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La Divertida Historia Del WC en 5 Minutos

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Page 1: La Divertida Historia Del WC en 5 Minutos

Mientras una murciana y yo esperamos que mi autobús Murcia-

Zaragoza llegue, para pasar 8h y media de trayecto allí, le  cuento a

mi amiga que quiero ir al baño (por tercera vez en una hora,

mezclamos los nervios de mi marcha con mi intento de ir al baño

antes de embarcarme).

Lo que no sabéis es que tenía que ser la primera en llegar, porque

quedaban como 4 plazas en el autobús y al que llegase quinto no le

quedaría ni un rosco ni un churro que comer dentro.

Mi billete tenía la vuelta abierta, y como el ordenador estaba roto

tanto en Zaragoza como en la estación de Murcia (¬¬’), tenía que

esperar al conductor, que no llegaba.

Entre tanto, mi anfitriona y yo hablamos de una situación de mi viaje

de ida: cada parada en cada ciudad hay un descanso de entre 5 y 45

minutos.

Y en uno de los descansos, no recuerdo en cuál, aparcamos en una

estación con 6 váteres en el baño femenino.

En ese momento, tú, persona deseosa de descargar lo que quieras

descargar [a ser posible, heces u orina], olvidas tu orientación sexual

(esto es la guerra y voy a explotar… o no) compites con un número

de mujeres que:

1. Son de tu autobús y tienen el mismo puto descanso de 5

minutos.

2. Con ellas y con sus hijos o hijas pequeños, se meten en un

lavabo y salen tras tener una audible charla de “hazlo ya” un

rato largo después.

3. Mujeres de otros autobuses que también están en un

descanso.

4. Mujeres que están esperando a entrar en su autobús.

5. Mujeres que esperan a alguien y de paso, se desahogan.

6. Mujeres que han pasado por delante y necesitan “descargar”.

Page 2: La Divertida Historia Del WC en 5 Minutos

En cinco minutos. Con 6 váteres (aunque es mejor que menos… =S),

que con suerte (viendo cómo está todo perdido de agua, parece que

no limpian desde hace unos minutos) tengan papel…

Puede que tengas suerte, y que en tu bus haya un baño (y lo sepas,

aunque nunca he estado en uno, por lo que no sé si Sheldon Cooper

lleva razón al asquearse ante esa idea o tengo que pasarlo por alto).

Mi amiga murciana y anfitriona sugirió que fuera detrás, a hacerlo en

un árbol. Estuve de acuerdo ante la idea, viendo la cantidad de sitios

en que no se puede defecar sin esperar varios minutos.

- Además- dijo ella- no te pueden multar,  con el tiempo que tienes

para volver al autobús.

Aunque quizá no me dejasen volver al autobús ¬¬’

No hay conclusión ante esto, si la sacáis, en “comentarios” estaré

encantadísima de leerlos