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INTRODUCCIÓN A LA EPÍSTOLA
Importancia de ROMANOS El estudio de la carta a los ROMANOS es de vital importancia para el creyente por las siguientes razones:
Es la mayor y más influyente de todas las epístolas de Pablo.
Es una exposición sistemática del significado de la cruz de Cristo. Podemos considerar a
ROMANOS como la quintaesencia del Evangelio de Pablo.
Presenta el Evangelio de forma profunda y simple a la vez e indica a la humanidad pecadora como
encontrar salvación en Cristo y lo que resulta de esa salvación.
Nos enseña a los creyentes cómo vivir en esta vida y llevar nuestras relaciones.
Es un antídoto frente a evangelios adulterados y errores doctrinales, como así ocurrió con la
Reforma (Lutero) o en respuesta a la teología liberal (Karl Barth).
Autor Evidencia externa: La autoría paulina no se discute por nadie. El hereje Marción es el primer autor que
cita a Pablo como su autor. Luego lo citarán como su autor: Clemente, Ignacio, Justino Mártir, Policarpo,
el Canon de Muratori, Ireneo, Tertuliano y otros.
Evidencia interna: Pablo mismo afirma ser el autor (1:1; 11:13; 15:15-20). Su teología y vocabulario son
inconfundiblemente paulinos. Hay así mismo numerosas referencias personales a actividades y conocidos
de Pablo: la colecta para los santos (15:15-28; 1 Co. 16:1-4; 2 Co. 8:9), Gayo (Ro. 16:23; 1 Co. 1:14), Erasto
(2 Tim. 4:20) y el viaje planeado a Roma (Hch. 19:21). Tercio fue su amanuense (16:22).
Lugar y fecha de redacción Fue escrita después de 1ª y 2ª Corintios, pues la colecta mencionada en ellas es ahora llevada a Jerusalén.
Pablo escribe 2ª Corintios en Macedonia. Su plan inicialmente era ir a Corinto, pasar a Macedonia, volver
a Corinto y de allí a Judea (Hch. 19:21; 2 Co. 1:15-16), pero prefirió dar tiempo a Corinto y pasar primero
por Macedonia (Hch. 20:1; 2 Co. 1:23). Allí recogió la ofrenda para Jerusalén. Finalmente, se dirige a
Corinto y pasa el invierno (Hch. 20:2-3; 1 Co. 16:6-7), hospedado en casa de Gayo, quien era oriundo de
Corinto al igual que Erasto. Cencrea (Ro. 16:1) era la ciudad portuaria de Corinto. Allí escribe ROMANOS.
La fecha aproximada de redacción de la epístola es así entre el invierno del 57 y la primavera del 58 d.C.
Trasfondo y propósito Se desconoce quien fundó la iglesia de Roma. Pablo no fue y no hay evidencia de que fuera Pedro (quien
era enviado a los judíos, no a los gentiles y no es mencionado en los saludos). Seguramente fueron judíos
de Roma convertidos en Pentecostés (Hch. 2:10).
Pablo, una vez agotados los territorios en Asia, deseaba evangelizar el Occidente y esperaba que Roma
fuera su base de operaciones, como Antioquía lo había sido antes. Puesto que Pablo no conocía la iglesia
de Roma, ROMANOS no surge como respuesta a un problema determinado de la iglesia, sino que es de
todas las epístolas de Pablo la que más se acerca a una exposición sistemática del pensamiento del
apóstol. Pablo aprovecha así la visita de Febe a Roma para presentar su Evangelio con tres propósitos:
1) Para que los romanos le conozcan y le puedan encaminar, puesto que nunca había estado en
Roma. Así, expone su Evangelio y sus planes misioneros.
2) Para hacerles una exposición ordenada del Evangelio a fin de que al conocer toda la verdad,
puedan estar protegidos contra la infección del error.
ESTUDIO DE LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS
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3) Ya que la iglesia de Roma estaba compuesta por judíos y gentiles, para explicar la situación de
Israel en la nueva dispensación y el trato que el cristiano ha de tener con los débiles
(posiblemente, los de origen judío) y así evitar tensiones.
Notemos que las cartas a las dos iglesias que Pablo no fundó (Colosas y Roma) son las que más abundan
en saludos personales, ya que Pablo necesitaba sumar apoyos en ellas, al no conocerle personalmente.
Pablo nunca había estado en Roma, pero conocía a muchos de sus miembros (cap. 16). Finalmente Pablo
iría a Roma, pero no como había ideado, sino en cadenas (61-63 d.C.). Sería finalmente ejecutado en una
segunda encarcelación (67 d.C.).
Conceptos claves En la carta a los Romanos nos encontramos varios conceptos claves emparejados:
La Ley y la Gracia.
Las Obras y la Fe.
La Carne y el Espíritu.
Un concepto clave de la carta es la “justicia”. Cuando Pablo usa esta palabra quiere decir “estar en la
debida relación con Dios”. En este sentido se ha de entender también “justificación” y “justificar”. Así,
una persona “justa” es la que se mantiene en la debida relación con Dios y cuya vida así lo demuestra.
Posición en el Canon ROMANOS ha sido siempre la primera de las cartas de Pablo, puesto que es la mayor y fueron agrupadas
de mayor a menor, con la excepción de Gálatas (Efesios es mayor). El relato de Hechos además termina
con Pablo en Roma y es con ROMANOS con que comienza la serie de sus epístolas. ROMANOS es además
la carta más importante que escribió Pablo y ha causado gran impacto a lo largo de la historia:
Agustín de Hipona (386) se convirtió de su vida licenciosa leyendo Ro. 13:13-14.
Lutero inició la Reforma Protestante (1517) cuando entendió el concepto de “justicia de Dios” y
que “el justo por la fe vivirá” tras estudiar esta epístola.
Juan Wesley se convirtió (1738) cuando escuchó el prefacio del comentario a ROMANOS de
Lutero en una iglesia morava.
Dos problemas del capítulo 16 Algunos autores afirman que esta carta no fue enviada a Roma, sino a Éfeso. Para ello se basan en que:
1) Pablo saluda a demasiadas personas de una iglesia que nunca ha visitado.
2) Pablo pasó más tiempo en Éfeso que en ninguna otra ciudad, por lo que conocía allí a mucha
gente.
3) Aquila y Priscila (16:3) fueron expulsados de Roma por Claudio en 52 d.C. (Hch. 18:2). Fueron con
Pablo a Éfeso (Hch. 18:18) y seguían allí cuando Pablo escribió 1 Corintios (1 Co. 16:19) y las cartas
pastorales (2 Tim. 4:19).
4) Pablo menciona a Epeneto, “las primicias de Asia” (16:5, NVI) y Éfeso estaba en Asia.
Sin embargo no son razones de peso, puesto que:
1) Ya vimos que Pablo manda tantos saludos para establecer lazos personales en una iglesia que
desconocía.
2) Priscila y Aquila bien pudieron regresar a Roma para el tiempo en que se escribió la carta.
Igualmente Epeneto, si él también hubiera sido uno de los desterrados.
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3) Además, los nombres de las casas de Aristóbulo, Amplias y Nereo encajan bien en Roma, como
veremos al llegar al capítulo 16.
El segundo problema es que en muchos manuscritos no se encuentran los capítulos 15-16 y la doxología
aparece al final del capítulo 14. Parece ser que hubo varias copias circulando entre las iglesias que
prescindieron de los capítulos con referencias más locales, ya que pronto se percibió la importancia de la
exposición tan maravillosa del Evangelio que el apóstol Pablo había hecho en esta carta, por lo que no
podía ser recluida exclusivamente en Roma.
Bosquejo 1. DOCTRINAL: EL EVANGELIO DE DIOS. La justicia de Dios en relación con el hombre pecador (caps. 1-
8)
1.1. La necesidad universal del Evangelio (1:1-3:20)
1.1.1. Salutación del apóstol (1:1-7)
1.1.2. Introducción (1:8-17)
1.1.2.1. Pablo y los creyentes en Roma (vv. 8-15)
1.1.2.2. El resumen del Evangelio (vv. 16,17)
1.1.3. La necesidad de la salvación (1:18-3:20)
1.1.3.1. Acusación a los paganos (1:18-32)
1.1.3.2. Acusación a los moralistas y sabios, gentiles y judíos (2:1-16)
1.1.3.3. Acusación a los judíos religiosos (2:17-3:8)
1.1.3.4. El procesamiento total de todo el mundo (3:9-20)
1.2. El Evangelio y nuestros pecados: La justificación (3:21-5:21)
1.2.1. La justicia de Dios (3:21-31)
1.2.1.1. Revelada en la cruz de Cristo (vv. 21-26)
1.2.1.2. Defendida ante las críticas (vv. 27-31)
1.2.2. El testimonio de la Ley y los Profetas (cap. 4)
1.2.2.1. Abraham no fue justificado por las obras (vv. 1-5)
1.2.2.2. El testimonio de David (vv. 6-8)
1.2.2.3. Abraham no fue justificado por la circuncisión (vv. 9-12)
1.2.2.4. Abraham no fue justificado por la ley (vv. 13-17a)
1.2.2.5. Abraham fue justificado por la fe (vv. 17b-22)
1.2.2.6. Generalización del principio para toda la humanidad (vv. 23-25)
1.2.3. Consecuencias de la justificación (cap. 5) 1.2.3.1. Resultados personales de la justificación (vv. 1-11)
1.2.3.2. Las dos humanidades y las dos cabezas (vv. 12-21)
1.3. El Evangelio y el pecado que mora en nuestro interior: La santificación (6:1-8:39)
1.3.1. Los dos amos: El pecado y la justicia (cap. 6)
1.3.1.1. Unidos a Cristo en su muerte por el bautismo (vv. 1-14)
1.3.1.2. Siervos de la justicia por la conversión (vv. 15-23)
1.3.2. El cristiano y la ley (cap. 7)
1.3.2.1. Libres de la ley: La analogía del matrimonio (vv. 1-6)
1.3.2.2. En defensa de la ley: Una experiencia pasada (vv. 7-13)
1.3.2.3. La debilidad de la ley: Un conflicto interior (vv. 14-25)
1.3.3. El Espíritu de Dios en los hijos de Dios (cap. 8)
1.3.3.1. El ministerio del Espíritu de Dios (vv. 1-17)
1.3.3.2. La gloria futura de los hijos de Dios (vv. 18-30)
1.3.3.3. La inmutabilidad del amor de Dios (vv. 31-39)
ESTUDIO DE LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS
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2. DISPENSACIONAL: EL EVANGELIO E ISRAEL. La justicia de Dios en armonía con sus tratos
dispensacionales (caps. 9-11)
2.1. Los tratos de Dios con Israel en el pasado: La soberanía de Dios (cap. 9)
2.1.1. La tristeza de Pablo por Israel (vv. 1-5)
2.1.2. Ilustración de los principios bíblicos de la elección (vv. 6-29)
2.1.3. El tropiezo de Israel (vv. 30-33)
2.2. Los tratos de Dios con Israel en el presente: La desobediencia de Israel (cap. 10)
2.2.1. Justicias alternativas (vv. 1-10)
2.2.2. La universalidad de la justicia de Dios (vv. 11-13)
2.2.3. La necesidad de la evangelización (vv. 14-15)
2.2.4. La incredulidad de Israel (vv. 16-21)
2.3. Los tratos de Dios con Israel en el futuro: La salvación de Israel (cap. 11)
2.3.1. La situación actual de Israel: Su rechazo no es total (vv. 1-10)
2.3.2. El plan de Dios para Israel: Su rechazo no es final (vv. 11-32)
2.3.2.1. Propósito del rechazo (vv. 11-24)
2.3.2.2. La promesa de la restauración de Israel (vv. 25-32)
2.3.3. Doxología: La sabiduría y generosidad de Dios (vv. 33-36)
3. PRÁCTICA: VIVIENDO EL EVANGELIO. La justicia práctica en la vida del creyente (caps. 12-16)
3.1. El cristiano en relación a los demás (12:1-15:13)
3.1.1. El cristiano en relación a Dios: La consagración personal (12:1-2)
3.1.2. El cristiano en relación a la iglesia local: Dones y ministerio (12:3-16)
3.1.3. El cristiano en relación a la sociedad (12:17-21)
3.1.4. El cristiano en relación a los gobiernos del mundo (13:1-7)
3.1.5. El cristiano en relación a la ley: El amor al prójimo (13:8-10)
3.1.6. El cristiano en relación al tiempo: “Ya, pero todavía no” (13:11-14)
3.1.7. El cristiano en relación a los creyentes débiles (14:1-15:13)
3.1.7.1. El juicio es de Dios (14:1-13a)
3.1.7.2. El principio de no causar tropiezo (14:13b-15:3)
3.1.7.3. Cristo, el modelo del creyente (15:1-13)
3.2. El ministerio de Pablo (15:14-33)
3.2.1. Su servicio apostólico (vv. 14-22)
3.2.2. Planes de viaje (vv. 23-33)
3.2.2.1. Roma (vv. 23-24)
3.2.2.2. Jerusalén (vv. 25-27)
3.2.2.3. España (vv. 28-29)
3.2.2.4. Solicitud de oraciones (vv. 30-33)
3.3. Epílogo (Cap. 16)
3.3.1. Recomendación de Febe (vv. 1-2)
3.3.2. Saludos a creyentes en Roma (vv. 3-16)
3.3.3. Advertencia contra los que causan divisiones (vv. 17-20)
3.3.4. Saludos personales (vv. 21-24)
3.3.5. Doxología final: El misterio revelado (vv. 25-27)
Resumen de las secciones de Romanos
Introducción (1:1-17) Pablo presenta aquí ya los dos temas centrales de la epístola: la definición del Evangelio que le había sido
encomendado y la unidad entre judíos y gentiles dentro de la iglesia. Pablo llama a las Buenas Nuevas “el
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Evangelio de Dios” (1:1) y “de su Hijo” (1:9) pues ambos son de la misma sustancia. En los vv. 1-5 Pablo
habla de la persona de Jesucristo (hijo de David por la carne y de Dios por la resurrección) y en el 16 de
su obra. Entre ambas, Pablo se dirige a sus lectores.
La ira de Dios (1:18-3:20) La revelación de la justicia de Dios en el Evangelio es necesaria debido a la revelación de su ira frente a la
impiedad (1:18). La ira de Dios es su perfecto antagonismo hacia el mal, dirigida contra los que
deliberadamente reprimen lo que saben que es verdadero y correcto. Todo hombre tiene algún
conocimiento de Dios, ya sea por la creación (1:19), la conciencia (1:32), la ley moral escrita en el corazón
(2:12ss) o la de Moisés (2:17ss).
Hay tres secciones de la raza humana: los depravados paganos (1:18-32), los moralistas críticos, sean
judíos o gentiles (2:17-3:8), los judíos religiosos (3:9-20) y concluye englobando a toda la humanidad (3:9-
20). Todos están bajo pecado (3:9) y con Dios no hay favoritismos (2:11). Todos somos pecadores y
aparentemente sin esperanza.
La gracia de Dios (3:21-8:39) Uno de los más importantes adversativos de la Biblia: “Pero ahora” (3:21). En la oscuridad del pecado
brilla ahora la luz del Evangelio: “la justicia (que proviene) de Dios”, su justa justificación de los injustos.
Esta justicia se ha revelado en la cruz (3:25) y está disponible para los que creen (3:22). Finalmente,
concluye respondiendo a las objeciones judías (3:27-31) y afirmando que Dios salva por la fe a judíos y
gentiles igual.
En el cap. 4 muestra como el Antiguo Testamento da testimonio de la salvación por fe. Así, ahora Abraham
es “el padre de todos los que creen”, judíos y gentiles, sin discriminación.
En el cap. 5, Pablo declara las grandes bendiciones del pueblo justificado (1-11): tenemos paz, podemos
estar de pie por su gracia y nos gozamos en su gloria. El amor de Dios ha sido derramado en nosotros por
el Espíritu y mostrado en la cruz por el Hijo. A continuación Pablo retrata dos humanidades y sus cabezas.
La de la culpa y el pecado tiene por cabeza a Adán y la de la gracia y la fe, a Cristo. Se presentan las
analogías y contrastes entre ambas cabezas. En medio del debate, Pablo introduce a la ley de Moisés
(5:20) lo que da pie a dos objeciones judías: ¿Era la ley culpable del pecado? ¿Despreciaba Pablo a la ley
y alentaba el pecado? La primera se responde en el cap. 7 y la segunda en el cap. 6.
Dos veces en el cap. 6 Pablo exclama: “En ninguna manera” (1, 15). Pablo se asegura de que entendamos
lo que significa nuestra unión a Cristo por el bautismo (1-14) y nuestra sumisión por la conversión (15-
23). Ambos cierran la puerta a nuestra vieja vida y la abren a una nueva.
En el cap. 7 Pablo toca el tema de la ley. Primero (1-6), los cristianos han muerto a la ley. Segundo (7-13),
la ley muestra el pecado pero no es su responsable. Y tercero (14-25), no tiene poder para liberarnos del
pecado interior. Pero Dios ha hecho por su Hijo y su Espíritu lo que la ley no podía (8:1-4). Si en el cap. 7
el protagonismo era para la ley, ahora va a ser para el Espíritu: nos libera, nos habita, nos orienta, nos da
testimonio e intercede por nosotros.
Como somos hijos de Dios, somos también sus herederos y que el mismo sufrimiento, al igual que el de
la creación, es el camino que lleva a la gloria y la redención. En los últimos 12 vs. Pablo bosqueja 5 etapas
en el propósito eterno de Dios (29-30) y lanza 5 preguntas sin respuesta. Finalmente, nos da 15 garantías
del inquebrantable amor de Dios.
ESTUDIO DE LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS
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El plan de Dios (9:1-11:36) Termina la exposición doctrinal acerca del plan de salvación de Dios para la humanidad. Y Pablo retoma
el problema de la situación de incredulidad del pueblo de Israel. Cada uno de estos tres capítulos
comienza con una sentida muestra de amor de Pablo a Israel: su angustia (9:1), su anhelo de que sean
salvos (10:1) y su condición de judío (11:1) a la vez que apóstol a los gentiles (11:13).
En el cap. 9 Pablo defiende la lealtad de Dios a su pacto, ya que en su elección siempre ha habido un
remanente a quienes dirigió sus promesas y no a todos los descendientes de Abraham. Si nos cuesta
entender el tema de la elección, no pensemos por ello en discutir con Dios (19-21). Pero en la conclusión
y el comienzo del cap. 10 queda claro que la incredulidad de Israel no se debe sólo a la elección sino a su
propia arrogancia, pues Dios siempre tuvo sus brazos extendidos a un pueblo “desobediente y
contradictor”. El equilibrio entre soberanía y responsabilidad humana constituye un misterio que nuestra
mente no puede desentrañar.
En el cap. 11 Pablo mira al futuro. Dios no ha rechazado a su pueblo, pero usa a los gentiles para darles
celos (11:12). Extrae dos enseñanzas de la ilustración del olivo: la primera es una advertencia a los gentiles
a no envanecerse para no ser desgajados; la segunda es una promesa a Israel a volver a ser injertado si
cree. Hemos de esperar la plenitud de los gentiles y la de los judíos (12,25). Por tanto Dios tendrá
“misericordia de todos” (32), lo que se refiere a todos sin distinción, no a todos sin excepción.
La voluntad de Dios (12:1-15:13) Pablo nunca separa la teoría de la práctica. Si en el capítulo 6 se indica que somos santos posicionalmente
en Cristo, ahora se nos invita a ser santos de una manera práctica. Por tanto esta nueva sección es como
una consecuencia de todo lo anterior y comienza: “Así que”. Pablo anima a los romanos (sus hermanos,
12:1) a que consagren su cuerpo y renueven su mente a fin de conocer la buena voluntad de Dios para
con ellos. Esta buena voluntad está muy relacionada con sus relaciones con los demás y a ello dedica
Pablo los capítulos siguientes.
Es muy posible que nuestra relación con las autoridades (13:1-7) le viniera a la mente a Pablo tras la
referencia a la ira y el castigo de Dios (12:19), pues son instrumentos de Dios para administrar justicia en
este mundo. Pablo retorna luego al tema de la ley (13:8-10) afirmando la primacía del amor y la necesidad
de la santidad ante la expectativa de la venida del Señor.
El tema más extenso es el de las relaciones entre los “fuertes” y los “débiles”. Son débiles en la fe, no en
carácter o voluntad. Seguramente era el sector judío, débiles de conciencia en temas de alimentos y en
fiestas y ayunos del calendario judío. Pablo llama a “recibir” a los débiles como hicieron Dios (14:1,3) y
Cristo (15:7) y se basa en Cristo: su muerte, resurrección y regreso. Cristo murió por los débiles, se levantó
para ser su Señor y viene para ser su Juez. Sigamos por tanto el ejemplo de humildad y autonegación de
Cristo en nuestras vidas.
Conclusión (15:14-16:27) Pablo describe su ministerio como apóstol a los gentiles y su intención de predicar a Cristo donde no es
conocido (15:14-22). Comparte sus planes misioneros y pide sus oraciones. Luego les recomienda a Febe,
portadora de la carta y saluda a 26 personas por nombre. Les alerta acerca de los falsos maestros y el
peligro de divisiones y nada saludos de 8 personas que están con él en Corinto.
La doxología final cierra la carta como la comenzó: con el evangelio de Cristo, la comisión de Dios, la
misión a las naciones y la necesidad de la obediencia a la fe.
