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La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis de contenido 2001-2004 1 Por Ricardo Sucre Heredia Para A.C. Liderazgo y Visión Proyecto Auto Comprensión de Venezuela 2 Caracas,11 de diciembre de 2005 (Versión final) 1 Foto de la revista Le Point 2 Según la legislación vigente (Ley sobre Derecho de Autor publicada en la Gaceta Oficial Nº 4.638 del 1º de octubre de 1983), el autor cede ilimitadamente y por toda su duración, el derecho exclusivo de explotación de los derechos de autor del reporte realizado a El Cliente. De la misma forma, el autor se compromete a no divulgarlos en forma total o parcial con fines comerciales o de lucro. De acuerdo al derecho moral que tiene todo autor sobre su obra, El Cliente deberá hacer reconocimiento explícito a el autor en caso de citas o de la publicación parcial o total de este trabajo

La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

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Page 1: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis de contenido 2001-20041

Por Ricardo Sucre Heredia

Para A.C. Liderazgo y Visión

Proyecto Auto Comprensión de Venezuela2

Caracas,11 de diciembre de 2005 (Versión final)

1 Foto de la revista Le Point 2 Según la legislación vigente (Ley sobre Derecho de Autor publicada en la Gaceta Oficial Nº 4.638 del 1º de octubre de 1983), el autor cede ilimitadamente y por toda su duración, el derecho exclusivo de explotación de los derechos de autor del reporte realizado a El Cliente. De la misma forma, el autor se compromete a no divulgarlos en forma total o parcial con fines comerciales o de lucro. De acuerdo al derecho moral que tiene todo autor sobre su obra, El Cliente deberá hacer reconocimiento explícito a el autor en caso de citas o de la publicación parcial o total de este trabajo

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RESUMEN EJECUTIVO El trabajo hizo un análisis de contenido de los mensajes anuales del Presidente Hugo

Chávez a la nación, en el lapso 2001-2004, para aproximar cómo el Jefe del Estado entiende la idea de la política. El trabajo halló dos cosas sugerentes. La primera, desde el punto de vista del contenido. La segunda, desde el plano de la forma.

Acerca del contenido, la investigación concluyó que el pensamiento del Presidente de la República con respecto a la política es opuesto a la idea de la democracia entendida como pluralismo. Chávez asume la democracia desde la dimensión exclusiva de cuántos participan –el concepto republicano- pero no asume la idea de la diferencia, de los intereses, de la presencia de múltiples centros de poder, de los límites del poder; en suma, la concepción liberal de la democracia. Es un pensamiento que ve a la política de manera monocrática y no policrática. Es un centro que orienta y articula a la sociedad, bajo la idea del “poder nacional” y un “concepto estratégico de la nación”. Desde este punto de vista, es un planteamiento nacionalista-desarrollista que se centra en la idea del país fuerte, poderoso, respetado, el cual, al mismo tiempo, tiene un sistema que distribuye el excedente petrolero para lograr una igualdad social a través del gasto público, financiado por la sociedad vía impuestos y los ingresos petroleros.

En síntesis, para Chávez, desde el punto de vista político, hay un centro, cual cabeza que dirige al cuerpo, y que le da a éste la libertad para tomar decisiones –el empoderamiento, darle poder al pueblo, o la desconcentración en vez de la descentralización- pero dentro de unos límites ya definidos desde arriba, desde el poder. Es una libertad determinada ex ante. El eje es el control de la sociedad para hacer realidad el proyecto político nacional. Si se asumen las categorías usadas por Arturo Sosa para hablar de las ideas políticas en Venezuela, la noción de política del Primer Mandatario se encuadra en el “republicanismo purificador” y se opone al “civilismo democrático”.

Este hallazgo abre reflexiones sugerentes. La primera, si la concepción política del Jefe del Estado es el control y sólo permite márgenes de acción definidos previamente por el centro ¿Cómo lograr un juego político equilibrado con el Presidente? Esta interrogante es clave porque su respuesta indica qué tipo de acción política es recomendable para, en este caso, la oposición ¿Tiene sentido el juego electoral, por ejemplo, cuando la vocación de control social que tiene el gobierno es inmodificable? ¿Tiene sentido hablar de diálogo cuando la tendencia es hacia una monocracia en lo político? ¿Es posible un Chávez moderado o lo que es viable son grados de velocidad para imponer la hegemonía? Es decir, lo único “negociable” con el gobierno es la velocidad en que el control se consolida, pero no la idea del control social en sí. Así las cosas ¿Cuál es el comportamiento político para la oposición? Tal como se plantea el argumento, la situación parece un juego suma-cero. Un conflicto existencial y no agonal. Aunque responder a estas preguntas escapa a los objetivos del trabajo, lo que parece ser cierto es que la moderación de Chávez parece estar relacionada con la fuerza política del adversario del momento. En la medida que el contendor al “proceso” construya una correlación de fuerzas sociales a su favor, el chavecismo puede ser moderado. El punto, entonces, es cómo construir fuerza política en un momento en que nadie apuesta a una perspectiva de largo plazo.

Otra reflexión se refiere a la cultura política. El Jefe del Estado no favorece una democracia liberal, pero ¿Y la sociedad? Se afirma que la sociedad venezolana es democrática pero ¿Cuál tipo de democracia? En el estudio de la cultura política desde el plano de la psicología social, el trabajo pionero de Maritza Montero, “Ideología, identidad y alienación nacional” (1984), revela que nuestra “personalidad política” se caracteriza, entre otros atributos, por una tendencia autoritaria, entendida como la opresión al débil y el sometimiento al fuerte ¿Chávez modela valores autoritarios que ya estaban presentes en la sociedad venezolana o es creador de

Page 3: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

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nuevos valores autoritarios, que a su vez transforman al cuerpo social, porque caen en suelo fértil? Esto plantea un debate que no es nuevo en la historia de Venezuela ¿Es posible un modelo democrático-liberal en nuestro país? La experiencia de Punto Fijo demostró que sí es posible. Pero también reveló que si ese modelo no se actualiza y no se alimenta de unas sólidas prácticas democráticas y económicas –salir del rentismo- la aparición de arquetipos autoritarios es una posibilidad. Estos conviven con valores democráticos y, ahora, parece que se han revitalizado una vez ocurrido el naufragio de Punto Fijo como modelo de organización política ¿Realmente al país le interesa la alternabilidad en el poder o puede conformarse con una persona que “mande” de forma indefinida? El punto es ¿Cómo tener instituciones políticas que sean adquiridas por nuestra cultura política? Porque ahora regresamos a una idea personalista de la política, concentrada en una figura a la que se le atribuyen poderes excepcionales, que es lo que define al liderazgo carismático.

Desde el punto de vista de la forma, si el objetivo es construir un centro que sea el eje de la sociedad, hay que justificarlo en el discurso político. No se dice “todo el poder para Chávez” aunque sí se habla de lograr 10 millones de votos para las elecciones presidenciales de 2006 o que el Jefe del Estado gobernará hasta el 2030, pero esto “saldrá del pueblo”. Es necesario construir la justificación política del control del poder y esta es que Chávez encarna al pueblo. El es el pueblo y el pueblo es él. Los dos se mimetizan. Tal vez esto explique por qué definir ideológicamente al chavecismo es complicado, porque es todo y es nada al mismo tiempo. Porque lo único claro como meta es la consolidación del poder, la acumulación del poder en su figura –que el Presidente Chávez busca justificar al decir que él no acumula poder, sino que es sólo una persona más– y esto sugiere que al chavecismo hay que analizarlo desde el plano de la ideología entendida como falsedad, como falsa conciencia, en el sentido marxista, en lo que se oculta, en lo que no se muestra; en la naturalización de intereses que no son de la sociedad pero se persuade que sí lo son, y por eso el empleo de cualquier doctrina, idea, o sentimiento apropiado al momento: los pobres, la igualdad, el ALCA, la integración del Sur, el ALBA, la justicia, el nacionalismo, el “imperio”, la soberanía, o cualquier otra cosa que haga posible esconder la verdadera intención que es construir un poder de tipo concentrado y unidimensional.

Con esto no se quiere decir que el Jefe del Estado no tenga una ideología definida. La tiene. Básicamente, la igualdad para evitar las diferencias, que generan el caos social, lo que afecta a un orden político que, por definición, debe tender al “equilibrio del universo”, sino que esa ideología pasa por la consecución del poder –que es una fijación muy clara del Jefe del Estado, y que la ve como fundamental para lograr ese “equilibrio del universo”, que hará posible la paz “perpetua” y universal, al suprimir las diferencias- y esto es lo que se oculta con doctrinas e ideas, para hacerlo invisible ante el público. El poder se controla al decir que se hace participativo y protagónico Lo que en verdad quiere decir Chávez es que para lograr la igualdad, hay que concentrar el poder en el Estado el cual, a su vez, es él, ergo, acabar con la desigualdad es darle todo el poder a Chávez quien, al mismo tiempo, encarna al pueblo. Eso es lo que no se dice, pero lo que efectivamente se está haciendo dentro de Venezuela.

La reflexión que abre este segundo hallazgo es que para hacer contrapeso al discurso que busca, sin decirlo, el control de la sociedad, es descubrir este discurso. Es diseccionarlo. No es simplemente criticarlo, sino quitar el velo a la falsa conciencia y mostrar su verdadero rostro. Es mostrarlo. Es desnudar al discurso. Es la toma de conciencia de las desigualdades que tiene la persona, que hacen posible la ruptura con la falsa conciencia y la opresión ¿Cómo construir un discurso que revele ante el público este falseamiento? Es la pregunta que aparece de esta reflexión, y que parece ser una constante en los estudios políticos venezolanos.

Si se logra persuadir al público de la falsa conciencia que ha aceptado y que ha sido inoculada por el discurso presidencial, puede comenzar un espacio que alimente el debate

Page 4: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

4

político entre los actores del gobierno y de la oposición para llegar a un crudo pero realista punto: o coexistimos o nos matamos. Cuando el “dominado” toma conciencia de la “dominación”, comienza un proceso de liberación que lo ayuda a emanciparse y recuperar mayores niveles de autonomía en un espacio de libertad. El reto en Venezuela es cómo lograr la toma de conciencia política y la respuesta, con base en los hallazgos del análisis, es mostrar lo que esconde el discurso oficial.

Del “desarrollismo consensuado” al “socialismo sin consenso”, es el paso desde el punto de vista de los contenidos de la política manejados por Hugo Chávez, en el lapso 2001 al 2004.

Page 5: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

5

“Es imposible hoy asaltar el Palacio de Invierno sencillamente porque

éste ya no existe, ni como figura emblemática, ni como método de lucha

política, ni como marco geopolítico de la lucha social. Las estrategias del

pasado no sólo han perdido sentido y racionalidad, sino que incluso el

marco conceptual que las sostenía se ha desvanecido(…)De esta forma,

si aún queda lugar para la izquierda en la escena política

latinoamericana, la misma tendrá que asumir con realismo la

complejidad de la coyuntura mundial y regional. Lo que es más

importante, la izquierda deberá aprender a constituir una fuerza política

convencida de la tolerancia democrática y el pluralismo, como

condiciones ambas de su presencia histórica y eficacia política”

Wilfredo Lozano (2005), La izquierda latinoamericana en el poder.

Interrogantes sobre un proceso en marcha

“ce qui constitue la République, c’est la destruction totale de ce qui lui est

opposé”

Saint Just3

“Uno tiene que tener claro cuales son sus convicciones y, con base en ellas, vivir su vida”

Isaac Chocrón (entrevistado por Milagros Socorro, El Nacional, día 23-9-05)

3 “Lo que constituye la República es la destrucción total de aquello que se le ha opuesto” (C. P. Dávila, 1992: 59)

Page 6: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

6

INDICE

UNA NOTA PERSONAL 12

INTRODUCCION 17

MARCO REFERENCIAL 26

1. ¿Qué es el chavecismo? 26

1.1 El problema de los orígenes 26

1.2 ¿Un gobierno democrático y de izquierda? 40

2. La política en los textos del chavecismo 54

2.1. El Programa de 1998 54

2.2. El Plan Económico y Social de 2001 57

2.3. El Nuevo Mapa de 2004 60

MARCO METODOLOGICO 68

1. Planteamiento del problema 68

2. Proposición 68

3. Objetivos de la investigación 68

3.1 Objetivo general 68

3.2 Objetivos específicos 68

4. Método de análisis 68

5. Confiabilidad y validez 70

6. ¿Por qué el análisis de contenido? 70

RESULTADOS 75

1. Análisis descriptivo 75

1.1. El comportamiento de las categorías 75

1.2. El pueblo y yo 107

2. Análisis con el TAMS 112

2.1. ¿Cómo se define el orden político? 112

2.2. El orden político en general 118

Page 7: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

7

DISCUSION Y CONCLUSIONES 124

A MANERA DE EPILOGO 132

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 133

ANEXOS 139

Page 8: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

8

INDICE DE CUADROS

Cuadro 1

Frecuencias en categorías seleccionadas

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 76

Cuadro 2

Medias en las frecuencias en categorías seleccionadas

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 77

Cuadro 3

Palabras asociadas a la expresión Gobierno

Cinco primeras menciones (con sus frecuencias)

Mensajes anuales 2002-2004

Pág. 96

Cuadro 4

Comportamiento valores políticos

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 100

Cuadro 5

Comportamiento valores políticos

Porcentaje por línea

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 100

Cuadro 6

Comportamiento valores políticos

Porcentaje por columna

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 101

Page 9: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

9

Cuadro 7

Porcentajes por línea

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 102

Cuadro 8

Porcentajes por columna

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 103

Cuadro 9

Categorías que totalizan 50 por ciento (primeras menciones)

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 104

Cuadro 10

Factores obtenidos a partir de los contenidos

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 106

Cuadro 11

Frecuencias menciones Pueblo y Yo

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 108

Cuadro 12

Porcentajes por línea menciones Pueblo y Yo

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 108

Cuadro 13

Porcentajes por columna menciones Pueblo y Yo

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 110

Page 10: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

10

Cuadro 14

Palabras asociadas a Pueblo (con sus frecuencias)

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 111

Cuadro 15

Palabras asociadas a Yo (con sus frecuencias)

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 112

Cuadro 16

Representación proposicional de las ideas más relevantes de los mensajes anuales (2001-2004) acerca del orden político

Pág. 122

Page 11: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

11

INDICE DE GRAFICOS

Gráfico 1

Menciones hacia el Pueblo y Yo

Mensajes anuales 2001-2004

Pág. 109

Page 12: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

12

UNA NOTA PERSONAL

Pese a la aparente “normalidad” que se muestra en el país, Venezuela es una sociedad que

sigue polarizada. Pero es una polarización “a la venezolana”. Es decir, se aparenta que no

existe, pero existe. Está presente en la cotidianidad. Y la investigación social no va a ser la

salvedad a esta división. De manera que este trabajo está dentro de la polarización que

experimenta nuestra sociedad. Hice esfuerzos para mantener el equilibrio en la investigación

mediante el desarrollo de un método de trabajo, la consulta de referencias para fundamentar

teóricamente este reporte, y la existencia de una “caja de resonancia”, con lectores muy

calificados que leyeron el manuscrito4. Sin embargo, no creo que la “neutralidad” haya sido

totalmente lograda, y es que la dinámica del país conspira contra cualquier intento de

ponderación, mucho más si se trata de examinar lo político. Las palabras de Horowitz (1979:

85. C. P. Barrios Ferrer, s/f: 37), al comentar el clima para los análisis sobre Cuba –país con el

cual el gobierno de Hugo Chávez estrecha cada vez más vínculos políticos5- también se aplica,

con las notables diferencias entre una realidad y otra, a Venezuela:

“El intento de brindar un análisis sociológico en un área cargada

de pasión ideológica no es una tarea sencilla en la mejor de las

circunstancias. Cuando se trata de Cuba, la tarea se torna más

complicada debido al amargo choque del patriotismo, del

nacionalismo, las relaciones entre las grandes potencias, y, entre

paréntesis, el hecho de que la población cubana esté integrada por 7

millones que viven en el país y un millón de exiliados. La posibilidad

de incurrir en hipérbole está siempre presente en cualquier análisis

sobre Cuba, tanto por la inclinación del régimen cubano como por la

actitud de sus opositores en el extranjero al dar a la publicidad

pronunciamientos exagerados, consignas sin sentido, expectativas

incumplidas y exhortaciones banales. Insistir en que la tarea analítica

debe proseguir aún en ese clima, y en que la caracterización empírica

sigue siendo posible, incluso necesaria, bajo tales condiciones puede

por sí solo atraer odio” 4 La profesora (USB), Colette Capriles, el profesor (UCV), Guillermo Aveledo, y al equipo de lectores de Liderazgo y Visión (Felipe Benites, Roberto Casanova, Alonso Domínguez, Ramón Muchacho, y Gerver Torres), a quienes el autor agradece profundamente por sus agudas y sinceras observaciones que, en la medida de lo posible, se incorporaron en las versiones corregidas de este trabajo 5 En nuestro país se habla de una nueva entidad, metafórica, pero que dice mucho: venecuba. En el hospital Barrio Adentro en Fuerte Tiuna –“el hospital de los cubanos”, como se le conoce- hay una foto de Chávez y Castro con la inscripción, “Venezuela y Cuba, una sola nación”

Page 13: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

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¿Por qué afirmo esto? Sencillamente, porque el diseño del trabajo y la búsqueda teórica

estuvo orientada hacia un área en particular, que para un observador externo puede estar

sesgada: las formas de gobierno hegemónicas. Aquí entran una serie de tipos de gobierno que

van desde el totalitarismo hasta las democracias delegativas. No partí de una búsqueda desde

la democracia, aunque considero que el gobierno de Hugo Chávez es una democracia y él un

Presidente legítimo; pero un tipo especial de democracia: una democracia cada vez más

iliberal, que busca justificarse con unas características políticas propias bajo la idea de la

“excepcionalidad petrolera venezolana” (López Maya, 2004: 9; Rodríguez, 2005: 2-3) las que,

eventualmente, pueden convertirla en una democracia que sólo elija pero en la que no haya

diálogo, tolerancia, controles, ni equilibrios políticos. En otras palabras, que no exista pluralidad

ni alternabilidad, sino un centro, una hegemonía6 que lo concentra todo. Que de una

democracia evolucionemos hacia una monocracia.

Posiblemente, si este trabajo se hubiese hecho al comienzo del gobierno de Chávez, esta

nota personal no existiría, o de existir, tendría otras palabras. Aunque el Ejecutivo no es amigo

de usar las formas institucionales desde que asumió el poder en febrero de 1999, existía un

juego político –con desventajas muy grandes para la oposición democrática- pero que

promovía en el gobierno el uso de ciertas maneras democráticas para consolidar su idea de

país7. No obstante, la aparición de lo que podría llamarse una “oposición insurreccional” a

finales de 2001, llevó al trasto este juego político, y el objetivo de aquélla era derrocar al

Presidente8. En ese contexto, al Jefe del Estado le asistió el derecho a ejercer su Presidencia

de manera democrática y no ser derrocado, por lo que era esperable que la “política

insurreccional” fracasara, como efectivamente ocurrió.

Pero esto cambia en 2004. De la “oposición insurreccional” se pasó al “gobierno

6 Por hegemonía se va a entender el primer significado sugerido por Pérez Campos (1998: 97), “(…)Hegemonía con dominio, destacando el aspecto coactivo respecto del persuasivo, la fuerza ante la dirección, la sumisión de quien es hegemonizado respecto de la legitimación y el consenso”. El Pacto de Punto Fijo fue también una hegemonía, pero cercana al segundo sentido que sugiere Pérez Campos, “(…)Que ve en la hegemonía la capacidad de dirección intelectual y moral, en virtud del cual una clase dominante, o aspirante al dominio, logra acreditarse como guía legítimo, se constituye en clase dirigente y obtiene el consenso o la pasividad de la mayoría de la población ante las metas impresas a la vida social y política de un país”. Este sentido de hegemonía fue el que prevaleció hasta la década de los 90, cuando ocurrió una disputa por el control de la sociedad. Ahora, se está en la etapa de la hegemonía como dominio, que busca ser persuasión pero para legitimar un proyecto de país que no tiene el consenso de toda la sociedad. Esa es la diferencia con Punto Fijo. En éste, el proyecto democrático-liberal fue una meta de la sociedad. El socialismo del Siglo XXI es la meta de una parte de la sociedad. Vid. Magaly Pérez Campos (1998). Glosario de términos de ciencia política. Caracas: UCV-FCJP 7 La celebración de elecciones, por ejemplo, y la atención que se le presta, aunque se afirme lo contrario, a la opinión pública de los medios de comunicación privados, principalmente los impresos 8 Este tipo de oposición tiene, también, sus defensores que no la catalogan de esta manera sino la ven como la verdadera oposición que tuvo -¿y tendrá? es su deseo- Chávez.Vid. las columnas de Armando Durán en El Nacional, especialmente la del lunes 22 de agosto de 2005

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14

insurreccional”. Luego del referendo de agosto de 2004 y, más notablemente, en las elecciones

de octubre de 2004, que dieron legitimidad al gobierno9, éste interpretó sendos apoyos como

una suerte de “cheque en blanco”10. Su derecho a gobernar democráticamente lo interpretó

como un derecho a gobernar hegemónicamente o, como expresó la diputada Iris Varela en una

sesión en la Asamblea Nacional, que la oposición no va a “poder parar las reformas que nos de

la gana en este país, porque para eso somos mayoría”11, pero olvidó la parlamentaria las

sabias palabras de Lozano (2005: 138), “(…)La simple construcción de mayorías no conduce a

la gobernanza democrática”. En este escenario que vive Venezuela hoy –el intento de

consolidar una hegemonía por medio de una democracia electoral y de medios12- se ubica el

trabajo. Y esto explica la búsqueda teórica: ante la erosión de las reglas de juego cercanas a la

democracia liberal –que muchas están en la Constitución nacional, que ya parece quedarle

chiquita al gobierno13- el riesgo de una hegemonía ideológica en Venezuela es una realidad.

A partir de octubre de 2004, la orientación del gobierno es cada vez más ideológica y

totalizante en el plano de la cotidianidad. Se busca legitimar una hegemonía a partir de un

discurso político que perfila como ejes el “anti-imperialismo”14 y el “socialismo del Siglo XXI”,

dentro de unas raíces que se proclaman autóctonas y únicas de Venezuela, mediante la de-

construcción de Simón Bolívar, su pensamiento y, en general, de la historia del país en una

suerte de “leyenda negra”, hasta 1998; y una “leyenda dorada”, que comienza en 1999, cuando

Hugo Chávez jura ante “la moribunda”, para concluir, al menos en la etapa de construcción “del

nuevo país”, en el llamado “ciclo bolivariano” en 2030, cuando se cumplirán dos siglos de la

9 “Gobierno insurreccional” causado, en buena medida, por el abandono de la oposición al asumir sin más la tesis de fraude en el referendo, sin ni siquiera capitalizar su fuerza política, aún en el supuesto de la ocurrencia del “fraude masivo y continuado”. No sólo el gobierno ha deslegitimado a la oposición, sino que ella misma también lo ha hecho con sus errores –el golpe de abril de 2002, el paro, y los militares de Altamira- y el abandono de la política a partir del 15 de agosto de 2004, con consecuencias muy graves: de un 40% logrado en agosto de 2004, llegó al 17% en agosto de 2005, en las elecciones locales. Como para reflexionar sobre la relación entre responsabilidad, frivolidad, y política. Otra lectura a este hecho afirma que lo relevante no es tanto haber hecho lo que se hizo, sino la falta de conducción política. Hubo un movimiento de masas significativo, movilización, pero no hubo conducción política 10 En una entrevista concedida a El Universal, el Vicepresidente José Vicente Rangel, afirmó que el gobierno “estaba solo en la autopista” 11 El Universal día 22-6-05, Cuerpo 1 12 Vid. Artículo de Antonio Pasquali en El Nacional del día 28-8-05, cuerpo A 13 Ante la interrogante sobre si se va a modificar la Constitución, calificados voceros del gobierno y del MVR son, a lo menos, ambiguos en sus respuestas, lo que hace pensar que sí está planteado el cambio, y confirmado por las declaraciones del Primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional, Pedro Carreño, quien abordó el tema y la necesidad de cambios en la Carta Magna (El Nacional, día 15-9-05). Interesante, Carreño sugiere que un cambio debe ser en un punto que el gobierno presenta como ejemplo de la democracia protagónica: el referéndum revocatorio. Carreño dice que hay que aumentar el porcentaje de firmas para activarlo ¿No era la participación popular? El Estado se blinda para proteger al Jefe del Estado, y el revocatorio posiblemente será una figura decorativa que sólo servirá como recurso político para disuadir y controlar a otros funcionarios elegidos 14 Que ha generado también su respuesta en Estados Unidos. Vid. Ropp (2005: 12-13, 26 y 45)

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muerte de El Libertador. Este reto hace inestimable que se haga un estudio como el aquí

presentado, que no busca ser exhaustivo ni un tratado teórico, sino una contribución empírica

al debate sobre los cambios sociales que ocurren en nuestro país y, también, como fuente de

ideas para la generación de propuestas que necesita Venezuela, a partir de un análisis de

contenido de los mensajes presidenciales dados por el Presidente Chávez en el lapso 2001-

2004, en la tribuna de la Asamblea Nacional.

Nuestro país se encuentra, en buena medida, extraviado con respecto a sí mismo. No

quiere encarar el desafío central que tiene: tener instituciones y producir lo que su trabajo social

genere, y se esconde en una ficción de república subsidiada por los altos precios petroleros15.

Opera una especie de “falsa conciencia” colectiva en donde la demanda de construir país se

invierte y lo que vemos es un país no real: se niega el esfuerzo histórico del pasado para

justificar un vacío en el presente, que busca ser llenado con un proyecto hegemónico que se

asume como nuevo, inédito en la historia nacional. La ruptura con la historia sirve como “opio

del pueblo”. Chávez desideologiza para volver a ideologizar. De ese laberinto no queremos

salir. La narcotización histórica es placentera. No asumir la adultez como Patria y querer

permanecer dentro del vientre petrolero es gratificante, pero no permite la comprensión. En

este caso, no hay cordón umbilical, que sería la comprensión de nosotros mismos. Al no existir

ese hilo cultural, nos mantenemos en una permanente evasión como sociedad, que sustituimos

con la “pasión narcicista” que nos caracteriza a los venezolanos, con el ya antipático y grotesco

“destino manifiesto” que creemos tener sólo por haber liberado a América Latina de las

cadenas del colonialismo. De aquí que esta investigación forme parte del proyecto Auto

Comprensión de Venezuela coordinado por la Asociación Civil Liderazgo y Visión. Sí,

comprendernos a nosotros mismos. Construir nuestro propio cordón umbilical negado hoy por

el aletargamiento colectivo que produce el líquido negro y la negación de lo que hemos sido.

Este trabajo quiere apoyar la necesaria cimentación de la conciencia nacional –que no es

nueva en nuestra historia- desde una particular perspectiva. Si ayuda a captar cómo la política

es pensada por el Presidente, será un aporte orientado a atenuar la presente vocación

hegemónica de la administración, para empujar, en palabras de la profesora Margarita López

Maya (2004: 9), el “Desafío ineludible para el Presidente y su equipo de gobierno, encontrar las

palabras y los espacios para dialogar una y mil veces con quienes se les oponen y sus

dirigentes, buscando el retorno a la convivencia pautada por las leyes”. Es decir, asumirnos

15 Cosa sorprendente porque nuestro país tuvo entre sus ejes –y lo logró- su construcción como República, y adelantó un proyecto nacional esbozado en el Programa de Febrero (1936), el Pacto de Punto Fijo (1958), y la Constitución de 1961. Llama la atención, entonces, esta suerte de amnesia o, mejor dicho, de evasión colectiva de nuestra historia

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como República, dejar la ficción de “república petrolera” en la que hoy vivimos, y recuperar la

conciencia histórica.

Muchos venezolanos se preocupan por la idea que nuestro país sea una “copia” del modelo

político que existe en Cuba, sin darse cuenta que esta preocupación, tal vez plausible, no tiene

sentido porque el “antídoto” está en la misma historia contemporánea venezolana, que hizo

posible un proyecto nacional debido a que sus grupos dirigentes y el pueblo priorizaron la

construcción de un tejido social y político, que posibilitó la eficiente articulación y

representación de intereses (Caballero, 1998: 55-75); pueblo que salió a la calle el 14 de

febrero de 1936. Tal vez, si los venezolanos nos lo proponemos, podamos recuperar la idea

que el proyecto nacional no fracasó y que se impone construir nuevo tejido social para la

Venezuela del Siglo XXI. En este sentido, este documento asume un rol político por oposición a

la antipolítica (Capriles, 2004), muy de moda, pero que parece producto de la pérdida de la

conciencia histórica, más que una postura definida ante lo que ocurre en la nación.

Normalizar16 –porque debe estar y ya es una fuerza social- el chavecismo es, simplemente,

abandonar la política de la “política extraviada” (Stambouli, 2002), muy rentable en términos de

imagen pública17, pero altamente perjudicial para la construcción de oposición y de pesos y

contrapesos políticos, muy necesarios en la Venezuela de hoy.

Ricardo Sucre Heredia

16 Aunque como sugiere March (2003: 232) al comentar el trabajo de Hannah Arendt sobre el totalitarismo –que no es el caso de Venezuela- que estas formas de gobierno se resisten a la normalización, la institucionalización, y la rutinización. Con las notables diferencias del caso, el gobierno de Chávez se resiste a normalizarse, mediante la invención de nuevos enemigos: de las “cúpulas podridas” se pasó al “imperialismo” 17 Es curioso, pero quienes llamaron a la abstención para las elecciones del 7 de agosto, ahora dicen que no lo hicieron (Vid. Entrevista de Roberto Giusti a Tulio Alvarez, El Universal día 14-8-05) y muchos de ellos, aparecieron encabezando listas para optar a una curul en las parlamentarias de diciembre de 2005, propuestos por la “sociedad civil”

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17

INTRODUCCION

¿Cómo definir el concepto de lo político dentro del chavecismo? Si nos atenemos a las

palabras del Presidente Chávez, lo político tiene un significado polisémico. En un discurso

frente a jóvenes en el Teatro Teresa Carreño a comienzos de 2005, el Jefe del Estado definió

la política dentro de una perspectiva funcionalista –muy lasswelliana- como un proceso de toma

de decisiones (el qué, el cómo, y el para quién). En otra actividad pública realizada en abril de

2005, en la entrega de certificados de la Misión Robinson, el Presidente habló de la política

desde una perspectiva de oportunidades –cercano a lo que sugiere Amitai Etzioni (2001)- al

indicar que aquélla trata de “empoderar” a las personas (éstas como fines y no como medios, la

expresión que usa Chávez de “darle poder a los pobres”18) aunque en el caso chavecista, con

un sesgo ideológico. El “empoderamiento” tiene una etapa paralela: la toma de conciencia, en

la que el Jefe del Estado hace mucho énfasis, posiblemente por carecer de un tejido

organizacional que de soporte al “proceso” (Harnecker, 2005: 10; Ellner, 2004: 16). Sin

embargo, esta última definición apunta a una concepción espacial de la política (propia dentro

de una “democracia protagónica”, que alude a espacios en los que la política “se mueve”).

Posiblemente, en el chavecismo convivan las dos concepciones, dentro del desarrollo del

concepto de lo político que persigue el MVR, junto a otras aproximaciones a aquélla, más

moderadas o radicales (Ellner, 2005). A la primera concepción de la política podría llamarse

procedimental-participativa, en tanto hay procedimientos pero orientados sólo a la participación

(el lado democrático: cuántos participan, la “democracia protagónica” que muchas veces se

acerca a una democracia plebiscitaria). Puede decirse que el chavecismo es un movimiento

político democrático –entendida por ésta la visión clásica: cuántos participan en la toma de

decisiones, la soberanía popular- aunque sus fines no lucen similares: el “bienestar social” es

definido externamente (su aspecto anti-democrático) al enfatizar la igualdad in extremis19, y es

18 Si algún punto a su favor tiene Chávez en su gestión como mandatario es haber promovido una mayor conciencia en diferentes sectores del país, reconocido por la opinión pública. En un estudio de opinión con una muestra nacional realizado entre el 19 de agosto y el 4 de septiembre de 2005 para Liderazgo y Visión por el IVAD (Félix Seijas) sobre temas acerca de partidos, movimientos sociales, y liderazgo, al preguntar si consideran a Chávez líder o no, un 81,7% de los consultados afirmaron que sí es un líder, y al interrogar por qué, un 14,8% expresó porque “ha hecho crecer al pueblo”. Esto, indudablemente, es un haber del Jefe del Estado 19 Aunque el Indice Gini sugiere una mejora hacia la igualdad en Venezuela, el nivel alcanzado no llega a lo logrado en 1990, durante el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. En 1990, el Gini fue de 0,47; en 1997: de 0,51; en 2001/2002: fue de 0,50. Vid. CEPAL (2003: 12). El rezago de Venezuela en materia social es alto en muchas áreas como lo sugiere el informe presentado recientemente por el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Luis Machinea, titulado The Millenium Development Goals: A Latin America and Caribbean Perspective. El gobierno arrancó en 1999. El argumento de los “40 años” ya no parece tener peso, por lo que las explicaciones hay que buscarlas en las políticas públicas del Ejecutivo, porque el gasto social como parte del PIB aumentó del 8% en 1990-91 a 11,3% en 2000-01 (CEPAL, 2004). Un punto interesante –que escapa a los alcances de este trabajo- es que en Venezuela se ha generado una suerte de culpa moral por la pobreza, y se olvidan los esfuerzos hechos en el pasado. La pobreza como culpa para generar una razón política. Sin embargo, no todo fue descuido en el pasado. El tema fue importante en

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su cara anti-liberal, porque no se colocan límites, sean institucionales o de tiempo, al ejercicio

del poder. Es, en consecuencia, un pensamiento que se mueve en tensiones: democrático-anti

democrático; empoderador-inhibidor; liberador-opresor; moderado-radical; consensual-

divergente20; autónomo-dependiente.

En lo anterior se origina la principal “contradicción estructural” del pensamiento político del

chavecismo: por un lado empodera, construye espacios para el intercambio de lo afectivo entre

las personas, para la sociabilidad pero, por otra parte, su orientación hegemónica demanda el

cierre de este intercambio a favor de la existencia de un homogéneo “cuerpo social”

(Volkskörper), con una sola interpretación de la historia. Es un “empoderamiento direccionado”:

las personas toman decisiones en ámbitos y límites ya determinados por el poder. La creación

de un Ministerio de Participación Popular revela esta contradicción: se promueve la

participación, pero con un ministerio que, además, preside un General en Jefe. Lo que cuenta

es la estructura y el eje es el control. Las personas son desechables, como son los funcionarios

del gobierno. Nadie es indispensable, sólo el líder aclamado21. Es la idea de un “actor político

único” (Garretón, 2005: 169) que tiene las respuestas para superar la crisis social de

Venezuela, desde una ideología ya definida previamente, aunque sin propuesta teórica ni

doctrinaria (el “socialismo del Siglo XXI”). El espacio para la pluralidad y la diferencia cede al

intento totalizante de “usurpar la historia” (Blättler y Marti, 2005: 11). Este es el verdadero reto

político del chavecismo: si acepta la idea de la democracia como la “institucionalización de la

incertidumbre” o ya tiene determinados ex ante los resultados del juego político, que es lo que

define una hegemonía (Przeworski, 1995: 163-164)22.

otras épocas, de acuerdo a Cartaya y D’Elías (1991: 12, en Pobreza en Venezuela: realidades y políticas. Caracas: Cesap-Cisor), “Formulado como parte de ‘El Gran Viraje’, el plan para el enfrentamiento de la pobreza constituye un impresionante esfuerzo organizativo y financiero, cuya finalidad es identificar más claramente y dar un tratamiento especial a las acciones dirigidas específicamente a la población pobre. Sus principales logros son las innovaciones institucionales que han comenzado a producirse alrededor de él, el intento de asignar de una manera más racional y transparente los recursos del área social y la magnitud de los recursos transferidos directamente a la población. La alta visibilidad que su discusión pública ha otorgado a las condiciones de pobreza han contribuido a elevar la prioridad de la política social, que permaneció sumergida durante mucho tiempo” (subrayados nuestros) El IDH pasó de 0,716 en 1975 a 0,766 en 1995 (PNUD, 2003) ¿Qué le pasa a la memoria y conciencia nacional? 20 Esta tensión se observa en los esfuerzos del gobierno por lograr un consenso, pero fracasan, ya que parte de la idea que sus puntos de vista tienen que ser aceptados sin más para hablar, en una suerte de supremacismo moral. En octubre de 2005, se hicieron esfuerzos en esa vía con la reunión del Jefe del Estado con Fedecámaras y el llamado del Ministro de la Defensa a establecer un diálogo con la Iglesia Católica. Esto supone aceptar otros puntos de vista ¿Será posible un Chávez moderado? No parece. No tiene razones para serlo. Como sugiere Weingast (1997: 261), desde el punto de vista de la teoría de los juegos, “When the state and its supporters benefit from transgressions against other citizens, this pattern is a stable equilibrium. Breaking this equilibrium is difficult and requires something exogenous to the model. A crisis, for example, may destroy the status quo. Or economic changes(…)” 21 Idea que han expresado los directivos de la Asamblea Nacional Nicolás Maduro y Pedro Carreño, cuerpo que, en teoría, es la representación del poder del pueblo. Ellos mismos se anulan como representantes del pueblo 22 Agrega este autor, “La democracia es el reino de la indeterminación; el futuro no está escrito(…)La democracia sólo es un sistema para elaborar conflictos sin matarse; un sistema en el cual existen diferencias, conflictos, ganadores y perdedores. La ausencia de conflictos sólo se da en los sistemas autoritarios. Ningún país donde un mismo partido triunfe dos veces seguidas con

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Por el lado de quienes participan en la opinión pública, la concepción política del

chavecismo es variada: va desde concebirlo como una puesta en práctica de la democracia

directa hasta quienes lo perciben como una dictadura, pasando por quienes dicen que busca la

“reivindicación de los pobres”. Hay trabajos importantes23 para sistematizar el pensamiento

político del y sobre el MVR, en su mayoría entrevistas o ensayos a actores políticos cercanos al

“proceso” (por ejemplo, Wilpert, 2003), junto a la elaboración de documentos públicos propios

(por ejemplo, MVR, 1998; Lara, 1999; República Bolivariana de Venezuela, 2001) .

¿Cuál concepción de la política va a ser manejada en este trabajo? Aunque el tema del

poder y la eficacia en su consecución es lo central de la política24, la discusión parece estar en

si el fin justifica los medios (expresión que se atribuye a Maquiavelo), o son los medios los que

deben justificar el fin (afirmado por Albert Camus). La política hoy ya no es la “caja negra” de

David Easton –sólo decisiones que se “asignan autoritariamente” a una comunidad- sino que

alude a la transparencia y las oportunidades que tienen los actores políticos. No es casual,

entonces, que hoy se le de importancia a los movimientos sociales y a las acciones no

violentas como mecanismos para promover la democracia y los derechos humanos (Ackerman

y DuVall, 2000).

Aquí entramos a la definición de política que se va a usar, ya no meramente “técnica” –la

búsqueda y consolidación del poder- sino “moral” –desde la perspectiva de los efectos sobre la

sociedad; a partir de sendas definiciones de Aníbal Romero (1990) y Agnes Heller (1991), que

llevan a revisar el concepto de poder. Para Romero (1990), política es “Un compromiso con un

orden que amplíe en todo lo posible las opciones de los individuos para decidir libremente el

curso de sus vidas, en un contexto de reglas comunes para todos” (subrayados nuestros).

Agnes Heller (1991) define política como “La concreción en la esfera pública del valor de la

libertad”. Romero enfatiza “ampliar las opciones”, mientras que Heller comenta el “valor de la

libertad en la esfera pública”. Es decir, que la política consiste en ampliar las posibilidades de

los ciudadanos para desarrollar su historia de vida dentro de la comunidad, en un ambiente

el 60 por ciento de los votos es una democracia” (p. 164). Para Way (2004: 147), en los “autoritarismos electoralmente competitivos”, los mandatarios en ejercicio que son reelegidos no alcanzan más del 70 por ciento de los votos. Si el porcentaje es mayor a esta cifra, para esta autor hay “fraude masivo”. Sugiere un punto interesante: en esta forma de gobierno los “votos fraudulentos” oscilan entre el 5-10 por ciento del total de sufragios, aunque las elecciones sean competitivas 23 Notablemente, la serie de libros de Agustín Blanco Muñoz y la serie de publicaciones de Alberto Garrido. Igualmente, en diversos trabajos leídos, se han encontrado comentarios favorables al trabajo editado por Steve Ellner y Daniel Hellinger (2003) Venezuelan Politics in the Chavez Era: Class, Polarization, and Conflict. Boulder, Colorado: Lynne Riener Publishers. Desde un enfoque más institucional Vid. Salamanca y Viciano (2004, Coords). El sistema político en la constitución bolivariana de Venezuela. Valencia: Vadell 24 La expresión de Benedetto Croce, “la honradez política es la eficacia política”

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20

público y libre, y el poder es el instrumento para ello, para hacer realidad ese aumento de la

estructuras de oportunidades en un ambiente de libertad.

Esta definición tiene el riesgo de ser resbalosa a primera vista, sin embargo, no lo es. Toma

una postura liberal –la idea de límites al ejercicio del poder- y no sólo democrática: le interesa

saber no solamente quién y en dónde se participa –la democracia- sino cuáles son los límites

que tiene el poder –lo liberal- de manera que combina los dos valores: participación y

limitación. Al tomar la idea de los pensadores antiguos, el buen gobierno se caracteriza por la

búsqueda del bien común y el gobierno de las leyes25.

El bien común puede ser definido a partir de una idea de la voluntad o de un orden natural

de las cosas, que debe ser descubierto por la racionalidad del hombre. No obstante, el bien

común no sugiere que sea solamente uno sino que pueden existir diferentes ideas del bien

común en grupos sociales, y propugnados por la acción política (Przeworski, 1995: 25-30). La

política es vista, entonces, como una relación entre el orden y el conflicto (García Pelayo, s/f;

Romero, 1990). Su propósito es construir un orden político, lo que varía es la naturaleza que

define ese orden. Aquí se entra en la dinámica del poder que busca llegar a un orden político

determinado. La política es transformación, es romper los determinismos biológicos o sociales

(Savater, 2002), lo que supone un debate en torno a los valores aceptados para una sociedad.

No es suponer que una minoría esté equivocada en torno a la “voluntad general”26, sino que la

competencia democrática garantiza la alternabilidad a los diferentes actores políticos para

avanzar en sus intereses, dentro del marco de la constitución, que no es un contrato como

generalmente se cree, sino que “su función consiste, una vez más, en resolver un problema

previo a la contratación” (Hardin, 1987: 2. C. P. Przeworski, 1995: 38). Pluralismo y

alternabilidad van de la mano para hablar de política y de democracia. La política existe,

simplemente, porque somos diferentes (Crick, 1971: 18).

Indudablemente, esta definición toma una postura, pero tiene sendas justificaciones. La

primera, de tipo académica, ya que para los estudios contemporáneos de política comparada,

el tema no es la democracia en sí sino las variaciones entre un continuo totalizante-pluralista

25 Se recuerda la expresión de San Agustín “¿Qué son los reinos cuando de ellos está ausente la justicia, sino magna latrocinia?” 26 Como muchas veces se refiere el Presidente Chávez cuando habla de la oposición y, principalmente, de los “sectores medios” los que, de acuerdo a su visión, “están confundidos” por la “manipulación de los medios”. Se construye un sujeto con ideas no propias sino que converge hacia una “voluntad general”, pero que no llega a ésta porque está “confundido”. A la oposición se le despoja de su contenido revitalizador del sistema político y se le define como víctima de la “manipulación de los medios”. No es, pues, un sujeto político sino una víctima la que, entonces, se caracteriza por una desesperanza aprendida o fatalismo, cuya liberación depende de las políticas sociales del “proceso”, especialmente la comida (Mercal) y la salud (Centros de Diagnóstico Integral). Es construir a la clase media exclusivamente como sujeto con instintos solamente: hambre y salud, pero no como sujetos racionales y con intereses, es decir, como sujetos políticos

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(Einsenstadt, 2005), y los desafíos e incentivos que puede tener la rama ejecutiva para abusar

del poder (Laitin, 2001: 14 y 18). La segunda, es la justificación política que se deriva del

argumento académico. Desde este punto de vista, el MVR y el Presidente Chávez son, a no

dudar, actores políticos27. Incluso, al promover cambios radicales en la sociedad (Raby, 2005).

Sin embargo, el punto está en los grados de pluralidad y libertad que acepten dentro de la

búsqueda del orden político. En otras palabras, el nivel de incertidumbre aceptado dentro del

juego político. Se puede hacer política como ratio o como voluntad y fuerza. El aporte del

pensamiento político Occidental (y también en culturas no Occidentales; Sen, 2004) ha sido en

valorar la importancia del pluralismo (Bobbio, 1986: 46-50) como protector de la esencia de la

política –el intercambio social entre iguales para definir el qué, el cómo y el para qué de la polis

a través del disenso- porque su contrario, es apagarlo, en la forma de totalizar a la sociedad en

una unidad, que en su extremo llega al totalitarismo (Todorov, 2001; Einsenstadt, 2005).

El uso de este concepto se justifica porque si algún reto político encara el chavecismo, es la

búsqueda del equilibrio. Será esto su “sello de garantía”28. Desde esta perspectiva, el desafío

del chavecismo es resolver la tensión autocracia-democracia y poder monocrático-poder

policrático, a favor de la democracia y del poder policrático. La prueba para el chavecismo es si

acepta el pluralismo y la alternabilidad; si no busca la hegemonía29. Lo que los estudiosos

denominan la “rendición de cuentas horizontal”: el control del ejecutivo por parte de poderes

autónomos entre elecciones, y la existencia de diferentes centros de poder en la sociedad30.

27 Cercanos a la idea de la política como voluntad y lucha 28 Palabra que, por cierto, se usó en el programa de gobierno del entonces candidato Hugo Chávez (1998) y en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2001) 29 Evidentemente, es necesaria la presencia de una oposición leal y no insurreccional ¿Es posible esto en Venezuela? Luce difícil en tanto los valores que se debaten parecen en pugna, más hacia el lado de un conflicto existencial que de una lucha agonal. Algunos hablan de excepciones que pueden rebatir este argumento: la eventual pluralidad en la discusión del Proyecto de Ley Orgánica de Educación, que se debate en la Asamblea Nacional. El instrumento normativo, cuando se apruebe, dará cuenta del nivel de pluralismo alcanzado en el debate y del consenso logrado. Ciertamente, una oposición insurreccional incentiva una radicalización del gobierno, pero aún así, hay un problema que no tiene salida: si la oposición modera, el gobierno hegemoniza; si la oposición no modera, el gobierno radicaliza. Un deadlock que supone pérdidas netas sólo para la oposición. Una posible salida a este punto muerto que hace difícil la construcción de acuerdos es que el gobierno modere y la oposición se institucionalice, cosa que no parece posible ya que en Venezuela se juega una especie de dilema del prisionero colectivo. En el mejor de los casos, a lo que se llegará será a una situación de fuerzas parejas: ninguno de los dos puede imponerse, pero el precio de esta tensión lo paga la sociedad. Un equilibrio que podría llamarse “los pésimos paretianos” 30 ¿Aceptará el gobierno la presencia de grupos económicos como Polar, por ejemplo? La respuesta parecería ser no, si nos atenemos a la vocación de Mercal de cubrir todo el mercado de alimentación. Grupos sin capacidad política y subordinados económicamente es lo que se busca. Para lo primero, existen razones, aunque discutibles. Si no hubiese habido paro en diciembre de 2002, posiblemente no habría Mercal, pero ¿Cuál es la razón para la subordinación económica? El gobierno acepta que se tenga dinero, pero no poder. Quiere sólo un centro de poder, aunque pueden existir –como de hecho existen- millonarios representados, en el caso del chavecismo, por la llamada “boliburguesía”, muchos de los cuales exhiben sin pudor su nueva riqueza ¿Pero se atreverán a hacer política? No parece. Su suerte puede ser la misma de la Yukos en Rusia, descabezada por Putin: empresarios que hagan negocios, no importan si son corrompidos, pero que no se metan en política, aunque el gobierno la haga por ellos como también lo revela la presencia de estos “nuevos empresarios”. Es la idea de ir “purificando el poder”, en el sentido de no establecerle límites al ejecutivo

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22

Esta apreciación es válida para estudiosos foráneos quienes comentan que la gran debilidad de

Chávez para “afirmar la democracia” es su incapacidad para “Buscar un espacio de

entendimiento con el empresariado y con la clase media y un amplio sector popular(…)pero la

estrategia de choque frontal y división de la sociedad en bloques que ha caracterizado a su

gobierno, tiene escasas posibilidades de diálogo y acuerdo con el resto de ella principalmente

porque sus reales o supuestas conquistas se hacen poco sostenibles a futuro” (Lozano, 2005:

136 y 141).

Este es su reto, y esto explica por qué se tomó un concepto con las dos caras. El

chavecismo es fuerte en el aspecto de la democracia –“la democracia protagónica”- pero débil

en el punto de la limitación del poder (pluralismo y alternabilidad): su manifiesta vocación

hegemónica, que lo puede llevar a una “democracia delegativa” (PNUD, 2004: 138-139), una

“democracia iliberal” (Zakaria, 1997) o alguna forma de gobierno sin control, que no pueda ser

llamada democrática bajo ningún tipo de estándar (Lilla, 2002; Coppedge, 2002: 5). Por

ejemplo ¿Cómo reaccionará el gobierno ante un escenario en que la oposición vaya ganando

unas elecciones parlamentarias o presidenciales31? ¿Se hará una cedulación masiva para

aumentar los votantes a favor del gobierno? ¿Lo aceptará, retrasará los resultados, no lo

aceptará? Este es su desafío: acepta la incertidumbre o busca manipularla para su propio

beneficio32, con la excusa de evitar la “conspiración del imperialismo” y el “no volverán”,

expresión que niega toda alternabilidad posible o, en el peor de los casos, una “alternabilidad

selectiva y excluyente”33.

Esta distinción es importante tenerla en cuenta porque, en la creencia generalizada, se

afirma que lo democrático es haber sido sólo elegido, y se desdeña la manera en cómo se

ejerce el cargo electo. No puede hablarse de democracia sólo porque haya participación

electoral y capacidad de respuesta del gobierno, sino que se necesitan derechos en el sentido

liberal para calificar a una democracia como tal (Hadenius y Teorell, 2005: 89). Como sugiere

31 La hegemonía comienza en la mente. Para muchos, este escenario es ya imposible, mucho menos la idea que Chávez le ponga la banda presidencial a otro Presidente. Si no hay esperanza ¿Tiene sentido hablar de política? La dominación comienza por hacer de la esperanza un “artículo de lujo” 32 Esto se vio en las elecciones del domingo 7 de agosto de 2005 al prorrogar las votaciones de 7 a 8 de la noche, con la razón que esto promueve la participación. Una razón válida pero ¿Fue la causa o fue dar tiempo a la “maquinaria” del gobierno para “mover” electores y buscar reducir la abstención elevada y para esa hora visible? Se podría pensar que, en una situación similar, pero en otro nivel –presidencial, parlamentaria- si los números no dan, se busque prorrogar la hora de las votaciones para “mover gente” y tratar de torcer la voluntad del electorado en esa eventual situación, junto a la presencia de “defensores del proceso” ejerciendo actos de amedrentar a los votantes, más cuando con la máquina capta-huella se sabe el flujo de votantes y los sitios en donde se ha votado, suficientes para saber el movimiento de electores en las zonas “pro gobierno” y “pro oposición” 33 William Lara se refiere a la idea de “oposicionabilidad” como idea pareja a la gobernabilidad, que sugiere la presencia de una oposición, pero a la medida del gobierno

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Capriles (2004: 117), “Lo único definitivo en una democracia son los impedimentos para la

concentración del poder. En realidad, una definición negativa”. La evidencia sugiere que la

estabilidad política y el juego democrático tienen, para su viabilidad en el tiempo, que

descansar en algún tipo de restricción (Crick, 1971: 21), principalmente controles al abuso de

poder (Krause, 2005: 88) el cual, desde el punto de vista de la teoría de los juegos, puede

generar una situación estable aunque éticamente censurable. Dentro de estos límites, se hallan

las actitudes ciudadanas y las restricciones institucionales (Weingast, 1997: 262). Lo que este

autor denomina una “Coordination device”, que puede ser la constitución, líderes, eventos que

galvanizan la atención ciudadana, y los pactos, que coordinan las reacciones de los ciudadanos

para regular el poder del Estado34.

Lo anterior se afirma porque el chavecismo no rechaza la política como correlación de

fuerzas y la construcción de alianzas para hacer de lo imposible hoy, posible mañana

(Harnecker, 2005: 147)35. Al contrario, la promueve (Editorial Diario Vea, del 24-8-05. Pp. 7)36,

pero lo relevante es que si esta construcción de fuerzas, lo plural y lo alternativo es posible, o

se buscará la cooptación mediante prebendas públicas o el mantenimiento de opciones

políticas pero sin posibilidades reales de poder37. Se podría pensar que el chavecismo no

quiere poderes autónomos e independientes, sino sometidos a un centro: el proceso de re-

centralización que vive Venezuela38, o a una “línea” ideológica. No busca acuerdos más allá del

pragmatismo del poder, sino sumisión. Como indica Garretón (2005: 170) para el caso chileno,

34 En Venezuela, el Pacto de Punto Fijo y sus reglas; hoy, Hugo Chávez, no las instituciones, apoyado por el petróleo y Cadivi. Aunque no lo parezca, este organismo es el factor de estabilidad política en Venezuela. Si algo une al chavecismo y al anti chavecismo, son los dólares y su disponibilidad. Cadivi ha generado estabilidad política. Cada día, Cadivi liquida US$ 80 millones. Cifra respetable que genera estabilidad política 35 Planteamiento que, en el caso de movimientos políticos venezolanos, tiene un antecedente reciente en la idea de la política manejada por La Causa Radical. Vid. Sucre (1995: 163) 36 Agrega el editorial en cuestión, “De lo que se trata es de cambiar la correlación de fuerzas existentes construyendo las fuerzas sociales y políticas que podrán hacer efectivos los cambios con los que soñamos”. Más adelante agrega, “Por eso, los cuadros políticos de la nueva época no pueden ser cuadros con mentalidad militar –hoy no se trata de conducir un ejército, lo que no quiere decir que en algunas coyunturas críticas pueda y deba hacerse un viraje en este sentido- ni tampoco demagogos populistas –porque no se trata de conducir un rebaño de ovejas- los cuadros políticos deben ser fundamentalmente pedagogos populares, capaces de potenciar toda la sabiduría que existen en el pueblo”. Interesante diferencia que pone a prueba el dilema aquí sugerido para el gobierno pero, también, si esta “pedagogía política” acepta otros enfoques o es uno solo, aunque se promueva la participación popular. En Cuba hay elecciones municipales ¿Pero hay pluralidad política? 37 Que es lo que se debate, sólo en el campo electoral, dentro de las fuerzas políticas del chavecismo o la tensión que plantea Ellner (2005), entre los moderados y radicales dentro del MVR. Los primeros “colonizar” las instituciones; los segundos, crear nuevas estructuras, aunque los dos tienen un mismo propósito: promover un modelo político único, por lo que las diferencias son, más que todo, de tipo “táctica” 38 Esto es visible en la manera cómo el gobierno responde a las crisis. Por ejemplo, ante la Masacre de Kennedy, la respuesta del Ejecutivo es la Ley de Policía Nacional como solución. Ante el fallecimiento de cuatro pacientes en Los Magallanes de Catia, la respuesta es la centralización del sector salud y, finalmente, la propuesta fallida del MVR al CNE: la centralización de las postulaciones parlamentarias, para evitar “algún coleao” (El Nacional, día 31-8-05) ¿La solución ante la entropía organizacional del Estado es la centralización de la sociedad? No es nada nuevo. En la reunión de Fuerte Tiuna de noviembre 2004, el Jefe del Estado dijo que la descentralización era una estrategia del neoliberalismo para debilitar a los países

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pero aplicable a Venezuela, “Dicho de otra manera, no hay proyecto político para nuestro país,

y en el mundo en general, sin una coalición estable de partidos y una alianza de geometría

variable, según los problemas que se enfrenten, entre los actores sociales” ¿Será viable un

sistema político cómo el buscado por el gobierno en el tiempo? No luce sostenible, aunque la

renta petrolera hace posible que nuestro país siempre sea la excepción a la regla, y el ejecutivo

sea exitoso. El petróleo puede, también, perjudicar a la democracia (Ross, 2001). El petróleo,

en un contexto en que la democracia tiene debilidades, puede posibilitar el mantenimiento de

una política de exclusión o autoritaria, en países donde el gobierno tiene un fuerte rol en la

economía (Dowd, 2001), como es el caso de Venezuela39.

El trabajo se estructuró en cuatro partes. En la primera, se intentará hacer un bosquejo

teórico que caracterice con mayor detalle la idea de la política en el Ejecutivo –el Presidente- y

el partido MVR, al buscar combinar planteamientos teóricos en el campo de la izquierda, el

populismo, la democracia, el nacionalismo, y las formas de gobierno no democráticas.

También, se hará un breve análisis descriptivo de la idea de la política en tres documentos

claves del chavecismo: el programa de 1998, el plan de la nación de 2001, y el taller del “nuevo

mapa”, de noviembre de 2004. En una segunda parte, se hará el análisis de los mensajes

presidenciales ofrecidos por el Jefe del Estado al país desde la Asamblea Nacional (2001-

2004), mediante un análisis de contenido el cual, si el sincretismo del método es válido, busca

enfatizar los aspectos cuantitativos y cualitativos del mensaje. El contenido manifiesto pero,

también, la manera en que el mensaje se elabora y lo que busca comunicar, más allá del

conteo de frecuencias; describir el “meta-mensaje” que sobre la política existe en el verbatum

del Jefe del Estado.

Esta investigación se ubica dentro de la corriente que persigue examinar cómo el discurso

legitima un orden político mediante la transformación de ideas políticas en prácticas cotidianas

aceptadas por la sociedad, que redefinen la subjetivad e identidad del individuo, sea porque

resiste o negocia con el orden político (Hedin, 2004: 177). Posiblemente, esta sea una de las

metas más deseadas del chavecismo: naturalizar en lo cotidiano una ideología política que se

nutre de una reinterpretación, en muchos casos de manera muy distorsionada y arbitraria, de la

historia de Venezuela40. Es tratar de formar un nuevo ciudadano, que se dice republicano, pero

39 Una cosa que llama la atención es que el gobierno prefiere lo externo para no llegar a acuerdos políticos con sectores que perciben no leales, pero lo generalizan a todos. Por ejemplo, la loable Misión Milagro –nada más noble que promover la visión, un auténtico Beau Geste- pero uno se pregunta ¿Por qué no promoverla con personal en Venezuela? Esto, de acuerdo al comunicado de la Sociedad Venezolana de Oftalmología publicado el día 29-8-05 ¿La pregunta es por qué se excluyen a los oftalmólogos venezolanos de tan noble misión? 40 Son los esfuerzos constantes que hace el Jefe del Estado por tratar de reinterpretar la historia de Venezuela como una lucha

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portador de una ideología; unas criaturas retóricas que se convertirán en una nueva “especie

política”, más “avanzada” para quienes la proponen: el Homo Bolivarianus41. En una tercera

parte, se hará la discusión de los resultados y las conclusiones. Finalmente, se ofrecerá un

breve epílogo, orientado a identificar lo que puede ser el comienzo de un discurso político

alternativo al del MVR, a partir del análisis y las conclusiones de los mensajes dados por el

Presidente a la nación, en el lapso 2001-2004.

contra el “imperialismo” y trata de colocar a nuestro país como “paladín del anti-imperialismo”, con Simón Bolívar a la cabeza, como el “primer socialista de América”, cuyo proyecto no concluyó por culpa del “imperialismo”, representado, a título de ejemplo, por Santander y Páez. A éste, se le reconocen sus dotes de guerrero, pero no sus acciones políticas. En esta línea, destaca el esfuerzo de Richard Gott en The Shadow of the Liberator (2000), al sugerir el carácter mestizo de Bolívar, no mantuano. Igual esfuerzo lo hizo Chávez en el Aló Presidente Nº 234 del día 25-9-05. Finalmente, con la figura de Maisanta, a quien Chávez pretende darle una estatura histórica muy por encima de las realizaciones del general anti-gomecista, para convertirlo en icono guerrillero y anti-imperalista 41 Este esfuerzo supone, también, “la confiscación simbólica” de figuras usadas para legitimar la ideología oficial. El más notable, luego de Bolívar, es Cristo quien, de acuerdo a Chávez, “sería socialista”, junto al Quijote. Recientemente, Martin Luther King, objeto de homenaje por su I have a dream pronunciado el 28-8-63, con un discurso en la Asamblea Nacional el mismo día pero de 2005, proferido por el reverendo Jesse Jackson. Sin embargo, el doctor King rompió con los violentos, los “Panteras Negras” ¿Puede el gobierno “apropiarse” del legado de King, cuando una de sus dirigentes más visibles y celebradas tanto por el gobierno y la oposición, Lina Ron, afirma que a la oposición “no hay que dejarle nada” en la Asamblea Nacional (El Nacional, día 28-8-05, cuerpo A), y cuyo movimiento político comete comportamientos violentos contra la disidencia al gobierno? ¿Romperá el gobierno con sus grupos de choque? Debería hacerlo, si quiere emular a Martin Luther King sólo en este punto

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MARCO REFERENCIAL

1.-¿Qué es el chavecismo?

1.1.-El problema de los orígenes

La pregunta que encabeza este punto es muy ambiciosa y posiblemente, por un buen

tiempo, no tenga una clara respuesta. No hay una definición única del chavecismo. Tampoco

quienes forman parte del “proceso” lo saben con exactitud, y en el MVR lo que se ha venido

concibiendo como pensamiento político, es una “esponja ideológica” (Sosa, 2001: 7). Hasta

ahora hay una “indigestión teórica” (Dieterich, 2005: 1) que no termina de ser elaborada en una

propuesta política, sino que sólo hay propósitos –“frentes de guerra”- muy amplios42. Son

cuatro, a saber: “La Revolución Bolivariana puede ser definida como un proceso de

transformación caracterizado por cuatro macrodinámicas: a.-la revolución “anti-imperialista”; b.-

la revolución democrática-burguesa; c.-la contrarrevolución neoliberal; y d.-la pretensión de

llegar a una sociedad socialista del Siglo XXI” (Dieterich, 2005: 1-2). Pero estos “frentes de

guerra” no tienen reflexión teórica ni cuadros, son enunciados del deber ser bolivariano, aunque

hay excepciones (el trabajo de Parker, 2003). De aquí que teóricos del movimiento afirmen que

“Solo el estudio y la discusión sistemática nacional y científica sobre el Socialismo del Siglo XXI

y su fase de transición pueden generar la vanguardia y los cuadros medios, sin los cuales el

Bolivarianismo no podrá triunfar en las cuatro dinámicas que le dan su fisonomía particular”

(Dieterich, 2005: 6). Nada nuevo en la historia. La “ideología bolchevique” tuvo como premisa

fundamental que cualquiera fuera el socialismo logrado, éste no sería capitalista (Kotkin, 1998:

400). Casi 90 años después, los voceros chavecistas dicen lo mismo, con el Presidente a la

cabeza: no hay salvación en el capitalismo, sólo en el socialismo. El punto es ¿Cuál

socialismo?

Hoy, el chavecismo parece ser un sentimiento, igualmente polisémico, que busca cristalizar

en identidad política, con un relato propio. Principalmente en organización política, lo que

puede explicar el abandono de la reflexión teórica por la acción política. Es, en el mejor de los

casos, un movimiento que se hace día a día, a partir de la dinámica política, y que no tiene una

caracterización total, pero que busca su fisonomía particular43. Pero esta construcción teórica

42 Lo que no quiere decir que no haya acciones. Sí hay una estrategia de poder, pero mayormente elaborada a partir de las propias acciones. El socialismo del Siglo XXI estará determinado, en buena medida, por las correlaciones de poder favorables que se logren alcanzar y avanzar políticamente hablando en esta tesis 43 Vid. La entrevista publicada en El Nacional el día 27-8-05 hecha al Presidente de la Asamblea Nacional, diputado Nicolás Maduro, en la que afirmó que el próximo parlamento es importante “para construir el nuevo socialismo”, y dijo haber sostenido una

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sobre la marcha no ocurre sólo a nivel nacional. También, entre los teóricos foráneos que

apoyan al “proceso”, hay diferencias a la hora de conceptualizar qué es ser de izquierda (Ellner,

2004), los alcances de la lucha política, y con quién establecer alianzas para construir el

modelo político alternativo (Petras, 2005). Como la película Las tres caras de Eva (1957)

posiblemente estemos ante un movimiento con diferentes “personalidades”, que se muestran

en función del contexto político. Esto no ocurre sólo con el MVR, sino también en la figura del

Presidente ¿A cuál Jefe de Estado nos referimos? ¿Al mandatario delirante que se vio en el

“juicio anti-imperialista” el día 14 de agosto de 2005? ¿Al Jefe de Estado que, tranquilamente,

presentó el plan de PDVSA el día 17 de agosto de 2005? ¿Al Presidente que quiere

equipararse a Castro, como se vio en el Aló Presidente Nº 231, pero con magros resultados?

¿Al mandatario que desafía al orden mundial, en la Asamblea de la ONU, el día 15-9-05? ¿El

Jefe del Estado quien, luego de esa fuerte perorata en la ONU, va y ofrece calmadamente una

rueda de prensa? ¿Al Chávez que quiere eliminar el dinero como lo propuso en Ciudad

Guayana el día 20-9-05? ¿Al Chávez que, jugando a la víctima, le dice al Presidente de

Empresas Polar, “Lorenzo, no te pongas bravo”? Chávez también tiene múltiples

personalidades políticas y, posiblemente, también esté buscando una sola cara y no sepa

realmente quien es, aunque tenga muchas aristas hacia el público y una desarrollada

racionalidad político-electoral para amasar poder aunque muchas veces, como dice el refrán,

“lo que hace con las manos, lo destruye con los pies”.

Sin embargo, lo dicho no debe interpretarse como que el chavecismo no tiene sustancia. Sí

la tiene –básicamente, tres que explican su ascenso: la crisis económica que comenzó a finales

de los 70, una mayor complejidad social en Venezuela producto de la democracia iniciada en

1958, y el agotamiento de los mecanismos de coordinación inter-elites del Pacto de Punto Fijo,

por lo cual éste dejó de ser auto obligante- pero la novedad es que el pasado se intenta

deconstruir para erigir un nuevo relato histórico44. Esto no es nuevo en Venezuela45. Lo que sí

luce novedoso en el intento chavecista es romper el relato del proyecto nacional que estaba de

fondo en los diferentes gobiernos de Venezuela, que en síntesis fue la modernización46 del

reunión con el Ministro de Finanzas para reflexionar el papel de la banca en un “modelo socialista”. Igualmente, el reportaje sobre la carta social que Venezuela propone a la OEA, publicada en El Universal del día 28-8-05. El socialismo se hace a través de diferentes acciones, pero no parece haber –o se desconoce- una conceptualización previa. Es, en todo caso, más inductivo que deductivo 44 Básicamente, una historia un poco extraña: una mayoría negra oprimida por una minoría blanca, que los había colocado en una situación de exclusión social, de la que ahora escapan gracias al “proceso” 45 Vid. Angel Bernardo Viso (1997). Las revoluciones terribles. Caracas: Grijalbo. Quizás el caso que quiso avanzar más en esta nueva “religión política” fue el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez (1953-1958). Vid. Coronil (2002) 46 El término “modernización” puede sugerir muchos significados. Aquí, al tomar las palabras de Arturo Sosa, se refiere a la

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país, para sugerir un antes y un después: desde 1908 hasta 199847 –para ser generosos, ya

que en fechas más recientes el Jefe del Estado habla de 500 años hacia atrás48- la “oscuridad

del imperialismo”; a partir de 1999, la “luminosidad de la revolución” o, como sugiere un muy

publicitado eslogan oficial, “Ahora Venezuela es de todos”.

Las razones veraces por las que apareció el chavecismo se desdibujan49 y se construyen

otras que sirven de piso para un nuevo relato político que tiene una pretensión hegemónica y

que intenta definir unos orígenes que no son. Por una parte, el “anti-imperialismo”, que termina

en la idea que Venezuela nunca fue independiente o, en el mejor de los casos, tuvo una

“soberanía tutelada” para el relato oficial, por los Estados Unidos, que lleva al planteamiento del

“socialismo del Siglo XXI”50. Por otra parte, el tema del petróleo, en la idea que una “crisis

energética” se avecina por lo que nuestro país es codiciado por sus capacidades petroleras51, y

eso lleva el tema de la soberanía nacional que explica, entre otras cosas, la fuerte alianza entre

el gobierno y el sector militar, a través de un discurso nacionalista que coloca la amenaza en

una fuente externa para propósitos de movilización interna, centrada en la tierra, en la

geografía. En otras palabras, como sugiere la teoría contemporánea (Máiz, 2003: 253), a partir

de la movilización política, construir una ideología nacional que tiene como centro la “soberanía

amenazada por el imperialismo”.

modernización con democracia, que hace su entrada en la historia en 1945 con el 18 de octubre, se cancela el 24 de noviembre de 1948, y reaparece el 23 de enero de 1958. Esta definición se hace porque Venezuela ha tenido modernización sin democracia. Esto abre una inquietud interesante para otro trabajo ¿Cuál idea de modernización existe hoy en Venezuela? Se quiere una con democracia o sin democracia. En síntesis, a partir de 1958 se buscó una modernización tecnocrática, pero también democrática: la idea de pluralismo y de alternabilidad política, como efectivamente ocurrió desde 1958 hasta 1998 47 Desde la caída de “mi general Castro” como le gusta decir al Jefe del Estado 48 Esto es relevante porque se intenta romper con un pasado que ha operado sin solución de continuidad. Vid. José I. Cabrujas (Y Latinoamérica inventó la telenovela), quien afirma que , “A pesar de todos los males sufridos en la historia de Latinoamérica, algo permaneció incólume: nuestra herencia cultural; algo de lo que tenemos que sentirnos orgullosos porque la hemos creado durante quinientos años con la mayor alegría y seriedad al mismo tiempo. No existe un solo latinoamericano desde Chile hasta México, que no sea heredero de esa tradición cultural. Esta incluye desde las pirámides de Teotihuacan hasta las influencias indígenas en escritores como Borges, Gallegos y García Márquez. Pocas culturas poseen una riqueza y continuidad comparables” (p. 149). Sin embargo, para Chávez, han sido 500 años de “dominación imperialista” que hoy se rompen y llegaremos a nuestra verdadera esencia cultural 49 Venezuela es un país de mitos. Uno de estos es que el apoyo hacia Chávez viene sólo de los sectores populares. Esto puede ser cierto hoy y no en todos los casos, pero en sus comienzos recibió apoyo de sectores medios y acomodados que lo llevaron a la Presidencia, y sus orígenes no son “pata’ en el suelo” como Chávez sugiere. Viene de una clase media de los 70 de Barinas, pero clase media al fin. Su papá –el “maestro” Chávez- afirmó en una entrevista por Globovision (24-9-05) que en el 49, él tenía un Opel ¿Cuánta gente en Venezuela en 1949 tenía carro, y en Barinas? Vid. El artículo del poeta Guillermo Sucre (1993), el cual desató una polémica porque argumentó sobre “la traición de los doctos”, para usar la expresión de Benda, en contra de la democracia, que favoreció al entonces Comandante Chávez, especialmente por los llamados Notables y buena parte de la intelligentsiya venezolana 50 Amenaza que se construye, también, como una amenaza a Chávez ¿Es él o el Estado, o los dos son la misma cosa? Fue visible la molestia y arrogancia del Presidente cuando, en un acto en El Poliedro el día miércoles 30 de agosto de 2005, una señora se acerca al Jefe del Estado con un papel, y Chávez reacciona de manera desproporcionada y molesto, resaltando que “está amenazado de muerte”. Ya él es el centro. No importan los demás 51 Capacidades que son reales

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Aunque la historia no se repite de manera igual en los tiempos, estos elementos se parecen

mucho a los problemas de fondo que hay en la historia de Cuba y que explican el surgimiento y

el mantenimiento del castrismo: la “independencia inconclusa” producto de la Guerra contra

España (1898) y la Enmienda Platt (1903-1934), y el fracaso de las elites de la isla en promover

un modelo democrátrico-liberal, y el escepticismo hacia esta posibilidad por parte de la

sociedad, ejemplificado en la fuerte presencia de Fulgencio Batista en la política cubana hasta

la llegada de la revolución de Fidel Castro (Barrios Ferrer, s/f). Ninguno de estos dos atributos

ocurrió en Venezuela: la independencia del país fue plena y no tutelada, y además llevada por

toda América del Sur; y las elites del Siglo XX lograron lo que no pudieron sus pares del Siglo

XIX: la paz y la modernización de Venezuela en 50 años. No obstante, el gobierno del

Presidente Chávez se empeña en que los venezolanos asuman como propio el trauma de

Cuba, por la que nace como nación independiente, pero con la tutela de los Estados Unidos,

para construir el discurso que hoy domina los contenidos del Jefe del Estado: el “anti-

imperialismo”52. Chávez busca un “nuevo mito de los orígenes” con el cual darle solidez

fundacional al “proceso” y le permita romper con el pasado para construir una nueva historia.

Lo dicho es importante tenerlo en cuenta porque esa elaboración sobre la marcha se hace

sobre unos supuestos históricos no verídicos, pero que buscan legitimarse como el relato que

de coherencia al devenir de Venezuela. No obstante, el origen del chavecismo dista mucho de

ser lo que proclama el discurso oficial. Afortunadamente para Venezuela, luego sí de un

doloroso aprendizaje, la historia es menos dramática. Ni siquiera, a diferencia de otros países

de la región en donde tuvo un peso importante (Lozano, 2005: 136), puede esgrimirse la

aplicación de las políticas llamadas neo-liberales, argumento que también muestra el discurso

oficial para legitimar su relato53. En Venezuela, la aplicación de la “receta neo-liberal” no fue

52 Posiblemente, esto explique el hostigamiento permanente de Chávez hacia los Estados Unidos. Quisiera vivir su Playa Girón para lograr una legitimidad interna y un control total del país, porque sabe que habrá una reacción en contra de los EE.UU si éste toma medidas de coerción. Hostiga, para ver si el gobierno norteamericano “muerde el anzuelo” y responde, para también responder y decir que es “el imperialismo”. Cuba le da al gobierno de Venezuela identidad, y se quiere buscar un “mito fundacional del proceso”, algo simbólico a partir de un conflicto con los EE.UU, que haga posible construir el “mito de los orígenes”, ahora focalizado en la lucha contra “el imperialismo”. Pero para esto, necesita lograr el conflicto con los Estados Unidos ¿Hasta dónde llegará esto? No se sabe, lo que sí es cierto es que el gobierno aprovecha la debilidad del gobierno norteamericano para golpearlo y promover su “mito de los orígenes” 53 El punto sobre el neo-liberalismo revela las contradicciones existentes en el gobierno sobre su propia naturaleza. En la discusión sobre la reducción del IVA efectuada el 25 de agosto de 2005, hubo diferencias en la Asamblea Nacional. En un primer momento, junto a la reducción de la tasa, se incluía el IVA en otros productos y servicios –reducir las exenciones, que es lo que sugiere el credo neo-clásico- pero, en el debate parlamentario, la bancada oficialista se retractó en la inclusión del IVA en otros productos y servicios –hasta en tarjetas de créditos- por, seguramente, razones electorales. Pero lo curioso es que El Universal del día 26-8-05, publicó el punto de cuenta del Ministerio de Finanzas al Presidente en este tema y la reducción con la inclusión, aparecen firmadas por el Presidente Chávez. También en la contratación colectiva se evidencia esta tendencia. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), cuestionó la cláusula 25 del contrato colectivo del diario oficial VEA, que tiene estos criterios: atar la contratación al desempeño y, en caso de despido, pagar la “liquidación sencilla”. Los juicios de que Chávez “es neo-liberal” son defendidos por algunos. Notablemente, Domingo Alberto Rangel, padre, en su columna en el semanario Quinto Día. Boersner (2005: 113) sugiere que en Venezuela hay contradicciones entre iniciativas de transformación social “y otras de rancio corte

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total, sino parcial y poco sistemática, con avances y retrocesos, a diferencia de otros países en

donde se aplicó de forma uniforme y con mayor fuerza (Naim, 1993; Weyland, 2004: 143).

Nuestro neo-liberalismo fue, también, muy a la venezolana: un paso adelante, pero dos atrás.

Aunque el propósito de este ensayo no es hacer una historia del chavecismo ni del devenir

político de Venezuela, es sano contextualizar el país en el cual aparece (Sucre, 2003), para

aproximar causas plausibles que lo expliquen, fuera del heroico discurso oficial.

El deseo de paz de las elites, buscado desde que nace nuestro país en 1830, bosquejó el

proyecto nacional, que tomó forma con el Programa de Febrero de 1936, el cual hizo posible –

con sus variantes posteriores como Punto Fijo- la paz hasta los 80 del Siglo XX, cuando se

agota y no es sustituido por otro (España, 1993a) ¿Cuáles fueron las características de ese

programa? En lo económico, el crecimiento impulsado por la renta petrolera. En lo social, el

mejoramiento cualitativo de las personas. En lo político, la democracia representativa

organizada por los partidos políticos. En lo cultural, el consumo compulsivo como indicador de

bienestar y modernidad.

El proyecto nacional esbozado en 1936 cumplió su fin: modernizó al país. En el lapso 1950-

1979 el crecimiento promedio del PIB de Venezuela fue del 5,8% interanual, con una inflación

promedio del 3,1% interanual (Puente, 2002). Su agotamiento tuvo tres manifestaciones: la

económica, con el “viernes negro” el 18-2-83, al devaluarse el bolívar; la social, con el 27-F de

1989; y la política, con los intentos de golpe de Estado de 1992.

La más importante es la económica (España, 1993a), porque desarticuló el imaginario

cultural de los venezolanos: la modernización sin sacrificios (España, 1993b), y el ascenso

social en virtud de la apropiación de la renta petrolera y no del trabajo. Esto trajo de nuevo

viejos arquetipos vinculados a la violencia del Siglo XIX, adormecidos al calor de los

petrodólares: “el justiciero”, “el alzao”, “el conversador”, y “el pícaro”. El petróleo construyó el

mito del Estado; pero el “viernes negro” hizo que pasáramos del “mito incluyente” al “mito

justiciero” (Coronil, 2002). Venezuela dejó de ser violenta por mucho tiempo54 cuando hubo la

posibilidad del excedente económico para modernizar al país. El PIB per cápita del venezolano

aumentó de US$ 155 en 1920 a US$ 1.344 en 1976, lo que representó un crecimiento del 3,8%

interanual. El más alto en ese lapso, si se le compara con la tasa de crecimiento del 2,1%

neoliberal” 54 Se dice “por mucho tiempo” porque, ciertamente, antes del petróleo, primero con Cipriano Castro y luego con Juan Vicente Gómez, se logró la paz con la Batalla de Ciudad Bolívar en 1903. Se logró porque aumentó la capacidad de dominio del poder central –mediante un ejército nacional- y la exclusión de los enemigos

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interanual de las economías desarrolladas y del 1,7% interanual de las economías

latinoamericanas, durante ese período (Baptista, 1985). Cuando el excedente no fue posible,

ocurrió “la crisis de los símbolos” (Rotker, 2000): el ingreso fiscal petrolero per cápita pasó de

US$ 926,6 en el lapso 74-79 a US$ 208,7 en el período 92-99 (Vera, 2003). La ilusión de paz,

seguridad e igualdad se resintió: el índice Gini, que se había mantenido estable en promedio

durante el lapso 70-95 en 0,47 (Muller, 1995; Lora, s/f), pasó a 0,49 en 1998 (World Bank,

2002). El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reconoce que entre los países que

aumentaron su Gini en la década de los 90, estuvo El Salvador, Nicaragua, Perú y Venezuela

(BID, 2000: 7). Según el PNUD (2003), la renta per cápita del venezolano pasó de US$ 5.794

en 2000 a US$ 5.670 en 2001, una reducción absoluta de US$ 124. La sensación de bienestar

se desvaneció. La “inseguridad perceptual” ya es una constante en los venezolanos por lo

menos desde hace tres lustros, y se focaliza en tres áreas: el costo de la vida, el desempleo, y

la inseguridad. La firma de opinión pública Consultores 21, al preguntar a una muestra

seleccionada sobre los problemas más importantes de Venezuela en el lapso 1993-2001, halló

que la preocupación más importante es el costo de la vida con un promedio de 31,52%,

seguida del desempleo con un 24,58% y, finalmente, la delincuencia con un 14,35%. Estas tres

preocupaciones totalizan el 70,45% para el período analizado. Los valores materiales perdidos

predominan como deseo. Hay crisis de futuro, de certidumbre, que desarticula el imaginario de

paz y seguridad que habían disfrutado los venezolanos, por lo menos durante 30 años. La

incertidumbre se instaló en la conciencia nacional.

Pero estos cambios no ocurrieron de repente: desde los 80 comenzó un agotamiento del

sistema político venezolano (Sucre, 2004), que abonó el terreno para el fortalecimiento del

chavecismo, pero no el “imperialismo” o el neo-liberalismo, contenidos que son asumidos hoy y

mezclados al pasado de izquierda de muchos de quienes fundaron el hoy MVR, y usados para

explicar la historia de Venezuela. Lo que ha habido en nuestro país es una lucha por la

hegemonía, resultado de la madurez de la democracia, que generó grupos con intereses

propios y dispuestos a promoverlos por la vía política. Sin embargo, algunos de estos grupos

aprovecharon esa búsqueda para hacerlo de manera no leal al sistema. Lo que podría decirse

es que en Venezuela, desde 1980 hasta 2004, hubo una “lucha por la hegemonía”55. Sobre

este piso, emerge el chavecismo como fuerza política.

A partir de 1983, en Venezuela comienzan a observarse cambios sociales estructurales de

55 Lucha que ocurre en el plano mundial entre el neoliberalismo y fuerzas que pugnan por una mayor regulación del poder de las corporaciones (Giroux, 2005)

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peso, como consecuencia del agotamiento del modelo rentista-sustitutivo de importaciones y la

realidad de la globalización (Del Búfalo, 2002). El más importante, la crisis de la clase media

liberal de los 70 y la depauperación del sector popular, y la emergencia de una clase media

emergente –la burguesía de hoy, de personas en sus 40 y 50 años- conformada por los hijos

de los inmigrantes, el relevo en los grupos económicos tradicionales, las burguesías regionales,

y la burguesía financiera, derivada de la inestabilidad del bolívar y de la compra y venta de

divisas. Junto a esto, los grupos económicos formados al calor del Estado –por ejemplo, los

“doce apóstoles”- se hicieron autónomos del patronazgo político, y comenzaron a buscar sus

propios intereses. Es, pues, la crisis de una sociedad madura, con grupos con intereses

específicos. Es, desde otra perspectiva, la crisis para la continuación del proyecto capitalista

venezolano, iniciado por el Estado a principios del Siglo XX, el cual creó el mercado, y que

ahora debía ser sustituido por los privados, para que lo continuasen (Baptista, 1985).

Por el lado político, hubo un cambio sumamente importante: algunos actores dejaron de ser

leales al sistema, lo que generó una desconfianza que se tradujo en movimientos de corto

plazo en la política, sólo para sobrevivir, como los permanentes cambios a las reglas

electorales56. Con la crisis económica, se instaló la crisis política, y su principal componente: el

cortoplacismo, derivado de la desconfianza, que hizo posible, por ejemplo, los intentos de golpe

en 1992 o el “sacrificio de las elites” de Carlos Andrés Pérez en mayo de 1993. La auto-

regulación y el compromiso de Punto Fijo, habían desaparecido, junto a la capacidad de las

elites de llegar a acuerdos que se cumplieran, por su incapacidad de articular sus intereses y

porque el número de interlocutores aumentó y el paraguas de la “democracia mínima” de 1958,

ya no era suficiente para una “democracia máxima”, que era la realidad y la aspiración de la

sociedad venezolana.

La lucha por la hegemonía se hace visible en el gobierno de Luis Herrera Campins (1979-

1984), en el que comienzan a verse tensiones entre el mundo político y los actores privados

autónomos: por la publicidad de licores y cigarrillos en la TV, por ejemplo, que llevó a que el

exPresidente estuviera “vetado” en algunos medios privados57; hasta las diferencias por el tema

de la deuda externa privada, una vez devaluado el bolívar en 1983. Ese año marcó los tiempos

por venir, tanto, que Herrera Campins se refirió a ese momento como el “año del volapié”. Con

Herrera, comienza la primera fase de la lucha por la hegemonía: la aparición de lo que muchos

56 Las que todavía se mantienen, de manera incluso abierta, como el aumento de los integrantes del parlamento a 167 y no 165, como establecen las normas respectivas 57 El canal 2 RCTV

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llaman la antipolítica (Capriles, 2004). Diferentes grupos –especialmente del sector privado- se

dan cuenta que sus intereses son diferentes a los de los actores políticos, y comienzan a

buscar su autonomía. El error de estos grupos estuvo en pensar que la autonomía pasaba por

la conquista del poder político, y de ahí su estrategia para desplazarlo58. Tal vez, si hubiesen

seguido la línea económica y desarrollado el mercado a partir de una concepción

verdaderamente capitalista con los relevos generacionales necesarios, posiblemente hoy

serían autónomos y logrado lo que buscaban: poder político59. Pero los empresarios quisieron

ser políticos, y no fueron ni una cosa ni la otra. Y parece que, como políticos, no han tenido

mucho éxito, al menos hasta el presente.

Con el gobierno de Jaime Lusinchi (1984-1989) se hacen visibles los cambios estructurales

en la sociedad venezolana, a diferencia del período de Herrera, donde lo político era lo único

visible. Con Lusinchi, lo social se agrega a lo político y esto llevó a que el gobierno fuera más

represivo en el uso de la coerción política. Lusinchi inauguró una política de Estado, vigente

hasta la segunda presidencia de Rafael Caldera: lo que puede llamarse el “blindaje del Estado”.

Ante la incapacidad de los actores políticos por entender los cambios ocurridos en Venezuela y

ofrecer acciones –a pesar que con Lusinchi se creó la Copre- y la presencia de actores

económicos que le lanzaron un reto a los políticos, la respuesta del Estado fue protegerse. Con

Lusinchi, la lucha por la hegemonía deja de ser de “baja intensidad”, para ser abierta y explícita

con diferentes actores económicos: “El Estado omnipotente” de Marcel Granier y el “Caso

Venezuela: Una ilusión de armonía”, del IESA, marcaron la necesidad del relevo de la clase

política y que Punto Fijo necesitaba ser reinventado. Fue, también, el inicio de la reordenación

de los grupos económicos, entre los tradicionales y los nuevos, que comenzó con la banca.

La respuesta política fue el “blindaje del Estado”: por primera vez, los secretarios generales

de AD en los estados fueron nombrados, también, gobernadores. Fueron los años de Recadi,

de Henry López Sisco en la Disip y de José Manzo González en el Ministerio de Justicia con la

“Manzopol”. De Yumare. De los “pozos de la muerte”, investigados con acuciosidad por Ibeyise

Pacheco. La crisis social estaba en pleno apogeo, y la respuesta del gobierno fue la

contención. Fueron los años de la militarización de la ciudad de Mérida, de la “noche de los

tanques”, y de un fin de gobierno que reveló la perversión en el uso de la violencia legítima del

Estado: la masacre de El Amparo. No obstante, como argumenta Haluani (1991), al analizar la

58 Cuyos desastrosos efectos se vieron en los años 2002-2003, con el fracaso del paro, y terminar en un penoso repliegue en la actualidad 59 El caso de la burguesía brasilera

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crisis y violencia política en Venezuela en el lapso 1968-1989, todavía no había pasado

suficiente tiempo para generar un “activismo ilegal y violento”. A partir de 1989, esto cambia: la

opción de violencia política será saliente y legítima para algunos sectores del país.

Con Carlos Andrés Pérez (1989-1993) ocurre la primera crisis importante dentro de Punto

Fijo, que indicó el comienzo del fin. La crisis en el modelo de gobernabilidad era evidente. A

diferencia de Herrera y Lusinchi que no abordaron el problema de la hegemonía sino que

aplicaron una política de contención que implicó la aplicación moderada (Herrera) a intensa

(Lusinchi) de coerción para mantener el orden, Pérez buscó resolver el problema de la

hegemonía a través de su oferta electoral, “El Gran Viraje”, pero no lo hizo políticamente, sino

desde la dimensión técnica de las políticas públicas.

Pérez buscó crear una nueva correlación de poder en cuanto a políticas públicas se refiere,

con el nombramiento de los llamados IESA boys, como nuevos iconos de los cambios, pero no

promovió modificaciones políticas dentro de su partido, AD. Pérez confió exclusivamente en la

bondad de sus políticas y en que serían aceptadas por todos los actores sociales. No fue así.

Pérez tampoco tuvo la sabiduría de construir para su gobierno una nueva correlación de

fuerzas, que fuera más allá de los técnicos: incorporar a los actores políticos de la

descentralización, a la sociedad, a los sectores modernizadores de AD y de otros partidos, a la

nueva burguesía más capitalista y menos política que fue la que enfrentaron Herrera y Lusinchi,

a los trabajadores con una definida identidad política, y al sector profesional e institucional de

las Fuerzas Armadas, para crear una base política que permitiera darle viabilidad al programa

de ajustes y vencer al sector conservador de la sociedad venezolana, principal perdedor del

“Gran Viraje”, el cual comenzó a conspirar contra el gobierno.

A todo esto se agrega que muchas de las políticas de apertura tuvieron efectos no

deseados: la apertura económica desarticuló la red social del Estado que alejó a los pobres del

gobierno y los dejó sin un vínculo material y de identidad, en momentos en que más

necesitaban de una política social del Estado (Skene, 2003: 198); la entrada del capital

internacional hizo que grupos locales con tradición fueran desplazados y que entraran actores

internacionales pocos vinculados al país, y esto rompió el orden dentro del mundo empresarial,

y una de sus consecuencias fue la lucha por el control de bancos importantes como el Banco

de Venezuela y el Banco Consolidado. De alguna manera, los empresarios leales al sistema –

tipo Eugenio Mendoza y Diego Cisneros- fueron sustituidos por un nuevo tipo de actor: el

empresario-político, que hacía dinero pero para desplazar o comprar a los actores políticos de

Punto Fijo, y ser el verdadero poder, de forma directa. Orlando Castro es un buen ejemplo del

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35

tipo de empresario venezolano de los 90, que pueden denominarse mercantilistas-corporativos:

la empresa como vehículo para el poder político, y repartirse “el lomito” del Estado venezolano.

Finalmente, la descentralización también tuvo una consecuencia no deseada: rompió el tejido

organizacional de los partidos, y fragmentó la fuerza política en diferentes caudillos regionales,

que decidieron no atender líneas de partidos sino sus propias orientaciones.

El 27 de febrero de 1989 marca la aparición de la violencia colectiva, pero no estructurada y

focalizada como la violencia política de los 60. Es la llamada “violencia loca”. La violencia se

legitima como recurso para la lucha política y aquélla ya no se dirige contra un partido o

gobierno particular, sino contra el propio sistema, como los intentos de golpe de 1992. La

violencia se glorifica en los medios de comunicación social. En la novela Por estas calles de

Ibsen Martínez (1992), el “señor de la etiqueta” –un precursor de los hoy llamados “grupos de

exterminio”- se convirtió en el héroe a imitar. Una suerte de catarsis, pero contra el sistema

político.

De alguna manera, Pérez cometió un severo error político: hizo un diagnóstico acertado del

problema de la hegemonía, pero la solución no fue la correcta. En vez de centralizar –que era

necesario si se quería reinventar a Punto Fijo- descentralizó, y se produjo tal fragmentación de

poder, que estimuló una reacción de todos los sectores contra Pérez, al ser perdedores por los

cambios económicos adelantados por su gobierno. Desde los más radicales, como los

protagonistas de los golpes de 1992, hasta lo más conservadores, los llamados Notables,

quienes hicieron de la conspiración una forma de hacer política, por cierto bastante alabada por

la sociedad de entonces. Esto llevó al traste los esfuerzos de cambio, y al propio Pérez,

desalojado del poder en mayo de 1993. Fue, para usar la expresión de Angel Bernardo Viso en

Venezuela: Identidad y Ruptura (1983), el “Suicidio de una clase”.

El interinato de Ramón Velásquez (1993-1994) se caracterizó porque el enfrentamiento por

la hegemonía fue más intenso. Se hizo más visible el deseo de sectores privados y políticos por

desplazar a la elite de Punto Fijo. De alguna manera con la salida de Pérez, “se soltaron los

demonios” para el control de la hegemonía del Estado y, definitivamente, Punto Fijo entró en

crisis. Del propio modelo emergieron diferentes candidaturas. Por una parte, el sector

reformista, se agrupó alrededor de Rafael Caldera; mientras que los sectores “radicales”

tuvieron dos candidatos: Andrés Velásquez, para un radicalismo más cercano a la izquierda, y

Oswaldo Alvarez Paz, como una opción más vinculada a la derecha, a lo que se llamó “los

sectores modernos del país”, cercanos a grupos económicos que de alguna manera buscaban

el poder político desde 1983, pero que no querían nada con los actores políticos llamados

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36

“tradicionales”. La sociedad votó por el reformismo, que fue el catalizador para acelerar las

acciones de los sectores “radicales de derecha”, evidentes en el gobierno de Rafael Caldera

(1994-1999).

Antes de asumir la Presidencia, Caldera destituye al ministro de la Defensa, vicealmirante

Radamés Muñoz Léon, lo que reveló que las diferencias en cuanto a la dirección de la

hegemonía también estaban presentes en las Fuerzas Armadas, lo que más tarde se tradujo en

la confianza a personas y no a la institución. Caldera, luego, nombra a su yerno Comandante

General del Ejército, de manera de asegurar la lealtad de la fuerza más importante de las FAN.

Caldera tuvo el siguiente dilema: o cedía el poder al sector mercantilista-corporativo que eran

actores políticos de hecho pero querían serlo de derecho, muy poderosos, con muchos

recursos, o buscaba un acuerdo con los sectores tradicionales de Punto Fijo, para preservar el

orden político. De aquí la expresión que Caldera repetía constantemente, “En mis manos no se

perderá la República”. El exPresidente no venía a resolver el problema de la hegemonía –no

tenía los actores ni la capacidad para ello- sino a estabilizar al sistema político, luego de la

traumática experiencia de las reformas durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Puede

decirse que con Caldera se retoma la idea del “blindaje del Estado”, disminuida durante la

administración de CAP, y comienza un proceso de recentralización del poder en manos del

Estado. Fue una época de conflicto político institucional, que llevó al uso de la amenaza y la

coerción del Estado, con el propósito de reducir la capacidad de poder de los sectores privados

y políticos que querían hacerse del poder del Estado, y desplazar a los actores de Punto Fijo.

Caldera se enfrentó a poderes que representaron grupos de la banca, que tenían aspiraciones

políticas, cuando ocurre la crisis bancaria en enero de 1994. Toma medidas como el control de

precios y el control de cambios, y comienza la llamada militarización de la administración

pública con el nombramiento de oficiales en el Minfra y la militarización del control del tráfico

aéreo, por una huelga en este sector. Caldera amenazó “Con dar el palo a la lámpara” si el

Congreso volvía a darle vigencia a las garantías suspendidas, decretada por el gobierno en

1995.

El sistema social se sintió amenazado por la crisis económica, y su respuesta fue

autoritaria. En 1994, la entonces senadora por Copei, Haydée Castillo, propuso incluir la pena

de muerte en la propuesta de reforma constitucional discutida durante esos años. A la privación

relativa, la respuesta fue proponer un mecanismo de violencia institucional. Pero también la

ruptura del imaginario consumista venezolano dio muestras de cansancio. El país multicolor del

que siempre se había vanagloriado Venezuela, mostró su cara xenofobita. En 1994, ante la

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posibilidad de la venida de refugiados haitianos a nuestro país, la reacción de la sociedad fue

rechazarlos. Tanto fue el desagrado hacia los haitianos, que Manuel Caballero escribió un

artículo en el que expresó, “Sentirse avergonzado de ser venezolano”. Es la aparición del

“racismo simbólico”. Con Caldera, se inaugura una política que se ha mantenido en el gobierno

de Hugo Chávez: la eliminación de los delincuentes. Antes, de manera más focalizada; hoy de

forma más masiva con los llamados “grupos exterminio” dentro de las mismas policías.

No obstante, las acciones tomadas por Caldera no fueron suficientes para traer la

estabilidad buscada. El país no soportó la restricción económica y, para 1996, una crisis política

estaba en puertas. Eso, también, planteó a Caldera otro problema: la paz política en Venezuela

cuesta mucho dinero. La estabilidad se logra mediante la redistribución de la renta petrolera a

los “buscadores de renta”. El exPresidente respondió con una alianza con AD y el acercamiento

a sectores reformistas más capitalistas, como Teodoro Petkoff, y logra un acuerdo con la

tecnocracia petrolera, de manera de abordar la necesidad de dinero. La “Agenda Venezuela” y

la apertura petrolera, se convirtieron a partir de 1996, en los mecanismos de contención para

aplacar la conflictividad política. Caldera tuvo éxito y contuvo a los grupos mercantilistas-

corporativos, que buscaron tumbar a Ramón Velásquez y al propio Caldera.

Llegamos a Hugo Chávez (1999). Lo que sí caracteriza a este período es que el problema

de la hegemonía se resolvió el 31 de octubre de 2004. Luego de 21 años, en 2004 se define

una hegemonía en el poder del Estado. Es esto lo característico del período de Hugo Chávez,

pero sus orígenes se hallan en la incapacidad de los actores de Punto Fijo de reinventar el

acuerdo, que derivó en luchas por la hegemonía del país, pero no por el “imperialismo” o el

neo-liberalismo. Este último, en todo caso, actuó como variable que intervino, pero no

independiente; ésta fue la incapacidad de renovación que mostraron los actores de Punto Fijo

(Levine, 2003: 32)60.

Al analizar los “autoritarismos competitivos” en Rusia y en las exrepúblicas soviéticas, Way

(2004: 152), sugiere que la causa del autoritarismo actual en esos países fue el legado poco

institucional del mundo soviético del pasado, que este autor clasifica en tres variables: a.-Un

débil marco legal; b.-Poco desarrollo de la economía de mercado, la ausencia de una

verdadera clase empresarial, y los principales recursos económicos en manos del Estado; y c.- 60 En un interesante trabajo de 1988, Eduardo Arroyo Talavera (Vid. Elecciones y negociaciones, Pomaire, 1988), argumenta como uno de los puntos centrales era la poca capacidad de los actores de Punto Fijo para ampliar los alcances de la democracia, al estudiar el escaso desarrollo del artículo 109 de la Constitución de 1961, que daba entrada a las organizaciones de la sociedad civil en la planificación de políticas. La principal debilidad de Punto Fijo no fue la entrega al “imperialismo”, sino el haber mantenido una, para usar la expresión de Juan Carlos Rey, “democracia mínima”, en un país con la madurez suficiente para asumir una democracia amplia, como lo sugieren los resultados del trabajo de Villarroel (2001: 287-295)

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Una débil sociedad civil. Way (2004: 152) sugiere que este tipo de democracia autoritaria no

aparece porque la gente esté descontenta con la democracia representativa o porque existan

actitudes no democráticas en la población, sino por la presencia de un marco de ausencia o

presencia de oportunidades para que los actores políticos empleen medidas extra-legales para

mantenerse en el poder. Lo que llama el supply-side politics. El mensaje es la idea de

restricciones al poder para evitar su ejercicio abusivo. Si no hay, se abusa del poder y se llega

al punto autoritario.

Lo llamativo para el caso venezolano, si se compara con la experiencia soviética, es que

nuestro país no venía de un legado autoritario, sino de una democracia representativa,

imperfecta, pero democracia61. La pregunta que debe inquietar a los estudiosos con respecto a

Venezuela es ¿Cómo el país avanzó una hacia una “democracia delegativa”, viniendo de una

exitosa experiencia democrática, iniciada en 1958? Las tres causas comentadas supra dan

elementos para responder a la interrogante. Pero de las tres causas que sugiere Way,

posiblemente la más relevante sea la ausencia de un sector empresarial autónomo y, por

extensión, la ausencia de un relevo empresarial y político organizado62. Sencillamente, la crisis

aparece porque hay carencia de política, junto a una lucha por la hegemonía que se tradujo en

la búsqueda de la supervivencia política, no del cambio político, y en un juego suma-cero entre

todos los actores políticos: la reforma a la Constitución de 1961 no se concretó, ni tampoco se

avanzó en las reformas de la Copre, más allá de la elección de gobernadores y alcaldes. Todos

los actores apostaron al agotamiento de sus competidores, mientras el país se deterioraba.

Pero la Venezuela en la que emerge el chavecismo no era el país dominado por una elite como 61 También hay otras excepciones: Suecia, que de una sociedad civil no autónoma y un Estado paternalista, avanzó hacia una mayor “libertad de elección” por parte de la sociedad. Es interesante, sin una sociedad civil autónoma, Suecia avanzó hacia una mayor liberalización (Rojas, 2004: 222, en “Suecia después del modelo sueco”, Estudios Liberales, 96), de aquí la tesis que se postula en este ensayo: más que una ausencia de sociedad civil en Venezuela, la debilidad de ésta fue lo que condujo a una lucha por la hegemonía cuando el consenso de Punto Fijo mostró sus limitaciones. Volviendo a Suecia, este país reveló un consenso en torno a un proyecto socialdemócrata, y logró tener una base material previa. Tal vez esto explique la excepcionalidad de este país en la regla que sugiere Way 62 Aunque no hay que obviar la ausencia de un fuerte Estado de derecho porque en Venezuela el poder ha sido “para hacer lo que me da la gana”. No hemos sido una sociedad liberal en el sentido de las limitaciones al poder, aunque mucho se había avanzado en su control. El Presidente Chávez lo que ha hecho es pervertir más esa tendencia previa: ahora se hace lo que al poder “le de la gana”, pero sin ningún tipo de rubor. El supply-side politics ha sido la constante en Venezuela. Esto puede explicar por qué se aceptan muchas cosas abusivas de los gobiernos: total, el poder es para hacer lo que me de la gana. Por cierto, idea desarrollada por José Ignacio Cabrujas en su ensayo El Estado del disimulo. Se disimula porque no hay conciencia del poder: sólo aparentar, pero hago siempre lo que quiero ¿Por qué Chávez habría de ser diferente? Como se dijo, ha exacerbado esta perversión del poder en Venezuela, recogida en una frase que dicen muchos sus seguidores y que revela esa falta de límites, “Así, así, así es que se gobierna”. Esto trae otra reflexión importante: los valores ¿Realmente somos democráticos-liberales? ¿Realmente tenemos empresarios o rent-seekers? Esta inferencia es valida porque da la impresión –por la timidez en muchas respuestas al gobierno- que algunos sectores de la oposición en sus valores y actitudes no son diferentes, en el fondo, al gobierno. Por ejemplo, en el campo de la economía, la respuesta en muchas cosas es poco firme. Posiblemente, porque quienes deben debatir el socialismo, en el fondo, son socialistas y no creen en el liberalismo. Es razonable. Hay que recordar que nuestro país vivió casi 30 años con la garantía económica suspendida, y fue restituida en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. Autores como Magallanes (2004) sostienen que en Venezuela es imposible el liberalismo, y que sólo funciona una economía con intervención del Estado. Vid. La constitución económica de la República Bolivariana de Venezuela. En: Salamanca y Viciano comentado supra

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lo indica la historia oficial reciente, “de blancos”. Era una democracia con contradicciones, con

un deseo popular de orientarla fundamentalmente al desarrollo económico y hacia contenidos

sociales, pero con un anclaje de valores democráticos en el tejido social (Villarroel, 2001: 290-

291), logrado por la experiencia democrática que se asomó en 1936 y se concretó en 1958.

Agrega esta investigadora que (para 1993), “Este hallazgo indica la existencia de pluralismo,

diversidad, y especificidad en los intereses, lo cual sugiere que la democracia venezolana

provee los espacios y las oportunidades para que los actores sociales puedan expresar sus

preferencias” (Villarroel, 2001: 288). Esa era la democracia de entonces: con contradicciones,

diversa, pero no “oligarca”.

En síntesis, los orígenes del chavecismo no son los que proclama el discurso oficial63. Esto

es importante porque, en un momento en que se oscurece la historia de Venezuela, la ceguera

puede llevar a una lectura equivocada de los hechos64 y, en consecuencia, a inferir tendencias

y acciones que, seguramente, errarán. Se necesita una Misión Milagro, pero para darle luz a la

historia, con claridad en los hechos, para una adecuada visión del devenir histórico

venezolano65. Si se quiere sintetizar el contexto, fue algo menos heroico que lo que dice el

relato oficial, pero más letal, políticamente hablando: ausencia de responsabilidad política por

parte de los grupos dirigentes de la sociedad venezolana y la insensibilidad ante una sociedad

más compleja, que se dejó atrapar por el discurso anti-político. Sin embargo, algunos autores

(Derham, 2002) sugieren que con la administración Chávez se regresa a la esencia del modelo

político venezolano: un “hombre fuerte” que traiga orden y progreso, en la clásica visión

positivista, porque la democracia en nuestro país no ha traído el bienestar esperado. Este autor

insinúa como modelo para nuestro país, el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez. 63 Incluso, resulta curioso escuchar al Presidente Chávez cuando habla de sus dos años en prisión (1992-1994), como su pase por las “cárceles de la dignidad”. Sin embargo, su prisión fue atípica: recibía visitas, muchas de las cuales hoy son ministros como Jorge Giordani y Yadira Córdova, pero la historia que cuenta el discurso oficial es que su prisión fue en una especie de dictadura, cuando lo cierto es que no fue así. Fueron presos con privilegios. Por ejemplo, en una entrevista a El Universal, el Presidente del Bandes, Edgard Hernández B, comentó que en prisión pudo comprar divisas. Cosa que hoy no puede hacer la mayoría de los venezolanos, aunque no estén presos. Esta historia de sufrimiento resulta poco decorosa, por decir lo menos, si se contrasta con verdaderas prisiones políticas que hubo en Venezuela como La Rotunda, Guasina, o El Obispo 64 El mito que Chávez vive “recorriendo los barrios” mientras que la oposición “está en los estudios de TV”, cuando lo cierto es que el Jefe del Estado es un fenómeno de los mass media. Mientras la oposición “recorre los barrios”, el gobierno refuerza su aparato de propaganda y comunicaciones como sugiere Pasquali en el artículo citado supra 65 Pero este olvido también está en la academia. Es la idea de evaluar el pasado con criterios del presente. Con este esquema, siempre habrá una evaluación desfavorable porque el futuro, como buenos Occidentales, siempre será mejor. Es el caso del trabajo de Jennifer McCoy y David Myers (2003), titulado Venezuela in the gray zone: From feckless pluralism to dominant power system. Politeia, 30, 41-74. Resulta dura la calificación genérica de feckless pluralism (pluralismo irresponsable, como lo traduzco) para un modelo que fue visto como “la excepcionalidad de América del Sur”. Aunque los autores “analizan la caída del régimen puntofijista” (p. 41), una debilidad es que no quedan delimitados los tiempos de auge y caída de Punto Fijo, sólo de manera muy genérica (p. 44), y se habla de partidos establecidos que se alternaban en el poder, pero sin contacto con la sociedad (p. 45). Críticas valederas, pero la no distinción temporal deja la sensación que Punto Fijo fue un fracaso, cosa que no es cierta tout court. Por otra parte, la idea de entrenched parties parece ser común en los países de democracia avanzada (Morlino, 2004: 14), no un atributo exclusivo de Venezuela y de Punto Fijo

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El chavecismo opone ideología –encubrir lo que voy a hacer- contra doctrina –el deber ser,

lo que voy a hacer- para tapar sus verdaderas motivaciones, y esto tal vez explique las

contradicciones del Jefe del Estado. A veces es de “derecha” y otras es de “izquierda”. En el

fondo, lo que parece buscar es la monocracia, es todo aquello que contribuya con el poder, y

esto es lo que se encubre ¿Cómo? Con cualquier doctrina: de izquierda o de derecha y, a

veces, de centro. El discurso doctrinario es irrelevante, siempre y cuando sirva a los propósitos

de la ideología.

1.2.-¿Un gobierno democrático y de izquierda?

Para quienes estudian la democracia, la época de la “transitología” pasó, y ahora se

enfocan en los diferentes “grados” de democracia que existen dentro de un continuo en un

sistema político. Ahora se habla de “buenas” democracias y “malas” democracias, y se busca

definir la “calidad” de aquélla (Way, 2004: 145; Morlino 2004: 5-6; Skene, 2003: 189-191; Paley,

2002: 469)66. El asunto no es si hay o no democracia, sino “la calidad” de la misma, y se asume

que puede haber muchos tipos de democracia: desde las liberales hasta las socialistas67. En

estas últimas, se concibe la democracia no como derechos individuales sino como el derecho a

que el Estado provea el bienestar a la sociedad, (Paley, 2002: 471 y 475). Es un continuo, no

una dicotomía como era en el pasado, y en este punto se centra el debate entre los estudiosos:

elecciones solamente o derechos, para hablar de democracia (Way, 2004: 145). Para los

“optimistas”, lo central son elecciones competitivas aunque no se respeten los derechos

liberales; para los “pesimistas”, pesa más el respeto a los derechos liberales y no son

suficientes hacer elecciones para llamar a un gobierno democrático. A pesar de este continuo,

el consenso favorece la tesis de los derechos. La experiencia revela que las “democracias

autoritarias” no son transitorias como sostienen los “optimistas”, sino que generan patrones de

poder, que respetan poco los derechos liberales al controlar las elecciones, el parlamento, y los

medios de comunicación social (Way, 2004: 151). Ceteris paribus, el criterio parece ser el

66 Aunque la idea que no hay democracia perfecta viene de Robert Dahl (1974), quien distingue entre el ideal, la democracia, y lo real, la poliarquía, que es un tipo de democracia (Hadenius y Teorell, 2005: 89) 67 Las dificultades para definir si un gobierno es democrático no sólo se hallan en la ciencia política. También en la política, de acuerdo a la siguiente cita del Ministro de la Defensa de España, José Bono, en su comparecencia ante el parlamento español para explicar la venta de armas a Venezuela por parte de ese país. Dijo Bono que, “Lo que sí puedo decirles es que el régimen de Venezuela desde 2003 hasta aquí no ha debido cambiar tanto como para que el criterio en venta de armas por parte de España sea tan mudable respecto del grupo que entonces gobernaba y ahora está en la oposición. Es más, ha ido una delegación del Parlamento Europeo y en su informe ha dicho literalmente: ‘El referéndum ha devuelto la calma al país’. A este respecto, quiero añadir que también se ha citado un informe de Freedom House sobre la falta de derechos humanos en Venezuela, en el que se dice que aquel país es parcialmente libre. Es cierto. Lo que no se ha dicho, y yo añado, es que en ese mismo informe también se dice que, por la concentración de medios de comunicación, Italia es un país parcialmente libre”. Interesante el reconocimiento de Bono que Venezuela es un país “parcialmente libre”, junto a Italia. Vid. Cortes Generales. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. VIII Legislatura # 249, sesión # 11, de fecha 18-4-05. Pp. 18

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respeto a los derechos liberales68 para hablar de una democracia como forma de gobierno

efectiva y no a medias.

Para Morlino, los requisitos mínimos de democracia son cuatro: a.-sufragio universal; b.-

elecciones competitivas, libres y justas de manera permanente; c.-más de un partido político;

d.-más de una fuente de información. La calidad de una democracia se construye en tres

variables: procesos, contenidos y resultados. Esto se verifica en los indicadores siguientes: el

marco jurídico, la rendición de cuentas, la capacidad de respuesta del gobierno, y la libertad e

igualdad. Morlino (2004: 5-6) sugiere que las democracias con fallas pueden clasificarse en los

siguientes grupos. Un primer grupo, son los “regímenes híbridos”, que fallan en la realización

de elecciones transparentes y en la garantía a los derechos civiles. Luego, están las

“democracias defectuosas”, que se caracterizan por el monopolio de la política por algún grupo,

que genera resultados no satisfactorios para la comunidad (sesgos de poder). Finalmente,

están las “democracias deficientes”, las que cumplen los requisitos mínimos, pero tienen

problemas de consolidación. En este grupo, para los propósitos de este manuscrito, se hallan

las democracias delegativas69, en donde se ubica el gobierno de Hugo Chávez70.

Muchos hablan de la cercanía con Cuba71, pero esta proximidad es, mayormente, en la

promoción de una ideología del Estado hacia la sociedad72 pero, como forma de gobierno, hoy

la administración Chávez se acerca más –con las diferencias hacia Venezuela- al gobierno de

Putin en Rusia (Sleivyte, 2004), y a algunos gobiernos de las exrepúblicas soviéticas (Way,

2004; Korosteleva, 2003; D’Anieri, 2003; March, 2003)73: una Presidencia fuerte, una ideología

68 Esto es importante y tal vez sea lo que explique que, internacionalmente, el gobierno del Presidente Chávez no sea visto como una democracia plena. Se le reconoce su legitimidad, pero menos el carácter democrático de su gobierno. Se asume que es un tipo de democracia, ciertamente no liberal. A esto contribuye Chávez, cuando en su visita a Cuba para hacer el programa Aló Presidente Nº 231 a mediados de agosto de 2005, haya dicho que la democracia en Cuba es una “democracia revolucionaria”, pero no la “democracia de Occidente” ¿A qué se refiere? Lo cierto es que del carácter menos democrático de Venezuela están convencidos muchos estudiosos. Vid. La revista Letras Libres con el tema de Venezuela titulado “Venezuela: palo a la democracia” 69 Morlino también las llama “democracias populistas” (2004: 2) 70 La idea de una figura que ponga orden no es nueva en Venezuela y en el pensamiento político, con la idea de los estados de excepción. En el caso venezolano, la idea del “gendarme necesario”. Vid. Laureano Vallenilla Lanz y su “Cesarismo democrático”, quien plantea la “evolución” hacia el ideal de democracia-liberal de manos del “gendarme necesario” que entiende nuestra “constitución efectiva” 71 Que no significa que ese sea, al final, el modelo de sociedad que se imponga. Si es así, para llegar a este tipo de sociedad se sigue otro patrón político más cercano al que hay en Rusia y en las exrepúblicas soviéticas. Si llegamos a Cuba, será por caminos diferentes a los seguidos por Castro en Cuba 72 Asunto muy importante y que no debe ser descuidado 73 Una variable donde hay una simetría casi perfecta entre el gobierno de Chávez y las exRepúblicas soviéticas es en el control indirecto de los medios de comunicación, a través de leyes para penalizar las “ofensas y al honor de los funcionarios”. Por ejemplo, en la muy dolorosa tragedia del huracán Katrina en los EE.UU, los medios fueron muy severos con el Presidente Bush, al cuestionar la poca acción desplegada por su gobierno ante la magnitud de la tragedia. En Venezuela ¿Se critica de forma directa al Presidente Chávez? No, fuera de la crítica vocinglera, sólo se recuerda al Tenientecoronel, Jesús Urdaneta, quien formó parte del 4-F. En beneficio del Jefe del Estado, éste ha guardado silencio ante las críticas severas de Urdaneta. El cuestionamiento va a

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que pretende ser única y orientada hacia una meta, y un Estado débil74. Por ejemplo, en el caso

de Venezuela, un Jefe de Estado con más atribuciones y mayor poder, pero un Estado que no

puede garantizar una condición básica para la gobernabilidad (O’Donnell, 1993: 67), “la eficacia

de la ley”: la existencia en diferentes estados del país de los llamados “escuadrones de la

muerte”75, por ejemplo. Bien pudiera ser calificada la administración Chávez como una

“democracia supervisada” (managed democracy, Sleivyte, 2004: 61) o un “régimen autoritario

competitivo” (competitive authoritarian regime, Way, 2004: 151) ¿Cómo lo caracteriza este

autor? “En síntesis, un régimen autoritario competitivo se define por la difícil coexistencia entre

efectivas instituciones democráticas y prácticas autoritarias. Las elecciones no son justas, pero

se mantienen competitivas. El parlamento es débil, pero es un importante espacio de oposición.

Finalmente, los medios de comunicación son acosados constantemente, pero pueden ser muy

críticos hacia el gobierno”.

¿Qué es una democracia delegativa? Este término fue acuñado por Guillermo O’Donnell

(1994. C. P. PNUD, 2004: 138-139). El PNUD la caracteriza de la siguiente manera para

referirse “A países en donde se celebran elecciones libres y limpias pero en los cuales los

gobernantes (especialmente presidentes) se sienten autorizados a actuar sin restricciones

institucionales. En esta concepción fuertemente mayoritaria y plebiscitaria del poder político, el

gobernante no deja de ser democrático, en el sentido que surge de elecciones libres y limpias,

y no intenta suprimirlas en el futuro. Pero, por otro lado, no se siente obligado a aceptar las

restricciones y los controles de otras instituciones constitucionales (Parlamento y Poder

Judicial) ni de diversos organismos estatales o sociales de control; al contrario, suele dedicarse

a ignorar, anular o cooptar esas instancias. La idea básica de esta concepción es que los

votantes ven al presidente como el depositario exclusivo de la legitimidad democrática, al que

en consecuencia delegan el derecho y la obligación de resolver los problemas del país a su leal

saber y entender. Esta idea (que no excluye la de futuras elecciones libres y limpias en las que

el presidente y su partido podrán ser cambiados) autoriza acciones anti-institucionales del

otros funcionarios. Para Way (2004: 149), este tipo de normas son usuales en los “regímenes autoritarios competitivos”. En el caso de Venezuela, está la Ley Resorte pero, con mayor fuerza, el reformado Código Penal. Way (2004: 150) comenta como en Ucrania una televisora relativamente poco sesgada (STB), fue presionada por el gobierno mediante amenazas sobre los impuestos y el control de la instancia de telecomunicaciones de ese país (UFSA) ¿Algún parecido con la realidad venezolana? Seguramente es mera coincidencia 74 Rusia es, igualmente, un “Petro-Estado” y muchos afirman que es una “petrodemocracia conducida autoritariamente” 75 De acuerdo a El Nacional del día 1-9-05 reseña que la Fiscalía investiga a 6 mil agentes de seguridad por aplicar la justicia fuera de la ley. Como sugiere Domingo Alberto Rangel, padre, “El resultado es que en Catia, en Los Magallanes, para ser más precisos, a dos o tres kilómetros de Miraflores donde despacha la reencarnación de Simón Bolívar, hay un hospital contaminado, donde se va la luz mientras operan a un paciente, los ascensores no funcionan durante meses enteros, y el aire acondicionado se apaga de repente” (Quinto Día, 2-9 de septiembre de 2005, Pp. 4)

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presidente así como, tal como se verá más adelante, decisiones ‘para poner orden’ o ‘resolver

crisis’ de neto corte autoritario. Esto no implica, claro está, que el presidente delegativo sea

omnipotente, ya que choca con los resabios de institucionalidad subsistentes, con diversas

relaciones fácticas de poder y, dependiendo de las coyunturas, con movimientos opositores,

sobre todo de rendición de cuentas societal”.

Aunque en nuestro país es objeto de mucha controversia el carácter de “elecciones libres y

limpias”76, este manuscrito asume que los comicios en Venezuela han sido mayormente libres y

limpios, opinión que han mantenido los observadores internacionales a las diferentes consultas

electorales realizadas en el país desde 1998. Sin embargo, las demás características de una

democracia delegativa se cumplen77. El Presidente Chávez actúa sin ningún control78, y es

evidente en su programa bandera Aló Presidente, el uso de la primera persona, “mi fuerza

armada”, “aquí no se aprueban recursos sin mi autorización”, etc. pero, ya que este ejemplo

puede generar poca credibilidad por estar personalizado, es la focalización de la atención

política del país hacia el Jefe del Estado. Nada escapa a su control y opinión. Es el centro. Las

otras instituciones lucen pequeñas. Otro indicador es la creciente adulación hacia su persona

de parte de colaboradores. Son inexistentes las críticas de funcionarios, y es Chávez quien las

hace. La idea de delegación también está presente en las políticas públicas: los planes de re-

centralizar algunas iniciativas promovidas en los 90 en materia de descentralización –como la

salud, en donde fue descentralizada, aunque no ocurrió de manera uniforme- sugieren colocar

el poder en el centro, en la figura del Presidente. También en la política exterior, si bien área

responsabilidad del Presidente de acuerdo a la Constitución, es poco el cuidado que se presta

a la Asamblea Nacional a la hora de establecer acuerdos que comprometen al Estado y no al

Gobierno, con otros países. Pero en Venezuela el Estado y el Gobierno se funden en una sola

persona. Tanto, que un anuncio del calibre como la posible suspensión del envío de petróleo a

los Estados Unidos, fue hecho por el Ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, a través

de un programa de televisión del canal del Estado79 y no en el sitio que corresponde: el

76 Controversia visible en las pasadas elecciones del 7 de agosto con, en parte, la elevada abstención, y la caída en la confianza hacia el CNE que registran las principales encuestadoras del país en el lapso septiembre-octubre de 2005 77 El número de vetos del Ejecutivo a las leyes aprobadas por el parlamento es elevado (que suman 8), esto sin contar con dos amplias leyes habilitantes aprobadas en 1999 y 2001. Sobre este último punto, algunos argumentan que el Ejecutivo en Venezuela siempre ha gobernado por decreto, y que Chávez no es la excepción. Vid. Crisp y Johnson (2000: 269), “De instituciones que restringen a instituciones ausentes”. En: Carrasqueño, J. V; Maingón, T; Welsch, F. Venezuela en transición: elecciones y democracia 1998-2000. Caracas: CDB-RedPol. Sin embargo, la extensión en tiempo y las áreas de los decretos habilitantes de Chávez tuvieron mayor extensión que la de los presidentes de Punto Fijo 78 Son frecuentes sus comentarios a quienes afirman que “se está regalando el petróleo” y que el gobierno “regala lo que no es suyo” 79 El programa En Confianza del canal 8, el día lunes 16 de agosto de 2005

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parlamento nacional. Finalmente, en usos militares hacia el Presidente. El saludo ya no es

“Señor Presidente” sino “Mi Comandante en Jefe” con lo que, también, la función civil se funde

con una prerrogativa presidencial la que, a su vez, se convirtió en un grado: Comandante en

Jefe80. Es una personalización de la política que destruye su esencia: la pluralidad y la

alternabilidad. No hay diversidad sino una unidad que sólo se legitima en comicios, en los que

ocurre la delegación81.

En síntesis, qué duda cabe, estamos ante una democracia delegativa de corte ideológico y

con vocación continental, que es lo que la diferencia de los modelos delegativos del pasado

como Alberto Fujimori en Perú o Carlos Menem en Argentina, orientadas a una racionalidad

técnica-política y menos ideológica-política, al ser ésta última la que refuerza Hugo Chávez.

Fuera de políticas que han empoderado a la comunidad y redistribuido poder en línea con lo

que plantean algunos teóricos “anti-neoliberales” (Giroux, 2005)82, el balance de políticas

públicas y de ejecución del gobierno es mayormente negativo83.

Quienes, desde el plano del pensamiento apoyan al “proceso”, no califican mayormente al

gobierno de Chávez como una democracia –tampoco dicen que es una dictadura- sino como

un “régimen progresista” (Petras, 2005: 157) y un “proceso revolucionario” en el que hay que

80 Artículo 40 de la novísima LOFAN 81 Siempre se espera que Chávez “haga un llamado” ante cualquier eventualidad política que ocurra, y todo el mundo pregunta ¿Y qué dice Chávez? ¿Y dónde está Chávez? Una suerte de “Chávez-dependencia”, vista con crudeza en su “desaparición” de dos días ocurrida luego de una marcha en contra “del imperialismo”, en junio de 2005 82 Principalmente, en el área de micro-créditos y la promoción de formas de organización popular, aunque muchas de éstas son promovidas desde el Estado y no son autónomas. Es común ver a los miembros de cooperativas distintas vistiendo la misma franela roja con expresiones alusivas al “proceso”. Sin embargo, se ha despertado una conciencia de organización popular no desdeñable. Algunas ideas del gobierno son meritorias, pese a las críticas de la oposición. Por ejemplo, el desarrollo endógeno y los ejes de desarrollo, no censurables como idea si se tiene conciencia de las inmensas zonas deprimidas que hay en el país. Igualmente, las cooperativas. Sin embargo, con estas últimas, la evidencia sugiere que no deben ser sobre-estimadas. Vid. Silvia Pittatore y Gilberto Turati (2000). A Map of Property Rights in Italy and the Case of Co-operatives: An Analysis of Hansmann’s Theory. Economic Analysis, 3, 23-48. Dicen estos autores que, “Our findings show that, in accordance with theoretical predictions, workers co-operatives emerges in clearing services, vigilance services, and road transport goods, where wmpolyess’ task are standarized and homogeneous, firms need a relative small amount of capital, and real investment are not firm-specific. Seller and customer cooperatives mainly arise in food and drink manufacturing and food and drink wholesale distribution, where firms have potential market power” (p. 23) 83 Reconocido por el propio Presidente en algunas áreas como la vivienda y, en el plano cultural, resulta curioso que la crítica que hace Giroux (2005: 5) al discurso militar del Presidente Bush, se aplique al caso venezolano en donde el discurso presidencial, “inyecta una constante presencia militar en nuestras vidas”. Desde el plano de la economía general, el país muestra indicadores favorables pero, como sugiere El Informe Económico 2004 del BCV, causado por un “entorno internacional auspicioso” (p. 10) por lo que su sostenimiento a largo plazo depende, “En tanto la expansión del gasto de inversión fomente la ampliación del acervo del capital por trabajador y la productividad factorial total de la economía”. Es decir, la confianza ¿Podrá obtenerse esta meta con, por ejemplo, acciones de expropiación contra la factoría de la empresa Polar ubicada en Barinas? El informe del BCV sugiere, de manera elegante, que el sostenimiento de la bonanza sólo será posible con incrementos en la inversión, en el capital, la educación, y la incorporación de tecnologías (Pp. 68 y 76). No lo ubica sólo en la presencia de altos precios petroleros y unas reservas internacionales elevadas, aunque esto permite que el sistema político trabaje con holgura. Estos ayudaron para llegar al nivel de 2001, pero para avanzar, se requiere la participación de la economía privada, y ésta requiere confianza ¿Puede lograrse con tanta discrecionalidad? En el campo social, el Informe sobre el Desarrollo Humano del PNUD, revela que el Indice de Desarrollo Humano del país entre 2000 y 2003, se ha mantenido estable en 0,772 (PNUD, 2005: 248)

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promover una bottom up democracy (Harnecker, 2005: 150-151)84. No lo ven como un modelo

democrático-liberal, el cual se cuestiona por enfatizar la representación, y se evalúa más en

términos de la participación directa. La llamada “democracia protagónica”. En esta concepción,

la idea de contrapesos es inexistente, la hacen las “contralorías sociales”. La “moral

revolucionaria” está por encima de las reglas de juego, y la construcción de un orden de paz y

bienestar igualitario justifica la suspensión de las reglas del juego político. Es la ética especial

en la relación entre la ética y la política que define un ius singulare (Bobbio, 1996: 164), en este

caso, el “revolucionario”, que está por encima de cualquier restricción institucional.

Este ius singulare revela la segunda “contradicción estructural” del chavecismo: su accionar

político en “dos tableros: uno institucional y otro de poder. Desde el punto de vista institucional,

hay un apego a las reglas institucionales; pero por el otro, hay acciones paralelas que

contradicen la sujeción a las reglas institucionales, para adelantar un proyecto, aunque se

busque darle un matiz legal. Por ejemplo, están las FAN profesionales, pero hay una “reserva”

que se busca hacer institucional pero que depende del “Despacho del Presidente”85. Tienen

grupos para hacer “tomas” a propiedades, pero al mismo tiempo se afirma que en Venezuela

existe “el Estado de derecho”. Desde otro punto de vista, existen cuerpos de seguridad

ciudadana pero, al mismo tiempo, existen grupos violentos cuya función es amedrentar y

disuadir a quien se estigmatice como “enemigo del proceso”86.

Pero esta opinión de una “democracia deficiente” –con variantes en los nombres- se

encuentra en el trabajo de McCoy y Myers (2003: 61-62), quienes caracterizan el modelo

político venezolano actual como un Dominant power system (Sistema de poder dominante), con

las siguientes características: a.-A pesar del limitado, pero real espacio político, con algún

84 Aunque no lo dicen de manera abierta, una vez que se leen los artículos de Dieterich (2005), Harnecker (2005), y Ellner (2004), queda la idea que los dos primeros están preocupados por los excesos del “proceso” y sobre la viabilidad de la “revolución”, si se mantienen estos excesos. Por ejemplo, Harnecker no plantea una lucha anti-imperalista sino contra el capitalismo, pero el gobierno de Chávez ha ido más allá de la lucha contra el capitalismo: es, como dijo el Jefe del Estado, una tarea “para salvar al mundo”, más en la línea que sugiere Petras (2005). Indudablemente, hay preocupación en algunos pensadores sobre la viabilidad del modelo, como queriendo decirle a Chávez, “no vayas a desperdiciar esta oportunidad histórica” 85 Artículo 3º del Decreto Nº 3.560 de fecha 2-4-05 (G.O # 338.084 de fecha 4-4-05). Para establecer una diferencia con un instrumento jurídico más elaborado que parece no pretender crear una reserva del Presidente sino una reserva del Estado, Vid. Real Decreto 1691/2003 de fecha 12-12-03 titulado Reglamento de Acceso y Régimen de los Reservistas Voluntarios, de España (BOE # 298, Pp. 44.415) 86 Tal es el caso de Lina Ron. En un reportaje sobre su programa de radio publicado en El Nacional el día 28-8-05, se habla que su logística incluye camionetas Trail Blazer y motos que, en el recuento que hace el reportaje, paraban el semáforo, “aunque estuviera en verde”, al momento en que Ron cruzaba la calle ¿Tiene esta persona alguna cualidad especial –más allá de la de ser “revolucionaria”- para detener el tráfico? Incluso, un sitio público como la Plaza Andrés Eloy Blanco, es su coto particular. El gobierno argumenta que la Plaza Altamira es “de la oposición”. Fue llamada “territorio libre”, en frase pronunciada por un irresponsable y poco profesional militar, pero hoy esa plaza es libre para caminar ¿Puede decirse lo mismo de la Plaza Andrés Eloy Blanco? ¿Cuándo volverá a ser libre para las personas? ¿Y quién paga y para qué toda esa logística de protección de la señora Ron?

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debate, y la presencia de la mayoría de las formas institucionales básicas de la democracia, un

grupo político domina el sistema, por lo que no se vislumbra la alternabilidad en el poder en el

futuro previsible; b.-Se diluye la diferencia entre el Estado y el partido, en la medida que los

principales recursos del Estado se colocan en manos del partido de gobierno; c.-Elecciones

dudosas, aunque no claramente fraudulentas, con un marco institucional que favorece al

gobierno, las que todavía concitan apoyo internacional; d.-Los partidos de oposición son

ineficaces y están desprestigiados, y la oposición queda en manos de las ONG y los medios de

comunicación independientes; e.-El Estado es débil y con un nivel de desempeño negativo, en

tanto la burocracia se paraliza por el control del partido único y la corrupción a gran escala.

No es propósito de este trabajo explicar en detalle el origen de estos modelos políticos ni

sugerir su desarrollo futuro, aunque la evidencia indica que la transición desde estos modelos

hacia una democracia liberal no es fácil, mucho menos si el poder está personalizado y, en este

caso, el cambio ocurre por protestas populares o rebeliones, no por pactos o acuerdos, como

en los “regímenes burocráticos-autoritarios” (Geddes, 1999: 141; Thompson, 2002: 86). Los

estudiosos sugieren que la persistencia de una “democracia iliberal” es alta, aún cuando el líder

que la encabece haya abandonado el poder (D’Anieri, 2003: 59), y que este tipo de democracia

debe ser vista como una forma de gobierno permanente y no pasajera, puesto que ha

sobrevivido a ciclos electorales, y ha generado patrones políticos permanentes (Way, 2004:

143)87. Este autor sugiere que los llamados “autoritarismos competitivos”, han sido descuidados

por la ciencia política como objetos de estudio y que, una vez que se han estabilizado como

forma de gobierno, deben recibir mayor interés por parte de la comunidad de cientistas

políticos88. Ropp (2005: 9) afirma, igualmente, que el populismo ha recibido un tratamiento

similar en el ámbito de los politólogos de los Estados Unidos, como tema de seguridad

nacional.

Aunque este no es el fin del manuscrito, se buscó describir la situación política de

Venezuela dentro de la idea de la democracia delegativa, en un contexto de debilitamiento de

la democracia en nuestros países (Dirmoser, 2005) causada, para algunos, por las presiones

de la economía global (Skene, 2003: 211). De hecho, buena parte de la evidencia empírica de

la política comparada en la actualidad sugiere que estas formas de “democracias deficientes”

se pueden mantener en el tiempo, mediante la construcción de un vínculo entre el público y el 87 Este autor afirma que “al menos”, 25 países en el mundo pueden llamarse “autoritarismos competitivos” (p. 143) 88 Esta idea llega para el análisis de diferentes formas de gobierno. Para el caso ruso, Kotkin (1998: 425), sugiere que, “What could be called the microstructures and the microprocesses of the welfare state can only be understood –in their Soviet variant too- by recourse to analytical tools finer than the blunt instruments of the totalitarian model”

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líder89, que es apoyado por buena parte de la sociedad y no sólo por “los pobres”, también por

sectores educados90.

Hoy se llega a decir que el modelo de democracia liberal no es el único posible para darle

viabilidad a un Estado y ofrecer bienestar a una sociedad, y que el autoritarismo y la

democracia no son necesariamente incompatibles (Mirskii, 2003: 34), aunque se hace la

salvedad que estas formas de “democracias demagógicas” degeneran –al seguir la idea de los

tipos de gobierno de Aristóteles- en tiranías (Korosteleva, 2003: 527)91. Sin embargo, lo que

hace del gobierno de Hugo Chávez una “democracia supervisada” muy particular, es su fuerte

vocación ideológica para construir un discurso político teleológico –un fin, en el 2030, la década

dorada- que arrope a todo el país, que no tenga competidores y en donde el pasado es

rechazado y desacreditado. Una ideología cerrada, la tesis de la inmunidad de la ideología

(March, 2003: 5) y las permanentes auto-referencias hacia el líder y lo que éste dice

(Thompson, 2002: 96). Aunque muchos no lo consideran, esto es lo más cuestionable y

perjudicial de la hegemonía que promueve el gobierno. El gobierno de Chávez no es un

régimen totalitario –son palabras mayores en política comparada, y su aparición requiere de

unas condiciones particulares, como ocurrió en Alemania durante Hitler y la URSS de Stalin-

pero sí promueve y busca consolidar una ideología totalitaria (Mirskii, 2003: 54)92.

Acerca del tema de la izquierda, el debate puede ser amplio y con muchas aristas para el

análisis. La definición de lo que es izquierda varía de acuerdo a los tiempos y circunstancias

(Vilas, 2005: 85) y, hoy, la ideología es vista como una construcción dinámica y flexible, no

rígida (Freeden, 2003: 3)93. Sin embargo, se dirá que tampoco el gobierno puede reclamar para

89 Vínculo que puede ser perverso en algunos casos. En los países exsoviéticos se ha hallado un síndrome psicológico llamado, “síndrome post-totalitario (SPT)”, caracterizado por, “Un patrón específico de conocimientos (por ejemplo, pensamiento categórico negro y blanco), actitudes (por ejemplo: supresión de la individualidad) y comportamientos (por ejemplo: inmoralidad específica), desarrollados para poder adaptarse a una vida opresiva bajo las circunstancias del totalitarismo: mantener un bajo perfil, hacerle hábilmente trampa a un sistema inmoral e identificarse con el régimen, le permitió a cada individuo y a sus hijos tener la posibilidad de alcanzar mejores oportunidades para sobrevivir”. Vid. Martina Klicperová-Baker (1999), Psicología de la transición: del síndrome totalitario a la cultura democrática. En: Mota, G. (Coord). Psicología política del nuevo siglo. México: Somepso. Pp. 372 90 Por ejemplo, los intentos que hace el gobierno por obtener el apoyo del sector empresarial, dentro de la idea de un “nacionalismo económico”, propio de nuestra tradición populista, que buscó promover una burguesía con intereses nacionales. Esta estrategia de buscar el apoyo empresarial la sugieren pensadores del proceso como Harnecker (2005: 7 y 10) 91 Aunque en América Latina hay un consenso hacia la preservación de valores liberales (Vid. Vila, 2005; Boersner, 2005; Lozano, 2005) 92 Aunque las demostraciones de masas del gobierno en este campo, como el acto contra las muy censurables palabras de Pat Robertson, que tuvieron una tímida y también cuestionable respuesta de parte del gobierno de los EE.UU, realizado el día 27-8-05 en la Plaza Bolívar, revelaron una escuálida presencia. No obstante, más virulentas fueron las manifestaciones en contra de la visita del Embajador de los Estados Unidos al estado Yaracuy –encabezadas por el gobernador de ese estado- el día 30-8-05. Esto sugiere poca ideologización en la población, pero mayor en determinados grupos pro-gobierno, por lo que ya existen grupos ideologizados 93 Para este autor, las dos grandes categorías ideológicas de hoy son el “globalismo” (globalism) y el “bienestarismo” (welfarism).

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sí la paternidad del pensamiento de izquierda en Venezuela, aunque muchos de sus

integrantes y el programa provienen de la lucha armada de los 60. Como afirma Jesús Sanoja

Hernández, “Poco a poco van cayendo los mitos” y el pensamiento de izquierda venezolano se

remonta a los esfuerzos ideológicos y de organización política ocurridos en el lapso 1928-1935,

que dieron a luz movimientos con una posición “marxista abierta a la realidad” (Sosa y

Lengrand, 1981: 300), para diferenciarse del “sectarismo extremo” de la Internacional

Comunista.

Esta idea de izquierda también tiene, para el caso venezolano, sus orígenes en el marco

más general de las ideas políticas, que se mueven en dos polos que se complementan y tienen

eco en los diferentes sectores del país (Sosa, 2001: 6-9).

El primero, el Republicanismo purificador:

• El valor de lo público se antepone moralmente a los espacios individuales

• La “salud de la república” exige el sacrificio de los ciudadanos honestos. Una suerte de

virtuosismo y “cultura del deber”, que esta por encima de todo

• Reconoce la democracia, pero cuando ésta se ha deteriorado, es necesario una

“dictadura restauradora” para recuperar las virtudes cívicas perdidas

• Encuentra refuerzos en el positivismo venezolano (la idea de la evolución)

• Desde el punto de vista organizacional, es leninista

• Forma parte de conocimiento que recibe el militar venezolano en su formación94

• No tiene un término en el tiempo: la historia y la restauración de la república no tiene

plazos en el tiempo95

El segundo, el Civilismo democrático:

• Se ubica en la tradición de la democracia representativa

• Cree en la división de poderes y en la alternabilidad del poder político

(Vid. Freeden, 2003: 5) 94 Es la idea del espacio territorial legado por los Padres de la Patria que debe ser protegido y defendido. Aquí el pensamiento militar troca con el de izquierda, para construir una unidad de intereses en la idea de Patria, amenazada por quienes quieren desintegrarla mediante, por ejemplo, la descentralización. La Patria requiere de un gobierno “fuerte”, que promueva la industrialización pesada e infraestructura –indicadores de desarrollo- en la tradición del Nuevo Ideal Nacional del gobierno militar (1948-1958), que hoy se ven en la idea de tener astilleros, fábricas de fusiles y un satélite 95 La idea del “2021” ahora extendida por el “ciclo bolivariano” hasta el 2030

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• Plantea la rendición de cuentas y la revocabilidad de los mandatos

• Todos los funcionarios están sometidos a la ley

• El pueblo está organizado (sociedad civil), son los sujetos de la vida en democracia, y el

Estado está a su servicio

• Las relaciones son producto del consenso social

• Tiene tradición histórica en Venezuela (Juan Germán Roscio), “el republicanismo liberal”,

la república comercial; la lucha entre civilismo y militarismo

¿Qué entender, entonces, por izquierda? Una primera definición la ofrece Bobbio (1995:

154), al sugerir que lo que caracteriza a la izquierda es el valor de la igualdad, “Cuando esto

sea entendido, lo repito, no como la utopía de una sociedad donde todos son iguales en todo

sino como tendencia, por una parte, a exaltar más lo que convierte a los hombres en iguales

respecto a lo que los convierte en desiguales, por otra, en la práctica, a favorecer las políticas

que tienden a convertir en más iguales a los desiguales” ¿Puede ser esto aplicado a la

administración Chávez? En una primera lectura, sí es aplicable, pero si se profundiza más, el

“Venezuela ahora es de todos” es depende. Ya el enunciado sugiere una dicotomización que

no incluye: antes, no lo era. El igualitarismo es depende. Sí, si nos referimos a los esfuerzos

que hace el Ejecutivo por ampliar el acceso a la salud, la educación, la alimentación, o la

identidad96; pero no, si nos referimos a la vergonzosa Lista Tascón, que fue instrumento para,

por decir lo menos, una discriminación laboral o los despedidos de PDVSA que no eran líderes

o no tuvieron responsabilidades en el paro de diciembre de 2002. Sí es igualitaria, si se valoran

los esfuerzos del gobierno para ampliar la dotación de activos de las personas; no, si se toma

en cuenta la devaluación de la moneda que ha hecho más desiguales a los desiguales (la clase

media frente a la clase alta, por ejemplo) o la “toma” de propiedades sin respetar los derechos

de quienes las poseen y sin cumplir el “justo proceso”. No obstante, otros ejemplos pueden

darse y ser sometidos a discusión. Para este manuscrito, se asume que la administración

Chávez es un gobierno de izquierda97 porque proclama la igualdad como su valor central,

96 Pese a que esta última se usó como política para ampliar la base electoral del MVR y favorecerlo, pero se dio identidad a guerrilleros como Rodrigo Granda, caso que tensó las relaciones entre Venezuela y Colombia en enero de 2005, y que es un elemento importante que tiene la oposición para cuestionar el REP, críticas que no han sido respondidas de forma satisfactoria por el Ejecutivo ni por el CNE, lo que deja dudas sobre la confiabilidad del registro electoral 97 Expresión dura para quienes se consideran de izquierda-izquierda. Para ellos, Chávez confiscó a la “verdadera izquierda” para montar un “régimen autocrático”. Lo que esta pugna revela son “deudas históricas” entre personas que vienen de una misma matriz, pero que hoy unos están en el gobierno y otros no. Lo cierto es que Chávez reclama para sí ser el primer gobierno que adelanta los ideales de quienes lucharon en los 60. Tal vez el “juicio histórico” sea lo que preocupe a los defensores de la “izquierda buena” porque, pese a sus logros, los “pasivos sociales y morales” del chavecismo son y serán altos. Tal vez esta necesidad de deslinde para el futuro juicio de la historia hacia una generación que llegó a gobernar 35 años después que luchó por

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seguido de la libertad ¿Pero esto es suficiente? Bobbio no sólo indica que decir que la

izquierda sea igualitaria no significa que sea igualitarista (Bobbio, 1995: 140), sino que también

toca cuál es su posición frente al otro eje: la libertad98 la cual, al combinarse con la igualdad,

genera cuatro movimientos políticos que van desde la extrema izquierda hasta la extrema

derecha. Y es en la pata de la libertad donde el gobierno cojea.

Aunque un análisis exhaustivo de la libertad dentro de la filosofía política y su relación con

la igualdad escapan a los alcances de este trabajo, es menester complejizar la definición de

izquierda a partir de lo que sugiere Bobbio. En una aproximación más reciente, Boersner (2005:

100-102) sugiere los atributos de la Nueva izquierda: a.-Una identificación con los intereses

“históricos” de las clases trabajadores, pero no de forma paternalista sino como presión

organizada de los “de abajo” contra “los de arriba”; b.-La aceptación dialéctica de la democracia

liberal o “burguesa”; c.-La propuesta de ampliar la democracia del ámbito meramente político y

formal al de las relaciones económicas, sociales, y culturales; d.-El internacionalismo y la

solidaridad; y e.-El deslinde de movimientos populistas autoritarios o bonapartistas,

denunciarles y combatirlos. Para Vilas (2005: 88), “La nueva izquierda no plantea el socialismo

como forma –utópica o realista, es cuestión aparte- de organización del conjunto social, sino un

capitalismo más equilibrado y por lo tanto más reglamentado(…)”.

Resulta curioso observar que para los estudiosos externos al gobierno de Chávez, no lo

ubican dentro de esta Nueva izquierda sino como un movimiento “populista caudillista”, de

“radicalismo extremo” en sus declaraciones, pero contradictorio en su “praxis” (Boersner, 2005:

113) o como una “izquierda populista” (Lozano, 2205: 134), “Lo esencial aquí es que esta

izquierda cuando alcanza el poder o participa del mismo sostiene una política clientelista en su

vínculo con las masas, o, más propiamente, con sus electorados, así como el manejo

neopatrimonial del Estado allí adonde alcanza el poder”. Posiblemente, los orígenes políticos

del gobierno venezolano son los descritos por Petkoff (2005: 123), “Surgido de la confluencia

del militarismo nacionalista con distintas corrientes del naufragio marxista-leninista y de la

izquierda grupuscular, conforma un movimiento y un gobierno esencialmente personalista, con

fuertes rasgos de militarismo, mesianismo, caudillismo, y autoritarismo, plasmado en un

discurso con claras resonancias del fidelismo ‘sesentoso’, que encuentra eco en vastas capas

de la empobrecida masa popular venezolana”. La excepción sobre la etiqueta al gobierno de

sus ideas –juicio que va a ser muy severo- haya llevado a Teodoro Petkoff a hablar de “dos izquierdas” 98 Bobbio no excluye la relación entre la izquierda y el liberalismo; un “socialismo liberal” –relación de vieja data con Rosa Luxemburgo- y, en nuestros países, Bresser Pereira habla de una “centro izquierda social liberal” (Arocena, 2005: 157)

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Chávez es Vilas (2005), pero su caracterización de la Nueva izquierda es opuesta a las

acciones del gobierno de Chávez (Vilas, 2005: 88, 91, 95 y 96), por lo que no parece encajar en

la caracterización que el propio Vilas hace99. Otros estudiosos, lo clasifican solamente como

populista (Ropp, 2005: 1-2).

En síntesis, puede afirmarse que el chavecismo surge de la crisis de representatividad de

los actores políticos, principalmente, los partidos, y su falta de responsabilidad política y visión

de país. Una de las consecuencias de la “crisis de partidos” es que ocurrió un divorcio entre “la

ciudadanía y el Estado” y la “ciudadanía y los partidos”, lo que generó una “brecha de

confianza” que tuvo como base el bajo nivel de rendimiento de las políticas públicas –

principalmente, el deterioro económico comentado supra- y la erosión de la capacidad de los

partidos de articular y agregar intereses, ahora diversos y más complejos producto del modelo

democrático nacido en 1958, por la mineralización y “oligarquización” dentro de los partidos.

¿Por qué ocurrió esta “brecha”? Pudo ser por el surgimiento de nuevos valores y problemas no

existentes anteriormente (por ejemplo, minorías, la realización personal, el desempleo juvenil,

la tercera edad, las nuevas tecnologías, el deseo de un mayor control sobre la vida personal, la

individualización de la sociedad, la agencia y la subjetividad política). No sólo es una “brecha

de confianza” sino una “brecha de ideas”: se quiere abordar lo nuevo, con ideas previas, que no

pueden dar cuenta de situaciones más complejas (por ejemplo, el Sida o la globalización).

Esta pérdida de eficacia y legitimidad lleva a la ruptura de las formas institucionales de

representación política, de modo que éstas no representan y no canalizan. La tarea de

organizar intereses, propia de una democracia y de los partidos, no se cumple. La gente queda

aislada y sola. Aparecen los actores “antipolíticos” o neo-populistas100. Ramos Jiménez (2000),

indica que el neopopulismo aparece en sociedades anómicas, fragmentadas, a la deriva, sin

capacidad de representarse políticamente, ocurrida por la despolitización de grupos

importantes, como la clase media, y el rol que ahora tienen los medios de comunicación social:

promueven una política personalizada, que prescinde de los partidos, y genera un contacto

directo. Es el homovidens, dejarle ver más que entender.

99 Esto también llega a trabajos de personas no vinculadas al “proceso”, aunque sí de izquierda, en otros países. Por ejemplo, en el trabajo editado por Tom Mertes, A Movement of Movements (2004), New York: Verso, al revisar el índice, no se menciona a Chávez o a Venezuela. En cambio, Lula obtiene 5 llamadas en el índice. Para este libro, en el que escribieron figuras de esta corriente como José Bove y otros como los del MST de Brasil, al menos el Presidente Chávez no fue considerado como exponente de esta izquierda 100 En la literatura, existe una discusión sobre los neo-populistas centrada en la conexión entre el populismo y el neoliberalismo (Byres, 1979; Dresser, 1991; Roberts, 1995). En Venezuela, Arenas (2002), sugiere que el Presidente Chávez cae dentro del “populismo liberal”. Vilas (1993) sugiere que esta propuesta carece de evidencia empírica

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Otro factor de relevancia es la corrupción, que ya alcanza niveles intolerables en las

sociedades del mundo. Esto explica, en buena medida, la desconfianza de las personas hacia

la política. Los hechos de corrupción se suceden en diferentes gobiernos y parecen ser un

problema sin solución, por lo que la “brecha de confianza” es el resultado: los niveles de

abstención electoral son altos y constantes, y esto sugiere el alejamiento consciente de la

gente de la política ¿Para qué confiar si todos son iguales? La posibilidad de una utopía

desaparece. Finalmente, los movimientos sociales, como “conflicto social y proyecto cultural”,

pero que se construyen al margen de los partidos políticos, con un fuerte acento individual para

competir con los agentes sociales (Ramos Jiménez, 2000). Los movimientos sustituyen a los

partidos, con lo que se diluye la acción política, sin que existan centros “coaguladores de

intereses” que son los partidos políticos.

Desde el punto de vista de la representación, el resultado es que las personas se sienten

solas, anónimas, individuales, impotentes de canalizar sus deseos y expectativas; las

organizaciones no responden. La sensación de indefensión es el indicador y por eso la

búsqueda de personas carismáticas; es el deseo de protección lo que lleva a buscar líderes

fuertes, que se salen de las reglas institucionales y que hacen la antipolítica: criticando la

política, al mismo tiempo, son políticos y llegan al poder, con la promesa de dar seguridad,

pertenencia, identidad a grupos que se sienten en “estado de naturaleza”: abandonados por la

política. Cuestionan la democracia representativa, de la que afirman es débil y lenta, y ofrecen

“mano dura” y eficacia, y logran identificar su interés particular con el de la nación, al fundir el

carisma-pueblo-proyecto político en una ideología del futuro la que, siempre, promete la

felicidad y la prosperidad (Todorov, 2001: 29-30); el milenialismo que promete quitar a los ricos

su riqueza para instaurar una igualdad total entre todos; sociedad que será perfecta, aquí en la

tierra y no en el cielo101.

A esto, se agrega un discurso de izquierda, pero que parece alejado de los contenidos de la

democracia-liberal, que no atiende mucho a las formas102, sino a forzar una igualdad en la

sociedad que, en teoría, nos hará felices a todos. De alguna manera Venezuela busca revivir lo

que Lozano llama la “izquierda fundamentalista”, mezclada con la “izquierda populista”, pero

alejada de la “izquierda reformadora” (Lozano, 2005: 133-134), que es la que caracteriza a la

101 Llama la atención las menciones que hace Chávez a Cristo y no a Dios, propio del milenialismo (Todorov, 2001: 29-31), y una frase que cita con frecuencia, “seremos felices cuando todos vivamos como ecclesia” 102 Las formas son importantes. Como sugiere una frase del exPresidente de la Cámara de Diputados, Ramón Guillermo Aveledo, “cuida de las formas, que las formas cuidarán de ti”, expresión usada con propiedad por el gobierno durante el golpe de abril de 2002, pero que abandonó luego por la “legalidad revolucionaria”

Page 53: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

53

izquierda de otros países en América Latina.

Con base en lo anterior, se ofrecen los siguientes elementos que pueden caracterizar al

chavecismo desde el aspecto político, como premisa inicial (Sucre, 2000):

• Enfatiza una visión centralizada del proceso político. Es una visión ¿hobbesiana? del

orden político, pero sin mediación organizacional. Es una persona que articula y

organiza. Se personaliza el poder

• Ideológicamente, enfatiza la idea de Patria que tiene que preservarse como legado de

los libertadores, que se encuentra amenazada por “el imperialismo” (es un modelo

nacionalista)

• Refuerza valores republicanos como el distribucionismo y el igualitarismo, antes que la

producción y la libertad

• Hace uso de la estadística y de la data para conocer a la sociedad y planificar políticas

públicas

• Un ejecutivo fuerte con pocos controles: atribuciones presidenciales. Se personaliza el

Estado

• Una participación política de tipo masiva pero filtrada en ciertos casos

• Las Fuerzas Armadas son el actor central, porque pueden adelantar un proyecto

nacional ante la fragmentación de los otros sectores del país

• El conflicto con determinados grupos para la preservación del poder (hoy, el

“imperialismo”)

• El MVR sólo como partido electoral y hegemónico

• Elites periféricas: empresariales y de trabajadores

• Se sostiene en una interpretación particular de la historia (racial y rechaza el pasado

para construir una ideología única)

• Persigue una visión multi-polar del mundo vertebrada por el petróleo, y una coalición de

naciones “anti-globalización” y anti Estados Unidos, y la comunidad suramericana como

“escudo de protección”

En síntesis, desde el plano político, el chavecismo es una democracia delegativa con una

orientación igualitarista (menos la igualdad) y fuertemente ideológica.

Page 54: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

54

2.-La política en los textos del chavecismo

Hasta ahora se ha elaborado un bosquejo de lo político del chavecismo a partir de una

reflexión teórica ¿Cómo será la construcción de lo político que se hace desde el propio

movimiento? Para esta parte, se examinaron tres documentos importantes del grupo, cada uno

en un momento político particular. El primero, el programa de gobierno del entonces candidato

presidencial Hugo Chávez Frías, presentado en 1998; el segundo, el Plan Nacional de

Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007, mostrado en 2001 por el Ministerio de

Planificación y Desarrollo. Finalmente, el documento El Nuevo Mapa Estratégico, publicado en

2004, luego de las elecciones regionales del 31 de octubre de ese año, el que recoge las

palabras del Jefe del Estado en un taller realizado para las autoridades regionales y locales

elegidas en esa oportunidad. Son tres momentos políticos distintos, cuya cronología ofrece

diferentes etapas del “proceso” por lo que es razonable pensar que ha habido cambios en la

idea de la política: la llegada al poder, el ejercicio del gobierno, y la consolidación en el poder

¿Cómo es la idea de política en cada uno de estos instantes?

2.1.-El Programa de 1998103

Los atributos de la política definidos en el mencionado texto son los siguientes:

• El poder constituyente como instrumento para acercar la toma de decisiones al

ciudadano

• La Asamblea Nacional Constituyente como poder re-legitimador del Estado, la que

establecerá con claridad las funciones y límites de cada uno de los poderes

• Orientada al logro de objetivos, no al control de procedimientos

• Estado eficiente

• De la democracia gobernada a la democracia gobernante

• Un equilibrio dinámico y estable entre el nuevo poder constituido y la vigencia

permanente del poder constituyente

• Un régimen basado en principios de justicia

• El ser humano como centro de atención

• Garantizar niveles adecuados de calidad de vida para todos los venezolanos

103 Pp. 7-14

Page 55: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

55

• Grados aceptables de autonomía del Estado frente a su ambiente exterior

• Justicia y equidad

• Democrático, responsable, alternativo, representativo, y participativo

• El poder judicial independiente e imparcial restándole discrecionalidad al Congreso

en la elección de sus miembros

• Poder legislativo auténticamente representativo

• Poder moral como conciencia ética del sistema

• Garantizar el carácter democrático de las organizaciones de intermediación entre la

sociedad y el Estado

• Sentido cooperativo entre los poderes nacional, regional, y local

• El Estado como ente rector, promotor y estimulador de relaciones de cooperación

entre los diferentes sectores de la economía, y el desarrollo de mecanismos de

corrección cuando fracasan los mercados o se deteriora el clima empresarial

• La administración pública como instancia que maneje la tensión entre las demandas

de la población y la presión de los sectores sociales

• Reducir el número de ministerios

La concepción de la política en este primer momento puede llamarse homeostática

competitiva, que tiene su base conceptual en la teoría general de los sistemas (Young, 1972:

42-43), en tanto el fin principal del sistema político descrito en el programa de gobierno, es

lograr el equilibrio entre los distintos sectores de la sociedad. Es, también, una concepción

desde el enfoque cibernético (Young, 1972: 102-103), centrado en la capacidad de respuesta

de la administración pública, dados los inputs que reciba de los diferentes actores sociales, al

resaltar la dirección y la coordinación de las demandas sociales, por lo que se privilegia a la

administración pública como el nervio del gobierno (Deutsch dixit). Es un modelo funcionalista,

en que se acepta el pluralismo de los actores, cada uno con su función, en tanto generadores

de inputs que deben ser procesados por el sistema político para generar el output principal, que

no es un bien material sino un estado: un equilibrio en tensión.

Se habla del ser humano como centro, con dos valores primordiales: justicia y equidad, y

lograr un mejor nivel de calidad de vida para los venezolanos. El valor justicia parece ser el

más importante. Hay dos mecanismos fundamentales de operación del sistema político en el

Page 56: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

56

programa de gobierno del MVR.

Por una parte –el mecanismo por excelencia- es la participación ciudadana –en ese

entonces, el poder constituyente- pero como agente de control de la administración pública,

instancia en la que se focaliza la capacidad de respuesta; es un agente que genera

retroalimentación al sistema. La administración pública, en el diseño político, analiza y procesa

los datos entre los inputs ciudadanos y el output del sistema, cuya finalidad es el equilibrio

social. Este es el contexto de fondo. Los ciudadanos, más que presionar, controlan a la

administración pública mediante la retroalimentación, y ésta genera productos a la sociedad,

los que a su vez generan el equilibrio más amplio, mediante una eficiente capacidad de

procesamiento de datos, decisión, y ejecución de políticas.

En síntesis, se está ante una visión gerencial de la política cuyo fin es el equilibrio político

logrado por una eficiente administración pública controlada por la sociedad. Se busca la justicia

y la equidad como sub-productos de la administración pública, y la realización del ciudadano

parece estar en la participación directa de los asuntos públicos en tanto controlador de la

administración pública mediante la retroalimentación. Es el ciudadano-administrador, pero que

tiene un espacio para la acción política al garantizarse la democratización de las

organizaciones que median entre la sociedad y el Estado, es decir, partidos, gremios,

asociaciones, movimientos. Es un ciudadano mayormente controlador pero, también, se le ve

como participante en la vida interna de los movimientos sociales mediante la democratización

de los mismos.

Un punto relevante es que la tensión en el sistema se ve permanente, entre el poder

constituido y el poder constituyente, de manera que el programa enfatiza las capacidades

gerenciales y la transparencia para que la tensión sea homeostática y no entrópica. El actor

central de este modelo político parece ser la administración pública, aunque regulada por la

sociedad porque la retroalimenta, porque es la que va a producir los outputs que garanticen el

equilibrio buscado. Podría decirse que los valores de funcionamiento buscados son: equilibrio,

eficiencia, participación, particularidad, gestión, transparencia, sencillez, y flexibilidad. La

sociedad es un sujeto activo, pero construido como actor para regular a la administración. La

democracia directa busca realizar fines administrativos, menos políticos, ya que se asume que

éstos son sub-productos de una eficiente capacidad de gestión pública, pero no fines en sí

mismos. Una visión de la política centrada en la planificación, cercana a la idea que plantea

Carlos Matus en su libro Adiós señor Presidente o de Yehezkel Dror en su texto La capacidad

de gobernar. La gobernanza es resultado de la eficacia del gobierno. Esta genera la

Page 57: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

57

legitimidad. Los valores administrativos son los que producen los valores políticos.

Aunque es una visión administrativa de la política, no niega la existencia pluralismo ni

tampoco asume una “fe ciega en la ciencia”104, ya que parte de una tensión permanente en el

sistema que tiene como origen las diferencias entre las demandas de la sociedad y las

presiones que hacen los grupos de interés para obtener ventajas a costa de la sociedad global.

Hay pluralismo, pero construido dentro de la matriz insumo-producto de David Easton (Young,

1972: 77). El sistema eficiente es el que logra un equilibrio de esta tensión, que se traduce en

gobernabilidad. Puede decirse que se está en una etapa pre-política –no porque se niegue la

política- sino porque la sociedad y la participación no se conciben como espacios y acciones

que canalizan intereses particulares para transformar la realidad. Estos existen y se aceptan,

pero su naturaleza es ser procesados por una instancia técnica que generará resultados que

traen estabilidad. Se vota no para promover intereses particulares, sino como mecanismo para

controlar la gestión pública y acercar al Estado a la sociedad. La capacidad de respuesta del

sistema parece constituirse en el único interés, público y privado. Los intereses se transforman

en inputs para la administración pública. No son intereses propiamente políticos –lo que supone

la posibilidad de grupos que los promuevan, pero lo que se tienen son grupos pre-políticos a los

que no se les da cualidad de actores sino de gestores o retroalimentadores- sino demandas lo

que el sistema procesa, y los ciudadanos son el watch dog que vigilará que el sistema sea

eficiente con su principal producto ya comentado: el equilibrio social. En fin, en este modelo, no

se vota por la pluralidad política, sino por la eficacia del Estado.

2.2.-El Plan Económico y Social de la Nación de 2001105

Las características de la política definidas en el mencionado documento son las siguientes:

• Un Estado democrático y social de derecho y de justicia

• Participación protagónica y co-responsable de la ciudadanía

• Garantizar a los ciudadanos la vida en libertad, el imperio de la justicia, la

solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, el predominio de

los derechos humanos

• Redes de relaciones sobre la base de la participación democrática entre el Estado y

la sociedad

104 Propio de los modelos autoritarios y totalitarios (Talmon, 1986; Todorov, 2001; Einsenstadt, 2005 ) 105 Pp. 121-130

Page 58: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

58

• Participación activa de la ciudadanía, que mantenga el sistema de contrapesos

establecidos en la Constitución , para garantizar la democracia y evitar desviaciones

en el ejercicio del poder

• La administración pública es un agente proactivo de la participación ciudadana

• Desarrollo de la capacidad estratégica, de regulación y gestión del sistema político

• Consolidar la estabilidad política y social

• Diseñar e implantar el sistema nacional de planificación

• Mejorar la calidad de la gestión pública

• Fortalecer la capacidad de gestión estratégica del ejecutivo nacional

• Negociar, coordinar, evaluar y concertar con los diferentes actores del gobierno y de

la sociedad, acciones orientadas al logro de los fines del Estado

• Desarrollar mecanismos para la coordinación de formación de políticas públicas

entre los niveles políticos territoriales

• Desarrollar el nuevo marco jurídico institucional, establecer una estructura de

incentivos

• Formar las leyes de la nueva institucionalidad

• Contribuir al establecimiento de la democracia participativa y protagónica para que la

acción de los poderes públicos esté a su servicio y el control social que evitará las

posibles desviaciones en el ejercicio del poder por parte de los órganos que ejercen

los poderes públicos

• Propiciar y crear mecanismos e instancias para la participación ciudadana

• Participación en la gestión pública

• Construir el Estado federal descentralizado

• La descentralización, como política nacional, debe profundizar la democracia

acercando el poder a la población(…)a través del avance en los procesos de

descentralización y transferencia de competencias, y con la actuación coherente y

consistente entre los niveles de gobierno

• Establecer sistemas de rendición de cuentas

En este segundo momento, el planteamiento del equilibrio a partir de una eficiente

Page 59: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

59

administración pública, definidos en el programa de gobierno de 1998, se mantiene. La

diferencia es que se observa una mayor especialización en definir metas, seguramente

causados por el ejercicio del gobierno, que hizo posible identificar áreas de acción concretas. El

aprendizaje en el gobierno es evidente, pero dentro de los lineamientos definidos en 1998. Sin

embargo, algunas variantes emergen.

Lo primero es que se prefigura la centralidad del Estado y que las acciones de los actores

deben contribuir a lograr los fines del Estado, no los fines propios –aunque dentro del Estado-

con lo que el tema de los actores como proponentes de intereses propios o meros guardianes

de la administración, permanece a favor de la última. Es un dilema importante: pluralismo o

gestión. El MVR apuesta a lo último, de manera que se concibe que el interés de la totalidad

priva sobre el internes particular, ya que la eficiencia es la meta buscada. Lo interesante es que

a los intereses particulares se le da poca entidad política, y se asume una centralidad en el

Estado, construido como proveedor de un output valorado: ofrecer políticas públicas eficaces.

El Estado unifica a la sociedad. De alguna manera, la realización del individuo y la sociedad

están en el Estado, porque éste genera equilibrio. Es, de nuevo, lograr una administración

pública eficiente como elemento para lograr la estabilidad política, pero en el marco del Estado,

el cual representa los intereses generales, no particulares. Todo el entramado jurídico se

orienta a perfilar una gestión pública más eficiente dirigida a una sociedad que se define como

receptora. Por ejemplo ¿Cómo se consigue consolidar la estabilidad política y social en este

documento? Mediante tres vías: diseñar e implantar el sistema nacional de planificación,

mejorar la calidad de la gestión pública, y fortalecer la capacidad de gestión estratégica del

ejecutivo nacional. Pero no se menciona para nada la interrelación con otros actores políticos o

los espacios políticos por excelencia como el parlamento, los partidos políticos, los grupos de

interés, salvo la mención hacia la democracia protagónica. Aquí se está, también, ante lo que

podría llamarse una concepción paternalista de la política pero que busca ser resuelta por una

administración pública competente. Paternalista porque la sociedad se construye como

receptora de políticas públicas, que las controla, pero su autonomía es poca. No se asumen

intereses políticos sino intereses por políticas públicas, centrados en el Estado. Se mantiene la

etapa pre-política, sólo que focalizada en el ejecutivo nacional, aunque se contempla la

descentralización y la participación, pero deben armonizarse con el poder nacional. En esta

visión, el actor político central es el ejecutivo nacional, como el articulador de las demandas

sociales que mantienen su status pre-político –no son intereses particulares y plurales-a través

de un sistema de planificación que las pueda recoger a todas. Una suerte de “cerebro central” o

de mainframe administrativo para la sociedad, cuyo producto es una sociedad de bienestar.

Page 60: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

60

Se observa un centro que desconcentra pero para hacer más eficiente la tarea del centro.

Las metas políticas se mantienen, pero ahora hay un compromiso más activo del público para

el control del modelo administrativo. La política existe en tanto se está ante un homo controlens

que supervisa la buena marcha de la gestión pública, canalizada por la administración. No

niega la presencia de intereses diversos pero, al igual que en 1998, estos intereses se

canalizan mediante una eficaz gestión pública que se traduce en equilibrio y en valores de

justicia y equidad, que se concretan en una forma de Estado particular. Los intereses

aceptados son más de tipo administrativo y menos intereses políticos.

Aquí se está en la etapa de la consolidación, con el ejecutivo a la cabeza. Se asume una

capacidad de aquél para articular las demandas sociales. Una suerte de centro que tiene una

sabiduría producto de una racionalidad técnica para conocer y equilibrar los diversos puntos de

vista de la sociedad, con un fin ya determinado, “el equilibrio del universo”. Este vale por sí

mismo y, además, es el único. El chavecismo es un movimiento teleológico. La planificación es

la herramienta para esto, en donde se integran los ciudadanos, pero la autonomía política de

estos parece poca, limitada solamente al ciudadano administrador dentro de la polis gerencial.

No se habla de procesar demandas propias de diversos grupos, sino de articular demandas,

pero orientada al fin teleológico –la igualdad- representado por el Estado.

Es la idea de las políticas públicas pero con más cuerpo, madurez y desarrollo. Una visión

centrada en las políticas públicas de forma sectorial aunque centralizada, como la sugerida en

la compilación de Carlos Genatios Venezuela en perspectiva. El cambio entre 1998 y 2001 es

el paso del Estado ingenuo al Estado con conciencia. Es la pretensión del manejo de la

complejidad mediante un centro que acepta las tensiones de la sociedad, pero que las busca

transformar en inputs de políticas públicas, y mantiene el rol de vigilante del ciudadano, pero

ahora se incluye un fin: el Estado que representa el equilibrio y el bienestar de la sociedad.

2.3.-El Nuevo Mapa de 2004106

Los elementos de la política esbozados en el mencionado documento son los siguientes:

• Consejos locales de planificación pública

• Cumplir con la ley y dar el ejemplo

106 Pp. 17-18, 23-28, y 30-32. Con este documento se hace necesario un comentario. Los dos previos son documentos del chavecismo. En este, se analiza una intervención del Jefe del Estado. Aunque son similares, no son idénticos, y esto puede plantear una limitante en el método para el análisis. Sin embargo, esta debilidad se corrige al considerar que los tres documentos apuntan al análisis de políticas públicas, variable constante a pesar que los tres papeles son diferentes

Page 61: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

61

• Guerra contra la burocratización

• Creación del nuevo Estado social de derecho y de justicia

• Elección por la base de los candidatos de los partidos

• Avanzar aceleradamente en la construcción del nuevo modelo democrático de

participación popular

• Consolidar la nueva estructura social de base (UBES y patrullas)

• Un partido no puede exigir puestos

• Cuidado con el amiguismo y el nepotismo

• El gobierno buscando un equilibrio entre capacidad, honestidad y compromiso

revolucionario

• Construir tejido y organización política

• Democratización de los partidos políticos

• Diagnóstico participativo de los problemas con la gente

• Presupuesto participativo

• Contraloría social

• Gobernadores y alcaldes como facilitadotes

• La participación debe llegar a la última punta del último barrio

• La oligarquía no puede mantener cautivo a un 40 por ciento de la población, eso es

demasiada gente

• La abstención sería una gigantesca derrota política para nuestro movimiento

• O hay amor por la gente o el destino será la muerte política

• Incentivos para municipios que se destaquen

• Seguir haciendo la cedulación

• 10 millones de votos para el 2006, para dejar sembrado pero hasta el fondo, hasta la

raíz este proyecto

• Ganar de manera aplastante las elecciones presidenciales de 2006

• Somos sumamente vulnerables

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62

• El enemigo está ahí(…)impedir que se reorganicen(…)y si se reorganizarían: para

atacarlos y hostigarlos sin descanso

• Con una política seria, y persistente nosotros pudiéramos quitarle un millón de votos

a esa gente

• Posibilidad de magnicidio

• No me gusta la palabra descentralización(…)todo requiere un centro(…)mejor es

multicentrar, varios centros dinamizadores

La primera reflexión que surge es que hay un cambio en el tono de los contenidos. Ocurre

un giro de 180º en la idea de la política. De una idea de la política como gestión, se pasa a una

idea de la política como ofensiva, como lucha. De la “administración de las cosas” a la real

politik ¿Qué pasó entre 2001 y 2004? Responder esta interrogante escapa a los fines de este

manuscrito, sin embargo se considerará más abajo. Lo importante es que la concepción de la

política cambia, aunque se mantienen los planteamientos de la participación popular, ahora con

más fuerza y ya no como instancia de políticas públicas, sino como instancia existencial (Heller,

1991: 335-336) y política. El acto político par excellence es la organización política que se

deriva de la conciencia. La conciencia produce el ser político, y esto se deriva de una decisión

existencial: un compromiso revolucionario. No se habla de la eficacia de la administración

pública, sí del control de la misma y de luchar contra la burocratización, pero como conciencia

política, como imperativo moral, ya no como regulación de la administración pública.

Se está ahora en una etapa propiamente política, pero concebida como lucha por el poder:

una permanente ofensiva y todo se engloba en función de esta idea. La participación popular

sobresale, pero luce como el medio para construir un tejido político que apoye el nuevo sistema

político. Hay un meta-objetivo: la consolidación del “proceso”107. Ya se incluye, entre los

atributos a ser considerados en las personas, el “compromiso revolucionario”, que es lo que

define la cualidad ética de la política. Hay de base una percepción de amenaza que lleva a que

la política sea vista como ofensiva, como ataque, como consolidación de posiciones, y menos

como era vista en 1998 y 2001: la eficiente administración de la gerencia pública para producir

resultados que apoyaran el equilibrio de la sociedad. Este no es el caso. El gobierno no se

107 Esto explica cómo se escogieron los candidatos a parlamentarios dentro del partido oficial. Como afirmó el Gobernador de Miranda, Diosdado Cabello (El Nacional, día 14-9-05), se hizo a través de un proceso de “segundo grado”. Sin embargo, en el estudio de opinión del IVAD realizado para Liderazgo y Visión comentado supra, el 67,7% opinó que los candidatos dentro de los partidos deben ser escogidos por la base. Las promesas de elección y participación directa y protagónica quedaron en el pasado. La consolidación ya no del poder, sino del sistema, del “proceso”, justifica el dedazo o la lupa de la que habló el Jefe del Estado al juramentar a estos candidatos el día 13-9-05

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63

percibe como un gobierno normal sino como un gobierno revolucionario amenazado, que busca

una política de la identidad para consolidarse de raíz.

El cambio lo puede originar la percepción de amenaza, como resultado de los años

conflictivos 2002-2003108, y la agenda del gobierno se reorienta a la estabilidad sólo política,

mediante el despliegue de los activistas del “proceso” en todas las instancias del país, pero

como agentes con conciencia revolucionaria. La democracia popular, entonces, es un medio

para lograr la estabilidad sólo política: se participa y al mismo tiempo se legitima al gobierno.

También es una acción transaccional: el gobierno ofrece organización a cambio de apoyos

materiales o simbólicos. Ya no se habla de políticas públicas, sino de la organización de la

sociedad que es lo que genera la conciencia. Pero aquélla tampoco parece autónoma sino

orientada dentro de unas coordenadas políticas y se lleva la política hasta el nivel local. La

democratización es amplia, y la política es local, con la tradicional función de control pero se

agrega una nueva tarea: la organización política.

Curiosa es la función vista para los alcaldes y gobernadores: más que instancias de

políticas públicas, son facilitadotes de conciencia política y de organización. La estructura

política se aplana entre una base social y el ejecutivo, con facilitadores en el medio que

organizan y crean conciencia, pero no presentan ideas propias –aunque se habló de incentivos

a los proyectos- pero dentro de un marco nacional y central: la estrategia de desarrollo

nacional. El sujeto político en esta visión es el pueblo organizado pero con conciencia

“revolucionaria”. No es la organización fuera del Estado sino dentro del Estado, en un momento

que se percibe como de amenaza. Aquí el pueblo tiene entidad política, pero dentro de una

ideología. Ya no es sólo un controlador, sino un organizador, que tiene iniciativa, pero en el

marco de una ideología. Del Homo controlens se pasó al Homo organizadus, y la visión de la

política es la organización popular para controlar desviaciones de la administración –el

“burocratismo”- y como maquinaria política organizada que se despliega para derrotar a la

oligarquía, el enemigo definido. De manera que estamos frente a unos activistas políticos

permanentes, para lo cual se organizan, y las tareas de gestión e intermediación quedan en el

Estado. Esta idea viene desde los programas de 1998 y 2001, pero la diferencia ahora es que

los ciudadanos no son sólo para promover una mejor administración pública. Esto se mantiene

con la función de control social, pero para promover ahora la gestión política organizada. Puede

108 La idea, planteada por Ellner (2004: 27), que la opción por el socialismo es la respuesta a la hostilidad de la oposición al chavecismo, más que unos objetivos políticos buscados por aquél previamente. No obstante, Ellner parece que ignora, a propósito, los vínculos previos del chavecismo con los movimientos de izquierda de los 60

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64

hablarse de política en tanto se refiere a pueblo organizado y conciente, así como en 1998 y

2001 se hablaba de política en tanto se refería a una administración pública organizada y capaz

de canalizar las demandas de la sociedad. Ya no es la búsqueda del equilibrio sino de la

victoria total.

En 1998 y 2001, la homeóstasis era producto del manejo de las tensiones. En 2004, el

equilibrio es el resultado de la imposición de una voluntad mediante la organización política de

la sociedad. Se cancela la pluralidad. Es un centro que establece el qué, el cómo, y el para

quién, y que sólo acepta la diversidad como mecanismo de control social, pero no como

intereses autónomos que circulan en la esfera pública para ser politizados. No hay intereses, ya

que se asume es uno, sino la organización de los intereses de forma política que se traduzca

en una clara victoria electoral, que es el nuevo símbolo del equilibrio buscado por la experiencia

de 2002-2003, causada principalmente por la política insurreccional que la oposición jugó esos

años. Los intereses del gobierno son los legítimos, no los de la oposición. Hay, en

consecuencia, que quitarle su entidad política mediante la organización y la persuasión porque

esa gente tiene mucho –un 40 por ciento- y la idea es que tenga lo que el poder define es su

espacio: posiblemente un 10 o 15 por ciento, que es lo que se asume “debe ser” el mercado

político aceptado para la oposición: desplazados y sin poder político, aunque están allí, pero

más como receptores que actores con derecho propio. Si la oposición llega a tener un mayor

valor, produce alarma, por lo que se trabaja para llevarla a su estado “natural”: reducida, sin

identidad, y sujeta de mensajes persuasivos por parte del gobierno. En este momento, el

problema del gobierno es que no quiere reconocer como igual a la oposición, y busca

minimizarla y desplazarla. Que exista, pero disminuida.

Pero hay otra hipótesis plausible. Lograr el poder central siempre fue el proyecto del MVR, y

este rasgo se esbozó en 1998 y 2001 cuando se habló de sistematizar los esfuerzos sociales

en función de los fines del Estado, dentro del marco general de la teoría de sistemas. Fue una

visión gerencial e ingenieril (Capriles, 2004: 213), que ya traía la semilla de la antipolítica y, en

consecuencia, la negación de lo plural, al tener en la cibernética la respuesta a los desafíos

sociales, “Sin que importe la variabilidad de los intereses” (Capriles, 2004: 213).

No era el chavecismo, desde sus inicios, un proyecto pluralista sino concentrador, y la

diversidad era aceptada como insumo para la administración pública, pero no como cualidad

política de intereses diferentes, y la apuesta era que la “administración de las cosas” poco a

poco fuera absorbiendo la diversidad de intereses en un discurso del gobierno eficiente, que

respondía a los problemas sociales para legitimarse, y no estaba orientado por intereses

Page 65: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

65

particulares. Era, pues, cuestión de tiempo llegar al momento de la hegemonía pero, en la

versión inicial, se concebía como una hegemonía eficiente, que dejaba espacios a lo diverso en

tanto insumos de políticas públicas. Y se pensó que la sociedad lo aceptaría. Pero no fue así.

Lo que pasó, entonces, fue que los tiempos se aceleraron: la lucha por el poder entre 2002-

2003 llevó a que esta política ingenieril se convirtiera en política para la imposición. El

consenso a favor de la eficiencia trocó hacia la lucha política amigo-enemigo cercana a la

concepción de Carl Schmitt (Heller, 1991: 332), en tanto de decidió a favor de la identidad del

nos-otros; del endo y exogrupo. El parte aguas fue que la sociedad no chavecista traspasó los

límites del consenso latente sugerido por el gobierno: no mostrar intereses, ya que era

construida como receptora de políticas públicas que se consideraban moralmente superiores y,

por lo tanto, aceptables, aunque no hubiesen sido consultadas: la sociedad de iguales aunque

no entre iguales. Esta sola meta tenía que ser aceptada por lo que cualquier resistencia

legítima o no, se interpretó como un desafío moral cuya respuesta fue la política como

identidad, al construir a los “amigos” –quienes se mantengan en los límites definidos por el

poder- y a los “enemigos”, quienes se salen de las fronteras políticas y recibirán el “castigo” por

su atrevimiento: la exclusión109.

Esto fue, a los ojos del gobierno, el “atrevimiento” de la oposición: pasar los límites de lo

aceptado, al promover sus intereses y darle voz. No se consideró legítimo esto, ya que la lucha

contra la pobreza como razón política110, absorbe las diferencias y coloca a la sociedad como

un todo en donde el único interés aceptado es la batalla contra la marginalidad. Esta da la

supremacía moral que justifica acciones políticas que deben ser aceptadas por su propio fin

benéfico para la comunidad, y que nadie debe discutir. Quien lo haga, se considera

“individualista” y, por lo tanto, objeto de censura no sólo moral sino política, mediante un

proceso de exclusión.

Este marco original se ha venido desplegando desde 1998 y, en 2004 una vez consolidado

el poder, se desarrolla en toda su magnitud al plantear una organización política de la sociedad

pero para imponer una voluntad que se traduzca en 10 millones de votos, y consolidar

definitivamente un proyecto político, que solidifique unos intereses que se consideran 109 Desde la oprobiosa Lista Tascón hasta la revisión por parte del CTN y de la Disip de la vida personal y política, incluyendo a familiares, de las personas que aspiren a representar al MVR en el parlamento (Vid. El Nacional, día 10-9-05. Pp. A2). Se busca, pues, “el compromiso”, una suerte de pureza política en la que no existan antecedentes que se consideren censurables en la llamada “IV República” o en comportamientos en hechos que el poder define como constitutivos de su identidad: el 11 de abril de 2002 o el paro petrolero de diciembre de ese año 110 En el estudio de opinión citado supra hay un dato interesante: al preguntar cuáles son los retos más importantes que tiene la sociedad venezolana (pregunta abierta), un 19,2% opinó que “sacar al país de la crisis”, un 17,4% “desarrollo económico del país”, y un 16% “por una Venezuela unida”. Sólo un 6,6% afirmó que “combatir la pobreza”

Page 66: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

66

moralmente superiores y quienes disientan, queden reducidos a espacios en los que puedan

ser controlados, y en los que no amenacen al poder. El miedo a la diversidad, que puede llevar

a la disputa por el poder porque la alternabilidad está legitimada, lleva al gobierno a la

centralización y al no reconocimiento de intereses en un plano de igualdad, sólo de

subordinación111. De la democracia protagónica se pasó a la democracia protagonizada por

otros.

Hoy, consolidar el poder es centralizar. Del Agora gerencial de 1998 y 2001, se está en el

Leviatán que obtiene el equilibrio al concentrar la libertad política de las personas en

organizaciones sociales y políticas, con una ideología definida, estructurada de manera vertical

y desde un centro. Sin embargo, aquí no hay contrato político, sino imposición política. Los

límites políticos son definidos ex ante y no son producto de la “variabilidad de intereses” que

existen en una sociedad política.

Son tres momentos políticos ¿Qué no ha cambiado entre 1998 y 2004? Lo que no se

modifica en más de un lustro es la idea de un centro que articule las demandas de la sociedad.

El centro articulador es la constante. Centro que procesa demandas, no intereses políticos.

Estas, se asume, son moral y políticamente reprensibles porque ejemplifican lo particular, lo

individual, lo no colectivo. La “masa”, lo colectivo es lo que, para el chavecismo, legitima a un

actor político. Un oximoron: existe en tanto no tenga intereses particulares, pero si no los tiene

¿Cómo existe? Hablamos, entonces, de un no actor que es justamente lo que se quiere: sólo

un generador de inputs y un receptor, ahora también un mero organizador de voluntades para

un fin de supervisión social, dentro de una “engranaje político” más general. La diversidad se

anula y el Estado –y una persona- encarna la diversidad de la sociedad112. No es la pluralidad

sino la eficacia el fin de la política.

¿Qué ha cambiado entre 1998 y 2004? Que la diversidad, aceptada al menos como inputs,

ahora no se acepta: hay un solo interés, el que representa el ejecutivo, el cual busca, ahora, no

sólo una administración eficiente, sino organizar la sociedad para imponer un modelo político

111 En el caso de la “toma” de los activos de la Polar en Barinas, el Ministro de Agricultura y Tierras ofrece diálogo, pero previa aceptación de “tres condiciones” (El Nacional, día 15-9-05) que, de acuerdo a su contenido, implicarían un precedente para las empresas, junto a lo dicho por el Fiscal General el día 12-9-05 en el sentido que las empresas tendrán que ajustarse a los “fines de la producción social”. El mensaje es: hablamos, pero primero acepta mis reglas del juego. Si no, no hay reconocimiento. El problema es que las “reglas” ofrecidas son demasiado onerosas desde el punto de vista moral y político y, además, cambiantes, ya que las tres preguntas de la economía: el qué, el cómo, y el para quién, se sustraen del agente privado y se colocan en función “de los fines de la producción social”. El decreto de expropiación de los silos de Polar en Barinas, revela que el poder no negocia si el diálogo sale de los límites aceptados. El problema es que los límites son difusos: el “fin social”, es decir, es todo, luego, las posibilidades de negociar son pocas o direccionadas previamente hacia un fin 112 El discurso del gobierno enfatiza mucho el “deber hacer”: lo que uno debe hacer y ser, y lo que es “bueno” (ser revolucionario, por ejemplo) y “malo” (ser rico)

Page 67: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

67

ideologizado. Es la idea de la sociedad como “sujetos de necesidad”, en donde los individuos

no tienen intereses, por lo que no hay asociación. Es el reino de las necesidades que compiten,

no que se asocian. Del Estado ingenuo en 1998 al Estado conciente en 2001, se está ahora en

el Estado concentrador113.

113 Algunos “intelectuales orgánicos” del gobierno como el general Alberto Müller Rojas, sugieren que la meta del gobierno de Chávez es lograr algo parecido al llamado modelo sueco, es decir, “el Estado benefactor maximalista” (Rojas, 2004: 223). Sin embargo ¿A cuál modelo sueco se referirá Müller Rojas? Porque el “modelo sueco” se ha liberalizado altamente y ya no es lo que fue. Incluso, el modelo original se logró sobre la base de entendimientos entre el Estado y los empresarios, y luego de construir una base industrial para generar los excedentes iniciales que pagaran el modelo benefactor ¿Esto se ha hecho en Venezuela en el gobierno de Chávez? No parece. Al contrario, el sector privado ha sido delimitado en su capacidad de acción. No sólo no somos suizos, sino tampoco suecos

Page 68: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

68

MARCO METODOLOGICO

1.-Planteamiento del problema

¿Qué temas enfatizan los discursos del Presidente Hugo Chávez pronunciados en la

Asamblea Nacional durante el lapso 2001-2004, que permitan inferir cuál es su concepción de

la política?

2.-Proposición

Se puede esperar conseguir que el Jefe del Estado ha pasado de una idea de la política

centrada en políticas públicas a una idea de la política más ideológica, con tensiones entre una

concentración del poder a nivel del ejecutivo y una participación popular, pero con una

constante: la necesidad de un centro político.

3.-Objetivos

3.1.-Objetivo general

Aproximar cuál concepción de la política caracteriza al pensamiento del Presidente Hugo

Chávez.

3.2.-Objetivos específicos

3.2.1.-Inferir cómo este pensamiento define el orden político que emerge en Venezuela

3.2.2.-Describir cuáles atributos caracterizan la concepción de la política del chavecismo

3.2.3.-Ofrecer elementos para un mejor conocimiento del pensamiento sobre la política que

maneja el chavecismo, más allá de las anécdotas y lugares comunes

3.2.4.-Comprender a un importante adversario político

3.2.5.-Ofrecer elementos que ayuden a construir un discurso político que pueda competir

eficazmente con el discurso del chavecismo

3.2.6.-Ofrecer elementos de persuasión para comunicar contenidos políticos

4.-Método de análisis

El conjunto de documentos fue analizado según el método del análisis de contenido (Bardin,

1977; Roberts, 1997; Weber, 1990; Ascanio, 2001). El análisis de contenido puede ubicarse en

el tipo Describir características de la comunicación (Clemente y Santalla, 1990), el cual busca

detallar las orientaciones en el sentido de la comunicación. El análisis realizado fue de tipo

Page 69: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

69

frecuencial y asociativo (Kientz, s/f), el cual determinó la importancia de los temas tratados y las

eventuales asociaciones que existen entre ellos. Para esto último, se aplicaron estadísticos no

paramétricos mediante el uso de programas para el tratamiento de datos114.

Krippendorf (1990: 20-24) afirma que el análisis de contenido es algo más que un análisis

cuantitativo de la información impresa. Para este autor, en el análisis de contenido, se

incorporaron propuestas teóricas a ser verificadas con la técnica, y los resultados son

examinados dentro de un contexto determinado, lo que introduce el elemento cualitativo para el

análisis del texto.

Los elementos que componen al análisis de contenido se definieron así:

Unidad de registro: son las categorías y subcategorías (ver Anexo B para las definiciones),

definidas como palabras o frases de una o más oraciones con sentido completo o no, que

identifiquen o caractericen la concepción de la política que usa el Jefe del Estado.

Para el TAMS, se emplearon las categorías siguientes: Contexto político, Estilo político,

Gestión de gobierno, Historia, Ideología, Internacionales, Militar, Orden político, Pueblo, y

Sociedad (ver Anexo A para las definiciones).

Unidad de contexto: el discurso. Se examinaron cuatro discursos, correspondientes a la

gestión de los años 2001 al 2004.

Discurso de la gestión del año 2001 pronunciado el día 5 de enero de 2002, con un total de

27.017 palabras y 276 párrafos.

Discurso de la gestión del año 2002 proferido el día 17 de enero de 2003, con un total de

10.858 palabras y 295 párrafos.

Discurso de la gestión del año 2003 dicho el día 15 de enero de 2004, con un total de

23.100 palabras y 276 párrafos.

Discurso de la gestión de año 2004 largado el día 14 de enero de 2005, con un total de

27.717 palabras y 255 párrafos.

Regla de enumeración: presencia o ausencia en cada texto de determinadas unidades de

registro.

En el tratamiento de los documentos se combinó el análisis manual con el análisis

automatizado, y se emplearon los programas para procesar textos MonoConc®, ConcorderPro®

114 Los programas EasyStat, SSP, y StatView todos para Apple Macintosh

Page 70: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

70

y TAMS® (Text Analysis Markup System). Estos programas permiten el conteo de frecuencias y

establecer asociaciones entre categorías, sub-categorías, y palabras, así como la construcción

de redes de significados.

5.-Confiabilidad y validez

De acuerdo a la clasificación hecha por Krippendorf (1990: 194), la confiabilidad es de tipo

estabilidad, que apunta a las incongruencias en las inferencias del observador al analizar los

textos seleccionados.

La validez se consiguió mediante el examen de la unidad de contexto, y se observó el grado

de coincidencia y divergencia entre los diferentes discursos. Una validez del tipo predictiva y de

construcción (Krippendorf, 1990: 243-249).

6.-¿Por qué el análisis de contenido?

Para la comunidad de la ciencia política, el uso del análisis de contenido es ampliamente

aceptado para el tratamiento de eventos políticos, no sólo para conocer aspectos cuantitativos

sino cualitativos de cualquier texto o material simbólico (Shapiro, 1998; Ascanio, 2001: 9).

Incluso, existen grupos de trabajo que se dedican sólo al análisis de contenido de textos

políticos como el Manifesto Research Group. Coffey (2005) argumenta que el análisis de

contenido es un instrumento confiable para conocer los valores de los actores políticos y

aproximar sus decisiones en materia de políticas públicas.

No obstante, en el método ha habido un cambio: se busca, en la actualidad y al examinar el

texto político, sondear no sólo el énfasis que se hace acerca de las políticas, sino la posición

asumida en torno a las políticas, como constructo para identificar la ideología que existe en un

texto político y, por inferencia, de un actor determinado (Laver y Garry, 2000). De manera que

ahora se busca identificar las dimensiones ideológicas a partir de las posiciones que tienen los

actores políticos en determinadas políticas públicas (Gabel y Huber, 2000). Es lo que estos dos

autores llaman el “método vainilla” (vanilla method), el cual consiste en que en la investigación

de textos se deben hacer la menor cantidad posible de premisas ex ante acerca de un tópico a

analizar en un texto, para tantear la covariación entre categorías diferentes, e identificar la

dimensión ideológica principal que está detrás de las posiciones de los partidos en materia de

políticas públicas.

En el caso específico de gobernantes (personas y partidos), el análisis de contenido ha sido

utilizado para conocer las características de la comunicación que emiten estos actores, desde

el punto de vista cuantitativo y cualitativo, y sus posiciones ideológicas (Cohen, 1995; Quaile,

Page 71: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

71

Hanna, y Shafqat, 1997; Berry, Ringquist, Fording, y Hanson, 1998; Laver y Garry, 2000; Gabel

y Huber, 2000; Ascanio, 2001; ECPR, 2002; Talshir, 2003; y Coffey, 2005). En el caso

venezolano, también hay antecedentes (Montero, 1994; Sucre, 1994; Montero y Rodríguez,

1996; y Ascanio, 2001).

¿Cuál es la importancia del análisis de contenido para la política de Venezuela hoy? Si

alguna cosa ocurre en nuestro país es, para citar la frase que se le atribuye al Presidente

Kennedy, una lucha por la mente y por las almas. El debate político en Venezuela se centra en

la persuasión política, orientada principalmente a construir un nuevo imaginario político,

entendido como creación incesante y esencialmente indeterminada que representa las cosas y

las articula entre sí, para formar creencias colectivas compartidas por los miembros de la

comunidad (Dávila, 1992: 27). Ascanio (2001: 12) afirma que, “La lengua es como la partitura

en la música y el habla la ejecuta”. Esto no es nuevo en el país. Dávila (1992) analiza cómo se

construyó el imaginario político octubrista centrado en la construcción de las identidades

populares, la institución de la democracia efectiva, la moralización administrativa, la

despersonalización del ejercicio del poder, y el nacionalismo económico (Dávila, 1992: 31-52).

Por su parte, Britto García (1988 y 1989), concluye que el populismo existe cuando un proyecto

de colaboración de clases es legitimado con un mensaje centrado en la tradición cultural

popular (Britto García, 1989: 6), por lo que aquél es un fenómeno cultural (Britto García, 1988:

13). Para este autor, el 27 de febrero de 1989 dejó al poder sin la máscara, e hizo ineficaces

los mecanismos del orden populista: retórica, redistribución, y represión (Britto García, 1989:

314). Concluye en que el demócrata necesario, sería sustituido por el gendarme necesario, “Y

el populismo no podrá convocar en su auxilio a las mismas masas a las cuales reprimió y

sacrificó en aras de la banca internacional” (Britto García, 1989: 320).

Entonces, para legitimar el poder la clave es el discurso, en este caso, político, el cual

“Provee a las personas con explicaciones y versiones de la vida pública. En este sentido, el

discurso político ofrece programas y líneas de acción, los justifica al ofrecer información y

construye ideologías para convencer. Igualmente, permite responder a las críticas y, al hacerlo,

señala, reconoce, legitima o rechaza a actores específicos, al otorgarle una condición de pares,

a otros se les da una cualidad de superioridad, mientras que a otros se les disminuye o

excluye” (Montero y Rodríguez Mora, 1996: 1). El discurso político, en consecuencia, no es

neutral: hay un acceso al mismo y una construcción determinada que se hace de los actores

sociales (Bolívar, 1996: 7-10).

Esto último es relevante porque, como se ha argumentado más arriba, uno de los elementos

Page 72: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

72

fundamentales del sector oficial es construir una nueva versión de la historia pero, a diferencia

del pasado, de carácter totalizante115. Busca una ruptura con el pasado al construir un nuevo

mito de los orígenes centrado en el anti-imperialismo y en el socialismo del Siglo XXI. Es

necesario, entonces, edificar una nueva ideología que cubra a la sociedad y se siembre de raíz.

Por aquélla se entiende, “El conjunto de recursos, desplegado por sus adherentes con

diferentes intenciones y diferentes grados y patrones de creencias, el cual impone ciertos

compromisos sobre ellos: es un instrumento con el poder de influenciar el uso que se haga de

él” (Schull, 1992. C. P. Robinson, 1995: 326). En consecuencia, la ideología tampoco es neutra

y, lo más relevante, tiene pretensión de autonomía, más allá de las criaturas retóricas que la

portan.

Para Robinson (1995: 326), lo central de una ideología no es la fe sino el respeto hacia ella,

porque para poder participar en el universo simbólico de la sociedad, no es necesario creer en

la ideología pero sí tomarla en serio. No hacerlo, es excluirse de la sociedad. Los individuos

están atados a una realidad discursiva en la que todos participan, con mayor o menor

compromiso116. La ideología tiene el poder de influirlos, aunque sean portadores de una

ideología y crean que son ellos quienes la influencian. Como El péndulo de Foucault de Eco,

las palabras cobran vida y se autonomizan de sus creadores, aunque estos crean que

controlan a las palabras. La pretensión en Venezuela es crear una ideología autónoma

centrada en un telos que ofrece el socialismo del Siglo XXI: una sociedad de iguales, feliz; y no

hay otra opción posible fuera de su marco. Como afirma el Jefe del Estado, en el capitalismo no

hay salvación, sino sólo en el socialismo. Nótese la expresión “salvación”, cual pecado que

debe ser redimido a través de la construcción de una nueva identidad que salvará al país del

purgatorio del sufrimiento que significa el capitalismo. Estos esfuerzos se hacen ahora con

mayor fuerza, en la medida que el sistema político se siente más seguro117, por lo que los

esfuerzos persuasivos para legitimar una ideología son mayores. 115 Esta idea de la cultura total se infiere de las palabras del Jefe del Estado pronunciadas el día 20-9-05 en el Teatro de Venalum, al hablar de la “moral socialista”. Es la idea del “hombre nuevo”, como fue planteado en el programa La Hojilla que transmite VTV del día 20-9-05 116 Por ejemplo, el discurso de la pobreza, pero no en un sentido económico o ético, sino de caridad y de culpabilidad moral, que toca principalmente a los sectores medios. Igualmente, en la cotidianidad. En el Miss Venezuela de 2005, las ganadoras en primero y segundo lugar corresponden al fenotipo sugerido del venezolano: mestizas, de origen humilde, pero buenas y esforzadas. De hecho, el color de la piel de las niñas fue un tema de pregunta en la rueda de prensa dada el día 16-9-05. Es la politización del mestizaje como redención de la culpa por el abandono de la “sociedad blanca” a la “sociedad negra” de los pobres 117 Vid. El artículo de William Lara en El Nacional del día 19-9-05, en el cual argumenta a favor de la reforma constitucional para destruir la “traza genética del capitalismo” que Lara coloca en la “concentración del poder”, por lo que el proyecto bolivariano no puede ubicarse en el lado neo-liberal pero tampoco en el New Deal. El mensaje es claro: ninguna forma capitalista, sea más a la derecha o más a la izquierda. Hay que inventar algo nuevo, el “poder popular”, inédito, no visto. Es decir, hay que inventar la historia. Ya no es el fin de la historia, es que nunca ha existido como tal para el chavecismo. De lo que se trata, entonces, es de inventar a la historia

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73

El éxito de este esfuerzo va a depender de que la ideología se transforme en cotidianidad, y

sea asumida por las personas como algo natural. Hoy los estudios sobre el discurso

argumentan que algunas formas de gobierno no democráticas –básicamente, las soviéticas- se

sostuvieron tanto tiempo no sólo por el terror y el control político de las “estructuras materiales”

sobre la sociedad, sino por la cotidianización de una ideología con un telos orientado al

bienestar, a la felicidad, que implicó la aceptación de muchas personas, ya no por miedo sino

por conformismo o una verdadera creencia en el telos de la felicidad en la tierra (Robinson,

1995; Walker, 1995; Kotkin, 1998118), mediante la hermenéutica del alma (Halfin, 2001: 316).

Una suerte de “guerra de civilizaciones” en donde el objetivo último era la victoria sobre el

modelo capitalista por la superioridad de la civilización stalinista (Hedin, 2004). No era, en el

plano discursivo, una lucha económica o militar, sino cultural: la superioridad de un modelo que

se consideró superior al capitalista. Para hacerlo, construyó una ideología que comunicó esa

superioridad, y que elaboró unas “convenciones discursivas” (Robinson, 1995: 326), que

aseguraran la naturalización de los contenidos de la misma en la sociedad. La ideología,

entonces, puede estudiarse como práctica discursiva (Walker, 1995: 334).

Las convenciones discursivas son las que justifican el estudio de la ideología como

discurso. La concepción del telos garantiza el éxito de una ideología al ser una especie de

“macro convención”, aunque la experiencia soviética reveló que no hubo tal “macro convención”

sino que el marxismo-leninismo tuvo diferentes discursos aunque con un esfuerzo unificador

(Walker, 1995: 334). En el caso soviético, el telos fue el comunismo. En el caso venezolano, el

telos es la sociedad de iguales, que se envuelve en el discurso del socialismo del Siglo XXI. Es

lo que le da sentido a la experiencia, y las acciones sociales pueden ser valoradas en función

de ese telos. No obstante, Robinson (1995: 330-332) argumenta que la caída del modelo

soviético ocurrió, en el plano del discurso, porque el telos comunista era objeto de tensión y

negociaciones entre los diferentes sectores de poder en la extinta URSS, lo que hizo que los

significados se redefinieran de manera permanente y ese telos perdió respeto en la sociedad,

“Cuando los manifestantes llevaban pancartas colgadas en sus cuellos con consignas como

‘Setenta años en camino hacia nada’, en vez de ‘Setenta años en camino hacia el comunismo’,

el partido estaba acabado. La sociedad había escapado de las cadenas de su discurso y pudo

rechazar todos los argumentos del partido hacia su poder y su omnisciencia” (Robinson, 1995:

118 Kotkin comenta que una línea de investigación contemporánea sobre Rusia, afirma que el stalinismo “fue una revolución desde abajo” (Kotkin, 1998: 386), lo que ha generado debate por el apoyo popular que se afirma tuvieron las transformaciones generadas por Stalin. Sin embargo, Kotkin sugiere que esta “aceptación” tuvo como base la tradición absolutista de los zares, y que la fortaleza del stalinismo hay que buscarla, también, en las “identidades de la gente común” (p. 418)

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332).

Aunque el propósito de este trabajo no es hacer un análisis del discurso del Presidente

Hugo Chávez, sino un análisis de contenido porque los dos métodos son diferentes

(Stevenson, 2004) y existen diferentes aproximaciones para analizar una “formación ideológica”

(Walker, 1995: 342), sí persigue establecer patrones de contenido y cómo se articulan para

construir un discurso político que busca legitimar una nueva ideología social, a partir de la idea

de política que maneja el Jefe del Estado.

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RESULTADOS

En esta parte se ofrecen los resultados del análisis de contenido de los mensajes del

Presidente Chávez en el lapso 2001-2004.

1.-Análisis descriptivo

1.1.-El comportamiento de las categorías

Al examinar las frecuencias en categorías de palabras119, se tiene lo siguiente:

119 Categorías construidas a partir del conteo de frecuencias en los textos en las palabras clave (por ejemplo, gobierno, pobres, etc), que se describen en el Anexo B

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Cuadro 1

Frecuencias en categorías seleccionadas

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 TOTAL Acuerdo 21 5 8 9 43

Bolivariano 49 18 27 15 109

Constitución 32 28 25 20 105

Democracia 30 14 19 21 84

Derechos 14 3 3 7 27

Estado 24 15 25 15 79

Gobierno 66 27 82 56 231

Guerra 13 3 6 3 25

Ideología 11 0 2 0 13

Igualdad 2 5 12 8 27

Instituciones 11 5 6 6 28

Justicia 10 17 14 16 57

Leyes 92 10 24 15 141

Libertad 1 1 10 9 21

Militares 39 12 7 12 70

Neoliberal 11 3 14 6 34

Participativo 3 1 3 0 7

Paz 22 2 4 6 34

Petróleo 37 11 26 11 85

Pobres 22 3 24 16 65

Privada 22 1 13 14 50

Revolución 12 12 15 11 50

Socialismo 0 0 0 1 1

Social 29 11 16 20 76

TOTAL 573 207 385 297 1.462

Contingency Table Analysis

Summary Statistics

DF: 60

Total Chi-Square: 190.467 p=1.0000E-4

G Statistic: 198.167

Contingency Coefficient: .342

Cramer's V: .21

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Cuadro 2

Medias en las frecuencias en categorías seleccionadas

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS MEDIA EN TODOS LOS AÑOS Acuerdo 10,7

Bolivariano 27,2

Constitución 26,2

Democracia 21

Derechos 6,7

Estado 19,7

Gobierno 57,7

Guerra 6,2

Igualdad 7

Instituciones 14,2

Justicia 35,2

Leyes 17,5

Libertad 8,5

Militares 8,5

Neoliberal 16,2

Paz 12,5

Petróleo 12,5

Pobres 19

Privada 6,7

Revolución 5,2

Social 21,2

El Cuadro Nº 1 muestra la presencia numérica de las categorías en los diferentes mensajes

presidenciales. Una lectura del mismo, revela que las categorías que alcanzaron las mayores

frecuencias fueron: Gobierno (ƒ=231), Leyes (ƒ=141), Bolivariano (ƒ=109), Constitución

(ƒ=105), y Petróleo (ƒ=85). Las categorías que lograron el menor número de menciones en el

verbo presidencial fueron: Socialismo (ƒ=1), Participación (ƒ=7), Ideología (ƒ=13), Libertad

(ƒ=21), y Guerra (ƒ=25). Estas categorías y los años están asociados estadísticamente (Chi2 =

190,467; p = .0001; C = 0,342), lo que sugiere que el comportamiento de las categorías por año

tiene un patrón que no es producto del azar.

Si se observa el cuadro Nº 2 que indica la media para las categorías en todos los años,

sobresale la categoría Gobierno (media=57,7), seguido de Justicia (media=35,2), Bolivariano

(media=27,2), Constitución (media=26,2), y Social (media=21,2). Las que menos resaltan

fueron Revolución (media=5,2), Guerra (media=6,2), Privada (media=6,7), Derechos

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(media=6,7), Igualdad (media=7), Militares (media=8,5), y Libertad (media=8,5).

Una primera inferencia que puede realizarse es lo central de la idea de gobierno en el Jefe

del Estado, que está relacionada con el concepto de leyes. Lo sugerido en el Marco

Referencial: la presencia de un centro, en este caso, el gobierno, que articula a la sociedad.

Podría decirse, a manera de entrada, que la noción de la política que tiene el Jefe del Estado

se describe por la presencia de un centro, que es el gobierno –congruente con lo formulado en

los textos del chavecismo analizados previamente- con una suerte de telos plasmado en las

leyes, que se enfoca en buscar la “naturaleza de la cosas” que es lo que produce la felicidad.

Hay un determinismo que se deriva de la “naturaleza de las cosas”, que se construye en las

leyes. Este “orden natural” se plasma en la Constitución, como el texto en donde esas

relaciones de la sociedad se hacen positivas a través de “leyes inexorables”.

Se habla de determinismo porque pareciera que para el Presidente, el fin de la política es

transformar para conservar o para buscar un momento de conservación posterior. La

“naturaleza de las cosas” tiene una categoría fija, inmodificable, que debe ser conocida y eso

es lo que hace la política. Transformar lo ya determinado en leyes. Ciertamente, Chávez habla

de transformación, de revolucionar, pero puede ser una transformación para conservar. Es

decir, modificar algo que se estima no responde “a la naturaleza de las cosas” para, lograda

ésta, conservarla. Una vez que se logre “la naturaleza de las cosas”, podría el gobierno adoptar

un talante más conservador, en tanto no se aceptan transformaciones o visiones alternativas

porque no van en función de “la naturaleza de las cosas”120. Así lo sugiere el Jefe del Estado

(mensaje anual de la gestión del año 2001), que es una cita importante porque dice mucho de

su concepción de la política:

“Bolívar decía entre otras cosas, alertaba, ‘cuidado con las repúblicas aéreas’ una

república en el aire. Y, precisamente ahí es donde creo que es útil y conveniente enlazar

la idea de Montesquieu con la idea de Bolívar, porque cuando Montesquieu señala a las

leyes como esa relación necesaria, cómo ese engranaje necesario derivado de la

naturaleza de las cosas, uno también pudiera decir, derivado del espíritu y de la

naturaleza de los hombres de los seres humanos junto a las cosas. Cuando un país es

incapaz de construir esas relaciones entre la naturaleza de las cosas, entre la naturaleza

de los humanos y la idea, el sueño o la abstracción. Cuando un país es incapaz de

derivar en leyes inexorables -y uso otra expresión de Bolívar que pidió a lo largo de sus

años leyes inexorables, desde Angostura hasta el último mensaje dramático que lanzó

120 En el discurso político oficialista, sería ser “contra-revolucionario”

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en la Convención de Ocaña siempre lo dijo ‘Legisladores, necesitamos para tener

Repúblicas, leyes inexorables’. Es decir, que se cumplan con la inexorabilidad del paso

del tiempo, del paso de los minutos o que se cumplan esas leyes recogidas de la

naturaleza de las cosas y de los hombres y del tiempo y de la geografía y de la historia y

del sentimiento colectivo, esas leyes deben cumplirse como se cumple la ley de la

gravitación universal por ejemplo de manera inexorable”

De manera que para Chávez el punto está en la identificación de las “leyes inexorables” que

se derivan de la “naturaleza de las cosas”, que es lo que hay que buscar para lograr “el

equilibrio del universo”121. Lo que las palabras del Jefe del Estado revelan es una mente holista,

en el sentido que define una totalidad, una categoría abstracta –“naturaleza de las cosas” y

“leyes inexorables”- que desarrolla en objetivos concretos, que se articulan en diferentes cosas:

la economía con la sociedad, ésta con la política, todo en el marco de una constitución, que

positiviza las relaciones de las sociedad. Una idea organicista en la que todo tiene una unidad.

Tal vez esto explique la permanente modificación de leyes que hace el sector oficial: en la

medida que se busca esa “naturaleza de las cosas”, que bien puede ser construir un centro de

poder político tipo socialista, lo jurídico es subsidiario de lo político. Se modificarán las normas

tantas veces como lo requiera la política (o las necesidades de consolidar una hegemonía),

como efectivamente ha ocurrido y seguirá sucediendo, incluso cambios en la Carta Magna de

1999, con apenas seis años de vida. La Constitución no tiene vida por sí misma, existe en tanto

soporta unas determinadas “leyes naturales” que dependen de una concepción política que se

ajusta permanentemente, y que se deriva de una praxis que alienta la legislación, con un solo

propósito: consolidar un centro para buscar, entonces, la felicidad. Esto explica, también, el

comportamiento de ensayo y error del gobierno en muchas de sus iniciativas. La “revolución”

es, también, experimentación social.

Si habría que hallar un sentido a los contenidos a partir de la intención del comunicador, se

podría decir que se buscó comunicar, a partir de la idea de “leyes inexorables” y “la naturaleza

de las cosas”, una noción ontológica de la vida122. Es decir, un particular ser. La ideología

política toma una dimensión ya no del demos –la propiamente política- sino del etnos –la

dimensión del ser- es decir, pasar de la pregunta ¿Cuál es tu posición? A ¿Quién eres tu?

(Savater, 2002)123. Es construir una identidad política a partir de enfatizar contenidos relativos

121 Idea desarrolla de forma amplia en el Aló Presidente Nº 234 del 25-9-05 122 Idea formulada por el Jefe del Estado en el Aló Presidente Nº 212 del 13-2-05 123 Por ejemplo, el etiquetamiento en la comunicación política venezolana: “escuálidos” o “chavistas”

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al ser, una suerte de visión étnica de la historia, en la que todo el pueblo está fundido en una

unidad; “es una sola masa” que responde a “leyes determinadas”, con lo que se acerca a las

ideas de los positivistas: la existencia de una “constitución efectiva”, que podría ser el

equivalente a la “naturaleza de las cosas”, que tiene un carácter de “ley inexorable”, no puede

cambiarse. La revolución es para buscar una naturaleza que no puede modificarse la cual, para

Chávez, es el socialismo. Esa es la naturaleza social venezolana, a la que hay que regresar.

Es, entonces, una revolución conservadora, a partir de unas características que se dicen

específicas para Venezuela, inexorables ellas: somos estructuralmente socialistas y no

podemos dejar de serlo. Si lo hacemos, el precio a pagar es la infelicidad ontológica. Es, en

consecuencia, una revolución retro o una retro-revolución.

Esta idea es una constante en el Presidente. En la carta que se le atribuye envió a los

magistrados de la extinta Corte Suprema de Justicia en 1999 afirmó que, “Montesquieu

evidenció que las verdades no se hacen sentir sino cuando se observa la cadena de causas

que las enlaza con otras y, en términos de introspección e inferencia de relaciones entre ideas

y contenidos, descubrió que las leyes son relaciones necesarias que se derivan de la

naturaleza de las cosas”. Y finaliza la comunicación con, “Inmerso en un peligroso escenario de

Causas Generales que dominan el planeta (Montesquieu, Darwin), debo confirmar ante la

Honorabilísima Corte Suprema de Justicia el Principio de la exclusividad presidencial en la

conducción del Estado”.

Pero esta concepción encierra, también, una idea determinista de la historia, que ésta tiene

un solo camino, como el socialismo. Una suerte de destino manifiesto, “los códigos de lo que

podemos ser”. La historia como determinación pero también como pregunta. Estamos

determinados, pero parece que no sabemos cuál es nuestra determinación, y es lo que hay que

buscar en “la naturaleza de las cosas”. Y por eso acudimos a la historia, para conocer los

“códigos”, algo como una genética cultural, que tiene que ser revelada, descubierta, y

comunicada. La historia como maestra, pero con un camino conocido, determinado, que es de

origen cultural.

¿Cuál es el motor que determina la historia para el Jefe del Estado? Posiblemente uno: es

la idea de la anarquía, un terrible miedo a la anarquía, al caos social (lo hobbesiano formulado

supra). La rebelión popular como motor de la historia, rebelión que puede esconder la idea de

lucha de clases, entre oligarcas y explotados; entre imperialismo y explotación. Es lo que

determina la historia. Por ejemplo, de acuerdo a esta visión, para el Presidente eso era lo que

pasaba en Venezuela durante 1814, no era José Tomás Boves; era la rebelión popular.

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Se despersonifica esa etapa de la historia y se le da una explicación estructural. Boves

como resultado, no como causa. Es ir a lo estructural: la rebelión popular. Detrás de esta

interpretación está, como se dijo, el miedo a la anarquía. Chávez busca un orden y quiere un

orden, pero su equilibrio es a partir del conflicto124, aunque no busca que éste se mantenga. El

conflicto es un dato natural pero que se quiere evitar. Es un terrible miedo al conflicto, a la

anarquía, cuya respuesta es la vocación de amalgamar todo el poder en un centro. En su carta

a los magistrados de la exCSJ lo ratificó al decir que, “La radiografía psico-social del Estado

revela una persistente y secular internación de agravios, desesperanzas, carencias,

sufrimientos que retratan la injusticia a que ha sido sometido, y descubren en el inconsciente

nacional una potencialidad expectante ávida de equilibrios. Es evidente que ese olvidado

pueblo me catapultó a la Presidencia con la poderosa humildad de su sufragio para evitar

desencadenamientos destructivos”. Es a través de la tensión que se logra el equilibrio o, mejor

dicho, reduciendo lo que considera la causa del conflicto y la tensión: la explotación. Tal vez

esto explique su sentido fuertemente igualitarista; para reducir la tensión, porque de la

desigualdad nace la diferencia y, con ésta, el conflicto, los deseos. Puede ser la lógica del

Presidente. De aquí el deseo de uniformar, de homogeneizar, y de intentar una explicación

única de la sociedad venezolana. Somos un solo pueblo, las diferencias son producto de la

oligarquía, del imperialismo, pero nuestra naturaleza como ser es ser una “masa de iguales”.

Aquí entra lo ontológico, el ser. De alguna manera su mensaje es que no podemos dejar de

ser lo que somos. Es nuestro destino. Un ejemplo fue el caso de Boves125. Este no fue

incorporado al ejército por los mantuanos, quienes lo rechazaron, y “se transformó en

revolucionario, las masas explotadas por el imperialismo”. Es decir, se le negó la posibilidad de

ser –fundirse en una masa- y esto despertó su ira. Ser “revolucionario” es producto de una

negación, de un rechazo: los “ricos” malos que rechazan al “pobre” bueno, y esto genera la

tensión social y la “rebelión popular”. Estamos en “una rebelión contra los poderosos”, etiqueta

que puede ser colocada a cualquier cosa o persona potencialmente conflictiva: la clase media o

los Estados Unidos.

Nuestra partida de nacimiento es la lucha contra el “imperialismo” –la Independencia- y ese

es nuestro destino: Bolívar lo entendió, por eso la libertad, y por eso murió pobre. Por negar lo

124 Esto puede explicar parte del contenido de la carta que envió al Carlos “el Chacal”, el 3 de marzo de 1999, en la que comenta que su alma necesita de los peligros para sentirse viva, “Yo siento que la energía de mi alma se eleva, se ensancha y se iguala siempre a la magnitud de los peligros. Mi médico me ha dicho que mi alma necesita alimentarse de peligros para conservar mi juicio” 125 Planteado por Chávez en el Aló Presidente Nº 212 del 13-2-05

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que fue es que llegó a ser verdaderamente Bolívar. Al negarse como clase, se afirmó como

persona. Es construir la política a través del ser. Un oximoron, pero que se utiliza para

fortalecer una ideología e identidad política. A través de la esencia, de lo que somos. La

salvación para no dejar de ser lo que somos es ser “revolucionario”. El no ser -¿o anti-ser?- es

no ser “revolucionario”. De aquí la conversión de Bolívar, Sucre y otros, de ricos a pobres.

Tomaron conciencia del “pecado original” –ser ricos- y su mantuanismo se les limpia por su

final trágico. La culpa es ser mantuano, pero la expiación de la culpa está en dejarlo de ser. No

así Páez: de pobre, pasó a ser rico. Por eso está en el “purgatorio chavecista”. Ser pobre es

una obligación moral. El Ejército Libertador estaba derrotado en 1814 por no haber expiado su

culpa original –ser una fuerza de mantuanos- la expía cuando deja de ser un ejército de

mantuanos. Es usar el mecanismo psicológico de la culpa y la vergüenza con fines políticos,

para persuadir una suerte de negación del ser en ciertos sectores sociales126. Que se

avergüencen de lo que son, y puedan ser controlados o convertirse al “proceso”, o que la culpa

sea el mecanismo de contención política127.

Sentir vergüenza de lo que se es, de quien soy, y por lo tanto no merecer presencia política,

ni que mi voz se escuche, ni tener participación128. Es, para usar la expresión marxista, un

proceso de alienación, por medio del cual la persona internaliza que no merece nada, sólo su

propia carencia de poder. Y no lo merece por ser lo que es, salvo que cambie y deje de ser lo

que es129 para entrar al “reino de la igualdad y la felicidad de la revolución”, por lo que ya no

126 Recurso que el gobierno usa ahora con las “purgas” y la idea de “retractarse” o “pedir disculpas”, pero en público. Es generar una culpa para producir vergüenza y la persona se sienta perdonada, pero avergonzada de su posición. En el perdón va el silencio y, por añadidura, el control político. Es la culpa como mecanismo de control. Quienes no se arrepientan, tienen un final: la “exclusión” 127 Lo que se busca hacer con la clase media: crearle vergüenza por ser lo que es, al inocularles una falsa conciencia porque son colocados como culpables de la pobreza que existe en el país. Es un mecanismo psicológico perverso, pero eficaz para el control político 128 Lo que en psicología política se llama estado de opresión 129 Esta idea es importante y preocupa como se asume en el país, aunque identificada por algunos comentaristas. Notablemente, por Milagros Socorro en su columna de El Nacional del jueves 11-2-05, en la que comentó el uso político de la “solidaridad”. De alguna manera, a través de la solidaridad, se diluye la idea de las diferencias, que somos un solo pueblo, una suerte de igualdad ficticia, que sustituye a las políticas públicas. No se decide, no hay diferencias, sólo unidad. Se diluyen las políticas públicas, y todo queda reducido a la caridad, un call center, y un centro de acopio. La idea del partido y la política desaparece en un esfuerzo voluntarista solidario. Otro indicador de esta alienación son las explicaciones dadas a desastres naturales, como responsabilidad de los EE.UU por no haber firmado el Protocolo de Kyoto, y lo llamativo es que esta explicación ha sido asumida por personas “con nivel”. Llama la atención el tono “anti-imperialista” de algunos columnistas de opinión que, al mismo tiempo, son de oposición. Finalmente, el nivel cultural de la sociedad venezolana. De forma directa, nos hemos chabacanizado, nos conformamos con lo pequeño, parece que carecemos de un sentido para vivir. Es una suerte de ajuste, pero hacia la baja (lo que en psicología social se llama downward comparison psychology). Cuando ocurrieron las fuertes lluvias en Vargas y Mérida en febrero de 2005, fue curioso ver en un programa de Televen a Henrique Lazo, decir que iba a proponer un teleton bajo el título de “un fuerte para Venezuela” (si fue un chiste, fue poco oportuno para lo que pasó), como si los problemas del país se resolvieran con cinco bolívares por venezolano. Lo que resalta es la idea de lo pequeño, de una cultura si se quiere de la mendicidad, del pedir poco, del conformarse. Del pensar en chiquito: un “fuerte” es la aspiración, así no ayude a nada. Es la pérdida del sentido de lo posible, del cambio, de lo grande (no de la grandeza, que es la patología narcisista, sino de lo posible)

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necesitará ser diferente. Ya será el “ser bolivariano”: igual.

No es casual, dentro de esta idea, la persuasión que hace Chávez hacia la clase media, y

se cuestionan sus valores. Principalmente, el confort, el consumo. El Jefe del Estado en varios

discursos ha puesto el ejemplo del carro como meta de la clase media, que debe ser cambiada.

Es, pues, persuadir a la clase media que sienta vergüenza de su estilo de vida, que se

construye como interesado, como egoísta. Es bajar las aspiraciones de la clase media hacia un

nivel de lo mínimo130. Algo como la alienación dentro de la alienación, en la idea que plantea

Frantz Fanon en su libro “Los desheredados de la tierra”131.

Este comentario es pertinente, porque se sabe que hay un determinismo histórico en la

visión de Chávez ¿Pero cuál es el contenido de esa visión? Buscar la felicidad, que cree está

en la pobreza. Como lo sugirió en un Aló Presidente, “éramos pobres pero felices”132. El

socialismo para igualar, pero lo rural –y lo rural pequeño, no tecnificado o industrial, lo que

llama “comunal”- como modelo de vida, un ¿Socialismo rural? Un estilo de vida pequeño, sin

mayores aspiraciones, con lo básico, con un Estado fuerte, que se encarga de todo133. De aquí

que busque lo autóctono, lo propio para justificar un modelo134, bajo la idea de ruptura con el

modelo al que se opone: los Estados Unidos. Y esto es algo nuevo en el análisis. La oposición

a los Estados Unidos es más allá de la política: es existencial, es un modelo que se busca

cuestionar, el American way of life que se rechaza. Es un conflicto ontológico. Se le cuestiona

130 La clase media de la Gran Venezuela que se iba a examinar a Estados Unidos, ahora debe conformarse con la oferta de clínicas populares o módulos de Barrio Adentro. O profesionales que estudiaron en las mejores universidades, ahora sus hijos deben conformarse con Misión Ribas o estudiar en universidades en nuestros países que son de calidad, pero muchas no son las mejores del mundo. Los que salen afuera, el destino preferente es a estudiar en Cuba 131 Frantz Fanon, The Wretched of the Earth. Grove Press, Nueva York, 1968 132 Nº 212 citado supra 133 Aunque esta idea puede parecer descabellada, en Venezuela existe la base psicológica para lograrla. Nuestra sociedad ha experimentado –y especialmente la clase media- un proceso grande de deterioro. De acuerdo al informe del FMI sobre América Latina (2005), el retroceso del PIB real por habitante en Venezuela en el lapso 1998-2003 ha sido del 4,9%, el más alto de la selección estudiada por el fondo. En otras palabras, somos más pobres, y esa pobreza llegó a la clase media. De alguna manera, en el marco del discurso contra los políticos, muchos sectores deseen “venganza” y terminen aceptando su propia negación para negar a quienes perciben como culpables: a los ricos. Es la negación de quienes me niegan. Vamos a igualarnos todos, como forma de castigo colectivo, y como mecanismo para regenerarnos como sociedad, para expiar nuestras culpas por haber sido socialmente irresponsables. Por ejemplo, en una entrevista publicada por El Nacional del 13-2-05 hecha a un investigador del IVIC que vive en EE.UU, José López Padrino. Sus opiniones revelan ese resentimiento por la pérdida de la calidad de vida de la clase media: criticó a Chávez, pero porque es moderado, porque de verdad no es de izquierda sino neoliberal (que ciertamente lo es en muchas cosas), pero la crítica es en sentido de culpa: lo rechazo porque no rompió con todo, que es lo que Padrino aspiraba. La clase media vive una suerte de anorexia cultural: el alimento del status lo vomita para acabarse a sí misma al enflaquecer como clase. Esto puede explicar la pasividad de este sector, que hace dos años llenaba las calles de Caracas. Tal vez se culpabiliza de su propia existencia y de haber sido lo que es o lo que fue en la Gran Venezuela. La culpa existencial por no haber sido o haber dejado de ser pobre. Lo que Cabrujas, para hablar de las novelas por TV, llamó el “patetismo” de nuestra cultura, sólo que parece que aquí no habrá final feliz 134 La frase que cita mucho el Presidente de Simón Rodríguez, “o inventamos o erramos”

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por ser lo que es135 para que deje de serlo y pueda, entonces, fundirse en una sola categoría

social, “pueblo”; y pueda decirse, “es una sola masa”. Una “guerra de civilizaciones”

(Huntington dixit).

Lo anterior también permite hacer inferencias sobre la personalidad del Presidente como

político136: el principal elemento de motivación para que el hoy Presidente haya entrado en

política, fue una profunda insatisfacción, posiblemente derivada de una idealización de la vida

humana, a la que él se refiere cuando habla de “llevar una vida crística”, que supone en

comunidad, desinteresada, no egoísta, y coloca a Cristo como ejemplo, pero lo relevante no es

Cristo sino lo que representa: la justicia, que se entiende como igualdad y ésta, a su vez, se

define como una vida austera, en comunidad, sin mayores diferencias entre las personas. Un

imposible –esta vida en comunidad- parece ser lo que llevó a Chávez a incursionar en la

política137. Esto se revela en sus palabras, y lo interesante es que el Jefe del Estado inserta

esta insatisfacción dentro de una interpretación histórica, y es lo que se construye hoy como la

“historia oficial”, como un nuevo relato de la historia de Venezuela.

Básicamente, la interpretación que hace Chávez de la historia es sin solución de

continuidad, siendo exagerados desde Cristo hasta el presente, con una construcción

dicotómica: un pasado negro, y un presente y futuro brillante. Porque, al fin y al cabo, Chávez

se concibe como un luchador por la igualdad, que es lo que él considera el motor de la historia:

la desigualdad y la lucha por la igualdad. A diferencia de un marxista, no parece colocar la

dinámica en la lucha de clases sino, más bien, en un modelo económico, en este caso, el

capitalista el cual, en su interpretación, hace egoísta a las personas. Que una clase sea

portadora de los valores capitalistas, es otra cosa, pero la construcción que él hace es en

términos de un no-tener, de una carencia que es lo que explica en parte su insatisfacción: habla

de oligarquía, y no burguesía (al menos hasta ahora)138. Las “deshumaniza”. En algún sentido,

podría decirse que Chávez es un marxista-socialcristiano, en tanto el centro de su discurso es

135 Cosas que dice Chávez se parecen mucho a las que dice Fanon en su libro. Por ejemplo, “The Third World today faces Europe like a colossal mass whose aim should be to try to resolve the problems to which Europe has not been able to find the answers. But let us be clear: what matters is to stop talking about output, and intensification, and the rhythm of work. No, there is no question of a return to Nature”. Si se sustituye a Europa por Estados Unidos, parece una expresión dicha por el Presidente 136 Atributos de personalidad que quedaron muy definidos en las palabras del Mandatario en el 90 aniversario del diario zuliano Panorama, el día 2-12-04 137 Tal vez esto explique que el bolivarianismo critique a veces la modernización al estilo Occidental. Una reacción anti-moderna, entendida como consumo 138 Evidentemente, aquí hay un elemento de lo políticamente correcto: oligarquía tiene mayor sentido político en Venezuela que hablar de burguesía, ya que de verdad no hemos tenido como país una verdadera burguesía, sí hemos tenido –y tenemos- gente con dinero, que es otra cosa

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lo humanista y la persona, pero la explicación que hace de la historia tiene base en el

materialismo histórico139.

Tal vez esta insatisfacción sea lo que explique su fuerte atracción por el poder, no sólo

como mecanismo para compensar las insatisfacciones experimentadas en su vida, sino porque

ve al poder como una herramienta para transformar la realidad. Esto explica las altas

frecuencias y la centralidad de su discurso en la palabra gobierno. Este representa poder, que

comunica el voluntarismo transformador de la realidad. Sin poder (y lo que encierra, por

ejemplo, dinero), Chávez sería nada. Sería lo que fue hasta 1992: una persona con

inquietudes, molestias sociales, preocupaciones políticas, y con voluntad de poder. Sería sólo

las anécdotas que cuenta en sus muchas interminables cadenas. Su genio político está en la

paciencia, la disciplina, la voluntad de alcanzar el poder, al que percibe como compensador

psicológico140 pero, también, como instrumento para el cambio; voluntad de poder que

desarrolla hoy como persona y que explica, entre otras cosas, su pragmatismo, necesario para

consolidar el proyecto. Aquí entra el petróleo.

Para la visión chavecista, el “oro negro” es más un instrumento de poder que económico.

No es casual que una de las primeras acciones del gobierno, haya sido promover un mayor

nivel de precios que si bien era una acción justa, su fondo era un motivo político: generar

excedentes para transformar la estructura social venezolana. Así avanzó el gobierno, pero

posiblemente el excedente no fue suficiente para la transformación, como sí lo es en 2005: esto

explica el aceleramiento del “proceso”. Ciertamente Chávez se sustenta en el carisma pero, a

diferencia de la definición clásica weberiana en donde en el carisma se obedece por un motivo

intangible, el carisma de Chávez se sustenta en la provisión de gratificaciones materiales,

también simbólicas –el empoderamiento popular- pero principalmente materiales. Si no hay

eficacia, el carisma se resiente, hay protestas populares. El carisma del Jefe del Estado

requiere de eficacia pero, también, de dinero. Chávez está consciente de esta realidad y si en

algún punto el gobierno ha definido una impecable estrategia, es en la obtención de recursos,

no así en su gasto. El Presidente sabe que sin dinero, no sería lo que es. Así lo sugirió en su

mensaje correspondiente al período 2003:

“Bueno, así que a pesar de las alteraciones económicas, el 2003 nos dejó nada más

y nada menos que la recuperación de Petróleos de Venezuela y sus operaciones y el

139 No es casual la preponderancia que en los “analistas” del gobierno tiene Marta Harnecker 140 Lo que explica su narcisismo

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manejo de sus finanzas. Yo puedo decirles que ahora sí tengo capacidad de mando en

PDVSA, pero antes no tenía absolutamente nada, y saben cómo me sentía, como un

verdadero miserable.

“Bolivariano como soy, recordaba siempre aquello de Bolívar: Llamarse jefe para no

serlo es el colmo de la miseria. Esa empresa ahora es y será siempre verdaderamente

de los venezolanos.

“Otro elemento surgió el 2003 y también fue producto de la crisis. La crisis en el

idioma chino creo que se escribe wei ji, significa crisis o riesgo, peligro y oportunidad.

Toda crisis trae eso, por eso es que las crisis muchas veces son necesarias, muchas

veces son necesarias e incluso hay que generarlas, midiéndolas, por supuesto. Lo de

PDVSA era necesario, aun cuando nosotros no es que no la generamos, sí la

generamos, porque cuando yo agarré el pito aquel en un Aló Presidente y empecé a

botar gente, yo estaba provocando la crisis”.

Y sus palabras son sinceras: el Jefe del Estado sin poder se siente miserable. De aquí la

necesidad de concentrarlo, de tener “mando” en todo. Más allá de una crisis política que le tocó

enfrentar –y lo hizo con éxito- en 2002, su razón de ser es el poder, en el sentido ya expresado:

para conservar y compensarse psicológicamente: no sentirse miserable, o no ser un “pendejo”

y un “don nadie”, que rechaza su ego necesitado de grandeza. Ahora, lo tiene todo, pero para

que nada cambie. Un cierto sentido gatopardiano: que todo cambie para que todo siga igual.

Aquí mantiene el sentido de la novela de Lampedusa, pero con una variante: que todo cambie

para regresar a donde todo era igual, que explica la aparente contradicción en las palabras de

Chávez: las “leyes inexorables” pero que “no son invariables”. El cambio es para regresar al

estado de no cambio. A los valores de la Venezuela original, solidaria y, por supuesto,

socialista, que no pudo serlo por culpa del “imperalismo” de la colonia y, más recientemente, de

Juan Vicente Gómez y del Pacto de Punto Fijo.

La importancia del dinero es central. En 2001, cuando el precio del barril petrolero estaba en

la banda de los 20 dólares, este valor fue considerado como “justo” por el Jefe del Estado en su

mensaje al país en enero de 2002:

“Este año 2001 lo explicamos a muchos líderes de muchos países del mundo,

Venezuela no aspira un incremento inusitado de los precios del petróleo a 30, 40 dólares

¡no! pero tampoco es justo que los precios del petróleo se vengan de nuevo abajo como

estaban hace tres años en 7, 8 dólares el barril ¡no! ese es un petróleo casi regalado a

ese precio. Queremos recuperar la banda justa entre 22 y 28 dólares el barril. Eso fue

una política de este año muy vigorosa este año 2001”.

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Hoy está el barril a 50 dólares y el precio sigue siendo “justo”. Seguramente, si sube a 100

dólares, también sería un precio “justo”. Todo lo que aumente el excedente del Estado para

financiar el modelo político del MVR, será siempre un “precio justo”.

También en Chávez hay un sentido trágico de la historia. El arquetipo del fracaso de Bolívar

parece que lo tiene muy fijo, en tanto las referencias al Libertador son en términos del no-logro:

Bolívar traicionado141. La idea de la traición, de la delación, es muy fuerte en el Presidente, y

esto puede dar cuenta de cierta tendencia persecutoria que exhibe frecuentemente como

atributo de su personalidad política142. Por ejemplo, la repetición continua que “estuvo a punto

de morir” el 11 de abril de 2002, o la “prisión” que pasó, luego del intento de golpe de 1992, o

las palabras de Pat Robertson que cita a cada rato y en cada acto –reales, ciertamente- las tres

amenazas parecen exageradas, aunque necesarias para construir el “mito político”, la

“personalidad heroica” que requiere todo liderazgo carismático, el que vence las dificultades.

Esto lo lleva a temer francamente al conflicto, principalmente el conflicto de clases aunque,

como una contradicción de su mensaje, porque al mismo tiempo lo alienta. En el fondo, su

miedo a lo diferente lo lleva a buscar concentrar todo en su mano. Esa parece ser su verdadera

naturaleza política. Es en el fondo, como se dijo, una expresión conservadora que se escuda

en un discurso socialista y nacionalista, construido en la idea de la tradición. Esta es la razón

para la “revolución”: regresar a las tradiciones que, de acuerdo al discurso oficial, caracterizan

a la sociedad venezolana. El nacionalismo del discurso oficial es una manera de decir que es

un proyecto conservador.

Chávez parece temerle mucho al conflicto social, al regreso al “hombre en estado de

naturaleza”. Es hobbesiano en el sentido de la necesidad de construir un orden que elimine la

posibilidad de una “vida corta y una muerte brutal”, pero su solución no es liberal, sino se

acerca a la republicana, representada en una comunidad que define el orden político. No se

construye a partir del individuo, sino desde la comunidad, de lo colectivo. Para Chávez, hay que

salvar al individuo, negando al individuo. El mismo se concibe como una suerte de dique de

contención para evitar la guerra social, cuando afirma en la carta a los magistrados citada

supra que, “Las silentes urnas el 6 de diciembre guardan el secreto de la potencial explosividad

de la nación; es incuestionable que el respeto a los resultados frenó en las muchedumbres

nacionales esa creciente energía detonante que persiste en su inconsciente, latente”. Las 141 La idea del arquetipo de Bolívar como fracaso que repetimos como país, la analiza Angel Bernardo Viso en su trabajo “Venezuela: identidad y ruptura” (1983) 142 Sentido trágico reconocido por el Jefe del Estado en sus palabras durante su intervención en el “juicio anti-imperalista”, en el marco del XVI Festival de la Juventud en agosto de 2005

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tensiones y la polarización, para Chávez, son muy anteriores a él. En este sentido es, también,

irresponsable desde el punto de vista político. No parece tener conciencia de las

consecuencias de su discurso, y lo asume como algo natural, como una manera de expresar lo

ya existente y de evitar un conflicto mayor, y esto tal vez explique su contradicción: proclama la

paz, pero hace la guerra. Como ha dicho en varias oportunidades al citar el viejo adagio latino,

“Si vis pacem, para bellum”143. Podría decirse que su agresividad verbal, desde su enfoque,

exorciza el conflicto latente en la sociedad venezolana. Desde su punto de vista hace la guerra

para lograr la paz. En su concepción, las palabras no crean realidades, sino que nombran

realidades. La principal, la de la desigualdad que viene desde que Bolívar fue “traicionado por

la oligarquía”. Fue el momento en que “les robaron el sueño”, contenido recurrente en sus

palabras.

La historia para el Presidente es dicotómica, en tanto hay dos grandes fuerzas que luchan

en la humanidad: quienes desean la igualdad; representan verdaderamente al pueblo, son los

líderes de verdad, los realmente legítimos. Aquí incluye a figuras que van desde Bolívar,

Cipriano Castro, y hasta su bisabuelo Pedro Pérez Delgado, pasando por Cristo y el Quijote.

Está otro grupo que son los “traidores”, por inconsecuentes con la búsqueda de la igualdad:

Páez, Santander, Gómez, el Pacto de Punto Fijo. Su crítica a estas personas y modelos es que

se alejaron de la búsqueda de la igualdad. La insatisfacción está de nuevo presente. Es, pues,

comunicar como un deseo, un sueño, unas expectativas traicionadas, no cumplidas. Hubiese

deseado Chávez otra vida, que el modelo de Punto Fijo hubiese reducido las desigualdades

(que lo hizo, aunque luego descuidó este logro). Quiere estar tranquilo, como él ha dicho en

varias ocasiones, en familia, en su casa. La crítica contra Punto Fijo es que dejó de ser Punto

Fijo para convertirse en una democracia de “las elites”, que activó su insatisfacción con muchas

cosas en la vida, descontento que transformó en vocación por el poder, que hoy desarrolla

como proyecto de vida.

El adversario, entonces, no es una clase, sino un tipo: la oligarquía y el imperialismo. Para

el Jefe del Estado, la traición se produce porque estas personas se dejaron “enamorar” por la

oligarquía, como Páez, como Gómez. De aquí su llamado a una vida austera, de sacrificios,

como mecanismo para no ser conquistado por el lujo, por el boato144. Y detrás de la oligarquía,

143 Si quieres la paz, prepárate para la guerra 144 Aunque el Presidente Chávez, como buen venezolano, es “sifrino” aunque lo niegue, con gustos por cosas de marca. Este carácter sifrino se observa cuando se refiere a los reyes de España; por ejemplo, como fue visible en la Cumbre Iberoamericana en Salamanca (octubre de 2005). Ese “boche” de estar con los reyes de la Madre Patria no lo peló, mientras que en casa Colón es acusado “de genocida”

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89

se esconde el verdadero adversario: los Estados Unidos, a quien culpa de las traiciones en

nuestros países, y de tener una vocación imperial, denunciada por Bolívar en 1825, según su

recuento de la historia. Su búsqueda en la vida puede sintetizarse cuando dijo, “si se acaba el

egoísmo, la envidia, y nos unimos todos respetando las diferencias”145, Venezuela tendrá éxito

como país. Es una insatisfacción existencial que la canalizó por la acción política, por la

búsqueda del poder. Tal vez esto explique la idea de perfección que se busca en la persona, el

“nuevo republicano”. Como queriendo decir, para evitar una nueva frustración, hay que tener

personas perfectas146, la idea de “moral y luces” del pensamiento de El Libertador. Para no

repetir la insatisfacción política, la solución se coloca en construir nuevos ciudadanos, que sean

austeros y nacionalistas. Lo perfecto en esta visión es suprimir el deseo en las personas. El

empoderamiento del pueblo es relativo. Hay un uso instrumental del pueblo: para legitimar un

determinado orden. Hay una preocupación hacia el pueblo, pero con propósitos instrumentales

al buscar sea la base política “del proceso”. Hay un “empoderamiento dirigido”.

Pero hay otro Chávez. Es el Chávez pragmático, político, que sabe que para canalizar su

insatisfacción existencial tiene que ser político, sabe que tiene que ser puercoespín147. No se

está ante un idealista, sino ante una persona convencida de un relato histórico, pero que sabe

que la política tiene sus tiempos, que es lo que distingue entre el pensador político y el actor

político148. Su búsqueda de la perfección la canaliza en lo político de forma pragmática:

avances y retrocesos, aceptar cosas y, especialmente, tener mucha paciencia para ir

alcanzando objetivos en el tiempo, en no desesperar por los obstáculos. En seguir el Wei ji del

que habló en su mensaje sobre el período de gobierno de 2003.

Esto revela un punto importante. El Presidente acepta la diferencia, siempre y cuando “se le

deje vivir” y tenga el control. Como se dijo arriba, desde este punto es políticamente

irresponsable ya que no considera que esté haciendo daño a nadie con su discurso y acciones

agresivas, sino que su búsqueda es moralmente superior a la de los demás, por lo que

cualquier crítica la interpreta como traición o respuesta de la oligarquía, pero sin reparar en los

daños que hace desde el punto de vista político. No los considera, y esto puede explicar la 145 En el acto del diario Panorama comentado supra 146 Tal vez esto explique la tendencia hegemónica del gobierno “y la semilla autoritaria” que eventualmente puede tener. La idea de la fe ciega en la ciencia y de la perfección es, de acuerdo a J. L. Talmon en su Origins of Totalitarian Democracy, una posible causa de autoritarismo. La búsqueda de la perfección lleva al autoritarismo, meta no visible en 1998 147 “El zorro sabe muchas cosas, pero el puercoespín una esencial”, de la expresión de Isaiah Berlin 148 Es un error confundir su radicalismo con rudeza o poca sofisticación intelectual. Los extremistas son cognitivamente sofisticados. Vid. Van Hiel, A. Y Mervielde, I. (2003). The Measurement of Cognitive Complexity and Its Relationship with Political Extremism. Political Psychology, 24, 781-801

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90

fuerza y a veces dureza de su discurso. No lo ve reprobable, sino necesario para lograr la

felicidad que tanto anhela, para “vivir como Cristo en ecclesia”. No se concibe moralmente

responsable de lo que hace.

Lo anterior puede explicar el orden de las frecuencias, y el primer lugar de la categoría

Gobierno. Para Chávez, es el centro que lo articula todo, que lo controla todo, y hace posible la

felicidad buscada. Buscar la autonomía y el pluralismo, en su pensamiento, es causa de

conflicto. Desde este punto de vista, su pensamiento es monocrátrico, no policrático. Lo diverso

lo percibe como una amenaza. En la diferencia existe la posibilidad de deseos, y para Chávez

éstos son altamente censurables por inmorales, por estar en contra de “la naturaleza de las

cosas”, que es el no deseo que enarbola el socialismo. La igualdad se convierte en

igualitarismo: es ser una sola cosa149. Esa es “la naturaleza de las cosas” y, además, es una

“ley inexorable” como la “ley de gravedad”. En la misiva a los extitulares de la desaparecida

CSJ comentó que, “Ad libitum y a los fines geopolíticos inherentes a la sobrevivencia de un

Estado cuya ubicación geográfica y especialísima potencialidad minero-petrolera le hacen

fuerte o débil, podríamos vislumbrar a Venezuela, en el escenario de las grandes potencias

según se consolide o no el Pensamiento Conductor del Estado y vistos como han sido, primero

penetrados y luego mutilados, los países que han estado paralizados por debilidad de sus

gobiernos, por facciones intestinas y bajo amenaza permanente de penetración y/o de guerra

exterior”.

En la idea del “Pensamiento Conductor del Estado” se encierra todo. Es, como se dijo, una

visión holista, pero cerrada en tanto no se acepta lo diferente porque genera “facciones

intestinas” que producen debilidad en el Estado y, por lo tanto, su desaparición. Es la idea de

un poder nacional. Tema este también recurrente en el Jefe del Estado150 y que explica su

tendencia al encierro, a lo autárquico, a la evasión en ciertos casos: el “intercambio con el

ambiente” es entrópico, por lo que hay que construir un sistema cerrado –el “desarrollo

endógeno” definido como “desde adentro” y no como, por ejemplo, lo hace Osvaldo Sunkel,

quien habla “hacia adentro”, ya que este último supone intercambio- con el menor intercambio

posible y, si existe, es mediado por el Estado. Es la idea de “dos economías”: la del Estado,

transnacional y con capacidad de generar excedentes; y la doméstica, pequeña, sólo para

149 En el acto en Ciudad Guayana comentado supra el Presidente dijo que las cooperativas “no son para hacer ganancias”. Otro indicador es el icono del Che Guevara, como la persona pura, revolucionario, pero sin ambiciones materiales 150 Sus intervenciones en la Asamblea de la ONU el 15-9-05 y su discurso a su regreso el día 18-9-05, cuando afirmó que “tenemos nuestra soberanía vulnerada”

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91

generar valores de uso y no valores de cambio151, centrada en lo pequeño –para que no haya

articulación autónoma ni tampoco ambiciones- y con el monopolio de la compra por parte del

Estado, quien regula la velocidad de integración y cuáles sectores crecerán y cuáles no. La

planificación centralizada152.

Esto lleva a una consideración de lo que podría llamarse el “pensamiento económico del

chavecismo”, que parece tener ya sus íconos –Perón, el Che, Torrijos y Velasco Alvarado, por

ejemplo- pero que es un pensamiento que todavía está en elaboración, que no es nada

definitivo y cuya tensión principal es la relación entre propiedad y la ganancia, aunque se

asemeja mucho al desarrollismo promovido por el Estado, propio del pensamiento militar, que

afirma que estos son los que pueden promover los “grandes cambios” del país (Straka, 2004:

102). Este pensamiento no parece reñido con la propiedad. Sí lo es con la ganancia –Chávez

compara la ganancia con Judas- que se cuestiona, y se busca solidaria. En uno de sus

mensajes153, Chávez apeló a un libro sobre el Che Guevara, con cartas, notas y reflexiones de

éste, y expresó que en el marxismo el desarrollo de las fuerzas productivas (FP) –el desarrollo

en un momento dado de la infraestructura de producción de una sociedad- antecede a las

relaciones de producción (RP); “las impacta” –las relaciones de propiedad entre los hombres

generadas de la dinámica de la plusvalía y que, en determinado momento, lleva al

enfrentamiento de la burguesía y del proletariado- pero que él cree posible crear “una

conciencia no capitalista”, en donde las fuerzas productivas y las relaciones de producción se

desarrollen de forma paralela. No hay relación de precedencia sino de simultaneidad.

Idea curiosa si se asume que para muchos el chavecismo es una amenaza a la propiedad

privada. Posiblemente, sin querer, Chávez está sembrando las semillas de una reacción

popular en su contra, pero en términos de la eficiencia y, aunque no se crea, de demandar más

capitalismo y que la sociedad –las fuerzas productivas- ya están maduras para asumir el

mercado, no el Estado. Es decir, cree estar promoviendo una cultura solidaria, pero parece que

lo que va a lograr es la promoción de una cultura capitalista. Tal vez esto pueda explicar sus

recientes esfuerzos en promover la idea de la “moral socialista”. La simultaneidad busca

superarse con una ideología, pero que choca con una realidad que crea el propio gobierno al

no asumir un perfil socialista abierto.

151 En las palabras en Ciudad Guayana, el Jefe del Estado sugirió que su ideal de modelo económico es un “modelo de producción comunal” 152 Que podría explicar la presencia de Jorge Giordani en el MPD. El es un planificador, no un economista 153 Aló Presidente Nº 209 del día 24-10-04

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92

En el modo marxista, que primero se desarrollen las FP antes que la RP, supone un estado

previo, que permite generar una conciencia de la explotación, que termina en el conflicto entre

las FP y las RP, una vez que ocurre una crisis en los mercados. La conciencia de la explotación

se crea en la etapa de producción. Para Marx, la fuente de la lucha de clases es la explotación

y no el desarrollo económico, pero éste influye indirectamente al crear un proletariado cuya rata

de explotación determina el conflicto de clases154. Sin embargo, Chávez al proponer la

simultaneidad, genera un mecanismo que evita el conflicto de clases, porque las FP y las RP

se anulan, porque la conciencia de la explotación no se genera, siempre y cuando no exista

una crisis económica. Al ser simultáneos, la conciencia de explotación no ocurre, mucho más

en un momento en que la economía venezolana experimenta un crecimiento. Al “empoderar” a

los pobres155 no se sabe si se generará una “conciencia no capitalista” –la distribución de

activos ya lleva la semilla capitalista- lo que sí parece es que anula la creación de la conciencia

de explotación. Tal vez sin quererlo, el Presidente Chávez sea el principal promotor del

capitalismo en Venezuela, el cual en un futuro pueda reaccionar contra él, una vez que la

“fuerzas productivas populares” estén maduras para asumir el mercado156 o el Estado ya no

pueda mantener el nivel de excedentes para financiar el Welfare State a la venezolana.

Lo anterior explica el modelo de Estado analizado en los textos de 1998 y 2001. Un Estado

planificador, dentro de un enfoque sistémico, ya que va a ordenar las diferencias para, como se

dijo, convertirlas en inputs que alimenten el equilibrio del sistema. Agrega en su carta a los

integrantes de la fenecida CSJ que, “Los Estados son especies de superorganismos dinámicos

que abarcan conflictos, cambios, evoluciones, revoluciones, ataques, y defensas: involucran

dinámica de espacios terrestres y fuerzas políticas que luchan en ellos para sobrevivir. Si no

observamos arte y ciencia en la conducción y actuación política del organismo estatal corremos

el riesgo de propiciar su debilitamiento, fraccionamiento y consecuencial disolución, que

equivale a su muerte. En menos de 170 años de la desaparición física de Bolívar, hemos visto 154 Un interesante trabajo da pistas para esta reflexión que aquí se hace. Vid. Boswell, J. Y Dixon, W. J (1993). Marx’s Theory of Rebellion: A Cross-National Análisis of Class Exploitation, Economic Development, and Violent Revolt. American Sociological Review, 58, 681-700 155 Sin embargo, al mismo tiempo que se distribuye poder, hay una incorporación pública (una concentración): los receptores de estas medidas serán parte del Estado, aunque no funcionarios públicos. Por ejemplo, los lanceros, parte del Ministerio de Economía Popular, pero no funcionarios; los Comités de Tierra Urbana, serán parte del Ministerio de Vivienda, pero tampoco serán funcionarios. Esto plantea problemas de equidad entre la sociedad y el Estado ¿Dónde comienza y termina la una y la otra? ¿Cuál es el equilibrio de poder entre una y otra? Y, como plantea Robert Dalh, lo importante es si hay real participación en la construcción de la agenda pública, no en la mera participación ante decisiones que pueden ser tomadas por el centro, en este caso, el Estado 156 El Nacional publicó el domingo 24-10-04 una entrevista al sociólogo Heinz Sonntag, y éste comentó que su esposa le había dicho como psicoanalista que Chávez había despertado la conciencia del pueblo –de su autonomía- y que eso se le revertiría. Para el caso que se trata aquí, podría afirmarse que cuando el pueblo tenga conciencia que es capitalista, posiblemente genere una reacción que el gobierno no espere y que, tal vez, no esté preparado para responder ¿Las protestas de los trabajadores de Sidor ocurridas el 20-9-05 en Puerto Ordaz, que son accionistas de esta empresa, serán un indicador de esto?

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93

reducir el suelo patrio en más de trescientos mil kilómetros cuadrados”.

De nuevo, el tema de la unidad, de la concentración para evitar la muerte. La vida es

concentrar; no hacerlo, significa morir, dentro de su visión organicista de la política: una suerte

de supervivencia del más apto, por lo que el organismo Estado tiene que ser fuerte y esto lo

logra a través de la concentración de poder157 que se dibuja en el poder nacional.

¿Qué sugiere el MonoConc® sobre la palabra gobierno en los años 2002-2004158?

En el año 2002 ¿Cómo Chávez construyó la palabra Gobierno?

La construcción de la palabra Gobierno se asocia al momento en que fue pronunciado el

discurso: al año 2003. El gobierno es “democrático” y “legítimo”, ya que “enfrentó” el paro

petrolero de diciembre de 2002. El grosor de las líneas revela que el Jefe del Estado, al hablar

de gobierno, enfatizó las palabras democracia y legítimo. Resalta, también, la idea de gobierno

vinculado a programas y tareas.

157 Esto explica su fuerte rechazo a la descentralización, que percibe como debilitadora del Estado nacional 158 Se excluyó el mensaje del lapso 2001 porque el contenido del mismo excedió la capacidad de procesamiento del programa, al tener más de 130 mil caracteres

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94

Es el gobierno que defiende su carácter legítimo y democrático, pero que mantiene sus

facultades de políticas públicas.

¿Y cómo fue la construcción para el año 2003?

En el mensaje sobre el período 2003 pronunciado en 2004, se mantiene la idea de gobierno

en términos de políticas públicas, pero enfocadas en la distribución. El gobierno colecta

impuestos que distribuye en la sociedad. Un gobierno distributivo, pero que obtiene sus

ingresos de la sociedad.

En el plano más político, sobresalen aspectos centrales en el pensamiento político

chavecista: la idea de la integración, sea en el plano nacional o internacional, para sumar

aliados. Finalmente, el proceso de cambios a partir de un “gobierno tradicional”. Es el contraste

entre lo tradicional y lo nuevo.

¿Cómo fue visto el gobierno para el año 2004?

Page 95: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

95

El mensaje para el lapso 2004 proferido en 2005, revela un patrón que indica una mayor

seguridad en el ejercicio del gobierno. “Nuestro”, como característica del gobierno, y hay verbos

de acción, pero orientados a la política como “entregar”, “inició”, “decisiones”. Esto se explica

en parte por la coyuntura de esa fecha: el incidente con Colombia a principios de 2005 por la

captura del guerrillero Rodrigo Granda, y el contexto político nacional, una vez obtenido el

triunfo en el revocatorio de agosto de 2004 y las elecciones regionales de octubre de ese año.

Llama la atención –por el grosor de la línea- la asociación que hizo el Jefe del Estado con el

gobierno de Cuba. El gobierno es, también, el gobierno cubano. Y Chávez lo siente con mucha

intensidad. Merece la atención si se toma en cuenta que en los anteriores discursos, esta

asociación era inexistente o discreta.

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Cuadro 3

Palabras asociadas a la expresión Gobierno

Cinco primeras menciones (con sus frecuencias)

Mensajes anuales 2002-2004

Gestión año 2002 Gestión año 2003 Gestión año 2004

4 democrático

4 legítimo

2 tarea

1 abastecimiento

1 comience

2 Extraordinaria

2 gastos

2 legitimidad

1 2001

1 aliado

4 Gobierno

3 cubano

3 nuestro

3 nuevo

2 acreditados

Si se observa el Cuadro Nº 3 que registra las cinco primeras menciones en la concordancia

de la palabra Gobierno junto a sus frecuencias, se tiene que para 2002, las palabras describen

un gobierno democrático y legítimo que toma decisiones para garantizar el abastecimiento del

país; en 2003, un gobierno legítimo en funcionamiento; y para 2004, un gobierno seguro en el

poder, aliado del gobierno de Cuba. Se pasó de la afirmación democrática a la consolidación

del poder, junto al alter ego: Cuba.

En síntesis, para el Presidente Chávez la política se relaciona fuertemente con el gobierno.

Hay una suerte de primer grupo de significados que articula esta palabra, y giran a su

alrededor. Ideas como leyes, constitución, bolivariano, justicia, lo social. El gobierno es un

mecanismo para transformar. De aquí su relevancia: es la estructura para revolucionar a la

sociedad. La elaboración que se hace del gobierno es en este sentido: el gobierno hace,

construye, transforma. El gobierno es la materialización del poder para transformar la realidad.

Este es el camino para alcanzar la “naturaleza de las cosas”.

La política es poder, que es representado por el gobierno y el petróleo, que constituyen el

poder nacional. Este se construye en el discurso de la “naturaleza de las cosas”, que es el

igualitarismo. Esto explica el discurso socialista, que tiene una orientación conservadora en lo

político.

Esto es lo que las cifras del Cuadro Nº 1 sugieren ¿Pero qué decir con las categorías que

han tenido menos frecuencias? Dos llaman la atención: Socialismo y Libertad.

La primera, porque el gobierno se proclama con mucha intensidad como socialista, pero es

llamativo que esta palabra sólo haya sido mencionada una vez en el mensaje del lapso 2004, y

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97

con referencia al gobierno español159 ¿Qué puede explicar que un gobierno que se dice

socialista, de raíz socialista porque esa es “nuestra naturaleza de las cosas”, nunca haya

mencionado tal cosa en el balance que el Jefe del Estado presenta a la nación?

Aquí entran varias conjeturas. Una atractiva es que el gobierno, en su comienzos, no se

concibió como socialista sino como una administración con el poder concentrado, pero dentro

de una idea tecnocrática de la política: la eficiencia como garantía del orden político. El

desarrollismo. Sin embargo, un cambio ocurre, posiblemente causado por la lucha política de

2002-2003, y estro haya llevado al gobierno a buscar un piso para justificar una hegemonía y lo

encontró en el socialismo, el cual no lo había expresado al inicio, pero era la ideología más

cercana no sólo por la naturaleza misma del proyecto, sino por quienes lo integran: militares

críticos y políticos que participaron en la subversión armada de los 60 en Venezuela160. La idea

estaba presente, y se hizo saliente sólo cuando las necesidades de mantener el poder lo

obligaron. Esta, como todas las hipótesis en la historia, es una mera conjetura que no puede

ser comprobada, pero que sí plantea interrogantes ¿Existiría Mercal si no hubiese ocurrido el

paro petrolero de diciembre de 2002? Lo cierto es que la palabra socialismo en los mensajes

presidenciales es inexistente. Lo que podría decirse es que el Jefe del Estado tenía la

preocupación, las ideas, pero no había una base conceptual que le diera prestigio a los

planteamientos del “proceso”. Apareció el socialismo, que era la opción natural, aunque con

poca elaboración conceptual161, sólo en el plano de determinadas políticas públicas como las

llamadas “misiones”.

La otra alternativa es que el socialismo haya sido un cuidadoso plan desarrollado por el Jefe

del Estado en el tiempo. Siempre supo que sería socialista y que ese es el camino para

Venezuela, y planificó acciones para el logro de esta meta, que ahora proclama, al comenzar

con la constituyente en 1999162. Todo fue para montar un entramado institucional que hiciese

posible que el socialismo sea la única vía, mediante “elecciones populares”. Un socialismo no

159 Dice el mensaje, en este punto, que “Igual puedo decirlo de Madrid, de España ¡Qué buenos aires se respiran en España! en esta España con un nuevo gobierno socialista, un nuevo gobierno con una nueva orientación hacia la América Latina, hacia la paz, el no a la guerra, el no al atropello de los derechos humanos, el no al irrespeto a la soberanía de los pueblos, principios sagrados, fundamentales, que debemos respetar todos en el mundo si queremos un mundo de paz, en equilibrio” 160 El Jefe del Estado es un declarado admirador de Fidel Castro, al menos desde su visita a Cuba en 1994, por lo que la raíz de la idea socialista ya la llevaba dentro 161 Debilidad conceptual evidente en la visita de Felipe González, exJefe del Gobierno español 1982-1996, al hablar sobre este tema, en contraste con las palabras de Alí Rodríguez, durante la visita de González al Presidente Chávez el día 25-10-05. No es difícil imaginar el desbalance de argumentos en un debate sobre el socialismo entre González y algún teórico del “proceso” como Müller Rojas o Escarrá, incluso el mismo Chávez 162 Conjetura que tiene sentido si se lee el programa de gobierno de 1998, en la que se habla de varias etapas a seguir en el “proceso constituyente”

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impuesto, sino demandado por la sociedad. Todo fue erigido para persuadir sobre esta

conclusión. Esta inferencia sugeriría una linealidad de la historia, una capacidad de anticiparse

a hechos que escapa a lo humano ¿Sabía Chávez en 1999 que en 2002 le darían un golpe de

Estado? Es difícil que lo supiera con una certeza total, a lo mejor ni siquiera lo intuyó. Tal vez

pensó que sería posible una “revolución socialista” pacífica, por lo que nunca hizo explícita esta

idea. Para su juicio, sería “naturalmente” aceptada por la sociedad. Si esa es la “naturaleza de

las cosas”, de acuerdo al pensamiento del Presidente ¿Por qué oponerse al socialismo,

entonces? Hacerlo sería ir contra la historia.

Posiblemente, lo que explique la adhesión socialista sea una combinación de los dos

planteamientos. Ya tenía la “semilla” socialista, pero la coyuntura lo llevó a decidir por esa

opción, seguramente más por el abandono de la política hecho por la oposición que por la

conflictividad política, aunque el paro de diciembre de 2002 marcó un punto de no-retorno tanto

para el gobierno como para la oposición: la político comenzó a ser una pugna por la hegemonía

entre dos proyectos, y de aquí su carácter de lucha existencial. El socialismo es la manera de

justificar una hegemonía política, pero al mismo tiempo de dar identidad política a la sociedad,

y encaja perfectamente con la búsqueda de un mito de los orígenes: lo que podría llamarse el

síndrome de Playa Girón. El socialismo hoy es útil no sólo para entronizar una hegemonía

personal, sino para construir una sensación de no retorno en la historia de Venezuela: que no

se piense en el pasado. Toda revolución es irreversible. Esto explica el carácter fuertemente

simbólico de las acciones del gobierno. En los iconos, se cotidianiza la nueva dominación

política.

Pero hay otras características que llaman la atención. Una es la relacionada a los pobres,

dada la construcción social que hay del Jefe del Estado que sostiene una fuerte vinculación de

éste con los pobres. Al menos en los mensajes presidenciales, ese no es el caso. Más bien, las

menciones a la pobreza son un sub-producto de otras categorías. Lo que esto sugiere es que

para Chávez, la pobreza por sí sola no dice nada. No es la pobreza por la pobreza en sí misma,

y esto puede explicar que sus palabras sí tengan un contenido social importante, como lo

revela el Cuadro Nº 2. Dice cosas en función de otras cosas. En su caso, en relación al Estado

y al gobierno. La pobreza no es un concepto circular, sino relacionado: se acaba al tener el

control del gobierno, al tener poder. Si no, sólo son buenas intenciones. Es la idea del

empoderamiento, pero primero al gobierno. Lo que el Jefe del Estado quiere decir es que para

empoderar a los pobres, primero hay que empoderar al gobierno. Es el gobierno que empodera

a la sociedad y no al revés. Esta no se apodera del Estado, sino éste de la sociedad para, en

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su visión, liberarla. Un “empoderamiento de segundo grado” y, como se dijo, instrumental.

Existe una cierta visión de minusvalía hacia el pueblo. Se le quiere libre, pero atado a un

proyecto político. Se busca su autonomía, no su capacidad de elección. Un pueblo al que se

elogia, pero que todavía mantiene su carácter de receptor –identificado por Britto García en

1989 y, según este autor, característica central del discurso del Presidente Betancourt- el

pueblo agradecido y “buena víctima” o “buen salvaje” (Carlos Rangel dixit), que se censura si

se atreve a comerciar con los activos dados por el Estado, “Como si ellos no formaran parte de

una sociedad que funciona a partir de lógicas sociales propias de un Estado basado en una

economía rentista” (Vásquez, 2005). El pueblo que sólo debe recibir, pero se ve “mal” que

comience a producir más allá del límite moralmente atribuido a “los pobres” (sólo para

mantenerse). El “buen salvaje” que es “buen revolucionario”.

La libertad también merece un comentario ¿Por qué sus frecuencias son bajas en el verbo

presidencial? Parece que al Jefe del Estado el concepto de libertad no es de su agrado,

aunque tampoco otros valores alcanzan elevadas frecuencias (por ejemplo, igualdad y

participar) pero, de ellos, la libertad parece recibir menos. Algunas explicaciones pueden

intentarse. La primera, es que para el Presidente los valores en sí no dicen nada, como se

sugirió en el caso de la pobreza. Posiblemente Chávez no hable de la libertad de forma directa,

pero sí la sugiere a través de sus acciones de gobierno. Para muestra, con el tema del

empoderamiento. No es la libertad, pero sí apunta a ella al dar poder. Lo que se quiere decir es

que se construye la armazón verbal que da vida a los valores, más que mencionarlos por sí

mismos.

Una segunda explicación es que, realmente, para la escala de valores que tiene el Jefe del

Estado la libertad no ocupa el primer lugar. Igual puede decirse de lo privado. Son valores que

tienen menos importancia frente a temas como el gobierno, la constitución, las leyes, el Estado,

lo petrolero. El objetivo de Chávez no es la libertad sino la emancipación de lo que percibe son

relaciones de dominación, por lo que se enfatizan otras cosas. Su problema no es la libertad

como no interferencia –la idea liberal- ni como no dominación –la visión republicana- sino como

evasión: como evitar el surgimiento de los conflictos que nacen de los deseos, y la respuesta

es la concentración. En esta idea, la libertad no es relevante. Si interesa, es la libertad dentro

del Estado. Este es el que libera. Fuera del Estado, la libertad es egoísmo, es decir, conflictos.

La anarquía, que es a lo que se le teme. Su discurso, sencillamente, construye una imaginería

del poder que tiene como centro al gobierno, que parece ser la salvación. Todo lo demás, gira

alrededor de este centro.

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100

El Cuadro Nº 4 nos indica el comportamiento de los valores políticos en los mensajes del

Jefe del Estado. Estas categorías y los años están asociados estadísticamente (Chi2 = 11,921;

p = .06; C = 0,319), lo que sugiere que el comportamiento de las categorías por año tiene un

patrón que no es producto de la suerte.

Cuadro 4

Comportamiento valores políticos

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 TOTAL Justicia 10 17 14 16 57

Libertad 1 1 10 9 21

Igualdad 2 5 12 8 27

Cuadro 5

Comportamiento valores políticos

Porcentaje por línea

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 Justicia 17,5 29,8 24,5 28

Libertad 4,7 4,7 47,6 42,8

Igualdad 7,4 18,52 44,4 29,6

El valor Libertad registró, en el porcentaje por línea del Cuadro Nº 5, valores pequeños en

los años 2001 y 2002. Registró un aumento considerable de 2002 a 2003: de 4,7% pasó al

47,6% para lograr en el mensaje del año 2004 un 42,8 por ciento. Los otros dos valores –

Justicia e Igualdad- revelan un patrón descendente en el tiempo. El valor Justicia tiene cifras

relativamente constantes en el tiempo, lo que sugiere que es un valor central en el Presidente y

Contingency Table Analysis

Summary Statistics

DF: 6

Total Chi-Square: 11.921 p=.0638

G Statistic: 13.249

Contingency Coefficient: .319

Cramer's V: .238

Page 101: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

101

los valores Igualdad y Libertad, se enfatizan en función del contexto político.

La idea de Justicia es relevante no sólo porque es congruente con los valores políticos

hallados en una encuesta generalizable a la población nacional hecha por Villarroel (2001: 189-

190), aunque Chávez difiere en el otro valor. La sociedad enfatiza libertad y justicia, y el Jefe

del Estado privilegia la justicia y la igualdad, menos la libertad. El Presidente siempre habla de

la justicia, y la libertad y la igualdad se ajustan al contexto, aunque las menciones a la libertad

son altas en el mensaje del año 2004.

Cuadro 6

Comportamiento valores políticos

Porcentaje por columna

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 Justicia 76,9 73,9 38,8 48,4

Libertad 7,6 4,3 27,7 27,2

Igualdad 15,3 21,7 33,3 24,2

El Cuadro Nº 6 revela el porcentaje por columna –es decir, los porcentajes de cada valor en

cada año- y sugiere una elevada importancia del valor Justicia. En los años 2001 y 2002, del

100 por ciento del contenido, 77% estuvo dedicado a este valor. El valor Libertad tuvo apenas

un 7,6% en 2001 y un 4,3% en 2002. Esto cambia a partir de 2003 para llegar a 27% en 2004,

menor a los valores de 2001 y 2002, pero importantes: casi la mitad de los contenidos se

dedica al valor Justicia. En 2004, la libertad y la igualdad mantienen cifras similares, aunque

con una ligera ventaja a favor de la libertad, y la segunda se redujo en aproximadamente 9 por

ciento. Es como si el Jefe del Estado hubiera internalizado la importancia de darle un mayor

equilibrio a los valores en su discurso, aunque la justicia mantiene su primer lugar, como lo

sugieren las cifras correspondientes al año 2003, y buscó darle peso a la libertad (en 2004, cae

igualdad y la diferencia pudo ser a favor de la justicia). Indudablemente para Chávez, la justicia

es el valor, lo que es congruente con su discurso y su historia, y posiblemente lo entienda en un

sentido reivindicativo, y no en el tratamiento igual a lo igual y en tratar de forma desigual a lo

desigual.

Page 102: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

102

Cuadro 7

Porcentajes por línea

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 Acuerdo 48,8 11,6 18,6 20,9

Bolivariano 44,9 16,5 24,7 13,7

Constitución 30,4 26,6 23,8 19,05

Democracia 35,7 16,6 22,6 25

Derechos 51,8 11,1 11,1 25,9

Estado 30,3 18,9 31,6 18,9

Gobierno 28,5 11,6 35,5 24,2

Guerra 52 12 24 12

Igualdad 7,4 18,5 44,4 29,6

Instituciones 39,2 17,8 21,4 21,4

Justicia 17,5 29,8 24,5 28

Leyes 65,2 7 17 10,6

Libertad 4,7 4,7 47,6 42,8

Militares 55,7 17,1 10 17,1

Neoliberal 32,3 8,8 41,1 17,6

Paz 64,7 5,8 11,7 17,6

Pobres 33,8 4,6 36,9 24,6

Petróleo 43,53 12,94 30,59 12,94

Privada 44 2 26 28

Revolución 24 24 30 22

Social 38,1 14,4 21 26,3

El Cuadro Nº 7 sugiere cómo fue el comportamiento de cada categoría entre cada año

estudiado. Con respecto al mensaje correspondiente al año 2001 si se compara con lo dicho en

el mensaje para el año 2004, todas las categorías descendieron, salvo Igualdad, Justicia, y

Libertad. Llama la atención que todas estas categorías aludan a valores políticos.

La categoría Gobierno mantiene sus valores más o menos similares en los años analizados,

mientras que algunas categorías registraron notables caídas como Guerra, Leyes, y Paz.

La inferencia que puede hacerse es que el Jefe del Estado ha venido madurando un

discurso político, lo que supone cambios y ajustes. El año 2001 fue, si se quiere, el año de la

euforia, del consenso con la sociedad. A partir de 2002, el discurso comienza a ser más político

en el sentido del poder, con determinadas categorías que suben y otras bajan, posiblemente

con un cambio entre lo instrumental en 2001 a lo valorativo en 2004, aunque el gobierno como

Page 103: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

103

centro del discurso se mantiene, con valores más o menos parejos en los años, lo que permite

inferir que en esta categoría la variabilidad entre los años es poca, y permite decir lo que se ha

comentado previamente: el gobierno es el contenido central para Chávez.

Cuadro 8

Porcentajes por columna

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 Acuerdo 3,76 2,43 2,1 3,04

Bolivariano 8,7 8,7 7,1 5,07

Constitución 5,7 13,5 6,5 6,7

Democracia 5,3 6,8 5 7,09

Derechos 2,5 1,4 0,79 2,3

Estado 4,2 7,2 6,5 5,07

Gobierno 11,8 13,1 21,5 18,9

Guerra 2,3 1,4 1,5 1,01

Igualdad 1,97 2,4 1,5 2,03

Instituciones 1,7 8,2 3,6 5,4

Justicia 16,4 4,85 6,3 5,07

Leyes 6,9 5,8 1,84 4,05

Libertad 1,97 1,46 3,6 2,03

Militares 3,9 0,97 1,05 2,03

Neoliberal 3,9 1,4 6,3 5,4

Paz 3,9 0,4 3,4 4,7

Petróleo 2,15 5,83 3,95 3,72

Pobres 5,19 5,34 4,2 6,7

Privada 0,3 2,4 3,16 2,7

Revolución 0,18 0,49 2,6 3,04

Social 6,6 5,3 6,8 3,72

El Cuadro Nº 8 muestra el comportamiento de las categorías en cada año y nos dice cuáles

enfatizó el Presidente en cada mensaje.

En 2001, el Jefe del Estado enfatizó las categorías Justicia (16,46%), Gobierno (11,81%), y

Bolivariano (8,77%). Las menos resaltadas fueron Revolución (0,18%), Privada (0,36%), e

Instituciones (1,79%). En 2002, de lo que más habló el Mandatario fue en las categorías

Constitución (13,59%), Gobierno (13,11%), y Bolivariano (8,74%). Las menos habladas fueron

Revolución y Paz con 0,49% cada una, Militares (0,97%), y Derechos, Guerra, Libertad, y

Neoliberal con 1,46% respectivamente. En 2003, el Presidente profirió las siguientes categorías

Page 104: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

104

en importancia Gobierno (21,58%), Social (6,84%), y Bolivariano (7,11%). Las menos

proferidas fueron Militares (1,05%), Guerra e Igualdad con 1,58%, y Leyes (1,84%). Finalmente,

en 2004, pronunció las siguientes categorías Gobierno (18,92%), Democracia (7,09%), y

Constitución y Pobres con 6,76% cada una. Las menos pronunciadas fueron Guerra (1,01%),

Libertad y Militares (2,03%), y Privada (2,7%).

Al agrupar las categorías que suman más del 50 por ciento del contenido de los mensajes

anuales en cada año, para inferir que categorías ocupan la mitad del universo simbólico del

Jefe del Estado en sus discursos cada año, que es lo que presenta el Cuadro Nº 9

Cuadro 9

Categorías que totalizan 50 por ciento (primeras categorías)

Mensajes anuales 2002-2004

Gestión año 2001

∑=50,64%

Gestión año 2002

∑=50,97%

Gestión año 2003

∑=48,69%

Gestión 2004

∑=50,35%

Bolivariano

Gobierno

Justicia

Leyes

Social

Bolivariano

Constitución

Estado

Gobierno

Instituciones

Bolivariano

Constitución

Estado

Gobierno

Social

Constitución

Democracia

Gobierno

Instituciones

Neoliberal

Pobres

Es interesante constatar que la mitad de los contenidos de todos los mensajes anuales se

orientan a las mismas categorías, salvo el año 2004 en donde se amplió un poco más a otras

categorías. Los contenidos han girado siempre en torno a lo mismo: lo bolivariano, la

constitución, el Estado y el gobierno, ésta última registrada en los cuatro años. Las categorías

que aparecen de forma poco frecuente en los mensajes son Justicia, Leyes, Neoliberal, y

Pobres. La mayoría de los contenidos del Presidente apuntan a lo político, no a lo social y, en

el caso de los pobres, apenas entra en las primeras menciones de importancia en el mensaje

presidencial de la gestión de 2004, pero no en los anteriores. Igual ocurrió con la categoría

Democracia, que tuvo menciones relevantes en 2004, pero no antes.

Lo político es el centro en Chávez y concentrado en el gobierno, lo bolivariano, la

constitución. Se habla es del “proceso”, una suerte de auto-referencia, pero poco espacio

queda para otros temas. El balance a la nación es un balance del propio proyecto, y menos de

lo que ha hecho la administración pública al país. Todo gira en torno a la “revolución”, como

Page 105: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

105

una suerte de red que lo engloba todo.

Una primera inferencia que puede hacerse es que se pasó de una relativa homogeneidad

en el peso de las categorías en 2001, incluso con la categoría Justicia (16,4%) por encima de la

categoría Gobierno (11,8%), pero esto cambia para 2004, en donde la única categoría con dos

dígitos es Gobierno (18,9%) seguida de Democracia con un dígito (7,09%), con una notable

diferencia entre la primera y la segunda. Lo que ha ocurrido es una concentración en temas de

gobierno en el discurso presidencial. Un 20 por ciento del mensaje de Chávez en 2004 se

enfocó en temas relacionados al gobierno. La pobreza apenas tuvo 7 por ciento. La igualdad y

la libertad un 2 por ciento cada una. En otras palabras, si se escucha el discurso del Presidente

de ese año, la sensación que quedaría es un fuerte contenido hacia el gobierno y muy poco de

otras cosas. Es interesante porque el comportamiento de la categoría Gobierno en el discurso

presidencial es ascendente, salvo el año 2004 en donde bajó, aunque no mucho. Lo que esto

quiere decir que el Presidente cada vez habla más de temas vinculados al gobierno y menos de

otras cosas. Es un discurso gobierno-céntrico. El año 2001 fue el de los contenidos

reivindicativos –la justicia- y en el 2004, los contenidos apuntan a sujetos específicos –los

pobres- y, posiblemente, a la construcción clara del adversario político –neoliberal- para

generar la identidad política, una vez que el gobierno se siente seguro en el poder.

Es curioso observar la poca presencia de categorías como Revolución y Militares. La

primera, porque el gobierno se define como revolucionario, pero esta palabra no tiene mayor

peso en los mensajes presidenciales a la Asamblea Nacional. Posiblemente, por el contexto del

parlamento o porque exista de parte de Chávez una selectividad de las palabras, en tanto la

revolución sea más un contenido para una arenga política que para un mensaje a la nación163.

Esto lo que nos sugiere es una clara y elaborada estrategia de persuasión política que supone

hasta la selección de los contenidos de acuerdo al auditorio y contexto del momento.

Lo militar llama la atención, más cuando el gobierno es acusado por muchos como

“militarista”. Al menos en los mensajes presidenciales, este contenido no pesó mucho. Pero

esto no quiere decir que lo militar sea un área neutra para el Jefe del Estado. Una explicación

tentadora es que más que ocurrir una militarización de la sociedad, lo que efectivamente

sucede es una politización de las Fuerzas Armadas, que se diluyen en un proyecto político con

alcance social, de lo que sí se habla y en donde se incluyen a los militares. Esto puede explicar

las pocas menciones hacia lo militar: de lo que se trata es de convertirlas en un aparato 163 Esto sugiere para estudios futuros un diseño muestral no restringido a los mensajes a la Asamblea Nacional, como fue en este caso, para conocer el comportamiento de algunas palabras en el discurso del Jefe del Estado en distintos mensajes políticos

Page 106: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

106

político.

Para aproximar algún tipo de estructura latente en los mensajes del Presidente Chávez, se

realizó un análisis factorial exploratorio y se obtuvieron tres factores164, mostrados en el Cuadro

Nº 10 (cargas mayores o igual a 0,3)

Cuadro 10

Factores obtenidos a partir de los contenidos

Mensajes anuales 2001-2004

Factor 1

Sistema político

Factor 2

Poder político

Factor 3

Valores políticos

Acuerdos 0,98

Bolivariano 0,96

Constitución 0,63

Democracia 0,95

Derechos 0,89

Estado 0,7

Gobierno 0,52

Guerra 0,98

Igualdad 0,98

Justicia 0,98

Leyes 0,9

Libertad 0,5

Militares 0,96

Neoliberal 0,6

Paz 0,87

Pobre 0,92

Social 0,93

Estado 0,6

Gobierno 0,84

Libertad 0,79

Neoliberal 0,72

Petróleo 0,81

Privada 0,86

Revolución 0,83

Democracia 0,3

Derechos 0,3

Paz 0,4

Pobres 0,38

Revolución 0,45

El análisis factorial exploratorio indica que emergen tres factores. El primer factor fue

llamado Sistema político, en tanto las categorías registradas aluden a diferentes elementos que

conforman el sistema político pensado por el Jefe del Estado. La inferencia es que para el

Presidente, el sistema político tiene una confección variada, en donde las categorías

interactúan dentro de una complejidad política en términos de procedimientos y valores.

164 El análisis factorial requiere variables a nivel de razón o de intervalo, pero Kim y Mueller (1978: 73) afirman que este procedimiento puede emplearse en determinados casos donde las variables no tengan una base de medición claramente definida. Vid. Factor Analysis. Statistical Methods and Practical Issues. Beverly Hills and London: Sage Publications.

Page 107: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

107

El segundo factor fue denominado Poder político, porque sugiere una interpretación

interesante. Tal vez el poco apego que el Jefe del Estado revela hacia la libertad, sea porque

considera que la libertad está relacionada con el neoliberalismo (la correlación entre estas dos

categorías es r = 0,93), y posiblemente la perciba como amenazante. Igual puede ser con la

categoría Privado, que posiblemente evalúe en tanto variable de poder, y cercana a la libertad y

a lo neoliberal. Entonces, hablamos de poder político porque estas categorías aluden a las

variables que permiten levantar el sistema político. Aquí entran las categorías Petróleo y

Revolución, y lo que puede inferirse es que el poder lo constituye el petróleo, y de aquí la

pugna política. La revolución puede significar cambiar las estructuras para lograr una suma a

favor del gobierno de poder político, no para la oposición. Para el Jefe del Estado, la mejor

manera de lidiar con la libertad es ajustarla al Estado y al gobierno (la correlación de la libertad

con el Estado y el gobierno es r = 0,93 y 0,95 respectivamente). Se hace la revolución,

entonces, para controlar el petróleo –que es poder- y para ajustar la libertad al Estado y al

gobierno, porque aquélla parece amenazar al sistema político, desafío representados por el

neoliberalismo y el sector privado los que, a su vez, propugnan la libertad. En este contexto, la

libertad que no se entiende como libertad dentro del Estado, es subversiva.

Finalmente, el tercer factor se llamó Valores políticos. Las categorías de este factor apuntan

a valores políticos y sociales como la democracia, los derechos, la paz, y los pobres. Aparece

la revolución. Posiblemente, el contenido sugiera que para avanzar en estos valores, sea

necesario un cambio de estructuras. Nótese que sólo habla de pobres, no de otras cosas:

bienestar, calidad de vida, el propio empoderamiento. De alguna manera, se promueven

mayormente derechos sociales y menos políticos o individuales.

1.2.-El pueblo y yo

¿De quién habla más el Presidente? De su persona o del pueblo. Resulta tentador medir

las referencias que Chávez hace de sí mismo y las menciones que hace del pueblo, y

compararlas165.

165 Para hacer una medición simétrica, se tomaron sólo las palabras Yo y Pueblo, y se excluyó Pueblos. También se eliminaron 13 yo que no correspondieron a auto menciones del Presidente Chávez sino a otras referencias

Page 108: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

108

Cuadro 11

Frecuencias menciones Pueblo y Yo

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 TOTAL Pueblo 29 82 62 41 214

Yo 97 30 73 42 242

Total 126 112 135 83 456

Razón Yo/pueblo 3,3 0,37 1,1 1,02 1,1

El Cuadro Nº 11 y el Gráfico Nº 1 revelan que las menciones hacia el Pueblo y el Presidente

se orientan a un equilibrio en el tiempo, aunque con una ligera ventaja para las menciones del

Jefe del Estado hacia sí mismo (53 por ciento versus 47 por ciento para el pueblo). Esto ha

variado en el tiempo. En el año 2001, la razón fue ampliamente ventajosa para Chávez: de

cada tres menciones que hizo sobre sí mismo, realizó una mención hacia el pueblo. En el

último mensaje del lapso 2004, la razón fue de una: por cada mención a Chávez, éste hizo una

hacia el pueblo. Estas dos categorías y los años están asociados estadísticamente (Chi2 =

60,258; p = .0001; C = 0,342), lo que sugiere que el comportamiento de las categorías por año

tiene un patrón que no es producto del albur.

Cuadro 12

Porcentajes por línea menciones Pueblo y Yo

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 Pueblo 13,55 38,32 28,9 19,1

Yo 40,08 12,4 30,7 17,36

Contingency Table Analysis

Summary Statistics

DF: 3

Total Chi-Square: 60.258 p=1.0000E-4

G Statistic: 63.011

Contingency Coefficient: .342

Cramer's V: .364

Page 109: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

109

El Cuadro Nº 12 sugiere que el pico de las menciones del Presidente al pueblo fue en el

mensaje del año 2002, con un 38 por ciento, seguida del año 2003 con un 29 por ciento. La

más baja mención al pueblo fue en 2001, que registró un valor del 14 por ciento. En el último

mensaje, las menciones al pueblo sumaron 19 por ciento ¿Un uso instrumental del pueblo? Es

decir, ante los desafíos, se menciona al pueblo. El año 2002 fue el año del paro. El año 2003

fue el año del tema del referéndum. Puede ser que en estas circunstancias Chávez apele al

pueblo como un recurso de legitimidad pero, también, de movilización política. Por ejemplo, la

“Batalla de Santa Inés”. Una vez que el Presidente se percibe seguro en el poder, las

menciones hacia el pueblo bajan. Cabe esperar, entonces, que cuando haya desafíos políticos,

las menciones hacia el pueblo aumenten. En Chávez el afecto al pueblo no es sólo ideal, sino

también pragmático. La función del pueblo es movilizarse y apoyar al gobierno. Una relación

con dos caras: afecto pero también una interacción instrumental.

Acerca de sí mismo, el valor más alto fue en 2001 con 40 por ciento y el más bajo en el

mensaje de 2002, con 12 por ciento. En el mensaje correspondiente a 2004 el valor fue de 17

por ciento. Esto tiene una explicación inversa a la pueblo: cuando Chávez se siente en control,

Page 110: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

110

sus auto referencias son mayores. Cuando percibe la amenaza, se menciona más al pueblo. Si

hay seguridad, la tendencia es a referirse a sí mismo.

Al igual que en las otras categorías, hay una estabilización de los valores con la baja de

2002 –el año del paro y el agradecimiento de Chávez al pueblo, lo que explica los valores

registrados- para llegar a 2004 con valores más o menos parejos entre Yo y el Pueblo, aunque

el Jefe del Estado mantiene las mayores menciones. Es Chávez y, de seguido por poco, el

pueblo. Una suerte de primus inter pares aunque, como sugiere Ascanio (2001: 59) al analizar

los contenidos de algunos mensajes del exPresidente Jaime Lusinchi (1984-1989), no hay

diferencia entre el “discurso lusinchista” y el discurso chavecista, “El mensaje soy yo y

tu(…)una especie de ‘equilibrio mítico’, que hizo del mensaje una pieza discursiva populista,

pero menos mesiánica, como ha sido característica en otros discursos políticos venezolanos”.

Cuadro 13

Porcentajes por columna menciones Pueblo y Yo

Mensajes anuales 2001-2004

CATEGORIAS AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 Pueblo 23,02 73,2 45,93 49,4

Yo 76,9 26,7 54,07 50,6

Acerca de la estructura dentro del discurso de estas dos categorías en cada año, se

observa que en los mensajes de 2001 y 2002, hubo porcentajes mayoritarios hacia Chávez y

hacia el pueblo, respectivamente. En los años 2003 y 2004, hay un mayor equilibrio, para llegar

a valores casi parecidos en el mensaje del período 2004.

¿Con cuáles palabras se asocia el Pueblo?

Page 111: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

111

Cuadro 14

Palabras asociadas a Pueblo (con sus frecuencias)

Mensajes anuales 2001-2004

Gestión año 2002 Gestión año 2003 Gestión año 2004

9 nuestro

4 ¡Qué

4 pueblo

4 Vientos

3 amigos

3 conciencia

3 rápido

3 traicionado

2 bombardeado

2 llevan

14 nuestro

5 gobierno

3 conciencia

2 chileno

2 consciente

2 cubano

2 engañado

2 fortaleza

2 heroico

2 manda

8 nuestro

2 ¿Quiere

2 ¡cómo

2 Banco

2 contra

2 cubano

2 pueblo

2 soberano

1 ¡Preguntémosle

1 2004

En los años examinados, la construcción del pueblo tiene tres características: en primer

lugar, la referencia a “nuestro”; en segundo lugar, la idea del pueblo conciente, heroico,

luchador, que manda. Finalmente, el pueblo se construye como víctima: engañado,

bombardeado, traicionado; su aspecto de minusvalía. Es la idea del pueblo abandonado,

traicionado, pero que es reivindicado y asume su rol, mediante una mayor conciencia y un

empoderamiento. Al igual que en la palabra gobierno, el pueblo se asocia principalmente con el

pueblo cubano y, en menor medida, con el pueblo chileno, lo que sugiere un tipo de

construcción. Indudablemente, el pueblo revolucionario de Cuba y de Chile durante el gobierno

de Salvador Allende (1970-73).

¿Con cuáles palabras se asocia Yo?

Page 112: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

112

Cuadro 15

Palabras asociadas a Yo (con sus frecuencias)

Mensajes anuales 2001-2004

Gestión año 2002 Gestión año 2003 Gestión año 2004

3 ceder

3 pueblo

2 ¿Más

2 crisis

2 demostración

2 venezolana

1 ¿En

1 ¡No

1 ¡Se

1 abundar

2 cambio

2 compañeros

2 control

2 Cumbres

2 Fidel

2 gente

2 hipótesis

2 incapaz

2 pidiendo

2 puedo

9 puedo

4 Método

3 seguir

2 Barrio

2 centenares

2 diría

2 Jean

2 ocasión

2 pregunté

2 Supónganse

La construcción que el jefe del Estado hace de sí mismo tiene dos patrones. Por una parte,

es una persona que narra, relata, que habla de lo que hace, de sus dudas e inquietudes. Es un

conversador. Es el anecdotario que caracteriza los contenidos del Presidente. En segundo

lugar, es presentarse como aliado del pueblo y de forma magnánima, en la medida que siempre

busca persuadir que sus acciones son puras y que cede en momentos difíciles o complejos, no

se asume como una persona soberbia sino humilde ante el pueblo, aunque comunica que es él

“quien tiene el control”. Es humilde, pero al mismo tiempo hace posible las cosas, “y tiene el

control”. Tiene el poder, pero no abusa de él. Finalmente, destaca su asociación con Fidel

Castro, al igual que el gobierno y el pueblo, se acercan a sus pares de Cuba.

2.-Análisis con el TAMS

2.1.-¿Cómo se define el orden político?

Acerca de la categoría objeto de este trabajo, Orden político (ver Anexo A para las

definiciones), TAMS halló 116 menciones en los cuatro mensajes anuales ofrecidos a la nación

por el Presidente Chávez desde la Asamblea Nacional. El balance del año 2001, fue el que

registró el mayor número de menciones, que totalizaron 52, y en los años siguientes, se

evidenció un descenso en el uso de la categoría Orden político, que en el balance de 2002 fue

de 38 veces; para 2003, 12 veces; y para 2004, 11 ocasiones. La inferencia que puede

realizarse es que en los primeros años de gobierno se buscó describir el orden político, y ya en

la madurez del gobierno, se considere que ese orden es ya seguro, por lo que las menciones

Page 113: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

113

bajan.

Acerca de cómo el Jefe del Estado define el orden político, TAMS encontró 22 registros,

concentrados mayormente en el mensaje del resumen del año 2001 ¿Qué sugieren estos

registros?

En la sub-categoría Orden>Político>Cómosedefine, las tres palabras que registraron las

mayores frecuencias fueron Leyes (ƒ=19), Naturaleza (ƒ=10), Espíritu e Historia, con 6

menciones cada una. Se afirma un contenido similar a lo identificado en el punto 1 de este

capítulo: el orden político es una construcción que se hace en las leyes. Estas “conectan” la

“naturaleza de las cosas” con la realidad. Lo importante es descubrir el “espíritu” de una

sociedad, y eso se hace a través de la historia. Esta es la que define el orden político, que debe

traducirse en leyes.

En cada mensaje anual, las menciones que hizo el Presidente a cómo se define el orden

político, son las siguientes:

1.-“Decía en El espíritu de las leyes, que éstas, las leyes deben ser una relación o un

conjunto de relaciones necesarias y además deben ser derivadas esas relaciones de la

naturaleza de las cosas; son las cosas y su naturaleza las que deben orientar el espíritu y la

letra de las leyes, es necesario (a mi entender) que siempre tengamos esto presente”

(mensaje balance 2001)

2.-“Idea de Montesquieu con la idea de Bolívar, porque cuando Montesquieu señala a las

leyes como esa relación necesaria, cómo ese engranaje necesario derivado de la naturaleza de

las cosas” (mensaje balance 2001)

3.-“Es decir, que se cumplan con la inexorabilidad del paso del tiempo, del paso de los

minutos o que se cumplan esas leyes recogidas de la naturaleza de las cosas y de los hombres

y del tiempo y de la geografía y de la historia y del sentimiento colectivo, esas leyes deben

cumplirse como se cumple la ley de la gravitación universal por ejemplo de manera inexorable”

(mensaje balance 2001)

4.-“Sólo así construyendo leyes basadas, alimentadas por esa naturaleza de las cosas

cotidianas y de los seres humanos” (mensaje balance 2001)

5.-“Este año 2001 que concluyó creo que hemos dado pasos importantísimos en esa

dirección de construir una república que de verdad esté conectada con el espíritu y la

naturaleza de las cosas” (mensaje balance 2001)

Page 114: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

114

6.-“La construcción de las leyes es la construcción de la república” (mensaje balance 2001)

7.-“Ahora, las leyes y agreguémosle el carácter de inexorable ese carácter bolivariano y

agreguémosle el carácter de la derivación de la naturaleza de las cosas de Montesquieu”

(mensaje balance 2001)

8.-“Sólo leyes inexorables nos pueden permitir transformar la realidad venezolana en paz y

en democracia, es el bisturí para conseguir las curas que bien necesita la república” (mensaje

balance 2001)

9.-“Ahora al 2002 a una situación donde hay una Constitución que ha comenzado a

cumplirse y unas leyes que se derivan de ella, que nacen de su espíritu y de su letra y que nos

van a permitir armar la estructura de la República” (mensaje balance 2001)

10.-“Pero manténgase ustedes firmes en lo individual, en lo colectivo, en función del

condicionante de todas las leyes; El espíritu de las leyes, la letra de las leyes, por qué y para

qué las leyes” (mensaje balance 2001)

11.-“Es continuar construyendo esas relaciones con la realidad, con el espíritu y con el

sentimiento, con el clamor de las mayorías” (mensaje balance 2001)

12.-“Además del desarrollo de los preceptos constitucionales a través de leyes derivadas de

la naturaleza” (mensaje balance 2001)

13.-“Pero voy a caer en la tentación de hacer un comentario, y no quiero abusar de que

tengo el micrófono, no, quiero que lo podamos discutir. Pero en verdad más allá de Perón,

miren Bolívar lo decía en Angostura, algo así como esto: "Atribuírseme a mí todo el bien o todo

el mal de la República. No. Si yo soy apenas una débil paja decía él arrastrado por el huracán

revolucionario". En verdad yo creo que ningún hombre, un hombre, tiene tanto poder, ni bueno

ni malo, para acabar con un país o para levantar un país” (mensaje balance 2001)

14.-“Son procesos, son procesos históricos” (mensaje balance 2001)

15.-“Claro, los hombres individuales, creo que era Marx el que decía: "El hombre hace la

Historia, pero dentro de las condiciones que la Historia le impone". Ese es un debate muy viejo,

el papel del hombre individual en la Historia” (mensaje balance 2001)

16.-“Triste de aquellos que crean que ellos son predestinados o que pueden hacer la

Historia. No, no. La Historia no la hace ningún hombre en particular, la hacemos en colectivo,

pero con limitaciones del momento que se vive, de la geografía, de la cultura, las tradiciones,

en un marco.Creo que Marx tenía razón en eso” (mensaje balance 2001)

Page 115: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

115

17.-“Pero no hay otros caminos que la revolución. Ya ese no es ningún dilema para

nosotros. El dilema para nosotros hoy es o uno de los varios dilemas de la forma dilemática:

¿Cómo hacer la revolución? ¿Pacíficamente y en democracia?” (mensaje balance 2002)

18.-“Una de las cosas que aquí no puede volver, son aquellos tiempos de los pactos, de las

cúpulas” (mensaje balance 2002)

19.-“Las leyes -decía Montesquieu- deben ser apropiadas a la naturaleza de la gente para la

cual son hechas, incluso al territorio donde van a imperar, a las culturas, a las tradiciones”

(mensaje balance 2003)

20.-“Bolívar habló de la mayor suma de felicidad. La felicidad para nosotros se puede medir

de muchas maneras, pero estamos hablando de la felicidad de un pueblo en este caso. La

felicidad, tomando las mismas fórmulas de Bolívar, debe ser la combinación de la libertad con

la igualdad, de la paz con la justicia. Esa fórmula, al más alto nivel, debe ser eso: El más alto

grado de felicidad posible, señalado por Bolívar como la gran meta en el Congreso de

Angostura” (mensaje balance 2003)

21.-“Y por otra parte, sabemos nosotros que las leyes deben ser elaboradas en función de

las necesidades de un pueblo, de las particularidades de un momento en la vida de los

pueblos. Las leyes no son invariables” (mensaje balance 2003)

22.-“Y para responder, como debe ser, a la naturaleza de las cosas, decía Montesquieu”

(mensaje balance 2004)

Para el Jefe del Estado, el orden político puede sintetizarse en la expresión, “La

construcción de las leyes es la construcción de la república”. Es, qué duda cabe, un orden

político virtuoso, perfecto, es la “suma de la felicidad” a la que se quiere llegar, lo que requiere

de un orden que atienda a la “naturaleza de las cosas”. Para el Presidente, son básicamente

tres: la geopolítica, la cultura, y las tradiciones. Es aquí donde hay que buscar “la naturaleza de

las cosas”; es lo que Chávez llama el “carácter bolivariano”, que debe ser identificado –esa es

la función de la política- y elaborarlas en leyes, las que a su vez recogen el “espíritu de las

cosas y su naturaleza”. Un primer punto es, entonces, identificar cuál es la naturaleza de las

cosas.

En páginas previas, se ha sugerido que el relato ideológico afirma que es una Venezuela de

iguales, socialista, que fue traicionada por las elites, las que adoptaron las posturas del

“imperialismo” –salvo el lapso del General Cipriano Castro entre 1899 y 1908- hasta febrero de

Page 116: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

116

1999, fecha en la que se abre el regreso a nuestra “naturaleza” como país.

Aquí cabe un comentario en tanto la “naturaleza de las cosas” que Chávez llama el

“carácter bolivariano”, tiene otro significado en la historia y en el pensamiento político

venezolano (Straka, 2004). Para este autor, quien parte de los trabajos del finado profesor Luis

Castro Leiva, el bolivarianismo es, “Nuestra tradición cívica muy idiosincrática(…)en la cual

Bolívar es la encarnación de todas las virtudes republicanas(…)como encarnaciones

‘ejemplares’ de una moral política y de una moral general(…)El bolivarianismo como filosofía

político-moral” (Straka, 2004: 116). Sobre la orientación ideológica del bolivarianismo, agrega

que nace como tradición para construir una identidad de las Fuerzas Armadas, pero que

socialmente el bolivarianismo, “Como oposición al comunismo, es el más temible fantasma que

vio en todos lados” (Straka, 2004: 127).

Tal vez lo que podría afirmarse es que el Presidente Chávez hace, dentro de la misma

tradición venezolana de dar contenido a lo bolivariano, conduce una operación de quitar el

contenido anti-comunista hacia uno favorable a éste, y lo justifica en la idea que esa es la

“naturaleza de las cosas” de Venezuela. Lo anterior, entonces, era una ficción, un pasado

vergonzoso, una usurpación de Bolívar. Lo actual, es la recuperación del verdadero Bolívar que

era socialista. Aquí se rompe con la tradición venezolana. El bolivarianismo pretendió ser una

ideología propia, nacional, no dentro de alguna corriente de pensamiento político mundial, sea

en el campo liberal o radical sino, más bien, el esfuerzo por alejarse de estas antípodas. El

bolivarianismo sí legitimó contenidos acerca de la natural y necesaria participación de las

Fuerzas Armadas como “órgano vital” para el desarrollo nacional, que tuvo su expresión más

clara en el Nuevo Ideal Nacional de la década militar entre 1948-1958.

La operación actual es buscar insertar al bolivarianismo dentro de una corriente política

mundial –el socialismo- aunque se mantiene su carácter precedente y original en el caso de

América Latina. La Independencia fue, realmente, una epopeya socialista, de liberación, que

antecede al pensamiento socialista. Este es porterior a la Independencia, de aquí que haya que

descubrir a los pensadores socialistas originarios de nuestros países –por ejemplo, Simón

Rodríguez, el brasilero Abreu De Lima- para regresar a la idea original: el socialismo. Es pues,

y retomando el trabajo de Straka quien cita a Eric Hobsbwan, promover una nueva “tradición

inventada”, la que puede definirse como “Un grupo de prácticas, normalmente gobernadas por

reglas aceptadas abierta o tácitamente y de naturaleza simbólica, que busca inculcar ciertos

valores o normas de comportamiento por medio de su repetición, lo cual implica

automáticamente continuidad con el pasado” (Straka, 2004: 115). En este caso, la tradición a

Page 117: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

117

inventar es el carácter originario socialista de la sociedad venezolana. Esa es la “naturaleza de

las cosas”, el “carácter bolivariano”, y esto es lo que debe ser definido en las leyes, como

“conectoras” de la tradición con la realidad. Esto es lo que lleva al Presidente a afirmar que

“Las leyes no son invariables”, y desde esta perspectiva es rezonable: si se trata de inventar

una tradición socialista “en democracia”, esto sugiere un ajuste permanente, incremental de la

legislación. Es ajustar las normas a la dinámica del poder, pero con una meta: el “socialismo

del Siglo XXI”. Esto puede explicar los planteamientos hechos por funcionarios oficiales de alto

nivel sobre la necesidad de cambiar la Constitución, la que apenas tiene seis años. Las

demandas de consolidación política exigen cambiar la Carta Magna.

Hay dos puntos que llaman la atención. El primero, es la afirmación de “leyes inexorables”.

Con esta afirmación, se sugiere que son naturales, como “la ley de gravedad”, lo que supone

una posición conservadora –que es el componente que se ve en el nacionalismo- ya que las

“leyes naturales” no son modificables. Son así y punto. Lo más que puede hacer la persona es

descubrirlas, pero ellas no son modificables, sólo se pueden construir en leyes escritas. Es

interesante este punto en tanto busca legitimar la idea de lo irreversible. De lo que no puede

ser cambiado. Como se expresó antes, se hace una revolución para construir un orden político

conservador, de tipo socialista, pero irreversible. No se puede cambiar.

Lo otro es el fuerte elemento geopolítico de la concepción del orden político. Ciertamente,

es un sesgo de la profesión militar en tanto para esta actividad el dominio principal de la

soberanía se verifica en la tierra, en la geografía166. La geografía determina el orden político.

Esta es la parte positivista: nuestra “constitución efectiva” que promueve un determinado

modelo político, propio, no similar al de otros países. Es la consabida justificación basada en la

“excepcionalidad venezolana”. Somos distintos, por lo que nuestro orden político tiene que ser

diferente. Ahora, es socialista, pero diferente: “del siglo XXI”. Y en esto no hay dudas. Como

expresó Chávez, no hay dudas sobre el carácter de la “revolución”, el punto –lo llama una

“situación dilemática”- es si esa revolución será pacífica o no pacífica, y si será en democracia

o en una no democracia.

El orden político se hace a partir de una “naturaleza de las cosas”, que deben construirse en

leyes. Estas reflejan la geografía, la cultura, y las tradiciones de la sociedad. Estas leyes son

“inexorables”, es decir, no sujetas a cambios, y tienen un fin benéfico a la sociedad, ya que son

“el bisturí para las curas que necesita la república”. La principal, reconstruir su rostro marcado 166 Los ejemplos sobran: la ley de tierras, de cartografía nacional, y la expulsión de las Nuevas Tribus por “vulnerar la soberanía nacional”. La geografía es lo que domina, y explica la tendencia hacia el ambiente que tiene el gobierno

Page 118: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

118

por el “imperialismo”, y recuperar su rostro de felicidad originaria: el socialismo.

Lo que llama la atención es que el orden político se define a partir de datos dados que en

todo caso hay que descubrirlos, y no son sujetos a modificaciones. La política como

transformación –idea de Savater- no existe en este caso. Esto podría explicar el carácter

concentrador, la idea que hay un centro político, ya que la diversidad y la pluralidad pueden

atentar en contra de la buscada “naturaleza de las cosas”, que tiene mayormente un carácter

geográfico y cultural. Es la vuelta a la idea, muy en la conciencia nacional, que “los partidos”

son la causa de la anarquía, del caos. Es la idea de las facciones que entendió Bolívar como

partidos en su mensaje antes de morir, las que deben ser evitadas. Esto puede dar cuenta del

carácter conservador de este orden político que sólo parece buscar legitimar una ideología pero

para hacerla permanente, no sujeta a cambios, a partir de unas tradiciones y una geografía. Un

orden político cerrado, autárquico, no sujeto a la diversidad y a la pluralidad, ya determinado. Si

su camino es lo diverso, sería el regreso a la deformación de la “naturaleza de las cosas” que

equivale a la ruina del país.

2.2.-El orden político en general

En la categoría más general, el TAMS muestra la relación entre la categoría Orden político y

las sub-categorías que la conforman (para la ubicación de estas subcategorías en los mensajes

anuales, ver el Anexo D):

"_code" mapped to code sets

_code Orden político

Política>Orden>Paz 10

Política>Orden>Cómosedefine 22

Política>Orden>CómoesenVenezuela 5

Política>Orden>Fragilidaddelmismo 5

Política>Orden>Naturalezadelconflicto 9

Política>Orden>Estado 2

Política>Orden>Violencia 19

Política>Orden>Constitución 15

Política>Orden>Mediosdecomunicación 19

La categoría Orden político, al relacionarla con las subcategorías, se vincula con mayor

fuerza a la subcategoría Cómo se define, comentada en el punto previo. Le siguen, Violencia y

Medios de comunicación. Luego, viene Constitución y cierran las subcategorías con dos

dígitos, Paz. La cifra más baja fue en la subcategoría Estado.

Page 119: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

119

Una explicación plausible a este orden es que el Presidente relaciona la construccción de

un orden político con una amenaza. Es el orden político amenazado, indudablemente influido

por la coyuntura política de los años 2002-2003. Ya se ha comentado cómo se define ese

orden político, pero qué decir sobre el tema de la violencia y los medios de comunicación.

Sobre el primero, las referencias fueron principalmente a los hechos de abril y diciembre de

2002, con el mensaje que pese a las agresiones que ha experimentado el gobierno, ésta ha

salido victorioso.

En cuanto a los medios de comunicación, básicamente son acusados de promotores de la

inestabilidad y la violencia política. Para Chávez, la inestabilidad política no existiría si no

existieran los órganos de difusión. Estos son la variable independiente. Lo que revela el análisis

con el TAMS es que el Jefe del Estado es muy sensible a la actividad de los medios de

comunicación. Que como subcategoría relacionada con la categoría Orden político, tengan un

registro de 19 menciones –la segunda- revela la importancia que para Chávez tienen los

medios de comunicación. No sólo pueden ser factor para la lucha política, sino que son

“constructores de la realidad”. Son arquitectos políticos a través de símbolos, función relevante

para los liderazgos mediáticos-carismáticos como los que ejerce el Presidente Chávez.

En líneas generales, el orden político que se desprende de la visión del Jefe del Estado es

congruente con lo descubierto a través de los análisis realizados previamente. Todo comienza

con una concepción de la historia sin solución de continuidad: el pasado visto como la “traición

de las elites”, y las sucesivas frustraciones –desde la Primera República- por construir la “patria

de iguales”, causada por la irresponsabilidad de las elites, “Es una de las cosas y por eso que

hablo del bisturí de las leyes para extirpar los tumores que por todos lados le sembraron a la

república y que la llevaron al borde del sepulcro de donde ha comenzado a salir” (mensaje del

año 2001). Es la idea de la “república muerta”, que “tiene 200 años”, y que ahora comienza a

vivir porque ha hallado su verdadera identidad. Es, pues, una voluntad regeneradora –nada

nueva en la historia de Venezuela, la idea de la regeneración- con la diferencia ideológica: es

regenerar para virar hacia un modelo político distinto a lo que ha sido la tradición política

venezolana, exceptuando la experiencia de Punto Fijo: el positivismo.

El factor para esta regeneración de la patria es el Estado que, en el mensaje

correspondiente al año 2001, fue visto por el Presidente como una entidad para garantizar el

equilibrio; para que la sociedad saliera del Estado de naturaleza en que estaba en el pasado. El

contrato social para Chávez está fundamentalmente en el Estado dentro de una concepción

“hobbesiana”, en la que se cede la “libertad de matar al otro” a cambio de la seguridad. En ese

Page 120: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

120

año –distinto a su visión actual- el Estado fue visto por el mandatario como un elemento de

equilibrio; “Bueno, pero es que la Constitución, ahí está el marco, es lo que nos permite trabajar

juntos respetando nuestras diferencias, es la Constitución, la norma fundamental que orienta la

existencia del Estado y la sociedad” (mensaje del año 2001). La Constitución es el fiel de la

balanza, donde están las reglas de juego para “trabajar juntos respetando nuestras

diferencias”.

La Carta Magna permite el desarrollo de leyes, que “conectan la Constitución con la

realidad”167 pero son “leyes inexorables”, es decir, inmutables, porque si no las relaciones

apuntan a que, “La sociedad se convierta en una lucha cuerpo a cuerpo por la sobrevivencia”

(mensaje del año 2001). Lo esencial para el Jefe del Estado es hallar el verdadero carácter

social de la nación, lo que la identifica –elemento muy positivista- en la “constitución efectiva” o

lo que él llama el “carácter bolivariano” que permita construir leyes conectadas con la realidad,

que le den vida al país, para evitar las “repúblicas aéreas” las que, para Chávez, existen desde

hace “200 años”. El pecado nacional es haber dejado de ser lo que se es. El orden político

chavecista se sustenta en la idea que hay que recuperar lo que se es, que hoy busca ser

llenado con la idea del “socialismo del Siglo XXI”. Esta es la operación ideológica que intenta

hacer ahora el gobierno: el carácter nacional es el socialismo.

Lo interesante es que para el Jefe del Estado la política parte de un Estado de naturaleza,

del “darwinismo social” que es lo que produce la anomia política, “Hay intereses, hay corrientes

que presionan y que tratan de lograr la mayor cantidad de beneficios, de aspectos positivos

para sí mismos o para su grupo, para su sector sea cuál sea, y entonces es cuando vienen los

conflictos entre los seres humanos y esto tiene siglos” (mensaje del año 2001). La causa de los

conflictos es “la presión para lograr la mayor cantidad de beneficios”. Es aquí donde entra el

Estado como factor moderador, “respetando las diferencias”; y es el cambio más importante

experimentado por el Jefe del Estado: del Estado como promotor del equilibrio al Estado total.

Ya éste no promueve el equilibrio, sino que lo totaliza todo para evitar las ambiciones, “las

presiones”, lo que elimina la fuente de conflictos y trae la paz. Tal vez esto explique la

asociación que se hace con el tema del socialismo: en el igualitarismo está la paz, en la idea de

“economía comunal” en la que se intercambien “valores” y no dinero168; las “equivalencias” son

el antídoto para las ambiciones que tienen las personas y grupos. El orden político está en la

no ambiciones. Ayer, eran “las presiones de grupos”, hoy es el capitalismo la causa de los 167 En Aló Presidente Nº 235 del día 2-10-05 168 Como sugiere Heinz Dieterich con su “economía de las equivalencias”

Page 121: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

121

desequilibrios porque en la idea de la ganancia están las diferencias, “las presiones”, y esto es

la causa de los conflictos. De lo que se trata, entonces, es de crear un sistema político en

donde la ambición o las estructuras para que no ocurran, sean lo central, y es lo que ha

pensado el gobierno: “un país, dos economías”, no como es la frase china de “un país, dos

sistemas”.

En Venezuela, se busca construir dos economías. La pública, conformada por el Estado y

las empresas internacionales junto a selectos grupos venezolanos –mayormente intermediarios

financieros y los empresarios vinculados al gobierno- que se caracteriza principalmente por la

generación de un excedente que se destina al fortalecimiento del Estado y al pago de un

sistema social del gobierno, que representan principalmente las misiones. En otro nivel, está la

economía doméstica, que se caracteriza por la no generación de excedente, sino basada en el

intercambio comunal, en la no ganancia, en la que se intercambian mercancías pero

despojadas de su valor monetario, que es lo que produce las ambiciones y su principal

producto: los conflictos169.

Se regula el conflicto, y aparece la paz, la estabilidad. Esta función la cumple el Estado a

través de la creación de “leyes inexorables” que respondan a la realidad venezolana que, como

se expresó, se busca persuadir que es socialista, es decir, que no ambiciona. El pasado de

deseos, corresponde a la etapa de una “república aérea”, porque no se buscó lo que se es: la

identidad definida por la carencia y, lo más importante, por no buscar mayores oportunidades a

partir de un mínimo indispensable como satisfactores de la calidad de vida: Mercal (alimentos),

Barrio Adentro (salud), Misión Sucre (educación), Misión Ribas (producción), Venezuela Móvil

(un carro), Hábitat (un crédito para vivienda), y Cadivi (un cupo de dólares). La vida es otra: la

adoración a la patria y a sus líderes, que son nuestras tradiciones. Es “morir pobre” como

Bolívar. Es cumplir el arquetipo del destino colectivo duro, pero destinado a una tarea

emancipadora. Ya no es la independencia de nuestros países, sino la “salvación del mundo” del

“capitalismo salvaje” que representan los Estados Unidos. El desprendimiento como identidad

nacional. La patria buena, virtuosa, sacrificada, solidaria, que no ambiciona, que no pide, que

no desea. El deseo está castrado, es motivo de vergüenza. El no deseo es lo virtuoso, lo que

se busca alabar. El individuo no vive para sí, sino para otros, es lo que Chávez llama lo

“crístico” y el ejemplo de Cristo: morir crucificado si es necesario. Sólo que Cristo lo hizo por la

verdad para todos los mortales en todos los tiempos. El gobierno lo pide, pero para beneficio de

169 Esta idea del destino del excedente privado fue claramente comentada por el Ministro Elías Jaua en El Universal, día 16-9-05, Pp. 2-4 e Iris Valera en El Nacional del día 22-10-05

Page 122: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

122

su proyecto político particular. Esto explica, también, que sea poco amigo del pensamiento

diferente, de la pluralidad, y busque concentrarlo todo en una unidad, en este caso, el Estado.

El Cuadro Nº 16 representa la estructura de los argumentos empleados por el Presidente

Chávez para caracterizar el orden político, en los mensajes que pronunció ante la Asamblea

Nacional durante los años 2002-2005170.

Cuadro 16

Representación proposicional de las ideas más relevantes de los mensajes anuales (2001-2004) acerca del orden político

1. Hay sectores que presionan por lograr mayores beneficios

2. Si no se pueden construir leyes inexorables, la sociedad se convierte en una lucha por la sobrevivencia

3. Fueron las mismas causas que llevaron a la caída de las repúblicas

4. El país era una especie de selva

5. No sigan el ejemplo malo de Venezuela

6. Cuidado con las repúblicas aéreas

7. Estamos saliendo de una situación de salvajismo

8. Aquí no se pagaban impuestos

9. Vamos a reivindicarnos

10. Podemos construir una república verdadera

11. Construir una república que esté conectada con el espíritu y la naturaleza de las cosas

12. Las leyes deben ser apropiadas a la naturaleza de las cosas

13. Esas leyes deben cumplirse como se cumple la ley de gravedad

14. Las leyes no son invariables

15. El bisturí de las leyes para extirpar los tumores

16. La construcción de las leyes es la construcción de la república

17. Bolívar habló de la mayor suma de felicidad posible

18. El desarrollo de los preceptos de la Constitución a través de leyes derivadas de la naturaleza de las cosas

19. Seguir construyendo esas relaciones con la realidad

20. Están funcionando las nuevas instituciones y la Constitución

21. Debe establecerse el imperio de la ley

22. No pueden volver los tiempos de los pactos, de las cúpulas

23. ¿Cómo hacer la revolución? ¿Pacíficamente y en democracia? ¿Con violencia?

24. La historia no la hace ningún hombre en particular

25. Son procesos, son procesos históricos 170 Cuadro construido con base en el elaborado por Ascanio (2001: 61-62)

Page 123: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

123

26. Aquí hay un gobierno democrático enfrentando a unos fascistas

27. Con el golpismo ni se dialoga ni se negocia, se le derrota

28. Los medios direccionan información en contra de la República Bolivariana y del pueblo

29. Laboratorios de terrorismo son esos

30. La dictadura mediática es tenebrosa, es terrible

31. Que el mundo no se deje manipular

32. No hay forma de tapar el sol con los medios

33. Dar la batalla mediática

34. Año 2002 como el año de la agresión imperialista contra Venezuela

35. Aquí hay un gobierno legítimo

36. Venezuela no será un país tutelado por nadie

37. Trabajar juntos pero respetando nuestras diferencias

38. Un ejemplo sobre cómo se construye un país en democracia

Page 124: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

124

DISCUSION Y CONCLUSIONES

“The central focus of these tensions in the realm of political discourse of modernity was that

between, on the one hand, the acceptance of the legitimacy of plurality of discrete individual and

groups interest, and of different conceptions of the common will, of the freedom to pursue such

interest and conceptions and, on the other hand, of totalizing orientations which denied the

legitimacy of private interest and of different conceptions of the common good and which

emphasized the totalistic reconstruction of society through political actions” (Einsenstadt, 2005:

70). Esta cita bien puede representar el balance del análisis de contenido de los mensajes

anuales ofrecidos por el Jefe del Estado, Hugo Chávez, a la nación desde la Asamblea

Nacional en el lapso 2001-2004. Es, lo que podría llamarse, la tensión Chávez, presente en sus

contenidos: el centro o el pluralismo como elementos que definen y construyen el orden

político, y que marcan la idea de la política del Jefe del Estado y del “proceso”.

Si se comparan las frecuencias en las palabras de Chávez con las halladas en otros

presidentes (Britto García, 1989: 78-82; Ascanio, 2001: 57), no se encuentran mayores

diferencias en el sentido general de los mensajes: el gobierno del pueblo y para el pueblo, con

el primero a la cabeza. La diferencia de Chávez con los mandatarios anteriores es que

construye una suerte de causalidad total para explicar los hechos políticos, de manera que hay

una sola causa eficiente de las cosas: el capitalismo y el imperialismo. Para otros

expresidentes, la crisis es parte del contenido, pero no parece ser la causa única de los

problemas que les tocó enfrentar, y el discurso se construyó dentro de unos valores políticos ya

establecidos, la democracia representativa nacida en enero de 1958. El caso de Chávez es

distinto, ya que la necesidad de romper con el pasado lleva a reinterpretar la historia, por lo que

se necesita una nueva causalidad política: ahora, el capitalismo y el imperialismo, que explican

la crisis de Venezuela y son símbolos para ideologizar el discurso político. A diferencia de otros

Jefes de Estado que hablaban sobre la modernización del país, Chávez habla de lo mismo,

sólo que el término lo ha ideologizado. No es la modernización por sino la modernización en

contra.

El análisis sugiere, como punto relevante a la hora de definir la política, la necesidad de un

centro organizador. De un punto que concentre la “energía política” de la sociedad para, desde

este centro, organizarla. Para la concepción política del Presidente, no se vota por la pluralidad

de intereses, sino por la eficacia del Estado. Es desde esta instancia donde se erige la

discusión del orden político ¿Cómo lograr la eficacia? A partir de un centro –aunque sea

Page 125: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

125

desconcentrado- o de una pluralidad, que bien puede ser el Estado Federal. La respuesta de

Chávez es, claramente, desde un centro que ordena a la sociedad. Este es el punto de

intersección que hace posible la unión de ideas políticas diferentes y hasta contrarias. Por

ejemplo, las ideas de Bolívar, el socialismo, y el nacionalismo. Pero si se les ve desde esta

perspectiva, todas tienen en común que hablan de la necesidad de un centro político, de una

unidad.

Bolívar, antes de morir, rechazó a los “partidos” (las facciones) porque fueron la causa de la

desunión de las nacientes repúblicas americanas, que truncó el sueño de la Gran Colombia.

Representación que quedó en la herencia cultural de la conciencia nacional venezolana: “unión,

paz, trabajo” y el “nuevo ideal nacional”. La diferencia crea temor; el pluralismo, el miedo del

desorden, del caos, de la anarquía que producen rechazo en el Jefe del Estado. Para éste, en

las diferencias –mayormente económicas- nace el conflicto político. El experimento de una

“democracia mínima” (Rey dixit) pero plural iniciado en 1958, hoy se critica con fuerza,

posiblemente porque se le culpa; junto al nuevo icono político, el capitalismo, de la crisis que

experimentó Venezuela a partir de los 80. La democracia liberal y representativa es, desde esta

visión, sinónimo de debilidad. La unión es símbolo de fortaleza.

Con el socialismo, Chávez apostó a la vertiente estatizante y no libertaria de esta corriente

política. Es la idea que el Estado unifica a la sociedad y es la instancia que tiene legitimidad

para representar a los intereses del país, que se hacen visibles en un país unido, sin

diferencias sociales, en la Venezuela de iguales que tan afanosamente persigue la actual

administración política.

Pero el socialismo aporta un elemento vital para un gobierno que pretende ser irreversible:

la posibilidad de construir una identidad política que rompa con la tradición “bolivariana” que ha

tenido Venezuela, al menos desde su uso político a partir de 1936. Ya no es el Bolívar

“positivista” de los gobiernos de López y Medina, sino un nuevo Bolívar: “socialista”, que

mantiene la idea de la unidad, pero que se diferencia del Bolívar-símbolo del pasado, en que

tiene una postura política ya definida: anti-imperalista171. La admiración política hacia Bolívar se

convierte en una admiración ideológica, necesaria para legitimar los símbolos del nuevo

gobierno que se inició en 1999: el primer anti-imperialista del mundo fue Bolívar. También fue el

campeón de la unidad, pero traicionado por quienes representaban facciones ajenas al interés

171 Aunque el “Bolívar anti-imperialista” no es una invención original de Chávez. Sí es usarla como eje del discurso político con vocación hegemónica. Vid. Nikita Harwich (2003). Un héroe para todas las causas: Bolívar en la historiografía. Iberoamericana, 10, 7-22. Especialmente la página 18, donde comenta el aporte de J. R. Núñez Tenorio, para construir al Bolívar “revolucionario”

Page 126: La concepción de la política en Hugo Chávez: Un análisis

126

nacional, y rompieron con la fuerza de una Hispanoamérica unida que, cual lucha de clases,

tarde o temprano se enfrentaría al símbolo del capitalismo y de la opresión de los pueblos: los

Estados Unidos.

Finalmente, el nacionalismo desarrollista propio de los militares de nuestros países. La idea

que la milicia es “el órgano vital” para construir la patria, lo que hace posible el uso de los

símbolos perezjimenistas, como la idea del país poderoso, soberano, y anti-imperalista. La idea

del país unido, fuerte, con un proyecto común, ejemplificado –para Chávez- en los grandes

núcleos escolares como la Escuela Gran Colombia, inaugurada en 1950172. Es esa metáfora de

la “gran escuela” lo que se quiere para el país: el “gran país”, pero todo desde un centro, desde

un punto. Desde el maternal hasta la educación universitaria, todo en un solo lugar y dentro de

una idea: los proyectos de desarrollo de la nación, centrados en la fortaleza, en la construcción

del poder nacional, para ser respetados en el mundo. No es la afirmación individual el valor

preferido, sino la dignidad nacional lo que se busca.

Los tres tienen un punto en común: la unidad, el necesario centro que organiza, y que se

ajusta a la mente del Jefe del Estado que es holista y que necesita un centro, que se elabora

en la idea del “pensamiento conductor del Estado”, que tiene en el “bolivarianismo” el relato de

una epopeya ya no por la Independencia, sino por el socialismo, original en América Latina.

Proyecto que también es propio, ya que hace de la geografía y la cultura los elementos de los

que se alimenta. Es la idea de la topofilia173, entendida como amor por el sitio donde se

pertenece, como razón para construir el proyecto nacional que se quiere puro, fuerte, y no

extranjero.

Desde este punto de vista, las contradicciones que parece tener el gobierno, no son tales.

Siempre ha habido una línea: construir un centro ordenador, dentro de una idea desarrollista, y

las diferencias están en los valores que preconiza ese desarrollismo: riqueza versus igualdad,

“Ser rico es malo”. Pero en la idea desarrollista de un centro que organizara a la sociedad, no

ha habido cambios. Tal vez esto explique los apoyos iniciales que tuvo Chávez: personas que

apostaron al desarrollismo, pero no al socialismo174. El centro es lo constante, lo que ha variado

es ¿Cuál es el contenido de ese centro ordenador? Hoy es el “socialismo del Siglo XXI”.

172 Planteamiento visible en el Aló Presidente Nº 237 del 23-10-05 173 Término empleado en el programa Aló Presidente Nº 237 174 Un buen ejemplo de esta “apuesta desarrollista pero no socialista” fue el general Guaicaipuro Lameda, quien hizo el comentario en una entrevista hecha por Ewald Scharfenberg, publicada en El Nacional en junio de 2003

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127

La idea de un “orden político positivista” atrajo a muchas personas y concitó apoyos de

grupos relevantes –no fueron sólo “los pobres” los que apoyaron a Chávez- como grupos

económicos y figuras intelectuales llamadas “Los Notables”, al gobierno de Chávez. Era

alcanzar el ideal del país fuerte y soberano, que el modelo de Punto Fijo, con sus modales

convencionales y centrados en la lucha política, no logró satisfacer. El pacto de 1958 es visto

por Chávez como un alien que contaminó el “evolucionismo necesario” para Venezuela: de la

Independencia al socialismo necesario, que era el camino “natural”. Punto Fijo rompe con esta

visión evolucionista e introduce el proyecto modernizador de una democracia-liberal. Tal vez,

para estas personas, Punto Fijo fue una democracia aburrida, y en su marco era imposible

lograr la “Patria grande”, soñada y deseada. Esto explica los cuestionamientos a la

“modernización de Punto Fijo”: se niega su existencia y, lo que a veces parece, se niega el

hecho que debe haber modernización. Es, como se anotó supra, la presencia de un

pensamiento conservador, agrario, que intenta revivir un pasado no vivido –lo autóctono

venezolano- como etapa necesaria para avanzar al camino verdadero venezolano: el

“socialismo del Siglo XXI”.

La “democracia aburrida” de Punto Fijo se cambió por una “democracia divertida” que tuvo

consenso de elites hasta las leyes habilitantes de diciembre de 2001, cuando los primeros

mensajes a favor de un orden político socialista se hicieron visibles. Aquí vino la ruptura con las

elites que hicieron posible que Hugo Chávez se convirtiera en Presidente de Venezuela, en

diciembre de 1998.

Y hoy ¿En dónde se halla el “proceso”? Esta cita, aunque dicha en el contexto de la extinta

URSS, se aplica al caso venezolano y ayuda a contextualizar la situación del momento, “In

short, Marxism has a ‘genetic code’ and ‘reformed’ socialism is a contradiction, like being half

pregnant”. Esta cita de uno de los “sovietólogos” más relevantes, que pertenece a la

Universidad de Princeton, Stephen Kotkin175, sugiere el punto en que se halla el “proceso” y el

país: si avanza hacia un socialismo “embarazado” o éste queda “medio embarazado”.

El Presidente ya decidió por el “embarazo” completo. Esto explica el carácter existencial,

ontológico de su discurso. El Presidente parece saber que ninguna “revolución” es posible sin

la participación popular. Las ideas no tienen efecto a menos que estén dentro de una estructura

de mitos compartidos, combinados con diferentes prácticas cotidianas (Kotkin, 1998: 424). El

chavecismo ya no se conforma sólo con la dinámica política del poder, sino que busca construir

175 Vid. Kotkin, S. (1998: 424)

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128

una novedosa identidad política. Ya tiene el gobierno, ahora quiere el poder. Comienzan a

tocarse valores que se relacionan a lo personal ¿Cómo reaccionará la gente cuando realmente

comience a haber costos concretos y personales176? El “proceso” avanza en esta dirección.

Cómo convertir la “administración de las cosas” en, para usar la expresión de Carrera Damas al

referirse al empleo de Bolívar por las elites, un “culto para el pueblo”.

Ciertamente, el Jefe del Estado ha aprendido177 (para mejor, en el campo de la persuasión y

ejecución política; en Venezuela no se fusila, sino que se persuade) por lo que ya no usa el pito

con el cual “botó” a los trabajadores de PDVSA en aquel Aló Presidente del domingo 7 de abril

de 2002. Ahora, se promueve el diálogo y la altura, dentro de un gigantesco esfuerzo de

persuasión política. Hay un evidente cambio de 2001 a 2004: ahora, es comunicar un

Presidente conciliador; aunque con el poder, que hace las cosas primero, y después pide

diálogo, pero que busca presentarse como el “bueno”, frente a los “malos”, que en este caso

fueron claramente identificados en el análisis con el TAMS: los medios de comunicación, “en

los medios de comunicación social están las mentes más salvajes y apátridas del país”178.

Se podría decir que lo que ocurre en Venezuela es una “política pugnaz” entre una ideología

claramente definida en el lado del gobierno –con la propuesta socialista- y una ideología más

difusa, que responde más a un sentimiento anti-hegemónico que se opone al gobierno, en el

lado de la oposición. La diferencia de ahora con respecto a los años 2002-2003, es que la lucha

se da en un marco institucional, con un gobierno legitimado en un referéndum, con una

oposición en un tránsito hacia una definición más clara, y con los grupos radicales (o los

“verdaderos demócratas” para algunos) actuando en áreas muy definidas del espectro político,

haciendo fuerte presión a los “moderados” (o “colaboracionistas”, también para algunos). Hay

un proceso de ajustes políticos, de cambios en la mentalidad, de definiciones en los grupos y

personas y, aunque el gobierno tiene la mayoría política, no tiene la mayoría ideológica. Es en

este terreno donde se desarrolla la lucha política hoy. La sociedad no oficial respondió al

desafío acerca de la propiedad privada lanzado por el gobierno, aunque todavía no tiene un

discurso político que estructure las diferencias con el MVR.

176 De alguna manera, la crisis venezolana no ha tocado realmente a la globalidad del país. Hay sectores que han pagado costos –extrabajadores de PDVSA, clase media, productores agrícolas, marchistas- pero la mayoría de la sociedad no. Siempre ha logrado inmunizarse de la política, posiblemente por la vía de sacar dólares afuera. Haga lo que haga, mi capital está afuera, y si el gobierno devalúa, estoy protegido. Esto da cierta inmunidad pero ¿Qué sucederá cuando se toque lo no transable como una casa, un terreno, la educación o el trabajo? 177 Como lo notó una periodista francesa de Le Monde en entrevista que publicó El Nacional el día 24-9-05 178 Aló Presidente Nº 234 del 25-9-05

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129

Y es en el terreno ideológico que se busca construir la nueva identidad social. El

“bolivarianismo” –al tomar prestadas ideas de Kotkin- sin la construcción de la amenaza

“imperialista” y del “hombre nuevo”, no “causa nada”, y esto explica los contenidos de políticas

públicas más ideológicas que se observan en el mensaje anual del año 2004. Ya consolidado el

poder, el discurso busca construir la identidad, y lo hace mediante la idea de un social welfare

bolivariano, representado en las misiones. Estas son las que van a “causar algo”, en tanto

logren convertirse en prácticas cotidianas y, en ellas, está la ideología de poder que quiere

legitimar el gobierno. Esto puede dar cuenta del impulso que tienen las “misiones”, y el énfasis

hacia la clase media que se le quiere dar a algunas de ellas, principalmente las vinculadas a la

salud y a la educación. La salud como marca de fábrica del welfarism bolivariano pero, al

mismo tiempo, como entrada para suscribir una determinada visión de la vida, centrada en un

nuevo orden político que ve en un centro político-personal la construcción de la sociedad, que

lo diverso lo asume como extraño, como potencialmente dañino, y que la realización individual

se halla en los espacios públicos que ese orden político define –la escuela, la reserva militar, la

contraloría social, el apoyo político al gobierno en marchas, la cooperativa, los comités- es

decir, en el Estado. Este es la fuente de identidad social. La idea es asociar el welfare

“bolivariano” a la idea de “revolución”, en una Venezuela que, pese a la crisis económica, todo

el mundo ha tenido contacto con la modernidad.

Pero es en el tema de la propiedad privada donde esta construcción hegemónica que se

pretende, revela sus contradicciones y la que plantea el mayor desafío retórico al gobierno.

Calificados voceros oficiales han afirmado que “los medios de producción”, son propiedad del

Estado, pero en los “activos básicos”, no habrá propiedad estatal. No obstante, esto tiene un

límite ¿Aceptará una persona solamente crecer hasta el punto ya determinado por el gobierno?

Si Chávez “empodera” ¿Es hasta un límite? Y esta es su contradicción actual: se quiere

personas “empoderadas”, pero que tengan un límite. Que tengan alas, pero no muy grandes.

Que vuelen, pero no muy lejos. El esfuerzo, entonces, es muy claro y el gobierno agarró el quid

del asunto: el tema de las libertades, que hábilmente lo asocia al tema de la pobreza y, ya lo

dice, en Venezuela ha bajado la pobreza –no es que va a bajar, sino que bajó- por lo que hay

más libertad179. Así las cosas, no debe extrañar que, en algún momento, el gobierno apele a

contenidos liberales para justificar sus políticas, y comunicar que no busca construir un

socialismo autoritario ¿Será el liberalismo el nuevo elemento de persuasión política que va a

emplear el gobierno? 179 Argumento central del programa Aló Presidente Nº 237 del 23-10-05

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130

Lo cierto es que el Jefe del Estado ha definido una nueva meta: es posible construir la

igualdad en libertad, con un argumento débil pero que suena plausible: a medida que haya

menos pobres, habrá más libertad180. En algún sentido es cierto, en tanto la libertad es

individual y la igualdad es social, lo que no dice el Presidente es que, seguramente, esa

reducción de pobreza lleve a reducir la libertad para lograr la igualdad. La primera es un medio

sujeta a la segunda, y este es el verdadero punto débil que el gobierno no puede resolver

porque, en el fondo, promueve el igualitarismo y no la igualdad. Aunque se disimule, el

desagrado del gobierno y de Chávez hacia la propiedad privada es evidente. Esta idea es clara

en Chávez, como sugiere el análisis de contenido: para él, la causa del desorden, del conflicto

es el deseo, la ambición de tener cosas; en la diferencia está el conflicto, porque éste nace de

querer tener cosas, de diferenciarse, de acumular, “Judas fue el primer capitalista”, de acuerdo

a Chávez. De manera que cuando alguien se dice, “quiero acumular”, para el Presidente es la

semilla del conflicto, del “estado de naturaleza”, por lo que busca suprimir el deseo al promover

un sistema de seguridad social financiado todo por el Estado, de alcance universal, de manera

que la gente tenga necesidades básicas satisfechas y tenga algo más, pero no mucho; el

Bolivarian Welfarism. Esta es su verdadera debilidad ¿Cómo ponerle límites a los

sentimientos?

Como se argumentó supra, el gobierno acepta la propiedad de los activos básicos –la casa,

el carro- pero no de lo que el sector oficial llama “los medios de producción”, que colocan todos

en manos del Estado181. De manera que las personas pueden ser los dueños de su automóvil,

pero no de una fábrica o de unos “medios de producción” de mayor envergadura como los silos

de Empresas Polar o unas miles de hectáreas, por ejemplo. Aquí está el problema ¿Algún día

el gobierno se quitará la careta y dirá que no lo acepta o la sociedad se transará en mantener

sus propiedades básicas, pero no los “medios de producción” que la harían más libre, al darle

autonomía? ¿Tendrá clara esta diferencia? ¿Alguien se la comunicará? Este es el nuevo

dilema que se abre para Venezuela, y el desafío discursivo para el gobierno: ya no es

socialismo o capitalismo, sino autonomía o dependencia. El gobierno apuesta a ésta última ¿Y

a qué apuesta la sociedad no oficial? ¿Será más importante una tomografía gratis de Barrio

Adentro II o el carro de Venezuela Móvil, que la libertad para crecer?

180 Contenidos que Chávez usó en el mes de octubre de 2005 181 En el caso de las personas, la columna de Eleazar Díaz Rangel en Ultimas Noticias del día 23-10-05, al escribir sobre el comentario que una persona le hizo sobre la propiedad privada, a partir de una encuesta de Datanálisis, en la que se habla de aquélla. Según Díaz Rangel, la persona le argumentó que no considera que el gobierno amenace la propiedad privada porque ésta se limita a lo que uno tiene, pero si va más allá, es posible la intervención del gobierno. Una contradicción que el gobierno explota: con lo mío no te metas, pero sí lo puedes hacer con lo que hace posible lo mío

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131

Del “desarrollismo consensuado” al “socialismo sin consenso”, es el paso desde el punto de

vista de los contenidos de la política manejados por Hugo Chávez, en el lapso 2001 al 2004.

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132

A MANERA DE EPILOGO

Lo que se desprende del análisis de contenido es que Hugo Chávez es una persona con

una importante vocación de poder que ha podido desarrollar182, y desarrolla, hoy como Jefe del

Estado. Si habría que definirlo en sus atributos favorables, habría que decir que es una persona

con mucha paciencia y con una notable capacidad persuasiva.

Lo último, es la enseñanza que deja el análisis de contenido de sus mensajes políticos. Tal

vez, la clave de su éxito persuasivo no radica principalmente en que “venga de abajo”, o hable

claro, o sea una persona simpática. El principal aprendizaje que se obtiene del estudio aquí

descrito –como un esbozo para quienas quieran comunicar políticamente de una manera

eficaz- es que los contenidos no van solos. Los significados no existen sólo por el hecho de ser

significados. Existen, para Chávez, en tanto se relacionan con otras cosas. Los contenidos

están relacionados –es su carácter holista- entre sí, aunque pueda existir uno que sea el

centro, y que de sentido a los demás. Pero siempre hay una visión integral de las cosas.

Lo importante es que las palabras tengan un sentido dentro de una visión, que es lo que el

Presidente tiene y hoy bosqueja con mayor propiedad con el socialismo, para que los

contenidos sean eficaces desde el punto de vista de la comunicación política.

La pobreza es un buen ejemplo. Como palabra, sus frecuencias fueron bajas, pero

relacionada a otras expresiones, es que cobra sentido. Y su relación principal es con la palabra

empoderar. De manera que la pobreza no existe sólo por sí misma, sino que va con algo, el

empoderar a las personas. Esto explica su éxito y la diferencia que tiene con voceros de la

oposición. Mientras para estos la pobreza existe retóricamente por sí misma, y esto puede

llevar a que se hable solamente de ella –lo malo de la pobreza o “todos somos hermanos”- para

Chávez, existe retóricamente en tanto se le construyen atributos que la vinculan con la

cotidianidad, con el día a día: “darle poder a los pobres”.

Quien quiera disputar la “hegemonía retórica” a Hugo Chávez debe comenzar por creer en

algo y, luego, construir un contenido en donde ese algo se multiplique en muchos atributos que

puedan ser comunicados desde y para la cotidianidad. Cuando ocurra, Hugo Chávez

comenzará a preocuparse por la salud de la hegemonía que hoy quiere construir en Venezuela.

182 Atributo de personalidad visible en la biografía escrita por Barrera y Marcano (“Hugo Chávez sin uniforme”, Debate, Caracas, 2005), y en la reseña de Alma Guillermopietro, “No llores por mi Venezuela”, publicada por El Nacional del día 30-10-05

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ANEXOS

A.-Categorías de análisis construidas para examinar los mensajes anuales presidenciales 2001-2004 con el TAMS

A.1.-Contexto político: - Política>Oposición: Comentarios a las acciones vinculadas o hechas por la oposición, incluyendo su definición - Política>Orden>Provocaciones: Provocaciones en contra de los cambios sociales que ocurren en el país, sean por causas del gobierno o acciones de la oposición. Incluye mencione a los actores internacionales con estas características - Política>Organización : Las maneras en que el pueblo se organiza en las diferentes formas A.2.-Estilo político: - Chávez>Historiasdevida: Historias y anécdotas de su vida, narradas de manera personal, o afirmaciones de las cosas personales que lo motivan en su actuar como gobernante. Lo que hace desde una perspectiva personal - Política>Comunicación>Entendimiento: Deseo de ser entendido por quienes lo escuchan cuando el Jefe del Estado expone una idea o planteamiento - Política>Gobierno>Errores: Reconocimiento de fallas personales o institucionales. Incluye las menciones hacia las críticas que se hacen al gobierno - Política>Gobierno>Llamadosalorden: Llamados a colaborar, a apoyar una determinada iniciativa del Ejecutivo, que se hace al país o a un sector particular. Incluye las menciones sobre la inclusión política y que el gobierno es de todos - Política>Gobierno>Reconocimientos: Reconocimientos a los actores sociales públicos o privados por determinadas iniciativas o por logros alcanzados - Política>Orden>Respetoalasleyes: Respeto a las leyes y el no atropello a nadie. El cumplimiento de los procedimientos legales establecidos A.3.-Gestión de gobierno: - Estrategia>Visión: Visión del país o del tema a tratar en términos de los grandes lineamientos enunciados de manera explícita - Política>Gobierno>Accionescientíficas: Lo relativo a las acciones en educación, ciencia, y tecnología que adelanta el gobierno y su impacto en la sociedad. Incluye la educación superior cuando se refiera a las innovaciones científicas y tecnológicas - Política>Gobierno>Accionescomunicación: Acciones vinculadas a la política comunicacional del gobierno que revelen estrategias, planes e iniciativas de comunicación política - Política>Gobierno>Accionescultura: Acciones vinculadas al campo de la cultura, y su impacto en la sociedad - Política>Gobierno>Accionesdeportivas: Acciones vinculadas al campo del deporte, y su impacto en la sociedad - Política>Gobierno>Accioneseconómicas: Acciones vinculadas al campo de la economía, y su impacto en la sociedad. Incluye el contexto económico en el cual les medidas se desarrollan,

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tanto pasado como presente siempre y cuando no sea en términos de comparación - Política>Gobierno>Accioneseconómicas>Hábitat: Lo relativo a la infraestructura y la construcción, las iniciativas, y los efectos en la sociedad. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Política>Gobierno>Accioneseconómicas>Petróleo: Lo relativo al tema petrolero y las acciones del gobierno, y los efectos en la sociedad. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Política>Gobierno>Accionesinternacionales: Acciones internacionales del gobierno, y los efectos en la sociedad. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Política>Gobierno>Accioneslaborales: Lo relacionado con la política laboral del gobierno, las iniciativas, y los efectos en la sociedad. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Política>Gobierno>Accionespolíticas: Acciones políticas del gobierno, las iniciativas, y los efectos en la sociedad. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Política>Gobierno>Accionesseguridad: Acciones relativas a la seguridad ciudadana por parte del gobierno, y los efectos en la sociedad. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Política>Gobierno>Accionessociales: Lo relativo a las acciones sociales del gobierno, y los efectos en la sociedad. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Política>Gobierno>Ambiente: Menciones al ambiente y a su conservación, las iniciativas del gobierno, y los efectos en la sociedad. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Política>Gobierno>Corrupción: Lo relativo al tema de la corrupción y las acciones que toma el gobierno y los otros poderes para su superación. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación A.4.-Historia: - Historia>Comparaciónconelpasado: Las referencias a lo que ocurría en el pasado en Venezuela en las áreas política, social y económica, a manera de comparación - Historia>Venezuela: Menciones a la historia de Venezuela en términos de anécdotas y referencias de episodios históricos A.5.-Ideología: - Política>Democracia: Idea de la democracia en su sentido más amplio: político, social, y económico - Política>Filosofía>Autores: Autores que se citan de filosofía política para apoyar una idea o argumento - Política>Ideología: La ideología definida para el caso venezolano de la manera más general - Política>Ideología>Capitalismo: Menciones al capitalismo, liberalismo, o neoliberalismo. Incluye las menciones a las luchas por otro modelo económico y al contexto y consecuencias, explícitas o no, del capitalismo, en su sentido más general - Política>Ideología>Sociedad: Cómo es la visión de la sociedad, de los problemas sociales, y

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el orden para la misma A.6.-Internacionales: - Internacionale>Países>Inversiones: Menciones a las inversiones que hacen otros países en Venezuela y al apoyo en materia económica hacia el país - Internacionales>Países>Accionesyrelaciones: Las menciones a lo que harían los países a Venezuela, sea en una situación de paz o de conflicto, y las menciones a la solidaridad y afecto hacia Venezuela. Incluye las menciones a otros países en términos del contexto global de la región - Política>Internacionales>Cuba: Menciones hacia Cuba y la relación con la isla A.7.-Militar: - Política>Gobierno>Militar: Lo relacionado al tema militar y su política en un sentido amplio. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación A.8.-Orden político: - Política>Cambio>TransformaciónenVenezuela: La idea de la necesaria transformación en Venezuela y los llamados a cambios en las diferentes áreas del país - Política>Gobierno>Respetoalospoderes: Menciones al respeto a la independencia de los poderes y al mantenimiento del equilibrio entre los poderes - Política>Orden>Consolidación : Cómo se consolida el nuevo orden político y los indicadores de estabilidad - Política>Orden>Constitución: Menciones al rol de la Constitución, su papel y las reglas que establece. Incluye menciones al cumplimiento de la misma - Política>Orden>CómoesenVenezuela: Cómo ha sido el orden político en Venezuela y cuáles características lo definen - Política>Orden>Cómosedefine: Cómo se define la naturaleza del orden político, sus elementos constitutivos y relaciones - Política>Orden>Estado: La necesidad del Estado para buscar el equilibrio. Incluye menciones al rol del Estado en la sociedad - Política>Orden>Fragilidaddelmismo: La idea que la estabilidad se halla amenazada y la existencia de la entropía política que amenaza al orden político - Política>Orden>Mediosdecomunicación: Afirmaciones relativas al papel de los medios de comunicación en el contexto político, sean en términos de estabilizar o desestabilizar - Política>Orden>Naturalezadelconflicto: Cómo se explica el conflicto político y las causas que lo justifican - Política>Orden>Paz: Deseo de un orden política de paz en el plano nacional como internacional - Política>Orden>Violencia: Acciones de violencia política o las posibilidades de su ocurrencia, más allá de provocaciones. Incluye las menciones al terrorismo, "golpismo", u otros adjetivos políticos en términos negativos, asociados a violencia ("fascistas") A.9.-Pueblo:

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- Política>Pueblo>Afecto: Llamados al pueblo en términos elogiosos y cuando se le coloca como centro, como motor de la acción. Alude también al nivel de conciencia que tiene y demuestra el pueblo - Política>Pueblo>Logros: La participación activa del pueblo en las diferentes áreas y los logros alcanzados - Política>Pueblo>Lohanengañado: Afirmaciones que aluden a que el pueblo ha sido engañado o personas que se dan cuenta que los han engañado y se arrepienten - Política>Pueblo>Necesidades: Necesidades, demandas y deseos del pueblo que se manifiestan A.10.-Sociedad: - Política>Gobierno>Sectorprivado: Menciones directas hacia el sector privado. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Sociedad>Clasemedia: Menciones a la situación de la clase media. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación - Sociedad>Pobreza: Las menciones relativas a la situación de pobreza, pero no las iniciativas. Incluye el contexto, siempre que no sea en términos de comparación

B.-Criterios para la codificación: palabras tomadas en cuenta para el conteo de frecuencias

1.1.-Acuerdo y acuerdos

1.2.-Bolivariano, bolivariana, bolivarianos, bolivarianas

1.3.-Constitución, constitucional, constitucionales, constituciones

1.4.-Democracia, democracias, democratización, democratizando

1.5.-Derechos y derecho

1.6.-Gobierno y gobiernos

1.7.-Ideología, ideológicos, e ideologizada

1.8.-Leyes y ley

1.9.-Militares y militar

1.10.-Neoliberal y neoliberales

1.11.-Participativo y participa

1.12.-Pobres, pobres, y pobreza

1.13.-Petróleo, petroleras, petrolera, petrolero, petroleras

1.14.-Privada, privadas, privado, y privados

1.15.-Revolución, revolucionaria, revolucionario, revolucionarios

1.16.-Igualdad, igualitaria, e iguales

C.-Criterios para aplicar el Chi2

Se omitieron las palabras ideológico, participativo, y socialismo para el uso de este

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estadístico no paramétrico183.

D.-El orden político en los mensajes presidenciales (años 2001-2004)

"_code" compared against "Code sets"

_code Orden político

Política>Orden>Constitución tenemos una Fuerza Armada fortalecida, unificada en sus mandos y comprometida con esta Constitución

Además de eso, comenzó a sentirse con mayor fortaleza la presencia de las instituciones de la democracia. La Nación comenzó a sentir que aquí sí hay unas instituciones para administrar la justicia como debe administrarse la justicia. Comenzaron a aparecer los valientes fiscales, uno de los cuales fue vilmente asesinado y quiero rendir tributo a Danilo Anderson desde este estrado y este escenario. Mártir del 2004 y de siempre. (Aplausos). Pagó con su vida el atreverse a actuar sólo para que se imponga la justicia. Aquí no hay ningún tipo de persecución política, como algunos siguen aduciendo en su defensa. ¿Persecución política? No. Aquí sólo está comenzando a actuar la justicia. Y eso, aun cuando no lo presento como un logro de mi gobierno, es parte del triunfo del gigante, el triunfo de la nueva democracia.

Aquí en Venezuela lo que hay es una Estado legítimo, es un gobierno democrático

Aquí hay un gobierno que exige ser reconocido como el único gobierno que hay en Venezuela.

Así que hubo una gran victoria de la nueva democracia y, por otra parte, además, del proceso político, del referendo nacional, del cual no hay precedentes ni aquí en Venezuela ni en este Continente, y no sé si en el mundo. Se puso a prueba la Constitución, y funcionó a pesar de todas las conspiraciones contra ella.

Así que preparémonos para las futuras batallas que habrá que dar, claro que

183 Para ajustar los valores a la regla del valor esperado en las celdillas mayor a 5 en el 80 por ciento de los casos (Reynolds, 1984)

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todas esas batallas nosotros sabemos darlas con esta Constitución en alto y precisamente para que impere la ley en Venezuela.

En Venezuela debe establecerse un imperio ¡sí!. El imperio de la Constitución y de las leyes.

Ese es nuestro imperio.

En Venezuela nombraremos una reina si porque aquí mandan las mujeres, nombraremos una reina no un rey y la reina es la que decía Bolívar:

"La justicia es la reina de todas las virtudes republicanas".

Esa es nuestra reina:

¡La justicia, la coronaremos!.

Bueno, pero es que la Constitución ahí está el marco es lo que nos permite trabajar juntos respetando nuestras diferencias, es la Constitución, la norma fundamental que orienta la existencia del Estado y la sociedad

Ese grupo que se conforme y cada uno de los países que lo vayan a integrar debe comenzar por reconocer que aquí en Venezuela hay un gobierno legitimo, hay un gobierno democrático que presido, elegido por un pueblo libre. Venezuela no es ni será un país tutelado por nadie.

Nadie en Venezuela puede convocar a elecciones adelantadas porque eso no está en la Constitución, sería darle un golpe de Estado a la Constitución

Se trata además de que cada país que de buena voluntad quiera ayudar a Venezuela, quiera facilitar en Venezuela el dialogo entre los factores políticos, económicos, sociales etc... debe también reconocer que aquí en Venezuela no es que hay dos fuerzas enfrentadas, que tengan el mismo nivel de legitimidad, ¡NO!, aquí hay un gobierno democrático, aquí hay una República democrática enfrentando a unos fascistas, enfrentando

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a unos terroristas, enfrentando a unos golpistas y la estrategia para mí es muy sencilla, y no solo por Venezuela sino por las democracias de este continente

Ustedes pueden recoger firmas en las calles, dice la Constitución y pueden llevar eso a un referéndum nacional, si al pueblo venezolano le preguntan por la vía de un referéndum como lo señala la Constitución y siguiendo los pasos estrictamente señalados por esta Carta Magna, si mañana o pasado mañana el pueblo dice por mayoría legitima, cristalina con un poder electoral que sea de verdad un arbitro y no eso que hoy tenemos allí, como Consejo Nacional Electoral, un verdadero poder electoral religitimado como ordena la Constitución y la ley que ustedes aprobaron señores diputados y diputadas, si en el marco estricto de la Constitución y las leyes mañana o pasado mañana el pueblo venezolano dijera por mayoría ¡sí! a la solicitud de un recorte de los periodos constitucionales inmediatamente, yo asumiría disciplinado el mandato de la mayoría del pueblo venezolano.

Venezuela es y será para siempre un país libre y soberano que se da sus propias leyes y soluciona sus propios problemas, su propio pueblo tiene los mecanismos para solucionarlos.

Venezuela y este gobierno legítimo, democrático

Y luego el 31 de octubre. Y el triunfo de ustedes señores gobernadores, gobernadoras, alcaldes, Alcalde Mayor, alcaldesas, consejos legislativos regionales, en una nueva demostración de fe en la democracia, de fe en la Constitución.

de esa oposición en el marco de la constitución y de las leyes

Política>Orden>CómoesenVenezuela Ahora no, con todos los problemas que seguimos teniendo aquí hay un Gobierno, hay un Estado, hay una Constitución nueva, hay unas leyes, hay un país, una economía, que ya hemos visto como anda

Allí está el problema, no es que es sólo el petróleo. ¡No, que el petróleo cayó! Bueno, ya va. ¿Y si no hubiera petróleo en Venezuela? Entonces qué, cerramos el

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país. No, aquí lo que pasa es que durante mucho tiempo los grandes capitalistas, la gran mayoría se acostumbraron a no pagar impuestos, y eso ocurrió a todos los niveles, a todos los niveles, yo lo viví en más de una ocasión, gente que inventaba una factura, gente que inventaba que ser enfermó su esposa, gente que colocaba más cargas familiar de lo que le correspondía para no para impuesto, más bien para que le debieran, para que devolvieran, eso es parte de la degeneración moral, producto del modelo que nos tenían y el mal ejemplo que nos dieron. Bueno, vamos a reivindicarnos, vamos a pagar los impuestos

Y además dijéramos este concepto de Montesquieu, enlazarlo con el concepto bolivariano que creo haber repetido aquí en varias ocasiones. Aquel concepto que Bolívar lanza en su Manifiesto de Cartagena en 1812, cuando le dice a los habitantes y los gobiernos y las instituciones de la Nueva Granada que no sigan el ejemplo malo de Venezuela para que puedan evitar que se les venga abajo la república, fueran las causas, aquel documento recogió las causas de la caída de la Primera República.

Esas causas creo que se han conservado en el tiempo y, casi todas ellas si leemos el documento de Cartagena pudiéramos extrapolar casi 200 años, pudiéramos lanzar una línea de proyección de casi dos siglos y, casi todas esas causas que llevaron a la caída de la Primera República fueron las mismas que llevaron a la caída de la Segunda República y fueron las mismas que llevaron a la caída de la Tercera República y fueron las mismas que llevaron a la caída de la Cuarta República y

es una de las cosas y por es que hablo del bisturí de las leyes para extirpar los tumores que por todos lados le sembraron a la república y que la llevaron al borde del sepulcro de donde ha comenzado a salir

un "p" no voy a decir la palabra, bueno una vez la dijo Uslar, si la dijo Uslar yo la puedo decir, era un pendejo pues aquí nos invadió el vivismo, los vivos

Política>Orden>Cómosedefine "Las leyes -decía Montesquieu- deben ser apropiadas a la naturaleza de la gente para la cual son hechas, incluso al territorio donde van a imperar, a las culturas, a las tradiciones

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Ahora, las leyes y agreguémosle el carácter de inexorable ese carácter bolivariano y agreguémosle el carácter de la derivación de la naturaleza de las cosas de Montesquieu

Bolívar habló de la mayor suma de felicidad. La felicidad para nosotros se puede medir de muchas maneras, pero estamos hablando de la felicidad de un pueblo en este caso. La felicidad, tomando las mismas fórmulas de Bolívar, debe ser la combinación de la libertad con la igualdad, de la paz con la justicia. Esa fórmula, al más alto nivel, debe ser eso: El más alto grado de felicidad posible, señalado por Bolívar como la gran meta en el Congreso de Angostura.

Claro, los hombres individuales, creo que era Marx el que decía: "El hombre hace la Historia, pero dentro de las condiciones que la Historia le impone". Ese es un debate muy viejo, el papel del hombre individual en la Historia

Es decir, que se cumplan con la inexorabilidad del paso del tiempo, del paso de los minutos o que se cumplan esas leyes recogidas de la naturaleza de las cosas y de los hombres y del tiempo y de la geografía y de la historia y del sentimiento colectivo, esas leyes deben cumplirse como se cumple la ley de la gravitación universal por ejemplo de manera inexorable

Este año 2001 que concluyó creo que hemos dado pasos importantísimos en esa dirección de construir una república que de verdad esté conectada con el espíritu y la naturaleza de las cosas

La construcción de las leyes es la construcción de la república

Pero no hay otros caminos que la revolución. Ya ese no es ningún dilema para nosotros.

El dilema para nosotros hoy es o uno de los varios dilemas de la forma dilemática:

¿Cómo hacer la revolución?

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¿Pacíficamente y en democracia?

¿O por los caminos muchos más tormentosos de la violencia?.

Pero voy a caer en la tentación de hacer un comentario, y no quiero abusar de que tengo el micrófono, no, quiero que lo podamos discutir. Pero en verdad más allá de Perón, miren Bolívar lo decía en Angostura, algo así como esto: "Atribuírseme a mí todo el bien o todo el mal de la República. No. Si yo soy apenas una débil paja decía él arrastrado por el huracán revolucionario". En verdad yo creo que ningún hombre, un hombre, tiene tanto poder, ni bueno ni malo, para acabar con un país o para levantar un país

Son procesos, son procesos históricos

Triste de aquellos que crean que ellos son predestinados o que pueden hacer la Historia. No, no. La Historia no la hace ningún hombre en particular, la hacemos en colectivo, pero con limitaciones del momento que se vive, de la geografía, de la cultura, las tradiciones, en un marco.

Creo que Marx tenía razón en eso

Una de las cosas que aquí no puede volver, son aquellos tiempos de los pactos, de las cúpulas

Y para responder, como debe ser, a la naturaleza de las cosas, decía Montesquieu

Y por otra parte, sabemos nosotros que las leyes deben ser elaboradas en función de las necesidades de un pueblo, de las particularidades de un momento en la vida de los pueblos. Las leyes no son invariables.

además del desarrollo de los preceptos constitucionales a través de leyes derivadas de la naturaleza

ahora al 2002 a una situación donde hay una Constitución que ha comenzado a cumplirse y unas leyes que se derivan de

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ella, que nacen de su espíritu y de su letra y que nos van a permitir armar la estructura de la República

decía en El espíritu de las leyes, que éstas, las leyes deben ser una relación o un conjunto de relaciones necesarias y además deben ser derivadas esas relaciones de la naturaleza de las cosas; son las cosas y su naturaleza las que deben orientar el espíritu y la letra de las leyes, es necesario (a mi entender) que siempre tengamos esto presente

es continuar construyendo esas relaciones con la realidad, con el espíritu y con el sentimiento, con el clamor de las mayorías

idea de Montesquieu con la idea de Bolívar, porque cuando Montesquieu señala a las leyes como esa relación necesaria, cómo ese engranaje necesario derivado de la naturaleza de las cosas

pero manténgase ustedes firmes en lo individual, en lo colectivo, en función del condicionante de todas las leyes; El espíritu de las leyes, la letra de las leyes, por qué y para qué las leyes

sólo así construyendo leyes basadas, alimentadas por esa naturaleza de las cosas cotidianas y de los seres humanos

sólo leyes inexorables nos pueden permitir transformar la realidad venezolana en paz y en democracia, es el bisturí para conseguir las curas que bien necesita la república

Política>Orden>Estado Venezuela en ese sentido está saliendo de esa situación en la que habíamos caído aquí y, en la cual el país se había convertido en eso, en una especie de selva donde cada quién ante la falta de un Estado, ante la falta de un gobierno, ante la falta de una Constitución verdadera, ante la faltas de unas leyes inexorables y derivadas de la naturaleza de las cosas y ante la falta de instituciones sólidas;

y es cuando hace falta un estado que regule y solucione los conflictos y que establezca el punto de equilibrio, que le ponga el fiel a la balanza para evitar que se desaten las pasiones y que como

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alertaba también Bolívar

Política>Orden>Fragilidaddelmismo "cuidado con las repúblicas aéreas" una república en el aire. Y, preciosamente ahí es donde creo que es útil y conveniente enlazar la idea de Montesquieu con la idea de Bolívar, porque cuando Montesquieu señala a las leyes como esa relación necesaria, cómo ese engranaje necesario derivado de la naturaleza de las cosas, uno también pudiera decir, derivado del espíritu y de la naturaleza de los hombres de los seres humanos junto a las cosas

Cuando un país es incapaz de construir esas relaciones entre la naturaleza de las cosas, entre las naturaleza de los humanos y la idea, el sueño o la abstracción.

Cuando un país es incapaz de derivar en leyes inexorables -y uso otra expresión de Bolívar que pidió a lo largo de sus años leyes inexorables, desde Angostura hasta el último mensaje dramático que lanzó en la Convención de Ocaña siempre lo dijo "Legisladores, necesitamos para tener Repúblicas, leyes inexorables"

la sociedad se convierta en una lucha cuerpo a cuerpo por la sobre vivencia

nosotros hoy debemos tenerlas bien claras para luchar contra ellas para miniminarla, para erradicarlas, son causas históricas del desastre de 200 años que pesa sobre nuestro pueblo

podremos ir construyendo una república verdadera y podemos ir eliminando el riesgo de continuar haciendo repúblicas aéreas, tarea en la que tenemos casi 200 años

Política>Orden>Mediosdecomunicación la clase media respondiendo desde su propia alma ante la mentira fraguada una y mil veces por la campaña mediática,

Ahora como resultado del golpe petrolero de Diciembre, golpe económico con ramificaciones mediáticas por supuesto porque, sin el apoyo de los medios de comunicación, sobre todo de los Cuatro Jinetes de la Apocalipsis, el golpe de Abril no hubiese sido posible como fue, ni el golpe de Diciembre tampoco hubiese sido posible.

Creo, así lo creo, lo adelanto incluso, aquí

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nos quedan a nosotros batallas por delante y a estas alturas yo estoy totalmente convencido y preparémonos para ello que la próxima gran batalla seguramente será la batalla mediática esa batalla ¡Tenemos que darla! No se ha dado todavía.

De allí su odio, de allí la descarga cotidiana de todas las infamias posibles habidas y por haber a través de unos dispositivos mediáticos que hace tiempo dejaron de informar para dedicarse única y exclusivamente a tergiversar, manipular y direccionar la información contra la República Bolivariana y contra el pueblo venezolano.

Esta es la verdadera naturaleza de la confrontación interna que hoy estamos viviendo y de nuestra posición en ella.

El pueblo de los Estados Unidos está siendo engañado por estas campañas mediáticas que circulan por buena parte de los medios de comunicación internacional, y alimentado, por supuesto, por la furia mediática, manipuladora, desde aquí, desde Venezuela

En una ocasión, incluso, viendo yo a CNN, no aguanté la indignación y pedí que me llamaran al estudio de CNN porque estaban en vivo, hablando de Venezuela y me atendieron, y apenas una pregunta y ras, cortaron la voz del Presidente de Venezuela, no les interesa que el Presidente de Venezuela dé una versión distinta a la que ellos están dando, atropellando la libertad de expresión atropellando a medio mundo.

La prueba de resistencia a un pueblo bombardeado además, bombardeado por diversos flancos, ese bombardeo al cual han sometido a nuestro pueblo yo lo he comparado en alguna parte con el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki y creo que es peor desde el punto de vista psicológico todos los días a toda hora, si la refinería del Palito está siendo reactivada como lo está siendo ya está procesando gasolina, produciendo gasolina, una parte y los trabajadores y los técnicos y los gerentes están haciendo las pruebas de pre arranque y por tanto quemando gasoil, en las pruebas, y por supuesto al quemar el gasoil sale la columna de humo negro, entonces para los jinetes del Apocalipsis eso no es la

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prueba de pre arranque no, para ellos es que hubo un incendio en el Palito y además murieron quemados algunos trabajadores y hasta dan nombres de los muertos que después gozaban de buena salud, afectando familiares, madres, esposas, hijos y no sólo eso sino que comienzan a decir que ese humo es un gas tóxico que va a envenenar a cientos de miles en Puerto Cabello y en el Palito y que hay que evacuar las poblaciones.

Laboratorios de terrorismo son esos. Vamos a enviarle todos esos videos, vamos a hacerlo circular por el mundo, porque cuando uno explica esto la gente de medios, periodistas de trayectoria se quedan totalmente asombrados, piensan que es imposible que eso ocurra.

Me ha informado el Ministro de Infraestructura, Diosdado Cabello, que ya están listos para abrirse sendos procedimientos administrativos contra dos canales de televisión.

Me preguntaba un periodista estadounidense, que si eso podía ocurrir, que si aquí pudiera sancionarse algún canal de televisión, le dije:

- Pero por supuesto que si.

- ¿Y no le temen que le llamen tirano?

- Dijo Bolívar un día: "Que nos importa que España venda una parte a sus esclavos si estamos dispuestos a ser libres"

Razón sigue teniendo Eduardo Galeano: "Nunca tan pocos engañaron tanto a tantos". La dictadura mediática que sobre el mundo se ejerce es tenebrosa, es terrible. Por eso, ¡qué tristeza nos da! No por CNN, no. La Conferencia Episcopal ha vuelto por sus fueros, a decir lo mismo que dice CNN, que si aquí estamos violando la libertad de expresión.

Se dice a través de la campaña mediática que la pobreza se ha incrementado en Venezuela

Y señalando que es preocupante que en

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Venezuela sigue avanzando un proyecto autoritario y bueno, que la Asamblea Nacional aprobó unos proyectos de ley como la Ley de Medios, así la llaman, es una violación a la libertad de expresión, vaya usted a saber. ¡Qué inmoralidad, qué asco! Ah, pero eso es lo que ven y oyen millones en el mundo. He ahí el poder de los medios.

Yo le estaba comentando por ejemplo la actitud de las televisoras de la Apocalipsis el día del golpe, pero lo que más le llamó la atención fue lo que le estaba explicando de la propaganda subliminal que uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis está lanzando sobre Venezuela en una película para niños y para jóvenes, de repente a aparece una extraña señal que a la velocidad del ojo no es perceptible, sólo en cámara lenta. Señores embajadores y embajadoras, es posible detectar, el laboratorio de guerra psicológica y en cámara lenta entonces está la verdad propaganda contra el Gobierno, incitación a la violencia, a la sangre y a la muerte.

cuando uno ve aquello y uno sabe al mismo tiempo que aquellos pueblos están siendo bombardeados de manera inclemente por una campaña salvaje mediática manipuladora y desinformadora, entonces uno dice

el manejo mediático de la situación que fue generando aquella fuga de divisas que nos obligó a tomar algunas medidas, se produjo la devaluación, se perdió la estabilidad cambiaria que traíamos en los últimos casi cuatro años, las reservas internacionales se fueron abajo, la fuga de capitales se incrementó, todo eso producto no de dificultades naturales, no, todo eso producto de la campaña mediática y del plan desestabilizado

explicando y diciéndole al mundo que es muy conveniente, que el mundo no se deje manipular ni engañar acerca de lo que aquí está ocurriendo porque la campaña mediática es tan intensa, el bombardeo manipulador es tan intenso, sobre todo a través de los "Cuatro Jinetes del Apocalipsis" que cualquier mente por más lucida y alerta que sea pudiera ser sorprendida en su buena fe.

porque todo ellos más allá de las

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manipulaciones mediáticas

¡No hay forma de tapar el sol, con los medios!.

Política>Orden>Naturalezadelconflicto Aquí en Venezuela lo que hay es una Estado legítimo, es un gobierno democrático, junto a un pueblo enfrentando a estas corrientes fascistas, terroristas y golpistas que están atentando contra la República y contra todas las instituciones del Estado y que ya el 11 de abril de 2002 cuando nos lanzaron aquella emboscada sangrienta, demostraron claramente al mundo qué es lo que se esconde detrás de sus caretas de paro cívico, el más crudo y puro fascismo es lo que está en Venezuela enfrentándose hoy.

Con el golpismo, con el terrorismo y con el fascismo ni se dialoga, ni se negocia. ¡Se les derrota!.

Cuando nombré a Gastón Parra Luzardo y aquella nueva Junta Directiva, pues estábamos provocando la crisis, ellos respondieron y se presentó el conflicto y aquí estamos hoy, era necesaria la crisis. Claro que nos sorprendieron. Nos pusieron a pasar algún trabajo, pero se probó la fortaleza de un pueblo, la fortaleza militar, la conciencia de la Fuerza Armada, la conciencia de un pueblo, y también comprobamos algo, no era cierto como decían algunos que todos los técnicos de PDVSA estaban vendidos a la tecnocracia, ¡No! Un buen número de técnicos se quedó allí y los que no pudieron quedarse aquellos días por las presiones y las amenazas, retornaron pronto a la empresa y ahí están, y sobre todo los trabajadores. Qué grado de conciencia de los trabajadores de PDVSA. (Aplausos).

Estamos saliendo de una situación de salvajismo. De una situación a la que pudiéramos llamar el darwinismo social la sobrevivencia del más fuerte, y hemos entrado

No se trata para nada de que aquí se haya, repito, a colocar a Venezuela como un escenario donde están confrontándose dos fuerzas de igual legitimidad o igual magnitud.

Otro elemento surgió el 2003 y también

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fue producto de la crisis. La crisis en el idioma chino creo que se escribe wei ji, significa crisis o riesgo, peligro y oportunidad. Toda crisis trae eso, por eso es que las crisis muchas veces son necesarias, muchas veces son necesarias e incluso hay que generarlas, midiéndolas, por supuesto. Lo de PDVSA era necesario, aun cuando nosotros no es que no la generamos, sí la generamos, porque cuando yo agarré el pito aquel en un Aló Presidente y empecé a botar gente, yo estaba provocando la crisis.

aquí hay un gobierno democrático, aquí hay una República democrática enfrentando a unos fascistas, enfrentando a unos terroristas, enfrentando a unos golpistas

hay intereses, hay corrientes que presionan y que tratan de lograr la mayor cantidad de beneficios de aspectos positivos para sí mismo o para su grupo para su sector sea cuál sea y entonces es cuando vienen los conflictos entre los seres humanos y esto tiene siglos

pues a lo que recurría la mayoría de los venezolanos era a la lucha cuerpo a cuerpo por la sobrevivencia

Política>Orden>Paz Nosotros ni hemos querido, ni hemos buscado esta confrontación,

Pues se ha ratificado en el 2001 que esta revolución sigue avanzando en paz y en democracia

además del avance en paz y en democracia

de que este tiempo que comienza sea un tiempo de paz, que no sea un tiempo de guerra; pido a Dios porque así sea

el 2001 fue otro año más en donde se ha reafirmado la paz en Venezuela, en donde se ha reafirmado la democracia en Venezuela

las coyunturas hay un país que espera por nosotros, vamos por el a construirlo en paz y en democracia

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que hagamos todo lo que tengamos que hacer para que esto continúe ratificándose para que Venezuela sea ejemplo al mundo de cómo se construye o cómo se reconstruye un país en medio de tantas perturbaciones y dificultades pero en paz y en democracia

ritmo en estos organismos internacionales, rumbo a un mundo de paz, de democracia, rumbo a un mundo de respeto, que no sea el mundo de la guerra sino el mundo de la paz

valga decir transformaciones estructurales en paz y en democracia como nosotros lo hemos venido haciendo y, estamos sólidamente dispuesto a continuarlo haciendo de esa manera

venezolano va a continuar siendo pacífico y democrático

Política>Orden>Violencia - ¿No son acaso las distintas y horrorosas manifestaciones de una crueldad ilimitada las que hemos tenido que enfrentar bajo el disfraz de un paro cívico?

A estos grupos privilegiados que han concebido y realizado una monstruosidad tan incalificable como el sabotaje petrolero podemos entenderles en su rapacidad

Abril: Emboscada sangrienta, terrible, dolor y muerte y luto para la nación. Golpe de Estado. Creo que si nosotros hiciéramos un estudio histórico comparativo de los golpes de Estado que en esta América han sido y en este mundo han ocurrido, pudiera ser difícil conseguir un caso parecido al venezolano, pudiera ser difícil conseguir un caso en el cual un grupo de personas confabuladas contra un Estado, contra un gobierno y contra una República hubiesen tenido tanto poder económico en primer lugar, miles de millones ¡No de bolívares! De dólares a la orden de los golpistas, medios de televisión los que queráis a la orden del golpismo, medios tecnológicos, satélites, microondas, antenas repetidoras, las que quieran y donde las quieran, una parte de la élite militar ¡Bueno! No cabían los Generales y Almirantes golpistas en un salón. Aquello parecía un batallón de Generales y de Almirantes y cuántos otros apoyos concentrados de sectores con mucho peso económico, mediático, planificadores

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de alto rango, planes que fueron considerados casi perfectos el que aquí se desató en Abril del 2002 y arremetieron con todo aquello y sin embargo, en menos de cuarenta y ocho horas su poderoso plan casi perfecto

Aguantamos, como dijo Liev Davídovich Trotski, el látigo de la contrarrevolución. Pero como decía Trotski: A toda revolución le hace falta el látigo de la contrarrevolución. El látigo la fortalece, si sobrevive a él. Nosotros no solo hemos sobrevivido a los látigos de las agresiones contrarrevolucionarias, sino que hemos salido fortalecidos. Así se lo dije a todos los amigos del mundo, de una o de otra forma

Anoche, por ejemplo, CNN -menos mal que ya pronto estará saliendo TV Sur, (aplausos)- estaba entrevistando a un señor que es el Presidente de una Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y de manera irresponsable este señor sigue arremetiendo contra la verdad, y arremetiendo contra esta institución, la Asamblea Nacional de Venezuela, arremetiendo contra nuestra soberanía, arremetiendo contra nuestro Gobierno. Sin vergüenza alguna.

Claro, la paralización no obedeció a razones meramente económicas; la razón fue política y, sobre todo, terrorista, desestabilizadora y golpista. La paralización de PDVSA significó esa vertiginosa caída, o el peso mayor de esa vertiginosa caída. Ahora, en los trimestres segundo, tercero y cuarto hubo una leve recuperación, pero la caída fue bestial

En cambio, hace un año, año y medio, dos años, las fuerzas golpistas y fascistas y sus aliados internacionales habían logrado colocarnos a la defensiva; se pretendió convertir a Venezuela en un país tutelado; todo eso, nuestro pueblo y nuestro gobierno juntos lo hemos derrotado, y hoy estamos aquí con credibilidad fortalecida, con prestigio democrático en el mundo y con amistades bien sólidas y con apoyos crecientes, a nivel de gobierno, a nivel de instituciones y sobre todo a nivel de los pueblos de la América y del mundo. (Aplausos).

Era parte del plan de los golpistas, rendirnos por saqueo, por bloqueo y entregarnos a los poderes transnacionales

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luego, que estaban como zamuros revoloteando en torno a este nuestro país

Es lo mismo que dicen las corrientes más radicales del terrorismo venezolano que hace un año paralizaron la industria petrolera y le causaron un gravísimo daño a nuestro pueblo.

Fue el año 2002 el año de la agresión imperialista contra Venezuela, pero al mismo tiempo maravilloso año de la respuesta revolucionaria, popular, cívico-militar, democrática, profundamente democrática. (Aplausos).

No hay en Venezuela -más allá de algunos hechos puntuales que han ocurrido algunos de ellos dolorosos. Por ejemplo ahorita estamos investigando varias muertes en el estado Zulia de dirigentes campesinos que nos tiene preocupados y en Mérida también, antier en El Tocuyo conversé unos minutos con la viuda de un joven dirigente campesino del Zulia y Mérida de esa zona del sur del Lago de Maracaibo y su pequeñita hija y me dijo ella la viuda llorando "mire Presidente llegaron a la casa, lo llamaron, él salió y ahí delante de nosotros lo mataron". Pues por supuesto que he dado instrucciones a la Disip, a la Guardia Nacional a la PTJ y todo eso se está investigando y estamos reforzando la seguridad, sobre todo en esas zonas en donde se ha atropellado tanto a los campesinos

No hay precedentes, que yo sepa, en el mundo; un movimiento golpista, unos golpistas que secuestran a un Presidente, se lo llevan a una isla y, luego, el Máximo Tribunal de ese país decide que aquellos señores no secuestraron al Presidente sino que lo custodiaron y que estaban preñados de buenas intenciones.

Porque en algunos sitios la operación sicológica tratan de incitar a que el pueblo se desespere y se genere un caos sobre todo en la ciudad capital.

Se que hago una pregunta tautológica porque ella misma contiene su propia respuesta. Se trata sí, de unos seres humanos cuya crueldad les a hecho declarar un bloqueo interno y desencadenar una escalada terrorista contra su propio país

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Todos sabemos lo que hemos vivido en el 2002, 2003 y el empeño de sacarnos de la Constitución: Golpe de Estado, terrorismo, desestabilización económica, agresión imperialista, intento de utilizar organismos internacionales contra Venezuela -cosa que todavía continúa-, pero ya los que pretenden continuar por esa vía, deben darse cuenta de la fortaleza de Venezuela.

Un gobierno como el nuestro, pues, ha tenido que enfrentar junto a ustedes, honorables diputados y diputadas patriotas, diversas adversidades, mucho más allá de las dificultades naturales, de las dificultades heredadas del tiempo que se va; además, hemos tenido que enfrentar movimientos conspirativos, hemos tenido que enfrentar corrientes terroristas, hemos tenido que enfrentar conspiraciones tecnológicas, mediáticas, militares, nacionales y también internacionales.

pues el desempleo se disparó después de las huelgas terroristas, de los lock out empresariales, cierre de empresas, sabotaje, y todo aquello

recordé el día de mi prisión cuando estuve custodiado por unos señores preñados de buenas intenciones. Ese día, gracias a un grupo de jóvenes oficiales a los que yo tuve que frenar, porque en verdad desde la mañana del 12 de abril ya en el Fuerte Tiuna había un grupo de oficiales dispuesto a rescatarme y a usar las armas, batallones enteros, y me llegó el mensaje allá y le dije: "Aguanten. Vamos a aguantar". Primero les dije: "Asegúrense de que no vayan a dispararle a la gente que salga a las calles, porque el pueblo debe estar saliendo a las calles. Garanticen eso, primero que nada"

ustedes saben que los fascistas -ya lo he dicho- han tratado de negarle al pueblo hasta la comida para rendirlo por hambre y se negaban a abrir los mataderos y a llevar las reses y el ganado al sacrificio y a la repartición de la carne