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RESUMEN Desde julio de 2006 la política de control de drogas del gobierno peruano ha estado determinada por la necesidad de utilizar de la mejor manera posible el tema en su relación con los Estados Unidos, para lograr la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con ese país, en la última fase del gobierno del Presi- dente Bush. Las dificultades para mostrar una mayor coherencia en las accio- nes de política pública, junto con las contradicciones propias del modelo represivo imperante -que no atiende las causas estructurales del problema del narcotrá- fico-, se suman a la falta de una voluntad real por diseñar un discurso y políti- cas propias para enfrentar esas causas estructurales: la pobreza rural y urbana, y la creciente exclusión de grandes sectores de la población peruana de la posibilidad del goce del desarrollo. Esta situación evidencia la falta de claridad de los últimos gobiernos peruanos (1990-2008) en la búsqueda de otros ca- minos que den mejores resultados en este tema. Este policy paper analiza la situación del narcotráfico en el Perú, evaluando también el rol del Estado en la lucha contra el cultivo, producción y tráfico de la cocaína. AGOSTO DE 2008 A. POLÍTICAS DE SEGURIDAD, COMERCIO Y DROGAS EN EL PERÚ E l logro de la aprobación del TLC con los Estados Unidos –que ha sido ne- gociado desde el gobierno de Alejan- dro Toledo en el 2001–, no sólo implicaría el reemplazo definitivo del sistema de preferen- cias arancelarias establecido por la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Erra- dicación de Drogas (ATPDEA por sus siglas en inglés), sino sobre todo daría una garan- tía de estabilidad en la política comercial para las relaciones a futuro con los Estados Uni- dos, estabilidad que por el momento sólo tiene Chile en la región andina. Hay otros temas en la cartera bilateral, que son de par- ticular interés para Washington. Entre ellos, cabe mencionar, por un lado, el aislamiento regional de las posiciones del Presidente Chávez y, por otro, la participación activa de Perú y Colombia en una alianza estratégica de alcance hemisférico con Estados Unidos, basada en la seguridad colectiva, en la lucha antidrogas y en las relaciones de la Cuenca del Pacífico. Así pues, la ausencia de objeti- vos y políticas propios en materia de control de drogas pareciera ser inversamente pro- porcional a los logros comerciales obtenidos por el Estado peruano. Lo cierto es que el actual Gobierno pare- ciera no tener mayores iniciativas en el tema 1 en asuntos claves como la necesidad de una reforma integral y efectiva de la Justicia Pe- nal y del funcionamiento de la Policía, o de una mayor participación del Congreso de la República en el control político a las ac- SITUACIÓN DEL NARCOTRÁFICO EN EL PERÚ, LAS POLÍTICAS ANTIDROGAS Y LA GEOPOLÍTICA REGIONAL SITUACIÓN DEL NARCOTRÁFICO EN EL PERÚ, LAS POLÍTICAS ANTIDROGAS Y LA GEOPOLÍTICA REGIONAL

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RESUMEN

Desde julio de 2006 la política de control de drogas del gobierno peruano ha

estado determinada por la necesidad de utilizar de la mejor manera posible el

tema en su relación con los Estados Unidos, para lograr la firma del Tratado de

Libre Comercio (TLC) con ese país, en la última fase del gobierno del Presi-

dente Bush. Las dificultades para mostrar una mayor coherencia en las accio-

nes de política pública, junto con las contradicciones propias del modelo represivo

imperante -que no atiende las causas estructurales del problema del narcotrá-

fico-, se suman a la falta de una voluntad real por diseñar un discurso y políti-

cas propias para enfrentar esas causas estructurales: la pobreza rural y urbana,

y la creciente exclusión de grandes sectores de la población peruana de la

posibilidad del goce del desarrollo. Esta situación evidencia la falta de claridad

de los últimos gobiernos peruanos (1990-2008) en la búsqueda de otros ca-

minos que den mejores resultados en este tema. Este policy paper analiza la

situación del narcotráfico en el Perú, evaluando también el rol del Estado en la

lucha contra el cultivo, producción y tráfico de la cocaína.

AGOSTO DE 2008

A. POLÍTICAS DE SEGURIDAD,

COMERCIO Y DROGAS EN EL PERÚ

El logro de la aprobación del TLC con

los Estados Unidos –que ha sido ne-

gociado desde el gobierno de Alejan-

dro Toledo en el 2001–, no sólo implicaría el

reemplazo definitivo del sistema de preferen-

cias arancelarias establecido por la Ley de

Preferencias Arancelarias Andinas y de Erra-

dicación de Drogas (ATPDEA por sus siglas

en inglés), sino sobre todo daría una garan-

tía de estabilidad en la política comercial para

las relaciones a futuro con los Estados Uni-

dos, estabilidad que por el momento sólo

tiene Chile en la región andina. Hay otros

temas en la cartera bilateral, que son de par-

ticular interés para Washington. Entre ellos,

cabe mencionar, por un lado, el aislamiento

regional de las posiciones del PresidenteChávez y, por otro, la participación activa dePerú y Colombia en una alianza estratégicade alcance hemisférico con Estados Unidos,basada en la seguridad colectiva, en la luchaantidrogas y en las relaciones de la Cuencadel Pacífico. Así pues, la ausencia de objeti-vos y políticas propios en materia de controlde drogas pareciera ser inversamente pro-porcional a los logros comerciales obtenidospor el Estado peruano.

Lo cierto es que el actual Gobierno pare-ciera no tener mayores iniciativas en el tema1

en asuntos claves como la necesidad de unareforma integral y efectiva de la Justicia Pe-nal y del funcionamiento de la Policía, o deuna mayor participación del Congreso dela República en el control político a las ac-

SITUACIÓN DEL NARCOTRÁFICO EN EL

PERÚ, LAS POLÍTICAS ANTIDROGAS

Y LA GEOPOLÍTICA REGIONAL

SITUACIÓN DEL NARCOTRÁFICO EN EL

PERÚ, LAS POLÍTICAS ANTIDROGAS

Y LA GEOPOLÍTICA REGIONAL

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

El Perú se mantiene

como el segundo

productor mundial de

hoja de coca (53,700

hectáreas en el 2007, la

extensión más grande en

los últimos 8 años), con

una producción potencial

de cocaína

manufacturada de 290

toneladas métricas

ciones antidrogas (en los campos de las con-secuencias colaterales de la erradicación decultivos de coca, la existencia de instalacio-nes policiales con apoyo norteamericano, larealización de ejercicios militares conjuntos,la aplicación de la extinción de dominio y lalucha contra el lavado de activos). Los fun-cionarios del Gobierno aprista declaran sucompromiso de lucha contra el flagelo ba-sados en la Estrategia Nacional 2007/2011,la cual no tiene mecanismos de monitoreoy evaluación, mientras que los sistemas deinterdicción y de justicia se encuentran enfranca crisis. Por otro lado, las diversas enti-

dades del Estado peruano noparecen actuar coordinada-mente, como evidencian lospermanentes roces entre laComisión Nacional para el De-sarrollo y Vida sin Drogas(DEVIDA) y el sector Defensa,particularmente en el procesode anuncio y puesta en mar-cha del Plan para el Valle delRío Apurímac Ene (VRAE),cuyo objetivo es asegurar la pre-sencia del Estado en una regiónestratégica que produce el 58%de la cocaína que se elabora enel país2, y que sin embargo noha logrado garantizar la presen-cia permanente y/o efectiva delEstado de Derecho en dicharegión. Lograr una verdaderacoordinación interinstitucional

es muy difícil, esta incapacidad ha gene-rado discursos, prácticas y resultados equí-vocos, erráticos y contradictorios, loscuales podemos apreciar al revisar algu-nos casos:

i) mientras los niveles de consumo de al-cohol y tabaco son muy superiores al con-sumo de todas las drogas ilegales juntas,la política se sigue enfocando en estasúltimas3;

ii) mientras que en 2007 se erradicaron másque 11,000 hectáreas de coca, la pro-ductividad alcanzada permite una pro-ducción (estimada) de 280 a 290toneladas de cocaína en este año (repre-sentando el 28% de un total mundial4),de las cuales sólo se capturan unas 15toneladas;5

iii) la mayoría de los arrestos y detencionespor delitos de relacionados con las dro-gas se tratan de consumidores6.

B. LA COCAÍNA PERUANA

EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL

El Perú se mantiene como el segundo pro-ductor mundial de hoja de coca (53,700hectáreas en el 2007, la extensión más gran-de en los últimos 8 años), con una produc-ción potencial de cocaína manufacturada de290 toneladas métricas7. La mayor parte deeste último producto sale del país ya que elrango de captura de la Policía Nacional era,entre los años 2004 a 2007, solamente deunas 16 toneladas8, menos del 5% de la pro-ducción total. Por otro lado, el Valle del RíoApurímac Ene (VRAE) es la zona en dondeconfluyen tres departamentos andinos estra-tégicos por la presencia de remanentes deSendero Luminoso (SL): Ayacucho, Junín yCusco. Es también la región en la que se ori-ginaron las rondas campesinas que apoya-ron la estrategia anti-subversiva en las zonasrurales de la Sierra, durante el gobierno deFujimori; y en donde surgió el movimientococalero, detrás de su dirigente Nelson Palo-mino (movimiento Kuska Perú). Además esla zona rural más integrada al narcotráficoen el país, produciendo el 48% del total dela droga fabricada cada año en el Perú (117tm año)9 y donde se suele usar alta tecnolo-gía para incrementar la productividad de loscultivos, los cuales tienen una alta densidad(100,000 plantas por hectárea).10

Se confirma el fenómeno de la «re-territo-rialización» de las mafias del narcotráfico enAmérica del Sur, particularmente en las zo-nas de producción de cocaína, configurandouna presencia económica antes que un do-minio territorial clásico. En el caso peruano,las acciones y concurrencia de las organiza-ciones criminales vinculadas al narcotráficoparecen estar estrechamente relacionadascon el mercado internacional, particularmen-te con los grupos provenientes de México(los Carteles de Tijuana, Sinaloa, el Golfo yJuárez)11 y de Colombia (Cartel del Nortedel Valle),12 que son los que coordinan el in-greso de la droga tanto al territorio deEE.UU., como a diversos países de Europa(España e Italia)13. Estas «firmas» aprovechanlas ventajas sociales, económicas y políticasque ofrecen estas zonas rurales del Perú,donde la presencia del Estado de Derechoes cuestionable. Según informes peruanos deinteligencia casi US$ 380 millones fueroninvolucrados por operaciones sospechosas,(se suponen en el lavado de activos) prove-nientes del narcotráfico.14 El VRAE está pues

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SITUACIÓN DEL NARCOTRÁFICO

EN EL PERÚ, LAS POLÍTICAS

ANTIDROGAS Y LA GEOPOLÍTICA

REGIONAL

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Las diversas entidades

del Estado peruano

no parecen actuar

coordinadamente,

como evidencian los

permanentes roces entre

la Comisión Nacional para

el Desarrollo y Vida sin

Drogas (DEVIDA) y el sector

Defensa, particularmente

en el proceso de anuncio y

puesta en marcha del Plan

para el Valle del Río

Apurímac Ene (VRAE).

bien articulado a la «autopista» del Pacífico através de múltiples «trochas» y caminos deherradura a través de los Andes, inaccesiblesa las fuerzas del orden.

Por otro lado, hasta 2005 la mayor parte dela droga fue producida en la selva alta pe-ruana, particularmente en los valles delHuallaga y en la Selva Central.15 Gran partede esta producción probablemente pasa di-rectamente a Brasil, cuya importancia parael tráfico ha crecido debido a su ubicaciónestratégica como ruta de tránsito hacia Eu-ropa a lo que se suma una creciente deman-da interna.16 Así mismo, aunque en menormedida, la cocaína producida en el Perú pasapor el territorio boliviano con destino a lospaíses de Brasil, Chile y Argentina.17 La pre-sencia de organizaciones locales y extranje-ras comprometidas con el tráfico de drogasestá comprobada, e incluso hay evidenciasde un creciente fenómeno de sicariato (porejemplo en 2006 el juez Hernán SaturnoVergara fue asesinado usando este mecanis-mo), situación que redemuestra altos nive-les de violencia asociada al narcotráfico queno se han visto antes en el Perú.18 Se trata defirmas, mafias y grupos criminales, comovestigios del Sendero Luminoso (SL), concomposición plurinacional, de origen mexi-cano, colombiano y brasileño, sobre todo. 19

En la actualidad existe un mapa complejode rutas primarias y secundarias utilizadas porlos traficantes en el territorio del Perú, sobrelas cuales las autoridades de transportes y laPolicía Nacional no tienen ninguna capaci-dad de control, sea por la carencia de equi-pos efectivos de detección e intercepción, opor el riesgo de corrupción de sus miembros,quienes generalmente son mal pagados. Esasrutas son (i) las que comunican a las comu-nidades de la Selva Alta con la costa del país,por el norte, centro y sur del país, y (ii) lasrutas fronterizas hacia Bolivia, Chile y Argen-tina, así como Ecuador y el Brasil.20 Cabedestacar que esta situación deteriora la se-guridad de las carreteras del país.

C. COCAÍNA, ESTADO Y POLÍTICA

EN EL PERÚ

En el circuito de la producción, transforma-ción y distribución de la cocaína, se ha pro-ducido una segmentación absoluta de cadauno de los eslabones de la cadena del tráficode drogas. Es decir, ya no existe una organi-zación que asuma el control de todas lasfacetas de este circuito ilegal, desde la pro-

ducción de la planta (habilitación, siembra,cuidado del cultivo y cosecha), pasando porsu transformación (uso de las pozas de ma-ceración, laboratorios, suministro de insumos,embalaje), hasta la fase de acopio, almace-naje y transporte intermedio y final, cuandola droga llega a su destino último y es distri-buida en el mercado (por ejércitos de dealers

y pushers en las ciudades de destino).21 Ahoracada una de estas actividades es realizada porterceros, lo cual diluye las responsabilidadesde los verdaderos dueños de las utilidades ydisminuye la posibilidad de que sean detec-tados y capturados, en el Perú o en el ex-tranjero. De este modo, como no hayresponsabilidades absolutas, se dificulta lainterdicción en la forma en que se realiza hoyen día: priorizando al poseedor de la mate-ria prima, la droga, el insumo.

Como ocurrió en Bolivia desdefinales de los años noventa, apartir del 2006 los sectorescampesinos peruanos asocia-dos al cultivo de la coca hanbuscado y alcanzado represen-tación política: en alcaldías, enlos gobiernos regionales deHuanuco, Cusco y Puno, en elCongreso de la República y enel Parlamento Andino. ¿Ha sidoesto malo? No necesariamen-te, cuando se analiza comoejercicio de ciudadanía. Noobstante, la experiencia de es-tos dos años muestra que losnuevos funcionarios han teni-do muchos problemas, pro-ducto de la inexperiencia y lafalta de visión. Al respecto, elgobierno de EE.UU. todavía se-ñala que las organizacionescocaleras son agresivamente activas, aunquepermanecen divididas («cocalero organiza-

tions are aggresively active, but remain

divided»22). En realidad, hoy en día las orga-nizaciones de productores de coca en el Perúse encuentran divididas y debilitadas, com-pletamente aisladas respecto de las grandesagendas públicas.

El rol de Sendero Luminoso (SL) en las zo-nas cocaleras ha variado. El grupo ha deja-do a un lado su antiguo discurso políticomilitar y se ha dedicado a la provisión deseguridad en las rutas, a la definición de losnegocios ilícitos, al cuidado de las pozas demaceración y de las zonas de cultivo articu-

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

ladas al narcotráfico,23 todo ello a cambio dedinero, al mejor estilo capitalista. El incremen-to de las acciones de SL obedece a los re-querimientos de las organizaciones criminalesde traficantes que necesitan seguridad paraevitar la intercepción policial, para dirimir susvendettas por negocios no terminados, o paracombatir a las autoridades policiales. Porejemplo, los asesinatos entre 2006 y 2007de numerosas policías en las zonas cocaleras24

buscan ser una medida para presionar el re-tiro del control policial del VRAE, para po-der continuar con el negocio de las drogas.En el pasado, ataques y emboscadas fueronejecutados contra policías y funcionarios de

la Empresa Nacional de la Coca(ENACO), del Proyecto Especialde Control y Reducción de loscultivos de Coca en el AltoHuallaga (CORAH) el cual es fi-nanciado por los EE.UU.; y/ o delMinisterio Público, que son los en-cargados de las tareas de fiscali-zación y control. A ello se agregala irresponsabilidad policial dehaber salido a hacer patrullajesen evidentes condiciones de in-ferioridad (un vehículo, mucharutina, falta de armamento y li-mitada información de inteligen-cia), por zonas que se conoceson peligrosas.

Cada vez es más claro y noto-rio el predominio de la activi-dad empresarial de SL endesmedro de su actividad polí-tica, lo que no disminuye laposibilidad de que otras célu-las en otras partes del país ten-

gan otra agenda más politizada. En el VRAE«Alipio», «Raul» y «Guillermo» son los ca-becillas del Comité Regional Centro Princi-pal, que parece a ha cortado completamentecon la cúpula de SL, actualmente en la cár-cel. Por otro lado, se ha identificado que lapresencia de organizaciones sociales comolos Comités de Autodefensa en el VRAE ysu cercanía con el discurso favorable a lacoca, dejan espacio para una posible infil-tración por parte de organizaciones subver-sivas, con el argumento de la necesidad deprotección.

En algunas zonas cocaleras los roles del Mi-nisterio del Interior (encargado del ordeninterno) y el Ministerio de Defensa (respon-sable de la seguridad pública) se superpo-

nen y confunden de manera que se creanvacíos de autoridad dejando mal posicionadoal Gobierno central, pese a los esfuerzos tan-to del actual Ministro de Defensa, AnteroFlorez Araóz, como de su antecesor, AlanWagner, quienes buscaron implementar elPlan de Paz y Desarrollo en el VRAE25 y elPlan Putumayo26 en la frontera con Colom-bia.

Durante el pasado proceso electoral (19/11/2006) el Plan de Paz y Desarrollo en el VRAEtuvo un efecto negativo puesto que las co-munidades entendieron la llegada del minis-tro como parte de un proceso demilitarización del VRAE y de la inminenciade una futura interdicción. Esa percepciónfacilitó el discurso cocalero expresado por laConfederación Nacional de ProductoresAgropecuarios de las Cuencas Cocaleras delPerú (CONPACC), el movimiento político re-gional denominado Qatún Tarpuy, y su triun-fo en las elecciones municipales en cuatrodistritos y la provincia de Huanta. Para ana-lizar el impacto que el Plan tendrá a futuroen el VRAE hay que sumar a lo anterior lallegada del dirigente Iburcio Morales a la Al-caldía de Monzón, Huanuco, y de otras per-sonas cercanas a los dirigentes cocaleros alGobierno.

Se mantiene una fuerte dosis de inercia enel manejo institucional de la agenda de dro-gas. Es el caso de la nueva Estrategia deDEVIDA (2007-2011),27 a cargo del ex Mi-nistro del Interior y actual Zar antidrogas delPerú, Rómulo Pizarro, que a pesar de haberrecibido la aprobación del Gabinete, no haconseguido el apoyo de los otros Ministros,ni de los Gobiernos regionales y locales, ytampoco de la población, supuestamente,beneficiaria. Esto ha impedido el despeguede la Estrategia y pone en evidencia que éstano ha logrado convencer a ninguna de lasinstancias gubernamentales en los diferentesniveles de la administración. El hecho de quela Estrategia prioriza la agenda de la seguri-dad y no los cambios estructurales que re-quiere la Selva Alta del Perú para articularseen el camino del desarrollo, pudiese ser unfactor importante de rechazo. En ese senti-do, el mantenimiento del Estado de Emer-gencia (que en últimas significa unadisminución de derechos) y la difusión deldiscurso de los promotores de la OficinaNacional de Control de Drogas de los EE.UU.en el Perú dan cuenta de esa priorización,en tanto que la situación del sistema de ad-

El rol de Sendero

Luminoso (SL) en las zonas

cocaleras ha variado. El

grupo ha dejado a un lado

su antiguo discurso

político militar y se ha

dedicado a la provisión de

seguridad en las rutas, a la

definición de los negocios

ilícitos, al cuidado de las

pozas de maceración y de

las zonas de cultivo

articuladas al

narcotráfico.

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SITUACIÓN DEL NARCOTRÁFICO

EN EL PERÚ, LAS POLÍTICAS

ANTIDROGAS Y LA GEOPOLÍTICA

REGIONAL

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ministración de justicia penal y las cárceles seencuentran saturados por la cantidad de ca-sos no resueltos, el hacinamiento carcelarioy la violación a los derechos fundamentalesde los sindicados.28 Además, para la presen-tación de la Estrategia (2007-2011) y delPrograma de Impacto Rápido (PIR 2007),29

hecha por DEVIDA ante el Consejo de Mi-nistros en diciembre del 2006, no hubo con-sulta previa, ni transparencia en el procesode planeación.

Finalmente, el sector de Defensa intenta en-frentar el problema a través de tres iniciati-vas de desarrollo (y militares): el Plan VRAE,el Plan Putumayo y el Plan Alto Huallaga,30

buscando recuperar la presencia del Estadoen estas tres zonas. El Presidente García dijoa la prensa extranjera el 19 de diciembre de2006 que no quería ayuda militar sino am-pliación de mercados, en clara referencia alos acuerdos comerciales.31

D. LA GEOPOLÍTICA REGIONAL

DEL NARCOTRÁFICO Y SU IMPACTO

EN LAS POLÍTICAS ANTIDROGAS

Como decía Del Olmo32, la nueva dimen-sión del narcoterrorismo como fenómenoamplio, y trasnacional, constituye un «reto

colectivo de seguridad global», que agrupa aterroristas, fundamentalistas y traficantes, asícomo a diversas formas de protesta social.En efecto, como producto de la globaliza-ción y los atentados del 11 de septiembre enEE.UU., los bienes jurídicos se han interna-cionalizado, de manera tal que ni siquiera sedistingue la naturaleza del terror y de la deltráfico de drogas. Esta conjunción le ha per-mitido al gobierno del Presidente Bush ela-borar una sola doctrina de seguridad,aplicable en todo el mundo y a cualquiergrupo, sea Al Qaeda, las FARC o los taliba-nes. En tal sentido, en el campo de la luchacontra las drogas se han dado cambios tan-to en la institucionalidad como en el discur-so, y toda la comunidad internacional hacomprado este nuevo «software» sin siquierahaber llevado a cabo el proceso de evalua-ción de la sesión especial de la AsambleaGeneral de las Naciones Unidas sobre elproblema mundial de las drogas, que tuvolugar en 1998 y que debía revisarse en 2008.Así, hemos pasado del principio de la res-ponsabilidad de la demanda, a la responsa-bilidad de todos, pero con los instrumentosjurídicos, económicos y administrativos equi-vocados.

En este orden, las organizaciones del crimenorganizado dedicadas al tráfico de drogas hanpodido responder a la «lucha contra el fla-gelo» apropiada por los Estados y la comu-nidad internacional, sobreviviendo a laguerra contra el narcoterrorismo emprendi-da desde el 11 de septiembre de 2001. Dehecho, lo que se observa es que ambos fe-nómenos han seguido produciéndose a es-cala global. Las iniciativas destinadas a lareducción de la oferta han fracasado estre-pitosamente, y por el contrario, según elUNODC los cultivos de coca en Colombia,Bolivia y Perú se han mantenido más o me-nos estables del 2004 al 200633; e incluso, sehan detectado en el Perú nuevos cultivos decoca en las cercanías del Río Putumayoopuesto a la frontera colombia-na, en la zona de Caballococha,cerca del triángulo fronterizo,entre otras34. En este sentido, larespuesta de los grupos de tra-ficantes a la interdicción de loscultivos de coca es la reposicióninmediata de cultivos, y unamayor productividad y disper-sión de los cultivos en zonas demás difícil acceso.

Por su parte, en Colombia lasFARC siguen obteniendo entreUS$ 60 y 115 millones anualespor concepto de las gananciasprovenientes del tráfico de co-caína35, y los paramilitaresdesmovilizados se convierten engrupos emergentes, como es elcaso de las «Águilas Negras». EnPerú, las columnas remanentesde SL vuelven a recuperar es-pacio social y económico encampotas zonas rurales, utilizando un discursomenos violento y más político.

En general, las organizaciones criminales detraficantes, y particularmente las que trafi-can con drogas, se han fragmentado y hanestablecido vínculos entre ellas para facilitarel negocio, logrando mimetizarse de formatal que su detección y desmantelamiento esuna labor cada vez más difícil para la policíay los servicios de inteligencia. La excepciónson los eslabones más débiles de la cadena,las mulas que caen en los aeropuertos y fron-teras y que van a llenar las cárceles. Granparte del dinero sucio se queda en los nive-les intermedios, mientras que los esfuerzosse dirigen equivocadamente hacia los ele-

Las organizaciones

criminales de

traficantes, y

particularmente las que

trafican con drogas, se

han fragmentado y han

establecido vínculos entre

ellas para facilitar el

negocio, logrando

mimetizarse de forma tal

que su detección y

desmantelamiento es una

labor cada vez más difícil

para la policía y los

servicios de inteligencia.

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

mentos más frágiles dentro del negocio, ycuando las «cabezas» se hacen visibles, sonrápidamente reemplazadas.

Según el Informe Mundial sobre las Drogas(2007) de la Oficina de las Naciones Unidascontra las Drogas y el Crimen (UNODC) alanalizar el fenómeno de la demanda, señalaque el 4.8% de la población mundial consu-me alguna droga ilegal y para el 0.6% (25millones) esto constituye un verdadero pro-blema de salud. Aunque hoy se están dan-do algunos cambios en los patrones36, lo quese observa, en el caso de la cocaína, es unamayor disponibilidad, mejor calidad y me-nores precios en lugares de consumo. Estoprovoca la explosión de la demanda en las

«mega ciudades» como BuenosAires o Lima, en donde ademásse encuentran amplios cóctelesde sustancias sintéticas y natu-rales. Con respecto a AméricaLatina, el problema de la vio-lencia urbana en las grandes ciu-dades es muy grave. En lospaíses del Caribe la tasa de ho-micidios se ha elevado a 30 porcada 100,000 habitantes, segúnun reporte del Banco Mundialy la UNODC37.

El circuito asociado a la produc-ción, tráfico y distribución decocaína (159,600 hectáreas decoca, 910 toneladas métricas decocaína, 14 millones de consu-midores)38 se ha dispersado parapoder evadir los controles y elmodelo de interdicción que sepractica hoy en día. Por otrolado, es claro el poder corrup-

tor que dicho negocio tiene y su capacidadde penetrar los más altos niveles de la políti-ca estatal como ha ocurrido durante diver-sas administraciones en la región Andina.Casos como los de los gobiernos de ErnestoSamper en Colombia (1994-1998), AlbertoFujimori en Perú (1990-2000) y el actual es-cándalo de la «parapolítica» en Colombia,que golpea a congresistas cercanos a ÁlvaroUribe, son ejemplos de ello.

En lo que sí ha sido eficaz la Guerra contralas Drogas es en: (i) haber mantenido la pre-sencia política y militar de EE.UU. sobre elPacífico, desde Valparaíso en Chile hastaBuenaventura en Colombia; (ii) haber logra-do contrarrestar la influencia de Hugo Chávezen los Andes, y, (iii) haber asegurado el con-

trol estadounidense sobre los recursos natu-rales de la región, a través del Plan PueblaPanamá (2001). La nueva doctrina de la se-guridad nacional norteamericana, que inclu-ye operaciones quirúrgicas, retaliaciónpreventiva y arrestos por sospecha, entreotros, está siendo aplicada en el escenariolatinoamericano. El Comando Sur ha cons-truido un importante esquema de seguridadapoyado en ejercicios39, bases y otras insta-laciones militares. Así mismo, pudierainterpretarse que el Departamento de Esta-do norteamericano, por su parte, ha hechoun eficiente uso de la diplomacia electoral(triunfos de Felipe Calderón en México yAlan García en Perú, y el rol de la oposiciónen Bolivia), para contrarrestar la influenciadel petróleo venezolano y de los otros go-biernos alternativos.

Además, la lucha antidrogas ha ayudado aque el conflicto armado colombiano seregionalice de facto, creando un especie de«cinturón de seguridad militar» en los 6,300kilómetros de frontera de ese país, en el queparticipan Brasil (Fuerza Amazonas), Perú (VRegión Militar y el Plan Putumayo), Ecua-dor (Plan UDENOR, ahora denominado PlanEcuador) e incluso Venezuela (con dos Tea-tros de Operaciones), lo que pudiese suge-rir que estos países esperan a que del ladocolombiano se implemente la estrategia del«yunque y el martillo» contra el Secretaria-do de las FARC. Además, en la selva andino-amazónica la denominada «guerra contra elnarcoterrorismo» ha tenido como efectoscolaterales y simultáneos la privatización dela guerra y la criminalización de la protestasocial en su conjunto.

Pese a la reciente captura del narcotraficantecolombiano Juan Carlos Abadía, alias «Chu-peta», ocurrida en Brasil, y las detencioneso dadas de baja que se han dado en otraspartes del continente40, el tráfico ilegal debienes –drogas, armas, capitales– y perso-nas se ha convertido en una respuesta con-creta para los sectores marginalizados y«criminalizados» de la sociedad en Américadel Sur. La población pobre-urbana (villasmiseria, jóvenes sin oportunidades, comu-nas, favelas) y rural (comunidades indíge-nas y afrodescendientes, campesinos sintierra, colonos) de la región tiene en esasactividades ilegales una salida frente a la ex-clusión social y económica generada poruna globalización desigual en la distribuciónde sus beneficios. En este orden de ideas,

Los sistemas de

administración de justicia

en varios países de la

región se encuentran en

una situación precaria,

agravado por la cantidad

de delitos relacionados

con el tráfico de drogas,

pese a la aplicación de

una legislación cada vez

más represiva.

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SITUACIÓN DEL NARCOTRÁFICO

EN EL PERÚ, LAS POLÍTICAS

ANTIDROGAS Y LA GEOPOLÍTICA

REGIONAL

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la criminalidad asociada al narcotráfico41 seha sofisticado y ha incrementado sus activi-dades significativamente, apoyada en la tec-nología para incrementar la productividad,sostener cultivos intensivos, instalar labora-torios de producción de drogas sintéticas ycontinuar con sus operaciones de lavado deactivos.

Los sistemas de administración de justicia envarios países de la región se encuentran enuna situación precaria, agravado por la can-tidad de delitos relacionados con el tráficode drogas, pese a la aplicación de una legis-lación cada vez más represiva y violadora dederechos y garantías fundamentales42. Ni laextradición de más de 500 ciudadanos co-lombianos, ni la fumigación de una superfi-cie de diez veces la extensión de los cultivosexistentes en Colombia en la última década(en donde se siguen produciendo 600 tone-ladas de clorhidrato de cocaína anuales)43,han disminuido el tráfico de drogas.

Pocas reformas judiciales han tenido efectosdecisivos sobre la calidad de la administra-ción de justicia. Tal y como se muestra en elcuadro 1, en general siguen predominandolos presos sin sentencia mientras los Gobier-nos, particularmente el peruano, mantienenel criterio efectista del incremento de delitosy de penas. A su turno, las sociedades y losmedios de comunicación piden a sus autori-dades «más seguridad», aun si ello implicamayor represión e interdicción, desconocien-do los límites de sus sistemas institucionalesde control del delito.

Por otro lado, la relación entre el libre co-mercio y el narcotráfico es compleja. La va-riedad de mecanismos, instrumentos,

procesos y resultados de la apertura de mer-cados, la desregulación bancaria y la refor-ma del Estado, han facilitado el desarrollo eimpulso del tráfico de drogas en América delSur. Así, la explosión de inversiones y em-presas, probablemente de modo no inten-cional, facilita el accionar de quienespromueven la exportación de drogas. Es elcaso de la búsqueda de nuevos mercadosfuera de EE.UU., como ocurre con el boomde la pasta base y de la cocaína en el Río dela Plata45, o con el intercambio de drogas porarmas que se produce en las fronteras conColombia. Por un lado, el libre comercio fa-cilita o incluso promueve los grandes embar-ques («shipments»); por el otro, margina agrandes sectores de la sociedadque más adelante serán partede los ejércitos de burriers, mu-

las y camellos que trasportaránla droga. Del mismo modo, lostratados de libre comercio deColombia y Perú con EE.UU.pudiesen generar la narcotiza-ción de la pequeña agriculturacampesina y el reclutamiento demiles de jóvenes campesinosemigrantes como mulas del nar-cotráfico. Además, para el año2007 el crecimiento de las eco-nomías latinoamericanas fuemayor al 5%,46 lo cual pudiesecamuflar los ingresos del narco-tráfico y del lavado de dinero.

Cabe mencionar, como un nue-vo ingrediente del actual esce-nario del narcotráfico en losAndes, la dispersión de las ru-tas de comercio de drogas. Aho-

CUADRO 1

PERSONAS PROCESADAS POR TRÁFICO ILEGAL DE DROGAS

EN EL PERÚ (2005-2007)

Procesados Sentenciados

Varones Mujeres Varones Mujeres

2005 4,553 1,039 1,841 457

2006 4,565 1,226 2,413 496

2007 5,666 1,438 2,843 525

Total 14,784 3,703 13,097 1,478

Fuente: Instituto Nacional Penitenciario (INPE), tomado del Observatorio deDrogas (DEVIDA)44.

La única manera

de enfrentar

racionalmente

el problema del tráfico

ilícito de drogas y lo

que éste conlleva es

atendiendo a criterios

técnicos muy precisos

en materia de salud

pública, desarrollo rural,

política internacional y

administración de justicia,

que aborden las causas

profundas del fenómeno

del narcotráfico.

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

ra a las vías tradicionales por las islas del Ca-ribe y la costa pacífica, se suman algunas ru-tas terrestres estratégicas que van de losAndes hacia el Cono Sur, por ejemplo, des-de el Perú (VRAE y Puno) hasta Argentina(Salta, Jujuy y Buenos Aires) pasando porBolivia (El Alto y Tarija)47. Por otro lado, que-da por determinar si el muro del Río Gran-de, destinado a detener la migración de lapobreza hacia EE.UU., podrá detener el nar-cotráfico hacia Texas, Arizona y California.

CONCLUSIONES

El tráfico ilegal de drogas es un problemainternacional que requiere respuestas nacio-nales específicas, en donde los criterios deproporcionalidad, racionalidad y respeto delos derechos humanos y de la soberanía na-cional deben predominar sobre el discursoefectista del miedo.

Se observa que, para el año 2007, el fenó-meno del tráfico internacional de cocaína pro-cedente del Perú ha superado la capacidadinstalada del Estado peruano para comba-tirlo, y lo ha hecho tanto en lo tecnológicocomo en lo político y lo económico. Mien-tras que los narcotraficantes mejoran sus pro-cedimientos de producción y exportación, lasautoridades nacionales permanecen en unasituación de abandono con falta de herra-mientas y capacidades. Por tanto, es necesa-rio hacer una revisión profunda de lasestrategias y ser más modestos y pragmáti-cos para enfrentar el problema de las drogasen nuestro país.

La única manera de enfrentar racionalmen-te el problema del tráfico ilícito de drogas ylo que éste conlleva es atendiendo a criteriostécnicos muy precisos en materia de saludpública, desarrollo rural, política internacio-nal y administración de justicia, que abor-den las causas profundas –y no sólo losefectos visibles– del fenómeno del narcotrá-fico, tomando en cuenta su relación con lapobreza y marginación rural y urbana. Lainterdicción penal debería ser solamente unúltimo recurso para los casos más graves.

Quiero terminar advirtiendo que es posibleque en los próximos años el tema de la lu-cha contra el narcotráfico se utilice en Amé-rica Latina para exacerbar las disputas yconflictos entre el Departamento de Estadoy el Departamento de Defensa estadouniden-ses y los gobiernos de Venezuela, Brasil oArgentina, por temas completamente ajenos

al control de las drogas ilícitas (como el con-flicto armado, las fronteras, el manejo delmedio ambiente, en especial de la Amazonía,entre otros). Bajo esta hipótesis, el argumentotradicional de lucha contra el flagelo se es-grimiría para elevar la tensión geopolíticasobre nuestra región.

BIBLIOGRAFIA

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Informe de la Junta Internacional de Fiscali-zación de Estupefacientes (JIFE), 2007.

International Crisis Group: «Latin Americandrugs I: losing the fight.» Latin AmericaReport N°25 –14 March 2008

National Drug Control Strategy, The WhiteHouse, February 2007.

National Drug Control Strategy, 2008 AnnualReport.

2006 World Drug Report. Volume 1 Analysis.United Nations Office on Drugs andCrime.

2008 World Drug Report. Pre PublicationDraft, United Nations Office on Drugs andCrime.

NOTAS

1 La última «Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas(ENLCD) 2007-2011» ponía énfasis en tres objetivos: pre-vención y rehabilitación; interdicción; y desarrollo sosteni-ble mientras la erradicación todavía no tiene la máximaprioridad. Unas de las metas declaradas de la nueva estra-tegia eran la reducción de la superficie de cultivo ilícito decoca (40 %), el incremento del decomiso de drogas (40 %)y de insumos químicos usados ilícitamente (25 %), véase:Caballero, G.: «Cambio de receta antidrogas en el Perú: deerradicación a interdicción» El Comercio (25/3/2007): http://www.elcomercio.com.pe/EdicionImpresa/Html/2007-03-25/ImEcPolitica0695838.html

2 "El VRAE es el más grande productor de clorhidrato decocaína en el Perú» La República (19/12/2006) http://www.larepublica.com.pe/content/view/135575/483/

3 Encuentras sobre la prevalencias de vida, de uso en losúltimos años, uso actual y reciente de alcohol, tabaco ydrogas ilegales, según variables demográficas de la pobla-ción peruana, Centro de Información y Educación para laPrevención del Abuso de Drogas (CEDRO): http://www.cedro.org.pe/estadisticas.htm

4 «Drogas y Delitos en el Perú. Situación Actual y Evolu-ción». Informe 2007. Oficina de Naciones Unidas contra laDroga y el Delito, p. 3.

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SITUACIÓN DEL NARCOTRÁFICO

EN EL PERÚ, LAS POLÍTICAS

ANTIDROGAS Y LA GEOPOLÍTICA

REGIONAL

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5 International Narcotics Control Strategy Report. Volume I.Drug and Chemical Control. March 2008 (p. 143). UnitedStates Department of State, Bureau for InternationalNarcotics and Law Enforcement Affairs: http://www.s ta te .gov /documents /o rgan i za t ion /100890.pdf .Observaciónes: Los cálculos del State Department son deoctubre 2007; los cálculos sobre la potencial producción decocaína manufacturada para 2007 varían entre 280 y 290toneladas métricas (véase: Ibid., p. 139 y World Drug Report2008, p. 66).

6 Cuadro Comparativo sobre los Logros Obtenidos por laPolicía Nacional del Perú, Dirección Antidrogas, en la Lu-cha Contra las Drogas, Centro de Información y Educa-ción para la Prevención del Abuso de Drogas (CEDRO):http://www.cedro.org.pe/estadisticas/policia.htm

7 World Drug Report 2008 (p. 65-66), UNODC: http://www.unodc.org/documents/wdr/WDR_2008/WDR2008_Cocaine_market.pdf

8 Cálculos del State Department, véase International NarcoticsControl Strategy Report. 2008, p. 153.

9 Páez, A. «Perú: Cocaína del VRAE se vendió a US$ 2,632millones en Europa», La República (21/06/2008): http://www.larepublica.com.pe/content/view/227739/483/

10 «Monitoreo de Cultivos de Coca en el Perú 2005», UNDOC(2006, p. 25): http://www.unodc.org/pdf/andean/Peru_coca_survey_2005_es.pdf

11 Páez, A. «Crecen los carteles mexicanos en Perú», La Re-pública (06/08/2006): http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,118942/Itemid,0/; También véase: International Crisis Group: «LatinAmerican drugs I: losing the fight.» Latin America Report,

N° 25, 14 March 2008, p. 14-15.

12 Páez, A: «Los capos del Cártel del Valle», La República (01/11/2007): http://www.larepublica.com.pe/content/view/186372/592/

13 Según el World Drug Report del 2007 (p. 63 y 82) y del2008 (p. 275), de los 14 millones de consumidores decocaína, 6.4 se encuentran en EE.UU. y 3.9 se encuentrenen países de Europa Occidental.

14 «Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2007-2011», República del Perú, 2007 (p. 14): http://www.devida.gob.pe/Documentacion/estrategia%20nacional%20de%20lucha%20contra %20las%20 drogas.pdf.

15 «Monitoreo de Cultivos de Coca en el Perú 2005», UNDOC(2006, p. 14)

16 «Drogas y Delitos en el Perú. Situación Actual y Evolu-ción». Informe 2007 (p. 13). Oficina de Naciones Unidascontra la Droga y el Delito.

17 International Crisis Group: «Latin American drugs I: losingthe fight.» Latin America Report N°25-14 March 2008, p.16.

18 «Crimen de sicarios del narcotráfico alarma a Perú», ElDeber (27/07/08): http://www.eldeber.com.bo/2008/2008-07-27/vernotainternacional.php?id=080726184918 ; «Garcíaplantea conceder extradición de narcos», Peru 21 (23/06/06): http://peru21.pe/impresa/noticia/garcia-plantea-conce-der-extradicion-narcos/2006-07-23/135025 y véase «El ase-sinato de un colombiano revelaría el aumento del sicariatoen Perú, según la Policía», Soitu (24/07/08): http://www.soitu.es/soitu/2008/07/24/info/1216930193_995154.html

19 International Crisis Group: «Latin American drugs I: losingthe fight.» Latin America Report, N° 25,14 March 2008, p.14-16

20 «Mapa 3: Las rutas de la cocaína» en «Drogas y Delitos enel Perú. Situación Actual y Evolución». Informe 2007 (p.13). Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

21 International Crisis Group: «Latin American drugs I: losingthe fight.» Latin America Report, N°25, 14 March 2008.

22 US Department of State: «International Narcotics ControlStrategy Report . Volume I. Drug and Chemical Control»2006 (p. 116): http://www.state.gov/documents/organization/62379.pdf

23 El ultimo informe del US State Department («InternationalNarcotics Control Strategy Report 2008») constata: «Thelink between narcotrafficking and Shining Path (SenderoLuminoso-SL) terrorist organizations located in the UHVand the VRAE became increasingly evident in 2007 as narco-terrorists ambushed, injured and killed police and eradicationworkers, and also threatened alternative developmentteams.» (p. 137-138). También véase Internacional CrisisGroup 2008 (p. 15).

24 Por ejemplo, en noviembre de 2007 un contingente policialfue atacado por unos 30 desconocidos armados en unazona de la región Huancavelica, véase «La Policía confirmóataque y la muerte de cuatro efectivos.» Peru 21 (14/11/07):http://peru21.pe/noticia/14945/policia-confirmo-ataque-muerte-cuatro-efectivos

25 Se encuentra una versión (Consejo Nacional de Descen-tralización: «Plan de Paz y Desarrollo de los Departamen-tos de Apurimac, Ayacucho y Huan y Huancavelica, y lasProvincias de la Convención y Satipo.» 2003) en la páginaWeb de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH):http://www.aprodeh.org.pe/sem_verdad/documentos/Plan_Paz_Desarrollo.pdf

26 Se encuentra una versión de la propuesta «un Putumayosin coca, con desarrollo social y sin fumigación» (2001) enla página web de «Mama Coca»: http://www.mamacoca.org/junio2001/plan_putumayo_es.htm; El nuevo «Plan de De-sarrollo Departamental 2.008-2.011» de la Gobernación dePutumayo se encuentra en: http://www.putumayo.gov.co/documentos/plandesarrolloptyo%202008-2011.zip;

27 «Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2007-2011», República de Perú, 2007

28 Según el Internacional Centre for Prison Studies, King’sCollage London, en diciembre del 2007 unos 66 % de los41,745 prisioneros en el Perú esperan su procedimientojudicial, véase: http://www.kcl.ac.uk/depsta/law/research/icps/worldbrief/wpb_country.php?country=221

29 http://www.devida.gob.pe/Documentacion/PIR/Plan_de_Impacto_Rapido_2007-2008_Act.pdf

30 «Plan integral para el Alto Huallaga» El Peruano (27/04/2007): http://www.elperuano.com.pe/edc/2007/04/28/pol1.asp

31 Salazar, C.: «García defiende el consumo directo de hojade coca» (Los Tiemos, 19/12/2006): http://www.lostiempos.com/noticias/19-12-06/19_12_06_ultimas_int16.php

32 De Olmo Rosa, (1998) «Drogas: inquietudes e interro-gantes», página 30.

33 «En el 2004, 158,000 hectáreas fueron sembradas (Colom-bia: 80,000; Bolivia: 27,700; Perú: 50,300), en el2005, 159,600hectáreas, con un descenso en Bolivia y Perú (8.3 y 4.2por ciento), y un aumento de 7.5 por ciento en los cultivosde Colombia. In 2006, hubo 156,900 hectáreas con un 9.3por ciento de descenso en Colombia y un aumento de 8.2y 6.6 por ciento en Bolivia y Perú» «Coca Cultivation in theAndean Region. A survey of Bolivia,Colombia, Ecuadorand Peru», UNODC, June 2007, pp. 7-9.)

34 International Crisis Group, «Latin American Drugs I: Losingthe fight», Latin America Report N°25 –14 March 2008, p. 5

35 Washington Post, 7 de Julio del 2007.

36 «Las metanfetaminas dominan ahora casi todo el mercadode drogas de Burma y Tailandia, desplazando a la heroínacomo la principal droga traficada.» (Reporte de la Estrate-gia Internacional sobre Control de Narcóticos -INCSR- 2005,Bureau for International Narcotics and Law EnforcementAffairs-US State Department, Fundación Seguridad y De-mocracia: (p.8) http://www.seguridadydemocracia.org/docs/pdf/externos/INCSR%202005.pdf.

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

Nº 22. RELACIONES ECUADOR-COLOMBIA:

SITUACIÓN VECINAL COLOMBO-ECUATORIANA

Desde 2005 la relación entre Ecuador y Colombiaha sufrido serios tropiezos debido a los efectos delconflicto interno colombiano en el área fronterizacomún. El flujo creciente de refugiados, las asper-siones con glifosato para la erradicación de los cul-tivos de coca y amapola, así como la presencia noautorizada de actores armados colombianos (legalese ilegales) son los principales puntos de la discusión.A esto se suma la divergencia entre las perspectivasde los dos vecinos para asumir el problema, y la pre-sencia de un tercer actor, los Estados Unidos, quegenera tensión en ambos países. Sin embargo, eneste policy paper se resalta el interés por mantenerlos espacios institucionalizados de diálogo y coope-ración, si bien se recomienda que estos deben acti-varse aún más para conseguir una posición conjuntaque estabilice la relación bilateral e impulse proce-sos de desarrollo sostenible en la frontera.

Nº 21. VENEZUELA: SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

Y FUERZA ARMADA NACIONAL

Durante el 2007 el Presidente Chávez desarrollóuna estrategia que tenía como finalidad comenzar elproceso de construcción del llamado «Socialismo delSiglo XXI». Uno de los pilares fundamentales fue lapropuesta presidencial para la reforma de la Consti-tución de 1999. Pese a que no fue aprobada en elreferéndum de diciembre de 2007, es importantemirar los cambios propuestos para el sector militar,especialmente en virtud del hecho que los máspolémicos se ejecutaron el 1° de agosto de 2008 através del Decreto Presidencial N° 6.239. En la ma-yoría de los países de América Latina y el Caribe

POLICY PAPERS

PROGRAMA DE COOPERACIÓN EN SEGURIDAD REGIONAL

existe una tendencia que busca un mayor control delos civiles sobre aspectos militares. El caso venezola-no va a contracorriente. Se han diseñado políticas ypropuesto reformas que más bien le otorgan unamayor autonomía y participación política a este sec-tor, debilitando la gobernabilidad democrática.

Nº 20. LA CONSTRUCCIÓN DE UNA COMUNIDAD

DE SEGURIDAD EN AMÉRICA DEL SUR A LA LUZ

DE LA ADQUISICIÓN DE ARMAMENTO

En los últimos diez años, todos los países sudame-ricanos han adquirido armamento siguiendo crite-rios autónomos de diseño de fuerza para sus propiasfuerzas armadas. Al analizar los datos revelados porSIPRI, correspondientes al período 1996-2006, sur-ge que los procesos de obtención de medios para ladefensa en Sudamérica no coadyuvan a la forma-ción de comunidades de defensa, y que más bienhan respondido al mantenimiento del dilema tradi-cional de seguridad entre algunos de estos países.

En materia de adquisiciones, se observa un marca-do crecimiento de los proveedores rusos y chinosen el mercado de armas sudamericano, en detrimen-to de los proveedores europeos y norteamericanos,que a pesar de ello, todavía, siguen manteniendo sufuerte preeminencia en toda la región. Con miras aevaluar si las políticas de seguridad en América delSur van acorde con la conformación de una comuni-dad de seguridad, este policy paper analiza las ad-quisiciones de armamentos, tomando enconsideración que una comunidad de seguridad (cual-quiera sea su tipo) se basa en dos grandes cimientos:los acuerdos políticos que dan su origen y los medios(materiales, humanos y financieros) que sostienen laexistencia y credibilidad de esa comunidad.

37 «Crime, Violence and Development. Trends, Costs and

Policy Options in the Caribbean. World Bank UNODC,

May 2007(p. iii) http://www.unodc.org/pdf/research/Cr_

and_Vio_Car_E.pdf.

38 World Drug Report 2006, UNODC, pág 16.

39 Operaciones «Unitas», «PANAMAX» y «Nuevos Horizontes»,

todos desarrollados bajo el impulso del Comando Sur de

los EE.UU.

40 Como las de Gonzalo Rodríguez Gacha (1989), Pablo Es-

cobar (1993) y los hermanos Rodríguez Orejuela (1995).

41 Carteles del Norte del Valle en Colombia, Sinaloa y Golfo

en México, la yakuza japonesa o las tríadas chinas.

42 En el primer semestre de 2007 la Policía de Sao Paulo

causó 201 muertes, frente a 178 en el primer semestre del

2006.Observatorio de la Violencia Política de Sao Paulo.

43 Rangel Alfredo, «Una Estrategia Fracasada» Revista Cam-

bio, junio 25 de 2007.

44 http://www.opd.gob.pe/_mTree.asp?div=II y http://

www.opd.gob.pe/_mTree.asp?div=II.

45 «El Paco bajo la Lupa. El Mercado de la pasta base de

Cocaína en el Cono Sur», Trasnational Institute, Drogas y

Conflicto, Documentos de Debate Número 14, octubre

2006.

46 «Cepal: crecimiento económico de latinoamerica en 2007

supera lo previsto».Infolatam: http://www.infolatam.com/

entrada/cepal_crecimiento_economico_de_latinoame-

6272.html.

47 «Drogas y Delitos en el Perú. Situación Actual y Evolu-

ción». Informe 2007 (p. 11-13). Oficina de Naciones Uni-

das contra la Droga y el Delito.

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SITUACIÓN DEL NARCOTRÁFICO

EN EL PERÚ, LAS POLÍTICAS

ANTIDROGAS Y LA GEOPOLÍTICA

REGIONAL

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Nº 19. DESAFÍOS Y PERSPECTIVAS PARA

LAS MEDIDAS DE FOMENTO DE LA CONFIANZA EN

AMÉRICA DEL SUR

Tras 15 años de experiencia en medidas de fomen-to de la confianza, es tiempo de que se replantee lasituación de América del Sur en la construcción deconfianza. En un contexto de fragmentación regio-nal, de multiplicidad de organismos de integración;ausencia de una autoridad regional, remilitarizaciónde las políticas de defensa; entre otros factores dedesestabilización regional, las medidas de fomentode la confianza son un instrumento clave para lo-grar reducir y mitigar el impacto de estos conflictosen la región. Para ello, es necesario que los paísestrabajen conjuntamente en la construcción de unrégimen institucional de medidas de confianza mu-tua, que traslade de un nivel bilateral a un nivelregional estas iniciativas, que participe sin discrimi-naciones a todos los miembros sudamericanos, quedefina una agenda propia subregional, que se ubi-que en los escenarios subregionales, y que incluyaa las nuevas amenazas a la seguridad en la región.Por último, no se podrá llevar adelante la construc-ción de un régimen regional sin la voluntad de losgobiernos y sin la participación de las poblaciones.

Nº 18. EL ‘2X9’: ¿UNA INCIPIENTE COMUNIDAD

DE SEGURIDAD EN AMÉRICA LATINA?

Las naciones latinoamericanas que enviaron fuer-zas armadas y de seguridad a la Misión de Estabili-zación en Haití (Minustah) de las Naciones Unidas,crearon un mecanismo informal tendiente a hallarsoluciones conjuntas y efectivas para reestablecer lapaz y para democratizar el proceso político en Haití.En este trabajo se analizan los seis encuentros reali-zados por ese mecanismo conocido como el ‘2x9’ yse plantea si este grupo puede considerarse comouna incipiente comunidad de seguridad, y si es unantecedente auspicioso en el camino de construc-ción de un espacio en donde se homogenicen polí-ticas de defensa y de seguridad internacionalajustadas a normas y principios básicos que hansido definidos por la comunidad internacional y de-fendidos por la comunidad regional.

Nº 17. FUERZAS ARMADAS Y “GOBIERNOS

ALTERNATIVOS” EN AMÉRICA LATINA

Precisar el importante papel que tienen las FuerzasArmadas dentro del Estado y la necesaria subordi-nación de las mismas a los gobernantes civiles en lademocracia es el objeto de este Policy Paper. Se pre-senta una panorámica de los cambios tanto en elcampo de la seguridad y defensa, como de la in-fluencia norteamericana en la región, igual que enlas transformaciones de varios gobiernos hacia lacentro-izquierda política. En el contexto de esastransformaciones se puntean los cambios que co-mienzan a experimentar las Fuerzas Armadas en laregión y se enfatiza en tres casos: Venezuela, Boliviay Argentina, para intentar derivar algunas pistas dehacia dónde se están moviendo los mismos.

Nº 16. DESAFÍOS EN LA SEGURIDAD REGIONAL:

UNA VISIÓN DESDE CHILE

En la definición de su política de seguridad y defen-sa Chile le apuesta a la cooperación para la demo-cratización y el entendimiento, participandoactivamente en misiones de paz de la ONU en Haití yChipre, si bien aún tiene pendiente la construcciónde una institucionalidad acorde con este enfoque;este sería un primer paso de acercamiento a las posi-ciones de sus vecinos más próximos y de la región engeneral, en donde se mantienen reservas con respec-to al nivel de prioridad que le da el gobierno chilenoa Latinoamérica. Simultáneamente, sus inversionesinternacionales, los recursos energéticos de la re-gión, la modernización de su armamento y la des-confianza histórica son causas de fricciones con Perú,Bolivia y Argentina. Este Policy Paper, el primeroque genera el Grupo Chile, tiene como objetivodar a conocer las directrices que guían la política deseguridad y defensa chilena, así como el accionardesarrollado por Chile a nivel internacional y, espe-cíficamente, en el ámbito regional.

Nº 15 VENEZUELA 2006: AVANCES EN SU

DOCTRINA DE SEGURIDAD Y SUS IMPACTOS

REGIONALES

El año 2006 fue un año determinante en la defini-ción de las políticas de seguridad y defensa en Ve-nezuela. La tendencia a la militarización de lasociedad civil, la modernización de los equipos desus Fuerzas Armadas, la iniciativa de una fuerza con-junta para la defensa de América del Sur, entre otrostemas, han generado preocupación en la región yrechazo en Estados Unidos. Todos estos elementosson analizados en el presente policy paper que,además, ofrece propuestas frente a la actual pers-pectiva de autoritarismo en la concepción de la se-guridad nacional venezolana.

Nº 14. COOPERACIÓN, INTEGRACIÓN O FUSIÓN

MILITAR EN SURAMÉRICA

El tema de las relaciones militares entre los paísessuramericanos ha ido adquiriendo recientementeun lugar resaltante en la agenda política sub regio-nal. El presente policy paper se aproxima al trata-miento dado al tema “defensa” dentro de losprocesos integracionistas coetáneos. Se hace segui-miento a la presencia del tema “defensa” en losprolegómenos a la constitución de la ComunidadSuramericana de Naciones y en otras instancias deintegración sub-regional en las cuales se ha consi-derado el tema de la integración militar. Se pasarevista a las recientes propuestas de creación de ins-tancias de defensa regional desde posicionesconfrontacionales antiestadounidenses, o desde vi-siones autonomistas pero no confrontancionalesante Estados Unidos.

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

Nº 13. LAS RELACIONES ENTRE VENEZUELA

Y ESTADOS UNIDOS: DE LA CERTEZA A LA

INCERTIDUMBRE

La política internacional del gobierno de HugoChávez plantea serios cuestionamientos a los prin-cipios establecidos en el sistema hemisférico porEstados Unidos. Sus discrepancias en temas comoel narcotráfico, el terrorismo y la promoción de lademocracia son sólo algunos puntos en el debatede la agenda continental americana, que se estántrasladando a escenarios extracontinentales, graciasa las alianzas (marcadamente antiestadounidenses)del gobierno venezolano en Asia, África y Europa.Sin embargo, como lo plantea este policy paper, lastensiones continuarán alejadas de las rupturas di-plomáticas y los escenarios bélicos, mientras Vene-zuela gane apoyos en la región y los precios delpetróleo condicionen las relaciones económicasentre los dos países.

N°12. POLÍTICA DE SEGURIDAD

INTERNACIONAL ARGENTINA. ENCRUCIJADAS

PARA LA COOPERACIÓN REGIONAL

Desde la recuperación democrática, los sucesivosgobiernos argentinos vienen desarrollando iniciati-vas para establecer el control civil de las fuerzas ar-madas y la formulación de una política de defensa.Argentina ha tenido un rol de liderazgo en temas delimitación de armas de destrucción masiva y en elcontrol civil democrático de las fuerzas armadas,entre otros temas. Pero el proceso de reestructura-ción fue incompleto y la estructura militar se en-cuentra desactualizada. Frente a los nuevos

escenarios y a las nuevas amenazas, se requiere deun rediseño de las fuerzas armadas argentinas, asícomo de nuevas iniciativas y propuestas de coope-ración en materia de seguridad y defensa en la re-gión sudamericana. En este policy paper, repasamosbrevemente los antecedentes de la política de de-fensa en Argentina, así como la coyuntura actual ylos desafíos a los que se enfrenta el gobierno deKirchner, concluyendo que es más sensato encararla seguridad en cooperación con la región, contan-do con fuerzas armadas interoperables y aptas paratrabajar conjuntamente con otros países.

N°11. RELACIONES COLOMBIA-ECUADOR:

RETOS Y OPORTUNIDADES PARA EL

RESTABLECIMIENTO DE LA CONFIANZA

La frontera común de Colombia y Ecuador es,actualmente, un escenario de conflictos latente.Más allá de las cuestiones comerciales y migrato-rias, este territorio es central en la definición de laagenda mutua, marcada por la lucha contra el nar-cotráfico, la posible propagación del conflicto ar-mado colombiano y la cuestionada presencia deEstados Unidos en mitad del debate. El reto paralos gobiernos de Quito y Bogotá es recuperar eldiálogo a nivel ejecutivo y la cooperación judicialy policial, además de la búsqueda de condicionespara el desarrollo integral de la región. En estepolicy paper se explora la coyuntura actual y seplantean los posibles escenarios de progreso oretroceso de la relación bilateral, justo en el mo-mento en el que Colombia decide reanudar lasfumigaciones de cultivos ilícitos cerca de los lími-tes con Ecuador.

EL PROGRAMA DE COOPERACIÓN EN SEGURIDAD REGIONAL SE REALIZA CONJUNTAMENTE

CON LAS OFICINAS DE LA FRIEDRICH EBERT STIFTUNG EN ARGENTINA, BOLIVIA, BRASIL,

CHILE, COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ, URUGUAY Y VENEZUELA.

SITIO WEB: WWW. seguridadregional-fes.org

LAS IDEAS EXPRESADAS EN ESTE POLICY PAPER SON EXCLUSIVAS DEL AUTOR Y/O AUTORES, Y NO COMPROMETEN

A LAS INSTITUCIONES QUE HACEN PARTE DE ESTE PROYECTO.

ESTE POLICY PAPER FUE ELABORADO POR RICARDO SOBERÓN GARRIDO.

ABOGADO PERUANO, INVESTIGADOR DEL PROGRAMA DROGAS Y DEMOCRACIA DEL TRANSNATIONAL INSTITUTEDE HOLANDA, ANALISTA EN MATERIA DE POLÍTICAS DE DROGAS, SEGURIDAD Y FRONTERAS;

M.A. DEL DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS POR LA PAZ DE LA UNIVERSIDAD DE BRADFORD, INGLATERRA,EX ASESOR PARLAMENTARIO, AUTOR DE «LA AMAZONÍA EN EL NUEVO (DES) ORDEN INTERNACIONAL»,

«LEY, JUSTICIA Y DROGAS» (2005), Y «HABLAN LOS DIABLOS» (2007).