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Cafetín de minorías/ Carlos YUSTI Kafka en la Internet Ando a la caza de construcciones. Entro en un cuarto y las encuentro revolviéndose, blanquecinas, en un rincón. *** La desgracia de Don Quijote no es su fantasía, es Sancho Panza. *** Probablemente notarás que no duermo desde hace unas noches. Es simplemente el «miedo». Estos textos escritos por Franz Kafka en sus diarios y tomados al azar presuponen una constante sobre ese insólito cotidiano que parecía vislumbrar. Sus diarios son un mapa para explorar el territorio de sus obsesiones. En este tiempo tendría su blog o escribiría por el Twitter sus aforismos de humor sombrío. Todo esto entra en las conjeturas sin fundamento. Lo escrito por Sergio Cueto es puntual: “No se trata para Kafka de escribir a diario sobre su vida sino de “vivir” en su Diario;…” Nunca fue uno de mis escritores favoritos. A pesar de ello verifico en mi biblioteca algunos de sus libros. Acabo de adquirir un nuevo con sus dibujos. Me gusta el Kafka de la extrañeza, del aforismo que mueve la dureza de lo cotidiano para encontrar una realidad gelatinosa debajo de esa caparazón de rutinas diarias. Cuando Kafka escribía su novela El proceso se desternillaba de risa ante las situaciones que vivía su personaje, él creía estar escribiendo un libro con buenos toques de comicidad, pero se equivocaba. Lo kafkiano se ha incorporado al mundo como un moho repulsivo e infame. Hay algo aciago que hierve con lentitud bajo la glacial cotidianidad. Muchas escritores/escrituras apenas rozan esa atmósfera escondida en los pliegues de la realidad. Pero Kafka fue hasta el hueso. A Nabokov le intrigaba en que tipo de insecto se convirtió Gregorio Samsa, esos detalles le resultaban esenciales para penetrar la historia. Por sus diarios y cartas se constata que él estaba tan apartado (tan solo)

Kafka en Lnternet

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Texto Breve sobre el autor de la metamorfosis.

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Cafetn de minoras/ Carlos YUSTI

Kafka en la InternetAndo a la caza de construcciones. Entro en un cuarto y las encuentro revolvindose, blanquecinas, en un rincn.***

La desgracia de Don Quijote no es su fantasa, es Sancho Panza.

***

Probablemente notars que no duermo desde hace unas noches. Es simplemente el miedo.

Estos textos escritos por Franz Kafka en sus diarios y tomados al azar presuponen una constante sobre ese inslito cotidiano que pareca vislumbrar. Sus diarios son un mapa para explorar el territorio de sus obsesiones. En este tiempo tendra su blog o escribira por el Twitter sus aforismos de humor sombro. Todo esto entra en las conjeturas sin fundamento. Lo escrito por Sergio Cueto es puntual: No se trata para Kafka de escribir a diario sobre su vida sino de vivir en su Diario; Nunca fue uno de mis escritores favoritos. A pesar de ello verifico en mi biblioteca algunos de sus libros. Acabo de adquirir un nuevo con sus dibujos. Me gusta el Kafka de la extraeza, del aforismo que mueve la dureza de lo cotidiano para encontrar una realidad gelatinosa debajo de esa caparazn de rutinas diarias. Cuando Kafka escriba su novela El proceso se desternillaba de risa ante las situaciones que viva su personaje, l crea estar escribiendo un libro con buenos toques de comicidad, pero se equivocaba. Lo kafkiano se ha incorporado al mundo como un moho repulsivo e infame. Hay algo aciago que hierve con lentitud bajo la glacial cotidianidad. Muchas escritores/escrituras apenas rozan esa atmsfera escondida en los pliegues de la realidad. Pero Kafka fue hasta el hueso. A Nabokov le intrigaba en que tipo de insecto se convirti Gregorio Samsa, esos detalles le resultaban esenciales para penetrar la historia. Por sus diarios y cartas se constata que l estaba tan apartado (tan solo) como su personaje, encerrado en su cuarto entregado a la escritura para no estorbar. Kafka con el tiempo se ha convertido en algo monstruoso. Sus exegetas lo han empujado a ser en un laberinto de papeles escritos en torno a su obra, lo han transformado en una historia casi ficticia, que con el pasar de los aos se ramifica en nuevos papeles y monografas. No se le reconoce y es hoy un espantoso objeto literario creado (especie de Odradek) que se arrastra por las bibliotecas del mundo y por la Internet. Franz Kafka escribi en sus diarios: "Yo no tengo ningn inters literario. No estoy hecho sino de literatura". Esto no es ms que una metfora elegante del monstruo a futuro en el que se ha convertido y con el cual sin ms remedio se debe lidiar.