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1 DOCTORADO EN CIENCIAS AMBIENTALES Universidad del Valle Economía Ecológica Exposición: “La crítica a la economía convencional desde dentro”, Cap. III en “La Bioeconomía de Georgescu-Roegen” Por: Óscar Carpintero Relatoría No se trata de transgredir lo enunciado en la exposición que da origen a la relatoría, sino que es ella, la exposición, la que alienta el interés por “mover” las coordenadas de lectura y comprensión. El asunto en discusión pasaría por aceptar que ese acercamiento o encuentro entre la economía, con todos sus postulados clásicos, que aquí acogeremos como economía tradicional y la biología, tiene más de fondo de lo que pudiera suponerse o leerse en unos primeros ejercicios de lectura. Concertemos en afirmar que el acercamiento no tiene nada de gratuito. Y más allá de parecer un juicio de valor, la afirmación se sustenta en la existencia de marcadas posiciones e ideologías al respecto. Para ello resulta oportuno acercarse al texto del capítulo VI de la misma obra en análisis: “La Bioeconomía de Georgescu – Roegen” que lleva por título: “El desafío de la Bioeconomía”. Y, es que la construcción de una crítica, necesariamente implica tener algún referente desde donde hacerla. Aún si la referencia es uno mismo, como la metáfora del espejo. Justo es lo que sugiere Carpintero en el capítulo VI al subtitularlo: “El «imperialismo económico» de la escuela de Chicago frente a la Bioeconomía de Georgescu-Roegen”, queda claro al lector, desde donde pretende construir el análisis crítico. De paso sirve para justificar la afirmación inicial de la presente relatoría en el sentido de que no hay nada de gratuito en el acercamiento de la economía a las denominadas ciencias naturales en particular a la biología. Para no darle más vueltas al asunto, agreguemos, a manera aclaratoria, que la supuesta gratuidad soslaya el interés por colocar a la economía en una suerte de super-ciencia, no sólo capaz, sino con la suficiente autoridad epistemológica para responder y de paso explicar las dudas e interrogantes sobre el comportamiento de todo ser vivo. Casi, afirmación mía, en una absoluta subordinación de la episteme biológica a la económica. Como bien lo advierte Carpintero en el inicio del texto que soporta aquel subtítulo, se debe aludir a la frase de Geoffrey Hodgson, editor responsable de la revista “Journal of Institutional Economics”, que aparece como epígrafe del capítulo VI y que reza: “El recurso a la biología se apoya en la creencia de que el mundo real de los fenómenos económicos tiene mucho más que ver con los organismos y procesos biológicos que con el mundo mecanicista de las bolas de billar y los planetas. Después de todo, la economía implica la existencia de seres humanos vivos, no solamente de partículas, fuerza y energía”. A la sazón el inicio de tal acercamiento habría que ubicarlo aquí. Una economía de seres vivos, de seres que piensan, que sienten y no solamente de seres que producen –fuerza de trabajo- y que consumen racional y mecánicamente. Esto es del homo economicus. Pero, como continua exponiendo Carpintero, a esta noble afirmación subyacen diversas interpretaciones y posturas casi con carácter de ideología. Unos son quienes de manera más utilitarista acuden a ciertos

La Crítica a La Economía Convencional Desde Dentro

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El asunto en discusión pasaría por aceptar que ese acercamiento o encuentro entre la economía, con todos sus postulados clásicos, que aquí acogeremos como economía tradicional y la biología, tiene más de fondo de lo que pudiera suponerse o leerse en unos primeros ejercicios de lectura...

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    DOCTORADO EN CIENCIAS AMBIENTALES

    Universidad del Valle

    Economa Ecolgica

    Exposicin:

    La crtica a la economa convencional desde dentro, Cap. III en

    La Bioeconoma de Georgescu-Roegen

    Por: scar Carpintero

    Relatora

    No se trata de transgredir lo enunciado en la exposicin que da origen a la relatora, sino que es ella, la

    exposicin, la que alienta el inters por mover las coordenadas de lectura y comprensin.

    El asunto en discusin pasara por aceptar que ese acercamiento o encuentro entre la economa, con todos

    sus postulados clsicos, que aqu acogeremos como economa tradicional y la biologa, tiene ms de fondo

    de lo que pudiera suponerse o leerse en unos primeros ejercicios de lectura. Concertemos en afirmar que el

    acercamiento no tiene nada de gratuito. Y ms all de parecer un juicio de valor, la afirmacin se sustenta

    en la existencia de marcadas posiciones e ideologas al respecto. Para ello resulta oportuno acercarse al

    texto del captulo VI de la misma obra en anlisis: La Bioeconoma de Georgescu Roegen que lleva por

    ttulo: El desafo de la Bioeconoma.

    Y, es que la construccin de una crtica, necesariamente implica tener algn referente desde donde hacerla.

    An si la referencia es uno mismo, como la metfora del espejo. Justo es lo que sugiere Carpintero en el

    captulo VI al subtitularlo: El imperialismo econmico de la escuela de Chicago frente a la Bioeconoma de

    Georgescu-Roegen, queda claro al lector, desde donde pretende construir el anlisis crtico. De paso sirve

    para justificar la afirmacin inicial de la presente relatora en el sentido de que no hay nada de gratuito en el

    acercamiento de la economa a las denominadas ciencias naturales en particular a la biologa. Para no darle

    ms vueltas al asunto, agreguemos, a manera aclaratoria, que la supuesta gratuidad soslaya el inters por

    colocar a la economa en una suerte de super-ciencia, no slo capaz, sino con la suficiente autoridad

    epistemolgica para responder y de paso explicar las dudas e interrogantes sobre el comportamiento de

    todo ser vivo. Casi, afirmacin ma, en una absoluta subordinacin de la episteme biolgica a la econmica.

    Como bien lo advierte Carpintero en el inicio del texto que soporta aquel subttulo, se debe aludir a la frase

    de Geoffrey Hodgson, editor responsable de la revista Journal of Institutional Economics, que aparece

    como epgrafe del captulo VI y que reza: El recurso a la biologa se apoya en la creencia de que el mundo

    real de los fenmenos econmicos tiene mucho ms que ver con los organismos y procesos biolgicos que

    con el mundo mecanicista de las bolas de billar y los planetas. Despus de todo, la economa implica la

    existencia de seres humanos vivos, no solamente de partculas, fuerza y energa. A la sazn el inicio de tal

    acercamiento habra que ubicarlo aqu. Una economa de seres vivos, de seres que piensan, que sienten y no

    solamente de seres que producen fuerza de trabajo- y que consumen racional y mecnicamente. Esto es

    del homo economicus.

    Pero, como continua exponiendo Carpintero, a esta noble afirmacin subyacen diversas interpretaciones y

    posturas casi con carcter de ideologa. Unos son quienes de manera ms utilitarista acuden a ciertos

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    postulados de la biologa para extrapolar y desde ah sustentar o mejor justificar las que han sido desde

    siempre las bases discursivas y explicativas de los fenmenos que por lgica le ha correspondido estudiar.

    Dice: Por un lado, estn aquellos como Alchian, Becker, Hirshleifer o Tullock, que se han afanado por

    amoldar a sus propios fines algunos conceptos de la biologa (seleccin natural, especializacin,

    competencia...), con la intencin de justificar la universalidad de los supuestos utilizados por el enfoque

    dominante en la ciencia econmica. En cierta medida, se trata de mostrar cmo las hiptesis bsicas de

    comportamiento de la teora neoclsica son de validez tambin para explicar el comportamiento del resto de

    las especies del planeta. Dira, responden a esa lnea dura de la economa como discurso hegemnico, en

    la intencin del hombre por estudiar y comprender los fenmenos propios de la vida.

    En los planteamientos de Carpintero, del captulo VI, sostiene la existencia de una lnea intermedia de

    economistas que se mantienen en los postulados neoclsicos y agregan la variable innovacin. Apunta: Un

    segundo grupo de economistas, entre los que se pueden encontrar neoschumpeterianos como Dosi y

    Magnusson, van a tratar de complementar y enriquecer el enfoque neoclsico incorporando la importancia

    de las innovaciones y las decisiones bajo incertidumbre. Sin embargo para poder contextualizar el sentido

    de la innovacin en la dialctica: economa biologa, es necesario avanzar en la lectura del texto y

    encontrar lneas adelante lo que se constituye en una aclaracin perfecta al anlisis. Para ello result

    necesario recurrir a lo que el subttulo ya anunciaba: la comparacin entre los rasgos bsicos de la Escuela

    de Chicago con los elementos principales de la Bioeconoma de Georgescu-Roegen. En particular en lo que

    refiere a explicar el comportamiento empresarial y la prctica de la innovacin como una forma de

    seleccin natural en un medio competitivo. Esto es, slo el uso de esta estrategia de diferenciacin podra

    garantizar la supervivencia. Para el caso no de la especie, como si de la empresa o incluso de todo un sector

    econmico en especial. Al respecto se lee: La identificacin de las empresas supervivientes como aquellas

    que habran logrado el xito en la lucha competitiva aparece como una rmora de darwinismo social que

    tendr continuidad en los aos setenta gracias a las aportaciones procedentes de la socio-biologa de

    Edward Wilson y a su aceptacin por los economistas de la Escuela de Chicago. Sin duda una lnea que se

    encuentra con la biologa para encontrar equivalentes desde los cuales sustentar tal acercamiento.

    Y, una tercera lnea la ubica Carpintero en economistas entre los que se encuentra justamente de

    Georgescu-Roegen. Quienes como postulado de base sostienen que el sistema econmico es parte de un

    sistema mayor que no es otro que la biosfera. Ruptura de marcada importancia con las tesis tradicionales de

    la economa y que afirmaban justamente lo contrario. Veamos: Por ltimo, tendramos a un colectivo de

    economistas entre los que destacan Georgescu-Roegen, Daly, o Boulding que anticipando lo que se

    conocer ms tarde por Economa Ecolgica interpretan el sistema econmico como un subsistema

    concreto dentro de un sistema ms general que es la biosfera y, por lo tanto, la percepcin terica de los

    procesos de produccin y consumo y sus lmites no pueden estar al margen de las leyes que gobiernan el

    funcionamiento de la propia biosfera. Hecho este que, de paso, impide considerar al medio ambiente como

    una variable ms incluida en el modelo econmico, ya que la relacin de inclusin es justamente la

    contraria.

    Simplemente refiramos que segn Carpintero el asunto no queda reducido a la bsqueda de referentes en

    las ciencias naturales y biolgicas para reafirmar postulados de la economa. La pretensin sube de tono y es

    cuando se advierte una cierta intencionalidad de querer mostrar a la economa como aquella super-

    ciencia capaz de explicarlo todo desde sus propias bases tericas. De esta manera lo ilustra el economista

    Espaol: Pero lejos de producirse una influencia unidireccional entre sociobiologa y economa, autores

    como Becker, Hirshleifer, o Tullock vieron en la sociobiologa una oportunidad para demostrar que sus

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    propios postulados sobre el comportamiento de los agentes econmicos (maximizacin, egosmo,

    competencia, escasez, etc.) eran moneda comn tambin en el mundo natural, por lo que la propia teora

    econmica apareca como apta para describir los procesos de adaptacin al medio en biologa: los

    organismos optimizan o maximizan sus comportamientos por analoga con los productores y

    consumidores. Como sealaba Hirshleifer: Conceptos fundamentales como escasez, competencia, equilibrio

    y especializacin juegan un papel similar en ambas esferas de investigacin. Y pares de trminos como

    especie-industria, mutacin-innovacin, evolucin-progreso, mutualismo-intercambio tienen ms o menos

    significados anlogos (Hirshleifer 1977, p. 2). Y si esto era as, entonces la teora econmica de raz

    neoclsica se converta en el enfoque cientfico por antonomasia, no slo ya de la esfera social humana, sino

    tambin de todo el mundo natural.

    Se entiende ahora, primero, la razn del subttulo en sentido de imperialismo econmico de la escuela de

    Chicago. Segundo, el por qu se aluda en las primeras lneas a una cierta forma de utilitarismo por parte de

    los economistas al hacer uso de otros postulados, en particular los provenientes de la biologa, para ms que

    corroborar los propios, desde ah argumentar superioridades epistmicas que luego se cuestionan e incluso

    invalidan, afortunadamente. As cierra este apartado Carpintero: No debe sorprender por tanto que, a

    partir de este convencimiento, fuera extendindose entre los partidarios de este enfoque una actitud de

    imperialismo econmico hacia el resto de disciplinas. () Paradjicamente, pues, el nfasis mostrado en

    la analoga biolgica por autores como Hirshleifer, Becker y Tullock, no apunta demasiado a la superacin de

    los vicios arrastrados por la vieja metfora mecanicista presente en la economa neoclsica, sino ms bien a

    su extensin hacia el resto de los seres vivos.

    Lectura citada

    CARPINTERO, Oscar. El desafo de la Bioeconoma en La Bioeconoma de Nicholas Georgescu-Roegen,

    Barcelona, Montesinos, 2006

    Exposicin:

    JUAN FERNANDO CORREA

    Relatora:

    JOSE ALONSO GONZALEZ SOLANO

    Junio de 2013