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Invierta en sus huesos Osteoporosis en el Hombre La “epidemia silenciosa” también ataca a los hombres Escrito, por Ego Seeman, MD, Profesor de Medicina, Universidad de Melbourne, Austin Hospital, Melbourne, Australia. En representación del Comité de Asesores Científicos (CSA) de la IOF. El profesor Seeman es miembro del Board Internacional de la IOF y editor de Qsphsftt!jo!Ptufpqpsptjt; también es presidente de la Sociedad Australiana y Neocelandesa de Huesos y Minerales.

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Invierta en sus huesosOsteoporosis en el HombreLa “epidemia silenciosa” también ataca a los hombres

Escrito, por Ego Seeman, MD, Profesor de Medicina, Universidad de Melbourne, Austin Hospital, Melbourne, Australia. En representación del Comité de Asesores Científicos (CSA) de la IOF. El profesor Seeman es miembro del Board Internacional de la IOF y editor de Qsphsftt!jo!Ptufpqpsptjt; también es presidente de la Sociedad Australiana y Neocelandesa de Huesos y Minerales.

Fractura de cadera

Fractura de vértebra

Fractura de muñeca

Sitios comunes de fracturaUna de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirán fracturas por osteoporosis.

La IOF y la OsteoporosisLa International Osteoporosis Foundation (IOF) es una organización internacional, dedicada a la lucha contra la osteoporosis. Reúne a científicos, médicos, sociedades de pacientes y médicas. A través de la tarea que realiza la IOF con sus más de 176 sociedades miembro en 86 países, territorios y regiones, y con otras organizaciones internacionales relacionadas con el cuidado de la salud, fomenta la conciencia y la prevención, el diagnóstico temprano y un mejor tratamiento de la osteo-porosis.

La osteoporosis, enfermedad en la que los huesos se vuelven más porosos y se quiebran con facili-dad, se caracteriza por ser una de las patologías más comunes y debilitantes en todo el mundo. El resultado: dolor, pérdida de movimiento, imposibilidad de realizar las tareas cotidianas y, en mu-chos casos, la muerte. Una de cada tres mujeres mayores de 50 años sufrirá fracturas por osteopo-rosis, al igual que uno de cada cinco hombres1,2,3. Lamentablemente, la identificación de los sujetos en riesgo está lejos de ser una práctica estándar. La osteoporosis puede, en cierta medida, preve-nirse; puede diagnosticarse fácilmente, y existen tratamientos eficaces.

Sepa si usted presenta algún riesgo: haga el Test de Riesgo de Un Minuto de la IOF, en: www.iofbonehealth.org El Test de Riesgo de un Minuto también está incluido en el Apéndice 1 del presente informe.

Las publicaciones “Invierta en sus huesos” de la IOF, están escritas para respaldar las actividades de los miembros de la IOF en todo el mundo, y han sido traducidas a numerosos idiomas.Están disponibles, sin cargo, en el sitio web.

¿Por qué estoy caminando sobre la nieve para estudiar la osteoporosis en el hombre?

Melbourne, AustraliaProf. Ego Seeman

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Prólogo

Hace más de 20 años, mi mentor, el profesor B.L. Riggs, señaló que en las noches de invierno, no debemos perder el tiempo por temor a que un día, el Tiempo nos pueda desgastar a nosotros. Él sentía que yo no debía perder la oportunidad de ver cómo resplandecía la nieve en la noche estrellada y cómo la frágil quietud contemplaba mis pasos, que aplastaban la nieve del camino mientras yo me dirigía hacia el departamento de historias clínicas de la Mayo Clinic a hojear varios cientos de archivos de hombres con fracturas.

“¿Qué clase de castigo es éste?” me preguntaba. “He venido a estudiar la osteoporosis... ¡una enfermedad de mujeres, no de hombres! ¿Por qué me estaban sometiendo a esta tarea irrelevante? ¿Era ésta una prueba a mi temperamento, un ensayo en el hielo para ver si yo era capaz?”. Este “castigo” era por supuesto, como muchas iniciaciones conducidas por un mentor, un Shogun, un maestro, uno de los aspectos más gratifican-tes de mi carrera en investigación clínica en osteoporosis.

Ahora sabemos que esta enfermedad no se presenta sólo en la mujer. No hace ninguna diferencia de sexo, es una enfermedad con igualdad de oportunidad. Si bien afecta a los hombres en menor medida que a las mujeres, los hombres que experimentan fracturas pueden sufrir aún más en términos de cualidad y cantidad de vida que cuando las fracturas ocurren en las mujeres4,5. Los hombres y las mujeres pierden cerca de siete años de vida después de una fractura de cadera, pero esta cantidad es una proporción mayor al número de años de vida que le quedan al hombre, con respecto a la mujer.

Lamentablemente, la mayoría de los hombres, la mayoría de los médicos y la mayoría de los gobiernos no son concientes del problema de la osteoporosis en el hombre. Cuando un paciente masculino entra en un consultorio, el médico piensa en enfermedad cardíaca, problemas de colesterol, presión arterial y paro car-díaco, a veces, próstata, cáncer de pulmón o de intestino, pero osteoporosis y fracturas, nunca o casi nunca.

La falta de hormona femenina, el estrógeno, en el momento de la menopausia produce un rápido adelgaza-miento óseo y pérdida ósea en mujeres de mediana edad. En los hombres, también se produce una dismi-nución en los niveles de la testosterona (hormona masculina) pero esto ocurre lentamente, a lo largo de toda la vida adulta. En la edad avanzada (más de 65 años), cerca del 30% de los hombres presentan niveles de hormonas masculinas inferiores a lo normal. Esta falta de hormona masculina produce adelgazamiento óseo, así como también pérdida del deseo sexual.

Los hombres suelen ser reacios a mencionarle al médico que las cosas ya no son como antes, y si el médico no pregunta, este problema importante para el hombre quedará sin solución. Sin embargo, tanto el adelga-zamiento óseo como la pérdida del deseo sexual pueden prevenirse mediante la administración de hormona masculina. Esta deficiencia puede identificarse mediante una simple prueba de sangre.

2

E

Si bien las fracturas por fragilidad son menos frecuentes en el hombre que en la mujer, cuando éstas se producen pueden estar asociadas con mayor morbilidad y mortalidad que en la mujer .4

En términos generales, uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con osteoporosis en el transcurso de su vida . Esto varía según el país; un estudio realizado en Australia anticipa que uno de cada tres hombres mayores de 60 sufrirá una fractura como consecuencia de la osteoporosis .

Invierta en sus huesosOsteoporosis en el HombreLa “epidemia silenciosa” también ataca a los hombres

sta publicación es la cuarta de una serie de publi-caciones populares sobre la osteoporosis, lanzadas el 20 de octubre, Día Internacional de la Osteoporosis. Pretende resaltar el aspecto relativamente ignorado de la osteoporosis en el hombre, mostrar en qué di-fieren los huesos del hombre con respecto a los de la mujer, considerar los desafíos frente a la toma de conciencia, el diagnóstico y el tratamiento, y sugerir las medidas que se deben tomar para poder prevenir las fracturas en el hombre. El informe se completa con historias de vida que resaltan los pro-blemas que deben enfrentar los hombres al abordar el tema de la osteoporosis.

Si bien en un comienzo fue considerada una enferme-dad de la mujer, en la última década se demostró la idea de que la pérdida de hueso es también una con-secuencia inevitable del envejecimiento en el hombre.

La incidencia de fracturas varía notablemente según el país, pero el costo que ocasionan está aumentan-do, porque la expectativa de vida, tanto para hom-bres como para mujeres, está creciendo. Habrá más gente anciana en el mundo con predisposición a sufrir fracturas. El resultado será menor independen-cia y movilidad para un número cada vez mayor de personas; incluso para algunas será la causa de muerte. Al igual que la pobreza humana, los crecien-tes costos de salud –directos e indirectos– ocasiona-rán una mayor carga a los ya agotados presupuestos sanitarios.

Mediante una mayor toma de conciencia sobre el problema de la osteoporosis y tomando medidas adecuadas para prevenir las fracturas, podemos me-jorar fácilmente la situación de hombres y de mujeres. La osteoporosis puede ser diagnosticada y tratada a tiempo. Los pacientes, los enfermeros, las autorida-des de salud y los médicos (reumatólogos, urólogos, radiólogos y cirujanos ortopédicos) juegan un rol importante.

1,2,3

6

3

El problema de las fracturas en el hombreD

La magnitud del problema

Riesgo de vida (años)

Mujeres Hombres

TurquíaChina

HungríaChina (HK)

Portugal Grecia EspañaFrancia

Finlandia Japón

Reino Unido Canadá

AlemaniaPaíses Bajos

Estados UnidosDinamarca

Italia AustraliaIslandia

SuizaNoruega

Suecia

0 5 10 15 20 25 0 5 10

Riesgo de fractura de cadera a partir de los 50 años Adaptado de Kanis JA, y col (2002) JBMR 17, Cita 16

En el año 2025, el número de fracturas de cadera en el hombre igualará al número de fracturas de cadera en la mujer en 1990.

Hombres

Mujeres

3.0

2.5

2.0

1.5

1.0

0.5

0.0Núm

ero

de fr

actu

ras

de c

ader

a (m

illon

es)

1990 2025Adaptado de Cooper C, y col, Cita 9

En la actualidad, la falta de conciencia sobre la osteoporosis y las fracturas como una enfermedad que también afecta al hombre, es similar a la falta de conciencia que había en las mujeres hace 50 años.

urante la última mitad del siglo XX, hubo una mayor toma de conciencia acerca de las consecuen-cias de la menopausia en la calidad de vida de las mujeres. Sin embargo, recién en los últimos 20 o 30 años, se prestó atención al problema de la osteoporo-sis y las fracturas. Incluso ahora, la mayoría de los médicos están desinformados acerca de las graves implicancias de estas fracturas.

A la mayoría de las mujeres que se fracturan, no se les realizan pruebas para controlar la densidad ósea, ni estudios de sangre para controlar la falta de vitaminas que puede ocasionar el debilitamiento de los huesos; tampoco reciben tratamiento, aún cuan-do los hay disponibles.

El riesgo de vida de un hombre que sufre una fractura por osteoporosis es mayor que su probabilidad de desarrollar cáncer de próstata17.

pero el hombre compensa mejor, ya que acumula más hueso nuevo en la superficie externa del hueso, como parte del proceso natural de remodelación ósea7. Sin embargo, esta acumulación de hueso nuevo no compensa por completo la pérdida de hueso en su superficie interna y, por lo tanto, aproxi-madamente uno de cada cinco hombres mayores de 50 1,2,3 sufrirá una fractura ósea, que reduce la calidad y la extensión de su vida5.

Aproximadamente una de cada cuatro a cinco fractu-ras de cadera en personas mayores de 50 años se produce en hombres9. Además de la falta de hormona masculina, el adelgazamiento óseo afecta a hombres que fuman tabaco y beben alcohol en exceso. Numerosas enfermedades que requieren tra-tamiento con corticoide como por ejemplo, la artritis reumatoidea y el asma, pueden complicarse con os-teoporosis y fracturas, como un efecto secundario de la medicación, tanto en hombres como en mujeres.

Los hombres no se dan cuenta de que la “epidemia silenciosa” los afecta también a ellos, ni de que sus huesos se están volviendo más delgados, porosos y frágiles durante la edad adulta.

En el transcurso de su vida, el hombre pierde casi la mitad de la masa ósea, alcanzada durante el creci-miento hasta la edad adulta temprana. Esta pérdida de hueso se asemeja a la cantidad pérdida en la mujer,

En Suecia, las fracturas por osteoporosis en el hombre acarrean más días de internación que el cáncer de próstata .8

7

Menor promedio de vida en el hombre

... y el costo para la sociedad

De todos los gastos por fracturas, los de fractura de cadera se producen en mayor proporción en hombres que en mujeres (73% contra 61%). En general, el 23% del gasto por fracturas de cadera se produce en hombres4.

4

Proyección del costo de fracturas de cadera por osteoporosis en hombres y mujeres de todo el mundo

Norteamérica Europa AméricaLatina

Asia

N° estimado de fracturas de cadera (1000)

1990

2050

800

600

400

200

0

N° total de fracturas de cadera:1990 = 1,66 millones;2050 = 6,26 millones

Adaptado de Cooper C., y col, Osteoporosis Int. 2:285-289, 1992, Cita 9

3250

Dado que la esperanza de vida al nacer se ha prolonga-do, y la población mundial está aumentando el número total de fracturas de cadera en el hombre, en 2025 será similar al observado actualmente en las mujeres9. En 2025, las salas de los hospitales estarán abarrotadas de casos de fracturas de cadera en ambos sexos. No es difícil deducir que esto generará una inmensa carga de salud en la comunidad.

Después de una fractura, el promedio de vida se acorta, en parte quizás porque los hombres tienen otras enfer-medades, con lo cual la fractura más otras enferme-dades “hacen rebalsar el vaso” (Fig. 1. p. 15). Cuando los hombres que sufren fracturas de cadera no presen-tan otras enfermedades, sus expectativas de vida no difieren de las de los hombres sanos. Sin embargo, ante la presencia de otra enfermedad, el promedio de vida se reduce en hombres con y sin fracturas de cadera, pero más se reduce en quienes presentan fracturas de cadera5.

Las fracturas relacionadas con la osteoporosis son cos-tosas, tanto en términos de pobreza, como en atención médica. En 2050, 6.4 millones de personas sufrirán una fractura de cadera por año, y el 51% de dichas fracturas se producirán en Asia9. En China, uno de cada 6 hom-bres (16%) sufre una o más fracturas de vértebra10. En los Estados Unidos y Europa, una de cada 4 o 5 fracturas de cadera se producen en el hombre9. Tanto en hombres como en mujeres, se estima que en los Estados Unidos, los gastos directos (hospitalarios y geriátricos) relacio-nados con fracturas por osteoporosis o asociadas fueron US$ 17 billones en 2001, aumentará con los años11. En Europa, en el 2000, el número de fracturas por osteopo-rosis se estimó en 3.79 millones de los cuales 0.89 mi-llones fueron fracturas de cadera (179.000 fracturas de cadera en hombres y 711.000 en mujeres). Los gastos directos totales se estimaron en alrededor de US$ 38,6 billones (euro 31,5/£21,2 billones), y se calcula que au-mentarán hasta alcanzar US$ 93,2 billones (euro76 / £51,1 billones) en 2050, según el aumento esperado en el número de ancianos en Europa12.

Las fracturas de columna se producen, con mayor fre-cuencia, en hombres menores de 50 años que en mujeres, tal vez porque a menudo interviene el traumatismo. En los hombres mayores, el riesgo de fractura de columna se reduce aproximadamente a la mitad, con respecto a las mujeres, pero aún así es común, y las encuestas ra-diográficas sugieren que entre el 20% y el 30% de to-dos los hombres mayores de 65 sufren una fractura de columna .

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œEn qué se diferencian los huesos del hombre y los huesos de la mujer?D

Hueso: un tejido con vida

Tanto el estilo de vida como los factores genéticos son fundamentalesa la hora de determinar la densidad y la fuerza ósea. Para prevenir la fragilidad, se debe prestar atención a la salud del esqueleto durante el crecimiento y también durante la vejez.

urante la niñez y la adolescencia, la longitud y el ancho de nuestros huesos aumentan hasta alcanzar su máxima densidad adulta entre los 20 y los 30. Luego de ello, y muy lentamente, comienzan a volverse más delgados. Ciertos factores pueden acelerar la tasa en la que se pierde masa ósea, lo cual ocasiona porosidad y adelgazamiento, causando osteoporosis.

Los hombres que presentan fracturas de columna po-seen huesos más pequeños, el armazón del hueso es delgado y poroso, el panal o hueso similar a una espon-ja que verdaderamente funciona como resorte o amortiguador, se vuelve delgado; las conexiones del panal, que le dan al hueso el aspecto de un resorte, se pierden. Por lo tanto, cuando se coloca una fuerza so-bre el hueso, éste no cede, sino que se rompe bajo la carga y puede desintegrarse por completo, lo cual ocasiona una fractura de columna. Las fracturas pueden producir dolor intenso, pérdida de altura y

prominente curvatura de la columna. En este último caso, se puede ver afectada la función de los pulmones, así como también la respiración normal.Esta porosidad y adelgazamiento del hueso se origina de dos maneras:En primer lugar, durante el crecimiento, es posible que la falta de ejercicio, las dietas bajas en calcio, el tabaco, el exceso de alcohol, el uso inadecuado de esteroides, pubertad tardía y otros factores impidan que el esque-leto desarrolle todo su tamaño potencial y estructura ósea. Asimismo, sabemos que los hijos varones sanos de hombres con fracturas por osteoporosis tienen hue-sos más delgados que otros hombres jóvenes. Por lo tanto, los factores genéticos, que todavía no compren-demos, también pueden determinar si un hombre desa-rrollará un esqueleto más pequeño, con menor masa ósea que otro hombre. Si pudiéramos identificar cuáles genes determinan esto, podríamos estudiar la manera de solucionar el problema. Hasta el momento, no he-mos identificado ningún gen que nos indique qué per-sona tendrá menor o mayor masa ósea.

De este modo, la falta de hueso en los ancianos se debe, en parte, a que algunos hombres desarrollan un esque-leto más pequeño, con menor masa ósea. Esto sugiere que la prevención de la fragilidad ósea requiere evaluar la salud del esqueleto durante toda la vida: a lo largo del crecimiento y durante la vejez.

En segundo lugar, durante la vejez los huesos se vuelven más delgados, tanto en el hombre como en la mujer; las razones de este proceso de adelgazamiento en el hom-bre no han sido tan evaluadas como en la mujer.

El hueso es un tejido poco común, que posee la misma resistencia que el hierro fundido, mientras per-manece tan liviano como la madera. Puede adaptarse a su demanda de funcionamiento y autorrepararse. Existen dos grandes clases de huesos: el hueso trabecu-lar (esponjoso o canceloso) y el hueso cortical: la parte del hueso que conforma el sector externo. El hueso trabecular brinda fuerza de apoyo a los extremos del hueso que soportan el peso.

El esqueleto tiene una manera de rejuvenecerse a lo largo de la vida, y las partes viejas de hueso pueden ser reemplazadas por hueso nuevo. Cuando el hueso viejo y dañado desaparece, las células óseas que conforman el hueso nuevo, denominadas osteoblastos, lo reempla-zan. Sin embargo, cuando se deposita hueso nuevo, la cantidad es apenas inferior a la cantidad de hueso removido en el proceso de remodelación. Esto significa que, cada vez que se produce la renovación, hay un poco menos de hueso. Con el correr de los años, la masa esquelética se reduce cada vez más.

El impacto de las hormonas y las vitaminas

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Imagen de cortesía de ASBMR

Imagen de cortesía de Paul Crompton

Hueso cortical

Hueso cortical

Hueso trabecular

M

M

M

Hueso trabecular

Hueso cortical

En el hombre, este proceso de adelgazamiento es menos severo que el observado en la mujer. En la mujer, desaparecen las placas completas de hueso, lo que ocasiona pérdida de conexiones del panal (Fig. 2, p. 15). En el hombre, también se produce el adelgaza-miento, pero las conexiones entre una placa y otra se mantienen en mejor estado.

Existe otra diferencia importante entre el hombre y la mujer, que probablemente explique porqué las fractu-ras se producen con menor frecuencia en el hombre. En el mismo momento en que se pierde hueso en el interior del mismo adyacente a la cavidad medular, se está depositando hueso nuevo, como una capa de pintura en la parte externa del hueso. La cantidad de hueso nuevo depositado en la superficie externa es casi tres veces mayor en el hombre que en la mujer. Es como si el hombre recibiera tres capas nuevas de pintura, mientras la mujer sólo recibe una (véase gráfico superior izqui-erdo). Esto aumenta el tamaño del hueso y por lo tanto, mantiene la resistencia del hueso más ancho y compensa la pérdida de hueso en el interior del hueso.

Numerosas hormonas y vitaminas protegen al esquele-to durante el envejecimiento. Dos hormonas impor-tantes son la hormona masculina, testosterona, y la hormona femenina, estrógeno. Las cantidades de estró-geno son mucho menores en el hombre que en la mujer, pero también son importantes para la salud del hom-bre. A medida que los niveles de estas dos hormonas disminu-yen durante el envejecimiento, hasta llegar a la mitad de los niveles observados en los jóvenes, se produce pér-dida de hueso y debilitamiento, como en la mujer. La falta de estrógeno en el hombre es, probable-mente, la responsable de la disminución en la densidad ósea tra-becular, como en la mujer. Se desconoce la razón por la cual el hombre parece depositar más hueso en la parte externa del hueso, que la mujer. Puede ser la presencia de más hormona masculina, testosterona, pero esto no ha sido probado.

En hombres y mujeres mayores de 65 años, el intestino no puede absorber el calcio de la dieta con la misma facilidad que en los jóvenes. Por lo tanto, nuestro orga-nismo produce una hormona a través de la cual el hue-so elimina su calcio en el torrente sanguíneo. Denomi-nada “hormona paratiroidea”, su presencia aumenta en hombres y mujeres de edad avanzada, y además contribuye al proceso de adelgazamiento óseo en la vejez. Una de las razones por las que se administran comprimidos de calcio a los ancianos es para intentar solucionar el problema de la baja absorción de calcio y, además, para detener el alto nivel de hormona para-tiroidea, que devora al hueso.

Seeman E., con autorización

La pérdida ósea en red está determinada porla ganancia de hueso y la pérdida de hueso

Hombre

Mujer

Joven Anciano

Mayor formación del hueso en la parte externa del mismo

Menor formación del hueso en la parte externa del mismo

7

Desafíos en el diagnóstico y el tratamiento

Menos tratamientos aprobados para hombres que para mujeres

Izquierda: hueso sanoDerecha: hueso con osteoporosis

Imagen de cortesía de Ralph Müller, PhD. Zurich

A menudo, el único momento en que el paciente se da cuenta de que tiene un problema es cuando se quiebra un hueso, y aún en ese momento, los médi-cos no suelen reparar en el diagnóstico de osteoporo-sis, excepto que pidan un estudio de densidad mine-ral ósea (DMO).

La mejor manera de identificar a un hombre con alto riesgo de fractura es medir su densidad mineral ósea. Dicho estudio, no invasivo ni indoloro, es un examen que indica la resistencia del hueso y debe estar dis-ponible para aquellos hombres con inquietud sobre la osteoporosis, así como la medición de colesterol en sangre o de la presión arterial nos ayuda a identificar a los hombres con riesgo de enfermedad y paro cardíaco. En general, un nivel de densidad ósea que ronda el límite más bajo en un hombre joven sano es considerado un “valor de corte”. Se estima que todo hombre con densidad ósea inferior a este límite tiene osteoporosis y por lo tanto, debe recibir tratamiento.

Sin embargo, es posible encontrar gente con fracturas por fragilidad, aún cuando la densidad mineral ósea es normal. En ese caso, también deben recibir trata-miento de inmediato, especialmente si se trata de fracturas vertebrales.

Existen diferencias de sexo a la hora de determinar el riesgo de las fracturas de cadera. En las mujeres ancianas, las fracturas de vértebra son un fuerte indicador de riesgo de fractura de cadera, pero en los hombres, una fractura de muñeca, también denomi-nada fractura de Colles, es un mejor indicador de fractura de cadera en el futuro15.

Hombres y mujeres pueden, por sí mismos, hacer el Test de Riesgo de Un Minuto de la IOF (véase pág. 14). El ejercicio le ayuda a la gente a determinar si está en riesgo de padecer osteoporosis, y puede servir como puntapié inicial para consultar a un médico, quien podrá recomendar una densitometría o prue-ba mineral ósea. El riesgo de fractura de cadera (Fig. 3, p. 15)13 o de vértebra, en cualquier nivel de densi-dad ósea, es similar en hombres y mujeres. Sin em-bargo, la razón por la cual se observan menos fractu-ras en el hombre que en la mujer es que, a cualquier edad, hay menos hombres con DMO inferior al umbral de fractura, con lo cual hay menos hombres con riesgo de fractura que mujeres (véase Fig. 4, p. 15, prevalencia de osteoporosis y osteopenia en hombres y mujeres). Además, los hombres tienen un promedio de vida más corto y sufren menos caídas que las mujeres.

Sólo se han aprobado unos pocos tratamientos contra la osteoporosis para el hombre. El resto no ha sido sometido a los prolongados y costosos ensayos clínicos necesarios.

El estudio de las drogas ha sido menos exhaustivo en hombres que en mujeres con osteoporosis.

En la actualidad, la droga mejor estudiada en el hombre es el alendronato, que integra el grupo de drogas bisfosfonatos. También existe evidencia para otras drogas, tales como el risedronato y el etidrona-to y la droga anabólica ósea hormona paratiroidea, la que fabrica nuevo hueso en las superficies externas e internas del hueso, ayudando a reconstruir el esque-leto y reparar la desconectividad trabecular en el hueso esponjoso.

• La testosterona aumenta la densidad ósea en hom-bres con bajos niveles de esta hormona masculina.

• Los suplementos de calcio no han sido estudiados exhaustivamente en el hombre, pero probablemente deberían ser indicados a hombres que consumen me-nos de un gramo de calcio por día.

8

œCómo prevenir entonces la primera fractura?

Rol del paciente

• Para los ancianos:

Rol del médico

Enfermedad cardíaca – colesterol mayor a 200 (escala de EE. UU.)o 5,2 mmol/litro, riesgo de paro

Presión arterial mayor a 150 sobre 100,riesgo de ataque cardíaco

Cáncer de próstataun antígeno específico de la próstata mayor a 10 indica señal de alarma

Osteoporosis – densidad óseadensidad mineral ósea inferior a desvíos estándar (DE) 1 a 2,5,riesgo de fractura por osteoporosis

Problemas de salud en hombres ancianos

La osteoporosis es, entre las enfermedades asociadas con el envejecimiento, una de las más evitables. La manera más eficaz de desarrollar y mantener la resistencia ósea es prestar atención a la salud del esqueleto a lo largo de la vida, a partir de la infancia. De este modo, disminuye la pérdida ósea y la debilidad, que puede conducir a la primera fractura.

Evaluar sus riesgos y buscar asesoramiento de su médico. La principal forma de mantener y recuperar la salud ósea es a través de la dieta, el ejercicio, hormonas sexuales, estilo de vida y uso de cierta medicación.

infórmese acerca de los programas de prevención de caídas, que incluyen fortalecimiento muscu-lar, mediante ejercicios y evaluación médica, que abarca equilibrio y visión; evite posibles riesgos en el hogar como por ejemplo, escasa iluminación o alfombras resbaladizas. Ante un diagnóstico de osteoporosis, deberá contemplar el uso de prendas protectoras, como protectores de cadera.

una dieta balanceada, rica en nutrientes esenciales para la salud ósea que incluya calcio fortalece los huesos, también debe contener vitamina D, que ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Entre los 25 y 65 años de edad, el hombre necesita ingerir, por lo menos, un gramo de calcio por día, que deberá aumentar a 1,5 gramos por día después de los 65 años. La luz solar es una fuente natural de vitamina D, y la exposición de tan solo 10 minutos diarios puede ser suficiente; incluso pueden recomendarse alimen-tos ricos en vitamina D.

• Dieta:

ejercicios como por ejemplo, caminatas, tenis y trote pueden ayudar a mantener la fuerza muscular, la coordinación y flexibilidad, y reducir el riesgo de caídas. Los ejercicios de resistencia y los ejercicios con peso pueden ayudar a mantener la densidad ósea.

• Actividad física:

los fumadores pierden hueso con mayor rapidez que los no fumadores. ¡Deje de fumar! El exceso de alcohol puede inhibir la absorción de calcio y la formación de hueso. La importancia de desarrol-lar masa ósea durante la pubertad se explica en detalle en el informe de la IOF “Invierta en sus huesos: De qué manera la dieta, el estilo de vida y la genética influyen en el desarrollo óseo de los jóvenes”. (Disponible en: www.iofbonehealth.org)

• Elecciones en el estilo de vida:

el uso de ciertos medicamentos, como los esteroides (comúnmente indicados contra el asma, la artritis y la enfermedad renal) y los anticonvulsivantes, puede acelerar el comienzo de la osteoporosis.

En el hombre, la osteoporosis es un problema de salud pública. Cuando un hombre llega al consultorio, el médico piensa en enfermedad cardiovascular, lípidos, hipertensión, exceso de alcohol y tabaco, cáncer de próstata, pero no en pérdida de altura, cifosis, hipogonadismo ni fracturas sinto-máticas o asintomáticas. Es poco probable que tras un in-farto de miocardio, un paciente sea dado de alta del hospital sin que, previamente, se haya tratado su hipertensión o hipercolesterolemia. Sin embargo, sólo 10-20% de las mu-jeres, y probablemente un porcentaje menor de hombres con osteoporosis y fracturas son estudiados o tratados, a pesar de que una fractura prevalente predice fracturas posteriores.

La razón de esto es histórica; la mayoría de los estudiantes de medicina no estudiaron la osteoporosis, no existían métodos para medir la densidad mineral ósea (DMO), ni había drogas para reducir el riesgo de fractura. Por lo tanto, la osteoporosis y las fracturas eran consideradas “propias de la edad”, una consecuencia del envejecimiento, inevi-table y sin tratamiento, en lugar de una enfermedad. Esto es incorrecto.

Se necesitan programas educativos para lograr que los médicos reconozcan que la osteoporosis y las fracturas también se producen en el hombre, y que se requiere inves-tigación y tratamiento, al igual que en la mujer.

• Medicación:

Rol del cirujano ortopédico y radiólogo

Rol del enfermero

Rol de las autoridades de salud del gobierno y de las empresas de salud

Rol del investigador

Conclusión

9

Para muchos pacientes, el primer punto de contacto es el enfermero. Este especialista puede desempeñar una función educativa importante y ayudar a crear conciencia, a través de sus comentarios acerca del Test de Riesgo de Un Minuto de la IOF y de las medidas sobre la salud de los huesos.

Es necesario que los gobiernos nacionales comprendan los beneficios económicos y sociales, a largo plazo, relacionados con la prevención de la primera fractura. Ésta puede ser la rápida desencadenante de posteriores fracturas (la denomi-nada “cascada de fracturas”). Por lo tanto, es sumamente importante que las políticas de salud promuevan la detección de la osteoporosis antes de que se produzca la primera frac-tura. Es fundamental garantizar la existencia de recursos de diagnóstico y tratamiento adecuados, así como también políticas de reintegro.

Si se busca revertir los crecientes costos ocasionados por la osteoporosis, se deberá aumentar considerablemente el com-promiso con la investigación sobre la misma.

Todo cirujano debe considerar que, a partir de los 50 años, cualquier fractura puede ser una fractura por osteoporosis. El radiólogo debe conocer las características radiológicas de la osteoporosis y mencionarle al paciente la posibilidad de osteoporosis. La página web de la IOF, www.iofbonehealth.org/health_professionals/education_radiologists/, cuenta con un programa educativo para radiólogos denominado: “Iniciativa de fracturas de vértebra, para un me-jor reconocimiento y reporte de las fracturas de vértebra”.

Existen menos estudios sobre osteoporosis en el hombre que en la mujer, lo cual genera una falta de tratamientos aproba-dos para el hombre. Mientras se llena este vacío, será necesa-rio redoblar los esfuerzos en investigación, a fin de ayudar a revertir la situación de la “epidemia silenciosa”.

La Red Temática sobre Osteoporosis Masculina, respaldada por la IOF, pretende crear un algoritmo para evaluar el riesgo absoluto de fractura en el hombre, a partir de una combi-nación de factores de riesgo. El proyecto comenzó en 2002, con fondos de la Comisión Europea.

La investigación científica ahora respalda el uso de terapias probadas para prevenir las fracturas por osteoporosis, según la probabilidad de fractura del sujeto, en contraposición con su score de densidad ósea, únicamente. En la actualidad, un grupo de trabajo de la OMS (creado en 1998), en colabo-ración con la IOF y la NOF (EE. UU.), está validando este nuevo concepto, a fin de garantizar su precisión y reproduc-ción. El objetivo es crear una herramienta práctica para que los médicos clínicos puedan evaluar el riesgo de fractura de sus pacientes de ambos sexos, de cualquier edad, grupo étnico y país.

Nos queda un largo camino por recorrer antes de poder comprender la osteoporosis en el hombre del mismo modo que en la mujer. Deberían existir estudios de densidad ósea para los hombres, así como los hay para las mujeres. Asimis-mo, se requiere una mayor conciencia del problema de la osteoporosis en el hombre, en todos los niveles de la comuni-dad: en los mismos hombres, en los médicos, los funcionarios de salud y los organismos que aportan fondos, de manera tal de redoblar esfuerzos en investigación y asumir el problema de las fracturas en el hombre. Sólo entonces se podrá comen-zar a prevenir la osteoporosis.

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Andrew Wishart, Australia

Jamal Saleh, Bahrain

Historias personales

Andrew tiene 41 años, es estudiante y cursa el último año de la carrera de arquitectura. Hace dos años, a los 39, mientras desarmaba un armario en su casa, y tras un empujón, sintió algo en la zona de sus costillas. Supo de inmediato que se había fracturado una costilla.

La radiografía confirmó sus temores, y la médica clínica pronto le indicó un estudio de densidad mineral ósea (DMO), ya que es poco frecuente que un hombre de 39 años se frac-ture una costilla luego de un traumatismo mínimo. Tuvo suerte de que la médica así lo hiciera, ya que éste demostró que Andrew tenía un alto grado de osteoporosis. La especialista que trataba a Andrew sugirió un tratamien-to inicial con suplementos de calcio y una tableta por sema-na de bisfosfonato (droga antirresortiva que disminuye o detiene la pérdida de hueso). Andrew tiene antecedentes familiares de osteoporosis: la madre de su padre sufre una osteoporosis severa, al igual que la hermana de su madre. Andrew tiene un hermano gemelo. Si bien su hermano probablemente no haya sufrido una fractura, se niega a hacerse una DMO, porque si ésta efectivamente revela osteoporosis (sin fractura), tendrá que gastar en medicamentos durante el resto de su vida, y no quiere ocasionar ese gasto a su joven familia. “La primera vez que me pidieron una DMO, pensé, ¿eso qué es?”, explica Andrew. “Cuando la médica me dijo que estaba analizando la posibilidad de que yo tuviera osteoporo-sis, me sentí algo consternado, porque esa es una enfermedad que afecta a las “ancianas” entonces ¿por qué perder el tiempo? Pero confié en la médica y me hice el estudio. La espera de los resultados no fue problemática, ya que no espe-raba ninguna mala noticia”. Una semana más tarde, cuando llamó a la secretaria de su médica para cancelar el turno, la médica se comunicó con él para pedirle que la viera. “En ese momento, tomé conciencia de que podía tratarse de algo malo” dijo Andrew. “La médi-ca me confirmó que tenía osteoporosis, y comencé a sentir que mi vida estaba cambiando. Hasta ahora podía estar en-fermo pero el problema pasaba; a partir de este momento, tenía algo que permanecería allí para siempre”. Andrew regresó a su casa y decidió investigar un poco. “Mi desilusión comenzó cuando me di cuenta de que en realidad no hay mucha información sobre la osteoporosis en el hom-bre. Mujeres y hombres de todas las edades necesitan conocer los riesgos de una enfermedad que no hace diferencia de sexos. Aun cuando se menciona a los hombres, se hace referencia a aquellos de 65 años en adelante. Empecé a desanimarme, me preguntaba porqué tenía una enfermedad que afectaba a los ancianos. La falta de información, especialmente sobre la manera en que afecta a los hombres jóvenes, me hizo comenzar a sentir que, de repente, me había convertido en un anciano. Pensar en la enfermedad no me deprimía tanto como el hecho de que yo creía que mi cuerpo se estaba consu-miendo o comenzaba a deteriorarse a una edad temprana”.

“A la mañana siguiente, luego de haber tomado por primera vez la medicación, sentí dolor en todos los huesos y me pasé el día en cama. Ese dolor se calmó al día siguiente. Una sema-na más tarde, estaba preparado para ese “efecto secundario”, pero esta vez no fue tan grave. Cuatro semanas más tarde, los efectos secundarios de la medicación apenas se percibían. Ahora, el único momento en que siento dolor es cuando olvido tomar la medicación y lo hago tarde. Pero ese dolor es mínimo”.“Tener osteoporosis me ha hecho más conciente de mis actos cotidianos. Me he vuelto más cuidadoso al usar las escaleras, y las actividades diarias las realizo con precaución. Pienso dos veces antes de levantar/empujar objetos pesados e intento evitar esa actividad, si puedo. Afortunadamente, por estar entre los estudiantes de mayor edad, no debo enfrentar esa situación muy seguido. Por suerte, mi vida –más allá de esta actitud de precaución- no ha cambiado sustancialmente. Pero sé que todo esto podría cambiar en el futuro”. Felizmente, un estudio reciente reveló una mejoría en la densidad ósea de Andrew.

“Antes de enterarme de que tenía osteoporosis, era físicamente muy activo. Durante la práctica médica, corría de un lado a otro, sin preocuparme por las caídas. Cuando supe que tenía osteoporosis, comen-cé de repente a sentir miedo a la mayoría de las actividades físicas; tal

vez, eso fue una exageración, pero fue lo que verdadera- mente sentí. Ahora camino con cuidado y con menos confianza. Evito las superficies resbaladizas y los pisos ence-rados del hospital. Cuando subo o bajo las escaleras, lo hago lentamente, mirando dónde pongo los pies a cada paso que doy. Antes no era así”. “Atrás quedaron los días en que me inclinaba a examinar las piernas de los pacientes. Ahora les pido que se acuesten en la camilla, así los puedo examinar con la columna derecha”. “Suelo mirar a mis colegas y comparo si estoy más bajo que ellos. Mi altura original era 1.79 m, ahora mido 1.76 m”. “Antes ayudaba a subir a los pacientes a la camilla del quirófano; era una buena manera de compartir responsabili-dades y fomentar el espíritu de equipo. Un día entré en pánico cuando sentí un fuerte dolor en la espalda después de levantar con facilidad a un paciente. Fui derecho a hacerme una radiografía de columna y, afortunadamente, se notaba claramente que no había fractura de vértebras por osteoporo-sis. Ya no ayudo a levantar pacientes”.“Evito hacer cirugías de columna; muchas de estas operacio-nes requieren un mínimo de tres horas ininterrumpidas de pie. Me gustaba hacerlo; aún me gusta, pero sufro al final del día.” “El dolor de espalda, piernas y pies persistía durante uno o dos días. Sé que permanecer mucho tiempo de pie no es bueno para la osteoporosis, y también siento los huesos menos fuertes que antes, ya que me duelen más”. “Estoy usando los días de licencia anual que tengo acumu-lados, básicamente, hago más descansos durante el agitado día de trabajo. Creo que debería estar muy activo, pero también debo prestar más atención a las necesidades de mi cuerpo.” “Tomo los medicamentos todas las mañanas, religiosamen-te, los comprimidos de calcio y la vitamina D y la tableta semanal de bisfosfonato”.

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Ram Gulam, India

Nicholas Flood, Ireland

“Recientemente, me hicieron una medición DEXA de los huesos, que mostró cierta mejoría. Eso me alentó, aunque les digo a mis pacientes con osteoporosis que no se desilu-sionen si la DEXA no revela una mejoría inmediata durante el tratamiento. A veces, me siento raro cuando tranquilizo a mis pacientes, cuyas enfermedades no mejoran, mientras yo sé que, en mi caso, la densidad ósea está mejorando. La osteoporosis ha cambiado muchos aspectos de mi práctica médica y quirúrgica, pero no me ha forzado a cambiar mi profesión, todavía. Espero no tener que llegar a eso”.

Ram Gulam estaba conforme con la vida que llevaba. Era el panch (jefe del consejo del pueblo) del pueblo indio de Larpur, en el Distrito de Azamgarh, una aldea de 5.000 personas en el estado de Uttar Pradesh. También era un campesino acomo-dado, propietario de tierra y de una pequeña estancia. Las fotos de Ram Gulam mues-tran a un hombre de 58 años, es-

belto, imponente, atractivo, con un gran bigote y el aspecto de tener confianza en sí mismo. Una mañana soleada, Ram Gulam compartía un té con sus pares del pueblo y conversaba sobre una decisión importante que debía tomar. Más tarde, en la asamblea del pueblo Ram Gulam prometió revisar objetivamente los dos lados del caso, que involucraba una disputa de tierras, y se excusó, pues debía prepararse para la asamblea. Mientras estaba en el baño, Ram Gulam se resbaló. “La caída fue insignificante”, recuerda, “pero el dolor era insopor-table”. No podía ponerse de pie, y su familia tuvo que llevarlo al hospital del distrito, en Azamgarh, a 40 kilómetros del pueblo. Luego de hacerle una radiografía, el médico de guardia le diagnosticó una fractura en el cuello del fémur y le dijo que debería someterse a una intervención quirúrgica. No convencidos de que una caída tan insignificante podía causar una fractura que requería cirugía, sus familiares decidieron llevarlo a Delhi, a 400 kilómetros de allí. En Delhi, el doctor Sushil Sharma, cirujano ortopédico, muy vinculado con la Fundación de Artritis de la India, les explicó que Ram Gulam se había quebrado la cabeza del fémur, lo que comúnmente se conoce como una fractura de cadera, por tener huesos débiles. El cirujano lo operó, y Ram Gulam comenzó una larga y dolorosa rehabilitación, durante la cual su trabajo de juez encargado de los asuntos de la comunidad pasó de manera provisional a otra persona. Recién a los 4 meses, pudo retomar tareas livianas y reu-niones con amigos, recuerda Ram Gulam. “Pero permanecía escéptico al diagnóstico de osteoporosis que había hecho hecho el médico. Estaba convencido de que la enfermedad de los huesos débiles afectaba a las mujeres, no a hombres”, cuenta. Durante una de sus caminatas vespertinas, Ram Gulam hizo un movimiento rápido para esquivar a un perro vagabundo. Se resbaló, calló y se fracturó la otra cadera. Una vez más, acudió al cirujano, y una vez más, debió someterse a una cirugía de reemplazo de cadera. Pero esta vez, la rehabilitación fue mucho más difícil. Estuvo postrado en cama. Una vez más, perdió su participación en la toma de decisiones en el consejo municipal del pueblo. Nunca más usaría el sombrero pagri de juez. Perdió su autoestima y que-dó aislado.

En la actualidad, Ram Gulam es un hombre enfermo y aba-tido. Puede caminar, con la ayuda de un andador, pero a los 65 años, aparenta 90. Ha comenzado el tratamiento contra la osteoporosis, pero luego de las dos fracturas de cadera, los débiles huesos ya han sufrido demasiado. Luego de la segunda cirugía de cadera, se hizo un control de la DMO. El T-score fue -4,9, y la columna reveló un gran dete-rioro vertebral. Ha perdido 4 cm de altura en los últimos siete años, y sufre dolores constantes. Mientras camina por los corredores del hospital con el andador, Ram Gulam se muestra totalmente desahuciado: le han dicho que su puesto como jefe del consejo del pueblo ha sido transferido definitivamente a otra persona.

En el hombre, la osteoporosis a veces se desarrolla como consecuencia de un traumatismo, ligado a ejercicio excesivo y mala alimentación, que deviene en bajos niveles de hormonas sexuales masculinas. En 2000, Nicholas Flood, uno de los tiradores de rifle más reconocidos del mundo, acababa de regresar de una competición en Brisbane,

Australia. Nicholas estaba ansioso por retomar el entrenamien-to, ya que “después de pasar tanto tiempo en la ruta, me sentía flojo y fuera de estado”. Pero se excedió y sintió un dolor en la parte baja de la espalda. Consultó a Moira O’Brien, médica deportóloga y pre-sidente de la Sociedad Irlandesa de Osteoporosis. Le ordenó un estudio de densidad ósea, y los resultados mostraron que Nicholas tenía osteoporosis. ¿Cómo es posible que un atleta sano de sólo 34 años, desa-rrolle osteoporosis? Hay numerosas razones. El deporte de tiro es particularmente estresante, ya que el atleta tira estando de pie, mientras sostiene un rifle que puede pesar hasta cuatro kilos. El tirador debe permanecer en una posición que requiere dos inclinaciones de la columna, lo cual expone a la columna lumbar inferior a presión extrema. La doctora O’Brien notó que, al entrenar dos o tres veces por día, Nicholas no le daba a su cuerpo tiempo para reponer-se. Además, algunos de los ejercicios producían demasiada tensión en su esqueleto. Ella cambió algunas posturas y con la ayuda del Centro Nacional de Entrenamiento, incorporó una rutina de ejercicios aeróbicos y estiramiento. Además, Nicholas había prestado poca atención a su dieta. La cafeína le estaba quitando el calcio a su organismo, pero “el principal problema era la simple falta de comida: yo pensaba que comer era una total pérdida de tiempo”, dice. “Estaba muy mal, y mi cuerpo me lo hizo saber”. La lesión de Nicholas se curó y, en 2004, se convirtió en Campeón Europeo de los cuatro eventos de rifle, marcando un nuevo récord. Confiesa que conoce a mucha gente con problemas de espalda. “Los incentivo a hacerse estudios, porque el cuerpo nos habla, y tenemos que escucharlo”. La doctora O’Brien agrega “Estamos tratando de identificar a los hombres en riesgo, pero también intentamos que la gente comprenda que la osteoporosis no es sólo una enfermedad de los ancianos, sino que afecta a hombres, mujeres y niños. Eso es lo más importante. Todos los hombres deben tomar conciencia de que están en riesgo de sufrir osteoporosis y no deben esperar a quebrarse los huesos para descubrir que tienen la enfermedad”.

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Sergio BarrientosArellano, Mexico

Mike Nelson, UK

el dolor me alertó, pero conozco a mucha gente que no se da cuenta de que tiene osteoporosis hasta que se quiebra un hueso. Ahora comprendo porque la llaman “la epidemia silenciosa”. Deberían haber más campañas de concientización dirigidas a los hombres, como en el caso del cáncer, en las que incentiven a los hombres a hacerse estudios. Muchas personas no se hacen estudios, porque creen que no hay cura para esta enfermedad. La DXA es muy importante, y yo soy testigo de que los huesos pueden fortalecerse. Puedo dar prueba de ello”.

“Hace 4 años, cuando sólo tenía 37 años, la pérdida de altura que había comenzado a advertir a los 30 pero que se había acelerado notablemente en los últimos 12 meses, demostraba que me había encogido 5 centímetros, algo que los médicos consideraban “imposible” para una persona de mi edad. Decían que era producto de mi

“imaginación”, que había pasado de 1.70 metros a 1.65 metros”. “No era mi imaginación, era la osteoporosis. Pero los médicos no lo querían reconocer. Recién cuando me quebré tres costillas tras quedar aprisionado en una puerta, me sugirieron que las fracturas, la pérdida de altura y los dolores en las articulaciones podían ser causados por esta enferme-dad. Fue luego de mi sugerencia, que el médico clínico finalmente contactó a un especialista, aunque le llevó casi un año convencerse de que ya que no había nada que pudiera explicar mis problemas y que la osteoporosis también afectaba a los hombres. Creo que el médico se sorprendió tanto como yo cuando la DXA reveló osteoporosis”. “En lo que a factores de riesgo respecta, creo que los médicos deberían haber advertido que la pérdida de altura en un hombre joven no era normal. Y recibí durante 2 años, quimioterapia por enfermedad de Hodgkins, y durante 5 años, inhibidores de la proteasa, que podrían haber hecho efecto”. “Quizás deberíamos modificar los factores de riesgo reportados a médicos y radiólogos, para incluir tratamientos médicos, que contengan compuestos citotóxicos y drogas an-tivirales. Y los médicos deberían estar mejor informados y más abiertos a considerar la osteoporosis como un problema que puede afectar a hombres de cualquier edad. Lo bueno es que ahora encontré una explicación a mis problemas, que habían permanecido sin respuesta”. “El mayor desconcierto fue que, para poder hacerme una densitometría ósea, debía asistir a una clínica de mujeres y soportar, de parte de las otras clientas, algunos comentarios un tanto hostiles, como “retírese de nuestro espacio exclusivo de mujeres”. Esa no fue la primera vez, ya que también me pidieron una mamografía (procedimiento aún más difícil e in-cómodo en el hombre, que en la mujer), dado que la medica-ción hizo aparecer una protuberancia que agrandaba mis mamas (luego de una biopsia, se determino que era benigna). Todo esto parecía romper con el mito de que la osteoporosis y el cáncer de mama son problemas exclusivos de las mujeres y temas relacionados con la edad”. “Estoy haciendo campaña en el ámbito local para que, tanto los pacientes jóvenes como los hombres en general, re-conozcan estos problemas, y para crear más clínicas, además de la “clínica de la mujer”. En medio de ese ámbito intimi-dante, creo que en mi lugar, muchos hombres no se habrían hecho los estudios necesarios. Espero que mi historia sirva

“Hace aproximadamente 5 años, cuando tenía 42, comencé a sentir dolor en un brazo. El dolor era tan intenso, que no podía levantar el brazo. Tenía que dormir sentado, porque me dolía mucho cuando me acostaba. Casi no dormía. Soy chofer de colectivo y mecánico; tuve que

dejar de trabajar a causa del dolor, y porque estaba tan cansado, que dormía durante el día. Fui a ver a un médico, que me recetó fuertes calmantes. Controló si tenía artritis, pero no encontró nada. Comencé a trabajar nuevamente”. “Dos años más tarde, comencé a sentir dolor de espalda, y el brazo empezó a molestarme una vez más. Me dolían los huesos: brazos, hombros y cuello. El médico de la obra social pensó que iba a sufrir un paro. Me hicieron un electrocar-diograma, pero el corazón estaba bien. Me indicó inyeccio-nes de tranquilizantes, y yo iba una y otra vez a buscar más inyecciones. Los huesos me dolían tanto, que creí que tenía cáncer de huesos”. “Mi hermana me recomendó a un quiropráctico en Cuer-navaca. Comencé a verlo semana por medio; manejaba 40 millas desde mi casa, en Ciudad de México, hasta Cuernava-ca, donde permanecía tres días seguidos. Me componía la columna y me daba medicina homeopática; hasta pensé en mudarme a Cuernavaca, pero mi trabajo era en la Ciudad de México. Acudí a otro quiropráctico en la misma ciudad, pero no me resultó, por lo tanto, seguí yendo a Cuernavaca durante aproximadamente un año. Mis dos hermanas y uno de mis hermanos tenían el mismo problema”. “Me sentía muy frustrado y me desesperaba, porque creía que no había solución posible. Justo en ese momento, mi esposa estaba escuchando un programa de radio, donde hablaban sobre la osteoporosis y daban un número de telé-fono. Llamó al COMOP, nuestro Comité Mexicano para la Prevención de la Osteoporosis, para solicitar información y llevó a su madre a hacerse una DXA. Cuando se dio cuenta de que era un estudio de los huesos, me dijo, “¿Por qué no vas? No tienes nada que perder, hasta puedes mejorar”. Pensé, “Esa no puede ser la respuesta, la osteoporosis es una enfermedad de mujeres”, pero estaba desesperado. Cuando llegué a la clínica, sólo había mujeres. Me dieron un cuestio-nario para mujeres: tenía preguntas sobre menstruación, menopausia, etc. Mi mujer, incluso, me hacía bromas sobre el tema. Me hicieron la DXA, que reveló que tenía osteoporosis. El médico me dijo que tenía huesos de una persona 60 años y que eran tan frágiles que podían quebrarse en cualquier momento”. “El tratamiento comenzó de inmediato, pero yo estaba muy asustado. Dejé mi trabajo de mecánico, por temor a que algo pudiera caer sobre mí y quebrarme un hueso. Sólo super-visaba a los mecánicos y a los choferes. Apenas salía, a causa de la depresión. Luego de unos meses, me hicieron análisis clínicos, que revelaron que el tratamiento estaba funcionan-do. Eso me hizo sentir un poco mejor, pero los huesos aún estaban frágiles. Comencé a hacer ejercicio. Tomaba el medi-camento temprano a la mañana, y como no podía comer ni acostarme por un rato, salía a caminar una hora todos los días”. “Hace unos meses, la última DXA reveló que la situación de mis huesos sigue mejorando. Me siento mucho mejor aho-ra que estoy haciendo algo por mis huesos, no solo tomando el medicamento, sino el ejercicio físico y una mejor alimenta-ción. Quienes sufren dolor de huesos deben hacerse estudios en los huesos. Yo no sabía que existían esos estudios. Me considero muy afortunado, porque nunca sufrí una fractura;

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para que otras personas, que no están en situación de riesgo, obtengan un diagnóstico más rápido”. “Me tranquiliza saber que la última DXA revela una notable mejoría, luego del tratamiento con bisfosfonato y una dieta alta en calcio y magnesio. Ahora estoy cerca del umbral de fractura, en lugar de estar fuera de él”. “La pérdida de altura continúa, y aún siento dolor en las articulaciones debido a la osteoartritis, que se debe, en parte, al diagnóstico tardío de la osteoporosis. Ahora hago las cosas con más cuidado y uso un bastón al caminar, para evitar caídas”. “Aún cuando no he sufrido ninguna fractura importante me fracturo los dedos de los pies con frecuencia, pero, quizás afortunadamente, también padezco una neuropatía periférica y por lo tanto luego del dolor inicial prácticamente me olvido que se me ha quebrado un hueso.” “Ahora también comprendo que la osteoporosis puede ser hereditaria; mi madre tiene osteopenia”. “Pero hay otro aspecto positivo. Cuando me derivaron por primera vez al “centro de la mujer”, no me recibieron con cordialidad. Ahora la clínica reconoce que tiene una función más variada y se ha convertido en un centro independiente de osteoporosis y osteopatía, con una actitud mucho más abier-ta. ¿Se deberá al creciente número de pacientes masculinos?”

ca el profesor Gregorio Riera Espinoza. “Además, tuvo un a-neurisma de la arteria poplítea, con obstrucción vascular. Lamentablemente hace 18 meses, dicho estado condujo a la amputación, por debajo de la rodilla, de la pierna izquierda. Sin embargo, este hombre aún muestra entusiasmo y una sonrisa afectuosa y sumisa frente a la vida. Gran parte de su desgracia fue ocasionada tanto por la sociedad como por nosotros, los médicos. Esto se lo debemos a Domingo Di Lorenzo”.

Domingo Di Lorenzo,Venezuela

“No pregunté o no fui informado acerca de los riesgos que implica una ciru-gía de colon para los huesos”. Optimismo inigualable y una sonrisa cálida caracteri-zan a Domingo Di Lorenzo. Es venezolano, descendiente de italianos, y se dedicaba a realizar trabajos de mecáni- ca y reparación. Domingo tiene 77 años y, a los 65, comenzó a

sufrir fracturas de vértebras, ocasionadas por la osteoporosis. “A los 40 años, me extirparon el colon, debido a una diverticulosis. Desde entonces, no volví a ingerir leche ni queso, por temor a sufrir diarrea. Tampoco me dijeron que debía tomar comprimidos de calcio. El intestino funcionaba bien, y los médicos y yo estábamos muy conformes. Continué trabajando con el mismo ímpetu de siempre, porque me gustaba mucho mi trabajo. Incluso solía ir de caza, a pesar de la colostomía”. “Sufrí la primera fractura a los 65 años. Desde entonces, he tenido varias fracturas, pero no me producen demasiado dolor. Noté una pequeña joroba y advertí que mi altura había disminuido, pero no me preocupé porque no sufría dolor. Nunca creí que tenía osteoporosis. En realidad, no sabía nada acerca de esa enfermedad, y los médicos nunca la menciona-ron. Recién en 1997, me derivaron a un centro especializado”. Domingo sufre osteoporosis secundaria, originada por una cirugía en el aparato digestivo y por déficit crónico de calcio. Refleja la falta de información acerca de la osteoporosis entre los pacientes y los médicos. Asimismo, su ejemplo es una prueba clara de la elevada ocurrencia de nuevas fracturas luego de la primera fractura. En la actualidad, Domingo tiene cinco fracturas de vértebra. Su historia también refleja una típica actitud masculina, la renuencia a buscar apoyo médico ante los cambios en la salud. Muy a menudo los hombres sólo recurren al apoyo médico cuando el daño ya es grave. “En la actualidad, Domingo debe hacer frente a muchas limitaciones, debido a la grave deformidad vertebral”, expli-

Apéndice 1

www.iofbonehealth.org

¿Alguno de sus padres se quebró la cadera después de un golpe o una caída leve?

Si No

¿Se quebró usted un hueso después de un golpe o una caída leve?

Si No

¿Ha tomado corticoides (cortisona, prednisona, etc.) durante más de tres meses?

Si No

¿Ha perdido más de 3 cm (algo más de 1 pulgada) de altura?

Si No

¿Suele beber en exceso (superando los límites establecidos)?

Si No

¿Fuma más de 20 cigarrillos por día?

Si No

¿Tiene frecuentemente diarrea (causada por problemas como enfermedad celíaca o enfermedad de Crohn)?

Si No

¿En alguna oportunidad, experimentó impotencia, falta de libido u otros síntomas relacionados con bajos niveles de testosterona?

Si No

1.

2.

3.

4.

5.

6.

7.

8.

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Test de riesgo de osteoporosis en el hombre

Si contestó de manera afirmativa alguna de estas preguntas, no significa que usted tiene osteoporosis. El diagnóstico de osteoporosis sólo puede hacerlo un médico, a través de un estudio de densidad ósea. Recomendamos que le muestre este estudio a su médico, quien le indicará si es necesario realizar otras pruebas. Lo bueno es que la osteoporosis puede diagnosticarse fácilmente y tratarse a tiempo.

Hable con la sociedad de osteoporosis de su país acerca de los cambios que usted podría hacer en su vida para reducir el riesgo de osteoporosis. Puede contactarla través de:

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Probabilidad de sobrevida luego de fractura de cadera en hombres con scores variables de comorbilidad

Hombres sin enfermedad

Controles

Años después de la fractura

Prob

abili

dad

de s

obre

vida

Con enfermedad leve

Con enfermedad moderada

enfermedades graves

Hombres con fractura de cadera

1.0

0.8

0.6

0.4

0.2

0.00 2 4 6 8 10 0 2 4 6 8 10 0 2 4 6 8 10 0 2 4 6 8 10

DMO de cuello del fémur e incidencia de fractura de cadera: hombres y mujeres

Inci

den

cia

de

frac

tura

de

cad

era/

100.

000

80 años

Mujeres

DMO de cuello del fémur (g/cm2)

Hombres

70 años

60 años

4000

3000

2000

1000

00.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0 1.1 1.2

100%

80%

60%

40%

20%

0%55-59

60-6465-69

70-7480-84

85+75-79

55-5960-64

65-6970-74

80-8485+

75-79

Hombres Mujeres

Osteopenia Osteoporosisnormal BMD Prevalencia de osteoporosis y osteopenia en hombres y mujeres, según scores específicos de cada sexo

Mujer

perforación adelgazamiento

Hombre

Apéndice 2

Tablas y figuras

Fig. 1

3 .giF2 .giF

Fig. 4

Fig. 1 La sobrevida es similar en hombres con fractura de cadera (línea completa) y sin fractura de cadera (línea de puntos), que no presentan ninguna enfermedad. Ante la presencia de alguna enfermedad, la sobrevida disminuye en hombres con y sin fracturas de cadera, pero siempre disminuye más en hombres con fracturas de cadera. (Adaptado de Poor y col.)

Fig. 2 El adelgazamiento del hueso trabecular predomina en el hombre durante el envejeci-miento, mientras que en la mujer, se produce una pérdida completa de estructura ósea, ya que las placas se pierden en su totalidad, y el hueso espon-joso se desconecta. (Seeman, con autorización.)

Fig. 3 Incidencia anual de fractura de cadera por 100.000 personas por año, en hombres y mujeres de 60, 70 y 80 años. (Adaptado de De Laet y col.)

Fig. 4 Es baja la presencia de osteoporosis en hombres y mujeres menores de 60 años, pero aumenta con la edad, con lo cual la prevalencia en hombres de 75 años o mayores, es del 20%, y del 40% en hombres de 85 años o mayores. (Schuit SCE, y col, cita 14.)

1 Melton LJ, Chrischilles EA, Cooper C et al. How many women have osteoporosis? Journal of Bone Mineral Research, 1992; 7:1005-10

2 Kanis J.A., Johnell O., Oden A., Sernbo I., Redlund-Johnell I., Dawson A., De Laet C., and Jonsson B.; Long-term risk of Osteoporotic Fracture in Malmö, Osteopo-rosis International, 2000; 11:669-674

3 Melton L.J., Atkinson E.J., O’Conner M.K., O’Fallon W.M., Riggs B.L., Bone Density and Fracture Risk in Men, JBMR, 1998; 13:No 12:1915

4 Center JR, Nguyen TV, Schneider D, Sambrook PN, Eisman JA. Mortality after all major types of osteopo-rotic fracture in men and women: an observational study. Lancet, 1999; 353: 878-82

5 Poór G, Atkinson EJ, O’Fallon WM, Melton LJ III. Deter-minants of reduced survival following hip fractures in men. Clin Orthop Related Research, 1995; 319: 260-265

6 Osteoporosis and Men, leaflet from Osteoporosis Australia, MJA 1997; 167:51-515

7 Seeman E. The dilemma of osteoporosis in men. Am JMed 1995; 98 (Suppl 1A):75S-87S

8 Kanis JA, Johnell O, Oden A, De Laet C, Mellstrom D. Epidemiology of Osteoporosis and Fracture in Men. Calcified Tissue International, 2004; 10.107/s00223-004-0287-6 (Published on-line, 8 June 2004)

9 Cooper C., Campion G, Melton LJ. Hip fractures in the elderly: A worldwide projection. Osteoporosis Int. 1992; 2:285-289

10 EMC Lau, YH Chan, M Chan, et al. Vertebral Defor-mity in Chinese Men : Prevalence, Risk Factors, Bone Mineral Density, and Body Composition Measure-ments. Calcified Tissue International, 2000; 66:47-52

11 Website of the (US) National Osteoporosis Founda-tion: www.nof.org

12 JA Kanis and O Johnell, Position paper on behalf of the Committee of Scientific Advisors of the Interna-tional Osteoporosis Foundation. Requirements for DXA for the Management of Osteoporosis in Europe, Osteo-porosis International, 2004 (submitted for review)

13 De Laet CEDH, van Hout BA, Burger H, Hofman A, Pols HAP. Bone density and risk of hip fracture in men and women: cross sectional analysis. BMJ 1997; 315 (7102):221-5

14 Schuit SCE, van der Klift M, Weel AEAM, de Laet CEDH, Burger H, Seeman E, Hofman A, Uitterlinden AG, van Leeuwen JPTM, Pols HAP. Fracture incidence and association with bone mineral density in elderly men and women: The Rotterdam Study. Bone 2004; 34(1): 195-202

15 Haentjens P, Johnell O, Kanis JA, Bouillon R, Cooper C, Lamraski G, Vanderschueren D, Kaufman J-M, Boonen S, on behalf of the Network on Male Osteopo-rosis in Europe (NEMO). Evidence From Data Searches and Life-Table Analyses For Gender-Related Differences in Absolute Risk of Hip Fracture after Colles’ or SpineFracture: Colles’ Fracture as an Early and Sensitive Marker of Skeletal Fragility in Caucasian Men. Journal of Bone and Mineral Research (in press)

16 Kanis JA, et al. International variations in hip fracture probabilities: implications for risk assessment. JBMR 17 (2002)

17 Melton LJ. Epidemiology of fractures. Osteoporosis: Etiology, Diagnosis and Management, Second Edition. pp. 225-247, BL Riggs and LJ Melton (Eds). Lippincott-Raven Publishers, Philadelphia, 1995

Kanis JA and Pitt FA Epidemiology of osteoporosis. Bone 1992; 13:S7-S15

Van Der Klift M, De Laet CEDH, McCloskey EV, Hofman A, Pols HAP. The Incidence of Vertebral Fractures in Men and Women: The Rotterdam Study. J Bone Miner Res 2002;17:1051-1056

Seeman E. Growth in bone mass and size Are racial and gender differences in bone mineral density more apparent than real? (Invited editorial). J Clin Endocrinol Metab 1998; 83;1414-1419

Riggs BL, Kholsa S, Melton LJ III. A unitary model for involutional osteoporosis: estrogen deficiency causes both type 1 and type 2 osteoporosis in postmenopausal women and contributes to bone loss in aging men. J Bon Miner Res 1998; 13:763-73

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Orwoll E, Ettinger M , Weiss S, Miller P, Kendler D, Graham J, Adami S, Weber K, Lorenc R,. Pietschmann P, Vandormael K, Lombardi A. Alendronate for the treatment of osteoporosis in men. N Engl J Med 2000;343:604-10

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Bibliografía

Lectura adicional

Apéndice 3 16

Créditos

Producido en sociedad con:

La IOF es un organismo internacional, no guberna-mental, que representa a una liga mundial de pacientes, sociedades médicas y de investigación, científicos, profe-sionales de la salud y a la industria de la salud. La IOF trabaja en sociedad con sus miembros y con otras organizaciones del mundo, para acrecentar la conciencia y mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento tempranos de la osteoporosis. Si bien la osteoporosis afecta a millones de personas en todo el mundo, aún se sabe poco acerca de la enferme-dad; los médicos a menudo no la diagnostican; el equipa-miento diagnóstico suele ser escaso o no se lo utiliza en su totalidad, y el tratamiento no siempre está al alcance de aquellos que lo necesitan para prevenir la primera fractura.El número de miembros de la IOF ha ascendido a más del doble desde 1999, lo cual refleja la creciente preocupa-ción mundial por este grave problema de salud. Hay 176 sociedades miembro en más de 80 lugares del mundo (julio de 2007).

Para más información acerca de la IOF y para contac-tar a una sociedad miembro de la IOF en su país, visite: www.iofbonehealth.org

International Osteoporosis Foundation 5 Rue PerdtempsCH-1260 NyonSuizaTel: +41 22 994 0100Correo electrónico: [email protected]ágina web: www.iofbonehealth.org

International Osteoporosis FoundationOficina para America LatinaLibertad 860 4 piso oficina ECP 1012Buenos Aires, ArgentinaTel/Fax: +54 11 5811 1036Tel: +54 11 5811 1597Correo electrónico: [email protected] Página web: www.iofbonehealth.org/latinoamerica

Compilado y escrito por Ego Seeman, Profesor de Medicina en el Austin Hospital de Melbourne, Australia.

Asesor principal del proyecto: Ghassan Maalouf, Profesor de Ortopedia Clínica,Jefe del Departamento de Ortopedia y Osteoporosis,Saint George Hospital, Beirut, Líbano

Asesores del proyecto:John Bilezekian, Cyrus Cooper, John Kanis, Jean-Marc Kaufman, René Rizzoli, Refik Tanakol

Editor principal: Paul Spencer Sochaczewski, Jefe de Comunica-ciones de la IOF

Edición y Producción: Jenny Bonnet, Encargado de Comunicaciones de la IOF

Apoyo editorial: Daniela Meyer, IOF

Diseño: BRANDCOM, Basilea, SuizaImagen de tapa: ? 2004, Salvador Dalí,Fundación Gala-Salvador Dalí / ProLitteris, Zurich

Financiado, en parte, por un subsidio ilimitado para educación, de NESTLE SA

Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud, Lieja, Bélgica Ginebra, Suiza; Sheffield, Reino Unido

Bone & Joint Decade Consejo Internacional de Enfermeros

Instituto Europeo de la Salud de la Mujer

Foro Europeo sobre la Salud del Hombre

Organizaciones compuestas por ligas de pacientes

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“Todos los días, millones de hombres y mujeres de cada uno de nuestros países pierden su movilidad, su independencia, su esperanza... incluso sus vidas. La clave para poner fin a esta tragedia es actuar antes de la primera fractura”.

Reina Rania de Jordania, Patrocinadora de la IOF, disertante en la Mesa Redonda de Mujeres Líderes de la IOF, en Lisboa, mayo de 2002