Upload
joserutts
View
221
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
1/21
Jos Miguel Bearan Ordeana
Autobiografa poltica
PRESENTACION A LA 1ra EDICION
ELECTRONICA POR LA RED VASCA
ROJA
Autobiografa poltica de Jos Miguel Bearan
Ordeana ("Argala") incluye un relato de los avatares
de ETA en los aos sesenta y primeros setenta y su
decisiva aportacin terica sobre la integracin en una
sola de las luchas por la independencia de Euskal
Herria y por la revolucin socialista.
Apareci por primera vez en 1977 impreso en
francs el muy importante texto al que, para su edicin
electrnica, la RED VASCA ROJA ha dado el ttulo
que figura ms arriba.
Lo hizo como el prlogo de la obra de Jokin
Apalategititulada Nati onal isme et question nationale
au Pays Basque 1830-1976. PNV, ETA, ENBATA .
Editada por ELKAR en Bayona. El 1 de diciembre de
1978 Jokin Apalategi firma en Biarritz su propio
prlogo a la traduccin castellana de su obra
explicando que ha aadido dos captulos y que ha
cambiado el nombre. Esa traduccin castellana aparece
impresa en 1979 con el ttulo Los vascos de la nacin
al Estado. P.N.V., E.T.A, ENBATA. Editada tambin
por ELKAR, en la portada se anuncia Prlogo Jos
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
2/21
Miguel Bearan Or deana. Ese prlogo es el texto
que aqu transcribimos.
ARGALA muri siendo miembro de la direccin
de ETA. Lo hizo el 21 de diciembre de 1978 en
Anglet, cerca de Bayona, en la explosin de una
bomba colocada en su coche por mercenarios
contratados y pagados por la Presidencia del Gobierno
de Espaa (Servicio Central de Documentacin,
SECED, creado por el almirante Carrero Blanco).
Mercenarios dirigidos por Jean Pierre Cherid, pieza
clave en las distintas organizaciones que el Gobierno
de Espaa ha utilizado en su "guerra sucia" contra
Euskal Herria, desde el Batalln Vasco Espaol (BVE)
a los Grupos Antiterroristas de Liberacin
(GAL). ARGALA era objetivo prioritario marcado a
los mercenarios por sus jefes espaoles por su papel
dirigente en ETA y en venganza por haber sido quien
accion la carga explosiva que el 20 de diciembre de
1973 vol por los aires al almirante Carrero Blanco,
entonces Presidente del Gobierno de Espaa.
ARGALA, siguiendo la mejor tradicin marxista,
fue un terico clave para ETA y para todo el
Movimiento de Liberacin Nacional Vasco
precisamente porque fue un militante y dirigente clave
en la prctica revolucionaria. En un mensaje grabado
dos das antes de su muerte para las Gestoras Pro
Amnista de su Arrigorriaga natal ARGALA deca:
"Se grita ETA HERRIA ZUREKIN (ETA, el pueblo
est- contigo) y yo no creo que ese hrito sea negativo
en la medida en que con ello no se trate de que ETA
solucione los problemas de todos. Que evidentemente
no puede solucionarlos. Este grito es positivo en tanto
que sirve para que los militantes de ETA vean que
gran parte del pueblo est con ella y comparte sus
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
3/21
objetivos, que no estn solos. Pero ni ETA ni Herri
Batasuna ni KAS ni ninguna organizacin por grande
que sea puede resolver los problemas de la clase
trabajadora vasca. nicamente el pueblo trabajador
vasco puede solucionar sus problemas. Por eso yo
creo que debemos organizarnos... Slo un pueblo
organizado puede conseguir los objetivos a los que
aspira"
- La RED VASCA ROJA
Prlogo al libro de Jokin Apalategi:National isme et qu est ion nat ionale au Pays
Basque, 1830-1976
Cuando se me ha invitado a presentar este libro,consistente en un anlisis terico acerca del nacionalismo
vasco, su concepcin a travs de la historia por las
diferentes clases sociales existentes en Euskadi, su
relacin con el internacionalismo en la conciencia de la
clase obrera, me ha parecido lo ms indicado no hacer una
presentacin crtica --cada lector har sin duda la suya--,
sino un breve relato de mi experiencia poltica personal;de mi toma de contacto con la problemtica nacional
vasca y con la ms especifica de la clase de nuestro pas,
el desarrollo de esa conciencia inicial a travs de mi
actividad poltica como militante de ETA en Euskadi
peninsular y posteriormente como refugiado vasco en
Euskadi continental.
Tratando de evitar que el objetivo de este relato puedaser mal interpretado, debo aclarar que, desde luego, no
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
4/21
consiste en dar a conocer mi biografa, sino tratar de
aportar al lector un elemento de juicio vivencial --ni ms
valido, ni menos que el de cualquier otro vasco-- en un
intento de enriquecer con datos de la experiencia el
trabajo terico realizado por Jokin Apalategi.
Tampoco pretendo en modo alguno que mi experiencia
personal sea susceptible de extensin a otras personas, por
mucho que su evolucin se haya podido producir en los
mismos cauces organizativos. Por otra parte, considero
que la experiencia slo es racionalizable cuando se ha
situado ya a cierta distancia en el pasado --e incluso en
este caso su explicacin puede ser diferente segn elmomento de la vida desde el que se la observa-- con lo
que su recuperacin para el anlisis adolecer de la
incapacidad para recoger determinadas circunstancias y
elementos causales que se perdieran en el olvido sin tomar
conciencia de ellos.
Nac en Arrigorriaga en 1949. Arrigorriaga --cuando yo
resida en ella-- era una localidad con una poblacin quecalculo en 8.000 habitantes, de los que una buena parte
son inmigrantes de diferentes regiones y pueblos del
Estado espaol. Prxima a la zona euskaldun del valle de
Arratia, giraba no obstante exclusivamente en la rbita de
la industriosa y comercial villa de Bilbao y sus
alrededores, fuertemente integrada de emigrantes, por sta
y otras razones histricas, de habla casi totalmente
castellana. Debido a ello, Arrigorriaga,fundamentalmente, era tambin de lengua castellana. El
euskara era, hasta hace unos doce aos, un idioma en vas
de desaparicin; conocido casi exclusivamente por el
reducidsimo sector de los baserritarras, probablemente lo
utilizaban en sus hogares, pero, por lo menos los jvenes,
se avergonzaban de hablarlo fuera de ellos., El
conocimiento del euskara era, pues, ms una causa de
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
5/21
complejo de inferioridad que una razn para la afirmacin
nacional como pueblo diferenciado.
Mi padre, nacido en la misma localidad, era de origen
obrero; trabajador desde la infancia y durante misprimeros seis aos de vida trabajador y copropietario,
junto con sus hermanos, de un pequeo negocio de
carpintera que utilizaba un solo asalariado, quien,
frecuentemente, fuera de horas de trabajo conviva con
ellos en rgimen familiar.Mi padre, hijo de euskaldunes,
desconoca por completo el euskara. Mi madre, de origen
baserritarra, se vio obligada, tambin desde nia, a acudir
a las grandes villas a ofrecer sus servicios como "femmede menage", trabajo que realiz hasta su matrimonio.
Vasco-parlante, no s si por necesidades de convivencia
con mi padre y su familia --todos habitaban una sola
vivienda-- o por un complejo de inferioridad muy
extendido por aquel tiempo entre los vasco-parlantes --
probablemente por ambas razones--, utilizaba en casa
nicamente el castellano, por lo que hasta fechas recientes
he desconocido el euskara.
Siendo nio an, fortuitamente --mediante la lotera--,
mi padre consigui cierta cantidad de dinero, suficiente
como para iniciar por su cuenta la construccin de
viviendas, convirtindose de este modo en pequeo
industrial de la construccin, nivel social en el que habra
de permanecer hasta el da de su muerte.
Un factor fundamental durante mucho tiempo en mi
educacin seria la enseanza recibida en la escuela.
Estudiaba con admiracin las hazaas de los
conquistadores espaoles y las llamadas cruzadas,
considerando la perdida del imperio espaol como el
lamentable resultado de un cmulo de injusticias
histricas realizadas por otras naciones como Inglaterra o
Francia. Jos Antonio Primo de Rivera --fundador de laFalange-- era considerado por m como hroe nacional, y
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
6/21
los rojos, como se denominaba en los libros de historia a
todos los enemigos del franquismo, una horda de ateos,
violadores y asesinos.
La cuestin nacional vasca jamas llegu a plantermelaen la infancia de un modo positivo, si bien la conoca por
mi padre y sus audiciones nocturnas de una emisora de
radio prohibida cuyas emisiones quedaban semiahogadas
en una mar de ruidos y pitidos que las convertan casi en
ininteligibles.
Mi padre era patriota vasco, simpatizante del P.N.V., y
yo patriota espaol y partidario de Franco por la paz que,tras los aos de "revueltas y quemas de conventos", nos
haba dado a "todos los espaoles". Debido a ello los
enfrentamientos en casa se producan con relativa
facilidad y, si jams llegu a ser castigado a causa de
ellos, fue simplemente gracias a que mi padre comprenda
que discuta con un nio al que mejor que reprender era
dejar crecer y madurar.
Tambin mi familia paterna y sus relaciones --que
constitua mi medio ambiente-- eran casi en su totalidad
nacionalistas vascos. Con frecuencia podra sentir ese
extrao ambiente de conversaciones en la intimidad de los
hogares, en los que se citaban los nombres de Sabino
Arana, fundador del P.N.V., y Jos Antonio Aguirre, en
aquel entonces presidente del Gobierno Vasco en el exilio.
Pero todo esto, que sin darme cuenta iba impregnando misubconsciente, era incapaz de combatir la enseanza
escolar, e incluso de plantearme problemas a los que de
cualquier modo era an poco sensible por mi corta edad.
De lo que, en cambio, guardo una viva sensacin es de
la imposibilidad para relacionarme con mi abuela
materna. Ella apenas hablaba castellano y yo no conoca
el euskara por lo que nuestras conversaciones jamssuperaban de un breve intercambio de palabras sueltas.
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
7/21
Habra de morir sin que llegsemos a tener una autentica
conversacin. Recuero tambin que cuando bamos a
visitarla, mi madre hablaba en euskara con su familia sin
que yo llegase a comprender nada. Todo ello me haca
sentirme disminuido en el ambiente de aquellas
espordicas visitas, que ms tarde comprendera era el de
una gran parte de mi pueblo, la ms autntica.
Por otra parte, mi padre, a pesar de su nacionalismo
sabiniano, era un ferviente admirador de la organizacin
social de la U.R.S.S. y del comunismo en general, aunque
quiz entendido de un modo un tanto particular, Esto hizo
que los trminos socialismo y comunismo, una vezliberado del lastre educativo recibida en la escuela, me
resultaran una opcin social ms positiva que otras, a
diferencia de la herencia anticomunista que demasiados
vascos de todas las capas sociales han recibido del
nacionalismo tradicional. La dificultad para acercarme a
ellos se situaba en el terreno ideolgico, pues era
decididamente religioso.
Los amigos de mi padre eran obreros y mis amigos
hijos de obreros, por lo que se ha sido el ambiente social
en que me he desarrollado; aunque hasta la adolescencia
no haya estado capacitado para conocer la divisin de la
sociedad en clases sociales. Tampoco seran estas
relaciones las que me inclinasen a posicionarme con la
clase obrera y optar por el modelo social marxista. Creo
que mi evolucin en este sentido se produjo en dos etapas.
La primera, caracterizada por tres elementos. negacin
del individualismo pequeo-burgus, condena de la
explotacin capitalista y correspondiente afirmacin
obrerista y visin idealista de inspiracin religiosa de la
sociedad.
Recuerdo como una vivencia continuada laspreocupaciones econmicas de mi padre en el desarrollo
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
8/21
de su empresa. Para comenzar la construccin de un
edificio, dependa siempre de la venta de los locales del
anteriormente construido y de los crditos bancarios. Le
recuerdo muchas veces solo en su despacho, preocupado
hasta la angustia, cuyo contagio no poda yo evitar. Pronto
comprend que aquella competencia, aquella ley de la
selva que rige las relaciones sociales entre empresarios, no
poda aportar un mnimo de felicidad social --entendiendo
la felicidad como yo la entiendo, lgicamente--; que era
mejor colectivizar la propiedad para que los beneficios y
las preocupaciones fueran de todos. Era tan fuerte en m
esta vivencia que no recuerdo haber deseado nunca
continuar los negocios de mi padre a pesar de los
beneficios que indudablemente reportaban. Quiz tambin
yo era de animo dbil, pues otros en situacin semejante
lo han hecho.
Desde que tengo uso de razn --es un decir-- he tenido
ocasin de contemplar la explotacin de la clase obrera,
aunque sin comprenderla como tal durante mucho tiempo.
He visto trabajadores --vecinos mos-- que tras una
jornada laboral normal se vean obligados a "meter horas"
en la construccin de mi padre u otras, y todo ello
nicamente para alcanzar a sobrevivir junto con sus
familias: Hacia los diecisiete aos ingres en una
organizacin catlica, denominada Legin de Mara, uno
de cuyos objetivos era bucear en la miseria social para
consolar a quienes se vean obligados a padecerla. A
travs de mi participacin en ella, conoc lo que crea no
exista en nuestro pas, pero an desconoca los motivos
del sufrimiento que vea; lo que progresivamente se me
fue haciendo evidente es que el consuelo no quita el
hambre ni las enfermedades. nicamente con las luchas
obreras que en mitad de la dcada de los sesenta se
produjeron en mi zona, y especialmente con la huelga de
Bandas y la represin desatada durante el "estado de
excepcin" consiguiente, y la lectura de novelas sobre el
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
9/21
tema del sacerdocio obrero llegu a la comprensin de la
divisin social en clases con intereses opuestos.
Ya comprenda el problema, pero no conoca an
posibles soluciones vlidas para resolverlos. Se meescapaba el carcter antagnico del enfrentamiento
burguesa-proletariado, y en general toda la
racionalizacin de la problemtica social. Mi visin era
puramente vivencial y su interpretacin idealista. Deba
estar con el que sufra y ayudarles, deba hacer algo por
mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, pero
no alcanzaba a comprender la existencia de un modo de
produccin capitalista que causaba la explotacin de lacase obrera y la represin contra ella. Recuero que, por
ejemplo, para sensibilizar frente a la guerra del Vietnam,
ponamos en la puerta de la iglesia parroquial fotografas
de nios muertas por las bombas. Pero lo que ni yo ni mis
compaeros de aquel entonces comprendamos con todas
sus consecuencias, era que la guerra del Vietnam no era
un mal en s mismo, sino producido por el imperialismo
americano en su lucha contra las justas aspiraciones de
liberacin nacional y social del pueblo vietnamita; y que
la nica solucin posible estribaba en la derrota de las
tropas norteamericanas en aquel territorio.
Sera poco ms tarde, en una segunda etapa, cuando
habra de sufrir una profunda transformacin ideolgica
que me permitiese colocar en su lugar cada elemento del
rompecabezas, Aficionado al estudio y necesitado deracionalizar mis experiencias, de comprender el por qu
de las cosas, mi concepcin religiosa de la vida, del
hombre y de sus relaciones sociales entr en crisis, debido
a que no me era suficiente para explicar ninguno de los
problemas que se me planteaban. Comenc a estudiar la
teora marxista.
Ya para entonces se oa hablar de una nuevaorganizacin poltica patritica y socialista que luchaba
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
10/21
por la independencia de Euskadi, era E.T.A. Surgan las
Ikastolas y aparecan jvenes que cantaban en euskara. La
cuestin vasca brotaba a la luz con toda su problemtica.
Nuestro pueblo, casi aniquilado, resurga y su resurgir se
dej sentir tambin en Arrigorriaga. Comenzaron las
clases nocturnas de euskara para adultos y los vasco-
parlantes comenzaron a superar su complejo para
mostrarse orgullosos de hablar el euskara.
Como resultado de ambos factores --estudio del
marxismo y resurgir nacional vasco--, tom conciencia
clara de la existencia de Euskadi como nacin
diferenciada, integrada por siete regiones separadas porlas armas de los Estados opresores, espaol y francs; de
la divisin de la sociedad en clases enfrentadas por inters
irreconciliables; de que Euskadi misma no era una
excepcin en este sentido, comprend lo que fue la
"evangelizacin de Amrica" por los espaoles y lo que
fueron "las cruzadas", lo que fueron "los rojos" y el
"glorioso alzamiento nacional"; que no se trata de que los
ricos ayuden a los pobres, ni nicamente de que se
aumenten los salarios de la clase obrera, sino de socializar
los medios de produccin; que para lograr la solidaridad
social es precisa una profunda revolucin cultural, y que
para ello, no basta con la buena voluntad, sino que es
precisa una transformacin del modo de produccin
capitalista actualmente dominante por otro socialista; que
para ello es preciso que la clase obrera obtenga el poder
poltico; que un aparato de Estado no es neutral y que esto
obliga a la clase obrera a destruir el Estado burgus para
crear otro propio, que la burguesa recurre a las armas
cuando ve en peligro sus privilegios, lo que induce a
pensar que si la clase obrera no se plantea el problema en
trminos semejantes, tendremos ocasin de presenciar
muchas matanzas y pocas revoluciones.
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
11/21
Iniciado este proceso de comprensin, que espero jams
llegue a considerar suficientemente maduro, se me plante
la entrada en E.T.A., y acepte.
A pesar de la dificultad de las relaciones orgnicasdebida a exigencias de la clandestinidad en que deba
desarrollarse nuestra actividad poltica, mi pertenencia a
E.T.A. me permiti profundizar ms en el conocimiento
de la cuestin nacional y su relacin con la lucha de
clases. Pero fue fundamentalmente la escisin producida
en torno a la realizacin de la VI Asamblea --declarada
ilegal-- la que, obligndome a revisar todos mis
planteamientos antes de posicionarme, me permiti darlescoherencia y confirmarme en su justeza.
La tesis defendida por el grupo denominado VI
Asamblea consista en que la opresin nacional sufrida
por el Pueblo Vasco era una consecuencia histrica ms
del desarrollo social que tena como motor la lucha de
clases. En el proceso de consolidacin del modo de
produccin capitalista, las burguesas de los Estadosespaol y francs, buscando el dominio de mercados lo
ms amplios posible, haban separado Euskadi en dos
pedazos y, tratando de homogeneizar sus respectivos
mercados, tanto a nivel jurdico como lingstico, haban
destruido la peculiar organizacin jurdica vasca e
intentado aniquilar la lengua, imponiendo por contra las
culturas castellana y francesa, que de este modo se
convertirn no slo en dominantes, sino en las nicaspermitidas. Superado el modo de produccin capitalista, y
no teniendo los trabajadores espaoles y franceses --nueva
clase hegemnica-- ningn inters en mantener la
opresin del Pueblo Vasco, sta automticamente tendera
a desaparecer. Por lo tanto, el objetivo principal lo
constitua el triunfo de la revolucin socialista a nivel de
los Estados espaol y francs. Para lograrlo lo antes
posible, era necesario unificar a los trabajadores a nivel de
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
12/21
Estado ya que es a este nivel al que se desarrolla la lucha
de clases de un modo diferenciado. E.T.A. haba
defendido siempre la independencia de Euskadi y, segn
VI Asamblea, esta reivindicacin divida a los
trabajadores vascos, por lo tanto, era preciso abandonarla
y posicionarse por la autodeterminacin nacional sin
adoptar opcin concreta alguna respecto a ella. La opcin
independentista, no slo era contrarevolucionaria en
cuanto que sembraba la divisin en el seno de la clase
obrera y frenaba el proceso revolucionario, sino que
adems era pequeo-burguesa por cuanto representaba el
intento de la pequea burguesa vasca de convertirse en
clase hegemnica del nuevo vasco a crear; intento por otra
parte banal, visto el punto al que haba llegado el proceso
de desarrollo histrico. La opcin independentista era,
pues, reaccionaria adems. Curiosamente --por lo
repetitivo-- y coincidiendo con esta tesis, se planteaba la
lucha armada como un mtodo elitista y de ambiciones
mesinicas que, intentando sustituir al necesario
protagonismo de las masas obreras, no representaba sino
la expresin de una pequea-burguesa que se revolva
desesperadamente contra su inexorable marginamiento
histrico. Siguiendo este esquema --y aunque jams fuera
dicho--, E.T.A. no representaba sino la versin anti-
franquista, y por ello radical, de la poltica pequeo-
burguesa del P.N.V.; y en definitiva, una organizacin
llamada a ser asimilada por dicho partido una vez
alcanzada la democracia poltica, si esto llegaba aproducirse.
Estando de acuerdo con su anlisis acerca del origen de
la opresin del Pueblo Vasco, rechazaba por completo las
consecuencias que de dicho anlisis extraan. Su esquema,
copia exacta del aplicado por Lenin en la U.R.S.S., lo
encontraba errneo en Euskadi. Los pueblos, y dentro de
ellos cada sector, no optan en un momento, sino
continuamente en un proceso a lo largo del cual pueden
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
13/21
cambiar sus opciones si as lo aconsejase la realidad
circundante. No era el Estado dictatorial franquista con su
acerbo centralismo e imperialismo espaol la nica causa
de la existencia de la opcin independentista, sino tambin
la incomprensin histricamente demostrada por los
partidos obreros espaoles frente a la cuestin vasca. La
opcin independentista era la expresin poltica de la
afirmacin nacional de los sectores populares con
conciencia nacional que iban da a da amplindose. El
Pueblo Vasco ha tenido ocasin de comprobar a lo largo
de la historia que una revolucin socialista a nivel de
estado no es la solucin automtica de su opresin
nacional; que los partidos obreros espaoles estn
demasiado impregnados del nacionalismo burgus
espaol. Por otra parte, el logro de la independencia exiga
la derrota del Estado espaol por lo menos en Euskadi, es
decir, una verdadera revolucin poltica que slo poda ser
llevada a cabo por las capas populares bajo la direccin de
la clase obrera, nica capaz de asumir hoy en Euskadi con
todas sus consecuencias, la direccin de un proceso de tal
envergadura. Precisamente, este asumir la cuestin vasca
por la clase obrera es lo que ha posibilitado el
resurgimiento nacional de Euskadi.
Mis posteriores relaciones, como representante de
E.T.A., con representantes de diversos partidos obreros
revolucionarios espaoles, no sirvieron sino para
confirmar esta visin. Dichos partidos no entendan la
cuestin vasca sino como un problema, un problema
molesto que conviene hacer desaparecer. Siempre me
pareci ver que la unidad de "Espaa" era para ellos tan
sagrada como para la burguesa espaola. Jams llegaban
a entender que el carcter nacional que adoptaba la lucha
de clases en Euskadi fuese un factor revolucionario; por el
contrario, no era para ellos sino una nota discordante en el
proceso revolucionario espaol que aspiraban orquestar.
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
14/21
Con respecto a las relaciones entre Euskadi continental
y Euskadi peninsular, el exilio me ofreci la ocasin de
conocer directamente la problemtica existente. Hasta
entonces, mi opcin frente a este tema obedeca ms a
razones histricas e ideolgicas que a un conocimiento
real de la Euskadi continental actual. No obstante, la
experiencia no hizo sino confirmar mis hiptesis y
dotarlas de una base ms cientfica. Euskadi continental es
una zona de casi nula industrializacin; las bases de su
economa lo constituyen las actividades del sector
primario y las tursticas. Con una poblacin que no
sobrepasa el cuarto de milln de habitantes y marginada
completamente de los centros econmicos franceses, sufre
una aguda emigracin de mano de obra joven. Aunque el
euskara es ampliamente conocido en las zonas rurales, e
incluso algo en la costa, su participacin junto a Francia
en dos guerras de liberacin nacional contra las potencias
centrales y la inexistencia de clase social alguna capaz de
marcar una dinmica nacional propia, ha tenido como
consecuencia, que hasta hace an pocos aos la
conciencia nacional fuese propiedad exclusiva de
determinados sectores intelectuales. Pero la onda
expansiva de la lucha de Euskadi peninsular, junto a la
labor de dichos sectores intelectuales, ha producido una
toma de conciencia cada vez mayor. El Estado francs
supo ver el peligro que representaban ambos factores y
declar ilegales tanto a E.T.A. como a Enbata. Como
sucede con frecuencia en tales casos, la medida no servirasino para fortalecer el resurgimiento nacional y nuevas
organizaciones habran de brotar y extenderse, aunque
lentamente. Por otro lado, es evidente que la nica
solucin econmica viable para Euskadi continental es su
integracin con la zona peninsular donde puede encontrar
los capitales y la tecnologa de que necesita para dejar de
constituir una reserva turstica y productora de mano de
obra destinada a la emigracin A pesar de las diferenciasculturales creadas entre ambas zonas de Euskadi por dos
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
15/21
siglos de separacin forzada, la comunidad lingstica
posibilita dicha integracin Pude, pues, comprobar que, a
pesar de lo incipiente del grado de desarrollo de la
conciencia nacional en Euskadi continental, la unidad de
ambas partes de nuestro pueblo no estaba slo justificada
por razones histricas, sino tambin econmicas y que por
todas ellas era posible. Por lo tanto, ambas zonas del pas
no habran de caminar separadas en dos estrategias
correspondientes a los estados en que se hallaban
incluidas, sino que era preciso desarrollar una sola
estrategia nacional y unitaria, aunque coordinando tcticas
y etapas diferentes en correspondencia con la realidad de
cada zona.
En cuanto a la lucha armada, mi interpretacin acerca
de ella tampoco se corresponda con la realizada por VI
Asamblea. El hecho de que fuese practicada de modo
minoritario no significa en modo alguno que expresase los
intereses de la pequea-burguesa vasca. Constitua
nicamente la expresin ms radical del descontento de
las capas populares vascas y en especial de la clase obrera.
La identificacin de esta clase con quienes la practicaban
comenz a hacerse patente de modo evidente con ocasin
del juicio de Burgos en diciembre del ao 70. A partir de
entonces, no hara sino crecer. La lucha armada era
resultado de la convergencia de la opresin nacional y la
explotacin de clase que los trabajadores vascos --
entendido el trmino en el sentido ms amplio-- sufran
bajo la dictadura franquista, y no poda sino desarrollarse
en tanto sta se mantuviese. La mayor o menor
aceleracin de su proceso de desarrollo obedeca a las
condiciones de vida y formacin ideolgica histrica
respecto a ella del pueblo Vasco.
La lucha armada tampoco frenaba las labores de
organizacin de masas a otros niveles; por el contrario, al
constituirse en el peor enemigo del rgimen espaol,
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
16/21
converta el resto de formas de lucha en enemigos
secundarios y ms fciles de admitir para el franquismo.
Cierto que provocaba oleadas de represin sobre los
sectores que trataban de organizar a las masas
trabajadoras patriticas, impidiendo su organizacin; pero
ello no se deba a la lucha armada en s, sino a la unidad
orgnica que en E.T.A. se produca entre dichos sectores y
los encargados de la prctica armada.
VI Asamblea se declaraba internacionalista y tachaba a
E.T.A. de nacionalista pequeo-burguesa. Pero, qu es el
internacionalismo obrero? Ser internacionalista exige a
los trabajadores de una nacin dividida y oprimidarenegar de sus derechos nacionales para de este modo
confraternizar con los de la nacin dominante? En mi
opinin, no. Internacionalismo obrero significa la
solidaridad de clase, expresada en el mutuo apoyo, entre
los trabajadores de las diferentes naciones, pero
respetndose en su peculiar forma de ser nacional. Si las
relaciones entre las fuerzas obreras espaolas y las
patriticas vascas no han sido mejores no se debe a las
justas exigencias de estas ltimas, sino a la incomprensin
y actuacin oportunista mostrada por aqullas frente a la
cuestin nacional vasca. El internacionalismo obrero
exige que los trabajadores de la nacin polticamente ms
avanzada frenen su ritmo para ir de la mano de los de las
ms atrasadas? Si fuera as, la humanidad estara an
estancada. Si determinadas revoluciones socialistas e
innumerables luchas de liberacin nacional, de indudable
signo progresista, han podido alcanzar el xito se debe de
modo muy importante a la existencia de pases que no
entendieron de aquel modo el internacionalismo obrero. E
incluso ms, la experiencia demuestra que cada pas que
triunfa sobre el capitalismo sienta las premisas para la
extensin de la revolucin socialista mundial porque no
hay consejo ms eficaz que el ejemplo. La mejor forma de
cultivar el internacionalismo es avanzar el proceso
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
17/21
revolucionario social, all donde haya condiciones para
ello.
El sector patritico de la case obrera vasca que no
exista de modo consciente hace cuarenta aos --lo quepermiti que la direccin de la lucha nacional fuese
ejercida de modo importante por la pequea-burguesa--
exista ya en la dcada de los sesenta. La evolucin de
E.T.A. con sus bruscos saltos y desgajamientos en una y
otra direccin, no expresaba sino la bsqueda de la
afirmacin ideolgica y poltica de dicha clase en el seno
de una realidad ocupada por sectores con intereses ajenos
a ella.
La separacin de la VI Asamblea sera decisiva en este
sentido. A partir de ella, no se tratara ya de saber dnde
se estaba sino cmo haba de estarse. El que E.T.A. --
entendida ms como fenmeno poltico que como
organizacin-- no haya sido capaz, hasta fechas recientes,
de comenzar a organizar a los trabajadores patriotas
vascos de modo coherente no se debe a su, por algunospretendido, carcter pequeo-burgus, sino a la
inexperiencia poltica, lgica en un sector social que en
Euskadi acababa de tomar conciencia de su identidad y lo
tena an todo por aprender.
Precisamente la toma de conciencia de este sector
social, constituido por los trabajadores vascos con
conciencia nacional, es lo que permita pensar en Euskadicomo un marco autnomo para la revolucin socialista
que forzosamente habra de ir unida a la lucha de
liberacin nacional; con todas las dependencias respecto
al resto de los Estados espaol, francs y mundial, que
lgicamente existen.
La realidad posterior no ha hecho sino confirmar estas
hiptesis. Las luchas obreras surgidas en Euskadi hantenido siempre su lmite de generalizacin en el marco
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
18/21
geogrfico de la nacin vasca; igualmente la lucha poltica
ha tenido en Euskadi carcter diferenciado del resto de los
estados vecinos. Ello ha obligado a los partidos de
extensin estatal espaola, a considerar la conveniencia de
descentralizar sus estructuras, creando rganos de
direccin y siglas a nivel de Euskadi peninsular. Los
partidos obreros espaoles han dejado de ser el enemigo
principal del estado para que este papel fuese ocupado por
las fuerzas patriticas obreras vascas y en especial E.T.A.
Estas mismas fuerzas han servido de elemento revulsivo y
radicalizador del proceso revolucionario de todo el Estado
espaol, confirmando la justeza de la visin que E.T.A. ha
tenido del internacionalismo obrero.
A pesar de la disimilitud entre Euskadi continental y
peninsular, producida por las diferentes estructuras
socioeconmicas y de formas de padecimiento de la
opresin nacional, el proceso de aproximacin entre
ambas zonas es ya evidente --relaciones culturales,
relaciones econmicas intercooperativas, partido poltico
extendido a ambas zonas-- y su interrelacin cada da
mayor, contrarrestando la tesis de quienes las pretendan
insertar, respectivamente, en los procesos francs y
espaol e independientes entre s. Por el contrario, debido
a la interrelacin antes citada, son los mismos aparatos de
Estado espaol y francs quienes han comenzado a
unificar su lucha contra el pueblo Vasco.
Una vez iniciado el proceso de descomposicin delfranquismo., E.T.A., lejos de engrosar las filas de las
organizaciones pequeo-burguesas, ha dado lugar a la
creacin de partidos obreros; que adems estn
demostrando ser capaces de impulsar a los sectores que
representan a una prctica revolucionaria frente a la
poltica reformista de quienes siembre se han auto-
proclamado autnticos comunistas revolucionarios.
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
19/21
Hoy, frente a la doble solucin --pequeo-burguesa
vasca o socialista espaola-- que se le presentaba al
Pueblo Vasco en el primer tercio de siglo, un sector de la
clase trabajadora est en condiciones de ofrecer una
tercera va: la revolucin socialista vasca.
Tampoco debemos engaarnos: el triunfo de esta
opcin es difcil. Y sus principales obstculos --con ser
importantes-- no van a ser nicamente los partidos
burgueses --ellos slo pueden alargar la lucha-- ni la
existencia de un elevado nmero de trabajadores sin
conciencia nacional; el resurgir y extenderse de la
conciencia nacional vasca, as como su asimilacin por losinmigrantes, es un proceso largo, pero ya hoy lo
suficientemente profundo como para considerarlo
difcilmente reversible. Hoy quiz el mayor obstculo
consiste en el alto nivel de consumo existente en Euskadi
peninsular --motor del proceso revolucionario vasco--,
que puede hacernos olvidar que el objetivo de los
trabajadores vascos no es consumir lo necesario y lo
superfluo hasta el nivel de lo ridculo --y a la vez
dramtico--, sino transformar nuestras relaciones sociales
de produccin, hacindolas fraternales y solidarias, y
nuestras relaciones con los medios de produccin
apropindolos y colocndolos a nuestro servicio; decidir
qu queremos producir y cmo queremos distribuirlo;
poder pensar y relacionarnos en nuestra lengua y crear
nuestra propia cultura; en suma, ser hombres libres en un
pas libre. Esto constituye una revolucin social y, para
llevarla a cabo, es precisos que el poder poltico sea
nuestro, sin sustituismos de ninguna clase; es precisos que
se lo arrebatemos a las burguesas espaola y francesa que
hoy lo detentan; es precisa una revolucin poltica.
Por supuesto que las fuerzas polticas de la burguesa se
opondrn a ella. Pero lo ms triste seria que tambin lo
hiciesen las fuerzas polticas representativas de la clase
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
20/21
obrera espaola. Nosotros renunciamos a intentar
determinar cmo ha de configurarse el proceso
revolucionario espaol y muchos estaramos dispuestos a
ayudarles en su tarea.
Pero a cambio exigimos que a los trabajadores vascos
se nos respete el derecho a decidir ya desde hoy cmo
queremos construir el futuro, nuestro futuro.
La opcin que hoy ofrece el sector patritico de la clase
obrera vasca no es nicamente una opcin para Euskadi,
sino indirectamente tambin para los trabajadores
espaoles y franceses en cuanto que la revolucinsocialista vasca no puede sino potenciar las de sus
respectivos pases. Ella constituye la mejor aportacin que
la clase obrera vasca puede hacer a los trabajadores de
todo el mundo.
Si los partidos obreros espaoles no lo comprendiesen
as y buscasen frenar el proceso poltico vasco en un
intento de integrarlo en el de sus respectivos estados,estaran haciendo un triste favor a los trabajadores vascos
y a la clase obrera en general. La incomprensin que hasta
el presente han demostrado a las peculiaridades de la
lucha en Euskadi es consecuencia directa de su
incomprensin de la existencia misma del Pueblo Vasco.
Ella constituye precisamente el motivo de que el sector
objetiva y subjetivamente ms revolucionario de ste haya
optado por la independencia y de que todo l tenga hoyuna dinmica en ese sentido.
Entre el Pueblo Espaol hemos encontrado tambin
autnticos revolucionarios que han sabido reconocer la
existencia y los derechos de nuestra pueblo; pero
desgraciadamente muy pocos. Si los partidos obreros
espaoles hubiesen sido como ellos, quiz hoy quienes
defendemos la independencia de Euskadi hubisemosoptado por otra solucin ms unitaria. De cualquier modo,
8/13/2019 Jos Miguel Bearan Ordeana
21/21
los pueblos caminan hacia su integracin econmica y
poltica y los trabajadores debemos potenciar la
solidaridad y unidad internacionales siempre que no nos
obligue a sacrificar nuestra personalidad nacional. De ah
que, frente a la tarea de evitar enfrentamientos y borrar
suspicacias entre los trabajadores vascos y los espaoles y
franceses e iniciar un proceso de acercamiento y ayuda
mutua, han de ser estos ltimos quienes dejen de pensar
en trminos de imperio y comprendan de una vez que los
trabajadores vascos no somos espaoles ni franceses, sino
nica y exclusivamente vascos, y que lo que nos une con
ellos no es la pertenencia a una misma nacin sino a una
misma clase.
Jos Miguel Bearan Ordeana