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La Vuelta de Martín Fierro José Hernández ilustraciones: Juan C. Castagnino una producción de “Literatura Argentina Contemporánea”

Jos” Hern⁄ndez

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La Vuelta de Martín Fierro

José Hernándezilustraciones: Juan C. Castagnino

una producción de “Literatura Argentina Contemporánea”

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M tí Fi II

I

396Atención pido al silencioY silencio a la atención,Que voy en esta ocasión,Si me ayuda la memoria,A mostrarles que a mi historiaLe faltaba lo mejor.

397Viene uno como dormidoCuando vuelve del desierto;Veré si a esplicarme aciertoEntre gente tan bizzarraY si al sentir la guitarraDe mi sueño me despierto.

398Siento que mi pecho tiembla,Que se turba mi razón,Y de la viguela al sonImploro a la alma de un sabioQue venga a mover mi labioY alentar mi corazón

399Si no llego a treinta y unaDe fijo en treinta me planto,Y esta confianza adelantoPorque recibí en mi mismo,Con el agua del bautismo,La facultá para el canto.

400Tanto el pobre como el ricoLa razón me la han de dar;Y si llegan a escucharLo que esplicaré a mi modo,Digo que no han de rair todos:Algunos han de llorar.

401Mucho tiene que contarEl que tuvo que sufrir,Y empezaré por pedirNo duden de cuanto digo;Pues debe creerse al testigoSi no pagan por mentir.

402Gracias le doy a la virgen,Gracias le doy al señor,Porque entre tanto rigorY habiendo perdido tanto,No perdí mi amor al cantoNi mi voz como cantor.

403Que cante todo vivienteOtorgó el Eterno Padre;Cante todo el que le cuadreComo lo hacemos los dosPues sólo no tiene vozEl ser que no tiene sangre.

404Canta el pueblero... y es pueta;Canta el gaucho... y, ¡ay Jesús!,Lo miran como avestruz,Su inorancia los asombra;Mas siempre sirven las sombrasPara distinguir la luz.

405El campo es del inorante,El pueblo del hombre estruido;Yo que en el campo he nacidoDigo que mis cantos sonPara los unos... sonidos,Y para otros... intención.

406Yo he conocido cantoresQue era un gusto el escuchar;Mas no quieren opinarY se divierten cantando;Pero yo canto opinando,Que es mi modo de cantar.

407El que va por esta sendaCuanto sabe desembucha,Y aunque mi cencia no es mucha,Esto en mi favor previene;Yo se el corazón que tieneEl que con gusto me escucha.

408Lo que pinta este pincelNi el tiempo lo ha de borrar;Ninguno se ha de animarA corregirme la plana;No pinta quien tiene ganaSino quien sabe pintar.

409Y no piensen los oyentesQue del saber hago alarde;He conocido aunque tarde,Sin haberme arrepentido,Que es pecado cometidoEl decir ciertas verdades.

410Pero voy en mi caminoY nada me ladiará;He de decir la verdá;De naides soy adulón;Aqui no hay imitación;Esta es pura realidá.

411Y el que me quiera enmendarMucho tiene que saber;Tiene mucho que aprenderEl que me sepa escuchar;Tiene mucho que rumiarEl que me quiera entender.

412Más que yo y cuantos me oigan,Más que las cosas que tratan,

Más que los que ellos relatan,Mis cantos han de durar;Mucho ha habido que mascarPara echar esta bravata.

413

Brotan quejas de mi pecho,Brota un lamento sentido;Y es tanto lo que he sufridoY males de tal tamañoQue reto a todos los añosA que traigan el olvido.

414Ya verán si me despiertoCómo se compone el baile;Y no se sorprenda naidesSi mayor fuego me anima;Porque quiero alzar la primaComo pa tocar al aire.

415Y con la cuerda tiranteDende que ese tono elija,Yo no he de aflojar manijaMientras que la voz no pierda,Si no se corta la cuerdaO no cede la clavija.

416Aunque rompí el estrumentoPor no volverme a tentar,Tengo tanto que contarY cosas de tal calibre,Que Dios quiera que se libreEl que me enseñó a templar.

417De naides sigo el ejemplo,Naides a dirigirme viene;Yo digo cuanto conviene,Y el que en tal güeya se planta,debe cantar, cuando canta,Con toda la voz que tiene.

418He visto rodar la bolaY no se quiere parar;Al fin de tanto rodarMe he decidido a venirA ver si puedo vivirY me dejan trabajar.

419Sé dirigir la manseraY tambien echar un pial;Sé correr en un rodeo,Trabajar en un corral;Me se sentar en un pértigoLo mesmo que en un bagual.

420Y enpriéstenmé su atenciónSi ansí me quieren honrarDe no, tendré que callar,Pues el pájaro cantor

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Jamás se para de cantarEn árbol que no da flor.

421Hay trapitos que golpiarY de aquí no me levanto;Si quieren que desembuche:Tengo que decirles tantoQue les mando que me escuchen.

422Déjenmé tomar un trago:Estas son otras cuarentaMi garganta esta sedienta,Y de esto no me abochorno,Pues el viejo, como el horno,Por la boca se calienta.

II

423Triste suena mi guitarraY el sunto lo requiere;Ninguno alegrías espereSino sentidos lamentosDe aquel que en duros tormentosNace, crece, vive y muere.

424Es triste dejar sus pagosY largarse a tierra ajenaLlevándose la alma llenaDe tormentos y dolores;Mas nos llevan los rigoresComo el pampero a la arena.

425Irse a cruzar el desiertoLo mesmo que un forajido,Dejando aquí en el olvido,Como dejamos nosotros,Su mujer en brazos de otroY sus hijitos perdidos.

426¡Cuantas veces al cruzarEn esa inmensa llanura,Al verse en tal desventuraY tan lejos de los suyos,Se tira uno entre los yuyosA llorar con amargura!

427En la orilla de un arroyoSolitario lo pasaba,En mil cosas cavilabaY, a una güelta repentina,Se me hacía ver a mi chinaO escuchar que me llamaba.

428Y las aguas serenitasBebe el pingo trago a trago,Mientras sin ningún halagoPasa uno hasta sin comer,Por pensar en su mujer,En sus hijos y en su pago.

429Recordarán que con CruzPara el desierto tiramosEn la pampa nos entramos,Cayendo, por fin del viaje,A unos toldos de salvajes,Los primeros que encontramos.

430La desgracia nos seguía:Llegamos en mal momento;Estaban de parlamentoTratando de una invasiónY el indio en tal ocasiónRecela hasta de su aliento.

431Se armó un tremendo alborotoCuando nos vieron llegar;No podiamos aplacarTan peligroso hervidero;Nos tomaron por bomberosY nos quisieron lanciar.

432Nos quitaron los caballosA los muy pocos minutos;Estaban irresolutos;¡Quién sabe qué pretendían!Por los ojos nos metíanLas lanzas aquellos brutos.

433Y déle en su lengüeteoHacer gestos y cabriolas;Uno desató las bolasY se nos vino enseguida;Ya no créiamos con vidaSalvar ni por carambola.

434Alla no hay misericordiaNi esperanza que tener;El indio es de parecerQue siempre matar se debe,Pues la sangre que no bebeLe gusta verla correr.

435Cruz se dispuso a morirPeliando y me convidó."Aguantemos",dije yo,'"El fuego hasta que nos queme".Menos los peligros temeQuien más veces lo venció.

436Se debe ser mas prudenteCuando el peligro es mayor;Siempre se salva mejorAndando con alvertenciaPorque no está la prudenciaReñida con el valor.

437Vino al fin el lenguarazComo a trairnos el perdón;Nos dijo:"La salvación

Se la deben a un cacique;Me manda que les espliqueQue se trata de un malón.

438"Les ha dicho a los demásQue ustedes quedan cautivosPor si cain algunos vivosEn poder de los cristianos,Rescatar a sus hermanosCon estos dos fugitivos."

439Volvieron al parlamentoA tratar de sus alianzas,O tal vez de las matanzas,Y, conforme les detallo,Hicieron cerco a caballorecostándose en las lanzas.

440Dentra al centro un indio viejoY alli a lengüetiar se larga;¡Quién sabe qué les encarga!Pero toda la riuniónLo escuchó con atenciónLo menos tres horas largas.

441Pegó al fin tres alaridosY ya principiaba otra danza;Para mostrar su pujanzaY dar pruebas de jinete,Dió riendas rayando el fleteY revoliando la lanza.

442Recorre luego la fila,Frente a cada indio se para,Lo amenaza cara a caraY, en su juria, aquel malditoAcompaña con su gritoEl cimbrar de la tacuara.

443Se vuelve aquello un incendioMas feo que la mesma guerra:Entre una nube de tierraSe hizo allí una mezcolanzaDe potros, indios y lanzas,Con alaridos que aterran.

444Parece un baile de fierasSigún yo me lo imagino;Era inmenso el remolino,Las voces aterradoras;Hasta que al fin de dos horasSe aplacó aquel torbellino.

445De noche formaban cercoY en el centro nos ponían;Para mostrar que queríanQuitarnos toda esperanza,Ocho o diez filas de lanzasAlrrededor nos hacían.

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446Allí estaban vigilanteCuidandonos a porfía;Cuando roncar parecían"Huincá", gritaba cualquiera,Y toda la fila entera"Huincá", "huincá", repetía.

447Pero el indio es dormilónY tiene un sueño projundo;Es roncador sin segundoY en tal confianza es su vida,Que ronca a pata tendidaAunque se de güelta el mundo.

448Nos aviriguaban todoComo aquel que se previene,Porque siempre les convieneSaber las juerzas que andan,Donde estan, quienes las mandan,Que caballos y armas tienen.

449A cada respuesta nuestraUno hace una esclamación,Y luego en continuaciónAquellos indios feroces,Cientos y cientos de vocesRepiten al mesmo son.

450Y aquella voz de un solo,Que empieza por un gruñido,Lega hasta ser alaridoDe toda la muchedumbre,Y ansí adquieren la costumbreDe pegar esos bramidos.

III

451De ese modo nos hallamosEmpeñaos en la partida;No hay que darla por perdidaPor dura que sea la suerte,Ni que pensar en la muerte,Sino en soportar la vida.

452Se endurece el corazón,No teme peligro alguno;Por encontrarlo oportunoAllí juramos los dos:Respetar tan sólo a Dios;De Dios abajo, a ninguno.

453El mal es árbol que creceY que cortado retoña;La gente esperta o bisoñaSufre de infinitos modos;La tierra es madre de todos,Pero también da ponzoña.

454Mas todo varón prudenteSufre tranquilo sus males;Yo siempre los hallo igualesEn cualquier senda que elijo;La desgracia tiene hijos,Aunque ella no tiene madre.

455Y al que le toca la herencia,Donde quiera halla su ruina:Lo que la suerte destinaNo puede el hombre evitar,Porque el cardo ha de pincharEs que nace con espinas.

456Es el destino del pobreUn continuo zafarranchoY pasa como el carancho,Porque el mal nunca se sacia,Si el viento de la desgraciaVuela las pajas del rancho.

457Mas quien manda los pesaresManda también el consuelo:La luz que baja del cieloAlumbra al más encumbrao,Y hasta el pelo mas delgaoHace su sombra en el suelo.

458Pero por más que uno sufraUn rigor que lo atormente,No debe bajar la frenteNunca, por ningún motivo:El álamo es mas altivoY gime constantemente.

459El indio pasa la vidaRobando o echao de panza;La única ley es la lanzaA que se ha de someter:Lo que le falta en saberLo suple con descondianza.

460Fuera cosa de engarzarloA un indio caritativo:Es duro con el cautivo,Le dan un trato horroroso;Es astuto y receloso,es audaz y vengativo.

461No hay que pedirle favorNi que aguardar tolerancia;Movidos por su inoranciay de puro desconfiaos,Nos pusieron separaosBajo sutil vigilancia.

462No pude tener con CruzNinguna conversación:No nos daban ocasión,

Nos trataban como ajenosComo dos años, lo menos,Duro esta separación.

463Relatar nuestras penuriasFuera alargar el asunto.Les diré sobre este puntoQue a los dos años reciénNos hizo el cacique el bienDe dejarnos vivir juntos.

464Nos retiramos con CruzA la orilla de un pajal;Por no pasarlo tan malHicimos como un benditoEn el desierto infinito,Con dos cueros de bagual.

465Fuimos a esconder allíNuestra pobre situación,Aliviando con la uniónAquel duro cautiverio,Tristes como un cementerioAl toque de la oración.

466Debe el hombre ser valienteSi ha rodar se determina,Primero, cuando camina;Segundo, cuando descansa;Pues en aquellas andanzasPerece el que se acoquina.

467Cuando es manso el terneritoEn cualquier vaca se priende;El que es gaucho esto lo entiendeY ha de entender si le digoQue andábamos con mi amigoComo pan que no se vende.

468Guarecidos en el toldoCharlábamos mano a mano:Eramos dos veteranosMansos pa las sabandijas,Arrumbaos como cubijasCuando calienta el verano.

469El alimento no abundaPor mas empeño que se haga;Lo pasa uno como plaga,Ejercitando la industria,Y siempre como la nutriaViviendo a la orilla del agua.

470En semejante ejercicioSe hace diestro el cazador:Cai el piche engordador,Cai el pájaro que trina;Todo bicho que caminaVa parar al asador.

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471Pues allí a los cuatro vientosLa persecución se lleva;Nadie escapa de la levaY dende que el alba asomaYa recorre uno la loma,El bajo, el nido y la cueva.

472El que vive de la cazaA cualquier bicho se atreve,Que pluma o cáscara lleve,Pues, cuando la hambre se siente,El hombre le clava el dienteA todo lo que se mueve.

473En las sagradas alturasEsta el maistro principalQue enseña a cada animalA procurarse el sustento,Y le brinda el alimentoA todo ser racional.

474Y aves y bichos y pejesSe mantienen de mil modos:Pero el hombre en su acomodoEs curioso de oservar:Es el que sabe llorarY es el que los come a todos.

IV

475Antes de aclarar el díaEmpieza el indio a aturdirLa pampa con su rugir,Y en alguna madrugada,Sin que sintiéramos nada,Se largaban a invadir.

476Primero entierran las prendasEn cuevas como peludos;Y aquellos indios cerdudos,Siempre llenos de recelos,En los caballos en pelosSe vienen medio desnudos.

477Para pegar el malónEl mejor flete procuran;Y como es su arma seguraVienen con la lanza sola,Y varios pares de bolasAtados a la cintura.

478De ese modo anda livianoNo fatiga al mancarrón;Es su espuela en el malón,Después de bien afilao,Un cuernito de venaoQue se amarra en el garrón.

479El indio que tiene un pingoQue se llega a distinguir,Lo cuida hasta pa dormir;De ese cudao es esclavo.Se lo alquila a otro indio bravoCuando vienen a invadir.

480Por vigilarlo no comeY ni aun el sueño concilia:Sólo en eso no hay desidia;De noche les asiguro,Para tenerlo siguroLe hace cerco la familia.

481Por eso habrán visto ustedes,Si en el caso se han hallao,Y si no lo han observao,Tenganló dende hoy presente,Que todo pampa valienteAnda siempre bien montao.

482Marcha el indio a trote largo,Paso que rinde y que dura;Viene en dirección siguraY jamas a su capricho;No se les escapa bichoEn la noche mas escura.

483Caminan entre nieblasCon un cerco bien formao;Lo estrechan con gran cuidaoY agarran, al aclarar,Ñanduces, gamas, venaos,Cuanto a podido dentrar.

484Su señal es un humitoQue se eleva muy arriba,Y no hay quien no lo apercibaCon esa vista que tienen;De todas partes se vienenA engrosar la comitiva.

485Ansina se van juntando,Hasta hacer esas riunionesQue cain en las invasionesEn número tan crecido;Para formarla han salidoDe los últimos rincones.

486Es guerra cruel la del indioPorque viene como fiera;Atropella donde quieraY de asolar no se cansa;De su pingo y de su lanzaToda salvacion espera.

487Debe atarse bien la fajaQuien a aguardarlo se atreva;Siempre mala intención lleva,

Y, como tiene alma grande,No hay plegaria que lo ablandeNi dolor que lo conmueva.

488Odia de muerte al cristiano,Hace guerra sin cuartel;Para matar es sin yel,Es fiero de condición;No golpia la compasiónEn el pecho del infiel.

489Tiene la vista del águila,Del leon la temeridá;En el desierto no habráAnimal que él no lo entienda,Ni fiera de que no apriendaUn instinto de crueldá.

490Es tenaz en su barbarie:No esperen verlo cambiar;El deseo de mejorarEn su rudeza no cabe;El bárbaro solo sabeEmborracharse y peliar.

491El indio nunca ríe,Y el pretenderlo es en vano,Ni cuando festeja ufanoEl triunfo en sus correrías;La risa en sus alegríasLe pertenece al cristiano.

492Se cruzan en el desiertoComo un animal feroz;Dan cada alarido atrozQue hace erizar los cabellos;Parece que a todos ellosLos ha maldecido Dios.

493Todo el peso del trabajoLo dejan a las mujeres:El indio es indio y no quiereApiar de su condiciónHa nacido indio ladrónY como indio ladrón muere.

494El que envenenan sus armasLes mandan sus hechiceras;Y como ni a Dios veneran,Nada a los pampa contiene:Hasta los nombres que tienenSon de animales y fieras.

495Y son, ¡por Cristo bendito!,Los más desasiaos del mundo:Esos indios vagabundos,Con repunancia me acuerdo,Viven lo mesmo que el cerdoEn esos toldos inmundos.

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496Naides puede imaginarUna miseria mayor;Su pobreza causa horror;No sabe aquel indio brutoQue la tiera no da frutoSi no la riega el sudor.

V

497Aquel desierto se agitaCuando la invasion regresa;Llevan miles de cabezasDe vacuno y yeguarizo;Pa no afligirse es precisoTener bastante firmeza.

498Aquello es un hervideroDe pampas -un celemín-.Cuando riunen el botínJuntando toda la hacienda,Es cantidá tan tremendaQue no alcanza a verse el fin.

499Vuelven las chinas cargadasCon las prendas en montón;Aflige esa destrucción:Acomodaos en carguerosLlevan negocios enterosQue han saquiao en la invasión.

500Su pretensión es robar,No quedar en el pantano;Viene a tierra de cristianosComo juria del infierno;No se llevan al GobiernoPoerque no lo hallan a mano.

501Vuelven locos de contentoCuando han venido a la fija;Antes que ninguno elija

Empiezan con todo empeño,Como dijo un santiagueño,A hacerse la repartija.502Se reparten el botínCon igualdad, sin malicia;No muestra el indio codicia,Ninguna falta comete:Solo en eso se someteA una regla de justicia.

503Y cada cual con lo suyoA sus toldos enderieza;Luego la matanza empiezaTan sin razon ni motivo,Que no queda animal vivoDe esos miles de cabezas.

504Y satisfecho el salvajeDe que su oficio ha cumplido,Lo pasa por ahi tendidoVolviendo a su haraganiar,Y entra la china a cueriarCon un afán desmedido.

505A veces a tierra adentroAlgunas puntas se llevan;Pero hay pocos que se atrevanA hacer esas incursiones,Porque otros indios ladronesLes suelen pelar la breva.

506Pero pienso que los pampasDeben de ser los mas rudos;Aunque andan medio desnudosNi su conveniencia entienden:Por una vaca que vendenQuinientas matan al ñudo.

507Estas cosas y otras pioresLas he visto muchos años;Pero si yo no me engañoConcluyó ese vandalaje,Y esos bárbaros salvajesNo podran hacer mas daño.508Las tribus están deshechas;Los caciques más altivosEstan muertos o cautivos,Privaos de toda esperanza,Y de la chusma y de la lanza,Ya muy pocos quedan vivos.

509Son salvajes por completoHasta pa su diversión,Pues hacen una junciónQue naides se la imagina;Recien le toca a la chinaEl hacer su papelón.

510Cuando el hombre es mas salvaje

Trata pior a la mujer:Yo no sé que pueda haberSin ella dicha ni goce.¡Feliz el que la conoceY logra hacerse querer!

511Todo el que entiende la vidaBusca a su lao los placeres;Justo es que las considereEl hombre de corazón;Sólo los cobardes sonValientes con sus mujeres.

512Pa servir a un desgraciaoPronta la mujer está;Cuando en su camino vaNo hay peligro que le asuste;Ni hay una a quien no le gusteUna obra de caridá.

513No se allará una mujerA la que esto no le cuadre;Yo alabo al Eterno Padre,No porque las hizo bellas,Sino porque a todas ellasLes dió corazón de madre.

514Es piadosa y diligenteY sufrida en los trabajos;Tal vez su valor rebajoAunque la estimo bastante;Mas los indios inorantesLa trata al estropajo.

515Echan la alma trabajandoBajo el mas duro rigor;El marido es su señor,Como tirano la manda,Porque el indio no se ablandaNi siquiera en el amor.

516No tiene cariño a naidesNi sabe lo que es amar.¿Ni que se puede esperarDe aquellos pechos de bronce?Yo los conocí al llegarY los calé dende entonces.

517Mientras tiene qué comerPermanece sosegao;Yo que en sus toldos he estaoY sus costumbres oservo,Digo que es como aquel cuervoQue no volvio del mandao.

518Es para él como un jugueteEscupir un crucifijo;Pienso que Dios los maldijoY ansina al ñudo desato:El indio, el cerdo y el gato

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Redaman sangre del hijo.

519Mas ya con cuentos de pampasNo ocuparé su atención;Debo pedirles perdón,Pues sin querer me distraje;Por hablar de esos salvajeesMe olvidé de la junción.

520Hacen un cerco de lanzas,Los indios quedan ajuera;Dentra la china ligeraComo yeguada en la trilla,Y empieza allí la cuadrillaA dar güeltas en la era.

521A un lao están los caciques,Capitanejos y el trompaTocando con toda pompaComo un toque de fajina;Adentro muere la china,Sin que aquel circulo rompa.

522Muchas veces se les oyenA las pobres los quejidos;Mas son lamentos perdidos:Al rededor del cercao,En el suelo están mamaosLos indios dando alaridos.

523Su canto es una palabraY de ahi no salen jamás;Llevan todas el compás"Ioká-ioká" repitiendo;Me parece estarlas viendoMas fieras que Satanás.

524Al trote dentro del cerco,Sudando, hambrientas, juriosas,Desgreñadas y rotosas,De sol a sol se lo llevan:Bailan aunque truene o llueva,Cantando la mesma cosa.

VI

525El tiempo sigue su giroY nosotros, solitarios;De los indios sanguinariosNo teníamos qué esperar;El que nos salvó al llegarEra el más hospitalario.

526Mostró noble corazón,Cristiano anhelaba ser;La justicia es un deber,Y sus méritos no callo:Nos regaló unos caballosY a veces nos vino a ver.

527A la voluntad de DiosNi con la intención resisto:El nos salvó...¡ah, Cristo!,Muchas veces he deseadoNo nos hubiera salvadoNi jamás haberlo visto.

528Quien recibe beneficiosJamás los debe olvidar;Y al que tiene que rodarEn su vida trabajosa,Le pasan a veces cosasQue son duras de pelar.

529Voy dentrando poco a pocoEn lo triste del pasaje;Cuando es amargo el brebajeEl corazón no se alegra;Dentró una virgüela negraQue los diezmó.

530Al sentir tal mortandáLos indios, desesperaos,Gritaban alborotados:"¡Cristiano echando gualicho!"No quedó en los toldos bichoQue no salió redotao.531Sus remedios son secretos,Los tienen las adivinan;No los conocen las chinasSino alguna ya muy vieja,Y es la que lo aconsejaCon mil embustes, la indina.

532Alli soporta el pacienteLas terribles curaciones,Pues a golpes y estrujonesSon los remedios aquellos:Los agarran de los cabellosY le arrancan los mechones.

533Les hacen mil herejíasQue el presenciarlas da horror;Brama el indio de dolorPor los tormentos que pasa,Y untandolo todo de grasaLo ponen a hervir al sol.

534Y puesto allí boca arriba,Alrededor le hacen fuego;Una china biene luegoY al oido le da de gritos;Hay algunos tan malditosQue sanan con este juego.

535A otros les cuecen la bocaAunque de dolores cruja;Lo agarran allí y lo estrujan,Labios le queman y diente

Con un güevo bien calienteDe alguna gallina bruja.

536Conoce el indio el peligroY pierde toda esperanza;Si a escapárseles alcanzaDispara como la liebre;Le da delirios la fiebre,Y ya le cain con la lanza.

537Esas fiebres son terribles,Y aunque de esto no disputoNi de saber me reputo,"Será", decíamos nosotros,"De tanta carne de potroComo comen esos brutos".

538Había un gringuito cautivoQue siempre hablaba del barco,Y lo augaron en un charcoPor causante de la peste;Tenía los ojos celestesComo potrillo zarco.

539Que le dieran esa muerteDispuso una china vieja,Y aunque se aflije y se queja,Es inútil que resista:Ponia el infeliz la vistaComo la pone la oveja.

540Nosotros nos alejamosPara no ver tanto estrago;Cruz sentia los amagosDe la peste que reinaba,Y la idea nos acosabaDe volver a nuestros pagos.

541Pero contra el plan mejorEl destino se rebela.¡La sangre se me congela!El que nos había salvadoCayó tambien atacadoDe la fiebre y la virgüela.

542No podiamos dudar,Al verlo en tal padecer,El fin que habia de tener,Y Cruz que era tan humano:"Vamos", me dijo,"paisanoA cumplir con un deber".

543Fuimos a estar a su ladoPara ayudarlo a curar;Lo vinieron a buscarY hacerle como a los otros;Lo defendimos nosotros,No lo dejamos lanciar.

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544Iba creciendo la plagaY la mortandá seguía.A su lado nos teníaCuiandolo con pacencia,Pero acabó su esistenciaAl fin de unos pocos días.

545El recuerdo me atormenta;Se renueva mi pesar;Me dan ganas de llorar;Nada a mis penas igualo;Cruz también cayó muy maloYa para no levantar.

546Todos pueden figurarseCuánto tuve que sufrir;Yo no haciá sino gemir,Y aumentaba mi afliciónNo saber una oraciónPa ayudarlo a bien morir.

547Se le pasmó la virgüela,Y el pobre estaba en un grito;Me recomendó un hijitoQue en su pago había dejado:"Ha quedado abandonado".Me dijo, "aquel pobrecito".

548"Si vuelve, búsquemeló",Me repetía a media voz;"En el mundo eramos dos,Pues él ya no tiene madre;Que sepa el fin de su padreY encomiende mi alma a Dios".

549Lo apretaba contra el pecho,Dominao por el dolor;Era su pena mayorEl morir allá entre infielesSufriendo dolores cruelesEntrego su alma al Criador.

550De rodillas a su ladoYo lo encomendé a Jesús.Faltó a mis ojos la luz,Tuve un terrible desmayo;Cai como herido del rayoCuando lo vi muerto a Cruz.

VII

551Aquel bravo compañeroEn mis brazos espiró;Hombre que tanto sirvio,Varon que fue tan prudente,Por humano y por valienteEn el desierto murió.

552Y yo, con mis propias manos,Yo mesmo lo sepulté;A Dios por su alma roguéDe dolor el pecho lleno,Y humedeció aquel terrenoEl llanto que redamé.

553Cumplí con mi obligación;No hay falta de que me acuse,Ni deber de que se escuse,Aunque de dolor sucumba:Allá señala su tumbaUna cruz que yo le puse.554Andaba de toldo en toldoY todo me fastidiaba;El pesar me dominaba,Y entregao al sentimientoSe me hacía cada momentoOir a Cruz que me llamaba.

555Cual más, cual menos, los criollosSaben lo que es amargura;En mi triste desventuraNo encontraba otro consueloQue ir a tirarme en el suelo,Al lao de su sepultura.

556Allí pasaba las horasSin haber naides conmigoTeniendo a Dios por testigo,Y mis pensamientos fijosEn mi mujer y mis hijos,En mi pago y en mi amigo.

557Privado de tantos bienesY perdido en tierra ajena,Parece que se encadenaEl tiempo y que no pasara,Como si el sol se pararaA contemplar tanta pena.

558Sin saber qué hacer de míY entregao a mi aflición,Estando allí una ocasión,Del lao que venía el vientoOi unos tristes lamentosQue llamaron mi atención.

559No son raros los quejidosEn los toldos del salvaje,Pues aquél es vandalajeDonde no se arregla nadaSino a lanza y puñalada,A bolazos y coraje.

560No preciso juramento,Deben creerle a Martín Fierro;He visto en este destierroA un salvaje que se irrita,

Degollar a una chinitaY tirarsela a los perros.

561He presenciado martirios,He visto muchas crueldades,Crímenes y atrocidadesQue el cristiano no imagina,Pues ni el indio ni la chinaSabe lo que son piedades.

562Quise curiosiar los llantosQue llegaban hasta mí;Al punto me dirigíAl lugar de ande venían:¡Me horroriza todavíaEl cuadro que descubrí!.

563Era una infeliz mujerQue estaba de sangre llena,Y como una madalenaLloraba con toda gana;Conocí que era cristianaY esto me dió mayor pena.

564Cauteloso me acerquéA un indio que estaba al lao,Porque el pampa es desconfiaoSiempre de todo cristiano,Y vi que tenía en la manoEl rebenque ensangrentao.

VIII

565Mas tarde supe por ella,De manera positiva,Que dentró una comitivaDe pampas a su partido,Mataron a su maridoY la llevaron cautiva.

566En tan dura servidumbreHacían dos años que estaba;Un hijito que llevabaA su lado lo tenía.La china la aborrecíaTratandola como esclava.

567Deseaba para escaparsehacer una tentativa,Pues a la infeliz cautivaNaides la va a redimir,Y allí tiene que sufrirEl tormento mientras viva.

568Aquella china perversa,Dende el punto que llegó,Crueldá y orgullo mostróPorque el indio era valiente:

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Usaba un collar de dientesDe cristianos que él mató.

569La mandaba a trabajar,Poniendo cerca a su hijitoTiritando y dando gritos,Por la mañana temprano,Atado de pies y manosLo mesmo que un corderito.

570Ansí le imponía tareaDe juntar leña y sembrarViendo a su hijito llorar,Y hasta que no terminaba,La china no la dejabaQue le diera de mamar.

571Cuando no tenían trabajoLa emprestaban a otra china,"Naides", decía, "se imagina,Ni es capaz de presumirCuanto tiene que sufrirLa infeliz que esta cautiva.

572Si ven crecido a su hijito,Como de piedá no entiendenY a suplicas nunca atienden,Cuando no es éste es el otro,Se lo quitan y lo vendenO lo cambian por un potro.

573En la crianza de los suyosSon bárbaros por demás.No lo habia visto jamás:En una tabla los atan,Los crian así, y les achatanLa cabeza por detrás.

574Aunque esto parezca extraño,Ninguno lo ponga en duda:Entre aquella gente ruda,En su bárbara tropeza,Es gala que la cabezaSe les forme puntiaguda.

575Aquella china malvada,Que tanto la aborrecía,Empezó a decir un día,Porque falleció una hermana,Que sin duda la cristianaLe había echado brujería.

576El indio la sacó al campoY la empezó a amenazarQue le había de confesarSi la brujería era cierta;O que la iba a castigarHasta que quedara muerta.

577Llora la pobre afligida,Pero el indio, en su rigor,Le arrebató con jurorAl hijo de entre sus brazos,Y del primer rebencazoLa hizo crujir de dolor.

578Que aquel salvaje tan cruelAzotándola seguía;Más y más se enfurecíaCuanto mas la castigabaY la infeliz se atajabaLos golpes como podía.

579Que le gritó muy furioso"Confechando no querés;"La dió vuelta de un revésY, por colmar su amargura,A su tierna criaturaSe la desgolló a los pies.

580"Es increible" me decía,"Que tanta fiereza esista;No habrá madre que resista;Aquel salvaje inclementeCometió tranquilamenteAquel crimen a mi vista."

581Esos horrores tremendosNo los inventa el cristiano:"Es bárbaro inhumano"-Sollozando me lo dijo-"Me amarró luego las manosCon las tripitas de mi hijo."

IX

582De ella fueron los lamentosQue en mi soledá escuché:En cuanto al punto llegué,Quedé enterado de todo:Al mirarla de aquel modoNi un instante tutubié.

583Toda cubierta de sangreAquella infeliz cautiva,Tenia dende abajo arribaLas marcas de los lazazos:Sus trapos echos pedazosMostraban la carne viva.584Alzó los ojos al cieloEn sus lágrimas bañada;Tenía las manos atadas;Su tormento estaba claro;Y me clavó una miradaComo pidiéndome amparo.

585Yo no sé lo que pasóEn mi pecho en ese instante;Estaba el indio arrognteCon una cara feroz:Para entendernos los dosLa mirada fué bastante.

586Pegó un brinco como gatoY me ganó la distancia,Aprovechó esa distanciaComo fiera cazadora:Desató las boliadorasY aguardó con vigilancia.

587Aunque yo iba de curiosoY no por buscar contienda,Al pingo le até la rienda,Eché mano dende luegoA éste que no yerra juego,Y ya se armó la tremenda.

588El peligro en que me hallabaAl momento conocí;Nos mantuvimos ansí,Me miraba y lo miraba:Yo al indio le desconfiaba,Y él me descofiaba a mí.

589Se debe ser precavidoCuando el indio se agazape:En esa postura el tapeVale por cuatro o por cinco;Como el tigre es para el brincoY fácil que a uno lo atrape.

590Peligro era atropellarY era peligro el juir,Y más peligro seguirEsperando de ese modo,Pues otros podían venirY carniarme allí entre todos.

591A juerza de precauciónMuchas veces he salvado,Pues es un trance apuradoEs mortal cualquier descuido;Si Cruz hubiera vividoNo habría tenido cuidado.592Un hombre junto con otroEn valor y en juerza crece;El temor desaparece;Escapa de cualquier trampa;Entre dos, no digo a un pampa,A la tribu, si se ofrece.

593En tamaña incertidumbre,En trance tan apurado,No podía por de contadoEscarparme de otra suerte,

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Sino dando al indio muerteO quedando alli estirado.

594Y como el tiempo pasabaY aquel asunto me urgía,Viendo que él no se movíaMe juí medio de soslayoComo a agarrarle el caballo,A ver si se me venía.

595Ansí jué, no aguardó másY me atropelló el salvaje;Es preciso que se atajeQuien con el indio pelee;El miedo de verse a pieAumentaba su coraje.

596En la dentrada no másMe largó un par de bolazos;Uno me tocó en un brazo;

Si me da bien, me lo quiebra,Pues las bolas son de piedraY vienen como balazo.

597A la primer puñaladaEl pampa se hizo un ovillo;Era el salvaje mas pilloQue he visto en mis correrías,Y, a más de las picardías,Arisco para el cuchillo.

598Las bolas las manejabaAquel bruto con destreza;Las recogía con prestezaY me las volvía a largar,Haciéndomelas silbarArriba de la cabeza.

599Aquel indio, como todos,Era cauteloso... ¡ahijuna!Ahí me valió la fortunaDe que peliando se apotraMe amenazaba con unaY me largaba con otra.

600Me sucedió una desgraciaEn aquel percance amargo;En momento que lo cargoY que él reculando va,Me enredé en el chiripáY caí tirao largo a largo.

601Ni pa enconmendarme a DiosTiempo el salvaje me dió;Cuanto en el suelo me vióMe saltó con ligereza:Juntito de la cabezaEl bolazo retumbó.

602Ni por respeto al cuchilloDejó el indio de apretarme;Allí pretende ultimarmeSin dejarme levantar,Y no me daba lugarNi siquiera a enderezarme.

603De balde quiero moverme:Aquel indio no me suelta.

Como persona resueltaToda mi juerza ejecuto,Pero abajo de aquel brutoNo podía ni darme güelta.

604¡Bendito, Dios poderoso,Quien te puede comprender!Cuando a una débil mujerLe diste en esa ocaciónLa juerza que en un varónTal vez no pudiera haber.

605Esa infeliz tan llorosa,Viendo el peligro se anima;Como una flecha se arrimaY olvidando su aflición,Le pegó al indio un tirónQue me lo sacó de encima.

606Ausilio tan generosoMe libertó del apuro;Si no es ella, de siguroQue el indio me sacrifica;Y mi valor se duplicaCon un ejemplo tan puro.

607En cuanto me enderecéNos volvimos a topar,No se podía descansarY me chorriaba el sudor:En un apuro mayorJamás me he vuelto a encontrar.

608Tampoco yo le daba alceComo deben suponer;Se había aumentao mi quehacerPara impedir que el brutazoLe pegar algún bolazoDe rabia a aquella mujer.

609La bola en manos del indioEs terrible y muy ligera;Hace de ella lo que quieraSaltando como una cabra.Mudos, sin decir palabra,Peliábamos comos fieras.

610Aquel duelo en el desiertoNunca jamás se me olvida;Iba jugando la vidaCon tan terrible enemigo,Teniendo allí de testigoA una mujer afligida.

611Cuanto él más se enfurecíaYo más me empiezo a calmar;Mientras no logra matarEl indio no se desfoga;Al fin le corté una sogaY lo empecé a aventajar.

612Me hizo sonar las costillasDe un bolazo aquel maldito;Y al tiempo que le di un gritoY le dentro como bala,Pisa el indio, y se refalaEn el cuerpo del chiquito.

613Para explicar el misterioEs muy escasa mi cencia:Lo castigó, en mi conciencia,

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Su Divina Majestá;Donde no hay casualidáSuele estar la Providencia.

614En cuanto trastabillóMás de firme lo cargué,Y aunque de nuevo hizo pieLo perdió aquella pisada;Pues en esa atropelladaEn dos partes lo corté.

615Al sentirse lastimaoSe puso medio afligido,Pero era indio decidido,Su valor no se aquebranta;Le salían de la gargantaComo una especie de aullidos.

616Lastimao en la cabeza,La sangre lo enceguecía;De otra herida le salíaHaciendo un charco ande estaba,Con los pies chapaliabaSin aflojar todavía.

617Tres figuras imponentesFormábamos aquel terno:Ella en su dolor materno,Yo con la lengua dejuera,Y el salvaje como fieraDisparada del infierno.

618Iba conociendo el indioQue tocaban a degüello:Se le erizaba el cabelloY los ojos revolvía;Los labios se le perdíanCuando iba a tomar resuello.

619En una nueva dentradaLe pegué un golpe sentido,Y al verse ya malherido,Aquel indio furibundoLanzó un terrible alridoQue retumbó como un ruidoSi se sacudiera el mundo.

620Al fin de tanto lidiar,En el cuchillo lo alcé,En peso lo levantéAquel hijo del desierto;Ensartado lo llevé,Y allá recién lo larguéCuando ya lo sentí muerto.

621Me persiné dando graciasDe haber salvado la vida;Aquella pobre afligida,De rodillas en el suelo,Alzó sus ojos al cielo

Sollozando dolorida.

622Me hinqué también a su ladoA dar gracias a mi santo;En su dolor y quebrantoElla, a la Madre de Dios,Le pide en su triste llantoQue nos ampare a los dos.

623Se alzó con pausa de leonaCuando acabó de implorar,Y, sin dejar de llorar,Envolvió en uno trapitosLos pedazos de su hijito,Que yo le ayudé a juntar.

X

624Dende ese punto era juerzaAbandonar el desierto,Pues me hubieran descubierto,Y aunque lo maté en pelea,De fijo que me lanceanPor vengar al indio muerto.625A la afligida cautivaMi caballo le ofrecí:Era un pingo que adquirí,Y, donde quiera que estaba,En cuanto yo lo silbabaVenia a refregarse en mí.

626Yo me lo senté al del pampa;Era un escuro tapao(Cuando me hallo bien montaoDe mis casillas me salgo),Y era un pingo como galgoQue sabía correr boliao.

627Para correr en el campoNo hallaba ningun tropiezo;Los ejercitan en eso,Y los ponen como luz,De dentrarle a un aveztruzY boliar bajo el pescuezo.

628El pampa educa al caballoComo pa un etrevero:Como rayo es de ligeroEn cuando el indio lo toca,Y como trompo en la bocaDa gueltas sobre un cuero.

629Lo varea en la madrugada(Jamas falta a este deber),Luego lo enseña a correrEntre fangos y guadales:Asina esos animalesEs cuanto se puede ver.

630En el caballo de un pampaNo hay peligro de rodar,¡Jue pucha!, y pa dispararEs pingo que no se cansa;Con prolijidad lo amansaSin dejarlo corcoviar.

631Pa quitarle las cosquillasCon cuidao lo manosea;Horas enteras emplea,Y, por fin, sólo lo dejaCuando agacha las orejasY ya el potro ni cocea.

632Jamás le sacude un golpe,Porque lo trata al bagualCon paciencia sin igual-Al domarlo no le pega-,Hasta que al fin se le entregaYa dócil el animal.

633Y aunque yo sobre los bastosMe sé sacudir el polvo,A esa costumbre me amoldo:Con pacencia lo manejanY al día siguiente lo dejanRienda arriba junto al toldo.

634Ansí todo el que procureTener un pingo modelo,Lo ha de cuidar con desveloY debe impedir tambiénEl que de golpes le denO tironeen en el suelo.

635Muchos quieren dominarloCon el rigor y el azote,Y, si ven al chafaloteQue tiene trazas de malo,Lo embraman en algún paloHasta que se descogote.

636Todos se vuelven pretestosY güeltas para ensillarlo;Dicen que es por quebrantarlo,Mas compriende cualquier boboQue es de miedo del corcovo,Y no quieren confesarlo.

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637El animal yeguarizo-Perdónenme esta alvertencia-Es de mucha conocenciaY tiene mucho sentido;Es animal consentido:Lo cautiva la pacencia.

638Aventaja a los demásEl que estas cosas entienda;Es bueno que el hombre aprienda,Pues hay pocos domadoresY muchos frangoyadoresQue andan de bozal y, rienda.

639Me vine, como les digo,Trayendo esa compañera;Marchamos la noche entera,Haciendo nuestro camino,Sin más rumbo que el destinoQue nos llevara ande quiera.

640Al muerto, en un pajonalHabía tratao de enterrarlo,Y después de maniobrarloLo tapé bien con las pajas,Para llevar de ventajaLo que emplearan en hallarlo.

641En notando nuestra ausienciaNos habían de perseguir,Y, al decidirme a venir,Con todo mi corazónHice la resoluciónDe peliar hasta morir.

642Es un peligro muy serioCruzar juyendo el desierto:Muchísimos de hambre han muerto,Pues en tal desasosiegoNo se puede ni hacer juego,Para no ser descubierto.

643Sólo el albitrio del hombrePuede ayudarlo a salvar:No hay ausilio que esperar,Sólo de Dios hay amparo;En el desierto es muy raroQue uno se pueda escapar.

644¡Todo es cielo y horizonteEn inmenso campo verde!¡Pobre de aquel que se pierdeO que su rumbo estravea!Si alguien cruzarlo desea,Este consejo recuerde:

645Marque su rumbo de díaCon toda fidelidá;Marche con puntualidá,

Sigiéndoló con fijeza,Y, si duerme, la cabezaPonga para el lao que va.

646Oserve con todo esmeroAdonde el sol aparece;Si hay ñeblina y le entorpeceY no lo puede oservar,Guárdese de caminar,Pues quien se pierde perece.

647Dios le dió istintos sutilesA toditos los mortales;El hombre es uno de tales,Y en las llanuras aquelas,Lo guían el sol, las estrellas,El viento y los animales.

648Para ocultarnos de díaA la vista del salvaje,Ganábamos un parajeEn que algún abrigo hubiera,A esperar que anochecieraPara seguir nuestro viaje.

649Penurias de toda claseY miserias padecimos:Varias veces no comimosO comimos carne cruda,Y en otras, no tengan duda,Con raices nos mantuvimos.

650Después de mucho sufrirTan peligrosa inquietú,Alcanzamos con salúA divisar una sierra,Y al fin pisamos la tierraEn donde crece el ombú.

651Nueva pena sintió el pechoPor Cruz, en aquel paraje,Y en humilde vasallajeA la Majestá infinita,Besé esta tierra bendita,Que ya no pisa el salvaje.

652Al fin la misericordiaDe Dios nos quiso amparar;Es preciso soportarLos trabajos con constancia:Alcanzamos a una estanciaDespués de tanto penar.

653Ah¡ mesmo me despedíDe mi infeliz compañera:"Me voy", le dije,"ande quiera,Aunque me agarre el Gobierno,Pues, infierno por infiernoPrefiero el de la frontera."

654Concluyo esta relación,Ya no puedo continuar;Permítanmé descansar:Estan mis hijos presentes,Y yo ansioso porque cuentenLo que tengan que contar.

XI

655Y mientras que tomo un tragoPa refrescar el garguero,Y mientras tiempla el muchachoY prepara su estrumento,Les contaré de qué modoTuvo lugar el encuentro.Me acerqué a algunas estanciasPor saber algo de cierto,Creyendo que en tantos añosEsto se hubiera compuesto;Pero cuanto saqué en limpioJué que estábamos lo mesmo.Ansí, me dejaba andarHaciéndome el chancho rengo,Porque no me conveníaRevolver el avispero;Pues no inorarán ustedesQue en cuentas con el GobiernoTarde o temprano lo llamanAl pobre a hacer el arreglo.

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Pero al fin tuve la suerteDe hallar un amigo viejoque de todo me informó,Y por él supe al momentoQue el Juez que me perseguíaHacía tiempo que era muerto:Por culpa suya he pasadoDiez años de sufrimientoY no son pocos diez añosPara quien ya llega a viejo.Y los he pasado ansí,Si en mi cuenta no me yerro:Tres años en la frontera,Dos como gaucho matrero,Y cinco allá entre los indiosHacen los diez como yo cuento.Me dijo, a más, ese amigoQue anduviera sin recelo,Que todo estaba tranquilo,Que no perseguía el Gobierno,Que ya naides se acordabaDe la muerte del moreno,Aunque si yo lo matéMucha culpa tuvo el negro.Estuve un poco imprudente,Puede ser, yo lo confieso,Pero el me precipitó,Porque me cortó primero,Y a más me cortó la cara,Que es un asunto muy serio.Me asiguró el mesmo amigoQue ya no había ni el recuerdoDe aquel que en la pulperíaLo dejé mostrando el sebo.Él de engreido, me buscó:Yo ninguna culpa tengo;El mismo vino a peliarme,Y tal vez me hubiera muertoSi le tengo más confianzaO soy un poco más lerdo.Fue suya toda la culpaPorque ocasionó el suceso.Que ya no hablaban tampoco,Me lo dijo muy de cierto,De cuando con la partidaLlegué a tener el encuentro.Esa vez me defendíComo estaba en mi derecho,Porque fueron a prendermeDe noche y en campo abierto:Se me acercaron con armas,Y, sin darme voz de preso,Me amenazaron a gritosDe un modo que daba miedo,Que iban a arreglar mis cuentas,Tratándome de matrero:Y no era el jefe el que hablabaSino un cualquiera de entre ellos.Y ése, me parece a míNo es modo de hacer arreglos,Ni con el que es inocente,Ni con el culpable menos.Con semejantes noticiasYo me puse muy contentoY me presenté ande quieraComo otros pueden hacerlo.De mis hijos he encontradoSólo a dos hasta el momento,

Y de ese encuentro felizLe doy las gracias al Cielo.A todos cuantos hablabaLes preguntaba por ellos,Mas no me da ningunoRazón de su paradero.Casualmente, el otro díaLlegó a mi conocimientoDe una carrera muy grandeEntre varios estancieros,Y juí como uno de tantos,Aunque no llevaba un medio.No faltaban, ya se entiende,En aquel gauchaje inmenso,Muchos que ya conocíanLa historia de Martín Fierro;Y allí estaban los muchachosCuidando unos parejeros.Cuando me oyeron nombrarSe vinieron al momento,Diciéndome quiénes eranAunque no me conocieron,Porque venía muy aindiaoY me encontraban muy viejo.La junción de los abrazosDe los llantos y los besosSe deja pa las mujeres,Como que entienden el juego.Pero el hombre, que compriendeQue todos hacen lo mesmo,En público canta y baila,Abraza y llora en secreto.Lo único que me han contadoEs que mi mujer a muerto;Que en procuras de un muchachoSe jue la infeliz al pueblo,Donde infinitas miseriasHabrá sufrido, por cierto;Que, por fin, a un hospitalJué a parar medio muriendo,Y en ese abismo de malesFalleció al muy poco tiempo.Les juro que de esa pérdidaJamás he de hallar consuelo,Muchas lágrimas me cuestaDende que supe el suceso.Mas dejemos cosas tristesAunque alegrías no tengo;Me parece que el muchachoHa templao y está dispuestoVamos a ver qué tal lo haceY a juzgar su desempeño.Ustedes no lo conocenYo tengo confianza en ellos,No porque lleven mi sangre-Eso juera de lo menos-,Sino porque dende chicosHan vivido padeciendo.Los dos son aficionados;Les gusta jugar con juego,Vamos a verlos correr:Son cojos... hijos de rengo.

EL HIJO MAYOR DE MARTIN FIERRO

XII

LA PENITENCIARIA

656Aunque el gajo se pareceAl árbol de donde sale,Solía decirlo mi madre,Y en su razón estoy fijo:"Jamás puede hablar el hijoCon la autoridad del padre".

657Recordarán que quedamosSin tener donde abrigarnos,Ni ramada ande ganarnos,Ni rincón ande meternos,Ni camisa que ponernos.Ni poncho con que taparnos.

658Dichoso aquel que no sabeLo que es vivir sin amparo;Yo con verdá les declaro,Aunque es por demás sabido,Dende chiquito he vividoEn el mayor desmparo.

659No le mermam el rigorLos mesmos que le socorren;tal vez porque no se borrenLos decretos del destino,De todas parten lo correnComo ternero dañino.

660Y vive como los bichosBuscando alguna rendija;El güerfano es sabandijaQue no encuentra compasión,Y el que anda sin direcciónEs guitarra sin clavija.

661Sentiré que cuanto digoA algún oyente le cuadre.Ni casa tenía, ni madre,

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Ni parentela, ni hermanos;Y todos limpian sus manosEn el que vive sin padre.

662Lo cruza éste de un lazazoLo abomba aquél de un moquete,Otro le busca el cachete,Y, entre tanto soportar,Suele a veces no encontrarNi quien le arroje un zoquete.

663Si lo recogen, lo tratanCon la mayor rigidez;Piensan que es mucho tal vez,Cuando ya muestra el pellejo,Si le dan un trapo viejoPa cubrir su desnudez.

664Me crié, pues, como les digo,Desnudo a veces y hambriento;Me ganaba mi sustento,Y ansí los años pasaban;Al ser hombre me esperabanOtra clase de tormentos.

665Pido a todos que no olvidenLo que les voy a decir;En la escuela del sufrirHe tomado mis leciones,Y hecho muchas reflesionesDende que empece a vivir.

666Si alguna falta cometoLa motiva mi inorancia;No vengo con arroganciaY les diré, en conclusión,Que trabajando de piónMe encontraba en una estancia.

667El que manda siempre puedeHacerle al pobre un calvario;A un vecino propietarioUn boyero le mataron,Y aunque a mí me lo achacaronSalió cierto en el sumario.

668Piensen los hombres honradosEn la vergüenza y la penaDe que tendría el alma llenaAl verme, ya tan temprano,Igual a los que sus manosCon el crimen envenenan.

669Declararon otros dosSobre el caso del dijunto,Mas no se aclaró el asunto,Y el Juez, por darlas de listo,"Amarrados como un Cristo",Nos dijo, "irán todos juntos".

670"A la justicia ordinariaVoy a mandar a los tres."Tenia razón aquel Juez,Y cuantos ansí amenacen;Ordinaria... es como la hacen:Lo he conocido después.

671Nos remitió, como digo,A esa Justicia Ordinaria,Y juimos con la sumariaA esa cárcel de malevosQue, por un bautismo nuevo,Le llaman Penicentiaria.

672El porqué tiene ese nombreNaides me lo dijo a mí,Mas yo me lo esplico ansí:Le diran PenitenciariaPor la penitencia diaria,Que se sufre estando allí.

673Criollo que cai en desgraciaTiene que sufrir un poco;Naides lo ampara tampocoSi no cuenta con recursos.El gringo es de más discurso:Cuando mata, se hace el loco.

674No sé el tiempo que corrióEn aquella sepoltura;Si de ajuera no lo apuran,El asunto va con pausa;Tienen la presa siguraY dejan dormir la causa.

675Inora el preso a que ladoSe inclinará la balanza,Pero es tanta la tardanzaQue yo les digo por mí:El hombre que dentre allíDeje ajuera la esperanza.

676Sin perfecionar las leyesPerfecionan el rigor;Sospecho que el inventorHabrá sido algún maldito:Por grande que sea un delito,Aquella pena es mayor.

677Eso es para quebrantarEl corazón mas altivo;Los llaveros son pasivos,Pero más secos y durosTal vez que los mesmos murosEn que uno gime cautivo.

678No es en grillo ni en cadenasEn lo que usté penará,Sino en una soledá

Y un silencio tan projundo,Que parece que en el mundoEs el único que está.

679El más altivo varónY de cormillo gastaoAllí se verá agobiaoY su corazón marchito,Al encontrarse encerraoA solas con su delito.

680En esa cárcel no hay toros,Allí todos son corderos;No puede el más altanero,Al verse entre aquellas rejas,Sino amujar las orejasY sufrir callao su encierro.

681Y digo a cuantos inoranEl rigor de aquellas penas,Yo, que sufrí las cadenasDel destino y su inclemencia:Que aprovechen la esperenciaDel mal en cabeza ajena.

682¡Ay! madres, las que dirigenAl hijo de sus entrañas,No piensen que las engaña,Ni que les habla un falsarioLo que es el ser presidiarioNo lo sabe la campaña.

683Hijas, esposas, hermanas,Cuantas quieren a un varón,Díganles que esa prisiónEs un infierno temido,Donde no se oye más ruidoQue el latir del corazón.

684Alla el día no tiene sol,La noche no tiene estrellas;Sin que le valgan querellasEncerrao lo purifican,Y sus lágrimas salpicanEn las paredes aquellas.

685En soledá tan terribleDe su pecho oye el latido;Lo sé, porque lo he sufrido,Y, creameló el aulitorio,Tal vez en el purgatorioLas almas hagan más ruido.

686Cuentan esas horas eternasPara más atormentarse;Su lágrima al redamarseCalcula, en sus afliciones,Contando sus pulsaciones,Lo que dilata en secarse.

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687Allí se amansa el más bravo,Allí se duebla el más juerte;El silencio es de tal suerteQue, cuando llegue a venir,Hasta se le han de sentirLas pisadas a la muerte.

688Adentro mesmo del hombreSe hace una revolución:Metido en esa prisión,De tanto no mirar nada,Le nace y queda grabadaLa idea de la perfección.

689En mi madre, en mis hermanos,En todos pensaba yo;Al hombre que alli dentróDe memoria más ingrata,Fielmente se le retrataTodo cuanto ajuera vió.

690Aquel que ha vivido libreDe cruzar por donde quiera,Se aflige y se desesperaDe encontrarse allí cautivo:Es un tormento muy vivoQue abate la alma más fiera.

691En esa estrecha prisión,Sin poderme conformar,No cesaba de esclamar:¡Qué diera yo por tenerUn caballo en que montarY una pampa en que correr!

692En un lamento constanteSe encuentra siempre embretao;El castigo han inventaoDe encerrarlo en las tinieblas,Y alli esta como amarraoA un fierro que no se duebla.

693No hay un pensamiento tristeQue al preso no lo atormente;Baja un dolor permanenteAgacha al fin la cabeza,Porque siempre es la tristezaHermana de un mal presente.

694Vierten lágrimas sus ojos,Pero su pena no alivia;En esa constante lidiaSin un momento de calma,Contempla con los del almaFelicidades que envidia.

695Ningún consuelo penetraDetrás de aquellas murallas;El varón de mas agallas,

Aunque más duro que un perno,Metido en aquel infiernoSufre, gime, llora y calla.

696De juror el corazónSe le quiere reventar,Pero no hay sino aguantarAunque sosiego no alcance.¡Dichoso, en tan duro trance,Aquel que sabe rezar!

697¡Dirige a Dios su plegariaEl que sabe una oración!En esa tribulaciónGime olvidado del mundo,Y el dolor es más projundoCuando no halla compasión.

698En tan crueles pesadumbres,En tan duro padecer,Empezaba a encanecerDespués de muy pocos meses;Alli lamenté mil vecesNo haber aprendido a leer.

699Viene primero el juror,Después la melancolia;En mi angustia no teníaOtro alivio ni consuelo,Sino regar aquel sueloCon lágrimas noche y día.

700¡A visitar otros presosSus familias solían ir!Naides me visitó a míMientras estuve encerrado.¡Quien iba a costiarse allíA ver a un desamparado!

701¡Bendito sea el carceleroQue tiene buen corazón!Yo sé que esta bendiciónPocos pueden alcanzarla,Pues si tienen compasiónSu deber es ocultarla.

702Jamás mi lengua podráEspresar cuanto he sufrido;En ese encierro metido,Llaves, paredes, cerrojosSe graban tanto en los ojosQue uno los ve hasta dormido.

703El mate no se permite;No le permiten hablar;No le permiten cantarPara aliviar su dolor,Y hasta el terrible rigorDe no dejarlo fumar.

704La justicia es muy severa;Suele rayar en crueldá:Sufre el pobre que allí estáCalenturas y delirios,Pues no esiste pior martirioQue esa eterna soledá.

705Conversamos con las rejasPor solo el gusto de hablar,Pero nos mandan callarY es preciso conformarnos;Pues no se debe irritarA quien puede castigarnos.

706Sin poder decir palabraSufre en silencio sus males,Y uno en condiciones tales,Se convierte en animal,Privao del don principalQue Dios hizo a los mortales.

707Yo no alcanzo a comprenderPor que motivo seráQue el preso privado estáDe los dones más preciososQue el justo Dios bondadosoOtorgó a la humanidá.

708Pues que de todos los bienes,En mi inorancia lo infiero,Que le dió al hombre altaneroSu Divina Majestá,La palabra es el primero,El segundo es la amistá.

709Y es muy severa la leyQue, por un crimen o un vicio,Somete al hombre a un suplicioEl más tremendo y atroz,Privado de un beneficioQue ha recebido de Dios.

710La soledá causa espanto;El silencio causa horror;Ese continuo terrorEs el tormento más duro,Y en un presidio siguroEstá demás tal rigor.

711Inora uno si de allíSaldrá pa la sepoltura;El que se halla en desventuraBusca a su lao otro ser,Pues siempre es güeno tenerCompaneros de amargura.

712Otro más sabio podráEncontrar razón mejor;Yo no soy rebuscador,

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Y ésta me sirve de luz:Se los dieron al SeñorAl clavarlo en una cruz.

713Y en las projundas tinieblasEn que mi razón esiste,Mi corazón se resisteA ese tormento sin nombre,Pues el honbre alegra al hombreY el hablar consuela al triste.

714Grábenlo como en la piedraCuanto he dicho en este canto,Y, aunque yo he sufrido tanto,Debo confesarlo aquí:El hombre que manda allíEs poco menos que un santo.

715Y son güenos los demás(A su ejemplo se manejan),Pero por eso no dejanLas cosas de ser tremendas;Piensen todos y compriendanEl sentido de mis quejas.

716Y guarden en su memoriaCon toda puntualidáLo que con tal claridáLes acabo de decir:Mucho tendran que sufrirSi no creen en mi verdá.

717Y si atienden mis palabrasNo habrá calabozos llenos;Manejense como güenos;No olviden esto jamás;Aqui no hay razón de más;Mas bien las puse de menos.

718Y con esto me despido(Todos han de perdonar):Ninguna debe olvidarLa historia de un desgraciado.Quien ha vivido encerradoPoco tiene que contar.

EL HIJO SEGUNDO DEMARTIN FIERROXIII

719Lo que les voy adecirNinguno lo ponga en duda:Y aunque la cosa es peluda,Hare la resolución;Es ladino el corazón,Pero la lengua no ayuda.

720El rigor de las desdichasHemos soportado diez años,Pelegrinando entre estraños,Sin tener donde vivir,Y obligados a sufrirUna máquina de daños.

721El que vive de ese modoDe todos es tributario;Falta la cabeza primarioY los hijos que él sustentaSe dispersan como cuentasCuando se corta el rasario.

722Yo anduve ansí como todos,Hasta que al fin de sus díasSupo mi suerte una tíaY me recogió a su lado;Allí viví sosegadoY de nada carecía.

723No tenía cuidado algunoNi que trabajar tampoco,Y como muchacho locoLo pasaba de holgazán;Con razón dice el refránQue lo güeno dura poco.

724En mí todo su cuidadoY su cariño ponía;Como a un hijo me queríaCon cariño verdadero,Y me nombró de herederoDe los bienes que tenía.

725El juez vino sin tardanzaCuanto falleció la vieja."De los bienesque te deja",Me dijo, "yo he de cuidar:Es un rodeo regularY dos majadas de ovejas".

726Era hombre de mucha labia,Con mas leyes que un dotor,Me dijo: "Vos sos menor,Y por los años que tienesNo podés manejar bienes;Voy a nombrarte un tutor."

727Tomó un recuento de todo,Porque entendía su papel,Y después que aquel pastelLo tuvo bien amasao,Puso al frente un encargao,Y a mí me llevó con él.

728Muy pronto estuvo mi ponchoLo mismo que cernidor;El chiripá estaba pior,Y aunque para el frio soy guapoYa no me quedaba un trapoNi pa el frío, ni pa el calor.

729En tan triste desabrigoTras de un mes, iba otro mes;Guardaba silencio el Juez,La miseria me invadía,Me acordaba de mi tíaAl verme en tal desnudez.

730No se decir con fijezaEl tiempo que pasé allí;Y despues de andar ansíComo moro sin señor,Pasé a poder del tutorQue debia cuidar de mí.

XIV

731Me llevó consigo un viejoQue pronto mostró la hilacha,Dejaba ver por la fachaQue era medio cimarrón,Muy renegao, muy ladrón,Y le llamaban Vizcacha.

732Lo que el Juez iba buscandoSospecho, y no me equivoco;Pero este punto no tocoNi su secreto aviriguo;Mi tutor era un antiguoDe los que ya quedan pocos;

733Viejo lleno de camándulas,Con un empaque a lo toro,Andaba siempre en un moroMetido no sé en qué enriedos,Con las patas como loroDe estribar entre los dedos.

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734Andaba rodiao de perrosQue eran todo su placer,Jamas dejó de tenerMenos de media docena,Mataba vacas ajenasPara darles de comer.

735Carniábamos noche a nocheAlguna res en el pago,Y dejando alli el rezagoAlzaba en ancas el cuero,Que se lo vendía a un pulperoPor yerba, tabaco y trago.

736¡Ah!, viejo más comercianteEn mi vida lo he encontrado.Con ese cuero robaoEl arreglaba el pastel,Y allí entre el pulpero y él,Se estendía el certificao.

737La echaba de comedido;En las transquilas, lo viera,Se ponía como una fieraSi cortaban una oveja;Pero de alzarse no dejaUn vellón o unas tijeras.

738Una vez me dió una sobaQue me hizo pedir socorro,Porque lastimé a un cachorroEn el rancho de unas vascas;Y al irse se alzó unas guascas:Para eso era como zorro.

739"¡Ahijuna!", dije entre mí,"Me has dao esta pesadumbre;Ya verás; cuanto vislumbreUna ocasión medio güena,Te he quitar la costumbreDe cerdiar yeguas ajenas."

740Porque maté una vizcachaOtra vez me reprendió;Se lo vine a contar yo,Y no bien se lo hube dicho:"Ni me nuembres ese bicho",Me dijo, y se me enojó.

741Al verlo tan irritaoHallé prudente callar."Este me va acastigar",Dije entre mí, "si se agravia."Ya vi que les tenía rabia,Y no las volví a nombrar.

742Una tarde halló una puntaDe yeguas medio bichocas;Despues que voltió unas pocas,Las cerdiaba con empeño:Yo vide venir al dueño,Pero me callé la boca.

743El hombre venía juriosoY nos cayó como un rayo;Se descolgó del caballoRevoliando el arriador,Y lo cruzó de un lazazoAhi no más a mi tutor.

744No atinaba don VizcachaA qué lado disparar,Hasta que logró montar,Y, de miedo del chicote,Se lo apretó hasta el cogote,Sin pararse a contestar.

745Ustedes creerán tal vezQue el viejo se curaría...No, señores, lo que hacía,Con mas cuidao dende entonces,Era maniarlas de díaPara cerdiar a la noche.

746Ese jué el hombre que estuvoEncargao de mi destino;Siempre anduvo en mal camino,Y todo aquel vecindarioDecía que era un perdulario,Insufrible de dañino.

747Cuando el juez me lo nombró,Al dármelo de tutor,Me dijo que era un señorEl que me debía cuidar,Enseñarme a trabajarY darme la educación.

748¡Pero que había de aprenderAl lao de ese viejo paco;Que vivía como un chuncaco

En los bañaos, como el tero;Un haragán, un ratero,Y más chillón que un varraco.

749Tampoco tenía más bienesNi propiedad conocidaQue una carreta podrida,Y las paredes sin techoDe un rancho medio deshechoQue le servía de guarida.

750Después de las trasnochadasAllí venía a descansar;Yo desiaba aviriguarLo que tuviera escondido,Pero nunca había podido,Pues no me dejaba entrar.

751Yo tenía unas jergas viejas,Que habian sido mas peludas;Y con mis carnes desnudas,El viejo, que era una fiera,Me hechaba a dormir ajueraCon unas heladas crudas.

752Cuando mozo jué casao,Aunque yo lo desconfío,Y decía un amigo míoQue, de arrebatao y malo,Mató a su mujer de un paloPorque le dió un mate frío.

753Y viudo por tal motivoNunca se volvió a casar;No era fácil encontrarNinguna que lo quisiera:Todas temerían llevarLa suerte de la primera.

754Soñaba siempre con ella,Sin duda por su delito,Y decía el viejo maldito,El tiempo que estuvo enfermo,Que ella dende el mesmo infiernoLo estaba llamando a gritos.

XV

755Siempre andaba retobao:Con ninguno solía hablar;Se divertía en escarbarY hacer marcas con el dedo,Y en cuanto se ponía en pedoMe empezaba a aconsejar.

756Me parece que lo veoCon su poncho calamaco,Despues de echar un güen taco,

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Ansí principiaba a hablar:"Jamás llegues a pararAnde veas perros flacos."

757"El primer cuidao del hombreEs defender el pellejo.Lleváte de mi consejo,Fijáte bien en lo que hablo:El diablo sabe por diablo,Pero más sabe por viejo."

758"Hacéte amigo del juez;No le des de que quejarse;Y cuando quiera enojarseVos te debés encoger,Pues siempre es güeno tenerPalenque ande ir a rascarse."

759"Nunca le llevés la contra,Porque él manda la gavilla:Allí sentao en su silla,Ningún güey le sale bravo;A uno le da con el clavoY a otro con la cantramilla."

760"El hombre, hasta el más soberbio,Con más espinas que un tala,Aflueja andando en la malaY es blando como manteca:Hasta la hacienda bagualaCai al jagüel con la seca."

761"No andés cambiando de cueva;Hacé las que hace el ratón.Conserváte en el rincónEn que empezó tu esistencia:Vaca que cambia querenciaSe atrasa en la parición."

762Y menudiando los tragosAquel viejo, como cerro,No "olvidés", me decía,"Fierro,Que el hombre no debe crerEn lágrimas de mujerNi en la renguera del perro."

763"No te debes afligirAunque el mundo se desplome.Lo que más precisa el hombreTener, según yo discurro,Es la memoria del burro,Que nunca olvida ande come.

764"Deja que caliente el hornoEl dueño del amasijo;Lo que es yo, nunca me aflijoY a todito me hago el sordo:El cerdo vive tan gordo,Y se come hasta los hijos."

765"El zorro que ya es corridoDende lejos la olfatea;No se apure quien deseaHacer lo que le aprovecheLa vaca que más rumeaEs la que da mejor leche."

766"El que gana su comidaGüeno es que en silencio coma;Ansina, vos, ni por bromaQuerás llamar la atención:Nunca escapa el cimarrónSi dispara por la loma."

767"Yo voy donde me convieneY jamás me descarrío;Lleváte el ejemplo mío,Y llenarás la barriga:Aprendé de las hormigas:No van a un noque vacío."

768"A naides tengás envidia:Es muy triste el envidiar;Cuando veás a otro ganar,A estorbarlo no te metas:Cada lechón en su tetaEs el modo de mamar."

769"Ansí se alimentan muchosMientras los pobres lo pagan;Como el cordero hay quien lo hagaEn la puntita, no niego;Pero otros, como el borrego,Todo entera se la tragan."

770"Si buscás vivir tranquiloDedicate a solteriarMás si te querés casar,Con esta alvertencia sea:Que es muy difícil guardarPrenda que otros codicean."

77l"Es un bicho la mujerQue yo aquí no lo destapo,Siempre quiere al hombre guapo;Mas fijate en la eleción,Porque tiene el corazónComo barriga de sapo."

772Y gangoso con la tranca,Me solia decir: "Potrillo,Recién te apunta el cormillo,Mas te lo dice un toruno:No dejés que hombre ningunoTe gane el lao del cuchillo."

773"Las armas son necesarias,Pero naides sabe cuándo;Ansina, si andás pasiando,

Y de noche sobre todo,Debés llevarlo de modoQue al salir, salga cortando."

774"Los que no saben guardarSon pobres aunque trabajen;Nunca, por más que se atajen,Se librarán del cimbrón:Al que nace barrigónEs al ñudo que lo fajen."

775"Donde los vientos me llevanAllí estoy como en mi centro;Cuando una tristeza encuentroTomo un trago pa alegrarme:A mí me gusta mojarmePor ajuera y por adentro."

776"Vos sos pollo, y te convienenToditas estas razones;Mis consejos y lecionesNo echés nunca en el olvido:En las riñas he aprendidoA no peliar sin puyones."

777Con estos consejos y otrosQue yo en mi memoria encierro,Y que aquí no desentierro,Educándome seguía,Hasta que al fin se dormíaMesturao entre los perros.

XVI

778Cuando el viejo cayó enfermo,Viendo yo que se empiorabaY que esperanza no dabaDe mejorarse siquiera,Le truje una culandreraA ver si lo mejoraba.

779n cuanto lo vió, me dijo:"Este no aguanta el sogazo:Muy poco le doy de plazo;Nos van ha dar un epetáculo,Porque debajo del brazoLe ha salido un tabernáculo."

780Dice el refrán que en la tropaNunca falta un güey corneta:Uno que estaba en la puertaLe pegó el grito ahi no más:"Tabernáculo,... ¡que bruto!Un tubérculo dirás."

781Al verse ansí interrumpido,Al punto dijo el cantor:"No me parece ocasión

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De meterse los de ajuera;Tabernáculo, senor,Le decía la culandrera."

782El de ajuera repitió,Dándole otro chaguarazo:"Allá va un nuevo bolazoCopo y se la gano en puertaA las mujeres que curanSe las llama curanderas."

783No es güeno -dijo el cantor-Muchas manos en un platoY diré al que ese baratoHa tomao de entrometido,Que no creia haber venidoA hablar entre literatos.

784Y para seguir contandoLa historia de mi tutor,Le pediré a ese dotorQue en mi inorancia me deje,Pues siempre encuentra el que tejeOtro mejor tejedor.

785Seguía enfermo, como digo,Cada vez más emperrao;Yo estaba ya acobardaoY lo espiaba dende lejos;Era la boca del viejoLa boca de un condenao.

786Allá pasamos los dosNoches terribles de invierno:El maldecía al Padre EternoComo a los Santos benditos,Pidiendolé al diablo a gritosQue lo llevara al infierno.

787Debe ser grande la culpaQue a tal punto mortifica;Cuando vía una reliquiaSe ponía como azogado,Como si a un endemoniadoLe echaran agua bendita.

788Nunca me le puse a tiro,Pues era de mala entraña;Y viendo herejía tamaña,Si alguna cosa le daba,De lejos se la alcanzabaEn la punta de una caña.

789"Será mejor", decía yo,"Que abandonado lo deje,Que blasfeme y que se queje,Y que siga de esta suerte,Hasta que venga la muerteY cargue con este hereje."

790Cuando ya no pudo hablarLe até en la mano un cencerro,Y al ver cercano su entierro,Arañando las paredes,espiró allí entre los perrosY este servidor de ustedes.

XVII

791Le cobré un miedo terribleDespués que lo vi dijunto;Llamé al alcalde, y al puntoAcompañado se vinoDe tres o cuatro vecinosA arreglar aquel asunto.

792"Anima bendita", dijoUn viejo medio ladiao"Que Dios lo haiga perdonao,Es todo cuanto deseo,Le conocí un pastoreoDe terneritos robaos."

793"Ansina es", dijo el Alcalde;"Con eso empezó a poblar;Yo nunca podré olvidarLas travesuras que hizo;Hasta que al fin fué precisoQue le privasen carniar.

794"De mozo fue muy jinete:No lo bajaba un bagual;Pa ensillar un animalSin necesitar de otro,Se encerraba en el corral,Y alli golpiaba el potro."

795"Se llevaba mal con todos:Era su costumbre viejaEl mesturar las ovejas,Pues al hacer el aparteSacaba la mejor parte,Y despues venía con quejas."

796"Dios lo ampare al pobrecito",Dijo en seguida un tercero."Siempre robaba carneros;En eso tenía destreza:Enterraba las cabezasY despues vendía los cueros.

797"¡Y qué costumbre teníaCuando en el jogón estaba!Con el mate se agarrabaestando los piones juntos.-Yo tallo -decía-y apunto-Y a ninguno convidaba."

798"Si ensartaba algún asao-¡Pobre! ¡como si lo viese!-,Poco antes de que estuvieseprimero lo maldecía,Luego después lo escupíaPara que naides comiese."

799"Quien le quitó esa costumbreDe escupir el asadorFue un mulato resertorQue andaba de amigo suyo:Un diablo muy peliadorQue le llamaban barullo."

800"Una noche que les hizoComo estaba acostumbrao,Se alzó el mulato enojaoY le gritó: -¡viejo indino,Yo te he de enseñar, cochino,A echar saliva al asao!-"

801"Lo saltó por sobre el juegoCon el cuchillo en la mano;¡La pucha el pardo liviano!En la mesma atropelladaLe largó una puñaladaque la quitó otro paisano...

802"Y ya caliente barullo,Quiso seguir la chacota;Se le había erizao la motaLo que empezó la reyerta:el viejo ganó la puertaY apeló a las de gaviota."

803"De esa costumbre malditadende entonces se curó;A las casas no volvió:Se metió en un cicutalY alli escondido pasóEsa noche sin cenar."

804Esto hablaban los presentes,Y yo, que estaba a su laoAl oir lo que he relatao,Aunque él era un perdulario,Dije entre mí: "¡Que rosarioLe estan lanzando al finao!."

805Luego comenzó el AlcaldeA registrar cuanto había,Sacando mil chucheriasY guascas y trapos viejos,Temeridá de trebejosQue para nada servían.

806Salieron lazos, cabrestos,Coyundas y maniadores,Una punta de arriadores,

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Cinchones, maneas, torzalesUna porción de bozalesY un montón de tiradores.

807Habia riendas de domarfrenos, estribos quebraos;Bolas, espuelas, recaos,Unas pavas, unas ollas,Y un gran manojo de argollasDe cinchas que había cortao.

808Salieron varios cencerros,Alesnas, lonjas, cuchillos,Unos cuantos cojinillosUn alto de jergas viejas,Muchas botas desparejasY una infinidá de anillos.

809Había tarros de sardinas,Unos cueros de venao,Unos ponchos aujeriaos,Y en tan tremendo entreveroApareció hasta un tinteroque se perdió en el Juzgao.

810Decía el alcalde muy serio:"es poco cunato se diga;Había sido como hormiga.He de darle parte al Juez.¡Y que me venga despuésCon que no se los persiga!"

811Yo estaba medio azoraoDe ver lo que sucedía;Entre ellos mesmos decíanQue unas prendas eran suyas,Pero a mi me parecíaque estas eran aleluyas.

812Y cuando ya no tuvieronRincón donde registrar,Cansaos de tanto huroniarY de trabajar en balde,"Vámosnos", dijo el Alcalde,"Luego lo haré sepultar."

813Y aunque mi padre no eraEl dueño de ese hormiguero,El, allí muy cariñero,Me dijo con muy buen modo:"Vos serás herederoY te harás cargo de todo."

814"Se ha de arreglar este asuntoComo es preciso que sea;Voy a nombrar albaceaUno de los circustantes;Las cosas no son como antesTan enredadas y feas."

815"¡Bendito Dios!', pensé yo,"Ando como un pordiosero,Y me nuembran herederoDe toditas estas guascas.¡Quisiera saber primeroLo que se han hecho mis vacas!"

XVIII

816Se largaron, como he dicho,A disponer el entierro;Cuando me acuerdo me aterro:Me puse a llorar a gritosAl verme allí tan solitoCon el finao y los perros.817Me saqué el escapulario,Se lo colgué al pecador,Y como hay en el señorMisericordia infinita,Rogué por la alma benditaDel que antes jué mi tutor.

818No se calmaba mi dueloDe verme tan solitario;Ahí le champurrié un rosarioComo si juera mi padre,besando el escapularioQue me había puesto mi madre.

819"Madre mía", gritaba yo,"¿Dónde estarás padeciendo?El llanto que estoy virtiendoLo redamarías por mí,Si vieras a tu hijo aquíTodo lo que esta sufriendo."

820Y mientras ansí clamabaSin poderme consolar,Los perros, para aumentarMas mi miedo y mi tormento,En aquel mesmo momentoSe pusieron a llorar.

821Libre Dios a los presentesDe que sufran otro tanto;Con el muerto y esos llantosLes juro que faltó pocoPara que me vuelva locoEn medio de tanto espanto.

822Decían entonces las viejas,Como que eran sabedoras,Que los perros cuando lloranEs porque ven al demonio;Yo creia en el testimonioComo cré siempre el que inora.

823Ahi dejé que los ratones

Comieran el guasqueríoY como anda a su albedríoTodo el que güerfano queda,Alzando lo que era míoAbandoné aquella cueva.

824Supe después que esa tardeVino un pión y lo enterró;Ninguno lo acompañóNi lo velaron siquiera;Y al otro día amanecióCon una mano dejuera.

825Y me ha contao ademásEl gaucho que hizo el entierro-Al recordarlo me aterro,Me da pavor este asunto-Que la mano del dijuntoSe la había comido un perro.

826Tal vez yo tuve la culpaPorque de asustao me fuí;Supe, despues que volví,Y asigurárselos puedo,Que los vecinos, de miedo,No pasaban por allí.

827Hizo del rancho guaridaLa sabandija mas sucia-El cuerpo se despeluzaY hasta la razón se altera-;Pasaba la noche enteraChillando allí una lechuza.

828Por mucho tiempo no pudeSaber lo que me pasaba;Los trapitos con que andabaEran puras hojarascas;Todas las noches soñabaCon viejos, perros y guascas.

XIX

829Anduve a mi voluntá,Como moro sin señor;Ese jué el tiempo mejorQue yo he pasado tal vez;De miedo de otro tutor,Ni aporté por lo del Juez.830"Yo cuidaré", me había dicho,"De lo de tu propiedá:Todo se conservará,El vacuno y los rebaños,Hasta que cumplas 30 años,En que seás mayor de edá."

831Y aguardando que llegaseEl tiempo que la ley fija,

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Pobre como lagartijaY sin respetar a naides,Anduve cruzando el aireComo bola sin manija.

832Me hice hombre de esa maneraBajo el más duro rigor;Sufriendo tanto dolorMuchas cosas aprendí;Y, por fin, vítima fuíDel mas desdichado amor.

833De tantas alternativasEsta es la parte peludaInfeliz y sin ayuda,Fué estremado mi delirio,Y causaban mi martirioLos desdenes de una viuda.

834Llora el hombre ingratitudesSin tener un jundamento;Acusa sin miramientoA la que el mal le ocasiona,Y tal vez en su personaNo hay ningún merecimiento.

835Cuando yo mas padecíaLa crueldá de mi destino,Rogando al poder divinoQue del dolor me separe,Me hablaron de un adivinoQue curaba esos pesares.

836Tuve recelos y miedos,Pero al fin me disolví:Hice coraje y me fuíDonde el adivino estaba,Y por ver si me curaba,Cuanto llevaba le di.

837Me puse, al contar mis penas,Mas colorao que un tomate,Y se me añudó el gaznateCuando dijo el hermitaño:"Hermano, le han hecho dañoY se lo han hecho en un mate.

838"Por verse libre de ustéLo habrán querido embrujar."Despues me empezó a pasarUna pluma de avestruz,Y me dijo:"De la CruzRecebí el don de curar.

839"Debés maldecir", me dijo,"A todos tus conocidos;Ansina el que te ha ofendidoPronto estará decubierto,Y deben ser maldecidosTanto vivos como muertos."

840Y me recetó un hincaoEn un trapo de la viuda,Frente a una planta de ruda,Hiciera mis horaciones,Diciendo: "No tengás duda;Eso cura las pasiones."

841A la viuda, en cuanto pude,Un trapo le manotié;Busqué la ruda y al pie,Puesto en cruz, hice mi rezo;Pero, amigos, ni por esoDe mis males me curé.

842Me recetó otra ocasiónQue comiera abrojo chico;El remedio no me esplico,Mas, por desechar el mal,Al ñudo en un abrojalFí a ensangrentarme el hocico.

843Y con tanta medecinaMe parecía que sanaba;Por momentos se aliviabaUn poco mi padecer,Mas si a la viuda encontraba,Volvia la pasión a arder.

844Otra vez que consultéSu saber estrordinario,Recibió bien su salario,Y me recetó aquel pilloQue me colgase tres grillosEnsartaos como rosario.

845Por fin la última ocasiónQue por mi mal lo fí a ver,Me dijo: "No, mi saberNo ha perdido su virtú;Yo te daré la salú:No triunfará esa mujer.

846"Y tené fe en el remedio,Pues la cencia no es chacota;De esto no entendés ni jota.Sin que ninguno sospeche,Cortále a un negro tes motasY hacélas hervir en leche."

847Yo andaba ya desconfiandoDe la curación maldita,Y dije: "Este no me quitaLa pasión que me domina;Pues que viva la gallina,Aunque sea con la pepita."

848Ansí me dejaba andar,Hasta que, en una ocasión,El cura me echó un sermón,

Para curarme sin duda,Diciendo que aquella viudaEra hija de confisión.

849Y me dijo estas palabrasQue nunca las he olvidao:"Has de saber que el finaoOrdenó en su testamentoQue naides de casamientoLe hablara en lo sucesivo;Y ella prestó el juramentoMientras él estaba vivo."

850"Y es preciso que lo cumpla,Porque ansí lo manda Dios;Es necesario que vosNo la vuelvas a buscar,Porque si llega a faltarSe condenarán los dos."

851Con semejante alvertenciaSe completó mi redota;Le vi los pies a la sota,Y me le alejé a la viuda,Mas curao que con la ruda,Con los grillos y las motas.

852Despues me contó un amigoQue al Juez le había dicho el curaQue yo era un cabeza duraY que era un mozo perdido;Que me echaran del partido,Que no tenía compostura.

853Tal vez por ese consejoY sin que mas causa hubiera,Ni que otro motivo diera,Me agarraron redepenteY en el primer contingenteMe echaron a la frontera.

854De andar persiguiendo viudasMe he curao el deseo;En mil penurias me veo,Mas pienso volver tal vezA ver si sabe aquel JuezLo que se ha hecho de mi rodeo.

XX

855Martín Fierro y sus dos hijos,Entre tanta concurrencia,Siguieron con alegríaCelebrando aquella fiesta.Diez años, los más terribles,Había durado la ausencia,Y al hallarse nuevamenteEra su alegría completa.En ese mesmo momentoUno que vino de ajuera,

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A tomar parte con ellosSuplicó aue lo almitieran.Era un mozo forasteroDe muy regular presencia,Y hacía poco que en le pagoAndaba dando sus güeltas.Asiguran algunosQue venía de la frontera;Que había pelao a un pulperoEn las últimas carreras;Pero andaba despilcho,No traia una prenda güena:Un recadito cantorDaba fe de sus pobrezas.Le pidió la bendiciónAl que causaba la fiestaY, sin decirles su nombre,Les declaró con franquezaQue el nombre de PicardíaEs el único que lleva.Y para contar su historiaA todos pide licencia,Diciéndoles que en seguidaIban a saber quien era.Tomo al punto la guitarra,La gente se puso atenta,Y ansí cantó PicardíaEn cuanto templó las cuerdas:

PICARDIA

XXI

856- Voy a contarles mi historia(Perdónenme tanta charla) ,y les diré al principiarla,Aunque es triste hacerlo ansí:A mi madre la perdíAntes de saber llorarla.

857Me quedé en el desamparo,Y al hombre que me dió el serNo lo pude conocer;Ansí, pues, dende chiquito,Volé como el pajaritoEn busca de qué comer.

858O por causa del servicio,Que tanta gente destierra,O por causa de la guerra,Que es causa bastante seria,Los hijos de la miseriaSon muchos en esta tierra.

859Ansí, por ella empujado,No sé las cosas que haría,Y aunque con verguenza mía,Debo hacer esta alvertencia:Siendo mi madre Inocencia,Me llamaban Picardía.

860Me llevó a su lado un hombrePara cuidar las ovejas,Pero todo el día eran quejasY guascazos a lo loco,Y no me daba tampocoSiquiera unas jergas viejas.

861Dende la alba hasta la noche,En el campo me tenía;Cordero que se moría-Mil veces me sucedió-Los caranchos lo comían,Pero lo pagaba yo.

862De trato tan rigorosoMuy pronto me acobardé;El bonete me apretéBuscando los mejores fines,Y con unos volantinesMe fuí para Santa Fe.

863El pruebista principalA enseñarme me tomó,Y ya iba aprendiendo yoA bailar en la maroma,Mas me hicieron una bromaY aquello me indijustó.

864Una vez que iba bailando,Porque estaba el calzón roto,Armaron tanto alborotoQue me hicieron perder pie;De la cuerda me larguéY casi me descogotó.

865Ansí me encontre de nuevoSin saber dónde meterme,Y ya pensaba volvermeCuando, por fortuna mía,Me salieron unas tíasQue quisieron recogerme.

866Con aquella parentela,Para mí desconocida,Me acomodé ya en seguida,Y eran muy buenas señoras;Pero las más rezadorasQue he visto en toda mi vida.

867Con el toque de oraciónYa principiaba el rosario;Noche a noche un calendarioTenían ellas que decir,Y a rezar solían venirMuchas de aquel vecindario.

868Lo que allí me acontecióSiempre lo he de recordar,Pues me empiezo a equivocar

Y a cada paso refalo,Como si me entrara el MaloCuanto me hincaba a rezar.

869Era como tentaciónLo que yo esperimenté,Y jamas olvidaréCuanto tuve que sufrir,Porque no podia decir"Artículos de la Fe".

870Tenía al lao una mulataQue era nativa de allí;Se hincaba cerca de míComo el ángel de la guarda;¡Pícara!, y era la pardaLa que me tentaba ansí.

871"Rezá", me dijo mi tía,"Artículos de la Fe".Quise hablar y me atoré;La dificultá me aflige;Miré a la parda, y ya dije:"Artículos de Santa Fe".

872Me acomodó el coscorrónQue estaba viendo venir,Yo me quise corregir,A la mulata miréY otra vez volví a decir:"Artículos de Santa Fe".

873Sin dificultá ningunaRezaba todito el día,Y a la noche no podíaNi con un trabajo inmenso;Es por eso que yo piensoQue alguno me tentaría.

874Una noche de tormentaVi a la parda y me entró chucho;Los ojos -me asusté mucho-Eran como refocilo:Al nombrar a San Camilo,Le dije San Camilucho.

875Esta me da con el pie,Aquella otra con el codo:¡Ah, viejas, por ese modo,Aunque de corazón tierno,Yo las mandaba al infiernoCon oraciones y todo!

876Otra vez, que como siempreLa parda me perseguía,Cuando yo acordé, mis tíasMe habían sacao un mechónAl pedir la estirpaciónDe todas las herejías.

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877Aquella parda malditaMe tenía medio afligido,Y ansí; me había sucedidoQue, al decir "estirpación",Le acomodé "entripación"Y me cayeron sin ruido.

878El recuerdo y el dolorMe duraron muchos días;Soñe con las herejíasQue andaban por estirparY pedía siempre al rezarLa estirpación de mis tías.

879Y dale siempre rosarios,Noche a noche sin cesar;Dale siempre barajarSalves, trisagios y credos;Me aburrí de esos enriedosY al fin me mandé mudar.

XXII

880Anduve como pelota,Y más pobre que una rata:Cuando empecé a ganar plataSe armó no sé que barullo:Yo dije: A tu tierra, grullo,Aunque sea con una pata.

881Eran duros y bastantesLos años que allá pasaron;Con lo que ellos me enseñaronFormaba mi capital;Cuanto vine, me enrolaronEn la Guardia Nacional.

882Me habia ejercitao al naipe,El juego era mi carrera;Hice alianza verdaderaY arreglé una trapisondaCon el dueño de una fondaQue entraba en la peladera.

883Me ocupaba con esmeroEn floriar una baraja;El la guardaba en la cajaEn paquetes, como nueva;Y la media arroba llevaQuien conoce la ventaja.

884Comete un error inmensoQuien de la suerte presuma;Otro mas hábil lo fuma,En un dos por tres lo pela,Y lo larga que no vuela,Porque le falta una pluma.

885Con un socio que lo entiendeSe arman partidas muy güenas;Queda allí la plata ajena,Quedan prendas y botones:Siempre cain a esas riunionesZonzos con las manos llenas.

886Hay muchas trampas legales,Recursos del jugador;No cualquiera es sabedorA lo que un naipe se presta:Con una cincha bien puestaSe la pega uno al mejor.

887Deja a veces ver la boca,Haciendo el que se descuida;Juega el otro hasta la vidaY es siguro que se ensarta,Porque uno muestra una cartaY tiene otra prevenida.

888Al monte, las precaucionesNo han de olvidarse jamás;Debe afirmarse ademásLos dedos para el trabajo,Y buscar asiento bajoQue le dé la luz de atrás.

889Pa tayar, tome la luz;Dé la sombra al alversario;Acomódese al contrarioEn todo juego cartiao:Tener ojo ejercitaoEs siempre muy necesario.

890El contrario abre los suyos,Pero nada ve el que es ciego:Dandole soga, muy luegoSe deja pescar el tonto;Todo chapetón cre prontoQue sabe mucho en el juego.

891Hay hombres muy inocentesY que a las carpetas van;Cuando azariados están-Les pasa infinitas veces-Pierden en puertas y en treses,Y dándoles mamarán.

892El que no sabe no ganaAunque ruegue a Santa Rita;En la carpeta a un mulitaSe le conoce al sentarse,Y conmigo era matarse:No podían ni a la manchita.

893En el nueve y otros juegosLlevo ventaja y no poca,Y siempre que dar me tocaEl mal no tiene remedio,Porque sé sacar del medioY sentar la de la boca.

894En el truco, al más pintaoSolía ponerlo en apuro;Cuando aventajar procuro,Sé tener, como fajadas,Tiro a tiro el as de espadas,O flor, o envite siguro.

895Yo sé defender mi plataY lo hago como el primero:El que ha de jugar dineroPreciso es que no se atonte;Si se armaba una de monte,Tomaba parte el fondero.

896Un pastel, como un paquete,Se llevarlo con limpieza;Dende quc a salir empiezanNo hay carta que no recuerde;Sé cuál se gana o se pierdeEn cuanto cain en la mesa.

897También por estas jugadasSuele uno verse en aprietos;Mas yo no me comprometoPorque sé hacerlo con arte,Y aunque les corra el descarteNo se descubre el secreto.

898Si me llamaban al dao,Nunca me solía faltarUn cargado que largar,

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Un cruzao para el mas vivo,Y hasta atracarles un chivoSin dejarlos maliciar.

899Cargaba bien una taba,Porque la sé manejar;No era manco en el billar,Y por fin de lo que esplico,Digo que hasta con pichicosEra capaz de jugar.

900Es un vicio de mal finEl de jugar, no lo niego;Todo el que vive del juegoAnda a la pesca de un bobo,Y es sabido que es un roboPonerse a jugarle a un ciego.

901Y esto digo claramentePorque he dejao de jugar;Y le puedo asigurar,Como que fuí del oficio:Más cuesta aprender un vicioQue aprender a trabajar.

XXIII

902Un nápoles mercachifleQue andaba con un arpista,Cayó también en la listaSin dificultá ninguna:Lo agarré a la treinta y unaY le daba bola vista.

903Se vino haciendo el chiquito,Por sacarme esa ventaja;En el pantano se encaja,Aunque robo se le hacía;Lo cegó Santa LucíaY desocupó las cajas.

904¡Lo hubieran visto afligidoLlorar por las chucherías!"Me gañao con picardía",Decía el gringo y lagrimiaba,Mientras yo en un poncho alzabaTodita su mercheria.

905Quedó allí aliviao del pesoSollozando sin consuelo;Había caido en el anzuelo,Tal vez porque era domingo,Y esa calidá de gringoNo tiene santo en el cielo.

906Pero poco aprovechéDe fatura tan lucida;El diablo no se descuida,

Y a mí me seguía la pistaUn ñato muy enredistaQue era Oficial de partida.

907Se me presentó a esigirLa multa en que había incurrido,Que el juego estaba prohibido,Qus iba a llevarme al cuartelTuve que partir con élTodo lo que había alquirido.

908Empecé a tomarlo entre ojosPor esa albitrariedá;Yo había ganao, es verdá,Con recursos, eso sí;Pero el me ganaba a míFundao en su autoridá.

909Decían que por un delitoMucho tiempo anduvo mal;Un amigo servicialLo compuso con el Juez,Y poco tiempo despuésLo pusieron de Oficial.

910En recorrer el partidoContinuamente se empleaba;Ningún malevo agarraba,Pero traia en un cargueroGallinas, pavos, corderosQue por ahi recoletaba.

911No se debía permitirEl abuso a tal estremo.Mes a mes hacía lo mesmo,Y ansí decía el vecindario:"Este ñato perdularioHa resucitao el diezmo."

912La echaba de guitarreroY hasta de concertador:Sentao en el mostradorLo hallé una noche cantandoY le dije: "Co...mo...quiandoCon ganas de oir un cantor."

913Me echó el ñato una miradaQue me quiso devorar,Mas no dejó de cantarY se hizo el desentendido;Pero ya había conocidoQue no lo podía pasar.

914Una tarde que me hallabaDe visita... vino el ñato,Y para darle un mal ratoDije juerte: "Ña...to...ribia,No cebe con la agua tibia",Y me la entendió el mulato.

915Era todo en el Juzgao,Y como que se achocó,Ahi no más me contestó:"Cuanto el caso se presienteTe he de hacer tomar caliente,Y has de saber quién soy yo."

916Por causa de una mujerSe enredó más la cuestión;Le tenía el ñato afición;Ella era mujer de ley,Moza con cuerpo de güey,Muy blanda de corazón.

917La hallé una vez de amasijo;Estaba hecha un embeleso,Y le dije: "Me interesoEn aliviar sus quehaceres,

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Y ansí, señora, si quiereYo le arrimaré los güesos."

918Estaba el ñato presenteSentado como de adorno;Por evitar un trastornoElla, al ver que se dijusta,Me contestó: "Si usté gusta,Arrímelos junto al horno."

919Ahi se enredó la madejaY su enemistá conmigo;Se declaró mi enemigo,Y, por aquel cumplimiento,Ya sólo buscó el momentoDe hacerme dar un castigo.

920Yo vía que aquel malditoMe miraba con rencor,Buscando el caso mejorDe poderme echar el pial;Y no vive más el lialQue lo que quiere el traidor.

921No hay matrero que no caiga,Ni arisco que no se amanse;Ansí, yo, dende aquel lance,No salía de algún rincón,Tirao como el San RamónDespués que se pasa el trance.

XXIV

922Me le escapé con trabajoEn diversas ocasiones;Era de los adulones;Me puso mal con el Juez;Hasta que al fin una vezMe agarró en las eleciones.

923Ricuerdo que esa ocasiónAndaban listas diversas;Las opiniones dispersasNo se podían arreglar:Decían que el Juez, por triunfar,Hacía cosas muy perversas.

924Cuando si riunió la genteVino a proclamarla el ñato,Diciendo con aparato"Que todo andaría mal,Si pretendía cada cualVotar por un candilato."

925Y quiso al punto quitarmeLa lista que yo llevé,Mas yo se la mesquiné,Y ya me gritó: "¡Anarquista!

Has de votar por la listaQue ha mandao el Comiqué."

926Me dió verguenza de vermeTratado de esa manera;Y como si uno se alteraYa no es fácil que se ablande,Le dije: "Mande el que mande,Yo he de votar por quien quiera.

927"En las carpetas de juegoY en la mesa eletoral,A todo hombre soy igual,Respeto al que me respeta,Pero el naipe y la boletaNaides me lo ha de tocar."

928Ahi no más ya me cayóA sable la polecía;Aunque era una picardíaMe decidí a soportar,Y no los quise peliarPor no perderme ese día.

929Atravesao me agarróY se aprovechó aquel ñato;Dende que sufrí ese tratoNo dentro donde no quepo;Fi a jinetiar en el cepoPor cuestión de candilatos.

930Injusticia tan notoriaNo la soporté de flojo;Una venda de mis ojosVino el suceso a voltiar:Vi que teníamos que andarComo perro con tramojo.

931Dende equellas elecionesSe siguió el batiburrillo;Aquél se volvió un ovilloDel que no había ni noticia,¡Es señora la justicia...Y anda en ancas del mas pillo!

XXV

932Después de muy pocos dias,Tal vez por no dar esperaY que alguno no se juera,Hicieron citar la gente,Pa riunir un contingenteY mandar a la frontera.

933Se puso arisco el gauchaje:La gente está acobardada;Salió la partida armadaY trujo como perdices

Unos cuantos infelicesQue entraron en la voltiada.

934Decía el ñato con soberbia:¡Esta es una gente indina!Yo los rodié a la sordina:No pudieron escapar;Y llevaba orden de arriarTodito lo que camina."

935Cuando vino el ComendanteDijeron: "¡Dios nos asista!"Llegó les clavó la vista(Yo estaba haciendome el zonzo);Le echó a cada uno un responsoY ya lo plantó en la lista.

936"¡Cuadráte!", le dijo a un negro."Te estás haciendo el chiquito,Cuando sos el más malditoQue se encuentra en todo el pago.Un servicio es el que te hago,Y por eso te remito."

A OTRO937"Vos no cuidás tu familiaNi le das los menesteres;Visitás otras mujeres,Y es preciso, calavera,Que aprendás en la fronteraA cumplir con tus deberes."

A OTRO938"Vos también sos trabajoso;Cuando es preciso votarHay que mandarte llamarY siempre andás medio alzao;Sos un desubordinao,Y yo te voy a filiar."

A OTRO939"¿Cuánto tiempo hace que vosAndás en este partido?¿Cuantas veces has venidoA la citación del Juez?No te he visto ni una vez:Has de ser algún perdido."

A OTRO940"Este es otro barulleroQue pasa en la pulperíaPredicando noche y díaY anarquizando a la gente:Irás en el contingentePor tamaña picardía."

A OTRO941"Dende la anterior remesaVos andás medio perdido;La autoridá no ha podido

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Jamás hacerte votar:Cuando te mandan llamarTe pasás a otro partido."

A OTRO942"Vos siempre andas de florcita:No tenés renta ni oficio;No has hecho ningún servicio;No has votado ni una vez.¡Marchá!... para que dejésDe andar haciendo perjuicio."

A OTRO943"Dame vos tu papeleta:Yo te la voy a tener.Esta queda en mi poder;Despúes la recogerás,Y ansí, si te resertás,Todos te puedan prender."

A OTRO944"Vos, porque sos ecetuao,Ya te querés sulevar;No vinistes a votarCuando hubieron eleciones;No te valdrán ececiones:¡Yo te voy a enderezar! "

945Y a éste por este motivoY a otro por otra razón,Toditos, en conclusión,Sin que escapara ninguno,Jueron pasando uno a unoA juntarse en un rincón.

946Y allí las pobres hermanas,Las madres y las esposasRedamaban cariñosasSus lágrimas de dolor;Pero gemidos de amorNo remedian estas cosas.

947Nada importa que una madreSe desespere o se queje,Que un hombre a su mujer dejeEn el mayor desamparo;Hay que callarse, o es claroQue lo quiebran por el eje.

948Dentran despúes a empeñarseCon este o aquel vecino;Y, como en el masculino,El que menos corre, vuela,Deben andar con cautelaLas pobres, me lo imagino.

949Muchas al Juez acudieron,Por salvar de la jugada;El les hizo una cuerpiada,Y, por mostrar su inocencia,

Les dijo: "Tengan pacenciaPues yo no puedo hacer nada."

950Ante aquella autoridáPermanecían suplicantes,Y, después de hablar bastante,"Yo me lavo"; dijo el Juez,"Como Pilatos los pies:Esto lo hace el Comendante."

951De ver tanto desamparoEl corazón se partía;Había madre que salíaCon dos; tres hijos o más,Por delante y por detrás,Y las maletas vacías.

952"¿Dónde irán?", pensaba yo,"¿A perecer de miseria?Las pobres, si de esta feriaHablan mal, tienen razón;Pues hay bastante materiaPara tan justa aflición."

XXVI

953Cuando me llegó mi turnoDije entre mí: "Ya me toca",Y aunque mi falta era pocaNo sé por que me asustaba;Les asiguro que estabaCon el Jesús en Ia boca.

954Me dijo que yo era un vago,Un jugador, un perdido;Que dende que fí al partidoAndaba de picaflor;Que había de ser un bandidoComo mi antesucesor.

955Puede que uno tenga un vicioY que de él no se reforme,Mas naides esta conformeCon recebir ese trato:Yo conocí que era el ñatoQuien le había dao los informes.

956Me dentro curiosidá,Al ver que de esa maneraTan siguro me dijeraQue jué mi padre un bandido;Luego, lo habrá conocido,Y yo inoraba quien era.

957Me empeñé en aviriguarlo;Promesas hice a Jesús;Tuve por fin una luzY supe con alegríaQue era el autor de mis días

El guapo Sargento Cruz.

958Yo conocía bien su historiaY la tenía muy presente:Sabía que Cruz, bravamente,Yendo con una partida,Había jugado la vidaPor defender a un valiente.

959Y hoy ruego a mi Dios piadosoQue lo mantenga en su gloria;Se ha de conservar su historiaEn el corazón del hijo;El al morir me bendijoYo bendigo su memoria.

960Yo juré tener enmiendaY lo conseguí de veras;Puedo decir ande quieraQue, si faltas he tenido,De todas me he corregidoDende que supe quién era.

961El que sabe ser güen hijoA los suyos se parece;Y aquel que a su lado creceY a su padre no hace honor,Como castigo mereceDe la desdicha el rigor.

962Con un empeño costanteMis faltas supe enmendar;Todo conseguí olvidar,Pero, por desgracia mía,El nombre de PicardíaNo me lo pude quitar.

963Aquel que tiene güen nombreMuchos dijustos se ahorra,Y entre tanta mazamorraNo olviden esta alvertencia:Aprendí por esperenciaQue el mal nombre no se borra.

XXVII

964He servido en la fronteraEn un cuerpo de milicias;No por razón de justiciaComo sirve cualesquiera.

965La bolilla me tocóDe ir a pasar malos ratosPor la facultá del ñato,Que tanto me persiguió.

966Y sufrí en aquel infiernoEsa dura penitencia,

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Por una malaquerenciaDe un oficial subalterno.

967No repetiré las quejasDe lo que se sufre allá:Son cosas muy dichas yaY hasta olvidadas, de viejas.

968Siempre el mesmo trabajar,Siempre el mesmo sacrificio,Es siempre el mesmo servicio,Y el mesmo nunca pagar.

969Siempre cubiertos de harapos,Siempre desnudos y pobres,Nunca le pagan un cobreNi le dan jamás un trapo.

970Sin sueldo y sin uniformeLo pasa uno aunque sucumba:Confórmese con la tumba;Y si no... no se conforme.

971Pues si usté se ensoberbeceO no anda muy voluntario,Le aplican un novenarioDe estacas... que lo enloquecen.

972Andan como pordioserosSin que un peso los alumbre,Porque han tomao la costumbreDe deberle años enteros.

973Siempre hablan de lo que cuesta;Que allá se gasta un platal:¡Pues yo no he visto ni un rialEn lo que duró la fiesta!

974Es servicio estrordinarioBajo el jusil y la vara,Sin que sepamos qué caraLe ha dao Dios al Comisario.

975Pues si va a hacer la revistaSe vuelve como una bala:Es lo mesmo que luz malaPara perderse de vista;

976Y de yapa cuando va,Todo parece estudiao:Van con meses atrasaosDe gente que ya no está;

977Pues si adrede que lo hagan,Podrán hacerlo mejor:Cuando cai, cai con la pagaDel contingente anterior;

978Porque son como sentenciaPara buscar al ausente,Y el pobre que está presenteQue perezca en la endigencia;

979Hasta que, tanto aguantarEl rigor con que lo tratanO se resierta, o lo matan,O lo largan sin pagar.

980De ese modo es el pastel,Porque el gaucho -ya es un hecho-No tiene ningún derecho,Ni naides vuelve por él.

981¡La gente vive marchita!Si viera cuando echan tropa:Les vuela a todos la ropaQue parecen banderitas.

982De todos modos lo cargan,Y al cabo de tanto andar,Cuando lo largan, lo larganComo pa echarse a la mar.

983Si alguna prenda le han dao

Se la vuelven a quitar:Poncho, caballo, recao,Todo tiene que dejar.

984Y esos pobres infelices,Al volver a su destino,Salen como unos LonginosSin tener con que cubrirse.

985A mí me daba congojasEl mirarlos de ese modo,Pues el más aviao de todosEs un perejil sin hojas.

986Aura poco ha sucedido,Con un invierno tan crudo,Largarlos a pie y desnudosPa volver a su partido.987Y tan duro es lo que pasaQue, en aquella situación,Les niegan un mancarrónPara volver a su casa.

988¡Lo tratan como a un infiel!Completan su sacrificioNo dándole ni un papelQue acredite su servicio.

989Y tiene que regresarMás pobre de lo que jué;Por supuesto, a la mercéDel que lo quiere agarrar.

990Y no averigüe despuésDe los bienes que dejó:De hambre, su mujer vendiópor dos lo que vale diez.

991Y como están convenidosA jugarle manganeta,A reclamar no se meta,Porque ése es tiempo perdido.

992Y luego, si a alguna estanciaA pedir carne se arrima,Al punto le cain encimaCon la ley de la vagancia.

993Y ya es tiempo, pienso yo,De no dar más contingente:Si el Gobierno quiere gente,Que la pague y se acabó.

994Y saco así en conclusión,En medio de mi inorancia,Que aquí el nacer en estanciaEs como una maldición.

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995Y digo, aunque no me cuadreDecir lo que naides dijo:La Provincia es una madreQue no defiende a sus hijos.

996Mueren en alguna lomaEn defensa de la ley,O andan lo mesmo que el güey,Arando pa que otros coman.

997Y he de decir ansí mismoPorque de adentro me brotaQue no tiene patriotismoQuien no cuida al compatriota.

XXVIII

998Se me va por donde quieraEsta lengua del demonio.

Voy a darles testimonioDe lo que vi en la frontera.

999Yo sé que el único modo,A fin de pasarlo bien,Ee decir a todo: Amén,Y jugarle risa a todo.

1000El que no tiene colchónEn cualquier parte se tiende:El gato busca el jogónY ese es mozo que lo entiende.

1001De aquí comprenderse debe,Aunque yo hable de este modo,Que uno busca su acomodoSiempre lo mejor que puede.

1002Lo pasaba como todosEste pobre penitente;Pero salí de asistente,Y mejoré en cierto modo;

1003Pues aunque esas privacionesCausen desesperación,Siempre es mejor el jogónDe aquel que carga galones.

1004De entonces en adelanteAlgo logré mejorar,Pues supe hacerme lugarAl lado del ayudante.

1005El se daba muchos aires:Pasaba siempre leyendo;

Decían que estaba aprendiendoPa recebirse de flaire.

1006Aunque lo pifiaban tanto,Jamás lo vi dijustao;Tenía los ojos paraosComo los ojos de un santo.

1007Muy delicao, dormía en cuja;Y no sé por qué sería,La gente lo aborrecíaY le llamaban La Bruja.

1008Jamás hizo otro servicioNi tuvo mas comisionesQue recebir las racionesDe víveres y de vicios.

1009Yo me pasé a su jogónAl punto que me sacó,Y ya con el me llevóA cumplir su comisión.

1010Estos diablos de milicosDe todo sacan partido:Cuando nos vían riunidosSe limpiaban los hocicos.

1011Y decían en los jogonesComo por chocarrería:"Con la Bruja y PicardíaVan a andar bien las raciones."

1012A mí no me jué tan mal,Pues mi oficial se arreglaba;Les diré lo que pasabaSobre este particuIar.

1013Decían que estaba de acuerdoLa Bruja y el provedor,Y que recebía lo pior;Puede ser, pues no era lerdo.

1014Que a más en la cantidáPegaba otro dentellón,Y que por cada raciónLe entregaban la mitá;

1015Y que esto lo hacía del modoComo lo hace un hombre vivo:Firmando luego el recibo,Ya se sabe, por el todo.

1016Pero esas murmuracionesNo faltan en campamento.Déjenme seguir mi cuento,O historia de las raciones.

1017La Bruja las recebía,Como se ha dicho, a su modo;Las cargabamos, y todoSe entriega en la Mayoría.

1018Sacan allí en abundanciaLo que les toca sacar,Y es justo que han de dejarOtro tanto de ganancia.

1019Van luego a la compañía;Las recibe el Comendante,El que, de un modo abundante,Sacaba cuanto quería.

1020Ansí la cosa livianaVa mermada, por supuesto;Luego se le entrega el restoAl oficial de semana.Araña, ¿quien te arañó?Otra araña como yo.

1021Este le pasa al sargentoAquello tan reducido,Y, como hombre prevenido,Saca siempre con aumento.

1022Esta relación no acaboSi otra menudencia ensarto,El sargento llama al caboPara encargarle el reparto.

1023El también saca primeroY no se sabe turbar:Naides le va a aviriguarSi ha sacado más o menos.

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1024Y sufren tanto bocaoY hacen tantas estaciones,Que ya casi no hay racionesCuando llegan al soldao.

1025¡Todo es como pan bendito!Y sucede de ordinarioTener que juatarse variosPara hacer un pucherito.

1026Dicen que las cosas vanCon arreglo a la ordenanza.¡Puede ser! pero no alcanzan;¡Tan poquito es lo que dan!1027Algunas veces, yo pienso,Y es muy justo que lo diga,Solo llegaban las migasQue habían quedao en los lienzos.

1028 Y esplican aquel infiernoEn que uno está medio locoDiciendo gue dan tan pocoPorque no paga el Gobierno.

1029Pero eso yo no lo entiendo,Ni a aviriguarlo me meto;Soy inorante completoNada olvido y nada apriendo.

1030Tiene uno que soportarEl tratamiento mas vil:A palos en lo civilA sable en lo militar.

1031El vistuario es otro infierno;Si lo dan, llega a sus manosEn invierno el de verano,Y en el verano el de invierno.

1032Y yo el motivo no encuentroNi la razón que esto tiene,Mas dicen que eso ya vieneArreglao dende adentro.

1033Y es necesario aguantarEl rigor de su destino;El gaucho no es argentinoSino pa hacerlo matar.

1034Ansi ha de ser, no lo dudo;Y por eso decía un tonto:"Si los han de matar pronto,Mejor es que estén desnudos,"

1035Pues esa miseria viejaNo se remedia jamás;Todo el que viene detrás

Como la encuentra la deja.

1036Y se hallan hombres tan malosQue dicen de güena gana:"El gaucho es como la lana:Se limpia y compone a palos."

1037Y es forzoso el soportarAunque la copa se enllene;Parece que el gaucho tieneAlgún pecao que pagar.

XXIX

1038Esto cantó PicardíaY después guardó silencio,Mientras todos celebrabanCon placer aquel encuentro.Mas una casualidá-Como que nunca anda lejos-Entre tanta gente blancaLlevó tambien un moreno,Presumido de cantorY que se tenía por güeno.Y como quien no hace nada,O se descuida de intento,Pues siempre es muy conocidoTodo aquel que busca pleito,Se sentó con toda calma,Echo mano al estrumentoY ya le pegó un ragido:Era fantástico el negro;Y para no dejar dudas,Medio se compuso el pecho.Todo el mundo conocióLa intención de aquel moreno:Era claro el desafíoDirigido a Martín Fierro,Hecho con toda arrogancia,De un modo muy altanero.Tomó Fierro la guitarra,Pues siempre se halla dispuesto,Y ansí cantaron los dos,En medio de un gran silencio.

XXX

MARTIN FIERRO

1039Mientras suene el encordao,Mientras encuentre el compásYo no he de quedarme atrásSin defender la parada,Y he jurado que jamásMe la han de llevar robada.

1040Atiendan, pues, los oyentesY cáyense los mirones;A todos pido perdones,Pues a la vista resaltaQue no está libre de falta

Quien no está de tentaciones.

1041A un cantor le llaman güenoCuando es mejor que los piores;Y sin ser de los mejores,Encontrándose dos juntos,Es deber de los cantoresEl cantar de contrapunto.

1042El hombre debe mostrarseCuando la ocasión le llegue;Hace mal el que se niegue,Dende que lo sabe hacer;Y muchos suelen tenerVanagloria en que los rueguen.

1043Cuando mozo fuí cantor(Es una cosa muy dicha);Mas la suerte se encaprichaY me persigue costante:De ese tiempo en adelanteCanté mis propias desdichas.

1044Y aquellos años dichososTrataré de recordar;Veré si puedo olvidarTan desgraciada mudanza,Y quien se tenga confianzaTiemple, y vamos a cantar.

1045Tiemple y cantaremos juntos;Trasnochadas no acobardan.Los concurrentes aguardan,Y porque el tiempo no pierdan,Haremos gemir las cuerdasHasta que las velas no ardan.

1046Y el cantor que se presiente,

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Que tenga o no quien lo ampare,No espere que yo dispareAunque su saber sea mucho:Vamos en el mesmo puchoA prenderle hasta que aclare.

1047Y seguiremos si gustaHasta que se vaya el día;Era la costumbre míaCantar las noches enteras:Había entonces, donde quiera,Cantores de fantasía.

1048Y si alguno no se atreveA seguir la caravana,O si cantando no gana,Se lo digo sin lisonja:Haga sonar una esponjaO ponga cuerdas de lana.

EL MORENO

1049Yo no soy, señores míos,Sino un pobre guitarrero,Pero doy gracias al CieloPorque puedo, en la ocasión,Toparme con un cantorQue esperimente a este negro.

1050Yo también tengo algo blanco,Pues tengo blancos los dientes;Sé vivir entre las gentesSin que me tengan en menos:Quien anda en pagos ajenosDebe ser manso y prudente.

1051Mi madre tuvo diez hijos,Los nueve muy regulares;Tal vez por eso me ampareLa Providencia divina:En los güevos de gallinaEl décimo es el mas grande.

1052El negro es muy amoroso,Aunque de esto no hace gala;Nada a su cariño igualaNi a su tierna voluntá;Fs lo mesmo que el macá:Cría los hijos bajo el ala.

1053Pero yo he vivido libreY sin depender de naides;Siempre he cruzado los airesComo el pájaro sin nido;Cuanto se lo he aprendidoPorque me lo enseñó un flaire.

1054Y sé como cualquier otroEl porqué retumba el trueno;Por qué son las estaciones

Del verano y del invierno;Sé también de donde salenLas aguas que cain del cielo.

1055Yo sé lo gue hay en la tierraEn llegando al mesmo centro;En dónde se encuentra el oro,En dónde se encuentra el fierroY en dónde viven bramandoLoe volcanes que echan juego.

1056Yo sé del fondo del marDonde los pejes nacieron;Yo sé por que crece el árbol,Y por que silban los vientos:Cosas que inoran los blancosLas sabe este pobre negro.

1057Yo tiro cuando me tiran;Cuando me aflojan, aflojo;No se ha de morir de antojoQuien me convide a cantar;Para conocer a un cojoLo mejor es verlo andar.

1058Y si una falta cometoEn venir a esta riunión,Echándola de cantor,Pido perdón en voz altaPues nunca se halla una faltaQue no esista otra mayor.

1059De lo que un cantor esplicaNo falta qué aprovecharY se le debe escucharAunque sea negro el que cante:Apriende el que es inorante,Y el que es sabio, apriende más.

1060Bajo la frente mas negraHay pensamiento y hay vida.La gente escuche tranquila,No me haga ningún reproche:Tambien es negra la nocheY tiene estrellas que brillan.

1061Estoy, pues, a su mandao;Empiece a echarme la sonda,Si gusta que le responda,Aunque con lenguaje tosco:En leturas no conozcoLa jota, por ser redonda.

MARTIN FIERRO

1062¡Ah, negro!, si sos tan sabioNo tengás ningun receloPero has tragao el anzueloY al compás del estrumentoHas de decirme al momento

Cuál es el canto del cielo.

EL MORENO

1063Cuentan que de mi colorDios hizo al hombre primero,Más los blancos altaneros,Los mesmos que lo convidan,Hasta de nombrarlo olvidanY sólo le llaman negro.

1064Pinta el blanco negro al diablo,Y el negro, blanco lo pinta;Blanca la cara o retintaNo habla en contra ni en favor:De los hombres el CriadorNo hizo dos clases distintas.

1065Y después de esta alvertenciaQue al presente viene al pelo,Veré, señores, si puedo,Sigún mi escaso saber,Con claridá responderCuál es el canto del cielo.1066Los cielos lloran y cantanHasta en el mayor silencio:Lloran al cair el rocíoCantan al silbar los vientosLloran cuando cain las aguas.Cantan cuando brama el trueno.

MARTIN FIERRO

1067Dios hizo al blanco y al negroSin declarar los mejores;Les mandó iguales dolores

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Bajo de una mesma cruz;Mas también hizo la luzPa distinguir los coIores.

1068Ansi, ninguno se agravie;No se trata de ofender,A todo se ha de ponerEl nombre con que se llama,Y a naides le quita famaLo que recibio al nacer.

1069Y ansí me gusta un cantorQue no se turba ni yerra;Y si en tu saber se encierraEl de los sabios projundos;Decíme cual en el mundoEs el canto de la tierra.

EL MORENO

1070Es pobre mi pensamiento,Es escasa mi razón,Mas pa dar contestaciónMi inorancia no se arredra:También da chispas la piedraSi la golpia el eslabón.

1071Y le daré una respuestaSigún mis pocos alcances:Forman un canto en la tierraEl dolor de tanta madre,El gemir de los que muerenY el llorar de los que nacen.

MARTIN FIERRO

1072Moreno, alvierto que traisBien dispuesta la garganta;Sos varón, y no me espantaVerte hacer esos primores;En los pájaros cantoresSolo el macho es el que canta.

1073Y ya que al mundo vinistesCon el sino de cantar,No te vayás a turbar,No te agrandés ni te achiques;Es preciso que me expliquesCuál es el canto del mar.

EL MORENO

1074A los pájaros cantoresNinguno imitar pretiende;De un don que de otro dependeNaides se debe alabar,Pues la urraca apriende a hablar,Pero sólo la hembra apriende.

1075Y ayúdame, ingenio mío,

Para ganar esta apuesta;Mucho el contestar me cuesta.Pero debo contestar;Yoy a decir en respuestaCuál es el canto del mar.

1076Cuando la tormenta brama,El mar, que todo lo encierra,Canta de un modo que aterra,Corno si el mundo temblara:Parece que se quejaraDe que lo estreche la tierra.

MARTIN FIERRO

1077Toda tu sabiduríaHas de mostrar esta vez;Ganarás sólo que estésEn baca con algún santo.La noche tiene su canto,Y me has de decir cuál es.

EL MORENO

1078No galope, que hay aujeros,Le dijo a un guapo un prudenteLe contestó humildemente:La noche por cantos tieneEsos ruidos que uno sienteSin saber por dónde vienen.

1079Son los secretos misteriosQue las tinieblas esconden;Son los ecos que respondenA la voz del que da un grito;Como un lamento infinitoQue viene no sé de dónde.

1080A las sombras sólo el solLas penetra y las impone;En distintas direccionesSe oyen rumores inciertos:Son almas de los que han muerto,Que nos piden oraciones.

MARTIN FIERRO

1081Moreno, por tus respuestasYo te aplico el cartabón,Pues tenés desposiciónY sos estruido, de yapa:Ni las sombras se te escapanPara dar esplicación.

1082Pero cumple su deberEl lial diciendo lo cierto,Y, por lo tanto, te alviertoQue hemos de cantar los dos,Dejando en la paz de DiosLas almas de los que han muerto.

1083Y el consejo del prudenteNo hace falta en la partida;Siempre ha de ser comedidaLa palabra de un cantor.Y aura quiero que me digasDe dónde nace el amor.

EL MORENO

1084A pregunta tan escuraTrataré de responder,Aunque es mucho pretenderDe un pobre negro de estancia,Mas conocer su inoranciaEs principio del saber.

1085Ama el pájaro en los airesQue cruza por donde quiera,Y si al fin de su carreraSe asienta en alguna rama,Con su alegre canto llamaA su amante compañera.

1086La fiera ama en su guarida,De la que es rey y señor;Allí lanza con jurorEsos bramidos que espantan,Porque las fieras no cantan:Las fieras braman de amor.

1087Ama en el fondo del marEl pez de lindo color;Ama el hombre con ardor;Ama todo cuanto vive:De Dios vida se recibe,Y donde hay vida, hay amor.

MARTIN FIERRO

1088Me gusta, negro ladino,Lo que acabás de esplicar;Ya te empiezo a respetar;Aundue al principio me rei,Y te quiero preguntarLo que entendés por la ley.

EL MORENO

1089Hay muchas dotoreríasQue yo no puedo alcanzar;Dende que aprendí a inorarDe ningún saber me asombro,Mas no ha de llevarme al hombroQuien me convide a cantar.

1090Yo no soy cantor ladinoY mi habilidá es muy poca;Más cuando cantar me tocaMe defiendo en el combate,Porque soy como los mates:

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Sirvo si me abren la boca.

1091Dende que elige a su gusto,Lo más espinoso elige;Pero esto poco me afligeY le contesto a mi modo:La ley se hace para todos,Mas sólo al pobre le rige.

1092La ley es tela de araña—En mi inorancia lo esplico—.No la tema el hombre rico;Nunca la tema el que mande;Pues la ruempe el bicho grandeY sólo enrieda a los chicos.

1093Es la ley como la lluvia:Nunca puede ser pareja;El que la aguanta se queja,Pero el asunto es sencillo:La ley es como el cuchillo:No ofiende a quien lo maneja.

1094Le suelen llamar espadaY el nombre le viene bien;Los que la gobiernan venA dónde han de dar el tajo:Le cai al que se halla abajoY corta sin ver a quién.

1095Hay muchos que son dotores,Y de su cencia no dudo;Mas yo soy un negro rudoY aunque de esto poco entiendo,Estoy diariamente viendoQue aplican la del embudo.

MARTIN FIERRO

1096Moreno, vuelvo a decirte:Ya conozco tu medida;Has aprovechao la vida,Y me alegro de este encuentro;Ya veo que tenés adentroCapital pa esta partida.

1097Y aura te voy a decir;Porque en mi deber está(Y hace honor a la verdáQuien a la verdá se duebla)Que sos por juera tinieblasY por dentro claridá.

1098No ha de decirse jamásQue abusé de tu pacencia,Y en justa correspondencia,Si algo querés preguntar,Podés al punto empezar,Pues ya tenés mi licencia.

EL MORENO

1099No te trabes lengua mía;No te vayas a turbar;Nadie acierta antes de errar,Y, aunque la fama se juega,El que por gusto navegaNo debe temerle al mar.

1100Voy a hacerle mis preguntas,Ya que a tanto nne convida,Y vencerá en la partidaSi una esplicación me daSobre el tiempo y la medida,El peso y la cantidá.

1101Suya sera la vitoriaSi es que sabe contestar;Se lo debo declararCon claridá, no se asombre,Pues hasta aura ningún hombreMe lo ha sabido esplicar.

1102Quiero saber y lo inoro,Pues en mis libros no está-Y su respuesta vendráA servirme de gobierno-,Para que fin el EternoHa criado la cantidá.

MARTIN FIERRO

1103Moreno, te dejas cairComo carancho en su nido;Ya veo que sos prevenido,Mas también estoy dispuesto;Veremos si te contestoY si te das por vencido.

1104Uno es el sol, uno el mundo,Sola y única es la lunaAnsí han de saber que DiosNo crió cantidá ninguna.

1105El ser de todos los seresSolo formo la unidá;Lo demás lo ha criado el hombreDespués que aprendió a contar.

EL MORENO

1106Verernos si a otra preguntaDa una respuesta cumplida:EI ser que Ha criado la vidaLo ha de tener en su archivo,Mas yo inoro que motivoTuvo al formar la medida.

MARTIN FIERRO

1107Escuchá con atenciónLo que en mi inorancia arguyo:La medida la inventóEl hombre para bien suyo;

1108Y la razón no te asombre,Pues es fácil presumir:Dios no tenía que medirSino la vida del hombre.

EL MORENO

1109Si no falla su saberPor vencedor lo confieso;Debe aprender todo eso

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Quien a cantar se dedique;Y aura quiero que me espliqueLa que significa el peso.

MARTIN FIERRO

1110Dios guarda entre sus secretosEl secreto que eso encierra,Y mandó que todo pesoCayera siempre en la tierra;

1111Y sigún compriendo yo,Dende que hay bienes y males,Jué el peso para pesarLas culpas de los mortales.

EL MORENO

1112Si responde a esta preguntaTengase por vencedor(Doy la derecha al mejor);Y respóndame al momento:¿Cuándo formó Dios el tiempoY por que lo dividió?

MARTIN FIERRO

1113Moreno, voy a decir,Sigún mi saber alcanza:El tiempo sólo es tardanzaDe lo que está por venir;

1114No tuvo nunca principioNi jamás acabará,Porque el tiempo es una rueda.Y rueda es eternidá.

1115Y si el hombre lo divide,Sólo lo hace, en mi sentir,Por saber lo que ha vividoO le resta que vivir.

1116Ya te he dado mis respuestas,Mas no gana quien despunta;Si tenés otra preguntaO de algo te has olvidao,Siempre estoy a tu mandaoPara sacarte de dudas.

1117No procedo por soberbiaNi tampoco por jactancia,Mas no ha de faltar costanciaCuando es preciso luchar;Y te convido a cantarSobre cosas de la estancia.

1118Ansi prepará, moreno,Cuanto tu saber encierre,

Y sin que tu lengua yerre,Me has de decir lo que empriende;El que del tiempo depende,En los meses que train erre.

EL MORENO

1119De la inorancia de naidesNinguno debe abusar;Y aunque me puede doblarTodo el que tenga más arte,No voy a ninguna parteA dejarme machetiar.

1120He reclarao que en leturasSoy redondo como jota;No avergüence mi redota,Pues con claridá le digo:No me gusta que conmigoNaides juegue a la pelota.

1121Es güena ley que el más lerdoDebe perder la carrera;Ansí le pasa a cualquiera,Cuando en competencia se hallaUn cantor de media tallacon otro de talla entera.

1122¿No han visto en medio del campoAl hombre que anda perdido,Dando güeltas afligido,Sin saber donde rumbiarAnsí le suele pasarA un pobre cantor vencido.

1123También los árboles crujenSi el ventarrón los azota,Y si aquí mi queja brotaCon amargura, consisteEn que es muy larga y muy tristeLa noche de la redota.

1124Y dende hoy en adelante,Pongo de testigo al CieloPara decir sin receloQue, si mi pecho se inflama.No cantaré por la famaSino por buscar consuelo.

1125Vive ya desesperaoQuien no tiene qué esperar;A lo que no ha de durarNingún cariño se cobre;Alegrías en un pobreSon anuncios de pesar.

1126Y este triste desengañoMe durará mientras viva;Aunque un consuelo recibaJamás he de alzar el vuelo:

Quien no nace para el cieloDe balde es que mire arriba.

1127Y suplico a cuantos me oiganQue me permitan decirQue, al decidirme a venir,No sólo jué por cantar,Sino porque tengo a másOtro deber que cumplir.

1128Ya saben que de mi madreJueron diez los que nacieron,Mas ya no esiste el primeroY mas querido de todos:Murió por injustos modosA manos de un pendenciero.

1129Los nueve hermanos restantesComo güerfanos quedamos;Dende entonces lo lloramosSin consuelo, creanmeló,Y al hombre que lo mató,Nunca jamás lo encontramos.

1130Y queden en paz los güesosDe aquel hermano querido;A moverlos no he venido,Mas, si el caso se presienta,Espero en Dios que esta cuentaSe arregle como es debido.

1131Y si otra ocasión payamosPara que esto se complete,Por mucho que lo respete,Cantaremos, si le gusta,Sobre las muertes injustas.Que algunos hombres cometen.

1132Y aquí, pues, señores míos,Diré, como en despedida,Que todavía andan con vidaLos hermanos del dijunto,Que recuerdan este asuntoY aquella muerte no olvidan.

1133Y es misterio tan projundoLo que está por suceder,Que no me debo meterA echarla aquí de adivino;Lo que decida el destinoDespués lo habran de saber.

MARTIN FIERRO

1134Al fin cerrastes el picoDespués de tanto charlar;Ya empezaba a maliciar,Al verte tan entonao,Que traías un embuchaoY no lo querías largar.

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1135Y ya que nos conocemos,Basta de conversación;Para encontrar la ocasiónNo tienen que darse priesa;Ya conozco yo que empiezaOtra clase de junción.

1136Yo no sé lo que vendrá;Tampoco soy adivino;pero firme en mi caminoHasta el fin he de seguir:Todos tienen que cumplirCon la ley de su destino.

1137Primero jué la fronteraPor persecución de un juez;Los indios jueron después,Y, para nuevos estrenos,Aura son estos morenosPa alivio de mi vejez.

1138La madre echó diez al mundo,Lo que cualquiera no hace,Y tal vez de los diez paseCon iguales condiciones:La mulita pare nones,Todos de la mesma clase.

1139A hombre de humilde colorNunca sé facilitar;Cuando se llega a enojarSuele ser de mala entraña:Se vuelve como la araña,Siempre dispuesta a picar.

1140Yo he conocido a toditosLos negros mas peliadores;Había algunos superioresDe cuerpo y de vista... ¡ahijuna!Si vivo, les daré una...Historia de las mejores.

1141Mas cada uno ha de tirarEn el yugo en que se vea;Yo ya no busco peleas,Las contiendas no me gustan,Pero ni sombras me asustanNi bultos que se menean.

1142La creia ya desollada,Mas todavía falta el rabo,Y por lo visto no acaboDe salir de esta jarana;Pues esto es lo que se llamaRemacharsele a uno el clavo.

XXXI

1143Y después de estas palabrasQue ya la intención revelan,Procurando los presentesQue no se armara pendencia,Se pusieron de por medioY la cosa quedó quieta.Martín Fierro y los muchachos,Evitando la contienda,Montaron y paso a paso,Como el que miedo no lleva,A la costa de un arroyoLlegaron a echar pie a tierra.Desensillaron los pingosY se sentaron en rueda,Refiriéndose entre síInfinitas menudenciasPorque tiene muchos cuentosY muchos hijos la ausiencia.Allí pasaron la nocheA la luz de las estrellas,Porque ese es un cortinaoQue lo halla uno donde quiera,Y el gaucho sabe arreglarseComo ninguno se arregla:El colchón son las caronas,El lomillo es cabecera,El cojinillo es blanduraY con el poncho o la jerga;Para salvar del rocío,Se cubre hasta la cabeza.Tiene su cuchillo al lado-Pues la precaución es güena-,Freno y rebenque a la mano,Y, teniendo el pingo cerca,Que pa asigurarlo bienLa argolla del lazo entierra—Aunque el atar con el lazoDa del hombre mala idea—,Se duerme ansí muy tranquiloTodita la noche entera;Y si es lejos del camino,Como manda la prudencia,Mas siguro que en su ranchoUno ronca a pierna sueltaPues en el suelo no hay chincheY es una cuja cameraQue no ocasiona disputasY que naides se la niega.Ademas de eso, una nocheLa pasa uno como quiera,Y las va pasando todasHaciendo la mesma cuenta;Y luego los pajaritosAl aclarar lo dispiertan,Porque el sueño no lo agarraA quien sin cenar se acuesta.Ansí, pues, aquella nocheJué para ellos una fiesta,Pues todo parece alegreCuando el corazón se alegra.No pudiendo vivir juntosPor su estado de pobreza,Resolvieron separarseY que cada cual se juera

A procurarse un refugioQue aliviara su miseria.Y antes de desparramarsePara empezar vida nueva,En aquella soledáMartín Fierro, con prudencia,A sus hijos y al de CruzLes habló de esta manera:

XXXII

1144-Un padre que da consejosMás que padre es un amigo;Ansi como tal les digoQue vivan con precaución:Naides sabe en que rincónSe oculta el que es su enemigo.

1145Yo nunca tuve otra escuelaQue una vida desgraciada:No estrañen si en la jugadaAlguna vez me equivoco,Pues debe saber muy pocoAquel que no aprendió nada.

1146Hay hombres que de su cenciaTienen la cabeza llena;Hay sabios de todas menas,Mas digo, sin ser muy ducho:Es mejor que aprender muchoEl aprender cosas gúenas.

1147No aprovechan los trabajosSi no han de enseñarnos nada;El hombre, de una mirada,Todo ha de verlo al momento:El primer conocimientoEs conocer cuándo enfada.

1148Su esperanza no la cifrenNunca en corazón alguno;En el mayor infortunioPongan su confianza en Dios;De los hombres, sólo en uno;Con gran precaución en dos.

1149Las faltas no tiene límitesComo tienen los terrenos;Se encuentran en los mas güenos,Y es justo que les prevenga:Aquel que defetos tenga,Disimule los ajenos.

1150Al que es amigo, jamásLo dejen en la estacada,Pero no le pidan nadaNi lo aguarden todo de el:Siempre el amigo más fielEs una conducta honrada.

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1151Ni el miedo ni la codiciaEs güeno que a uno le asalten,Ansi, no se sobresaltenPor los bienes que perezcan;Al rico nunca le ofrezcanY al pobre jamás le falten.

1152Bien lo pasa, hasta entre pampas,El que respeta a la gente;El hombre ha de ser prudentePara librarse de enojos:Cauteloso entre los flojos,Moderado entre valientes.

1153El trabajar es la ley,Porque es preciso alquirir;No se espongan a sufrirUna triste situación:Sangra mucho el corazónDel que tiene que pedir.

1154Debe trabajar el hombrePara ganarse su pan;Pues la miseria, en su afánDe perseguir de mil modos,Llama en la puerta de todosY entra en la del haragán.

1155A ningún hombre amenacen,Porque naides se acobarda;Poco en conocerlo tardaQuien amenaza imprudente:Que hay un peligro presenteY otro peligro se aguarda.

1156Para vencer un peligro,Salvar de cualquier abismo-Por esperencia lo afirmo-,Más que el sable y que la lanzaSuele servir la confianzaQue el hombre tiene en si mismo.

1157Nace el hombre con la astuciaQue ha de servirle de guía;Sin ella sucumbiría:Pero, sigún mi esperencia,Se vuelve en unos prudenciaY en los otros picardía.

1158Aprovecha la ocasiónEl hombre que es diligente;Y, tenganló bien presente:Si al compararla no yerro,La ocasión es como el fierro:Se ha de machacar caliente.

1159Muchas cosas pierde el hombreQue a veces las vuelve a hallar;Pero les debo enseñar,

Y es gúeno que lo recuerden:Si la verguenza se pierde,Jamás se vuelve a encontrar.

1160Los hermanos sean unidosPorque ésa es la ley primeraTengan unión verdaderaEn cualquier tiempo que sea,Porque, si entre ellos pelean,Los devoran los de ajuera.

1161Respeten a los ancianos:El burlarlos no es hazaña;Si andan entre gente estrañaDeben ser muy precavidos,Pues por igual es tenidoQuien con malos se acompaña.

1162La cigüeña, cuando es vieja,Pierde la vista, y procuranCuidarla en su edá maduraTodas sus hijas pequeñas:Apriendan de las cigüeñasEste ejemplo de ternura.

1163Si les hacen una ofensa,Aunque la echen en olvido,Vivan siempre prevenidos;Pues ciertamente sucedeQue hablará muy mal de ustedesAquel que los ha ofendido.

1164El que obedeciendo viveNunca tiene suerte blanda,Mas con su soberbia agrandaEl rigor en que padece:Obedezca al que obedeceY será gúeno el que manda.

1165Procuren de no perderNi el tiempo ni la vergüenza;Como todo hombre que piensa,Procedan siempre con juicio;Y sepan que ningún vicioAcaba donde comienza.

1166Ave de pico encorvadoLe tiene al robo afición;Pero el hombre de razónNo roba jamás un cobre,Pues no es vergúenza ser pobreY es vergúenza ser ladrón.

1167El hombre no mate al hombreNi pelé por fantasía;Tiene en la desgracia míaUn espejo en que mirarse;Saber el hombre guardarseEs la gran sabiduría.

1168La sangre que se redamaNo se olvida hasta la muerte;La impresión es de tal suerte,Que, a mi pesar, no lo niego,Cai como gotas de juegoEn la alma dei que la vierte.

1169Es siempre, en toda ocasión,El trago el pior enemigo;Con cariño se los digo,Recuérdenlo con cuidado:Aquel que ofiende embriagadoMerece doble castigo.

1170Si se arma algun revolutis,Siempre han de ser los primeros,No se muestren altaneros,Aungue la razón les sobre:En la barba de los pobresAprienden pa ser barberos.

1171Si entriegan su corazónA alguna mujer querida,No le hagan una partidaQue la ofienda a la mujer:Siempre los ha de perderUna mujer ofendida.

1172Procuren, si son cantores,El cantar con sentimiento,Ni tiemplen el estrumentoPor sólo el gusto de hablar,Y acostúmbrense a cantarEn cosas de jundamento.

1173Y les doy estos consejosQue me ha costado alquirirlos,Porque deseo dirigirlos;Pero no alcanza mi cenciaHasta darles la prudenciaQue precisan pa seguirlos.

1174Estas cosas y otras muchasMedité en mis soledades;Sepan que no hay falsedadesNi error en estos consejos:Es de la boca del viejoDe ande salen las verdades.

XXXIII

1175Después a los cuatro vientosLos cuatro se dirigieron;Una promesa se hicieronQue todos debían cumplir;Mas no la puedo decirPues secreto prometieron.

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1176Les alvierto solamente-Y esto a ninguno le asombre,Pues muchas veces el hombreTiene que hacer de ese modo-;Convinieron entre todosEn mudar allí de nombre.

1177Sin ninguna intención malaLo hicieron, no tengo duda;Pero es la verdá desnuda—Siempre suele suceder—:Aquel que su nombre mudaTiene culpas que esconder.

1178Y ya dejo el estrumentoCon que he divertido a ustedes;Todos conocerlo puedenQue tuve costancia suma:Este es un botón de plumaQue no hay quien lo desenriede.

1179Con mi deber he cumplido,Y ya he salido del paso;Pero diré, por si acaso,Pa que me entiendan los criollos:Todavía me quedan rollosPor si se ofrece dar lazo.

1180Y con esto me despidoSin espresar hasta cuándo;Siempre corta por lo blandoEl que busca lo siguro,Mas yo corto por lo duro,Y ansí he de seguir cortando.

1181Vive el águila en su nido,El tigre vive en su selva,El zorro en la cueva ajena,Y, en su destino incostante,Solo el gaucho vive erranteDonde la suerte lo lleva.

1182Es el pobre en su orfandáDe la fortuna el desecho,Porque naides toma a pechosEl defender a su raza:Debe el gaucho tener casa,Escuela, iglesia y derechos.

1183Y han de concluir algún díaEstos enriedos maaditos;La obra no la facilitoPorque aumentan el fandangoLos que están, como el chimangoSobre el cuero y dando gritos.1184Mas Dios ha de permitirQue esto llegue a mejorar;Pero se ha de recordar,Para hacer bien el trabajo,

Que el juego, pa calentar,Debe ir siempre por abajo.

1185En su ley está el de arribaSi hace lo que le aproveche;De sus favores sospecheHasta el mesmo que lo nombraSiempre es dañosa la sombraDel árbol que tiene leche.

1186Al pobre, al menor descuido,Lo levantan de un sogazo,Pero yo compriendo el casoY esta consecuencia saco:El gaucho es el cuero flaco:Da los tientos para el lazo.

1187Y en lo que esplica mi lenguaTodos deben tener fé;Ansí; pues, entiendanmé,Can codicias no me mancho:No se ha de llover el ranchoEn donde este libro esté.

1188Permítanme descansar,¡Pues he trabajado tanto!En este punto me plantoY a continuar me resisto:Estos son treinta y tres cantos,Que es la mesma edá de Cristo.

1189Y guarden estas palabrasQue les digo al terminar:En mi obra he de continuarHasta dárselas concluida,Si el ingenio o si la vidaNo me llegan a faltar.

1190Y si la vida me falta,Tenganló todos por ciertoQue el gaucho, hasta en el desierto,Sentirá en tal ocasiónTristeza en el corazón,Al saber que yo estoy muerto.

1191Pues son mis dichas desdichasLas de todos mis hermanos;Ellos guardaran ufanosEn su corazón mi historia:Me tendrán en su memoriaPara siempre mis paisanos.

1192Es la memoria un gran don,Calidá muy meritoria;Y aquellos que en esta historiaSospechen que les doy palo,Sepan que olvidar lo maloTambién es tener memoria.

1193Mas naides se crea ofendidoPues a ninguno incomodo,Y si canto de este modo,Por encontrarlo oportuno,NO ES PARA MAL DE NINGUNOSINO PARA BIEN DE TODOS.

Ilustraciones de Juan C. Castagninoextraídas de la versión publicadapor E.U.D.E.B.A en 1962. © 1962