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1 La construcción judicial de la igualdad desde el Derecho de la Vejez · Revista de Derecho de Familia, Tomo V, año 2014, pp. 116-127. . Revista indizada en Latindex ------------------------------------------------------------------------------------------- La construcción judicial de la igualdad desde el Derecho de la Vejez 1 María Isolina Dabove 2 Entendámonos: la marginación de los viejos en una época en la que el curso histórico es cada vez más acelerado, resulta un dato de hecho, imposible de ignorar. Norberto Bobbio 3 Introducción 4 El 3 de abril de 2014, en la ciudad de La Plata, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires pronuncia sentencia definitiva en la Causa C. 107.207, "Fernández de Fernández, María Mercedes y otros contra Segovia, Robustiano y otros sobre reivindicación". Según el orden de votación, intervienen los doctores Genoud, Hitters, Soria, Kogan, de Lázzari, Pettigiani y Negri, resolviendo al parecer de esta manera, una complicada cuestión más, propia del campo de los derechos reales. Sin embargo, una lectura atenta y de contexto de la misma nos dice también que, con este fallo, la Corte logra una consecuencia adicional: establecer un importante precedente en materia de Derecho de la Vejez 5 , sobre la base de una inteligente interpretación de esta cuestión como un “conflicto de principios” 6 . 1 A mis entrañables gerontoamigos. con esperanza en el saludable porvenir de los derechos humanos de las personas mayores para bien de todos. 2 Doctora en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid. Investigadora del CONICET y Profesora de Derecho de la Vejez en la Facultad de Derecho de la UBA. Profesora y Directora del Centro de investigaciones en Derecho de la Vejez de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Profesora en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) y en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Directora del Observatorio de Derechos Humanos de las Personas Mayores de la Universidad de Morón (UM). Representante de INPEA ante la ONU y OEA. [email protected] 3 BOBBIO, N.; De senectute, trad. Esther Benítez, Madrid, Taurus, 1997, pág. 27. 4 Agradezco los valiosos aportes, comentarios y observaciones realizadas por Gabriel A. Gimenez Rubiolo, Abogado de la UNR y Especialista en Derecho Laboral (UNL), en la elaboración de este texto. 5 Respecto al panorama del Derecho de la Vejez en Argentina puede consultarse básicamente: DABOVE, María Isolina; Los derechos de los ancianos, 2º ed., Buenos Aires, Ciudad Argentina, 2002; DABOVE, María Isolina y

La construcción judicial de la igualdad desde el Derecho de la Vejez

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La construcción judicial de la igualdad desde el Derecho de la Vejez · Revista de Derecho de Familia, Tomo V, año 2014, pp. 116-127.

. Revista indizada en Latindex

-------------------------------------------------------------------------------------------

La construcción judicial de la igualdad desde el Derecho de la Vejez1

María Isolina Dabove2

Entendámonos: la marginación de los viejos en una época en la que el curso histórico es cada vez más acelerado,

resulta un dato de hecho, imposible de ignorar.

Norberto Bobbio3

Introducción4

El 3 de abril de 2014, en la ciudad de La Plata, la Suprema Corte de Justicia de

la Provincia de Buenos Aires pronuncia sentencia definitiva en la Causa C. 107.207,

"Fernández de Fernández, María Mercedes y otros contra Segovia, Robustiano y otros

sobre reivindicación". Según el orden de votación, intervienen los doctores Genoud,

Hitters, Soria, Kogan, de Lázzari, Pettigiani y Negri, resolviendo al parecer de esta

manera, una complicada cuestión más, propia del campo de los derechos reales. Sin

embargo, una lectura atenta y de contexto de la misma nos dice también que, con este

fallo, la Corte logra una consecuencia adicional: establecer un importante precedente en

materia de Derecho de la Vejez5, sobre la base de una inteligente interpretación de esta

cuestión como un “conflicto de principios”6.

1 A mis entrañables gerontoamigos. con esperanza en el saludable porvenir de los derechos humanos de las personas

mayores para bien de todos.

2 Doctora en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid. Investigadora del CONICET y Profesora de Derecho de la

Vejez en la Facultad de Derecho de la UBA. Profesora y Directora del Centro de investigaciones en Derecho de la Vejez

de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Profesora en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de

Buenos Aires (UNICEN) y en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Directora del Observatorio de Derechos

Humanos de las Personas Mayores de la Universidad de Morón (UM). Representante de INPEA ante la ONU y OEA.

[email protected]

3 BOBBIO, N.; De senectute, trad. Esther Benítez, Madrid, Taurus, 1997, pág. 27.

4 Agradezco los valiosos aportes, comentarios y observaciones realizadas por Gabriel A. Gimenez Rubiolo, Abogado

de la UNR y Especialista en Derecho Laboral (UNL), en la elaboración de este texto.

5 Respecto al panorama del Derecho de la Vejez en Argentina puede consultarse básicamente: DABOVE, María

Isolina; Los derechos de los ancianos, 2º ed., Buenos Aires, Ciudad Argentina, 2002; DABOVE, María Isolina y

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2

En efecto, en el caso objeto de este comentario, el debate principal se traba en

torno a una demanda por reivindicación de una fracción de un inmueble, que era

utilizada desde los años sesenta como vivienda doméstica por los demandados. En

1990, los herederos de su titular interponen esta acción a raíz de un fallido desalojo,

comenzado cinco años antes por el causante7. Ante ello, los demandados incoan una

acción reconvencional por usucapión, la cual fue rechazada en primera instancia y

confirmada en todas las demás, sin discusión. Ahora bien, como los reclamos del actor

estaban dirigidos contra dos personas de avanzada edad, nonagenarios ya8, de escasos

recursos económicos y en condiciones de vulnerabilidad por la pérdida de esta vivienda;

con el tiempo la cuestión se transformó en un verdadero asunto “difícil”9.

La litis central -un típico caso de “conflicto de reglas”-, quedó atravesada pues,

por un “conflicto de principios” –al decir de Alexy10-, ya que en él colisionaban entre si

derechos fundamentales de las partes. En palabras de la Corte: el derecho a la vida y a

la salud, a la habitación y el principio de independencia, el derecho a una vivienda PRUNOTTO LABORDE, Adolfo, dirs. Derecho de la Ancianidad. Perspectiva interdisciplinaria, Rosario, Juris,

2006, DABOVE, M. I.; Ciudadanía y Derechos Fundamentales de las Personas Mayores: De las Políticas

Gerontológicas al Derecho de la Vejez, Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad

Nacional Córdoba, vol 4, Nº 1, Nueva Serie II, 2013, pp. 19-36; disponible en:

http://www.derecho.unc.edu.ar/revistas/revista-de-la-facultad-de-derecho/vol.-iv-no-1-nva.-serie-ii-2013/view.

(consulta 20 de mayo de 2014). Sobre el Derecho de la Vejez en el Derecho Comparado puede verse en particular:

FROLIK, L. A. and KAPLAN, R. L. Elder law. 3rd ed. St. Paul: Thomson West. 2003; DAYTON, Kimberley A.;

Elder Law: Readings, Cases, and Materials, 4th ed. Durham, NC: Carolina Academic Press, 2013; DAYTON,

Kimberley A (ed.), Comparative perspectives on adult guardianship, Durham, North Carolina, Carolina Academic

Press, 2014.

6 En particular: ALEXY, Robert; Teoría de la argumentación jurídica. La teoría del discurso racional como teoría de

la fundamentación jurídica, 1º ed., 1º reimp., trad. de Manuel Atienza e Isabel Espejo, Madrid, Centro de Estudios

Constitucionales,. 1997; Teoría de los Derechos Fundamentales, trad. de Ernesto Garzón Valdés, Madrid, Centro de

Estudios Constitucionales, 1993.

7 Moisés Fernández, quien había fallecido el 11 de julio de 1987, conforme quedó acreditado en autos.

8 68 años en el inicio del desalojo. 72, al momento de la reivindicación y 96, en el fallo de la Corte.

9 DWORKIN, R.; Los derechos en serio, 2º ed., trad. Marta Guastavino, Barcelona, Ariel, 1989; RODRÍGUEZ,

Cesar (comp); La decisión judicial. El debate Hart-Dworkin, 1º ed. 5º reimp, trad. Magdalena Holguin (Hart) y Juan

Manuel Pombo Abondano (Dworkin), Bogotá, Universidad de los Andes, Siglo del Hombre, 2005. CHAUMET,

Mario; Perspectiva trialista para la caracterización de los casos difíciles, Revista Cartapacio, Nº 4, 2003, pp. 1-28.

Disponible en: http://www.cartapacio.edu.ar/ojs/index.php/ctp/article/viewFile/28/44 (Consulta 14 de junio 2014).

10 ALEXY, Robert; El concepto y la validez del derecho, 2ª ed., trad. Jorge M. Seña, Barcelona, Gedisa, 1997; Teoría

de los Derechos Fundamentales… cit.; La institucionalización de los derechos humanos en el estado constitucional

democrático, “Derechos y Libertades. Revista del Instituto Bartolomé de las Casas, Universidad Carlos III de

Madrid”, Año V, Enero/Junio, 2000, N° 8, pp. 21-41; La institucionalización de la justicia, trad. J.A. Seoane, E.R.

Sodero y P. Rodríguez, Ed. y pres. J.A. Seoane, Granada, Comares, 2005. AARNIO, A.; Las reglas en serio, en “La

normatividad del derecho”, dir. E. Garzón Valdés y J. Malem; Barcelona, 1997, pp. 17-36; KLAMI, Hannu Tapan;

Res ad ethicam venit. Algunos comentarios acerca de reglas, principios y hechos, en “La normatividad… cit.”, pp.

37-50; TOLONEN, Hannu; Reglas, principios y fines. La interrelación entre Derecho y Política, “op. cit.”, pp. 65-85.

PRIETO SANCHÍS, Luis. Sobre principios y normas. Problemas del razonamiento jurídico, Madrid, Centro de

Estudios Constitucionales, 1992.

Page 3: La construcción judicial de la igualdad desde el Derecho de la Vejez

3

digna, la garantía de prioridad, la igualdad y el acceso a la justicia de los mayores;

respecto del derecho de propiedad del titular y sus herederos forzosos11. Cambio no

conceptual menor si recordamos que, en términos prácticos, se ha entendido que el

conflicto de reglas se resuelve al todo o nada, con la verificación del cumplimiento de

cada una de ellas. Mientras que, por su parte, los choques de principios implican juicios

de ponderación. Valoraciones cualitativas de los elementos relevantes de los casos, que

se resuelven de manera elástica y abierta. Sin necesidad de resignar del todo, a ninguno

de ellos ya que estos, por igual, funcionan al mismo tiempo, como mandatos de

optimización (y de allí la mayor complejidad que su solución encierra y la acentuada

carga argumental que así exige, en consecuencia)12.

Así, sobre este escenario y admitiendo la complejidad del mundo jurídica13, los

jueces intervinientes tuvieron que otorgar atención especial y preferente a datos de la

realidad que en asuntos estándares en esta materia, quizás no hubiesen sido relevantes

(dimensión ius sociológica). Entre otros: la vejez “mayor” de los propios demandados,

su precaria situación física y social, la falta de recursos para acceder a alguna otra

respuesta habitacional por si solos (plano fáctico). Pero también les exigió un fino

trabajo de ponderación de los derechos humanos y principios en conflicto (perspectiva

normativa), tanto como el amplio despliegue de una tarea argumental apta para

legitimar la especificidad de su solución (plano valorativo). Elementos que, por lo

demás, se expresan de manera singular en este fallo14.

Veinticuatro años después -el 3 de abril de 2014, como ya se señaló-, la Corte

11 Voto del Dr. de Lazzari, punto II.

12 ALEXY, R.t; El concepto y la validez del derecho… cit., Teoría de la argumentación… cit.; AARNIO, A.; Las

reglas en serio… cit., pp. 17-36; PRIETO SANCHÍS, L. Sobre principios y normas...cit..

13 En relación a la teoría de la complejidad jurídica que sirve de referencia puede consultarse, básicamente:

GOLDSCHMIDT, W.; Introducción filosófica al Derecho. La teoría trialista del mundo jurídico y sus horizontes, 6º

ed., 5º reimp., Buenos Aires, Depalma, 1987. CIURO CALDANI, Miguel Ángel. La conjetura del funcionamiento de

las normas jurídicas. Metodología Jurídica. Rosario: F.I.J., 2000; CIURO CALDANI, Miguel Angel. La

complejidad del funcionamiento de las normas, Revista La Ley, 22 febrero, 2008, pp.1-23.

14 ALEXY, R.; Derecho y razón práctica, 2º ed., trad. Wistano Orozco, México, Fontamara, 1998; ATIENZA,

Manuel; Las razones del Derecho. Teorías de la argumentación jurídica, Madrid, Centro de Estudios

Constitucionales, 1997, pp. 203-204; Derecho y Argumentación, Cartagena, Universidad Externado de Colombia,

1997; El derecho como argumentación, Barcelona, Ariel, 2006. FIGUEROA, Alfonso; Principios y positivismo

jurídico. El no postivismo principialista en las teorías de Ronald Dworkin y Robert Alexy, Madrid, Centro de

Estudios Políticos y Constitucionales, 1998. GASCÓN ABELLÁN, Marina y GARCÍA FIGUEROA, Alfonso; La

argumentación en el Derecho. Algunas cuestiones fundamentales, Lima, Palestra Editores, 2003, pp. 340-346.

Page 4: La construcción judicial de la igualdad desde el Derecho de la Vejez

4

Bonaerense confirma los fallos de las instancias inferiores, dejando a los ancianos sin

esta vivienda, a consecuencia del “conflicto de reglas”, interpretado como pertinente al

ámbito del derecho real de dominio o propiedad. No obstante al mismo tiempo, por

entender el Supremo Tribunal que en el caso, colisionaban “principios y derechos

fundamentales” -derivados de las fuentes internacionales, constitucionales y

supralegales que además estaban en juego-, se aplican simultáneamente “criterios de

ponderación”. De modo tal que por esta vía, los jueces no sólo establecen la restitución

del inmueble litigioso por parte de los nonagenarios demandados. Simultáneamente,

instan al Poder Administrador a resolver la cuestión social que se generaba en

consecuencia por el voto de la mayoría15, siguiendo con ello la nueva tendencia

jurisprudencial de intervención sobre el poder ejecutivo, habilitada en Argentina a partir

de 1994, por el modelo neoconstitucional16. En este sentido, con toda claridad el

Máximo Tribunal Provincial admite como propio…el mandato constitucional

preventivo de garantizar la efectividad de los derechos sociales, que el Poder Judicial

como parte integrante de los organismos del Estado está facultado a impulsar17.

15 Ver el apartado 4.E, del voto del el señor Juez doctor GENOUD cuando señala: entre otras cuestiones: …Por ello

ante la situación descripta y teniendo en cuenta los derechos involucrados, corresponde poner en conocimiento del

Poder Ejecutivo esta realidad a fin de que, a través del organismo que arbitre competente, y previa verificación de

los extremos conducentes, tome a su cargo en caso necesario la instrumentación de acciones positivas para la

protección amplia y efectiva de los sujetos destinatarios de amparo especial. (Ac. 98.260, sent. del 12-VII-2006)"

16 Sobre el modelo neoconstitucional del Estado y el papel de los jueces en el integrativismo jurídico ver también:

ZAGREBELSKY, Gustavo; El derecho dúctil. Ley, derechos justicia, 3º ed., trad., M.Gascón, Madrid, Trotta, 1999;

PRIETO SANCHÍS, Luis; Constitucionalismo y Positivismo, México, Fontamara, 1997; AARNIO, Aulis; Lo

racional como razonable: un tratado sobre la justificación jurídica, trad. E. Garzón Valdés, Madrid, Centro de

Estudios Constitucionales, 1991; PECZENIK, Alexander; Derecho y Razón, trad. E. Garzón Valdés, México,

Fontamara, 2000; BAYON, Juan Carlos; El contenido mínimo del positivismo jurídico, en:

http://derecho.itam.mx/facultad/materiales/proftc/Cerdio/teoria%202/bulygin.doc; 14 de julio de 2007; ; VEGA

GOMEZ, Juan; El positivismo excluyente de Raz, en:

http://info.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/boletin/cont/110/art/art9.pdf, 14 de julio de 2007, SERNA, Pedro; El

positivismo incluyente en la encrucijada, en:

http://derecho.itam.mx/facultad/materiales/proftc/Cerdio/teoria%202/bulygin.doc, 14 de julio de 2007; RÓDENAS,

Ángela; ¿Qué queda del positivismo jurídico?, en “Doxa”, Nº 26, Alicante, 2003, pp. 417-448; en:

http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12482866462359391865846/index.htm, 10 de julio de 2007;

ATIENZA, M. y RUIZ MANERO, Juan; “Seis acotaciones preliminares para una teoría de la validez jurídica”, en

“Doxa”, Nº 26, Alicante, 2003, pp. 417-448; en:

http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12482866462359391865846/index.htm, 10 de julio de 2007.

CHAUMET, Mario y MEROI, Andrea; ¿Es el Derecho un juego de los jueces?, Revista La Ley, 16 junio, 2008, pp.

717.

17 En un caso similar al presente, -dice la Corte- en el cual una familia monoparental que también se encontraba en

un grupo desaventajado, este Tribunal consignó que, independientemente del resultado alcanzado en el conflicto

individual que fuera juzgado, asumir acciones positivas en beneficio de los vulnerables cubre "... el mandato

constitucional preventivo de garantizar la efectividad de los derechos sociales, que el Poder Judicial como parte

integrante de los organismos del Estado está facultado a impulsar" (conf. "L., R.H. contra A. B., A. Medidas

cautelares", Ac. 98.260, sent. del 12-VII-2006). En el marco de los derechos sociales a los que aquí se alude también

puede citarse el paradigmático Fallo de la Corte Suprema de la Nación, dictado en "Vizzoti, Carlos Alberto c/ Amsa

S.A s/ despido", el 14 de septiembre de 2004.

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5

1. El fallo en contexto: del envejecimiento global al Derecho de la Vejez

Acorde con los cambios demográficos y la expansión de la vida en nuestro

tiempo la ancianidad se nos presenta como una etapa perfectamente esperable para cada

uno de nosotros18. Pero también, desde el punto de vista social, su sostenida

universalización ha dado lugar a un envejecimiento poblacional que ahora es global y

multigeneracional. Todo ello, como hemos señalado en otros trabajos, ha causado a un

fenómeno sin precedentes, caracterizado por:

a) Un aumento generalizado y sostenido de la expectativa de vida en todo el mundo

y la feminización de la vejez, por la menor mortalidad de las mujeres mayores

de la actualidad.

b) La ampliación cronológica de la vejez, como último estadio de la vida, con una

duración promedio de 20 años para cada persona.

c) La existencia simultánea y en expansión, de dos generaciones envejecidas, no

siempre vinculadas por lazos de parentesco.

d) La disociación entre el envejecimiento normal, respecto del envejecimiento

frágil (asociado al padecimiento de algún tipo de discapacidad) y el patológico

(o senilidad, vinculada con la enfermedad), desarrollado por la Gerontología

actual; y la resignificación de la autonomía y de la capacidad personal en esta

etapa de la vida19.

Por otra parte, como ya se señaló, este complejo fenómeno poblacional coloca

al Derecho y a la cultura toda ante nuevos interrogantes y desafíos, que se expresan

tanto en el ámbito de lo personal, como en el campo de lo colectivo.

Desde la perspectiva subjetiva, la vejez supone atravesar una serie de 18 ONU.CELADE. Observatorio Demográfico, Envejecimiento poblacional, Año VI, Nº 12, octubre 2011 Disponible

en: http://www.cepal.org/publicaciones/xml/2/46772/OD12_WEB.pdf (consulta 29 de abril de 2014); Argentina.

INDEC. Censo 2010: resultados definitivos. Disponible en:

http://www.censo2010.indec.gov.ar/resultadosdefinitivos_totalpais.asp (consulta 29 de abril de 2014).

19 DABOVE, María Isolina, Derecho y Multigeneracionismo: o los nuevos desafíos de la responsabilidad jurídica

familiar en la vejez, en Revista de Derecho de Familia, Nº 40, Julio/Agosto de 2008, pp. 39 a 54; DABOVE, María

Isolina; Di Tullio Budassi, Rosana G., Familias multigeneracionales y Derecho de Alimentos en los Geriátricos:

Nuevos escenarios de responsabilidad jurídica familiar en la vejez, Revista Jurisprudencia Argentina Número

Especial: El Derecho en los Geriátricos, 2011-III, fascículo 13, pp. 71.

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6

modificaciones importantes en el plano de lo físico, psíquico y ocupacional; que

impactan en la autovaloración, en las relaciones sociales y en la inserción familiar, de

consecuencias no siempre positivas20. En esta nueva etapa, cuyo inicio coincide con la

edad jubilatoria (60/65 años) y se cierra con la muerte; la persona vive una crisis de

identidad tan relevante y particular que ha sido denominada incluso, gerontolescencia21.

El enfoque poblacional muestra a su vez, que el envejecimiento impone desafíos

económicos y culturales de claro y directo corte jurídico. Como ya hemos señalado en

otras oportunidades, en la dimensión económica, por ejemplo, el multigeneracionismo

se desenvuelve como un proceso de creciente dependencia. Poco a poco, las

generaciones concurrentes tejen entre ellas una compleja red distributiva de recursos,

que suele trasladar en la más joven el papel proveedor. Bisabuelos y abuelos con magras

jubilaciones y pensiones. Hijos, integrados al mercado de trabajo que subsidian a sus

mayores. Nietos jóvenes, que se preparan para ello, cual carrera en posta. Viejos,

apriorísticamente considerados inútiles, aminorados y consumidos, en suma por el

propio mercado del cual ellos mismos derivan5. La perspectiva cultural nos señala

además, que este fenómeno es, al mismo tiempo, una variante del multiculturalismo, del

pluralismo político y del plurijuridismo6. Cada generación esgrime en su haber una

forma de entender la vida, códigos de convivencia y prácticas discursivas que les son

propios, experiencias políticas diversas, memorias colectivas diferenciables entre si y

valores específicos. Estas culturas interactúan entre sí, se “arrastran” de un grupo a otro,

dialogan y compiten, sedimentan y estratifican en un universo heterogéneo de

significaciones22.

Así, en este nuevo escenario demográfico, las respuestas tradicionales del

20 “El envejecimiento de la población es un cambio profundo que tiene repercusiones en todas las facetas de la vida

humana. En lo económico, el envejecimiento de la población incide en el crecimiento, el ahorro, las inversiones, el

consumo, los mercados de trabajo, las pensiones, la tributación y las transferencias intergeneracionales. En lo

social, influye en la composición de la familia y las modalidades de convivencia, la demanda de vivienda, las

tendencias de la migración, la epidemiología y los servicios de atención de la salud. En lo político, puede alterar los

patrones de voto y la representación”. ONU.CELADE.OBSERVATORIO DEMOGRÁFICO, Envejecimiento

poblacional, Año VI, Nº 12, octubre 2011 Disponible en:

http://www.cepal.org/publicaciones/xml/2/46772/OD12_WEB.pdf (consulta 29 de abril de 2014).

21 KALACHE, Alexander; Entrevista, La Nación, 14/10/13, p. 18, Disponible en:

http://www.lanacion.com.ar/1629017-alexandre-kalache-estamos-creando-una-nueva-etapa-de-la-vida-que-antes-no-

existia-yo-lo-llamo-gerontolescencia (consulta 29 de abril de 2014); IACUB, Ricardo, Identidad y envejecimiento,

Buenos Aires, Paidós, 2011.

22 DABOVE, M. I., Derecho y Multigeneracionismo… cit. pp. 39 a 54.

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7

Derecho de Familia, o del Derecho de la Seguridad Social resultan ya insuficientes y el

viejismo -o discriminación por edad-, como dice Bobbio, se torna un dato de hecho

imposible de ignorar23. Por ello “ser viejo”, hoy, significa vivir en condiciones de

aminoración y debilitamiento. Vulnerabilidad que, por otra parte, en general se

manifiesta en la práctica jurídica, tanto como en el escaso tratamiento normativo y en la

falta de reconocimiento de la vejez como dato diferenciador axiológicamente relevante,

para el Derecho en su conjunto24. En este sentido, el fallo que nos ocupa constituye todo

un hito jurídico que, con su seguimiento, permitirá abrir las puertas hacia el acceso a

una justicia humanista, ajustada a la realidad, de clara factura gerontológica.

Por otra parte cabe resaltar, además, que el actual envejecimiento global y

multigeneracional plantea una serie de preguntas que no fueron identificadas

jurídicamente con precisión, sino hasta ahora. Entre otras razones, porque el Derecho se

incorporó a la Gerontología recién hace 30 años a través de un primer documento

"simbólico": la Resolución de la Asamblea Mundial de Naciones Unidas sobre el

Envejecimiento, celebrada en Viena en 1982. De modo tal que, solo desde entonces

comenzaron a desarrollarse estudios referidos a la responsabilidad estatal hacia las

personas de edad avanzada. Estas investigaciones permitieron visibilizar esta cuestión y

despertaron, al propio tiempo, la voluntad política de trabajar a favor de su pleno

reconocimiento jurídico25. Sobre este escenario, en Argentina se fue desarrollando esta

nueva especialidad, denominada Derecho de la Vejez, bajo el paradigma de los

derechos humanos y del modelo de Estado Constitucional7. En la actualidad, su estudio

comprende cinco problemáticas centrales:

a) La discriminación por edad, la vulnerabilidad y la capacidad jurídica de las

personas mayores.

b) Los Derechos Humanos de Autonomía referidos a la autodeterminación, la 23 BOBBIO, Norberto; De senectute, trad. Esther Benítez, Madrid, Taurus, 1997, pp. 27.

24 DABOVE, M.I.; Los derechos… cit, pp 45 y ss.

25 En términos del propio fallo: …En varios países de la región, el diseño y la aplicación de disposiciones referidas

expresamente a los derechos en la vejez se iniciaron en la década de 1990.En algunos Estados el proceso abarcó la

promulgación de leyes especiales, mientras que en otros las reformas constitucionales en curso permitieron

incorporar aspectos específicos relacionados con el tema. Estas medidas se vieron impulsadas, entre otros hitos, por

el Año Internacional de las Personas de Edad y la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, realizada en

Madrid en el año 2002", citando a: HUENCHUAN, Sandra; MORLACHETTI, Alejandro, Análisis de los

instrumentos internacionales y nacionales de derechos humanos de las personas mayores, Notas de población, N°

81- C.E.P.A.L., 2006, p. 41. Disponible en: http://www.cepal.org/cgi-

bin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/8/27108/P27108.xml&xsl=/celade/tpl/p9f.xsl (consulta: 10 de julio, 2014).

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8

libertad, la propiedad y vivienda, en la vejez.

c) Los Derechos Humanos de Participación vinculados a la familia, la inclusión

social y la participación política.

d) Los Derechos Sociales fundados en las exigencias de la igualdad material de

las personas mayores.

e) Los Sistemas de Protección y Garantías en orden de asegurar el acceso a la

justicia de este grupo.

Dentro de esta perspectiva, la sentencia de la Corte Suprema de la Provincia de

Buenos Aires que aquí se aborda, resulta un excelente ejemplo de buena práctica

jurisdiccional. En especial, porque logra reparar: los derechos fundamentales de

autonomía, vinculados a la vida, la salud, a la propiedad y a la protección de la

vivienda de las personas mayores. Los derechos sociales de asistencia y protección,

obligando al Poder Ejecutivo a dar respuesta concreta a la necesidad habitacional con

ella generada. Pero también, al intentar dar cumplimiento a las garantías

fundamentales de acceso a la justicia y debida defensa de la parte más vulnerable el

proceso: los nonagenarios demandados. Aunque sobre este aspecto en particular es

menester destacar que el fallo muestra su costado más endeble.

Como ya se señaló con anterioridad, el caso tardó 24 años en ser resuelto de

manera definitiva. De manera que por ello, el cumplimiento del propio sistema procesal

casi deja al borde de la denegación de justicia a nuestros demandados en función de sus

expectativas de vida. En este sentido, recordemos que al inicio del desalojo, los

reclamados tenían 68 años; 72, al momento de la reivindicación y 96, en su

culminación. Así como también es preciso tener en cuenta otros más saludables

precedentes en esta materia, tales como el interesante fallo de la Cámara de

Apelaciones en lo Civil y Comercial de Corrientes – Sala Cuarta, del 5 de diciembre de

2013, de los autos caratulados "S. De S., F. c/ E. M. S. De M. y A. A. M. S/ Acción

Negatoria". Caso en el cual el Tribunal de Alzada rechaza la caducidad de la instancia

por demora imputable al órgano judicial. Entre otras razones, se atendió allí a la especial

condición de salud de una mujer de 82 años, cuyo inmueble -sede del hogar conyugal-

estaba en litigio en el cuerpo principal (dimensión fáctica). Se consideró lo previsto en

el art. 75, inc. 23 de la Constitución Nacional respecto a la igualdad de oportunidades

(dimensión normativa) y se aplicaron las Reglas de Brasilia de acceso a la justicia de

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9

personas en condición de vulnerabilidad, para justificar la necesidad de humanizar aquel

proceso (dimensión valorativa)26.

No obstante lo observado, entiendo igual que la sentencia en análisis permite

visibilizar la necesidad de continuar el desarrollo del Derecho de la Vejez resultando,

desde esta óptica, un precedente ejemplar que esperamos, genere seguimiento judicial

en todo lo bueno que éste posee27.

2. La igualdad como regla de justicia: la construcción jurídica, desde la diferencia.

Desde los tiempos de Aristóteles, la igualdad ha sido considerada un problema a

resolver propio del ámbito de la justicia. En este contexto, la igualdad es pensada como

"igualdad justa", o regla de justicia28. Es decir, como exigencia legítima de trato semejante

entre los que son semejantes, pero desigual para quienes son desiguales, por esa causa y en

esa proporción29. Sin embargo, detrás de esta afirmación más que respuestas, encontramos

preguntas. Pues, como señala Luis Prieto Sanchis, el problema de la igualdad, ahora,

consiste en saber cuándo dos cosas, dos personas o dos situaciones son iguales; y cuáles,

por ser distintas, merecen un tratamiento diferenciado30. La dificultad principal radica,

pues, en cómo precisar esta indeterminación sin llegar a conclusiones extremas como la

que plantea Peter Westen. Es decir, sin llegar a pensar que la igualdad no es más que un

concepto vacío de contenido que, a la postre, sólo contribuye a causar confusión y error31.

26 Fallo publicado en elDial.com - AA8451, el 13/01/2014. 27 CIURO CALDANI, M.A.; Comprensión trialista de la justificación de las decisiones judiciales, Revista Doxa:

Cuadernos de filosofía del derecho, Nº 21, 2, 1998 , pp. 79-88

28 ...Por "regla de justicia" se entiende la regla según la cual se deben tratar a los iguales de modo igual y a los

desiguales de modo desigual… BOBBIO, Norberto; Igualdad y libertad, int. Gregorio Peces Barba, trad. Pedro Aragón

Rincón, Barcelona, Paidós, 1993, pp. 64. Ver también: WILLIAMS, B.; La idea de igualdad... cit., pp. 268 y ss.;

SAVATER, Fernando; La tradición filosófica de la igualdad, en revista "Claves", Nº 36, octubre de 1993, pp. 2 y ss.. 29 En este sentido, ARISTOTELES ha señalado en La Política, 18º ed., trad. Patricio de Azcárate, Madrid, Espasa Calpe

-Austral-, 1989, pp. 89 y ss. lo siguiente: ...así, la igualdad parece de derecho común, y sin duda lo es, no para todos, sin

embargo, sino sólo entre iguales; y lo mismo sucede con la desigualdad; es ciertamente un derecho, pero no respecto de

todos, sino de individuos que son desiguales entre sí...

30 PRIETO SANCHIS, Luis; Igualdad y minorías, "Derechos y Libertades. Revista del Instituto de Derechos Humanos

Bartolomé de Las Casas”, Nº 5, año II, julio - diciembre de 1995, pp. 112. También ver: BOBBIO, N.; op. cit., pp. 53,

cuando señala: ...decir que dos entes son iguales, sin otra determinación, nada significa en el lenguaje político, si no se

especifica de qué entes se trata y respecto a qué cosas son iguales. Es decir, si no se está en condiciones de responder a

dos preguntas: a) "¿Igualdad entre quiénes?", y b) "¿Igualdad en qué?".

31 WESTEN, Peter; The empty idea of equality, "Harvard Law Review", vol. 95, Nº 3, January 1982, pp. 537 y ss.

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10

En el caso que nos ocupa, la exigencia de igualdad se expresó en los tres planos

que, a mi entender, componen el mundo jurídico: en el de la ley; en el de los hechos y en el

propio del ámbito valorativo32. Sin embargo, junto a ella se requirió también el respeto por

el principio de la diferencia. En particular, porque la vejez avanzada de los demandados y

su vulnerabilidad social impusieron a los jueces, la necesidad de ponderar si la entidad de

estos rasgos especiales hacía acreedores a sus dueños, de un concreto trato diferenciado.

En la dimensión normativa, este Tribunal entendió que la demanda de igualdad

ante la ley requería la misma consideración y respeto de todas y cada una de las

pretensiones que las partes esgrimieron entre sí. Y de esta forma lo efectivizó, al

resolver el fallo en favor del derecho de dominio de los herederos del inmueble

ocupado. Sin embargo, tampoco se desconoció en este caso, el derecho a la vivienda, ni

el derecho de acceso a la justicia: individual y subjetivo de cada uno de los

nonagenarios.

Por otra parte, la exigencia de igualdad provocó además el reconocimiento de la

vejez como un dato fáctico relevante, tanto como generó la identificación material de

los demandados dentro de los actuales grupos vulnerables33. Extensos tramos del fallo

son dedicados a este análisis, acorde con la necesidad sociológica de saber cuándo dos

cosas, dos personas o dos situaciones son iguales; y cuáles, distintas, y en qué aspectos,

medida, o proporción34.

Concretamente, entre otras cuestiones se ha dicho que: …Este grupo categorizado

como de población mayor (a partir de los 60 años) se considera vulnerable desde que

los individuos alcanzan los 75 años, en la medida en que encuentran disminuidas su

salud, sus posibilidades de acceso a las actividades económicas y sociales, y desde los

80 años se los califica como población de mayor grado de vulnerabilidad (conf.

"Situación de los adultos mayores en Argentina", págs. 1 y 5, Pub. Red de Desarrollo

32 DABOVE, M.I.; Los derechos de los ancianos… cit., pp. 41-77.

33 DABOVE, M. I.: Los derechos de los ancianos… cit.; pp. 263-409. 34 PRIETO SANCHIS, L.; Igualdad... cit., pp. 112 y ss. Y también: BOBBIO, N.; op. cit., pp. 53 y ss.

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Cultural de los Adultos Mayores de Iberoamérica, octubre, 2001)35. O bien que: …En

los últimos años se ha puesto de relieve la necesidad de promover y proteger los

derechos de las personas adultas mayores a fin de que éstas puedan superar las

situaciones desventajosas que padecen, así como las discriminaciones y segregaciones

que ellas conllevan… Pero además más adelante se reconoció que: … Esto es así

porque la sociedad está impregnada de estereotipos, mitos y prejuicios contrarios a la

vejez"36

En la esfera valorativa, por último, la igualdad fue entendida por este Tribunal

como “regla de justicia”. Pero además se pudo conjugar con la consideración de la

“vejez”, como criterio de interpretación preferente, calificación sustentada hace tiempo en

el marco del Derecho Comparado. Desde esta perspectiva, así, bien cabe recordar las

palabras del propio Tribunal Constitucional Español al afirmar explícitamente en un fallo

de 1982, que no es razonable ser tratados como si esta diversidad no existiera37.

Volviendo a nuestro precedente, en similar línea argumental, la Corte Bonaerense ha

sostenido: …que la reforma constitucional de 1994 (art. 75 inc. 23 de la Carta Magna)

impone que el Estado debe asumir la concreción de medidas de acción positiva que

garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato y el pleno goce y ejercicio de

los derechos reconocidos por esta Constitución y por los tratados internacionales

vigentes sobre derechos humanos (...). Por tanto, el juez debe interpretar las normas

existentes a la luz del principio de acción positiva38.

El Alto Tribunal se ha expresado también en esta dirección al admitir que: …al

margen de la existencia o no de legislación específica queda fuera de toda duda que se

trata de un grupo vulnerable en razón de la edad cuya desprotección puede verse

35 Fundamento 4. D, del Juez Genoud.

36 POCHTAR, Nora; Pszemiarower, Santiago; BOGUN, Gustavo, Recorrido de los derechos humanos de las personas

adultas mayores en la Argentina y el mundo., Cuaderno "Personas adultas mayores y derechos humanos", en Pochtar,

Nora y Pszemiarower, Santiago: coord., Buenos Aires, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación,

Secretaría de Derechos Humanos, 2011, p. 11. Citado en el Fundamento 4. D, del Juez Genoud.

37 STC 19/1982, de 5 de mayo, fundamento jurídico 6. Y también: DABOVE, M. I.; Los derechos… cit., pp. 109 y ss.

38 KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aida; Las acciones positivas’ Revista de la Asociación de Abogados de Buenos

Aires, abril de 2001; BIDART CAMPOS, Germán Tratado elemental de Derecho constitucional argentino, Bs. As,

Ediar, 1995, t. VI, pág. 315; S.C.B.A., Acuerdo 84.856, sent. del 26-II-2003 y Acuerdo 86.250, sent. del 23-XII-

2003, citados en el Fundamento 4.D del juez Genaud.

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significativamente agravada si a la edad se le suma la pobreza. Y en los presentes autos

esa es la realidad que se expone, pues la ejecución del resolutorio dictado por esta Corte

pone en especial situación de riesgo a los accionados, quienes se verán privados de su

vivienda familiar. O bien, al agregar que: …dicha circunstancia ha de generar efectos

nocivos para los demandados, que han de empeorar las condiciones inequitativas que ya

padecen por ser personas nonagenarias, con pocos recursos económicos, que habitan una

vivienda precaria y que al verse privados de ella, no se encuentran en condiciones de

proporcionarse otra por sí mismos (conf. testimoniales rendidas a fs. 7/vta. y recibos de

haberes de fs. 1/2 del beneficio de litigar sin gastos; constatación, fs. 95/97 vta.; pericial,

fs. 166/173 vta.; inspección ocular, fs. 187/187 vta.)39.

Por último, un rasgo peculiar a destacar respecto de este fallo lo constituye según

creo, el cumplimiento del principio de igualdad en la aplicación de la ley y la búsqueda

de la coherencia jurisdiccional interna concomitante40. Sobre esta apreciación, ilustrativos

resultan, pues, los párrafos que siguen al señalar que: En un caso similar al presente, en el

cual una familia monoparental que también se encontraba en un grupo desaventajado, este

Tribunal consignó que, independientemente del resultado alcanzado en el conflicto individual

que fuera juzgado, asumir acciones positivas en beneficio de los vulnerables cubre "... el

mandato constitucional preventivo de garantizar la efectividad de los derechos sociales, que el

Poder Judicial como parte integrante de los organismos del Estado está facultado a impulsar"

(conf. "L., R.H. contra A. B., A. Medidas cautelares", Ac. 98.260, sent. del 12-VII-2006)41.

En suma, en este fallo puede verse concretado el sentido complejo de la igualdad, toda

vez que logra asegurar a cada uno de sus participantes, algunas oportunidades para el desarrollo

de su especificidad, de su distintividad existencial valiosa, de manera fundada y razonable

39 En su fundamento 4. D, el Juez Genoud concluye así que: Considero que ante esta especial situación fáctica,

corresponde al Poder Administrador adoptar las medidas pertinentes a fin de paliar la peculiar vulnerabilidad que

exhiben los demandados en su carácter de integrantes de grupo desaventajado, de conformidad a las obligaciones

que los tratados imponen en relación a estos sujetos de tutela preferencial (arts. 14 bis, 16, 75 incs. 22 y 23 de la

Const. nac.; 2.2 y 11 del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; 9.1 y 17 del Protocolo Adicional a la

Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales).

40 En relación a este último despliegue de la igualdad, llamado: “en la aplicación de la ley”, puede consultarse: GASCON ABELLAN, Marina; La técnica del precedente y la argumentación racional, Madrid, Tecnos, 1993.

BARBERO, Dariel O.; El derecho de igualdad y la doctrina del precedente judicial. Bases iusfundamentales del

derecho privado actual, Tesina de Maestría en Derecho Privado, inédita, defendida en Rosario, el 24 de noviembre de

2006 y calificada con 10 (diez) puntos, sobresaliente por su Tribunal evaluador.

41 Fundamento 4.D del juez Genaud… cit.

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respecto de las posibilidades de cumplimiento42. Si bien es menester dejar afuera de esta

positiva apreciación, lo dicho acerca de los lentos y burocráticos tiempos procesales. El peor

pecado, el más corrosivo mal que los Estado de hoy, a diario aún cometen contra al desarrollo

sustentable de los derechos fundamentales de las personas mayores43.

Conclusiones

Con el análisis de este caso se ha intentado poner de relieve el carácter ejemplar

de una sentencia de la Corte de la Provincia de Buenos, dictada el 3 de abril de este año

en curso. Sobre todo, al ser considerada a la luz de la Teoría General del Derecho y del

Derecho de la Vejez al que ella misma se refiere, aun sin mencionarlo expresamente.

En efecto, según vimos, aun cuando el debate principal fue trabajado en torno a

una demanda por reivindicación de una fracción de un inmueble, que era utilizada desde

los años sesenta como vivienda doméstica por los demandados. Su desarrollo lo

transformó, en cambio, en un claro caso “difícil”. Como vimos, la litis central -un típico

“conflicto de reglas”-, quedó atravesada por un “conflicto de principios”, en

terminología alexyana-, al corroborarse la colisión de derechos igualmente

fundamentales para las partes. Pero de otro, al mismo tiempo se observó la importancia

que este fallo tiene para el Derecho de la Vejez, a la luz del fenómeno del

envejecimiento global y multigeneracional, actualmente en curso.

Ahora bien, y más allá de muchas otras reflexiones que cada uno puede elaborar

con la lectura personal de este fallo y de este incipiente texto, resta esperar que con él,

se instaure definitivamente entre nosotros el deseo de sustentar la construcción de una

sociedad pluralista. Aquella en donde lo diverso, lo distinto, lo específico y diferente,

pueda ser solidariamente integrado, haciéndose acreedor de un trato igualitario

reconocido de una vez, en justo título44.

42 DABOVE, M. I.; Los derechos… cit., pp. 76.

43 Al respecto puede consultarse los cinco Informes elaborados por los Estados parte de la ONU y las ONGs allí

acreditadas, en el marco de las reuniones anuales de los Grupos de trabajo de composición abierta (OEWG) se ya

realizaron desde el año 2010 hasta ahora, dentro del actual proceso de elaboración de la convención Internacional de

Derechos Humanos de las Personas Mayores. Disponibles en: http://social.un.org/ageing-working-group/ (consulta 8

de julio de 2014).

44 DABOVE, M. I.; Los derechos… cit.; pp. 28