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La Educación, ¿educa o avasalla? Vista filosófica según Estanislao Zuleta. Fecha: 17 de Noviembre de 2013 Introducción. Entiéndase la educación como el proceso en el cual se transmite una serie de conocimiento a una persona, con el fin de que sean asimilados, para una posterior aplicación. Pe- ro como tal, este no es el motivo que impulsa a alguien a instruirse. El ser humano es un ser ávido de conocimiento, que requiere respuestas frente a los fenómenos que se le pre- sentan en su vida diaria. Sin embargo, el sistema social den- tro del cual los hombres nos encontramos presenta un falso ímpetu para ser educado. Zuleta critica duramente el modelo educativo que actual- mente se aplica en Colombia y en el mundo entero. Dicho modelo educativo, más allá de suplir la necesidad innata del hombre por formular preguntas y conocer respuestas, busca crear hombres mutuamente dependientes, sin autonomía, con un conocimiento parcializado, que sean capaces de obedecer y ejecutar cada una de las necesidades del mercado y el sis- tema. El mercado requiere personas que sean incapaces de plantearse interrogantes y el modelo educativo le suministra el recurso humano necesario al cohibir desde pequeña edad a razonar, diferir opiniones y principalmente, al refrenar ese amor al saber solo por el hecho de saber. Los dos grandes momentos de la educación: Grecia y Florencia. La filosofía, entendida como en la Antigua Grecia, bus- ca explotar esa necesidad individual del conocimiento de la verdad del ser humano. A diferencia del modelo actual, el individuo era libre de elegir que conocimiento debía saber, ya que no se encontraba atado a ideologías políticas, creen- cias religiosas restrictivas ni a imposiciones del sistema capi- talista. Por tanto, desarrollaba una enorme capacidad de ser educado, asimilando en su yo interior el conocimiento adqui- rido; convirtiéndose la educación en una necesidad tan básica como comer o dormir. Más adelante, durante el Renacimiento, en Florencia se li- a este menester el requerimiento fundamental del esfuer- zo: los aprendices aprendían el saber haciendo, frente a una gran cantidad de dificultades que debían sobrellevarse, sien- do lo menos importante el resultado del proceso educativo. Si comparamos este modelo renacentista con el actual, observa- mos cómo se invierten los papeles: Si se obtiene un resultado positivo con la menor cantidad de dificultades, con el mínimo esfuerzo, mucho mejor. Zuleta, al inicio de su texto “El Elo- gio de la dificultad” [1], señala que la dificultad es algo inhe- rente y necesario a la vida; y que tratar eliminarla por medio de idealizaciones o la falta de riesgo, solo ocasionará quitarle sentido a la vida misma. De modo que, Zuleta aclama a todo aquel que prefiere asumir la dificultad misma como forma de aprendizaje, a esperar que todos los resultados lleguen por un falso merecer. La relación Maestro-Alumno: una interacción poco beneficiosa. Por otra parte, Zuleta revisa detalladamente la relación Maestro-Alumno, explicando con amplitud como ésta es una relación de intimidación, meramente interesada en obtener un producto para el mercado. Cuestiona la opresión presente

La Educación, ¿educa o avasalla? Vista filosófica según Estanislao Zuleta

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Autoría Propia. Información basada de los textos "El elogio de la dificultad" y "La educación, un campo de combate" de Estanislao Zuleta

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  • La Educacin, educa o avasalla? Vista filosfica segn EstanislaoZuleta.

    Fecha: 17 de Noviembre de 2013

    Introduccin.

    Entindase la educacin como el proceso en el cual se

    transmite una serie de conocimiento a una persona, con el

    fin de que sean asimilados, para una posterior aplicacin. Pe-

    ro como tal, este no es el motivo que impulsa a alguien a

    instruirse. El ser humano es un ser vido de conocimiento,

    que requiere respuestas frente a los fenmenos que se le pre-

    sentan en su vida diaria. Sin embargo, el sistema social den-

    tro del cual los hombres nos encontramos presenta un falso

    mpetu para ser educado.

    Zuleta critica duramente el modelo educativo que actual-

    mente se aplica en Colombia y en el mundo entero. Dicho

    modelo educativo, ms all de suplir la necesidad innata del

    hombre por formular preguntas y conocer respuestas, busca

    crear hombres mutuamente dependientes, sin autonoma, con

    un conocimiento parcializado, que sean capaces de obedecer

    y ejecutar cada una de las necesidades del mercado y el sis-

    tema. El mercado requiere personas que sean incapaces de

    plantearse interrogantes y el modelo educativo le suministra

    el recurso humano necesario al cohibir desde pequea edad

    a razonar, diferir opiniones y principalmente, al refrenar ese

    amor al saber solo por el hecho de saber.

    Los dos grandes momentos de la educacin: Grecia y

    Florencia.

    La filosofa, entendida como en la Antigua Grecia, bus-

    ca explotar esa necesidad individual del conocimiento de la

    verdad del ser humano. A diferencia del modelo actual, el

    individuo era libre de elegir que conocimiento deba saber,

    ya que no se encontraba atado a ideologas polticas, creen-

    cias religiosas restrictivas ni a imposiciones del sistema capi-

    talista. Por tanto, desarrollaba una enorme capacidad de ser

    educado, asimilando en su yo interior el conocimiento adqui-

    rido; convirtindose la educacin en una necesidad tan bsica

    como comer o dormir.

    Ms adelante, durante el Renacimiento, en Florencia se li-

    g a este menester el requerimiento fundamental del esfuer-

    zo: los aprendices aprendan el saber haciendo, frente a una

    gran cantidad de dificultades que deban sobrellevarse, sien-

    do lo menos importante el resultado del proceso educativo. Si

    comparamos este modelo renacentista con el actual, observa-

    mos cmo se invierten los papeles: Si se obtiene un resultado

    positivo con la menor cantidad de dificultades, con el mnimo

    esfuerzo, mucho mejor. Zuleta, al inicio de su texto El Elo-

    gio de la dificultad [1], seala que la dificultad es algo inhe-

    rente y necesario a la vida; y que tratar eliminarla por medio

    de idealizaciones o la falta de riesgo, solo ocasionar quitarle

    sentido a la vida misma. De modo que, Zuleta aclama a todo

    aquel que prefiere asumir la dificultad misma como forma de

    aprendizaje, a esperar que todos los resultados lleguen por un

    falso merecer.

    La relacin Maestro-Alumno: una interaccin poco

    beneficiosa.

    Por otra parte, Zuleta revisa detalladamente la relacin

    Maestro-Alumno, explicando con amplitud como sta es una

    relacin de intimidacin, meramente interesada en obtener

    un producto para el mercado. Cuestiona la opresin presente

  • Suele creerse que las mayoras o el actor ms fuerte es

    aquel que tiene la verdad asegurada, cuando realmente esto

    es errneo. La educacin, a lo igual que la democracia, no

    esta realmente vinculada a la cantidad de personas, sino a la

    calidad de emisin de sus opiniones. La democracia, segn

    Zuleta, debera ser comprendida como el derecho del indivi-

    duo a diferir contra la mayora; a pensar y a vivir

    distinto [2]. Tomando como gua esta completa definin,

    podemos observar que existen enormes ataques a la

    democracia en ca-si todos los debates posibles: Cuando un

    grupo de polticos asumen que su ideologa es mejor solo

    porque son mayora, no hay democracia. Cuando un grupo

    de letrados religiosos o cientificos creen tener la razn solo

    por saber ms, y no toman como vlida la opinin de los

    dems, no hay democracia. Debe defenderse la idea de que a

    nadie se le puede decir que NO slo por el hecho de que se

    encuentre en mino-ra o este solo. Tambin debe evitar caer

    en el dogmatismo, en donde Si alguien lo sabe yo no tengo

    derecho a pensar. Este actuar solo destruye la comprensin

    misma de demo-cracia y dificulta enormemente la labor de

    enseanza, ya que dificilmente el alumno lograr escapar de

    ese razonar.

    en el modelo educativo, en donde el Maestro es el que sabe

    y tiene la verdad absoluta, mientras que el Alumno es el

    que no sabe y requiere ser instruido, sin importar que su

    instruccin lo inhiba de su libre pensamiento, ignorando su

    labor individual como investigador.

    La labor que realiza el Maestro, puede ser clasificada se-

    gn Zuleta, en dos tipos: 1.) El Maestro tipo Profesor, que

    se limita a dictar lo que le corresponde sin importarle si le de-

    ja enseanza alguna o asimilacin al estudiante, que desco-

    noce muchas veces el contenido de lo que ensea pero se jus-

    tifica diciendo que l tiene la razn, y es identificado funda-

    mentalmente porque NO AMA LO QUE ENSEA. No es

    capaz de llenar el menester de conocimiento de los alumnos,

    ya que ni siquiera ha sido capaz de llenar el propio, haciendo

    que su enseanza se reduzca a or, memorizar y repetir. Se

    preocupa ms por la forma que por el fondo (le interesa ms

    los detalles minuciosos del tema, en vez de si le deja morele-

    ja asimilable al alumno). 2.) El Maestro tipo Educador, el

    cual dicta su conocimiento tratando de despertar en el estu-

    diante la avidez por el saber. Puede que se le olviden ciertos

    detalles que un maestro tipo Profesor no eludira jams; pe-

    ro, a diferencia del primero, es capaz de transmitir la esencia

    del tema con una dialctica digna de un filosfo griego. Es

    capaz de despertar la curiosidad del alumno con respecto a

    los fenmenos que lo rodean, y lo incita a formularse pre-

    guntas y tratar de buscarles solucin. Este tipo de maestro

    cumple con su objetivo eficaz y fundamentalmente porque

    AMA LO QUE ENSEA Y TIENEN LA NECESIDAD

    DE TRANSMITIR CONOCIMIENTO.

    Este psimo modelo de aprendizaje, tipo Maestro

    Intimidador- Alumno Obediente va profundamente liga-

    do a falta de una comunicacin en donde los dos actores no

    se encuentran al nivel adecuado para tener una confrontacin

    de ideas equilibradas.

    Falsa concepcin de la democracia: Un problema de

    educacin?

    Referencias

    [1] Zuleta, Estanislao, El elogio de la dificultad, 1980,

    Ed. Hombre Nuevo Editores. con la colaboracin de

    Fundacin Estanislao Zuleta, CEP - Banco de la Rep-

    blica - Biblioteca Luis ngel Arango

    [2] Zuleta, Estanislao, La educacin, un campo de com-

    bate, 1995, compliacin y edicin de Hernn Surez y

    Alberto Valencia, con la colaboracin de Fundacin Es-

    tanislao Zuleta.