[KKLR] Madan Vanadis 02

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  • Kikuslirus Project Team

    Traductor: Zetsen Corrector: Aioria

  • Kikuslirus Project Team

    Captulo 1. Sueo de un da distante.

    Teita despert en la noche, justo antes del amanecer.

    Se lav el rostro con agua que haba preparado la noche anterior y at su largo, cabello color avellana a cada lado de su cabeza formando dos coletas. Abri las persianas de la casa y comenz a limpiar la cocina y el comedor con sus acostumbradas manos.

    Despus de arreglar su uniforme de sirvienta, rpidamente comenz a preparar el desayuno.

    Ya casi es momento de que se despierte.

    Con la luz del sol brillando a travs de la ventana de la cocina, Teita se par frente al espejo mientras se pona su delantal y pens en el seor al que serva. Naturalmente, comenz a sonrer.

    Buenos das, Tigre-sama.

    De acuerdo, todo bien.

    Teita levanto las puntas de su falda mientras suba las escaleras. Se dirigi del rea principal hacia una habitacin en el fondo del segundo piso. Teita tena un extrao sentido del deber sobre despertar a ese hombre que dormira el da entero si no tena asuntos de los que ocuparse.

    Si tu no lo haces, quien despertara a Tigre-sama?

    El nombre del seor de Teita era Lord Tigrevurmud.

    Era un nombre exagerado aunque a l pareca no disgustarle, pero para aquellos que eran cercanos a l, se les haca ms fcil llamarlo solo Tigre.

    Incluso si se conocieron cuando eran pequeos, Teita no se preocup por las formalidades y contino llamndolo Tigre-sama.

    Estuvo despierto hasta tarde, as que probablemente dormir hasta medioda pero aun as debo despertarlo.

    Mientras murmuraba para s misma, Teita se par frente a la habitacin de Tigre. Despus de tomar unos cortos, grandes respiros, Teita llam a la puerta. Confirmando que no hubo respuesta, abri la puerta silenciosamente.

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    Una brillante espada estaba siendo apuntada hacia Tigre quien dorma en la cama.

    Tigre-sama!

    Su rostro se volvi plido mientras deca esas palabras. Teita entr rpidamente y mir a la persona encorvada sobre Tigre, como si lo estuviera abrazando, sosteniendo la espada.

    Vesta ropa de color azul y su impresionante cabello plateado le llegaba a la espalda; era una chica hermosa. Ella observ a Teita sorprendida.

    T-Tu Qu-Qu-Qu ests haciendo!

    La voz de Teita temblaba por la sorpresa e ira. La chica de cabello plateado envaino su espada en pnico.

    No, lo siento, no estaba intentando lastimarlo.

    Entonces que estabas haciendo! En primer lugar, Cmo fue que entraste?

    Por ah.

    La chica de cabello plateado apunt a la ventana, que estaba completamente abierta. Cruzndose de brazos comenz a explicar la situacin.

    l no se despertaba sin importar cuantas veces lo llamara, y entonces record que una vez despert cuando pusieron una espada en su boca. Me pregunte si reaccionaba cuando una espada estaba cerca de l Aunque, no puedo negar que me estaba divirtiendo un poco con l.

    Sus palabras comenzaron a vacilar cercas del final al ver la mirada de Teita, cuyos ojos color avellana estaban cubiertos de lgrimas. La chica de cabello plateado se sinti avergonzada.

    No lo pensaba lastimar, solo estaba jugando.

    Aunque no lo intentaras, pudiste haberlo lastimado!

    Era un argumento vlido. La chica se sumergi en el silencio.

    En ese momento, Tigre comenz a moverse a lado de Teita.

    Teita?

    Al escuchar la adormilada voz cosquillear en su odo, Teita se apart rpidamente de l.

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    Con su cabello rojo despeinado, Tigre se sent. Despus de ver a las dos chicas observndolo, mir la ventana abierta.

    Mirando el cielo azul, una fresca brisa sacudi gentilmente el cabello de los tres.

    Por qu tanto ruido? An es temprano.

    Ya es de maana.

    Teita respondi con firmeza mientras se ruborizaba. Tigre, sin darse cuenta de su apariencia, mir alrededor de mala gana como si no tuviera eleccin. La chica de cabello plateado lo observaba avergonzada.

    Qu sucede, Ellen?

    No, solo

    Teita le explic la causa de la conducta de Ellen. Una vez que termin, Tigre asinti y le sonri a Ellen con un rostro despreocupado.

    Parece que viste algo problemtico.

    En verdad.

    Tigre-sama!

    Teita grit, haciendo que Tigre y Ellen se encogieran de miedo y reflexionaran. Pareca un gesto infantil el cmo los regaaba igual que una madre a sus hijos.

    Tigre, Teita, y Ellen se sentaron alrededor de la mesa en el comedor.

    En la mesa se encontraba un pan de centeno, leche, sopa de pescado ahumado, finas rodajas de carne, y huevos cocidos.

    Ellen se sent en la mesa como si fuera algo natural. Teita deseaba haber dicho No prepare suficiente para ti., pero permaneci en silencio.

    Aunque no estaba de acuerdo con las circunstancias, ella era una invitada de Tigre. Como su sirvienta, no poda comportarse de una manera tan maleducada.

    Le dar un poco de arroz mientras nosotros comemos.

    Hasta hoy, Tigre y Teita haban comido ellos solos. Teita quera volver a esos das del pasado cuando Tigre an no se diriga a Dinant.

    As que comes con tu sirvienta.

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    Mientras sostena un pan en su mano, Ellen pregunt como si fuera algo inesperado.

    Teita y yo somos los nicos que vivimos aqu. Sera muy problemtico si comiramos separados, y es lo mejor para hablar, especialmente porque Teita es quien se encarga de la casa por m.

    Parece que estas muy ocupada.

    Estoy acostumbrada.

    Ellen la mir con admiracin. Teita hizo una reverencia simple y respondi cortante.

    Por cierto, Qu sucedi?, Por qu viniste tan temprano?

    Me ir de aqu. As que quera escuchar tus planes para el futuro.

    Futuro, huh?

    Tigre fij su mirada en la mesa y sus manos dejaron de moverse.

    Tigre era un aristcrata de Brune. Haba perdido a su padre dos aos atrs y heredo su ttulo y la tierra de Alsace.

    En el campo de batalla de las Planicies de Dinant, se convirti en prisionero de una Vanadis de Zchted, Eleonora Viltaria Ellen. Cuando se enter que l Duque Thenardier, un poderoso noble de Brune, planeaba convertir Alsace en cenizas, le pidi prestada su fuerza y regres.

    Hace tres das, Tigre derrot a las fuerzas del Duque Thenardier. Esa noche, los aldeanos y soldados se envolvieron en un festn de victoria.

    Al da siguiente hace dos das las cosas cambiaron radicalmente.

    Enterraron a los difuntos, se celebraron los funerales, y las personas caminaban por la ciudad, reconstruyendo lo que haba sido destruido.

    No solo era la gente del pueblo sino tambin los soldados bajo el mando de Ellen. Aunque se las arreglaron para salvar muchos de los edificios, les tom hasta altas horas de la noche terminar.

    Hoy, Tigre deba pensar en que es lo que hara en el futuro.

    El Duque Thenardier vendr puesto que asesine a Zaien.

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    El general del ejrcito de Thenardier que atac Alsace era Zaien Thenardier. Era el hijo del Duque y futuro heredero de la familia.

    El Duque Thenardier perteneca a una antigua, y distinguida familia con un poder lo suficientemente grande como para no ser ignorados por el rey. Fcilmente podra movilizar a diez mil soldados, y, con la ayuda de los nobles de su familia, podra reunir una fuerza que excedera con facilidad los treinta mil.

    Por otra parte, Alsace tan solo poda reunir a lo ms un centenar de soldados.

    Aunque podra aumentar ese nmero hasta los trescientos, terminara perdiendo a todos los jvenes quienes eran la principal fuerza de trabajo. Causando que las ciudades y villas dejaran de funcionar.

    En el mejor de los casos, diez mil, y en el peor, treinta mil

    Era una diferencia abrumadora. El rostro de Tigre se puso rgido por el miedo y la tensin.

    Cmo me vi envuelto en este problema? Qu debera hacer?

    La ansiedad que creca dentro de l se deba a que nunca entendi el motivo principal de Thenardier.

    No te preocupes.

    Una feliz voz lleg a odos de Tigre. Cuando mir, observ a Ellen sonrer.

    Ella se levant como si fuera a decirle algo a Tigre antes de darse la vuelta.

    Decide que es lo que hars para la prxima vez que nos veamos. Dejare a la mayora de los soldados aqu. Trabajaras como asistente de Lim.

    Asistente?

    Ahora esta tierra me pertenece. Estars ayudando a Lim, dando tu punto de vista.

    Ellen se coloc su manto elegantemente y continu caminando. Y le pregunt a Tigre quien segua sentado.

    Pensaras en lo que hars de ahora en adelante?

    Exprimir mi cerebro junto con Lim para que no perdamos esta tierra.

    Escuchando los pasos de Ellen alejarse, Tigre dej escapar un gran suspiro y se recarg en el respaldo de la silla.

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    Despus de terminar su desayuno, Tigre se dirigi hacia el segundo piso. En lugar de ir a su habitacin, se dirigi a una pequea habitacin al final del pasillo.

    Era una habitacin bastante estrecha en la que Tigre, quien tena una altura promedio, no podra recostarse. Descansando en un estante decorado esplndidamente se encontraba solo un arco negro

    El arco y la cuerda eran negras, como si fueran la solidificacin de la oscuridad. No era como si hubiera sido teidos, el material en si era negro. Tigre no poda entender la razn.

    Era una herencia usada por sus ancestros, la familia Vorn, quienes eran cazadores. Tigre lo haba usado en las Planicies de Molsheim para derribar a Zaien y su Wyvern. Tigre corrigi su postura, tranquilizo su respiracin, y cerro su puo frente a su pecho.

    Tigre haba saludo este arco, que haba sido pasado de generacin en generacin, desde que era pequeo, Tigre lo haca cada da justo despus de despertar. Despus de usarlo para repeler al ejrcito de Thenardier, lo haca despus del desayuno.

    Tigre necesitaba de fuerza fsica, energa, y coraje para pararse frente al arco.

    ste no es un arco comn.

    Tigre escuch el eco de la voz en su cabeza cuando Zaien se elev sobre el Wyvern.

    En ese entonces, l derrib al Wyvern.

    La flecha que uso era una normal. Era imposible que lo hiriera, sin mencionar que no podra penetrar las escamas que rechazaban las espadas y lanzas. l lo saba muy bien.

    Hace dos aos, cuando se encontr con aquel Slo en las profundidades de la montaa, cada flecha que le dispar no le hizo dao. No era debido de su habilidad.

    Sin embargo, despus de escuchar aquella voz en el campo de batalla, su flecha vol y literalmente aplasto al Wyvern.

    La existencia de este misterioso arco junto a su preocupacin por Thenardier pesaba enormemente en la mente de Tigre. Ya que era una herencia y tesoro familiar, Tigre no poda tratarlo mal, pero despus de recordar lo que haba pasado, no poda evitar verlo como si fuera alguna clase de monstruo.

    Qu rayos eres?

    Tigre le murmur a la voz.

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    Aun as, el arco no respondi.

    VE

    Despus de dejar la mansin de Tigre, Ellen si dirigi al templo.

    Aunque los cien soldados que Ellen dej en Alsace pasaban su tiempo en la plaza y en las casas libres de la ciudad, aquellos que eran lderes, incluyendo a la asistente de Ellen, Limlishia, se estaban quedando en el templo.

    Brune y Zchted crean en los mismos dioses, as que los soldados no se opusieron a la idea. Podan observar las estatuas consagradas a los dioses y recordar con ello sus ciudades natales.

    En los ltimos dos das, los soldados haban pasado su tiempo limpiando la ciudad de los escombros y reparando las casas que estaban a punto de derrumbarse. Era algo muy gratificante pasar su tiempo construyendo cosas en lugar de destruirlas.

    Rpidamente el templo salt a la vista. Mientras abra la puerta, Limlishia Lim apareci ante sus ojos. Ellen la llam, Lim se percat de su presencia y regres el saludo con una expresin seria.

    Ella era una alta, y bella chica que llevaba su dorado cabello atado al lado izquierdo de su cabeza. Su rostro no mostraba un solo signo de amabilidad. Vesta el mismo color azul que Ellen y llevaba una espada a su cintura.

    Se podra decir que era el brazo derecho de Ellen. Ella actuaba como su asistente tanto en lo militar como en los asuntos polticos.

    Tienes algo que hacer ahora mismo?

    No. Pensaba visitarla para preguntarle lo mismo, Eleonora-sama.

    No hay necesidad de que hagas algo as. Terminaste de seleccionar a los soldados?

    Era ms una confirmacin que una pregunta. Lim asinti sin mover una sola ceja.

    Rurick fue nombrado comandante y eligi un centenar de caballeros.

    Te dejo el resto. Necesito regresar para mantener al rey en silencio. Lo dejo bajo tu cuidado hasta entonces.

    Ellen comenz a rer de una forma casual mientras Lim simplemente pareca infeliz.

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    Eleonora-sama, parece que ha comenzado a confiar en l.

    Cre que tu tambin.

    Aunque pienso que podra ser de fiar, aun no confi en l.

    Al ver la actitud molesta de su subordinada, Ellen se encogi de hombros con una sonrisa amarga.

    Lo s, lo s. De cualquier forma, dejare a Tigre para que te ayude.

    La Vanadis de cabello plateado sacudi su mano mientras miraba a Lim por sobre su hombro alejndose. Cuando Ellen desapareci de su vista, Lim se recarg junto a la barandilla cercana y observ el cielo.

    Aun poda verse el brillante cielo azul de la maana.

    No quera involucrarme tanto pero no hay de otra.

    Ellen moviliz su ejrcito a causa de su buena voluntad hacia Tigre.

    Alsace era una barrera que prevendra que las chispas de la guerra civil alcanzaran a LeitMeritz. Necesitaban confirmar las acciones del Duque Thenardier e intervenir de acuerdo al desarrollo de los eventos.

    Aun as Esa batalla en las Planicies de Molsheim cambi todo.

    Aunque Lim no lo haba visto en persona, varios soldados, Ellen incluida, lo haban hecho.

    La flecha que Tigre dispar al cielo y atraves al Wyvern con una velocidad y fuerza increbles. Dispers las nubes y despareci a la vista.

    Lim no poda creer en la historia con tanta facilidad. Las escamas de un dragn eran tan fuertes que ni siquiera las hojas de acero podan atravesarlas. Adems, era imposible que una flecha alcanzara a un Wyvern en pleno vuelo.

    Pero Lord Tigrevurmud lo hizo.

    De acuerdo a las palabras de Ellen, el arco de Tigre pareca reaccionar a su espada la Silver Flash Arifal. Aunque ella nunca haba escuchado sobre un arma que pudiera reaccionar con una Viralt, Ellen estaba segura de que no era una equivocacin.

    En lugar de ignorarlo, por ahora lo mejor ser que no me aparte de l.

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    Si otra Vanadis se enterara de la existencia de Tigre y su arco, podra intentar ponerlo bajo su control. Podran usarlo como aliado, o bien podran intentar asesinarlo.

    Pensando en eso, lo mejor ser ayudarlo.

    Si una persona cuyo poder rivalizara con el de una Vanadis se hiciera su aliada, sera ms fcil de manejar en el futuro. Incluso si no se tomara en cuenta ese poder, la habilidad de Tigre con el arco era extraordinaria, y su personalidad tampoco era problemtica.

    Sin embargo, que una Vanadis se inmiscuyera en la guerra civil de Brune, en especial una guerra que involucraba a nobles tan poderosos, sin duda causara un cambio significante.

    Aunque Lim observaba el cielo mientras pensaba, al final dejo escapar un pequeo suspiro.

    Es por el bien de Eleonora-sama. As que me esforzare.

    Cuando Lim lleg a la mansin, Tigre estaba frente al jardn ensillando un caballo. A sus pies se encontraba una bolsa con comida y agua. Cerca de l, la sirvienta de cabello castao estaba cerrando la puerta.

    Saldrn a algn lugar?

    Lim dijo mientras examinaba a los dos. El cuerpo de Teita se encogi por la sorpresa al escuchar la voz, mientras que Tigre respondi con una expresin tranquila.

    Nos dirigimos a la Villa de Hunawihr por un tiempo. Deberamos estar de regreso para maana al anochecer.

    Hunawihr?

    Lim estaba confundida; Tigre le respondi mientras revisaba la condicin de la silla de montar.

    Es una aldeas a la que se puede llegar antes de que anochezca a caballo. Se encuentra al noroeste, adems el Duque Thenardier debe pasar cercas de ella antes de llegar aqu.

    Iras para decirles a los pobladores que tomen refugio?

    Hay reportes de que ya se han dirigido a los bosques cercanos, pero quiero asegurarme.

    Alsace, tena cuatro aldeas adems de la ciudad de Celesta; las otras tres estaban lejos del camino de Thenardier. Aunque, no haba seales de que fuera daada, por lo que era innecesario que Tigre fuera de inmediato a revisarla.

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    Aunque entiendo cmo se siente

    Pes a que Lim entenda, no poda evitar sentirse irritada. No tenan tiempo de hacer semejantes sin sentidos puesto que pronto tendran que enfrentarse al ejrcito de Thenardier.

    Adems

    El tono y la expresin de Tigre parecan perezosos. Lo que hizo que las emociones de Lim se volvieran ms negativas.

    Tu sirvienta ira contigo?

    Lim le pregunt porque la silla de montar era una grande, y Teita no estaba vistiendo su vestido de sirvienta sino, ropa abrigadora.

    Teita se pondra ansiosa si me voy de la mansin por mucho tiempo.

    No creo que vaya a pasar frio. El arco en su silla no es aquel negro sino uno normal.

    Tigre haba intentado escapar del Palacio Imperial para salvar a la gente de su territorio a costa de su propia vida. Esa era una de las cosas buenas que Lim vio en l.

    Ya veo. Antes de que vuelvas, me gustara examinar los registros y documentos de Alsace. Te parece bien?

    Haciendo a un lado sus motivos, Lim le pidi permiso. Aunque su voz pareca vaca, llevaba unas cuantas espinas.

    Entiendo. Estn en mi habitacin y en l estudio. Para llegar ah, debes

    Mientras le deca su ubicacin a Lim, Tigre se dio vuelta hacia Teita quien asinti. Aunque algo incomoda, Teita le entreg la llave de la mansin a Lim.

    Mm

    No te preocupes. No tocare ninguna cosa a parte de los documentos y registros como lo promet.

    Lim relaj su expresin y le sonri ligeramente a Teita. Despus de que hiciera una reverencia, Teita se apresur hacia Tigre.

    Nos vamos.

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    Antes de entrar en la mansin, Lim observ a Tigre y Teita alejarse de la ciudad en su caballo, Teita se acurruc muy cercas de Tigre.

    Los caminos alrededor de Alsace no eran muy buenos.

    Las hierbas se extendan por doquier, el suelo no estaba nivelado, y el cerco que haban puesto junto a los bosques estaba en psimas condiciones.

    Teita, detrs de Tigre, estaba montada de lado. Aunque ella quera sujetarse de Tigre, se aferr a la silla de montar con ambas manos para no estorbarle.

    Debido a que el caballo estaba llevando a dos personas adems de las provisiones, no iba muy rpido, adems Teita confiaba en las habilidades ecuestres de Tigre, por lo que iba confiada.

    Aunque fuera algo irrazonable, me alegro de haberle pedido esto.

    Cuando Tigre dijo que ira a Hunawihr, Teita insisti en acompaarlo. Aunque Tigre no entenda el motivo, eventualmente termin aceptando debido al cansancio.

    Haba dos motivos por los que Teita quiso acompaarlo.

    Uno era para estar cercas de Tigre.

    Despus de que partiera hacia Dinant, Teita paso muchos das y noches, sola. Su ansiedad era enorme, en especial despus de que se enter de la derrota de Brune. Durante ese tiempo, ella iba al templo y rezaba con frecuencia.

    Todo pas en un instante.

    Tigre sali al campo de batalla con el ejrcito de Zchted. Cuando ella pens que por fin podra estar con l de nuevo, estaban muy ocupados con la reconstruccin de la ciudad, as que no haban tenido tiempo para hablar.

    Teita sinti la calidez del cuerpo de Tigre mientras se recargaba sobre su espalda.

    Tigre-sama.

    Qu sucede?

    No s qu es lo que est pensando, o que suceder en el futuro, pero lo seguir a donde sea que vaya, Tigre-sama.

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    Teita se haba percatado de la sombra apariencia de Tigre desde aquel momento. Ese era el otro motivo por el que lo haba seguido.

    Si fuera el Tigre-sama de siempre, hubiera dicho que hoy era un buen da para ir de caza. Aunque su expresin no ha cambiado en absoluto, subi las escaleras inmediatamente despus de desayunar. Por lo que debe ser algo que no puede decirme fcilmente.

    Teita no entenda que era lo que le preocupaba a Tigre. Y aunque lo supiera, como una simple sirvienta, no podra hacer nada para ayudarlo.

    Aun as, Teita quera estar al lado de Tigre.

    Sin importar qu, Teita siempre estara a su lado.

    Muchas gracias, Teita.

    Las palabras que le dirigi estaban llenas de emociones. Teita estaba alegre de que el Tigre de siempre hubiera vuelto.

    Hunawihr era un aldea pequea con alrededor de doscientos habitantes.

    El bosque se extenda en las cercanas, por lo que los pobladores entraban seguido en l. Cuando era un nio, Tigre sola jugar en el bosque, y cuando creci, sola recoger madera, nueces y hongos en l.

    Aunque haba lobos y jabales en las cercanas, rara vez atacaban a los grupos de personas siempre y cuando no invadieran su territorio. Era una aldea pacfica.

    Para el momento en que Tigre y Teita llegaron a la aldea, haban pasado dos horas despus del medioda. Tomaron algo de tiempo para descansar y comer para as tener energas para cumplir sus labores antes del atardecer.

    Cuando los granjeros que cultivaban los campos vieron a Tigre, comenzaron a trotar. Tigre detuvo el caballo y ayud a Teita despus de desmontar.

    Todos se encuentran bien?

    Si, gracias a usted, seor.

    El hombre de mediana edad sonri mientras se llevaba una mano a la cabeza. Los dems granjeros, tambin, le agradecieron.

    Nos escondimos en los bosques como usted dijo. Pasaron rpidamente.

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    Enserio, hace dos das haba muchos de ellos huyendo, seor.

    Tigre escuch las historias de los granjeros una a una antes de despedirse. Se dirigi hacia el jefe de la aldea mientras llevaba a su caballo a un lado.

    Pronto, Tigre pudo ver al jefe de la aldea quien estaba cultivando los campos, junto a los dems granjeros.

    El hombre estaba en la mitad de sus cuarentas. Su cuerpo era como el de un barril y sus brazos y piernas eran fornidos. Su piel estaba bronceada y su cara roja debido a las quemaduras del sol por pasar tanto tiempo trabajando en el campo.

    Cuando divis a Tigre, sali de los campos.

    Vino a ayudar con los campos, seor?

    Aunque los ayudara, No tendran que volverlo a hacer ustedes?

    El jefe de la aldea fingi no entender mientras Tigre rea y se encoga de hombros. En realidad, Tigre solo haba utilizado un azadn por primera vez la ltima vez que quiso ayudar, as que su habilidad era terrible.

    Jaj, disclpeme.

    El jefe de la aldea rio, su barriga se sacuda, y le sonri a Teita. Tigre le pregunt sobre los daos de la aldea.

    Como puede ver, las cercas alrededor de la aldea fueron destruidas, pero no hubo heridos ni muertos.

    Despus de decir eso, el jefe de la aldea se miraba serio.

    Por cierto, escuche un rumor de que el ejrcito de Zchted est aqu

    Son aliados a quienes contrate. No te preocupes.

    El jefe de la aldea se miraba aliviado y rio al ver la actitud confiada de Tigre.

    El jefe de la aldea quiso celebrar su victoria en Molsheim, incluso si solo podan hacer una pequea fiesta. Aunque le ofreci un lugar a Tigre, l lo rechazo ya que deba partir en la maana.

    Al amanecer, Tigre se despidi del jefe y se dirigi a Celesta en su caballo.

    Teita se percat de que no se vea bien, y, fuera de consideracin, habl.

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    Tigre-sama. No tomara una siesta en el camino?

    Las piernas de Tigre perdieron fuerza al escuchar tan inesperadas palabras.

    Es extrao que digas eso. Acaso no dormiste bien, Teita?

    An sigo un poco cansada

    Teita respondi modestamente. Tigre sonri con irona, pero no rechazo su propuesta. Senta que pronto sera un buen momento para tomar un descanso.

    El sol brillaba con fuerza sobre el cielo azul. El clima era bueno igual que ayer.

    Me pregunto si no ser una molestia. Si mal no recuerdo, debera haber una cabaa cercas.

    Tigre sali del camino y se dirigi hacia una pequea cabaa en la cima de una colina. Estaba construida con troncos, Tigre la haba usado varias veces antes.

    Se baj del caballo y vio que no haba nadie dentro.

    En el medio de la cabaa se encontraba un trozo de metal cubierto de ceniza. Era usado para encender fuego, pero, dada su apariencia, no haba sido usado en varios das.

    At al caballo fuera de la cabaa, lo cepill, y dio agua para que bebiera. Teita lo ayud tambin.

    Despus de terminar, ambos entraron a la cabaa. Teita se recost en el piso.

    Teita deberas descansar un poco. Estoy seguro que es muy cansado montar a caballo por tanto tiempo.

    Si no estoy despierta, Quin lo despertara, Tigre-sama?

    Tigre se rasco la cabeza al escuchar su burla.

    Lo s, pero no te sobre esfuerces.

    Dijo con gentileza mientras cerraba los ojos.

    Ya que estaba fatigado por tanto pensar, Tigre cay dormido inmediatamente.

    AVE

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    Frente a sus ojos se encontraba una nia de diez aos de edad.

    Tigre-sama.

    Dijo la pequea con timidez, su cabello castao estaba recogido en dos coletas, a lado izquierdo y derecho respectivamente. Los ojos avellanos de Teita brillaban con fuerza.

    Tigre-sama, por aqu.

    Teita rea inocentemente mientras caminaba, llevando a Tigre de la mano. l la sigui en silencio.

    Al ver sus manos, Tigre se percat que estaba soando. Tena la misma edad de cuando conoci a Teita.

    El nio y la nia caminaron a travs del angosto camino cuyos lados se angostaban a causa de los cultivos.

    Antes de darse cuenta, Tigre se detuvo frente a un prado.

    Tigrevurmud.

    Un hombre se encontraba ah. Era su padre, Urz Vorn, quien haba fallecido hace dos aos.

    Ven, aydame a arar la tierra.

    Su padre le entreg un azadn.

    Ahora que lo recuerdo, esto en verdad sucedi.

    Los pensamientos de Tigre eran confusos mientras sostena el azadn.

    Probablemente tendra diez aos de edad en ese entonces. Su padre estaba inspeccionando la aldea. Era la primera vez que usaba un azadn.

    A pesar de que pens que podra hacerlo, su cuerpo entero comenz a doler despus de media hora. Al da siguiente, sus manos estaban llenas de ampollas. Teita tom un puado de vendas y lo atendi.

    Despus de sostener el azadn, su rango de visin cambio drsticamente. Tigre estaba parado en la cima de una colina a lado de su padre.

    Frente a sus ojos, se extendan campos verdes llenos de vias tan lejos como alcanzaba la vista.

    Tigrevurmud.

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    El padre le hablaba con gentileza a su hijo.

    Ellos cultivan los campos todos los das. Siembran las semillas, riegan las plantas, alejan a los insectos y aves, espantan a los jabales y liebres que se acercan a la aldea. Se preocupan por las sequias y las lluvias. Despus de cosechar los campos y limpiarlos, repiten el proceso de nuevo.

    Como un cazador, yo hago lo mismo. Tigre respondi de esa forma. Igual que aquella vez, que haba cazado un gran ciervo.

    Tu habilidad con el arco es esplendida, en especial para tu edad; sin embargo, es diferente para los cazadores. Nosotros no cazamos para vivir.

    Tigre asinti con fuerza ya que no comprenda a que se refera con para vivir.

    Todos trabajan en los campos para vivir. Entiendes por qu tu no haces eso?

    Por ti, padre. Porque soy hijo del seor. Esta vez, Tigre respondi con firmeza. No pudo evitar sonrojarse por la vergenza cuando record eso. Su padre no se enoj por su respuesta.

    Entonces porque yo estoy cultivando los campos?

    Porque eres fuerte. Cuando dijo eso, su padre sacudi lentamente su cabeza.

    Escucha, Tigrevurmud. Nosotros estamos aqu para solucionar las emergencias.

    Emergencias?

    As es. Nosotros estamos para solucionar las situaciones difciles. Deslaves, inundaciones, bandidos, epidemias, malas cosechas, problemas entre las aldeas, choques con los aristcratas vecinos que estn en las montaas y ros, y muchas cosas ms Mi deber es intentar resolver esos problemas. Nuestro trabajo es asegurarnos que ellos vivan su vida en paz.

    Pero porque tu tendras que hacer

    Nuevamente, su padre sacudi su cabeza lentamente.

    Mientras haya ms gente, habr ms problemas. Aunque Alsace puede ser pequea y pacifica

    En ese entonces, sus palabras se detuvieron. El padre de Tigre puso su mano sobre la cabeza de Tigre. Incluso en el sueo, Tigre poda sentir el peso y la calidez de su mano.

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    No lo olvides, Tigrevrumud. Ese es el deber del seor.

    La sensacin de la mano despareci. Su padre se alej caminando lento. Mientras miraba su espalda, Tigre no poda moverse. Incluso si intentaba seguir a su padre, sus pies no se movan.

    Pap Pap Padre.

    Entonces despert. Observ el techo de la cabaa mientras escuchaba el canto de un pjaro que estaba fuera.

    Padre

    Cunto tiempo habr pasado desde la ltima vez que so con mi padre?

    Tigre intent levantarse, pero sinti un peso y una clida respiracin sobre su cuerpo. Tigre mir hacia abajo.

    Teita estaba sobre l, respirando tranquila mientras dorma. Aunque se sorprendi, Tigre recobro la compostura con rapidez.

    Acaso t me llevaste a encontrarme con mi padre?

    En el sueo, fue la pequea Teita quien lo llevo con su padre. Su cuerpo emanaba calidez desde su pecho. Tigre la abraz gentilmente.

    Despus de un tiempo, Teita despert.

    Dejo salir un pequeo sonido al mirar a Tigre, medio dormida. Sus ojos estaban desorbitados.

    Teita se levant en pnico tan pronto como se percat de la situacin. Teita sacuda sus manos por todos lados, y su rostro estaba completamente sonrojado. Mientras deca muchas excusas incoherentes.

    Ti-Tigre-sama, es diferente. Ah, mm no quera ocupar mucho espacio en caso de que alguien ms viniera

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    Tigre dejo escapar una sonrisa irnica al ver a Teita asustada mientras pensaba en sus propios sentimientos.

    Habiendo recordado a su padre, Tigre estaba lleno sentimientos emotivos por lo que la abrazo an ms. Durante el verano en una cabaa oscura, la reaccin de Teita hizo que Tigre bajara la guardia.

    Teita.

    Al escuchar a Tigre llamarla con una voz tranquila, Teita comenz a calmarse.

    Gracias. Te debo una. Fue algo refrescante.

    Viendo que Tigre volva a rer como antes, Teita se alegr de que su sombra expresin hubiera desaparecido. Despus de pedirle prestado a Ellen su ejrcito en LeitMeritz, haban rechazado la invasin del ejrcito de Thenardier por lo que no haba descansado.

    La ansiedad y el miedo llenaron el vaco que se haba abierto en su corazn.

    No puedo detenerme ahora.

    Haba muchas cosas que Tigre deba hacer.

    Haba pedido prestadas las fuerzas de LeitMeritz para pelear contra las tropas de Thenardier.

    Aunque estaba preocupado por el extrao poder del arco negro, careca de las pistas necesarias para comenzar a buscar ms informacin sobre l. As que de momento, dejo eso de lado.

    Vmonos, Teita.

    Tigre sali de la cabaa completamente revitalizado. Mir las nubes del cielo.

    Si eso es todo, al menos el clima es perfecto para ir de cacera.

    Tigre-sama.

    Dijo Teita con un tono molesto, desde detrs de l.

    Est pensando en irse de cacera verdad?

    Como lo supiste?

    Solo lo s. Cuntos aos cree que llev a su servicio?

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    Despus de responder, Teita sonri feliz. Al darse cuenta de que solo estaba bromeando, Tigre sonri con amargura mientras la ayudaba a subirse al caballo.

    Mientras cabalgaban, Tigre le habl a Teita.

    Teita. Cuando volvamos a Celesta las cosas se pondrn complicadas. Nuestra situacin es un poco problemtica, as que quiero que vayas al territorio de Lord Massas por un tiempo

    Tigre-sama.

    Teita lo abraz por detrs.

    Se lo dije ayer. Lo seguir a todas partes. Usted me ha ayudado mucho. Ahora, es mi turno de ayudarlo.

    Tigre coloc gentilmente su mano sobre la de Teita.

    Sus palabras eran alegres, aunque llevaban un poco de tristeza en ellas. Mientras l estaba ocupado preocupndose, ella ya haba decidido lo que hara.

    Tigre solt la mano de Teita y golpe las costillas del caballo.

    Sujtate fuerte.

    Como si reflejara su corazn, el caballo comenz a galopar con rapidez.

    La clida respiracin y el peso de la chica contra su espalda lo reconfortaban.

    Tigre y Teita llegaron a Celesta una hora antes de lo que haban planeado.

    Una vez que regresaron a la mansin, se percat que en el establo estaba un caballo que no le perteneca.

    Aunque ya haba visto el caballo en el pasado; era blanco con una melena negra que recorra su cuerpo.

    Este es el caballo de Massas?

    Si, no hay duda.

    Tigre respondi ante la sorpresa de Teita.

    Teita, Te puedes hacer cargo?

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    S.

    Teita asinti mientras sonrea brillantemente. Tigre sali corriendo del establo e impaciente, abri las puertas de su casa, ignorando el fango en sus zapatos.

    Primero se dirigi hacia el comedor pero no encontr a nadie ah. Cuando abri la puerta del cuarto de pintura, vio a Massas Rodant sentado en el lugar.

    Tigre tom aire mientras intentaba decir el nombre de aquel hombre. La habitacin estaba envuelta por una atmosfera peligrosa que podra hacer llorar a un nio.

    Massas y Lim estaban mirndose uno a otro desde ambos extremos de la pequea mesa.

    Acaso no me han notado?

    Tigre cerrara la puerta y regresara al establo. Le preguntara a Teita que habra para la cena. l pens que ese sera el mejor curso de accin.

    As que has vuelto, Tigre.

    Massas volte su cabeza y miro a Tigre. Su baja estatura y su robusto cuerpo estaban cubiertos por una ropa sencilla pero elegante. Su barba griscea le daba una impresin digna de alguien de su edad.

    Veo que estas bien, por sobre todas las cosas quera saber que te haba ocurrido. Cuando vine, me encontr a esta mujer que no era ni Teita ni Paula dentro de la casa. No es sorprendente?

    Paula era un ama de casa que estaba en sus cincuentas y que viva en el rea. Haba trabajado como sirviente para el padre de Tigre, Urz, cuando segua vivo y venia ayudar en la casa cuando haba mucho trabajo.

    Aunque Massas continu hablando con su particular y alegre tono, sus ojos no estaban sonriendo en absoluto.

    Y ahora tenemos a una delegada de Zchted en Alsace. Me gustara ante todo, que me contaras la historia completa.

    Tigre observ con sus ojos en direccin a Lim. Ella estaba sentada en silencio con su usual rostro sin emociones.

    La conmovedora reunin que Tigre se haba imaginado en su mente ya no era posible.

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    AVE

    Thenardier vio cmo su ejrcito se las arregl para llegar a Nemetacum despus de escapar de Alsace. El castigo fue severo.

    Aquellos que estaban protegiendo a Zaien, el hijo y heredero de la familia, y aquellos que lo asistan a cargo de dar las rdenes a los soldados fueron castigados con azotes. Aquellos que los azotaban eran los desconsolados familiares de aquellos soldados que haban muerto en batalla.

    El ltigo era uno diseado para la tortura. En cada una de las diez puntas se encontraban espinas. La piel de su espalda se desgarraba con cada azote, y trozos de piel eran lanzados alrededor. La sangre brotaba con frecuencia. Ya que seran azotados an ms si gritaban, apretaban los dientes mientras resistan el dolor.

    Los dems soldados fueron golpeados con fuerza en la espalda con un bastn hecho de hierro fundido.

    El Duque Thenardier miraba la escena en silencio mientras verta vino en un cliz de plata. Aunque careca de expresin, era obvio para cualquiera que lo viera que estaba furioso desde el fondo de su corazn.

    Zaien era un tonto desconfiable a pesar de su edad.

    Aun as, era un hijo muy importante.

    Zaien comand al ejrcito y perdi en un duelo contra Tigre. Su cuerpo se hundi en un pantano en las Planicies de Molsheim.

    Esa maldita mocosaZchted!

    Ya que la situacin lo ameritaba, l mismo dirigira el ejrcito para invadir Alsace y asesinar a Tigre.

    El duque tena cuarenta y dos aos en ese entonces. Su gran cuerpo tenia msculos bien definidos, y su habilidad con la espada, lanza, y a caballo estaban a la par, si no es que superaban, las de un caballero. Sus hazaas en el campo de batalla eran numerosas, tambin.

    Aunque ya no se encontraba en las lneas frontales, sigui entrenando.

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    Cuando el castigo termin, camin indignado por los corredores de su gran mansin. El duque regres a su habitacin privada l solo.

    Aunque tena cuatro botellas de vino vacas a un lado, no estaba ebrio. Estaba consumido por un deseo de asesinar; la presin a su alrededor podra sofocar a cualquiera que se acercara.

    Aunque la habitacin del duque no era tan elegante, cualquiera que la viera tendra dudas sobre si entrar o no debido a la tensin.

    La alfombra haba sido bordada esplndidamente, y el escritorio era de bano. El candelabro estaba hecho de oro, y todos los accesorios eran de plata u oro.

    Sin embargo, el duque entr violentamente a la habitacin y arrastr la silla del escritorio antes de sentarse.

    Tom una botella de licor de Asvarre y llen una copa antes de bebrsela de golpe.

    Parece que te has quedado sin ms tragos.

    Thenardier observ a la inesperada voz.

    Un hombre de baja estatura cubierto por una tnica negra se par frente a la puerta abierta. Llevaba puesta una capucha, cubriendo su rostro.

    Drekavac.

    El duque estuvo a punto de escupir el licor de su boca y casi golpe la botella vaca. El anciano se inclin mientras contena su risa.

    Drekavac haba servido como adivino de la familia por muchos aos.

    En esta residencia, no, incluso en todo Brune, este anciano era el nico que tena permitido hablarle con tanta insolencia a Thenardier. Si algn otro sirviente hubiera hecho lo mismo, l y su familia hubieran sido ejecutados el mismo da.

    Creo que ya has odo la historia.

    Zaien-sama a muerto. Tienes mis condolencias desde el fondo de mi corazn

    No necesitas decirlo. No esperaba algo as de ti.

    Thenardier interrumpi a Drekavac y mir el rostro del hombre detrs de la capucha.

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    Estoy agradecido; sin embargo, creo que has sido muy benevolente con el castigo, Su Excelencia.

    Es una pena, pero ahora mismo necesito a esos soldados. No puedo matarlos como me gustara.

    Era cierto, haba perdido dos mil soldados y dos dragones. Era un golpe inesperado. Un aristcrata de un territorio tan remoto no deba haber sido capaz de hacer algo as.

    Sin embargo, parece que Tigrevurmud Vorn apareci con el ejrcito de Zchted y asesin a Zaien, adems mat a ambos dragones, haciendo huir a tres mil de sus hombres.

    Ignorando a los soldados que lucharon Qu rayos son ese joven de Alsace y la Vanadis de Zchted como para matar a un dragn?

    Mirando los fieros ojos de Thenardier, Drekavac asinti lentamente.

    Primero debo informarte. Las siete Vanadis de Zchted poseen un arma llamada Viralt.

    Solo haba escuchado de su nombre. En verdad son tan poderosas esas Viralt?

    No hay nada que se les compare. Pueden cortar un soldado a la mitad con facilidad y tienen poderes especiales que les permiten aplastar incluso a un dragn.

    Aunque los dragones haban sido en verdad asesinados, Thenardier simplemente se reira si alguien que no fuera Drekavac le dijera lo mismo.

    De qu estn hechas esas armas?

    No estn hechas de nada que pueda ser encontrado en este mundo.

    La barba negra de Thenardier tembl al escuchar la respuesta de Drekavac.

    Ya veo. As que pueden cortar a travs de las escamas de un dragn las cuales incluso desvan espadas.

    Es un arma sorprendente.

    Thenardier simplemente crey en esas palabras que normalmente pareceran una broma.

    Entiendo. Puedes preparar nuevos dragones?

    Puedo prepararlos para el fin del ao, aunque necesitare algo de dinero.

    Drekavac se inclin mientras Thenardier asenta. Aunque pens que podra preguntarle si poda acelerar el proceso, entenda que no era posible dada su larga colaboracin.

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    Thenardier levant la campana de plata sobre su escritorio y la hizo sonar.

    Le orden a su sirviente que preparara rpidamente una bolsa del tamao de una cabeza humana y la llenara con oro.

    Por cierto, Qu hay del Conde Vorn y la Vanadis?

    Me encargare de ellos personalmente. Por favor apresrate con los dragones.

    El duque sacudi su gruesa mano mientras Drekavac se alejaba en silencio. Cuando la puerta se cerr, el duque se toc la sien con sus dedos. El alcohol finalmente haba comenzado a hacerle efecto.

    No hay de otra.

    Thenardier murmur con amargura. Quera matar a Tigre con sus propias manos, pero solo tena una vida y no poda preparar un nmero infinito de soldados.

    Aunque sera como usar un hacha para matar un insecto, aun as usare las Serasyu 0F1. Adems

    Hizo sonar la campana de nuevo, llamando a un segundo sirviente. Rpidamente le dio rdenes y tom una copa de agua.

    Un caballero contra un caballero, un dragn contra un dragn y una Vanadis contra una Vanadis. Supongo que puedo usar esa conexin.

    Thenardier murmur para s mismo, mientras miraba su reflejo en el cliz de plata.

    Hablando de eso, creo que Ganelon tambin est asociado con una de las Vanadis de Zchted. Me pregunto que estar planeando ese hombre

    1 Seven Chains: Siete Cadenas.

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  • Captulo 2. Las dos Vanadis. Tigre llev una silla de otra habitacin para sentarse a lado de Massas. Aunque haba pensado sentarse junto a Lim.

    El asiento a lado mo est libre.

    Lim dirigi su fra mirada hacia l. Ella estaba sentada en un sof lo suficientemente grande para que dos personas se sentaran. Aunque por supuesto, sus palabras no parecan haber sido dichas de buena gana.

    Tigre.

    Recargado en el silln, con ambos brazos cruzados, Massas observ a Lim.

    Estoy muy feliz de que ests a salvo. Hay muchas cosas de las que quiero hablar contigo desde lo que paso en Dinant, pero he estado un poco preocupado desde que conoc a esta seorita creo que podra pasarte algo malo.

    Tigre quera cubrir su cabeza con sus manos. En el futuro, su ayuda seria indispensable. l haba estado preocupndose como se lo explicara incluso desde antes de esta reunin.

    Mientras pensaba en que era lo que dira primero, unos ligeros pero continuos pasos se acercaron. Teita abri la puerta y mir dentro.

    Massas-sama! Ha venido!

    Oh, Teita. Parece que estas bien.

    Massas le sonri de odo a odo despus de ver a la sirvienta de cabello castao. Si Tigre era como un hijo para el viejo caballero, Teita vendra a ser como su hija. Aunque tena sus propios hijos, l les tena un gran cario a ambos.

    Traer un poco de t para todos.

    Sin olvidarse de Lim, Teita sujeto las puntas de su falda y se inclin de forma educada antes de abandonar la habitacin. La asfixiante atmosfera por fin se haba calmado, dndole a Tigre un poco de tiempo para que se relajara.

    Lord Massas, primero permtame explicar la situacin. Lim Limlishia, si sientes la necesidad de hacer un comentario, por favor hazlo.

  • Tigre le describi su situacin despus de conocer a Ellen en Dinant. Massas escuch en silencio mientras asenta, Lim miraba a Tigre ocasionalmente pero no deca nada.

    Cuando termin de hablar, Teita lleg con un t para cada quien.

    Tigre tom un trago para relajar su seca garganta y agradeci a Teita.

    Massas se qued observando el t en su taza por un momento. Cuando Teita dej la habitacin, l mir a Lim.

    Coloc sus manos sobre sus piernas y se inclin con seriedad.

    Limlishia, primero, me disculpo por haber dudado de tus palabras.

    No poda evitarse. Yo tambin me disculpo por no haberlo saludado como es debido.

    Qu rayos pas antes de que yo llegara?

    Finalmente Tigre fue capaz de preguntarles lo que haba sucedido.

    Lord Massas lleg mientras revisaba los documentos en esta habitacin.

    Debo admitir, que yo tampoco estaba en mis cabales. Cuando vi la bandera del dragn negro de Zchted ondeando en la ciudad. Vine a tu mansin a visitarte, y en lugar de verte, me encontr con una comandante del ejrcito de Zchted. Tampoco poda encontrar a Teita.

    Me disculpo por causar tantos problemas.

    Tigre no poda hacer otra cosa que disculparse.

    No se haba olvidado de Massas, pero no esperaba que viniera a visitarlo.

    Por cierto, Limlishia, hay algo que quisiera preguntarte.

    Mientras sacuda su encanecida barba, Massas observ a Lim con sus ojos negros.

    Porque tu? no, Por qu tu seora a la que sirves, la Vanadis Eleonora Viltaria, decidi ayudar a Tigre?

    Eleonora-sama respeta su sentido de la justicia, y adems es una persona con un corazn amable.

    Tigre inclin su cabeza en su mente, aunque permaneci en silencio ya que no poda negar sus palabras.

  • Sin embargo, Eso es suficiente para que tomara accin?

    Ella tambin respeta los contratos hechos bajo el nombre de Radegast.

    Radegast era el Dios de los Tratados tanto en la fe de Zchted como en la de Brune. Hacer una promesa bajo su nombre era algo muy serio.

    Aunque Lord Tigrevurmud se haya convertido en un prisionero de Eleonora-sama, sigue siendo el Conde Vorn, Lord de Alsace. De acuerdo al contrato, nosotros lo ayudaramos y l nos pagara con este territorio.

    Ya veo. Sin embargo, aunque el territorio de Alsace est bajo el cuidado de Tigre, no era as en un principio. El Rey de Brune le entreg a su familia este territorio bajo el contrato de que protegeran a los ciudadanos de Brune; sin embargo, l no tiene derecho para negociar con l. Espero que la Vanadis comprenda esto.

    Massas estaba preguntndole de manera implcita si estara dispuesta a negociar con Brune como un todo.

    Si ese es el caso, entonces simplemente tendremos que negociar con el Rey de Brune.

    As que, hasta que eso pase, Seguirn ayudando a Tigre el Conde Vorn?

    Massas le pregunt para confirmar sus intenciones, Lim simplemente asinti mientras pensaba.

    Debera asegurarme que tan comprometido esta.

    Esa es nuestra intencin.

    Lim haba pensado que Tigre no tendra la voluntad para pelear. Quera or lo que l mismo Tigre pensaba mientras Massas estaba presente.

    Por supuesto, eso depende de la conducta Lord Tigrevurmud. Si Eleonora-sama considera que sus motivos no son suficientes simplemente regresaremos por las Montaas Vosyes.

    Hare mi mejor esfuerzo.

    Al escuchar su corta respuesta y verlo encogerse de hombros, Lim lo inspeccion cuidadosamente.

    Aunque no saba que haba ocasionado semejante cambio, pudo observar una frrea voluntad en sus ojos.

    No s qu sucedi en los pasados dos das

  • Lim estaba aliviada. Su deber era ayudar a Tigre, pero si Tigre no tena la voluntad para actuar, todo sera intil.

    Por cierto, Lord Massas. Me gustara escuchar, no, por favor dgame. Qu sucedi con los soldados del Duque Ganelon? Cmo fue que logr detenerlos?

    El Duque Ganelon tambin haba movilizado a sus tropas, pero no atac Alsace.

    En la carta que le entreg a Batran, Massas, les inform del ataque del Duque Thenardier, y dijo que l se encargara de las tropas del Duque Ganelon.

    Mm, sobre eso

    Massas apret su encanecida barba.

    Si tuviera que decir algo, dira que tuve suerte. De cierta forma me las arregle para ganar algo de tiempo.

    El Duque Ganelon haba reunido dos mil soldados en su territorio, Lutetia, tres das antes de que el Duque Thenardier lo hiciera.

    La distancia con Alsace no era muy diferente entre ambos ejrcitos. Si el ejrcito de Ganelon hubiera partido en ese entonces, hubieran llegado a Alsace antes que el de Thenardier, y todo hubiera terminado rpidamente.

    La primera cosa que Massas hizo para detener al ejrcito de Ganelon fue pedirles ayuda a los aristcratas cercanos. Aunque todos eran aristcratas con poco poder que deseaban permanecer neutrales ante todo, Massas no poda darse por vencido. Para prevenir el avance del ejrcito, deba pedirles ayuda a esas personas.

    Continu recorriendo los alrededores, llamando a los nobles, que l saba que ayudaran a Tigre.

    Se las arregl para reunir a cuatro nobles. Massas dese haber podido reunir ms, pero no pudo debido al poco tiempo que tena. Los cinco, incluyndolo, se pusieron en contacto con el ejrcito de Ganelon.

    Prepararon alcohol y comida para los dos mil soldados y los entretuvieron. Hicieron todo esto para poder pedir una reunin con el comandante en una fiesta neutral.

    El ejrcito de Ganelon dejara de avanzar, y entregaremos su mensaje. Aunque, deben saber, que probablemente esto solo retrasara nuestros movimientos.

    Tigre comenz a sospechar al ver la sombra expresin de Massas.

  • Sucedi algo malo?

    Ellos estaban reuniendo informacin con los aristcratas de las cercanas y enviaron varios exploradores Creo que el ejrcito de Ganelon nos uso como excusa cuando se detuvieron para hacer eso.

    Massas sacudi su cabeza mientras encoga su fornido cuerpo.

    Crees que tenan un motivo para no atacar Alsace?

    No estoy seguro. Dejaron de avanzar una vez que escucharon que el ejrcito de Thenardier haba preparado tres mil soldados y dos dragones.

    Despus de dejar de hablar, Massas observ a Tigre y Lim escptico.

    Tigre. Es verdad que el ejrcito de Zchted mat a los dos dragones? Incluso aunque he vivido por ms de cincuenta aos, y nunca he visto un dragn. No, de hecho vi un pequeo dragn mientras entrenaba en una aldea rural.

    Es verdad.

    Tigre confirm despus de intercambiar miradas con Lim.

    La Vanadis, Eleonora-sama asesin a ambos.

    Massas frunci el ceo y gruo un par de veces. Pero pronto dejo escapar un gran suspiro.

    Si es como dices, entonces no preguntare ms. Tan pronto como el ejrcito de Ganelon se enter de la existencia de los dragones, se prepararon para un contraataque. Pero se fueron cuando la derrota del Duque Thenardier se hizo pblica. Aunque creo que solo pospusieron su ataque.

    Massas rpidamente bebi el resto de su t despus de terminar de hablar.

    Entonces, Tigre. Qu hars de ahora en adelante?

    Peleare contra el Duque Thenardier.

    Massas pregunt con un tono solemne, pero Tigre contest de inmediato sin ningn signo de duda en sus ojos.

    Quieres decir que te aliaras con el Duque Ganelon?

    No. No hare eso.

    Ganelon no era diferente, ya que el tambin intentaba atacar Alsace.

  • Sera imposible para l trabajar a su lado.

    As que esta es la decisin a la que has llegado despus de pensarlo?

    Massas observ a Tigre, mientras inclinaba su cuerpo hacia delante. Tigre lo mir directamente y sin inmutarse asinti.

    Hablando con sinceridad, es algo aterrador y me gustara huir. Despus de todo, ellos son los ms grandes aristcratas, y yo solo soy un simple noble a orillas del pas. Qu podra hacer? Pero aun as

    Tigre puso fuerza en su voz y continu.

    Mi padre me hizo sucesor de Alsace, y es mi obligacin defender a las personas que viven aqu. Incluso si no fuera mi obligacin, aun as quiero protegerlos. Protegerlos en momentos de peligro es mi deber como Lord.

    Tigre

    Massas observ en silencio al joven pelirrojo. Estaba viendo al hijo de su mejor amigo.

    El camino que piensas elegir, es ms difcil de lo que crees. El Duque Thenardier no te dejara escapar despus de asesinar a su hijo, y has trado a las tropas de Zchted a nuestras tierras. Muchos te criticaran y muy pocos aprobaran tus acciones.

    No era una amenaza, pero era un hecho.

    Aunque pens en no decir esto frente a Limlishia, el ejrcito de Zchted tambin est peleando por sus propios intereses. Aun as, Piensas aliarte con Zchted y luchar a su lado?

    Estas siendo demasiado optimista.

    Tigre sonri y le respondi con franqueza.

    Bueno, me las arreglare de alguna forma.

    Massas estuvo a punto de gritarle indignado al escuchar la mala costumbre que tena Tigre de decir esas palabras.

    Sin embargo, se dio cuenta de que los ojos de Tigre estaban llenos de sinceridad. En lugar de eso, el anciano se trag sus palabras y dejo escapar un suspiro.

    Deberas decirlo con ms confianza.

  • El sol se haba ocultado.

    Teita haba llevado ms t mientras tomaban un descanso de su conversacin. La puesta de sol brillaba a travs de la ventana, formando una delicada sombra en la habitacin.

    Por el momento se me ocurren dos posibilidades. Una es enviar una carta a su majestad, el Rey.

    En ella escribiran que Alsace haba sido atacada injustamente por el Duque Thenardier. Y para detenerlo, Tigre tuvo que pedir la ayuda del ejrcito de Zchted.

    Aunque podra ser de ayuda, Deberamos hacerlo?

    Los ojos de Lim estaban llenos de duda.

    No estoy seguro de que tan efectivo seria. l podra no intervenir para mantener el estatus quo. Adems, si l hiciera algo al respecto con el Duque Thenardier, el Duque Ganelon podra usar la oportunidad para atacar. Cul es la otra opcin?

    Buscar aliados.

    Aunque Ellen y el ejrcito de Zchted eran fuertes, deban reunir a tantos aliados como fuera posible justo como Lim haba dicho.

    Por ahora, estaremos un poco a salvo.

    Aunque Massas sonri con amargura, Tigre habl con seriedad.

    Lord Massas. Cmo es la situacin actual de Brune? Qu hay de la lucha entre los Duques Ganelon y Thenardier?

    Mm. Bueno

    Massas dirigi su mirada hacia Lim.

    Debera salir mientras terminan de hablar?

    Lim no pareca molesta en absoluto cuando comenz a levantarse.

    No, debes quedarte.

    Tigre sacudi su cabeza y observ a Massas.

  • Lord Massas, ella es mi aliada. Si hay algo que quieras decirme, entonces ella debe escucharlo tambin.

    En ese momento Lim dejo que su preocupacin hablara.

    Yo no soy Eleonora-sama. No tienes motivos para confiar en m.

    Ellen confa en ti. No es por eso que te dej a cargo? Si es as, entonces yo tambin confiare en ti. Adems, hay muchas cosas que yo no entiendo pero t s.

    Una pequea sonrisa se form en el rostro de Tigre mientras responda. Lim, cuya expresin era poco amistosa, sinti una mezcla de culpa y vergenza.

    Si piensas llevarlo tan lejos, entonces me quedare como representante de Eleonora-sama.

    Con un suspiro, Lim volvi a sentarse en el sof. Despus de ver a Tigre y Lim, Massas puso su grueso dedo sobre la mesa y continu con la conversacin.

    Tigre. Como dije antes, todos en Brune esperan que la guerra civil estalle pronto. Tambin hay quienes se preocupan por lo que podran hacer los pases vecinos Zchted, Muozinel, Sachstein, y Asvarre. Ellos han estado observando la situacin.

    As que no hay otras fuerzas aparte de las de Thenardier y Ganelon en el pas? En otras palabras, an hay algunos que no han elegido un bando

    Esa era la informacin que Tigre deseaba escuchar ms que nada.

    As es.

    Massas se llev una mano al pecho mientras asenta. Sacando varias monedas de plata y cobre.

    Si se trata del poder en el pas Digamos que hay un cien en total. Los duques Thenardier y Ganelon representaran el cuarenta no, el treinta cada uno. Tu perteneces al cuarenta restante.

    Massas puso dos grandes monedas de plata en la mesa.

    Si ese es el caso, hay posibilidad de oponrseles.

    Lim pareca pensativa mientras hablaba. Massas tan solo sacudi su cabeza.

  • Dentro de ese cuarenta, el treinta seria tomado por los caballeros del pas. Se uniran para defender las fronteras y las capitales. As que los nobles que restan solo representaran un diez.

    Massas apil varias monedas de cobre sobre la mesa.

    Aunque eran muchas, se vean dbiles en comparacin con las monedas de plata que reflejaban la brillante luz del sol que entraba por la ventana.

    Sin embargo, Tigre, tu situacin es diferente a la de los otros nobles.

    La atmosfera se volvi seria mientras Massas colocaba una pequea moneda de plata sobre la mesa.

    T eres aliado de una Vanadis de Zchted. Aunque no deberas confiar mucho en ellos, si haces las cosas bien, podras hacer que los dems aristcratas se pasen a tu lado. Si ignoras a los caballeros que permanecern neutrales, podras convertirte en una tercer fuerza.

    Eso de alguna forma es sorprendente.

    Viendo las monedas de plata y cobre sobre la mesa, Tigre trag saliva. Si poda manejar la situacin, podra ser capaz de pelear incluso contra Thenardier.

    Pero al final, solo es posible si puedes hacerlo.

    Lim lo atraves con sus fras palabras.

    En primer lugar, Lord Tigrevurmud es un rebelde quien le vendi su territorio a nuestro pas. Es solo cuestin de tiempo para que se forme una fuerza de castigo que venga a someterlo.

    No se formara de inmediato.

    Massas rechaz su declaracin. Lim lo mir como si esperara una explicacin.

    Limlishia, Qu haras tu contra una fuerza que derrot a tres mil soldados y dos dragones?

    Lim tena la costumbre de mirar hacia abajo cuando pensaba sobre algo. Despus de preguntar, Massas continu hablando.

  • Si volvieran con una fuerza del mismo nmero, volveran a perder. Necesitaran preparar al menos seis mil soldados, y eso tomar tiempo. Incluso si reclutan soldados de los territorios vecinos, no habr muchos que quieran unirse.

    Adems, Lord Tigrevurmud no es su nico oponente. Eso es lo que intentas decir.

    Lim asinti de acuerdo. El Duque Thenardier y el Duque Ganelon se vean entre s como sus ms grandes enemigos.

    Sin embargo, no tenemos tiempo para relajarnos.

    Despus de observar las monedas de plata sobre la mesa, Tigre orden sus pensamientos.

    Sus recursos eran muy diferentes. En el tiempo que Tigre poda reunir trescientos soldados, Thenardier poda reunir diez mil.

    Tigre. T lo dijiste antes, Pero a quien enviaras para que entregue la carta a su Majestad?

    An no lo he decidido.

    Pensando en la situacin actual, sera muy peligroso ir a la capital del reino. Exista la posibilidad de que el Duque Thenardier los detuviera, adems, era una tarea que no quera encomendarle a los dems.

    Yo lo hare.

    Massas dijo con un tono emotivo, sorprendiendo a Tigre.

    Es-espera. No puedo pedirle que haga algo as, Lord Massas

    Qu dices? Eres quien dirige el ejrcito de otro pas. Adems, a diferencia de ti, tengo varios camaradas que trabajan en el Palacio Real. Sera ms fcil para mi conseguir una audiencia con su Majestad.

    Aunque Tigre lo pens, Massas era, sin duda alguna, la persona ms calificada. Despus de preocuparse por un momento, Tigre hizo una gran reverencia.

    En ese caso, muchas gracias. Tendr lista la carta para maana.

    Massas asinti, mientras su fornido cuerpo se meca.

    Por cierto, Tigre. Conoces al Vizconde Hugues Augre?

  • Tigre comenz a buscar entre sus recuerdos al haber escuchado el nombre de repente. Record que lo haba escuchado una vez hace mucho tiempo.

    Si mal no recuerdo l gobierna Territoire. Mi padre me llev a saludarlo cuando era pequeo.

    En estos momentos Augre ha permanecido neutral, adems l tiene muchos conocidos. Te escribir una carta de presentacin, deberas ir a conocerlo.

    Tigre no pudo contener sus emociones. Camin hacia delante y sujet la mano de Massas fuertemente.

    Muchas gracias, Lord Massas!

    Por dios. Estas frente a una mujer. No podras actuar con un poco ms de clase?

    Massas sonri irnicamente y mir tranquilo a Tigre. Gentilmente coloc su mano sobre el hombro del joven.

    No te preocupes por m. Tigre. Me alegra ser de ayuda.

    Cuando Tigre se convirti en prisionero de Zchted, Massas no pudo hacer nada, sin importar que tanto se hubiera esforzado. Se sinti impotente y muy arrepentido que incluso aun segua disculpndose con el padre de Tigre, Urz.

    Limlishia, Tienes alguna pregunta?

    Al escuchar la pregunta de Massas, Lim dirigi sus azules pupilas hacia Tigre.

    Lord Tigrevurmud, me gustara saber el motivo por el que luchas contra el Duque Thenardier. Quiero una respuesta concreta. Por ejemplo, Quieres destruir a su familia por completo?

    Massas miraba con los ojos abiertos ante tan radical pregunta, mientras Tigre solo mova su cabeza en negacin.

    Mi objetivo es la paz de Alsace. Sera bueno que el Duque Thenardier jurara que nunca pondra una mano sobre el es lo que me gustara decir.

    Tigre jugaba con su desarreglado cabello despus de decir eso.

    Sin embargo, aunque estaba avergonzado, no estaba preocupado. Haba tomado su decisin y tena la determinacin para seguirla hasta el final.

  • Adems no puedo pedirle a los dems que trabajen para mi sin pagarles, as que terminare pidiendo algo dinero o territorio.

    Despus de que la conversacin termin, y Lim dej la habitacin. El sol casi se haba ocultado en el horizonte.

    Lim estaba feliz porque Tigre haba tomado su decisin.

    A pesar de que es parte de su personalidad. Y aunque es torpe en algunas reas, tan solo tengo que apoyarlo.

    Aun as, estaba aliviada. Cuando Lim se dio cuenta de sus sentimientos, se dio cuenta de que estaba feliz porque esto beneficiaria a Ellen.

    Aunque Lim intent salir de la casa, se dirigi hacia la cocina sumergida en sus pensamientos. Teita estaba ocupada en la cocina preparando la cena, y preparando la mesa.

    Necesitas algo?

    Teita se dio cuenta de la presencia de Lim y se acerc con cautela.

    Necesito pedirte un favor.

    De repente Lim levant su brazo y apunt hacia un pequeo mueco que colgaba de la pared. Era lo suficientemente pequeo como para caber en la palma de la mano; era un mueco con la forma de un oso.

    Si no te importa, Me lo podra llevar? Umm tengo una amiga a quien le gustan mucho.

    Justo como se lo haba prometido a Teita, Lim no haba puesto ni un solo pie en ninguna otra habitacin que no fueran el cuarto de Tigre y el estudio; sin embargo, cuando ella pas por el comedor, observ el mueco y haba estado pensando en l desde entonces.

    La ltima parte de las palabras de Lim, llevaba un tono bastante inusual, aunque Teita lo haba notado. Su adorable rostro frunci el ceo mientras miraba a Lim.

    Pero no est un poco sucio?

    No me importa.

    Teita observaba perpleja a Lim y al mueco.

  • Ella haba hecho ese mueco para decorar el muro que estaba vaco.

    Si quieres, puedo hacerte uno igual para la tarde de maana.

    Lim se inclin hacia delante impaciente incluso antes de que Teita pudiera terminar de hablar. Teita casi dej escapar un grito por la sorpresa.

    En verdad lo haras?

    S-Si

    Por favor, te lo pido.

    Aunque el rostro de Lim permaneca sin expresiones, en realidad estaba esforzndose para ocultar la alegra que claramente se poda ver en sus ojos. Para Teita, era algo que poda hacer con normalidad, pero para Lim era algo muy raro.

    Despus de decir que regresara al da siguiente para recogerlo, Lim dej la casa con un buen humor.

    VE

    La Capital Real de Silesia estaba localizada cercas del centro de Zchted.

    Ms de un milln de personas vivan en la capital. Al norte se encontraba el gran rio Valta que desembocaba en el mar. Tambin se podan encontrar productos de varios pases circulando por los caminos que entraban a la ciudad.

    Los carruajes estaban repletos de objetos fabricados con bamb de oriente, pieles y aceites hechos por los nmadas, y especies, vasijas, t y ornamentos de plata de Muozinel que se encuentra al sur.

    Las caravanas del oeste llevaban trigo, vino, y minerales de Brune y Sachstein. Las flotas de barcos que navegaban a travs del rio Valta traan pescado y perlas capturadas en los mares cercanos a Asvarre. Algunos peces eran incluso ms grandes que un hombre adulto.

    Tambin haba aditamentos domsticos, como lana, joyas, y especies provenientes de los siete principados. En retribucin por su proteccin, los granjeros locales llevaban frutas, vegetales y productos de huevo para venderlos en Zchted.

  • En algunas tabernas de la ciudad, los trovadores de Zchted se podan escuchar tocando el samisn0F1. Tambin se podan ver a comediantes de Brune y bailarinas de Zchted entreteniendo a las personas, adems de las bellas mujeres que les servan alcohol a los invitados.

    Como se esperara de la Capital Real, Silesia, incluso en la noche, brillaba llena de luz y energa.

    Esta tan animada como siempre.

    Ellen observaba feliz mientras montaba a caballo por la ciudad. Estaba vestida con una armadura sencilla hecha con piel y llevaba un manto de camo como si fuera solo un humilde viajero.

    Puesto que Arifal destacaba demasiado, Ellen la haba envuelto con tela y la coloc en su cintura. La Viralt se vea disgustada, ya que, ocasionalmente, la tela a su alrededor se vea ondular como si un viento la envolviera.

    Por dios. Me gustara comprar algo de fruta y observar por un momento las interpretaciones.

    Pero, ella no haba ido a la capital para eso. No podra saber si alguien la observara ni quien seria. Al poco tiempo, mientras llegaba al Palacio, recobr su compostura. Cuando los soldados en la entrada la vieron, hicieron una reverencia respetuosa.

    Eleonora Viltaria-sama. Por favor djenos ver su Viralt.

    Se percataron de inmediato que era yo.

    Nos esforzamos para mantener a salvo el Palacio.

    Ellen retir la tela que cubra a Arifal mientras ellos la observaban sorprendidos. La espada, feliz por ser descubierta, dej escapar un viento que sacudi su plateado cabello.

    Han llegado otras Vanadis?

    Ludmira Lurie-sama y Sophia Obertas-sama estn aqu.

    Ellen devolvi a Arifal a su cintura y pas a travs de la puerta hacia el Palacio Real. Su expresin era sutil.

    Dejando a Sophia de lado, Ludmira est aqu

    1 Tambin llamado Shamisen: es la modificacin japonesa del chino sanxi (tres cuerdas), el cual apareci en China durante la dinasta Yuan del siglo XIII

  • Ella no se llevaba bien con Ludmira. Para ser ms precisos, su relacin era bastante mala.

    Bueno, est bien. Primero me ocupare de los asuntos problemticos.

    Ellen camin entre las personas del Palacio Real. Su cabello plateado haba sido peinado, y llevaba puesto un vestido blanco.

    Sus hombros estaban descubiertos, exponiendo su espalda desnuda y parte de su pecho. Las mangas y el dobladillo de su vestido estaban decorados exquisitamente. Aunque era deslumbrante, daba una sensacin limpia.

  • Aunque Arifal estaba totalmente visible en su mano izquierda, no arruinaba la belleza de la Vanadis; al contrario, le daba una apariencia fuerte que remarcaba su belleza.

    Los oficiales de la corte que estaban sentados en las filas la observaban, abrumados por su belleza y elegante conducta.

    Normalmente, cuando se tena una audiencia con el Rey, no se permita llevar ningn arma. La nica excepcin se aplicaba a las Vanadis y sus Viralts.

    Ellen camin lentamente por la alfombra escarlata hacia el trono antes de detenerse y arrodillarse. Coloc a Arifal en el piso frente a ella y baj su cabeza.

    Puedes levantar tu rostro.

    Una voz seca, como la de un rbol marchitndose, se escuch desde el trono. Era la voz del Rey de Zchted, Victor.

    De acuerdo a la memoria de Ellen, el rey cumplira sesenta este ao. Su encanecido cabello y barba haban sido muy bien cuidados, su piel se estaba oscureciendo, y sus ojos azules comenzaban a perder vitalidad. Aunque estaba sentado con su espalda recta en el trono, las manos que salan de su ropa, no eran ms que piel y huesos, aunque parecan tranquilas.

    Maestra de la Koma no Zanki, Eleonora Viltaria. Escuche que movilizaste a tu ejercito dentro del territorio de Brune sin haber recibido antes permiso.

    Es justo como su Majestad dice.

    Por qu lo hiciste? Podras recibir un severo castigo por actuar de forma tan imprudente.

    Vine para pedir el perdn de su Majestad.

    Sin duda alguna conseguir su permiso.

    Aunque ella pensaba eso en su mente, Ellen respondi sumisamente. Antes de dejar la mansin de Tigre, le haba preguntado a Lim sobre una excusa apropiada.

    Fui contratada.

    La audiencia permaneci en silencio. El Rey Victor se haba quedado sin palabras. Su cuerpo temblaba mientras observaba a Ellen. Ellen continuaba con su actitud solemne.

    Contratada por quin?

  • El Conde Tigrevurmud Vorn. Es un aristcrata de Brune y Lord de Alsace. Contrat a mil de mis hombres y a m como su comandante.

    Que una Vanadis de Zchted trabaje como mercenaria

    Un gruido, mezclado con un rechinar de sus dientes, sali de los delgados labios de Victor.

    Ellen ignor su reaccin y comenz a explicar la situacin de Brune. Le dijo sobre el enfrentamiento que sucedera inevitablemente entre los Duques Thenardier y Ganelon en un futuro cercano.

    El territorio bajo mi cuidado, LeitMeritz, esta frente a la frontera con Brune. Si una guerra civil estalla, los problemas de la guerra podran alcanzarlo. Cuando el Conde Vorn decidi contratarme, pens en usar Alsace como un escudo para prevenir que los problemas nos alcanzaran.

    Pensar que los problemas nos podran alcanzar no es ms que pura especulacin.

    El Rey Victor frunci el ceo enojado.

    Aunque podra ser solo especulacin, creo que sin duda ocurrir, Su Majestad. El Duque Thenardier viol la ley entrando en su territorio. En la confusin, podra fcilmente expandir su influencia. Por ese motivo, el Conde Vorn

    El Rey Victor interrumpi las palabras de Ellen sacudiendo su mano.

    Aun as invadiste el territorio de Brune. Este problema no solo involucra a LeitMeritz; podra terminar desatando una guerra entre Zchted y Brune. Y yo no tengo intencin alguna de hacer eso.

    Justo cuando Ellen comenzaba a objetar, una mujer lleg caminando tranquilamente.

    Con el debido respeto, me gustara hablar, su Majestad.

    Tena un cabello rubio y ondulado, sus pupilas eran de color esmeralda. Pareca tener alrededor de veinte aos.

    Su gentil sonrisa le daba un aura agraciada. Era una alta, y bella mujer con un encanto diferente al de Ellen. Su bien desarrollado pecho y su delgada cintura estaba cubiertos por un vestido verde que se extenda hasta sus pies, adems tena unas curvas que podan cautivar tanto a los hombres como a las mujeres.

    Sophia Obertas?

  • El Rey Victor suspir enojado. La belleza llamada Sophia se inclin con gracia y puso su bculo sobre el piso.

    A travs de la historia, ha habido numerosos ejemplos de cmo se utilizan fuerzas extranjeras para solucionar los conflictos por la supremaca interna de un pas. Ha habido tantos que no tendra tiempo para mencionarlos a todos. Eleonora respondi la peticin del Conde Vorn despus de juzgar el efecto que tendra en LeitMeritz. Aunque sin duda hubo un pequeo incidente respecto al tiempo que le tom informrselo a su Majestad, la bestia mejor conocida como la guerra siempre ha valorado la velocidad por sobre lo dems desde tiempos ancestrales. Creo que ella no tena otra opcin.

    Sophia hablaba con modestia y sofisticacin. Sus palabras se sumergieron en sus odos llenndolos de una sensacin difcil de ignorar.

    El Rey Victor asinti en silencio, indicndole que continuara.

    La situacin de Brune es tal y como Ellen dijo. No creo que sus acciones atraigan a ms enemigos. Aunque algunos vendrn a preguntarnos nuestros motivos, tan solo debemos explicrselos. Si nos llegaran a atacar, creo que tan solo debemos responder.

    De repente comenz a escucharse ruido entre la corte.

    Sophia tambin era una Vanadis. El peso de sus palabras no se poda comparar con el de algn otro.

    Lo que quieres decir es que deje a Eleonora hacer lo que quiera?

    A diferencia de los otros pases, tenemos una excusa para intervenir en la guerra civil de Brune. Si castiga a Eleonora ahora, estara rechazando nuestro derecho a conquistar otros pases.

    El Rey Victor cerr sus ojos, cubrindolos con sus dedos, mientras dejaba escapar un suspir de ira. Como Rey del pas, no poda dejar pasar algo as. Mir a Ellen disgustado.

    Eleonora. Cules son los planes del Conde Vorn? Le planea quitar su territorio a Thenardier despus de asesinarlo? Acaso planea ascender al trono?

    Ellen mir al piso. Necesitaba contener su risa.

    Es obvio que el Rey pensara algo as Pero no me puedo imaginar a Tigre en el trono.

    De acuerdo a sus palabras, su objetivo es mantener la paz de Alsace; sin embargo, no podr lograrlo hasta que el Duque Thenardier muera. Aunque seguramente, pedir algo de territorio.

  • Y cul es el pago por tus servicios?

    La compensacin ser equivalente a nuestros servicios. Le pagara a nuestros hombres, cubrir los gastos de la guerra, y recompensara a los soldados segn corresponda.

    Y que hars con el territorio que recibas?

    As que al final, termin en esto.

    El Rey estaba preocupado de que Ellen ganara ms poder.

    Si me ofrece algn territorio, no tomare ni una pequea parte. Se lo entregare a su Majestad. Todos aqu son testigos.

    Muy bien. Te dejare a cargo de los intereses del Conde Vorn.

    Ellen dej escapar un pequeo suspiro al escuchar esas palabras; por fin haba terminado.

    No tengo intencin de intervenir en la guerra civil de Brune. En primer lugar, y antes que nada, acta de acuerdo a los intereses nacionales de Zchted y abstente de tomar acciones riesgosas.

    AVE

    Ellen sali de la audiencia y dejo de moverse una vez que se alej lo suficiente.

    Aunque el gran pasillo no estaba decorado, la luz del sol entraba por las columnas en intervalos iguales, dndole una atmosfera clida. Ellen suspir aliviada inmediatamente despus de escapar de la pesada atmosfera que haba en la audiencia.

    Los miembros de la audiencia sin dudas saldran por ese pasillo. Ellen se apoy contra un pilar con sus brazos cruzados esperando a Sophia.

    Ellen permaneca sin emociones frente a los burcratas que pasaban pero frunci el ceo rpidamente al ver a una joven que se aproximaba a ella.

    Tan poco agraciada como siempre, Eleonora.

    La chica dijo con un tono malintencionado mientras la miraba con desprecio.

  • Su estatura era pequea y tena un cabello azul que le llegaba a los hombros. Su ropa era de seda azul que hacia juego con el color de su cabello y estaba decorada lujosamente con tonos rojos y dorados. En su mano se encontraba una pequea lanza.

    La lanza emanaba una misteriosa aura y silenciosamente dejaba escapar un helado viento. Como si reaccionara a ella, Arifal comenz a envolverse a s misma con viento.

    Parece que, an, no has crecido ni un poco, Ludmira.

    Observando la mirada condescendiente de la chica, Ellen sonri con disgusto a la chica llamada Ludmira y puso su mano sobre su cabeza como si se conocieran desde hace tiempo.

    Mm? En lugar de crecer, parece que te has encogido. Tal vez tus constantes reverencias y tu actitud tan modesta sean la razn. Debera ensearte a pararte derecha para que parezcas ms alta. De hecho, tambin hara que tus pechos parezcan ms grandes.

    Parece que ya puedes hablar mejor. Estoy sorprendida que la encarnacin de la rudeza y conducta imprudente, aunque en forma humana, pueda ensear algo. Me pregunto si ser el fin del mundo.

    A pesar de estar enojada, Ludmira no cay en las provocaciones de Ellen. Retir tranquilamente la mano que Ellen haba puesto sobre su cabeza manteniendo una actitud coactiva.

    Aunque tendr que rechazar tu oferta. Antes de que intentes ensearme algo, deberas examinarte a ti misma primero. Incluso el ms temperamental de los dragones se ve ms elegante y educado en comparacin contigo.

    Responder con un insulto a un intento de ayudarte. No es esa una respuesta poco elegante?

    Llamas cortesa el insultar a una persona por sus caractersticas fsicas. Sera bueno que aprendieras correctamente, Eleonora.

    Desafortunadamente, antes de convertirme en Vanadis, mi vida no tena nada que ver con los modales y cortesas.

    Ellen rio y se encogi de hombros enojada mientras Ludmira la observaba hacia arriba burlndose con su mirada.

  • La cortesa y el coraje son de las pocas cosas que no se pueden obtener mediante la prctica y esfuerzo. Por lo que paso en tu audiencia de hace un momento, no pude percibir ninguna seal de la inteligencia o dignidad de una Vanadis de Zchted.

    No estoy segura que alguien que siempre lleva una botella de t y mermelada en su cintura debera hablar de dignidad.

    Las palabras de Ellen finalmente tocaron un punto delicado. Ludmira respondi enfurecida.

    Hoy no las traigo. A diferencia de ti, yo s que hay un lugar y momento adecuado para cada cosa.

    Para empezar, es la primera vez que escucho que la dignidad es un requisito para ser Vanadis. Aunque eres libre de aferrarte a esas fantasas, no lo digas como si fuera algo comn.

    Ambas chicas se miraban una a otra, con sus ojos llenos de una intensa ira. Las palabras ya no eran necesarias. Ellen tena su mano puesta sobre su espada, y Ludmira sujetaba su lanza corta.

    Los alrededores se haban llenado con una atmosfera pesada mientras el conflicto pareca inevitable. Desafortunadamente, todos los oficiales del gobierno que pasaban por ah; simplemente seguan caminando, pretendiendo no haber visto nada.

    Tomen esto.

    Repentinamente, una linda voz se escuch desde detrs de ambas, mientras Ellen y Ludmira fueron golpeadas por un objeto duro.

  • Qu?

    Ellen se volte enfurecida, pero termin tragndose el resto de sus palabras.

    Detrs se encontraba Sophia Obertas sonriendo mientras miraba a Ellen y Ludmira.

    Cielos. Pelear es malo, ustedes dos.

    No haba ningn poder en sus palabras. Ella simplemente sonri mientras hablaba como si regaara a un par de nios traviesos.

    Sin embargo, Ellen y Ludmira permanecieron en silencio con una expresin incomoda y molesta, respectivamente. Se haban percatado, que detrs de la cubierta que tena su hermoso rostro, ella estaba un poco enojada. Aunque algunos de los que estaban acostumbrados a verla no podran notar el cambio en su expresin, ellas podan decir con facilidad que estaba enojada. Ambas saban de antemano que no era buena idea enfurecer a Sophia.

    Enserio Por qu cada que se ven ustedes dos comienzan a pelear?

    Es culpa de esta mujer

    Por reflejo, Ellen y Ludmira se apuntaron una a otra mientras contestaban al unsono.

    Ya que comenzaron a verse una a otra con ira, Sophia golpe sus cabezas de nuevo.

    Por cierto, Ellen. Por qu ests aqu? Cre que ya habras salido del Palacio Real.

    Aunque fue Sophia quien le pregunt, Ellen murmur por un momento, expresando su gratitud.

    Gracias, Sophie. Tus palabras me salvaron. Aunque no intentaba rendirme y obedecer, era solo cuestin de tiempo.

    Cre que si el asunto se alargaba, tus faltas podran ser descubiertas.

    Ya ves, no sera de sorprender si la dignidad de todas la Vanadis fuese mancillada por causa de tu conducta y discurso.

    Sophia - Sophie sonri amargamente mientras Ludmira dijo con un tono frio.

    Ellen, mientras jugaba con las perlas incrustadas en su vestido para contener su ira, habl molesta.

    Necesito hablar con Sophie. Deberas irte a otro lugar.

  • Por el bien de ambas, eso hare; sin embargo, me gustara preguntarte algo antes de irme.

    Ludmira, con sus brazos cruzados, observaba seriamente a Ellen.

    Ese Conde Vorn, aunque no s qu clase de noble campesino sea, Por qu te hiciste su aliada e interviniste en la guerra civil de Brune?

    Y por qu debera molestarme en explicrtelo? No tiene nada que ver contigo.

    Molesta por que lo llamo noble campesino, Ellen contest en un tono que no ocultaba su ira.

    Siento pena por l que tuvo que encontrarse con una Vanadis como t.

    Ludmira tena una sonrisa de lastima en su rostro mientras se alejaba haciendo esa declaracin. Camin tranquilamente por el pasillo del Palacio Real.

    En ese momento, el sonido de perlas rodando en el piso se poda escuchar mientras estas caan de las manos de Ellen. Ella las haba arrancado sin darse cuenta, dejando pequeos agujeros en su ropa.

    Sophie... Tendrs una aguja y un poco de hilo?

    Si lo hace un principiante, solo lo empeorara. Adems

    Despus de ver que la espalda de Ludmira haba desaparecido, Sophie dej escapar un pequeo suspiro. Su habitual sonrisa haba desaparecido, viendo como Ellen la miraba avergonzada.

    Ellen. Tu S. Haz hecho que Ludmira se vuelva tu enemiga.

    La expresin de Ellen cambi por la de un comandante al escuchar las palabras de Sophie.

    Dime los detalles.

    En un rincn del Palacio Real, se encontraba un pequeo jardn con una fuente.

    El agua era extrada desde el pozo y flua constantemente, excepto en invierno cuando la fuente se congelaba. Tena la forma de un gran pez, y con el sonido del agua cayendo, cubra tanto la visin como el sonido. Era usada frecuentemente para reuniones secretas.

    Despus de tomar un poco de jugo de frutas de la cocina, Ellen y Sophie se dirigieron al jardn y se sentaron en el borde de la fuente.

    Por qu Ludmira se volvera mi enemiga si me ali con Tigre?

  • Es simple.

    El rubio cabello de Sophie se sacudi mientras tomaba su bebida.

    Mira Ludmira tiene una antigua relacin con el Duque Thenardier.

    Esa chica y Thenardier?

    Ellen la observ incrdula.

    No lo entiendo. Investigu al Duque Thenardier, y no es la clase de persona con la que me gustara involucrarme. Es el tipo de persona que ella odiara. No, no puedo decir lo que ella pensara

    Estas preocupada?

    El territorio que ella gobierna, Olmutz, est cerca de LeitMeritz.

    La respuesta de Ellen se volvi de cierta forma siniestra. Tranquilamente le dio un sorbo a su jugo mientras miraba a Sophie.

    Los principados de las Vanadis estaban distribuidos alrededor de Zchted. Debido a la cantidad de territorios que gobernaba el Rey, sus territorios nunca estaban juntos.

    Haba dos principados cerca de LeitMeritz que pertenecan a otras Vanadis, uno era Olmutz. Ellen no estaba preocupada por el otro territorio gobernado por la otra Vanadis, ya que igual que con Sophie, eran muy cercanas.

    Adems, no solo es ella. Varios aristcratas de este pas estn relacionados de alguna forma con el Duque Thenardier o el Duque Ganelon.

    Ellen frunci el ceo. Sophie mir alrededor y eventualmente pos su mirada sobre la fuente mientras observaba el agua fluir.

    Ellen. Has escuchado la historia del Mercader de Muenz?

    No. Quin es?

    Es una historia de antes de que naciramos. Es la historia de un hombre llamado Muenz, su esposa, su hijo e hija. Cada da, l era violento con ellos. No haba un solo da en que no tuvieran el rostro hinchado, tenan moretones por todo su cuerpo, y lloraban por el dolor en las noches.

    Ellen se vea claramente incomoda.

  • Cierto da, Muenz fue apualado por su hijo y muri. Hubo muchas personas que lamentaron su muerte.

    Ellen observ a Sophia, al escuchar tan inesperadas palabras. Sophia sonri con sus emociones mezcladas.

    Como mercader, Muenz era ms honesto y competente que los dems. Nunca rompi una promesa, nunca lleg tarde, y todos sus productos eran de alta calidad.

    As que Thenardier es igual.

    S. El Duque Ganelon, quien es hostil hacia l, tambin es as. Sin contar los problemas domsticos, ambos hacen todo lo posible para representar a Brune de una manera que no le traiga vergenza a su pas. Son las ms confiables y distinguidas familias que gobiernan vastas, y ricas tierras, adems de ser muy adaptables Incluso tu negocias con personas con las que no te llevas muy bien, No es as?

    Ellen no poda responder; pero, hizo un puchero como un nio molesto. Sophie continu hablando mientras observaba a Ellen con cuidado.

    Ahora el Duque Thenardier es enemigo tanto del Conde Vorn como tuyo. Si l resulta victorioso el pas tendr grandes beneficios, pero ser problemtico para muchos si l pierde.

    Ellen baj su bebida y la observ disgustada.

    Entiendo lo que quieres decir. As que, Ludmira es una de esas personas.

    As es. Sin embargo, Ellen, tu impresin de Ludmira es correcta. A ella no le agrada el Duque Thenardier; al contrario, podra decirse que lo odia.

    En ese caso

    De repente dej de hablar.

    Es verdad. El mercader de Muenz.

    El rubio cabello de Sophie se sacudi junto a su cabeza.

    Por sobre todo, sus familias han tenido una larga relacin. Si es algo que existi desde antes que esa chica naciera. Es una esplndida relacin que ha durado por dcadas. En verdad crees que ella terminara una relacin as por motivos personales?

    Es verdad

  • Dej salir unas pocas palabras. Ellen mir dbilmente al agua que sala de la fuente mientras sus piernas se balanceaban.

    Por cierto, Ellen. Hay algo que me gustara preguntarte.

    Qu es?

    Ellen se sent y mir a Sophie que estaba a su lado.

    El Conde Vorn. Qu clase de persona es como para que lo ayudes de tan buena gana?

    La reaccin de Ellen fue lenta debido a la sorpresa. Sus palabras llevaban una mezcla de confusin y vergenza.

    Bueno, mm como podra decirlo, es bastante lindo.

    Arara~. Sophie se cubri la boca con su mano mientras sonrea. Estaba sorprendida. Aunque ella pens que Ellen lo estaba ayudando por motivos polticos, por su expresin poda figurarse un motivo ms slido.

    Sophie se interes en el hombre llamado Tigre que poda hacer que Ellen pusiera esa expresin. Se inclin un poco hacia delante y repiti las palabras de Ellen.

    Dijiste, lindo no? Me podras decir en qu sentido?

    Sophie continu investigando la causa. Ellen se movi como si sintiera un escalofri.

    Bueno Hay varias cosas, pero si tuviera que elegir alguna, tal vez sera su rostro durmiente.

    Ara~. Su relacin incluso es tan cercana que se pueden ver durmiendo?

    N-no digas algo tan tonto. Es solo que l siempre est durmiendo.

    Mientras que Sophie estaba claramente ms interesada, Ellen neg la acusacin, su rostro estaba completamente rojo.

    Hablando con ms seriedad, aunque tiene varios problemas, es un hombre que piensa en las personas y est dispuesto a arriesgar su vida por ellos. Adems Tigre es en verdad talentoso con el arco. Nunca antes haba visto algo similar.

    Pero, el Conde Vorn es de Brune, Cierto?

    La duda de Sophie era una reaccin natural. Era bien conocido por los pases vecinos que Brune despreciaba la arquera.

  • Ese chico, derrib a un Wyvern que volaba con una sola flecha.

    Los carmeses ojos de Ellen brillaban como los de un nio. Estaba sonriendo y rea con satisfaccin.

    Ara~, que sorprendente.

    Sophie sonri. Debido a su expresin, ella pens qu