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Investigación sobre los derechos del niño(a) en la ciudad de Calama.
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VULNERACIÓN DE DERECHOS Y PARTICIPACIÓN INFANTO-JUVENIL EN LA CIUDAD DE CALAMA, CHILE, AÑO 2010
RIGHTS VIOLATION AND YOUNG CHILD PARTICIPATION IN CALAMA
CITY, CHILE, 2010
CARLOS CARRASCO VITALICH*, MAGDA AYALA AKIMOTO**
RESUMEN
Estudio descriptivo de corte transversal, cuyo propósito fue analizar la percepción -por parte de niños, niñas y adolescentes, entre 8 y 17 años de edad- de vulneración de derechos cuyas temáticas se enmarcan dentro de la Convención Internacional de los Derechos del Niño.
La muestra estuvo constituida por un total de 676 infanto-adolescentes de la ciudad de Calama, estratificados por estrato de edad y por establecimiento educacional, los cuales constituyeron la unidad de análisis. Para la recolección de datos se utilizó la encuesta “mi
opinión cuenta” facilitada por el Servicio Nacional de Menores (SENAME). En cuanto a los resultados, los derechos respetados más significativos son «el derecho a vivir con mi familia» y «el derecho a estar en la escuela y recibir buena educación». El derecho menos respetado significativamente es «el derecho a vivir en un medio ambiente limpio y sin contaminación».
En cuanto a la inclusión participativa de los infanto adolescentes por parte de los adultos, la mayoría de los encuestados percibe que se sienten incluidos, escuchados y motivados a participar, en actividades determinadas por ellos.
Palabras Claves: Vulneración de derechos, participación infantil, inclusión/exclusión, sistema familiar, socialización.
ABSTRACT
A descriptive and cross section study whose aim is to analyze the perception -by boys, girls and teenagers, between 8 and 17 years old- of rights violation whose facts frames into de universal convention of child’s right.
The sample consisted in a total of 676 young children from Calama, storied by age and educational establishment, which formed the analysis unit. To collect the survey data was used "mi opinión cuenta" provided by the Servicio Nacional de Menores (SENAME). In terms of results, the most significant rights are "the right to live with my family" and "the right to be in school and receive good education. The right less respected is "the right to live in a clean environment without pollution”.
Regarding the participatory inclusion of young child by adults, most respondents perceived that they feel included, listened to and encouraged to participate in activities determinate by them.
Key words: Rights violation, children participation, family system, socialization
* Sociólogo, Universidad de Concepción, Área Intersectorial, OPD, Calama.** Asistente social, Universidad José Santos Ossa, Área Intersectorial, OPD, Calama.
2
INTRODUCCIÓN
Según Mascareño (2004), el derecho se estructura sobre la base de la validez como medio de comunicación simbólicamente generalizado1, amparándose de los jueces, los tribunales y la ley como su estructura más fundamental y en donde se constituye el espacio acerca de lo que es justo o injusto. De esta manera, podemos entender el derecho como un sistema que se ha funcionalizado dentro de la sociedad, cuyo operar se basa en el código-distinción legal/ilegal. Luhmann (1997) indica que el sistema de derecho se autonomiza -como sistema funcional- cuando se sustituye la distinción derecho natural/derecho positivo por la distinción derecho
constitucional/derecho civil. Esto implica consecuencias importantes en la sociedad, ya que una plena positivización del derecho -al dejar de ser naturalizado y pasar a ser una construcción social de autorregulación normativa- crea espacios de necesidad en donde antes no existía regulación, demostrando su carácter complejo de evolución social.
La función del derecho moderno radica entonces, en el aseguramiento de las expectativas normativas en donde existe una certeza futura del tipo de comportamiento que una sociedad quiere para sus ciudadanos y que el sistema político -a través de la prestación del derecho, de su validez jurídica- hace efectivo (ibíd.). No obstante, hay que dejar en claro que el derecho no garantiza la integración de los individuos y tampoco el control social de sus
comportamientos (Corsi, 1996). De esta manera, las normas -como formas de prácticas institucionalizadas- garantizan una delimitación de lo que puede esperarse en el tiempo, limitando la libertad y separando claramente lo que es aceptable y lo que no lo es. Por ello, hace sentido que la norma
1 Ver Luhmann, 1998:99
restringe posibilidades futuras de comportamiento de los individuos (ibíd.); por lo tanto, la función del derecho se refiere a la dimensión temporal de la comunicación (riesgo futuro) más que a la dimensión social (Luhmann, 1996).
Si la distinción legal/ilegal denota al derecho como un sistema cuya función es la regulación normativa que tiene la sociedad, lo ilegal representa una vulneración al derecho, el cual éste tiene que corregir. El concepto de vulneración es entendido literalmente como la transgresión de una regla establecida en el cual existe una sanción de la conducta social que corresponde a una estructura de legitimación (Giddens, 1995). La sanción (medida disciplinaria) establece una infra-penalidad en la medida que reticula un espacio que las leyes dejan vacío; califican y reprimen un conjunto de conductas que su relativa indiferencia hacen sustraerse a los grandes sistemas de castigo (Foucault, 2001). Cuando se transgrede la legitimación, se marca la distinción ilegal facultando al derecho para corregir dicha condición, actualmente, a través de los tribunales de justicia.
La creciente complejidad social indica especializaciones comunicativas de forma legal en donde ha visto la necesidad de implantarse. Sin embargo, el cuestionamiento radica en quién está incluido en el sistema legal, como sujeto de derecho.
Según Luhmann (1997) por inclusión/exclusión se entiende sólo al modo y manera de indicar en el contexto comunicativo a los seres humanos, o sea, de tenerlos por relevantes. La relevancia es alcanzada en cuanto a la influencia comunicativa que un individuo (sistema de conciencia) pueda alcanzar. La sociedad, al funcionalizar ciertas temáticas comunicativas, «parcializa» la comunicación mediante el código adjunto a su función. Por
3
este motivo los diferentes sistemas sociales son autorreferentes velando lo que le es pertinente comunicativamente (sentido2), seleccionando comunicaciones de su importancia (contingencia3) para continuar con su propia existencia (autopoiesis4). En este sentido, los sistemas parciales (derecho, economía, política, religión, ciencia, arte, etc.) son altamente excluyentes. Según Robles (2005), las formas modernas de inclusión no obedecen a ninguna lógica, por lo tanto no pueden ser observadas con criterios de racionalidad. Inclusión en un sistema no significa que se esté incluido en otro. El autor indica que si la inclusión es altamente inestable (por ejemplo, si quedo cesante y no tengo la capacidad de pago, quedo automáticamente excluido del sistema económico), la exclusión implica todo lo contrario: es altamente probable. La exclusión genera, asimismo, "una cadena de exclusiones acumulativas que conducen a que los individuos se vayan convirtiendo en irrelevantes como personas, a que no sean reconocidos y tratados como tales y sean sistemáticamente excluidos de la comunicación de la sociedad" (ibíd.).
Es evidente que -en este contexto social- los infanto-adolescentes antes de los dieciocho años de edad (edad de imputación legal) son altamente excluidos e invisibilizados de la sociedad. Esto último obedece en cuanto a que los límites legales que pueden alcanzar los menores de edad son casi nulos5. De hecho el único sistema sustentador de intimidad y preocupación para los infanto-adolescentes dentro de la sociedad, es la familia. Se ha visto a ésta como un sistema que cumple el rol de agente socializador del individuo, es decir, provoca que las estructuras sociales se mantengan estables en el transcurso de las generaciones,
2 Ver “Sentido”, Luhmann, 1998:77 3 Ver “contingencia”, Luhmann, 1998:113 4 Ver Luhmann, 1997b; Maturana, 1997 5 Excepción es la nueva ley penal juvenil.
para que las experiencias sociales se puedan transmitir por medio de la descendencia (Luhmann, 1998). No obstante lo anterior, la «transferencia» no puede tener un éxito pleno, ya que se encuentra condicionada por las circunstancias y debido a ello pueden producirse diferencias intergeneracionales (ibíd.). En la etapa de socialización se encuentra la alternativa de adaptación, conformidad, o desviación (de la normalidad
6). En este sentido, el proceso de socialización puede ser definido como el proceso de formación de expectativas que regularán en forma futura qué eventos son posibles para la sociedad (óp.cit.). Si la familia cumple el rol de socialización -formar expectativas de qué es lo posible o no en la sociedad, aunque esto se pueda aceptar o negar- la educación cumple una función más incisiva y profunda en este aspecto, que puede entenderse como un dispositivo de sistemas sociales especializados en la transformación de
personas (conciencias). El infante únicamente se encuentra incluido plenamente en estos dos sistemas: familiar y educacional. Los dos comparten el rol socializador y educacional (uno más especializado que otro), pero sus funciones son diferentes: la finalidad de la educación es transformar individuos de forma intencionada por parte de un estatuto educacional delimitado por el Estado y el sistema familiar es el único sistema que se ocupa de la intimidad de los individuos, en donde no se ponen condiciones de pertenencia y en donde se es persona (Rodríguez 2004). La inclusión del infanto-adolescente por parte del sistema familiar a diferencia del resto de los sistemas sociales da una importancia fundamental en cuanto las necesidades de éstos, ya que es el único sistema capaz de suplirlas. La afirmación «todas las niñas y todos los niños tienen el derecho de vivir en condiciones y contextos
6 Ver Foucault, 1999
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donde sus necesidades puedan satisfacerse»7 puede ser suplido en cuanto a su condición y esa es función de la familia. No obstante, la contextualización es parte de la sociedad y de cuanta apertura y participación somos capaces de generar para la inclusión infanto-juvenil depende de ella.
Debido a este contexto, en las necesidades sociales de los niños, niñas y adolescentes es donde el derecho positivo ha instaurado -a través de una convención8- el proteger las necesidades de los niños, niñas y adolescentes, invisibilizados y excluidos de la sociedad.
El gobierno de Chile suscribió la convención de los derechos del niño(a) el día 26 de enero de 1990, compromiso ratificado por el parlamento el día 27 de diciembre de ese mismo año9. La implicancia de esta convención es el reconocimiento de los infanto-adolescentes como sujetos de derechos en el cual se reconoce la obligación jurídica -y ya no moral- por parte de la sociedad y el Estado en cumplir diversas necesidades de los niños(as), ya sea necesidades fisiológicas, necesidades emocionales y necesidades de inclusión y participación.
Si se analizan las condiciones de necesidad, éstas se podrían dividir en dos: necesidades de índole biológicas y necesidades de índole social. Las primeras son necesidades primarias y urgentes ya que sin ellas no es posible la vida. Barudy (2006) nos indica que los infantes tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades fisiológicas básicas. Entre éstas podemos encontrar:
- Existir y permanecer vivo y con buena salud.
- Recibir comida en cantidad y calidad suficientes.
7 Ver Barudy, 2006:61 8 Convención de los derechos del niño 9 Citado en Lombaert, 1999:1
- Vivir en condiciones adecuadas. - Estar protegido de los peligros reales que
pueden amenazar su integridad. - Disponer de asistencia médica. - Vivir en un ambiente que permita una
actividad física sana.
Las segundas necesidades son de índole social, ya que requiere de la comunicación, ya sea en una necesidad de lazo afectivo, o de la necesidad de participación e inclusión en ciertas esferas de la sociedad. Barudy (ibíd.) indica que si los niños reciben el afecto que necesitan, serán capaces de aportarlos a los demás y podrán participar en dinámicas sociales de reciprocidad. Asimismo -para lograr la salud mental de los niños- hace falta asegurarles lazos afectivos de calidad -de buen trato- incondicionales, estables y continuos. Según el autor, cuando los niños son retirados de sus familias (en el caso de vulneración), la continuidad de sus vínculos afectivos no siempre se garantiza de una manera adecuada, pues no se toma en cuenta que el niño(a) forma un lazo afectivo con sus cuidadores y cuando es separado por cuestiones administrativas a los infantes les cuesta construir identidad. Para Giddens (1996) la confianza en los anclajes existenciales de la realidad, tanto emocional como cognitivo, se apoyan en la confianza en las personas, adquirida en las experiencias tempranas de la infancia. De esta forma, durante los primeros días de vida, los hábitos y rutinas juegan un rol fundamental en la estructuración de las relaciones entre el niño y sus padres (cuidadores). La confianza básica (apego seguro), por ello, es un mecanismo emocional de defensa frente a los riesgos producidos a causa de las contingencias de la vida (ibíd.). Según el autor, el establecimiento de la confianza básica adquirida en la infancia es una condición para la elaboración de la autoidentidad.
5
Si la familia genera una condición de intimidad, pertenencia y confianza en el niño(a), esto no quiere decir que esté ajeno del otro lado de la forma: negligencia, maltrato, abandono. La función de la familia es crear la condición de intimidad, por ello el otro lado, invisible, cuando se hace regla, es necesario hacer efectivo el derecho para corregir tal condición. Existe una categorización de padres negligentes que se ha denominado «padres tóxicos»10 (Forward, 1990). La característica de estos padres se basa en la premisa de que el efecto que tendrá el comportamiento de los padres hacia los hijos será siempre defectuoso. Esto se refiere a que ningún padre podrá discernir totalmente las necesidades de sus hijos. No obstante, los padres tóxicos “tienden a ver la rebelión o incluso las diferencias individuales como un ataque personal. Se defienden a sí mismos mediante el refuerzo de la dependencia de sus hijos y la desprotección. En lugar de promover un desarrollo sano, lo zapan inconscientemente, muchas veces con la creencia de que están actuando por el bien de sus hijos11”. Las categorías de padres tóxicos puede abarcar desde padres en que la toxicidad parental es sutil como los padres «emocionalmente inadecuados» o «controladores» hasta padres «alcohólicos» «agresores físicos o verbales». Según Forward, generalmente la agresión verbal viene acompañada de la agresión física. Esta última se describe, según la legislación federal norteamericana como “infligir daños físicos, como golpes quemaduras, azotes, golpes, fracturas de huesos y cráneo, por medio de patadas, puñetazos, mordiscos, pinchazos, golpes con palos, etc.”12 Se indica que los niños(as) y adolescentes con padres indiferentes a ellos podrían apalearles como una manera de expresar otras frustraciones, aunque también
10 Citado en Giddens, 1995:100 11 Forward, 1990:16 cit. Giddens, 1995:100 12 Ibíd.:101
es practicado por padres que creen que la disciplina física es necesaria para producir respeto a la autoridad.
Las premisas expuestas anteriormente, contextualizan ciertas problemáticas forjadas desde la propia dinámica familiar y de los efectos colaterales que se deslindan de ella. No obstante, un determinante fundamental en la percepción del infanto-adolescente sobre las condiciones de calidad de vida, es la articulación territorial en el cual vive y por tanto se relaciona. Sepúlveda (2003, et. ál.) indica que la base de recursos naturales es un elemento que históricamente a contribuido a la cohesión territorial. Es decir, la función articuladora de los recursos naturales marca la importancia de definir los territorios en función de la correspondencia que existe entre los ecosistemas que albergan esa oferta natural (recursos productivos) y los sistemas humanos que condicionan su uso. Se interpreta con esto que debe existir un equilibrio que sustente la productividad con el ecosistema. No obstante, en tiempos modernos, pareciera que el equilibrio es poco probable. El concepto de desarrollo sustentable ha sido desarrollado en base a criterios de sustentabilidad en donde coexisten cuatro tipos (Guimaraes, 1987 en Rojas, 2003):
Sustentabilidad ecológica: se refiere a la base física del proceso de crecimiento y objetiva la mantención de stock de recursos naturales incorporado a las actividades productivas.
Sustentabilidad ambiental: se refiere a la capacidad de la naturaleza para absorber y recomponerse de las acciones y agresiones antrópicas.
Sustentabilidad social: se orienta al mejoramiento de la calidad de vida de la
6
población. Se basa en la implementación de criterios de justicia distributiva.
Sustentabilidad política: se refiere a la necesidad de crear espacios democráticos que permitan el desarrollo de la ciudadanía y la participación de los individuos en temáticas propias de la sociedad.
Respecto a la sustentabilidad ambiental, algunos autores (Arnold, Jonas, Beck, Robles, et. ál) indican que el desbalance medioambiental es un efecto colateral no intencionado de otros sistemas que han evolucionado en la sociedad (sistema científico, económico, tecnológico) y del cual se ha producido una comunicación emergente que tiene una connotación de riesgo. Por cierto, esta es una característica de la modernidad reflexiva que ha descrito Beck (2006) en donde la racionalidad ha creado irracionalidad; en donde los efectos, en un principio colaterales, se han hecho regla: contaminación, calentamiento global, pobreza, desigualdad, etc. En palabras de Shiva (2001), “comenzamos el nuevo milenio con una producción deliberada de ignorancia sobre los peligros ecológicos, como la desregularización de la protección ambiental y la destrucción de los modos de vida ecológicamente sostenibles de comunidades agrícolas, tribales, pastorales y artesanas del tercer mundo.”
No extraña por tanto que la ley 19.300 asegure en su párrafo inicial -como garantía constitucional- vivir en un ambiente libre de
contaminación, “mientras ríos y esteros se transforman en cloacas; bosques se incendian; niños que viven en la calle peligran por envenenamiento por plomo; no se debe hacer actividad deportiva al aire libre; (…) la ciudad se asfixia por el smog…” (Arnold, 2000).
Una parte son las propias dinámicas de socialización donde el infanto-adolescente se desenvuelve directamente, pero la otra
parte son las condiciones ambientales y sociales que una sociedad debe asegurar a sus hijos.
MATERIAL Y MÉTODO
Investigación descriptiva de corte transversal, cuya muestra estuvo constituida por 676 infanto-adolescentes, de cuatro colegios de la ciudad de Calama, entre 8 y 17 años de edad, estratificados por establecimiento educacional y estrato de edad. Los criterios de selección de la muestra se basa en la población total infanto-juvenil de la ciudad de Calama de aproximadamente 35.000 infanto-juveniles menores de 18 años, dada las características del perfil de los beneficiarios de la O.P.D establecidas en el convenio del programa. El instrumento utilizado fue la tercera encuesta nacional “mi opinión cuenta” facilitada por el Servicio Nacional de Menores (SENAME). La encuesta fue aplicada transversalmente en colegios privados y públicos, aún con la dificultad que éstos últimos -a la fecha- estaban en paro. La estructura de la encuesta se basa en la medición de la percepción de los infanto-adolescentes sobre el derecho menos vulnerado y el derecho más vulnerado ajustándose las variables operacionalizadas en la convención universal de los derechos del niño, además de un ítem sobre la percepción de la participación infantil por parte de los adultos. La encuesta tiene esta estructura en la medida que busca establecer un orden de prioridad respecto a los extremos dicotómicos de vulneración/no vulneración de los derechos infanto-juveniles con el fin de consensuar entre los propios niños(as)-adolescentes, cual es el derecho más vulnerado y cual es el derecho menos vulnerado. Esto excluye del análisis la estadística de corte paramétrica, ya que las variables son categóricas con un nivel de medición ordinal. No obstante, esto permite un análisis descriptivo, en donde se puede observar un rango de prioridades desde la percepción de los infantes.
El análisis de los datos se realizó con el programa computacional SPSS v.15 utilizando análisis descriptivo, pruebas chi-cuadrado y tablas de referencias cruzadas.
7
RESULTADOS
En la tabla 1 se observa la frecuencia de los encuestados según su género, siendo ésta de 349 hombres y 327 mujeres, con un porcentaje de 51,6 y 48,4 respectivamente.
Motivo que la encuesta está constituida mediante variables categóricas con un nivel de medición ordinal procedimos a comparar, específicamente sobre los derechos más vulnerados y menos vulnerados, las muestras a través de tablas de referencias cruzadas (cross tab).
En la tabla sobre el «derecho más
respetado», se observa una gran heterogeneidad en cuanto a las respuestas de los niños y niñas, siendo -según su
percepción- los derechos más respetados por parte de los infanto-adolescentes, el derecho a vivir con mi familia con un 24,4% y el derecho a estar en la escuela y recibir buena educación con un 22,5%.
Estos son los derechos más respetados en cuanto se alejan significativamente del resto. Respecto a estos, se debe indicar si la distribución por edad es similar, o si un estrato de la población determina sobre esa cantidad de frecuencias. Para esto se realizamos la prueba de homogeneidad de chi-cuadrado.
En la tabla 2 se observa, en el caso del derecho a vivir con mi familia, que la distribución en cuanto a estrato de edad, es similar en el caso del estrato «infancia» y el
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos Hombre 349 51,6 51,6 51,6
Mujer 327 48,4 48,4 100,0
Total 676 100,0 100,0
TABLA 1
Sexo
DERECHO MÁS RESPETADO
0 20 40 60 80 100
Blancos
Nulos
Derecho a la recreación
Derecho a tener buena atención de salud
Derecho a vivir en un medio ambiente limpio y sin contaminación
Derecho a que se escuche mi opinión en asuntos que me afectan
Derecho a que sean satisfechas mis necesidades básicas
Derecho a ser bien tratado/a física y psicológicamente
Derecho a ver a mi mamá o papá, si es que no vivo con ellos
Derecho a estar en la escuela y recibir buena educación
Derecho a ser bien cuidado/a por mis padres u otro adulto …
Derecho a vivir con mi familia
Mujer
Hombre
8
Estrato edad
Derecho a vivir con mi familia
Derecho a estar en la escuela y recibir buena educación
Infancia 8-10 sexo Hombre 23 18
Mujer 23 18
Total 46 36
Pre-adolescencia 11-13 sexo Hombre 26 30
Mujer 17 22
Total 43 52
Adolescencia 14-17 Sexo Hombre 32 33
Mujer 42 31
Total 74 64 TABLA 2
Tabla de contingencia Sexo * DMásR * Estrato edad
estrato «pre-adolescencia»; No obstante, se observa una diferencia con el estrato «adolescencia». Como la cantidad de frecuencias no son indicadores válidos debido a que la cantidad de frecuencias por estratos no son homogéneas, se debe comparar por porcentajes.
Este caso, en la variable «derecho a vivir en familia», el estrato infancia tuvo un 28,3% de las frecuencias; el estrato pre-adolescencia (11-13) tuvo un 21,1% de las frecuencias y el estrato adolescencia (14-17) tuvo un 24% de las frecuencias. Se observa que el estrato infancia agrupa el mayor porcentaje de frecuencias respecto al resto; sin embargo, se debe indicar si su proporción es significativamente diferenciada. Para esto nos basamos en la prueba de homogeneidad de chi-cuadrado. La comparación entre estratos la realizaremos entre el estrato infancia y el estrato pre-adolescencia, ya que la cantidad de frecuencias esperadas menores que 5 (requisito para la prueba chi-cuadrado) supera el 50% valiéndonos del estadístico de Fisher que se puede utilizar en tablas 2x2. Comparamos el porcentaje más alto con el más bajo para establecer si existe una diferencia significativa. En la tabla de
contingencia vivir en familia*estrato de edad (sig.), tanto la infancia como la pre-adolescencia tienen proporciones diferenciadas respecto de los derechos respetados con un 93,8% en el caso de la infancia y un 89,4% en el caso de la adolescencia. Para evaluar si la diferencia de los porcentajes es significativa se utiliza la
prueba estadística chi-cuadrado.
En la tabla de pruebas de chi-cuadrado, dado que un 50% de las casillas tienen una frecuencia esperada menor a 5, se debe utilizar el estadístico de Fisher. El estadístico tiene una significación P= 0,486 que confirma la hipótesis nula de que las muestras son homogéneas; es decir no existe una determinación proporcional de un
Estrato edad
infancia pre-adolescencia
vivir en familia
vulnerado Recuento 3 5
% de Estrato_edad 6,3% 10,6%
respetado Recuento 45 42
% de Estrato_edad 93,8% 89,4%
Total
Recuento 48 47
% de Estrato_edad 100,0% 100,0%
Vivir en familia*estrato de edad
9
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral) Sig. exacta (bilateral)
Sig. exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson ,593(b) 1 ,441
Corrección por continuidad(a) ,160 1 ,689
Razón de verosimilitudes ,598 1 ,439
Estadístico exacto de Fisher ,486 ,345
Asociación lineal por lineal ,587 1 ,444
N de casos válidos 95
a Calculado sólo para una tabla de 2x2. b 2 casillas (50,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 3,96.
estrato sobre otro tal como se observa en la tabla vivir en familia*estrato edad.
El segundo derecho más respetado que tiene una representación significativa respecto al resto de los derechos, es el derecho a estar en la escuela y recibir
buena educación. Al igual que el derecho anterior, se presentan los resultados a través de tablas de contingencia. En la tabla de contingencia anterior (tabla 2), se observa un aumento de las frecuencias proporcionalmente al estrato de edad; es decir, entre mayor edad, mayor porcentaje de frecuencia hay. Sin embargo, las frecuencias no son indicadores válidos, ya que las muestras de los colegios no son homogéneas. Por este motivo, se deben observar los porcentajes. El porcentaje más alto del derecho a estar en la escuela y recibir buena educación, lo obtuvo el estrato
pre-adolescencia con un 25,7%, seguido del estrato infancia con un 22,2% y por último el estrato adolescencia con un 20,9%. Al igual que la prueba anterior, se debe comprobar si existe algún grado de significación entre los porcentajes para establecer si un estrato determina a otro. Como ninguna casilla tiene una frecuencia esperada menor que 5, se puede comparar los porcentajes sin recurrir al estadístico de Fisher. En la tabla de contingencia estar en la escuela*estrato edad, se observa que los porcentajes de los estratos en cuanto al derecho estar en la escuela y recibir buena educación, difieren entre sí de acuerdo a la procedencia del estrato. La infancia agrupa un 79,1%; la pre-adolescencia un 86,4% y la adolescencia un 91,4%. Al utilizar la prueba chi-cuadrado de Pearson (sig.) la significación es P=0,172, por lo tanto el valor de chi-cuadrado cae en la zona de
Tabla de contingencia estar en la escuela * Estrato_edad
Estrato_edad
Total infancia
pre-adolescen
cia adolescencia estar en la escuela
vulnerado Recuento 9 8 6 23
% de Estrato_edad 20,9% 13,6% 8,6% 13,4%
respetado Recuento 34 51 64 149
% de Estrato_edad 79,1% 86,4% 91,4% 86,6%
Total Recuento 43 59 70 172
% de Estrato_edad 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
10
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 3,515(a) 2 ,172
Razón de verosimilitudes 3,425 2 ,180 Asociación lineal por lineal 3,448 1 ,063
N de casos válidos 172
a 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 5,75.
aceptación de la hipótesis nula indicando
que los estratos, en relación al derecho respetado, son homogéneos. Esto implica que no hay diferencias significativas entre los diferentes estratos que pudiesen determinar el valor total de las frecuencias del derecho respetado. Se procederá a continuación a diferenciar los derechos más respetados por establecimientos educacionales.
Se observa en la tabla n° 3, respecto al derecho a vivir con mi familia, que el mayor
número de frecuencias se agrupan entorno al colegio Calama, el cual tiene una notable diferencia de frecuencias frente a los demás colegios. Sin embargo, las frecuencias no son un indicador válido dado que la cantidad de alumnos de cada establecimiento difiere entre los demás. Transformando el número de frecuencias a porcentajes, el establecimiento que agrupa una mayor cantidad de frecuencias es el colegio Luis Cruz Martínez con un 33,8%, el colegio Calama con un 23,8%, el Loess School con un 19,7% y por último el colegio adventista con un 19,2%. Estas últimas son los porcentajes de las frecuencias totales, es decir, el porcentaje que cada establecimiento educacional destina al derecho vivir en familia. No obstante, como las tablas de contingencia son dicotómicas, los porcentajes se basan en la aceptación o negación de la variable. En la tabla de contingencia siguiente como más del 25% tiene una frecuencia esperada menor a 5 se procede a comparar los porcentajes en tablas 2x2 para utilizar el estadístico de Fisher. Para ello comparamos el porcentaje más alto con el más bajo. Se observa en la tabla de contingencia vivir en familia*colegio que los porcentajes de los dos establecimientos indican que se respeta el derecho vivir en familia. El liceo Luis Cruz Martínez tiene un 100% de las frecuencias y el colegio Adventista un 76,9%. Esta diferencia de los dos colegios hay que contrastarla con el estadístico chi-cuadrado que veremos en la siguiente tabla de prueba chi-cuadrado.
Tabla de contingencia vivir en familia * colegio
colegio Colegio
adventista Liceo Luis Cruz M.
vivir en familia
vulnerado Recuento 3 0
% de colegio 23,1% ,0%
respetado Recuento 10 41
% de colegio 76,9% 100,0%
Total Recuento 13 41
% de colegio 100,0% 100,0%
Colegio
Derecho a vivir con mi familia
Derecho a estar en la escuela y
recibir buena educación
Loess School Sexo Hombre 17 19
Mujer 12 17
Total 29 36
Colegio Calama Sexo Hombre 46 44
Mujer 37 32
Total 83 76
Colegio Adventista Sexo Hombre 2 5
Mujer 8 8
Total 10 13
Liceo Luis Cruz M. Sexo Hombre 16 13
Mujer 25 14
Total 41 27
TABLA N°3
Tabla de contingencia Sexo * DmásR * colegio
11
El estadístico de Fisher muestra un valor P=0,012 por lo tanto se acepta la hipótesis alternativa de heterogeneidad entre las dos muestras. Es decir existe una diferencia significativa entre los dos colegios. Como la diferencia fue significativa se procede a repetir la prueba con los otros establecimientos educacionales.
En la tabla anterior se observan las pruebas de significación estadística: existe una diferencia significativa en cuanto al derecho vivir en familia entre el Liceo Luis Cruz Martínez y el Colegio Calama (P=0,019), Loess School y colegio Adventista (P=0,07 Fisher). La diferencia entre el liceo Luis Cruz Martínez y el Loess School no es significativa en la medida que el estadístico exacto de Fisher dio un valor
P=0,423 lo que recae en la hipótesis nula de homogeneidad a igual que el Colegio Loess School y el Colegio Calama (P=0,160); y colegio Calama y colegio Adventista (P=0,286).
Respecto al derecho estar en la escuela y recibir buena educación por establecimiento
educacional, se observa en la tabla n°3 (ant.) una gran diferencia en las frecuencias de cada establecimiento. No obstante, se debe representar las frecuencias en porcentajes en la medida que las muestras no son homogéneas. La representación total de los porcentajes se mide en cuanto a la votación total por escuelas de las frecuencias de la variable derecho a estar en la escuela y recibir buena educación. El colegio con un mayor porcentajes de frecuencias fue el Adventista con un 25%, posteriormente el Loess School con un 24,4%, el Luis Cruz Martínez con un 22,3% y el colegio Calama con un 21,3%. Como se está analizando específicamente el derecho estar en la escuela y recibir buena educación, se procede a comparar los colegios respecto a ese derecho mediante una tabla de contingencia de carácter dicotómico.
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral) Sig. exacta (bilateral)
Sig. exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 10,018(b) 1 ,002
Corrección por continuidad(a) 6,103 1 ,013
Razón de verosimilitudes 9,127 1 ,003
Estadístico exacto de Fisher ,012 ,012
Asociación lineal por lineal 9,833 1 ,002
N de casos válidos 54
a Calculado sólo para una tabla de 2x2. b 2 casillas (50,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es ,72.
Colegio Calama
Loess School
Colegio Adventista
Luis Cruz Martínez 0,019 0,423 0,012
Colegio Calama 0,16 0,286
Colegio Adventista 0,07
12
Como las casillas tienen un 50% de las frecuencias menores que 5, se debe realizar la comparación a través del estadístico de Fisher en una tabla 2x2 comparando el porcentaje más alto con el más bajo:
En la tabla se observa que existe una diferencia de porcentajes en donde el colegio Calama tiene un 84,9% de las frecuencias y el colegio Adventista tiene un 92,9% de las frecuencias respecto a este derecho. Esa diferencia se debe contrastar para constatar si las muestras son homogéneas o no.
En la tabla de pruebas de chi-cuadrado,
una casilla tiene una frecuencia esperada inferior a 5. No obstante, un 25% es un porcentaje donde aún se puede aplicar el estadístico chi-cuadrado, de lo contrario, si
se tiene un mayor porcentaje se aplica el estadístico de Fisher (sig.). El valor P=0,425 implicando que el valor de chi-cuadrado (0,636) cae en la zona de aceptación de la hipótesis, por lo tanto no existe una
diferencia significativa entre estos dos establecimientos. Los demás colegios tuvieron los siguientes resultados:
Tabla de contingencia estar en la escuela * colegio
colegio
Total Colegio Calama
Colegio adventista
estar en la escuela
vulnerado Recuento 13 1 14
% de colegio 15,1% 7,1% 14,0%
respetado Recuento 73 13 86
% de colegio 84,9% 92,9% 86,0%
Total Recuento 86 14 100
% de colegio 100,0% 100,0% 100,0%
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral) Sig. exacta (bilateral)
Sig. exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson ,636(b) 1 ,425
Corrección por continuidad(a) ,146 1 ,702
Razón de verosimilitudes ,736 1 ,391
Estadístico exacto de Fisher ,685 ,378
Asociación lineal por lineal ,629 1 ,428
N de casos válidos 100
a Calculado sólo para una tabla de 2x2. b 1 casillas (25,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 1,96.
Colegio Calama
Loess School
Colegio Adventista
Luis Cruz Martínez 0,484 0,588 0,759
Colegio Calama 0,901 0,425
Colegio Adventista 0,484
13
Se establece así que no existe una diferencia significativa entre los distintos establecimientos educacionales respecto al derecho estar en la escuela y recibir buena educación. Procederemos a comparar a continuación el derecho más vulnerado.
En el gráfico se puede observar que la percepción de los infanto-adolescentes indica que el derecho menos respetado es el derecho a vivir en un medio ambiente limpio y sin contaminación con un 35,9%. Esta es la variable menos respetada dada la diferencia significativa con las otras. Procederemos a diferenciar por estrato el derecho más vulnerado. En la tabla n°3 se pude ver que el número de frecuencias aumenta proporcionalmente a mayor estrato de edad. Sin embargo, se debe convertir las frecuencias a porcentajes para eliminar la el sesgo por azar en la cantidad de frecuencias de los estratos. Los porcentajes dan los siguientes resultados: un 30,8% del estrato infancia indica que el derecho a vivir en un medio ambiente limpio y sin contaminación es el más vulnerado, un 36,6% del estrato pre-adolescencia y un 38,2% del estrato
adolescencia. En la tabla de contingencia medio ambiente limpio*estrato de edad (sig.) podemos observar que los porcentajes de los tres estratos difieren entre sí. En este caso, el porcentaje más bajo lo tiene el estrato infancia.
Tabla de contingencia Sexo * DMenosR * Estrato_edad
Estrato_edad
DMenosR Derecho a vivir
en un medio ambiente
limpio y sin contaminación
infancia 8-10 Sexo Hombre 26
Mujer 24
Total 50
Pre-adolescencia 11-13 Sexo Hombre 45
Mujer 29
Total 74
adolescencia 14-17 Sexo Hombre 62
Mujer 55
Total 117
TABLA 4
0 50 100 150
Blancos
Nulos
Derecho a la recreación
Derecho a tener buena atención de salud
Derecho a vivir en un medio ambiente limpio y sin contaminación
Derecho a que se escuche mi opinión en asuntos que me afectan
Derecho a que sean satisfechas mis necesidades básicas
Derecho a ser bien tratado/a física y psicológicamente
Derecho a ver a mi mamá o papá, si es que no vivo con ellos
Derecho a estar en la escuela y recibir buena educación
Derecho a ser bien cuidado/a por mis padres u otro adulto …
Derecho a vivir con mi familia
Mujer
Hombre
DERECHO MÁS VULNERADO
14
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 9,132(a) 2 ,010
Razón de verosimilitudes 7,920 2 ,019 Asociación lineal por lineal 5,226 1 ,022
N de casos válidos 261
a 1 casillas (16,7%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 4,60.
En la tabla chi-cuadrado se observa que el grado de significación es de P=0,01 indicando que el valor estadístico de chi-cuadrado (9,132) cae en la zona de rechazo de la hipótesis nula y se acepta que los estratos son heterogéneos.
Aún así, entre el estrato pre-adolescencia y adolescencia no existe una gran diferencia por lo que optamos a realizar una comparación entre estos dos porcentajes dando un valor P=0,579 por lo tanto entre el estrato pre-adolescencia y adolescencia no hay diferencias significativas no así los demás estratos.
Respecto a los establecimientos educacionales las frecuencias se distribuyen como se puede ver en la tabla siguiente, de la siguiente manera: El Loess School tiene 65 frecuencias, el Colegio Calama 106, el colegio Adventista 15 y el liceo Luis Cruz Martínez 57. Estas frecuencias representadas en porcentajes se obtiene lo siguiente: Loess School 44,2%; Colegio Calama 29,7%; colegio Adventista 28,8% y liceo Luis Cruz Martínez con un 47,1%. Como la tabla de contingencia entre los establecimientos
educacionales y el derecho más vulnerado tiene un 50% de las casillas esperadas menores a 5, se procede a comparar por tablas 2x2 -específicamente- entre la frecuencia más alta y la más baja. En la tabla de contingencia (sig.), el porcentaje más alto respecto a la variable dicotómica derecho a vivir en un medio ambiente limpio y sin
contaminación corresponde a un 98,3% en el caso del liceo Luis Cruz Martínez y un 88,2% en el caso del colegio Adventista. Esta diferencia se contrasta con la prueba chi-cuadrado de homogeneidad para establecer si existe alguna diferencia significativa entre las dos muestras.
Tabla de contingencia medio ambiente limpio * Estrato_edad
Estrato edad
Total infancia
pre-adolescen
cia adolescencia
medio ambiente limpio
vulnerado Recuento 50 74 117 241
% de Estrato_edad 83,3% 96,1% 94,4% 92,3%
respetado Recuento 10 3 7 20
% de Estrato_edad 16,7% 3,9% 5,6% 7,7%
Total Recuento 60 77 124 261
% de Estrato_edad 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla de contingencia Sexo * DMenosR * colegio
Colegio
DMenosR Derecho a vivir en un
medio ambiente
limpio y sin contaminación
Loess School Sexo Hombre 43
Mujer 22
Total 65
Colegio Calama Sexo Hombre 61
Mujer 45
Total 106
Colegio adventista Sexo Hombre 7
Mujer 8
Total 15
Liceo Luis Cruz M. Sexo Hombre 24
Mujer 33
Total 57
15
En la tabla de chi-cuadrado (sig.), lo primero que se observa, es que un 50% de las frecuencias esperadas son menores a 5, por lo tanto el estadístico que se utiliza es el de Fisher. La significación de este estadístico es P=0,127 lo que indica que las muestras son homogéneas. No hay diferencias significativas respecto al derecho vivir en un medio ambiente limpio y sin
contaminación entre los establecimientos educacionales.
Se establece de esta manera, a modo de
conclusión, que los derechos más respetados y los menos respetados hacia la infanto-adolescencia comparándolos por estrato de edad y por establecimiento educacional.
A continuación, se analizará el ítem de participación infanto-adolescente.
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral) Sig. exacta (bilateral)
Sig. exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 3,451(b) 1 ,063
Corrección por continuidad(a) 1,332 1 ,248
Razón de verosimilitudes 2,773 1 ,096
Estadístico exacto de Fisher ,127 ,127
Asociación lineal por lineal 3,405 1 ,065
N de casos válidos 75
a Calculado sólo para una tabla de 2x2. b 2 casillas (50,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es ,68.
Tabla de contingencia medio ambiente limpio * colegio
colegio
Total Colegio
adventista Liceo Luis Cruz M.
medio ambiente limpio
vulnerado Recuento 15 57 72
% de colegio 88,2% 98,3% 96,0%
respetado Recuento 2 1 3
% de colegio 11,8% 1,7% 4,0%
Total Recuento 17 58 75
% de colegio 100,0% 100,0% 100,0%
16
A través de la tabla de contingencia se
puede observar que la mayoría de los estratos opinan que los adultos consideran la opinión de los infanto-adolescentes cuando están organizando una actividad para niños/as. Esta pregunta está relacionada al grado de inclusión desde los adultos hacia los niños, específicamente, en actividades de planificación para ellos mismos. El estrato infancia aprueba la inclusión con un 77,9%; el estrato pre-adolescencia aprueba con un 79,2% y el estrato adolescencia aprueba con un 72,8%. Se puede llegar a concluir, especialmente si se compara la pregunta por estratos de edad, que un estrato va a tener una mayor significación que otro (por ejemplo los adolescentes pueden tener una percepción negativa por parte de los adultos o que los infantes son menos incluidos en su opinión dada la edad que representan). Sin embargo, la prueba de significación estadística indica que no existe ninguna diferencia entre los tres estratos, es decir las muestras por estratos son homogéneas como se puede apreciar en la siguiente tabla de pruebas de chi-cuadrado. La prueba chi-cuadrado tiene una significación P=0,211 por lo tanto las muestras de la variable “opinión” por estrato de edad, son homogéneas.
El siguiente análisis es a nivel de los
establecimientos educacionales. La mayoría de los colegios considera que los adultos los incluyen en cuanto a la opinión de los infanto-adolescentes en la planificación de actividades. El Loess School tiene un 77,6%; el colegio Calama un 76,1%; el colegio Adventista un 68% y el liceo Luis Cruz Martínez un 75,8%.
Tabla de contingencia AdultoOp * Estrato_edad
Estrato_edad
Total infancia
pre-adolescen
cia adolescencia AdultoOp no Recuento 32 41 82 155
% de Estrato_edad 22,1% 20,8% 27,2% 24,1%
si Recuento 113 156 219 488
% de Estrato_edad 77,9% 79,2% 72,8% 75,9%
Total Recuento 145 197 301 643
% de Estrato_edad 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 3,116(a) 2 ,211
Razón de verosimilitudes 3,117 2 ,210 Asociación lineal por lineal 2,054 1 ,152
N de casos válidos 643
a 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 34,95.
17
La prueba de significación chi-cuadrado tiene una significación P=0,591 por lo tanto, el valor del estadístico chi-cuadrado (1,911) cae en la zona de aceptación de la hipótesis nula indicando que las muestras por establecimiento educacional son homogéneas.
La próxima variable dentro del ámbito de la participación infanto-juvenil, es si en las actividades -en conjunto con los
compañeros- participan junto con los adultos. En otras palabras, la pregunta va dirigida en si existe apertura por parte del adulto en dejar participar a los infanto-adolescentes activamente en las actividades. Para ello nos valemos de la tabla de contingencia por estratos de edad presentada a continuación. En la tabla de contingencia se observa un patrón definido, en primer lugar, que la mayoría de los estratos indican que los infanto-adolescentes participan junto a los adultos en alguna actividad. No obstante, el porcentaje decrece en la medida que aumenta el estrato de edad. Se concluye en esto que la participación de los infanto-adolescentes es mayor en los estratos de edad más bajos. Para corroborar esto se utiliza la prueba de homogeneidad de chi-cuadrado.
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 1,911(a) 3 ,591
Razón de verosimilitudes 1,817 3 ,611 Asociación lineal por lineal ,334 1 ,563
N de casos válidos 647
a 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 12,13.
Tabla de contingencia AdultoPar * Estrato_edad
Estrato_edad
Total infancia
pre-adolescen
cia adolescencia
AdultoPar no Recuento 36 56 129 221
% de Estrato_edad 25,2% 28,4% 43,4% 34,7%
si Recuento 107 141 168 416
% de Estrato_edad 74,8% 71,6% 56,6% 65,3%
Total Recuento 143 197 297 637
% de Estrato_edad 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Tabla de contingencia AdultoOp * colegio
colegio
Total Loess School Colegio Calama
Colegio adventista
Liceo Luis Cruz M.
AdultoOp no Recuento 33 79 16 29 157
% de colegio 22,4% 23,9% 32,0% 24,2% 24,3%
si Recuento 114 251 34 91 490
% de colegio 77,6% 76,1% 68,0% 75,8% 75,7%
Total Recuento 147 330 50 120 647
% de colegio 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
18
En la tabla de prueba de chi-cuadrado, se puede ver el grado de significación cuyo valor es P=0,000 indicando que el valor del estadístico chi-cuadrado (19,149) cae en la zona de rechazo de la hipótesis nula corroborando que las muestras son heterogéneas. En otras palabras, la percepción de los infanto-adolescentes respecto a la “participación” difiere en los diversos estratos de edad. En la comparación de la variable participación entre los diversos establecimientos educacionales, la tabla de contingencia demuestra que el mayor porcentaje de las frecuencias se encuentra en la opción si. La mayoría de los adolescentes considera que los adultos abren espacios de participación activa en la elaboración de actividades. En la tabla de contingencia (sig.) el Loess School tiene un 77,4%; el Colegio Calama un 64,7%; el Colegio Adventista un 71,7%
y el liceo Luis Cruz Martínez un 50%. Para corroborar la diferenciación respecto a los diferentes establecimientos educacionales, se procede a utilizar el estadístico chi-cuadrado. La significación representada en la tabla chi-cuadrado tiene un valor P=0,000 por lo tanto, la participación infanto-juvenil difiere de la procedencia entre los establecimientos educacionales.
El último ítem sobre participación, es acerca de la incentivación de los adultos hacia los infanto-adolescentes a organizar y realizar actividades con su apoyo.
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 19,149(a) 2 ,000
Razón de verosimilitudes 19,246 2 ,000 Asociación lineal por lineal 17,132 1 ,000
N de casos válidos 637
a 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 49,61.
Tabla de contingencia AdultoPar * colegio
colegio
Total Loess School Colegio Calama
Colegio adventista
Liceo Luis Cruz M.
AdultoPar no Recuento 33 117 13 59 222
% de colegio 22,6% 35,3% 28,3% 50,0% 34,6%
si Recuento 113 214 33 59 419
% de colegio 77,4% 64,7% 71,7% 50,0% 65,4%
Total Recuento 146 331 46 118 641
% de colegio 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 22,542(a) 3 ,000
Razón de verosimilitudes 22,650 3 ,000 Asociación lineal por lineal 17,989 1 ,000
N de casos válidos 641
a 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 15,93.
19
En la tabla de contingencia respecto al estrato de edad y la incentivación, se observa que la mayoría de los estratos de edad tienen la percepción que los adultos los incentivan a realizar actividades con los compañeros de colegio. El patrón que siguen los porcentajes indica que en los estratos más bajos aumenta la percepción de que los adultos incentivan a los infanto adolescentes.
La prueba de significación estadística, como se puede ver en la tabla (sig.), tiene un valor P=0,035 por lo tanto el valor del estadístico chi-cuadrado cae en la zona de rechazo de la hipótesis nula indicando que la incentivación por parte de los adultos hacia los infanto-adolescentes a realizar actividades difiere en cuanto a la procedencia por estratos. Hay una significación estadística en cuanto a la diferencia de los porcentajes.
El último análisis es sobre la variable más vulnerada por establecimientos educacionales. La mayoría de los infanto-adolescentes de los colegios tienen la percepción de que los adultos los incentivan a desarrollar, planificar y ejecutar actividades. El Loess School tiene un 85,6%; el Colegio Calama un 79,3%; el Colegio Adventista un 80,4% y el liceo Luis Cruz Martínez un 70,6%.
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 6,725(a) 2 ,035
Razón de verosimilitudes 6,891 2 ,032 Asociación lineal por lineal 6,682 1 ,010
N de casos válidos 635
a 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 29,91.
Tabla de contingencia AdultoIN * Estrato_edad
Estrato_edad
Total infancia
pre-adolescen
cia adolescencia AdultoIN no Recuento 21 37 73 131
% de Estrato_edad 14,5% 19,0% 24,7% 20,6%
si Recuento 124 158 222 504
% de Estrato_edad 85,5% 81,0% 75,3% 79,4%
Total Recuento 145 195 295 635
% de Estrato_edad 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%
20
En la tabla chi-cuadrado, el valor P=0,029 por lo tanto se rechaza la hipótesis nula de homogeneidad. Por lo tanto los porcentajes son estadísticamente significativos.
Tabla de contingencia AdultoIN * colegio
colegio
Total Loess School Colegio Calama
Colegio adventista
Liceo Luis Cruz M.
AdultoIN no Recuento 21 68 9 35 133
% de colegio 14,4% 20,7% 19,6% 29,4% 20,8%
si Recuento 125 260 37 84 506
% de colegio 85,6% 79,3% 80,4% 70,6% 79,2%
Total Recuento 146 328 46 119 639
% de colegio 100,0% 100,0% 100,0%
1 00,0%
100,0%
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 9,045(a) 3 ,029
Razón de verosimilitudes 8,939 3 ,030 Asociación lineal por lineal 8,136 1 ,004
N de casos válidos 639
a 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia mínima esperada es 9,57.
21
DISCUSIÓN
A través de las pruebas estadísticas realizadas mediante las tablas de referencias cruzadas (cross tab) y de las pruebas de significación (chi-cuadrado, Fisher), se puede concluir que existen dos derechos, según la percepción de los infanto-adolescentes, que son los menos vulnerados. Estos son: «el derecho a vivir con mi familia» y «el derecho a estar en la escuela y recibir buena educación». Se indica que estos dos derechos son los menos vulnerados en cuanto se alejan -significativamente- en un nivel estadístico del resto de los derechos.
No debe sorprender que la familia y la escuela sean los derechos mejor evaluados. Luhmann (1998); Robles (2005); Corsi (1996); Rodríguez (2004); Giddens (1996) y Barudy (2006) han afirmado que el sistema familiar y educacional son los sistemas en el cual el infanto-adolescente está plenamente incluido. La afirmación de Corsi y Luhmann respecto a que la familia es el único sistema parcial de la sociedad diferenciada por funciones en la que los individuos se tratan exclusivamente como personas, es entendida en cuanto la función de la familia es, precisamente, incluir al individuo, en donde todas sus acciones y experiencias son relevantes, aunque este individuo se encuentre espacialmente lejos de ella. La comunicación que se produce dentro del sistema familiar toma la connotación de íntima implicando que una persona es relevante en su quehacer para la otra. Lo íntimo se entrelaza con la confianza. Esta confianza es adquirida en la edad temprana que, según Giddens se forja como un mecanismo de protección a los riesgos contingentes de la sociedad moderna. Un caparazón defensivo que permite afrontar el quehacer en un sentido de irrealidad que bloquea las posibilidades negativas. Las teorías del apego lo pueden explicitar muy
bien. En una sociedad actual tan diferenciada, la familia se visualiza como un caso excepcional que lucha contra las fuerzas de la individualidad. El concepto tradicional de familia nuclear se transforma en un sistema de inclusión único que no tiene como objetivo la trascendencia (como el caso de la religión), el pago (como el caso del sistema económico) o una publicación (como el caso del sistema ciencia), sino, el sistema familiar se sustituye por un sistema de relaciones íntimas que, según Corsi, no permite sustraer a la comunicación nada que sea personal.
Tampoco sorprende que un sistema educativo sea tan relevante para los infanto-adolescentes. Un sistema educacional formal como la escuela, se hace necesario para la sociedad cuando la socialización no es suficiente para asegurar una capacidad de comportamiento definido como adecuado para un Estado particular. Por ello no extraña que la mayor parte del tiempo, el infanto-adolescente lo pase bajo un establecimiento educacional. La educación se distingue de la socialización. Luhmann indica que se socializa únicamente al poder comunicar. No obstante, la educación es una instancia transformadora, intencionada, de los estados psíquicos de acuerdo a lo que una sociedad desea futuramente para sus ciudadanos. Se liga muy cercanamente al derecho (¿qué es lo posible en la sociedad?). No creemos que la educación en sí sea un aliciente motivador para un infante o un adolescente, pues se fundamenta en una valoración sobre la base de la distinción mejor/peor: el único modo de hacer creíble socialmente el aprendizaje en el sistema educativo está sustentado en la comparación, la valoración y el juicio de los alumnos mediante la construcción de largas y complejas secuencias de selección: la carrera educativa. Creemos que es relevante para los infanto-adolescentes en el sentido que presenta características parecidas al
22
sistema familiar, aunque no las suple, pues tampoco es su función. Esta condición se forja en cuanto el infanto-adolescente establece relaciones íntimas y de confianza con sus pares. Por ello la relevancia viene dada bajo la estructura informal del sistema educativo y/o su efecto colateral: sostener relaciones de amistad y todo lo que ese subsistema tan íntimo para un infanto-adolescente implica.
Respecto al derecho vulnerado, se concluye que el derecho a vivir en un medio ambiente limpio y sin contaminación es estadísticamente diferenciado del resto. Curiosamente el medio ambiente es el único derecho no ligado directamente con el quehacer familiar, sino pertenece directamente a la configuración del espacio físico y se da en forma transversal. Y no extraña dado que Calama es una urbe próxima a recintos industriales. Con la proliferación de empresas mineras en la zona, la problemática se acrecienta dando tintes alarmistas. Desde esta problemática, como el derecho vulnerado hacia los infantes y adolescentes de Calama, surge el concepto de desarrollo sustentable, el cual se fundamenta en satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las futuras. Por ello, una ciudad sostenible debiera garantizar que los ciudadanos satisfagan sus necesidades sin provocar daños al entorno poniendo en riesgo las generaciones futuras. Si se detecta por parte de los infanto-adolescentes que el derecho a vivir en un medio ambiente limpio y sin contaminación, claramente Calama no es -aún- una ciudad sostenible. En esto juegan un rol factores claves como la propia cultura ciudadana, la segregación espacial, el plan regulador, el consumo y regulación de residuos urbanos y muy en boga el concepto de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Respecto a la participación infanto-juvenil, se detecta por parte de los infanto-adolescentes una muy buena percepción.
Esto indica la apertura por parte de los adultos en incentivar, incluir y escuchar las propuestas de los que, alguna vez fueron y son, invisibilizados y excluidos.
BIBLIOGRAFÍA
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