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Publicaciones de Raúl Ceruti en su "Anarquía Constitutiva e Irrenunciable Rosagrís"
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INSUMISIONES DE ROSAGRIS
de Raúl Alberto Ceruti
(Cuentos, consignas y poemas publicados en el blog de la Anarquía Constitutiva e Irrenunciable Rosagris
– http://www.anarquiaconstitutivarosagris.blogspot.com )
Excusa.
Revise todos los manuales, diccionarios enciclopédicos y atlas mundiales. No hallará ninguna bandera nacional que entre sus colores ostente ni el rosa ni el gris. De tal forma, que decidimos confeccionar la bandera Rosagrís, que por otra parte posee el orgullo de ser al mismo tiempo la primera bandera doble faz. De una cara es rosa (el palito o “asta” a la izquierda) y de la otra es gris (el palito o “asta” a la derecha). Esta bandera es a partir de entonces, la bandera de Rosagris: La Nación que faltaba. Y de hecho, en caracteres dorados, entre una y otra faz, reza: “The country that was needed” en el latín moderno norteamericano).
Esta Nación no posee territorio, ni gobierno ni población. Se trata de una anarquía constitutiva e irrenunciable. Sin embargo, tiene objetores. Me explico: Nadie, ni usted, ni su perro ni su locomotor sienten ningún tipo de orgullo por no ser naturales de Suavilandia, Brancosia, Trebuma o Karetchu. En cambio, existimos personas verdadera y fervientemente orgullosas de
no ser ciudadanos de Rosagrís. Precisamente estas personas objetoras de su carácter de ciudadanas de Rosagrís, son las únicas de las cuales puede predicarse su carácter de “rosagrises”. De allí que el padre fundador de esta Nación sea el mismísimo Hegel (véase La Lógica).
Rosagrís también posee un héroe nacional: El falso general Trapisondae, quien dirigía un ejército inexistente, con el cual no libró ninguna batalla, en cada una de las cuales no resultó jamás vencedor, pero de cuyas preparaciones hay abundante material estratégico. Posee asimismo un padre espiritual, el falso hermano Lacimo, absoluto no creyente, del que se cuenta que no redactó jamás el sincretismo racionalista que se le arroga, ni indicó en momento alguno no ser quien decía ser, a pesar de lo cual existen numerosas versiones de lo uno y de lo otro.
¿Quiere usted también objetar su ciudadanía?. Sea un objetor más de Rosagrís, un país que sólo posee relaciones internacionales, incluso entre sus propios nacionales, e incluso respecto de cada nacional consigo mismo.
De allí que posea también su goleador: Alexander Barujamen, guardabarreras del equipo, quien equivocó los asaltos y su ubicación en la cancha, así como el juego al que se estaba jugando en el momento en que dejó pasar las pelotas por entre sus manos.
Entregaremos pasaportes a todo aquel que proteste su ciudadanía en el atrio.
PARLAMENTO EN PÚBLICA CLANDESTINIDAD.
Los objetores rosagrises no aceptan ninguna norma que emane de los órganos de gobierno constituidos, sino que se rigen por algunas de las determinaciones de su Parlamento en la Clandestinidad Pública. a diferencia de los congresos y asambleas que otorgan y estatuyen normas para otros, el Parlamento Rosagrís en Pública Clandestinidad desarrolla normas para sí mismos, las que sólo pueden ser obedecidas si son obedecidas por motivos distintos a su obediencia. Aquí publicaremos sus decisiones a medida que se vayan sancionando.
En algún lugar no identificado, a una hora coincidente, entre personas que asistieron y otras que pudieron asistir, teniendo presente un determinado orden del día de todos modos inaplicable, se nombran dos personas para suscribir el acta de aprobación de una de las reuniones secretas del Parlamento Oficial de Rosagrís, en la que se adoptaron las siguientes decisiones, que de ningún modo podrán darse a conocer públicamente:
ACTA FINAL N° 1.
Este Parlamento adopta para sus decisiones el Reglamento Desconocido, el que regirá en todas sus partes hasta el descubrimiento de su contenido.
A partir de este momento y desde el inicio del mundo, se desautoriza cualquier movimiento, decisión, intromisión, o intervención llevada a cabo en
nombre de Rosagrís contra cualquier acto, cuerpo o persona. Quedan anuladas y sin ningún efecto todas las determinaciones que aún permanecieran vigentes, incluso las derogatorias y anulatorias.
Ningún objetor de Rosagrís renunciará a su cuerpo para asumir la ciudadanía. Esto es, la ciudadanía Rosagrís no importa la generación de abstracción alguna que pudieran trascenderlos o encomiarlos, en tanto su objeción debe permanecer siempre fiel, constante y espontánea.
La improvisación vence al caos.
Los objetores de Rosagrís, por ende, fijarán domicilio en sus cuerpos, o en el cuerpo de aquellos a quienes amen, donde tendrán lugar sus heridas y hazañas.
Todos los amantes rosagrises se tendrán por habitantes del cuerpo amado.
Se desconoce el deceso de cualquier amante, en todas sus expresiones, siendo a su respecto la muerte impracticable ya que cuando ésta llega, aquella ya no está allí. En tal sentido, no podrá declararse la muerte de ningún ser que ame.
Sólo será considerado propiedad de alguien, aquello que éste esté dispuesto a regalar. Queda abolida la propiedad en sí del mismo modo que la palabra sin destinatario.
Queda vedada para todo objetor de Rosagrís el disponer de un regalo como si fuera propio. Una vez recibidos los regalos no podrán subregalarse.
Dentro y fuera del territorio Rosagrís hay libertad de tránsito y circulación de personas, mercaderías e ideas. A este respecto, libertad es sinónimo de gratuidad.
Queda proscripto el "deber en sí". No se permitirán gestos, palabras, hechos o actos que pudieran motivarse en el mero cumplimiento de un deber.
Ninguna de las normas de este Parlamento podrá ser adoptada por el sólo hecho de ser normas de este Parlamento. Sólo se reconocerá el acatamiento de sus determinaciones si la conducta desplegada por un rosagrís deviene coincidente con alguna de ellas en perfecta confluencia de lo decidido o deseado en caso de no haberlas tenido en cuenta.
Las decisiones del Parlamento Oficial de Rosagrís, si las hubieren, no serán tenidas en cuenta para la interpretación o limitación de las del presente Parlamento en Pública Clandestinidad.
Las presentes, anteriores y futuras decisiones del presente Parlamento en Pública Clandestinidad se adoptarán como tales sólo una vez que los cuerpos las hayan ratificado en sus respectivos deseos y alegrías.
MODELO DE ACTA DE INCOMPARECENCIA.
Siendo las CUATRO (4) de la mañana del día 18 de enero de 2012, y habiéndose convocado para las 00:00 el ausentismo general en el Palacio de Gobierno, tomando nota de la total incomparecencia en los jardines del frontispicio, ubicación inexistente, lejos del dicho Palacio, se adopta la presente Acta en un todo de acuerdo y conformidad, conforme la lectura que de esta acta se hiciera para recuerdo de todos los que no la suscriben, a fin de sellar el acuerdo a que da lugar la siguiente declaración:
Nos, ausentes en este momento del ejercicio de cualquier representación, incluso la de nuestras propias personas, solemnemente declaramos, establecemos e instituimos que el silencio en ningún caso podrá ser presunción de sumisión, aceptación, connivencia o asentimiento.
Nos, ausentes en todo momento del ejercicio de cualquier poder, incluso sobre nuestros propios cuerpos, solemnemente declaramos, establecemos e instituimos que cada uno de nuestros actos nos modifica y convierte, por lo que no somos las mismas personas las que acabamos de escribir, las que leemos lo que acabamos de escribir y las que firmamos lo que acabamos de leer.
Nos, declaramos la impracticabilidad del yo.
Nos, ausentes de toda imposición sobre el otro, nos declaramos abiertamente otros, para existir.
En algún momento, en algún calendario, en el lugar no dicho, en la geografía no dictada,
(hay firmas?)
PÁGINAS DE HISTORIA DE ROSAGRÍS.
El cuento del principio.
Había una vez un lugar apartado y único. Nada se sabía de él y nada podía saberse. Su historia es sólo el recuento de los intentos que diversas naciones, reinos, imperios y aldeas hicieron para enseñorearse de él.
Cuando alguno pretendía que había logrado desentrañar sus orígenes en sus playas, otro hallaba una prueba tangible de que había estado allí.
Nadie lograba reivindicar para sí mismo esas tierras. Nadie lograba dar con un antecesor lo suficientemente importante, extendido y memorable como para enrostrarlo a los demás.
Parece haber sido un lugar de reunión, de naufragios múltiples o de fiestas o misterios variopintos.
"En el Principio no hay lugar para la Historia. Sólo para historias" - escribió sobre una roca un viajero. Y estaba fundando uno de los templos para Rosagrís.
Del Tesoro Errante de Rosagrís.
Parece ser que el Tesoro de Rosagrís no tenía un lugar fijo. Ora estaba en el centro de la Plaza Principal, debajo de los ombúes, ora estaba en las columnas del Templo de Adoración, ora estaba en el baño del Palacio. De allí que se hiciera imposible confeccionar un mapa que indicara el sitio de su descubrimiento, e inútil intentar hacerse de una copia de él. Sólo era posible acercarse al Tesoro a través del chisme, del boca en boca, de la delación y el bisbiseo. Trascendidos de trascendidos, señales de señales, murmullos de murmullos y varios sobreentendidos.
Pero de acuerdo con el principio de incertidumbre que rige este proceso de propagación del mensaje, nunca era posible saber al mismo tiempo el lugar y el momento donde se encontraba el Tesoro, ya que cuando ya se había llegado al relato pormenorizado de su ubicación, se desconocía de cuándo procedía ese dato, si se trataba de uno de primera mano, o si ya ha atravesado llanuras y colinas hasta alcanzar a los oídos.
Muchos de los que intentaron apoderarse de él, prestaban atención a todas las indicaciones y establecido una probable "ruta del tesoro", a través de la cual poder
prever su próxima estadía. Otros, optaban por quedarse con uno solo de los datos recibidos y cavaban en el mismo sitio todas las noches, confiando en que volviera a aparecer por allí, entendiendo sus movimientos finitos y regulares. Otros más, hacían el listado exhaustivo de todos los lugares develados, y los iban cercenando, eliminando y destruyendo uno a uno, cada escondite, cada rincón, cada reserva, a fin de que no quedara sino más que exponerlo a la vista de todos.
Como se sabía que el tesoro no podía movilizarse solo, todos a determinada hora del día, acabadas las faenas y las ocupaciones, se vigilaban entre sí. Desconfiando todos de todos. Y esperanzados todos en todos, de que en algún momento darían con él.
El viaje del Tesoro iba descubriendo las miserias ensayadas para ubicarlo. Alguien sugirió que acaso nunca había existido, y que en verdad, era un modo de evitar los robos en Rosagrís: Podías arrojar tus monedas de oro a la calle, que pasaban desapercibidas por quienes buscaban el Grande, Verdadero y Suntuoso Tesoro Errante de Rosagrís, siempre tan a mano, siempre tan a punto, siempre tan corrientemente a nuestra disposición.
Cuando empezó a correr la voz de que había sido hallado, sin poderse hallar a aquel que había logrado tal proeza, cada uno, calladamente, reservó el triunfo para sí, creciendo el orgullo entre todos los habitantes. Esto ocurría durante el sistema de Anarquía Declarativa, anterior al actual y vigente, de Anarquía Constitutiva.
Del "Cuaderno de Estratagemas" del General Trapisondae.
El General Trapisondae no tuvo a su cargo, que se conozca, ninguna misión militar. Sin embargo, dejó una serie de anotaciones sobre posibles formas de vencer al enemigo, que llegaron a ser muy famosas en el siglo XVI, reunidas bajo el rótulo común de “Cuaderno de Estratagemas”, serie de consejos, ideas y apuntes para obtener la “pérdida o consternación de los ejércitos", algunos de cuyos apuntes se reproducen aquí:
30 Estratagemas del General Trapisondae.
• Cambiar de lugar los brazos de los soldados para desorientar al enemigo respecto de la izquierda y la derecha, y hasta respecto de su propia ubicación en el campo de batalla.
• Arrojar decolorantes sobre los blasones y banderas enemigas, echarles tintes blancos y salir a negociar la así declarada rendición.
• Construir una réplica en ruinas de la ciudad principal a la entrada de la ciudad, a fin de disuadir respecto de la utilidad de cualquier saqueo, despojo o dominación.
• Disfrazar a nuestros soldados de piezas blancas de ajedrez y dejarlos inmovilizados en perfecto orden de juego. El enemigo no podrá avanzar si no damos el primer paso cada vez.
• Dibujar en el campo de batalla una reproducción de la aldea del enemigo, para que no puedan pisotearla ni despreciarla ni hacer derramar la sangre sobre él.
• Poner a nuestros soldados a desayunar a toda hora, a fin de que el enemigo pierda de vista el momento del día en que se encuentra y no pueda proyectar estrategias en su transcurso.
• Hacer circular anuncios, leyendas e historias acerca de quienes atravesaron cierta llanura, se atrevieron a cierto valle, atacaron por cierta colina, todos los cuales pertenecen o llevan a la ciudad que se pretende defender, a fin de inhibir el paso por dicha llanura, dicho valle o dicha colina, quedándoles sólo la alternativa de atacar por un desfiladero.
• Obligar al enemigo a la realización de tareas inacabables, como contar los granos de arena de una vasija, o establecer la cantidad de nudos de un tejido, como claves secretas de sus instalaciones y disposiciones.
• Pintar los árboles, las piedras y montañas de negro a fin de que durante las noches choquen contra ellos y no puedan avanzar.
• Utilizar espadas que posean un repicador, a fin de que por cada golpe se escuchen dos.
• Afinar las campanas en el mismo tono en que estén afinados los cascos de los enemigos, a fin de hacerles vibrar sus cabezas cada vez con mayor violencia a medida que se acerquen a la fortaleza.
• Multiplicar los pretendientes al trono enemigo mediante falsas genealogías, oráculos y predestinaciones, a fin de que no puedan saber de quién deben recibir órdenes.
• Colocar un enorme espejo en las murallas, de forma tal de que a larga distancia puedan ver que la defensa se prepara al menos con una cantidad igual de efectivos. Colocar en los extremos otros espejos que redoblen los reflejos, a fin de hacer ver aún mayor cantidad de efectivos.
• Ubicar un soldado de uniforme amarillo cada diez de uniforme rojo, a fin de hacer perder la cuenta a los adversarios, simplemente cambiando de lugar a los amarillos.
• Colocar arcos de triunfo en las salidas de la ciudad, a fin de que las tropas enemigas se lancen a través de ellos y se vayan.
• Utilizar uniformes extraños y fingir que se está atacando la misma ciudad al mismo tiempo en que se espera que el enemigo la acometa, a fin de confundirlo y hacerlo desistir de avanzar sobre una ciudad parcial o totalmente saqueada.
• Aguardar el ataque con un comité de recepción y fiestas de despedida, consternando los ímpetus bélicos, y obligándolos moralmente a retirarse.
• Desarmar todos los accesos, puentes, puertas, rutas y caminos hacia la ciudad, en piezas de difíciles rompecabezas, a fin de retardar el avance de las filas enemigas.
• En el campo de batalla poner un estadio. Y llenarlos de público al momento de la acometida, a fin de convertir a la guerra en una justa, y someter al enemigo al pánico escénico.
• Llevar bolsas con sangre de vaca en lugares expuestos de las armaduras, con el fin de hacer creer que el golpe de espada ha sido certero, y dar la posibilidad al golpeado de contraatacar con mayor dureza.
• Llevar la pelea al cementerio, de forma tal de confundir los cadáveres preexistentes con las víctimas de propios y extraños, agudizando la necesidad de terminar con el ataque por evidencia de desmesura.
• Esparcir por el campo de batalla hierbas, frutos y granos tan deliciosos, frescos y delicados que inhiban a los soldados enemigos a violentarlas, midiendo por ello cada uno de sus movimientos, haciéndolos pesados y previsibles.
• Colocar exactamente el mismo diseño de cúpula en varios edificios de la ciudad, a lo largo de todo su perímetro, de forma tal de hacer creer al que se guía por ellas, que se encuentra caminando en círculos, obligándolo a cambiar la marcha.
• En todas las entradas de la ciudad, colocar números de baile y músicos depresivos, a fin de minar la moral de quienes tengan intenciones contra ella.
• Llevar la batalla a la sala de baile, obligando a los soldados a mantener el ritmo y seguir el paso de acuerdo a lo que toque la orquesta, formada por los mejores estrategas del reino.
• Llevar monedas en lugar de botones en las chaquetas militares, de modo que se tenga más interés en su preservación que en la muerte de quien los porta, y ante la eventual caída de una de ellas en un choque frontal, obligar a los enemigos a recorgerlas, perdiendo en ello un tiempo valioso y bajando la guardia durante el tiempo necesario para ser contraatacados.
• Antes que nada, instruir a los soldados para que corten la lengua, no los brazos de sus enemigos, a fin de que cese su bravura al no poder contársela a nadie.
• Montar un ejércitos de zapadores / enterradores, armados sólo con sus palas, a fin de infundir terror en las filas enemigas.
• Dejar grandes claros vacíos en el campo de batalla, con el terreno marcado suficientemente bien, y sobre los que luego arrojar una pelota.
• Llegar al campo de batalla una vez terminada la pelea, para saber quién ganó.
De los gobiernos en exilio
(24/09/2011; 01:38)
Existen por ahora algunas decenas de gobiernos no reconocidos de Rosagrís, los que pretenden dirigir la política de esta micronación desde sus respectivos exilios. Es intención de este blog precisamente hacerlos confluir en una sola y caótica yuxtaposición de normas y mandatos, a fin de hacerlos verosímiles.
El Comité Clandestino de Rebelión de Rosagrís.
Desmintiendo la existencia del pozo.
(28/09/2011; 00:40)
Cuando Jonas Erstball, famoso pirata de los mares del Sur, llegó a las costas de Rosagrís, ni siquiera lo hizo con afán de saqueo. Quienes lo recibieron en tierra, no tenían la menor intención de llevar a cabo actos conspirativos. Era tal el desprecio que les merecía esa bandera ambigua que simplemente la señalaron en el mapa como un pozo de agua. Aún hoy existen navegantes que intentan llegar por el Atlántico a ese enigmático pozo de agua entre las rocas desérticas. Y hasta sedientos que acuden hasta el sitio marcado por Erstball con la esperanza de saciarse.
Hallazgo de un objeto punzante.
En el dìa de ayer, siendo aproximadamente las 19:00 hs. (de acuerdo al meridiano celeste de las Pléyades), fue denunciado el hallazgo de un objeto punzante en las cercanías de una de las astas de la bandera de Rosagrís.
Aparentemente sólo se trataría de una espina.
De la instalación de los gobiernos en el exilio
(01/10/2011; 01:33)
Cuentan que Benalcazar Hernando de Migrán descubrió Rosagrís una noche de tormenta en la que debió atracar junto a sus costas ríspidas y azotadas.
Inmediatamente las maldijo y utilizando las sogas de a bordo para asirse junto a sus marineros a los riscos sobresalientes de sus acantilados, observaron cómo el mar se llevaba uno a uno los maderos de su embarcación. Más tarde, acaso al día o al año siguiente (las versiones no coinciden) con la espina de un rosal que crecía en plena roca, se desataron y exploraron sus costas escarpadas.
Muchos eran los navíos que habían encallado allí, que se habían estrellado, hundido o desmantelado. De forma tal que encontraron otras tripulaciones ya instaladas en el lugar, pero todas añorando regresar alguna vez.
Cada uno de los heroicos y esforzados capitanes persistía en su calificación de tales, a pesar de la absoluta destrucción de cada uno de sus navíos. Por lo que con el correr del tiempo, sus marineros los fueron desatendiendo hasta culminar en una formidable ignorancia de sus retahílas, ínfulas y descargas.
Capitanes de barcos hundidos, marineros de naciones a las que no podían regresar, terminaron por odiar la costa a la que habían arribado.
Varias veces prendieron fogatas para aliviar el frío de la noche, cocer alguno de los extraños y olorosos animales que encontraban por allí, o para llamar la atención de alguna embarcación lejana. De forma tal que el rosal se llenó de cenizas, y de este fenómeno se cuenta, nace el nombre de Rosagrís con el que algunos recordarían el lugar.
Como todo lugar virgen, era digno de conquista. Pero los padecimientos y la fiereza de las condiciones a las que se encontraban expuestos, lo hacían inhabitable.
Sin embargo, cuando uno, dos, tres, cientos de ellos, lograron llegar a sus propias naciones, luego de periplos impensados, azarosos e inmensos, llevaron la memoria de un lugar salvaje, repleto de desafíos y aventuras, que los había reconocido a cada uno, dos, tres, cientos de ellos, como su único y verdadero líder.
Así se instalaron los sucesivos, paralelos e incoherentes gobiernos en el exilio de Rosagrís, cuyas disposiciones, descripciones y apotegmas inútilmente se querrán compatibilizar. Y que hoy constituyen una de las fuentes más antiguas de su legislación.
Celebración
(08/10/2011
; 19:06)
En Rosagrís sólo se permiten los festejos finales. El Comité Organizador
de Repudios está organizando el que sería la mayor y más importante
celebración del fin del mundo. Con figuras no invitadas, actrices, actores y
cantantes que no asistirán y personalidades del mundo de la política y el
deporte que no podrán hacerse presentes.
No estarán allí ninguno de los convocados, y por tal motivo es promovido
este compromiso mayor por el Parlamento Rosagrís, a fin de desprestigiar sus
instituciones,
menospreciar
su
valor
y
despreciar
su
convite.
Todos los que falten serán invitados.
Convite.
(11/10/2011; 23:44)
El último sánguche, la última masita, el último pedazo de pizza frío, son
los bocados emblemáticos de Rosagrís. En las comilonas del desprecio, todos
esperan. Apenas un gesto tímido que amaga a obtener alguna migaja. Es una
calculada ceremonia, una medida circunspección. Casi un deporte de miradas
y medio gestos. Amenazas veladas, manos que vienen y van, dedos que se
apuntan en velados acercamientos, en inminentes tomaduras, ráfagas
rasantes, temblores imperceptibles...
Hasta que en un momento desaparecen los vestigios sobre el plato. Y
nadie se atribuye el hecho, pero todos suspiran con alivio: Al fin alguien en un
discreto sacrificio se va del lugar con un regusto desagradable en la boca.
Así son los banquetes en Rosagrís.
PLAN DE EVACUACIÓN
(18/10/2011; 13:28)
Dada la particular política geográfíca de Rosagrís, una de las
ocupaciones del Comité de Despedida es la de elaborar los sucesivos planes
de evacuación que permitan a sus moradores la huida más digna y rápida
posible de sus instalaciones.
Repasamos aquí algunas de las instrucciones publicadas en los
mencionados planes de evacuación:
•
Las evacuaciones se prepararán con un mes de antelación al evento
imponderable. Se enviarán las invitaciones correspondientes y se
indicará el tipo de gala a utilizar de acuerdo al lugar y al momento del día
o de la noche.
•
Quien vaya más adelantado pasará la bandera de Rosagrís hacia atrás,
de mano en mano, a fin de que llegue al último de todos, con la
esperanza de que quede finalmente abandonada detrás.
•
La marcha debe ser lenta y desordenada, como víctimas de una
tranquila desesperación. Cada uno deberá ir olvidando algo que lo ligue
a ese territorio.
•
Sólo están permitidos los gritos en terceras y quintas justas. El que
provoque un intervalo disminuido deberá comenzar de nuevo la
evacuación.
•
Los gráficos correspondientes a la orientación de las vías de escape
deben indicar "usted estuvo aquí", en lugar del habitual "usted está
aquí", a fin de transmitir resonancias conmemorativas más que
exasperantes u obvias.
•
Se encuentra terminantemente prohibido rescatar cualquier material
oficial proveniente o relacionado con el gobierno de Rosagrís.
•
El punto de encuentro no debe estar dentro del égido de Rosagrís, sino
de manera equidistantemente alejada de sus fronteras.
•
Se ejecutará la coreografía correspondiente al tipo de desastre natural o
artificial del que se trate. En este sentido, se recomienda no confundir la
danza correspondiente a "fuego expansivo" con la de "inundación".
•
•
En caso de duda, nadie deberá quedarse donde está.
El último en salir alertará del peligro.
Molestias en las puertas de Palacio
(24/10/2011; 01:39)
Un grupo numeroso de manifestantes irrumpieron en horas de la noche
en el día de ayer frente a las escalinatas del Palacio Mayor de Rosagrís, que
ostentaba un enorme cartel "ya volvemos" de una de sus torres.
Al grito común y constante de "¡Queremos someternos!, ¡Queremos
someternos!..." daban la vuelta manzana respetando los semáforos y
acompañando
a
las
personas
mayores
a
cruzar
la
calle.
Alguno que propuso la idea de encadenarse a los pasamanos de la escalera
fue inmediatamente reducido a su libertad por los compañeros que entendían
que podía ser considerado un hecho ilícito.
Los "sometibles", así es como se dieron en llamar a través de sus
declaraciones e inscripciones votivas, reclamaban normas para la dirección de
la protesta, normas para la toma de la calle y de las escalinatas, normas para la
efectiva realización de sus pedidos, y específicamente solicitaron cortez, suave,
perfecta y pormenorizadamente ser alguna vez atendidos por sus gobernantes,
quienes se limitaban a salir del territorio nacional sin dirigirles una sola palabra.
Todo ocurría con absoluta serenidad hasta que uno de los sometibles avanzó
hacia la puerta al tiempo que alguien se retiraba del Palacio con aire
displicente.
"No tengo nada que aclarar" - indicó, rematando con "No negociaremos
con quienes se nos subordinan. Cualquier arreglo al que lleguemos será
considerado como una imposición y nunca podrán cumplirlo cabalmente" - y
agregó antes de confundirse con la multitud: "ya vuelvo". Como es lógico y
natural, inmediatamente dichas estas palabras, bajaron del Palacio treinta
miembros del Consejo en el Exilio a iniciar las tratativas sobre rumores
infundados.
Uno de los ancianos que realizaba la vuelta manzana junto con el grupo
de "sometibles" manifestó que él había conocido grandes años de entera
dependencia, donde ninguna decisión dependía de su voluntad, y en la que
podía transcurrir inocentemente echando la culpa de todo a los demás.
Un portavoz (efectivamente llevaba una cajita de donde salía una voz anónima
e impersonal, que acompañaba con sus gestos) señaló que eran mayoría y que
por lo tanto debían ser atendidos, incluso si la atención los perjudicara. Que en
tanto mayoría tenían derecho a ser lo que quisieran, incluso ir en contra de su
propia voluntad.
Alguien con un modestísimo bigote señaló los inconvenientes de la falta
de sometimiento a la que estaban relegados e hizo hincapié sobre la
imposibilidad
de
cohonestar
deseo
y
deber.
Finalmente, una señora bajo un sombrero enorme lloraba arrepentida de
haberlo comprado tan grande, que la incapacitaba para ver por encima de sus
narices.
Nuevamente se unieron todos, exaltados, bajo el grito común de
"¡queremos someternos!", grito que les era devuelto por el eco del hall central
del Palacio, que para entonces ya se había abierto de par en par.
Una comunicación anónima, entonces, se dejó caer en forma de servilleta
sobre el mosaico de la entrada principal. Lo recogieron, llamaron a silencio y
dieron atenta lectura de él. Decía: "Ya estáis sometidos por el tiempo. Cada
uno de vuestros sueños es definitivo".
Indignados, enardecidos, se agolparon en el interior del recinto,
siguiendo las flechas inscriptas en sus paredes, e incorporándose por el Pasillo
Principal
hasta
el
Gran
Salón
de
Deliberaciones.
A la puerta del salón, hallaron otra nota con la inscripción: "Estamos volviendo",
colgada del picaporte. No les importó. Abrieron.
"Ah, volvieron..." - se escuchó decir a un señor, apoyado en su escoba,
con la mirada fija en el piso. Y agregó, tirando la escoba y escapándose por
una ventana: "Ya era hora. Gracias por dejarme salir."
Cómo tomar té
(27/10/2011; 00:01)
Antes que determinar cualquier tipo de política particular o general, antes que
enumerar las series temáticas o las bases apriorísticas o argumentales sobre
las cuales llevar a cabo el debate o las negociaciones, es necesario saber
cómo tomar té.
En Rosagrís, la labor legislativa fundamentalmente consiste en sentarse
a tomar té.
El agua suficientemente caliente, las hebras finas, suaves y crujientes. El
azúcar preferentemente rubia. El humo de la taza debe ser denso, cálido y
blanquecino. Las cucharitas apenas si tienen que sonar en el interior de las
tazas.
Y sobre todo el silencio, preferentemente con una ventana
contemplativa.
De la diversificación del poder
(2/11/2011; 16:48)
El poder en Rosagrís no está distribuido sino diversificado, a través de
las numerosas acciones que se conocen tradicionalmente con el nombre
común de "Sano Esparcimiento".
Tres de los primeros hitos de esa diversificación fueron los siguientes:
•
Durante una batalla naval, en medio de un violento temporal, la nave
que comandaba el Teniente Escróupulos y la que comandaba el
Almirante Tréntor, fueron elevadas por una tremenda ola al mismo
tiempo, impactando ambas en el aire. La tripulación de ambas
embarcaciones logró salvarse en las costas de una isla salvaje, y
reconstruyeron con los maderos rescatados de la marejada, una nueva
embarcación. Al principio hubo discusiones respecto de las proporciones
en el armado, en las partes y en el mando, hasta que finalmente se
decidió por la solución paradójica: El navío correspondía a ambas
naciones en conflicto. En tal sentido, no podía ser utilizada en forma
independiente por ninguna de ellas, sin autorización de la otra. Pero al
mismo tiempo, cualquiera de ellas podía hacer uso de aquel a la manera
de
un
abordaje.
Esto
es,
la
nave
sólo
podía
ponerse
en
movimiento pacíficamente a través de la acción bélica. Así fue como
cada uno de los ejércitos navales se tituló en ejercicio del derecho de
abordaje y tomó la dirección de la parte del barco que no le pertenecía, y
de esa forma anclaron a la vista del Promontorio de Rosagrís.
•
El reinado de Roscaunt Pelldesz fue generoso y pródigo en gestos para
con su pueblo. De tal forma que, sin decir nada a nadie, un día decidió
recorrer las calles de los barrios bajos disfrazado de un humilde
suplicante. Entonces pudo disfrutar de los comentarios que corrían
acerca de su persona... Y de las dudas que asaltaban a todos respecto
de si podía continuar así, conmovidos por algunos agoreros que
anticipaban un pronto retroceso de las permisiones y libertades
otorgadas. La sensación general era que ya no se podía estar mejor y
que el equilibrio político del reino exigiría su compensación mediante un
suceso inesperado y fatidico.
A fin de evitar cualquier modificación, que sus compañeros estimaban no
podía sino ser trágica, y a fin de continuar disfrutando de ese buen
concepto entre los suyos, se quedó en los barrios bajos para siempre.
De vez en cuando, sin embargo, aparecía un humilde suplicante por las
instalaciones del Palacio, firmaba algunas pocas sentencias y decretos y
volvía a salir de él. No había rey que lo detuviera en ese intento, ni
súbdito que cumpliera con sus dictados.
•
El General Milagres había triunfado después de una tremenda y
dolorosa batalla. Pero el rey había perdido el trono a manos del
enemigo, en virtud de algunas trapisondas diplomáticas e intrigas
palaciegas. Milagres se negó a rendir su plaza recientemente
conquistada al nuevo rey. Por su parte, los pobladores de ese lugar, se
negaban a entregarse al reino conquistador. De forma tal que llegaron a
un acuerdo por el cual la conquista, que había sido efectuada a nombre
de un rey derrocado, no tenía efectos sobre la población vencida, al
mismo tiempo que tampoco tenía efecto el dominio del nuevo rey.
Milagres fue declarado Libertador y en virtud de la complejidad
jurídica que rodeaba las aldeas que conformaban el terreno del triunfo,
nunca volvieron a ser reclamadas como jurisdicción de ningún otro
soberano.
Instituciones
(5/11/2011; 23:13)
Artículo 4º de la Constitución de Rosagrís: “La improvisación vence al caos”.
Explicación didáctica.
I
Causa y Efecto.
Habían logrado finalmente la paz en todos los aspectos. Habían
agotado todas las pulsiones y ansiedades. Cada quien vivía con lo suyo y en lo
suyo. El sistema cuadraba por todos sus costados. Sin posibilidades para errar,
no había lamentos posteriores.
Poco a poco no hubo ya intereses, luego dejó de haber intenciones.
Más tarde acabaron sin palabras y posteriormente, sin gestos.
Sumidos en una profunda inacción, generando solamente el calor
residual de la entropía, surgió el caos.
Hasta que alguien improvisó una risa.
II
Omnicomprensión
Svolni había robado en nuestras calles. Una, dos, tres, millones de
veces. Se aproximaba en silencio y lentamente te quitaba el tiempo de las
manos. Con cualquier excusa, molestia, petición, te retenía y quedabas a
expensas de su charla. Muchos se molestaban con él, y algunos hasta lo
enfrentaban con un insidioso silencio.
Svolni no conocía de apuros. Ni de arrebatos. Cierta vez detuvo al
hombre que iba a desactivar una bomba en el Monumento Principal. O al que
iba a aplicar un suero antiveneno al intendente.
Las normas y previsiones teológicas lo condenaban indefectiblemente.
Sin embargo, a pesar de todo ello, o precisamente a causa de ello, a
causa de la acumulación del tiempo tan larga y pausadamente malhabido, la
noche del tremendo maremoto recorrió casa por casa, cuadra por cuadra,
habitación por habitación, rescatando a todos los que pudo.
Por suerte, en Kuraskan, de donde era originario, teníamos un Dios
ambiguo. Y una hermosa excepción, completamente ad-hoc, lo recogió en sus
cielos.
III
Situaciones de Equilibrio.
Salaria llevaba los baldes hasta la orilla del río. Salaria vivía de llevar los
baldes hasta la orilla del río. Salaria vivía llevando los baldes hasta la orilla del
río. Llevar los baldes hasta la orilla del río era la habitación de Salaria.
Remune introducía los baldes en el agua. Remune vivía de introducir los
baldes en el agua. Remune vivía introduciendo los baldes en el agua. Introducir
los baldes en el agua era la habitación de Remune.
Sueldo y Peculio llevaban los baldes con agua hasta el sitio indicado en
la colina. Sueldo y Peculio vivían de llevar los baldes con agua hasta el sitio
indicado en la colina. Sueldo y Peculio vivían llevando los baldes con agua
hasta el sitio indicado en la colina. Llevar los baldes con agua hasta el sitio
indicado en la colina era la habitación de Sueldo y Peculio.
Estipendio colocaba en fila los baldes con agua. Estipendio vivía de
colocar en fila los baldes con agua. Estipendio vivía colocando en fila los
baldes con agua. Colocar en fila los baldes con agua era la habitación de
Estipendio.
Beco y Viatico descargaban el agua de los baldes en la canaleta. Beco y
Viatico vivían de descargar el agua de los baldes en la canaleta. Beco y Viatico
vivían descargando el agua de los baldes en la canaleta. Descargar el agua de
los baldes en la canaleta era la habitación de Beco y Viatico.
Plusval tenía su habitación. Cuando se levantaba iba al baño, y haciendo
girar las manivelas, el agua acumulada en las canaletas se deslizaba hasta su
grifo, y podía ducharse: La organización vence al tiempo.
Pero entonces ocurrió que el río se secaba. Y el camino hacia el río era
más largo. Cada vez entraban mayores proporciones de limo y arena en los
baldes. Los baldes cada vez pesaban más. Cada vez más las canaletas se
taponaban y corroían. Y Plusval salía cada vez más sucio del baño. Y cada vez
Plusval se enojaba más con todos.
Hasta que Salaria levantó a Plusval en sus manos y lo tiró en el río, para
que pudiera lavarse: La improvisación vence al caos.
Lejanías y promesas.
(12/11/2011; 23:24)
A medida que te acercabas al gobernador de cualquier rincón de
Rosagrís, el gobernador iba perdiendo capacidad de mando.
A medida que te acercabas al general del ejército de Rosagrís, el ejército
dejaba de obedecerle.
A medida que te acercabas a cualquiera de las jerarquías de Rosagrís,
iba descendiendo la jerarquía... Hasta que quedabas al mando. Esperando que
alguien se acerque.
El falso inspector Druvaldi.
(17/11/2012; 00:12)
En las calles de Rosagrís cualquier pibe podrá referirte la leyenda del
falso inspector Druvaldi.
Todo comenzó, te dirán, inmediatamente antes de la exposición de un
sociólogo francés en el colegio de Pálpita. Se había hallado una figurita y se
convocó a un Seminario Internacional para dirimir si correspondía o no a la
chica de enfrente, a la que el Gordo Túnez se la habia dedicado con un beso,
pero que ella rechazó con un gesto desdeñoso. Había registro de que antes de
perderse, la figurita había caído en el jardín de López. Y otros registros
indicaban que era faltante en el álbum de Gutierrez. No faltaban quienes
habían registrado la compra de la figurita en el bar de San Alfonso.
Finalmente, durante el Seminario Internacional de Bolita sin Arco se acordó que
la densidad de la miga de pan en el centro de la baguette era directamente
proporcional a la altura de la feta del queso. Y se lo demostraba indicando el
crecimiento en el nivel de ventas de lechuga durante el decrecimiento de la
cantidad de vueltas de la cuchara de café, permaneciendo constante el número
de veces que se unta una tostada durante las mañanas de invierno.
Así, Barrassi, vendedor de "cebollitas para empanadas" salió a la calle a
fin de reducir la concentración de comino en las milanesas del vidriero. Para
eso, necesitaba hacer un estudio de mercado.
Barrassi como estudioso de mercado llevaba un sobretodo negro y
gastado, una libreta de anotaciones y un escarbadiente. El sobretodo en la
mano, la libreta colgada del cuello y el escarbadiente detrás de la oreja. Te
abordaba de improviso en medio de la calle y te sometía a preguntas del tipo:
"¿Qué marca de lavarropa tiene en su casa? "¿Ha comido comida china en los
últimos 32 días?" "Tiene auto con palanca de cambio automática?". Todo era
puntillosamente anotado y recordado en su memoria prodigiosa. Datos, gestos,
señas, elusiones, alusiones, sugerencias... Hasta que se encontró con él. El
muchacho que vendía espinaca, que se hacía pasar por inspector de
colesterolemia. A todo el que encontrara por la calle, lo sometía a un reguero
de estudios, tests de Kupermint y mediciones de nivel de azúcar en el té de
rosa mosqueta.
Cuando Barrassi abrió los folios de su encuesta y Druvaldi desplegó su
batería de tests, tuvo lugar uno de los duelos más impresionantes en la historia
de las molestias ambulantes de Rosagrís.
Barrassi, viéndose acorralado, atinó a la defensa ad hominem y le
espetó: "Usted no es el falso inspector Druvaldi. Usted es verdaderamente un
inspector".
"Se equivoca - contestó pacientemente el interpelado, mientras agitaba
un tubo de ensayo en el que tenía dos gotas de la lluvia de marzo sobre el pelo
de Lucy - Mi nombre no es Druvaldi." - y diciendo esto, dejó caer un reactivo
sobre la uña del dedo gordo de Barrassi y dio comienzo una violenta trifulca en
la que intervino el tribunal de cuentas, la asociación cooperadora y el comité de
bienvenida.
Desde
entonces
evitamos
los
registros
en
Rosagrís.
Las cosas son de quien las regala. Y los regalos son indisponibles.
Discurso en la Facultad de Exactas.
(08/12/2011)
¿Cómo sería la política de una Nación Raíz Cuadrada?. Todos los
ciudadanos se encontrarían demediados, descompuestos, reducidos a
expresiones pares similares. Todos, menos los números "Dos". Los números
"Dos" tendrían un régimen de excepción, ya que su elucidación resulta
inabarcable. Dada la infinitud del resultado, y por ende, del procedimiento
tendiente a hallar la Raíz Cuadrada de Dos, ellos sufrirían un proceso
interminable, o serían beneficiados con la dispensa de todo proceso,
invitándoselos a derramarse y esparcirse por sobre todo el territorio nacional.
¿Cómo sería la política de una Nación Potenciación?. Todos los ciudadanos se
encontrarían potenciados, alterados en sus caracteres físicos y psíquicos.
Cualquier decisión, pena o perdón se configuraría en escalas y en
sistemas de proporciones geométricas. Todos menos el Uno. El Uno
permanecería en el palacio eremita, fiel a su íntegra humildad identitaria.
Un objetor de Rosagrís, por ende ciudadano de la Anarquía Constitutiva
e Irrenunciable de Rosagrís, es alguien sólo divisible por sí mismo y por el Uno.
Esta condición hace de los ciudadanos de Rosagrís una rareza múltiple, una
excepción infinita, igual a la que caracteriza a los números primos.
¿Cómo
se
organizan
los
números
primos?
¿Cuáles
son
sus
regularidades? ¿De qué modo se agrupan o desagrupan?. Las indagaciones
(aún perplejas, incompletas o indecidibles) aplicables al campo de la artimética
son
aplicables
en
este
caso
al
campo
de
la
ciencia
política.
Muchas gracias.
Articulaciones
(21/12/2011; 00:02)
En las antiguas gráficas de Rosagrís se encuentran numerosas
imágenes de personas con las manos levantadas y la mirada vigilante. En
algunas de ellas se trata de deportistas aguardando la pelota de papel con la
que se juega a uno de los deportes más populares. En otras se trata de
acciones de agradecimiento por la lluvia largamente esperada en la estación
seca. En otras se trata de señalar que quien se encuentra en esa posición está
desarmado y no representa un riesgo para los demás. Pero hay algunas,
especialmente donde las manos están más levantadas y la mirada está más
vigilante, en la que no hay ningún motivo para el que estén así. En estas se ve
a un ujier tomándole declaración a un testigo.
Hay también en la papelería documental de los viejos años de Rosagrís
viñetas de manos en ademán de saludo. En alguna de ellas se trata de la
despedida a otros que se están marchando en la parte superior del dibujo. En
otras se trata de la bienvenida de quienes están llegando en la parte superior
del dibujo. En otras se trata de la despedida o bienvenida de quienes están
saliendo o llegando en la parte inferior del dibujo. Pero hay algunas,
especialmente donde las manos hacen el gesto más amplio, en las que no se
aprecia a quién se pudiera estar saludando. En estas se ve a un edil presentar
sus
respetos
a
la
piedra
fundamental
de
un
futuro
estadio.
Hay en la cultura material recogida en los estratos más antiguos de
Rosagrís, vasijas y cerámicas de personas ejercitando los movimientos propios
de la natación. En unas, rodeadas de delfines, peces y sirenas; en otras,
rodeadas de tritones, pulpos y algas; en otras, rodeadas de barcos y estrellas
de mar. Pero hay algunas, especialmente donde los gestos de la natación
están más marcados, en los que no hay dibujado un sólo milímetro de agua. En
estas se ve a un prefecto señalando el poder de intromisión de los
interventores.
A medida que los signos van perdiendo su sentido, o su significado
material, van cobrando una certeza cada vez más jurídica. Los giros más
ampulosos, las retóricas más elucubradas, los fastos más solemnes, ocultan un
vacío
tremendo
de
sentido
y
de
significado.
Cuando no se firma una carta sino un documento público, no un deseo
sino una sentencia, no una petición sino un formulario, no una expresión
espontánea sino un término técnico, no un precepto popular sino una profesión
de fe, los signos se han momificado, y sólo sobreviven en los Códigos.
Los Códigos, que ya nada comunican, siendo mera imposición. Que ya
no comunican y hasta se interponen en los canales comunicativos.
Por eso en Rosagrís sólo se respetan las normas que permitan celebrar
un juego. Que permitan celebrar, esperar y concebir el espacio del otro.
Secuestro
(08/01/2012; 02:09)
Ocurrió que unos sabandijas, provenientes de los vándalos del norte,
perpetraron un golpe comando al Palacio Real de Gualdazur, secuestrando a la
persona del rey y la llevaron a su aldea.
No tardaron en atribuirse el hecho, y solicitaron un rescate importante al
Reino Galdazur, en el que incluso se solicitaba la cesión de alguna parte de su
territorio, para dominio exclusivo de los vándalos.
El Consejo de Ministros se reunió inmediatamente a considerar la
situación, decidiendo finalmente enviar una nota a los captores explicitándoles
un detalle que posiblemente se les había escapado: El rey de Gualdazur era
eterno. No ya en sus atributos y sus dignidades, sino incluso y precisamente en
su cuerpo físico. El rey de Gualdazur era eterno, y por más tiempo que lo
tuvieran privado de su libertad, o incluso privado de alimento, todo ese tiempo
no sería finalmente más que "un mal momento" en la vida de él, por lo que no
podía resolverse sino el rechazo de acceder a cualquier rescate solicitado.
Fueron pasando los días, los años, las décadas... Y el rey secuestrado,
demandante y eterno, encerrado en el fondo de la casa de uno de los captores,
continuaba como el primer día.
Se fueron sucediendo las generaciones de los captores, cada una de las
cuales, llegados sus hijos a una edad que les permitiera ser partícipes de
aquella aventura, se les señalaba la existencia y se les delegaba la custodia de
ese ejemplar único en su clase. "Este es el rey del que te habló el abuelo... El
que secuestraron nuestros antepasados... Aquí lo resguardamos y protegemos
como parte del legado familiar. Te lo mostramos para que tú, a tu vez, se lo
puedas señalar a tus hijos. Apenas molesta. Necesita un poco de agua de vez
en cuando y exigirle que se bañe al menos una vez por semana."
Llamaba tanto la atención de las jóvenes generaciones ese cuerpo
permanentemente digno y austero, que finalmente, sin necesidad de liberarlo
siquiera, todos se convirtieron en sus súbditos, vistiéndolo, regalándolo y
regañándolo de vez en cuando, en tanto que el reino de Gualdazur terminó
convirtiéndose a la larga en la actual Anarquía Constitutiva e Irrenunciable de
Rosagrís.
El idioma de gobierno
(22/01/2012: 00:07)
Encontrándose abiertos multitud de conflictos bélicos en las ciudades
Estado que pululaban en el Mare Tranquilitatis, y consecuentemente turbulenta
la situación política en cada una de ellas, muchos soberanos fueron evacuados
hacia una isla pequeña, no reivindicada formalmente por ninguno de ellos, y
que se encontraba prácticamente deshabitada.
Como los conflictos perduraban, y la situación de inestabilidad política
empeoró en cada una de las ciudades Estado, con el consiguiente alejamiento
de los miembros de gobierno que conocían el paradero de los antiguos
regentes de cada una de ellas, cónsules, príncipes, emires y emperadores, y la
pérdida de su referencia.
Así, durante al menos treinta años, tuvieron que convivir obligadamente
los diversos soberanos de las distintas ciudades.
¿Qué idiomas y qué formas debían guardar entre sí?. Lógicamente, los
propios de la diplomacia entre los distintos Estados, en el trato de soberano a
soberano.
En esta isla sólo habitada por reyes no había otro pronombre que el de
"Vuestra Excelencia". Toda amenaza de homicidio lo era al mismo tiempo de
magnicidio. Todo casamiento era un asunto político, del mismo modo que los
nacimientos, y analógicamente, las separaciones. Cualquiera que acompañara
a cualquiera era parte de su cortejo. No se decía "Escribir", sino "Dictar"; no se
decía "Pedir" sino "Ordenar"; no se decía "Irse a dormir" sino "Retirarse a sus
aposentos"; no se decía "Dolencia" sino "Indisposición"; no se decía "Caminar
por la calle" sino "Salir en reconocimiento"; no se decía "Nadar" sino "Llevar a
cabo maniobras navales"; no se decía "Sentarse" sino "Entronizarse"; no se
decía "Caer" sino "Ser decapitado"...
De esa manera, se fue gestando un idioma, duro, imperativo e
impersonal, que hoy es el que se usa en las ciencias del Marketing y del
Management, ignorante de la diversidad, heterogeneidad y multiplicidad de
oficios, aficiones, deseos e intereses de las personas. Idioma en el que no
puede nadie hacerse entender a menos que quiera imponerse sobre el otro.
Los objetores de Rosagrís, por eso, utilizamos el "tú" o el argentino "vos"
para nuestras comunicaciones.
Días propios y ajenos
(22/02/2012; 17:26)
El calendario obedece a motivos astronómicos, en los que imperan los
ciclos solar y lunar.
Algún monarca en algún momento decidió constituirse como una
divinidad solar o lunar, o aún osó colocarse encima de ambas divinidades, y
convocó un Consejo de Notables para decidir una mejor forma de medir el
tiempo. Un modo óptimo que pudiera conducir su reino al más alto grado de
concentración de poder y riqueza.
Recomendaron la división del tiempo en un doble calendario: Un
calendario deudor y un calendario acreedor.
El calendario acreedor necesariamente debía ser más lento que el
deudor: Motivaban esta diferencia en orden a las siguientes observaciones:
1.
Que habiendo menos acreedores que deudores, y siendo su
tasa de reproducción / sustitución inferior, la velocidad de su
marcha debía forzosamente ralentarse por razones meramente
energéticas; y
2.
Siendo más los deudores, y más alta su tasa de reproducción /
sustitución
naciendo
y
muriendo
más
deudores
que
acreedores, la velocidad de su marcha debía forzosamente
acelerarse por razones meramente energéticas,
Había nacido el préstamo a interés.
Cuando el monarca se vio en la necesidad de contraer un préstamo para
subvencionar los ucesivos caprichos de sus favoritas, el tiempo comenzó a
correr muy rápidamente para él. Tan rápidamente, que sus favoritas le
quedaron cada vez más jóvenes y distantes. Entonces decidió que era mejor
para él que el tiempo no corriera.
Acababa de desprenderse el Reino del rey. Y comenzada la regencia de
la ley en lugar de la del deseo.
El préstamo a interés y la regencia de la ley constituyeron el mercado.
Juegos de Azar
(10/03/2012; 03:13)
...como por ejemplo aquella vez que se decidió la ejecución de un reo de
acuerdo con el designio de una moneda. La misma que se decía había sido
robada por él.
...o la vez que se eligió sucesor para el reino entre los trillizos candidatos
al trono.
...o la vez que no se avanzó contra las tropas enemigas, a pesar de
encontrarse en su momento de mayor debilidad, obedeciendo a un designio no
favorable.
...o la vez que por una mera cuestión estadística por dos votos de
diferencia subió al poder el próximo dictador.
Los juegos de azar son inocentes. Sus decisiones son imparciales e
impersonales. Exactamente igual que la del juez.
Que lo decida un dado, un formulario, una norma, libera a los
funcionarios
de
tener
que
tomar
en
serio
decisiones.
Hasta que se caiga en la cuenta de que el verdadero azar es el de las
necesidades.
Y que voluntad sólo hay en el capricho de encontrarnos.
Principios de magnetismo.
(19/03/2012; 01:03)
Supongamos que exista (sabemos que no puede haberlo, por suerte)
una forma, un modo, un sistema o un específico gobierno que nos convenciera
de su utilidad, legitimidad y acierto. Que fuera un sistema de tal índole
esperado, querido o reclamado, que pareciera responder a cada una de
nuestras expectativas. Un gobierno, sistema, Estado o institución así nos haría
viejos.
Ya que juventud y oficialismo son contradictorios, así como se repelen
rebeldía y adoración, revolución y acatamiento.
Si el mejor de los mundos posibles fuera ése en el que nos
encontráramos, ¿qué lugar habría para nuestras Utopías?, ¿qué destino para
nuestras esperanzas?, ¿qué voces para el deseo?.
Dejemos que nos acompañen, celebremos la compañía que nos acerque
al horizonte. Pero la línea del horizonte hay que empujarla. A fuerza del dolor,
que inexorablemente continúa; y a fuerza de la alegría, que porfiada y
persistentemente avanza.
Un reloj en la puerta
(08/04/2012; 00:03)
En Rosagris, las casas ponen sus relojes en la puerta. No en la pared,
por lo general retirados a un fondo de consulta, sino en la puerta, para poder
citarse a una hora determinada, no sólo a una dirección determinada.
Pero cada casa tiene su horario distintivo, de acuerdo a las costumbres de
quienes la habitan, cuya hora "0:00" coincide con el momento en que se
levantan de la cama. Así, encontrarse en un mismo lugar a una misma hora,
puede darse en distintos momentos, dependiendo de a qué puerta vaya uno a
poner de testigo de reunión.
No existe en Rosagris la sincronización de relojes, sino la de
voluntades.
Los motivos del empeño.
(21/05/2012; 01:53)
Gonzalez Sulerdi siempre sacaba diez. Pero ello le demandaba un
sacrificio enorme. A medida que su excelencia se hacía notar, casi nadie se
daba por enterado de ello. Nadie le festejaba, encomiaba o sonreía siquiera
ante la aparición de un nuevo examen perfecto. Había en el curso quienes le
tenían envidia: Querían conquistar ese lugar de éxito académico, afirmando
que ellos sí lo disfrutarían, que lo usarían para mejores fines. Otros, alegaban
corruptelas o cualquier tipo de artimañas más o menos inverosímiles, que
usaban para no sentirse humillados por él. En cambio, el Tuco Farizano y yo, le
teníamos pena. Una mezcla de pena y ternura por esa repitencia de la nota
superior. Así que ni bien faltó ese día que se anunciara la fecha del próximo
examen, nos comprometimos a escondérsela, con la idea de que no pudiera
prepararse suficientemente.
Como era de esperar, Gonzalez Sulerdi sacó un 9,50. Sin haber
estudiado. Pero era el tipo más feliz del grado cuando, luego de la lectura de
las notas, pudo avenirse a tomar una coca con nosotros.
Así, también ocurre con el poder. Hay quienes buscan derrocar al
poderoso por envidia, para ocupar su lugar. Son los competidores. Hay quienes
lo hacen por venganza o por justicia, para deshacer entuertos o evitar algunos
otros. Son los opositores... Hay quienes lo hacen por pena, a fin de que no
deba seguir sufriendo las suciedades de los sucesivos cónclaves, arúspices y
parásitos; ni las vanidades de los primeros lugares en cada gradería, galería o
púlpito; asimilando el caso al de nuestro compañero de merecida perfección.
Son los amigos.
En cambio de todos ellos, el Movimiento para la Preservación de la
Anarquía en Rosagrís, cuyos miembros no se conocen entre sí, ni tienen
reuniones periódicas, ni poseen un nombre en común, sólo ataca al poder por
mero desprecio. En efecto, no hay mérito en el poder. Sólo mera repitencia, ya
que es él quien imparte sus propias calificaciones. Siempre 10, para
sostenerse. Siempre 10, para no ser menos. Siempre pavorosos 10, que no
dejan lugar ni a la risa.
Soledades
(01/07/2012; 00:39))
Las soledades son siempre ajenas. Y siempre antiguas.
La soledad viene desde lejos. Es antes bien una distancia.
De tan lejos como desde el centro del yo.
De tan lejos como desde la primera afirmación sobre el Sí Mismo.
De tan lejos como desde el primer refugio de la vergüenza.
De tan lejos como desde la primera acusación.
Las soledades no vienen a tí ni están contigo.
Las soledades son alejamientos.
Surgen de los huecos vacíos y desiertos
Que rodean un núcleo imposible.
Por vastas y terribles depresiones
Que no alcanzan a mirarte.
Se abren camino en el silencio conque no hablas.
Son grietas en el recuerdo de tus nombres.
Antes de sabernos múltiples, desarmados, conmovidos,
derramados como otros en nosotros, sin un yo preciso ni ubicable,
existió la soledad.
Ahora sabemos que no hay lugar sino en cada mirada.
En donde recogemos nuestro continuo aparecer.
Ahora que sabemos que las consistencias
son sólo persistencias en el coincidir.
Ahora que sabemos que no hay
ni un Ser en Sí, ni Algo en Sí Mismo, ni Algún "Per Se"
Hemos vuelto,
Volvemos a ser cuerpos como lugares de los encuentros
Cuerpos como encuentros.
Y entonces no hay distancias.
Que puedan arrancarnos
ninguna soledad.
Los comics de Rosagrís: I. Las fantásticas minucias del super héroe
(06/07/2012; 01:54)
Jorge Larriguemi era inspector de Calidad Total. Su función era hallar la
contraprueba de la alegada perfección. Y sugerir las dos o tres o cuatro o
noventa y siete modificaciones estratégicas necesarias para obtener la
optimización de todos los procesos.
Larriguemi podía seguir el rastro del último clip y de la última mina de
lápiz. Cuando ya todos se habían olvidado de ese sacapuntas perdido, él
continuaba indagando quién, cómo y por qué se habían deshecho de él.
Cuando se había redondeado una cifra, él continuaba tratando de recuperar los
dos o tres centavos perdidos. Cuando alguien se deshacía de un papel, él lo
interceptaba. Cuando alguien se quedaba con la lapicera de otro, o había traído
su lapicera de afuera, no tardaba en hacerlo notar debiendo obligar muchas
veces al verdadero dueño a reclamarla, o al menos a aceptarla de regreso en
su escritorio.
Pues bien, ocurrió que cierta vez, Larriguemi se encontraba tras la
búsqueda de un hojalillo roto, sometiendo a diversas hojas a un pormenorizado
examen bajo el microscopio electrónico, cuando notó una mirada desafiante, un
perfil batallador y orientado hacia el cielo, en la cumbre de una montaña, con
una capa roja que flameaba en el viento como una llama controlada y potente,
un brazo levantado en alto, una pierna apoyada como una raíz en la nieve, y un
bloque de piedra en el pecho con las iniciales "K.I." Acercó el microscopio a lo
que parecía ser la cabeza de ese ser proyectado a la vanguardia, y comenzó a
escucharlo. El personaje tenía una voz débil pero vehemente, finita pero
soberanamente insoportable. La voz le dijo, sin dejar de mirar hacia arriba:
"Soy 'Kategorischer Imperativ'. El héroe sin condicionamientos de
pertinencia, utilidad o mediación. Soy la justicia por sí misma, y he venido a
elegirte." - y diciendo esto, levantó un poco su nariz triangular (toda su cabeza,
todo su cuerpo era un enorme y agudo triángulo orientado hacia arriba) y lo
pinchó en el dedo. A partir de entonces, Jorge Larriguemi se convierte cada
noche, entre las 09:00 y las 18:00, en el inabordable "Kantman", el super héroe
que no deja pasar un error, una falencia, una culpa, una irregularidad, un
desvío, un cualquier desconocimiento de las normas, adquiriendo el super
poder de encontrar la falla a todo sistema, argumento, justificación o motivo.
Así nacen las que por no poder dimensionarse como "aventuras" se dan
en llamar las "fantásticas minucias" del super héroe, de Kantman, que van
desde la recuperación de las horas muertas en los talleres, debidas a la
conversación entre operarios, que resolvió haciendo contratar ciudadanos de
diversas raíces idiomáticas, hasta la efectiva y verdadera liquidación de horas
extras con el conteo de cada uno de los segundos útiles e inútiles, pasando por
la indagación de la observancia de la utilidad material de cada uno de los
centavos afectados a una operación determinada, y terminando en la ejecución
de todas y cada una de las reglas antes de proceder a cualquier acción, incluso
la de la quiebra del organismo o empresa, inclusive antes de proceder a
retirarse del lugar de trabajo, para lo cual requiere que hasta el último pedazo
de papel haya sido colocado en su lugar.
Las "fantásticas minucias de Kantman" relata en cada episodio las
divertidas peripecias de este héroe en diferentes trabajos y sectores de la
economía, desde el apogeo de su intervención hasta su despido inevitable.
P.D.: Acaso por eso el mercado es tan injusto: Aplica en cuanto números de
deuda y de crédito el imperativo categórico, en tanto que los expresa con
números absolutos en la cadena del debe y el haber, mientras que en el resto
de las ciencias humanas se intenta orientar las decisiones hacia el bienestar y
el respeto y realización de los derechos, cuyas experiencias son al menos
ponderaciones, fraccionamientos y proporciones. La falta de entendimiento, de
complejidad, de un sistema, condena a quienes intervienen en él a una mera
consecuencia (ya que toda causa es negada) del orden.
Excusas.
(28/07/2012; 01:57))
En Socoprura, todos aprenden los primeros rudimentos de las ciencias a
muy temprana edad. A medida que van descubriendo nuevas propiedades de
las cosas, agregando nuevos conocimientos a la actividad científica o
tecnológica, se les permite trabajar en aquello para lo cual demuestran especial
habilidad. Luego, se les conceden los derechos para llevar a cabo ese trabajo.
Afirman los socopruros que ellos sí tienen derechos ya que los tienen para
algo, cuyo algo ya ha demostrado ser útil.
En Nardinia, todos nacen en un barranco y se alimentan de leche de
cabra hasta el cuarto mes. Luego, una vez abandonados se les hace dormir en
cunitas de cardo y más tarde, correr entre los arbustos espinosos. Afirman los
nardianianos que ellos sí tienen derechos ya que todos ellos saben y conocen
lo que es el dolor y el sufrimiento.
En Pomenia, todos son entregados a la competencia por los pocos litros
de leche disponibles. A partir del cuarto mes, se les pone una mamadera a
cierta distancia para que tengan que correr hasta ella. Luego, conocen la
papilla sólo cuando logran aplastar ellos solos los cereales con los nudillos.
Afirman los pomenios que ellos sí tienen derechos ya que todos ellos los
obtienen por sí y para sí mismos.
En Trotura, todos son expuestos a la benevolencia del Superador, quien
decide a qué familia corresponde cada bebé. Al término del cuarto mes, todos
son entregados a una férrea disciplina y a los dos años ya son incorporados al
ejército. A los cuatro años ya han tenido su primera misión en el frente. Afirman
los troturos que ellos sí tienen derechos ya que todos ellos cumplen con su
deber correspondiente.
En Crapula, todos pagan por los derechos de sus hijos. Quienes tienen
más dinero pueden incluso comprar el derecho a una cobertura de salud. Los
que tienen menos, ofrecen a cambio sus pocos derechos para que puedan
sobrevivir más o menos dignamente. Afirman los crapulos que ellos sí tienen
derechos ya que todos los adquieren libre y concurrentemente.
En Sagroria, cada vez que alguien llega a los 20 años, se decide
cuántos derechos tendrá en función del uso que hubiera hecho de su vida
hasta ese momento. Y repiten luego el procedimiento cada diez años, cada vez
más exigente, y restringiendo el conjunto de derechos disponibles. Afirman los
sagrorios que ellos sí tienen derechos ya que todos demuestran merecerlos.
Finalmente, en Rosagrís entendemos a los derechos dentro del marco
de las necesidades. Así como necesitamos vivir, tenemos derechos. Los
derechos no se merecen, sino que se reclaman. Lo que nos aviva el deseo de
vivir.
Curvas
(29/09/2012; 00:29)
•
A da vueltas alrededor de B. ¿Puede B al mismo tiempo dar vueltas
alrededor de A?.
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¿Cúanto movimiento sincrónico hará falta para que todo parezca
inmóvil?.
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No hay curvas sin atractores. Alguien que se acerca o alguien que se
aleja de un lugar, de un punto, de una persona, no puede hacerlo en
forma de curva si al mismo tiempo no tuviera una demora, un embeleso,
una distracción.
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Una curva y contracurva no te regresa al mismo lugar. Como la historia,
que no se repite.
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Alguien que se detiene un segundo en un camino recto, ya está
generando una curva.
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La narrativa es curvilínea. Recta es la imputación, la acusación o el
resentimiento.
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La caricia es curva. El golpe rectilíneo.
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Entre una curva y otra hay infinito número de rectas.
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Alguien dobla una palabra. Inventa la música.
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Alguien dobla un gesto. Inventa la danza.
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La lengua curva, las manos curvas, el pensamiento curvo, las voces
curvas... Permiten la reflexión y la delicadeza. Permiten a la ilusión y al
recuerdo.
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El agua es curva. Sólo puede beberse o habitarse.
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Si la flecha tiene un destino, ya ha dejado de ser libre.
En Rosagrís medimos las distancias con un metro arqueado.
Y cada rincón es testigo de un nudo.
Referentes
(14/11/2012; 00:40))
I
Tome usted cualquier palabra del diccionario al que haga referencia.
Verá que estará obligado a tomar otra referencia para referirse a ella. Ella
referirá entonces a una tercera y una cuarta y así se irán hilvanando las
referencias referenciadas, apoyándose unas en las otras, haciéndose mutua y
recíproca y condecorada referencia, hasta que cierre usted el diccionario de
golpe, o se duerma con el dedo puesto sobre las letras de la última palabra.
Entonces sobrevendrá la definición y el poder se instaurará sobre los hombres.
II
-
-
-
-
-
Sepa usted que nadie vino a saludarme entonces.
Realmente no puedo creer que haya sido así.
Pues créalo. Ningún referente vino entonces a darme una mano.
Espeluznante. Nadie. Nadie. ¿Pero qué fue lo que ocurrió?. Dígame
Fue cuando me quedé solo.
III
Fíjese allá, ¿lo ve?. Ahí donde crecen esos espinos, que se enriedan en
la falda de Laruschka, venga dos cuadras más para este lado. Ahí, ahí, no, más
para acá. Adonde está mirando ese perro. Extiéndale el brazo al perro. Vea.
Así. Después me dobla por la izquierda del sauce viejo y se me viene como
quedando alrededor de la lomita, por lo menos 20 metros más. Cuéntelos
despacio que si no se pierde. Ahí está. ¿Llegó? ¿Llegó?. Bueno, cuando llegue
se dará inmediata cuenta porque yo le estaré hablando esto a los oídos. En ese
lugar está usted ahora.
IV
Pocos minutos antes de acostarse, el rey pedía a los miembros de su
gabinete que le contaran un cuento para dormir.
Una gran responsabilidad aquejaba a los cuentistas, ya que por la
mañana siguiente el rey por lo general ansiaba convertir en realidad los relatos
de la noche anterior. Como los miembros del gabinete real llevaban una vida
muy cómoda en el estado de cosas vigente y regente, ninguno de ellos ansiaba
cambios demasiado abruptos, así que por lo general sus relatos eran tediosos,
relajantes y condescendientes.
Así, noche tras noche el rey debía aburrirse con el cuento estático de
alguno de sus patricios, acerca de salones, invitaciones, pequeños acertijos
palaciegos y tranquilos enigmas de entrecopas... y cada vez se le hacía más
difícil conciliar el sueño.
Por el sueño perdido, llamaron a un mago, que pensó tranquilizarlo
indicándole que el único peligro que corría era que la burbuja 1204 de su copa
de champagne dorada rompiera sobre su nariz.
Como todo rey desea que lo consideren un héroe, y aquel era el único
peligro que se cernía sobre el pueblo, ordenó eliminar la burbuja 1204 de todas
las copas de champagne al amanecer.
El verdugo recorría entonces las salas de todas las fiestas, encuentros y
ágapes y con el silbido apenas perceptible de su espada de cristal, atravesaba
las copas de un solo impulso.
Eso fue lo que provocó la revolución.
Elogio de la contradicción.
(21/11/2012; 22:07)
"Toda unanimidad es sospechosa", afirmaba Julio Palacio, musicólogo
ilustre. En cambio, no hay humanidad sin contradicción.
El secreto de los poderosos consiste en tejer una red, erigir un muro,
tender un manto sobre sus propias contradicciones, y hasta hacerlas parecer
coherentes y sistemáticas, consecuentes con un plan, una dirección, un
horizonte. Este proceder le permite a la élite que corresponda hacer ver las
inconexidades, indeterminaciones y pugnas subyacentes a los grupos que la
desafían.
El poder unifica, ya que se ejerce sobre otros. Singular sobre plural.
Firme
contra
fluido.
Permanente
contra
constante.
Repetición
contra
diferencia.
El poder es entrópico, ya que todo lo hace decaer sobre sí, en la
ceguera de su propio torbellino.
El poder, luego, como monopolio de la contradicción, como única
contradicción legítima posible, es, entonces, el caos.
Y toda la diversidad de gritos, lágrimas y risas, como puentes extendidos
sobre la angustiante mismidad, organizan el paisaje.
Ya que somos otros. Nosotros los otros. Los que venimos a sernos.
Desde cada rincón de nuestra absurdidad. Incompletitudes sin andamiajes.
Equilibrio vertiginoso. Hallazgo sorpresivo. Pura tensión. Puro imposible en
acto.
De abrazo en abrazo tiene lugar el mapa donde asentar las referencias.
De abrazo en abrazo sabemos dónde continuamos.
El desierto está poblado de miradas. Y de una mirada a otra podemos
encontrarnos.
Sátira e Ironía.
(09/01/2013; 00:12)
Existe en el humor distancia o cercanía, recohazo o encuentro,
comodidad o esfuerzo.
El humor puede expulsar o reunir, asentir o romper, conservar o sacudir.
El humor, como todo gesto, se hace de uno a otro, de unos a otros, de
un lugar a otro.
Y hay lugares de superioridad y lugares de horizontalidad. Desde un
nivel superior, autocomplaciente, puede despacharse la ironía. Desde un nivel
horizontal, problemático, puede esgrimirse la sátira.
Si hay la risa burlona de la desgracia ajena, la ironía es la conciencia de
la propia, consistente en la renuncia de autenticidad, de búsqueda, de
encuentro, de compañía.
Si hay la risa de la alegría derramada, la sátira es la conciencia de la
confianza colectiva, consistente en la afirmación de identidad, del ansia de
cambio, de ser en los otros.
Cuando la risa busca complicidad hacia arriba, en el manejo de códigos
o liviandades o posiciones de privilegio, la ironía se acomoda.
Cuando la risa busca compañía hacia alrededor, en el manejo de
reconocimientos o debilidades o posiciones de solidaridad, la sátira se
sobrepone.
La ironía, administrada desde el poder, se arrastra allí donde la sátira se
incorpora. Y se esconde allí donde la sátira se enseñorea.
La sátira, derramada desde el borde de las víctimas, se dispara
victoriosa donde mugen las risillas. Y se enciende desafiante donde los
silencios aprisionan.
La ironía se dicta desde el desengaño. La sátira se lanza desde la
reivindicación.
La ironía en el lugar de la resignación, desestima cualquier deseo. La
sátira, en el centro de la voluntad, levanta los senderos de la esperanza.
Cuando ante la vista de cualquier miseria alguien se ríe, el Comando del
Humor se moviliza, para dejarlo solo. A fin de que la risa se ahueque y caiga
sobre sí. A fin de que se doble y suplique por las migas de un gesto. Una risa
que se alarme y que sea casi un grito. Un grito que rebuzne y se transmute en
sátira.
Cuando no hay exclusión ni elite ni grupo de poder, la ironía es sólo un
eco en la montaña.
Cuando no hay exclusión ni elite ni grupo de poder, la sátira danza por
los bosques.
Lenguaje y plusvalía.
(22/01/2013; 11:06)
El trabajo es la única mercancía que genera valor de cambio más allá de
su valor de uso.
El lenguaje es una semiótica que genera significados más allá de sus
significantes. Pero cuidado que hay grupos de codificadores que ansían
quedarse con esta riqueza de significados (valor de cambio), a costa de la
absorción y usurpación del tiempo semiótico, manteniendo a los significantes
en uno o dos carriles de exposición (valor de uso sostenido en el pensamiento
binario). Así, estos codificadores se garantizan que cualquier modificación en
los signos deba ser generada por ellos.
Las reducciones de significantes a sostener un solo significado devienen
normas. Las normas, por ende, empobrecen nuestro mundo.
Pero como el significante continúa teniendo multiplicidad de significados,
lo que se pretende a través de la detención de ese circuito infinito de
remisiones, diversificaciones, ramificaciones y yuxtaposiciones (valor de
cambio), es practicar la sumisión del valor de uso.
Donde hay intento de sumisión es porque de alguna forma se está
ejerciendo poder no participativo.
Cuanto más explícito es un lenguaje, cuando más determinado y
preciso, menos posibilidades de creación, interpretación y crítica sustenta.
A fin de dejar reservadas tales posibilidades a unas pocas clases o
élites, se llega al extremo de expresar en fórmulas hasta las propias
actividades lúdicas o artísticas, produciendo así los fenómenos identificados
como de "música comercial" o "literatura pasatista" o "cine shampoo".
Se le otorga al lenguaje, en tales condiciones, sólo el valor de cambio
necesario para reproducir la comunicación utilitaria (consumo), atesorando los
codificadores el resto (producción).
Si es explícito, es fácil (no simple, sino fácil), si es fácil es entrópico (no
divertido, sino entrópico), y si es entrópico es pérdida de energía creativa (de
energía, no de orden).
En Rosagris intentamos estar atentos a cualquier bombardeo de música
pegajosa (pegajosa, no recordable), frases cómodas (cómodas, no sencillas) y
escenas de obscena literalidad (literalidad, no claridad), con la que los
poderosos intentan acotarnos el mundo del pensamiento, la reflexión, el juego y
el arte.
VIVA LA POLISEMIA (estribillo)
Vergüenza y completitud
(27/02/2013; 11:17)
A fin de no recordarnos nuestra mortalidad, confinamos a los muertos a
un recinto protegido por densas y pesadas paredes.
A fin de no recordarnos nuestro envejecimiento, disponemos de lugares
a donde a los viejos una vez sustraídos de sus hogares, los mantengan a
distancia.
A fin de no recordarnos nuestras debilidades, ubicamos, clasificamos y
establecemos patologías de internación (llamadas curiosamente "hospitalarias"
o "resocializadoras").
En fin, que nos da vergüenza no ser perfectos, no sostener la noción de
perfección en todos los ámbitos y en todos los tiempos de nuestra vida.Y en su
sustitución, nos armamos de estructuras.
Pero ya no existen normas que duren más tiempo que el promedio de
vida personal, ni siquiera del promedio de vida de una generación.
Y las instituciones sólo son ropajes, vendas, corazas. Cáscaras para hacernos
olvidar que somos seres de tiempo.
La lógica de los sistemas que ahora intenta atravesarlo todo, no acepta
"inputs" que no estén perfecta, concreta y exhaustivamente previstos, y a uno
solo y prefijado fin o función determinada. El resto es de segunda mano,
es "outlet", es "defectuoso". Defectuoso por distinto o por desafiante (casi lo
mismo).
Nuestra condición humana es la imperfección. Imperfección que permite
abrir abanicos de libertad y de diversidad.
Todo un género cuasifilosófico, cuasimístico, cuasiesotérico de la
autoayuda, del perfeccionamiento, de la competencia, nos profundiza al mismo
tiempo la soledad y la vergüenza.
El mandato del "yo" nos abandona a un desierto. En el que no hay nada
que esperar ni que buscar, sino nuestros propios "espejismos".
Si estamos solos, sí, evidentemente, somos incompletos. Si nos
consideramos
incompletos.
Únicamente
podemos
llegar
a
completarnos
con
los
otros.
o
pretendemos
considerarnos
como
modelos,
somos
Buscar la completitud en una norma, en un mandato o en una institución, no
solo nos trae más ocasiones de vergüenza, sino que además nos aleja del
abrazo. Y nos hace perder tiempo.
Si no hay eternidad sino sólo en los momentos de cruces de miradas, de
silencios compartidos, de trazos en el otro y desde el otro, entonces ni la norma
ni la institución son entidades reales, siendo reales sólo los equívocos a que
sus
potencias
descargadas
dan
lugar
sobre
los
cuerpos.
Entonces, el Derecho no es real. Sólo son ciertos los derechos, como sitios de
la espera y movimientos de exploración, indagación, preocupación y aventura.
El verdadero desafío jurídico es alcanzar la identificación de derechos y
deseos. No de las expresiones de deseos, sino de los deseos. Despojarnos de
la retórica de, por ejemplo, el "derecho a la vida", para reemplazarlo por "el
deseo de vivir", reconociendo libertades, no propiedades; reconociendo verbos,
no categorías; celebrando luchas, no sometimientos.
Poder en alza
(18/03/2013; 00:56)
I
Un transeúnte puede salvarte la vida. Si te caes en la calle, puede
levantarte, socorrerte, llevarte a la guardia de un hospital. Una desconocida
puede cambiarte la vida. Si te cruza en la calle, puede saludarte, reconocerte, y
enamorarte.
Un maestro puede salvar la vida de sus alumnos. Una enfermera, la de
sus pacientes. Un amigo la de los suyos. Un músico puede alegrar las almas.
El sacerdote de la cuadra puede entender y abrazar. El oficial de guardia puede
recibir a todos con un mate. El cadete puede acelerar los trámites de todos.
Pero a medida que van teniendo más poder, deben mandar a otro. O deben
escribir cómo debe ser mandado otro. Hasta que ya no pueden ni servirse ellos
mismos una taza de café.
Por último, sólo habitantes del pequeño rincón del símbolo que ostentan,
todo lo que pueden hacer es saludar moviendo su mano en un ángulo estrecho.
II
Drovaldi dijo que en cuanto lo nombraran capitán, sería él quien sin
aceptar limitaciones ni advertencias, finalmente conquistara la victoria con sus
hombres.
La guerra continuaba, y con ella se hacía cada vez más difícil el
comercio del puérrego, por lo que su valor alcanzaba a diario cifras nunca
alcanzadas.
Por eso nunca nombraron capitán a Drovaldi.
III
Quien tiene el poder mayor es aquel que haciendo menos puede
cambiar más. Pero ocurre que damos más poder al que le costaría muchísimo
cambiar las cosas que lograron precisamente que le dieran más poder. Así que
lo
veremos
realizar
grandes
e
importantes
gestos,
presentaciones,
prestidigitaciones e ilusionismos. Cuando bastaría apenas con ser sincero.
IV
¿Haber peleado, insistido, mejorado, aprendido, trabajado toda la vida
para llegar al punto máximo de cualquier jerarquía y encontrar que todo lo que
puede decidirse desde allí sólo tiene que ver con el cuidado y el cultivo de la
propia imagen?