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Jean Paul Sartre y MartÃn Heidegger

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Page 1: Jean Paul Sartre y MartÃn Heidegger

Escuela Nacional de Antropología e Historia

HISTORIA

Historia de la Filosofía Moderna y Contemporánea

Asunción Bartolo Gómez Romero

Carlos Eduardo Salinas Bautista

Similitudes, Diferencias y Críticas de dos Posturas Existencialistas |Jean Paul Sartre y

Martín Heidegger

Son varios los autores que se pueden decir existencialistas, todos estos se desarrollaron en el siglo

XX con una insignia, “replantear la filosofía desde el principio”, ya que, consideran estos, que tanto

la filosofía de la edad media y la del renacimiento, en su afán de querer conocer los objetos, ya

sea por medio del raciocinio o del empirismo, se han olvidado del ser y de su esencia, de lo que

hace al hombre, al contrario, arecería que el hombre también es tratado como mero objeto y no

tanto como sujeto.

En este punto tenemos a dos importantes expositores de tales presupuestos, Heidegger y

Sartre, ambos plantean la misma problemática, pero con puntos de vista diferentes, que se

tratarán de dejar en claro. Nosotros como humanos, tenemos un ser, que se explica mediante el

cómo actuamos, cómo somos, tenemos noción de esto, mas no sabemos cómo explicarlo (esto

dentro de las palabras de Heidegger)1, definir de dónde viene el ser, como se manifiesta, y cómo

debemos trabajar con el ser, para que así se cumpla el objetivo de estos dos autores, lograr una

existencia auténtica.

En primer lugar ¿qué es el ser para ambos?, Heidegger maraca una división entre ente y

ser, el ente, es visto desde un punto óntico, o sea, como objeto puro, eso es el hombre visto como

materia orgánica, algo que los filósofos de antes sólo estudiaban. Por el otro lado está el ser, la

esencia, la forma de actuar, la búsqueda de un objetivo, el pensar para hacer, esto es lo que nos

diferencia de cualquier ente u objeto, son mera materia, sin esencia. En Sartre no se nota de tal

forma una separación entre ente y ser, sino que el hombre es lanzado entre la nada, entre el

absurdo, entre lo hueco de mundo, donde no hay trascendencia a algo más allá, sino lo que tiene a

su alrededor (por eso se dice que su filosofía parte del ateísmo), la tarea del hombre será darle

sentido a ese mundo con el que empieza a interactuar en base de su libertad, que no es dada por

nada y nadie, sino, ser es sinónimo de libertad, autónoma en absoluto, o que, según Sartre, se

tiene que llevar a cabo, sin embargo, afirma que la vida también es un absurdo, produce náusea

(el porqué del nombre de una de sus obras), impregnado de angustia.

Relación En-sí/Dasein

1 Córvez, La Filosofía de Heidegger, México, FCE, p. 8.

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Estos dos filósofos, en primera instancia, marcan la diferencia, a partir del ser, de lo que es ser

auténtico y ser in auténtico. En Sartre, la existencia debe ser en-sí, esto es, algo sin conciencia de

nada, es lo que es, en condición pura, su existencia es superior a la esencia, el ser debe es

conforme a la lucidez, es tonto pretender ser conforme a algo establecido, es una pasión inútil,

tiene que asumir su libertad, sus soledad, su responsabilidad que produce angustia, esto es lo

auténtico, sin sometimiento a valores o a leyes, ser sin la necesidad de relaciones con otros,

porque de ser así, una libertad se tiene que imponer sobre la otra para que no exista conflicto

alguno, ya que como es típico, muchos tratan de crear relaciones interpersonales, contratos como

el matrimonio, pero que siempre terminarán en problemas, por que inevitablemente colisionarán

las libertades de los individuos.

En Heidegger la existencia auténtica se resuelve dentro de los términos del Dasein, que en

afinidad con Sartre, es darle sentido a la existencia, pero a partir de otros parámetros, ser es lo

típico del hombre, desde el momento en que es ser-en-el-mundo, esto quiere decir, que el

hombre vive inmerso en una serie de relaciones que tiene él con su contexto, con lo que hay

alrededor, este factor va a influir en la construcción del ser, porque el hombre se volcará hacia

esos elementos, a esto se le llama Antropología Filosófica. El hombre para ser verdadero y honesto

consigo mismo, tiene que aceptar sus límites y lo que es real, lo que tiene a la mano, lo que sabe

que es y será inevitablemente, uno de esos casos, es la muerte, todos sabemos que algún día

llegará, somos ser-para-la-muerte, esto nos da a entender que terrenalmente somos finitos,

limitados, todo termina en la hora de morir, por lo que todos debemos de estar anticipando ese

inevitable momento, disfrutando lo que tenemos con ganas y positividad, es lo más sincero que

hay.

Relación Para-sí / Das Man: La pretensión falsa y obsesiva de construir el ser.

Para que el hombre sea auténtico, tendrá que evitar varios factores, que van a tener el disfraz de

únicos y correctos, pero que engañaran a ser para ser lo que no es. Sartre lo llamará Para –sí, que

es lo típico del hombre, esto es escapar de la angustiosa responsabilidad de ejercer su libertad y

construir su sentido de existir, por lo que la colectividad o la masa, se volcará a apegarse a valores,

reglas que determinan, el ser actúa por otras cosas, no por sí mismo, la angustia desaparece, pero

su existencia se vuelve in auténtica, eso lo hace un cobarde. Cualquier cosa que quiera influir en

una elección individual, hace a un lado la libertad propia. Por eso para ser libre se tiene que dejar

de someter a cualquier cosa que quiera guiar nuestra libertad, no hay moral, Si no hay Dios,

podemos hacer lo que queramos, nociones posmodernistas.

Algo diferente será la inautenticidad en Heidegger, no es tan radical en decir que el ser

para ser auténtico, tiene que prescindir de toda ley o de toda moral; sino que, como el hombre, al

construir su ser a partir de su contexto, ya está hasta cierto punto predeterminado, eso no se debe

de negar, adoptará valores, aceptará leyes, tendrá la necesidad de tener comunicación y

relaciones con otras personas, lo que se tiene que hacer es matizar el cómo vamos a ver estas

cuestiones, sin atentar en contra de nuestra esencia. La masa o la colectividad, casi siempre es

banal, impersonal, viven según lo que se opina, lo que se usa, vive esclavizada a patrones (moda,

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costumbres, el “qué dirán”). Las personas tendrán el afán de novedades, pero no profundizarán en

nada, son superficiales o exageradamente materialistas, eso le basta, quiere estar en todas partes

y no está en ninguna. Dice las cosas por decirlas, copia lo que otros dicen, sin hacer crítica de

aquello, estás falacias son tomadas como verdad por la mayoría, lo que la convierte en una verdad

absoluta, que no es más que una “máscara de espejismos”, muchos se guían por las meras

apariencias y no quieren ver más allá, indagar sobre lo que se aprende, o se oye, cierran las

puertas a tener más perspectivas.

Crítica hacia ambas posturas.

Es paradójico, pero ambos, tienden a ser éticos desde el momento en el que proponen sus formas

de pensar, esperando ingenuamente, que sus lectores reflexionen y sigan los preceptos de ellos,

aunque aquí sale ganando Heidegger, porque, no es radical en no aceptar nada, que atente contra

la libertad, sino que abre las puertas a la crítica de valores y de leyes. En Sartre no existen

relaciones sociales porque tienden a ser conflictivas, hasta cierto límite es cierto, pero siempre va

a existir un vínculo que nos identifique con el otro, además tenemos la necesidad, por naturaleza,

de hablar, de convivir con alguien, eso no creo que atente con nuestra libertad. Sería genial que no

hubiese leyes ni moral, más eso creo que nunca va a pasar, por el simple hecho de que hay otros

que aún sigan buscando una moral o una justicia universal, que también es absurdo, pero eso

contrapone, el mundo es una colisión de libertades, que pretenderán en determinado momento

imponerse el uno sobre el otro, pero sin haber solución alguna, la historia se condena a estar llena

de conflictos incesante, una dialéctica del siervo y del amo, o dialéctica negativa en este sentido

tienen razón tanto Hegel como Theodor Adorno.

Habrán otros filósofos como Cioran, que no están de un lado ni del otro, si no, que su

visión es totalmente pesimista, es absurdo, tener la pretensión de construir el ser, es hipócrita,

simplemente hay que vivir en la lucidez, en el instante, la esperanza es la prolongación del

sufrimiento y la desesperación. Esto también es extremista, el hombre está aquí , no sabemos de

donde aún, pero tiene una conciencia, todo lo que haga, lo hará con el sentimiento de lograr algo,

la existencia es real, lo sabemos, pero aún estamos dentro del laberinto, no sabemos de dónde

viene ni a donde ira, ni que es lo qué hace aquí, pero ya hay propuestas, que nos intentan acercar,

ya sea desde el ateísmo o desde la cierta creencia de Dios en Heidegger, que es creadora, mas no

nos determina, nos da la posibilidad de hacer, esto siguiendo a Bergson. No se puede decir

tajantemente que no existe Dios y buscar imponerlo como Sartre y su anti teísmo, pero tampoco

asegurar que existe porque no contamos con suficientes pruebas para demostrarlo, ene este

punto Heidegger está en lo cierto, siguiendo, así mismo la idea de mundo de Wittgenstein.

BIBLIOGRAFÍA

ADORNO, Theodor, Actualidad de la Filosofía, Barcelona, Altaya, 1994.

CÓRVEZ, M., La Filosofía de Heidegger, México, FCE.

CIORAN, E.M., Historia y Utopía, Barcelona, Tusquets, 1998.

SARTRE, J. P. El existencialismo es un humanismo, Edhsa, 2009.