KOBIE (Serie Bellas Artes) Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia ......JOSE ANTONIO PIZARRO, ARQUITECTO RESUMEN Kosme M.ª de Barañano Javier González de Ourana El cementerio y la Casa Consistorial

KOBIE (Serie Bellas Artes) Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.0 Vl, 1 ~.89

JOSE ANTONIO PIZARRO, ARQUITECTO

RESUMEN

Kosme M.ª de Barañano Javier González de Ourana

El cementerio y la Casa Consistorial de Zumárraga (Guipúzcoa), obras del arquitecto José Antonio Pizarra, realizadas con gran éxito en los últimos años, son analizadas en sus componentes formales.

SUMMARY

The Town Hall and the Cementery of ZUJmárraga (Guipúzcoa), which are succesful works made by the architect J. A. Pizarra dur,ing the last few years. are analizad in their formal components.

LABURPENA

Zumanragako hilerr·ia eta udaletxea, J. A Pizarra arkitektoaren lanak, azken urteotan arakasta handiz burututakoak, beren osagai formaletan aztertzen dira.

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JAVllER GONZALEZ DE DURANA

CASA CONSISTORIAL DE ZUMARRAGA (GUIPUZCOA)

Arq.: José Antonio Pizarra

Proyecto: diciennbre de 1982. Adjudicación de obras: octubre de 1984. Dragados y construcciones. Inauguración: 29 de junio de 1986. Promotor: Ayuntamiento de Zumánraga.

La Casa Consistorial de: Zumárraga objeto de la intervención era un edificio resultado de los planos firmados. el 17 de mayo de 1865 por un maestro de obras, Benito de Barrenechea, concluyéndose el edificio de dcis plantas más bajocurbierta al año siguiente. En su proyecto aparece ya la configuración del edificio con la alineación de las casas contiguas de la calle Legazpi de 1las que se singulariza mediante dos puentes de profundidad limitada a la anchura de los porches a los que da continuidad. Se liberan las fachadas laterales y posterior y el edificio es pr,ácticamente exento a efectos de ventilación e iluminación. Los puentes se rematan con balaustras y constituyen terrazas para· la planta principal.

Durante la ejecución mediaron modificaciones e improvisación, pues la realidad construida afina en casos el proyecto -inicial, lo tergiversa y enmaraña otras veces y, en gran medida, desarrolla aspectos no contemplados en el mismo.

La cornisa de alero gana potencia al no construirse el antepecho proyectad(!). Se cambia la proporción de los huecos del primer piso, pasando de tuna escal'a doméstica a suntuaria. 1La fachada se enriquece con almohadillados y canecillos. Se destaca menos el cuerpo saliente central, igualando las arcada a las de los edificios contiguos. No hay orden interno. Adosada a lla fachada proyeeitada se organiza una entreplanta retranqueada con ventanas al porche y en la crujía posterior se construyen semiplantas. Ya en el proyecto inicial existía esa debilidad cuando sitúa una escalera que, inequívocamente, sugiere previsiones de plantas no grafiadas, quizá, por menosprecio de usos auxiliares.

A pesar de las improvisaciones y reformas se podían aún distinguir antes de la intervención los aspectos de la edificación que fueron proyectados y los que no, y no solannente por su orden, sino incluso por la calidad de matertales y realización. Lo eludido por el proyecto se afrontó como un precario tinglado sin intencionalidad, de rústica realización.

El 20 de febrero de 1926 el arquitecto Domingo Aguirrebengoa elaboró un proyecto de reforma, resultado del cual frue el adosamiento de volúmenes a la fachada trasera, sin ninguna integración con la arquitectura preexistente. Pocos meses desptués AgUJirrebengoa trazó un "Proyecto de tacha-

da para los pabellornes laterales" para cubrir las terrazas de· los puentecillas laterales con unos delicados pabellames cuya fachada Gmamentada a la Plaza ha caracterizado desde entonces al edificio más que el propio cuerpo principal.

A finales de 1981 el edificio se mostraba con una fachada noble a la Plaza que cubría con un telón la apariencia exterior de un inmueble rústico con cuerpos adosados de precaria apariencia. Salvo la fachada de sillería, los restantes compornentes emn de una calidad constructiva notablemente inferior por lo que se encontraban en su última fase de vida útil, estando iniciado ya un proceso de deterioro progresivo e irrevernílble.

El tejado, estnudura de madera, vigas y solibería se encontraban en estado de. ruina incipiente y exigían una inmediata inteliVención de reposición de casi la totalidad de las elementos. lo mismo ocurría con la tabiquería interior y acabados en general. Las fachadas laterales se mostraban pandeadas. y alabeadas.

La distribución era inadecuada para los usos necesarios y en aquel estado sólo se utilizaba e.I 20 % de la superficie construida.

El proyecto se J. A Pizarra conserva la tipología del edificio y su encastre en la trama urbana, liberándolo de los irre.gulare volúmenes adosados. Se mantiene la alineación de la calle Legazpi y el; fondo edificab!e de las casas contiguas de las que se singulariza mediante los dos pabellones-puente. Los retranqueos laterales, abiertos, mantienen la posibilidad de luces laterales y permiten abrir una comunicación paisajística a través de los ojos de los arreos hacia un jardín poster,ior junto al río. Una apertura que se materializa mediante una reja acristalada para control de corrientes de aire que pudieran incidir en el microclima de la Plaza.

Para mantener la fachada principal, sin recurrir a una obra onerosa, se conservaron las dos fachadas laterales que, aunque desordenadas, admitían un reajuste de huecos. Para la configuración del rifmo de vanos con una retícula ordenadora y, sobre todo, para asegurar la capacidad portante de estas fachadas, muy deterioradas, se formó una estructura exterior sustentante a modo de hormígón visto que ha quedado formando parte de la arquitectura definitiva. Este pórtico, simplemente adosado, adquiere su1 pleno sentido estructural al rigidizarse transversal'mente mediante nervios que, como contirnuación del nnismo, se plliegan y pasan a formar parte integrante de la cubierta de hormigón que monolitiza el inmueble.

La nueva fachada posterior es una envolvente lisa con ventanales de aluminio lacado en ell mismo color y a línea fina de fachaoa, con expresiones suntuarias localizadas en

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los vemana1es recercados: arcadas en la escalera principal, chapiteles simétricos volados en la planta más alta como remate de escalera y configuración de un pequeño espacio solemne como salita de ceremonias para bodas.

Ante la ausencia de preexistencias estructurales sugerentes, a causa del anárquico maderamen, se planteó su total sustitución por hierro y hormigón, con un empleo de estos materiales expresivo de sus posibilidades intrínsecas. Con ese criterio se triangularon con perfiles metálicos los vanos a cubrir, tratando de materializar en hormigón las zonas sometidas a compresiones y con perfiles laminados de acero los elementos comprometidos en esfuerzos de tracción.

En general la estructura se emplea con intenciones expresionistas, como, por ejemplo, en el Salón de Plenos, donde se combina el acero pintado con ornamentaciones policromadas y forjados abovedados en hormigón.

En la concepción del espacio del hall principal también toma protagonismo la estructura, de la que cuelga la galería intermedia. El efecto de la franja de iluminación que queda entre ésta y el techo para su despegue provoca el gesto de elevar la vista, a medida que se sube la escalera, hacia la arcada de iluminación principal, el escalonado de luz y som-

bra de la galería y la propia rendija horizontal de luz que marca rasante sobre el techo.

REFERENCIAS BIBUOGRAFICAS

"Restoration of To.vn Hall of Zumárraga". a + u. Architecture and Urbanisme. Tokyo, October 1987, n.0 205, p. 43.

ESCENARIO DEL TEATRO POLITICO

Reflexionando acerca de las Casas Consistoriales, Peter Collins decía que, estando concebidas y destinadas éstas para dar alojamiento a organizaciones seculares por medio de las cuales se suministran y regulan los servicios de la ciudad, en su opinión, los Ayuntamientos deben demostrar aquellas cualidades que los ciudadanos realmente aprecian. Dado que tales cualidades varían de acuerdo con las ocupaciones e intereses de cada ciudadano, Collins proponía que el Ayuntamiento fuera, en forma de microcosmos, la imagen de las calles y lugares de las ciudades, libremente accesibles e ''interiorizadas".

Según este planteamiento se trataría de ir más allá de la mera funcionalidad, intentando representar a pequeña escala en el edificio municipal las posibilidades de la urbe cuyos servicios pretende satisfacer, esto es, una ciudad dentro de la ciudad. Un Ayuntamiento, en este sentido, . debería ser un ejemplo vivo de las circunstancias ideales en las que la vida en colectividad debiera desenvolverse. Y al igual que las calles de la ciudad, tan libre y accesible como éstas.


Pero, con independencia de si esta alegoría de los ideales urbanos unida a la democrática apertura del inmueble hacia todos los ciudadanos, no son realmente funcionales en una Casa Consistorial, lo cierto es que un Ayuntamiento es un lugar en donde básicamente los ciudadanos se juntan para adoptar acuerdos que resuelvan los problemas generales, primero, e individuales, después en la medida en que éstos no impidan la consecución de los primeros. Aquí es donde debe recordarse que la adopción de acuerdos, sobre todo de los comunitarios, ha estado unida secularmente a la práctica de un rito y que, a su vez, el rito necesita Lina escenografía apropiada.

El proyecto de Casa Consistorial para Zumárraga diseñado por su arquitecto municipal, José Antonio Pizarra, ofrece una serie de cualidades que lo singularizan excepcionalmente. En primer lugar, · empieza por actuar con una positiva decisión sobre un edificio histórico: derribo de lo ruinoso, disfuncional y carente de interés, sustitución por elementos que evidencien el momento técnico y artístico al que pertenecen, y conservación de lo histórico-emblemático con valores arquitectónicos añadidos.

De otra parte, la articulación de los nuevos espacio.s interiores se basa en una funcional racionalidad que no quiere ser ajena a un expresionismo tecnológico y de diseño: las ventanas rasgadas hasta incidir en las cubiertas, las luces cuyo origen no se desvela a la mirada, las estructuras sustentantes y forjado de hormigón visto en el Salón de Plenos y, en fin, la enf atización de las formas.

En una población como Zumárraga, en la que una incon~ trolada y especulativa marea inmobiliaria colapsó desde los

años 50-60 y por mucho tiempo una planificación urbana adecuada, pretender que el Ayuntamiento sea una microciudad organizada en paralelo a la que gobierna es, sin más, un despropósito. Por ello,. más bien, el Ayuntamiento ha de proponerse como contraimagen de la realidad externa; frente

·al desorden, la uniformidad y la fealdad exterior el Ayuntamiento se presenta como el polícr.omo y escenográfico lugar en el que el ciudadano se sienta transportado a otra realidad. Una realidad en la que, como en un teatro, se facilite la toma conciencia de ser, más que un individuo,· esto es, un sujeto aislado, un ciudadano que como el actor ha de acomodar su papel al que sus convecinos también quieren representar.

. Esta ambientación escenográfica se logra aquí con apoyo en tres puntos. El primero en los laterales del hall y arranque de escaleras, donde una composición basada en juegos de espejos y metales reproduce la am.bigüedad propia de la multiplicidad de ciudadanos e Intereses que entran en la Casa Consistorial, al tiempo que predi'spone a que se vean distintos a como se conocen, fragmentos de personas que sólo mentalmente pueden ser comprendidas. El segundo punto se da en la techumbre del Salón de Plenos, que con su multicolorista presencia aspira ser reftejo de la pluralidad de ideas tanto como compensación a la dureza y rigidez de la toma de decisiones. Por último, el mobiliario de Salón posee iguales dosis de solemnidad y fina ironía sobre la transitoriedád de todo poder político. Un poder que, como el papel del actor, tiene unos límites -los otros actores-, un final presumible -las próximas elecciones- y unas consecuencias -el contento de los espectadores y la gloria del autor-. El arquitecto sólo ha de facilitar la correcta representación de la función, ser su regidor secreto.

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CEMENTERIO DE ZUMARRAGA (GUIPU2COA)

Arq.: José Antonío Pizarra

Proyecto: 1983. Adjudicación de obras (1.ª fase): Realización {1.6 fase): 1984. Inauguración: Promotor; Ayuntamiento de Zumárraga.

La descrípcíón más habítual de la legendaría hada llamada Melusina es aquella que, basada en e'I texto La noble hystoire de Luzignen de Jean d'Arras (1393), la presenta como marcada por una maldición materna que la convertía en sirena con alas de vampiro todos los días víspera de fiesta semanal, condición que debía mantener en secreto so pena de no morir jamás. Al tiempo, Melusina poseía dotes 1extraordirnarias para la arquitectura Ella era la autora de extrañas edíficaciones erigidas en una sola noche sin que nadie supiera quiénes y cómo se habían podido llevar .a cabo y en las que siempre había un pequeño defecto, ccimo los propios hijos que engendraba, o como esos puentes del diablo a los que siempre falta una pfedra. En otras palabras, Melusina era una mezcla de sirena de Lamiako y diablo de Castr1ejana.

El caso es que en base a la idea d'e Melusina el arquitecto J. A Pizarra concibió su proyecto, el cual se trata de 1ia reforma y ampliación del cementerio. de origen neoclásico, existent1e en :1a localidad. La idea consistió en una cripta cuya cubrición forma una plataforma en superlicie a dos niveles: lisa, líbr1e, y rematada con césped. Con ella desaparecieron las tumbas individuales que se ubicaban por todo el terreno rectang:ular oentral.

Abajo, en la cripta, está el lugar donde Melusina encontró finalmente descanso parra su tormenfo; ella y todos, en definitiva. Ahí, a:simismo; está la sorpresa arquitectónica, muy propia de ella, pues, como apunta Juan-Eduardo Cirlot Melusína es "el arquetipo de la intuición genial, en lo que ésta tiene de advertidor, constructivo, maravilloso, pero también enfermizo y maligno". la única diferencia es que aquí Pizarra no hizo su trabajo en ruma sola noche, sino que lo concibió detenida, sopesadamente y, sobre todo, con 1una buena carg1a de excitada seinsibilidad y emoción por los espacios y estructuras urbanas de esta ciudad de los muertos.

El acceso se realiza mediante una escalera en e'I eje aproximado de simetrfa que desciende hasta un podio drcular -cita a Serlio- dentro de un recinto de igiual forma. En cada ala, dos galerías se conforman con las alineaciones de nichos y, como remate, acometen a recintos triangu1lares ceremoniales.

La arquitectura nace de la luz y, precisamente, la luz, juega un papel dominante en la manera de ver y sentir este mundo subterráneo, morada de los que ya no necesitan ser iluminados. Una luz centtal o lateral, en breclhas alargadas y curvilíneas, o que entra a través de triángulos de posición enigmática y por altas ventanas que no impiden el paso de la naturaleza vegetal.

Ello, unido a los juegos de luces y sombras que se provocan en las .diversas estancias, los inqu1ietantes arcos elípticos que forman las puertas ~cada UJna con su nombre propio), las escalinatas de acceso abi'ertas a todas partes y, sobre: todo, la habillttación de unas cámaras ceremoniales, separadas, penumbrosas, próximas pero distantes, ílabitadas por un solo objeto -una escultura de Reinaldo que materializa "~I espfritu del !11ª1" y un "Angel" de Vicente Larrea), conrv1erten a este hipogeo en una de las creaciones más

originales dentro de una tipologia constructiva que desde hace décadas no ha recibido la consideración debida por parte de los arquitectos, qU1ienes como mucho se han limitado a reproducir la densificación en altura de la ciudad de los vivos.

Los muros de horm1igón, en principio, se iban a ornamentar con bajorelieves sfmbólieos 1encofra.dos, pero, ~inalmente, no se incluyó este aparato decmativo, quedando el hormigón liso.

Con esta obra Pízanro retoma la tradición, iniciada a fines del siglo XVIII con el Neoclasicismo y empezada a perder cien años más tarde,, consistente en hacer de los cementerios la ciudad ideal e igualitaria que con los seres vivos resu~a imposible. Los camposantos de Elgoibar, Jemein, Mallona, Guecho y Derio enouentran en Zumárra¡;¡a su renovada prolongación y Pizarra se constituye en continuador de los Belaunzarán, Lascuraín, Epalza y otros visionarios emocionados por la posibilidad de crear un espacio espiritual, no que excite, pero sí que acompañe la honda intensidad del sentimiento de los vivos ante sus muertos .. Todos reconocemos la sensación de enfermizo desasosiego que provocan los cementerios,, pues bien, lo que ha hecho Pizarra es dar forma arquitectónica a esa sensación, de manera que el lugar y el ánimo forman un todo !homogéneo.

Como nota final, debe apuntarse el paralelismo que este



cementerio hace con el panteón que el escultor Paco Durrio concibió a principios del siglo XX para la familia Echevarrieta, existente en Guecho, y en donde un escondido cenotafio provoca una terrible luz cenital sobre la dolorida escu!tur.a de San Cosme que Durrio realizó en la ornda del expresionismo de Lhembruck y Minne.

BIBUoGRARA

Las labores de Me/usina. JOSE A PIZARRO. San Sebastián, 1988. Edición para bibliófilos, LIV, pp.

La arquitectura y el eterno descanso. CARME LLOPIS. ON, n.o 58, Barcelona, año 1984, pp. 71-75.

La nueva Me/usina del Alto Uro/a. SANTIAGO AJZARNA "El Diario Vasco", 30 de diciembre de 1986.

Melusina y el cementerio de Zumárraga. JAVIER GONZLAEZ. DE OURANA "El Correo Español-El Pueblo Vasco", 1 de abril de 1987.




SECOION TRANS~ERSAL

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EL VALOR ESCENICO DE LA ARQUITECTURA Kosme de Barañano

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La estética de la reconstrucción y remodelación de la Casa Consistorial de la villa guipuzcoana de Zumárraga llevada a cabo por el arquitecto J. A Pizarra conecta con la estética del fotógrafo de modas Adolfe de Meyer. En especial la Sala de Juntas bañada de reflejos en la iluminación como los platós de las escenas preparadas para la exhibición de las colecciones. Mármoles mojados, materiales metálicos y cortinajes de lamé en los decorados creaban atmósferas en las que aparecían las modelos como en la arquitectura de Pizarra aparecen los espacios de trabajo.

En la Sala de Juntas de Zumárraga, ·en las mesas, se reflejan el techo y · sus molduras, molduras que no sólo son tales sino asimismo partes constitutivas del abovedamiento. La iluminación en este espacio es si no sorprendente sí efectista; y los efectos de los reflejos sirven para aumentar y cuestionar la belleza de las composiciones, como los reflejos y dorados acariciaban la belleza de las modelos en los platós de Adolfe de Meller.

Otra influencia a señalar·en la obra de Pizarro se da en las sillas diseñadas para la Sala de Juntas. En su estructura angular, triangular, de planos que se cortan y conforman en sus tangencias, uno no puede dejar de pensar en los juegos de planos de las figuras del escultor Lynn Chadwick (Londres, 191A). Tanto las figuras de pie como esas parejas sentadas en bronce de la serie Diamond de 1984, como si fueran dos sillas de Pizarra corporeizadas, como ese proyecto de 1983 (de 35 pies) construido a base de figuras y elementos triangulares.

Aunque la iluminación del edifico del Ayuntamiento sea diferente a la del cementerio la estética del tratamiento no es desigual. Pizarra crea los lugares vivos (como puede ser el centro de reunión del Concejo) como de lugares muertos (como pueda ser esa plaza de cadáveres que es el camposanto) unos espacios teatrales. En ambos, en el consistorio y en el cementerio, trabaja Pizarra la decoración del auto sacramerntal, en esa filosofía calderoniana de la vida es sueño. Que el cementerio es el lugar propio del teatro no es invención de este arquitecto. El cementerio y la cárcel son los lugares teatrales por antonomasia; lo demuestra la historia misma del teatro, y entre nuestros contemporáneos claramente lo han hecho Jean Genet y Tadeusz Kantor. ·

Pizarra ha entendido este "valor" escérnico del cementerio y lo ha compartimentado en dos "funciones": la de arriba como una plaza, un ágora de tumbas antiguas, y la de abajo como una galería comercial, un escaparate de tumbas contemporáneas. Como tal, el pasadizo comercial no ha perdido el carácter de utilitas -la arquitectura de Pizarra es eminentemente funcioñal al margen de su "teatralidad"- pudiendo almacenar todas las existencias de su género, incluso en ~asas imprevistos destocks¡hasta el final de!I próximo siglo.

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