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Análisis de América latina en la década de 1980
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América Latina:
1980 -1989
La década perdida de
América Latina
Marled Juan Marín
Paulina Aguilar Salas
Norma Hernández Pérez
Jerson Alexis González Garduza
Xalapa-Equez., Ver., a 1° de diciembre de 2014
INTRODUCCIÓN
La crisis de la deuda puso fin en 1982 al crecimiento de las economías latinoamericanas,
eso es lo que narraremos en este breve trabajo.
El vínculo entre las exportaciones y el crecimiento se debilito aún más durante la
crisis de los años 80 cuando la recesión afecto el nivel de actividad interno y la necesidad
del ajuste externo dio impulso al crecimiento de las exportaciones.
Durante los años 80, la evolución de la pobreza y la distribución del ingreso
ocurrieron ante un trasfondo de estabilización, ajuste y estancamiento macroeconómico, el
PIB real per cápita se redujo en un promedio de 1% durante toda la década1. Además, el
crecimiento económico antes de 1980 ya era lento y traía consigo una reducción de la
pobreza. Por lo cual la proporción de quienes vivían en la pobreza y en la pobreza extrema
aumento tanto en las zonas rurales como en las zonas urbanas. El 87.8% de los 52.5
millones adicionales fueron clasificados como urbanos.2
Aunado a esto, la proporción de las exportaciones de bienes y servicios del PIB para
toda la América Latina aumentó continuamente durante los años ochenta, pasando de 10 a
15 %, pero, en realidad esta cifra no fue eficiente para hacer frente a la crisis, ya que las
exportaciones de la región iban reduciéndose respecto a las mundiales.
Por tal motivo, la década de los 80 en la región se caracterizó inicialmente por las
políticas de ajuste adoptadas para hacer frente a la deuda externa (CEPAL, 1984 y 1986).
Más tarde, a partir de 1985 estas políticas se fueron encaminando hacia una reorientación
global de la política económica que incluía reformas comerciales.
Si bien, la década de los 80 es para América Latina, la década pérdida, así como el
comienzo de políticas neoliberales.
1 Véase BID (1994). Cuadro B-2, p-239
2 CEPAL (1993) cuadro 20
ANTECEDENTES DE AMÉRICA LATINA
"La primera lección de la economía es la escasez:
nunca hay suficiente de algo para satisfacer a todos aquellos que lo deseen.
La primera lección de la política es
hacer caso omiso de la primera lección de la economía".
- Thomas Sowell
La integración de América Latina
En el siglo XIX, las colonias que predominaban en ese entonces (portuguesas, españolas,
francesas y británicas) en la zona en donde ahora es Latinoamérica, surge la idea sobre la
integración para América latina, nacida a causa de los procesos de independencia, bajo la
concepción bolivariana de la unidad latinoamericana. (Martínez Peinado & Vidal Villa,
1995) Los planteamientos eran sumamente políticos, pero fue hasta el fin de la Segunda
Guerra Mundial cuando la necesidad de la integración se vuelve exclusivamente
económica.
Según el libro Economía Mundial, las instituciones de integración de la primera
generación nacen bajo las influencias de la:
CEPAL (Comisión Económica para América Latina)
OEA (Organización de Estados Americanos)
GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercios)
FMI (Fondo Monetario Internacional)
CE (Comunidad Europea)
Industrialización por sustitución de importaciones
La gran depresión de los años treinta provocó el derrumbe del modelo de exportaciones
primarias dando paso en América Latina a un nuevo modelo como resultado del desplome
de los ingresos por exportaciones. Este nuevo modelo de desarrollo que se implementó
consistía en sustituir las importaciones industriales por producciones nacionales a partir de
las rentas generadas por las exportaciones de productos primarios, llamado así;
industrialización por sustitución de importaciones. Se crearon medidas políticas activistas,
implementando barreras directas a las importaciones, mientras las medidas políticas se
hacían valer, la producción manufacturera empezó a aumentar rápidamente llegando al
grado de rebasar el Producto Interno Bruto (PBI).
Este modelo se caracterizaba por cuatro principales rasgos los cuales John Sheahan
(1987) clasifica como:
1) “Protección aplicada a los artículos manufacturados para el consumidor pero
mucho menos-o nada- al equipo de capital, para mantener bajos los costos de los
artículos de los productores.”
2) “Diferenciales tasa de cambio o retención de tasas sobrevaluadas, también con la
intención de mantener bajos los costos del equipo y los materiales de producción
importados.”
3) “Incentivos fiscales y subsidios directos para favorecer la inversión.”
4) Tasas fijas de interés bajo con el mismo propósito.”
El modelo mencionado dejó de aplicarse a partir de 1950, a causa del estrecho mercado
interno de cada país, lo que obligó a replantear este modelo. Fue en esa misma década
donde la CEPAL plantea por primera vez la necesidad de la cooperación económica entre
los países latinoamericanos, para profundizar la industrialización y el desarrollo de los
países. (Martínez Peinado & Vidal Villa, 1995)
Principios fundamentales para la integración en América Latina
Se le solicitó a la CEPAL y a la OEA un informe para fijar las bases fundamentales para el
proceso de integración. En 1957, durante la Conferencia Económica Interamericana
celebrada en Buenos Aires, Argentina, donde se habló de la necesidad de establecer un
mercado común para Latinoamérica. Pero es hasta en 1959, cuando la CEPAL presenta las
bases fundamentales que se deberán seguir para dicho proceso.
La intención que perseguía la CEPAL, era que el proceso de integración debía ser
un instrumento para el desarrollo de los países a través de la unión de todas las regiones
latinoamericanas a un nivel exclusivamente comercial, proponiendo así la creación de una
Unión Aduanera.
En 1960, los procesos firmados para la integración correspondían bajo la influencia
de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y Estados Unidos, a través de la
Organización de Estados Americanos (OEA). En ese mismo año se firman dos tratados, el
primero de ellos se celebra en Montevideo, Uruguay, , donde se creó la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio conocido por sus siglas como ALALC, entre
Argentina, Brasil, Chile México, Paraguay, Perú y Uruguay donde posteriormente le siguen
Colombia, Ecuador, Venezuela, y Bolivia. El segundo tratado llamado como Tratado
General de Integración Económica Centroamericana (conocido como Tratado de
Managua), el cual da lugar al Mercado Común Centroamericano (MCCA), los países
integrante a este tratado son: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.
En la zona caribeña de América Latina surge el Área de Libre Comercio del Caribe
(CARIFTA) en 1965, y como una sub-asociación de esta, nace el Mercado Común del
Caribe Oriental (MCCO) en 1968. Al año próximo se firma el Tratado de Cartagena entre
Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú, que da lugar a la creación del Pacto Andino
(GRAN). La asociación más importante de América Latina fue la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) al representar un 95% de la Extensión
territorial de América Latina y el Caribe y con una tasa del más del 93% del PIB y del
comercio total. (Martínez Peinado & Vidal Villa, 1995)
Deuda externa en América Latina
América Latina ha experimentado alrededor de 4 crisis de deuda en un periodo de más de
ciento cincuenta años, iniciando con la primera de ellas en la época de 1820. La segunda
crisis de la deuda se experimenta en el año de 1876, a causa de la depresión que vivieron
las economías industrializadas entre 1873-1893. En el periodo de la Gran Depresión se
vivió lo que fue la tercera crisis de la deuda de América Latina, donde se optó por el no
pago de la deuda, que trajo consigo un gran crecimiento económico, que no fue hasta el
periodo de 1974-1975 donde el crecimiento que se había experimentado se estaba
reduciendo, ocasionando para 1982 la cuarta crisis de la deuda en América Latina.
(Toussaint)
El crecimiento económico que América Latina estaba experimentando en la época
de 1970 se debía principalmente al aumento de las exportaciones de productos
manufacturados y al surgimiento del Mercado Internacional de Dinero y de Capitales. Pero
un mal manejo por partes de las autoridades de cada país, al ver las facilidades de créditos y
las ventajas que el Mercado Internacional ofrecía, provoco el proceso del endeudamiento
por parte de América Latina, que llego hasta cuadruplicar su deuda en los años de 1980.
Esto se puede apreciar observando la tabla siguiente:
Tabla 1
Demografía en América Latina
La población de América Latina inicio su aumento a partir de la década de 1930, con una
tasa de crecimiento demográfico del 1.9%, pero no fue hasta inicio de 1970 cuando se
presentó con mayor intensidad el aumento demográfico, gracias a los avances científicos y
tecnológicos reduciendo así la tasa de mortalidad en Latinoamérica, al mismo tiempo en
que la tasa de natalidad no disminuyera, dicha tasa había pasado a un 2.9%.
Los países latinoamericanos donde se vivieron una gran expansión de su población son:
Costa Rica con una tasa del 3.8%, le sigue con una tasa del 3.4% México, Honduras,
Paraguay, Ecuador, Colombia y República Dominicana, al contrario de estos, quienes
tuvieron resultados bajos en su población son: Uruguay con una tasa del 1.2% quien le
sigue en esta lista es argentina con una tasa del 1.5%.
Las consecuencias de este fenómeno se fueron dando en el factor del desarrollo para
Latinoamérica, un ejemplo claro de esta situación se puede observar en Chile, donde su
población económicamente activa aumenta su tasa del 1.2% en 1950, a 2.6% para 1969.
La fuerza de trabajo tuvo un incremento gracias al crecimiento demográfico con un
aumento anual del 2.6% en la agricultura, y un 3.5% en actividades no agrícolas. Entre el
periodo de 1950-1965. En la etapa de desarrollo de América Latina el sector de servicios
tenía una tasa mayor que la del sector de industrial, salvo en el país mexicano donde la
fuerza de trabajo se distribuyó más en el sector de las industrias con una tasa del 4.95% a
comparación del 3.77% que el sector de servicios ofrecía. (Prebisch, 1970)
AMÉRICA LATINA DE 1980 – 1989: CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL
“Los militares en el poder son más peligrosos:
mienten más y roban más... porque se levantan más temprano.”
Eduardo Galeano
Para el periodo y lugar en el que nos sumergimos, sucede un cambio estructural en las
economías y Estados, el mundo está en una transición, dejar de ser paternalistas y empezar
a promover la libertad en la economía, sin duda alguna tiene como uno de sus principales
escenarios América Latina, donde el proteccionismo y el modelo de sustitución de
importaciones quedaba atrás, obsoleto e impotente, la preocupación ahora es salir de la
crisis producida por el modelo keynesiano, así como lograr la economía tal como la
describe Smith, el mercado debe ser libre y la intervención del Estado en la economía casi
nula.
Situación política y legal
De forma indisociable, los cambios estructurales dentro de los regímenes nacionales tienen
cambios intencionados en los aspectos político y legal de la vida del Estado, cambios
intencionados ya que se deben a reformas dentro de tales rubros que permitan la
conversión, para el caso de este trabajo, la transición de modelo económico vigente.
También hablamos de cambios no intencionados, que los observamos en lo político dentro
de este apartado, y lo socio-cultural correspondiente al siguiente subtema a tratar, estos
cambios son mutaciones no controladas o previstas en la transición, suceden por la
disposición de la situación en la que se desenvuelve sin obedecer leyes formales escritas.
Entrando al tema que nos atañe, la transformación de modelo económico no solo
prometía la estabilización de la economía, sino también un período de transición a la
democracia, “en un comienzo la llegada de este nuevo orden político fue promisoria;
colapsaron las dictaduras militares y políticas, el Estado se acercó a las necesidades y
problemas de la sociedad” (Ortega, 2009: 135). No es objeto de este trabajo hablar de los
alcances del modelo, sólo de lo que significó y lo que logró ser en la década especificada
para su estudio.
Aun siendo una canasta de reformas prometedoras, dentro del mismo periodo, estas
reformas no lograron consolidad ni dar la seguridad a corto plazo en la región de un
concepto de sociedad civil fuerte y unificada que permitiera la inclusión de sectores que
nunca tuvieron voz, y que se convirtiera en la base objetiva de la institucionalización y
difusión de un Estado de Derecho. (Ortega, 2009: 135).
La intención de las reformas mencionadas era principalmente la regulación de la
economía a partir de su desregulación por el Estado, es decir, la regulación por el mercado
mismo, que daría, además, las bases para la democratización del ejercicio del poder y la
gobernabilidad, ya que, las reformas mencionadas hacia lo económico liberarían a los
mandatarios de los poderes públicos que anteriormente se habían apropiado para su
servicio, las reformas representaban la liberalización de esos poderes públicos que solo
obstaculizaban en la política y economías nacionales: las reformas eran la vía para la
institucionalización del Estado de derecho.
Situación social y cultural
Como se mencionaba en el apartado anterior, de lado de un gran cambio se hacen
acompañar transformaciones o situaciones no previstas, estos principalmente en el nivel
socio – cultural, aunque es necesario decir que se predecían una metamorfosis positiva en la
sociedad, para esa década no apareció.
Esta metamorfosis traería a una “sociedad civil unida e integrada sobre la base de
marcos culturales y conceptuales determinados” (Ortega, 2009:136); pero lo que es esta
misma temporalidad se dejó notar fue que contrario a eso, el nuevo modelo parecía
producir una fragmentación aún mayor, se mantenían esas marcadas diferencias sociales, la
poca inclusión social entre grupos y el mismo Estado, el Estado siguió siendo excluyente y
elitista generó, lo que el PNUD denominó «el malestar ciudadano» (Ortega, 2009:136).
En medio del ambiente de apertura y libre competencia, el Estado buscando el impulso a su
libre economía, los grupos de la sociedad civil quedaron excluidos.
ANÁLISIS ECONÓMICO
Indicadores macroeconómicos
Para empezar el análisis económico comenzaremos presentando algunos indicadores
macroeconómicos más relevantes de las principales economías Latinoamericanas. Los dos
indicadores nos enfocaremos en este apartado es el empleo y la inflación. También se
tocarán el crecimiento del PIB, la balanza de comercial, y la inversión extranjera directa
(ahorro externo), aunque estos se desarrollarán más ampliamente en los apartados
siguientes.
Empleo
Gráfico 1
Fuente: PREALC (1993)
Dada la crisis de la deuda y un gran ajuste estructural surge el desempleo abierto
registrando unas tasas muy bajas. Según la OIT “el desempleo abierto lo compone una
persona que está sin trabajo, disponible para el mismo”. Algunos países como Argentina
después de 1992, Chile antes de 1988 muestran algunas tasa de desempleo anual un tanto
altas pero la tasa se mantiene por debajo del 10% en cierto número de países, por ejemplo
Brasil.
0
5
10
15
20
25
30
35
Argentina Brasil Chile Colombia México
Estructura del empleo en el sector informal en la decada de 1980.
0
10
20
30
1976-1981 1983-1990 1991-1993 1991 1992 1993
America Latina: Principales Indicadores macroeconomicos
tasa de crecimiento del PIB
inversion como porcentaje del PIB
ahorros externos (entradas netas de capital
0
10
20
30
40
50
60
70
Argentina Brasil Chile Colombia México Venezuela
Estructura del empleo en el sector formal ene el periodo de 1980-1992
sector público grandes empresas privadas
Gráfico 2
Fuente: PREALC (1993)
En un estudio de los obreros industriales en Brasil que perdieron sus empleos a
comienzos de los años 80 se encontró que era más posible que las mujeres y los obreros
varones calificaran en el SIU que permanecer desempleados. Dado que hay pocas
pensiones de desempleo o seguro social que puedan obtenerse al quedarse sin empleo, no es
de sorprenderse que a menudo sean bajas las tasas de desempleo abierto
Otros indicadores
Gráfico 3
Fuente:
ECLAC
(1994).
Las tasa de crecimiento en el periodo de los años 80´s es muy baja, en comparación
con la obtenida en el periodo inmediato anterior, periodo que se marcó por el excesivo
nacionalismo, en varios países los gobiernos comenzaron a realizar grandes gastos para
mantener la industria nacional trabajando, aunque se encontrara en totalmente obsoleta y
retrasada, por lo que aun con el gran gasto que realizaba el gobierno, la productividad total
de los factores se mantuvo en picada y con ello las tasas de crecimiento del PIB promedio
de la región.
La inversión que se presentó antes de 1980, fue principalmente realizada por el
gobierno de los países. Este gasto en su gran parte financiado con grandes préstamos
bancarios, llevo a todos los países a aumentar sus deudas en un más de 300% de lo que
debían en los 60´s a lo que debían en la década de los 80´s. lo que trajo consigo la llamada
crisis de la deuda donde estos países vivieron una fuerte restricción de financiamiento, lo
cual hundió aún más a las economías. La crisis igualmente llevó a que los países
mantuvieran confianza en los inversionistas extranjeros y nacionales por lo que se presentó
una fuerte fuga de capitales al principio de los 80´s.
Productividad
La situación productiva de Latinoamérica antes de la década de los ochenta se encontraba
ya en un cuadro muy poco favorable, debido a que aun con el intento de industrialización
que se llevaba a cabo en esa región, existía “una brecha de orden 2.5 a 1 entre
Latinoamérica y los países desarrollados en lo que respecta a la productividad total de los
factores” (CEPAL, 1995). Aun con la implementación del modelo de sustitución de
importaciones, el cual traía muchas promesas de crecimiento y desarrollo para las
economías de los países latinoamericanos, el periodo conocido por algunos como “la época
dorada del capitalismo” llegó a su fin en los años 70, trayendo consigo esta década una
crisis profunda a la región latinoamericana. Como se menciona en la obra de Políticas para
mejorar la inserción en la economía mundial:
“Incluso en la época de mayor expansión económica de la región, es decir del año
de 1950 a 1973, el crecimiento de la productividad total de los factores alcanzó poco
más de la mitad del de las economías de asiáticas, para estancarse entre 1973 y 1980
y posteriormente desplomarse a raíz de los desequilibrios económicos producidos
por la crisis de la deuda de los años ochenta.” (CEPAL, 1995)
Durante la época de los 80´s, la situación que vivían las economías
Latinoamericanas era de un elevado servicio de deuda externa y un colapso del flujo de
nuevo financiamiento, por lo que los países de la región debieron realizar un ajuste
recesivo. La Comisión Económica para América latina y el Caribe explicó que “gran parte
de éste (problema) se basó en una marcada restricción monetaria y del gasto fiscal, así
como en devaluaciones cambiarías que tenían el doble propósito de frenar las
importaciones y promover la producción de rubros exportables.” (CEPAL, 1995)
Lo anterior nos dice que el modelo de sustitución de importaciones y el proceso de
industrialización que vivió Latinoamérica terminó fracasando debido a la falta de políticas
coherentes por parte de los gobiernos de dichos países. Por otra parte la clase empresarial
poco emprendedora que debido a la seguridad que les brindaba las exageradas políticas
proteccionistas que los Estados habían implementado para proteger las industrias
nacionales, no tenían sembrado ni fomentado los principios competitivos que se necesitan
para que se pudieran hacer frente a mercado internacional, lo que llevo a un evidente
estancamiento en los 70´s que se tradujo en una fuerte crisis en los 80´s.
El estancamiento industrial se produjo por que las empresas nacionales seguían
utilizando maquinaria anticuada y procesos de producción obsoletos, así como una
deficiente organización industrial, una falta de atención a los procesos de calidad, a la
mantención de inventarios excesivos, a la utilización de técnicas de mercadeo no
sistemáticas y poco sofisticadas, servicios anticuados de posventa, entre otros
muchosfactores que hicieron de las industrias latinoamericanas tan poco competitivas, que
las llevó a un rezago frente a las nuevas economías que surgían a nivel internacional, como
lo fueron las economías asiáticas de reciente industrialización que experimentaban un
acelerado crecimiento. La situación fue tal que un estudio de la CEPAL reveló que “La
brecha se amplió marcadamente durante la época de la posguerra. En el periodo de 1950-
1989 el crecimiento de la productividad total de los factores de la región que equivalió a la
séptima parte de las economías asiáticas de reciente industrialización”.
Por otra parte las brechas de productividad entre la región latinoamericana y los
países desarrollados se dan tanto a nivel global como sectorial. Los datos que obtuvo la
CEPAL sugieren que “las diferencias de productividad total de los factores entre distintos
países no se deben tanto a la concentración en sectores de baja productividad como a que se
trabaja muy por debajo de las mejoras prácticas en casi todos los subsectores, industriales
incluso en los sectores de bienes intermedios y de los bienes de capital” (CEPAL, 1995).
Incluso en el mismo trabajo se afirma que dentro de los mismos sectores existen unas
grandes diferencias de productividad, derivadas de una profunda heterogeneidad
estructural característica de la región Latinoamericana. Lo anterior se debe a los problemas
de difusión tecnológica que existe internamente dentro de los países, que aunado al lento
proceso de difusión a nivel internacional da a lugar a una amplia disparidad en la
productividad dentro de una misma industria. De acuerdo con el informe de la CEPAL:
“Solo unas pocas empresas, eran las que mantenían prácticas muy similares a las
mejores prácticas internacionales, lo que nos dice las empresas resultantes tendrían
un promedio sustancialmente inferior al promedio sectorial internacional, lo que
evidentemente refleja la intensa heterogeneidad estructural del universo de
actividades económicas en los países Latinoamericanos”.
De acuerdo con el la análisis que se realizó, “en el periodo de los años ochenta el
PIB promedio en Latinoamérica sólo creció 1.2% por año; entre 1990 y 1994 esa tasa
alcanzó un promedio de 3.4% (CEPAL, 1995).Por lo que esta caída en la productividad en
los años ochenta demuestra la importancia que tiene para una política de desarrollo
productivo el mantenimiento los equilibrios macroeconómicos básicos dentro de los
márgenes tolerables. En el grafico siguiente se muestra esos crecimientos del PIB promedio
que obtuvieron las principales economías latinoamericanas, en el periodo de veinte años
desde 1971 a 1992 con el fin de que se pueda dar una idea de cómo fue el crecimiento de
esta región.
Gráfico 4
Fuente: CEPAL Archivos recientes
Como se bien se ve el PIB de Brasil registró el monto más alto, con una tasa de
crecimiento promedio ligeramente superior al 4%; mientas que Argentina y Venezuela
presentaron el crecimiento más bajo con tan solo la insignificante variación del 1%. Este
pésimo crecimiento del PIB es un efecto directo del deterioro en la productividad de las
industrias latinoamericanas. El crecimiento que tuvieron es menos de la mitad de lo que
alcanzaron las economías asiáticas de reciente industrialización, lo que dicha comparación
de la idea de la precaria situación que pasaba esta región.
La CEPAL sostuvo que, “para superar la brecha de productividad, se necesita de
una política macroeconómica y comercial que debe complementarse con un conjunto de
políticas activas, que aprovechen los adelantos tecnológicos y organizacionales de los
países más desarrollados, para así saltar etapas, como ha ocurrido por lo general en los
países exitosos de desarrollo tardío” (CEPAL, 1995).
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
3.5
4
4.5
Argentina Brasil Colombia Chiile México Peú Venezuela
Crecimiento del Producto Interno Bruto en el periodo de 1971-1992 de los principales paises
latinoamericanos
Política comercial
El modelo que se implementó desde los años 40´s tuvo un fuerte impacto en las
condiciones comerciales de los países que lo implementaron. Con el fin de proteger a la
industria nacional, los países latinoamericanos se vieron a la necesidad de imponer grandes
aranceles a las importaciones que se realizaban, pues con estos se buscaba que estas últimas
se redujeran, pues sus precios se elevarían por arriba de las productos nacionales y nadie
tendría incentivo en comprarlas, reduciendo con ello su demanda. Además de las políticas
arancelarias, los gobiernos implementaron otros tipos de barreras no arancelarias, subsidios
a la industria nacional, una política cambiaria de sobrevaluación de la moneda nacional,
entre otras medidas que desincentivan la entrada de mercancías y capitales extranjeros, por
lo que las economías latinoamericanas se cerraban a sector externo. Pues un informe de la
CEPAL indica que aun para “1971 muchas naciones industrializadas de Latinoamérica
otorgaron un trato arancelario preferencial a las manufacturas importadas desde los países
en desarrollo. Con esto se procuraba estimular la diversificación productiva de estos países
y su incorporación al comercio mundial de manufacturas” (CEPAL, 1995).
A pesar de que si se realizó un impulso a la industria nacional, como se mencionó
más arriba ésta no logró competir con las industrias de los países desarrollados ni con las
naciones asiáticas de reciente industrialización, esto se debió en parte al agotamiento del
modelo, y al abuso de las políticas proteccionistas, pues si bien al principio lograron un
desarrollo en la industria nacional, al final fue la decadencia de estos países. Por tanto como
bien se menciona en “Políticas para mejorar la inserción en la economía mundial”:
“En la región (latinoamericana) han perdido vigencia los instrumentos de
promoción industrial del pasado; la pérdida de importancia de esos instrumentos se
debió a varios factores: I) la falta de racionalidad económica de sus niveles y plazos
de aplicación; II) los abusos a que dieron lugar durante parte del período en que
rigió la estrategia de industrialización basada en la sustitución de importaciones...”
(CEPAL, 1995)
Por otra parte los países latinoamericanos olvidaron “una regla esencial para la
política comercial, esta es que debe ser altamente selectiva” (CEPAL, 1995). Debido a la
mala administración de los Estados latinoamericanos estas políticas terminaron siendo
generalizadas, por lo que “se carecía de claridad y transparencia acerca de qué se estaba
estimulando o qué función cumplían las intervenciones” (CEPAL, 1995). Esto implica la
necesidad de concentrar las acciones públicas en pocas áreas o factores estratégicos bien
seleccionados.
Debido a la crisis que se empezó a sentir a finales de los 70´s y principios de los
80´s, los países latinoamericanos empezaron a realizar una serie de reformas de corte
neoliberal, con el fin de lograr abrir la economía, y con ello abrir las puertas al crecimiento
y desarrollo económico del que se abrían privado al momento de levantar las barreras
comerciales. En un principio se dio una fuerte reforma arancelaria, que llevó a la reducción
de los aranceles a las importaciones, pero “la liberalización o racionalización de las
importaciones es sólo uno de los ingredientes de una reforma comercial integral... la
dimensión comercial incluye muchas otras políticas aparte de la arancelaria, comprende,
además, los instrumentos de promoción de exportaciones, tales como exenciones y
reintegros” (CEPAL, 1995).
Por ello en los ochenta, los países latinoamericanos implementaron un política
comercial, con el fin de “fortalecer sus vínculo con las políticas tecnológica, de fomento
productivo y de recursos humanos, con vistas a perfeccionar el diseño, el cumplimiento de
normas y la calidad de los productos” (CEPAL, 1995), que hasta ese momento no se
encontraban en condiciones de competir con los productos de los demás países, se llevó a
cabo una promoción a la gestión empresarial y comercial; y por último se buscó el impulso
a la capacitación y asistencia técnica en investigación y desarrollo, todos los cuales,
ámbitos relevantes para obtener ganancias en productividad y competitividad.
Por lo anterior el período que comprende de 1980 a 1990 fue de recesión o lento
crecimiento en toda la región, en virtud de los ajustes que realizaban todas las economías de
la región para hacer frente a la crisis de la deuda o en busca de la estabilización. Como
explicó la CEPAL “el dinamismo de las exportaciones, en los muchos casos en qué lo
hubo, poco pudo incidir, por sí sólo, para contrarrestar los efectos de esos ajustes sobre el
nivel de actividad”. En los años ochenta, los países de la región modificaron drásticamente
su estrategia de desarrollo, en armonía con las tendencias mundiales de globalización
económica, reorientándola hacia las exportaciones.
El aumento en la actividad comercial que se empezó a realizar desde los años
ochenta, reflejándose en los datos que posee la CEPAL, donde:
“Los aumentos más acentuados superiores a 50%, de la Orientación exportadora
entre 1980 y 1993, si bien a partir de diferentes grados de apertura han sido los de
Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay. El
crecimiento de la región, en su conjunto, hizo que se elevara el coeficiente de
exportaciones de 14% en 1980, a 21% en 1990 y a 23% del PIB en 1994” (CEPAL,
1995).
En el siguiente gráfico se podrá ver el desarrollo en las exportaciones de las
economías más importantes de Latinoamérica y su evolución en los años 80´s.
Gráfico 4
Elaboración propia a partir de dato obtenidos por UNCTAD (1992 y 1993)
Se puede observar que las economías de Brasil, Chile, Colombia y México se
estancaron en el primer subperiodo (1980-1985), pero que sus exportaciones empezaron a
0
50
100
150
200
250
300
350
1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992
Indice de volumen de exportaciones en el periodo de 1980-1992
Argentina Brasil Chile Colombia México Perú Venezuela
crecer con rapidez en el segundo subperiodo (1985-1990), mientras que Perú y Venezuela
tuvieron un mal rendimiento durante todo el periodo. Esto se debe a las políticas
comerciales que empezaron a aplicar los primeros paises, pues como se dijo en líneas
anteriores, al iniciar esta década las economías nacionales habían entrado en una fuerte
recesión debido a los ajustes que realizaban para salir de la crisis..
Política cambiaria
Aunado a la apertura comercial y a sus debidas políticas, en los 80 además se debió
implementar una nueva política cambiaria, que tuviera una vocación exportadora. Es por
ello que las políticas cambiarias que se utilizaban antes de los ochentas, que buscaban
desincentivar las importaciones, tuvieron que ser reformadas. Debido a que “las rebajas
arancelarias deben estar acompañadas (si no precedidas) de una variación compensatoria
del tipo de cambio real, que debe ser mantenida en el período subsiguiente” (CEPAL,
1995). Es decir las políticas cambiarias deben ir en el mismo sentido que las comerciales
para que estas últimas resulten efectivas, y en conjunto puedan ser el motor de las
economías resquebrajadas. Pero de igual forma la CEPAL previene que “un más fácil
acceso a las importaciones vinculado a una apreciación cambiaria (así como el uso de la
política cambiaria con fines antiinflacionarios) es una combinación peligrosa para el
equilibrio de la balanza de pagos y para el desarrollo productivo”.
Es importante mencionar que desde los 70’s las instancias internacionales, estaban
intentando la integración de todas las economías al comercio internacional, pues el
crecimiento que se había gozado en la posguerra estaba llegando a su fin y una crisis se
encontraba cocinando. Los países que liberalizaron las importaciones en los años ochenta,
en general, fueron presionados por la coyuntura internacional hacia la depreciación de su
tipo de cambio real. Eso les ayudó a lograr un ajuste más eficiente en casos como los de
Costa Rica, Chile y México.
Situación financiera
En los años setenta, los países de Latinoamérica empezaron a solicitar una cantidad mayor
de préstamos bancarios privados para mantener funcionando las distintas empresas que
estos poseían, pues cabe recordar que en los años setenta fueron un período de auge del
nacionalismo económico y se nacionalizaron muchas empresas extranjeras, es por ello que
se desplazó a la Inversión Extranjera Directa (IED) como fuente principal de
financiamiento. Sin embargo, en los años 80´s con el inicio de la crisis de la deuda, se
produjo una fuerte restricción financiara del sector publico debido a la suspensión de los
préstamos de la banca privada, lo que provocó que estos países volvieran a interesarse en
atraer IED. Para ello, “se llevaron a cabo una serie de reformas macroeconómicas, donde
modificaron sus normas sobre la IED a fin de ofrecer condiciones más favorables”
(CEPAL, 1995). Cabe recordar que el grado en que las entradas de capital privado que
conducen al desarrollo se ve influido por la brecha existente entre el PIB real y la capacidad
productiva del país, por la naturaleza de las políticas económicas internas, en particular las
macroeconómicas.
Esta serie de reformas complementaba a la serie de adecuaciones microeconómicas
que se estaba realizando en el sector industrial-empresarial, lo cual en su conjunto se
trataba de realizar la apertura de las economías latinoamericanas a los capitales extranjeros.
Todo se llevó a cabo con el fin de que se lograra la modernización y desarrollo económico,
pues como se mencionó en un apartado anterior la situación industrial en Latinoamérica era
de un gran estancamiento y atraso.
Conclusiones
Olvidados de lograr cambios perdurables, centrados en la urgencia de sobresalir, con
desmesuradas ganas de alcanzar el crecimiento económico, los países latinoamericanos
caminaron por el sendero de las economías nacionales con políticas económicas a corto
plazo, paliativos a los malestares y deficiencias existentes en su momento, pero perniciosos
para el futuro de las economías de los Estados. Así fue la economía latinoamericana
durante gran parte del siglo pasado, que desembocó en la crisis de los años ochenta, crisis
que puso en desequilibrio a toda una unión de países que había experimentado una época de
bonanza convertida en deuda.
Es así como la década que se intentó describir con claridad en este trabajo es
producto del lastre de políticas y acciones mal encaminadas, vemos que esta década inicia
como una negra cinta, de crisis y problemas económicos que nos lleva a parar en la
suspensión del pago de la deuda, siguiendo, esta década se vuelve el tiempo para corregir
los errores cometidos, es la década que permite la salida del keynesianismo y la entrada del
neoliberalismo, el impulso al mercado y la regulación al Estado, esta década representa el
recorte al gasto público y el aumento de la responsabilidad del pueblo, es también la
promesa de que la situación estará bien, que el inicio del cambio económico estaría por
llegar, que las democratización estaba a la vuelta de la esquina.
Como se dio a conocer en el trabajo, la situación de crisis generalizada reforzó y a
veces limó esos rasgos de unión entre los países latinoamericanos, y para bien o mal,
también se vieron mejoradas las relaciones con otros países que sirvieran de ayuda a
Latinoamérica para salir de la crisis, principalmente Estados Unidos.
Este trabajo, sirve para reflexionar acerca de lo que aún esta parte del continente
siente, lo que aún permanece y que no ha habido manera de solucionar, problemas que
como economistas nos conciernen y nos deben interesar, ya que como lo hemos de notar
aquí, la economía juega un papel de efecto dominó, al tener crisis, buenos o malos
momentos económicos, cambios o estabilidad, los cuales se reflejan también en lo político,
social, cultural y legal de las naciones.
Fuentes
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Universidad de las Americas Puebla. Obtenido de El proceso de endeudamiento
externo en America Latina en los setenta:los casos de México y Argentina:
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lri/camargo_q_al/capitulo2.pdf
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http://www.revistaesnob.com/2013/02/nombre_america_latina/
Ortega, O., Ximena , A., & Villamarín, F. J. (s.f.). Política, Economía y sociedad en
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Toussaint, E. (s.f.). Las crisis de la deuda externa de América Latina. Obtenido de
http://cadtm.org/IMG/pdf/toussaint01.pdf