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LA ALIMENTACIÓN y EL DESARROLLO DEL LENGUAJE Puede parecer que la alimentación no tiene mucho que ver con el lenguaje, pero la succión, la masticación, la deglución son acciones que hacemos desde que nacemos sin un gran esfuerzo y sin darnos cuenta ayudan a la aparición del lenguaje. La importancia de la alimentación en el desarrollo del lenguaje La alimentación hace que los más pequeños fortalezcan los músculos de la cara en especial la boca, la lengua y los músculos de la mandíbula, que son los que utilizarán más adelante cuando comiencen a hablar. Por lo que, una alimentación variada, con diferentes texturas, durezas, sabores, etc. ayudarán a nuestros hijos a la producción del habla. La masticación, la succión y la deglución son ejercicios naturales que realizan los niños desde que comienzan a alimentarse. La succión de los niños Los bebés no necesitan que nadie les enseñe a succionar, nada más nacer quieren comer y ellos solitos saben cómo obtener el alimento del pecho de mamá o de un biberón. La succión fortalece el músculo orbicular de la boca, que se encuentra en los labios. A éste se le conoce también como el músculo del beso, ya que es el encargado de darle forma a los labios cuando soplamos o damos un beso. Fortalecerlo hace que la producción de los fonemas bilabiales, que son los que se producen haciendo juntar los labios, /m/, /p/ y /b/ sea más fácil. ¿Es bueno el chupete? El problema de los chupetes, chuparse el dedo o de los biberones es que pueden generar una malformación de la boca, generando deglución atípica. Es importante que prestemos atención a si nuestro hijo se chupa el dedo o si siempre está con el chupete en la boca. Es normal que un bebé quiera succionar ya que esto le calma, pero es aconsejable que no se alargue mucho en el tiempo para evitar posibles problemas (intentar quitarlo a los 2 años). La deglución de los niños Al igual que la succión, es una acción semivoluntaria, los bebés succionan y tragan sin ningún tipo de aprendizaje previo. La deglución infantil, y la adulta, es un proceso bastante complejo, hace que trabajen los músculos internos de la boca: el velo del paladar, la lengua, la faringe y la laringe. Los fonemas que se van a ver más favorecidos por esta acción son los velares, /k/, /g/ y /j/. La masticación de los niños La masticación fortalece el músculo masetero (los mofletes) y la articulación temporomandibular (la que nos facilita abrir y cerrar la boca). Masticar hace que los niños adquieran mayor musculatura al ir comiendo diferentes alimentos, no es la misma fuerza la que ejercemos para comernos una pera que para masticar la carne (un filete de pollo/ternera/ cerdo). La articulación temporomandibular y el músculo masetero ejercitan las acciones de apertura, cierre, que harán que la articulación de los fonemas sea más clara. ¿Qué sucede si mi hijo sólo come cosas molidas? Es importante que los niños tengan una dieta variada que prueben alimentos con texturas, sabores, durezas distintas. Si un niño sólo se alimenta de alimentos líquidos o semilíquidos y no mastica puede llegar a tener problemas en la musculatura o anatomía de la cara y esto afecta directamente al habla. Sí sólo movemos las piernas pero no hacemos esfuerzos por coger objetos con nuestras manos, éstas se «atrofian» y cuanto más tiempo pase más complicada será su rehabilitación.

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LA ALIMENTACIÓN y EL DESARROLLO DEL LENGUAJE

Puede parecer que la alimentación no tiene mucho que ver con el lenguaje, pero la succión, la masticación, la deglución son acciones que hacemos desde que nacemos sin un gran esfuerzo y sin darnos cuenta ayudan a la aparición del lenguaje.

La importancia de la alimentación en el desarrollo del lenguaje

La alimentación hace que los más pequeños fortalezcan los músculos de la cara en especial la boca, la lengua y los músculos de la

mandíbula, que son los que utilizarán más adelante cuando comiencen a hablar.

Por lo que, una alimentación variada, con diferentes texturas, durezas, sabores, etc. ayudarán a nuestros hijos a la producción del

habla. La masticación, la succión y la deglución son ejercicios naturales que realizan los niños desde que comienzan a alimentarse.

La succión de los niños

Los bebés no necesitan que nadie les enseñe a succionar, nada más nacer quieren comer y ellos solitos saben cómo obtener el alimento del pecho de mamá o de un biberón.

La succión fortalece el músculo orbicular de la boca, que se encuentra en los labios. A éste se le conoce también como el músculo del beso, ya que es el encargado de darle forma a los labios cuando soplamos o damos un beso. Fortalecerlo hace que la producción de los fonemas bilabiales, que son los que se producen haciendo juntar los labios, /m/, /p/ y /b/ sea más fácil.

¿Es bueno el chupete?

El problema de los chupetes, chuparse el dedo o de los biberones es que pueden generar una malformación de la boca, generando deglución atípica. Es importante que prestemos atención a si nuestro hijo se chupa el dedo o si siempre está con el chupete en la boca. Es normal que un bebé quiera succionar ya que esto le calma, pero es aconsejable que no se alargue mucho en el tiempo para evitar posibles problemas (intentar quitarlo a los 2 años).

La deglución de los niños

Al igual que la succión, es una acción semivoluntaria, los bebés succionan y tragan sin ningún tipo de aprendizaje previo.

La deglución infantil, y la adulta, es un proceso bastante complejo, hace que trabajen los músculos internos de la boca: el velo del paladar, la lengua, la faringe y la laringe. Los fonemas que se van a ver más favorecidos por esta acción son los velares, /k/, /g/ y /j/.

La masticación de los niños

La masticación fortalece el músculo masetero (los mofletes) y la articulación temporomandibular (la que nos facilita abrir y cerrar la boca). Masticar hace que los niños adquieran mayor musculatura al ir comiendo diferentes alimentos, no es la misma fuerza la que ejercemos para comernos una pera que para masticar la carne (un filete de pollo/ternera/cerdo).

La articulación temporomandibular y el músculo masetero ejercitan las acciones de apertura, cierre, que harán que la articulación de los fonemas sea más clara.

¿Qué sucede si mi hijo sólo come cosas molidas?

Es importante que los niños tengan una dieta variada que prueben alimentos con texturas, sabores, durezas distintas. Si un niño sólo se alimenta de alimentos líquidos o semilíquidos y no mastica puede llegar a tener problemas en la musculatura o anatomía de la cara y esto afecta directamente al habla. Sí sólo movemos las piernas pero no hacemos esfuerzos por coger objetos con nuestras manos, éstas se «atrofian» y cuanto más tiempo pase más complicada será su rehabilitación.