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Votar o no votar, esa es la cuestión. La abstención política, una constante en el comportamiento ciudadano en la historia democrática colombiana CARLOS ARTURO BARCO ALZATE VALENTINA JARAMILLO MARÍN

La Abstención Política, Una Constante en El Comportamiento Ciudadano en La Historia Democrática Colombiana

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La abstencin poltica

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Votar o no votar, esa es la cuestin.

La abstencin poltica, una constante en el comportamiento ciudadano en la historia democrtica colombiana

CARLOS ARTURO BARCO ALZATE

VALENTINA JARAMILLO MARN

UNIVERSIDAD DE CALDAS

DERECHO

CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOJURDICAS CIS-

2005

Sntesis

La abstencin poltica es un fenmeno multidimensional propio de las democracias y sus motivaciones pueden ser diversas. Con el presente trabajo, producto de una exhaustiva investigacin, se busca dilucidar cules son las causas ms relevantes que llevan a su configuracin. El estudio est realizado tomando como referencia las elecciones para la Alcalda de Manizales, realizadas el pasado 15 de Mayo, donde se registr una abstencin del 66%.

Se analiz informacin periodstica con respecto a los comicios, incluyendo libros afines al tema y entrevistas con politlogos y redactores polticos de los diarios.

El estudio arroja como resultados relevantes, que para que se de la abstencin es slo necesario que exista la democracia y que los dems factores que influyen en ella no hacen ms que matizarla, disminuyndola o aumentndola. En Manizales, pesa el voto de opinin, que coexiste con el voto amarrado y en menor medida con el voto meditico y el de partido. Es comn, adems, encontrarse con dos grandes rubros de personas que integran la abstencin: el grupo de los abstencionistas estructurales y los abstencionistas voluntarios. Los primeros, son aquellos que se abstienen en razn de su poca integracin con la sociedad, por lo que carecen de formacin y cultura poltica, estn marginados y por ello no votan; y en segundo lugar, aquellos incluidos cuyas razones para no votar, no escapan a su voluntad.

En conclusin, la abstencin es un problema estructural de la sociedad, es consecuencia de una falta de cultura poltica, una exclusin social y econmica, una deslegitimidad de gobiernos y una falta de garanta acerca de la eficacia del sufragio como participacin poltica. Sin embargo, en algunos mecanismos de participacin ciudadana, constituye una forma legtima de participacin.

Palabras claves: Abstencin, democracia, voto, cultura poltica, elecciones.

Abstract

The politic abstention, its a very multidimensional phenomenon that democracies owns. Its motivations are various and much distinct. The goal of this work, which its a product of a huge investigation, is to find what are the most important causes that configure the abstention. The whole application was constructed on the base of the election of the Manizales Mayor, in May 15th of 2005, where was registered an abstention of 66%.

Principally, was found that the unique element needed to configure the abstention its the existence of the democracy, and that the other aspects involved just modify the rate increasing or decreasing it. Also, two big groups of people constitute the abstention: the structural abstentionists and the voluntary abtentionists.

The abstention is an structural problem of society, its an consequence of an absence of a political culture, an economic and social exclusion, a lack of the governments legitimization, and no guaranties about the efficacy of the vote as a political participation.

However, some mechanisms of political participation, as plebiscite or referendum, between others, the abstention becomes a legitimate form of participation and a characteristic of political culture.

Key words: Abstention, democracy, vote, political culture, elections.

Votar o no votar, esa es la cuestin.

La abstencin poltica, una constante en el comportamiento ciudadano en la historia democrtica colombiana

Caso Manizales, Departamento de Caldas

2005Presentacin

La abstencin poltica ha sido una constante en la dinmica democrtica en el Pas. Su estudio y anlisis debe ser una lnea de trabajo por parte de los Centros Acadmicos y de investigacin como una urgencia explicativa de un comportamiento ciudadano que ha contribuido a deslegitimar las acciones gubernamentales y profundizar el conflicto armado en Colombia.

La presente aproximacin diagnstica sobre la problemtica, surge por efecto de un seguimiento que el grupo de semilleros de investigadores, Programa de Derecho, de la Universidad de Caldas, en la lnea de Estudios Polticos Regionales ha venido construyendo y los resultados electorales arrojados en el proceso de eleccin de Alcalda en la ciudad de Manizales, el 15 de Mayo del ao 2005, cuyo indicador porcentual de participacin fue del orden de un 66.04% de abstencin electoral, fue indudablemente un dispositivo para elaborar el anlisis cualitativo del tema objeto de inters de la lnea en mencin.

Como hiptesis interviniente en la decisin de la gente de participar o no con su voto en una eleccin poltica, los investigadores sociales han venido formulando la siguiente hiptesis incidente en la abstencin como es la desconfianza en la ciudadana por la prdida de legitimidad del voto como mecanismo para mejorar las condiciones sociales y las necesidades de la ciudad.

Resultan pues, varias preguntas a tratar: Cules son los motivos que impulsan la abstencin poltica en el ejercicio de la democracia? Es la abstencin electoral una tendencia al cambio de las inclinaciones polticas? Es la abstencin una manera de cultura poltica, o es su ausencia? Es la abstencin electoral un hecho aislado, o por el contrario un fenmeno constante? Cul es la legitimidad gubernamental de la representacin cuando se presenta un alto grado de abstencin electoral?

El contexto

En Manizales, ciudad acadmica por excelencia, se fue gestando en el ambiente un gentilicio asociado a educacin y cultura, incluyendo la poltica, donde se gestaron grandes personalidades del mbito nacional. Ya para inicios y mediados del siglo XX, Manizales era una ciudad con un prestigio propio adems del que le otorgaba el ser una ciudad prsperamente comercial, era paradigma de educacin y de cultura, cuna grandes pensadores y dirigentes del pas como Fernando Londoo Londoo. Su vocacin de ciudad ilustrada y culta haca de la capital un escenario adecuado para el ejercicio de la democracia.

LA PARTICIPACIN POLTICA EN MANIZALES

La eleccin de Alcalde para la ciudad de Manizales en el 2005, se da en una reida competencia de dos candidatos, con la comparecencia de otros ocho de menor importancia pero que reflejaban el pluralismo poltico convirtindose en vas alternas de inclinacin poltica.

Lo que marc los comicios realizados fue el alto nivel de abstencin poltica registrado en la convocatoria, cifra que alcanz el 66.04%. No ha sido el nivel ms alto para este fenmeno en la historia democrtica de Manizales de la ltima dcada, pero es preocupante ver cmo no ha sido un hecho aislado durante los comicios regionales y que responde a factores que cada vez se afianzan ms en el ejercicio de la democracia; fuera de ser un reflejo local de una realidad electoral nacional y que permite analizar hiptesis de lo que posiblemente suceda en las prximas elecciones, nacionales o locales, en cualquier momento o poca del pas.

Durante muchsimas dcadas Manizales ha sido sinnimo de cultura poltica, entendindose sta como una manifestacin evolucionada de la participacin poltica en todos sus aspectos. La participacin poltica es aquel conjunto de actividades de los ciudadanos dirigidas a influir, bien la seleccin de sus gobernantes, o bien a las decisiones que stos toman. Para realizar un anlisis preliminar del concepto de la participacin poltica pueden tenerse en cuenta dos perspectivas diferentes, la participacin poltica en un sentido restringido que aborda nicamente el proceso electoral de los ciudadanos, como perfeccionamiento de su participacin poltica dentro de la comunidad, siendo esta concepcin bastante reducida y fragmentada al considerar que la concurrencia aislada a los procesos electorales constituye la mxima expresin de la participacin poltica. La concepcin extensa, por su parte, da lugar al anlisis de la participacin ciudadana no slo en la esfera poltica, que es donde finalmente se manifiesta en su mejor escenario, sino que aborda todos los presupuestos fcticos que integran la posibilidad de participar polticamente, esto es, tomando en cuenta que para que el pueblo se manifieste de esta manera, ejerciendo un control sobre sus dirigentes y su eleccin directa; debe estar incluido, integrado en las esferas de participacin econmica, social y cultural de su ncleo comunitario, para desembocar finalmente en una participacin poltica.

Los procesos electorales y la participacin o no participacin en ellos son pues, apenas la punta del iceberg, son la parte visible del complejo proceso multiestamentario que supone la participacin poltica. La formacin poltica consiste no solo en votar en unas elecciones populares. Es tambin estimular en la cotidianidad la participacin, la opinin y las actitudes claves para la sociedad, como la tolerancia y la solidaridad.

No obstante, la democracia como forma de gobierno, presupone implcitamente un problema a menudo imperceptible en la teora, pero manifiesto en la prctica, de lo que no ha escapado el ejercicio democrtico colombiano ni el Manizalita. Este problema comn es la abstencin. Este imprevisto terico nace casi necesaria e inevitablemente en la prctica de la democracia y es una caracterstica inherente a la misma cuando se pone en marcha su complejo engranaje. La abstencin poltica, es aquella piedra en el zapato para el ejercicio de la democracia, o si bien, no para su desempeo, s es un obstculo para alcanzar su optimizacin real y su eficacia absoluta.

Abstenerse, es tener la capacidad de hacer algo y privarse de ello. Es no tener una parte en una cosa, es no participar. Es contener, refrenar, apartar. Es no participar en algo a que se tiene derecho. Es no emprender o no desarrollar actividades que tienden a influir y encaminadas a regular los aspectos econmicos y sociales de la vida en comunidad. Siendo este un fenmeno poltico propio de la democracia, siendo casi una enfermedad de sta, ha permeado cada proceso electoral llevado a cabo en Colombia a travs de toda su historia democrtica. Muestra de esto, es que en cada gran convocatoria electoral del orden nacional, el abstencionismo poltico ha sido un invitado frecuente que mira con recelo la garanta de representacin de cada ciudadano dentro de la dirigencia de su comunidad.

En Colombia, el abstencionismo ha manchado todas las elecciones legtimamente concebidas y ha respondido en algunas ocasiones a situaciones fcticas que rodean a las elecciones y ambientan los comicios, no obstante, la nica conclusin slida y certera acerca de la aparicin del fenmeno abstencionista y sus altibajos, aunque resulte de primera mano obvia y de Perogrullo, es que la abstencin de la poblacin en un primer momento requiere tan slo que se d su nico y ms elemental presupuesto: la implantacin de una democracia. El abstencionismo electoral, distinto del abstencionismo poltico, slo necesita la democracia para configurarse, por diversos motivos que trataremos de dilucidar ms adelante.

As por ejemplo, en Colombia, la abstencin estuvo presente pero disminuida con motivo de las elecciones de 1922 cuando se enfrentaron el jefe conservador, el General Pedro Nel Ospina y el jefe liberal, el General Benjamn Herrera. Disminuye igualmente cuando se divide el partido conservador en 1930 entre el doctor Guillermo Valencia y el General Vzquez Cobo y se enfrenta este partido con el partido Liberal liderado por Enrique Olaya Herrera, a quien sigui no solo el partido liberal sino muchos seguidores del conservatismo hastiados de la prolongada hegemona conservadora. Es importante resaltar aqu, en las elecciones de 1930, que fueron las que marcaron la cada de la hegemona conservadora y consolidaron un proceso de cambio que el pas haba estado necesitando. Cerraron un captulo conservador, demarcando el final de un ciclo, lo que supone un ambiente poltico interesante y un momento turbulento en materia electoral. Luego, se vuelve a presentar en 1946 con la divisin liberal de Gabriel Turbay y Jorge Elicer Gaitn, enfrentados a Mariano Ospina Prez. Luego en el plebiscito de 1957; para elegir el primer presidente del Frente Nacional, Alberto Lleras, y luego en 1974 cuando cada partido tras la cada del Frente Nacional, pudo escoger su candidato.

En la historia ms reciente, procesos complejos e importantes como el vivido en los finales de la dcada de los 80s y principios de los 90s, donde se redacta una nueva Constitucin Poltica de carcter garantista y el Estado le hace la guerra como puede al Narcotrfico; la abstencin estuvo presente como en toda la historia, pero de una manera moderada entendiendo que el ambiente que se respiraba era el de la ilusin de salir del atolladero y el de una renovacin nacional. Se vivan momentos que aunque difciles, llevaban implcita una esperanza fundada en los nuevos cambios que se avecinaban con las reformas que traa la Constitucin de 1991.

LAS ELECCIONES EN MANIZALES

En la ltima dcada, en Manizales, las elecciones para la Alcalda, han estado marcadas por un creciente ausentismo que atenta contra la tradicin de ciudad comprometida con la democracia. Si bien, cada eleccin es un cuadro concreto de motivaciones, votaciones y abstenciones y no puede juzgarse con criterios generalizantes la abstencin, hay variables que por su constancia hacen pensar que puede preverse el fenmeno abstencionista con cierta facilidad.

Si bien la abstencin es un parsito del sistema democrtico, se considera que lo es de una manera nociva, porque atenta directamente contra la representacin de los sectores poblacionales dentro de la dirigencia. Puede darse por consiguiente, el fenmeno de una sub-representacin de unos ciudadanos y la sobre-representacin de otros que es notoria y de la cual todos los ciudadanos mismos dan cuenta, y que a la postre incide perjudicialmente en la confianza depositada por ellos en las instituciones y en la democracia misma, un pilar bsico a la hora de hacer efectivo el derecho al sufragio.

Haciendo una retrospectiva de la abstencin registrada en los comicios manizalitas en la ltima dcada se encuentra que en las elecciones realizadas el 8 de Marzo de 1992, donde se enfrentaron por el primer cargo del municipio Germn Cardona Gutirrez (finalmente vencedor), Felipe Alberto Nauffal, Fabio Arbelez Garca, Oscar Augusto Lpez Cardona y Jaime Correa Andrade; Germn Cardona se impuso con 34.545 votos que eran un 77.92%. La abstencin registrada fue del 71.8%, de 190.000 personas habilitadas para votar, lo hicieron apenas 53.468. Ha sido el ms alto ndice de abstencin registrado.

En 1994, el 30 de Octubre, se enfrentaron por la Alcalda Mauricio Arias Arango y Andrs Echeverry. Arias Arango se qued con el primer puesto con una votacin de 45.399 votos, con casi 20.000 votos de diferencia con su oponente. Ese ao se alcanz una abstencin de un 62% sobre un potencial de 203.106 personas. Estas elecciones coincidieron con las de Gobernador, en la que la abstencin fue elevada tambin. En las elecciones del 26 de Octubre de 1997, con la concurrencia de cuatro candidatos, Hernando Arango Monedero, Jorge Enrique Rojas Quiceno, Francia Restrepo de Meja y Gilberto Cardona Rodas; Jorge Enrique Rojas barri con una votacin de 70.935 sufragios, la ms alta en toda la historia de Manizales. Votaron 120.429 personas de 222.053 habilitadas. La abstencin disminuy a un 45.92%. En 1998, cuando Manizales estaba ad portas de cumplir su sesquicentenario de fundacin, fue destituido el Alcalde electo en 1997, Jorge Enrique Rojas Quiceno, obligando a que el entonces Gobernador de Caldas en ese perodo, Tony Jozame Amar, nombrara de una terna de posibles sucesores pertenecientes al mismo partido de Rojas, a Carlos Parra Cifuentes como Alcalde Encargado, por el lapso de 8 meses y medio, mientras se convoc a nuevas elecciones. En aquellos nuevos comicios, realizados el 28 de Noviembre de 1998, participaron tres candidatos: Germn Cardona Gutirrez (ganador), Arturo Yepes Alzate y Juan Carlos Jaramillo Ochoa. Hubo un abstencionismo del 50.31%, pues de 238.542 personas aptas para votar, lo hicieron 118.532. El 25 de Noviembre del 2002, con la presencia de siete candidatos entre ellos Nstor Eugenio Ramrez Cardona, Carlos Arturo Feh Moncada y Juan Carlos Gmez Montoya; se eligi como Alcalde a Nstor Eugenio Ramrez Cardona, con la concurrencia en las urnas de 121.640 personas sobre 266.591 que podan hacerlo, para una abstencin cercana al 54%.

Y por ltimo, en las elecciones llevadas a cabo el 15 de Mayo de 2005, donde participaron diez candidatos de todas las corrientes polticas, se eligi preocupantemente a Luis Roberto Rivas Montoya, con una abstencin del 66.04% y siendo el Alcalde de Manizales elegido con menor cantidad de votos, alcanzando tan slo 34.286 votos, de una masa electoral de 275.746 ciudadanos habilitados para votar, y en representacin de una ciudad que llega a los 400.000 habitantes.

Con base en lo anterior, podemos deducir que Manizales no ha estado por fuera de la regla general que seala que con cada democracia sobreviene la abstencin. Los procesos electorales llevados a cabo en Manizales con el fin de elegir el primer mandatario del municipio, han estado manchados por un ausentismo que atenta contra la legitimidad de su eleccin en tanto no se constituye como un fiel representante de las mayoras. As pues, la abstencin se ha mantenido en un promedio del 56.80%, en las elecciones de la ltima dcada, lo que evidencia una paulatina prdida de la capacidad de concebir el voto como un compromiso ciudadano, una flaqueza de cultura poltica y una creciente indiferencia ante los destinos de la ciudad. Cabe preguntarse entonces, de nuevo, los que no votan, por qu no lo hacen? Es cultura poltica abstenerse? Cmo incide el relevo generacional en el compromiso social y poltico de votar?

LOS COMICIOS DE MAYO DE 2005

Las votaciones realizadas el domingo 15 de mayo de 2005, fueron de una especial importancia en la vida poltica de la ciudad por ser unos comicios atpicos y extemporneos. El perodo de mandato al cual aspiraban los diferentes candidatos inscritos era de tan solo dos aos y medio, y no de cuatro como lo establece la Constitucin Poltica para el perodo de gobierno de los Alcaldes Municipales. Este hecho resulta por la destitucin acaecida por el Alcalde de Manizales Jorge Enrique Rojas Quiceno elegido para el perodo 1997-2000 y relevado del cargo por irregularidades en la contratacin del municipio sin cumplir ni siquiera un ao de gobierno.

MAYO 15 DE 2005

En Manizales, estaban habilitados para votar, como se ha venido acotando, 275.746 personas, entre las cuales 149.116 eran mujeres y 126.630 hombres. Se habilitaron 56 puestos de votacin con un total de 891 mesas en 10 zonas electorales, y estaban distribuidas 856 en todos los sectores del rea urbana y 35 instaladas en el rea rural de la ciudad.

El despliegue meditico de las elecciones fue bastante. Meses antes de realizar los comicios, era ya un tema obligado para todos los medios de comunicacin de la ciudad, desde los televisivos, radiales y escritos. Adicionalmente, el municipio contrat 30 puestos de informacin en diferentes y distantes puntos de la ciudad donde las personas podan averiguar si estaban habilitados para votar y dnde y cmo hacerlo. Fue relevante la habilitacin previa de estos puestos de informacin que despejaban las dudas de los ciudadanos sobre cualquier aspecto de la votacin, as los ciudadanos se acercaban a las urnas informadas y se ilustraban sobre el proceso electoral por realizar. Fuera de esto, fueron abiertos varios foros por las Universidades para acercar a los candidatos y los ciudadanos, foros llamados Manizales Vota Informada, de amplio despliegue periodstico tambin..

Diez fueron los candidatos registrados para la contienda electoral en la ciudad, todos ellos pertenecientes a diferentes grupos polticos que manifestaban el pluralismo poltico propio de una democracia. Estos eran a saber:

CandidatoPartido

LUIS ROBERTO RIVAS MONTOYAMovimiento Colombia Siempre, respaldado por Cambio Radical, Nuevo Partido y Salvacin Nacional

FERNANDO GMEZ CHICAMovimiento Equipo Colombia, respaldado por la coalicin Liberal - Conservadora

FERNANDO GIRALDO MEJAMovimiento de Participacin Ciudadana

JULIO RESTREPO MORALESFrente Social y Poltico, respaldado por la Convergencia Democrtica

MARTIN EMILIO OSORIO GRANADAMovimiento Comunal y Comunitario y respaldado por Entre Todos S Podemos

JORGE E. ARBELEZ HOYOSPolo Democrtico

DIEGO ROSAS LONDOOMovimiento Nacional Progresista

LUIS E. AGUDELO PINTOIndependiente

JAIME A. GMEZ VARGASMovimiento Unido

JORGE BARON RESTREPOMovimiento Voluntad Popular

Las campaas

Al hacer un anlisis de las campaas publicitarias de los candidatos de los ltimos aos, y en particular las de los inscritos para las elecciones de Mayo de 2005*, se encuentra que se caracterizaron por ser en extremo personalistas y vender ms al candidato y su figura que a sus programas. El despliegue hecho por algunos candidatos en los medios de comunicacin de la ciudad fue enajenante, situacin que a la postre confundi a muchos votantes inclinndolos casi inconscientemente a depositar su voto por el ms visto o el ms publicitado en la poca de la campaa. Lo anterior fue perjudicial para el ejercicio de un voto de opinin y de conocimiento, porque la extrema publicidad de algunos candidatos produjo un efecto psicolgico de acompaamiento a veces equivocado. El diario municipal pregunt a algunos excandidatos a la alcalda sobre cul era su concepcin acerca de las nuevas campaas, a lo que respondieron que eran casi lo mismo, lo que contribuye a generar una sensacin de desconfianza en los ciudadanos.

LAS ENCUESTAS

En la poca electoral y antes de ella, se realizaron dos grandes encuestas. La primera se realiz el 16 de Abril, arrojando resultados apenas preliminares y demasiado vagos sobre la votacin. En esta primera encuesta, Rivas Montoya se posicion primero con una intencin de voto del 54.8%, seguido con una amplia distancia de Gmez Chica con un 32.0%. Para la segunda encuesta, realizada 25 das despus de la primera y a tan solo siete das de las elecciones definitivas, los resultados no mostraron mayores modificaciones, presentando Rivas un porcentaje del 54.0% y Gmez 31.6%. Los resultados cambiaron no mucho a favor de los otros candidatos, pero sin superar el tercero en la encuesta un porcentaje del 4.0%. Cabe anotar, que en otra encuesta realizada el 61% de personas consultadas manifest que s iba a votar.

Los resultados

En su primer da como Alcalde electo de Manizales, Rivas, con tan solo el 12.43% de los votos potenciales, se convirti en el alcalde elegido con menor votacin en toda la historia de Manizales. Logr tan slo el 36.60% de los votos vlidos, traducindose en 34.286 personas que lo acompaaron. La siguiente, fue la tabla general de resultados de las elecciones:

CandidatoN de votosPorcentaje

LUIS ROBERTO RIVAS MONTOYA34.28636.60%

FERNANDO GMEZ CHICA33.80136.08%

FERNANDO ANTONIO GIRALDO5.6266.00%

JULIO RESTREPO MORALES4.3814.67%

MARTN EMILIO OSORIO4.0274.29%

JORGE EDUARDO ARBELEZ7160.76%

JORGE BARN6340.67%

LUIS ENRIQUE AGUDELO5040.53%

JAIME ANTONIO GMEZ2610.27%

DIEGO ROSAS LONDOO2500.26%

Mesas informadas891100%

Total votantes93.66433.96%

Abstencin181.96666.04%

Votos en blanco5.4155.78%

Votos nulos3.1613.37%

Tarjetas no marcadas6020.64%

Ntese que la diferencia fue tan slo de 0.52%, lo que demostr un empate tcnico en los resultados de las elecciones. Los resultados iniciales, que sentenciaron la victoria de Luis Roberto fueron sometidos al reconteo dos das despus, modificando las cifras alcanzadas pero manteniendo a Luis Roberto como el ganador.

LA ABSTENCIN EN LAS ELECCIONES DE MAYO

Despus de un detallado anlisis del proceso electoral llevado a cabo en Manizales, con todos sus vericuetos previos, simultneos y posteriores a la eleccin, la inquietud toma fuerza: por qu la gente en Manizales se abstuvo de votar?

La abstencin, como anteriormente se dijo, responde a mltiples factores que la matizan y perfilan. Partimos de la base de que el nico presupuesto bsico para el abstencionismo es la democracia, pues los dems factores que inciden en su configuracin no hacen sino acentuarla o moderarla.

En Manizales ha pesado significativamente desde siempre el voto de opinin. As pues, cuando no se vot masivamente en Manizales, es un indicio serio de que el voto del opinin aquel que fall y que definitivamente aquel fue en gran medida el ausente. Pero, cabe la pregunta entonces, los que no votan, lo son todos un voto de opinin que brill por su ausencia? La respuesta es no. Gran parte de los ausentes en estos comicios fueron ciertamente los ciudadanos que componen el voto de opinin que tanto ha caracterizado a la ciudad, y aquellos que se ausentaron por razones diversas; pero estn lejos de conformar el grueso de personas abstencionistas.

Resultan pues, dos hiptesis. Una, aquellos que se ausentaron por varias razones por dilucidar y que de cierta forma integran el voto de opinin ausente; y Dos, aquellos que por la exclusin social, econmica y cultural a la que estn sometidos, se excluyeron tambin de la fiesta democrtica.

Los ausentes por exclusin

Son los llamados ausentes estructurales. Responden a la tesis de que la abstencin no necesariamente es de carcter voluntario. Las personas mientras estn integradas a la sociedad y su dinmica estarn presentes en la dimensin de la participacin poltica, es decir, no puede concebirse lgicamente que una persona est excluida social y econmicamente y participe en cuanto comicio exista. La democracia viene acompaada de la participacin, y sta debe manifestarse no slo en el campo poltico sino en varios aspectos de la vida cotidiana comunitaria, que estn profundamente relacionados y son correlativos, en el entendido de que unas esferas de la vida humana se constituyen presupuestos de otras, en trminos de participacin. Son estos aspectos la participacin econmica y social paralela a la participacin poltica, llegando a ser aquellos presupuesto sine qua non de sta.

La participacin de los ciudadanos debe darse en todas las esferas de actividad para que la democracia adquiera pleno sentido. La participacin poltica es influir en la regulacin de todos los aspectos econmicos, sociales y culturales. Estos elementos definen el concepto de democracia, ya que la democratizacin en la vida poltica refleja un proceso de democratizacin en lo econmico, en lo social y en lo cultural. A mayor inclusin social dentro de la comunidad por parte de los individuos, crece significativamente su compromiso de participacin y por consiguiente, su nivel de abstencin poltica disminuye.

La relacin de la esfera de participacin econmica y social es tan estrecha con la poltica, que se ha evidenciado no solo en estudios e investigaciones, sino a travs de la historia que las personas que ocupan una prestante posicin social, con todos los beneficios que la alta sociedad les otorga, son los que participan polticamente en masa de una manera activa, decidiendo a corto plazo quienes gobiernan el ncleo social en que se encuentran, dando paso a figuras como las de la sobre-representacin y la sub-representacin, que es correlativa, y decidiendo unos pocos, los que tienen recursos, por todos los de la comunidad. Los excluidos fuera de ver que son pocas sus posibilidades de participar creen que no es un medio idneo para solventar sus necesidades.

No obstante, resulta que a veces muchas personas pertenecientes a este grupo, el de ausentes por exclusin, s votan en algunas elecciones, pero al contrario, lo hacen sin consciencia y siendo vctimas de las malsanas costumbres polticas, de comprar votos y consciencias. Se encuentra que a veces siguen caudillos de figuras mesinicas, manifestados en los comunes gamonalismos y caciquismos, y cambiando su voto por prebendas reales y presentes que ayudan a solventar necesidades actuales y a veces urgentes. Quienes se identifican con las caractersticas de este grupo, llegan a votar sin participar polticamente, porque no estn presentes en las etapas que requiere el proceso de participacin poltica, a saber, informacin, raciocinio, opinin, cuestionamientos, entre otras.

Este tipo de abstencin es denominada como una abstencin estructural, tambin llamada involuntaria, donde existe una relacin directamente proporcional entre la marginalidad de la sociedad y la participacin poltica en ella: a mayor exclusin, mayor abstencin. Sin embargo, las personas que se encuentran en este grupo, constituyen un bajo porcentaje de la abstencin general en unas elecciones en un momento determinado.

Los ausentes voluntarios

Este grupo, lo conforman aquellos que no concurren a las votaciones por diversas causas pero que en general, las razones para no concurrir, no escapan a su voluntad.

Estas personas son en esencia y casi por regla general, personas integradas a la sociedad y beneficiarias del dinamismo urbano, con todo lo que ello conlleva. Es importante resaltar, que con ste tipo de personas se configura la ms clara manifestacin de la abstencin, en tanto son ciudadanos que estn plenamente habilitados para votar y en un momento determinado cuentan con todos las facilidades para hacerlo, pero se abstienen. Este tipo de personas suelen ser ciudadanos de los estratos medios y algunas veces altos, pero que tienen en comn ciertas caractersticas como la falta de compromiso y la ausencia de inters por los asuntos polticos. Se dejan vencer por las condiciones que rodean a las elecciones.

Con frecuencia se escucha acerca de las elecciones pasadas que fall el voto de opinin que lo constituyen los ciudadanos sin partido, y que cuando las circunstancias fcticas que rodean a los comicios son desfavorables, las primeras vctimas son los votos de opinin y los independientes porque no estn amarrados. Pero cabe anotar, que cuando existe verdaderamente un voto de opinin consolidado y fuerte, y cuando se est convencido por las palabras, los hechos desfavorables concomitantes a la eleccin no son bice para ausentarse de las votaciones. ste es un medidor de la verdadera intensidad del voto de opinin.

Los ciudadanos incluidos en esta clasificacin, segn un sondeo realizado por el diario municipal de la ciudad, se abstienen de votar en las elecciones por motivos como la asociacin de la imagen de los polticos a las promesas incumplidas de sus campaas; el disgusto por los candidatos presentados; falta de percepcin de futuro en los polticos y su gestin; decepcin por las figuras polticas tradicionales y las costumbres polticas; entre otras. Fue comn que otras personas se marginaran de los comicios por la falta de resultados de los anteriores polticos, lo que deslegitima sus elecciones y las sobrevivientes. La politiquera fomenta el abstencionismo al crear desconfianza en los ciudadanos, deslegitimando las instituciones y la gestin de los funcionarios. Tambin fue motivo de abstencin en algunas personas la apata poltica en todos los sentidos, sintiendo una profunda aversin a estos temas e inclusive hacia la democracia. Sin embargo, algunos ciudadanos simplemente no se acercaron a las urnas por no sentirse representados con los aspirantes inscritos y prefiriendo guardar su voto antes que entregarlo a alguien que no cumple con sus expectativas. Otros, sencillamente no pudieron votar por carecer de su documento de identidad. Todas estas hiptesis deben ser tenidas en cuenta al momento de analizar la abstencin.

La indiscutible superioridad de Luis Roberto en las dos primeras encuestas tuvo una repercusin importante en el ambiente previo y concomitante a la eleccin, pues los votantes ante la barrida de Rivas perdieron la concepcin de que su voto individual pudiera modificar la englobante corriente a favor de Luis Roberto. La sensacin que dej en el ambiente los resultados de la encuesta fue la de impotencia por aquellos inclinados por otros candidatos, incluyendo aquellos adeptos de Gmez Chica, quien en las votaciones estuvo adelante en los primeros 6 boletines de las mesas escrutadas. Adicional a esto, muchos seguidores del mismo Luis Roberto Rivas no comparecieron a votar por l al creerlo ganador indiscutible semanas antes y gracias a las encuestas.

La abstencin, por otra parte, puede representar para muchos una posible expectativa de cambio de la manera de hacer poltica y una seal de apata hacia los polticos actuales y por elegir y sus gestiones. La abstencin electoral, marca un importante rechazo a las corrientes polticas tradicionales y a los partidos del mismo abolengo. El abstencionismo, pues, puede ser interpretado como una constante expectativa de cambio de la ciudadana para con sus dirigentes, cuando una poblacin no vota, est diciendo sin palabras que no est de acuerdo con el sistema y con la forma de hacer poltica o gestionar y administrar lo pblico. No obstante, es claro que esta manera de protestar no es del todo prctica. Por otra parte, el relevo generacional que vive actualmente la ciudad de Manizales puede significar mucho a la hora de medir quienes se encuentran en las urnas. Para las personas adultas y an ms los adultos mayores, votar es un deber sagrado, porque guardan la herencia democrtica de sentar sus posiciones por medio del sufragio; pero esta tendencia se encuentra en detrimento por la gran cantidad de jvenes que tiene la ciudad y a los cuales no se les ha inculcado de una manera estricta el voto como deber ciudadano y derecho poltico.

Con base en el anlisis de las elecciones en Manizales, y las inclinaciones de los ciudadanos que se acercaron a las urnas y las de aquellos que no lo hicieron, se deduce que en Manizales si bien existe un marcado voto de opinin, existe tambin una alta inclinacin a los votos amarrados, que responden a viejas y costumbres clientelistas de las maquinarias polticas que han detentado el poder. As, por ejemplo, en la zona electoral 5, en donde se encuentran los barrios con mayor exclusin social en Manizales, hubo una importante votacin a favor de los candidatos de cada una de las maquinarias reconocidas, esto es, Rivas Montoya y Gmez Chica. La votacin de esta poblacin, por las condiciones sociales y acadmicas en las que se encuentran, evidencian que se trat de votos amarrados, participacin electoral sin participacin poltica.

Los ciudadanos en su mayora revelan una continua y creciente desconfianza por las instituciones y por las polticas, a raz de malos manejos de lo pblico en pasadas ocasiones y la ausencia de resultados concretos que legitimen a una dirigente elegido popularmente y su cargo. Esta falta de confianza es producto de las dainas y desafortunadas costumbres polticas en la regin y en Colombia, caracterizndose por la aparicin pblica de los polticos slo en la poca de campaa o preelectoral, y dejando en el ciudadano una sensacin de inconformismo similar a la de un robo, un hurto de su pedazo de democracia, su voto, y un imaginario de los polticos como aquellas personas que se aprovechan del pueblo y sus necesidades para su beneficio personal. Sumado a lo anterior, se encuentra que verdaderamente existe un vaco en la cultura y formacin poltica del pueblo, lo que incide negativamente en la concurrencia a los comicios por no haber sido inculcada la cultura del voto y no haber sido enseado el compromiso de votar.

Ahora bien, puede que an ciudadanos que no han recibido la instruccin necesaria para votar a consciencia, concurran a los comicios, como se dijo anteriormente. Esta es una prctica comn en la tradicin poltica a nivel nacional y regional. Cuando un ciudadano tiene ingentes necesidades en su mbito personal o familiar, no tiene como prioridad la participacin poltica, fuera de carecer de la formacin poltica necesaria, y es objeto de malas conductas de los polticos que estn dispuestos a comprar literalmente su voto por el poder; y en la otra mano, el ciudadano necesitado, ve en su voto una posible mercanca que puede comercializar fcilmente con el fin de amortizar sus necesidades ms bsicas. La ausencia de cultura poltica, en la mayora de los casos est ligada al orden socioeconmico del pas, convirtindose en un problema estructural.

As pues, resulta que de la masa de votantes que concurren a las elecciones, existen cuatro grandes rubros que conforman la misma, a saber, son:

1) El voto de opinin. Aquellos que votaron conscientemente por los aspirantes que consideraban ms idneos para ocupar los cargos de eleccin popular o que votaron en blanco, pero que manifestaron su posicin poltica y su compromiso con la ciudad. 2) El voto de partido. Los que votaron por el candidato del partido o movimiento al cual estn afiliados o sienten alguna simpata, independiente de la imagen que produzca en ellos el candidato individualmente considerado. 3) El voto meditico. Los que votaron movidos o presionados por las agresivas campaas polticas que hicieron los candidatos y por el enajenante despliegue meditico que los aspirantes realizaron en la poca preelectoral. 4) El voto amarrado. Aquellos que votaron sin participar polticamente, esto es, sin consciencia de lo que hacan y para lo que serva, siendo motivados por falsas figuras mesinicas o llevados a las urnas por las maquinarias polticas ofrecindoles obsequios y prestaciones a cambio de su voto. Los primeros tres grupos poseen una participacin poltica de diferente intensidad, as, el voto de opinin posee el ms alto grado de cultura poltica y de participacin en la misma manera; los votantes de partido, participan tambin polticamente de una manera significativa pero a veces sin la conciencia y cuidado de los primeros; y los votos mediticos participan en menor medida del juego poltico y se dejan absorber o llevar por la influencia incisiva de los medios de comunicacin y la publicidad de los mismos candidatos. El ltimo grupo, el de los votos amarrados, constituye una constante en la prctica regional y nacional, y tristemente stos no tienen ningn tipo de participacin poltica an cuando lo hacen electoralmente.

La abstencin como fenmeno poltico-electoral deja entrever una sociedad fragmentada y desunida. La cohesin entre los habitantes de un territorio y los diferentes estamentos sociales incide tambin en la participacin de los ciudadanos en unos comicios que les afecten directamente. As, por ejemplo, en pases que han tenido fuertes regmenes de ideologas totalizantes la abstencin es muy reducida, en atencin a que existan poderosos elementos aglutinantes y coactivos, como sucedi en la Alemania nazi o en la Italia fascista, En la poca de la Segunda Guerra Mundial. Son caractersticas muy especiales al interior de una sociedad, que integran tanto la fuerza moral como el populismo extremo.

La politiquera, por su parte, fomenta el abstencionismo al crear desconfianza en los ciudadanos en los polticos y la poltica en general, deslegitimando las instituciones y la gestin de los funcionarios, as como la imagen que tiene los ciudadanos de el poltico en s mismo, de los partidos que lo avalan o se presentan a elecciones o incluso de la poltica misma; y a su vez, la politiquera es alimentada por la crisis social, lo que convierte stos fenmenos en crculos viciosos y en problemas estructurales. La desconfianza en los polticos a raz de las promesas incumplidas o unas malas administraciones, dejan abierta la puerta para abstenerse en elecciones futuras. El frecuente fenmeno de las promesas incumplidas, llamado por algunos analistas como el transfuguismo programtico, hace que con la repeticin del fenmeno los votantes tomen cada vez ms cnica y distante con respecto a las instituciones democrticas y la democracia se expone a un rpido proceso de fatiga material.

La coherencia poltica es tambin una fuente de confianza en los polticos. Cuando un poltico de talla nacional o regional, atenta contra su propia coherencia ideolgica y poltica, siembra la semilla de la desconfianza entre los electores, que no ven una persona de criterios y convicciones fuertes para presidir polticamente una comunidad. Esas incoherencias polticas que en un momento determinado capta el electorado es lo que se llama en la poltica de los Estados Unidos flip flop, y que le cost a Jhon Kerry la Presidencia de ese pas en Noviembre de 2004 frente a George W. Bush quien se mostr como un candidato coherente en sus acciones y sus afirmaciones durante su gobierno y en campaa. Muchas encuestas realizadas a travs de los aos y los gobiernos demuestran que la opinin pblica es muy sensible a las acciones de los principales lderes. La decisin de voto de los colombianos sigue las pautas de comportamiento establecidas en la literatura sobre el tema. Las variables sociodemogrficas, el contexto econmico, la identificacin partidista y la ideologa de los votantes son variables importantes pero menos decisivas para explicar su decisin electoral. En contraste, son fundamentales la percepcin que se tiene de los candidatos y la importancia de los temas de debate electoral (issues).

Ahora bien, si la abstencin pudiera ser interpretada en un momento determinado como una posicin poltica de protesta legtima, es completamente poco prctica como para modificar el statu quo y convertirse en una alternativa que no slo posea un significado poltico y simblico sino adems jurdico. An cuando la abstencin es un fuerte golpe de opinin para las maquinarias polticas que muchas veces con sus prcticas contribuyen a engrosar las estadsticas, la abstencin en s misma desafortunadamente no preocupa a los polticos desde que haya al menos un solo votante. Esto es, como el sistema electoral colombiano instituye que para ser elegido no se necesita una mayora electoral sino una mayora de votos sobre los dems candidatos, la abstencin no afecta la eleccin. Por ello los partidos tradicionales ni las corporaciones legislativas se preocupan por cambiar las estructuras para ofrecer participacin. Esto tal vez explica por qu nunca han prosperado los debates en el Congreso de la Repblica para corregir los altos niveles de abstencin en las elecciones y por qu falta siempre la voluntad poltica para tomar medidas normativas contra ste fenmeno. La abstencin no afecta a la clase poltica y a la gestin de ella, porque igualmente se eligen los representantes. Afecta la representacin porque menos ciudadanos son los que eligen a su representante.

Los partidos polticos y su impacto en la abstencin electoral

Un partido poltico, tcnicamente se define como un conjunto de ciudadanos agrupados en torno a una misma ideologa que en esencia no debe ser otra que la bsqueda del bienestar de la comunidad. Los partidos polticos tienen como fin canalizar las necesidades del pueblo para mitigarlas por medio de medidas que deben adoptar tanto la rama legislativa y ejecutiva. Hay quienes los consideran como una necesidad en las sociedades democrticas como una opcin para evitar que el voto voltil impida la creacin de la ciudadana y para garantizar que la poltica trabaje sobre programas y organizaciones bsicas.

Son organizaciones que se encargan de crear reputaciones de gobierno para sustentar su llegada al poder y la permanencia en l, lo que contrasta con el ejercicio de la poltica de manera individual. En principio los partidos tienen incentivos para construir reputaciones de gobierno y, por tanto, para honrar sus promesas electorales en la poca del ejercicio del mismo. En cambio, los polticos individuales normalmente carecen de estos incentivos y, por ende, actan ms motivados por los beneficios a corto plazo de gobernar de acuerdo con sus intereses y con los de minoras influyentes que con los de la mayora de electores. Esta diferencia entre los partidos polticos y los polticos individuales se explica normalmente porque los primeros tienen vidas electorales largas y a menudo desconocen cuando stas acaban, mientras que los segundos tienen vidas electorales breves y por lo general conocen el final de sus vidas pblicas.

La fortaleza de los partidos polticos incide directamente en la estabilidad de la democracia. Los partidos fuertes son baluartes que mantienen la confianza en la democracia y un debate que se mantiene en el mbito de las propuestas y la ideologa, cuando existen partidos fuertes en una democracia, los electores tienden a participar ms de los comicios, pues esa consolidacin de los partidos implica que se haya formado una buena reputacin de gobierno basada en promesas cumplidas o adecuadas gestiones de lo pblico, en contraposicin de los comportamientos oportunistas de los polticos individuales Hay muchas sociedades donde la frustracin con la democracia est ntimamente relacionada con los partidos polticos, a los que se acusa de estar divorciados de los intereses de la mayora de los ciudadanos. Para que un partido se fortalezca y tenga incentivos para construir reputaciones de gobierno, deben tener indispensablemente mecanismos para disciplinar a sus miembros pues de no tenerlos, pueden terminar siendo vctimas de sus propios miembros lo que impide el surgimiento de reputaciones partidistas o las erosionan. Por eso, este tipo de partidos son comnmente llamados dbiles y se les seala de desinstitucionalizados. En Colombia, los partidos tradicionalmente han carecido de tales herramientas disciplinadoras para sus miembros, lo que ha hecho que los polticos usurpen el nombre de un partido y amparados en su reputacin, dediquen ms esfuerzos a perseguir sus intereses particulares que los del partido y de la comunidad que lo eligi motivada tal vez por el aval ese partido. Esa falta de elementos disciplinadores dentro de los partidos los hacen ms dbiles y desembocan en una crisis poltica en la que la figura ms perjudicada es la de la democracia y la poltica en s misma, lo que se constituye a su vez en una importante causa del abstencionismo a la hora de las elecciones.

El Clientelismo poltico, una variable ms en el anlisis

El aspecto contractual de las relaciones sociales es un componente bsico de toda sociedad. Se refiere a la reciprocidad que debe haber entre dos actores con distinto status, generalmente sobre la base de mutuos servicios. A nivel formal, hace parte de los procesos de institucionalizacin y se encuentra presente en las relaciones de poder. Todos los sistemas polticos lo experimentan y pueden servirse de l de diferente manera. Cuando adquiere cierta importancia por fuera de las instituciones establecidas, le da contenido a la denominacin de clientelismo.

Una sociedad que experimenta un atraso progresivo y un estancamiento en las estructuras del desarrollo, tiende a acusar a los dirigentes de la falta de efectividad de las polticas pblicas. Cuando los ciudadanos comienzan a percibir un detrimento en la calidad de vida y en la progresin de las polticas, empiezan a preguntarse por qu y tras de qu se divorcian los polticos que eligieron para representarlos de los intereses de la comunidad, ello deja entrever el clientelismo de las relaciones polticas que producen el estancamiento visible por la poblacin que conduce a retirar su apoyo a los candidatos venideros y a desconfiar de los partidos polticos, coaliciones y polticos individuales. La concepcin ms moderna del clientelismo es equivalente a la apropiacin privada de los recursos del Estado con fines polticos.

La abstencin electoral como manifestacin de cultura poltica

Como ha quedado sealado y como es comn deducirlo, la abstencin poltica se ocia directamente en muchas ocasiones con la ausencia de cultura poltica. Pero, es evidente que puede constituir tambin una forma de participar polticamente y una manifestacin distinta de la cultura poltica.

La participacin poltica no incluye la participacin electoral, como el caso de quienes se abstienen voluntariamente y su no-voto constituye un mecanismo de participacin en el mbito poltico; y puede existir adems una participacin electoral sin participacin poltica, como aquellos que votan inconscientemente o a cambio de regalos, aquellos de los votos amarrados.

Los que no votan y utilizan su abstencin para demostrar su protesta o disentimiento tienen una carga de participacin poltica importante, aunque no la mejor, porque han estado presentes en los debates democrticos y empapados de la realidad poltica al punto de decidir voluntariamente y por razones polticas y no sociales o econmicas, la no concurrencia a las urnas. Desde este punto de vista, la abstencin podra ser una manera de cultura poltica, al contrario de lo que comnmente se piensa que la abstencin es fundamentalmente excluyente de aquella. Si bien no se desconoce que la abstencin como falta de cultura poltica constituye la regla general, abstenerse en razn de una fuerte y consolidada cultura poltica es tambin posible. Es sin embargo, una participacin poltica incompleta puesto que es necesaria la participacin para adquirir una ptima cultura poltica, ya que es necesario para hablar de una formacin poltica y una cultura en este sentido que el voto es un compromiso ciudadano irrenunciable.

No obstante, hay que identificar bajo qu parmetros y cmo hay lugar verdaderamente a una participacin poltica por la va de la abstencin. Esto es, dada la pluralidad de mecanismos de participacin ciudadana consagrados en la Constitucin de 1991, y sus diversas formas de estar involucrados con ellos, la abstencin que refleja un pensamiento poltico es distinta y debe analizarse minuciosamente teniendo como referente bajo qu mecanismo puede configurarse. As, por ejemplo, los mecanismos de participacin ciudadana que no incluyen el sufragio como caracterstica esencial para llevarlos a cabo, como lo son el cabildo abierto y la iniciativa legislativa, no configuran verdaderamente una forma de manifestacin poltica de los ciudadanos dado el caso de que aquellos se abstengan de concurrir a ellos.

En el caso del cabildo abierto, el ejercicio democrtico es la reunin pblica de los concejos distritales, municipales o de las juntas administradoras locales, en la cual los habitantes pueden participar directamente con el fin de discutir asuntos de inters para la comunidad; y la iniciativa popular legislativa y normativa, que se define legalmente como ...el derecho poltico de un grupo de ciudadanos de presentar proyecto de acto legislativo y de ley ante el Congreso de la Repblica, de ordenanza ante las asambleas departamentales, de acuerdo ante los concejos municipales o distritales y de resolucin antes las juntas administradoras locales, y dems resoluciones de las corporaciones de las entidades territoriales, de acuerdo con las leyes que los reglamentan, segn el caso, para que sean debatidos y posteriormente aprobados, modificados o negados por la corporacin pblica correspondiente.

Ausentarse de la convocatoria a los cabildos abiertos o simplemente no aportar proyectos de normas jurdicas en la iniciativa legislativa, no constituye claramente una forma de cultura poltica, en tanto no puede ser admisible que una persona por medio de la automarginacin de tales escenarios plasme su posicin o ideario poltico y se considera, de todas formas, que no es de ninguna manera un medio efectivo para hacerlo. Por otra parte, es importante resaltar aqu que la desinformacin de los ciudadanos en general acerca de los mecanismos de participacin ciudadana y las maneras de utilizarlos es enorme, lo que incide abiertamente en su no comparecencia a ellos y en su no puesta en marcha.

Lo contrario de las formas de participacin democrtica vistas sucede con los dems mecanismos de participacin ciudadana, los cuales son a saber: el referendo, el plebiscito, la revocatoria del mandato y la consulta popular. Los anteriores deben ser estudiados de distinta forma porque para su eficacia material necesitan la consolidacin de un umbral mnimo que ponga en marcha los efectos jurdicos del mecanismo, pues de no alcanzarlo, es como si nunca se hubiera siquiera intentado llevarlo a cabo. Bajo este entendido, la abstencin juega un papel no slo importante sino esencial en la vida democrtica de los ciudadanos cuando se practican estos medios de participar de la sociedad, y la abstencin electoral con participacin poltica toma su mayor sentido. Si para que se aprueben iniciativas sometidas a estos mecanismos es necesario alcanzar un mnimo necesario de votos, las personas que no estn de acuerdo con la iniciativa planteada fijan su posicin de una manera legtima y prctica, fuera de ser eficaz, por medio de su no acercamiento a las urnas, lo que a la postre, produce efectos jurdicos significativos.

El caso ms elocuente para demostrar esta hiptesis es la del mecanismo de participacin ciudadana denominado Referendo. Para que un referendo, cualquiera que sea su naturaleza, surta efectos jurdicos, debe ser votado por una determinada cantidad de ciudadanos y a su vez, para ser aprobada la disposicin, contar con el apoyo de la mayora de quienes concurrieron a los comicios. As lo consagra la ley 134 de 1994 por medio de la cual se dictan normas sobre mecanismos de participacin ciudadana, a saber:

Artculo 45.- Mayoras. En todo referendo, el pueblo tomar decisiones obligatorias por medio de la mitad ms uno de los votantes, siempre y cuando haya participado una cuarta parte de los ciudadanos que componen el censo electoral de la respectiva circunscripcin electoral. *De esta manera, es claro que la abstencin es una manera legtima de participar polticamente y que lleva implcita una cultura poltica importante.

Al respecto, la Honorable Corte Constitucional se ha pronunciado de la siguiente forma:

(...) En este orden de ideas, para el caso especfico de los referendos constitucionales, la abstencin no es vista como un fenmeno negativo, como si sucede con la ausencia de participacin de los ciudadanos en las elecciones en una democracia representativa. Todo lo contrario. La abstencin es considerada como una decisin poltica vlida, una expresin de rechazo, individual o colectiva de unos ciudadanos libres, acerca de unas propuestas de reforma constitucional que son sometidas a la aprobacin del pueblo, que est llamada a producir determinados efectos jurdicos y que goza de una debida proteccin constitucional. Otro tanto sucede con los dems mecanismos de participacin ciudadana. (...)

Y acerca de los dems mecanismos, ha dicho:

(...) En virtud de lo anterior, se puede concluir que la abstencin activa en el referendo derogatorio y aprobatorio, en el plebiscito, en la consulta popular, as como aquella que convoca a una asamblea nacional constituyente y la revocatoria del mandato, produce efectos jurdicos, por cuanto los ciudadanos pueden no votar con el fin de que no se cumpla el umbral requerido por la Constitucin y la Ley para efectos de su validez. La eficacia jurdica de estos mecanismos de participacin ciudadana est condicionada al cumplimiento del porcentaje del censo electoral exigido. As, para que cualquiera de ellos surta efectos jurdicos, es necesario un nmero determinado de votos vlidos...

Y concluye la Corte:

En este orden de ideas, la abstencin en el caso de los dems mecanismos de participacin que se materializan por medio del voto, al igual que sucede con el referendo constitucional aprobatorios, es protegida constitucionalmente. De esta forma, la Sala reconoce que para el caso del referendo, plebiscito, la revocatoria del mandato y consulta popular, la abstencin, adems de tener eficacia jurdica, es una estrategia legtima de oposicin... (Resaltado fuera de texto).

Queda pues, explicado cmo la abstencin es una manera legtima de participacin democrtica en los casos expresamente mencionados donde no hay eleccin alguna de candidatos, pero pudiendo extenderse este concepto en menor medida a lo que sucede con el sufragio.

La abstencin es un problema de la democracia, no de pases

An en las democracias ms maduras del mundo existe la abstencin, y ello demuestra una vez ms que para su aparicin slo es necesaria la democracia.

A nivel internacional, la abstencin sigue casi los mismos lineamientos caracterizados en Colombia y en sus regiones, cambiando tan slo los factores que la matizan o la clase de abstencin que se presenta, es decir, en las democracias del mundo se encuentra la abstencin por los mismos hechos que en Colombia, pero lo que marca la diferencia es que vara la clase se abstencin de que se trata, pues en las democracias maduras suele darse el fenmeno de abstencin electoral con participacin poltica y en otras democracias menos fuertes, la abstencin electoral sin participacin poltica. Esta constante, hace referencia a los pases industrializados y del primer mundo; en comparacin con los que se encuentran en vas de desarrollo, respectivamente. As por ejemplo, en Chile, Argentina, Nicaragua y Repblica Dominicana, se registra una abstencin marcada por la falta de cultura poltica y por exclusin social, an cuando se destaca Chile por tener niveles que a veces no superan el 20%, que es un nivel bastante bajo. En otras comunidades, como la Unin Europea, la abstencin no deja de ser elevada, en atencin a que se ha registrado en mecanismos de referendo como el utilizado para la aprobacin o no de la constitucin europea.

La abstencin, un invitado para los comicios venideros

Como se analiz anteriormente, la abstencin puede estar sujeta a mltiples factores que versan sobre diversas causas, que van desde la esfera subjetiva de los ciudadanos, pasando por la incidencia del clima el da de las elecciones y hasta encontrndose una abstencin marcada por la cultura poltica. As pues, las convocatorias hechas para elecciones venideras, vencidos los perodos de cargos de eleccin popular, no han de estar exentas de sufrir los embates de este despreciado fenmeno poltico. Como se dijo atrs y en varias ocasiones, el nico requisito y, -podra decirse-, la nica causa de la abstencin es la existencia de una democracia activa.

En Colombia, los factores que matizan la abstencin en un nivel regional o local pueden ser elevados como bases de un anlisis a nivel nacional, toda vez que en los municipios o ciudades se refleja el comportamiento del comn de los colombianos y el desempeo del pas mismo. Se habl de una abstencin por exclusin, por apata y desinformacin y por desconfianza en las instituciones principalmente. Ninguna ha de faltar en las fiestas democrticas aos prximos.

La abstencin llamada involuntaria por exclusin social o marginacin de la sociedad ha seguido siendo una constante en la estructura socio econmica del pas, por lo que tiende a engrosar las listas de quienes no votan por estas razones. Adems, los excluidos a nivel nacional pueden incluso desbordar impensablemente la proporcin calculada desde el caso Manizales, porque el pas an cuenta con precarias vas de comunicacin y de acceso no slo de los votantes a las urnas sino de los mismos partidos polticos a algunas regiones para llevar sus programas.

Sin embargo, dado que cada votacin es todo un conjunto sui generis de motivaciones, abstenciones y causas, lo nico que por lo pronto puede asegurarse con mediana certeza es que de tratarse de elecciones de carcter nacional, existe un mayor poder de convocatoria que unas elecciones municipales o regionales, lo que podra significar una disminucin de la abstencin en comparacin con casos regionales o locales, pero slo aquello que la prudencia lleva a afirmar con fuerte voz es que por tratarse de un ejercicio democrtico electoral, la abstencin estar presente, sin ser dable detallar en qu medida, ni cmo, ni por qu. Bibliografa

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Personajes Entrevistados para esta investigacin:

DANIEL SAMPER PIZANO Columnista nacional RAMIRO BEJARANO Columnista nacionalOTTY PATIO Exconstituyente.ADRIANA OTLORA POLITLOGA UNIVERSIDAD DEL ROSARIO, ADSCRITA A LA UNIVERSIDAD AUTNOMA DE MANIZALES

GERMN ROS MARTNEZ, PERIODISTA.

LA PATRIA. Mayo 16 de 2005. Apretado triunfo de Rivas Portada.

ANIF. La abstencin. Fondo Editorial ANIF. Santaf de Bogot. 1980. Hernando Ruiz Hernndez, citando a Rodrigo Lozada Lora y Eduardo Vlez Bustillo.

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ANIF. La abstencin. Fondo Editorial ANIF. Santaf de Bogot. 1980.

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Palabras de Daniel Samper Pizano, con motivo de esta investigacin.

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LA PATRIA, Domingo 15 de Mayo de 2005. Cuntos son los electores y dnde votarn Pg. 1B

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Con respecto a este tipo de votantes, aquellos que poseen un voto de opinin dbil pero que al fin y al cabo es un voto de opinin, son los que se ausentaron de la fiesta democrtica por motivos como el partido que el Once Caldas jugaba ese Domingo; la presentacin de las pruebas de Estado o el torrencial aguacero que azot la ciudad. (Nota de los autores).

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Ibdem. Art. 2

* Resaltados fuera de texto.

Sentencia C-041 de 2004. Magistrada Ponente, Dra. CLARA INS VARGAS HERNNDEZ

Ibdem.

Ibdem.

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