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La conformaciónhistórica de la autonomíaandaluzafrenteal «sucursalismocentralista»
JOSÉ SÁNCHEZJIMÉNEZ *
(Comentarioa las obrasde JUAN ANTONIO LACOMBA ABELLÁN: Regiona-Itsmo y autonomíaen la Andalucíacontemporánea/1835-19344Caja Ge-neraldeAhorrosy Monte de PiedaddeGranada,1988,337p.. y Teoríaypraxis del andalucismo.Ed. Lib. Agora, 5. A., Málaga. 1988. 165 p.).
La trayectoriaacadémicay humanade JuanAntonio Lacombase hainsertadotan vivamenteenAndalucíaquepuede,con todajusticia, decirsequesuvoluntariadecisiónde «serandaluz»es la quele ha llevadoa servira esta«causa»conlaclaridadracional y lavoluntadcomprometidaqueélsabeponerentodaslas cosas.La cita dedonMiguel de Unamuno,quesir-ve de frontispicioa la primerade estasobras,casipodríaconvertirseen suautoconfesiónclave: «Mientras no sea la historia una confesión,un exa-mende conciencia,no habrásoluciónparanosotros».
La preocupacióndeJ. A. Lacombaha sido caminarbuscandola «solu-ción»: y estoyseguro,desdeel inicio de estasreseñas,quela ha encontra-do, desdeel punto de vista del investigador;aunquetambiénlo estoy dequeaúnno la ha logradoconseguirni en lo académiconi enlo humano.
Porqueen la vida académicade esteautorse resumenfacetasmuy im-portantesde la marchade la cultura andaluzaen el entornomalagueñodesdehacemásdeveinteaños.Cuandoen Málagacomenzabaaecharraí-cesla primeraFacultaduniversitaria,la de CienciasEconómicas,quetan-to debióal impulsodel cardenalHerreraOria, entoncesobispodeMálaga.
* Departamentode Historia Contemporánea.UniversidadComplutense.Madrid.
Cuadernos dc Historia Conteniparánea. nY II, 989 — Editorial tíniversidadComplutense.Madrid
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quesupomoversey agilizartrámitestanto enGranadacomo en Madrid,J.A. Lacombapudo encargarsede edificar desdela nadael Departamentode Historia Económicae iniciar en la investigaciónaprofesoresuniversi-tarios queenestecampohanlogradouna presenciaimportantecon másomenosconsecuenciasacadémicas.Perola Universidadno supoo no quisoir másallá de un implícito agradecimientode los «serviciosprestados».
Luego,o al mismo tiempo,se fueron aglomerandoactividadesy traba-jos múltiples:el Instituto Nacionalde Bachillerato(<SantaMariadela Vic-toria»: el Ateneode Málaga, del que ostentala presidencia;la colabora-ción y lanzamientode actividadesculturalesdel Patronatode PromociónCulturaly los PremiosMálagadeinvestigación;la revistaGIBRALEARO,en el entornode la DiputaciónProvincial; la participaciónen el primergo-bierno autónomoandaluzcomo director generaldel PatrimonioCulturaldela Junta...son,entreotras,facetasque,enjusticia, hede recordar,puestoquedesdealtasinstancias,universitariassobretodo, no ha sido suficiente-mentevaloradasu trayectoriahumanística,quequedasintéticamentere-cogida en másde cuarentatrabajos,entrelibros y artículos,dedicadosaAndalucíao a facetasandaluzasde un pasadoque,desconocidou olvida-do en exceso,generamásdificultadesde las necesariasen el andalucismoactual y en la búsquedade su identidadregional.
1. REGIONALISMO Y AUTONOMIA ANDALUCES
Convienetenerpresente,comoprimera conclusiónde la lecturade es-tasobrasaúnantesde iniciar sucomentario,paraun lector como éstequeha pasadopor ellasprimerodeprisay luegocon meditadalentitud, que laautonomíaandaluzano sólo ha sido y es uno de los grandestemasde laaún recientetransicióndemocrática,sino que llegó a convertirseen datoprincipal dela misma,puestoquefueel triunfo delPSOEy el declive delaUCD en las primeraseleccionesautonómicasel queadelantóunaalter-nanciaen el poder nacional con las eleccionesgeneralesde octubrede1982.
La sociedadandaluzavio en los primerosochenta—lo mismo que enotrosmomentosdel pasadorecogidosen ambasobras—la posibilidaddeutilización del procesoautonómicocomoel instrumentomásadecuadoaldesarrolloeconómicoy social que necesita.En Andalucía. más que encualquierotro procesodeautonomía,las diferentesfuerzaspolíticasvigo-rizan y hasta identifican la conquistade su identidad con un contenidosocieconómicopropio frenteo contralas exigenciasde control y sumisiónqueel «centro»dominanteha venido siempreplanteando.Quizápor ellomuy recientementeun andalucistade vocación y profesión, JoséMaríaSantos,en una tesis doctoral aún inédita sobreel procesoautonómicoandaluzduranteel mandatodelpresidenteEseuredo,sehapermitidocon-
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cluir queen el procesoautonómicoAndalucíaaparececomo«unpueblo-clase,escenariode todaslascontradiccionesinherentesaun procesodeli-beración».
En estemismo sentido,3? A. Lacomba,en la primera de susobras,re-salta laevolución históricadel andalucismoa lo largo del primertercio delsigloxx y observaladecepción,primero,yfrusírnción.mástarde,quegenerael «posiblismo»republicano.Ambos sentimientosy experienciasllevarán,en plena«etapaliberalista».a insistir en la necesidaddeuna«terceraRe-pública» (p. 13).
1. En buscade una identidad
Porquelas 331 apretadaspáginas,a doblecolumnaparaeconomizarespacioy aumentarsus contenidos,de la primera de susobrasrecogen31capítulos,conlos que se da cuenta,en cuatropartescronológicay temáti-camentemuy bientrabadas,de losantecedentesdel sentimientoregionalis-ta (siglo xix, caps.1-Y), de laformulación del regionalismoandaluz(1900-1916. caps. VI-Nl), del desplieguedel andalucismo(1916-1931,caps. XII-XXII), y, por último, del dilemaentreregionalismoy autonomía,quellevaal ocasodel andalucismocon la llegadade la guerray la muertede BlasInfante (1931-1936,caps.XXIH-XXXI).
Todala primerapartetratade probarla génesisdel regionalismoanda-luz. ParaJ. A. Lacombase tratabásicamentede una«inquietudandaluza»que, sin unaclase«autónoma»dirigente,sino mediante«impulsossocia-les heterogéneosy con objetivosdispares»,cifra en cuatrosucesivosmo-mentosqueaceleranun progresivoavanceen esta«tomade conciencia»:los movimientosjunteros,la lucha por la recuperacióncultural, las pro-puestasconfederalesdelos añossetentay ochenta,y la proliferacióndc es-critos regeneracionistas.La conclusióndel autores clara,concretay real:«Un regionalismoes másunavoluntad y un impulso queun proyectoestructurado...Determinadascapassocialeslo “viven” másque lo ejer-cen...»(p. 62).
En el ochocientoshanbrotadoy terminanpor construirselas corrien-tes y posicionesqueva a asumirel andalucismodel novecientos:la vdaconfederalista;lapresenciapequeñoburguesaquerecurreal andalucismoco-mo sellodeidentidadfrenteal «sucursalismocentralista»dela oligarquía;el interéspor las raícespopularesde la identidadandaluza;y elsentidoregene-racionistaqueve en la «cuestiónde la tierra» la raíz de los problemasy lamayordificultad parael cambioestructuralimprescindibleenla recupera-ción andaluza.
Desdela autoridadqueaJ. A. Lacombale confierehabersidoel pione-ro y continuarsiendoelmejorconocedordela evolucióneconómicamala-gueñaa lo largo del siglo xix, él explica, hastadondele es posible, pero
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siemprecon lógica y claridad, la imposibilidad de un andalucismofirmeen el ochocientos,porquela pequeñaburguesíay las clasesmedíasurba-nascontinuabansiendo,enel último cuartodel siglo. «grupossociológica-mente débiles, desvertebradospoliticamente.confusos y desorientadostdeológicamente»(p. 62).
Pero así es como se hizo posibleel andalucismodel siglo xx.
2. Laformulación regionalistay la teoríadel «ideal andaluz»
En la segundaparte,que el autorcifra entre1900 y 1915,se analizaelrenacerandalucistay la concepcióndel «ideal»andaluz.Resultade espe-cial interésparala comprensióndel procesola presentacióny religación,entrelos primerosañosdel siglo —coyunturaeconómicay social difícil yconflictiva, sequía.malascosechas,agitacionescampesinas—,la génesis.florecimientoy despeguedel andalucismoconla formulacióndel «ideal».
Será,en concreto,el «cortoy densotiempo» de 1912 a 1915 el de losgrandesdebatessobreel regionalismoandaluz,trasla llegadaa Sevilla deljoven notario Blas Infante,queterminaráconvirtiéndoseprimeroen lídery al final en «mártir» del movimiento,comose recogeen las últimaspági-nasdel capítuloXXXI (Pp. 308 y ss.).
El andalucismosemiesbozadoen el último cuartodel siglo xíx reafir-ma susdatosde identidad:la existenciadel «sentimientoregional»,la sim-biosisgeorgismo/andalucismo.la bifurcaciónentreun andalucismo«con-servadory sentimental»,de posiciónculturalista(la revista «Bética»).y elmásprogresistay combativo,interesadoen la transformacióneconómica,socialy política deAndalucía.consoporteen la revista «Andalucía»y enla creaciónde «centrosandaluces».
Coronandoestagestación,quepermiteal autorconsiderarel año 1916como el añodecisivo,el debatesobrecuál es, o debe ser,el ideal andaluzque.en propuestade Blas Infante,forja elprogramadecambio y regenera-ción paraAndalucía.
En los debatessobreel nuevo ideaL recogidosesencialmenteen loscapítulosX y XI. se sintetizay coronala existenciade Andalucíacomoen-tidady sentimientoregional,los contenidosgeorgistasdel proyectoeconó-mico andaluzy lacaracterizaciónde unaconcienciacolectivaquellega asu definición másclarividentecon la publicación, en 1915. de «El idealandaluz»,de Blas Infante. Andalucía existe: y segúnInfante, dentro deltdealde Españay desusregiones,la mcta primeradel ideal andaluzpersi-gue«crearla concienciade queel puebloandaluzha existido»y devolvera los andaluces«el conocimientode su seren la historia»(p. 123).
Desdeestospresupuestospodráy deberátrabajarsepara«la cínancipa-ción y liberacióndel puebloandaluz»mediantetres vías:la toma de con-ciencia del ideaL el fortalecimientode la unidaddel paísandaluzy laedu-
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caciónen los idealescolectivosmunicipales,en entronqueconel viejo fe-deralismo,tan amantedela atencióny consideraciónde la personasolida-ria dentro del municipio.
Tambiénen estasegundapartela conclusiónes clara cuandotrata desintetizar las motivacionesy objetivos de los teóricosdel andalucismo:«Quedandevolvera Andalucíasusseñasdeidentidadpara,unavez reco-bradas,llevarlea unascotasde concienciacióny prosperidadque le posi-bilitara cumplir su ansiadodestinohistórico» (p. 124).
Estasseñasde identidad—los lazosafricanos,las raícesclásicasy lasansiasde modernizacióneuropea—aclaranplenamenteel lema andalu-cista: «Andalucíapor si. paraEspañay la humanidad»(ibídenú
3. De la teoríaa la praxis: el «itinerario (trágico) andalucista»
Estatercerapartees la máslarga y complejadela obra: y en ella J. A.Lacombaanaliza.desarrollae interpretael «desplieguedel andalucismo».suarticulaciónen el devenirhispanoy suconcreciónen los municipios yprovinciasde Andalucía.
Es,parasuautor, la épocade afianzamientoandalucistafrenteal atar-decerculturalista;de creaciónde centrosregionalistasandaluces;de surgi-mientode unaprensaandalucista;de desarrollode asambleas;y. lo queesmasimportanteaún,del Man¿fiestoNacionalistade1 de enerode 1919,en elque,anuladasambigíledades.se optapor el «ideariode lanacionalidad»,quecifra sumeta—y estoes lo (<trágico»en cuantono entendidofueray avecesni dentro— en la abolición de los PoderesC’entralistas, la creacióndeunaAndalucíalibre, consu propioprogramade actuacióneconómica,políticay cultural, y la postulaciónde un Estadofederal, la FederaciónHispánica:
«¡No emigréis.combatid!—recogeel Manifiesto—.La tierradeAnda-lucíaesvuestra.¡Recobradla tierraquevino aarrebatarnosla duradomi-nación...!Imponedla reformade los poderescentralesespañoles:tomaosvuestrapropia libertad;acordadlasmedidasde vuestrapropiaredencióny sedel pueblomáseficienteen los EstadosUnidosde España»(p. 180).
Con la incorporacióndedonPascualCarriónal andalucismomilitan-tey en mediodelas crisisy conflictosde losañosqueJ. Díazdel Moral lla-mó «trienio bolchevique»,la cuestiónagraria, ya presenteen los inicios delandalucismo,comienzaa afirmarsecomo la «tragediade Andalucía».y ellema de la tierra «sehacecarneen el proyectoandalucista»(p. 198).
ParaP. Carrión.segúnunaprecisacita recogidaporJ. A. Lacomba,lasposicionesgeorgistasvienen a corroborarla necesidadde una reforma que.apartederesponderal temorproducidopor la revduciónrusay el miedo aquesuejemploprenday cunda.planteaunapolítica muyconcreta:que la
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tierra produzcamás: que los obrerosobtenganintegro el productode sutrabajo:y queel capital y el restode la sociedadparticipenen los frutosdelaproducciónen la medidade susaportaciones.Y como la concentraciónde la propiedaden pocasmanoses la basedel problemaandaluzy genera.segúnél, el contrasteentrela riquezapotencialy la pobrezay el atrasoreal,no cabeotra alternativaquelaexpropiación,la propiedaddel Estadoy laentregaen arrendamientoacultivadoresdirectos.Son básicamentelas te-sis o propuestasdel primerproyectode ReformaAgrariade la II Repúbli-ca,en cl quePascualCarrión tambiénparticipa.
Por supuestoqueni las ideasni el proyectovan a seraceptadosni en1919 ni en 1931.¿Noresidiráaquíunodelos factoresdel repliegueandalu-cista durantela Dictadura?Aunqueno terminede versea consecuenciadel realcede los eventospolíticos,sí parececlaroquela oligarquíaandalu-zadisfrutó másy mejor la tranquilidadque la Dictaduralesdeparaba.Almenosasí lo recogeJ. PemartíncuandoescribesuapologíasobrePrimo deRivera.
4. La lucha por la autonomíaandaluza
En la cuartay última partede estaobraes dondese resumentodosloseventosqueconfiguran,en los cortosañosde 1931-36, lo queJ. A. Lacom-ba titula el «Orto y ocasodel andalucismo».
Es el (<momentocrucial de la lucha por la autonomíaandaluza»,porqueen 1931 el movimientoandalucista.pesea los sieteañosde Dictadura,hamadurado,ha reafirmadosu nacionalismoy se ha decididoa optary lu-charpor su autonomíaen el seno de una Españaconfederalquemuyprontola II Repúblicale frustra. Su participaciónpolítica tambiénse hacepresentecon la reorganizaciónde la Jumo Liheralista de Andalucía.auncuandonuncallegue a conformarsecomo un partidopolítico.
El sugestivoy pormenorizadoanálisisdeesteúltimo períodoresultaes-pecialmentelogradopor el contrastequesabecaptarentrela moderniza-ción oficial de la política quela II Repúblicaproyectay su traducciónalentornoandaluzconcretocon sus habitualespersistenetas:manipulacio-nes electorales,pasividadde las capaspopulares,fracaso del proyectoagrario:paraacabartambiéncontraponiendola nuevaesperanzaprovo-cada,enenerode 1933, enla Asambleade Córdoba,conel ProyectodeBa-sesparael EstatutodeAndalucía,el fracasoelectoral,ennoviembredel mis-mo año,y el replieguedel andalucismoen 1934,precisamentecasisincró-nico con la obstruccióna la reforma agrariapor los gobiernosradical-cedistas.
Blas Infante en su Carta andalucista,en septiembrede 1935, expresaunavez más,peroconmayorfuerza,surechazode la política y de los polí-ticos,sudesencantoconla Repúblicay suescepticismoconelpropiopue-
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blo, porsupasividado porsu«peculiar»interpretacióndecuantosucedeose proyecta.
El «nuevoresurgirautonómico»,a partirdefebrerode 1936,apenaslle-ga a ser«cantodecisne»;puestoque,comoseindicaal comienzodel capí-tulo XXI. «Blas Infante morirá asesinadoen Sevilla unanochedeagostoyel andalucismo,perseguidos,exiliadoso muertossus hombres,concluirásusingladurahistórica»(Pp. 299 y 308). «El crimen fue en Sevilla...».aun-quela sentenciaque«justifica»su muerte,traslaacusaciónde formarpar-te en las eleccionesde 1931, «de unacandidaturade tendenciarevolucio-naría»,no se monte hastael día 4 de mayo de 1940 (p. 310).
Sin ánimo de conclusión,aunquesí de meditacióny de crítica de unpresenteen el queel autormantuvocierta accióny mayoresperanza,laspáginas314-16 esbozandificultadesy problemaspara el desarrollodelproyectoautonómicoandaluz:su negativaa estructurarsecomopartido;sudébil incidenciasocial;lacrítica duraa la política y a los partidosrepu-blicanos;y, unavez más,laparadojadesu «granfuerzacomocorrienteso-cial» y su «gran debilidadcomo instrumentopolítico».
«Peroquedabaaúnel futuro» —así terminael libro—, en el quese hanrepetidomuchasdelas deficienciasa lo largode todoel trabajoapuntadas.¿QuizáporqueAndalucíano es conscientede su propia historia?
En este casocreo queel autores másoptimistaqueeste lector,puestoquela demandaautonómicaandaluzano fue siempre,por desgracia,unaverdadera«demandaliberadora».
II. TEORÍA Y PRAXiS DEL ANDALUCISMO
Con este título reúne.1. A. Lacombaseisestudios—cinco de ellos yapublicadosentre1980 y 1987—,con los quetrata de responderal interro-gantequeel propio título de la obra lleva explícito: la teoríay lapraxis deun andalucismoque, en el pasadoy aúnhoy, siguenmanteniendovivosysin soluciónsatisfactoriadosgrandesproblemas:la cuestiónagraria y la lu-cha autonómica,frente alas resistenciasdel podercentrala reconocer,apo-yar y plasmarun proyectoeconómicoy unaordenaciónsociopolítícasimi-laresa los de otrascomunidadeshistóricas.
Las ideas,eventosy procesosqueelautortocaaquíconvergeny se inte-rrelacionanconlos del trabajoantescomentado.Sin embargo,aquíse ob-serva,no tanto la evolución del autor en su consideracióndel procesoautonómicoandaluz,cuantosu maduraciónpersonaly científicay. cons-ciente o inconscientemente,el pesode la experienciavivida que—interpre-to— llega a conectarcon suspropiasdirectricessociales,trasvasadasconbastantefluidez al capítulocuarto,dondeanaliza«El partidismopolíticoen la teoría y en la praxisde Blas Infante».
Mi preguntatrassu lecturasería,máso menos,así: ¿Cabe—y es pro-
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ductiva— una vocación política andalucista,y la renunciaconscienteyvoluntaria a organizarseen partido político? O dicho de otra forma: ¿Unpartido andalucistapuedemanteneruna vocación política (andalucista)como la de Blas Infante?
Porque,como Lacombaescribe,muchosestudiosos,entrelos queél seencuentra,han apuntado,como ya se indicó, las gravesconsecuenciasdeestacarenciaparalaconsecuciónde la autonomíaandaluza.No obstante,sigo creyendoquela palestrapolítica puedesercondición necesaria,perono suficiente;y queel factorpredominantea la horade explicarsu fracasopasapor la división internade la sociedadandaluza,por la resistenciaalcambiode la oligarquía,porel retrasoen su industrializacióny porla len-titud de una toma de concienciaespecífica.
BlasInfante,dentrodesudobleinfluenciakrausistay regeneracionista,quiso renunciarvoluntariamente.«por coherenciay adecuacióna los ob-jetivos quebuscaba»,a la creaciónde un partido regionalistaandaluz,por-queno se planteó,en principio, elandalucismo«comoun caucede accesoa la luchapolítica,sino comoun heterogéneoy atípicomecanismode con-cienciaciónsocial» (p. 91); pero no cabedudaqueen él pesabasobrema-nerala búsquedade unanuevapolítica capazdedesbancara la vieja, y estoexigía lucharen primera instanciapor el logro del progresosociaL
En síntesis,3? A. Lacombase empeñaen constatarladecididavocaciónpolítica del andalucismoy dibuja a los andalucistascomohombresnuevosen la línea,espírituy talantede Blas Infante:«hombreshonradosa los quese convocaparaconstruir una Españanueva».
Planteadala dialéctica—que no convergencia—entreandalucismoypartidismopolítico cabeconcluir queen los añosde la II Repúblicay enlos proyectosde Blas Infante la posturapolítica válida no era correcta;yunaposturacorrectano resultabaválida parael juegopolítico.
El andalucismo,pues,como movimiento de concienciacióny libera-ción andaluzasbuscabala creaciónde un pueblo, rechazandounasveces,yno deteniéndoseen ello otras, queel instrumentoidóneopudieraserelpartido.La crítica a lapolítica y el respetoal puebloresultabanimposiblesen la luchapartidista.
Porúltimo, en la tercerapartede estaobra se planteanlos dos proble-masandalucescandentesayery hoy: la cuestión agraria y el sucursalisrnocentralista que tantasvecesha impedido la equiparaciónandaluzaconotrospueblosy regionesde España.La primerase refiereal «granproble-ma estnícturalde la Andalucíacontemporánea»:mientrasquecl segundonecesitade la organizaciónfederaldel Estadocomovía haciala autono-mía plena.
Ambosproblemas,de los quedancumplidacuentalos capítulosquin-to y sexto,responden,comolos dosanteriores,a la búsquedadeunapraxi.vY como tal, la reforma agraria se transformóen una frustraciónhistóricayen una«revoluciónpendiente»(p. 122),paracuyacomprensióny explica-
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ción el autorvuelvea incidir en que(<el procesoautónomotuvo peculiaresproblemas,fruto de su atrasoy dominacióneconómica,de su fragilidadsocial y de su carenciade una enraizaday extensaconcienciaregional»(p. 163). ParaLacombasemantuvieroncomo cuestionespendientes:<(Dis-ensionesentre las provincias,deficienciaspolíticas internas,por la granpenetraciónde partidos“centrales”,inclusoreticenciasal “hechoandaluz”fueron algunasde las muchasdificultadesquehuboqueir superando.quetal vez estánaún vivas y gravitandoen el presente»(pp. 163 y 164).
Imagino que se refiere a los temascentralesdel debate andalucistacuandoya estáacabandola décadadelos ochenta:la nacionalidadanda-luza.la ciudadaníade losandaluces,la reformaagrariay la dificultad pararealizarconciertoscon un Estadocentral. presididopor andaluces,quecontinúa resistiéndosea permitir a Andalucíaun tratamientofiscal y unapolítica presupuestariasemejantesa los de las comunidadesautónomasdesarrolladas.Mientras éstassedefendíananteel podercentral alegandoderechoshistóricos, los nuevosandalucistasínsistteronen la explotaciónhistórica a queAndalucía vivió sometida,y quedebíatenercomocontra-partida la posibilidadde unosconciertosadecuados.
Como final de estecomentario,quese alargaquizá en demasía,cabereferirseala fechade28 de febrerode 1980.fechahistóricaparaAndalucíaporqueen ella simbólicamentese pudo lograr lo quefue pretensión.idealy luchadurantemásde siglo y medio:la toma de concienciade un puebloy su manifestaciónexpresadequererconstruirsu futuro comotal pueblo.
Los avataressocialesy políticosparadarel siguientepasoconvistasaconquistarpolíticamentelo queeconómica,social y culturalmenteesnece-sarIo,son partedel caminoque hoy se anda.El «ideal»andaluztiene suhistoria: y debetenertambiénsu futuro y su objetivo.
Creo, sin duda alguna,que estasdos obras,testimoniode un esfuerzoinvestigadory manifestaciónde un talantehumanoy comprometido.ayu-darán,y mucho.en esta lucha y paraesta conquista.