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Detrás del milagro 3 EXPLORADOR COREA DEL SUR TERCERA SERIE

Introduccion Corea Del Sur

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Introduccion Corea Del Sur

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    El pueblo coreano vive en un paisaje anacrni-co. A ms de sesenta aos del estallido de la Guerra de Corea (1950-1953), que enfrent al Norte con el Sur, dejando a la pennsula frac-

    turada y completamente en ruinas, la nacin se en-cuentra hoy tcnicamente en estado blico, ya que el armisticio que puso fin a las hostilidades nunca se convirti en tratado de paz. El primer enfrentamien-to de la Guerra Fra sobrevivi al fin de la contienda entre Estados Unidos y la Unin Sovitica, y persiste an hoy entre una Corea del Norte dotada de un rgi-men totalitario de partido nico y una economa so-cialista planificada, y una Corea del Sur que vive bajo un rgimen democrtico capitalista.

    La pennsula coreana se encuentra dividida por la zona ms militarizada del planeta, el famoso paralelo 38 o la tambin llamada, paradjicamente, DMZ (Zo-na Desmilitarizada de Corea), y por profundas diferen-cias tanto polticas como econmicas que hacen que la reunificacin nacional parezca inalcanzable. Para tra-zar un paralelismo con Alemania, en el momento de la reunificacin el Producto Interno Bruto (PIB) per c-pita de Alemania Occidental era 10 veces superior al de Alemania Oriental, mientras que el de Corea del Sur es 40 veces mayor al de Corea del Norte. Se estima que pa-ra lograr la unin nacional se necesitaran por lo menos 500.000 millones de dlares. Una tarea titnica (1).

    De pas agrcola a potencia industrialLa diferencia en el desarrollo econmico de ambos pases no siempre fue tan abismal ni estuvo a favor del Sur. De hecho, despus de la guerra, la mayor parte de los recursos y de las infraestructuras quedaron al nor-te del paralelo 38; hasta 1975 Corea del Norte era in-cluso considerada por los expertos de la CIA como un xito en trminos de desarrollo econmico, educacin e infraestructuras sociales. Cmo fue entonces que Corea del Sur revirti este fenmeno hasta erigirse en la decimoquinta potencia econmica del planeta?

    El famoso milagro coreano no fue en realidad un milagro. Un Estado nacionalista que funcion co-mo regulador y promotor de la economa gui el de-sarrollo, erigiendo como protagonistas de los procesos

    de planificacin econmica a los llamados chaebols, gigantescos conglomerados surcoreanos, que compi-tieron con las grandes corporaciones extranjeras en el mercado interno. Con un Estados Unidos preocu-pado por mantener las fronteras de la Guerra Fra, el desarrollo de Corea del Sur se hizo posible gracias a la descomunal ayuda econmica de la gran potencia norteamericana. Segn cifras oficiales, el pas recibi durante dos dcadas 600 millones de dlares anua-les de Estados Unidos (2). As, entre 1963 y 1995, el PIB real se multiplic por doce, la renta por habitante por siete y su produccin industrial aument un 450% en-tre 1982 y 1997 (vase Laurent Carrou, pg. 21). En tan slo treinta aos, Corea del Sur pas de ser un pas pre-ponderantemente agrario a una potencia industrial y vivi uno de los procesos de desarrollo econmico ms acelerados de los tiempos modernos que, an hoy, a pesar de las sacudidas de las crisis financieras inter-nacionales de los ltimos aos, logra mantenerse.

    Irona de todas las ironas dira Bruce Cu-mings la Corea del Sur dependiente en un 86% [de la ayuda externa] haba arrancado de un tirn la au-tonoma de las mandbulas de la economa mundial: luego del gran empuje, tena las bases para marchar hacia el desarrollo de una estructura industrial di-versificada (3). En efecto, de la promocin estatal a la industria liviana en los sesenta, pas a estimular la industria pesada en los setenta, y ya a mediados de los noventa, Corea del Sur competa con las potencias ms desarrolladas del mundo en electrnica de alta tecnologa, algo impensable despus de la guerra.

    Pero este extraordinario crecimiento econmi-co se llev a cabo tambin de la mano de regmenes autoritarios fuertemente represivos, que goberna-ron el pas durante cuarenta aos, y de una gran con-centracin econmica que tena a los chaebols, en su mayora conducidos por familias dinsticas, como principales beneficiarios. A mediados de los noven-ta, los diez principales conglomerados econmicos surcoreanos concentraban el 60% de la produccin nacional, es decir, slo diez familias posean ms de la mitad de la riqueza econmica del pas. La demo-cratizacin poltica, conseguida en 1987 con la san-

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    El milagro econmico que llev a Corea del Sur a vivir uno de los desarrollos econmicos ms acelerados de los tiempos modernos no bastar para instalar al pas como una potencia de peso regional si antes no consigue la reunificacin nacional.

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    iNTRODuCCiN2 | Una nacin fracturada

    4. LA AvANzADA CuLTuRAL Lo vivido, lo pensado, lo imaginado

    Stphane Thvenet

    Martine Bulard

    Yi Chongjun

    Martine Bulard

    67 | Los dramas que conquistan el mundo

    71 | El arma de las letras

    75 | Metforas de la opresin

    78 | Aristocracia corporativa al ataque

    2. LA DEMOCRACiA AuTORiTARiA Corea del Sur hacia adentro

    Brbara Bavoleo

    Martine Bulard

    Martine Bulard

    Frdric Ojardias

    29 | El contraataque conservador

    35 | Detrs del xito de Samsung

    41 | Viaje al mundo capitalista

    45 | Condenados a la ilegalidad

    3. EL PNDuLO ESTRATgiCO Corea del Sur hacia afuera

    Martine Bulard

    Frdric Ojardias

    Philippe Pons

    Ilaria Maria Sala

    Philippe Rekacewicz,

    Ccile Marin y Jrmie Fabre

    49 | Librecomercio, versin Pacfico

    53 | Jeju, la isla de la discordia

    56 | Cmo hablar con Pyongyang 59 | Anclados en la Guerra Fra

    62 | La guerra geopoltica y econmica del Pacfico

    1. uNA guERRA PERPETuA Lo pasado

    Bruce Cumings

    Alain Gresh, Ccile Marin y

    Philippe Rekacewicz

    Bernard Couret

    Laurent Carrou

    Jean-Franois Arnaud

    7 | Los delirios atmicos12 | Una guerra civil olvidada

    15 | La reconstruccin de las tierras del Sur21 | El inesperado auge econmico24 | La tormenta financiera

    5. EL gRAN SALTO DEL TigRE Lo que vendr

    Carolina Mera82 | De la periferia al centro

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    gre del pueblo, lejos estuvo de revertir este fenmeno e impulsar la democratizacin econmica.

    El regreso de las fuerzas conservadoras al poder, hoy con Park Geun-hye a la cabeza, no hizo ms que agravar los problemas endmicos del sistema pol-tico surcoreano: elevada concentracin econmica, aumento de las desigualdades sociales, corrupcin generalizada, injerencia de los servicios de inteli-gencia e intromisin de la justicia en los asuntos po-lticos (4). La democracia ms joven de Asia Oriental muestra signos de malestar y est an lejos de alcan-zar la altura de su desarrollo econmico.

    En la encrucijada estratgicaDebilitada polticamente desde hace ms de sesenta aos por la divisin de la pennsula, las rmoras del au-toritarismo en su sistema poltico y su histrica alianza geoestratgica con Estados Unidos, Corea del Sur de-fiende su papel de potencia media en el mundo a travs del arma econmica y cultural. Pero la relacin con su principal socio comercial, China, peligra cuando Co-rea del Sur sigue los dictados de su histrico aliado po-ltico. Aun cuando mantiene cerca de 28.500 soldados estadounidenses en su territorio y siete bases militares (vase Frdric Ojardias, pg. 53), un atisbo de autono-ma se vislumbra con el establecimiento de un empla-zamiento naval en la isla de Jeju que le brindar una po-sicin geoestratgica ideal en un Pacfico ya convulsio-nado por el creciente armamentismo y la guerra eco-nmica desatada entre Washington y Pekn.

    Pero su alianza con Estados Unidos no slo provo-ca tensiones con China, tambin constituye un escollo en el acercamiento con Corea del Norte. Despus de ocho aos de dilogo interrumpido, Corea del Sur ha-ba manifestado desde 2014 sus renovadas intenciones de acercamiento poltico. Pero los avances nucleares de Pyongyang, que siempre alteran a Washington, vol-vieron a congelar las relaciones. El anuncio de la pren-sa norcoreana de que su pas ya contaba con la tecno-loga para miniaturizar bombas nucleares provoc la conformacin inmediata de un nuevo frente militar conjunto entre Estados Unidos y Corea del Sur. El te-mor militar a su vecino del Norte, que cuenta con uno de los mayores ejrcitos del mundo (1.100.000 efecti-vos) y es uno de los once pases que tienen la capacidad para crear la bomba atmica, dio por tierra una vez ms con el acercamiento poltico.

    La reunificacin nacional que fortalecera a Corea del Sur como potencia media y sacara al pueblo nor-coreano del ahorcamiento econmico an est lejos de concretarse. g

    1. Vase Philippe Pons, Fragile espoir de dtente entre les deux Cores, Le Monde, Pars, 3-1-15.2. Vase Bruce Cumings, El lugar de Corea en el sol, Comunic-arte Editorial, Crdoba, 2004. 3. Ibidem.4. Philippe Pons, Le malaise de la dmocratie sud-corenne,Le Monde, 19-5-15.

    Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur

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