luz, la primera con la
creación de la luz cósmica y otra con la luz que emano de las lumbreras creadas.
TERCERO: Cada una de estas eras termina con un día en el cual se completa un trabajo dual. El
primero es el acto de completar y perfeccionar, o sea lo que precede y el segundo es una profecía
de lo que será. Este arreglo lo ponemos en forma de esquema:
La era inorgánica
1er día: La luz cósmica
2do día: El firmamento, el agua y la atmósfera
3er día: La tierra seca., la creación de la vegetación.
La era orgánica
4to día : Las lumbreras
5to día: Los animales de tipo inferior, los peces y las aves.
6to día: Los animales de la tierra, la creación del hombre.
La creación de la vegetación que por razones física pertenece al tercer día es culminación de la
era inorgánica y la profecía de la era orgánica que le sigue inmediatamente. Podemos decir
también que el hombre, la culminación de la obra del sexto día, es de la misma manera profética.
ANGEOLOGIA
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(Creación del mundo espiritual. Angeologia). Todas las religiones enseñan existencia de un
mundo espiritual, en la biblia los ángeles son seres creados y forman parte del ejército celestial.
Se cree que fueron creados en (génesis 1:1), que parte de la creación fueron los ángeles (Gen.
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20:11). La biblia no habla de la creación de los ángeles, la biblia habla de la creación del
hombre. Los ángeles son seres espirituales; hay teólogos que dicen que no tienen cuerpo, otros
dicen que tienen cuerpos espirituales. Son seres personales tienen voluntad de inteligencia y su
inteligencia es superior a los de los hombres. Posiblemente tenían un libre albedrío al principio y
por eso cayeron. Posiblemente tenían un pacto que si desobedecen eran arrojados. Fueron
creados buenos. Hoy día no pueden pecar, ni ser redimidos, no tienen padre ni madre porque no
se pueden reproducir. No se sabe cuántos hay, pero la biblia dicen que son un ejército poderoso.
EL ORDEN DE LOS ANGELES
ANGELES: Servicio ordinario; alabar a Dios de noche y de día, servicio extraordinario, a causa
de la caída de misiones especiales.
SERAFINES: El único sitio donde se mencionan es en (Is. 6:2). En el nuevo testamento hay una
distinción de rangos; Hay principados, poderes, tronos y dominios. Los únicos ángeles que se
mencionan por nombres son Gabriel y Miguel. Gabriel, (Daniel 8:16, 9:21, Lcs. 1:19-26).
QUERUBINES: Guardaban la entrada del Edén, (2 Sam. 22:11, Sal. 18:10) y habían dos en el
arca; al guardar el edén y el arca; esto quiere decir que guardaban la santidad de Dios.
DEMONIOS: Fueron creados bueno, pero al revelarse fueron expulsados. No tienen cuerpo y se
posicionan de cuerpos de hombre y animales provocando enfermedades y aun locura. Hay un
reino de las tinieblas organizado; en oposición de Dios, (Mat. 12:26). El señor, le dio la autoridad
a los discípulos y a la iglesia de echar fuera demonios (Mat. 10:1). Su naturaleza se describe en
(Lc. 4:3, 6:18), son espíritus inmundos. Su actividad (1 Tim. 4:1, Apoc. 16:14). Su Oposición al
creyente, (Ef. 6:10-20). Su lugar de habitación, (Lc. 8:31, Apc. 9:11), su perdición eterna
(Mat.25:41).