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EN LA PAZ Y EN LA TENSIÓN FLUYE EL MISTERIO DE LA PASCUA No se trata de explicarlo, ni siquie- ra de comprenderlo. El Misterio se nos ofrece para contemplarlo, para penetrar en él y dejarnos invadir por esa realidad que nos supera y nos transforma. Cami- namos hacia la Pascua del Señor para vivir su muerte y su resurrección. Subi- mos a Jerusalén con Jesús. Sus clavos atravesarán nuestras manos y sus es- pinas arañarán nuestra cabeza; sangra- remos por sus heridas y viviremos con Él. Con humildad y con la sencillez de un niño, con abnegación y entrega para ser siervos de todos, recorremos el sendero que nos lleva hasta la cruz, árbol de sal- vación. La muerte perdió la guerra y la victoria le pertenece a la Vida. Los pobres son dichosos por la fuer- za del misterio pascual. El misionero es feliz compartiendo esa pobreza, porque al perder la vida la encuentra. Cuanto más se desgasta y se desvive por los demás, más cerca de Cristo vive. En la sabana de Benín y en medio de la tensión de Costa de Marfil fluye el misterio de Pascua: dolor y dificultad que no ensom- brecen la luz de la resurrección. Al con- trario, abren la puerta de la esperanza en el triunfo definitivo de la Vida. Es difícil encontrar razones para seguir esperando cuando éstas se buscan sólo en los resquicios del saber, de la ciencia, de las capacidades del ser humano o en las posibilidades de una humanidad frágil y dividida. Desde ahí, la cruz es derrota, fracaso o absurdo. La Vida, la auténtica Esperanza está en Cristo Resucitado. No intentes comprenderlo, no lo pienses, contémplalo, siéntelo en tu corazón: ahí está la fuente de la Misión. (Pasa a la página 2) La buena nueva para los más pobres Durante dos años he estado “evangelizando”, lo que para mí no ha sido otra cosa que vivir con otro, con otros mejor dicho, a la manera del Dios de Jesús. Aunque creo que para ser justo debería decir evangelizándome, pues sin duda alguna en ese vivir juntos me he enriquecido mucho más. Y una de las experiencias que más me ha marcado ha sido la convivencia con los hermanos musulmanes, como los llamaba Francisco de Asís, y todo lo que me han enseñado. Con ellos me he dado cuenta de que adorar a Dios (en Espíritu y en Verdad) es una forma de mirar, de sentir, de tocar, de hablar, de jugar, de reír, de sufrir…, en definitiva, una forma de vivir. Esto que os voy a contar quizás pueda ayudaros a comprenderlo. CURIOSAMENTE PIYER QUERÍA SER CATÓLICO Gureg-Bata es un lugar peculiar de la sabana del norte de Benín. Es una aldea donde todos los niños y niñas se llaman Job, Pablo, Marcos, Ana, Sara… y otros nombres bíblicos. Es uno de los pocos pueblos completamente cristiano, de la iglesia evangelista. En ese rincón perdido en el mapa había un muchacho, Pedro o, mejor dicho, Piyer que curiosamente quería ser católico. Cada domingo recorría a pie los siete kilómetros que separan su aldea de la comunidad ca- tólica más cercana para celebrar la palabra en una lengua que, además, desconocía. Al tener la oposición de todos, este deseo de ser católico le había supuesto la prohi- bición de encontrar mujer en su pueblo. Lo más valioso del campamento, el banjamín MARZO Y ABRIL 2011 Año XXX. Nº 223

La buena nueva para los más pobres - misionesafricanas.org 11.pdf · Con humildad y con la sencillez de un niño, con abnegación y entrega para ser siervos de todos, recorremos

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EN LA PAZ Y EN LA TENSIÓN FLUYE EL MISTERIO DE LA

PASCUANo se trata de explicarlo, ni siquie-

ra de comprenderlo. El Misterio se nos ofrece para contemplarlo, para penetrar en él y dejarnos invadir por esa realidad que nos supera y nos transforma. Cami-namos hacia la Pascua del Señor para vivir su muerte y su resurrección. Subi-mos a Jerusalén con Jesús. Sus clavos atravesarán nuestras manos y sus es-pinas arañarán nuestra cabeza; sangra-remos por sus heridas y viviremos con Él. Con humildad y con la sencillez de un niño, con abnegación y entrega para ser siervos de todos, recorremos el sendero que nos lleva hasta la cruz, árbol de sal-vación. La muerte perdió la guerra y la victoria le pertenece a la Vida.

Los pobres son dichosos por la fuer-za del misterio pascual. El misionero es feliz compartiendo esa pobreza, porque al perder la vida la encuentra. Cuanto más se desgasta y se desvive por los demás, más cerca de Cristo vive. En la sabana de Benín y en medio de la tensión de Costa de Marfil fluye el misterio de Pascua: dolor y dificultad que no ensom-brecen la luz de la resurrección. Al con-trario, abren la puerta de la esperanza en el triunfo definitivo de la Vida.

Es difícil encontrar razones para seguir esperando cuando éstas se buscan sólo en los resquicios del saber, de la ciencia, de las capacidades del ser humano o en las posibilidades de una humanidad frágil y dividida. Desde ahí, la cruz es derrota, fracaso o absurdo. La Vida, la auténtica Esperanza está en Cristo Resucitado. No intentes comprenderlo, no lo pienses, contémplalo, siéntelo en tu corazón: ahí está la fuente de la Misión.

(Pasa a la página 2) ➥

La buena nueva para los más pobresDurante dos años he estado “evangelizando”, lo que para mí no ha sido otra cosa que vivir con otro, con otros mejor dicho, a la manera del Dios de Jesús. Aunque creo que para ser justo debería decir evangelizándome, pues sin duda alguna en ese vivir juntos me he enriquecido mucho más.Y una de las experiencias que más me ha marcado ha sido la convivencia con los hermanos musulmanes, como los llamaba Francisco de Asís, y todo lo que me han enseñado. Con ellos me he dado cuenta de que adorar a Dios (en Espíritu y en Verdad) es una forma de mirar, de sentir, de tocar, de hablar, de jugar, de reír, de sufrir…, en definitiva, una forma de vivir.Esto que os voy a contar quizás pueda ayudaros a comprenderlo.

CURIOSAMENTE PIYER qUERíA SER CATÓLICO

Gureg-Bata es un lugar peculiar de la sabana del norte de Benín. Es una aldea donde todos los niños y niñas se llaman Job, Pablo, Marcos, Ana, Sara… y otros nombres bíblicos. Es uno de los pocos pueblos completamente cristiano, de la iglesia evangelista.

En ese rincón perdido en el mapa había un muchacho, Pedro o, mejor dicho, Piyer que curiosamente quería ser católico. Cada domingo recorría a pie los siete kilómetros que separan su aldea de la comunidad ca-tólica más cercana para celebrar la palabra en una lengua que, además, desconocía. Al tener la oposición de todos, este deseo de ser católico le había supuesto la prohi-bición de encontrar mujer en su pueblo.

Lo más valioso del campamento, el banjamín

Marzo Y abril 2011año XXX. Nº 223

2 - SMA - Sociedad de Misiones Africanas

➦ (Viene de la página 1)

JUNTOS qUERíAMOS ADORAR A DIOS

Como os he comentado, en estos dos años he considerado la tarea de evangelizar como un aprender juntos a adorar a Dios, a vivir según su voluntad, haciendo un po-quito mejor la vida de todos. Y así empecé con Piyer. Iba a su casa, donde todos eran evangelistas. Charlábamos y leíamos el evangelio. Poco a poco empezaron a unirse algunos más. Primero su hermano, luego un primo, un amigo… El grupo iba crecien-do, atraído por esa nueva forma de vivir:

- Es que en los evangelistas todo son normas y leyes, aquí hay algo distinto -me decían.

Pero la verdad es que durante el tiem-po que pasé en Gure-Gbata hubo siempre un gran respeto y una buena convivencia entre las dos “religiones”. Os confieso que al principio tenía miedo, pero pronto desapareció. Incluso cuando me quedaba allí a dormir, lo hacía en la casa del pastor evangelista.

SÓLO LOS PObRES SE ACERCAbAN

No obstante, había algo que me llamó mucho la atención. Todos los que poco a poco se iban acercando al grupo de cató-

licos pertenecían sin duda a los más po-bres del pueblo. Los grandes no querían desprenderse de sus riquezas y de sus po-deres. Comprendí entonces que el Evan-gelio es una buena noticia para los pobres,

La buena nueva para los más pobres

(Pasa a la página 3) ➥

Paco se sienta con los jóvenes de su edad

Los caminos que rodeaban la aldea

SMA - Sociedad de Misiones Africanas - 3

no porque ellos la necesiten más que los demás, sino porque las posesiones y las riquezas nos impiden ser verdaderamen-te humanos. El Evangelio es buena nueva para los pobres porque sólo ellos son ca-paces de vivir la auténtica felicidad.

ID POR TODO EL MUNDO

Pasaban los meses, la comunidad de Gure-Gbata crecía en tamaño y “sabiduría”, hasta que un día pasó algo que me dejó nuevamente desconcertado. François, mi compañero de Nikki, me dijo que fuéramos a visitar los pueblos de los alrededores, idea que comuniqué inmediatamente a Piyer y a sus amigos.

- ¡Claro que les gustará. Esto está lleno de pueblos que quieren ser católicos. Va-yamos a ellos, Paco! -dijo Piyer completa-mente entusiasmado.

Y nos dedicamos a recorrer en moto to-dos los caminos que rodeaban la aldea de Piyer. Si os soy, sincero os tengo que decir que yo me sentía muy incómodo, casi “vio-lento”. Mis ojos occidentales me miraban como un comercial que iba, evangelio bajo el brazo, a vender su “religión” a una gente

que vivía más o menos bien en sus casas sin nadie que les molestase, con sus cos-tumbres, sus religiones, sus fiestas…

DAR, qUE NO vENDER

Pero Piyer no. Él estaba convencido de que aquello que había empezado a vivir con sus amigos en Gure-Gbata era lo mejor que jamás le había ocurrido, y que sus “herma-nos” debían conocerlo porque aquello era lo mejor para todos. Sí, Piyer estaba mucho

más convencido del evangelio que yo, era muchísimo más misionero que yo.

Y así íbamos los dos en la moto, reco-rriendo la sabana y visitando pueblos que de ninguna otra manera hubiera encontra-do. Llegábamos, saludábamos, nos sentá-bamos y bebíamos y comíamos lo que nos ofrecían. Piyer nos presentaba y rápida-mente decía:

- Somos de Jesús. Traemos alfabetiza-ción, pozos y el Evangelio –así, sin más.

Nunca pedíamos nada a nuestros di-versos anfitriones: musulmanes, seguido-res de la religión tradicional, cristianos de otras confesiones….

Y la verdad es que su acogida, sim-patía, cariño y sonrisas desmontaron por completo toda mi sensación y prejuicio de comercial violento. Es más, con el tiempo aquellos hombres se convirtieron en mis mejores amigos, maestros y compañeros.

Imagino que un blanco en una moto por aquellos caminos perdidos y el entusiasmo evangélico de Piyer no pasaron desaperci-bidos, y pronto empezaron a también a lla-marnos de otros lugares.

La buena nueva para los más pobres

Paco rezando en una capilla

➦ (Viene de la página 2)

Almudena conversa com mujeres en la fiesta

4 - SMA - Sociedad de Misiones Africanas

La vaca de la amistad

(Pasa a la página 5) ➥

SEREMOS AMIgOS PARA SIEMPRE

- Me ha dicho un viejo peul que vayamos a verlo, Paco, -me dijo Piyer un día sin dejar-me apenas tiempo para bajarme de la moto.

Los peul son un pueblo “noble”, orgu-lloso de sus costumbres, pastor y amante de las vacas y muy musulmán.

Cuando llegamos a la casa del viejo, nos recibió un hombre con aire “señorial”. Contrastaba un poco con la austeridad de la casa: apenas un par de chozas y unas pocas cabras.

Nos sentamos, tomamos la papilla peul (una mezcla de leche, harina de mijo y agua) y escuchamos a nuestro anfitrión. Nos contó que antaño había sido un hom-bre rico, debido a su rebaño de vacas, ¡casi 200 cabezas! Pero hacía algún tiempo que se había visto obligado a “emigrar” a aque-lla casa solitaria con su mujer, sus hijos, unas pocas vacas y un puñado de ovejas y cabras.

- ¿Y el gran rebaño? -le pregunté.

- Se murieron muchas vacas. Ahora me quiero dedicar a criar ovejas y cabras, pero no tengo agua cerca. Constrúyeme un pozo -me pidió al cabo de un rato.

- Yo no puedo hacerte un pozo. No ten-go dinero.

- ¿No? ¿Entonces por qué has venido? ¿Qué haces con toda esta gente?

- Vengo porque son mis amigos, porque Dios me ha traído y ahora intentamos vivir jun-tos de una manera que sea buena para todos.

Antes de irme, se dirigió a mí en un tono solemne.

- Tú vienes aquí porque nos quieres, por-que quieres ser nuestro amigo. Pues yo voy a enseñarte el mayor signo de amistad que tie-ne mi pueblo, el pueblo peul: voy a atarte una vaca. Y así seremos amigos para siempre.

HAbbANAI’E: ATAR UNA vACA

Al principio estaba un poco desconcer-tado. “¡Atar una vaca!”. No terminaba bien de comprender qué significaba aquello ni tampoco lo que tenía que hacer. Así que, cuando llegué a casa, me puse a investigar con mis compañeros y amigos peul qué era aquello de atar una vaca.

Os cuento que el habbanai’e (que así se llama esa costumbre) lo usan los peul para mostrar la amistad entre dos personas.

Y la verdad es que es algo curioso. La vaca atada se queda inicialmente en el re-baño del que la ofrece, aunque ya pertenece al amigo que ha sido obsequiado. Cuando el animal pare un ternero o ternera, el due-ño puede recogerla y llevársela, porque la cría ocupa el lugar de la madre en el rebaño inicial.

Con el tiempo aprendí también que a ve-ces se utilizaba esta tradición para ayudar a alguien cuando, por alguna desgracia, per-día sus vacas. Los amigos le ataban vacas en sus rebaños para que pudiese volver a empezar de nuevo. Así, el habbanai’e era una manera de ayudarse unos a otros en situa-ciones difíciles. Una especie de seguridad social africana.

Fueron muchas las veces que fui a ver al anciano peul después de aquel día. Él insistía mucho en que fuéramos. Me gustaba hablar con él y con su mujer. Un día nos pidió que la próxima vez fuésemos por la mañana. Al llegar, con cierto aire solemne, nos estaba esperando con su pequeño rebaño.

Me enseñó todas y cada una de las reses. Me explicaba las razas, sus características y lo que pensaba hacer con cada animal.

- Este es muy grande -señalé asombrado por el tamaño del animal.

SMA - Sociedad de Misiones Africanas - 5

➦ (Viene de la página 4)

La vaca de la amistad

Dia de fiesta

el imán bendijo la kola y la fue repartiendo, junto con el dinero, entre algunos de los pre-sentes.

Las mujeres mientras tanto charlaban, se vestían, preparaban algo de comida y los niños corrían de un lado para otro. Se habían puesto, además, guapísimos y se peleaban por salir en las fotos.

En un momento de la ceremonia, el imán le preguntó al viejo:

-¿No han escogido nombre?

El respondió que no, pero yo al enterar-me le dije a François:

- ¡Rápido, un nombre para la vaca!”

- Alla hokki (que significa: Dios la ha dado) -me dijo.

Todos se quedaron asombrados al oírlo y mi viejo nos miró con una sonrisa; efec-tivamente había sido Dios el que nos había unido, el que me había hecho ir allí, el que le había hecho acogerme, el que nos había juntado a todos allí aquel día. En definitiva, el que había dado la vaca.

Paco Moreno

- Sí, es una raza especial. Con el dinero que me den por él, iré el año que viene a la Meca.

Luego, uno de sus hijos se puso a orde-ñarlas y él me indicaba cómo se hacía.

- Así. Usando sólo el pulgar y el índice.

Me dio a beber la leche recién ordeñada y con algo de timidez me invitó a que yo también ordeñase. Y lo hubiera hecho de no haber sido por uno de sus hijos que obser-vaba sonriente todo aquel ritual, sentado a la sombra de un árbol.

- ¡No, papá! Una vez vi a un blanco acer-carse a una vaca y la vaca se asustó.

Finalmente, me senté y mi anfitrión se dirigió a un animal que aún no me había mostrado. Mientras otro de sus hijos la su-jetaba, él me enseñó sus dientes:

- Esta es tu vaca. Está sana. Dentro de un año más o menos tendrá su primera cría.

Se sentó con nosotros y terminamos aquella bonita mañana compartiendo la papilla peul. “¿Y ahora qué se hace?”, me preguntaba yo.

- Ahora hay que pensar en bautizarla -me dijo Piyer.

EL bAUTIZO DE LA vACA

Pasó mucho tiempo desde aquel día hasta el famoso “bautizo”. Habían llegado el verano y las lluvias. Pero cada vez que podía iba por allí, a ver a Piyer, al viejo y al resto de amigos.

Poco a poco me fui informando de cómo se hacía el bautizo de una vaca en la cos-tumbre peul. Básicamente tenía que llevar sal para el animal y kola, símbolo de la re-conciliación, muy usada en las ceremonias musulmanas de aquel rincón de África.

Se fijó el día del bautizo.

- Trae a tus amigos y yo llamaré a los míos. Venid el miércoles cuando el sol esté encima de las cabezas. Y allí fuimos.

Ese día, había muchísima gente: mis ami-gos, los suyos, el alcalde de la zona, el pastor evangélico y el imán que ofició la ceremonia.

Colocaron la kola, la sal y otros regalos en el centro de una esterilla. Sobre una cala-baza la gente fue dejando dinero. Después de una larga plegaria en árabe muy respondida,

6 - SMA - Sociedad de Misiones Africanas

Ayudar, curar, educar, compartir, evangelizar.

Su donativo apoyará lasactividades de la Sociedad de

Misiones Africanas:

* Un don de 40 e permite a un misio-nero cubrir los gastos de transporte de 2 semanas.

* Un don de 60 e permite acoger 8 jóvenes en dificultad durante un mes

* Un don de 80 e permite a dos niños ir al colegio durante un año

* Un don de 150 e permite arreglar el tejado de un aula

* Un don de 250 e permite habilitar una capilla de un pueblo

Si desea colaborar con la Sociedad de Misiones Africanas puede hacerlo en la siguiente cuenta del Banco Santander

CCC - 0049 - 1828 - 26 - 2310169040O rellenando y enviándonos el siguiente formulario:Deseo colaborar con la SMA.Nombre: ––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––Apellidos: –––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––Dirección: –––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––Población: ––––––––––––––––––––––––––––––––– C.P.: –––––––––––––––––––––––Provincia: –––––––––––––––––––––––––Nif: ––––––––––––––––––––––––––––––––Deseo colaborar con la cuotao 100 e o 60 e o 30 e o 12 e o 6 eo Otra cantidad ––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––– e

Deseo colaborar con la aportación única de –––––––––––––––––––––––––––– e

puede hacerlo en

Sr.Director le agradeceré que, con cargo a mi cuenta, atienda los recibos que periódicamente le presentará S.M.A.Nombre y firma del titular:

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El 10 de abril de 2011, en la playa de Ouidah, responderemos a la invitación de Mons. A. Ganyé, presidente de la Conferen-cia Episcopal de Benín: “La Iglesia Familia de Dios en Benín se alegra y da gracias a Dios por los 150 años de evangelización continua y extensiva comenzada por los Padres de la Sociedad de Misiones Africanas. Les in-vitamos a participar en esta celebración del aniversario de la llegada de los primeros mi-sioneros SMA. La presidirá el Cardenal Bar-barin, Arzobispo de Lyon, el domingo, 10 de abril de 2011; nos encantará recibirlos como invitados.

Un grupo de 12 peregrinos seglares de España se han desplazado a Benín para co-nocer la misión de la SMA y participar en esta celebración junto con nuestros misio-neros de Benín.

El programa es el siguiente:• Laprimerasemanadeabril,estancia

en una misión y contacto con el trabajo de los misioneros.

• Elsábado,9deabrilporlanoche,ve-lada en la Basílica de Ouidah

• El10deabrilde2011,enlaplayadeOuidah, celebración del aniversario del des-embarco.

• El 11 de abril, en Calaví, encuentrocon todos los misioneros SMA.

Peregrinación a Ouidah (Benín)

IV Festival Misionero SMACaminando de Benín a níger

Personas, encuentros, mucha feFecha: 21 de Mayo de 2011. Hora: 17.00h.

Lugar: Parroquia de Santa RosaliaParroquia SANTA ROSALÍA, Calle Pedroñeras nº 13 (28043)

Madrid Metro CANILLAS, Línea 4.

Fiesta del Calendario SMA de AndalucíaEl sábado, 28 de mayo, a las 10 horas

en la sierra de Huétor, Zona de Acampada “Florencia”.

SMA - Sociedad de Misiones Africanas - 7

En la casa de mi Padre hay un lugar para todos (Jn 14,2)

Rezamos por nuestros difuntos.basilisa garcía, el 27 de enero del 2011,en vitoria; Luis Ignacio Fernandez de Troconiz Uriarte, el 16 de febrero del 2011,en bilbao; gloria vergara el 20 de febrero 2011, en Madrid; María Fernández, el 26 de febrero de 2011, en Madrid; José Martín Rosales, el 4 de marzo 2011, en los Ogíjares (granada); Ignacio gil garcía, el 22 de marzo del 2011,en vitoria; Engracia Mendoza, el 25 de marzo del 2011, en vitoria; Demetrio Recio gallego, el 29 de Marzo de 2011, en Madrid.

Los primeros miércoles de mes, en nuestra casa de Asura, celebramos la Eucaristía por nuestros amigos y colaboradores difuntos.

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Orantes para la misiónDesde Costa de Marfil

Desde el jueves estoy en Korhogo. Tuve que bajar este domingo a Abidjan en busca de dinero y material para la guardería. Antes de llegar a nuestra casa regional en Abidjan tuve que pasar diez controles de “jóvenes patriotas”, alguno de ellos enmascarado, armados con estacas y machetes. Se en-furecían al verme y me insultaban porque Sarkozy y los blancos estábamos matando a los negros. Al ver que era sacerdote y que no respondía a las provocaciones me dejaron pasar, e incluso me pedían la ben-dición.

Pero, en uno de estos controles, mien-tras hablaba con el responsable, un joven abrió la puerta lateral, justo detrás de mí y comienzó a registrar mi bolsa de viaje. En-contró un sobre con más de cien euros que tenía medio olvidado y que guardaba para los primeros gastos de mi vuelta a España. Mu-

cha gente se dio cuenta de que me robaba y le pidieron que me los devolviera. Se liaron en una pelea y logró escapar con ese dinero. Lo persiguieron, lo atraparon y se lo llevaron a la gendarmería, donde lo encerraron en el calabozo. “No se juega con la patria”, me dijeron sus responsables, “servirá de escar-miento”. Al día siguiente, volví a pasar por los controles y me decían: “Perdone, padre por lo de ayer”.

Pero la situación en Costa de Marfil es lamentable: se ven coches carbonizados, casas con paredes quemadas. En el Banco, un sitio donde se lava la ropa, vi este martes un hombre muerto en medio de la carretera. Eran las tres de la tarde.

Hay que añadir los miles de personas que huyen de la ciudad porque no votaron a Gbagbo, no son de su partido. Hay chiva-tazos, ajustes de cuentas, envidias, vengan-zas personales. Al bajar a Abidjan y subir a Korhogo se ven caravanas de coches parti-culares, autobuses, camiones, en dirección a Bouaké y a Korhogo. Nunca había visto tal cantidad de vehículos circulando hacia

el norte repletos de niños y mujeres. Esta-mos viviendo un auténtico éxodo, Abidjan se está vaciando. Aquí llegan desplazados y hay que ayudarles. Acabo de hablar con los de Caritas diocesana y me dicen que son más de 800 las familias que han censado, o sea más de 4000 personas que han llegado a Korhogo.

Al llegar, me encuentro con que han cor-tado la luz y el agua en toda la región, pero me aseguran que es una avería técnica y que durará diez días. Ya llevamos tres. Teníamos alguna reserva de agua en el depósito, a ver si aguantamos. Tengo pensado comprar un motor más potente que el que tenemos para poder sacar agua del pozo. La gente nos lo está pidiendo.

Por lo demás seguimos trabajando, no os preocupéis. Hay que ser un buen testigo.

“Me hiciste pasar por peligros,muchos y graves: de nuevo me darás la vida, me harás subir de lo hondo de la tierra.” (Del salmo 70).

Carta de Ramón Bernad

Edita: SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS S.M.A. Director: José Ramón Carballada. Redacción: Pepe Ferrer y Almudena Marí. Administración: Ángel Espuela. Suscripción: 4 e.C/. Asura, 34 - 28043 MADRID · Tel.: 91 300 00 41 • Fax: 91 388 56 58. · E-mail: [email protected] · www.misionesafricanas.org · Dep. Legal. M-38.305-1983

Para todas las actividades llamar al 91 300 00 41 o enviar un mail a la siguiente dirección: [email protected]

Anacardo: el ciruelo de África

USO E IMPORTANCIA

El ciruelo de África es muy utilizado por las poblaciones rurales de la mayoría de la sabana. Su fruto es muy rico en vitamina C y se puede consumir fresco, en zumo o fermentado para la elaboración de bebidas alcohólicas.

Las almendras son una excelente fuente de proteínas (entre el 28 y el 31 %), de acei-te (del 56 al 61%), de magnesio, de fósforo y de potasio. Además, es necesario resaltar otros elementos que convierten esta semi-lla en uno de los mejores aportes nutricio-nales de África; entre otros, figuran algunos oligoelementos y vitaminas como el hierro, el calcio, el cobre, el zinc, la tiamina, y el ácido nicotínico.

Las almendras pueden comerse direc-tamente o ser prensadas para la extracción del aceite destinado a la cocina o a la in-dustria cosmética. Las hojas sirven de pas-to para el ganado y la corteza del tronco y las raíces se emplean en la fabricación de remedios medicinales.

vALOR SOCIO-ECONÓMICO

El anacardo es un árbol de gran valor y to-das sus partes son comestibles directamente o cocinadas. Los niños son los que mayor-mente se benefician durante los dos o tres meses que dura la recolección, aprovechando la maduración del fruto.

Una vez machacada la almendra para ex-traer la semilla, ésta se tuesta o se reserva para el aceite. Es muy apreciada y se encuen-

tra con facilidad en los mercados tradiciona-les, así como en los comercios de las grandes ciudades.

En África del Oeste el anacardo pertenece a las diez especies de árboles de mayor renta-bilidad en la economía familiar. Sus usos son muy variados y van más allá de la alimenta-ción o la farmacopea. Sus ramas secas son un excelente combustible y su madera se utiliza en la construcción, así como en la fabricación

de esculturas artesanales. Incluso las cenizas y la resina sirven como tintes.

ECOLOgíA Y bIOLOgíA

El ciruelo africano, como se le conoce co-múnmente, se encuentra, sobre todo, en las regiones áridas o semiáridas, tanto en regio-nes costeras como en praderas arbóreas hasta unos 1600 metros de altitud, sobre limo fino y arenoso o vertientes rocosas.

Llama la atención en medio de matojos y maleza esos campos de árboles alineados con sus copas redondeadas y de ramas la-cias, caídas y cubiertas de hojas, que esconden el tronco, como si lo protegieran de curiosos. Al principio, sus pequeños frutos se confunden con el verde de la fronda, pero el tiempo los volverá amarillos, rojos y deliciosos. Una almendra decora la fruta, como si una lágrima en forma de alubia no se decidiera a caer. El fruto no la recubre, tan sólo la sujeta, pero su cáscara verdosa y tóxica la defiende con celo.

Los frutos del anacardo