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Introducción a la sociología

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En esta obra, en la que se recogen las lecciones dadas en diferentes cursillos en la Universidad de Viena, se trata de hacer una exposición de conjunto de la ciencia sociológica, aun tan discutida. Un fin pedagógico es, pues, el primordial objeto de este libro. El autor ha procurado huir de una visión unilateral de los problemas; mas por ello no renuncia a expresar su propio punto de vista a la vez que a utilizar los resultados de sus investigaciones hechas en años anteriores, particularmente en lo que se refiere a la Historia de la Sociología y a la Sociología del Estado. LIBRO: INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA AUTOR: ADOLFO MENZEL EDITORIAL: FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

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Page 1: Introducción a la sociología
Page 2: Introducción a la sociología

I ON DO DE CUL T URA E CONOMICA

l-Vmuco, 63 M éxico, D . F.

Ju n t a d e G o b i er n o : Gonzalo Robles, Eduardo Vi l laseñor, Em igdio M ar ­

t ínez Adam e, D an iel Cosío V i l legas, Eduardo Suárez,

Jesús Si l va H erzog y Enr ique Sar ro.

D i r ec t o r G en er a l ,

D aniel Cosío Vi l legas.

o b r a s p u b l i c a d a s :

Acosta, H i s t o r i a n a t u r a l y m o r a l d e l as I n d i a s

Aldr ighet t i , T éc n i c a ban ca r i a

Arm and y M aublanc, Fo u r i er

Birnie, H i s t o r i a econ óm i ca d e Eu r o p a

C.mnan, Rep aso a l a t eo r ía eco n óm i ca

( ’.i rr -Saunders, Pob la c i ó n m u n d i a l

C.isscl , Pen sam i en t o s f u n d am en t a l es en l a econ om ía

( 'ole, D o c t r i n a s y f o r m a s d e l a o r gan i z ac i ó n p o l í t i c a

í ’i ivi l l ier, Pr o t i d h o n

D ny, H i s t o r i a econ óm i ca m u n d i a l 19 14 - 19 39

I 'hiu, D o s d écadas d e p o l í t i c a m u n d i a l

I l .i r ing, C om er c i o y n avegac i ó n en t r e Esp a ñ a y l as I n d i a s

I fnu lr r t on , O f er t a y d em a n d a

I loMn-s, L cv i a t á n

l.unki, K a r l M a r x

1, l i b er a l i sm o eu r o p eo

I nr l r . J., En sa y o sob r e el g o b i er n o c i v i l

l .i ippol , y J. Luc, D i d er o t , 2 vols.

I l 'Vlipr, E l p ay aso d e l as b o f et a d a s

M i i i / r l , A „ I n t r o d u cc i ó n a l a so c i o l o g ía

Page 3: Introducción a la sociología
Page 4: Introducción a la sociología

Sección de O b r a s d e Soc i o l o g ía

d i r i g i i l a p o r Jo sé M ed i n a Ec h a v a r r ía

I

M a n u a l es I n t r o du c t o r i o s

Introducción a la Sociología

Page 5: Introducción a la sociología

Prim era edición alemana, 1939

Primera edición española, 1940

Queda hecho el depósito que

marca la ley. Copyr igh t by

Fo n d o d e C u l t u r a Eco n óm ica

Im preso y hecho en M éxico

Printed and made in M éxico

Page 6: Introducción a la sociología

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Page 7: Introducción a la sociología

A D O L FO M EN ZEL

Profesor de la U n iversid ad de V ien a

Introducción a la Sociología

Vensión Española

deANGELA SELKE

yANTONIO SANCHEZ BARBUDO

FO N D O DE CU LT U RA ECO N O M ICAP á n u c o , 63

México

Page 8: Introducción a la sociología
Page 9: Introducción a la sociología

P R E F A C I O

E n est a o b r a , en l a q u e se r ec o g en l as l ecc i o n es d a d a s en d i ­

f er en t es c u r si l l o s en l a U n i v er s i d a d d e V i en a , se t r a t a d e h a cer

u n a ex p o si c i ó n d e c o n j u n t o d e l a c i en c i a so c i o l ó g i ca , a u n t an

d i sc u t i d a . U n f i n p ed a g ó g i c o es, p u es, e l p r i m o r d i a l o b j et o d e

est e l i b r o . E l a u t o r h a p r o c u r a d o h u i r d e u n a v i si ó n u n i l a t er a l

d e l o s p r o b l em a s; m as p o r el l o n o r en u n c i a a ex p r esa r su p r o p i o

p u n t o d e v i st a a l a vez q u e a u t i l i z a r l o s r esu l t a d o s d e su s i n ­

v est i g a c i o n es h ech a s en a ñ o s a n t er i o r es, p a r t i c u l a r m en t e en l o

q u e se r e f i er e a l a H i s t o r i a d e l a So c i o l o g ía y a l a So c i o l o g ía

d e l E st a d o .

A d o l f o M E N Z E L

Page 10: Introducción a la sociología
Page 11: Introducción a la sociología

I N T R O D U C C I O N

S e puede defin i r la Sociología como el estudio de las form as

sociales tal como éstas se presentan en la real idad. A I rest ringir

este estudio a lo humano, queda el im inada la Sociología animal,

ciencia especial que ha progresado mucho en nuestros días. A .

Espinas y B. A l lverdes han real izado sobre este punto im portan­

tes invest igaciones. Con el término "form as sociales” nos refe­

rimos tanto a las relaciones circunstanciales que puedan esta­

blecerse entre los hombres como a las relaciones más estables

(Formaciones y Grupos Sociales) . D ada la importancia que en

la definición de la Sociología hemos dado a la real idad en sí

m isma, rehusamos toda consideración ét ica o pol ít ica sobre los

grupos sociales como no incumbente a la Sociología propia­

mente dicha. Por m uy valiosa que pueda ser una concepción

de la sociedad desde la perspect iva del deber ser, hemos de de­

jar ésta a ot ras ciencias, tales como la Et ica, la M et afísica o

la Polít ica. L a histor ia de la Sociología nos muest ra el olvido

frecuente de la l im i tación nat ural de esta ciencia. Si la Socio­

logía quiere conservar su pureza, ha de mantenerse ajena a

toda valoración de las inst i tuciones sociales y ha de huir, so­

bre todo, de establecer ideales. Su objeto es tan sólo la com­

prensión y explicación de la real idad, tanto pasada como pre­

sente. A l t ratar de la real idad presente, el sociólogo siente la

gran tentación, consciente o inconscientemente, de lanzar pro­

posiciones encam inadas a la organización de una vida social

fu t u ra; pero es en este caso cuando con más ahinco ha de es­

Page 12: Introducción a la sociología

2 IN T RO D U CCI Ó N

forzarse en repr im ir estos deseos que pudieran turbar la obje­

t ividad de su juicio.

A l def in i r el concepto de Sociología se ha discut ido si ésta

debe l imi tarse a la descripción de las form as sociales, esto es,

a las relaciones interhumanas y a la formación de grupos, o si

ha de tomarse también en cuenta el contenido cultural de estas

form as exteriores. Existe en todo caso la posibi l idad de rozar

ot ras ciencias cul turales especiales ( la Rel igión, el Derecho, la

M oral , la Econom ía, el A r t e, et c.) , que t ienen por objeto di­

versos aspecto: cul turales. Por esto se ha dicho que la So­

ciología, presentada como ciencia cul tural , carece de un objeto

propio. H ay que dist inguir , sin embargo, el caso en que los

mencionados factores culturales son invest igados como tales, de

aquél en que sólo se examinan en relación con las bases socia­

les, es decir, cuando se invest igan las form as part iculares, que

aparecen en las relaciones interhumanas o agrupaciones, en el

terreno de la Rel igión, el Derecho, la Econom ía, etc. En el pr i ­

mer caso t ratamos de una ciencia cul t ural especial ; en el ú l ­

t imo, en cambio, de problemas de Sociología. Adem ás, ésta

t iene por misión invest igar la relación que entre sí guardan

diferentes factores de la cultura, como por ejem plo, la relación

ent re la M oral y el Derecho, entre la Econom ía y la Rel igión,

etc., ya que este punto se omite en la m ayor parte de las cien­

cias especiales. Por ot ra parte, no es lo más interesante saber

bajo qué nombre se aborda un cierto objeto de invest igación; lo

verdaderamente importante es saber que se am plía el campo de

nuestros conocimientos. N o es, por tanto, una desgracia el que

alguna vez un sociólogo invest igue ciertos aspecto de la Rel i ­

gión, como en el caso de M ax W eber, o que un especialista en

Fíconomía Polít ica, como F. de W ieser , estudie las relaciones de

poder en la sociedad. En todo caso nos parece imprescindible

una Sociología de la cu l tura al lado de la l lam ada Sociología

form al; por lo cual en el úl t imo capítulo de este l ibro se t rata

de el la, aunque sólo sea en sus rasgos fundamentales. Vem os,

pues, que la ciencia de la sociedad t iene un carácter enciclopé­

Page 13: Introducción a la sociología

I N T RO D U CCI Ó N 3

dico, sin que por esto sea una mezcla confusa de diferentes

ciencias, ya que en Sociología es sobre todo importante la co­

nexión de los diversos factores cul turales con las form as sociales.

Con todo lo dicho creemos queda indicado cuál es el punto

de vist a intermedio en la discusión sobre el objeto de la Socio­

logía. Quedan, sin embargo, aun sin exponer grandes divergen-

cias en lo que se refiere a este tema, pero no debemos exagerar

su importancia, sobre todo cuando resul ta que las di ferencias

conciernen más a la term inología que al fondo mismo de la

cuest ión. D e la razón de ser de la ciencia l lam ada "Sociología”

ya no se puede hoy dudar con fundam ento, como t rataron de

hacer hace algunos años el f i lósofo D i l t hey y el h istoriador von

Below. Si algunas veces se habla de un est a d o c r í t i c o de la So­

ciología, hay que advert i r que incluso t ratándose de viejas cien­

cias con fundamentos m uy fi rm es, como la Física o la Psicolo­

gía, se habla también actualmente de tal estado. Y en lo que se

refiere al nombre de nuest ra ciencia, el término "sociología” ,

int roducido por vez primera por A . Com te, ha sido aceptado in­

ternacionalmente. En alemán se ut i l iza como equivalente el tér­

mino "ciencia de la sociedad” . M as no debe deducirse del he­

cho de que Com te diera nombre a esta ciencia que sea también

él su creador; y esto lo veremos claramente en la exposición h is­

tór ica que hacemos a cont inuación. Ser ía también un er ror su­

poner que la Sociología tuviese una relación est recha con el

so c i a l i sm o , pues éste t iene por objeto en pr imer lugar la cr ít ica

de la sociedad actual y el establecimiento de ideales sociales, lo

cual , según ya hemos indicado, no es de la incumbencia de

la Sociología; mas en la medida en que las teorías social istas t ra­

tan de descr ibi r la est ructura de la sociedad y expl icar la, la So­

ciología las toma en consideración, aunque somet idas, claro, a

una cr ít ica cien t ífica, la cual no puede l iquidarse suponiendo

esta cr ít ica simplemente un "preju icio burgués” . Tenem os asi­

mismo que separar de la Sociología la ciencia l lam ada "Pol ít i ca

Social” , ya que también en ella encontramos, en pr imer lugar,

puntos de vista crít icos y propósi tos de reform a. En la l i t eratu­

ra norteamericana de la ciencia de la sociedad aparece, sin em­

Page 14: Introducción a la sociología

4 I N T RO D U CCI Ó N

bargo, frecuentemente, la descripción de las condiciones socia­

les l igada a proposiciones para su m ejoram iento; y se habla

en este caso de la l lam ada Sociología apl icada. M as en la teo­

r ía de esta ciencia se ha señalado ya su dist inción de la Socio­

logía pura. En Alem ania, por el cont rar io, la f i losofía social es

la que ha invadido a veces el terreno de la Sociología; también

en este caso precisa una separación r igurosa para preservar la

ciencia de la sociedad de influencias ajenas y asegurar así su

carácter propio de ciencia posi t iva de la sociedad real.

Page 15: Introducción a la sociología

C A P I T U L O I

H I ST O R I A D E L A SO CI O L O G I A H A ST A SPEN C ER

i . O b ser v a c i o n es p r el i m i n a r es

Las opiniones sobre los orígenes de las invest igaciones socio­

lógicas di fieren mucho. Est o es bien comprensible ya que in­

cluso el objeto de esta ciencia se concibe di ferentemente. En la

I n t r o d u c c i ó n de esta obra se ha expuesto el punto de vista del

autor, según el cual la ciencia de la sociedad, como ciencia real

que es, debe dist inguirse tanto de la Et ica como de la Pol ít ica;

quedando también la M et afísica fuera de su dominio. En cam­

bio, se rechazó la teoría de que la Sociología se debe l im i tar a

la invest igación de las f o r m a s de social ización; reconociendo el

derecho a dar le un contenido cul t ural . En consecuencia, el pro­

blema de una historia de la Sociología se presenta del modo si­

guiente: ¿D esde cuándo los hombres se han preocupado por la

descripción y expl icación de los fenómenos sociales?

N o cabe, naturalmente, duda alguna que en todas las épo­

cas se han emit ido opiniones sobre el estado y la sociedad des­

de el punto de vista de la pol ít ica o de la moral . M as estas in­

vest igaciones no se incluyen, con razón, en el campo de la Socio­

logía. Pero las invest igaciones sobre la sociedad, con carácter

puramente em pír ico, son mucho más ant iguas de lo que hasta

hace poco parecía suponerse. L a opinión hoy dominante consi­

dera la Sociología como una ciencia m o d er n a del todo, es decir,

ajena tanto a la An t igüedad como a la Edad M edia, no sólo por

Page 16: Introducción a la sociología

6 H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GÍA

su nombre, sino también por los temas de que t rata. M as di­

vergen mucho las opiniones sobre los comienzos de la Sociolo­

gía en esta época moderna. Según una opinión, se f i ja su co­

mienzo en la l i t eratura inglesa enderezada cont ra el Derecho

N at u ral de los siglos x v h y xvm (Som bar t ) . Según otra con­

cepción, su comienzo ha de buscarse en la l i t eratura pol ít ica de

la época del barroco, es decir, en la oposición permanente que

se expresa en ella entre la intel igencia y los poderes sociales

(Br i k m an n ) .

T od avía más cerca se si túan los comienzos de la Sociología

si se admite como punto de part ida las repercusiones de la Re­

volución francesa, con las obras de Sain t -Sim on en Francia

( Bar t h ) ; o en el romant icismo, en relación con la f i losofía idea­

l ista alemana (O . Span n ) , situando en pr imer plano a H egel

y su escuela. Tam bién es m uy frecuente la opinión de que debe

considerarse como el verdadero fundador de la Sociología a

A ugust Com te; los ingleses y norteamericanos, en cambio, creen

que Spencer dió a la Sociología su verdadero carácter cient í­

fico. Los part idarios de la opinión de que existe una Sociolo­

gía par t icu lar alemana ven el fundador de la ciencia moderna

de la sociedad en Lorenzo de Stein (Freyes) . En cambio, los

social istas, como es natural , en K ar l M arx.

M ás cerca aún si túa el nacimiento de la Sociología moder­

na el sistemat izador de la Sociología form al , von W iese, que

cal i f i ca todas las invest igaciones mencionadas de prehistor ia de

la Sociología, haciendo comenzar ésta tan sólo en el siglo xx.

Pero todas estas opiniones t ienen un carácter más o menos arbi­

t rar io. Podemos decir que la ciencia de la sociedad nació cuan­

do, por vez pr imera, se hizo una descr ipción objet iva de las for ­

mas sociales. Por supuesto que el m ater ial de estas invest igacio­

nes ha aumentado cont inuamente; pero se t rata más bien de d i­

ferencias cuant i tat ivas y de perfeccionamiento del método de

invest igación. Por esta razón, encont ramos del todo just i f icado

el comenzar la H istor ia de la Sociología por la época de los

gr iegos.

Podr ía incluso tomarse en consideración la l i t eratura del

Page 17: Introducción a la sociología

An t iguo Or iente en la medida en que en el la se t rata de temas

sociológicos. En efecto, en los l ibros sagrados de los ant iguos

hindúes encont ramos algunas invest igaciones que nos parecen

bien modernas, como se demuest ra en el l ibro de H i ldebrandt

P o l í t i c a d e l a A n t i g u a I n d i a ( 19 23) . Tam bién Sorok in, en su

obra L a s t eo r ía s so c i o l ó g i c a s a c t u a l es ( 19 28 ) , en los diferentes

capítulos sobre la sociología biológica, geográfica, económica y

psicológica menciona con frecuencia a predecesores de la Socio­

logía, nombrados en obras de Con fucio, M encio y ot ras del A n ­

t iguo Or iente. Pero ya que estos no tuvieron in fluencia visible

sobre la ciencia europea, no nos refer irem os a ellos en este libro.

Comenzaremos, pues, con la Sociología en t iempos de los gr ie­

gos y terminaremos el capítulo con Spencer, ya que a part i r de

él abandonamos el punto de vista cronológico.

2. L a so c i o l o g ía en t r e l o s g r i eg o s

Por muy grande e importante que sea el lugar que en las

let ras gr iegas ocupan las invest igaciones ét icas y pol ít icas sobre

el estado y la sociedad, no debemos, sin embargo, olvidar que

junto a estas obras crít icas y fi losófico-sociales existen ot ras de

Sociología propiamente dicha, es decir, que t ratan de la des­

cripción y explicación de fenómenos sociales reales; obras tam ­

bién importantes, y cuyo valor no ha sido apreciado con just i ­

cia hasta ahora. Y no se t rat a sólo de meros present im ientos o

a p o r q u es1 ocasionales, sino de exposiciones coherentes. Ci t are­

mos en pr imer lugar , como ejem plo, el problema de la relación

entre Physis y Nom os, que presenta un carácter eminentemente

sociológico; problem a muchas veces exam inado en la l i t eratura

gr iega, y que consiste en saber si los fenómenos sociales, el len­

guaje, la rel igión, las costumbres o el estado, t ienen su fun da­

mento en la naturaleza o en una creación consciente. Este pro­

blema, por ot ra parte, ha vuel to a discut i rse, aunque en form a

1 En francés en el original .— N . d el T .

EN T RE LO S GRIEGO S 7

Page 18: Introducción a la sociología

H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GIA

«ligo dist in ta, en la moderna ciencia de la sociedad que ha d ivu l­

gado en este caso la expresión "dirección volunt ar ia”

Si t ratamos de las diferentes form as que presentan las aso­

ciaciones humanas, de los t ipos diversos de dominación, de la

esencia de la Revolución, de la dinám ica social o del problema

de la relación entre caudi l lo y masa, encont ramos que sobre to­

dos estos temas existen ya t rabajos de los pensadores gr iegos.

N o podemos abordar aquí el estudio detal lado de estas obras,

pero en un breve examen cronológico aludiremos a algunos de

los más importantes invest igadores gr iegos de la sociedad.

H ay que mencionar en pr imer lugar a H erácl i t o, el cual ,

en algunos fragm entos célebres, aseguró que el "an tagonism o”

era la causa pr incipal del cambio en la naturaleza y en la socie­

dad: "L a guerra es madre de todas las cosas, reina de todas las

cosas” . D e modo expreso se at r ibuye también a la guerra la for ­

mación de las clases sociales. El paralel ismo de esta teoría con

ot ras modernas es bien evidente. O t ro f i lósofo ant iguo, Empé-

docles, ve no sólo la lucha, sino también la am istad como base

para el desarrol lo de la naturaleza y la sociedad; at racción y

repulsión serían, pues, las fuerzas fundam entales en el univer­

so; esto es, el odio y el amor.

Los sofistas gr iegos se ocuparon también de la vida social

de los hombres. Se dice que Protágoras escribó un l ibro t i tulado:

L a p r i m er a o r g a n i z a c i ó n d e l a so c i ed a d , algunos de cuyos f r ag­

mentos encontramos en el diálogo platónico P r o t á g o r a s. Refe­

rentes a ot ro sofista l lamado Trasím aco, hay escritos que di­

cen enseñaba: "En todos los estados, la legislación depende de

los intereses de la clase dominante” . A buen seguro es super fluo

indicar el paralelismo de esta concepción con ot ras modernas.

Según puede leerse también en Plat ón, vemos que, más tarde,

aparece Cal icles, creador de la teoría del derecho del más fuer ­

te y precursor, por tanto, de Federico N ietzsche.

Aun más fér t i les son las consideraciones sociológicas conte­

nidas en las obras de los dos grandes f i lósofos Platón y A r i s­

tóteles. En el primero se encuentran estudios sobre división del

t rabajo, tnodos diversos de dominación, historia prim it iva de la

Page 19: Introducción a la sociología

EN T RE LO S GRIEGO S 9

vida social , psicología de las masas, t ransformaciones de la Cons­

t i tución, relación entre el carácter humano y la form a del es­

tado, así como sobre patología social . D e todos estos temas se

t rata en los dos diálogos P o l i t ei a y N o m o i , dent ro de su gran

sistema del estado ideal , aunque hasta ahora se hayan tomado

poco en consideración. L a Sociología gr iega l lega a un punto

culm inante con las obras de Ar istóteles, es decir, en la P o l í t i c a

v en la E t i c a . En la pr imera, la cr ít ica y el establecimiento de

ideales ocupan el pr imer lugar ; pero encont ramos en el la estu­

dios puramente sociológicos tan numerosos que un sabio ame­

ricano, Giddings, l legó a af i rm ar que la P o l í t i c a de Ar istóteles

era aún hoy la obra más importante que existe sobre la socie­

dad humana. Su m ayor importancia ha sido, sobre todo, para

la sociología del estado en la Edad M ed ia y en la época M o­

derna; basta sólo con recordar la frase célebre en la que dice

que el hombre es un animal pol ít ico, o la que se refiere a la

prior idad del estado sobre el individuo. L a concepción del es­

tado como un organismo procede también, como es sabido, de

Ar istóteles, cuya idea sobre la autarquía ha in f lu ido hasta el

presente. En la misma obra se enseñan también las causas y efec­

tos de las revoluciones; tema eminentemente sociológico.

M ás importante aún nos parece la descripción, contenida

en la E t i c a a N i c ó m a c o , de las form as sociales (l ibros vni y ix:

'D e la am istad” ) . En ellos se expone en pr imer lugar el or i ­

gen de las asociaciones humanas y luego se estudia, entre otros, el

problema de saber si la igualdad o la desigualdad es lo más

favorable para la iniciación de la "am ist ad” . Luego se exam ina

la est ructura de las di ferentes asociaciones, haciéndose la dist in­

ción entre las uniones de cam aradería, compañerismo y genera­

ción. En la obra ar istotél ica quedan bosquejadas var ias teorías

modernas sobre su división así como la di ferencia entre "com u­

nidad” y "asociación” . Con part icu lar insistencia se habla de la

sociología de las relaciones fam i l iares y se exam ina la de las

diferentes uniones con el orden legal .

Estas alusiones deben bastar para que quede just i f i cada

Page 20: Introducción a la sociología

io H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GÍA

nuest ra afi rm ación de que existe una Sociología gr iega. Por lo

demás, remito el lector a mis obras: K a l l i k l es ( 19 22) , B ei t r d g e

z u r G esc h i c h t e d er St a a t sl eh r e (Cont r ibución a la historia de

la teoría del estado), 1929; H er a k l i t s R ec h t sp h i l o so p h i e (La

f i losofía del derecho en H er ácl i t o) , 19 33; y sobre todo G r i ec h i -

sch e So z i o l o g i e ( la Sociología gr iega) , 1936; obra esta úl t ima

que ha aparecido en las A c t a s d e l a A c a d em i a d e C i en c i a s de

V i en a , secc i ó n f i l o so f i c o - h i s t ó r i c a , t. 216 .

Es evidente, por ot ra parte, que la ciencia de la sociedad

entre los gr iegos aparece l igada a su t iempo y que presenta,

junt o a las ideas antes mencionadas, de valor permanente, ot ras

de valor perecedero, sobre todo al t rat ar de la ciudad-estado

gr iega y de la economía basada en la esclavitud. E incluso A r is­

tóteles no se eleva por encima de estas limi taciones.

< 1

3. L a so c i o l o g ía m ed i ev a l y l a so c i o l o g ía ca t ó l i c a m o d er n a

Se podría afi rm ar a pr imera vista, dado el carácter especu­

lat ivo de la sociología medieval , que ésta ha de ser incorpora­

da en su total idad a la f i losofía social , y que, por lo tanto, no

existe en el sent ido de ciencia de la real idad. M as por m uy im­

portante que sea su carácter metafísico-rel igioso, ser ía, sin em­

bargo, un error señalar exclusivamente este aspecto, pues no se

puede olvidar el hecho de que la realidad social en el Occidente

crist iano tuvo una in fluencia considerable sobre las teorías so­

ciológicas de la Edad M edia. Vem os en estas teorías, en cierto

modo, como un reflejo de la real idad que nos ofrecen la orga­

nización jerárquica de la iglesia, o, en la sociedad secular , la

organización feudal y estamental . Y en este sent ido se puede de­

cir que la teoría social de la Edad M edia es una especie de

explicación de un estado de cosas real .

Es preciso hacer notar, además, que la ant igua sociología

gr iega, a pesar de su carácter pagano y de haberse preocupado

únicamente por la vida terrenal, se in t rodujo en el pensamiento

m edieval ; e incluso que el más grande fi lósofo y téologo de la

rpoca, San to Tom ás de Aquino, procuraba con afán abarcar

Page 21: Introducción a la sociología

MKDIEVAL Y CATOLICA II

las ideas de Ar istót eles en su grandioso sistema crist iano, fu n ­

diéndolas en lo posible con la m et afísica religiosa. Y de aquí

provienen, en la sociología m edieval , est ímulos var ios para un

pensamiento em pír ico.

En pr imer lugar , con brevedad vamos a t ratar de poner de

relieve las característ icas de la teoría social puramente especu­

lat iva de la Edad M ed ia catól ica, tal como las ha form ulado

m agníficam ente O t to de Gierke: "Est a concepción del m undo

part ió de la idea de que el universo era un organismo anim a­

do por un solo Espír i t u y organizado según una Ley y en el

cual, gracias a la arm onía, que por querer divino en todo se

imprime, cada parte ref leja la total idad del universo. D e esta

suerte, también la doct r ina social tenía que tomar los pr incipios

para la const i tución de las sociedades hum anas del protot ipo

que era el organismo de la creación divina. D e aquí resul taba,

como punto de part ida de toda construcción social , el pr incipio

de unidad, de la cual emana la m ult ipl icidad; y en la que t iene

su norma y a la cual retorna. Por esto aparecía la humanidad

en su total idad, según esta concepción, como un todo part icu­

lar dotado de una f inal idad propia dent ro del todo del U n i ­

verso; como un estado uni tar io, fundado por D ios mismo y go­

bernado por una m onarquía; el cual había de m anifestarse en

dos órdenes complementar ios: la Iglesia U n iversal y el Im pe­

rio U n iversal ; y toda parte del orden eclesiást ico o secular de­

r ivaba de esta unidad de creación suprem a su pecul iar esencia.”

A pesar de esta concepción, ajena por completo al pensa­

miento ant iguo, San t o Tom ás de Aquino no veía, sin embar­

go, inconveniente en adher irse en muchos puntos a la enseñanza

social de Ar istóteles, escribiendo incluso comentarios sobre la

P o l í t i c a y la E t i c a . N o le era d i fíci l aprobar la frase célebre de

Ar istóteles según la cual el todo posee pr ior idad sobre los miem­

bros, ya que este punto de vista concuerda en todo con la con­

cepción universal ista. Aceptó también la defin ición del hombre

como ser sociable por naturaleza, añadiendo que D ios es la

causa remota de esa sociabi l idad. Aprobó además la teoría del

pensador gr iego de que nadie se pertenece a sí mismo, sino al

Page 22: Introducción a la sociología

12 H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GÍA

estado, cuyo bien está por encima del bienestar propio; mas

este bien no es para San to Tom ás de Aquino solamente la sa­

lud de la Pol is, sino la arm onía de la gran comunidad con D ios.

O t ra di ferencia vemos también en que en la doct r ina social del

de Aquino la idea estamental desempeña un papel importante.

Enseña también que a cada individuo, según su especial

aportación al bien común, se le ha dest inado un lugar deter­

m inado en la sociedad, de lo cual resul ta una gradación y una

organización corporat iva. Y en esto ve San to Tom ás la natu­

raleza o r g á n i c a de la sociedad, ya que también el organismo

natural consiste en partes desiguales con funciones separadas.

Pero es posible que en este punto haya in f lu ido sobre él menos

una consideración teór ica que la real idad de la vida social me­

dieval , pues la m isma iglesia era un ejem plo de la organización

de la sociedad en estamentos con su dist inción entre sacerdotes,

frai les y laicos; y aun dent ro del mismo clero exist ía toda una

gradación hasta l legar al representante del poderío supremo, el

Papa. Incluso en la sociedad civi l la organización estamental era

general . A sí pues, resul ta comprensible que la teoría orgánica

ya bosquejada por Ar istóteles adquiriese en la Edad M edia una

form a part icular .

Ahora bien, en lo que se refiere al i n d i v i d u o , se advierte el

contraste con la sociología an t igua en que se le concede, como

consecuencia de la idea crist iana, un valor propio. Incluso se

encuentran ya alusiones indicando que todo hombre, por el he­

cho de serlo, posee derechos propios; teoría por completo ajena

a la sociología, pero que más tarde, en el Derecho N at u r al mo­

derno, l lega a su completa madurez.

En cuanto a los t rabajos sobre el tema antes t ratado, las

obras de Gierke, es decir, su G en o ssen sc h a f t sr ec h t (Derecho de

L is comunidades de in tereses), t . m y su l ibro sobre Ju an A lt hu-

>ílus, son aún la fuente pr incipal de enseñanza. Son también de

valor la H i s t o r i a d e l a f i l o s o f í a d e l a E d a d M ed i a , de Báum ker ,

T eo r ía s so c i a l es d e l a i g l esi a c r i st i a n a , de E. Tról t sch , y el

ar t ículo de Saut er sobre la sociología tomista en el H a n d w ó r t -

er b u c h d er St a a sw i ssen sc h a f t en (D iccionar io de las ciencias del

Page 23: Introducción a la sociología

M l i D I l iV A L Y CA T Ó L I CA *3

est ado) . El problem a, discut ido muchas veces, de si la sociolo­

gía de San to Tom ás es de carácter individual ist a o universal is­

ta, está t ratado con la m ayor profundidad, y en favor de la

.segunda opinión, en el l ibro de E. Ku rz ( 18 32) .

Será sin duda út i l añadir al bosquejo de la sociología me­

dieval que acabamos de hacer, dejando a un lado el orden cro­

nológico, un breve examen de la sociología católica actual , ya

que sus ideas fundam entales están tomadas de la escolást ica me­

dieval , sobre todo de las obras de San to Tom ás de Aquino, aun­

que, naturalmente, tengan como base la est ructura social del

presente, bien dist in ta del sistema feudal de la Edad M edia.

M as esto no const i tuye un obstáculo para que puedan tomarse

de la f i losofía cr ist iana los pr incipios de la ciencia de la socie­

dad. Según la f i losofía crist iana, estos principios se deducen de

verdades racionales que el mismo Creador ha puesto en la na­

turaleza humana. Todos los dominios de la vida t ienen su or igen

en la Creación y form an por tanto una unidad, cuyo úl t imo es­

calón es D ios.

Según esta teoría, el hombre t iene una doble naturaleza: es

al mismo t iempo ser individual y ser social . El punto de part ida

no es, pues, ni un individuo, un ser atómico, como afi rm a el in­

dividual ismo, ni una total idad, la sociedad, como quiere el so-

lismo. Sólo podemos apreciar con justeza al individuo si no

dejamos de apreciar al mismo t iempo la comunidad a la que él

pertenece como miembro. Este es el punto de vista adoptado en

las encícl icas papales de León X I I I , del 15 de mayo de 189 1,

y de Pío I X del 15 de mayo de 19 31; si bien ambas poseen pre­

dominantemente un contenido ét ico-social y polít ico-social , ya

que en ellas se t rata de un orden de deber ser, de una restaura­

ción de la verdadera sociedad crist iana más que de una des­

cripción de la real idad. Sin embargo, const i tuye ésta el punto de

part ida de sus reflexiones y se puede por lo tanto hablar de una

sociología, en sent ido est r icto, que ha encont rado su expresión

en estas dos encícl icas.

M erecen citarse las frases siguientes: "A sí como no se pue­

de pr ivar al hombre de su act ividad individual , de lo que él

Page 24: Introducción a la sociología

H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GIA

puede producir por iniciat iva propia y con sus propias fuer ­

zas, para im putar la a la act ividad social ; así también se fal t a

a la just icia si se reivindica por las comunidades más am pl ias y

superiores, lo que las comunidades y grupos subordinados pue­

den hacer y l levar a buen f in . Cualquier act ividad social es, en

su esencia y concepción, subsidiar ia; ha de ayudar a los miem­

bros del cuerpo social , pero no los debe dest rozar ’ ’ . León X I I I

destacó, en lo que se refiere al estado, lo siguiente: " E l hombre

es más ant iguo que el estado; la comunidad domést ica precede

conceptual y materialmente a la comunidad del estado” . Y de

aquí puede deducirse que la frase célebre de Ar istóteles según

la cual el estado es anter ior al individuo, no se concibe en la

sociología catól ica del mismo modo que en la teoría universa­

l ista de O thm ar Spann. Este, como es sabido, pretende que hav

una prior idad lógica de la sociedad sobre el individuo y consi­

dera por tanto a todos los grupos sociales e individuales como

meras ar t iculaciones de la sociedad. En cambio, desde el punto

de vista de la sociología catól ica, el individuo y la fam i l ia son

tan ant iguos como la comunidad extensa y poseen derechos

inalienables en los que tanto la sociedad como el estado no de­

ben intervenir.

Es esta la posición que la ciencia católica tomaba desde antes

de la apar ición de las citadas encícl icas papales y que corres­

ponde a la enseñanza, bien comprendida, que nos da San to T o ­

más. En cuanto a los que se han preocupado especialmente por

este tema, citaremos, en pr imer lugar , a los autores que en A le­

mania han cont r ibuido tánto al desarrol lo de la sociología ca­

tólica: Cathrein, M ausbach, Pesch, H er t l in g, T ischleder y Schi l-

l ing. En Aust r ia las obras del M arqués de Vogelsang han ejer ­

cido una gran in fluencia, aunque estén or ientadas más hacia

fines práct icos de pol ít ica social . D e gran valor teórico son las

obras de Ignaz Seipel , especialmente su l ibro N a t i o n u n d St a a t

(N ación y est ado), 19 15. Recientemente Ju an M esner ha he­

cho importantes estudios dent ro de la sociología catól ica, en su

l ibro D i e b er u f ss t a n d i sc h e O r d n u n g (La organización corpora­

t i va) , 1936. En Bélgica el profesor de la U n iversidad de Lovai-

Page 25: Introducción a la sociología

111111(110 N A T U R A L M O D ERN O

l ia, D eploige, ha at raído just i ficadam ente la atención por so

I mu fleto contra el sociólogo D urkheim t i tulado E l c o n f l i c t o en -

I n l a so c i o l o g ía y l a m o r a l ( 19 0 7) . En Francia el profesor de

1.1 l hi ivcrsidad Cat ól i ca de Li l le, J. T . D élos, en su obra sobre

el objeto de la Sociología ( 19 30 ) , aun reconociendo a ésta co­

mo ciencia real , ha declarado imposible su separación comple-

1.1 • Ir la Et ica. A lgun as revistas dedicadas a la f i losofía catól ica

v en part icular al tomismo, t raen numerosas tesis sobre sociolo-

p a crist iana, de lo cual se t rata también detal ladamente en el

I )i< 1 ionario de las ciencias pol ít icas de H erder . Interesantes ob­

servaciones se encuentran asimismo en el t rabajo de M . Píen -

mi;: C o m u n i d a d y c i en c i a p o l í t i c a , en la Z e i t s c h f i r f t f u e r d i e

i;< u u n t c St a a t sw i ssen sc h a f t (Revista de ciencias pol ít icas) , t . 96,

p p . 4 0 6 S S .

I I I d er ec h o n a t u r a l m o d er n o

Aquel grandioso movimiento l i terar io que desde el siglo xvi

hasta fines del x v i i i , con el nombre de Derecho N at u ral , fué

decisivo en Europa para la concepción del Derecho, del estado

v ile la sociedad, parece, a primera vista, todo menos una cien-

• 1.1 sociológica; puesto que no t iende, al menos no t iende en

primer lugar, a la invest igación y explicación de la real idad so­

cial, sino al hal lazgo de reglas que han de deducirse de la razón

humana, y que, por lo tanto, pretenden ser vál idas para todos

los t iempos y todos los pueblos. Y a que, según se pretende, co-

1 responden a la verdadera naturaleza del hombre, la expresión

Derecho N at u r al ” parece completamente just i f i cada, aunque

no se t rate en absoluto de las leyes generales de la N atu rale-

a. N o cabe duda, por lo tanto, que una tal concepción del esta­

do y de la sociedad encierra un carácter norm at ivo; se t rat a en

el o r d r e natural de un orden de deber ser.

L igada a él suele estar la hipótesis del cont rato social hecho

por los hombres al fundar el estado, que a veces se concibe co­

mo un hecho histórico y ot ras sólo como un postulado lógico.

Por ot ra parte, su contenido ha sido form ulado de m uy diver-

Page 26: Introducción a la sociología

i6 H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GIA

sas maneras, de lo cual resul taron consecuencias ét icas y pol í­

t icas divergentes. Este cont rato social sirve sobre todo de ins­

t rumento para just i f i car postulados revolucionar ios en contra de

las inst i tuciones dominantes en el estado; mas existe también

un Derecho N at u ral absolut ista, conservador e incluso social is­

ta. Estas caracter íst icas, indicadas aquí con brevedad, parecen

just i f icar la idea, representada sobre todo por Som bar t , de que

la teoría del Derecho N at u ral y la Sociología se cont radicen,

y que una verdadera Sociología sólo puede desarrol larse en opo­

sición al Derecho N at u ral .

M as esta tesis necesita rest ringirse. En pr imer lugar, hemos

de hacer notar que en la ciencia del Derecho N at u ral aparecen

también problemas sociológicos, por ejem plo, los que se refieren

al or igen del estado y a los impulsos humanos que conducen

a él. Luego, existen invest igaciones que t ienen por objeto la re­

lación, en general , entre los individuos y la sociedad, sin que se

establezca en seguida un orden normat ivo. En fin , entre los t ra­

tadistas del Derecho N at u ral existen autores que, bajo la in­

fluencia de la t radición gr iega, emplean la palabra "n at u rale­

za” en el sent ido de ley del U n iverso y que, en consecuencia,

sólo en apar iencia establecen normas para el comportamiento

humano. Y esto es lo que en cierto modo sucede ya con la teoría

del estado de H obbes al deducir de la naturaleza egoísta del

hombre consecuencias psicológicas, y sólo sobre esta base, cons­

t ruye un l lam ado Derecho N at u ral . M as sólo con Spinoza apa­

rece en toda su am pl i tud una concepción sociológica de la so­

ciedad.

Para Spinoza la naturaleza es "L a suma de las reglas según

las cuales todo sucede y gracias a las cuales toda cosa está des­

t inada a ejercer cierto efecto. El orden que rige la naturaleza

es también vál ido para el hombre; en este punto no existe, pues,

di ferencia alguna con las demás criaturas. El Derecho no alcan­

za sino hasta donde l lega el poder. Y esta condición no var ía

tampoco en la sociedad civi l ; sólo que entonces el estado es

más poderoso que los individuos part iculares” .

La opinión de Som bar t de que Spinoza no deduce el Dere-

Page 27: Introducción a la sociología

M KM I IO N A T U R A L M O D ERN O 17

d io y el estado de reglas empír icas, sino de la razón eterna es,

por tanto, equivocada. La razón no es para Spinoza tanto una

•.lima de ideas de lo que debe ser, como una serie de considera-

t iones ut i l i t ar ias. En Spinoza se encuentran, pues, los princi­

pios de una ciencia de la sociedad empírico-causal, según t raté

«le demost rar en mi B ei t r a g e z u r G esc h i c h t e d er St a a t d eh r e

(Cont r ibución a una historia de la teoría del est ado), 1929,

pp. 264-447.

A esto se añade que nuestro f i lósofo, en su T r a t a d o p o l í t i c o ,

luce notar de modo expl íci to que sólo la ex p er i en c i a ha de cons­

um ir el punto de part ida para la ciencia del estado y de la so-

1 i rdad: "Se ha de invest igar en este caso con la misma objet ivi -

«lad que si se t ratase de m atem át icas; y no se debe reír ni lamen­

tarse de las acciones de los hombres, sino sólo t ratar de com­

prender las.” Con todo detal le se ocupa Spinoza de las bases psí-

<|iiit.is en las relaciones de dom inación; el temor, el afecto, la

admiración y la esperanza de conseguir beneficios son conside­

rados por él como mot ivos de obediencia; con lo cual vemos

t ratado ya con anterioridad un problem a del que se ocupa en

nuestro t iempo M ax W eber.

I ’n las teorías de los f i s i ó c r a t a s franceses, cuya importancia,

mu embargo, interesa más a la Econom ía Polít ica, vemos tam ­

bién un lazo de unión entre el Derecho N at u r al y la ciencia de

la sociedad; los representantes de esta escuela, no obstante, tu-

vieion cier ta in fluencia sobre el desarrol lo de la Sociología. En

primer lugar adoptan una act i tud de oposición frente al Dere-

• 110 N at u ral combat iendo lo mismo la teoría del contrato social

'| iie la idea de un sistema de derecho vál ido para todos los t iem­

pos. Su propósito es el de encontrar leyes naturales de la socie­

dad humana que se basen en el cambio histórico; aunque luego

se detengan a la m itad del camino. Las l ey es n a t u r a l es de los fi -

iócratas no son en verdad leyes puras de la naturaleza, ya que

el o r a r e n a t u r el const i tuye al mismo t iempo un estado ideal al

que se puede l legar por una organización racional del estado

y ile la sociedad. Para ello es preciso, en pr imer lugar, supr im ir

los obstáculos que impiden el desarrol lo de este orden natural .

Page 28: Introducción a la sociología

i 8 H I ST O RI A DE L A SO CIO LO GÍA

H ay, pues, que suprim ir pr imeramente aquel las leyes e inst i tu­

ciones que impiden el l ibre movimiento económico; y entonces

se podrá l legar, según los part idar ios de esta escuela, a una or­

ganización armoniosa de la vida social , basada en los impulsos

naturales de los hombres. Sólo la m iopía de los hombres ha im­

pedido hasta ahora el t r iun fo de este orden natural ; las leyes

de la vida social serán entonces congruentes con las leyes de la

N aturaleza.

D avid H um e se levantó en Inglater ra como un adversar io

decidido de todas las teorías del Derecho N at u ral . En sus t ra­

bajos pol ít icos, sobre todo en el Ensayo X I I , combate la teoría

del contrato social y t rata de demostrar que el nacimiento de los

estados históricos no ocurr ió nunca mediante un cont rato; el

poder del estado, según él, nació más bien por usurpación o

conquista. Exam ina luego la cuest ión de la autor idad, esto es,

la disposición psicológica de los hombres reunidos en un esta­

do, y encuentra en la opinión pública las bases esenciales del

estado. Ju n t o a H um e, una serie de autores ingleses, sobre los

que Som bart ha hecho f i jar la atención, t rataron de ju st i f i ­

car una Sociología empír ica. Encont ram os en primer lugar las

obras de Cum ber land ( 16 71) , las de W i l l iam Tem ple ( 16 72) ,

de Shaftesbury ( 17 13) , de M andevi l le (17x4) y de Joh n M i l lar

( 177 1) . Todos pusieron de relieve, especialmente, los fun da­

mentos geográf icos, económicos y psicológicos de la vida social ;

y a ellos se adhiere más tarde Ferguson, del que hablaremos

después.

En lo que se refiere a la l i t eratura sobre la doct r ina del D e­

recho N at u ral hemos de destacar las obras de Gierke Ju a n A l -

t h u si u s y el tomo iv de la D eu t sc h en G en o ssen sc h a f t r i eh r e (o b .

c i t . ) , de la que ha aparecido recientemente una edición inglesa,

en dos tomos, con una int roducción excelente, al cuidado de E.

Bark er ( 19 34 ) ; si bien en estas obras de Gierke se t rat a más

del aspecto jur ídico que de la sociología del Derecho N at u ral .

Ver también mi obra N a t u r r ec h t u n d So z i o l o g i e (Derecho na­

tural y sociología) ( 19 12) . Sobre la importancia del Derecho

N at u ral en el desarol lo de la Sociología hay también buenas

Page 29: Introducción a la sociología

•<»>( i o i o o ía h i s t ó r i c a x9

nlni i v.ir iones en el l ibro de H . Freyer E i n l e i t u n g i n d i e So z i o -

¡0y i r (In t roducción a la sociología), p. 35 ss. L a concepción

de Som bart que hemos combat ido está expuesta en su t rat ado:

/ >/< A n ( U n g e d er So z i o l o g i e (Los comienzos de la sociología),

«11 I xinnerungsgabe füer M ax W eber ” (Colección de escritos en

Imnor de M ax W eber ) .

, / <h c o m i en z o s d e u n a so c i o l o g ía co n base h i st ó r i ca

l i l f i lósofo i t al iano J. B. V ico fue el pr imero que t rató, opo­

niéndose a la teoría dominante del Derecho N at u ral , de expli -

t .ir l.i sociedad hum ana y su desarrol lo con una exposición corn­

il, nat iva e histórica. Su obra pr incipal t iene por t ítu lo: L a n u eva

, i n i c i a d e l a n a t u r a l ez a co m ú n a l o s p u eb l o s ( 1725) . An tes, en

nn t ratado sobre el D er ec h o U n i v er sa l quiso probar que no de­

bía concebirse el orden legal como un sistema de normas abs-

11.u tas, sino como la expresión del espír i tu de di ferentes t iempos

y pueblos. En vida, V ico fue poco apreciado, siendo mucho m a­

yor la est imación que se le profesó más tarde, fuera de su pat r ia.

Vico estableció, como luego Com te, la ley de los t res períodos

rn el desarrol lo de la hum anidad, o sea, un período religioso-

teocrát ico, otro heroico-ar istocrát ico y otro hum anitario. Todos

los factores cul turales part iculares presentan cada vez, en estas

épocas de la historia, una carácter común que concierne tanto a

la const i tución del estado como a las ar tes y las ciencias. V ico,

pues, no supone en absoluto un progreso rect i l íneo, sino que se­

ñala más bien la posibi l idad de un movimiento circular . Spran-

ger en su conferencia: L a t eo r ía d e l o s c i c l o s c u l t u r a l es y el p r o ­

b l em a d e l a d ec a d en c i a d e l a c u l t u r a , ha apreciado justamente,

en lo que se refiere a la concepción antes citada, el valor del

genial f i lósofo i tal iano. Y o mismo, en mi l ibro: D er St a a t sg e-

d a n k e d es F a sc h si m u s (La idea del estado en el fascism o),

1935, he señalado la importancia de V ico para la I t al ia mo­

derna.

En 1748 apareció la obra de M ontesquieu, E l esp ír i t u d e

l as l ey es, que ejerció bien pronto una gran in f luencia. Es preci-

Page 30: Introducción a la sociología

20 H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GIA

so decir que fué debida más bien al carácter pol ít ico, es decir , a

los capítulos que t rataban de la l ibertad del pueblo y de la d ivi ­

sión de poderes. M as en su obra, M ontesquieu aparece también

como el precursor de una Sociología objet iva. Est o resul ta eviden­

te desde el pr imer capítulo, cuando desarrol la el concepto de ley.

M ontesquieu afi rm a que ese concepto no es vál ido sólo para la

naturaleza, sino también para el m undo social . En él existen

"relaciones necesarias que emanan de la naturaleza de las cosas.”

A el las pertenecen sobre todo los impulsos humanos y entre es­

tos es preciso poner de relieve, especialmente, el inst into de m a­

nutención, el inst into sexual y el inst into social . Luego aparecen

las influencias del cl ima, del suelo, de la raza, y de toda una

serie de factores que dan lugar, independientemente de la vo­

luntad humana, al estado y la sociedad. Exam ina después los

fundamentos psicológicos de las diferentes const i tuciones del

estado, para deducir de ellas su esencia. En todos estos casos

puede encontrarse un problema sociológico. Por esto Com te en

su C u r so d e f i l o s o f í a p o si t i v a (iv^ p . 103) ha dicho: "M on t es­

quieu, con su m irada genial , quiso que la idea de la ley de la

N at uraleza se extendiera a los fenómenos sociales. T en ía la idea

de una ciencia social , mas — dice Comte— la realización no fué

perfecta, ya que le fal t aban dos elementos imprescindibles, co­

mo son la Biología y la idea de progreso” . Es discut ible si,

como opina Com te, estos dos elementos son en realidad impres­

cindibles; en todo caso, lo cierto es que Comte ha reconocido

como su precursor al autor de E l esp í r i t u d e l as l ey es. Y hay

que reconocer en esta obra el gran méri to de haber aplicado el

pr incipio de la causal idad a los fenómenos sociales, fundam en­

tándolo sobre un mater ial histórico rico en extremo.

Poco después de M ontesquieu aparecieron en Francia una

serie de autores que se puede contar también entre los an im a­

dores de una sociología histórica. H ay que mencionar en pr i ­

mer lugar al eminente economista polít ico T u r got que en 1750

publ icó un estudio sobre el progreso del espír i tu humano. En

esla obra se afi rm a que las leyes naturales son vál idas también

en la sociedad, y que cada época está l igada causalmente con la

Page 31: Introducción a la sociología

........... h i s t ó r i c a 21

Miti111< 'i ( ion el idioma y las let ras se t ransmiten las conquistas

lx| 'i i. I.i ■ .1 la generación siguiente, con lo cual aparece la posi-

l i i l i i l .nl • I r un progreso cont inuo. Condorcet ha am pl iado esta

h tii i ii iit.i i t arde en su B o sq u ej o d e u n c u a d r o h i st ó r i co d el p r o -

.......... h I esp í r i t u h u m a n o ( 179 4 ) , e in f luyó sobre todo en Corn­

i l , ( oinlorcet representa a los que opinan que la ciencia de la

kMilrilail ha de emplear el mismo método de las ciencias natu-

I iilm y desarrol larse sobre la base de la historia y la observación

-le I o n hechos reales del presente. D e este estudio se part i r ía

l 'i i .i l legar a la realización de una sociedad fu t u ra más per-

l< • t.i. La Edad de O ro no se encuent ra en el pasado sino en el

luí uro. El término f inal ser ía el logro de la l iber tad, la igual-

• 11* I v la just icia. Est a úl t ima teoría, por supuesto, nada t iene

<jii«' ver ya con la Sociología considerada en un sent ido estricto.

lín Inglater ra fué A . Ferguson el que, en su obra sobre la

H i st o r i a d e l a so c i ed a d b u r g u esa ( 176 6 ) , animó mucho la ten­

dencia histórica en la Sociología, interesándose no tan sólo por

• I desarrol lo de los pueblos civi l izados, sino también por los

primit ivos, para cuyo estudio ut i l izó crónicas de viajeros entre

los indios y los canadienses. Con la ayuda de estos elementos t ra­

tó de determinar los principios de la civi l ización hum ana refu ­

tando las hipótesis que a este respecto aparecen en las obras de

Derecho N at u r al . A f i r m a que no exist ió nunca un estado na­

tural propiamente dicho, ya que los hombres siempre vivieron

111 grupos. N un ca reinó entre ellos un estado de guer ra como

tampoco una am istad idíl ica. Para el desarol lo de la sociedad

le parece de la m ayor importancia la inst i tución de la propiedad

y la división económica del t rabajo; siendo en este sent ido, por

lo tanto, un precursor de su com pat riota Adam Sm ith , aunque

.se di ferencia de él, sin embargo, por su punto de vista c o l ec t i ­

v i st a en lo que se refiere a la sociedad humana.

En este sent ido, Ferguson af i rm a que la verdadera dicha de

los hombres consiste en convert ir sus disposiciones sociales en

móviles de sus acciones, esto es, en considerarse a sí mismos so­

bre todo como miembros de una sociedad cuya salud importa

más a cada uno que sus preocupaciones personales. L a fel icidad

Page 32: Introducción a la sociología

22 H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GÍA

del individuo no es, pues, lo pr incipal ; lo es el bienestar públ i ­

co. Y de este modo Ferguson ent ra en el terreno de la Et i ca.

Por lo demás, también Adam Sm ith, según es sabido, ha publ i ­

cado, aparte de su fam osa obra sobre L a n a t u r a l ez a d e l a r i qu ez a

d e l as n a c i o n es ( 1776 ) , ot ros escritos sobre los Sen t i m i en t o s

m o r a l es, en los que el al t ruism o resplandece del mismo modo.

En Alem ania se puede considerar a J. H . H erder como el

fundador de una Sociología con base histórica. En su im portan­

te obra: I d een z u r P h i l o so p h i e d er G esc h i c h t e d er M en sc h h ei t

(I deas para la f i losofía de la historia de la humanidad) (1784-

179 1) , se af i rm a que se pueden determinar ciertas leyes gene­

rales sobre la evolución de la sociedad hum ana. Según esta obra,

resul ta evidente que la historia de los pueblos depende de cier­

tas bases naturales, en especial del suelo y de la raza; mas tam ­

bién el desarrol lo del espír i tu es causa de un progreso escalona­

do que va desde la vida prim it iva hasta la civil ización. H erder

se encuentra, pues, en oposición con Kan t , quien estableció una

dist inción r igurosa entre el reino de la N at uraleza y del espír i ­

tu. H erder concede también gran importancia a lo inconsciente

en la vida psíquica del hombre, según se m anifiesta, sobre to­

do, en el origen del idioma. Y desde este punto de vista, H erder

puede pasar como un precursor de la escuela románt ica.

Se puede también considerar como animador de la Socio­

logía alemana, aunque, claro es, a gran distancia de H erder , a

Ju st us M óser. Fué el creador de las bases de esa parte de la So­

ciología que hoy l lamamos V o l k sk u n d e (Descr ipción de las pe­

cul iar idades y costumbres del pueblo) . Escr ibió diferentes obras.

En sus fam osas: Pa t r i o t i sc h e P h a n t a si en (Fan tasías pat r iót icas)

1778, describe diferentes clases de gentes del pueblo, especial­

mente la campesina, observando sus caracter íst icas y teniendo

en cuenta la t radición histórica. Tam bién se hace en el la alu­

sión a la dependencia de la sociedad de las bases económicas,

pudiendo por tanto considerársele como un precursor de la l l a­

mada concepción m ater ial ista de la historia. Pese al carácter

conservador que domina en su Sociología, no fal t an en las obras

de M oser propósi tos de reform a. N o carece, sin duda, de interés

Page 33: Introducción a la sociología

I A I I I ST Ó RI CO -RO M Á N T I CA 23

Jf t i i que las f a n t a s ía s p a t r i ó t i c a s impresionaron notablemente

1 ( inclín* y ejercieron cierta in fluencia en la concepción que del

1 M.i.lo tenía el gran poeta. Sobre este tema he escrito más deta­

ll. ni.miente en mi G o et h es B ez i eh u n g en z u r St a a t sl eh r e (Goethe

v l.i ciencia pol ít ica) en la Z e i t t s c h r i f t f ü r ó f f en t l i c h es R ec h t

( Invista de derecho públ ico), t . 13. En el siglo xi x fué W . H .

Ktrchl quien con su N a t u r g esc h i c h t e d es V o l k .es, (H istor ia na-

1111.1I del pueblo) 1854-1862, cont inuó con éxi to esta ram a de la

Invest igación social .

ti 1.1 so c i o l o g ía h i st ó r i co - r o m á n t i ca

I os intentos señalados para lograr una Sociología histórica

• n el siglo xvm se condensaron en el t ránsi to al siglo siguiente en

una nueva concepción del estado y de la sociedad, que podría-

...... l lamar histórico-románt ica. Com o es sabido, la escuela ro-

i iM iii ica se m anifestó primero como un movimiento art íst ico,

• |ii< tuvo también consecuencias en el terreno cient ífico. A lgu-

iin-i poetas románt icos como N oval is y Federico Schlegel fueron

il mismo t iempo notables pensadores. Com ún en todo caso a

l 'u representantes de esta concepción es la posición combat iva

l iento al Derecho N at u ral y la "I lust ración ” , así como una po­

ní, inn polít ica conservadora. Est e hecho bastar ía, claro es, para

• niii cdcrles un lugar dentro de la historia de la ciencia socioló-

• • < • .1. mas en aquel la l i t eratura histórico-románt ica se dibujaban

Im:. contornos de una teoría posi t iva de la sociedad.

I ;s también característ ica común la teoría del "espír i t u del

pueblo” , del que emanan di ferentes factores cul turales tales co­

mo el derecho, el idioma, las costumbres y el ar te; además, po­

ní.m ellos de relieve que no sólo el intelecto, sino también el

1 l inimento y el inst into son factores de importancia decisiva en

< I desarrol lo de la sociedad. Esta se caracteriza por un lento

. m imiento en que la voluntad hum ana interviene muy modes-

i.nncntc. El estado y la sociedad no son creaciones ar t i f iciales,

uto resul tados de un proceso natural de evolución. El pasado,

pues, t iene para ellos, por sí mismo, un al to valor. Y de un

Page 34: Introducción a la sociología

24 H IST O RIA DE L A SO CIO LO GIA

modo par t icular se pone de relieve la importancia de la rel igión

para el sostenimiento del todo social .

Fué un escri tor pol ít ico inglés, Edm und Burke, quien for ­

muló concretamente estas ideas en sus C o n si d er a c i o n es so b r e l a

R ev o l u c i ó n f r a n c esa ( 179 1) . Ci taremos de esta obra lo siguien­

te: "L a nación se ha hecho, no ha sido hecha ar t i ficialm ente;

no es la creación de un día, sino que vive en relación ent rañable

con el pasado. Las naciones son corporaciones y por lo tanto son

inmortales; sólo el hombre individual es un ser perecedero; y

esto es lo que olvida la I lust ración. En aquel lo que nos dicta la

t radición hay gran sabidur ía; es pel igroso querer t ransform ar el

estado según pr incipios abstractos. N o se debe tampoco con­

siderar al estado como una sociedad de negociantes a la cual

se pertenece el t iempo que se quiere y a la cual se renuncia

cuando no se ve ya en el la n ingún provecho posible. N o ; el

estado es una unión m uy di ferente; es una comunidad en la

que se concentra todo lo que hay de bueno, de bello y de divino

en el hombre.”

Estos pensamientos de Burke han tenido una gran in fluen ­

cia, más que en Inglater ra misma, en Francia y en Alem an ia.

Su obra, t raducida y edi tada cuidadosamente por Fr . Gentz,

comentada, se ha t ransform ado en el catecismo de la doct rina

ant i -revolucionaria; aunque también se la aprecie desde el pun­

to de vista puramente teórico. El r o m a n t i c i sm o su fr ió clara­

mente la in fluencia de Burke, aunque no puede dejarse de re­

conocer en él influencias también de H erder . Y a el pre-roman­

t icismo está l leno de ideas análogas, que se t ransform an en un

sistema en la obra D i e E l em en t e d er St a a t sk u n st (Elementos

de pol ít ica) , de Adam M ül ler , 1809. Este l ibro tuvo en nues­

t ra época, con O thm ar Span n y su escuela un gran renacimiento,

debido esto también, a J. Baxa, que publ icó las obras de M ül ler .

Ci taremos algunas frases característ icas de los E l em en t o s d e

p o l í t i c a : " E l estado no es sólo una inst i tución de seguros, sino

la unión entrañable de toda la vida física y espir i tual de una

nación en un todo inmenso in fin itamente dinámico y vivo, y

es, al mismo t iempo, una al ianza de las generaciones preceden-

Page 35: Introducción a la sociología

I I I I . I Ú I / H O R O M Á N T I C A 2 5

IM m u i liiN generaciones siguientes. Es un organismo vivo mo-

«lilu |mti m mismo. N o se puede im aginar a un verdadero hom-

| i i • 11h i .i del estado. Esto sign i fi ca la total idad de los intereses

I i i i i . i ino. l istado, pueblo e individuo viven en relación est recha;

> *1 ti m u arm onía divina, mutual ismo y reciprocidad, entre el

mu n i pr ivado y el interés público” .

r Jh podemos en este libro ofrecer un estudio más detal lado

di Tm teorías sociológicas del romant icismo. Indicaremos la

iiIh í di l ’r. M cinnccke W el t b i i g er t u m u n d N a t i o n a l st a a t (Cos-

.... pulltÍNino y estado nacional) vi edición, 1922; y la E i n f ü h r -

HH)i tu d i c r o m a n t i sch e St a a t sm ssen sc h a f t (Int roducción a la

........... polít ica del romant icism o), 1923, de Baxa. U n estu­

dio 1 i ln ro muy uni lateral es el de Car i Schm it t en su l ibro P o ­

l a . . Ro m a n t i k (Romant icismo pol ít ico) , 11 edición, 1925. En

(mino, el l ibro de Pau l Kluckhohm P er só n l i c h k ei t u n d G e-

M'iKhi St u d i en z u r St a a t sa u f f a ssu n g d er d eu t sc h en R o m á n

t l k (IVi i ionalidad y comunidad, estudios sobre la concepción

di I rntiido en el romant icismo alem án ), 1925, const i tuye una

111 ■ 11,'i .ión completamente objet iva basada en fuentes histó-

Mi iiM do ir.r.m valor . Cier t a conexión con las teorías del roman-

t li lnmu 1 lemán presenta la esc u ela h i st ó r i ca , fundada por Sa-

<i|oi\ . I ichhorn y N iebur . Est a escuela t rat a más bien, claro

1 , di 11 determinación de una ciencia especial, o sea la H isto-

" i p m u t i larmente la H ist or ia del Derecho. M as está de com-

p l i 111 1, nrrdo con el romant icismo en lo que se refiere al punto

d | o'dd.i. Así, en la int roducción al pr im er tomo de la Z e i t -

1 I " i f l f i i r g csc h i c h t l i c h e R ec h t sw i ssen sc h a f t (Revista de la cien-

1 ■ In ...... a del derecho), 18 15, dice Savign y que no se puede

I n 'l u í d hombre individual sino como miembro de la fam i-II 1 \ del pueb lo.

l .t i i ’HO, en el m ism o escr i t o , d i ce que en la socied ad h u m an a

Mn I i i I.i *i r osas est án relaci on ad as, no p u d i en d o con sid er ár selas

• I I m ien te. Sav i gn y t r at a de p r ob ar , en relación con el tem a

......... " I n del ord en ju r íd i co , que éste es un p r od u ct o d el "es-

1 '"M i di I p u eb lo ” d esar r o l l ad o o r gán i cam en t e y no b asad o en

Page 36: Introducción a la sociología

I

z6 H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GIA

la arbi t rar iedad. Tom an do como punto de part ida estas af i rm a­

ciones, que se encuentran también expuestas en form a análoga

en la obra de Eichhorn, el sociólogo americano Sm al l , en sus

O r íg en es d e l a so c i o l o g ía , 1924, dice que habría que considerar

a la escuela histór ica alemana como a la verdadera fundadora

de la sociología moderna. Especialmente la Sociología america­

na, según Sm al l , está completamente de acuerdo con las m áxi ­

mas program át icas de Savigny. T an t o en un caso como en otro,

la idea dominante es la de la evolución, es decir, la de la d iná­

mica social , así como también la teoría de la relación ent re to­

dos los fenómenos sociales. Aunque es discut ible, por supuesto,

si este paralelo resulta o no acertado.

N o se puede dejar de mencionar que también en Francia

surgieron representantes de una sociología románt ica, especial­

mente Bonald y D e M aist re. El pr imero publ icó en 1796 un

l ibro t i tulado T eo r ía d e l p o d er p o l í t i c o en l a so c i ed a d c i v i l ,

d em o st r a d a p o r l a r a z ó n y p o r l a h i st o r i a . Y en este l ibro lee­

mos, p. 3: " E l hombre existe sólo para la sociedad. N o son

los hombres los que const ituyen la sociedad, sino que la socie­

dad const i tuye a los hombres” . A su regreso a Francia, des­

pués del dest ierro, publ icó en 1809 una obra en t res tomos

sobre la L eg i s l a t i o n p r i m i t i v e, que const i tuye un complemento

importante del E sp í r i t u d e l as l ey es de M ontesquieu. M ás in­

fluencia ejercieron aún las obras de D e M aist re, especialmente

sobre la tendencia catól ica de la pol ít ica de Francia y A lem a­

nia; pero el contenido sociológico de esta obra es escaso y no

puede compararse con la de Adam M ül ler . U n a opinión com-

plenamente di ferente, se m anifiesta después en Francia con Sain t

Simón, quien en sus obras t rata, sobre todo, de problemas rela­

cionados con la organización fu t u ra de la sociedad. A lgun a de

sus ¡deas, principalmente la l lam ada de los tres estados, fué adoptada m ás tarde por Comte.

7. I * a so c i o l o g ía en l a f i l o s o f í a i d ea l i st a a lem a n a

Por mucho que se aprecie la importancia de Kan t , no se

puede af i rm ar que haya dado est ímulos esenciales a la ciencia

Page 37: Introducción a la sociología

I I LO SO FÍ A I D EA L I ST A A L EM A N A 27

de la sociedad. Quedan fuera de discusión sus invest igaciones

ín t i cas sobre el conocimiento, ya que se refieren a la expe­

riencia natural . A h ora bien, su f i losofía práct ica encierra sin

duda un carácter individual ista. Esto se deduce pr incipalmen­

te de su teoría sobre el estado, basada en el Derecho N at u ral ,

pero también de su doct r ina m oral m uy alejada de la ét ica so­

cial. Sólo en sus t ratados pequeños como en el l lamado I d een

( t i ei n er G esc h i c h t e i n w el t b ü r g er l i c h er A b s i c h t (Ideas para una

historia de sent ido cosm opol i ta), 1784, pueden apreciarse pun­

tos de vista sociológicos. En esta obra se dice: "E l medio de que

se si rve la N at uraleza para lograr el desarrol lo de todas las ap-

t idudes de los hombres, es el a n t a g o n i sm o en la sociedad, esto

es, la insociable sociabi l idad hum ana (u n g esel l i g e G ese l l i g k e i t ) ;

o sea, la inclinación que los hombres t ienen a asociarse, l igada,

sin embargo, a una resistencia general que permanentemente

amenaza divid i r la sociedad. Est a disposición se m anifiesta cla­

ramente en la naturaleza humana. El hombre t iene tendencia a

.isociarse, pero también a aislarse, para poder actuar conform e

a su ju icio” . Vem os en esta frase una f in a observación sobre las

disposiciones naturales de los hombres; mas este pequeño t rata­

do no ejerció n ingún in f lu jo part icu lar . N o podemos por tanto

ver en Kan t un fundador de la sociología alemana.

Lo mismo podemos decir de la f i losofía de Fichte. Su punto

de part ida, como es sabido, es el Yo , y nada t iene que ver por

tanto con una asociación humana. Fué durante toda su vida un

adepto al Derecho N at u r al aunque pasara por di ferentes eta­

pas de evolución que fueron desde el l iberalismo más r iguroso

hasta el social ismo de estado. A lgun os puntos de vista socio­

lógicos se encuentran, sin embargo, en sus V o r l esu n g en ü b er

d i c B est i m m u n g d es G el eh r t en (Conferencias sobre el dest ino

del sabio) . Y en ellas leemos lo siguiente: "Pertenece a las ne­

cesidades del hombre saber que existen, aparte de él, ot ros seres

dotados de razón, sus semejantes. Exist e el impulso fundam en­

tal de form ar parte de la sociedad. El hombre no es perfecto

si vive aislado” . Luego se habla de efectos recíprocos entre los

Page 38: Introducción a la sociología

28 H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GIA

hombres, de la in fluencia que sobre ellos ejerce el mutuo otor­

gar y recibir algo. Pero tales observaciones, de contenido bas­

tante general , no son suficientes para ver en Fichte un fun da­

dor de la Sociología. M u y discut ible es, por ot ra parte, lo que

dice sobre el estado: " E l dest ino del Gobierno es l legar a ha­

cerse superf luo” . L legará, opina Fichte, un t iempo en que ya

no exist i rá una unión de los hombres dent ro del estado.

El fi lósofo Schel l ing desarrol ló una teoría orgánica del es­

tado que encierra en sí un carácter semi-míst ico. Su importan­

cia consiste tan sólo en su in fluencia sobre la escuela histórico-

románt ica.

M u y fuertes, por el cont rar io, son los est ímulos que l legaron

de H egel en lo que se refiere a la ciencia de la sociedad, aunque

su panlogismo fuera en sí poco propicio para fundar una So­

ciología como ciencia de la realidad. M as en su inspirada Fi lo­

sofía del Derecho se encuentran, sin embargo, exposiciones que

debemos valorar como descripción y explicación de la vida so­

cial . Est e es el caso, por ejem plo, de su concepción de la so c i e­

d a d c i v i l . Si t uada ésta entre la fam i l ia y el estado, cont iene un

sistema de necesidades, producciones de t rabajo, acumulación

de bienes y dist ribución de los mismos, que const i tuye, dicho de

ot ro modo, una sociedad cuya base es económica. D ent ro

de ella, los hombres se en frentan como individuos creando de­

pendencias recíprocas. Se da lugar a cont radicciones: por un

lado acumulación de riqueza, por ot ro nacimiento del "popu la­

cho” . M as esto no es causa, de n ingún modo, de la destrucción

de la sociedad civi l , ya que está const i tuida sobre la base de una

ley de la naturaleza. Fué en este punto donde se inició la cr í­

t ica de Kar l M arx, que t rató, en oposición a la estát ica social

de H egel, de desarrol lar una dinám ica de la sociedad. D e este

tema hablaremos más adelante.

La teoría del estado de H egel es esencialmente di ferente

a la concepción de la sociedad expuesta antes. H egel l lam a al

estado la "real idad de la idea m oral” ; un todo orgánico, encar­

nación del espír i tu objet ivo. Los individuos no son sino acci­

Page 39: Introducción a la sociología

FI L O SO FÍ A I D EA L I ST A A L EM A N A 29

dentes. E l estado es la base y el cent ro de todos los aspectos de

la vida del pueblo: del ar te, del derecho, de las costumbres, de la

rel igión y de la ciencia. Est á animado por el esp ír i t u d e l p u e­

b l o en todos los aspectos part iculares. H egel puso también de

m anifiesto, por ot ra parte, el aspecto natural ist a del estado:

la idea del estado como poder. Est a idea de poder se m anif ies­

ta tanto en la vida inter ior como hacia fuera.

Est a Sociología del Estado ha in f lu ido notablemente y ha

sido apreciada sobre todo por el fascism o. Giovan i Gen t i le af i r ­

mó en un congreso hegeliano: "H egel fué en la h istoria del pen­

samiento el pr imer hombre que descubr ió el verdadero concep­

to del estado. An tes de él, incluso para Kan t y para Fichte, el

estado no sign i ficaba sino un l ím ite que t iene que rest r ingir

la l iber tad inmediata de los individuos para hacer posible su

convivencia. Para el los, pues, la l iber tad, y por tanto el valor

«“t ico, no se encuentran en el estado, sino en el individuo: el

estado no encierra una f inal idad absoluta y carece de un valor

propio. En cambio, H egel estableció el valor ét ico, independien­

te, del estado” . Puede, sin embargo, resul tar dudoso el que se

deba o no incorporar esta teoría a la Sociología como ciencia

posi t iva, ya que no supone una descr ipción acertada de todos

los fenómenos históricos del estado.

En t re los f i lósofos alemanes de la pr im era m itad del si-

pjo xix, junto a H egel, presenta también un gran interés, desde

el punto de vista de la Sociología, J. F. H erbar t . Su im portan­

cia no se ha apreciado hasta ahora lo bastante en Alem ania,

m ientras que en el ext ran jero se considera hoy a H erbar t no só­

lo como fundador de la psicología social — en lo que sin duda

reside su pr incipal méri to— sino como sociólogo en un sent ido

más estricto. G. Richard, en su So c i o l o g ía g en er a l , 19 12, dice

<|iic H erbar t examinó varios problemas de la sociología con

mano m aest ra; y que no sólo en sus grandes obras sobre fi loso-

I ia práct ica y psicología, sino también en sus obras menores, co­

mo en el t ratado, B ez i eh u n g en d er P sy c h o l o g i e z u r St a a t sw i s-

n n s c h a j t (Relaciones entre la psicología y las ciencias polít i -

Page 40: Introducción a la sociología

3 ° H IST O RIA D E LA SO CIO LO GIA

cas) , 18 11. "H erbar t — dice Richard— bosquejó en esta obra

un program a de la m ayor importancia el cual , aun hoy, no ha

sido realizado. Y nos asombra ver lo form ulado en 18 11, en una

época en la que Comte no había publicado aún su primer t ra­

tado” .

En efecto, en las obras de H erbar t se habla de una estát ica

y dinám ica de la sociedad así como de una distinción entre "co­

m unidad” y "asociación” ; además, de las contradicciones de in­

tereses en el estado y de la ley del equi l ibr io, que no se consigue

jam ás del todo. Para explicar el estado no se sirve de la teo­

r ía jusnat ural ista del cont rato social , ni de la hipótesis del es­

tado como organismo, sino de la analogía de las "representa­

ciones” que se unen y combaten en el alma del individuo, o

sea de la psicología asociacionista. Y lo mismo que se puede ex­

pl icar toda la vida psíquica del individuo por la acción recípro­

ca de las "representaciones” , así se puede explicar la vida social

por acción recíproca de los individuos. Cualquiera que sea la

opinión que tengamos sobre esta analogía, el hecho fué que ejer ­

ció una in fluencia muy est imulante.

D e H erbar t salieron tres corrientes: una que iba de Lazarus

y Steint hal a la psicología de los pueblos de Wundt; ot ra hasta

A . G. LindneV, el pr imer sociólogo austr íaco, del cual hablare­

mos más adelante; y la tercera conducía a la sociología de A l-

bert Sch áf f l e, en el que por ot ra parte es bien evidente la in­

fluencia de Schleiermacher. Est e úl t imo, célebre teólogo y f i ló­

sofo, hizo en su Ph i l o so p h i sc h e Si t t en l eh r e (Teoría f i losófica

de las costumbres) invest igaciones sociológicas sobre las que po­

seemos un interesante examen en un l ibro de Stoltenberg. Exis­

ten, según Schleiermacher, dos funciones sociales: organizar y

simbolizar. L a primera está d ir igida hacia fuera y crea bienes

mater iales, así como también el derecho y el estado; la segun­

da, di r igida hacia dent ro, produce bienes espirituales tales como

la religión, el arte y la ciencia. Schleiermacher anticipó aquí una

dist inción entre factores reales y factores ideales, que l legó más

tarde a tener importancia en la sociología de Max Scheler .

Page 41: Introducción a la sociología

CO M T E Y PRO U D H O N 31

8. A u g u s t o C o m t e y P . J. P r o u d h o n

En su fam oso C u r so d e f i l o s o f í a p o si t i v a , en seis tomos,

(1830 -1842) , Com te dedicó tres a la ciencia que l lamó prim e­

ramente F ísi c a so c i a l y más tarde So c i o l o g ía . Esta const i tuye,

dentro de la j e r a r q u ía d e l as c i en c i a s que él t razó, el úl t im o es­

calón y el más elevado, ya que los fenómenos sociales son los

más complejos y su conocimiento supone el desarrol lo de todas

las demás ciencias. L a Física, la Quím ica y la Biología si rven

también, por lo tanto, a Com te, para expl icar la sociedad, que

aparece como un organismo su i g en er i s. Pero las analogías bioló­

gicas no desempeñan en verdad un papel importante y esto en

primer lugar porque la ciencia biológica en t iempo de Com te

no había progresado lo bastante. En la sociología de Com te se

concede al desarrol lo del intelecto hum ano una importancia de­

cisiva, por lo que podríam os defin i r la como una sociología inte-

lectual ista. Y con el la está relacionada su fam osa ley de los t res

< stados sobre los que todavía hablaremos más adelante. En pr i ­

mer lugar, es preciso advert i r que la dist inción entre est á t i c a y

d i n á m i c a sociales proviene de Com te, y ha tenido una in fluencia

considerable. H ay que agregar también que la posición de Com-

te era completamente a n t i - i n d i v i d u a l i st a . L a real idad verdadera,

para él, no es el individuo sino la sociedad.

La Sociología, además, no sólo ha de abarcar lo que es dado

por la real idad, sino también lo que será y debe ser. Preparar

la reform a de la sociedad es, por lo tanto, para Com te, una ta­

rea de la ciencia. Est a tendencia aparece con toda clar idad en la

obra posterior de Com te E l si st em a d e l a p o l í t i c a p o si t i v a (1852-

, r 57)-

Después de este breve estudio de los rasgos característ icos

i le la teoría de Com te, .presentaremos ahora algunos de sus de­

talles. En pr imer lugar, hemos de señalar a Saint -Sim on como

el precursor de Com te. Esto se advier te sobre todo en su juicio

•.obre la real idad actual de la sociedad y sobre la necesidad de

t ina reform a. Aunque Saint -Sim on considere ya las fases h is­

tóricas de la evolución social en relación con los fundamentos

Page 42: Introducción a la sociología

económicos, a él le importa la realización de sus proposiciones

práct icas más que la elaboración de un sistema sociológico.

Com te, en cambio, quiere establecer primero una teoría de la

sociedad que ofrezca conocimientos tan precisos como los de

las ciencias más ant iguas.Por muy importantes que parezcan éstas como precedentes

de la Sociología, esta ciencia posee, según Com te, su objeto

propio y sus leyes part iculares. N o son las fuerzas generales de

la N aturaleza sino las i d ea s propias del hombre las que im pr i ­

men a la vida social un sello part icu lar . Estas ideas nacen, al

pr incipio, de la imaginación pura; presentan un carácter mito­

lógico o m etafísico; pero el gran progreso consiste en que los

hombres se dediquen cada vez más al conocimiento de la reali ­

dad, es decir, a la ciencia pura. A qu í empieza la Er a posi t iva,

única capaz de solucionar los problemas sociales y de organizar

a la hum anidad en una confederación uni tar ia. N o hemos de

hablar más de esta utopía de Com te que nada t iene que ver ya

con la sociología cien t íf ica; pero pondremos de relieve que esta­

bleció algunos conceptos vál idos aun hoy, y entre ellos, sobre

todo, la idea del c o n sen su s o sea la comunidad de representa­

ciones y sent imientos por la cual se mant iene el vínculo de la

sociedad. En la Edad M edia, según afi rm a Com te, este vínculo

era mucho más fuert e: una idea común dominaba a la huma­

nidad de Occidente. Est a apreciación sobre la Edad M edia, así

como su violenta repulsa del Derecho N at u ral y de la "I l u st r a­

ción” , son la causa de que se considere a veces a Com te como

reaccionario. M as esto no es cierto, ya que, según indicábamos,

era part idar io de una reform a de la sociedad en el sent ido so­

cialista.

La misma tendencia es la que encontramos en ot ro escri tor

que, casi simultáneamente a la aparición de la obra de Com te, des­

arrol ló una notable act ividad l i terar ia. Es decir, P. J. Proudhon,

que no sólo fué un agudo crít ico de la sociedad burguesa y

audaz profeta que nos habla de un porvenir m ejor , sino tam­

bién un gran teórico y sociólogo, lo cual le asegura un puesto

en la historia de esta ciencia, si bien su valer en este sent ido no

Page 43: Introducción a la sociología

CO M T E Y PRO U D H O N 33

ha sido hasta ahora reconocido de un modo cabal . Pondremos

tan sólo de relieve, brevemente, algunos de los puntos pr inci­

pales de su teoría. Y a en una de sus obras más ant iguas, ¿Q u é

es l a p r o p i ed a d ? ( 1840 ) , Proudhon af i rm ó, ut i l izando el méto­

do dialéct ico de H egel : "E l comunismo es la form a pr imera de

toda unión social , el pr imer eslabón en la evolución social , la te­

sis; la propiedad pr ivada const i tuye el segundo eslabón, la con­

t radición o ant ítesis. N os queda aún por descubr ir la tercera

form a: la síntesis” .M ás interesantes aun son sus estudios sobre la esencia de la

sociedad. Según él, ésta no es tan sólo la mera suma de sus

miembros; sino que existe más bien una razón colect iva que do­

mina la vida de la sociedad y a la cual se subordina la razón

individual. Proudhon no ret rocede en afi rm ar que la sociedad

t iene un ser propio, que es un ser vivo con conciencia propia. En

otro lugar expl ica: "Los grupos sociales son real idades, pues t ie­

nen una fuerza colect iva y poseen, lo mismo que los individuos,

el poder de reaccionar cont ra las fuerzas exteriores, el poder de

pensar y actuar. Y aunque la fuerza de los grupos sociales ema­

ne de la unión de las fuerzas individuales, es, sin embargo, algo

completamente dist in to que la m era sum a” . Con esta teoría ve­

mos, pues, ant iciparse un punto de vista sobre los grupos socia­

les m anifestado muchas veces en la sociología moderna. Por lo

r em as Proudhon dist ingue entre los grupos sociales, las verdade­

ras comunidades — entre las cuales cuenta la fam i l ia y las na­

ciones— de las asociaciones basadas sólo en un cont rato. Y

aparece también en este aspecto como precursor de teorías mo­

dernas sobre la sociedad. Fué el pr imero que describió el a t el i er

com o un grupo part icular .

En lo que se refiere al estado, la posición de Proudhon fué

primero negat iva y en este sent ido está l igado a la historia del

anarquismo. Después reconoció su necesidad, aunque, según él,

debería organizarse sobre una base federat iva. Con bastante

detal le expuso también la sociología de la guerra en un libro

especial, L a g u er r a y l a p a z ( 1860 ) . En él t rata de explicar , his-

r r icamente, el fenómeno de la guerra; su posición es la de un

Page 44: Introducción a la sociología

34 H IST O RIA DE L A SO CIO LO GIA

paci f ista decidido. En sus obras aparecen también los comien­

zos de una sociología dinámica. La ley de los t res estados toma

en Proudhon la form a siguiente: Edad rel igiosa, Edad f i losóf i ­

ca, Edad cient ífica. L a concordancia con Com te es evidente;

sólo en lo que se refiere al tercer estado existe una di ferencia,

ya que Proudhon niega el papel que Com te at ribuye a la fi loso­

f ía posit iva. Por ot ra parte acentúa, jun to a la idea del progre­

so intelectual , la del progreso moral, o sea la aproximación ca­

da vez mayor a la idea de justicia. En las obras de Proudhon

se ve bosquejada una concepción económica de la histor ia; aun­

que él hace resaltar que las ideas const i tuyen fuerzas indepen­

dientes que determinan, junto con los factores económicos, el

curso de la historia mundial. Proudhon abordó también algunos

aspectos part iculares de la Sociología y m uy en especial el rela­

t ivo a la organización del Derecho. La base del Derecho es, se­

gún él, un part icular sentimiento humano, ajeno al mundo ani­

mal, que se di ferencia tanto del inst into social como del sent i ­

miento de la simpat ía. Además, se preocupó vivamente por la

invest igación de las costumbres en di ferentes capas de la socie­

dad y sobre todo en la de los campesinos y obreros. En su obra

So b r e l a j u st i c i a insiste en la necesidad de desarrol lar , junto a

la doct r ina moral teórica, una ciencia especial de las costum­

bres. Y así aparece de nuevo como precursor de invest igaciones

sociológicas actuales. H emos tratado con más detal le de su doc­

t r ina en nuestro l ibro, P . J. P r o u d h o n a i s So z i o l o g e (P. J.

Proudhon como sociólogo), 1932. V er también el l ibro de J. D u-

prat P r o u d h o n , so c i ó l o g o y m oral ist a, y mi comentario a este

l ibro: P. / . P r o u d h o n in neuer B el eu c h t u n g (P. J. Proudhon

bajo una nueva luz) publicado en los A r c h i v f ü r So z i a l w i ssen s-

c h a f t (Archivo de la ciencia social), t . 68, pp. 7 31-740. En

cuanto a la l i t eratura sobre A. Comte, señalamos, especialmente,

la obra de F. A lengry: En sayo h i st ó r i co y c r í t i c o so b r e l a so c i o ­

l o g ía d e A u g u s t o C o m t e, 1900. Además el estudio de P. Bart h

en su P h i l o so p h i e d er Gesch ich t e a i s So z i o l o g i e (Fi losofía de la

historia como sociología) p. 42 ss. M i l ibro, ya ci tado, N a -

Page 45: Introducción a la sociología

ST EI N Y M A RX 35

t u r r ec h t u n d Só z i o l o g i e, 19 12 (p. 34 íí.) cont iene observaciones

cr ít icas sobre Com te.

9. L o r en z y o n St e i n y K a r l M a r x

El punto de part ida de estos dos autores es la Fi losofía del

Derecho de H egel , pero m ient ras que en Stein apreciamos cla­

ramente la adhesión a el la, en M ar x vemos su inversión comple­

ta. Lorenzo de Stein comenzó su act ividad cien t ífica con la

obra publ icada en 1842 sobre E l so c i a l i sm o y el c o m u n i sm o en

F r a n c i a , y hemos de contar la entre los estudios históricos más

valiosos sobre la vida social de un estado moderno. En el la,

así como en su G esel l sc h a f t sw i ssen sc h a f t (Ciencia de la socie­

d ad ) , publ icada en 1850, Stein desarrol la las ideas fundam en­

tales de una sociología or ientada hacia la real idad, aunque con­

serve siempre una estructura teór ica. D esar rol la la dist inción

hegel iana entre sociedad y estado y, de este modo, aparece la

idea de la sociedad como unidad de la vida social ; sociedad ba­

sada en la distr ibución de los bienes y reglamentada por el t ra­

bajo. D e aquí proviene una dependencia entre los hombres: na­

ce la clase de los propietar ios y la del proletar iado. Fué just a­

mente en Francia donde se m anifestó claramente esta cont ra­

dicción que dió lugar a las teorías social istas y comunistas, que

Stein estudia con detal le.

Pero esta sociedad dividida en clases no es para Stein en ab­

soluto algo secundar io o pasajero — y aquí di fiere de H egel— ,

sino una form a de unión que const i tuye la base de toda la vida

del estado y cuya ley es preciso invest igar tomando como punto

de part ida la H istor ia. Este es el program a de la nueva sociolo­

gía; en ella se dist inguen el orden de las est irpes, el orden esta­

mental y el orden del estado. El estado aparece así en pr incipio

como una ent idad autónoma, como un organismo independiente

que sirve al interés general del pueblo. M as en la realidad, claro

es, la sociedad t rat a de apoderarse del estado para ut i l izar lo con

fines egoístas. Para hacer frente a este pel igro que amenaza es­

pecialmente en esta época del capital ism o moderno y para ven-

Page 46: Introducción a la sociología

36 H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GÍA

cer l«i cont radicción que supone la lucha de clases, es preciso

que el estado logre un poder independiente, lo cual, según Stein,

sólo puede lograr lo una "M on arqu ía social” . El monarca y una

burocracia neut ral se encargarían de la tarea important ísim a de

real izar la verdadera idea del estado. M as aquí Stein abandona

el terreno de la real idad empírica para form ular un postulado

polít ico.M ucho más radicalmente se desligó M arx de la teoría hege-

l iana y él mismo afi rm a que su intención era invert i r la, otor­

gando el papel decisivo a la sociedad; viendo en el estado la

expresión de la clase dominante. Los pár rafos más sobresal ien­

tes del famoso M a n i f i es t o co m u n i st a , 1848, son los siguientes:

"E l sistema de producción de la vida m ater ial , condiciona el

proceso de la vida social , pol ít ica e intelectual . T od a la historia

de la sociedad hum ana, hasta el día, es una historia de lucha de

clases. Libres y esclavos, pat ricios y plebeyos, barones y sier­

vos, maestros y of iciales; en una palabra, opresores y opr im idos,

frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida,

velada una* veces, y ot ras franca y abier ta; es una lucha que

conduce en cada etapa a la t ransform ación revolucionaria de

todo el régimen social , o al exterminio de ambas clases bel ige­rantes” .

Es importante también la deducción que hace M ar x en su

l ibro: K r i t i k d er p o l i t i sc h en O k o n o m i e (Cr ít ica de la economía

pol ít i ca) , 1859: "En lo que respecta a la producción social , los

hombres ent ran en relaciones que son independientes de su vo­

luntad, y que corresponden al grado de desarrol lo de las fuer ­

zas de producción mater ial. L a total idad de estas relaciones de

producción const i tuye la est ructura económica de la sociedad;

la base real sobre la que se levanta la superest ructura ju r íd ica y

pol ít ica, a la cual corresponden determinadas form as de con­

ciencia social . N o es la conciencia de los hombres lo que deter­

mina su ser, sino, por el cont rar io, es su ser social quien determi­

na su conciencia.”

Las tres ideas caracter íst icas de la doct r ina sociológica de

M arx son, pues: la teoría de la lucha de clases, el condiciona­

Page 47: Introducción a la sociología

ST EI N Y M A RX 37

miento por la economía de todos los factores cul turales y la

l lam ada teoría de las ideologías. Es indudable la gran in fluen­

cia que han ejercido estas ideas; mas su certeza es aun m uy dis­

cut ida. Est e no es el lugar para entablar una discusión sobre el

tema. H arem os notar también que M ar x no se contentó en ab­

soluto con establecer una teoría de la sociedad, sino que t razó

un program a para el futuro. E l m a n i f i est o co m u n i st a lo indica

con las palabras siguientes: "L a vieja sociedad burguesa con

su lucha de clases y sus cont radicciones será sust i tuida por una

asociación en la que el l ibre desarrol lo de Cada U n o será la

condición para el l ibre desarrol lo de Todos” . Para conseguir

este fin M arx planea, pr imero la conquista del poder por el

proletar iado, y luego la supresión del estado Y este program a

pol ít ico ya no t iene nada que ver, claro es, con la Sociología

considerada como ciencia descript iva y expl icat iva.

En cuanto a la b ib l iografía sobre estas doct r inas, encontra­

mos un estudio de la sociología de Stein en una m onografía de

Ernst Grün feld ( 19 10 ) . En t re una l i t eratura inmensa sobre la

obra de M arx, indicaremos las obras siguientes: H . Cunow D i e

M a r x G esc h i c h t s- G essel sc h a f t s- u n d St a a t s l eh r e” (La teoría de

la historia de la sociedad y del estado en M ar x) , 1920; N . Bu-

jar in : L a t eo r ía d e l m a t er i a l i sm o h i st ó r i co , 19 12; M ax Ad ler

í .eh r b u c h d er m a t er i a l i sch en G esc h i c h t sa u f f a ssu n g (Compendio

de la concepción m ater ial ista de la h istor ia) , 1930. U n a cr ít ica

detal lada de esta doctr ina la encont ramos en el l ibro de P. Bart h

va ci tado: P h i l o so p h i e d er G esc h i c h t e a i s So z i o l o g i e, y también

en el de Som bar t : D er p r o l et a r i sc h e So z i a l i sm u s (El social ismo

prolet ar io). D e la teoría m arxista del estado, se t rata especial­

mente en las obras de H . Kelsen (1920) y de M ax Ad ler ( 19 22) .

De las l lam adas superest ructuras habla con talento Br inkm ann

en su t rabajo D er U b er b a u u n d d i e W i ssen sc h a f t en v o n St a a t

u n d G essel l sc h a f t (La superest ructura y las ciencias del estado

y de la Sociedad) publicado en Sc h m o l l er s Ja h r b u c h (A n u a­

rio de Sch m ol ler ) , t. 54, p. 437 ss. En cuanto a la lucha de cla­

ses como base de la teoría del estado, hablaremos de ella más

adelante, en el capítu lo vn.

Page 48: Introducción a la sociología

3» H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GÍA

10. La so c i o l o g ía d e Sp en c er

Dentro de su gran Si st em a d e f i l o s o f í a s i n t ét i c a , H erber t

Spencer dedicó t res volúmenes a los P r i n c i p i o s d e l a so c i o l o g ía

(1874-1877), después de haber publ icado antes (1873) una

I n t r o du cció n a l est u d i o d e l a so c i o l o g ía , que aun hoy puede

leerse con provecho. Su obra pr incipal , a la cual siguió más tar ­

de una Sociología descr ipt iva en varios tomos, ejerció una gran

influencia en el úl t imo cuarto del siglo xix, especialmente en

Norteamérica, pero en cambio pasó casi inadvert ida desde enton­

ces. Esto no es del todo justo, aunque el sistema sociológico de

Spencer provoque var ias crít icas. Su debi l idad reside sobre todo

en su método biológico y en que en su obra se advierten dema­

siado sus propias opiniones polít icas. M as no carece el la de

rasgos geniales, como los que encontramos principalmente en la

tentativa de descubr ir las leyes de evolución de la sociedad hu­

mana. Tam bién es un méri to perdurable en Spencer la ut i l i ­

zación de un rico m ater ial etnográfico, aunque no corresponda

ya al estado actual de las invest igaciones sobre esta m ater ia. Por

lo demás, Spencer ha reconocido claramente las d i fi cul tades de

una sociología objet iva, l ibre de valoraciones, refi r iéndose a la

"ecuación personal” del autor , aunque él mismo no haya podido

por completo escapar a este pel igro.

La doct r ina del f i lósofo inglés se relaciona con el p o si t i v i s­

mo de Com te, ya que también Spencer, para const ruir una con­

cepción cien t ífi ca del mundo, rechaza a la religión y a la meta­

física. Reconoce que existe algo inexplorable, pero el lo no podrá

ser nunca objeto del conocimiento. Aunque es un representante

decidido de la concepción monista, no es en absoluto m ater ia­

lista, ya que concede independencia a los fenómenos psíquicos.

Es justamente por tomar en consideración toda la psicología

por lo que se di ferencia en esencia de Com te; este úl t im o otor­

ga casi siempre al intelecto un papel preponderante, m ient ras

que Spencer considera también los sent imientos y tendencias

psíquicas, concediendo un papel bastante importante a lo i r ra­

Page 49: Introducción a la sociología

L A DE SPEN C ER 39

cional . M ás adelante hablaremos de ot ras di ferencias ent re am ­

bos pensadores, sobre todo en lo tocante al individualismo y co­

lect ivismo.L a l ey u n i v er sa l d e l a ev o l u c i ó n es el gran punto de part ida

en las invest igaciones de Spencer sobre la sociedad humana. La

misma fuerza que form ó de la nebulosa pr im igenia el sistema

solar , que t ransform ó la plant a en animal, dió lugar a la evolu­

ción de la sociedad, t ransform ando el organismo simple en super-

organismo. El lento t ránsi to va de lo simple a lo compuesto, de

lo homogéneo a lo heterogéneo, de lo di luido a lo concent rado.

Spencer emplea la fórm ula siguiente: D e la homogeneidad in-

d i ferenciada e indeterm inada a la heterogeneidad di ferenciada

y determ inada. T r at a de probar que esta ley r ige también la evo­

lución de la sociedad y, principalmente, en lo que se refiere a la

historia de la fam i l ia, de la t r ibu, de la raza y del estado. I n ­

cluso la rel igión, para Spencer, está somet ida a esta ley de la di­

ferenciación e integración, ya que evoluciona desde el culto fa­

m i l iar de nuest ros antepasados hasta la rel igión universal . M as

la certeza de esta concepción no ha sido reconocida, ni mucho

inenos universalmente.

En cuanto a la teoría de la sociedad como organismo es pre­

ciso advert i r que Spencer persigue en pr imer lugar las a n a l o g ía s

b i o l ó g i c a s, en muchas pecul iar idades de la est ructura. D ist in ­

gue, por ejem plo, en el cuerpo social una capa celular exter ior ,

expuesta a las in f luencias del ambiente y que t iene una función

defensiva, que es la clase m i l i tar ; luego una capa celular inte­

rior, con la función de producir al imentos, que es la clase de los

productores. En fin , existe en el organismo humano un sistema

de órganos de dist r ibución, a los cuales corresponde en la so­

ciedad la clase comercial y la de los que se relacionan con el

t ráfico. Se han cri t icado con razón todas estas comparaciones,

pero es preciso decir que Spencer no dejó de señalar las d i fe­

rencias que existen entre el organismo del individuo y el de la

sociedad. Est a di ferencia se m anifiesta en pr imer lugar en la se­

paración especial de las partes, y sobre todo en que, en el orga­

nismo social , las células están dotadas de sensibi l idad y volun-

Page 50: Introducción a la sociología

4° H I ST O RI A D E L A SO CIO LO GIA

tad, mientras que en el organismo físico estas facul t ades se en­

cuent ran concentradas en el cerebro y sistema nervioso. D e esta

di ferencia no deja Spencer de ext raer consecuencias ét icas y po­

lít icas en pro del individual ismo y l iberalismo.

Sociológicamente, es importante también la tentat iva de

Spencer de bosquejar una teoría de los t i p o s de la sociedad. Aun

hov cuenta ésta con muchos defensores, aunque puedan tam­

bién hacérsele muchas crít icas. Según ella, existen dos t ipos de

sociedad, el m i l i t a r y el i n d u st r i a l . En el primero domina la

creencia de que los individuos sólo existen para el servicio de la co­

m unidad; no se reconocen derechos propios del individuo. Todas

las inst i tuciones t ienden a presentar al exterior una sociedad

m uy potente y preparada para su defensa. El poder del Gobier­

no está cent ral izado. La act ividad económica se dir ige desde

arr iba. En cambio, en el t ipo de sociedad indust r ial reina la idea

de que el bien de los individuos const i tuye el fin supremo. Y

princioalmente en el terreno de la indust r ia, la cooperación vo­

luntar ia de los miembros de la sociedad prepondera. Se otorgan

a los ciudadanos una serie de derechos, quedando así l ibres de

la coacción del estado. El Gobierno ocupa sólo el puesto de ge­

rente responsable.

Según Spencer, debe considerarse el t ipo de sociedad in­

dust r ial como el progresivo y avanzado. Existe una ley según

la cual en el curso de la evolución el t ipo de sociedad m i l i ­

tar retrocede cada vez más, m ient ras que logra cada vez mayor

preponderancia la sociedad indust r ial . M as habr ía que objetar

a esta teoría de Spencer que no existe una cont radicción, según

demuest ra la historia, entre ambos t ipos de sociedad y que fuer ­

za m il i tar y desarrol lo indust r ial no son poderes que se exclu­

yen. Adem ás, esa ley según la cual el t ipo de sociedad m i l i tar

retrocede en el curso de la evolución, no se puede demost rar en

absoluto. En el presente vemos, por el contrar io, un aumento

de las tareas del estado, rearme m i l i tar y una tendencia per­

manente a la subst i tución del derecho cont ractual por la com­

pulsión del derecho público, y, en suma, una serie de fenóme­

nos que se encuentran en cont radicción con la defin ición que

Page 51: Introducción a la sociología

L A D E SPEN CER 41

del t ipo indust r ial nos hace Spencer. M encionemos aun, f i n al ­

mente, que nuestro f i lósofo dedicó algunos volúmenes especia­

les en su sistema de f i losofía a la Et i ca, así como a la teoría del

derecho y el estado. Tam bién en este caso se esfuerza en hacer

valer su teoría sociológica sobre la evolución; así, para él, la

ley moral es sólo una cont inuación de la ley de la N atu raleza.

Quiere deducir toda una serie de derechos para el hombre ba­

sándose en las leyes generales de la Biología. Este tema lo he

expuesto más detal ladamente en mi l ibro Sp en c er s St a a t sl eh r e

( B ei t r a g e z u r G esc h i c h t e d er St a a t sl eh r e) (La teoría del esta­

do de Spencer. Cont r ibución a la histor ia de la teoría del es-

rado), 1929. Sólo destacaremos aquí, por úl t imo, que toda una

serie de escritos polít icos han puesto de m anifiesto la aguda

posición individual ista de Spencer, entre ellos su fam oso l ibro:

T h e M a n ver su s t h e St a t e (1866) .

Page 52: Introducción a la sociología
Page 53: Introducción a la sociología

C A P I T U L O I I

SO CI O L O G I A C O N T E M P O R A N E A 1

i. T en t a t i v a s d e c l a si f i c a c i ó n

Se han em p leado dos procedimientos diferentes para l legar

.1 una visión de conjunto de las modernas teorías sobre la Socio­

logía. Por una parte se t rató de destacar el c a r á c t er n a c i o n a l ,

< s decir, de af i rm ar , por ejemplo, la existencia de una Sociolo­

gía a l em a n a pecul iar . M as este pr incipio de división no resul ta

m uy fel iz, según demostraremos en seguida. M ucho más impor­

tante parece la clasi ficación de los sistemas sociológicos según

los diferentes m ét o d o s d e i n v es t i g a c i ó n ; mas también este siste­

m a presenta algunas di ficul t ades.

N o se puede negar de antemano el sistema de la clasi fica-

t ion por naciones si tomamos en consideración las l lamadas

«irncias del espír i tu. Y o mismo t raté una vez, en lo que se re-

licre a la teoría del estado (en mi l ibro: C o n t r i b u c i ó n a l a h i st o r i a d e l a t eo r ía d e l est a d o , 1929, o b . c i t . ) , de ext raer lo

• aracter íst ico del pensamiento sobre este tema entre los ingie­

ras, franceses y alemanes, deduciéndolo de los sistemas domi­

nantes en las respect ivas naciones. Pero justamente para la So-

1 tología, si la concebimos como una ciencia posi t iva, esto es, co­

mo lo contrar io de una Fi losofía social , resul ta imposible una

t .i l dist inción. Si atendemos, por ejem plo, a la sociología f r a n -

1 C f . José M e d i n a E c h a v a r r í a , P a n o r a m a d e l a so c i o l o g ía c o n t em ­

p o r á n ea . M éxico: La Casa de España en M éxico, 1940.

Page 54: Introducción a la sociología

44 SO CIO LO GÍA CO N T EM PO RÁ N EA

cesa , encontramos tan diversas opiniones sobre las teorías más im ­

portantes que apenas podemos determ inar en el las un cierto ca­

rácter uni tar io; pensemos sólo en las teorías de Tarde y de D urk -

heim. En N orteam ér ica encontramos, de igual modo, en lo que

atañe a la sociología teórica, di ferencias considerables en la

concepción fundam ental , como, por ejem plo, entre Sm al l , W ard

y Ross. El único carácter común que puede descubr irse en la

actual es que el método psicológico es el preponderante y que

la apl icación práct ica a los problemas sociales ocupa un primer

plano.

L a l lam ada sociología alemana ha sido relacionada con la

f i losofía idealista y en part icular con la de H egel. U n a tal

relación, puede, en efecto, establecerse con algunos sociólogos,

como con Lorenzo von Stein, del cual ya hemos hablado. Pero

precisamente la teoría de H egel sobre la so c i ed a d c i v i l ha sido

interpretada de m uy di ferentes maneras. Y el marxismo se rela­

ciona también con esta teoría, si bien invirt iéndola, así que de­

beríamos entonces cal i f i car la sociología m arxista de a l em a n a .

Por ot ra parte, existen algunos sociólogos alemanes eminentes

como Tónn ies, Sim m el, M ax W eber, V ierkandt y W iese que

divergen en cuest iones fundam entales. N o podríamos determi­

nar un carácter común a sus sistemas que l lamásemos nacional.

En consecuencia, es prefer ible, si t ratam os de hacer una cía*

si ficación de las teorías sociológicas, emplear el segundo proce*

dimiento, es decir, clasi ficar las según los diferentes métodos de

invest igación que sirven para establecer las. A lgunas clasi f icacio­

nes de esta índole se han ensayado siempre, aun cuando luego

no estén del todo acordes entre sí. D e estas di ferentes clasi f i ­

caciones hablaremos en el próximo capítulo. Pero diremos desde

ahora que precisamente los sociólogos más eminentes no pue­

den ser marcados con el sello de un determinado método. Con

frecuencia estas personalidades no se han l im i tado a un solo

método de invest igación, bien sea este el histórico, psicológico,

económico u orgánico, como por ejem plo Tónnies o M ax W eber.

Desde hace t iempo se ha t ratado de clasi ficar las teorías

sociológicas. En 1901 A . Lor ia t rató, en una colección de con­

Page 55: Introducción a la sociología

T EN T A T I V A S D E CLA SIFICA CIO N 45

ferencias t i tulada L a so c i o l o g ía , de determ inar t res corrientes

pr incipales, según que éstas tuviesen un fundam ento psicológi­

co, biológico o económico. Es el úl t imo método, al que el m ar ­

xismo se adhiere, el que parece al autor "el único adecuado para

solucionar los problemas de la vida social y preparar nuest ra ator­

mentada sociedad para un porvenir m ás claro” . Poco después

publ icó el invest igador yanqui L . F. W ard un l ibro t i tulado L a

so c i o l o g ía d e h o y , en el que hace un examen más detal lado dis­

t inguiendo doce sistemas sociológicos di feren tes; aunque no se

advier ta en su dist inción un pr incipio lógico de clasi ficación. A l

final expresa W ar d la opinión de que estas di ferentes concep­

ciones están en parte just i f i cadas, confiando en que los d i fe­

rentes arroyos se unan después para form ar un r ío.

M ucho m ás detal lada es la obra de F. Squi l lace t i tulada

L a s t eo r ía s so c i o l ó g i ca s. El autor dist ingue cuat ro corrientes

pr incipales: la sociología ed i f icada sobre la base de la Física y

las Ciencias N at u rales; la sociología biológica; la psicológica

V, por úl t imo, la basada en las ciencias sociales (Econom ía Po­

lít ica, Estadíst ica, ciencia del D erech o) . Est a clasi ficación es muy

discut ible; en el la, por ejemplo, no quedarían comprendidos so­

ciólogos como D urkheim y Sim m el. En lo que se ref iere a la

Sociología más an t igua, es m uy út i l el l ibro de Squi l lace, mas

referido al presente resul ta ant icuado. M ucho más moderna es

la obra de otro escr itor i tal iano, Ph . Car l i , t i t ulada L e t eo r i e

so c i o l o g i ch e ( 19 25) . Car l i dist ingue dos form as fundam entales

de Sociología; la prim era es la de la concepción natural ista e

histórica y la segunda la de la Sociología analít ica y sistem á­

t ica. A un lado Com te y Spencer así como todos los part idar ios

de la concepción de la sociedad como organismo, y en ot ro los

psicólogos tales como D urkheim , Sim m el, Tónn ies, V ierk an t ,

Ratzenhofer y L . von W iese. Vem os, pues, que se t rat a de reu­

nir a gentes m uy diversas bajo un mismo nombre; y éste es el

punto débil de la obra de Car l i , la cual, por lo demás, con sus

detal lados estudios, nos ofrece mucho m ater ial út i l .

U n a exposición am pl ia sobre las diversas teorías sociológicas

del presente es la que nos ofrece la obra del sabio ruso P. Soro-

Page 56: Introducción a la sociología

46 SO CIO LO GÍA CO N T EM PO RÁ N EA

kin, publ icada en 1928 con el t ítulo de C o n t em p o r a r y So c i o l o -

g i c a l t h eo r i es.* En el la vemos un dominio ext raordinar io de

todas las ramas de la Sociología aunque dando preferencia a

las ciencias m arginales, como la Geograf ía, Etn ología, Dem o­

gr af ía y Biología, por lo cual di fíci lm ente podemos hablar , ref i ­

r iéndonos a esta obra, de una Sociología propiamente dicha.

D iscut ible me parece también el capítulo sobre la l lam ada es­

cuela sociológica, porque se abarcan bajo este t ítulo teorías muy

di ferentes como las de D urkheim y Gum plowicz. Las escuelas

históricas de la Sociología apenas han sido consideradas por

Sorok in ; y el gran invest igador alemán M ax W eber es presen­

tado tan sólo como sociólogo de la rel igión. M as, a pesar de es­

tas objeciones, la obra en cuest ión merece el m ayor aprecio.

En cuanto a las obras alemanas sobre las teorías sociológi­

cas, es preciso señalar , en primer lugar , la de Pau l Bar t h , pu­

bl icada por vez prim era en 1897, t i t u lada: D i e P h i l o so p h i e d er

G esc h i c h t e a i s So z i o l o g i e (o b . c i t .) . L a concepción de la Socio­

logía expresada en este t ítulo es sin duda discut ible, mas esto

no impide reconocer el méri to de Bar t h en el estudio de la

l i t eratura sociológica. D en t ro de la pr imera sitúa, pr incipalmen­

te, el sistema de Com te; dent ro de la segunda, expone entre

ot ros a Spencer con mucho detal le; y bajo el adjet ivo "volunta-

r ista” se agrupan algunas teorías sociológicas como las de Ton -

nies, de L . F. W ar d , F. H . Gidd in gs, Sm al l , Ross, Spann y

ot ros. El segundo volumen de la obra de Bar t h no t rat a en abso­

luto de Sociología, sino de di ferentes concepciones de la H ist o­

ria, así como de explicaciones geográficas, económicas y etno­

lógicas de la H istor ia.

En ciertos sistemas alemanes de Sociología vemos como in­

t roducción estudios var ios sobre las diversas teorías sociológicas,

mas en el las suele advert i rse con demasiada frecuencia el punto

de vista part icular del autor . A sí O . Spann ha resumido todas

las teorías sociológicas agrupándolas en dos series, según que

éstas empleen el método empírico-induct ivo (escuelas natural is­

tas) o que la concepción de la sociedad esté or ientada por las

* H ay t raducción francesa.

Page 57: Introducción a la sociología

I N FRA N CI A 47

• in icias del espír i tu y el método universal ista. L . von W iese, en

• nnbio, dist ingue entre la Sociología concebida como ciencia

especial, l im i tada a los procesos interhumanos, y esas ot ras teo-

i í.is sociológicas de carácter enciclopédico que incluyen los diver­

o s contenidos cul turales de la vida social . U n a objet ividad m a­

yor en la clasi ficación de los sistemas sociológicos se encuentra

en el l ibro de H . Freyer , el cual procede a la división siguien-

le i v Sociología m ecanicista; 29 biológica; 3° form al ; 49 universa­

lista; y psicológica; 69 histórica. Pero reconoce también, y con

razón, que en algunos sociólogos puede observarse una sínte-

is de estas di ferentes corrientes. Por esta causa yo he prefer i ­

do presentar a los t ratadistas de temas sociológicos según los

I« lisos de los cuales son or iginarios. Aunque, claro es, no quede

nunprendida dent ro de esta clasi ficación la sociología católica

de la cual t ratam os en el capítulo 1, 3.

•. ¡M i so c i o l o g ía en F r a n c i a

Empezamos el estudio de las teorías sociológicas contempo-

1. meas con este país porque en él pueden aun advert irse reper-

I t isiones de las teorías de Com te. Adem ás, Francia produjo en

los años que señalan el t ránsi to ent re el siglo xi x y el xx , hom­

bres eminentes que dieron a la Sociología nuevos impulsos, en

especial Gabr iel T arde y Em ile D urkheim . M as, ya antes, Le

M ay dió lugar a una escuela part idar ia de una sociología pu­

l im ente em pír ica. En los años comprendidos ent re 1860 y 1880

rsrribió una serie de val iosas invest igaciones sobre la si tuación

de la clase obrera, a la que conoció por una serie de viajes. Em ­

pleó para su estudio un método or iginal , teniendo en cuenta

tres factores: la situación geográfica, las condiciones fam i l iares

y el modo técnico de producción. Concedió una importancia

ingular a determ inar el presupuesto domést ico, l legando a re­

tí l tados exactos basados en las m atemát icas.

L a gran im portancia que concede Le Play a la economía en

II vida social es prueba evidente de un cierto parentesco entre

< ! y las doct r inas social istas. M as se apar ta de los social istas

Page 58: Introducción a la sociología

4» SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

por su opinión absolutamente catól ica, así como por rechazar la

idea de la revolución violenta; es más bien part idar io de una

teform a social pacíf ica planeada sobre una base ét ica. U n resu­

men de su doctr ina lo ofrece la obra de M . V ignes L a so c i o l o '

g ía seg ú n l o s p r i n c i p i o s d e L e P l a y ( 189 7) . D ejó var ios discí­

pulos que desarrol laron su método, y no sólo en Francia, sino

también en Inglater ra. Aunque ha pasado ya medio siglo des­

de que ocurr ió su muerte, sus ideas ejercen aun in fluencia, y

esto tanto en lo que se refiere a su método descr ipt ivo como a

sus ideas polít ico-sociales. L a Play t rató también de t razar una

historia de la sociedad humana, considerando como punto cen­

t ral de la evolución la organización de la f a m i l i a , pero ha sido

tachada, teniendo en cuenta las nuevas invest igaciones etnográ­

ficas, de uni lateral .

M ayor importancia, como creador de un nuevo sistema so­

ciológico, logró Ém ile Durkheim . En su l ibro sobre L a d i v i s i ó n

so c i a l d el t r a b a j o ( 18 9 3) , así como en su obra sobre L o s m ét o ­

do s d e l a so c i o l o g ía ( 19 10 ) , expresa de la manera siguiente una

nueva concepción de los fenómenos sociales: Existe un cierto nú­

mero de hechos de carácter especial. Son los hechos sociales

que sign i fican un modo de actuar, de pensar y de sent ir , que

existen fuera del individuo y que se imponen con fuerza coer­

ci t iva. Su subst rato no se encuentra dent ro del individuo, sino

en la sociedad; la cual posee, por lo tanto, una real idad su i

g en er i s. L a educación consiste en un esfuerzo constante por im­

poner al niño un cierto modo de ver, de sent ir y de actuar, al

cual no hubiera l legado espontáneamente. Las normas del de­

recho, de la costumbre, de la rel igión, del gusto, alcanzan una

form a corpórea; existen aunque no l leguen a aplicarse.

La invest igación de estos fenómenos, que considera D u r ­

kheim como cosas, const i tuye la verdadera tarea de la Sociolo­

gía, que, en consecuencia, se dist ingue por esencia de la Psico­

logía. N o es el individuo con sus part iculares sent imientos y

tendencias quien const i tuye el centro de esta teoría, sino la co­

lect ividad. Por ello puede considerarse Durkheim como repre­

sentante de la sociología u n i v er sa l i st a , aunque, sin embargo, haya

Page 59: Introducción a la sociología

I N FRA N CI A 49

desarrol lado ésta en form a dist in ta a como lo hizo m ás tarde O .

Spann. Lo mismo que no podemos hablar , refir iéndonos a D u r k ­

heim, de una derivación de la f i losofía ideal ista, tampoco po­

demos decir que sea el suyo el método de las ciencias del espí­

r itu. M ás bien viene a ser un sucesor del posit ivismo de Com te.

Y se parece además a este úl t imo en que, a pesar de su posición

ant ivaloradora, no dejó de establecer a veces un ideal social y

de dar nueva form a a la doctr ina m oral.

Est o se advierte ya en su obra pr imera sobre la división del

t rabajo. En el la dist ingue la división mecánica del t rabajo de la

orgánica; la primera basada exclusivamente en la coacción, la se­

gunda en el contrato l ibre. En la am pl i ficación cont inua de la

división orgánica del t rabajo hemos de ver el progreso de la civi ­

l ización. D urkheim nos habla, pues, menos de lo que sea la di­

visión del t rabajo en la realidad que de lo que debe ser su efecto.

También en su l ibro sobre el método encont ramos puntos de vis-

ra insostenibles en una Sociología exenta de valoraciones. En el

tercer capítulo, D urkheim t rat a de dist ingu ir entre condicio­

nes normales y condiciones patológicas de la sociedad, en lo

que observamos también en él puntos de vista subjet ivos, ya que

Durkheim af i rm a que, al em it i r un juicio sobre una si tuación

económica, rel igiosa o referente al estado, hemos de determ inar

si aun son dadas las mismas circunstancias que produjeron esa si ­

tuación, ya que en caso contrario, pese a su existencia real , no

sería normal. Vem os, pues, que en lo que se refiere a este punto,

estar ían sin duda divididas las opiniones de las dist intas clases

de la sociedad.

Por lo demás, Durkheim ha abandonado después la socio­

logía general para dedicarse a la invest igación de fenómenos

sociales part iculares, como la descr ipción de las form as pr im it i ­

vas de la rel igión. Y en este terreno logró resul tados val iosos,

siendo fuente de est ím ulo para este t ipo de t rabajos. L a doc­

t r ina de D urkheim cuenta hoy en Francia con muchos cont inua­

dores, aunque en ciertos puntos estos se separen de la dada por

su maestro. Los A n a l es d e so c i o l o g ía , fundados por él, cons­

t i tuyen una' val iosa obra de conjunto en la que se recogen tra-

Page 60: Introducción a la sociología

5 ° SO CIO LO GÍA CO N T EM PO RÁ N EA

bajos sobre todas las ramas de esta ciencia con un carácter in ter­

nacional ista.

El segundo sociólogo eminente es Gabr iel Tarde, el cual ha

ejercido un gran in f lu jo, aunque su nombre no esté l igado a

una escuela part icular . L a obra que le dió más nombre es la

que t iene por t ítulo L a s l ey es d e l a i m i t a c i ó n ( 18 9 3) ; además

publ icó otros l ibros como L a l ó g i c a so c i a l , L a o p o si c i ó n u n i v er ­

sa l , L a s t r a n sf o r m a c i o n es d e l p o d er y L a s l ey es so c i a l es. En opo­

sición a Durkheim , T ar d e es un individual ista decidido. En su

obra el individuo no aparece como producto de la sociedad, sino

que ésta es tan sólo consecuencia de cier tas condiciones psíqui­

cas, en part icular de la i n ven c i ó n y de la i m i t a c i ó n .

Jun t o a estos fenómenos fundam entales de la vida social ,

Tarde reconoce además el fenómeno de las oposiciones (lucha

y competencia) y el de las acomodaciones que resul tan de él.

Para todos estos aconteceres encuentra analogías en la natura­

leza, viva o no; así que podemos denominar la de este autor

como sociología c o sm o l ó g i c a . A lude en sus obras, por ejemplo,

al movimiento de las ondas, a los rayos, a la polar idad, a los fe­

nómenos de in t er ferencia; lo mismo a ley de la gravedad y al

pr incipio, dominante en el mundo animal, de la lucha por la

existencia. Y en este sent ido habla T arde de leyes sociales de

la naturaleza, lo cual hasta ahora se ha hecho notar pocas veces.

Se reconoce, empero, que para T ar d e el anál isis psicológico de

la sociedad ocupa el pr imer plano.

La concordancia entre el pensar y el querer, la existencia

sim ultánea de fines y deseos en el alma de todos los miembros de

la comunidad, no es, según Tarde, resul tado de la existencia

de un organismo social , ni de la existencia de un ambiente geo­

gráfico sim i lar , sino consecuencia de la imi tación, la cual se

basa en una sugest ión que em ana del creador de una idea o de

una acción para general izarse luego. D e este modo se pueden

cxpl icar también todos los factores culturales, en especial el idio­

ma, la rel igión y las costumbres, sin recurr i r a fuerzas míst icas.

Este punto de vista, en extremo nominal ista, de T arde, no se

ha impuesto en absoluto, pero sus finos anál isis psicológicos, que

Page 61: Introducción a la sociología

FN FRA N CI A 5 1

muestran cier ta semejanza con los de la Sociología de Sim m el,

t ienen un valor permanente, como por ejemplo, sus estudios so­

bre la opinión públ ica y el públ ico.

M enos or iginales, pero sin embargo, de gran valor , son las

obras de Rene W orm s. Este, al pr incipio, fué part idar io de la

teoría orgánica, la cual defendió cont ra frecuentes objecciones

en su obra O r g a n i sm o y so c i ed a d ( 189 6 ) . Pero más tarde revi­

só este punto de vista, y en su l ibro L a so c i o l o g ía ( 19 26 ) , fo r ­

muló en form a m uy at ract iva su posición intermedia entre las

diferentes corrientes de la Sociología. Com o edi tor de los A n a ­

l es d el i n st i t u t o i n t er n a c i o n a l d e so c i o l o g ía , así como de la R e-

r u e i n t er n a t i o n a l e d e so c i o l o g i e, gozaba de una gran conside­

ración por haber cont r ibuido de un modo esencial a extender el

conocimiento de la ciencia sociológica.

L a escuela de D urkheim ha producido dos sociólogos nota­

bles, G. Richard y E. D uprat . L a obra pr incipal de Richard

tiene por t ít ulo L a so c i o l o g ía g en er a l y l a s l ey es so c i a l es, y en

ella se estudia también la sociología alemana, especialmente la

obra de Tónnies C o m u n i d a d y A so c i a c i ó n . D uprat expl icaba en

la LJniversidad de Ginebra con gran éxi to y publ icó toda una

•crie de valiosas m onografías. Son también importantes las in­

vest igaciones, in fluenciadas también por D urkheim , que hizo

Levy-Bruhl sobre las part icular idades psíquicas del hombre pr i ­

mit ivo. El f i lósofo francés A l f r ed Foui l lée en su l ibro sobre

"la ciencia social contemporánea” , se ocupó también de proble­

mas sociológicos. T r at ó de buscar un punto intermedio entre la

teoría de la sociedad como organismo y la teoría del cont rato

social del Derecho N at u ral , expl icándola como un organismo

t ont ractual. N o sociólogo propiamente dicho, sino m ás bien f i ­

lósofo social , puede l lamarse a León Bourgeois, el cual quiso

deducir, en su conocido t rabajo sobre L a so l i d a r i d a d , una doc­

t rina de los deberes de la esencia de la sociedad, ut i l izando en

parte const rucciones jur ídicas.

Y , finalmente, formulemos algunas observaciones sobre la

ociología en Bélgica. N os parece or iginal la concepción socio­

lógica de W axwei ler , quien t rata de em plear en el la los princi-

Page 62: Introducción a la sociología

52 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

p io s d e la F ís ica y d e la s M a t e m á t ica s . S u co m p a t r io t a D e

G r e e f, en ca m b io , se a d h ir ió a la t e o r ía d e l co n t r a t o , a ce r cá n ­

d ose a s í a l s o cia lis m o . P o r lo d e m á s , ex is t e e n B r u s e la s u n I n s ­

t it u t o d e S o c io lo g ía , fu n d a c ió n d e l g r a n in d u s t r ia l S o lv a y , d e s ­

t in a d o a e s t im u la r la s in ve s t iga cio n e s q u e se h a g a n en es te t e ­

r r e n o d e la cien cia .

3 . L a s o c io lo g ía en lo s p a ís e s a n g lo s a jo n e s

M ie n t r a s q u e en I n g la t e r r a , d e s p u é s d e la m u e r t e d e H e r -

b e r t Sp e n ce r , n o a p a r e c ió n in gú n g r a n s is te m a n u e vo d e so cio ­

lo g ía , en ca m b io e s t a cie n cia flo r e c ió e n E s t a d o s U n id o s , t a n t o

en lo q u e se r e fie r e a su e s t u d io en la s U n ive r s id a d e s co m o a

la p r o d u cció n lit e r a r ia . E n I n g la t e r r a n o es q u e e x is t a u n a p a ­

r a liza ció n co m p le t a d e la in ve s t iga c ió n s o c io ló g ica , p e r o é s t a se

r e d u ce a m o n o g r a fía s en e l t e r r e n o d e la p s ico lo g ía s o cia l, d e

la E t n o g r a fía o d e la P o lít ica . Y en es te s e n t id o h em o s d e se ­

ñ a la r los lib r o s d e G r . W a lla s , L . T . H o b h o u s e , E . W e s t e r m a r k

y V . B r a n fo r d . T a m b ié n u n a r e vis t a e s p e cia l, la S o c io lo g ic a l

R e v ie w , co n t ie n e co n fr e cu e n cia va lio s a s co n t r ib u c io n e s a va r ia s

r a m a s d e la S o c io lo g ía . C o m o t e ó r ico d e la d o c t r in a d e la e vo ­

lu c ió n so cia l e n co n t r a m o s a B . K id d , q u ie n , e n co n t r a d icc ió n

co n S p e n ce r , en su lib r o E v o lu c ió n s o c ia l ( 18 9 5 ) , y, m á s t a r d e ,

en su t r a b a jo t it u la d o : L o s p r in c ip io s d e la c iv i li z a c ió n o c c id e n '

t a l ( 19 0 8 ) , t r a t ó d e d e m o s t r a r q u e es e l s e n t im ie n t o h u m a n o ,

y e s p e cia lm e n t e la r e lig ió n , e l fa c t o r d e cis ivo p a r a e l p r o g r e s o

d e la c iviliza ció n .

C o m o p r e cu r so r e s d e la s o c io lo g ía a m e r ica n a h em o s d e se­

ñ a la r J . H . W . S t u ck e n b e r g , a S . N . P a t t e n y a W . G . Su m -

m er . E l p r im e r o d e los c it a d o s p u b licó e n 18 9 8 u n a I n t r o d u c ­

c ió n a l e s t u d io d e la s o c io lo g ía , y en 19 0 3 u n a o b r a e n d o s t o ­

m os, L a c ie n c ia d e la s o c ie d a d h u m a n a . S t u c k e n b e r g es u n a d ­

ve r s a r io d e la t e n d e n cia n a t u r a lis t a d e S p e n ce r ; p a r a é l la es en ­

cia d e la s o cie d a d r e s id e en la in t e r a c t io n a n d s t im u la t io n , es

d e cir , en la p s iq u is h u m a n a . P o r o t r a p a r t e , d e m u e s t r a fu e r t e s

t e n d e n cia s m o r a liza d o r a s , ya q u e h a b la d e u n a s o c io lo g ía cr is -

Page 63: Introducción a la sociología

EN ANGLO-SAJONIA 53

lia n a . T a m b ié n P a t t e n en su o b r a T e o r í a d e la s f u e r z a s s o c ia le s

(18 9 6 ) p a r t e d e u n p u n t o d e v is t a p s ico ló g ico co n s u d is t in ció n

e n t r e e l s is t e m a n e r vio s o m o t o r y e l s e n s o r ia l d e l h o m b r e ; p a r a é l

la e vo lu ció n s o cia l co n s is t e en u n a u m e n t o d e l go ce y en u n a

d is m in u ció n d e l d o lo r . E n su s o b r a s p o s t e r io r e s e l m ism o a u t o r

co n ce d e u n a im p o r t a n c ia d e cis iva a l ca r á c t e r n a c io n a l y a la s

co n d icio n e s e co n ó m ica s d e u n p u e b lo . S u m m e r , en ca m b io , p a r ­

te en su lib r o d e la E t n o g r a fía y d e la D e m o g r a fía ; se t i t u la en

in g lé s F o lk w a y s ( 19 0 7 ) , y en é l d e m u e s t r a q u e la s c o s t u m b r e s

d e los g r u p o s d e t e r m in a n e l co m p o r t a m ie n t o d e l h o m b r e . E s t a s

se a p o ya n p r im e r a m e n t e en u n a b a se su b co n s cie n t e y se t r a n s ­

fo r m a n lu e go en co s t u m b r e s ( m o r e s ) , la s cu a le s , s o s t e n id a s p o r

la a u t o r id a d d e l g r u p o , a c t ú a n co m o m e d io p r in c ip a l d e la se ­

lecció n so cia l. L a s fu e r za s e s p o n t á n e a s t ie n en , s e gú n S u m m e r ,

u n p a p e l s e cu n d a r io . L a e vo lu c ió n s o cia l es , p o r t a n t o , u n p r o ­

ceso a u t o m á t ico , q u e e l h o m b r e p u e d e r e t r a s a r , s in d u d a , m a s

110 a ce le r a r . D e es te m o d o q u e d a ju s t ific a d o , s o cio ló g ica m e n t e ,

e l co n s e r va t is m o .

E l fu n d a d o r d e la s o c io lo g ía a m e r ica n a es L e s t e r F . W a r d ,

cu ya S o c io lo g ía d in á m ic a se p u b licó p o r ve z p r im e r a en 18 8 3 .

P a r t ie n d o d e la in ve s t iga c ió n d e la n a t u r a le za — é l fu é p r im e ­

r a m en te b o t á n ico — ve en la s o cie d a d h u m a n a u n p r o ce so gen é -

t ico -n a t u r a l, co m o u n a co n t in u a c ió n d e la s fu e r za s q u e t ie n en

lu ga r en e l U n iv e r s o . Y en es te s e n t id o p a r e ce in flu id o p o r

Sp e n ce r , d e l q u e , s in e m b a r go , se a le ja p r o n t o ; lo cu a l se m a n i-

lie s t a c la r a m e n t e en la s o b r a s p o s t e r io r e s d e W a r d , co m o en su

S o c io lo g ía p u r a ( 19 0 2 ) y en s u S o c io lo g ía a p lic a d a ( 19 0 6 ) .

Un és ta s en se ñ a q u e se m a n ifie s t a n en la s o cie d a d h u m a n a , ca d a

vez m á s , ju n t o a la s cie ga s fu e r za s n a t u r a le s , e l in t e le ct o y la

p e r se cu ció n d e fin e s ( t e le s is ) . Y p o r e s t o p a r e ce p o s ib le in -

llu e n c ia r a r t ific ia lm e n t e e l d e s a r r o llo d e lo s fe n ó m e n o s so cia le s ;

W a r d se co n vie r t e d e es te m o d o en fu n d a d o r d e la t e n d e n cia

d e n o m in a d a a c t iv is m o . R e ch a za , en o p o s ició n a S p e n ce r , la d o c ­

t r in a d el in d iv id u a lis m o p u r o , a s í co m o la d e n o - in t e r ve n ció n d e l

e s ta d o , y s e ñ a la p a r a e l p o r ve n ir u n co le ct ivis m o m o d e r a d o (n o

o c ia l is t a ) . D e es te m o d o , c la r o es , a b a n d o n a W a r d e l t e r r e n o

Page 64: Introducción a la sociología

54 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

d e la S o c io lo g ía p u r a y se co n vie r t e en d e fe n s o r d e d o ct r in a s

p o lít ico -s o cia le s ; a p e s a r d e lo cu a l e s t im u ló m u ch o e l e s t u d io

d e la S o c io lo g ía . A s í , p o r e je m p lo , in ve s t igó la d ir e cc ió n d e

los d eseos h u m a n o s ( d e s ir e s ) , a ce p t a n d o la d o c t r in a d e los in t e ­

r eses d e R a t ze n h o fe r ; en g e n e r a l t r a t ó d e h a ce r u n a n á lis is d e

la s " fu e r za s s o cia le s ” .

A . W . S m a ll h a in flu id o t a m b ié n m u ch o en e l d e s a r r o llo

d e la s o c io lo g ía a m e r ica n a , m en o s p o r la cr e a ció n d e u n s is te m a

p r o p io q u e p o r su s in ve s t iga cio n e s cr ít ica s y m e t o d o ló g ica s . D e ­

d icó u n a a t e n ció n e s p e cia l a la h is t o r ia d e la s cie n cia s s o cio ló ­

g ica s . P r e s e n t a p r im e r a m e n t e a A d a m S m it h co m o p r e cu r s o r

d e la s o c io lo g ía ( 19 0 7 ) , y a los ca m e r a lis t a s a le m a n e s co m o a

los p r im er o s p r o p u g n a d o r e s d e la p o lít ica so cia l ( 19 10 ) . P u b li ­

ca lu e go u n a o b r a so b r e los o r íge n e s d e la S o c io lo g ía ( 19 2 4 ) ,

en la q u e t r a t a m u y d e t a lla d a m e n t e d e la e s cu e la h is t ó r ica a le ­

m a n a ( S a v ig n y , E ich h o r n , N ie b u h r ) , a s í co m o so b r e e l d e s ­

a r r o llo d e la t e o r ía s o cio ló g ica en K a r l M e n g e r , A d o l f W a g n e r y

G u s t a v S ch m o lle r . S u o b r a p r in c ip a l, G e n e r a l S o c io lo g y ( 19 0 5 ) ,

q u e lle va e l s u b t ít u lo d e E l d e s a r r o llo d e la s t e o r ía s s o c io ló g ic a s

d e s d e S p e n c e r h a s t a R a t z e n h o f e r , co n ce d e t a m b ié n p r in c ip a l im ­

p o r t a n c ia a la p a r t e h is t ó r ica y m e t o d o ló g ica . S m a ll a p r e cia b a

m u ch o a l in ve s t iga d o r a u s t r ía co R a t ze n h o fe r , h a b ié n d o s e a d h e ­

r id o p o r co m p le t o a su t e o r ía d e los "in t e r e s e s in h e r e n t e s” co m o

co n ce p ció n s o c io ló g ica fu n d a m e n t a l, y a q u e co n e lla se p u e d e n

e xp lica r t a n t o e l co n flic t o co m o la co o p e r a ció n . C r i t ic ó fr a n c a ­

m e n t e e l ca p it a lis m o a m e r ica n o y exp r e só en va r io s t r a b a jo s su s

t e n d e n cia s h a cia e l r e fo r m is m o so cia l.

U n o d e lo s s o ció lo go s a m e r ica n o s m á s in flu ye n t e s es E . A .

R o ss , e l cu a l h a co n t r ib u id o m u ch o a la p o p u la r iza c ió n d e la

S o c io lo g ía . Y a en su p r im e r a o b r a C o n t r o l s o c ia l ( 19 0 1) , e n co n ­

t r a m o s u n a h e r m o s a id ea , e s to es , la d e in ve s t iga r los d ife r e n t e s

m ed io s p o r los cu a le s lo g r a la s o cie d a d q u e los in d ivid u o s , p r e o cu ­

p a d o s en p r im e r t é r m in o co n su s in te r ese s p r o p io s , se in co r p o ­

r en a la t o t a lid a d . Y es tos m ed io s n o so n só lo la s n o r m a s d e l

d e r e ch o , s in o t a m b ié n la o p in ió n p ú b lica , la r e lig ió n , e l e s p ír i­

t u d e cu e r p o y o t r o s m á s . P o r e l co n t r a r io , ex is t en t a m b ié n fe ­

Page 65: Introducción a la sociología

EN ANGLO-SAJONIA 55

n ó m en o s q u e e xp r e s a n e l d o m in io d e l in d iv id u o so b r e la so cie ­

d a d , co m o la s in ve n cio n e s y la s p e r s o n a lid a d e s . L a o b r a p r in c i­

p a l d e R o ss ,' P r in c ip io s d é s o c io lo g ía , se p u b licó p o r ve z p r im e ­

r a en 19 2 0 . E s t a o b r a , a u n q u e n o m u y p r o fu n d a , t ie n e u n co n ­

t e n id o r ico e n e x t r e m o . E n e lla se c la s ific a n n u m er o s o s fe n ó m e ­

n os so cia le s , co m o , p o r e je m p lo , e l d o m in io , la e xp lo t a c ió n , la

o p o s ició n , la co m e r c ia liza ció n , e t c . E n cie r t o s e n t id o p o d e m o s

lla m a r a R o ss p r e cu r s o r d e la t e o r ía a le m a n a d e la s r e la cio n e s .

E n t r e los s is t e m a t iza d o r e s d e la s o c io lo g ía a m e r ica n a o cu ­

p a u n lu g a r im p o r t a n t e F . H . G id d in g s . S u s P r in c ip io s d e s o c io ­

lo g ía , p u b lica d o s p o r ve z p r im e r a en 18 9 6 , h a n s id o r e p e t id a ­

m en t e r e e d it a d o s . E s t a o b r a co n t ie n e u n a in ve s t iga c ió n b a s a d a

en la e vo lu c ió n h is t ó r ica y u n a in ve s t iga c ió n p s ico ló g ica d e la

so cie d a d . E n la p r im e r a d is t in gu e G id d d in g s , co m o e s ca lo n es h is ­

t ó r ico s , la s a s o cia cio n e s zo ó ge n a , a n t r o p ó g e n a , e t n ó g e n a y d e-

m ó ge n a . L o s fa c t o r e s d e e s t a e vo lu c ió n so n la se le cció n , e l co n ­

flic t o y la a d a p t a c ió n . C o n e l d e s a r r o llo d e la t r ib u t e r m in a la

é p o ca n a t u r a l d e la s o cie d a d en la q u e e l e s p ír it u h u m a n o lo g r a

la p r e p o n d e r a n cia . G id d in g s ce n s u r a p o r t a n t o la s o c io lo g ía d e

S p e n ce r , ya q u e és te m a n t ie n e e l ca r á c t e r b io ló g ico d e la s o ­

cie d a d y t ie n e p a r a su in ve s t iga c ió n d e m a s ia d o en cu e n t a los

p u e b lo s p r im it ivo s e n lu g a r d e la c iv iliza c ió n m o d e r n a . T a m ­

b ién r e ch a za la d o c t r in a d e S p e n ce r d e la s o cie d a d co m o o r g a ­

n ism o . P a r a é l la s o cie d a d n o es s in o u n a o r g a n iza c ió n . E l se ­

g u n d o r a s go ca r a c t e r ís t ico d e la s o c io lo g ía d e G id d in g s se m a ­

n ifie s t a e n s u b a se p s ico ló g ica : la e s e n cia d e la s o cie d a d r a d ica

en la co n cie n cia d e l n o s o t r o s , o co m o d ice G id d in g s , en la co n ­

cie n cia d e la es p ecie ( c o n s c io u s s n e s s o f k i n d ) . Y a sí G id d n ig s se

h a co n ve r t id o en u n o d e los cr e a d o r e s d e la p s ico lo g ía s o cia l

a m e r ica n a . P e r o p a r a ju z g a r lo ju s t a m e n t e , n o n os b a s t a r ía co n

e s t u d ia r la s id e a s co n t e n id a s en s u lib r o P r in c ip io s d e s o c io lo g ía .

S u s id e a s h a n e vo lu c io n a d o e n m u ch a s o b r a s p o s t e r io r e s . E n

19 0 6 p u b licó u n a S o c io lo g ía h is t ó r ic a y d e s c r ip t iv a , en la q u e

u t iliza u n r ico m a t e r ia l e m p ír ico . A la cie n cia p o lít ic a le d e d icó

u n lib r o , p u b lica d o e n 19 18 , co n e l t í t u lo d e E l e s t a d o r e s p o n ­

s a b le en e l q u e e s t u d ia la p o s ició n d e l e s t a d o b a s á n d o se en ex-

Page 66: Introducción a la sociología

«jó SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

p cr icn cia s d e la g u e r r a m u n d ia l. G id d in g s t r a t a d e la p s ico lo ­

g ía so cia l en su t r a b a jo , a p a r e cid o en 19 2 2 , E s t u d io s s o b r e la

s o c ie d a d h u m a n a y en e l q u e ve m o s q u e s u p r im it iva id e a so b r e

la co n cie n cia d e la esp e cie o cu p a m á s b ie n u n s e gu n d o p la n o y

en ca m b io p r e d o m in a la d e la co n d u c t a h u m a n a ( T h e o r y o f

b e h a v io u r ) . S e g ú n é s ta , la co n d u c t a s im ila r d e los h o m b r es

fr e n t e a d e t e r m in a d a s s it u a c io n e s co n s t it u ye e l h e ch o fu n d a ­

m e n t a l en la fo r m a c ió n so cia l d e los g r u p o s . D e e s t a "c o n d u c t a

p lu r a lis t a ” r e s u lt a lu e go la co n cie n cia d e la h o m o ge n e id a d . Y

es p r eciso h a ce r n o t a r , p o r ú lt im o , q u e G id d in g s es u n o d e los

p o co s s o ció lo go s q u e h a n s e ñ a la d o los m é r it o s d e los p e n s a d o ­

res g r ie g o s e n lo q u e r e sp e cta a la in ve s t iga c ió n d e la s o cie d a d .

C . H . C o o le y t ie n d e en su s t r e s s u ge s t ivo s lib r o s : E l o r ­

d e n s o c ia l, 19 0 2 , L a o r g a n iz a c ió n s o c ia l, 19 0 9 , y E l p r o c e s o

s o c ia l, 19 2 0 , a a d o p t a r u n a p o s ició n in t e r m e d ia e n t r e la co n ­

ce p ció n in d iv id u a lis t a y la co le c t iv is t a d e la s o cie d a d . E n se ñ a

q u e e l in d iv id u o y la co m u n id a d fo r m a n u n a t o t a lid a d o r g á ­

n ica y q u e a m b o s fa c t o r e s son ca u s a y e fe c t o a l m ism o t ie m ­

p o . C o o le y p r u e b a e s t o p r im e r a m e n t e en e l t e r r e n o p s ico ló gico -

s o cia l, y lu e go en la t e o r ía d e la s e s t r u c t u r a s so cia le s . E n los

g r u p o s p r im a r io s d o m in a la co m u n id a d ; en los s e cu n d a r io s e l in ­

d iv id u o . P e r o co n la e vo lu ció n d e la so cie d a d ve m o s q u e se

t ie n d e a fo r m a r lu e go d e es ta d is o lu c ió n p a s a je r a d e la co m u ­

n id a d u n a n u e va y a u t é n t ica co le c t iv id a d . C o o le y co n s id e r a a la

d e m o cr a cia , p ese a a lg u n o s fe n ó m e n o s q u e se ñ a la n su d e ca d e n ­

cia , co m o e l ú n ico m ed io ca p a z d e p r o vo ca r e s t a t r a n s fo r m a ció n ,

s u p o n ie n d o q u e lle g a n a l p o d e r ve r d a d e r a s p e r s o n a lid a d e s d ir i­

g e n t e s . P a r a é l, la d e m o cr a cia es m á s b ien u n p r in cip io e s p ir i­

t u a l q u e u n a fo r m a p o lít ica . M a s co n t a le s p e n s a m ie n t o s é t ico -

p o lít ico s a b a n d o n a C o o le y , n a t u r a lm e n t e , e l t e r r e n o d e la so ­

c io lo g ía p u r a . P o r o t r a p a r t e , n o a d o p t a u n a p o s ició n d e l t o d o

n e g a t iva co n r e sp e cto a la d o c t r in a d e l D e r e c h o N a t u r a l . E v i ­

d en t em en t e , d ice , la co n s t r u cció n d e u n co n t r a t o s o cia l n o es

h is t ó r ica , ya q u e la s o cie d a d r e p r e s e n t a a lg o q u e se h a cr e a d o

o r gá n ica m e n t e . P e r o la a p lica c ió n p r á c t ica d e e s t a t e o r ía , s igu e

d ic ie n d o C o o le y , co n t e n id a en los p o s t u la d o s d e lib e r t a d e igu a l-

Page 67: Introducción a la sociología

I N ANGLO-SAJONIA 57

d ;td , n o es a b s u r d a e n m o d o a lg u n o ; se t r a t a a q u í d e fin e s id e a ­

les d e la e vo lu c ió n h u m a n a .

C h . A . E llw o o d p u b licó va r io s lib r o s q u e a b o r d a n los p r o ­

b le m a s lím it e s e n t r e la P s ico lo g ía y la S o c io lo g ía , t a le s co m o

/ ti S o c io lo g ía d e s d e e l p u n t o d e v is t a p s ic o ló g ic o , 19 12 ; I n t r o ­

d u c c ió n a la p s ic o lo g ía s o c ia l, 19 17 ; y la P s ic o lo g ía d e la s o c ie ­

d a d h u m a n a , 19 2 5 . S e g ú n é l, e l h e ch o fu n d a m e n t a l d e la s o ­

cie d a d r e s id e e n la in t e r a cció n p s íq u ica ( m e n t a l in t e r a c t io n )

«le los h o m b r e s ; s i b ie n n o co n s id e r a , s e gú n se ve n ía h a cie n d o

h a st a en t o n ce s , a cie r t o s h ech o s p s íq u ico s a is la d o s — p o r e je m ­

p lo , lo s in s t in t o s , la im it a ció n , la s s im p a t ía s y la s t e n d e n cia s —

co m o fu n d a m e n t a le s e n s í, s in o q u e t o d o s es to s m o vim ie n t o s p s í­

q u ico s in d iv id u a le s co o p e r e n co n ju n t a m e n t e , d a n d o lu g a r a la

fo r m a ció n d e lo s g r u p o s ; d e se m p e ñ a n d o en e s t a fo r m a c ió n u n

p a p e l im p o r t a n t e , a u n q u e co n fr e cu e n c ia so b r e e s t im a d o , los fa c ­

tor es g e o g r á fic o s , e t n o ló g ico s y eco n ó m ico s . L a co n vive n cia t ie n e

co m o co n s e cu e n cia u n a t r a d ic ió n y la cr e a ció n d e co s t u m b r e s d e

m o d o q u e p o d e m o s h a b la r en ese s e n t id o d e l a lm a d e u n g r u p o

y d e a ccio n es d e g r u p o . M a s los g r u p o s e s t á n t a m b ié n s o m e t i­

d os a t r a n s fo r m a cio n e s q u e se r e a liza n , b ie n le n t a m e n t e , o b ie n

ú b it a m e n t e p o r m e d io d e la s r e vo lu c io n e s . L a cu lt u r a se b a s a en

d o s fa c t o r e s , e l d e s a r r o llo d e l in t e le c t o h u m a n o y la v id a s e n t i­

m en t a l r e lig io s a ; in d isp e n s a b le é s t a a u n en la c iv iliza c ió n m á s

ilt a y so b r e t o d o d u r a n t e la cr is is a c t u a l. E llw o o d h a d e d ica d o

.1 es te t e m a u n a o b r a p a r t icu la r : L a r e n o v a c ió n d e la r e lig ió n .

lis t o n o in cu m b e ya a la cie n cia s o c io ló g ica , p e r o s í s ir ve d e t e s ­

t im o n io p a r a in d ica r cu á l es e l s e n t im ie n t o é t ico fe r vo r o s o d e l

a u t o r .

D e s p u é s d e es to s e s t u d io s s o cio ló g ico s d e co n ju n t o q u e h em o s

c it a d o , en N o r t e - A m é r ic a lo q u e h a p r e d o m in a d o es — ju n t o

a l cu lt ivo d e la p s ic o lo g ía s o cia l, d e la cu a l h a b la r e m o s m á s a d e ­

la n te — la e s p e cia liza ció n , o sea e l e s t u d io en m o n o g r a fía s d e

cie r t o s a s p e ct o s d e la v id a s o cia l, e s t u d io s b a s a d o s en e l m é t o d o

d e scr ip t ivo , co m o , p o r e je m p lo , la o b r a en va r io s vo lú m e n e s s o ­

b r e los ca m p e s in o s p o la co s d e T h o m a s y Z n a n ie ck i, a s í co m o

t a m b ié n va r io s lib r o s so b r e la s o cie d a d r u r a l y la s o c io lo g ía u r -

Page 68: Introducción a la sociología

58SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

b a ñ a . Y t a m b ié n se e s t u d ia n en E s t a d o s U n id o s , co n es p ecia l

a t e n ció n , la s cie n cia s m a r g in a le s , co m o la A n t r o p o lo g ía y la

E t n o lo g ía . H . E . B a r n e s p u b licó , a p a r t e d e va lio s o s t r a b a jo s so­

b r e la h is t o r ia d e la s o c io lo g ía , u n a o b r a t it u la d a S o c io lo g ía y

c ie n c ia p o l í t i c a . E . S . B o g a r d u s h a p u b lica d o u n b r e ve e s t u d io

d e co n ju n t o t it u la d o I n t r o d u c c ió n a la s o c io lo g ía . R o b e r t P a r k

h a d e d ica d o g r a n a t e n ció n a los p r o b le m a s d e p s ico lo g ía s o cia l

E n co n t r a m o s u n a g r a n a b u n d a n c ia d e t r a b a jo s s o c io ló g ico s en

la s r evis ta s , so b r e t o d o en e l A m e r ic a n J o u r n a l o f S o c io lo g y ,

e n S o c ia l F o r c e s , en e l J o u r n a l o f A p p l i e d S o c io lo g y , y en la s

p u b lica c io n e s d e la A m e r ic a n S o c io lo g ic a l S o c ie t y . S o n t a m b ié n

n u m er o so s lo s lib r o s q u e t r a t a n d e e le m e n t o s d e S o c io lo g ía , a s í

co m o los t e x t o s d e s t in a d o s a la s e s cu e la s . Va lio s a s in fo r m a c io ­

n es n o s o fr e ce e l lib r o d e A n d r e a s W a lt h e r : S o z io lo g ie u n d S o -

z ia lw is s e n s c h a f t e n in A m e r i k a ( S o c io lo g ía y cie n cia s so cia le s

en Am é r ic a ) so b r e t o d o en lo q u e se r e fie r e a la o r g a n iza c ió n d e

es to s e s t u d io s en la s U n ive r s id a d e s ; d o n d e p u e d e a p r e cia r s e q u e ,

d esd e h a ce t ie m p o , es la U n iv e r s id a d d e C h ic a g o la q u e h a

co n s e gu id o u n a p o s ició n p r e p o n d e r a n t e .

4 . L a s o c io lo g ía e n I t a lia

R e s u lt a n a t u r a l q u e la n a ció n q u e h a p r o d u cid o u n M a q u ia -

ve lo y u n V ic o p a r t ic ip e t a m b ié n d ign a m e n t e en la s in ve s t iga ­

cio n es s o c io ló g ica s d e l p r e se n t e . Ve m o s , s in e m b a r go , q u e la

p r im e r a in flu e n c ia q u e se h a ce s e n t ir en I t a lia es la d e l p o s it i­

vis m o d e C o m t e , a s í co m o la d e la t e o r ía d e la e vo lu c ió n d e

Sp e n ce r ; t a m b ié n e l m a r xism o e n co n t r ó n u m er o s o s a d e p t o s a l

t r a t a r d e lo s p r o b le m a s s o cio ló g ico s . D u r a n t e u n c ie r t o t ie m p o

p a r e ció q u e e l d a r w in is m o y e l so cia lis m o se im p o n d r ía n en los

e s t u d io s d e es te p a ís . M a s n u n ca ce sa d e l t o d o e l co n t a c t o co n

e l g e n ia l p u n t o d e v is t a c u lt u r a l e h is t ó r ico d e V ic o , a s í co m o

t a m b ié n e xis t ió la p r e o cu p a c ió n p o r e l id e a lis m o a le m á n q u e

fr e n a b a la s u p r e m a cía d e l n a t u r a lis m o en la S o c io lo g ía . Y a h o r a

e l fa s c is m o co n la r ep r e s ió n d e l in d ivid u a lis m o , h a p r o vo ca -

Page 69: Introducción a la sociología

ÍÍN ITALIA 59

J o u n a t r a n s fo r m a c ió n d e la q u e h a b lo d e t a lla d a m e n t e en m i

lib r o L a id e a d e l e s t a d o e n e l f a s c is m o ( 19 3 5 ) .

P e r o só lo h a b la r e m o s d e la S o c io lo g ía a n t e r io r a l fa s c is m o .

C o n cie r t o d e t a lle t r a t a r e m o s d e l s is t e m a d e V i l f r e d o P a r e t o ,

u n o d e los m á s g e n ia le s s o ció lo go s a c t u a le s , m ie n t r a s q u e en lo

q u e se r e fie r e a los d e m á s a u t o r e s s ó lo d a r e m o s b r eves in d ica ­

cion es . P a r e t o , q u e e n s e ñ a b a e n la U n iv e r s id a d d e L a u s a n a , se

o cu p ó p r im e r o d e e s t u d io s e co n ó m ico s fu n d a d o s en la s m a t e m á -

t ica s ; p e r o lu e g o e s cr ib ió u n lib r o so b r e lo s s is te m a s so cia lis t a s ,

t r a t a n d o d e d e m o s t r a r lo in s o s te n ib le d e e llo s . E n 19 16 p u b licó

u n a o b r a en d o s to m o s so b r e S o c io lo g ía g e n e r a l, p r im e r a m e n t e

en fr a n cé s y m á s t a r d e en it a lia n o . E n e s t a g r a n o b r a t r a t a , en

p r im er lu g a r d e l m é t o d o d e la cie n cia s o c io ló g ica , q u e r ie n d o d a r

a é s t a u n a n u e va b a se c ie n t ífica . R e ch a za , p o r t a n t o , t o d a so ­

c io lo g ía q u e se a p o ye en su p u e s t o s d o g m á t ico s , ca so en e l cu a l

se in clu ye n la s o b r a s d e C o m t e y S p e n ce r . P a r a é l la b a se a d e ­

cu a d a a u n a c ie n cia ve r d a d e r a só lo la p u e d e d a r la o b s e r va ció n

d e la s co n exio n es d e h e ch o r e fe r id a s a l co m p o r t a m ie n t o d e los

h o m b r es ; h a n d e r e ch a za r s e a p r io r i lo s su p u e s t o s m e t a fís ico s ,

ya se a n d e ca r á c t e r p o s it iv is t a o r e lig io s o . M a s P a r e t o a d m i­

te q u e la s ilu s io n e s , e n cie r t o s m o m e n t o s , p u e d e n ser m á s ú t ile s

q u e e l co n o cim ie n t o d e la r e a lid a d . S in e m b a r go , e l in ve s t iga d o r

d e la S o c io lo g ía d eb e e s t u d ia r la v id a s o cia l, lib r e d e t o d o gé-

n er q d e p r e ju ic io s .

M a n ifie s t a t a m b ié n q u e la m a yo r ía d e la s a ccio n es h u m a ­

n a s n o se b a s a n en p r em is a s ló g ica s s in o en in s t in t o s y se n t i­

m ien t os . P a r e t o lla m a a es to s fe n ó m e n o s r e s id u o s ( r e s id u i ) , e n ­

c e n t á n d o lo s co n la s d e r iv a c io n e s ( d e r i v a z io n i ) , q u e s ir ve n p a r a

ju s t ific a r la s a ccio n e s q u e e m a n a n d e se n t im ie n t o s e in t er ese s ,

b ien sea p o r r a zo n e s d e m o r a l, d e r e lig ió n o d e o r d e n le g a l; m a s

en r e a lid a d se t r a t a e n es te ca so d e ilu s io n e s , a fir m a P a r e t o . E l

a u t o r d is t in gu e va r ia s cla se s d e r e s id u o s y d e r iva c io n e s , lo cu a l

e xp lica va lié n d o s e d e n u m er o s o s e je m p lo s h is t ó r ico s . T o d o s es ­

tos fe n ó m e n o s s ir ve n p a r a p r o d u c ir en la s o cie d a d u n e s t a d o

t ic e q u ilib r io , q u e t ie n e , s in e m b a r go , u n ca r á c t e r in e s t a b le . J u n ­

to a e s ta d o c t r in a d e e s t á t ic a s o cia l, d e s a r r o lló P a r e t o u n a teo-

Page 70: Introducción a la sociología

6 o SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

r ía d in á m ica igu a lm e n t e o r ig in a l, a la q u e lla m a la c ir c u la c ió n

d e la s é li t e s ; la m a s a , co m o t a l m a s a , n o p o se e ja m á s u n a fu e r za

d ir ige n t e . M a s cu a n d o la ca p a d ir ig e n t e d e ge n e r a y p ie r d e su

p r e s t ig io , lle g a a l p o d e r u n a ca p a h a s t a e n to n ces o p r im id a , s u ­

p o n ie n d o q u e p o se a je fe s ca p a ce s ; d e é s t a sa le e n t o n ce s u n a

n u e va é li t e . L a fo r m a d e l e s t a d o n o d e s e m p e ñ a p a r a é l s in o u n

p a p e l s e cu n d a r io ; e n r e a lid a d ve m o s s iem p r e en e l p o d e r a u n a

m in o r ía p r iv ile g ia d a . T a m p o c o la v ic t o r ia d e l p r o le t a r ia d o p o ­

d r ía ca m b ia r esa "c ir cu la c ió n ” ; y en es te p u n t o d ive r g e P a r e t o ,

e s e n cia lm e n t e , d e la d o c t r in a m a r xis t a . L a s o cie d a d n o a d q u i­

r ir á , s e gú n é l, ja m á s , u n a fo r m a d e fin i t iv a , s in o q u e en e lla

e x is t ir á s iem p r e t a n só lo u n a a cció n y u n a r e a cció n . P a r e t o es,

p o r lo t a n t o , a d ve r s a r io d e la t e o r ía d e l p r o g r e s o r e c t ilín e o d e la

h u m a n id a d ; p r e fie r e la id e a d e los ciclo s . E n los ú lt im o s a ñ o s

d e su v id a se a d h ir ió a l fa s c is m o , m a n ife s t a n d o q u e es te m o vi­

m ie n t o co r r e s p o n d ía a su co n ce p ció n d e la s o cie d a d . N o e xa m i­

n a r e m o s s i su o p in ió n es o n o co m p le t a m e n t e a ce r t a d a . E n t o d o

ca so , P a r e t o e r a u n d e cid id o a d ve r s a r io d e la d e m o cr a cia , cu ya

fo r m a e xt e r io r e r a lo ú n ico q u e d e s e a b a ve r co n s e r va r . E n e l

t e s t a m e n t o p o lít ico q u e d e jó , t r a t a m á s d e t a lla d a m e n t e d e e s ta s

id e a s . P e r o es te t e m a n a d a t ie n e q u e ve r ya co n la s o c io lo g ía

p r o p ia m n t e d ich a a u n q u e es p r e cis o r e co n o ce r t a m b ié n q u e la

o b r a d e P a r e t o la h a e n r iq u e cid o .

D e los d e m á s s o ció lo go s d e l s ig lo x ix m e n cio n a r e m o s los s i­

g u ie n t e s : R o m a g n o s i, e l m á s a n t ig u o d e e llo s , cu ya s d o c t r in a s

e s t á n r e la c io n a d a s ín t im a m e n t e co n la t e n d e n cia p o lít ico - cu lt u ­

r a l d e V ic o . E n su s o b r a s fi lo s ó fica s , q u e se r e co g ie r o n y p u b li­

ca r o n en 18 4 9 , n o se h a b la a u n d e S o c io lo g ía co m o c ie n cia es­

p e c ia l, p e r o ya se e n cu e n t r a n a lu s io n e s a la t e o r ía d e la s o cie ­

d a d co m o o r ga n is m o y se h a b la d e u n a le y d e e vo lu c ió n d e la

s o cie d a d h u m a n a . C a s i co n t e m p o r á n e o s u yo fu é J a n n e lli , f i ló ­

s o fo d e la h is t o r ia , q u e t r a zó la s lín e a s fu n d a m e n t a le s d e u n a

cie n cia d e la s co s a s h u m a n a s , q u e t ie n e p o r o b je t o in ve s t ig a r los

h ech o s d e la s o cie d a d h u m a n a y su s ca u s a s y, p r in c ip a lm e n t e ,

e s t u d ia r có m o n a ce n la s r e lig io n e s , la s a r t e s , la s in s t it u cio n e s

d e l e s t a d o y la s in s t it u cio n e s s o cia le s ; y en e lla ve m o s t a m b ié n

Page 71: Introducción a la sociología

I N ITALIA 6 1

J a r a m e n t e la in flu e n c ia d e V ic o . E l p r im e r a u t o r i t a lia n o q u e

co n s cie n t e m e n t e se m a n ife s t ó co m o s o c ió lo g o fu é e l fi ló s o fo R .

A r d ig ó , a q u ie n in flu e n c ió e l p o s it ivis m o . E n 18 79 a p a r e c ió su

lib r o S o c io lo g ía e n e l q u e co n ce d e a la P s ic o lo g ía u n a im p o r t a n ­

cia fu n d a m e n t a l. A es te s igu ió V a n n i co n su o b r a L ín e a s f u n ­

d a m e n t a le s d e u n p r o g r a m a d e s o c io lo g ía ( 18 8 8 ) , en la q u e d a ­

b a g r a n p r e p o n d e r a n c ia a la H is t o r ia . V a n n i d ice : " L a s o c io lo ­

g ía e xt r a e su p r in c ip a l m a t e r ia l d e la h is t o r ia , en la q u e se r e ­

ve la la n a t u r a le za d e la so cie d a d ; e l m é t o d o h is t ó r ico es , p o r

lo t a n t o , e l ca m in o p r in c ip a l d e la s o c io lo g ía , la q u e n o p u e d e ,

en co n s e cu e n cia , s e p a r a r s e d e la F i lo s o fía d e la H is t o r ia .”

D e s d e t e m p r a n o se a d vie r t e e n la s o c io lo g ía it a lia n a la in ­

flu e n c ia d e la s cie n cia s n a t u r a le s y p a r t icu la r m e n t e d e l d a r w in -

ism o. C o n fr e cu e n c ia se p la n t e a en su lit e r a t u r a s o c io ló g ica si

el p r in cip io d e la lu ch a p o r la e xis t e n cia es vá lid o o n o p a r a los

h o m b r es . S o b r e es te t e m a h em o s d e s e ñ a la r e l lib r o d e M . A .

Va cca r o ( 18 8 8 ) . E l m is m o a u t o r p u b licó m á s t a r d e , en 18 9 3 ,

o t r o t r a b a jo so b r e L a s b a s e s d e l d e r e c h o y d e l e s t a d o , en e l q u e

en señ ó , d e u n m o d o p a r e c id o a G u m p lo w ic z , q u e e l e s t a d o n a ­

ce d e la lu ch a d e los g r u p o s h u m a n o s , y q u e es e l g r u p o v ic t o ­

r ioso e l q u e lo fo r m a . M a s e s p e r a é l, p a r a e l p o r ve n ir , u n a su a -

viza ció n d e e s t a lu ch a p o r la e xis t e n cia y la fo r m a ció n d e u n a

so cie d a d n a c id a d e la s o lid a r id a d . E l s is t e m a d e s o c io lo g ía

(19 0 1) d e D e M a r in is a r r a n ca d e la s cie n cia s n a t u r a le s , a l d e ­

cir : L a s o cie d a d se m u e ve e xa c t a m e n t e s e gú n la s le ye s d e la

e n e r g ía n a t u r a l; la im p o s ib ilid a d d e u n c á lcu lo m a t e m á t ico d e

los e fe c t o s es la ú n ica d ife r e n c ia en e l ca s o d e la s o c io lo g ía , y

eso p o r r a zó n d e la co m p le jid a d d e los fe n ó m e n o s . M a s n o

exis t e u n a d ife r e n c ia a b s o lu t a e n t r e los fe n ó m e n o s b io ló g ico s

y los fe n ó m e n o s so cia le s . P o r lo t a n t o , la le y d e la s e le cció n n o

só lo r e in a en e l m u n d o a n im a l, s in o t a m b ié n en la s o cie d a d h u ­

m a n a , a u n q u e e n co n d ic io n e s d ife r e n t e s ; igu a lm e n t e so n v á l i ­

d a s p a r a la s o cie d a d la le y b io ge n é t ica y e l p a r a s it is m o .

L o s t r a b a jo s d e C a r l i , F i lo s o f ía s o c ia l ( 18 7 5 ) y L a v id a d e l

d e r e c h o y s u s r e la c io n e s c o n la v id a s o c ia l ( 18 9 0 ) , d e m u e s t r a n

q u e e s t a t e n d e n cia n a t u r a lis t a n o es la p r in c ip a l en la s o c io lo ­

g ía i t a lia n a . L a t e o r ía d e la s e le cció n , d ice es te a u t o r , n o b a s-

Page 72: Introducción a la sociología

62 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

t a a e xp lica r e l h o m b r e h is t ó r ico y s o cia l y a u n m e n o s e l h o m ­

bre r e ligioso y é t ico , ya q u e es to s a s p e ct o s d e la v id a h u m a n a

su p on en p e n sa m ie n t o s y se n t im ie n t o s q u e n in gu n a e vo lu c ió n d e

los o r ga n ism o s es ca p a z d e e xp lica r . L a s o cie d a d n o es u n o r g a ­

n ism o s in o en p a r t e ; lo ca r a c t e r ís t ico d e e lla es s u e s p ír it u in ­

m or ta l, a l q u e n o a fe c t a la d is o lu ció n d e u n a g r e g a d o so cia l.

Se gú n C a r li , u n a s o c io lo g ía c ie n t ífic a es co m p le t a m e n t e co m p a ­

t ib le co n la a d m is ió n d e la s id e a s d e lo in fin it o , d e lo ve r d a d e ­

ro, de lo b u e n o y d e lo b e llo .

M u y g r a n d e fu é , p o r o t r a p a r t e , la in flu e n c ia q u e e je r c ió

la d o ct r in a d e K a r l M a r x so b r e la s o c io lo g ía i t a lia n a : los t r a ­

b a jos d e F e r r i, C o la ja n n i , L a b r io la y L o r ia a p lica n co n a g u d e ­

za la co n ce p ció n m a t e r ia lis t a d e la h is t o r ia . E x is t ie r o n t a m b ié n ,

s in em b a r go , a u t o r e s q u e e xp u s ie r o n lo u n ila t e r a l d e e s t a d o c­

t r in a , co m o p o r e je m p lo , F e r r a r i, q u e d e m o s t r ó , b a s á n d o s e en

p r o fu n d o s e s t u d io s h is t ó r ico s , q u e la v id a d e los p u e b lo s n o se

lim ita en a b s o lu t o a la lu ch a d e cla se s , p u r a m e n t e e co n ó m ica ,

s in o q u e t a m b ié n o t r o s in te r eses co n t r ib u ye n a l cu r s o d e l p r o ­

ceso h is t ó r ico , y en t r e es to s m u y e s p e cia lm e n t e , la id e a d e la

n a cio n a lid a d . P o r o t r a p a r t e , la _ cien cia_ it a lia n a _ r e a lizó co n s id e ­

r ab les t r a b a jo s e n e ^ e s t u d io d e a lg u n o s p u n t o s m a r g in a le s d é l a

E n este

_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ le R o s s i.

U n im p o r t a n t e e s t u d io co m p le m e n t a r io es la o b r a d e l in vest iga -

ga d o r it a lia n o N ic e fo r o , t it u la d a A n t r o p o lo g ía d e la s c la s e s d e s ­

h e r e d a d a s .

F in a lm e n t e , h em o s d e m e n cio n a r q u e e l s a b io a le m á n M i-

ch els, q u e t r a b a jó d u r a n t e m u ch o s a ñ o s en U n ive r s id a d e s it a ­

lia n a s , e je r ció u n g r a n in flu jo co n su o b r a S o c io lo g ía d e lo s p a r ­

t id o s p o lí t ic o s .

5- L a s o c io lo g ía e n A le m a n ia

E l e s tu d io d e la s o cio lo g ía a le m a n a co m ie n za en 18 75 . E n

el ca p ít u lo a n t e r io r ya t r a t a m o s d e su s co m ie n zo s . N o s h em os

d e o cu p a r a h o r a en p r im er lu g a r d e A lb e r t S c h a ff le . H a b ié n d o ­

Page 73: Introducción a la sociología

I N ALEMANIA

se p r e o cu p a d o a n t e s p o r e s t u d io s d e E co n o m ía P o lí t ic a , e s co ­

c ió lu e go , lo m ism o q u e p o co a n t e s S p e n ce r , e l m é t o d o cien -

i i I ico n a t u r a lis t a co m o b a se d e u n a m p lio s is te m a d e S o c io lo g ía

q u e a p a r e ció co n e l t í t u lo d e B a u u n d L e b e n d e s s o z ia le n K ó r -

f u r s ( E s t r u c t u r a y v id a d e l cu e r p o s o c ia l) , en 4 t o m o s , d e 18 75

.1 18 78 . E s t a o b r a t ie n e e l s u b t ít u lo d e B o s q u e jo e n c ic lo p é d ic o

d e u n a a n a t o m ía , f i s i o lo g ía y p s ic o lo g ía r e a le s d e la s o c ie d a d

h u m a n a ; e n e l q u e s e c o n s id e r a a la e c o n o m ía c o m o f u n c ió n d e

a s im ila c ió n s o c ia l. E n e lla u n a a m p lia u t iliza c ió n d e a n a lo g ía s

b io ló g ica s s ir ve d e b a se p a r a e xp lica r la so cie d a d h u m a n a . E l

e s t u d io d e la s cé lu la s , t e jid o s y h u eso s se u t i liza p a r a cr e a r u n a

so cio lo g ía o r g á n ica . Y en es te a s p e c t o S c h a ff le es a u n m á s r i­

gu r o s o q u e S p e n ce r , p e r o , en ca m b io , e s t u d ia t a m b ié n c u id a d o ­

sa m en t e la v id a in t e le c t u a l y r e c t ific a la p o s ició n in d iv id u a lis t a

ile su p r e cu r s o r in g lé s . P e se a la g r a n a g u d e za q u e se m a n ifie s t a

en la o b r a d e S c h a ff le , é s ta n o t u vo e l é x it o q u e su a u t o r e s p e ­

r a b a . L a u t iliza c ió n en exceso d e co n ce p t o s t o m a d o s d e la s cie n ­

cia s n a t u r a le s fu é c r it ica d a d u r a m e n t e .

P o r e s t a ca u s a e n u n a s e gu n d a e d ic ió n co r r e g id a d e su o b r a ,

S c h a ff le t r a t ó d e q u e su m é t o d o o r g á n ico o cu p a s e u n s e gu n d o

p la n o ; y en su o b r a p o s t u m a E le m e n t o s d e s o c io lo g ía ( 19 0 6 )

a b a n d o n ó éste p o r co m p le t o y d e c la r a q u e é l n u n ca p e n s ó q u e

exis t iese u n a ig u a ld a d en t r e e l o r g a n is m o so cia l y e l a n im a l;

y q u e e s t a co m p a r a ció n s ó lo t e n ía u n o b je t o ilu s t r a t ivo . E n es ­

ta ú lt im a o b r a se d e s t a ca n m u ch o m á s la s co n exio n es e s p ir i t u a ­

les q u e exis te n e n t r e los h o m b r es y se p o n e en p r im e r p la n o la

co n cie n cia co le c t iva d e los g r u p o s . A d e m á s , es te ú lt im o t r a t a ­

d o d e S o c io lo g ía se d is t in gu e e s e n cia lm e n t e d e l s is te m a a n t e r io r

p o r q u e en é l se se ñ a la , n o ya a la h u m a n id a d , s in o a l p u e b lo

co m o cu e r p o s o cia l, a ce r cá n d o s e a s í S c h a ff le a u n a co n ce p ció n

n a cio n a lis t a d e la so cie d a d , a u n q u e s igu e s o s te n ien d o la s b a se s

n a t u r a le s d e é s t a y t r a t a d e in c lu ir en la v id a s o cia l e l m u n d o

d e los b ien es m a t e r ia le s . M a s n o h em o s d e o lv id a r la p r o fu n d a

r e la ció n q u e t ie n e es te a u t o r co n e l id e a lis m o a le m á n , a s í q u e r e ­

s u lt a en a b s o lu t o in ju s t ific a d o ve r en é l u n r e p r e s e n t a n t e d e l

n a t u r a lis m o E n su s o b r a s se e n cu e n t r a n m u ch a s r iq u e za s cu ya

va lo r iza c ió n s e r ía ú t i l , in clu s o en e l p r e se n t e . P o r lo d e m á s ,

Page 74: Introducción a la sociología

64 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

n o er a t a n só lo u n h o m b r e d e cie n cia , s in o t a m b ié n u n p o lít ico

y fi ló s o fo s o c ia l a n im a d o p o r u n e s p ír it u d e r e fo r m a .

C o n F e r d in a n d T ó n n ie s e m p ie za u n a n u e va é p o ca e n la so­

c io lo g ía a le m a n a . S u o b r a d e ju v e n t u d , p u b lica d a p o r ve z p r i­

m e r a en 18 8 7: G e m e in s c h a f t u n d G e s e l ls c h a f t ( C o m u n id a d y

a s o c ia c ió n ) , a l p r in cip io p a só ca s i d e s a p e r cib id a , p e r o d esd e co ­

m ien zo s d e l p r e se n t e s ig lo se r e e d it ó va r ia s ve ce s , cr e a n d o u n a

t e o r ía d e la e s t r u c t u r a s o cia l q u e h a e je r c id o g r a n in flu e n c ia .

E n 19 3 5 a p a r e ció la o c t a va ed ició n d e e s t a o b r a , a lca n za n d o u n

é x it o q u e h a s t a a h o r a h a n t e n id o p o ca s m o n o g r a fía s c ie n t ífica s .

E n e l c a p ít u lo vn n o s o cu p a r e m o s co n m á s d e t a lle d e la t e o r ía

d e los t ip o s q u e e s a o b r a co n t ie n e . S ó lo d ir em o s a h o r a q u e T o n -

n ie s e n t ie n d e p o r co m u n id a d u n a u n ió n o r g á n ica d e los h o m ­

b r es q u e e m a n a d e la "vo lu n t a d e s e n cia l” ( W e s e n w i l le ) , y p o r

a so cia ció n u n a u n ió n m e cá n ica b a s a d a en la " v o lu n t a d e le c t iva ”

( K ü r w il le ) co n la q u e se d a lu g a r t a n só lo a r e la cio n e s co n t r a c ­

t u a le s . P e r o n o s e r ía ju s t o q u e h a b lá s e m o s ú n ica m e n t e d e u n a

s o c io lo g ía fo r m a l d e T ó n n ie s . E s t a fa m o s a d is t in ció n s ig n ifica

a l m ism o t ie m p o u n a p e n e t r a ció n h is t ó r ica y p s ico ló g ica d e la

v id a so cia l q u e lle g a h a s t a e l p r e se n t e . L o s d ife r e n t e s fa c t o r e s

cu lt u r a le s , la cie n cia , la s co s t u m b r e s , la m o r a l, la e co n o m ía y

e l d e r e ch o , se t o m a n m u y en co n s id e r a ció n , co m o ve m o s c la r a ­

m e n t e en su I n t r o d u c c ió n a la s o c io lo g ía ( 19 3 1) . E n u n a ob r a

en t r e s t o m o s , S t u d i e n u n d K r i t i k e n (E s t u d io s y c r í t ic a s ) , a sí

co m o en n u m e r o s a s m o n o g r a fía s , co m o la s q u e se r e fie r e n a la

o p in ió n p ú b lica y a l p r o gr e s o , se t r a t a , ju n t o a p r o b le m a s so cio ­

ló g ico s , d e p r o b le m a s é t ico s y p o lít ico s . U n ca p ít u lo e s p e cia l lo

co n s t it u ye n su s in ve s t iga cio n e s so b r e T h o m a s H o b b e s y su d o c­

t r in a d e l D e r e c h o N a t u r a l. S i a ñ a d im o s a és to s , los m é r it o s q u e

T ó n n ie s a lca n zó s ie n d o d u r a n t e m u ch o s a ñ o s p r e s id e n t e d e la

s o cie d a d a le m a n a d e S o c io lo g ía , t e n d r e m o s u n a id e a a p r o xim a ­

d a d e su g r a n ca p a c id a d d e cr e a ció n .

C o m o cr e a d o r d e la lla m a d a s o c io lo g ía fo r m a l, en A le m a ­

n ia , h em os d e s e ñ a la r a G . S im m e l, q u ie n t r a t ó e n la in t r o d u c­

ció n d e su o b r a p r in c ip a l S o c io lo g ía ( 19 18 ) , d e d e te r m in a r

e xa ct a m e n t e e l o b je t o d e e lla , e s to es , su lim it a c ió n a la in

vcs t iga ció n d e la f o r m a d e los fe n ó m e n o s so cia le s . D e e s t o ha

Page 75: Introducción a la sociología

I N ALEMANIA 65

lit a r em o s m á s a d e la n t e . P e r o a n t e s h e m o s d e h a ce r n o t a r q u e

la s o c io lo g ía d e S im m e l n o co n s t it u ye u n s is te m a , s in o só lo u n a

m i ie d e e s t u d io s so b r e fe n ó m e n o s p a r t icu la r e s d e la v id a s o c ia l,

la les co m o S u p r a o r d in a c ió n y s u b o r d in a c ió n , L a c a n t id a d e n

lo s g r u p o s s o c ia le s , L a in t e r s e c c ió n d e lo s c ír c u lo s s o c ia le s , L a

.m t o c o n s e r v a c ió n d e lo s g r u p o s , E l e s p a c io y la s o c ie d a d , L a so -

I ¡e d a d s e c r e t a , e t c . E s t a s in ve s t iga cio n e s a is la d a s so n d e g r a n v a ­

lor , in clu s o s i t en em o s o b je cio n e s q u e h a ce r a l p u n t o d e v is t a p a r -

t ¡r u la r d e S im m e l. C o n t ie n e n n o s ó lo fin a s o b s e r va cio n e s p si-

• 1 > lógicas, s in o t a m b ié n u n a s ó lid a b a se h is t ó r ica , p o r lo cu a l

la S o c io lo g ía fo r m a l d e S im m e l se d e s t a ca fa vo r a b le m e n t e d e

I I d e o t r o s r e p r e s e n t a n t e s p o s t e r io r e s d e e s t a t e n d e n cia .

E l p r in cip io q u e s ir ve d e b a se a S im m e l se e xp r e s a en la s

lia s e s s igu ie n t e s : L a s o cie d a d se n o s o fr e ce s iem p r e q u e exis-

la n h o m b r e s en r e la ció n r e cíp r o ca , b ie n se a é s t a d e n a t u r a le za

p a s a je r a o b ien en cie r r e u n ca r á c t e r p e r m a n e n t e . E s t a a cció n

r ecíp r o ca n a ce d e cie r t o s im p u ls o s o p a r a d e t e r m in a d o s fin e s ,

m as d e e llo s h a d e p r e s c in d ir la S o c io lo g ía s i q u ie r e se r u n a

« in icia e s p e cia l. H a d e in ve s t iga r t a n s ó lo la s fo r m a s ext e r io -

r« ’i d e la s r e la cio n e s in t e r h u m a n a s . L a S o c io lo g ía co n s t it u ye en

• m to m o d o la G e o m e t r ía d e la s o cie d a d e n la q u e se h a ce a bs-

ii a cció n d e l co n t e n id o d e la v id a s o cia l, t a l co m o la E co n o m ía ,

11 R e ligió n o e l D e r e ch o . E s t o s ú lt im o s o b je t o s in cu m b e n a la s

lilr r cn t e s cie n cia s so cia le s . L a S o c io lo g ía h a d e o cu p a r s e t a n

m 1I0 d e la s fo r m a s ext e r io r e s d e la a cció n r e cíp r o ca , la s cu a le s

'p a r ece n s iem p r e d e n u e vo . E s p o s ib le in ve s t ig a r la e s e n cia d e la

ilu m in a ció n , d e la co m p e t e n cia , d e la d iv is ió n d e l t r a b a jo o d e

U fo r m a ció n d e los p a r t id o s p o lít ico s s in b a sa r se en u n d e t e r m i­

n a d o co n t e n id o c u lt u r a l. A s í , d e sd e e l p u n t o d e v is t a d e u n a

..... > logía p u r a , n o se t ie n e n en cu e n t a la s r ea ccio n es p s ico ló -

>i .i . en e l h o m b r e , p o r m u y im p o r t a n t e s q u e és ta s p a r e zca n .

1 la in p o c o s e e m p r e n d e ja m á s u n a va lo r a c ió n d e los fe n ó m e n o s

« ocióles.

I a t e o r ía d e S im m e l, co m o d e m o s t r a r e m o s in m e d ia t a m e n t e ,

liii 1 je r cid o u n a g r a n in flu e n c ia en Ale m a n ia ; e in clu s o en

Am é r ica se p u b licó u n lib r o , cu yo a u t o r es S p yk m a n , so b r e L a

h <n í,t s o c ia l d e S im m e l ( 19 2 5 ) . P e r o n o h a n fa lt a d o g r a n d e s

Page 76: Introducción a la sociología

ob jecion es e n co n t r a d e e s ta d o c t r in a . S e p o n e d e r e lieve , p r in ­

cip a lm en te , q u e n o es p o s ib le s e p a r a r la fo r m a y e l co n t e n id o

d e los p r oceso s so cia le s , y , a d e m á s , q u e és to s p o see n u n a in d i­

vid u a lid a d h is t ó r ica q u e n o p u e d e e lu d ir n in g u n a a b s t r a cció n .

M a s por o t r a p a r t e , e l m ism o S im m e l h a r e vis a d o e l p u n t o d e

vis ta , exp u es to en su S o c io lo g ía d e 19 0 8 , co n su p e q u e ñ o lib r o ,

a p a recid o en 19 17 : L o s p r o b le m a s f u n d a m e n t a le s d e la s o c io lo ­

g ía . En es ta o b r a se r eco n o ce q u e , ju n t o a la s o c io lo g ía fo r m a l,

existe u n a s o c io lo g ía g e n e r a l y u n a s o c io lo g ía f i l o s ó f i c a , e x p li­

cán d ose la s d o s ú lt im a s co n la a yu d a d e va r io s e je m p lo s . C o m o

u n tem a d e la S o c io lo g ía g e n e r a l, in ve s t iga e l N i v e l s o c ia l e

in d iv id u a l. E l p r o b le m a co n s is t e e n s a b e r en q u é m e d id a se d i­

feren cia n e l in t e le c t o y la s e n s ib ilid a d d e l g r u p o d e lo s d e l

in d ivid u o; a d e m á s , có m o t r a t a n d e m a n ife s t a r s e en la v id a so ­

cia l la ig u a ld a d y la d e s ig u a ld a d d e los h o m b r e s . Y d e es te

m od o se r eb a sa s in d u d a e l e s t r e ch o t e r r e n o d e la S o c io lo g ía

for m a l. S im m e l, p o r o t r a p a r t e , h a s u a viza d o su p u n t o d e v is ­

ta r igu r osa m en te in d iv id u a lis t a , q u e fu é p a r a m u ch o s o b je t o d e

rep r och es; r e co n o ce é l, h a s t a c ie r t o p u n t o , la r e a lid a d d e los

gr u p o s y fo r m a cio n e s so cia le s .

M a x W e b e r o cu p a u n lu g a r p r o m in e n t e en t r e los s o ció lo go s

a lem an es, y es to t a n t o p o r su s p r o fu n d a s in ve s t iga cio n e s m e t o d o ­

lógica s com o p o r su cu id a d o s o e s t u d io d e cie r t o s a s p e ct o s e s p e ­

cia les de la S o c io lo g ía . E n lo q u e se r e fie r e a l p r im e r p u n t o ,

expu so d os id ea s fu n d a m e n t a le s : E l m é t o d o co m p r e n s ivo y la

u t iliza ción d e t ip o s id e a le s p a r a la e xp lica c ió n d e la e s t r u c t u r a

socia l. A l h a b la r d e la s t e o r ía s d e l m é t o d o t r a t a r e m o s m á s t o ­

d a vía de es to s d os p r in cip io s . A h o r a se ñ a la r em o s t a n só lo , b r e ­

vem en te, lo s igu ie n t e : S e g ú n M a x W e b e r la S o c io lo g ía es u n a

cien cia q u e se p r o p o n e co m p r e n d e r , in t e r p r e t á n d o la , la a cció n

socia l, e xp licá n d o la r a u s a lm e n t e en su d e cu r s o y e fe c t o s . D e s ­

p u és d is t in gu e los d ife r e n t e s m o d o s d e es ta co m p r e n s ió n , s e gú n

sea em ocion a l, s im p a t é t ica , r a c io n a l co n a r r e g lo a fin e s o t r a d i­

cion a l. E l s e gu n d o m e d io a u x ilia r m e t ó d ico co n s is t e en t r a ­

za r un t ip o t a l co m o co m o és te se d e s a r o lla r ía si la s r e la cio n e s

a que se r e fie r e p u d ie r a n d e s a r r o lla r s e s in p e r t u r b a cio n e s , en

6 6 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

Page 77: Introducción a la sociología

I N ALEMANIA 6 7

■ ie r ta s co n d icio n e s d e p u r e za q u e n o a p a r e ce n en la r e a lid a d .

P a r a h a ce r e s t a e xp o s ició n se s ir ve W e b e r d e u n g r a n m a t e ­

r ia l h is t ó r ico . U n a co n ce p ció n p a r t icu la r d e su S o c io lo g ía g e n e ­

r a l, es p o r o t r a p a r t e , la s ig n ific a c ió n d e la c h a n c e e n e l d e s ­

a r r o llo d e la s a ccio n e s h u m a n a s . Y co n e s to r e la c io n a W e b e r

la e xp o s ició n d e a sp ecto s e s p e cia le s d e la S o c io lo g ía , t a le s co m o la

r e lig ió n , e l o r d e n le g a l y, p a r t icu la r m e n t e , e l e s t a d o . D e t o d o

es to h a b la r e m o s t a m b ié n m á s d e t a lla d a m e n t e a l t r a t a r d e la s

r e sp e ct iva s m a t e r ia s . W e b e r h a t r a t a d o e s p e cia lm e n t e d e la S o ­

c io lo g ía d e la r e lig ió n en u n a g r a n o b r a en t r e s t o m o s , n o h a ­

b ie n d o p o d id o t e r m in a r a ca u s a d e su m u e r t e e l lib r o d e S o c io ­

lo g ía ge n e r a l q u e lle va e l t í t u lo d e W i r t s c h a f t u n d G e s e l ls c h a f t

( E co n o m ía y s o c ie d a d ) , 19 2 2 . P a r a co m p le t a r la im a ge n d e es­

te g r a n s a b io n o p o d e m o s d e ja r d e s e ñ a la r q u e p u b licó im p o r ­

t a n te s t r a b a jo s d e t e o r ía d e la c ie n cia , d e h is t o r ia e co n ó m ica y

d e p o lít ica .

6 . L a s o c io lo g ía e n A le m a n ia ( c o n t in u a c ió n )

U n a g r a n p e r fe cc ió n s is t e m á t ica a d q u ir ió la s o c io lo g ía fo r ­

m a l co n L . d e W ie s e , e l cu a l p u b licó en 19 2 4 u n a p r im e r a p a r ­

te d e s u o b r a co n e l t í t u lo d e: D i e B e z ie h h u n g s le h h r e ( T e o r ía d e

las r e la cio n es ) y e n 19 2 8 u n a s e gu n d a p a r t e co n e l d e : D i e G e b i l-

d e le h r e ( T e o r ía d e la s fo r m a c io n e s ) . E n u n a s e gu n d a e d ició n ,

en 19 3 3 , se r e co g ie r o n a m b a s en e l S y s t e m d e r a llg e m e in e n S o -

z io lo g ie a is L e h r e y o n d e n s o z ia le n P r o z e s s e n u n d d e n s o z ia le n

G e b i ld e n d e r M e n s c h e n (S is t e m a d e la s o c io lo g ía g e n e r a l co m o

t e o r ía d e los p r o ce so s y fo r m a cio n e s s o cia le s d e lo s h o m b r e s ) .

E s p r eciso , s in d u d a , co n s id e r a r e s t a o b r a co m o u n a im p o r t a n t e

p r o d u cció n c ie n t ífic a , in clu s o s in a d h e r ir s e a la lim it a c ió n d a d a

p o r W ie s e a l o b je t o d e la S o c io lo g ía . S e g ú n é l, se d eb e ext r a e r

d e l a co n t e ce r t o t a l t a n só lo lo in t e r h u m a n o . S i se q u ie r e d a r a

la S o c io lo g ía u n ca r á c t e r p r o p io , t o d o s los o b je t o s d e l co n t e n id o

d e la v id a s o cia l, y p a r t icu la r m e n t e la fin a lid a d d e la s a ccio n es ,

d eb en q u e d a r e xclu id o s . L a S o c io lo g ía n o d e b e m e zcla r s e n u n ca

co n la F i lo s o fía d e la H is t o r ia , la c ie n cia d e la cu lt u r a , la E t i-

Page 78: Introducción a la sociología

68 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

ca o la P o lít ic a . T a m p o c o so n d e s u in cu m b e n cia los p r o b le m a s

m e t a fís ico s .

E l p u n t o d e p a r t id a d e la in ve s t iga c ió n lo co n s t it u ye e l p r o ­

ceso s o cia l, en e l q u e h em os d e d is t in g u ir d os fo r m a s fu n d a ­

m e n t a le s : d e u n ió n y d e s e p a r a ció n , si b ie n ca b e n fo r m a s m ix­

ta s . Y a e s t a t e o r ía u n e W ie s e la d e la s fo r m a cio n e s so cia le s

q u e so n u n a p lu r a lid a d d e r e la cio n e s so cia le s lig a d a s en t r e s í d e

t a l m o d o q u e en la v id a co t id ia n a se la s in t e r p r e t a co m o u n id a ­

d es , p e r o q u e en r e a lid a d n o son s in o a g lo m e r a cio n e s d e p r o ce ­

sos so cia le s . E n t r e la s fo r m a cio n e s so cia le s d is t in gu e la s m a s a s ,

los g r u p o s y la s co r p o r a cio n e s ( co le c t ivo s a b s t r a c t o s ) . D e es ta

d ivis ió n h a b la r e m o s t o d a v ía m á s a d e la n t e , a l t r a t a r d e la e s t r u c­

t u r a s o cia l. S e ñ a la r e m o s a h o r a t a n só lo q u e la o b r a d e W ie s e

h a s id o r e cib id a co n e l m a yo r in t e r é s t a n t o en Ale m a n ia co m o

en e l e x t r a n je r o , y q u e d e e lla h a a p a r e cid o u n a t r a d u cc ió n in ­

g le s a p o r H . B e ck e r .

P e r o n o d e ja d e h a b e r o b je cio n e s cr ít ica s en co n t r a d e es te

s is t e m a d e s o c io lo g ía fo r m a l. Se r e p r o ch a a W ie s e h a b e r e s t u ­

d ia d o la so cie d a d s in n in gu n a fu n d a m e n t a c ió n h is t ó r ica y se

a g r e g a q u e n o es p o s ib le d e s liga r los p r o ceso s so cia le s d e la s i­

t u a ció n g e n e r a l d e su é p o ca Se d ice t a m b ié n q u e e l m é t o d o p o r

é l e m p le a d o es p u r a m e n t e d e d u c t ivo ; e l e s t a b le cim ie n t o d e u n a

t a b la d e r e la cio n es p o sib le s en d o n d e se o lv id a co m p le t a m e n t e

la in d u cció n . F in a lm e n t e se cr it ica , en su co n ce p ció n d e la so ­

cie d a d , la e lim in a ció n co m p le t a d e los fa c t o r e s cu lt u r a le s . Y

co n r e fe r e n cia a es te t e m a n os r em it im o s a lo q u e q u e d a d ich o

en n u e s t r a in t r o d u cc ió n .

O t r a d ir e cció n d e la s o c io lo g ía a le m a n a es la t o m a d a p o r F r .

O p p e n h e im e r , q u ie n se a ce r ca d e n u e vo a la a n t ig u a co n ce p ció n

e n c ic lo p é d ica d e la S o c io lo g ía . S u s is te m a co m p r e n d e en la p r i­

m e r a p a r t e d e l t o m o i la s t e o r ía s ge n e r a le s , es d ecir , e l fu n d a m e n ­

to d e la S o c io lo g ía , y en la s e gu n d a e l p r o ce so s o cia l (19 2 2 y

19 2 3 ) . E l s e gu n d o t o m o co m p r e n d e la t e o r ía d e l e s t a d o ( 19 2 6 ) ,

y e l t e r ce r o es u n a r e fu n d ic ió n d e su o b r a so b r e E co n o m ía p o lí­

t ica , p u b lica d a a n t e s . E s t a o b r a es d e u n va lo r e x t r a o r d in a r io en

cu a n t o a r iq u e za d e m a t e r ia l, m a s co n fr e cu e n cia r e s u lt a p e r t u r ­

b a d o r ve r có m o el a u t o r m e zc la su s id ea s sob r e r e fo r m a s s o cia ­

Page 79: Introducción a la sociología

EN ALEMANIA 6 9

les , es d e cir , su c r ít ic a d e la o r g a n iza c ió n a c t u a l d e l e s t a d o y

d e la so cie d a d , a s í co m o su im a ge n d e u n a fu t u r a s o cie d a d lib e r a l.

E n la o b r a d e O p p e n h e im e r d e s e m p e ñ a u n g r a n p a p e l e l fu n d a ­

m e n t o p s ico ló g ico d e la v id a s o cia l y la fr e cu e n t e u t i liza c ió n d e

la H is t o r ia U n iv e r s a l . D e su t e o r ía d e l e s t a d o p r o p ia m e n t e d ich a

h a b la r e m o s m á s a d e la n t e , en e l c a p í t u lo v n ; y d e lo e s cr it o p o r

O p p e n h e im e r so b r e la h is t o r ia d e la e vo lu c ió n d e la s o cie d a d

y la e s en cia d e l p r o g r e s o , en e l c a p ít u lo vm . O p p e n h e im e r se

a ce r ca m á s a la co n ce p ció n in d iv id u a lis t a d e la s o cie d a d q u e a la

co n ce p ció n u n ive r s a lis t a . A u n q u e r e ch a za la d o ct r in a o r g á n ica d e

S p e n ce r y su s p a r t id a r io s , p a r a é l la co n cie n cia s o cia l n o e s t á t a n

só lo r e p r e s e n t a d a en e l in d iv id u o p o r la co n c ie n c ia d e l n o s o t r o s ,

s in o q u e fo r m a u n a e n t id a d r e a l p r o p ia , co n e s t r u c t u r a y fu n c ió n

p a r t icu la r e s . L a in flu e n c ia en é l d e la t e o r ía o r g á n ica se a d v ie r t e

t a m b ié n en la d is t in ció n q u e h a ce e n t r e u n cu e r p o s o cia l s a n o y

o t r o e n fe r m o , a u n q u e , c la r o es, s e r ía im p o s ib le , p a r a a d m it ir e s t a

d is t in ció n , e n co n t r a r u n p u n t o d e v is t a co m p le t a m e n t e o b je t ivo .

D o m in a en es te ca so la 'e cu a c ió n p e r s o n a l’, d e fe c t o q u e , p o r o t r a

p a r t e , a t r ib u ye O p p e n h e im e r a o t r o s a u t o r e s , a u n q u e n a t u r a l­

m en te co n b u e n a fe .

E n t r e los t e ó r ico s co n t e m p o r á n e o s d e la S o c io lo g ía o cu p a A .

V ie r k a n d t u n lu g a r im p o r t a n t e . S e d ió a co n o ce r p r im e r o en e l

t e r r e n o d e la E t n o lo g ía p o r su s e xce le n t e s m o n o g r a fía s t it u la d a s

N a t u r - u n d K u l t u r v ó lk e r ( P u e b lo s n a t u r a le s y p u e b lo s c u lt u r a ­

les) y D i e S t e t i g k e i t im K u l t u r w a n d e l ( L a p e r m a n e n cia en la s

t r a n s fo r m a cio n e s d e la c u l t u r a ) . A l e n ca m in a r s e h a cia la S o c io ­

lo g ía t r a zó p r im e r a m e n t e u n p r o g r a m a q u e t ie n e p a r e n t e s co con

la s o c io lo g ía fo r m a l y la t e n d e n cia d e é s t a h a cia la t e o r ía d e la s

r e la cio n es . E n su G e s e l ls c h a f t s le h r e ( C ie n c ia d e la s o c ie d a d ) , p r i­

m er a e d ic ió n en 19 2 3 , s e gu n d a en 19 2 8 , e n t r ó , s in e m b a r go , p o r

n u evo s ca m in o s . E n p r im e r lu g a r t r a t ó d e d a r a e s ta c ie n cia u n a

ju s t ific a c ió n p s ic o ló g ic a m á s p r o fu n d a , d e s cr ib ie n d o d e t a lla d a ­

m en te n o s ó lo la s d is p o s icio n es p s íq u ica s d e los h o m b r es , s in o

p o n ie n d o t a m b ié n en o r im e r p la n o , en la v id a d e los g r u p o s , la

co n cie n cia co le c t iva . V ie r k a n d t ve e n e l g r u p o u n a a s o cia c ió n d e

h o m b r e s q u e se ca r a c t e r iza p o r u n a lig a zó n p s íq u ica p a r t icu la r ,

a u n q u e , c la r o es, d e fu e r za d ife r e n t e en ca d a g r u p o . Ad e m á s , en

Page 80: Introducción a la sociología

7o SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

su o b r a p r in c ip a l, a s í co m o en d ife r e n t e s p e q u e ñ o s t r a t a d o s , co n ­

s id e r a e l m é t o d o f e n o m e n o ló g ic o , y e s to co n g r a n in s is t e n cia , co ­

m o e l ú n ico a p r o p ia d o p a r a la S o c io lo g ía . D e es te t e m a t r a t a r e ­

m o s en e l c a p ít u lo s igu ie n t e , a s í co m o t a m b ié n , e n e l d e d ica d o a

la s t e o r ía s so b r e la e s t r u c t u r a d e la so cie d a d , d e la d e los g r u p o s

d e V ie r k a n d t . E s t e a u t o r se a ce r ca a la co n ce p ció n u n ive r s a lis t a y

co m b a t e e n é r g ica m e n t e e l p o s it ivis m o en la S o c io lo g ía .

S e h a d e s t a ca d o t a m b ié n m u ch o co m o fi ló s o fo , s o ció lo go y f i ­

n a lm e n t e co m o e s cr it o r d e t em a s p o lít ico s , H a n s F r e ye r . P a r t e

d e H e g e l y p u b lica , en p r im er lu g a r , u n a T h e o r i e d e s o b je k t iv e n

G e is t e s ( T e o r ía d e l e s p ír it u o b je t iv o ) , a p a r e c id a en 19 2 8 , y ú lt i ­

m a m e n t e u n t r a b a jo so b r e e l e s t a d o ( 19 3 6 ) . E n 19 3 0 p u b licó

u n a in t e r e s a n t e o b r a t i t u la d a S o z io lo g i e a is W ir k lic h k e i t s w is -

s e n s s c h a f t ( S o c io lo g ía co m o cie n cia d e la r e a lid a d ) y m á s t a r d e

u n a I n t r o d u c c ió n a la s o c io lo g ía . D e s p u é s d e h a ce r u n a c r ít ic a d e ­

t a lla d a d e los a c t u a le s s is te m a s, m a n ifie s t a su p u n t o d e v is t a q u e

vie n e a ser e l s igu ie n t e : E l p e n s a m ie n t o s o cio ló g ico h a d e p a r t ir

d e l ca r á c t e r h is t ó r ico d e los fe n ó m e n o s so cia le s . N o se t r a t a t a n t o

d e la m u lt ip lic id a d d e la s fo r m a s d e r e la ció n y fo r m a cio n e s s o ­

cia le s , q u e se r e p it e n s in ces a r , co m o d e u n a s u ce s ió n ir r eve r s ib le

d e s it u a cio n e s h is t ó r ica s t o t a le s . F r e ye r co n ce d e u n a im p o r t a n ­

c ia d e cis iva a la t a r e a d e in t e r p r e t a r la s o cie d a d a c t u a l, e s t o es,

la m o d e r n a s o cie d a d d e cla se s p r o p ia d e l ca p it a lis m o a va n za d o .

M a s a q u í, lo m ism o q u e en los s is te m a s m á s a n t igu o s d e S o c io ­

lo g ía , ve m o s, d ice F r e ye r , q u e la m ir a d a se d ir ige a l p o r ve n ir .

P o r m u y in t e r e s a n t e q u e n os p a r e zca en s í m ism a e s t a co n ­

ce p ció n d e la s o cie d a d , n o p o d e m o s d e ja r d e a p u n t a r cie r t a s o b ­

je cio n e s . C o n s id e r a d a la v id a so cia l co m o fe n ó m e n o q u e n o se

r e p it e , é s t a n o p u e d e ser s in o o b je t o d e la cie n cia h is t ó r ica ; y

so b r e e s ta b a se u n a d o c t r in a d e los t ip o s s o cio ló g ico s n o s p a r ece

im p o s ib le . T a m p o c o co m p r e n d e m o s p o r q u é se va a in ve s t iga r

t a n só lo lo su ce s ivo e n la v id a s o cia l y n o lo s im u lt á n e o , es d ecir ,

e l co r t e t r a n s ve r s a l d e los fe n ó m e n o s in t e r h u m a n o s . E l d ir ig ir t o ­

d a la in ve s t iga c ió n h a cia la a c t u a lid a d p r e se n t a c ie r t o s p e ligr o s

ya q u e p u e d e r o m p er se , p r e cis a m e n t e p o r es to m ism o , la o b je t i­

v id a d d e la vis ió n . L a m ir a d a h a cia e l p o r ve n ir , q u e e m a n a d e l

e s t u d io d e l p r e se n t e , p u e d e lle va r fá c ilm e n t e a h a ce r r e s b a la r la

Page 81: Introducción a la sociología

EN ALEMANIA 71

S o c io lo g ía h a cia e l t e r r e n o d e la p o lít ic a . P o r lo d e m á s , la vis ió n

d e F r e ye r d e l p r e s e n t e , es d e cir , d e la s o cie d a d d e cla se s , se e n ­

cu e n t r a s o b r e p a s a d a , ya q u e se h a n fo r m a d o e s t a d o s , co m o el

fa s c is t a y e l n a cio n a l- s o cia lis t a , e n los q u e a l p a r e ce r se su p r im e

e l c o n flic t o e n t r e e lla s .

N o es p o s ib le c it a r a q u í a t o d o s los a u t o r e s a los q u e d e b e la

s o c io lo g ía a le m a n a s u d e s a r r o llo . M e n cio n a r e m o s t a n s ó lo , b r e ­

ve m e n t e , a K a r l B r in k m a n n , A n d r e a s W a lt h e r , R ich a r d T h u r n -

w a ld y H . L . S t o lt e n b e r g . B r in k m a n n n e n su s t r a b a jo s V e r s u c h

e in e r G e s e l ls c h a f t s w i s s e n s c h a f t ( E n s a yo d e u n a cie n cia d e la so ­

c ie d a d ) , 19 19 , y T e o r í a d e la s o c ie d a d , 19 2 5 , n os o fr e ce , a u n q u e

n o u n s is te m a b ie n e la b o r a d o , s í u n a fin a p r o b le m á t ica d e la S o ­

c io lo g ía . A W a lt h e r le d eb em o s u n p r o fu n d o e s t u d io so b r e M a x

W e b e r a is S o z io lo g e ( M a x W e b e r co m o s o c ió lo g o ) , a s í co m o

t a m b ién u n lib r o m u y in s t r u c t ivo so b r e la S o c io lo g ía d e N o r t e ­

a m é r ica . T h u r n w a ld o cu p a co m o e t n ó lo g o e in ve s t ig a d o r d e la

p r e h is t o r ia u n lu g a r d e p r im e r o r d e n , m a s t a m b ié n h a p u b lica d o

a lg u n a s co n t r ib u c io n e s va lio s a s a la S o c io lo g ía ; a d e m á s , es e d it o r

cíe la r e vis t a S o c io lo g u s ( a n t e s lla m a d a R e v is t a d e p s ic o lo g ía d e

lo s p u e b lo s y s o c io lo g í a ) . S t o lt e n b e r g se h a d e s t a ca d o p r in c ip a l­

m en te p o r su s in ve s t iga cio n e s p s ico ló gico -s o c ia le s , p e r o la h is t o ­

r ia d e la S o c io lo g ía le d eb e t a m b ié n b u e n o s e n sa yo s co m o , p o r

e jem p lo , los q u e p u b licó so b r e H e g e l , Sch le ie r m a ch e r y S c h a ff le .

T o d a u n a se r ie d e co la b o r a d o r e s ca p a ce s r eú n e e l H a n d w ó r t e r -

b u c h d e r S o z io lo g ie , p u b lica d o p o r V ie r k a n d t . T a m b ié n K ó ln e r

\ i e r t e l ja h r s h e f t e f ü r S o z io lo g ie ( C u a d e r n o s d e s o c io lo g ía d e

C o lo n ia ) , ya d e s a p a r e cid a , d ió t e s t im o n io d e la in t e n sa a c t iv id a d

d e los a u t o r e s a le m a n e s en es te t e r r e n o d e la cie n cia , e s p e c ia l­

m en te en lo q u e se r e fie r e a la c ie n cia d e la s r e la cio n es .

M e n cio n e m o s a h o r a t o d a v ía a a lg u n o s p e n s a d o r e s a le m a n e s

q u e n o fu e r o n s o ció lo go s e s p e cia lis t a s , p e r o q u e d esd e su t e r r e n o

p r o p io d e in ve s t iga c ió n , h a n in flu id o g r a n d e m e n t e so b r e la S o ­

cio lo g ía . E n t r e los fi ló s o fo s fu e r o n es to s D ilt h e y , W . W u n d t ,

M a x S ch e le r y E . S p r a n g e r , a t o d o s los cu a le s h em o s d e t o m a r en

co n s id e r a ció n . D i l t h e y , co m o fu n d a d o r d e la p s ico lo g ía "c o m ­

p r e n s iva ” h a t e n id o g r a n im p o r t a n c ia en la co n ce p ció n d e la So -

Page 82: Introducción a la sociología

7 2 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

cr iología co m o cien cia d e l e s p ír it u . L a im p o r t a n c ia d e W u n d t se

b a sa en su g r a n o b r a so b r e la P s ic o lo g ía d e lo s p u e b lo s , cu yo s

t o m o s vil y vm e s t á n d e d ica d o s a la s o cie d a d . S ch e le r h a r e a liza ­

d o u n a im p o r t a n t e la b o r co m o fu n d a d o r d e la s o c io lo g ía d e l co ­

n o cim ie n t o . L o s t r a b a jo s d e S p r a n g e r p e r t e n e ce n a la p s ico lo g ía

s o cia l, co m o su lib r o m u y p o p u la r so b r e la s L e b e n s f o r m e n ( F o r ­

m a s d e v i d a ) ; y en lo q u e se r e fie r e a la S o c io lo g ía d e la cu lt u r a ,

t ie n e t r a b a jo s so b r e la s d o ct r in a s s o cia le s d e la ig le s ia cr is t ia n a

y so b r e e l h is t o r icism o .

P a r t icu la r m e n t e e n t r a ñ a b le s so n la s r e la cio n es e n t r e la E co n o ­

m ía p o lít ica y la S o c io lo g ía . U n p e n s a d o r a m e r ica n o , A . W .

S m a ll, h a lle g a d o in clu so a a fir m a r en u n lib r o su yo en q u e t r a t a

d e los o r íge n e s d e la S o c io lo g ía , q u e es en la E co n o m ía p o lít ica

a le m a n a d o n d e h em o s d e b u s ca r lo s . A S ch m o lle r es ju s t ific a d o

lla m a r le s o ció lo go , p u es e n su s e le m e n t o s d e E co n o m ía p o lít ica

t r a t a m u y d e t a lla d a m e n t e d e la s b a se s so cia le s d e la v id a e co n ó ­

m ica y en su t r a b a jo sob r e e l p r o b le m a so cia l d e scr ib e d e m a n e r a

e xce le n t e la lu ch a d e cla se s . E n t r e los m o d e r n o s e co n o m is t a s a le ­

m a n es, a p a r t e d e F . vo n W ie s e r , d e l q u e a ú n h a b la r e m o s m á s

a d e la n t e , n in g u n o d e e llo s e s t á t a n lig a d o a la S o c io lo g ía co m o

W e r n e r S o m b a r t . E s t e es cr ib ió n o s o la m e n t e u n e n s a yo va lio s o

so b r e lo s co m ie n zo s d e e s t a cie n cia s in o q u e , m in u cio s a m e n t e , ex­

p u s o t a m b ié n su o p in ió n so b r e su s b a se s m e t o d o ló g ica s . D e e llo

t r a t a r e m o s en los ca p ít u lo s s igu ie n t e s . A h o r a só lo d ir e m o s q u e

S o m b a r t es u n r e p r e se n t a n t e d e c id id o d e la d ir e cc ió n q u e in clu ye

a la S o c io lo g ía e n la s cien cia s d e l e s p ír it u , u t i liza n d o e l m é t o d o

d e la co m p r e n s ió n .

T a m b ié n la cie n cia d e l d e r e ch o en Ale m a n ia a yu d ó a l d es­

a r r o llo d e la S o c io lo g ía . R e co r d e m o s só lo a R . d e I h e r in g qu e

en su o b r a G e i s t d e s r ó m is c h e n R e c h t s ( E l e s p ír it u d e l d er ech o

r o m a n o ) t r a t ó d e a n a liza r la s fu e r za s q u e co n d u je r o n a u n a d e ­

t e r m in a d a o r g a n iza c ió n d e l d e r e ch o . A u n m á s ce r ca d e la S o c io ­

lo g ía e s t á la o b r a d e l m ism o a u t o r D e r Z .w e c k itn R e c h t ( E l fin

en e l d e r e c h o ) . U n ca p ít u lo d e é s t a lle va p o r t í t u lo L a v id a p or

v p a r a o t r o s , o la s o c ie d a d . E l s e gu n d o t o m o co n t ie n e u n a d oct r i-

n a s o cio ló g ica d e la m o r a l, d e la s co s t u m b r e s y d e la s fo r m a s

Page 83: Introducción a la sociología

f'N AUSTRIA 73

ilc t r a t o , p o r lo q u e p o d e m o s ca lific a r a I h e r in g d e p r e cu r s o r d e

S im m e l.

7. S o c ió lo g o s a u s t r ía c o s

E n 18 71 a p a r e ció u n a o b r a d e G . A . L in d n e r t it u la d a I d e e n

¿ u r P s y c h o lo g ie d e r G e s e l ls c h a f t a is G r u n d la g e d e r S o z ia lw is -

s c n s c h a f t ( I d e a s p a r a la p s ico lo g ía d e la s o cie d a d co m o b a se d e

la s o c io lo g ía ) ; u n lib r o h o y o lv id a d o ca s i p o r co m p le t o . M a s e l

»| iic lo lea a d ve r t ir á co n a so m b r o q u e e l a u t o r , q u e e je r c ía co m o

p r o fe s o r d e F ilo s o fía e n la U n iv e r s id a d d e P r a g a , n o só lo t r a zó

u n a p s ico lo g ía s o cia l o r ig in a l, s in o q u e d e s a r r o lló t a m b ié n u n a

cr ie d e id ea s s o c io ló g ica s q u e m á s t a r d e h a n lle g a d o a la m a d u -

n -z en la S o c io lo g ía . M u c h o a n t e s q u e S p e n ce r y S c h a ff le t r a t ó

I in d n e r d e e x p lica r e l o r ga n is m o s o cia l co n a n a lo g ía s b io ló g ica s .

As í, p o r e je m p lo , d ice : "T a m b ié n la s o cie d a d es u n o r ga n is m o

n .itu r a l co n s t it u id o p o r in d ivid u o s y s o cie d a d e s m á s p e q u e ñ a s ,

• l< I m ism o m o d o q u e e l cu e r p o a n im a l e s t á co n s t it u id o p o r cé lu -

Iiih, t e jid o s y ó r g a n o s ” (p . 7 6 ) . A d e m á s , h a ce n o t a r q u e : " E l

r .t em a d e co m u n ica cio n e s , los ca m in o s y la s in s t it u cio n e s p a r a

I I t r a n s p o r t e , co r r e s p o n d e n a l s is te m a n e r vio s o d e lo s cu e r p o s

m ím a le s; los ca m in o s so n los n e r vio s , la ca p it a l es la ca b e za y e l

m eca n ism o d e g o b ie r n o r e s id en t e en e lla es e l ce r eb r o ” (p . 8 9 ) .

R e s u lt a a d e m á s e x t r a ñ o e l q u e L in d n e r h a ya p r e s e n t id o la

leo r ía d e la s d o s r e la cio n e s fu n d a m e n t a le s en e l p r o ce s o in t er -

liu m a n o , es d e cir , la d e la a t r a cc ió n y la r e p u ls ió n , q u e fu é d es-

iti r o lla d a en n u e s t r a é p o ca , e s p e cia lm e n t e p o r vo n W ie s e . S o b r e

• lo e xp o n e q u e exis t en d ife r e n t e s g r a d o s d e a t r a cc ió n y r e p u l­

s ión , p er o q u e en ge n e r a l d o m in a la p r im e r a ya q u e ú n ica m e n t e

I" »t la a t r a cc ió n , p ese a t o d o s lo s fr e n o s , es la s o cie d a d co n s is t en -

•' (P* 7 8 ) ■ M á s a d e la n t e d ice : " L o s ce n t r o s so cia le s fo r m a d o s

por a t r a cció n , t a le s co m o la fa m ilia , la s co m u n id a d e s , lig a s y

• ni p o r a cio n es , e s t á n u n o s co n r e sp e ct o a los o t r o s en u n a r e la ció n

•ilm iln r, r e cib ie n d o in flu jo s b ien d e la a t r a cc ió n , b ien d e la r e ­

p u ls ió n ; y p o r e s t a ca u s a se lle g a en e l o r ga n is m o so cia l a u n a

iv iilu r ió n m á s e le va d a .”

Page 84: Introducción a la sociología

74 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

T a m b ié n la s id ea s s o cio ló g ica s fu n d a m e n t a le s d e A l f r e d F o u i-

llé e y G a b r ie l T a r d e se e n cu e n t r a n e s b o za d a s en la o b r a d e

L in d n e r . E l p r im e r o , co m o es s a b id o , lla m ó a la s id e a s - fu e r za los

fa c t o r e s d ecis ivo s d e la e vo lu c ió n so cia l. S e g ú n L in d n e r es ta s

id e a s q u e d o m in a n la so cie d a d , t a le s co m o la s r e lig io s a s , p o lí t i ­

ca s y eco n ó m ica s , se fo r m a n p r im e r o en e l ce r e b r o d e a lg u n o s

h o m b r es ge n ia le s y se ext ie n d e n lu e go , n o s in d a r lu g a r a v io le n ­

tos co n flic t o s , p o r t o d a la s o cie d a d (p . 12 7 y c o n t in u a c ió n ) . L a

e xt e n s ió n se r e a liza , s e gú n exp o n e L in d n e r , d e u n m o d o p a r e cid o

a co m o su ce d e la p r o p a g a c ió n d e la s o n d a s : " C a d a id e a n u e va

d e s p e r t a d a en la ca b e za d e u n d e t e r m in a d o h o m b r e s a lt a a la r e a ­

lid a d , se co m u n ica p r im e r o a l a m b ie n t e m á s ce r ca n o y es lle va d a

ca d a ve z m á s le jo s . E s t a e xt en s ió n n o s ig n ific a , s in e m b a r go , u n

p r o ce so d e t r a n s m is ió n m e cá n ica , s in o u n a co n t in u a t r a n s fu s ió n

d e co n cie n cia a co n cie n cia , u n a in flu e n c ia r e c íp r o ca ” (p . 13 1) .

T r e in t a a ñ o s d e sp u é s d e h a b e r s id o e s cr it a s es ta s lín e a s , T a r d e n o

d e s cr ib ía d e m a n e r a d ife r e n t e e l p r o ce so d e in ve n ció n e im it a ­

ció n .

Lo s p s icó lo go s so cia le s m o d e r n o s d a n u n a im p o r t a n c ia es­

p e cia l a l fe n ó m e n o d e la "co n cie n c ia d e l n o s o t r o s ” . S o b r e e s to

a d vie r t e ya L in d n e r " E l Y o se a m p lific a en la s o cie d a d a i n o s ­

o t r o s p o r q u e los in d ivid u o s n o s o lo p a r t ic ip a n a ct iva m e n t e en

la v id a s o cia l, s in o q u e so n t a m b ié n co n s cie n t e s d e e s t a p a r t ic i­

p a c ió n ” (p . 2 0 3 ) . "S ie n t e n e llo s q u e p e r t e n e ce n a u n a t o t a li­

d a d u n it a r ia la cu a l r e su m en e n u n a u n id a d co n la e xp r e s ió n

"n o s o t r o s ” (p . 2 0 5 ) . " L a e le va ció n d e la co n cie n cia in d iv id u a l

a la co n cie n cia s o cia l d e s í m ism o , la e le va ció n d e l Y o a l n o s ­

o t r o s es u n p r o g r e s o p s ico ló g ico q u e s u p o n e u n c ie r t o g r a d o d e

fo r m a ció n in t e le c t u a l y m o r a l” (p . 2 0 6 ) . " C la r o es q u e e l h o m ­

b r e ca e ca d a ve z d e n u e vo en e l e go ís m o in d iv id u a l y p o n e su

Y o p a r t icu la r p o r e n cim a d e l n o s o t r o s s o cia l” (p . 2 0 7 ) . " E l

n o s o t r o s so cia l se d e s a r r o lla p r im e r a m e n t e d e n t r o d e la fa m ilia

y d e a ll í se e x t ie n d e a c ír cu lo s ca d a ve z m a yo r e s . A b a r c a los

p a r ie n t e s o la ge n e r a c ió n ( g e n s ) , la t r ib u , la n a ció n , la co m u ­

n id a d , la p r o vin c ia , e l e s t a d o ” (p . 2 0 8 ) . " L a co n cie n cia s o cia l

e le va e l h o m b r e p o r en cim a d e los e s t r ech o s lím it e s d e la exis­

Page 85: Introducción a la sociología

EN AUSTRIA 75

t e n cia in d iv id u a l y co n d u ce a u n a s u p e r a c ió n d e la co n cie n cia

d e s í m ism o ” (p . 2 11) .

U n a d ir e cc ió n co m p le t a m e n t e d ife r e n t e a la d e la s o c io lo g ía

d e L in d n e r q u e a ca b a m o s d e e xp lica r , es la q u e t o m a n la s id e a s

so cio ló g ica s d e u n p e n s a d o r a u s t r ía co p o s t e r io r a L in d n e r , G u m -

p lo w icz, q u e fu é p r o fe s o r d e D e r e c h o p ú b lico d e la U n iv e r s i ­

d a d d e G r a z . S e g ú n é l, la b a se d e la co n ce p ció n d e la v id a

so cia l n o r es id e e n la p s ico lo g ía s in o en la s cie n cia s n a t u r a le s ;

la h is t o r ia u n ive r s a l n o es s in o u n a co n t in u a c ió n d e la h is t o r ia

n a t u r a l. E s t a id e a la exp r e só G u m p lo w ic z p o r ve z p r im e r a en

18 8 3 en su lib r o D e r R a s s e n k a m p f ( L a lu ch a d e r a za s ) y m á s

t a r d e en su s E le m e n t o s d e s o c io lo g ía . D ic e G u m p lo w ic z : " D e s ­

d e s u co m ie n zo , la h u m a n id a d e s t u vo co n s t i t u id a p o r g r u p o s q u e

lib r a b a n en t r e s í u n a lu ch a co n s t a n t e . N o es e l in d iv id u o q u ie n

p ie n sa y a c t ú a , s in o s ó lo los g r u p o s . I n c lu s o los lla m a d o s g r a n d e s

h o m b r e s n o so n s in o e xp o n e n t e s d e d e t e r m in a d o s g r u p o s so cia le s .

E l e s t a d o , e s p e cia lm e n t e , n a ció co m o co n s e cu e n cia d e l m o v i­

m ie n t o g u e r r e r o d e la s r a za s ; la s cla se s p r im it iva s e r a n é t n ica ­

m en t e d ife r e n t e s . Y a u n los fe n ó m e n o s cu lt u r a le s , co m o la r e ­

lig ió n , la m o r a l y e l d e r e ch o p u e d e n se r e xp lica d o s ú n ica m e n t e

co m o co n s e cu e n cia d e la lu ch a p o r la e xis t e n cia . A s í t a m b ié n

e l o r d e n ju r íd ico , b a s a d o en u n co m p r o m is o , n o es s in o la e xp r e ­

s ión d e la s r e la cio n e s d e p o d e r d e la s cla se s so cia le s d a d a s en

d e t e r m in a d o s m o m e n t o s .”

E s t a d o c t r in a n a t u r a lis t a n o e n co n t r ó a p r o b a ció n in m e d ia t a

en e l t e r r it o r io d e le n g u a a le m a n a ; m á s fu e r t e fu é su r e p e r cu ­

s ió n en e l e x t r a n je r o , e s p e cia lm e n t e en I t a lia y Am é r ic a . M á s

t a r d e , s in e m b a r g o , u n s o ció lo go a le m á n , O p p e n h e im e r , a d o p t ó

la s id ea s fu n d a m e n t a le s d e G u m p lo w ic z , d e s a r r o llá n d o la s . D e ­

m o s t r a r e m o s m á s a d e la n t e , en e l c a p ít u lo vn , q u e la t e o r ía d e la

lu ch a d e cla se s n o co n s t it u ye u n a b a se s ó lid a , e s p e cia lm e n t e en

lo q u e se r e fie r e a la d o c t r in a d e l e s t a d o . P o r lo d em á s , G u m ­

p lo w icz m ism o , m á s t a r d e , n o d e fe n d ió ya d e u n a m a n e r a t a n

in t r a n s ige n t e su " id e a s o c io ló g ica d e l e s t a d o ” y s u a vizó co n s i­

d e r a b le m e n t e su p e s im is m o cu lt u r a l.

U n ca r á c t e r n a t u r a lis t a t a m b ié n e n cie r r a la s o c io lo g ía e la ­

b o r a d a p o r G u s t a v R a t ze n h o fe r . E s t e v ie jo je fe m ilit a r a u s t r ia -

Page 86: Introducción a la sociología

76 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

co es a u t o r d e u n a se r ie d e t r a b a jo s q u e t ie n en p o r o b je t o la

P o lí t ic a , la S o c io lo g ía y la F i lo s o fía . E n 18 9 3 a p a r e ció e l lib r o

en t r e s to m o s W e s e n u n d Z .w e c k d e r P o l i t i k (E s e n c ia y fin a li­

d a d d e la p o lí t ic a ) , a l q u e s ig u ió e n 18 9 8 D i e s o z io lo g is c h e

E r k e n n t n i s ( E l co n o cim ie n t o s o c io ló g ic o ) . Ad e m á s , es cr ib ió

u n a é t ica p o s it iva , u n a c r ít ica d e l in t e le c t o . D e e n t r e su s o b r a s

p o s t u m a s se h a p u b lica d o e n 19 0 7 u n a S o c io lo g ía . Y a en su p r i­

m e r a o b r a h a b la R a t ze n h o fe r d e u n a le y d e la h o s t ilid a d a b so ­

lu t a . C a d a ser o r g á n ico t ien e t e n d e n cia a cr ece r , a d e s a r r o lla r ­

se y g a n a r e s p a cio , e n t r a n d o p o r lo t a n t o en co n flic t o n e cesa r io

co n e l m u n d o q u e le r o d ea . O t r a id e a fu n d a m e n t a l es la ex­

p r e s a d a p o r e l t é r m in o in t e r é s in h e r e n t e , s e gú n e l cu a l se p u e ­

d e n e xp lica r la s fo r m a cio n e s d e los g r u p o s y la s lu ch a s en la

s o cie d a d . E s t a s id e a s h a n e n co n t r a d o , e s p e cia lm e n t e en la so cio ­

lo g ía a m e r ica n a , u n a g r a n e s t im a ; A lb io n W . S m a ll h a h ech o

so b r e la s t e o r ía s d e R a t ze n h o fe r u n e s t u d io d e t a lla d o . M e n o s

é x it o h a n t e n id o su s o p in io n es p o lít ic a s q u e cu lm in a n en u n a

o r ga n iza c ió n a n t id e m o cr á t ica y a u t o r it a r ia d e l e s t a d o . R a t ze n ­

h o fe r a s ig n a a l e s t a d o la t a r e a d e s u p e r a r la s co n t r a d iccio n e s

d e cla se y h a ce r va le r la u t i lid a d co m ú n . Y en e s t a a cció n ve é l

la p e r fe cc ió n d e la c iviliza c ió n h u m a n a .

E n t r e los s o c ió lo g o s a u s t r ía co s es s in d u d a O t h m a r Sp a n n

e l q u e h a e je r c id o u n a in flu e n c ia m a yo r . C o m b a t ió lo s s is tem a s

d o m in a n t e s en su t ie m p o p o r su ca r á c t e r n a t u r a lis t a , e n fr e n ­

t á n d o lo s — v o lv ie n d o a P la t ó n , A r is t ó t e le s y a la fi lo s o fía id e a ­

lis t a a le m a n a — a u n a s o c io lo g ía b a s a d a en la s cie n cia s d e l es­

p ír it u , q u e é l l la m a u n ive r s a lis t a . D e lo s p r in cip io s m e t o d o ló ­

g ico s d e S p a n n h a b la r e m o s en e l c a p ít u lo s igu ie n t e . S ó lo d ir e ­

m os a h o r a q u e p a r a é l t a n t o e l p r in c ip io d e la ca u s a lid a d com o

la a cció n r e c íp r o ca p s ico ló g ica so n co m p le t a m e n t e im p r o p io s p a ­

r a e xp lica r los fe n ó m e n o s so cia le s . E s t o s n o se b a s a n e n u n a

co o p e r a ció n d e lo s in d ivid u o s , s in o e n u n a "a r t ic u la c ió n ” d el

t o d o m e d ia n t e la cu a l se fo r m a n los t o d o s p a r c ia le s q u e so n su s

m iem b r o s.

E s t a t e o r ía u n ive r s a lis t a d e S p a n n se d e s a r r o lló p r im e r a m e n ­

te en su S o c io lo g ía ( p u b lica d a e n 19 14 ) , y lu e go en d ife r e n t e s

Page 87: Introducción a la sociología

IN AUSTRIA 77

t r a b a jo s , so b r e t o d o e n a lg u n o s a r t ícu lo s d e l D icc io n a r io d e la s

cien cia s p o lít ica s (H a n d w ó r t e r b u c h d e r S t a a t s w is s e n s c h a f t e n ) ,

y fu é co m p le t a d a co n t r a b a jo s fi lo s ó fic o s ( T e o r ía d e la s ca t e ­

go r ía s ; E l d e s a r r o llo d e l e s p ír it u ; F i lo s o fía d e la s o c ie d a d ; F i lo ­

s o fía d e la h is t o r ia ) . T a m b ié n e s t u d ia r o n S p a n n y su s d is c íp u ­

los la s d ife r e n t e s cie n cia s so cia le s , la e co n o m ía , la ju r is p r u d e n ­

cia y la cie n cia p o lít ic a , a p licá n d o le s e l m é t o d o "u n ive r s a lis t a ” .

H e m o s d e p o n e r d e r e lie ve , a d e m á s , q u e S p a n n p e r s ig u ió t a m ­

b ié n fin e s p r á c t ico - p o lít ico s , s e gú n ve m o s en e l lib r o D e r w a h r e

S t a a t ( E l ve r d a d e r o e s t a d o ) y e n va r io s o t r o s t r a b a jo s d e d ica ­

d os a la id e a d e l co r p o r a t ivis m o . N o fa l t ó , n a t u r a lm e n t e , u n a

g r a n o p o s ició n en co n t r a d e l g r a n p e n s a d o r vien és , m a s in clu s o

a q u e llo s q u e n o p u e d e n a d h e r ir s e a su p u n t o d e vis t a n o p o d r á n

d esco n o ce r su im p o r t a n c ia .

U n p u e s t o d e h o n o r en t r e los s o c ió lo go s a u s t r ía co s h a y q u e

a s ign a r t a m b ié n a F r ie d r ich vo n W ie s e r . Y a su o b r a p r in c ip a l

so b r e E co n o m ía p o lít ic a , T h e o r i e d e r g e s e l ls c h a f t l i c h e n W i r t -

c h a f t ( T e o r ía d e la e co n o m ía s o c ia l) , t ie n e m u ch o s p u n t o s d e

co n t a ct o co n la S o c io lo g ía . E l vo lu m in o s o lib r o p u b lica d o p o co

a n te s d e su m u e r t e ( 19 2 6 ) : D a s G e s e t z d e r M a c h t ( L a le y d e

la fu e r z a ) , es u n o d e lo s t r a b a jo s s o c io ló g ico s m á s fin o s e n t r e

los q u e h a n a p a r e c id o en le n g u a a le m a n a . S in p o se e r la fo r m a

r igu r o s a d e u n s is t e m a , e s t a o b r a o fr e ce , fu n d a m e n t a d a so b r e

u n a a m p lia b a se h is t ó r ica , u n a in ve s t iga c ió n d e los p r o b le m a s

m á s im p o r t a n t e s d e la S o c io lo g ía , p r o b le m a s en los q u e e l p o ­

d er co n s t it u ye e l p u n t o d e v is t a d o m in a n t e . E l a u t o r t r a t a e s p e ­

cia lm e n t e d e la p s ic o lo g ía d e la s m a s a s , d e l c a u d illa je , d e lo s

d is t in t o s gé n e r o s d e fo r m a cio n e s s o cia le s , d e la s o c io lo g ía d e l

e s ta d o , d e la s leye s s o cia le s , y e n t r e e lla s , m u y p a r t icu la r m e n t e ,

d e la n a t u r a le za d e la s R e vo lu cio n e s y d e la e s en cia d e la s d ic ­

t a d u r a s m o d e r n a s . E n lo q u e se r e fie r e a a lg u n o s d e es to s t e m a s

e xp lica r e m o s a u n , m á s a d e la n t e , la p o s ició n d e W ie s e r . M e n c io ­

n a r é co m o e s t u d io d e la s id e a s s o c io ló g ica s d e W ie s e r m i m o n o ­

g r a fía : F r ie d r ic h W ie s e r a is S o z io lo g e , 19 2 7 . L o s d e m á s so ció ­

lo go s q u e h a n p r o d u c id o o b r a s d e im p o r t a n c ia son lo s s ig u ie n ­

tes: e l fi ló s o fo W ilh e lm J e r u s a le m q u e e s cr ib ió u n a e xce le n t e

I n t r o d u c c ió n a la s o c io lo g ía , en la q u e a d ve r t im o s , s in e m b a r g o ,

Page 88: Introducción a la sociología

7« SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

la fa lt a d e u n a s e p a r a ció n r ig u r o s a e n t r e la S o c io lo g ía y la E t i­

ca ; m a s en u n t e r r e n o e s p e cia l, e s t o es , e n lo q u e se r e fie r e a la

s o c io lo g ía d e l co n o cim ie n t o , J e r u s a le m h a p u b lica d o t r a b a jo s

d e im p o r t a n cia . E l t e ó r ico d e l m a r xis m o M a x A d le r se o cu p ó

e s p e cia lm e n t e d e la s b a se s t e ó r ica s d e l co n o cim ie n t o d e la S o ­

c io lo g ía ; su o b r a m á s r ecien t e lle va p o r t í t u lo D a s R d t s e l d e r

G e s e l ls c h a f t ( E l e n ig m a d e la s o c ie d a d ) , 19 3 6 . E l t e ó r ico d el

D e r e c h o p o lít ico F r i t z S a n d e r fu é d e sd e la c ie n cia ju r íd ic a a

la S o c io lo g ía y p u b licó p r im e r a m e n t e a lg u n o s in t e r e s a n t e s en sa ­

yo s cr ít ico s so b r e e l o b je t o d e la S o c io lo g ía y , e n 19 3 0 , u n sis­

t em a d e e s t a c ie n cia . L a s o c io lo g ía ca t ó lica t ie n e en A u s t r ia ex­

ce len te s r e p r e s e n t a n t e s y en t r e e llo s se d is t in gu e e l g r a n h o m b r e

d e e s t a d o , ya fa lle c id o , I g n a z S e ip e l; m e n cio n a r e m o s e s p e cia l­

m en t e su o b r a t it u la d a N a t ic m u n d S t a a t ( o b . c i t . ) .

8 . D a t o s s o b r e la s o c io lo g ía e n o t r o s p a ís e s

E n R u s ia se h a n e s cr it o o b r a s im p o r t a n t e s . H e m o s d e m en ­

cio n a r en p r im e r lu g a r a l r u s o -a le m á n P . d e L il ie n fe ld q u e t r a t ó

en su o b r a en va r io s vo lú m e n e s I d e a s s o b r e la c ie n c ia d e l p o r v e ­

n ir ( d e 18 73 a 18 8 1) ) d e d a r u n a e xp lica c ió n p u r a m e n t e cien

t ífico - n a t u r a lis t a d e la s o cie d a d h u m a n a . U n t r a b a jo esp ecia l

D e f e n s a d e l m é t o d o o r g á n ic o e n la s o c io lo g ía ( 18 9 5 ) , t ien d e

a r e fu t a r la s o b je cio n e s a d u cid a s en co n t r a d e su d o c t r in a . P u ­

b licó a d e m á s u n a P a t o lo g ía d e la s o c ie d a d ( 18 9 6 ) en la qu e

h a ce va le r n u e va m e n t e la s a n a lo g ía s b io ló g ica s . A la m ism a

t e n d e n cia p e r t e n e ce J . N o v ic o v , q u e e n su o b r a e s cr it a en fr a n

cés L a s lu c h a s e n t r e la s s o c ie d a d e s h u m a n a s ( 18 9 3 ) , a fir m a qu i­

la s leye s b io ló g ica s so n vá lid a s n o só lo p a r a la s cé lu la s , p lan ta-,

o a n im a le s , s in o t a m b ié n p a r a la a s o cia c ió n h u m a n a q u e es lo

q u e lla m a m o s so cie d a d . Y ya q u e la s o cie d a d se co m p o n e dr

seres vivo s , t a m b ié n e lla h a d e ser u n ser vivo . Bio-socio lógi< .n

so n igu a lm e n t e la s t e o r ía s e xp u e s t a s p o r d e R o b e r t y, p r im e r o en

r u so y lu e go en fr a n cé s .

U n im p o r t a n t e p a p e l d e sem p eñ ó en R u s ia la p s ico lo g ía de

la co n d u ct a (b e h a vio r is m o ) q u e se d e s a r r o lló b a jo la d ir ección

Page 89: Introducción a la sociología

I N OTROS PAÍSES 79

ilc J . P a v lo v y W . B e ch t e r e v , p a r e c id a a la d e cie r t o s s o ció lo go s

a m e r ica n o s , a u n q u e s ie n d o co m p le t a m e n t e in d e p e n d ie n t e d e

e lla s . E s t a t e o r ía e s t á b a s a d a en in ve s t iga cio n e s e xp e r im e n t a le s ,

y d e n t r o d e é s ta s , la t e o r ía d e los r e fle jo s in t e r h u m a n o s d e Be ch -

le r e v fu é la q u e p r o vo có u n m a yo r in t e r é s . O t r o s a b io r u s o ,

L. P e t r a zy c k y p r e fir ió la s in ve s t iga cio n e s p s ico ló g ica s in t r o s p e c­

t iva s y e la b o r ó so b r e e s t a b a se u n a o r ig in a l S o c io lo g ía d e la s

c o s t u m b r e s y d e l d e r e c h o ( 19 0 8 ) . L a in ve s t iga c ió n h is t ó r ico -

e t n o ló g ica h a s id o t r a t a d a en la s o b r a s d e P . L a u r o f y N . M i-

ch a ilo u s k y. L a S o c io lo g ía ge n e r a l en la s d e N . K a r e ie f ( 19 0 7 ) ;

M . K o v a le v s k y ( 19 10 ) y, e s p e cia lm e n t e , e n e l s is te m a d e So r o -

k in ( 19 2 0 ) . E s t e ú lt im o , e m ig r a d o a E s t a d o s U n id o s d o n d e

e jerce co m o p r o fe s o r u n ive r s it a r io , a d q u ir ió u n a g r a n r e p u t a c ió n

in t e r n a cio n a l co n u n a se r ie d e o b r a s e xce le n t e s , t a le s co m o la s

q u e t r a t a n d e la m o v ilid a d s o cia l, d e la s o c io lo g ía d e la r e vo lu ­

ción y d e la s t e o r ía s s o c io ló g ica s d e l p r e s e n t e E n R u s ia h o y se

cu lt iva , d e sd e e l d o m in io so vié t ico , ú n ica m e n t e la s o c io lo g ía

m a r xis t a , y d e n t r o d e é s t a so n a p r e c ia d a s e s p e cia lm e n t e la s o b r a s

de N ic o lá s B u ja r in .

C o m o fu n d a d o r d e la s o c io lo g ía ch e ca h em o s d e co n s id e r a r

.»I im p o r t a n t e fi ló s o fo y g r a n h o m b r e d e e s t a d o M a s a r y k . E s t e

co m en zó su ca r r e r a c ie n t ífic a co n la t e s is d o c t o r a l: E l s u ic id io

• o v io f e n ó m e n o s o c ia l d e m a s a s e n la c iv i li z a c ió n m o d e r n a . M u y

I n d a fu é s u p r im e r a o b r a L a s b a s e s f i lo s ó f i c a s y s o c io ló g ic a s

<lrl m a r x is m o ( 18 9 9 ) . E n e lla se m a n ifie s t a la in flu e n c ia d e

< ’o m t e , p e r o t a m b ié n u n a co n s t r u cció n id e o ló g ica in d e p e n d ie n ­

te q u e t ie n d e a u n a lig a zó n en t r e e l in d ivid u a lis m o y e l co le ct i-

vism o. J u n t o a n u m e r o s o s t r a b a jo s p o lít ico s y fi lo s ó fico s , h em o s

■ l< c it a r la g r a n o b r a R u s ia y E u r o p a ( 19 13 ) en la q u e ve m o s

u n a a ce n t u a d a t e n d e n cia s o cio ló g ica , ya q u e e l a u t o r e s t u d ia en

e lla e l a lm a r u s a b a s á n d o s e en la p r o d u cc ió n lit e r a r ia , h is t ó r ico -

í ilo s ó fica y r e lig io s a . T a m b ié n e l su ce so r d e M a s a r y k e n la

I u n ción d e P r e s id e n t e d e la R e p ú b lica , E d u a r d o Be n e s , se d io

1 co n o ce r a n t e r io r m e n t e co m o s o ció lo go , e s p e cia lm e n t e p o r su

obr a S o b r e la o r g a n iz a c ió n d e lo s p a r t id o s p o lí t i c o s . R e ch a za

nMin ism o t a n t o e l in d ivid u a lis m o co m o el co le ct ivis m o ext r e m o s

v ve en la in ve s t iga c ió n s o cio ló g ica la b a se p a r a e l co n o cim ie n t o

Page 90: Introducción a la sociología

8o SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

d e la r e a lid a d p o lít ica . H e m o s d e m e n cio n a r , a d e m á s , a J . A .

B lá h a , d is c íp u lo d e M a s a r y k , q u e p u b licó t r a b a jo s so b r e la so­

c io lo g ía d e la m o r a l y d e la e d u ca c ió n . J . K r á l se o cu p ó en es­

p e cia l d e la h is t o r ia d e la S o c io lo g ía y E m . C h a lu p n y es cr ib ió

u n a g r a n o b r a s is t e m á t ica so b r e S o c io lo g ía .

E n t r e los s o ció lo go s s u e c o s e n co n t r a m o s d o s n o m b r es q u e g o ­

za n d e g r a n e s t im a ció n m u ch o m á s a llá d e la s fr o n t e r a s d e su

p a ís ; so n es tos G u s t a f F . S t e ffe n y R u d o lf K je lle n . E l p r im er o ,

q u e r e s id ió d u r a n t e m u ch o s a ñ o s en I n g la t e r r a , d e s cr ib ió la es­

t r u c t u r a s o cia l y p o lít ic a d e es te p a ís . S t e f fe n p u b licó , a d em á s ,

los s igu ie n t e s lib r o s : E l p r o b le m a d e la d e m o c r a c ia , C o n d i c io ­

n e s d e e x is t e n c ia d e la c u lt u r a m o d e r n a y G u e r r a y c u lt u r a . D e

la S o c io lo g ía en u n s e n t id o e s t r ic t o , se o cu p a en su s lib r o s E l

ca m in o h a cia e l c o n o c im ie n t o s o c ia l ( 19 11) y F u n d a m e n t o s d e

la s o c io lo g ía ( 19 12 ) , o b r a s m u y n o t a b le s a m b a s d e sd e e l p u n ­

t o d e v is t a d e la m e t o d o lo g ía . L a im p o r t a n c ia d e K je lle n r e s id e ,

en p r im e r lu g a r , en su e s fu e r zo p o r cr e a r la s b a se s e m p ír ica s d e

u n a n u e va cie n cia d e l e s t a d o , n o ju r íd ica , lo cu a l h izo , p o r e je m ­

p lo , en su lib r o m u y d iv u lg a d o L a s g r a n d e s p o t e n c ia s c o n t e m ­

p o r á n e a s . E n E l e s t a d o c o m o se r v iv o ( 19 17 ) d e s a r r o lló a g u d a ­

m en t e u n a t e o r ía s o c io ló g ica d e l e s t a d o . D e es te t e m a , a s í co ­

m o t a m b ié n d e la cie n cia lla m a d a g e o p o lí t i c a , cu yo e s t u d io in i­

c ió K je lle n , h a b la r e m o s a u n m á s a d e la n t e . F in a lm e n t e , m e n cio ­

n a r e m o s la o b r a h is t ó r ico -s o cia l d e P . F a h lb e c k lla m a d a E s t a ­

m e n t o s y c la s e s e n la s o c ie d a d ( 19 2 2 ) .

E n t r e los s o ció lo go s h o la n d e s e s , e l m á s co n o cid o es R u d o lf

S t e in m e t z , so b r e t o d o a ca u s a d e su lib r o L a g u e r r a c o m o p r o ­

b le m a s o c io ló g ic o , q u e a p a r e ció en a le m á n p o r ve z p r im e r a en

18 9 9 . E s cr ib ió t a m b ié n u n va lio s o e s t u d io so b r e la s o c io lo g ía d e

la m o d a , cr e a n d o a d e m á s , p a r a la s o c io lo g ía d e s cr ip t iva , e l t é r ­

m in o s o c io g r a f ía . S t e in m e t z es a u t o r d e n u m er o s o s t r a b a jo s so ­

b r e d ife r e n t e s a sp e ct o s d e E t n o lo g ía , co m o p o r e je m p lo , e l q u e

t r a t a d e la s p r im e r a s f o r m a s d e la p en a . ( 19 2 8 ) , d o n d e se e n ­

fr e n t a co n a lg u n o s p r in cip io s d e E t n o lo g ía co m o e l d e l e s p ír it u

d e los p u e b lo s , la t e o r ía c íc lica d e la cu lt u r a y e l m é t o d o h is tó -

r ico -cu lt u r a l. E n 19 3 1 p u b licó u n a I n t r o d u c c ió n a la s o c io lo g ía

Page 91: Introducción a la sociología

EN LA AMÉRICA LATINA 81

en la q u e se o b s e r va b a s t a n t e s e m e ja n za co n la t e o r ía d e la s r e ­

la cio n e s d e W ie s e .

E n t r e los s o c ió lo go s r u m a n o s se h a d e s t a ca d o D r a g h ic e s c o

p o r su s t r a b a jo s p u b lica d o s e n fr a n cé s so b r e L a d e t e r m in a c ió n

s o c ia l y S o b r e e l p a p e l d e l in d iv id u o e n la s o c ie d a d ( 19 0 6 ) . D e s ­

a r r o lla u n a co n ce p ció n b io ló g ico - s o cia l y t r a t a d e d e s cr ib ir la

e vo lu ció n d e l in t e le c t o co m o co n s e cu e n cia d e la d ife r e n c ia c ió n

so cia l. M u c h o in t e r é s d e sp e r t a r o n t a m b ié n los t r a b a jo s d e m e­

t o d o lo g ía d e X e n o p o l, q u e en s u o b r a S o b r e lo s p r in c ip io s f u n ­

d a m e n t a le s d e la h is t o r ia e xa m in ó e s p e cia lm e n t e e l p r o b le m a d e

s i p u e d e n o n o ser d e m o s t r a d a s la s le ye s h is t ó r ica s y s o c io ló g i­

ca s . O t r o p e n s a d o r r u m a n o , N . P e t r e s cu , es a u t o r d e L o s p r in ­

c ip io s d e la s o c io lo g ía c o m p a r a t iv a y d e L a e x p lic a c ió n d e la s

d i f e r e n c ia s e n t r e la s n a c io n e s ( 19 2 9 ) . E n es ta ú lt im a o b r a se

a fir m a q u e la n a c ió n es la e n ca r n a c ió n d e u n a vo lu n t a d co le c t i­

va d e n t r o d e u n s is t e m a d e co n d icio n e s s o cia le s y p o lít ica s , en la s

q u e d e s e m p e ñ a n e l p r in c ip a l p a p e l la s co s t u m b r e s , la t r a d ic ió n

y cie r t a s in s t it u cio n e s q u e n o p o se e n n e ce s a r ia m e n t e n in g u n a r e ­

la ció n co n la n a t u r a le za h u m a n a . P e t r e s cu o p in a , p o r lo t a n t o ,

q u e la d o c t r in a n a c io n a lis t a h a d e d e ca e r en e l p o r ve n ir .

E n t r e los s o c ió lo go s p o la c o s se h a d e s t a ca d o en p r im e r lu g a r

L . W in ia r s k i p o r u n a ser ie d e t r a b a jo s es cr it o s en fr a n cé s con

los q u e t r a t a d e cr e a r u n a es p ecie d e s o c io lo g ía m e ca n icis t a . L a

t a r e a d e la c ie n cia es , d ice W in ia r s k i , in ve s t ig a r e l s is t e m a e n e r ­

gé t ico d e s o cie d a d h u m a n a a ser o o s ib le sob r e u n a b a se m a t e ­

m á t ica . F . Z n a n ie c k i , en ca m b io , a b o r d ó e l t e r r e n o d e la p s ico ­

lo g ía s o cia l, e s fo r zá n d o s e , en u n lib r o p u b lica d o en in g lé s , p o r

e s t a b le ce r su s le ye s . D e l m ism o a u t o r es t a m b ié n u n a o b r a so b r e

los ca m p es in o s p o la co s , d e u n ca r á c t e r e s e n cia lm e n t e d e s cr ip t ivo .

9 . S o c io lo g ía la t in o a m e r ic a n a

E l p e n s a m ie n t o s o cio ló g ico en la Am é r ic a la t in a d e sd e e l

m o vim ie n t o d e la I n d e p e n d e n c ia h a s id o n o t a b le m e n t e fe c u n d o ;

p e r o en p a r t e es d e s co n o cid o , p o r q u e en b u e n a m e d id a su co n ­

t e n id o es tá p o r e xp lo r a r y o r d e n a r . E n ca r a c t e r ís t ico co n t r a s t e

Page 92: Introducción a la sociología

82 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

co n E s p a ñ a y P o r t u g a l, la s jó ve n e s n a cio n es a m e r ica n a s o fr e ce n

d e sd e e l co m ie n zo d e su v id a lib r e u n m a r ca d o in t e r é s p o r e l co ­

n o cim ie n t o d e la r e a lid a d s o cia l, y si e n la s d is c ip lin a s co r r e s ­

p o n d ie n t e s n o p r e s e n t a n t o d a v ía u n a va n ce q u e p u e d a co m p a ­

r a r se a l lo g r a d o en E s t a d o s U n id o s d e l N o r t e , n o es p o r fa lt a

d e e s t ím u lo s y vo ca ció n , s in o p o r la ca r e n cia , s in d u d a , d e la

d e b id a a yu d a in s t it u c io n a l y a ca d é m ica , p u es la s co n d icio n e s fa ­

vo r a b le s a l cu lt ivo d e la s cien cia s so cia le s , y d e la s o c io lo g ía en

p a r t icu la r , so n la s m ism a s en t o d o e l co n t in e n t e a m e r ica n o . E s

c ie r t o q u e h a s t a h a ce p o co s a ñ o s n o co m ie n za a e s t u d ia r s e y e n ­

se ñ a r se la s o c io lo g ía co m o cie n cia s is t e m á t ica in d e p e n d ie n t e y

q u e , p o r t a n t o , n o es a b u n d a n t e a ú n la b ib lio g r a fía en e l ca m ­

p o d e la p r o d u cc ió n t e ó r ica . P e r o en ca m b io , los m a t e r ia le s d e

o b s e r va ció n e in t e r p r e t a ció n y la s t e o r ía s p a r cia le s se a cu m u la n

co n in d u d a b le r iq u e za . A h o r a b ien , u n o s y o t r o s a n d a n d is p e r ­

sos en u n a p r o d u cc ió n d e m u y d is t in t o ca r á ct e r . P o r lo p r o n t o ,

la s o b r a s so b r e p o lít ica — q u e en su fo r m a a ca d é m ica en ca r n a n

en e l d e r e ch o p o lít ico y co n s t it u c io n a l— en cie r r a n g r a n p a r t e

d e la s r e fle x io n e s q u e s u s cit a b a n en la s m in o r ía s d ir ige n t e s la

s it u a c ió n s o cia l, la s m á s d e la s vece s en ext r e m o d ifíc i l , d e los n u e ­

vo s p a íse s lle ga d o s a su m a yo r ía d e e d a d . Lo s p r o b le m a s d e g o ­

b ie r n o q u e h a b ía d e a fr o n t a r p r e s e n t a b a n a sp ecto s n u e vo s y o r i­

g in a le s , p a r a cu ya s o lu ció n n o e x is t ía e l a p o yo d e los p r e ce d e n t e s

a r r a s t r a d o s en la t r a d ic ió n d e los v ie jo s p a íse s e u r o p e o s .

S in g u la r in t e r é s n o s o fr e ce t a m b ié n la h is t o r io g r a fía d e la

A m é r ic a la t in a . Se h a h ech o o b s e r va r co n r a zó n q u e é s t a p o see

u n a ca r a c t e r ís t ica m u y p e cu lia r fr e n t e a la lit e r a t u r a h is t ó r ica

d e o t r o s p a íse s en e l m ism o p e r ío d o : la p er s is te n cia en e lla d e la

p r e t en s ió n d e la fi lo s o fía d e la h is t o r ia . P u e s , en e fe c t o , los h is ­

t o r ia d o r e s d e la s n u e va s n a cio n a lid a d e s t ie n en u n n o t o r io e m p e ­

ñ o en in t e r p r e t a r , e xp lica r y h a lla r e l s e n t id o y ju s t ific a c ió n d e

los a co n t e cim ie n t o s q u e r e la t a n . P o r co n s igu ie n t e , su s o b r a s es ­

t á n e n ga r za d a s en u n ca ñ a m a zo d e t e o r ía s y ju ic io s , q u e t ien en

e vid e n t e ca r á c t e r s o cio ló g ico , cu a n d o e s t á n a p o ya d o s en los h e ­

ch o s y n o ca en e n e s p e cu la cio n e s in fu n d a d a s .

Page 93: Introducción a la sociología

EN LA AMÉRICA LATINA 83

I g u a lm e n t e r ico es e l co n t e n id o s o cia l d e la lit e r a t u r a , y e s p e ­

cia lm e n t e d e la n o ve la . E l e je m p lo t íp ic o es e l F a cu n d o d e S a r ­

m ie n t o , q u e r e p r e s e n t a u n a in ve s t iga c ió n d e la s ca u sa s so cia le s

d e la s lu ch a s c ivile s a r ge n t in a s . P e r o a u n q u e su s in t e n cio n e s s o ­

c io ló g ica s n o se a n t a n e xp líc it a s , a b u n d a n o b r a s lit e r a r ia s en t o ­

d o s los p a íse s q u e a l d e s cr ib ir co s t u m b r e s , t ip o s y e s t r u c t u r a s

so cia le s , y m o m e n t o s ca r a ct e r ís t ico s d e ca m b io y t r a n s fo r m a c ió n ,

co n s t it u ye n u n m a t e r ia l in a p r e cia b le p a r a la co n s t r u cció n d e la

s o c io lo g ía a m e r ica n a .

E n la t r a d ic ió n a ca d é m ica e l e s la b ó n d e t r á n s it o a la s o cio lo ­

g ía e s t á en e l v ie jo d e r e ch o n a t u r a l, p r o n t o co n ve r t id o en u n a

fi lo s o fía d e l d e r e ch o d e ca r á c t e r m á s a m p lio en la r e a cció n co n ­

t r a lo q u e fu é la h e r e n c ia in m e d ia t a d e la C o lo n ia . Y d esd e e l

p u n t o d e v is t a fi lo s ó fic o n o d eb e o lv id a r s e la r á p id a e xp a n s ió n ,

y p r e d o m in io a ve ces , q u e a d q u ie r e e l p o s it ivis m o en d e t e r m in a ­

d o s p a íse s .

Ap r o x im a d a m e n t e co n e l s ig lo xx e m p ie za h a ser e n s e ñ a d a

la s o c io lo g ía en a lg u n a s U n ive r s id a d e s . Y p r o n t o co n la o b r a

d e M a r ia n o H . C o r n e jo la p r o d u cc ió n en le n g u a e s p a ñ o la d e los

p u e b lo s a m e r ica n o s a lca n za m e r e cid o r a n g o in t e r n a cio n a l. E s t e

lib r o , p u b lica d o e n 19 0 8 , p e r t e n e ce , s in e m b a r g o , p o r co m p le t o

a l s ig lo a n t e r io r , d e cu yo s co n o cim ie n t o s es u n a s ín te s is a d m i­

r a b le . N u e v a s p o s icio n e s r e p r e s e n t a n ya u n a ser ie d e ilu s t r e s a u ­

tor es , q u e a p o r t a n d esd e d is t in t a s p e r s p e ct iva s e s t u d io s va lio s o s

y q u e son t o d a v ía lo s m a e s t r o s d e la s n u e va s ge n e r a cio n e s , e n t r e

o t r o s : A n t o n io C a s o en M é x ic o , R a ú l O r g a z en la A r g e n t in a ,

L u is L ó p e z d e M e s a en C o lo m b ia , V e n t u r in o en C h ile , A g r a -

m o n t e en C u b a , A ze v e d o y C a r v a llo en B r a s il, e tc.

L a s it u a c ió n a c t u a l d e la s o c io lo g ía en la A m é r ic a la t in a

se ca r a ct e r iza : 1) p o r su ge n e r a l a ce p t a c ió n co m o m a t e r ia d e e n ­

s e ñ a n za , 2 ) p o r la fo r m a ció n d e u n p ú b lico ext en so , ca d a d ía

m á s in t e r e s a d o p o r la s p u b lica c io n e s y e s t u d io s s o cio ló g ico s , 3 )

p o r la cr e a ció n d e cen t r o s d e in ve s t iga c ió n , d e r igu r o s a o r ie n t a ­

c ió n c ie n t ífic a , y 4 ) p o r la e xis t e n cia en ca si to d o s lo s p a ís e s d e

Page 94: Introducción a la sociología

8 4 SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

e q u ip o s , m á s o m en o s n u m er o so s, d e in ve s t iga d o r e s y p r o fe s io ­

n a le s se r ia m e n t e p r e p a r a d o s .

E n co n ju n t o , y p o r lo q u e a fe c t a a l p la n o t eó r ico , p u e d e

a fir m a r s e q u e e l p e n s a m ie n t o s o cio ló g ico d e la Am é r ic a la t in a

se e n cu e n t r a h o y en u n m o m e n t o en q u e , a b s o r b id a s y a d a p t a ­

d a s la s m e jo r e s d ir e ccio n e s eu r o p e a s y n o r t e a m e r ica n a s , e m p ie za

a d a r o b r a s o r ig in a le s , a b r ié n d o s e a n t e é l u n e s p lé n d id o fu t u r o .

Page 95: Introducción a la sociología

CAPITULO I I I

i . E x a m e n d e c o n ju n t o

E n la I n t r o d u c c ió n d e es ta o b r a se ñ a la m o s co m o t a r e a d e la

S o c io lo g ía e l co n o cim ie n t o c ie n t ífico d e la r e a lid a d s o cia l. A h o ­

r a b ien , h em o s y a a lu d id o a es te t em a , q u e a h o r a t r a t a r e m o s en

vis ió n d e co n ju n t o . H e m o s d e a d ve r t ir d e a n t e m a n o q u e , s e ­

g ú n n u e s t r a o p in ió n , r e s u lt a r ía e q u ivo ca d o co n s id e r a r u n so lo

m é t o d o co m o e l ú n ico ju s t o . R e s u lt a a d e m á s a p lica b le en es te

ca so la fr a s e d e D il t h e y : " C o n e l m é t o d o s u ce d e lo m ism o q u e

co n u n cu ch illo : es p r e cis o p r o b a r si co r t a ” . P o r lo t a n t o , n o

d eb em o s t en e r en cu e n t a d e m a s ia d o la co r r e cció n ló g ica a l t r a ­

t a r d e h a ce r m á s p r o fu n d o n u e s t r o co n o cim ie n t o d e la s a g r u ­

p a cio n e s h u m a n a s . I n c lu s o , si n o p o d e m o s lle g a r d e o t r a m a n e ­

r a a u n a co n ce p ció n d e la so cie d a d , d eb em o s e m p le a r u n a p lu ­

r a lid a d d e m é t o d o s .

Y e s to es v á lid o so b r e t o d o en lo q u e se r e fie r e a la co n t r a ­

d icció n , m u ch a s ve ces s e ñ a la d a , en t r e los m é t o d o s e m p ír ico s d e

in ve s t iga ció n y los p r o p io s d e la s cie n cia s d e l e s p ír it u . L o s p r i­

m er os so n los q u e d o m in a n a c t u a lm e n t e en la s o c io lo g ía ya n q u i,

ye n d o t a n le jo s en es te s e n t id o a lg u n o s d e su s r e p r e se n t a n t e s

q u e ve n en la S o c io lo g ía t a n só lo u n a s p e c t o d e la s cie n cia s n a ­

t u r a le s . P o r e l co n t r a r io , h o y es m u y co r r ie n t e en Ale m a n ia la

o p in ió n d e q u e t a n só lo e l m é t o d o d e la s lla m a d a s cien cia s d el

e s p ír it u es e l a d e cu a d o a la S o c io lo g ía . M a s e l h ech o d e q u e la

LOS M E T O D O S D E LA S O CIO LO G IA

Page 96: Introducción a la sociología

86 LOS MÉTODOS

s o cie d a d h u m a n a sea u n p r o d u ct o d e la N a t u r a le za , co m o se

d e d u ce d e la in flu e n c ia q u e so b r e e lla e je r ce n e l su e lo y la r a za ,

y a l m ism o t ie m p o u n p r o d u ct o d e l e s p ír it u , se o p o n e a t a les

co n ce p cio n e s u n ila t e r a le s . S e r ía m u y r e co m e n d a b le q u e , en g e ­

n e r a l, en lu g a r d e r e a liza r in ve s t iga cio n e s p u r a m e n t e t e ó r ica s

so b r e cu es t io n es m e t o d o ló g ica s se exa m in a s e n en exp o s icio n es

m o n o g r á fic a s d e co n t e n id o s o cio ló g ico e l va lo r d e los d ife r e n t e s

m é t o d o s .

A s í , p o r e je m p lo , en la o b r a d e G ü n t h e r so b r e L a s o c ie d a d

a lp in a t e n e m o s u n a p r u e b a en ve r d a d a ce r t a d a d e q u e p u n t o s

d e vis t a n a t u r a lis t a s , r e la ció n a le s y e s t r u ct u r a le s se p u e d a n e m ­

p le a r m u y b ien s im u lt á n e a m e n t e p a r a t r a za r la im a ge n d e u n

fe n ó m e n o so cia l co n cr e t o . L o m ism o ve m o s en la m o n o g r a fía

exce le n t e d e M ic h e ls L a s o c io lo g ía d e lo s p a r t id o s , en la q u e r e ­

s u lt a e vid e n t e la im p o r t a n cia d e co o r d in a r d ife r e n t e s m é t o d o s ,

t a le s co m o la E s t a d ís t ica , la P s ico lo g ía S o c ia l y la E co n o m ía .

U n fe n ó m e n o s o cia l t a n in m en so co m o e l d e l e s t a d o s ó lo se p u e ­

d e e xp lica r s i se in ve s t iga a l m ism o t ie m p o co n d ife r e n t e s in s t r u ­

m en t o s m e t o d o ló g ico s ; o sea , ju n t o a l e s t u d io d e la n a t u r a le za ,

la s b a ses p s ico ló g ica s y los e fe c t o s cu lt u r a le s . Y e s to h e p o d id o

a d ve r t ir lo cla r a m e n t e co n m o t ivo d e m is p r o p ia s in ve s t iga cio n e s

so b r e la s o c io lo g ía d e l e s ta d o .

L o s t é r m in o s d e e s t a d is cu s ió n q u e a ca b a m o s d e p r e s e n t a r

n o s p a r e ce n a p r im e r a vis t a p u r a m e n t e m o d e r n o s. R e s u lt a r á ,

p o r lo t a n t o , a so m b r o so sa b e r q u e en la s o c io lo g ía g r ie g a se d is ­

c u t ía n ya los d ife r e n t e s m é t o d o s p a r a la in ve s t iga ció n d e l e s t a ­

d o y d e la so cie d a d . A s í , p a r a P la t ó n , e l m é t o d o d e d u c t iv o es

e l m á s a d e cu a d o : se d eb e, d ice , p a r t ir d e los p r in cip io s y d es d e

e llo s d e sce n d e r h a s t a lo s fe n ó m e n o s p a r t icu la r e s . P o r e s to é l

d e d u ce e l e s t a d o d e la id e a d e la ju s t ic ia y d e és te , la o r g a n iza ­

ció n e s t a m e n t a l. Ar is t ó t e le s , en ca m b io , p r e fie r e e l m é t o d o in ­

d u c t iv o . S e d eb e co m e n za r , s e gú n é l, co n lo q u e ya n os es co n o ­

cid o , y d e a h í a sce n d e r h a s t a lo ge n e r a l. P o r es to e m p le a e l p r o ­

ce d im ie n t o ge n é t ico p a r a d e s cu b r ir la e s en cia d e l e s ta d o .

O fr e ce r e m o s a h o r a u n a vis ió n ge n e r a l so b r e los m é t o d o s em ­

p le a d o s h a s t a e l p r e se n t e en la S o c io lo g ía y m á s a d e la n t e h a r é-

Page 97: Introducción a la sociología

EXAMEN DE CONJUNTO 87

m o s u n a e xp o s ició n d e t a lla d a d e a lg u n o s d e lo s m á s im p o r t a n ­

tes. E n p r im e r lu g a r h em o s d e m e n cio n a r lo s m é t o d o s q u e p r o ­

p o r c io n a n e l m a t e r ia l e m p ír ico p a r a e l e s t a b le cim ie n t o d e e s t r u c­

t u r a s s o c io ló g ica s . E s t o s , en c ie r t o m o d o , co n s t it u ye n t a n s ó lo

e l t r a b a jo p r e p a r a t o r io p a r a la S o c io lo g ía p r o p ia m e n t e d ich a .

A e llo s p e r t e n e ce la lla m a d a S o c io g r a fía , la E t n o g r a fía , la E s ­

t a d ís t ica y la H is t o r ia U n iv e r s a l . S o b r e la s cie n cia s a u xilia r e s

h a b la r e m o s co n m á s d e t a lle e n e l c a p ít u lo s igu ie n t e . M e n c io ­

n em o s t a m b ié n e l m é t o d o d e la s e n cu e s t a s , e m p le a d o e s p e c ia l­

m e n t e en Am é r ic a , y q u e s ir ve p a r a d e s cu b r ir h ech o s so cia le s .

E l e xp e r im e n t o , e n ca m b io , q u e d e s e m p e ñ a t a n g r a n p a p e l en la

in ve s t iga c ió n d e la n a t u r a le za , só lo r a r a ve z s ir ve p a r a la in ve s ­

t ig a c ió n s o c io ló g ica . M e jo r p u e d e u t iliza r s e és te s i se t r a t a d e

u n t em a p s ico ló gico -s o c ia l.

E n g e n e r a l lo s m é t o d o s p u r a m e n t e c ie n t í f ic o - n a t u r a le s so n

im p r o p io s p a r a la S o c io lo g ía , a u n q u e se h a ya h ech o la t e n t a t i­

va d e e d ific a r u n a s o c io lo g ía m e ca n ic is t a , e s to es , d e a d q u ir ir

co n o cim ie n t o s co n la a yu d a d e fó r m u la s fís ic a s y m a t e m á t ica s ;

m a s e s t a t e n t a t iva n o h a t e n id o u n ve r d a d e r o é xit o . E s t e fu é ,

in clu s o , e l ca so d e l fin o s o c ió lo go it a lia n o P a r e t o , cu ya d o c t r in a

q u e d ó b o s q u e ja d a en e l ca p ít u lo a n t e r io r . N o se p u e d e h a b la r

t a m p o co a q u í d e u n m é t o d o b io ló g ico e n la S o c io lo g ía ; en e s ­

te ca so se t r a t a m á s b ie n d e u n a a p lica c ió n d e a n a lo g ía s . P e ­

r o es p r eciso r e co n o ce r , p o r o t r a p a r t e , q u e exis t e u n a zo n a

fr o n t e r iza en t r e la S o c io lo g ía y la B io lo g ía , co m o o b se r va m o s

e n e l e s t u d io d e la cie n cia d e la s r a za s ; so b r e es te p u n t o t a m ­

b ié n d ir em o s a lg o m á s en e l c a p ít u lo s igu ie n t e . M á s e s t r e ch a s

so n la s r e la cio n es en t r e la P s ico lo g ía y la S o c io lo g ía . L a p r im e ­

r a n o es t a n só lo u n a cie n cia a u x ilia r d e la S o c io lo g ía , s in o q u e

s u a p lica c ió n in m e d ia t a es p r o p ia in clu s o p a r a la in ve s t iga c ió n

d e e s t r u ct u r a s so cia le s . P o r eso h a b la r e m o s d e u n m o d o p a r t i­

c u la r d e l m é t o d o p s ico ló g ico . M a s a n t e s t r a t a r e m o s d e la e la b o ­

r a c ió n d e l m a t e r ia l e m p ír ico , p a r a lo q u e se h a d e s a r r o lla d o u n

m é t o d o s o c io ló g ico e s p e cia l q u e p o d e m o s lla m a r m é t o d o t ip o ­

ló g ico o c la s ifica t o r io .

Page 98: Introducción a la sociología

88 LOS MÉTODOS

2 . L o s m é t o d o s c la s i f i c a t o r io y t ip o ló g ic o

E l m a t e r ia l p r o p o r cio n a d o , en lo q u e se r e fie r e a la s a g r u ­

p a cio n e s h u m a n a s , p o r p r o p ia o b s e r va ció n , E s t a d ís t ica , E t n o ­

g r a f í a e H is t o r ia , n e ce s it a c ie r t a a d a p t a c ió n , so b r e t o d o s i q u e ­

r em os d e scr ib ir p o r su m e d io a lg u n a s ca t e go r ía s d e fe n ó m e n o s

so cia le s . Y e s to lo m ism o si se t r a t a d e la c la s ifica c ió n d e las

e s t r u ct u r a s so cia le s q u e d e l d e s cu b r im ie n t o d e t ip o s d e e vo lu ­

ció n ; p u es la s ca t e go r ía s s o cio ló g ica s d e b e n a p r e s a r t a n t o lo

s im u lt á n e o co m o lo su ce s ivo d e la v id a s o cia l. L o s co m ie n zo s d e

es te m é t o d o los e n co n t r a m o s ya en la s o c io lo g ía g r ie g a . E n

G r e c ia fu é so b r e t o d o la a p a r ic ió n d e l e s t a d o en su s d ife r e n t e s

fo r m a s lo q u e e s t im u ló e l in t e r é s d e los p en sa d o r e s . L a p lu r a li­

d a d s im u lt á n e a d e p eq u eñ o s e s t a d o s g r ie g o s p r o vo có p r o n t o

co m p a r a cio n e s , a s í co m o el e s t a b le cim ie n t o d e t ip o s ; p e r o t a m ­

b ién la s in s t it u cio n e s d e e s t a d o d e los lla m a d o s p u e b lo s b á r b a ­

r os se t o m a b a n e n co n s id e r a ció n ; n o lim it á n d o s e e l e s t u d io a los

e le m e n t o s ju r íd ico s d e la C o n s t it u c ió n d e l e s t a d o , s in o q u e se

t o m a b a n t a m b ié n en cu e n t a , p a r a e l e s t a b le cim ie n t o d e la s ca t e ­

g o r ía s d e e s t a d o s , la s b a se s so cia le s . I n c lu s o los d ife r e n t e s t ip o s

d e e vo lu c ió n d e la s o cie d a d fu e r o n ya fo r m u la d o s p o r a lg u n o s

p e n sa d o r e s g r ie g o s , en t r e los q u e d e sem p eñ ó u n p a p e l im p o r ­

t a n t e la t e o r ía c íc lica .

L a c la s ifica c ió n h a h ech o p r o g r e s o s r ecien t es m u y im p o r t a n ­

tes , ya q u e se cu e n t a co n u n m a t e r ia l d e o b s e r va ció n m á s r ico.

E n cu a n t o a los t ip o s d e e vo lu ció n d e la s o cie d a d , fu é s in d u d a

e l fi ló s o fo i t a lia n o V ic o e l q u e e s t a b le ció p o r ve z p r im e r a u n a

t e o r ía , a la q u e s igu ie r o n d esp u és la s d e C o m t e y S p e n ce r . La

d e s cr ip ció n h is t ó r ica m o d e r n a t a l co m o se m a n ifie s t a d e u n

m o d o e s p e cia l en la s o b r a s d e L a m p r e ch t y d e B r e ys ig , p r e fie r e

e l e s t a b le cim ie n t o d e t ip o s cu lt u r a le s d e la so cie d a d . M a s en lo

q u e se r e fie r e a la t e o r ía d e la e s t r u c t u r a d e lá v id a so cia l, la so­

c io lo g ía m o d e r n a h a d a d o o b r a s im p o r t a n t e s . D e és ta s h a b la ­

r em os a u n en e l c a p ít u lo v i d e es te lib r o . Se ñ a la r e m o s a h o r a t an

só lo q u e a lg u n o s a u t o r e s h a n e s t a b le cid o u n m é t o d o t ip o ló g ico

ge n e r a l co m o m é t o d o s o cio ló g ico . A es to s a u t o r e s p er t en ece

Page 99: Introducción a la sociología

CLASIFICATORIO Y TIPOLOGICO 89

D u r k h e im , q u e en su lib r o so b r e e l m é t o d o en la S o c io lo g ía

( ^ 9 5 ) 5 P* io4 s s . , d e s a r r o lló la s r e g la s p a r a e l e s t a b le cim ie n ­

to d e t ip o s so cia le s .

E l p u n t o d e p a r t id a d e su d iv is ió n es la h o r d a , ya q u e é s t a

r ep r e sen t a la s o cie d a d m á s s im p le , co n s is t e n t e en u n s o lo s e g ­

m en t o . R e p r e s e n t a en cie r t o m o d o e l p r o t o p la s m a d e l o r g a n is ­

m o so cia l. E s , p o r lo t a n t o , p o s ib le e xp lica r la s d e m á s e s t r u c t u ­

r a s so cia le s p o r u n a co m b in a ció n d e h o r d a s . E s t a , o p in a D u r k ­

h eim , es u n p o s t u la d o d e la cie n cia , d e e lla p u e d e d e r iva r s e

t o d a la e s ca la d e la s u n io n es m á s co m p le ja s ; p o r t a n t o , es co sa

a cc id e n t a l e l p r o b le m a d e s i es ta h o r d a h a t e n id o o n o u n a r e a ­

lid a d h is t ó r ica . M a s es te t ip o d e co n s t r u cc ió n n o s p a r e ce b a s ­

t a n t e p e lig r o s o . So b r e t o d o , n o r e s u lt a n a d a c la r a la p o s ició n d e

la f a m i lia , ya q u e d ifíc ilm e n t e p o d e m o s e xp lica r és ta co m o u n a

co m b in a ció n d e h o r d a s . Y si la fa m ilia es a lg o o r ig in a l, fa lt a

e n t o n ce s la b a se id e a l d e t o d a la t ip o lo g ía d e D u r k h e im . E s t e ,

t a m b ié n , d e jó d e e xp o n e r la s d ife r e n t e s co m b in a cio n e s q u e va n

d esd e la s s o cie d a d e s s im p le s h a s t a la s co m p le ja s fo r m a cio n e s d e

los p u e b lo s c iviliza d o s .

M u c h o m á s im p o r t a n t e es e l m é t o d o d e s a r r o lla d o p o r M a x

W e b e r co n la d e n o m in a ció n d e t ip o id e a l. E s t a t e o r ía h a e je r c i­

d o g r a n in flu jo , in clu s o fu e r a d e A le m a n ia . S o r o k in , en su lib r o

sob r e la s t e o r ía s s o c io ló g ica s , se e xp r e s a a es te r e sp e ct o d e la

m a n e r a s igu ie n t e : " Q u iz á s la t e n t a t iva m á s p r o fu n d a p a r a a c la ­

r a r la co n ce p ció n d e l t ip o id e a l, d e s a r r o lla n d o u n m é t o d o p a r ­

t icu la r d e in ve s t iga c ió n , h a s id o la r e a liza d a p o r M a x W e b e r ;

a e s t a t e n t a t iva p e r t e n e ce e l e s t u d io d e lo s t ip o s id e a le s d e l ca ­

p it a lis m o , p r o t e s t a n t is m o , co n fu c ia n is m o , e t c .” M a s n o s p a r e ce

q u e S o r o k in n o h a co m p r e n d id o en t o d a su s ig n ifica c ió n ese

m é t o d o s in g u la r , ya q u e és te n o co n s is t e en r e su m ir la s ca r a c t e ­

r ís t ica s co m u n e s d e u n g r u p o d e fe n ó m e n o s so cia le s , s in o en e l

e s t a b le cim ie n t o d e u n t ip o q u e , en su p u r e za , n o p e r t e n e ce a

la r e a lid a d .

S e g ú n W e b e r , e l e s t a b le cim ie n t o d e u n t ip o id e a l se lo g r a

p o r la e xa ge r a c ió n u n ila t e r a l d e u n a o va r ia s p e r s p e ct iva s q u e

a p a r e ce n co n m á s o m en o s fr e cu e n c ia en u n a m u lt i t u d d e fe ­

n ó m en o s ; es ta s p e r s p e ct iva s a s í d e s t a ca d a s co n s t it u ye n u n a co n s ­

Page 100: Introducción a la sociología

9o LOS MÉTODOS

t r u cc ió n co n ce p t u a l d e l o b je t o e s t u d ia d o . C o n la a yu d a d e es ta

co n s t r u cció n se d e t e r m in a lu e g o h a s t a q u é g r a d o la r e a lid a d

h is t ó r ica se a p r o x im a a l t ip o id e a l, lo q u e p e r m it e en co n s e cu e n ­

cia su c la s ifica c ió n . S e t r a t a , p u es , d e u n a id e a q u e se r e a liza en

la s fo r m a s h is t ó r ica s co n cr e t a s co n m a yo r o m en o r p e r fe cció n .

A s í , p o r e je m p lo , n o a p a r e ce n u n ca la d o m in a ció n ca r ism á t ica

en t o d a su p u r e za , n i t a m p o co u n a e co n o m ía t r a d ic io n a l o e l

ca p it a lis m o p u r o ; la p e cu lia r id a d h is t ó r ica se r e co n o ce p o r e l gr a

d o d e a ce r ca m ie n t o a l t ip o id e a l.

W e b e r n o t r a t a , p u es , d e n in g ú n m o d o , d e co n s t r u ir un .i

ca t e g o r ía g e n é r ica y a u n m en o s d e e s t a b le ce r u n id e a l. E n el

ú lt im o se n t id o se e m p le a co n fr e cu e n c ia la e xp r e s ió n t ip o id ea l

a l r e fe r ir s e a la t e o r ía d e l e s t a d o , p o r e je m p lo , en la o b r a d<-

J e llin e k ( T e o r í a g e n e r a l d e l e s t a d o , y e d ., p . 3 4 ) . E n t e n d ié n

d ose a q u í p o r t ip o id e a l u n o q u e n o e s t á d a d o en la r ea lid a d ,

s in o q u e h a d e se r cr e a d o , es d e cir , u n p r o d u c t o d e la p o lít ir .i

o d e la e s p e cu la ció n . S i se e s t a b le ce n , en ca m b io , ca r a ct er ís t ica »

co m u n e s p o r e l ca m in o in d u ct ivo , h a b la J e llin e k d e u n t ip o em

p ír ico ; se t r a t a e n t o n ce s d e u n gé n e r o d e fe n ó m e n o s r ea le s y no

d e a lg o q u e h a d e ser . E s t e t a m p o co es e l ca so d e W e b e r ; nt

t r a t a en é l d e u n m é t o d o p e cu lia r en la ca p t a c ió n d e lo s fer ió

m en o s r ea le s . S e p u e d e d is cu t ir s i n o n o s e n co n t r a r e m o s a q u í .il

d e s t a ca r u n ila t e r a lm e n t e d e t e r m in a d a s ca r a ct e r ís t ica s co n e l p t

I igr o d e u n a co n s t r u cció n a r b it r a r ia . E n cu a n t o a los escr ito»

so b r e es te t em a h em o s d e m e n cio n a r e l d e A . d e S c h e lt in g : I .<

c o n s t r u c c ió n d e la c ie n c ia c u l t u r a l en M a x W e b e r ( A r c h iv o d#

cien cia s s o cia le s , t . 4 9 ) ; e l d e A . W a lt h e r : M a x W e b e r com a

s o c ió lo g o ( A n a le s d e s o c io lo g ía , n ) ; H a n s O p p e n h e im e r : / «

ló g ica d e la c o n s t r u c c ió n c ie n t í f i c a d e la s c ie n c ia s s o c ia le s (19 2 ^ ) |

B . P fis t e r : L a e v o lu c ió n h a c ia e l t ip o id e a l ( 19 2 8 ) .

C ie r t o p a r e n t e s co co n e l m é t o d o t ip o ló g ico m u e s t r a e l m étod o

f a s e o ló g ic o e m p le a d o p o r M ü lle r - L ye r en n u m er o s o s t r a b a jo » ,

m á s p o p u la r e s q u e c ie n t ífico s . E s t e co n s is t e en a n a liza r la Im io

r ia d e la s d ife r e n t e s in s t it u cio n e s so cia le s , t a le s co m o la r eligión ,

la fa m ilia , e l a r t e , e t c., en p e r ío d o s , co m p a r a n d o lu e g o esta» di«

t in t a s fa se s u n a s co n o t r a s . D e la s ín te s is d e e s ta s lín e a s d r rvt»

lu c ió n p e r t e n e cie n t e s a d ife r e n t e s ca m p o s d e la v id a so cia l h.» • !*

Page 101: Introducción a la sociología

PSICOLÓGICO Y FENOMENOLÓGICO 91

r e s u lt a r u n t ip o h is t ó r ico , q u e s e r v ir á p a r a e s t a b le ce r le ye s g e n e ­

r a le s d e e vo lu ció n . R e co n o cie n d o e l cu id a d o p u e s t o p o r e l a u t o r ,

so b r e t o d o e n lo q u e se r e fie r e a la u t i liza c ió n d e l m a t e r ia l e t n o ­

g r á fic o , los r e s u lt a d o s d e e s t a t e o r ía t ip o ló g ica n o s p a r e ce n in ju s ­

t ifica d o s . S u L ín e a s d ir e c t r ic e s d e l p r o g r e s o es u n a o b r a lle n a d e

t e n d e n cia s é t ico -p o lít ica s . Vé a s e e l t r a b a jo Z u m A n d e n k e n a n

M ü lle r - L y e r ( E n m e m o r ia d e M ü lle r - L y e r ) , 19 2 6 , r e a liza d o p o r

va r io s a u t o r e s .

3. E l m é t o d o p s ic o ló g ic o y e l m é t o d o f e n o m e n o ló g ic o

H a y u n a cu e r d o u n á n im e en a d m it ir q u e la P s ico lo g ía es u n a

im p o r t a n t e cie n cia a u x ilia r p a r a la S o c io lo g ía . F u n d a d a m e n t e se

p u ed e co n s id e r a r a é s t a , in clu s o , co m o u n a c ie n cia lím it e , s e gú n

r e su lta e vid e n t e e n e l ca s o d e la p s ic o lo g ía s o c ia l. S o b r e es te t e ­

n ia in s is t ir em o s t o d a v ía e n lo s ca p ít u lo s iv y v d e es te m a n u a l.

Ah o r a t r a t a r e m o s t a n s ó lo d e l p r o b le m a d e sa b e r s i la S o c io lo g ía ,

p a r a co n s e gu ir s u fin , e s t o es , la d e s cr ip ció n y e xp lica c ió n d e los

fe n ó m en o s so cia le s , h a d e u t iliza r e l m é t o d o p s ico ló g ico . L a m a ­

yo r ía d e los in ve s t iga d o r e s r e ch a za la u t i liza c ió n e xc lu s iva d e l m é ­

tod o p s ico ló gico . M a s exis t e n a lg u n o s a u t o r e s , e s p e cia lm e n t e e n ­

t r e los s o ció lo go s a m e r ica n o s , q u e h a n d e fe n d id o co n ca lo r la

t en d en cia p s ico ló g ica . Y en t r e és to s se e n cu e n t r a n en p r im e r

lu ga r los r e p r e s e n t a n t e s d e l lla m a d o b e h a v io r is m o , o p s ic o lo g ía

«le la co n d u ct a .

Lo s p a r t id a r io s d e la p s ico lo g ía d e la co n d u c t a t r a t a n , m e-

ili.in te la o b s e r va ció n d e la s r ea ccio n es q u e r e s u lt a n en d e te r m i-

m ida s s it u a cio n e s p r o vo ca d a s p o r e s t ím u lo s ext e r n o s , d e r e co ge r

• I m a t e r ia l q u e n o s p e r m it a fo r m u la r la s r e g la s d e la co n d u c t a

liu m a n a . L o s b e h a v io r is t a s o p in a n q u e só lo p o r es te m e d io se

lá ce le lle g a r a u n co n o cim ie n t o s e gu r o d e la s r e la cio n es e n la

' " ic d a d , y r e ch a za n p o r t a n t o e l p r o ce d im ie n t o lla m a d o in t r o s -

1 t iv o , o se a la in ve s t iga c ió n d e la v id a in t e r io r d e l a lm a . A fi r -

m .111 e llo s d e a n t e m a n o q u e es te p r o ce d im ie n t o n o n os p r o p o r -

• t on a r ía s in o r e s u lt a d o s in e xa ct o s , t a n t o s i se t r a t a d e la ob ser -

«tu iún d e u n o m ism o co m o s i se t r a t a d e la in ve s t iga ció n d e la

Page 102: Introducción a la sociología

92 LOS MÉTODOS

vid a p s íq u ica a je n a . C o n a yu d a d e la e s t a d ís t ica y d e la s e n ­

cu es ta s se p u e d e n , en ca m b io , r e a liza r o b se r va cio n es so b r e m a sa s

d e ge n t e co n r e s u lt a d o s d e u n a e x a c t it u d q u e en g e n e r a l n o

o fr e ce n s in o la s in ve s t iga cio n e s n a t u r a le s p r o p ia m e n t e d ich a s .

E s cie r t o , en e fe c t o , q u e co n es te m é t o d o se g a n a n en cie r t o

t e r r e n o a lg u n o s d a t o s sob r e la co n d u c t a e xt e r io r d e los h o m ­

b r e s; se lo g r a r o n e n c ie r t o m o d o p r e s e n t a r a lg u n a s a cc io n es co ­

m o r ea ccio n es r e gu la r e s fr e n t e a d e t e r m in a d o s e s t ím u lo s e xt e r ­

n o s . Y es p r eciso r e co n o ce r q u e se a d q u ir ió t a m b ié n u n b u en

m a t e r ia l p a r a la o b s e r va ció n d e la s r e la cio n e s in t e r h u m a n a s . P e ­

r o e l m é t o d o fa l la si s é t o m a co m o o b je t o d e la in ve s t iga c ió n n o

a l in d ivid u o s in o e l g r u p o e n t e r o y e n g e n e r a l la e s t r u c t u r a s o ­

cia l. E s ju s t a m e n t e en es te ca so cu a n d o a p a r e ce n co m o d e la

m a yo r im p o r t a n cia la s o b se r va cio n e s p s ico ló g ica s in t r o s p e ct iva s .

E s ca r a c t e r ís t ico d e l "b e h a vio r is m o ” p a r t ir d e la s in ve s t ig a c io ­

n es d e l m u n d o a n im a l y q u e u n a g r a n p a r t e d e e lla s se r e fie r a

a la v id a p s íq u ica in fa n t i l . L a in ve s t iga c ió n d e los fe n ó m e n o s

m á s e le va d o s d e la a c t iv id a d h u m a n a , t a le s co m o los se n t im ie n ­

tos m o r a le s y r e lig io s o s , se e n cu e n t r a fu e r a d e esa s o b s e r va cio ­

n es p r im it iva s . N o p o d e m o s d e cir , p o r t a n t o , q u e la t e o r ía d e la

co n d u c t a e x t e r n a d e l h o m b r e p u e d a co n s id e r a r s e co m o la b a se

m e t o d o ló g ica d e la S o c io lo g ía .

Y m en o s a u n t r a t á n d o s e d e esa s in ve s t iga cio n e s , cie r t a m e n ­

te va lio s a s , q u e h ic ie r o n a lg u n o s p s icó lo go s r u so s co m o P a v lo v

y B e ch t e r e v co n e l n o m b r e d e r e f le x o lo g ía . S e t r a t a b a d e d e s ­

cu b r ir , b a sá n d o se en e xp e r im e n t o s , en q u é m e d id a e xis t en en

los a n im a le s y en los h o m b r es im p u ls o s in co n d icio n a d o s (h e r e ­

d a d o s ) e im p u ls o s co n d icio n a d o s ( a d q u ir id o s ) y d e in ve s t iga r

t a m b ié n su o r ige n y t r a n s fo r m a cio n e s . M a s es e vid e n t e q u e n o

p u e d e d escu b r ir se e l s e n t id o d e u n fe n ó m e n o so cia l e s t u d ia n d o

los r e fle jo s en los m o vim ie n t o s m u s cu la r e s , e t c . L a in flu e n c ia

d e es tos a u t o r e s r u so s so b r e e l d e s a r r o llo d e la S o c io lo g ía es,

p u es , t a n p e q u e ñ a co m o la d e los b e h a vio r is t a s ya n q u is , en la

m e d id a , a l m en o s, en q u e r e ch a za n r a d ica lm e n t e e l t e n e r en

cu e n t a la v id a p s íq u ica in t e r io r , co m o en e l ca so d e la o b r a d e J .

W a t s o n : L a co n d u ct a , u n a in t r o d u cció n a la p s ico lo g ía co m p a ­

Page 103: Introducción a la sociología

PSICOLÓGICO Y FENOMENOLÓGICO 93

r a d a , 19 14 . M á s m o d e r a d a s son la s o b r a s d e T h o r n d ik e y D a w e y .

U n a exp o s ició n y c r í t ic a exce len te s d e l b e h a vio r is m o es la d e F .

S a n d e r en la R ev is t a d e eco n o m ía n a cio n a l, t . m , p . 70 4 ss . L a

t e o r ía d e la co n d u c t a h u m a n a d e R o b e r t E . P a r k y W . J . T h o -

m a s es d e u n a t e n d e n cia m á s s o c io ló g ica y e n e lla o b se r va m o s

cie r t o p a r e n t e s co co n e l S is t e m a d e s o c io lo g ía g e n er a l d e vo n

W ie s e , co n su t eo r ía d e la s r e la cio n es , d o n d e se r eco n o ce ig u a l­

m e n t e a la co n d u c t a e x t e r n a co m o e l h e ch o fu n d a m e n t a l d e la

cie n cia so cia l.

E n lo q u e se r e fie r e a la P s ico lo g ía p r o p ia m e n t e d ich a , la

q u e t ie n e p o r o b je t o la s r e p r e se n t a cio n e s , s e n t im ie n t o s y d eseo s,

lle g ó é s ta a e m p le a r s e co m o b a se , so b r e t o d o en los d ife r e n t e s

s is te m a s s o cio ló g ico s ya n q u is . R e co r d e m o s la s in ve s t iga cio n e s , e x­

p u e s t a s en e l c a p ít u lo a n t e r io r , d e G u id d in g s y E llw o o d E l p r i­

m er o ve en la co n cie n cia d e la e sp e cie e l h e ch o d e cis ivo d e la

v id a s o cia l; e l ú lt im o id e n t ificó d ir e c t a m e n t e la S o c io lo g ía con

la p s ico lo g ía so cia l. E n F r a n c ia fu é T a r d e , s e gú n ya h em os in d i­

ca d o , q u ien se ñ a ló a l in s t in t o d e im it a ció n co m o p u n t o d e p a r ­

t id a d e la s o cia liza c ió n . E n t r e los s o ció lo go s a le m a n e s es V ie r ­

k a n d t e l q u e se m a n ifie s t a m á s in c lin a d o a l m é t o d o p s ico ló g ico ;

p a r a é l, e n la co n cie n cia d e los in d ivid u o s r es id e e l ca r á c t e r d e ­

t e r m in a n t e d e la s fo r m a cio n e s so cia le s . M a s t a m b ié n F . T ó n n ie s

p e r t e n e ce a e s t a t e n d e n cia ya q u e ve en la e s en cia d e la vo lu n t a d

e l p r in c ip io co n s t r u c t ivo d e la s o c ie d a d , es d e cir , en la v o lu n ­

t a d e s e n cia l y en la vo lu n t a d d e e le cció n o a r b it r io . I n c lu s o M a x

W e b e r , a l cu a l le p a r e ce d e cis iva la a cció n s o cia l y e l s e n t id o d e

é s ta , se ve o b lig a d o a a t r ib u ir la m a yo r im p o r t a n c ia a los m o t i­

vo s d e la a cció n o d e o m is ió n .

A u n q u e W ie s e s e ñ a la la s d ife r e n c ia s q u e e xis t en en t r e e l m é ­

t o d o c ie n t ífico d e la s r e la cio n es y la P s ico lo g ía , cr ee , s in e m b a r '

g o , p o d e r e n co n t r a r la s ca r a c t e r ís t ica s d e l co m p o r t a m ie n t o h u ­

m a n o en d e t e r m in a d o s d eseo s . C o m p le t a n d o la t e o r ía d e l so ció ­

lo g o a m e r ica n o W . J . T h o m a s , d is t in gu e W ie s e cu a t r o g r u p o s

d e d eseos so cia le s : E l d eseo d e s e gu r id a d , e l d e seo d e a p r o b a ­

ció n , e l d e seo d e ser co r r e s p o n d id o y e l d e seo d e n u e va s e xp e ­

r ie n cia s y se n sa cio n es . P u r a m e n t e p s ico ló g ico es e l m é t o d o em ­

Page 104: Introducción a la sociología

94 LOS MÉTODOS

p le a d o p o r G . F . S t e f fe n e n su s lib r o s D e r W e g z u r s o z ia le n

E r k e n n t n is ( E l ca m in o d e l co n o cim ie n t o s o cia l) y D i e G r u n d la g e

d er S o z io lo g ie ( L a b a se d e la s o c io lo g ía ) . S e g ú n é l, e l h ech o

fu n d a m e n t a l d e la s o cie d a d es esa t r a n s fo r m a c ió n d e la co n ­

c ie n cia q u e p r o vo ca n e n u n h o m b r e lo s d em á s h o m b r es . T o d o s

lo s fe n ó m e n o s s o cia le s p u e d e n r e fe r ir s e a e s t a in flu e n c ia , p o r

e je m p lo , la co o p e r a ció n , la lu ch a y la d o m in a ció n . E n t r e los

q u e r e p r e se n t a n e l m é t o d o p s ico ló g ico h em o s d e co n t a r t a m b ié n

a F . S a n d e r , co m o p o d e m o s ve r p o r e s t a s lín e a s s u ya s : " L a

s o c io lo g ía p u r a es p a r t e d e la s o c io lo g ía d e s cr ip t iva . W ie s e e s tá

e q u ivo ca d o a l q u e r e r s e p a r a r la S o c io lo g ía d e la P s ic o lo g ía ; d e

la p r im e r a p o d e m o s d e cir q u e es la t e o r ía d e d e t e r m in a d a s ac*

cio n es p s íq u ica s , e s t o es , p s ico lo g ía d es cr ip t iv a ( A r c h iv o d e

cie n cia s so cia le s , t . 54 , p p . 3 76 - 3 8 2 ) .

E l fi ló s o fo H u s s e r I , c r e a d o r d e l m é t o d o f e n o m e n o ló g ico , e n ­

s a yó e xt e n d e r su t e o r ía d e la W e s e n s s ch a u ( I n t u ic ió n e s e n cia l)

a l co n o cim ie n t o d e lo s fe n ó m e n o s s o cia le s , s u b s t it u ye n d o a s í el

p r o ce d im ie n t o p u r a m e n t e in d u c t ivo o t r a t a n d o a l m en o s d e

co m p le t a r lo . M a s a lg u n o s p a r t id a r io s d e la fe n o m e n o lo g ía h a n

a fir m a d o la u t i lid a d d e es te m é t o d o p a r a la s o lu ció n d e lo s p r o ­

b le m a s s o cio ló g ico s . A s í L it t , e s p e cia lm e n t e en su lib r o , d e l cu a l

a p a r e cie r o n va r ia s e d icio n es , I n d iv id u u m u n d G e m e in s c h a f t ( I n ­

d iv id u o y co m u n id a d ) d e d u jo d e u n a n á lis is d e la co n cie n cia

d e l Y o la s r e la cio n e s co n los d e m á s h o m b r es , co m o s i é s ta s se

e n co n t r a s e n ya co n t e n id a s e n es a co n cie n cia . E l Y o n o es a lg o

q u e e xis t a p o r s í, s in o d e a n t e m a n o r e la c io n a d o co n o t r o s ; t a m ­

p o co exis t e u n Y o co le ct ivo q u e d esca n se só lo en s í m ism o .

S e t r a t a , m á s b ien , d e u n e n ca d e n a m ie n t o r e cíp r o co e n t r e e l Y o

y e l T ú , o , co m o d ice L it t , d e u n a r e c ip r o c id a d d e p e r s p e ct iva s .

E n e l Y o e s t á y a co n t e n id a la r e a lid a d d e la so cie d a d , p u e s d e

o t r a s u e r t e n o s ve r ía m o s o b lig a d o s a a s ig n a r a a q u e lla u n a co n ­

s is t e n cia su i g en er is . E s s in d u d a u n a n á lis is a g u d o a u n q u e in s u ­

fic ie n t e p a r a ca r a c t e r iza r la s d ive r s a s u n io n es h u m a n a s en su s

p a r t icu la r id a d e s y t r a n s fo r m a cio n e s h is t ó r ica s .

V ie r k a n d t en su T e o r ía d e la s o cie d a d t r a t ó d e u t i liza r e l

m é t o d o fe n o m e n o ló g ico d e u n a m a n e r a co n cr e t a . L o s r e su lt a d o s

Page 105: Introducción a la sociología

EL DE LA COMPRENSIÓN 95

m á s im p o r t a n t e s se r e la cio n a n co n e l s e n t im ie n t o d e s í m ism o ,

la vo lu n t a d d e s u b o r d in a c ió n y la s o lid a r id a d . L o ca r a c t e r ís t ico

d e l m é t o d o co n s is t e en e s t a b le ce r h ech o s ge n e r a le s n o p o r in d u c­

ció n , s in o co n s t a t a d o s co n e vid e n cia p le n a e n u n so lo o b je t o , q u e

n os es d a d o in m e d ia t a m e n t e e n n u e s t r a co n cie n cia y ca p t a d o

p o r u n a ct o in t u it ivo . C o m o e je m p lo s c it a V ie r k a n d t la ve n e r a ­

ció n y e l s e n t im ie n t o d e l p u d o r . N o se t r a t a d e u n a d is cu s ió n d e

co n ce p t o s s in o d e co m p r e n d e r la e s e n cia d e es tos fe n ó m e n o s en

u n a so la v ive n cia . A s í , p o r e je m p lo , e l r e s p e t o es u n h e ch o ú lt i ­

m o d e n u e s t r a co n d u c t a q u e n o se p u e d e d iv id ir en su s e le m e n ­

t os n i r e fe r ir a o t r a co s a ; su e sen cia s ó lo p u e d e ser co m p r e n d id a

p o r u n a in t u ic ió n in m e d ia t a . E l co n o cim ie n t o a d q u ir id o d e es te

m o d o t ie n e p a r a n o s o t r o s e l ca r á c t e r d e e vid e n cia . Y e s t o m is ­

m o p o d e m o s d e cir , d e u n m o d o m u y m a r ca d o , en lo q u e se r e ­

fie r e a l s e n t im ie n t o d e u n ió n ín t im a e n la co m u n id a d so cia l.

E s p r e ciso r e co n o ce r q u e es te m é t o d o fe n o m e n o ló g ico o fr e ­

ce , en la in ve s t iga c ió n d e la v id a so cia l, d a t o s va lio s o s , m a s n o

h a y q u e o lv id a r los p e lig r o s q u e s u p o n e . E l s e n t im ie n t o d e la

evid e n cia n o n o s o fr e ce la g a r a n t ía d e q u e la in t u ic ió n h a ya

co n d u cid o a u n a ve r d a d o b je t iva . E x is t e t a m b ié n la p o s ib ilid a d

d e q u e la in t u ic ió n p u r a d e d ife r e n t e s in ve s t iga d o r e s co n d u zca

a r e s u lt a d o s d ive r so s . E n es to s ca so s só lo e l m é t o d o in d u c t ivo

p u e d e ser d e cis ivo . P o r es to , in ve s t iga d o r e s em in en te s , co m o K .

B ü h le r , h a n s e ñ a la d o , d e sd e e l p u n t o d e v is t a d e la p s ic o lo g ía ,

g r a ve s o b je cio n e s en co n t r a d e l m é t o d o in ic ia d o p o r H u s s e r l,

a p e s a r d e la s m u ch a s su ge s t io n e s q u e d e b e n a es te m é t o d o la

L ó g ica y la t e o r ía d e l co n o cim ie n t o .

4 . E l m é t o d o d e la "c o m p r e n s ió n ”

E s t e p r o ce d im ie n t o n o s ig n ific a en a b s o lu t o u n m é t o d o e m ­

p le a d o p o r ve z p r im e r a en la S o c io lo g ía . E n la s d ife r e n t e s cie n ­

cia s d e l e s p ír it u se h a n h ech o t e n t a t iva s p a r a p e n e t r a r en e l

s e n t id o d e l a co n t e ce r , in ve s t iga n d o los m o t ivo s d e la s a ccio n e s

h u m a n a s o la e s en cia d e la s fo r m a cio n e s id e a le s . F u é p o r ve z

p r im e r a en la cie n cia d e la H is t o r ia d o n d e r e s u lt ó va lio s o es ­

Page 106: Introducción a la sociología

y6 LOS MÉTODOS

te m é t o d o . S e p u e d e a se gu r a r q u e ya T u c íd id e s lo e m p le ó h a ­

c ie n d o q u e los p r o t a go n is t a s h a b la s e n d e m o d o d e e xp r e s a r su s

s e n t im ie n t o s e in t en cio n es . T a m b ié n los g r a m á t ico s g r ie g o s t r a ­

t a b a n fr e cu e n t e m e n t e d e h a ce r co m p r e n d e r e l s e n t id o d e cie r t a s

fo r m a s lin gü ís t ica s p o r m e d io d e m o t iva cio n e s p s íq u ica s . L a t eo ­

lo g ía cr is t ia n a h a u t i liza d o p a r a los e scr it o s d e l A n t ig u o y N u e *

vo T e s t a m e n t o la lla m a d a H e r m e n é u t i c a , la cu a l n o s ig n ific a

o t r a co sa s in o la u t iliza c ió n d e l m é t o d o d e la co m p r e n s ió n . I m ­

p o r t a n t e s in ve s t iga cio n e s a es te r e s p e ct o e n co n t r a m o s en e l T r a ­

t a d o t e o ló g ic o - p o lí t i c o d e S p in o za ; y en e l s ig lo x d í m u y p a r t i­

cu la r m e n t e en la o b r a d e Sch le ie r m a ch e r . E n t r e los fi ló lo g o s

fu é so b r e t o d o B o e ck h q u ien u t ilizó co n m á s é xit o p a r a su c ie n ­

c ia e l m é t o d o d e la co m p r e n s ió n .

P e r o fu é e l fi ló s o fo a le m á n D i l t h e y e l p r im e r o q u e h izo d e l

m é t o d o d e la co m p r e n s ió n u n a t e o r ía g e n e r a l p a r a t o d a s la s

c ie n cia s d e l e s p ír it u , e n o p o s ició n a l d e la s cien cia s n a t u r a le s .

E n su E in f ü h r u n g in d ie G e is t e s w is s e n s c h a f t e n ( I n t r o d u cc ió n a

la s cien cia s d e l e s p ír i t u ) , 18 8 3 , d ice : " L a s cien cia s d e l e s p ír it u

t ie n e n u n a b a se co m p le t a m e n t e d is t in t a d e la s cien cia s n a t u r a ­

les. S u o b je t o se co m p o n e d e u n id a d e s q u e n os son d a d a s y n o

s im p le m e n t e in fe r id a s , q u e p o d e m o s co m p r e n d e r p o r su in t e ­

r io r ; la s s a b e m o s , la s co m p r e n d e m o s p r im e r o , p a r a ir la s co n o ­

cie n d o lu e go p o co a p o co ” (p . 13 6 ) . L u e g o a d vie r t e : L a n a t u ­

r a le za es m u d a p a r a n o so t r o s , s iem p r e n os es e x t e r n a ; la so cie­

d a d es n u e s t r o m u n d o , q u e co n vivim o s co n los d e m á s ( m it e r le -

b e n ) . E n o t r o lu g a r c a lific a e l m é t o d o d e la s cien cia s n a t u r a le s

co m o u n s im p le co n ce b ir los o b je t o s , m ie n t r a s q u e en e l m é t o d o

d e la s cien cia s d e l e s p ír it u se t r a t a d e u n a u t é n t ico v iv ir ( E r le -

b e n ) , es to es, d e u n ve r d a d e r o e n t e n d e r . D e s p u é s d e D ilt h e y , fu é

so b r e t o d o e l fi ló s o fo S p r a n g e r e l q u e en va r io s lib r o s , t a le s co m o

D i e G r u n d la g e n d e r G e s c h ic h t s w is s e n s c h a f t (Lo s fu n d a m e n t o s

d e la cie n cia h i s t ó r ic a ) ; L e b e n s jo r m e n ( o b c i t . ) y P s y c h o lo g ie

d e s J u g e n d a lt e r s ( P s ico lo g ía d e la e d a d ju v e n i l ) , d e s a r r o lló la

t e o r ía d e la co m p r e n s ió n . E s t a co n s t it u ye e l m é t o d o d e co n o ci­

m ie n t o p r o p io d e la s cien cia s d e l e s p ír it u , m e d ia n t e e l cu a l e l

a lm a s u b je t iva lo g r a e s t a b le ce r co n t a c t o co n e l e s p ír it u o b je t i­

Page 107: Introducción a la sociología

LL DE LA COMPRENSIÓN 97

vo . Co m p r e n d e r , en su s ig n ific a c ió n m á s a m p lia , q u ie r e d ecir

la ca p t a c ió n p le n a d e s e n t id o d e la s co n e xio n e s e s p ir it u a le s en la

fo r m a d e co n o cim ie n t o s o b je t iva m e n t e vá lid o s . T a n só lo co m ­

p r e n d e m o s e s t r u c t u r a s p le n a s d e s e n t id o ; p o r eso se d is t in gu e n

es to s p r o d u ct o s d e l co n o cim ie n t o , q u e n o s p r o p o r cio n a la c o m ­

p r e n s ió n , d e l co n ce b ir y d e l e xp lica r .

A h o r a se p la n t e a la cu e s t ió n d e s a b e r en q u é m e d id a es te m é­

t o d o a s í ca r a c t e r iza d o se p u e d e y se d eb e a p lica r a la S o c io lo g ía .

S o n d o s em in e n t e s so ció lo go s a le m a n e s los q u e lo d e fie n d e n , o

sea M a x W e b e r y W e r n e r S o m b a r t . W e b e r p o r p r im e r a ve z en

u n a r t ícu lo p u b lica d o en 19 13 : D e b e r e in ig e K a t e g o r ie n d er

v e r s t e h e n d e n S o z io lo g ie (S o b r e a lg u n a s ca t e go r ía s d e la so cio ­

lo g ía co m p r e n s iva ) , y m á s t a r d e en su o b r a p r in c ip a l W i r t s c h a f t

u n d G e s s e ls c h a f t ( E co n o m ía y s o cie d a d ) h a h e ch o va le r es te

m é t o d o p a r a la S o c io lo g ía . D ic e W e b e r : L a S o c io lo g ía es u n a

cie n cia q u e p r e t e n d e co m p r e n d e r , in t e r p r e t á n d o la , la a cció n so­

cia l, y d e e s a m a n e r a e xp lica r la ca u s a lm e n t e en su d e s a r r o llo y

e fe c t o s . " A c c ió n ” es u n a co n d u ct a h u m a n a en la m e d id a en q u e

e l s u je t o o los s u je t o s d e la a cció n u n e n a e lla u n s e n t id o s u b ­

je t ivo . L a "a c c ió n s o c ia l” , p o r t a n t o , es u n a a cció n e n d o n d e el

s e n t id o m e n t a d o p o r u n s u je t o o s u je t o s e s t á r e fe r id o a la co n ­

d u c t a d e o t r o s y o r ie n t a d a h a cia e lla en su d e s a r r o llo .

D e es ta s m a n ife s t a c io n e s fu n d a m e n t a le s r e s u lt a q u e e l c o m ­

p r e n d e r d e W e b e r s ig n ific a t a n só lo u n co m p r e n d e r p s íq u ico

en lo q u e se r e fie r e a la s a ct u a cio n e s d e los in d ivid u o s , p e r o n o

su p o n e e n e l s e n t id o d e D il t h e y y S p r a n g e r u n co m p r e n d e r es­

p ir it u a l. N o se t r a t a en e l ca so d e W e b e r d e ca p t a r co n a yu ­

d a d e l m é t o d o "co m p r e n s ivo ” e s t r u c t u r a s so cia le s o fe n ó m e n o s

cu lt u r a le s co m o la r e lig ió n , e l a r t e , e l d e r e ch o y e l e s t a d o . P o r

e s t a ca u s a la s e xp lica c io n e s d e W e b e r so n ca u sa le s en lo q u e se

r e fie r e a l a c t u a r d e los in d ivid u o s y a p a r e ce en p r im e r p la n o

e l fa c t o r r a c io n a l. P o r lo d em á s , é l m ism o se ve o b lig a d o a a d m i­

t ir q u e se r e a liza n m u ch o s a ct o s s o cia le s d e u n m o d o in co n scie n t e

o t a n só lo se m i-co n s cien t e , y q u e é s to s , p o r lo t a n t o , n o se p u ed en

so m et er a su t e o r ía . S i a ñ a d im o s a ú n q u e en la s o c io lo g ía d e

W e b e r la id e a d e c h a n c e d e s e m p e ñ a u n p a p e l d e cis ivo , es d ecir ,

Page 108: Introducción a la sociología

98 LOS MÉTODOS

la p r o b a b ilid a d d e q u e lo s h o m b r es se co m p o r t e n d e c ie r t o m o ­

d o , d ifíc ilm e n t e p o d r e m o s a fir m a r q u e é l h a r e a liza d o p o r co m ­

p le t o s u p r o g r a m a d e u n a S o c io lo g ía "co m p r e n s iva ” Y e s t o es

e v id e n t e t a m b ié n en la t e o r ía w e b e r ia n a d e l t ip o id e a l, d e la q u e

ya h em o s h a b la d o .

S o m b a r t , en ca m b io , d e fie n d e a p a s io n a d a m e n t e q u e e l ú n ico

m é t o d o a p r o p ia d o a la s o c io lo g ía es e l "co m p r e n s ivo ” , ya q u e

e lla p e r t e n e ce a la s cie n cia s d e l e s p ír it u . E n u n a co n fe r e n c ia p r o ­

n u n c ia d a en e l V I C o n g r e s o A le m á n d e S o c io lo g ía , e xp u s o e s ta

t e o r ía co n m á s d e t a lle s : H a y q u e d is t in g u ir t r e s fo r m a s d e co m ­

p r e n s ió n : co m p r e n s ió n d e se n t id o s , co m p r e n s ió n d e co sa s y

co m p r e n s ió n d e la p s iq u e . L a co m p r e n s ió n d e s e n t id o es la in t e ­

lig e n c ia d e la s g r a n d e s id e a s cu lt u r a le s , co m o la r e lig ió n , e l a r t e ,

la c ie n cia , e l d e r e ch o , la e co n o m ía y e l e s t a d o , es d e cir , la co m ­

p r e n s ió n d e los fe n ó m e n o s o r ig in a r io s d e l e s p ír it u ; o t r a t a r e a

q u e in cu m b e a la co m p r e n s ió n d e s e n t id o es la in t e le cció n d e la s

fo r m a s d e s o cia liza c ió n , t a le s co m o g r u p o s , co m u n id a d , a s o cia ­

ció n , je fa t u r a y p r o fe s ió n , a s í co m o d e la s fo r m a s e s p e c ífica s

d e r e a liza c ió n d e la s id e a s cu lt u r a le s . L a co m p r e n s ió n d e co sa s

a b a r ca la s o b je t iva c io n e s d e l e s p ír it u e fe c t iva m e n t e o cu r r id a s

en la H is t o r ia ; y a s í, p o r e je m p lo , ex is t e u n a S o c io lo g ía d e la

ig le s ia ca t ó lica y o t r a d e l e s t a d o p r u s ia n o , y en g e n e r a l u n a co m ­

p r e n s ió n d e la s d ife r e n t e s é p o ca s cu lt u r a le s . F in a lm e n t e , la

co m p r e n s ió n p s ico ló g ica t ien e p o r o b je t o la in ve s t iga c ió n gen é -

t ico -ca u s a l, o sea la t e o r ía d e la s m o t iva cio n e s .

E n co n t r a d e e s t a e xp o s ició n , t a l ve z u n p o co co m p lica d a , d e l

m é t o d o co m p r e n s ivo , h em o s d e o b je t a r e n p r im e r lu g a r q u e la

c a t e g o r ía d e la co m p r e n s ió n d e co sa s n o es n e cesa r ia . B a s t a r ía

co n la co m p r e n s ió n p s ico ló g ica y la d e s e n t id o ( co m p r e n s ió n es ­

p ir it u a l) . L a im p o r t a n c ia d e la p r im e r a es in d is cu t ib le y h a d e

ser a d m it id a a u n q u e n o a ce p t á s e m o s p a r a la S o c io lo g ía e l m é ­

t o d o d e la co m p r e n s ió n co m o m é t o d o ú n ico . L a ca t e g o r ía d e la

co m p r e n s ió n d e s e n t id o su p o n e q u e e xis t e , ju n t o a la p s iq u e , e l

e s p ír it u co m o u n fe n ó m e n o p a r t icu la r . E s t o es lo q u e a fir m a ,

co n r a zó n o n o , la fi lo s o fía id e a lis t a . M a s e n t o d o ca so n o s p a ­

r ece p e ligr o s o h a ce r d e p e n d e r e l ca r á c t e r d e u n a cie n cia p o s it iva ,

Page 109: Introducción a la sociología

EL UNIVERSALISMO 99

co m o h a d e ser la S o c io lo g ía , d e u n a h ip ó te s is fi lo s ó fic a , es

d e cir , d e la d is t in c ió n en t r e a lm a (p s iq u e ) y e s p ír it u . E s p o s i­

b le , p o r o t r a p a r t e , o r d e n a r y e x p lica r es tos fe n ó m e n o s q u e

S o m b a r t a g r u p a b a jo la ca t e g o r ía d e la co m p r e n s ió n d e s e n t i­

d o , co n a y u d a d e l m é t o d o c la s ific a t o r io . D e es te m o d o lle g a ­

r ía m o s a r e co n o ce r u n a p lu r a lid a d d e m é t o d o s ú t ile s en la S o ­

c io lo g ía . L o cu a l n o s p a r e ce p r e fe r ib le a l e m p le o d e u n s o lo m é ­

t o d o , s e gú n y a exp r e sa m o s a l p r in c ip io d e es te ca p ít u lo .

5. E l u n iv e r s a lis m o

E l a m b ic io s o s is te m a d e S o c io lo g ía d e O t h m a r S p a n n t ie n e

fu n d a m e n t o s m e t a fís ico s q u e , n a t u r a lm e n t e , n o h em o s d e co n s i­

d e r a r en es te lu g a r . S ó lo t r a t a r e m o s d e e xp o n e r y d is cu t ir su

a n á lis is d e la s o cie d a d , e l cu a l h a e n co n t r a d o e xp r e s ió n e n e l

t é r m in o u n iv e r s a lis m o y en los p r in cip io s d e l m é t o d o a r t icu la r

d e d u cid o s d e es te a n á lis is . E l p r o b le m a fu n d a m e n t a l d e la S o ­

c io lo g ía r e s id e , s e gú n S p a n n , en e l co n ce p t o d e la s o cie d a d . E s t a

n o es u n h e ch o n a t u r a l, s in o u n h e ch o d e l e s p ír it u , q u e n o se

p u e d e e xp lica r n u n ca ca u s a lm e n t e p o r la a cció n r e c íp r o ca en t r e

los in d ivid u o s y, en ge n e r a l, n o se p u e d e en a b s o lu t o e xp lica r

e m p ír ica m e n t e , s in o t a n só lo p a r t ie n d o d e u n a co m u n id a d q u e

se a r t icu la en lo s d ife r e n t e s g r u p o s e in d ivid u o s .

Y en e s t a co n t r a d icc ió n ve m o s, p a r t icu la r m e n t e , la d ife r e n ­

cia en t r e la co n ce p ció n in d iv id u a lis t a y la co n ce p ció n u n ive r s a ­

lis t a d e la so cie d a d . S e t r a t a , s e gú n S p a n n , d e u n a co n t r a d icc ió n

a b s o lu t a , q u e n o a d m it e t é r m in o s m e d io s ; d e lo cu a l, d ich o sea

d e p a so , n o e s t a m o s n o s o t r o s co n ve n cid o s . S e g ú n la p r im e r a t e o ­

r ía , la s o cie d a d co n s is t e en u n a su m a d e in d ivid u o s a u t á r q u ico s

y só lo a és to s h em o s d e a t r ib u ir r e a lid a d ; la s o cie d a d es a lg o

d e d u cid o d e e llo s . E l u n ive r s a lis m o , en ca m b io , p a r t e d e q u e la

so cie d a d es p r im e r a y e sen cia l y q u e los in d ivid u o s s ó lo a lca n za n

la p e r s o n a lid a d en cu a n t o m ie m b r o s d e e lla . S e g ú n S p a n n a m ­

b a s co n ce p cio n e s so n p o s ib le s en s í, m a s t ie n en co n s e cu e n cia s

p o lít ica s y é t ica s co m p le t a m e n t e d ife r e n t e s .

Page 110: Introducción a la sociología

IOO LOS METODOS

P e r o n o se t r a t a , co m o se ñ a la S p a n n r ep e t id a s veces a l h a ce r

e s ta d is t in ció n , d e e s t a b le ce r u n a va lo r a c ió n d e la s t e o r ía s co n ­

t e n id a s en ca d a u n a d e e s ta s co n ce p cio n e s , d esd e e l p u n t o d e vis ­

t a d e la co n ce p ció n d e l m u n d o o d e la E t ica , a u n q u e su s s im p a ­

t ía s va ya n h a cia e l u n ive r s a lis m o . M á s b ien se t r a t a d e u n a e x­

p lica c ió n a ce r t a d a d e los fe n ó m e n o s so cia le s , p a r a la cu a l e l

p u n t o d e vis t a t o t a lis t a es e l ú n ico q u e o fr e ce u n a ve r d a d e r a

b a se , ya q u e es u n h e ch o fu n d a m e n t a l e l q u e n o p u e d a n a ce r

n in gú n p e n s a m ie n t o , n in gú n se n t im ie n t o n i n in gú n d eseo en e l

in d iv id u o q u e n o sea a l m ism o t ie m p o u n p e n sa m ie n t o , s e n t i­

m ie n t o o d eseo co m p a r t id o co n o t r o . Y n o se t r a t a t a m p o co d e

u n a c t o d e a yu d a m u t u a en t r e h o m b r es q u e e xis t ía n ya , co n in ­

d e p e n d e n cia , s in o d e u n a cr ea ció n s im u lt á n e a d e la v id a e s p i­

r it u a l. E l h o m b r e , co n s id e r a d o co m o se r e s p ir it u a l, es t a n só lo

p o s ib le en la co m u n id a d ; só lo exis t e en cu a n t o m iem b r o d e t o ­

t a lid a d e s su p e r io r e s , s u p e r a in d ivid u a le s . P e r o co n s e r va u n a in d e ­

p e n d e n cia y p e cu lia r id a d r e la t iva s .

C o m o p r e cu r s o r e s d e e s t a S o c io lo g ía u n ive r s a lis t a c it a S p a n n

a los g r a n d e s fi ló s o fo s g r ie go s P la t ó n y Ar is t ó t e le s , a los e s co ­

lá s t ico s d e la E d a d M e d ia , p a r t icu la r m e n t e a S a n t o T o m á s , a

los fi ló s o fo s id e a lis t a s a le m a n e s d e sd e F ich t e a H e g e l , y , p o r

ú lt im o , a l R o m a n t ic is m o . L a t e o r ía in d iv id u a lis t a , en ca m b io , e s tá

r e p r e s e n t a d a en la A n t ig ü e d a d p o r los s o fis t a s y en la é p o ca

m o d e r n a p o r los r e p r e se n t a n t e s d e la I lu s t r a c ió n , s e n s u a lis t a s y

p o s it ivis t a s . N o o b s t a n t e S p a n n se ve o b lig a d o a r e co n o ce r q u e

h o y la m a yo r p a r t e d e los in ve s t iga d o r e s d e la S o c io lo g ía , en

e s p e cia l en F r a n cia , I n g la t e r r a y N o r t e a m é r ica , y en p a r t e t a m ­

b ién en Ale m a n ia , t o m a n co m o b a se e s t a ú lt im a co n ce p ció n . A

t o d a s es ta s d ife r e n t e s t e n d e n cia s la s co n s id e r a S p a n n co m o g r u ­

p os d e u n a s o c io lo g ía n a t u r a lis t a y a e llo s o p o n e su s o c io lo g ía

id e a lis t a b a s a d a en la s cien cia s d e l e s p ír it u . D e e lla d e d u ce e l

m é t o d o a r t icu la r , e l cu a l, en co n t r a d icció n co m p le t a co n la co n ­

s id e r a ció n ca u s a l y co n la p s ico lo g ía s o cia l, t r a t a d e e xp lica r los

fe n ó m e n o s so cia le s co m o to d o s p a r c ia le s a r t icu la d o s y co m o r e ­

la cio n e s je r á r q u ica s e n t r e esos t od o s.

H a s t a q u é p u n t o es u n a t e o r ía lo g r a d a en los d e t a lle s , es

Page 111: Introducción a la sociología

EL UNIVERSALISMO IOI

co sa q u e n o p o d e m o s e xa m in a r a q u í, p e r o , en t o d o ca so , n o

se p u e d e n e ga r q u e d e l m é t o d o a r t icu la r h a n n a cid o m u ch o s es­

t ím u lo s , n o só lo p a r a e l e s t u d io d e la S o c io lo g ía p r o p ia m e n t e

d ich a , s in o t a m b ié n d e la s d ife r e n t e s cien cia s s o cia le s y m u y

e s p e cia lm e n t e d e la s cien cia s p o lít ica s , E co n o m ía P o lí t ic a y c ie n ­

cia s r e la cio n a d a s co n la s fin a n za s .

M a s n o d e b e m o s ca lla r u n a o b je c ió n d e p r in c ip io en co n ­

t r a d e la v a lid e z e xc lu s iva d e l u n ive r s a lis m o en la co n s id e r a ció n

d e la H is t o r ia d e la s o cie d a d . L a d o c t r in a d e S p a n n s u p o n e q u e

la s o cie d a d en t o d o s los t ie m p o s y en t o d o s los p u e b lo s e s t á co n s ­

t r u id a d e u n m o d o u n ive r s a lis t a ; p u e s en ca so co n t r a r io n o se

p o d r ía a t r ib u ir a la t e o r ía u n ive r s a lis t a u n a va lid e z a b s o lu t a .

L a t e o r ía in d iv id u a lis t a se r ía , p u es , u n a co n ce p ció n e r r ó n e a d e

la r e a lid a d s o c ia l; y se p la n t e a e n t o n ce s la cu e s t ió n d e có m o p u ­

d o h a b e r n a c id o t a l t e o r ía f a ls a .

P e r o en ve r d a d la co sa es m u y d ife r e n t e . H a n e xis t id o p e ­

r ío d o s d e la H is t o r ia en q u e la s o cie d a d t e n ía en r e a lid a d e l

ca r á c t e r q u e S p a n n le a t r ib u ye s e gú n su t e o r ía u n ive r s a lis t a .

C o m o p r im e r e je m p lo p o d e m o s m e n cio n a r a la ciu d a d -e s t a d o d e

los g r ie g o s en d o n d e d e h e ch o la p e r s o n a lid a d d e l in d ivid u o

d e p e n d ía d e su ca r á c t e r d e m ie m b r o d e la p o lis . Y es co m p r e n ­

s ib le q u e lo s g r a n d e s p e n sa d o r e s g r ie g o s t u vie r a n la t e n d e n cia ,

a ca u s a d e su p o s ició n co n s e r va d o r a , d e m a n t e n e r es te id e a l d e

co m u n id a d fr e n t e a la s co r r ie n t e s in d iv id u a lis t a s . P o r e s t o la s

d o ct r in a s d e l e s t a d o y d e la s o cie d a d d e Ar is t ó t e le s y so b r e

t o d o la s d e P la t ó n , e n cie r r a n u n ca r á c t e r u n ive r s a lis t a . E l se­

g u n d o e je m p lo n o s lo o fr e ce e l e s t a d o m e d ie va l. L a e s t r u c t u r a

d e la s o cie d a d e r a en t o n ce s t a l, q u e , en e fe c t o , se o r ie n t a b a d e

a r r ib a a a b a jo , es d e cir , q u e a p a r e c ía co m o a r t icu la c ió n d e l t o d o .

¿ Y n o s p u e d e s o r p r e n d e r a ca so q u e la e s co lá s t ica exp r e sa se e l

p u n t o d e v is t a u n ive r s a lis t a ? D e s d e la d e s t r u cció n d e la so cie d a d

m e d ie va l co n e l r e n a cim ie n t o , co n e l h u m a n is m o , e l D e r e ch o

N a t u r a l , la I lu s t r a c ió n y fin a lm e n t e co n la R e vo lu c ió n fr a n c e ­

sa , t e n ía , n a t u r a lm e n t e , q u e g a n a r in flu e n c ia la t e o r ía in d iv i­

d u a lis t a .

Y s i m á s t a r d e co n e l R o m a n t ic is m o y co n la fi lo s o fía id e a ­

lis t a a le m a n a se h a ce va le r d e n u e vo la id e a u n ive r s a lis t a , n o se

Page 112: Introducción a la sociología

10 2 LOS MÉTODOS

t r a t a en es te ca so d e co n s id e r a cio n e s p u r a m e n t e t e ó r ica s , s in o

d e t r a n s fo r m a cio n e s e n la e s t r u c t u r a s o cia l y p o lít ic a ; se t r a t a

d e u n a r e s u r r e cció n d e l co n s e r va t is m o e n lo q u e se r e fie r e a l

e s t a d o y la r e lig ió n . E s t o s m o m en to s h is t ó r ico s m er ecen la m a ­

yo r a t e n ció n y p o r e llo m e p a r e ce in s o s t e n ib le e l q u e r e r ca r a c t e ­

r iza r a la s o c io lo g ía in d iv id u a lis t a s im p le m e n t e co m o u n a t e o r ía

fa ls a , co m o h izo S p a n n . P o r q u e s i la so cie d a d , en la r e a lid a d ,

p o n e en p r im e r p la n o a l in d iv id u o co n ce d ié n d o le d e r e ch o s s u b ­

je t ivo s , y p a r t icu la r m e n t e la ig u a ld a d y la lib e r t a d , a s í co m o

u n a co n s t it u c ió n d e m o cr á t ica , n o p o d e m o s co n s id e r a r , r e fir ié n ­

d o n o s a u n a t a l s o cie d a d , e l u n ive r s a lis m o co m o la ú n ica co n ­

ce p ció n s o cia l. L a H is t o r ia n o s m u e s t r a fr e cu e n t e m e n t e u n ca m ­

b io e n t r e la s d o s fo r m a s fu n d a m e n t a le s d e la e s t r u c t u r a s o cia l.

A s í , p o r e je m p lo , n os p a r e ce q u e en la a c t u a lid a d se a d vie r t e

u n a t e n d e n cia a l d e s a r r o llo d e la id e a d e co m u n id a d ; b a s t e so lo

co n s e ñ a la r e l fa s c is m o y e l n a cio n a l- s o cia lis m o . Y e n es te ca so

a u m e n t a la im p o r t a n cia d e la s o c io lo g ía u n ive r s a lis t a , p e r o , s in

e m b a r go , n o la p o d e m o s co n s id e r a r co m o vá lid a p a r a t o d o s los

t ie m p o s y p a r a t o d o s los p u e b lo s . S p a n n e xp u s o su s t e o r ía s en

su s o b r a s : G e s e l ls c h a f t s p h i lo s o p h ie ( F i lo s o fía d e la s o c ie d a d ) ,

19 2 8 ; en G e s e l ls c h a f t s le h r e ( T e o r ía d e la s o c ie d a d ) , 3 , e d ., 19 3 1;

y en va r io s a r t ícu lo s d e l H a n d w ó r t e r b u c h d e r S t a a t s w is s e n s c h a f -

t e n . U n a exp o s ició n r e s u m id a , e xce le n t e , la es cr ib ió W . An d r e a e

en e l W e lt w i r t s c h a f t l i c h e s A r c h i v ( A r c h iv o d e e co n o m ía m u n ­

d ia l ) , t . 2 7; y, r e cie n t e m e n te , en e l a r t íc u lo O b j e t o y m é t o d o d e

la s o c io lo g ía p u b lica d o en la R e v is t a d e c ie n c ia s p o lí t ic a s , t . 9 6 .

E n e l V C o n g r e s o A le m á n d e S o c io lo g ía e l o b je t o d e la d is cu ­

s ió n fu é la t e o r ía d e S p a n n , la cu a l en e l e x t r a n je r o h a t e n id o

e s ca s ís im a r e so n a n cia .

f » . • .

Page 113: Introducción a la sociología

CAPI TULO I V

C I E N C I A S M A R G I N A L E S Y C I E N C I A S A U X I L I A R E S

D E L A S O C I O L O G I A

i . G e o g r a f ía

L a G e o g r a fía es s in d u d a u n a c ie n cia a u x ilia r im p o r t a n t e

d e la S o c io lo g ía , ya q u e e l a m b ie n t e g e o g r á fic o e je r ce u n a g r a n

in flu e n c ia so b r e e l d e s a r r o llo d e la s o cie d a d h u m a n a . L o s fa c ­

t o r es q u e in flu y e n so n , e n t r e o t r o s , la s p a r t icu la r id a d e s d e l s u e ­

lo (m o n t a ñ a o l la n u r a ) ; la s a g u a s ( r ío s y m a r e s ) ; la fe r t i lid a d

c e s t e r ilid a d ; la flo r a y la fa u n a . S e ñ a le m o s , a d e m á s , la r e la ció n

q u e v in cu la la a g r ic u lt u r a a l s u e lo y a la s e s ta cio n es , lo cu a l

d a a los ca m p e s in o s u n ca r á c t e r p e cu lia r . E l fe n ó m e n o s o c ia l d e

la ve cin d a d d e p e n d e , p o r o t r a p a r t e , d e l e s p a c io ; e l h e ch o d e la

e xis t e n cia d e la fr o n t e r a co n s t it u ye u n im p o r t a n t e fe n ó m e n o

s o cio ló g ico -e s p a cia l. M a y o r im p o r t a n c ia p r e s e n t a a u n e l a s e n t a ­

m ie n t o . U n ió n d u r a d e r a en t r e e l h o m b r e y e l su e lo , en e l q u e

h em o s d e d is t in g u ir e l h o g a r a is la d o , la a ld e a y la c iu d a d . E n

lo q u e se r e fie r e a lo s e fe c t o s s o cia le s , e s t a s ú lt im a s fo r m a s h a n

s id o o b je t o fr e cu e n t e d e in ve s t iga cio n e s c ie n t ífica s , p o r e je m ­

p lo , e n e l e s t u d io a m e r ica n o d e la r u r a l a n d u r b a n s o c io lo g y .

M á s a lca n ce h a n p r e t e n d id o t e n e r la s in ve s t iga cio n e s e s p e cia ­

les , r e a liza d a s s o b r e t o d o en Am é r ic a , e n ca m in a d a s a e s t u d ia r la

in flu e n c ia d e los fa c t o r e s g e o g r á fic o s e n la p r o s p e r id a d e co n ó ­

m ica , d e n s id a d d e p o b la c ió n , a lim e n t a c ió n , ve s t id o s , s a lu d , e t c

A s í se h a d e s a r r o lla d o u n a es p ecie d e g e o g r a fía s o c io ló g ica en

la q u e n o fa lt a n la s e xa ge r a cio n e s . B a s t e co n s e ñ a la r los es cr it o s

Page 114: Introducción a la sociología

CIENCIAS MARGINALES

d e E . H u n t in g t o n , q u e t r a t a d e h a ce r d e p e n d e r t o d a e vo lu c ió n

h u m a n a d e l clim a .

P o r es te b r eve exa m e n q u e a ca b a m o s d e r e a liza r , p o d r ía t a l

ve z su p o n e r s e q u e e l e s t u d io d e la in flu e n c ia d e los fa c t o r e s g e o ­

g r á fic o s so b r e la e vo lu c ió n d e la h u m a n id a d p e r t en ece t a n só lo

a n u e s t r a é p o ca ; p e r o n a d a m á s e r r ó n e o q u e e s t a s u p o s ic ió n : ya

a n t igu a m e n t e se h a b ía n e s t a b le cid o los fu n d a m e n t o s d e e s ta s in ­

ve s t iga cio n e s . E l m á s a n t ig u o e s cr it o q u e co n o cem o s , en t r e los

q u e t r a t a n d e es te t em a , es e l d e H ip ó c r a t e s q u e lle va p o r t í t u ­

lo : D e l a ir e , d e l a g u a y d e la s i t u a c ió n g e o g r á f ic a . E n é l se e x­

p o n e , b a sá n d o se en d ive r s a s o b se r va cio n e s r e a liza d a s , cu á l es la

in flu e n c ia d e l clim a , d e la p a r t icu la r id a d d e l su e lo , d e l ca m b io

d e la s es ta cio n es , d e los vien t o s , d e la cla se d e a gu a s , d e la flo r a

y d e la fa u n a , so b r e e l ca r á c t e r d e l p u e b lo y la s in s t it u cio n e s so ­

cia le s . A s í , p o r e je m p lo , e xp lica H ip ó c r a t e s q u e la m o n o t o n ía

en e l c lim a t ie n e p o r e fe c t o la in d o le n cia y q u e , en ca m b io , u n

c lim a va r ia b le d a lu g a r a la a c t iv id a d d e l cu e r p o y d e l e s p ír it u .

I n c lu s o e l va lo r o la co b a r d ía , fa c t o r e s d e cis ivo s p a r a la co n s t i­

t u c ió n d e l e s t a d o , d e p e n d e n d e fa c t o r e s g e o g r á fic o s . L o s h is ­

t o r ia d o r e s g r ie go s h a n co n t r ib u id o t a m b ié n a l e s t u d io d e la g e o ­

g r a f í a p o lít ica ; H e r o d o t o e s t u d ió la r e la ció n en t r e la h is t o r ia d e

E g ip t o y e l N i lo y T u c íd id e s e l a n t a g o n is m o en t r e R o m a y E s ­

p a r t a . E n la s o b r a s d e P la t ó n y Ar is t ó t e le s h a lla m o s t a m b ié n

a lg u n a s o b se r va cio n e s so b r e la in flu e n c ia q u e e l su e lo y la p r o x i­

m id a d d e l m a r e je r ce n en la s in s t it u cio n e s so cia le s d e lo s p u e ­

b lo s .

E n la é p o ca m o d e r n a fu e r o n p r im e r a m e n t e J e a n B o d in y

m á s t a r d e , d e u n m o d o p a r e cid o , M o n t e s q u ie u , q u ien e s u t i liza ­

r o n e l e s t u d io d e la G e o g r a fía p a r a e l d e s a r r o llo d e su s t e o r ía s

sob r e e l e s t a d o . E n A le m a n ia fu é H e r d e r q u ie n t u vo e n cu e n t a

la G e o g r a fía , a u n q u e p a r a é l lo s fa c t o r e s g e o g r á fic o s n o t u v ie ­

r a n t a n t a im p o r t a n cia co m o el c a r á c t e r n a cio n a l. H e r d e r d ijo :

" T r a s la d a d los ch in o s a G r e c ia y n u e s t r a G r e c ia n u n ca h u b ie r a

n a c id o ” . E n t r e los g e ó g r a fo s m o d e r n o s , K . R it t e r e xa m in ó , el

p r im e r o , cu id a d o s a m e n t e , la s r e la cio n e s en t r e G e o g r a fía e H is ­

t o r ia d e la h u m a n id a d . P e r o fu é R a t ze l q u ie n en su A n t r o p o -

g e o g r a f t a d ió p o r ve z p r im e r a n o m b r e y p le n o co n t e n id o a es ta

Page 115: Introducción a la sociología

LA GEOGRAFÍA

cie n cia . U n a s e g u n d a o b r a d e es te g r a n in ve s t iga d o r , su G e o g r a ­

f í a p o l í t i c a es u n e s t u d io d e la s co n d icio n e s ext e r io r e s q u e d e t e r ­

m in a n la e xis t e n cia , co n s t it u ció n , e xp a n s ió n y d e ca d e n cia d e los

e s t a d o s , d e fin ie n d o és to s co m o seres o r g á n ico s vivo s q u e , en

c ie r t o m o d o , so n fr u t o d e l su e lo . T a m b ié n p a r a e l p e n s a d o r

s u e co K je lle n e l e s t a d o es u n se r v ivo ; m a s co n s id e r a q u e la p r e ­

s e n cia e s p a c ia l d e l e s t a d o , e l " D a s R e ich ” co m o é l le lla m a ,

n o es s in o u n a p a r t e e n t r e la s d ife r e n t e s q u e d a n lu g a r a la

co n ce p ció n d e l e s t a d o , p o r lo q u e se ve q u e K je llé n n o d e fie n d e

e l p u n t o d e v is t a g e o g r á fic o d e u n m o d o in t r a n s ige n t e . L a im ­

p o r t a n c ia d e K je llé n r e s id e en su p r o p u e s t a d e d a r a la in ve s t i­

g a c ió n d e los fu n d a m e n t o s g e o g r á fic o s d e la s co m u n id a d e s p o ­

lít ica s e l n o m b r e d e G e o p o lí t i c a . E s t a p r o p u e s t a fu é so b r e t o d o

a ce p t a d a en A le m a n ia . L a r e vis t a Z e i t s c h r i f t f ü r G e o p o l i t i k ( R e ­

vis t a d e g e o p o lít ic a ) se p r o p u s o d e s a r r o lla r la d o c t r in a d e q u e

t o d o s los a co n t e cim ie n t o s p o lít ico s e s t á n lig a d o s a l s u e lo , p r o ­

p o r c io n a n d o a s í d a t o s y co n vir t ié n d o s e en co n s e je r a d e la v id a

p o lít ica . E m p le a d a la p a la b r a en es te s e n t id o , se d a a la G e o p o ­

lí t ic a u n ca r á c t e r q u e la d is t in gu e d e la S o c io lo g ía , ya q u e é s t a

s u p o n e u n a d is c ip lin a t e ó r ica . E n ca m b io , en t r e la G e o g r a fía

p o lít ic a s e gú n la a n t ig u a a ce p ció n d e la p a la b r a , e s to es , co m o

cie n cia q u e p r e t e n d e t a n só lo d e s cr ib ir y e xp lica r , y la S o c io lo ­

g ía , exis t e u n c ie r t o p a r e n t e s co .

H a y u n a m o n o g r a fía exce le n t e en la q u e p u e d e e s t u d ia r s e

e s t a e vid e n t e r e la c ió n : es la o b r a d e A . G ü n t h e r : D i e a lp e n -

la n d is c h e G e s e l ls c h a f t ( o b . c i t . ) , 19 3 0 . E n e lla se d e s cr ib e n los

e fe c t o s q u e la s p a r t icu la r id a d e s g e o g r á fic a s d e los A lp e s , t a le s

co m o la a lt i t u d , e l e s p a cio ce r r a d o , la d ific u l t a d d e t r á fic o , e l

su e lo p o co fé r t i l y la fo r m a e s p e cia l d e a p o s e n t a m ie n t o , e je r ce n

so b r e la v id a s o cia l d e su s h a b it a n t e s ; y n o só lo en lo q u e se

r e fie r e a la s co n d ic io n e s p o lít ica s y eco n ó m ica s , s in o t a m b ié n a

la e s t r u c t u r a cu lt u r a l t a l co m o é s t a se o b s e r va en la s co s t u m ­

b r es , r e lig ió n , o p in ió n p ú b lica e in clu s o en e l a r t e . D e l m ism o

m o d o se e s t u d ia n los fe n ó m e n o s d e e s t a m e n t o y cla se , m a s a y

ca u d illo , ve c in d a d y co m p e t e n cia , a ld e a y c iu d a d , a s í co m o lo s

p a r t id o s p o lít ico s , o b s e r va n d o su s ca r a c t e r ís t ica s a lp in a s , p o r

lo q u e r e s u lt a co m p le t a m e n t e ju s t ific a d o e l t ít u lo d e l lib r o . Y

Page 116: Introducción a la sociología

io ó CIENCIAS MARGINALES

n o s ó lo la s o c io lo g ía d e s cr ip t iva , s in o t a m b ié n la g e o g r a f ía p o lí ­

t ic a se en r iq u ece co n la o b r a d e A . G ü n t h e r . Se ñ a le m o s su s in ­

ve s t iga cio n e s so b r e los e s t a d o s d e t r á n s it o y e l e fe c t o d e la s

fr o n t e r a s n a t u r a le s y a r t ific ia le s ; e in clu s o tem a s b io ló g ico s y

p r o b le m a s d e r a za so n a b o r d a d o s p o r é l; a s í co m o se d is cu t e n

en e s t a o b r a , d e u n m o d o a b s o lu t a m e n t e o b je t ivo , p r o b le m a s

p r o p io s d e la m e t o d o lo g ía y d e la cie n cia s o c io ló g ica e n g e n e r a l.

N o fa lt a n e xa ge r a cio n e s so b r e la im p o r t a n c ia d e la s o cio lo ­

g ía g e o g r á fic a . E l sa b io fr a n cé s L e P la y , p o r e je m p lo , q u is o

e x p lica r la v id a s o cia l d e los h o m b r es t e n ie n d o en cu e n t a so b r e

t o d o e l e s t u d io d e la t ie r r a . E n o p o s ició n a e s t a t e o r ía d e c la r a

W e is e : " L a h is t o r ia d e la t ie r r a n o es a ú n H is t o r ia u n ive r s a l.

L a fu e r za m o t r iz d e l se r h is t ó r ico es e l h o m b r e , p a r a e l cu a l la

t ie r r a es t a n só lo a yu d a o fr e n o , s e gú n e l s e n t id o q u e d é a su

p r o p ia fu e r za ” . E n t o d o ca so , t a n im p o r t a n t e co m o el e s p a c io f í ­

s ico es e l e s p a cio s o c ia l. So b r e es te t e m a S im m e l e n su S o c i o lo ­

g ía h a p r e s e n t a d o u n in t e r e sa n t e e s t u d io . E xp o n e q u e la in ­

flu e n c ia r e cíp r o ca en t r e los h o m b r e s su p o n e o cu p a c ió n d e l e s p a ­

cio . L a s cu a lid a d e s d e l e s p a cio q u e se t o m a n en co n s id e r a ció n

co m o cu a lid a d e s s o cio ló g ica s fu n d a m e n t a le s , so n la s s igu ie n t e s :

i . L a e xclu s ivid a d , q u e es p r o p ia d e la e s e n cia d e l e s t a d o , m ie n ­

t r a s q u e la s o t r a s fo r m a cio n e s so cia le s p u e d e n e xis t ir s im u lt á ­

n e a m e n t e en e l m ism o es p a cio , co m o , p o r e je m p lo , la s co r p o r a ­

cio n e s . 2 . L a fr o n t e r a , q u e es im p o r t a n t e co m o fu e r za fo r m a t iv a

d e la s co n exio n es so cia le s . S im m e l d ice : " L a fr o n t e r a n o es u n

h e ch o e s p a cia l co n e fe c t o s s o cio ló g ico s , s in o u n h ech o s o c io ló ­

g ico co n fo r m a e s p a c ia l. 3 . E l e s p a cio p e r m it e la fi ja c ió n d e la s

fo r m a cio n e s so cia le s , t a le s co m o la fa m ilia m er ce d a Ja ca s a o

la co m u n id a d r e lig io s a m e r ce d a l e d ific io d e la ig le s ia . 4 . L a

p r o x im id a d o le ja n ía e s p a c ia l es co n fr e cu e n c ia u n fa c t o r d e cis i­

vo en la s r e la cio n es in t e r h u m a n a s y d e t e r m in a la s im p a t ía , la

a n t ip a t ía o in d ife r e n c ia . 5. L o e s p a c ia d o d e la s m o r a d a s d e u n a

m in o r ía n a cio n a l o r e lig io s a , o b ien , su co n ce n t r a ció n , t ie n e co n ­

s id e r a b le s co n s e cu e n cia s p o lít ica s y so cia le s . S im m e l in d ica , f i ­

n a lm e n t e , la im p o r t a n c ia d e l ca m b io d e lu g a r , d e la m ig r a c ió n

co m o fe n ó m e n o s o cio ló g ico . D e es te t em a vo lve r e m o s a h a b la r

en o t r o lu g a r ( V e r ca p . vr a , 2 . ) .

Page 117: Introducción a la sociología

BIO-SOCIO LOGIA

2 . B io - s o c io lo g ía

C o n e s t a e xp r e s ió n y a se in d ica la e s t r e ch a r e la ció n q u e exis ­

te e n t r e la S o c io lo g ía y la cie n cia n a t u r a l, q u e t ien e p o r o b je t o

e l e s t u d io d e la v id a d e los o r ga n is m o s . I n c lu s o a d o p t a n d o u n a

p o s ició n c r ít ic a e n cu a n t o a la s o c io lo g ía o r g á n ica — d e e s t o h a ­

b la r e m o s m u y p r o n t o — es p r eciso r e co n o ce r q u e la s b a se s n a t u ­

r a le s d e la s o cie d a d h u m a n a , co m o la r a za , la fa m ilia , los ca m ­

b io s d e g e n e r a cio n e s y la h e r e n cia , so n d e la m a yo r im p o r t a n c ia

p a r a e l e s t u d io s o c io ló g ico . T r a t a r e m o s b r e ve m e n t e d e a lg u n o s

t e m a s r e la c io n a d o s co n es te t e r r e n o lím it e e n t r e a m b a s cien cia s .

P e r o a n t e s h em o s d e a d ve r t ir q u e e lim in a r e m o s d e n u e s t r a in ­

ve s t iga c ió n t o d o lo q u e r eb a se la e xp lica c ió n y d e s cr ip ció n . S e ­

g ú n és to , la lla m a d a B io lo g ía s o c ia l, a la q u e d e d icó A . E ls t e r

u n lib r o m u y in s t r u c t ivo , ya n o p e r t e n e ce p r o p ia m e n t e a n u e s t r o

e s t u d io . B io lo g ía s o cia l lla m a es te a u t o r a la cie n cia q u e e s t u d ia

e l p r o ce so v it a l d e lo s g r u p o s h u m a n o s d e sd e u n p u n t o d e v is t a

s o cia l, va lo r izá n d o lo y t r a t a n d o d e in flu i r so b r e é l. E ls t e r a s ig n a

t a m b ié n a la b io lo g ía s o cia l la t a r e a d e e xa m in a r la s m e d id a s

q u e t ie n en p o r o b je t o la co n s e r va ció n d e la s a lu d d e los g r u p o s

h u m a n o s . M a s la p o lít ic a so cia l y la h ig ie n e s o cia l, p o r m u y im ­

p o r t a n t e s q u e se a n , n o so n m a t e r ia s d e e s t u d io q u e in cu m b a n a

la S o c io lo g ía . P o r lo d e m á s , la B io lo g ía d e b e t a m b ié n a lg o a la

S o c io lo g ía . D a r w in , p o r e je m p lo , n o s d ice q u e la s u ge s t ió n p a r a

su fa m o s a d o c t r in a d e la lu ch a p o r la e xis t e n cia p r o vie n e d e l

e s cr it o d e M a lt h u s so b r e e l p r o b le m a d e la p o b la ció n . T a m b ié n

la t e o r ía so b r e la d iv is ió n d e l t r a b a jo , d e s a r r o lla d a d e sd e h a ce

m u ch o t ie m p o e n la S o c io lo g ía , fu é u t i liza d a p o r la F is io lo ­

g ía m o d e r n a . A u n q u e , c la r o , es m u ch o m á s lo q u e d eb e la S o ­

c io lo g ía a la B io lo g ía .

E n e l c a p ít u lo d e d ica d o a la h is t o r ia d e la S o c io lo g ía h em o s

s e ñ a la d o a los a u t o r e s q u e co n cib e n la s o cie d a d co m o u n o r g a ­

n is m o b io ló g ico y q u e c r e ía n p o d e r d e s cr ib ir y e xp lica r a s í los

fe n ó m e n o s so cia le s ; es to s a u t o r e s fu e r o n p r in cip a lm e n t e S p e n ­

cer , L il ie n fe ld , S c h a ff le y W o r m s . E n lo q u e se r e fie r e a l es ­

t a d o , ya los a n t ig u o s p e n sa d o r e s g r ie g o s e m p le a r o n e s t a a n a lo -

Page 118: Introducción a la sociología

io8 CIENCIAS MARGINALES

g ía . Se ñ a la m o s so b r e es te t em a m i G r ie c h i s c h e S o z io lo g i e ( S o ­

c io lo g ía g r i e g a ) . N o p o d e m o s d e ja r d e c it a r a lg u n a s fr a s e s d e la

P o lí t i c a d e Ar is t ó t e le s , q u e h a s t a a h o r a h a n s id o m u y p o co co ­

m e n t a d a s , y q u e e xp r e s a n c la r a m e n t e la t e o r ía d e l e s t a d o co n ­

ce b id o co m o o r ga n is m o b io ló g ico : " E l e s t a d o , lo m ism o q u e t o ­

d o se r vivo ( z o o n ) , e s t á co n s t it u id o p o r e le m e n t o s n o h o m o g é ­

n e os. L o m ism o q u e los a n im a le s , se co m p o n e d e d ife r e n t e s p a r ­

tes , co m o la s q u e s ir ve n p a r a in t r o d u c ir e l a lim e n t o o p a r a su

a s im ila ció n , y, a d e m á s , d e in s t r u m e n t o s p a r a la p e r ce p c ió n se n ­

s ib le y p a r a e l m o vim ie n t o . E l g o b ie r n o es e l a lm a d e l e s t a d o ” .

L o s m o d e r n o s p a r t id a r io s d e la t e o r ía o r g á n ica n o h a n h e ch o

m u ch o m á s q u e d e s a r r o lla r es ta s a n a lo g ía s , b a s á n d o s e en los

p r o gr e s o s d e la B io lo g ía ; a s í h a b la n d e u n t e jid o s o cia l, d e u n

s is te m a n e r vio s o , e t c.

A c t u a lm e n t e la s o c io lo g ía b io ló g ic a n o e s t á e n a u g e . S p e n ­

cer , p o r o t r a p a r t e , ya a d m it ió cie r t a s d ife r e n c ia s e n t r e u n o r g a ­

n is m o a n im a l y la s o cie d a d ; y d e fin ió é s t a co m o s u p e r o r ga n is m o .

S c h a ff le , en su s ú lt im o s es cr it o s , a b a n d o n ó p o r co m p le t o la t e o ­

r ía o r g á n ica . N o es p o r lo t a n t o n e ce sa r io h a ce r u n a c r ít ic a m á s

d e t a lla d a d e e s t a d o ct r in a . P o n d r e m o s d e r e lieve t a n só lo u n

p u n t o q u e r a r a ve z a t r a e la a t e n c ió n e n la s d is cu s io n e s so b r e la

s o c io lo g ía b io ló g ica : L a s o cie d a d n o p u e d e ser u n o r ga n is m o

r e a l ya q u e le fa l t a la ca r a c t e r ís t ica e s e n cia l d e u n o r ga n is m o ,

q u e es la u n id a d . E l co n ce p t o d e s o c ie d a d , ¿ p u e d e se r e x t e n d id o

a ca s o a t o d a la h u m a n id a d ? D e b e r ía m o s en t o n ce s p o d e r d e t e r ­

m in a r a lg u n o s ó r ga n o s o fu n c io n e s d e e s t a s o cie d a d , lo cu a l n o

p a r e ce p o s ib le . M a s s i lla m a m o s o r ga n is m o s ú n ica m e n t e a los

d ife r e n t e s g r u p o s y a so cia cio n e s , s u r ge n n u e va s d ificu lt a d e s , ya

q u e és to s se c r u za n co n fr e cu e n cia ; la a n a lo g ía co n u n ser r e a l

n o s a b a n d o n a a q u í p o r co m p le t o .

M á s ló g ica r e s u lt a es ta t e o r ía en lo q u e se r e fie r e a l e s t a d o ,

p u e s en é l se e n cu e n t r a n e fe c t iva m e n t e lim it a c ió n y u n id a d . D e

e s t o h a b la r e m o s m á s d e t a lla d a m e n t e en e l ca p ít u lo vn . E x is t e n

a u n en la a c t u a lid a d a u t o r e s e m in en te s q u e co n s id e r a n a l e s t a ­

d o co m o ser v ivo , p o r e je m p lo , K je llé n , a u n q u e n o en e l s e n t id o

b io ló g ico . H e m o s d e se ñ a la r , a d e m á s , q u e exis t e u n a s o c io lo g ía

Page 119: Introducción a la sociología

BIO-SOCIOLOGÍA

o r g á n ica a p a r t a d a p o r co m p le t o d e t o d a b a se b io ló g ica , ya q u e

co n cib e a la s o cie d a d co m o u n o r ga n is m o e s p ir i t u a l. A s í la co n ­

cib e , p o r e je m p lo , B a r t h , y t a m b ié n G ie r k e . E n es te ca s o ya n o

p o d e m o s h a b la r d e l m é t o d o b io ló g ico ; m a s exis t e o t r o p u n t o d e

vis t a en e l q u e la a p lica c ió n d e es te m é t o d o t u vo c ie r t a im p o r ­

t a n cia : la lla m a d a d o c t r in a d e la e vo lu c ió n n a t u r a l, q u e se r e ­

la c io n a so b r e t o d o co n e l n o m b r e d e D a r w in .

E s t e g r a n in ve s t ig a d o r d e la n a t u r a le za d e jó , p r u d e n t e m e n ­

te , d e a p lica r s u t e o r ía b io ló g ica a la s o cie d a d h u m a n a , es d e cir ,

su t e o r ía so b r e la va r ia b ilid a d , la h e r e n cia , la lu ch a p o r la exis ­

t e n c ia y la se le cció n n a t u r a l. S u s d is c íp u lo s en ca m b io t r a t a r o n

d e h a ce r lo , e n co n t r a n d o , cla r o , m u ch o s a d ve r s a r io s ; d e es te m o d o

n a ció u n a e sp e cie d e d a r w in is m o s o c io ló g ico . P o r lo d e m á s , ya

en la s o b r a s d e los a n t ig u o s g r ie g o s ve m o s a lu s io n e s a la a p lica ­

ció n d e la s le ye s n a t u r a le s a la s o cie d a d h u m a n a . R e co r d e m o s la

fa m o s a fr a s e d e H e r á c l i t o s e gú n la cu a l la g u e r r a es m a d r e d e

t o d a s la s co sa s; in clu s o e l h e ch o d e los co n flic t o s d e cla se s fu é

e xp lica d o p o r é l co m o co n s e cu e n cia d e la g u e r r a . E n u n p o e m a

d id á c t ic o d e E m p é d o c le s se a lu d e t a m b ié n a la id e a d e q u e los

m á s a p t o s so n los q u e s o b r e vive n en e l m u n d o h u m a n o y a n im a l.

Y , s e gú n a lg u n a s fr a s e s d e los s o fis t a s q u e h a n lle g a d o h a s t a

n o s o t r o s , a p lica b a n és to s igu a lm e n t e a la s o cie d a d h u m a n a la

ley, d o m in a n t e e n la n a t u r a le za , d e l d e r e ch o d e l m á s fu e r t e . P e ­

r o n o fa l t a q u ie n r e ch a ce d e cid id a m e n t e e s t a s o c io lo g ía n a t u r a ­

lis t a b a s á n d o se en q u e , en t r e los h o m b r es , a l co n t r a r io d e lo q u e

su ce d e en e l m u n d o a n im a l, se h a n h e ch o va le r la r a zó n y la

m o r a l, y q u e d e es te m o d o h a q u e d a d o a sí s u p r im id a , o a l m e ­

n o s m o d ifica d a , la s im p le le y d e la lu ch a .

T a m b ié n la d o c t r in a d e la h e r e n c ia , d is cu t id a in clu s o en su

a s p e c t o p u r a m e n t e b io ló g ico , h a s u fr id o , e n lo q u e se r e fie r e a

su a p lica c ió n a la s o cie d a d h u m a n a , u n a in t e r p r e t a ció n m u y v a ­

r ia d a . U n a o je a d a so b r e la lit e r a t u r a e s cr it a so b r e es te t e m a n os

m u e s t r a in m e d ia t a m e n t e q u e es p r e ciso e xp lica r t a le s d ive r g e n ­

cia s n o t a n t o p o r d ife r e n c ia s t e ó r ica s d e o p in ió n , s in o m á s b ie n

a ca u s a d e la s d ive r s a s co n ce p cio n e s p o lít ica s , so cia le s y é t ica s .

L a t e o r ía d e la h e r e n c ia se e m p le a co n fr e cu e n cia co m o in s t r u ­

m e n t o p a r a d a r fu n d a m e n t o a e s ta s d ife r e n t e s t e n d e n cia s p r á c-

Page 120: Introducción a la sociología

I IO CIENCIAS MARGINALES

t ica s . L a t e n d e n cia a r is t o cr á t ica y la d e m o cr á t ica , in d iv id u a lis ­

m o y so cia lis m o , m a n ch e s t e r ia n is m o y p o lít ic a s o cia l, se d e d u ce n

d e los p r in cip io s d a n vin ia n o s . L a im p o r t a n t e m o d ifica c ió n q u e

h izo W e is m a n n a la t e o r ía d e la h e r e n cia , s e gú n la cu a l n o se h e ­

r e d a n cu a lid a d e s a d q u ir id a s , fu é p r o n t o u t i liza d a s o c io ló g ica ­

m e n t e en e l s e n t id o d e u n a t e n d e n cia co n s e r va d o r a . F u é so b r e

t o d o la t e o r ía d e la lu c h a p o r la e x is t e n c ia co m o fa c t o r d e la

e vo lu ció n so cia l la q u e s u fr ió u n a in t e r p r e t a ció n m á s d ive r s a ,

s e gú n la m a n e r a co m o se co n t e s t a s e a la cu e s t ió n d e s i e s t a lu ­

ch a se d e s a r r o lla e n t r e in d ivid u o s o e n t r e g r u p o s so cia le s , s i su

e fe c t o co n s is t e en la v ic t o r ia d e los m e jo r e s o en la d e lo s m á s

b r u t a le s y s in e s cr ú p u lo s , s i es to p r o d u ce en la s o cie d a d h u m a n a

u n a se le cció n n a t u r a l o a r t i fic ia l, e t c .

L o s p a r t id a r io s d e la co n ce p ció n a r is t o cr á t ica fu e r o n lo s q u e

m á s ce lo sa m en t e t r a t a r o n d e u t iliza r la d o c t r in a d e la se le cció n

n a t u r a l. C o m o es s a b id o , N ie t z s c h e , e n su id e a l d e l s u p e r h o m ­

b r e , en su id e a d e la s u p r e s ió n d e los "m u ch o s , d e m a s ia d o s ” , se

a p o ya en D a r w in . A lg u n o s n o va n t a n le jo s co n su "m o r a l se ñ o ­

r ia l” , p e r o a fir m a n , s in e m b a r go , q u e la fo r m a ció n d e la s cla se s

en la so cie d a d h u m a n a e s t á d e a cu e r d o co n la n a t u r a le za , y, so­

b r e t o d o , q u e la cla se d e los r ico s r e p r e s e n t a la é l i t e d e la h u ­

m a n id a d . H e r b e r t S p e n ce r es p a r t id a r io t a m b ié n d e e s t a t e o r ía ,

y a fir m a q u e es co n t r a r ia a la n a t u r a le za cu a lq u ie r in t e r ve n ció n

d e l e s t a d o en fa v o r d e los e le m e n t o s m á s d éb ile s d e l p u e b lo .

O p o n ié n d o s e a e s ta co n ce p ció n , lo s r e p r e s e n t a n t e s d e t e n d e n cia s

d e m o cr á t ica s a p e la n a l h ech o d e q u e , s e gú n la d o c t r in a d e la

h e r en cia , t o d o s los h o m b r es t ie n e n e l m ism o o r ige n , y q u e los

p r ivile g io s d e los r ico s so n d e u n ca r á c t e r a r t i fic ia l, y a q u e u n

h o m b r e im b é cil y p e r ezo so se e n cu e n t r a en s it u a c ió n p r iv ile g ia ­

d a p o r e l h e ch o d e h e r e d a r r iq u e za s . I n c lu s o la d o c t r in a so cia l-

d e m ó cr a t a se h a r e la cio n a d o co n e l d a r w in is m o ; e s p e cia lm e n t e

F e r r i y W o lt m a n n se h a n e s fo r za d o en d e m o s t r a r es te p a r e n t e s ­

co . T a n t o p a c ifis t a s co m o p a r t id a r io s d e la g u e r r a a p e la n a la

d o c t r in a d e D a r w in , q u e , p o r lo v is t o , es su s ce p t ib le d e la s m á s

va r ia d a s in t e r p r e t a cio n e s .

Page 121: Introducción a la sociología

CIENCIA DE LAS RAZAS III

3. L a c ie n c ia d e la s r a z a s

E s t a s in ve s t iga cio n e s so n d e la m a yo r im p o r t a n c ia p a r a la

S o c io lo g ía . L a c ie n cia d e la s r a za s es , co m o d is c ip lin a en la qu«

p r e d o m in a n la s cie n cia s n a t u r a le s , t r á n s it o h a cia o t r o s t e r r e n o i

d e in ve s t iga c ió n q u e e n cie r r a n ya ca r a c t e r ís t ica s p r o p ia s d e la s

cien cia s h u m a n a s , co m o la E t n o lo g ía y la P r e h is t o r ia . Y a en

la a n t ig ü e d a d e n co n t r a m o s h u e lla s d e u n a cie n cia d e la s r a za s .

A u n q u e H ip ó c r a t e s , s e gú n h em o s e xp u e s t o , co n ce d e la m a yo r

im p o r t a n cia a l a m b ie n t e g e o g r á fic o , r e co n o ce , s in e m b a r g o , d i fe ­

r en cia s en t r e los p u e b lo s , s e gú n los d is t in t o s t e m p e r a m e n t o s .

P la t ó n h a b la d e la s ca r a c t e r ís t ica s d e lo s e s cit a s , fe n ic io s , e g ip ­

cio s y g r ie g o s , d e s t a ca n d o , s in e m b a r g o , m á s b ie n lo s e le m e n t o s

p s íq u ico s q u e los a n t r o p o ló g ico s . T r a t a t a m b ié n d e l p r o b le m a

d e la s d ife r e n c ia s e n t r e d ive r sa s e s t ir p e s a l h a b la r d e l e s t a b le c i­

m ien t o d e co lo n ia s , e in clu s o h a ce p r o p o s ic io n e s p a r a u n a h ig ie n e

r a c ia l. Ar is t ó t e le s t ie n e en cu e n t a la r a za a l t r a t a r e l p r o b le m a d e

los e s cla vo s , e s t u d ia n d o los d ife r e n t e s t ip o s d e r a za s . L a fi lo s o ­

f í a g r ie g a p o s t e r io r , so b r e t o d o la d e los es to ico s , a ce n t ú a , en

ca m b io , lo h u m a n o g e n e r a l. E n O cc id e n t e , d u r a n t e la E d a d M e ­

d ia , se co n ce d ió la m a yo r im p o r t a n c ia a la a d h e s ió n a la r e li­

g ió n cr is t ia n a ; la s d ife r e n c ia s d e r a za s a p e n a s se t o m a b a n en

co n s id e r a ció n . E n la é p o ca d e lo s d e s cu b r im ie n t o s se d ió e l p r i­

m e r im p u ls o a la in ve s t iga c ió n r a c ia l, q u e se d e s a r r o lla m u ch o

d e b id o a los p r o g r e s o s d e la s cie n cia s n a t u r a le s .

E l p r o p io K a n t en su A n t r o p o lo g ía h izo la c la s ifica c ió n d e

la s r a za s , co n s id e r a n d o co m o p r in cip a le s la b la n ca , n e gr a , a m a ­

r illa e h in d ú . H e r d e r , en ca m b io , co n ce d e m a yo r im p o r t a n cia a

la id e a d e p u e b lo q u e a la d e r a za .

E n e l s ig lo x ix se h izo d e la A n t r o p o lo g ía u n a cie n cia e s p e ­

cia l, a u n q u e s iem p r e en r e la ció n co n la E t n o g r a fía . U n a cie n cia

d e la s r a za s p r o p ia m e n t e d ich a fu é la q u e q u is o e s t a b le ce r d e u n

m o d o o r ig in a l e l co n d e d e G o b in e a u en su o b r a t it u la d a : I n v e s -

1 C f . M a r c e l P r e n a n t : R a z a y r a cism o . F o n d o d e C u lt u r a E c o ­

n ó m ica . M é x ic o , y M o r r is G u i n s b e r g : S o c io lo g ía , E d it o r ia l L o s a d a ,

B u e n o s A ir e s .

Page 122: Introducción a la sociología

I 12 CIENCIAS MARGINALES

t i g a c i ó n so b r e l a d esi g u a l d a d d e l a s r a z a s h u m a n a s (pub l i cada

por vez pr im era en 18 5 1) . Par a él no existe en la H i st o r i a un i ­

versal una in f luen cia m ayor que l a de la pureza o cruce de razas.

E l cruce de un pueblo con elem ent os de un a raza ext raña sign i ­

f i ca la degeneración. L a en carnación de la m ás al t a cu l t u ra es,

según Gobineau , la raza ar ia. Lap ou ge fu é un en t usiast a d iscí­

pu lo suyo; a la doct r ina de su m aest ro añad ió la de la im por t an ­

cia de la m edición del crán eo p ar a d ist in gu i r las razas. L a obra

de Gobineau fu é conocida en A lem an ia por un a t raducción de

L . Schem ann , el cual , por su par t e, era au t or de un a extensa

obra sobre el problem a racial . M u y popu lar fué t am bién la teo­

r ía expuesta en el l ibro de Ch am ber lain L o s f u n d a m en t o s d el

si g l o x i x ; m as el valor cien t íf i co de est a obra ha sido m uy d is­

cut ido. Los escr i tos de L . W ol t m an n y A . Ploetz, real izados so­

bre la base de sól idas invest igaciones, han con t r ibu ido tam bién

m ucho al conocim iento del problem a de las razas. Act ualm en t e

gozan de gran est im ación en A lem an ia las obras de Eu gen Fi-

scher y H an s F. G. Gü n t t er . Exist en revist as expeciales que se

ded ican a este t ipo de in vest igación ; la m ás nueva y selecta es

la Z e i t s c h r i f t f ü r R a ssen k u n d e (Revist a de A n t r op o l ogía) , ed i ­

t ada por el m arqués Egon de Eick st ed t , au t or tam bién de la

excelente obra: R a ssen k u n d e u n d Ra ssen g esc h i c h t e d er M en sc h -

en (A n t ropología e h ist or ia racial de los h om bres) .

En Fran cia fu é la obra de Gu st ave Le Bon sobre L a s l ey es

p si co l ó g i c a s en l a ev o l u c i ó n d e l o s p u eb l o s la que popu lar izó la

ciencia de las razas. En el la se d ice: "T o d as las inst i tuciones de

un pueblo, incluso la rel igión y el ar t e, no son sino m an i fest a­

ciones del espír i t u de este pueblo det erm inado. L a H i st o r i a es

consecuencia del caráct er popu lar , en su m ayor par t e in cam bia­

ble” . Y estas d i feren cias psíqu icas de los pueblos dependen,

según Le Bon , de las d i feren cias anatóm icas de las razas. M as el

au t or no expl ica con clar idad la relación ent re raza y pueblo.

N o podem os d ejar de m encionar a un in vest igador inglés,

Gal t on , que dió im pulso al estudio de la h er en c i a de cual idades

en la sociedad hum ana. L a posib i l idad de apl icación de las leyes

biológicas de la herencia, en especial de las fam osas leyes de

Page 123: Introducción a la sociología

CIENCIA DE LAS RAZAS 113

M en del , se relaciona con frecuen cia con el problem a de las

razas.

N o es en est a obra, n at uralm en t e, donde se ha de in form ar

con det al le sobre los resul tados de esta invest igación , así com o

tam poco de exponer las objeciones hechas por algun os autores,

sobre todo, por H er t z y Boas. Bást en os con alud i r a la d ef i n i ­

ción de raza y esclarecer su relación con la Socio logía. Segú n

Gün t h er , l a raza es "u n grupo de hom bres que se d ist in gue de

cualqu ier ot ro por la com binación prop ia de caract er íst icas f i sio­

lógicas y cual idades psíqu icas, y que produce siem pre sólo seres

iguales a los que form an este gr u p o” . Par a este au t or en Eu r op a

existen la raza nórd ica, la occiden tal , d in ár ica, or ien t al y b ál t i ­

ca. E l au t or concede el m ás al t o valor , en lo que respecta a la

cu l t u ra hum ana, a la raza nórd ica.

En cuan to a la relación ent re ciencia de las razas y Sociolo­

gía, hemos de adver t i r que al pr incip io se la ignoró. N i en la

obra de Com t e n i en la de Spencer se h izo alusión a este pro­

blem a. Fué por vez pr im era Gum plow icz quien est ableció esta

relación en su l ibro L a l u c h a d e l a s r a z a s, aparecido en 18 8 3;

m as lo h izo de un a m anera com pletam ente parcial ya que t rat ó

de deduci r la existencia del est ado de con t rad icciones étn icas.

Segú n Gum plow icz, l a lucha de razas es tan sólo el prólogo de

la lucha de clases; m as no invest iga en absolu to la sign i f i cación

cu l t u ral de la raza hasta el presente. En cam bio, el gran soció­

logo alem án M ax W eber dice en su l ibro E c o n o m ía y so c i ed a d :

" L a solución de la m ayor par t e de los problem as sociológicos es

im posible sin tener en cuen ta la in vest igación biológico-racial ” .

En la sociología de Span n se reconoce la im por tancia de la raza

para el conocim iento sociológico, pero se la concibe esencialm en­

te com o algo esp i r i t ual . Span n d ice: " L a raza no est á det erm i ­

nada sólo por las leyes de la herencia de M en del , sino que, por

encim a de ést as, existe un elem ento esp i r i t ual ” . Señalem os ade­

m ás, una f r ase del in vest igador inglés W . D u n in g en su l ibro

L a h i st o r i a d e l a s i d ea s p o l í t i ca s d esd e R o u ssea u h a st a Sp en c er

( 19 20 ) , que d ice: " E n lo que se ref iere a la h ist or ia de las teo­

r ías pol ít icas, descubr im os que la d i feren cia de razas se puede

considerar com o causa y expl icación suficien t es para la t ran sfor -

Page 124: Introducción a la sociología

CIENCIAS MARGINALES

m ación de las inst i tuciones y condiciones de poder ” . A sí pues,

la posición com pletam en te n egat iva en lo que afect a al p roble­

m a racial , tom ada por algunos sociólogos, como O ppenheim er ,

no está en absolu to ju st i f i cad a. En los Est ados U n id os existe

una am pl ia l i t erat u ra sobre la t eor ía de las razas, susci t ada so­

bre todo por el problem a de los negros. Señ alem os en par t i cu lar

los l ibros de Gr an t y St od d ar t , que t rat an tam bién del problem a

de la em i g r a c i ó n desde el pun t o de vist a de la raza.

L a in vest igación de las est i rpes t iene una im por tancia sim i ­

lar a la de las razas. Por est i rpe (St 'á m m e) se ent iende un grupo

relat ivam en te gran de de hom bres que representan una un idad

en un determ inado t er r i tor io. H om bres un idos, por un lado,

por el parent esco de sangre y por ot ro por el aposen tam ien to

com ún; a esto se añaden cier tas caract er íst icas psíqu icas. Re­

presen ta por t an to los hábi t os de un a raza o de un pueb lo; pero

al m ism o t iem po, una par t i cu lar idad que se m an i f iest a casi siem ­

pre en el idiom a. Son caract er íst icas en este caso las d i fer en ­

cias de dialect o, com o se advi r t ió ya en el caso de los gr iegos. A

estas an alogías se añaden adem ás las de las costum bres, t rajes,

opin iones pol ít icas e incluso del est i lo ar t íst i co. L a form ación de

est i rpes se expl ica por la división de la raza pr im i t i va hom ogé­

nea com o consecuencia de las m igraciones. Por ot ra par t e, pue­

den com binarse d i feren t es est i rpes en un pueblo hom ogéneo, o

sea que pueden reunirse en un estado. L a consecuencia de ésto

es que las d i feren cias propias de las est i rpes van perd iendo im ­

por t an cia; m as conserva siem pre valor la d iversidad de d ialec­

tos. En el V I I Congreso A lem án de Sociología (19 30 ) se t rat ó

con det al le de esta m at er ia.

4. E t n o l o g ía y p r eh i st o r i a

U n a im por tan te ciencia au xi l iar de la Sociología es la E t ­

n ología, que, cuando es descr ip t iva, se l lam a Et n ogr af ía. Se h a­

bla, en cam bio, de Et n o logía propiam en t e dicha siem pre que

in tervienen com paraciones y consideraciones h ist ór icas. Cier t o

parent esco con estas dos ciencias presen ta la psicología de los

Page 125: Introducción a la sociología

ETNOLOGÍA, PREHISTORIA

\

II5

pueblos, de la que hablarem os en el cap ít u lo sigu ien te al t r a­

t ar de la psicología social , ya que aquél la es un a par t e de ésta.

Sobre todas estas d iscip l inas la ciencia alem ana ha producido

obras m uy val iosas. Especialm en t e hemos de ind icar el nom bre

de A d o l fo Bast ian , el cual no solam en te recogió un m at er ial in ­

m enso, casi siem pre por m edio de in vest igaciones propias, sino

que lo supo in t erpret ar br i l lan t em en t e. Con el t ít u lo de D er E l e ­

m en t a r g ed a n k e d er M en sc h h ei t ( L a idea elem en tal de la hum a­

n id ad ) , publ icó un a obra con la que se propuso dest acar la sim e­

t r ía en la evolución cu l t u ral de los pueblos; m ost rándose p ar t i ­

dar io de la t eor ía de la evolución , hoy ya m uy d iscu t ida. Est a

va siendo subst i t u ida por la l lam ada t eor ía de los ciclos cu l t u ­

rales, según la cual la cu l t u ra t écn ica, lo m ism o que la in telec­

t ual , recibe su con ten ido por el con t act o m ut uo de los pueblos,

pr incipalm en t e por las m igraciones o el com ercio. L os fu n d ad o­

res de est a n ueva concepción de la Et n o logía son Froben ius,

Gr abn er , y el em inente in vest igador aust r íaco P. W . Sch m id t .

En t re los invest igadores ingleses hemos de señalar a Frazer por

su fam osa obra L a r a m a d e o r o . E l sabio fran cés Let ou rn eau

t rató de ap l i car con provecho los resu l t ados de la in vest igación

et nológica a la Sociología. A lgu n os det al les de este gran tem a

no están aun esclarecidos, pero no hem os de insist i r aqu í sobre

el lo. En t odo caso, la Sociología debe a est a ciencia m uchas su­

gest iones y, por ot ra par t e, la Et n o gr af ía u t i l i za con provecho las

cat egor ías sociológicas.

En est recha relación con la Et n o logía se en cuen t ra la inves­

t igación preh ist ór ica que ha alcan zado hoy d ía un progreso m uy

señalado. Se ha l legado a coleccionar un a m ul t i t ud de restos de

la vida del hom bre preh ist ór ico y se han hecho com paraciones.

Por m uy val iosos que sean estos recuerdos de los t iem pos l eja­

nos, tales com o utensi l ios, arm as y, sobre todo, productos de

act ividades ar t íst i cas, no nos proporcionan datos claros sobre

el estado pr im i t ivo de la sociedad hum an a. H a de in terven i r la

Et n ología t rat an do de descubr i r cuáles eran las inst i tuciones

sociales de los pueblos pr im i t i vos, y así se pueden hacer deduc­

ciones, aunque, claro, con cier tas precauciones, sobre la socie-

I

Page 126: Introducción a la sociología

1 16 CIENCIAS MARGINALES

dad pr im i t i va. Est a precaución se im pone ya que los pueblos

p r im i t ivos hoy existen tes se en cuen t ran en d i feren t es fases de

evolución y su f r en en par t e in f luencias recíprocas. Por lo de­

m ás, ya en la an t igüedad surgieron t eor ías sobre el est ado p r i ­

m i t i vo de la hum an idad aunque en el las predom in an los m i­

tos y la especulación . Pero tam bién existen algu n as obras ser ias

sobre preh ist or ia cien t íf i ca. H em os t rat ado este pun t o en nues­

t ra So c i o l o g ía g r i eg a (pp. 16 3- 18 4 ) , y hemos dem ost rado que

los gr iegos, con una in tu ición gen ial , se an t iciparon a algunos

resu l t ados de la ciencia m oderna. A sí, por ejem plo, Plat ón es­

t udió la in f luen cia de las t ransform aciones de la vida económ ica

sobre la est ruct u ra social de la sociedad pr im i t i va. A r ist ót eles

def in e la fam i l i a pat r iar cal com o la m ás an t igu a for m a de los

grupos sociales, presen tando com o excepción el sistem a del m a­

t r iarcado, ya conocido por él , de algun os pueblos afr i can os. El

f i l ósofo estoico Poseidon io em plea algún m at er ial et n ográf i co

para la descr ipción de la edad pr im i t iva. E l h ist or iador Pol ib io

in ten t a t razar una t eoría de la evolución del estado presen t an ­

do com o form a pr im i t i va la represen t ada por los jefes de t r ibu,

relacionándola con las hordas de los an im ales.

En cont raste con estas observaciones at in adas pero aisladas

que nos han sido t ransm i t idas por la l i t erat u ra gr iega, la inves­

t igación m oderna de la Preh ist or ia const i t uye ya, claro es, un

enorm e sistem a. Bast e con señalar , por ejem plo, que ha sido

edi t ado un D i c c i o n a r i o d e p r eh i st o r i a en catorce tomos por M .

Eber , y que existe t am bién la enorm e obra de W . Sch m id t y W .

K oppers: W ó l k er u n d K u l t u r en (Pueblos y cu l t u r as) , que es un

elocuente test im onio de los progresos de est a ciencia. A h or a t r a­

tarem os brevem ente de algunos de sus problem as que tam bién

in teresan a la Sociología. Im por t an t e es la cuest ión de saber si

el hom bre pr im it ivo poseía una disposición in telect ual que se d is­

t inguiese fundam ent alm en te de la del hom bre act ual . Fu é sobre

todo el in vest igador f ran cés Lévy-Br u h l quien af i rm ó que el

hom bre pr im i t i vo, ten iendo en cuen ta lo que se pretende haber

establecido sobre los pueblos pr im it ivos aun existentes, poseía

una const i tución psíqu ica que él l lam a prelógica o alógica. M as

est a doct r ina no ha sido acept ada un iversalm en te, ya que mu-

Page 127: Introducción a la sociología

ETNOLOGÍA, PREHISTORIA 117

chas veces se supone que se t r at a t an só lo de una d i feren cia de

grado. E l hom bre pr im i t ivo conoce t am bién la ley de la causa­

l idad, pues de ot ro m odo no se pod r ía expl icar su act ividad

técn ica y económ ica. Pero, según la opin ión dom inan te, es cier t o

que in terviene en su pensam ien to lo m ágico, según se m an i f ies­

t a, por ejem plo, en su creencia en los espír i tus.

O t ro problem a frecuent em en t e d iscu t ido es el referen t e al

m at r iarcado. Fu é por pr im era vez en 1860 cuando el suizo J. J.

Bach ofen defen d ió la t eor ía de que pr im eram en te no exist ía la

fam i l i a pat r iar cal , sino que los h i jos per tenecían a la m adre,

por lo cual ést a ejer cía cier t o dom in io. Bach ofen , para d efen ­

der su t eor ía, apeló pr incipalm en t e a fuen t es gr iegas. M ás t arde,

los et nólogos am ericanos M or gan y M cLen n an , defen d ieron la

m ism a t eor ía. Pero después de invest igaciones recientes no se

ha reconocido com o cier t a esta t eor ía, suponiéndose, por el con ­

t rar io, que el m at r im on io era ya un a inst i t ución pr im i t i va. El

m at r iarcado, por lo t an to, no es sino un a for m a ocasional , p ro­

vocada por causas económ icas, de la v id a fam i l i ar ; sin que se

pueda dem ost rar la val idez general de esa t eor ía. T am b ién se

ha descubier t o que el m at r iarcado no supuso en absolu to un do­

m in io de las m ujeres. Sobre este tem a son im por tan tes los resu l ­

t ados de las invest igaciones real i zadas por los in vest igadores

aust r íacos Sch m id t y Koppers.

O t r o tem a in teresan te es el del t o t em i sm o . Con este térm ino

se quiere alu d i r a la idea, que aparece con frecuen cia en el

hom bre pr im i t ivo, de est ar en relación est recha con una det erm i­

n ada especie an im al . Exist en d i feren t es in terpretaciones de este

ext raño fenóm eno. Puede ser expl icado por represen taciones m á­

gicas, pero t am bién es posible que h ayan in f l u i d o en él causas

económ icas. En todo caso el totem ism o no exist ía aun en la cu l ­

t u ra p r im i t i va sino que parece haber surgido con el desar rol lo

de los grupos, com o escalón previo del estado. U n papel pare­

cido es, según Sch u r t z, el que desem peñaron las M a n n er b ü n d e

( l igas de var on es) , descr i tas por vez pr im era por este et nólogo.

Im por t an t e, t an t o para la Et n o logía com o para la Preh is­

t or ia, es el problem a de las m i g r a c i o n es. Exist e la m igración de

los grupos hum anos, m as tam bién pueden em igrar las form as

/

Page 128: Introducción a la sociología

n 8 CIENCIAS MARGINALES

sociales, siendo acogidas por ot ro pueblo. D e esto t r at a p r in cipal ­

m ente la t eor ía de los ciclos cu l t urales, según hemos ya señalado

ant es. Por ú l t im o, di rem os que se ha invest igado m uchas veces,

con m ot ivo de los problem as de la Preh ist or ia, la evolución y

el caráct er del a r t e pr im i t i vo, de lo cual t ratarem os en el cap í­

tu lo i x (Socio logía del A r t e) .

5. H i s t o r i a y So c i o l o g ía

A sí como las d iscip l inas t rat adas en los pár r afos precedent es

(Bio logía, Cien cia de las razas, Et n ogr af ía, Preh ist or ia) consi­

deran al hom bre especialm ente como ser n at u ral — y podr íam os

resum ir las por t an to con el nom bre de A n t r o p o l o g ía — la ciencia

de la que ahora vam os a h ablar t r at a al hom bre como ser cu l t u ­

ral , esto es, en su evolución t em poral . E l ob jet o de esta ciencia,

el de la H ist or ia, es la descr ipción del acon tecer y del deven ir en

todos sus detal les siendo un objeto esencial el estudio de las fo r ­

m aciones sociales, su orgien y sus cam bios. D e aqu í resu l t a, ya

en pr incip io, una est recha relación ent re la Sociología y la cien ­

cia h ist ór ica. En pr im er lugar es eviden te, adem ás, que aquél la

tom a de la H i st or ia el m at er ial para sus concepciones, aunque

existan ot ras fuen t es para la in vest igación de las agrupaciones

hum anas, como son la observación de la sociedad act ual y la

est adíst ica. A lgu n os au tores conceden a est a descr ipción m ayor

im por tancia que al estudio de la vida social pasad a; m as es pre­

ciso tener en cuen ta que sin la relación con el pasado no parece

posible una p len a com prensión del presente. Es tam bién un er ror

af i r m ar que los relatos referen t es a épocas pasadas no ofrecen

un a visión clara de la vida social de ent onces: sobre algu n a de

estas épocas tenemos un m at er ial t an r ico que podem os t razar

un a im agen com pleta de el las. Y , adem ás, en este caso el obser ­

vador conserva m ayor ob jet i vidad que el invest igador de los fe*

nóm enos sociales del presente, ya que en el los m uchas veces es­

tá él m ism o interesado.

Con frecuencia se ha pret end ido establecer una d i feren cia

fun dam en t al ent re estas dos ciencias, especialm ente en lo que

Page 129: Introducción a la sociología

LA HISTORIA I I 9

se ref iere al m ét odo. Se ha señalado que la H i st or i a es un a cien­

cia i deográf i ca. Su ob jet o es el est udio de aconteceres ún icos y

la descr ipción de personal idades par t i cu lares. En cam bio, la So ­

ciología, según los que hacen est a d ist inción , t r at a de conceptos

generales, así com o del establecim ien to de leyes. M as ún icam en ­

te con reservas podr íam os adm it i r t al d i feren cia. Sólo el hecho

de que m uchos h ist or iadores h ayan t rat ado de descubr i r leyes

h ist ór icas, aunque t al vez con dudoso éxi to, nos in cl ina a susci ­

t ar objeciones en con t ra de esa in t ransigen te an t ítesis. M as hay

que añ ad i r que tam bién el h ist or iador h a de em plear cier t os con­

ceptos generales. A sí, por ejem plo, pretenden deci rnos en qué

consiste la esencia de la concepción m edieval del m undo, del

Si gl o de las Luces o del Rom an t icism o. E l h ist or iador no descr ibe

t an sólo sucesos sin gu lares, sino que establece t ipos; de esto h a­

blarem os pron to m ás en det al le. Si se af i r m a, adem ás, que l a1

Sociología no t r at a del deven ir , sino t an sólo del ser , es decir ,

que t rat a par t icu larm en t e de las est ruct u ras sociales, esto resu l t a

cier t o sólo para la l lam ada est át ica social . M as tam bién existe una

d in ám ica o cinét ica social que t iene por objeto las t r an sform a­

ciones sociales, por ejem plo, las revoluciones. Y así resu l t a evi­

dente el paren tesco con la ciencia h ist ór ica.

Se cree asim ism o ver una d i feren cia esencial ent re estas dos

ciencias en el hecho de que la H i st o r i a se relaciona siem pre con

i d ea s d e v a l o r , m ien t ras que la Socio logía t iene por ob jet o de­

term inar leyes ob jet i vas. L o ú l t im o es un a pretensión ideal , pues

se ha dem ost rado ya en la h ist or ia de esta ciencia que se han

em pleado con frecuencia pun tos de vist a valorat ivos. Por ot ra

par t e, no es cier t o que la valoración sea consust ancial a la cien ­

cia h ist ór ica. Clar o es que, t eniendo que elegi r ent re una gran

var iedad de m at er ial h istór ico, es precisa una valoración de los

sucesos y person al idades; m as, aun en este caso, no fal t a en abso­

lut o una norm a ob jet i va, ya que es preciso def in i r com o val io­

so lo que ha ten ido in f luen cia efect i va. Y aun prescindiendo de

esto, el h ist or iador , lo m ism o que el sociólogo, no ha de expre­

sar tam poco sus opin iones personales en el terreno de la ét ica o

de la pol ít ica. Por lo tanto, t am bién aqu í la ob jet i vidad es el

ideal de la invest igación cien t íf i ca. ,

Page 130: Introducción a la sociología

120 CIENCIAS MARGINALES

En el cap ít u lo an t er ior hemos señalado, al exponer los d i fe­

ren tes m ét odos de la Sociología, el proced im ient o par t i cu lar fu n ­

dado por M ax W eber , cuyo f i n es el de concebir la real idad so>

cial m ediant e el establecim ien to de t i p o s i d ea l es. L a esencia de

este m ét odo consiste, repi t iendo brevem ent e lo d icho, en un a

abst racción de cier t as cual idades que aparecen en la inm ensa

m ul t ip l icidad de relaciones y agrupaciones in terhum anas. Se po­

ne, pues, de rel ieve un elem ento par t icu larm en t e caracter íst ico,

t ípico, aunque éste no aparezca en l a real idad en esa for m a p u ­

ra; por ejem plo, la l lam ada dom inación ca r i sm á t i ca . Pero en la

ciencia h ist ór ica se em plea asim ism o la concepción del t i p o , aun ­

que no sea exact am en t e en el m ism o sen t ido que en la Sociolo­

gía. Si , por ejem plo, se descr ibe la p o l i s gr iega, l a const i t ución

corporat iva de la sociedad en la Ed ad M ed ia o l a época d e la

I l u st r a c i ó n com o fenóm enos t ípicos, se t rat a, en este caso, de

abst racciones. Se d ejan de considerar las d i feren cias que en rea­

l idad existen aun den t ro de los m ism os ejem plos ci t ados, o sea

ent re las d i feren t es ciudades gr iegas; ent re las corporaciones de

A lem an ia, Flan des o I t al i a; así com o las par t i cu lar idades del

m ovim ien to del Si g l o d e l as L u c es en I n glat er r a, Fr an cia o A l e­

m an ia. L a tendencia de esta t ipo logía h ist ór ica est á or ien t ada en

el sen t ido de dest acar lo que h ay de com ún en los fenóm enos

hist ór icos ci t ados. Exist e por lo t an t o un terreno in term edio en­

t re la H i st or i a y la Socio logía; habiendo m om entos en que re­

su l t a d i f íci l decir a qué ciencia de las dos pertenecen cier t os he­

chos como, por ejem plo, la econom ía cap i t al ist a. T u ve concien­

cia de est a relación in terna al in vest igar las d i feren t es form as

del estado y ver que estaban l igados ent re sí t ipos h istór icos,

sociológicos e incluso ju r íd icos.

M u y in teresant e es adem ás el fen óm en o de que h aya su rgi ­

do en las dos ciencias un problem a que se h a expresado por los

tópicos i n d i v i d u a l i sm o y co l ec t i v i sm o . D esde hace ya m ucho t iem ­

po se in vest iga en la ciencia h ist ór ica el problem a de saber si es

la personal idad in d ividual o la m asa quien ejerce un a i n f lu en ­

cia decisiva; ref i r iéndose al pr im er caso se habla tam bién de una

t eor ía h er o i ca . Los h o m b r es q u e h a cen l a h i st o r i a es el t ít u lo

Page 131: Introducción a la sociología

LA HISTORIA 121

de una gran obra form ad a por b iogr af ías escogidas. En cam bio,

existen m uchos h ist or iadores que consideran como decisivos tan

só lo los m ovim ien tos de m asas, at r ibuyendo al genio una im por ­

t ancia secundar ia. N o es éste, nat u ralm en t e, el l u gar aprop iado

para exponer los argum en t os que se han invocado en pro o en

con t ra de est as t eor ías o de ind icar cóm o se ha l legado a una

posición in term edia ent re la ciencia h ist ór ica in d ividual i st a y la

colect ivist a. M as hemos de in d icar que tam bién en la Sociología

desem peña un gran papel este t an d iscu t ido problem a, que tom a

la form a sigu ien te. D ad a la relación de di r igen t e y m asa, ¿de

qué lado está el predom in io? D e esto hablarem os m ás adelan t e

al t rat ar de la psicología de las m asas. Sólo pondrem os de re­

l ieve lo que algun os sociólogos em inentes han m an i fest ado en

relación con el problem a de una concepción in d ividual i st a o co­

lect i vist a de est a ciencia. Spen cer fu é un adversar io decid ido

de la l lam ada t eo r ía d e l o s g r a n d es h o m b r es. D ice que es la

sociedad la que ha de form ar al gr an hom bre, ant es de que éste

pueda form ar a la sociedad. L a in f luen cia del gran hom bre no

es pues para él sino una causa acciden t al que viene a provocar

una fuerza que ya exist ía latent em ente. O puest a del t odo es la

concepción del sociólogo f ran cés T ar d e, quien asegura tener

im por tancia decisiva en la sociedad el ind ividuo creador , el i n -

v en t eu r ; los dem ás hom bres se reducen a la im i t ación . Feder ico

von W ieser t r at a de superar estas concepciones con un a posición

in term edia, d icien do: " L a sola fu erza del jefe no puede t odavía

d ict ar la ley a la sociedad; su obra consiste en l lam ar a los es­

pír i tus para que le sigan . L a m asa, negándose o acept ando se­

gu i r le, es la que decide, en úl t im o t érm ino, la dirección a to­

m ar ” .

Resu l t a, pues, eviden te que existe ent re la ciencia h ist ór ica

y la sociológica, en m uchos aspect os, una honda relación in te­

r ior . Est a relación se pone asim ism o de m an if iest o cuando se

t rat a de est ablecer leyes de la evolución ; de lo cual hablarem os

en el capít u lo vm (D in ám ica soci al ) . D i rem os ah ora tan sólo

que la "Fi l o so f ía de la h ist or ia” , cuya t area es la de in vest igar

r l sen t ido y el f i n de la evolución de la hum an idad, es una par -

Q

Page 132: Introducción a la sociología

122 CIENCIAS MARGINALES

te de la Fi l osof ía, siendo por lo t an t o com pletam ent e d i feren t e

a la Sociología concebida como ciencia descr ip t iva y expl i cat i ­

va. Est o parece que fu é ignorado por Pau l Bar t h cuando dió a

su obra, en sí m uy val iosa, el t ít u lo de L a f i l o s o f í a d e l a h i st o ­

r i a co m o so c i o l o g ía . M as, fel izm en te, en este l ibro se t r at an pro­

blem as de la ciencia h ist ór ica y, sobre todo, concepciones h ist ó­

r icas un i lat erales (concepción geogr áf i ca, et nológica y econó­

m ica) ; la Fi l oso f ía de la H i st or ia propiam en t e dicha se t r at a

t an sólo en el cap ít u lo f i n al . En est a obra se af i r m a que l a idea

del progreso m oral es decisiva, m as esto sólo puede deduci rse

con d i f i cu l t ad del curso efect ivo de la H i st or ia. Y de este m odo

se l lega al terreno de la M et af ísi ca, com o ya antes l legó H egel ,

con br i l lan t e éxi to, en su Fi l oso f ía de la H ist or ia. M as est a es­

t ruct u ra ideal no t iene nada que ver con una ciencia posi t iva

de la H i st or ia, com o tam poco con la Sociología.

N ot ab les son, por ot ra part e, esas gran d iosas t en t at ivas cien­

t íf i cas que podem os si t uar ent re la sim ple h ist or ia descr ip t iva y

la visión de con jun t o sobre la evolución de la hum an idad. M ien ­

t ras que la pr im era se con ten ta — según una frase de Ran k e—

con n ar rar cóm o han sido los sucesos, t r at a la ú l t im a de ext raer

de una m ul t i t ud de det al les una im agen global . Si esto se hace

sin recur r i r a la M et af ísi ca, no se puede hab lar de un a Fi l oso f ía

de la H ist or ia. En este caso aún no se abandona el ter reno de

la ciencia posi t i va por m uy gran de que sea el pel igro de que

in tervengan consideraciones sub jet i vas. A esta t endencia per te­

necen las obras de Ch am ber lain (L o s f u n d a m en t o s d e l s i g l o

x i x ) ; de Bu r ck h ar d t W el t g eesc h i c h t l i c h e B et r a c h t u n g en (Con ­

sideraciones sobre la h istor ia u n i ver sal ) , y, sobre todo, las de

K . Breysig. En todos estos t rabajos sobre H ist or ia un iversal se

tom an plenam ente en consideración las bases sociales de la evo­

lución ; y son, por t an to, m uy val iosas para la Sociología. En

cam bio, existen sociólogos que em plean m ucho m at er ial h ist ó­

r ico, como sucede con M ax W eber . Est as invest igaciones sat u­

radas de H ist or ia son com plem ento de una Sociología or ien t ada

fundam ent alm en te hacia el presente.

Page 133: Introducción a la sociología

LA ESTADÍSTICA 123

6. E st a d ís t i c a y so c i o l o g ía

En el cap ít u lo an t er ior , que t r at aba de las t eor ías m et odo­

lógicas de la Sociología, hemos ya ind icado que la Est ad íst i ca

const i tuye un im port an te recurso p ar a descr ibr i r y expl i car las

d i feren t es form as de los grupos. Clar o es que este procedim ien­

to es propio en lo que se ref iere a la invest igación del pre­

sente, pues nos fal t an casi por com pleto dat os est adíst icos r efe­

rentes al pasado. Exist e cier t a concordancia ent re las dos cien ­

cias. E l terreno de in vest igación es el m ism o p ar a am bas, esto

es, l a sociedad h u m an a; am bas t rat an de det erm inar t ipos gene­

rales, sin considerar t ipos aislados. T am b ién es in teresan te ob­

servar que am bas ciencias han sido fu n d ad as aproxim adam en te

al m ismo t iem po, o sea, a m ediados del siglo x i x : la Sociología

por A u gu st e Com t e y la Est ad íst i ca por A . Q uet elet . In cluso

am bos autores em plean la expresión F ísi c a so c i a l . M as no hemos

de olvidar d i feren cias esenciales en t ram bas. A sí, por ejem plo,

los fenóm enos de m asa que descr ibe la Est ad íst i ca no se ref ie­

ren siempre a agrupaciones h um an as; se t r at a con f recuencia

de m asas ar t i f i ciales en las que no se puede h ab lar de l igazón

in terna, como es el caso de los t uberculosos, su icidas o cr im ina­

les. Adem ás, se t om an en consideración t an sólo datos cuan t i ­

t at ivos, m ien t ras que en la Sociología son de im por t an cia los

datos cual i t at ivos. M uch os datos est adíst icos t ienen valor tan

sólo para f ines adm in ist rat ivos del est ado, sin que sign i f iqu en

un recurso para la Sociología. Pero no se puede n egar que la

determ inación en ci f r as de la est ruct u ra social , sobre todo las

est adíst icas referen t es a profesiones y capas sociales, son de gran

valor para la Sociología. Y las regu lar idades descubier t as por

m edio de la Est ad íst i ca pueden , bajo cier t as condiciones, con­

duci r al establecim ien to de leyes sociológicas.

Por ot ra par t e, t am bién la Sociología prest a a la Est ad íst i ca

cier t a ayuda, ya que puede u t i l i zar concept os y cat egor ías suyos.

Por esto, los f ines de la Est ad íst i ca, m ás bien indet erm inados,

reciben un a del im i tación precisa por las defin iciones de p ro­

fesión , clase, l iga, iglesia y raza. I n cluso en la im por tan te cues­

t ión de la relación causal ent re det erm inados fenóm en os socia­

Page 134: Introducción a la sociología

124 CIENCIAS MARGINALES

les, la Est ad íst i ca recibe m uchas veces el i n f l u jo de la invest i ­

gación sociológica. A dem ás, la d inám ica social , la t eor ía de las

t ransform aciones en la sociedad, por ejem plo, la de las m igra­

ciones, puede ser causa de que la Est ad íst i ca enderece sus in ­

vest igaciones en este sen t ido; aunque de un m odo r egu lar la

Est ad íst ica no se fun dam en t a sino en la est át ica social . N o nos

podemos asom brar , pues, de que algun os invest igadores encar ­

nen la unión ent re estas dos cien cias; así en A lem an ia T ón n ies

y Spann, en Fran cia Com t e y T ar d e, en I t al i a N i cefo r o y Car ­

l i , se han ocupado t an t o de invest igaciones sociológicas com o es­

tadíst icas. Y tam bién algun as ciencias que t ienen paren t esco con

la Sociología, y en especial la Econ om ía Pol ít i ca, obt ienen gran

provecho con los datos est adíst icos. Exist e por ot ra par t e un te­

rreno especial de estudio en el cual se pone de rel ieve est a r ela­

ción, es deci r , en la invest igación de la p o b l a c i ó n . Sobre este

pun to se ha desar rol lado un a ciencia que reúne los aspectos es­

tadíst ico, económ ico y sociológico del problem a, l lam ada D e­

m ografía.

L a D em o g r a f í a es la ciencia que t r at a de regist rar las par ­

t i cular idades de la población, en la m edida en que éstas están

caracter izadas social y económ icam ente. Est as par t i cu lar idades

de la población son el núm ero y la densidad, su repar t o en el

cam po y en la ciudad, sus m ovim ientos y la form ación de clases.

A lgu n os invest igadores consideraron el tema tan im por tan te

que t rat aron de levan t ar la Sociología sobre esta base; y en este

caso se habla de teor ías dem ográf icas de la sociedad. T a l vem os

en las obras de A . Cost e. L o s p r i n c i p i o s d e u n a so c i o l o g ía o b j e­

t i v a ; de C. Bou glé: L a s i d ea s i g u a l i t a r i a s; de Cor rad o Gi n i : L o s

f a c t o r es d em o g r á f i c o s en el d esa r r o l l o d e l a s n a c i o n es; y de F.

Car l i : E l eq u i l i b r i o d e l as n a c i o n es est u d i a d o so b r e l a b a se d e

l a d em o g r a f ía .

En todos estos escri tos se est udia la in f luencia del núm ero y

de la den sidad de población en la técnica de la producción , la

prosper idad económ ica, las form as de organ ización , las cost um ­

bres, guer ras y revoluciones, e, incluso, en los inventos y hom ­

Page 135: Introducción a la sociología

LA PSICOLOGÍA I25

bres gen iales. N o cabe duda de que se aborda en est a obras

un pun to de vist a m uy in teresan te, aunque sin duda exagera­

do en sus consecuencias. Señ alam os est a t eor ía ya que su exis­

tencia dem uest ra claram ent e la est recha relación que existe ent re

la Est ad íst i ca y la Sociología. E l fam oso est adíst ico alem án

Geor g von M ay r d ió a su obra pr incipal el t ít u lo de E st a d íst i c a

y c i en c i a so c i a l . U n desar rol lo am pl io de estas relaciones lo

t razó F. Sch m id t en su E st a d ís t i c a y so c i o l o g ía ( 19 17 ) . Por ot ra

par t e, ya ant es el est adíst ico E. En gel , con el térm ino de D e-

m o l o g ía , p laneó una invest igación general que abarcar ía t odas

las agrupaciones y, especialm ente, los grupos fam i l iares, rel igio­

sos, nacionales y económ icos, cuya descr ipción h ar ía.

Siem pre ha habido tendencias a descr ib i r los d i feren t es es­

tados, pueblos y regiones aun si las condiciones concretas de

éstos no pueden expresarse en ci f r as. T al es invest igaciones se l l a­

m aban tam bién est adíst icas, m as hoy se em plea para el las el

térm ino So c i o g r a j ía . Se podr ía h ab lar en este caso de un a socio­

logía em pír ica, o sea la que proporciona el m at er ial p ar a los con­

ceptos abst ractos, conceptos que sin ese apoyo perder ían todo

con tacto con la vida real . En el terreno de la Sociogr af ía han

real izado t rabajos im por tan tes, jun t o a los del sociólogo holan ­

dés R. S. Steinm et z, F. Tón n ies y R. H eber le, en A lem an ia.

Cier t a relación con lo que acabam os de exponer posee la

V o l k sk u n d e (Cien cia del pueblo) que descr ibe las inst i t uciones

de pueblos det erm inados y, especialm en te, sus costum bres, t r a­

jes, folk lore y dem ás act ividades ar t íst i cas. T r at a est a ciencia,

sobre todo, de la población ru ral , ya que en el la se m an i f iest an

los elementos h ist ór icos en form a m ás acusada que en las ciu ­

dades. Fueron J. M óser en el siglo xvm y W . H . Rieh l en el

x i x , los que crearon sus bases para la d e A lem an ia. Ru m p f ha

est ud iado la relación t eór ica existente ent re la V o l k sk u n d e y la

Sociología en var ios escr i tos m uy sugest i vos, sobre todo en el t r a­

bajo t i t u lado So z i a l e L eb en sl eh r e, i h r Sy st em u n d i h r w i ssen -

sc h a f t l i c h er O r t (Cien cia de la vida social : su sistem a y clasi f i ­

cación ci en t íf i ca) , 19 32.

Page 136: Introducción a la sociología

I2Ó CIENCIAS MARGINALES

7. P si c o l o g ía y so c i o l o g ía

L a relación ent re estas dos ciencias ha sido m uy discu t ida.

A lgu n os invest igadores, por ejem plo, el sociólogo sueco Gu st av

St ef fen , l legan a considerar la Socio logía como una ram a de la

Psicología. A n t es, el f i l ósofo alem án D i l t h ey af i r m ó que las

ciencias referen t es a la organ ización externa de los hom bres, asi

como las de los d i feren t es dom inios de la cu l t u ra, t ienen por

base hechos psíqu icos y sólo pueden ser expl icadas, por tanto,

por relaciones psíqu icas. H oy, en cam bio, la sociología alem ana

rechaza en general , este l lam ado psicologism o, insist iendo en una

separación net a ent re las dos ciencias. D en t ro de est a t enden­

cia est án, ent re los sociólogos, par t icu larm en t e Sim m el , W eber

y W iese. En Fran cia D u rk h eim t rat ó al pr incip io de establecer

un a Sociología independien te de la invest igación psicológica,

m as en t rabajos poster iores tom ó en consideración y con m ucha

m inuciosidad, el elem ento psíquico. E l ot ro sociólogo f r an cés im ­

por t an te; T ar d e, se m ovió siem pre den t ro del terreno de la psi­

cología social , ciencia que ocupa den t ro del estudio de la Socio­

logía, en los países anglosajones, un l u gar im por tan te. En todo

caso es indudable que existe una zona in term edia ent re estas

dos ciencias, com ún a am bas, que se est ud ia en la Psicología

social . A q u í parece im posible un a separación r igu rosa, com o re­

su l t a evident e en el estudio de la psicología de las m asas. D e

este pun t o t ratarem os m ás adelan t e en un capít u lo especial . Sólo

harem os ahora algun as observaciones referen t es a los métodos

m odernos de la Psicología propiam en t e dicha, ent re los cuales

ocupa un puest o im por tan te el psicoanál isis.

L a ciencia del psicoanál isis, creada por Sigm u n d Fr eu d , fué

al pr incipio t an sólo un m ét odo especial para el t rat am ien t o de

los t rastornos neurót icos. D e este estudio se der ivó un nuevo

procedim iento para la invest igación de los procesos psíquicos,

sobre todo de los que encier ran un caráct er inconsciente. A p ar

te de la in terpret ación de los sueños, Freu d tomó com o objeto

especial de in vest igación el m undo de los im pulsos, sobre todo

el im pulso sexual en sus efect os m úl t ip les. L a represión de estr

Page 137: Introducción a la sociología

I A PSICOLOGÍA I27

afect o pr im it ivo y l a subl im ación del im pulso am oroso en un a

afección de cal idad m ás elevada, t ienen com o consecuencia un

acercam ien to de la vida psíqu ica, en pr incip io in d ividual , hacia

la psicología de la sociedad. Por esto el psicoanál isis, que al

pr incipio t uvo un caráct er puram ente m édico, ha adqu ir ido t am ­

bién im por tancia p ar a el estudio de problem as sociológicos.

Freud in vest igó la psicología de las m asas y luego el estado de

la sociedad pr im i t i va ( t ó t em y t a b ú ) , así com o el m ito. Su s d is­

cípulos t rat aron de est ud iar , bajo una nueva luz, con la ayu da

del m ét odo psicoan al ít ico tam bién, ot ros terrenos de la cu l t u ra,

como la poesía, las ar t es p lást icas y la ét ica. Exist e hoy una

am pl ia l i t erat u ra, sobre todo en Est ados U n id os, que t r at a de

la apl i cación del m ét odo psicoanal ít ico a d i feren t es aspectos

de la Psicología, Socio logía y ciencias cu l t u rales. N o fal t a quien

com bata con violencia esta t eor ía; se ha cr i t icado duram en te,

sobre todo, su pan sexual ism o, es deci r , l a reducción de todas

las com binaciones y con t rad icciones sociales al im pulso sexual .

D en t ro de este pansexual ism o desem peña un papel im por tan te

el l lam ado c o m p l ej o d e E d i p o , descr i t o por vez pr im era por

Freu d ; adem ás, según esta t eoría, se expl i ca el or igen del dere­

cho, de la m oral y de la rel igión por la rebel ión del h i jo con t ra

el padre despót ico de la fam i l ia pr im i t i va. En t rabajos poster io­

res, sin em bargo, el concepto fun dam en t al de la l i b i d o su f r ió

una t al suavización , que resu l tó parecido al E r o s de Plat ón , con

el caráct er propio de un im pulso am ist oso general , de esa relación

sent im ental que es base de t oda asociación . Su existencia es in ­

discut ib le, m as just am en te por esta general ización del im pulso

sexual se ren uncia a su cal idad específ i ca.

Est im u lado por las invest igaciones de Freu d , ot ro psiqu ia­

t ra vienés, A l f r ed A d ler , tom ó un cam ino independiente que

le con du jo a un sistem a psicológico que no m uy fel izm en te l l a­

mó psicología in d ividual . T om ó t am bién com o pun t o de p ar t i ­

da los fenóm enos neurót icos, m as p ar a él no es el im pulso

sexual, sino el im pulso de dom in io lo que debe considerarse co­

mo m ot ivo fun dam en t al de t odas las acciones hum anas. Est e

im pulso de dom in io aparace, en pr im er lu gar , com o com pensa­

Page 138: Introducción a la sociología

128 CIENCIAS MARGINALES

ción del sent im ien to de in fer ior idad , que desem peña un gran

papel sobre todo en el n iño y en el hom bre neurót ico, aunque

tam bién el deseo de dest acar el propio valer t iene un papel

decisivo en la vida del hom bre sano. M as fren te a este im pulso,

existe en el alm a del hom bre una segun da disposición que es el

im pulso de la com un idad, que si rve p ar a refren ar el pel igro­

so im pulso de dom in io. A d ler t rat a de expl i car la vida social co­

m o resu l t ado del con f l i ct o que surge ent re estos dos im pulsos

pr im it ivos, y de él ext rae deducciones ét icas y pedagógicas. Est a

t eor ía ha despert ado in terés no sólo den t ro del t er r i t or io de

len gua alem ana, sino tam bién en Est ados U n id os. T am poco

fal t an cr ít icas duras a la psicología in d ividual de A d ler . Se po­

ne de rel ieve que la tendenccia al dom in io es algo or iginar io, que

no puede expl icarse t an sólo como com pensación del sen t im ien­

to de in fer ior idad . A dem ás, se rechazan las deducciones der iva­

das de esta t eor ía en favor de un orden social i st a de la sociedad.

Asim ism o se con t radice la af i rm ación de que el deseo de des­

t acar el propio valer sea en sí pern icioso. En todo caso, A d ler

parece el an t ípoda de N iet zsche, el cu al consideró, de un m o­

do por igu al un i lat eral , la volun t ad de dom in io com o el verda­

dero m otor de la evolución cu l t u ral de la hum an idad . A pesar

de que la t eor ía de A d ler ofrece algu n as sugest iones p ar a la So ­

ciología, el las se oponen a una Sociología exenta de valoración .

U n tercer in vest igador que tom ó el psicoanál isis com o pun t o de

par t ida fu é el psicólogo de Zü r i ch Car los Ju n g. Su s ideas han

sido expresadas en un l ibro m uy in teresan te sobre los t ipos psi­

cológicos. Segú n él , existen dos form as fun dam en t ales de la es­

t ruct u ra psíqu ica: la del hom bre ext raver t ido y la del in t rover ­

t ido. E l pr im ero está or ien tado hacia el m undo exter ior y sus

objetos y depende de el los; el segundo lo relaciona todo con el

su jet o o el Y o , m ot ivando esta incl inación su act uación y su sen­

t i r , at r ibuyendo a los objetos exter iores, a lo m ás, un valor se­

cundar io. Est a dist inción que Ju n g expone en sus efect os par t i ­

cu lares resu l t a m uy fecun da para la com prensión de la vida

social . Ju n g, con t rar iam ent e a lo que hacen Freu d y A d ler , cu-

vas teor ías se basan sobre las ciencias nat urales, se acerca m ás

bien a un m étodo basado en las ciencias del espír i tu . Per o hemos

Page 139: Introducción a la sociología

LA CARACTEROLOGÍA 129

de señalar una lagu n a en la obra de Ju n g ; d eja de considerar

casi en absolu to todo lo referen t e al derecho, al est ado o a la

econom ía. N o podem os nosot ros decid ir si tam bién es fecun da

en estos dom in ios la dist inción en t re el hom bre ext raver t ido y

el in t rover t ido.

Exist en algu n as ot ras direcciones de la Psicología que t ie­

nen una viva relación con la Socio logía, com o, por ejem plo, en

pr im er lu gar la P si c o l o g ía ev o l u t i v a fu n d ad a por J. M . Baldw in

en su l ibro L a v i d a so c i a l y m o r a l ex p l i c a d a p o r l a ev o l u c i ó n

p síq u i c a . En A lem an ia Fél i x K r u eger desar rol ló de un m odo or i ­

gin al una t eor ía de la evolución psíqu ica. Se t rat a de la inves­

t igación de la t rayect or ia de la cu l t u ra hum ana desde el pun to

de vista de la v id a psíqu ica, y sobre todo, de la evolución de la

em ocional idad preponderan t e hacia la in telect ual idad prepon ­

deran te, o, según expresó un par t idar io de est a t endencia (D an -

zel ) , del h o m o d i v i n a n s al h o m o f a b er . O t r a escuela de la Psi ­

cología m oderna, la P si c o l o g ía d e l a est r u c t u r a , en cauzada ha­

cia el concept o de la t ot al idad, m uest ra cier to paren tesco con

les m ét odos sociológicos, en par t i cu lar con la t eor ía de la c o m ­

p r en si ó n o un iversal i sm o de Span n , aunque este au t or t iene una

posición n egat iva en relación con la Psicología. Im por t an t e asi­

m ism o para la psicología social es la t eor ía del psiqu iat ra E.

Kretschm er , que d ist in gue dos form as fun dam en t ales en la dis­

posición psíqu ica del hom bre: el t ipo c i c l o t ím i co (abier t o hacia

el m undo) y el esq u i z o i d e (cer rado para el m u n d o ) ; con lo cual

pretende dem ost rar la existencia de una relación ent re lo psíqu ico

y la est ruct ura corporal .

8. C a r a c t er o l o g ía y so c i o l o g ía

En cier t a relación con la Socio logía se en cuen t ra tam bién la

t eor ía de las cual idades in d ividuales y las cual idades t íp icas del

caráct er hum ano. L as necesidades p ráct icas de la vida con du je­

ron, ya desde t iem pos rem otos, a recoger exper iencias sobre es­

tas cual idades, sin que, a pesar de el lo, se hubiese l legado a

una t eor ía sistem át ica. En la sof íst i ca y en la ret ór ica gr iegas se

Page 140: Introducción a la sociología

I3° CIENCIAS MARGINALES

en cuen t ran al gun as observaciones sobre cuest iones caract eroló-

gicas, casi siem pre en relación con doct r inas pol ít icas y peda­

gógicas; en indicaciones sobre la inst rucción de la juven t ud y el

t rat o ent re los hom bres. M ás p r ofu n d as son las t eor ías con t en i­

das en algunos d iálogos de Plat ón sobre los d i feren t es t ipos del

caráct er hum ano. A sí, en el G o r g i a s se def in e, en la persona de

Cal icles, el hom bre señ or ial , el hom bre de dom in io, com o lo hizo

en nuest ro t iem po N iet zsche con su idea del superhom bre. P l a­

tón, nat uralm en t e, no elevó esta f i gu r a hast a el ideal , sino que

m ás bien opone este hom bre dom inan te al hom bre apol ít i co y

ét icam ente elevado, person i f icado por Sócrat es. N o m enos sig­

n i f i cat i vas son las descr ipciones caract erológicas que t raza P l a­

tón en los l ibros vn i y i x de la R ep ú b l i c a , en relación con las

d i feren t es Const i tuciones.

A q u í leem os: "A h o r a bien, ¿sabes que han de exist i r t an t as

form as del caráct er hum ano como existen form as de est ado?

¿O crees, acaso, que las form as de est ado provienen de un a ro­

ca o un roble y no del et h o s del hom bre? Exist en cinco form as

de est ado y ot ras t an t as const i tuciones psíqu icas que son : l a del

hom bre ar ist ócrat a, am ant e del honor ; la del pen den ciero; la

del codicioso; la del dem ócrat a y la del t i rano.” D e m anera pare­

cida se expresa A r ist ót eles en su P o l í t i c a . A dem ás, en su E t i c a

en fren t ó dos t ipos de hom bre: el m edi t at ivo (teór ico) y el hom ­

bre de acción ; señalando su preferen cia por el pr im ero. Fi n al ­

m ente hemos de recordar a T eo f r ast o a quien Gom perz l lam a

el creador de un nuevo género l i t erar io, esto es, el de la des­

cr ipción de los d i feren t es t ipos de caract eres hum anos. Su l ibro

se t i t u la C a r a c t er es m o r a l es, y cont iene t rein ta bosquejos. N o se

t r at a en absolu to de un a ciencia m oral norm at iva sino descr ip­

t iva. T eo f r ast o h izo escuela; Clearco y H erácl ides escr ibieron

obras de cont enido parecido, pero éstas no han l legado hasta

nosot ros.

H em os alud ido a estos fragm en t os sobre un a ciencia carac-

t erológica an t igu a porque hasta ahora apenas han sido tom ados

en consideración . M as sólo en n uest ra época esta ciencia ha

l legado a const i t u i r un sistem a com pleto. H em os de señalar so­

bre todo los excelentes t rabajos de B . U t i t z , L . K lages y C . J.

Page 141: Introducción a la sociología

LA CARACTEROLOGÍA I 3Í

Ju n g. T r at a est a ciencia, en pr im er l u gar , del caráct er in d ivi ­

dual , tom ando en consideración t am bién , com o ciencia au xi ­

l iar , la Gr afo logía. Est a invest igación de la personal idad es de

un gran in terés p ar a la or ien t ación hacia un a profesión det er ­

m inada, y para la vida en general . L a Socio logía por su p ar ­

te, se ocupa m ás bien del establecim ien to de t ipos generales de

caráct er . A sí, por ejem plo, B. U t i t z d ist in gue el hom bre que es

preponderan t em en te in telect ual del hom bre sen t im ent al y del

hom bre en el que dom ina la volun t ad . T am b ién podem os ci t ar

el l ibro m uy popu lar de E. Sp r an ger F o r m a s d e v i d a , en el

que se descr iben los t ipos de hom bre teór ico, económ ico, esteta,

social , rel igioso y pol ít ico. En la l i t erat u ra sociológica p rop ia­

m ente dicha se encuen t ran invest igaciones sobre los sigu ien tes

t ipos de caracteres hum anos: el ren t ist a y el especu lador ( V .

Par et o ) ; el r ad ical y el reaccionar io (F. A . A l l p o r t ) ; el hom bre

sin h ogar ( H . M eu t er ) ; el h o b o nor t eam er icano ( N . A n der -

so n ) ; el bohem io (H on igsh ei m ) ; el ext ran jero (R. M i ch el s) ; el

pobre ( G. Si m m el ) ; y el ren egado ( A . M eu sel ) .

Ci t em os ah ora algu n as frases per tenecien tes a estos est ud ios

m encionados. E l ex t r a n j er o no pert enece al grupo, ya que no

proviene de él , pero reside en él ; viene y se queda. Est e es, p r in ­

cipalm ente, el caso de los com ercian tes y ar t esanos in m igrados,

a los que ya Plat ón asignaba una t area económ ica especial . Er a

una caract er íst ica de estos ext ran jeros la fal t a de prop iedad de

la t ier ra, com o sucedía de m odo m uy pecu l iar con los jud íos. A

veces los ext ran jeros gozan de cier t as p referen cias siendo adm i ­

t idos en el servicio m i l i t ar (en un ejérci t o de m ercenar ios) u

ot orgándoles puestos en los que han de act uar como árbi t ros por

suponer que poseen un ju icio m ás ob jet i vo que los n at urales

del país. U n a posición par t i cu lar es la de los in m igrados que

van siendo asim i lados poco a poco, perd iendo casi siem pre sus

caract er íst icas ya en la segun da generación . Ejem p lo de esto lo

ofrece Est ados U n id os.

En cuan to al pobre, encon t ram os las sigu ien tes observacio­

nes: Su fun ción com o m iem bro de la sociedad no está dada por

el solo hecho de ser pobre, sino porque la sociedad reacciona

Page 142: Introducción a la sociología

I 3 2 CIENCIAS MARGINALES

proporcionándo le un socorro, desem peñando él , así, un papel

específ ico. N o es sino esta sign i f i cación la que hace reunirse a

los pobres en una especie de est am ent o o capa hom ogénea d en

t ro de la sociedad; aunque este círcu lo no se m ant iene por la

acción recíproca en t re sus m iem bros, sino por la act i t ud colec­

t iva que la sociedad tom a fren t e a él . Sin em bargo, a veces,

existe esta social ización in m ediat a; así, por ejem plo, en el siglo

x i v , en A lem an ia, exist ían las A r m en g i l d en (L i gas de m endi­

gos) , e incluso act ualm ent e existen organ izaciones de este t ipo

com o la de los h o b o (sin hogar ) yanqu is. Est os pasan la m ayor

par t e del d ía cam inando, sólo t rabajan de vez en cuando, po­

seen sus propias t radiciones, sus costum bres y una especie de

gobierno. En t re el los h ay hom bres en ext rem o in tel igen t es y

hasta con dotes f i losóf i cas; hom bres que no quieren som eterse a

n in gun a fuerza ext raña y que am an sobre todo su propia l iber­

t ad . En t re el los reina una cam arader ía verdadera, prestándose

m utuam en te protección y ayuda.

M u y d i feren t e es el t ipo del bohem io, que adopt a una pos­

t u ra con t rar ia a la vida burguesa y, par t icu larm en t e, con t ra los

lazos de la fam i l i a. M as, los que pract ican aun este t ipo de

vida, t ienen sus habi taciones f i jas, sus reuniones en a t el i er s o

cafés; ent re el los existe una especie de com unism o. Car act er ís­

t icas de la bohem ia son las incl inaciones ar t íst icas: en el las,

generalm ent e, el gust o m an i f iest a un a t endencia en oposición al

dom inan te. En ot ro t iem po esta capa de la sociedad desem peña­

ba en las grandes ciudades un gran papel , hoy apenas percep­

t ible.

Page 143: Introducción a la sociología

C A P I T U L O V

P SI C O L O G I A SO C I A L

i . O b j et o e h i st o r i a d e l a p si c o l o g ía so c i a l

H ay procesos psíqu icos que no est án condicionados por la

convivencia con ot ros hombres, es decir , que igu al pueden pro­

duci rse en un hom bre aislado. En este caso pod r ía hablarse

propiam en te de un a psicología in d ividual . A el la pertenece la

t eor ía de las percepciones sensibles, de las reacciones a exci t a­

ciones producidas por el m undo ext er ior . H em os de in clu i r asi ­

m ism o dent ro de est a psicología los inst in tos congén i tos en el

hom bre, si bien éstos se m od i f i can luego por la vida social , fo r ­

m ando, por t an to, par t e de la psicología social . U n a gran par t e

del proceso psíqu ico se ver i f i ca, en gen eral , bajo la i n f luen cia del

am biente social . L a psicología social const i t uye, just am en t e, el

estudio de las d i feren t es form as en que se m uest ra ese i n f l u i o ,

tales como la com un icación , la im i t ación , la sugest ión , l a t r ad i ­

ción, la educación, así como el efect o producido por la au t or idad

y el prest igio y, t am bién , en general , la acción recíproca de ca'

rácteres psíqu icos. A estos fenóm enos psíqu icos se añaden los

de igu al n at u raleza en que se m an i f iest a la concordancia ent re

grupos de hom bres en lo que se ref iere a representaciones sim i­

lares, sen t im ien tos y m ovim ien tos vol i t i vos; los cuales se r ef le­

jan en el alm a in d ividual , aunque pueden , sin em bargo, ser es­

tudiados independientem ente de el la. U n a ram a especial de esta

invest igación la const i tuye la psicología de los pueblos, que t r a­

ta de det erm inar la par t i cu lar idad psíqu ica de las razas y de las

Page 144: Introducción a la sociología

*34PSICOLOGÍA SOCIAL

naciones. A veces esta invest igación se ext iende a los productos

objet ivos del espír i t u popu lar , tales com o la rel igión , las cos­

tum bres y el derecho. M as de este m odo se convier te la psicolo­

gía de los pueblos en un a ciencia cu l t u ral . Fin alm en t e, el estudio

de la psicología de las m asas es t am bién de la incum bencia de

la psicología social , concebida ést a en un am pl io sen t ido; pero

ya que la m asa t iene el caráct er de un a agrupación especial ,

vem os en este estudio el t ránsi to hacia la Sociología p rop ia­

m ente dicha. Y , con lo que queda ind icado, hemos expuest o,

brevem ente, el ob jet o de la psicología social .

Segú n expusim os con m ás det al le en nuest ra obra ya ci t ada,

So c i o l o g ía g r i eg a , el com ienzo de estas invest igaciones se en­

cuen t ra en las obras de los pensadores helenos. El l os adm it en

que cier tos im pulsos pr im i t i vos conducen a la agrupación social ,

t al el de fam i l i a, el gregar io, el sexual y una t endencia n at u ral

de los hom bres a organ izarse pol ít i cam ent e. Ju n t o a estos ins­

t in t os se habla asim ism o de un inst in to de dom in io y de uno

de l iber tad. A r ist ót eles t r at a en det al le de los sen t im ient os del

am or , de la am ist ad, benevolencia, concord ia y ven eración . A d e­

m ás, pone de rel ieve que es la conciencia de la unión ín t im a la

base psicológico-social de todas las asociaciones, en par t i cu lar

del estado. Asim ism o hace un a d igresión sobre la psicología de

las m asas; de esto hablarem os m ás adelan t e al t r at ar de dicho

tem a.

En la época m oderna fué Spin oza — com o señaló el psicólo­

go social alem án H . L . St ol t en berg— el pr im ero que est ud ió, en

su t eor ía de las pasiones, las em ociones psíqu icas provocadas

por las relaciones con los dem ás hom bres, o sean el am or, la gr a­

t i t ud , los celos, l a adm iración , el deseo de poder , el orgu l lo y la

pusi lan im idad. E l escr i t or inglés M cD ou gal l ha desar rol lado

algun os conceptos que coinciden, casi l i t eralm en te, con algun as

frases de Spin oza al t r at ar del tem a R esp et o y a d m i r a c i ó n . En ­

t re los f i lósofos alem anes de la pr im era m it ad del siglo x i x , es

a H er bar t a quien puede l lam arse in iciador de la psicología

social . Ci t arem os algu n as frases caract er íst icas suyas: " L a Psi ­

cología es una ciencia un i lat eral si considera a los hom bres ais­

ladam ent e. En el todo social se conducen los ind ividuos como

Page 145: Introducción a la sociología

SU OBJETO E HISTORIA x35

las representaciones en el alm a de esos ind ividuos. Sobre todo

en el est ado, observam os un a doble sim i l i t ud fun dam en t al con

el espír i tu hum ano in d ividual , o sea, el f ren o de lo con t rad ic­

tor io y la un ión de lo que no se con t radice. Sobre estos pr in ci ­

pios fu é desar rol lán dose la vida esp i r i t ual y por eso los encon­

t ram os en la sociedad donde el id iom a es eslabón que l i ga los

pensam ien tos y deseos de los d i feren t es in d ividuos. L l egar á un

d ía en que la verdadera psicología pen et rará hasta donde t oda­

v ía ahora sólo pasean los fan t asm as a la luz de fuegos fat u os” .

Basán dose en estas sugest iones, Lazar u s y St ein t h al em pren­

dieron la t area de const ru i r la ciencia de la p si c o l o g ía d e l o s

p u eb l o s. E l f i l óso fo aust r íaco G . A . L in d n er en su l ibro t i t u la­

do I d ea s so b r e l a p s i c o l o g ía d e l a so c i ed a d (del que ya hemos

hablado en el cap ít u lo referen t e a la h ist or ia de la Sociología)

desar rol ló con sistem a las ideas de H er b ar t . En la segun da par ­

te de su escr i to, L in d n er est udia la c o n c i en c i a so c i a l , que abarca

estados de alm a com unes a los m iem bros de la sociedad a causa

de su in tercam bio, com o son las representaciones, sen t im ien tos

y t endencias que no quedan en cer rados den t ro de la conciencia

in d ividual , sino que, debido a la organ ización social , repercuten

de ind ividuo en in d ividuo. E l su jet o o soport e de la conciencia

social es, según L in dn er , la m ism a sociedad, es deci r , el con jun ­

to de sus m iem bros, en la m edida en que form an par t e de un

m undo de represen taciones com unes. L a co n c i en c i a so c i a l es en

sí una f icción , pero existe realm ente en la cabeza de cada uno de

los m iem bros de la sociedad.

L a psicología social se desar rol ló en Fran cia, sobre todo, bajo

la in f luen cia de T ar d e. Par a éste, aquél la t r at a de la in f luen cia

espir iual que un in d ividuo ejerce sobre ot ro y, tam bién , la del

in d ividuo sobre la m asa y viceversa. L a ley de la im i t ación es

el fact or decisivo: es la creadora de los grupos sociales. Y de es­

te m odo vem os que existe un a relación en t re Psicología y Socio­

logía. T ar d e rechaza enérgicam en te la suposición de que existe

un alm a colect iva; sólo estados de alm a in d ividuales existen p a­

ra él .

Con t rar ian d o est a tendencia puram ent e in d ividual i st a, el

pensador f ran cés A . Esp in as, célebre au t or del l ibro sobre las

Page 146: Introducción a la sociología

i 36 PSICOLOGÍA SOCIAL

sociedades an im ales, af i r m ó la existencia de un alm a colect i ­

va. D u rk h eim acept ó tam bién su existencia al considerar como

reales las represent aciones colect ivas que se despegan , según él ,

del alm a in d ividual par a form ar un a capa psíqu ica prop ia. G.

L . D u p r at escr ibió un val ioso l ibro sobre la psicología social en

el que exam ina los inst in t os, sen t im ient os e im pulsos y t raza una

or igin al caract erología in d ividual y colect iva. Son t am bién im ­

por t an tes los escr i tos de Lévy-Br u h l sobre la psique del hom bre

pr im it ivo.

I t al i a es uno de los países en los que f r u ct i f i car on ideas de

ptsicolopía social : esto se puede apreciar , por ejem plo, en ía

obra de V ico, al t r at ar de la psicología de los pueblos. C . Cat -

t aneo comenzó. duran te los años 1859 -1863, una const rucción

sistem át ica de la psicología social que no pudo t erm inar . M u ­

chas sugerencias provin ieron de la cr im in ología, que se desar ro­

l ló de m odo sin gu lar en I t al i a hacia 1880 t rat an do de est ud iar

el alm a del cr im inal así com o el am bien te social en el que éste

se desar rol la. D en t ro de este género de escr i tos, se h icieron f a­

mosos los referen t es a la psicología de las m asas, de Sigh ele,

que t rat an de la psicología de los m ot ines y de los par lam entos.

Fué P. Rossi quien abordó el estudio de la psicología social de un

m odo m ás sistem át ico. Segú n él , el alm a colect iva no represen­

ta la sim ple sum a de las alm as in d ividuales, sino que viene a

ser algo nuevo; posee un sen t i r , un pensar y un querer propios.

D e M ar in i s, en su sistem a de Sociología, concede gran im por ­

t ancia a los fundam ent os psicológicos de los procesos sociales;

éstos se desar rol lan en acción recíproca con los procesos psíqu i ­

cos. Señalarem os tam bién el gran d ioso sistem a de Paret o, al

que va hemos alud ido al t r at ar de la h ist or ia de la Sociología.

En su obra se anal izan las m ot ivaciones de la volun t ad hum ana,

en las que el sent im ien to, alógico casi siem pre, y no la razón,

desem peña el papel preponderan t e.

En t re la l i t erat u ra in glesa sobre el tem a de la psicología so­

cial , despert ó gran in terés la obra de M cD ou gal l . M as sus teo­

r ías, sobre todo la que se ref iere a los inst in tos, han sido m uy

at acadas: de esto hablarem os m ás adelan t e. A h or a m encionare­

mos que ya ot ro pensador in glés, W . T r o t t er , h izo el ensayo

Page 147: Introducción a la sociología

SU OBJETO E HISTORIA *37

de exp l i car toda la vida social por el inst in to gregar io. En f in ,

Grah am W al l as en su l ibro L a n a t u r a l ez a h u m a n a en l a p o l í t i c a

t rat ó de revelar los fun dam en t os psíquicos de la vida del es­

tado.

M as n in gún país posee una l i t erat u ra sobre el tem a de la

psicología social t an am pl ia com o Est ados U n id os. U n o de

los m ás an t iguos au tores es J. M . Bald w in , ( L a ev o l u c i ó n p s í ­

q u i c a en el n i ñ o y en l a r a z a ( 18 9 5) , y L a v i d a so c i a l y m o r a l

ex p l i c a d a p o r l a ev o l u c i ó n p síq u i c a ( 18 9 7) . El objeto p r inci ­

pal de su est udio es saber en qué m edida los pr incip ios del des­

ar rol lo in telect ual del in d ividuo r igen t am bién en la evolución

de la sociedad. En t r e el ind ividuo y la sociedad existe, según

Bald w in , un a relación d ialéct ica. Los au tores, ya apreciados

an ter iorm en te com o sociólogos em inentes J. A . Ross y Ch . A .

El lw ood , se han in teresado vivam en te por la psicología social .

Est e, sobre todo, t r at a de expl i car los procesos sociales por

una acción recíproca ent re los in d ividuos; la vida i n t er m en t a l

en un grupo es lo que const i tuye su vida social . Segú n él , la

psicología social , por t an to, t iene por objet o el estudio de los

estados de conciencia que conducen y acom pañan a la v i d a so­

cial . L os resu l t ados de estas invest igaciones se en cuen t ran en el

l ibro de El lw ood L a p i so c o l o g ía d e l a so c i ed a d h u m a n a . Señ ala­

rem os, en f i n , que la escuela del b eh a v i o r i sm o , fu n d ad a y des­

ar ro l l ad a en A m ér ica, de la que ya hemos hablado, se puede

considerar tam bién com o par t e de la psicología social .

L a l i t erat u ra alem an a sobre la psicología social es m enos

am pl ia. D e ent re las exposiciones generales se destacan los l i ­

bros de H . F. St o l t en berg: So z i a l p sy c h o l o g i e (Psicología so­

ci al ) , 19 14 ; y Seel g r u p p l eh r e (T eor ía del alm a de los gr u p os) ,

19 22. E l pun to pr in cipal de sus invest igaciones lo const i tuye la

exper iencia psíqu ica de los ot ros, del prój im o, así com o la con ­

ciencia del n o so t r o s que aquél la produce. St o l t en berg t r at a, ade­

m ás, de los sen t im ientos, afect os y procesos vol i t i vos que resu l ­

t an de la relación con ot ros hom bres; con razón l lam a St o l t en ­

b er g a Spin oza, H er b ar t y L in dn er sus precursos. E l h izo que

se f i i ase la at ención sobre Sch leierm acher , en cuya Et i ca se en ­

cuen t ran est udios psicológico-sociales y sobre t odo en su t eor ía

10

Page 148: Introducción a la sociología

i 3 8 PSICOLOGÍA SOCIAL

sobre el si m b o l i z a r y el o r ga n i z a r . U n resumen de los problem as

que abarca la psicología social lo const i tuye el H a n d b u c h d er

v er g l ei c h en d en P sy c h o l o g i e (M an u al de psicología com p ar ad a) ,

de A lo i s Fischer, en donde el au t or t rat a de los im pulsos y sen­

t im ien tos de la psique in d ividual , del i n f l u jo de la sociedad so­

bre el alm a del ind ividuo, de la psicología de las in teracciones,

de las caract er íst cias psíqu icas de las clases y castas, y, f i n al ­

m en te, del desar rol lo de la conciencia social en la edad i n fan ­

t i l , escolar y juven i l . Por lo dem ás, sobre este ú l t im o tema,

existe una am pl ia l i t erat u ra especial . Im por t an t es son los escr i ­

tos de W . H el lpach , par t icu larm en t e su P sy c h o l o g i e d er U m w el t

(Psicología del m undo ci r cu n d an t e) , donde se d ist ingue el m un­

do cir cundan te n at u ral del hum ano. D escr ibe el au t or los cam inos

que conducen de un alm a hum ana hacia ot ra, las fuerzas psíqu i ­

cas m ot r ices y, com o resu l t ado de ést as, las form as de la com u­

n idad . H el lpach t iene tam bién en cuen ta cóm o se m oldea la

in d ividual idad , es decir , cóm o se t ran sform a el espír i t u del ind i­

viduo i n f lu id o por la vida de la sociedad. M u y in teresan te es el

l ibro reciente de R. M íi l l er -Freien fels sobre la A l l g em ei n e K u l

t u r - u n d So z i a l p sy c h o l o g i e (Psicología cu l t u ral y social ) , 1930,

por ía clara form ulación de los problem as, especialm ente del pro­

blem a de la real idad de los fenóm enos psíqu icos colect ivos.

Ju n t o a estos escr i tos, ded icados en par t i cu lar a la psicolo­

gía social , existen tam bién algunos sistem as de Sociología en

los que se encuen t ran , como base, in vest igaciones psicológico-

sociales. Est e es el caso de la So c i o l o g ía de A . V ier k an d t y del

Si st em a de O ppenheim er . El pr im ero est udia las disposiciones

e im pulsos psíqu icos innatos, así com o la form ación de la p e r

son al idad por el am bien te social ; el con t act o social com o intei

cam bio psíqu ico; y, especialm ente, l a conciencia del nosot ros ro­

m o consecuencia de una vinculación ín t im a. O ppenheim er trnt.i

pr im ero de las bases psicológico-ind ividuales de la sociedad al ex

poner un a det al lada t eor ía de los im pulsos, de la cual hablan*

m os m ás adelan t e. A esta t eor ía se une, en un a segunda par i r ,

un a fun dam en t ación psico-social que ya no t r at a de los indivi

dúos y sus im pulsos, sino de las relaciones psíqu icas de los hom

Page 149: Introducción a la sociología

SUS TEMASl 39

bres ent re sí. Segú n O ppenheim er , éstas se pueden resum ir en

dos cat egor ías básicas, en l a del in terés del Y o y en la del in t e­

rés del nosot ros. D e la pr im era nace la lucha, la violencia y la

explot ación ; de la segun da la paz, l a m oral y el derecho n at u ­

ral . Est a m anera de p in t ar con colores blancos y negros las r ela­

ciones sociales, forzosam ente expresa m ás una const rucción teó­

r ica que un a invest igación em pír ica, ya que el m ism o au t or se ve

ob l igado a reconocer que se m ezclan form as de sus dos cat ego­

r ías con t rad ict or ias, com o el dom in io y la asociación , la violencia

y el poder , el derecho n at u ral y el posi t i vo, la rel igión y la

superst ición , el est ado y la sociedad. V em os, pues, que no se

pueden reducir las com plejas relaciones sociales a bases psíqu i ­

cas tan sim ples com o las que expresan el in terés del Y o y el

in terés del nosot ros.

Sobre el desar rol lo h ist ór ico de las dos ram as especiales de

la psicología social , o sea sobre la psicología de los pueblos y la

psicología de las m asas, hablarem os aun m ás adelant e.

2. A l g u n o s t em a s d e l a p si c o l o g ía so c i a l

U n a de las t eor ías t rat adas con m ás frecuencia ha sido la

de los i m p u l so s y los i n st i n t o s. Sobre este tem a el psicólogo in ­

glés M cD ou gal l h a real i zado p r ofun das invest igaciones Segú n

el, existen los sigu ien tes inst in tos pr im ar ios: i . E l inst in to de

hu ida, l igado a la emoción del tem or. 2. E l inst in to de defen sa,

l i gado a la emoción de repugnancia. 3. E l de la cu r iosidad, l i ga­

do a la em oción del asom bro. 4. E l inst in t o de lucha, l igado a

la em oción de la i ra. 5. Los inst in tos de au t oaf i rm ación y sum i­

sión, con sus correspondient es em ociones. 6. E l del am or pat er ­

nal , l i gado a la em oción del am or al h i jo. 7. E l de la procreación ,

l igado al am or sexual . A éstos se unen au n el inst in to adqu isi ­

t ivo, el gregar io y el inst in to de const rucción . Est a ser ie de ins­

t intos que en um era M cD ou gal l , algunos au tores la aum entan y

ot ros la sim p l i f i can ; m as h ay quien com bate en sus fun dam en ­

tos esta clasi f i cación , diciendo que n ada se expl ica con la de t a­

les inst in tos. En t r e los au tores alem anes que han t rat ado este

Page 150: Introducción a la sociología

14 0 PSICOLOGÍA SOCIAL

tem a hemos de dest acar nuevam ent e los nom bres de O ppen h ei ­

m er y V ier k an d t .

E l pr im ero d ist ingue los im pulsos " f i n ales’ , es decir , aque­

l los que t ienden a lograr un est ado de sat isfacción , com o son el

inst in to de conservación propia y el de conservación de la espe­

cie, de los im pulsos "m odales” que t ienen por objeto los m edios

par a consegui r aquel los f ines. O ppenheim er considera com o t a­

les el "im perat ivo económ ico” y el "im perat ivo en ergét ico” . Ra­

m i f icaciones de los inst in tos " f i n ales” son, según él , el inst in to

de reunión, el inst in to gregar io, el inst in to del adorno im ponen­

te, el inst in to del juego, el de cau d i l laje, etc. U n poco m ás sim­

ple es la clasi f icación t razada por V ier k an d t , en su G essel sc h a f t s-

l eh r e (Cien cia de la socied ad ) , de los im pulsos pr im i t i vos. D es­

cr ibe el inst in to de la prop ia conservación , el de poder ío, la vo­

lun t ad de sum isión y el inst in to de ayu da. D e el los deduce los

procesos sociales m ás im por tan tes: la sum isión , la au t or idad , la

dirección y la conciencia de grupo.

Segú n ya hemos m encionado, el sociólogo fran cés Tarde

concedió una decisiva im por tancia al i n st i n t o d e i m i t a c i ó n . Lie

ga incluso a def in i r al grupo social com o un con jun t o de hom

bres que se im it an m út uam en te. A sí, reduce a la im i tación la*

costum bres y hábi t os, la m oda, la educación e, incluso, la obr

d iencia hacia el que dom ina. M as est a t eor ía es sin duda exa

gerada, ya que la im i tación no parece ser la ún ica fuerza qur

provoca los fenóm enos sociales. T ar d e m ism o se vió obl igado 1

señalar ot ras fuen t es de la vida social , tales como la invención,

la creencia y los deseos de los hom bres. E l úl t im o pun t o ha sido

invest igado por algun os autores yanqu is, los cuales han estable

cido una am pl ia clasi f icación de los deseos hum anos. M uch o m

terés despert ó asim ism o el fenóm eno psíqu ico de la su g est i ó n ,

Por ést a se ent iende la acept ación de represent aciones y senil

m ientos ajenos sin cr ít ica o ref lexión racional . Por m uy impm

tan te que sea, sin em bargo, el papel que desem peña en la vida

social , no podem os considerar la sino como fenóm eno p an u l

r.o podem os nunca exclu i r del todo el pensam ien to cr ít i co.

Gr an im por tancia t ienen para la vida social cier tos sen t í

m i en t o s y a f ec t o s. H em os de m encionar , en pr im er lugar , I*

Page 151: Introducción a la sociología

SUS TEMAS 141

sim pat ía, cuya sign i f i cación social fu é est ud iada p rofun dam en ­

te por M ax Scheler . Por lo dem ás, ya an t er iorm en t e, A . Sut her -

land, en su obra sobre el or igen y desar rol lo del inst in to m oral ,

descr ibió la sim pat ía com o fuerza social elem en tal . Son m uy im ­

por t an tes tam bién , com o base de las com binaciones sociales, los

sen t im ientos de am ist ad , respeto y adm iración , est udiados ya en

este sen t ido por A r i st ót eles en su E t i c a . En la época m oderna,

fué sobre todo Sp in oza quien , en la t eor ía de las pasiones, según

ya hemos ind icado, descr ib ió los sen t im ien tos ci t ados, no sólo

desde el pun t o de vist a de la valoración m oral , sino al i gu al co­

m o fenóm enos sociales.

Im por t an t es p ar a la Sociología son los procesos psíquicos

que consisten en la t ransm isión de con t en idos espi r i tuales de un

hom bre a ot ros. E l m edio p r incipal es el de la com un icación , he­

cha posible por el l en guaje, lo m ismo oral que escr i t o. L a form a

de com unicación que l lam am os m a n d a t o es de un caráct er es­

p ecíf i co; este es un a m an i fest ación de volun t ad d i r igid a a una

conducta ajen a. E l m an dat o t raduce una si tuación de super ior i ­

d ad ; por lo que es preciso d ist in gu i r lo del hecho de convencer

a algu ien de algo y el de proporcionar le un sim ple consejo. M as

no es preciso que el m an dat o em ane de una persona; puede p ro­

ven ir , por igual , de un orden objet i vo, com o el im perat ivo legal ,

los m andam ient os rel igiosos o m orales. En su Sociología M ax

W eber ha est ud iado a fon do los d i feren t es m ot ivos por los que es

obedecido un m an dat o. Con este problem a est á l igado el de las

d i feren t es form as de dom inación . U n papel im por tan te desem ­

peña, en lo que se ref iere a ésta, ese fenóm en o que W eb er l lam a

c h a r i sm a , o sea el n im bo que envuelve a un a person al idad, que

parece así gozar de la gracia de dios o est ar al menos dot ada

de poder ext raord inar io.

Y con esto l legam os al estudio del fen óm en o psicológico-

social m ás im por tan te, al de la co n c i en c i a d e l a c o m u n i d a d ,

tam bién l lam ada conciencia colect iva o del nosot ros. wSobre este

tema existen ya algun os est ud ios m on ográf icos, com o el de G.

Leh m an, que m ás bien p lan t ea problem as que da soluciones. En

la conciencia colect iva se expresa la un ión psíqu ica p rofun da

del ind ividuo con el gr u p o; cada uno siente que es m iem bro de

Page 152: Introducción a la sociología

I42 PSICOLOGÍA SOCIAL

una t ot al i dad y que a el la pertenece, est ándole som et ido; por

ot ra par t e, cada uno se incl ina con sim pat ía h acia los otros

m iem bros de la com un idad y considera que todos son iguales en

derechos. A q u í se t rat a, pues, de los r ef lejos psíqu icos de las

est ruct uras sociológicas en sus diversas gradaciones, desde el t i ­

po de la asociación igual i t ar ia hasta la m ás pu ra si tuación de

im per io. A h or a bien, se plan t ea la cuest ión de saber si es el

gru po lo pr im ar io, es decir , si es él quien produce el sen t im ien­

to de la com un idad, o si es el sent imiento del n o so t r o s lo que pro­

duce la unión exter ior . Oppenheimer def ien de la pr im era opi ­

n ión , y d ice: " L a conciencia colect iva es la sum a de las repre­

sentaciones, valoraciones e impulsos de la volun t ad que el gr u ­

po por 'dom est icación ’ ha marcado en el alm a in d ividual , y esta

conciencia colect iva se encuent ra en la m ism a m edida en todos

los m iem bros del gru po” . O t ros sociólogos son de opin ión que

el sen t im ien to de pertenencia recíproca es an t er ior y que el

grupo surge luego de él . Esta) opinión se apoya, sobre todo, en

observaciones hechas en grupos juveniles y en cier t as si t uacio­

nes que im pone la vida en común. L o just o est ar ía qu izá en

deci r que se t rat a de una acción recíproca ent re la v id a psíqu ica

in d ividual y la organ ización exterior.

H a de señalarse que la conciencia del nosot ros puede tener

d i feren t es grados de fuerza. Vierkandt ha l lam ado la atención

sobre este hecho, par t iendo de la in t im idad de la conciencia

de la "com un idad” como base para la clasi f i cación de los gru ­

pos. Señ aló, adem ás, con razón, que, pese a este sent im ien to de

la com un idad, desem peña siempre un papel im por tan te la con­

ciencia pu ra del Y o , incluso en la un ión social m ás ín t im a.

H em os de hacer not ar que los individuos pueden per tenecer , co­

m o m iem bros, a v a r i o s grupos; a una com un idad rel igiosa, po­

l ít i ca, profesion al . D e este modo aparece la posib i l idad de con

f l i ct os psíquicos. En todo caso, la opin ión dom inan te supone

que la conciencia colect iva como real idad no se en cuen t ra si­

no en el alm a de los individuos. La suposición de que ¿xistc

un a conciencia especial que en cierto m odo f l o t a sobre los indi­

viduos, se rechaza como fantást ica. Sobre este pun t o escribió

Page 153: Introducción a la sociología

SUS TEMAS H3

von W ieser : "Q u ien com o O sw aldo Spen gler habla del alm a

popu lar o del alm a de las m asas perm aneciendo consciente de su

caráct er m et afór ico, alcanza un efect o tan fuer t e com o l íci to.

M as, ¡qué gran con fusión es la que se or igin a al tom ar l i t eral ­

m ente, considerándola com o t eor ía, est a l iber t ad poét ica de la

p alab r a; y suponer que se considera el alm a popu lar , el alm a

de las m asas, com o en t idad que posee, por encim a de las al ­

m as in d ividuales, un a vida prop ia! Fren t e a estas con fusiones es

preciso insist i r que el l u gar del alm a, incluso en t odas las relacio­

nes sociales, reside siem pre en el in d ividuo” .

A pesar de est a opin ión , no fal t an nunca in tentos de pre­

sen t ar el alm a del pueblo com o su jet o de represent aciones y sen ­

t im ientos. En todo caso t al suposición pertenece al terreno de la

M et af ísi ca. Y a Plat ón abordaba este terreno al descr ib i r las d i ­

feren tes clases de alm a del estado, cuan do t r at a de las d iversas

form as de const i tución . En cuan t o a las var ias form as de la

conciencia del nosot ros, suelen ser t rat adas en relación con la

descr ipción de las est ruct u ras sociales; com o la de las clases y

estam entos, y, par t icu larm en t e, la del estado. En el ú l t im o ca­

so, se t rat a de ese im por tan te fen óm en o que suele l lam arse sen ­

t im iento de la pat r ia o pat r iot ism o. Sobre este sen t im ien to, en

m i escr i t o: Z_u r P sy ch o l o g i e d es St a a t es (Sobre la psicología del

est ad o) , 19 16 , he hecho algun as invest igaciones. D espués, el so­

ciólogo i t al ian o R. M ich els publ icó un l ibro en ext rem o p r o fu n ­

do. N o podem os d ejar de m encionar que ya en la l i t erat u ra

gr iega se pone de rel ieve la co n co r d i a ciudadana (hom onoia)

com o fun dam en t o psíqu ico de la unión del estado, de la p o l i s;

aunque, cier t o es, m ás bien como ideal que como descr ipción de

la real idad. Señ alarem os por ú l t im o que, act ualm ent e, se han

hecho m uchos estudios sobre los sen t im ient os sociales que su r ­

gen en las d i feren t es edades de los hom bres: ent re los n iños,

los m uchachos y los hom bres. T am b ién la psicología de j ef a­

t u ra, tan to desde el pun t o de vista del jefe como de su séqui to,

ha sido est ud iada con fel ices resu l t ados par t iendo de la base de

m úl t ip les observaciones. Sobre este tem a señalam os las im por­

t an tes publ icaciones de la D eu t sch e G e se l l sch a f t f ü r P sy ch o l o ­

g i e (Sociedad alem ana de p si co logía) .

Page 154: Introducción a la sociología

*44 PSICOLOGÍA SOC IAI

3. P s i c o l o g ía d e l o s p u eb l o s

Y a ent re los an t iguos gr iegos se encuen t ran pr incip ios de 111

vest igación sobre psicología de los pueb los; por ejem plo, en l.i

h ist or ia de H erodot o o en los escr i t os de los sof ist as com paran

do las d i feren t es costum bres; pero, sobre todo, en las obras po­

l ít i cas de Plat ón y A r ist ót eles. A m bos f i lósofos est udian las

par t i cu lar idades psíqu icas de los pueblos nórd icos, or ien t ales y

gr iegos, buscando una expl icación de estas d i feren cias que ba­

san , pr incipalm en t e, en las condiciones geográf i cas. Sobre este

tem a hemos ya hablado ant es. En t r e los au tores rom anos pode­

m os señalar a T áci t o , cuya G er m a n i a descr ibe, ent re ot ras cosas,

las caracter íst icas psíqu icas de este país. L as Cru zadas m edieva­

les at rajeron la atención sobre los pueblos or ien tales, sin que

esto provocase, sin em bargo, un a invest igación cien t íf i ca. Fue

en la era de los descubr im ien tos cuando, por vez p r im era, se

desper tó el in terés por la com paración cien t íf i ca ent re los d i ­

feren tes pueblos, aunque al pr incip io no se l legase a un a des­

cr ipción de los recién descubier tos. E l estudio m ás p r ofu n d o de

la vida psíqu ica de los d i feren t es pueblos se encuen t ra, por vez

pr im era, en la obra del f i l ósofo i t al ian o V i co ; y, m ás t arde, en

las de M on t esqu ieu, en Fr an cia; Ferguson , en I n glat er r a; y,

en A lem an ia, sobre todo en H er d er .

Lazaru s y St ein t h al t razaron , a m ed iados del siglo x fx , el

p rogram a de la psicología de los pueblos considerándola como

ciencia especial y señalando com o ob jet o de ést a, la in vest iga­

ción del alm a popu lar , expresada en el idiom a, rel igión , cos­

tum bres y ar t e. En 1860, para cu l t i var est a ciencia, fun daron

am bos la Z e i t s c h r i f t f ü r V ó l k er p sy c h o l o g i e (Revist a de la psi­

cología de los p u eb los) , donde h abía de recogerse t odo lo re­

feren t e al espír i t u en la vida de la com un idad hum ana. Es esta

un a ciencia par t i cu lar que incluso h a de preceder a la psicolo­

gía in d ividual , ya que el espír i t u del pueblo es an t er ior al espí­

r i t u in d ividual y crea a éste. Segú n am bos au tores debe at r ibu i r ­

se al espír i t u del pueblo una real idad an áloga a la del alm a

in d ividual ; él es el creador pr in cipal del idiom a. A sim ism o exis­

Page 155: Introducción a la sociología

DE LOS PUEBLOS

ten leyes par t i cu lares del deven ir esp i r i t ual de los pueblos, tales

com o la ley de la relación ent re las generaciones y la de la con ­

t inu idad, o sea, l a referen t e a la persistencia del espír i t u t otal

pese al perecim ien to de los ind ividuos. Est as ideas de Lazaru s

y St ein t h al han despert ado un gran in terés, aunque no han

fal t ad o cr ít icas. Se h a cal i f i cad o de m íst ica especialm ent e la h i ­

pótesis de la existencia real de un esp ír i t u popu lar .

L a fam osa psicología de los pueblos de Gu i l lerm o W u n d t

represen ta una posición alejad a de este m ist icism o. Su obra, en

diez tomos, apareció ent re 1900 y 19 10 . Est u d ia en su evolu ­

ción h ist ór ica las ob jet i vaciones de la vida esp i r i t ual popu lar ,

es deci r , el id iom a, el m ito y las costum bres sobre la base de un

am pl io m at er ial et n ográf i co y prehist ór ico. Con el estudio de

estos fenóm enos, com o expl ica W u n d t , se ponen de m an i f iest o

procesos psíqu icos que no pueden nacer en la conciencia in d ivi ­

d u al ; procesos que pueden desar rol larse tan sólo m ediant e la

acción recíproca ent re los ind ividuos. A sí nace el len guaje co­

m o expresión de representaciones que viven en el pueblo; el m i­

to expresa los sen t im ien tos rel igiosos y las costum bres las d i ­

recciones de l a volun t ad que nacen de los im pulsos. Aunque

unánim em ent e se reconoce el valor de la im ponente obra cien t í­

f i ca de W u n d t , existen cr ít icas a su sistem a. Se ha cr i t icado,

sobre todo, la l im i t ación de su psicología de los pueblos a los

t res fenóm enos ci t ados, o sea, el id iom a, el m i to y las cost um ­

bres; poniéndose de m an i f iest o, adem ás, que W u n d t no se ha

ocupado bastan t e del fenóm en o de la relación ent re los d ist in ­

tos pueblos. Fu é de un m odo especial T h u r n w ald quien hizo

tales objeciones, el cual , a su vez, con t r ibuyó al desar rol lo po­

si t ivo de est a ciencia. En un a con feren cia sobre la si t uación ac­

t ual de la psicología de los pueblos, T h u r n w ald expresó la im ­

por t an cia práct ica de est a ciencia, d iciendo: " L a t area de la psi ­

cología de los pueblos es la de ayudarn os a descubr i r las fu er ­

zas psíqu icas que act úan en la vida de los pueblos. H a de servi r

al hom bre ded icado a la pol ít i ca t an to com o la A n at om ía o la

Físi ca si rveh al m édico. Cu an t o m ás conscientem ente el hom bre

em prende la t area de organ izar su vida, tan to m ás se dest aca

el valor de un conocim ien to de la esencia psíqu ica propia de los

Page 156: Introducción a la sociología

146 PSICOLOGÍA SOCIAI

pueb los, y así h abrá de convert i rse ést a en objeto de est udio.

Los problem as de la psicología de los pueblos residen en el co­

nocim ient o de las fuerzas y m ecanism o psíqu ico de su vid a.”

H em os de señ alar a F. K r u eger com o fu n d ad or de un a pe­

cu l iar psicología evolu t i va. Sucesor éste en la cát edra de W u n d t ,

desar rol ló las ideas sobre la evolución que se encuen t ran ya en

su sistem a; y así ejerció gran in f luen cia en el estudio de la psi ­

cología de los pueblos.

A p ar t e de A lem an ia, es sobre todo en Fr an cia donde se ha

cu l t i vado la invest igación sobre la psicología de los pueblos. En

el l ibro, m uy popular izado, de Le Bon sobre las bases psicoló­

gicas de la evolución de los pueblos el au t or expl ica que existe

un alm a de la raza, basada en la herencia; este alm a es, lo m is­

mo que la par t i cu lar idad anatóm ica de un pueblo, algo det er ­

m inado y ejerce m ás in f luen cia en su h ist or ia que el am biente

geográf i co . Es una com un idad de sen t im ientos e ideas que dan

a una det erm in ada nación un caráct er t íp ico. En las razas in fe­

r iores, todos los ind ividuos se encuen t ran al m ism o n ivel in te­

lect ual ; en las razas super iores, en cam bio, existe la t endencia a

un a d i ferenciación creciente. E l alm a popu lar se m an i f iest a en

d i feren t es aspectos de la cu l t u ra, como son el idiom a, los cu l ­

tos, el ar t e y las inst i tuciones pol ít icas. Par a L e bon, la h ist or ia

de los pueblos es consecuencia del caráct er de éstos, el cual , en

esencia, perm anece in var iab le pese a las t ransform aciones ap a­

rentes. En t re los escr i t os de ot ros au tores franceses hemos de

m encionar la psicología ét n ica de Ch ar les Let ou m eau , así como

la obra de A l f r ed Fou i l lée sobre la psicología de los pueblos

europeos. Est e úl t im o enseña que la nación es una un idad m o­

ral basada en la com un idad de sent im ien tos e ideas; así, pues,

los hechos hist ór icos han de ser expl icados psicológicam ent e.

D en t r o de este terreno, el genio y la ven eración a los héroes

desem peñan un gran papel .

H em os de ind icar , por ot ra par t e, que la psicología de los

pueblos está relacionada con ot ras ciencias com o son la an ­

t ropología. l a h istor ia, la ciencia general de la cu l t u ra y la et ­

n ograf ía. In cluso la sociología del estado depende, en cier to m o­

do, de la psicología de los pueblos, según in tent é dem ost rar en

Page 157: Introducción a la sociología

DE LAS MASAS

m i estudio St a a t sl eh r e u n d W el t a n sc h a u u n g (T eor ía del est a­

do y concepción del m u n d o) , ( C o n t r i b u c i ó n a l a h i st o r i a d e l a

t eo r ía d e l E st a d o , 19 29 ) , en la que me r efer í a las par t i cu lar i ­

dades de las t eor ías fran cesas, inglesas y alem anas del estado.

En las inst i t uciones del fascism o, por ejem plo, est á expresada

sin duda la par t i cu lar idad psíqu ica del pueblo i t al iano. V éase

m i escr i to D er St a a t sg ed a n k e d es F a c h i sm u s ( o b . c i t . ) , 19 35.

4. P si c o l o g ía d e l a s m asa s

P s i c o l o g ía d e l a s m asas es el nom bre nuevo dado a un a an ­

t igu a observación : el hecho de que, habiendo un gran núm e­

ro de personas reun idas, se produce un a em ocional idad in ten ­

si f i cad a, dando esto l u gar a que el con jun t o actúe en form a

d ist in t a a com o act uar ían cada una de esas personas aisladam en ­

te. A la in tensi f icación de la vida em ocional se une con fre*

cuen cia, aunque no siem pre, un descenso del n ivel in telect ual ,

así com o tam bién del sen t im ien to m oral de responsabi l idad. N o

se ha adver t ido hast a ahora que las par t i cu lar idades de este

a l m a d e l as m asa s han sido descr i tas ya por au tores an t iguos.

N o fal t ab a, claro es, a los pensadores gr iegos ocasión para rea­

l izar estas observaciones: con las asam bleas populares de A t e­

nas, ju rados y represent aciones t eat rales se m an i fest aban con

frecuencia fenóm enos psíqu icos de m asas. Est os fenóm enos no

eran descr i t os siem pre con ob jet i vidad , ya que se p lan t eaba con

el los la discusión m ism a sobre el problem a de la dem ocracia.

A lgu n as ci t as podrán d ef in i r cuál era la posición de estos

an t iguos autores. Y a H erodot o, el padre de la H i st or ia, al h a­

cer el relat o de lo sucedido en un consejo de persas que d iscu­

t ían sobre un a nueva const i tución , nos señ ala un a caract er íst ica

n egat i va del alm a de la m asa: "N ad a h ay m ás i r razonable, m ás

arbi t 'rar io que la m asa. N o s hemos l ib rado hace poco de la arb i ­

t rar iedad de un pr ín cipe; pero ¿nos hemos de som eter acaso al

desbordam ien t o de una m asa desen fren ada del pueblo? L o que

com et ió aquél lo h izo con en t endim ien to; m as n i siqu iera éste

se en cuen t ra en el pueblo. ¿Cóm o podr ía haber l legado a él?

Page 158: Introducción a la sociología

148 PSICOLOGÍA SOCIAL

N o h a aprendido n ada ser iam ente, n i t iene exper iencia de n a­

d a; y como un r ío sal vaje se ar r o ja sobre las cosas em pu ján ­

dolas sin razonar ” . Vem os que, en esta frase, se han puest o ya

de rel ieve las dos cual idades que Le Bon , el fam oso au t or del

l ibro sobre la psicología de las m asas, señ aló como caract er ís­

t icas: la fal t a de in telecto y la acción apasion ada, hecha sin r a­

ciocin io. L a com paración del desbordam iento de las m asas con

un r ío indóm ito se en cuen t ra por igual en los au tores m odernos.

A u n m ás du ra es la cr ít i ca que de la m asa hace Plat ón . Com ­

para ésta, a veces, con n iños a los que se h a de h alagar con

du lces; y, ot ras, con feroces anim ales a los que no debe uno

acercarse sino con precaución . Idén t icas com paraciones se en­

cuen t ran en m odernos escr i tos sobre la psicología de las m asas.

A sí, por ejem plo, M cD ou gal l advier te ( T h e G r o u p M i n d , p.

4 5) : " L a m asa se com por t a como un n iño m alcr iado o como

un salvaje apasionado y sin con t rol ; y, en los casos peores, se

parece m ás a un an im al salvaje que a un ser hum ano” . L a opi ­

n ión sobre las m asas expuest a por A r ist ót eles es, en cam bio,

m ás favorab le a éstas. Cree posible que la sum a de buenas cua­

l idades de los hom bres in d ividuales dé lu gar a una m asa que

supere en capacidad e in tel igencia a la de los ind ividuos. Clar o

es que esto supone que se t r at a de un pueblo de elevado n ivel cu l ­

t u ral . Aparece, por lo t an to, A r ist ót eles com o el pr im er au t or

que estableció, en cuan to al ju icio sobre el alm a de las m asas,

la l lam ada t eor ía de la sum a; m ien t ras que Plat ón , según ya

hemos indicado, es un defen sor decid ido de la t eor ía de la subs­

t racción— , em pleando la m oderna t erm inología. L o que algun os

pen saban en Rom a de las asam bleas de m asas resu l t a claro por

el r ef r án que ha l legado hasta nosot ros: Sen a t o r es b o n i v i r i , sen a-

t u s m a l a b est i a . Por ot ra par t e, se af i r m a que ya Solón h abía d i ­

cho que los atenienses, individualm en t e, eran zorros in tel igen ­

t es; pero que una asam blea popu lar era algo parecido a un re­

baño de ovejas. Frases parecidas se encuen t ran asim ism o en

autores m odernos. M as existen autores con tem poráneos que elo­

gian a las m asas; así, por ejem plo, P. T i l l i ch en su l ibro M a sse

u n d G ei s t (M asa y esp ír i t u ) , d ice: " L a fuerza del ent usiasm o,

la superación del valor in d ividual hasta l legar al sacr i f i cio de

Page 159: Introducción a la sociología

DE LAS MASAS 149

sí m ism o, es un fen óm en o que se advier te en todos los m ovim ien­

tos de m asas. M ás ocu l t a se hace, en cam bio, la ley de la in ten ­

si f i cación en el aspect o in telect ual . Pero aunque el in d ividuo

pueda ser m ás in tel igen t e que la m asa, ést a se eleva, gracias a

un a clar ividencia e in tu ición , por encim a de la in tel igencia sub­

jet i va. Si el in d ividuo es m ás in tel igen t e, l a m asa es, en cam bio,

m ás gen ial . Su sen t i r sim ple y fuer t e puede, en un det erm inado

m om ento, d ar l u gar a un a decisión m ás ju st a” .

En la época m oderna, com ienza el est udio sistem át ico de la

psicología de las m asas tan sólo h acia f in es del siglo x i x . El

cr im inólogo i t al ian o Sigh ele publ icó en 1893 un a psicología del

m ot ín y de los cr ím enes de las m asas. Sigh ele hace n ot ar los dos

fenóm enos que se dest acan pr in cipalm en t e en el alm a de las

m asas, esto es, el de la sum a de las pasiones y el del descenso

del n ivel in telect ual . U n poco después con t inuó L e Bon , en su

conocida obra P si c o l o g ía d e l a m asa ( 18 9 6 ) , estas m ism as in ­

vest igaciones, aunque ya desde un pun t o de vist a m ás am pl io.

Son para él caract er íst icas pr incipales de la psicología de la

m asa, la i r r i t ab i l idad , la in tolerancia, el gu st o por las frases, la

ausencia de sent im ien to de responsabi l idad y el im pulsivism o.

M as el l ibro de Le Bon ha sido cr i t i cado, sobre todo a causa

de la condenación in t ransigen te que hace del alm a de las m a­

sas, habiendo sido tam bién at acado el fun dam en t o t eór ico de

su doct r in a. A p ar t i r de est a época ha crecido m ucho la l i t era­

t u ra sobre el tem a, habiéndose dest acado en su est ud io algunos

autores alem anes. Señalarem os tan sólo los t r abajos de W .

V leu gels, T h . Geiger , L . von W iese, Fr . von W ieser , G . Colm ,

A . V ier k an d t , P. Plau t y S. Freud . E l ú l t im o de los ci t ados ha

tom ado posición, en lo que se ref iere a este tem a, par t iendo del

pun t o de vist a suyo sobre el p si co a n á l i s i s en su obra especial :

M a ssen p sy c h o l o g i e u n d I c h - A n a l y se ( L a psicología de las m a­

sas y el an ál i sis del y o ) , la que t r at a de expl i car la relación en ­

t re m asa y caud i l lo com o un a especie de l i g a z ó n l i b i d i n o sa . D i ­

gam os de paso que en el G o r g i a s de Plat ón se alude ya a esta

opin ión.

T rat arem os ah ora de algunos de los m ás d iscut idos proble­

m as referen t es a la psicología de las m asas. Est os se ref ieren ,

Page 160: Introducción a la sociología

I 5 0 PSICOLOGÍA SOCIAL

¿.obre todo, a la f i jación del concepto de m asa , d ist in gu iéndolo

de ot ros fenóm enos sociales. H em os de adver t i r , en pr im er lu ­

gar , que el p á n i c o , pese a la sem ejanza que puede presen tar con

un fenóm eno de sugest ión de m asa, no ha de ser considerado

como propio de nuest ro est udio. E l pán ico es el deseo de salvarse

de un pel igro real o im agin ar io; pero el hecho de que, al p rodu­

cirse el pán ico, m uchas personas 'se dejen ar rast rar al m ismo

t iem po por el ter ror , no es suficien t e para que considerem os a

est as personas como par t e de una m asa. U n icam en t e en el caso

de que una persona h aya conseguido detener la hu ida i r razona­

da, podr íam os h ablar de un a dirección y, por t an to, de un pro­

ceso sociológico. Es eviden te tam bién, por ot ra par t e, que los

conceptos de m asa y p u eb l o son dist in tos, ya que el pueblo su­

pone una com un idad du radera, basada en el or igen , id iom a y

dest ino h istór ico. Fal t a, adem ás, en el caso del pueblo, que las

gen t es estén reunidas en un espacio est recho, cosa que nos pare­

ce esencial para que quede const i tu ida una m asa. Carece t am ­

bién de valor cien t íf i co la expresión "m asa” , em pleada para de­

sign ar las capas in fer iores del pueblo.

N os parece igualm en te poco exact o decir que, jun t o a la m a­

sa a c t u a l , existe una m asa l a t en t e o abst ract a. Con la expresión

m asa l a t en t e se quiere nom brar a una am pl ia capa del pueblo

en la que los ind ividuos perm anecen l igados por un a conciencia

com ún de clase que t iende a un cam bio de las inst i tuciones so­

ciales existentes. Fal t a a ésta la caract er íst ica esencial de la m a­

sa, o sea la reunión t em poral y espacial , no produciéndose, por

t an to, los fenóm enos de sugest ión y acción de la m asa; aunque,

claro es, una t al m asa l a t en t e puede dar l u gar a la form ación

de una m asa verdadera, concret a. I n just i f i cadam en t e se ha se­

ñalado, a veces, com o caract er íst ica esencial de la m asa, la au ­

sencia de organ ización , ya que ésta se or igin a com o consecuen­

cia de una reunión súbi ta. M as no hay razones para que se deje

de considerar como m asa a la form ada por una asam blea que ha

sido convocada com o consecuencia de unos reglam ent os y que

est á d i r igida por un presiden te y secret ar io; ya que en el la pue­

den su rgi r los m ismos fenóm enos de em oción, im pulsivism o y

fal t a de sent ido de responsabi l idad . Just am en t e, de un t al t ipo

Page 161: Introducción a la sociología

DE LAS MASAS

fueron las m asas observadas por los au tores gr iegos. T ien e razón,

por lo tanto, Le Bon al in clu i r en el t erreno de sus observacio­

nes los m odernos par lam en t os y las sesiones de los ju rados. Es

t am bién in ju st i f i cad a la l im i t ación del concepto de m asa a una

m u l t i t ud revolucionar ia. E l fenóm eno, en cam bio, que conoce­

m os con el nom bre de p ú b l i c o , como, por ejem plo, el grupo de

gent es que acude a un a represen tación t eat ral , o el de los lecto­

res de la prensa, no debe ser inclu ido, pese a algun os rasgos de

paren tesco, ent re los fenóm enos de m asa. Sobre el hecho del pú ­

bl ico es preciso un est udio especial .

Frecuen tem ent e se ha t rat ado t am bién de las cau sas de este

fenóm en o que l lam am os a l m a d e l a m asa . Plat ón ya se preocu­

pó de este problem a; en uno de sus d iálogos descr ibe la suges­

t ión que em ana de la m asa: "¿Có m o crees tú que, en un a t al

ci r cunst ancia pueda un adolescente, com o suele decirse, retener

su corazón? ¡Q ué f i rm e deber ía ser su form ación para que pu­

d iera resist i r , para no dejarse ar rast rar por el r ío que corre a la

d er i va!” (R ep ú b l i c a , v i , p. 4 2) . Suele hoy verse tam bién en la

fu erza con t agiosa del gran núm ero la causa de que los in d ividuos

se en t reguen a la m asa. A veces, por ot ra par t e, com o hace T ar ­

de, se considera la im i tación com o fuerza psíqu ica. En cuan to

al descenso del n ivel in telect ual y m oral de la m asa, Sim m el dió

la expl icación sigu ien t e: "A q u el l o en lo que coinciden un gran

núm ero de hom bres ha de ser accesible incluso al i n fer ior de

el los, ya que es posible que el super ior descienda, pero sólo m uy

rara vez puede ascender el in fer ior ” . A lgu n os psicólogos m oder­

nos, sin em bargo, han com bat ido est a opin ión , y h an l legado a

resu l t ados con t rar ios después de cier tas invest igaciones exper i ­

m ent ales real i zadas en escuelas, en donde ha pod ido apreciarse

que no era raro el hecho de que, debido a la capacidad super ior

de algun os, se elevase el n ivel general . Pero precisa no olvidar

que el grupo de alum nos de una escuela es algo d ist in t o a una

"m asa” , considerada ést a en su sent ido ord in ar io.

Los fenóm enos referen t es al a l m a d e l a m a sa descr i tos hace

t iem po por Sigh ele y L e Bon , son, en general , acept ados aun

boy com o cier tos. Pero la ciencia psicológica m oderna se ha es­

forzado en expl icar y del im i tar con m ayor precisión este fen ó­

Page 162: Introducción a la sociología

•52 PSICOLOGÍA SOCIAL

meno. D e ent re la am pl ia l i t erat u ra que existe sobre el tem a,

m encionarem os t an sólo algun as ideas de Er ism an n en la E i n -

f ü h r u n g i n d i e n eu er e P sy c h o l o g i e ( I n t roducción a la psicolo­

gía recien t e) , 1928, de Sau pe. Segú n él , es preciso resolver ,

pr incipalm en te, dos problem as: 1. Cu ál es el pr incip io creador

de la un idad que convier te a una m u l t i t ud de hom bres en un a

m asa; 2. Cóm o se produce esa t ran sform ación según la cual

se d ist ingue el pensar , sen t i r y act uar de la m asa, del pen ­

sar , sen t i r y act uar de los ind ividuos. A l f i n al de su estudio l lega

Er ism an a la sigu ien te defin ición de m asa: "T o d a m u l t i t ud de

hom bres se convier te en m asa psicológica desde el m om ent o en

que la conciencia de la com un idad for t alezca la dependencia del

ind ividuo de los hom bres que le rodean hast a un grado t al que

pueda hablarse de un a esclavización de su espír i t u , de un a pér ­

d ida de su prop ia person al idad” .

O t ro tem a independien te es el de m a sa y j e f e , si bien la

jefat u r a es un fenóm eno social que no se m an i f iest a sólo en

relación con la m asa, sino tam bién en ot ras form as de grupos

sociales. Exist en jefes de est ado, d i r i gen t es de par t ido, gu ías

in telectuales en la l i t erat u ra y en el ar t e, conductores rel igiosos

(p r o fet as) , etc. En la vida ef ím era de la m asa puede suceder

que, al pr incip io, no su r ja de el la nadie con personal idad de

d i r igen t e; m an i fest án dose tan sólo esta personal idad en el m o­

m ento en que la m asa act úa. M as, por ot ra par t e, en m uchas

ocasiones, la m asa es d i r igida desde el pr incip io, in tervin iendo

un l íder reconocido previam ente al tom ar un a resolución. Si la

acción ejercida conduce luego al éxi to, es posible que ese m is­

mo hom bre perm anezca a la cabeza del grupo popu lar . Poco

conocido es el hecho de que este tem a preocupaba ya a A r i s­

tóteles y Plat ón . En sus obras vem os aparecer concepciones so­

bre la relación ent re m asa y jefe quq' son aún hoy d ía d iscu t i ­

das. Segú n unos, es decisiva la volun t ad del pueblo: el jefe ha

de someterse a est a volun t ad si no quiere perder su puest o; ad i ­

vin ar la opin ión de la m asa y expresar la, adapt arse a los cam ­

bios de est a opin ión es, pues, para el los, el verdadero ar t e del

dem agogo. O t ros, en cam bio, af i rm an que es la m asa la que

Page 163: Introducción a la sociología

DE LAS MASAS *53

sigue l a volun t ad del l íd er ; l a m asa es para el los una especie

de cera blan da en m anos del jefe, a l a cual éste da form a m e­

dian t e su fuerza sugest iva. E l d i r igen t e, por lo t an to, no es el

exponen te de la volun t ad de las m asas, sino que esta volun t ad

se crea y se d i r ige por él ; o, según la expresión de un sociólogo

m oderno, el caud i l lo t iene a la m asa f i rm em en te su jet a con su

m ano.

Cad a un a de estas opin iones con t rad ict or ias cont iene, sin

d u d a, algo de ver d ad ; lo probable es que la in f luen cia r ec íp r o c a

en t re conduct or y m asa corresponda a la real idad . Plat ón señaló

m ás bien la dependencia del caud i l lo de los capr ichos del pue­

b lo; A r ist ót eles, en cam bio, expresa la opin ión de que las resolu­

ciones de la m asa son provocadas por el caud i l lo, y que éstas

t ienen por objeto buscar un a ven t aja p ar a él . Por ot ra par t e,

el gr an h ist or iador T u cíd id es caracter izó de m anera m uy acer ­

t ada la person al idad del verdadero caud i l lo, hablándonos de Pe-

r i cles: "Per i cles no ha sido d i r igido por la m u l t i t ud , sino que

fu é él quien la d i r i gió ; ya que, no habiendo l legado al poder

por m edios i l íci tos, no est aba obl igado a m an i fest arse en form a

que agradase a los aten ienses, sino que se concedía a sí m ismo

el derecho a con t radeci r les. Pero, en cam bio, aquel los que le su­

cedieron, se dejaron ar rast rar por el pueblo y, para h alagar a

éste, pusieron en sus m anos los asuntos del est ado” . En t re los

sociólogos m odernos, F. von W ieser t rat ó este tem a de un m odo

or igin al y p rofun do en su obra D a s G eset z d er M a c h t ( L a ley

del p od er ío ) , 1926. D e el lo hablarem os aún en el capít u lo vi

al est ud iar , de un m odo general , el fen óm en o de la jefat u r a

en la vida social .

Page 164: Introducción a la sociología
Page 165: Introducción a la sociología

C A P I T U L O V I

T E O R I A D E L A S F O R M A S SO C I A L E S

i . E x a m en d e c o n j u n t o

En el cap ít u lo an t er ior hemos descr i to los procesos psíqu i ­

cos que dan l u gar a la convivencia hum an a y acom pañan a és­

t a. M as, por m uy im port an te que parezca este pun t o de vist a,

hem os de considerar las form as extern as de la vida social como

el ob jet o p r incipal de la Sociología. Por ot ra par t e, al t r at ar

de la t eor ía sobre la psicología de las m asas, hemos señalado ya

su aspecto puram ent e sociológico, sobre t odo en lo que se re­

f i ere a la relación en t re di r igen t e y m asa. A p ar t i r de aqu í nues­

t r a t area consiste en exponer la t eor ía m ism a de las est ruct uras

sociales. Est e am pl io t ej ido que l lam am os la sociedad se com ­

pone de t res fenóm en os elem entales, o sea, los p r o ceso s so c i a ­

l es, las r el a c i o n es i n t er -h u m a n a s y los g r u p o s. Con frecuencia

se cae en el er ror de querer reduci r t oda la t eor ía de las es­

t ruct u ras a uno solo de esos fenóm enos, es decir , se quiere de­

f i n i r la Socio logía o bien t an sólo com o t eor ía de los proce­

sos sociales, o bien com o t eor ía de las relaciones; o, en f i n , como

t eor ía de los grupos. Sem ejan t e sim pl i f i cación no est á de acuer ­

do con la real idad social , ya que los procesos sociales son fen ó '

m enos de m ovim ien to, las relaciones in terhum anas estados de

du ración relat i va, y los grupos algo m uy d ist in t o a la sum a o

reunión de estos dos fact ores. Clar o es que existe una conexión

Page 166: Introducción a la sociología

LAS FORMAS SOCIALES

ent re estos fenóm enos, pues, por ejem p lo , de los procesos pue­

den desar rol larse grupos. Pero éstos nacen asim ism o sin haber

sido precedidos por relaciones in terhum anas o procesos. Exist en

form aciones que provienen de hechos biológicos, com o la fam i ­

l ia, sobre todo; existen , adem ás, grupos que poseen un a base

geogr áf i ca, com o la vecindad y el asen tam ien to.

Los procesos sociales m ás im por tan tes son : unión y con f l i ct o,

o, com o suele t am bién decirse, los procesos de aproxim ación y

de separación . N o es apropiado decir , en el segundo caso, que

h ay una separación o alejam ien t o de sus su jet os, ya que lucha y

oposición no sign i f i can sim plem ente un a m era d ist ancia de los

hom bres ent re sí. Exist en m úl t ip les com binaciones de los proce­

sos fun dam en t ales que han sido descr i tos, de un m odo sin gu lar ,

por L . von W eise y por el sociólogo yan qu i E. A . Ross. Em pero,

es un er ror el que éstos incluyesen la jefat u r a y la dom inación

ent re los procesos sociales. L a selección de los jefes es, en efect o,

un proceso, pero el hecho m ismo de la jefat u r a ha de inclu i rse

en t re las relaciones. I gu al puede decirse de la dom inación que

debe caracter izarse com o un est ado de du ración r elat i va; sólo el

logro o la pérd ida del dom in io pueden defin i rse como fenóm e­

nos de m ovim iento, es decir , como procesos. En cuan to a las

form aciones (grupos, un ion es) , nuest ra t area consist i rá, en p r i ­

m er lugar , en bosquejar un a t eor ía gen eral sobre el las, t om ar

en consideración las d i feren t es posibi l idades de clasi f i cación de

las form aciones y descr ib i r luego algun os de sus t ipos p r in cipa­

les, com o son las generaciones, el avecindam ien to y las clases y

los estam entos. N o debem os olvidar que t odas est as est ruct uras

poseen un a base h ist ór ica, como hace n ot ar H . Frayer . M as es­

te no es un inconven ien te para la t en t at i va de establecer cier t as

cat egor ías abst ractas que pueden servir com o gu ía ent re la m u l ­

t i t ud de los fenóm enos hist ór icos. Recordem os la t eor ía sobre

los t ipos, de la que hemos t rat ado en el cap ít u lo m . En la t eor ía

gen eral de la est ruct u ra no com prenderem os al estado, porque,

por esencia, d i f iere de los dem ás grupos. Le dedicarem os un

capít u lo especial .

Page 167: Introducción a la sociología

UNIÓN Y OPOSICIÓN *57

2. U n i ó n y o p o si c i ó n

E l proceso social m ás im por tan te es el que l lam am os unión

o asociación o sea aquel por cuyo m edio dos personas se ap roxi ­

m an o t ienden la un a h acia la ot ra. H em os de d ist in gu i r bien

este proceso de los grupos que resu l t an de él , los cuales per t e­

necen a la m or fo logía de la sociedad. A r ist ót eles advi r t ió de

m odo per fect o este hecho. D ed ica a la cuest ión de la génesis de

la am ist ad una in vest igación especial an tes de descr ibi r las d i fe­

rentes clases de p h i l i a . Y p lan t ea dos problem as esenciales en

lo que se ref iere al proceso de un ión : ¿l a igu ald ad , o la des­

igu ald ad , ent re los hom bres favorece m ás este proceso? ¿C u á­

les son las causas que conducen a la un ión de los hom bres? A r i s­

tóteles considera el pr im er problem a com o un a cuest ión du do­

sa, a la que con t estaron los an t iguos f i lóso fos de d i feren t es m a­

neras, relacion ándola siem pre con las leyes n at u rales generales.

H er ácl i t o dice que la m ás bel la arm on ía nace de lo d i feren t e;

Em pédocles, en cam bio, que lo idén t ico at rae a lo idén t ico.

En la m ism a form a vem os aún p lan t eado este problem a en

la Sociología m oderna. Sim m el d ice: "Se m an i f iest a en este p ro­

blem a la an t inom ia, de im por t ancia in f i n i t a para todo desar ro­

l lo sociológico, consistent e en que, por un lado, nos at rae lo

idén t ico, y, por ot ro, lo opuesto a nosot ros; lo opuesto nos com ­

plet a, lo idén t ico nos fo r t i f i ca; lo opuesto nos exci t a, lo idén t ico

nos calm a. Pero asim ism o lo opuesto puede sent i rse com o host i l ,

esto es, puede provocar en nosot ros repulsión en vez de at r ac­

ción ” . (So c i o l o g ía , p. 126 ) . A r ist ót eles dice que, en general , lo

idén t ico ejerce un a at racción m ás fuer t e, pero según él , existen

no pocos casos de am ist ad ent re seres desiguales. Est e hecho se

m an i f iest a ya en la asociación m ás an t igu a: en la fam i l ia. H om ­

bre y m u jer se quieren a pesar de sus d i feren cias, y lo m ismo

padres e h i jos. T an sólo t ratándose de herm anos se puede h a­

b lar de una m ayor im por t an cia de la igu ald ad .

Tam b ién en la Socio logía m oderna se discute con f recuen ­

cia este problem a de la iden t idad o desigual en las uniones h u ­

m an as; de el lo se han ocupado sobre todo M axw ei ler , Gu id d in gs

Page 168: Introducción a la sociología

i 58 LAS FORMAS SOCIALES

y Sim m el . En su Sy st em d er a l l g em ei n en So z i o l o g i e (Si st em a

de sociología gen er al ) , W iese ha hecho n ot ar ( 2? ed., p. 2 16 ) :

" L a tesis de que los hom bres se l igan al est ablecerse en t r e el los

una relación de igu ald ad , y se evi t an por l a desigualdad , n o es

cier t a expresada en un a for m a t an gen eral ” . Sobre los m ot ivos

de l a un ión dice el m ism o au t or (p . 255) : "¿Cu án d o se r eal i za

la un ión ?: Cu an d o el deseo de real i zar la es lo bastan t e fu er t e.

Est e deseo puede n acer de la sim pat ía, del reconocim iento, de

las ven t ajas, o por las ci r cunst ancias” .

Encon t ram os un a form a especial de un ión en el proceso l l a­

m ado d i vi sió n d e l t r a ba jo . L a ciencia social m oderna, la Econ o­

m ía Po l ít i ca y la Socio logía general han est ud iado este fen óm e­

no dándole el nom bre de d i v isió n so ci a l d e l t r a ba jo . M as los au ­

tores m odernos no han tenido en cuen ta lo bastan t e que ya los

pensadores gr iegos vieron en este fenóm eno no sólo un proceso

económ ico-técnico, sino tam bién la causa del desar rol lo de las

profesiones y clases. Plat ón hace incluso rem ont ar el or igen del

estado a la d ivisión del t rabajo, hecho que le si rve para j u st i f i ­

car la const rucción del estado ideal . En una ocasión dice que

la d ivisión del t r abajo produce la sol idar idad ( R e p ú b l i ca , n , 12 ) .

D e igu al m odo han l legado hasta nosot ros frases in teresantes de

Ar ist ót eles sobre este tem a. Segú n él , la form a m ás an t igu a

de esta división se en cuen t ra en el m at r im on io: " E l t r abajo se

d ivide ent re hom bre y m u jer ; am bos se com plem entan m út ua-

m ente, pon iendo cada uno sus propias dotes al servicio de la co­

m un idad” ( E t i ca , vm , 14 ) . A d em ás, h abla con det al le de la

est ruct u ra profesion al de la sociedad y p lan t ea la cuest ión de si

el pr incip io de la d ivisión del t r abajo es vál ido tam bién p ar a la

const i tución del estado.

L as opin iones que Plat ón y A r ist ót eles elaboran sobre el p ro­

ceso de la d ivisión del t r abajo son casi m ás am pl ias que las que

encon t ram os en la fam osa t eor ía de A d am Sm i t h . Se pueden

ci t ar algun as observaciones sobre el la, hechas en la m oderna l i t e­

rat u ra sociológica y económ ica, y que en germ en vem os en la

obra de los grandes pensadores gr iegos. Recordem os la conoci ­

da obra de K . Bíich er sobre el or igen de la econom ía nacional, así

como cier tos capít u los de la Econ om ía N aci on al de Schm ol ler y,

Page 169: Introducción a la sociología

UNIÓN Y OPOSICIÓN *59

sobre todo, la fam osa obra del sociólogo f r an cés D u rk h eim so-

brre la división social del t r abajo ; este ú l t im o, por lo dem ás, l la­

m ó a Plat ón , expl íci t am en te, el precursor .

Los gr iegos asim ism o reconocieron la im por tancia de los

procesos de an t agon ism o, de los que t ratarem os en segu ida. L a

t eor ía de la lucha de H er ácl i t o es un a de las ideas m ás gr an ­

diosas que nos t ransm i t ió la A n t igü ed ad . Recordem os t an sólo

la célebre f r ase: " L a gu er ra es m adre de t odas las cosas, reina

sobre todas las cosas; de unos hace dioses y de ot ros hom bres;

de unos esclavos y de ot ros hom bres l i bres.” Y luego: " Es pre­

ciso saber que la gu er r a es lo general , que el derecho nace de la

lucha y que es la lucha quien , necesar iam en te, d a a luz t odas

las cosas.” Est as frases nos hacen ver que sin du da nuest ro f i l ó ­

sofo quer ía expresar con su pr incip io del an t agon ism o no t an

sólo un a ley de la N at u r aleza, sino t am bién un pr in cip io socio­

lógico, ya que de m an era expl íci t a declara que la gu er ra es el

or igen del derecho y de los con f l i ct os en t re las clases. H em os

de tener en cuen t a t am bién a Em pédocles: consideraba que las

dos fuerzas elem en tales del U n i ver so son la at racción y la re­

pu lsión : l lam a a una am ist ad y am or y, a l a ot ra, odio y lucha.

Y a por los térm inos em pleados se ju st i f i ca la presunción de

que para Em pédocles la vida hum ana con t iene estos dos t ipos.

Plat ón reconoce que en los est ados concret os existe un a con­

t radicción agu d a en t re las clases, sobre t odo ent re la de los r icos

y la de los pobres; si bien cree, por supuesto, que esta con t ra­

dicción no exist i rá en el est ado ideal . A r ist ót eles ofrece en su

P o l í t i c a una descr ipción det al lada de las luchas in test inas que

t ienen lu gar en las d i feren t es form as de est ado y t raza un a So ­

ciología de las revoluciones de la que hablarem os t odavía en ot ro

l u gar de este l ibro. En la época m oderna fu é sobre todo M a­

nuel K an t quien puso de rel ieve la im por t an cia de la oposición

y la lucha en la sociedad. D i ce: " E l m edio que em plea la n a­

t uraleza para prom over el desar rol lo de las disposiciones h um a­

nas es el an t agon ism o existente en la sociedad, pues él es, al f i ­

nal , la causa de un orden legal . Por an t agon ism o en t iendo la

insociable sociabi l i dad hum ana, esto es, l a incl inación a asociar ­

se l igada a una resistencia p rofun da, que t r at a siem pre de divi -

Page 170: Introducción a la sociología

;6o LAS FORMAS SOCIAL

di r a l a sociedad. ( I i d een z.u ei n er a l l g em ei n en G esc h i c h t e i n

w el t b i i r g er l i c h er A b s i c h t , ob. ci t , 1784.)

N iet zche, quien apela conscientem ente a H erácl i t o , es el

pr im ero ent re los f i lósofos que ha celebrado el pr incip io de la

lucha. En cam bio, en el sistem a sociológico de Com t e desem pe­

ña un papel decisivo la idea de la t endencia recíproca a la unión,

o co n sen su s, com o él la l lam a; m ien t ras que Spencer concede

l a pr im acía al pr incip io de la oposición. L a im port ancia de la

lucha por la existencia com o fact or de la evolución social fué

reconocida por Spencer , incluso antes que por D ar w in . E l sis­

tem a sociológico de Rat zen h ofer par t e de la ley de la host i l i ­

dad absolu t a; en las obras de Gum plow icz y O ppen heim er se si ­

t úa tam bién la lucha de los grupos y clases sociales en el cent ro

de la Sociología. E l sociólogo T ar d e publ icó un l ibro con el

t ít u lo de L ’ o p p o si t i o n u n i v er sel l e, en el que d ice: " L a lucha en­

t re los hom bres no desaparecer ía aunque se supr im iese la gu e­

r ra propiam en te d icha” . M as a la lucha, según él , sigue la aco­

m odación, el fenóm eno de la arm on ía, — pensam ien to com ple­

tam ente heracl i t i ano— .

A lgu n as frases de la Sociología de Sim m el sobre este tem a

son tam bién m uy in cisivas: " A sí com o el cosmos necesi ta am or

v odio, fuerzas de at racción y de repulsión para poder adqu ir i r

una form a, así la sociedad necesi ta un a relación de arm on ía y

desarm on ía para l legar , de igual m anera, a una form a det er ­

m in ada: la sociedad es el resu l t ado de am bas fuerzas” . "L u ch a

es la acción del uno con t ra el ot ro; el la, just am en te con la ac­

ción del uno por el ot ro, da lu gar a un concepto m ás al to. Y

así la vida se m ueve ent re estas dos t endencias” . "D en t r o de

Jos grupos act úan al t ernat i vam en te, y en cier t o m odo en dos d i ­

m ensiones, la arm on ía y la l ucha; esto es, lucha del grupo con­

t ra los enem igos exter iores y lucha in terna ent re los com pet ido­

res y par t idos, jun t o a actos de com un idad y concord ia; o sea,

que al ternan los fenóm enos de arm on ía y los de con t rad icción” .

El fenóm eno que l lam am os com petencia es un género par t i cu ­

lar del proceso de oposición. Se d ist in gue de la lucha di recta

porque no se at aca al adversar io, sino que se t iende a una em u­

lación f ren t e a ot ras personas. Se t rat a, pues, en este caso, de

Page 171: Introducción a la sociología

LA JEFATURA I Ó I

una lucha in d i rect a; y no im por ta que su f i n sea el desper t ar

un cier t o aprecio o el logro de cier t as ven t ajas m at er iales. En

todo caso, el prem io de la lucha no est á en m anos del adversa­

r io a quien se le d ispu t a. Se t r at a de apor t aciones paralelas, lo

cual resu l t a eviden te en el caso de las com pet encias depor t i vas;

por ejem plo, corredores o n adadores. L a com pet encia en el co­

m ercio se or ien t a hacia logr ar un a ven t aja en la ven ta de m er ­

can cías; su ob jet o es consegui r el favor del públ ico. Si se t rat a

de un a com petencia cien t íf i ca o ar t íst i ca, aparece en pr im er

p lano la m ot ivación del h o n o r , que puede est ar un ida a la de

cier t as ven t ajas m at er iales.

Est e fenóm eno sociológico, resu l t ado del l iberal ism o econó­

m ico, es de la m ayor im por tancia en el t erreno de la econom ía

pol ít i ca. Com o se sabe, A d am Sm i t h form u ló su base teór ica.

Pero se ha at acado m uch as veces la val idez incondicional de es­

te m oderno pr in cip io de la com pet en cia; por ot ra par t e, la le­

gislación ha t rat ado t am bién de com bat i r las consecuencias de

una com pet encia i l íci t a. D el todo d i feren t e a est a organ ización

económ ica l iberal era, com o es sabido, la del sistem a m edieval

de las corporaciones, en el que se procu raba que los product ores

t uvieran asignado un m ercado r igurosam ent e del im it ado; y, en

consecuencia, la am pl i t ud de los of icios, por ejem plo, en lo con­

cern iente al núm ero de sus m iem bros, est aba asim ism o encer ra­

da den t ro de cier tos l ím i t es. Con estas m edidas se t r at aba de

lograr que cada m aest ro tuviese la cl ien tela necesar ia. Exist e

una am pl ia l i t erat u ra sobre las ven t ajas y los vicios del pr in ci ­

pio de l ibre com pet encia. Es tam bién sabido que los m odernos

m onopol ios lo han rest r ingido de un m odo considerable. En lo

que se ref iere a la t eor ía sociológica propiam en t e dicha de

la com petencia, el V I Con greso A lem án de Sociología la t rató

con am pl i t ud en un a ser ie de con ferencias y discusiones.

3. L a j e f a t u r a

Y a nos hemos ocupado en par t e de este im por tan te fen óm e­

no social en el cap ít u lo an t er ior cuan do t rat ábam os de la psico-

Page 172: Introducción a la sociología

LAS FORMAS SOCIALES

logia de las m asas; pero la jefat u r a t iene en la vida social un

papel m ás am pl io, o sea que existe tam bién ent re los grupos.

D i r i gi r sign i f i ca i r a la cabeza en form a t al que el cam ino pres­

cr i t o en el terreno de un a act uación social ven ga a ser el cam ino

que siga un grupo det erm inado de hom bres. Considerado el

problem a en este sen t ido general , podem os deci r que existe t am ­

bién un a jefat u r a o di rección puram ente esp i r i t u a l , como la de

los gran des f i lósofos, invest igadores, inven tores, ar t ist as y p ro­

fet as, quienes pueden , incluso, encarn ar un a fuerza di rect r i z

ú t i l par a la hum an idad en t era; por est a causa Em erson en una

obra conocida les l lam a represen tan tes del género hum ano. N o

es raro el caso de que su in f luen cia sólo se m an i f ieste después

de su m uer t e; a veces, de igu al m odo, se ign oran sus nom bres,

conociéndose tan sólo su obra, como en el caso de algun os in ­

ven tores de inst rum entos pr im i t i vos, la rueda o el torno del al ­

farero. L a Sociología h a de l im i t arse a las consecuencias que la

jefat u r a produce en la organ ización social , a pesar de la m ucha

im por t an cia cu l t u ral que t enga la form a señ alada an t es; por

eso, el papel pr incipal lo desem peñan los jefes de estado, d i r i ­

gent es de par t idos, caud i l los m i l i tares, fun dadores de rel igiones

y d irect ores de la econom ía, sin olvidar a los jefeci l los de gr u ­

pos, sin los cuales las colect ividades no adqu ieren capacidad de

acción.

Los pensadores gr iegos est udiaron este fenóm eno. Plat ón ,

m ás que descr ib i r la real idad , de hecho hizo digresiones sobre

la cuest ión de saber cuál ser ía el t ipo del hom bre que poseye­

ra la capacidad que el jefe requiere; y señala, com o t ipo de

m al jefe a los dem agogos de su t iem po. A r ist ót eles, en cam bio,

aunque t r at a tam bién de descr ib i r el jefe ideal , est udia m ás que

n ada las form as de di rección que se m an i f iest an en la vida so­

cial real . Com o condiciones que expl ican el hecho de la jefat u r a

señ ala el or igen ar ist ocrát i co, l a r iqueza y la capacidad perso­

nal , concediendo a est a ú l t im a, como es n at u ral , la p referen ­

cia. Par a él existen cier tos hom bres cuya capacidad sobrepasa

la de t odos los ciudadanos, y el pueblo, entonces, si no los aleja

del est ado, ha de someterse a el los. Par a A r ist ót eles es, pues,

Page 173: Introducción a la sociología

LA JEFATURA

inevi tab le que ese hom bre super ior asum a la di rección y que el

pueblo se or ien te en el sen t ido que aquél m arque. L a jefat u r a

en este caso se basa, em pleando un t érm ino de hoy, en el pres­

t igio que em ana de un hom bre.

En la Socio logía m oderna se han t r at ado con det al le algu ­

nos problem as relacionados co n 'l a j efat u r a; ent re el los, en p r i ­

m er lugar , la var iedad de sus m an i festaciones, según la n at u r a­

leza del grupo. Los padres, los educadores, los sacerdotes, los

jefes de estado y los l íderes pol ít i cos poseen cada uno un t ipo

par t i cu lar de dom in io. Y a en los grupos in fan t i les de ju ego y

en la escuela se m an i f iest an fenóm enos de un cier t o t ipo de d i ­

rección. L as cau sas de est a subord inación , que en su m ayor p ar ­

te caen ya en el terreno de la psicología, han sido est ud iadas

tam bién . O t r a cuest ión es la que se ref iere a la relación en t re el

jefe y el grupo que le sigue; el ob jeto p r in cipal de su estudio

es det erm inar la in f l uen cia que am bos fact ores ejercen ent re sí.

Y a hemos señalado, al t r at ar de las t eor ías sobre la psicología

de las m asas, que ser ía erróneo considerar al jefe com o un sim ­

p le exponente de la volun t ad de las m asas; pero de igu al m odo

parece im posible d ejar de considerar por com pleto est a ú l t im a

ci rcunst ancia. En cuan to a la selección del j efe, encon t ram os d i ­

feren tes posibi l idades. E l jefe o d irect or puede alcanzar su pues­

to por m edio de la sucesión o l legar a d i r i gi r el grupo por haber

hecho acciones sobresal ien t es; o, com o consecuencia del pr in ci ­

pio dem ocrát ico, basar su posición en un a elección l ibre del gr u ­

po. Por ot ra par t e, a veces el gru po se for m a gracias al jefe,

es decir , que éste requiere su séqui to, convir t iéndose así en fu n ­

dador de un a sect a rel igiosa o de un par t ido pol ít i co.

L a jefat u r a t iene un a gr an relación in t erna con el fenóm e­

no sociológico de la dom inación , del que hablarem os en la p róxi ­

m a sección. L a d i feren cia consiste en que no t odos los jefes ejer ­

cen un a dom inación , es deci r , que no t odos act úan por m edio

de m andatos o de coacción f ísi ca. Ejem p lo t ípico lo ofrecen

los conductores o gu ías espir i t uales. M as tam bién los jefes de

grupos propiam en t e dichos no son con frecuen cia sino repre­

sentantes del grupo y no ejercen dom inación algun a, Pero se-

Page 174: Introducción a la sociología

LAS FORMAS SOCIALES

r ía erróneo considerar jefat u r a y dom inación com o hechos opues­

tos del todo, según han pretend ido algun os sociólogos, iviás

bien podem os deci r que estos dos fenóm enos se invaden recíp ro­

cam ente.

Es von W ieser , ent re los autores m odernos, quien ha est ud ia­

do con m ayor p rofun d idad la esencia de la j efat u r a; señ alare­

m os, pues, algun os de los resu l tados de sus invest igaciones: L a

d irección es un fenóm eno fun dam en t al en la vida social . L a ne­

cesidad del jefe no proviene tan to de la in su f icien cia del hom bre

m edio como de la técn ica de la acción social , que precisa una

organ ización , sin la cual la asociación es in capaz de obrar . M as

este hecho no sign i f i ca ot ra cosa que la d ivisión del poder en ­

t re la m asa y el jefe. L a existencia de jefes es, por t an to, un

resu l t ado de la técn ica de las m asas. A l t r at ar de este problem a

represen t ar ía una l im i t ación inadm isible el suponer que sólo los

gran des hom bres son verdaderos jefes.

W ieser d ist ingue adem ás la jefat u r a un ida a la fuerza f ísi ­

ca, que observam os sobre todo en los com ienzos de la h istor ia

del hom bre; la jefat u r a señor ial , como la ejercida por los p r ín ­

cipes europeos hasta la época del despot ism o i lust rado; y la je­

fat u r a en t re iguales o com pañeros, in st i t u ida por elección. Pero

exist e ot ro t ipo, que suele dejarse de considerar al hacer la teo­

r ía de este fenóm eno y que, no obst ant e, es de la m ayor im por ­

t ancia, o sea, la jefat u r a o dirección im personal que observam os

en el id iom a, el ar t e, la ciencia y la econom ía nacional. W ieser

t rat a, adem ás, de las jerarqu ías en la jefat u r a (sub jefes) y de

las capas d irect ivas o de jefes. T od o jefe t iene un cuadro de sub­

jefes por cuyo m edio los grupos responden a su l lam ada para

segu i r le act ivam en t e, razón por la cual podem os decir que la

m asa m ism a decide sobre él . Añ adam os que W ieser estudia

tam bién la prensa d iar ia desde el pun t o de vist a de la jefat u r a.

(V éase m ás adelan t e el capít u lo i x, 10.) D espués de W ieser ,

se han ocupado de este fenóm eno los sociólogos Geiger y V leu -

gels, y de su aspecto psicológico, Leopold y V ier k an d t , sobre

todo.

Page 175: Introducción a la sociología

LA DOMINACIÓN

4. D o m i n a c i ó n

L a sociología m oderna h a est ud iado con m ucho det al le esta

im por tan te relación social : Sim m el, sobre todo, bajo la r úbr i ­

ca su b o r d i n a c i ó n y su p r a o r d i n a c i ó n ; t am bién M ax W eber , quien

m ás que nada ensayó caract er izar sus d i feren t es t ipos; y el so­

ciólogo est adoun iden se E. A . Ross, en su l ibro So c i o l o g ía .

M as en t odos estos t rabajos se ign ora en absolu to lo que

han escr i t o los pen sadores gr iegos sobre este tem a. En t re el los,

en pr im er lu gar , Plat ón , quien en su d iálogo L a s l ey es h izo un

not able est udio sobre los d i feren t es t ipos de dom inación (m ,

69 0) , estudio que, por supuest o, no es puram ent e sociológico.

N o sólo in vest iga cuáles son los t ipos de dom inación real , sino

t am bién sus condiciones de val idez, pun t o éste que im pl i ca un

problem a ét ico. D e todos m odos, t ienen t am bién un gran in te­

rés desde un án gu lo sociológico. L a f rase m ás im por tan te en es­

te d iálogo es la sigu ien t e: "N ecesar iam en t e han de exist i r en

cualqu ier est ado señores y súbdi tos. A h or a bien : ¿cuáles son las

condiciones de val idez, en lo que se ref iere al núm ero y a los m o­

dos, de la dom inación y la obediencia en los est ados, o tam bién

en las d i feren t es com un idades dom ést icas? ¿N o hemos de con ­

siderar , en pr im er lu gar , la posición del padre y de la m adre?

¿Y no es, acaso, un postu lado, considerado un iversalm en t e co­

m o just o, que los padres ejerzan un dom in io sobre los h i jos? L a

condición que sigue a ést a es la de que los nobles dom inan so­

bre los no nobles, y la t ercera que los m ayores m andan y los jó ­

venes obedecen; l a cuar t a, que los esclavos obedecen y los due­

ños m an dan ; y la qu in t a, pienso yo, es la de que dom ina el m ás

fuer t e y el m ás débi l se d eja dom inar . Con est a ú l t im a nom bras

un a form a com pletam en te inevi table del dom in io, que cor res­

ponde a la n at uraleza y que t iene la m ás am pl ia val idez ent re

todos los seres vivos. Pero la condición m ás im port an te es sin

d u da la sexta, según la cual el i gn oran t e ha de obedecer y en

cam bio el clar ividen t e debe d i r i gi r y dom inar . Com o form a sép­

t im a de dom in io nom brarem os la que se basa en el dest ino y en

el favo r de los dioses, esto es, la que dejam os a la suer te; y con-

Page 176: Introducción a la sociología

i66 LAS FORMAS SOCIALES

.sidcramos just o que dom ine aquel cu ya suer te es dichosa y, en

cam bio, que aquel cu ya suerte es desgraciad a se con form e y

se deje dom inar .”

Si com param os con est a en um eración de Plat ón las ocho

form as de dom inación que d ist in gue E . A . Ross, adver t im os

que las d i feren cias son in sign i f ican t es. Ross h abla t am bién del

dom in io de los padres sobre los h i jos, de los m ayores sobre los

jóvenes, del hom bre sobre la m u jer , del est ado sobre los súbd i ­

tos, etc. U n in vest igador m oderno de Plat ón (Sat l i n ) dice y no

sin razón : "A u n q u e la evolución h ist ór ica h aya dado l u gar a la

desapar ición de la esclavi t ud, vem os, sin em bargo, si sabem os

m i rar a t ravés de los ropajes del t iem po, que las siete condicio­

nes del N o m o i (Las leyes) expresan las bases et ernas de t oda

dom in ación ; carácter y nacim ien to, vocación y poder .” N o s l le­

var ía dem asiado lejos m encionar t am bién las frases que en su

E t i ca y en su P o l í t i ca ha dedicado A r ist ót eles a las cat egor ías

d o m i n a ci ó n y ser vi cio , considerándolas com o fenóm enos genera­

les de la vid a social . D i rem os t an sólo que A r ist ót eles ha señ ala­

do, adem ás, una form a especial de dom inación , esto es, el i m p e­

r io d e I d l ey, que ha de sust i t u i r en el est ado al dom in io de los

hom bres. H ay au tores m odernos que de igu al m odo han recogi ­

do esa idea. Sim m el, por ejem plo, ha caracter izado com o form a

especial de la dom inación la subord inación a un poder objet i vo.

M u y or igin al es la enum eración de los d i feren t es t ipos de dom i­

nación que hizo M ax W eb er en su obra E co n o m í d y so cied d d .

D ist in gue la dom inación de base racional , es decir , aquel la cuyo

or igen es la creencia en la legi t im idad del orden est ablecido; la

dom inación de base t rad icional , fu n d ad a en la creencia en la

san t idad de la t rad ición ; y, f inalm en t e, la dom inación ca r i sm á -

t i cd , basada en la devoción a una persona que se considera como

san t a o heroica. W eb er def in e, adem ás, l a dom inación en ge­

neral com o aquel la relación social en la que una par t e en cuen t ra

t ípicam ente la obediencia de los dem ás p ar a todos sus m andatos

o para algun os de con ten ido det erm inado.

En lo que respecta a los su jet os de la dom inación , puede su­

ceder que sea un hom bre sólo el que la t enga sobre t odo un

Page 177: Introducción a la sociología

TEORÍA DEL GRUPO 167

grupo, o bien que sea de toda un a capa. En el pr im er caso

el grupo est á organ izado m onárquicam en te y en el segun do co­

m o repúbl i ca o, m ejor dicho, con un caráct er ar ist ocrát i co. L a

supraord in ación puede ser de t al for m a que ent re los dom in a­

dos exist a p len a igu ald ad , o bien que ent re el los tam bién h aya

un a gradación ; un a p i rám ide puede represen t ar en el caso ú l t i ­

m o a la sociedad, cuyo ejem plo h ist ór ico m ás im port an te lo

ofrece el feudal ism o m ed ieval . I n cluso parece posible que exis­

t an un a supraord in ación y un a subord inación recíprocas, ya que

algun os m iem bros del gru po t ienen capacidad de m ando en cier ­

tos terrenos, m ien t ras que en ot ros el los m ism os son los subor ­

d in ados. A lgu n os au tores han quer ido ver en ese hecho la esen­

cia de la dem ocracia. A r ist ót eles expresó ya est a idea, pues en

su estado ideal defen d ió el ser vi ci o p o r t u r n o o r o t a ci ó n , o sea

que los ciudadanos m anden y obedezcan al t ernat ivam en t e.

Con la dom in ación se l i ga, en gen eral , la existencia de un

cuadro de dom in ación , esto es, un grupo de hom bres cuya m i­

sión consiste en ejecu t ar las órdenes del super ior , p ar a lo cual

precisa un a organ ización det erm inada, de un grad o de p er fec­

ción var iab le, y que se l lam a j e r a r q u í a por haberse in spi rado en

la iglesia cat ól ica. D e este tem a se ocupó el Con greso Sociológico

In t ern acion al de Par ís en 19 27, cuyas con ferencias y d iscusio­

nes se publ icaron en el tomo xv de los A n a l e s. H em os de señ a­

lar de m odo especial el t r abajo de D u p r at sobre au t or idad y je­

rarqu ía, por su am pl io m at er ial descr ip t ivo y com parat ivo, así

com o porque en él se est udian las ven t ajas e inconven ien tes de

un a organ ización d i l at ad a y su relación con la form a dem ocrá­

t ica del estado. A . Bogd an ov publ icó en 1926 una m on ogr af ía

t i t u lad a: T e o r í a g e n er a l d e l a o r g a n i z a ció n ( T ect o l o gía) .

5. T e o r í a g en er a l d e l g r u p o

A sí com o hemos hablado de algun os procesos y relaciones

sociales, l legam os ah ora a la exposición de las form as que he­

m os de considerar com o cr istal izaciones de la conviven cia social .

D ich as form as, a las que se l lam an grupos, uniones o form a-

Page 178: Introducción a la sociología

LAS FORMAS SOCIALES

ciones, son el objet o de la t eor ía propiam en t e dicha de las es­

t ruct uras. Est as colect ividades t ienen de com ún la duración re­

lat i va y cier t a independencia fren t e a los in d ividuos que las com*

ponen. Los grupos poseen, según señaló V ier k an d t , una vida

prop ia; el cam bio de los m iem bros no am enaza su existencia.

Poseen, adem ás, un a organ ización , por m uy pr im i t i va que sea,

lo cual hace posible un a acción com ún. E l r ef lejo psíqu ico del

grupo se m an i f iest a en el sen t im ient o de pertenecerse recíp ro­

cam ente, o en la "con cien cia del nosot ros” — como suele l l a­

m arse a este sen t im ien to— de sus m iem bros, de lo que ya hemos

h ablado en el cap ít u lo sobre psicología social .

Segú n esta breve descr ipción resu l t a, en pr im er lugar , que

no puede inclu i rse la sim ple m asa en el concepto de grupo, ya

que en ésta fal t a tan to el fact or de la du ración com o en general

el de la organ ización . L a m asa, por supuesto, puede dar l ugar

a un gru po propiam en te dicho.

M e parece inadm isible d ef in i r la p ar eja hum ana com o un

grupo de dos, según t rat ó de hacer von W iese, ya que en el la

no existe un ión n in gun a que pueda oponerse a cada uno de los

m iem bros, y que este grupo perder ía todo con ten ido exacto al

f al t ar uno de sus com ponentes. Est o no obst a, claro, para que

pueda ser descr i t a com o un im por tan te fen óm en o sociológico,

pero concibiéndola com o una m era relación in terhum ana.

Si existe para la concepción del grupo, en cuan to al núm ero

de los com ponentes, un l ím it e in fer ior , hemos de ind icar que

del m ism o m odo h ay uno super ior . A veces se h a ensayado con ­

cebir la h u m a n i d a d en t era com o un grupo. D u n k m an n y W iese

m ant ienen en la act ual idad esa idea, presente ya en las obras

an t iguas, sobre todo en los est oicos; pero ha de considerársela

sólo com o un a elucubración , ya que esa pret end ida corporación

carece de órganos para act uar . N os parece t am bién poco prop io

h ablar de g r u p o s esp i r i t u a l es, com o la rel igión , el ar te y las cien ­

cias. Est os fenóm enos cu l t u rales no pert enecen en absoluto a la

sociología form al , sino a la de la cu l t u ra. (V éase m ás adelant e

el capít u lo I X . )

H agam os algun as observaciones sobre la t er m i n o l o g ía una

vez l im i t ado así el concept o de grupo. E l t érm ino "gr u p o” se

Page 179: Introducción a la sociología

TEORÍA DEL GRUPO

ha ido ar raigan do no só lo en el id iom a alem án , sino en la l i t e­

rat u r a inglesa y f ran cesa. A g r u p a ci ó n ( G e se l l u n g ) parece m e­

nos concret o, ya que así suelen l lam arse t am bién las relaciones hu­

m an as sin núcleo f i jo . Som bar t usa el t érm ino u n io n es ( V e r -

b á n d e ) en su t r abajo D i e G r u n d f o r m e n des m en sch l ich en Z .u -

sa m m en l eb en s (Las form as fun dam en t ales de la conviven cia h u ­

m an a, en el D iccion ar io de Socio l ogía) . Span n l lam a co m u n i ­

d a d es a las form aciones que nacen de la un ión de sen t im ien tos;

y a socia ci on es d e co m p a ñ er o s ( G en o ssen sch a f t e n ) a las que son

f r u t o de la acción com ún. En l a l i t erat u ra in glesa tam poco exis­

t en térm inos com pletam en te invar iab les, ya que la expresión com -

m u n i t y se em plea a veces ref i r iéndose a t odos los grupos y ot ras

t an sólo a una cier t a clase de el los.

A h or a bien, en lo que se ref iere a la esen cia d e l g r u p o , pode­

m os considerar com o op in ión dom inan te la t eor ía de que el gr u ­

po es algo m ás que un a m era sum a de ind ividuos. V ier k an d t es

uno de sus defensores decid idos; t r at a de dem ost rar que la l l a­

m ada expl icación ad icion al del grupo es del todo in suficien te.

M en os de acuerdo est án los sociólogos en cuan t o a expl i car po­

si t i vam ente la r ea l i d a d del gru po; pero an tes de decir algo so­

bre este tem a harem os un a indicación de t ipo h ist ór ico. P. J.

Proudhon , a quien se considera en general com o un par t idar io

del anarqu ism o, rechazó a m ediados del siglo x i x el pun t o de

vist a puram en t e in d ividual i st a en la const rucción de las asocia­

ciones. Insiste repet idas veces en que la sociedad, o m ás bien,

el grupo, no es sólo la sum a de sus m iem bros, pues la coopera­

ción de las fuerzas in d ividuales da l u gar a un a razón y a una

fuerza colect ivas. Leem os en un d iálogo in clu ido en su obra D e

l a ju st i ci a : "¿Po r qué l lam a usted a los grupos real i dades? Po r ­

que poseen un a fu erza colect iva. ¿Q u é es lo que usted ent iende

por fuerza colect iva? T o d o ser real , a d i feren cia de los m eros

fan t asm as, posee la capacidad de at raer a ot ros seres o de re­

chazar los, de reaccionar con t ra las in f luen cias exter iores, de ac­

t uar y de pensar ; y est a capacidad no la poseen tan solo los in ­

d ividuos, sino tam bién las colect ividades. Por lo dem ás, estos

seres que l lam am os in d ividuos no son ot ra cosa que entes colec­

t i vos; tam bién en el los nace la fuerza por l a cooperación de las

12

Page 180: Introducción a la sociología

LAS FORMAS SOCIALES

par t es.” Con estas frases Proudhon ha dest acado m ucho m ás

exp l íci t am en te que su contem poráneo Com t e — quien h ab la só­

lo de una m anera vaga de un en sem b l e— el carácter de real idad

de los grupos. L a Socio logía m oderna ha hecho var ios in tentos

para ju st i f i car esa t eor ía.

A pr im era vist a parece que se im pone la concepción de los

grupos sociales com o o r g a n i sm o b i o l ó g i c o . Pero debemos d ist in ­

gu i r ent re el caso en que est a an alogía se ap l ica a la so c i ed a d

concebida como un todo, el de Spencer , por ejem plo, de aquél

en que sólo se ap l i ca a los d i feren t es grupos. E l sociólogo yan*

qui Rober t E. Par k t r at a de ju st i f i car este ú l t im o pun t o de vis­

t a de la m anera sigu ien t e: " U n organ ism o se d ist ingue de un a

simple aglom eración de ind ividuos por la capacidad de acción

un i f i cad a ( c o n cer t ed a c t i o n ) que posee; la est ruct ura si rve pa~

ra hacer posible esa acción y el hecho es vál ido t an t o para un

organ ism o biológico com o para un organ ism o social . L o que

d ist ingue a un organ ism o de un m ero agregado, es una form a

t ipo de acción ( a c t i o n p a t t er n ) que d i r ige la reacción de las

par tes y las ordena cuando esto es necesar io p ar a produci r una

acción un i t ar ia. El m ism o hecho se ap l i ca tam bién al grupo

social .”

M e parece, sin em bargo, que existe un a d i feren cia esencial .

Los seres hum anos pueden per tenecer a d i feren t es grupos; hay

un cruce de círcu los sociales al que no podem os ap l i car un a an a­

logía biológica. Podem os ap l i car la t eor ía orgán ica sólo al est a­

do, porque en él existe, en general , un a per tenencia exclusiva de

las part es a un det erm inado ente colect ivo (véase el capít u lo vn ,

2) . N o s parece m ás convenient e ap l i car a los ot ros grupos la l l a­

m ada " t eo r ía de la for m a” , pues perm ite suponer una un idad

fun cion al de los grupos sin at r ibu i r les un caráct er subst ancial .

(M e he refer ido a esto con det al le en A r c h i v j ü r So c i a l w i s-

sen sc h a f t en — A rch ivo de ciencias sociales— t . 66, p. 137 ss.)

6. C l a s i f i c a c i ó n d e l o s g r u p o s

L a pr im era t en t at i va de clasi f icación se encuen t ra ya en los

l ibros vn y i x de la E t i c a de A r ist ót eles: So b r e l a a m i st a d (p h i -

Page 181: Introducción a la sociología

CLASIFICACIÓN DE LOS GRUPOS I 7 I

l i a ) . Resu l t a poco cor r ient e ap l i car el t érm ino a m i st a d a los gr u ­

pos sociales en gen eral , pero t am bién la Sociología m oderna lo

em plea a veces. Leem os, por ejem plo, en la So c i o l o g ía de Span n :

"T o d o s los vín cu los t íp icos ent re los hom bres pueden reduci r ­

se en pr im er t érm ino a un a form a fu n d am en t al gen eral ; la de

la am ist ad, ya que ést a es un in gred ien t e necesar io en t odas

las relaciones hum an as” . Ju n t o a este t érm ino em plean los m is­

m os autores el de c o m u n i d a d ( K o i n o i a ) p ar a las d i feren t es

uniones hum anas, pero con él se señala un a vin cu lación m ás

bien ob jet i va, m ien t ras que con el de a m i st a d alud im os sobre t o­

do a un a disposición psíqu ica. E l que, conociendo los problem as

t rat ados en la Socio logía m oderna, estudie las d igresiones de

A r ist ót eles en t om o a la am ist ad, ad ver t i r á con asom bro que

in ten t ó establecer un a clasi f i cación de los grupos. Sin insist i r en

det al les, pondrem os de m an i f iest o lo sigu ien t e: L as asociaciones

hum anas, por m uy d ist in t as que parezcan , cont ienen, según A r i s­

tóteles, elem entos com unes. Se t r at a siem pre de la persecución

de un f i n det erm inado por m edio de la cooperación ; de un a a c ­

t i t u d co m ú n in t elect ual y sen t im ent al de los m iem bros; y, casi

siem pre, t am bién , de la regu lación de las relaciones m ediant e

un o r d en j u r íd i c o . E l f i l óso fo d ist in gue t res cat egor ías de aso­

ciaciones: la " f i l i a” ent re par ien t es, ent re am igos y ent re in tere­

ses com unes. Resu l t a com pletam ente clara la nat uraleza del p r i ­

m er gru po: el m at r im on io y la est i rpe com ún const i tuyen las bases

n at urales de esta com un idad. E l segundo grupo, el de la cam a­

rad er ía, se caracter iza por la igu aldad absolu t a que reina en él ,

así com o por la com un ión m ás en t rañ able; sin que h aya de exis­

t i r , necesar iam nte, un paren tesco de sangre. E l úl t im o gru po, el

de los socios, lo const i t uyen , según A r ist ót eles, las asociaciones

sin un ión en t rañable, es deci r , aquel las com un idades de in tere­

ses que se basan en un conven io. M ás adelan t e verem os cóm o

A r ist ót eles se ha adelan t ado a las t eor ías m odernas.

M as, ¿cu ál es la posición que ocupa el est a d o en la t eor ía

de los grupos sociales de A r i st ót eles? Sobre esto declara: " T o ­

das las com un idades represen tan par t es de la com un idad est a­

t al ; t ienden a buscar algo que es de u t i l i dad com ún y p ropor ­

Page 182: Introducción a la sociología

LAS FORMAS SOCIALES

cion a n a lgo ú t il p a r a la vid a . La u n ión d el es ta d o es tá b a sa d a

ta m b ién en lo ú t il y p or é l se e s fu e r za n los legis la d or es . P er o

las o t r a s u n ion es t ien d en sólo a u n a p a r t e d e lo ú t il, y se p u e ­

d e , p o r lo t a n t o , a fir m a r qu e es tá n su b or d in a d a s a la co m u ­

n id a d p o lít ica . E l es ta d o n o r ep r esen ta la u t ilid a d d el in s ta n te ,

s in o q u e a b a r ca tod a la vid a , en t a n t o q u e las d em á s com u n id a ­

des p e r s igu en m eros fin es p a r t icu la r e s , com o son la socia b ilid a d ,

la ga n a n cia m a ter ia l, e t c---- ” L a so cio lo gía m ed ieva l d ifie r e ,

en este im p o r ta n te p u n to , d el filó s o fo gr ie go , a l cu a l, p o r lo

d em á s, o to r ga la m a yor a u t or id a d , ya q u e en la E d a d M e d ia

o cu p a e l m ás a lt o r a n go la co m u n id a d fu n d a d a p or la igle s ia

cr is t ia n a . E n cu a n to a las a socia cion es secu lar es, s igu e la esco­

lá s t ica la t eor ía d e los gr u p os de Ar is tó te le s , e jer cien d o en e lla ,

s in em b a r go , cier ta in flu e n cia la o r ga n iza ció n ge r m á n ica d e las

a socia cion es de com p a ñ er os ( G e n o s s e n s ch a f t e n ) .

E l D e r e ch o N a t u r a l m od er n o n o o fr e ció su elo fé r t il p a r a el

d esa r r o llo de la t eor ía de las es t r u ctu r a s , p u es su s in ter eses p r in ­

cip a les es ta b a n or ien ta d os, sobre tod o , h a cia la r e la ción en t r e

los in d ivid u os y e l es ta d o , es tu d iá n d ose p oco la s fo r m a cion es so­

cia les in ter m ed ia s. U n a excep ción la co n s t itu ye el fa m oso teó­

r ico d el D e r e ch o N a t u r a l, Alt h u s iu s , q u e con s t r u yó u n a teor ía

fe d e r a lis t a d el es ta d o . E s t u d ia a fo n d o , con s id e r á n d ola com o la

base d el es tad o, las u n ion es d e fa m ilia s , las a sociacion es p r o fe ­

s ion a les y los m u n icip ios , a u n q u e d a n d o m a yo r im p or ta n cia a l

p u n to d e vis ta ju r íd ico q u e a la exp lica ció n so cio lógica . F u é

M o n t es q u ieu q u ien h izo se fija se d e n u evo la a ten ción en los

gr u p o s socia les , sobre to d o en los es ta m en tos y clases. E sto s ú lt i­

m os gr u p os d esem p eñ a n ta m b ién u n gr a n p a p e l en la s t eor ía s

de la escu ela h is tó r ico-r om á n t ica , en d e r eza d a con t r a e l D e r e ch o

N a t u r a l.

Co m te y Sp en cer , en t r e los p r im er os s istem a t iza d or es d e la

So cio lo gía , se ocu p a r o n p o co de la t e o r ía d e los gr u p o s . Su

a t en ción se e n fo có sobre to d o h a cia las leyes d e la evo lu ción , es

d ecir , la d in á m ica socia l. E n ú lt im o caso p od em os co n sid er a r la

d is t in ción qu e h ace Sp en ce r en t re el t ip o m ilit a r y e l t ip o in d u s­

t r ia l de la socied ad com o u n a p a r te d e la m o r fo lo g ía . E n la

ob r a de P . J . P r o u d h o n se h ace u n a d is t in ción en t r e las com u ­

Page 183: Introducción a la sociología

CLAS IF ICACIÓN DE LOS GRU POS

n id a d es r ea les, com o la fa m ilia y las n a cion es , y las a socia cion es

vo lu n ta r ia s , b a sa d a s t a n sólo en u n con t r a to . E n esta d is t in ción

en con t r a m os u n p r in cip io de a q u e lla fa m o sa cla s ifica ció n d e los

gr u p os socia les q u e h izo e l soció logo a lem á n F . T ó n n ie s p or

ve z p r im er a en 18 8 7 en su lib r o G e m e in s c h a f t u n d G e s e l l s c h a f t *

co n u n a n á lis is p r o fu n d ís im o . Y a u n q u e su t eor ía n o h a s id o

a cep ta d a d e u n m od o ca b a l, estas in vest iga cio n es h a n e je r cid o

u n a gr a n in flu en cia .

Tó n n ie s d escr ib e a m b os gr u p o s d e la m a n e r a s igu ien te : cu a n ­

d o se q u iere y a fir m a u n a d e te r m in a d a r e la ción en t r e h om b r es

en r a zón de e lla m ism a , es ta r e la ción em a n a de u n a v o lu n t a d

e s e n cia l, y n a ce en ton ces u n a co m u n id a d , cu yos e jem p lo s en ­

tre ot ros, son la fa m ilia , la a ld ea y la co m u n id a d r e ligiosa .

M a s si se d esea q u e es ta r e la ción en t r e h om b res sea t a n só lo

m ed io p a r a u n fin d et er m in a d o , es d ecir , p a r a s a t is fa ce r un

in ter és, em a n a en ton ces ésta d e u n a v o lu n t a d d e a r b it r io o d e

e lección , y n a ce d e e lla u n a a socia ción , cu yo e je m p lo p r in ci­

p a l es e l d e u n a socied a d com er cia l. E l p r im er t ip o lo con s id e­

r a Tó n n ie s com o or ga n ism o y e l segu n d o com o m eca n ism o.

T ó n n ie s in clu yó p r im er o a l es ta d o d e n t r o d e esta segu n d a ca t e ­

go r ía , p er o d esp u és r econ oció q u e p u ed e ten er t a m b ién el ca r á c­

ter d e com u n id a d . I m p o r t a n t e es la t e or ía de q u e la e v o lu c ió n

h is t ó r ica , a p a r t ir d e la "co m u n id a d ” or igin a r ia m en t e p r ed o m i­

n a n t e , se a p r o xim a m á s y m ás a l t ip o de "a so cia ció n ” . T ó n n ie s

n o t r a ta d e en sa ya r u n a va lo r a ció n d e estas d os fo r m a s fu n ­

d a m en ta les , a u n q u e es vis ib le qu e su s im p a t ía se in clin a a la

co m u n id a d .

M a s su r gen a lgu n a s ob jecion es co n t r a la t eo r ía , sin d u d a

m u y in gen iosa , d e Tó n n ie s . E n p r im er lu ga r , es d u d o so q u e se

p u ed a con sid er a r es ta cla s ifica ció n com o com p le ta , ya q u e existen

a socia cion es d e n a tu r a leza m ás ín t im a , b a sa d a s en la lib r e vo lu n ­

t a d , p a r a las cu a les se h a es ta b lecid o la ca t ego r ía d e lig a ( B u n d ) .

Y es t a m b ién d u d o so q u e exista u n a ten d en cia e fe ct iva a sust i-

/

* L it e r a lm e n t e , " C o m u n id a d y s o c ie d a d ” . C o n ve n d r ía , s in e m b a r ­

g o , a ce p t a r p a r a c ie r t o s fin e s y co m o m á s c la r a la ve r s ió n "co m u n id a d

y a s o cia c ió n ” , co m o h a ce n los a n g lo s a jo n e s ( E d i t . ) .

Page 184: Introducción a la sociología

*74 LAS FORMAS SOCIALES

tu ir la "co m u n id a d ” o r igin a r ia y o r gá n ica p o r la "a so cia ció n ”

r a cion a l. P r ecisa m en te en la ép oca p r esen te se o fr ece la t en d en ­

cia a con ced er u n lu ga r m á s a m p lio a la id ea d e "co m u n id a d ” .

Sin em b a r go , existen so ció logos em in en tes q u e h an a cep ta d o ,

a u n q u e sea con a lgu n a s m od ifica cion es , las t eor ía s d e Tó n n ie s .

M a x W e b e r , p or e jem p lo , h a b la d e u n a com u n iza ción ( V e r -

g e m e in s ch a f t u n g ) , si la a ct it u d , en la a cción socia l, es t á b a sa d a

en u n sen t im ien to su b je t ivo d e u n ión in ter io r d e los in ter esa d os;

y d e u n a so cia liza ción ( V e r g e s e lls c h a f t u n g ) si lo es en u n a

com p en sa ción r a cion a l d e in tereses. Vie r k a n d t se a d h iere , en ge ­

n er a l, a la t eor ía de T ó n n ie s , p er o cree q u e en t r e com u n id a d y

"so cie d a d ” existe t a n só lo u n a d ife r e n cia gr a d u a l. P a r a H . F r e ­

ye r la d ife r e n cia en t r e estos t ip os se en cu en t r a en e l h ech o de

q u e, en la co m u n id a d , n o existe "d o m in a ció n ” en es t r icto sen ­

t id o , s in o ta n sólo "a u t o r id a d ” , m ien t r a s q u e la "s o cie d a d ” r e­

p r esen ta u n a e s t r u ctu r a d e d om in a ción .

M u y o r igin a l es la cla s ifica ció n d e los gr u p o s p r o p u est a p o r

So m b a r t , q u ien d is t in gu e : i . G r u p o s id ea le s , liga d o s p or u n a

id ea , ta les com o las fa m ilia s y las a socia cion es p o lít ica s y r e li­

giosa s . ( T o d o s estos gr u p os t ien en , p a r a So m b a r t , u n a base t r a s ­

cen d en te , lo q u e, p o r lo m en os en lo q u e se r e fie r e a la fa m ilia ,

n o es c ie r t o ) ; 2. G r u p o s f in a le s , en los cu a les se p r ocla m a la

u n ión con vista s a u n fin co n cr eto ; 3. G r u p o s in t en cio n a le s , en

los q u e la u n id a d se p r o d u ce , n o p or u n a id ea n i p or u n a r e la ­

ción de fin , s in o p o r u n o b je t o d ete r m in a d o co n e l q u e u n cier to

n ú m er o d e h om b res r e la cio n a su a ctu a ció n . E n t r e estos gr u p o s

cu en ta So m b a r t las co m u n id a d es d e in tereses, las clases, los s in ­

d ica tos y los séq u itos. Cr eem os q u e ca rece de base socio lógica

esta cla s ifica ció n , u n p oco h e ter ogén ea , d ed u cid a t a n sólo d e un

a sp ecto p s íq u ico . L . vo n W ie s e se co n ten t a con u n a d is t in ción de

los gr u p os se gú n su a m p lit u d (gr u p os d e d os , gr u p os d e t r es y

gr u p os m ás a m p lios) y sep a r a d e e llos las corp or a cion es p r o p ia ­

m en te d ich a s , a las cu a les lla m a co lect ivid a d es a b st r a cta s . P er o

creem os n oso tr os q u e ta n só lo en e l e s t a d o se ofr ece u n a s itu a ­

ción p a r t icu la r , m ien t ra s q u e las o tr a s "co r p or a cio n es” n o se

p u ed en d is t in gu ir d e los d em ás gr u p os.

Page 185: Introducción a la sociología

GRU POS GEN ÉTICOS *75

M en cion a r em o s a ú n a lgu n a s cla s ifica cio n e s p r op u esta s p or

soció logos de o t r os p a íses. F r a n k lin G u id d in gs h a su ge r id o la si­

gu ien te : 1. L a co m u n id a d h om ogén ea d e los p a r ien tes ; 2 . La

co m u n id a d q u e se m a n t ien e en m ér ito d e creen cia s com u n es o

in ter eses id én t icos . 3. L a co m u n id a d co n s t itu id a p or fa cto r e s

econ óm icos; 4 . E l g r u p o de d om in a ción , en la r e la ción en t r e

ven ced or es y ven cid os; 5. U n io n e s b a sa d a s sobre la a u to r id a d

y t r a d ición ; 6. G r u p o s b a sa d os en u n con ven io vo lu n t a r io ,

E llw o o d d is t in gu e , en su lib ro sobre la vid a p s íq u ica de la so­

cied a d h u m a n a , los gr u p o s esp on tá n eos y los vo lu n ta r io s ; en t r e

los p r im er os cu en ta a la fa m ilia , la vecin d a d y las n a cion es; y

en t r e los ú lt im os a los p a r t id os , sectas y s in d ica tos . E xis ten se­

gú n E llw o o d , a d em á s, gr u p os p r im a r ios y secu n d a r ios; en los

p r im er os existen r e la cion es p er son a les in m ed ia ta s , las cu a les fa l­

t a n en los ú lt im o s; com o, p o r e je m p lo , en e l es ta d o o en la gr a n

ciu d a d . M a c lve r , en cam b io, d is t in gu e com u n id a d es y u n io ­

n es. La s p r im er as e s t á n d a d a s en to d a con viven cia lo ca l; y las

segu n d a s son or ga n iza cion es cr ea d as p a r a e l logr o d e d e te r ­

m in a d o s fin es econ óm icos. E l soció lo go fr a n cés W o r m s d is t in ­

gu e cin co clases d e gr u p os : 1. Lo s fo r m a d o s p o r e l p a r en tesco ;

2 . P o r la vecin d a d ; 3. P o r la p r o fe s ió n ; 4 . P o r la s itu a ción eco ­

n óm ica ; y 5. Lo r fo r m a d o s p a r a fin es lib r em en te e legid os.

S e ve , p u e s , p o r t o d a s es ta s c it a s , q u e se h a n h e ch o m u y d i­

ve r s a s t e n t a t iva s p a r a c la s ific a r los d ife r e n t e s g r u p o s y q u e d i­

fíc ilm e n t e se lo g r a r á u n a cu e r d o co m p le t o . A co n t in u a c ió n d e s ­

cr ib ir em o s , m á s e n d e t a lle , a lg u n a s ca t e g o r ía s es p ecia le s d e g r u ­

p os.

7. G r u p o s g e n é t ico s y lo ca les

H e m o s d e co n s id e r a r la fa m ilia co m o e l g r u p o h u m a n o m á s

a n t ig u o o se a la u n ió n fo r m a d a p o r h o m b r e y m u je r , p a d r e s e

h ijo s . "O r ig in a lm e n t e n o e xis t ió n in g u n a fu e r za d e u n ió n q u e n o

fu e r a la in s t in t iva d e la s a n gr e ” ( W ie s e r ) . E n es te g r u p o es en

e l q u e e l h o m b r e se e n cu e n t r a m á s ce r ca d e la N a t u r a le za ; y a el

Page 186: Introducción a la sociología

LAS FORMAS SOCIALES

m u n d o a n im a l o fr ece a lgu n o s e jem p los d e e llo . Au n q u e , a ca u ­

sa d el d esa r r o llo d e o t r os gr u p os , en e l cu r so d e la evolu ción

h is tó r ica , esta s ign ifica ció n fu n d a m en t a l d e la fa m ilia h a s u fr i­

d o u n cier to eclip se; a u n q u e la fa m ilia , d esd e h ace m u ch o t iem ­

po, n o es ya u n a co m u n id a d d e p r o d u cción , se m a n ifie s t a en e lla

cla r a m en te , in clu so h oy, la im p or ta n cia so cio ló gica d el gr u p o ge ­

n ét ico , a u n d e ja n d o a u n la d o los a sp ectos ju r íd ico y é t ico . N o s

p a rece p o r lo t a n to m u y com p r en sib le q u e u n soció logo fr a n cés

em in en te, Le P la y, d el q u e h em os h a b la d o en e l ca p . n , 2, s itú e

la fa m ilia en e l cen tr o de su in vest iga ción so cio ló gica . Le P la y h a

h ech o u n a cla s ifica ció n d e su s t ip os fu n d a m en t a le s y h a d escr i­

to sus fu n cio n e s socia les, si b ien u n ien d o a lo t eór ico a lgu n a s

p r op u esta s d e r efo r m a .

P er o ya Ar is tó te le s en su E t ica in ves t igó con p r o fu n d id a d

la n a tu r a le za socio lógica de la fa m ilia . A l com ien zo de la E t i ­

ca a N ic o m a c o d ice : G r a cia s a la n a tu r a leza , es co n gén it a en

e l p r o cr ea d o r la a m is ta d h a cia e l p r ocr ea d o y en e l p r ocr ea d o la

a m is ta d h a cia e l p r ocr ea d o r , y esto n o só lo en t r e los h om b res,

s in o ta m b ién en t re los p á ja r o s y ot ros a n im a les” . Y lu e go d ice:

" L a u n ión d e lo m a scu lin o y d e lo fem en in o n a ce de u n im p u l­

so n a tu r a l; n o m ed ia n te u n a in ten ción con scien te, s in o d e u n

m od o a n á lo go a com o su ced e en t re los a n im a les; se p r o d u ce la

u n ión con e l fin de la p r o cr ea ción ” . P e r o , en la m ism a es fe r a

d el im p u lso n a tu r a l, se m a n ifie s t a u n a d ife r e n cia en t r e e l h o m ­

bre y las d em ás cr ia tu r a s , "ya q u e e l h om b r e es u n ser crea d o

p a r a fo r m a r u n a co m u n id a d d u r a d er a con sus igu a le s . La s p a ­

r e ja s fo r m a d a s p o r h om b re y m u je r n o exis ten só lo p a r a la p r o­

crea ción , s in o a sim ism o p a r a la a yu d a m u tu a en tod as las n ece­

s id ad es de la vid a . Se d ivid e e l t r a b a jo en t r e e llo s ; el h om b re

t ien e u n t r a b a jo d is t in to a l d e la m u je r ; se co m p lem en ta n , p o ­

n ien d o ca d a u n o sus d o tes p a r t icu la r e s a l se r vicio de la com u n i­

d a d ” . Ar is tó te le s exa m in a , a d em ás, la r e la ción en t r e p a d r e e

h ijo s desd e d ife r en te s p u n tos d e vis ta ; desd e el socio lógico , co n ­

s id e r a n d o esta r e la ción com o u n a especie d e d om in io ; y desd e

el p s ico ló gico en lo q u e se r efier e a los sen t im ien tos. "Am a n los

Page 187: Introducción a la sociología

GRU POS GEN ÉTICOS 1 7 7

p ad r es a sus h ijo s d e la m ism a m a n er a q u e se a m a n a s í m ism os,

ya q u e los h a n en gen d r a d o y n o son , en cier to m od o, s in o e llos

m ism os en fo r m a sep a r a d a .”

Ar is tó te le s d e fin e la r e la ción en t r e h er m a n os com o u n a a m is ­

ta d de ca m a r a d a s . Lo s h er m a n os se q u ier en p or q u e h a n n a cid o

d e la m ism a p er son a , se h a n cr ia d o e in s t r u id o d e la m ism a m a ­

n er a y son , p o r t a n to , p a r ecid os en e l ca r á cte r . E n fo r m a m ás

d é b il va le esta ley p a r a los h ijo s d e los h er m a n os y p a r a tod os

los p a r ien tes d escen d ien tes de las m ism as p er son as . L a So cio lo ­

g ía m od er n a h a lle ga d o a r e su lta d os casi id én t icos a los de

Ar is tó te le s en cu a n to a los gr u p o s fa m ilia r e s ; a s í, p or e je m ­

p lo , Tó n n ie s , en su lib r o G e m e in s c h f a t u n d G e s s e lc h a f t d is t in ­

gu e tres r e la cion es fu n d a m en t a les : i . E n t r e p a d r es e h ijo s ; 2.

E n t r e los cón yu ges ; 3. E n t r e los h erm a n os. L a r e la ción en t r e

p r im os se co n sid er a , lo m ism o q u e Ar is t ó t e le s , com o u n a r e la ­

ción fr a t e r n a l d e b ilit a d a , in clu yé n d ola en t r e la a m is ta d d e p a ­

ren tesco (p p . 9 - 19 ) . E xp osicion es s im ila r es se en cu en t r a n en la

S o c io lo g ía d e Sim m el. L a p a r t icu la r id a d d el a m or m a t er n a l se

d e fin e de u n m od o id én t ico a la ca r a cte r iza ció n h ech a p o r Ar is ­

tóteles, con las p a la b r a s s igu ien tes : " la r e la ció n b a sa d a en el

a fe ct o es, a veces, in con d icio n a l; com o el a m or de la m ad re h a ­

cia su h ijo , d el cu a l e lla n o esp era n a d a , n i p id e n a d a , m ien t r a s

e l h ijo n o go za a ú n d e r a zó n ” .

Los p en sad or es gr iegos h an fija d o ta m b ién su a ten ción en

la fa m ilia exten sa o "p a r e n t e la ” (s ip p e ) . P la t ó n h a b la d e e lla

en la exp osición q u e h ace de la h is to r ia p r im it iva h u m a n a ( L e ­

y es , lib . 111), h a cien d o p r oced e r e l es ta d o de u n a u n ión d e a q u e­

llas . Y ya q u e te n ía n costu m b res d is t in t a s , fu é p r eciso e legir

h om b res d e los d ife r e n te s gr u p os fa m ilia r e s q u e ten ía n com o t a ­

r ea es ta b lecer la a r m on ía , y a sí n a ció la legis la ció n . Ar is tó te le s

en cam bio , d a m a yor im p or t a n cia a la co m u n id a d a ld ea n a , que

ca lifica de co lo n ia d e fa m ilia s d om ést ica s . E s sa b id a , p or o t r a

p a r t e , la im p or ta n cia q u e la in vest iga ción m od er n a con ced e a l

a l c la n fa m ilia r . Ad e m á s , existe u n gr a n es t a d o civiliza d o , C h i­

n a , en e l cu a l los cla n es fa m ilia r es d esem p eñ a n , a ú n h o y d ía ,

u n a fu n ció n im p or t a n t e en la e s t r u ctu r a socia l.

Page 188: Introducción a la sociología

178 LAS FORMAS SOCIALES

Co n fr ecu en cia se con sid er a t a m b ién e l p u eb lo com o co m u ­

n id a d gen é t ica y en cier to m od o con r a zón , ya q u e la com u n i­

d a d de la d escen cia , o sea la con cien cia d e la u n id a d b a ­

sa d a en la sa n gre , existe r ea lm en te . P e r o , d e ja n d o a p a r t e este

fu n d a m en t o vit a l, t ien en ta m b ién im p or ta n cia , p a r a la con cep ­

ción d el p u eb lo , fa cto r e s cu ltu r a le s , t a les com o el id iom a , las

costu m b res y la co m u n id a d de d est in o h is tó r ico . N o p er ten ece

a la con cep ción de p u eb lo , a l m en os segú n la t e r m in o lo gía a le ­

m a n a , la r eu n ión d e la s gen tes en u n a o r ga n iza ció n es ta ta l, si

b ien a este fa ct o r se le t ien e en cu en ta con sid er á n d olo com o

id ea l. E l t ér m in o n a ció n t ien e u n s ign ifica d o p a r ecid o a l de p u e ­

b lo , p er o la r e la ción con e l es ta d o p r ep o n d e r a en e l p r im er o , a l

m en os en las len gu a s r om á n ica s . Y a h em os h a b la d o en e l cap .

iv, 3, de los gr u p os gen ét ico s lla m a d os r a za y es t ir p e.

Ah o r a con sid er ar em os b r evem en te las co m u n id a d e s d e a v e-

cin d a m ien t o . Se t r a ta d e fo r m a cion es socia les sobre u n a base

esp ecia l, o sea de u n ion es de los h om br es con la t ier r a . E l fa c t o r

ge o gr á fico (véa se e l ca p . rv, 1) a p ar ece a q u í com o d e la m a yor

im p or t a n cia , p er o la So cio lo gía h a de ocu p a r se t a n só lo d e las

r elacion es in t er h u m a n a s q u e p r ovien en d e é l, t a les com o la a l­

d ea y la c iu d a d sobre tod o . L a ca r a cte r ís t ica d e la co m u n id a d

a ld ea n a resid e en la ocu p a ción , p r ep on d er a n t em en t e a gr íco la , d e

los h a b ita n te s , d esem p eñ a n d o u n p a p e l p a r t icu la r la r e la ción

de vecin d a d , la in flu e n cia d e las estacion es y la t r a d ición .

E l a vecin d a m ien t o en la ciu d a d h a s u fr id o h istó r ica m en te

d ife r en te s cam b ios, o sea d e la ciu d a d a n t igu a a la m ed ieva l y

m od er n a , t en ien d o im p or ta n cia , d en t r o d e estas d ife r en te s fo r ­

m as, los fa cto r es r e ligiosos , de fo r t ifica ció n m ilit a r y econ óm i­

cos (a r te sa n ía y m e r ca d o ) . E l es tu d io so cio ló gico h a d e d is t in ­

gu ir , a d em á s, en t re las p eq u eñ a s y las gr a n d es ciu d a d es y a u n ,

d en t r o d e es tas ú lt im a s, en t r e el cen t r o d e la ciu d a d y los

a r r a b a les . E s en Am é r ica d on d e existe u n a m ás a m p lia lit e r a ­

tu r a sobre este tem a . Señ a la r em os las s igu ien tes ob r as . P r in ­

cip ios de So cio lo g ía r u r a l y u r b a n a ( P r in c ip ie s o f R u r a l a n d

U r b a n S o c io lo g y ) , d e So r o k in y Zim m er m a n , 19 2 9 ; T h e C i t y ,

do P a r k y Bu r gess , 19 2 5; T h e U r b a n C o m m u n it y , d e Bu r gess ;

Page 189: Introducción a la sociología

ESTAM EN TOS , CLASES , PARTIDOS 1 7 9

T h e C h a n g in g U r b a n N e ig h b o r h o o d , d e M cCle n a h a n . E n len ­

g u a a lem a n a : L . vo n W ie s e : D a s D o r f a is so z ia le s G e b i ld e (La

a ld ea com o fo r m a ció n s o c ia l) , 19 2 8 ; W . La t t e n : D ie N ie d e r -

r h e in is ch e K le in s t a d t (La p eq u eñ a ciu d a d en la b a ja R en a-

n i a ) ; G . Kir ch : D i e N a c h b a r s c h a f t in d er V o r s t a d t ( La ve cin ­

d a d en los s u b u r b io s ) ; M . R u m p f: D ie G r o s s t a d t a is L e b e n s f o r m

( La gr a n ciu d a d com o fo r m a d e v id a ) ; W . G e ir lich : Z w is ch e n -

m e n s ch lich e P r o b le m e d e s G h e t t o s (P r o b lem a s in ter h u m a n os d el

g h e t t o ) ; y a d em á s los t r a b a jo s d e B . I s ch b old in sobre la a ld ea

r u sa , las f o r m a c io n e s d e a v ecin d a m ien t o en S ib e r ia y la es t ep a

co m o f o r m a d e a v ecin d a m ie n t o . T o d o s estos t r a b a jo s h a n s id o

p u b lica d o s en los K ó ln e r V ie r t e lja h r s h e f t e f ü r S o z io lo g ie .*

8. E s t a m e n t o s , cla se s s o cia les y p a r t id o s p o lí t ico s

Co m ú n a es ta s e s t r u ctu r a s es su ca r á cte r p u r a m en te socia l,

m ien t r a s q u e los gr u p o s a n tes con sid er a d os es tá n d eter m in a d os

b io ló gica o ge o gr á fica m e n t e . E n to d o caso se p o d r ía d ecir d el

es ta m en to n o b ilia r io , q u e en él es d ecis ivo u n fa ct o r b io ló gico .

T a m b ié n en las ca sta s, segú n se m a n ifie s t a n éstas en la socie­

d a d h in d ú , d esem p eñ a n e l o r igen y la d ive r s id a d é tn ica u n p a p e l

im p o r t a n t e . P r escin d ien d o de este caso, p or es ta m en to en t en d e ­

m os u n a ca p a so cia l ca r a cte r iza d a p o r u n d et er m in a d o m od o

de vid a a s í com o p o r u n a co n cep ción p a r t icu la r d e l h on or . E n

cam b io, en cu a n to a la cla s e es d ecis iva la s itu a ció n econ óm ica ;

se t r a ta a q u í d e r e la cion es con la p r o p ied a d y la p r o d u cció n de

r iq u eza . Cie r t o q u e es ta t e r m in o lo gía n o t ien e u n a a cep ta ción

gen er a l. Y a sí se h a b la d e u n a ca p a o es ta d o m ed io (M i l t -

t e ls t a n d ; — es ta m en t o in t e r m e d io ) ,** a u n q u e en e lla n o p u ed a

a fir m a r se q u e exis ta u n a con cien cia es ta m en t a l. T a m p o co la o r ­

* E n la a c t u a lid a d la lit e r a t u r a n o r t e a m e r ica n a s o b r e e s te p u n t o es

a b u n d a n t e y e xce le n t e ( E d i t . ) .

** Menzel se íefierc a la terminología alemana; en las lenguas lati­

n a s y a n g lo - s a jo n a s n o e xis t e e l p r o b le m a , p u e s e l t é r m in o co m ú n m e n t e

e m p le a d o es e l d e cla se s m e d ia s ( E d i t . )

Page 190: Introducción a la sociología

LAS FORMAS SOCIALES

ga n iza ció n co r p o r a t iva in s t itu id a en a lgu n os es ta d os m odern os

t ien e casi n a d a q u e ver con e l con cep to h is tó r ico d e l es tam en to .

E n la R e p ú b lica (P o li t e ia ) d e P la t ó n se en cu en t r a u n a d es­

cr ip ció n d e las clases y es tam en tos . La s p r im er as se m a n ifie s ­

ta n p or la con t r a d icció n existen te en t r e r icos y p ob res, lo cu a l

d a lu ga r a q u e en la co m u n id a d exista n ca si d os estad os. Los

es ta m en tos con s t itu yen en e l es ta d o id ea l d e P la t ó n la base de

la so cied a d , es to es: los filó so fo s , q u e se r ía n los go b er n a n tes ,

los gu e r r er o s y los a r tesa n os y p r od u ctor es . Ar is tó te le s , en ca m ­

b io, r ech a za u n a ta l d ivis ión en esta m en tos . M a s en su P o lít ica

d escr ib e las d ifer en cia s r ea les qu e existen en t r e los gr u p o s, que

fo r m a n e l es tad o, en u m er a n d o las ta r ea s p u r a m en te econ óm i­

cas (cu lt ivo d e los ca m p os, o ficio s y com er cio) y las fu n cion es

de la vid a p ú b lica (ser vicio m ilit a r , sacer d ocio , ta r ea s ju d icia le s

y le gis la t iva s ) . Se op on e Ar is tó te le s a u n a sep a r a ción r igu r o sa

de los esta m en tos , señ a la n d o que se p u ed en a s ign a r t a m b ién

fu n cio n es p ú b lica s a los gr u p os econ óm icos.

P o r lo d em ás, en la a n t igu a G r e cia , en su ép oca clá s ica , n o

se co n o cía la o r ga n iza ció n es t a m en t a l en e s t r icto sen t id o ; ya que

la n ob leza h a b ía p e r d id o su im p or ta n cia d esd e m u ch o t iem p o

a n tes y n o exist ió n u n ca u n a clase sa cer d ot a l. M a s b ien de R o ­

m a p o d ía h a b la r se de u n a lu ch a en t r e es ta m en tos , p or la op osi­

ción existen te en t re p a t r icio s y p leb eyos; p u d ien d o a sim ism o con ­

s id er ar se a los sen a d or es y a la n ob leza com o ver d a d er os es t a ­

m en tos . M a s e l e jem p lo p r in cip a l d e u n a o r ga n iza ció n es ta m en ­

ta l es e l q u e n os o fr ece la E d a d M e d ia co n su d is t in ción en t re

n ob leza , clero, villa n o s y cam p esin os. E s sa b id o q u e a estos g r u ­

pos socia les co r r e sp on d ía n p r ivilegio s o b ien cier ta s ob liga cion es .

L a d ivis ión de la so cied a d en clases p er ten ece , en cam b io, a la

ép oca m od er n a , p u es su d esa r r o llo d ep en d e d el cap ita lism o.

L a con t r a d icción fu n d a m e n t a l en t re las clases r esid e en la si­

tu a ción econ óm ica . Se d is t in gu e u n a clase su p er ior , u n a clase

m ed ia y u n a cla se b a ja . P e r o só lo existen d os cla ses p a r a la d o c­

t r in a so cia lis t a : la de los p r o p ie t a r ios y la d e l p r o le t a r ia d o . S e ­

gú n M a r x , la lu ch a en t r e estas d os clases es in evit a b le , y sólo

la victo r ia d e l p r o le ta r ia d o su p r im ir á es ta socied a d , que será

Page 191: Introducción a la sociología

ESTAMEN TOS , CLASES , PARTIDOS 181

su b st it u id a p o r u n a sin clases. N o h em os d e in icia r u n a cr ít ica

d e es ta d o ct r in a ; t a n só lo señ a la r em os q u e la lu ch a d e clases se

d is t in gu e esen cia lm en te d e las a n ter io r e s lu ch a s es ta m en ta les ,

ya q u e éstas t en ía n p o r ú n ico o b je t o u n a m o d ifica ció n d e las

r e la cion es en t r e los es ta m en tos , p o r e jem p lo , la a b o lición de cier ­

tos p r ivilegio s , s in p la n t ea r u n a r e vo lu ció n co m p le ta d el s is­

tem a.

E l r e fle jo p s ico ló g ico d e la d ivis ión en es ta m en tos y cla ses se

a d vier te en la con cien cia d e los d ife r en te s m iem b ros q u e for m a n

estos gr u p os . E xis t e u n a con cien cia es ta m en t a l, qu e se m a n ifie s ­

ta sobre tod o en la n ob leza , y u n a con cien cia de clase d esa r r o­

lla d a en e l p r o le ta r ia d o d e h oy. M e n o s m a r ca d a p a r ece es ta

con cien cia en la cla se su p er ior o d e los p r op ie ta r ios . La s co r p o ­

r acion es m od er n a s for m a d a s p or las p r o fes ion es , o sea la d e los

q u e p er ten ecen a la a gr icu ltu r a , a los o ficio s , a l com er cio, e tc.,

d esa r r o lla n t a m b ién , d en t r o d e cier tos lím ites , u n a con cien cia de

su u n id a d , sobre to d o en los es ta d os q u e h a n o r ga n iza d o u n a

r ep resen tación p r o fe s io n a l o t ien en u n a co n s t itu ción co r p o r a ­

t iva .

E n t r e la in m en sa lit e r a tu r a existen te sobre e l p r o b lem a de

los es ta m en tos y las cla ses, h em os de señ a la r d e u n m od o esp e­

cia l los t r a b a jo s s igu ien tes : C . B o u g lé : E s s a i su r le r ég im e d e

ca s t es , 190 8 ; P . F a h lb eck : D i e K la s s e n d er G e s e lls c h a f t (La s

d ife r en te s clases d e la so cie d a d ) , 1922 ;P . M o m b e r t : D a s W e s e n

d er so z ia len K la s s e n (La esen cia d e las clases so cia le s ) . M a x

W e b e r , se h a ocu p a d o d el m ism o tem a en su ob r a : W ir t s c h a f t

u n d G e s e lls c h a f t ( o b . c i t . , p . 6 3 1 55.). N o s p a r ece d iscu t ib le su

t eo r ía de q u e e l con su m o d e b ien es es d ecis ivo p a r a la d is t in ­

ción en t r e los es ta m en tos y la p r od u cció n d e e llos p a r a la d is ­

t in ción en t re las clases . M u y va liosos son , a d em á s, los es tu d ios

de H . F r eye r en su S o z io lo g ie a is W ir k lich k e it s w is s e n s ch a r t

(o b . c i t . ) . F r eye r con ced e la m a yor im p or ta n cia a! d esa r r o llo

h is tó r ico d e la so cied a d . H em o s d e señ a la r t a m b ién e l t r a ta d o

de F . Tó n n ie s en el "D iccio n a r io de so cio lo gía ” sobre es ta m en ­

tos y clases, en d on d e t r a t a d e u t iliza r su d is t in ción , ya con o ci­

d a , en t re com u n id a d y a socia ción , qu e n o n os p a r ece a ce r t a d a

Page 192: Introducción a la sociología

182 LAS FORMAS SOCIALES

en lo q u e se r efier e a este t em a. G u s t a v Sch m o lle r se h a ocu p a d o

ta m b ién d e l p r ob lem a d esd e e l p u n to d e vis ta d e la E co n o m ía

P o lít ica en su G r u n d r is s d er a llg em e in e n V o lk s w ir t s ch a f t s le h r e

(E lem en tos de econ o m ía n a cion a l ge n e r a l) , exp lica n d o , t a l vez

d e u n m od o d em a sia d o u n ila te r a l, la d ivis ión d e clases y e s t a ­

m en tos p o r la d ivis ión d el t r a b a jo . F in a lm en t e , es de in ter és e l

t r a b a jo de D u p r a t en el J a h r b u ch f ü r S o z io lo g ie (An a le s de

s o cio lo g ía ) , t . i, d on d e se r e fu t a la exis ten cia d e u n a d ivis ión

r igu r osa de clases en la so cied a d m od er n a .

U n im p o r t a n t e gr u p o socia l es e l fo r m a d o p or los p a r t id os

p o lít icos , q u e son a socia cion es d e p er son a s con las m ism as o p i­

n ion es en cu a n to a u n a o r ga n iza ció n d eseab le d el es ta d o y la

socied a d , y q u e t ien d en a r ea liza r estas id eas , p a r a lo cu a l d esean

ocu p a r e l p od er d el es ta d o , o a l m en os e je r ce r cie r t a in flu en cia

sobre él. N o se t r a ta en e l caso de los p a r t id os , d e u n a fo r m a ­

ción r igu r osa m e n te cer r a d a ; en e lla existe m ás b ien u n a flu c ­

tu a ción . E n gen er a l só lo h a y or ga n iza ció n en la d ir ección su p e ­

r io r d el p a r t id o . E n la An t igü e d a d y en la E d a d M e d ia en co n t r a ­

m os p ocos e jem p los d e es ta ca t ego r ía de gr u p os . P od r ía m os se­

ñ a la r en la H é la d e y en R om a la op osición en t r e e l p a r t id o d e ­

m ocr á t ico y e l a r is to cr á t ico y, en las ciu d a d es it a lia n a s de la

E d a d M e d ia , la lu ch a en t r e gü e lfo s y gib elin os . P e r o sólo en el

E s t a d o m od er n o flo r ecen los p a r t id os p o lít icos . La s d ife r e n ­

cias fu n d a m en t a le s en t r e e llo s son las q u e existen en t r e las t en ­

d en cia s co n ser va d or a , lib er a l, d em ocr á t ica y socia lis t a . Se h a n

d e sa r r o lla d o ta m b ién p a r t id os b asad os en u n a con cep ción igu a l

d el m u n d o, com o el p a r t id o ca t ó lico , p or e je m p lo . N o es r a r o el

caso d e q u e exista u n a r e la ción in ter n a en t r e u n a clase y u n

p a r t id o p o lít ico , com o vem os esp ecia lm en te en e l caso de la so-

cia l-d em ocr a cia .

M a x W e b e r m a n ifie s t a lo s igu ien te sob re los p a r t id os: La

ten d en cia d e éstos a p a r ece o r ien t a d a h a cia e l p o d e r socia l; su

ob je t o es la r ea liza ción de u n p r ogr a m a co n fin es id eales o m a ­

ter ia les ; m u ch a s veces se t r a ta t a n sólo d e con segu ir p u estos

p a r a los d ir igen tes de estos p a r t id os y p a r a a lgu n o s p a r t id a r io s

su yos. Ap a r t e de M a x W e b e r , R. M ich e ls se h a ocu p a d o de

Page 193: Introducción a la sociología

ESTAM EN TOS , CLASES , PARTIDOS i8 3

m od o esp ecia l d e la so cio lo gía de los p a r t id os . U n r esum en im ­

p or ta n te sobre e l d esa r r o llo d e los p a r t id os es tá con ten id o en

el lib r o d e P . R . R o h d en : D e m o k r a t ie u n d P a r t e i (D e m o cr a ­

cia y p a r t id o ) , 19 3 2 . E n é l se m u es t r a la d ife r en cia existen te

en t r e los p a r t id os d e E u r o p a y los d e E st a d os U n id o s . Rh o-

d en señ a la el fen óm en o de la exis ten cia d e u n p a r t id o ú n ico ,

com o su ced e en I t a lia y R u sia . D esd e en ton ces, en Ale m a n ia

se h a d a d o ta m b ién , con la d om in a ción d el n a cion a l-socia lism o,

la id en t ifica ció n a lu d id a de es ta d o y p a r t id o . E n a lgu n os p a íses

p eq u eñ os se h a r ea liza d o igu a lm en t e es ta id ea , a u n q u e con a lg u ­

n as d ifer en cia s .

Page 194: Introducción a la sociología
Page 195: Introducción a la sociología

CA PITULO VII

SOCIOLOGIA DEL ESTADO

i . C o n c e p t o e h is to r ia

E l o b je t o d e este ca p ít u lo es la in ves t iga ció n d el es ta d o co­

m o fen óm en o so cia l con cr eto . P u ed e es tu d iá r se le , n a tu r a lm en ­

te, d esd e o t r os p u n tos d e vis t a : com o id ea l é t ico o p o lít ico , o

com o r ep r esen ta ción d el o r d en ju r íd ico . E n e l ú lt im o caso se h a ­

b la d e u n a d oct r in a n o r m a t iva d el es t a d o , q u e lo d e fin e com o

u n or d en d el d eb er ser . A veces los r ep r esen ta n tes de la cien cia

ju r íd ica solo h a n a d m it id o este m od o d e con s id e r a r lo ; p er o, en

gen er a l, se h a r eco n ocid o la p a r cia lid a d d e sem eja n te p r e ten ­

sión . D e l m ism o m od o, ten em os q u e sep a r a r p o r co m p leto la

filo s o fía d el es ta d o , es d ecir , la t eor ía sobre la id ea d el es tad o,

d e la in ves t iga ción d el e s t a d o com o r ea lid a d socia l. L a p o lít ica

p r op ia m en te d ich a , o sea la t e cn o lo gía d el es ta d o , p er ten ece a s i­

m ism o a o t r o t er r en o cie n t ífico .

T o d a s estas obser va cion es p r elim in a r es se d ed u cen d e la

esen cia de la So cio lo g ía p u r a segú n se la ca r ecter izó en la I n t r o ­

d u cción d e es ta ob r a . S i lo h em os r ep et id o es p or q u e q u izá s no

exis ta o t r o t em a en e l q u e sea m ás fr e cu en te e l d esb or d a m ien to

d e los p r op ios lím ites q u e en la t eo r ía socio lógica d el es tad o.

Se p u ed e p r egu n ta r , a d em ás, p or q u é n o se le es tu d ió ju n t a ­

m en te con los o t r os gr u p os a l t r a ta r de la t e or ía gen e r a l de las

es t r u ct u r a s . L a ca u sa es q u e e l es ta d o se d is t in gu e p o r esen cia

d e tod a s las d em ás a gr u p a cion es , com o se exp resa en la a n t ít es is,

13

f

Page 196: Introducción a la sociología

j 86 SOCIOLOGÍA D EL ESTADO

con fr ecu en cia m a l en te n d id a , d e E s t a d o y S o cie d a d . E l o b je t o

de la so cio lo gía d e l es ta d o es, p r ecisa m en te , d escr ib ir esa p a r t i­

cu la r id a d , qu e en m a n er a a lgu n a es u n a in ven ción d e la ép oca

m od er n a , com o ocu r r e en o tr a s r am as d e la So cio lo gía . Los so­

fis ta s gr iego s son sin d u d a los p r im er os q u e se ocu p a r o n en

ello : es tu d ia r o n los d ife r en te s es ta d os d e las ciu d a d es h elen as y

su s bases socia les. E s con o cid a la fr a se d e T r a s ím a co , segú n la

cu a l la con s t itu ción d el es ta d o cor resp on d e a los in ter eses de los

d iver sos d et en ta d or es d el d om in io . P e r o d e igu a l m od o en las

ob r as d e los dos gr a n d es p en sad or es P la t ó n y Ar is tó te le s se e n ­

cu en t r a n ya , a l la d o d e con sid er acion es p r ed o m in a n tem en te é t i­

cas y p o lít ica s , o tr a s m u ch a s p a r a u n a so cio lo gía d el es ta d o .

Señ a la r em os n u est r a G r ie ch is ch e S o z io lo g ie (So cio lo gía gr iega )

p or lo qu e toca a esos filó so fo s .

La s teor ías m ed ieva les sobre e l es ta d o o fr e cen p oco m a ter ia l,

cas i siem p r e r e la cion a d o con el qu e p r o p o r cio n ó Ar is tó te le s y lo

co n st itu yen , sobre tod o , con sid er acion es é t ica s y r e ligiosa s. E n

e l d er ech o n a tu r a l, ya secu la r iza d o , q u e se d esa r r o lla a p a r t ir

d el s iglo xvr , t a m p oco son fr ecu en t es las id eas so cio lógica s , p u es

d om in a sobre tod o la exp lica ción ju r íd ica d e l es ta d o , a u n q u e n o

son r a r os los casos en q u e se ocu lta n , b a jo la a p a r ien cia d e t a les

con st r u ccion es ju r íd ica s , con cep tos socio lógicos . E xis ten in clu so

a lgu n a s excep cion es d en t r o de la escu ela d el d er ech o n a tu r a l,

¿orno, p o r e jem p lo , en H o b b es y Sp in o za , q u e m a n ifie s t a n p u n ­

tos d e vis ta d ecid id a m en te socio lógicos en la d escr ip ción y ex­

p lica ción d e la sob er a n ía d el es tad o. Sp in o za , sobre tod o , es tu ­

d ia los d ifer en t es m ot ivos de la ob ed ien cia a l p od er d el es tad o,

señ a la n d o sus lím ites e fe ct ivos . P e r o su r ge p r o n to , en esp ecia l

en I n gla t e r r a , u n a op osición a l d er ech o n a tu r a l d om in a n te , in i­

ciá n d ose en ton ces e l es t u d io p u r a m en te so cio ló gico de las in s t i­

tu cion es socia les, com o lo h a señ a la d o So m b a r t . La s escu elas

h is tó r ica y r o m á n t ica fu e r o n las q u e en Ale m a n ia t r a ta r o n de

d escr ib ir y exp lica r el es ta d o com o r ea lid a d h is tó r ica . E l lib r o de

Ad a m M ü lle r , E le m e n t o s d e p o lí t ica , 18 0 9 , fu é d e la m a yor in ­

flu e n cia d en t r o d e esa cor r ien te . D e fin ió e l es ta d o com o "la

u n ión en u n tod o gr a n d e , en ér gico , in fin it a m en te m ovib le y v i­

Page 197: Introducción a la sociología

< ONCM'TO li HISTORIA 18 7

vo y, al m ism o t iem p o, com o u n a a lia n za d e las gen er a cion es

p in (‘d r n tcs con las q u e s igu en y v ice v er sa . N o es el es ta d o u n a

í o r in a in m óvil, m u er ta ; t a m p o co u n a m a q u in a r ia co n s t r u id a

p or -iiii < icio, q u e n ecesit a d el em p u je e x t e r io r , s in o u n o r g a n is ­

m o vivo m ovid o p o r s í m ism o” . H e g e l p r esen ta u n a id ea d el

m ia d o p a r ecid a , excep t o q u e en e lla se a cu sa m ás e l fo n d o me*

u lí.s ico , ya q u e lo con sid er a com o es p ír it u o b je t iv o y en ca r n a -

ción d e la id ea m or a l. M a s H e ge l t ien e en cu en ta t a m b ién la

con cep ción r ea lis t a d el p od e r de es ta d o , t a l com o se m a n ifie s t a

r t i sus r e la cion es exter ior es . P o r o t r a p a r t e , fu é e l p r im er fi ló ­

so fo q u e p u so la "s o cie d a d civil” a l la d o d el es tad o. E n ese sen ­

t id o e je r ció u n a gr a n in flu e n cia en la d o ct r in a d e K a r l M a r x ,

d e la q u e lu ego h a b la r em os m á s d et en id a m en te . Ah o r a n os p e r ­

m it ir em os a lgu n a s ob serva cion es sobre la p osición de los cr ea ­

d ores d e la S o cio lo g ía m od er n a fr en te a l fen óm en o d el es t a d o .

Co m te , p r o p ia m en t e , h a b la p o co d e é l. T o d o su in terés se

con cen t r a en la evo lu ció n d e la cu lt u r a h u m a n a y en la o r ga n i­

za ción fu t u r a de la socied a d . Co m o sien te la vo ca ció n d el r e fo r ­

m a d or , el e s t a d o a ct u a l n o es p a r a é l s in o ob je t o d e cr ít ica .

Sp en ce r , en ca m b io , se ocu p ó con in sis ten cia de é l, a u n q u e

d e u n m od o a lgo co n t r a d icto r io . Y a q u e em p lea a n a lo gía s b io ­

ló gica s p a r a la exp lica ció n de la socied a d , co n sid er a e l es ta d o ,

o e l gob ier n o , com o s is tem a n er vioso d el cu er p o socia l, o r e gu ­

la d o r d e l m o vim ien to d e la socied ad . P o d r ía p a r ecer , p u es , se­

gú n és to, q u e p a r a Sp en ce r e l es ta d o o cu p a e l cen t r o de la vid a

socia l. M a s esta s op in ion es p o lít ica s n o es t á n de a cu er d o con su

t eo r ía o r gá n ica : p or ser in d ivid u a lis ta en ext rem o, con ced e a l

e s ta d o u n ca m p o d e a ct ivid a d m u y lim it a d o . P a r a él la t a r ea

ú n ica de éste es ga r a n t iza r la se gu r id a d p ú b lica , m as n o p er se­

gu ir fin es cu lt u r a le s ; h a b r ía in clu so q u e r e leva r lo d e la o r ga n i­

za ció n d e la sa n id a d p ú b lica y la ed u ca ción de la ju ve n t u d . N o

es n ecesar io in s is t ir en la evid e n cia de q u e las id eas de Sp en ce r

su p on en en este caso u n a teor ía p o lít ica y n o u n a d escr ip ción

d el es ta d o r ea l. E n su lib r o E l h o m b r e co n t r a e l e s t a d o t r a tó en

va n o d e a r m on iza r su p u n to d e vis ta lib er a l con su t eor ía o r gá ­

n ica , e jem p lo éste m u y cla r o d el p r ed om in io de las con viccion es

Page 198: Introducción a la sociología

i88 SOCIOLOGÍA D EL ESTADO

p o lít ica s y é t ica s sobre la d escr ip ción o b je t iva d e la r ea lid a d .

Se p u ed e co n sid er a r com o teor ía so cio ló gica d el esta d o la d is­

t in ció n q u e h ace Sp en ce r en t r e e l t ip o m ilit a r y el t ip o in d u s ­

t r ia l, sin q u e d e je d e h a b er en e lla u n a cie r t a va lo r a ció n . E l t o ­

m o d e los P r in c ip io s d e s o cio lo g ía d e d ica d o esp ecia lm en te a l

es ta d o ( P o lit ic a l I n s t i t u t io n s ) , o fr e ce t a n só lo m a ter ia l e t n o gr á ­

fico .

L a in flu en cia de Sp en ce r fu é d ecis iva , a l p r in cip io , en la

lit e r a tu r a socio lógica n or tea m er ica n a , in clu so en lo q u e se r e fie ­

re a la con cep ción d e l es ta d o , qu e, p o r e llo , a d q u ir ió u n ca r á c­

ter p r ep o n d er a n te in d ivid u a lis ta . P e r o m á s t a r d e , d eb id o en p a r ­

te a la in flu en cia d e los sociólogos a u s t r ía cos G u m p lo w icz y

R a tzen h o fe r , tom ó en cu en ta la im p or ta n cia d el d esa r r o llo d e

las cla ses socia les. E l soció logo a m er ica n o Lest e r F . W a r d t r a ta

in clu so d e d em ost r a r q u e la evo lu ción d e l es ta d o h a de co n d u cir

p o r fu e r za a l co lect ivism o. Ap o ya es ta t e o r ía en el p r in cip io

sp en cer ia n o d e la in t egr a ció n cr ecien te d e la socied ad . P a r a

W a r d , p o r lo t a n t o , se d ed u cen d e su m ism a esen cia , las in te r ­

ven cion es , ta n a b or r ecid a s p or Sp en ce r , d el es ta d o en la vid a

econ óm ica y cu ltu r a l. U n a p osición n eu t r a es la d e F . H . G id ­

d in gs, q u ien en su con ocid o lib r o P r in c ip io s d e s o cio lo g ía d es ta ­

ca los fu n d a m en to s p sico lógico s d el es ta d o . G id d in gs esp er a

q u e e l co n t in u o cr ecer d e l sen t im ien to d e la p er ten en cia r ecí­

p r oca m ejor e la é t ica d el es ta d o . U n lib r o m ás r ecien te d el m is­

m o a u t or , T h e R e s p o n s ib le S t a t e , 19 19 , es u n a p o lít ica en co n ­

t r a d e la p r e ten d id a t eo r ía t eu t ó n ica d e l e s t a d o , qu e n o h a d e

tom ar se en cu en ta d esd e e l p u n to d e vis ta cie n t ífico . U n b u en

r esu m en de la lit e r a tu r a sobre e l p r o b lem a qu e n os ocu p a es e l

q u e n os o fr ece e l lib r o d e H . E . Ba r n es T e o r ía d e l e s t a d o y s o ­

c io lo g ía , a u n q u e el a u t o r h a con ced id o a la t e o r ía d el es ta d o las

p r op or cion es d e u n a co n cep ción excesiva t r a ta n d o p r ob lem a s p u ­

r a m en te p o lít ico s com o son las t eor ías sob re e l va lo r d e las d ife ­

ren tes for m a s d el es t a d o , sobre la a m p lit u d de sus a ct ivid a d es ,

sob re la s ve n ta ja s d e la cen t r a liza ció n y o t r a s ; t em as tod os q u e

n a d a t ien en qu e ver con la so cio lo gía d e l es ta d o p r op ia m en te

d ich a .

Page 199: Introducción a la sociología

I A TEORÍA ORGÁN ICA 1 8 9

z . L a t eo r ía o r g á n ica d e l e s t a d o

E st a t eor ía t ien e u n p a sa d o h is t ó r ico m u y la r go y n o se la

h a liq u id a d o a ú n com o se h a a fir m a d o a veces. Los gr iegos d ie ­

ron las p r im era s id ea s sob re e lla . La s de P la t ó n y Ar is t ó t e le s ,

sobre tod o , tu vie r o n r ep ercu sion es m u y d u r a d er a s . L a fa m osa

I rase de P la t ó n de q u e e l es ta d o es com o u n h om b re en gr a n d e ,

n o d ebe en ten d er se en e l sen t id o d e u n or ga n ism o b io ló gico .

M á s b ien p a r ece , se gú n se d ed u ce d e n u m er osos escr itos en los

qu e a lu d e a la s im ilitu d en t r e a m b os, q u e p r e ten d ía es ta b lecer

u n p a r a le lo p s ico ló gico . R ecor d em os q u e d ice: "M e p a r ece qu e

existen t a n t a s fo r m a s de a lm a s com o d ife r en te s co n st itu cion es

d el e s ta d o ” . Ar is t ó t e le s , en cam b io, p a rece in clin a r se m ás a u n a

con cep ción b io ló gica . V e la a n a lo g ía en e l h ech o de q u e el

es ta d o , lo m ism o q u e e l cu er p o h u m a n o o a n im a l, p osee ó r ga ­

nos y fu n cio n es q u e h a cen p osib le la vid a d e la t o t a lid a d . I n ­

clu so lle ga a a fir m a r q u e los es ta d os, lo m ism o q u e los a n im a ­

les, se com p on en de d ife r en te s p a r tes , u n a d e las cu a les t ien e

p or fu n ció n p r op o r cio n a r a lim en tos , o t r a la de d efen d er se co n ­

t r a los en em igos exter io r es . A s í vem os q u e q u e d a es ta b lecid o el

m od elo p a r a la so cio lo gía b io ló gica m od er n a .

H em os d e s it u a r en la E d a d M e d ia la segu n d a ép o ca d e la

t eo r ía o r gá n ica d e l e s t a d o y d e la socied a d ; O t t o von G ie r k e n os

ofr ece u n a d escr ip ción d e t a lla d a de es ta ép oca . E n la ép oca d el

flo r ecim ien to d e l d er ech o n a tu r a l (s iglo s xvi a l x v u i) , la id ea

d el es ta d o com o or ga n ism o n o o cu p a e l p r im er lu ga r , p er o r esu ­

cit a en la p r im er a m it a d d el s iglo x ix , com o r ea cción co n t r a e l

d er ech o n a tu r a l r evo lu cion a r io , en la t e or ía d el es ta d o d e Ad a m

M ü lle r y en la filo s o fía a lem a n a id ea lis t a , en p a r t icu la r con la

d e Sch e llin g. L a te o r ía o r gá n ica a d q u ie r e n u eva fo r m a en la

segu n d a m ita d d el s iglo x ix , d eb id o a los p r ogr esos de la B io ­

logía , con los s istem a s socio lógicos d e Sp en cer , S c h a ffle , Lilien -

fe ld y W o r m s , a u t or es d e los qu e ya n os h em os ocu p a d o en e l

ca p ít u lo r efe r en t e a la h is to r ia d e la So cio lo gía .

E st a t eo r ía n o es tá en a u ge en la ép o ca p r esen te . Alg u n o s

Page 200: Introducción a la sociología

SOCIOLOGÍA D EL ESTADO

»!<• los cit a d os in vest iga d o r es , in clu so h a n su a viza d o d esp u és, en

gr a d o con sid er ab le , su so cio lo gía o r gá n ica . P er o h em os d e r e i­

t er a r q u e los r ep r esen ta n tes de es ta t e o r ía n o ta n to con cib en

a l es ta d o com o or ga n ism o b io ló gico , cu a n to a la socied a d . N o

tod a s las ob jecion es in voca d a s co n t r a la segu n d a , son vá lid a s

d e a p lica r se a i p r im er o . P a r ece im p osib le es ta b lecer u n a a n a ­

lo gía en t r e u n ser vivo y la socied a d , p or q u e en és ta fa lt a n lí ­

m ites p r ecisos y u n a o r ga n iza ció n u n ita r ia ; p er o esas d os lim i­

ta cion es n o r igen p a r a e l es tad o. D e a h í q u e n o sea ext r a ñ o q u e

la t e or ía o r gá n ica h a ya en co n t r a d o n u evo s d efen sor es en n u es­

t r a ép oca , si b ien m o d ificá n d o la d e m a n er a d e tom a r en cu en ta

d eb id a m en te , ju n t o a los fa cto r e s n a tu r a le s , los e lem en tos esp i­

r itu a les .

P r o n t o h ab la r em os d e los r ep r esen ta n tes d e esta t eo r ía o r ­

gá n ica m ás r ecien te , p er o an tes h em os d e a d ve r t ir q u e, en tod o

caso, la t en d en cia o r gá n ica h a t en id o e l m ér ito d e h a b er d est a ­

ca d o e l ca r á ct er r ea l d el es tad o, en op osición a u n a co n s t r u c­

ción p u r a m en te ju r íd ica y a la t eo r ía d e q u e se p u ed e exp lica r

éste com o u n s im p le p r o d u cto id eo ló gico . C la r o es qu e se p u e ­

d e lle ga r a con ceb ir lo com o r ea lid a d p o r u n ca m in o d ifer en te

a l d e su con cep ción com o or ga n ism o, es d ecir , p o r la t e or ía qu e

h em os lla m a d o en er gét ica . E n cu a n t o a los o r ga n icis t a s p r o p ia ­

m en te d ich os d e la ép oca p r esen te , e l m ás co n ocid o es, s in d u ­

d a , e l escr ito r su eco R u d o lf Kje lle n , a u t o r d el lib r o E l e s t a d o

co m o f o r m a d e v id a , d e l q u e cit a r em os a lgu n a s fr a ses ca r a c­

ter ís t ica s . "L o s es ta d os son r ea lid a d es o b je t iva s q u e r es id en fu e ­

r a d e los in d ivid u os y a l m ism o t iem p o d e n t r o d e e llos; p or eso

es tá n som et id os a l in flu jo d e las leyes fu n d a m en t a le s de la v i­

d a . D e sd e q u e P la t ó n , p o r vez p r im er a , con cib ió e l e s t a d o com o

fo r m a h u m a n a , n o h a d e ja d o n u n ca d e d iscu t ir se filo só fica m e n ­

te este p r ob lem a d el es ta d o com o p e r so n a lid a d . D e sd e q u e M e -

n en iu s Agr ip p a exp licó la fá b u la d el es tó m a go y los m iem b ros

d e l cu er p o , los es ta d is ta s p r á ct icos n o h a n a b a n d o n a d o la id ea

d e q u e el es ta d o es u n or ga n ism o. S i lo esen cia l d e éste es qu e

p u ed e d esa r r olla r se en la lu ch a p or la exis ten cia m ed ia n te su

p r op ia fu e r za in ter io r , p od em os d a r p o r t er m in a d a la d iscu sión

Page 201: Introducción a la sociología

LA TEOR ÍA ORGÁN ICA I 9 I

sob re la esen cia d e l es ta d o . E st a d o es u n a fo r m a d e vid a , su je ta

a la in flu e n cia d e las gr a n d es leyes q u e r igen la m ism a.”

Kje lle n d escr ib e d et a lla d a m en te e l E s t a d o b a jo la i n f lu e n ­

cia d e la s ley e s d e la v id a en su gén esis , d e sa r r o llo y m u er te . L la ­

m a a los d ife r en te s es tad os, en la m ed id a en q u e p od em os segu ir ­

los en la H is t o r ia y ya q u e n os m ovem os en r ea lid a d d e n t r o de

e llos, "seres d o ta d os d e sen sib ilid a d y d e r a zón .” L a con st r u cción

d e este a u t o r n o es m e ta fís ica , p u est o q u e es u n o d e los m ás

p r o fu n d o s con oced or es d el m u n d o r ea l d e los es ta d os, com o lo

d em u est r a su lib r o m á s d ivu lga d o : L a s g r a n d es p o t en cia s d e l

p r es en te , en e l q u e d escr ib e, d e u n a m a n er a e je m p la r , la vid a

d e l es ta d o en tod os su s d et a lles . K je lle n d is t in gu e en ca d a u n o

d e e llos cin co es fe r a s vit a les : 1. E l esp a cio ge o gr á fico ( R e ich ) ;

2 . E l es ta d o com o p u e b lo ; 3. E l e s t a d o com o u n id a d econ ó ­

m ica ; 4 . Co m o socied a d ; 5. Co m o r égim en . E xis te u n a u n id a d

en la fo r m a d e vid a a p esa r d e la d ife r en cia q u e existe en t r e estas

e sfer a s , ca d a u n a d e las cu a les cor r esp on d e a p a r tes esp ecia les

d e la p o lít ica , com o la geo p o lít ica , la d em op o lít ica , e tc. N u e s t r a

p r o p ia con cep ción d e la esen cia d el es ta d o , a la q u e a p ela Kje lle n

exp lícit a m en t e ( E l e s t a d o co m o f o r m a d e v id a , p p . 14 -3 7) , a u n ­

q u e p a r ecid a a la d e és te , evit a , s in em b a r go , p e r so n ifica r lo .

T a m b ié n G r a b o w s k y es p a r t id a r io de u n a teor ía o r gá n ica

(ve r su P o lí t ic a , 19 3 2 ) . Ace p t a la con cep ció n d e K je lle n d e la

fo r m a d e vid a , p er o d es ta ca , ju n t o a la esen cia n a tu r a l, los e le­

m en tos esp ir itu a les . Se gú n G r a b o w sk y, p a r a p od er exp lica r t a m ­

b ién su ca r á cte r d in á m ico , d eben tom ar se en cu en ta , a l igu a l

q u e la fo r m a fija , los d ifer en t es p rocesos vit a les . Cie r t o p a r e n ­

tesco con esta t e o r ía o r gá n ica m od er n a t ien e la d e W . Vo g e l

y su in ten to d e a p lica r a la exp lica ció n d e l es ta d o , la "t e o r ía de

la fo r m a o co n figu r a ció n ” su r gid a p r im er a m en te en las cien cia s

n a tu r a les (Ze it scH r ift fü r d ie Gesa m te St a a t s w is sen sch a ft ; R e ­

vis ta d e cien cia s p o lít ica s , t . 8 1) . Se gú n e lla , e l es ta d o es u n sis­

t em a de fu e r za s q u e se m a n t ien en en eq u ilib r io y se r e gu la r iza

a u tom á t ica m en te , y a l m ism o t iem p o es u n a o r ga n iza ció n d e es­

ta s fu e r za s . E l es ta d o car ece de los ca r a cter es de u n or ga n ism o

Page 202: Introducción a la sociología

192 SOCIOLOGÍA D EL ESTADO

evo lu cion a d o , de m a n er a que si q u erem os lla m a r lo or ga n ism o, la

s im ilitu d h a b r ía q u e es ta b lecer la con los p r im it ivos o in fer io r es .

3. L a t eo r ía d e la lu ch a d e cla ses

O cu p a en la h is t o r ia d e la so cio lo gía d el es tad o u n p u esto

t a n im p or ta n te q u e ju s t ifica u n es tu d io esp ecia l. E n cier to m o­

d o p u ed e h acer se r em on ta r h a sta Ka r l M a r x , a u n q u e en la su ya

e l p r im er p la n o lo ocu p a m ás b ien la cr ít ica d el es ta d o existen te

y los fin es p r á ct ico s y p o lít icos d e la socied a d socia lis t a . P o r es­

ta ca u sa es r ecom en d a b le p r esen ta r a n tes a l lector a los a u tor es

qu e h a n t r a ta d o teór ica m en te e l p r ob lem a d e la lu ch a d e clases

en e l es tad o. H em o s d e señ a la r , en p r im er lu ga r , a G u m p lo w icz,

q u ien la d esa r r o lló en sui lib r o sobre la lu ch a de r aza s ( 18 8 3 ) ,

y, m ás t a r d e , en su escr ito sobre la id ea so cio ló gica d el es tad o.

E ste — segú n él— es u n a in s t itu ción so cia l im p u esta p o r u n

gr u p o victor ioso d e h om b res a u n a es t irp e (S t a m m ) ven cid a ,

con e l ú n ico fin de r egu la r la d om in a ción y p reca ver se co n t r a

r eb elion es in ter n a s. As e gu r a t a m b ién q u e en t r e los gr u p os ven ­

ced or y ven cid o exist ier on d ifer en cia s é tn ica s in icia les ( lu ch a de

r a za s) q u e se t r a n s fo r m a r on d esp u és en clases socia les. L a d es­

igu a ld a d y el d om in io d e u n a clase sob re o t r a son , p o r t a n t o ,

d e la esen cia d el es ta d o , e l cu a l n o t ien e o t r o sen t id o qu e o r ga ­

n iza r este d om in io , h ech o en el qu e r es id e e l ca r á cte r e ter n o d el

esta d o . L a d o ct r in a qu e a cab a m os d e b o sq u e ja r se lla m a a sí

m ism a la ú n ica t eo r ía socio lógica cie n t ífica d el es tad o, a fir m a ­

ción q u e sin d u d a n o lo gr a r á en ga ñ a r n os a cer ca de su s d éb iles

fu n d a m en t os .

H em o s d e o b je ta r , en p r im er lu ga r , en cu a n t o a l m étod o ,

q u e n o d eben d er iva r se fo r zosa m en te con clu sion es fija s sobre la

esen cia d el es ta d o p a r t ien d o d e su gén esis le ja n a y segú n la vi­

sión q u e se t ien e d e esta gén esis. N o se p u ed e r ech a za r la p o sib i­

lid a d d e q u e e l es ta d o h a ya ca m b ia d o su ca r á cte r p r im it ivo (or ­

ga n iza ció n de u n gr u p o victor ioso de h o m b r e s ) . P o r lo d em á s,

n o se h a d a d o a ú n la d em ost r a ción em p ír ica d e que la t eor ía de

la d om in a ción p or las a rm as sea la ca u sa m ás fr ecu en t e de la

Page 203: Introducción a la sociología

TEORÍA DE LA LU CH A DE CLASES *93

gén esis d el e s t a d o o in clu so la ú n ica ca u sa . H is to r ia d o r e s em i­

n en tes com o O t t o H in t ze y p r eh is tor ia d or es m u y est im a d os co­

m o W ilh e lm Sch m id t h an r e fu t a d o esta t eor ía . Sea com o sea,

e l h ech o cier to es qu e la fo r m a ció n d e castas y cla ses obedece

con fr ecu en cia a o t r a s cau sas q u e la s d e la su m isión m ilit a r de

u n gr u p o . Co n d ificu lt a d p o d r ía exp lica r se así e l d om in io de la

ca st a s a ce r d o t a l; la d eca d en cia d el e s t a d o d e cam p esin os lib res

en Ale m a n ia n o t ien e t a m p oco n a d a q u e ver con la d om in a ción

d e u n gr u p o victor ioso .

Segu r a m en te p er ten ece a G u m p lo w icz y a su s p a r t id a r io s

e l m ér ito d e h a b er h ech o q u e se fija se la a t en ció n sobre las

con t r a d iccion es socia les existen tes d en t r o d e la to ta lid a d d e l es­

ta d o . P er o s in d u d a su er r or con siste en ign o r a r la so lid a r id a d

d e in tereses q u e existe, pese a tod a s la s con t r a d iccion es , en t r e el

p u eb lo u n ifica d o p or e l es t a d o; y en n o h a ber co n sid er a d o b a s­

ta n te esos fa cto r e s q u e, fr en te a las con t r a d iccion es d e cla se, ase­

gu r a n y p r o tege n tod a s las t a r eas d e a q u é l. P o r lo d em ás, G u m ­

p low icz se h a vis t o ob liga d o a r econ ocer en cier ta oca sión qu e

e l es ta d o e jer ce u n a fu n ció n n a t u r a l d e a segu r a d or d e la p a z y

d e fen so r d e tod os los in tereses d e los cír cu lo s y gr u p o s socia les

com p a t ib les co n su existen cia . S i es ta fu n ció n es r ea l, en ton ces

e l es ta d o es o t r a cosa q u e el d o m in io o r ga n iza d o d e las cla ses;

y n o co in cid e , p u es , con e l g r u p o d e h om b res victor io sos en la

lu ch a p o lít ica o econ óm ica , p or m u y gr a n d e q u e sea la in flu e n ­

cia q u e u n ta l g r u p o h a ya p o d id o e je r ce r sobre las a ccion es d el

es ta d o en u n t iem p o lim ita d o .

E n r e la ción con G u m p lo w icz, O p p en h e im er , en 1926 , d es­

a r r o lló con m u ch a er u d ición y a gu d e za en u n a ob r a vo lu m in o ­

sa q u e con s t itu ye a l m ism o t iem p o e l tom o segu n d o d e su S i s ­

t em a d e s o cio lo g ía , su t eor ía so cio ló gica d el es tad o. E n señ a que

la socied ad a n t er io r a la gén esis de éste n o m u est r a n in gú n d o ­

m in io d e cla ses: en e lla existe lib er ta d e igu a ld a d . E l e s t a d o h is­

tó r ico com ien za p o r la d om in a ción de u n gr u p o p o r o t r o ; los

p u eb los n óm a d a s o p ir a ta s en gen e r a l som eten a los p u eb los de

a gr icu lto r es , som et im ien to q u e t ien e gr a d o s d iversos d e e vo lu ­

ción , desd e la e scla vitu d p u r a h a st a la u n id a d je r á r q u ica . P er o

el es ta d o es siem p r e u n gr u p o es t r u ctu r a d o en clases, lo cu a l es

Page 204: Introducción a la sociología

«94 SOCIOLOGÍA D EL ESTADO

vá lid o en tod as su s fa ses y fo r m a s. U n a ve r d a d er a igu a ld a d en ­

tre los ciu d a d a n o s só lo p u ed e crearse si lle ga e l d ía en q u e d es­

a p a r ezca e l es ta d o h istó r ico d e clases p a r a ser su b s t itu id o p or

la lla m a d a c iu d a d a n ía lib r e. E st a visión d el fu t u r o , n a tu r a lm en ­

te, n o t ien e n a d a q u e ve r con u n a So cio lo g ía d el es tad o, p or lo

que n o in sist im os sobre e lla . M a s h a y q u e h a cer a la con cep ción

op p en h eim er ia n a d el es ta d o h istó r ico las m ism as ob jecion es qu e

se h a n in vo ca d o an tes en co n t r a d e la t e o r ía d e G u m p lo w icz.

In clu so si la con q u is ta y la su jeción d e u n gr u p o h a t en id o

com o con secu en cia m u ch a s veces la cr ea ción d el es ta d o , se p la n ­

tea a h o r a la cu est ión d e sab er q u é es lo q u e n os o b liga a li­

m ita r e l con cep to d el e s t a d o só lo a la a socia ción cr ea d a en esa

for m a . E s segu r o q u e ya es tá n o r ga n iza d o s los gr u p os qu e lu ­

ch a n en t r e s í; el solo h ech o de lleva r a ca b o u n a gu e r r a su p on e

u n a d om in a ción in ter n a . M a s si los a gr icu lt o r es a t a ca d os p or

p astor es, p o r e jem p lo , lo gr a n r ech a za r e l a t a q u e, n o n a ce r ía , se­

gú n Op p en h e im er , n in gú n estad o, ya q u e fa lt a r ía en ton ces la

d om in a ción d e clase. E s t a n o existe t a m p o co t r a t á n d o se d e la co ­

lon iza ción de u n p a ís in h a b ita d o ; a l h a cer la , p u es , n o d eb er ía

a p ar ecer es ta d o a lgu n o . N o s p a r ece q u e en es te p u n to top a m os

con u n a con cep ción a r b it r a r ia .

Ah o r a b ien , si se co n sid er a la d ivis ión en clases com o la ca ­

r a cte r ís t ica esen cia l d el es ta d o , r esu lta d u d o so qu e se h a ya de

r ed u cir siem p r e este fen óm en o a la gu e r r a y a la su jeción . T a m ­

b ién sin t a les a ctos de vio le n cia — O p p en h e im er los lla m a m ed ios

p o lít icos— se h a n fo r m a d o , segú n a fir m a n em in en tes h is to r ia ­

d or es e in ves t iga d or es d e la P r eh is t or ia , cla ses socia les p o r ca u ­

sas p u r a m en te econ óm ica s. P o r lo d em á s, in clu so en e l es ta d o

d el p r esen te , en el q u e se m a n ifie s t a n fu e r te s co n t r a d iccion es de

clases, se d em u est r a p or la existen cia d e u n a cla se m ed ia así com o

de u n a cla se b u r o cr á t ica , q u e la r e a lid a d es m u ch o m ás com ­

p le t a q u e lo q u e exp resa la fó r m u la de cla se exp lo ta d o r a y clase

exp lo ta d a .

Au n q u e en la ob r a de M a r x y E n ge ls la d escr ip ción d el es­

ta d o r ea l existen te a p ar ece m ás b ien con e l fin d e h a ce r su cr í­

t ica , a e llos d ebe con sid er á r seles com o los ver d a d er os crea d ores

de la t eor ía d e la lu ch a de clases p r op ia m en te , d e la cu a l p r o ­

Page 205: Introducción a la sociología

TEOR ÍA DE LA LU CH A DE CLASES r95

vien e el m o vim ien to so cia lis t a r evo lu cio n a r io q u e h a d e co n d u cir

a l d om in io d el p r o le ta r ia d o y a la co n s t itu ción de la socied a d

s in clases . N o se t r a ta , p u es , esen cia lm en te d e u n a teor ía socio­

ló gica , s in o p o lít ica . Y p or t a n t o , com o ta l, n o la h em os de

t en er en cu e n ta en n u es t r a exp osición . M a s en la m ed id a en que

p r e ten d e ser d escr ip t iva , h em os d e señ a la r lo s igu ien te : L a teor ía

m a r xis t a d el es ta d o d ep en d e m u y d e ce r ca d e la co n cep ción eco­

n óm ica de la H is t o r ia , d e la q u e ya h em os h a b la d o en este lib r o ;

es to es, d e la a fir m a ció n d e q u e tod os los fen óm en os cu ltu r a le s

n o r e fle ja n s in o las con d icion es d e la p r o d u cció n econ óm ica .

E st e h ech o , segú n los m ar xis ta s , es vá lid o p r ecisa m en te p a r a e l es­

ta d o , m ien t r a s q u e, en lo qu e se r e fie r e a o tr os fen óm en o s cu l­

tu r a les , com o la r e lig ió n , e l a r te y la m or a l, se r econ oce u n a in ­

d ep en d en cia r e la t iva . L a p a r cia lid a d de es ta co n cep ción econ ó­

m ica de la H is t o r ia a p en a s n ecesit a h o y u n a r e fu ta ció n . T a n

só lo u n a n á lis is co m p leto de los fa cto r e s d e la cu lt u r a h u m a n a ,

en t r e ellos , sobre tod o , los d e r e lig ió n y n a ción , o fr ece r ía u n a im a ­

gen ver d a d er a d e la socied a d . J a m á s se p u ed e co n sid er a r e l es ta ­

d o com o m era fu n ció n d e la econ om ía .

S e gú n el fa m oso M a n i f ie s t o co m u n is t a , e l p a p e l d el es ta d o

m od er n o n o es s in o el d e u n com ité q u e a d m in is t r a los n egocios

com u n es d e tod a la clase b u r gu e sa , o sea u n a o r ga n iza ció n de

la cla se r ica , en con t r a de la cla se exp lo ta d a . D e sd e e l p u n to

d e vis ta socio lógico , h em os de d e t e r m in a r t a n só lo si es ta d es­

cr ip ción cor r esp on d e a la r ea lid a d , es d ecir , si e fect iva m en te el

ú n ico ob je to d el es ta d o es la exp lo ta ció n d el p r o le ta r ia d o d om i­

n a d o , lo q u e h em os de r ech a za r con d ecis ión . Ba s te con señ a la r

la p r o tección ju r íd ica gen e r a l y e l fo m e n t o d e la cu lt u r a d e los

q u e p a r t icip a n tod os los m iem b ros d e la com u n id a d d el es ta d o . Lo

m ism o p u ed e d ecir se d e la sa n id a d y d e las in s t itu cion es e d u ca ­

t iva s . L a p o lít ica socia l qu e existe en e l es ta d o m o d er n o t ien e

p o r ob je t o , p r ecisa m en te , p r es t a r u n a p r o tección m á xim a co n ­

t r a la exp lo ta ción . P e r o m ás gr a ve a ú n es e l er r or q u e com ete

esa t e o r ía socia lis t a d e ja n d o p or co m p leto fu e r a d e co n sid er a ­

ción e l ca r á cte r n a cio n a l d el es ta d o: la n a ción es tá p or en cim a

d e la co n t r a d icción d e la s clases econ óm ica s . E n la t e or ía m a r ­

xis ta d e ja d e con sid er ar se t a m b ién la r e la ción d el e s t a d o con el

Page 206: Introducción a la sociología

SOCIOLOGÍA DEL ESTADO

exter io r , q u e h ace r esa lt a r su ca r á ct er de u n id a d . P o r m u y

va lioso qu e h a ya s id o exa m in a r cr ít ica m en t e la s bases econ óm i­

cas d el es tad o, la d oct r in a m a r xis ta r e su lta , n o ob stan te , u n a

d escr ip ción u n ila te r a l e in co m p leta de la r ea lid a d , en la que

p r ep on d er a la t en d en cia p o lít ica . H em o s de d es ta ca r en t r e la li­

t er a tu r a sobre este t em a a H . Ke lsen , S o z ia lis m u s u n d S t a a t ( So ­

cia lism o y e s t a d o ) , y, p or o t r a p a r te , a M . Ad le r , a u t o r d e D ie

S t a a t s a u f f a s s u n g d es M a r x is m u s (La con cep ción m a r xis ta d el

e s t a d o ) , 1922 .

4. L a s o cio lo g ía d e l e s t a d o d e M a x W e b e r

Fr en te a la t eo r ía d e la lu ch a d e cla ses q u e a ca b a m os de

d escr ib ir , a p ar ece la so cio lo gía d el es ta d o d e M a x W e b e r li­

b re de tod a t en d en cia p o lít ica . Se e s fu e r za é l en d escu br ir , a p o ­

yá n d ose en u n a a m p lia base h is tó r ica , e l ca r á cte r socia l d e las

a socia cion es p o lít ica s s in d e ja r d e con sid er a r las in flu en cia s eco­

n óm ica s. E l p u n to d e p a r t id a d e W e b e r es, sin em b a r go , d is­

cu t ib le ; lo for m u ló d e la m an er a s igu ien te en u n en sa yo sobre la

o b je t ivid a d d el co n ocim ien to cien t ífico-socia l, en el a ñ o 190 4:

"S i n os p r egu n ta m os q u é es lo qu e cor r esp on d e, en la r ea lid a d

em p ír ica , a la id ea d el es t a d o , en con t r a m os u n a in fin id a d de

a ccion es y to ler a n cia s h u m a n a s d ifu sa s sosten id a s p o r u n a id ea ,

q u e es la creen cia en u n ord en de d om in a ción vá lid o de u n os

h om b res sobre o tr os . L a con cep ción cie n t ífica d el es ta d o n o es

sin o u n a s ín tes is q u e h acem os p a r a fin es d eter m in a d os de co n o­

cim ien to, o sea u n a a b st r a cció n h ech a d e las s ín tes is oscu r a s que

en con t r a m os en la ca b eza de los h om b res h istó r icos .”

E st a in ter p r e ta ción d el con cep to d e es ta d o , in flu e n cia d a evi­

d en tem en te p or u n a p osición filo s ó fica , n o tom a en co n sid er a ­

ción e l ca r á cter de r ea lid a d de a q u él. S i t en em os en cu en ta que

en la h is to r ia u n iver sa l a b u n d a n los efecto s p r od u cid os h a cia

fu e r a y h a cia d en t r o p or la u n ión en es tad os de los h om b res,

r esu lta ir r e fu ta b le la id ea d e qu e n o se t r a t a t a n sólo de op e r a ­

cion es m en ta les , s in o d e u n fen óm en o q u e p er ten ece a l m u n d o

d el ser . E st a id ea la señ a lé ya en m i es tu d io d e 19 12 : B e g r i f f

Page 207: Introducción a la sociología

TEOR ÍA DE MAX WEBER 19 7

u n d W e s e n d e s S t a a t e s , (Co n ce p t o y esen cia d el e s t a d o ) , en

con t r a de W e b e r , t r a ta n d o de d escr ib ir la esen cia d el es ta d o

com o u n a con cen t r a ció n de fu e r za s , com o u n a u n id a d d e a cción ,

lis t a m ism a p os ición la m a n tu ve m ás t a r d e en m i en sa yo D ie

cn cr g e t is ch e S t a a t s le h r e ( La t eor ía en e r gé t ica d el e s t a d o ) , 19 3 1,

fr en te a la g r a n ob r a d e W e b e r d e 1922 , W ir t s c h a f t u n d G e s e lls ­

ch a f t .

P er o en es ta ú lt im a ob r a se h a cen , sin em b a r go , a lgu n a s im ­

p o r ta n tes con cesion es a la id ea d e la r ea lid a d com o, en p r im er

lu ga r , e l con cep to in t r od u cid o p or W e b e r de la ch a n ce . P o r éste

en t ien d e la p r ob a b ilid a d , m a yor o m en or , d e qu e su ced a u n a

a r ció n con a r r eglo a u n "s en t id o ” . Ap lica n d o esta id ea a l es­

ta d o , d ice: " U n est a d o d e ja d e exis t ir so cio ló gica m en te en el

m om en to en q u e d esa p ar ece la ch a n ce d e qu e se d esa r r o llen

cier ta s clases d e a ccion es socia les. P o r e llo se a d m ite q u e e l es­

ta d o n o es t a n só lo u n a m era s ín tes is d e r ep r esen ta cion es o de

in te r p r e ta ción d el sen t id o , ya q u e la d eter m in a ción d e la p r o b a ­

b ilid a d segú n la cu a l p u ed en su ced er cier ta s a ccion es , es p osib le

ú n icam en te a base d e e lem en tos ob je t ivo s .” L a ca u sa p r in cip a l se

en cu en t r a , segú n n u est r a op in ión , en la exis ten cia d e u n fen ó m e­

n o d ete r m in a d o de fu e r za socia l, p er o W e b e r n o p r e ten d e ir t a n

le jos; p a r a él los fen óm en os de la co lect ivid a d , in clu so e l es ta ­

d o , n o son s in o co n figu r a cio n es de sen t id o .

U n a p a r te im p or ta n te de su s in ves t iga cio n es sobre la socio­

lo gía d el es ta d o la d ed icó W e b e r a las bases p s ico ló gica s d e la

d om in a ción . P o r m u ch o qu e t r a te d e e lu d ir la in flu e n cia d e u n a

So cio lo g ía d e t en d en cia p s ico ló gica , las con exion es d e m ot ivos

d esem p eñ a n u n p a p el im p o r ta n te en su in ves t iga ció n . ¿ C u á l es

el es ta d o d e con cien cia base d e las d ife r e n te s fo r m a s de d om i­

n a ció n ? D e este m od o p a rece h ab er se p r esen ta d o e l p r o b lem a

q u e W e b e r p r e ten d e so lu cion a r con la con ocid a d is t in ción en ­

t re la su b or d in a ció n r a cio n a l con a r r eglo a va lor es , la t r a d icio ­

n a l y la ca r ism á t ica . P o r su b o r d in a ció n r a cio n a l con a r r e glo a

va lor es en t ien d e W e b e r la cr een cia en la le git im id a d de u n or ­

d en ju r íd ico ; p or la t r a d icio n a l, la cr een cia en e l d er ech o d e la

a u t o r id a d t r a d icio n a l; y p or ú lt im o , con la su b or d in a ció n ca r is-

v iá t ica in d ica la d evoción a un ca u d illo q u e se h a d es ta ca d o p or

Page 208: Introducción a la sociología

198 SOCIOLOGÍA D EL ESTADO

m ila gr o s o a ccion es h ero ica s. E st a d is t in ción en cier r a s in d u d a

u n a in ter esa n te ob ser va ción p s ico ló gica d e la qu e h a b la r em os

m ás t a r d e ; p ero h em os señ a la d o de n u evo q u e e lla n o a b a r ca

e l a sp ecto exter io r d el es ta d o , es d ecir , su ca r á cte r m o r fo ló gico .

P o r lo d em á s, W e b e r d e fin e d e u n m od o excelen te las ca ­

r a cte r ís t ica s de las co m u n id a d es p o lít ica s : t ien en la p a r t icu la r i­

d a d — d ice— de q u e en e lla s se im p on en cier ta s ob liga cion es a

los d ifer en te s p a r t icip a n tes , los cu a les cu m p len ta n só lo p or q u e

sab en q u e t ra s esas p r e ten sion es existe la ch a n ce d e u n a co a cción

fís ica . L a com u n id a d p o lít ica m o n op oliza la a p lica ció n le g ít i­

m a d e la fu e r za p a r a su a p a r a to coa ct ivo . W e b e r su b r a ya los

r a sgos com u n es q u e t ien en tod os los gr u p os socia les; a q u í, ju s ­

ta m en te , d esta ca la p a r t icu la r id a d d el es ta d o . E n la so cio lo gía

esp ecia l d e éste, t a l com o W e b e r la d escr ib e for m id a b lem en t e

en los ca p ít u lo s r e la t ivos a la b u r o cr a cia , p a t r im on ia lism o , fe u ­

d a lism o, e tc., n o t ien e im p or ta n cia d ecis iva su p r in cip io m eto­

d o ló gico fu n d a m en t a l d e la com p r en sión , d e la in ter p r e ta ció n

d el sen t id o d e las a ccion es h u m a n a s. M á s b ien se t r a ta d e u n

m a t er ia l h is tór ico in m en so r e fer en t e t a n t o a O r ie n te com o a

O ccid en te , con el q u e se p r e ten d e m ost r a r cier ta s con exion es

ca u sa les exter n a s; d ife r en cia s é tn icas , ca r a cter ís t ica s d el su elo,

e scla vitu d , m ilit a r ism o, com er cio , t r á fico m a r ít im o; en su m a ,

fen óm en os ob je t ivos de la vid a de los p u eb los , co n st it u yen la

base p a r a esta d escr ip ción d e los t ip os . Lo s fa cto r e s p síq u icos ,

t a les com o los sen t im ien tos d e p ied a d , h on or y so lid a r id a d , se

d est a ca n con in sisten cia ; p er o q u ed a n en se gu n d o p la n o fr en te

a la m u lt it u d de los fa cto r e s r eales. E l t ér m in o fin a l d e esta in ­

ves t iga ció n n o es t a n to la in ter p r e ta ción d e las a ccion es h u m an as

com o el d escu b r im ien to d e la e s t r u ctu r a so cia l d e d eterm in ad a s

ép ocas h is tór icas , lo gr a d o p o r u n a exp osición com p a r a t iva .

E n t r e los so ció logos a lem a n es con tem p or á n eos fu é von W ie s e r

q u ien d esa r r o lló u n a teor ía sobre e l es t a d o , sem eja n te a la de

W e b e r p or su a m p lio fu n d a m en t o h istó r ico , en su ob r a D a s

G c s e t z d er M a c h t (La ley d el p o d e r ) . Co m o eje d e su t e or ía se

en cu en t r a la id ea d e qu e la d om in a ción t ien e u n ca r á cte r in i­

cia l d e vio len cia , p er o d u r a n te e l cu r so d e la h is to r ia a d q u ie ­

Page 209: Introducción a la sociología

re ca d a vez m ás e l d e p u r a co n d u cción . W ie s e r ve la esen cia

de la con s t itu ció n d em ocr á t ica en la lla m a d a je fa t u r a en t r e igu a ­

les. P e r o n o se le esca p a n los vicio s y p eligr o s q u e o fr ece la fo r ­

m a d em ocr á t ica d el es ta d o , y d ed ica u n es t u d io p r o fu n d o a las

d icta d u r a s q u e h a n su r gid o a h o r a en a lgu n o s p aíses , sobre tod o

.11 fascism o y b o lch evism o. W ie s e r , lo m ism o q u e W e b e r , con -

<< d»‘ u n a a ten ción esp ecia l a los fu n d a m en t o s p síq u icos d e l es ta ­

d o, tom a n d o en co n sid er a ción las t eor ía s , p oco a cu sa d a s en

W e b e r , sobre la p s ico lo gía d e las m asa s. ( M á s d e ta lle s sob re las

teor ías d e W ie s e r se en cu en t r a n en m i escr ito Fr . W ie s e r a is S o -

z io lo g e , o b . c it . , 19 2 7) .

P er ten ece a este t em a ta m b ién la co n cep ción q u e d e l es ta d o

t ien en los h is t o r ia d o r es , a u n q u e e llos t r a te n en p r im er lu ga r d e la

in d ivid u a lid a d d e los es ta d os con cr etos . M a s n o p o r eso d e ja n

d e d es a r r o lla r t a m b ién a lgu n a s id ea s sobre d iver sos t ip o s d e es­

ta d o , com o el fe u d a l de la E d a d M e d ia o e l a b so lu to d e los si­

glo s xvn y xvm . A l es ta b lecer estos d ife r e n te s t ip os se a d vier te

el p a ren tesco co n la t eo r ía d el es ta d o d e M a x W e b e r ; p er o en

los h isto r ia d or es p r ep on d er a e l in ter és p or las r e la cion es en t re

d ife r en te s es ta d os. H a n es ta b lecid o e l a xio m a de q u e la p osición

exter io r d e u n es t a d o es d ecis iva p a r a su e s t r u ctu r a in ter n a . Co n

d ificu lt a d p u ed e n ega r se la ve r d a d d e es t a t eor ía . As im ism o , se

com p r en d e q u e e l es ta d o n o sea p a r a e l h is to r ia d or u n a sín tes is

m en ta l, com o M a x W e b e r a fir m ó e l p r im er o . Lo s h is to r ia d or es

con ced en p oca im p or ta n cia a la t eo r ía d e la lu ch a d e cla ses; m ás

q u e a la lu ch a , se la con ced en a la u n id a d exter io r . E n lo que

r esp ecta a este p u n to cit a r em os d os fr a ses d e R a n k e : "L a fo r m a

d el es ta d o es a q u e lla o r d en a ción d e la s fu e r za s q u e u n p u eb lo

op on e a las r ea ccion es exter ior es . N u n c a llega a exp resar se en

es ta o r d en a ción la r e la ción a b so lu t a d e la s fu er za s de los e le­

m en tos d el p u e b lo en t r e sí, s in o m á s b ien su r e la ción con res­

p ecto a l e fe ct o d e esas fu e r za s h a cia fu e r a ” . "Lo s es ta d os son

p o ten cia s , a co n t ecim ien tos d e la m á s a lt a r ea lid a d ; en la p o te n ­

cia a p ar ece , s in em b a r go , u n ser e sp ir it u a l, u n ge n io p r im it ivo

q u e d esa r r o lla su p r o p ia vid a ” ( P r e fa c io d el tom o ix de la H i s ­

tor ia u n iv e r s a l) .

Page 210: Introducción a la sociología

. o o SOCIOLOGÍA D EL ESTADO

j. l a t eo r ía en e r g é t ica d e l e s t a d o

D esp u és d e h a ber exp u esto las d ifer en te s t eor ía s so cio ló gi­

cas sobre e l es ta d o , o fr ece r em os a h or a u n b osq u e jo d e las ideas

fu n d a m en t a les sobre e l t em a que e l a u to r d e este lib r o exp resó

d esd e 19 12 en d ife r en te s t r a b a jos . H em o s d escr ito la es t r u ct u r a

exter io r d el es ta d o d e la s igu ien te m a n er a : E lla se b a sa en d os

elem en tos q u e se m ezcla n en t r e sí, e l e lem en to igu a lit a r io y e l de

d om in a ción , o d ich o d e o t r o m od o, e l de so lid a r id a d y e l d e a u ­

to r id a d , e l d e co m u n id a d y el de su b or d in a ció n . N o es p osib le

p r escin d ir de n in gu n o d e estos d os e lem en tos con s t r u ct ivos . M a s

en cu a n to a su fu e r za y a la fo r m a en q u e se r e la cion a n y en t r e­

cr u za n , vem os q u e en e l cu r so de la H is t o r ia se o fr ecen las m ás

d is t in ta s gr a d a cion es . E n e llo se b asa la m u lt it u d de fo r m a s de

la o r ga n iza ció n p o lít ica . L a An t igü e d a d , p o r e je m p lo , m u est r a ,

ju n t o a l d esp ot ism o o r ie n ta l en e l q u e a p ar ece d e sa r r o lla d o h a s­

ta el m ás a lt o gr a d o el p r in cip io d e d o m in a ció n , la r ep ú b lica

clá s ica en la que p r ep on d er a la e s t r u ctu r a igu a lit a r ia . S in em ­

b a r go , la co n st itu ción r om a n a , en e l im p er iu m d e l m a gis t r a d o ,

en cier r a u n e lem en to a u t o r it a r io , d el q u e n o se en cu en t r a p r ece­

d en te en la p o lis gr iega .

E s co n ocid o el p r in cip io co r p or a t ivo d el es ta d o en la E d a d

M e d ia . E s éste t a n m a r ca d o y la fa lt a d e u n a a u to r id a d u n ita ­

r ia t a n sen sib le, qu e a veces se h a d u d a d o d e q u e esta com u n i­

d a d sea u n es ta d o ve r d a d er o . E l a b so lu t ism o m od er n o con ced e

p len a p r ep on d er a n cia a la e s t r u ctu r a a u to r it a r ia d el es tad o, m ien ­

t r a s q u e e l m od er n o co n st itu cio n a lism o o fr ece de n u evo, y en el

m ás a lt o gr a d o , e l ca r á cte r igu a lit a r io q u e se m a n ifie s t a en las

in s t itu cion es d e la r ep r esen ta ción p o p u la r y la a u to n om ía a d m i­

n is t r a t iva . L a evolu ción ú lt im a m u est r a , sin em b a r go , e l cr eci­

m ien to d el p r in cip io a u to r it a r io o d e d om in a ción , segú n se m a ­

n ifie s ta en los es tad os fa scis ta , n a cion a l-socia lis t a o b o lch evi­

q u e. E st os d os p r in cip ios cr ea d or es d e la com u n id a d d el es ta d o

h a n s id o ya es tu d ia d os cien t ífica m en te , m as casi siem pre e l es­

tu d io se lim itó a u n a d escr ip ció n d e las fo r m a s exter ior es , s in in ­

ve s t iga r las cau sa s in ter n a s . E st a s son , en p r im er lu ga r — ju n t o

a las d el a m b ien te ge o gr á fico , é tn ica s e h is tó r ica s— , las qu e re-

Page 211: Introducción a la sociología

I A l MORÍA EN ERGÉTICA 201

Nulrn en la co n st it u ción p s íq u ica d e los h om b res r eu n id os en u n

r it a d o .

I a socia ción co r p o r a t iva se b a sa en la id ea d e la u n id a d , en

e l sen t im ien to de la s im p a t ía y en la t en d en cia a sa cr ifica r se

en b en e ficio d e la to ta lid a d . E l r a sgo de d om in a ción en e l es t a ­

d o se basa en las r ep resen tacion es d e su b or d in a ció n y su p r a o r ­

d in a ción ; o sea, p o r u n la d o , en e l sen t im ien to d e r espeto h a cia

las p er son a lid a d es d ir igen tes y en la vo lu n t a d d e obed ecer a las

a u to r id a d es r econ ocid a s; y p o r o t r o , en lo q u e se r efier e a los que

e je r cen la d om in a ción , vem os, ju n t o a la con cien cia d el p o d er , e l

sen t im ien to de la r esp on sa b ilid a d ; esto a l m en os en tod a com u ­

n id a d ver d a d er a . S e r ía in com p le ta la im a gen si n o tu viésem os

en cu en ta t a m b ién las cor r ien tes de op osición , en t r e las que

d esem p eñ a u n p a p e l im p o r t a n t e e l sen t im ien to de la lib er ta d

in d ivid u a l. Co m o m ot ivo p r in cip a l de u n a p s ico logía d el es ta d o

se en cu en t r a , n a tu r a lm en te , ese sen t im ien to q u e suele lla m a r se

p a t r io t ism o, con e l cu a l t ien e u n a r e la ción en t r a ñ a b le e l a m or

a la p r o p ia t ier r a q u e es, en cier to m od o, u n r e fle jo d el a m or a

tod o el t er r ito r io d el es tad o.

Ah o r a b ien , se t r a ta d e exp lica r la n a tu r a leza real d e l es ta d o

d e t a l m a n er a q u e p o r e lla se p u ed a n exp lica r tod a s las u n io ­

nes d e los h om b res en es ta d o q u e h a n su r gid o en el cu r so de

la H is to r ia . E ste fin vien e a logr a r se casi con e l con cep to d e en e r ­

g ía , en e l sen t id o en q u e la cien cia n a tu r a l m od ern a h a t r a b a ­

ja d o es ta id ea . D ich a con cep ción n o se h a lim it a d o a las fu e r za s

m ecá n ica s y q u ím ica s , s in o q u e h a en con t r a d o ya a p lica ción en

la b io lo gía con e l con cep to de fu e r za vit a l. Y n o h a y n in gú n

in con ven ien te en lla m a r en e r gía socia l a u n n u evo fen óm en o, o

sea a la ca u sa de tod os esos e fect o s que em a n a n de u n a r eu n ión

p ecu lia r d e en e r gía s b io lógica s .

N o cab e d u d a q u e el es ta d o es u n fen óm en o d e fu e r za cu yos

e lem en tos es tá n d a d o s en las en er gía s fís ica s y p síq u ica s d e los

in d ivid u os q u e le p er ten ecen , y q u e n o es la m era su m a d e e llas .

L a cir cu n st a n cia de q u e los com p on en tes d e es ta fu e r za to ta l se

en cu en t r en en ca m b io co n t in u o , m ien t r as qu e la fu e r za to t a l

m ism a posee u n ca r á cte r d u r a d er o , m u est r a la in d ep en d en cia d e

la en e r gía qu e em a n a d e la coop er a ción . P o r el h ech o de q u e los

H

Page 212: Introducción a la sociología

202 SOCIOLOGÍA D EL ESTADO

in d ivid u o s r eu n id os en u n esta d o p o n ga n a d isp osición d e la to ­

ta lid a d q u e a s í lla m a m os, su s fu e r za s fís ica s , econ óm ica s, in te­

lectu a les y m ora les , n o p o r eso d e ja n d e co n s t itu ir cen t r os d e

fu e r za in d ep en d ien tes . D e a q u í su r ge u n a p ecu lia r a cción r ecí­

p r o ca en t re la en e r gía t o t a l in d ep en d iza d a y las fu er za s in d ivi­

d u a les , qu e son la r eserva p er m a n en te d e esa fu e r za to ta l. P u e ­

d en su r gir op osicion es y ch oqu es p a r a los q u e n o en con t r a m os

a n a lo gía s en el o r ga n ism o fís ico , p u es en é l tod o está d isp u esto

de a n tem a n o p a r a u n a coop er a ción or d en a d a .

Los r en d im ien tos m a ter ia les y p er son a les a sí co n cen t r a d os

d a n lu ga r a in s t itu cion es d u r a d er a s en las q u e la fu e r za to ta l

en cu en t r a su exp resión . N o es en a b so lu to n ecesar io q u e lofc

h om b res, qu e r ep r esen ta n en cu a n to m iem b ros d el es ta d o la fu e n ­

te de su en e r gía to ta l, d isp on ga n d e p a r te o d e la t o t a lid a d de

és ta , com o se m a n ifie s t a con cla r id a d , sobre tod o , en los d esp ó­

t icos, p er o a sim ism o en o tr a s de su s fo r m a s m ás civiliza d a s . N o

tod os los que ofr e cen su s fu e r za s p a r a cr ea r la en e r gía to ta l p u e ­

d en ten er u n d er ech o igu a l a d isp on er d e e lla .

P a r a e l con cep to d el es ta d o de d er ech o , b a sta t a n só lo qu e

exis tan a lgu n a s r egla s gen er a les sobre las con d icion es en q u e se

p u ed e exigir de los d ife r en te s ciu d a d a n o s sus servicios a l es ta d o

y n or m a s q u e señ a len q u é ciu d a d a n os t ien en d erech o a d isp on er

de la fu e r za to ta l cr ea d a . P er o la exis ten cia de a q u é l n o p o d r ía

n ega rse a u n si fa lt a r a n en a b so lu to esas n or m a s de d er ech o: en

con secu en cia , el es ta d o p u ed e s ign ifica r u n or d en ju r íd ico q u e,

sin em b a r go , n o p er ten ece a su esen cia.

E n o t r o lu ga r h em os exp lica d o ya con m a yo r d et a lle las co n ­

secu en cia s qu e p u ed en d ed u cir se d e es ta t eo r ía en e r gét ica d el

es ta d o p a r a la so lu ción d e a lgu n os p r ob lem a s, sobre tod o , p a r a

la con cep ción d e la so b er a n ía , la cla s ifica ció n de las d ife r en te s

fo r m a s d el es tad o, e l es tu d io de la esen cia d el es ta d o fed e r a l y

e l r econ ocim ien to d e los d er ech os d e los ciu d a d a n os. H em o s de

r en u n cia r a q u í a d escr ib ir la in flu en cia q u e es tas t eor ías m ía s h an

e je r cid o h asta a h o r a en la lit e r a tu r a cie n t ífica . Só lo m en cion a ­

rem os que la T e o r ía d e l e s t a d o d e H e r m á n H e lle r (19 3 4 ) co n ­

t ien e u n a exp osición q u e coin cid e , casi lit e r a lm en te , con m i t eo ­

r ía en er gét ica . Leem os en la p . 241 d e la ob . cit .: "S ó lo m er ced

Page 213: Introducción a la sociología

I A TEOR ÍA EN ERGÉTICA 203

a q u e sobre la b ase d e u n a or d en a ción se r ea liza n en fo r m a o r ­

ga n iza d a d ete r m in a d a s a ct ivid a d es — p o lít ica s , m ilit a r es , econ ó­

m ica s y o tr a s— d e n t r o d e u n a socied ad , q u e lu ego a ct ú a n sobre

esa m ism a so cied a d com o u n a u n id a d p o lít ica de e je cu ció n de

n a tu r a le za o b je t iva , p u ed e exp lica r se qu e e l p od e r d el es ta d o sea

u n p r od u cto d e tod os los q u e en é l p a r t icip a n , a l m ism o t iem p o

q u e a lgo ob je t iva m en te r ea l q u e a e llos m ism os se op on e y en ­

fr en ta . Lo m ás vis ib le y, p o r t a n t o , lo m en os d iscu t id o es la

u n id a d d e e je cu c ió n q u e r ep r esen ta e l es ta d o en la p o lít ica exte­

r ior . E m p er o , la o r ga n iza ció n es ta ta l sólo p u ed e a p a r ecer a ct u a n ­

d o a l exter io r com o u n a u n id a d d e p o d er , con la co n d ición y en

la m ed id a en q u e h a ya r ea liza d o p r evia m en te esa u n id a d en su

vid a in t er n a .”

Page 214: Introducción a la sociología
Page 215: Introducción a la sociología

C A P I T U L O V I I I

D I N A M I C A S O C I A L

i . E x a m en d e c o n ju n t o

D esp u és d e h a b er d escr ito en los d os ca p ítu lo s p r eced en tes

la e s t r u ctu r a so cia l, h em os de con sid er a r a h o r a los fen óm en os

d e m o vim ien to so cia l, a u n q u e n o es p osib le u n a sep a r a ción r igu ­

r osa en t r e estos d os t er r en os, q u e d esd e Co m te se lla m a n e s t á ­

t ica y d in á m ica (o c in é t ica , com o d icen a lgu n o s a u t o r e s ) , ya

q u e tod a s las a gr u p a cio n es en cier r a n a l m ism o t iem p o e lem en ­

tos es tá t icos y d in á m ico s, segú n lo evid en cia la socio lo gía d el

es ta d o . P er o , en to d o caso, existen cier tos fen óm en os q u e se

p r est a n a u n es tu d io a is la d o p or q u e en e llos la m ovilid a d de la

vid a socia l se m a n ifie s t a en u n m o d o p a r t icu la r ; e l fa c t o r b io ló ­

gico , p o r e je m p lo , en lo q u e se r e fie r e a l ca m bio d e p er son as a

q u e d a lu ga r e l n a cim ien t o y m u er te. E n la socied a d p r im it iva

fo r m a b a n las p er son as d e la m ism a ed a d u n im p or ta n te gr u p o

socia l, h ech o sobre e l q u e a t r a jo la a t en ció n p o r vez p r im er a

Sch u r t z en su lib r o A lt e r s k la s s e n u n d M á n n e r b ü n d e (Cla ses

d e ed a d y liga s d e va r o n e s ) . M á s ta r d e los h om b res d e la m ism a

ed a d d e ja n d e co n s t itu ir u n gr u p o so cio lógica m en te h a b la n d o ;

si b ien p u ed e a d m it ir se q u e existe en la u n ión vo lu n ta r ia de los

a ctu a le s m ovim ien tos ju ve n ile s .*

E l ca m b io a q u e d a lu ga r la su cesión de las g en er a cio n es su ­

p on e u n im p or ta n t e p r o b lem a so cio ló gico p o r ser cau sa fr e cu en ­

* F e n ó m e n o p a r t icu la r m e n t e a le m á n ( J u g e n d b e w e g u n g ) . ( E d it . )

Page 216: Introducción a la sociología

J0() D IN ÁM ICA SOCIAL

te d e t r a n sfor m a cion es p o lít ica s e in te lect u a les ; p er o la d ificu l­

t a d con siste en qu e n u n ca p u ed e d eter m in a r se con exa ct itu d e l

m om en to en q u e ter m in a u n a gen er a ción y em p ieza o t r a , ya q u e

e l n a cim ien to y m u er te d e los h om b res se p r od u ce d e u n m od o

con t in u o . Se suele fi ja r la d u r a ció n de u n a gen er a ció n en t r e in ­

ta a ñ os, a sí q u e, en ca d a s iglo , h a y t res. P er o n o es segu r o en

a b so lu t o q u e los h om b r es de la m ism a ed a d ten ga n los m ism os

deseos y va ya n h a cia los m ism os fin es , im p on ien d o u n ca r á cte r

d eter m in a d o a su ép o ca . Co n fr ecu en cia es sólo la ca p a d ir igen ­

te la qu e d a e l se llo a ca d a ép oca . A u n m á s d ifíc il r esu lta , n a ­

tu r a lm en te , d escr ib ir e l esp ír itu d el t iem p o p a r a tod o u n s iglo ;

s in em b a r go , em in en tes h is tor ia d or es com o R a n k e y Lo r e n z h a n

ten id o en cu en ta los cam bios d e gen er acion es p a r a exp lica r los

m ovim ien tos h is tó r icos. T a m b ié n P e ter sen , e l h is to r ia d or d e la

lit e r a tu r a , y P in d e r , d el a r te , se h a n ocu p a d o con in sis ten cia ,

desd e e l p u n to d e vis ta de sus cien cia s r esp ect iva s , d el p r ob lem a

de las gen er acion es . D e sd e e l socio lógico se h a t r a ta d o este t e­

m a en u n t r a b a jo d e K a r l M a n n h e im a p a r ecid o en los K ó ln e r

V ie r t e lja h r s h e f t e , t . vn .

D e ja n d o a p a r te este fen óm en o d e d in á m ica socia l cu yo or i­

gen es b io lógico , existen t r a n sfor m a cion es en la com p osición d e

la socied a d de u n ca r á cter p u r a m en te so cia l, t a les com o el a s­

cen so y d es cen s o d e los gr u p os e in d ivid u os . Se t r a ta de la fo r ­

m ación , com p lem en to y r en ova ción d e las clases socia les . E n

cu a lq u ie r h om br e in flu ye el d est in o, en p r im er lu ga r p or e l h e­

ch o d e h a ber n a cid o en u n a clase d ete r m in a d a . P u ed e p e r m a n e­

cer en e lla o a scen d er a o t r a , b ien sea p or su fo r m a ció n p r o fe ­

s ion a l, p or a d q u is ición d e r iqu eza , casa m ien to u o t r a s ca u sa s; de

igu a l m od o p u ed e d escen d er a u n a clase in fe r io r . Co n a yu d a

d e la es ta d ís t ica , q u e su ele d is t in gu ir u n a ca p a su p er ior , u n a

m ed ia y u n a in fe r io r , se p u ed en d ete r m in a r esos cam b ios en cier ­

tos p e r íod os y d et er m in a r sus cau sa s. E n n u est r a ép oca son con ­

s id er ab lem en te m ás n u m erosos si los com p a r a m os con la a n te ­

r io r o r ga n iza ció n en es ta m en tos; a sim ism o, la gu e r r a h a e je r ci­

d o en ellos u n a gr a n in flu en cia .

E l fen óm en o d e la gu e r r a h a d e ja d o s iem p re la m ás p r o fu n ­

d a h u e lla sobre e l p en sa m ien to é t ico y socia l d e los h om br es .

Page 217: Introducción a la sociología

I S AM I N l i l i C O N J U N T O 20 7

1’u r .sin d u d a e l filó s o fo H e r á clit o el p r im er o q u e la es tu d ió

1 IrmIr el p u n to d e vis ta so cio lógico . Co n o cid a es su fr a se : "L a

gu er r a es m ad re d e tod a s las cosas y r ein a sobre tod as e lla s ; d e

irnos h ace d ioses, d e o t r os h om b r es; d e u n os escla vos, d e o t r os

lib res” . H e r á clit o cen su r a a l p oe ta H o m e r o p o r h ab er exp r esa d o

r l d eseo de qu e la lu ch a en t r e los h om b res d esa p a r ecier a p a r a

s iem p r e, lo cu a l, segú n H e r á clit o , s ign ifica r ía p r o vo ca r e l h u n ­

d im ien to d el m u n d o. P la t ó n t r a t ó m ás t a r d e de este t em a señ a ­

la n d o la sob r ep o b la ción com o ca u sa p r in cip a l d e la gu e r r a :

" N o qu erem os d ecir si la gu er r a p r o d u ce m ás m ales q u e b ien es,

s in o ta n sólo q u e h em os d escu b ier to su or igen ” (R e p ú b lica , n ,

14 ) . Ta m b ié n Ar is tó te le s se o cu p ó d el p r ob lem a d e la gu e r r a y

es ta b leció, an tes q u e n a d ie , la co n cep ción d e la gu e r r a ju s ta , t em a

qu e h a s id o t r a ta d o lu ego en la E d a d M e d ia y en la ép oca m o­

d er n a . Vé a se e l t r a b a jo de R. M e it e r A r is t ó t e le s a is e t h is ch er

B eu r t e ile r d es K r ie g e s (Ar is tó te le s com o cr ít ico é t ico d e la gu e ­

r r a ) p u b lica d o en los N e u e J a h r b ü ch e r (N u e vo s A n a le s ) , t .

36, n .

E n el s iglo x ix fu é segu r a m en te P r o u d h o n q u ien o fr eció la

m ás in ter esa n te con t r ib u ció n a l es tu d io d e la gu er r a con su es­

cr it o d e 18 60 L a g u er r a y la p a z , en q u e h a ce va le r en é r gica ­

m en te la con cep ción e co n ó m ica de la H is t o r ia . T r a t a d e d em os­

t r a r qu e las gu e r r a s n a cen d e ca u sas p u r a m en te econ óm ica s , o,

a l m en os, p r ep on d er a n tem en te econ óm ica s. P r o u d h o n es lo b a s­

ta n te ob je t ivo p a r a señ a la r t a m b ién los e fecto s p osit ivos q u e p r o ­

d u ce la gu e r r a y q u e son , segú n é l: 1. L a d iscip lin a d e la so­

cied a d h u m a n a , ya q u e el sa cr ificio a b n e ga d o , n ecesar io a la con ­

ser va ción d el gr u p o , se con cibe en e lla com o u n d eber . 2. H a ce

m á s fé r t iles el a r te y la p oesía , e in clu so la r e ligión se en r iqu ece

con e l cu lt o a los h éroes. 3. U n ica m e n t e la gu e r r a d ió a l p r in ci­

p io la m ed id a d e la fu e r za su p er ior y con és ta d el m ejo r d er e­

ch o d e u n gr u p o a u t ón om o de h om b res. M a s P r o u d h o n n o d e ja

d e a d ver t ir los t er r ib les d a ñ os qu e e lla p r od u ce, y esp er a q u e

d esa p a r ezca d el m u n d o civiliza d o a l r ea liza r se en el t er r en o eco ­

n óm ico la id ea d e la ju s t icia . G u m p lo w icz y O p p en h eim er fu e ­

r on los p r in cip a les soció logos q u e es tu d ia r on m ás t a r d e e l fe n ó ­

m en o d e la gu e r r a h a cien d o r em on ta r h a s ta e lla el o r igen d el

Page 218: Introducción a la sociología

20 8 D IN ÁM ICA SOCIAL

esta d o y la d om in a ción de las clases , d e lo qu e ya h em os h a ­

b la d o en el ca p ít u lo a n ter io r . La m e jo r m o n o gr a fía sobre este

t em a es la d el a u to r h o la n d és S . R . Ste in m etz, p u b lica d a en

1929 con e l t ít u lo d e S o c io lo g ía d e la g u er r a . In ves t iga co n d e ­

ta lle la s ign ifica ció n so cia l d e la o r ga n iza ció n d el e jé r cito , las

ca u sas d e la gu e r r a y su s fin es, a sí com o sus efect os sobre la eco ­

n om ía , la p o lít ica y la m ora l. Y a a n tes , H e r b e r t Sp en cer , en sus

P r in cip io s d e s o cio lo g ía , t r a tó de exp lica r la r e la ción q u e existe

en t r e las gu e r r a s y las d ifer en t es fo r m a s d e es ta d o, señ a la n d o

u n t ip o m ilit a r d e socied ad . M en cion a r em o s, a d em ás, q u e e l

I n s t itu to I n te r n a cio n a l d e So cio lo g ía ed itó en 1932 u n a ob r a

co lect iva sobre la So cio lo gía de la gu e r r a , p or G . L . D u p r a t .

H em o s de t r a t a r sep a r a d a m en te los fen óm en os d e d in á m ica

socia l qu e llam a m os m igr a cion es , r evolu cion es y leyes d e la evo ­

lu ción socia l. D e esto h ab lar em os en las seccion es s igu ien tes . S e ­

ñ a la r em os an tes q u e So r o k in d ed icó a l t em a d e los m ovim ien tos

socia les u n a m o n o gr a fía : S o c ia l M o b i li t y , 19 2 7, en la q u e d es­

cr ib ió , con la a yu d a de la es ta d ís t ica , las t r a n s for m a cion es ve r t i­

ca les y h or izon ta les d e la socied a d .

2. M ig r a cio n e s

P or m igr a cion es se en t ien d en los cam bios de lu ga r m ed ia n te

los cu a les se sep ar a n los in d ivid u os o gr u p os d e su a n te r io r a m ­

b ien te ge o gr á fico . E xis t e t a m b ién u n a m igr a ción d e in s t it u cio ­

n es, ya q u e in ven tos t écn icos , ideas r e ligiosa s , sistem as ju r íd ico s

o p r od u ccion es a r t ís t ica s se ext ien d en sin q u e e llo sea con secu en ­

cia o cau sa de m igr a cion es h u m a n a s. P er o este fen óm en o p e r t e ­

n ece a la so cio lo gía d e la cu ltu r a , d e l cu a l se ocu p a n asim ism o

la e t n o gr a fía y la p r eh is tor ia . N a t u r a lm e n t e q u e a q u í t r a t a r e ­

m os de los cam b ios ge o gr á fico s d e los h om b res sólo desd e el

p u n to de vis ta socio lógico , sin q u e señ a lem os la im p o r t a n cia

en or m e qu e t ien en estas m igr a cion es p a r a la H is t o r ia U n iv e r ­

sa l. P o r lo d em á s, n o se h a de en t en d er q u e tod o ca m b io de

lu ga r es u n a m igr a ció n técn ica m en te h a b la n d o . U n m ero via je

d e p la cer , de a m p lia ció n de es tu d ios o de exp lor a ción de p aíses

Page 219: Introducción a la sociología

M IGRACIONES

ext r a n jer os n o co n s t itu ye , socio lógica m en te h a b la n d o , u n a m i­

gr a ció n , ya q u e en estos casos n o se a b a n d o n a e l a m b ien te a n ­

ter ior .

H a y q u e d is t in gu ir en t r e e l caso d e u n h om b re a is la d o y el

de gr u p o s en teros q u e a b a n d o n a n su p a t r ia p a r a crear se n u eva s

con d icion es d e vid a . S i los h om b res a is la d os son n u m er osos, sin

fo r m a r un gr u p o en t r e sí, y em igr a n h a cia los m ism os lu ga r es ,

esta m igr a ció n vien e a ser a p r oxim a d a m en te la d e u n gr u p o . U n

e jem p lo de es to lo con s t itu ye la d e eu r op eos h a cia Am é r ica y

o tr os p a íses d e u lt r a m a r que d u r ó s iglos , a u n q u e a h o r a es m u ­

ch o m ás r es t r in gid a . D ich o fen óm en o está liga d o a l de la co lo ­

n iz a ció n , qu e ya en la An t igü e d a d d esem p eñ ó u n gr a n p a p e l en

a lgu n os p u eb los , com o en t r e los gr iegos y los fen icios . A veces

a com p a ñ a b a n a estas m igr a cion es h ech os de a rm as, m as t a m b ién

fu n d a cion es p a cífica s d e co lon ias .

In ter esa n te es e l fen óm en o d e l n o m a d ism o . E n este caso el

d esp la za m ien to es a lgo in h er en te a l ca r á cte r de la t r ib u , que

p ued e ser t a n to de ca za d or es com o de p astor es . N o era t a m p o­

co r a r o qu e es tas m igr a cion es fu esen a com p a ñ a d a s d e a sa ltos

a r m a d os con t r a los' p u eb los sed en ta r ios . In clu so h oy d ía existen

p u eb los n óm a d a s, com o los la p on es en e l n or te d e E u r o p a , los

k ir gu ises en As ia y a lgu n a s t r ib u s in d ígen a s de Am é r ica . La s ex­

p ed icion es com er cia les p er m a n en tes, las ca r a va n a s , p o r e jem p lo ,

no p u ed en con sid er ar se com o m igr a cion es p r op ia m en te d ich a s.

E s t a m b ién d u d o so q u e se p u ed a n con sid er a r com o em igr a n ­

tes en u n sen t id o so cio ló gico los gr u p o s h u m a n os qu e se d e sp la ­

za n en cier ta s ép oca s en b u sca de t r a b a jo . E n tod o caso n o h e­

m os de con sid er a r com o ta les a los q u e p er m a n ecen d en t r o de

los lím ites d el m ism o estad o, d esp la zá n d o se d el ca m p o a las

ciu d a d es , a u n q u e es p reciso a d m it ir q u e t a m b ién a q u í, d eb id o

a l ca m b io r a d ica l d e a m b ien te , a p a r ecen fen óm en os a n á logos

a los q u e su r gen con la m igr a ción p r op ia m en te d ich a .

D esp u és d e estas ob servacion es sobre e l con cep to de la m i­

gr a ció n h em os de es tu d ia r los m o t iv o s y f in e s de este fen óm en o

d in á m ico en e l qu e d esem p eñ a n u n p a p e l im p or ta n te las co n d i­

cion es econ óm ica s: a d q u ir ir u n t er r en o cu lt iva b le , en con t r a r co­

loca ción un h om b r e de p r o fesión d ete r m in a d a , b ien sea éste

Page 220: Introducción a la sociología

2 1 0 D IN ÁM ICA SOCIAL

ob r er o o em p lea d o . P e r o los m ot ivos r e ligiosos h a n p r ovoca d o

a sim ism o m igra cion es sobre tod o cu a n d o los a d ep tos a u n a secta

d eter m in a d a er an p e r segu id os en su p a ís . N o es t a m p oco r a r a

la em igr a ción d e fu g it ivo s p o lít ico s qu e b u sca n u n a n u eva p a ­

t r ia . La H is t o r ia n os r e la ta a veces la leyen d a d e u n a em igr a ­

ción fo r zo sa de p u eb los en teros; en n u est r a ép oca p od em os re­

gis t r a r el e jem p lo d e la gu er r a tu r co-gr ie ga , q u e d ió lu ga r a

u n in ter ca m b io de p ob la cion es en t r e a m b os p a íses. Los gr iegos

res id en tes en e l As ia M e n o r tu vier on q u e r ep a t r ia r se , m ien t ra s

qu e los tu rcos qu e vivía n en G r ecia fu e r o n m a n d a d os a As ia .

Ca sos h a h a b id o en q u e los gob e r n a n tes lla m a b a n a l p a ís a co­

lon iza d or es ext r a n jer os , com o los sa jon es y su avos q u e m a r ­

ch a r on a p a íses eslavos y h ú n ga r os . L a so b r ep ob la ción d el p a ís

su ele con sid er ar se com o la cau sa p r in cip a l d e las em igr a cion es;

m as las h a p r ovo ca d o igu a lm en t e la p r esión m ilit a r de a lgú n

en em igo ext r a n jer o . Am b a s cau sas d ier on lu ga r a la fa m osa m i­

gr a ció n de los p u eb los en la E d a d M e d ia .

A l t r a ta r de los e f e c t o s q u e p r od u ce este fen óm en o h em os

de p on e r de relieve lo s igu ien te : E n p r im er lu ga r se t r a ta de

cam b ios cu a n t it a t ivo s , ya qu e a l d esp egar se es tos gr u p os d e su

t ier r a de or igen d ism in u ye en la p a t r ia e l n ú m er o d e h ab ita n tes ,

m ien t r a s q u e en el p a ís q u e los a coge a u m en t a en la m ism a p r o­

p or ción . P er o m ás im p or ta n tes son a ú n los cam b ios cu a lit a t i­

vos . E n este ú lt im o sen t id o h em os d e d es ta ca r e l cr u ce d e r aza s

qu e ocu r r e con fr ecu en cia , si b ien n o s iem p re . La s m igr a cion es

p r o voca n u n a r u p tu r a con las t r a d icion es , ya q u e los em igr a d os

se a d a p ta n p oco a p oco a las n u evas , sobre tod o si a p ren d en u n

id iom a d is t in to . L a segu n d a gen er a ción d e in m igr a d o s suele ya

es ta r a s im ila d a com p leta m en te . E st e fen óm en o n o t ien e lu ga r

cu a n d o p o r vivir ju n to s y con ser va r su s vie ja s t r a d icion es , se

a is la n , com o p asa , p or e jem p lo , con los ju d ío s y ch in os in m i­

gr a d o s a Am ér ica . E l h ech o de q u e los in m igr a d os su elen ser

h om b res jóven es y so lter os , es im p o r ta n te p or q u e fa vo r ece las

p er sp ect iva s d e ca sa m ien to con las m u jer es d el n u evo p a ís . L a

em igr a ció n p r od u ce efecto s fa vo r a b le s d esd e e l p u n to d e vis ta

de la selección , p u es exige gr a n d es e s fu e r zos t a n to de in te ligen ­

cia com o de a ct ivid a d ; p er o a veces son a d ver sos t a n t o en el te-

Page 221: Introducción a la sociología

MIGRACIONES 211

ru no de la eco n om ía n a cion a l com o en e l de la p o lít ica , p u es

con fr ecu en cia en t r e los in m igr a d os se en cu en t r a n h om b res d e

ideas r ad ica les o a git a d o r e s . E s p o r lo t a n to com p r en sib le q u e

m los ú lt im os a ñ os se h a ya n tom a d o m ed id a s d e p r o tección p a ­

ra h acer fr en te a este p eligr o . E n fin , h em os de señ a la r q u e en

m u ch os es ta d os, en t r e o tr os en Am é r ica d el N o r t e , h a y gr u p os

d el p u eb lo qu e n o p oseen r esid en cia fi ja d e n t r o d e la n a ción , si­

n o qu e lleva n u n a vid a d e va ga b u n d o s. E n E u r o p a los git a n o s

suelen co lo ca r a la a d m in is t r a ción d e los es ta d os an te p r ob lem a s

m u y d ifícile s .

N o h a y es tu d ios de co n ju n to sobre e l p r o b lem a so cio ló gico

d e las m igr a cion es si b ien en e l V I Co n gr e s o Ale m á n d e S o ­

cio lo gía fu é o b je t o d e d iscu sión , p r in cip a lm en te en to r n o a l a s­

p ecto e tn o ló gico y p r eh is tór ico . E n e lla tu vo p a p e l p r ep o n d e ­

r an te la t eo r ía d e los cic lo s cu lt u r a le s , d e la q u e ya h em os h a ­

b la d o en el ca p ít u lo iv, 4. P os ter io r m en te , F r . H e r t z y G . L .

D u p r a t o fr ecie r on excelen tes con t r ib u cion es a l es t u d io d e las

m igr a cion es p r op ia m en te d ich a s. A . G ü n t h e r , en su A lp e n la n d -

is ch e G e s e ls c h a f t t r a ta t a m b ién este t em a. N o p od em os d e ­

ja r de señ a la r q u e la S o c io lo g ía d e Sim m el d ed ica a la m igr a ­

ción a lgu n a s b r eves p er o a gu d a s ob se r va cio n es .*

3. S o c io lo g ía d e la s r e v o lu cio n e s

E s n a tu r a l q u e se in icie e l es t u d io d e es te im p or ta n te fe n ó ­

m en o con u n a d e fin ició n . E n con secu en cia , d ebem os p r im er o

d e lim it a r d e u n m od o n ega t ivo el t er r en o de la s r evolu cion es ,

es d ecir , d es ta ca r esos fen óm en os q u e im p lica n t r a n s fo r m a cio ­

n es socia les, a los cu a les , sin em b a r go , n o d ebem os lla m a r r evo ­

lu cion es . N o s r efe r im o s sobre to d o a la s t r a n s fo r m a cio n e s len ­

tas, en fa vo r efe las cu a les se h a a cu ñ a d o el lem a : E v o lu c ió n

n o r e v o lu ció n . In clu so cu a n d o se t r a t a d e d esp la za m ien to s im ­

p or ta n tes de p o d e r d e n t r o d e la socied a d , n o p od em os h a b la r ,

* P u e d e e n co n t r a r s e m a t e r ia l m u y m o d e r n o en C a r r - S a u n d e r s P o ­

b la ció n m u n d ia l, F o n d o d e C u lt u r a E co n ó m ica , M é x ic o , 19 4 0 ( E d i t . ) .

Page 222: Introducción a la sociología

212 D IN ÁM ICA SOCIAL

en u n sen t id o es t r icto , de r evolu cion es , si a q u éllos n o su r gen de

r ep en te o si t ien e lu ga r u n a a d a p ta ción . Lo m ism o p u ed e decirse

d e cier ta s con m ocion es p u r a m en te esp ir itu a les , com o las q u e re­

p r esen ta n el R en a cim ien to , el H u m a n ism o o los éxitos c ie n t ífi­

cos lo gr a d o s p o r u n Co p é r n ico o u n D a r w in . E n cam bio , h em os

d e con sid er a r com o r evolu cion es las con m ocion es r e ligiosas , a u n ­

q u e de p r o n to sean d e n a tu r a le za esp ir itu a l, com o el p r o te s ta n ­

t ism o, ya que va n a co m p a ñ a d a s de t r a n s for m a cion es en la es­

t r u ctu r a de la socied ad .

E l fa c t o r d e la vio len cia es con sid er a d o p or va r ios a u tor es

com o señ a l ca r a cte r ís t ica d e la r evolu ción . E n efect o , existe en

ge n e r a l este fa cto r , a u n q u e la H is t o r ia r egis t r a a lgu n os casos

en los q u e tu vo lu ga r sin e lla , p u esto q u e cu a lq u ier r esisten cia

h u b ier a r esu lta d o d esesp er ad a . P e r o a ú n en éstos, se r om p e con

e l o r d en le ga l d om in a n te , cir cu n st a n cia ésta q u e debem os señ a ­

la r com o ca r a cte r ís t ica d el con cep to d e r evo lu ción . Se d iscu te

a ú n si d en t r o d e éste cabe e l lla m a d o go lp e d e es ta d o, es d ecir ,

la r e v o lu ció n d e s d e a r r ib a , a lo q u e h em os d e con testa r a fir m a ­

t iva m en te . T a m p o co h a y m ot ivo p a r a exclu ir la lla m a d a co n t r a ­

r r evo lu ción o r e s t a u r a ción , p u es en e lla ob servam os las m ism as

ca r a cter ís t ica s esen cia les d e la r evolu ció n . L a co n t r a r r evolu ción

n o con s t itu ye u n fen óm en o p r o p io en e l caso en q u e se p r o­

d u zca en el cu r so d e la r evolu ción , o sea a n tes d e que la n u eva

o r ga n iza ció n h a ya lo gr a d o con so lid a r se .

L a so cio lo gía de la r evolu ción d eb e exa m in a r los p r ob lem a s

s igu ien tes : Cu á le s son las cau sa s qu e o r igin a n este m ovim ien to ,

d is t in gu ien d o en t r e ca u sas p r o fu n d a s y m ot ivos a ccid en ta les .

C u á l es la t r a ye cto r ia de la r evolu ción , d is t in gu ien d o en t r e el

e fe ct o d est r u ct ivo y la con st r u cción de u n a fo r m a n u eva de la so­

cied a d . Cu á le s son los sop or tes d el m ovim ien to , con sid er a n d o

p o r u n la d o a la m asa y p o r o t r o a los je fe s . Cu á le s los fin es

d e la r evolu ción , d ife r e n cia n d o en t r e las qu e b u sca n t r a n s fo r m a ­

cion es socia les o p o lít ica s , a u n q u e con fr e cu en cia a m bos fin es

se en t r em ezcla n . A l es tu d io de estos p r ob lem a s h a de u n irse lu e­

go la in ves t iga ció n sobre el d esen la ce d e d ich a r evolu ción que

p u ed e ser u n a op r esión con o sin con cesion es , el es ta b lecim ien ­

Page 223: Introducción a la sociología

REVOLU CION ES 2 I 3

to d e u n a d icta d u r a o la lega liza ció n d e la r evu elt a . N o es r a r o

q u e se p la n tee e l p r o b lem a de u n a ju s t ifica ció n é t ica de la r e­

vo lu ció n ; m as es to n a d a t ien e q u e ve r con u n a in ves t iga ció n so­

cio ló gica . T a m p o co e l p r o b lem a de sa b e r h a st a q u é g r a d o se h a

vio la d o e l o r d en le ga l d om in a n te o se h a cr e a d o u n n u evo d e ­

rech o.

E n la d escr ip ción y exp lica ción d e la s r evolu cion es d esem ­

p eñ a n u n p a p e l im p or t a n te los fa cto r e s p sico lógicos , b ien sea

en cu a n to a los fen óm en os d e m asa o a las p e r son a lid a d es d ir i­

gen tes . P er o es ca si im p osib le sep a r a r estos fa cto r es p s ico ló gi­

cos de los p r ocesos d in á m icos p r o p ia m en te d ich os, o e fecto s ob ­

je t ivos de las r evolu cion es . P o r eso los es tu d ios h istór icos, p or

e jem p lo , los m u ch os sob re la R evo lu ció n fr a n cesa , son a l m ism o

t iem p o fu en te s im p o r t a n t es p a r a e l con ocim ien to d e los fa c t o ­

res p s ico lógicos . T a m b ié n e l p s icoa n á lis is m od er n o se h a o cu p a ­

d o d el p r o b lem a d e las r evolu cion es , s irvién d ose p a r a su e xp li­

ca ción d e los con cep tos d esa r r o lla d os en es ta t eor ía , com o son

los con ocid os con el n om br e d e r ep r esión de los im p u lsos h a b i­

tu a les , d esp e r ta r d e los in s t in tos o r igin a r io s y su p er com p en sa -

ción . P o r o t r a p a r te , a l es ta b lecer u n a teo r ía gen er a l de las r e­

vo lu cion es n o h em os d e d escu id a r e l ca r á cte r p a r t icu la r q u e p r e ­

sen ta n a lgu n os d e estos fen óm en os h is tó r icos, o sean las m od e r ­

n as r evolu cion es sovié t ica , fa scis ta y n a cion a l-socia lis t a . M e n ­

cion a rem os, p o r e jem p lo (d ed u cien d o m is a fir m a cio n es d e los es­

tu d ios q u e he r ea liza d o sobre este t e m a ) , qu e h em os d e con sid e­

r ar la r evolu ción fa scis ta , p or u n lad o, com o u n a co n t r a r r evo lu ­

ción fr en te a la r evolu ción so cia lis t a q u e ocu r r ía en ton ces en

I t a lia y, p o r o t r o , com o u n a cr eación n u eva d e or igen n a cio n a lis ­

t a y a d ver sa a la b u r gu es ía a n tes d om in a n te .

H a r em o s a lgu n a s ob servacion es sobre la lit e r a tu r a r e la t iva a

las r evolu cion es , u n a vez que h em os d a d o u n a vis ión d e co n ju n ­

to sobre los p r ob lem a s q u e su scita su socio lo gía . H em o s de se­

ñ a la r , en p r im er lu ga r , las obr as de los p en sa d or es gr iego s, cu yo

va lo r en e l sen t id o q u e n os ocu p a n o h a s id o lo b a sta n t e a p r e ­

cia d o h a sta a h o r a . M ie n t r a s q u e P la tón , en su d iá lo go sobre la

R e p ú b lica , t r a ta de exp lica r las t r a n sfor m a cio n es q u e su fr en las

Page 224: Introducción a la sociología

D IN ÁM ICA SOCIAL

con st itu cion es de los es ta d os p a r t ien d o m ás b ien d e u n a base p si­

co ló gica , tom a n d o a p en a s en con sid er a ción la r ea lid a d h is t ó r i­

ca , vem os en ca m bio qu e Ar is tó te le s , en e l lib r o vm d e su P o l í ­

t ica , n os o fr ece u n a m p lio es tu d io sobre las r evolu cion es cu ya

base in d u ct iva co n sta de n o m en os de 120 casos. Au n q u e estos

sucesos ocu r r id os en los p eq u eñ os es ta d os gr iegos n o p a recen vá ­

lid os p a r a la com p r en sión de las r evolu cion es m od er n a s , h a y en

esa ob ra , s in em b a r go , u n a m u lt it u d d e ob ser va cion es qu e p oseen

cier to va lor , a ú n a p lica d a s a la ép oca p r esen te. Ar is tó te le s h ace

u n a d is t in ción r igu r o sa en t r e las ca u sas y los m ot ivos de las r e­

vo lu cion es . Cr e e ve r la ca u sa p r in cip a l d e e lla s en el h ech o de

q u e, en op in ión de los ciu d a d a n o s d escon ten tos , la con s t it u ció n

vigen te viole el p r in cip io d e la igu a ld a d . R eivin d ica n d o u n a p o­

sición a n á lo ga a la d e los p r ivile gia d o s, lo m ism o en cu a n to a

r iq u eza qu e a l h on or , la p a r te d el p u eb lo q u e se s ien te lesion a ­

d a q u iere p r o vo ca r e l a d ven im ien t o d e la igu a ld a d y la ju s t icia

d esead a s. Ar is tó te le s , b a sá n d ose en sus p r op ia s ob servacion es ,

p ien sa q u e las r evolu cion es n o r econ ocen ca u sa s exclu siva m en te

econ óm ica s, en op osición a lo qu e se su ele p en sa r a h or a .

L o qu e é l exp on e com o m ed ios p a r a evita r las r evolu cion es

es cosa qu e n o in cu m b e ya a la So cio lo gía , s in o a la P o lít ica .

I g u a l p u ed e d ecirse de los escr itos de P o lib io qu e cree h a b er

h a lla d o en la con s t itu ció n m ixta d el es ta d o u n m ed io segu r o de

evita r la s . E l p r ob lem a de e lla s se p la n t ea b a en la E d a d M e d ia ,

a sí com o en los p r im er os s iglos d e la ép o ca m od er n a , sólo en e l

sen t id o d e sab er si e r a legít im o o n o e l d er ech o a la r ebelión

co n t r a e l p od er t ir á n ico d el es ta d o . In clu so Lo ck e , b a jo la in ­

flu e n cia de las r evolu cion es in glesas , es ta b leció la t e o r ía de q u e

el p u eb lo , en caso d e n ecesid ad , p o d ía a p ela r a l cie lo. E ste t em a,

com o ya h em os in d ica d o , n a d a t ien e q u e ve r con u n a so cio lo gía

de las r evolu cion es . Só lo lu ego , a con secu en cia de la R evo lu ­

ción fr a n cesa , se creó u n a id eo lo gía d e la r evo lu ció n con los

escr itos d e Sa in t -Sim on , q u e t r a ta b a n d e d escu b r ir las cau sas

econ óm icas de a q u élla . Cr e e que la b u r gu es ía fu é la a u t or a d e

la d e 178 9 , cu ya ob r a — d ijo — n o ter m in a r á h a sta q u e tod o e l

Page 225: Introducción a la sociología

I< EVOLU CION ES 2 I 5

p u eb lo t r a b a ja d o r h a ya tom a d o en sus m an os la a d m in is t r a ció n

d el es ta d o.

E st a op in ión h a ce q u e p od a m o s con sid er a r a Sa in t -Sim on

com o p r ecu r sor d e K a r l M a r x en lo q u e se r efier e a la t eor ía de

la r evolu ción so cia l, r evolu ción q u e con siste en la t r a n s fo r m a ­

ción r a d ica l d e to d a la su p er e st r u ctu r a ju r íd ica y p o lít ica d e la

socied a d , com o r esu lt a d o d el ca m b io d e base econ óm ica ( K r i t ik

d er p o lit is ch e n O e k o n o m ie ) . E s t a d o ct r in a e je r ció u n a in flu e n ­

cia d ecis iva sobre la lit e r a tu r a so cia lis t a p oster io r , q u e r ed u ce

siem p r e la r evo lu ció n a la lu ch a en t r e las clases op u estas , lu ch a

cu ya m eta es e l t r iu n fo de la cla se op r im id a . P er o es s in d u d a

p a r cia l, p u es n o p u ed e a p lica r se a n u m er osos fen óm en os h is t ó ­

r icos. E n las r evolu cion es in glesa s d e l s iglo xvn , p o r e jem p lo ,

n o exis t ía t a n sólo u n a lu ch a d e cla ses s in o u n co n flict o en t r e el

P a r la m en to y la M o n a r q u ía .

E n t r e la lit e r a t u r a so cio ló gica sobre las r evolu cion es h em os

d e señ a la r u n en sa yo de A . Vie r k a n d t p u b lica d o en S ch m o lle r s

J a h r b u ch ( t . 46 ) q u e t r a ta sobre to d o de sus a sp ectos p s ico ló­

gico s , d e st a ca n d o la fa n t a s ía , la ir r a cio n a lid a d y e l d om in io de

los b a jos in s t in tos a qu e d a n lu ga r ; a u n q u e con sid er e en m u ­

ch os casos e l m o vim ien to r evolu cio n a r io é t ica m en te ju s t ifica d o .

Lo s a u tor es fr a n ceses T a in e y Le Bo n t ien en u n a p osición co n ­

t r a r ia en cu a n to a l ú lt im o p u n to . T a m b ié n P . So r o k in lle ga a

u n a con d en a ción d ecid id a en su a m p lia ob r a sobre la so cio lo gía

de las r evolu cion es ( 19 2 5 ) . So r o k in con ced e la m a yor im p or ta n ­

cia a l m étod o in d u ct ivo p a r a d escr ib ir la s vicis itu d es q u e su fr e

la con d u cta d e los h om b res con m ot ivo d e t a les t r a n s fo r m a cio ­

n es r ad ica les , y p a r a e llo u t iliza sus p r op ia s exp er ien cia s d e la

r evolu ción r u sa . E n el I I I Co n gr e so Ale m á n d e So cio lo g ía de

7 9 2 2 , se t r a tó d e la esen cia de la r evolu ció n , es fo r zá n d os e L .

vo n W ie s e en h a cer va le r su t eor ía , b a sa d a en e l p u n to d e vis ­

ta r e la cion a l; en cam b io, L . M . H a r t m a n n a p oya b a la su ya en

el p u n to d e vis ta h is tó r ico .

So n , a d em á s, m u y va liosos los es tu d ios sobre e l p r ob lem a

de las r evolu cion es co n ten id os en la ob r a d e F . vo n W ie s e r D a s

G e s e t z d er M a c h t , o b . c it . , d e la cu a l se h a b la m ás en d et a lle

Page 226: Introducción a la sociología

D IN ÁM ICA SOCIAL

cii m i lil>ro Fr ied r ich W ie s e r a is S o z io lo g e , o b . c it . , (p . 46 s s . ) .

Aq u í q u erem os d ecir t a n só lo lo s igu ien te : La cau sa q u e o r igin a

la r evolu ción resid e, segú n ese a u tor , en el b r o te de u n a fu e r za

n u eva y en la con cien cia d e esta fu e r za . P a r a é l es im p or ta n te ,

sobre tod o , e l d er r u m b a m ien to d el s istem a de p od e r existen te y

la cr ea ción de u n s istem a n u evo , es d ecir , u n p r oceso d e d es­

t r u cció n y u n m o vim ien to co n s t r u ct ivo , q u e es, en gen er a l, ob r a

d e n u evos d ir igen tes . M u y in teresan te es lo q u e d ice Sim m el en

su S o cio lo g ía : E l in fe r io r p r eten d e en p r im er lu ga r igu a la r se

a l su p er ior ; u n a vez lo gr a d o este p r op ó sito b u sca u n a p osición

p r ivilegia d a ; e l d eseo d e igu a ld a d n o con s t itu ye, p or t a n t o , s in o

u n p u n to de t r á n sito .

4. L a id ea d e l p r o g r eso y la s ley es h is t ó r ica s

Lo s sociólogos, y con fr e cu en cia t a m b ién los h istor iad or es,

h a n in t en ta d o d escu b r ir las leyes d el d esa r r o llo d e la socied ad ,

con e l r esu lta d o evid en te d e que es im p osib le u n a d is t in ción r i­

gu r osa en t r e leyes h is tó r ica s y leyes so cio lógica s . N a t u r a lm e n t e ,

sólo p od r é cit a r a q u í a lgu n o s e jem p los p a r a p r o b a r es ta a fir ­

m ación . E xis ten dos in vest iga d o r es a lem an es qu e h a n exp u esto

con a cie r t o los p u n tos d e vis ta r e la t ivos a la H is t o r ia U n ive r s a l:

Ca r lo s La m p r ech t y K u r t Br eys ig, q u ien es a p esa r de a lgu n a s

d iver gen cia s en t r e e llos , e s t á n de a cu e r d o en in t er p r e ta r la evo­

lu ción d e la cu ltu r a , y p o r t a n t o la evo lu ción de la socied ad ,

com o u n p r oceso p s íq u ico . La m p r e ch t h a r esu m id o sus op in io­

nes en su lib r o M o d e r n e G e s ch ich t s w is s e n s ch a jt (La cien cia

h is tó r ica m o d e r n a ) , 190 5, d e la m an er a s igu ien te : " E l d esa r r o­

llo cu lt u r a l t ien d e a u n a d ife r en cia ció n e in t egr a ció n crecien tes

d el a lm a h u m a n a . E n ese d esa r r o llo p u ed en d is t in gu ir se los p e­

r íod os d el s im b olism o, d el t ip ism o, d el con ven cion a lism o, d el in ­

d ivid u a lism o, d el su b je t ivism o y de la ép oca a ct u a l ca r a ct er iza d a

p or su excit a b ilid a d . Lo s m á s a ltos e lem en tos h is tó r icos n o r es i­

d en en la con s t itu ción p o lít ica , en la es t r u ctu r a socia l o en la

vid a econ óm ica , s in o en la a ct ivid a d de la m or a l, la r e ligión , e l

Page 227: Introducción a la sociología

.. .. . .. . ..MI '.o v I I VI S H ISTÓRICAS 2 17

• Mi \ l,i r ie n d a . In clu so si tu vier a r a zón de ser el m a ter ia lism o

liin ió iiio , « n ía p r eciso, sin em b a r go , c la s ifica r las ed a d es d e la

• 11I1111.1 no .según su r a íz, s in o segú n su flo r ” . La m p r e ch t d e jó sin

"nliM in n ar la cu est ión de saber cóm o se d e sa r r o lla r á la evo lu ción

| i"lq u u a fu t u r a y, liga d a a ésta , to d a la cu ltu r a socia l.

IWrysig t r a tó a d em á s de p r esen ta r a las fu e r za s p síq u ica s

• orno la base de las d is t in ta s fa ses de la evo lu ción de la h u m a n i­

d a d , en n u m erosas ob ra s m u y a m p lia s , sobre tod o en su lib ro:

/ )/ > C e s c h ic h t e d er S e e le im W e r d e g a n g d er M e n s c h e n (La h is ­

tor ia d el a lm a en la evo lu ción d e los h o m b r es ), 19 3 1. Señ a la

cu a t r o fu e r za s p s íq u ica s qu e h a n d o m in a d o a lt e r n a t iva m en t e en

la evolu ción d e la h u m a n id a d : e l sen t im ien to , la fa n t a s ía , la

vo lu n ta d y la r a zón . Se gú n la p r ep o n d e r a n cia r esp ect iva d e es­

tos fa ctor es d is t in gu e en t r e ép oca p r im it iva , An t igü e d a d , E d a d

M e d ia y ép oca m od er n a , ob servá n d ose q u e a q u é lla s se en cu en ­

t r an en t r em ezcla d a s en la ép oca a ct u a l. E n la evolu ción cu lt u r a l

d esem p eñ a u n gr a n p a p e l la d ife r en cia q u e existe en t r e la t en ­

d en cia a la a fir m a ció n d el Y o ( I ch b e t o n u n g s t r ie b ) y la t en d en ­

cia a la en t r ega d el Y o ( I c h h in g a b e t r ie b ) , q u e en cu en t r a su ex­

p resión en la a lt e r n a n cia d e los p er íod os in d ivid u a lis ta s y co­

lect ivis ta s de la H is t o r ia . E n estos p u n to s de vis ta en con t r a m os

un su gest ivo m a t e r ia l p a r a u n a d in á m ica d e la socied ad .

L a id ea p u r a d e la evolu ción es en gen er a l la p r ep on d er a n te

en la lit e r a tu r a sobre la H is t o r ia U n ive r s a l, m ien t r a s q u e en la

An t igü e d a d fu é d ecis iva la t eor ía de los ciclos cu ltu r a le s ; com o

se m u est r a sobre t o d o a l t r a ta r d e la t e o r ía d el d esa r r o llo de las

con st itu cion es . M a s ta m b ién en n u est r a ép oca p u ed en con sid e­

rar se com o p a r t id a r io s de la s egu n d a a a lgu n os a u tor es , en t r e los

cu a les se d esta ca O s w a ld Sp en gle r , q u ien , com o es sab id o , e s t a ­

b leció la h ip ótesis d e la existen cia d e d ife r en te s a lm a s cu lt u r a ­

les, d is t in gu ie n d o los p e r íod os de ju ve n t u d , m a d u r e^ ve jez y

d eca d en cia . S in em b a r go , d ich a t eo r ía , con t en id a en su fa m osa

ob r a D e r U n t e r g a n g d es A b e n d lc t n d e s ( La d eca d en cia d e occi­

d en te) , n o h a s id o a ce p ta d a a p esar d e la s su gest ion es m u y in ­

ter esan tes q u e con t ien e . D ir e m o s a d em á s qu e los r ep resen tan tes

de d is t in ta s cien cia s esp ecia les , econ om ista s , e tn ó logos e h isto-

Page 228: Introducción a la sociología

D IN ÁM ICA SOCIAL

n a J o r cs d el d er ech o, h a n en sa ya d o p or su p a r t e d e s cu b r ir la s lí ­

n eas de la evolu ción so cia l desd e e l p u n t o d e v is t a d e su s r e sp e c­

t iva s cien cia s , s in q u e en este lu ga r p o d a m os h a b la r d e su s e n s a ­

yos en d et a lle . T a n só lo m en cion a rem os, en lo q u e se r e fie r e a

las fa s es d e la evolu ción econ óm ica , las t eor ía s d e Fed er ico L is t ,

H ild e b r a n d , Bü ch e r y J osep h Sch u m p e te r ; en lo qu e a fe c t a a

los d ife r en te s t ip os d e p s ico lo gía de los p u eb los , los escr itos de

W u n d t y F é lix Kr u e ge r ; y en cu a n t o a la evolu ció n d el d er e­

ch o , las ob r as de Ih e r in g (r e la t iva s a l d er ech o r o m a n o ) , y G ie r k e

(sobr e d erech o ge r m á n ico ) . T a m b ié n en la H is t o r ia d el A r t e

se h a h ech o la t e n t a t iva de r e la cion a r e l ca m b io d e lo s e s t ilo s

a r t ís t icos con la e s t r u ctu r a d e la socied a d (véa se m ás a d ela n te ,

ca p . ix, 8 ) . In clu so los lin gü is ta s h a n ten id o en cu en ta las d ife ­

r en tes fa ses d e la evo lu ción , com o se m a n ifie s t a p a r t icu la r m en ­

te en la ob r a de H . P a u l P r in z ip ie n d er S p r a ch g e s ch ich t e (P r in ­

cip ios d e la h is to r ia d el le n g u a je ) .

E st a b le ce r u n a ley d e la evolu ción n o im p lica u n a va lo r a ­

ción d e los p r ob lem a s socia les, ya qu e segú n la d ir ección en q u e

su p on ga m os qu e e lla se r ea liza , t a m b ién p u ed e con sid erar se el

fen óm en o com o d e s fa vo r a b le , com o u n a d eca d en cia y n o só lo

com o flo r ecim ien to o p r o gr eso . L a teo r ía ya m en cion a d a d e los

ciclos cu lt u r a les o fr ece , p r ecisam en te , u n a p r u eb a de esto.

In clu so s in a d m it ir ésta se h a a fir m a d o com o ten d en cia evo ­

lu t iva lo qu e es u n d escen so de u n es ta d o su p er ior , a s í, p o r e jem ­

p lo , la t eor ía de T ó n n ie s sobre e l t r á n s it o de la "co m u n id a d ”

— q u e é l p er son alm en te p r e fie r e— a 4a "a so cia ció n ” b a sa d a en

u n a m era con sid er a ción de in tereses.

P e r o a la t eor ía de la evolu ción a co m p a ñ a m u ch a s veces la

id ea d e l p r og r eso , en t r á n d ose de este m od o en e l t er r en o de la f i ­

lo so fía d e la h isto r ia . P o r es to a lgu n os so ció logos h a n evita d o

ocu p a r se de la id ea d el p r ogr eso . Ross, en su lib r o L o s f u n d a ­

m e n t o s d e la s o cio lo g ía , d ice : "L a d in á m ica socia l d eb er ía re­

ch a za r id eas t a n co n fu sa s y d u d osas com o las d e p r o gr eso y

r egr esión , a ten ién d ose sólo a los h ech os p a r t icu la r es d e las t r a n s­

for m a cio n es socia les. N o es p osib le d ete r m in a r cu á n d o existe

p r ogr eso , p u es p a r a e llo fa lt a n n orm as o b je t iva s” . A p esar de

Page 229: Introducción a la sociología

CUIX.UI SO Y LEYES H ISTORICAS 219

11 ver d a d en cer r a d a en estas fra ses , son n u m er osos los soció logos

«|ii<* n o h an p o d id o evita r cu lt iva r la id ea d e u n p r ogr eso p er ­

m it ien te .

I )u r kh e im , p or e je m p lo , ve en el cr ecim ien to con t in u o d e la

d ivis ión or gá n ica d e l t r a b a jo la p r u e b a d e l p r ogr eso co n sta n te

• li l.i sociedad h u m a n a ; m ien t r a s qu e D e G r e e f la ve en la d is­

m in u ción co n t in u a d el ego ísm o in d ivid u a l; y F o u illée en la

u < n u ta ción de la id ea d e so lid a r id a d . E n t r e los a u tor es a lem a ­

nes liem os de señ a la r a S c h a ffle , q u e d ice en sus E le m e n t o s d e

so cio log ía : "L a co m u n id a d d e vid a es tá en crecim ien to p er m a ­

n en te ; vem os q u e la lu ch a se con vier te ca d a vez m ás en u n com ­

b a te sin sa n gr e , sin vio len cia , r ecíp r o ca m en t e ú t il, a l to m a r la

fo r m a de la com p e ten cia ” . P . Ba r th , en su F ilo s o f ía d e la h is t o ­

r ia co m o s o cio lo g ía , exp r esó la con vicción d e q u e existe u n con ­

t in u o p r ogr e so m o r a l d e la h u m a n id a d y q u e con stan tem en te

cr ece la a u to n om ía d e los in d ivid u os . E n t r e los sociólogos a u s­

t r íacos , R a tzen h o fe r exp resó, pese a su d isp osición a l pesim is­

m o, la esp er an za d e q u e en la civiliza ció n existe u n p r ogr eso

con t in u o . F . vo n W ie s e r a fir m a qu e p u ed e es ta blecer se u n a ley

segú n la cu a l la vio len cia va d ism in u yen d o. P o r lo d em á s, es

evid e n te qu e existe u n p r ogr eso en lo q u e se r efier e a l d om in io

d e la N a t u r a le za y d e la t écn ica , a sí com o en lo toca n te a la

lu ch a co n t r a las en fer m ed a d es; m ás e l p r o gr eso en el ca m p o de

la vid a m or a l, a u n h o y, es a lgo m u y d iscu t id o .

E xis t e u n a a m p lia lit e r a tu r a sobre e l p r o b lem a d el p r ogr eso .

E n t r e los a u tor es a lem a n es señ a la r em os a F . Tó n n ie s con su B e-

g r i f f u n d G e s e t z d e s m e n s ch lich e n F o r t s ch r i t t s (Co n ce p t o y

ley d el p r ogr eso h u m a n o ) p u b lica d o en e l A r c h iv o d e cien cia s

so cia le s , t . 53 ; E . T r ó ls t s ch , a u to r d e D e r H is t o r is m u s ( E l h isto-

r ic ism o ) , 1922 . E n t r e los soció logos d e o t r os p a íses, h a n t r a ta d o

el m ism o tem a: A . N ic e fo r o ( 19 2 1) ; A . J . T o d d ( 19 2 0 ) ; J . B.

B u r y ( 19 2 0 ) ; y, sob re tod o , R . F lin t con su H is t o r ia d e la f i lo ­

s o f ía d e la h is t o r ia en Fr a n cia , A le m a n ia e I n g la t er r a . E xis ten

t a m b ién n u m erosas ob r a s q u e t r a ta n d e leyes socia les e h is tó r i­

cas , así com o de la r e la ción de éstas con la s de la n a tu r a le za .

Sob r e este p u n to ver sa n va r ios escr itos d e F . E u len b e r g p u b li-

Page 230: Introducción a la sociología

JJtO D IN ÁM ICA SOCIAL

» .id os en los tom os 31 y 35 d el A r c h iv o d e cien cia s so cia les . Vé a n ­

se, a d em á s, los t r a b a jo s de J . D o b r e t zb e r ge r : U e b e r G es e t z m d s -

s ig k c it in d er W ir t s c h f a t (So b r e la exis ten cia de leyes en la eco ­

n o m ía ) , 19 2 7; y U e b e r h is t o r is ch e u n d so z ia le G e s e t z e (So b r e

las leyes h is tór ica s y so cia le s ) , p u b lica d o s en e l H a n d w ó r t e r b u ch

d er S o z io lo g ie , escr itos en los qu e a d em á s se en cu en t r a n in d ica cio ­

nes sobre b ib lio gr a fía r efer en te a este t em a. Ba r th , en su P h ilo s o -

p h ie d er G e s c h ich t e a is S o z io lo g ie , segu n d a ed ición , p . 66 ss ., se

ocu p a ta m b ién , in s is ten tem en te, d el p r ob lem a de las leyes h is tó r i­

cas. E n t r e las ob ras m ás a n t igu a s h em os d e e logia r la d e R . Rü -

m elin : U e b e r d en B r e g r i f f d e s so z ia le n G e s e t z e s (So b r e el co n ­

cep to de ley s o c ia l) , 18 62, qu e t o d a vía p u ed e leerse con p r o ­

vech o.

Ta m b ié n la es ta d ís t ica se h a o cu p a d o de este tem a.

5. L ey es so cio ló g ica s d e la e v o lu ció n

Y a en la so cio lo gía gr iega vem os los p r im eros in ten tos de

es ta b lecer cier ta s leyes gen er a les en la h is t o r ia d e los fen óm en os

socia les, a u n qu e, cla r o es, n o exis t ía en ton ces la id ea m od er n a

d el p r ogr eso con t in u o qu e fo r m u ló p or vez p r im er a Co n d o r ce t .

P e r o en m an era a lgu n a fa lt a n in d ica cion es sobre las leyes d el

d esa r r o llo m a n ife s ta d a s con fr ecu en cia en la fo r m a de u n p r o ­

ceso cíclico . E s p reciso r ep et ir qu e sem eja n te con cep ción n o es

a je n a p or co m p leto a n u estr a ép oca , com o q u ed a d em ost r a d o

con las teor ías d e N ie tzsch e y Sp en gle r . D esd e lu e go q u e en

las t eor ía s gr iega s d esem p eñ a u n p a p e l d ecis ivo el es tad o, cu ya s

t r a n sfo r m a cion es d escr ib en P la t ó n y Ar is tó te le s . Am b o s t r a t a ­

r on d e es ta b lecer leyes de evolu ción a p lica b le s a l es tad o. Aq u í

n o p od em os ocu p a r n os con m a yo r d et a lle de este p u n to . N o s

r em it im os de n u evo a n u est r o lib r o G r ie ch is ch e S o z io lo g ie .

E n la época m od er n a fu é segu r a m en te e l filó s o fo it a lia n o

Vico q u ien p or vez p r im er a en sa yó d escu b r ir las leyes de la evo­

lu ción socia l. En su ob r a L a n u ev a cien cia , 172 5, d is t in gu e u n

p er íod o h is tór ico r e lig io s o - t e o cr á t ico , u n p er íod o h er o ico -a r is -

Page 231: Introducción a la sociología

I M I I II I I A I VOI IJCIÓ N 221

i , i, o y un p e r ío d o h u m a n it a r io . T o d o sector cu lt u r a l h a de

| i ii en cu a lq u ie r p u e b lo p o r estas tres fa ses . Vico a p o ya su

............... .. el e s tu d io d e la h isto r ia de las d is t in ta s for m a s d el

r*h tt | o, de los s is tem a s ju r íd ico s , d e la econ om ía y d e la p oesía .

I'« mi »lc ja sin con tes ta r la cu est ión de si, d esp u és de llega r a l ú l­

t im o >'.rado, a l d el h u m a n ita r ism o , n o p o d r ía p r od u cir se u n a re-

Miida a u n o d e los gr a d o s in fer io r e s . N o existe segu r id a d abso-

Im.i sobre la r ea liza ción d e fin it iva d el p r ogr eso . M á s ta r d e se

lii/ o lam osa la ley co m t ia n a de los tr es es ta d os r ecor r id os p o r la

h u m a n id a d : e l e s ta d o teo lógico , e l m e t a fís ico y el c ien t ífico ,

l odos los fa ctor es d e la cu lt u r a s igu en , segú n Co m te , esta d irec-

»ion fu n d a m en ta l d el e sp ír itu ; p or e je m p lo , la co n st it u ción d el

es ta d o , la o r ga n iza ció n econ óm ica , e l a r te y la cien cia .

E n d ich a evolu ció n se m a n ifie s t a la id e a d el p r o g r eso , qu e

con s t itu ye la ley fu n d a m e n t a l de la socied a d h u m a n a . Co m te

exp on e con d e ta lle q u e en la fa se t eo ló gica se ob serva n tres g r a ­

d os su cesivos d e r e ligió n , o sean , e l fe t ich ism o , el p o lit e ísm o y

el m on oteísm o, a los cu a les a co m p a ñ a n d is t in ta s o r ga n iza cion es

d e la vid a socia l. La s en t id a d es a b st r a ct a s su s t itu yen a la r e li­

gió n en la fa se m e t a fís ica com o vem os cla r a m en te su ced e con

e l D e r ech o N a t u r a l, lo q u e con d u ce a l fin a la r evolu ción . Lo

ú n ico q u e p a r a é l ga r a n t iza u n a evolu ción ser en a h a cia e l h u m a ­

n ita r ism o es la p r ep o n d er a n cia d e las cien cia s p os it iva s; la con s­

t itu ción d el es ta d o es en ton ces r ep u b lica n a . P e r o h a n su r gid o

vio len ta s ob jecion es en con t r a de esta co n cep ción con t in u a de la

H is to r ia . Se h a h ech o n o ta r q u e esos t r es es tad os d el e sp ír it u los

vem os a l m ism o t iem p o en d ife r en te s ca p a s de las n acion es, con

lo q u e n o p u ed e h a b la r se en ton ces d e u n a d elim it a ción de los

m ism os. Ad em á s , só lo con sid er a a la so cied a d occid en t a l, p u es

ser ía im p osib le a p lica r la ley de los t r es es ta d os a l O r ie n te . P o r

o t r a p a r te , se o b je t a q u e ser ía ext r a ñ o q u e la evolu ció n de la

h u m a n id a d ter m in ase con el a d ven im ien to d el p osit ivism o.

E l filó s o fo a lem á n M a x Sch e ler t r a tó en su lib r o: D ie W is -

s en s fo r m en u n d d ie G e s e lls c h a f t (La s fo r m a s d el sab er y la so­

cied a d ) , de d is t in gu ir t r es esta d os en la evo lu ción d e la cu lt u r a

h u m a n a . E l fa ct o r d e la sa n gr e , es to es, la gen er a ció n y la r aza ,

Page 232: Introducción a la sociología

222 D IN AM ICA SOCIAL

t ien e u n a im p o r t a n cia d ecis iva en e l p r im er es t a d o; e l fa c t o r d el

p od e r en e l segu n d o , p o r lo q u e e l es ta d o , en con secu en cia , d es­

em p eñ a e l p a p el d ecis ivo ; y la econ o m ía es la d e m a yo r im p o r ta n ­

cia en e l tercero. A estos tr es fa cto r es r ea les d e la cu lt u r a h u m a ­

n a se en fr en ta n se gú n Sch e le r , los fa cto r e s id eales , o sea n la

r e ligión , e l a r t e y la cien cia . M a s n o h a p o d id o ta m p oco im p o ­

n erse es ta t eo r ía , s in d u d a m u y a gu d a , ya q u e la ép oca p r esen te

d em u est r a que e l p od er d el es ta d o y la econ om ía se eq u ilib r a n ,

s in q u e p u ed a d eter m in a r se u n a p r ep o n d e r a n cia de u n o sobre

e l o t r o . In clu so e l p er íod o d e d om in io d e la sa n gr e , p a sa d o ya

segú n Sch e ler , h a ga n a d o d e n u evo im p or ta n cia com o vem os

en e l n a cion a l-socia lism o.

H e r b e r t Sp en cer id eó d os leyes d e evo lu ció n p a r a la socied a d

h u m a n a . La p r im er a , d e la d ife r en cia ció n e in tegr a ció n cr ecien ­

te , es, a l m ism o t iem p o, u n a ley gen er a l d e la n a tu r a le za . E s

vá lid a t a n t o p a r a e l m u n d o or gá n ico com o p a r a e l in o r gá n ico ,

lo cu a l s ign ifica q u e en e l U n ive r s o se m u est r a n , ca d a vez m ás,

d ife r en cia s en t r e las p a r tes d e la m a te r ia o los o r ga n sim os, p er o

q u e, en cam bio , a p a r ecen sín tesis d e m a yor fu e r za . L a m a yor

in d ep en d en cia d e los in d ivid u o s es la con secu en cia d e es ta ley

en la socied a d h u m a n a , a sí com o q u e son m á s n u m er osa s las

a gr u p a cion es h u m a n a s. L a segu n d a ley so cio ló gica d e Sp en cer

es la s igu ien te : e l t ip o in d u s t r ia l va su st it u ye n d o m ás y m á s a l

t ip o m ilit a r p r im it ivo , o lo q u e es lo m ism o, e l con t r a to r eem ­

p la za a la vio len cia . M a in e , e l fa m oso ju r is ta in glés , h a exp r e ­

sa d o ta m b ién esa op in ión . P er o d ich a t e o r ía n o r esiste a l exa ­

m en cr ít ico q u e r e su lt a d e ob ser va r la ép oca p r esen te, q u e n os

p r u e b a q u e e l t ip o m ilit a r d e la socied a d n o h a p e r d id o fu e r za

n in gu n a .

E n t r e los so ció logos a lem a n es F . T ó n n ie s a b or d ó los t ér m in os

d e esta d iscu sión con su t eor ía d e la r e la ción en t r e co m u n id a d

y a s ocia ción . E lla su p on e n o ta n sólo u n a d is t in ción en t r e a m b os

t ip os , sin o, a l m ism o t iem p o u n a te o r ía d e la evo lu ció n . Se gú n

e lla la co m u n id a d va s ien d o su b s t itu id a p o r la a s ocia ción . P ese a

q u e esta t eor ía fu é a cep ta d a p o r a lgu n o s a u tor es , p o r e je m p lo ,

F r ey, n o p u ed e m en os q u e d u d a r se de su exa ct it u d . S i ten em os

Page 233: Introducción a la sociología

I ÍÍYES DE LA EVOLU CIÓN 2 2 3

en cu en ta la evo lu ció n q u e e l es ta d o h a su fr id o en la ép o ca a c­

tu a l, y, sobre tod o , la r egr esión q u e h a s u fr id o e l lib er a lism o,

liem os d e su p o n e r m ás b ien q u e e l t ip o d e co m u n id a d h a r e co ­

b r a d o im p or ta n cia . T a m p o co p u ed e con ced erse u n a va lid e z ge ­

n er a l a la t e or ía sobre la evo lu ción d e M a x W e b e r , s egú n la

cu a l existe u n a r a cio n a liz a ció n cr ecien te en tod os los a sp ectos

de la vid a so cia l. E l r e su r gim ien to d e l m it o en e l m u n d o in te lec­

tu a l d e h o y a p en a s si es co m p a t ib le co n la id ea d e u n a r a cio n a ­

liza ción gen e r a l, a p esa r d e q u e ésta p a r e zca m u y a ce r ta d a cu a n ­

d o se la a p lica a la econ om ía , la t é cn ica o la cien cia .

H em o s d e m en cion a r a d em á s la ley sobre la evo lu ció n fo r ­

m u la d a p o r e l so ció lo go fr a n cés R en é W o r m s d e la s igu ien te

m an er a ( L d s o c io lo g ía ) . P o r u n la d o , los gr u p os socia les a u ­

m en ta n ca d a vez en n ú m er o, lo cu a l p u ed e d em ostr a r se t en ien d o

en cu en ta la evo lu ció n q u e va d esd e la h o r d a p r im it iva h a st a la

gr a n p o t en cia a ct u a l; m as p or o t r o , a u m en ta n las d ivis ion es in ­

ter iores , d eb id o a l m a yor n ú m er o de in tereses en con t r a d os. E xis ­

ten , p or t a n t o , s im u ltá n ea m en t e , las t en d en cias h a cia la in tegr a ­

ción y d ife r en cia ció n , d esta ca d a s ya p o r Sp en ce r . E s t a t eor ía

p a rece basar se en ob servacion es vá lid a s , p er o q u ed a s in resolver

el p r ob lem a de cu á l d e las d os t en d en cia s , en a p a r en te con t r a ­

d icción , ser á la p r ep on d er a n te .

M en cio n a r em os a ú n , b revem en te , las t eor ía s q u e p re ten d en

ver en la evo lu ció n so cia l, p o r u n a p a r t e , la t en d en cia h a cia u n a

co lect iviza ció n cr ecien t e ; y, p o r o t r a , h a cia u n crecim ien to de la

lib er ta d in d ivid u a l. E l gr a n filó s o fo H e g e l d e fen d ió , com o es

sab id o , la ú lt im a . P o r to d o lo d ich o vem os, segú n in d ica m os ya

en n u est r o t r a b a jo N a t u r r e c h t u n d S o z io lo g ie , 19 12 (D er ech o

n a tu r a l y s o c io lo g ía ) , la escasa fir m eza de las leyes sobre la evo­

lu ción socia l.

Page 234: Introducción a la sociología
Page 235: Introducción a la sociología

C A P I T U L O I X

S O C I O L O G I A D E L A C U L T U R A

i . O b s er v a cio n e s g en er a les

E s m en ester d ecir p r im er o a lgu n a s p a la b r a s sobre la t er m in o­

lo gía . Se h a em p lea d o a veces la p a la b r a cu lt u r a com o sin ón im a

d e c iv iliz a ció n , p er o en gen er a l se h ace u n a d is t in ción en t r e a m ­

bos térm in os. E n a lem á n se en t ien d e fr ecu en tem en te p or civili­

za ción la su m a de los fa ct or es s igu ien tes : r aza , t écn ica , econ om ía

y p od e r d el es ta d o . P o r cu lt u r a , en ca m b io , se en t ien d e la t o ta li­

d a d de los fa cto r e s id eales , esto es, r e ligió n , filo s o fía , a r t e y

m or a l. E n la lit e r a tu r a in glesa y fr a n cesa vem os, p o r e l con t r a ­

r io, q u e se en t ien d e p or civiliza ció n lo q u e cor resp on d e a los

ú lt im os, m ien t r a s q u e la cu ltu r a se r e fie r e t a n só lo a los fa ct o ­

res rea les. E st a ú lt im a er a , sin d u d a , la s ign ifica ció n p r im it iva

d e la p a la b r a cu lt u r a , com o p od em os ver a u n con la p a la b r a

a g r icu lt u r a . T a m b ié n a lgu n os so ció logos a lem an es, com o R a t ­

zen h o fe r , h a n a cep ta d o esta t e r m in ología con la con secu en cia

d e con ced er m a yor va lo r a la civiliza ció n qu e a la cu ltu r a . P a r a

evita r esta co n fu s ió n ser ía r ecom en d ab le em p lea r la p a la b r a

cu lt u r a com o tér m in o ú n ico p a r a exp r esa r los fa cto r es t a n to r ea ­

les com o id ea les, cu ya s ign ifica ció n es tu d ia r em os m ás a d e la n te ,

a u n q u e esto sea só lo , cla r o es, desd e e l p u n to de vis ta socio ló­

gico . E n la I n t r o d u cció n a este lib r o in d ica m os ya los térm in os

en qu e está p la n t ea d a la d iscu sión sobre la r azón de ser de u n a

sem eja n te s o cio lo g ía d e la cu lt u r a .

Page 236: Introducción a la sociología

72Ó SOCIOLOGÍA DE LA CU LTU R A

An t e s de es tu d ia r los d ifer en t es t em as d e es ta cien cia H abla­

rem os b r evem en te de d os p r ob lem a s gen er a les , es d ecir , en p r i­

m er lu ga r de sab er s i se p u ed e ca lifica r a u n o d e los fa ctor es

cu lt u r a les com o d ecis ivo , y en segu n d o, cu á le s son los t ip os de

cu lt u r a qu e se p u ed en es ta b lecer . E n cu a n to a l p r im er p r ob le ­

m a h em os d e d ecir q u e se h a con sid er a d o a lgu n a vez la r a za , es

d ecir , la base b io ló gica , com o elem en to d ecis ivo d e tod a cu ltu r a ,

com o h izo G o b in ea u (d e q u ien h em os h a b la d o en e l ca p ít u ­

lo i v ) . E n cam b io, la cien cia es p a r a Co m t e la q u e d om in a t o ­

d os los d em á s fa cto r es cu lt u r a les , u n a ve z su p er a d os los p e r íod os

r e ligioso y m e ta fís ico . O t r o s a u tor es , r e fir ién d o se a la e vo lu ­

ción socia l, h a n a t r ib u id o e l p a p e l m á s im p or ta n te a la r e lig ió n ,

y n o só lo en lo q u e a fe c t a a l p a sa d o , s in o co n t a n d o ta m b ién con

el fu t u r o ; es ta es la t e or ía d e B . K id d , exp r esa d a en su lib r o

sobre la evolu ción socia l, y de M . H a u r io u en su ob r a sob re la

cien cia socia l t r a d icion a l. In clu so e l a r t e h a sido con sid er a d o a

veces com o el fa c t o r q u e ca r a ct er iza d e ver a s a la socied a d ; K .

La m p r ech t lo h a exp r esa d o en sus t r a b a jo s h is tó r icos, q u e en se­

ñ a n q u e e l e sp ír it u d e la ép oca , q u e p r eced e a l d esa r r o llo eco­

n óm ico y p o lít ico , p u ed e d ed u cir se d el a r te.

U n a s ign ifica ció n esp ecia l h a a lca n za d o la lla m a d a co n ce p ­

ción e co n ó m ica d e la H is t o r ia , segú n la cu a l la eco n om ía y la

t écn ica son la base d e to d a cu ltu r a , es d ecir , la su b es t r u ctu r a so­

b re la cu a l r ep osa n tod os los d em á s fa cto r e s q u e vien en a fo r ­

m a r la su p e r est r u ctu r a , com o son , en esp ecia l, e l d er ech o y el

es ta d o , la m o r a l y e l a r te . E st a d o ct r in a , cu ya cr ea ción se a t r i­

b u ye a K a r l M a r x , h a e jer cid o s in d u d a u n a gr a n in flu en cia .

P e r o se la con sid er a h o y com o exa ge r a ción d e u n a id ea , a cer ­

ta d a d en t r o de cier tos lím ites . D e segu r o es im p osib le q u er er

d ed u cir la cu lt u r a p a r t icu la r de la E d a d M e d ia , o la de los

estad os d el I s lá m , d e la su b est r u ctu r a econ óm ica . E n cam b io,

m u y b ien p od em os su p on er que la r e lig ió n fu é en e lla s el fa ct o r

d ecis ivo. P o r o t r a p a r t e , W e b e r h a d em ost r a d o q u e la in flu e n ­

cia d e la r e ligió n ca lvin is ta h a h ech o p r o gr esa r co n sid er a b le­

m en te a l ca p ita lism o m od er n o . H em o s d e p en sa r , a l m en os, que

Page 237: Introducción a la sociología

existe en d ife r e n te s a sp ectos u n a in flu e n cia r ecíp r oca en t r e la

s itu a ción econ óm ica y los d em ás fa cto r e s cu lt u r a les .

Vo lve r em o s a h o r a a l se gu n d o p r o b lem a o sea a l d e sab er cu á ­

les son los t ip o s y f a s e s q u e p od em os d is t in gu ir en la cu ltu r a ;

a u n q u e la t e o r ía fa seo ló gica p er ten ece sobre tod o a l t er r en o de

la d in á m ica socia l, y la h em os t r a t a d o p o r t a n to en e l ca p ít u lo

p r eced en te, a l r efe r ir n o s de u n m o d o p a r t icu la r a las t eor ía s de

los ciclos cu ltu r a le s y d el p r o gr eso . E xis t e , sin em b a r go , u n te ­

r ren o com ú n a la t e o r ía d e los t ip os y a la de las d is t in ta s fases

de cu ltu r a , ya q u e a q u ello s r ep r esen ta n , a l m ism o t iem p o, fa ­

ses de su evo lu ció n , com o p o r e je m p lo , la con s t it u ción econ óm ica

a gr íco la , la a r t esa n a y la ca p it a lis t a . P er o es ta r e la ción n o es en

a b so lu t o n ecesa r ia ; e l t ip o d e la cu lt u r a ch in a o la d el I s lá m

n a d a t ien e q u e ver con u n a ley d e evo lu ción . Ad e m á s , e l t ér m i­

n o t ip o c u lt u r a l es de s ign ifica ció n a m b igu a , ya q u e p a r a es ta ­

b lecer la d is t in ció n p u ed en em p lea r se los m ás d iver sos p u n tos

de vis ta . C o n fr e cu en cia se h a com p a r a d o la cu lt u r a con e l in ­

d ivid u o , sob re to d o con los d ife r en te s gr a d o s d e ed a d , d icien d o:

in fa n cia , a d o lescen cia , m a d u r ez y ve je z d e u n a cu lt u r a . O b ien ,

se h a h ech o u n a d is t in ción segú n las fu e r za s p síq u ica s d el h om ­

br e; se h a d is t in gu id o en t r e cu ltu r a s d e r a zón , d e sen t im ien to

y d e vo lu n ta d . E s igu a lm en t e co n o cid a la d is t in ción en t r e el

h om b re a ct ivo y e l con tem p la t ivo q u e se h a exten d id o a ép ocas

y p u eb lo s en teros.

M a s ju n t o a l em p leo de ca r a cter es e in d ivid u o s p a r a h a cer

r esa lt a r los d ife r en te s t ipos d e cu lt u r a , existen o tr os p u n to s de

vis ta . La in flu e n cia d el a m b ien te ge o gr á fico sobre la vid a socia l

h a ser vid o p a r a es ta b lecer a lgu n o s ; se h a h a b la d o d e p u eb los d e

desier to , d e es tep a , de m on t a ñ a , a sí com o d e p u eb los m ar in eros ,

a t r ib u ye n d o a ca d a u n o d e e llos cu ltu r a s p a r t icu la r es . Asim ism o

se h a n h ech o cla s ifica cio n e s q u e se in sp ir a n en los gr u p o s d om i­

n a n tes en la socied a d , com o a l d ecir cu ltu r a ca b a ller esca , sacer ­

d o t a l, m on a ca l y cor tesa n a . T o d a v ía es m u y cor r ien te e l h a cer

u n a d ife r en cia ció n en la cu lt u r a segú n los p er íod o s d e la H is t o ­

r ia U n ive r s a l, o sea h a b la r d e u n a cu lt u r a d e la An t igü e d a d ,

de la E d a d M e d ia , d el R en a cim ien t o y d el S ig lo d e las Lu ces .

OBSERVACIONES GEN ERALES 2 2 7

Page 238: Introducción a la sociología

SOCIOLOGÍA DE LA CU LTU R A

Fu é, en t r e los soció logos, Au gu s t o Co m te e l p r im er o qu e t r a tó

tic es ta b lecer dos t ip os fu n d a m en t a le s , o sea el de la cu lt u r a o r ­

gá n ica y a rm on iosa , com o la qu e r ep r esen ta la E d a d M e d ia ; y

0 & el t ip o d e in or gán ica ' y d ivid id a , com o es la de la ú lt im a ép oca

d e la An t igü e d a d y la p r esen te . D e Sp en cer p r ovien e la d is t in ­

ción en t r e e l t ip o m ilit a r y e l t ip o in d u st r ia l d e la cu ltu r a . P o r

o t r a p a r te , Tó n n ie s t r a t ó t a m b ién d e p r esen ta r sus d os for m a s

fu n d a m en t a les d e la vid a socia l, co m u n id a d y a s o cia ció n , com o

t ip os d e cu lt u r a .

Co n fr ecu en cia se em p lean a n a lo gía s d er iva d a s d el m u n d o

o r gá n ico p a r a ca r a ct er iza r la cu ltu r a ; así, p or e jem p lo , se d ice

"flo r e ce r ” y "m a r ch ita r se” u n a cu ltu r a ; a lgu n a s veces in clu so

se h a q u er id o esta b lecer la h ipótesis d e q u e la cu ltu r a posee u n

a lm a in d ep en d ien te, com o h izo Sp en gle r en L a d eca d en cia d e

o cc id e n t e . Se gú n él n o existe t r an sm isión de u n a cu ltu r a a ot r a ,

ya q u e las cu ltu r a s h a n d e con sid erar se com o in d ivid u a lid a d es .

E l co n ocid o p r eh is tor ia d or F r óben iu s ve en la cu lt u r a u n a en t i­

d a d vivien te su p er ior , q u e vive de igu a l m od o q u e los h om br es ,

s igu ien d o su p r o p ia ley de d esa r r o llo . La s t eor ías d e a m bos a u to ­

res su p on en sin d u d a u n a gr a n d io sa vis ión d e la evo lu ción cu l­

tu r a l, a u n q u e a m bas es t á n a p oya d a s , en cier to m od o, en u n a

base m e ta fís ica . L a So cio lo gía , cien cia p o sit iva de las a gr u p a ­

cion es h u m a n a s, n o h a de tom ar p osición en lo que se r e fier e

a este p rob lem a . U n es tu d io r ecien te y p r o fu n d o sobre e l tem a

es e l de Sp r a n ge r , t it u la d o P r o b le m e d er K u lt u r m o r p h o lo g ie

(P r o b lem a s de la m o r fo lo g ía de la cu lt u r a ) , 193 6 . E n es ta obr a

se exp on e de u n m od o p a r t icu la r m en te in s t r u ct ivo el tem a de

los co n ta ctos r ecíp rocos en t r e las d ife r en tes cu lt u r a s . Sp r a n ge r

d is t in gu e : 1. E l co n ta ct o cu ltu r a l, es ta b lecid o en el m ism o ter r i­

tor io p or in m igr a ción o co lon iza ción . 2. E l co n ta cto cu ltu r a l p or

a cción a d is ta n cia , com o en e l caso de la eu r op e iza ción de la cu l­

tu r a q u e h a n s u fr id o casi tod os los p a íses d el glo b o . 3. U n a

t r an sm isión d e la cu lt u r a d esd e el p a sa d o , r ea liza d a en los lla ­

m ad os "r en a cim ien to s” .

An t e s d e Sp r a n ge r , A lfr e d o W e b e r t r a t ó d e d esa r r o lla r u n a

socio lo gía d e la cu ltu r a o r igin a l, p r im er o en a lgu n os t r a tad os

Page 239: Introducción a la sociología

OBSERVACIONES GEN ERALES 229

br eves , p er o d esp u és en su gr a n ob r a : K u lt u r g e s c h ich t e a is K u l-

t u r s o z io lo g ie (H is t o r ia de la cu lt u r a com o socio lo gía de la cu l­

t u r a ) , 19 35. W e b e r d is t in gu e t r es p rocesos h is tór icos q u e t r a n s­

cu r r en de u n m od o p a r a le lo : e l p r o ces o so cia l p r op ia m en te d i­

ch o , en el que llega n a exp resa rse los d ife r en te s t ip os socia les;

el p r o ces o d e c iv iliz a ció n , d e ter m in a d o p o r la evo lu ción d el cos­

m os in te lect u a l, y q u e p ar ece, p or lo t a n t o , t r a n sm isib le ; y, en

fin , el p r o ce s o cu lt u r a l, en cer ra d o en u n a d ete r m in a d a s itu a ción

h istó r ica in t r a n sm isib le . H a de a ñ a d ir se en cu a n to a este ú lt im o

q u e n o existe u n a evolu ción co n t in u a , s in o qu e s iem p re se ob ­

ser va u n a cr ea ción n u eva , lo cu a l r e su lta evid en te en lo q u e se

r efier e a la r e ligió n , el a r te y la filo s o fía .

2. S o c io lo g ía d e l le n g u a je y d e l co n o cim ie n t o

E n las ob ras d e los p en sa d or es gr iegos vem os ya a lu sion es a

la im p o r t a n cia socia l d el len gu a je . Ar is tó te le s , en u n o d e los

p r im er os ca p ítu lo s de su P o lí t ica , señ a la qu e su u so d ife r en cia

fu n d a m en t a lm en te a l h om b re d el a n im a l. E st e só lo p u ed e p r o­

d u cir son idos qu e son exp resion es d e a le gr ía o d e d o lor , m ien ­

tr as que e l h om b r e, gr a cia s a l id iom a , es ca p a z de e leva r se a

con cep cion es gen er a les , y, sobre tod o, a es ta b lecer la d is t in ción

en t r e d er ech o e in ju s t icia . D e b id o a esta cu a lid a d e sp ecífica h a

s id o p osib le e l d esa r r o llo d e u n or d en socia l y, sobre tod o , la

cr eación de u n es ta d o . P la t ó n se ocu p ó a n tes qu e é l d el o r igen

d el len gu a je , a u n q u e m ás b ien de u n m odo cr ít ico q u e con s­

t r u ct ivo , t r a ta n d o d e las op in ion es d e los sofis ta s sobre este p r o­

b lem a. E n t r e las t eor ía s q u e P la t ó n m en cion a sobre el o r igen d el

le n gu a je es tá n : la d e la im ita ción de la n a tu r a le za , la d e q u e fu é

in ven t a d o p or h om b r es d eter m in a d os y, p o r ú lt im o, la d e q u e el

id iom a fu é cr ea d o p or u n con ven io sobre el u so d e los t ér m in os.

P o r o t r a p a r t e , h em os d e a d ver t ir q u e n o se h a en co n t r a d o a ú n

p a r a este p r o b lem a u n a so lu ción d e fin it iva .

L a socio lo gía d e l len gu a je , e lim in a n d o los p r ob lem a s p u r a ­

m en te filo ló gico s , d ebe t r a ta r de los s igu ien tes p r ob lem a s p r in -

Page 240: Introducción a la sociología

SOCIOLOGÍA DE LA CULTURA

o p a le s : ¿ C u á l es la in flu e n cia que las a gr u p a cio n es h u m a n a s h a n

e je r cid o sobre la evolu ción y for m a ción d el le n gu a je ? ¿ Y cu á l,

p or o t r a p a r te , la in flu e n cia qu e e l le n gu a je h a e je r cid o sobre

las r e la cion es in ter h u m a n a s y los gr u p o s? E n p r im er lu ga r , h e­

m os de señ a la r la r e la ción en t r e p a d r es e h ijo s , d e n t r o d e la cu a l

t ien e lu ga r e l a p r en d iza je d el le n gu a je p o r la n u eva gen er ación .

A l a p r en d er la len gu a m a t e r n a el n iñ o a d q u ie r e n o sólo la p o­

s ib ilid a d d e com p r en d er y h acer se en ten d er , s in o ta m b ién , y a l

m ism o t iem p o, tod o e l m u n d o de id eas d el gr u p o a q u e p er ten e­

ce, p a r t icip a n d o p or t a n to d el gr a n tesor o q u e su p on e e l id io­

m a , d el q u e p u ed e d isp on er en su vid a y en su p r o fes ió n . Ap r e n ­

d er la len gu a m a ter n a s ign ifica , p u es, p a r t icip a r d e la t r a d ición

esp ir itu a l de u n p u eb lo . L a escu ela y la in flu e n cia q u e la vid a

p ú b lica e jer ce en el in d ivid u o p r o lo n ga n la p a r t icip a ció n en la r i­

q u e za lin gü ís t ica . M a s si es cier to qu e e l le n gu a je p a rece ser la

fo r m a de co m u n ica ción m ás im p or ta n te en t r e los h om br es , t a m ­

b ién lo es q u e sirve com o m ed io de en ten d im ien to en la fo r m a -

m a ción d e n u evos gr u p os , los cu a les, a su vez, e jer cen cier ta

in flu e n cia sobre la cr ea ción d e p a r t icu la r id a d es d e l id iom a , co­

m o se m a n ifie s t a en los es tam en tos y p r o fes ion es . Sob r e e l o r i­

gen d e los d ia lectos y m odism os h em os d e d ecir qu e son , en p r i­

m er lu ga r , con secu en cia d e con d icion es ge o gr á fica s ; a u n q u e n o

d e je de ser im p or ta n te e l p a p e l qu e d esem p eñ a la com u n id a d

socia l.

L a d ife r e n cia esen cia l q u e existe en t r e los id iom as n o resi­

d e t a n só lo en e l a sp ecto fon é t ico sin o ta m b ién en su con ten id o ,

com o señ a ló H u m b o ld t . E st e a d vir t ió q u e e l es t u d io com p a r a ­

t ivo d e los len gu a je s o fr e ce u n m ed io p a r a e s t u d ia r las d ife ­

r en tes id eas d e los d is t in tos p u eb los , r a zón p o r la cu a l la t r a ­

d u cción d e u n a ob r a ja m á s p u ed e o fr ece r e l con ten id o ca b a l d el

o r igin a l. M er ece cit a r se u n lib ro , cu yo a u to r es W . Lu t h e r y

q u e lleva p o r t ítu lo : W a h r h e i t u n d L ü g e im a lt en G r ie ch e n t u m

(Ve r d a d y m en t ir a en la a n t igu a G r e c ia ) , 19 3 5, en d on d e se

exp lica e l m od o, d is t in to a l n u est r o , q u e t e n ía n los a n t igu o s h e­

len os d e con ceb ir estos d os h ech os.

Page 241: Introducción a la sociología

I I N G U A J E Y CO N O C IM I E N TO 2 3 I

Ad em á s , el len gu a je se r e la cion a de m a n er a p ecu lia r con o tr os

fa ctor es d e la cu ltu r a , p o r e jem p lo , con la ed u ca ció n . H em o s

d e señ a la r t a m b ién su r e la ción con la r e lig ió n , q u e se m a n ifie s t a

o r igin a r ia m en t e en las fó r m u la s m á gica s y d esp u és en los rezos

y ca n tos r eligiosos . M u y im p or ta n te n os p a r ece e l le n gu a je co ­

m o base de u n a fo r m a d ete r m in a d a d el a r te : la lit e r a tu r a . E

in clu so existen r e la cion es en tr e e l le n gu a je y e l o r d en ju r íd ic o ,

en la m ed id a en q u e e l e lem en to d el le n gu a je fo r m a la base d e

los r efr a n es ju r íd ico s y p oster io r m en te d e las leyes. P e r o m ás

im p or ta n te es sin d u d a la r e la ción , d e la q u e h a b la r em os en se­

gu id a , en t r e id io m a y co n o cim ie n t o o sab er .

An t e s h em os d e h a cer a lgu n a s ob serva cion es sobre los lib ros

q u e se ocu p a n d e la s o cio lo gía d el le n gu a je . D e este p r o b lem a

h a n t r a ta d o en Ale m a n ia , en t r e los lin g ü is t a s , sobre tod o Vo s -

ler y W e is ge r b e r ; en F r a n cia A . M e ille t y R a o u l d e la Gr a s se r ie ;

en I n gla t e r r a J esp er sen . E ste q u iso d em os t r a r q u e tod os los fe ­

n óm en os lin gü ís t icos d ep en d en d e las con d icion es socia les. E n ­

t r e los soció logos p r op ia m en te d ich os, h a n s id o D u r k h e im y los

d e su escu ela q u ien es h a n d es ta ca d o la im p or t a n cia d el fa c t o r

com p u ls ivo en la fo r m a ción d el le n gu a je ; ya q u e, segú n e llos , el

id io m a se e n fr e n t a a los h om b res com o u n a fu e r za im p osit iva .

L a escu ela d e D u r k h e im ve en este h ech o u n a p r u eb a d e la ve r ­

d a d de su con cep ció n fu n d a m en t a l, segú n la cu a l los h ech os so­

cia les d eben con sid er ar se com o r ea lid a d es q u e existen fu e r a de

los in d ivid u o s. P a r a T a r d e , en ca m b io , e l id iom a es e l ter ren o

en q u e se m a n ifie s t a n los dos fen óm en os e lem en ta les de la socie­

d a d , la in ven ción y la im ita ción . F r en t e a esta d oct r in a in d ivi­

d u a lis ta , O . Sp a n n a cen tú a , desd e el p u n t o d e vis ta de su so­

c io lo gía u n iver sa lis t a , e l ca r á cter d e t o t a lid a d d el id iom a , t a n t o

en lo q u e se r efier e a las p er son as com o a la r iq u eza d e for m a s

y p en sam ien tos d e q u e p a r t icip a n los in d ivid u os .

Vo lvie n d o a h o r a la m ir a d a h a cia la so cio lo gía d el con o ci­

m ien to , r e su lta evid en te su r e la ción con el len gu a je . E l esp ír itu

h u m a n o crea , gr a cia s a éste, u n m u n d o de for m a s esp ir itu a les ;

la ca p a cid a d de le n gu a je y la d el co n ocim ien to in te le ct u a l co in ­

cid en . La fo r m a exter n a y e l con ten id o in t e le ct u a l es tá n liga d os

Page 242: Introducción a la sociología

232 SO CI O LO GÍ A DLL L A C U L T U R A

indisolublemente. L a evolución intelectual del niño así lo de­

muest ra, ya que en él coincide el nacimiento de conceptos gene­

rales con el aprendizaje del idioma. La palabra es símbolo de la

idea; el pensar se adhiere al lenguaje. En el hecho de que las

mismas cosas se nombren con las mismas palabras quedan resu­

midas las característ icas comunes de esas cosas; la palabra les da

en cierto modo cuerpo, naciendo así el concepto del lenguaje

vu lgar como condición necesaria para el entendimiento práct ico

y el pensamiento cient ífico.

D el tesoro l ingüíst ico de una nación se puede ext raer la su­

ma de experiencias que ha tenido ese pueblo hasta una fecha

determinada, así como también el modo de asimi lar las. Y ahí

reside la tarea de la sociología del lenguaje.

Ahora bien, se plantea la cuest ión de saber si las catego­

r ías generales del pensamiento, pese a las di ferencias de idioma,

son las mismas en todos los t iempos y en todos los pueblos,

o si, aquí también, las bases sociales son origen de di ferencias.

H ast a hace poco la admisión de la pr im era opinión, o sea la teo­

r ía de la aprior idad de la razón apoyada en la f i losofía de Kan t ,

era general , oponiéndose a el la Durkheim , el primero en af i r ­

mar que hemos de considerar esas categorías del pensamiento

como producto de la sociedad, y que éstas, por tanto, no han

exist ido or iginar iam ente. Esto sería vál ido sobre todo por lo

que respecta a los conceptos de espacio, t iempo, especie y géne­

ro. El discípulo de Durkheim , Lévy-Bruh l , t rató de demostrar

en var ios l ibros que, en la psicología de los pueblos pr im it ivos,

no rige ni la ley de causal idad ni la de contradicción; y que esa

psicología t iene por tanto un carácter prelógico. M as esta opi­

nión fué discut ida. Su comprobación hemos de dejar la a la cien­

cia etnológica.

Basándose en las anteriormente citadas, el fi lósofo vienes

Jerusalem expuso la teoría de que el hombre pr im it ivo estaba

dominado por representaciones colect ivas. Según él, el individuo

se siente miembro de la t r ibu por esencia y adopta las opiniones

de esta sin pensar de un modo independiente. Sólo merced a la

di ferenciación que se produce con la división social del t rabajo,

Page 243: Introducción a la sociología

L E N G U A JE Y CO N O C I M I EN T O 233

va desar rol lándose en los individuos la facu l t ad de percepción y

juicio propios. Pero siempre el espír i tu de los individuos depen-

de de su ambiente social .

Bajo la dirección del f i lósofo alem án M ax Scheler se des­

arrol ló después lo que en esa teoría apenas se hal la bosquejado,

dando lugar a una sociología especial, la so ci o l o g í a d e l sa b er .

Scheler t iende a descubr ir determinadas leyes referentes a la

relación que existe entre el mundo de las ideas y las condiciones

reales de la vida social . Su empeño se d ir igía pr incipalmente ha­

cia el terreno del saber religioso, m etafísico y técnico. Debido

a t ina sugest ión suya, apareció en 1924 la obra colect iva V e r su c h

z u e i n e r So z i o l o g i e d e s W i sse n s (Ensayo de una sociología del

saber ) , la cual , aunque carezca de una construcción sistemát i ­

ca, ofrece, sin em bargo, val iosas cont r ibuciones para el estudio

de este tema. En el la se t rata de la condición social del pensa­

miento en general , de las form as de t ransmisión del saber, de la

unidad de est i lo entre la cul tura espir i tual y la economía, de

la relación de algunas escuelas f i losóficas con la comunidad so­

cial y de las bases sociales de la m íst ica. E incluso encont ramos

un estudio sociológico de las modernas escuelas creadas en tor­

no a St efan George, Rudol f Steiner y Siegm und Freud.

En la sociología del saber se suele incluir también la t e o r í a

d e l a s i d e o l o g í a s, form ulada por vez pr imera por K ar l M arx,

según la cual el conocimiento humano está l igado a la existencia

m ater ial ; y la act i tud intelectual depende de la condición social

del grupo a que pertenece el individuo. Bajo la apar iencia de

una verdad objet iva están ocultos tan sólo intereses subjet ivos,

cuyo desenmascaramiento se ha de real izar. Est a teoría de las

ideologías, o sea la l lam ada teoría de la conciencia falsa, es

una consecuencia de la concepción m ater ial ista de la H ist o­

r ia, a la que se ha aludido en otro lugar . Observaremos ahora

lo siguiente: Si se admite como absolutamente vál ida la teoría

de que el conocimiento depende de las condiciones de la exis­

tencia, y que en consecuencia no cont iene n inguna verdad obje­

t iva, dicha proposición podría aplicarse también en contra del

proletar iado. Si somos consecuentes, tendremos que declarar que

16

Page 244: Introducción a la sociología

234 SO CI O LO G Í A D E L A C U L T U R A

esta teoría t iene una raíz igual en las condiciones de existencia

del proletar iado y es, por tanto, también una f a l sa co n ci en ci a .

Frente a una tal relat ividad en lo que afecta al conocimiento, se

han hecho var ias tentat ivas para rest r ingir esencialmente la teo­

r ía de la ideología, destacando su verdadero valor. H em os de

señalar , entre los libros que han real izado este intento, los de K ar l

M annheim ; y entre ellos, m uy especialmente, su I d e o l o g i e u n d

U t o p i e (Ideología y utopía) .*

Recuérdese asimismo que el eminente sociólogo i tal iano Pa­

reto describió ya ese fenómeno que hoy designamos con el nom­

bre de i d e o l o g í a . Pareto habla de "der ivaciones” , cal i fi cando así

esa falsa conciencia que encubre los verdaderos intereses y ten­

dencias con diversos nombres que expresan una ideología, como

l iber tad, igualdad y just icia. Est a doct r ina no se relaciona, sin

embargo, con el marxismo, pues ya es sabido que Pareto lo re­

chazaba enérgicamente. N uest ra opinión es que en Alem an ia se

ha sobrest imado en mucho el valor de la teoría de las ideologías.

Podrá representar un arm a excelente en la lucha económica y

polít ica, pero es más discut ible su valor estr ictamente cient ífico.

Ser ía de desear que la sociología del conocimiento se encaminase

en el futuro hacia la resolución de otros problemas, tales como

los que, programát icamente, se encuentran señalados por M ax

Scheler.

t

3. So c i o l o g í a d e l a r e l i g i ó n

A primera vista parece que la rel igión pertenece por com­

pleto a la conciencia del individuo y que, en consecuencia, no

guarda relación alguna con los grupos sociales; pero esta supo­

sición es errónea. Por el cont rar io, entre la rel igión y la sociedad

hay una importante in fluencia recíproca. U n a ojeada sobre la

historia de la hum anidad demuest ra, por una parte, que los

grupos sociales in f luyeron sobre la rel igión, sobre todo en el or i­

gen de ésta. Fam i l ia, clan, t r ibu y est i rpes imprimen un carácter

* Publicada en español por Fo n do d e C u l t u r a Econ óm ica .

Page 245: Introducción a la sociología

I A R EL I G I Ó N

i N pccial a los conceptos rel igiosos; carácter, además, dist into se-

>MÍn se t rate de un pueblo de pastores, de nómadas o de agr i ­

cultores. Tam bién el desarrol lo de las ciudades, así como el t rá-

I ico mercant i l y m arít im o, producen di ferencias rel igiosas. La

rel igión ejerce, por ot ra parte, una considerable in fluencia sobre

la est ructura social , creándose estamentos part iculares como el

sacerdotal , o pecul iares const i tuciones del estado como la teo­

crát ica. Es importante además su in fluencia sobre la creación

de normas sociales, ya que, pr im it ivamente, el derecho em ana­

ba de los m andamientos de dios o de los sacerdotes. Incluso hoy

día existe un derecho canónico especial junto al orden legal que

emana del estado. L a iglesia l lega a representar una part icu lar

colect ividad social , cuyo m ayor desarrol lo observamos en la igle­

sia catól ica, cuya jerarqu ía es un modelo de cómo se expresan

los pr incipios de aut or idad y jefat u ra. En ot ras confesiones y

.cctas crist ianas es general que la organización se limite a la de

la comunidad de los fieles, sin l legar a una concentración del

poder eclesiást ico en una f igu ra suprema. L a iglesia or todoxa, por

su parte, ha dado lugar a un fenómeno dist into: el cesaropapis-

mo de Bizancio y de la Rusia zarista. M ás débil es el desarrol lo

de la est ructura social en el budismo, por su carácter indivi ­

dual ista.

Si el d o g m a rel igioso es algo que incumbe tan sólo a la

Teología, el cu l t o , en cambio, presenta relaciones especiales con

la Sociología, ya que los servicios divinos representan acciones

colect ivas, siendo incluso quizá la form a más ant igua de la ac­

tuación colect iva de ciertos grupos como la fam i l ia, el clan y

la t r ibu. Son ellos, no ya el individuo aislado, los que se encuen­

t ran en relación inm ediata con el dios único o var io. D esde el

punto de vista sociológico no t iene importancia la cuest ión de sa­

ber si fué el monoteísmo el punto de part ida de la idea de

D ios, como pretende Gui l lerm o Schm idt , o si fué el poli teísmo,

como afi rm an las escuelas francesa e inglesa del posi t ivismo.

Sea como fuere, los actos cul turales, tales el sacr i ficio y los re­

zos, están dest inados como servicios divinos a la total idad so­

cial, aunque no se part icipe en ellos. Incluso el nacimiento de

Page 246: Introducción a la sociología

23 6 SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

«na capa part icular de sacerdotes dotada de una función repre­

sentat iva no suprime la part icipación de la comunidad religio­

sa, que aparece en pr imer plano en la celebración de las fiestas

religiosas.

U n a posición única ocupa el que pasa por ser f u n d a d o r de

una religión. El es el verdadero creador de la comunidad rel i ­

giosa, la cual, o bien se l imi ta luego a determinado pueblo, o se

ext iende por la humanidad entera. Ju n t o al fundador se en­

cuent ran los discípulos, cuya tarea es ayudar en la cont inuación

de la obra emprendida. U n a posición part icular t ienen también

los hombres que l lamamos p r o f e t a s, pues se encuentran a veces

en oposición a la casta sacerdotal dominante, y su actuación es

admonitor ia y de reform a. M enos importante es el papel de las

pi tonisas y augures, como intérpretes de la voluntad divina

en las religiones gr iega o romana. U n a comunidad pecul iar den­

tro de la iglesia catól ica y la religión budista es la de las órdenes

monást icas. En el la vemos una relación rel igiosa ent rañable por

el hecho de que sus miembros, abandonando los círculos m un­

danos, form an una comunidad part icular , verdadera, consagra­

da sobre todo al cul to divino. Por lo demás, las órdenes rel igio­

sas católicas, al t ranscurr i r el t iempo han adquir ido caracteres

di ferentes. Las órdenes caballerescas de la Edad M edia, aunque

religiosas, poseen también caracteres de comunidades pol ít icas.

O t ras, como por ejem plo, la de los benedict inos, están, en cam­

bio, estrechamente l igadas a la economía, ya que el convento apa­

rece casi siempre unido a un fundo; existe en la organización de

t i la cierta autonom ía, que se m anifiesta en la l ibre elección que

se hace del pr ior, así como en la existencia de un capítulo de la

orden. L a de los jesuítas, en cambio, posee una cent ral ización

r igurosa; fué fundada como organización de combate para lu­

char cont ra la Reform a.

L a act i tud rel igiosa que l lamamos m íst ica ofrece pocos as­

pectos sociológicos de interés, pues el fact or individual intervie­

ne en ella en pr imer lugar. L a m íst ica supone la ent rega de la

propia individual idad a un ser divino; es la tendencia a la unión

con éste. Pero también los grupos sociales pueden ser part ícipes

Page 247: Introducción a la sociología

I A KKLIGIÓN 237

< it una experiencia m íst ica, como vemos en el caso de los grupos

- i líeos, pitagór icos y neoplatónicos. En la celebración de los mis-

ir ríos de Eleusis tenía lugar la admisión solemne de un indivi ­

duo al grupo. Cier tas sectas del crist ianismo t ienen tendencias

míst icas; y algunas lograron importancia en la vida pol ít ica, co­

mo, por ejemplo, la de los anabapt istas.

U n capítulo importante de la sociología de la rel igión es el

referente a la relación entre la iglesia y el estado, que, como es

sabido, ha var iado en el t ranscurso de la H istor ia. L a form a teo­

crát ica del estado es el dominio polít ico de la clase sacerdotal , o

sea el dominio de los sacerdotes de más al ta jerarquía. En cam­

bio, el culto era una función del estado en la An t igüedad clási­

ca. En la Edad M ed ia abundan los ejemplos de lucha ent re los

Papas y los emperadores seculares. L a época moderna da lugar

a diferentes aspectos de este problema, sobre todo a causa de la

completa separación existente ent re la iglesia y el estado. U n es­

tudio más ampl io sobre este tema se encuent ra en la obra de M .

W eber W i r t sc h a f t u n d G e se l l sc h a f t ( o p . c i t . ) , en el capítulo

t i tulado St a a t u n d H i e r o k r a t i e (p. 779 s s . ) .

L a relación entre rel igión y economía ha sido también tema

frecuente de estudio, sobre todo en manos de M ax W eber en

sus famosos G e sa m m e l t e A u f sd t z e z u r R e l i g i o n sso z i o l o g i e (En ­

sayos sobre la sociología de la rel igión ), 1920. W eber af i rm a

que la ét ica de la economía es resul tado de la rel igión; y que

r l capi tal ismo moderno se hal la en est recha relación con la doc­

t r ina calvinista de la predest inación, ya que el éxito en la vida

económica ha de interpretarse como un signo de erección divina.

J. B. Kraus, en su l ibro P u r i t a n i sm o y ca p i t a l i sm o ( 19 30 ) , com­

bat ió esa teoría, t ratando de demostrar que no es tanto, como

af i rm a W eber, que la religión protestante haya creado la men­

tal idad económica, como que las potencias económicas acepta­

ron la doct rina protestante como una form a de rel igión favora­

ble a sus intereses. Sin embargo, los l ibros de W eber son lo

más importante que se ha escrito sobre sociología de la religión.

En su obra E c o n o m í a y so c i e d a d dedicó un capítulo especial a

este tema, en el que t rata de los puntos siguientes: O r igen de la

Page 248: Introducción a la sociología

2 3 8 SO CI O LO G Í A D E L A C U L T U R A

rel igión; magos y sacerdotes; totemismo y tabú; ét ica m ágica y

ét ica rel igiosa; el profeta; el saber sagrado; la cura del alm a;

los estamentos y las clases en relación con la rel igión; la reden­

ción y la resurrección. W eber dedicó ot ro capítulo especial a esa

form a de estado que él l lama H i e r o c r a c i a (H ierok rat ie) .

En t re la l i t eratura alemana sobre el tema merece señalarse,

junt o a las invest igaciones fundamentales de W eber, el l ibro de

Sim m el, pequeño y m uy agudo: L a r e l i g i ó n . Para Simm el exis­

te una notable analogía entre la act i tud del hombre hacia dios

y su act i tud con respecto a la sociedad. La fe es una act i tud

fundam ental del alm a que según su esencia es de carácter so­

ciológico, const i tuye uno de los vínculos m ás firmes, que m an­

t ienen unida a la sociedad. L a relación de obediencia se ba­

sa, frecuentemente, tan sólo sobre la creencia en el poderío,

méri to y bondad de la divin idad. U n segundo concepto en don­

de lo rel igioso y lo social revelan una cier ta igualdad form al es

el de unidad. D e aquí que todo grupo haya aparecido bien pron­

to como una comunidad de culto bajo la protección de un dios

o genio part icular . En cierto modo el nombre de la unidad so­

ciológica es dios; en él se ref leja la concordia que existe dent ro

del grupo. D ios venía a ser el pat r iarca del pueblo en los grupos

pr im it ivos. Por ot ra parte, la organización del grupo se ref leja

también en el mundo de los dioses. En Grecia y Roma, donde la

ar istocracia sust i tuyó pronto a la m onarquía, exist ía incluso en

la rel igión una const i tución ar istocrát ica; o sea una plural idad

de dioses de igual poder, con una jerarquía. En Asia, a la inver­

sa, donde la m onarquía se m antuvo más t iempo, la religión ten­

d ía a desarrol lar la concepción de un poder divino unitar io.

En A lem an ia se han ocupado algunos fi lósofos y teólogos

de la sociología de la rel igión. M ax Scheler , en su l ibro V e r su ­

ch e z u e i n er So z i o l o g i e d e s W i sse n s (Ensayos para una sociolo­

gía del saber) t rató sobre todo el aspecto histórico de este te­

ma. Scheler dice que en un pr incipio exist ía una religión vál ida

sólo para grupos cuyo lazo de unión era la sangre; luego surgió

una rel igión p e r so n a l , y que fué entonces cuando aparecieron

los magos, fundadores de sectas y profetas, siendo el m ago tan

Page 249: Introducción a la sociología

I A HIÍLIGIÓN

nlo un técnico, dotado de medios sobrenaturales. M ás tarde la

i< l ición se relaciona con los grupos pol ít icos; el pat r iarca que

posee el dominio pol ít ico es, al mismo t iempo, una aut or idad

i» l igiosa. Scheler af i rm a que no fueron ei cul to a los antepasa­

dos y el animismo las form as pr imeras de la rel igión, sino que

r .ta tuvo su or igen en un supuesto pacto de algunos elegidos

ron los poderes sobrenaturales, cuya relación probaba el m i la­

gro. Y de este modo surge también la di ferencia entre objetos

•..igrados y objetos profanos. D uran t e la evolución poster ior del

Occidente vemos la preponderancia que adquieren las rel igiones

reveladas frente a las rel igiones de auto-redención, dominantes

rn Asia. En t re los teólogos que se han ocupado de la sociología

• !<• la rel igión hemos de citar pr imeramente a Tvol t zsch , por su

l ibra sobre las doctr inas sociales de la iglesia crist iana. Joachim

W ach ha publ icado una I n t r o d u cc i ó n a l a so ci o l o g í a d e l a r e l i ­

g i ó n , 1930.

Los sociólogos franceses, como D urkheim y Lévy-Bruh l , estu­

diaron más que nada las form as elementales de la vida rel igiosa.

Y a antes el h istoriador Fustel de Coulanges en su fam oso l ibro

l a ci t é a n t i q u e demostró la importancia decisiva que t iene la

rel igión en toda la vida pol ít ica y social . En t re los autores anglo­

sajones merece ser señalado W i l l iam Jam es por su obra P si c o ­

l o g í a d e l a r e l i g i ó n . En esta obra invest iga el autor las d i feren ­

tes fuentes de las cuales nace la conciencia religiosa, que son:

el temor; el sent im iento de in fer ior idad; la esperanza de ayuda

en las desgracias y m iser ias; y, no ciertamente en úl t imo lugar,

el sent imiento de unión con los correl igionar ios. B. K idd , en su

obra sobre la evolución social , ha señalado la importancia deci*

siva de la rel igión. El sociólogo Ch. El lwood es part idar io de

una regeneración rel igiosa para solucionar los t rastornos de la

época actual ; mas de este modo abandona dicho autor el terreno

i le la ciencia objet iva, ya que las consideraciones ét icas o nor­

m at ivas no pertenecen a la sociología de la rel igión.

Señalarem os, en fin , la relación que existe entre la concep­

ción del estado y el mundo de las ideas rel igiosas. A lgun as sec­

tas protestantes, como las que combat ieron el sacerdocio, mani-

Page 250: Introducción a la sociología

SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

fcstaron una tendencia democrát ica. Spinoza se movió en H o ­

landa durante var ios años, en los medios de una secta de este

t ipo, la de los K o l l e g i a n t e n , declarándose luego, en una de sus

pr imeras obras, en el T r a t a d o t e o l ó g i co -p o l í t i co , decidido part i ­

dar io de la democracia. D e este punto nos hemos ocupado dete­

n idamente en nuest ro escrito Sp i n o z a u n d d i e K o l l e g i a n t e n (Sp i ­

noza y los K o l l e g i a n t e n ) , publ icado en el A r c h i v f i i r G e sc h i ch t e

d e r P h i l o so p h i e (A rchivo de H istor ia de la Fi l oso f ía) , t . xv.

4. So c i o l o g í a d e l a e co n o m í a y d e l a t é cn i ca

Apenas existe un terreno de la cul tura humana que tenga

relaciones más estrechas con la est ructura social que la economía.

N o es imaginable la creación y dist ribución de bienes dest ina­

dos a la existencia m ater ial sin suponer relaciones y formaciones

interhumanas. Estos fenómenos sociales han tenido siempre in­

fluencia sobre la est ructura económica y, a la inversa, ésta ha

ejercido siempre una in fluencia considerable sobre la organiza­

ción de la sociedad. Y a los pensadores griegos habían advert ido

esta relación. Platón , en el segundo l ibro de su R e p ú b l i ca , con­

sideró la d i v i si ó n d e l t r a b a j o como base de la formación del es­

tado, división del t rabajo que para él no es tan sólo un proceso

económico-técnico, sino causa del desarrol lo de las profesiones

y de las clases. Se ha afi rm ado por lo tanto, y no sin mot ivo, que

Platón había estudiado este fenómeno social de un modo más

profundo que Adam Sm ith . El mismo Plat ón, en L a s l e ye s, don­

de describe la historia de la evolución del estado, señaló las ba­

ses económicas de el la: la vida de los pastores, agr icul tores, los

ar tesanos y los mercaderes.

M ás importantes son aún las consideraciones que sobre la so­

ciología de la economía hace Ar istóteles. El pr imer l ibro de

su P o l í t i c a cont iene, como es sabido, los pr incipios de una teo­

r ía de la economía en la que dist ingue las dos bases psicoló­

gicas de la conducta hum ana: la tendencia a sat isfacer la nece­

sidad de bienes y la tendencia al lucro. Es también importante

Page 251: Introducción a la sociología

I CO N O M Í A Y T É C N I C A 2 4 I

el hecho de que Ar istóteles describa m uy expl íci tamente la l l a­

m ada economía del o i k o s dist inguiéndola de la posterior econo­

m ía urbana de mercado. En t ra asimismo en el terreno de una

sociología de la economía su exposición de las bases económicas

de las diferentes const i tuciones del estado, así como de las cau­

sas económicas de las revoluciones.

La evolución moderna de la Econom ía Pol ít ica, desde Adam

Sm ith, ha dado lugar a que progrese considerablemente la so­

ciología de la economía, ya que a Sm it h mismo ha de tenérsele,

en cierto modo, ent re los fundadores de la Sociología actual .

Pero las mayores in f luencias provienen sin duda de K ar l M arx,

quien, como se sabe, t rató de reducir toda la est ructura social a

las condiciones de la producción. Según él, la Sociología no es

más que una ram a de la Econom ía Polít ica. N o hemos de insis­

t ir sobre la just i fi cación, que ya hemos discut ido muchas veces,

de esta teoría. Señalaremos, en cambio, que en la actual idad al ­

gunos economistas afi rm an , por el cont rar io, que la Econom ía

Polít ica no es sino una parte de la Sociología; es decir, que se

han de deducir las condiciones económicas de la organización so­

cial. L a evolución creciente del estado parece dar les la razón, ya

que ha logrado in f lu i r de manera decisiva sobre la economía na­

cional.

A l considerar los diferentes temas de la sociología de la eco­

nom ía hemos de destacar las relaciones interhumanas cuyos f i ­

nes son económicos y entre ellas, la especial que existe entre ven­

dedor y comprador, entre el que encarga un t rabajo y el que

lo realiza, y la act ividad común de algunos hombres con objeto

de lograr fines económicos. Est a act ividad común puede tener

un carácter pasajero o dar lugar a una unión duradera. En el

úl t imo caso se crean asociaciones económicas part iculares, cuyo

ejemplo pr incipal es la empresa. En ésta, por ot ra parte, existen

diferentes procesos sociales; una relación de subordinación y

mando, una organización hor izontal y ot ra vert ical. L a invest i ­

gación sobre estos fenómenos es tan importante en la econo­

m ía nacional moderna, que se ha t ransform ado en una sociolo­

gía part icular de las empresas. En éstas vemos una formación

Page 252: Introducción a la sociología

¿42 SO C I O LO G Í A D E L A C U L T U R A

económica part icular cuya est ructura ha sido objeto de estudio:

di rectores técnicos, di rectores comerciales, los diferentes emplea­

dos, obreros cal i ficados y no cal i ficados— representan un orga­

nismo que muest ra una estructura di ferente a la de las demás

form as sociales. Pertenece a la sociología de la economía esa

form a de est ructura que l lamamos cl a se . D e el la hemos t ratado

en el capítulo vi , 8.

Las form as históricas de la economía, de las que también

hemos hablado en el capítulo referente a la dinám ica social ,

const i tuyen, al mismo t iempo, una histor ia de la estructura so­

cial. L a ciencia etnológica t rató de determ inar las condiciones

económicas prim it ivas y estudiarlas en relación con las inst i tu­

ciones sociales pr imeras. Se ha relacionado sobre todo a los pue­

blos pastores con el predominio del varón en la sociedad (socie­

dad pat r iarcal) y la apar ición del cult ivo de la t ierra, que in­

cum bía pr imeramente a las mujeres, con el sistema del m at r iar­

cado. El totemismo como agrupación social , t iene, según se ha

demostrado, fundamentos económicos. L a importancia que para

la vida económica tuvo el desarrol lo del avecindamiento en las

ciudades, no necesita ser encomiada. Es sabida además la impor­

tancia que el sistema feudal y pat r im onial de la Edad M edia

tuvo en el desarrol lo de la economía. El capi tal ismo moderno,

por su parte, t iene asimismo sus bases sociológicas, cosa que re­

sul t a evidente leyendo la obra m aest ra de W erner Sombart .

Se ha relacionado a veces con la Sociología la l lam ada p o l í ­

t i ca e co n ó m i ca , sin que pueda ser admisible desde un punto de

vista teórico, ya que la pol ít ica social no se propone descr ibi r y

explicar, sino reform ar las condiciones de la sociedad, estudian­

do los medios apropiados para este f in . L a pol ít ica económica es,

sin duda, una discipl ina út i l, incluso indispensable, pero no es

Sociología; aunque, por ot ra parte, en la medida que la Socio­

logía describe las condiciones sociales, puede servir de base para

reform as. L a l i t eratura sociológica norteam ericana revela una

unión muy estrecha entre estas dos ciencias; mas nosotros hemos

de separar las en pr incipio. Est a separación, por desgracia, ha si ­

Page 253: Introducción a la sociología

ECO N O M Í A Y T É C N I C A

do olvidada muchas veces, como la historia de la Sociología lo

confi rm a.

En cuanto a la l i t eratura sobre la sociología de la economía

propiamente dicha, hemos de señalar , en pr imer lugar, la obra

ya citada de M ax W eber : E c o n o m í a y so c i e d a d , en la que se

exponen pr imero las categorías sociológicas fundam entales de

la vida económica; luego se estudian los t ipos de com unidad y

"asociación” , en lo que se refiere a la vida económica, descr ibien­

do el autor detal ladamente la comunidad domést ica, la l lam ada

economía del o i k o s. E l famoso capítu lo sobre la sociología de

la ciudad (pp. 513-600) , cont iene una importante invest iga­

ción sobre las consecuencias económicas a que ésta da lugar ;

y también la descripción de la const i tución del estado medieval

(feudal ism o y pat r imonial ismo) da a W eber ocasión para es­

clarecer las bases económicas de este sistema. M as en la obra de

W eber no se dedica un capítulo especial al capi tal ism o m oder­

no. Para el estudio de este punto hemos de acudir a W erner

Som bart , que t rat a el tema de un modo ext remadamente claro

en su l ibro N a t i o n a l o k o n o m i e u n d So z i o l o g i e (Econom ía pol í­

t ica y sociología), 1930. O t ra obra de Som bart , m uy conocida,

D i e d r e i N a t i o n a l o k o n o m i e (Las t res economías pol ít i cas) , ofre­

ce val iosas inform aciones sobre la sociología de la economía.

N o podemos dejar de mencionar que un fenómeno, aparecido

primeramente en el terreno de la economía, la co m p e t e n ci a , ha

sido objeto de conferencias y discusiones, en su carácter socioló­

gico general , en el V I Congreso A lem án de Sociología (1929.

( V i d . el capítu lo vi , 2.)

L a relación de la economía con los demás factores cul tura­

les const i tuye un importante objeto de invest igación. Y a hace

t iempo se estableció una relación entre la economía y el orden

jur ídico, así como con la const i tución del estado; pero la rela­

ción de la economía con los factores espir i tuales como la rel i­

gión, el ar te y la ciencia, se ha invest igado tan sólo en estos ú l ­

t imos años y, eso, sólo en parte. M ax Scheler t rabajó en este

sent ido, ya que t rató de relacionar, aunque sólo fuese de un

modo afor íst ico, la const i tución económica con la rel igión, me-

Page 254: Introducción a la sociología

SO CI O LO G Í A D E L A C U L T U R A

t;j física y fi losofía. H em os de mencionar el ensayo de P. H o-

n igheim: St i l e i n h e i t e n z w i sch e n W i r t sc h a f t u n d g e i st i g e r K u l t u r

(U n idades de est i lo entre economía y cul tura espir i tual , publ i ­

cado en la obra colect iva: V e r su ch e z u e i n er So z i o l o g i e d es

W i sse n s (o b . c i t . ) . Tam bién la etnología se ocupó de este te­

ma, ya que tomó en consideración el elemento económico al des­

cribi r la prim it iva cul t ura m ágica.

L a t é cn i ca , cuyo objeto es el dominio de la naturaleza, no es,

en pr incipio, un fenómeno sociológico. La técnica supone un

procedimiento de convert i r las mater ias y fuerzas de la natura­

leza en elementos apropiados para proporcionar al hombre al i ­

mentos, vest idos, moradas, etc., pero también para evi tar que

los pel igros que amenazan a la sociedad de parte de la natura­

leza o de hombres enemigos. Por muy importante que sea todo

esto, no bastar ía, sin embargo, para poder hablar, fundadam en­

te, de una sociología de la técnica. Pero estos hechos ofrecen

una posibi l idad de desarrol lo para la economía, y por esta causa

la técnica se ha convert ido indirectamente en un factor de la

vida social . L a historia de la economía demuest ra que los im­

portantes inventos técnicos han provocado grandes t ransform a­

ciones en la est ructura económica. El capi tal ism o moderno es­

tá l igado ínt imamente a la época del maqumismo. Podemos,

pues, inclui r la técnica como parte de la sociología de la cul­

tura. L a técnica es uno de esos pocos fenómenos a part i r de los

cuales resul ta indiscut ible la idea del progreso cont inuo de la

hum anidad. Pero dejaremos sin decidir si las grandiosas con­

quistas de la técnica moderna bastarán o no para just i f icar la

idea del progreso en general , con todas sus consecuencias.

5. So c i o l o g í a d e l a m o r a l

Se puede hablar de una sociología de la moral sólo cuando

describe representaciones morales vigentes. El objeto de esta in­

vest igación es el or igen y la t ransformación de los ideales ét i ­

cos; la in fluencia de los grupos sociales en cuanto al efecto de

estos ideales; una comparación entre los di ferentes conceptos

Page 255: Introducción a la sociología

I A M O R AL 245

morales surgidos en los dist intos pueblos en el t ranscurso del

t iempo; y, deducido de ésta, el establecimiento de t ipos. Est a

ciencia, que suele l lamarse también m oral descr ipt iva, const i tu­

ye en efecto una parte de la Sociología. W esterm arck ha escri to

una obra sobre la H i st o r i a d e l o s co n ce p t o s m o r a l e s; también el

l ibro de Lévy-Bruh l sobre L a m o r a l y l a ci en ci a d e l a s co st u m ­

b r e s, pertenece a este t ipo de invest igación de la ét ica n o r m a t i v a ,

es decir, de la doct rina. Pero debe dist inguírselas cuidadosa­

mente de los deberes del hombre y del supremo bien a que

éste ha de tender. La teoría sobre la validez de las normas mo­

rales pertenece también a la ét ica en sent ido est ricto. Form a,

así, parte de la f i losofía o aun de la Teología cuando se t rata,

por ejemplo, de la ét ica crist iana. M as por muy grande que sea

su signi ficación no hemos de tomarla en cuenta en la Sociología,

ya que esta ciencia, como hemos repet ido muchas veces, no ha

de establecer ideales o hacer valoraciones. Por desgracia los so­

ciólogos no siempre se han atenido a esta l im i tación, como lo

demuest ra la historia de la Sociología. N o se puede prohibir,

claro es, a n ingún sociólogo t razar un sistema ét ico, mas es ne­

cesaria en este caso una separación neta de la Sociología. N o es

admisible establecer una doct r ina moral , tal vez m uy val iosa en

sí, como pretendida consecuencia de una invest igación socioló­

gica. Vam os a aclarar con algunos ejemplos en qué consiste es­

ta grave equivocación.

L a tentat iva de fundar una ét ica sociológica ha sido hecha

por el invest igador que suele ser considerado como el creador

de la Sociología moderna. Comte ve la esencia de la sociedad

humana en una unión orgánica que expresa la solidar idad, el

co n sen su s y la unidad. Para él tan sólo la comunidad posee

una real idad verdadera; no el individuo, que ha de someterse

incondicionalmente a la sociedad. El al t ruismo es la base de la

moral . Comte t raza, basándose en semejante ét ica sociológica,

un sistema de reform as en el terreno ét ico y social , en el que

m anifiesta su universal ismo. Com pletamente opuestas son las

consecuencias que ext rae de la descripción de la sociedad el se­

gundo gran fundador de la sociología moderna: Spencer, defen ­

Page 256: Introducción a la sociología

246 SO CI O LO GÍ A D E L A C U I .T U R A

sor decidido del individual ismo. Él enseña también que la so­

ciedad es un organismo al cual pertenece el individuo, pero mien­

t ras en el organismo biológico las diferentes partes 110 poseen

vida propia, sino que sirven tan sólo al bien del todo, en el or­

ganismo social se observa que sólo los miembros poseen sensibi­

l idad y no el agregado. Y de esto resul ta, según Spencer, que

es preciso establecer como ideales el bien y la mayor l ibertad

posible de los individuos. Cree poder deducir ese ideal de la ét ica

anim al: según él, es una ley biológica que el l ibre desarrol lo de

los individuos sirve al bien de la especie, pues de ese modo se

conservan y procrean los individuos más capaces. La sociedad

hum ana no puede hacer nada mejor que t ransform ar esta ley

de la naturaleza en una ley ét ica, y reconocer la l ibre compe­

tencia en todos los terrenos de la vida. Cualquier intervención

del estado resul ta per jud icial ; éste ha de l imi tarse a la defensa

contra los ataques que provienen del exterior.

El sociólogo francés Durkheim ha t ratado, en su conocido

l ibro sobre la división del t rabajo, de deducir consecuencias mo­

rales de este importante fenómeno social . L a división del t ra­

bajo, puramente mecánica al comienzo, se convierte más tarde

en una división orgánica, de la que nace la solidar idad. D esar ro­

l lar ésta aun más es la tarea de la moral . Tam bién otro autor

francés, Bourgeois, se ha ocupado de esta idea de la solidar idad.

Observamos, dice, que el hombre recibe de la sociedad anter ior ,

así como de la actual , todos los dones que sirven para su vida

m ater ial y espir i tual . N o ha adquir ido él mismo estas vent ajas

económicas y cul turales, y t iene, por tanto, la obl igación m oral

de servir a la total idad para pagar en cierto modo esa deuda.

Bourgeois incluso ut i l iza un concepto jur íd ico, el "cuasi-cont ra-

to” , para just i f i car la obl igación moral de los individuos hacia

la sociedad.

Ent re los sociólogos alemanes fué sobre todo Dunkm ann

quien t rató de just i f i car una ét ica sociológica. En su l ibro A n -

g e w a n d t e So z i o l o g i e (Sociología ap l i cada) , t rat a de deducir de

la vida social tres imperat ivos: Act úa de tal manera que no per­

judiques a la total idad; que favorezcas posi t ivamente las ten­

Page 257: Introducción a la sociología

I A M O R AL

dencias vitales del grupo; y que quede conservada la in tegr idad

tic tu persona. W . Jerusalem , en su I n t r o d u cc i ó n a l a so ci o l o g í a

creyó poder deducir de ciertos conocimientos fundamentales re­

ferentes a la relación social , un sistema ét ico en cuyo cent ro se

encuent ra la idea de la dign idad hum ana, idea que no puede

deducirse tampoco de una pura descr ipción de la vida real o de

la historia de la hum anidad.

Estos ejemplos deben bastar para probar qué poco apropia­

da parece la Sociología para servir de fundam ento a un sistema

moral . La ét ica descr ipt iva, en cambio, da lugar a invest igacio­

nes muy val iosas. Ju n t o al l ibro de W est erm ack , ya ci tado, me-

íece ser elogiada la obra m ás an t igua de L . Schm idt sobre L a

m o r a l d e l o s a n t i g u o s g r i e g o s. Tam bién los l ibros de W . W undt ,

tanto los que se refieren a la ét ica como a la psicología de los

pueblos, son val iosos desde el punto de vista de una moral des­

cript iva. Excelente es el ar t ícu lo de V ierk andt sobre la moral ,

publicado en el H a n d w o r t e r b u c h d e r So z i o l o g i e , en el que dis­

t ingue entre la m oral gent i l icia y la individual ista; el centro de

Ja primera lo const i tuyen los grupos, y el de la segunda el indi­

viduo. Según él, es caracter íst ica de la época presente la moral

individual ista. M as el lo puede ser puesto en duda si por el mo­

mento tenemos en cuenta las concepciones del m undo del fas­

cismo y nacional-socialismo. Com o problemas part iculares de una

ét ica descr ipt iva hemos de mencionar aún: L a relación efect iva

de la m oral con la rel igión, con el orden jur íd ico, con el ar te y

la pol ít ica. D e donde hemos de elim inar también cuidadosam en­

te todo cuanto se relacione con la idea del deber.

6. So c i o l o g í a d e l a s co st u m b r e s, d e l a s f o r m a s d e t r a t o y d e l a

m o d a .

Las di ferentes costumbres de los pueblos fueron objeto de

estudio en la an t igua Grecia. A lgunos sofistas se ocuparon de

este tema, pero sus escri tos no nos han sido t ransmit idos. La

obra histórica de H erodoto en cambio, nos ofrece numerosas

Page 258: Introducción a la sociología

2 4 8 SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

contribuciones para su estudio. Señala, por ejemplo, la gran d i ­

versidad de costumbres en cuanto a la inhumación o cremación

de cadáveres. Lo que en un pueblo parece conveniente se est i ­

ma sacri legio en otro. Por esta causa cal i f i ca él las costumbres

( n o v i o s) de t i ranas señalando así el carácter coact ivo como dato

esencial de las costumbres de los pueblos. En la época moderna el

conocimiento de las diferentes costumbres se desarrol ló conside­

rablemente debido al descubrimiento de países nuevos. Sobre la

base de crónicas de viajeros, que t rat an de las condiciones de

vida en pueblos pr im it ivos o semi-civi l izados, se ha recogido un

m aterial inmenso, que la etnología ha ut i l izado, y cuyos aspec­

tos sociológicos tuvieron en cuenta, pr imero Spencer en I n gla­

terra y luego Durkheim y Lévy-Bruh l en Francia, y en A lem a­

nia V ierkandt y Thurnwald.

L a esencia sociológica de la costumbre frente al mero hecho

de un hábi to reside en la circunstancia de que en el la se expre­

sa la voluntad de un grupo que espera una cier ta conducta de

sus miembros. N o importa que el mot ivo consista en un interés

verdadero o sólo en la creencia que t iene el grupo de que existe

ese interés. H ay costumbres propias del clan, de la t r ibu, de las

est irpes, de los pueblos; así como también de los diferentes es­

tamentos, tales como las costumbres de la nobleza, de los cuer­

pos m il itares o de los campesinos, por ejem plo, la costumbre en

este úl t imo grupo de la ayuda m útua entre los vecinos.

LTna fal t a en la conducta exigida por la costumbre t iene

como consecuencia, por lo menos, una desaprobación por parte

del grupo; aunque pueden surgir consecuencias más graves. O r i ­

ginar iamente exist ió también una est recha relación entre la cos­

tumbre y la rel igión; los actos de culto real izados por el jefe de

fam i l ia así como los rezos y sacr ificios de la comunidad, tuvie­

ron como base ant iguas costumbres. Est a relación se m anifiesta

por igual en las inst i tuciones de t ó t em y t a b ú . Incluso el d e r e ­

ch o no estaba al pr incipio separado r igurosamente de la reli ­

gión y de las costumbres, como se observa con clar idad en el

fenómeno de la v e n d e t t a . Luego, claro es, se va haciendo más

sensible esta dist inción, puesto que las normas del derecho están

Page 259: Introducción a la sociología

C O ST U M B R ES, FO R M A S D E T R AT O Y M O D A

protegidas por un aparato especial de coacción del estado. T am ­

bién las n o r m a s ét i ca s se separaron más tarde de las puras cos­

tumbres. Señalaremos, además, que existe un aspecto de la cos­

tumbre que, aun en la época actual , desempeña un papel im­

portante; nos referim os a las f o r m a s d e l t r a t o cuya naturaleza

sociológica ha sido estudiada ampliamente por el fam oso ju r is­

ta Iher ing en el segundo tomo de su obra E l f i n en e l d e r e ch o .

Ihering explica que el t rato social es una inst i tución de la socie­

dad; que el individuo sirve por este medio a los fines de aquel la;

que el t rato social supone una educación cont inua de los hom­

bres. Después de haber cumpl ido su función educat iva la casa

y la escuela, el t rato con los hombres reanuda esta tarea. H a sido,

pues, necesario tener en cuenta la importancia del t rato, seña­

lando a éste un marco f i jo. Las normas del t rato conform an lo

mismo que el derecho y la moral . A sí se ha desarrol lado todo

un sistema de normas que t iene por objeto principal l a d e ce n ci a ,

l a co r t e sí a y e l t a ct o . Iher ing t iene en todo caso el méri to de

haber sido el pr imero que abarcó en todos sus detalles el estudio

de estos fenómenos sociales.

L a m o d a se dist ingue de la costumbre en var ios aspectos,

aunque ambos fenómenos t ienen de común el carácter com pul­

sivo. L a costumbre se basa en la t radición y su naturaleza es la

duración; el cambio periódico es caracter íst ico de la moda. Sus

objetos, además, son diferentes. L a pr im era abarca todo el es­

t i lo de vida, especialmente en lo que se refiere a la relación en­

t re los hombres; la segunda afecta a los vest idos y, en úl t imo

término, a las form as de t rato y al t ipo de sociabil idad. Los cam ­

bios en el gusto ar t íst ico, tales como la apar ición del natural is­

mo o del expresionismo, apenas pueden considerarse como fenó­

menos de moda, ya que les fal t an dos cual idades caracter íst icas:

el cambio rápido y su extensión a la masa. En la sociedad esta­

m ental si no existe una moda general para todos los hombres,

sí existe una indum entaria especial para cada uno de los esta­

mentos: los príncipes, la nobleza, los burgueses y el pueblo. La

moda para éste úl t im o t iene más bien el carácter de costumbre

y cambia poco. El fenómeno de la m oda cambiante existe, sin

17

Page 260: Introducción a la sociología

2 4 « SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

contribuciones para su estudio. Señala, por ejem plo, la gran di­

versidad de costumbres en cuanto a la inhumación o cremación

de cadáveres. Lo que en un pueblo parece conveniente se est i ­

ma sacri legio en otro. Por esta causa cal i f i ca él las costumbres

( n o m o s) de t i ranas señalando así el carácter coact ivo como dato

esencial de las costumbres de los pueblos. En la época moderna el

conocimiento de las diferentes costumbres se desarrol ló conside­

rablemente debido al descubrimiento de países nuevos. Sobre la

base de crónicas de viajeros, que t ratan de las condiciones de

vida en pueblos pr im it ivos o semi-civi lizados, se ha recogido un

m ater ial inmenso, que la etnología ha ut i l izado, y cuyos aspec­

tos sociológicos tuvieron en cuenta, primero Spencer en I n gla­

terra y luego Durkheim y Lévy-Bruh l en Francia, y en A lem a­

nia V ierkandt y Thurnwald.

L a esencia sociológica de la costumbre frente al mero hecho

de un hábi to reside en la circunstancia de que en ella se expre­

sa la voluntad de un grupo que espera una cierta conducta de

sus miembros. N o importa que el mot ivo consista en un interés

verdadero o sólo en la creencia que t iene el grupo de que existe

ese interés. H ay costumbres propias del clan, de la t r ibu, de las

est i rpes, de los pueblos; así como también de los diferentes es­

tamentos, tales como las costumbres de la nobleza, de los cuer­

pos m il itares o de los campesinos, por ejemplo, la costumbre en

este úl t imo grupo de la ayuda mútua entre los vecinos.

LTna fal t a en la conducta exigida por la costumbre t iene

como consecuencia, por lo menos, una desaprobación por parte

del grupo; aunque pueden surgir consecuencias más graves. O r i ­

ginar iamente exist ió también una estrecha relación entre la cos­

tumbre y la rel igión; los actos de culto real izados por el jefe de

fam i l ia así como los rezos y sacri ficios de la comunidad, tuvie­

ron como base an t iguas costumbres. Est a relación se m anifiesta

por igual en las inst i tuciones de t ó t em y t a b ú . Incluso el d e r e ­

ch o no estaba al pr incipio separado r igurosamente de la rel i ­

gión y de las costumbres, como se observa con clar idad en el

fenómeno de la v e n d e t t a . Luego, claro es, se va haciendo más

sensible esta dist inción, puesto que las normas del derecho están

Page 261: Introducción a la sociología

C O ST U M B R ES, FO R M A S D E T R A T O Y M O D A

protegidas por un aparato especial de coacción del estado. T am ­

bién las n o r m a s ét i ca s se separaron más tarde de las puras cos­

tumbres. Señalaremos, además, que existe un aspecto de la cos­

tumbre que, aun en la época actual , desempeña un papel im­

portante; nos referim os a las f o r m a s d e l t r a t o cuya naturaleza

sociológica ha sido estudiada ampl iamente por el fam oso ju r is­

ta Iher ing en el segundo tomo de su obra E l f i n en e l d e r e ch o .

Iher ing explica que el t rato social es una inst i tución de la socie­

dad; que el individuo sirve por este medio a los fines de aquel la;

que el t rato social supone una educación cont inua de los hom­

bres. Después de haber cumpl ido su función educat iva la casa

y la escuela, el t rato con los hombres reanuda esta tarea. H a sido,

pues, necesario tener en cuenta la importancia del t rato, seña­

lando a éste un marco f i jo. Las normas del t rato conform an lo

mismo que el derecho y la moral . A sí se ha desarrol lado todo

un sistema de normas que t iene por objeto pr incipal l a d e ce n ci a ,

l a co r t e sí a y e l t a ct o . Iher ing t iene en todo caso el méri to de

haber sido el primero que abarcó en todos sus detalles el estudio

de estos fenómenos sociales.

La m o d a se dist ingue de la costumbre en var ios aspectos,

aunque ambos fenómenos t ienen de común el carácter compul­

sivo. L a costumbre se basa en la t radición y su naturaleza es la

duración; el cambio periódico es caracter íst ico de la moda. Sus

objetos, además, son diferentes. L a pr im era abarca todo el es­

t i lo de vida, especialmente en lo que se refiere a la relación en­

t re los hombres; la segunda afecta a los vest idos y, en úl t imo

término, a las form as de t rato y al t ipo de sociabil idad. Los cam­

bios en el gusto ar t íst ico, tales como la apar ición del natural is­

mo o del expresionismo, apenas pueden considerarse como fenó­

menos de moda, ya que les fal t an dos cual idades característ icas:

el cambio rápido y su extensión a la masa. En la sociedad esta­

m ental si no existe una moda general para todos los hombres,

sí existe una indum entaria especial para cada uno de los esta­

mentos: los pr íncipes, la nobleza, los burgueses y el pueblo. La

moda para éste úl t imo t iene más bien el carácter de costumbre

y cambia poco. El fenómeno de la m oda cambiante existe, sin

17

Page 262: Introducción a la sociología

SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

em bargo, desde la An t igüedad, sobre todo en Roma, mientras que

en la época moderna este fenómeno aparece por vez pr im era a

part i r del siglo xvn , afectando en un principio sólo a las clases

al tas, y extendiéndose luego, con la general ización de la demo­

cracia, a todo el pueblo.

Claro es que el punto de part ida de una nueva moda está

dado aun hoy en los l lamados d i ez m i l d e a r r i b a , por lo que

Iher ing dió la siguiente defin ición de la m oda: "Es la barrera

incesantemente const ruida, pero también sin cesar dest ruida, por

medio de la cual t rata de aislarse el mundo dist inguido” . M as

con esta simple defin ición no ha quedado bastante expl icada la

esencia de la moda. Cier to es que el deseo de dist inguirse des­

empeña un papel importante, pero también lo desempeña la ten­

dencia a la imi tación. Por ot ra parte, los factores económicos, los

intereses de los productores y vendedores, según ha señalado,

sobre todo, Sombart , in fluyen en la moda. Est e dice: "L a moda

es h i ja prefer ida del capi tal ismo” . M as ello no es del todo cier­

to, ya que el fenómeno de la moda es anter ior al capi tal ismo,

sólo que ahora los fabr icantes de tejidos, los sastres e incluso los

periódicos favorecen el cambio rápido. Todos estos hechos no

bastar ían, sin embargo, para explicar el fenómeno de la moda

si ésta no se basase en fuertes tendencias psicológicas, como son

el deseo de var iedad, la vanidad y la coqueter ía. Por supuesto

que el inst into de imitación desempeña asimismo un gran papel,

como lo advir t ió el sociólogo Tarde. Ju n t o a estos factores t ie­

nen importancia, aunque menos acentuada, los mot ivos de h i­

giene o profesionales.

Bastant e compleja es la relación causal que da lugar a una

determinada moda. Act r ices fam osas in f luyen a veces sobre el la;

o bien, para la moda mascul ina, personalidades de la al t a no­

bleza o dictadores de la moda, como en su t iempo lo fué Brum -

mel. M as, en general , hemos de considerar como creadores de la

m oda a los grandes sastres y modistos, aunque sobre ella ejer ­

za in fluencia el públ ico. Los fabricantes se ven muchas veces

obl igados a tantear el gusto de los consumidores para no verse

expuestos al pel igro que para ellos representa que el públ ico re-

Page 263: Introducción a la sociología

C O ST U M B R ES, FO R M A S D E T R AT O Y M O D A 2 5 1

chace sus m ercancías. Incluso cuando una moda determ inada

se general iza, existe siempre la posibi l idad de m odificaciones por

parte de los consumidores y de una adaptación de la moda ge­

neral a la ind ividual idad. Por esto no es cier to el tópico de la

pretendida esclavitud a que sujeta la moda. El t e m p o del cam ­

bio en la m oda depende de var ios factores; el de la m asculina es más lento.

En t re los sociólogos que han t ratado de este fenómeno he­

mos de mencionar a Sim m el por su P h i l o so p h i e d e r M o d e (Fi ­

losofía de la m od a) ; a Som bart , autor de D e r m o d e r n e K a p i t a -

l i sm u s (El capi tal ismo m oderno), y al sociólogo holandés R.

Steinm etz. Recordemos aun que Spencer, en el segundo tomo

de sus P r i n c i p i o s d e so ci o l o g í a ( C e r e m o n i a l I n st i t u t i o n s) ha

dedicado un capítulo especial a la moda. Según él, el respeto al

modelo y el inst into de imitación t ienen una in fluencia decisiva

sobre este fenómeno.

7. So c i o l o g í a d e l d e r e ch o

L a Sociología del derecho, a la inversa de la jurisprudencia

propiamente dicha, de carácter normat ivo, t rat a de fenómenos

de hecho tal como se ofrecen en la real idad social. Estas inves­

t igaciones deben estudiar los problemas siguientes: 1. Cuáles son

las bases sociales que explican el or igen y las t ransformaciones

de las normas ju r íd icas; 2. H ast a qué punto los grupos sociales

determinan su contenido; 3. Cuál es la base psicológico-social

de la obediencia al orden ju r íd ico; 4. Cuál es la relación entre

los fenómenos sociales de poder y los ju r íd icos; 5. Cóm o se ha

de juzgar el derecho natural desde el punto de vista sociológico;

6. Cuáles son las relaciones que existen entre el derecho y los

demás factores cul turales, sobre todo la rel igión, las costumbres

y la moral . N aturalm ente que aquí no podemos pensar en t ra­

tar los todos. Destacaremos sólo los puntos de vista más impor­

tantes, haciéndolos preceder de algunas observaciones históricas.

Y a los pensadores griegos se ocuparon de temas jurídico-

sociológicos. Es conocida, sobre todo, la discusión en torno al

Page 264: Introducción a la sociología

SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

problema de si el derecho emana de la N at uraleza o está basa­

do en una convención (P h y si s o N o m o s ) . Est a debat ida cues­

t ión, que ha dado lugar a toda una l i teratura, puede considerar­

se como problema sociológico. Adem ás, algunos sofistas gr ie­

gos defin ieron, según nos cuenta Platón , el orden jur íd ico de las

di ferentes épocas como servidor de la clase dominante. Por

esta causa parecen ser los precursores de la doct r ina moderna

de M arx, Gumplowicz y Oppenheimer, que ven la f inal idad del

orden jur ídico en la explotación ejercida por los detentadores

del poder. Tam bién Ar istóteles en su E t i c a invest igó la relación

entre los grupos sociales y el orden jur íd ico, punto que he estu­

diado con detalle en mi G r i e ch i sch e So z i o l o g i e .

En la época moderna fué sobre todo M ontesquieu en su

E sp í r i t u d e l a s l e y e s quien t rató de exponer la dependencia en

que las normas del derecho se encuentran respecto del medio f í ­

sico, la raza y el espír i tu del pueblo. Tam bién la escuela histó­

r ica del derecho fundada por Savign y pertenece a esta tenden­

cia. Incluso la teoría de Iher ing, según la cual el f i n es el crea­

dor del derecho, presenta un carácter sociológico. Son los facto­

res sociales los que determinan el contenido del derecho. Es bas­

tante conocido el l ibro de Ehr l ich: G r u n d l e g u n g e i n e r So z i o l o g i e

d e s R e ch t s (Fundamentos de una sociología del derecho), 1907,

aunque de n ingún modo agota este tema. T r at a el autor de de­

most rar , en pr imer lugar, que la tarea pr incipal de la ju r i spru­

dencia es la invest igación del derecho cívico, es decir, de las

normas jur íd icas a las que obedece de hecho un grupo huma­

no. Ent re los sociólogos propiamente dichos, fué M ax W eber

quien dedicó, en su l ibro W i r t sc h a f t u n d G e se l l sc h a f t , un capí­

tulo especial a la sociología del derecho, aunque se t rat a de una

teoría general y com parada del derecho más que de una socio­

logía en sent ido est ricto. En Inglater ra ha sido estudiada la so­

ciología en las importantes obras jur ídico-históricas de Si r H en ry

M aine. En Estados U n idos los conocidos sociólogos W ard , Sm al l

y Ross t rataron de las bases sociológicas del orden jur íd ico.

Pat ten ha desarrol lado con más detal le esta idea en su l ibro so­

bre la interpretación económica de la H istor ia. En Rusia fué L .

Page 265: Introducción a la sociología

E L D ER ECH O

Pet raschi t zk i quien, en su F i l o so f í a d e l d e r e ch o , dedicó un pro­

fundo estudio a los fundamentos psicológico-sociales del orden jur ídico.

Después de estas observaciones sobre bib l iograf ía hemos de

estudiar , en pr imer lugar, la relación entre el d e r e ch o n a t u r a l

y la Sociología. A lgunos autores equiparan el derecho natural a

una ley de la N atu raleza, entendida como regla del acontecer

real. A este t ipo pertenece, por ejem plo, para algunos, la ley de

que el fuerte domina al débil . In t erpretado de esta suerte el dere­

cho natural — como, digamos, el concepto de ley general en

Spinoza— aparecería como un conjunto de leyes de carácter so­

ciológico. Pero en general se ent iende que es un orden del deber

ser, con fuerza obligator ia, que parece estar en oposición con el

derecho posi t ivo; ya que se invoca a la razón humana como fuen ­

te del derecho natural . Pero esta doct r ina no es de la incumben­

cia de la Sociología considerada en un sent ido estricto, por m u­

cho que se est ime su valor histórico-cul tural . El la puede invest i ­

gar , en úl t imo caso, qué factores han provocado el desarrol lo de

la idea del derecho natural y cuáles los elementos que determi­

naron el contenido de su sistema, teniendo en cuenta tanto la

situación histórico-espir i tual como el carácter nacional de deter­

m inado pueblo. En cambio, ha de procurar evi tar cualquier

cr ít ica o valoración de semejante sistema de derecho natural .

Ahora bien, se plantea la cuest ión de saber si, desde el pun­

to de vista de la Sociología, se puede considerar el derecho nat u­

ral como una sum a de normas de derecho, a las cuales puede

at r ibuirse cier ta eficacia. Los adversar ios de la hipótesis del de­

recho natural af i rm an que no puede exist i r, junto al derecho

posit ivo, ot ro orden jur ídico. D icen que, lógicamente, es impo­

sible conceder val idez a dos clases de derecho que emanan de

fuentes di ferentes y se apl ican a los mismos hombres. Est a con­

sideración puede ser just a desde el punto de vista jur ídico-teór i-

co, pero desde el punto de vista sociológico hemos de considerar

la cuest ión de manera diversa. A l derecho natural puede at r i ­

buírsele también val idez si por ésta entendemos no algo que ten­

ga carácter normat ivo, sino una mot ivación psicológica que ha-

Page 266: Introducción a la sociología

254 SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

ce que quienes están sometidos al derecho, y por estar con­

vencidos de la existencia de una norma, se comporten de cier ta

manera. Sus normas, deducidas supuestamente de la razón, pue­

den tener en la práct ica un efecto psicológico análogo al de la

ley posi t iva y al de la costumbre. Si se cr ee en la existencia de

normas de derecho natural con fuerza obl igator ia, estas normas

producen, sobre el que cree, el mismo efecto que el m andato del

legislador o que un precepto del derecho consuetudinario. Por

tanto, desde el punto de vista de la Socio logía no podemos ca­

l i f icar de imposible la existencia del derecho natural .

A la sociología ju r íd ica pertenece también la o b e d i e n ci a d e l

d e r e ch o o sea la experiencia de que, en general , se cumple con

sus normas. M as ¿cuáles son las causas de este fenómeno tan

decisivo para la existencia del orden ju r íd ico? Se han real izado

ya diferentes invest igaciones sobre dicho tema. Es usual consi­

derar como causa de obediencia la amenaza de la coacción, la

pena si se comete una t ransgresión ju r íd ica. M as existen aún

otros mot ivos de obediencia, sobre todo rel igiosos y morales, así

como consideraciones ut i l i t ar ias. La convicción de la legi t im idad

de la ley — según indicó M ax W eber— desempeña asimismo un

papel importante. U n a invest igación más profunda del sent i ­

miento del derecho, sobre todo en relación con el pat riot ismo,

es ya de la incumbencia de la psicología social .

O t ro tema de la sociología ju r íd ica es la relación entre d e ­

r e ch o y p o d e r . Pero al t ratar este problema no debemos adop­

tar puntos de vista morales, sino abordar la expl icación y descr ip­

ción de la real idad. Est a nos prueba que ambos fenómenos, o

bien coinciden o bien lucha entre sí. En general , el orden ju r í­

d ico posee también su poder, y no importa que en su origen con­

sist iera en la fe rel igiosa y en las viejas costumbres o, en un

grado más elevado de la civi l ización, en la fuerza coact iva del

estado. D e n ingún modo ponen en pel igro la autor idad del or­

den jur íd ico algunos infractores. M as la cosa es di ferente si un

acto revolucionar io logra éxito y se impone cont ra el orden legal

o una parte de éste; entonces resul ta que el poder i legal ha ven­

cido al derecho sin poder. Est e es un fenómeno social de gran

Page 267: Introducción a la sociología

E L D ER ECH O 255

importancia del que ya hemos hablado en el capítulo vm. En

cuanto a las diferentes teorías que afectan a la relación entre

derecho y poder, señalaremos el estudio dedicado a este tema

aparecido en mi l ibro: B e i t r d g e z u r G e sc h i ch t e d e r St a a t sl ch r e

( o b . c i t . ) , 1929. Y a antes había hecho invest igaciones sobre un

tema que t iene cierta relación con la sociología del derecho, o

sea sobre la teoría del derecho del más fuerte considerada en su

evolución histórica, en mi l ibro: K a l l i k l e s, 1922.

L a relación entre el d e r e ch o y el e st a d o se presenta, desde

el punto de vista sociológico, de la m anera siguiente: el pr imero

es un conjunto de reglas relat ivas a la conducta humana, un

conjunto de m o d e l o s d e a cci ó n , di ríam os (empleando una expre­

sión que suele ut i l izar la sociología norteam ericana), que cuen­

tan con cier ta probabi l idad ( ch a n ce ) de que sean seguidos, más

que nada por la existencia de un aparato coact ivo, el que ma­

neja, al menos en un grado elevado de civi l ización, el grupo po­

l ít ico, es decir, el estado, el cual , también en una época tar ­

día, se at r ibuye el monopol io de la creación y derogación de las

normas jur íd icas. Puesto que en el capítulo vn hemos t ratado

de la naturaleza sociológica del estado, baste con apuntar ahora

que hemos de rechazar, desde el punto de vista de la sociología,

la ident idad entre derecho y estado, af i rm ada por la teoría coac­

t iva del estado.

Adem ás se ha de señalar que el carácter sociológico de al ­

gunos aspectos del derecho ha sido úl t imamente objeto de inves­

t igaciones. Existe, por ejemplo, una am pl ia l i t eratura sobre so­

ciología crim inal ( iniciada en I t al i a) , así como también sobre la

sociología del d e r e ch o eco n ó m i co . Est a úl t im a se just i f i ca por

la existencia ent re derecho y economía de relaciones m uy est re­

chas, que hemos señalado ya al t rat ar de la sociología de la eco­

nomía. Indicaremos, además, que se ha t ratado de la sociolo­

gía del derecho también desde el punto de vista de la etnología.

El fundador de la Ju r i sp r u d e n c i a e t n o g r á f i c a fué, en Alem an ia,

A . H . Post , al que luego siguió J. Koh ler . U n a exposición más

reciente y am pl ia es la que ofrece R. Thurnw ald en el tomo v

Page 268: Introducción a la sociología

256 SO CI O LO G Í A D E L A C U L T U R A

de su obra: D i e m e n sch l i ch e G e se l l sc h a f t (La sociedad huma­

n a) , 1934.

En fin, todavía mencionaremos que en el V Congreso A le­

mán de Socio logía se t rató del problema del derecho natural

desde el punto de vista de la sociología. Yo he expresado mi opi­

nión sobre este punto en una conferencia, publ icada en el l ibro

que se confeccionó con los discursos pronunciados, pp. 169 ss.

8 . So c i o l o g í a d e l a r t e

Tenem os en pr imer lugar que del im itar este tema. N o es de

la incumbencia de la sociología del arte la valoración de las

obras de ar te, su cr ít ica estét ica, ni la interpretación de la per­

sonal idad de algunos ar t istas. L a historia de los di ferentes est i ­

los de arte o la descripción de sus caracter íst icas es también asun­

to propio de la H istor ia del Ar te. La invest igación sociológica

ha de t ratar tan sólo de los problemas siguientes: ¿Cuáles son

las bases sociales de la creación ar t íst ica y del goce estét ico?

¿Cuáles las relaciones interhumanas que emanan del ar te? A u n ­

que los o r í g e n e s d e l a r t e no están completamente aclarados, es

indudable que t ienen su raíz en la so c i e d a d ; pr imero exist ió una

relación entre el arte y los actos del cul to religioso, como se

m anifiesta, por ejemplo, en las danzas y cantos religiosos. Las

pinturas de las cuevas, que despiertan hoy nuest ra admiración,

tenían quizás una intención m ágica: ahuyentar los demonios

host i les. El mismo mot ivo reconoce tal vez el tat uaje del cuerpo.

Incluso todos los adornos del cuerpo, en especial el que tenía

como f in espantar , se deben a causas sociales. L a creación ar t ís­

t ica perseguía, por ot ra parte, el propósi to de f i jar el recuerdo

de sucesos importantes de la vida del grupo, o bien incitar a la

acción, como sucede por ejemplo, en el caso de los cantos a los

héroes y en las canciones guerreras. Tam bién el t rabajo en co­

mún que se real iza con cierto r itmo, dió lugar a la poesía y a la

música. Fué por primera vez el artesanado ar t íst ico el que exal­

tó, al lado de los fines puramente práct icos, el elemento estét i­

co, el cual , con poster ior idad va logrando más y más preponde­

Page 269: Introducción a la sociología

E L A R T E

rancia. Poco a poco aparece en pr imer plano la individual idad

del ar t ista, pero su relación con la sociedad existe aun en nues­

t ra época; no es la obra de arte tan sólo, una producción indi­

vidual, sino al mismo t iempo un fenómeno social .

En lo que se refiere al úl t imo punto se plantean los proble­

mas siguientes: ¿En qué medida depende la producción ar t ís­

t ica de la colect ividad, tanto en lo que se refiere a las bases eco­

nómicas como en lo que afecta al espír i tu popular o a una de­

term inada época histór ica? ¿Cu ál es, por el cont rar io, el efec­

to de las creaciones de ar te en los caracteres materiales y psíquicos

de la sociedad? ¿Cuáles son las relaciones que existen entre los

creadores de ar te y los que gozan de la producción ar t íst i ca?

¿Cu ál la relación del ar te con la rel igión y con la iglesia, con el

estado y las di ferentes clases sociales, y cuál , además, la in­

fluencia que las casas reales, las m unicipalidades y asociaciones

l ibres de ar t istas ejercen sobre la evolución del ar te? ¿Cuáles son

las inst i tuciones sociales que emanan de la act ividad ar t íst ica,

tales como academias de ar te, museos y galer ías? ¿Cu ál la in­

fluencia que ejercieron sobre el carácter del arte las revolucio­

nes ocurr idas en la vida pol ít ica y social , como por ejem plo, la

francesa? ¿Cu ál es la relación entre el ar te y el problema so­

ciológico de las generaciones? Ser ía preciso, además, describi r

luego algunos t ipos de personas que existen en la vida ar t íst ica,

como el ar t ista mismo pr incipalmente; el mecenas, el coleccionis­

ta, el que negocia con obras de ar te, el crít ico, el entendido en

cuest iones ar t íst icas, etc.

M as la sociología del arte ha de exponer también el carácter

sociológico par t icu lar de las d i f e r e n t e s ar tes. En este sent ido se

ha afi rm ado que la a r q u i t e ct u r a es el arte más colect ivista. U n a

gran obra arqui tectónica, como una catedral , no puede ser sino

obra de muchos; además, el público que la contempla es de tal

ampl i tud que abarca a todo un pueblo. En los que han l legado

a cier to grado de cul tura, la arqui tectura florece antes que to­

das las demás artes. El la, más que n inguna otra, está exenta de

invenciones subjet ivas, mient ras que la pintura t iene más bien

un carácter individual ista. Tam bién el t e a t r o t iene un carácter

Page 270: Introducción a la sociología

258 SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

colect ivo, pues desde la An t igüedad clásica fué elemento pr in ­

cipal de la comunidad. Insist i r sobre estos temas, t ratándolos

detal ladamente, nos conducir ía demasiado lejos. Daremos tan

sólo algunas indicaciones bibl iográficas sobre las obras referen­

tes a la sociología del arte.

U n fi lósofo francés, J. M . Guyau, escribió un l ibro l lam a­

do: E l a r t e d e sd e e l p u n t o d e v i st a so ci o l ó g i co ; pero las espe­

ranzas que su t ítulo despier ta, sólo en parte quedan sat i sfe­

chas. Guyau t rata de probar que la emoción estét ica perfecta

encierra un sent imiento social , y que, por tanto, lo más profun ­

do del arte es un elemento social. D ice textualmente: " E l arte

es una extensión, producida por el sent imiento, de las condicio­

nes sociales a todos los seres de la N atu raleza, incluso a form a­

ciones fict icias que tan sólo existen en la fan tasía humana. La

emoción estét ica t iene como fin engrandecer la vida individual ,

ya que hace que la propia vida se funda con una vida más am­

pl ia y universal . Por tanto, el pr incipio de la emoción estét ica

es la sol idaridad social .”

Guyau expl ica además que la in fluencia del ambiente, al

que Taine concedió la m ayor importancia, no es decisiva. El ge­

nio ar t íst ico crea su propio ambiente; el ar te, por lo tanto, crea

por sí mismo una sociedad ideal. Todo esto es sin duda m uy

agudo, pero const i tuye una invest igación de t ipo estét ico o ét i ­

co más que verdaderamente sociológico.

En cambio, en los escritos publ icados por los representantes

de la ciencia del arte se encuentran con frecuencia indicaciones

m uy val iosas sobre el papel de la sociedad en el arte. Leemos

en los ensayos recopilados de A . Riegel: "Los grupos como rea­

l idades espiri tuales son los verdaderos representantes de la vo­

luntad ar t íst ica. El fet iche es el pr incipio de la religión y al

mismo t iempo del arte. En toda obra ar t íst ica se encuentran, sin

embargo, relacionadas con el la, cierta porción de intereses mate­

riales, pero el papel de ellos siempre es l im i tado, ya que no son

los que producen el movimiento propio, l leno de sent ido, del

espír i tu, sino que sólo son capaces de acelerar o retardar lo.”

Riegel, frente a W ól f f l i n y su escuela, acentuó lo que el arte

Page 271: Introducción a la sociología

E L A R T E

t iene de sociológico. L a misma tendencia m anifiesta W . H au -

senstein en su l ibro: K u n st u n d G e se l l sc h a f t (A r te y sociedad).

Para este autor es decisivo el est i lo, que t iene su base en la con­

dición económico-social de la época. D e la función social del ar ­

te t rat a un ensayo de H . T iet ze publ icado en el Ja h r b u c h f i i r

So z i o l o g i e , t . i , en el que señala que en la obra de ar te desempe­

ñan un papel importante factores que no pertenecen a la esté­

t ica, tales como la expresión de la concepción del mundo o la

simbolización del sent imiento de unión. Tam bién t rata de los

elementos sociológicos del arte la obra de M ül ler -Freien fels: D i e

P sy ch o l o g i e d e r K u n st (La psicología del ar t e) .

La escuela psicoanalít ica fundada por Freud se ha ocupado

con frecuencia de problemas ar t íst icos. Según su teoría, la obra

de ar te es como un sueño que se real iza en estado de vigi l i a;

produce al mismo t iempo, por un ext raño camino, la reconci­

l iación de la vida de los impulsos sexuales con la represión de

ellos a que da lugar la cul tura; esta reconci l iación se produce

al volver la espalda a la real idad y dar sat isfacción a los deseos

en la vida im aginat iva. U n discípulo de Freud dice: L a obra

de arte encuentra eco en el públ ico ya que ref leja, en quien la

percibe, la realización de sus propios deseos. O t ro autor opina

que la obra de ar te es una m anifestación de deseos reprimidos.

N o hace fal t a explicar con m ayor detal le estas teorías, que t ie­

nen poco que ver con la sociología del ar te.

En el V I I Congreso Alem án de Sociología, 1930, fué tam­

bién la sociología del arte objeto de discusión. Las conferencias

fueron sustentadas por un sociólogo (L. von W iese) , un fi loso*

fo (E. Rothacker) y un historiador (K . Br eysig) . Para el pr i ­

mero el arte es tan sólo un medio en el que los hombres se l igan

o se separan. Por for tuna W iese no mant iene de un modo r i ­

guroso esta concepción form al, sino que reconoce como pro­

blema sociológico la relación que existe entre el ar te y la vida

del estado, económica y rel igiosa. Rothacker at r ibuye la mayor

importancia a la relación entre la sociedad y el est i lo ar t íst ico.

Para él, el problema se plantea de la manera siguiente: ¿En qué

medida in f luyen los factores sociales en el or igen y t ransfor-

Page 272: Introducción a la sociología

SO CI O LO G Í A D E L A C U L T U R A

marión de los est i los ar t íst icos? Breysig estudia la in fluencia

general psíqu ica del arte comparándola con la que producen la

rel igión y la invest igación cien t ífica; sus exposiciones t ienen,

por tanto, más bien un carácter psicológico que sociológcio. Por

lo demás, ya en un Congreso anterior, fué el ar te tema de estu­

dio, es decir, la invest igación de los or ígenes del arte. M u y ins­

t ruct iva fué entonces la conferencia dada por R. Thurnwald ,

quien t rató de in fer i r conclusiones sobre los comienzos de la ac­

t ividad ar t íst ica part iendo de la vida ar t íst ica de los pueblos

pr imit ivos hoy existentes. Thurnwald dist ingue entre una ten­

dencia de carácter m ágico y ot ra de carácter comunicat ivo; am­

bas se encuentran en estrecha relación con la vida de los grupos

sociales.

En lo que se refiere especialmente a la obra de a r t e l i t e r a ­

r i a , existe ya el pr incipio de una sociología de la l i t eratura, que

estudia las condiciones sociales bajo las cuales nacen y se reali ­

zan las obras de esa naturaleza, aunque teniendo en cuenta la

in fluencia de las personalidades creadoras. Im portante es ade­

más la invest igación de las est irpes en lo que se refiere a la

historia de la l i t eratura, como fué interpretada en la fam osa

obra de Josef N ad ler : L i t e r a t u r g e sch i ch t e d e r d e u t sch e n St d m -

m e u n d L a n d sc h a j t e n (H istor ia de la l i t eratura de las est irpes

y países alem anes). Pertenece a L. Schücking el mérito de ha­

ber señalado en su l ibro: So z i o l o g i e d e r l i t e r a r i sch en G e sch m a ck s-

b i l d u n g (Sociología de la form ación del gusto l i t erar io), 19 31,

la importancia que t iene el públ ico en la historia de la l i t era­

tura.

El poeta puede, en ciertos casos, crear él mismo un grupo

social , como se m anifestó en el caso de St efan George y su círcu­

lo de discípulos. Adem ás, ser ía preciso invest igar la importancia

sociológica que se ha de at r ibuir a los intermediar ios entre el

autor y el públ ico, tales como los crít icos l i t erar ios y las empre­

sas edi toras. En lo que se refiere a la l i t eratura, así como a las

artes plást icas, son igualmente posibles invest igaciones sobre el

est i lo part iendo de una base sociológica, por ejemplo, el estudio

Page 273: Introducción a la sociología

L A ED U C A C I Ó N 2 6 1

de la medida en que la elección de tema y la m anera de t ratar ­

lo dependen de las condiciones sociales.

9. So c i o l o g í a d e l a e d u ca ci ó n

U n a de las inst i tuciones más importantes de la sociedad hu­

m ana es la de la educación. Podemos l lam ar a ésta la procrea­

ción espir i tual de la sociedad, puesto que t iene como tarea t rans­

m it i r el contenido total de la cul t ura de un pueblo, de la gene­

ración más vieja a la más joven. Y a los pueblos pr im it ivos at r i ­

buyeron a la educación gran importancia. Aunque tanto la al i ­

mentación como el cuidado de los niños se deja a la fam i l ia, in­

terviene pronto el clan o la t r ibu para dir igi r , en interés de la

comunidad, la educación de la juventud. El ant iguo sistema m á­

gico, que se ha podido observar frecuentemente en todas partes,

consistente en reglas secretas, pruebas de valor y graduación en

la iniciación de los jóvenes, es un test imonio del carácter co­

lect ivo de la educación pr im it iva. M as también en los pueblos

civi l izados de la An t igüedad había una t radición en cuanto al

cuidado físico e intelectual de los niños, sobre todo de la juven­

tud varoni l, que había de form ar el núcleo de ciudadanos o de

hombres dest inados a la profesión m il i tar. Est a educación m i­

l i t ar estaba acentuada en algunos pueblos, como en Espar t a; pe­

ro, en general , en Grecia, aunque se consideraba como impor­

tante la educación física, se tenía también en cuenta la educa­

ción ar t íst ica. Poseemos detal ladas descripciones del sistema de

educación dominante en el la: tenía también importancia la en­

señanza super ior dada en las escuelas de los sofistas y los retó­

ricos, así como en las academias y escuelas de los fi lósofos.

En la medida en que este sistema de educación ha sido des­

cri to como realidad, se puede hablar de los pr incipios de una

sociología de la educación. Sociológicam ente, podemos contar

con la exposición de Protágoras en el diálogo de Platón que

l leva este t ítu lo, cap. xv ; luego con la descripción que hicieron

Platón y Ar istóteles de las inst i tuciones para la educación de la

juventud, las cuales cri t icaron. M as junt o a estas explicaciones,

Page 274: Introducción a la sociología

2Ó 2 SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

se desarrol la una l i teratura más amp l ia de carácter n o r m a t i v o , es

decir, una suma de proposiciones para la reform a de la educa­

ción en relación con una t ransformación de la vida polít ica. Las ideas pedagógicas desempeñan un gran papel al establecer t ipos

ideales de estados. Por m uy val iosas que sean estas ideas desde

el punto de vista cul tural — ya que surgió entonces por vez pr i ­

mera el concepto de la p e d a g o g í a so ci a l— no las podemos tener

en cuenta en la sociología de la educación, puesto que esta cien­

cia t rata exclusivamente de la descripción y explicación de la

realidad. Sólo señalaremos por característ icas, dos frases per­

tenecientes a la l i t eratura clásica sobre la educación: "E l esta­

do como total idad t iende a un fin único. D e aquí se deduce que

también la preparación para este fin ha de ser una, y que su or­

ganización es asunto del estado, no de los part iculares. H oy día

cada uno hace instruir a sus hi jos según su part icular opinión y

según una selección arbi t rar ia” (Ar istóteles, P o l í t i c a ) . Platón

dice en el diálogo C r i t ó n : "O bien no se debe t raer al mundo

niños, o bien es preciso ocuparse de ellos hasta el fin , al imen­

tándolos y educándolos” . A veces entre los ant iguos, bajo la f i c­

ción de una descripción histórica, se ha t razado un sistema pe­

dagógico, como por ejem plo, Xenofonte en la C i r o p e d i a . Los

sofistas griegos examinaron incluso el problema de saber si en la

educación es preciso dar preponderancia al intelecto o al ca­

rácter .

Volviendo ahora a la sociología de la educación propiamente

dicha, encontramos en ella, en primer lugar, una relación i n t e r ­

h u m a n a , la que se establece entre los educadores y el alumno.

Est a t iene, al menos en el grado in fer ior , cier ta semejanza con la

existente entre padres e h i jos. Por un lado vemos que aparece

el pr incipio sociológico de la autor idad, y por ot ro el de la obe­

diencia y subordinación. Cier tas disposiciones inst int ivas de los

niños, como el deseo de aprender y la poca confianza en sí m is­

mos, la for talecen. Tam bién desempeña un papel el inst into de

imitación y la sugest ión. A lgunos fenómenos de la vida de las

masas aparecen ya en la escuela; una clase es un objeto intere­

sante de estudio para el conocimiento de dichos fenómenos. A l

Page 275: Introducción a la sociología

L A ED U C A C I Ó N 263

mismo t iempo que la psicología de los alumnos, es pr incipal

objeto de un estudio sociológico la act i tud intelectual de los

maestros, el t ipo de in f lu jo que ejercen sobre los alumnos, su

conciencia profesional y su organización.

U n objeto especial de invest igación sociológica es la des­

cripción de las inst i tuciones a que da lugar la organización de

la educación, es decir, el estudio de las diferentes organizaciones

de enseñanza y su relación con el estado y la iglesia. Surgen

aquí, naturalmente, diversos problemas normat ivos, como por

ejemplo, si el representante de la organización pedagógica ha de

ser el primero o la segunda. Pero debemos eliminar los de una

exposición sociológica; en úl t imo caso se podrían determinar las

consecuencias de em plear uno u ot ro sistema. Se puede asimismo

t ratar , sociológicamente, de los di ferentes ideales de inst rucción,

invest igando cómo se han desarrol lado en el t ranscurso del t iem­

po, según las caracter íst icas de una época histórica. L a valora­

ción de las ideas pedagógicas ya no entra, como es natural , en

el terreno del estudio sociológico. Las inst i tuciones de inst ruc­

ción popular merecen un estudio especial por encont rarse fuera

de la organización general de la enseñanza. La in fluencia de la

organización de la enseñanza en el desarrol lo de las clases so­

ciales const i tuye también un objeto de invest igación sociológica,

en el que precisa determinar en qué medida existe un efecto n i­

velador o diferenciador. En fin , hemos de considerar la relación / 7entre la organización de la enseñanza y la administ ración gene­

ral , tema éste del que ya se ocupó en su t iempo Lorenzo de

Stein. Recientemente, 1928, invest igó E. Spran ger las bases

cient íficas de la organización escolar . Apar t e de la l i t eratura

pedagógica general , en lo que se refiere al estudio sociológico,

citaremos dos obras especialmente: D i e G e sc h i ch t e d e r E r z i e h u n g

in so z i o l o g i sch e r u n d g e i st e sw i sse n sch a f t l i ch e r B e l e u c h t u n g (La

historia de la educación considerada desde el punto de vista so­

ciológico y de las ciencias del espír i t u ) , 19 11, de P. Bar t h ; y

D a s p á d a g o g i sch e P r o b l e m in d e r G e i st e sg e sch i ch t e d e r N e u z e i t

(El problema pedagógico en la historia espir i tual de la época

m oderna), 1925, de H . Leser. En cuanto a la psicología peda­

Page 276: Introducción a la sociología

SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

gógica, t ienen valor , en pr imer lugar, los l ibros de Ch. Bühler

y K. Reininger. A lgunos sociólogos que se han ocupado del pro­

blema de la educación han sucumbido a la tentación de estable­

cer, en lugar de una pura descripción, ideales de educación.

W i lhelm Jerusalem , por ejemplo, en su I n t r o d u cc i ó n a l a so -

ci o l o g í a , creyó poder deducir de esta ciencia ciertos postulados.

K ar l Dunkm ann en su So c i o l o g í a a p l i ca d a dedicó un capítulo

entero a una pedagogía sociológica. En ambos casos se t rat a tan

sólo de establecer normas que no pueden deducirse en absoluto

de una descripción y explicación de la realidad. M u y am pl ia

es la l i t eratura norteamericana sobre la relación entre Sociolo­

gía y Pedagogía. El l ibro ya citado de An dreas W alt her ofrece

un rico mater ial inst ruct ivo sobre la b ib l iografía de el la. Por

úl t imo, recordaremos que ya Goethe, en su W i l h e l m M e i st e r ,

señaló la importancia social de la organización pedagógica.

10. So c i o l o g í a d e l a o p i n i ó n p ú b l i ca

L a opinión pública puede ser considerada desde dos puntos

de vista di ferentes: como fenómeno psíquico de masas y como

poder social . En el pr imer caso la opinión pública supone una

tendencia a la un i form idad en el pensamiento dent ro de un gru ­

po amplio, en lo que afecta a los asuntos de la vida públ ica. Exis­

te aquí, pues, una especie de espíri tu colect ivo, semejante al que

encontró su expresión en la l lam ada "alm a de las masas” . H a­

bría, por tanto, que asignar a la opinión públ ica un lugar den­

t ro de la psicología social . M as se t rat a también de describi r

aquel los factores sociales que dan lugar a el la, expl icando los

efectos que produce, sobre todo los fenómenos de poder que se

m anifiestan especialmente en la vida pol ít ica de la sociedad. A p a­

recen en este caso relaciones interhumanas y agrupaciones que

dependen de la opinión pública. Es, pues, éste un objeto de

estudio de la sociología propiamente dicha.

Por lo demás, desde el punto de vist a de la psicología social ,

ser ía erróneo dejar de considerar la part icu lar idad de la opi­

nión pública frente a la psicología general de las masas, ya que

Page 277: Introducción a la sociología

L A O P I N I Ó N P Ú B L I C A 2 6 5

el fenómeno de la masa supone una reunión especial de hombres

que están en contacto los unos con los otros y sometidos a una

sugest ión. N o se puede decir que ocurra un tal fenómeno en el

caso, por ejemp lo, de los lectores de la prensa. Este públ ico no

se encuent ra en disposición de actuar como la m asa verdadera.

Fal t a asimismo, en este caso, la organización que se da a la

masa, bien desde el pr incipio, o más tarde. Después discut i re­

mos en qué grado parece exist i r en los órganos de la opinión pú­

blica una especie de dirección, que, en todo caso, es m uy dist in­

ta de la t ípica de la masa.

Después de las observaciones hechas referentes a la concep­

ción de esta sociología, haremos algunas indicaciones históricas

sobre el fenómeno o p i n i ó n p ú b l i c a y su concepción teór ica. M u y

popular es la idea de que este importante fenómeno social apa­

reció tan sólo en la época moderna, in fluyendo en su desarro­

l lo la invención de la imprenta y la creciente democrat ización de

la vida social. Pero esta idea es equivocada. Y a en la An t igüe­

dad, incluso en los pueblos pr im it ivos, exist ía una opinión pú­

blica, aunque ésta l legase a expresarse sólo en la costumbre, que

es preciso respetar aun en los estados despót icos. En la A n t i ­

güedad clásica vemos que la opinión públ ica posee una fuerza

que no encont ramos luego sino en la época moderna, si bien en

ésta ha aumentado ciertamente con la prensa diar ia. Sabido es

cómo las asambleas populares, los jurados, representaciones tea­

t rales y discursos orales y escritos contr ibuyeron a la form ación

de la opinión públ ica en las repúblicas griegas. Pero menos sa­

bido es, tal vez, que se advir t ieron ya entonces intentos de esta­

blecer una teoría acerca de ella, lo cual vemos tanto en los escri ­

tos de los historiadores gr iegos, en pr imer lugar en los de Tucí-

dides, como en algunas frases de los sofistas, que han l legado

hasta nosotros.

En un diálogo de Platón, hace notar Protágoras que existe

una opinión públ ica en todos los estados. Según él, son los bue­

nos y sabios oradores los que hacen que se crea en ellos L a con­

secuencia es que el pueblo toma resoluciones que favorecen al

estado. Con esta teoría, verdaderamente democrát ica, aparece

18

Page 278: Introducción a la sociología

266 SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

Protágoras como precursor de Rousseau, cuya v o l u n t a d g e n e r a l

expresa igualmente la verdadera opinión del pueblo. Platón, sin

embargo, la rechazó con energía, afi rm ando que los oradores no

representan la opinión verdadera, sino sus propios intereses; y

que no son sino aduladores de la masa. Sea como fuere, en todo

caso vemos aquí un intento de juicio sobre el problema de la

opinión públ ica en la democracia. Por lo demás, señalaremos

como l ibros referentes a este importante fenómeno social, sobre

iodo en la época moderna, la excelente obra de W i lhelm Bauer,

D i e o f f e n t l i c h e M e i n u n g u n d i h r e g e sch i ch t l i ch e n G r u n d l a g e n

(La opinión pública y sus bases h ist ór icas), 1914.

A l t ratar de la invest igación sociológica de la opinión públ i ­

ca se p lantea una serie de problemas no invest igados hasta aho­

ra debidamente. En primer lugar, el de saber cuáles son los

factores que dan lugar a que el estado de án imo de un grupo

posea un sel lo uni tar io. Y este fenómeno, ¿es resul tado de la

est ructura del grupo o se produce por la apar ición de un di r i ­

gente? Adem ás, hemos de invest igar las form as exteriores en que

se expresa esta concordancia de la opinión y hasta dónde l lega;

ya que se puede hablar de opinión públ ica incluso en una pe­

queña ciudad o en una aldea, pero su radio de acción puede abar ­

car también a toda la opinión mundial . A este problema hay que

añadir una invest igación sobre los efectos de la opinión públ i ­

ca, las relaciones de ésta con los part idos polít icos y, sobre todo,

con el estado. En lo que se refiere a la úl t im a relación, encon­

t ramos dos aspectos: si la opinión pública coincide con el poder

reinante, le sirve de apoyo; pero también puede estar en oposi­

ción y entonces comienza una lucha que puede abocar a una

reform a o a una revolución.

El medio más importante de expresión de la opinión públ ica

es, en la época moderna, la p r e n sa d i a r i a . Pero hemos de evi tar el

considerar como idént icos estos dos fenómenos sociales. La pren­

sa presenta aspectos di ferentes: comunica not icias, publ ica anun­

cios, ofrece un m ater ial de lectura instruct ivo y ameno. El úl t imo

elemento t iene cierto parentesco con la producción de obras l i ­

terar ias en form a de l ibro. L a comunicación de not icias fué el

Page 279: Introducción a la sociología

L A O P I N I Ó N P Ú B L I C A 2 6 7

mot ivo pr incipal de la apar ición de la prensa; aun hoy desempe­

ña esta in form ación un papel importante. Sólo más tarde, desde

la época de la I l u st r a c i ó n y del l iberalismo, se añadió a la ante­

rior una gran tarea para los periódicos, o sea la de expresar e

in fluenciar la opinión pública. H em os de considerar ahora tan

sólo este aspecto de la prensa pues a quien incumbe invest igar

los ot ros factores citados y, en pr imer lugar , el aspecto econó­

mico de la empresa per iodíst ica, es a la Sociología general .

U n a cuest ión importante supone el saber si es la prensa la

que da lugar a la opinión públ ica o si, por el contrar io, son los

suscriptores y lectores de esta prensa los que determinan la orien­

tación de ella. L a verdad reside, sin duda, en el término medio.

Es cierto que el edi tor de un periódico debe in tuir el estado de

ánimo de los lectores y t ratar de adaptarse a él. Est a in fluencia

es part icularmente fuerte si se t rat a del órgano de un part ido

polít ico determinado. En este caso es el jefe, si él mismo dir ige

el periódico, quien señala la act i tud a tomar en las cuest iones

relat ivas a la vida pública. Por ot ra parte, la historia de la pren­

sa muest ra muchos casos en que escritores eminentes o polít icos

independientes se han creado un público de lectores, ejerciendo

de este modo una in fluencia sobre la opinión pública. En todos

estos casos, el per iódico viene a representar una verdadera jefa­

tura, tal como describimos este fenómeno al t ratar de la psico­

logía de las masas. Claro es que existe cier ta di ferencia, pues el

di rigente de la m asa es visible personalmente, m ient ras que

el director del per iódico t r abaja de un modo oculto y muchas

veces anónimo. Su in fluencia no está l im i tada en n ingún sen­

t ido y es, por tanto, super ior a la del di r igente ordinar io de las

masas. O t ra di ferencia reside también en el hecho de que la m a­

sa puede elegir el la m isma sus directores, m ient ras que en la

elección del director de un periódico intervienen var ios factores.

M uchas veces es un pequeño grupo de gentes interesadas en ello

quien decide sobre esta elección. Por ot ra parte, el lector ordi­

nar io de la prensa muestra cier ta semejanza con el hombre de la

m asa; no reflexiona demasiado y se somete a la impresión que

sobre él producen las frases.

Page 280: Introducción a la sociología

268 SO CI O LO GÍ A D E L A C U L T U R A

En cuanto al tema de la l i b e r t a d d e p r e n sa , hemos de tener

en cuenta que es éste un postu lado pol ít ico cuya valoración no

incumbe a la Sociología. Pero, en cambio, esta ciencia puede in­

vest igar cuáles han sido los factores sociales que han hecho m a­

durar esta idea; cuál la relación que existe entre la l iber tad de

prensa y el l iberalismo o la democracia; y cuáles los efectos so*

ciales que ella ha producido, sobre todo en lo que se refiere a la

organización de los part idos polít icos. L a l iber tad de prensa, co­

mo es sabido, se ha supr im ido por completo en algunos estados

modernos, en los cuales, por lo tanto, la prensa, que hasta en­

tonces había sido prensa de part ido, ha adquir ido un carácter

di ferente. Ahora expresa al l í la opinión general del part ido úni­

co ident i ficado con el estado. D e este modo, en esos estados han

perdido val idez práct ica algunas teorías sociológicas sobre la

opinión públ ica basadas en el l iberalismo democrát ico. Sea el lo

motivo de lamentos o de alegría, la Socio logía, en todo caso,

no debe ignorar este nuevo fenómeno, sino descr ibi r lo y expl i ­

car lo.

En lo que se refiere a la l i t eratura sobre la opinión públ ica

hemos de señalar , aparte del l ibro de Bauer , ya ci tado, el de

Tónnies: K r i t i k d e r ó f f e n t l i c h e n M e i n u n g (Cr ít ica de la opi­

nión públ ica), 1922. Este l ibro nos ofrece discusiones sobre la

concepción teór ica de este tema y un rico m ater ial de hechos.

El autor ut i l iza aquí una vez más su fam osa dist inción entre co­

m unidad y asociación, asignando la opinión públ ica a la úl t ima

categoría, m ient ras que la religión sign i fica, para él, la comuni­

dad de la opinión. En t re la l i teratura francesa merece atención

especial el escrito de Gabr iel T arde: L ’ O p i n i ó n et l a f o u l e , en

el que t rata m uy agudamente de la relación entre la opinión pú­

blica y la psicología de las masas. M u y am pl ia es la l i t eratura

anglosajona sobre el tema que nos ocupa. H a despertado sobre

todo interés el l ibro de Lippm ann: P u b l i c O p i n i ó n , 1922. Y a

antes expuso D icey la importancia de la opinión pública en la

vida const i tucional inglesa, con su l ibro L a w a n d P u b l i c O p i n i ó n

i n E n g l a n d , 1905. Casi al mismo t iempo se ocupó del mismo te­

ma, en lo que afecta a Estados U n idos, Bryce. Concretamente

Page 281: Introducción a la sociología

I A O P I N I Ó N P Ú B L I C A 269

sobre el tema de la prensa escribió en A lem an ia A l f t ed Peters

su l ibro: D i e Z e i t u n g u n d d a s P u b l i k u m (La prensa y el públ i ­

co) , 1930; Gerhard M ünzner sobre O e f f e n t l i c h e M e i n u n g u n d

P r e sse (Opin ión públ ica y pren sa), 1928. En la l i t eratura ame­

r icana se ha t ratado con frecuencia el problema de saber si la

prensa or igina la opinión públ ica o tan sólo la expresa. Lo pr i ­

mero es lo que sost iene Lippm ann; lo úl t imo El lwood, Parle y

el sociólogo rusoamericano Sorok in . Por ot ra parte, el famoso

sociólogo i tal iano Pareto se ocupó ya de este tema, manteniendo

la tesis de que la prensa ref leja la opinión públ ica, pero no la

produce.

Page 282: Introducción a la sociología
Page 283: Introducción a la sociología

IN D ICE DE AU TO RES

A d l e r , M . : 3 7 , 78 , 12 7 , 12 8 , 19 6 .

A g r a m o n t e : 8 3 .

A g r i p p a , 11.

A l e n g r y , F . : 34 .

A l l v e r d e s, B . : 1.

A l t h u si u s, J. : 12 , 17 2 .

A n d r e a e , W . : 10 2 .

A r d i g o , R . : 6 1.

A r i st ó t e l e s: 8 , 9 , 10 , 11, 8 6 , 10 0 ,

10 1, 10 4 , 10 8 , n i , 130 , 13 4 ,

14 1, 14 4 , 14 8 , 15 2 , 15 3 , 15 7 ,

15 8 , 16 2 , 16 6 , 16 7 , 17 0 , 17 1,

176 , 17 7 , 18 6 , 18 9 , 2 14 , 2 2 9 ,

24 0 , 2 4 1, 2 6 1, 2 6 2 .

A z e v e d o : 8 3.

B a ch o f e n , J. J. : 117 .

B a l d w i n , T. M . : 13 7 .

B a r k e r : 18 .

B a r n e s, H . E . : 58 , 18 8 .

B a r t h , P . : 3 7 , 4 6 , 10 9 , 12 2 , 2 19 ,

2 20 , 2 6 3.

B a st í a n , A . : 115 .

B a u e r , W . : 2 6 6 , 2 6 8 .

B á u m k e r : 12 .

B a x a , J. : 24 , 2 5 .

B e ch t e r e v , W . : 79 , 9 2 .

Be n e s, E . : 79 .

B l á h a , J. A . : 8 0 .

B o a s: 113 .

B o d i n o , J. : 10 4 .

B o e ck n : 9 6 .

B o gd a n o v , A . : 16 7 .

B o u gl é , C . : 12 4 , 18 1.

B o u r ge o i s, L . : 5 1, 24 6 .

B r a n f o r d , V . : 52 .

B r e y si g : 8 8 , 12 2 , 2 16 , 2 17 , 2 59 ,

26 0 .

B r i n k m a n n , K . : 3 7 , 7 1.

B r y ce : 26 8 .

B ü ch e r : 2 18 .

B ü h l e r : 9 5 .

B u j a r i n , N . : 37 , 79 .

B u r ck h a r d t : 12 2 .

B u r k e , E . : 24 .

B u r y , J. B : 2 19 .

C a l i cl e s: 8 , 130 .

C a r l i , P h . : 4 5 , 6 r , 6 2 , 12 4 .

C a r v a l l o : 8 3.

C a so , A . : 8 3.

Ca t h e r e i n , V . : 14 .

C a t t a n e o , C . : 136 .

C h a l u p n y , E m . : 8 0 .

C h a m b e r l a i n : 112 , 12 2 .

C l e a r co : 130 .

C o l a j a n n i : 6 2 .

C o l m , G . : 14 9 .

C o m t e , A . : 19 , 20 , 2 1, 26 , 30 , 32 ,

34 , 3 5 , 38 , 4 5 , 4 6 , 4 7 , 4 9 , 58 ,

79 , 8 8 , 113 , 12 3 , 12 4 , 16 0 , 170 ,

17 2 , 18 7 , 2 2 1, 2 2 8 , 2 4 5 .

Page 284: Introducción a la sociología

C o n d o r cct : 2 1, 2 2 0 .

C o n f u c i o : 7.

C o o l e y : 56 .

C o p é r n i co : 2 12 .

C o r n e j o , M . H . : 8 3.

C o r r a d o , G i n i : 12 4 .

C u m b e r l a n d : 18 .

C u n o w , H . : 37 .

D a r w i n : 6 1, 10 7 , 10 9 , 110 , 12 0 ,

2 12 .

D a w e y : 9 3.

D e B o n a l d : 26 .

D e G r e e f : 52 , 2 19 .

D é l o s, J. T . : 15 .

D e M a i st r e : 26 .

D e M a r i n i s: 6 1, 136 .

D e p l o i ge , S . : 15 .

D i c e y : 26 8 .

D i l t h e y : 7 1, 8 5, 9 6 , 12 6 .

D o b r e t z b e r ge r , J. : 2 2 0 .

D r a g h i ce sco : 8 1.

D u n i n g , W . : 113 .

D u n k m a n n , . K : 16 8 , 2 4 6 , 26 4 .

D u p r a t , L . : 136 , 16 7 , 18 2 , 2 11.

D u r k h e i m , E : 15 , 4 4 , 4 5 , 4 6 , 4 7 ,

4 8 , 4 9 , 50 , 5 1, 8 9 , 12 6 , 136 ,

15 9 , 2 19 , 2 3 1, 2 3 2 , 2 39 , 24 6 ,

2 4 8 .

E b e r , M . : 116 .

E g o n d e E i ck st e d t , M . d e : 112 .

E i ch h o r n : 2 5 , 26 , 54 .

E l l w o o d , C h . A . : 57 , 9 3, 13 7 , 17 5 ,

2 39 , 26 9 .

E l st e r , A . : 10 7 . E

E m e r so n : 2 6 2 .

Em p é d o cl e s: 8 , 10 9 , 15 7 , 15 9 .

E n g e l , E . : 12 5 .

E r i sm a n n : 15 2 .

Esp i n a s, A . : 1, 13 5 .

Eu l e n b e r g , F . : 2 19 .I

F a h l b e ck , P . : 8 0 , 18 1.

272

F e r gu r so n : 18 , 2 1, 2 2 , 14 4 .

Fe r r i , J. E . : 6 2 , 110 .

F i ch t e : 2 7 , 2 8 , 29 , 10 0 .

F i sch e r , A . : 13 8 .

F i sch e r , E . : 112 .

F l i n t , R . : 2 19 .

Fo u i l l é e , A . : 5 1, 74 , 2 19 .

F r a ye r , H . : 15 6 .

F r a z e r : 1x 5 .

F r e u d , S . : 12 6 , 2 17 , 14 9 , 2 3 3 .

F r e y : 2 2 2 .

F r e ye r , H . : 19 , 4 7 , 70 , 7 1, 17 4 ,

18 1.

Fr o b e n i u s: 1x 5 , 2 2 8 .

Fu st e l d e C o u l a n ge s: 2 39 .

G a l t o n : 112 .

G e i ge r , T h . : 14 9 , 16 4 .

G e i r l i ch , W . : 17 9 .

G e n t i l e , G . : 2 9 .

G e n t z , F . : 24 .

G e o r ge , S . : 2 3 3 , 26 0 .

G i d d i n gs, F . H . : 9 , 4 6 , 55 , 56 .

G i e r k e , O . : 11, 12 , 18 , 10 9 , 18 9 ,

2 18 .

G o b i n e a u : 111, 112 , 226 .

G o e t h e : 2 3 , 2 6 4 .

G o m p e r z : 130 .

G r á b n e r : 115 .

G r a b o w sk y : 19 1.

G r a n t : 114 .

G r a sse r i e , R . d e l a : 2 3 1.

G r ü n f e l d , E . : 3 7 .

G i d d i n gs: 9 3 , 15 7 , 17 5 .

G u m p l o w i cz : 4 6 , 6 1, 7 5 , 113 , 16 0 ,

19 2 , 19 3 , 19 4 , 20 7, 2 5 2 .

G ü n t h e r : 8 6 , 10 5 , 10 6 , 112 , 113 ,

2 11.

G u y a u , J. M . : 2 58 .

H a r t m a n n , L . M . : 2 15 .

H a u r i o u , M . : 2 2 6 .

H a u se n st e i n , W . : 2 59 .

H e b e r l e : 12 5 .

ÍNDICE DE A UTORES

Page 285: Introducción a la sociología

H e g e l : 28 , 29 , 33 , 3 5 , 4 4 , 70 , 7 1,

IOO, 12 2 , 18 7 , 2 2 3 .

H e l l e r , H . : 2 0 2 .

H e l l p a ch , W . : 13 8 .

H e r á cl i d e s: 130 .

H e r á c l i t o : 8 , 10 9 , 15 7 , 15 9 , 16 0 ,

2 70 .

H e r b a r t , J. F . : 2 9 , 30 , 13 4 , 13 5 ,

* 37-H e r d e r : 15 , 2 2 , 2 4 , 10 4 , m , 14 4 .

H e r o d o t o : 10 4 , 14 4 , 14 7 , 2 4 7 .

H e r t l i n g : 14 .

H e r t z , F . : 113 , 2 11.

H i l d e b r a n d t : 7 , 2 18 .

H i n t z e , O . : 19 3 .

H i p ó cr a t e s: 10 4 , m .

H o b b e s: 16 , 6 4 , 18 6 .

H o b h o u se , L . T . : 5 2 .

H o m e r o : 2 0 7 .

H o n i gh e i m , P . : 2 4 4 .

H u m b o l d t : 2 30 .

H u m e , D . : 18 .

H u n t i n g t o n , E . : 10 4 .

H u sse r l : 9 4 , 9 5 .

I h e r i n g, R . d e : 7 2 , 7 3 , 2 18 , 24 9 ,

2 50 , 2 5 2 .

I sch b o l d i n , B . : 17 9 .

Ja m e s, W . : 2 39 .

Je l l i n e k : 9 0 .

Z e n o f o n t e : 2 6 2 .

Je r u sa l e m , W . : 7 7 , 2 3 2 , 2 4 7 , 26 4 .

Je sp e r se n : 2 3 1.

Ju n g , C . : 12 8 , 12 9 , 13 1.

K a n t , M . : 2 2 , 2 7 , m , 15 9 , 2 3 2 .

K a r e i e f , N . : 79 .

K e l se n , H . : 3 7 , 19 6 .

K i d d , B . : 52 , 2 2 6 , 2 39 .

K i r ch , G . : 17 9 .

K j e l l e n , R . : 8 0 , 10 5 , 10 8 , 19 0 ,

19 1.

K l a g e s, L . : 130 .

ÍNDICE DE A UTORES

K l u ck h o h m , P . : 2 5 .

K o e h l e r , J. : 2 5 5 .

K o p p e r s, W . : 116 , 117 .

K r á l , J. : 8 0 .

K r a u s, J. B . : 2 3 7 .

K r e t sch m e r : 12 9 .

K r u e g e r , F . : 12 9 , 14 6 , 2 18 .

K u r z , E . : 13 .

L a b r i o l a : 6 2 .

L a m p r e ch t , C . : 8 8 , 2 16 , 2 17 , 2 2 6 .

L a t e e n , W . : 17 9 .

L a u r o f , P . : 79 .

L a z a r u s: 30 , 13 5 , 14 4 , 14 5 .

L e B o n , G . : 112 , 14 6 , 14 8 , 14 9 ,

15 1, 2 15 .

L e h m a n : 14 1.

L e ó n X I I I : 13 , 14 .

L e o p o l d : 16 4 .

L e P l a y : 4 7 , 4 8 , 10 6 , 17 6 .

L e se r , H . : 2 6 3 .

L e t o u r n e a u , C h . : 115 , 14 6 .

L é v y - B r u h l : 5 1, 116 , 136 , 2 3 2 , 2 39 ,

2 4 8 .

L i l i e n f e l d , P . d e : 78 , 10 7 , 18 9 .

L i n d n e r , A . G . : 30 , 7 3 , 74 , 7 5 ,

i 35» I 37- L i p p m a n n : 26 8 , 26 9 .

L i st , F . : 2 18 .

L i t t : 9 4 .

L o ck e : 2 14 .

L ó p e z d e M e sa , L . : 8 3.

L o r e n z : 20 6 .

L o r i a , A . : 4 4 , 6 2 .

L u t h e r , W . : 2 30 .

M a i n e , Si r H . : 2 2 2 , 2 5 2 .

M a l t h u s: 10 7 .

M a n n h e i m , K . : 20 6 , 2 34 .

M a q u i a v e l o : 58 .

M a r x , K . : 28 , 36 , 3 7 , 6 2 , 18 0 ,

18 7 , 19 2 , 19 4 , 2 15 , 2 2 6 , 2 3 3 ,

2 4 1.

M a n d e v i l l e : 18 .

273

Page 286: Introducción a la sociología

M a sa r y k : 79 , 8 0 .

M a u sb a ch : 14 .

M a x w e i l e r : 15 7 .

M a y r , G . v o n : 12 5 .

M cC I e n a g a m : 17 9 .

M a c D o u g a l l : 134 , 139 , 14 8 .

M a c l v e r : 17 5 .

M cL e n n a n : 117 .

M e i l l e t , A . : 2 3 1.

M e i n n e ck e , F r . : 2 5 .

M e i t e r , R . : 2 0 7.

M e n ci o : 7 .

M e n g e r , K a r I : 54 .

M i ch a i l o u sk y , N . : 79 .

M ich el s, R.: 62, 86, 143.

M i l l ar , Jo h n : 18 .

M o m b e r t , P . : 18 1.

M o n t e sq u i e u : 19 , 20 , 26 , 10 4 ,

14 4 , 17 2 , 2 5 2 .

M o r g a n : 117 .

M ó se r , J. : 2 2 , 12 5 .

M e sn e r , J. : 14 .

M ü l l e r , A . : 2 4 , 26 , 18 6 , 18 9 .

M ü l l e r - F r e i e n f e l s, R . : 13 8 , 2 59 .

M ü n z n e r , G . : 26 9 .

M ü l l e r - L y e r : 9 0 , 9 1.

N ad ler , J. : 260.

N i ce f o r o , A . : 6 2 , 12 4 , 2 19 .

N i e b u r : 2 5 , 54 .

N i e t z sch e , F . : 8 , 110 , 12 8 , 130 ,

16 0 , 2 2 0 .

N o v a l i s: 2 3 .

N o v i co v , J. : 78 .

O p p e n h e i m e r , H . : 6 8 , 6 9 , 7 5 ,

9 0 , 114 , 138 , 14 0 , 16 0 , 19 3 ,

19 4 , 2 0 7, 2 5 2 .

O r g a z , R . : 8 3.

P a r e t o , V . : 59 , 6 0 , 8 7 , 136 , 2 34 ,

26 9 .

P a r k , R . : 58 , 9 3, 17 0 , 17 8 , 26 9 .

P a t t e n , S . N . : 52 , 5 3 , 2 5 2 .

P a u l , H . : 2 18 .

274

P a v l o v , J. : 79 , 9 2 .

P e sch : 14 .

P et er s, A . : 2 6 9 .

P e t e r se n : 20 6 .

P e t r a sch i t z k i : 2 5 3 .

P e t r a z yck y , L . : 79 .

P st r escu , N . : 8 1.

ÍNDICE DE AUTORES

P f e n n i g , M . : 15 .

P f i st e r , B . : 9 0 .

P i n d e r : 20 6 .

P í o I X : : 13 .

P l a t ó n : 8 , 10 0 , I O I , 10 4 , 116 .

I 2 7> 130 , 131» 143» M 4> 14 8 ,

* 49> 15 2 , * 53, 15 8 , 16 2 , 16 5 ,

16 6 , 18 6 , 18 9 , 19 0 , 2 0 7, 2 I 3>22 9 , 24 0 , 2-52, 2 6 1, 26 2 , 2 6 5 ,

26 6 .

P l a u t , P . : 14 9 .

P l o e t z , A . : 112 .

P r o t á go r a s: 8 , 2 6 1, 2 6 5 , 26 6 .

P r o u d h o n , P . J. : 3 1, 32 , 3 3 , 34 ,

16 9 , 17 0 , 17 2 , 2 0 7.

Q u e t e l e t , A . : 12 3 .

R a n k e : 12 2 , 19 9 , 20 6 .

R a t z e l 10 4 .

R a t z e n h o f e r , G . : 4 5 , 54 , 7 5 , 76 ,

16 0 , 2 19 , 2 2 5 .

R i ch a r d , G . : 2 9 , 30 , 5 1.

R i e ge l , A . : 2 58 .

R i e h l , W . H . : 12 5 .

R i t t e r , K . : 10 4 .

R o b e r t y : 78 .

R o h d e n , P . R . : 18 3 .

R o m a gn o si : 6 0 .

R o ss, E . A . : 4 4 , 4 6 , 54 , 55 , 13 7 ,

15 6 , 16 5 , 16 6 , 2 5 2 .

R o ssi , P . : 6 2 , 136 .

R o t h a ck e r , E . : 2 59 .

R o u sse a u : 26 6 .

R ü m e l i n , R . : 2 2 0 .

R u m p f , M . : 12 5 , 17 9 .

Page 287: Introducción a la sociología

Sa i n t Si m ó n : 26 , 3 1, 2 14 , 2 15 .

Sa n d e r , F . : 78 , 9 3 , 9 4 .

Sa n t o T o m á s d e A q u i n o : 10 ,

11, 12 , 13 , 14 , 10 0 .

Sa r m i e n t o : 8 3.

Sa t l i n : 16 6 .

Sa u p e : 15 2 .

Sa v i g n y : 2 5 , 26 , 54 , 2 5 2 .

Sc h a f f l e , A . : 30 , 6 2 , 6 3, 7 1, 10 7 ,

10 8 , 18 9 , 2 19 .

Sch e l e r , M . : 30 , 7 1, 7 2 , 14 1,

2 2 1, 2 2 2 , 2 3 3 , 2 34 , 2 38 , 2 39 ,

2 4 3 .

Sch e l l i n g : 28 , 12 9 .

Sch e m a n n , L . : 112 .

Sch e l t i n g , A . d e : 9 0 .

Sch i l l i n g : 14 .

Sch l e g e l , Fe d e r i co : 2 3 .

Sch l e i e r m a ch e r : 30 , 7 1, 9 6 , 13 7 .

Sch m i t t , C . : 2 5 .

Sch m i d t , F . : 12 5 .

Sch m i d t , G . : 2 3 5 .

Sch m i d t , L . : 2 4 7 .

Sch m i d t , W . : 115 , 116 , 117 , 19 3 .

Sch m o l l e r , G . : 54 , 7 2 , 15 8 , 18 2 .

Sch ü ck i n g , L . : 26 0 .

Sch u m p e t e r , J. : 2 18 .

Sch u r t z : 117 , 2 0 5 .

Se i p e l , I . : 14 , 78 .

Sh a f t e sb u r y : 18 .

Si gh e l e , S . : 6 2 , 136 , 14 9 , 15 1.

Si m m e l , G . : 4 4 , 4 5 , 5 1, 6 4 , 6 5,

7 3 , 10 6 , 12 6 , 15 1, 15 7 , 15 8 ,

16 0 , 16 5 , 16 6 , 17 7 , 2 16 , 2 38 ,

2 5 1.

Sm a l l , A . W . : 26 , 4 4 , 4 6 , 54 ,

7 2 , 76 , 2 5 2 .

Sm i t h , A . : 2 1, 2 2 , 54 , 15 8 , 16 1,

24 0 , 2 4 1.

Só cr a t e s: 130 .

So l ó n : 14 8 .

So l v a y : 5 2 .

ÍNDICE DE AUTORES

1

So m b a r t , W . : 16 , 19 , 3 7 , 7 2 , 9 7 ,

9 8 , 9 9 , 16 9 , 17 4 , 18 6 , 2 4 2 ,

2 4 3 , 2 50 , 2 5 1.

So r o k i n , P . : 7 , 4 6 , 79 , 8 9 , 17 8 ,

20 8 , 2 15 , 26 9 .

Sp a n n , O . : 14 , 2 4 , 4 6 , 4 9 , 76 ,

7 7 , 9 9 , 10 0 , 10 1, 10 2 , 12 4 ,

17 1, 2 3 1. '

Sp e n ce r , H . : 7 , 38 , 39 , 4 0 , 4 1,

45» 46 > 52 > 53> 55> 58 > 6 3> 6 9> 8 8 , 10 7 , 10 8 , 110 , 113 , 16 0 ,

17 0 , 17 2 , 18 7 , 18 8 , 18 9 , 20 8 ,

2 2 2 , 2 2 8 , 2 4 5 , 2 5 1.

Sp e n g l e r , O . : 2 17 , 2 2 0 , 2 2 8 .

Sp i n o z a : 16 , 9 6 , 13 4 , 13 7 , 14 1,

18 6 , 24 0 .

Sp r a n g e r , E , : 19 , 7 1, 7 2 , 9 6 ,

13 1, 2 2 8 , 2 6 3.

Sp y k m a n : 6 5.

Sq u i l l a ce , F . : 4 5 .

St e f f e n , G . F . : 8 0 , 9 4 , 12 6 .

St e i n , L . v o n : 3 5 , 36 , 3 7 , 4 4 , 2 6 3.

St e i n e r , R . : 2 3 3 .

St e i n m e t z , R . : 8 0 , 12 5 , 20 8 , 2 5 1.

St e i n t h a l : 30 , 13 5 , 14 4 , 14 5 .

St o d d a r t : 114 .

St o l t e n b e r g , H . L . : 30 , 7 1, 134 ,

* 37-St u ck e n b e r g , J. F I . W . : 52 .

Su m m e r , W . G . : 52 , 5 3 .

Su t h e r l a n d , A . : 14 1.

T á c i t o : 14 4 .

T a i n e : 2 15 , 2 58 .

T a r d e , G . : 4 4 , 4 7 , 50 , 7 4 , 9 3,

12 1, 12 4 , 14 0 , 15 1, 2 3 1, 2 50 ,

2 6 8 .

T e m p l e , W . : 18 .

T e o f r a st o : 130 .

T h o m a s, W . J. : 5 7 , 9 3 .

T h o r n d i k e : 9 3.

T h u r n w a l d , R . : 7 1, 14 5 , 24 8 ,

2 5 5 , 26 0 .

T i e t z e , F í . : 2 59 .

275

Page 288: Introducción a la sociología

T i l l i ch , P . : 14 8 .

T i sch l e d e r : 14 .

T o d d , A . J. : 2 19 .

T ó n n i e s, F . : 4 4 , 4 6 , 5 1, 6 4 , 9 3,

12 4 , 12 5 , 17 3 , 17 4 , 17 7 , 18 1,

2 18 , 2 19 , 2 2 2 , 2 2 8 , 2 6 8 .

T r a sí m a co : 8 , 18 6 .

T r ó l t sch : 12 , 2 19 .

T r o t t e r , W . : 136 .

T u c í d i d e s: 9 6 , 10 4 , 15 3 , 2 6 5 .

T u r g o t : 20 .

T v o l t z sch : 2 39 .

U t i t z , B . : 130 , 13 1.

V a c ca r o : 6 1.

V a n n i : 6 1.

V e n t u r i n o : 8 3.

V i c o , J. B . : 19 , 58, 6 0 , 6 1, 88,

14 4 , 2 2 0 , 2 2 1.

V i e r k a n d t : 4 4 , 4 5 , 6 9 , 9 3 , 9 4 ,

9 5 , 14 0 , 14 2 , 14 9 , 16 4 , 16 8 ,

16 9 , 17 4 , 2 15 , 2 4 7 .

V i g n e s, M . : 4 8 .

V l e u g e l s, W . : 14 9 , 16 4 .

V o g e l , W . : 19 1.

V o g e l sa n g , M a r q u é s d e : 14 .

V o sl e r , 2 3 1.

W a c h , J. : 2 39 .

W a g n e r , A . : 54 .

W a l l a s, G r . : 52 , 13 7 .

276

W a l t h e r , A . : 58 , 7 1, 90 , 2 6 4 .

W a r d , L . F . : 4 4 , 4 5 , 4 6 , 5 3 . 18 8 ,

2 5 2 .

W a t so n : 9 2 .

W a x w e i l e r : 5 1.

W e b e r , A . : 6 7 , 2 2 8 .

W e b e r , M . : 2 , 17 , 4 4 , 4 6 , 6 6 ,

8 9> 9°> 93> 97y l l 3> 12 0 = I 2 2 > 12 6 , 14 1, 16 5 , 16 6 , 17 4 , 18 1,

18 2 , 19 6 , 19 7 , 19 8 , 19 9 , 2 2 3 ,

2 2 9 , 2 3 7 , 2 38 , 2 4 3 , 2 54 .

W e i sge r b e r : 2 3 1.

W e i sm a n n : 110 .

W e st e r m a r k , E . : 52 , 2 4 5 , 2 4 7 .

W i e se , L . : 4 4 , 4 5 , 4 7 , 6 7 , 6 8 , 7 3 ,

9 3, 9 4 , 10 6 , 12 6 , 14 9 , 15 6 ,

15 8 , 16 8 , 17 4 , 179 , 2 i 5 ; 259- W i e se r , F . d e : 2 , 72 , 77 , 12 1,

i 43> * 49» * 53> i 6 4> * 75» * 98 » 19 9 , 2 19 .

W i n i a r sk i , L . : 8 1.

W ó l f f l i n : 2 58 .

W o l t m a n n , L . : 110 , 112 .

W o r m s, R . : 5 1, 10 7 , 17 5 , 18 9 ,

2 2 3 .

W u n d t , W . : 30 , 7 1, 72 , 14 5 , 14 6 ,

2 18 , 2 4 7 .

X e n o p o l : 8 1.

Z i m m e r m a n n : 17 8 .

Z n a n i e ck i , F . : 57 , 8 1.

ÍNDICE DE A UTORES

Page 289: Introducción a la sociología

IND ICE AN ALITICO

A b so l u t i sm o m o d e r n o : 20 0 .

• A ct i v i sm o : 5 3 .

A g r e g a d o : 17 0 .

A gr i cu l t o r e s: 19 3 , 19 4 , 24 0 .

A l d e a : 10 3 , 10 5 , 17 3 .

A l m a , co l e ct i va : 13 5 , 13 6 ; d e

gr u p o : 5 7 ; d e las m a sa s: 14 3 ,

14 7 , 14 9 , 15 1, 2 6 4 ; d e l a r a ­

z a : 14 6 ; d e l e st ad o : 14 3 ; p o ­

p u l a r : 14 3 , 14 4 , 14 6 ; cu l t u r a ­

les: 2 17 .

A m b i e n t e g e o g r á f i co : 50 , m ,

15 6 , 20 0 , 20 8 , 2 2 7 .

A m i st a d : 8 , 9 , 14 1, 15 7 , 17 1.

A n i m i sm o : 2 39 .

A n t a go n i sm o : 8 , 15 9 .

A n t r o p o l o g í a : 58 , 111, 118 , 14 6 .

A r i st o cr a ci a : 2 38 . ( C f . N o b l e z a ) .

A r t e sa n í a : 13 1, 17 8 , 24 0 .

A se n t a m i e n t o : 10 3 , 114 , 15 6 .

A so ci a ci ó n : 9 , 30 , 33 , 3 7 , 6 4 , 9 8 ,

17 1, 17 3 , 17 4 , 18 1, 18 2 , 2x 8 ,

24 .3, 2 6 8 ; a n t r o p ó ge n a : 5 5 ;

d e m ó ge n a : 5 5 ; e t n ó ge n a : 5 5 ;

d e co m p añ er o s, 16 9 ; eco n ó m i ­

ca : 2 4 1; p r o f e si o n a l e s: 17 2 ;

vo l u n t a r i a s: 17 3 ; z o ó ge n a : 55 .

A u t o r i d a d : 13 3 , 16 7 , 17 4 ; d el

gr u p o : 5 3 ; t r a d i ci o n a l ; 19 7 .

A ve n ci d a m i e n t o : 15 6 , 17 8 , 2 4 2 .

B e h a v i o r i sm o : 78 , 9 1, 9 2 , 9 3,

.I37 \B i o l o g í a so ci a l : 10 7 .

B o h e m i a : 13 1, 13 2 .

B o l ch e v i sm o : 19 9 .

B u r g u e sí a : 2 13 .

B u r o cr a ci a : 36 , 19 8 .

C a l v i n i sm o : 2 2 6 , 2 37 - 39 .

C a m a r a d e r í a : 13 2 , 17 7 .

C a m e r a l i st a s a le m a n e s: 54 .

C a m p e si n o s: 34 , 18 0 , 2 4 8 .

C a p a s so cia le s: 12 3 , 20 6 .

C a p i t a l i sm o : 18 0 , 2 5 0 J a v a n z a ­

d o : 7 0 ; m o d e r n o : 3 5 , 2 2 6 , 2 3 7 ,

2 4 2 - 4 4 .

C a r a ct e r o l o g í a : 136 .

C a st a s: 138 , 17 9 , 19 3 ; sa ce r d o ­

t a l : 16 3 , 19 3 , 2 36 , 2 38 , 2 39 .

C a t e g o r í a s so ci o l ó gi ca s: 8 8 , 115 .

C a u d i l l o : 7 7 , 10 5 , 14 0 , 14 9 , 15 3 ,

16 2 .

C e sa r o p a p i sm o : 2 3 5 .

C h a n ce : 6 7, 9 7 , 19 7 , 19 8 , 2-55.

C h a r i sm a : 14 1, 19 7 .

C i e n ci a , d e las co st u m b r es: <<|,

6 4 ; d e las r a z a s: 8 7, 118 ; Ji ­

las r e la cio n es: 7 1; d el o sp l r i

t u : 4 3 , 72 , 9 5 , 9 6 , 9 8 , t o o , 1 .'H ;

i d e o gr á f i ca : 119 .

C i n é t i ca so ci a l : 119 .

Page 290: Introducción a la sociología

278 ÍNDICE ANALÍTICO

C i u d a d : 10 3, 10 5 , 12 4 , 13 2 , 17 8 ,

2 3 5 ; a n t i gu a : 17 8 ; e st a d o : 10 ,

10 1 m e d i e va l : 17 8 , m o d e r n a :

17 8 .

C l a n : 2 34 , 2 3 5 , 24 8 , 2 6 1; f a m i ­

l i a r : 17 7 .

C l a se s, so cia le s: 8 , 10 5 , 110 , 12 3 ,

12 4 , 13 8 , 14 3 , 15 6 , 15 9 , 16 0 ,

17 2 , 17 4 , 17 9 , 18 0 , 18 1, 18 2 ,

18 8 , 19 2 , 19 3 , 20 6 , 2 38 , 24 0 ,

2 4 2 , 2 5 7 , 2 6 3 ; lu ch a d e : 75 ,

113 , 18 1, 19 2 , 19 4 , 19 6 , 19 9 ;

b u r o cr á t i ca : 19 4 ; co m e r ci a l :

3 9 ; d o m i n an t e : 8 , 3 6 ; exp lo t a -

d a : 19 4 , 19 5 ; e x p l o t a d o r a : 19 4 ;

m e d i a : 19 4 ; m i l i t a r : 39 ; o b r e ­

r a : 4 7 ; sa ce r d o t a l : 18 0 , 2 3 7 .

C o l e ct i v i sm o : 39 , 5 3 , 12 0 .

C o l o n i a s: m , 19 4 , 20 9 .

C o m p e t e n ci a : 6 5, 10 5 , 16 0 , 16 1,

2 19 , 2 4 3 .

C o m p r e n d e r , e sp i r i t u a l : 9 7 - 9 8 ; d e

sen t i d o : 9 8 , 9 9 ; p sico l ó gi co : 9 7- 8 .

C o m u n i d a d : 9 , 14 , 50 , 14 2 , 16 9 ,

17 1, 17 2 , . 17 3 , 17 4 , 17 5 , 18 1,

2 18 , 2 2 3 , 2 4 3 , 2 58 , 2 6 1, 2 6 8 ;

a l d e a n a : 17 7 - 8 ; d e cu l t o : 2 3 8 ;

d o m ést i ca : 14 , 16 5 , 2 4 3 ; d e a v e ­

ci n d a m i e n t o : 17 8 , d e i n t er ese s;

17 4 ; ge n é t i ca : 17 8 ; p o l í t i ca :

14 2 ; p r o f e si o n a l : 14 2 ; r e l i gi o ­

sa : 14 2 , 2 3 6 ; y aso cia ció n : 2 2 2 ,

2 2 8 .

C o m u n i sm o : 33 , 13 2 , 17 4 .

C o n ce p ci ó n , eco n ó m ica d e la h i s­

t o r i a : 34 , 6 2 , 19 5 , 20 7, 2 2 6 , 2 33 ,

2 5 2 ; en ciclo p éd i ca d e la so cio lo ­

g í a : 6 8 ; i n d i v i d u a l i st a : 9 9 ; u n i ­

ve r sa l i st a : 11, 9 9 .

C o n ci e n ci a , co l e ct i va : 6 3, 6 9 , 14 1.

14 2 ; d e la co m u n i d a d : 15 2 ; d e

l a e sp e ci e : 55 , 56 , 9 3 ; d el n o s­

o t r o s: 55 , 6 9 , 74 , 13 7 , 138 ,

14 1- 3 , 16 8 ; d el Y o : 9 4 ; i n d i v i ­

d u a l : 7 4 ; so ci a l : 36 , 6 9 , 74 , 13 5 ,

13 8 ; f a l sa , 2 3 3 , 2 34 .

C o n co r d i a ci u d a d a n a ( h o m o n o i a ) :

14 3 .

C o n d u ct o r e s: 15 3 , 16 3 ; r e l i gio so s:

Í 52.

C o n f i gu r a ci o n e s d e sen t i d o : 19 7 .

C o n f l i c t o : 54 , 5 5 .

Co n gr e so s, a l em an es d e so cio lo ­

g í a : 9 8 , 10 2 , 114 , 16 1, 2 11,

2 56 , 2 5 9 ; h e ge l i a n o : 2 9 ; in t er ­

n a ci o n a l : 16 7 .

Co n se n su s: 32 , 16 0 , 2 4 5 .

C o n se r va t i sm o : 5 3 , 10 2 .

C o n t a ct o cu l t u r a l : 2 2 8 .

C o n t e n i d o cu l t u r a l : 2 .

C o n t r a r e vo l u ci ó n : 2 12 , 12 3 .

C o n t r a t o so ci a l : 15 , 16 , 18 , 30 ,

5 1, 56 .

C o r p o r a ci o n e s: 24 , 40 , 54 , 6 8 , 9 4 ,

10 6 , 12 0 , 16 1, 16 8 , 17 1, 17 4 ,

18 1, 2 0 1, 2 0 2 .

C o r p o r a t i v i sm o : 7 7 .

C o r t e sí a : 2 4 9 .

C o st u m b r e s: 2 3 , 29 , 34 , 4 8 , 50 ,

53 , 7 2 , 8 1, 8 3 , 10 5 , 114 , 12 4 ,

12 5 , 13 4 , 14 0 , 14 4 , 14 5 , 17 7 ,

17 8 , 24 8 , 2 4 9 , 2 5 1, 2 54 .

C u l t o a los a n t e p a sa d o s: 2 39 .

C u l t u r a , cicl o s: 2 11, 2 18 , 2 2 7 ;

cien cia d e l a : 2 , 6 7, 12 7 , 13 4 ,

14 6 ; i n o r gá n i ca : 2 2 8 ; m á gi ca :

2 4 4 ; o r gá n i ca : 2 2 8 , t écn ica,

n 5.

D a r w i n i sm o : 58 , 10 9 .

D e m a g o g o : 15 2 , 16 2 .

D e m o cr a ci a : 56 , 6 0 , 14 7 , 16 7 ,

24 0 , 2 50 , 26 8 .

D e m o g r a f í a : 4 6 , 5 3 , 12 4 .

D e m o l o g í a : 12 5 .

D e m o p o l í t i ca : 19 1.

D e r e ch o : 15 9 , 2 5 1, 2 54 , 2 5 5 ; a la

r eb e l ió n : 2 14 ; co n su e t u d i n ar i o :

2 5 4 ; d el m á s f u e r t e : 10 9 ; n a-

Page 291: Introducción a la sociología

ÍNDICE ANALÍTICO

t u r a l : 15 - 19 ; 2 1, 2 3 , 2 7 , 32 , 56 ,

8 3, 10 1, 13 9 , 17 2 , 18 6 , 18 9 ,

2 2 1, 2 5 1, 2 53- 4 , 2 5 6 -

D e si gu a l d a d : 15 7 , 15 8 .

D i ct a d u r a s: 76 , 19 9 , 2 13 .

D i f e r e n ci a ci ó n ( e i n t e gr a ci ó n cr e ­

ci e n t e ) : 2 2 2 .

D i n á m i ca so ci a l : 26 , 2 8 , 12 1, 12 4 ,

17 2 , 2 0 5, 20 6 , 20 8 , 2 17 , 2 18 ,

2 2 7 , 2 4 2 .

D i r i g e n t e : 12 1, 15 2 , 15 3 , 15 5 , 16 2 ,

2 13 , 2 16 .

D i v i si ó n d el t r a b a j o : 8 , 4 9 , 6 5,

10 7 , 15 8 , 15 9 , 18 2 , 2 19 , 24 0 .

24 6 .

D o m i n a ci ó n : 8 , 6 5 , 14 1, 15 6 . 16 3 ,

16 4 , 16 5 , 16 6 , 17 4 , 19 7 , 19 8 ;

ca r i sm á t i ca : 12 0 , 19 7 ; r aci o n a l :

16 6 , 19 7 ; t r a d i ci o n a l , 19 7 ; de

cl ase : 10 4 , 20 8 .

Eco n o m í a , ca p i t a l i st a : 12 0 ; d el

o i k o s: 2 4 3 ; p o l í t i ca : 7 2 , 12 4 ,

18 2 , 2 4 1; u r b a n a d e m e r ca d o :

2 4 1.

E cu a ci ó n p er so n a l : 38 , 6 9 .

E d u ca ci ó n : 13 3 , 14 0 , 2 3 1, 2 6 1,

2 6 2 , 2 6 4 ; p r i m i t i v a : 2 6 1.

É l i t e : 6 0 , 110 .

E m i gr a ci ó n : 114 , 2 0 9 , 2 10 .

En cu e st a s: 9 2 .

E n e r g í a so ci a l : 2 0 1.

E scl a v o s: 36 , m , 15 9 , 16 5 , 19 3 ,

19 8 .

E scu e l a s, d e los f i l ó so fo s: 2 6 1;

h i st ó r i ca : 2 5 , 26 , 28 , 4 6 , 54 ,

17 2 , 18 6 , 2 5 2 ; n a t u r a l i st a : 4 6 .

E sp a ci o , f í si co : 10 6 ; g e o g r á f i co :

19 1; so ci a l : 10 6 .

E sp í r i t u , co l e ct i vo : 2 6 4 ; d e cu e r ­

p o : 5 4 ; d e la é p o ca : 20 6 , 2 2 6 ;

d el p u e b l o : 2 3 , 2 5 , 29 , 80 , 114 ,

2 5 2 , 14 5 ; o b j e t i v o : 9 6 , 9 7 , 18 7 .

E st a d í st i ca : 8 6 , 8 7 , 8 8 , 9 2 , 118 ,

12 3 , 12 4 , 12 5 , 20 6 , 20 8 .

E st a d o , su ca r á ct e r r e a l : 19 0 ;

su co n ce p t o : 19 4 ; d o ct r i n a n o r ­

m a t i v a d e l : 18 5 , 18 6 ; co m o f o r ­

m a h u m a n a : 19 0 ; co m o f o r m a

d e v i d a : 19 1; co m o fe n ó m e ­

n o d e f u e r z a : 2 0 1; co m o o r ­

ga n i sm o : 9 , 19 0 ; co m o p u e b l o :

19 1; co m o r é gi m e n : 19 1; co m o

so ci e d a d : 19 1; co m o u n i d ad

e co n ó m i ca : 19 1; su i d e a so cio ­

l ó gi ca : 7 5 ; ab so l u t o : 19 9 ; b o l ­

ch e v i q u e : 20 0 ; f e d e r a l : 2 0 2 ; m e ­

d i e v a l : 9 , 19 9 ; i d ea l : 9 , 15 8 ,

18 0 ; m o d e r n o : 18 2 ; n a ci o n a l ­

so ci a l i st a : 2 0 0 ; d esp ó t ico s: 2 6 5 ;

f a sci st a s: 20 0 , gr i e go s: 2 14 .

Est a m e n t o s: 12 , 3 5 , 10 5 , 14 3 ,

15 6 , 17 2 , 17 9 , 18 0 , 18 1, 18 2 ,

20 6 , 2 30 , 2 3 5 , 2 38 , 24 8 , 2 4 9 ;

i n t e r m ed i o : 17 9 ; n o b i 1 i a r i o :

179-

E st á t i ca so ci a l : 2 8 , 119 , 12 4 .

Est i r p e s: 35 , . m , 114 , 17 1, 17 8 ,

2 34 , 2 4 8 , 26 0 .

E st r u ct u r a s, so cia le s: 8 3 , 8 7, 14 2 ,

I 43> * 55> * 77> l 9*> 2 I 2 > 2 i 8 >2 3 5 , 2 4 0 ; i gu a l i t a r i a : 20 0 ; p l e ­

n as d e sen t i d o : 9 7 .

É t i ca , a n i m a l : 2 4 6 ; p o si t i va : 76 ;

cr i st i a n a : 2 4 5 ; d e scr i p t i ca : 2 4 5 ,

2 4 7 ; m á gi ca : 2 38 , n o r m a t i va :

2 4 5 ; r e l i gi o sa : 2 3 8 ; so ci a l : 2 7 ;

so ci o l ó gi ca : 2 4 5 , 2 4 6 .

E t n o g r a f í a : 5 3 , 8 7, 8 8 , m , 114 ,

115 , 118 , 14 6 , 20 8 .

E t n o l o g í a : 4 6 , 58 , 8 0 , m , 114 ,

115 , 117 , 2 4 4 , 24 8 , 2 5 5 .

Ev o l u ci ó n , cu l t u r a l : 18 7 , 2 16 ,

2 2 8 ; d e la h u m a n i d a d : 12 2 ; so­

ci a l : 2 2 , 3 3 , 39 , 52 , 5 3 , 56 , 74 ,

110 , 13 7 , 16 0 , 2 2 3 , 2 2 6 , 2 39 ;

l e yes d e l a : 38 , 6 0 .

Page 292: Introducción a la sociología

28 o ÍNDICE ANALÍTICO

Ex p e r i e n ci a d el p r ó j i m o : 13 7 .

E x p l o t a ci ó n : 55 .

E x t r a v e r t i d o : 12 8 , 12 9 .

F a ct o r e s cu l t u r a l e s: 2 , 19 , 50 , 6 4 ,

2 2 6 , 2 3 1, 2 4 3 , 2 5 1.

F a m i l i a : 28 , 39 , 4 8 , 7 3 , 74 , 8 9 ,

9 0 , 10 6 , 10 7 , 15 6 , 15 7 , 17 3 ,

J74> i 75> * 76 > 2 34» 2 35> 2615 p a t r i a r ca l : 116 , 117 .

F a sci sm o : 29 , 58 , 59 , 6 0 , 10 2 ,

14 7 , 19 9 .

Fe n o m e n o l o gí a : 70 , 9 1, 9 4 , 9 5 .

Fe t i ch i sm o : 2 2 1, 2 58 .

F e u d a l i sm o : 16 7 , 19 8 ; y p a t r i m o -

n i a l i sm o : 2 4 3 .

F i l i a : 15 7 ; en t r e a m i go s: 17 1;

en t r e in t er eses co m u n es: 17 1; en ­

t r e p ar i en t es: 17 1.

F i l o so f í a , d e la H i st o r i a : 6 1, 6 7,

8 2 , 12 1, 12 2 , 2 18 ; d el D e r e ­

ch o : 28 , 35 , 8 3 ; i d ea l i st a : 26 ,

44» 49» 5 8 » 6 3» 9 8 ? ca t ó l i ca : 15 ;

p o si t i va : 34 ; so cia l : 4 , 10 , 13 .

F í si ca so cia l : 3 1, 12 3 .

F i si ó cr a t a s f r a n ce se s: 17 .

F o l k l o r e : 12 5 .

Fo r m a ci o n e s so cia les: 1, 2 , 9 . 6 6 ,

6 8 , 70 , 7 7 , 9 3, 10 6 , 118 , 15 5 ,

15 6 , 16 8 , 17 2 , 17 8 , 24 0 .

Fo r m a s, d e t r a t o : 7 2 - 7 3 , 2 4 7 , 2 4 9 ;

d e so cia l i z aci ó n : 5, 9 8 .

Fu gi t i v o s p o l í t i co s: 2 10 .

G e n e r a ci o n e s: 2 5 , 74 , 10 7 , 14 5 ,

15 6 , 18 7 , 20 6 , 2 5 7 .

G e o g r a f í a so ci o l ó gi ca : 10 3.

G e o m e t r í a d e la so ci ed ad : 6 5.

G e o p o l í t i ca : 8 0 , 19 1.

G r a n d e s h o m b r es: 7 5 , 16 4 .

G r u p o s, co n cep t o : 16 8 . 16 9 ; co ­

m o o r ga n i sm o s: 17 0 ; eco n ó m i ­

co s: 18 0 ; esp i r i t u a l es: 16 8 ; es­

p o n t á n e o s: 17 5 ; f i n a l e s: 17 4 ;

ge n é r i co : 17 6 ; ge n é t ico s: 17 8 ;

id ea l es: 17 4 ; in t en ci o n a le s: 17 4 ;

n e o p l a t ó n i co s: 2 3 7 ; ó r f i co s:

2 3 7 ; p i t a gó r i co s: 2 3 7 ; p r i m a ­

r i o s: 17 0 ; secu n d ar io s 17 5 ; v o ­

lu n t a r i o s: 17 5 ; r ea l i d ad d e los:

17 0 .

G u e r r a : 8 , 3 3 , 8 0 , 10 9 , 12 4 , 15 9 ,

20 6 , 2 0 7 , 2 0 8 ; la m u n d i a l : 56 ;

j u st a : 2 0 7 .

G u í a s: 15 2 , 16 3 .

H i e r o cr a ci a : 2 38 .

H i st o r i ci sm o : 7 2 .

F í o b o : 13 1, 13 2 .

H o m b r e , ge n i a l : 74 , 12 1; p r i m i t i ­

v o : 5 1, 116 , 13 6 ; r e l i gio so : 13 1;

eco n ó m i co : 13 1; d i v i n a n s: 12 9 :

f a b e r : 12 9 .

H o r d a : 8 9 , 116 , 2 2 3 .

I d e a s- f u e r z a : 74 .

I d e o l o g í a s: 37 , 2 34 .

I g l e si a : 10 6 , 12 3 , 2 3 5 , 2 5 7 , 2 6 3 ;

su d o ct r i n a so cia l : 7 2 ; ca t ó l i ca :

2 3 5 ; o r t o d o x a : 2 3 5 ; u n i ve r sa l :

11.I g u a l d a d : 6 6 , 15 7 , 15 8 .

I l u st r a ci ó n : 2 3 , 2 4 , 32 , 10 0 , 12 0 .

I m i t a ci ó n : 50 , 57 , 12 1, 13 3 , 13 5 ,

14 0 , 15 1, 2 3 1, 2 50 , 2 5 1, 2 6 2 .

I m p u l so s: 12 7 , 12 8 , 14 0 .

I n d i v i d u a l i sm o : 39 , 40 , 5 3 , 58 ,

79 , 110 , 12 0 , 2 16 , 24 6 .

I n t e r a ci ó n p sí q u i ca : 57 , 138 .

I n t e r é s i n h er en t e : 54 , 76 .

I n t r o ve r t i d o : 12 8 , 12 9 .

Je f a t u r a : 6 0 , 14 3 , 15 3 , 15 6 , 16 1,

16 2 , 16 3 , 16 4 , 19 9 , 2 12 , 2 6 7 .

Je r a r q u í a : 16 4 , 16 7 , 2 38 .

L e n g u a j e : 2 3 , 50 , 114 , 14 1, 14 4 ,

14 5 , 14 6 , 17 8 , 2 30 , 2 3 1.

Page 293: Introducción a la sociología

l . r y cs, b i o l ó gicas: 112 ; d e la e vo ­

lu ció n : 12 1, 2 16 ; d e l a e vo l u ­

ció n so ci a l : 20 8 , 2 2 0 , 2 3 3 ; d e

M e n d e l : 113 ; h i st ó r i ca s: 2 16 ;

so cia les d e la n a t u r a l e z a : 50 ; d e

l a h o st i l i d ad a b so l u t a : 76 , 16 0 ;

d e los t r es e st ad o s: 26 , 3 1, 34 ,

2 2 1.

L í d e r : 15 2 , 15 3 , 16 3 .

L i g a d e va r o n e s: 117 , 2 0 5.

L u ch a , d e cla ses: 36 , 3 7 , 6 2 , 72 ,

113 , 18 1; 19 2 ; d e gr u p o s: 6 1,

16 0 ; d e r a z a s: 113 , 19 2 ; p o r la

e x ist en ci a : 50 , 6 1, 7 5 , 10 7 , 10 9 ,

110 , 16 0 .

R a z a : 20 , 39 , 8 6 , 10 6 , 10 7 , m ,

112 , 113 , 114 , 12 3 , 13 3 , 14 6 ,

17 8 , 2 10 , 2 2 5 , 2 2 6 , 2 5 2 .

R a z ó n co l e ct i va : 33 .

R e f l e x o l o g í a : 9 2 .

R ep r e sen t acio n e s co l e ct i va s: 136 ,

2 3 2 .

R e vo l u ci ó n , fa sci st a : 2 13 ; f r a n ce ­

sa : 10 1, 2 13 , 2 14 ; r u sa : 2 14 ;

v i o l e n t a : 4 8 .

Se ct a s: 17 5 ; cr i st i a n a s: 2 3 5 , 2 3 7 ;

p r o t est an t es: 2 39 .

Se l e cci ó n : 55 , 6 1; a r t i f i c i a l : 110 ;

n a t u r a l : 10 9 , 110 ; so cia l : 5 3 .

Se n t i m i e n t o s: 12 8 , 18 8 , 2 0 1, - 2 39 .

Sé q u i t o : 14 3 , 16 3 , 17 4 .

Se r cu l t u r a l : 118 ; n a t u r a l : 118 .

Si e r v o s: 36 .

Si m b o l i sm o : 138 , 2 16 , 2 59 .

Si st e m a en e r gé t i co : 8 1; f e u d a l :

2 4 2 ; m á gi co : 2 6 1; p a t r i m o n i a l :

2 4 2 .

So b r e p o b l a ci ó n : 2 0 7 , 2 10 .

So ci a l i sm o : 2 7 , 58 , 110 .

So ci a l i z a ci ó n : 5, 9 3, 9 8 , 17 4 .

So ci e d a d , a l e m a n a d e So ci o l o gí a :

6 4 ; ci v i l : 18 7 ; cr i st i a n a : 13 ; es­

ín iu c i - a n a l í t i c o

t a m e n t a l : 2 4 9 ; sin cla ses: 18 0 - 1,

19 5 ; b u r gu e sa : 32 , 3 7 ; co m er ­

ci a l : 17 3 ; co m o o r ga n i sm o : 39 ,

4 5 , 5 5 ; d e a n i m a l e s: 13 6 ; d e

cla ses: 7 1; l ib er a l : 6 9 ; o cci d e n ­

t a l : 2 2 1; p a t r i a r ca l : 2 4 2 ; p r i m i ­

t i v a : 116 ; r u r a l : 5 7 ; se cr e t a :

6 5 ; so cia l i st a : 19 2 .

So ci o g r a f í a : 8 0 , 8 7 , 12 5 .

So ci o l o gí a , a n a l í t i ca : 4 5 ; a n i m a l :

1; a p l i ca d a : 4 ; b i o l ó gi ca : 7 , 4 5 ,

4 7 , 10 8 , 18 9 ; co m o cien cia d el

e sp í r i t u : 72 , 7 6 ; co m o cie n cia

p o si t i va : 2 9 ; co m p r e n si va ; 9 8 ;

co sm o l ó gi ca : 50 ; cr i m i n a l : 2 5 5 ;

cr i st i a n a : 15 , 5 3 ; d e l a eco n o ­

m í a 7, 24 0 , 4 1, 2 4 3 , 2 5 5 ; d e la

e d u ca ci ó n : 2 6 1; d e la gu e r r a :

3 3 , 2 0 8 ; d e la l i t e r a t u r a : 26 0 ;

d e l a m o d a : 8 0 ; d e l a m o r a l :

8 0 , 2 4 4 ; d e la o p i n i ó n p ú b l i ca :

2 6 4 ; d e las co st u m b r es: 2 4 7 ; d e

l a t é cn i ca : 24 0 , 2 4 4 ; d el co n o ci ­

m i e n t o : 7 2 , 78 , 2 3 1, 2 3 4 ; d el

d e r e ch o : 2 5 1, 2 5 2 , 2 5 5 ; d el sa ­

b e r : 2 3 3 ; d e los p a r t i d o s: 18 3 ;

d e scr i p t i va : 38 , 8 0 , 9 4 , 10 6 ; d i ­

n á m i ca : 3 4 ; e m p í r i ca : 12 5 ; f i l o ­

só f i ca : 6 6 , f o r m a l : 4 7 , 6 4 , 6 6 ,

6 7- 6 9 , 16 8 ; ge n e r a l : 6 6 , 6 7 ; ge o ­

g r á f i ca : 7, 10 6 ; gr i e ga , 7 , 9 , 10 ,

8 6 , 8 8 ; h i st ó r ica : 4 7 ; id e a l i st a :

10 0 ; i n d i v i d u a l i st a : 10 2 ; in t e lec-

t u a l i st a : 3 1; j u r í d i ca : 2 5 4 ; m a r ­

x i st a : 4 4 , 7 9 ; m e ca n i ci st a : 4 7 ,

8 1, 8 7 ; m e d i e va l : 10 , 11, 13 ,

10 0 , 10 9 , 17 2 ; o r gá n i ca : 6 3, 10 7 .

10 9 , 19 0 ; p si co l ó gi ca : 7 , 4 7 ;

p u r a : 4 , 6 5, 9 4 ; r o m á n t i ca : 2 3 ,

2 6 ; u n i ve r sa l i st a : 4 7, 4 8 , 76 , 10 0 ,

10 2 , 2 3 1; u r b a n a : 57 - 5 8 , 2 4 3 .

So l i d a r i d a d : 5 1, 6 1, 9 5 , 15 8 , 19 3,

2 4 6 , 2 58 .

Su b o r d i n a ci ó n : 16 5 , 16 7 ; ca r i sm á-

2 8 1

Page 294: Introducción a la sociología

2 8 2 ÍNDICE ANALÍTICO

t i ca : 10 9 ; r a ci o n a l : 19 7 ; t r ad i ­

ci o n a l : 19 7 .

Su ce si ó n i r r ever sib le ( d e si t u aci o ­

n es h i st ó r i ca s) : 70 .

Su ge st i ó n : 50 , 13 3 , 14 0 , 15 1, 26 2 ,

2 6 5 .

Su p r a o r d i n a ci ó n : 16 5 , 16 7 .

M a n i f i e st o co m u n i st a : 19 5 .

M a r x i sm o : 58 , 19 6 , 2 34 .

M a sa : 6 0 , 6 8 , 10 5 , 12 0 , 12 1, 12 3 ,

! 34> i 47> * 48 > i 5°> * 5h I 52 >

! 53» 155» l 6 4> i 6 8 > 2 i 2 > 2 I 3>2 4 9 , 2 6 2 , 26 4 , 2 6 5 , 26 6 , 2 6 7 ;

su co n cep t o : 15 0 ; a ct u a l : 15 0 ;

l a t en t e : 15 0 ; p si co l ó gi ca : 15 2 ;

a r t i f i ci a l : 12 3 .

M a t r i a r ca d o : 116 , 117 , 2 4 2 .

M a t r i m o n i o : 117 , 15 8 , 17 1.

M é t o d o , a r t i cu l a r : 9 9 , 10 0 , 10 1;

b i o l ó gico : 8 7 ; cl a si f i ca t o r i o , 9 9 ;

co m p r en si vo : 72 , 7 5 , 9 6 , 9 7 ; d e

l as cien cias d el e sp í r i t u : 4 9 , 8 5 ;

d e las en cu est as: 8 7 ; d escr ip t i ­

v o : 4 8 , 5 7 ; fa se o l ó gi co : 9 0 ; f e ­

n o m e n o l ó gi co : 70 , 9 1, 9 4 , 9 5 ;

h i st ó r ico : 6 1; i n d u ct i vo : 4 8 , 8 5,

8 6 , 9 5, 2 15 ; o r gá n i co : 6 3 ; psi ­

co a n a l í t i co : 12 7 ; p sico ló gico :

4 4 , 8 7, 9 1, 9 3, 9 4 ; u n i ver sa l i s­

t a : 4 4 , 7 7 ; ci e n t í f i co -n a t u r a l :

8 7 ; d e la so ci o l o gí a : 4 4 , 12 0 ;

t i p o l ó gi co : 8 7 , 8 8 , 9 0 .

M i g r a ci ó n : 10 6 , 114 , 115 , 117 ,

12 4 , 20 8 , 20 9 , 2 10 , 2 11; d e in s­

t i t u ci o n es: 2 0 8 ; en la E d a d M e ­

d i a : 2 10 .

M i l i t a r i sm o : 19 8 .

M i t o s: 116 , 12 7 , 14 5 .

M o d a : 14 0 , 24 9 , 2 50 , 2 5 1.

M o d e l o s d e a cci ó n : 2 5 5 .

M o n a r q u í a so cia l : 36 .

M o n o t e í sm o : 2 2 1, 2 3 5 .

M o r a l , ge n t i l i ci a : 2 4 7 ; i n d i v i d u a ­

l i st a : 2 4 7 ; señ o r i a l : 110 .

M o r f o l o g í a d e l a so ci ed ad : 15 7 ,

I 72 *M o t i n e s: 13 6 , 14 9 .

M u l t i t u d : 15 2 , 15 3 .

M u n d o ci r cu n d a n t e : 138 .

N a c i ó n : 2 4 , 58 , 74 , 8 1, 13 4 , 14 6 ,

x73> 7 5 » I 95- N a ci o n a l i sm o : 6 3, 8 1.

N a ci o n a l -so ci a l i sm o : 10 2 , 18 3 ,

20 0 , 2 2 2 , 2 4 7 .

N a t u r a l i sm o : 58 , 6 3, 24 9 .

N o b l e z a : 16 5 , 18 0 , 18 8 1, 24 9 .

N o r m a s, j u r í d i ca s: 2 5 1, 2 5 5 ; so ­

ci a l e s: 2 3 5 .

O b e d i e n ci a : 14 0 , 16 5 , 2 6 2 ; del

d e r e ch o : 2 5 1, 2 54 .

O p i n i ó n p ú b l i ca : 18 , 5 1, 54 , 6 4 ,

10 5 , 15 2 , 26 4 - 6 9 .

O p o si ci ó n : 50 , 55 .

O p r e so r e s: 36 .

O p r i m i d o s: 36 .

O r d e n j u r í d i co 19 , 18 5 , 2 0 2 , d o ­

m i n a n t e : 2 12 , 2 13 , 2 3 1, 2 4 3 ,

2 7 4 , 2 5 2 , 2 54 .

O r ga n i ci st a s: 19 0 .

O r ga n i sm o , b i o l ó gico : 10 7, 10 8 ,

17 0 ; co n t r a ct u a l : 5 1; esp i r i t u a l :

10 9 ; so ci a l : 50 , 6 3, 7 3 , 8 9 , 17 0 ;

f u i g en er i s : 3 1.

O r ga n i z a ci ó n co r p o r a t i va : 12 , 18 0 ,

e st a m e n t a l : 18 0 .

P a n l o gi sm o : 28 .

P a r a si t i sm o : 6 1.

P a r e j a : 16 8 .

P a r e n t e l a : 17 7 .

P a r e n t e sco : 114 , 17 5 .

P a r t i d o s p o l í t i co s: 6 5, 10 5 , 17 5 ,

17 9 , 18 2 , 18 3 , 26 6 , 2 6 8 .

P a st o r e s: 19 4 , 20 9 , 24 0 .

Page 295: Introducción a la sociología

ÍN Dlcií ANALÍTICO 2 8 3

P a t o l o gí a so cia l : 9 .

P a t i im o n ia l i sm o : 19 8 .

P a t r i o t i sm o : 14 3 , 2 0 1, 2 5 4 .

P e d a go g í a so cia l : 2 6 2 .

P e r í o d o s ( so ci o l ó gi co s) : 19 , 217 ,220 , 2 2 1.

P o b r e : 13 1, 13 2 , 15 9 , 18 0 .

P o d e r d el est a d o : 18 7 , 2 2 ; ecle ­

siá st ico : 2 3 5 ; so cia l . 18 2 , 26 4 .

P o l i s: 112 , 10 1, 12 0 , 14 3 , 20 0 .

P o l i t e í sm o : 2 2 1, 2 3 5 .

P o si t i v i sm o : 4 9 , 6 1, 70 , 8 3, 2 2 1,

2 35*

P r e n sa : 2 6 7 ; d i a r i a : 16 4 , 2 6 5,

266, 269.P r o ceso s so cia le s: 138 , 15 5 .

P r e n sa : 2 6 7 .

P r e n sa d i a r i a : 16 4 , 2 6 5 , 26 6 , 26 9 .

P r o f e si ó n : 12 3 , 17 5 , 2 30 , 24 0 .

P r o f e t a s: 2 36 , 2 38 .

P r o gr e so : 6 9 , 2 19 , 2 2 7 , 2 4 4 ; id ea

d e l : 12 2 , 2 16 , 2 18 - 2 1, 2 4 4 ; in t e­

le ct u a l : 34 ; m o r a l : 34 , 2 19 .

P r o l e t a r i a d o : 3 5 , 6 0 , 18 0 , 18 1,

* 95» 2 3 3 , 2 34 .

P si co a n á l i si s: 12 6 , 12 7 , 12 8 , 14 9 .

P si co l o gí a , co l e ct i va : 6 2 , 7 1; d e

l a e st r u ct u r a : 12 9 ; e vo l u t i va ;

12 9 , 14 6 ; d e las m a sa s: 9 , 7 7 ,

12 1, 12 6 , 12 7 , 13 4 , 136 , 139 ,

14 7-9 » * 55» i 6 3» r 99» 2 6 8 ; d el e st a d o : 2 0 1; d e los p u e b l o s: 30 ,

' * 33» 134» i 35‘ 6 > * 39»*44»14 5 , 14 6 , 2 18 , 2 3 2 , 2 4 7 ; in d i ­

v i d u a l : 12 7 , 13 3 , 14 4 ; so cia l :

2 9» 56 » 57» 58 » 73» 8 6 , 9 1» 93»

xo o, 115 , 13 3 - 3 9 , l 6 8 » 2 54? 26 4 .

P ú b l i co : 5 1, 8 3 , 15 1, 2 50 , 2 5 7 ,

26 0 .

P u e b l o : 6 3, 14 4 - 5 , J4 7» '*53» l 6 2 »

17 8 , 19 3 , 2 4 8 - 50 - 2 57 , 2 6 5 ; d e

a gr i cu l t o r e s: 2 3 5 ; a f r i ca n o s: 116 ;

b á r b a r o s: 8 8 ; m a r i n e r o s: 2 2 7 ;

n ó m a d a s: 19 3 , 20 9 , 2 3 4 ; p a st o ­

r es: 2 3 5 , 2 4 2 ; p r i m i t i vo s: 55 ,

115 , 116 , 2 4 8 ; sed en t a r i o s: 2 9 0 ;

se m i -ci vi l i z ad o s: 2 4 8 .

T a b ú : 2 38 , 2 4 8 .

T é cn i ca : 2 2 5 , 2 2 6 , 2 4 4 ; d e la a c­

ció n so ci a l : 16 4 ; d e las m a sa s:

16 4 .

T e l e si s: 5 3 .

T e o r í a d e la co m p r en si ó n : 9 6 , 12 9 ;

d e la co n f i gu r a ci ó n : 1 9 1; d e la

i d e o l o gí a : 2 3 4 ; d e la co n cie n cia

f a l sa : 2 3 3 ; d e la s est r u ct u r a s:

6 4 , 15 5 - 6 , 16 8 , 17 2 ; d e la f o r m a :

17 0 ; d e las i d e o l o gí a s: 2 3 3 ; d e las

m o t i va ci o n e s: 55 , 6 9 , 9 1, 9 3 , 9 8 ,

15 5 ; d e la su st r a cci ó n : 14 0 ; d e

l a su m a : 14 8 ; d e los ciclo s cu l ­

t u r a l e s: 8 0 , 8 8 , 115 , 118 . 2 17 ;

d e los gr u p o s: 15 5 , 16 7 , 17 2 ; d e

los im p u est o s: 13 8 ; d e los p r o ­

cesos so cia le s: 138 , 15 5 ; d e los

t ip o s: 6 4 , 9 1; e n e r gé t i ca : 19 0 ;

f a se o l ó gi ca : 2 3 7 ; h er o i ca : 12 0 ;

i n d i v i d u a l i st a : 10 0 , x o i ; ju sn a -

t u r a l i st a : 30 ; o r gá n i ca : 12 , 5 1,

6 9 , 10 8 , 170 , 18 7 , 19 0 , 19 1; de los t ip o s: 15 6 ; d e los gr a n d e s

h o m b r es: 12 1; d e l r o m an t i ci s­

m o a l e m á n : 2 5 ; d e m o gr á f i ca d e

l a so ci e d a d : 12 4 ; m e t o d o l ó gi ca s:

12 3 ; d el est ad o : 28 , 4 3 , 6 8 , 6 9 ,

9 0 , 10 8 , 18 5 , 19 9 ; d e l e st ad o :

l a o r gá n i ca : 28 , 18 9 , 2 0 2 ; la f e ­

d e r a l i st a : 17 2 ; la co a ct i va : 2 5 5 ;

l a m a r x i st a : 37 , 19 5 ; la so cio ­

l ó gi ca : 8 0 , 18 5 , 19 3 , 20 0 ; u n i ­

ve r sa l i st a : 14 , 76 , 10 1.

T i p o e m p í r i co : 9 0 ; h i st ó r ico : 9 1;

i n d u st r i a l : 17 2 , 18 8 , 2 2 2 , 2 2 8 ;

m i l i t a r : 17 2 , 18 8 , 20 8 , 2 2 2 , 2 2 8 ;

d e cu l t u r a : 8 8 , 2 2 6 , 2 2 7 , 2 2 8 ; d e

d o m i n a ci ó n : 16 5 , 16 6 ; 12 0 ;

Page 296: Introducción a la sociología

i d e a l : 6 6 , 9 0 , 9 8 , 12 0 ; d e e vo l u ­

ció n d e la so ci ed ad : 8 8 ; p sico ­

l ó gi co s: 12 8 ; so cio ló gico s: 70 ,

2 9 .

T o t e m i sm o : 117 , 12 7 , 2 38 , 2 4 2 ,

29 8 .

T r a d i c i ó n : 8 1, 13 3 .

T r i b u : 39 , 55 , 74 , 20 9 , 2 3 2 , 2 34 ,

2 3 5 , 24 8 , 2 6 1.

U n i o n e s: 8 9 , 9 4 , 15 6 , 16 7 - 9 ; I 72 »

r 75-U n i v e r sa l i sm o : 9 9 - 10 1, 12 9 , 2 4 5 .

284

V e ci n d a d : 10 3 , 10 5, 17 5 .

V i o l e n ci a : 139 , 19 8 , 2 12 , 2 19 ,

2 2 2 .

V o l u n t a d d e a r b i t r i o : 6 4 , 9 3 , 17 3 ;

esen cia l , 6 4 , 9 3, 17 3 ; co l e ct i va :

8 1; d e d o m i n i o : 12 8 ; d e las m a ­

sas: 16 3 ; d el p u e b l o ' 15 2 ; d e su ­

b o r d i n a ci ó n : 9 5 ; ge n e r a l : 26 6 .

Y o , co l e ct i vo : 9 4 ; t en d en cia a su

a f i r m a ci ó n : 2 17 ; a su e n t r e ga :

2 17 ; co n cie n cia d e l : 9 4 .

ÍNDICE ANALÍTICO

Page 297: Introducción a la sociología

IN D ICE GEN ERAL

P r e f a c i o ..........................................................................................................

I n t r o d u c c i ó n ..............................................................................................

C A P I T U L O I

H i st o r i a d e l a S o c i o l o g í a h a s t a S p e n c e r .............................

i . O b se r v a c i o n e s p r e l i m i n a r e s, 5 . — 2 . L a so c i o l o g í a e n t r e l o s

g r i e g o s, 7.— 3. L a so c i o l o g í a m e d i e v a l y l a so c i o l o g í a ca ­

t ó l i ca m o d e r n a , 10 . — 4. E l d e r e ch o n a t u r a l m o d e r n o , 15 .

— 5. L o s co m i e n z o s d e u n a so c i o l o g í a co n b a se h i st ó r i ca ,

19 . — 6. L a so ci o l o g í a h i st ó r i co - r o m á n t i ca , 23.— 7. L a so ­

c i o l o g í a en l a f i l o so f í a i d e a l i st a a l e m a n a , 2 6 .— 8 . A u g u s ­

t o C o m t e y P . J . P r o u d h o n , 3 1. — 9. L o r e n z v o n St e i n y

K a r l M a r x , 3 5 — 10 . L a so c i o l o g í a d e Sp e n c e r , 3 8 .

C A P I T U L O I I

So c i o l o g í a C o n t e m p o r á n e a ......................................... .................

1. T e n t a t i v a s d e c l a si f i c a c i ó n , 4 3 . — 2. L a so c i o l o g í a en b r a n ­

d a , / ¡y .— 3. L a so c i o l o g í a en l o s p a í se s a n g l o sa j o n e s , 52. 4.

L a so c i o l o g í a en I t a l i a , 5 8 . — 5. L a so c i o l o g í a en A l e m a n i a ,

6 2 . — 6. L a so c i o l o g í a en A l e m a n i a ( c o n t i n u a c i ó n ) , 6 7 . - - 7 .

So c i ó l o g o s a u st r í a co s, 75.— 8. D a t o s so b r e so c i o l o g í a en

o t r o s p a í se s, y 8 . — 9. So c i o l o g í a l a t i n o a m e r i ca n a , 8 1.

Page 298: Introducción a la sociología

286 ÍNDICE GENERA L

Págs.

Lo s M é t o d o s d e l a S o c i o l o g í a ........................................... 8 5-10 2

1. E x a m e n d e c o n j u n t o , 8 5 .— 2. L o s m é t o d o s c l a si f i c a t o r i o

y t i p o l ó g i co , 8 8 . — 3. E l m é t o d o p si co l ó g i co y e l m é t o d o f e -

n o m e n o l ó g i c o , 9 1. — 4. E l m é t o d o d e l a rrco m p r e n si ó n

95.— 5. E l u n i v e r sa l i sm o , 99.

C A P I T U L O I I I

C A P I T U L O I V

C i e n c i a s M a r g i n a l e s y C i e n c i a s A u x i l i a r e s d e l a S o c i o ­

l o g í a ....................................................................................................... 10 3- 132

1. G e o g r a f í a , 10 3 . — 2. B i o - so c i o l o g í a , 10 7 . — 3. L a ci e n ci a

d e l a s r a z a s, m . — 4. E t n o l o g í a y p r e h i st o r i a , 114 . — 5.

H i st o r i a y so c i o l o g í a , 118 . —6. E st a d í st i c a y so ci o l o g í a ,

12 ) . — 7. P si c o l o g í a y so c i o l o g í a , 1 2 6 — 8 . C a r a c t e r o l o g í a y

so c i o l o g í a , 12 9 .

C A P I T U L O V

P si c o l o g í a S o c i a l ................................................................. ................ i ^ -

1. O b j e t o e h i st o r i a d e l a p si c o l o g í a so ci a l , 13 3 . — 2. A l g u ­

n o s t e m a s d e l a p si c o l o g í a so ci a l , 13 9 . — 3. P si c o l o g í a d e l o s

cb l o s, 1 4 4 — 4. P si c o l o g í a d e l a s m a sa s, 14 7 .

C A P I T U L O V I

T e o r í a d e l a s F o r m a s S o c i a l e s ................... .................................. i 5 5 'i 8 3

i . E x a m e n d e c o n j u n t o , 15 5 . — 2. U n i ó n y o p o si c i ó n , 15 7 .—

3 . L a j e f a t u r a , 16 1. — 4. D o m i n a c i ó n , 16 5 . — 5. T e o r í a g e n e ­

r a l d e l g r u p o , 16 7 . — 6. C l a si f i c a c i ó n d e l o s g r u p o s, 17 0 . — 7.

G r u p o s g e n é t i co s y l o ca l e s, 17 5 . — 8. E st a m e n t o s, cl a ses so ­

ci a l e s y p a r t i d o s p o l í t i co s, 17 9 .

C A P I T U L O V I I

So c i o l o g í a d e l E st a d o ...................................................................... 185-20 3

1. C o n c e p t o e h i st o r i a , 18 5 . — 2. L a t e o r í a o r g á n i ca d e l es­

t a d o , 18 9 .— 3. L a t e o r í a d e l a l u ch a d e cl a se s, 19 2 . — 4. L a

so ci o l o g í a d e l est a d o d e M a x W e b e r , 19 6 .— 5. L a t e o r í a

en er g ét i ca d e l est a do , 20 0

Page 299: Introducción a la sociología

I l M i l i I I « i K N I W A I , 287

Págs.

I í i n A m i c 'a S o c i a l ................................................ .................................... 2 0 5 - 2 2 3

1 I Ulmén d e c o n j u n t o , 2 0 5 .— 2. M i g r a c i o n es , 20 8 .— 3.

iViii i n l i t g i i i d e l a s r ev o l u c i o n es , 2 11. — 4 . L a i d ea d e l p r o -

H icu > y l a s l ey es h i st ó r i c a s , 2 16 . — 5. L e y es so c i o l ó g i c a s d e

l . i ev o l u c i ó n , 2 2 0 .

C A P I T U L O I X

So c i o l o g í a d e l a C u l t u r a .............................................................. 225-26 9

1. O b ser v a c i o n es g en er a l es , 2 2 5 . - 2 . So c i o l o g í a d e l l en g u a ­

j e y d e l c o n o c i m i en t o , 2 2 9 .— 3. So c i o l o g ía ' d e l a r e l i g i ó n ,

2 3 4 .— 4 . So c i o l o g í a d e l a ec o n o m ía y d e l a t éc n i c a , 2 4 0 .—

5 . So c i o l o g í a d e l a m o r a l , 2 4 4 .— 6 . So c i o l o g í a d e l as co s­

t u m b r es, d e l a s f o r m a s d e t r a t o y d e l a m o d a , 2 4 7 .— 7. S o ­

c i o l o g ía d e l d er ec h o , 2 5 1. — 8 . So c i o l o g í a d e l a r t e, 2 5 6 .— 9 .

So c i o l o g í a d e l a ed u c a c i ó n , 2 6 1.— 10 . So c i o l o g ía d e l a o p i ­

C A P I T U L O V I I I

n i ó n p ú b l i c a , 26 4 .

I n d i c e d e A u t o r e s .................................................................................. .... 2 7 1- 2 7 5

I n d i c e A n a l í t i c o ........................................................................... * . . . . 2 7 7 - 2 8 4

I n d i c e G e n e r a l .................................... ' .............................................. 2 8 5 - 2 8 7

Page 300: Introducción a la sociología

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