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La propuesta que realiza este material parte de interrogar qué implicancias de la rutina diaria que realizan los corresponsales impactan en la conformación de la agenda regional del diario La Capital.Con esta orientación, el presente trabajo intenta explorar la dinámica de trabajo de los corresponsales regionales, describir los criterios de selección de lo noticiable y reflexionar sobre la agenda regional del diario La Capital.
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1
Facultad de Ciencia Política y RRII Escuela de Comunicación Social
Postítulo en Periodismo y Comunicación - Licenciatura en Periodismo
TRABAJO FINAL INTEGRADOR
“La agenda regional de ‘La Capital’: Corresponsales en foco”
Fecha de entrega: 24/06/2011
Alumno: Patricio Dobal
2
Índice
Introducción Pág. 3
Capitulo 1. “Nociones generales” Pág. 6
Capítulo 2. “Desde fuera de la redacción: el corresponsal regional” Pág. 12
Capítulo 3. “La región es noticia, apuntes sobre la agenda periodística” Pág. 19
Capítulo 4. “La realidad regional, una imagen construida” Pág. 31
Conclusión Pág. 37
Anexo Pág. 41
Entrevista a Marcelo Abram Pág. 41
Entrevista a Carlos Walter Barbarich Pág. 46
Entrevista a Luís Emilio Blanco Pág. 51
Entrevista a Osvaldo Flores Pág. 55
Entrevista a Walter Gasparetti Pág. 59
Entrevista a Delcia Karamoschón Pág. 63
Entrevista a Gustavo Orellano Pág. 66
Proyecto Trabajo Final Integrador Pág. 71
Bibliografía Pág. 82
3
Introducción
Abordar la dinámica informativa de un territorio determinado representa
introducirse en la descripción y el análisis de periodistas, medios, público y
acontecimientos relevados entre las variables fundamentales que determinan un
horizonte específico. La distinción entre grandes medios que acaparan la atención de
vastas audiencias y aquellos más pequeños que se circunscriben a entornos más
cercanos resulta inevitable en un contexto signado de igual manera por poblaciones que
protagonizan un rol central, y que generalmente cobijan a las grandes infraestructuras
mediáticas, frente a otras que, con menor cantidad de habitantes, juegan en una posición
periférica.
No resulta ilógico por lo tanto, que en la provincia de Santa Fe el papel central
de algunos medios que concentran la mayoría de las audiencias esté ejercido desde las
ciudades que revisten mayor importancia, ya sea por reunir el grueso de las decisiones
políticas o los más altos índices poblacionales. Frente a esta realidad, las emisoras de
radio, las señales de televisión, los portales de internet y la prensa gráfica de alcance
provincial que se ubican mayoritariamente en las ciudades de Santa Fe y Rosario se
convierten en las difusoras con superiores capacidades para recoger, editar y publicar
los acontecimientos relevantes que forman parte del horizonte informativo santafesino.
La información regional, aquella que parte de las zonas que por diferentes
criterios se consideran periféricas frente a un área denominada como central, es parte
activa del menú noticioso que ofrece el medio. El mayor o menor interés en la cobertura
de los acontecimientos regionales girará en torno a la conformación de una agenda
periodística estableciendo un orden de prioridades a cubrir. Mientras la predilección por
los contenidos de origen local es esperable en los medios que poseen un estrecho
vínculo con los habitantes de las ciudades que los vieron nacer, es escasa y varía según
cada organización, la presencia de contenido regional.
Es así como hoy se evidencia en la rutina productiva cotidiana de los medios de
Rosario, la ciudad más poblada de la provincia, una prácticamente nula inclusión de
contenido zonal. La excepción a la regla la encabeza el diario La Capital, uno de los
4
primeros periódicos del país, el único medio rosarino que integra regularmente
información relevada en el interior de la provincia.
Para realizar la tarea, el diario creó hace unos años, y mantiene en la actualidad,
un staff de cronistas que tributan información que ellos mismos producen desde
distintas localidades del sur provincial. En el presente trabajo final integrador llevarán el
nombre de corresponsales regionales los periodistas alejados de la redacción,
encargados de enriquecer todos los días las páginas de una sección específica que
acumula sus reportes, así como también nutrir las restantes áreas que dan forma a la
edición del matutino rosarino.
La propuesta que realiza este material entonces, parte de interrogar qué
implicancias de la rutina diaria que realizan los corresponsales impactan en la
conformación de la agenda regional del diario La Capital.
Con esta orientación, los capítulos del presente trabajo intentarán explorar la
dinámica de trabajo de los corresponsales regionales, describir los criterios de selección
de lo noticiable y reflexionar sobre la agenda regional del diario La Capital.
La fundamentación del tema presentado parte de la convicción de estudiar un
enfoque que si bien fue previamente abordado en relación a la práctica profesional en
cuestiones de agenda regional, no lo fue en torno al desempeño de reporteros que se
dedican a producir informaciones para medios provinciales desde las localidades que se
constituyen en el escenario real de sus notas. Asimismo, si bien la figura del periodista
residente en un ámbito o lugar determinado, ajeno a la redacción del medio para el que
trabaja, fue antes analizada en profundidad (corresponsales internacionales,
corresponsales de guerra) no se hallaron importantes apelaciones a los cronistas que
cumplen con esta impronta pero desde la óptica de producir contenido de índole
regional.
Se cree además, que el tema elegido se sostiene alrededor de una implicancia
social, al momento de observar la necesidad de evidenciar la agenda regional de los
prensa rosarina, a partir del interés de los habitantes de las poblaciones del interior de
5
Santa Fe por ver reflejados en los grandes medios de la provincia los sucesos que
ocurren en sus distritos y departamentos, realidad que incluso los entrevistados se
encargaron de mencionar.
Este trabajo final integrador por lo tanto, pretende echar luz sobre una práctica
profesional específica de la que no se tienen demasiadas precisiones conceptuales
previas, pero que mediante la indagación a los propios protagonistas y las definiciones
halladas luego de un proceso de búsqueda y selección bibliográfica, se cree permitirá
arribar a conclusiones interesantes. Será el lector el encargado de juzgar el contenido del
siguiente material…
6
Capítulo 1
Nociones generales
El trabajo final integrador parte de la premisa de estudiar la agenda periodística
de los corresponsales regionales que el diario rosarino La Capital posee en el interior
santafesino. Desde esta visión el presente capítulo trata, antes de introducirse en
conceptualizaciones, de particularizar diferentes características que marcan el trabajo
cotidiano de los entrevistados para facilitar la posterior interpretación de algunas
consideraciones que se plasmarán a lo largo de este material.
Los profesionales que trabajan a distancia para la redacción del matutino en
Rosario son oficialmente nueve, a los que se le sumen ocasionalmente otros reporteros
que realizan tareas especiales solicitadas por los editores, pero que no forman parte de la
planta permanente de empleados de La Capital. Para la realización del trabajo se
efectuaron entrevistas a siete corresponsales regionales que como es de esperar, viven
en las localidades del interior provincial desde donde reportan. La lista de periodistas
contactados es la siguiente:
• Marcelo Abram, corresponsal en San Lorenzo
• Carlos Walter Barbarich, corresponsal en Venado Tuerto
• Luís Emilio Blanco, corresponsal en Sastre
• Osvaldo Flores, corresponsal en Villa Constitución
• Walter Gasparetti, corresponsal en Cañada de Gómez
• Delcia Karamoschón, corresponsal en Roldán
• Gustavo Orellano, corresponsal en Casilda
Se excluye de la enumeración anterior, y por ende no formó parte del trabajo de
campo, la corresponsalía de la ciudad de Santa Fe. La decisión de no incluir a los dos
periodistas que trabajan en la capital de la provincia radica en que escriben casi
exclusivamente en la sección de política y la de economía, algo no tan habitual en los
informes de los restantes corresponsales que lo hacen mayoritariamente en la de región.
Asimismo, Santa Fe es un sector que concentra, después de Rosario, el foco de la
7
agenda diaria de La Capital por hospedar los tres poderes del Estado provincial,
impronta que no experimentan los otros distritos.
Si bien los periodistas interpelados son empleados del periódico y sus reportes
pueden publicarse en cualquiera de las secciones en consonancia con el contenido de
cada informe, fueron incorporados al diario ante la reestructuración que en 1998 sufrió
La Capital y que impactó de lleno en la agenda regional. A partir de aquél año se creó
“La Región” área que reemplazó a la vieja sección, que ahora concentraba más
corresponsales y ampliaba el radio de cobertura de acontecimientos a todos los
departamentos del área sur de la provincia de Santa Fe. Este trabajo final integrador por
lo tanto, pretende dar cuenta de las experiencias de los trabajadores de prensa a
diciembre de 2010, encuadrados en el mapa de corresponsalías creado en 1998.
El régimen laboral acordado obliga a los trabajadores que se desempeñan fuera
de la redacción central a estar alertas las 24 horas del día atentos a los sucesos que se
presentan en sus zonas de cobertura y pendientes de cualquier llamado de los jefes de
sección con la orden de realizar alguna tarea periodística específica. A partir de este
encuadre los corresponsales además del salario mensual convenido con el Sindicato de
Prensa de Rosario, reciben una línea de telefonía celular, servicio de internet móvil y los
montos para solventar los viáticos ante la necesidad de trasladarse hacia distintas
localidades con el vehículo que ellos mismos deben disponer.
Cuando se habla de la movilidad se piensa en una realidad que se verifica en el
desempeño cotidiano de los corresponsales regionales de La Capital. Ellos tributan al
diario como periodistas destacados en una región delimitada, constituida por un radio de
60 a 150 kilómetros alrededor de la ciudad donde viven y desde la cual reportan la
mayoría de las veces, siempre y cuando el carácter de las informaciones no los obligue a
tomar la ruta para viajar a otras poblaciones dentro del espectro de cobertura. Reflejo de
tal panorama es lo que expresa Walter Gasparetti que vive en Cañada de Gómez:
“Mi zona abraca en promedio unos 70 kilómetros a la redonda de
Cañada de Gómez y es Bouquet la localidad más lejana que cubro a 90
kilómetros de distancia. La recorrida por los pueblos la realizo cuando lo
8
impone la información, algunas entrevistas las hago por teléfono para no
generar gastos si los acontecimientos no lo ameritan” 1.
La rutina diaria se ajusta a los tiempos que marcan los sucesos, pero pueden
mencionarse algunas características seriadas en la labor de los corresponsales
regionales. Se trabaja todos los días con un franco semanal rotativo que en ocasiones
puede suprimirse ante la eventualidad de un hecho que, a juzgar por la jefatura de
sección, requiere la presencia obligada del reportero.
Cuando la jornada laboral se inicia, se relevan los medios de comunicación
locales (mayoritariamente emisoras de radio y portales web) y en comunicación con el
jefe de sección se determinan los temas a cubrir. La experiencia acumulada por todos
los cronistas hace que en la actualidad estén empapados de los criterios que estipula la
agenda periodística regional (que se estudiará más adelante) y que les permite comenzar
con la tarea de producción incluso antes de contactarse con el jefe para consensuar una
cobertura.
La libertad en el ejercicio diario parece ser una impronta común a todos los
entrevistados que manifestaron llamar a Rosario solo cuando no pueden discernir por sí
mismos lo más trascendente a cubrir, de lo contario son sensatos a la hora de interpretar
que quien está a cargo de “La Región” debe lidiar con varios reporteros en simultáneo a
través del teléfono o el correo electrónico. El corresponsal en Villa Constitución,
Osvaldo Flores refleja aspectos de la relación con el jefe:
“Si a la mañana uno ya sabe lo que va a realizar, llama al jefe y le avisa
que está desarrollando una tarea puntual. Ocasionalmente uno consulta sobre
la importancia o no de una nota, pero con los años ya sabe lo que va y lo que
no” 2.
1 Ver anexo: Pág. 59. Entrevista a Walter Gasparetti, realizada por el autor para la elaboración de este trabajo en febrero de 2011. 2 Ver anexo: Pág. 55. Entrevista a Osvaldo Flores, realizada por el autor para la elaboración de este trabajo en febrero de 2011.
9
De todas maneras, las declaraciones de los corresponsales arrojaron que como
mínimo, se realizan dos llamados diarios, el primero para dar parte al jefe de los temas a
cubrir en la jornada y otro cerca del cierre de la edición para informarle del curso de la
producción y así aprontar el espacio destinado a cada nota. Resulta necesario remarcar
que la comunicación es fluida incluso con todo el personal del periódico, ya que la
dinámica de trabajo los equipara a cualquier otro periodista de La Capital, debiendo
responder a los trabajadores de la redacción ante cualquier pedido especial que esté a su
alcance, concurrir a Rosario en apoyo ante coberturas especiales o por ocasionales
reemplazos.
Es difícil determinar con exactitud el flujo de notas que realizan por día los
corresponsales, ya que dicha cuestión está ligada al devenir de los acontecimientos
acaecidos en cada una de las zonas. Lo cierto es que los profesionales coincidieron en
que al menos se edita una nota diaria, número que puede incrementarse notablemente
ante una seguidilla de sucesos importantes para el diario, realidad que los obliga incluso
a suspender el descanso trabajando en la noche. Son contadas las jornadas en donde no
hay hechos que cubrir, aunque es en esos días donde se trabaja en reportes que
integrarán ediciones venideras. Delcia Karamoschón, que produce desde Roldán es clara
al respecto:
“Si hay que cubrir cinco hechos se cubren. Si no hay nada del día sobre
lo que producir, uno trabaja para el día siguiente. Si bien en otros momentos
nos solicitaban un número estipulado de notas diarias, hoy no estamos sujetos a
una producción contada”3.
La cobertura de los hechos coyunturales es la que marca el ritmo en el trabajo de
un corresponsal, pero a veces puede concentrarse en producir notas atemporales que
generalmente se publican los fines de semana. Tanto el sábado como el domingo, la
agenda regional se abre a coberturas vinculadas a la producción y la industria, las
estadísticas y su impacto en la sociedad o la historia de instituciones emblemáticas, en
consonancia con lo ofrecido en esos días por las otras secciones del diario. Los informes
3 Ver anexo: Pág. 63. Entrevista a Delcia Karamoschón, realizada por el autor para la elaboración de este trabajo en marzo de 2011.
10
atemporales se producen a lo largo de la semana, en los espacios con menos caudal de
trabajo que cada periodista identifica.
La agenda de La Capital a veces implica el desempeño articulado de los
cronistas en más de una región. Ante el pedido específico del jefe y los editores, los
corresponsales deben enviar al diario informes que reflejan el impacto en su zona de
determinado hecho noticiado. Una vez que se encuentra cada reporte en la redacción,
los editores se encargan de realizar una sola nota reflejando las perspectivas desde
distintos puntos de la provincia. Marcelo Abram desde San Lorenzo cuenta que es una
práctica que se desarrolla en mayor o menor medida de acuerdo sobre todo al criterio
del jefe de sección:
“El jefe actual hace mucho hincapié en tocar temas generales que
repercuten en nuestras zonas, ya sea un aumento de precios, cumplimiento de
leyes, protestas generalizadas, etc. De esa manera cada corresponsal escribe su
reporte y en la edición se fusionan los informes”4.
Tal cual se dijo antes, los corresponsales son empleados del diario y si bien
tributan con mayor recurrencia a la sección regional (que engloba particularmente los
temas generales noticiados fuera de Rosario), a veces deben reportar a otras áreas de La
Capital en relación directa a la información que han producido. Es así como es habitual
que sean demandados por los jefes de “Policiales”, “Economía” o “Política” para
encarar coberturas específicas que se imparten desde Rosario, o que ellos mismos en la
dinámica de trabajo produzcan informaciones que luego, previo debate con los editores,
deciden publicar fuera de “La Región”. El corresponsal en Casilda Gustavo Orellano,
expone un ejemplo de dicha modalidad de trabajo:
“Si hay algún hecho policial trascendente le aviso al jefe de región que
al menos hasta que termine de cubrir tal episodio estaré en mayor contacto con
4 Ver anexo: Pág. 41. Entrevista a Marcelo Abram, realizada por el autor para la elaboración de este trabajo en febrero de 2011.
11
la sección policiales. El diario es uno solo y los cambios eventuales son
interpretados de manera favorable por todo el personal” 5.
Entender la naturaleza del trabajo de un corresponsal regional en el marco de un
diario rosarino es clave en el presente trabajo final integrador. Partir de la base de
considerar que la información regional debe lidiar todos los días con secciones a las que
el criterio editorial de La Capital les ofrece mayor espacio es una realidad que ningún
entrevistado evitó manifestar. Es así que el periódico rosarino más vendido privilegia
aquellas áreas que le interesan más al grueso de sus lectores que se concentran
mayoritariamente en Rosario. Las informaciones ubicadas en las secciones “La
Ciudad”, “Política”, “Policiales” y “Economía” son las que se llevan el grueso de la
atención en cada edición y dicha impronta impacta primero en el espacio destinado a los
temas regionales y luego en la agenda periodística que manejan los corresponsales para
plasmar en pocas páginas.
5 Ver anexo: Pág. 66. Entrevista a Gustavo Orellano, realizada por el autor para la elaboración de este trabajo en febrero de 2011.
12
Capítulo 2
Desde fuera de la redacción: el corresponsal regional
La figura del corresponsal se convierte en un elemento de apelación constante en
el presente trabajo, por ende se hace necesario describir y justificar dicha función en la
organización de una redacción de un medio de comunicación, particularmente en el
ámbito de la prensa escrita. Cuáles son las características esenciales que identifican al
corresponsal, los rasgos que lo diferencian del reportero que trabaja en el lugar de
origen del periódico y un intento por delinear la impronta del corresponsal regional, son
algunos de los aspectos que se profundizarán en este capítulo.
Partir desde lo más elemental puede resultar clave para delimitar las acciones
que desarrolla cada trabajador en una organización periodística, es por ello entonces que
se hace necesario definir qué se entiende por corresponsal. Según Héctor Borrat,
doctor en ciencias de la información y docente de la Universidad de Barcelona: “El
corresponsal identifica a un tipo de periodista profesional que trabaja para un medio en
particular de manera permanente, fuera de la sede central de su redacción, sea dentro o
fuera del país” (Borrat 1989: 63). Para el profesor español, el trabajo de este tipo de
cronistas se centra en suministrar información, comentar los acontecimientos y
representar a su redacción ante organizaciones de todo tipo y está destinado a trabajar en
uno de los lugares donde el periódico concentra sus esfuerzos informativos.
Hablar de esfuerzos informativos, obliga a mencionar para el caso puntual de La
Capital, el evidente interés que tiene el diario en cubrir los temas regionales, hecho que
lo movilizó a emplazar en localidades del interior santafesino a siete de sus cronistas de
la planta permanente y que lo convierte en el único medio de Rosario en aplicar dicha
estrategia. Los entrevistados coincidieron al ponderar el modelo de cobertura de los
temas zonales que realiza La Capital, a diferencia de los restantes medios de alcance
provincial, así se refiere sobre este aspecto Luís Emilio Blanco, corresponsal en Sastre:
“Creo que La Capital acertó en contar con corresponsales regionales,
permite mayor velocidad en las coberturas y le otorga al diario mucho prestigio,
13
ya que nuestra tarea redunda en un relato más fehaciente y veraz de lo que
ocurrió en la zona”6.
Borrat es claro al mencionar que “no es una necesidad insoslayable contar con
una red propia de corresponsales, sino que representa un recurso informativo altamente
cualificado y un emblema de prestigio” (Borrat 1989: 63). Son reflejo de la decisión de
no nombrar corresponsales los restantes medios rosarinos, que también cubren, aunque
con menor regularidad, los hechos destacados de la agenda regional, apelando a los
reportes de colegas de medios locales o mediante la tarea de enviados especiales.
Según el poeta y periodista hispano Lorenzo Gomís, el corresponsal tiene a su
cargo relevar noticias que se destacan tanto por ocurrir en un lugar que está dentro del
área donde este se desempeña o por circunscribirse a un tema del que es especialista. Es
así como según Gomís, el corresponsal de un medio en una ciudad es el cronista de lo
que pasa en ella, y se convierte en un especialista del lugar, cuya vida cuenta y por eso
firma sus notas (Gomís 1991). Sobre este último aspecto, Marcelo Abram, corresponsal
de La Capital en San Lorenzo fue contundente:
“El corresponsal tiene el conocimiento absoluto sobre cómo es una
región. No solo disponemos de los saberes teórico-técnicos sobre el lugar desde
donde tributamos, sino también del necesario discernimiento práctico-empírico,
ya sea desde el posicionamiento en el que escribimos, hasta los rasgos de la
idiosincrasia de nuestra región que plasmamos en cada reporte, se logra un
rasgo particular que le otorga valor a nuestro trabajo, es lo que nos diferencia
de alguien que ocasionalmente puede viajar y hacer una nota”7.
Si bien hasta aquí se pudieron delimitar algunas de las incumbencias del
corresponsal en su cotidiana labor, bien vale la pena citar nuevamente a Borrat, que en
su afán por describir en forma pormenorizada las características que distinguen al
cronista que trabaja fuera de la sede central de su redacción, determina algunas
6 Ver anexo: Pág. 51. Entrevista a Luís Emilio Blanco, realizada por el autor para la elaboración de este trabajo en febrero de 2011. 7 Op. Cit. 4
14
tipologías que pueden ayudar a fundamentar la decisión de La Capital de contar con un
plantel de corresponsales regionales, objetos del presente trabajo final.
El docente español expresa que, partiendo de menores a mayores
responsabilidades, puede identificarse un primer tipo de corresponsal, que solo se limita
a recoger y reescribir información de aquellas fuentes profesionales del área afines a la
línea de su periódico, es decir, que solo reproduce, cita o plagia. Un segundo modelo,
que recoge, interpreta y reescribe, por lo tanto aplica su creación como intérprete de lo
ya informado por las fuentes profesionales. Por último, el corresponsal del periódico
que ensambla la recogida, interpretación y reescritura de diversas fuentes profesionales,
más las fuentes, no solamente profesionales, de las que él dispone y por lo tanto, no solo
crea como intérprete de informaciones ajenas, sino también como productor e intérprete
de sus propias informaciones (Borrat 1989: 64).
Los tres modelos según Borrat generan diferentes relatos informativos. Mientras
que los del primer tipo son tan pobres que solo justifican el emplazamiento de un
corresponsal en nombre de un prestigio que en realidad carece de funcionalidad, los del
segundo legitiman la existencia como complemento útil de las otras fuentes
profesionales de las que se vale el cronista. Sólo los corresponsales que se encuadran en
la tercera tipología son los que verdaderamente demuestran la necesidad de radicar un
reportero de planta fuera del espacio físico de la redacción del medio (Borrat 1989: 65).
Los corresponsales que propone estudiar este trabajo sin dudas se encuentran
agrupados en la tercera caracterización, debido a que el criterio editorial de La Capital,
los obliga a valerse del relevamiento de las agendas y las fuentes que brindan los
medios locales y de los temas y las fuentes que ellos mismos contactan, para redundar
en una producción que se ajuste a los intereses de un medio rosarino con una mirada
regional, pero que dista en contenido y forma, de la desarrollada por la pequeña prensa
que se desempeña en cada una de las localidades del interior santafesino. A propósito de
este tercer modelo descripto, en el que se identifican los corresponsales estudiados,
Walter Gasparetti, reportero de La Capital en Cañada de Gómez, se refiere a que no
pueden recoger y reescribir la misma información de las fuentes profesionales locales:
15
“Tenemos que ofrecer otra cosa, la prensa local se circunscribe a
reflejar aquellos hechos que le interesan a la comunidad y el corresponsal debe
expresar otra mirada de tales sucesos, una mirada que logre interesar a otro
tipo de lectores, que por el carácter provincial del medio para el que
tributamos, va más allá de las fronteras locales”8.
Si se parte de la base de considerar al corresponsal como experto de lo que
ocurre en un determinado lugar geográfico o de un área delimitada del conocimiento,
resulta interesante analizar qué criterios pone en juego el medio cuando elige o prepara
a un profesional para ordenarlo en dicho rol estipulado. Para Borrat, el medio
obviamente toma en cuenta los antecedentes del candidato, ya sea por sus estudios
previos en el ámbito al que será destinado, por su labor anterior en el mismo sitio al que
aspira posicionarlo el medio o por los textos periodísticos que ya ha publicado sobre el
tema en cuestión (Borrat 1989: 65).
En La Capital los corresponsales regionales que fueron entrevistados
coincidieron en sus aptitudes para desarrollar con creces la tarea cotidiana. El
denominador común para fundamentar sus capacidades fue el desempeño anterior en
sus zonas como periodistas de medios locales, aspecto potenciado por un dato no
menor: casi todos son originarios de la región en la que hoy trabajan. Estas razones les
posibilitaron acceder al diario rosarino, primero como cronistas independientes que
recibían remuneración sólo por nota publicada y luego el pase a planta permanente
cuando se configuró la sección “La Región” con el mapa de corresponsalías que el
periódico mantiene en la actualidad. Al respecto, esta es la impresión de Gustavo
Orellano, nacido y criado en Casilda, la ciudad que le sirve de base para su trabajo:
“Yo creo entender la idiosincrasia del casildense y trato de reflejarlo en
mis publicaciones, si es que lo necesito. Nací en Casilda y eso ayuda mucho a la
hora del trabajo cotidiano en esta región, dudo que alguien de afuera pueda
llegar a conocer tanto a una comunidad como la propia, al menos creo que debe
costar bastante”9.
8 Op. Cit. 1 9 Op. Cit. 5
16
En consonancia con lo anterior, Borrat es contundente al mencionar que: “La
larga estancia en una corresponsalía favorece algo que es básico para todo informador:
el conocimiento a fondo de un espacio político concreto, de los actores y las fuentes
que en él se mueven, y de la correspondiente cultura política, cuestión clave para tantas
interpretaciones” (Borrat 1989: 66).
Los conceptos vertidos hasta el momento en este capítulo bien podrían aplicarse
a cualquier otra situación en la que el objeto del análisis fuera la tarea que lleva a cabo
un corresponsal. Ahora bien, a esta altura sabido es que el planteo que desarrolla el
presente trabajo tiene como protagonistas a los corresponsales regionales. En la tarea de
búsqueda de bibliografía necesaria para enriquecer el trabajo de campo basado en las
entrevistas a los cronistas, no se pudo hallar material que diera marco específico a la
figura del corresponsal regional. Todas las conceptualizaciones explicitadas en los
párrafos anteriores, si bien brindaron datos acerca de los fundamentos que sostienen el
rol del corresponsal en una organización periodística, no delimitaron el marco de acción
que ejercen los empleados de un medio como La Capital, realizando su tarea diaria
fuera de la redacción, pero a diferencia de los corresponsales internacionales, dentro del
mismo territorio provincial donde está emplazada la casa matriz.
Si a priori la diferencia entre un corresponsal internacional o un corresponsal en
una capital del interior del país, como poseen los matutinos porteños, y los
corresponsales regionales objetos de nuestro estudio, fuera solo una cuestión de
distancias, seguramente no se estarían intentando estas consideraciones. Ante la escasez
de bibliografía que grafique la tarea específica que aquí se interpela, se propone definir
en primer lugar el término región para identificar particularidades en la tarea de los
cronistas que allí trabajan.
Partiendo de las definiciones más generales y según la Real Academia
Española10, se habla de región como una porción de territorio determinada por
caracteres étnicos o circunstancias especiales de clima, producción, topografía, 10 Real Academia Española: “Diccionario de la Lengua Española”. En línea: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=regi%C3%B3n (Consulta: diciembre 2010).
17
administración, gobierno, etc. Pero si se avanza un poco más se puede citar lo expresado
por Jesús Martín-Barbero quien manifiesta que referirse a una identidad regional:
“Implica hablar no sólo de costumbres y dialectos, de ritmos y artesanías, sino también
de marginación social, de expoliación económica y de exclusión de las decisiones
políticas”11. Es por lo anterior que resulta importante añadir el punto de vista
diferenciador que ejerce la centralidad de las ciudades o zonas densamente urbanizadas
respecto de los pueblos o regiones cuyas características se vinculan más con lo rural.
Es aquí donde parece clarificarse el panorama para ubicar al corresponsal con las
citas de Borrat y Gomís que se expusieron para darle forma al concepto, en un marco de
trabajo que por el hecho de etiquetarse como regional, reconoce, al mismo tiempo que
se diferencia, de una centralidad en la que están posicionados los principales intereses.
Esta impronta es la que se evidencia en cada edición de La Capital, un diario rosarino
redactado en gran medida para el lector rosarino y donde habitualmente los cronistas
regionales deben entablar una lucha cotidiana para gozar de mayor espacio, que en
muchas ocasiones significa reducir las páginas de las fortalecidas secciones de temas
locales o políticos.
La caracterización de “lo regional”, como un campo de acción que se presenta
siempre prevalecido por el interés de “lo central” es una realidad con la que conviven a
diario los corresponsales regionales ahora sí identificados de manera acabada. Según
Luis Emilio Blanco, el reportero de La Capital en Sastre, la eficiente tarea que
desarrolla su sección, no se refleja en el espacio que el matutino le destina todos los
días:
“Creo que Región está considerada entre las secciones que mejor
trabaja, pero sin dudas es la que más se relega porque primero brillan los temas
locales. El potencial humano y editorial está, pero ante la falta de espacio hoy
no se puede publicar todo lo que se produce”12.
11 MARTIN-BARBERO, Jesús: “Industrias culturales: modernidad e identidad”. En Análisis: cuadernos de comunicación y cultura. N. 15 (1993) p. 9-20. 12 Op. Cit. 6
18
Pese a los puntos negativos que se evidencian al delimitar el concepto de región,
es necesario explicitar que las valoraciones que realizan los periodistas entrevistados, se
desarrollan en el marco del análisis de su desempeño cotidiano en el único medio
central que destina parte de su edición diaria a la difusión de información generada en el
interior, mientras el resto, sólo se posiciona en la agenda regional cuando los hechos
producidos allí abandonan sus características meramente regionales y pasan a jugar un
papel central, siempre y cuando el acontecimiento amerite el traslado de enviados
especiales.
19
Capítulo 3:
La región es noticia, apuntes sobre la agenda periodística
Luego de determinar en qué consiste la tarea diaria que desempeña un
corresponsal y de delimitar las especificidades que caracterizan el desenvolvimiento de
un corresponsal regional, se hace necesario profundizar sobre el proceso de selección de
lo noticiable. Se propone entonces, partir desde las conceptualizaciones que versan
sobre la denominada agenda periodística, para arribar a la enumeración de los criterios
que hoy se ponen en juego a la hora de definir qué hechos de la realidad serán
procesados por los corresponsales e impactarán en la edición de La Capital.
Cuando alguien se refiere a la conformación de la agenda periodística, está
apelando a un proceso que, a juzgar por las ideas extraídas de la bibliografía, no se
presenta como una tarea fortuita, sino que integra una extenso número de elementos que
son el fruto de una planificación pormenorizada que busca beneficiar los intereses de
quienes dirigen un medio de comunicación. Citando lo planteado por Maxwell
McCombs y Donald Shaw en “¿Qué agenda cumple la prensa?”, los medios desarrollan
una tarea de selección de los hechos que a partir de su tratamiento van a ser publicados.
No es un accionar deliberado, responde a un sinnúmero de intereses que según los
mismos autores, se plasman en el nivel de relevancia que reviste para determinado
medio la difusión de una información (McCombs, Shaw 1986: 89).
Para conformar la agenda periodística, los cronistas, directos encargados de
recoger los hechos y transformarlos en noticia deben cumplir con una serie de
requisitos. Para Mauro Wolf, reconocido investigador italiano de los medios de
comunicación, se reducen a tres las aptitudes que los reporteros deben desarrollar para
aplicar los principios de la agenda periodística en la selección cotidiana de temas. En
primer lugar deben reconocer un acontecimiento como hecho noticiable, luego
elaborar formas de producir los acontecimientos que ignoren el tratamiento
idiosincrático que dicho suceso aspira tener y por último deben organizar el trabajo
temporal y espacialmente de tal manera que los acontecimientos noticiables puedan fluir
20
y ser elaborados de forma planificada, siempre en consonancia con los principios
editoriales que persigue el medio para el cual se trabaja (Wolf 1987: 215).
Si se realiza un posicionamiento en las aptitudes mencionadas para verificar su
presencia en los corresponsales regionales de La Capital, se logra concluir que sí
manejan dichos conocimientos aunque en el marco de una labor ya aceitada y rutinizada
que no siempre les permite reconocer tales potencialidades. Carlos Walter Barbarich,
corresponsal en Venado Tuerto, si bien no enumera los anteriores aspectos que debe
manejar un reportero, fundamenta en el paso de los años, la sapiencia adquirida para
buscar acontecimientos:
“La experiencia y el paso del tiempo te van ejercitando en el trabajo de
selección para determinar qué es lo importante para La Capital. Me es difícil
conceptualizar las claves que tenemos en cuenta para encarar ese proceso, pero
sin dudas es la práctica la aliada principal para realizar una tarea eficiente”13.
Más allá de que muchos de los entrevistados le confieran al ejercicio cotidiano
de producir noticias la capacidad de determinación de lo noticiable, Wolf introduce la
cuestión de la noticiabilidad , como “el conjunto de requisitos que se exige a los
acontecimientos (desde el punto de vista de la estructura de trabajo en los aparatos
informativos y desde la óptica de la profesionalidad de los periodistas) para adquirir la
existencia pública de noticias” (Wolf 1987: 216), permitiendo desechar lo que no
responda a dichos requisitos. De esta manera se logra un trabajo eficiente, que permite
ganar tiempo y concentrarse en lo que le importa a un medio a partir de prácticas
productivas estables sobre una materia prima claramente variable: los hechos de la
realidad.
Una de las acciones que se producen en los sistemas de selección de información
siguiendo una determinada agenda periodística, es lo que Wolf denomina
descontextualizar, al momento en que se borra el contexto en el que un acontecimiento
se ha producido, para recontextualizarlo en el formato del medio de comunicación
13 Ver anexo: Pág. 46. Entrevista a Carlos Walter Barbarich, realizada por el autor para la elaboración de este trabajo en febrero de 2011.
21
(Wolf 1987: 217). Algo que parece manifestarse asiduamente en los temas regionales
que abordan los corresponsales de La Capital, al tiempo en que extraen un tema del
contexto local que lo ah forjado como tal y lo retrabajan para poder incluirlo en la
edición de un matutino que persigue una visión provincial de los acontecimientos que se
producen en el interior. Uno de los rasgos característicos de la descontextualización
parece impactar en la forma de escribir un reporte regional, Delcia Karamoschón,
periodista de La Captial en Roldán así lo expresa:
“Conocemos el estilo que persigue el diario, una de las claves es
redactar con mayor precisión, dando cuenta de cada detalle sobre nuestra
localidad, sobre todo porque se entiende que el lector no conoce la zona, a
diferencia de aquél que consume el material producido y es oriundo de la
región14.”
Relacionado con el procedimiento de descontextualización que detalla Wolf, el
periodista Lorenzo Gomís, introduce el concepto de operador semántico. José Luis
Martínez Albatros es citado por el comunicador español, quien manifiesta que el
operador semántico representa al equipo humano que elige forma y contenido del
mensaje periodístico de entre un abanico de amplias combinaciones (Gomís 1991: 36).
El corresponsal regional, cumpliendo con su rol de operador semántico, por lo tanto
“está obligado a manipular lingüísticamente una realidad bruta para conseguir elaborar
un mensaje adecuado mediante una acertada codificación” (Gomís 1991: 37), se
refuerza por lo tanto la necesidad de adaptar la redacción a un lector mayoritario que
desconoce de lugares y acontecimientos del interior provincial.
Fortaleciendo los planteos realizados por los corresponsales entrevistados,
Gomís sostiene que el determinar qué es más noticia se aprende en la repetición de las
rutinas informativas diarias, a partir de las preferencias que dominan en una
organización. Para el autor la noticia que “funciona” es aquella que se queda grabada en
el lector y que posibilita que la gente hable del hecho que la noticia comunica, piense en
lo que significa y se pregunte qué va a pasar, cuáles serán los efectos y consecuencias.
Por ende, seguirá consumiendo sus repercusiones (Gomís 1991: 92).
14 Op. Cit. 3
22
Los cronistas de la sección de La Capital son claros al enumerar cuáles son los
temas que habitualmente producen para el matutino, que no son otros más que aquellos
que se presentan en el día (anuncios oficiales, movilizaciones y protestas, eventos
trascendentes, hechos policiales como robos y accidentes y la transcripción de gacetillas
e invitaciones de diferentes instituciones). Aunque cuando parece haber escasez de
información, es donde se agudiza la mirada del periodista para encontrar historias que se
ajusten a la agenda regional del diario rosarino. Para el reportero de Cañada de Gómez,
Walter Gasparetti, esta es la mejor parte de su labor:
“Cuando los temas de la coyuntura no surgen, producimos lo que
denominamos temas de color, que se caracterizan por ser hechos que llaman la
atención por lo inédito. Incluso son estos últimos los tópicos que por lo general
interesan al lector rosarino, hay que pensar que trabajamos en un periódico de
Rosario y pese a que tiene una sección de información regional, nosotros
escribimos sobre todo para el rosarino que es el público que compra en mayor
media el diario todos los días”15.
El interés por conformar al consumidor rosarino es un aspecto en el que
coinciden la mayoría de los periodistas entrevistados, además de mencionar que las
informaciones institucionales ya sean de ámbitos de gobierno o particulares, más los
temas vinculados a la producción son los que en su mayoría se publican todos los días.
Gomís teoriza sobre la existencia de un olfato periodístico, basado en lo que él
denomina conocimiento contextual, que lejos de ser proporcional al nivel de raciocinio
del trabajador de prensa, se enriquece en mayor o menor grado mediante la educación y
la especialización (Gomís 1991: 96). Un eficiente manejo de conocimiento contextual
permitirá descubrir con mayor certeza la trascendencia futura de un hecho.
Es en este marco entonces, donde corre la experiencia previa del corresponsal
regional, que dentro de La Capital parece estar corroborada ya que según los
testimonios, hoy cada cronista apostado en el interior de la provincia puede inferir que
15 Op. Cit. 1
23
un hecho es potencialmente importante como para generar repercusiones, y solo le basta
con alertar al jefe de sección para que este le otorgue la suficiente libertad para trabajar
dicho tema aguardando por las esperadas derivaciones de un primer informe. Gasparetti
asegura al respecto:
“Si tenés entre manos un hecho importante, sos vos el que avisa al jefe y
este ya va guardando un espacio importante de la edición para destinarlo a tu
reporte”16.
Ahora bien, despegándose de las capacidades adquiridas con la práctica y el
oficio, la selección de lo noticiable es para Wolf comparable con un embudo, en el que
“son introducidos muchos datos y sólo una cantidad limitada pasa por el filtro” (Wolf
1987: 277). Además los datos introducidos deben competir con una serie de recursos de
los que también se sirve un medio: las noticias de última hora, que por su importancia
deben integrar la edición incluso aunque fueran producidas cerca del cierre, una
cantidad variable de noticias diferidas, ignoradas en anteriores selecciones pero
pendientes de ser procesadas e informes atemporales pasibles de ser publicados en
cualquier ocasión.
Los corresponsales regionales de La Capital son claros al manifestar que trabajar
sin la presión de tener que ganar la batalla en la selección de las noticias les permite
desempeñarse con libertad permitiendo que el jefe de sección determine los niveles de
importancia para cada reporte, apelando a los recursos antes mencionados. De esta
forma el jefe, ante la necesidad de brindar más espacio a determinadas coberturas,
puede aplazar la difusión de notas que no demandan premura. Los reporteros de “La
Región” por lo tanto, organizan sus tiempos sabiendo que hay noticias que no se
publicarán en la edición del día siguiente, pero sí formaran parte del contenido del
periódico en las jornadas venideras. Según versa Marcelo Abram, quien reporta desde
San Lorenzo, no trabajan pensando en un número fijo de notas a producir:
“Por lo general enviamos una nota diaria, pero puede que ante la
escases de acontecimientos no produzcamos para el día siguiente y nos
16 Op. Cit. 1
24
concentremos en investigar sobre algún informe atemporal que generalmente se
publica los fines de semana, en estos casos el diario privilegia los reportes de
otra zona o publica material mío excedente de jornadas previas”17.
Wolf también se expresa en torno a los valores/noticia, “reglas prácticas que
incluyen un corpus de conocimientos profesionales que implícitamente, y a menudo
explícitamente, explican y dirigen los procesos de trabajo en la redacción” (Wolf 1987:
222). Son verdaderas cualidades que se deben identificar en un hecho para que este
pueda convertirse en noticia, aunque Wolf aclara que no solo actúan en la etapa de
selección de lo noticiable, sino que los valores/noticia están activos a lo largo de todo el
proceso de producción periodística. Además dichos aspectos no son siempre los
mismos, cambian a lo largo del tiempo y tienen directa relación con los intereses de
cada medio.
Si los valores/noticia son indicaciones de los criterios editoriales de las empresas
periodísticas, también lo son las propias corresponsalías y en definitiva toda la
estructura del staff de un medio. Para Wolf los temas cubiertos por un especialista
tienen una presencia garantizada, porque detrás se posiciona la agenda periodística del
diario, la radio, la señal de TV o el portal web que en tal caso quiere que dichos temas
estén siempre presentes (Wolf 1987: 227). Esta impronta bien puede observarse en La
Capital, único medio de carácter provincial con un mapa de corresponsalías en el
interior santafesino.
Los valores/noticia se ajustan a una serie de criterios que los engloban y que
permiten una sencilla clasificación (Wolf 1987: 228-248). Según Wolf existen
valores/noticia fundamentados en criterios del contenido informativo, como el grado o
nivel jerárquico de los sujetos implicados, el impacto sobre la comunidad, la cantidad de
personas implicadas y la importancia clave respecto de la evolución futura de
determinada situación. Sin dudas estos valores/noticia son importantes a la hora de
definir la agenda de los corresponsales regionales, sobre todo constituyen el punto
diferenciador con la pequeña prensa local que trabaja a la par de los cronistas que
tributan al diario rosarino, ya que los hechos que se seleccionan para formar parte de la
17 Op. Cit. 4
25
edición de La Capital, apoyados en estos valores, apelan al lector que vive fuera de la
región desde donde tributa el corresponsal, tal cual se mencionó más arriba.
Los valores/noticia relativos al producto, se presentan también como centrales
para el índice de los temas prioritarios a cubrir por los corresponsales regionales
estudiados. Por un lado Wolf menciona la disponibilidad de la información, la novedad
del tema, la calidad en torno a la variedad de fuentes e incluso en los aspectos
meramente técnicos, el equilibrio, ocupando espacio del diario con información que no
está presente en otras secciones, y por último la ideología de la noticia, sobre lo que se
habló antes, basada en su capacidad de entretener o apelar a lo insólito como recursos de
atracción.
El medio cumple un papel destacado al tomarse como rector de algunos
valores/noticia basados, solo para mencionar algunos, en la frecuencia, planteando que a
mayor semejanza entre la frecuencia del acontecimiento y la frecuencia de publicación
del medio más probable será su selección como noticia o el formato, que impone una
preselección espacio-temporal antes que se apliquen otros valores/noticia.
La consideración del público consumidor es otro criterio importante que
enumera Wolf, donde se encuentra el valor/noticia de la protección ante contenidos que
pueden dañar a la audiencia, más el valor/noticia de la claridad, que si bien no se
incorporó en estos términos fué indirectamente justificado en la tarea realizada por los
corresponsales regionales, al verse obligados a detallar en forma pormenorizada, para el
lector rosarino, las características que el propio ciudadano del interior interpretaría con
rapidez. Por último, el autor le deja un lugar a los valores/noticia que se ajustan a los
criterios de competencia, que para el caso puntual de La Capital y su sección regional,
no vale la pena mencionar ya que los medios de la competencia hoy no poseen el plantel
estable que sí se desempeña para el periódico más vendido en Rosario.
Teniendo en cuenta las consideraciones en torno a lo noticiable, la etapa de
recogida de la información para procesarla se convierte en referencia obligada, pasible
también de brindar pistas acerca de la agenda periodística que llevan a cabo los
cronistas de un medio. Wolf parte de asegurar que los acontecimientos planificados y
26
previstos tienen de por sí una buena noticiabilidad, de esta forma se apela de manera
recurrente a materiales producidos en otra parte, que la redacción se limita a recibir y a
reestructurar de acuerdo a los valores/noticia relativos al producto, al formato y al
medio (Wolf 1987: 250-251). Es así como para el investigador Mauro Wolf, el trabajo
de recogida sigue en muchas ocasiones un camino trillado constituido por las
indicaciones de los departamentos de prensa de las instituciones públicas y privadas y
las “llamadas telefónicas” a dichas dependencias efectuadas varias veces al día (Wolf
1987: 252).
Si se extrapolan los elementos detallados anteriormente a la experiencia
cotidiana de la que dan cuenta los corresponsales regionales de La Capital, se logra
determinar que en la recogida informativa, la agenda los obliga a seguir de cerca las
noticias que integran las ediciones de los pequeños medios locales y mantener contactos
fluidos con los representantes de las entidades oficiales y las organizaciones
independientes que protagonizan la vida política, económica y social de cada zona
cubierta. Para Osvaldo Flores, periodista que cumple su rol destacado en Villa
Constitución, el relevamiento informativo diario es clave para desarrollar su tarea y está
dado por ciertas cualidades similares a las expresadas anteriormente:
“Generalmente cuando uno comienza la jornada de trabajo, lee las
noticias de los portales web de la zona, escucha las emisoras de radio de la
localidad y alrededores, o directamente corre hacia la fuente generadora de la
noticia que en esta zona es el municipio y las instituciones importantes”18.
El tomar reportes que en ocasiones están ya elaborados por personal
especializado en comunicar las acciones de instituciones o dependencias públicas, si
bien es una práctica habitual en los corresponsales regionales, no se transforma en la
única habilidad que desempeñan. Es el propio Flores quien reconoce la existencia de
coberturas que a veces insumen más de un día de trabajo y el contacto y seguimiento de
varias fuentes:
18 Op. Cit. 2
27
“Hay informes de investigación, que escapan a la realidad diaria, son
atemporales y generalmente se publican en La Capital los fines de semana, ellos
requieren del contacto con muchas fuentes y nos llevan varias jornadas de
trabajo. De todas maneras dichas tareas no son tan frecuentes, porque los
hechos de la coyuntura nos van llevando a cubrir lo que se destaca de la agenda
de los medios locales y regionales”19.
Las agendas periodísticas impactan también en la selección de las fuentes, y
para poder determinar el papel que estas juegan en el desempeño que día a día encaran
los corresponsales regionales de La Capital, puede partirse nuevamente de
conceptualizaciones vertidas por Mauro Wolf. Para él se habla de fuente cuando se
apela a todas las personas que el periodista observa y entrevista, agregando que ellas
cumplen con una característica medular: suministran informaciones en cuanto miembros
o representantes de grupos (organizados o no) de interés o de otros sectores de la
sociedad (Wolf 1987: 254). Además, según rezan los escritos del investigador en
medios, periodista y fuente protagonizan una relación fluctuante en donde con
diferencias ocasionales para unos y otros, las fuentes intentan acceder a los periodistas y
éstos quieren acceder a las fuentes.
Ahora bien, desde el punto de vista de la conveniencia del periodista, Wolf
reconoce un número de factores que inciden en la selección de la fuente y que bien
pueden mencionarse (Wolf 1987: 256-258): En primer lugar la oportunidad, dada por
la necesidad de a hallar informantes en un tiempo establecido e insuperable y con
medios limitados a disposición; la productividad , que habitualmente fundamenta la
elección de fuentes institucionales, que suministran material de calidad y en buen
número; la fiabilidad , con el objetivo de que la información brindada requiera el menor
número posible de controles; la credibilidad , que le tiene el periodista a la fuente, en
caso de que éste carezca de tiempo para chequear que los datos oficiados sean veraces;
y por último la autoridad, con el proceso por el que, en igualdad de condiciones, los
reporteros prefieren hacer referencia a fuentes oficiales o situadas en posiciones
institucionales de autoridad.
19 Op. Cit. 2
28
La enumeración precedente es la que guía los criterios de los cronistas de La
Capital apostados en las localidades del interior santafesino, aunque resulta pertinente
reconocer una realidad, de la que también teoriza Wolf. “Normalmente los periodistas
especializados desarrollan relaciones estrechas y prolongadas con sus propias fuentes,
que terminan convirtiéndose en fuentes personales, informadores que mantienen al día a
los reporteros…” (Wolf 1987: 259). Esto si bien simplifica la tarea del corresponsal,
puede al mismo tiempo complicarla, ya que el costo de perder la fuente es muy alto, al
punto que puede obligar al periodista a una más o menos consciente dependencia. Wolf
cita a su vez a Gans al plantear que los corresponsales a menudo deben calcular ventajas
y desventajas derivadas de enemistarse con sus fuentes a causa de una noticia o no, de
cara a mantener incólume la relación (Wolf 1987: 259).
Los cronistas interpelados, si bien reconocieron la cercanía con la fuente al
desempeñarse juntos en comunidades medianas y pequeñas, no relataron mayores
complicaciones en la convivencia y fundamentaron la relativa armonía a la no
existencia de vínculos de tipo comercial que sí se evidencian entre la pequeña prensa
local y funcionarios oficiales o directivos de instituciones al contar con pautas
publicitarias dentro de sus medios. La directa dependencia salarial con el diario rosarino
parece sacarlos del compromiso a la hora de decidir la publicación o no de información
perjudicial para alguna de sus fuentes. La representante de La Capital en Roldán, Delcia
Karamoschón, relata algunas de sus estrategias y expresa una anécdota puntual con una
fuente de su localidad:
“Trato de reflejar las dos campanas de un acontecimiento polémico en
un mismo reporte, de esa manera reflejo las impresiones de las dos fuentes
contrapuestas y evito irritaciones innecesarias. De todas formas, a veces los
enojos de algunos son inevitables. Tuve problemas con el ex intendente de
Roldán a partir de una publicación que realicé, luego de aquél episodio hubo
muy poco diálogo y para difundir sus acciones de gobierno, el funcionario se
comunicaba directamente con algunos de los directivos del diario”20.
20 Op. Cit. 3
29
Si bien el contacto con las fuentes en tanto corresponsales, puede traerles
algunos trastornos, el personal que La Capital tiene destinado en el interior corre con la
ventaja de tributar noticias de mayor rigurosidad a diferencia de las impresiones que
puede realizar un eventual enviado de la redacción. Wolf explica que el periodista
genérico desarrolla un contacto casual y esporádico con la fuente, realidad que “incide
sobre su forma de observar los acontecimientos, sobre la información que solicitan de
las fuentes y sobre las noticias que de ellas extraen” (Wolf 1987: 260). Una vez más se
corrobora aquí el acierto del matutino rosarino en la planificación de sus
corresponsalías.
Las últimas conceptualizaciones referidas a las fuentes, y cómo estas inciden en
la determinación de la agenda, versan sobre el consumo de otros medios y sus
trabajadores como informantes, lo que Wolf denomina fraternización (Wolf 1987:
260). Una actitud usual que en la cotidiana labor permite tomar contacto con los colegas
que también se desempeñan en el mismo ámbito, que posibilita reforzar informaciones y
perfeccionar la agenda al compararla con la de otro medio que se ocupa de temas más o
menos similares. La fraternización es una impronta común a los corresponsales, que
conviven a diario en sus respectivas zonas, con los periodistas locales a los que siempre
recurren para cotejar datos. El testimonio de Gasparetti, corrobora dicha realidad:
“Hay una muy buena relación con los periodistas locales, se
transforman en referentes de consulta permanente, ya que con la instantaneidad
de los recursos que poseen ellos a través de los portales web y las emisoras de
radio, la prensa de cada localidad siempre sabe lo que ocurre y es la que
primero lo difunde, nosotros publicamos más tarde, realidad que nos exige
trabajar más la noticia. Pero a la hora de establecer las primeras
aproximaciones siempre hablamos con los reporteros en cada lugar”21.
La acción que permite apuntar con anticipación los acontecimientos que
sucederán y que se descuenta, serán cubiertos por un medio, es lo que Wolf llama
dietario (Wolf 1987: 271). El listado de hechos, pertenecientes sobre todo, a las esfera
político-institucional-administrativa que han de producirse en el cercano plazo
21 Op. Cit. 1
30
constituye un procedimiento que está determinado, al igual que los conceptos vertidos
anteriormente, por la agenda periodística y permite organizar en este caso, el trabajo del
corresponsal regional incluso para decidir cómo planifica la rutina diaria, algo que para
el trabajo lejos de la redacción, implica aprontar en ocasiones la movilidad ante un
eventual traslado a otros lugares dentro del área de cobertura.
A modo de conclusión del presente capitulo, bien vale la cita que realiza Wolf
de los postulados de Schlesinger quien manifiesta que “cuando un periodista debe
pensar en el tipo de reportes más importantes para el público, ejerce su propio juicio
sobre las noticias más que buscar datos sobre los deseos de aquellos con los que está
comunicado” (Wolf 1987: 283). Es así como resuelve un presunto dilema mediante
inferencias personales sobre los conocimientos que el público maneja de tal
acontecimiento o tema. El panorama relevado mediante las entrevistas a los
corresponsales regionales permite asegurar que observan a un lector rosarino divorciado
de la realidad regional que los obliga a procesar hechos que también atienden los
medios locales, pero que requieren de una estructura diferencial para el medio
provincial.
31
Capítulo 4
La realidad regional, una imagen construida
Partiendo de la tesis que refieren Maxwell McCombs y Donald Shaw en “¿Qué
agenda cumple la prensa?” el próximo capítulo se propone abordar la selección de lo
noticiable desde la óptica del impacto que ello produce en el público. Los investigadores
y docentes norteamericanos proponen que “el establecimiento de agenda no sólo afirma
una relación positiva entre lo que acentúan varios medios de comunicación y lo que las
audiencias estiman como importante, sino que consideran dicha influencia como
realidad inevitable derivaba del flujo normal de noticias” (McCombs, Shaw 1986: 89).
En un marco como el descripto pensar el impacto en términos causales de relevancia,
donde a un incremento de la relevancia de un tópico en los medios masivos causa la
relevancia de ese tópico en el público, puede ayudar a determinar el rol de los
corresponsales como instauradores de temas regionales más allá del acotado terreno
zonal desde el que reportan.
La agenda regional de La Capital se aplica en terreno a partir de la tarea de
reporteros que tributan desde interior santafesino, son ellos, orientados en ocasiones por
el jefe de sección, quienes lidian con un sinnúmero de acontecimientos en cada
comunidad y los que juzgan los temas publicables y aquellos que no cumplen con los
requisitos que el criterio editorial persigue. En base a dicha impronta se construye un
horizonte regional único, incapaz de ser comparado con el de otro medio de alcance
provincial, ya que La Capital es el único que cuenta con una sección diaria dedicada a
cubrir lo que ocurre en las localidades más pequeñas donde también el periódico es
leído. El horizonte en cuestión es una representación de la realidad de la que son
testigos los cronistas, pero que forzosamente deben modelar para presentarla en el papel
impreso.
Después de leer a Lorenzo Gomís en “Teoría del Periodismo”, se presume que
los reporteros encabezan un proceso de varias fases que culmina en la difusión de una
realidad construida. El periodista español plantea que “los medios no solo transmiten
informaciones, sino que preparan, elaboran y presentan una realidad que forman o
32
modifican” (Gomís 1991: 16). Desde ese posicionamiento considera que el medio está
lejos de ser un espejo de los acontecimientos, ya que un espejo nunca tomaría
decisiones, como las que sí toman los trabajadores de los medios en relación a una serie
de variables como la disponibilidad de recursos, el interés general, y muchas más que
fueron detalladas en el capítulo precedente.
Como la provincia de Santa Fe es muy extensa y posee un número importante de
municipios y comunas, el corresponsal regional parece tener la responsabilidad extra de
fagocitar la publicación de un menú estrictamente acotado de noticias en un contexto
donde se producen gran número de acontecimientos. Para el corresponsal Gustavo
Orellano, empleado de La Capital en Casilda la responsabilidad es importante:
“Es imposible cubrir todo, siempre hay un recorte de la realidad, yo
cubro lo que creo más importante y en ese marco siempre quedan cosas afuera.
Además en estos procesos es habitual que se identifiquen cargas de subjetividad.
Incluso cuando cubrís algo, le das un tratamiento específico que puede distar
del tratamiento de otro periodista Lo cierto es que uno hace lo posible por
encarar la tarea con responsabilidad”22.
La responsabilidad a la hora del ejercicio de la selección parece potenciarse al
momento de introducir el concepto de agenda setting, una idea utilizada por los
estudiosos de la comunicación que parte de reconocer que el menú informativo ofrecido
por los medios representa el panorama sobre el que reflexionará la sociedad. Gomís
reduce las explicaciones a una frase elocuente: “Los medios no dicen qué hay que
pensar, sino sobre qué hay que pensar” (Gomís 1991: 157). Con un postulado
semejante, queda claro que la gente no infiere que un hecho es “importante” porque se
habla mucho de él, sino que considera un acontecimiento como trascendental porque
dicho suceso antes impactó al editor, al jefe de sección o a los reporteros en la fase de
producción.
Es así como a través del tiempo, los corresponsales regionales han sido los
encargados de reflejar hechos que generaron las más diversas repercusiones, que
22 Op. Cit 5
33
demandaron reportes sucesivos a lo largo de varias jornadas y abrieron la edición del
diario, situación que experimentan solo los temas que revisten mayor importancia para
el medio. Las experiencias en torno a las coberturas que generaron mas “revote” en
distintos ámbitos son muchas, Marcelo Abram, corresponsal en San Lorenzo refleja una
de ellas:
“Los informes sobre la dictadura militar en San Lorenzo me llevaron
mucho tiempo de producción y tuvieron varias derivaciones, incluso
internacionales. Los enterramientos clandestinos en el cementerio local durante
el gobierno de facto era un aspecto desconocido para la opinión pública hasta
que nosotros lo difundimos y eso generó mucho impacto, de hecho posibilitó que
otros medios vinieran a la zona para trabajar en el tema y fuimos portada de La
Capital por varias semanas”23.
Con referencia a la repercusión de los temas que maneja una agenda
periodística, Gomís es claro al manifestar que un diario acierta cuando publica una
noticia que los demás medios publicarán al día siguiente y erra si la deja pasar y tiene
que cubrirla por obligación luego de identificarla en el espacio de la competencia
(Gomís 1991: 100). La Capital sobre este particular corre con ventaja: es el único medio
provincial que repasa los tópicos destacados del interior santafesino. Son los restantes
medios quienes están atentos ante las informaciones zonales que suministra el diario
rosarino.
Es importante además, observar el rol estimulante que genera el recorte de la
realidad que realiza un comunicador. Para los entrevistados, el tenor de sus
publicaciones ha de posibilitar la participación de la sociedad, que la gente hable, opine
y se exprese, impronta que reconoció Abram en la comunidad sanlorencina en ocasión
de la difusión de los reportes sobre las huellas de la dictadura en la localidad al norte de
Rosario.
El grado de dramatismo es un aspecto que para Gomís es necesario destacar
cuando se habla de agenda setting (Gomís 1991: 158). Sobre todo, porque en
23 Op. Cit. 4
34
situaciones específicas los medios influyen en la formación y dirección de las acciones
que han de tomar los ciudadanos. La crisis desatada a nivel nacional en diciembre de
2001 resulta interesante como caso paradigmático para registrar el efecto dominó en
algunas conductas sociales. Gustavo Orellano, corresponsal en Casilda, expresa que las
reacciones de los ahorristas contra los bancos en tiempos de las inhibiciones financieras
en los grandes centros urbanos, generaron un efecto similar pero inusual en su pequeña
comunidad y la cobertura de esos acontecimientos, generó a su vez, que el llamado
“casildazo” fuera un hecho de repercusión internacional:
“Fueron concentraciones que llegaron a contar con diez mil personas,
que para Casilda es un número muy importante. Lo que llegaba desde los
medios porteños impactó de lleno en la gente de acá y tomaron las calles.
Nuestra cobertura además, alentó a que más ciudadanos se plegaron e incluso
tuvo revote internacional: periodistas de la CNN transmitieron desde la
localidad”24.
Pensar a los medios y sus empleados como quienes forman una imagen global
del presente representa una de las perspectivas desde donde se encuadran las
reflexiones de Gomís. Con tal encuadre, el periodista español manifiesta que la agenda
setting de un periódico no tiene posicionada su capacidad persuasiva en los textos donde
trata abiertamente de convencer a sus lectores por medio de la argumentación, sino que
el potencial se aloja en la imagen continua de la realidad que expone ante la gente y que
se compone de los hechos que selecciona en cada edición (Gomís 1991: 156).
A partir de tal panorama y mencionando que La Capital es hoy el único medio
rosarino que mantiene una sección en donde regularmente se publican noticias
regionales, se interpreta la enorme responsabilidad que llevan los corresponsales sobre
sus espaldas para determinar aquello que debe formar parte de la edición en un espacio
notablemente menor que el de otros rubros publicados por el diario. La impronta que los
determina como únicos difusores regulares de la actualidad provincial, es también,
según analiza Gomís, la que los ubica como referentes capaces de instigar a las
instituciones y autoridades del poder público a tomar determinadas decisiones (Gomís
24 Op. Cit 5
35
1991: 153). Es así como algunos testimonios de los comunicadores relevados hablan
positivamente de la provincialización de algunas necesidades a resolver que a través de
los canales políticos no tenían respuesta, Carlos Walter Barbarich desde Venado Tuerto
refrenda el planteo:
“Nos llegan reclamos de mucha gente y en la medida de lo posible
tratamos de difundir sus problemáticas. A veces como tribuna de los sucesos
regionales, nuestro trabajo nos permite canalizar las carencias de las pequeñas
comunidades hacia los gobernantes que de otra manera harían oídos sordos”25.
El carácter influyente no tanto de los medios y sus periodistas, sino de los
mismos hechos y sus protagonistas parece ser uno de los aspectos medulares de la
dinámica en torno a la agenda setting y que bien sirve para enriquecer las últimas líneas
del presente capítulo. Pese a considerarlos responsables de la selección de lo noticiable,
Gomis es claro en puntualizar que ni dueños ni empleados son los que en mayor medida
influyen al lector, sino que los medios en sí representan la arena donde luchan los
productores del acontecimiento para incidir en el público. Productores en tanto
interesados en que el hecho que los favorece se difunda o interesados en la publicación
del hecho que perjudica a su adversario (Gomís 1991: 161).
La posición de los entrevistados reflejó que el diario rosarino es considerado un
medio con influencias en la región y dicha etiqueta genera que la gente quiera verse
reflejada. Según Orellano, desde la reestructuración de La Capital en 1998, la gente
tomó la sección como propia y desde su tarea de corresponsal es demandado para cubrir
los acontecimientos como cualquier otro periodista local:
“El diario a demostrado tener mucha presencia en la gente y hoy los
vecinos quieren verse en las páginas. Hoy salir en La Capital es sinónimo de
prestigio y esta realidad se profundizó en el último tiempo”26.
25 Op. Cit. 13 26 Op. Cit. 5
36
La posición destacada que hoy ocupan los corresponsales regionales estudiados
en sus respectivas áreas de trabajo parece ubicarlos como verdaderos referentes de
apelación constante para canalizar hacia superiores estamentos reclamos y necesidades
vecinales. El fenómeno de agenda setting descripto en este capítulo da cuenta del rol
trascendental de La Capital en la región de la que se sirve para completar su edición
todos los días y parece manifestarse con mayores evidencias si se reflexiona en torno a
la posición periférica que constituyen las localidades del interior frente al sólido
entramado central que detenta Rosario como la gran ciudad de la provincia.
37
Conclusión
A lo largo de los capítulos que sirvieron de marco referencial sobre los que se
apoyó el entramado de conceptos y experiencias, creemos que el lector pudo
aproximarse a la dinámica de una práctica periodística singular. Tanto por registrarse en
un solo medio rosarino, como por desarrollarse en base a la producción de noticias
regionales, una impronta en franca desventaja comparada con la redacción de
información local y nacional presentada en los sumarios de los grandes medios
provinciales.
El intento por explorar los pormenores del trabajo específico del corresponsal
regional permitió dar cuenta de ciertas regularidades que identifican la tarea y que al
mismo tiempo la diferencian tanto del cronista que trabaja en la misma empresa pero
que se desempeña en la sede central, como del periodista cumpliendo su tarea al mando
de una oficina externa en un territorio fronteras afuera.
Resultó interesante también, la posibilidad de abordar procesos clave en la
generación del contenido informativo estrictamente regional. Como los criterios de
selección de noticias por parte de cada corresponsal basados en un desempeño por
demás aceitado, fundamentado además en el interés del periódico en publicar cierto
enfoque de la actualidad zonal capas de ser interpretado por el lector rosarino, principal
consumidor del medio. Las modalidades de relevamiento de la información en torno a
un mapa de fuentes conocidas y demandadas frecuentemente por figuras con un vasto
conocimiento de cada terreno, o la diferenciación de temas urgentes frente a otros
atemporales capaces de conformar las ediciones venideras.
Se rescata también la aproximación a las características que determinan la
agenda regional de La Capital. Al momento de observar al agente difusor como el que
posibilita la transmisión diaria de un menú capaz de mostrar una imagen del presente
regional fomentando la incorporación de ciertos temas en el debate social y
posibilitando que otros medios de jerarquía provincial y nacional puedan reproducir
informes, de los que se buscan nuevas aristas a medida que crecen las repercusiones.
38
Sobre lo expuesto en el recorrido del material pueden desprenderse también
algunas consideraciones precisas. Como las diferencias que se hallan con la pequeña
prensa local tanto en los mecanismos de selección de lo publicable como en el
tratamiento de los acontecimientos que forman parte de lo reportado por cada
corresponsal. Partiendo de una visión que, según identifican los cronistas entrevistados,
se enmarca en el trabajo sobre aquellos temas que tienen un potencial interés más allá
de la zona donde se generaron.
La experiencia adquirida después de años de trayectoria desempeñándose en
tareas vinculadas al periodismo en las regiones desde donde hoy tributan a Rosario,
realidad que convierte a los corresponsales en referentes capaces de sumarle a cada
informe una impronta que se relaciona con la comunidad local y que no se presenta en
la tarea que llevan a cabo los periodistas que entablan un contacto casual al viajar a un
sitio determinado como enviados especiales.
El marco de temas relevados, que obliga hoy a los corresponsales a escribir para
la gran mayoría de las secciones de La Capital más allá de aquello que estrictamente
integra “La Región” por una mera cuestión geográfica. Sumado a un menú informativo
que se circunscribe a la elección de temas coyunturales aplazables en caso de falta de
espacio y la producción sostenida de informes atemporales para publicar en las jornadas
con menor flujo de noticias o en los fines de semana.
El trabajo en terreno sin horarios reglados, que posibilita a los corresponsales
organizar sus rutinas en forma autónoma mientras puedan resolver los objetivos del día
acordados con el jefe de sección, pero que asimismo los somete a estar pendientes de un
acontecimiento inesperado fuera incluso de los horarios diurnos. Mas la estrecha
relación que manifiestan para con los medios locales que se convierten, al igual que las
instituciones que marcan la vida social, en las fuentes primigenias de la tarea cotidiana.
Última en esta zlista de consideraciones, la independencia, de la que no gozan
muchos de los reporteros en cada localidad a diferencia de los cronistas de La Capital
que cobran un sueldo mensual proveniente del periódico rosarino que los exime de
39
compromisos comerciales con municipios, comunas e instituciones que pautan y son los
únicos sostenedores de la prensa en el interior.
Para terminar, se apartaron aquellos aspectos extraídos del recorrido conceptual
que se presumen fundamentales. En primer lugar, el análisis de la tarea que llevan a
cabo los corresponsales regionales arrojó un dato negativo, al menos desde la
perspectiva del flujo de difusión de los temas regionales: el trabajo se desarrolla en el
marco de un diario que tiene un claro interés en privilegiar la noticia producida en
Rosario, y pese a que en varios momentos la información regional fue portada, los
periodistas entrevistados perciben habitualmente la restricción de espacio en “La
Región” frente al crecimiento en número de páginas de secciones como “La Ciudad”.
Ahora, pese a lo limitado del lugar, La Capital demuestra un interés constante en
la región, realidad que posibilita contar con cronistas de la planta permanente del diario
trabajando todos los días en el interior santafesino. La presencia de los corresponsales
prestigia al medio rosarino y lo ubica como el único que produce información que de
otra forma no se replicaría hacia la esfera provincial y nacional. Los periodistas además,
son conocidos en la comunidad y se convierten en figuras de apelación constante ante la
necesidad de viabilizar necesidades y reclamos.
Si bien el corresponsal demanda ampliar el margen físico que la edición diaria
de La Capital destina a la agenda regional, reconoce a la vez una infraestructura de
personal que no observan en otros medios de Santa Fe, un punto diferenciador que ubica
al diario rosarino a la vanguardia en el tratamiento en un área que podría ser mejor
explotada.
Tal cual se detalló en el cuerpo del trabajo, la apelación a lo “regional” delimita
siempre la existencia de un área considerada como “central”, sede esta última, de la
mayor parte de los medios con infraestructura capaz de llegar a un gran espectro de
público, incluido el alojado en el sector regional. Es a partir de este material entonces,
que queda expuesto el criterio de un medio en particular que decide contar con un
plantel de corresponsales tributando desde los ámbitos periféricos, aquellos con
40
desiguales condiciones frente al poderío central. El panorama mediático restante por lo
tanto, solo se encarga de profundizar la diferencia…
41
Anexo
Marcelo Abram
Corresponsal en San Lorenzo
¿Cómo se desarrolla la rutina diaria de trabajo?
Antes de hablar específicamente de la rutina, te cuento cual es el valor de un
corresponsal de La Capital. El corresponsal tiene el conocimiento absoluto sobre cómo
es una región. No solo disponemos de los saberes teórico-técnicos sobre el lugar desde
donde tributamos, sino también del necesario discernimiento práctico-empírico, ya sea
desde el posicionamiento en el que escribimos, hasta los rasgos de la idiosincrasia de
nuestra región que plasmamos en cada reporte, se logra un rasgo particular que le otorga
valor a nuestro trabajo, es lo que nos diferencia de alguien que ocasionalmente puede
viajar y hacer una nota.
Cuando vos conoces una zona, significa que tenés cierta experiencia trabajando
en medios locales y contas con una agenda que genera un ida y vuelta, donde la
información llega casi de manera automática, eso a veces evita que una tenga que ir a
buscarla.
Desde 1987 trabajo en San Lorenzo y conozco en pleno la región desde lo
periodístico. Como son tantos años, creo que mi figura termina siendo más importante
que el medio en el que estoy. Hoy formo parte de la agenda de cualquier institución que
produce información en mi zona. Yo estoy en una zona que tiene una dinámica
informativa continua. Se producen hechos muy diversos y eso nutre mucho mi trabajo.
¿Cuál es el área geográfica de trabajo aproximada?
Cubro las ciudades que forman parte del llamado “Cordón Industrial”, que son
Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Fray Luís Beltrán, San Lorenzo y Puerto
General San Martín. A las que se les suman otras localidades periféricas, como
Timbúes, un pueblo que dejó de ser “siestero” para recibir inversiones importantes en
materia portuaria, y algunas comunas del departamento Iriondo. La información que
publicamos con asiduidad proviene del “Cordón”.
¿Cuáles son los temas relevantes para su agenda diaria?
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Fundamentalmente cubro hechos sociales, gremiales e institucionales que se
despegan de la dinámica cotidiana de la sociedad que vive en mi región. Son coberturas
de hechos positivos y negativos.
La sección policiales a veces también trabaja con nosotros, aunque solo cuando
están sobrecargados de tareas o solicitan que el corresponsal realice determinada
cobertura encargada desde la redacción en Rosario.
Cabe aclarar que todos los corresponsales somos empleados del diario, no solo
de la sección, así cualquier jefe puede solicitarnos trabajos que debemos cumplimentar
con la misma eficiencia que lo que desarrollamos en “La Región”. A veces hay temas
que por su naturaleza, generan confusión en torno a dónde deben publicarse, la decisión
de los jefes es la que prima, así una nota mía puede salir en “Política”, “Economía” o
“Policiales”.
¿Cuáles son las similitudes y diferencias de su trabajo específico respecto de
la tarea que realiza la pequeña prensa local?
Estamos limitados a la hora de realizar ciertas coberturas. Evitamos trabajar
aquellas informaciones más del orden cotidiano que La Capital elije no publicar. Sobre
los temas que solo conciernen a la comunidad la prensa local cumple una función
importante y trabaja mejor, como lo hace La Capital con los hechos que cubre dentro de
Rosario.
En “La Región” tocamos temas más generales, de los que sabemos pueden
interesar a un lector que no necesariamente vive en nuestra zona, es por eso que
prácticamente no competimos con el periodismo local que toca de lleno la actividad
política regional y ello los potencia dentro del “Cordón Industrial”.
¿Cómo se desarrolla el vínculo con el jefe de sección?
Es un “ida y vuelta” permanente. La información es muy dinámica y yo estoy en
contacto casi hasta el cierre de la edición con el jefe. Si uno observa que a la mañana ya
se está gestando un acontecimiento importante, le avisa para que guarde algún lugar
importante mientras en la redacción van armando la edición.
A veces la operación se realiza en forma inversa, si el jefe se entera de algo es él
quien llama y ordena que uno se mueva a un sitio específico dentro del área de
cobertura. Quien está a cargo de la sección casi siempre te deja trabajar libremente,
43
apoya tu tarea y hay una eficiente y constante comunicación que se traduce en el
contenido de la sección, ya que es muy difícil que un tema importante no sea publicado.
Las notas especiales también se proponen desde Rosario. El jefe actual hace
mucho hincapié en tocar temas generales que repercuten en nuestras zonas, ya sea un
aumento de precios, cumplimiento de leyes, protestas generalizadas, etc. De esa manera
cada corresponsal escribe su reporte y en la edición se fusionan los informes.
¿Cuál es el balance que realizan en torno a la tarea como corresponsales
comparada con la que llevan a cabo otros medios del alcance provincial en otros
puntos de la Argentina?
Creo que siempre se puede trabajar mejor, suele ocurrir que uno se termina
involucrando mucho con su trabajo y automáticamente surge el pedido de mayor
espacio para poder ampliar el número de notas a publicar. De todas maneras, se entiende
que todos los días se suman los reportes de varias zonas, a pesar de la cosmovisión que
a uno lo lleva a pensar en que lo que ocurre en su región es lo más trascendental para el
diario.
¿Cuáles son las diferencias entre el trabajo de un reportero que se
desempeña en Rosario y la tarea del corresponsal?
En primer lugar, nosotros trabajamos las 24 horas, somos los únicos ojos del
diario en cada región, por ende si hay un accidente en la madrugada lo cubrimos.
No dependemos de un espacio físico, al no trabajar en la redacción, tenemos la
libertad de organizar nuestra rutina a nuestro criterio siempre y cuando cumplamos con
los objetivos que nos imponen en Rosario.
Creo que la gran diferencia radica en que desarrollamos una tarea menos
administrativa, más irregular y sobre todo independiente, al no compartir el contacto
directo con los superiores.
¿Cómo es la relación con la pequeña prensa local?
Es una relación buenísima, yo me considero un periodista local que trabaja para
La Capital, pero nací acá y me hice como periodista en San Lorenzo, por eso conozco la
dinámica de los medios en todo el “Cordón Industrial”. La colaboración mutua es
constante.
44
¿De qué manera impacta la agenda periodística de los corresponsales
regionales en la edición de un medio que tiene un interés lógico en reflejar primero
la información local?
Uno observa y hasta entiende que la columna vertebral del diario está dada por
las secciones “Ciudad”, “Política”, “Policiales” y “Ovación”, llama la atención el
consumo de la información deportiva por parte del lector, que incluso repercute en las
ventas a gente que solo quiere el suplemento de los deportes.
En ese marco, uno hace lo que puede. Si bien no ocurre con tanta frecuencia, hay
temas regionales que van a la portada. Entendemos que hacemos un buen aporte.
La rutina productiva como corresponsal ¿En base a qué criterios se
desarrolla?
Una de las claves creo que pasa por el contacto con la gente. Me encuentro, me
llaman, me siento en un bar de San Lorenzo y se me sientan las fuentes al lado. De esa
forma constantemente voy cerrando notas que se publican al día siguiente o en futuras
ediciones. Que la gente conozca de mis funciones en La Capital hoy aporta un gran
porcentaje a la dinámica de producción diaria.
Después tenemos que estar muy pendientes de los medios locales y ser eficientes
en la producción de algunos reportes cuando escasean los acontecimientos noticiables a
partir de la observación de realidades que nos llaman la atención e inferimos que pueden
interesarle al diario.
Muchos de nosotros además, trabaja en medios de la región. Yo tengo mi
programa semanal de televisión en San Lorenzo y los trabajos que realizo para el
periódico me ayudan a completar el guión en el espacio en tv y viceversa.
¿Existe un número estipulado para la producción diaria?
Por lo general enviamos una nota diaria, pero puede que ante la escases de
acontecimientos no produzcamos para el día siguiente y nos concentremos en investigar
sobre algún informe atemporal que generalmente se publica los fines de semana, en
estos casos el diario privilegia los reportes de otra zona o publica material mío
excedente de jornadas previas.
45
En sus años de trabajo ¿Cuáles fueron las coberturas que más recuerda?
Hubo temas fuertes que me impactaron mucho, los accidentes laborales que se
producen en esta región con una intensa actividad industrial suelen generar angustia,
sobre todo porque uno piensa que pueden evitarse.
El enfoque es diferente si se piensa en lo que más trabajo le demandó. Los
informes sobre la dictadura militar en San Lorenzo me llevaron mucho tiempo de
producción y tuvieron varias derivaciones, incluso internacionales. Los enterramientos
clandestinos en el cementerio local durante el gobierno de facto era un aspecto
desconocido para la opinión pública hasta que nosotros lo difundimos y eso generó
mucho impacto, de hecho posibilitó que otros medios vinieran a la zona para trabajar en
el tema y fuimos portada de La Capital por varias semanas.
¿Sobre qué temas se produce el grueso de la información en su región?
Sin dudas los informes referidos a la producción son los que llevan la delantera.
Datos positivos y negativos, que se producen en torno al desarrollo industrial
evidenciado en nuestras localidades. Es por ello que son habituales las protestas
sindicales, los accidentes laborales, los anuncios oficiales y las promesas privadas de
inversión, entre otros temas derivados de las actividades económicas que se registran
aquí
Pensando en los vínculos directos que suelen identificarse entre el poder
político local y la pequeña prensa ¿Cómo es la relación con ustedes en tanto
corresponsales regionales?
Es una relación directa que se da desde mis inicios en este trabajo. Conozco a los
que están, a los que se fueron y a los que volvieron. Yo soy un periodista local que
trabaja en La Capital, por ende el contacto es directo.
En ocasiones los informes generan resentimientos pero son pasajeros. Hay una
realidad que es positiva en nuestro caso: no dependemos de la pauta oficial, a nosotros
el diario nos paga un sueldo, eso no sucede con los medios chicos en cada pueblo, que a
veces para no perder un ingreso de dinero se guardan informaciones que afectan
intereses del poder.
46
Carlos Walter Barbarich
Corresponsal en Venado Tuerto
¿Cómo se desarrolla la rutina diaria de trabajo?
Cuando el día se inicia, de rigor relevamos los medios de comunicación de la
región: semanarios, portales web y emisoras de radio. Además en cada una de las
localidades conozco gente a la que puedo llamar para solicitar detalles sobre algún
acontecimiento. El mapa de fuentes en toda mi zona es bastante amplio y es lo que me
posibilita no tener que viajar tanto, ya que a través de los informantes uno puede ir
construyendo la noticia. Solo viajo si el tema realmente lo amerita.
Luego de relevar todas las fuentes me pongo a trabajar en aquello que yo se que
puede ser publicable en La Capital. La administración del tiempo tiene que poder
permitirme llegar a la tarde con los informes listos para enviarlos a la redacción.
¿Cuál es el área geográfica de trabajo aproximada?
Yo trabajo en casi todo el departamento General López, haciendo base en
Venado Tuerto, donde vivo. De esta manera, cubro tres de las cuatro ciudades del
departamento, Rufino, Villa Cañás, además de Venado y la gran cantidad de comunas.
En ocasiones cubro acontecimientos que ocurren en la provincia de Córdoba y el norte
de Buenos Aires.
¿Cómo se realiza el trabajo de relevamiento de la información?
El consumo de los medios de cada lugar es fundamental, ellos ofrecen un
panorama de la actualidad de cada pueblo y vos determinas qué hechos de ese menú es
lo que sirve para La Capital. La otra pata en esto es la necesidad de formar parte de la
agenda de contactos de las instituciones generadoras de información.
Por último, es importante identificar cómo ayuda la trayectoria en el trabajo.
Hoy hay temas que llegan solos, al momento en que la fuente se contacta con vos,
porque conoce del trabajo que uno realiza.
¿Cuáles son las similitudes y diferencias de su trabajo específico respecto de
la tarea que realiza la pequeña prensa local?
47
El trabajo es muy parecido, sobre todo porque nos manejamos en el mismo
ámbito. Lo que varía es la selección de lo noticiable. Mucha de la información que se
publica en los medios locales en La Capital no tiene lugar, pero no porque no tenga
ninguna importancia, que de hecho la tiene para la prensa regional, sino porque para el
diario rosarino no es indispensable teniendo en cuenta que hay un límite de espacio y se
deben difundir noticias de varias áreas.
La experiencia y el paso del tiempo te van ejercitando en el trabajo de selección
para determinar qué es lo importante para La Capital. Me es difícil conceptualizar las
claves que tenemos en cuenta para encarar ese proceso, pero sin dudas es la práctica la
aliada principal para realizar una tarea eficiente.
¿Cómo se desarrolla el vínculo con el jefe de sección?
Hablamos todos los días en forma constante. La mayoría de las veces soy yo
quien le informo de los temas en los que pienso trabajar para ir delineando juntos la
rutina. A veces puede que baje desde la jefatura algún pedido vinculado a un tópico
general para que uno refleje el impacto en su región.
¿Se llegan a cubrir todos los hechos que le interesan a La Capital?
Hoy la forma de trabajo hace que todos los sucesos que ameritan la difusión en
el diario puedan ser cubiertos, porque si bien yo estoy en Venado Tuerto, tengo la
obligación de viajar hacia cualquier otro punto del departamento para cubrir un
acontecimiento que demanda mi presencia. En nuestros días el desarrollo de las
comunicaciones hace que una vez relevada la información desde cualquier lugar, yo
pueda redactar el informe y enviarlo inmediatamente a Rosario.
¿Cuál es el balance que realizan en torno a la tarea como corresponsales
comparada con la que llevan a cabo otros medios del alcance provincial en otros
puntos de la Argentina?
No puedo opinar demasiado con relación a otros medios del estilo de La Capital.
Con respecto a los temas regionales, sé que nosotros hacemos una buena tarea.
Conocemos mucho la zona y cuando vienen los medios nacionales a trabajar acá, se
nota una diferencia, ellos cometen muchos errores porque desconocen el terreno.
48
¿Debería haber más lugar para la información regional en La Capital?
Nunca es el ideal, pero hoy “La Región” tiene entre dos y tres páginas por
edición y “Ciudad”, una de las secciones más importantes en la agenda del diario tiene
solo una página más. La Capital le da mucha importancia a la actualidad regional, eso se
refleja en el número de corresponsales que reportamos todos los días, eso no se ve en
otros medios provinciales.
El hecho que genera que no siempre se difunda información de todos los lugares,
radica en lo imposible de integrar tantas noticias en un espacio limitado, en ese marco se
selecciona lo más importante para el lector del diario.
Pero resulta importante destacar que La Capital es hoy un gran medio
multiplicador, los porteños conocen de noticias importantes que suceden en el interior
de Santa Fe, a través de La Capital.
¿Cuáles son las diferencias entre el trabajo de un reportero que se
desempeña en Rosario y la tarea del corresponsal?
Somos todos colegas, hay una diferencia de naturaleza operativa: uno pone su
vehículo, no cumple horarios y tiene que estar dispuesto las 24 horas. Además del
sueldo que es similar al del periodista del diario en Rosario, a nosotros nos pagan los
viáticos en cada cobertura lejos de la ciudad que nos sirve de base.
Otra diferencia es la que nos posiciona como reporteros de todas las secciones, si
bien nuestros informes se ubican mayormente dentro de “La Región”, puede que
trabajemos para “Economía” o “Policiales”. En realidad nosotros cubrimos
acontecimientos y el lugar donde serán publicados en cada edición es un aspecto que no
lo determinamos nosotros. Los reporteros en Rosario tienden a trabajar para una sección
en particular.
Además el contacto con el público es distinto, aquí nos conocen todos. Nos
llegan reclamos de mucha gente y en la medida de lo posible tratamos de difundir sus
problemáticas. A veces como tribuna de los sucesos regionales, nuestro trabajo nos
permite canalizar las carencias de las pequeñas comunidades hacia los gobernantes que
de otra manera harían oídos sordos.
¿Cómo es la relación con la pequeña prensa local?
49
La relación es muy buena, si bien yo no soy de trabajar a la par de otro colega
local, hay una amistad pero cada uno se concentra en lo suyo. Lo cierto es que muchos
de mis fuentes son los periodistas de los medios en cada localidad. Se convierten en
referentes importantes porque conocen más que nadie la dinámica informativa en sus
ciudades.
¿De qué manera impacta la agenda periodística de los corresponsales
regionales en la edición de un medio que tiene un interés lógico en reflejar primero
la información local?
El interés de La Capital por reflejar los temas que se presentan en Rosario, es
lógico y hasta entendible en un medio que tiene la mayoría de sus lectores en Rosario.
Esto genera que el “revote” que se desarrolla al momento en que una información del
interior es publicada en “La Región” sea importante. Una realidad que recurrentemente
pone en conocimiento a toda la provincia de algo que antes tenía un carácter zonal, pero
que al cumplir con ciertas características, se convierte en importante para un medio que
decide seleccionarla en detrimento de algún tema local, que no formará parte de la
edición de ese día.
¿Existe un número estipulado para la producción diaria?
No se evidencia un número fijo de notas que enviamos cada día. En Venado
Tuerto sí hay un flujo constante de noticias, diferente quizás a otras regiones. Una nota
diaria por lo menos se produce.
En sus años de trabajo ¿Cuáles fueron las coberturas que más recuerda?
Sin dudas el caso Fraticelli, fue la cobertura que más me marcó y es la que
rescato. Aprendí mucho de ese episodio y me obligó a trabajar en base a un ritmo que
no había experimentado con anterioridad y que no volvió a repetirse, en aquél momento
el diario envió una compañera para ayudarme en la tarea. La información se actualizaba
todos los días y teníamos que viajar por todo el departamento, el caso de Rufino tenía
derivaciones en Venado y Melincué.
¿Sobre qué temas se produce el grueso de la información en su región?
50
Los temas de carácter institucional son los que más se publican. Los anuncios
políticos y la actividad social representan algunos de los hechos que se producen con
mayor regularidad. En menor grado, la información del sector agropecuario y sus
aspectos vinculados también se destacan en el marco de una zona de grandes tierras
productivas.
Pensando en los vínculos directos que suelen identificarse entre el poder
político local y la pequeña prensa ¿Cómo es la relación con ustedes en tanto
corresponsales regionales?
Al vivir en comunidades más chicas uno se cruza a los protagonistas de la
actividad política todos los días. La relación es buena pero lo suficientemente distante
como para tener libertad en la difusión veraz que puede perjudicarlos. Al diario no le
interesa mi relación con un concejal de Venado, quieren que yo publique la información
y punto. De esa manera, aquí se entiende que yo soy empleado de un medio de afuera al
que no le importan demasiado los vínculos con el poder político regional. Yo además no
dependo de la pauta oficial como les ocurre a los medios locales, el diario paga mi
sueldo y eso me ayuda a no comprometerme con otros intereses.
51
Luis Emilio Blanco
Corresponsal en Sastre
¿Cómo se desarrolla la rutina diaria de trabajo?
Es bastante imprevisible, depende de cuáles son los temas y el lugar donde el
acontecimiento ocurre. Soy uno de los pocos corresponsales que tiene una zona
tentativa de trabajo, pero no estrictamente delimitada.
Si bien trabajo sobre el departamento San Martín, también hago suplencias en el
resto de las corresponsalías, reemplazos en la jefatura de sección en la redacción de
Rosario y según la importancia de lo sucedido, el diario me envía al norte de Santa Fe a
realizar coberturas especiales. Hechos trascendentes en ciudades importantes más
alejadas, como Rafaela o Reconquista, han sido relevados por mí.
¿Cómo se realiza el trabajo de relevamiento de la información?
Puntualmente uno produce, es el encargado de determinar lo importante en su
área de trabajo. Es por eso que a la mañana se escucha la radio y se repasan los portales
de noticias con el objetivo de detectar los temas que pueden interesarle al diario.
Durante la tarde realiza la cobertura que en gran parte tributa a “La Región” o al resto
de las secciones.
No siempre hay que viajar, a lo largo de los años uno se arma de contactos y eso
ayuda a producir los reportes sin tener que trasladarse hacia otras localidades. Por
supuesto que si el episodio registrado lo amerita, uno toma la ruta y llega hasta el lugar
de los acontecimientos.
¿Cuáles son los temas relevantes para su agenda diaria?
Habitualmente las noticias vinculadas con la producción agropecuaria, los casos
policiales, los accidentes viales y la información institucional concentran el grueso de
los producido en mi región.
Se descuenta para este año, el desarrollo de mucha información política que se
va a dividir entre la sección “La Región” y puntualmente en “Política”. Las
informaciones vinculadas a los municipios y comunas irán al área de temas zonales,
mientras que la actualidad oficial en materia departamental será destinada a la sección
política.
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¿Cuáles son las similitudes y diferencias de su trabajo específico respecto de
la tarea que realiza la pequeña prensa local?
La principal diferencia radica en que yo dependo de los intereses o los criterios
de la jefatura de sección, ella es la que marca el paso sobre los temas que luego
seguimos nosotros. De esa forma hay hechos que no cubrimos y los periodistas locales
sí.
Más allá de esa impronta, nos vemos como iguales a nuestros colegas, de hecho
somos del mismo lugar y nos cruzamos todos los días.
¿Cómo se desarrolla el vínculo con el jefe de sección?
Hay una relación dual, durante la mañana uno propone tópicos para cubrir que se
evalúan y en muchas ocasiones el jefe libera al corresponsal para que lo produzca. En
otros momentos, desde la misma jefatura se presentan temas para armar informes con el
aporte de cada corresponsal sobre algún aspecto específico.
Hay una comunicación de rigor en la mañana o al mediodía y por la tarde, los
contactos con el jefe continúan para informar sobre el progreso de lo producido.
¿Se llegan a cubrir todos los hechos que le interesan a La Capital?
No se llega a cubrir todo lo que nosotros quisiéramos. Hoy atravesamos una
problemática importante dada por la reducción de páginas que impacta de lleno en el
número de notas que producimos. Así obviamos muchos temas y nos quedamos solo
con lo sobresaliente del día, lo coyuntural.
Cuando apenas empecé a trabajar en La Capital había un buen número de
páginas. Pero desde el 2001 experimentamos una reducción que afectó nuestro trabajo.
¿Cuál es el balance que realizan en torno a la tarea como corresponsales
comparada con la que llevan a cabo otros medios del alcance provincial en otros
puntos de la Argentina?
Creo que La Capital acertó en contar con corresponsales regionales, permite
mayor velocidad en las coberturas y le otorga al diario mucho prestigio, ya que nuestra
tarea redunda en un relato más fehaciente y veraz de lo que ocurrió en la zona.
53
Para citar como ejemplo, el diario “El Litoral” de Santa Fe, recién hace tres años
que implementó un sistema de corresponsales en la zona norte de la provincia. El
sistema que implementó La Capital no creo que se replique en otro periódico de interior
del país con la misma envergadura que se evidencia aquí.
¿Cuáles son las diferencias entre el trabajo de un reportero que se
desempeña en Rosario y la tarea del corresponsal?
El corresponsal no cumple horarios, pero tiene que disponer de la movilidad,
esta tiene que estar en condiciones al comenzar el día y uno debe estar dispuesto a viajar
hacia cualquier sitio, hacer la cobertura y regresar. Nuestra tarea es muy fluctuante, hay
días con mucho trabajo y otros con menos.
Yo hoy puedo estar en mi casa habiendo una nota de fondo de algo que cubrí en
la mañana, o puedo estar en Villa María, Córdoba reportando sobre algo que sucedió
allá. A diferencia del nuestro, el trabajo del reportero en Rosario es más previsible y
sedentario.
Incluso existe una cuestión particular para conmigo. El diario me tiene a
disposición como enviado a puntos más alejados, eso no sucede frecuentemente con los
otros corresponsales. Estoy en esa condición ya que el flujo informativo en el
departamento San Martín donde hago base es menor a las otras zonas y soy el que más
al norte me hallo, pudiendo llegar más rápido a las regiones más distantes de la
provincia cercanas al límite con Chaco.
¿De qué manera impacta la agenda periodística de los corresponsales
regionales en la edición de un medio que tiene un interés lógico en reflejar primero
la información local?
Son discusiones de nivel editorial y a veces escapan de nuestro alcance, pero es
evidente que ellos reflejan primero la realidad de la ciudad. De todas maneras han
tenido a lo largo de la historia una apertura importante hacia lo regional que puede que
hoy eventualmente no se evidencie tanto.
Creo que “La Región” está considerada entre las secciones que mejor trabaja,
pero sin dudas es la que más se relega porque primero brillan los temas locales. El
potencial humano y editorial está, pero ante la falta de espacio hoy no se puede publicar
todo lo que se produce.
54
En sus años de trabajo ¿Cuáles fueron las coberturas que más recuerda?
Fueron varias las que recuerdo como más significativas. Una de ellas puede ser
la cobertura sobre la vida de Monseñor Storni en La Falda. Estuve en la localidad
cordobesa durante una semana y pude recoger las impresiones de los vecinos, fue una
tarea muy enriquecedora porque me pidieron reportes de situación, algo que no siempre
hacemos en la dinámica diaria.
Pensando en los vínculos directos que suelen identificarse entre el poder
político local y la pequeña prensa ¿Cómo es la relación con ustedes en tanto
corresponsales regionales?
En mi caso no hay ningún tipo de contacto extra periodístico, es una relación
muy sana comparada con la que experimenta la prensa local. Nosotros a veces
generamos enojos pero el problema no es nuestro, al no existir interés publicitario
alguno trabajamos con la libertad que nos permite no depender de otras variables fuera
de las periodísticas.
Puede que la libertad con la que nos manejamos nos traiga problemas en la
relación futura, porque sabemos que a pesar de un enojo, el funcionario tiene que seguir
dándonos notas, casi siempre la oposición se subsana con el tiempo.
Yo tuve custodia durante tres meses cuando toqué el tema de la “Banda del
martillo”, un grupo de martilleros que se encargaban de realizar remates truchos en la
zona. Hubo amenazas y tuvo que intervenir la gerencia del diario ante las instituciones
locales para solicitar garantías que me permitiesen continuar trabando. A veces el vivir
en una comunidad pequeña es difícil porque uno es fácilmente inidentificable.
55
Osvaldo Flores
Corresponsal en Villa Constitución
¿Cómo se desarrolla la rutina diaria de trabajo?
Partiendo de un área que no se circunscribe a una región determinada lo que
hacemos es tratar de relevar la información que se produce a través de los medios
locales y regionales, mediante el contacto con informantes que uno tiene en varias de las
localidades que cubre. A partir de eso se seleccionan los temas a producir y comienza el
trabajo, ya sea viajando a los lugares donde se genera la información o a través del
contacto telefónico con los protagonistas.
¿Cuál es el área geográfica de trabajo aproximada?
Decía que no era un sector muy bien delimitado, pero para ser más o menos
precisos deberíamos contar los pueblos y ciudades que se sitúan desde la salida sur de
Rosario hasta las primeras localidades del norte de la provincia de Buenos Aires a lo
largo de la ruta 9, y hacia el oeste todas las poblaciones del departamento Constitución,
siempre haciendo base en la ciudad con mayor población de la zona, Villa Constitución.
¿Cómo se realiza el trabajo de relevamiento de la información?
Generalmente cuando uno comienza la jornada de trabajo, lee las noticias de los
portales web de la zona, escucha las emisoras de radio de la localidad y alrededores, o
directamente corre hacia la fuente generadora de la noticia que en esta zona es el
municipio y las instituciones importantes.
La mañana es el tiempo que me tomo para relevar el panorama informativo y
después de almorzar salgo a producir. Aunque ante la preeminencia de un hecho
previamente agendado puede que la rutina se desarrolle al revés o que uno le destine
todo el día a un solo acontecimiento.
¿Cuáles son los temas relevantes para su agenda diaria?
En realidad todo aquello que cumple con los requisitos de publicación que el
criterio editorial de La Capital exige es bienvenido. Los temas que regularmente se
cubren son los del tipo institucional que se generan en los municipios y comunas de
alrededores y aquellos que se vinculan con el sector productivo y laboral. La zona de
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Villa Constitución es un fuerte sector industrial y los reclamos sindicales obreros son
habituales. Los casos policiales destacados también se cubren, siempre y cuando se
ajusten a lo consensuado con los jefes de sección.
¿Cuáles son las similitudes y diferencias de su trabajo específico respecto de
la tarea que realiza la pequeña prensa local?
Yo fui dueño de un semanario en Villa Constitución y la falta de noticias en
muchas ocasiones hace que uno se aferre a lo que hay, porque todas las semanas
teníamos que llenar varias páginas. El trabajo para La Capital no tiene esa carga. Lo que
hacemos como corresponsales nos permite producir en base a la dinámica de los
acontecimientos y construir relatos a partir de la observación. De esta manera no
estamos apremiados por un número regular de reportes que entregar. En todo lo restante
las tareas entre los periodistas locales y nosotros son bastante similares.
¿Cómo se desarrolla el vínculo con el jefe de sección?
Si a la mañana uno ya sabe lo que va a realizar, llama al jefe y le avisa que está
desarrollando una tarea puntual. Ocasionalmente uno consulta sobre la importancia o no
de una nota, pero con los años ya sabe lo que va y o que no.
El contacto con la jefatura es permanente, no solo con “La Región” sino con
todas las secciones. Somos empleados de todo el diario y eso genera que los informes
puedan ubicarse en las áreas más diversas dentro del periódico.
¿Se llegan a cubrir todos los hechos que le interesan a La Capital?
Cuando la noticia es importante se cubre, es muy difícil que un tema regional
con impacto más allá de la zona quede afuera de la edición. Si no es tan relevante (a
juzgar por el jefe de sección) su incorporación al diario depende de nuestro tiempo y
capacidad de cubrirlo en el caso en que existiese un tema de mayor importancia.
En general los hechos transcendentes para la agenda periodística se cubren.
¿Cuál es el balance que realizan en torno a la tarea como corresponsales
comparada con la que llevan a cabo otros medios del alcance provincial en otros
puntos de la Argentina?
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Cuando salgo de vacaciones y leo los grandes diarios del interior observo un
trabajo similar al que desarrollamos nosotros en La Capital. Pero a juzgar por el tenor de
lo publicado, creo que en los otros medios provinciales se difunden temas menos
relevantes si los miramos según el criterio de selección del diario rosarino. Los informes
referidos a temas del orden comunal son la norma habitual, mientras que en La Capital
en muchas ocasiones hay reportes regionales que ocupan la portada.
¿Debería haber más lugar para la información regional en La Capital?
Me parece que la difusión que existe en la actualidad es correcta. La información
de la coyuntura siempre se publica, y si no es urgente y hay poco espacio, se programa
para la edición del día siguiente. El contenido de los temas “del día”, se completa con
informes atemporales que requieren gran número de entrevistas, y a veces con la
producción de informes que integran las miradas de los siete corresponsales sobre un
tema que impacta en toda la provincia.
¿Cuáles son las diferencias entre el trabajo de un reportero que se
desempeña en Rosario y la tarea del corresponsal?
La redacción y la calle son dos ámbitos muy diferentes. Lo nuestro es un trabajo
de 24 horas, si a la mañana no hubo mucha vorágine informativa, seguro se producirán
acontecimientos por la tarde o por la noche. A manera de ejemplo hace unos años estuve
modificando la edición del diario a la una de la mañana. Es un trabajo menos
burocrático.
En la redacción en cambio, tu rumbo es más previsible, cumplís horarios, tenés
reemplazos y tu tarea termina siendo más rutinaria que la nuestra.
¿De qué manera impacta la agenda periodística de los corresponsales
regionales en la edición de un medio que tiene un interés lógico en reflejar primero
la información local?
Es una relación vinculada al impacto de la noticia, no depende del lugar donde
se produce. Es lógico que salga una nota parroquial rosarina antes que una parroquial de
Arroyo Seco. Pero si el tema que uno tiene entre manos es realmente importante para la
agenda de La Capital, se la da el lugar que se merece. Si bien los temas locales revisten
más importancia habitualmente, “La Región” encabezó en varias ocasiones la edición.
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El caso de la metalúrgica “Paraná Metal” por ejemplo, me tuvo casi un mes trabajando
en la calle y fue portada varias veces.
¿Existe un número estipulado para la producción diaria?
Redactamos al menos una nota diaria, pero es imposible extraer aquí un dato
certero, porque hay jornadas en las que escribo dos reportes para “La Región” y uno
más para “Policiales”.
Hay informes de investigación, que escapan a la realidad diaria, son atemporales
y generalmente se publican en La Capital los fines de semana, ellos requieren del
contacto con muchas fuentes y nos llevan varias jornadas de trabajo. De todas maneras
dichas tareas no son tan frecuentes, porque los hechos de la coyuntura nos van llevando
a cubrir lo que se destaca de la agenda de los medios locales y regionales.
En sus años de trabajo ¿Cuáles fueron las coberturas que más recuerda?
El caso de la quiebra de “Paraná Metal” sin dudas fue una de las coberturas que
tengo más presente. El conflicto fue muy largo y uno no podía evitar involucrarse con la
gente, que en su mayoría eran vecinos míos de Villa Constitución. La relación con los
protagonistas de la historia era muy cercana y apenas leían La Capital, iban a buscarme
para que les brinde explicaciones acerca de lo publicado.
Pensando en los vínculos directos que suelen identificarse entre el poder
político local y la pequeña prensa ¿Cómo es la relación con ustedes en tanto
corresponsales regionales?
Humanamente es la misma que mantienen con los medios y los periodistas más
pequeños, porque en localidades chicas uno no puede evitar consolidar amistades. Pero
en lo profesional la amistad no corre.
En el trabajo del corresponsal no existe dependencia alguna con el poder político
local porque no vivimos de la publicidad. Nosotros somos empleados del diario y es por
ello que privilegiamos la relación profesional. No es una tarea sencilla, porque los
reproches se hacen sentir luego de cada publicación. Pero siempre fue igual, los que en
la foto salen bien a uno lo quieren mucho, mientras que los que se perjudican luego de
un informe se la agarran con uno.
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Walter Gasparetti
Corresponsal en Cañada de Gómez
¿Cómo se desarrolla la rutina diaria de trabajo?
Uno se topa con varias noticias al día, pero se le da relevancia a una de todas
ellas, o a lo sumo a dos que es más o menos el número que se envía al diario en cada
jornada. Mi experiencia comienza con la inserción en un medio local para lograr que se
facilite el acceso a la información, caso contrario debes estar varias horas leyendo
portales, escuchando la radio, mirando televisión, etc.
Yo hoy también trabajo en un medio local y desarrollando mi tarea allí obtengo
un pantallazo que se convierte en el menú desde donde extraeré las noticias que puedan
ajustarse al criterio de La Capital, así lo temas elegidos son los que con posterioridad se
retrabajan y profundizan.
¿Cuál es el área geográfica de trabajo aproximada?
Mi zona abraca en promedio unos 70 kilómetros a la redonda de Cañada de
Gómez y es Bouquet la localidad más lejana que cubro a 90 kilómetros de distancia. La
recorrida por los pueblos la realizo cuando lo impone la información, algunas
entrevistas las hago por teléfono para no generar gastos si los acontecimientos no lo
ameritan.
Son alrededor de 17 localidades las que cubro, y semejante extensión obliga a
estar muy atentos, ya que de todos los sucesos presentados, se eligen dos o tres para
enviar al diario. El ejercicio de selección es un talento que te lo da la experiencia.
¿Cuáles son los temas relevantes para su agenda diaria?
Le damos prioridad a la noticia del día, al acontecimiento: anuncios oficiales,
movilizaciones obreras, accidentes de tránsito, casos policiales.
Cuando los temas de la coyuntura no surgen, producimos lo que denominamos
temas de color, que se caracterizan por ser hechos que llaman la atención por lo inédito.
Incluso son estos últimos los tópicos que por lo general interesan al lector rosarino, hay
que pensar que trabajamos en un periódico de Rosario y pese a que tiene una sección de
información regional, nosotros escribimos sobre todo para el rosarino que es el público
que compra en mayor media el diario todos los días.
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¿Cuáles son las similitudes y diferencias de su trabajo específico respecto de
la tarea que realiza la pequeña prensa local?
Tenemos que ofrecer otra cosa, la prensa local se circunscribe a reflejar aquellos
hechos que le interesan a la comunidad y el corresponsal debe expresar otra mirada de
tales sucesos, una mirada que logre interesar a otro tipo de lectores, que por el carácter
provincial del medio para el que tributamos, va más allá de las fronteras locales.
¿Cómo se desarrolla el vínculo con el jefe de sección?
Es una relación intensa porque dependiendo del ritmo informativo uno puede
hablar más o menos veces durante el día, lo cierto es que la comunicación es constante.
Si tenés entre manos un hecho importante, sos vos el que avisa al jefe y este ya va
guardando un espacio importante de la edición para destinarlo a tu reporte.
De lo contrario, trato de no molestar tanto y por la tarde me comunico para
confirmar el envío de las notas que produje ese día.
¿Cuál es el balance que realizan en torno a la tarea como corresponsales
comparada con la que llevan a cabo otros medios del alcance provincial en otros
puntos de la Argentina?
La Capital le da mucha importancia la región, no hay tantos medios que cuenten
en su planta permanente con el número de corresponsales que se identifica en el diario
rosarino. Los diarios porteños, solo por citar un ejemplo, tienen corresponsales sólo en
las capitales de provincia.
Nosotros nos movemos mucho y nuestro trabajo tiene en varias ocasiones la
misma dinámica que el del cronista de La Capital en Rosario.
¿Debería haber más lugar para la información regional en La Capital?
El número de páginas varía según la diagramación de las otras secciones. Con
tres o cuatro páginas por jornada uno tiene la seguridad que lo que envía se publica.
Pero hace ya varias semanas vienen asignándonos solo dos, y veo que hay pendiente
mucho material propio. De todas maneras nuestros informes pueden editarse en otras
secciones, si bien la mayoría se tributa a “La Región” por una cuestión de orden
administrativa, tranquilamente podemos ser demandados a trabajar por otras jefaturas.
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¿Cuáles son las diferencias entre el trabajo de un reportero que se
desempeña en Rosario y la tarea del corresponsal?
No identifico demasiadas diferencias. Sí uno ve que el reportero en Rosario
aguarda en la redacción por el trabajo que le imponga el jefe de sección, eso a nosotros
no nos ocurre. Debemos tener una visión periodística diaria que nos permita determinar
qué es lo importante. Acá sin dudas te recibís de periodista. Primero por la variedad de
temas que tratas, segundo por la carencia de horarios fijos que es positivo o negativo,
según la facilidad para resolver los temas que uno demuestre. Luego de eso, creo que las
tareas son bastante similares.
¿Cómo es la relación con la pequeña prensa local?
Hay una muy buena relación con los periodistas locales, se transforman en
referentes de consulta permanente, ya que con la instantaneidad de los recursos que
poseen ellos a través de los portales web y las emisoras de radio, la prensa de cada
localidad siempre sabe lo que ocurre y es la que primero lo difunde, nosotros
publicamos más tarde, realidad que nos exige trabajar más la noticia. Pero a la hora de
establecer las primeras aproximaciones siempre hablamos con los reporteros en cada
lugar.
¿De qué manera impacta la agenda periodística de los corresponsales
regionales en la edición de un medio que tiene un interés lógico en reflejar primero
la información local?
Uno observa que la agenda que manejamos apela al público rosarino, que resulta
ignorar el contexto regional del interior. Nuestros reportes tratan de referenciar
mediante descripciones muy pormenorizadas lugares y acontecimientos que para el
grueso de los lectores son desconocidos. Solo se publica lo que cumple con el formato
antes mencionado.
Hace poco tiempo presenté un tema atemporal que hablaba sobre el aumento en
el consumo de drogas en mi zona, y resulta que el “revote” que obtuvo dicho informe
fue importante. El diario decidió ubicarlo en la portada, ya que la información explicaba
que mucha de la droga era vendida en Rosario. De esta manera uno interpreta que los
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temas regionales que el diario necesita son aquellos que pueden ser dimensionados en la
ciudad que es aquella que concentra el número más grande de lectores de La Capital.
¿Existe un número estipulado para la producción diaria?
Sí o sí publicamos una o dos notas diarias, no existe un número fijo, lo cierto es
que hay corresponsalías que producen menos que esta. Las estadísticas dependen mucho
del pulso de los acontecimientos.
En sus años de trabajo ¿Cuáles fueron las coberturas que más recuerda?
El episodio que más fuerte me marcó fueron las inundaciones de Cañada de
Gómez. En aquella ocasión el 40 por ciento de la ciudad quedó bajo el agua, murieron
tres personas y eso generó que lleguen a la región varias autoridades nacionales a
prestar asistencia. El tema fue 13 días consecutivos tapa de la sección. Me costó darle
un vuelo periodístico a algo que yo estaba viviendo en carne propia.
Pensando en los vínculos directos que suelen identificarse entre el poder
político local y la pequeña prensa ¿Cómo es la relación con ustedes en tanto
corresponsales regionales?
Yo tengo una relación más bien distante con las autoridades, ni estar todo el día
adentro del palacio municipal, ni evitar dirigirles la palabra. El objetivo que persigo es
el de mantener una relación profesional y así publicar temas que a veces tocan ciertos
intereses con mayor libertad.
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Delcia Karamoschón
Corresponsal en Roldán
¿Cómo se desarrolla la rutina diaria de trabajo?
Es muy variada, se modifica al momento de cubrir alguna noticia coyuntural o
al producir información atemporal. Cuando uno se entera de un hecho ocasional, trata
de llegar lo más rápido posible. Si en cambio se estipula la cobertura de algo
programado previamente uno se ajusta a esos horarios.
Es de mucha ayuda el boca a boca, el consumo de otros medios locales (de
hecho soy la dueña de una de las radios) y hasta la alarma de los bomberos que suena en
Roldán. Lo cierto es que el grueso de la información se produce en base a gacetillas.
¿Cuál es el área geográfica de trabajo aproximada?
Son cinco las localidades que cubro en una región muy cercana a Rosario y con
un importante flujo informativo. Desde Roldán cubro lo que ocurre en Funes, San
Gerónimo, Zavalla y Pérez.
¿Cuáles son los temas relevantes para su agenda diaria?
Son varios los temas, pero se destacan los referentes a la administración
comunal o municipal, accidentes viales y las llamadas “notas de color” que se destacan
por sus particularidades no vistas frecuentemente.
¿Cuáles son las similitudes y diferencias de su trabajo específico respecto de
la tarea que realiza la pequeña prensa local?
En realidad muchas de las notas que se generan en la radio dan lugar después
para publicarlas en La Capital. En mi caso no encuentro demasiadas diferencias entre
una tarea y la otra. Simplemente que al momento de redactar para el diario uno tiene
que brindarle al lector rosarino más precisiones que referencien sitios geográficos y
contextos que desconocen.
¿Cómo se desarrolla el vínculo con el jefe de sección?
Como los jefes llegan al diario recién a las 14, los hechos que se presentan antes
de esa hora los resuelvo sola. Por lo demás, me manejo con el servidor del diario que
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me permite enviar los informes y son las jefaturas las que decidan qué es lo que se
publica y que no. La misma impronta ocurre en los datos que se suministran a las otras
secciones.
¿Debería haber más lugar para la información regional en La Capital?
Hay muy poco espacio para la información del interior, en ocasiones aparecen
más páginas, pero la realidad hoy marca que se le está dando menos importancia a “La
Región”. La mayoría de los reportes son pedidos por el jefe y el resto se rellena con
información suelta del tipo institucional.
¿Cuáles son las diferencias entre el trabajo de un reportero que se
desempeña en Rosario y la tarea del corresponsal?
En Rosario los periodistas del diario se manejan sobre todo a través del contacto
telefónico. En nuestros reportes en cambio, está presente la mirada, el reflejo personal al
ser testigos en primera persona de cada uno de los hechos que cubrimos.
¿Cómo es la relación con la pequeña prensa local?
La relación es buena. Algunos editores de portales web se enojan porque piensan
que uno levanta la información textual de sus sitios, pero en realidad no es así, nosotros
producimos toda la información que sale publicada en La Capital. En la práctica
cotidiana uno encuentra mucha ayuda por parte de los reporteros que trabajan en cada
una de las localidades que uno visita para cubrir determinado acontecimiento.
¿De qué manera impacta la agenda periodística de los corresponsales
regionales en la edición de un medio que tiene un interés lógico en reflejar primero
la información local?
El interés del diario sobre los temas del orden local se evidencia a cada
momento, ante eso poco podemos hacer nosotros. Somos conscientes de esa realidad y
en algún punto entendemos que el criterio editorial se concentre sobre el lugar donde
cuentan con mayor número de lectores. Desde nuestro lugar trabajamos para que las
poca información que se publica sea veraz y confiable.
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La rutina productiva como corresponsal ¿En base a qué criterios se
desarrolla?
Conocemos el estilo que persigue el diario, una de las claves es redactar con
mayor precisión, dando cuenta de cada detalle sobre nuestra localidad, sobre todo
porque se entiende que el lector no conoce la zona, a diferencia de aquél que consume el
material producido y es oriundo de la región.
¿Existe un número estipulado para la producción diaria?
Si hay que cubrir cinco hechos se cubren. Si no hay nada del día sobre lo que
producir, uno trabaja para el día siguiente. Si bien en otros momentos nos solicitaban un
número estipulado de notas diarias, hoy no estamos sujetos a una producción contada.
En sus años de trabajo ¿Cuáles fueron las coberturas que más recuerda?
No estoy en condiciones de rescatar una en particular. Hubo notas que han
tenido repercusión nacional, como también hubo otras de las que uno aguardaba por el
“revote” que finalmente nunca llegó.
Pensando en los vínculos directos que suelen identificarse entre el poder
político local y la pequeña prensa ¿Cómo es la relación con ustedes en tanto
corresponsales regionales?
En la redacción en Rosario son todos amigos de los intendentes, pero en mi caso
trato de mantenerme ajena de las relaciones del orden personal.
Trato de reflejar las dos campanas de un acontecimiento polémico en un mismo
reporte, de esa manera reflejo las impresiones de las dos fuentes contrapuestas y evito
irritaciones innecesarias. De todas formas, a veces los enojos de algunos son inevitables.
Tuve problemas con el ex intendente de Roldán a partir de una publicación que realicé,
luego de aquél episodio hubo muy poco diálogo y para difundir sus acciones de
gobierno, el funcionario se comunicaba directamente con algunos de los directivos del
diario.
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Gustavo Orellano
Corresponsal en Casilda
¿Cómo se desarrolla la rutina diaria de trabajo?
Cuando me levanto a la mañana ya tengo definidos algunos temas en base a lo
que queda pendiente del día anterior, y sobre la coyuntura me voy informando en torno
a los medios locales y otras fuentes de información clave, como los organismos e
instituciones públicas, ya sea los municipios, la policía, departamento de bomberos, etc.
En muchos momentos es la propia gente la que suministra datos porque conoce
la trayectoria de uno y sabe lo que puedo necesitar.
¿Cuál es el área geográfica de trabajo aproximada?
Teniendo como punto base la ciudad de Casilda, son alrededor de 60 kilómetros
a la redonda. Cubro todo el departamento Caseros, parte del departamento General
López y una porción de departamento San Lorenzo.
¿Cómo se realiza el trabajo de relevamiento de la información?
Como conté antes, una de las fuentes fundamentales es la radio local, bien
temprano nos da un pantallazo de lo que ocurrió en la zona en materia informativa. En
menor medida el desarrollo de portales web en la actualidad también nos ayuda en el
relevamiento.
Por último, los contactos personales también se vuelven esenciales, con los años
uno conoce a colegas y empleados públicos de cada población en la región a los que
llama con recurrencia para solicitarles información, sus datos sirven para planificar
futuras coberturas.
¿Cuáles son los temas relevantes para su agenda diaria?
Lo importante son los informes sobre emprendimientos productivos, obras
públicas y acciones de gobierno, temas agropecuarios y las “famosas” notas de color,
reportes que tratan de impactar al lector con historias particulares que llaman la atención
por lo absurdo. En este marco no puedo ignorar la cobertura sobre la hamaca que se
movía sola en Firmat, un evento que generó una repercusión inesperada y que surgió de
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la iniciativa de reflejar una realidad que observaban los vecinos, trabajé muchas
jornadas en ese caso.
¿Cuáles son las similitudes y diferencias de su trabajo específico respecto de
la tarea que realiza la pequeña prensa local?
Nosotros tratamos de buscar una noticia que tenga potencial trascendencia
provincial, de un consumo regional que traspase lo meramente comunal. Uno observa
que los medios locales tocan temas muy domésticos que si los traspolamos a los
criterios de agenda de La Capital no se merecen el despliegue que sí le dan los medios
de Casilda y alrededores.
A veces sucede que un tema que inicialmente es meramente local, se transforma
de manera paulatina en un acontecimiento más grande, ya sea porque el nivel de
reclamo se traslada a la esfera provincial o una manifestación concentra mucha más
gente de lo esperado. En esos casos decidimos trabajar las noticias desandando el
camino inverso y contándole a los lectores del diario rosarino el origen de tal o cual
conflicto.
¿Cómo se desarrolla el vínculo con el jefe de sección?
Los corresponsales le reportamos durante todo el día. Fundamentalmente a la
mañana le relatamos los temas con los que contamos para empezar a producir y a partir
de ahí el jefe nos termina de orientar acerca de lo que debemos trabajar para el cierre de
sección. En ocasiones la misma jefatura fija la agenda, avisándonos en torno a una
cobertura determinada. Los temas que generan repercusión en toda la provincia se
convierten en algunas de las sugerencias habituales para desarrollar. En ese caso cada
corresponsal construye un reporte en base al impacto en su zona, pero dicha
metodología se utiliza solo en notas del tipo atemporal que generalmente se publican los
fines de semana.
Para la información coyuntural somos nosotros quienes imponemos la agenda
que se consensua con la redacción en Rosario, así el jefe cuando arriba a la sede de La
Capital ya conoce el menú noticioso a partir del cual editará la sección. Además si bien
los vínculos son habitualmente con la jefatura de “La Región”, podemos tributar a otros
sectores del diario y el contacto es con quien lidera tal área.
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Si hay algún hecho policial trascendente le aviso al jefe de región que al menos
hasta que termine de cubrir tal episodio estaré en mayor contacto con la sección
policiales. El diario es uno solo y los cambios eventuales son interpretados de manera
favorable por todo el personal
¿Se llegan a cubrir todos los hechos que le interesan a La Capital?
Es imposible cubrir todo, siempre hay un recorte de la realidad, yo cubro lo que
creo más importante y en ese marco siempre quedan cosas afuera. Además en estos
procesos es habitual que se identifiquen cargas de subjetividad. Incluso cuando cubrís
algo, le das un tratamiento específico que puede distar del tratamiento de otro
periodista. Lo cierto es que uno hace lo posible por encarar la tarea con responsabilidad.
¿Cuál es el balance que realizan en torno a la tarea como corresponsales
comparada con la que llevan a cabo otros medios del alcance provincial en otros
puntos de la Argentina?
El diario ha demostrado tener mucha presencia en la gente y hoy los vecinos
quieren verse en las páginas. Hoy salir en La Capital es sinónimo de prestigio y esta
realidad se profundizó en el último tiempo.
Antes de 199,8 año en que se reconfiguraron las secciones, no se observaba el
nivel de importancia dado posteriormente a los temas regionales. Yo no estoy seguro
que otro medio de las características de La Capital en cuanto a tirada, tenga una
infraestructura de corresponsales que tributen a la redacción con el ritmo que lo
hacemos nosotros.
¿Debería haber más lugar para la información regional en La Capital?
Tiene un espacio aceptable, aunque el mayor lugar siempre es bienvenido. Hay
una realidad que está presente en cada ocasión cuando se publican importantes informes
en “La Región”: en una reunión de edición puede decidirse abrir el diario con la sección
zonal e incluso ampliar el número de páginas destinadas si el acontecimiento descripto
lo amerita.
¿Cuáles son las diferencias entre el trabajo de un reportero que se
desempeña en Rosario y la tarea del corresponsal?
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Fundamentalmente la proximidad con la gente, porque nosotros trabajamos en el
terreno y no estamos en una redacción. En cada zona nos conocen todos porque
realizamos la tarea periodística en ciudades pequeñas. Esta cercanía tiene un lado
positivo y uno negativo. Si bien el desempeñarte habitualmente con las mismas fuentes
te permite entablar una buena relación que se traduce en el sencillo acceso a la
información, puede que genere oposiciones ante la difusión de temas que comprometen
algunos intereses.
Yo creo entender la idiosincrasia del casildense y trato de reflejarlo en mis
publicaciones, si es que lo necesito. Nací en Casilda y eso ayuda mucho a la hora del
trabajo cotidiano en esta región, dudo que alguien de afuera pueda llegar a conocer tanto
a una comunidad como la propia, al menos creo que debe costar bastante. Este
ingrediente creo que es clave también a la hora de caracterizarme como corresponsal a
diferencia de alguien foráneo que viene a trabajar a esta región.
¿Existe un número estipulado para la producción diaria?
Habitualmente publicamos una o dos notas, después hay sueltos con datos
breves que se reproducen de gacetillas e invitaciones que nos van llegando. De
elaboración periodística se realiza un máximo de dos reportes, en tanto y en cuanto no
se presenten más acontecimientos de difusión asegurada.
En sus años de trabajo ¿Cuáles fueron las coberturas que más recuerda?
Lo más fuerte en mis años trabajando en La Capital fue el denominado
“Casildazo” en enero de 2002, cuando las reacciones de los ahorristas contra los bancos
en tiempos de las inhibiciones financieras en los grandes centros urbanos, generaron un
efecto similar en Casilda, algo inédito hasta ese momento en nuestra localidad.
Fueron concentraciones que llegaron a contar con diez mil personas, que para
Casilda es un número muy importante. Lo que llegaba desde los medios porteños
impactó de lleno en la gente de acá y tomaron las calles. Nuestra cobertura además,
alentó a que más ciudadanos se plegaran e incluso tuvo revote internacional: periodistas
de la CNN transmitieron desde la localidad.
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Pensando en los vínculos directos que suelen identificarse entre el poder
político local y la pequeña prensa ¿Cómo es la relación con ustedes en tanto
corresponsales regionales?
Yo tengo una relación muy buena, pero me manejo con total independencia, por
supuesto que publiqué cosas que a más de uno no les gustaron pero en ningún momento
recibí presiones o condicionamientos. Tal vez en las ciudades chicas esta apertura es
difícil de lograr, pero evidentemente en Casilda hoy existe un tratamiento más
profesional hacia los medios de comunicación. El denominado periodismo prebendario
por suerte en mi ciudad está cada vez menos presente.
Los corresponsales de La Capital gozamos además de un beneficio extra, es el
diario quien nos deposita mensualmente nuestro sueldo a diferencia de muchos
periodistas locales que se mantienen gracias a la pauta oficial de municipios e
instituciones.
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Proyecto Trabajo Final Integrador
Entregado el 4/12/2010
Docente: José O. Dalonso
Tema:
Criterios de conformación de la agenda periodística de los periodistas regionales
en los medios de comunicación rosarinos.
Descripción:
Al momento de apelar a la conformación de la agenda periodística, y citando lo
planteado por Maxwell McCombs y Donald Shaw en “¿Qué agenda cumple la
prensa?”27, los medios desarrollan una tarea de selección de los hechos que a partir de
su tratamiento van a ser publicados. Este accionar no es deliberado, responde a un
sinnúmero de intereses que según los mismos autores, se plasman en el nivel de
relevancia que reviste para determinado medio la difusión de una información. Es así
como el público receptor de los mensajes de los medios masivos, a partir de la
relevancia dada por la radio, la televisión o el periódico a un hecho en particular,
internaliza con el mismo peso, aquellos sucesos que ahora guiarán la agenda personal de
cada sujeto.
En este marco, el interés por estudiar los criterios de los profesionales de los
medios rosarinos en torno a la relevancia de los temas que afectan a la región, puede
resultar interesante, sobre todo para determinar cómo se desarrolla la práctica en torno a
un tipo especial de información, la que no proviene de la gran ciudad, pero que
históricamente los medios locales han cubierto en base determinadas formas.
Formas que se plasman en la rutina productiva, que según Mauro Wolf en “La
investigación de la comunicación de masas”28, representa el modo de organización de
un medio y sus empleados, para encarar el trabajo de creación informativa. Rutina que
27McCOMBS, Maxwell y SHAW, Donald: “Que agenda cumple la prensa”. En “El poder de los medios en la política”, compilado por Doris Graber. Grupo Editor Latinoamericano. Buenos Aires. 1986. 28WOLF, Mauro: “La investigación de la comunicación de masas. Críticas y perspectivas”. Editorial Paidós. Barcelona. 1987.
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consta de tres fases. La recogida de información, donde se enumeran las fuentes que
dispensarán los datos que se difundirán. La selección, procedimiento que se va
desarrollando a medida que toda la rutina en general se mueve y que responde a
criterios de eficacia, que a su vez no siempre se emparentan con lo novedoso o
impactante de una noticia, sino mas bien a lo que con más sencillez puede procesarse.
Por último, la presentación de la información, en el marco de una producción
periodística terminada.
Es así como hoy se evidencia en la rutina productiva de las radios y los canales
de televisión rosarinos, una prácticamente nula inclusión de contenido zonal, mientras
que hay una cobertura que se incluye en un solo diario local (La Capital), pero que en
muchas ocasiones se limita a la mera reproducción de gacetillas que son enviadas por
las comunas e instituciones de localidades cercanas en espacios mucho más reducidos
que los destinados a otras secciones.
Ahora bien, en esta fase de descripción y donde ya se apeló al concepto región
en varias ocasiones, resulta pertinente definir qué se entiende por región. Según la Real
Academia Española29: “Porción de territorio determinada por caracteres étnicos o
circunstancias especiales de clima, producción, topografía, administración, gobierno,
etc”. Pero si se avanza un poco más se puede citar lo expresado por Jesús Martín-
Barbero30 quien manifiesta que referirse a una identidad regional implica hablar no sólo
de costumbres y dialectos, de ritmos y artesanías, sino también de marginación social,
de expoliación económica y de exclusión de las decisiones políticas. Es por lo anterior
que resulta importante añadir el punto de vista diferenciador que ejerce la centralidad de
las ciudades o zonas densamente urbanizadas respecto de los pueblos o regiones cuyas
características se vinculan más con lo rural.
El trabajo final pretende circunscribirse a la sección región del diario La Capital,
justamente porque es el único medio de la ciudad que posee periodistas que se dedican
29Real Academia Española: “Diccionario de la Lengua Española”. En línea: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=regi%C3%B3n 30MARTIN-BARBERO, Jesús: “Industrias culturales: modernidad e identidad”. En Análisis: cuadernos de comunicación y cultura. N. 15 (1993) p. 9-20
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exclusivamente a trabajar con las noticias que se producen en localidades del interior
santafesino. En ese marco, echar luz específicamente sobre la agenda periodística de los
corresponsales del matutino en distintas ciudades fuera de Rosario, posibilita referenciar
la tarea de la prensa que está en contacto diariamente con los sucesos que ocurren en la
zona, a diferencia del trabajo de los periodistas que cubren la información regional
desde Rosario, viajando al escenario de los hechos sólo si la información lo amerita.
En relación a lo expresado anteriormente, se hace necesario definir qué se
entiende por la idea de corresponsal. Según Héctor Borrat31, doctor en ciencias de la
información y docente de la Universidad de Barcelona, el corresponsal identifica a un
tipo de periodista profesional que trabaja para un medio en particular de manera
permanente, fuera de la sede central de su redacción, sea dentro o fuera del país. Para el
profesor español, el trabajo de este tipo de cronistas se centra en suministrar
información, comentar los acontecimientos y representar a su redacción ante
organizaciones de todo tipo y está destinado a trabajar en uno de los lugares donde el
periódico concentra sus esfuerzos informativos. Para el caso particular de La Capital,
sus corresponsales dentro de la provincia cumplen la tarea teniendo a su cargo una
región que integra a más de una localidad, a pesar de vivir y realizar la tarea diaria en
una de ellas.
Según el poeta y periodista hispano Lorenzo Gomís32, el corresponsal tiene a su
cargo relevar noticias que se destacan tanto por ocurrir en un lugar que está dentro del
área donde este se desempeña o por circunscribirse a un tema del que es especialista. Es
así como según Gomís, el corresponsal de un medio en una ciudad es el cronista de lo
que pasa en ella, y se convierte en un especialista del lugar, cuya vida cuenta y por eso
firma sus notas. En la sección región de La Capital, las notas que responden a una
producción en terreno por parte del diario, son aquellas que están firmadas y aparece la
figura del corresponsal como quien se adjudica la autoría.
El área del diario que se destina a la información zonal está integrada por varias
corresponsalías (unas siete en total) que producen regularmente información que se
31BORRAT, Héctor: “El periódico, actor político”. Editorial Gustavo Gili. Barcelona. 1989. 32GOMÍS, Lorenzo: “Teoría del periodismo”. México DF. 1991.
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difunde en el matutino, pero que por el contenido de las noticias a veces pueden
publicarse en otras secciones. El diagrama actual de corresponsalías fue creado en
1998, cuando La Capital cambió de dueños y desde la dirección editorial decidieron
darle mayor impulso a la producción de noticias del interior.
Hasta ese momento, el número de periodistas residentes en localidades de la
zona era mucho menor, realidad que, según Marcelo Castaños, jefe de la sección región
del diario, hacía imposible la cobertura operativa de los hechos ocurridos en todo el
territorio. Desde el momento de la creación de las agencias, un solo reportero es quien
está a cargo de cada sección y el encargado de redactar noticias exclusivamente para el
diario, que además le ofrece movilidad para trasladarse a través de las distintas
localidades que tiene a su cargo. Además, ante la necesidad de producir informes sobre
cuestiones que afectan a varios distritos de Santa Fe, los corresponsales trabajan juntos,
aportando cada uno los datos relevados en el área que representan.
El mapa en cuestión está definido por las siguientes corresponsalías, que cubren
las informaciones de la ciudad donde reside el corresponsal y un radio que en promedio
representa 100 kilómetros a la redonda:
• Sastre
• Venado Tuerto
• San Lorenzo
• Casilda
• Cañada de Gómez
• Villa Constitución
• Roldán
Se excluye de la enumeración anterior, y por ende no formará parte del trabajo
de campo, la corresponsalía de la ciudad de Santa Fe. La decisión de no incluir a los dos
periodistas que trabajan en la capital de la provincia radica en que escriben casi
exclusivamente en la sección de política y la de economía, algo poco usual en los
informes de los restantes corresponsales. Asimismo, Santa Fe es un sector que
concentra, después de Rosario, el foco de la agenda diaria de La Capital por hospedar
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los tres poderes del Estado provincial, impronta que no experimentan los otros distritos.
Es el propio Castaños además, quien manifiesta la diferencia entre los reporteros
emplazados en las localidades del interior, y los de Santa Fe, quienes responden
habitualmente a los jefes de otras secciones del diario.
A manera de conclusión de la presente descripción, el trabajo final integrador se
propone caracterizar la agenda periodística que llevan a cabo los corresponsales
regionales de medio gráfico, tomando como referencia, las siete corresponsalías de La
Capital en el interior santafesino y su trabajo desde su creación en 1998, año en que el
diario decide aumentar el número de reporteros trabajando en la región.
Fundamentación:
El tema elegido pretende brindar conocimiento en un área específica que está
dada por el trabajo de los corresponsales regionales para medios de índole provincial.
Un tema que al menos partiendo de relevamientos propios no se evidencia en estudios
previos. Se cree en la necesidad de tocar un aspecto que si bien está estudiado
ampliamente en relación a la práctica profesional en cuestiones de agenda regional, no
lo está en torno al desempeño de reporteros que se dediquen a producir informaciones
para medios provinciales desde las localidades que se constituyen como escenario de
sus notas. Asimismo, si bien la figura del periodista residente en un ámbito o lugar
determinado, ajeno a la redacción del medio para el que trabaja, está analizada en
profundidad (corresponsales internacionales, corresponsales de guerra), no hallamos
grandes apelaciones a los comunicadores que cumplen con esta impronta pero desde la
óptica de producir contenido de índole regional.
Con respecto al interés social, se observa la necesidad de evidenciar la agenda
regional de los medios rosarinos, a partir de la importancia y la necesidad de los
habitantes de las localidades del interior de Santa Fe por ver reflejados en los grandes
medios de la provincia, los temas que ocurren en sus distritos y departamentos.
Impronta que no siempre ocurre en forma regular, que en ocasiones se da de manera
imprecisa y que tiene el agregado de la falencia, sobre todo de radios y canales de
televisión, en la llegada a zonas que se ven obligadas a consumir señales de la Capital
Federal u otras provincias. Pero por sobre todo, los grandes medios de la provincia en
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este caso, constituyen una forma eficiente para viabilizar el reclamo y las falencias que
se hallan en el interior hacia las autoridades.
Antecedentes:
Con referencia al trabajo de búsqueda de publicaciones afines al tema del trabajo
final integrador, la tarea no arrojó ninguna coincidencia en relación específica a la
construcción de la agenda periodística en temas de la región en los medios de la ciudad
y menos aún en torno a la figura del corresponsal regional. Sí, en cambio, se hallaron
escritos que versan sobre nociones generales de conformación de agenda en grandes
medios, características del periodismo regional y sobre carencias en la cobertura de
noticias zonales en radio, televisión y gráfica en otras zonas geográficas del país, así
como también artículos que analizan la práctica de los corresponsales. A continuación,
el detalle de los artículos seleccionados y un resumen del contenido que se ajusta a los
intereses del tema elegido:
• “Periodismo regional en la Red – Caso: Semanario El Correo de Firmat y su
edición digital”, por María del Carmen Ortiz, 2005. TFI del Postítulo y
Licenciatura en Periodismo y Comunicación, UNR.
• “En el diario no hablan de ti… ni de mí”, por Graciela Lescano, 2008. TFI del
Postítulo y Licenciatura en Periodismo y Comunicación, UNR.
• “El 80% de los corresponsales de guerra refleja su enfoque personal en las
noticias sobre el conflicto israelí-palestino”, entrevista realizada por la radio de
la Universidad de Navarra, España, 2009. En línea:
http://www.unav.es/noticias/120609-10.html
• “Periodismo Regional; la experiencia en el Valle de Uco”, por Mariano
Ramírez, 2008. Tesina de la Licenciatura en Comunicación Social, Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo.
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• “Ciudad y Comunicación. Densidades, Ejes y niveles”, de Rossana Reguillo,
México, en “Revista Diálogos de la Comunicación”, número 47.
• “Prensa y la Radio Regional: Problemas actuales y desafíos futuros”, de Giselle
Munizaga, Chile, en Revista Diálogos de la Comunicación”, número 24.
En lo que respecta a los dos trabajos finales integradores citados, aquél que
estudia el caso del semanario “El Correo” de Firmat, permite dimensionar de qué
manera se produce información desde el seno de una ciudad pequeña, con realidades
muy diferentes a las que se experimentan en el trabajo de la prensa en ciudades como
Rosario. Es así como la caracterización que realiza la autora sobre los hechos
noticiables en Firmat, sirve para identificar las tipologías de informaciones que se
cubren en los medios de la región, para a partir de allí, analizar qué aspectos, de esa
realidad, son tomados por los corresponsales de los medios rosarinos.
El segundo de los TFI’S analizados, resulta de vital importancia para apuntarlo
como antecedente, ya que en sintonía con lo pretendido en el trabajo final proyectado,
evidencia la agenda de la prensa rosarina sobre temas, en este caso, barriales, y cómo a
partir de la escaza producción de contenidos, se excluyen a sectores enteros de la
ciudad. El distrito sudoeste para ser más precisos. Es en este trabajo donde, desde el
análisis de un fenómeno que tiene a los periodistas como protagonistas, se pone de
manifiesto la falta de cobertura de hechos que atañen a un área específica. Por otra
parte, el marco conceptual que desarrolla Lescano, en relación a las definiciones de
noticiabilidad y rutina productiva, es de gran ayuda para el futuro trabajo, sobre todo
porque contiene términos que formarán parte medular del recorrido que se planea
encarar.
La búsqueda a través de Internet, permitió el hallazgo de una tesina de la carrera
de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Cuyo que estudia el periodismo
regional en el Valle de Uco, sector ubicado a unos cien kilómetros de la ciudad capital
de Mendoza y que apunta al valor de la pequeña prensa local, frente a la ignorancia que
muestran los grandes medios provinciales sobre la realidad que allí ocurre. Si bien, el
escrito hace foco sobre la radio, la televisión y la gráfica de la región del Valle, analiza
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el contenido regional de los medios de Mendoza ciudad, hecho que ayuda a entender la
rutina productiva sobre las noticias de orden zonal, que bien podría trasladarse a
Rosario. Es necesario aclarar que la tesina citada centra su desarrollo en un fenómeno
que tiene a los medios de comunicación como protagonistas, y que el trabajo proyectado
pretende centrarse sobre los periodistas.
Tal cual se expuso a partir de tomar referencias del trabajo de Lescano, en la
tesina de Ramírez, se destacan conceptualizaciones vitales para un trabajo vinculado al
ejercicio de la comunicación zonal. Es así como el autor define el término regional, para
luego circunscribirse en las características de una microrregión, donde ubica el Valle de
Uco. Asimismo introduce la definición de periodismo, desde la postura de varios
referentes y también explica las características del periodismo regional como género
autónomo de otras ramas de la prensa. Por último, también considera a un público o
perceptor regional y describe particularmente las características de la región en la que se
centra. La necesidad de incorporar estos conceptos será de una importancia ineludible a
la hora de conformar el desarrollo teórico futuro.
Si se analizan ahora, los artículos de la revista Diálogos de la Comunicación. Se
puede rescatar la emergencia de dos tendencias vinculadas a los estudios de la
comunicación, que se valen de elementos de otras disciplinas, pero que tienen como
objetivo trabajar sobre la dimensión material de la cultura urbana (dividida en tres: lo
barrial, lo local y lo regional) en relación con los ámbitos nacionales, trasnacionales y la
globalización. Es así como una de las variantes se centra en la pertenencia territorial
como impronta que posibilita el intercambio de significado. Mientras que la otra, lo
hace partiendo de identificar la presencia de un sistema de comunicación abierto a la
información plural, como logro fundamental para el desarrollo pleno de un país, y
dentro del sistema, destaca la importancia del problema de la comunicación regional.
Ambas nociones, presentes cada una, en cada artículo citado, permiten conformar un
panorama macro donde introducir el fenómeno del que se pretende dar cuenta con el
trabajo final integrador.
Con respecto a las nociones sobre el concepto de corresponsal, la búsqueda en
internet arrojó una entrevista a María Teresa Nicolás, doctora en Comunicación por la
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Universidad de Navarra. La radio de la casa de estudios, repasa junto a la profesional
los detalles de su tesis de doctorado dedicada a analizar el desempeño de 24 periodistas
cubriendo en terreno el conflicto palestino-israelí. Si bien no se accedió al texto final de
la tesis, se pudo extraer de la entrevista que esta publicada junto a una breve nota en el
sitio oficial de la universidad, algunas conclusiones a las que arribó la autora. En primer
lugar, un porcentaje que evidencia el impacto que produce en los corresponsales, el
estar trabajando en el escenario mismo de los hechos, ella dirá específicamente que el
80 por ciento de los corresponsales de guerra refleja su enfoque personal en las noticias
sobre el conflicto en cuestión. Aspecto que se presume, debe haber fundamentado la
designación de corresponsales regionales para La Capital y así publicar reportes
elaborados en el mismo sitio o zona donde se genera la noticia.
Además, la periodista destaca el rol de los corresponsales al confeccionar una
agenda periodista propia que solo en contadas ocasiones se debate con el jefe, que a su
vez parece confiar en el criterio del profesional en seleccionar “lo relevante” siguiendo
de cerca el curso de los acontecimientos. Por último, la enumeración de cuatro factores
que juegan un papel central en el desempeño cotidiano ayuda a analizar los
acontecimientos, según postula María Teresa Nicolás. Las cuatro variables giran en
torno al grupo cultural al que pertenece el periodista, la nacionalidad del mismo, la
valoración política sobre determinado suceso y cómo concibe él al periodismo.
A modo de conclusión, se hace necesario destacar que no se halló ningún escrito
en la región que se posicione en el análisis de los criterios de agenda periodística, que
los profesionales de la prensa rosarina desarrollan en torno a los temas regionales. Sí en
cambio, se extrajeron ideas y conceptos que ayudan a definir aspectos centrales del
futuro trabajo, sobre todo al momento de la producción del marco teórico sobre el que
se ubicarán las restantes fases del TFI. Asimismo se destaca el poder observar lo que
ocurre con la prensa en ciudades como Mendoza (de similares características a Rosario),
en áreas que constituyen el campo de acción obligado del periodismo regional (Firmat o
el Valle de Uco), y en acciones en las que se describe un corresponsal y sus
incumbencias, ya que permite establecer cierta planificación, con relación a lo esperable
al momento de iniciar el trabajo de campo sobre la práctica profesional.
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Interrogante
Qué implicancias del trabajo de los corresponsales impactan en la conformación
de la agenda regional del diario La Capital.
Objetivo general:
Estudiar qué intereses guían el ejercicio periodístico cotidiano de los
corresponsales regionales de La Capital, partiendo de la construcción de agenda de los
profesionales con respecto a la relevancia de los sucesos que se presentan en las
localidades en las que trabajan.
En esa dirección, el trabajo final pretende posicionarse sobre la labor de los siete
corresponsales que el diario posee en el interior santafesino desde que la política
editorial diagramó en 1998 el mapa de reporteros que en la actualidad redactan
principalmente para la sección región, lapso de tiempo que servirá de límite para el
desarrollo de nuestros objetivos específicos.
Objetivos específicos:
Al momento de redactar esta etapa, resulta interesante partir de la clasificación
que realiza Carlos Sabino en “El proceso de investigación”33, en torno a la existencia de
objetivos exploratorios, que proponen una visión general aproximada de un fenómeno;
descriptivos, que definen algunas características fundamentales del fenómeno; y
explicativos, que analizan las causas y condiciones para que determinado fenómeno se
produzca. Si bien dicho ordenamiento fue concebido para modelar una investigación
científica, bien puede ayudar a sistematizar los objetivos del trabajo final integrador,
que se sustenta en las siguientes premisas específicas:
Explorar la dinámica de trabajo de los corresponsales regionales.
Describir los criterios de selección de lo noticiable.
Reflexionar sobre la agenda regional del diario La Capital.
33 SABINO, Carlos: “El proceso de investigación”. Editorial Lumen-Hvmanitas. Buenos Aires. 1996.
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Planificación:
El TFI se iniciará con el trabajo de campo que a su vez consistirá en la
realización de las entrevistas clave, es decir, los testimonios de los siete corresponsales
regionales de La Capital, con los que se pretende relevar la agenda periodista del medio
rosarino en el interior de la provincia. La nómina de reporteros es la siguiente:
• Luís Emilio Blanco, corresponsal en Sastre
• Carlos Barbarich, corresponsal en Venado Tuerto
• Marcelo Abram, corresponsal en San Lorenzo
• Gustavo Orellano, corresponsal en Casilda
• Walter Gasparetti, corresponsal en Cañada de Gómez
• Osvaldo Flores, corresponsal en Villa Constitución
• Delcia Karamoschón, corresponsal en Roldán
A las entrevistas clave, se le sumará la realización de entrevistas a otros
eslabones en la cadena de difusión de la información regional hasta que esta llega a
publicarse en las páginas del diario, y que tienen injerencia en las decisiones de agenda.
Nos referimos a jefes de sección y editores responsables.
Una vez finalizado el trabajo de campo, se analizará la información acumulada a
luz de bibliografía específica para intentar cumplimentar los objetivos propuestos, y a
partir de ello, redactar las conclusiones pertinentes.
Con relación a la administración del tiempo, se planea finalizar con la tarea de
campo a mediados de marzo, para comenzar en abril con la redacción del cuerpo del
trabajo final en base a la bibliografía consultada, arribando a las conclusiones hacia
principios del mes de mayo, dedicando las jornadas restante hasta la fecha de entrega a
la corrección del texto editado.
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Bibliografía
• BORRAT, Héctor: “El periódico, actor político”. Editorial Gustavo Gili.
Barcelona. 1989.
• “El 80% de los corresponsales de guerra refleja su enfoque personal en las
noticias sobre el conflicto israelí-palestino”, entrevista realizada por la radio de
la Universidad de Navarra, España, 2009. En línea:
http://www.unav.es/noticias/120609-10.html
• GOMÍS, Lorenzo: “Teoría del periodismo”. México DF. 1991.
• LESCANO, Graciela: “En el diario no hablan de ti… ni de mí”. TFI del
Postítulo y Licenciatura en Periodismo y Comunicación, UNR. Rosario.
2008.
• MARTIN-BARBERO, Jesús: “Industrias culturales: modernidad e identidad”.
En Análisis: cuadernos de comunicación y cultura. N. 15 (1993) p. 9-20.
• McCOMBS, Maxwell y SHAW, Donald: “Que agenda cumple la prensa”. En
“El poder de los medios en la política”, compilado por Doris Graber. Grupo
Editor Latinoamericano. Buenos Aires. 1986.
• MUNIZAGA, Giselle: “Prensa y la Radio Regional: Problemas actuales y
desafíos futuros”. En Revista Diálogos de la Comunicación. N. 24. Chile.
• ORTIZ, María del Carmen: “Periodismo regional en la Red – Caso: Semanario
El Correo de Firmat y su edición digital”. TFI del Postítulo y Licenciatura en
Periodismo y Comunicación, UNR. Rosario. 2005.
83
• RAMIREZ, Mariano: “Periodismo Regional; la experiencia en el Valle de Uco”.
Tesina de la Licenciatura en Comunicación Social, Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza. 2008.
• Real Academia Española: “Diccionario de la Lengua Española”. En línea:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=regi%C3%B3n
(Consulta: diciembre 2010).
• REGUILLO, Rossana: “Ciudad y Comunicación. Densidades, Ejes y niveles”.
En Revista Diálogos de la Comunicación. N. 47. México.
• SABINO, Carlos: “El proceso de investigación”. Editorial Lumen-Hvmanitas. Buenos
Aires. 1996.
• WOLF, Mauro: “La investigación de la comunicación de masas. Críticas y
perspectivas”. Editorial Paidós. Barcelona. 1987.