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Mayo - Junio 2018www.SerCristianoMagazine.com
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¡Su Esposono es
su HIJO!Ser Madre
está de madre
Las dos personasirremplazablesMamá y Papá
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PUBLISHER: Sergio Morales [email protected] | EDITORA: Mayra Rosich [email protected] PUBLICIDAD Y VENTAS: 321.377.9354 • 407.233.5350 [email protected] | P.O. Box 950286, Lake Mary, FL 32795
DIRECTORA CREATIVA: Sandra Martínez [email protected] | WEB MASTER Y REDES SOCIALES: Diego AgredaSer Cristiano es una publicación Gratis bi-mensual. Los artículos y avisos publicados son responsabilidad directa de los autores y anunciantes. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción parcial o total de esta publicación o su edición electrónica sin autorización. Ser Cristiano Magazine © 2018 Copyright. Para comentarios escríbanos un correo electrónico a: [email protected]¡SUSCRÍBETE GRATIS! Lea la versión digital de esta revista en: www.SerCristianoMagazine.com
Ya no amo a mi pareja, ¿que hago? ……………………… 4La confianza, ¿se da o se gana? …………………………… 5Tan cerca, pero tan lejos …………………………………… 6Sin sacrificio, no hay beneficio …………………………… 7Mi amor, ¿cómo sería tu vida sin mi? ……………………… 8Padres: El trato que das hoy, será el trato que recibirás mañana ……………………………………… 9Su esposo no es su hijo ………………………………… 10Ser madres “está de madre” …………………………… 11Engendrar a un hijo no es lo que te hace ser un buen padre ……………………………………… 12Las dos personas irremplazables: mamá y papá ……… 13Padres solteros, realidad que no debemos ignorar …… 14Los chaperones: ¿Son un impedimento o seguridad? … 15¿Convertido o convencido? …………………………… 16Cristianos invisibles ……………………………………… 17Aprendamos a descansar la mente …………………… 18
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Ya No Amo A Mi Pareja,
¿Qué Hago?
Cuando hacemos un análisis de los últimos 30 años, las encuestas nos muestran el volumen de crecimiento en las separaciones y divorcios de parejas, que luego de varios años de estar
juntos se encuentran con el patrón de sentimientos y emociones confusas. Aunque para muchos esto será una sorpresa, la realidad es que la tecnología y todos sus muros virtuales, de cierta forma tiene que ver con este y muchos cambios que la humanidad está enfrentando. El tener desde la palma de su mano, el acceso a otras personas se ha convertido en un proyectil de mensajes subliminales en el cual suman a la cantidad de problemas sin resolver, donde lamentablemente se prestan para un razonamiento donde se pregunten, ¿YO AMO A MI PAREJA? o ¿será que nunca la quise? Para comenzar, soy de los que piensa que, si tu relación no fue obligada por tus padres, significa que en algún momento dado te uniste porque quisiste. El querer intentar una relación conlleva una serie de emociones y sueños que alimenta tu estado emocional, y reproducen un sentimiento. Por tanto, el amor se desarrolla por una semilla, esa semilla está compuesta de varios componentes, uno es el del sabor, este componente te dice como te sientes con esa persona y el otro es el, de que fruto o sombra esta semilla produce cuando sea árbol. Sea cual sea
tu razón, mi experiencia dice que la base para una relación es el amor, pero la clave para mantenerlo es la pasión. Cuando en una pareja se pierde la pasión, pierde la vitalidad de la relación, lamentablemente estos sucesos pasan a menudo en dos etapas de la relación. La primera según mi criterio es la etapa de la crianza de los hijos, esta etapa crea un sin número de retos, económicos y de tiempo que tiende a marchitar la relación y crear atmósferas de indiferencias, que provoca pensamientos de separación. La segunda y la de mayor crecimiento en estos tiempos es la de comenzar de nuevo, luego de largo tiempo. Estas etapas llenas de retos crean el espacio de analizar que sería de mí, si tuviera otra pareja. El solo comenzar a pensar en que sería de mí si tuviera otra pareja, produce una semilla, que con el tiempo forma un árbol y a consecuencia un fruto. Ese árbol por lo general es abonado por los desacuerdos y cultivado en las alternativas que la vida le muestra, en ese crecimiento orgánico llega la comparación y si es débil, el adulterio, manifestando un fruto que piensa que lo hice porque no la amo. La verdad es que muchas veces no se trata de querer, se trata de la pasión. El pensar que no quieres a alguien que en un tiempo quisiste es una confusión, el ser humano fue creado para amar, por tanto, lo que desaparece primero es la pasión y la pasión extermina
el amor. Por tanto, si tu eres de las personas que te encuentras preguntando si amas a tu
pareja o no y quieres saber qué hacer, esta es mi sugerencia:
1. Asegúrate saber si estas dispuesto a restaurar la relación. Porque sino tienes
deseos nada se puede hacer.2. No le des más importancia al pasado, mas
bien, reconozcan donde perdieron la pasión, y como hacer un plan para retomarla.
Si en este proceso no encuentran la vía de encender la pasión en la relación, el saber si amas a tu pareja será una información, que en cuestión de tiempo no traerá solución, ya que amor sin pasión es solo una obligación. Al final el resultado será o un divorcio emocional o un divorcio legal, sea la que sea no es un estado de plenitud y gozo.
¿Cómo mantener una relación con pasión?1. Mantener a Dios en la relación.2. Balancear las horas de trabajo.3. Planificar semanal tiempo de calidad.4. Establecer que cambios tienen ambos que
hacer. Es notable que estos puntos son difíciles de manifestar de un día a otro, pero Roma no se hizo en un día, y el primer paso no te lleva a donde quieres ir, pero te saca de donde estás. Y por último cuando sientas que todo se pone en tu contra, recuerda que un avión despega contra el viento, no a favor.
Dr. Javier PalmerIglesia Linaje de Fe - Kissimmee FL
(407) 210-3988
www.javierpalmer.com
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Dr. Pastor Agustín LópezIglesia Misión La Cosecha
(407)[email protected]
Quiero comenzar reconociendo que cuando hablamos de confiar o la confianza, la reacción inmediata es pensar lo obvio y lo más aceptable, que es decir, que la confianza debe ganarse.
Pero cuando somos honestos y nos desconectamos de un raciocinio impuesto en vez de lógica educada, tenemos que llegar a la conclusión que la confianza no se gana ni se da, se libera. La confianza no es algo que otras personas ganan de nosotros. Al igual que el perdón, la confianza viene desde adentro. La confianza significa dejar de lado el miedo a ser lastimado. Significa dejar de lado el ego y aceptar la presencia de las personas sin importar lo que hayan hecho en el pasado. La confianza y el perdón van de la mano. Son meras palabras para describir el mismo sentimiento inquietante de que el ego se agita cuando dejamos que nuestros pensamientos se vuelvan incontrolables. La confianza no se gana, se libera junto con el miedo y nuestro deseo de controlar todo. La confianza significa dejar de lado el miedo a ser lastimado. ¿Por qué es difícil confiar en las personas que conocemos? Porque las personas cometen errores en las relaciones, a veces intencionalmente, y a veces involuntariamente. Y cuando las personas que conocemos nos lastiman, es difícil confiar en ellas. No estamos seguros si nos lastimarán nuevamente. No estamos seguros si nos rechazarán cuando nos volvamos vulnerables a sus acciones inciertas. Y no queremos que nos vean como débiles. Nos importa lo que piensen de nosotros y lo que todos pensarán de nosotros si los dejamos regresar a nuestras vidas. Esencialmente, confiamos en todos los demás para nuestro propio valor. ¿Por qué es difícil confiar en las personas que no conocemos? A veces adoptamos la idea de que todos están dispuestos a ayudarnos o que todos nos pueden fallar haciendo algo malo. Esto nos hace temer a la gente que no conocemos. Preferiríamos saber lo que todos están pensando, cuáles son sus intenciones, qué acciones tomarán. Nos gusta que las cosas sean conocidas y ordenadas, y cuando no lo son, no nos sentimos preparados para enfrentar la incertidumbre y adaptarnos al cambio. Tenemos el deseo de controlar nuestro entorno para sentirnos seguros. Y si no sabemos cómo actuará alguien, entonces claramente no tenemos el control. ¿Por qué no podemos ganar la confianza? Ganar confianza es como decir “lo siento”. Podemos decir “lo siento” mil veces, nunca volver a hacer algo malo, y ser esclavo de alguien por el resto de nuestras vidas, y sin embargo la persona realmente nunca confiar en nosotros
o perdonarnos. ¿Por qué? Hicimos todo lo que pidieron, todo lo que dijeron que debíamos hacer para demostrar que nos arrepentimos, pero aún no nos pueden perdonar ni confiar. Es porque el perdón no tiene nada que ver con nosotros. Se trata de que ellos suelten el resentimiento. Del mismo modo, podemos “ganar confianza” demostrando lealtad, generosidad y amabilidad, pero tales actos virtuosos no garantizan que alguien confíe en nosotros. Especialmente si como humanos nos equivocamos de vez en cuando. La confianza proviene de la capacidad de las personas en distanciarse de nuestras acciones y palabras y no utilizarnos para su propio valor o felicidad. El perdón y la confianza se trata de dejar ir el resentimiento. ¿Cómo podemos aprender a confiar en otras personas? Practicamos confiar en las personas de la misma manera que las alentamos a confiar en nosotros. Debemos dejar ir el miedo a ser lastimados, especialmente por las personas que amamos, las personas más cercanas a nosotros. Debemos dejar de lado la necesidad de ser una víctima de una situación para tener algo a que apegarnos y culpar por nuestra desgracia e infelicidad. No
debemos usar a otras personas para nuestro autoestima y satisfacción. Nuestra confianza en las personas no tiene nada que ver con ellos, pero tiene todo que ver con nuestra percepción y capacidad de buscar la felicidad de forma independiente. ¿Cómo conseguimos que la gente confíe en nosotros? No podemos obligar a la gente a confiar en nosotros. No podemos controlarlos. Y no debemos querer controlar. Todo lo que podemos hacer es practicar ser buenos creyentes y hacer lo que dice la palabra, “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” Romanos 12:21. Debemos hacer el bien y creer y esperar que las personas en nuestras vidas vean más allá de nuestras fallas y no tengan resentimiento contra nosotros. Ciertamente, podemos hablar con la gente para ayudarlos a comprender que su confianza en nosotros está en sus mentes y que pueden optar por confiar en nosotros. Por encima de todo, debemos ser pacientes con las personas. Su confianza en nosotros puede haberse evaporado instantáneamente con una palabra que dijimos, o un error que cometimos, o un momento de falta de atención, pero sin duda toma tiempo para que la gente recupere su fuerza personal y deje a un lado las cosas que le molestan. La confianza requiere paciencia. Algo en que reflexionar: ¿En quién confías? ¿Por qué confías en ellos? ¿En quién no confías? ¿Por qué no confías en ellos? ¿Es posible que tu falta de confianza no tenga nada que ver con la otra persona y todo tenga que ver con tu miedo a ser lastimado, tu necesidad de control y tu resentimiento interno? Si sueltas el dolor, el control y el resentimiento, ¿cómo crees que te sentirías? ¿Puedes confiar en más personas? ¿Puedes sentirte más feliz? Ahora, no necesitas confiar en las personas a ciegas o ingenuamente. Pero tal vez al dejar ir las cosas que tu ego usa para retenerte, podrías encontrarte más abierto a la verdad que te libera para ser mejor creyente, esposo (a), hijo (a), miembro de una iglesia, ministro y todo aquello a lo cual Dios te está llamando.
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La Confianza… ¿SE DA O SE GANA?
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Tan Cerca,PERO TANL E J O S
Es increíble la gran cantidad de parejas que están divorciados emocionalmente. Viven juntos, comen en la misma casa, juegan el papel de papi y mami, van a trabajar y hacen los pagos de la casa juntos, pero están aparte en su vida emocional y espiritual y no hay
nada romántico dentro de su relación. Hay matrimonios que dicen haberse casado con la persona errónea. Muchas veces piensan que son incompatibles por los diferentes que son el uno del otro. Sin embargo, al principio de la relación ambas personas sintieron una fuerte atracción y por ese motivo decidieron unir sus vidas en matrimonio. ¿Por qué después de un tiempo la pareja se siente tan diferente? ¿Por qué ya no piensan igual y difieren en casi todo?
Él nos ama con un Amor Eterno (Jer. 31:3) No hay duda de que estamos viviendo los últimos días, lo comprobamos por la cantidad de divorcios que vemos. Jesús lo advirtió en Mateo 24:38 cuando afirmó: “Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento”. Así está la sociedad actual y peor aún la iglesia del Señor con estadísticas de divorcio muy similares a las del mundo. No nos cansemos de hacer el bien; porque si seguimos haciéndolo, Dios nos premiará a su debido tiempo”. Gal. 6:9 Aunque es cierto que muchas de las cosas en una relación pueden cambiar con el tiempo, hay cosas que cada pareja quieren mantener vivas; la comunicación y la pasión incluyendo la intimidad. Muy pocos logran mantenerlo. Más del 80% de las relaciones indican que la comunicación y la intimidad son menores que sus expectativas. La palabra dice en 1 Juan 3:18: “Hijos míos, no debemos limitarnos a decir que amamos, sino que debemos demostrarlo por medio de lo que hacemos”. Hay principios que son necesarios para que una relación sea exitosa. Son las cosas que tienen en común pocas parejas con relaciones de éxito, y es que logran mantener la comunicación y la pasión viva para siempre estar bien CERCA y NO TAN LEJOS. Los hijos se levantan sobre la construcción que hemos hecho en sus vidas. Por lo que a todos nos corresponde dejar un legado de familia fuerte a las nuevas generaciones. Esta es la razón por la que debemos poner un fundamento que permita a la familia vivir en un ambiente a
donde se sientan seguros, tengan sentido de pertenencia, experimenten alegría de vivir, y puedan comunicarse de forma libre y respetuosa. En el hogar es donde deben prevalecer las palabras de afirmación, las muestras de afecto y la admiración mutua. Las parejas y familias se fundamentan sobre los valores que han abrazado como propios y estos se evidencian en la convivencia cotidiana. Los valores son los rieles sobre los cuales vamos a construir nuestro proyecto de familia. Esta es la razón por la que debemos tener claros los diez (10) pasos siguientes.DIEZ PASOS QUE DEBEN SEGUIR LAS PAREJAS SALUDABLES 1. Aceptamos a cada miembro de la familia con los talentos dados por
Dios.2. No permitimos los gritos, la agresión, los sobrenombres que
descalifican y el menosprecio.3. Expresamos amor abiertamente entre todos los miembros de la
familia; nos motivamos mutuamente y somos agradecidos los unos con los otros.
4. Los padres dejamos un legado positivo a las nuevas generaciones.5. Somos solidarios, nos servimos mutuamente y todos colaboramos
en casa.6. Pedimos perdón cuando hemos lastimado y buscamos la
reconciliación.7. Resolvemos nuestras diferencias, y no acumulamos resentimiento.8. Decidimos ser felices, reír y disfrutar nuestra convivencia.9. Cumplimos lo que prometemos y nos responsabilizamos de
nuestros actos.10. Tenemos confianza y somos cercanos, a tal punto, que nos
extrañamos y deseamos estar CERCA SIEMPRE y NO TAN LEJOS…
Pastores Roy y Vilma LlamasConsejeros Matrimoniales Ministerio Strong Family Legacy
(407)748-3636www.StrongFamilyLegacy.com
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¡Sin sacrificio, no hay beneficio!Sacrificio: abnegación, renuncia o privación que se hace en favor de algo o de alguien Todas las cosas buenas de la vida requieren un precio por pagar. ¡Es fácil ver la victoria sin conocer la historia! Frecuentemente vemos solamente el resultado final, el éxito de una persona, de un Ministerio o de una empresa. Muchos se refieren a la suerte como medio por el cual alguien ha conseguido el éxito, pero realmente es producto del esfuerzo y sacrificio. Josue 1:7-9 “Esfuérzate y se valiente, no temas ni desmayes”. Este versículo enseña que, para obtener el éxito en cualquier actividad de la vida, es necesario esforzarse valientemente, sin temor y sin desmayar, aun cuando sea difícil. Si queremos obtener un Matrimonio Saludable, tenemos que pagar el precio del esfuerzo y del sacrificio para lograr la meta. El esfuerzo comienza cuando buscamos información para aprender cómo obtener un matrimonio saludable. Si crees que ya lo sabes todo, nunca podrás mejorar. La palabra de Dios es el manual de instrucciones perfecto donde aprender a cómo manejar el matrimonio, como resolver los conflictos, como reconocer las diferencias y cómo manejarlas, como mejorar la comunicación, como manejar las finanzas, como formar a nuestros hijos y muchas cosas más. Luego, nos enfrentamos a una realidad: tenemos que ceder y sacrificar muchas veces cosas que nos gustan
y tiempo que quisiéramos invertir en otras cosas, para ofrecerle a nuestra pareja y a nuestros hijos el tiempo y la atención que ellos necesitan. Esta actitud abnegada procura el bienestar de otras personas antes que uno mismo y por eso no es una actitud muy común ni tampoco fácil de vivir. Pero la verdadera motivación para tener esta actitud es honrar y glorificar a Dios, ya que esta actitud fue la que Jesucristo nos modelo en la tierra para honrar a su padre. Marcos 10:45 “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Galatas 5:13 “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no usáis la libertad como ocasión para la carne, sino servi¬os por amor los unos a los otros”. Es necesario vencer el egoísmo y el orgullo; porque precisamente son las anti-actitudes de la abnegación. Cuando logramos vencer esas actitudes negativas, crecemos espiritualmente y nos ponemos en condiciones para desarrollar un carácter de amor y servicio hacia nuestra pareja, hijos y personas a nuestro alrededor. El sacrificio saludable que hacemos con un propósito altruista y de obediencia a Dios, siempre va a generar beneficios. Mateo 5:5 “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”. Cuando en el Matrimonio decidimos desarrollar esa actitud altruista de abnegación y sacrificio por el bienestar de la pareja antes que la nuestra; se conseguirá obtener un Matrimonio muy saludable que disfrutara de las cosas
buenas de la vida, vivirán en paz y alcanzaran prosperidad. Esta es la gran bendición. Si hoy entiendes la importancia de esta actitud abnegada y altruista del sacrificio por el bienestar de tu pareja, toma la decisión de orar a Dios pidiéndole mucha sabiduría y fortaleza. Luego habla con tu pareja, reconoce que no has tenido esta actitud antes y pídele perdón. Comprométete con Dios y con tu pareja a desarrollar esa actitud en tu hogar, y que el Dios del Cielo te permita disfrutar de un Matrimonio maravilloso.
FUENTE: LibresparaAmar.org
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Durante el comienzo de una relación y luego de formalizarla, la pareja comienza a desarrollar planes a mediano y largo plazo con la persona amada. Casa, carros, finanzas, hijos, viajes, trabajos son algunos de los temas que se pueden esperar en este proceso que nos llena da tanta emoción y felicidad. Pero un tema que raras veces (¡¡¡por no decir nunca!!!)
es el tema de la muerte de alguno de los cónyuges. Este tema es uno que nos provoca temor y nos lleva inclusive a preferir pensar que NUNCA nos llegará, para evitar así el posible dolor que este evento pudiera causarnos. Pero ¿qué es realmente lo saludable? Es correcto pensar en que hay salud en poder conversar sobre todos los aspectos de la vida matrimonial, incluyendo la muerte. Cómo prepararnos, diligencias y gestiones que no se está acostumbrado(a) a hacer y pudiera tocarnos. Es más común de lo esperado tener personas que nos dicen: “es que él/ella lo hacía” o “yo ni sé en qué banco está”. Ese sentimiento de impotencia y a la vez de desprotección lleva a que las pérdidas sean aún más difíciles de manejar. Una de las primeras cosas que puede facilitar el tema es crear un ambiente agradable para dialogar. Puede ser en un lugar que a ambos le provoque paz y
tranquilidad. Un lugar que sea propicio y a la vez sea de la preferencia de los dos, sin distractores. Lugares como la playa, el campo, un “coffee shop”, etc. son algunas opciones. Mi amor, ¿quisiera que, si faltara yo primero tú pudieras…” El aspecto de conocer la voluntad, deseo o expectativa de la persona amada acerca de nuestra tranquilidad es un elemento que se convierte, en muchas ocasiones en motor para superar la experiencia de pérdida. Esto ayuda a que podamos estar con menos estrés. Acordar vivir cada día con intensidad, sabiendo que no tenemos idea de cuánto durará nuestro tiempo contribuye a minimizar aspectos asociados con sentimientos de culpa. Luego pueden poner el tema de la muerte según la perspectiva de cada uno. Preguntas como “¿cómo lo ves? Facilita entender la forma de pensar del otro y ayudarse. Esto dará paso a la pregunta “¿cómo ves todo si yo no estuviera? “¿Cómo sería tu vida sin mí?”. Aquí sería recomendable que luego que expresemos la parte emocional “No podría vivir sin ti”, “No me vuelvo a casar”, y en los casos más radicales “Me vuelvo loc@” o “Nos vamos a morir los dos a la vez”, entremos a dialogar de forma racional. Los temas en esta etapa son, en su mayoría, los siguientes:
1. ¿Qué deseamos que haga en nuestro funeral? – Son muchas las peticiones que se desean hacer aquí. Es, en ocasiones, tan real, que en Puerto Rico comenzó la práctica hace varios años de personas que se salieron de la forma tradicional del ataúd y funeral a formas que les hicieran parecer que aún estaban vivos. Algunos se les conocen como “El muerto parado, sentado, el boxeador, etc”. ¡La mente es bien creativa!
2. Hablemos de hacer un testamento – La muerte en muchos casos nos puede llegar cuando menos lo imaginamos. Son muchos los documentos y procedimientos que tiene que realizar el cónyuge. Un testamento es una forma de dejar todo claro y en orden para así facilitar dicha área y evitar contratiempos.
3. Preparémonos de antemano el lugar donde reposarán nuestros restos – Tenemos que evaluar dónde daremos sepultura a nuestros cuerpo físico. De planificar esto nos ayudará a no tener que añadir otro “dolor de cabeza” al proceso que en sí será difícil.
4. ¡Hagan provisión! – Un proceso fúnebre en Puerto Rico y Estados Unidos puede fluctuar entre los $3,000 y $5,000. Esto es el costo conservador y básico. Una de las formas de evitar un golpe de esta magnitud en un tiempo inesperado, puede ser minimizado si hacemos provisión desde antemano.
5. Solicitemos un seguro de vida - ¿Desde cuándo?, ¡Desde el día siguiente de la boda! Hoy día existen múltiples compañías de seguros de vida accesibles y con pagos cómodos. ¡NO LO DEJEN PARA DESPUÉS!
Luego de dialogar y planificar cubrir estas y otras áreas, no piensen en la muerte en todo tiempo sino ¡¡¡DIFRUTEMOS LA VIDA JUNTOS!!! Recuerden que el Señor nos creó para estar juntos en el matrimonio y trabajar como equipo en todo momento. Esto quiere decir que estaremos teniendo memorias juntos, las cuales serán recordadas durante nuestra travesía por la vida. Hablen de todo aquello que desean hacer recordando que sólo Dios conoce los tiempos y cuánto estaremos en esta vida. Alabemos Su Nombre y oremos para que en todo momento podamos tener todas nuestras cuentas claras con nuestro cónyuge y así poder cumplir el pacto ¡¡¡hasta que la muerte nos separe!!!
Dr. José González, D. Min, M.A. y Dra. Luz E. Alvira, Psy. D.Psicólogos y Ministros Conferencistas
(787)922-7632
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Mi amor… ¿cómo sería tu vida sin mí?
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Deseo con este escrito destacar la gran labor que desempeñas como cabeza o figura paternal o maternal a tus hijos(as). El ser padre no es una labor fácil, pero si es
una que desata abundantes bendiciones ya que la Biblia nos recuerda que los hijos son bendición de Jehová. Sé qué haces lo que puedes con las herramientas que tienes, pero ánimo ya que esta gestión transcenderá porque tiene grandes recompensas para ti y tus futuras generaciones. Aunque suene un poco extraño todo tu esfuerzo y dedicación son la mejor inversión que harás por tus hijos. Entiendo que existen grandes retos para ti, que quizás no tuviste un ejemplo paterno o materno para seguir, pero sé que tienes lo que tus hijos necesitan para poderlos educar y darles el apoyo que tu no recibisteis. Eres la persona más importante e influyente que podrá construir en ellos lo que mañana será tu mayor logro en la vida. El apóstol Pablo en una carta a los Corintios nos recuerda: “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”. Saber dar, saber sembrar, es algo que traerá frutos constantes en tu vida y en todas las áreas de desempeño. Esta ley es asombrosa porque funciona en todos los ámbitos de la vida, ya sean cosas espirituales, emocionales, sociales, familiares, laborales, etc. Dios estableció que todo lo que el
Eric Serrano Ministerio Sanando el Alma Herida
(407)383-7506
PADRES: El trato que das hoy, será el trato que recibirás mañana
ser humano siembra, eso mismo cosechará. Nadie puede cosechar lo que no sembró. Tener en cuenta esta ley en nuestra vida nos hará sabios. A veces no nos damos cuenta lo que estamos sembrando, ya sean cosas buenas o malas, pero debemos estar conscientes que en todo momento estamos sembrando. Las relaciones familiares son un ejemplo claro de siembra y cosecha, por ejemplo de padres a hijos. Si con nuestros hijos somos críticos, exigentes y perfeccionistas produciremos una relación tensa, aunque el amor puede permanecer inalterable la relación se desgasta, y hace que los hijos quieran huir
de sus padres. Es mejor sembrar comprensión, perdón, tolerancia sabiendo corregir solo cuando sea necesario. A veces los padres queremos cosechar en nuestros retoños lo que no sembramos, le somos indiferentes, no los escuchamos, no le dedicamos tiempo necesario, pero pretendemos que ellos estén siempre prestos, listos y sonrientes para atender todas nuestras necesidades. Si no estás recibiendo cosas buenas, es mejor que pienses en todo lo que has sembrado. Nuestros hijos llegarán a ser lo que nosotros hagamos de ellos. Son las criaturas más impotentes de la creación que hay en el mundo, ya que nacen sin conocimiento ni entendimiento. El pequeñito comienza a aprender después de nacer, y gran parte de lo que sabe depende en gran medida del medio ambiente, de las influencias bajo las cuales se cría, de la bondad con que se le trata, de los ejemplos dignos que se le dan y de las sagradas influencias o de las que no lo son, del padre y de la madre sobre su mente infantil. Llegará a ser principalmente el producto de su ambiente y de lo que sus padres y maestros hagan de él. Si puedes convencer a tus hijos de que los amas de todo corazón, que anhelas su bienestar y de que son sus amigos más fieles, ellos a su vez depositarán su confianza en ustedes, los querrán y procurarán hacer lo que les pidan y cumplirán con sus deseos por amor. Padres, nosotros tenemos el formón en nuestras manos que tallará el ser que luego te sentirás orgulloso(a) de llamar tu hijo(a). Es importante que nos evaluemos todos los días con mucha objetividad ya que ellos serán nuestro reflejo. Invirtamos en ellos la imperante necesidad de amar a Dios y de ser agentes de servicio para otros. Veremos en ellos como tu ejemplo provocará que estés en su mente y en su corazón.
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¿ Le gusta decirle a su esposo cómo debe peinarse, vestirse o qué debe comer? ¿Con frecuencia tiende a darle órdenes? ¿Cada vez que su esposo hace algo que le pareció
indebido, lo corrige inmediatamente? Si ha respondido positivamente a una de estas preguntas, entonces déjeme decirle que está tratando a su esposo como un hijo y no como a su compañero de vida. ¿Cómo ve a su esposo? Esta es una pregunta que con frecuencia hago en los seminarios para esposas. Lastimosamente, muchas de las respuestas se acercan a esta frase: “para mí es un hijo más”. Esta afirmación es determinante a la hora de enfocarnos en la relación de pareja, ya que “tal como lo ves, es como vas a tratarlo”. Si lo ve como una persona lenta o poco proactiva, tenderá a hacer las cosas por él. Si lo ve como alguien despistado, evitará pedirle ayuda. Si lo ve demasiado mandón, tratará de mantenerlo a distancia. Es momento de analizar su actitud. Pensar que las cosas deben hacerse siempre a su manera, puede ponerle en la posición de juez o de madre, y terminará realizando, después de cada situación, un listado de cosas por corregir o mejorar para su esposo, haciéndolo sentir constantemente evaluado e insuficiente. Cuando esto sucede la relación inevitablemente se va desgastando, tanto que una vez un esposo mencionó: “si hubiera querido que mi esposa fuera mi mamá, mejor me hubiera quedado en casa con ella”. Aunque parezca ilusorio, incluso muchos exitosos profesionales llegan a casa a ser “regañados” por sus esposas. No es sencillo para nosotras, parece que queremos sobrevolar como helicóptero sobre ellos con un mensaje que nunca decimos pero que casi siempre ejercemos: “terminar de criarlos”. ¡Cuidado! Esto carcome su valía y su corazón, quizás al inicio él luchará por mantener su posición dentro del hogar y manifestará su malestar e incomodidad por la forma en la que usted lo trata, pero luego, con tal de evitar problemas y confrontación, se quedará callado y cederá su rol acumulando rabia, con el riesgo de explotar algún día de mala manera. Es necesario cambiar esta actitud porque es nociva para el desarrollo personal de su esposo y
para el crecimiento de la relación matrimonial. La realidad es que a nadie le gusta sentirse evaluado constantemente, eso sólo genera inseguridad, frustración y el sentimiento de no poder llegar al estándar de la persona amada. Nuestros esposos sentirán que sus decisiones nunca son acertadas y terminarán concluyendo: “mejor que lo haga ella”, “mejor que ella decida”. Entonces, lo que al inicio nos pareció muy agradable y cómodo porque éramos nosotras mismas las que tomábamos decisiones y hacíamos las cosas a nuestra manera, con el paso de los años nos aburrirá y nos cansará; es entonces cuando escucho el sentir de muchas esposas: “estoy agotada”, “todo el peso del hogar cae sobre mí”, “él es muy cómodo” y obviamente sentimos una sobrecarga física y emocional muy fuerte. ¿Qué podemos hacer para dejar de ser “la mamá”?
• Trate a su esposo como el adulto que es. Puede ser que alguna vez se equivoque o
no haga las cosas como las está esperando, pero eso no le da el derecho de organizarlo y dirigirlo permanentemente. Él sabe lo que le conviene y lo que no; no quiero decir que su esposo no sea perfectible, sólo que la forma de animarlo a mejorar no es subrayándole sus equivocaciones o haciendo las cosas por él.
• Fortalezcan la comunicación. Así él podrá conocer claramente su punto de vista sobre las diferentes situaciones y actuar tomando en cuenta su criterio, pero siendo él mismo el que accione. Si en algún momento no está de acuerdo con la forma o con las decisiones que está tomando, sea sabia para hacerle ver el error. Aun si se equivocó apóyelo, y luego, no en el mismo momento, hágale saber cómo juntos podrían hacerlo mejor, sin que se sienta evaluado, juzgado o criticado.
• Sea empática. Considere que hay otras formas de pensar y de actuar diferentes a la suya y son igual de válidas. Antes de intentar corregir, analice lo que llevó a su cónyuge a actuar de una determinada manera.
• Refuércelo positivamente cada vez que tiene un acierto. De esa manera no sólo expresa lo que no le agradó, sino que refuerza lo que le gusta. Verbalice constantemente sus virtudes, hágale saber que está orgullosa de él, y que no necesita cambiarlo para amarlo.
Al desarrollar todas estas habilidades, podrá enseñarles a sus hijos con el ejemplo que la mejor manera de vivir en familia es haciendo equipo y que al igual que en el fútbol, los jugadores no se pelean en media cancha, sino que dan lo mejor de sí para meter el gol, de la misma manera en nuestro hogar, necesitamos hacer equipo para jugar el mejor partido de nuestras vidas. Mujer, no hay nada más reconfortante que recorrer el camino junto a su esposo, déjese amar, ayudar, relájese y disfrute junto a él cada día.
Solange Blum Carcelén de Vizhñay Fuente: Enfoque a la Familia
Su EsposoNO ES
Su Hijo
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Pastora Magali FontDirectora Ministerio de Mujeres LatinasInternational Congress of Churches & Ministers
(407)758-7283
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SER MADRE “ESTÁ DE MADRE” ¡Auméntanos la fe! Esa fue una oración sencilla que hicieron los discípulos en Lucas 17:5. Creo con todo mi corazón que hoy más que nunca esa petición debe estar vigente en nuestras vidas. Cuando veo a mis hijos criando a mis nietos; jóvenes adultos, adolescentes, pre-adolescentes y bebés. Les confieso tengo una profunda preocupación. Recuerdo los retos al educar a mis hijos: Educarlos en el temor de Dios. Vigilar que la droga no los tocase. Cuidarlos de gente que pudieran dañarlos espiritual, emocional y físicamente. Orar por sus futuras parejas. nfluenciarlos para que se convirtieran en profesionales exitosos. La lista es interminable y extenuante a la vez. Me pregunto entonces, ¿Cuáles son los principales motivos de preocupación que mis hijos enfrentan al educar a sus hijos? ¿De qué manera logran resolverlos y enfrentarlos? Son tantos los obstáculos que se interponen: ataques terroristas, balaceras en las escuelas, internet y redes sociales, acoso (bullying) físico y emocional tanto en las escuelas como en las redes sociales. Racismo, drogas, lesbianiasmo y homosexualismo Una vez más, la lista es interminable y alarmante. Una joven madre compartió conmigo su preocupación por su hijo de 11 años. El próximo año escolar entrará a la escuela intermedia. Me dijo: “tengo que explicarle, el acoso sexual, tanto de niñas como de los niños de orientación sexual del mismo sexo o (gay). ¿Cómo lo preparo para el acoso (bullying), discriminación por ser latino? ¿Cómo le enseño a cuidarse de los adultos que acosan a niños y jovencitos?Pensé, “Ser madre está de madre”. Hoy los retos de mi generación están vigentes, añadiéndoles todos los
nuevos. Empecé a analizar la vulnerabilidad a la que estamos expuestos, pero también, cómo desarrollar el conocimiento y el poder de reivindicar lo que nos interesa y es importante. Si miramos la Biblia encontramos gente que cuando se sintieron agotados y abrumados se mostraron:1. Deliberados en sus pensamientos y conducta. Para
ellos se valían de la oración y meditación y expresaban en ella lo que querían conseguir. Ana, dice en las escrituras que oró a Jehová pidiendo un hijo, a su petición le añadió una promesa, me concedes un hijo y yo te entregaré toda su vida. (1 Samuel).
2. Abiertos a la inspiración y a tomar decisiones nuevas y diferentes.
Las hijas de Zelofehad, lucharon contra las injusticias, cambiaron su futuro y el de las nuevas generaciones Números 36: 2-13
3. Respondían activamente. No se quedaban parados, sino que pasaban a la acción.
Ruth respondió activamente, no se quedó llorando de impotencia e incertidumbre. Al contrario, afirmó su rostro al campo de Booz y captó su atención. Es cierto que esta generación tiene retos grandes y difíciles, pero también es cierto que contamos con un Dios que ha sido nuestro refugio de generación tras generación. Salmos 90:1 Me gusta la historia de Lea. Las dificultades y crisis eran la orden del día y rodeaban su vida. “Pero Dios le concedió hijos”. ¡Que hermosa frase! Genesis 29:31. Cada hijo era un testimonio del poder y del Amor de Dios: Rubén: “El Señor a visto mi aflicción.” Simeón: Dios escuchó mi Oración. Leví: Amor (Dios te ama). Judá: Alabaré a Jehová.
Declaro que cada madre tiene el poder y la autoridad para educar a sus hijos creyendo que Dios: “Te Ve, te escucha, te ama, y por eso tienes motivos para alabar su nombre. ¡Gloria a Dios! No podemos olvidar al educar los hijos y nietos que tenemos el DNA de Dios. Somos un linaje espiritual, un linaje escogido, embajadores con inmunidad diplomática. Añádele a todo eso que somos real sacerdocio, pueblo adquirido. “Jesús pagó el precio”. Miqueas 4:5. Todos los pueblos marcharon en nombre de sus dioses, pero nosotros marchamos en el nombre del Señor, en el nombre de nuestro Dios, desde ahora y para siempre. En ese capítulo de Miqueas encontrará herramientas de salvación:1. Dirección - Versículo 2 (Dios mismo nos instruirá en sus
caminos)2. Corrección - Versículo 3 (Él administrará justicia) 3. Convicción - Versículo 4 (Nadie perturbará su solaz. El
Señor todopoderoso lo ha dicho) Me uno a la oración con cada mujer de Fe que le creé a Dios por sus hijos y digo como David en el Salmos: 139: 13-16. “Tú creaste mis entrañas me formaste en el vientre de mi madre, todo estaba escrito en tú libro; todos mis días ya estaban diseñados”. Nuestros hijos, nietos y las futuras generaciones están diseñados y formados por Dios. Amen.
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El diccionario El Pequeño Larousse, define el término Padre como hombre o macho que ha engen-drado un hijo. Debido a los avances en la tecnología médica, no solo se puede engendrar un hijo de la unión de un hombre y una mujer, sino que existe la fertilización en vitro que permite que espermatozoi-des donados puedan ser utilizados para fertilizar un óvulo sin ocurrir un contacto íntimo y sexual entre una pareja. Existen tantas situaciones en nuestra sociedad, en las diferentes culturas o creencias a través del mun-do al punto que en muchas ocasiones los niños se crían o desarrollan sin la figura de un padre. Por otro lado, hay circunstancias donde el padre biológico no asume su rol de padre, muere, o abandona el hogar y es sustituido por un padrastro, abuelo o algún otro familiar u otra persona que se encarga de criar al niño (a). Un padre debe ser el proveedor principal del ho-gar, el sacerdote del hogar como bien lo describe la palabra, el que instruye a sus hijos por buen camino y ofrece amor y protección en conjunto con su esposa. Desafortunadamente vivimos en un mundo donde hay mucha maldad, donde muchos niños son explo-tados en trabajos y aún en el tráfico sexual, y en oca-siones por sus propios padres. La realidad del caso es que padre biológico puede ser cualquiera que físicamente pueda producir espermatozoide y fertilizar un óvulo femenino. Pero el ser un verdadero y buen padre requiere de sacri-ficios, de amor, de tiempo y dedicación a los hijos. En nuestra sociedad actual se han adoptado un sin-número de leyes que van en contra de la moralidad que nos enseña la Biblia. Como verdadero padre es
nuestro deber sembrar en nuestros hijos la Palabra de Dios. Debemos enseñarles a nuestros hijos sobre el temor de Dios como dice la palabra en (Proverbios 1:7) “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”. (Proverbios 22:6) dice: “Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de el”. Tenemos como padres responsables sembrar en nuestros hijos el conocimiento de la palabra de Dios. Como cristianos reconocemos que tenemos un Padre Celestial en común. Dios quiere lo mejor para nosotros y nos ama. De igual manera que nosotros como padres terrenales queremos lo mejor para nues-tros hijos, así Dios también se preocupa por nosotros como sus hijos y nos ama. (Lucas 11:13) dice: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre Celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” Tan grande es el Amor de Dios por nosotros que dio a su hijo unigénito en sacrificio por nosotros. De igual manera Dios nos disciplina tal y como nosotros debemos disciplinar a nuestros hijos; “Porque el Señor al que ama disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo”. (Hebreos 12:6) Amados hermanos y hermanas el verdadero pa-dre es aquel que toma su rol como sacerdote en su hogar e instruye a sus hijos en el conocimiento de la palabra de Dios y cumple con sus responsabilidades de ser protector, y suple las necesidades físicas, emo-cionales, espirituales y financieras de sus hijos. El ver-dadero padre no es necesariamente el que engendra, sino aquel que se esmera en que sus hijos y su familia prospere, y que sus necesidades básicas del diario vi-vir sean sufragadas al igual que el ámbito espiritual de su hogar y familia sea siempre de edificación para crear adultos saludables. Que bendición es saber que nuestro Padre Celestial es Amor y tiene promesas para sus hijos y quiere lo mejor para nosotros. “Porque se los pensa-mientos que tengo acerca de vosotros dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. (Jeremías 29:11)
Engendrar a un hijo no es lo que
te hace ser un buen Padre
Víctor A. Rivera, M.D.Champions City Church
(407)277-7168
www.champiosministries.org
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En estos tiempos, con los cambios que han ex-perimentado las familias en sus conformacio-nes y dinámicas, ya no resulta tan improbable encontrar algunas opiniones que señalan que la
presencia de la madre y del padre no son tan deter-minantes para los hijos y que las funciones de uno y de otro pueden ser asumidas por uno u otro y hasta reemplazadas fácilmente por otros actores. La denominada “ideología de género” ha traído al debate sociológico una confusión en cuanto a la maternidad y la paternidad, indicando que no existen necesariamente funciones específicas y diferenciadas entre los padres y las madres, y que es mejor hablar de las funciones que se distribuyen entre el “progeni-tor 1” y el “progenitor 2”. Pero en realidad, desde la perspectiva bioló-gica, antropológica y sociológica, la diferenciación, dualidad y complementariedad que existe entre el hombre y la mujer proyecta de manera natural las distintas funciones y los equilibrados aportes que provienen de las madres y de los padres, como bien lo han demostrado los trabajos de los profesores Fer-nando Pliego de la Universidad Nacional Autónoma de México y Christopher Wolfe de la Universidad de Dallas. En este sentido, también la especialista María Calvo, presidenta de la Asociación de Centros para la Educación Diferenciada de España, puntualiza la importancia de las funciones diferenciadas de los padres y de las madres. En efecto, “...las funciones del padre y de la madre son totalmente diferentes y el hijo necesita a los dos para su equilibrio: ella intro-duce al hijo en el mundo de los afectos, en la esfera íntima; él le proporciona independencia, le abre al mundo exterior.” Independientemente de lo que pueda creer cada persona, es importante saber que diversos es-tudios demuestran, incluso, que los propios niños, aún muy pequeños, notan las diferencias que existen entre el padre y la madre. “...En una experiencia en Israel se mostró que los niños prematuros ganaban peso más rápidamen-te cuando eran visitados por el padre. El padre da un aliento psicológico al hijo, que él nota... En otra inves-tigación, psiquiatras mostraron que los niños, cuando
perciben la presencia del padre, encorvan la espalda y las cejas de una forma especial porque intuyen que los va a coger él, y notan que él los coge de una ma-nera diferente a la de su madre”. María Calvo profundiza en su análisis, en una característica que también ha sido expuesta exhaus-tivamente por sicólogos de gran renombre e, incluso, por el propio Sigmund Freud: “Cuando la madre está sola con el hijo se tiende a crear una relación muy es-trecha de la madre con los hijos. Su amor y su neuro-química cerebral es tan fuerte, que es capaz de darlo todo. Pero esa relación necesita autonomía. El padre viene a separar ese binomio (no me refiero al padre que se identifica con un modelo patriarcal, que es lo contrario). El padre, al romper la relación tan íntima, dota de libertad. Da libertad para que el hijo se identifique como ser independiente y autónomo, ya que una relación así es limitadora para el hijo, ella quiere prolongar la relación uterina hasta siempre y por eso tenemos adultos con una relación enfermiza. Y da libertad también a la madre, que puede acabar siendo escla-vizada. Esto ocurre en madres de distintas culturas y niveles sociales, es algo biológico.” En esa necesaria búsqueda del equilibrio, el pa-dre tiende a establecer con el hijo una relación donde no le proporciona lo que necesita de inmediato. De esta manera el hijo aprende un mayor autocontrol, a conseguir las cosas poco a poco. Por su parte la madre tiende a darlo todo de inmediato, a suplirlo todo y “a controlarlo todo so-bre los hijos: los amigos, cómo cruzan la calle, cómo visten,…mientras que los padres son mucho más arriesgados, amplían el horizonte de los hijos, les dan autonomía.” No obstante, en la actualidad, los cambios expe-rimentados por las familias y la sociedad nos presenta un panorama muy desfavorable para los hijos. La pa-ternidad, aunque muchas veces no se ha ejercido de la mejor manera, ha sido cuestionada, confrontada y desplazada en los últimos años; se han incrementa-do los hogares con madres que crían a sus hijos sin la presencia e implicación efectiva de los padres; y se ha tendido a difundir la idea de que los hijos pueden ser cuidados, criados y educados por el padre o la madre
o cualquier otra persona que asume -indistintamente y sin ninguna consecuencia- las funciones de los dos progenitores. Se ha señalado anteriormente las razones fun-damentales y determinantes por las que el padre debe estar presente en el proceso de crianza y desa-rrollo del hijo. Pero ciertamente la verdadera y efecti-va implicación del padre quizás no se ha dado como se debería. Esto, sin embargo, está cambiando, y las nuevas generaciones de padres, dichosamente, están participando más activamente en el cuidado, crianza y educación de sus hijos. Las madres deben permitir a estos padres que asuman sus funciones y responsabilidades. No lo van a hacer quizás como ellas esperarían, porque ellos tienen sus propias formas de hacerlo, pero lo harán bien, si se les permite, complementando apropiada-mente las funciones irremplazables de las madres. Por otro lado, no es cierto que no exista ningu-na consecuencia para los hijos que crecen sin la pre-sencia del padre o de la madre. Los hijos necesitan contar con el padre y la madre. Cuando por diversos motivos esto no ha sido posible, los hijos deben re-cibir la comprensión y el apoyo necesarios para salir adelante. Ciertamente a lo largo de la vida, niños y jóve-nes salen adelante criados por solo uno de los proge-nitores, por abuelos, familiares u otros tutores, pero se ha constatado que, mientras sea posible, lo más saludable y recomendable es que los hijos puedan contar con padres y madres implicados en sus funcio-nes naturales, diferenciadas y complementarias. El padre y la madre ejercen funciones diferentes y complementarias. Cada uno de ellos es determinan-te en el proceso de crecimiento y desarrollo sico-afec-tivo de los hijos. Aunque algunos promuevan ideas que relativizan el valioso significado de la maternidad y la paternidad, la evidencia científica y la experiencia académica demuestran que madre y padre son fun-damentales en la vida de los menores y en el alcan-ce de niveles mayores e integrales de bienestar para ellos. Jesús Rosales ValladaresFuente: Enfoque a la Familia
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Las dos personas irremplazables:Mamá y Papá
Las funciones del padre y de la madre son totalmente
diferentes y el hijo necesita a los dos para su equilibrio.
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Hay una crisis que está causando un gran daño a la vida de millones de personas.
La crisis es, “la ausencia de un padre.” De acuerdo a www.fatherhood.org, en los Estados Unidos 1 de cada 3 niños están sin su padre biológico en la casa. La data enseña, que los que no crecen con su padre en la casa están expuestos a lo siguiente:
• Tiene una probabilidad más alta de ser pobre
• Tiene una probabilidad más alta de tener problemas de comportamiento
• Tiene una probabilidad más alta de estar sobre peso
• Tiene una probabilidad más alta de ir a la prisión
• Tiene una probabilidad más alta a quedar embarazada en su adolescencia
• Tiene una probabilidad más alta de usar drogas y alcohol
Estos datos son alarmantes. Se sobreentiende que hay factores fuera de nuestro control que causan la ausencia de un padre; divorcio, muerte, etc. No hay nada que podemos hacer cuando está fuera de nuestro control. Pero exponemos a nuestros niños a riesgo cuando queremos tomar control.
EL DISEÑO DE DIOS Dios crea al hombre para vivir la voluntad de Dios. Cuando él ve al hombre en la tierra, él dice: “no es bueno que el hombre esté solo,” y de su costado saca a la mujer. Génesis 2:24 dice: “Esto explica por qué deja el hombre a su padre y a su madre, y se une a su mujer para formar un solo cuerpo”. Desde el principio, la Biblia establece un precedente: padre y madre. Dios crea al hombre y a la mujer con la capacidad de reproducirse. Génesis 1:27-28 (TLA) “Fue así como Dios creó al ser humano tal y como es Dios. Los creó a su semejanza. Creó al hombre y a la mujer, y les dio está bendición: quiero que se reproduzcan, quiero que se multipliquen, quiero que llenen la tierra y la pongan bajo su dominio…” Bíblicamente, la reproducción está diseñada específicamente para el hombre y la
mujer que están comprometidos en matrimonio. Ese es el diseño de Dios. La familia es la institución más linda que Dios ha creado.
DAÑANDO EL DISEÑO Nuestras decisiones, en muchas ocasiones dañan el plan y el diseño de Dios. Cuando una persona decide tener un hijo a través de inseminación artificial, es decir escoger traer al mundo una criatura sin importar la implicación de que esa criatura no tendrá un padre presente, eso es en contra del diseño de Dios. En Génesis 12 y luego en Génesis 15 vemos a Dios hacerle una promesa a Abram. Dios le promete que él iba a ser “padre de naciones”. Había un problema; Sarai era estéril. Su esterilidad era un factor limitante y su edad puso esa promesa en otra categoría: ¡locura! Observemos el próximo relato bíblico. Génesis 14:1-4 (TLA) dice: “Abram tenía ya diez años de vivir en Canaán, y su esposa Sarai aún no había podido tener hijos. Pero como ella tenía una esclava egipcia que se llamaba Agar, le propuso a su esposo: «Abram, como Dios no me deja tener hijos, acuéstate con mi esclava y ten relaciones sexuales con ella. Según nuestras costumbres, cuando ella tenga un hijo ese niño será mío, porque ella es mi esclava». Abram estuvo de acuerdo. Entonces Sarai tomó a su esclava y se la entregó a su esposo. Abram se acostó con Agar, y ella quedó embarazada. Cuando Agar se dio cuenta de que iba a tener un hijo, comenzó a despreciar a Sarai”. La promesa de Dios ahora se convierte en frustración para Sarai. Al final de esta historia vemos que Dios cumple su promesa. Abraham y Sara tienen a su propio hijo, Isaac. También vemos en la historia a un Ismael triste que pierde la oportunidad de vivir con su padre.
RESTAURANDO EL DISEÑO ¿Cómo podemos restaurar el diseño? No tratemos de tomar el control. Tenemos que entender que Dios es soberano y absoluto. En su plan existe una explicación que nosotros no podemos alterar. Él vive en un eterno presente, y nuestro futuro, ya él lo vio.
PADRES SOLTEROS,Realidad Que NoDebemos Ignorar
Rev. Jonathan Iguina / Sileni Iguina, M.Ed. Iglesia Cántico Nuevo, IDPMI
(863)206-7228
www.CanticoNuevo.orgww
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LOS CHAPERONES: ¿Son un impedimento o seguridad?
Rebecca OverstreetUniversidad Teológica El Camino
(407)791-5355
Tradicionalmente un chaperón(a) era un hombre o mujer mayor que acompañaba a una joven durante una actividad social, con la intención
de prevenir interacciones sexuales o sociales inapropiadas, así como también conductas ilegales (beber o uso de drogas). Esta persona rinde cuenta a los padres de la joven. Mi experiencia personal fue muy agradable ya que mi madre fue una mujer excepcional y alegre, por lo tanto, no nos molestaba su compañía. Pregunté a una amiga acerca del tema y me contó que cuando escogía un chaperón se aseguraba de que tuviera ciertas características para poder confiar su mayor tesoro en sus manos. Esa persona tenía que responderle ante el cuidado de su hija. Tenía que ser una persona con madurez, equilibrada, prudente, sabia, con dominio propio y llena de Dios. Cuando la persona no estaba, entonces, ella iba. Me dijo que como madre se dio a la tarea de conocer muy bien el compañero de su hija y su familia, que aunque sabía que no era para ella, era necesario saber de lo que carecía además de su inmadurez. Y de la misma manera conocer sus intenciones al acercarse a ella. Así fue que pudo lidiar con la situación y sacar a su hija del hoyo antes de caer en él. Durante esa etapa tuvo diálogos de amistad con su hija donde ella le podía expresar con confianza sus temores y desaciertos. No la regañaba, no la señalaba, simplemente la escuchaba
para poder orar y aconsejarla. Esa es la tarea de todo padre. 1 Corintios 15:33 “No te dejes engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”. Hay padres imprudentes que tratando de evitar algo pero con sus pleitos y amenazas hacen que sus hijos se tornen rebeldes y sigan detrás de sus amigos. Mi consejo a ellos está en Proverbios 12:26. “El justo es guía para su prójimo, pero el camino de los impíos los extravía”. No dejes en manos de otros tu responsabilidad. Ahora mismo en occidente ésta costumbre se ha ido perdiendo. Los padres dejan a sus hijos solos en eventos sociales y estamos viendo como ocurren diferentes tragedias. Debemos de dar prioridad al cuidado y a la instrucción de nuestros hijos: 3 Juan 1:4 “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad”. Si los descuidas a causa de otras cosas, tanto tú como ellos sufrirán las consecuencias: Proverbios 29:15 “El niño dejado a sus caprichos es vergüenza de su madre”. Pregunté al Dr. Juan J. Binet como padre: “Respecto a lo recomendable o impracticabilidad del monitoreo de relaciones de cortejo y citas románticas (chaperón o carabina) en la que fungimos de acompañantes supervisores a nuestros jóvenes, tengo la convicción de que es sine qua non. No es asunto de la vieja guardia desfasada que pretende
inmiscuirse, intervenir e interrumpir la libertad que nuestros hijos quisieran tener, sino que se trata de protección y respeto. Ningún padre o mentor querrá hacerles la vida imposible a sus jóvenes, antes bien queremos asegurarnos de que establezcan y desarrollen relaciones sanas y respetuosas donde no se cruzan deliberadamente líneas y fronteras morales y donde se profundizan las relaciones afectuosas y se crece en amor genuino y legítimo. Dado que nuestros hijos no cuentan con la madurez requerida de entrada, añadido a la cruda realidad de que la carne es débil y a la cual no se le debe dar tregua, lo más sabio y saludable es contar con un supervisor a quien rendirle cuenta y frente a quien el joven se ha de cohibir de hacer lo indebido o sobrepasarse por razones obvias. ¡Mantengamos la tradición y no descontinuemos lo que siempre ha funcionado!” Nuestra responsabilidad es dar instrucción amorosa combinada con disciplina firme, por eso trata a tus hijos con suavidad y amor: Efesios 6:4 “Padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien críenlos con disciplina e instrúyanlos en el amor del Señor”.
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¿Convertido o Convencido?
Es de notar que estos dos primeros mensajes de la Iglesia del Nuevo Testamento, después de la ascensión del Señor implicaba y resaltaba la CONVERSIÓN de las almas, para perdón de los pecados, o sea para que ellos fueran borrados (He¬chos 2:37 y 38 …Hechos 3:19).
La palabra conversión que es posterior al arrepentimiento, y qué ambas son dos actitudes que prácticamente se fusionan en una, significa según el diccionario común de nuestra lengua: Transformar una cosa en otra”. La palabra conversión sería casi sinónimo en este caso específico, de TRANSFORMACIÓN, cambio, acción de convertirse. Desde aquella Iglesia naciente a nuestros días, han transcurrido casi 20 siglos y como afirma el proverbio común Mucha agua ha corrido bajo el puente. Cambiaron las personas, los tiempos, las costumbres, todo se ha modernizado, aún la Iglesia actual no es la misma que nacía en medios de terribles persecuciones, y se desarrollaba pujante y arrollador el Espíritu Santo. El medio ambiente afectó e influenció en la estructura de la Iglesia del Señor, algunas cosas fueron adaptándose al vértigo de este siglo, y aún sin estar de acuerdo que así sea, debemos con una mano en el corazón admitirlo: Muchas cosas han cambiado. Algunos lo llaman formas costumbres, la idiosincrasia de los pueblos, la influencia del medio ambiente, la mimetización con la sociedad, a muchos nos sigue costando un gran esfuerzo Hacer bajar, pero sin ánimo de polemizar, volvamos al tema inicial, y la pregunta es: ¿Habrá cambiado Dios su método de salvación? Si aquellos tres mil o cinco mil “nuevos convertidos” tuvieron que arrepentirse ante la evidencia de la Palabra de Dios, y experimentar una TRANSFORMACION en sus vidas para ser salvos, actualmente la condición es exactamente la misma. No basta levantar la mano, apoyarla sobre un receptor o la Biblia, repetir una oración, llenar algún cupón de alguna publicación, pasar delante de una plataforma, o levantar las manos al cielo, aunque todo esto tenga su razón de ser; la CONVERSIÓN significa mucho más, y es el resultado directo de un arrepentimiento genuino ante la perspectiva del amor de Dios al entregar a su hijo a la muerte expiatoria. En nuestros días vemos innumerables esfuerzos evangelísticos, y miles que han oído de un Dios que les ama, y se han CONVENCIDO de su necesidad, han
levantado su mano, dando su nombre para ser anotado en una tarjeta, pero quizás nunca hayan sentido dolor por su pecado, por su vida sin Dios. No han comprendido que deben arrepentirse. El Apóstol Pedro nos dice en su mensaje “ARREPENTIOS Y CONVERTIOS…”, y no, deja que Dios te con vierta, sus palabras expresan una actitud personal e individual que debe tomar la persona, ante la evidencia de la Palabra de Dios. Miles y miles de nombres llenan tarjetas de decisiones, pero nos cabe preguntar: ¿Cuántos son convertidos?…¿No serán miles de CONVENCIDOS? Los pastores locales saben realmente al terminar un movimiento Evangelístico, cual es el resultado genuino, y muchas veces después de infructuosos esfuerzos en visitación y consejería, tienen que admitir que no todos fueron convertidos. Hay palabras duras en la Biblia, y alguna de ellas son estas dos expresiones que sintetizan el mensaje de la Iglesia apostólica, y que hoy muchos predicadores han excluido de sus mensajes, diciéndoles a la gente lo que quieren oír, y no lo que ellos deben oír. Nada está bien para el ser humano, mientras no se reconcilie con su Creador, mientras que en su vida no se efectúe un cambio RADICAL, REVOLUCIONARIO, UNA CONVERSIÓN, UNA NUEVA VIDA, iniciada en esta primera actitud correcta y Bíblica: EL ARREPENTIMIENTO. Decirles a las personas que Cristo desea sanarles y libertarles y hacer milagros en sus vidas, es correcto, porque Él lo puede hacer. Pero si ellos no llegan a comprender que sus almas pueden ser condenadas para siempre, será como dar aspirinas a un moribundo. Dios vino en carne para SALVAR, y como COMPLEMENTO (añadidura) Él quiere y puede sanar, libertar, bendecir, prosperar, etc.Cambiar el orden de Dios tocante a esto, será trágico para las almas y también para la Iglesia. Dios no quiere, meros profesantes del Evangelio, una vez oí decir a un antiguo siervo de Dios: “Usted no debe entrar en el Evangelio, el Evangelio debe de entraren usted”. Dios te bendiga.
Sergio GebelFuente: Biblia Todo
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CristianosInvisiblesUnos decían: Él es; y otros: A él se parece. Él decía: Yo soy. Juan 9.9 RVR60
La palabra invisible es definida por el diccionario como algo que no puede ser visto, o que rehúye ser visto. Es interesante que esta palabra es un adjetivo; o sea, describe al sujeto. Por lo tanto, la invisibilidad
es realmente como es descrito una persona en términos de lo que se puede ver en él o lo que desea mostrar. Es en este contexto que debemos preguntarnos si estamos realmente exteriorizando la verdad interna que hemos creído o si por el contrario hemos decidido esconder esa verdad. En el primero de los casos debemos como hijos de Dios reconocer que la fe sin obras es muerta (Santiago 2.20 RVR60). Todas las promesas, principios y bendiciones que responden a la fe, necesitan una manifestación u acto que valide lo que se ha creído. Por lo tanto, nuestras acciones son la suma de nuestras creencias o el resultado de estas. Los hombres no pueden ver nuestro interior, no logran a mirar en nuestros pensamientos; pero si logran ver a través de nuestras acciones la evidencia de lo que hemos aceptado en nuestra mente y corazón como una verdad. Desde esta perspectiva hay cosas que Dios ha depositado en las vidas de sus hijos que hoy tal vez no pueden ser vistas porque simplemente no se han creído. Son verdades espirituales que necesitan y dependen de la fe de aquel que las recibe para poder manifestarse en el comportamiento. La evidencia de la fe se encuentra en los actos, actitudes y posturas que asumimos todos los días. En cómo respondemos a las circunstancias que atravesamos a diario. El apóstol Pablo describe esta verdad de la siguiente manera: Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos. Es evidente que ustedes son una carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones. (2 Corintios 3.2-3 NVI). En la medida que nuestra fe supera los retos de la razón y lo natural, veremos como nuestras vidas,
Pastor Aldo LópezCiudad de Dios Florida
(407)799-9990
www.ciudadchurch.com
en términos de acciones y actitudes comenzará a revelar en el mundo natural, la verdad espiritual en nuestras vidas. Desde esta perspectiva “tú y yo somos las únicas Biblias que algunas personas llegan a leer”.El segundo aspecto de esta realidad tiene que ver con aquellos que rehúsan revelar o esconden por temor la verdad que en su interior avalan. Es importante notar que ciertamente, desde los inicios de la proclamación del mensaje del evangelio de Jesucristo, aquellos que proclaman y comparten su amor por Jesús no han sido vistos con buenos ojos por aquellos que no comparten o creen. El apóstol Pablo dice: Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios. (1 Corintios 1.18 NVI). Es tal vez, la falta de popularidad del mensaje entre los que se pierden, el sentido de rechazo y la necesidad de aceptación lo que mueve a muchos hijos de Dios a cohibirse, inhibirse y retractarse de compartir su fe. Sin embargo, esta realidad humana es confrontada en la Biblia por la siguiente aseveración: Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. (Romanos 8.19 RVR60). Además, el apóstol Pablo declara a voz en cuello: Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío, primeramente, y también al griego. (Romanos 1.16 RVR60). Estas dos verdades, trascienden la realidad circunstancial que cada uno de nosotros podamos experimentar. Hay sobre el planeta cientos y miles de personas que anhelan y esperan por aquellos que ya poseemos la verdad revelada que ellos necesitan escuchar. Jesús dijo: ¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura. (Juan 4.35 NVI).
La Biblia dice que “el amor echa fuera el temor”; también añade que sólo podemos amar a Dios porque él nos amó primero. Por lo tanto, es imposible amar a Dios y no amar lo que Dios ama; el amor que profesamos por Él es el resultado de Su amor en nosotros. Es este amor el que debe inspirarnos, motivarnos e impulsarnos a superar los miedos y los estigmas de nuestro contexto para comunicar el glorioso mensaje del evangelio. Un día, tu y yo fuimos alcanzados por el amor de Dios a través de una persona que creyó y se sobrepuso a las demandas de su tiempo para ofrecernos la vida eterna a través de la fe en Jesús. Nuestra fe y amor harán manifiestas la gran obra de Dios en el mundo. No Temas…Cree Solamente.
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Puede suceder que lo tan deseado, como pueden ser las vacaciones se convierta en algo temido: “Y ahora ¿qué voy a hacer?”.
Entretenidos durante meses en tantas ocupaciones y actividades, la interrupción puede producir malestar, incomodidad, aburrimiento, temor, desgano, desmotivación, que puede trasladarse a malestares físicos como dolores, jaquecas, mareos y también en sufrimientos anímicos como angustia, ansiedad, tristeza, temor… Por lo tanto, es importante tener en cuenta no sólo permitirnos “parar” en las vacaciones sino “parar” a diario. Y no hace falta quedarse quieto para parar. Hay otro hacer. Por ejemplo, hacer de las vacaciones un ejercicio durante el año que nos permita reír, desear, disfrutar, observar, crear, diseñar, sentir, respirar o esperar. Esto sucede cuando a lo largo del año se vive en automático, sin un sentido en las cosas que hacemos, es decir, sin objetivos o metas claras.Entonces, en ese vivir programado no nos encontramos con un tiempo para disfrutar de lo que somos, de lo que tenemos, de los logros y metas obtenidas, de lo que hacemos. La angustia es una reacción ante el peligro, es una señal de alarma que nos invita a ocuparnos de lo que no está bien en nosotros. Si esto le sucede no lo desestime; ocúpese de entender qué es lo que no está bien; pida ayuda profesional cuando regrese de sus vacaciones. No lo deje pasar hasta las próximas vacaciones o síntomas.
Muchas personas sienten que el tiempo corre, entonces se tiende a ir detrás de él, pero sin saber para dónde. Esto lleva a la necesidad de incluir las horas de la semana en una agenda cargada de actividades. Aún las horas del tiempo libre. Esto sucede con la agenda diaria de los niños que frente a padres ocupados hay niños ocupados, pero sin rumbo. Ya que tendemos a confundir productividad con rédito económico, a depositar en el trabajo, muchas veces, expectativas desmesuradas que terminan por convertirse en la medida con que evaluamos todas nuestras actividades. Frecuentemente, el no estar ocupado, como puede ser en las vacaciones, puede estar cargado de una connotación negativa: ocio no productivo, haraganería, apatía, vagancia, falta de iniciativa, etc.Esto pasa por nuestra cabeza a diario, son creencias erróneas que nos quitan vida y disfrute. Al creer que en la vida el hacer o la utilidad es el modo que se tiene para vivirla, puede suceder que en momentos en que no estemos haciendo nada productivo (para lo que cree nuestra mente) sobrevenga la angustia.Puede ser porque se cree que descansar no les resulta algo útil. Se trataría entonces de liberarse de los condicionamientos impuestos y permitir que el tiempo libre se refleje en nuestra autonomía para disponer de él, disfrutar de los días más allá de las actividades que se realicen: viajes, paseos, quedarse en casa, visitar gente, dormir, y lograr que ese tiempo sea un momento de placer, de redescubrimiento de emociones y sensaciones, de
encuentro o reencuentro con uno mismo y con las personas que nos rodean. El tiempo libre es un tiempo de disfrute y esparcimiento; de satisfacción y de placer. Para ello tenemos que estar dispuestos a entenderlo, aceptarlo y experimentarlo como de naturaleza diferente al tiempo laboral; con otra productividad.Cuando no lo puede vivir con naturalidad se pierde una fuente de energía para recargar nuestras baterías difíciles de reemplazar. Aprenda a estar sin ocupaciones regladas, a descansar la mente, a darles vacaciones a sus emociones o, mejor aún, explore, con ayuda de alguien experto en la materia, de qué modo se puede estar de vacaciones sin deprimirse o fastidiarse en el intento. Para evitar que el tiempo libre no se convierta en una causa de angustia ofrecemos algunas opciones a tener en cuenta:
• Disfrutar o proponérselo, pequeñas porciones de ocio durante el año, sin forzar cuando aparece el malestar o bien pedir asesoramiento para resolverlo.
• Procurar compañía para pasar los ratos de esparcimiento, una buena compañía genera placer y disfrute.
• Incluir actividades más reguladas para empezar a centrarse en el disfrute y buscar alternativas previas, que lo alejen de las clásicas huidas al trabajo o la sobreocupación.
Como por ejemplo descubrir un hobby o explorar. Esto le permitirá desarrollar la creatividad, disfrutar el tiempo que invierten
• Dedicarles un tiempo en la semana a los vínculos que no solemos ocuparnos o alimentar, como pueden ser los padres, pareja, hijos, amigos, etc. Un tiempo donde enriquecer y fortalecer la relación a través de la creación de momentos de esparcimiento, diversión o de comunicación íntima.
Psicóloga Carina Soledad KeesFuente: Renuevo de Plenitud
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AprendamosA Descansar La Mente
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![Amigos Irremplazables[1][1][1][1].Pps 1](https://img.pdfslide.tips/doc/110x75/5583b4dbd8b42af5058b548c/amigos-irremplazables1111pps-1.jpg)
