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Julio Cesar Pachari

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vida de uno de los mas grandes delicianos, perdòn romanos. fue el fundador del imperio romano. se deshizo de sus enemigos incluido el negro buitre y el gordo panzerrata logrando consolidar un imperio que a la postre fue el mas grande de la antiguedad.

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  • Julio Csar

    Cayo Julio Csar (latn: Gaius Iulius Caesar)[nota 1](Roma, Italia, 12/13 de julio de 100 a. C.[nota 2]- ibdem,15 de marzo de 44 a. C.) fue un lder militar y poltico dela era tardorrepublicana.Nacido en el seno de la gens Julia, en una familia patriciade escasa fortuna, estuvo emparentado con algunos de loshombres ms inuyentes de su poca, como su to CayoMario, quien inuira de manera determinante en su ca-rrera poltica. En 84 a. C., a los 16 aos, el popular Cinnalo nombr amen dialis, cargo religioso del que fue re-levado por Sila, con quien tuvo conictos a causa de sumatrimonio con la hija de Cinna. Tras escapar de morir amanos de los sicarios del dictador, fue perdonado graciasa la intercesin de los parientes de su madre.[1] Traslada-do a Asia, combati en Mitilene como legatus de MarcoMinucio Termo. Volvi a Roma a la muerte de Sila en78 a. C., ejerciendo por un tiempo la abogaca. En 73 a.C. sucedi a su to Cayo Aurelio Cota como pontce,y pronto entr en relacin con los cnsules Pompeyo yCraso, cuya amistad le permitira lanzar su propia carre-ra poltica.[2] En 70 a. C. Csar sirvi como cuestor enla provincia de Hispania y como edil curul en Roma. Du-rante el desempeo de esa magistratura ofreci unos es-pectculos que fueron recordados durante mucho tiempopor el pueblo.En 63 a. C. fue elegido praetor urbanus[nota 3] al obtenerms votos que el resto de candidatos a la pretura. Ese mis-mo ao muri Quinto Cecilio Metelo Po, Pontifex Maxi-mus designado durante la dictadura de Sila, y, en las elec-ciones celebradas con objeto de sustituirle, venci Csar.Al trmino de su pretura sirvi como propretor en Hispa-nia, donde lider una breve campaa contra los lusitanos.En 59 a. C. fue elegido cnsul gracias al apoyo de susdos aliados polticos, Pompeyo y Craso, los hombres conlos que Csar form el llamado Primer Triunvirato. Sucolega durante el consulado, Bbulo, se retir a n de en-torpecer la labor de Csar, que, sin embargo, logr sacaradelante una serie de medidas legales, entre las que desta-ca una ley agraria que regulaba el reparto de tierras entrelos soldados veteranos.Tras su consulado fue designado procnsul de las provin-cias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina, esta l-tima tras la muerte de su gobernador, Cler. Su gobiernoestuvo caracterizado por una poltica muy agresiva en laque someti a prcticamente la totalidad de pueblos cel-tas en varias campaas. Este conicto, conocido comola Guerra de las Galias, naliz cuando el general repu-blicano venci en la Batalla de Alesia a los ltimos fo-cos de oposicin, liderados por un jefe arverno llama-

    do Vercingtorix. Sus conquistas extendieron el dominioromano sobre los territorios que hoy integran Francia,Blgica, Holanda y parte de Alemania. Fue el primer ge-neral romano en penetrar en los inexplorados territoriosde Britania y Germania.Mientras Csar terminaba de organizar la estructura ad-ministrativa de la nueva provincia que haba anexionadoa la Repblica, sus enemigos polticos trataban en Romade despojarle de su ejrcito y cargo utilizando el Senado,en el que eran mayora. Csar, a sabiendas de que si en-traba en la capital sera juzgado y exiliado, intent pre-sentarse al consulado in absentia, a lo que la mayora delos senadores se negaron. Este y otros factores le impul-saron a desaar las rdenes senatoriales y protagonizar elfamoso cruce del Rubicn, donde al parecer pronunci lainmortal frase Alea iacta est (la suerte est echada), ini-ciando as un conicto conocido como la Segunda GuerraCivil de la Repblica de Roma, en el que se enfrent a losoptimates,[nota 4] que estaban liderados por su viejo aliado,Pompeyo. Su victoria, basada en las derrotas que inigia los conservadores en Farsalia, Tapso yMunda, le hizo elamo de la Repblica. El hecho de que estuviera en guerracon la mitad del mundo romano no evit que se enfren-tara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de CleopatraVII en Alejandra. A su regreso a Roma se hizo nombrarcnsul y dictator perpetuusdictador vitalicio, e iniciuna serie de reformas econmicas, urbansticas y admi-nistrativas.A pesar de que bajo su gobierno la Repblica experimen-t un breve periodo de gran prosperidad, algunos sena-dores vieron a Csar como un tirano que ambicionabarestaurar la monarqua. Con el objetivo de eliminar laamenaza que supona el dictador, un grupo de senadoresformado por algunos de sus hombres de conanza comoBruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonioy Dcimo Bruto urdieron una conspiracin con el n deeliminarlo. Dicho complot culmin cuando, en los idusde marzo, los conspiradores asesinaron a Csar en el Se-nado. Su muerte provoc el estallido de otra guerra civil,en la que los partidarios del rgimen de Csar, Antonio,Octavio y Lpido, derrotaron en la doble Batalla de Fi-lipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al tr-mino del conicto, Octavio, Antonio y Lpido formaronel Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios dela Repblica, aunque, una vez apartado Lpido, nalmen-te volveran a enfrentarse en Accio, donde Octavio, here-dero de Csar, venci a Marco Antonio.Al margen de su carrera poltica y militar, Csar destaccomo orador y escritor. Redact, al menos, un tratado de

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  • 2 1 BIOGRAFA

    astronoma, otro acerca de la religin republicana roma-na y un estudio sobre el latn, ninguno de los cuales hasobrevivido hasta nuestros das. Las nicas obras que seconservan son sus Comentarios de la Guerra de las Galiasy sus Comentarios de la Guerra Civil. Se conoce el desa-rrollo de su carrera como militar y gran parte de su vidaa travs de sus propias obras y de los escritos de autorescomo Suetonio, Plutarco, Veleyo Patrculo o Eutropio.

    1 Biografa

    1.1 Primeros aosCsar naci en Roma el 12/13 de julio del ao 100 a. C.;no obstante, su fecha de nacimiento no ha sido establecidacon claridad y pudo haberse situado en algn punto entrelos aos 102 y 101 a. C.[3] Perteneci a una gens patriciala Julia que, segn la leyenda, se remontaba hastaIulo, hijo del prncipe troyano Eneas y nieto de la diosaVenus. Fue el propio Csar quin estableci la relacinentre Iulo y su familia durante el discurso que pronuncien el funeral de su ta Julia, esposa de CayoMario.[4] Conlos aos, en el apogeo de su poder, Csar iniciara en Ro-ma la construccin de un templo dedicado a su supuestaantepasada, Venus Genetrix. El patronmico Csar pareceque puede provenir de la palabra latina "caesaries", cuyosignicado es "cabellera o barba". Contrariamente a losostenido por algunos autores, la palabra cesrea no tienenada que ver con Csar, ni ste naci por medio de esaciruga.[5]

    Alumnos romanos con su pedagogo. Museo Pushkin, Mosc.

    Su padre, llamado al igual que l Cayo Julio Csar, fueun poltico poco inuyente que lleg a la pretura.[6] Suascenso a travs del cursus honorum se vio interrumpidoal morir en campaa. Su madre, llamada Aurelia, era unanoble plebeya perteneciente a una rama de la gens Au-relii, los Aurelii Cottae; familia integrante de la noblezaplebeya de rango senatorial con gran riqueza e inuencia.El historiador Tcito la compara con Cornelia, madre delos Gracos, basndose en su inteligencia, la pureza de suscostumbres y la nobleza de su carcter.[7]

    El hecho de que los Julio Csares, pertenecientes al po-deroso patriciado republicano, no obtuvieran cargos im-portantes durante el periodo republicano se explica porsu falta de fortuna en comparacin con la aristocracia ro-mana de la poca; de hecho, Csar creci en uno de losbarrios ms pobres de la ciudad, la Subura.

    nico hijo varn del matrimonio de sus padres, su infan-cia transcurri en un ambiente esencialmente femenino,entre su madre y sus dos hermanas. Al igual que a todoslos jvenes nobles y patricios de la poca, se le inculc eltemor a los dioses, el respeto a las leyes, las reglas de ladecencia, la modestia y la frugalidad. Tras el estallido delaGuerra Social su to Sexto fue elegido cnsul, dando asun poco de fama a la familia. Cuando tena diez aos sevio conado a las enseanzas de Marco Antonio Grifn,un grammaticus de origen galo y formado en la escuelade retricos alejandrinos considerado uno de los hombresms versados en literatura griega y romana de su poca.Aprendi a leer y a pensar con las obras de Homero, laIlada y la Odisea; primero con la traduccin al latn deLivio Andrnico y despus con el texto original en griego.Algunos autores contemporneos vinieron a adherirse aesta base literaria, que reciban de una manera ms o me-nos uniforme los jvenes romanos de su tiempo. Asimis-mo, aprendi oratoria y a escribir poesa.[8]

    La mujer de Mario, su ta paterna Julia, desempe tam-bin un papel muy destacado en la educacin y orienta-cin del joven Csar. Durante su vida, el general habasido un inuyente poltico reformista, lder de la faccinprogresista del Senado, los populares, enemigos de losconservadores, los optimates.Ciertas fuentes clsicas registran que Csar padeca crisisepilpticas que podan producirse en cualquier momentoy hacerle perder el conocimiento. Suetonio menciona dosde estas crisis, y Plutarco una, durante la Batalla de Tap-so; constituye la nica ocasin de la que se tiene noticiaen que un ataque epilptico interri en su capacidad demando.[9][10][11]

    Tras la Guerra Social aumentaron los enfrentamientos en-tre optimates y populares con las disputas entre Mario ySila por el mando del ejrcito que deba ir a combatiral rey Mitrdates VI del Ponto, lo que condujo a la mar-cha de Sila sobre Roma, que dej al cargo de un cnsuloptimate y otro popular, y al golpe de estado de Marioy Cinna, inicindose un perodo de tres aos (Cinnanumtempus: 87-84) en el que Cinna dirigi el Estado en cali-dad de cnsul.En 84 a. C., Cinna nombr al joven Csar (de 16 aos),amen dialis, el sacerdote de Jpiter, y lo cas con suhija Cornelia (Flaminia) tras haberse divorciado de sumatrimonio con Cosutia, perteneciente a una rica familiade rango ecuestre. Ese mismo ao y tras el asesinato deCinna y las derrotas de Carbn y Mario el joven (hijo deCayo Mario) a manos de Sila, el lder conservador entren Roma. La situacin de Csar era muy insegura puesestaba unido a travs de varios lazos familiares al bandoperdedor; no slo era sobrino de Mario, sino que ademsestaba casado con la hija de Cinna. Sila trat de atraerlo asu bando como haba hecho con varios de los seguidoresde su enemigo; para probar su lealtad le orden divor-ciarse de su esposa, a lo que, para sorpresa del dictador,el joven se neg.[12]

  • 1.1 Primeros aos 3

    Lucio Cornelio Sila.

    Enfurecido, Sila orden a una banda de sicarios que locapturaran y asesinaran, anul su nombramiento comoamen dialis y consc toda su fortuna. A Csar no lequed otra salida que huir de Roma; vindose obligado acambiar de refugio cada noche, cay enfermo al no estaracostumbrado a esta clase de vida. Una noche fue sor-prendido por los sicarios de Sila, pero pudo salvarse alsobornarles con el dinero que se ofreca por su cabeza,dos talentos de oro. Tras escapar de los hombres de Sila,permiti a su familia interceder por l ante el dictador. Sumadre, sus tosMarco, Cayo y Lucio, las vrgenes vestalesy el yerno de Sila, Mamerco Emilio Lpido Liviano, lo-graron convencer al dictador, que accedi a regaadientesa perdonarle la vida. Tras ordenar el cese de la persecu-cin dijo que ese joven sera el n de los optimates, puesen l veo a muchos Marios.[13]

    Al percatarse de que el perdn de Sila poda ser revoca-do en cualquier momento, Csar juzg que lo ms seguroera alejarse de Roma durante un tiempo y decidi viajar aOriente para participar en la guerra contra Mitrdates VIdel Ponto bajo las rdenes del cnsul MarcoMinucio Ter-mo. Durante el sitio de Mitilene se le orden ir a Bitiniapara solicitar a Nicomedes IV la cesin de una pequeaota a n de asaltar la ciudad rebelde. Al parecer, el reyasitico qued tan deslumbrado con la belleza del jovenmensajero romano que lo invit a descansar en su habita-cin y a participar en un festn donde sirvi de copero real

    Corona cvica.

    durante el banquete. La aventura de Csar en Asia llegmuy pronto a odos de los ciudadanos de Roma. En lapoltica romana, acusar a alguien de mantener relacioneshomosexuales pasivas era una estrategia comn,[14] puesla homosexualidad pasiva, a diferencia de la activa, eraconsiderada una prctica vergonzosa. Sus enemigos po-lticos proclamaron que se haba prostituido con un reybrbaro y le apodaron la reina de Bitinia, causando ungran dao a su reputacin. Sin embargo, Csar siempredesminti este hecho. El resto de la campaa le vali unamejor reputacin, mostrando gran capacidad de mando yun arrojo y valor personal encomiables, por los que Mi-nucio Termo, tras la toma de Mitilene, le concedera lacorona cvica, la condecoracin al valor ms alta que seotorgaba en la Repblica Romana.[15]

    Despus de la muerte de Sila en el 78 a. C., Csar re-gres a Roma e inici una carrera como abogado en elForo romano, dndose a conocer por su cuidada oratoria.Su primer caso fue dirigido contra Cneo Cornelio Dola-bela, un protegido de Sila que en el ao 81 a. C. habasido elegido cnsul y despus, al ao siguiente, procnsulen Macedonia, y donde al parecer haba malversado losfondos del Estado. Dolabela, al enterarse del proceso ensu contra, contrat para su defensa a uno de los ms ilus-tres abogados de la poca, Quinto Hortensio (llamado ElBailarn por su manera de moverse en los estrados), yal eminente Lucio Aurelio Cotta su propio to, peroesto era normal. A pesar de estos formidables enemi-gos, Csar mostr su calidad de orador, que, aunque nole sirvi para ganar la causa, s le procur la fama quebuscaba.[16]

    Al ao siguiente unas ciudades griegas que haban sidosaqueadas por Cayo Antonio Hybrida durante la campa-a de Sila en Grecia, le conaron la defensa de su causa.Csar habl ante el pretor Marco Terencio Varrn Lcu-lo con mucha elocuencia y gan el juicio, pero Hybrida

  • 4 1 BIOGRAFA

    apel a los tribunos de la plebe, los cuales ejercieron suderecho al veto, dejando en suspenso la sentencia dictadaen su contra.[17] En el ao 73 a. C. la muerte de su to leabri las puertas para ser elegido pontifex en su sustitu-cin, entrando de esa manera en el Colegio de Pontces,un organismo religioso de gran calado en la vida piadosade Roma.A pesar de este xito, Csar decidi viajar a Rodas pa-ra ampliar su formacin estudiando losofa y retricacon el gramtico Apolonio Moln, que era consideradoel mejor de la poca. Sin embargo, durante el viaje, subarco fue asaltado a la altura de la isla Farmacusa por lospiratas, que lo raptaron. Cuando exigieron un rescate de20 talentos de oro (un talento equivala a 26 kilos apro-ximadamente), Csar se rio y los desa a pedir 50. Ensu cautiverio se dedic a componer algunos discursos, te-niendo por oyentes a los piratas, a los cuales trataba de ig-norantes y brbaros cuando no aplaudan. Treinta y ochodas despus, el rescate lleg y Csar fue liberado despusde un cautiverio bastante cmodo, durante el cual a pesarde tratar a sus secuestradores con amabilidad, les avisen varias ocasiones de su negro futuro. As, una vez recu-perada su libertad, organiz una fuerza naval que partidel puerto de Mileto, captur a los piratas en su refugio ylos llev a la prisin en Prgamo. Una vez capturados fueen busca de Junio, gobernante de Asia, porque le compe-ta a este castigar a los apresados. Junio se interes msen el botn y dej a los bandidos a juicio de Csar, quienlos mand crucicar, tal como les haba prometido (aun-que en un gesto de compasin orden que primero losdegollaran).[18][19]

    En 69 a. C., Cornelia falleci mientras daba a luz a un ni-o que naci muerto y poco despus Csar perdi a su taJulia, viuda de Mario, a quien se haba sentido muy uni-do. En contra de las costumbres de la poca, Csar insistien organizar sendos funerales pblicos. Ambos funeralessirvieron tambin para desaar las leyes de Sila, pues enel sepelio de Julia se exhibieron las imgenes de CayoMario y del hijo que haba tenido con ella y que tam-bin haba luchado contra Sila: su difunto primo, CayoMario el Joven; y en el sepelio de Cornelia, la imagen desu padre Lucio Cornelio Cinna. Todos ellos haban sidoproscritos y las leyes del dictador prohiban mostrar susimgenes en pblico, pero Csar no vacil en quebrar lasreglas. Este desafo fue muy apreciado por los plebeyosy los que formaban la faccin de los populares, y, en lamisma medida, repudiado por los optimates.[20]

    1.2 Ascenso polticoCsar fue elegido cuestor por los Comicios en el 69 a.C., con 30 aos de edad, como estipulaba el cursus hono-rum romano. En el sorteo subsiguiente, le correspondiun cargo en la provincia romana de Hispania Ulterior, si-tuada en lo que es hoy da Portugal y el sur de Espaa.Segn cuenta una leyenda local, en el Templo de Hrcu-les Gaditano (Heraklein) de la ciudad de Gades, situado

    en lo que actualmente es el Islote de Sancti Petri, JulioCsar tuvo un sueo que le predeca el dominio del mun-do despus de haber llorado ante el busto de AlejandroMagno por haber cumplido su edad sin haber alcanzadoun xito importante.[21][22] All, como cuestor, conoci aLucio Cornelio Balbo El Mayor, el cual posteriormen-te se convirti en consejero y amigo del futuro dictador ypropretor de la Hispania Ulterior en el ao 61 a. C. Gadesproporcion un gran apoyo a la ota romana en su cam-paa de Lusitania, donde Balbo ya era praefectus fabrum,esto es, una especie de jefe de ingenieros, pertenecientea la plana mayor de las legiones.

    Julio Csar. Obra de Nicolas Coustou.

    A su regreso a Roma, Csar prosigui su carrera comoabogado hasta ser elegido edil curul en el ao 65 a. C.,el primer cargo del cursus honorum que se desempea-ba dentro de Roma. Las funciones de un edil pueden serequiparadas, en cierto modo, a las de un moderno Presi-dente de una Junta Municipal, e incluan la regulacin delas construcciones, del trnsito, del comercio y otros as-pectos de la vida diaria, entre otras las funciones de jefede polica. Pero el cargo, el primer peldao pblico parallegar a la magistratura suprema del consulado, poda sertambin el ltimo que se desempeara, pues inclua la or-

  • 1.3 El primer triunvirato 5

    ganizacin de los juegos en el Circo Mximo, lo que, de-bido a lo limitado del presupuesto pblico, exiga al edilla utilizacin de fondos personales. Esto fue especialmen-te verdad en el caso de Csar, que pretenda realizar unosjuegos memorables para impulsar su carrera poltica. Y,de hecho, emple todo su ingenio para conseguirlo, lle-gando a desviar el curso del Tber e inundar el Circo paraofrecer una naumaquia (un combate entre barcos). Acabel ao con deudas del orden de varios cientos de talentosde oro.[23]

    Sin embargo, su xito como edil fue una ayuda impor-tante para que, despus de la muerte de Quinto Ceci-lio Metelo Po en el ao 63 a. C., Csar fuera elegidoPontifex Maximus[24] dignidad que dotaba al electo deenorme auctoritas y dignitas. El da de su eleccin habasospechas de un atentado contra l, lo que oblig a JulioCsar a decir a su madre:

    Madre, hoy vers a tu hijo muerto en elForo o vistiendo la toga del sumo pontce.Suetonio[25]

    El cargo implicaba una casa nueva en el Foro, la DomusPublica, la presidencia del Colegio de Pontces y unacierta preeminencia en la vida religiosa de Roma, as co-mo la asuncin de los deberes y derechos del paterfamiliassobre las Vrgenes Vestales.[25]

    Su estreno como Pontifex Maximus fue marcado por unescndalo. Despus de la muerte de Cornelia Cinna, C-sar se haba casado con Pompeya Sila (hija de CorneliaSila y Quinto Pompeyo Rufo), nieta de Sila. Como es-posa del Pontifex Maximus y una de las mujeres ms im-portantes de Roma, Pompeya era responsable de la orga-nizacin de los ritos de la Bona Dea en diciembre, unaliturgia exclusivamente femenina, donde los hombres nopodan participar. Pero durante las celebraciones del ao62 a. C., Publio Clodio Pulcro (un joven lder demagogo,conceptuado peligroso) consigui entrar en la casa disfra-zado de mujer, al parecer movido por el lascivo propsitode yacer con Pompeya. En respuesta a este sacrilegio, delcual ella probablemente no era culpable, Pompeya reci-bi una orden de divorcio. Csar declar en pblico quel no la consideraba responsable, pero justic su accincon la clebre mxima:

    La mujer de Csar no slo debe serhonrada; adems debe parecerlo.Plutarco[26]

    Clodio fue perdonado por voluntad del pueblo, ya que na-da haba sido probado y el propio Csar no quiso declararcontra l.En las elecciones para el 63 a. C., Marco Tulio Cicernsali elegido cnsul senior. Fue un ao particularmente

    difcil no slo para Csar, sino tambin para Roma. Du-rante su consulado, Cicern revel una conspiracin paradestituir a los magistrados electos y reducir la funcionali-dad del Senado, complot liderado por Lucio Sergio Cati-lina, un patricio frustrado por su falta de xito poltico. Sibien no se celebr juicio contra ellos, en el sentido estrictodel trmino, lo cierto es que casi todos los acusados en laconspiracin, y desde luego Catilina, estuvieron presentesen las sesiones del Senado en las que se les juzg". En latercera reunin, Cicern descarg su responsabilidad so-bre la curia haciendo que los senadores debatieran la penaa la que habra de condenarse a los conjurados. El resul-tado fue una sentencia de muerte para cinco prominentesromanos aliados de Catilina y para el propio Catilina.[27]Todos estos extremos quedaron para la posteridad en lasfamosas Catilinarias escritas por el propio Cicern.Csar se opuso a la pena de muerte usando para esos nessu mejor oratoria, pero fue vencido por la insistencia deMarco Porcio Catn el Joven y los cinco hombres fueronejecutados ese mismo da. Fue tambin en esta dramti-ca reunin del Senado en la que el romance de Csar conServilia Cepionis, hermana de Marco Porcio Catn, salia la luz.[28] Los opositores polticos de Csar lo acusaronde formar parte de la conspiracin de Lucio Sergio Cati-lina, lo que nunca fue probado ni perjudic su carrera.Csar fue electo pretor urbano para el 62 a. C., el puestode pretor ms distinguido, ya que era el que se ocupaba delos asuntos entre ciudadanos romanos. Apoy al tribunode la plebe Quinto Cecilio Metelo Nepote cuando stepresent algunas leyes en favor de Pompeyo. Sin embar-go, dichas leyes fueron vetadas por Catn y se produjeronluchas callejeras entre ambos bandos.[29] Despus de sucomplicado ao como pretor, Csar fue nombrado pro-pretor de Hispania Ulterior.[27]

    1.3 El primer triunvirato

    El gobierno de Csar en la provincia de Hispania no seencuentra bien documentado; sabemos que lider una pe-quea y rpida guerra en el norte de Lusitania que quiz leproporcionara algo de botn para saldar parte de las deu-das generadas en su gestin como edil, y ganarse un buencrdito como lder castrense. Sin duda, el xito militar fueimportante, ya que el Senado le concedi un triunfo.[30]

    Csar abandon su provincia antes incluso de la llegadade su sustituto y march a Roma con celeridad. Al llegaral Campo de Marte tuvo que detenerse a la entrada dela ciudad, -pues an ostentaba el imperium- hasta habercelebrado el triunfo.[31] Ante la imposibilidad de entraren Roma, se instal en la Villa Pblica y se apresur enpresentar su candidatura al consulado por persona inter-puesta o bien mediante una misiva al senado, pues no hayconstancia de que ste se reuniera extra-pomerium (o sea,fuera del pomerio"), para escuchar la peticin. Tras de-morarse un da, pareca que el Senado no tendra proble-mas en validarla.[32]

  • 6 1 BIOGRAFA

    Cedant arma togae (Cedan las armas a la toga). Marco TulioCicern no dej que nadie olvidara nunca su armacin de queen el 63 a. C., con la derrota de la conspiracin de Catilina, lhaba salvado la Repblica.

    Catn, portavoz de la faccin optimate ms conserva-dora, era reacio a que un poltico popular obtuviese elconsulado y ms an si este poltico era Csar (a quiendetestaba),[33] y sabiendo que se deba votar antes de lapuesta del Sol, sigui hablando hasta bien entrada la no-che, por lo que no se pudo aprobar la mocin anterior.Ante ello, Csar decidi prescindir de los laureles de sutriunfo y presentarse personalmente como candidato.[34]

    Tras no haber podido neutralizar la entrada de Csar enlas elecciones, los optimates se movieron rpidamentepara encontrar un candidato que equilibrase la balanza,y que perteneciera a la esfera de las ideas conservado-ras, con el n de contrarrestar las medidas que Csar pu-diese tomar.[35] Pompeyo mientras tanto haba empezadoa repartir dinero entre su clientela y votantes, gastandocuanto fuese necesario para comprar los dos consulados.Mientras, Catn eligi como candidato a su yerno MarcoCalpurnio Bbulo, quien para los optimates interpretabael papel de salvador de la Repblica. En las elecciones delao 59 a. C. Csar fue primero con diferencia y Bbulogan el segundo puesto.[36]

    Todo pareca transcurrir con naturalidad para los conser-vadores, que, tras bloquear polticamente a Pompeyo, yante la perspectiva para ellos inaceptable de permitir queun hombre como Csar, tan sediento de gloria y con do-tes militares, fuese gobernador de una provincia, inicia-ron maniobras para evitarlo. Catn plante al Senado que

    una vez acabado el mandato de los cnsules, y estandoItalia plagada de forajidos y bandidos tan slo diez aosdespus de la rebelin de Espartaco, sera en bien de laRepblica encargar a los cnsules que acabaran con ellosen una misin de un ao de duracin. El Senado acogifavorablemente la idea, que se convirti en ley. La vo-luntad de Catn se cumpli perfectamente y pareca queCsar terminara su consulado como polica, entre aldea-nos y pastores italianos.[37]

    Fue una decisin arriesgada, no obstante, pero al tomar-la el Senado se aseguraba de que si Csar no la aceptabatendra que recurrir a la fuerza para revocarla y sera de-clarado un criminal, un segundo Catilina. La estrategia deCatn consisti siempre en identicarse con la tradiciny arrinconar a sus enemigos contra ella hasta obligarles atomar el papel de revolucionarios. En el Senado los alia-dos de los optimates liderados por Catn mantenan unamayora slida, contando con Craso y su poderoso blo-que, pues todo el mundo esperaba que ste se opusiese acualquier medida de Pompeyo.[38]

    En la primera reunin del Senado durante el consulado deCsar, ste trato de ofrecer un generoso acuerdo para re-compensar a los veteranos de Pompeyo. Catn no estabadispuesto a que se aprobara y empez a utilizar su tcticafavorita: habl y habl hasta que Csar le impidi seguir,indicndoles con un gesto de la cabeza a sus lictores quese lo llevaran. Al verlo, algunos senadores comenzaron aabandonar sus puestos; al ser interrogados por Csar paraconocer por qu se marchaban, uno de ellos le contestque preero estar en la crcel con Catn, que en el Se-nado contigo.[39]

    Ante ello, se vio obligado a recticar, pero su retirada fuepuramente estratgica: llev la campaa de su ley agrariadirectamente ante los Comicios. Roma empez a llenarsede veteranos de Pompeyo, lo que alarm a los conserva-dores. Sin embargo, Csar poda hacer aprobar la pro-puesta por el pueblo con fuerza de ley, pero ir contra lavoluntad del Senado era una tctica poco ortodoxa, quearruinara su crdito entre sus colegas y su carrera habraterminado. La estrategia de Csar se desvel en la rectanal de la votacin: no sorprendi a nadie que la primerapersona en hablar en favor de sus veteranos fuese Pom-peyo; pero la identidad de la segunda persona que apo-y la mocin fue sorpresiva: Marco Licinio Craso. Losoptimates, desbordados, vieron cmo caan todas sus es-peranzas. Juntos los tres hombres, podran repartirse laRepblica como gustasen.[40] Los historiadores designanesta unin como el primer triunvirato, o el gobierno de lostres hombres. Para conrmar la alianza, Pompeyo se cascon Julia Caesaris, la nica hija de Csar, y a pesar dela diferencia de edades y ambiente social, el matrimoniofue un xito.[41]

    Las razones por las que estas tres personalidades de la vi-da pblica romana decidieron unirse no deben buscarsems que en los intereses de cada uno. Pompeyo necesi-taba a Csar para que se aprobaran las leyes agrarias que

  • 1.4 La Guerra de las Galias 7

    dotaran de tierras a sus veteranos; Craso quera un mandoproconsular que le proporcionara verdadera gloria, queno haba conseguido en su represin de la revuelta deEspartaco y Csar necesitaba del prestigio de Pompeyoy de los fondos de Craso para poder conseguir la provin-cia que ansiaba.[42] Desde luego, no debe pensarse que elacercamiento de estos tres grandes personajes de la Re-pblica fue sbito, por ms que constituyera una sorpresapara sus coetneos, maniobra poltica de cuya existenciase dieron cuenta ms bien gradualmente.[43]

    Marco Bbulo y los conservadores que lo apoyaban inicia-ron una estrategia en la retaguardia: empezaron a usar elveto para oponerse a las propuestas de Csar; pero Csarno estaba dispuesto a que no le dejaran legislar, y llevsus proyectos directamente ante los Comicios, donde seaprobaban, entre otras cosas, por el decidido apoyo fsi-co de los veteranos de Pompeyo.[44] Sin embargo, cuandoen un altercado algunos elementos del populus arrojaronuna cesta de estircol a la cabeza de Bbulo, ste opt porretirarse de toda la vida poltica, aunque sin renunciar asu magistratura, con el pretexto de dedicarse a la observa-cin de los cielos en busca de presagios.[45][44] Esta deci-sin, aparentemente de espritu religioso, estaba destina-da a impedir a Csar aprobar leyes durante su consulado,pero Csar ignor sistemticamente los augurios desfavo-rables que publicaba diariamente Bbulo y se apoy parala toma de decisiones en los tribunos de la plebe y en losComicios.[45]

    Como es sabido, los romanos denominaban los aos porel nombre de los dos cnsules que regan dicho perodo.El ao 59 a. C., tras la nula participacin de Bbulo, fuellamado por los propios romanos (con sentido del humor)el "ao de Julio y Csar".[45][46]

    1.4 La Guerra de las Galias

    Tras un ao difcil como cnsul, Csar recibi pode-res proconsulares para gobernar las provincias de GaliaTransalpina (actualmente el sur de Francia) e Iliria (lacosta de Dalmacia) durante cinco aos, gracias al apo-yo de los otros dos miembros del triunvirato, que cum-plieron con la palabra dada. A estas dos provincias seaadi la Galia Cisalpina tras la muerte inesperada desu gobernador, Quinto Cecilio Metelo Cler. Eran unasprovincias muy buenas para alguien que, como Csar, ysiguiendo la tpica mentalidad del procnsul romano, notena intenciones de gobernar paccamente, pues estabanecesitado de bienes para pagar las fabulosas sumas queadeudaba.[47]

    La oportunidad se le present mediante una terica ame-naza de los helvecios, que pensaban emigrar al oeste delas Galias. Decidido a impedirlo y con la excusa polticade que se acercaran demasiado a la provincia de la Ga-lia Cisalpina los helvecios queran instalarse en pagoSantn, al norte de la Aquitania reclut tropas e inicilas operaciones blicas que, a la postre, daran lugar a lo

    El Mundo Romano antes de la Guerra de las Galias.

    que ms tarde se denomin Guerra de las Galias (58 a. C.- 49 a. C.),[48] en la que conquist la llamada Galia Co-mata o Galia melenuda (actualmente Francia, Holanda,Suiza y partes de Blgica y Alemania), en varias campa-as. Csar hizo una demostracin de fuerza construyendopor dos veces un puente sobre el Rin e invadiendo en dosocasiones Germania sin intencin de conquistarla, e hizootro alarde de fortaleza cruzando el Canal de la Manchatambin por dos veces hacia las Islas Britnicas, si bienes cierto que estas dos incursiones tenan un sentido msestratgico que colonial.[49]

    Entre sus legados (comandantes de legin) se contabansus primos Lucio Julio Csar y Marco Antonio, MarcoLicinio Craso, hijo de su compaero de triunvirato, ascomo Tito Labieno, cliente de Pompeyo, y Quinto TulioCicern, el hermano ms joven de Marco Tulio Cicern,todos hombres que habran de ser personajes importantesen los aos siguientes.En materia de tcticas, Julio Csar us con gran resultadolo que se conoci como celeritas caesaris, o rapidez ce-sariana (que puede comparase, salvando las distancias,a la denominada guerra relmpago del siglo XX), apartede su genio militar tanto en batallas campales como enasedio de ciudades. Adems, supo conjugar sabiamentela fuerza, la diplomacia y el manejo de las rencillas inter-nas de las tribus galas, para separarlas y vencerlas.[50][51]

    El puente de Csar sobre el Rin. Cuadro de John Soane, 1814.

    Csar derrot a pueblos como los helvecios en 58 a. C.,a la confederacin belga y a los nervios en 57 a. C. y a

  • 8 1 BIOGRAFA

    los vnetos en 56 a. C. Finalmente, en 52 a. C., Csarvenci a una confederacin de tribus galas lideradas porVercingtorix en la batalla de Alesia. Sus crnicas perso-nales de la campaa estn registradas en sus Comentariosa la Guerra de las Galias (De Bello Gallico).De acuerdo con Plutarco, la guerra se cerr con un ba-lance de 800 ciudades tomadas (como la de Avarico, enla cual, de los 40.000 defensores, solo quedaron 800),300 tribus sometidas, un milln de galos reducidos a laesclavitud y otros tres millones muertos en los campos debatalla. Plinio habla de 1.192.000 muertos y ms o me-nos los mismos prisioneros y Veleyo Patrculo dice quemurieron 400.000 galos y muchos ms fueron tomadosprisioneros, aunque las cifras de los antiguos historiado-res deben tomarse con mucha precaucin, incluidas lasdel propio Julio Csar.[52][53]

    Utiliz en varias ocasiones la tctica de sorprender alenemigo apareciendo ante l como por ensalmo y, a des-pecho de los das de marcha, haca que sus soldados seenfrentasen directamente con el adversario, pese a queste consideraba que el cansancio invalidara el empujede sus legiones. Fue igualmente brillante en los asediosde ciudades, llegando al culmen en el sitio de Alesia, endonde orden construir una doble lnea de forticacionesde varios kilmetros de extensin, para blindarse fren-te a los casi trescientos mil galos que intentaban ayudar alos ochenta mil soldados de Vercingetrix asediados, a losque Csar tena acosados dentro de la plaza fuerte. Csar,con menos de cincuenta mil efectivos correspondientes adiez legiones nunca completas tras ocho aos de guerrasen las Galias, venci a unos y a otros en la misma batallaen la que se decidi el destino de los galos.[50]

    1.5 Crisis poltica

    El Mundo Romano tras las conquistas de Csar.

    Pero a pesar de sus xitos y de los benecios que la con-quista de Galia llev a Roma, Csar continuaba siendoimpopular entre sus pares, en particular entre los conser-vadores que teman su ambicin.En el 56 a. C., el triunvirato se tambaleaba, pues Pompe-yo no se aba de Craso y crea que era el que mantena en

    la sombra a Clodio y sus secuaces, que estaban sembran-do la violencia en Roma.[54] Ante esta situacin, que ame-nazaba su proconsulado, Csar convoc a una reunin asus dos aliados en la ciudad de Lucca, pues l no podair a Roma sin renunciar a su imperium. Al parecer, a di-cho encuentro no slo asistieron ellos sino unos doscien-tos senadores (las dos terceras partes del Senado); en es-te concilio se acord que tanto Pompeyo como Craso sepresentaran al consulado al ao siguiente y que, una vezcnsules, promulgaran una ley por la que el proconsula-do de Csar se alargara cinco aos ms. Este pacto seconoce en la Historia como el Convenio de Lucca.[55]Al ao siguiente, como era de prever, sus aliados CneoPompeyo Magno y Marco Licinio Craso fueron elegidoscnsules y honraron el acuerdo establecido con Csar.Sin embargo, en 54 a. C., Julia Caesaris muri durante unparto, dejando al padre y marido muy apenados. MarcoLicinio Craso, por su parte, muri en el 53 a. C. en laBatalla de Carrhae, frente a los partos, durante la desas-trosa campaa de Persia, condenada al fracaso desde elinicio por una psima planicacin. Todava en la Galia,Csar trat de asegurarse la alianza con Cneo Pompe-yo Magno proponindole matrimonio con una de sus so-brinas, pero ste preri casarse de nuevo con CorneliaMetela, hija de Quinto Cecilio Metelo Escipin, pertene-ciente a la faccin optimate.El desastre de la Batalla de Carrhae en el que Crasomuricon sus legiones al enfrentarse a los partos y la muerte deJulia acab por romper el triunvirato. Das despus, trasla victoria de Csar en la Alesia, Celio, como tribuno,lanz una propuesta de ley adicional: Csar sera dispen-sado de la obligacin de acudir a Roma para presentarsu candidatura al consulado. Esta medida supona que losopositores y enemigos de Csar que pretendan procesar-le por los supuestos crmenes de su primer consulado per-deran toda posibilidad de juzgarle, puesto que Csar enningn momento dejara de desempear una magistra-tura. Mientras fuese procnsul, Csar tendra inmunidadjudicial, pero si se vea obligado a entrar en Roma parapresentarse al consulado perdera su cargo y, durante untiempo, podra ser atacado con toda una batera de de-mandas de sus enemigos.[56]

    El poder de Csar era visto por muchos senadores con-servadores como una amenaza. Si Csar regresaba a Ro-ma como cnsul, no tendra problemas para hacer apro-bar leyes que concediesen tierras a sus veteranos, y a luna reserva de tropas que superase o rivalizase con las dePompeyo. Catn y los enemigos de Csar se opusieronfrontalmente, con lo que el Senado se vio envuelto en lar-gas discusiones sobre el nmero de legiones que deberade tener bajo su mando y sobre quin debera ser el futurogobernador de la Galia Cisalpina e Iliria.Pompeyo nalmente se decant por favorecer a los tradi-cionalistas y emiti un veredicto claro: Csar deba aban-donar su mando la primavera siguiente, faltando todavameses para las elecciones al consulado, tiempo ms que

  • 1.6 Guerra civil 9

    Estatua de Cneo Pompeyo Magno en la Villa Arconati, Italia.

    suciente para juzgarle.[57] Sin embargo, en las siguienteselecciones para tribuno de la plebe fue elegido Curio, quese revel como cesariano, vetando todos los intentos deapartar a Csar de su mando en las Galias. Jurdicamen-te, todos los intentos consulares de apartar a Csar de sustropas se vean anulados por la tribunicia potestas.A nales del mismo ao Csar acamp en Rvena conla XIII legin. Pompeyo tom el mando de dos legionesen Capua y empez a reclutar levas ilegalmente, un actoque, como era predecible, aprovecharon los cesarianos ensu favor. Csar fue informado de las acciones de Pompe-yo personalmente por Curio, que en esos momentos yahaba nalizado su mandato. Mientras tanto su puesto detribuno fue ocupado por Marco Antonio, que lo desem-pe hasta diciembre.Pero cuando el Senado le contest denitivamente im-pidindole concurrir al consulado y ponindole en la dis-yuntiva de licenciar a sus Legiones o ser declarado enemi-go pblico, comprendi que, escogiera la alternativa queescogiera, se entregaba inerme en manos de sus enemi-gos polticos. El 1 de enero de 49 a. C., Marco Antonioley una carta de Csar en el Senado, en la cual el procn-sul se declaraba amigo de la paz. Tras una larga lista desus muchas gestas, propuso que tanto l como Pompeyorenunciaran al mismo tiempo a sus mandos. El Senadoocult este mensaje a la opinin pblica.[58]

    Metelo Escipin dict una fecha para la cual Csar debe-ra haber abandonado el mando de sus legiones o consi-derarse enemigo de la Repblica. La mocin se sometiinmediatamente a votacin. Slo dos senadores se opu-

    sieron, Curio y Celio. Marco Antonio, como tribuno, ve-t la propuesta para impedir que se convirtiera en ley.Tras el veto de Marco Antonio a la mocin que obligabaa Csar a abandonar su cargo de gobernador de las Ga-lias, Pompeyo notic no poder garantizar la seguridadde los tribunos. Antonio, Celio y Curio se vieron forzadosa abandonar Roma disfrazados como esclavos, acosadospor las bandas callejeras.El 7 de enero, el Senado proclam el estado de emergen-cia y concedi a Pompeyo poderes excepcionales, nom-brndole cnsul sine collega. Catn y Marcelo instaron alSenado a que pronunciara la famosa frase

    Caveant consules ne quid detrimenti res pu-blica capiat (Cuiden los cnsules que la rep-blica no sufra dao alguno).

    que equivala a dictar la ley marcial, e instaron a Pompeyoa trasladar inmediatamente sus tropas a Roma. La crisishaba llegado a su punto ms lgido.[59]

    1.6 Guerra civil

    Localizacin del ro Rubicn.

    En vista del cariz que tomaban los acontecimientos, C-sar areng a una de sus legiones, la decimotercera, y lesexplic la situacin preguntndoles si estaban dispuestosa enfrentarse con Roma en una guerra donde seran cali-cados de traidores en caso de perderla. Los legionariosrespondieron a la arenga de su general con la decisin deacompaarlo.[60][61]

    Entre el 7 y el 14 de enero de 49 a. C. muy probable-mente el 10 de enero,[62] Csar recibi la noticia dela concesin de los poderes excepcionales a Pompeyo, einmediatamente orden que un pequeo contingente detropas cruzara la frontera hacia el sur y tomara la ciu-dad ms cercana. Al anochecer, junto con la Legio XIIIGemina, Csar avanz hasta el Rubicn, la frontera entre

  • 10 1 BIOGRAFA

    la provincia de la Galia Cisalpina e Italia y, tras un mo-mento de duda, dio a sus legionarios la orden de avanzar.Algunas fuentes han sugerido que fue entonces cuandopronunci el famoso: Alea iacta est.[63]

    Cuando los optimates conocieron la noticia, abandonaronla ciudad declarando enemigo de Roma a todo aquel quese quedase en ella. Luego, marcharon hacia el sur, sin sa-ber que Csar estaba acompaado slo por su decimoter-cera legin.[64] Csar persigui a Pompeyo hasta el puertode Brundisium en el sur de Italia, con alguna esperanzade poder rehacer su alianza, pero ste se repleg haciaGrecia con sus seguidores. Entonces, hubo de tomar unadecisin: o persegua a Pompeyo hasta Grecia, dejandosus espaldas desguarnecidas y expuestas a un ataque porparte de las legiones pompeyanas establecidas en Hispa-nia o, dejando organizarse a Pompeyo en Grecia, se diri-ga a Hispania para asegurar su retaguardia.[64]

    Tras ponderar la situacin, Csar se dirigi a Hispania enuna marcha forzada de apenas 27 das, para derrotar a losseguidores de Pompeyo en esa poderosa provincia. Allhaba establecidas varias legiones al mando de legadospro-pompeyanos, a lo que haba que aadir que la gene-ralidad de las poblaciones autctonas haban jurado de-lidad al propio Pompeyo (que segua siendo Procnsul deesa provincia). Tras varias escaramuzas y batallas, Csarse midi contra sus enemigos en la Batalla de Ilerda, cercade la actual Lrida, donde los derrot denitivamente.[65]

    Slo cuando consider segura la retaguardia, y despusde organizar las instituciones polticas en Roma, que ha-ba cado en la anarqua, Csar se dirigi a Grecia. El 10de julio de 48 a. C., Csar fue derrotado en la Batalla deDirraquium. Sin embargo, Pompeyo no supo o no pudohacer uso de esta victoria para acabar con Csar, y s-te consigui huir con su ejrcito casi intacto para lucharen otro momento. El encuentro nal se dio poco despus,el 9 de agosto, en la Batalla de Farsalia.[66] Csar obtu-vo una victoria aplastante, gracias a un ardid tctico. Sinembargo, sus enemigos polticos consiguieron huir: CneoPompeyo Magno parti hacia Rodas y de ah a Egipto;Quinto Cecilio Metelo Escipin y Marco Porcio Catnmarcharon hacia el norte de frica.

    Legin en orden de marcha.

    De regreso a Roma, fue nombrado dictador, con MarcoAntonio como Magister equitum, y fue, junto a PublioServilio Vatia Isarico como colega junior, electo cnsulpor segunda vez.En 47 a. C., Csar se dirigi a Egipto en busca de Pom-peyo, pero le sorprendi el hecho de que el viejo aliadoy enemigo haba sido asesinado el ao anterior. Al saberde su suerte, Csar qued apenado por su asesinato y porhaber perdido la oportunidad de ofrecerle su perdn.[67]Tal vez debido a esto y a los intereses de Roma en Egipto,Csar decidi intervenir en la poltica egipcia y substituyal rey Ptolomeo XIII de Egipto, que ya tena la dignidadde faran, por su hermana Cleopatra que crea ms afn aRoma. Durante su estancia, quem sus naves para evitarque las usaran en su contra, lo que provoc el incendio deun almacn de libros anexo a la Biblioteca de Alejandra.Csar tuvo un romance con la reina de Egipto y de la rela-cin parece que naci un nio, el futuro Ptolomeo XV deEgipto (Cesarin), que sera el ltimo faran de Egipto, sibien Csar nunca lleg a reconocerlo ocialmente comohijo suyo.[68]

    Despus de las campaas de Egipto, Csar se dirigi alAsia Menor, donde derrot a Farnaces rey del Ponto enla Batalla de Zela, debido a la cual pronunci la famosafrase: Veni, vidi, vici.[69] Despus se dirigi al norte defrica para atacar a los lderes de la faccin conservadoraall refugiados. En la Batalla de Tapso en 46 a. C., Csarobtuvo una victoria ms y vio desaparecer a dos de susms encarnizados enemigos: Quinto Cecilio Metelo Es-cipin y Marco Porcio Catn. Pero los hijos de Pompeyo,Cneo y Sexto Pompeyo Fastulos, as como su antiguo le-gado principal en las Galias, Tito Labieno, consiguieronhuir a las provincias de Hispania.[70]

    1.7 Tras la victoriaCsar regres a Roma a nales de julio de 46 a. C. La vic-toria total de su faccin dot a Csar de un poder enormey el Senado se apresur a legitimar su victoria nombrn-dolo dictador por tercera vez en la primavera del 46 a. C.,por un plazo sin precedentes de diez aos.En septiembre, celebr sus triunfos, ofreciendo cuatrodesles triunfales que se desarrollaron entre el da 21 deseptiembre y el da 2 de octubre.[71] Galos, egipcios, asi-ticos y africanos deslaron encadenados ante la multitud,mientras jirafas, carros de guerra britanos y batallas enlagos articiales dejaban boquiabiertos a sus conciuda-danos. La guerra entre romanos fue enmascarada por lasvictorias contra extranjeros y las celebraciones no tuvie-ron precedentes en sus dimensiones y duracin.Durante las celebraciones fue ejecutado ritualmenteVercingetrix, que haba permanecido en una crcel deplata desde su captura tras Alesia; en ese mismo desle,se rompi el eje de su carroza y estuvo a punto de caeral suelo. El desle triunfal contra Farnaces II, cont conuna carroza que portaba el lema Veni, vidi, vici.[69][72]

  • 1.7 Tras la victoria 11

    Lictores. Cada cnsul iba precedido por doce y el dictador porveinticuatro.

    Csar no olvid recompensar a sus tropas, y as entrega cada legionario cinco mil denarios (el equivalente a loque ganaran en los 16 aos de servicio obligatorio), a ca-da centurin, diez mil y a cada tribuno y prefecto, veintemil denarios. Adems les asign tambin terrenos, aun-que no cercanos a Roma, para no despojar a ciudadanosy establecer as colonias romanas en territorios reciente-mente conquistados. Distribuy al pueblo diez modios detrigo por cabeza y otras tantas libras de aceite con 300sestercios, en cumplimiento de una antigua promesa quele haba hecho, a los cuales agreg 100ms por la demora.Rebaj el alquiler de las casas: en Roma hasta la suma de2.000 sestercios, en el resto de Italia hasta quinientos. Atodo ello aadi la distribucin de carnes, y despus deltriunfo sobre Hispania dos festines pblicos, y no con-siderando el primero bastante digno de sus magnicen-cias, el que ofreci cinco das despus fue mucho msabundante.[73] Dio tambin espectculos de varios tipos,incluyendo combates de gladiadores y comedias en todoslos barrios de la ciudad, desempendolas actores de to-das las naciones y en todos los idiomas. Juegos en el circo,atletas y una naumaquia completaron el programa.[74]

    En el Foro, combatieron entre los gladiadores Furio Lep-tino, en cuya familia guraban pretores, y Quinto Cal-peno, que haba formado parte del Senado y defendidocausas delante del pueblo. Los hijos de muchos prncipesde Asia y de Bitinia bailaron la prrica. El ciudadano ro-mano Dcimo Liberio represent en los juegos un mimode su composicin, recibiendo quinientos mil sesterciosy un anillo de oro y pasando despus desde la escena, porla orquesta, a sentarse entre los equites.[74]

    En el Circo se ensanch la arena por ambos lados; abrie-ron alrededor un foso, que llenaron de agua, y jvenesnobilsimos corrieron en aquel recinto cuadrigas y bigas,o saltaron en caballos adiestrados al efecto. Nios divi-didos en dos bandos, segn la diferencia de edad, ejecu-taron los juegos llamados troyanos. Se dieron 5 das decombates de eras, y nalmente se dio una batalla entredos ejrcitos: cada uno comprenda 500 infantes, 30 jine-tes y 20 elefantes. Con objeto de dejar a las tropas mayor

    Recreacin moderna de una lucha de gladiadores.

    espacio, haban quitado las barreras del circo, formandoa cada extremo un campamento.[74]

    Durante 3 das lucharon atletas en un estadio construidoexpresamente en las inmediaciones del Campo de Mar-te. Se hizo un lago en la Codeta menor (un lugar del otrolado del Tber) y all trabaron combate naval: birremes,trirremes, cuatrirremes, gurando dos otas, una tiria yotra egipcia, cargadas de soldados. El anuncio de estosespectculos haba atrado a Roma a una gran cantidad deforasteros, cuya mayor parte durmi en tiendas de cam-paa, en las calles y las plazas, y muchas personas, entreellas dos senadores, fueron aplastadas o asxiadas por lamultitud.[74]

    En el invierno del ao 46 a. C., estall una nueva rebelinen Hispania, liderada por los hijos de Pompeyo. Usandola antigua inuencia de su padre y los recursos de la pro-vincia, los hermanos Pompeyo y Tito Labieno consiguie-ron reunir un nuevo ejrcito de trece legiones compuestaspor los restos del ejrcito constituido en frica, las doslegiones de veteranos, una legin de ciudadanos romanosde Hispania, y el alistamiento de la poblacin local. A -nales del 46 a. C. tomaron el control de casi toda HispaniaUlterior, incluyendo las colonias romanas de Itlica y deCorduba, la capital de la provincia. Csar, ante el peli-gro, regres a Hispania y tras algunas escaramuzas, losderrot nalmente en la Batalla de Munda.Mencin aparte merece la actividad constructiva de C-sar, que durante su dictadura emprendi numerosos pro-yectos de reforma de los edicios pblicos de Roma ycre otros muchos nuevos, en general en torno al campodeMarte y el nuevo complejo del Foro. Cabe destacar en-tre ellos, el Foro Julio o Foro de Csar, construido en 46a. C. en las pendientes del Capitolio y nalizado por Au-gusto; en el centro de la plaza se alzaba la estatua ecuestrede Csar, ante el templo de su divina antepasada, VenusGenetrix, obra destacada igualmente. En dicho templo seencontraba la estatua de la diosa, instalada en el bsidedel templo, y que era obra de Arcesilas, cuyos bocetosalcanzaban segn Plinio precios astronmicos.[75]

  • 12 1 BIOGRAFA

    1.8 El poder absoluto

    Debe sealarse que no est histricamente demostradoque la intencin de Csar fuera proclamarse rey; y, de ha-ber querido serlo, no puede saberse qu tipo de rey, si unrex a la manera etrusca, como lo haban sido Servio Tu-lio o Lucio Tarquinio Prisco, uno a semejanza del faranegipcio o, simplemente, al estilo de los "Basileus" helni-cos. Lo cierto es que un anlisis ponderado de los hechos,segn nos han llegado de las fuentes, parece indicar quepensaba en instaurar un rgimen autocrtico de algn ti-po, o, al menos, lo pensaban en las esferas ms cercanasa l.[76]

    Denario cesariano del ao 44 a. C. En el anverso, el busto deCsar laureado y la leyenda CAESAR IM P M; en el reverso,la diosa Venus portando un cetro y a Victoria y la leyenda LAEMILIVS BVCA.

    Csar, despus de vencer tras el ltimo intento de lospompeyanos (dirigido por Cneo Pompeyo, hijo de Pom-peyo Magno) se mostr desconado, pensando en la po-sibilidad de un inminente intento de asesinato. Muestrade ello es que en diciembre del ao 45 a. C., en vspe-ras de las Saturnales, fue a pasar unos das con el suegrode Cayo Octavio (su sobrino nieto) en la residencia queste posea cerca de Puteoli (hoy Pozzuoli) e hizo que loacompaara una escolta de 2000 hombres.Cicern, cuya villa colindaba con la de Lucio Marcio Fi-lipo, haba pedido a Csar que le hiciera el honor de cenarcon l. El dictador acept. Los sucesos de aquella nochequedaron registrados en una clebre carta de Marco Tu-lio Cicern a Tito Pomponio tico. Segn Cicern, Csarlleg a la villa acompaado de toda la guardia. Tres sa-lones especiales recibieron al squito de Csar. La cenafue un gran xito. Como l [Csar] se haba purgado,precisa Marco Tulio Cicern, bebi y comi con tantoapetito como energa. Csar se mostr conversador bri-llante e ingenioso. Por otra parte, aade su antrin, niuna palabra de asuntos serios. Conversacin enteramen-te literaria. Al da siguiente, 20 de diciembre, parti aRoma.[77]

    El Senado haba aprovechado la ausencia de Csar paravotar en bloque los decretos relativos a los honores quele eran conferidos. As", explica Din Casio, esta laborno deba parecer el resultado de una coaccin, sino la ex-presin de su libre voluntad. Cuando Csar estaba ya de

    regreso en Roma, antes de colocar los decretos a los piesde Jpiter Capitolino como era tradicional, los senadoresdecidieron presentrselos personalmente. De este modo,se subrayaba an ms la importancia del homenaje que elSenado le renda.[78]

    Csar estaba en el vestbulo del templo de Venus Gene-trix, ocupado en discutir los planos de los trabajos que losarquitectos y artistas haban venido a someterle. Cuandose le anunci que el Senado in corpore haba venido averlo, precedido de los magistrados en ejercicio y de unamultitud de ciudadanos de diversos rangos, hizo comoque no le daba importancia alguna y continu, sin inte-rrumpirla, la conversacin con sus colaboradores.[78]

    La Curia Julia, lugar de reunin del Senado Romano, manda-da edicar por Csar durante su dictadura pero terminada porOctavio Augusto, tras la destruccin de la Curia Hostilia, por losseguidores de Clodio.

    Uno de los senadores se adelant para pronunciar un dis-curso apropiado a las circunstancias. Entonces Csar sevolvi hacia l y se prepar a escucharlo, sin dignarse si-quiera a levantarse de su asiento. Probablemente, se tra-taba de poner en evidencia su disgusto con la afrenta quele inigi el tribuno Aquila tres meses antes. Asimismo,su respuesta dej anonadados a los senadores: En vez dealargar la lista de honores a l acordados, insisti ms bienen reducirlos... Pero no obstante los acept. Esta actitudprodujo una tremenda indignacin entre los miembros delSenado y en la multitud que asisti a esta solemnidad.[78]

    Csar no se limit a aceptar las distinciones honorcascon las que lo haba colmado el Senado, sino que, al mis-mo tiempo supo apoderarse de mltiples prerrogativas deun carcter ms realista que le permitieron reunir en susmanos la totalidad del poder gubernamental. Exigi y ob-tuvo que todos sus actos fuesen raticados por el Senado,los funcionarios pblicos fueron obligados a prestar ju-ramento, desde su entrada en funciones, de no oponersejams a medida alguna emanada de l y se hizo atribuirlos privilegios de los tribunos de la plebe, con lo que ob-

  • 1.9 Complot y asesinato 13

    tuvo la tribunicia potestas y la inmunidad sacrosanta quelos distingua.[78]

    Como consecuencia, el Senado perda su poder, perma-neciendo como una asamblea consultiva que aprobaba re-soluciones, resoluciones que el dictador poda pasar poralto, sin dar siquiera una explicacin para hacerlo. En losucesivo sera Csar quien tendra el derecho exclusivo dedisponer de las nanzas del estado, y quien preparara lalista de los candidatos al consulado y dems magistratu-ras.Walter, Gerard Csar: Captulo 57 pag485. Impreso:Ediciones Ciencias SocialesOtro acto estaba previsto para el 15 de febrero, da de lasestas Lupercales. Para asistir a ellas Csar us el mis-mo ropaje que haba usado en las estas latinas y ocupun sitial de oro sito en medio de la tribuna de las aren-gas, delante del cual deba pasar la procesin conducidapor Marco Antonio. Junto al dictador se situ el cuerpode magistrados en ejercicio: su jefe de caballera MarcoEmilio Lpido, los pretores, los ediles, etc. Mientras des-

    laba delante de la tribuna el colegio de sacerdotes Ju-lianos, uno de ellos, Licinio, apareci a nivel del estradoy deposit a los pies de Csar una corona de laurel en-trelazada con la cintilla de la diadema real, momento enque estallaron los aplausos. Entonces Licinio subi a latribuna y puso la corona sobre la cabeza de Csar que hi-zo un gesto de protesta y se dirigi a Lpido para que loayudara, pero ste no hizo nada.[79]

    Cayo Casio Longino, se adelant y, quitando la corona dela cabeza de Csar, la puso sobre sus rodillas, pero C-sar la rechaz. En el ltimo minuto, Marco Antonio tratde componer las cosas. Escal la rostra, se apoder de lacorona y la coloc de nuevo sobre la cabeza del dictador,pero Csar esta vez se quit l mismo la corona y la arrojlejos de s. Esto le vali los aplausos de la multitud, peroalgunos espectadores le pidieron que aceptara la ofrendadel pueblo.[79] Marco Antonio aprovech el momento pa-ra recoger el emblema, tratando de cerselo de nuevo yse escucharon gritos de Salud, oh rey!, pero con ellos semezclaban protestas indignadas. Csar se quit la coronay orden llevarla al templo de Jpiter donde ser mejorcolocada, y requiri al redactor de los actos pblicos quehiciera constar all que habindole ofrecido el pueblo larealeza de manos del cnsul, l la haba rechazado.[80]

    Mientras tanto, se recurri a los libros sibilinos que, ha-biendo sido consumidos por las llamas en tiempos deLucio Cornelio Sila, haban sido reemplazados desde en-tonces por copias espurias. Los encargados de la custo-dia de dichos libros anunciaron que ciertos pasajes de losmismos dejaban entender que los ejrcitos romanos noobtendran la victoria sobre los partos en la guerra queiba a comenzar de un momento a otro, hasta que estu-viesen mandados por un rey. Pronto circul en Roma elrumor que en la prxima sesin del Senado, que deba te-ner lugar el 15 de marzo, el quindecenviro Lucio AurelioCotta, to del dictador, tomara la palabra para proponerque fuese conferido el ttulo de rey a su sobrino.

  • 14 1 BIOGRAFA

    las que llevaron a un grupo de senadores a pensar en elasesinato de Csar. Los intentos de establecer un rgi-men autocrtico sin duda tuvieron mucho que ver, perono se puede descartar que hubiera otras motivaciones notan nobles.El solo hecho de que un nmero relativamente alto de se-nadores estuviera dispuesto a participar en el complot ya matar a Csar en el propio senado lo que constituaun sacrilegio da muestra del estado de cosas al que sehaba llegado.

    1.9.1 La conspiracin

    Los ltimos acontecimientos acaecidos y, en particular,el rumor de lo que se preparaba para el 15 de marzo en elSenado, motivaron que lo que quedaba de la faccin opti-mate y, entre ellos, Cayo Casio Longino, decidiesen pasara la accin. Cayo Casio se dirigi a algunos hombres enlos que crea poder conar, y que a su juicio compartansu idea de dar muerte al dictador librando as a Roma deldestino que l crea que le esperaba: un nuevo imperiocosmopolita, dirigido desde Alejandra.[81]

    Sin embargo, Cayo Casio Longino no era probablementeel hombre adecuado para ser la cabeza visible de este tipode accin, y se acord tantear a Marco Junio Bruto, con-siderado como el personaje indicado para este papel.[82]

    Se especula que, tras una serie de reuniones, ambos esta-ban de acuerdo en que la libertad de la Repblica estabaen juego, pero no tenan los mismos puntos de vista decmo actuar; Marco Junio Bruto no pensaba asistir al Se-nado el da 15, sino que abogaba por la protesta pasiva (laabstencin); pero Cayo Casio Longino le replic que co-mo ambos eran pretores, podan obligarlos a asistir. En-tonces respondi Bruto: En ese caso, mi deber ser, nocallarme, sino oponerme al proyecto de ley, y morir antesde ver expirar la libertad. Cayo Casio Longino rechazde lleno esta solucin, pues entenda que no era dndosemuerte como se iba a salvar la Repblica, y lo exhort ala lucha, a pasar a la accin. Su elocuencia termin porconvencer a su interlocutor.[83]

    El nombre de Marco Junio Bruto atrajo varias adhesio-nes valiosas, no en vano se deca descendiente de aquelotro Bruto (Lucio Junio Bruto) que haba dirigido la ex-pulsin del ltimo rey de Roma, Tarquinio el Soberbioen 509 a. C.; entre otras adhesiones a la trama, se pro-dujo la de Dcimo Junio Bruto Albino, un familiar deldictador, en quien ste tena entera conanza. En total, elnmero de los conjurados parece haber sido de unos se-senta. Durante las reuniones preliminares se elabor unplan de accin. Se decidi por unanimidad atentar contraCsar en pleno Senado. De este modo, se esperaba quesu muerte no pareciera una emboscada, sino un acto parala salvacin de la patria, y que los senadores, testigos delasesinato, inmediatamente declararan su solidaridad.[84]Los planes de los conjurados no solamente prevean elasesinato de Csar, sino que adems deseaban arrastrar

    su cadver al Tber, adjudicar sus bienes al Estado y anu-lar sus disposiciones.[85]

    Hay que tener en cuenta que las motivaciones de los mag-nicidas eran muy heterogneas, ya que los haba movidospor un autntico sentido de salvacin de la Repblica. Astos se les haban unido otras personas movidas por elrencor, la envidia, o por la idea de que si Csar acapara-ba las magistraturas, a ellos no les tocara nunca llegar alpoder.[86]

    Tambin es de sealar que muchos de los conspiradoreseran ex pompeyanos reconocidos, a los que Csar habaperdonado la vida y la hacienda, incluso conando en ellospara la administracin del Estado (Casio y Bruto fuerongobernadores provinciales, nombrados por Csar).[87]

    1.9.2 El magnicidio

    Muerte de Csar, de Jean-Lon Grme, 1867.

    En los idus de marzo del ao 44 a. C., un grupo de se-nadores, pertenecientes a la conspiracin arriba citada,convoc a Csar al Foro para leerle una peticin, escritapor ellos, con el n de devolver el poder efectivo al Se-nado. Marco Antonio, que haba tenido noticias difusasde la posibilidad del complot a travs de Servilio Casca,temiendo lo peor, corri al Foro e intent parar a C-sar en las escaleras, antes de que entrara a la reunin delSenado.[88]

    Pero el grupo de conspiradores intercept a Csar justoal pasar al Teatro de Pompeyo, donde se reuna la curiaromana, y lo condujo a una habitacin anexa al prticoeste, donde le entregaron la peticin. Cuando el dictadorla comenz a leer, Tulio Cimber, que se la haba entre-gado, tir de su tnica, provocando que Csar le espetarafuriosamente Ista quidem vis est? Qu clase de violen-cia es esta? (no debe olvidarse que Csar, al contar con lasacrosantidad de la tribunicia potestas, y, por ser PontifexMaximus, era jurdicamente intocable). En ese momento,el mencionado Casca, sacando una daga, le asest un cor-te en el cuello; el agredido se volvi rpidamente y, cla-vando su punzn de escritura en el brazo de su agresor,[89]le dijo: Qu haces, Casca, villano?, pues era sacrilegioportar armas dentro de las reuniones del Senado.[90][91]

    Casca, asustado, grit en griego , !,

  • 1.10 Consecuencias del magnicidio 15

    (adelphe, boethei! = Socorro, hermanos!), y, en res-puesta a esa peticin, todos se lanzaron sobre el dicta-dor, incluido Marco Junio Bruto.[91][92] Csar, entonces,intent salir del edicio para recabar ayuda, pero, ce-gado por la sangre, tropez y cay. Los conspiradorescontinuaron con su agresin, mientras aqul yaca inde-fenso en las escaleras bajas del prtico. De acuerdo conEutropio y Suetonio, al menos 60 senadores participaronen el magnicidio. Csar recibi 23 pualadas, de las que,si creemos a Suetonio, solamente una, la segunda recibidaen el trax, fue la mortal.[91]

    Las ltimas palabras de Csar no estn establecidas real-mente, y hay una polmica en torno a las mismas, siendolas ms conocidas:

    . Kai sy, teknon? (en griego: t tam-bin, hijo mo?). Suetonio.[93]

    Tu quoque, Brute, lii mei! (traduccin al latn de lafrase anterior: T tambin, Bruto, hijo mo!).

    Et tu, Brute? (Latn, T tambin, Bruto?, versininmortalizada en la pieza de Shakespeare).[94]

    Plutarco nos cuenta que no dijo nada, sino que secubri la cabeza con la toga tras ver a Bruto entresus agresores.[95]

    Tras el asesinato, los conspiradores huyeron, dejando elcadver de Csar a los pies de una estatua de Pompeyo,donde qued expuesto por un tiempo. De all, lo recogie-ron tres esclavos pblicos que lo llevaron a su casa en unalitera,[91] de donde Marco Antonio lo recogi y lo mos-tr al pueblo, que qued conmocionado por la visin delcadver. Poco despus los soldados de la decimoterceralegin, tan unida a Csar, trajeron antorchas para incine-rar el cuerpo de su querido lder. Luego, los habitantes deRoma, con gran tumulto, echaron a esa hoguera todo loque tenan a mano para avivar ms el fuego.[96]

    La leyenda cuenta que Calpurnia Pisonis, la mujer de C-sar, despus de haber soado con un presagio terrible, ad-virti a Csar de que tuviera cuidado, pero Csar ignorsu advertencia diciendo: Slo se debe temer al miedo.En otras se cuenta cmo un vidente ciego le haba pre-venido contra los Idus de Marzo; llegado el da, Csarle record divertido en las escaleras del Senado que ansegua vivo, a lo que el ciego respondi que los idus nohaban acabado an.[97]

    1.10 Consecuencias del magnicidioLas consecuencias de la muerte de Csar son numero-sas, y no se limitan a la guerra civil posterior. El nom-bre Csar, por ejemplo, se convirti en comn a todoslos emperadores posteriores, debido a que Augusto, denombre Cayo Octavio, al ser adoptado ocialmente porel dictador cambi su nombre por el de Cayo Julio Csar

    Tumba de Julio Csar en el Foro Romano

    Octaviano; dado que todos los emperadores posteriores aAugusto hasta Nern fueron adoptados, el cognomen C-sar acab siendo una especie de ttuloms que un nombre,y, as, desde Vespasiano en adelante los emperadores loostentaron como tal sin haber sido adoptados por la fa-milia Csar. Tanto prestigio acumul el cognomen que deCsar provienen los apelativos kiser y zar.[98]

    Muchas de sus iniciativas quedaron en suspenso a sumuerte, entre ellas:

    Reprimir a los dacios, que bajo el reinado deBurebista se haban extendido hasta el Ponto Euxinoy la Tracia;[99] enseguida llevar la guerra al ImperioParto, pasando por Armenia Menor, y no comba-tirlos en batalla campal hasta haberles medido susfuerzas.[100]

    La construccin de un templo a Marte, mayor quecualquier otro del mundo, rellenando hasta el niveldel suelo el lago en que ofreci la naumaquia.[100]

    La construccin de un teatro gigantesco al pie de laRoca Tarpeya.[100]

    Reducir a justa proporcin todo el derecho civil, yencerrar en poqusimos libros lo mejor y ms in-dispensable del inmenso y difuso nmero de leyesexistentes.[100]

    Formar bibliotecas pblicas griegas y latinas, lo msnumerosas posible, y encarg a Marco Terencio Va-rrn el cuidado de adquirir y clasicar los libros.[100]

    Se propona secar las lagunas Pontinas, abrir sali-da a las aguas del lago Fucino, construir un caminodesde el mar Adritico hasta el Tber, a travs de losApeninos y abrir el istmo de Corinto.[100]

    En el lugar de la cremacin de su cadver se construy unaltar que servira de epicentro para un templo a l dedi-cado, pues en el ao 42 a. C. el Senado le deic con el

  • 16 3 CSAR COMO GOBERNANTE

    nombre de Divus Iulius,[101] accin que se convertira encostumbre a partir de ese momento, con lo que todos losemperadores desde Augusto fueron deicados a su muer-te. Esta prctica es la que, al parecer, inspir las ltimaspalabras de Vespasiano, que al sentirse morir parece serque dijo "Creo que me estoy convirtiendo en dios".[102]

    Despus de la muerte de Csar, estall una lucha por elpoder entre su sobrino-nieto Csar Augusto, a quien en sutestamento haba nombrado heredero universal, y MarcoAntonio, que culminara con la cada de la Repblica y elnacimiento de una especie de Monarqua, que se ha dadoen denominar Principado, con lo que la conspiracin yel magnicidio se revelaron a la postre intiles, ya que noimpidieron el establecimiento de un sistema autocrtico.

    2 Csar el seductor

    2.1 Las mujeres de la alta sociedad roma-na

    Segn el historiador latino Suetonio, Csar sedujo a nu-merosas mujeres a lo largo de su vida y sobre todo a aque-llas pertenecientes a la alta sociedad romana.[103]

    Segn el autor, Csar habra seducido a Postumia, es-posa de Servio Sulpicio Rufo, Lollia, esposa de AuloGabinio y Tertulla, esposa de Marco Licinio Craso.Tambin parece haber frecuentado a Mucia, esposa dePompeyo.[103] Asimismo, Csar mantuvo relaciones conServilia Cepionis, madre de Bruto, a la que pareca apre-ciar especialmente.[103] As, Suetonio reere los distintosregalos y benecios que ofreci a su amada, de los cualesdestaca una magnca perla con un valor de seis millo-nes de sestercios.[103] El amor de Servilia hacia Csar eraconocido pblicamente en Roma.[104]

    La inclinacin de Csar hacia los placeres del amor tam-bin ha sido conrmada por los versos cantados por sussoldados con ocasin de su triunfo en Roma por las cam-paas en la Galia, referidos por Suetonio:

    Ciudadanos, vigilad a vuestras mujeres:traemos a un adltero calvoHas fornicado en Galia con el oro que tomasteprestado en Roma.[105]

    2.2 Las reinasCsar mantuvo relaciones amorosas con Euno, esposa deBogud, rey de Mauritania.[106]

    Sin embargo, su relacin ms famosa fue con CleopatraVII. Suetonio cuenta que Csar remont el Nilo con lareina egipcia[106] en una nave provista de cabinas; y ha-bra atravesado as todo Egipto y penetrado hasta Etiopa,si el ejrcito no se hubiese negado a seguirlos. La hizo ir aRoma colmndola de honores y de presentes.[106] Para l

    Cleopatra ejerci una profunda fascinacin sobre Csar. CuadroCleopatra ensaya venenos en condenados a muerte de AlexandreCabanel.

    era un buenmodo de sujetar Egipto, donde quedaban pre-sentes tres legiones, y cuyo papel en el aprovisionamien-to de cereales para Italia empezaba a ser preponderante.Sea como fuere, Cleopatra estuvo presente en Roma enel momento del asesinato de Csar y volvi rpidamentea su pas despus del crimen.

    3 Csar como gobernante

    Senatvs Popvlvs Qve Romanvs

    La labor de gobierno de Csar, como cnsul y como dic-tador, fue muy amplia, pese a que el tiempo en que real-mente estuvo en el poder fue relativamente corto. Sin em-bargo, y como bien seala Adrian Goldsworthy,[107] unanlisis detallado de cada medida o posible medida que

  • 17

    tom sera excesivamente extenso, pues su obra legal fueardua; aun as, podemos hacernos una idea de su trabajoen este campo por la lista de disposiciones legales que seencuentra en Suetonio y otros autores:

    Corrigi el calendario en uso, en el que haba tal des-orden por culpa de los pontces y por abuso, anti-guo ya, de las intercalaciones, que las estas de larecoleccin no caan ya en esto, ni las vendimias enotoo. Ajust el ao al curso del sol, y lo compuso de365 das, suprimiendo el mes intercalado y aumen-tando un da cada cuatro aos. Para que este nuevoorden de cosas pudiera comenzar en las calendas deenero del ao siguiente, aadi dos meses, entre no-viembre y diciembre, teniendo por consiguiente esteao quince meses, contando el antiguo intercalarioque ocurra en l.[108] Esta trascendental reforma,que conocemos hoy en da como Calendario juliano,consisti en que, partiendo del ao 153 a. C. se tomacomo inicio del ao el 1 de enero, en lugar del tradi-cional 1 de marzo, para poder planear las campaasdel ao con tiempo. Consta de 365 das divididos en12 meses, excepto los aos bisiestos que tienen 366das, y aaden un da adicional al mes de febrero.El calendario juliano cuenta como bisiestos uno decada cuatro aos, incluso los seculares. Con este ca-lendario se comete un error de 7,5 das cada 1000aos.

    El orden de los meses y la distribucin de losdas era as: januarius (31 das); februarius (28, 29 los aos bisiestos); martius (31); aprilis(30); maius (31); junius (30); julius (31) (an-teriormente quintilis y llamado as en honor delpropio Csar); sextilis (30) (renombrado augus-tus en el reinado de su hijo adoptivo); septem-ber (31); october (30); november (31); decem-ber (30)

    Complet el Senado, diezmado por la guerra civil,aumentando el nmero de senadores a 900 y llenn-dolo de partidarios suyos, en especial equites, litesprovinciales, y algn que otro escriba, centurin eincluso hijo de liberto. Entre los ms destacados ypoderosos se encontraron los Balbos.[109]

    Cre nuevos patricios, aument el nmero depretores, de ediles, de cuestores y de magistrados in-feriores, ampliando por ejemplo el vigintivirato a 26magistrados (vigintisexviratum); rehabilit a algunosa los que los censores haban despojado de su digni-dad o condenado los jueces por cohecho. Comparticon el pueblo el derecho de eleccin de magistrados;de suerte que, exceptuando sus competidores al con-sulado, los dems candidatos los designaban por mi-tades, el pueblo y l. Los suyos los designaba en ta-blillas que mandaban a todas las tribus conteniendoesta breve inscripcin: Csar dictador, a tal tribu.

    Os recomiendo a fulano y a mengano para que ob-tengan su dignidad por vuestro sufragio. Admiti alos honores a los hijos de los proscritos.[110]

    Estableci la contratacin a extranjeros en las legio-nes y cre el cargo de Imperator, que sera el coman-dante del ejrcito.[110]

    Restringi el sistema judicial a dos clases de jueces,a los senadores y a los caballeros, y suprimi los tri-bunos del Tesoro (tribuno aurearii), que formabanla tercera jurisdiccin.[110]

    Hizo el censo del pueblo, no de la manera acostum-brada, ni en el paraje ordinario, sino por barrios ysegn padrones de los propietarios de las casas: re-dujo el nmero de aquellos a quienes suministrabatrigo el Estado, de 320 000 a 150 000; y para que laformacin de estas listas no pudiese ser en lo venide-ro causa de nuevos disturbios, decret que el pretorpudiese reemplazar a los que fallecieran, por mediodel sorteo, con los que no estaban inscritos.[110]

    Distribuy a 80 000 ciudadanos en las colonias deultramar, y para que no quedase exhausta la pobla-cin en Roma, decret que ningn ciudadano ma-yor de 20 aos y menor de 60 aos, que no estuvie-se obligado por un cargo pblico, permaneciese msde 3 aos fuera de Italia; que ningn hijo de senadoremprendiese viajes lejanos, si no era en compaa obajo el patronato de algn magistrado; y por ltimo,que los que criaban ganado tuviesen entre sus pasto-res, por lo menos, la tercera parte de hombres libresen edad de pubertad.[111]

    Concedi el derecho de ciudadana a cuantos prac-ticaban medicina en Roma o cultivaban las artes li-terarias, debiendo este favor jarlos en la ciudad yatraer a otros.[111]

    En cuanto a las deudas, en vez de conceder la aboli-cin, con afn esperada y reclamada sin cesar, decre-t que los deudores pagaran segn la estimacin desus propiedades y conforme al precio de estos bie-nes antes de la guerra civil, y que se deducira delcapital todo lo que se hubiese pagado en dinero o enpromesas escritas a ttulo de usura, con cuya dispo-sicin desaparecera cerca de la cuarta parte de lasdeudas.[111]

    Disolvi todas las asociaciones, exceptuando aque-llas que tenan origen en los primeros tiempos deRoma.[111]

    Aument la penalidad en cuanto a los crmenes, ycomo los ricos los cometan sin perder nada de su

  • 18 4 CSAR COMO MILITAR

    Restos del Foro de Csar, quien lo mand edicar en Roma du-rante su dictadura.

    caudal, decret contra los parricidas la conscacincompleta y contra los criminales la de la mitad desus bienes.[111]

    Priv del orden senatorial a los convictos deconcusin.[112]

    Declar nulo el matrimonio de un antiguo pretor quese haba casado con una mujer al segundo da de se-parada de su marido, aunque no se la sospechara deadulterio.[112]

    Estableci impuestos sobre las mercancas extranje-ras. Mandaba a los mercados guardias que secues-traran los artculos prohibidos y los llevaran a su ca-sa, yendo algunas veces lictores y soldados a recogeren los comedores lo que haba escapado a la vigilan-cia de los guardias.[112]

    Prohibi el uso de literas, de la prpura y las perlas,exceptuando a ciertas personas, ciertas edades y endeterminados das.[112]

    En cuanto a la moneda, increment a cuatro el n-mero de tresviri auro argento aere ando feriundo

    (triunviros responsables de la fundicin y acua-cin de oro, plata y bronce), conando la direc-cin de la ceca del templo de Juno Moneta (as co-mo las rentas pblicas) a algunos de sus propiosesclavos.[113] Tambin cre una ceca privada con laque acu regularmente, de 48 a 44 a. C., el oroque obtuvo en la Guerra de las Galias y saquean-do el erario pblico (15 000 lingotes).[114] Fij elpeso del aureus en 1/40 de la libra romana (apro-ximadamente el equivalente a 8 gramos). Tuvierongran xito al ser similares en peso y ley a las est-teras macedonias.[115] Tambin j el ureo en 25denarios, de modo que una libra de oro equivalie-ra a 1000 denarios, tras el descenso del precio deloro (a 750 denarios la libra) que haba provocado elcaudal de botn trado de las Galias.[114] Debe des-tacarse asimismo que Julio Csar fue el primer diri-gente romano vivo cuyo rostro apareci en una mo-neda en circulacin (44 a. C.), por autorizacin delSenado.[116] Sin embargo, no hubo ninguna emisinsubstancial de bronce bajo su gobierno, por lo quecontinu la escasez de numerario propia del siglo Ia. C.[117] En un intento de restaurar la liquidez, hi-zo aprobar una ley que prohba que nadie acumula-ra ms de 15 000 denarios, pretendiendo poner encirculacin las monedas atesoradas. Esta ley, comopuede suponerse, debi ser sin duda alguna tan in-ecaz como inaplicable.[118]

    Para evitar problemas, fue el primer legislador ro-mano que instal a sus veteranos en colonias fuerade Italia.[119]

    4 Csar como militarIndiscutiblemente, uno de los aspectos ms reconocidosde la personalidad de Julio Csar es, sin duda, su geniomilitar. Este genio fue puesto a prueba muchas veces a lolargo de su accidentada vida castrense, y Csar respondia los retos casi siempre con innovaciones tcticas o aa-gazas que sorprendieron a sus contrarios y que le hicieronganar ventajas en un terreno u otro.Segn Suetonio, Csar era un autntico soldado, quecomparta con sus milites las fatigas de la guerra; era ex-perto en las armas y en equitacin.[120] Tambin sabe-mos que era un general valiente,[121]que diriga sus tro-pas desde el propio frente de batalla, para que su ejem-plo infundiera valor en los soldados, y era proclive a lasarengas y mantenedor de una frrea disciplina.[122] Sinembargo, sus soldados lo veneraban y fueron muy raroslos casos de desercin, quiz debido al carcter magnni-mo de Csar.[123] Tambin montaba un caballo de nom-bre Genitor que naci en los establos que el general tenaen su casa. El caballo presentaba atavismo en las patas,por lo que tena varios dedos largos rematados en pezuaadems de casco central,[124] algo causado por la desac-

  • 4.2 La Batalla de Alesia 19

    tivacin del gen inhibidor que impide el crecimiento dems dedos en los caballos aparte del tercero durante eldesarrollo embrionario.Para ofrecer una visin lo ms amplia posible de la ca-pacidad tctica de Csar se ha elegido ofrecer breves re-seas de algunas de sus batallas; quiz no las ms repre-sentativas o fundamentales, pero s de las que supusieronalguna innovacin tctica o una muestra de cmo Csardiriga sus tropas: la Batalla de Bibracte como ejemplode batalla contra fuerzas no romanas, la Batalla de Ale-sia como ejemplo de asedio, la Batalla de Farsalia comoejemplo de lucha entre romanos, la Batalla de Ruspinapor la manera en la que se convirti de una derrota casisegura en una retirada ordenada, y la Batalla de Tapso enfrica, que supuso la derrota de las fuerzas pompeyanasestablecidas en esa provincia y, a la larga, la muerte deCatn y otras guras seeras de la oposicin a Csar.

    4.1 La Batalla de Bibracte

    En el ao 58 a. C., Csar acababa de tomar posesin desu cargo de procnsul de la Galia, cundo fue advertidode que una confederacin de pueblos germnicos, com-puesta por los helvecios, los boios y los tulingios, habandecidido dejar sus tierras ancestrales y emigrar a la GaliaComata.Ambas fuerzas coincidieron en las cercanas de la loca-lidad de Bibracte, donde Csar haba tomado posicionesen lo alto de una colina. Contaba con cuatro legiones ve-teranas, las VII, VIII, IX y X, que orden en triplex aciesal pie de la subida; las legiones XI y XII, de novatos, ylos auxiliares fueron desplegados bajo una elevacin delterreno en la cima.Las fuerzas helvecias, quiz unos 77 000 guerreros si he-mos de creer al propio Csar en susComentarii, avanzaronhacia los romanos en una formacin que Csar describecomo una falange, lo que quiere decir que probable-mente formaban una masa compacta que se agrupaba traslos escudos, no una formacin de tipo macedonio.[125]

    Cuando la formacin helvecia se encontr al alcance ade-cuado, o sea unos 15 metros, de las las romanas sali laprimera salva de pila. Esta jabalina pesada estaba dise-ada para retorcerse al clavarse en el escudo, dejando asal guerreo atacante la opcin de portar un pesado escu-do con una jabalina clavada que dicultaba su manejo, odeshacerse del escudo y luchar sin proteccin.La lluvia de pila tuvo el efecto de deshacer la formacinhelvecia, y los romanos aprovecharon para cargar, ampa-rados tras sus escudos, con sus gladius, aprovechando eldesnivel y corriendo colina abajo; sin escudos y mal ar-mados, los helvecios fueron obligados a retroceder hastauna colina que se hallaba como a un kilmetro y medio.Las legiones los siguieron, conando en una rpida victo-ria, cuando, de pronto, aparecieron en el campo de ba-talla los boios y los tulingios, en cantidad de unos 15

    Guerreros celtas.

    000 guerreros, amenazando el anco derecho del ejrcitoromano.[126] El anco derecho era el ms peligroso, puesera el que no portaba escudo (que se llevaba en el brazoizquierdo).Cogidos as entre la espada de los helvecios, que al veraparecer a sus aliados se lanzaron al ataque con nimorenovado, y a la pared de los boios y tulingios, Csar or-den que la tercera lnea de la triplex acies rotara hacia laderecha, colocndose en ngulo recto de cara a los nuevosatacantes, mientras que las fuerzas restantes, formadas enduplex acies hacan frente al renovado ataque de los hel-vecios.Faltos del factor sorpresa en que haban conado, peorarmados que los romanos y los helvecios ya cansados porla lucha, fueron arrasados por las legiones.La innovacin tctica de Csar fue la rapidez en que, cal-culando el problema, haba convertido la tradicional dis-posicin legionaria en triplex acies en una formacin no-vedosa, con un frente en duplex acies, que se encarg defrenar a los helvecios, y uno en simplex acies, que contuvoel ataque por el anco y, eventualmente, le llev a ganarla batalla.

  • 20 4 CSAR COMO MILITAR

    Las forticaciones construidas por Csar en Alesia de acuerdoa la hiptesis de localizacin en Alise-Sainte-Reine.En el mapa de la esquina la cruzmuestra la localizacin de Alesiaen la Galia (hoy Francia). En el esquema, el crculo muestra elpunto dbil en la circunvalacin.

    4.2 La Batalla de Alesia

    Alesia estaba situada en la cima de una colina rodeadapor valles y ros y contaba con importantes defensas. Da-do que un asalto frontal sobre la fortaleza sera suicida,Csar consider mejor forzar un asedio de la plaza pararendir a sus enemigos por hambre. Considerando que ha-ba cerca de 80 000 hombres forticados dentro de Ale-sia junto con la poblacin civil, el hambre y la sed forza-ran rpidamente la rendicin de los galos. Para garanti-zar un bloqueo perfecto Csar orden la construccin deun permetro circular de forticaciones. Los detalles delos trabajos de ingeniera se encuentran en los Comenta-rios a la Guerra de las Galias (De Bello Gallico) de JulioCsar y han podido ser conrmados por las excavacionesarqueolgicas en la zona. Se construyeron muros de 18km de largo y 4 metros de alto con forticaciones espa-ciadas regularmente en un tiempo rcord de 3 semanas.Esta lnea fue seguida hacia el interior por dos diques decuatro metros y medio de ancho y cerca de medio me-tro de profundidad. El ms cercano a la forticacin sellen de agua procedente de los ros cercanos. Asimis-mo, se crearon concienzudos campos de trampas y hoyosfrente a las empalizadas con el n de que su alcance fue-se todava ms difcil, ms una serie de torres equipadascon artillera y espaciadas regularmente a lo largo de laforticacin.[127]

    La caballera de Vercingetrix a menudo contraatacabalos trabajos romanos para evitar verse completamente en-cerrados, ataques que eran contestados por la caballeragermana que volvi a probar su vala para mantener a losatacantes a raya. Tras dos semanas de trabajo, parte dela caballera gala pudo escapar de la ciudad por una delas secciones no nalizadas. Csar, previendo la llegadade tropas de refuerzo, mand construir una segunda lnea

    defensiva exterior protegiendo sus tropas. El nuevo pe-rmetro era de 21 km, incluyendo cuatro campamentosde caballera. Esta serie de forticaciones les protegeracuando las tropas de liberacin galas llegasen: ahora eransitiadores preparndose para ser sitiados.[128]

    Por estos tiempos, las condiciones de vida en Alesia ibanempeorando cada vez ms. Con los 80 000 soldados y lapoblacin local haba demasiada gente dentro de la forta-leza para tan escasa comida.[129] Esto provoc que partede la poblacin civil saliera de la ciudad y pidiera vve-res al ejrcito de Csar, e incluso trabajar como esclavosen las construcciones, antes que morir de hambre. Csar,advirtiendo su propia falta de vveres en caso de alimen-tarlos, los envi de vuelta a la ciudad, y cuando esto pas,Vercingtorix orden cerrar las puertas de las murallas,ya que haba demasiada poblacin para la escasez de v-veres. Esta parte de la poblacin civil muri a los pocosdas.A nales de septiembre las tropas galas, dirigidas porCommio, acudieron en refuerzo de los forticados enAlesia, y atacaron las murallas exteriores de Csar. Ver-cingetrix orden un ataque simultneo desde dentro. Sinembargo, ninguno de estos intentos tuvo xito y a la pues-ta del sol la lucha haba acabado. Al da siguiente, el ata-que galo fue bajo la cobertura de la oscuridad de la no-che, y lograron un mayor xito que el da anterior. Csarse vio obligado a abandonar algunas secciones de sus l-neas forticadas. Slo la rpida respuesta de la caballera,dirigida por Marco Antonio y Cayo Trebonio, salv la si-tuacin. La pared interna tambin fue atacada, pero lapresencia de trincheras, los campos plantados de "lirios"y de "ceppos", que los hombres de Vercingetrix tenanque llenar para avanzar, les retrasaron lo suciente co-mo para evitar la sorpresa. Para entonces, la situacin delejrcito romano tambin era difcil.[130]

    El da siguiente, el 2 de octubre, Vercasivellauno, un pri-mo de Vercingetrix, lanz un ataque masivo con 60 000hombres, enfocado al punto dbil de las forticacionesromanas, que Csar haba tratado de ocultar hasta enton-ces, pero que haba sido descubierto por los galos. El reaen cuestin era una zona con obstrucciones naturales en laque no se poda construir una muralla continua. El ataquese produjo combinando las fuerzas del exterior con lasde la ciudad: Vercingetrix atac desde todos los nguloslas forticaciones interiores. Csar con en la discipli-na y valor de sus hombres, y orden mantener las lneas.l personalmente recorri el permetro animando a suslegionarios.[131]

    La caballera de Labieno fue enviada a aguantar la de-fensa del rea en donde se haba localizado la brecha delas forticaciones. Csar, con la presin incrementndosecada vez ms, se vio obligado a contraatacar la ofensivainterna, y logr hacer retroceder a los hombres de Ver-cingetrix. Sin embargo, para entonces la seccin defen-dida por Labieno se encontraba a punto de ceder. Csartom una medida desesperada, tomando 13 cohortes de

  • 4.3 La Batalla de Farsalia 21

    Reconstruccin actual de las forticaciones de Alesia.

    caballera (unos 6000 hombres) para atacar el ejrcito dereserva enemigo (unos 60 000) por la retaguardia. La ac-cin sorprendi tanto a atacantes como a defensores.[132]

    Viendo a su general afrontar tan tremendo riesgo, loshombres de Labieno redoblaron sus esfuerzos. En las lasgalas pronto empez a cundir el pnico, y trataron de reti-rarse. Sin embargo, como sola ocurrir en la antigedad,un ejrcito en retirada desorganizada es una presa fcilpara la persecucin de los vencedores, y los galos fue-ronmasacrados. Csar anot en sus Comentarios que sloel hecho de que sus hombres estaban completamente ex-haustos salv a los galos de la completa aniquilacin.[133]

    En Alesia, Vercingetrix fue testigo de la derrota del ejr-cito exterior. Enfrentndose tanto al hambre como a lamoral, se vio obligado a rendirse sin una ltima batalla.Al da siguiente, el lder galo present sus armas a JulioCsar, poniendo n al asedio de Alesia y a la conquistaromana de la Galia.[134]

    4.3 La Batalla de Farsalia

    Despus de haber sido derrotados en la Batalla de Dyrra-chium, los cesarianos se enfrentaron denitivamente enbatalla campal a Pompeyo y sus aliados en las cercanasde Farsalia.Csar tena con l a las legiones VII, VIII, IX, X, XI, XIIy XIII muy reducidas en cuanto a fuerza, pues probable-mente no estaban compuestas por ms de 2750 legiona-rios cada una de ellas, y, adems las legiones VIII y IX,que haban sostenido el frente de batalla en Dyrrachium yhaban quedado seriamente mermadas, a las que se les diola orden de que actuaran como una sola y se protegieranuna a la otra; adems, contaba con un pequeo contin-gente de caballera. En el otro lado, Pompeyo diriga unafuerza de once legiones, posiblemente de 4000 hombrescada una, y una caballera de 7000 jinetes, junto con unfuerte destacamento de arqueros y honderos.[135]

    Ambos generales formaron sus ejrcitos en triplex acies,uno frente a otro, y la caballera apostada en las respec-

    Hondero balear.

    tivas alas izquierdas, pues los ancos derechos de las for-maciones se apoyaban en el ro Enipeus, que protega deesa manera el ala derecha. Csar coloc a las