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SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA
Regional Cundinamarca Centro de Biotecnología Agropecuaria
Recopilación hecha por: I.A. JOSE GUILLERMO TORRES PARDO
SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA Regional Cundinamarca
Centro de Biotecnología Agropecuaria
Recopilación hecha por el Instructor: I.A. JOSE GUILLERMO TORRES PARDO
ANÁLISIS DE SUELOS
Para conocer fertilidad del suelo y darle un buen manejo es recomendable hacer
un ANÁLISIS DE SUELOS cada dos años, lo que permite conocer las
características físicas y químicas así como determinar la calidad y cantidad de
nutrientes disponibles para las plantas. Con esta información el técnico puede
tomar decisiones acertadas para recomendar sobre tipo de fertilizantes, dosis de
aplicación, herramientas y manejo de los suelos.
El ANÁLISIS DE SUELOS consiste en medir en el laboratorio el contenido de
nutrientes y en determinar las propiedades del suelo que influyen sobre el
desarrollo y la producción de las plantas. Un buen análisis de suelo solo es
posible si se toman correctamente las muestras.
El análisis del suelo es una herramienta muy importante para la elaboración de
una recomendación de fertilización, ya que nos permite cuantificar la oferta de
nutrientes del suelo. La diferencia entre esta oferta y la demanda del cultivo, a
partir de la definición de un rendimiento objetivo, indica la cantidad de
nutrientes que deberá agregarse por fertilización.
OBJETIVOS:
1. Racionalizar el uso de los fertilizantes
2. Reducir los costos de esta labor en los cultivos.
3. Obtener mayores rendimientos y ganancias
El muestreo es el primer paso de un análisis químico de suelo, y el más crítico,
ya que se constituye en la fuente de error más común (Petersen and Calvin,
1986). Ya en los albores de esta práctica, Cline (1944) expresó que el límite de
exactitud está dado por el muestreo y no por el análisis. Esto sucede porque a
través de pocas muestras (generalmente no más de 1 kg de suelo) se pretende
representar la disponibilidad de nutrientes de miles de toneladas de suelo.
Tanto es así que 1 kg de suelo significa el 0,0000005 % del peso medio de 1
ha (0-20 cm).
CLASES DE ANÁLISIS DE SUELOS DETERMINA
Análisis de fertilidad Porcentaje de materia orgánica
pH
Partes por millón de Fósforo (ppm)
Miliequivalencia de Potasio (meq)
Contenido de Aluminio
Textura del suelo
Análisis de caracterización Fertilidad del suelo
Miliequivalencia de Calcio (meq)
Miliequivalencia de Magnesio (meq)
Miliequivalencia de Sodio (meq)
Análisis de salinidad Sustancias tóxicas presentes
Sales solubles de Sodio, Potasio y Calcio
Análisis completo Incluye todos los anteriores análisis
José Guillermo Torres Pardo
Ingeniero Agrónomo
LA FORMA CORRECTA DE TOMAR UNA MUESTRA DE SUELO.
Las muestras deben ser representativas de cada lote de la finca. Para tomar
bien la muestra de suelos, es necesario seguir las siguientes recomendaciones:
Croquis de la finca y delimitación de lotes
Es un dibujo a mano alzada de la forma en que está dividida la finca como si
se tomara una foto a gran altura. En el croquis deben aparecer las
construcciones, caminos y carreteras, quebradas y ríos u otras divisiones como
las cercas que delimitan los potreros o cultivos. Estas divisiones conforman
lotes que debemos localizar con un número o nombre.
La división en lotes también debe obedecer a las diferencias existentes entre
lotes por las características de los suelos tales como pendiente, cultivos
establecidos, grados de erosión, vegas, color del suelo, tipo de textura
predominante, etc.
Es muy importante tomar muestras de suelos, representativas de cada una de
las partes en que podemos dividir la finca según las anteriores características.
1. Equipo a emplear
Un azadón o pala para limpiar la superficie del terreno si está cubierta de
hierba o pasto.
Una pala recta para abrir el hoyo y sacar la tajada del suelo, aunque esta
muestra se puede obtener con un barreno sacabocado y un machete para
cortar la tajada de suelo.
Un balde limpio.
Bolsas plásticas limpias y sin usar para empacar las porciones de suelo de
muestra.
Tarjetas para identificar las muestras.
2. Toma de las muestras e identificación de las mismas
Cuando ya hemos dividido el terreno, procedemos a tomar las muestras de
cada lote en la siguiente forma:
(a) con el azadón o la pala se limpia de la maleza o cobertura vegetal,
(b) con la pala se hace un hoyo de 30 a 40 centímetros de profundidad,
(c) con la pala o sacabocado se saca una tajada en forma de V de una
pared del talud,
(d) luego, con el machete se separa una parte de la tajada y se introduce
en el balde,
(e) se introduce cada muestra en una bolsa plástica con capacidad de más o
menos una libra y se le numera para su envío al laboratorio.
Una vez se ha empacado cada una de las muestras, se procede a diligenciar
la siguiente información:
Nombre del agricultor: Dirección:
Municipio: Vereda: Finca:
Clase de análisis solicitado:
Muestra 1 Muestra 2 Muestra 3
Cultivo anterior
Producción del cultivo anterior (kilos por Ha.)
Cultivo que va a sembrar
Extensión del lote (mts2)
Drenaje (Bueno, Regular o Malo)
Topografía (Pendiente, Ondulada, Quebrada)
Profundidad de la muestra (cms)
Altura (msnm)
Cantidad de aplicación de cal al año
Fertilizantes aplicados
Cantidad de fertilizantes
Observaciones José Guillermo Torres Pardo
Ingeniero Agrónomo
3. Requisitos de las muestras
Las muestras de suelos deben tomarse dos meses antes de la siembra de
los nuevos cultivos anuales o un mes antes de la cosecha en cultivos
permanentes.
La capa de suelo que se toma debe estar comprendida entre los primeros
30 centímetros.
El sitio elegido para tomar cada muestra no debe estar cerca de corrales o
cerca de los caminos por donde transitan las personas.
Se debe evitar la toma de muestras en sitios de recientes quemas, recién
fertilizados o encalados.
No se debe fumar al tomar las muestras, porque la ceniza puede alterar el
resultado del análisis.
Las herramientas no deben estar oxidadas o sucias.
La muestra no debe tomarse con la mano porque el sudor altera su
composición.
El terreno de donde se toma la muestra debe estar semihúmedo.
La cantidad de suelo que se envía, por muestra, debe ser de 500 a 1.00
gramos. Para ello se toman se toman varias submuestras en sitios
diferentes de cada lote y se mezclan en el balde.
ANÁLISIS FOLIAR.
El análisis foliar consiste en determinar las concentraciones de nutrientes en
muestras de hojas. Los análisis foliares y de otros órganos responden a la
denominación general de “análisis de plantas” o “ análisis de tejidos”.
El termino “análisis foliar” se refiere al análisis cuantitativo de los nutrientes
esenciales en los tejidos de la planta. Se debe diferenciar de la técnica del
análisis rápido de tejidos que se discutirá más adelante.
El análisis de suelo y el análisis foliar son técnicas que van de la mano. El uno
no substituye al otro. Las dos son herramientas de mucha utilidad en el
diagnóstico del estado nutricional de los cultivos. Muchos agricultores usan
ambas herramientas para asegurar un diagnóstico eficiente. Por varios años, se
utilizó el análisis foliar para el cultivo de árboles como duraznos, manzanas y
otras nueces y frutas. Debido a la naturaleza perenne y al extenso sistema
radicular de los cultivos arbustivos, el análisis foliar es especialmente
recomendable para determinar su estado nutricional.
El análisis foliar ha adquirido mayor importancia a medida que se ha
desarrollado más conocimiento acerca de la nutrición de las plantas y de los
requerimientos de nutrientes durante todo el ciclo del cultivo, y a medida que
es posible la aplicación de nutrientes mediante los sistemas de riego. Cuando
se buscan rendimientos altos, el análisis foliar es una excelente ayuda para
controlar el estado nutricional de la planta durante todo el ciclo decrecimiento.
Por esta razón, esta herramienta de diagnóstico es cada vez más útil en
cultivos anuales y en pastos y forrajes.
El análisis foliar se utiliza para:
• Confirmar el diagnóstico de síntomas visibles en el campo;
• Identificar problemas de hambre escondida cuando no aparecen síntomas
aparentes de deficiencia en la planta;
• Localizar las áreas en los lotes de producción donde ocurren deficiencias
de uno o más nutrientes;
• Determinar si los nutrientes aplicados han ingresado en la planta.
• Conocer las interacciones entre varios nutrientes.
• Estudiar las funciones internas de los nutrientes en la planta.
• Sugerir análisis y estudios adicionales para identificar problemas
particulares en la producción del cultivo.
Al igual que en el análisis de suelo, una importante fase del análisis foliar es la
recolección de muestras. La composición de la planta varía con la edad, la
parte de la planta que se ha tomado como muestra, la condición de la planta, la
variedad, el clima y otros factores. Por lo tanto, en este caso es también impor-
tante seguir las instrucciones que permiten un apropiado muestreo foliar
Cada especie es fisiológicamente diferente y por lo tanto la selección del
tejido indicador y del mejor momento de muestreo es diferente, además la
acumulación de nutrientes y su distribución dentro de la planta varía. En
términos generales, se debe muestrear una hoja recién madura que haya
finalizado su crecimiento, ya que usualmente este órgano refleja mejor el
estado nutricional de la planta porque hay una relación directa entre
acumulación de materia seca y de nutrientes.
Cuando se toma como muestra una hoja nueva, debido a su rápido
crecimiento, puede haber una dilución del mismo (Malavolta 2001). Mientras
que en una hoja vieja puede haber un efecto de concentración de nutriente al
no tener crecimiento.
Debe evitarse muestrear hojas dañadas por enfermedades, insectos o
mecánicamente,o plantas que han sido afectadas severamente por nemátodos,
déficit hídrico, o exceso de humedad.
En ciertas circunstancias puede ser necesario tomar muestras de otras hojas
que no corresponden con el patrón sugerido para el cultivo. Por ejemplo, para
el diagnóstico de deficiencias de elementos inmóviles como el Ca y B, el
análisis de una hoja nueva suministrará mejor información. Con elementos
muy móviles como el N. K y Mg, es más fácil identificar un contenido de
deficiencia en hojas viejas.
Como patrón de comparación, es normal considerar la composición de hojas
muestreadas en plantas de alta productividad contra plantas con problemas de
crecimiento.
La composición de los órganos varía profundamente tanto con su edad como,
en menor grado, con la edad de la planta. La época de muestreo está tipificada
estrictamente para cada especie, y debe evitarse el muestreo durante la fase de
desarrollo de los órganos ya que coincide con cambios importantes en su
composición.
Los resultados del análisis se expresan en unidades de % para los
macronutrientes y elementos secundarios como nitrógeno, fósforo, potasio,
calcio, magnesio y azufre; y en mg/kg o ppm para micronutrientes como
hierro, cobre, zinc, manganeso, boro, molibdeno y cloro. En algunos
laboratorios de otros países se ha estado utilizando recientemente la unidad
g/kg en vez de %. En este caso los datos en g/kg se dividen entre 10 para pasar
a %.
La mayoría de los laboratorios proveen panfletos con instrucciones para
muestreo foliar de varios cultivos. En áreas con problemas se sugiere que se
envíe una muestra de la zona buena y otra de la mala para comparación.
Debido a que la experiencia y el entrenamiento son vitales para la correcta
recolección de muestras foliares, con frecuencia el muestreo lo conduce el
técnico agrónomo de la finca, un consultor o un extensionista.
Bibliografía
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José Guillermo Torres Pardo
Ingeniero Agrónomo