JUNTA ECTIVA - redicces.org.sv Tomo IV No... · el morvido y ~olliso cuerpo de la nilila, cantaba 6, n~edia voz ... la luz, y el fastidio de una exis- tencia monotona y rutinaria

J U N T A DIR ECTIVA:

Presidenre D. Abraliam C'llttvtirriu. 1 a , 3'ranciseo Martinez SixArez; 20 . Ikiiaei E. Chaves. Fiscal \Tfvior 3:. Jerez. Tesorero , 3dliAn Garcia. 1.i Secretario :) Jnan Gorriar. 2 O 9 r 7 Doroteo Fonseeii.

O N O R A R I O

Doctor Don Esttibanl &'astiv.

SOCIIC)S ACTIVOS:

Dr. D. Fidei 3. Xori?.i. Ih. >, Migae! l i i i ( $ i i u ~ , ,, ,, Ferrnin 3?.i;i>r;,i. ,, ,, XieoKs hi.;a. 7 !, Jose ;leCafi;: <L qin-,?.

DoEa Srita. Lic. U,

Dr. ..

\ ieeiitit L;i,i>""".'" cle iit hiitonia Ualindo 3Linue1 Diegnez. Sdi-ador Flii~ilt.iic~i. Adolfo Cnstro. Baltasar Paradii. Sili~&^: Edaal-du. Carlos L>Sr%mo. Rainiin P. Xi)iii::\ Das-id A. P a y k Horacica R6rm!o Ja~qnlli. DCsiri. Pector.

grita. Lic. D. Dr. , >

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Jo&a Carrasca. J. Fermin Ayoinunia. Pt~lbLil Kivera. AbrdhAm Rivera. I"i.ai,cisco S. Reyes. Cx ios ,ir iznendiu. A~se;ir,o ValdCs Tsinxl Cerm. Juan J. Lainez. Esteban C. Roque. Carlos E. Calvo. Sazario Xdaverria,

Abraham Chavarria-Director,

Doroteo Fonseca, Victor M , Jerez. - - - - - -- - - - -- ----- --- -- -- -- -

SAX SALITADOR,'~GOBTO DE 1892. 1 . 5.

-;Hermosa mujer!--cleciarz los admiradores de la belleza, viendo a Marta de la Vega, vesti- da con una sencilla bata blanca, con su negra y abundosa cabe- llera suelta y recogida eri el naci- miento del blanquisimo cuello, por i-rna cinta de moar4 celeste, de cuyo lazo se desprendia un manojo de lustrosos rizos que deslizaban como una cascada, por el bien contorneado cuerpo de la j o~en , que se inclinaba sobre una flexible cuna, para colo- car en ella ctlidadosan~ente a n na hermosa nina que domia el tranq~~ilo sueno de la inocencia.

Marta, era la joven esposri fiel cumplido caballero Carlos de la Vega. Hacia dos anos que habian recibido la bendicion

nupcial, y cuando aparec4eii en escena, eran ciegos adoradores de su hija Clemencia, que era la preciosa iiiila que Marta colo- caba en 1s cuna, y que, a1 sentir qiie su joven madre reclina- ba su h d a cabecita en la al- mohada, e s t remec iose ligera- mente, ajito las pequerlas ma- 110s~ entreabrio sus dormidos ojos, y los volvio a cerrar lan- guidarnemte, en tanto que Mar- ta, dando sumes palrnaditas en el morvido y ~olliso cuerpo de la nilila, cantaba 6, n~edia voz una de esas dulces canciones, con que las madres adorniecen sus hijos del alma.

Clemencia quedose profunda- mente dormida, y Marta, que de bucns gana liubiers devora- do a besos la preciosa cabeza de su hija, por no turbar su en- vidiable suenlo se contuvo, y contentose con plegar su blanca nlano, besarse las rosadas ye- mas de los dedos, y luego exten- derlas, como si regase un puna-

Lar; (708 ~illligtt~ i~: :~b~'ii i ~ i i ~ ~ i q . reson6 1111 doble y xu{ios,: r':esoi y Carlota dijo :-Vengo a cnise- na~tc.. los adc~rios de mi ~ c c t i d o de baile que esth, qticdando ;es- plhi dido ! Trae las eajas-Ger- xriiciis :-aiiaclit~ dilaigiendose B uiia c:rietda yc,e venia tras ella cargailtio grandes cajas de ear- ton.

Vamos &la sala dijo h I a ~ t a , en- h;arniii6ndose al sitio indicado.

-Y que no & t u cuarto? pi'egrinto Carlota siguiendo & su amiga. - Porqiie mi Cleiriencia duer-

xne en mi cuarto y pudieramos despertarla,.

-Eso quieue decir : Erabla yrredo Carlota, porqrc' es preci- - 3s . so s"i.apetni t11 sr:efio (2- ia J:L~I.-

n2-. - . --& Iiiil, r ( ~ i j ~ ~ 6 ~ i ~ i r ' a . T -031-

* 7

k'p'*_-i(:e; )? VOTa;-O fic-'f ,.,,.2\ - ) " - 'U1 en la, ::;>.l:l? ()?y\::G i ; j j p.,;+.>qk[(j ;t &Y-

, I . I - 10;;:r -: ip i :;j0 : 1,"~~1110~;;

-Cailota, las criadas: 7 0

biieiias que sean, uio cuidan t' ;oi riiiios con el esmero necesx'o hay cosas que solo debeirlos n cer las madres.

icyiiieue decir que 12s n cssatlas ya no podeii~os . iros. ni salir de casa, ;ii

1 - 110 ucr:eu ca>l1stityii;.se c:.: 7 - v .

li;i.- c:p 10s lilapid?;cli. y (L . . .;;>:

J(X. ' . - . , - .

-L)lGi?3 kji3::3 ([(2i)[?lyL{:$ >;-.y 4 < . -~ - pC;sa J y "~"n i - r t u l - ~ ~ ~ ~ 7 SS dii ,>i';iii. . , . y a ~ hogar c,i~i4iostie;* :u:>-:: e]ala,z ,r::z&o.u ~~:ltili:-;?~ :: ci6n,

-A mi me aleam8 ei ~ii!l-i!!i

para todo; atiendo a mi h o g z ; puedo divertirme; todo cons:st en el mStodo. Mi hija Coiich; t a tiene un a'no de edad, lo mi! mo que t u Clemencia, y eso ?ii me impide que yo acuda a lo

bailes, porque la he bnwido 11- 11% buena nodriza.

ne no basta p a ~ a darle salud & tia hija, la cual se

pone cada dia mus enfe~mu. -Eso es porque estA en 1n e-

dad de la rnaldita cl.enti~;on. -No, Czrlota; es que la Saee

falta el calor de tirs besos. -Fries hija, yo xlo ~ i n o p r n

iiclinr col1 cliiqiiiilos; pero hablando de tn metodo de vida, jsabes que trlr y Carlos os estais poniendo es-2 riciiculo?

rcras? -Como lo oyes. Todos ha-

blan mal de vuestro ~etraimien- to; dicen c p sois un par de t6r- tolos que insultais ,E. la sociedad con viiestra exagerada ternu- r a y - . - .

-Con permiso, iiiterumpio Xarta:-corro h ver rL mi hija yne ya desperto, y se puede caer de la cuna.

-No sabe ni las reglas de eor- xesia-miirn~uro Carlota viendo que srn a m i p entraba preeipita- tfamen-ie e~ cuarto, dc donde sdio u Ic- p c o s instantes, tra- yendo el: liiazos i'i sn hija, a {juic.n b'=c:m: ' E con 6se1iia~ltp a- 1lIOF.

-IE'-i-~cs -', Marta: se os crbti- C:L agr"amiir:le . PU los mejore;

P, por 7nc?est~&, , g colno yo os

quiero, ta.i~to & ti como A Car- hs, lile empen6 para que os con- vidasen al baile.

-Gracias, amiga mia; pero no puedo aceptar la invitacion.

-ira pesar de la critica? -Y hqu6 me importa a mi la

critica si no me puede robar los dnlces goces de la familia?

-Es que yo quiero librarte del ~idiculo.

-Y hque vale el ridiculo an- te tina conciencia tranquila?

-Pero el buen tono tiene sus exigencias y sus leyes.

-Pues ci despccbo di. esas leyes y de esas exigencias, 3-0 me c~iledo arrrxllando a, mi hija, porque no la quiero fiar al midado de manos mercemrias.

-3n fin Marta: ?o queria salvarte del sanbenito, hacerte brillar en los salones donde se agrupa la sociedad elegante, y poner coto 6, tins i1aYezas; pero si t u prefieres la oscuridad ti la luz, y el fastidio de una existencia monotona y rutinaria & los placeres que proporciona la cultura, con tu pan te lo comas. Con que, adios, madre tierna y virtuosa; me retiro porque irie espera la modista.

--Adios, Carlota; que te di- viertas mucho.

-Pierde cuidado, que sab& complacer "c~s deseos.

Carlota se F d rcfurifanartdo la ealls, y 3IarLa qnedose di-

ciendo ii C l e w e ~ ~ ~ i a : ahora, "c- mara sn leche fa ni%, y 111eg0 la rn~ idod e! -vestido, pwu> ~jiw C U A ~ C I O vmP :m p p i i la m- ce~entre muy :no443 y h Sese eori gusto.

Y In joven 13 hizo como lo dijo. i~te&a. hoya mks tarde, Gnr- los entraba a su casa, y la hermosa Marta salia a encuen- tro, llevando en brazos a Cle- mencia que, como habia Elora- do cuando su joven madre la vistiera, brillaban algunas la- grimas en sus frescas mejillas

y parecia un boton de rosa sal- picado de arjofar.

C d o s cogiO 5 SIL linda hija, que ins tan tanez e n enredo sus cicditos en %as patillas de su pa d~e , qut: jesticnlnndo y riendo decia :

-jTi~u, tira pichoiiu ~ U U S

la cara de tu padre la que lasti- mas! ;tira, con tal de que me cjuiwas znnclio!

Nartu, que al dejar 5, Clemen- cia en brazos de sn padre, ha- bin ~uwido a i comedor A traei. frutas A stt esposo, regres6 euan- do padm 6 hija ectak~nn en s~x cuarto, y pi'o~'rurnpi6 e11 u m a- legre carcajada al ver & Glernen- eia s ~ n t a d a en el melo, y ci su marido, de pie frente ii 17111 espejo, ~ecortulidoso el bigote y las patillas con m a s tigwas que tomo del costurero de su muje~r

-Pero q~ t6 haces, Carlos? exclamo Marta riendo como TI- na loquilla.

-Toma, cortarme los pelos para que mi hija no se lastime los deditos.

-~Pwo bombi.~! jccirno ii;) t1s- tas poziieiido!

-BdiO no te alaiiincs por t a l poca cosa: a Ia tarde me embozo en vrzi espa, y me voy doizde el pelnqueru frances d que me a- rregle el de~peisfecto.

-Pero vas N. parecer un c6- mico de profesion.

-Y eso que importa si puedo besar u mi hija sin que ella tenga clo~dc uolgnrse? pcquc eso de que ii uno le tiren de Ius patillas, dnele milcho, Xartzz, duels mucho.

-Y luego) habiamo~ conw- nido en que tii irias al baila?.

--j A1 baile? jquien piensa en eso! A proposito del tal baile, &sabes qne me eneontn.6 con Car- lota y que se mostro ~ n u y eno- jtd, porque no neptaste la iii- v:t acion?

-Fokwe Cadota. -Bien puedes litmxwia p-

bre, porque la desgracia se c k - ne sobre sn I-reimosrz wahza.

-+Que dices! ue In. mise~ia, eori todol;

sus rigigorc~, e&& Ilairiarido ii sus ptiertas. h'igiamte que anoche perditi6 Ojedit cn una casa de juego, la Lrioi~\m di! iri"iilta mil pesos i

-;Dios i x h ?

---Y 10 peor es qiac sigue jugando con rnalisiina suerte.

-Pero esa es una infamia. T -mfamia tan grande corno;

Ia que comete Carlota; porque O jeda derroelzn el patrimonio. de *.u hija p o ~ su lado, y ella por el siayo, Ademk dicen .... que dicen.. . . . . .

-Y iqu4 es lo que dicen$ -Dicen cosas, que izo se p e - S

den decir a un angel coino. tu; pero vamos u comer porque tengo m iiaa~aljre mbiosa,.

re @u6 suutuoso 3- IjLae auima-

do estuvo el baile que el mi- llonan-io Cristizin Robiedo obse- quio a sus aaxigos. ;Con qiae c- legsiieia hizo los honores de !a fiesta la senrora de Ojeda! LIL es- p k d i d a joven cuya sokerana belleza solo podia 18ivn!izar con la de &$arta, teaib para todos los concurre~ztcs u m amabf e soii- +a, parecia que se multiplica- ba procurando que las damas y

LA JUVENTUD -- - --

.csi)al!iw y de m a mujw iooii- ~ndrr.

-; ca lkm: . . . , . e .

-;@uidadLo Xr~d~es I no :le: u!- trajes en pleno baile; -p ique ea pleno baile dire A tu,: acwedo- res, que pululan en esla casa, que te emba~guen lo poco que se ha salvado clel tapete e-e~de. Y la joven, poiilenelwe cln r,L&

y dejando a su marido con la palabra en la boca, fue (a, esni- fuiiclirse con un gi-upo de caba- lleros y sefioii t as que se (Iisigian al comedor.

Ojeda apret6 los purios, re- chino los clientes, y murmuro con voz imperceptibie:-$3h! !si es cierto lo que sospecho, les m&are! jsi, les niatare!

El baile concluyo las seis de la manana. Los de Ojeda inontaron eii su lujoso carrua- je y llegaron su casa, sin que

en el trayecto cruzasen una sola palabra.

Carlota se cricem5 c i n SU euar- to, dej ose me= en -Lm sillo~i, com- primiose e: pec,!;o e- ~nriram-iro ::congojada:

;Dios 133i0O; ;timi"e yo N Gisti- !an gayo ;eso s e h horl'ib1cI jaer amada col1 deIir?n por un caba iiero y c s k ~ cazata COP hom-

3- 1 -, .

o,t, il~funie, sin qeie m,. se;! iici- ko mmpm Zn c ~ d c n c ~ inquebmu- tab!c qne irle LIIC e!, fioryue es cl padre <:c mi Iii jni h ;cs nnartirio que acabam cori mi existencia1

'< Cailota cabii6sc e! rcstro con las m i n o 4 y pro~i"r1~~1pI)io en eIsnto.

."I_lo.; pocos h s t m t e s e'.rii;i"o al marro !a riodeiza clit Gon~uha, tln-yondo!t3 i:~ lo^ lx=t.zo:s y (5- ciendo:

Senora, la nibX tiene. caieai- Lnra.

-;Hijn de mi exclamo !a joven poniendow c w pie y queriendo cojer su liij2; pero la nifia la rechazo: y rodeando el- cuello de la. nocli-iza con sus pequei?os y e~iflaquecidos brazos, eome~izo a l l o ~ ~ ~ n . , como si algiiieii la, hubiese asustado.

-jAh! penso Carlota: ;Le cau- so pavor ci mi hija! ;tiene razon de rechazaimv, p o q u e soy una infame adfiltcra! ; Acaso yue- do borrar de mi mente In liey- mosa imagen de ese hoiiib~e!

Andres salio a la cdle encuan- to se mudo el traje y 110 w1vio a su casa en todo el dia.

Carlota despojose de los ador- nos que la sofocaban, envslvio- se en una bata de fina batista, tomo un vaso de leche y se tuni-

bo en su cama. La enfermedad de su hija la preocupaba poco; porqrre su alma estaba llena con el recuerdo de un hombre. Xo tardo mucho en cjnedarse dormida, y sti sriefio fiie agitado y angustioso, era mas bien -tina terrible pesadilla donde figuraban en primer termino CristiAn y s ~ r marido.

Contigua & la casa do habi- tacion de los esposos Ojeclas, hn- bia uii caseron cjiie, en aparicii- cia, estaba desocupaclo; pero que en realidad, era e! antro donde ii ciertas horas'de la noclle, acu- clian los jugadores cie oficio a perder honra y fortnria. Ojeda tenia el l l a ~ i n de esa casa nialdita, y A esa gnaricia, de vicio- sos f i i e 5 eseomiderse cuando su- liG de s i ~i~o iada ; p e x esa T-ez

, . no iba L* jugar: s u entrada dii "cmi~i otro objeto.

responsable de lo que pueda* suceder; que culpe al juego- que es el que le aleja de mi lado clias 3- hasta semanas en- teras. Efov tampoco vendra, y.... ;hh! ;qu6 desgraciacla soy! Luego arreglo sus ttabellos, 1%

tiose coi1 elegancia. hizo clesa- pareet3r bajo una capa de pol- vos 7 carmh, las sosnbras vio- ladas cjue cub~ian su vostro, vi& se detenidamente al espejo, '; esclam6: ;yu4 hermosa soy! m debia al>aizdonarmc Aiidi-4s. A las seis de la tarde asouiose A la ventana, y su coi~azGii palpit6 con violencia: eia que pasaba C ~ i s t i h y se (letenia en 1a es- cjnina. e'adota ipiso entrarse, pero ?-lo p ~ d o ; parecia que ima

A llts tres dc la tarde desper- t o Carlota de SU agitado sueno. Salto de la cama, se acerco ii nu espejo, y eshalanclo irrt profiixi- do suspiro murnnurb :

;Dios mio, que homibles cosas Iitl soiiado y que palida y ojeio- sa estoy i tendr; calentura? .... .. no; es 'que la pesadilla que tus-e fue cspantos:~ y me Iia inipre- siouado hasta el ptmto de sen- tirme enferina; pero todo fue un sueno gracias a Dios!

La jo1-en pregunto por su marido; y cuando la dijeron que no habia -\rirelto, peas6:

Anclres me abancloni~ cuarido mas necesito del apoyo de m. esposo amante..,, Ioh! que des- pii& ao se queje ni me haga

be estar jugando, o en algrix~a cloaca de esas donclcl el hombre arrastra por el lodo SII digni- dad. Y mientras (.se miserablt. da en ol-cido al angcl de sil ito- gar, LO ;muero de amor poi* ese angel! i el angel me desprecia, p o ~ serle fiel a ese eaiialla. ;,M1 Carlota, no sea C. cruel! ;no me deje morir desesperado!

Y Cristiaii seguia hablando Y Carlota escuchaba en silencio,

LA JUVENTUD SALVADOERRA 127

e1 torrente de palabras amoro- sas que brotaban de los labios del seductor de oficio. P las sombras de la noche lo iban cii- briendo todo. Ir Carlota, em- briagandose al oir el faciiiador acento del Tenorio, olvidabase de Dios, de su hija y de sus d e beres de esposa.

Tan einbebecidos estaban Car- lota y Cristian cri sii idilio amo- roso, que no se fijaron en un hombre que, abriendo caiitelo- samente la puerta de la casa ve- cina, se poiiia ;i escuchar lo qiie hablaban, sin perder ni lino solo de sus inovimieiitos.

-;Gracias Carlota, mia! dijo CristiAn: ;al coiifesarine t u a- mor, ine Iiaces el nias feliz de los mortales!

No bien h b i a acabado de pro- nunciar aquellas lmlabras, que revelaban la (laida tlc un angel y la infideiidad de una esposa perju~a, ciimdo el liombrcl q;le se ocultaba en el hneeo de !a puerta reciiia, salio de su escoii- dite coii iin revolvei. amartilla- do en la inano; y acercandose ;i, la ventana dijo ti Cristihn con acento eiironqtiecido p o ~ la ira:

-;Defiendete menguado! -;Ojeda! exclamaron Cado-

ta ? Cristian. -Si, Ojeda que escupe la ca-

ra del bandido que le lla roba- do el honor, para obligarlo a ba- tirse.

-Po no puedo medir mis armas con el jugador de oficio que me debe cuarenta mil du- ros. Replico Cristiaii.

-Pues te matare como ii un perro, miserable!-exclain6 An- dres, y uniendo la accion 6 la

palabra, descargo su revolver sobre el pecho de Cristian, que estiro los brazos, vacilo unos instantes, y cayo al suelo romi- tando sangre negra y blasfemias horribles.

Carlota exhalo un gi.ito, y cerro de golpe la ventana.

-Ahora, ine seguire coi1 ella -dijo AndrGs y peneti0 su casa sin soltar el revolvel-; pero c~iando entro, su mujer liabi;tse encerrado en un cuarto y las criadas pcdiaii socorro a gritos.

Ojeda golpeaba la p r i e h del cuarto que ya se estaba ilesqiii- ciando; la muerte cic Cadota e- ra segiira si su ~nariclo l o g m b ~ penetrar A SU encierro; p e ~ o u- 11a doceua (le agentes de rmlicia llegaron en e! iiiismo instante eri que la puerta se abri2. Enton- ws paso tina cosa Iio;.rihlc.

Andr&s, ciego de ~IIY'OI ' , YO:-

viose con t~x el grupo (10 los geiarda~lores (le1 ou(1en pi~hlico, y disparo sobrc~ ellos todos los tiros qucl le queda-bai! en si: re- v o i ~ w . Ros agentes eroii rnwrtos, los restaiitcs apodera- ronse del reo, le p>irsii.i.on las a- brazaderas le sacaron A la calle, junto con Carlotn que tam- hibii fue captiiracla.

El asesino y su infeliz esposa fueroii conducidos A la prision. El juez mando levaiitar los ca- daveres de las victimas, que fue- ron Ilemdos al anfiteatro.

Se ins t r i i~o la causa, se for- m6 el proceso, y los tribunales pronunciaron su inapelablti fallo. Andres Ojeda, por haber matado dos agentes de la auto- ridad, fue sentenciado a cadena iwrpetua en la Peiliteiiejaritz, y

Carlota, por haber sido acusada adulterio, ti tres afios de re-

cliisicin en la cArcel de rnujews. Acle~i~as? como Andres Ojeda t t - ;iix grandes deudn~. sus bienes f i lcw>i i embargados y clist~ibui- 1:l-s prori.a:p, t?;iTi.e sgs i!"~'i.ee- 1

LL0l"eS. ? , - . .

Carlota ~ee la i~ lo ti $ir i i r j a . !- la ilifcliz ilifi;:;, \-ictjll:a ilioceii- ie de los ~ ~ i i i e r i c s J-ct sw p- elres, ps'i los piini:irns aT-,c,s (le sil exi:.:pileizu, e;rcc.ii.;ii!a (211 1:ii;:.

1 a(,] , . . , ; x 1 L I !:cl 3 pi.isiori. ~Qnt: i.:~f;i:~cia t;iri trii;ti! ];a clc- Uoiichai

1 ' : T m s a z ailui;. 3 1 ~ - - - 7 - ra ( t l ' ! 1 \ tlgJL, cpe " "Idla e 1 1 t ( )- 7 7 -

{ i z ~ i ; ~ ~ ~ i ~ i i > ~ 7 - l c l <le >ll :>ejl3~2, rc- <-res:) l , \ , i l >:; ~ x ~ ~ ; ~ i \ o \- :lija ? .. (L(> [:F!7, 1111 j;%seC lj(1l7 el ~a~irxYl LI?l &i.F:- 1 .

50;: las seis de 1;1 tii.r(le J- Ix c d l e ehtti, De ponto . . nntt il:xlu ;tiidrajoia y clemac~a- di, sn?c :;t. 7ma ia;isut.i;a. grjtc?i;- cjo :

-; Seiiorc~s! ;mi ~ i i n ~ i x i T-oiitittl ]:do ar:gre y yo tengo i n id ( !!

7 -; iif eliz criatcrc, I esolariio Xarta. encai1:i:i&nc!c,se seguida (le sil ~aposo y su hija, ti. la mi- sera c.nvaclia donde la muerte esteildia sus alas ii~~yalpables.

;Que cuadro tan fmesto el que se presento a los ojos cle los esposo.: de la \reha !

X la escasa luz que pciietm- bit par las desvencijadas puertas de aquill iiimunclo cfiirivitil, T-ie- ron a iina inujer qiie yacia ien- clida en el suelo. Al entrar la creyeron muerta, pero al acer- carse oyeron su fatigosa respi

racion, que era mas bien el es- lertor de la agonia.

3Iarta ~rrodill6se t.ll lado de la enferiliu. aparto con sus blan- cas maaos !os riiiec1:ones de su- tlosvs rabellos Qne cilbrian el clen~;*r~rado r o s t x de Ia iiiori- hi;nda, y al TPYI~I iietez1id:meii- t(17 cxcIam6 :

--;Dios niio! yo crei> qne esta:--" ,iire!iz . mujer. ei;: Carlota cle Ojed;:. . - -Si seiiora-iiijo !a ;!ilia m- clmjosa-asi se 11ai11,2 iui lmbre inaiiza. -; Qne llaeinos Cmios!-pre-

giiiitC Xarta-; d_i I i:o es posible clrjnla :riorii. c-i? esir des-

-QII~' ! I ? ~ i i l ~ ) b (le hacer,--re- puso el ilirdido-qiie i i 110 tie- 11ei.3 i v ; > c ? , . L L ~ , ; > ( L O - cyuedai te .;ols con estn dr-qrac~iL~(iz ?:?i1jr>->~ J- 121s chicas, yo m 2 I x g o ;i traer un oii&iieo y un c u r r u ~ j ? , l i t m ver . ,< , si es iiicil I':evixr 5 !a cilfei.ili8 6 E ~ l ? ~ t ~ c t i23.38.

-SIL hara corno ti1 lo rnandas. Dijo Cnrlos y salio como esca-

, pado de aquella triste virienda, pensando: mi mujer esth en su eleiiiento; porque cuando se tra-

1 ta de hacer bien, se vuelve has- ' ta exigente caoninigo. Heme &

mi corriendo como un galgo y expuesto 6, :vomitar los bofes

/ con tal de complacer ,2 la dulce madre dc iili hija. Nientras Carlos corria ti c;umplir su co- metido, Xarta friccionaba las 1 frias manos de Carlota, la Ila-

- LA JUVENTUD SALVADORESA. 129 1

maba por sil nombre y ~ e z a ba en voz baja. Las nifias lloraban temblando de pavor y !as sombras de la noclie lo i b m inva- diendo todo. Pou fin !a zfligidc? Ma,rta oyo radar m i :.arrua,je y exclamo: ;gracias ;i Ecs ! ;yo . # a creo qile ya ~-ieilell. r7 I r ! lllrc>]iz Carlotn ~ i w ai:in%

El p;t?<i. :; l ~ i z lila- r 7 mento desp2.es penetmba~i 2 : !a

covacha e: e q m o de S.f?xtn, un

" -1'0 tengo agua en mi can-

b a t o una tasa donde tomar ea%-&jo, comiendo 6 traer los dichos objetos, la l3obi.e Conclii- ta que lloraba sin consuelo.

Mientras preparaban el vino, el sacerdote daba la ~s t re rna uncion a la enferiiia, y despues de aquel acto solemne, hicieron que la enferma tragase un poco de vino que la entono algiill tan-

to. Luego, cubiert'a con el so- bretodo de Carlos y 1% capa del sncerdote, ltt sttcsi.on a la. ctuile, y, tt iiiijue COK mil dificn'it acles ' i d b l d ~ O 1 l r .. .% ~'ilbii'l2i 21 (1~lTLXtjt~ y colocaria lo mejor qric yudieion

10s in-ue!l!es aluiiol;iacl: >nec Jel voclze, quc srtto eontin::~ se pu- . . so ::l._ mo~-l~lllentcb, cii:.i,.!_c:~.:Fose

7 . A casz de '.Ixtx, que ii.ti;-ado de It., ma:io t i Ins dos 1 1 I . k : ~ habia Csi)mEC;;o la d t t l a i ~ t ~ ~ r , , con el obj&o de i?\o-rLL :i;.ltps I;odvr

h

Inrepara-c c:i c.w~i.to dointle :';.,a ri recibir 5 !a que rm oti'o tiempo iinbia dadn ~l t ldce nomhx de 2 m 1 ga e

$;y 1 ,, 12 m d i n j1ocl:e. t u ~ i o t a li,a5iz tofili\(do :11ouna L ;: u~ediei- 1:ns qi~<? !a ciercilviey~u c.: !mbla, 7 .

. . + tilgu;!o~ lii(:;~il!;i<!ritos. Ht:.!>ia

T I - ye$'r)ido los ;i:-isiiios 6.p i;: r.,e]i- ., c i ' i ~ n , descansaba eil nn !echo

ri2 &! i ; ~ e i l l i ~ i ; zi.. prociii.:i:i Co (:a- l e i i t ~ con si: aliento 1 % ~ e:lfla- cyuceidas manos (le :i<i~ielln inu- jel. que lmbin sido tan hern~osa.

De pronto la iilci.ibiiilda abrio ios ojos, esha16 iin profundo s~ispiro y esulaail6-; Dios mio, Dios mio! ;he sido inuy clelin- cliente, tened piedad de ini!

-bQuieres algo-Carlota3 preguiitb 31art& poniendose en pi4.

-Si, q u i e ~ o decirte que me perdones. porque yo, la vil me- ihetriz, la in•’ame uclultera, estoy enlodaiiiio el hogar de un angel con mi presencia.

-;Por Dios, amiga mia! no hables de ese modo.

130 LAJUVENTUD SALAVDOREEA. A-

-Marta, t u no conoces bien l a Carlota de Ojeda. &Sabes? yo hubiera sido buena como tu; pero mi marido me pospuso al re- pvgnarite vicio del j~iego, rne abaxidoiid cuando mas iiecesi- taba yo de su apoyo, yo .. . ;miserable de mi! en vez de buscar la eompensacidn de mis pesares eii el amor de mi hija, la bus- que en el bullicio de los salones de imile. Alli tropece con un liombre infame que me facinb, hacic3idonle sentir una pasibn nialdita que irle abraso las entranas y me cego hasta el pun- to de liucer qtie brota1.a de mis labios la confcsiori de aquel a- mor criiiiiilal, como brota ln ean- dentc lava de lin 3~oleaii ei'iip- cib-ti. Y... ;mi esposo ine estaba escuchando! y vi caer herido por el plonio de un rerolvci., al honz- bre qiie yo adoraba. ; A 11 ! ;Dios es justo! Dios castigo A la vil adiiltern, en el instante n?ismo eii que, olvidAiidosc dc sus de- beres (le esposa y madre, se arrojaba eii el fango. Despues me encei.ra;.on en uiia horrilde pri- , sibil! ;iue confriiidic~ron con mii- jeres eriteilaiiic.ntc p e r d i d a s ! Cuando sali c k aquella iiiiiiui-

da chrcel, la sociedad me ce1li.o sus puertas. yo era jox-en y heriuosa. no sabia t~abi ja r . . . mi hija me pedia pan y.. . ;me vendi!

;&lo rta! ;Marta! ;Jurame que seras la madre de ini hija! ;ella es inoceiitc y queda sola en el mundo!

-Te lo juro por la salvacion de ini dina! contesto &Iarta ba- nada en llanto.

-!Eres mi angel, Marta! A- hoia, voy a hacerte otra supli-

ca. No digas ii nadie que yo fu i la madre de Conclia, y procura que ella olvide rni nombre; pov- que si le pronuncia, se mancha- rian sus Iabios de virgen. ;Ab? quisiera darle el beso de despe- dida, porque ya no ~ ~ e r e la luz de 12 n u e n aurora.

Marta corrio c'i traer a la nifia que dormia en la yiezn contigua, y,cuando la vio Carlota, extendio hacia ella las crispa- das imaiiosy balbuceb estas pala- b r a ~ :-i Adios auge1 mio .... Mar- ta es tu verdadera madre. La infeliz Carlota era t u escAnda,- lo! ... ;reza por ....

La tlesventurada n o p u d o concluir. Un terrible vomito de sangre apagb su acento.

Xarta hizo sonar un timbre; acudieron el sacerciote, Car lo~ y el medico, arrodillaronse eu toriio del lecho mortuorio; y media hora despues, todo habia coiicluido. La infortunada Car- lota no existia.

La bella 3Iarta ciiiiipliit el solemne juramento que hizo a Ia triste inoribl~nda, y fue una mn- clre caiinosa para Concliit a.

La virtud del angel, snlvci la iiiocencia. de la huerfana.

Guateniala : 1891.

Qyien fuiste tu, q n i h fuiste, Benefico mortal, que en fansto dia, Como presente celestial trajiste El mbzcsto sabeo,

LA JUVENTUD

Deleite de Asia, afan del europeo, Al fertil suelo de la patria mia?

Tu nombre ;ay Dios! tu nombre, Que en letras de durisimo diamante P en marmoles y bronces esculpido Debio guardar la historia, Ornado con las palmas de la gloria. En los oscuros antros del olvido Lo sepulto la ingratitud. Y en vano Bajo el espeso polvo de la tuniba Donde toda grandeza el tiempo arrnmba, Acuciosa lo busca amiga mano!

Alla eu dia remoto, Del siglo del gran Lnis en los albores, En medio del abismo alborotado, Ti1 juguete del Boreas y del Noto, Una fragil barquilla Cual cascara de nuez se baia~ieeaba: Y un tesoro, un deposito sagrado A las playas de America llevaba! Iba en ella un fraacik, brabo guerrero Que con intenso afan y fino esrriero Un arbusto raquitico guardaba: No con m& dulce amor y fiel carino Velauna madre que en abrazo estrecho Con su sangre da vida al debil nino Que envano exprime eI exterimdo pecho.

El agua escaceo :i bordo: sed ardiente Hincho las de la triste gente: -Pues el agua se agota, Dijo el niarim ayiie1,-la raeidn mia Con el arbusto partir6 gustoso Hasta extinguir la postrimera gota- Y, oh pecho denodado y generoso! En medio de la angnstia sonreia, Viendo que el arbol misero aun vivia!

ROLO el casco, las velas en pedazos Llega el bajel, de Martinica al puerto: Hora feliz!; inquieto regocijo Arde en los pechos; en sus dulces brazos La madre estrecha, delirante, al hijo Que ausente del hogar, acaso muerto Se lo fingieran ansias maternales! Que sentiran, que sentiran, Dios mio, Las tristes madres queasus hijos llaman, Ebrias de amor, en loco desvario.

uien supo amar como las iiiadiei mlan ' 8 on fervidas senales de contento Los de tierra a los naufragos acogen : Las penas y el dolor, todo se olvida Cuando se siente recobrar la vida!

Recorriendo las plazas y las calles La animacion rebulle g la algazara

SALVAD OREXA. .- 131

Iniinda de placer montes y valles; Entre hurias de alborozo y de alegria Sube a tierra la rica mercancia Que Francia fi sus colonias destinara; Pero un hombre levanta entusiasmado El arbusto sin hojas, amarillo, Que vive aun, merced a su cuidado. Cual si intrepido al aire tremolara Ajada y rota su triunfal bandera! Acaso en ese instante presintiera Que en tiempo no lejano Aquel cafeto debil, moribnndc, Desprecio g burla entonces al indiano, De riqueza ser6 germen fecundo Al fructifero suelo americano; Y como don magnifico y precioso. Le ofrece generoso A la industria rnra! del Nuevo Mundo!

De C'lieu~.'tu noinbir eiitie los 13ombrei grande+, En el granito eterno de los Andes Con letras de oro lo grabo la his.toi-ia: T si pobre, olvidado, sin honores Bajaste al seno de 1% tumba fria, ((Sile a5i riiiicren 10.. giaiidcs l>;erilie( 1ioi.e- De la famiiia humana) tnnlemcria, Entre rayos esplendidos de gloria. La ingratitud y el tiempo desafia!

La ber:efi:.a zona "(Sut: uZ sol P P ~ U ~ I Z O T ~ ~ I ~ C ) c i r c ~ ~ m c ~ i l w B1 laayo CI*.T.I.O," placida y i.isnena. E n su regazo maternal recibu El macilento arbusto de la Arubia. Y la fecunda savia, Por sus venas corriendo fresca y pura. Le da vigor y vida y herniosura.

Regio ~nauto le viste de esmeralda Con su soplo de amor 1st primavera, Y de olorosos, niveos azahares Cine a su frente esplendida gnirnslda: El otono le da lindos collares De topacios y fulgidos rubi+s Engastados en ricos granos de oro, Como joyeles de oriental tesoro.

Mas, quien a Centro- America te trajo, Fruto de bendicion, arbol precioso! Tii alientas a los hijos del trabajo Que al alba, el blando lecho perezoso Dejan, g galirdonas la fatiga Y del tostado rostro los sudores, Cuando con mano carinosa, amiga.

, Al agricola das frutos opimos, I Que eiielgan de tus rumos tembladores 1 En grupos de coral dulces racimos.

El biez y ($1 mal, en !u&a de titanes El corazon del hotnbrs se dispctan; La ciencia, que levanta y moraliza, Y libres hace y grancies a los pueblos: L a corrupcion, que oprime y tiraniza Y alza su trono infame Sobre ~ l n pueblo vilisirno, que lame Cual degradado ilota, El liitigo oprobioso que le azota! Dichoso el que tan solo al bien se inclina, Y huye del mal funesto y lo abomina'

Alla, cuando en u n dia de alborozo, Henchido el pecho de entusiasmo y gozo, Alzaron nuestros padres El pendon de la patria independencia, "Libres, dijeron, somos, formaremos

l<',r! c:ins, c?e tiol;ctros apartados. 31: tr-;lii coi1 su " t iw ia ge.iteroso, E ; j i i ~ l ~ ~ d e l a .so?:~Srrct del [email protected],'' -7

y ei !!cicScrifc c a m ~ l , : de los w p n l t s , f ) t i ~ (i,f're??tii jilerc:, (11 ; I ~ I I Y ! C P i 7 ~ 2'i~9," ITierui? vmir, ai aire desplegadas, Del caudaloso T$aesis las ve?as, De presentes riquisimos coigadss. C,eti;ro-Arnerira entonces, Indica reina, occidental ~i ia t rotx , Cuyos pies ac:aiician los dos niares T ostenta sns vo!ca!irs pcrr corona, 'rtic3? feliz y libre, intlependiente, Prido nnte el orbe levziitar !a frente.

Pelo e! genio del mal se iiizo iracundo Como feroz, descomunal coloso, Del bien de Centre-Smerica envidioso; Con ahu!lido de hiena furibundo, A la discordia llama y a la guerra,

1 Peste infernal (pie todo lo extermina; E n un momento se incendio la tierra; Y muerte, horror., iiiicpidad y ruina, Como enjambre de viboras brotaron De la hedionda sentina, Y el seno de la patria destrozaron'

Asi en los altos montes del Oriente, De pardas nubes muchedumbre ingente La tempestad horrisona levanta: Sierpes de fuego cardenas chispean: Retnmba fragoroso el ronco trutno Que las vacadas timidas espanta Y corren en tumulto, y se estropean, Huyendo el estampido Del enl~ztado cielo enfurecido.

El aroyuelo manso, que murniura ! , Lamiendo el pie de las piztadas flores, P en los b ~ s o s les roba sus olores, Envaelta en lodo vio sil l infa pura: Arboles deszaiados de la altnra. '> v

Piedras enormes rupido arrebafii Como desenfrenada catarats; P crece y crece y SU deabord:~, el hondo Talle, la ~repadora sierra inunda; Cuanto encuentrti a su paso, 10 atropel!a, Desqniciii y desmorona, Y al abismo lo arrastra fciribnnda S u sed dc destriiccioo. que no perdona!

I l ay rna* desgracias!. . . . E l anil precioso

Y de !a tuua e! murice lujcso Que avida Europa aqui a comprar venia, Depreciados se vieron : La indnstria veladora otros productos Y nuevos tintes nia; baratos cria. Solferirio! Xagenta! Vuestros nombres fatidicos vinieron Cual sombra de terror sanguinolenta El panico a sembiar! Cayo la grana Que de rnbi colora r l terciopelo, Caj-S e! anil, que el c!aro azul del cielo Remedn, cnando nace la manana!

T sera en vano ya que el suelo rompa Con sn ciichilla aguda el corvo arado, Cuando de Marte la broncinea trompa De resonar feroz ha descansado? Xo hay mas frutos valiosos, que la tierra

promision, la America produzca, bi treguas da la destructora guerra. P el fatigmlo brazo de sus hijos Suspende un punto la ominosa sana, Arrincona el fusil y el sablo ficro, Forjando azadas tiel sangriento aceroJ!

Lo- Lid) . mas no qiir .r competir alcalicen Con los de otras n~ciones. Cno solo Cno silo a la patria darle vida, YrospeTidad, grandez:i. Prido: jel cafe! Simiente bendecida, Te eiivi6 el cielo cwil germen de riqueza!

Desde p!aym remotas, Liic:hado {*(iri las o!as encrespadas Dei ternpe~tnoso At!H~ti(.o, las flotad De! ang!a, del frarichs y del germano, F i ituwa. virneu del sabroso grano; Y dc:l frigido Norte las osxdas Ge itvs, a toi7;~ emi)i.rsli, acostumbradas, L l + ~ a n taa ib ih con uhiles inventos Gu: nihs y inas el arte perfecciona:

De la industria bellisimos portentos, Perlas que engarza elhombre6 sucorona!

T)u las gigantes inaquicas el mido, -Se cual del brcnce el k&iico estampido Qae & las llorosas madres estremece- C'ci;io diana trianfal con qnr el trabajo Saluda del progreso los albores, Sr esc~ivba ya, nos iiama 6 1:~ peles, Al campo del hon-o?, en donde crece El h r o , que aura ii :os vrnceclores Gloxn ii lr~o:tal . l a gloria de lii id(%'

0l1, c u h t o debe u ti: c d n t o 1 : ~ patriii, Pec;iieiio grittlo de oro, D~ ,uUilantiai .-. 37 de opulencia, De paz, de dicha esplGndido tesoro, Celeste dori de la aitn Providencia!

Por t i l:% dreuiayadii agrieultiir::, Soid:>. antes a1 halago y recornpeosu. Sacnde su letargo: e; boscjue ~ m b r i o Que n i sol robaba de su lumbre pura El r,\j-o bienhwhor, 1% fr&e abate, Herido por el hacha, g e! pl;ii,tin E n r?i uchetininbre inmensa, Cual ejercito en filas de conibiit~, Por el llano se tiende y la ladera, y como i;n mar de luz y (le esmeralda En f iilgidos cambiantes revei bera.

Se akrt el comercio builidoi.. y agita Sns cieii brazos herculeos, cm! Rriareo: Al trafi-o las sendas facilita; Y con mayor pnjanzn y fieros brios Que indCinito corcel, cuanda le incita La punzadora espnela, Salvando montes, valles, unvlios rios, A impn!so de: vapor se lunza. '- rneh , Lk f i i ~ p u hriicliido y da huino J dr niroqrnc;a El monstruo que devora la &st:incin.

En denodado viieio LIS ciencias se levantan vencedorss, Si iu virtud lar guia, T el alma snbe en e!las hasta el vielo; TanibiAn las artes y la ind~ls t r i~ l viven Despl~gando sus gracias seductorar, Si <A influjo benenco recibe:i De i;t. riqueza. Vi6 jarnas el niiindc. cn puriado miserrirno de qe:,il:s, Sin eorn~wio y sin artes, indigentes, Altivo alzarse y prospero y fecundo?

Ko ln sed in~aciable del dinsro, Que nunca al hombre ha sido De calma y bienestar limpio venero Celebrara, mi lengua:

Mas, ver a un noble pueblo sumergido to de los artistas, el consuelo y En la inaccion, sin vida ~7 sin cultura, Un pueblo de rriendigos, ;triste mengua!,

la esperanza de los cristianos Esclavo de ~auiones poderosas, i p0i. que no tienes para mi es- Que le hnnlillar, ie nrraucan 5 pedazos piritu sombrio un tenue rayo T. ~ i e r r a y honor, JT en PUS Inermes brazos cle alegria? ; por qiae traes ;i Remachan de! ~p rob io las esposas!. . . . mi enlutado corazon uria ;jriznn Oh, nunca tal te veas, Patria mfai P o anhelo para t i dicllg, riclneza, de placer? ; por qu6 no e ~ e s ca- Poder y libertad, gloria, 7 grandeza! paz de curar esta nostalgia. iri- Xirecte asi mir ojos algfin diai ~ r a k i aue me atorrneilta,iiaci~n-

Oh iungihilimo ser desconocido, Que t r a j i s t e el cafe!; tu noble frente CeIiir no p d o el lauro refulgente, Digna ofrenda de un pneblo agradecido; Ni una lapida guarda tu memo~ia; S i tu alto nombre recogio la historia! Siquiera escucha de mi acento rndo El eco riimoroso. Bienhechor de nila patria, generoso, En cornbre de mi patria teLsaludo!

L

dome extranjero en mi patria y rodeado de coinpatriotas ! - - . -

831, nnincla mia!- . . . Ten, pero sabe que hoy quiei.0 cantos valerosos que inflamen el h e g o clel patriotisino en el corazon de los pueblos, nlarsellcsas revolu- cionarias que entonen el himno de la libertad, inspiraciones da,n-

J r a s FERXIN XT~CISESB . tescas para azota;. el infame rostro L(L 10s tiranos! - - . - ven! que

---tsQDtt---- ansio la colera sublime de Xon- NOCHES DE ISSOAINIO. talvo para castiga? a picaros y

malhechores; necesito la justicia inexorable de Hugo pa-

1 ra juzgar a todos los miserables - - . - - * . . - - - . - - - - . - - - - - - - - - - de la sociedad y condeliarlos al

suplicio espantoso clel uni-;ier- sal desprecio! . . . Oh, si! ven

11 pluma bendita, que t75. eres mi Xoche ~11; c d n m cak:~;' ~ - 3 - fisci*do y li?i lmza; ven t:ue - tii

. 57 puntosi,: p se c~lelo cri:: e$- eres mietc iom~idable cjai ho- , . . 1 1

zrelias pairdas, si:i =;m. :;r;bc 2atm e; -sd hi~snto c i x los 2 qpr-a;p<iTi ! - - m - ~IUI:C:I. - - . i 3 ~ ~ 7 C!U:~Y,ZC i- en- - . .- ~~~~~t S Li , . - A u i L l , ~ r ~ l ~ ~ r . . . 1 212 A

ila: ni xna tr is~i cjuc 'LXVILL 12s I : I , ~ ~ L al epzco eombz;e 2,- el - 7 , - ,70>,9

hojas erc ;os ili LI ic- ,,i~llp de! 3erecho 391 - I; czz- . 7 ci';? las q

-.n cie Ics ~ ~ r e b l o s - . - - Tei:, SO- L < ~ . L , K ~ , ~ e x IS - >

mt--ri"c. - . . Ese i::e?o ilxlienso oe~ana del ;IZLI:I~O, i i i ~ c ~ i ~ ~ (:e ua Ixteligencia -y del eorazcia. due- que esconde ii la hu~uaiia mira- -

da infinictad de ~liiiuc':os habita- iin de la coilciencia univewal! dos, este saeileio sepulcmi , - - - - C W ~ & t u mision qrie es que en tomo mio domina, meini- ahi de grande como sublime!. - -

presionan tristemente, bafiaa- - - - - - . - - . . - < - - - - - - - - - - - - - . . -

do en oleadas de letal inelaneo- lia mi ya cansado espiritu- - - . , 111

Oh, cielo! t u la inspiracion de 1 El inundo duerme, pero vive los poetas, el iiiimen sacrosan- ' Ia Naturaleza, obrero iilfatiga

LA JUVENTUD

hle, no clescnusa jamas. Hay mucl:o lie siiiiestio cii este silencio que ine rodea; tieiic zdgo tle los E-bismos y de 1:)s cimas

_ . . Siento \-krtigos ho~~i ls les 7 - r

_ - - \, engan mis amigos re r~lz- &xos, eoiiipalieros fieles y cons- eantes en ins lides del pensa- iz?ieii"c o: Honiero, Daiite, C-m- tbe, L tamai.Lin c., Rliakwpew, FPup. . - . o;:, el niaustro As- r yo rc-ful gsate, c s t r ~ l l : ~ de ~!i:2-

r p r :~ia~itt', \-en. consueiamv . - - . 1 ii

eres mi esperanza, yoeta [wa- 0 clilocileiite. Xoises ( I ' . los infe- lices, padre de la p t r i a unirei- sal. . . . .;en, alientame, que ya T-aniize faltando las fiierzas eii esta l~icha iilcesaiite; ven, a- coiisejaiiie, que ya voy temien- (lo aco;.tnnzbrarme A estas iii- justicias eternas; vengan tus v'Xiserables" h fortalece^. mi va- cilante corazon. - .. -

Cervantes. Feijoo, Luis de Lebn, Pa~clo Baz&n, Lastelttr. . . . . Cnstelar! otro mawtso y i1tr.o t imig~ 2 POY qu4 110 ! YO, u i ~ ~ : ~ i ! ! i ~ osctnro este Ilicxil- 4Ic: p ~ & l c > $.el >AplL:yica- . - jiG* : i ~ J ] ~ i y i * , ~ ~ ; i ~ :lqpi?.l.(> ?,(: 10- - -0 7 ' 1 !!fis IQS ~ ; I c . ~ ~ z : ~ ~ : ) { ~ ~ ~ ~ : ~ Ja iill-

. " . . J . 7 . :ll;] 2 LlL(:2(:*e .~, pL:VL.<:p.:-$:]. ; ;&e~~(.&;bi.~o - - . . ' I I e L i > l { ) ~ 1;j:i;Ic; pj :>:; - 7 i :U ;4:7L~7i(-i:r:.(.:0 ;?zii.ii, ~ ~ ~ ~ , : l . ~ ~ j . ~ in yea .. " , . . T

~ ~ ~ ~ L ~ ~ ~ : j ~ ~ 1 , : ; ~ l;lLis l@Leal!2s iileli- . 7 ti)? ii>je 1112 s&nls el yul>;i)o cie Ia 1-erGa:li. 1- ningliiio como el

- 7 - t~i'uurio --S-pmoi iia ejercido tan decisiva iiiE-i.leiicia en las deter- iniiiacioiies cle mis yensaniieii- tos. Oraciilo de la Libertad, pa- ladin del Derecho, soberano de la palabra, guerrero de la idea redentora, tiene la llave miste- riosa que gana corazones, con-

quista inteligencias :; arranca &repitosos aplarisos A !os pue-

7 blos democriiticos. juven- tiid !o design0 sir j ef P y le ha se- gni6-o ccii paso re-ilsltu hasta . . e! caiirpo clon& .: h b r m los

Bello. iJastai~ia. Gonzalez, B a t r e ~ ~ . J1onta.l~-:I . . el &ni0 ,aiiic;.ica:io. oli, Xontalvo 9 tu obT2 cs inmoi.ta1. E s ' J ~ !'0!l6' !OS

twni~ildoh que, ti manera (!e metiallazos horribles. laii zci S

desde el seno de mi pueblo : p e lleva en la meiite los idenles de la humanidad y dimenta en su corazon !a Iluizia ?terna de la Libertad, sosticneu ui1 gloiioso combate que ha de :erminai con la muerte dc todos los despotas y el reinado definitivo de la Paz, simbolo del Derecho: las "Ca- tiliiia~ias," " El t'osniopolita, " 'bLa Dictadura Perpetua," constituye~: una fiqyai inmensa donde se ticiiiplail las a r a a s de los btrcnos pntriotas y las plri- n i s de ~ ~ 3 0 s los bcetri zflores de

Y ' . las qr:u6es eaus;~-. e: q~lwraira- - - ,, c:o,~~izbel calcio, 110 i-ieiizi tsn- ee t . , :~o~.:~crn, no cgaitfh 2 tsri to C2-'C716; i 39: i::s (;~s:~s :L:isi'i.riljies

L . e -. COZ:() :i,stc i;llii:z>p'<;~* Lilpcl

7 - 7 ,. 81;s (l?iyilS JT le 112 i~7ej.s ec',2-:231-

i,ie<io A tal corno es (3 cuma gL?be s i r t.1 clududmii de m ui:ei:lo

i aerdaderamente Ilhre : a iii l:: o , d igno , ogulloso, iinpiacable, justic,iei.o, bondadoso, especie de prisma de cien fa'cetas que arroja luz y fuego por todas e- llas, especie de Amazonas que desciende de las inaccesibles cordilleras andinas, recorre y fecunda los llanios y las pampas

para despues entrar en guerra ii muerte coa los invencib!es olas del oceano.. . . Ticlos J- -costi-iin- bres, puebles 7 tiianos, gober- nantes y gobernados, opreseres y oyriinidos, todo es pasto dc ese gloton suhlim~, todo suec7,a liecho trizas al IOZDC de su ~ u -

I , ', bie, qi;e no lmdor,a chico ili grande, alli se estA con la sacra balanza en las manos nesando

Yo he peusrdo en Oriente al coriteinplarte Compitiendo con todas las morenas Por lo altiva y geutil y por lo airosa, Y por la ruajrstad con que t e ostentas: Y si fuera el Amor. en vez de dardos Buscaria esos ojos que me queruan, Para coi1 ellos incendiar el inundo 'I' hacerlo renacer de sus pares;is.

* K +k

Petalos (le rosa-tv Tomo Dios pa,ra fmmartt:, En la excelsitud de su arte: Y cuentan. Angela. qne Para mejor animarte. Los petalos con prirnor Anego en la luz de un asiio, T qae coiitrmplo el Crealo:. Coiiio ariiiniiha el Aixo;. Cna ro*a de a1;tbn;;tro.

Dicen hombres y mujeres, Al contem;,lnr lo que entranas, - -

(*) Para l a colocacion de estas "Taljetas" se hr seguido el ~ r d e n aifabetico de los nombres

Que tu. beih Xiitoriia, eres La estrofa mejor de Caii,w. T a fe qiie tienen razon, Porque ; J quieii, Toiia, no eiicnntas Cualido haces que el corazon \-aya en pos ue lo cixr cantas

Piim J- modesta co:i,o ri i ; i ! h liriib Qiie los furiosos ai)regvs no azotan, Oiie ufano muestra entre las gayas flores Sii iwagante y ziiti6.n co ioh TLo eres tii, lii $.el esbelto talle, I,;! ii~ ;icit'ii~dns. veiiiisina,: formas, Ln qiie no tia iiicnester joyas ni adoriioc I';ri.:! t~!i],iar il ricas >- 6 Iirrrrio.~:i~.

Ei auior. la piedad y !a terriurn, El bien y la v i r t d y la lierinosiiiti Kidzitn su belleza virginal: ES puro aan su inas lere ~>eusamient•â: Y sirinpre y sin cesar el sentimiento La recuerda sii origeri celestial.

Clara C:~stro

bQiit es muy dulce fragancia la del viento la luz de la 1i:i;;i es muy tr~nqiii la

Pero mas aromatico es ti1 ~ l i en to T hay mis siiare fulgor en tu pupila. %n t u alma hiiy uii trs:iro de ternura. Hay en todo t u ser gracia y pureza. ;Dichoso aquel que tei!ga 1;: venturit T k poblarte dc. soefios lii cal)ez:t!

Flotante y va;)nrosa, Angblica y diriix. .. Espiritiial coino eres, Como wes (:iilci.. iii5ti. Qiiisieri: yo llt.3-aite En a:+.; iit? iitin limas A muiidcs que tu padre. P n gmi1 sabio, Coiichitit. Vi6 en sus sueiios de ast~oriomo, De pensarlor - artista; Y. alla. :solo Dios sabe

De cuantas bellas cosas te hallaria!

LA J U V E S T U D SALVADORENB. 137

1

'.Bendiga Dios t u iiiinncnlitda, lsiiibre Que, cual de un i n g ( i la mirada pura. Constmk brilla. eii !:L celeste cumbre Eritre mis ojo5 !- in noche c.icurit."

decia n:i trorndor do!iei!te, Hermosa, a1 coniten~plai io que cii t i liabia; Y yo dije deqpi~es. al vc i tu frente: Aquel 1)uen t i o n i t o r ;q& bien seiitiii!

Si al coinpi-. de una inC3ic.a armoniosa Tu piecesito t i a i d o resbala, Una tropa de amores niisteriosa Corre agitando el ala. Y es que en tus ojos de destello puro Hay algo que electriza,

Y es capaz de anixnarse el uiUrmo1 duro Si juega entre t u s labios la somiss.

S i las Giacias t e forni.iron, ;Que gracias pue(le:~ fnltarte! E::! d6nde hi7.s .iejnrio, cliiios~ Isabel, t s s aliis dc Ange!!

;Feliz la, que enal t.:i siente Ido que iilterpreta, en el piario. La que nr~ancn con rv. inaiio De armonias u n torrente; La que eleva n w r t r a meiite 1\15. 1d l ; i de lo i > n l . i)o::dei cixistr 10 i<iei:l. 1-0 (!::e de l r i t ;~ y <.iici~.::t:i. E! alwn-iiirior. l . 2e s:~:it.~. Lo infinito, lo iiiiuo: t;r',!

,s. LII z r ~ c i x es piirti':!to.:i., C.. infii.ita; Y t & i ~ aiite ti no- ini:iicr.ii~s Porque eii t n ser hay e l p (:::e pal l~i ta 7 - 1 que m ti los r n ~ ~ t l % ; ~ e s ric?.o*.mos. S i todas I:ier:m, e o x o iG., <!e hermosas: Creeii:~ el liw~ibre, ni 1-e;.:ac de i:nproviso7 En t a n sublii-es, i:lefi:'a!i.s C O S ~ S . . . . Que en la i ierm linl!niin el Liir&o.

;C+ieil no s a c b c o : ~ nllio~es, Con gorgeos, con ar is l lvs Y ~ c s n g m t e s c a ; ~ d l o s Si te coqteinp1.a: Doloies? Yo no se quien, extasiado Sofia~a,. d e s p 8 s de T-erte, En las soinbrns del pasado 1- en el horror de la inuerte.

<t +! .Vit

Sobre u n verde hure1 ya florecido Tu serias alondra:

138 L A JUVENTUD

En una cilla artistica, gemela Exhalando su aroma:

En u11 altar, recibirias siempre El culto de uiia diosa;

Y donde quiera . . . . el estruendoso 2p:aiiso De los qno todo cuanto es bello adoran.

* X Y

Hay en t u cuerpo gentil, Bella, espirituil criatura, La romantica hermosura De las mnnanas c'.e Abril. Por eso, bella Leonor, La brisa te epvuelve uf,zna. Porque 1s brisa ea t u hermana. Conlo es tii heirnarra la Eor: Y por eso tus graciosos Contornos tan setluctorcs Hacen suspirar de amores A los viejos y a los mozos.

* >k .S

Senhitira con nluin (le c j u ~ r i ~ i ~ c . S e adormeces al soplo de 1s diclin Y tieinbltts pudoroca si e! dios ciego Te fi-nge pnsajer~~s a!egi.im. Tienes todo a n tesoro de espemnzas Qae hoy t u sensible corazon cnutiriii:: Guirdalas, sensit in, porque niiiica Kenacen o?! las qiie se ver1 j>c~~li.,ias:

$i:ien iespirantlo t:t :doi:~do alieiito. r eliz sintiera, eii tremulos vaivenes. Tns caLe!los, iiieci(loa por el viento. Rubios posxse erl las i~iarcllitas siece-! ;Quien lograra niirarse en esos ojos De hermoso aziil como el azul del ciclo. Sorber la dicha. en esos labios rojoi Y asi calinar su delirante anhelo!. . . . Quien tal logime, aiigalica Xaria, ;L. iiera solo un itioita!, 6 un t l iv ~ e i i n !

Brilla sol~re la frente 1s q:~iiiicru. sobre la abierta flor la niaripnsa: ;,(Q& brilla sobre ti. :iiiia. gracimn!

Brilla la P~ ix~ave ra .

E! ;I.ngel del amor ab5o scs al,:- Y iin cliiitico entono,

Y !as liotas de1 cli~ltico foririn7~o;l Tu bello eorazoc.

•âc~piies el Genio ilumi116 t u frente Con lr,z coino Le1 sol.

Y desde entonces te uonteinpla el inundo Cual angel del talento y del amor.

So! no me heblois de las rubia., Hablndnie de las inorenas: Ahi esti Maria Bosque (211~ es !a m,iskdu1ce de entre ellas!

S- S- *

;Derpeit:~:I!.. .. 1-a la aurora se le raut :~ i' en breve el sol snldri:

;Ois ese himno c,ne,doquier resuen;:! Siiia ;poriliie 1x1 amar!

Y

* " W

3larcliitos se vi.iiii. rzi triste dia. De t u fax i:ecl:iti.i.,i !os niatice.-: >las nunca el timil)o con sn mano frii: Foilra matar 1,- ci-lica alegria De aquellos q12.e 1ii:gns con t u amor f i i i c w

* :c q<

;i&C? a(1i;xLle rs ti1 beidac!! ;Qu6 bella t u donosiira! ;Que sin es t u iierinosuxi. Y que hexncvia t u bondad! J. :>a .. espiritualidd I)e que acaso 110 t c ufanas. :)a .(L tus fxciones Iinirianas ;\listicii!,~tc?, cin defecto, . t te hace el tipo perfecto

Tk lns x-irge:ie. ci-irtiitnai!

Por scr siquiera L I D pensamiento tnyc, I)e los que nacen puros en t u alma, naria.. . . todo! hasta los mismos suenci Que aiidac~s forja la ambicion hiiiiiaiin.

- - LA JUVENTUD

Calor v miel v armonia En t u s labios" de coral. Ora :ia 7 esplendor, poesia E n t u belleza ideal, Eso Dios puso en t u ser. Y, para cororiairiiento De su obnt, jque buen talento Le di6 a t u alma de mnjer!

&u& liiiy en ti de inefable que no alcanza La mente ti coriipmnclei?

Eres la encarnacitn (le la espeiaiiza, Un angal eres m i s que una mujer. jDiuhoso aquel que t u Animo c i iu t i~e , Ninabella, graciosa y sin rival! tDoncle estarti la qric c u d t u reavive La fe y las esperwnxas del niortd!

Hay e11 tu frente im niir:bo De g r ~ t a y siiave luz, Que ri todos rits rerela Lo que atesoras tfi. S u ingeiiun, di:i~. de niiio Que u n paduroso tul , lih vano vclar qiiiere

Para ociiltzr u todos t u virtuc',.

!Es lastinm qiic no l i a l l ~ s &Es espacio en qne volar Y que por brillar batalles Sin poder mucho brillar! Vuelrete, nlondra. 5 los cielos: Angel, vuelrete hacia 1)ios: Huye los humaiios duelos y, alondra 7 Angel, adios!

CARLOS FOURRIER,

En las act~lales cire~mstall- eias el problema social cs te im obligado de las coiifcreiicias de inniimeras colectividades, que satisfacen de esa manera la terrible ansiedad de la epoca mo- derna que, avida de resoluci o-

iies, exigz & los pensadores que tomen sobre si, trabajos para los cuales son necesarias cuali- dades nada coixuiies y ejem- plar constancia en la tarea.

Abruina la considerable can- tidad de producciones que han sido o13igiiladas por la cuestion social que si en el seno fee~indo de Aiilei.ir:n no ha cansado gravisi~iios nides y penaiida- des sin cuento, ctehido induda- bleixeilte A las ventajosas con- dicioiies de vida que ofrece a- morosa 21 ininigrante, en el an- tiguo conti:iente verisie toUoa los c a ~ a c t e ~ e s clc un peligro, tan- to 11ias inmir~enk, cuan?to que la mayo~ia fo ima d.? lilia parte y ieclucido niinieuo fo'sma de la 0ti.a. Agrepese h lo a i l te~ior I n profiinicla drrisi611 y las d i o - sas 7 odia&? disti:icioms que, si:: f iinclniucri to de i~ingmia cla- . . se, iiifoimar; 1::s n e j m orgmiza- cioncs e x o p a s . lo :;iismo que 1% iricleinenciu del c.liii:a que A veces agosta 12s t~;sc:hli~is por tan- to tiempo clc.seudas y que han costado tanks ~vivacioi~cs, como de por si produce i :~ muerte de los dotados de riaturalezas que iio pnedeii resistir las im- piedades de las estaciones. Este asunto se ha dicho, y puede xos- tenerse con gran acopio de rs- zonamientos, es de vida o muerte: A la rcsolilcioii qve st ob- tenga es'& ririculada la i:.aiiqui- -. sidad de 'la iimyoria, qu8 mientras no c ' i i s f~ te de ayudl:i, veni con malos oj:~s h !os qtae 15en criando ella gime, L/L los que sola aca~iciados ljou ci phcer cuando clla es ~icti i i ia de! s~tf~irniento, Regeilci~acioii piden los obreros

140 L A JUVENTUD SALVADORE%X.

v n.,ien t ras no la o b t e l g a ~ , en u

azneilaza vivira la piqueta de- molrdoru. ;%! como es de triste al obwro no encoiitrar e:i el tmbajo 1x6s que In fatiws em- 9 Imitccedora y 1% ei~fei.mec.ad que n:im Iz cxi,-tencici, mient~us o- tros ?,eres viren e11 la holpnza7 disfix?mdo d~ toda, vierte de como&da:lest

L:] cix-iliznctii>ir RC? IIU t ~ m t l i ! ~ i.1 c;l:j'"~ (le lilejoyaT fa i.u::i.tt, de 1-3 i . i & ~ ~ s '- :i ., N . ; w ~ & ! li: C p i : ~ ~ 1 1 . ,,A sc ha ltlo desa-

-, ~sr.oiian:';o, lzt @ot_lcilc:;on de & C : ~ S . ? ha (;;?.: 11h::l <lo 11 o t2bl<:m?ll te, >?%si

]o \-c:ues (312, el iinpor.t&fite ]:a- ? s . - , sna ae !n inslruce:ot~? ql;e mieil-

tras e.;i !a antigno tira lirnitzdn xnn clase ejcycicio de 1::-s i j ~ o - fps i~ ; jea libeyale~, IL: 4';y3c23

iI ~ n o J ~ ~ n n 2 9 existe 11,rjs cla qiie 1% marenda p0:1 el t a ? ~ i i t o -kT l ? ~ .icons?;nzcipu c;i el c.stu&c,, .- . . , . -. Aq~i:elins in:c~7i,i.,s o;ie~cnckis r.11- -tye el oijypyi~ el a;llo 'mal] <ese,- . , -r?zroo: L.LL ;;o. y 1:: jo? cstiiliei.se

2 . , ", O . . .

ty:1?::iji! C G ~ L ~ O ~ g i : ~ ~ q i ~ : ~ : : , le . ,

<: j ) : l i i< ;py :~~ e<,iiio fge;rtt: li: Ti- - . qiL.L,zz i L . A . , . i c L "' '"O - y q i ~ ~ ~ ;>m-prc"io;la iLi3LCCii3 i x v n T "k-i\ $.a 74-

a e " * L ' L : i . L:LLt;-in erc.;.iro~es$~l: mi::.'tc; qrlc a3Lg&zc..iE n y q r , y i ~ 0 1 1 : y : ~ f ~ ~ ~ ~ ~ : ~ ~

L

7 a Lf:i3i:!:li~l.>~i-,i - , ,!e ay- Inu este 2s::uto 18s efr?,~f-s : l l~-

nestr.~.:;:.?;: 9, iatcntc,lido 11 a c e y

eye.cti (Y ;;,c h j o i:~, forma =O-

nlirquic;:, sea cual fume SU- especie, ya tan grave cuestion IlabAx sido fal-oiabIcmerite re- suelta ? como pniebta, aducen - . los antiguos goijlernos, e11 que airaigada en los pueblos la idea de que c i e ~ t a clase privilegiada habia nacido para mandar y loa delmis para obedece^, las ambi-

ciones no estaban a la orden del dia y como consecuencia iiielu- dibie, la paz garantizaba el trabajo.

Sin entrar 6 12, refutacion de los corxeptos arriba apuiitados, es necesario recordni, qne los e- jetxplos de aquellos sistenms no deben fo~lilat' n rpmcn t o cii las e;oiidiciozics jsesentes, en que el aGe!nte7 se c~;euczitm e;l todos lo-. iu> cidenes y en q2.e e1 eriteiio

. . - bien dmgmo lia ri. cueni-

7 . t;i lo que M. cicinela ilis-o por i i ~ i o t i ~ ~ s , COIXC 10 que 121 costil1~- brt. hil sa l i c ion~id~ c u a su fallo. y- nt t qiic se ai?uir~a c p e hay t'a'l

en los gobie~iios artifi- - 7 c;;ilt.s, :.emc?r.de,se entre ot~o.: el ', esta20 Iiorro~oso que en los nl-

t i i~ics tj.e;npos ! ia presentado los obreros i.i~sos, y coi1 esto !as Iineicrrxs al>n T-ecea el1 Espaca,

il 1, ." , . - -ya t:ri Italia o ea 9 1 c m m 1 2 , han puesto cn A Ius :iutori- &.des qlle 2;ii.n el din pi~i,erc> de . . 1fiaFo Se p~~p;~~pb),I'(411 S O I ~ C ~ ~ ~ J

- 7 . n ecid~,<lo, te;iliello TrLs l i ' q - ~ &A': LXes- hcioyles q3.e ye;-ixtei: cai.;~.c.ter.e,- iie axenazns.

142 - - LA JUVENTUD --

fos esplendidos de aquella CLII- tura, que recuerda con cariiio 1s hurnaiiidad, y a donde llegair los pensadores como eii solicitud d e fuentes de inspiracion, iiiflii- yeron eil el bueu arreglo de la administracion. E1 concepto de la nnidad es sostenido por So- ciates y todas las consecuencias d e alli deducidas, Ifegaii por uno 6 por otro camino a operar un cambio bem fieioso para los in- tereses de la liuinaiiidad. Las escuelas que nacieron, fijaron el ideas ti.asceiidentales y sen- taron admirables teorias.

E l filosofo de Atenas con el afail de conocel. todo, se reriste de paciencia superior al orgullo de los deiilcis y se iiispira en el amor N la s-erclad y en los principios de la justicia, combatien- do con ardor la ruindad del e- goismo y las iiijr-rstificcadas des- igtialdad~s. E l eiuptije de la fi- losofia socraticn se hizo siiitis eii la generaliclnd rie los estu- dios, y criai~do cstos oht~i r ie~oi i a l p n desarroilo se co~iocii, des- el cfe Platon 1mst.a cX ~ p i c ~ ~ r e i s i n o de Aristipo.

Grancks ideas sostti~:ierou las escidas @ r p s , 1) o s i t i.i-a in- fiuencia ejereleron en el derecho y podemos neegi-1i.x que la, civilizacion presente, cncurntm su origen en aquel eepiritu he- leno c w lia lliiindo las Itmoi- 4 tales ~ x ~ y i n a s de i ' ~ historia, los

1 iinpi4fwx:t~vcis i.e,c.istvos del ar- t e g tli ~ri~raviiloso rnr?iido tle la fmtasia.

Ronin se constituye heredera de las antiguas eivilizacionos; por medio de una atraccion sir1 ejemplo, forma sus leyes, orgz-

niza SUS sociedades en el m que le ofrecen los pueblos adelantados, por donde se pa- sean sns hguilas triunfantes y siis ariiias T-lctoriosas. Produ- ce cir~dadanos de incorruptible caracter que admiran las gene- raciones que pasan.

E l desarrollo del derecho en la epoca romana es inaiavilloso: se fuiidari nuevas instituciones, se corrige cuanto sirs-e de remo- ra al establecimiento de los principios de justicia y por a- quel caracter de irnircr~alidad, la asoeiaciori empieza ii 'econo- cerse; derecho de asociacion que eliipuia al coiiiercio a 1% indris- triR, .i la agricilitura y que en cuanto al respeto de la perso- nalidad lo liace en todo valede- ro; derecho de asociacion que es motivo de temoT en unos, de espeiama PB otros y que es caz- sa de haberse foimi~lado los sis- temas de 01~11, Saint Siliion, Iiourriw que Iiari heclio surgir las sociedades coopemti~as, las asociaciones ~wodrrctoras, que pi*estau facilidades paraa estu- dios q u ~ tienen pwitiva utili- dad.

~ 1 ~ ~ 0 3 3 x. JEREZ.

A veces el lioiiibre, por.uli ac- to espoe~taiieo &e su voluutacl, se coloca en sit~:aeioires tan di- ficiles, que 110 acierta ;2 salir de ellas a i puede calcular sus consecuencia~. Xapoleon Bonapar-

LA JUVENTUD SALVADORESA. 143

te cuando concibio en su cere- bro luminoso la idea de dominar Europa y modificar a su arbitrio el mapa del mundo, criando penso en pasear por el teatro de las viejas monarquias las triunfantes aguilas de Elrancia, aquellas aguilas orgullosas que posando- se sobre las eiihiesas piramides de Egipto llamaron sobre si la atencion iiiiiversal; cuando el corso indomable se propuso, en sus inquebrantables deterixina- ciones de guerrero revoluciona- rio, humillar la altisima frente de los reyes y menospreciar el desacreditado Trono heredita- rio, contaba con algo ininenso, todopoderoso, que lo arrojaba con fuerza irresistible ii una o- bra asi de temeraria coi110 SU-

blime; tenia su genio de giierie- ro afortuiiedo y sus ~ e ~ d e s lau- reles de Capit6.n invicto gana- dos en cien campos cle batalla, contaba con el corazon y el ce- rebro de Francia. impregnados en las ideas filoshficas de la epoca, tenia bajo sri mando el tre- mendo Ejercito fraiices, que era como el brazo de im gigante armado cle la potlerosa maza del nuew Deveello clee tinado 6 pul- verizar las i:istituciolzes seeda- res y los vicios politicos que des- triiian e l ps tudo espiritu del Viejo Uuncio. Pero una ~ e z co- menzada la o b x , todos los reyes v todos los pueblos se nrnlan eii defensa propia y se arrojan de- sesperados contra el Pueblo-rey y el Einperador-nio-ristluo para venceilos por la fuerza y iedu- cirlos a los limites de la Justi- cia y el Derecho-: en seguida se conjuran en su coiit ra todos

los elementos, y desdk las nie- ves vencedoras de IUoscow que derrite el calor de la ciudad iri- cendiada, no vuelve a brillar an- te sus ojos "el sol de Austerliz." Ccomo consecneiieia de esta si- tuacion, alli teneis e1 grandioso drama de TVaterloo y la trajedia desgarradora del gigante enca- denado en. el penon de Santa Eleiia d e l i r a n d o al horrisono bramar del oceano jamiis venci- do. Resolucion tristisiixa que el genio jamas previo.

Y lo que de Napoleon queda dicho puede tambien decirse de Alejandro eii Grecia y de Cesar en los ultimos bueiios tiempos de noma.

En otro o~deri de ideas tene- mos que cuando do11 Emilio Cae- telar o 11s. Gladstone anuncian un disciirso sobre esta o aquella cuestion politica o social, y cuando cloii Alfonso Daudet o Mr. Zola ofrecen urla novel. paya sa- ciar el apetito interniiimble de los inilurneu.oa 1 e e t o re s que ciientail en el mu~ido li temrio, saben desde liiego por que razoii lo hacen. El uno su genio y el otro A su talento, este a la ob- ser\-acibii constante de ciertos hechos sociales aiiaiizados, co- rregidos y au~nentados~ segun el gusto 6 las ideas propias, bajo los golpes de 1s plunm-l~uril, O pluma mazo, y aquel A las do- tes peculiares de su imagiiiacion briltaiite y soriadora 6 al iiuineii creador de sil f a n t a s i a : cada c d , sabio o poeta, apostol o inhrtii, sabe las armas con que ezenta y lo mucho que con. ellas puede.

Pero el pretendiente novel

LA JUVENTUD SALVADORENA.

1 -

que ofrece escribir mi articulo de periodico por el prurito c?e ofrecer algo, o que se le antoja rimar SKI manera un peiisc- miento v i i l~ar , son cosas verdn- derainenle impwlorxtbies, y que sin enibargo suceden con admirable regularidad. T para cpze el lector no 'lo ponga er? dudas 6 vaya A pedimos "'pruebas ai canto," i i q~ t i~ sin ir kllIIu lejos) tiene ii este humilde y atento servidor de C., lectora nmn5iIi- sima, con unis comczon mi' bo- iroricni c.ii,artillns quc: no hay m& que pedir. ;Ptm q.c.6 dire, Dios mio?

--Vamos! que oigo! es un "caballeio" qrre va por ia aeem, ( 6 correcta y elega~itemente vestido a la moda de Paris," jugando el esquisito baston en u- na mano y acariciando con la otra el fino y airoso bigote ne-

ien es el! Acaso el n a for tzndo banque-

ro, 6 el descendiente de un lxi- bil comerciante, 6 el. presunto heredero de un rico agiicultov ? Nada, ribsolutainente nada de todo eso. Don Fulanito de Tal es u n hijo de vecino, sin oficio ni beneficio conocidos: va al cafe todos los cifas, donde juega, fuma y bebe como todo hombre de buen gusto; pasea pi la3 noches en el Parque con sn irve- pamble "histcin, de eoibatn $Tan- ea y sombrero '% l a uitinxa," es- teaitnndo orgujloso el ilicrktico cuello, como dwia el poeta, donde I U C L ' ~ los bdlantes cn aiaiea lieiradrix : asiste x! Teatro con mais puiitualidad que los eronis- tcts y revistei'os de p~~ ibd icos , y cs ($1 coiriensal tie todos los ban-

quetes y el "caballero cle gracia" de todos los sa'lcnes. Vamos! ese joven con SU fisura roniWnti~a y sus gustos pamicaises es el tipo doniirxmtc, el modelo de la 66. jumntiid alc-gse y espnnsi-va," es el dueiio 2~ in s i tmcion: h&- cia el s~ 6,iiiqerx Ias miradas cie todas 13s I?~llas, A C1 ~ ' m coma- grados los snspim.; c l ~ todos los corazones, pi.n 21 scii 'lns bcri- dicjoiies de totlas las t i l n x ~ ~ , el es la espcimzn d~ todas !%S x n - drrs. -Em{?l ti, wu!

Pero es?-: !it>li!hi*c ideal idc que vive? i Sic~iil ~?;~(:?c~i<:a eo- ~ioeida? S o . ; C l : < d 7 : f a padres desg;.aeiuclos ;yric mfuagnea~ todos sus gasio~! Xc*aos. Tie- ne el1 m p a ~ m l e l a "tias : h a - liuetasn que ~oportcn todas sus necesidades? No. Es alto em- pleado del Gobierno, ya que a veces t aiii b i en los Gobiernos, son coiiipliees de los vagos?- Tampoco. Luego este hombre es una cttlarnidad social, una carga para todo el mundo ?- Tampoco lo se. Debe cn el al- macen y en el cafe, no paga al sastre ni a !a Iavundern, ni h la "patrana" que le da la rdda, es- to bien lo s4. Y esie c-s el hombre modelo, t.1 sei;,or de lujo? Como E. fo re, leetorn genwosa g simpatica.

-- --A-

LA JUVENTUD SALVADORERA. 145

la demasia soii ikrminos qne ad- miten nias y nenoc.

-Fulaiiito de T d , ese "Dan- dy fulsificado" de que vengo hablando, "Tenoi.io do Nuevo ein- no," "Tunante di: iiiah, ley," Fulaiiito dc' dijo cierta se- norita conxic?a mia una x?oehe de luirn que 1~-iscab:iiiios cii (11 Parque, es un jcvm rnay lujoso.

-Ese c:;baller(-, cs de i~iueho 1, gusto, ;igl'~o;bj I!L ~:;"l;as

-Ertt. Tbieio es un ente des-

He aqui trcs opiniones diver- sa,~ sobre ni1 i l i i~mo tema, coiao si tws sbogados pe- leando por irnn inisina causa.- Pero yo careo qiie todcs tienen razon. Quieii gasta in&s de lo que produce en capriclios o exi- qencias de moda, es u3 lujoso e inrnodcrado ; qini eii eleqnnte- mente vestido asiste al Teatro y al CafC, al P a r ~ u e y ti los m- lones, diariainente, es 113 falso caballero de buen gusto; quieoz hace consistir el iii6rito de sii persona en e 1 t r a j e <;ue lleva puesto y que aun debe A la sas- treria, o en el anillo de brillante y la corbata A la moda, es un tipo repugiiaatisimo, un verda- dero tipelo.

Pero vamos a! grano: e! lujo es un bien 6 un lnal para la sociedad! A proposito acabo 6e leer ua articulo en que la sello- ra Laparra tratando del a x n t o lo califica de "f-tinesto vicio.9' Antes de pasar adelante, coiis- te qie yo creo que todos los vicios son funestos, o n i n p n o lo es. El citado diccionario dice:

"Funesto. adj. -Triste y des- graciado." Y tengo para mi que a n y tristes y ~ u y clesgra- &dos son todos los vicios hu- iaai~ol, desde el sirnp!:: ium;do linsta ia chica borm('11elu, desde cl miserable i r i d r h raiero h t ~ s t ~ PI infame eonc~duactar de los cmci::its 'jiiiiblico,:.

7 7 t d lujo 119 txnsiste en r.1 sial- lile uso dc pwn~lus o joyns de gran -\.alc,~. $2 j oniale~o -?:e poi.t;i sotrib~ero jimco y pmtu- 1611 (;P i.i1shil., lujo; y i?o lo gasta cl f ianqwro ecn su !con- tina, ieloj y baston dc oro ;- su c,rislt,c~iitieo frac+. Despropor- . , CiQll lit\liti'e 10 ,>lhl: hC pi'dlIc2 gr lo i~i::~ se consiime, cixando este excde A aquel, o si qiicsili.; entre el c a p i d o l a riqueza que ss posee y las eiogaciones que se hacen, 6 pasion iumodorada por los placeres y repugiianeia inwiicible al trabajo - he q u i las mas notables faces del lirjo.

Las piedras preciosas que des- componen la luz en los colores del iris para brillar en el turgen- te seno de la dama, las telas pri- morosas de cmgiente seda in- diaaa, el ixobilmrio de riqiisi- mas madcras ccli inciustacio- nes de oro y nai:ar, se couieep- A ' Luan en n:iestia joven sociedad como necesidades imprescindi- bles euar,do no son 1x6s que oh- jetos destinados ti halagar !os scntidox y A el gusto mas o meilos exigente. Esto 120 quiere decir que se prive todo el rniindo de poseer objetos de "buen tono," ora sea bajo la forma de limzos qiie el pincel de iuspirado artista a n i a o con las luces de su paleta, ora bajo

126 -- -- L A JUVENTUI

la forma de m&rrnoles y bronces donde el inartillo y el cincel gra- ban eternamente la lnenioria de los grandes hombres, ora bajo la forma de mobiliarios donde pueden rnuy bien eoinpendiarse los gustos de todos los artistas. E l lujo no es ilri inal ciz todo caso.

Pero el lujo EO es un vicio pe- culiar de Ia mujer. Ved sin6 el joven afe--inado como lleva con estudiada coqueteria sobre el ojal de la levita, en l a solapa izquierda y sobre el necio coru- zoii, perfumado y simbolico ra- millete donde la violeta 11iimil- de y la pcilicla mosclueta se en- trelazan con los peiz.samie~~fos y las i l~~s io iws: vedlo inio se con- tonea aparentando una gallar- dia que pretende seducir corazones, 7 un lujo que estA ar.ili- riando u la familia. Pues bien: que la mujer, enamorada eter- iaanlente de io bello, se afane por mejolar su henriosiiiw, es para mi no solo justiticable sino tan~bieu eminentein~ute artis- tico, con tal de no llegar iL los limites de lo riclieulo; pero que el hombre, dcscuidarido su inte- ligencia, haga de 121 riiodu un culto, al nimio ciridado cle sti pc-moii:~, esto oo solo es detesttible sino tamhieii punible. El Itijo y la coqueteria en la mujer Y ~ Q siempre es- tAn reriii'nos coil la virtud, pero esas rnisinus e u d i d ~ d e s cli cl varoni rp~elui i nulidad de iiite- ligencia y camcin d c buenos seutimieiitos. S3 dice que i a mujer por el

inaldito lujo prefiere el rico ton- to y necio, al honrado e izibcli-

gente si es pobre. Pero el ho bre a su vez se decide por "niujer-estatua," s i t ieiie perspectiva una hijuela cina tiosa, y desprecia la mujer a gelical, cuyo coraz6n es nido donde crecen en admirable con- sorcio todas las virtudes excel- sas, unicamente porque es po- pobre. y ya que he hablado de esta clase de hombres para quienes el matrimonio vale tan- to como una operacion de ban- co, bueno es traer a la memoria el poema titulado "LOLA" y que ya mis lectores conocen, donde la sefiora Laparra nos describe y piiita con esa habilidad propia del artista, un tipo que sintetiza la tendencia actual & rebajar el altisimo concepto del inatrimo- nio. Carlos, el novio interesado que finge un amor tierno, apa- sionado y sulslime por Lola, lii- ja Unica de padws afortmados, solaniente pcryue cs ella la pre- si~r-ita l~erder.ci de un capital considwab!e; pero qu:, cinico, miserable y canalla, ctiando eii- treve las do una qu i eb ra srgirm e i n e s ~ e ~ a d a , desp~ecia al sri. ainado, dando al diablo su palabra y su honor, es iin tipo coii el cual nos codea- mos al doblai. de cada esquina y el: todo l~igiii bendito de Dios. Pero &os en el ~ P C ~ U O llevan la peiiitencia y acabar; como el celebre pcrsoiqc: de Pepe Ba- tres: tias coinu~los apa!eados, qus i ~ o otra cosa merece el que antepone el oro A i:t virtacl.

Pero, oh, lector benevolo ! coniprendo que os he fastidia- do lo suficiente y voy & coi~cluii pidiendoos los inil ymcloiies de

ordenanza por las disparatadas Kneas quc os he hecho sufrir. Comence, como habeis visto, tijera en mano, sin hallar tela que cortar, cuando he alli que sin pensarlo yo, se me vienen 6, las mientes Napoleoii, Cesar y Alejandro, lugares comunes de escritores de pacotilla;' y luego sin mas ni inas, se cruza tambien ese tipo universal que nos persigue por doquiera, como la sombra al cuerpo o como la mi- seria al pobre, se presenta digo ese "Dandy falsificado," "Tu- naiite de ~ n a h ley," "Tenorio de nuevo cufio,'? que es el tema inagotable de todos los gaceti- llero~ de peri6dico. Y basta por hoy.

ARTURO. Agosto 11 de 1892.

Fui por el huerto llorando f , en su ni20 un rniselior, lsomo la cabecita Para averiguar si 10 Pba con el arma al hombro, Alla a las pnestas del sol, Buscando alguna avecilla Que niatar por aficion; Xas viendome de~armado Y a solas Cori mi dolor, Batio las alas y alegre De su escondite salro Y ein dulecs trinos me dijo: -hQLie siente tu corazon?

-Pajarito? pajar izo, Dijele con triste voz, -Yo no se de donde vengo Ni se para donde voj;

Mas ya que tii me preguntas Que siente mi corazon, A mi vez yo te interrogo: La que es duelio de t u amor &Ha estado de t i muy lejos, Oime pajarito, o no? Si sabes lo que es ausencia, Si sabes lo que es dolor, ... ;No preguntes, pajarito, Que sieiite mi corazon! ......

Desde entonces, desde entonces Cuando por el huerto voy, El pajarito me mira Con muy marcada atencion, Y salta aun y aletea Siempre que me acerco yo; Pero tambien, desde entonces Ya no da al viento sn voz; Y es que esta triste, muy triste El canoro rnisenor Desde que la amada suya En I B viudez le dejo Yendo a morir a las rejas De una doruda prision Que la preparo una ingrata Xiiia wihs bella que el sol . - . . . . - . . . - . . . - - . . - - . - - . ihh! !que tendran, pajarito, El rnio y tu corazon!!!

Ya habian ocurrido tres 6 cua- tro escaramuzas en los alrededo- res dc 111 eiuclad. Los rebeldes se atrevian ti awrizai. basta las primeras casas ctel barrio mris proximo a1 campo: por 1% noche se bilrlaban de las avanzadas, y muclios entmban y salian llevando armas y pertrechos para el campamento, que estaba en la

LA JUVENTUD SALVADORERA

montafia como h cinco leguas de Popayan. Llegaban B sus casas, daban un abrazo h la esposa 6 B la macii-e, L I ~ beso al hijo, qiie tal vez clonnia en una cii- na, y se cargabaji luego corl los b ( elementos') qi:e habla11 podido allegarse cli el i loga~: unas li- bras de pOI~~oi*a, unas C ~ I : ~ I Z ~ ~ S

ezipsulas, :tlgu?in escopeta, m a lanza, un fusil RemUigtoir . - . . Las ~ei ioms t~~isliias, (!isfmm- das dp la,van,~lcra~, sc eilcainina- ban al rio, se alejaiiaii p x n L

Las mrijcrus espartanas s r Iiabrian ent usiar~iiado.

Contabase cada clSa q i d n sc habia marchado a1 campaiiirn- to, a pesar (le la rigilmcin es- tablecida por. el gobierno, que no habria perdonado L% uno SO-

lo, & quien hubiera poiiitto n f m - par. Se sabia de abog,!oq. iiie- dicos, i ~ l g ~ n i e m s , aitcsanos, que estaban ya e11 las filas sevolu- cioriaritzs, y se c o n t a h n proe- zas de mt~c'iios de ellos; A TTeecs corria tambien Ir? noticia (!e haber muerto alguna pcrsoim co- nocida; por ~npx i~s to , la 111uer- te hclblti, sido la de un heroe.

G n dia fneroii rntrertos tres artesanos por 1.m czrerpo de tro- ~a que estaba emboscado en las ~ninediaeioncs de una senda ex- traviada que coli dlicin al cain- painento liberal.

Al ser sorprendidos por la tropa quisie~wi hnir; pero cayeron

Aquel ~ i i l o delgtitlusiio ;; p."- 1 - ~ i a o 1 se transfiguio al sentir que penetraba en su pecho el hbiito incendiario dc In i~e~ol i l~ io i i ,

Czrios Gil era primer Irispec- tor en 1% Escuela itTormal de Zn~ t i t~ to res , clirigi~ ia la Esene- la Anexa y cstabn encargado de la Secretaria de la Si-ibdiLcccion del estableciinicuto, lo inisrm qire del puesto de 3ioliotecario.

Coinunicome en el acto seis proyectos de fzrga,, i~~sini~,'indo- iiic qrie coiitalxi corimigo para que nos escnparamoe juntos.

Isxgiintome quienes o t ~ o s podrian ~,cnmpa.oiainos.

I ndiquele tres condiscipdos, a quienes yo cor2qnistai ia '" p- -~'a engrosar 12s filas."

Total: cinco estndi:intes que desde la iloclie ci~l dia siguiente se hab~iali de convertir en re - Tolucior~arics.

Carlos Gil y cada uno de los paniaguados solicito pei miso

para salir. El Director lo coii- cedio.

Al volver de la calle, los cinco estudiantes traian sendos p- res de alpargatas y otras ttintas cintas rojas. Uno de ellos coi)- siguio un ca;?ole t!e hule.

Entre seis y si& de la rioch~, hora de recyeo, Carlos Gil 11a- mo a sus compalieios y se en- cerro col1 ellos en la sala cle la Subdirecciori.

Uno de los quo habian de fu- garse iiiaiiifc?sto lo atrevido de la enipiesa : seria imposible pasar la montaiia sin tio, 120a~r , A . con gentes del gobierno, que lia- ciar1 un espiontzjc muy activo y,que ,gpnrd:~bni~ todas las vias; ja que ir desarmados, 5 que nos mataran como u perdices? a niin-

L

guiio eonocia alguri ci~inino qiie condujei.~: al cuartel general: izo - tenlanios guh; igr,oi.Abamos en quS lugar, iijaimnte, se hallaban las tropas de los ~i l ;es t~os. - .. - .

Gzirlos Gil, eamo inzpirisaMo - . . ., por un resorte, s r ctir~g~o al es- critorio \- sin dccir WI:L pdal.m. ; se priso a esci"i5i.

Linega ley6 : 6 , Los a1un110~

de la Eseiiola Nor1i1al de Pmti- tutores, u i o s coii~pro:r,ctemos por nuestra solcmiie palabra de honor, por el amor que profesa- mos a nuestras imdres y por aquellas ii q u i e n e s ~ i i i ~ e r n o s nuestra s u e i t e, & sostener 1% causa de nuestriis ideas-que considerainos ygrada-por cuantos medios esien a nuestro alcance. Al ef ecto, esta misma .noche inarchau.emos a buscar el campamento de los nuestros.

Popayan, Escuela Normal,

enero 27' de 1885. Despues de una senal de cruz,

C%dos Gil." El que habia hecho las indi-

caciones contra la fuga fue el primero que firmo despues de Gil, no sin haber dado antes un beso sonoro a ia cruz que formo coii el pulgar y el iiidice.

Lo mismo hicimos los demas, Sonaron cr-tatro campanadas.

Era el aviso pura ir al comedor. Cados Gil, algo turbado, pa-

so lista. Por mi parte irn-prexionerne

mucho, al tornar mi chocolate, pensando en q ~ i e ql,iiza s e h esa la Iiltima vez que me sentaba 6 la mesa cn coni~ania de mis queridos condiscipiilos, ii quienes consideraba eomo l:ern~a- nos. Eaeia ya tres afios que ine sentaba cii aquel puesto. Pen- saba: si ellos supieran nuestms intencil>i?es lio 130s dejaria11 ir, 6 querrim todc2s escapnse con nosot~os. Pobres I No saben qiic rn,-%na 6 estas Soias estaremos y:~ muy lejos, ii:.uen.Los de cansancio yi 2o L~io, con mucha lzanibw, tal re3 eiiterr,zdos en el fanigo !

L

Acaso iiaydmos caido prisio- 2 6 prisionercs! Acaso

estaremos tendidos boca arriba. c,pjereados p o ~ las Ix!as. P los otros? muy ~ ~ ~ t i s f e ~ h o s ,

dcvoran sus tazas de chocolate o sus platos de dulce.

Y hacen cambios de pan por queso, y dejan escapar, 6 inedia voz, algun chiste bien picante 6 a l p a bnrla cruel.

i Si ellos supieran el riesgo que corremos nosotros! - - - . . - -

150 -

L A JUVENTUD SALVADORESA. I

Los cinco del coiiiplot nos mi- rabamos de cuando en cuando.

Al levantarnos de la mesa, despues de la senal dada por Carlos Gil, guardamos nuestros panes : eran las unicas provisio- nes comestibles con que contti- bamos.

Yo, por mi parte, dirigi una inirada en torno clel coiiiecior, y pense: iquizas no volvere ti entrar mas aqui ! Y, eil efecto, no he vuelto.

i,Volvere algih dia? A las siete y inedia dio la cam-

puna la seiial para que eiitrara- mos al salon de estudio.

Ya en un c u a r t o de clase proximo al zaguan teniamos lis- tas las alpargatas y unas inale- tillus con ropa interior.

Entrailios al salon de estudio.

E l Disector ilarno ii Carlos Gil y le dijo : "Voy h salir, volvere h las llueve y media, tengo que hablar con U. ii mi re- greso.

-''Zst;lL bien," contesto el Ins- pector, con una sonrisa apenas pe~ep t ib l e .

Uno de los cinco del conve- nio pidio permiso para salir; y con intervalos de unos cuanltos inin~itos, solicitamos el mismo permiso los otros t ~ e s . Luego Carlos Gil recomendo al segun- u

do Iiispector que guardara el orden en el salon, v fue A reu- nirse con iiosotros. Vimos que el portero subio la escalera para ir ,S componer la luz de a m f aiol.

Mientras el su!k, nosotros ganamos la calle.

i Que emocion!

iFixgarnos de una Escuela para irnos a un cuartel!

;Y en que circuns tancias !

La noche era bellisima: la lu- na brillaba casi corno un sol.

Ya en la calle, no sabiamos que hacer.

&Que camino podriamos tomar ?

Por mi parte, me parecia ?o mejor volver a Ia Escuela. Ca- si lo p~opongo.

Alidando, andando habiamos llegado al bzirrio de "La Pam- b a''.

De repente, al volver iina es- quiiza, tropezamos con una pa- trulla, Creiamos que iban a cap- tumimos.

Pasamos con mucha naturali- dad junto B los quince hombres arinados, cuyo jefe nos cm CO- nocido de vista.

Carlos Gil se acordo de un joven Lopez, cuyo padre era u- no de los jefes rivolucionurios. Nos dijo que fueramos alla, A casa de Lopez, en donde tal vez podrian suinii~istra~nos un guia, o liaceinos algunas indicacioues respecto del camino que de- beriamos seguir para llegar al campamento.

Oamos. Lleg Ea secom de Ia casa se atlini-

ro de nuestra resolucion, y se condolio mucho de 12" suerte que, segih ella, nos estaba rc- serrada.

La, b22em mujer creia, por lo pronto, que ni siquiera alcanza- riamos h ganar la nnon talia sin caer en poder de los enemigos.

Lloro, suplico. Decia : " j Si

al menos llevaran armas! . _ . - Pero asi. . - S que los maten sin que Uds. disparen un tiro- . Es una "bestialidad". - - . . _

-"Gracias ! " contesto uno de nosotros.

El hecho es que la seflora, para retenernos, nos dijo que al dia siguiente vendria del eaiii- parneiito un mozo que enviaba su inarido cada ocho dias, que con el podriamos irnos poi. ca- minos que no preseiltaban h i t o riesgo, porque casi nadie los co- nocia.

Dormimos en su casa, 6 mejor, dormimos en un cafetal que tenia ella en su huerta: empe- zaba la vida de soldado.

Perinaneciiiios en casa de Lb- pez todo el dia siguiente, ciiice- rrados eli 1s alcoba de la sefioi3a.

Por iiiia ~ e n d i j a de la renta- na que daba ri la calle reiamos lo que pasaba "en cl mundo c s - terior," como decia Carlos Gil.

Entre ocho y nuem de l~ im- nana pasaron, r:omur:idacl, las alumnas cle la Escuela Normal.

Iban S misa, a, la iglesia de Belen. L a eiiiocioii fue inmensa.

!Ver asi, sin sei. vistos, sin poder cambiar LUIR mirada iii una sonrisa, a, upelirvs ci cjuieizes zcnirinlnos m e s t i - a suerte; cuyos retratos, cartas, paiiuelos y flores secas teiiiaixos alli en nues- tiros bolsillos !

iY rcrlas quizA por i,i. f ~ i t i l ~ ~ i vez !

&Como era posible que el corazon no les avisara-a nuestras respectivas-yirc alli, a seis pasos do distancia esttibainos nosotros?

;Era que iio nos querian! ,j,Sabrian ya nuestra fuga? Si la sabian, i, por que no iban

tristes, o por que 110 se habian fingido enferiiias para no salir?

j Ah, las inu jeres ! . . . . . . La espcctativa del regwso 1s

pasamos en la m a s viva ansiedad.

Al fin volvieron de rnim. To- dos yuerianlos asomamos por la rendija ti uii niisrno tiempo. Casi reilimos.

Pasaron; no sin que liubiera- inos prorrumpido varias veces en toses nd hoc, que ningun efecto produjeron.

j Las ~w'lrcriaiiios a vei?

Ccaai ~erb$.ctrlern p a . t i ~ f a . ~ ~ i o ~ ~ repi*oclucimos el siguielite iinpo:.- taiite Decreto que liemos tenido el bono;. (!e recibir:-

Que hay hechos historicos de tal magnitud y de tan favorable tras- cendencia, que no es dado echar en olvido las fechas en que ocurrie- ron :

Que el dcl Ncovo Bluiido, ~ealizado por cl iriinortd Colon, coii el auxilio de la ilustre Soberaria de Castilln, trajo a Ame- rica la, civilizacion europea y ejer- cio bajo otros muchos aspectos: 1x1

139 - --

LA JUVENTUD SALVADORERA. p.---

influjo tan poderoso como feliz en la suerte de la humanidad:

Que Espafia y los pueblos de este Continente se preparan 6 con- memorar de un n o d o ii otro aquel grandioso hecho eu su cuarto cen- teiiario, rindiendo asi el hon~eiiaje debido a los Manes 2::l insig.ne Ge- novos, que aleonqnistar tan inmar- cesible lauro de glorie; silpo niere- ccr bieu de la postclri8inti agrude- eida :

Que e! sentiinic~lit~) publico es propio de Qnateinnla 6 las solerri- nes manifestaciones qile el Gobie-r- no se 1)mpoile hacer par9a celebrar la fcchs en que el grt?ri Colon y sus heroicos coi~ipafioros llegaron A una de 13s islas Lucayas:

A ~ t i m l o I?-Decliiraee &.a fer- r i ro en la Eepiiblca, cl 12 dt: oittti- b! e Ge! corriente afio.

tlrtic~ilo 2?- Con~ocnse 311 coi1- curso para premiar con qilinientos pesos el mejor tralsajo que ea p i ~ s t l se esci.ib3, s9i~i.e la vida y viajes dc C o l h , debiendo ese escrito corlte- ner detailes soL:.e la venida dei gran rlavegante nl litoral de Centro- America en 1502.

Articulo 3?-bVorlvbc:;,se otro eer- tameri para reccmprisar con una n-nsdai_la dc oro al aiitoi. del mejor himno 6 Co!o~, y con otrz rneclalla igual al qlie escriba la miisicw m6s apropiada Lr esa c o i ~ p s i c i o n poe- A. ~1ca.

E3 este coiicurso y eu el indicado en el segundo articulo, solo po- drrin tomar parte lcs ceiltroaune- ricanos; y.se fija para la presenta- cion en pliego cerrado, de las obras, a l Ministerio de Instruccion Piibli- ea, un plazo que expirar& e1 14 de septiembre proximc; en la inteli- gencia de que esas conlposiciones, como en tales casos se acostumbra, no llevaran la firma al pie, sino el

signo que el autor adopte, signo que se repetira en el exterior de un sobre, dentro del cual ira la firma respectiva.

Los preniios se adjudicaran de un niodo solemne en una velada que en la noclie del I I de octubre proximo so durii, en el Teati.3 Na- cional.

Articulo 4V-E1 luicmo d i i ~ 11 por ia tarde, se efectuara uii paseo de los alumnos de los colegios 3- escuelas nacionales de la capital, y algunos de esos aiurnnos pronun- ciarAri, en el local qire se designe, diseiarsos alusivos la festividad y poesias arit;,!ogas al l ) r o ~ i o objeto.

Articulo a?-Eli !u tarde del 1 2 se veiifiimIi. un grari paseo histori- co con seis carros negGricos que i.eiiresci:len personnjes y episodios reiacionndos cn e: acoil tc(.imieiito que se recuerda.

A~ticii io 6.-31 misin:, dia 12, y col1 !u so1~rii:lidnd que el c3.o recla- mal colocarti e1 Pi.esi(ielz to de la Re- publica, e;: la. plaza dc estn ciudad que al efecto s i d~sigi-le, 1% primera pis'drri do : I I ~ ~ r l n ~ ~ u u e i ! t o ~ U Z se . . e '~ ig~?A S C~istobal Co!o~i, eil tusti- r n o ~ i o del culto pori)etuo qiie Gua- ternala se coml~lace e ~ i tributarle.

Articnlo 7?-Ei Blinistro de Ins- truccion PuClica yrnrdia e;;cawado h cte iodo !o qne su refiere a le qevu- cioa del 5reselit2 Dcereto.

Dado en Giiqte::~?alt*, eindad eapi- t d d o la Kejxib;ica, eii cl Palacio del Poder Xjecutivo, A los ocho dias del mes de j L K I J ~ de mil oclzo- cientos nore1:ta y dos.

El Src~otario de Estado en el Despacho de 1nstruecio:i I'ublica,

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JUNTA ECTIVA - redicces.org.sv Tomo IV No... · el morvido y ~olliso cuerpo de la nilila, cantaba 6, n~edia voz ... la luz, y el fastidio de una exis- tencia monotona y rutinaria